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UNIVERSIDAD DE MEXICO

ti

MANIFIESTO· FILOSOFICO "N O vés cuán erguidos hacia las estrellas


(hizo Dios
Los rostros de los homlJ1'es JI cuán
CONTRA LOS COMETAS (subl-imes modeló sus caras
Mie'l1t~~s a las bestias y al género de lo;
A fines del mio de 1680 apareció en . (paJaros )1 los cu.erpos de las fieras,
el cielo de la Nueva Espm1.a un C01lleta,
de gran. tammio JI brillo extraD1'dinario.
DESPOJADOS Htzo abatirse, indistintamente, sobre su
(vientre torpe e im11.undo",
al decir de SIlS coutelllporáneos. Y, CO'l1/0
era común JI corriente en la época, hubo de] es ne~esario que se alboroten al ver que
el objeto nobilisim0 de la vista padece
conmoc.ión general en letrados :v en igno-
mudanza con apariencias extrañas. Y
rantes, en re¡'¡gÍ'osos )1 en lairos. en gran-
des y en pequ;eños.
ImperIO que tenían como nunca se termina en sí misma la
aclmir~ción, suplresto que es en todos
El motivo p,'incipal 'no era la apm'ic-ión 1I1centlvo de averiguar la naturaleza de
Inisl1w del COll1cla -insólita y 1'/0 regu- s.obre los tím ido s lo que ignoran, no hay quien no solicite
lar como la de casi todos-, sino, por saber qué es aquello que lo suspende,
una parte, el terrOl' a'nte los males JI .p~r~ deponer alguna parte de lo no ma-
desastres que causar'ía y, por otra, el POr Carlos de SIGÜENZA IlIflesto con que se espanta: "Si algo
pronóstico de muertes de príncipes :\1 y GÓNGORA se ha alterado o ha aparecido fuera de
caída de' reinos que aquél sigllificaba. la costumbre, nos admiramos, pregun-
Los astrólogos en espec.ial ya se apres- ta.mos, explIcamos". dijo Séneca en el
taban a hacer sus predicciones :v a Se11.a- Na:y aqu.í, plles, un eHfoque 1'let0'/l1ente Llb. 7. cle las Curs~iol1es Natu.rales, Cap.
lar doctora! JI como sagradal1lente dónde científico, dir'íanws. de la cuesÚón.' se 1. y SI en nada mejor que en los cometas
caería el castigo de Dios o la guadafía investiga JI se ex plica la materia, el ori- se verifica lo antecedente, como lo con-
de la mue1ie. ,gen, la localización JI las inflllencias fí- fesarán uniformes cuantos los miran
En medio de esta confusión, llena de sicas reales dc los cometas; 1'echaz01'ldo para qué me canso en preámbulos cuan~
co11Sejas del VltlgO, de ignorar/c'ia, de fal- toda otra pregunta que provellga de Ot1'OS clo el mismo Séneca puede terminarme
sos hechos e interpretaciones, de fanatis- campos.' la del religioso, pD1'que no le éste muy a mi intento: "Lo mi mo su-
I'nos, de reverencia ante las palabras de compete este asunto,. la del astrológico, cede en los cometas: si aparece con for-
los antiguos, de los saln:os o de los san- porque no tiene ning~~na validez. ma .rara y de insólita figura de fuego,
tos, se deja oír clara :v finne11'"ente la Sin embargo, todavía 1'10 es totafrnente naclIe no desea saber qué es y, olvidado
voz de d01'1 Carlos de Sigüenza )1 Gón- 1noderno.' aun nos dice que Dios crea de los otros, pregunta acerca del adve-
gora, que no resiste una s'ituación tal en directa1llente los c01lletas, POT ejem.plo, nedizo".
la cultllra y en su pueblo. Y quiere que y admite las especulaciones de la Filo- 2. Todo cuanto aquí he dicho se ha
su voz se oiga en todas partes, no sólo sofía. Por esto Sigüenza es el pri1l1.ero verificado estos días en esta populosísi-
en los 1/Iedios erllditos, sino principal- qlle e'n México sc encuentra en la en- ma Ciudad de México y lo mismo ha-
mente en las plazas J' entre el pueblo.' crllójada del mundo antiguo )1 del mun- brá sucedido en el resto de la América
por eso 110 escribe un tratado, un libro o do moderno, )1 su /'vTanij-iesto el priwler y aun en todo el mundo, con ocasió~
'u.n comentario, sino un J¡1anifiesto, una es- grito -conocido- de la modernidad de un cometa que se ha visto desde casi
pecie de carta abierta a todo el mundo, contra la tradición. mediado noviembre del año pasado de
para que todos desechen el e170r )1 se BERNABÍ,; NAVARRO 1680, cuyas observaciones para deducir
sirva1'l, prá.cticaIlIC'Nte' de las c011seCllen- su longitud, latitud, distancia a la tierra
eias de la verdad. y paralajes, con tocio 10 demás que es
S1I actitud, b'ien lo sabe, levantará olas concerniente a la naturaneza comética,
1. Nada hay que más conmueva los sacaré breve a luz, dándome Dios vida.
de oposición, de crUien de ensaiiamiento ánimos de los mortales, que las alteracio- Discurriré entonces con difusión Jo que
quizá. Teóricamente, la e1'npresa 1'/0 es nes del cielo: quizás por la campatía apuntaré ahora como en compendio;
fácil, pues ve que se le enfrentan filó- que con éste tienen aquéllos, según Cle- porque pretendo ocurrir a las voces inad-
sofos, poetas, astrólogos JI Santos Pa- mente Alejandrino en el Discurso a las vertidas .del vulgo, con que me prohija
dres. Pero no le i1l1porta quiénes JI cuán- N ac'iollcs: "Está ínsita en los hombres, su,s vel~ldades por discursos y juicios
tos sostengan o pretendan sostener doc- por naturaleza, una comunidad con el mIOS, SIendo aSI que no es el mío tan
tr·inas que apo'jlen ese temor. Le impor-
cielo"; o porque, conviniendo sólo a los corto, que ignore 10 que en esta materia
tGII'ía. 1Ino .\'ólo.' Jo. R el'igión Cristiana,
hombres ekvar los ojos a tan suprema debo sentir.
que él profesa )' venera. M as, UIlO de
los fines de Sil i11anifiesto es demostrar hermosura, para distinguirse en esta ac- 3. Pero antes de proponer 10 que pre-
que ni la Escritura, ni el Dogma favo- ci6n de las bestias -pM lo que escribió tendo probar, es necesario advertir que
recen. esa posición; JI si alguna vez han Silio Itálico en el Lib. 1 De la. Guerra nadie hasta ahora ha podido saber con
parecido favorecerla. ha sido según opi- Púnica: certidumbre física o matemática, de qué
niOl1es particulares JI erróneas de quie- y en dónde se engendren los cometas:
nes -a.sí sean Santos Padres- quieren ton que mucho menos poclrán pronos-
ver el1 todo el brazo justiciero JI venga- ticarse; aunque no faltará en el íllundo
dor de Dios. La actitlld cristiana ver- quien quiera persuadir lo contrario, con
da:lcra es adlllirar JI engrandecer las que se sujetará a la irrisión, que es con-
marav'il1as divinas, JI 1'10 atprrorizarse cie- siguiente a tan pueril desvario. Con este
,r¡amcllte, o arrogane rl conocimiento de presupuesto y con ser los cometas co-
los designios dc Dios. sa que puede ser no se sujete a lo
La Filosofía :\1 la Ciencia, y aUN el regular de la naturaleza, por proceder
sentidos común, ta1ll/10co -1IIucho me- inmediatame;l1te de nías con cr~ación
nos- apoyan la disposición telllerosa antr: rigurosa, afirmo desde luego cristiana-
los ca 111 etas. F-s natural, en efecto, que el mente el que deben venerarse como obra
hombre se adlllire y se extral1e: pero de tan supremo artífice, sin pasar a in-
la, consecuencia no es el telllor o la ':Jolun- vestigar lo que signi fican, 'que es lo
torio. ceguera, sino la inquietud. la bús- propio que querer averiguarle a Dios
queda, la explicación JI la ciencia. En sus motivos. Impiedad enorme en los
cualqlliera. de las opiniollrs de la Filo- que son sus criaturas; aunque no por eso
sofía o hipótesis de la ciencia 1IIoderna se han de temer con aquel horror con
(de Keplel', por ejelllplo), los cometas que los gentiles, ignorantes de la pri-
son fenólllenos celestes llalurales, q'ne no mera causa, se recelaban de las señales
causan ni anumlau nada de lo malo que del cielo, como ya el mismo Señor lo
se les atribwye JI que lIIás bien viellen previno por boca de Jeremias, Cap. 10,
a producir, físicamente, influjos benignos Verso 2: "N o tengáis miedo de las seiia-
y propicios para la tiena.' ell lo cual aun les del cielo, a las que temen las nacio-
pueden verse CÓH,¡Q reluce la providencia nes". y siendo esto así, como verdadera-
divina. Sigiienza- "el 1IIundo ant·iguo y moderno" mente lo es, lo que en este discurso pro-
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curaré (sin que por ello se me perjudi- meta de! año de 1652, según lo refiere
que mi modo de opinar), será despojar L I·BR' A Kirchero en su Itinerario Extático y
Pedro Gass~endo en sus Com..entarios·
a los cometas del imperio que tienen
sobre los corazones tímidos de los hom-
AlS T R ()N,O~.r feA y yo me acuerdo, aunque entonces er~
bres,' manifestando su ninguna eficacia
l . y PFHLOSOPHICA ' de solos seis años, el que fue así. Y
y quitándoles la máscara para que no 1./ EN ClVE . que de estas evaporaciones se formen los
nos espanten. Y aunque ya esto fue asun- :/ D. e(frlos de cty'Go¡Zrtot'2l cometas, se prueba invictamente habiendo
to del antiguo Queremón y del moderno cormo~,· . lp]l<l1~'r j, ti{>:)-:t?:lh6.,l-g; reconocido que después de acabado el de
dr,d,m"":}f(xit.~¡t .•, ~ 1664 y 1665, no se le observaron man-
Padre Vincencio Guinisio t'n la Alocu- cXo\Mí'N.\
ción Sexta Gi1'l'/.nástica. sin valerme de n>.) l~)l(l k1 q Ile '1 la \L, 'N (!" t r~: r (t PtI1t"Dr>Oti¡t t e._ chas algunas al sol por muchos meses.
. Cl.mrf;~ k.~ Co~net,~s"pu{~) Indicio de· que en el incendio de unos
los hermosos colores retóricos que éste
gasta, iré 'por d~verso camino, que será
el que me abre la Filosofía para llegar
~: ¡~,.;:·,~E',:;~::~y~~\;:!g!~;~L~1~¡~¡~~~i:;;::r;'~~'~ "< y otros Se consumieron cuantas se ex-
tendían por el expanso del cielo. Luego
al término de la verdad. ;,f.. ~ 't ~ (#A rt <;P¡; Hfl.fN..;.V8 crLJ.,f,iN)' COllD?Y,i) si los cometas, en esta opinión, sirven
F~:«y t-<;Ol", l'u;H.rd{i1'1 rrlt::,..(jt~.T,tJÁi:l4R(;l11i4.:::';ta44
4. Porque, o son los cometas celestes ,;,~ ~:, f.AJt.;",l.loÍ ('p.'f.t C;Ilti i,(¡ia '6rU~
de que aquél se purifique, ¿ cómo pue-
o sublunares: si sublunares, será su for- den significar cosas infaustas, cuando es
mación la que les atribuyen los peri- cierto que a ellos se les debe el que lle-
patéticos con su príncipe Aristóteles, en guen no viciadas a la tierra las influen-
el Lib. 1 de los Meteoros, Cap. 7 y 10, y cias eté¡'eas? Afirma lo ,oontrario se-
a quien pretenden ilustrar los Conim- ría lo mismo que decir, que una hGguera
bricenses en el Tratado 3 Sobre los Me- en que se abrasasen cuantas cosas pudie-
teoros, Cap. 3; Juan Cotunio en la Lec. ran ser perniciosas a una ciudad, era fa-
31 Sobre elIde los Meteoros; Clara- ta'1 pronóstico de su ruida y causa ele
monsio en el Anti-Tycho, Lib. 3, y otros su perdición y de su estrago.
muchos astrólogos y filósofos, cuya opi- 9. Pero prescindiendo ahora de la
nión es, que el cometa es un meteoro en- cunda, y mediante las partículas morda- probabilidad ¡de una y- otra sentencia,
cendido y engendrado de nuevo de una ces, deletéreas, corrosivas y acrimonio- en una y otra reluce con singularidad
copia grande de exhalaciones, levantadas sas de que constan, necesariamente ha- la providencia de Dios: porque, así co-
del mar y de la tierra hasta la supre- bian de esterilizar las tierras, corromper mo fue c9nveniente que en el globo terrá-
ma región del aire, donde, encendidas las plantas y alterar los humores, si no queo hubiese no sólo plantas y árboles
por la antiperistasis y ya por medio de se elevasen a la región superior, donde venenosos, sino víboras, sierpes, alacra-
ésta 'con mayor consistencia y conden- se consumen con la violencia del fuego, nes, escu¡erzos, dragones, basiliscos, pa-
sación., son arrebatadas del primer mo- que las acaba, quedando entonces libre ra que según la combinación de sus cua-
ble, ooyo impulso llega hasta allí, al y purgada de tan malas cualidades esta lidades atrajesen a sí con violencia sim-
cual se mueve, hasta que aquel1a matt'ria parte inferior de la atmósfera que ha- patética los hálitos, expiraciones y eflu-
untuosa, pingüe, crasa, sulfúrea y sali- bitamos; y por lo consiguiente, con pre- vios venenosos y mortíferos de la tierra
trosa, se va disminuyendo, al paso que nuncios de bienes. que pudieran estorbar y cuerpos metálicos, no sólo para que
el fuego la consume, con que se acaba aquellos vapores y exhalaciones, si no a ellos, gegún su naturaleza, sirviesen
<'1 cometa. Y si esto es cometa, no sé faltasen. de alimento, sino para que no se difun-
por que de él se atemorizan tanto los 7. Si no se admitieren los cometas diesen por el universo, c()n daño del
hombres, cuando no hay noche alguna sublunares, sino celestes, no hay por qué resto de los vivientes (según doctamente
que dejen de inflamarse y arder otros no milite en esta opinión lo mismo que lo discurre el P. Atanasia Kirchero, en
tantos cometas, cuantas son las estrellas en la pasada. Porque si se siguiere a su M undo Subterráneo); de la misma
que nos perece que corren y que verda- Juan Keplero, se forman los cometas de manera, era necesario que hubiese alguna
deramente no son sino exhalaciones de varios humos crasos y pingües que exha- cosa donde se juntasen y consumiensen los
tan poca compacción y cuantidad, que lan los euerpos de las estrellas, los cuales, hálitos, vapores, expiraciones y efluvios
apenas se encienden, cuando al instante porque no inficionen la aura etérea, los venenosos que pasaron a la región del
se apagan, no distinguiéndose de los co- une la naturaleza a un determinado lu- aire, o que exhalaron las' estrellas allá
metas sino en lo breve de su duración, gar donde se consumen encendidos con el en el cielo, que son de las que el cometa
supuesto que convienen en todo 10 de- fuego del sol, que los impele. Y si esto se forma, para que en él se abrasen y se
más, como dijo el mismo Aristóteles en no fuere, serán, en sentir de vVilibroldo consuman.
en Cap. 7: "Tal es también la estrella Snelio, Ericio Puteano, Juan Camilo 10. y aunque sean los cometas (como
crinita, cual es la estrella errante". Y si Glorioso, Liberto Fromondo y el P. algunos los ]Jaman) monstruos del cielo,
estos instantáneos cometas o exhalacio- Cysato, exhalaciones del sol, que son de no por eso se infiere el que sean por
nes volantes no son prenuncios de ham- las que se forman las manchas, las cuales, ('sta razón ca usadores de las calamidades
bres, pestilencias y mortandades, ¿ por arrojadas más allá de su atmósfera por y muertes que les imputan; como tam-
qué lo han de ser aquellas exhalaciones poco lo son cuantos monstruos suelen
durables de que se forma el cometa, sien- alguna vehemente ebullición de las que
refiere el P. Cristóbal Scheiner en su admirarse entre los peces del mar, en-
do así que el origen de éste y de aqué- tre los animales de la tierra y aun en la
]]as es uno mismo? Rosa Ursina y el P. Atanasia Kirchero especie humana (aunque más pretenda
5. Si ya no se le antoja a alguno que, en el Mundo Subterráneo, se encienden lo contrario Camelia Gemma, en su libro
así como el cometa di fiere de las estre- all í hasta que se resuelven y acaban. Y De los Caracteres divinos de la Natu-
]]as volantes en ser más copiosas las ex- si tampoco fuere esto, será lo que pro- raleza) : porque si es cosa digna de risa
halaciones que lo componen, de la misma pone el P. Baltasar Téllez en su Filosofía, el que un monstruo, aunque nazca en
manera, distinguiéndose los príncipes y es, que de los hálitos y evaporaciones la publicidad de una plaza, sea presagio
de sus inferiores en la mayoria de su de todas las errantes se hace un conglo- de acabamiento de reinos y muertes de
dominio y autoridad, habrán de pronos- bado, que consume el fuego celeste, se- príncipes y mudanza de Religión, ¿ có-
ticar las muertes rle éstos los cometas, gún los otros autores. Y siendo cualquie- mo no lo será también el que un cometa
por ser mayores, y las de la plebe. las ra de estas tres causas la que origina lo signifique, cuando en el origen de éste
estrellas volantes, COIllO cometas peque- el cometa, ¿ cómo puede ser éste in fausto y ele aquéllos puede militar una indivi-
ños. Pero como quiera que afirmar esto cuando antes sirve de meelio para que, el l1a razón?
es un gentil desatino, no sé que se le puri ficada la aura etérea, se derramen 11. No ignoro las autoridades de poe-
deba otra censura a cuantos aseveraren lo más puros sobre la tierra los celestiales tas, astrólogos, filósofos y Santos Paelres,
primero. a que dan tanto asenso los ig- influjos? que se pueden oponer a lo que tengo
norantes. 8. Comprobación ilustre de esta aser- afirmado; y digo que no las ignoro, por-
6. y en esta misma opinión, no hay ción será lo que refieren varias historias, que no hay quien no repita unas mismas
prueba más urgente de que los cometas y es, haber sucedido por algunos días no en esta materia, con que 110 hay quien
no sólo no causan daño a los cuer~os verse el sol, ni otra, estrella en el cielo, no las sepa de memoria por repetidas.
elementados, sino que antes son pronos- sin haber nubes que lo impidieran; lo Ornítolas, digo, porque 110 quiero latines
tico de fertilidad y salud, que el conoci- cual no seria por otra cosa. sino por los en lo que pretendo vulgar; pero respon-
miento de lo que los causa, que son las muchos vapores y hálitos celestes que, deré a los primeros que, como poetas,
exhalaciones gruesas, pingües, nitrosas ocupando gran parte de la aura etérea, ponderaron la cosa más de lo que debie-
y sulfúreas, con las cuales ocupada esta impeelían el tránsito de los solares rayos. ron, o que hablaron según las opiniones
primera región del aire, que nos cir- Aelvirtióse esto antes que se viera e! co- del vulgo. A los segundos no tengo otra
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cosa que decirles, sino el que yo también 14. Ni sé yo por qué han de ser in-
soy astrólogo y que sé muy bien cuál faustos los cometas, cuando 110 hay daño
es el pie de que la Astrología cojea y que no sea compañero de alguna felici-
cuáles los fundamentos debilísimos sobre dad. Porque si causan peste y mueren
que levantaron su fábrica. A los filóso- muchos. para éstos será desgraciado y
fos entiendo que no les haré agravio, felicísimo para los que quedan con vida,
si los pongo en el mismo coro que a los pues siendo pocos, heredan lo que era cle
poetas. Pero llegando a los Doctores Sa- muchos; si significa guerras y es in feliz
grados y Santos Padres. me es fuerza para los vencidos. quién duda que será
venerar sus autoridades por los motivos feliz para los victoriosos. y si denotó
superiores que en sus palabras advierto; la muerte de algún príncipe, para éste
aunque no por eso dejaré de deci r con to- será lúgubre, pero alegre, fausto y pro-
da seguridad, que ninguno pretendió asen- picio para quien le sucedió en el Estadn.
tarlo por dogma filosófico, sino valerse y si en todas las cosas se advierte esta
de estas apariencias como medios pro- vicisitud. ¿ porqué sólo se les han. de
porcionados para compungir los ánimos atribuir los efectos tristes y no los rego-
de los mortales y reducirlos al camino de cijados, cuando milita una razón en unos
la verdad. Quien lo dudare lea, entre y otros?
otros muchos que pudiera citar, a Ter- 15. Confieso el que sería \'erdadera
tuliano, cap. 3. de la Carta A Escápula;
la opinión contraria a la mía. si los
a S. Agustín, lib. 2 de LI1 Ciudad de "engra11dece las maravillas del ll11tt1do"
Dios, cap. 23; lib. 3, cap. 1; lib. 21, cometas apareciesen fijos sobre una ciu-
cap.8. dad o región y allí sólo se e)Cperimen- a consejo para manifestarles su voluntad
12. Pero, ¿ qué es lo que estas autori- tasen los efectos más horrorosos que les y motivos.
dades nos dicen? Dicen que los cometas imputan; pero, siendo sus movimientos 17. Basta: purque no quiero cxc~der
son causa o por lo menos señal de gue- tan varios -pues fuera elel diurno con los límites de compendio, a que estreché
rras, esterilidades, hambres, mortanda- que dan vuelta al mundo, cada día va- este discurso, que promoveré y adelan-
des, pestilencias, mudanzas de Religión, rían notablemente sus latitudes y decli- taré, como tengo dicho. en obra mucho
muertes de reyes y cuantas cosas pueden n<l!clones, con que sojuzgan gran parte mayor, que, prorrogándome Dios la vi-
ser horrorosas y terribles en la natura- del globo terráqueo-, claro está que da, perficionaré muy en breve. Mani~
leza. Pero si no se murieran los prín- si fueran de su naturaleza dañosos. lo festaré entonces las observaciones exqui-
cipes, si no hubiera guerras y mortanda- habían de ser para todas las partes don- sitas que he hecho de este cometa .. que
des, si no' se experimentaran hambres y de fueran verticales: luego si no hay (sin que en ello me engañe el amor
pestilencias, sino sólo cuando se ven co- quien pueda decir que algún cometa ha propio) no dudo serán aplaudidas y es-
o metas en el cielo, no era despropósito el sido infausto a todas las tierras que su- timadas de aquellos grandes matemáticos
que a ellos se les atribuyesen estos efec- peditó, infiérese que los malos sucesos de la Europa, que las entenderán porque
tos: pero siendo evidentísimo en la vici- que en algunas de estas partes habría, las saben hacer: a quienes desde luego
situd de los sucesos humanos y en la serían de los ordinarios y no causados aseguro que' dc esta septentrional Amé-
amplitud grande del mundo, el que no se del cometa, pues no fueron comunes, co- rica española no tendrán más observa-
pase año alguno sin que en alguna parte mo lo fue éste en aquellas partes. ciones que las mías.
haya hambres, ·en otras guerras, y que 16. Instaráme alguno que. si Dios los 18. Pero por no dejar de mencionar al-
en muchas falten y se mueran muchos cría de nuevo, como otros sienten, nece- go de este c.ometa, digo que su formación
potentados, príncipes y reyes, y esto sin sariamente habrá de ser para denotar o aparecimiento fue casi entre las estre-
que se vea cometa a que atribuirlo: ¿ qué alguna cosa grande; y aunque la res- llas del Cráter y pies del León, pasando
engaño es aseverar ser efecto suyo lo puesta más inmediata era preguntarle, de allí a la mano izquierda de la Virgen,
que ~ntonces sucedió, porqt!>e siempre que de dónde lo infería quien me replica- cerca de cuya espiga fue la vez primera
se ha experimentado ]0 propio en casi ba, quiero concedérselo por ahora y jun- que yo le vide; desde allí le atravesó el
todos los años? tamente preguntarle que ¿ a quién le ma- resto del cuerpo y se entró por entre el
13. Las guerras con que estos pasa- nifiesta Dios sus inescrutables secretos fiel de las balanzas de Libra, a cortar el
dos se ha horrorizado la Europa; las en la creación de un cometa? ¿ Por ven- brazo elerecho de Escorpión, los muslos
pestes y hambres que ha llorado España; tura habrá alguno que afirme habérsele y la serpiente de Ofiuco; y entrándose
la rebelión y alzamiento del Nuevo Mé- revelado que, cuando el cometa fuere en la Vía Láctea cobró tanta pujanza,
xico, y cosas semejantes en otras pro- oriental, se han de rebelar contra los prín- que la cauda que antes se había obser-
vincias, de que aún no tenemos noticias. cipes sus vasallos, y si occidental. le han vado de solos 10 gr. se extendió a 65,
¿ qué cometa las denotó? Ninguno, porque de mover la guerra los extranjeros?; Y como observé a 30 de diciembre de 1680.
Prosiguió por la imagen de Antinoo o
ninguno se ha visto. Luego las que fue- otros semejantes desatinos, por no lla-
Ganimedes, por debajo del' Delfín, por
pen consigu~entes tampoco las causará marlos impiedades. que afirman antiguos
el hocico del Equículo o Caballo Menor,
el cometa de ahora, aunque más auto- y modernos astrólogos con tanta aseve-
por los pechos del Pegaso y ele aI1í a la
ridades se traigan para probarlo. ración, como si Dios los hubiera llamado
cabeza ele Andrómeda, y se acabará al
salir de esta constelación. entre el Tri-
ángulo y la cabeza de Medusa. Su movi-
miento ha sido direc,to, primero muy
veloz, de casi 6 gr., después ha corrido
cada día proporcionalmente hasta 4 y al
fin andará menos. La cauela siempre ha
estado opuesta al sol, como cs ordinario,
aunque sus extremidades no han sido
rectas sino arqueadas en forma ele paltpa.
El canto superior se ha observado limpio
y no así el inferior, que ha estado como
las extremidades de la crín de un caba-
110: por donde este cometa se denomina
Hípeo. De los signos ha andado el de
Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Ca-
pricornio. Acuario. Pisces. A nes.y a.i::~­
bará en Tauro; y aunquc su oecl1l1aclon
fue meridional al principio. cortó des-
pués la equinoccial al sali r de la imagen
de Ganimedes y pasó sobre nuestras ca-
bezas el martes 7 de enero ele este año
de 1681 y su crecimiento fue estando en
Capricornio, signo predominante de esta
"un enfoque netamente científico" N ueva España.

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