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La división de la

comunidad antifascista
argentina (1939-1941)
Los partidos políticos y los diferentes grupos
civiles locales ante el Pacto de No Agresión
entre Hitler y Stalin

Andrés Bisso

Introducción*
luyendo mediante la remisión a la polarización de
EL presente artículo buscará analizar la ruptura pro-
ducida en el campo antifascista argentino, a partir
matriz europea, "fascismo-antifascismo" , pero bus-
cando adaptarla, constantemente, al ritmo y calor de
de la recepción de la noticia del Pacto entre Hi~er y los sucesos específicamente nacionales.
Stalin. Dicho pacto estableció un acuerdo mutuo de
no agresión entre Alemania y la Unión Soviética, mo- Como era de esperar, en un país de nutrida inmi-
gración italiana,' ya desde 1922 existían tanto anti-
dificando por entero, tanto la relación de fuerzas in-
fascistas de origen italiano, como argentinos que se
ternacional como la estrategia de posibles acuerdos
en cada nación en particular. expresaban en contra del régimen mussoliniano. Sin
embargo, el ascenso del fascismo italiano sólo gene-
Indudablemente, antes de señalar la ruptura del raba condiciones de posibilidad al surgimiento de una
campo antifascista argentino, deberíamos mencionar prédica antifascista. Mientras las condenas al fascis-
las características de conformación y unificación de mo se redujeran a meros ataques al mussolinismo por
este bloque que, en apariencia monolítico hasta el parte de los italianos emigrados o a condenas aisladas
suceso que nosotros analizamos, se había ido consti- de ciertos grupos nativos a ese régimen, creemos que

Lo Plata Argentina 1976 Dicta clases en lo Unluersidad Nacional de La Plata como ayudante diplo;"ado den la cc' tedra
' Americana
de Historio ' 11. Adualmente
· " a 1a Jnuesti~~o~
cuenta con una beca de lnlc1·ac1on " deI dichaI1acu 1ta a'ncon
Ión 1o que
llfasci.ro
continua el trabajo de su tesis de Licenciatura ¿Batir al nazlperon/smo? El_dua~o ºr1· e 1
argentina y su recepción en la próctlca políllca de la Unión Democratlca. usa ,cu 0
ª,"/:o~
;i~o acep:adas poro
ser publicados en Argentina, Israel y Corea.

1•
. del proyecto~~ rnvestigacr
Este articulo fue posible en el marco . J
. '6 "Re~f'ón te usos del antifascismo
otorgada una Becacomo eje articullldor
de Iniciación
de la práctica política de la 'Unión Democrática • para cuyo esarro O me d' . 'do r el Dr Alfredo Raúl Pucriarelli.
de la

Universidad Nacional de La Plata pa_ra el peri?do 1999-200l . El proyedo ~e~~~ de rnvestigaciones Sociohistóricas de
co-dirigido por el Dr. An!bal Ornar Vrguera YIrene como tui9:r de ~b¿ºt"~ miembros del CeDlnCI de Bueno> Aires, en
la Facultad de Humanidades de la UNLP. Agrad":'~i!~¡'º ªágrac•~~za~o°.n este artículo. Agradezco también el interés
relación con la búsqueda de gran par1e del malena ' rogr l rco~ na do Senkman han leído mi trabajo
y la generosidad con que el prolesor Daniel Lvovich Yel dooocoor J' 0 r si el lB% de la población (Newton 1995, PP-
En 1927 vivían en la ArgenLina aproximadamente 1.800• ria ranos. ca
is 3-4). '
que, liderada por el Partido Radical, recie nte_mente cogido por los diferentes sectores, le sucedía ahora En un primer momento, lo que se pondrá en rues-
no podría habla rse de la existencia de un movimienlo
vuelto a la arena electoral luego de su absle nc,ón, se una partición de elementos insolubles que no querían tión, será la "utilidad" o no del Pacto e incluso, en ese
antifascista esped ficamente naciomsl. impusiera el acceso al poder, con fines de restaura- reconocerse como surgidos de la misma matriz. Será sentido, sin dejar de criticar a los comunistas argenti-
Para que ello ocurriera, deberían producirse una
ción de la democracia política formal. la época en que los antifascistas "democrático-libera- nos por su estrecha dependencia de Moscú , el socia-
serie de hechos en la política nacional, que hicieran
La Guerra Civil española, por su parte, resultó les" correrán el riesgo de ser definidos como Imperia- lista argentino Rómulo Bogliolo (1939) no dej~rá de
tentadora, para ciertos partidos y grupos civiles ar-
para los antifascistas argentinos, una forma de pre- listas pro-británicos y en la que los antilascistas "re- reconocer que "el tratado en debate no puede tener
gentinos, la utilización de esa prédi~ con fi~es estra-
sentar en términos idílicos, que la política local difícil- volucionarios" serán definidos por sus antiguos com- sino alcances convenientes, vale decir, la detención
tégicos de conexión de la realidad mtemac,onal con
mente podía producir, la lucha por la democracia, ya pañeros de ruta como totalitarios. En este artículo de la carrera victoriosa del nazismo alemán". El reco-
la nacional. procuramos rastrear el desencadenante de esta sepa-
que, según los antifascistas, el triunfo republicano "in- nocimiento de un campo a ntilascista unificado pero
El proceso de construcción del antifascism~ como
fundir(ía) fe a los pueblos apocados y devolver(ía] a ración y las consecuencias que ella tuvo en los dife- con dilerentes visiones sobre el pacto entre Stalin-Hi-
apelación pob1ica de uso interno no puede senalarse
todos los países de América el esplendor democrático rentes sectores pollticos y cívicos y en la comunidad tler durará una semana.
a través de una lecha exacta. Se trata de un lento
eclipsado pero no extin- antilascista argentina en general.
proceso a través del cual
guido" (España Repu- La discusión se canceló el lo. de septiembre de
fue conectándose a la 1939, momento en el cual las tropas de Hitler inva -
blicana, 29NIII/ 1936, La recepción del Pacto Hitler-Stalin
realidad argentina, un dieron Polonia y se daba comienzo así a la Segunda
p. 11).
discurso originado tran-
La apela ción anti-
en la f\rgentina Guerra Mundial, con las posteriores d eclaraciones de
sa tlá n tica men te, que guerra de Gran Bretaña y Francia al Tercer Reich. 8
luego dit cierto_tiempo
fue volviéndose suscep-
fascista. tentadora por
su retórica movilizado- E L 23 de agosto de 1939, los demócratas y antifas-
cistas argentinos se conmocionaban con una no-
ticia que daba vueltas por el mundo.3 En Moscú, el
tiempo de la unión entre los grupos antilascistas que
creían· poseer los mismos intereses había pasado y
t ible d e ser utilizado r a y ruptur ista , será
Presidente del Consejo de Ministros de la Unión So- surgían dos antifascism~argentinos, el pro-soviético
como coordenada de adoptada por los prin-
viética, Molotov, y el Ministro de Asuntos Exteriores Y el liberal-socialista, que se presentaban ahora con
. posicionamiento políti- cipales partidos oposi-
del Tercer Reich alemán, Joachim von Ribbentrop, un aspecto irreconciUablemente antagónico. Fueron
co a nivel local. tores al conservaduris- los dos años en los cuales el carácter biíronte del sim-
mo para romper con el habían firrnado un Pacto de Amistad y de No Agre-
Ello ocurrirá a partir bolismo antifascista, constituido por la convivencia de
"pantano" político ins- sió n e ntre los dos países. Las interpretaciones sobre
de los a ños '30, cuando la apelación democrática con la de la militancia revo-
taurado por el fraude este pacto gerrnano-soviético entre los grupos que an-
la prédica antifascista lucionaria, se despertó incoherente a los ojos de los
justista, durante el cual tes habían estado unidos en la defensa de la Repúbli-
comience a ser vista, que lo venían sosteniendo.
los llamados partidos ca Española comenzaron a fluir como un manantial
realmen te con fuerza,
"demócratas" habían inagotable. En realidad, cierta bifrontalidad apelativa perma-
como un discurso asimi-
lable a la realidad argen- perdido su capacidad Desde diversas posiciones, los antifascistas y de- -necía en algunos aspectos, ya que ni los comunistas
tina y útil para denostar de oposición y comen- mócratas argentinos buscaban explicar la convenien- estaban dispuestos a dejar la reivindicación del ideal
a los grupos locales ene- zaban a e nreda rse en cia o inconveniencia de d icho pacto. Una verc,!adera patriótico liberal de tipo institucional forjado por el
m igos. Ya en 1930, el las turbulentas aguas discusión fluida entre los sectores argentinos se dio antifascismo, ni los socialistas y liberales, dejarian de
Partido Comunista acu- de la conniven cia con en la semana posterior al Pacto, en la cual los grupos presentar la necesidad de una democracia fortaleci-
sará a Yrigoyen, antes el sistema. Sumidos en todavía podían hablar desde la idea de pertenencia da, en los términos radicalizados que venían presen-
de su caída , de orientarse "hacia la dictadura nacio- una coincidencia de hechos nacionales e internacio- a una comunidad antifascista íntegra, en la cual se tando desde mediados de la década los mitines de
na l-fascista" (citado por Va,gas 1999, p. 543). Pero nales que les resultaba provechosa, los diversos sec- discutían ideas dentro de un mismo espíritu y se per- unidad. S in embargo, el creciente temor a utilizar cier-
será, sin d uda, con el arribo al poder de los conser- tores antifascistas pudieron presentarse, al menos e n mitían las visiones encontradas sobre la utilidad o no tos recursos discursivos del antifascismo que podían
vadores en Argentina y con la "internacionalización sus proclamas, como un bloque monolítico frente al de dicho pacto para frenar la guerra que Hitler bus- asimilarse al "otro" campo del antifascismo, hará que
del fascismo" producida por el ascenso de Hitler, que gobierno. caba desencadenar.' El dima de discusión era áspe- los diferentes grupos se vuelvan mucho más cautelo-
los grupos d e oposición "democrática" encontrarán En momentos de la Guerra Civil, el grupo mode- ro, pero casi todos los interlocutores seguían creyen- sos y previsibles en su utilización de esa prédica. La
de ma nera de finitiva, la posibilidad de asimilar a gru- rado y "democrático" del antifascismo podía comul- do que este debate continuaba siendo un intercambio forma en que reaccionaron los grupos usuarios de la
pos locales e ne migos con el denostado fascismo. gar bastante fácilmente con e l grupo que se presen- de opiniones encontradas dentro de un mismo cam- apelación antifascista, fue asirse de un discurso que
El paso deci<ivo hacia la formación de una comu- taba como más "revolucionario", ya que al menos e n po "antifascista". se opusiera tan irreconciliablemente a sus antigu06
nidad a ntifascista específicamente a rgentina, la darán re tórica, dicha guerra les daba la posibilidad de hacer
la recepción de la propuesta de Frentes Populares convivir la radicalidad revolucionaria de un Frente 3 América no fue la excepción por lo que respecta a esa conmoción. Quien fuera secretario del Departamento de Estado
formulada por Dimitrov en 1935 y la apelación en de los Estados Unidos, Sumner WeUes (1944 ), recordaba que "el pacto germano-soviético confundió Y desanimó ~ los
Popular con la lucha legal de un gobierno e legido grupos liberales de los Estados Unidos" (p. 94). En Colombia, la fluida relación de unidad entre liberales Y comunlS!aS
defensa de la España republicana, desde 1936 hasta democráticamente. que apoyaban la presidencia de López Pumarejo se quebrará en agosto de 1939 con motivo del pacto Hitler-Stalin, para
1939. Mediante estas recepciones, se intentaba "tra - Con el anuncio del Pacto, y debido a esa antigua ser recomenzada en diciembre de 1941 a causa de la entrada de los soviéticos en el campo aliado. De eso manern Y
ducir" la causa del a nlífascismo mundial en el marco imagen sin grietas, la ruptura sufrida pare ció terrible .fl curiosamente, el segundo mandato de López Pumarejo, entre 1942 y 1945, los volverá a enco~trar unidos (ver PI, l ~ 9.
de la s coorde nad a s nacionales. La propuesta de p. 150). En Chile, el Frente Popular victorioso daba partida de defunción a su unidad y los SOC1ahstas, en med,o del clima
para los dos grupos, temeroso cada uno de abusar
Frentes Populares será vista e n Argentina, como el de desconcierto, sin embargo intentarán rápidamente aprovechar para bien de sus füas, el cl)ma que eJlos. c:relan de
ahora de la estructura apelativa que parecía no con- "desmoralización en las propias filas de la 3a. Internacional". Citado en Reu(sta Socialista, a. X, n. 112. se¡,nembre dr
llamado a realizar una conflu encia "d emocrática"
venirle.' A la tentadora amalgama que podía ser re- 1939, pp. 232.
4 Desde la noticia del Pacto, Lo Vanguardia llamó a un "debate libre" sobre el mismo, en el cual participarian tanto sus
2 "51. un escrnor de lendendo socialisla d I detractores como sus favorecedores. Participaron Rómulo Bogliolo, Uborio Justo, Alfredo López. D=lo Cuneo, Proro
que · ta lucha contra el ¡ ·alLS ' para :5 acar et car¡\cter "d emocrá.tico" que la lucha debía lener, llegaba a decir Chiaranti, José Campos, Brasil Gerson y Narciso Márquez. El 31 de agosto, Lo Vanguardia_co_noocó lamb,en o.un
íHolrnóerg 1940, P 10).mpen mo económ,cofera) un asunlo secundario ante et peligro de muerte que nos acecha" pleblséito popular para que se pronunciase sobre dicho tema, pero este fue suspendid~ al día s1g1.11ente ont• el est>U,do
89 90 de fa guerra, argumentando que "una vez más los hechos han vencido a fas palabras
r compañeros de rula, que directamente colocara a és-
tos como cómplices del fascismo.
demasiado insertos en la jerarquía de los partidos era
que, en última instancia, los dos pa~idos estaban mo-
El pacto Mzl-sovlétlco har6 que las difere ntes
agrupaciones a ntifascistas, que se presentaban apar-
los representantes socialistas han defendido los Inte-
reses de la masa trabajadora• (tbldem) .
vidos por un mismo fin que no pod,a perturba rse por tldarlas y aglutinadoras, tomen un cariz pro- o a nti-
A partir de ese momento, el antigu~ aliad? pasaba
ataques temporales. soviético según la inclinación de sus miembros y ol- Los comunistas relrucar!an diciendo que aJ ser el
a ser un engranaje más en la maqu,nana fasci~la, por-
EJ sector más embebido en la idea de no dejarse viden el antiguo lema de "unidad a toda costa". Las fascismo producto directo del imperial1>mo burgués,

f.
que por ignorancia O complicidad Je hacía el ¡uego a
dividir por diferencias partidarias era el de los intelec- dife rentes asociaciones d isputarán entre ellas, como la clave era combaUr "tanto al imperialismo naii
Hitler. Así, el demócrata progresista Julio Argentino como al q ue se dice democrático"" y que el Pacto de
tuales y escritores antifascistas, quienes señalaban lo demuestran las crecientes querellas e ntre escritores
Noble (1940) diría: de lo agrupación p ro-comunista AIAPE (Asociación No Agresión nazi-soviético era una muestra de Jorta-
que antes que nada, el fascismo representaba "la cul-
t,, gran estala del antifascismo comunista quedó af
descubierto (... 1 El mundo, Inclinado a concederle tura estrangulada", como diría Anibal Ponce (1998), de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores) con !~
leza de Unió~ Soviética frente a l fascismo, ya que,
eJ comunismo un sentido moraJ elevado, compren- y que por ello, el principio de unidad debía sostenerse los de la pro-aliada Acción Argentina. Estas querellas incluso los 1ud1os pusilánimes deben pensar que mu-
dió el engaño en que habfa caído (... ) Ese día el seguirán más allá de terminado el pacto germano. cho más posible es ver a la Alemania del 111 Reich
antes que cualquier otro.
comunismo perdió la batalla fuera de Rusia (... )Ese ruso, con la prohibición existente de pertenecer si- sovietizada que a la Rusia comunista entregada a la
día se derrumbó el imperio espiritual del camamda Fortalecido por el repudio unánime de la política multáneamente a ambas agrupaciones y con la ex- swáslica" ." Estas palabras dichas nada menos que
Stnlin. de apaciguamiento francobritánica , la primera mues- pulsión de Deodoro Roca de Acción Argentina e n oc- por e l secretario del Comité Contra el Racismo y el
tra clara de la posibilidad de partición del antifascismo Antisemitismo , Jer9nimo Arnedo Alvarez (Ramos
Los primeros resquemores en tomo a la posibili- tubre de 1941. Deberá pasar un año_para que las
argentino la había representado la derrota de la Re- 1990, p. 64), resullan casi increlbles para un miembro
dad de conjugar los dos tipos de antifascismo ya ha- relacione~ se tranquilicen y pueda verse a l secretario
pública Española, producida de forma irreversible de una agrupación de ese tipo, pero marcan fuerte-
bían surgido durante la finna de los acuerdos de Mu- de Acción Argentina, Alejandro Ceballos, asistir a un
con la entrada de Franco en Madrid, el 28 de marzo mente los giros discursivos que tuvieron que hacer
nich del 29 de septiembre de 1938, por el cual las homenaje en honor a Emilio Troise, fundad or de
de 1939. La España republicana a la cual tantos ho- AIAPE (ver Cane 1997). ciertas agrupaciones antifascistas, de lucha contra el
potencias occidentales habían inte ntado apaciguar la
nores se habían tributado, ya no exislfa más. Su suer- antisemitismo y de defen~ de los derechos humanos,
belicosidad de Hitler mediante la concesión de los Si, a partir del Pacto, los intelectuales comenzaron
te había quedado echada ya de~e antes de la entra- que tenían fuertes contactos con el comunismo, y a
Sudetes checoeslovacos, que serían ocupados por las a rever donde residía su "lealtad" última, los dirigen-
da de Franco en Madrid y a poco de caída la "heroica las que el pacto las situaba en una posición más que
tropas alemanas el 10 de octubre de ese año. Sin tes partidarios que siempre la habían tenido en claro ,
capilal", los rumores que decían que las causas del incómoda. Otro de los grupos absortos frente al Pacto
embargo, en ese caso, el antifascismo argentino se encauzaron las estrategias para soportar, e incluso,
derrumbe habían sido producto de la desunión inter- fueron los judíos comunistas que, como dice Silvia
siguió presentando unido, ya que no sólo los comu- sacar el mayor provecho posible de la división. Así,
na en el bando republicano eran recibidos con estu- Schenkolewski-Kroll (1997, p . 103). "se vieron en
nistas denunciaron la política de apaciguamiento de cada dirigente intentará establecer las razones por las
pefacción y abatimiento moral en los sectores "demo- una situación( .. . ) comprometida (... ) cuando llega-
Édouard Daladier y Neville Chamberlain, sino que cuales en su partido residía el verdadero motor anti-
los mismos socialistas la atacaron como habían hecho cráticos" de nuestro país. ron noticias sobre el trato que recibían sus congéneres
fascista . Los socialistas argentinos, que habían apa-
con las políticas de neutralidad frente a la Guerra Civil La publicación en ese mismo año de la correspon- en Polo nia bajo la ocupación nazi".
recido como abanderados de la unidad nacional fren-
Española.' dencia entre los líderes republicanos Juan Negrín e te al fascismo, iniciarán durante el período que va Podría decirse que el pacto Hiller-Slalin canceló
Si bien los socialistas y demócratas argentinos pre- lndalecio Prieto,' quienes se achacaban mutuamen- entre la caída de Madrid, producida el 28 de marzo en Argentina , como en lodos los demás países, cual-
sentaban a Roosevell como el campeón de la demo- te las responsabilidad de tan grande defección, no de 1939, y la invasión nazi a Polonia, el lo. de sep- quier posibilidad de Fre nte Popular entre los partidos
cracia y los comunistas veían en Stalin al verdadero hacía más que comenzar a mostrar los entretelones tiembre del mismo año, un camino de intransigencia políticos llamados "democráticos" y el Partido Comu-
contrabalance hitleriano, la visión de una Europa ca- de la compleja disputa interna entre las diferentes creciente. nista . Sin embargo, si analizamos proíundamenle los
duca que debfa renovarse para combatir al fascismo' facciones republicanas. Comunistas, socialistas, llamados de unidad en los dilerentes partidos, vemos
Durante esle período de intransigencia, los inten-
y la constatación de la naturaleza fascista del Partido anarquistas, troskistas y demócratas se entrecruza- tos de coalición con los partidos "democráticos" se ya desde bastante antes, una postura de irreconcilia-
7
Conservador, sobre lodo de su ala fresquista, era ban las culpas, olvidando la antigua unidad frente al ble enemistad entre el Partido Comunista y el Partido
desvanecerán y los ataques a los comunistas se e n-
compartida por los dos grupos, que hacían de estos que parecía ser el único enemigo común. Dentro de durecerán. Este doble ataque a comunistas y a "bur-
Socialista, para los que el pacto sólo fue una ratifica-
lemas el principal cimiento de una posible unidad. Y tantas disputas entre el campo del "progreso" y ante ción adicional de la imposibilidad de la unión.
gueses" por Igual, podemos verlo a través de una edi-
por más que constantemente los partidos comunista la decepción frente a Europa, el lo. de Mayo de Ya en 1936, en pleno furor del antifascismo repu•
torial de la Revista Socialista en la cual se dice que
y socialistas venían denunciándose cruzadamente 1939 será, para los socialistas y comunistas, la opor- blicano y de la victoria de los Fre ntes Populares, los
si durante veinle años el comunismo ha colaborado
como traidores de la clase obrera, el sentimiento que tunidad de revivir aquellas fechas combativas de socialistas dejaban en claro que no querían saber
eílcazmente en la destrucción del movimiento obre-
prevalecía en las filas de simpatizantes y militantes no principios de siglo.' ro, d el brazo casi siempre con la reacción, en estos nada de una posible unidad electoral con el Pa riido
momentos acaba de asestar un golpe de muerte a Comunista, a l que consideraba n como un panido
5 AsJ enc.ontrarán que "'el egoísmo capitalista de Inglaterra y Francia, es el principal causanle del avasallamienlo de Austria, las últimas ilusiones de sus simpatizantes leales. (a. que "acepta la democracia y la libertad como tragos
España y Checoslovaquia" (González 1939, p. 21). X, n. 112, agosto 1939, p. 136)
amargos que no le es dable evitar" y cuya "sola pre-
6 Europa era vista como signada por ser "legataria directa del Imperio romano, heredó de aquel la pasión por la conquista
y, en redor de eDo tsicJ, e<>nstitúyese en solidaridad guerrera" (Stomi 1939, p. 329). Y respecto de los conservadores y rad icales se afirma sencia( .. . ) en cualquier conjunció n que se proyecte
Fresco era considerado directamente un "ministro en nuestro país" de la "intensa penetración naziíascisla" (Lo que hay que condenarlos por su "esencia netamente complica e imposibilila su e fecti vidad" (Dickmann
Vanguardia , 25 de agosto de 1936, p. 1). capitalista" y su condición de aliados "para explotar 1936). Por otra parte, Dimitrov (1974) en su llamado
8 Ya en agosto de 1939 apareció en París el Epistolario Prielo y Negrín. Puntos de uista sobre el desarrollo y consecuencias legalmente al pueblo (y) sl.Jjetar al país a sus egoís- a los Frentes Unicos de 1935, ya había señalado la
de la guerra duil española (lmprimiére Nouvelle). En la Argentina, La Vanguardia comenzó a publicar las primeras cartas mos" . Luego de esle doble ataque, se señala: "sólo posibilidad de q ue un sector que se dice democrático
ce esto correspondencia a partir del 15 de agosto. Esta y otro tipo de querellas relacionadas con la suerte de los líderes
del POUM, las peleas finales internas antes del desastre de Madrid y las denuncias anarquistas contra el accionar comunista
en C,,taJuña habían preparado el terreno paro la ruptura poslerior de la unidad antifascista producida por el pacto 10 Frase de Jerónimo Amedo Alvarez, citada en Ramos (1990, p. 64).
ni21-1ovié bco.
11 Palabras del secretario del Comité Contra el Racismo y el Antisemitismo de lo Argentina, Alvaro GuiUot Muño:i_ recogidas
9 En es.e clima de intransigencia socialista, el Primero de Mayo volvía a encontrar los ecos de su antiguo origen íuertemenle por el periódico Orientación, 31NIIV1939, p. 6. Como es de suponer, exactamente lo contra_'.io pen.sbba H,der con
prc,letario en las palabras de Repetto: "El Primero de Mayo no es un día de fiesta, sino de afirmación y de esperanza (.. .1 respecto al Pacto de No Agresión creyendo confirmadas sus palabras ante Rauschnmg en 1934: No es Alemania la que
CorrM.rn:: r~ ?rdar su significado originario: reda mar la jornada de ocho horas de trabajo y proleslar contra el militarismo se volVerá bolchevique sino el bol~hevismo el que se trans(onnará en una especie de nacionalsocialismo· (citado ¡:,n Furet
Y k> politia, ogresi11a de las naciones" (La Vanguardia, 3N/I 939, p. 2). 91 92 1995, pp. 222-223). .
pudiera ser fascisll'l, cua ndo se refería a Estados Uni- Era la desazón total de aquellos grupos no muy quien comunicaba "la tesis d e los d iarios italianos"
en ciertos círculos que no soportaban ni el pacto ni la
dos, en donde, según él. "el fascismo norteamericano adaptados a los vaivenes de la alianza política. La que declan que "la reuoluc16n rusa está más cerca de
radicalización antlimperialista, al menos generaba
intenta presenlar.;e como paladín d e la Constitución situación de ruptura y reacomoda mienlo dejaba a los la revolución nacionalsocialista alemana que del ca- atractivo en cierios núcleos sindicales que eran más
y de la 'democracia americana'" (p. 58). Con esta intelectuales y participantes apartldarlos de las aso- pitalismo írancobrllánico" (Lo Prenso , 24NIIV1939,
afines a la resistencia sectaria o gremial y que velan
interpretación, Dlmitrov había fundado un antece- ciaciones civiles con un gusto amargo en la boca, al p . 81. Para la pretendida equ idistancia comunista, los
e n el antiguo tipo de coalición antifascista, un
sentir este fenómeno en el cual, bruscamente, "al- elogios del fascismo y nazismo parecían m ás que
dente para que los comunistas, a partir del Pacto de o bstáculo a la movilización obrera. El antifascismo
No Agresión , pudieran sentar en bases doctrinarlas, guien que no es enemigo puede pasar a serlo con sólo comprometedores.
comunista se refugió así, en un antifascismo de clase
las acusaciones cada vez miis asiduas contra "fascls- cambiar de representatividad, fenómeno que a me- l Frente a esta difícil situación, los comunistas, sin que despreciaba como falso a ese antifascismo, mill-
tts" encubiertos en lo que ellos consideraban el "pe- nudo nos deja muy confusos"." dejar de alabar el Pacto de No Agresión como una lanlemenle pro-británico como el de Alvear (1969),
laje· dem~tico. Así, los comunistas argenUnos acu- ma niobra estratégica, reforzarán su denuncia del "fas-
Frente al Anschfuss y la Invasión a Checoslovaquia que e n la Cámara de Comercio BritAnica alababa la
saban como un cómplice del fascismo, a un "demó- cismo" en Argentina y América Latina. Así, criticarán fu nción d e Londres en su calidad de
que los antifascistas juzgaban "permitida" por Francia
crata · como Chamberlain, al decir, como se decía al general lbáñez como agente interior del fascismo en
e lnglalerra, y frente a la partición de Polonia entre Inmenso corazón cuyas palpitacioMs se pero"ben
irónicamente en el número de Orlentodón del 31 de Chile Y no dejarán de señalar que "nuestro continente
Hitler y Stalin, y la Invasión soviética a Finlandia, la hasta el úlümo rincón de ese gran Imperio y de ello
agosto de 1939, que: "el fascismo( ... ) se presenta en general y la Argentina en particular, están hoy s.alen, hactn 10pas las regiones que lo componen,
sensación de que el único freno al desastre civilizato-
como un poder precario, malgrado de los caballeros amenazados por la pene- las directivas y orientaciones
rio que se vivía en Europa Jo podía dar la nueva civi-
tración de las grandes po- y los Ideales de Inglaterra.
provistos de paraguas"." lización surgida en América era común entre los gru-
tenc i as " (Orientación,
Pero e nloncl!s, ipor qué el pacto nazi-soviético ge- pos democráticos no com.unistas, de allí que "consti- Pero el comunismo no
31NIIV1939, p. 3). Pactar
neró e n una gran parte d e la opinión pública argen- tuir en América una isla de libertad es empresa que sólo repudiaba al antifas-
estralégicamente con el
. cismo claramente "pro-
tina un se ntimiento d e desmoralización y de sorpre-

civiles extrapartidarias antifascistas que se habían ve-


'°'
justifica la movilización de las conciencias libres" (Ro-
sa? Sin duda porque en las d iferentes asociaciones mero 1940). Por otra parte, mismos refugiados
republicanos españoles parecían corroborar el trasla-
, nazismo en Europa no im -
pedía a los comunistas re-
británico" , también des-
mentía a cualquier otro
forzar las maniobras de antifascismo que no cre-
nido conformando en esos años en la Argenlina, se do de la lucha contra el fascismo a América, al decir:
prevención de la penetra- yera que el Pacto había
cre ía verdaderamente en el tipo de unión moral exis- "es América quien tiene que aportar el esfuerzo moral
ción del m ismo en Améri- sido una obra de excelen-
tente entre los soviéticos y Occidente. Las agrupacio- y material decisivo en la lucha que el fascismo ha
ca. te estrategia contra Hitler
nes cívicas, más allá de las diferencias ide ológicas, planteado al mundo" (Timón 1939, p. 8).
siempre se habían percibido a sí mismas como Sin embargo, el comu- y las democracias impe-
El Pacto Molotov-von Ribbentropp dejó a los co- nismo parecía quedar li- rialistas.
un gran movimiento de opinión, netamente argen- munistas argentinos mal parados, sobre to do en los
üno, que aspirab<> a (... ) elevarse por sobre las di- gado a la marginalidad del Aprovechando la de-
vergencias, dejar de lado los compromisos de par- círculos de "notables" antifascistas. Sin llegar al caso espectro poHtico por su re- serción de los comunistas
üdo y unirse para sostener ciertos principios esen- límite del Partido Comunista Francés, que incurrirá en lación con Stalin. El mis- de los mítines "democráti-
ciales, cuya vigencia ha constituido hasta ahora terribles contradicciones internas e ntre su pertenencia mo presidente Ortiz, que cos", los grupos disidentes
nuestra razón de ser como nación. 13 a Francia, a punto de ser agredida por Hitler, y su del comunismo, como los
había sido visto por los co-
Debido a su tipo de conformación, varios de los dependencia de Moscú, que lo llevarán a una política munlslas como proveedor trotskistas, comenzarlan a
miembros de las agrupaciones cívicas habían creído errática, en medio de la cual será disuelto por el go- de gestos de rectificación disfrutar de u na mayor re-
que las pote ncias mundiales se comportarfán de la bierno el 26 d e septiembre d e 1939 (ver Furet 1995, frente a la polfllca de ex- percusión, al repetir cons-
misma manera ante la amenaza fascista . Sin embar- pp. 360-409), los comunislas argentinos también su- pansión "fascista" de Uri- tantemente que ellos ha-
go, se ve ían nuevamente defraudados . Para ellos, frirán el viraje de una política antifascista "democráti- buru y Justo (Orlenloclón , 24NIIV1939, p. 3). ahora bían "predicho" ese final al que se encaminaba Stalin.
que ma yoritariamente tenían de por sí una ideología ca" a una polflica antifascista "antiimperialista". también encaraba una política de censura a la Unión De esta manera, el trolskismo se convertirá en el nue-
"apartidaría · y desconfiada del Estado, el Pacto de Soviética y los aislaba d e su política d e restauración vo componente radicalizado que pareóa necesitar el
Frente al "vacío" que los demás partidos demo-
Moscú recordaba al de Munich, y los dos parecían democrá tica. En efecto, Ortiz, por intermedio de su frente antifascista socialista y liberal argentino.
cráticos argentinos le te ndían, el comunismo mostra-
demostrar "la miseria de la política"." El clima de ba una inferioridad numérica y una menor repercu- ministro José María Cantilo, hab ía mandado una Liborio Justo, principal dirigente trotskista, se ser-
repudio a la política puede verse claramente en los sión pública en relación con e l otro polo antlfascisla. nota en diciembre de 1939 al secretariado de la S o- virá de ese prestigio de predicción que iba ganando
sectores de intelectuales "liberales", que lamentaban El mismo "reconocimiento" que le tributaban los an- ciedad de Naciones, para pedir la inmediata expul- el trotskismo, señalando que no se sorprendía del
que "en política internacional, como en política inter- tiguos enemigos, los fascistas italianos, pare cía hacer- sión de la Unión Sovié tica d e bido a la invasión a Fin- Pacto ya que
na , no hay se ntim ientos, ni ideales s ino interes es ma- lo m ás impop ula r aún, sobre todo c uando Lo Pre nso landia (Rapoport 1986). a,t,., recordar aquf que no es la primera vez que
teriales y relacion es de fu erza" (Barreneche a 1940- lo hacia conocer en la Argentina bajo la impresión d e A p esar de proclamar un claro antifascismo inter- Stalin ayuda directamente al fascismo. Ya en opor-
1941 . p. 186) tunidad de la guerra en Etiopla, surtió de petróleo
su corresponsal en Europa, Ricardo Sáe nz Hayes, no, los comunis tas también quedaban fuera d e lo s a la nota italiana durante roda la campaña de ava-
antiguos mllines antifascistas "d e mocráticos" q ue no sallamiento de este Indefenso pueblo co.'on\al (Justo
12 Lll alu'4Óf\ • Chamberiain es clara, ya que casi siempre se representaba al Primer Ministro Inglés con su paraguas. Meses _, ► podía n concebir sinceridad e n las palabras d e los co- 1939).
1
an1~ del puto Huler-Stalln, la revtSta Caras y Caretas representaba el posible acercamiento de Chamberlain a Stalin munistas. Antes, siempre había un dirigente comunis-
comoº"! lransíorrnaci6n de la antigua Imagen de la hoz y el martillo, por la del paraguas y el martillo ("Investigación Por otra parte, también los trotskistas se vanaglo-
pl,rus1ble , C,,,a., v C,,ret,,s, • - XUI, n. 2124, 24NV1939, p. 97. ta en cada acto antifascista, debido a la necesidad de
riaban de que los comunistas volviesen a compartir
IJ C,ta del man,f,e, lo de AcclónA,genllna del 5 de Junio de 1940 y de un llamado del Partido Socialista de ese mismo mes que lodos los sectores anlifascislas tuvieran su voz.
•un,,..,• ¡y¡uetla agrupación aliad6flla (Repello 1957, pp. 207-208). la idea que ellos habían soste nido constantemente,
Ahora los actos partidarios volvían a conocer el sec-
14 ;:!;,'~\~tor Eduardo Gonúlez L.anuza (1940, p. 1) "los partidos son los responsables directos (. .. ) del 'caos e uropeo' d e que e l fascismo era sólo una de las formas impe-
tarismo propio d e los tie mpos del "socialfasclsmo" Y
rialistas que había que atacar, y que , por lo tanto, no
del antii,r;pe rialismo. Si bien esto dejaba a los comu-
IS La,:',"~:'.de_ Chou Endla l (1996, P-5), YPor m6s que se refiere a un contexto dilerenle, parece ser sinto mática del aspecto era por su ideología por lo que deb ían ser reconoc1-
P'= ~,,,..., reSlt 1"'"'• e la rupruro de toda pclltlca de fTente. 93 94 nislas con lo que ahora llamaríamos "mala imagen"
Acusando al Partido Comunista por su mutismo millas ideológicas: por un lado los he rederos de la
dos los enemigos, sino por su_ubicación_ e ~ctural en frente al nazismo, los "penelonistas" intenta rán mos- sentaba antes que nada una posición a favor de Ale-
la división mundial de lmpeno y colonias. Ilustración del siglo XVIII y ( . .. ) por el otro, sus opo- mania, ya que según él, eran "germanófüos (... ) los
trarse como los inclaudicables seguidores de la polí-
Si bien esta postura fuerte de los trotskistas en con- ne ntes" (Hobsbawm 1998, p . 150) . Por ello les cau-
tica d e antifascismo comenzada con la campaña de que han descubierto que Gran Bretaña constituye un
tra de la "democracia imperialista· les impedía e ntrar saba cierto estupor la forma en que una revolución im perio reba lsan te• . Sin embargo, tampoco la de
solidaridad con la España republicana. Así, los con- de udora d e es a tra dición iluminisla como la rusa , pu-
en la e ntente a ntifascista "democrática", al menos, el cejales porteños de Concentración Obrera, José F. Gerchunoff era una p osición tan sencilla, ya que con-
nue,.10 furor antistaliniano de los grupos pro-aliados diese ahora estar representada por quienes pactaban sideraba germanófüos también a aquellos que eran
Penelón y Benjamino A. Semiza, promoverán en el con Hitler.
les dabll un fugar para expresarse, que antes ocupa- "enemigos de la difusión de los métodos soviéticos
Concejo Deliberante de Bue nos Aires (1939 , p .
ban los comunistas. Frente a esta nueva realidad, los Lo cierto es que el antifascismo, que sie mpre había e n economía", una aseveración que si bien podía ser
2703 ), un proyecto de resolución para "evitar que las
~ debían e n/rentarse al hecho d~ ser el -:entro intentado representarse a si m ismo como una indes- considerada polémica por defender al pals de S~ .
transmisiones de la radio Municipal sean utilizadas
de los a taques de los comunistas. A d1ferenoa del tructible roca, ahora comenzaba a mostrarse como tenía la intención de que el a utor no fuese considera-
para hacer propaganda nazista, contraria a los inte- una aleación inestable, conformada básicamente por
mote de "ingenuos" socialistas, con los que se adver- d o "reaccionario" por gran parte de la audiencia an•
reses democráticos del país" . Con estas acciones en- dos discursos que si bien en ciertos climas podían fu-
tía a Palacios y a Dickmann del peligro de hacer el tilascista. Por otra parte, e l staff de Argentino Ubre,
17 marcarán en su partido a una izquierda que a la vez sionarse a través de no pocos renunciamientos y ma-
juego a Hitler cuando se lo comparaba con Stalin, el periódico d onde Gerchunoff publicaba, siempre in-
que criticaba al socialismo por su excesivo reformis- lentendidos, en otros momentos no podía sino res-
los trostkista.s eran considerados directamente como tenta ba dife renciar claramente al comunismo y al
mo, tenía reparos con la fo,ma autoritaria que encar- quebrajarse ante la incontestable realidad de que
•caracterizados agentes del nazismo, (que) van Y vie- pueblo soviético , de su líder Stalin. Así, cuando la
nen en estos momentos procurando sembrar la con- naba el comunismo. frente al enemigo único, considerado como el mismo invasión d e Hitler a Rusia reconstituya la unidad an-
fusión" que es él lugar donde "el bacilo trostkista se Los anarquistas fueron otro de los grupos del an- 19
demonio, unos habían optado po r "apaciguarlo" y tifascista, los "d emócratas" argentinos podrán decir,
18 tifascismo radicalizado que condenarán el Pacto de
encuentra en el medio propicio a su peligrosidad". otros por "pactar" con é l. Y no sólo ello, unos lo ha- sin pensarse incohere ntes: "Con Rusia contra Hitler
Stalin con Hitler. Al hacerlo establecerán paralelos bían visto peligrosamente cercano al comunismo, por a p esar de S talin" (Arge nllno Libre, a . 2 , m . 68,
Otros dirigentes que aprovecharán el repliegue del
entre los dos líderes, diciendo que si alguna vez se sus modos polílicos, y los otros, indiscutiblemente 26/VV1941, p . 12). H!tle r volverá a ser así, "el ene-
comunismo e n los sectores "democráticos" antifascis-
enfrentasen no lo harían "en pugna por y contra la asociado a las d e mo cracias occidentales por su mis- m igo d e todos , tal com o lo señalaba Gerchunoíl
tas argentinos serán los re presentantes de Concentra-
libertad (.. . ) sino e n disputa de los intereses imperia- mo origen económico capitalista. ( 1941 ), quien volviendo a la figura antifascista de an-
ción Obrera. Nacido como partido escindido del co-
munismo y dirigido por José Penelón, Concentración les de los Estados que representan" (Timón 1939, p . En todo caso, resultaba difícil en esa ép oca e n la taño dirá: "El señor Hitler es una e xpresión de sata-
Obrera realizará una estrategia doble. Sin deja r de 22) . Argentina, ubicarse en una posición en la cual se pu- nismo . Es Satán. Y S atán no triunfa" .
mantener una fuerte solidarida d con la Unión Sovié- La experiencia d e la Guerra Civil Española había d iese hablar claramente contra el fascismo y la ba r- Fuera del espectro an tifascista izquierdista, la re-
tica por ser "la patria de los trabajadores", realizará dejado a estos grupos claramente resentidos a nte la barie nazi, condenar el totalitarismo stalinista y lanzar cepción del Pacto de No Agresión, si bien generaba
durante la época en que dura el Pacto una profunda Unión Soviética que se había encargado de desman- invectivas contra la penetración del impe rialismo b ri- un posicionamiento claro en contra de él, comenzaba
labor de a taque abierto al nazismo por ser antidemo- tela r la presencia anarquista en el bando republicano. tánico y norteamericano sin perder la hilación d el dis- a producir problemas cuando obligaba a los dirigentes
aático, cosa que los comunistas no estaban dispues- Muchos anarquistas creían que más allá de las "sim- curso, caer en el escepticismo de "torre de marfil" o de los partidos mayoritarios y autodenominados "na-
tos a ha cer ya que también buscaban atacar a las patías que pudo haber tenido en su oportunidad la directamente ser acusado de estar favoreciend o "so- cionales" a hablar de política interna cional. Para los
democracias occidenta les. Criticando a socialistas y fracción que invoca la extrema izquierda" había que lapadamente" a alguna de las potencias en cuestión. radicales, la G uerra Mundial significaba una cuestión
comunistas a la vez, los "penelonistas" que habían dejar en claro que, antes que nada, "las fronteras es- Es que como lo señalaba el escritor Oliverio Gira ndo delicada, ya q ue a través de ella se cristalizaban las
levantado la bandera del antifascismo durante la tán bien delimitadas: con los totalitarismos o con los (1940, p . 4): "hoy más que nunca, el lector está dis- d ife rencias internas. Esto resultaba engorroso, para un
Guerra Civil española, conformaban ahora un grupo amantes de la libertad" (Hombre de América, fuerte puesto a comprender, únicamente, lo que pued a p artido que decía no alterarse por los acontecimientos
que se presentaba como un sector que, sin olvidar sus y libre 1940, p . 3). Elegían así una idea de antifascis- agradarle o le convenga, aunque apechuguemos con fo ráne os, debido a su arraigada na cionalidad.
disamos sociales, tomaba la defensa de la democra- mo que entendía que, antes que nada, "el enfrenta- e l é nfasis de las simplificaciones más esquemáticas". Frente al Pacto de No Agresión existía un consen-
cia argentina y de sus instituciones como e l primer m iento fundamental no era el del capitalismo con la A pesar de ello, él intentaría transitar este camin o d e so general de reprobación , ya que para los radicales
valor que ha bía que defender. revolución social comunista sino el de diferentes fa- condena a las potencias y de búsqueda de una po lí- dicho pacto representaba la unión de dos potencias
tica autónoma que liberase al p aís de lo que é l con- que sentían "con igual in tensida d un odio y un rencor
16 Basti, pu~ comprender el alcance último de es1a doctrina trotskista, con reproducir las aseveraciones de su líder que sideraba una "economía colo nial". G irando atacará ind isimulado por las ideas democráticas y ( . .) un
ir.d.caba que: · supongamos( ... ) que moñano Inglaterra entrara en un conflicto con el Brasil (... ) en ese caso yo estaré
a aquellas tiranías que "ensob erbecidas por una m ís- m ismo d esprecio por la personalidad humana" (He-
ée '2;"' del Brasil 'fascista' contra la Inglaterra 'democrática' (... ¡ Verdaderamente, hay que tener la cabeza vacla paro
r,,foor los antagonismos mundiales y los conflictos militares a lo lucha entre fascismo y democracia . Bajo cualquier tica que se basa e n una absurda superioridad racia l, chos e Ideas, a . 5, n. 34, octubre 1939, p 68). El
máscara hay que aprender o distinguir o los explotadores• !Ramos 1990, p. 66). o en el advenimiento de un utópico paraíso proletario problema su rgía cuand o se debatía sobre la a ctitud
17 l'J comentar declaraciones de 0 lckmonn y Palacios, comparando a Hitler con Stalin, los comunistas dirán: "tales ( ... ) privan al ser humano de toda libertad" (p. 9). que de bía tomarse frente a los Aliados que combatían
dem~r,,s Y antifascistas que en vez de alegrarse de un paso (... ! destinado a salvoguardar la paz ( ... ) hacen
pero no por ello dejará de lamentar que la mayoría al nazismo q ue p actaba con el bolcheviquismo. Fren -
~ n e s como las que comentamos, demuestran Inconsecuencia y carencia de principios serios" (Orienloción,
24~/l,Vl9~. ~ 21. Tenga:nos en cuenta que si bien se los sigue considerando a los socialistas como "demócratas y de los intelectuales olviden de criticar al capitalismo te al ya mencionado apoyo a Gran Bretaña hecho
or,:ífasosw smce,,,., esto es antes del desenloce de lo Guerra, cuando todavía se podía pensar en un lrenle anti fascista extranjero únicamente por "el solo hecho de que la por Alvear, conductor de l partido, existía un ala que,
•rJIClldo
propaganda alemana afirme esa verdad y la utilice apoyada e n un discurso a ntiimperia lisla. b u=ba
18 L,, metáfcro rr,édic.o de 'bllCl·¡O .tr otskl.sta"
. nos hace_record ar otra figura s1m1lar
· · usado por la persona que los comunistas
1
m.!s ;:::r.
A
O?On.u-;, Adolf H,fler, qu,en en relación o los !udíos dirá: "el judío ( ... ) no fue Jamás un nómada pero sí
"""' , men:e ur, p;,rMil<, en el cuerpo de otras naciones. 1... ) iSu propagación misma en todos los rincones de la lierr~
con propósitos inconfesables" (p. 16).
Girando al hacer esta crítica parece pensa r e n es-
desm entir a su co nd uctor y revivir e n el plano externo
una nu eva división entre ;lfigoo,,enislas y antipersona-
"'~ .-:;¡•no !!pi~ común a todos los parásitos!" (Hitler 1954, p. 105). Esta verificación de similitudes no
pretende critores como Alberto Gerchunoff (1940), para quie n listas. Fracturado como estaba e l campo a nttíaso.<ta
~A.~ 1 u~descubrir u-n tipo de metAfora _de muchas fuerza discursiva, relacionadas con una visión "orgánica" de la el ataque a Gran Bretaña, sea cual fue re , repre- e n dos polos, rápidamen te el sector al\,earista tendrá
I 1.w:16 por dlle,entes ""do, ... S,n querer establecer una comparación directa entre Adolí Hitler y el d irigente
'~-:'""lli •;~•m• no Paulmú GonMle, Alberdl, no podemos dejo, de mencionar lo perjudicial de la utilización de
,. [.i!: ~ ,._, , para c.orr,r,render el fundonomienlo de lo sociedad. En los dos discursos, producidos por dos personas 19 La imagen del fascismo como el diablo era muy repelida por los se!_!"idores argentinos _del cat6!.:o Ira~ J• ~
rrv,,
t''lelT '7', q,; e r"t)r- -•a el ·-r •bsoluto
m ·-, ) l'fe '"A'"7>r"M rr'IQJ-,.,\e~ c.Jaramente diferenciables , tanto judíos como trotskislas se ven como un cuerpo
95 96
Maritain, quien identificaba al nazismo y al fascismo como "La Bestia y, siguiendo el reg\StrO b1bli..-o. 11,,maba • H,tlc,r
"el hombre que lleva el sello de la bestia• (Maritain slf. p. 20).

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