Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Para casi todo el siglo XX la profesión a utilizado la clasificación de cavidades de Black, y por
esto las lesiones se han tratado removiendo porciones enfermas del diente y extensiones de áreas
sanas.
Las razones de esto incluyen el poco entendimiento de los procesos cariosos, particularmente el
potencial de mineralización y las pobres propiedades físicas de los materiales de restauración
disponible.
Probablemente la conciencia más seria del procedimiento operatorio fue la extensión de la
cavidad, la cual tenía que ser realizada para acomodarse a los principios de “extensión para
prevención”.
Desde el desarrollo de los instrumentos de corte rotatorio de alta velocidad de los años 50, hubo
tendencia a extender las cavidades con el posterior debilitamiento de la corona dentaria, lo que
llevaba muchas veces a una pérdida de estructura dentaria a cada cambio de restauración.
Ahora es conocido que en presencia de ion flúor es posible remineralizar o sanar las lesiones
cariosas tempranas y con esto en muchos casos una acción invasiva no es necesaria y puede ser
reemplazada por un método biológico terapéutico.
Sin embargo muchas veces el método invasivo es inevitable y la adhesión del material restaurador
en dentina y esmalte es un importante componente para la prevención de caries secundarias y daño
en la pulpa.
La adhesión de la resina al esmalte llega a ser posible en los años cincuenta, la adhesión a la
dentina de cementos polialquenoicos en los años sesenta y la adhesión entre resina y dentina llega
ser ahora más real.
Cuando una restauración es requerida, el uso de materiales de restauración es preferido porque, el
potencial que tiene para prevenir la colonización bacteriana como también la posibilidad de
devolver algunas de las propiedades físicas de la corona perdida en la preparación de la cavidad.??
También es posible que la dentina desmineralizada del piso de la cavidad puede ser
remineralizada, esto es posible en ausencia de actividad bacteriana y esto es facilitado por una
restauración de material adhesivo.
La profesión tiene ahora que encargarse de adoptar una nueva actitud para reparar y restaurar
estructuras dentarias desmineralizadas.
El conocimiento científico está disponible actualmente para permitir que mayores cambios sean
introducidos dentro de la ciencia y arte de la odontología restauradora. Tiene que ser entendido que
ni los fluoruros y ni la prevención de microflora bacteriana entre el diente y la restauración pueden
por si sola ser suficientes para la prevenir caries futuras en cualquier paciente tratado.
Ningún material restaurador puede decirse que es completamente efectivo en prevenir caries de
esmalte, aunque el desarrollo de materiales con un potencial terapéutico para estimular y ayudar en
la remineralización es posible, por esto todos los procedimientos restauradores solamente permiten
un buen entendimiento de las técnicas preventivas incluyendo la educación cuidadosa del paciente.
Además que ningún material restaurador es considerado como permanente y uno de los mayores
objetivos de la restauración contemporánea es el diagnóstico y el manejo de restauraciones
defectuosas, lo cual ha sido lo más común para aumentar la expectativa de vida del paciente y la
longevidad del diente.
Tradicionalmente, restauraciones defectuosas han sido totalmente reemplazadas, pero evidencias
nuevas dicen que pueden ser reparadas en muchos de los casos con la consiguiente preservación de
estructura dental.
La aplicación de ambos conceptos (diagnóstico y restauración del defecto) han sido determinadas
como odontología de mínima intervención mínimamente invasiva.
Odontología preservativa
No ha aparecido una definición formal de este estilo de odontología, sin embargo presenta por lo
menos 4 principios:
Remineralización de lesiones incipientes.
Reducción de la cariogenicidad bacteriana, con la intensión de eliminar el riesgo de la posterior
desmineralización y cavitación.
Mínima intervención quirúrgica de las lesiones cavitadas.
Reparación en vez de reemplazo de las restauraciones defectuosas.
Control de la enfermedad
El concepto de mínima intervención dental, algunas veces llamado preservación dental, substituye
la tradicional cirugía para la eliminación de caries que han sido identificadas como radiolucientes
en la mitad interior del esmalte, en la unión dentina-esmalte (DEJ), y levemente en la dentina, pero
con poca o sin evidencia de cavidad. La demora en el tratamiento de la lesión limitada a la mitad
interior del esmalte, e incluso levemente en la dentina, es justificada en la base que la progresión de
la caries a través del esmalte, incluso con caries activas, es lenta. La tasa de progresión de la caries
en los países desarrollados ha ido decreciendo en las últimas décadas, y parece ser aún más lenta en
pacientes que han recibido fluoración, o que consumen agua fluorada. En algunas poblaciones toma
de 6 a 8 años que la lesión progrese a través del esmalte, y el progreso a través de la dentina
también es lento. Yendo más lejos aún, el porcentaje de las lesiones proximales visibles
radiológicamente, han decaído un 41%.
La aproximación inicial debe enfocarse en el manejo de la caries como una enfermedad infecciosa.
En el tratamiento tradicional, en los pacientes con caries se asume que son de alto riesgo de
progresión de la lesión y de nueva formación de lesión, y las restauraciones son planeadas
generalmente en la primera sesión. El principio mas importante de la preservación dental es alargar
la intervención por el máximo tiempo posible, para así determinar donde la lesión ha resultado
cavitar el esmalte, y después determinar donde ha progresado a través de la tercera parte o más de la
parte más delgada de la dentina. En un sentido más amplio, se debe enfocar en la conservación
máxima de la desmineralización del esmalte y de la dentina no cavitada. La restauración o el
reemplazo está prohibida hasta que la enfermedad esté controlada; la intervención se hace esencial
debido a la cavitación, a la incomodidad del paciente, forma o función inaceptable, o pobre estética.
Primero se aplica el control de la infección, luego se mide el riesgo de la caries, y la evidencia de
remineralización de la lesión se puede monitorear por periodos extensos de tiempo.
La preservación dental está basada en un modelo refinado de cuidado consistente en:
Diagnóstico preciso de la caries.
Clasificación de la severidad de la caries mediante radiografías.
Medir el riesgo individual de caries (alto, moderado, bajo).
Detener las lesiones activas.
Remineralizar y monitorear las lesiones activas detenidas.
Restaurar el diente cavitado usando diseños de cavidades mínimos.
Evaluar el manejo de la enfermedad (esto es, cambios en la decadencia, pérdida, indicios de
reparación) durante intervalos de tiempo determinados.
La infección bacteriana que lleva a la producción de ácidos desmineralizantes, debe ser controlada
para asegurar la detención de la desmineralización y la iniciación de la remineralización. Para
determinar si el control de la infección es efectiva, se deben medir los progresos, como el cambio en
el tamaño de las lesiones. Las lesiones blancas deben ser descritas en el inicio y en cada
reexaminación, usando la sonda periodontal para medir las dimensiones y locaciones del centro
geométrico de la lesión relativo a la estructura de puntos referenciales como cusp tips, fisuras, pits,
y los márgenes de restauración. Un cambio en el tamaño de la lesión puede ser monitoreado
precisamente entre las sucesivas reexaminaciones.
En orden de medir los cambios radiográficos en la radio lucidez proximal, se usa la siguiente
clasificación:
E1 = mitad exterior del esmalte
E2 = mitad interior del esmalte
D1 = tercera parte exterior de la dentina
D2 = mitad tercera de la dentina
D3 = tercera parte interior de la dentina
Un diente o superficie sin caries es designada como “E0”. La dentina se divide en tres zonas
de acuerdo al criterio de conservación que se va a usar. La práctica dental tradicional adopta
generalmente el criterio de que la restauración debe ser hecha cuando la raciolucidez llega a la
unión dentina-esmalte, a pesar que sólo el 10% de los dientes permanente y de 5% de los dientes
primarios muestren cavitación. Usando el modelo de preservación dental, las restauraciones no son
indicadas sino hasta que la lesión se haya extendido en el esmalte entre 10% y 41% del diente
permanente, y entre 3% y 28% del diente primario.
El modelo de preservación dental se debe enfocar en el control de la infección más que en
la intevención quirúrgica, lo cual puede resultar en la reducción de un 50% de restauraciones. El
manejo quirúrgico de los dientes no cavitados, desmineralizados, deben ser tratados al final,
especialmente en los pacientes que evolucionaron de una condición de riego alta o moderada a una
condición de riego baja.
Técnica sandwich
Como se nota anteriormente, la adhesión de vidrio-ionomeros a estructuras del diente es
muy efectiva, pero las propiedades físicas de este material queda corta para la restauración
universal. Al mismo tiempo, mientras las propiedades físicas de compuestos de resina son mayores,
la adhesión a la dentina aun no está asegurada. La combinación de ambos materiales, cuando el
compuesto de resina es laminados sobre el vidrio-ionomero, puede ofrecer una alternativa útil en
situaciones done la carga oclusiva es pesada y hay una falta de esmalte para proveer adhesion al
compuestos de resina.
Diseño de cavidad
El desarrollo discutido claramente justifica una nueva aproximación a la clasificación de las
lesiones cariosas. La profesión debe ser fomentada a adoptar el aproach de preservativos biológicos
y a abandonar el aproach quirúrgico tradicional. Ningún material restaurativo puede
adecuadamente reemplazare a esmalte y dentina, y su preservación debe ser de suma importancia en
cualquier plan de tratamiento. Prevención y preservación de tejido duro son las metas primarias.
Dentro de este contexto, la eliminación de defectos que son probables de acumular placa debe ser
considerada. Sellamiento de fisuras con un material adhesivo ha demostrado ser altamente
eficiente. El momento lógico para sellar es poco después de la erupción de cualquier diente que
demuestra un sistema de fisuras profundo, pobremente formado o convulsionado; particularmente
para pacientes en un grupo de alto riesgo para caries. Idealmente la fisura debería ser sellada
previa al comienzo de desmineralización del esmalte, aunque ha sido sugerido que el sellado de una
carie aparentemente activa puede ser suficiente para arrestar el progreso. Por el contrario, una
lesión proximal puede no tener acceso adecuado, y el sellado generalmente no es una opción.
Como se nota mas arriba, la cavitacion de la superficie del esmalte es probable que ocurra
tardíamente en el proceso de desmineralización, pero una vez que la superficie se quiebre, no va a
ser posible prevenir posteriores acumulaciones de placa y se va a requerir de intervención
quirúrgica.
Sin embargo, independientemente de la extensión de la cavidad, diseños formalmente
prescritos ya no se deben considerar mandatorios. Solamente es necesario obtener acceso a la
lesión cariosa, y remover aquellas áreas de esmalte y dentina que están infectada, degradadas y
quebradas al punto donde están fuera del alcance de la remineralizacion. Esmalte desmineralizado
que rodea la cavidad, y dentina deminaralizada en la base de la cavidad, debería considerarse pre-
caiosa, porque puede ser remineralizada y porlotanto retenida. Además, como se va a poner un
material restaurativo, no va a haber necesidad de remover esmalte indeterminado, porque puede ser
soportado con la restauración. Ambos la carga oclusal y el factor años deben tomarse en cuenta
para una situación en particular, pero debe conservarse tanta estructura dental original como sea
posible.
Una actitud más preservadora frente a la restauración de una lesión cariosa es por lo tanto
posible, y la introducción de una nueva clasificaion debería ser considerada un paso importante en
abandonar el sistema obsoleto de Black. Es posible diseñar una clasificación para lesiones cariosas
que sea bastante diferente del de Black, y que ayude a guiar la profesión lejos del aproach
quirúrgico hacia uno mas biológico (tabla 1).
Preparación para la restauración de una lesión oclusal mínima (análogo a la restauración
preventiva de resina) debería ser tan conservadora como sea posible. Esta lesión generalmente
comienza dentro de una sección de las fisuras en la superficie oclusal de un molar. Acceso se
obtiene usando una fresa de diamante tronco-conica fina a velocidad intermedia-alta bajo spray
aire/agua o tecnica ART, y la cavidad solo se abre lo suficiente para determinar la extensión de la
lesión cariosa. Una fresa pequeña redonda o un excavador se usa para limpiar las paredes, pero
generalmente no es necesario obtener un piso de dentina completamente limpio, porque la
remineralizacion es posible si hay un margen de restauración completamente sellados del ambiente
oral. Las fisuras remanentes son exploradas con una fresa muy fina pero solo si se esperan mas
sitios de dentina desmineralizada. La restauración adhesiva subsecuente va entonces a actuar como
ambos; una restauración y un sello de fisura.
Lesiones proximales posteriores pueden crear problemas de acceso y posiblemente excavar
bajo cresta marginal. La carga oclusiva potencial debe ser considerada, y cuando sea posible el
margen puesto en un área que no esta sujeta a oclusión directa. Entonces existen dos opciones
principales para acceso, en dientes anteriores y posteriores, con una tercera opción posible si el
diente adyacente esta siendo restaurado al mismo tiempo. En un diente posterior, si la lesión esta a
mas de 2,5 mm e la encía a la cresta de la marginal, es posible preparar un túnel de preparación,
aproximándose a la lesión oblicuamente atravez de la fosa marginal, y conservando la marginal
(cresta). Si el esmalte proximal esta cavitado, la periferia gentilmente se limpia para remover
esmalte friable. No se harán intentos por remover esmalte demineralizao que rodee la lesión, ya que
es posible que este se remineralize. La cavidad puede entonces ser restaurado usando vidrio-
ionomero, y si es necesario, laminarl occlusivamente con un compuesto de resina. Si el esmalte
proximal en relación a la lesión esta desmineralizado pero no cavitado, no es necesario romper
atravez del esmalte porque es probable que, con un buen seguimiento preventivo, pueda ser
remineralizado. Este procedimiento ha sido nombrado "preparación interna", aunque otros nombres
como "túnel parcial", "túnel ciego" y "túnel clase I" también han sido usados.
Si la lesión proximal esta cerca de la cresta marginal, puede ser de preferencia usar una
preparación de "slot" o "minibox", entrando a la lesión cariosa atravez de la pendiente externa de la
cresta marginal usando una fresa de diamante tronco-conica muy fina, a velocidad intermedia-alta.
Se mantiene tanta cresta marginal como es posible, y la fisura oclusiva no se incorpora. El margen
se extiende a esmalte sano, y en la mayoría de los casos va a haber un contacto normal con el diente
adyacente. Las paredes se limpian para permitir adhesión a dentina y esmalte sanos, pero no hay
necesidad de eliminar toda la dentina desmineralizada de la pared axial. Vidio-ionomero solo es
generalmente suficiente para restauración, aunque compusto de resina puede ser necesario si el
stress oclusivo es alto. Los mismos principios se aplican a preparación de cavidades en dientes
anteriores, aunque la cavidad "slot" es la aproximación generalmente preferida. Ocasionalmente, en
la presencia de una cresta marginal fuerte dominante, puede ser posible emplear un diseño de túnel.
Pagina 5 ultimo parrafo..
… La tercera posibilidad es acceder directamente a la caries proximal, siempre y cuando en el
diente vecino exita una preparación clase II convencional.
El principio básico para todo tipo de preparación biológica es la máxima conservación de tejido.
Es importante tener en cuenta la resistencia y el espesor de la cara oclusal, ya que en ciertas
circunstancias es inevitable modificar el diseño de la cavidad para otorgar mayor resistencia.
El concepto de extensiones preventivas con el fin de dar mayor resistencia se encuentra obsoleto
ya que hoy contamos con los materiales adhesivos.
Ventajas de TRA:
Remueve solo tejido desmineralizado, elimina el uso de instrumentos rotatorios y conserva mayor
cantidad de tejido sano.
No se experimenta dolor o muy poco, por lo que se minimiza el uso de anestesia local.
Los instrumentos manuales son baratos y faciles de usar, por lo tanto facilita la esterilización de
ellos.
Estos resultados son solo una base y no los definitivos ya que aun se estan estudiando por mas
tiempo.
En algunos casos se uso Vidrio Ionomero, que no es lo mas indicado para las TRA.
La falta de experiencia de esta técnica por parte de los operadores va en desmedro de los resultados,
lo que indica que es necesario un adiestramiento previo a la utilización de las TRA.
Loa resultados solo son de rest. en superficies de pd. permanentes.
Es necesario que se siga investigando en el tema.
Estas preparaciones fueron también desarrolladas para tratar caries en caras proximales,
preservando la mayor cantidad de diente posible.
El rodete marginal es removido a diferencia de la preparación en túnel, posee ángulos y forma
redondeados. La cavidad se rellena con composite o VI.
Hay pocos estudios que evalúen la sobrevida de estas restauraciones, sin embargo, algunos estudios
señalan que en un plazo de 7 años se mantienen un 70% de las restauraciones. Las fallas se
produjeron por caries y fallas técnicas. No se observaron fallas antes de 5 años.
Hay pocos estudios de larga duración para evaluar la eficacia de técnicas de mínima intervención.
Las restauraciones de resina preventiva (RPR) y las restauraciones mínimas conservaron la
estructura dental y duraron en el tiempo.
Sin embargo, esto no puede decirse de las restauraciones en túnel.
A pesar de que el ART es nuevo, han habido estudios que hablan de su eficacia y con el uso de
instrumentos manuales se logra mantener tej. Dentario al máximo. Se necesitan más estudios de el
ART, y de las áreas en las que se indique su uso.
Reparo de restauraciones defectuosas (RRD):
Amalgamas:
Hibler encontró que la fuerza de unión de las amalgamas convencionales y de alto contenido de Cu,
que reemplazaron restauraciones defectuosas, era el 50% de las no reparadas.
Saito encontró que la unión de la amalgama convencional era casi igual a la no reparada cuando su
superficie era mojada con Hg, pero no se realiza por la emisión de vapores tóxicos.
La resistencia a la fractura de una amalgama reparada es el 22% de una no reparada.
Resina compuesta:
Swift reportó que pasar un abrasivo en la resina antes de repararla producía una mayor resistencia
en la resina que en aquellas que se gravan con ácido fluorhídrico y fosfatos acidulados.
La resistencia de las resinas reparadas es de entre un 25-50% de las no reparadas.
Reparación v/s reemplazo:
Existe una directa relación entre el tamaño de la brecha y la formación de la caries 2ª, que en
general se producen en brechas muy grandes.
Una fractura marginal es el precursor de la la caries 2ª, o está asociada con la caries bajo el margen
defectuoso.
La recomendación actual es que la amalgama debe ser reemplazada sólo cuando el defecto es muy
grande.
Debido a la gran variedad de resistencias que tienen las amalgamas y resinas para reparar, las
reparaciones deberían ser hechos previos diseños cavitarios que aseguren una resistencia y retención
independencia para la reparación.
La reparación de restauraciones hechas por otro dentista debe ser hecha considerando que la caries
fue removida anteriormente y no se ha desarrollado caries 2ª.
Para un paciente con bajo riesgo de caries estaría bien pensar que no tiene caries bajo la
restauración defectuosa, no así en pacientes de alto riesgo.
No hay mucha evidencia objetiva de que es mejor si reparar o reemplazar. La reparación como
opción de tratamiento debe ser basado en el riesgo cariogénico del paciente, juicio del profesional,
beneficios v/s riesgos y principios conservadores de preparación de cavidades.
Para un pequeño defecto marginal localizado, recontornear y pulir debería ser la 1ª opción.
La aplicación de un sellante en un margen defectuoso sin caries, debería durar durante la vida de la
restauración y reducir el nº de reemplazos. Para restauraciones de resina en las que el margen
gingival esta localizado a lo largo de la superficie radicular es más difícil conseguir adhesión, por lo
tanto, reparaciones en esa zona son más riesgosas en relación al riesgo de caries del paciente.
Reparaciones con VI pueden ser preferibles en esta zona por sus ventajas adhesivas y liberación de
flúor.
El éxito de la reparación en el tiempo depende de la disminución del riesgo cariogénico del
paciente.
Para decidir si dejo una restauración defectuosa o la reemplazo, una política de no tratamiento v/s
reemplazo en pacientes de bajo riesgo es mejor. En pacientes de bajo riesgo la progresión de la
caries debería ser mínima o no existir cambio irreversible de 6 meses a 2 años, si se decide
reemplazar una restauración sin considerar riesgo de caries, el tamaño promedio de la preparación
va a aumentar, la vida de la restauración va a disminuir, el riesgo a un tratamiento endodóntico
aumenta y existe un 72% de probabilidad de dejar caries en la preparación.
La aplicación de procesos de mínima intervención van a demorar el proceso de reemplazo, sin
embargo, faltan estudios que aporten datos más confiables.
Si hay evidencia de caries en un lugar al hacer una reparación, reemplazar definitivamente o solo
reparar, depende del riesgo individual de cada paciente y su análisis.
Mientras más bajo el riesgo de mi paciente, más justificados están los tratamientos de reparación en
vez de reemplazo.
En dientes con caries marginal sellada, solo un 2% tubo progresión de la caries v/s un 12% en las no
selladas. Cuando no se removió dentina cariada y se restauró con resina solo el 1% mantuvo caries
2ª en los márgenes.
Conclusión:
En el siglo XXI se le ha dado gran énfasis al hecho de bajar el riesgo cariogénico de los pacientes o
mantenerlo bajo, remineralización de caries no cavitadas, evitar las preparaciones o tratamientos no
conservadores y a la reparación antes que el reemplazo de restauraciones defectuosas.
Hay una clara necesidad de mejorar la sensibilidad de los métodos diagnósticos, desarrollar
Indicadores sitio específicos de futuro riesgo de caries, y establecer claras guías del manejo de
caries como una enfermedad infecciosa.
También hay una mayor necesidad de analizar el costo-beneficio de las técnicas de mínima
invasión, que los efectos puedan convincentemente demostrar el beneficio frente al tratamiento
convencional.