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¿Cómo concibe al niño el método Montessori?

Cuando el niño nace deja de ser un embrión físico y llega al mundo con una serie de
potencialidades psíquicas, las que debe ir formando para adquirirlas por completo. Por
lo tanto, el niño cuando nace presenta un estado que María Montessori llama de
“Embrión Espiritual”, pues tal como formó los órganos de su cuerpo dentro del vientre
materno, fuera de él debe formar los distintos órganos de su psique, como por ejemplo
el lenguaje, la memoria, la atención, entre otros.
Este Embrión Espiritual requiere estar inserto en un ambiente que le proporcione todos
aquellos elementos necesarios para su desarrollo, para formar su inteligencia y
capacidades psíquicas.
El niño como Embrión Espiritual establece contacto con el ambiente de forma distinta a
como lo hacemos los adultos, pues carece de consciencia y voluntad, por lo que el niño
a través de sus sensibilidades creativas puede tomar del medio ambiente aquello que
necesita para su desarrollo.
María Montessori considera que esa sabiduría inconsciente que posee el niño le
permite determinar qué es lo mejor para su desarrollo, cuáles son los elementos que
requiere para mejorar, las cuales le permiten adaptarse a su cultura.
Estas sensibilidades permiten al niño formar dos capacidades esenciales: la mente
absorbente y los períodos sensibles.
La mente absorbente es la capacidad del niño de absorber los distintos aspectos del
ambiente. Esta absorción se da a través de la vida psíquica, de una manera
inconsciente gracias a un estado pre - consciente especial de la mente. Esta mente
permite al niño por ejemplo, aprender con naturalidad y en poco tiempo la complejidad
de la lengua del lugar donde vive. En cambio, si cuando adultos nos interesamos por
aprender otra lengua, nos lleva mucho tiempo y no alcanzamos la fluidez y perfección
que se logra con la lengua natal.

Esta mente absorbente comienza a hacerse más y más débil cuando aparece la
conciencia y la voluntad alrededor de los 3 años de edad.
Debido a esta aparición de la conciencia y voluntad podemos distinguir dos etapas
fundamentales en el período preescolar. La primera etapa que va entre los 0 y 3 años
se caracteriza por una etapa de absorción y la segunda etapa de los 3 a los 6 años se
caracteriza por una organización de la información internalizada previamente, es una
etapa de conceptualización.
La mente absorbente actúa en forma selectiva gracias a las capacidades esenciales
llamadas períodos sensibles, que se definen como “sensibilidades especiales que se
encuentran en los seres en evolución, es decir, en los estados infantiles, los cuales son
pasajeros y se limitan a la adquisición de un carácter determinado. Una vez
desarrollado este carácter, cesa la sensibilidad correspondiente”.
Estas capacidades aparecen en forma paulatina durante el desarrollo, entre ellas se
encuentran las siguientes: lenguaje, orden, refinamiento de los sentidos, objetos
pequeños, buenos modales, entre otros.
Debido a que el niño posee estas capacidades especiales para llevar a cabo la
construcción del hombre- mujer que será en el futuro durante sus primeros 6 años de
vida, María Montessori plantea la necesidad de educar a los niños desde el nacimiento,
entregando los elementos que ellos y ellas necesitan para avanzar en su construcción.

Para que el niño pueda absorber el ambiente y luego organizar esas impresiones y así
llevar a cabo el proceso de establecer su personalidad de manera sana, requiere en
primer lugar experimentar con su propio cuerpo, para así luego experimentar con el
ambiente. Esta experimentación es plenamente activa, por lo que implica movimiento.
Este es considerado como la llave mágica para que el /la niño se desarrolle
armónicamente. o
Generalmente el movimiento es sólo considerado como un ejercicio de desarrollo
físico. Al respecto María Montessori señala que “ uno de los grandes errores de nuestro
tiempo es pensar en el movimiento en sí como algo separado de las funciones más
elevadas... el desarrollo mental debe estar relacionado con el movimiento y depender
de él”.
De esta manera, la Doctora Montessori desafió la filosofía de Descartes que había
influido el pensamiento pedagógico occidental, respecto a la dicotomía cuerpo mente,
afirmando que el pleno desarrollo de los poderes psíquicos no es posible sin actividad
física.
Según María Montessori “para comprender la esencia del movimiento hay que
considerarlo como la encarnación funcional de la energía creadora que lleva al hombre
a la cumbre de la especie y que anima su aparato motor, instrumento con el cual actúa
en el ambiente exterior, realizando su ciclo personal”.()
A través del movimiento el niño se relaciona con el mundo y así desarrolla su
inteligencia que se nutre de las experiencias obtenidas del mundo exterior. María
Montessori señala que “las ideas abstractas provienen de una maduración de los
contactos con la realidad y ésta se apresa por medio del movimiento”. Es así como las
ideas más abstractas como las de espacio y tiempo pueden concebirse gracias al
movimiento.
La Doctora plantea que existe una conexión directa entre las funciones motrices y la
voluntad. Al respecto señala: “ la multitud de células musculares debe ser libre, ágil y
rápida, para estar siempre dispuesta a obedecer hay que estar preparado, y como la
preparación se consigue a través de un prolongado ejercicio, para obtener la
coordinación entre los varios grupos que deberán actuar conjuntamente y ejecutar con
exactitud las indicaciones de la orden, es indispensable realizar ese ejercicio.

Es así que los trabajos y actividades llevadas a cabo por el niño implican movimiento,
ya sea interno o externo. Estas acciones que realiza el niño son llevadas a cabo en un
ciclo de actividad. Este ciclo que se da en el trabajo pasa a ser la manifestación
psíquica interna que tiene el niño. Si la acción que realiza presenta error el niño la
repite. Este ciclo de acción- error- repetición lleva al/la niño a la concentración hasta
alcanzar el logro. Cuando el niño logra establecer dicha concentración en una actividad
desaparecen las desviaciones como el capricho, el desorden, la pereza y se revelan en
el niño características tales como el interés, la disciplina, la sociabilidad, el niño se
vuelve sereno y satisfecho con su trabajo. En este momento, los órganos del
movimiento han salido del caos y han logrado obedecer a la voluntad del/la niñ/ao,
desde entonces los movimientos se encuentran al servicio de la inteligencia ávida de
conocer el ambiente.

¿Cómo concibe la educación el método Montessori?

Para el enfoque Montessori la educación debe enfocarse a una actualización de las


potencialidades del niño de modo de que él/ella pueda llevar a cabo la actividad
espontánea que surge de sí mismo, el trabajo. Es decir, la educación tiene como
fundamento: “tener en cuenta las necesidades del niño y satisfacerlas para que su vida
pueda desenvolverse plenamente”.o
Para María Montessori la educación es “la salvación de la humanidad”, y para lograr
esto se requiere desarrollar la espiritualidad, realzar el valor del individuo y preparar a
los niños para que comprendan y participen de la época que les toca vivir.
¿Qué características posee el ambiente Montessori?

Este ambiente se caracteriza por poseer objetos reales adaptados al/la niñ. El niño al
encontrar objetos utilizables por él/ella se sumerge en una actividad ordenada y
maravillosa, donde es capaz de dirigirse y saber lo que quiere, y siente una gran
necesidad de trabajo. Es decir, el niño necesita un ambiente externo adaptado a él,
pues requiere medios para utilizar la fuerza que la naturaleza ha puesto en él para
orientarlo a un ejercicio continuado y enérgico que lo ha de perfeccionar en sus
funciones superiores.
Este ambiente se encuentra organizado en áreas de trabajo, entre las que se
encuentran: vida práctica, sensorial, arte, lenguaje, matemáticas y ciencias. Cada una
de estas áreas presenta una organización interna, en la cual los materiales allí
presentes van de lo más simple a lo más complejo. La cantidad de trabajos presentes
en cada área está en directa relación con el número de niños y niñas que trabajan en
un grupo. Todas estas áreas se encuentran distribuidas en el salón de clases de modo
que el niño pueda optar por los diferentes materiales que en
ellas se encuentran presentes.
La belleza y organización de este ambiente, y la libertad que el/la/a niño tiene para
elegir los ejercicios a realizar, favorecen el desarrollo intelectual a través de la
repetición de los ejercicios.

¿Qué características posee el material Montessori?

El material Montessori además de utilizar objetos reales adecuados al tamaño del niño,
deben de ser bellos y estar en buen estado. Cada material presenta una sola dificultad,
un punto de interés para el niño y un control de error.
Este material “ayuda al/la niño a adquirir nuevas perspectivas en su exploración del
mundo objetivo... desafía la inteligencia del niño. Despierta en el niño una necesidad
por ejercitar a través de interminables repeticiones. Cuando el niño ha dominado
completamente el principio comprendido en el material, espontáneamente procede a
aplicarlo a toda clase de objetos. Este material ofrece la posibilidad de reorganizar su
conocimiento a nuevos principios, lo cual aumenta su capacidad de aprendizaje cuando
les sea posible hacer.

La meta de la educadora Montessori no es imponer la voluntad de una persona sobre


otra, sino liberar el propio potencial del individuo para un autodesarrollo constructivo.
Toda actividad que realiza el adulto debe orientarse por un conocimiento del niño, en
base a una orientación científica y cotidiana de él/ella para poder guiarlo en el camino
de su desarrollo.

¿Qué plantea el enfoque Montessori respecto al desarrollo de los aspectos afectivos y


sociales de la personalidad del niño?

El niño en el ambiente Montessori tiene la oportunidad de desarrollar cualidades y


valores que le permitan desarrollarse en lo afectivo y lo social.
Debido que en el ambiente Montessori cada niño avanza a su ritmo, tiene la posibilidad
de él/ella mismo/a de controlar el error, de elegir lo que necesita, y de desenvolverse
por sí mismo, su autoestima se fortalece. Además, cada niño tiene la posibilidad de
expresar lo que necesita y de ser escuchado y respetado en su unicidad. También
tiene la posibilidad de crecer espiritualmente a través del trabajo mismo y de
actividades de desarrollo interior como el trabajo de línea y el juego del silencio.
En el ambiente Montessori se forma una verdadera comunidad de niños y niñas en la
cual existe la posibilidad de aprender habilidades sociales como la comunicación
efectiva, la asertividad, el respeto y la escucha. La existencia de un grupo heterogéneo
respecto a la edad (los niños de 3 a 6 años trabajan en el mismo salón, que es lo que
hoy plantea la Reforma de la Educación Parvularia que impulsa el Ministerio de
Educación) favorece estos aprendizajes pues los niños más pequeños/as aprenden de
los mayores y permiten a éstos fortalecer las habilidades que han adquirido. Además,
disminuye la competitividad y aumenta el sentimiento de colaboración entre ellos.
Si bien cada niño trabaja en forma individual, la interacción social que se logra en el
salón es muy enriquecedora, pues es espontánea. Además, los niños tienen la
oportunidad de aprender estrategias para resolver conflictos pacíficamente y se les da
la posibilidad de ser autónomos en su resolución.

¿Cuál es el papel de la educadora Montessori?

La misión de la educadora Montessori es preparar el ambiente para que logre brindar lo


que cada niño o niña necesita. Debe iniciar exactamente al/la niño en los ejercicios,
meditar sobre aquello que lo perjudica. Además, debe ser siempre serena, estar pronta
para cuando sea llamada, entregarse a las necesidades de amor y de confidencias del
niño o niña.
En el enfoque Montessori la guía debe no sólo estar preparada en los aspectos
intelectuales de su quehacer educativo, sino que debe por sobre todo debe estar
preparada espiritualmente. Debe facilitar la expansión de la naturaleza de los niños y
niñas ayudándolos a actuar independientemente, a hacer por si mismos todo cuanto
les sea posible hacer.
La meta de la educadora Montessori no es imponer la voluntad de una persona sobre
otra, sino liberar el propio potencial del individuo para un autodesarrollo constructivo.
Toda actividad que realiza el adulto debe orientarse por un conocimiento del niño, en
base a una orientación científica y cotidiana de él/ella para poder guiarlo en el camino
de su desarrollo.

¿Cuál es el aporte social del enfoque Montessori?

Este enfoque plantea que a través de la educación del niño, se puede aportar a la
construcción de un Hombre Nuevo, que pueda mantener una relación armónica con la
naturaleza y las demás personas.
En este sentido el enfoque Montessori es profundamente ecológico, pues considera al
ser humano como parte de un orden universal que debe ser respetado para vivir en
plenitud.
Para este enfoque la paz es otro valor fundamental. Plantea que la educación a través
del desarrollo de cada individuo y de su conciencia colectiva puede permitir a las
naciones y los individuos vivir en paz, en un continuo crecimiento espiritual.
La posibilidad que tienen los niños y niñas de vivir en una verdadera comunidad social
en el salón Montessori, los prepara para ser activos ciudadanos y aportar a su
entorno.Jardín Infantil
Comunidad Educativa “Alas de colibrí”Te invitamos a formar parte de un nuevo
proyecto para la educación de tus hijos e hijas, el cual cobra existencia bajo la
inspiración del Método Educativo Montessori y de sus principios.
Nuestro propósito como entidad educativa, es favorecer el desarrollo armónico del niño
y de la niña que asista al ambiente que hemos preparado, fomentar en ellos y ellas el
interés por aprender y disfrutar de la vida, cimentando bases sólidas sobre las cuales
podrá construir futuros aprendizajes.
El jardín infantil “Alas de colibrí” ofrece a niños y niñas lo siguiente:
Un profundo respeto por su personalidad.
Favorecer el desarrollo de la totalidad de su personalidad enfatizando tanto lo
intelectual como lo emocional.

Resumen

Orientar el trabajo siguiendo su imperiosa necesidad de aprender haciendo.


Trabajar con las educadoras en forma individual en cada materia de acuerdo a sus
necesidades.
La posibilidad de trabajar a su propio ritmo; “cada piedra del edificio mental estará bien
cimentada antes de que se ponga la siguiente”.
Fomentar el desarrollo de su autonomía, iniciativa y creatividad.
Favorecer el desarrollo de habilidades interpersonales.
La posibilidad de iniciar su alfabetización tempranamente.
Capacitarlos para que alcancen el mismo nivel e incluso superior de logro escolar que
bajo el método tradicional.PERSONAL ENCARGADO DE LA EDUCACIÓN DE LOS
NIÑOS Y NIÑAS:
Personal especializado en el Método Montessori, Educadoras de párvulos y Psicóloga.

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