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CC Caro
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CC Caro
Lo más saludable es
reinventarse a sí mismo
73M0
Índice
Agradecimientos 7
Noviembre, 2004 10
Cuauhtemoc 12
Primer viaje a Europa, Francia 15
Segundo viaje a Europa, Alemania 17
Último viaje 19
Experiencia ajena 27
Nexo 30
Lucy 34
Javier 46
Ecuentros 37
Gerardo 44
Cortejo 47
El mejor regalo 51
Juegos 53
Cuando vives en e éxtasis 55
Advertencias 60
Punto Final 63
Muestras hostiles 70
La mayor pérdida 73
Tinieblas 79
Índice
Conversaciones I 83
Subidas y bajadas 85
Eddy 92
La guía 97
Un nuevo año 102
Sesiones 111
Vaivén 121
Desencuentros 129
Confesiones 135
Fernando 137
Conversaciones II 141
El amor es libertad 144
El equilibrio se aproxima 151
Alberto 153
Cuestión de suerte 156
Un nuevo comienzo 160
La semana perfecta 164
Se baja el telón 172
Conversaciones III 175
Catársis 177
Vórtice 179
Lecciones de vida 184
Epílogo 187
Agradecimientos
Con gran orgullo y aprecio doy las gracias a quienes han contri-
buido a la realización de éste libro.
En primer lugar, a mi familia por siempre esta ahí cuando lo
necesito. Todo lo que soy se lo debo a ellos.
Gracias también a todos los involucrados directa o
indirectamente en las historias que aquí se relatan. Sin duda su
aportación es la columna vertebral para lograr que éste libro tenga
sentido.
A mis amigos... cada uno de una forma diferente, pero todos
aportando su granito de arena.
Gracias a Lucy, por ser mi mejor amiga, por estar siempre ahí
y por no dejarme caer nunca. Aunque a veces nos cuesta trabajo
expresar lo que sentimos, no es necesario, lo sabemos de
antemano. Gracias por escogerme como tu amigo.
Gracias a Louis Lyon. Aunque la convivencia entre tu y yo no
es posible por muchas cosas, siempre has estado cuando me he
sentido más vulnerable, y también cuando me he sentido más
fuerte. Es bueno tenerte como amigo.
A Fernando... por los sabios consejos y los regaños
necesarios. Aunque a veces no esté de acuerdo en la formas y
métodos, siempre serás una gran persona en mi vida.
A Cris por las analogías que funcionaban cada vez que acudía
a tí en busca de apoyo. Saber que siempre estás ahí aunque no te
vea me hace sentir afortunado.
Gracias a E.R. Ramírez. Gracias por tus aportaciones
artísticas y personales. Pero sobre todo por motivarme para
completar este libro. Gracias por creer en mi.
Al señor Arellano por ser testigo en gran parte de los relatos
aquí mencionados, y por el constante aprecio que siempre has
mostrado.
Gracias a Javier. Nunca te lo he dicho, pero eres mi mejor
amigo y te quiero como tal. Además siempre he sentido tu apoyo y
tu cariño aun en los momentos más oscuros, y en los más brillantes
también. Eres un gran ser humano.
A mis compañeros de trabajo, por su honestidad y
comprehensión. La vida es más divertida trabajando a su lado.
Un agradecimiento especial a Lucy, Valeria y Anny, que sin su
valiosa ayuda al momento de leer los borradores no me hubiera
motivado para publicar el escrito. ¡Muchas gracias!
Y por último, gracias a mi propio esfuerzo, porque en un
intento de liberarme de todos los demonios comencé con ésta idea
sin saber a dónde podía llegar, y sin saber a dónde nos llevará el
camino de la vida. Eso es lo interesante de vivir.
La felicidad es individual,
las consecuencias son colectivas
73M0
Noviembre, 2004
Era 2005, su mamá lo había motivado a irse, tal vez por competir
con sus jefas que mandaron a sus hijos un año anterior, y Temo se
dejó consentir. Así que en julio de ese año viajó a Francia para
formar parte de un grupo de voluntarios para la reconstrucción y
aseo de varios pueblitos en el centro del país.
Tomó el vuelo a Lyon, haciéndo conexión en Paris, y
posteriormente tomaría un tren hacia Moulins, y de ahí pasarían
por el para llegar a Saint Hilaire. El proyecto de desarrollaría en el
estado de Auvergne, en el departamento de Allier, justo en el
centro de Francia.
Era la primera vez que viajaba tan lejos, no sabía el idioma
nativo, pero las ganas y la emoción eran su arma... además del
inglés, claro está. No temía viajar sólo, así que se desenvolvió lo
mejor que pudo en aeropuertos, estaciones de trenes, etc... Por fin
llegó a Moulins, capital del departamento de Allier, y ahí lo
esperaba el líder del grupo de voluntarios y el alcalde de Saint
Hilaire, el primer pueblo donde estarían. Era la 1 a.m. Y estaban
todos cansados, sin embargo la curiosidad y el éxtasis de una nueva
aventura los mantenía despiertos. Llegaron finalmente a Saint
Hilaire, y Helder, el líder del grupo le mostró la casa en la que
viviría la próxima semana y media, pero a oscuras y en silencio, ya
que los demás voluntarios estaban dormidos.
Al despertar Temo conoció a sus nuevos amigos, y estaba
maravillado, había jóvenes de todos los rincones del mundo. Él era
el único de las Américas, había gente de Francia, Hungría,
Lituania, Turquía, Portugal, Rusia, Corea y Togo. Rápidamente se
adaptó y se instaló con sus nuevos compañeros.
Saint Hilaire era un pueblo de 600 habitantes, enclavado en las
montañas centrales del país, rodeado de lagos, bosques y ríos. La
calle principal también era la carretera, sin embargo la arquitectura
típicamente europea con teja en los techos, puertas enormes de
madera, las calles adoquinadas, los faros de estilo neo clásico, las
paredes empedradas, y la brisa fresca del bosque hacían que ese
pequeño pueblo fuera un minusculo paraíso.
El proyecto era en tres pueblos, además de Saint Hilaire
vivieron y trabajaron en Tronget y Besson, todos muy cerca de
otros. En ése mes Temo también viajo a ciudades más grandes
alrededor como Moulins y Bourbon, además de pasar un fin de
semana en Paris y dos días al final de su viaje en Lyon.
El viaje llegaba a su fin, y Temo regresó a México con nuevos
bríos y una experiencia fenomenal detrás de sí.
Segundo viaje a Europa, Alemania
Tal como el año pasado, ésta vez también se inscribió para otro
proyecto de voluntarios, sólo que ésta vez en el marco de la Copa
Mundial de Fútbol, en 2006, de la cual Alemania fue la sede.
La experiencia del año pasado le ayudó a desenvolverse mejor
en los aeropuertos, estaciones de tren y de metro. El vuelo llegaría
a Frankfurt, después tenía que tomar un tren a Stuttgart, y de ahí
moverse en el metro de la ciudad hacia el norte para llegar al casa
comunal y conocer a sus nuevos compañeros. En ésta ocasión
había gente de Alemania, Francia, Serbia, República Checa,
Finlandia, Estados Unidos, Corea, Japón, Egipto y otras dos
personas mexicanas.
El trabajo aquí era diferente, como voluntario oficial de la
FIFA (federación que organiza el mundial) debía ser un punto de
referencia de los turistas y fans que viajaban al país a disfrutar del
mundial. Así que recibió capaticación para ser un experto en el
evento y en la ciudad en la que estaban. Algunas veces
simplemente deambulaba en el centro de la ciudad en espera de
orientar a algún fan en cualquier asunto que necesitara; otras veces
iba al estadio a ayudar a evitar algún desorden con las entradas o a
revisar acreditaciones. En ocasiones le tocaba trabajar en el
FanCamp, que fue como un hostal de tiendas de campaña para los
fans que no podían pagar un hostal u hotel formal. Y finalmente
algunas otras veces era su turno de estar en el FanFest, un tipo
festival que en todas las ciudades anfitrionas se establecía en el
centro de cada una de ellas, con pantallas gigantes, conciertos,
tiendas, bares, etc... para ofrecer a la gente que no podía pagar un
boleto para ver un partido un espacio en donde podían sentir el
ambiente dentro del estadio.
Su estadía en Stuttgart, una ciudad de 600,000 habitantes fue
magnifica, con más opciones de entretenimiento que el año
pasado y con más gente a su alrededor disfrutó cada uno de los
minutos ahí. Desde fiestas, cultura, viajes recreativos, y por
supuesto, de su propia sexualidad, pero con responsabilidad. Y de
visitas a otras ciudades en Alemania como Nurmberg, Munchen,
Ludwisburg, Heidelberg, Frankfurt, Kaiserlautern, y a países
cercanos como Suiza o Austria
El viaje acabó con una estadía en Turquía de una semana,
visitando a sus amigos turcos que había hecho el año pasado en
Francia.
Ésta nueva experiencia fue espectacular, no sólo por el hecho
de viajar, si no que lo hizo formando parte de un evento del cual
Temo era super fanático. Ahí conoció a su amiga Sabrina, que le
ofrecería su casa y trabajo para cuando él quisiera en Berlín.
Último viaje
3 de Febrero de 2007
Cuando Temo les dijo a sus papás que iba a dejar la escuela un
tiempo para irse a trabajar a Alemania, éstos dieron el grito en el
cielo. Sin embargo, Temo había demostrado ser prudente en sus
decisiones, y tenía argumentos lo suficientemente fuertes para
convencerlos. Todo estaba planeado, trabajaría en un hostal,
viviría con su amiga Sabrina, y tenía dinero ahorrado, así que en la
madrugada del 3 de febrero todos se subieron al carro para llevarlo
al Aeropuerto de Ciudad de México por tercera ocasión en dos
años...
La platica de despedida ya había tenido lugar, un día antes en
casa de los Caro, pero la más difícil estaba a punto de venir.
El aeropuerto estaba semi-lleno, la estrada a salidas
internacionales lucía en orden, y ya habían hecho el check-in de las
maletas. Temo giró para darle un abrazo fuerte a su hermano.
- Cuídate, te caigo en Agosto. - dijo su hermano
- Claro que sí, te espero con unas chelitas bien frías. -
respondió Temo
Después siguió su papá... con un abrazo, éste le dijo...
- No eres ni más ni menos que nadie, y si tienes problemas ve a
la dirección que te dije. - Refiriéndose a la dirección en Berlín de la
organización a la que su papá era miembro.
- Si, papi, ya me aprendí el protocolo – dijo su hijo
Por último... su mamá... Una señora de 45 años, cuyo único
deseo en la vida era ver a sus hijos con ella hasta que muriera. Era
tan apegada a sus hijos que había ocasiones en las que tenían que
forzarle el brazo para que los dejara de abrazar. Y aunque algunas
veces pecaban de intolerantes, sabían muy bien que era la mejor
mamá del mundo. Temo la miró a los ojos y le dijo...
- No te preocupes, voy a llamar cada semana
- Lo sé. - dijo ella con voz entrecortada, lo abrazó y le dió la
bendición más larga que Temo haya recordado jamás.
- Gracias, mami... te quiero
- Yo también te quiero...
Habiéndose despedido de todos, Temo recordó la película
“Star Wars, Episodio 1: La amenaza fantasma” cuando los jedis se
llevan al joven Skywalker a su entrenamiento final. Su mamá le
había dicho “no mires atrás”... y cuando se despidieron, el futuro
Darth Vader no resistió la presión, miró atrás y fue corriendo a los
brazos de su madre... Temo pensó en lo mismo... y decidió no
actuar así. Así que pasó su equipaje de mano por la banda
transportadora... pasó debajo del detector de metales y entró al
espacio para pasajeros, donde están las tiendas de Duty-Free. <<No
mires atrás>> se decía una y otra vez... Pero no resistió la presión...
y lo que vió fue uno de los momentos más dolorosos que
recuerde... Su mamá estaba pegada a la maquina de rayos X con los
ojos empapados, y un rostro visiblemente perturbado. Temo la
miró, le mandó un beso restringiéndose las ganas de correr con ella
y de llorar. Finalmente se dió la vuelta y pensó <<ahora sí, no
mires atrás>>... Y no lo hizo, caminó fingiendo seguridad hacia la
escalera que lo dirigía a las salas de última espera... y una vez hubo
llegado a ellas... se metió en un baño pletóricamente limpio... y
descargó su tristeza... Y la siguió descargando en las 10 horas de
vuelo, y más aún... 2 semanas después de haberse instalado en el
departamento de Niederbanimstrasse...
Iba a ser una noche normal. Era semana santa y los turistas se
arremolinaban en todos los bares del centro de la ciudad. Temo
tenía la sensación de que algo mágico iba a ocurrir esa noche. Llego
al bar solo, esperando a su amiga Lucy que salía del trabajo hasta la
1 a.m.
Esa noche decidió no tomar alcohol, así que compró una
botella de agua y se instaló debajo del umbral de una puerta, junto a
la pista de baile.
Ir solo para Temo era lo más normal del mundo. Así fuera a
un bar, al café, a pasear, o a viajar. Y no tenia problema en pasar un
tiempo a solas.
Debajo del umbral, Temo empezó a reconocer a las personas
que veía, como si de un catálogo se tratara. Aunque no era su
intención, ligar esa noche estaba abierto a las posibilidades. De
pronto lo vió... a tres metros de distancia, en el borde del escalón
que lleva a la barra ahí estaba. Un hombre moreno de
aproximadamente 25 años, atractivo, delgado, con lentes, un
cigarro en la mano y una cerveza en la otra... Temo sentía que lo
veía y le devolvía la mirada... pero ninguno se atrevió a cruzar esa
barrera. Así pasó media hora, cada quien en su sitio intentando
sacar información del otro a través del espejo del alma. Lo que
atrajo la atención de Temo hacia ese muchacho fue que nunca lo
había visto por ahí... y su forma de bailar... tan erótica, tan sensual...
A la 1:20 a.m. Llegó Lucy, y al momento de verla, Temo se
dirigió a ella para platicar, no del chico, si no de cualquier otra cosa.
Temo olvidó por un momento que estaba mirándose con alguien y
fue a la pista para bailar con su amiga.
Ya en la pista, el muchacho que Temo había visto estaba a
escasos dos metros, sólo los separaba una pareja que lucía muy
enamorada. Los dos estaban mostrando sus mejores pasos para
impresionar al otro, y discretamente volteaban a verse...
Llego la hora de irse a su casa y Lucy y él salieron del bar... Con
la ínfima esperanza de volver a ve a ese hombre tan misterioso.
Las veces que Temo salía a ligar eran muy predecibles. Temo
no daba el primer paso, la gente se le acercaba y de ahí decidía si
seguía el juego o no. Ese noche no se podía quedar sin las ganas de
acercarse a ése hombre. Temo lo sintió... las frecuencias eran
aleatorias, pero constantes... una buena señal. Así que movió a sus
amigos y amigas, y planeó todo para tener una noche de éxito. Esta
vez fue él quien propuso ir a ése bar, fue él quien acordó la hora,
pero no fue él quien tomó la iniciativa...
Estando en el bar con sus amigos, inmediatamente ubico al
hombre. Solo necesitaba esperar un poco de tiempo para tener el
suficiente valor (o nivel de alcohol en la sangre) para acercársele.
Temo estaba con sus amigos cerca de la puerta de entrada
platicando, cuando de pronto “él” pasó por detrás de Temo,
volteando al mismo tiempo se cruzaron sus miradas una vez más.
Como era costumbre, Temo no se entregaría fácilmente. Era
un juego de estira y afloja... a ver quién cedía primero, y él era
bueno para no estirar ni aflojar. El hombre tenía una cerveza en la
mano, y estaba a unos 3 metros de distancia. Intercambiaron
miradas otra vez, y el hombre le hizo una seña de “salud” con la
cerveza, a lo que Temo le correspondió. El hombre se le acercó al
oído y le preguntó:
- ¿Quieres bailar?
- ¿Qué? - dijo Temo, dándose a desear
- ¿Que si quieres bailar conmigo en la pista?
- Ah, ¡claro!
Pronto se instalaron en la pista, el hombre era mucho más
atractivo de cerca, era un poco más alto que Temo, olía delicioso...
- ¿Como te llamas? - preguntó el hombre
- Temo, de Cuauhtemoc, ¿y tú?
- Gerardo, mucho gusto.
- Igualmente.
Siguieron bailando y platicando (dentro de lo que el ruido
ensordecedor permitía) de cosas generales, edad, trabajo,
ocupación, etc... Gerardo era médico, tenía su consultorio en Santa
Ana Maya, una pequeña ciudad al norte de Morelia, vivía ahí de
lunes a viernes y los fines de semana venía a Morelia a divertirse.
Temo sentía unas enormes ganas de besarlo, como si una catapulta
dentro de su ser estuviera tan tensa al punto de soltar la piedra en
cualquier momento. Pero debía aguantar. Pronto, como por la
inercia del baile, Gerardo tomó su mano, metió sus dedos entre los
de Temo y se apretaron fuerte. Se miraron a los ojos, y se dieron un
beso tan tierno e intenso que Temo sentía que en cualquier
momento le iba a faltar el aire; pero lo disfrutaba...
Pasaron la siguiente hora bailando, abrazándose, besándose,
conociéndose... Temo no había experimentado nada como eso
anteriormente... sentía las frecuencias, sabía que no mentían, no
era un ligue de una noche, podría convertirse en algo mucho mas
tangible y trascendente.
Llegó la hora de ir a casa y Temo se despidió, pero Gerardo
tenía otros planes. - Yo te llevó – dijo él, y Temo accedió. Se
despidieron de sus respectivos amigos y salieron. Afuera no los
esperaba un carro, si no un taxi, aún así no importaba, estaban
iniciando el vínculo, el transporte era lo de menos. Temo pudo
haberse ido caminando si así se requería, pero al lado de Gerardo,
de la mano, por el mismo camino. En el trayecto siguieron
platicando, tomados de la mano, juntos. Llegó el taxi a casa de
Temo y Gerardo salió, se despidieron con un tierno beso después
de intercambiarse los números de celular. Prometieron seguir en
contacto, seguir conociéndose, y probablemente amarse...
Temo durmió con una sonrisa en su boca, sabiendo que lo
que había vivido esa noche era algo único. Algo puro y elemental
empezó a nacer esa noche: era amor.
BUZON DE ENTRADA
De: Gerardo
Mensaje: Hola, como estas? Yo bien, a punto de dormir,
pensé en verte hoy
Hora: 21:12 p.m.
BUZON DE SALIDA
Para: Gerardo
Mensaje: Bien grax, y disculpa, no es por ti, pero últimamente
he estado un poco deprimido, pero el próximo fin nos vemos,
que te parece?
Hora: 21:14 p.m.
BUZON DE ENTRADA
De: Gerardo
Mensaje: Es que soy un iluso, disculpame, que tengas buenas
noches
Hora: 21:16 p.m.
- Si, ¿bueno?
- Hola, disculpa, es que no aguante las ganas de escuchar tu
voz
- Ah, muchas gracias, que lindo, ¿cómo estás?
- Bien, pensé en verte hoy, tengo muchas ganas de verte
- Si, disculpame, pero como te digo, estoy en un proceso un
poco fuerte, de depresión y así, y a veces sólo quiero encerrarme
- Mmm... pues debo sacarte de la depresión, ¿podré verte el
próximo fin de semana?
- Claro que si, que te parece ir al cine...
- Ok, me parece excelente
- Entonces, seguimos en contacto
- Si... me interesas Temo, ¿me dejas conocerte?
- No se trata de dejarte... yo soy un libro abierto si tu quieres
- Gracias, entonces te dejo, que tengas buenas noches
- Igualmente Gerardo, que descanses
Y colgaron. Nunca nadie había sido tan consistente en tan
poco tiempo. Eso le agradaba, le exigía muchas cosas también,
pero sentía que debía hacerlo.
Gerardo
Mayo, 2008
Octubre 2008
BUZON DE ENTRADA
De: Gerardo
Mensaje: Estoy afuera de tu casa, puedes salir?
Hora: 11:10 p.m.
BUZON DE ENTRADA
De: Gerardo
Mensaje: Pues veo que no tienes interés en solucionar las
cosas, mejor ahí la dejamos
Hora: 9:00 p.m.
BUZON DE ENTRADA
De: Gerardo
Mensaje: Me hubieras dicho que andabas con ese anciano y
no te hubiera llorado una puta lágrima. Eres un pendejo que
no vale la pena
Hora: 3:01 a.m.
¿Que significó eso? ¿De qué anciano hablaba? ¿Acaso Temo
andaba con alguien sin siquiera saberlo? ¿Por qué lo insultaba de
esa manera? ¿Por qué si Gerardo estaba en el bar no se le acercó
para siquiera saludarlo, o a reclamarle? ¿Por qué enviar ese mensaje
a esa hora, si Gerardo bien sabia que Temo salía del bar a las 2:20
a.m. Para llegar a su casa a la hora acordada? ¿Acaso Gerardo
estaba en el bar o le contaron que lo vieron con alguien? ¿Debía
responder la agresión? ¿Debía pedir perdón por algo que no había
hecho? ¿Debía hablarle y aclarar las cosas? ¿Por qué unos días
antes le decía que lo ama, después que lo quería mucho, y al final lo
ofendía como si le hubiera arruinado la vida? ¿Acaso la excelente
persona que Temo creía que Gerardo era estaba finalmente
mostrando su verdadero “yo”?
Temo no podía responder esas preguntas, pero de algo estaba
seguro: El pedestal en el que Gerardo estaba, que había construido
con méritos... se había caído. Todo lo bueno que veía en Gerardo
con ése mensaje había desaparecido. Pero no lo culpaba, al final del
día en el mundo hay muchos tipos de personas, y afortunadamente
Temo era una de ésas personas con educación y respeto a los
demás. Sin embargo no pudo dejar de intentar averiguar de qué se
trataba el mensaje.
BUZON DE SALIDA
Para: Gerardo
Mensaje: Disculpa? De que se trata?
Hora: 12:34 p.m.
Gerardo no respondió. Ni lo haría. Esa tarde, Temo entró al
messenger. Ahí se encontró a un conocido que le coqueteaba
cuando era novio de Gerardo. Este conocido le preguntó que si
habían terminado, a lo que Temo respondió que sí. Este muchacho
le explicó a Temo que le preguntaba eso porque el día anterior los
había visto a cada quien por su lado en el bar, y que había visto a
Gerardo con “alguien” en un plan que no era de amigos.
Anteriormente los chismes y especulaciones le habían llegado a
Temo, todos sobre lo mismo, el haber visto a Gerardo con otras
personas en distintos antros. Sin embargo Temo tenía fé en su
novio. ¿Y por qué no tenerla? Si finalmente eran novios, había
confianza, y confiaba plenamente en él. No lo perturbaban los
chismes. Pero todo tenía sentido... Gerardo sólo necesitaba el
pretexto perfecto para no responsabilizarse de sus propios actos.
Y cuando vio el momento perfecto decidió engañarse a sí mismo
culpando al otro de haber hecho lo que él mismo hacía. O por lo
menos esa impresión daba.
Las siguientes semanas fueron difíciles. Por un lado Temo
sentía algo negativo por la persona que amaba. Se sentía fuerte,
pero al mismo tiempo quería estar con él. Cada vez que sentía
ganas de verlo recordaba el mensaje y suprimía las ganas. Dejó de ir
al bar, sobre todo para evitar alguna agresión física, y porque no era
el momento de exhibirse en tan poco tiempo de haber terminado.
Para su desgracia, mientras más pasaban los días más lo
extrañaba. Lo que al principio fue fortaleza se iba convirtiendo en
incertidumbre y nostalgia. Cada día se sentía más vacío, más sólo, y
menos querido. Lo que había sido un sueño ahora eran pesadillas.
No sabia a dónde ir, ni qué hacer. Salía con nuevas personas, pero
no era lo mismo. Nunca pudo haber sido lo mismo.
La mayor pérdida
BUZON DE SALIDA
Para: Gerardo
Mensaje: No es lo mismo sin ti, te amo, eres el amor de mi
vida, te extraño muchísimo
Hora: 2:45 p.m.
BUZON DE ENTRADA
De: Gerardo
Mensaje: Perdón? Creo que te equivocaste de teléfono
Hora: 3:02 p.m.
BUZON DE SALIDA
Para: Gerardo
Mensaje: No me equivoque...
Hora: 3:04 p.m.
BUZON DE ENTRADA
De: Gerardo
Mensaje: Ah... pues ahorita estoy en Santa Ana, pero mañana
voy a morelia, si quieres nos vemos en la noche
Hora: 3:09 p.m.
<<Pensé que iba a ser más complicado>> Pensó Temo. Pero
como su naturaleza le indica... siempre hay que tener fe.
Acordaron verse el lunes en un café del centro de la ciudad el
lunes por la noche. Temo iba nervioso, no sabía que esperar... todo
era tan impredecible, y todo pasó en tan poco tiempo que apenas
estaba empezando a asimilarlo.
Temo caminaba por los portales, entre las cafeterías y la
estudiantina cantando, cuando lo vio. Recargado en la pared de
cantera ahí estaba él. Se acercó y Temo pudo ver como esbozaba
una sonrisa al saludarlo. Hacía tanto tiempo que no lo abrazaba, y
se sentía tan bien... que Temo podía quedarse ahí para siempre, ése
era el lugar que quería, en sus brazos.
- ¿Cómo estás? - preguntó Gerardo
- He estado mejor – dijo Temo con una mueca...
- Bueno, peor es nada
- Pues si... ¿a dónde vamos?
- Vamos al café de las Rosas, ¿te late? - preguntó Gerardo
- Si, donde quieras.
De camino al café platicaron de sus trabajos, y de cosas
intrascendentes en ésos momentos. Y aunque Temo moría de
ganas por besarlo en ese preciso instante debía ser prudente, sólo
un poco.
Se sentaron, pidieron un café cada quien, y seguían hablando
de cualquier cosa, hasta que Gerardo rompió el hielo.
- ¿Por qué me mandaste ésos mensajes?
- Porque es la verdad, te amo...
- Y ¿por qué me lo dices ahora? - preguntó Gerardo
- Pues hasta ahora me haces mucha falta...
- Tú me hacías falta, y en este mes y medio no dijiste nada.
- No tenía que decir algo, estaba aterrado... me ofendiste. -
dijo Temo
- Se quedaron callados un momento...
- ¿Por qué me ofendiste con ese mensaje? - dijo Temo,
visiblemente triste
- Para que reaccionaras...
- ¿Reaccionar? Yo no soy cualquier wey con el que sales,
precioso, yo no reacciono así, te caíste del pedestal en el que
estabas con ese mensaje. Sin embargo estoy aquí diciéndote que te
amo con todas mis fuerzas.
- Lo hubieras pensado cuando salías con esos weyes... - dijo
Gerardo
- Bueno, yo no vengo a hablar ni a reclamar si salimos o si nos
acostamos con otras personas en este tiempo. Yo vengo aquí a
tratar de recuperarte – dijo Temo, con lágrimas en los ojos
El silencio reinó otra vez por unos instantes, mientras un
músico amateur cantaba una canción a unos pocos metros de ahí.
- Yo me desvivía por tí, venía los fines de semana sólo por ti. Y
no hiciste nada para retenerme.
- ¿A qué te refieres?
- A que no ví tu interés en regresar... hacía años que no lloraba
por un hombre, pero contigo volví a hacerlo, porque sentía que no
tenías ganas de verme. Empezaste a trabajar, y con eso de la
depresión ya me gustó el que eras. A veces siento que andabas
conmigo como por interés.
- ¿Interés? ¿De qué, Gerardo? ¿Interés por unas cervezas?
Tampoco me subestimes...
- Pues así era... - dijo Gerardo, dándole un sorbo a su café
medio tibio.
- No te confundas, precioso, yo te agradezco que me hayas
invitado todas o la mayoría de las veces. Pero si era así fue porque
tu lo querías, ¿no te acuerdas?
- Bueno, como sea...
- Yo nunca te falté Gerardo... dijo Temo, mientras rodaba una
lágrima por su mejilla a medio rasurar.
- Pues como haya sido... ahora voy a hacer mi especialidad,
porque mi carrera es lo único que tengo. Hubiera pedido
quedarme en Morelia a hacerla y quedarme contigo. Pero ya no hay
nada que me detenga aquí. Así que será León o Cancún, mañana
me dicen. Y desde que terminamos no he querido estar con nadie,
porque no tengo tiempo para distraerme. Este es mi futuro y tengo
que ser mejor que todos esos weyes que van por un lugar también
en la especialidad. - <<Claro, por eso te encontraron con tu nuevo
novio en la playa hace unas semanas>> pensó Temo. - Yo te
agradezco que vengas y me digas lo que sientes – continuó
Gerardo – pero ya no se puede hacer nada. Ya no estoy enamorado
de ti, te quiero mucho, pero no te amo.
El pecho se le calentó y sus extremidades empezaron a
dormirse. No esperaba escuchar eso, era demasiado fuerte.
Afortunadamente había servilletas con las que podía tapar su
rostro ante la vergüenza de exhibirse ante él y la demás gente. Por
un momento Temo pensó <<me quería mas deprimido, ¿o no?>>
y pensó en reclamarle, pero no estaba ahí para eso.
Cuando se levantaron caminaron hacia el carro, ya que Temo
ofreció llevarlo a su casa. La conversación ahora es un recuerdo
borroso, como su visión en ese momento. Solo recuerda palabras
de aliento y al mismo tiempo de rechazo de Gerardo. Llegaron a su
casa y Temo rompió en llanto como un niño... Gerardo tomó de la
mano a Temo...
- Yo te quiero mucho. Pero no regresaría contigo así de
deprimido. Que ya no esté enamorado de ti no significa que no
puedas contar conmigo como amigo. Cualquier cosa que
necesites, si te sientes mal u ocupas una receta sólo dímelo. Y no
llores por favor, y menos por mi.
- No prometo no hacerlo...
- Pero inténtalo, ¿de acuerdo?
- De acuerdo... - dijo Temo
Se dieron un abrazo... Gerardo se metió en su casa... y llegó la
oscuridad...
Tinieblas
Martes. Temo despertó con pesar... abrió los ojos y deseó quedarse
dormido más tiempo, pero no sólo unos minutos, quería estar
dormido todo el tiempo... mucho tiempo... no despertar de la
realidad tan triste y vacía en la que estaba, quedarse en el nexo por
siempre. Al levantarse de su cama sentía como si sus piernas
pesaran una tonelada, tenía el cuerpo frágil y débil. Él sabía que sus
ojos funcionaban, pero no veía nada más allá... era como mirar al
infinito y perderse en las sombras, sus ojos estaban pesados,
hinchados, agotados...
Caminó como por inercia hacia el baño, pero no quería verse
en el espejo... le daba terror reconocerse devastado y ver sus ojos
secos, sin el brillo de antaño. Miró su cuerpo desnudo y atacado
por la alergia... no era para nada una visión agradable. Sus brazos,
que antes habían arropado al amor de su vida ahora parecían tan
vacíos sin su presencia... tan inútiles, sin propósito.
Abrió el grifo de la regadera y esperó unos minutos en silencio
mientras salía el agua tibia. No había pensamientos en su mente,
sólo el vacío. Miraba sin punto fijo, ahí sólo y desnudo en el frío
piso del cuarto de baño... Se sentía tan sólo... Como si fuera una
minúscula partícula en el inmenso cosmos. No había un
sentimiento más atroz que el de la incertidumbre. Temo sabía que
hacía frío, su cuerpo lo sentía, tenía la piel de gallina pero él no
sentía nada. Teniendo el peor sentimiento del mundo dentro tuyo
y sabiendo que la persona que amas no te quiere a su lado te hace
inmune a los efectos físicos del clima.
Entró a la regadera, realmente no sentía la necesidad de
bañarse, ¿con qué propósito? Si al final de cuentas su cuerpo
estaba sucio, gastado, débil... ¿Para qué? Si no había nadie para que
oliera su piel. Los movimientos de Temo eran automáticos...
lavarse el cuerpo con jabón neutro, lavarse el cabello con el
shampoo, lavarse la cara con las manos... ¿Realmente estaba
despierto? O ¿Estaba aún en el nexo? Parecía como si su mente
hubiera renunciado a trabajar... fue demasiada la presión de
saberlo perdido que simplemente se desconectó. El único
propósito al parecer era sobrevivir con el mínimo esfuerzo.
Debajo del agua caliente, con la mirada hacia la nada de
repente llegó una ola de emociones que fue imposible de detener...
Temo se derrumbó en el piso de la regadera, y por un momento
parecía como si de sus ojos fluyera más agua que de la regadera. Si
el hubiera sido otra persona en ese momento pasando por afuera
del baño hubiera corrido en socorro del accidentado, porque el
llanto era como si alguien se hubiera lastimado. Era tristeza,
desesperación, impotencia, soledad, rabia, terror, miedo,
frustración...
Ahí... sólo con el agua cayendo en su vulnerado cuerpo... con
el alma quebrantada y la consciencia perdida, estuvo a punto de
pedirle a Dios que no dejara ir a aquél hombre... Pero no, Temo
sabía que Dios iba a hacer lo mejor para ambos. Sin embargo...
¿debía al menos intentarlo?
Salir de la regadera no mejoró la situación. Se cambió, arregló
sus cosas y salió rumbo al trabajo. En todo el camino sólo había un
pensamiento en su mente <<Ya no te quiere>>... En otra
situación le hubiera dado pena que la gente que pasaba lo viera
llorar, pero no en ésta; era demasiado el dolor como para
preocuparse de las opiniones externas, de fingir, de pretender...
Al llegar al trabajo se sintió afortunado de estar en un lugar un
poco aislado, sin demasiada gente; así que podía refugiarse en sí
mismo y no pensar en nada ni hablar con nadie. Sin embargo la
situación también afectaba en su trabajo... sus jefes lo notaron y lo
llevaron al baño para que se despejara, pero de poco sirvió.
Necesitaba ser escuchado, así que le mandó un mensaje a la
única persona que en ese momento él sabía que lo iba a entender...
a su amiga Lucy. Que para su fortuna trabajaba en el mismo lugar.
Se vieron afuera del edificio.
- ¿Que pasó, amor? - preguntó ella
Temo no dijo nada, se refugió en los brazos de ella y rompió
en llanto. Era la primera vez que lo veía llorar en más de 7 años de
amistad. Como pudo, Temo le contó a su amiga lo sucedido la
noche anterior... era tan duro hablar de eso... hubiera deseado
suprimir los recuerdos y seguir su vida como si nunca hubiera
pasado nada, como si nunca hubiera conocido a ese hombre,
como si jamás hubiera estado ahí esa noche de semana santa.
- Ya no me quiere, amor... - le dijo Temo a Liz al tiempo que
volvía a sus brazos y desahogaba todo el mar de tristeza que llevaba
dentro suyo
El día pasó como una sombra pasa por la luz... lento, oscuro y
frío. Cuando llegó a su casa tuvo que tomar fuerzas de su interior
para fingir estar bien ante su familia. Y mientras cenaban y
platicaban Temo suprimió cada minúsculo ápice de tristeza y
disfrutó de una cena que antes le hubiera sido agradable, pero ése
día era una prisión de la cual quería escapar para refugiarse en sus
propios pensamientos, un lugar en el que por miedo y costumbre
le era imposible ser él mismo. Además no podía mostrarse débil
ante sus padres, a ellos les debía todo, siempre lo habían apoyado.
Pero la cena terminó y se encerró en su cuarto... En su pequeño
espacio en el mundo donde él tenía el control... pero quería
perderlo y aventurarse en las profundidades de su soledad por
mucho tiempo. Ésa noche durmió temprano, tal vez por la
necesidad de no estar físicamente en un lugar donde sufría... Del
otro lado, por lo menos, no estaba “él”.
Conversaciones I
- ¿Qué te ha pasado?
- Falta de amor
- El amor es la unión de conciencias en beneficio de la
existencia, sigues teniendo eso
- Pero no el tipo de amor que se me arrebató
- Eso es cierto, no dio oportunidad para estabilizar tus
frecuencias. Además las acciones negativas que has recibido han
alterado notablemente a las mismas. Aquí hay muchas
conciencias así, debería venir...
-¡No!
- No somos quien para decidirlo, pero podemos modificar
el tiempo-espacio para liberarte un poco del lastre
- No creo que sea necesario
- No llegará aquí, será tangible
- Pero a ustedes no les corresponde cobrar el desfase
karmático
- No, pero esa es tu ventaja sobre los demás, puedes
acelerar el proceso
- No creo que esté bien
- Dejalo en nuestras manos
- Confío en ustedes, al final de cuentas compartimos en un
periodo del tiempo-espacio el vínculo físico y espiritual básico
- Exactamente, deja que nos encarguemos del desfase
- Lo quiero...
- Lo sabemos, somos tus abuelos...
Subidas y bajadas
Noviembre, 2008
Enero 2009
La siguiente sesión...
BUZON DE ENTRADA
De: Gerardo
Mensaje: Vas a pensar que soy un tonto, pero he estado
pensando mucho en tí
Hora: :01:14 a.m.
BUZON DE SALIDA
Para: Gerardo
Mensaje: No pienso que eres tonto, yo pienso en ti todo el dia
todos los dias, y no hay nada que quiera más en este mundo
que estar contigo
Hora: 01:20 a.m.
Lo que siguió después fue una serie de mensajes, iban y
venían, los dos aún enamorados y con ganas de perpetuar su amor
por el resto del tiempo. Era demasiado fantástico para ser verdad...
demasiado bueno... el último mensaje de esa noche fue el
siguiente...
BUZON DE ENTRADA
De: Gerardo
Mensaje: No quiero que vayas a Cancun conmigo, te amo
pero ya no se puede, no insistas por favor, o voy a apagar el
celular
Hora: 2:59 a.m.
BUZON DE ENTRADA
De: Gerardo
Mensaje: Ayudame! Necesito ir a Cancun, ida y vuelta, de
lunes a viernes, para un papeleo antes de irme definitivo. pero
los boletos estan carísimos, a tí no te los dan mas baratos? No
se a quien más recurrir
Hora: 4:20 p.m
¿Y la dignidad?
BUZON DE SALIDA
Para: Gerardo
Mensaje: No te preocupes, llego a mi casa y los compro por
internet, ahorita te aviso
Hora: 4:22 p.m.
¿Y el amor propio?
BUZON DE ENTRADA
De: Gerardo
Mensaje: Gracias! Te juro que te los pago, espero tu mensaje.
Te amo
Hora: 4:24 p.m.
BUZON DE SALIDA
Para: Gerardo
Mensaje: Ya esta, te envio la confirmacion a tu email
Hora: 5:14 p.m.
BUZON DE SALIDA
Para: Gerardo
Mensaje: ¡Hola! Oye, antes de que te vayas, te invito una chela
hoy en Rojas, que dices? De amigos
Hora: 8:45 p.m.
BUZON DE ENTRADA
De: Gerardo
Mensaje: Hola, no creo poder, estoy en Moroleon con mi jefe,
pero gracias
Hora: 9:10 p.m.
Aún así Temo estaba de humor como para divertirse con sus
amigos, así que le marcó a su mejor amigo Javier, quien
obviamente sabía toda la historia hasta esa noche.
- ¡Amigo! ¿Que hay que hacer? Vamos a Rojas, ¿no?
- ¡Ay, no! Temito, mejor vamos a Amnesia, hace mucho que
no vamos
- Mmm... ¿Amnesia?
- Andale si... vamos, al fin que Gerardo nunca va ahí... él es de
Rojas, así que será tu noche
- Mmm.. orale pues... ¿paso por ti?
- Va!
Y así Temo pasó por su amigo... llegaron al bar, estaba semi-
vacío... y pronto se les unieron un par de amigos más... Temo llamó
a Eddy y accedió a ir al bar... La noche pintaba para ser divertida.
Sin embargo... de repente Temo sintió una presión extraña en el
pecho, algo andaba mal. Se sentía incómodo, confuso, ido. Todo
estaba en orden, pero... había algo raro...
De repente lo vió... Gerardo iba entrando al bar con alguien
de la mano...
<<No pensé que se exhibiera tan rápido>> <<Qué tonto he
sido>> <<Claro... y yo aquí mendigando unos minutos
tuyos...>>
Pasaron tantos pensamientos, sintió tantas cosas que de
pronto se sintió saturado de emociones... Y en un microsegundo.
Sin embargo, se sentía fuerte esa noche. No se la iban a arruinar.
Así que Temo se acercó a Gerardo, lo tomó por el brazo y...
Febrero, 2009
FERNANDO dice:
y pues me da cosa que le esté poniendo el cuerno a su wey de cancun conmigo
Abril, 2009
Lunes
Martes
Miércoles
Jueves
Viernes
Sábado
Septiembre 2009, 9 am
Primero de Noviembre
Diciembre 2009