Sie sind auf Seite 1von 8

Declaración de los Derechos de la Mujer y de la

Ciudadana

Olympe de Gouges

La Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana fue un texto redactado


en 1791 por Olympe de Gouges (titulado en francés Déclaration des Droits de la Femme
et de la Citoyenne), parafraseando la Declaración de Derechos del Hombre y del
Ciudadano, el texto fundamental de la revolución francesa (26 de agosto de 1789). Es uno
de los primeros documentos históricos que propone la emancipación femenina en el
sentido de la igualdad de derechos o la equiparación jurídica y legal de las mujeres en
relación a los varones.

Orígenes

La evolución del concepto de los derechos humanos, originado entre los juristas de la
escuela de Salamanca del siglo XVI y extendido por los pensadores sociales del XVII y
los ilustrados del XVIII, con las primeras revoluciones liberales fue recogido en textos
normativos: la Declaración de Derechos de Virginia, en el contexto de la Independencia
de Estados Unidos (1776), y la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano, en la revolución francesa (1789). En ninguno de estos documentos se
consideró a las mujeres.
Artículos de la Declaración

I - La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones


sociales sólo pueden estar fundadas en la utilidad común.

II - El objetivo de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e


imprescriptibles de la Mujer y del Hombre; estos derechos son la libertad, la propiedad, la
seguridad y, sobre todo, la resistencia a la opresión.

III - El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación que no es más que
la reunión de la Mujer y el Hombre: ningún cuerpo, ningún individuo, puede ejercer
autoridad que no emane de ellos.

IV - La libertad y la justicia consisten en devolver todo lo que pertenece a los otros; así,
el ejercicio de los derechos naturales de la mujer sólo tiene por límites la tiranía perpetua
que el hombre le opone; estos límites deben ser corregidos por las leyes de la naturaleza y
de la razón.

V - Las leyes de la naturaleza y de la razón prohíben todas las acciones perjudiciales para
la Sociedad: todo lo que no esté prohibido por estas leyes, prudentes y divinas, no puede
ser impedido y nadie puede ser obligado a hacer lo que ellas no ordenan.

VI - La ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas las Ciudadanas y


Ciudadanos deben participar en su formación personalmente o por medio de sus
representantes. Debe ser la misma para todos; todas las ciudadanas y todos los
ciudadanos, por ser iguales a sus ojos, deben ser igualmente admisibles a todas las
dignidades, puestos y empleos públicos, según sus capacidades y sin más distinción que
la de sus virtudes y sus talentos.

VII - Ninguna mujer se halla eximida de ser acusada, detenida y encarcelada en los casos
determinados por la Ley. Las mujeres obedecen como los hombres a esta Ley rigurosa.

VIII - La Ley sólo debe establecer penas estrictas y evidentemente necesarias y nadie
puede ser castigado más que en virtud de una Ley establecida y promulgada
anteriormente al delito y legalmente aplicada a las mujeres.

IX - Sobre toda mujer que haya sido declarada culpable caerá todo el rigor de la Ley.

X - Nadie debe ser molestado por sus opiniones incluso fundamentales; si la mujer tiene
el derecho de subir al cadalso, debe tener también igualmente el de subir a la Tribuna con
tal que sus manifestaciones no alteren el orden público establecido por la Ley.

XI - La libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones es uno de los derechos


más preciosos de la mujer, puesto que esta libertad asegura la legitimidad de los padres
con relación a los hijos. Toda ciudadana puede, pues, decir libremente, soy madre de un
hijo que os pertenece, sin que un prejuicio bárbaro la fuerce a disimular la verdad; con la
salvedad de responder por el abuso de esta libertad en los casos determinados por la Ley.

XII - La garantía de los derechos de la mujer y de la ciudadana implica una utilidad


mayor; esta garantía debe ser instituida para ventaja de todos y no para utilidad particular
de aquellas a quienes es confiada.

XIII - Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de administración, las
contribuciones de la mujer y del hombre son las mismas; ella participa en todas las
prestaciones personales, en todas las tareas penosas, por lo tanto, debe participar en la
distribución de los puestos, empleos, cargos, dignidades y otras actividades.

XIV - Las Ciudadanas y Ciudadanos tienen el derecho de comprobar, por sí mismos o por
medio de sus representantes, la necesidad de la contribución pública. Las Ciudadanas
únicamente pueden aprobarla si se admite un reparto igual, no sólo en la fortuna sino
también en la administración pública, y si determinan la cuota, la base tributaria, la
recaudación y la duración del impuesto.

XV - La masa de las mujeres, agrupada con la de los hombres para la contribución, tiene
el derecho de pedir cuentas de su administración a todo agente público.

XVI - Toda sociedad en la que la garantía de los derechos no esté asegurada, ni la


separación de los poderes determinada, no tiene constitución; la constitución es nula si la
mayoría de los individuos que componen la Nación no ha cooperado en su redacción.

XVII - Las propiedades pertenecen a todos los sexos reunidos o separados; son, para cada
uno, un derecho inviolable y sagrado; nadie puede ser privado de ella como verdadero
patrimonio de la naturaleza a no ser que la necesidad pública, legalmente constatada, lo
exija de manera evidente y bajo la condición de una justa y previa indemnización.

Valor de la Declaración

La "Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana", constituye por sí misma un


alegato brillante y radical en favor de las reivindicaciones femeninas y una proclama
auténtica de la universalización de los derechos humanos.

Su autora denunciaba que la revolución olvidaba a las mujeres en su proyecto de igualdad


y libertad. Defendía que la mujer nace libre y debe permanecer igual al hombre en
derechos y que la Ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas las
Ciudadanas y los Ciudadanos deben contribuir, personalmente o por medio de sus
representantes, a su formación.

Reclamaba un trato igualitario hacia las mujeres en todos los ámbitos de la vida tanto
públicos como privados: derecho al voto y a la propiedad privada, poder participar en la
educación y en el ejército, y ejercer cargos públicos llegando incluso a pedir la igualdad
de poder en la familia y en la Iglesia.
Sin embargo, parece que Olympe de Gouges no creía que mujeres y hombres fueran
iguales. Al contrario que la mayoría de las teóricas de la igualdad, pensaba que había dos
naturalezas distintas para hombres y para mujeres, y que la de las mujeres era superior.
Esa convicción de las dos naturalezas es palpable en el texto que precede a la declaración.

El planteamiento feminista no era compartido por los varones que dirigían la revolución,
ni siquiera los más radicales. Olympe de Gouges fue acusada de traición a la revolución
por oponerse a la pena de muerte contra el rey Luis XVI.

DERECHOS DE LA MUJER SEGÚN LA ONU

El término Derechos de la Mujer se refiere a la libertad inherente y reclamada por las


mujeres de todas las edades, derechos ignorados o ilegalmente suprimidos por leyes o por
costumbres de una sociedad en particular.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), son derechos de las
mujeres:

1. Derecho a la vida.
2. Derecho a la libertad y a la seguridad personal.
3. Derecho a la igualdad y a estar libre de todas las formas de discriminación.
4. Derecho a la libertad de pensamiento.
5. Derecho a la información y a la educación.
6. Derecho a la privacidad.
7. Derecho a la salud y a la protección de esta.
8. Derecho a construir relacionamento conjugal y a planear su familia.
9. Derecho a la decida haber o no tener hijos y cuando haberlos.
10. Derecho a los beneficios del progreso científico.
11. Derecho a la libertad de reunión y participación política
12. Derecho a no ser sometida la torturas y maltrato.

PANAMÁ: Las mujeres continúan la lucha por lograr la


igualdad de derechos
Lunes, 08 de Marzo de 2010 17:59 Oficina de Prensa FIO
Error: Reference source not foundError: Reference source not foundError: Reference
source not found

El aumento considerable en las estadísticas de muertes violentas de mujeres en los


últimos años, sumado a las diferencias marcadas en la desigualdad al derecho al trabajo, a
mejores salarios y mayor participación política hacen que este 8 de marzo en Panamá, la
celebración del Día Internacional de la Mujer esté marcado por las demandas latentes de
este grupo por lograr la igualdad de sus derechos, indicó la Defensoría del Pueblo.
Según estadísticas del Observatorio Panameño contra la Violencia de Género (OPVG),
adscrito a la Defensoría, 19 mujeres que han muerto de forma violenta en lo que va del
año, lo cual consideramos que debe motivar al Estado regular, adecuar y promover
reformas o leyes para minimizar los estragos de la violencia doméstica, las muertes
violentas de mujeres y los femicidios, atendiéndolo como una prioridad de país.
La tendencia en muertes violentas de mujeres va en aumento, si comparamos las
estadísticas del 2008, donde 42 mujeres perdieron la vida de forma violenta; mientras que
en el 2009 se registró un total de 80 muertes violentas de mujeres (54 de ellas tipificadas
como femicidio), lo que demuestra que en un año las cifras se han duplicado.
En cuanto a la realidad salarial, datos del Observatorio de Género y Economía de la
Universidad de Panamá revelan que el índice de desempleo de las mujeres es mayor con
un 8.9% versus el de los hombres que es 5.1% que la de los hombres, pese a que las
mujeres representan la mayor cantidad de población graduada de nivel superior con un
75%.
Asimismo, se observa con preocupación la participación política de las mujeres, que a
pesar de la cuota del 30%, solo el 15.5% de las postulaciones para diputados y diputadas
para la Asamblea Nacional fueron de mujeres, al igual que para los puestos de Alcaldías a
nivel nacional, las postulaciones de mujeres fueron del 14.4%, según las estadísticas
recientes de las elecciones 2009, proporcionadas por el Tribunal Electoral, obviando la
participación mínima de las mujeres en este ámbito.
Por todo lo anterior, en el marco de la conmemoración del 8 de marzo, como Día
Internacional de la Mujer, la Defensoría del Pueblo reconoce que se han dado avances en
cuanto al reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres; sin embargo, hace un
llamado para que se adopte una política criminológica integral en donde la violencia
contra la mujer aparezca como una problemática de Estado.
Igualmente, consideramos que se debe adoptar la justicia de paz, para que la justicia
administrativa sea de mayor calidad y más expedita, además de que las autoridades no
deben dilatar más la vigencia del nuevo Código Procesal Penal o en su defecto y de
manera temporal se debe adelantar la vigencia de las 21 medidas de protección que tiene
este cuerpo jurídico en materia de violencia doméstica.
Fuente: Tomado de la Defensoría del Pueblo de Panamá
http://www.portalfio.org/inicio/index.php?
option=com_content&view=article&id=3912:panama-las-mujeres-continuan-la-lucha-
por-lograr-la-igualdad-de-derechos&catid=178&Itemid=400136
**

El UNFPA, Fondo de Población de las


Naciones Unidas
La misión del UNFPA, como agencia de desarrollo del Sistema de Naciones Unidas, es
ayudar a los países a utilizar datos demográficos para políticas y programas de reducción
de la pobreza, y asegurar que todos los embarazos sean deseados, todos los partos sean
seguros, todos los jóvenes estén libres de VIH y sida, y todas las niñas y las mujeres sean
tratadas con dignidad y respeto.
Con sede en Nueva York, el UNFPA tiene presencia a nivel global, con oficinas de campo
en más de 130 países. La oficina regional para América Latina y el Caribe también se
encuentra ubicada en Ciudad de Panamá.
La misión del UNFPA es un reflejo del Programa de Acción de la Conferencia
Internacional sobre la Población y Desarrollo (CIPD) celebrada en El Cairo en 1994 y,
como tal, compromete también al UNFPA a prestar pleno apoyo a los países para lograr
los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), entre otros compromisos internacionales.

Igualdad de Género
“La igualdad entre hombres y mujeres es, ante todo y en primer lugar, un derecho
humano. Las mujeres tienen derecho a vivir en condiciones de dignidad, libres de
miseria y temores. La potenciación del papel de la mujer es también un
instrumento indispensable para promover el desarrollo y reducir la pobreza.”
El Programa de Género del UNFPA Panamá tiene como meta lograr la Igualdad entre
hombres y mujeres realizando un trabajo conjunto con las instituciones estatales y
organizaciones no gubernamentales que velan por los derechos humanos de las mujeres.
El Objetivo del Milenio (ODM) 3 tiene como finalidad Promover la igualdad de género y
el empoderamiento de la mujer. El UNFPA contribuye brindando asistencia técnica y
financiera al Instituto de la Mujer (INAMU), apoyando su agenda de trabajo en los ejes
de violencia de género, igualdad de oportunidades, y salud sexual y reproductiva.
A través del programa de género, el UNFPA también prioriza el seguimiento,
cumplimiento y sustentación de los instrumentos internacionales de protección de los
Derechos Humanos de las Mujeres, especialmente ante los órganos de tratado como el
Comité para la Eliminación de toda Forma de Discriminación contra la Mujer (CEDAW),
el Comité de la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD), y las conferencias de
Cairo y Beijing.
Igualmente, se hace énfasis en el fortalecimiento de los organismos gubernamentales y no
gubernamentales, así como organizaciones comunitarias en el tema de prevención de la
violencia de género, del VIH y sida y del abuso sexual, que afectan grupos vulnerables,
en especial a las mujeres de los 7 pueblos indígenas y afrodescendientes de Panamá.
Productos (2007-2011)
G1 Mayor capacidad técnica de las instituciones nacionales de derechos humanos y
organizaciones de mujeres para verificar la observancia por el Gobierno de los
derechos de la mujer.
G2 Fortalecimiento de la capacidad de los gobiernos nacional y local y de las
organizaciones de la sociedad civil para la aplicación y el seguimiento del plan
nacional sobre prevención de violencia en el hogar y el plan sobre igualdad de
oportunidades.
Proyectos
Equidad de Género y Prevención de la Violencia Doméstica
Programa Conjunto “Alianza por una Vida sin Violencia”
El SNU en Panamá, con el Programa Conjunto que lidera el UNFPA “Alianza por una
Vida sin Violencia”, Alianza Nacional y Local Interinstitucional Comunitaria para
Prevenir y Atender la Violencia contra las Mujeres en dos Distritos de Panamá (Plan
Piloto), pretende constituirse en un colaborador importante en la estrategia nacional de
fortalecimiento de las iniciativas existentes y en el desarrollo de otras nuevas para reducir
la violencia contra la mujer. Esta iniciativa del SNU en Panamá, de la sociedad civil y del
INAMU, es una realidad gracias al apoyo del Fondo Fiduciario de Apoyo a la
Eliminación de la Violencia contra las Mujeres de UNIFEM.
Marco legal
Ley No. 16 - Prevención y Tipificación de Delitos contra la Integridad y la Libertad
Sexual
Ley No. 29 - Que garantiza la salud y la educación de la adolescente embarazada
Ley No. 31 - Protección a las Víctimas del Delito
Ley No. 38 - Violencia Doméstica y Maltrato al Niño, Niña y Adolescentes
Ley No. 39 - Paternidad Responsable
Ley No. 4 - Igualdad de Oportunidades para las Mujeres

http://panama.unfpa.org/igualdad-genero
**

de las Mujeres
La problemática de los derechos humanos de las mujeres es a la vez la misma y distinta
que la de los hombes. Como los hombres, las mujeres son víctimas de represión, tortura,
desapariciones, hambre. A su vez, las mujeres también pueden ser víctimas de métodos
represivos particulares, tales como la violación sexual y el embarazo forzado y sin duda
la discriminación cotidiana. Las mujeres trabajan más, ganan menos, y muchas veces no
tienen el derecho a su vientre, a su nombre, a sus hijos.

Carta a la Mujeres
1. REDIRECT Predefinição:Iglesia Católica

Carta a la mujeres es una carta abierta que Papa João Paulo II]] publicó dirigida a la
mujeres del mundo entero, por ocasión de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en
Pekín, en 29 de junio de 1995.

En este documento el papa felicita la ONU por la iniciativa y afirma que la Iglesia
también se propone ofrecer su contribución para la defensa de la dignidad y de los
derechos de las mujeres, no sólo a través de la colaboración de la Delegación de la Santa
Sé en los trabajos de la conferencia, como también hablando directamente al corazón y a
la mentes de todas las mujeres.

En la carta su autor propone detenerse sobre el tema de la dignidad y de los derechos de


la mujeres, considerados a la luz de la Palabra de Dios. Afirma que el punto de partida de
este diálogo no puede ser otro sino uno gracias. El agradecimento a Dios por la vocación
y misión de la mujer en el mundo, se hace así uno gracias concreto cada mujer pelo que
ha representado en la existencia de la humanidad.

Así, el Papa presenta el suyo gracias, su gratitud a la mujer-madre, a la mujer-esposa,


mujer-hija, mujer-hermana, mujer-trabajadora, mujer-consagrada, y a la mujer, por el
simple hecho de ser mujer.

Acuerda que la mujer al largo de la historia muchas veces fue ignorada en su dignidad,
deturpada en sus prerogativas, marginalizada y aún reducida a la esclavitud. El tema de
la liberación de las mujeres, tiene un mensaje actual permanente que brota de la actitud
misma de Cristo. Dice que hay necesidad de conseguir una igualdad social y jurídica
efectiva de derechos y de todo cuánto dice respeto a los derechos y deberes de ciudadanía
en un régimen democrático. Considera que en este campo la presencia social de la mujer
determinará una mayor humanização de los sistemas con vistas a la civilización del amor.

Hace el texto la condena de la violencia sexual, de la cultura hedonista y mercantilista


que promover la explotación sistemática de la sexualidade y hace un llamamiento a los
Estados y organismos internacionales para que se haga lo que sea preciso para devolver a
la mujer el pleno respeto de su dignidad y de su papel.

El fundamento antropológico de la dignidad de la mujer es identificado sobre todo en la


Palabra de Dios. La realización del humano sólo ocurre mediante la complementariedade
del femenino y del masculino. La esta unidad de dos Dios confió la procreación y la vida
de la familia y aún la construcción de la propia historia.

En cuanto al genio femenino", afirma la Carta que la Iglesia ve en la Virgem Maria su


máxima expresión. Al colocarse a servicio de Dios, Maria se colocó a servicio de la
humanidad. Así, "su reinado es servicio y su servicio es reinar."

El documento acuerda Santa Catarina de Sena y Santa Teresa de Ávila, Doctoras de la


Iglesia, título conferido por Papa Paulo VI]], y muchas mujeres que al largo de dos mil
años de historia de la Iglesia dejaron una herencia benéfica, y relembra la serie mártires,
santas y místicas de la Iglesia. Concluye deseando que se ponga en evidencia la verdad
plena sobre la mujer.

Das könnte Ihnen auch gefallen