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El documento discute la naturaleza sagrada de cada momento y la importancia de la conexión humana. Argumenta que la filosofía trasciende lo racional y busca la verdad a través de la empatía y la comunión espiritual que solo pueden lograrse mediante la mirada fija a los ojos de otra persona. Concluye que la filosofía consiste precisamente en ese momento sagrado de conexión a través de la mirada.
El documento discute la naturaleza sagrada de cada momento y la importancia de la conexión humana. Argumenta que la filosofía trasciende lo racional y busca la verdad a través de la empatía y la comunión espiritual que solo pueden lograrse mediante la mirada fija a los ojos de otra persona. Concluye que la filosofía consiste precisamente en ese momento sagrado de conexión a través de la mirada.
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El documento discute la naturaleza sagrada de cada momento y la importancia de la conexión humana. Argumenta que la filosofía trasciende lo racional y busca la verdad a través de la empatía y la comunión espiritual que solo pueden lograrse mediante la mirada fija a los ojos de otra persona. Concluye que la filosofía consiste precisamente en ese momento sagrado de conexión a través de la mirada.
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“Este momento es sagrado; pero como caminamos como si no fuera
sagrado, caminamos como si hubieran algunos momentos sagrados y después hay todos los otros momentos sagrados que no son sagrados ¿correcto? […] Es sagrado por el momento pero ¿Quién puede vivir así? ¿Quién puede ser sagrado? Porque si yo fuera a verte y solo dejarte ser sagrado, no se, yo dejaría de hablar […] y luego te miraría a los ojos y me sentiría como si todo esto, y esto no es muy atento, te haría sentir incomodo…” ¿Qué es lo que observamos cuando miramos fijamente a los de la gente? Pues lo primero que vemos es, a nosotros, mirándonos a nosotros mismos en el reflejo de su retina. Nos vemos a nosotros mismos en el otro, es como si el yo estuviera en la alteridad. Es comprender que nuestro ser depende del otro, que nosotros estamos aquí para compartir nuestra existencia con los demás, que somos seres sociales, que ningún hombre es una isla, que somos seres frágiles y nos rompemos con facilidad y que por eso necesitamos rodearnos de todo tipo de gente, pero sobretodo de gente buena. ¿Y que es la bondad? Mala pregunta, si se trata de responder, porque supera los límites del lenguaje; tan solo describe como es el mundo, o al menos como lo interpretamos en nuestra memoria colectiva, es decir, en los valores de la tradición. Pero hay realidades que son intangibles, que están fuera del mundo y por eso son indecibles. Pero aunque no se puedan decir, si que se pueden mostrar. No tiene sentido hablar de la verdad en un sentido absoluto, por eso la mayoría de los problemas filosóficos son vacuos, carecen de significado. Por eso nunca se ha llegado a ningún acuerdo, por eso no hay progreso filosófico, se siguen discutiendo los mismos problemas desde la antigua Grecia. Cuando buscamos alguna definición en el diccionario, muchas veces no entendemos las palabras que contienen su definición y así buscaríamos, a su vez la definición de esas palabras que a su vez utilizan otras palabras, etc. Hasta que llegamos a una especie de términos que son básicos como el color ¿Cómo explicar a alguien como es el amarillo si no es señalándolo? Pues lo mismo pasa con todos esos términos que en su ultimidad hay que mostrarlos. Pero hay muchas formas de mostrar, puedes mostrar señalando, o simplemente mirando fijamente a alguien a los ojos. Mediante el poder de la mirada se puede penetrar en el ser de las cosas. En ese momento sagrado, se crea un vínculo mágico entre ambas personas, se llega a un grado alto de empatía, es un sentir con el otro, sentir la responsabilidad que tienes con la persona que tienes enfrente, compartir el peso de la carga de la vida, estar en los momentos de gravedad pero también en los de levedad. Y es que, en verdad, sentirse humano es algo muy especial. Y es verdad aquello de que de lo que no podemos hablar mejor es callar, y que vale mas una mirada que mil palabras. Por eso la palabra escrita, esta muerta porque para poder entendernos necesitamos de esa empatía que tan solo se establece a través de la mirada. Por eso, se me podría objetar que yo ahora mismo estoy escribiendo y que lo que digo no tiene sentido y tendría toda la razón del mundo, pero esto tan solo lo utilizo para dilucidar qué es la filosofía, diciendo lo que no es. Volviendo a citar la película: “Las palabras son inertes, son solo símbolos. Están muertas ¿sabes? Y muchas de nuestras experiencias son intangibles. Gran parte de lo que decimos no puede ser expresado. Es indescriptible. Y aun así, nos comunicamos entre nosotros…y nosotros sentimos que hay una conexión y pensamos que somos entendidos, creo que tenemos una sensación de una comunión casi espiritual.” Esta cita, condensa el tema en cuestión. El objeto de la filosofía son cosas abstractas e intangibles ya que de las cosas concretas y tangibles ya se ocupa la ciencia natural. Y esas cosas abstractas e intangibles no son decibles, sino que provienen de una sensación de comunión espiritual. Por eso la filosofía no puede ser teórica, ni aun menos racional. La filosofía es transracional, trasciende los límites de la razón y busca la verdad en el sentimiento. Y el sentimiento, la pasión, es inexpresable y tan solo se puede trasmitir a través de esa especial sutilidad que tiene la mirada. Será verdad aquello que dicen que los ojos son el espejo del alma… Un ejemplo de esto, seria El sentido de la vida de los Monty Phythons; Por un lado, la pregunta por el sentido de la vida tiene un carácter fundamental en la filosofía, por otro lado en la película no dicen nada sobre el sentido de la vida y esto es porque el sentido de la vida no puede ser dicho porque trasciende los limites del lenguaje, o de lo que es lo mismo, de la razón. Así que solo puede ser mostrado y ellos lo hacen ilustrando las etapas de la vida. Si resumimos, concluimos que la filosofía es una actividad mental que consiste en ese mirarse fijamente a los ojos, filosofía es el momento sagrado.