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MISCELÁNEA

Trastornos del movimiento psicógenos


A. Mendoza-Rodríguez a, C. Riveira-Rodríguez b, A. Castrillo-Sanz a

TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO PSICÓGENOS


Resumen. Introducción. Los trastornos del movimiento psicógenos son los trastornos del movimiento que no pueden atribuir-
se a ninguna enfermedad orgánica conocida, y que están causados por una patología psiquiátrica subyacente, o se deben a
una simulación voluntaria. Suponen el 1-3% de los trastornos del movimiento. Objetivo. Realizar una revisión bibliográfica y
una actualización de los trastornos del movimiento psicógenos. Desarrollo. Se revisan diversos aspectos de los trastornos del
movimiento psicógenos, incluyendo epidemiología, diagnóstico clínico y mediante pruebas complementarias, tipos de trastor-
nos del movimiento psicógenos, tratamiento y pronóstico. El diagnóstico de los trastornos del movimiento psicógenos debe re-
alizarlo un neurólogo, y no debe ser únicamente un diagnóstico de exclusión. La forma más frecuente de presentación es el
temblor, y es en la que más avances se han producido, sobre todo en el aporte de las pruebas neurofisiológicas al diagnósti-
co. Hay escasos estudios de tratamiento específico. Se debe tratar la patología psiquiátrica subyacente, y se recomienda psi-
coterapia asociada a fármacos si son necesarios. El pronóstico de los trastornos del movimiento psicógenos sigue siendo po-
bre, incluso con el tratamiento adecuado. Conclusiones. Aunque en los últimos años hay algunos avances en el conocimiento
de los trastornos del movimiento psicógenos, se necesitan más investigaciones, tanto para conocer el mecanismo subyacente
de estas patologías, las técnicas y pruebas complementarias que nos ayuden en el diagnóstico, como estudios más amplios de
tratamiento. [REV NEUROL 2009; 48 (Supl 1): S49-55]
Palabras clave. Distonía. Mioclonía. Neurofisiología. Parkinsonismo. Temblor. Trastorno de conversión. Trastorno de soma-
tización. Trastornos de la marcha. Trastornos del movimiento psicógenos.

INTRODUCCIÓN específicos, como, por ejemplo, la lentitud psicomotora en la


Los trastornos del movimiento psicógenos (TMP) son los tras- depresión o la catatonia en la esquizofrenia. No hay que olvidar
tornos del movimiento que no pueden atribuirse a ninguna en- que muchas enfermedades que cursan con trastornos del movi-
fermedad orgánica conocida, y que están causados por una pa- miento a menudo asocian patología psiquiátrica; por ejemplo,
tología psiquiátrica subyacente, o bien se deben a una simula- observamos con frecuencia depresión, con tendencia a la soma-
ción voluntaria. tización, en las enfermedades de Parkinson y Huntington.
En la serie de Fahn, de un total de 3.700 pacientes con tras-
tornos del movimiento, sólo un 1% tenía un TMP [1]. En la se-
rie de 870 pacientes con trastornos del movimiento de Factor, el DIAGNÓSTICO
3,3% tenía un origen psicógeno [2]. El diagnóstico se debe realizar en dos fases: una primera fase
La media de edad de inicio se sitúa entre los 37 y 50 años, y consistirá en comprobar que se trata de un proceso psicógeno, y
predomina en el sexo femenino [2-4]. No hay datos sobre la no de una enfermedad orgánica, y la segunda, identificar el tras-
existencia de diferencias raciales; a este respecto, un estudio torno psiquiátrico que lo explicaría. De este modo, elegiremos
comparó pacientes con TMP en España y en Estados Unidos, y el tratamiento adecuado en cada paciente.
no se observaron diferencias transculturales [5].
Los TMP se presentan con mayor frecuencia en forma de Diagnóstico neurológico
hipercinesias que en forma de hipocinesia. La mayoría de los Debe ser el neurólogo, y no el psiquiatra, quien emita el diag-
pacientes presentan varios tipos de movimientos anormales, por nóstico de TMP, ya que está más familiarizado con este tipo de
lo que se clasifican según cuál sea el predominante [3]. La for- patología y le será menos difícil reconocer su origen orgánico o
ma de movimiento anormal de origen psicógeno más frecuente psicógeno, ya que con mucha frecuencia no hay pruebas com-
es el temblor, seguido de la distonía. Aunque clásicamente se ha plementarias (neurorradiológicas, neurofisiológicas o de labo-
considerado que los síntomas motores de conversión se presen- ratorio) que nos orienten.
tan con mayor frecuencia en el hemicuerpo izquierdo, poste- Hay que tener en cuenta que el simple hecho de no encon-
riormente se ha indicado que no existe tal preferencia [6,7]. trar una causa orgánica no da el diagnóstico de psicógeno, y
Los TMP no incluyen las alteraciones que pueden observar- que por extraño que nos parezca un movimiento anormal, no
se dentro del complejo sintomático de trastornos psiquiátricos podemos dudar de su organicidad, ya que, por amplia que sea
la experiencia de un neurólogo, siempre puede ser la primera
Aceptado: 23.12.08. vez que se enfrente a un trastorno del movimiento concreto. El
a diagnóstico puede resultar difícil incluso para especialistas en
Sección de Neurología. Hospital General de Segovia. Segovia. b Sección
de Neurología. Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca, España. trastornos del movimiento, por ello es necesario descubrir cri-
Correspondencia: Dra. Amelia Mendoza Rodríguez. Sección de Neurolo-
terios positivos, y que no sea únicamente un diagnóstico de ex-
gía. Hospital General de Segovia. Ctra. Ávila, s/n. E-40002 Segovia. Fax: clusión.
+34 921 419 149. E-mail: ameliamendoza1@terra.es Los errores diagnósticos no son infrecuentes, por lo que a
Este trabajo ha contado con la financiación de GlaxoSmithKline para la ob- veces es posible que un TMP sea calificado durante mucho
tención de documentación bibliográfica y la divulgación de los contenidos. tiempo como orgánico, o viceversa. Esto conlleva otro error de
© 2009, REVISTA DE NEUROLOGÍA carácter terapéutico [3].

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Hay que tener en cuenta otra posible complicación diagnós- Tabla. Datos que sugieren un trastorno psicógeno del movimiento.
tica, que es el hecho de que pacientes con alguna patología or-
gánica también pueden tener TMP añadidos, o exagerar los que Datos de la historia clínica
padece, siendo difícil distinguir dónde empieza lo psicógeno o Comienzo brusco
hasta dónde llega lo orgánico. En estos casos lo habitual es que
el movimiento anormal orgánico sea el de presentación inicial, Rápida progresión a su máxima gravedad
y el segundo sea el psicógeno. Exacerbaciones paroxísticas
Como no existe ninguna prueba instrumental o test de con-
Remisiones espontáneas
fianza para valorar los TMP, hay varias publicaciones con nove-
dosos métodos de enfocar el problema. Se han desarrollado Inicio tras un traumatismo leve
nuevas escalas [4], el test de ajuste de la coherencia [8], el test
Múltiples somatizaciones de trastornos no diagnosticados
de interferencia durante una tarea dual [9], un algoritmo y un
análisis cuantitativo para el diagnóstico de los temblores [10], Trastornos psiquiátricos evidentes
entre otros, para ayudar al diagnóstico de los TMP.
Empleo en el sector sanitario o en compañías de seguros de salud
El grado de certeza diagnóstica de que un trastorno del mo-
vimiento es psicógeno fue propuesto por primera vez por Fahn Presencia de ganancia secundaria, como atención
continua por un cónyuge ‘dedicado’
y Williams para la distonía psicógena, pero también puede apli-
carse a todos los TMP [11]: Pleito o compensación pendientes
– TMP documentado. Se documenta un TMP cuando existe un
Modelo de enfermedad
alto grado de certeza en su diagnóstico. El movimiento anor-
mal se alivia con psicoterapia, sugestión, placebo o fisiotera- Datos en la exploración física
pia, y mejora cuando el paciente no está siendo observado.
Movimientos inconstantes (cambio con el tiempo de
Pero este último punto de desaparición temporal del movi- las características, patrón, distribución corporal, intensidad)
miento no debe tomarse como un criterio fundamental, ya
Movimientos y posturas incongruentes (movimientos que no se ajustan
que hay algunos movimientos anormales que pueden mejo- a las pautas reconocidas o con patrones fisiológicos normales)
rar transitoriamente, como los tics, algunas discinesias tar-
días, algunas distonías, etc. Sin embargo, la mayoría de los Presencia de determinados tipos de movimientos anormales que son
bastante frecuentes en pacientes con TMP, como sacudidas rítmicas,
trastornos orgánicos del movimiento no remiten de forma es- marcha extraña, lentitud deliberada al ejecutar un movimiento
pontánea completamente [12]. Por todo ello, hay que ser voluntario solicitado, episodios de sobresalto excesivo, etc.
cautos con la interpretación de la respuesta a placebo, ya que Presencia de otros tipos de movimientos anormales que se
se han descrito mejorías en la patología orgánica [13,14]. sabe que no forman parte del patrón primario o principal de
– TMP clínicamente confirmado. El grado de certeza diagnós- movimientos que presenta el paciente
tica es menor que en el anterior. Se trata de movimientos Presencia de agotamiento y fatiga excesiva
que con el tiempo cambian de patrón o no son compatibles
Respuesta de sobresalto diferida –y a menudo excesiva– a un estímulo
con un trastorno del movimiento clásico, por tanto es un
movimiento inconsistente o incongruente. Además debe aso- Disminución o desaparición de los movimientos con la distracción
ciar otra sintomatología, como alteración sensitiva, déficit
Desaparición de los temblores al manipular objetos valiosos
motor falso, excesiva lentitud en los movimientos que pa-
rezca deliberada, lesiones autoinfligidas, múltiples somati- Acoplamiento del temblor al ritmo del movimiento
zaciones o un trastorno psiquiátrico claro. sucesivo rápido que se le pide al paciente que realice
– TMP probable. Movimiento inconsistente o incongruente, Comienzo de la distonía como una postura fija
que no asocia ninguno de los síntomas que se requieren pa-
Movimientos faciales de retorcimiento
ra el diagnóstico de TMP clínicamente confirmado. que desplazan la boca de un lado a otro
– TMP posible. La sospecha es leve. Se trata de un movimien-
to anormal de origen orgánico asociado a la presencia de un Falsa debilidad
trastorno psiquiátrico evidente. Falsas molestias sensitivas

Dado que no hay un criterio de referencia en el diagnóstico de Manifestación de un trastorno paroxístico


los TMP, la sensibilidad y la especificidad de estos criterios se Lesiones autoinfligidas
han valorado mediante la opinión de expertos. Así, se ha estima-
Respuesta terapéutica
do que la sensibilidad y la especificidad para los criterios de
Fahn y Williams para el diagnóstico de TMP identificado como No responden a los tratamientos adecuados
probable, o de mejor grado de certeza, serían del 83 y 100%,
Responden al placebo
respectivamente, y para el grado de posible o superior, del 97 y
96%, respectivamente [15]. Responden a la psicoterapia
Estos criterios de certeza diagnóstica de un TMP no son
aplicables cuando un movimiento anormal es paroxístico, lo que
añade mayor dificultad diagnóstica. Además, los movimientos sión del movimiento bajo sugestión, placebo o psicoterapia sólo
paroxísticos con frecuencia van asociados a un movimiento tendría valor en el momento que se presentase el movimiento
anormal de carácter más fijo y continuo. Puesto que los perío- anormal. En estos casos puede ser útil la filmación del movi-
dos de remisión pueden ser prolongados, el criterio de supre- miento anormal [16].

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Hay listados de los datos en la historia clínica, la explora- cia y acelerometría, aunque éstas con frecuencia no están al al-
ción y la respuesta terapéutica que nos ayudarán a diagnosticar cance en la práctica clínica diaria.
que se trata de un trastorno psicógeno [2,3,11,17]. Hemos in- Clínicamente, cabe destacar un frecuente inicio brusco [19,
cluido a los listados originales el ‘modelo de enfermedad’, ya 22]. Una característica importante es la variabilidad, tanto en
que se ha visto que con mucha frecuencia estos pacientes tienen dirección (p. ej. desde pronosupinación hasta flexoextensión)
alguna persona cercana (habitualmente un familiar) con una en- como en frecuencia y amplitud. Se debe sospechar si el temblor
fermedad neurológica aunque hoy en día no podemos descartar aparece de forma combinada tanto en reposo como con la ac-
que este modelo se pueda encontrar en otros medios, como la ción, o al mantener una determinada postura. Los dedos no sue-
televisión o Internet [15] (Tabla). len temblar si el origen es psicógeno [23]. Realizar pruebas de
sugestión, como, por ejemplo, aplicar un diapasón en alguna
Diagnóstico psiquiátrico zona del cuerpo y explicarle al paciente que se espera la mejoría
Los TMP se podrían incluir en una de estas tres categorías [18]: del temblor, podría ser útil [22]. Al poner un peso en la extremi-
– Trastorno somatomorfo. La producción de los síntomas no dad afectada, con frecuencia el temblor aumenta de amplitud, al
está bajo control voluntario, y están claramente relaciona- revés de lo que ocurre en los temblores orgánicos, lo cual podría
dos con trastornos psicológicos. Son los que encontramos estar causado por un aumento de la coactivación para mantener
con más frecuencia asociados a un TMP [3]. Los dos tipos la oscilación [23]. Otra característica clínica es la disminución o
principales son el trastorno de conversión y el de somatiza- cese del temblor con maniobras de distracción, incluyendo las
ción. En el trastorno de conversión suele haber una relación que consisten en realizar movimientos voluntarios con la mano
temporal en el inicio del síntoma y el estímulo ambiental o menos afectada. Al realizar movimientos balísticos con una ex-
conflicto que lo desencadena. El síntoma permite al pacien- tremidad, el temblor en la extremidad contralateral cesa o dis-
te liberarse del estímulo nocivo o le permite conseguir ayu- minuye su amplitud cuando estamos ante un temblor psicógeno
da externa, que de otra forma no habría conseguido. El tras- o voluntario, pero no en el temblor esencial o el asociado a la
torno de somatización suele ser de años de duración. Los enfermedad de Parkinson [24].
pacientes tienen un historial de múltiples quejas, por lo que Las características electrofisiológicas del temblor psicógeno
buscan asistencia médica, sin que se encuentren enfermeda- son la variabilidad de frecuencia y de amplitud, cambio de fre-
des físicas que las justifiquen. cuencia al cargar peso, asincronía muscular y desaparición del
– Trastorno facticio. Los movimientos se producen de forma temblor con la distracción [20,25].
intencionada por necesidades psicológicas, y, por tanto, se Se ha propuesto el ‘signo de coactivación’, aunque aún no
pueden controlar voluntariamente. Se suelen asociar a trastor- se ha validado, que consiste en detectar electromiográficamente
nos de la personalidad dependiente, masoquista o antisocial. coactivación en la musculatura antagonista de una articulación
Se incluye el síndrome de Munchausen, en el que el paciente en concreto. En el temblor psicógeno hay un aumento de tono
produce voluntariamente sus signos y síntomas para asumir el presente mientras el temblor está activo, que desaparece cuando
papel de enfermo, con ausencia de incentivos externos. el temblor cesa [23].
– Simulación. No debería considerarse como TMP, ya que los El examen del temblor mediante acelerometría puede com-
movimientos anormales los realiza el sujeto de forma vo- plementarse solicitando al paciente que realice un golpeteo
luntaria para conseguir un beneficio (económico, laboral, rítmico con la mano menos afectada a la misma frecuencia
legal, etc.). No tienen una causa orgánica, pero tampoco que escucha un sonido por unos auriculares; en el caso del
obedecen a un origen psicológico. temblor psicógeno se observa variabilidad, sobre todo en la fre-
cuencia [26].
En la serie de 131 pacientes con TMP de Williams et al [3] se El test de ajuste de la coherencia (coherence entrainment test)
diagnosticó un trastorno de conversión en el 75% de los casos, puede valorarse clínicamente o bien mediante estudios neurofi-
trastorno de somatización en el 12,5%, trastorno facticio en el siológicos. Se basa en que la ejecución voluntaria de movimien-
8,3% y simulación en el 4,2%. Se observó depresión en el 71% tos rítmicos de la mano no afectada introduce estas mismas va-
y ansiedad en el 17%. riaciones en la mano temblorosa; es decir, la frecuencia del tem-
blor psicógeno se ajusta a la frecuencia del movimiento rítmico
voluntario. En cambio, cuando el temblor es orgánico, la fre-
TIPOS DE TRASTORNOS DEL cuencia dominante será la del temblor que el paciente padece [8].
MOVIMIENTO PSICÓGENOS No debemos olvidar que un paciente con alteraciones psi-
Temblor psicógeno quiátricas puede tener una enfermedad tremorígena, o que el
Es el TMP que se observa con más frecuencia; representa hasta temblor que padece sea un efecto secundario de los fármacos o
el 50% de los TMP [19] y el 9,5-11,3% de los temblores [2,20]. por privación.
El mecanismo fisiopatológico del temblor psicógeno no se
conoce. Se postula que un temblor coherente debería hacer pen- Distonía psicógena
sar en un control voluntario, y la ausencia de coherencia indica- Es el segundo tipo más frecuente de TMP, aunque es probable
ría un mecanismo involuntario como un temblor fisiológico que esté infradiagnosticado. En la serie de Fahn, éste encontró
exacerbado o un clono inducido por coactivación. Ambos meca- que de 1.200 pacientes distónicos, sólo un 1,8% de ellos eran
nismos podrían no ser mutuamente excluyentes, e interactuar al psicógenos documentados o clínicamente confirmados [1]. La
menos de forma intermitente en el mismo paciente [21]. distonía paroxística es una forma frecuente de distonía psicóge-
Para realizar el diagnóstico, nos podemos apoyar tanto en na. Con frecuencia comienza como una postura fija resistente al
sus características clínicas como en determinadas pruebas neu- movimiento pasivo de las articulaciones afectadas, y no como
rofisiológicas, como el electromiograma o análisis de frecuen- una distonía de acción. También nos ayudará a sospecharlo una

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localización atípica, como una distonía de inicio en el pie en un Un pequeño estudio propone el ‘test de la silla’ para ayudar
adulto, la rápida progresión a otras zonas corporales no conti- al diagnóstico de los trastornos psicógenos de la marcha. Con-
guas, fluctuaciones marcadas, falta de mejoría con la relajación siste en pedir al paciente que se siente en una silla giratoria con
o el sueño, y la remisión total, que ocurre muy infrecuentemen- ruedas e indicarle que la propulse hacia delante y hacia atrás. En
te en la distonía orgánica [1,11]. Asimismo, nos resultará útil la los pacientes con origen psicógeno, la habilidad es mayor en es-
ausencia del típico gesto antagonista que hace mejorar algunas ta situación, y en cambio no se modifica cuando la dificultad es
distonías orgánicas, aunque se ha descrito algún caso de disto- de origen orgánico. Este test podría no ser útil en los casos de
nía psicógena que lo presenta [27]. distonía, ya que podría servir como ‘gesto antagonista’, y que el
En la actualidad existe controversia en torno a la distonía paciente mejorara en sedestación [38].
postraumática. Los TMP con frecuencia van precedidos de trau- Los términos ‘astasia’ y ‘abasia’ se utilizan para describir la
matismos menores, y en los pacientes con distonía orgánica se discapacidad no justificada para utilizar las extremidades infe-
ha descrito una mayor prevalencia de un traumatismo menor riores, con una fuerza aparentemente conservada, para caminar
previo al inicio de sus síntomas. En estos casos es muy discuti- normalmente (astasia) o mantenerse de pie (abasia), considera-
do el que pueda existir una clínica distinta a la reconocida en las do como un trastorno psicógeno [39].
distonías orgánicas, más similar a las psicógenas con rápido ini-
cio y progresión, posturas fijas desde el inicio y dolor intenso Parkinsonismo psicógeno
asociado. La distonía también se ha asociado al síndrome de do- El parkinsonismo psicógeno es infrecuente. En la serie de 14
lor regional complejo [28-30]. A pesar de todo ello, hoy día no pacientes de Lang et al [40], 11 tenían un temblor de reposo que
disponemos de estudios prospectivos de trastornos del movi- no cedía con la actividad, con una frecuencia y ritmo variables,
miento después de traumatismos que nos puedan ayudar en este y sólo seis tenían rigidez, sin fenómeno de rueda dentada. Aun-
dilema. que todos tenían bradicinesia, no había una disminución de la
amplitud de los movimientos repetidos, como es típico en la
Mioclonía psicógena bradicinesia orgánica. La marcha era atípica, con el brazo fir-
Se considera el tercer tipo más común de TMP, salvo para Mon- memente pegado al cuerpo. También nos ayudará al diagnóstico
day et al [31], quienes consideran que las mioclonías psicóge- la ausencia de características frecuentes en el parkinsonismo or-
nas son la forma de TMP más habitual, representando el 20,2% gánico, como la hipomimia, la disminución del parpadeo o la ri-
de los TMP y el 8,5% de las mioclonías. La mayoría son gene- gidez axial [41]. Además de la valoración clínica, nos podría
ralizadas o segmentarias, y es más raro que sean focales. Nos ayudar en el diagnóstico la realización de pruebas neurofisioló-
ayudará a su diagnóstico la variabilidad en amplitud, ritmo y gicas, así como el DaT-SCAN [42,43].
forma, así como la localización migratoria o alternante.
Si se sospecha su origen psicógeno, son fáciles de distinguir Otros trastornos del movimiento psicógenos
por medio de un estudio neurofisiológico, ya que las mioclonías La camptocormia originalmente se consideró como un trastorno
orgánicas tienen una muy breve duración, difícil de reproducir psicógeno, descrito en soldados jóvenes durante la Primera y
voluntariamente. Desde el punto de vista electromiográfico, du- Segunda Guerra Mundial, y con una publicación más escasa de
rante el registro de las sacudidas mioclónicas nos ayudará la ob- nuevos casos en los últimos años [44]. Se trata de una postura
servación de una duración anormalmente prolongada, y una la- anormal con flexión muy marcada del tronco durante la bipe-
tencia variable entre el estímulo y la sacudida mioclónica, pa- destación y la marcha, que desaparece en decúbito. En la actua-
trones variables de reclutamiento muscular dentro de cada sacu- lidad, el término se utiliza para describir esta postura anormal
dida, y una significativa habituación con los estímulos repetidos en distintas patologías, como trastornos distónicos, enfermedad
[32]. El electroencefalograma, mediante la técnica de prome- de Parkinson [45], atrofia multisistémica [46] y miopatías [47].
diación retrógrada, también podría ayudarnos, ya que se ha des- Desde la Edad Media se conocen casos de corea psicógena
crito la presencia de un potencial premotor (bereitschaftspoten- en un colectivo (trastorno conocido como enfermedad psicóge-
tial), que precede a las sacudidas musculares en los pacientes na colectiva, histeria epidémica o ‘en masa’) [48,49]. Posterior-
diagnosticados de mioclonías psicógenas, idéntica a la que pre- mente, los casos aislados publicados son escasos.
cede a los movimientos generados voluntariamente [33]. También se han descrito casos de tics [50], espasmo hemifa-
cial [51] y temblor palatino [52,53].
Trastorno psicógeno de la marcha
El 3,3% de las alteraciones de la marcha en mayores de 65 años Trastornos del movimiento psicógenos en la infancia
fueron de origen psicógeno en una serie de 120 pacientes, aun- Ferrara y Jankovic [54] describieron una serie de 54 niños con
que su presentación típicamente es más espectacular en jóvenes TMP, que constituían el 3,1% de la población pediátrica con tras-
[34]. Dentro de los TMP, la alteración de la marcha representa- tornos del movimiento y el 5,7% del total de los casos de TMP.
ría el 10% [35]. La marcha la suelen realizar mostrando un es- La edad media de inicio era de 14,2 años. Dos tercios de estos
fuerzo excesivo, con lentitud, variando a lo largo del día, con niños mostraban varios tipos de movimientos anormales, el
posturas extrañas [36]. También se han considerado como ca- más frecuente de los cuales era el temblor, seguido por la disto-
racterísticas las fluctuaciones, la marcha como si se caminara nía y la mioclonía. En la mayoría el comienzo era súbito y aso-
‘sobre hielo’ (muy agachado, con pasos muy acortados), postu- ciado a un trauma físico o psíquico identificable. Como en los
ras no económicas y la flexión repentina de las rodillas con o sin adultos, la prevalencia fue mayor en las mujeres, aunque esto
caída asociada [37]. no se observó en edades inferiores a los 13 años. Este grupo de
A pesar de las grandes dificultades que presentan estos pa- niños experimentó una discapacidad y morbilidad significati-
cientes, no suelen llegar a caer, y si esto ocurre, no suele provo- vas, incluyendo absentismo escolar y procedimientos quirúr-
car lesiones aparentes u ocurre estando el paciente solo. gicos innecesarios en más de una quinta parte de los pacientes,

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al contrario del curso benigno sugerido en estudios previos en versivos persistentes [55]. Otros ensayos diseñados para trastor-
niños [54]. nos de conversión o somatización, no diseñados específicamen-
te para TMP, muestran la eficacia de la terapia cognitiva con-
ductual, nefazodona, neurolépticos, hipnosis, etc.
MANEJO DIAGNÓSTICO Y TERAPÉUTICO DE LOS Con todo esto se debe recomendar un tratamiento combina-
TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO PSICÓGENOS do con psicoterapia (psicodinámica y terapia cognitiva conduc-
La mayoría de los pacientes se muestran reacios al diagnóstico, tual de forma combinada), añadiendo fisioterapia cuando se con-
por lo que éste se deberá transmitir con delicadeza, ya que de su sidere indicado y los fármacos adecuados en cada caso [55].
aceptación dependerá un mejor cumplimiento del tratamiento y,
por tanto, un mayor éxito de éste. Trastorno por somatización
Se recomienda el ingreso hospitalario para el estudio y el Se recomienda realizar revisiones frecuentes por su médico, que
tratamiento, y no deberá darse de alta al paciente hasta que no den confianza al paciente, con el fin de ir valorando los sínto-
se haya resuelto el caso. Con el ingreso se conseguirá una mejor mas que vaya presentando, y evitar la indicación de pruebas
observación del movimiento anormal, durante muchas situacio- diagnósticas innecesarias, junto con seguimiento por un psiquia-
nes a lo largo del día, y se establecerá una relación con el pa- tra [55]. La bibliografía acerca del tratamiento específico de es-
ciente y la familia que ayudará a la aceptación del diagnóstico y ta patología es escasa.
el posterior tratamiento.
Inicialmente se realizará un exhaustivo estudio en busca de Trastorno facticio
causas orgánicas, ya sean secundarias o idiopáticas, realizando Muchos médicos muestran enfado al descubrir que el paciente
las pruebas que se consideren necesarias, aunque tratando de ha fingido estar enfermo, consumiendo su tiempo y unos recur-
evitar las invasivas, si fuera posible. Dejaremos para el último sos médicos costosos. Debemos recordar que el paciente es en
momento la valoración por parte de un psiquiatra, cuando ya parte víctima de su psicopatología intrínseca, que le lleva a pre-
estemos seguros de que se trata de un TMP. No debemos olvi- sentar una conducta de búsqueda de atención. No atender al pa-
dar que el diagnóstico de un TMP corresponde al neurólogo y ciente reforzará su conducta. Puede haber cierta mejoría tratan-
no al psiquiatra, quien confirmará el diagnóstico y valorará la do la patología psiquiátrica coexistente, como depresión o an-
situación psiquiátrica del paciente para indicar el tratamiento siedad [55].
adecuado.
Es muy importante la forma de dar la información diagnós- Simulación
tica al paciente, para conseguir una mejor aceptación y, por tan- Se debe evitar la confrontación con el paciente. Una simulación
to, un mejor cumplimiento terapéutico. Se le explicará que tiene puede resultar imposible de tratar, y puede desaparecer cuando
un movimiento anormal, el cual puede estar motivado por múl- la persona obtiene la ganancia.
tiples causas, entre las que se encuentran los factores emociona-
les, que en ocasiones se expresan en forma de movimiento anor-
mal. Será útil exponer ejemplos ampliamente conocidos, como PRONÓSTICO
explicar que el estrés puede provocar aumentos de la presión ar- El pronóstico en cuanto a la recuperación funcional del TMP es
terial, cefaleas, úlcera péptica, etc. El paciente no debe sentir variable y, en general, pobre. En una serie, los TMP mejoraron
que el hecho de que su síntoma no sea orgánico despreocupa al el 56,6%, empeoraron el 22,1% y permanecieron sin cambios el
médico que le atiende [11]. 21,3% [58], aunque en otra serie persistían en el 90% de los pa-
cientes [59].
Trastorno conversivo En general, el pronóstico varía en función del trastorno psi-
Aunque hay varias publicaciones acerca del tratamiento en ca- quiátrico subyacente. Los trastornos somatomorfos suelen re-
sos de TMP, los ensayos clínicos específicos para esta patología querir un tratamiento mantenido, y en ocasiones el TMP puede
son muy escasos. recurrir. Los trastornos facticios y la simulación son más resis-
El uso del placebo es controvertido, y únicamente debería tentes al tratamiento. Los pacientes que reciben alguna compen-
emplearse como ayuda al diagnóstico, y no como tratamiento. sación o tienen alguna litigación pendiente presentan un peor
Se ha propuesto el uso de antidepresivos en pacientes con pronóstico. Se consideran factores de buen pronóstico el co-
TMP con o sin depresión asociada [30]. La farmacoterapia esta- mienzo agudo, la duración breve de los síntomas, la ausencia de
rá indicada siempre que se asocien patologías psiquiátricas, co- enfermedad orgánica, la presencia de patología psiquiátrica, co-
mo depresión, ansiedad o psicosis, aunque también podría ser mo depresión o ansiedad, y la identificación de un agente estre-
útil en pacientes que no se adhieren a la psicoterapia [55]. Un sante concreto [60,61]. El cambio de estado marital (en ambos
pequeño ensayo abierto usando antidepresivos (citalopram o sentidos) también se ha descrito como un factor de buen pro-
paroxetina, cambiando a venlafaxina si no eran eficaces) dio re- nóstico [60].
sultados positivos en el grupo tratado [56]. Otro pequeño ensa-
yo ciego simple en TMP asociados a trastorno de conversión
mostró la eficacia de la psicoterapia psicodinámica, junto con CONCLUSIÓN
antidepresivos o ansiolíticos cuando eran necesarios, recomen- Los TMP son frecuentes, por lo que siempre deben estar en el
dando su uso de forma conjunta [57]. La fisioterapia puede ser diagnóstico diferencial del clínico que se enfrente con esta pato-
útil como refuerzo para la mejora, alentando al paciente, y se logía. El diagnóstico puede ser difícil, y se debe basar en criterios
debe considerar en aquellos que no aceptan o tienen escasa ad- positivos, y no ser únicamente un diagnóstico de exclusión basa-
herencia a la psicoterapia; también será esencial para prevenir do en la normalidad de las pruebas complementarias. La forma
atrofia muscular o contracturas en pacientes con síntomas con- más habitual de presentación es el temblor, y es en la que más

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avances se han producido, sobre todo en el aporte de las pruebas para conocer el mecanismo subyacente de estas patologías, las
neurofisiológicas al diagnóstico. El pronóstico de los TMP sigue técnicas y pruebas complementarias que nos ayuden en el diag-
siendo pobre, incluso con el tratamiento adecuado. nóstico, como estudios más amplios de tratamiento. Todo ello
Aunque en los últimos años hay algunos avances en el cono- es necesario para mejorar el conocimiento y el manejo de estas
cimiento de los TMP, se necesitan más investigaciones, tanto complejas patologías.

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PSYCHOGENIC MOVEMENT DISORDERS


Summary. Introduction. Psychogenic movement disorders are movement disorders that cannot be attributed to any known
organic disease and which are caused by an underlying psychiatric pathology or are due to voluntary simulation. They
account for 1-3% of all movement disorders. Aims. To review the literature and to update our knowledge on psychogenic
movement disorders. Development. We review different aspects of psychogenic movement disorders, including their epidemiology,
clinical diagnosis and diagnosis by means of complementary tests, types of psychogenic movement disorders, their treatment
and prognosis. Psychogenic movement disorders must be diagnosed by a neurologist and it must not be simply a diagnosis of
exclusion. The most frequent presenting symptom is tremor and this where most progress has been made, above all in the
contributions made by neurophysiological tests to the diagnosis. Few studies have been conducted on specific treatment. It is
necessary to treat the underlying psychiatric pathology, and psychotherapy in association with drugs is recommended if
needed. The prognosis of psychogenic movement disorders continues to be insufficient, even with suitable treatment. Conclusions.
Although in recent years some progress has been made in our knowledge of psychogenic movement disorders, more research
is needed to determine the mechanism underlying these pathologies, as well as the techniques and complementary tests that
can help reach a diagnosis. Further studies on treatment are also required. [REV NEUROL 2009; 48 (Supl 1): S49-55]
Key words. Conversion disorder. Dystonia. Gait disorders. Myoclonus. Neurophysiology. Parkinsonism. Psychogenic movement
disorders. Somatisation disorder. Tremor.

REV NEUROL 2009; 48 (Supl 1): S49-S55 S55

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