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La auto-anulación como principio Creativo.

Antes de que el Creador manifestara todas las cosas, solo existía el Resplandor de
su Gloria (Heb 1.1-3) o la imagen misma de sustancia (Luz Superior). Esa misma Luz
vino al mundo (Jn 1.9) y en un acto de amor se dio a sí mismo por nosotros. Muchos
desconocen la raíz espiritual del sacrificio de Jesús, sin embargo, este hecho de
“auto-negación” tiene su génesis en el proceso de manifestación de la creación,
cuando por su soberana voluntad, el Creador tuvo el deseo de “restringirse a sí
mismo”, haciendo un espacio o vacío en medio de la Luz Superior, para que entonces
el ser creado tuviera lugar.

En Hebreo Auto-anulación significa Bitul, desde una perspectiva espiritual y contrario


al razonamiento lógico, la restricción del sentido del yo, no significa la pérdida de la
identidad, sino el reencuentro real con la misma. Esta verdad es enseñada desde las
primeras letras de la Torá, al respecto, cuando se profundiza en el libro de Génesis,
se puede apreciar que las dos palabras iniciales comienzan con la segunda letra del
alfabeto hebreo, la consonante Beith. Se tiene así la frase: “Bereshit Bará…/En el
principio creó…”.

Es oportuno destacar, que la primera letra hebrea del abecedario hebreo es la ALEF,
que es una simbología del mundo infinito, mientras que la letra BEITH representa al
mundo existencial. Esto explica por qué el libro de Génesis comienza con el carácter
Beith y no con el caracter Alef. La Torá cuenta sobre el desarrollo del ser Creado,
pues hasta que el propio Hijo no se sujete al Padre (I Co 15.28), nada se podrá
vivenciar sobre el punto anterior a la Creación (Punto Alef). Incluso muy poco es lo
que se puede intelectualizar sobre el mismo.

La realidad existencial tiene su comienzo en el caracter Beith. Tampoco es casual


que la palabra Bitul (Auto-anulación) comience con la letra en cuestión, pues existe
una conexión especial entre las palabras: Bitul, Bereshit y Bará.

Bitul es la acción que antecede al proceso creativo. En el Creador primero hubo


anulación de sí mismo y luego manifestación de la existencia. Una comprensión más
profunda de Génesis 1.1 sería: “En el principio la auto-anulación de Elohim creó los
cielos y la tierra”. Por eso los cabalistas plantean que el mundo fue formado de la
Nada, entendiéndose la Nada, como una variación o modificación de su propia
sustancia.

Desde la posición del Ser Creado, Bitul es el estado espiritual por medio del cual, la
propia conciencia se abre al flujo continuo de sabiduría Divina y a nuevas
comprensiones cuando uno anula su sentido de ser autónomo y autosuficiente. En
general se pueden identificar dos niveles de Bitul:

 Bitul b´metziut (anulación existencial): Constituye la forma absoluta de Bitul en


la cual uno pierde todo sentido de existencia independiente.
 Bitul haiesh (anulación del ego): Constituye una forma inferior de Bitul por
medio del cual uno se involucra, conscientemente, en el proceso de anulación
de la capa externa del ser (Ego).

¿No habrá sido este el sentido de lo que el Mesías expresó en Mateo 16:25?: “…el
que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la
hallará”. Joshua (Jesús) estaba hablando con claridad sobre la experiencia de Bitul
haiesh para alcanzar en Él la experiencia de Bitul b'metziut.

Vale una aclaración, pues aunque el hombre externo razone que debe experimentar
la anulación del Yo por medio del sacrificio de Joshua, en las capas más profundas
de su subconsciente, el Ego verdaderamente está convencido de que no existe vida
más allá de sí mismo (Por eso no podemos percibir al Creador). El YO se resistirá de
forma natural al proceso de auto-negación, por lo que de forma brusca o sutil,
someterá a todo el aparato psíquico y sensorial con el fin de extraer para sí mismo el
placer que proviene del mundo exterior.

En el plano subjetivo la enseñanza práctica de Bitul radica en que de un acto de


negación desinteresada emerge la vida en el hombre interior (2 Co 4.16). En la
medida que la mente externa por la obra del Ruaj Hakodesh (Espíritu Santo)
comience a comprender que la totalidad de sus actos voluntarios e involuntarios están
orientados hacia la satisfacción egoísta del Yo, entonces anhelará una forma de vida
diferente, caracterizada por la recepción de placer no para sí mismo, sino en beneficio
de quien lo otorga: El Creador.

La corrección del Ego se produce de forma gradual, y se hace imprescindible para


este propósito experimentar de a poco la Presencia de Elohim, la cual generalmente
se manifiesta en sus inicios como una sensación suave de embeleso, deleite, paz,
gozo, paciencia, entre otras cualidades (Ef 5.22). En la medida que el hombre exterior
mengua, la presencia de Elohim no solo se hace más intensa, sino que permanece
en el tiempo.

Dicha presencia es auto-enseñante, pues activa el Espíritu de Revelación de su


Palabra, y a diferencia del placer egoísta, su vivencia no depende de ningún objeto,
persona, fenómeno o situación alguna de la realidad, sino del deseo constante de
morir en el Señor y del deseo ferviente de tener comunión con Él.

De lo que se infiere que el placer espiritual es veneno para el corazón de piedra


(hombre externo), pero medicina para el corazón de carne (hombre interior). El placer
espiritual nos enseña a salir del ego para experimentar en una dimensión
desconocida el amor altruista (Ahavá) por el prójimo y por el Creador.

Shalom.

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