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INSTITUTO DE ESTUDIOS FISCALES

,
REFORMA DE LA FINANCIACION
TERRITORIAL: INFORMES DE LAS
COMISIONES DE EXPERTOS DE 2017
INSTITUTO DE ESTUDIOS FISCALES

REFORMA DE LA FINANCIACIÓN TERRITORIAL:

INFORMES DE LAS COMISIONES DE EXPERTOS DE 2017

MINISTERIO DE HACIENDA

SECRETARÍA DE ESTADO DE HACIENDA

Madrid, 2018

© Instituto de Estudios Fiscales
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ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya
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N. I. P. O.: 188-18-001-0
Publicación incluida en el programa editorial del suprimido Ministerio de Hacienda y
Función Pública y editada por el Ministerio de Hacienda (de acuerdo con la reestruc-
turación ministerial establecida por Real Decreto 355/2018, de 6 de junio).
Edita: Instituto de Estudios Fiscales
Avda. Cardenal Herrera Oria, 378
C. P. 28035 Madrid (España)

Tel.: 91 339 88 60 - Fax: 91 339 87 20

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ÍNDICE  GENERAL
.Páginas.

Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

INFORME DE LA COMISIÓN DE EXPERTOS PARA LA REVISIÓN



DEL MODELO DE FINANCIACIÓN AUTONÓMICA . . . . . . . . . . . . 9

ANÁLISIS DE PROPUESTAS DE REFORMA DEL SISTEMA DE FINAN



CIACIÓN LOCAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197

PRESENTACIÓN

L A VI Conferencia de Presidentes inició en enero de 2017 un nuevo ciclo de refor-


ma de la financiación territorial. Entre otros acuerdos, se adoptó el referido
a “Sostenibilidad del Estado de Bienestar y la reforma de la financiación auto-
nómica” cuyo título, vinculando los servicios propios del Estado de Bienestar
con la financiación de las Comunidades Autónomas de régimen común muestra
la importancia de la cuestión.
El primer punto del citado acuerdo creaba una Comisión de Expertos inte-
grada por los que se propusieran por el Estado y uno por cada Comunidad
Autónoma y cada Ciudad con Estatuto de Autonomía. Se encomendaba a dicha
comisión “los análisis necesarios para la formulación posterior de un nuevo
modelo de financiación autonómica que se fundamente en los principios de
solidaridad, suficiencia, equidad, transparencia, corresponsabilidad fiscal y
garantía de acceso de los ciudadanos a los servicios públicos”. Además, el mismo
punto señalaba que “igualmente se abordará, de forma paralela, la reforma del
sistema de financiación de las Entidades Locales, en colaboración con la Fede-
ración Española de Municipios y Provincias”.
En consecuencia, se crearon sendas comisiones de expertos mediante acuer-
do del Consejo de Ministros de 10 de febrero de 2017. Una de ellas dedicada a
la reforma del sistema de financiación autonómica, compuesta por veintiuna
personas, cinco a propuesta del gobierno central y dieciséis que habían sido pro-
puestas por las catorce Comunidades Autónomas que participaron, más las Ciu-
dades Autónomas de Ceuta y Melilla. La otra comisión, dedicada a la reforma
de la Ley de haciendas locales, tenía diez miembros, cinco en representación de
la Federación Española de Municipios y Provincias y los restantes nombrados
por el gobierno. Además de los expertos, actuaron como secretarios, respectiva-
mente, LÍA TORRENTE COBO, Subdirectora General de Estudios Financieros
Autonómicos y GABRIEL HURTADO LÓPEZ, Subdirector General de Estudios y
Financiación de Entidades Locales.
Ambos informes conforman la presente publicación del Instituto de Estu-
dios Fiscales. Aunque están disponibles en internet desde que se entregaron, en
el mes de julio de 2017, se ha considerado oportuno disponer de un libro en
papel para continuar con la tradición (así se hizo con los que se realizaron en
7
Reforma de la financiación territorial: Informes de las Comisiones de Expertos de 2017

1995 y en 2001). La publicación pretende también poner en valor el trabajo de


los académicos que elaboraron los informes, cuyos nombres se citan en la intro-
ducción de cada uno de ellos y a los que hay que añadir los de FRANCISCO
PEDRAJA (Universidad de Extremadura) y CARLOS MONASTERIO (Universidad
de Oviedo), que tuvieron que dejar por diferentes motivos los trabajos de la
comisión de financiación autonómica.
En el momento de publicar este libro las instancias políticas competentes
trabajan en la reforma de la financiación territorial. Espero que el resultado
final, que corresponde al Parlamento de la Nación, refleje gran parte de las reco-
mendaciones que se formulan en estas páginas, contribuyendo a una financia-
ción territorial justa y eficiente.
ALAIN CUENCA GARCÍA
Director General del Instituto de Estudios Fiscales

8
INFORME DE LA COMISIÓN DE

EXPERTOS PARA LA REVISIÓN DEL MODELO DE

FINANCIACIÓN AUTONÓMICA

COMISIÓN DE EXPERTOS PARA LA REVISIÓN DEL SISTEMA DE FINANCIACIÓN AUTONÓMICA

JULIO 2017

Este Informe da cumplimiento al Acuerdo de Consejo de Ministros de 10 de febrero de 2017,
por el que se constituyó la Comisión de Expertos para al revisión del Modelo de Financiación
Autonómica.
ÍNDICE
.Páginas.

Mandato de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación

Autonómica y metodología de trabajo  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     15

Capítulo 1.  DIAGNÓSTICO DEL VIGENTE SISTEMA DE FINANCIA­

CIÓN  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     19

1.  Introducción  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     19

2.  Estructura y resultados del modelo actual  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     20

    2.1. Capacidad tributaria  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     20

    2.2. La población ajustada  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     22

    2.3. La Transferencia del Fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamen­

           tales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     22

    2.4. Otros fondos de carácter vertical . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     23

    2.5. Los resultados del sistema  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     23

    2.6. Evolución de la financiación agregada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     28

3.  Los problemas del modelo actual  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     30

 3.1.  Cuestiones de equidad: ¿está bien repartida la financiación autonómica? . .     30

    3.2. Cuestiones de eficiencia e incentivos  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     33

    3.3. La regulación de los tributos cedidos  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     36

4.  Suficiencia y equilibrio vertical . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     37

    4.1.  Suficiencia y equilibrio vertical en el modelo 2009  . . . . . . . . . . . . . . . .     38

    4.2.  Evolución de los ingresos de las Administraciones Públicas  . . . . . . . . .     39

    4.3. Evolución de los gastos de las Administraciones Públicas  . . . . . . . . . . .     41

    4.4. Desequilibrios presupuestarios de las Administraciones Públicas . . . . . .     42

    4.5.  Análisis específico de la evolución del gasto asociado a servicios públicos

           fundamentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     44

Capítulo 2.  FINANCIACIÓN AUTONÓMICA, ESTADO DE BIENESTAR

Y NIVELACIÓN VERTICAL  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     53

1.  Introducción  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     53

2.  Financiación autonómica y nivelación vertical  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     56

3.  Recursos para sostener el Estado de Bienestar  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     58

    3.1. Priorizar por igual los servicios públicos fundamentales de las distintas

           Administraciones Públicas  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     59

    3.2. Escenarios de gasto a financiar  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     61

11
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

.Páginas.

4.  Alternativas de financiación  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     62

5.  Ampliación del espacio fiscal de las Comunidades Autónomas  . . . . . . . . . .     64

6.  Conclusiones  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     65

Anexo  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     67

Capítulo 3.  TRIBUTOS CEDIDOS Y PROPIOS DE LAS COMUNIDADES

AUTÓNOMAS  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     71

1.  Introducción y algunas cuestiones generales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     71

2.  El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     74

3.  El IVA y los Impuestos Especiales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     77

4.  El Impuesto sobre el Patrimonio  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     80

5.  El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     82

6.  El Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documen­

tados  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     83

7.  Tributos propios y fiscalidad ambiental  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     84

8.  Tasas y copagos  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     85

9.  Administración tributaria  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     86

    9.1. Situación actual  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     86

 9.2.  Propuesta de Administración tributaria integrada  . . . . . . . . . . . . . . . . .     88

Capítulo 4.  NECESIDADES RELATIVAS DE GASTO, NIVELACIÓN Y ES­

TRUCTURA DEL SISTEMA DE FINANCIACIÓN AUTONÓMICA  . .     91

1.  Introducción y cuestiones generales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     91

2.  Estructura general del indicador de población ajustada  . . . . . . . . . . . . . . . .     94

3.  Recomendaciones sobre los indicadores de necesidad . . . . . . . . . . . . . . . . . .     96

    3.1. Sanidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     96

    3.2. Educación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     96

    3.3. Servicios sociales y otros programas de protección social . . . . . . . . . . . .     98

    3.4. Otros servicios  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     98

    3.5. Correcciones por factores geográficos y costes fijos  . . . . . . . . . . . . . . . .     98

4.  Factores adicionales a considerar  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .     99

5.  Nivelación y estructura del sistema de financiación  . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   100

    5.1. Puesta en marcha del sistema  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   103

6.  Competencias no homogéneas  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   104

7.  El índice de evolución de la aportación estatal al sistema de financiación au­

    tonómica  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   105

8.  Entregas a cuenta  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   106

Capítulo 5.  ESPECIALIDADES TERRITORIALES, ASPECTOS INSTITU­

CIONALES Y RECURSOS FUERA DEL SISTEMA  . . . . . . . . . . . . . . . . .   109

12
Índice

.Páginas.

1.  Regímenes especiales de financiación: regímenes forales y especialidades en el

    sistema común  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   109

    1.1. Introducción y cuestiones generales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   109

    1.2. Sobre los regímenes forales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   109

    1.3.  Especialidades en el sistema de financiación común  . . . . . . . . . . . . . . .   110

           1.3.1.  Sobre el régimen especial de Canarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   110

           1.3.2.  Sobre el régimen especial de Ceuta y Melilla  . . . . . . . . . . . . . . .   111

2.  Aspectos institucionales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   113

    2.1. Reformas institucionales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   113

    2.2. Lealtad institucional  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   115

    2.3. Coordinación en el ámbito de la sanidad  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   117

3.  Fondo de Compensación Interterritorial  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   117

4.  Estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera  . . . . . . . . . . . . . . . . . .   120

    4.1. Situación actual  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   120

   4.2. Propuestas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   122

VOTOS PARTICULARES  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   129

Voto  particular  presentado  por  D.  Juan  Manuel  Rodríguez  Poo,  experto  pro­

puesto  por  la Comunidad Autónoma de Cantabria, D. Alain Cuenca García,

experto  propuesto  por  la  Comunidad  Autónoma  de  Aragón,  D.a Natividad

Fernández Gómez, experta propuesta por la Administración General del Esta­

do, D.a Elena Manzano Silva, experta propuesta por la Comunidad Autónoma

de  Extremadura,  D.  Jaime  Rabanal  García,  experto  propuesto  por  la  Comu­

nidad  Autónoma  de  Castilla  y  León  y  D.  Juan  José  Rubio  Guerrero,  experto

propuesto puesto por la Comunidad Autónoma de La Rioja  . . . . . . . . . . . . .   131

Voto  particular  presentado  por  D.  Francisco  Adame  Martínez,  experto  pro­
puesto por la Comunidad Autónoma de Andalucía, D. Jesús F. Santos Peñal­
ver, experto propuesto por la Comunidad Autónoma de Castilla­La Mancha y
D.a Elena Manzano Silva, experta propuesta por la Comunidad Autónoma de 

Extremadura  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   137

Voto  particular  presentado  por  D.  Ángel  de  la  Fuente  Moreno  y  D.  Manuel

Lagares Calvo, expertos propuestos por la Administración General del Estado,

y parcialmente suscrito  por  D. Jorge Onrubia Fernández,  experto propuesto

por la Comunidad de Madrid  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   145

Voto particular  presentado por  D.  Juan Manuel Rodríguez Poo, experto pro­

puesto por la Comunidad Autónoma de Cantabria y D. Alain Cuenca García,

experto propuesto por la Comunidad Autónoma de Aragón  . . . . . . . . . . . . .   151

Voto  particular  presentado  por  D.  Francisco  Pérez  García,  experto  propuesto

por la Comunitat Valenciana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   153

13
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

.Páginas.

Voto particular presentado  por D. Arturo  Melián González, experto propuesto

por la Comunidad Autónoma de Canarias  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   163

Voto particular presentado por D.a Elena Manzano Silva, experta propuesta por

la Comunidad Autónoma de Extremadura  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   167

Votos particulares presentados por D. Guillem López i Casasnovas, experto pro­

puesto por la Comunidad Autónoma de Illes Balears  . . . . . . . . . . . . . . . . . .   177

Voto particular presentado por D. Jorge Onrubia Fernández, experto propuesto

por la Comunidad de Madrid  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   193

14
MANDATO  DE  LA  COMISIÓN  DE  EXPERTOS  PARA  LA

REVISIÓN  DEL  MODELO  DE  FINANCIACIÓN AUTONÓMICA Y

METODOLOGÍA  DE TRABAJO

La Conferencia de Presidentes Autonómicos celebrada el 17 de enero de 2017
acordó  crear, en el plazo máximo de un mes, una Comisión  de Expertos inte­
grada por personas propuestas por el Estado, las Comunidades Autónomas y las
Ciudades con Estatuto de Autonomía con el fin de realizar los trabajos prepara­
torios para el diseño de un nuevo modelo de financiación autonómica. En cum­
plimiento de dicho  acuerdo, el  Consejo de Ministros adoptó el  pasado 10 de
febrero de 2017  el Acuerdo de constitución de una Comisión de expertos para
la revisión del Modelo de Financiación Autonómica. 
Tal como establece el Acuerdo de la Conferencia de Presidentes, el mandato
de la  Comisión ha sido  el  de realizar los análisis necesarios para  la  formulación
de un nuevo modelo de financiación fundamentado en los principios de solida­
ridad, suficiencia, equidad, transparencia, corresponsabilidad fiscal y garantía de
acceso de los ciudadanos a los servicios públicos en función del coste efectivo de
los mismos.
El  Consejo  de Ministros determinó en  el  Acuerdo de creación de la  Comi­
sión que estaría integrada por 5 miembros propuestos por el Estado (uno de los
cuales actuaría como Presidente) y por los 16 que habían propuesto las Comu­
nidades Autónomas y Ciudades con Estatuto de Autonomía. Asimismo, se esta­
bleció un plazo de seis meses para la realización de sus trabajos que concluiría el
10 de agosto de 2017, terminando sus funciones con la emisión de un informe
en el que se recogerían sus propuestas y conclusiones.
La Comisión de Expertos la han integrado los siguientes miembros:
–  D. MANUEL GONZÁLEZ SÁNCHEZ, experto propuesto por la  Administra­
ción General del Estado y Presidente de la Comisión.
–  D.a NATIVIDAD FERNÁNDEZ GÓMEZ, experta propuesta por la Adminis­
tración General del Estado.
–  D. ÁNGEL DE LA FUENTE MORENO, experto propuesto por la Administra­
ción General del Estado.
–  D.a M.a ANTONIA MONÉS FARRÉ, experta  propuesta por la  Administra­
ción General del Estado.
15
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

–  D. MANUEL LAGARES CALVO, experto propuesto por la Administración


General del Estado.
–  D. SANTIAGO LAGO PEÑAS, experto propuesto por  la Comunidad  Autó­
noma de Galicia.
–   D. FRANCISCO DAVID ADAME MARTÍNEZ, experto propuesto por la Comu­
nidad Autónoma de Andalucía.
–  D.  ROBERTO FERNÁNDEZ LLERA,  experto propuesto  por la Comunidad
Autónoma del Principado de Asturias.
–  D. JUAN MANUEL RODRÍGUEZ POO, experto propuesto por la  Comuni­
dad Autónoma de Cantabria.
–  D. JUAN JOSÉ RUBIO GUERRERO, experto propuesto por la Comunidad
Autónoma de La Rioja.
–  D. JOSÉ CARLOS SÁNCHEZ DE LA VEGA, experto propuesto por la Comu­
nidad Autónoma de la Región de Murcia. 
–  D.  FRANCISCO PÉREZ GARCÍA,  experto  propuesto  por  la  Comunitat
Valenciana.
–  D. ALAIN CUENCA GARCÍA, experto propuesto por la  Comunidad Autó­
noma de Aragón. 
–  D. JESÚS FERNANDO SANTOS PEÑALVER, experto propuesto por la Comu­
nidad Autónoma de Castilla­La Mancha.
–  D.  ARTURO MELIÁN GONZÁLEZ,  experto  propuesto  por  la  Comunidad
Autónoma de Canarias. 
–  D.a ELENA MANZANO SILVA, experta propuesta por la Comunidad Autó­
noma de Extremadura.
–  D. GUILLEM LÓPEZ I CASASNOVAS, experto propuesto por la Comunidad
Autónoma de las Illes Balears. 
–  D. JORGE ONRUBIA FERNÁNDEZ, experto propuesto por la Comunidad de
Madrid. 
–  D. JAIME RABANAL GARCÍA, experto propuesto por la Comunidad Autó­
noma de Castilla y León.
–  D. MIGUEL ÁNGEL PÉREZ CASTRO,  experto propuesto  por la Ciudad de
Melilla.
–   D. JOAQUÍN ARANDA GALLEGO, experto propuesto por la Ciudad de Ceuta.
16
Mandato de la Comisión de Expertos y metodología de trabajo

La  Comisión celebró su  primera reunión el 23 de febrero  y desde entonces


se ha reunido prácticamente cada semana. Así, se han celebrado en total 19 reu­
niones,  incluyendo  las  del  Pleno  de  la  Comisión  y  las  de  la  Ponencia  que  se
constituyó en su seno, participando en todas ellas la gran mayoría de los miem­
bros de la Comisión. Hay que señalar que la propia Comisión consensuó el lis­
tado de temas a tratar.
Tanto en las reuniones de la Ponencia como en las del Pleno, así como por
vía telemática, se ha  producido un fluido intercambio de ideas,  aportación de
trabajos, análisis y debate de los mismos que ha conducido a la elaboración final
de este Informe.
De conformidad con  el  esquema acordado, este Informe ha quedado  final­
mente estructurado en 5 capítulos:
1. Diagnóstico del vigente sistema de financiación.
2. Financiación autonómica, Estado de Bienestar y nivelación vertical.
3. Tributos cedidos y propios de las Comunidades Autónomas.
4. Necesidades  relativas  de  gasto,  nivelación  y  estructura  del  sistema  de
financiación autonómica.
5. Especialidades territoriales, aspectos institucionales y  recursos fuera del
sistema.
Por otro lado, se recogen al final del Informe los votos particulares prepara­
dos por algunos expertos.

17
CAPÍTULO 1
DIAGNÓSTICO DEL VIGENTE SISTEMA DE FINANCIACIÓN

1.  INTRODUCCIÓN
1. En las últimas décadas, España ha pasado de tener una estructura política
casi  completamente  centralizada  a  situarse  entre  los  países  más  descentralizados
de  la  OCDE.  En  la  actualidad,  las  Comunidades  Autónomas  (CCAA)  son  la
mayor  de  las  Administraciones  Públicas  españolas  (AAPP),  absorbiendo  más  de
un tercio de su gasto final total y más de la mitad de su personal, y gestionando
muchos de los servicios públicos con una incidencia más directa sobre el bienes­
tar de los ciudadanos, incluyendo la sanidad, la educación y los servicios sociales.
2.  A lo  largo  de estas décadas de creciente descentralización  del gasto  y del
ingreso, el sistema de financiación del Estado autonómico ha ido evolucionando
sin un diseño explícito de a  dónde se quería llegar  a  largo plazo. En  un primer
momento, hubo que improvisar un modelo ad hoc basado en la transferencia de
los recursos presupuestados para cada competencia que permitiese que los servi­
cios públicos que se iban transfiriendo a las nuevas Administraciones autonómi­
cas siguieran funcionando con normalidad. Una vez concluida esta etapa inicial,
los sucesivos acuerdos de financiación se han traducido en un gradual aumento
de la  autonomía tributaria de las Comunidades Autónomas y en una creciente
complejidad  del  modelo, sin  llegar a  resolver los problemas de equidad  subya­
centes. El resultado final ha sido un sistema complejo y poco transparente, con
serios problemas de equidad y eficiencia. 
3. La Comisión de Expertos creada por mandato de la reciente Conferencia
de Presidentes, aprendiendo de la experiencia de los sucesivos modelos de finan­
ciación que hemos tenido, tratará de proponer una reforma que sirva para dotar
de un diseño adecuado a uno de los elementos más críticos de nuestra arquitec­
tura  legal. En este contexto, el  presente capítulo recoge nuestro diagnóstico de
los principales problemas del modelo actual. 
4. El resto de este primer capítulo del Informe está organizado como sigue.
En la sección 2 se realiza un breve repaso de la estructura del actual modelo de
19
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

financiación autonómica y de sus resultados financieros. En la sección 3 se reco­
ge un análisis de los principales problemas del sistema y la sección 4 se dedica a
la suficiencia y el equilibrio vertical en el reparto de recursos entre los distintos
niveles de la administración. 

2.  ESTRUCTURA  Y  RESULTADOS  DEL  MODELO  ACTUAL


5. El actual sistema de financiación de las Comunidades Autónomas de régi­
men común y de las Ciudades con Estatuto de Autonomía (SFA) aparece regu­
lado en la Ley 22/2009, de 18 de diciembre. El  SFA  integra la financiación  de
la totalidad de los servicios traspasados a través de los tributos cedidos (capaci­
dad tributaria), de la Transferencia del Fondo de Garantía de Servicios Públicos
Fundamentales (Fondo de Garantía) y del Fondo de Suficiencia Global (FSG).
Además,  la  Ley  22/2009  establece  los  Fondos  de  Convergencia  Autonómica,
dotados con recursos adicionales del Estado: el Fondo de Competitividad y el
Fondo de Cooperación.

2.1.  CAPACIDAD TRIBUTARIA
6.  La  Ley  22/2009  denomina  capacidad  tributaria  al  conjunto  de  los
siguientes recursos tributarios:1
—   La recaudación de los tributos totalmente cedidos: Impuesto sobre Trans­
misiones  Patrimoniales  y  Actos  Jurídicos  Documentados  (ITPAJD),
Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD), Impuesto Especial sobre
Determinados Medios de Transporte (IEDMT), Tributos sobre el Juego,
tasas afectas a los servicios traspasados, tipo estatal especial del Impuesto
Especial sobre Hidrocarburos (IH) e Impuesto sobre la Electricidad.
—  Tributos parcialmente cedidos: tarifa autonómica del Impuesto sobre la
Renta  de las Personas Físicas (IRPF),  que corresponde a  una participa­
ción del 50 % en el rendimiento del impuesto, sin considerar las compe­
tencias  normativas,  cesión  del  50 %  de  la  recaudación  del  Impuesto
sobre el  Valor  Añadido (IVA) y  del 58 %  de la  recaudación líquida de
los Impuestos Especiales sobre la Cerveza, Productos Intermedios, Alco­

1
También se han cedido a las CCAA los rendimientos del Impuesto sobre Depósitos en Enti­
dades de Crédito y parte de los del Impuesto sobre Actividades de Juego. Puesto que la creación
de estos impuestos es posterior al último acuerdo de financiación, los mismos todavía no se han
integrado  formalmente  en  el  SFA.  Asimismo,  tampoco  se  computa  dentro  de  la  denominada
capacidad  tributaria  de  las  CCAA  en  el  sistema  la  recaudación  que  perciben  por  el  Impuesto
sobre el Patrimonio (IP).

20
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

holes y Bebidas Derivadas y sobre las Labores del  Tabaco, así como de
la recaudación del IH derivada de la aplicación del tipo estatal general.
7. Las Comunidades Autónomas disponen además de competencias norma­
tivas y de gestión en algunos de estos impuestos, como se refleja en el cuadro 1.

Cuadro 1
Recursos y competencias normativas en materia tributaria cedidos a las

Comunidades Autónomas

% cesión de los Capacidad Gestión del


Criterios de reparto entre CCAA
rendimientos normativa impuesto
Sociedades 0% No No —
IRPF 50% Sí No Residencia del contribuyente
IVA 50% No No Consumo en la Comunidad
Especiales 58% No No Consumo en la Comunidad
Electricidad 100% No No Consumo en la Comunidad
IVMDH/IH tramo 100% Sí No Consumo en la Comunidad
autonómico(*)
Matriculación(**) 100% Sí No Residencia del contribuyente
Patrimonio 100% Sí Sí Residencia del contribuyente
Sucesiones y 100% Sí Sí Residencia del difunto o del donata­
Donaciones rio, ubicación de los bienes inmuebles
ITPAJD 100% Sí Sí Hecho imponible en la Comunidad
Tributos sobre 100% Sí Sí Juego en la Comunidad
juego
(*)
Comenzando  en  2013,  el  Impuesto  sobre  las  Ventas  Minoristas  de  Determinados  Hidrocarburos
(IVMDH) desaparece  como tal  y pasa a integrarse en el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos, para el
que se establece un tipo autonómico que puede variar de una Comunidad a otra.
(**)
Aunque la Ley lo permite, ninguna Comunidad Autónoma ha asumido la gestión de este impuesto.

8. Una  distinción importante es la  que existe entre la recaudación real  y la


recaudación  normativa  o  teórica  de  los  tributos  cedidos  a  las  Comunidades
Autónomas.  Esta última magnitud  intenta aproximar lo que cada  Comunidad
habría recaudado si todas ellas aplicasen las mismas escalas impositivas y fuesen
igualmente eficientes  en  la  gestión de los tributos que recaudan directamente.
La magnitud relevante a efectos de los cálculos que exige el modelo es la recau­
dación  normativa.  Esto es, las aportaciones de las Comunidades  Autónomas a
los mecanismos de nivelación horizontal  y las transferencias estatales que estas
reciben  dependen de sus ingresos tributarios teóricos, pero no de sus  ingresos
21
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

reales. De esta forma, aquellas Comunidades que decidan incrementar la  pre­
sión fiscal  sobre sus ciudadanos o mejoren  su  eficiencia en la gestión de los tri­
butos que recaudan directamente se quedarán con todos los ingresos adicionales
obtenidos por  esta vía, mientras que aquellas que rebajen  sus tipos impositivos
o gestionen de forma ineficiente sus tributos soportarán los costes íntegros de
sus actuaciones, sin que el sistema de financiación compense en modo alguno la
correspondiente pérdida de ingresos.

2.2.  LA POBLACIÓN AJUSTADA 
9. Otro elemento importante del sistema español de financiación autonómi­
ca es la fórmula de la población ajustada. El cuadro 2 muestra las variables que
se utilizan en esta fórmula y sus ponderaciones, esto es, la fracción de la pobla­
ción total  que se distribuye entre CCAA  en proporción a  cada  variable de cara
a calcular la  población ajustada por costes relativos. Así por ejemplo, la  pobla­
ción total pondera  un 30% y la superficie un  1,8 %, mientras que  un  0,6 %  se
reserva para  la insularidad. La  dispersión de la población se mide a  través del
número  de  entidades  singulares  de  población  existente  en  cada  territorio.  La
población protegida equivalente a efectos de gasto sanitario se calcula ponderan­
do la población protegida por  el Sistema Nacional  de Salud, dividida en  siete
tramos de edad, en proporción al  nivel  relativo de gasto sanitario per  cápita  de
cada  tramo,  siguiendo  la  metodología  desarrollada  por  el  Grupo  de  Trabajo
sobre gasto sanitario creado por la Conferencia de Presidentes (GTS, 2007).
Cuadro 2
Variables que entran en la fórmula de población ajustada
población protegida equivalente 38%
población  30%
población en edad escolar (0­16) 20,5%
población 65+ 8,5%
superficie 1,8%
dispersión de la población 0,6%
insularidad 0,6%

2.3.  LA TRANSFERENCIA DEL FONDO DE GARANTÍA DE
SERVICIOS PÚBLICOS FUNDAMENTALES
10.  La  Transferencia  del  Fondo  de  Garantía  tiene  por  objeto  asegurar  que
cada Comunidad Autónoma recibe los mismos recursos por habitante, en térmi­
nos  de  población  ajustada,  para  financiar  los  servicios  públicos  fundamentales
22
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

esenciales del Estado del Bienestar. El Fondo de Garantía se forma con el 75 por
100  de  los  recursos  tributarios  cedidos  a  las  CCAA,  calculados  con  criterio  nor­
mativo,  y  con  una  aportación  adicional  del  Estado  de  recursos  adicionales.  Esta
aportación  se  calcula  para  cada  ejercicio  aplicando  al  importe  del  año  base  2007
el  índice  de  evolución  de  los  Ingresos  Tributarios  del  Estado  (ITE)  entre  el  año
base y el año correspondiente. Cada Comunidad participa en este fondo en fun­
ción  de  su  población  ajustada.  La  Transferencia  del  Fondo  de  Garantía  de  cada
una de las Comunidades Autónomas se define como la diferencia (positiva o nega­
tiva) entre el importe de la participación de la Comunidad en el Fondo de Garan­
tía y el 75 por 100 de sus recursos tributarios, calculados en términos normativos.
11. El ITE se define como la recaudación estatal, excluidos los recursos tri­
butarios  cedidos  a  las  Comunidades  Autónomas  por  IRPF,  IVA  e  Impuestos
Especiales de Fabricación sobre la Cerveza, Productos Intermedios, Alcoholes y
Bebidas Derivadas, Hidrocarburos y Labores del Tabaco.

2.4. OTROS FONDOS DE CARÁCTER VERTICAL
12. Estos fondos son el  Fondo de Suficiencia  Global y los Fondos de Con­
vergencia Autonómica (Fondo de Cooperación y Fondo de Competitividad). 
13. El Fondo de Suficiencia Global se define en la Ley como el mecanismo
de cierre del  sistema  de financiación  porque cubre la  diferencia  entre la finan­
ciación asignada en la Ley a cada Comunidad Autónoma en 2010 y la suma de
su  capacidad  tributaria  y  la  transferencia,  positiva  o  negativa,  del  Fondo  de
Garantía. El Fondo de Suficiencia Global de una Comunidad Autónoma en un
ejercicio determinado será  el  importe establecido en el  año base 2007, actuali­
zado con el índice de evolución de los ITE entre el año base y el año correspon­
diente.  En  el  Fondo  de  Suficiencia  se  incluye  también  la  financiación  de  las
competencias no homogéneas, que solo han sido asumidas hasta  el  momento
por algunas Comunidades Autónomas.
14. Finalmente, la Ley 22/2009 crea  los Fondos de Convergencia Autonó­
mica: el  Fondo de  Competitividad y el Fondo de Cooperación. Estos fondos
están dotados con recursos adicionales del Estado y se distribuyen entre CCAA
de acuerdo con una variedad de criterios entre los que se encuentran la renta per
cápita, el crecimiento de la población, su densidad y la situación de cada Comu­
nidad en términos de financiación por habitante ajustado.

2.5.  LOS RESULTADOS DEL SISTEMA
15. Trabajando con datos de 2014, el cuadro 3 muestra las partidas de ingre­
sos  ordinarios  de  las  Comunidades  Autónomas  de  régimen  común.  La  primera
23
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

columna  muestra  los  ingresos  tributarios  de  cada  Comunidad  integrados  en  el
sistema  de  financiación,  calculados  con  criterio  normativo,  la  segunda  la  trans­
ferencia que refleja el saldo neto del Fondo de Garantía, la tercera la suma de los
saldos  autonómicos  en  los  tres  fondos  “verticales”  (Suficiencia,  Cooperación  y
Competitividad) y la cuarta, la financiación normativa proporcionada por el sis­
tema de financiación, que es la suma de las tres columnas anteriores. Los ingresos
se miden a competencias homogéneas, esto es, excluyendo de los fondos vertica­
les  los  recursos  destinados  a  financiar  ciertas  competencias  singulares  que  solo
han  sido  asumidas  por  algunas  CCAA.  La  columna  quinta  recoge  los  recursos
que  la  Comunidad  Autónoma  de  Canarias  obtiene  en  virtud  de  su  Régimen
Económico y Fiscal (los llamados recursos REF), que no forman parte del SFA.

Cuadro 3
Financiación total a competencias homogéneas 2014
(millones de euros)

Ajustes técnicos por
homogeneización
Fondos verticales
Transferencia de
tributos cedidos

normativa SFA

normativa SFA
Recursos REF

autonomía de
Financiación

Financiación

Financiación
Recaudación

normativos
normativa

Grado de
con REF
garantía

tributos

efectiva

ingreso
[1] +[2] +[3] =[4] +[5] =[6] +[7] [8] [9]
Cataluña 18.207 ­763 ­930 16.514 16.514 ­793 15.721 68,4%
Galicia 5.231 1.184 444 6.860 6.860 ­175 6.685 43,5%
Andalucía 13.611 3.909 307 17.828 17.828 ­453 17.375 42,1%
Asturias 2.307 212 174 2.693 2.693 ­105 2.588 50,5%
Cantabria 1.369 2 318 1.689 1.689 ­112 1.577 46.7%
La Rioja 682 58 143 883 883 ­7 876 47,3%
Murcia 2.495 615 ­52 3.058 3.058 ­69 2.989 46,2%
Valencia 9.908 965 ­553 10.320 10.320 ­649 9.671 54,9%
Aragón 3.117 119 251 3.488 3.488 ­217 3.271 54,1%
C.­La Mancha 3.601 1.082 230 4.913 4.913 ­90 4.823 41,4%
Canarias 1.820 2.341 ­46 4.115 486 4.601 ­52 4.549 47,8%
Extremadura 1.690 747 498 2.935 2.935 ­33 2.902 31,6%
Baleares 2.715 ­126 ­129 2.459 2.459 66 2.525 62,5%
Madrid 18.268 ­2.909 ­1.522 13.838 13.838 ­532 13.306 22,6%
Cast. y León 5.113 852 564 6.530 6.530 ­202 6.328 45,9%
Total 90.135 8.289 ­302 98.122 486 98.608 ­3.423 95.185 55,9%

Fuente:  MINHAFP (2016), DE LA FUENTE (2016 a), y elaboración propia.

24
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

16. La suma de las tres primeras columnas del cuadro 3 recoge la financia­
ción teórica o normativa total de las Comunidades Autónomas calculada a com­
petencias  homogéneas.  Partiendo  de  este  agregado  oficial,  y  añadiéndole  los
recursos del REF, en el cuadro 3 se introducen también una serie de ajustes téc­
nicos de naturaleza tributaria  para  llegar a lo que se denomina  la financiación
efectiva, que se muestra en la columna [8] del cuadro 3. Con estos ajustes se per­
sigue mejorar la estimación de los recursos de los que dispondría cada Comuni­
dad para financiar las competencias comunes a  todas ellas si no hiciese uso de
sus competencias normativas para subir o bajar impuestos. Este ajuste sirve para
corregir la  recaudación normativa  oficial, que en la actualidad  sobrevalora los
recursos realmente disponibles  y  distorsiona las comparaciones entre Comuni­
dades Autónomas2. Finalmente, en la columna [9] se muestra el grado de auto­
nomía  de  ingreso  de  cada  Comunidad,  definido  como  la  ratio  entre  la
recaudación  homogénea  o ajustada  por aquellos tributos que las Comunidades
Autónomas pueden subir o bajar3 y la financiación efectiva total a competencias
homogéneas.
Cuadro 4
Financiación normativa y efectiva por habitante ajustado a competencias
homogéneas, 2014
Euros por habitante ajustado Índice media no foral = 100

Fin. normativa SFA Fin. efectiva Fin. normativa SFA Fin. efectiva

Cataluña 2.221 2.114 99,1 97,2


Galicia 2.328 2.269 103,9 104,3

(Sigue.)

2
Los problemas surgen en conexión con los llamados tributos cedidos tradicionales gestionados
directamente por las CCAA,  para los que la AEAT  no realiza un cálculo  directo de la recauda­
ción sin ejercicio de  la capacidad  normativa. En  este caso,  la recaudación  normativa se calcula,
básicamente, actualizando la recaudación real de cada tributo en el momento de su traspaso con
un índice de evolución común para todas las Comunidades  Autónomas,  lo  que introduce  una
brecha creciente en el tiempo y  diferente entre  territorios entre la  recaudación normativa  y  lo
que se pretende medir. Para más detalles, DE LA FUENTE (2016 a).
3
En esta categoría se  incluyen el  IRPF,  el Impuesto  sobre  Hidrocarburos (sin el tipo  autonó­
mico), el Impuesto de Matriculación, los recursos REF de Canarias, el ISD, el ITPAJD, los tri­
butos sobre el juego y las tasas afectas a los servicios traspasados. No se incluye aquí el Impuesto
sobre el Patrimonio, que se trata como un tributo propio de las Comunidades Autónomas por­
que sus rendimientos normativos ya no se integran en el sistema de financiación. Para más deta­
lles, DE LA FUENTE (2016 a).

25
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

(Continuación.)

Euros por habitante ajustado Índice media no foral = 100

Fin. normativa SFA Fin. efectiva Fin. normativa SFA Fin. efectiva

Andalucía 2.189 2.134 97,7 98,1


Asturias 2.404 2.310 107,2 106,2
Cantabria 2.848 2.659 127,0 122,3
La Rioja 2.687 2.666 119,9 122,6
Murcia 2.132 2.084 95,1 95,8
Valencia 2.131 1.997 95,1 91,8
Aragón 2.461 2.307 109,8 106,1
C.­La Mancha 2.252 2.211 100,5 101,7
Canarias 1.925 2.128 85,9 97,9
Extremadura 2.526 2.498 112,7 114,9
Baleares 2.232 2.292 99,6 105,4
Madrid 2.223 2.138 99,2 98,3
Cast. y León 2.415 2.341 107,7 107,6
Promedio 2.242 2.175 100,7 100,7

17. Dividiendo  la  financiación total de cada  Comunidad por su  población


ajustada, se obtiene su financiación por habitante ajustado. Por razones opera­
tivas  se  utiliza  provisionalmente  este  criterio  para  una  primera  valoración  del
reparto de recursos entre CCAA. El cuadro 4 muestra la financiación normativa
y efectiva  por  habitante ajustado, en euros per cápita y en índices de financia­
ción relativa en los que el promedio del conjunto de las Comunidades no forales
se normaliza  a  100. El  gráfico 1 muestra el efecto de los ajustes técnicos que se
introducen para llegar a la financiación efectiva desde la financiación normativa.
Resulta significativo  el  ajuste a  la baja que se produce en Cantabria (­4,7 pun­
tos), Aragón  (­3,7) y Valencia  (­3,3) y  los ajustes al  alza de Canarias (+12,0),
Baleares (+5,8), La Rioja (+2,7) y Extremadura (+2,2) por el mismo motivo. En
los demás casos, las diferencias entre la financiación normativa y la efectiva son
reducidas.
26
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

Gráfico 1
Índice de financiación por habitante ajustado a competencias homogéneas:
financiación normativa oficial sin REF vs. financiación efectiva con REF, 2014

Clave:  Va = Valencia; Cana = Canarias; Mu = Murcia; An = Andalucía; C­M = Castilla­
La  Mancha;  Cat = Cataluña;  Ma = Madrid;  Ba = Baleares;  Ar = Aragón;  Ga = Galicia;
As = Asturias; CyL = Castilla y León; Ex = Extremadura; Ri = Rioja, y Cnt = Cantabria.

Gráfico 2
Índice de financiación efectiva por habitante ajustado a competencias homogéneas
varios años, siempre con población ajustada del modelo 2009

Fuente:  DE LA FUENTE (2016 b).

Nota:  el dato de 2009 corresponde a la financiación que se habría obteni­

do con el sistema 2002.

27
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

18. Trabajando con índices de financiación efectiva por habitante ajustado, en el
gráfico 2 se compara la situación de 2014 con la de los años 2002 y 2009. Tanto al
comienzo como al final del período analizado se encuentran notables diferencias en
términos de financiación por unidad de necesidad. En el año 2002, algunas CCAA
contaban con una financiación por habitante ajustado superior en casi veinte puntos
al promedio, mientras que el extremo opuesto se situaba casi diez puntos por debajo
de esta referencia. Tales diferencias reflejan, entre otras cosas, el efecto de las sucesivas
transferencias  de  competencias  a  coste  efectivo,  las  negociaciones  políticas  de  cada
reforma y la dinámica de cada uno de los modelos, no siempre conforme a la preten­
dida en su diseño. En 2014 la situación era muy similar, aunque con un techo y un
suelo ligeramente más altos. Comparando ambos años, se ve que existe bastante iner­
cia  en  el  sistema  pero  también  se  observan  algunos  cambios  llamativos  de  posición
con el paso del tiempo. En términos generales, las Comunidades inicialmente situadas
en la cola superior de la distribución avanzan terreno, mientras que en la cola inferior
y la zona central de la distribución se mezclan las que avanzan y las que retroceden.

2.6.  EVOLUCIÓN DE LA FINANCIACIÓN AGREGADA
19. El gráfico 3 resume la evolución de la financiación efectiva agregada de las
Comunidades Autónomas de régimen común entre 2002 y 2014, calculada tanto
en términos de devengo (financiación definitiva) como de caja (entregas a cuenta+  
liquidaciones practicadas y realmente pagadas). El gráfico ilustra dos hechos impor­
tantes.  El  primero  es  la  severidad  del  shock  que  la  reciente  Gran  Recesión  ha
supuesto para la financiación autonómica. Y el segundo es que la mecánica del sis­
tema, junto con los errores de previsión del Gobierno central, ha retrasado durante
dos años la caída de los ingresos autonómicos en términos de caja al inicio de la cri­
sis, lo que ha contribuido a retrasar el inicio de los ajustes.
Gráfico 3
Evolución de la financiación efectiva a competencias homogéneas

Conjunto de las Comunidades de régimen común, 2002­14

a.  Financiación total como porcentaje del PIB

28
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

b.  Índice de financiación por habitante a precios constantes

Financiación definitiva por habitante en 2002 = 100

Fuente:  DE LA FUENTE (2016 b).

Nota:  en 2009 se muestran dos observaciones: la primera corresponde a la financia­

ción que se habría obtenido  con el  sistema  anterior, mientras que  la segunda es  la

realmente recibida o devengada con el nuevo sistema.

20. Durante el  período de expansión comprendido entre 2002 y  2006, la


financiación  definitiva a competencias homogéneas de las Comunidades Autó­
nomas de régimen común aumentó en  1,4 puntos del PIB, desde el 10,3 % de
este agregado hasta  el  11,7 %, lo que supuso un aumento de 22,5 puntos por­
centuales en términos de financiación por habitante medida a precios constantes
de 2010. Tras 2007, sin embargo, la recaudación tributaria se desploma. Tam­
bién  lo  hace,  lógicamente,  la  financiación  autonómica,  que  está  ligada  a  los
ingresos tributarios estatales y autonómicos, aunque el  desplome se aplaza, en
parte, dos años cuando se considera la financiación por caja porque el descenso
de la recaudación tarda en trasladarse a las entregas a cuenta a las CCAA y por­
que el Gobierno central sobreestimó en casi 35.000 millones los ingresos tribu­
tarios  de  2009,  con  el  consiguiente  aumento  de  las  entregas  a  cuenta.  De  no
haber sido por los recursos adicionales que el Estado inyectó en 2009 con moti­
vo del  cambio  de sistema,  la  financiación definitiva  se habría reducido en más
de tres puntos de PIB entre 2007 y 2009, lo que habría supuesto una caída del
31 % en términos de financiación por habitante a precios constantes. La inyec­
ción  de  recursos  que  ha  supuesto  el  último  acuerdo  de  financiación  reduce
ambas caídas en unos ocho puntos porcentuales. Aun así, la pérdida de recursos
por  habitante  se  sitúa  por  encima  del  20 %  en  solo  dos  años  en  términos  de
financiación definitiva, pero solo en el 3 % en términos de caja. Tras el desplo­
me  de  2008­09,  finalmente,  la  financiación  definitiva  se  recupera  apreciable­
mente  en  2010  pero  vuelve  a  experimentar  un  retroceso  entre  2011  y  2013
seguido de una ligera recuperación en 2014. 
29
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

3.  LOS  PROBLEMAS  DEL  MODELO  ACTUAL


21. La Comisión constata que el impacto de la grave crisis económica sobre
los ingresos públicos condicionó  fuertemente el  cumplimiento de los objetivos
de gasto  asumidos por las Administraciones Públicas. En este contexto se han
puesto de relieve las limitaciones del sistema de financiación a  la  hora  de pro­
porcionar los ingresos necesarios para hacer frente a los gastos en competencias
de  las  CCAA.  Además  del  anterior,  los  principales  problemas  que  presenta  el
actual sistema de financiación autonómica son los siguientes: i) resulta excesiva­
mente complicado y poco transparente; ii) genera una distribución de la finan­
ciación por habitante ajustado que es desigual y que no responde a un criterio
claro; iii) adolece de un déficit de responsabilidad fiscal por parte de las Comu­
nidades Autónomas que proviene de un nivel mejorable de autonomía de ingre­
so y de un marco institucional  que no las dota de suficiente poder de decisión
individual y colegiado, y iv) carece de un mecanismo para asegurar que se man­
tiene un cierto equilibrio en el reparto vertical de recursos entre administracio­
nes.  A  este  listado  básico  cabría  añadir  tres  puntos  adicionales  que  están
relacionados  con  i)  la  ausencia  de  mecanismos  de  estabilización  para  afrontar
crisis fiscales como la vivida; ii) algunas carencias de la normativa que regula los
impuestos cedidos, y iii) ciertas deficiencias técnicas del modelo que tienen que
ver con el cálculo de la recaudación normativa de los llamados tributos cedidos
tradicionales, de las entregas a cuenta  del  sistema  y del  índice conocido como
ITE, que determina la evolución de algunos agregados importantes del SFA.
22. Buena parte de estas críticas son también compartidas por las Comuni­
dades Autónomas, aunque con matices  muy distintos según los casos, como  se
recoge en el  reciente Informe del  Grupo de Trabajo de análisis del efecto de la
aplicación del actual sistema de financiación (2016) donde se resumen los infor­
mes presentados por las Comunidades Autónomas y Ciudades con Estatuto de
Autonomía sobre los efectos del actual  SFA. Como se señala en este Informe,
entre las críticas de las Comunidades Autónomas al  modelo actual  ocupan un
lugar preferente las referidas a la  insuficiencia  de los recursos que este propor­
ciona  para  financiar  las  competencias  autonómicas,  lo  que  se  liga  en  muchos
casos con la tesis de que existe un claro desequilibrio vertical en el reparto de los
recursos públicos a favor del Estado.

3.1.  CUESTIONES DE EQUIDAD: ¿ESTÁ BIEN REPARTIDA LA
FINANCIACIÓN AUTONÓMICA?
23. Una queja frecuente sobre el sistema autonómico es que este genera dife­
rencias importantes de trato entre ciudadanos residentes en distintos territorios
30
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

en términos del  acceso a  determinadas prestaciones o de los  tipos de gravamen


aplicados en ciertos impuestos. Aunque estas diferencias pudieran parecer cho­
cantes cuando se las considera de forma aislada, muchas de ellas son fruto natu­
ral del ejercicio de la autonomía y no conculcan necesariamente el principio de
igualdad  o,  más  generalmente,  cualquier  criterio  razonable  de  equidad  que
pueda  servir  de guía  para  el  reparto de los recursos públicos, siempre y  cuando
tales diferencias se compensen entre  sí. En un  Estado descentralizado como el
nuestro, por tanto, los principios de igualdad y de equidad han de interpretarse
adecuadamente. En particular, a  la hora  de valorar la equidad del  reparto  terri­
torial de los costes y beneficios del Estado autonómico, no hay que fijarse en lo
que sucede con un determinado  impuesto o prestación  de manera  aislada  sino
que, puesto que unas cosas pueden compensarse con otras, ha de adoptarse una
visión de conjunto que contemple en su integridad el paquete de servicios, pres­
taciones y tributos que se establece en cada territorio y los costes de prestación
de los servicios relevantes. En términos operativos, esto nos lleva a trabajar con
la financiación por habitante ajustado a igual esfuerzo fiscal, que es la variable
en la que se centrará  el resto  de esta  sección, sin perjuicio de las revisiones que
puedan ser necesarias de la fórmula de población ajustada en los términos seña­
lados en el capítulo 4.
24.  Uno  de  los  problemas  más  graves  del  actual  SFA  es  la  ausencia  de  un
criterio  claro  de  reparto  de  los  recursos  disponibles  que  se  aplique  de  una
forma consistente. Este criterio sí existiría si el sistema se redujese al Fondo de
Garantía,  que  se  reparte  con  un  objetivo  claro  de  nivelación  parcial  en  base  a
la  capacidad  fiscal  de  las  Comunidades  Autónomas  y  a  sus  necesidades  de
gasto,  calculadas  de  acuerdo  con  una  fórmula  explícita  (la  de  la  población
ajustada)  que  incorpora  los  factores  de  coste  más  importantes.  Sin  embargo,
el sistema incluye también una serie de fondos adicionales de carácter vertical
que  se  reparten  con  criterios  muy  variados  y  parcialmente  contradictorios
entre  sí,  entre  los  que  tiene  un  peso  muy  importante  la  preservación  del  statu
quo. 
25.  Trabajando  con  los  datos  de  financiación  efectiva  a  competencias
homogéneas en 2014 presentados en la sección 2.5, el gráfico 4 muestra cómo
varía la financiación por habitante ajustado según se van aplicando los distintos
elementos del SFA. Todas las variables son índices de financiación relativa por
habitante ajustado en los que el promedio del conjunto de las Comunidades no
forales se normaliza a 100. La línea azul corresponde a la capacidad fiscal, esto
es,  a  los  ingresos  tributarios  homogéneos  que  le  corresponden  en  primera  ins­
tancia a cada territorio dado el reparto de recursos fiscales descrito en el cuadro
1,  y  tiene  pendiente  siempre  positiva  porque  las  CCAA  se  han  ordenado  a  lo
31
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

largo del eje horizontal de acuerdo con el valor de esta variable4. La línea negra
muestra el índice de financiación observado tras aplicar el Fondo de Garantía y
la roja la distribución final de la financiación efectiva tras las transferencias ver­
ticales  canalizadas  a  través  de  los  Fondos  de  Suficiencia,  Cooperación  y  Com­
petitividad.
Gráfico 4
Índice de financiación a competencias homogéneas por habitante ajustado en
distintas etapas de la aplicación del sistema, 2014

26.  El  gráfico  permite  visualizar  el  impacto  de  los  diferentes  componentes
del sistema de financiación sobre los recursos con los que cuenta cada Comuni­
dad.  Comparando  la  línea  azul  (línea  discontinua  con  puntos)  con  la  negra
(línea  discontinua),  se  aprecia  que  la  aplicación  del  Fondo  de  Garantía  –que
representa en torno a tres cuartas partes de la financiación proporcionada por el
SFA– reduce enormemente las disparidades de recursos entre territorios (la des­
viación  estándar  del  índice  de  financiación  por  habitante  ajustado  cae  desde
21,6 hasta 4,5) respetando básicamente la ordenación inicial de las Comunida­
des  Autónomas  por  capacidad  fiscal5.  El  efecto  de  las  transferencias  verticales

4
La capacidad  fiscal incluye los  recursos REF,  la recaudación del Impuesto sobre Actividades
del Juego y el ajuste para homogeneizar la recaudación de los tributos cedidos tradicionales que
se menciona en la sección 2.5.
5
La ordenación  por capacidad  fiscal se  respeta solo de forma aproximada en el  gráfico  ya que
las participaciones autonómicas en el Fondo de Garantía se calculan  con el  agregado oficial de
capacidad  fiscal,  que es ligeramente  distinto del que aquí se utiliza,  tal  como se ha discutido en
la sección 2.

32
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

que  nos  llevan  de  la  línea  negra  a  la  roja  (línea  continua)  es,  sin  embargo,  muy
diferente:  este  elemento  del  sistema  casi  dobla  la  dispersión  de  la  financiación
por habitante ajustado (que pasa de 4,5 a 8,7) y altera por completo la ordena­
ción de las Comunidades Autónomas hasta hacer que el reparto final de la finan­
ciación no se parezca en nada a la distribución inicial de los ingresos tributarios.
Comparando  el  ranking  inicial  de  recursos  por  habitante  ajustado  en  base  a  la
capacidad fiscal con el ranking final por financiación efectiva, se producen alte­
raciones  en  el  orden  de  hasta  11  puestos.  Dejando  de  lado  a  las  Comunidades
forales,  con  datos  de  2014,  existe  un  abanico  de  30  puntos  porcentuales  entre
las CCAA en términos de financiación por habitante ajustado. Además, no hay
correlación  entre  la  posición  relativa  de  las  CCAA  en  base  a  su  capacidad  fiscal
y su posición en función de los recursos proporcionados finalmente por el SFA. 

3.2.  CUESTIONES DE EFICIENCIA E INCENTIVOS
27.  El  principio  de  responsabilidad  fiscal  exige  que  cada  nivel  de  gobierno
aparezca  ante  sus  ciudadanos  como  responsable  no  solo  de  sus  decisiones  de
gasto,  sino  también  de  las  cargas  tributarias  que  estas  conllevan.  De  esta  forma
se  busca  alinear  los  incentivos  de  los  gestores  públicos  con  los  intereses  de  sus
administrados, al obligar a los primeros a considerar en el margen tanto los costes
como los beneficios de sus posibles actuaciones. Cuando este principio se incum­
ple, surgen disfunciones que pueden afectar a todos los niveles de gobierno.
28. Aunque el endeudamiento es un medio aceptable y aceptado para finan­
ciar proyectos de inversión cuya  vida útil  es muy extensa en  el  tiempo, preser­
vando  el  principio  de  equidad  intergeneracional,  el  principio  de  estabilidad
presupuestaria y las restricciones que tiene España, como país miembro del Área
euro,  obligan  a  un  reparto  entre  Administraciones  Públicas  de  los  niveles  de
déficit  y  a  fomentar  la  coordinación  presupuestaria  y  del  endeudamiento.  En
este sentido, es necesario generar  incentivos para  el  cumplimiento de los com­
promisos de estabilidad en las distintas CCAA.
29.  En el caso de las Administraciones autonómicas, un mal  diseño del  sis­
tema de financiación puede desembocar en  una situación de restricción presu­
puestaria  blanda;  esto  es,  en  la  percepción  por  parte  de  los  responsables
autonómicos  de  que  es  posible  aumentar  los  recursos  transferidos  por  otros
niveles de la administración evitando los costes políticos de subidas de impues­
tos o rebajas de gasto para cuadrar el presupuesto. 
30. Además de lo anterior, la existencia de expectativas de rescate (o bail­out)
junto a  la  existencia  de autonomía para el  endeudamiento puede provocar un
recurso  excesivo  a  esta  vía  de  financiación  y  acabar  trasladando  el  problema
33
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

financiero  a la  Administración central, que se vería en  la tesitura  de tener que


transferir  más  recursos  a  las  Administraciones  autonómicas  más  endeudadas,
actuar de comprador  de sus bonos o,  en  última  instancia, condonar la deuda
acumulada. En  esta situación, el  mecanismo  natural de disciplina fiscal  en  una
democracia (para gastar más hay que subir impuestos y esto tiene un coste elec­
toral) deja de funcionar y resulta muy difícil resistir la presión para incrementar
el gasto. Por su parte, la Administración central puede apreciar ventajas en man­
tener esta  relación de dependencia, al mantener el poder tributario y  la  capaci­
dad  de  facto  de  imponer  a  las  Comunidades  Autónomas  un  exceso  de
obligaciones gravosas sin preocuparse excesivamente de su financiación. 
31. Dadas las diferencias de renta existentes entre las Comunidades Autóno­
mas españolas, la exigencia de una razonable igualdad en capacidad de gasto por
unidad de necesidad no permite diseñar el sistema  de forma  que todas ellas se
financien enteramente con tributos cedidos que recaigan sobre sus propios ciu­
dadanos y requiere la utilización de transferencias de nivelación que, inevitable­
mente, tendrán un peso muy importante en la financiación de los territorios de
menor renta. Pero lo crucial a la hora de establecer incentivos correctos para las
Administraciones  subcentrales  es  que,  independientemente  del  volumen  de
transferencias  que  reciben,  todas  las  Comunidades  Autónomas  que  deseen
aumentar su  volumen de gasto por  encima del  nivel garantizado de referencia
tengan que asumir el coste político que esto comporta mediante un aumento de
las cargas tributarias que soportan sus ciudadanos.
32. El estilo  negociador seguido en  el pasado, de inyectar sistemáticamente
fondos adicionales en los momentos de renegociación  del  sistema, asegurando
en paralelo  que ninguna  Comunidad recibiría  menos  fondos que los  que venía
percibiendo anteriormente, es una muestra del  problema de laxitud presupues­
taria blanda apuntado y  un claro estímulo a  la  renegociación continua,  puesto
que  el  resultado  de  este  sistema  de  negociación  es  siempre  un  incremento,
mayor o menor, de fondos en todas las CCAA, reforzado por la cláusula de res­
peto del statu quo.
33. Para  potenciar la autonomía  y corresponsabilidad fiscal de las CCAA,
sería necesario aumentar el margen de decisión  fiscal  de las Haciendas autonó­
micas, que en el momento actual está muy centrado en la imposición directa.
Dadas las limitaciones recaudatorias del  ISD  y del  IP, el  IRPF autonómico se
convierte, de facto, en el  único  tributo sobre el  que operar, para  llevar a cabo
ajustes presupuestarios de cierta magnitud. 
34. Si se atiende a lo sucedido en la reciente crisis, iniciada en 2008, al haber
aumentado  la  Hacienda central la  tarifa  estatal  de gravamen aplicada  sobre el

34
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

IRPF  y  estar  centrada  la  progresividad  en  el  gravamen  de  las  rentas  salariales
integradas  en  la  base  liquidable  general,  el  ajuste  presupuestario  autonómico
sobre el IRPF presenta dificultades que no pueden  ser ignoradas. Para resolver
este problema y ampliar la corresponsabilidad fiscal de las CCAA, en el capítulo
3 de este Informe se desarrolla una propuesta de actuación colegiada en materia
de imposición indirecta.
35. Respecto  al importante tema  de la estabilidad presupuestaria y  la  gene­
ración de incentivos positivos al cumplimiento de los límites de déficit fijados a
las CCAA, es necesario advertir sobre un grave problema que se ha ido generan­
do con el  desarrollo  de algunos de los instrumentos de financiación puestos en
marcha tras la  promulgación de la Ley Orgánica  de Estabilidad Presupuestaria
y Sostenibilidad Financiera (LOEPSF). 
36. Si bien la creación  del  Fondo de Pago a  Proveedores (FPP) y el  Fondo
de Liquidez Autonómica (FLA) puede juzgarse de modo positivo, para facilitar
un acercamiento  gradual  a los objetivos de déficit  y deuda fijados, su posterior
evolución ha  generado  un problema de riesgo moral e incentivos perversos, en
el caso del FLA.
37. La transformación del FLA, concebido como instrumento provisional,
en un canal de financiación permanente y el hecho de que, en su actual regula­
ción, permite financiar las desviaciones de los objetivos de déficit asumidos, crea
un importante problema de riesgo moral. 
38.  Para  acabar  los  problemas  de  instrumentación  señalados,  no  se  puede
considerar  que existe coherencia entre los objetivos de deuda  y los objetivos de
estabilidad,  cuando  los  objetivos  de  deuda  se  amplían  a  posteriori,  para  dar
cobertura a los incrementos de déficit no autorizados de ejercicios anteriores.
39. Este es uno de los aspectos más relevantes, si se quiere evitar un proble­
ma de restricción presupuestaria blanda y de expectativas fundadas de rescate y
por ello, en la parte final del Informe, se adelantarán algunas propuestas que tra­
tan de avanzar en la  línea  de crear incentivos positivos al cumplimiento de los
objetivos autonómicos de déficit y deuda.
40. Con el fin de aumentar  el  nivel de responsabilidad fiscal  de las Comu­
nidades Autónomas y reducir los posibles problemas de incentivos, la Comisión
avanza  una  serie  de  recomendaciones  que  se  desarrollan  en  mayor  detalle  en
otros  capítulos  del  presente  Informe.  Además  de  las  ya  recogidas  en  párrafos
anteriores, se propone extender la capacidad normativa de las CCAA a los meca­
nismos  de copago  así como  dar a  estas administraciones un  mayor peso en la
fijación de ciertos estándares mínimos de servicio en materias de su competen­
35
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

cia, que tienen un efecto importante sobre su gasto y que actualmente el Estado
puede fijar de forma prácticamente unilateral. Un ejemplo importante sería el
catálogo  de prestaciones mínimas y de medicamentos de los que se hace cargo
el sistema  público  de salud. Finalmente, se pretende mejorar el  grado de cono­
cimiento de los ciudadanos sobre el funcionamiento del  sistema  autonómico  y
sobre el reparto de recursos entre administraciones.

3.3.  LA REGULACIÓN DE LOS TRIBUTOS CEDIDOS
41. Con las sucesivas revisiones del SFA, los tributos cedidos han ido ganan­
do peso  entre los ingresos de las CCAA de régimen común.  En paralelo, estos
entes han ido incrementando su capacidad normativa sobre elementos cada vez
más  importantes  de  estos  tributos,  cuya  normativa  básica  sigue  siendo  sin
embargo competencia del Estado dada su titularidad en los mismos.
42. Como consecuencia del uso que las CCAA han hecho de sus competen­
cias  normativas  sobre  los  tributos  cedidos,  se  han  ido  generando  diferencias
cada vez mayores entre ellas en lo que respecta tanto a los niveles de gravamen
como  a  la  configuración  de  muchos  de  estos  impuestos.  Algunos  aspectos  de
este proceso de creciente diferenciación territorial en materia tributaria resultan
preocupantes  por  cuanto  suponen  un  incremento  considerable  y  seguramente
innecesario  de  los  costes  de  recaudación  y  cumplimiento  de  determinados
impuestos, hacen menos transparentes las diferencias de fiscalidad entre territo­
rios y dificultan el cálculo de la recaudación normativa de las distintas figuras y
por  consiguiente  el  de  las  necesarias  transferencias  de  nivelación.  También
resulta  preocupante  la  posibilidad  de  que  la  competencia  por  atraer  a  las  bases
tributarias  más  móviles  conduzca  a  tipos  inferiores  a  los  deseables  en  determi­
nados impuestos patrimoniales o, incluso, a la desaparición de figuras que cum­
plen una función redistributiva necesaria, como el Impuesto sobre Sucesiones y
Donaciones.
43.  Un problema  adicional  en relación  con los tributos cedidos totalmente
ha sido la falta de atención por parte del Estado a la actualización de su norma­
tiva, que en algunos casos se remonta a hace más de treinta años. Así ocurre por
ejemplo en el caso del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, donde se man­
tienen las tarifas, y los tramos de la base liquidable establecidos en 1987, cuando
la renta per cápita se ha multiplicado prácticamente por tres desde entonces.
44. En respuesta a estos problemas, sería deseable armonizar las bases impo­
nibles y liquidables de los tributos cedidos total o parcialmente, restringiendo la
capacidad  normativa  autonómica  a  las  escalas  de  gravamen  y  a  posibles  deduc­
ciones o bonificaciones de la cuota, así como estudiar la posibilidad de introducir
36
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

topes máximos y/o mínimos de gravamen efectivo en ciertos impuestos patrimo­
niales. También convendría revisar y actualizar la normativa básica estatal sobre
el tema y crear mecanismos operativos para el seguimiento y actualización perió­
dica de esta normativa en los que participen las Comunidades Autónomas junto
con el Estado, posiblemente a través de una comisión permanente que responda
ante el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Algunas de estas propues­
tas se desarrollarán en mayor detalle en el capítulo 3 del presente Informe.
45. En relación con la imposición propia, otra fuente de financiación que en
teoría contribuye a dotar a las Comunidades Autónomas de un mayor grado de
responsabilidad fiscal, también se ha producido una proliferación de figuras que
llega incluso a hacer difícil su sistematización. Por ello, también en este ámbito
convendría  poner  en  valor  el  principio  constitucional  de  coordinación,  de
acuerdo con las ideas que se desarrollarán más adelante. 

4.  SUFICIENCIA  Y  EQUILIBRIO  VERTICAL


46. Los expertos que estudian si el sistema de financiación de las CCAA da
cumplimiento al principio de suficiencia lo hacen desde perspectivas diferentes,
lo que pone de manifiesto  que no existe una interpretación única  de lo que el
cumplimiento de este principio implica. En ocasiones se identifica la insuficien­
cia con la existencia de un déficit presupuestario. En otros  casos se apela a este
principio al  referirse al  equilibrio vertical, considerando que no existe una  ade­
cuada distribución entre las AAPP de los recursos públicos y de los instrumentos
para  su  obtención,  independientemente  de  los  déficits  que  pudieran  tener  las
mismas. En tercer lugar, el  principio  de suficiencia  se interpreta como el cum­
plimiento de los acuerdos sobre determinados niveles de recursos, alcanzados al
aprobarse un modelo  de financiación. Por último,  hay quien considera  que no
existe  una  forma  objetiva  de  determinar  si  el  principio  se  cumple  cuando  la
cuestión se plantea en términos de necesidades absolutas de gasto.
47.  Todas  estas  perspectivas  son  útiles  para  el  análisis  de  la  suficiencia,  y
también  la interrelación entre ellas, pero conviene distinguirlas pues se refieren
a asuntos diferentes. Mientras la  primera examina  la relación entre ingresos y
gastos en un determinado sector institucional  –las CCAA–, la segunda  analiza
la distribución de ingresos entre diferentes sectores y la tercera el cumplimiento
de un compromiso  de Estado sobre los recursos disponibles para atender a las
funciones encomendadas a las CCAA. 
48. Las dos  últimas aproximaciones al  principio de suficiencia  se refieren  a
la distribución  vertical de recursos entre las AAPP. Esa distribución es el resul­
37
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

tado de un acuerdo político sobre cómo unos recursos limitados y los mecanis­
mos existentes para su obtención deben asignarse entre ellas, con el fin de alcan­
zar un equilibrio consensuado en la disponibilidad de medios para la prestación
de los servicios encomendados a unas y otras administraciones. En este sentido,
el volumen de financiación que se considere suficiente para  atender las compe­
tencias encomendadas a las Comunidades Autónomas en un marco de recursos
limitados, depende del nivel al que se desee prestar los servicios correspondien­
tes en función de la prioridad atribuida a  cada  uno de ellos, y  de la  estimación
del gasto necesario para prestarlos. Y en un contexto en el que el margen de las
Comunidades para el ejercicio de su autonomía tributaria está limitado y existen
compromisos de nivelación horizontal, ese ajuste  entre ingresos y gastos de los
Gobiernos  subcentrales  no  depende  solo  de  las  decisiones  tributarias  de  cada
uno de ellos:  requiere acuerdos de Estado para determinar cuándo se considera
que los recursos son adecuados para prestar los servicios al nivel pactado.
49. En la  medida  en que la distribución de recursos entre administraciones
la determina  un acuerdo político entre las instituciones implicadas, analizar  si
un  determinado  sistema  de  financiación  ha  proporcionado  o  no  el  equilibrio
acordado  requiere comprobar si la distribución vertical de recursos durante la
aplicación del SFA ha respondido al criterio consensuado en el momento de su
aprobación. 

4.1.  SUFICIENCIA Y EQUILIBRIO VERTICAL EN EL MODELO 2009
50. El actual sistema de financiación autonómica, aprobado en 2009, parte
de un acuerdo de Estado acerca de la distribución de recursos públicos y la atri­
bución de facultades tributarias entre niveles de gobierno en función de los nive­
les deseados de gastos a cubrir por la Administración central y las CCAA para el
ejercicio de sus respectivas competencias. 
51. Los resultados de este acuerdo financiero han estado marcados decisiva­
mente por la grave crisis fiscal  derivada de la Gran Recesión pero también por
las carencias del diseño institucional del Estado de las Autonomías, que aún no
dispone  de los instrumentos de coordinación y  cooperación que serían necesa­
rios en un país que ha alcanzado un alto grado de descentralización. Las dificul­
tades que las  finanzas públicas españolas afrontan desde 2009 y esas carencias
han sido muy relevantes para  explicar  lo sucedido en  los años de vigencia del
actual sistema de financiación y explican por qué es necesario diseñar un nuevo
acuerdo.
52. El sistema  de financiación aprobado en 2009  acordó una  distribución
vertical  de  recursos  entre  la  Administración  General  del  Estado  (AGE)  y  las
38
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

CCAA que, tomando como referencia los recursos percibidos por las CCAA en
2007  bajo  el  anterior  sistema  y  unas  aportaciones  adicionales  de  la  AGE  en
2009 y 2010, atribuía a las mismas recursos que permitían cubrir el nivel de gas­
tos alcanzado en ese ejercicio, bajo la hipótesis de cumplimiento de las previsio­
nes  presupuestarias  y  sus  correspondientes  anticipos.  No  obstante,  dichas
previsiones no se cumplieron y el equilibrio presupuestario esperado no resultó
sostenible en unas circunstancias cíclicas muy diferentes, que incidieron sensi­
blemente sobre el nivel de ingresos de todas las AAPP. 
53. La crisis hizo imposible mantener los niveles absolutos de financiación
que el vigente modelo recogía en su año base. Por otra parte, un análisis en tér­
minos  relativos  permite  examinar  si  los  porcentajes  de  reparto  de  los  recursos
entre  las  AAPP  que  resultaron  del  acuerdo  adoptado  tras  la  incorporación  de
los recursos adicionales al sistema se han mantenido. De ese análisis, si se con­
sidera el conjunto de las Administraciones centrales frente a las CCAA, se con­
cluye  que  las  CCAA  han  visto  reducidos  sus  porcentajes  de  participación  en
los  recursos  públicos  respecto  del  acordado,  mientras  que  la  Seguridad  Social
(SS)  ha  incrementado  su  porcentaje,  gracias  en  parte  a  las  transferencias  adi­
cionales  recibidas  de  la  AGE.  No  obstante,  si  se  comparan  los  recursos  de  la
AGE, netos de transferencias a la SS, y los de las CCAA se constata que el por­
centaje de participación de estas últimas se ha incrementado respecto del acor­
dado.

4.2.  EVOLUCIÓN DE LOS INGRESOS DE LAS ADMINISTRACIONES
PÚBLICAS
54. La  realidad  de las finanzas públicas en 2009 y ejercicios posteriores fue
muy  distinta  de la  esperada  por la caída  de la recaudación tributaria. El origen
de la trayectoria decreciente de los ingresos de las AAPP está en la crisis general
de los ingresos públicos en unos años de fuerte recesión, aunque  el  impacto  ha
incidido  en  momentos  diferentes  sobre  las  Administraciones  centrales  y  las
CCAA de régimen común.
55. El gráfico 5 resume la evolución de los ingresos de distintas administra­
ciones desde 2003, el año posterior a la cesión de la sanidad a las Comunidades
de vía  lenta, hasta  2016. Al observar la  evolución de los ingresos en  estos años,
se puede señalar que durante el período observado los ingresos de la AGE (netos
de transferencias a otras administraciones) se han contraído más que los de las
CCAA y la SS. La Seguridad Social apenas ha sufrido una caída de ingresos, gra­
cias a la evolución menos desfavorable de las cotizaciones sociales y a que, cuan­
do ha sido  necesario, la AGE  le ha  aportado las transferencias necesarias. Por
39
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

otro lado, las Comunidades Autónomas han padecido caídas de ingresos impor­
tantes entre 2009 y 20116. 

Gráfico 5
Recursos no financieros por subsectores (netos de transferencias entre

AAPP y recursos UE)

(millones de euros corrientes)

56. El gráfico muestra con crudeza los efectos de la crisis sobre la AGE y las
CCAA, mientras que el perfil de los ingresos de la Seguridad Social es mucho más
estable, creciente hasta 2009, más o menos constante entre 2009 y 2011, y sua­
vemente  decreciente  desde  2011  a  2016.  Entre  2007  y  2009,  los  ingresos  netos
del conjunto de la AGE y las CCAA se redujeron en casi un 40 % lo que dejó a
la  Administración  central  en  2009  con  ingresos  netos  negativos.  Las  CCAA  de
régimen  común  no  sufrirían  el  desplome  de  los  ingresos  hasta  2010  y,  especial­
mente,  2011,  debido  a  los  errores  de  previsión  de  la  recaudación  tributaria  de
2008 y 2009 que se tradujeron en unas entregas a cuenta muy superiores a lo que
a posteriori habría exigido la evolución efectiva de los ingresos tributarios.
57. Aunque con alguna  caída intermedia, de 2009 en adelante los ingresos
de  la  AGE  se  van  recuperando,  en  buena  parte  gracias  a  sucesivas  subidas  de
tipos en el  IRPF, IVA e Impuestos Especiales (IIEE), aunque todavía  no han
alcanzado el nivel que tuvieron en 2007. Por su parte, los ingresos de las CCAA

6
Parte de las caídas de ingresos de las CCAA reflejadas en 2010 y 2011 en contabilidad nacio­
nal tienen su origen en las liquidaciones negativas del SFA de 2008 y 2009 cuyo pago se aplazó
en el marco del Acuerdo de 2009.

40
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

también  se  recuperan  desde  2011,  pero  sin  alcanzar  el  nivel  que  tuvieron  en
2007 a pesar de que muchas de las CCAA han utilizado al alza las competencias
normativas de las que disponen en el  ámbito  tributario en IRPF y  los tributos
cedidos tradicionales.
58. En resumen, según  estos  datos, resulta  evidente que ambas administra­
ciones han afrontado una coyuntura adversa durante la reciente crisis y que han
soportado  el  grueso  de  la  caída  de  ingresos  en  momentos  distintos,  pero  no
puede concluirse que una u otra haya salido mejor parada. 
59.  Con  independencia  de  lo  anterior,  es  importante  señalar  que  la  Adminis­
tración central ha contado con más instrumentos que las CCAA de régimen común
para  poder  limitar  las  consecuencias  de  la  caída  de  sus  ingresos  pues  ha  dispuesto
de un mayor margen de actuación sobre sus ingresos tributarios y financieros.

4.3.  EVOLUCIÓN DE LOS GASTOS DE LAS ADMINISTRACIONES
PÚBLICAS
60. El  análisis de la  evolución de los gastos de las  distintas AAPP asociados
a sus competencias permite complementar  la  valoración hecha de los ingresos.
Para extraer conclusiones adecuadas del estudio de los gastos conviene tener pre­
sente que las competencias de cada administración son de muy diferente natu­
raleza y, por tanto, difícilmente comparables en términos agregados.

Gráfico 6
Empleos no financieros por subsectores (netos de intereses, transferencias
entre AAPP, ayudas a instituciones financieras y recursos UE)
(millones de euros corrientes)

41
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

61. En  la evolución  del gasto de las CCAA  y de la  AGE resulta crucial el


impacto que la crisis tuvo. El recorte observado entre 2009 y 2013 es mayor en
las CCAA que en  el resto  de AAPP. En la  Administración central,  el ajuste se
había empezado a producir un año antes, no obstante, la evolución del gasto de
la AGE en años anteriores tuvo tasas de crecimiento interanual menores que las
de las CCAA. En la Seguridad Social no se da  tal  ajuste por el  incremento  del
gasto en prestaciones por desempleo y pensiones que se produce durante la cri­
sis. En conjunto, el crecimiento acumulado del gasto autonómico ha sido supe­
rior al del gasto de la AGE, pero este dato por sí mismo es difícil de interpretar
si no se tiene en cuenta la distinta composición funcional de los gastos de ambas
administraciones.
62. Tras su  recuperación  en 2015, los gastos en términos corrientes de las
CCAA se sitúan a  niveles de antes de la  crisis, pero no se han recuperado los
niveles de gasto  real per cápita o por habitante ajustado  de 2007. La  situación
actual se alcanza  tras recorrer  un largo camino de ajustes. La trayectoria  de sus
gastos  se  ha  visto  condicionada  por  la  de  unos  ingresos  muy  afectados  por  la
reducción de los ingresos fiscales, que ha hecho que, a  pesar de los ajustes, se
hayan  generado  déficits  que  se  han  acumulado  en  un  elevado  volumen  de
deuda.
63.  En  cuanto  a  la  Seguridad  Social,  con  carácter  general,  su  gasto  durante
estos  años  ha  sido  creciente  debido  a  las  prestaciones  por  desempleo  y  pensio­
nes,  si  bien  en  los  últimos  años  este  incremento  se  modera.  En  su  caso  no  se
produce la reducción del gasto que tiene lugar en otras administraciones duran­
te  la  crisis.

4.4.  DESEQUILIBRIOS PRESUPUESTARIOS DE LAS
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
64.  La  evolución  de  los  gastos  de  las  AAPP  en  estos  últimos  años,  junto
con  la  incidencia  que  la  crisis  económica  ha  tenido  en  la  recaudación  tributa­
ria,  ha  supuesto  la  aparición  de  abultados  desequilibrios  presupuestarios  en
todas las AAPP. Así pues, desde la primera de las perspectivas mencionadas, la
suficiencia  es  un  problema  que  padecen  todas  las  AAPP.  En  el  gráfico  7  se
muestra  la  diferencia  entre  los  recursos  y  empleos  no  financieros  tal  cual  se
han cuantificado a lo largo de esta sección. Hay que observar, no obstante, que
en  los  empleos  considerados  en  este  gráfico  no  se  descuentan  los  intereses
como se hacía en los anteriores, para que pueda observarse su incidencia en el
déficit.
42
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

Gráfico 7
Desequilibrio presupuestario
(millones de euros corrientes)

65. El desequilibrio presupuestario de la Administración central se empieza
a apreciar en 2008 y llega  a  su  máximo en 2009. El  saldo presupuestario  expe­
rimenta  una  fuerte recuperación hasta  2011 y a  partir de allí, con altibajos, se
observa  una  tendencia  a  la  reducción de los desequilibrios de la AGE que, no
obstante, siguen siendo graves.
66. Las CCAA, por su parte, presentan un déficit moderado hasta 2009, año
a  partir  del  cual  experimentan  un  fuerte  incremento  de  su  desequilibrio,  que
alcanza su máxima expresión en 2011. En 2012 se produce una fuerte reducción
del déficit, que se mantiene a  ese nivel  durante los años siguientes y  vuelve a
mejorar en 2016.
67. De la comparación de estos dos subsectores, se infiere que el impacto de
la crisis se concentra inicialmente en la Administración central, ya que las entre­
gas a  cuenta del  SFA  que se presupuestaron en 2008  y 2009 no  tuvieron pre­
sente el alcance real de la crisis económica, por lo que el grueso de los efectos de
la menor recaudación fiscal  en esos años lo absorbió la  Administración central
y no las  CCAA, que reciben en cambio el  impacto en los años 2010 y 2011,
cuando  se  imputan  las  liquidaciones  (negativas)  del  SFA  de  los  años  2008  y
2009.
68. El que los ingresos de las AAPP hayan sido recurrentemente insuficien­
tes para cubrir sus gastos puede deberse al nivel de ingresos, al nivel de sus gastos
43
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

o a una combinación de ambos. Así, puede deberse en parte a que la gestión en
la  prestación  de  servicios  públicos  es  mejorable  o  a  que  el  nivel  de  servicios
públicos que se pretende ofrecer no es acorde con la capacidad de generación de
renta o de ingresos fiscales del país. En comparación con otros países de nuestro
entorno, la principal diferencia  de España  es precisamente la baja recaudación
tributaria en relación al PIB. En el caso de las CCAA, su capacidad de genera­
ción  de  ingresos  está  condicionada  por  sus  mayores  limitaciones  para  decidir
autónomamente la variación o la composición de sus ingresos, pues un porcen­
taje sustancial de los mismos proviene de  la  imposición  indirecta, en la  que no
tienen capacidad normativa.

4.5.  ANÁLISIS ESPECÍFICO DE LA EVOLUCIÓN DEL GASTO
ASOCIADO A SERVICIOS PÚBLICOS FUNDAMENTALES
69. Los gastos de las administraciones evolucionan de forma distinta porque
sus decisiones son autónomas, pero también porque sus competencias son dife­
rentes. La composición por funciones de las competencias propias de las Admi­
nistraciones  centrales  y  las  Comunidades  Autónomas  debe  tenerse  en  cuenta,
pues el peso  en el gasto  de cada  administración del gasto en servicios públicos
fundamentales (SPF) relacionados con el Estado de Bienestar y en el resto  de
funciones es muy dispar. En el gasto de las Comunidades Autónomas y la Segu­
ridad Social los SPF tienen un peso decisivo, mientras que en la Administración
central y las Corporaciones Locales es bastante menor.
Gráfico 8
Empleos no financieros en SPF (neto de transferencias entre AAPP)
(millones de euros corrientes)

44
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

70. El gráfico 8 muestra la  trayectoria  del  agregado de los gastos en salud,


educación y protección social, apreciándose que desde 2003 hasta 2015 el gasto
en SPF  de las Administraciones centrales aumenta  más que en las CCAA y el
origen de este mayor crecimiento se encuentra  en  la  SS. Su  gasto en pensiones
y prestaciones por desempleo, fundamentalmente, no se ajusta discrecionalmen­
te porque está basado en el cumplimiento de los criterios fijados por ley. En las
Administraciones  centrales  los  SPF  aumentan  también  de  forma  continuada,
pero más suavemente, acumulando un crecimiento entre 2003 y 2015 similar al
de las CCAA, pero el peso de los SPF en el gasto de la primera es sustancialmen­
te inferior que en el de las Comunidades.
71. La importante diferencia en el comportamiento del gasto en SPF de las
dos grandes administraciones que concentran su gasto en prestar estos servicios
–SS y CCAA– se produce a partir de 2009. A diferencia de lo que sucede en la
SS, el ajuste ha sido importante en el caso de las Comunidades Autónomas, no
siendo ajeno al  mismo que buena parte de sus gastos sociales son  prestaciones
en especie de servicios como la educación o la sanidad, funciones en las que los
ajustes presupuestarios pueden ser adoptados sin cambios legales pues afectan a
las partidas de consumo público (salarios y consumos intermedios, básicamente)
que no vienen fijadas directamente por ley. Los ajustes que han tenido lugar en
los SPF prestados por las CCAA han tenido implicaciones para la valoración de
la suficiencia desde dos de las perspectivas señaladas al principio: el equilibrio
vertical y el cumplimiento de los compromisos de recursos acordados al aprobar
el modelo. 
72.  Para  valorar  esta  última  cuestión  se  deben  considerar  los  datos  corres­
pondientes  a  las  Comunidades  de  régimen  común.  A  efectos  de  lo  que  sigue
puede ser útil construir un indicador, al que se denominará gasto de referencia
de  las  CCAA  de  régimen  común,  partiendo  del  gasto  observado  en  2007  y
haciéndolo  evolucionar  de  acuerdo  con  un  indicador  similar  a  la  población
ajustada  del  modelo  vigente  excepto  en  que  su  valor  no  se  normaliza  por  la
población  total  en  cada  año  y  recoge  por  tanto  las  variaciones  absolutas  de  las
distintas  variables  de  población  o  población  ponderada  que  se  incluyen  en  el
sistema7.  El  gráfico  9  representa  mediante  un  punto  los  recursos  considerados
suficientes  para  financiar  el  gasto  de  las  Comunidades  de  régimen  común  en
SPF  (panel  a)  y  el  gasto  total  de  las  mismas  (panel  b),  al  aprobarse  el  modelo
acordado  en  2009.  Esa  financiación  aproximaba  los  recursos  al  gasto  efectivo
de las Comunidades en el año base (2007), pero ya quedaba lejos del gasto que

7
Este indicador ha sido propuesto por LÓPEZ LABORDA, y ZABALZA (2011).

45
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

se había alcanzado en 2009. Las flechas del gráfico muestran esa distancia entre
las  previsiones  de  las  entregas  a  cuenta  y  los  recursos  recibidos  efectivamente,
en términos de contabilidad nacional. Pese a la posterior reducción de los gas­
tos  –claramente  mayor  que  la  de  las  necesidades  cuando  se  considera  el  gasto
total–  la  brecha  entre  los  mismos  y  los  recursos  se  ha  mantenido,  debido  a  la
evolución a la baja de los ingresos hasta 2013 y a pesar de su recuperación pos­
terior.  En  esa  evolución  merece  la  pena  singularizar  la  trayectoria  de  la  insufi­
ciencia  en  el  caso  particular  de  los  SPF,  con  independencia  de  que  en  el
modelo  de  financiación  no  haya  una  afectación  de  los  recursos.  El  SFA  perse­
guía  aumentar  los  recursos  para  esa  finalidad  y  configuraba  un  bloque  de
financiación  para  conseguirlos8,  cuyo  núcleo  es  el  Fondo  de  Garantía,  que  ha
quedado muy por debajo de los gastos. Mientras el gasto de referencia aumen­
taba,  los  recursos  del  modelo  caían  durante  varios  años,  ampliándose  el  des­
equilibrio  financiero.

Gráfico 9
Evolución de los gastos de las CCAA de régimen común y los

recursos procedentes del modelo de financiación y transferencias finalistas.

2007­2016

(millones de euros corrientes)
a.  Gastos y recursos para servicios públicos fundamentales

8
Véase la nota (1) del gráfico 9.

46
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

b.  Gastos y recursos totales

(1)
Los recursos del modelo destinados a SPF se calculan como el 75 % de los tributos que for­
man parte de la cesta del modelo (considerando los tributos cedidos homogéneos calculados por
de la Fuente), la Transferencia del Fondo de Garantía,  el  Fondo de Suficiencia sin las compe­
tencias no homogéneas y el Fondo de Competitividad. Además se han incorporado las transfe­
rencias finalistas del Estado a las CCAA ajenas al modelo y que se dedican a financiar SPF.
(2)
Se consideran las entregas a cuenta del IRPF, IVA, Impuestos  Especiales y Fondo  de Sufi­
ciencia de 2009.
(3)
Los recursos recibidos comprenden el total de recursos del modelo (considerando los tributos
cedidos homogéneos calculados  por de la Fuente) junto  al total  de  transferencias finalistas rea­
lizadas por el Estado a las CCAA.
Fuente:  IGAE (2017) y elaboración propia.

73. Estos resultados del modelo aprobado en 2009 durante los años de apli­
cación  del  mismo  indican  que  la  suficiencia  puede  ser  cuestionada  cuando  se
considera si la disponibilidad de los recursos acordados para financiar los servi­
cios públicos fundamentales se ha cumplido. En el origen del problema  está  la
caída  de los ingresos del  conjunto de las AAPP comentado y no un reparto de
los ingresos tributarios más desfavorable para las CCAA. Ahora bien, pese a no
contar con ventajas en este sentido las Administraciones centrales, han podido
sostener mejor sus gastos en SPF, fundamentalmente los de la SS. 
74. Como resultado  de los distintos ajustes realizados por cada  administra­
ción, las CCAA9 han perdido peso entre 2009 y 2016 en el  gasto público total

9
Los datos de las Comunidades incluyen tanto a las de régimen común como a las forales, pero
la pérdida de peso se concentra en las primeras.

47
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

(­3,7 pp), en el gasto primario (neto de intereses) (­3,1 pp) y, sobre todo, en el
gasto de las AAPP en SPF (­4,6 pp) (gráfico 10).º

Gráfico 10
Participación de las distintas administraciones en el gasto (neto de intereses, de
transferencias entre AAPP y de recursos UE) 2009­2016
(porcentajes)
a.  Gasto total

b.  Gasto en servicios públicos fundamentales

Fuente:  IGAE (2017) y elaboración propia.

75. Para completar  el  balance de la  suficiencia es útil considerar si el  gasto


de las Comunidades en SPF  se sitúa  a un nivel muy  elevado,  tomando como
referencia tanto su  evolución como otras realidades próximas.  En cuanto a  lo
primero, utilizando los indicadores de necesidad que recoge el  propio SFA, el
48
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

ritmo anual  de expansión del  gasto real en SPF  por unidad  de necesidad de las


Comunidades entre 2003 y 2009 fue del 5 % y desde que se aplica el modelo de
2009 hasta 2016 –coincidiendo con la crisis fiscal de las AAPP– ha sido negati­
vo (–2,1 %). En el conjunto del periodo 2003­2016 el gasto real por unidad de
necesidad de las CCAA ha crecido, en promedio un 0,9 % al año. 
76. En cuanto a las referencias comparadas, las Comunidades de régimen
foral  gastan en 2016 por unidad de necesidad en torno a un 30 % más que las
de régimen común y se han alejado de ellas desde 2007 en su nivel de gasto por
habitante ajustado. Además, España gasta en SPF un porcentaje de PIB menor
en un  21 %  que el  promedio de los países de la  Euro Área de similar nivel de
renta,  en  las  competencias  del  Estado  de  Bienestar  que  gestionan  las  CCAA,
habiéndose producido un alejamiento respecto de la media europea en el perio­
do de vigencia del actual sistema de financiación. 
77. La suficiencia y el equilibrio vertical se ven por tanto influidos por varios
factores. El  reparto  vertical de competencias y  recursos es uno  de ellos pero se
pueden añadir  otros como  la capacidad con la  que cuenta  cada administración
para ejercer su responsabilidad fiscal, o la posibilidad de disponer de instrumen­
tos que contribuyan, en determinadas situaciones, a adecuar  el gasto  a  lo  largo
de ciclo. 
78. Aunque la denominada Gran Recesión afectó a todas las administracio­
nes, la capacidad de respuesta de cada una de ellas no fue la misma. Así, el Esta­
do  pudo  reaccionar  ante  sus  problemas  presupuestarios  con  subidas  de
impuestos como el IRPF, el IVA  e IIEE  que tuvieron un efecto prácticamente
inmediato  sobre  sus  ingresos.  Afortunadamente,  la  Seguridad  Social,  por  su
parte, no sufrió una caída tan pronunciada de sus ingresos y contó además con
la ayuda del Fondo de Reserva y con importantes transferencias de la AGE para
mantener su  nivel de gasto.  Las CCAA, sin embargo, tuvieron un  menor mar­
gen de maniobra para proteger sus gastos por su menor capacidad normativa en
materia tributaria y por el largo retraso con el que sus decisiones en esta materia
se trasladan a sus fuentes más importantes de ingresos. 
79. La  evolución  de los recursos procedentes del  vigente SFA ha  condicio­
nado los recursos dedicados a  importantes funciones del Estado del Bienestar
dependientes de las CCAA, provocando que la caída de los recursos genere ines­
tabilidad  en la  prestación de los correspondientes SPF. Si  bien  las prestaciones
de la SS se diferencian de los SPF prestados por las CCAA, por tratarse las pri­
meras de prestaciones económicas de carácter cuasi  contractual cuya  cuantía se
fija por ley, lo cierto es que los problemas  de financiación de unos y otros SPF
no se han planteado en la misma medida. En la SS hubo un diseño previsor de

49
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

su financiación a  partir de 1996 que ha  combinado reglas de gasto y dotación


de reservas en los periodos de incrementos fuertes de los ingresos y, además, han
existido transferencias de la AGE para cubrir los déficits que se han ido produ­
ciendo así como cambios en las bases de cotización de la SS.
80.  El  nuevo  sistema  de  financiación  de  las  Comunidades  Autónomas  de
régimen común ha de partir de nuevo de un acuerdo entre la AGE y las CCAA
sobre cómo distribuir  los recursos públicos existentes para el desarrollo de las
competencias que las distintas administraciones tienen encomendadas que per­
mita dar una respuesta satisfactoria a la cuestión de la suficiencia de cada una de
ellas. Ese acuerdo debe ser parte de otro, más amplio, sobre el tamaño del sector
público  deseado  a  medio  plazo  y  las  dimensiones  básicas  de  las  funciones  de
gasto en las que se fundamenta el Estado de Bienestar y la prioridad otorgada a
las mismas, que abarque a los distintos niveles de gobierno y a una amplia mayo­
ría parlamentaria.
81. Una  vez  acordado el  punto de partida y el horizonte,  es preciso que los
recursos se distribuyan mediante instrumentos ajustados a los cometidos de las
diferentes administraciones, de manera que estas tengan capacidad efectiva para
ajustar sus ingresos a  sus gastos. A partir de ese momento tendrá sentido que
cada una de ellas asuma su responsabilidad ante los ciudadanos en la evolución
posterior de los ingresos fiscales y los gastos públicos, decidiendo cómo financiar
las singularidades de las políticas que desea desarrollar en el ejercicio de su auto­
nomía.  En  todo  caso,  el  acuerdo  inicial  debería  contemplar  los  instrumentos
institucionales adecuados para gestionar los problemas que puedan ir aparecien­
do con posterioridad.

Referencias
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eee2016­29.pdf.
DE LA FUENTE, A. (2016 b): “La evolución de la financiación de las Comunidades Autó­
nomas de régimen común, 2002­2014”, FEDEA, Estudios sobre Economía Española
núm. 2016­31, Madrid, http://www.fedea.net/datos­hacienda­autonomica/.
GRUPO DE TRABAJO DE ANÁLISIS DEL GASTO SANITARIO (GTS, 2007): Informe del Grupo
de Trabajo de análisis del gasto sanitario. 2007, Ministerio de Sanidad y Consumo,
Madrid, http://www.minhafp.gob.es/Documentacion/Publico/PortalVarios/Grupo
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50
Capítulo 1.  Diagnóstico del vigente sistema de financiación

LÓPEZ LABORDA,  J., y  ZABALZA, A. (2011):  “Mantenimiento temporal de  la equidad


horizontal en el sistema de financiación autonómica”, en Hacienda Pública Españo­
la / Revista de Economía Pública (197), págs. 37­65.
MINISTERIO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS (MHAP,  2016):  “Liquida­
ción  de  los  recursos  del  sistema  de  financiación  de  las  Comunidades  Autónomas  de
régimen  común  y  Ciudades  con  Estatuto  de  Autonomía  y  de  las  participaciones  en
los  fondos  de  convergencia  autonómica  regulados  en  la  Ley  22/2009  de  18  de
diciembre, correspondientes al ejercicio 2014”, Madrid, http://www.minhafp.gob.es/
Documentacion/Publico/CDI/Sist%20Financiacion%20y%20Deuda/Información
CCAA/Cuadros_liquidación_2014.pdf.
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ciones  no  financieras  del  sector  Administraciones  Públicas  y  sus  Subsectores,  http://
www.igae.pap.minhap.gob.es/sitios/igae/es­ES/ContabilidadNacional/infadm
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INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE,  2017 a):  Contabilidad  Nacional  Anual  de
España.  Base  2010,  http://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadis
tica_C&cid=1254736165950&menu=ultiDatos&idp=1254735576581.
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE, 2017 b): Cifras de población, http://www.
ine.es/dyngs/INEbase/es/categoria.htm?c=Estadistica_P&cid=1254735572981.

51
CAPÍTULO 2
FINANCIACIÓN AUTONÓMICA, ESTADO DE BIENESTAR Y

NIVELACIÓN VERTICAL

1.  INTRODUCCIÓN
1. Los debates sobre el  funcionamiento del modelo de financiación de las
Comunidades Autónomas y Ciudades con Estatuto de Autonomía aprobado en
2009 han prestado una creciente atención a dos problemas cuya importancia se
ha intensificado durante la crisis. El primero es la suficiencia de recursos para el
mantenimiento del gasto en los servicios públicos fundamentales para el Estado
de Bienestar que están a  cargo de las  Comunidades: la  sanidad, la educación y
los servicios sociales, en especial la atención a la dependencia. El segundo, la res­
ponsabilidad de las  Comunidades en el  cumplimiento de los objetivos de esta­
bilidad presupuestaria y el control del déficit en España. La relevancia de ambas
cuestiones, estrechamente relacionadas entre sí, se debe al alcance de la crisis del
Estado  de  Bienestar  padecida  por  España  durante  estos  años  y  su  sustancial
impacto  sobre la confianza  institucional en general  y en el Estado de las Auto­
nomías  en  particular.  Buena  parte  de  las  tensiones  recientes  en  estos  terrenos
han  afectado  directamente  a  las  Comunidades,  al  repercutir  severamente  la
Gran Recesión sobre los ingresos del modelo de financiación vigente, condicio­
nando sus decisiones de gasto y su gestión de los ajustes, el déficit y el endeuda­
miento.
2. En sintonía con esta percepción de los problemas, el encargo del Consejo
de Ministros a  la Comisión  para la  revisión del  Modelo de Financiación  Auto­
nómica alude expresamente a que esta debe cumplir el mandato de la Conferen­
cia de Presidentes Autonómicos de 17 de enero de 2017, en la que se consensuó
un acuerdo “sobre la  sostenibilidad del  Estado del  Bienestar y la  reforma  de la
financiación  autonómica”.  La  Conferencia  de  Presidentes  señaló  que  “en  la
sociedad española  existe un amplio consenso sobre la  necesidad de protegerlo
como  elemento  vertebrador de  nuestro modelo económico y social”, que  “las
Comunidades Autónomas y las Ciudades con Estatuto de Autonomía son parte

53
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

esencial  para  su  sostenibilidad”  y  que  el  análisis  y  la  revisión  del  sistema  de
financiación debe fundamentarse en los principios de “solidaridad, suficiencia,
equidad, transparencia, corresponsabilidad fiscal y garantía de acceso de los ciu­
dadanos a los servicios públicos”, según reitera el acuerdo de Consejo de Minis­
tros que creó la Comisión.
3. No habrá  una  solución real para los problemas que  plantea  el sistema de
financiación  de  las  Comunidades  si  la  reforma  no  contempla  como  objetivos
centrales de la misma la mejora  de la estabilidad financiera de las  Administra­
ciones Públicas (AAPP), el logro de un adecuado nivel de corresponsabilidad fis­
cal de las CCAA y la sostenibilidad del Estado de Bienestar en España. Estas tres
piezas son esenciales para la  recuperación de la confianza  en las instituciones y
en  la  viabilidad  del  Estado  de  las  Autonomías.  El  coste  de  no  abordar  estos
temas será perpetuar la  inestabilidad en el funcionamiento del  Estado de Bien­
estar y en las relaciones entre las AAPP en numerosas materias, con los riesgos
crecientes que ello comporta para las instituciones. El agravamiento reciente de
esas consecuencias es una razón de peso para no prolongar la indefinición de un
modelo que sea capaz de poner en valor la riqueza de la experiencia descentrali­
zadora de los últimos cuarenta años, contemplando a la vez tanto los viejos pro­
blemas como los más recientes, para abordarlos en lugar de cerrarlos en falso.
4. En consecuencia, el nuevo modelo de financiación ha de aportar solucio­
nes  que  contemplen  no  solo  los  problemas  de  autonomía  y  nivelación  de  las
Comunidades –en línea con las propuestas que se expondrán en próximos capí­
tulos– sino también los desequilibrios financieros del conjunto de las Adminis­
traciones  Públicas  españolas  y  sus  implicaciones  para  la  sostenibilidad  del
Estado de Bienestar, proponiendo vías para solucionarlos. En otras palabras, el
nuevo sistema debería estar anclado en un acuerdo que ofrezca  respuestas a  los
problemas  de  suficiencia  desde  una  perspectiva  general.  En  ese  sentido,  la
Comisión  considera  que  las  alternativas  para  equilibrar  financieramente  a  las
CCAA y al conjunto de las AAPP deberían atender a dos criterios básicos: 1) en
materia de gastos, establecer prioridades a partir de la evaluación sistemática de
su eficiencia y seguir  reglas de prudencia; 2) en materia  de ingresos, mejorar la
capacidad  fiscal  efectiva  de las AAPP en general  y de las CCAA en particular,
pues ese es el rasgo que más nos separa de los países de nuestro entorno.
5.  El  establecimiento  de  prioridades  de  gasto  puede  servir  de  guía  para  arti­
cular la reforma del modelo de financiación con la estabilidad presupuestaria y la
sostenibilidad del Estado de Bienestar, encauzando el debate sobre la suficiencia
de  recursos  de  las  distintas  administraciones  con  criterios  claros.  Una  forma  de
abordar  esta  cuestión,  en  lo  que  se  refiere  a  las  CCAA,  sería  considerar  la  finan­

54
Capítulo 2.  Financiación autonómica, estado de bienestar y nivelación vertical

ciación de los servicios públicos fundamentales (SPF), previstos en el vigente ar­
tículo 15 de la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de financiación de las
Comunidades  Autónomas  (LOFCA),  con  la  finalidad  de  dotar  de  suficiencia  y
estabilidad a sus prestaciones, fijando estas al nivel que políticamente se acuerde. 
6. La preocupación de las distintas AAPP por mantener la estabilidad de los
SPF,  en  la  medida  que  resulta  financieramente  posible  para  cada  una,  resulta
confirmada  por  el  esfuerzo realizado durante la crisis por proteger esos gastos
dedicando  a  los mismos porcentajes crecientes de sus presupuestos.  Así, en  el
caso  de las Comunidades, los gastos  en sanidad,  educación  y  servicios sociales
han pasado de representar el 69 % del gasto total en 2007 al 75 % en 2015. La
atención preferente de las Comunidades a la nivelación de los servicios públicos
fundamentales  viene  también  avalada  por  la  evidencia  de  que  se  diferencian
mucho  menos entre sí en sus niveles de gasto en educación y salud que en el
resto de funciones.
7. La centralidad de los SPF en materias clave para la equidad y la igualdad
de oportunidades justifica que los compromisos de nivelación horizontal  otor­
guen  especial  atención  a  ese  ámbito.  Ya  se  propuso  hacerlo  así  en  el  modelo
actual, pero las tensiones de estos años aconsejan adoptar medidas para garanti­
zar más eficazmente esos objetivos en dos direcciones: mejorar la suficiencia de
recursos  para  SPF de todas las  AAPP y lograr que todas las Comunidades –de
régimen  común  y  forales–  puedan  disponer  del  mismo  nivel  de  recursos  por
unidad de necesidad de salud, educación y protección social.
8. Además, al abordar el problema de la suficiencia por el lado de los ingresos
es necesario recordar que el artículo 2. 1 de la LOFCA exige que el SFA propor­
cione a las Comunidades Autónomas recursos suficientes para el ejercicio de sus
competencias. Sin embargo, la aplicación práctica de este principio resulta con­
flictiva porque no existe un criterio objetivo que permita determinar los recursos
que cada administración necesitaría para prestar los servicios que tiene encomen­
dados a un nivel considerado satisfactorio. La fijación de dicho nivel de servicios
y de recursos es de carácter fundamentalmente político y, en una democracia, las
Administraciones  Públicas  dispondrán  para  el  ejercicio  de  sus  competencias  de
los recursos que los ciudadanos estén dispuestos a aportar a través de impuestos
y  tasas.  Por  tanto,  la  cuestión  de  si  una  administración  determinada  dispone  o
no  de  los  recursos  suficientes  para  cumplir  sus  funciones  debe  responderse  eva­
luando  si  dispone  o  no  de  las  herramientas  adecuadas  para  obtener  y  gestionar
tales recursos, asumiendo en todo caso el coste político de hacerlo.
9. La Comisión considera, por esa razón, que sería conveniente interpretar los
principios de suficiencia y equilibrio vertical de una forma operativa, formulán­
55
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

dolos en términos de equilibrio de instrumentos más que de recursos. Desde esta
perspectiva, actualmente existe un desequilibrio de instrumentos a favor del Esta­
do, pues este dispone de un control total sobre sus ingresos tributarios mientras
que las CCAA solo disponen de capacidad de modular al alza o a la baja en torno
a la mitad de sus ingresos ordinarios. Una cierta asimetría en este sentido puede
resultar inevitable, e incluso deseable, dado que el Estado es el responsable último
de la Hacienda General. Aun así, la Comisión considera que existe margen para
aumentar el grado de autonomía de ingreso de las Comunidades Autónomas, al
menos actuando conjuntamente, de forma que estén en una posición más próxi­
ma a la del Estado a la hora de poder recabar de sus ciudadanos los recursos que
consideren  necesarios  para  ejercer  sus  funciones  a  uno  u  otro  nivel.  También
existe margen para mejorar la agilidad con la que las decisiones normativas de las
CCAA  sobre  sus  tramos  de  los  tributos  cedidos  se  trasladan  a  sus  ingresos  y  sus
efectos son percibidos por los contribuyentes y por los gestores públicos. Ambas
cuestiones se abordarán en mayor detalle en otros capítulos de este Informe. 
10. Además de las mejoras señaladas por el lado de la autonomía para modu­
lar el nivel  de ingresos, sería necesario introducir en el sistema un mecanismo
explícito de reequilibrio vertical que permita ajustar el reparto de recursos entre
la Administración central y las Comunidades Autónomas cuando sea necesario.
El  reparto  de  los  rendimientos  de  los  principales  impuestos  indirectos  de  un
modo distinto al  actual podría  servir a estos efectos. Se trataría  de sustituir los
actuales porcentajes de cesión del IVA y posiblemente de los Impuestos Espe­
ciales  (IIEE)  por  dos  tramos  independientes  de  tales  impuestos,  cuyos  rendi­
mientos  corresponderían  en  un  caso  al  Estado  y  en  el  otro  a  las  CCAA.  Este
sistema  haría  más  transparente  para  el  ciudadano  el  reparto  de  recursos  entre
niveles de gobierno que los actuales porcentajes de cesión y abriría la posibilidad
de regular los dos tramos de manera separada, ajustando los tipos autonómicos
y estatales de manera que ambas administraciones puedan  decidir cambios con
el fin de recabar  de los ciudadanos los recursos que consideren necesarios para
ejercer sus funciones cuando las circunstancias cambian. Dadas las restricciones
de la normativa europea sobre las decisiones referentes  al tipo de IVA  e IIEE
solo podrán tomarse de  manera  colegiada  a través de algún organismo multila­
teral, manteniendo tipos uniformes en todo el  territorio nacional, tal como  se
verá en el capítulo 3.

2.  FINANCIACIÓN AUTONÓMICA  Y  NIVELACIÓN VERTICAL


11. Las CCAA, como el resto de AAPP, se han enfrentado a partir de 2008
a un desequilibrio grave entre sus ingresos no financieros y sus gastos no finan­
56
Capítulo 2.  Financiación autonómica, estado de bienestar y nivelación vertical

cieros, resultando insuficientes los primeros para cubrir los segundos a pesar de
que un buen número de Comunidades han ejercido sus competencias fiscales al
alza en estos años. Las posibilidades de corrección de los desequilibrios financie­
ros por las Comunidades mediante aumentos de sus ingresos han estado condi­
cionadas más por la  situación económica general y por su limitada  capacidad
normativa  en el  ámbito  tributario que por los desequilibrios verticales, aunque
estos  hayan  existido.  La  escasa  capacidad  recaudatoria  de  los  tributos  cedidos
patrimoniales y la  imposición propia de las CCAA significa  que, para  llevar a
cabo  un importante ajuste presupuestario vía  ingresos este debía recaer funda­
mentalmente sobre un Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas  (IRPF)
centrado en las rentas salariales (y en el  que la  tarifa estatal ya había sido incre­
mentada), lo cual no  parece una  alternativa  deseable. Al  no tener las Comuni­
dades capacidad  normativa  sobre los impuestos indirectos compartidos (IVA e
IIEE), no han existido otras alternativas realistas de ajuste por la  vía  de los tri­
butos. Por esa  razón, una vez  limitado el recurso al déficit por el Programa de
Estabilidad, las Comunidades han debido apoyarse sobre todo en ajustes de sus
gastos que han afectado a la  totalidad de las funciones  que desempeñan, resul­
tando especialmente relevantes los recortes en las relacionadas con el Estado de
Bienestar, a  pesar de que los esfuerzos para que fueran menores que en el resto
de funciones.
12. En este contexto, con frecuencia se considera que el desequilibrio verti­
cal entre los gastos y  los ingresos propios de las Comunidades  que reflejan  las
importantes  transferencias  de  la  Administración  central  a  la  mayoría  de  ellas
desempeña  un  papel significativo a  la hora  de explicar  las insuficiencias finan­
cieras de las Comunidades en estos años. Sin embargo, como se ha puesto de
manifiesto en  el capítulo 1, ese no es  el  factor fundamental  y los problemas se
asocian más bien a las caídas de los ingresos tributarios. 
13. Las transferencias verticales entre administraciones existentes en España
responden a dos razones diferentes: los compromisos de nivelación entre Comu­
nidades con distinta capacidad fiscal, instrumentados a través de las transferen­
cias incondicionadas y  condicionadas de la Administración  central; y el  hecho
de que en los impuestos indirectos compartidos (IVA e IIEE) las CCAA no ten­
gan  capacidad normativa  y  los reciban  como una  participación territorializada,
a través de una transferencia. Si estas últimas transferencias fueran consideradas
fuentes  fiscales propias de las  Comunidades, el  resto de trasferencias verticales
actuales  serían  mucho  menores  aunque  resultaran  significativas  en  algunas
Comunidades. Pero la  autonomía  fiscal de las CCAA seguiría siendo limitada
por carecer estas de capacidad normativa en IVA e IIEE. Esta última circunstan­
cia ha tenido consecuencias directas cuando los ingresos han quedado por deba­
57
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

jo de los gastos debido al fuerte retroceso de la recaudación de todos los tributos:
en ese momento, el desequilibrio vertical –se mida de una u otra forma– ha con­
dicionado  las  respuestas  de  las  Comunidades  a  sus  insuficiencias  porque  una
parte de sus ingresos depende de otra administración, les ofrece poca autonomía
fiscal y, en consecuencia, poca capacidad de decisión para aumentar la recauda­
ción con el fin de cubrir mejor sus competencias de gasto.
14. La limitación del margen de maniobra en el ámbito tributario induce a
las CCAA a mirar a  la  Administración central  como la  instancia sin cuya  cola­
boración es difícil solucionar los problemas financieros. Pero  el resto de admi­
nistraciones  también  han  padecido  insuficiencias  relevantes  como  las
Comunidades, aunque  es  cierto que los ajustes de sus gastos han sido menores
en general  y se han podido evitar en  el caso de los  SPF. La explicación de esa
diferencia es triple: la  primera  es, precisamente, que las Administraciones cen­
trales han  dispuesto de mayor  margen de autonomía  fiscal  para aumentar  sus
recursos;  además, han tenido  más  capacidad de endeudamiento para cubrir sus
insuficiencias, debido  a la  asignación del déficit realizada  entre administracio­
nes; y, tercero, la Seguridad Social ha contado con importantes transferencias de
la AGE a partir de 2009, así como con el Fondo de Reserva de las pensiones. 
15. La limitación que representa la combinación de insuficiencia  financiera
y desequilibrio vertical para las CCAA es más relevante para estas administracio­
nes porque dedican cerca del 90% de los recursos que les proporciona el actual
modelo  de  financiación  y  el  75%  de  sus  gastos  totales  a  prestar  servicios  del
Estado de Bienestar, cuyos niveles de gasto son muy rígidos a la baja. No son las
únicas  administraciones  con  responsabilidades  y  dificultades  en  este  terreno,
pues la Seguridad Social y las Corporaciones Locales –en menor medida– tienen
también competencias decisivas, sobre todo en el ámbito de la protección social.
Pero las Comunidades  tienen una  amplia concentración de sus gastos en SPF
–solo semejante a la de la Seguridad Social– y, a la vez, tienen menor capacidad
fiscal efectiva que el resto de las administraciones. 

3.  RECURSOS  PARA  SOSTENER  EL  ESTADO  DE  BIENESTAR


16.  Las  anteriores  circunstancias  deberían  tenerse  presentes  al  diseñar  el
nuevo  modelo  de  financiación  y  determinar  una  de  las  piezas  centrales  del
mismo: el volumen de recursos que se considera suficiente para atender las nece­
sidades de gasto de las CCAA, en particular las derivadas del nivel al que se desea
prestar los servicios del Estado de Bienestar. Como ya se ha señalado, determinar
los  recursos  que  se  consideran  suficientes  es  una  decisión  de  naturaleza  clara­
mente política que en España –por ser un país ampliamente descentralizado que
58
Capítulo 2.  Financiación autonómica, estado de bienestar y nivelación vertical

contempla objetivos de nivelación interterritorial en la prestación de ciertos ser­
vicios que gozan de protección constitucional– debe ser adoptada en sus aspectos
básicos para el conjunto de las AAPP. Lo que esto significa es que entre todas las
administraciones  deberían  alcanzar  un  acuerdo  de  Estado  acerca  de  los  niveles
deseados  y  factibles  de  las  prestaciones  y  las  necesidades  de  recursos  estimadas
para  atender  a  dichos  niveles  las  grandes  funciones  de  gasto.  Sería  razonable,
además,  que  ese  acuerdo  contemplara  no  solo  el  punto  de  partida  sino  la  diná­
mica del gasto y de los ingresos prevista, con una concreción similar a la que con­
templan los escenarios plurianuales que acompañan al Programa de Estabilidad.
17. Ese enfoque cooperativo del problema no es incompatible con la autono­
mía  pues  su  finalidad  es  ofrecer  un  marco  financiero  común  de  referencia  y  no
condicionar otras decisiones. Y en lo que tiene de ejercicio de previsión, tampoco
evitaría la incertidumbre que puede afectar a los ingresos y gastos públicos. Pero
en  cambio,  contribuiría  a  hacer  más  probable  que  el  buen  funcionamiento  y  la
confianza en el Estado de Bienestar y las instituciones públicas resultaran compa­
tibles con otro objetivo de primer orden: la sostenibilidad financiera de las AAPP.
18.  Decidir  conjuntamente  los  elementos  básicos  del  Estado  de  Bienestar
que se desea, implica acordar cuánto y en qué se quiere gastar y cómo es posible
financiarlo. Todas esas decisiones dependen de las  preferencias sociales, mani­
festadas a través del proceso político, pero el análisis técnico de algunos aspectos
relevantes para adoptarlas puede ofrecer referencias para evaluar la viabilidad de
las alternativas y las restricciones, desde la  perspectiva  de la eficiencia, la  equi­
dad, la sostenibilidad financiera y la  estabilidad presupuestaria. Con ese  objeti­
vo,  en  las  páginas  siguientes  se  consideran  tres  cuestiones  relevantes:  cómo
reducir las tensiones asociadas al reparto de recursos entre las distintas adminis­
traciones; cómo  orientar  la  decisión sobre los objetivos de gasto a  financiar; y
cómo evaluar si los recursos son suficientes para cubrir los gastos.

3.1.  PRIORIZAR POR IGUAL LOS SERVICIOS PÚBLICOS
FUNDAMENTALES DE LAS DISTINTAS ADMINISTRACIONES 
PÚBLICAS
19. Una forma de acotar los debates y las tensiones sobre el reparto de recur­
sos  entre  las  distintas  administraciones  puede  ser  alcanzar  un  acuerdo  sobre
cómo financiar el Estado de Bienestar que se desea partiendo de la evidencia de
que  las  administraciones  atribuyen  a  los  SPF  una  prioridad  destacada,  que
ponen de manifiesto al preservar más sus gastos que los de otras funciones. Esa
prioridad aconseja  reflexionar sobre cómo proteger la financiación de esos ser­
vicios preferentes que, sin embargo, durante la crisis se han enfrentado en algu­
59
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

nos casos a ajustes significativos. Una  vía  para diseñar esa  protección puede ser


contemplar la financiación de todas las funciones de gasto que integran los SPF
con un criterio similar, con independencia de la administración que las gestiona,
garantizándoles hasta donde sea posible recursos estables. Procurar recursos sufi­
cientes  y  estables  para  SPF  con  independencia  de  quién  los  vaya  a  gestionar
equivale a  seguir un criterio  de equidad basado en  el  velo de la  ignorancia, es
decir, proceder como si no supiéramos a qué gestor beneficiaremos con nuestra
decisión. Este enfoque ayudaría  a  preservar el debate sobre la suficiencia de los
recursos de las diferentes administraciones de las sospechas de que las posiciones
están contaminadas por sentimientos centralizadores o descentralizadores y evi­
taría reclamaciones de agravio injustificadas. 
20. Financiar preferentemente los servicios públicos fundamentales relacio­
nados con el Estado de Bienestar en todas las AAPP con el fin de evitar cambios
no deseados en sus niveles requiere tratar de garantizar de algún modo los recur­
sos al nivel que se acuerde, con el fin  de evitar que la  aparición de déficit  ame­
nace la estabilidad de dichos servicios. Una forma de hacerlo sería la siguiente: 
1)  Comprobar  la  capacidad  de  la  cesta  de  las  grandes  fuentes  tributarias
(IRPF, IVA, Impuestos Especiales y cotizaciones sociales) de financiar las
grandes funciones del Estado de Bienestar al nivel que se desea, dado que
su papel es fundamental  para generar los recursos y  limitar el riesgo  de
que los servicios  esenciales prestados por cada administración sufran  los
efectos del ciclo y la aparición de déficit. 
2)  Asignar la cesta de grandes figuras tributarias entre las administraciones,
centrales  o  territoriales,  de  manera  que  todas  dispongan  de  los  fondos
necesarios  para  financiar  los  SPF  que  tienen  encomendados  y  puedan
prestarlos al nivel básico acordado. Esta  asignación proporcional  de los
recursos proporcionados por las grandes figuras tributarias tendría como
objetivo ofrecer financiación más estable a todas las administraciones res­
ponsables, y no  implica  que el empleo de esos recursos esté afectado a
financiar una función de gasto determinada.
3)  Seguir  criterios de prudencia en  la valoración de la  suficiencia  inicial de
recursos  para  SPF  y  en  la  evolución  de  los  compromisos  de  gasto  en
dichos servicios de todas las AAPP, teniendo presente la evolución pasa­
da y prevista de los índices de necesidad que, en su caso, se determinen.
Basándose en esos índices de necesidad, definir reglas  de gasto para los
SPF  que  eviten  las  reducciones no deseadas en  los niveles reales de las
prestaciones  como  las  de  los  últimos  años,  así  como  crecimientos  del
gasto por unidad de necesidad no sostenibles.

60
Capítulo 2.  Financiación autonómica, estado de bienestar y nivelación vertical

21. Una forma de avanzar en esa dirección sería atender a los anteriores cri­
terios al diseñar tanto los Programas de Estabilidad como el  nuevo modelo de
financiación autonómica. Si así se hiciera, el  conjunto de las AAPP  dispondría
de recursos tributarios suficientes para financiar los SPF al nivel acordado en el
momento de aprobar el nuevo modelo y, en ese marco, también las CCAA con­
tarían con ellos. Esa  suficiencia inicial  en el ámbito de los SPF se podría man­
tener a lo largo del tiempo, en la medida que el potencial financiero del sistema
fiscal hubiera sido calibrado adecuadamente. 
22.  Dado  que  no  es  posible  contar  con  garantías  de  suficiencia  dinámica
completas,  para  hacer  más  viable  la  sostenibilidad  de  las  distintas  políticas  es
necesario  contar  con  instrumentos  adecuados  para  complementar  los  criterios
anteriores,  tanto  en  el  ámbito  de  los  ingresos  como  en  el  de  los  gastos.  En  el
lado  de  los  tributos,  es  necesario  ofrecer  mayores  posibilidades  de  actuación
normativa a las CCAA en la imposición indirecta, para dotarlas de mayor capa­
cidad  de  afrontar  dificultades  económicas  importantes  que  sean  comunes  a
todas  ellas  y  condicionen  severamente  la  financiación  estable  de  los  SPF.  Este
asunto será tratado con más detalle en el capítulo 3 del Informe. Por el lado de
los gastos, en los términos previstos en el capítulo 5 sería recomendable reforzar
la  prudencia  que  se  deriva  de  las  reglas  de  gasto  con  la  dotación  de  fondos  de
reserva  –similares  al  acumulado  por  la  Seguridad  Social,  que  ha  permitido
financiar  durante  la  crisis  el  efecto  del  retroceso  de  las  cotizaciones  sociales–
para reducir el riesgo de recurrir al endeudamiento en situaciones de dificultad
financiera grave.

3.2.  ESCENARIOS DE GASTO A FINANCIAR
23. Los recursos que ha de ofrecer el sistema de financiación para cubrir los
gastos de las CCAA, y dentro de ellos los correspondientes a SPF, pueden deter­
minarse por dos  vías, que van  de los ingresos a los gastos y de las necesidades a
los ingresos. Cuando existe déficit y los ingresos no son iguales a los gastos, si se
quiere eliminar el déficit cada una de estas vías conduce a dos escenarios de gasto
a financiar diferentes y plantean opciones de ajuste distintas:
a)  Escenario de ajuste del gasto a los ingresos (E1): la suficiencia se alcanza
a partir de la  financiación disponible, ajustando los  gastos a los ingresos
para eliminar el déficit. En ese caso, el  nivel de cobertura posible de las
necesidades  lo determinan los ingresos disponibles. Por ejemplo, desde
esta perspectiva, en el año 2015, último para el que se dispone de infor­
mación liquidada, con el  nivel de ingresos no financieros disponible  era
posible mantener un gasto por unidad de necesidad que, en el caso de los

61
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

SPF se situaba en un nivel similar al de 2003 y en el resto de servicios se
encontraba por debajo del de dicho año.
b)  Escenario de recursos ajustados a los gastos (E2): los recursos del SFA se
definen a partir del objetivo de gasto correspondiente a un determinado
nivel  de  cobertura  de  las  necesidades,  que  se  ha  de  poder  financiar  sin
déficit  o,  al  menos,  sin  desviaciones  del  déficit  previsto.  Por  ejemplo,  si
el objetivo del gasto a financiar por unidad de necesidad en SPF fuera el
acordado  en  2009,  el  gasto  en  2015  –manteniendo  el  gasto  en  el  resto
de servicios en su nivel de este año– debería haber sido ligeramente supe­
rior  al  observado,  pero  tendría  que  haberse  podido  financiar  con  los
recursos ofrecidos por el modelo o, al menos, cumpliendo el objetivo de
déficit.
24.  La  realidad  actual  es  que  un  porcentaje  significativo  de  los  gastos  es
financiado con déficit, es decir, que el gasto se sitúa por encima de los recursos
aportados por el SFA más el resto de instrumentos no financieros (en 2015, los
superó en un 13 %), y también por encima del déficit contemplado en los obje­
tivos de estabilidad (la desviación fue mayor que el propio objetivo de déficit).
Por tanto, se podría decir que el gasto no se ajusta a los ingresos –lo que hubie­
ra implicado una menor cobertura de las necesidades– y también que los recur­
sos  del  SFA  no  permiten  financiar  una  cobertura  de  las  necesidades  como  la
acordada  en  2009.  El  camino  que  habría  que  recorrer  para  corregir  la  insufi­
ciencia  dependerá  del  nivel  de  cobertura  de  las  necesidades  que  se  determine,
en particular en SPF. Si el objetivo fuera recuperar el nivel que existía al llegar
la crisis, la suficiencia se alcanzará en la medida en que los aumentos de ingre­
sos del SFA reduzcan el déficit hasta eliminarlo. Esos aumentos pueden produ­
cirse  tanto  por  el  efecto  del  crecimiento  económico  sobre  las  fuentes  de
ingresos  que  contempla  el  modelo  actual  –participación  en  tributos  y  transfe­
rencias–  como  mediante  una  revisión  de  esas  fuentes  de  ingresos  en  el  nuevo
modelo.

4.  ALTERNATIVAS  DE  FINANCIACIÓN 


25. Las necesidades de gasto en SPF de las CCAA de régimen común debe­
rían  resultar  cubiertas  por  cuatro  vías  de  financiación:  la  participación  de  las
Comunidades en la  cesta elegida  de los principales ingresos tributarios a com­
partir (ITAC: IRPF, IVA e IIEE); las transferencias finalistas de otras adminis­
traciones para SPF; las transferencias verticales de nivelación; y el incremento de
la recaudación derivado de una  subida  de impuestos indirectos para  mejorar la
cobertura de las necesidades de gasto en SPF de las Comunidades.
62
Capítulo 2.  Financiación autonómica, estado de bienestar y nivelación vertical

26. El  escenario  de ajuste del  gasto a  los ingresos (E1) no plantea  la necesi­


dad de reformular el SFA para  mejorar la suficiencia de recursos de las CCAA
sin incurrir  en déficit, pues ajusta los gastos.  En contraste, el  escenario E2 sí lo
requiere.  Para  cubrir  un  determinado  objetivo  de  gasto  en  SPF  con  el  fin  de
alcanzar  un  nivel  de  necesidades  sin  tener  que  incurrir  en  mayor  déficit  –o,
reducir el existente o, en su caso, aumentar los niveles de cobertura de las nece­
sidades–, se podrían seguir varias vías alternativas: 
a)  Establecer las transferencias de nivelación vertical  necesarias para equili­
brar los ingresos de las CCAA derivados  de sus actuales participaciones
en los ITAC con los niveles de gasto en SPF considerados necesarios.
b)  Reasignar los actuales porcentajes de participación en los ITAC entre las
administraciones, de manera que cubran la  totalidad  del  gasto en SPF  a
financiar de cada una de ellas, dado que resultan globalmente suficientes
para alcanzar ese objetivo.
c)  Aumentar la recaudación de los ITAC de las CCAA mediante el ejercicio
de  su  capacidad  normativa,  con  el  fin  de  cubrir  la  diferencia  entre  sus
necesidades de gasto en SPF, establecidas en función del nivel de necesi­
dades que se acuerde financiar, y los recursos de los que actualmente dis­
ponen.
27. La garantía de que el escenario de gasto a financiar acordado es alcanza­
ble se puede conseguir a  partir de distintas cestas de ITAC  y mediante transfe­
rencias de nivelación vertical, combinando las vías mencionadas. La concreción
de estas alternativas implica optar por dar uno u otro peso a los ingresos tribu­
tarios y a las transferencias de nivelación en la financiación de las Comunidades
y requiere decidir, además, la cesta de los ITAC  que se asigna  a  cada  adminis­
tración.  Estas  decisiones  pueden  tener  efectos  financieros  diferentes  sobre  las
otras administraciones. Cada una de esas combinaciones representa una alterna­
tiva de financiación de las CCAA. En el  Anexo se ofrecen ejemplos de varias
posibilidades en ese sentido que permiten apreciar la viabilidad de los objetivos
contemplados en las distintas alternativas.
28.  La  cesta  de los ITAC con la que se financia cada  administración puede
tener una misma composición en todas ellas o no, pudiéndose elegir la alterna­
tiva  en  función  de  distintos  objetivos.  El  volumen  de  recursos  totales  de  los
ITAC asignado a cada administración no tiene por qué resultar influido por esa
decisión.  Si  la  composición  de  los  ITAC  de  todas  las  administraciones  es  la
misma,  la  evolución  de  los  ingresos  totales  de  cada  nivel  de  gobierno  será  la
misma. En cambio,  si la composición no es igual  la evolución, probablemente,
no lo será tampoco. Pese a esta implicación, existen razones para preferir asignar
63
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

las fuentes de ingresos de distinta forma, dado que las figuras tributarias tienen
características diferentes que puede ser de interés atender. 
29.  Una  cesta  de ITAC  para  financiar a las CCAA más concentrada en el
IRPF y menos en IVA e IIEE ofrecerá más capacidad fiscal a las Comunidades,
dadas las restricciones que existen  para diferenciar a  escala regional los tipos en
la imposición indirecta. Esto sucedería incluso en el supuesto de que las CCAA
pudieran  tener capacidad normativa  colegiada  en IVA o IIEE. Ahora  bien, las
diferencias en capacidad fiscal entre las Comunidades son mayores en IRPF, de
modo que una  opción centrada en este impuesto abre más el  abanico de opor­
tunidades que la  autonomía ofrece a cada Comunidad en el caso de que estas
ejerzan  su  capacidad normativa,  siendo dichas oportunidades  mayores para las
Comunidades con mayor nivel de renta10. 
30. Las transferencias de nivelación vertical necesarias dependen de la alter­
nativa elegida y de los objetivos de nivelación horizontal perseguidos. Se pueden
nutrir de distintas fuentes. En primer lugar, de las transferencias de los actuales
Fondos de Garantía, Competitividad y Cooperación que quedarían suprimidos,
eliminándose también la transferencia del Fondo de Suficiencia. El signo nega­
tivo de la misma se deriva de que se utilizó para neutralizar el efecto de la subida
de la recaudación de la  imposición indirecta  en la  financiación de las Comuni­
dades un criterio recogido en la Ley 22/2009 que supuso anular las consecuen­
cias financieras de una subida de impuestos que comparten  las Comunidades.
Por tanto, al eliminarla el monto total de las aportaciones del Estado a las trans­
ferencias  verticales  aumentaría.  En  segundo  lugar,  las  transferencias  verticales
también  deberían  financiarse  mediante  las  aportaciones  de  las  Comunidades
forales necesarias para  nivelar los recursos de todas las Comunidades para  SPF
por habitante ajustado, actuando como vehículo para la contribución de las pri­
meras a la solidaridad interterritorial.

5.  AMPLIACIÓN  DEL  ESPACIO  FISCAL  DE  LAS  COMUNIDADES


AUTÓNOMAS
31.  Las  alternativas  descritas  conllevan  implicaciones  para  la  autonomía
financiera  de  las  CCAA  de  régimen  común  y  Ciudades  con  Estatuto  de  Auto­
nomía  y  su  capacidad  de  responder  a  cambios  en  las  circunstancias  en  las  que
han  de  desempeñar  sus  funciones  como  proveedoras  de  los  servicios  del  Estado

10
Los efectos sobre los recursos derivados del uso de la capacidad normativa (al alza o a la baja)
por una Comunidad se producen  sobre  los ingresos propios,  pero el  rendimiento  de  esas deci­
siones depende de la capacidad fiscal de las Comunidades.

64
Capítulo 2.  Financiación autonómica, estado de bienestar y nivelación vertical

de Bienestar que tienen encomendados, pues la capacidad normativa cedible en
los diferentes tributos no es la misma. En todo caso, cualquiera de las alternativas
permitiría ampliar la existencia de un espacio fiscal propio de las CCAA si se les
reconociera facultades para disponer de un tramo de IVA o de los IIEE, con fija­
ción colegiada de tipos. Ese espacio fiscal debería ser reforzado, además, median­
te una mayor participación en la gestión tributaria de los impuestos con los que
se financia. Estos temas se tratan en profundidad en capítulos posteriores.
32.  En la medida  que se considere relevante que la  acción redistributiva de
la  renta  disponible  de  las  familias  debe  mantener  cierta  homogeneidad  en  el
conjunto de España, la primera alternativa, que no supera  el 50%  en la cesión
del IRPF, presentaría ventajas frente al resto. Como  se verá posteriormente en
el capítulo 3, esta es la alternativa más deseable a juicio de la Comisión.
33. Cuando España se enfrente a asuntos de calado sobre la configuración de
su  Estado  de  Bienestar,  como  por  ejemplo  modificaciones  en  aras  de  la  sosteni­
bilidad  de  las  pensiones,  la  universalidad  de  la  atención  sanitaria  o  el  derecho  a
la  educación  entre  0­6  años,  entre  otras,  sin  perjuicio  de  las  competencias  que
tenga cada administración, las decisiones deberían adoptarse utilizando mecanis­
mos  políticos  que  contemplen  la  participación  de  todas  las  administraciones,
puesto que sus efectos conciernen a todas. Esos mecanismos institucionales debe­
rían permitir evaluar si las respuestas puede darlas la administración directamen­
te  afectada  mediante  el  uso  de  su  capacidad  fiscal  o  es  más  conveniente  una
actuación conjunta, contemplando en su caso una reasignación de los ITAC.
34. Sería  deseable que, además de alcanzar el objetivo de suficiencia  en el
año base, la evolución  de los ITAC, de los que dependen  decisivamente todas
las administraciones bastara para  garantizar la suficiencia dinámica de los SPF
que prestan todas ellas. Para conseguir ese objetivo, deberían adoptarse las medi­
das necesarias tanto  en lo  que se refiere a reglas de gasto como a la revisión de
los  elementos  de  los  tributos  determinantes  de  su  recaudación.  Esto  último
requiere contar con mecanismos institucionales de colaboración más potentes y
eficaces que los actuales.

6.  CONCLUSIONES
35. El núcleo de la propuesta presentada  en las páginas anteriores es doble:
proponer como objetivo prioritario el  preservar la  suficiencia financiera de los
SPF con independencia  de la administración  que los presta  y, a  partir de ahí,
disponer  de  recursos  para  nivelar  completamente  esos  SPF  entre  todas  las
Comunidades Autónomas, de régimen común y forales.
65
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

36. Como el principal instrumento para alcanzar esos objetivos de suficien­
cia es la recaudación de IRPF, IVA e Impuestos Especiales, la distribución entre
administraciones de los recursos de la cesta formada por esos tres grandes tribu­
tos en el momento inicial debería  estar  en línea con sus competencias de gasto
en SPF, netas de las que se financian con las cotizaciones.
37.  El  segundo  instrumento  es  incorporar  a  las  Comunidades  forales  a  la
financiación  del esquema  de solidaridad interterritorial que nivela  los servicios
públicos fundamentales, desactivando el foco de inestabilidad institucional que
existe en este ámbito derivado de la desigualdad de recursos y gastos en SPF por
unidad de necesidad entre CCAA de régimen común y forales. 
38. Si la  decisión política  acerca del nivel de gasto en SPF a cubrir situara
este por encima del gasto actual, los ingresos tributarios adicionales para conse­
guir  ese  objetivo  no  deberían  cuestionar  el  proceso  de  consolidación  fiscal  en
curso. Pero el objetivo de que los recursos para SPF de las Comunidades de régi­
men común resulten suficientes para recuperar el nivel de los mismos por uni­
dad de necesidad contemplado en el Acuerdo de 2009 podría ser financiado sin
especiales dificultades sin recurrir más al déficit del que se recoge en el Programa
de Estabilidad, mediante los recursos disponibles y un ligero incremento de la
imposición indirecta ejercida colegiadamente por las Comunidades. 
39.  Estas  mejoras  de  los  instrumentos  para  financiar  a  las  Comunidades
orientadas a dotar de suficiencia  las competencias que ejercen en SPF pueden
contribuir decisivamente a estabilizar, a la vez, el Estado de Bienestar y el Estado
de las Autonomías, dos ámbitos problemáticos estrechamente relacionados que
necesitan soluciones planteadas con visión de conjunto, por complejas que sean.

66
Capítulo 2.  Financiación autonómica, estado de bienestar y nivelación vertical

Anexo

1.  Con  el  fin  de  ilustrar  los  criterios  y  alternativas  expuestos  anteriormente,  este
anexo ofrece ejemplos numéricos referidos a los escenarios de gasto a financiar y a posi­
bles combinaciones de fuentes  de ingresos para hacerlo con referencias  próximas a  la
realidad. En todos los casos los datos  utilizados como referencia corresponden al  año
2015, último para el que se dispone de liquidaciones, o avances de las mismas.
2. El cuadro 1 muestra dos escenarios de objetivos de gastos e ingresos. Ambos par­
ten de considerar el nivel  en 2015  de los  gastos (131.997  millones  de euros) y de los
recursos proporcionados por  el SFA y el  resto  de instrumentos que financian compe­
tencias homogéneas de las CCAA (116.344 millones de euros). 
3. El escenario 1 se plantea desde la perspectiva de que los gastos se ajusten a los ingre­
sos, lo que, sin recurrir al déficit, significaría realizar ajustes por valor de 15.653 millones
de euros y alcanzar un nivel de cobertura de las necesidades de gasto en SPF similar a la
de  2003.  Si  alternativamente  se  utilizara  la  financiación  que  ofrece  el  déficit  autorizado
en ese año a las CCAA de régimen común (6.934 millones de euros), el gasto se habría
de situar en 123.278 millones de euros, equivalente a lograr un nivel de cobertura de las
necesidades de gasto intermedia entre las alcanzadas en 2004 y 2005. En ese caso el ajuste
de  gasto  debería  ser  de  8.719  millones  de  euros.  En  realidad,  en  lugar  de  cualquiera  de
ambos niveles de ajuste lo que ha existido es un déficit muy superior al autorizado.
Cuadro 1
Escenario de gasto de las CCAA de régimen común. 2015
(millones de euros)
a.  Escenario 1: ajuste del nivel de gasto a los ingresos de 2015
Nivel de Nivel de
gasto ingresos
1) GASTO OBSERVADO 131.997 A) RECURSOS ITAC 78.763
–  Servicios Públicos Fundamentales (SPF) 98.579 A.1) IVA 30.152
–  Resto de Servicios (RS) 33.418 A.2) Impuestos Especiales 12.909
A.3) IRPF 35.702
B) TRANSFERENCIAS VERTICALES 8.377
B.1) Fondo Garantía + Convergencia 13.664
B.2) Fondo Suficiencia (sin homog.) ­5.286
C) OTROS RECURSOS 29.203
C.1) Tributos cedidos homogéneos 12.572
C.2) Tributos propios 2.482
C.3) Financiación específica SPF 2.298
C.4) Financiación específica RS 11.850
D) RECURSOS NO FINANCIEROS (A + B + C) 116.344
E) RECURSOS ADICIONALES 0
2) NECESIDAD DE GASTO A NIVELES DE 2003 116.741 F) TOTAL RECURSOS NO FINANCIEROS (D + E) 116.344
G) RECURSOS DÉFICIT AUTORIZADO 6.934
3) NECESIDAD DE GASTO A NIVELES DE 2004 121.140 H) RECURSOS + DÉFICIT 123.278
4) NECESIDAD DE GASTO A NIVELES DE 2005 125.935
AJUSTE DEL GASTO (H­1): ­8.719
Fuente:  IGAE, AEAT, MINHAFP y elaboración propia.

67
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

b.  Escenario 2: ajuste de los ingresos a las necesidades de gasto de 2009

Nivel de Nivel de
gasto ingresos
1) GASTO OBSERVADO 131.997 A) RECURSOS ITAC 78.763
–  Servicios Públicos Fundamentales (SPF) 98.579 A.1) IVA 30.152
–  Resto de Servicios (RS) 33.418 A.2) Impuestos Especiales 12.909
A.3) IRPF 35.702
B) TRANSFERENCIAS VERTICALES 8.377
B.1) Fondo Garantía + Convergencia 13.664
B.2) Fondo Suficiencia (sin homog.) ­5.286
C) OTROS RECURSOS 29.203
C.1) Tributos cedidos homogéneos 12.572
C.2) Tributos propios 2.482
C.3) Financiación específica SPF 2.298
C.4) Financiación específica RS 11.850
D) RECURSOS NO FINANCIEROS (A + B + C) 116.344
E) INSUFICIENCIA DE RECURSOS (2 – D) 16.484
2) NECESIDAD DE GASTO A NIVELES DE 2009 132.828 F) TOTAL RECURSOS NO FINANCIEROS (D + E) 132.828
G) RECURSOS DÉFICIT AUTORIZADO 6.934
NECESIDADES DE RECURSOS ADICIONALES (E­G): 9.550

POSIBLES FUENTE DE RECURSOS: –  Aportación Forales a la solidaridad 2.600


–  Compensación Fondo Suficiencia negativo 5.286
–  Recursos adicionales IVA colegiado 1.663

Fuente:  IGAE, AEAT, MINHAP y elaboración propia.

4. El escenario 2,  en cambio, parte de un objetivo  de gasto asociado a la cobertura


de las necesidades  de SPF al  nivel  acordado en 2009, que es de 132.828 millones de
euros, una cifra que se sitúa ligeramente por encima del gasto observado en 2015.  En
lo que se refiere al  gasto  en el resto de servicios no  se  define un objetivo similar, y  se
toma  el  dato  del  gasto  observado  en  2015,  asumiendo  los  ajustes  realizados  en  el
mismo. La diferencia  entre los  recursos que ofrece el SFA y los que se requieren  para
cubrir las necesidades al nivel del objetivo asciende a 16.484 millones de euros. El défi­
cit autorizado permitía cubrir una parte del mismo y, para evitar desviaciones, el resto
(9.550 millones de euros) deberían cubrirlo recursos adicionales.
5. El  cuadro muestra, al pie del  escenario  2,  los  valores  de posibles  fuentes  alterna­
tivas de recursos, mencionadas en el texto, para conseguir esos recursos adicionales. En
primer lugar, las contribuciones de las Comunidades forales a la nivelación de los SPF:
si todas las Comunidades debieran igualar sus recursos por habitante ajustado ascende­
rían a 2.600 millones de euros. En segundo lugar, la eliminación de la liquidación nega­
tiva  del  Fondo  de  Suficiencia  supondría  en  2015  unos  recursos  adicionales  para  las
CCAA de régimen común de 5.286 millones de euros. Estas dos contribuciones repre­
sentarían  un  incremento  de  las  transferencias  verticales  de  7.946  millones  de  euros.
Complementariamente,  para  alcanzar  un  objetivo  de  gasto  como  el  señalado  serían
necesarios 1.663 millones de euros adicionales, que las CCAA deberían obtener a partir
del ejercicio  de su capacidad  normativa colegiada ampliada, en imposición indirecta. 

68
Capítulo 2.  Financiación autonómica, estado de bienestar y nivelación vertical

6. A partir de estos datos sobre la suficiencia de recursos de las Comunidades de régi­
men común, en el escenario 2 cabe considerar distintas alternativas para cubrir la insu­
ficiencia, resultantes de diferentes combinaciones de cestas de impuestos y transferencias
verticales. En todas las alternativas consideradas en el cuadro 2, se cuenta con los recur­
sos aportados por el déficit autorizado, y no existen desviaciones. Si los objetivos de défi­
cit se redujeran, las aportaciones de los recursos adicionales deberían ser mayores.
Cuadro 2
Alternativas de financiación: fuentes de ingresos. 2015
(millones de euros)
Alternativa 1 Alternativa 2 Alternativa 3
IVA (cesión actual) IVA (70 %) IVA (66 %)
IIEE (cesión actual) IIEE (70 %) IIEE (66 %)
IRPF (cesión actual) IRPF (cesión actual) Más recursos adicionales
Más recursos adicionales Más recursos adicionales IRPF (55 %)

A) RECURSOS ITAC 79.831 93.495 93.495


A.1) IVA 30.152 42.213 39.801
A.2) Impuestos Especiales 12.909 14.115 13.362
A.3) IRPF 35.702 35.702 39.272
A.4) Recursos adicionales IVA colegiado 1.663 2.060 1.655
B) TRANSFERENCIAS VERTICALES 16.264 2.600 2.600
B.1) Fondo Garantía + Convergencia 13.664 — —
B.2) Fondo Suficiencia (sin homog.) — — —
B.3) Aportación de las Forales 2.600 2.600 2.600
C) OTROS RECURSOS 29.203 29.203 29.203
C.1) Tributos cedidos homogéneos 12.572 12.572 12.572
C.2) Tributos propios 2.482 2.482 2.482
C.3) Financiación específica SPF 2.298 2.298 2.298
C.4) Financiación específica RS 11.850 11.850 11.850
D) TOTAL RECURSOS NO FINANCIEROS (A + B + C) 125.298 125.298 125.298
E) NECESIDADES DE GASTO A FINANCIAR 132.828 132.828 132.828
E.1) Necesidades en SPF 99.410 99.410 99.410
E.2) Resto de Servicios 33.418 33.418 33.418
F) DÉFICIT AUTORIZADO 6.934 6.934 6.934

Fuente:  IGAE, AEAT, MINHAFP y elaboración propia.

7.  Las diferencias  entre las  alternativas  responden a  dos elementos:  peso  dentro  de


la cesta de impuestos de la imposición indirecta y del IRPF; e importancia de las trans­
ferencias verticales en la financiación total: 
a)  La alternativa  1  parte del  potencial de recursos que ofrece  la actual  cesta de los
ITAC asignados a las CCAA –disponen de la recaudación del 50 % del IRPF, el
50 %  del  IVA  y  el  63,6 %  de  los  IIEE–  y  cubre  las  diferencias  con  el  gasto  a
financiar mediante mayores transferencias de nivelación vertical y el ejercicio de
la capacidad normativa colegiada de las CCAA. 

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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

b)  La alternativa 2 concentra el incremento de recursos para lograr la suficiencia en
un aumento de la participación de las CCAA en la imposición indirecta actual,
así como el ejercicio de la capacidad normativa colegiada de las CCAA. Mantie­
ne  una  transferencia  de  nivelación  vertical  de  menor  cuantía  que  la  anterior
alternativa, limitada exclusivamente a que sirva como vehículo de las aportacio­
nes de las Comunidades  forales a la solidaridad  interterritorial con las de régi­
men común.
c)  La alternativa 3 sigue el mismo criterio que el anterior en cuanto al alcance de la
nivelación  vertical  y  el  ejercicio  de  la  capacidad  normativa  colegiada  de  las
CCAA, pero reparte el  aumento de la participación de las  CCAA en la  cesta de
ITAC  entre los impuestos indirectos  y el  IRPF,  superando en este último tam­
bién el 50 % actual.
8. Las necesidades de gasto en SPF de las CCAA de régimen común resultan cubier­
tas en cada una de las alternativas por la  participación de las Comunidades en la cesta
elegida  de  ITAC,  las  transferencias  finalistas  de  otras  administraciones  para  SPF,  las
transferencias verticales de nivelación, entre las que se incluirían las derivadas de la par­
ticipación de las Comunidades forales en los objetivos de nivelación de los recursos para
SPF  por  unidad  de  necesidad  en  todas  las  Comunidades,  y  el  incremento  de  los
impuestos  indirectos  para mejorar la  cobertura de las necesidades de gasto en SPF  de
las Comunidades.
9. Las implicaciones para los ingresos, gastos y déficit de cada administración de las
diferentes alternativas son financieramente similares: en la alternativa 1, la Administra­
ción central no cuenta con los ingresos que en estos años ha recibido del Fondo de Sufi­
ciencia negativo y, en cambio,  en las  alternativas  2 y  3  ha de reducir su participación
en los ITAC; las Comunidades forales han de contribuir  en todas las alternativas a las
solidaridad  interterritorial a  través de la Administración central, que  es  la que  acuerda
con ellas sus aportaciones a las cargas generales. Las CCAA mejorarían por esas vías sus
ingresos para cubrir el gasto justificado por el nivel de las necesidades a cubrir acordado,
pero han de ejercer su capacidad  normativa colegiada en la imposición indirecta  para
contribuir a alcanzar el nivel de necesidades contemplado en el escenario 2. 

70
CAPÍTULO 3
TRIBUTOS CEDIDOS Y PROPIOS DE LAS COMUNIDADES

AUTÓNOMAS

1.  INTRODUCCIÓN  Y  ALGUNAS  CUESTIONES  GENERALES


1.  En  algunos  países  federales,  tanto  la  Administración  central  como  las
Administraciones subcentrales tienen la  potestad de establecer  impuestos inde­
pendientes que pueden recaer sobre los mismos hechos imponibles y de regular­
los de una forma completamente independiente. En España, sin embargo, se ha
optado desde el nacimiento del sistema autonómico por un sistema más estruc­
turado en el que desempeña un papel central la figura de los impuestos cedidos.
De acuerdo con el artículo 133. 1 de la Constitución (CE), la potestad originaria
para  establecer tributos corresponde al  Estado, pero este puede ceder parcial  o
totalmente los rendimientos de los tributos de su titularidad a las Comunidades
Autónomas,  así  como  la  capacidad  para  regular  algunos  de  sus  elementos  y
diversos  aspectos  de  su  gestión.  Este  mecanismo  de  cesión  se  ha  utilizado  de
forma recurrente, hasta el punto que en la actualidad los tributos cedidos cons­
tituyen la principal fuente de ingresos de las Comunidades Autónomas de régi­
men común. 
2. Por otra parte, la propia Constitución, en su artículo 133. 2, permite que
las Comunidades Autónomas establezcan tributos propios con  las limitaciones
que pueda imponer la Ley. La principal  restricción existente en  este sentido  se
fija en el artículo 6. 2 de la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de finan­
ciación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), que impide que los tributos
autonómicos  puedan  recaer  sobre  hechos  imponibles  gravados  por  el  Estado.
Asimismo, el artículo 6. 3 impide que los tributos autonómicos puedan recaer
sobre hechos imponibles gravados por tributos locales, salvo que se establezcan
medidas  de  compensación  o  coordinación  en  los  términos  que  el  precepto
prevé. El artículo 157. 2 de la CE y el artículo 9 de la LOFCA también prohíben
que las CCAA graven bienes situados fuera de su territorio o establezcan barre­
ras fiscales a la libre circulación de personas, bienes y servicios.
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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

3. La Comisión no cuestiona el modelo existente de descentralización tribu­
taria basado en los impuestos cedidos. A su entender, esta fórmula permite man­
tener  una  estructura  básica  común  en  todo  el  territorio  para  las  principales
figuras tributarias, lo que facilita considerablemente su gestión y reduce los cos­
tes de cumplimiento, permitiendo un  margen de actuación a  las Comunidades
Autónomas para modular sus ingresos al alza o a la baja.
4.  Como  se  ha  visto  en  el  capítulo  1,  la  cesta  de  tributos  que  ha  sido  cedida
a  las  Comunidades  Autónomas  de  régimen  común  bajo  el  sistema  actual  está
integrada  por  los  llamados  tributos  cedidos  tradicionales  [tasas  afectas  a  los  ser­
vicios traspasados, tributos sobre el juego, Impuesto sobre Sucesiones y Donacio­
nes  (ISD),  Impuesto  sobre  Transmisiones  Patrimoniales  y  Actos  Jurídicos
Documentados  (ITPAJD)  e  Impuesto  sobre  el  Patrimonio  (IP)]  cuyos  rendi­
mientos se ceden en su totalidad a las Comunidades Autónomas junto con cier­
tas competencias normativas. También se ceden en su totalidad los rendimientos
de  los  Impuestos  Especiales  sobre  Determinados  Medios  de  Transporte  y  sobre
la Electricidad, con competencias normativas en el primer caso. En relación con
el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos (IH), para determinados productos las
Comunidades Autónomas pueden fijar el llamado tipo autonómico del impues­
to,  de  reciente  creación,  cuyo  rendimiento  está  cedido  al  100%.  Así  mismo,  se
ha cedido al 100 % el rendimiento asociado al tipo especial estatal de este tributo.
El resto de los rendimientos del Impuesto sobre Hidrocarburos, al igual que los
de  los  demás  impuestos  especiales  de  fabricación  (IIEE),  se  ceden  en  un  58 %  a
las Comunidades Autónomas sin competencias normativas. La situación es simi­
lar en el caso del IVA, aunque con un porcentaje de cesión del 50 %. Finalmente,
existe un tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas
(IRPF)  sobre  el  que  las  Comunidades  Autónomas  tienen  amplias  competencias
normativas,  con  un  peso  del  50 %  en  el  rendimiento  potencial  del  impuesto
antes del ejercicio de las competencias normativas autonómicas.
5. La Comisión no recomienda realizar cambios significativos en la compo­
sición de la cesta de tributos cedidos, aunque sí incluye entre las opciones a con­
siderar algunas que podrían afectar al estatus del Impuesto sobre el Patrimonio.
Por otra  parte, habría  que incorporar  formalmente a la  cesta del nuevo sistema
dos impuestos de reciente creación que ya se han cedido al menos parcialmente
a las CCAA al margen del sistema de financiación autonómica (SFA). Uno es el
Impuesto  sobre  Depósitos  en  Entidades  de  Crédito,  cuyos  rendimientos  se
ceden en su integridad a las CCAA pero sin capacidad normativa; y el otro es el
Impuesto  sobre  Actividades  de  Juego,  parte  de  cuyos  hechos  imponibles  se
ceden a las CCAA y para el que la ley ha previsto que estas puedan asumir cierta
capacidad normativa. En este último caso, la Agencia Estatal de Administración
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Capítulo 3.  Tributos cedidos y propios de las Comunidades Autónomas

Tributaria  (AEAT) deberá  calcular una  recaudación  normativa  por el  procedi­


miento habitual de cuantificar los ingresos que se habrían obtenido sin ejercicio
de la capacidad normativa autonómica.
6. Sobre el  reparto de las competencias normativas sobre estos tributos, se
propone lo siguiente:
a) Como se ha  señalado en el capítulo  1,  párrafo 44, se considera deseable
armonizar las bases imponibles y liquidables de los tributos cedidos total
o parcialmente, restringiendo la capacidad normativa autonómica a  las
escalas o tipos de gravamen y posiblemente a las deducciones o bonifica­
ciones de la cuota. También se considera conveniente crear mecanismos
operativos para el seguimiento y actualización periódica de la normativa
relevante de los tributos cedidos, a través de una comisión normativa per­
manente  que  responda  ante  el  Consejo  de  Política  Fiscal  y  Financiera
(CPFF) que podría absorber las funciones de esta índole que actualmente
corresponden al Consejo Superior de Gestión de la AEAT. La armoniza­
ción de las bases tributarias de los impuestos cedidos no limita su poten­
cial  recaudatorio y  por lo tanto no restringe la autonomía  de ingreso de
las Comunidades Autónomas, mientras que por otra parte reduce los cos­
tes  de  gestión  y  cumplimiento  y  las  posibles  barreras  a  la  movilidad,
aumenta  la  transparencia  del  sistema  fiscal  al  facilitar  comparaciones
entre los distintos territorios  y  la medición  de la capacidad tributaria  de
las Comunidades Autónomas, lo que es crucial  para  el correcto cálculo
de las necesarias transferencias de nivelación. 
b) También se recomienda replantear las figuras patrimoniales actualizando
su normativa y  estableciendo máximos y  mínimos en el Impuesto sobre
Sucesiones y Donaciones.
c) La  Comisión considera conveniente homogeneizar las reglas de valora­
ción de activos de manera que los criterios para dicha valoración, en par­
ticular  de  los  bienes  inmuebles,  sean  los  mismos  en  cada  uno  de  los
diferentes tributos.
d) Por  otro  lado,  se  recomienda  otorgar  a  las  Comunidades  Autónomas,
actuando de forma colegiada, la capacidad de fijar los tipos de un tramo
autonómico del IVA, y en su caso de los IIEE, que se regularía de forma
separada del tramo estatal, así como una mayor libertad para establecer y
regular de manera  individual  los posibles mecanismos de copago en  los
servicios de su competencia.
7. Siempre que sea posible, el cálculo de la recaudación normativa de los tri­
butos cedidos, lo realizará  de oficio la AEAT  calculando los rendimientos que
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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

se habrían obtenido en cada  territorio sin ejercicio de la capacidad normativa
autonómica. Cuando  no sea posible realizar un cálculo directo de esta  magni­
tud, se construirá una aproximación estadística razonada de la misma a partir de
la información disponible sobre los rendimientos reales del tributo y de la nor­
mativa aplicable. Esta  tarea  se verá  considerablemente simplificada  en algunos
casos con la propuesta  de armonización de las bases liquidables de los tributos
cedidos.
8. En línea con lo  apuntado en el  párrafo 40 del capítulo 1, la  Comisión
considera crucial aumentar la visibilidad de la tributación autonómica con el fin
de mejorar la rendición de cuentas de las CCAA ante los ciudadanos, potencian­
do así su responsabilidad fiscal. Con este fin, sería necesario que los tramos esta­
tal  y  autonómico  de  los  impuestos  compartidos  apareciesen  nítidamente
separados  en  impresos  tributarios  y  facturas.  También  sería  muy  deseable  un
reforzamiento de los contenidos autonómicos incluidos en los temarios escolares
de la ESO con el objetivo de mejorar el grado de conocimiento de los ciudada­
nos sobre el funcionamiento del sistema autonómico. Finalmente, se recomien­
da organizar una  campaña  sostenida  de publicidad  institucional  diseñada para
concienciar  a  los  ciudadanos  de  las  amplias  competencias  de  los  Gobiernos
autonómicos y del gran volumen de recursos que estos absorben. 
9. La gestión tributaria se discutirá en la sección 9 de este capítulo. 

2.  EL  IMPUESTO  SOBRE  LA  RENTA  DE  LAS  PERSONAS FÍSICAS


10. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas constituye la principal
fuente de financiación tributaria  de las CCAA, aportando en 2015 unos ingre­
sos de aproximadamente 34.000 millones de euros. En el actual SFA, las tarifas
del ahorro y general y la práctica totalidad de las deducciones de la cuota se des­
doblan  en  dos  tramos  que  se  reparten,  en  principio,  a  partes  iguales  entre  el
Estado y las CCAA. Por otra parte, a estas últimas se les  dota de una  amplia
capacidad normativa  sobre su  tramo que les permite: a) regular  las cuantías del
mínimo  personal  y  familiar con una desviación máxima  del 10 %  en relación
con las fijadas en la normativa estatal; b) establecer la  tarifa general aplicable al
tramo autonómico que podrá diferir de la estatal con la única restricción de que
su estructura sea progresiva; c) aprobar deducciones de la cuota íntegra autonó­
mica por circunstancias personales y familiares e inversiones no empresariales y
por aplicación de renta, además de otras de carácter técnico.
11. Estas facultades han sido ampliamente utilizadas por las Comunidades
Autónomas. En el ejercicio 2017, la suma de las tarifas generales autonómica y
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Capítulo 3.  Tributos cedidos y propios de las Comunidades Autónomas

estatal  ofrece una  horquilla que varía, en el caso del tipo marginal mínimo, del


19 % al 21,5 %, y en el máximo entre el 43,5 % y el 48 %, aunque con umbrales
diversos de aplicación de los tipos más altos. Todavía existe mayor diversidad y
dispersión en lo que respecta a las deducciones autonómicas. Una circunstancia
que incrementa sensiblemente los costes de gestión de estas deducciones es que
las competencias normativas de las Comunidades Autónomas también abarcan,
entre otras cosas, la regulación de la justificación exigible para su aplicación, los
límites de cada deducción y su sometimiento o no al requisito de comprobación
de la situación patrimonial.
12. En consonancia con el principio general de mantener una base homogé­
nea  en  los  tributos  cedidos,  se  recomienda  eliminar  la  capacidad  normativa
autonómica  sobre  los  mínimos  personales  y  familiares  cuya  función  es  la  de
determinar un nivel  mínimo de renta no sometido a  gravamen, con indepen­
dencia de que su aplicación se realice a través de una minoración de la base o de
una reducción de la cuota íntegra. Por  otra parte, sería  conveniente que todas
las  administraciones  racionalizasen  la  multiplicidad  de  deducciones  sobre  la
cuota  que  ahora  se  ofrecen  y  que  en  muchos  casos  son  de  aplicabilidad  muy
limitada en la práctica, por los restrictivos límites que se fijan.
13. Una cuestión crucial  en el  diseño del IRPF  compartido es la parte del
rendimiento potencial del impuesto que se asigna a las Administraciones central
y autonómica.  La  Comisión no ve razones de peso para modificar un reparto  a
partes iguales que ayuda a visualizar de forma muy gráfica la corresponsabilidad
de ambas administraciones. Si se considerase modificar  el actual  porcentaje de
cesión, debería  buscarse un equilibrio entre dos consideraciones contrapuestas,
pues un aumento  del  peso  del  tramo autonómico aumentaría  la autonomía de
ingreso  de las Comunidades Autónomas pero limitaría la capacidad redistribu­
tiva de la Administración central.
14. Por  otra  parte, sería  recomendable introducir algunas mejoras de tipo
técnico en la regulación de la cesión de este impuesto en la LOFCA. En primer
lugar, se podría  modificar el  artículo 11 que alude a  la  cesión de este impuesto
en los siguientes términos: “Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas con
carácter parcial con el límite máximo del 50 por 100”. Este límite máximo y la
referencia  que  hacen  los  Estatutos  de  Autonomía  a  un  porcentaje  exacto  de
cesión no tienen en cuenta que lo que finalmente va a llegar como rendimiento
a cada Comunidad depende de la tarifa autonómica que apruebe cada una (si es
distinta de la estatal ya no será el 50 % del total). Tal vez lo que la LOFCA debe­
ría decir es que se cede el 50 % de la recaudación antes del uso de las competen­
cias normativas por las Comunidades Autónomas.

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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

15.  Las  Comunidades  Autónomas  de  régimen  común  reciben  la  parte  que
les corresponde de los rendimientos del IRPF mediante un sistema de entregas
a cuenta y liquidaciones en el que convendría introducir algunas mejoras técni­
cas. La gestión del IRPF le corresponde a la AEAT, que obtiene el grueso de la
recaudación  por  este  concepto  mediante  un  sistema  de  retenciones  y  pagos  a
cuenta  mensuales  o  trimestrales  en  el  que  no  se  tienen  en  cuenta  las  peculiari­
dades  de  las  escalas  autonómicas  de  gravamen.  Estos  ingresos  no  se  trasladan
inmediatamente  a  las  Comunidades  Autónomas  de  residencia  de  los  contribu­
yentes sino que les llegan por vía de unas entregas a cuenta cuya cuantía se fija
en  los  Presupuestos  Generales  del  Estado  (PGE)  en  base  a  las  proyecciones  de
ingresos  existentes  en  el  momento  de  su  elaboración,  que  no  siempre  recogen
de forma satisfactoria los cambios previstos en la normativa autonómica aplica­
ble.  La  diferencia  entre  el  rendimiento  definitivo  del  tramo  autonómico  del
IRPF  correspondiente  al  ejercicio  t  y  las  entregas  a  cuenta  recibidas  entonces
llega  a  las  Comunidades  en  el  año  t + 2  con  la  correspondiente  liquidación  del
SFA.
16. Este sistema introduce un retardo importante entre la  modificación del
tramo autonómico del IRPF  y los momentos  en los  que esa  modificación tiene
efectos  visibles  para  el  contribuyente  (cuando  este  presenta  su  declaración)  y
afecta a los ingresos de la Comunidad Autónoma (cuando esta recibe la liquida­
ción del ejercicio), reduciendo así la visibilidad de las decisiones tributarias auto­
nómicas  y  generando  retardos  temporales  en  la  llegada  o  percepción  de  los
costes y beneficios relevantes, lo que puede distorsionar tales decisiones así como
la posibilidad de errores de estimación. 
17.  Una  forma  de  evitar  esta  situación  sería  adecuar  las  retenciones  y  las
entregas a cuenta del IRPF a las CCAA a la normativa autonómica, en la medi­
da  de  lo  posible.  Se  trataría  de  que  las  retenciones  sobre  los  rendimientos  del
trabajo  fueran  diferentes  según  el  domicilio  fiscal  del  contribuyente.  Esto,  a  su
vez, permitiría modificar el actual sistema de entregas a cuenta, ligando su cuan­
tía a la evolución real de las retenciones, sea mes a mes o a través de una correc­
ción  a  final  de  año.  Esto  permitiría  también  que  las  retenciones  a  los  no
declarantes  reflejasen  la  tarifa  autonómica  del  impuesto  y  se  repartiesen  de
forma  consistente  con  la  misma,  lo  que  no  sucede  con  el  sistema  actual,  en  el
que  las  retenciones  no  reflejan  esta  tarifa  y  se  reparten  a  partes  iguales  entre  el
Estado y la Comunidad de residencia del contribuyente aunque las tarifas rele­
vantes sean diferentes.
18.  Una  segunda  posibilidad,  menos  ambiciosa,  sería  mantener  el  sistema
actual, en el que las entregas a cuenta se corrigen con un coeficiente que aproxi­

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Capítulo 3.  Tributos cedidos y propios de las Comunidades Autónomas

ma  el  impacto  esperado  de  las  medidas  normativas  adoptadas  por  las  Comuni­
dades Autónomas, pero mejorándolo en dos aspectos. En primer lugar, el cálculo
de  los  coeficientes  correctores  podría  mejorarse  mediante  una  mayor  colabora­
ción entre las CCAA y la AEAT en la estimación de los efectos previsibles de las
medidas tributarias adoptadas. En segundo lugar, las entregas a cuenta del año t
deberían poder corregirse hasta finales del año t ­ 1 sobre la base de leyes aproba­
das  hasta  ese  momento.  En  la  actualidad,  el  coeficiente  se  calcula  sobre  la  nor­
mativa en vigor en el momento en el que se elabora el proyecto de PGE del año
t, esto es, antes del verano de t ­ 1. No obstante, hay que tener en cuenta que en
el  caso  de  que  se  aumenten  las  entregas  a  cuenta  sin  modificar  las  retenciones,
los ingresos del Estado se verán negativamente afectados.
19. La Comisión considera fundamental aumentar la  visibilidad  del doble
poder tributario en el impuesto. Para ello, sería importante separar, siempre que
sea posible, la parte de la retención del rendimiento que corresponde a la Admi­
nistración central  de la que nutre las arcas autonómicas. En segundo lugar, en
las herramientas de ayuda al contribuyente, debería quedar más claro que en la
actualidad la parte autonómica del impuesto.

3.  EL IVA Y LOS  IMPUESTOS ESPECIALES


20.  Como  ya  se  ha  señalado,  la  Comisión  considera  que  el  reparto  de  los
rendimientos del IVA y posiblemente de los IIEE es el instrumento idóneo para
mantener  el  equilibrio  vertical  en  el  reparto  de  recursos  entre  niveles  de  admi­
nistración  y  que  existe  margen  para  dotar  a  las  Comunidades  Autónomas  de
una  cierta  capacidad  normativa  sobre  estos  tributos  de  la  que  ahora  carecen,
aumentando  así  tanto  su  autonomía  de  ingreso  como  su  nivel  de  responsabili­
dad fiscal.
21. Dada la tradicional oposición de la Comisión Europea a la existencia de
tipos impositivos diferenciados regionalmente en el IVA, la capacidad normati­
va sobre este tributo  solo  puede cederse de forma  colegiada  al conjunto de las
Comunidades Autónomas, incluyendo a las Comunidades forales, que deberán
ejercerla a través de algún organismo multilateral, manteniendo tipos uniformes
en  todo  el  territorio  nacional.  En  consonancia  con  la  propuesta  de  desdobla­
miento  de tipos del IVA e IIEE recogida  en el párrafo 6.d) de este capítulo, la
capacidad normativa  regional  sobre estos impuestos se limitaría, en  su  caso, al
correspondiente tramo autonómico.
22. Ha  de reconocerse que la  atribución a las Comunidades Autónomas de
capacidad normativa colegiada sobre un tramo del IVA y los IIEE plantea difi­
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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

cultades importantes. La primera es de carácter legal y práctico, pues habría que
determinar  qué  órgano  debería  tomar  tal  decisión  colegiada.  Una  posibilidad
sería recurrir a  una propuesta por mayoría cualificada del  Consejo de Política
Fiscal y Financiera en una votación de la que estaría excluido el Gobierno cen­
tral, que sería  tramitada como Proyecto  de Ley por el  Gobierno central, dado
que los tributos han  de establecerse por ley en todos sus elementos esenciales.
También  podría considerarse la  posibilidad de que fuese el  Senado, a través de
su Comisión General de las Comunidades Autónomas, el que iniciase la trami­
tación de la  medida. Debe tenerse en  cuenta que una iniciativa  legislativa  pro­
movida por las Comunidades Autónomas tendría más visibilidad, frente a la vía
de la propuesta  de modificación legal promovida por el  Gobierno central. Por
otra parte, podría ser conveniente modificar el concierto económico y el conve­
nio para asegurar la coordinación de las distintas administraciones que deberán
reflejar legalmente los cambios de tipos que se acuerden.
23. Una segunda dificultad es que, en la práctica, el ejercicio colegiado de la
capacidad  tributaria  tendería  a  dar  lugar  a  comportamientos  estratégicos  que
podrían  terminar  inhabilitando  el  pretendido  mecanismo  de  responsabilidad
fiscal y equilibrio vertical. Incluso estando todas las Comunidades Autónomas
de acuerdo en la necesidad de mayores ingresos, cada una de ellas tendría todos
los  incentivos  para  intentar  que  sean  las  demás  las  que  tomen  la  decisión  de
subir los tipos impositivos mientras que ella vota en contra, pero luego se bene­
ficia de la subida. El problema podría evitarse exigiendo unanimidad, pero esto
también  podría  dificultar  más  de  lo  razonable  la  subida  de  estos  impuestos,
especialmente  si  algunas  Comunidades  pueden  aumentar  sus  ingresos  a  un
menor  coste  político  a  través  de  otra  figura  tributaria  que  puedan  controlar
directamente. Este último  problema podría  verse agravado, por el  reparto por
población  ajustada  propuesto en el capítulo 4, párrafo 37, que podría  hacer las
subidas de tipos especialmente poco atractivas para aquellas regiones cuyo peso
sea mayor en el consumo que en la población ajustada.
24.  A  la  vista  de  todo  esto,  otra  posibilidad  sería  mantener  en  manos  del
Estado la capacidad normativa formal sobre el tramo autonómico del IVA y de
los IIEE, dándoles a  las CCAA capacidad de propuesta a través del  CPFF. En
este caso, sería de esperar que el proceso de negociación política entre el Estado
y las Comunidades que seguramente precedería a cualquier cambio en los tipos
impositivos del tramo autonómico de los impuestos relevantes lleve a los ciuda­
danos a visualizar que la  modificación se ha  hecho a  instancias de las  Comuni­
dades  Autónomas  y  que  es  a  estas  a  las  que  beneficia,  trasladándoles  así  a  las
mismas al menos una parte del coste político de la subida de impuestos.

78
Capítulo 3.  Tributos cedidos y propios de las Comunidades Autónomas

25. En el ámbito del  Impuesto Especial  sobre Hidrocarburos, la normativa


actual  permite  que  las  Comunidades  Autónomas  fijen  un  tipo  autonómico
suplementario sobre determinados combustibles que puede variar de un territo­
rio a otro en base al artículo 18 de la propuesta de modificación de la Directiva
2003/96/CE del Consejo [COM (2011) 169, de 13 de abril de 2011] en el que
se autoriza a España, a la vista de su especial estructura administrativa y a fin de
facilitar el  desarrollo de la autonomía financiera  de las Comunidades Autóno­
mas, a que aplique a nivel regional tipos impositivos más altos “sobre el consu­
mo energético general en algunas partes del territorio”. Puesto que la Comisión
Europea  decidió en su  momento retirar  esta  propuesta  de Directiva, sería con­
veniente que se tramitase una modificación de la Directiva 2003/96 en la línea
que se acaba de exponer si se desea mantener esta diferenciación de tipos a través
del tramo autonómico. Se debería hacer lo posible para conseguir que esta posi­
bilidad se mantenga  en la  nueva directiva europea sobre el régimen  impositivo
de los productos energéticos en la que se está trabajando y para que se extienda
al resto de Impuestos Especiales de forma que las Comunidades Autónomas ten­
gan  capacidad  normativa  individual  sobre  estos  tributos,  contribuyendo  así  a
aumentar su autonomía de ingreso. 
26. Con independencia de lo dicho en el párrafo anterior, la parte de los ren­
dimientos  de  los  tipos  estatales  de  los  Impuestos  Especiales  que  actualmente
corresponde a las Comunidades Autónomas podría recibir un tratamiento simi­
lar a los del IVA, fijándose un tramo separado con un tipo fijado de forma cole­
giada y repartiéndose sus rendimientos entre las autonomías en proporción a la
población ajustada.
27.  Otra  cuestión  a  considerar  en  relación  con  los  Impuestos  Especiales
tiene que ver con la  redefinición de la  actual fiscalidad sobre el automóvil. Las
recientes modificaciones en la normativa del Impuesto Especial sobre Determi­
nados Medios de Transporte junto con las mejoras tecnológicas que han permi­
tido reducir las emisiones han  reducido muy significativamente la  recaudación
de  este  impuesto,  con  la  consiguiente  pérdida  de  recursos  fiscales  para  las
CCAA. Como se propone en el Informe de la Comisión de Expertos para la Refor­
ma del Sistema Tributario Español (2014), una vía  de avance podría  ser la inte­
gración de este impuesto especial con el Impuesto sobre Vehículos de Tracción
Mecánica, de ámbito municipal, dejando la gestión del nuevo tributo en manos
de los Ayuntamientos. La fijación de dos tipos, uno autonómico y otro munici­
pal, permitiría  la  compartición de la  figura entre Comunidades Autónomas y
Ayuntamientos. Sería deseable que los cambios que se adopten en estos impues­
tos se hagan dentro  de un marco integral  para la  fiscalidad ambiental  sobre el
que se harán algunas consideraciones en la sección 7 del presente capítulo.
79
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

4.  EL  IMPUESTO  SOBRE  EL  PATRIMONIO


28. El Impuesto sobre el Patrimonio se introduce por primera vez en España
en 1977 con la denominación oficial de “Impuesto extraordinario sobre el Patri­
monio de las Personas Físicas”. Como se anunciaba explícitamente en el artículo
primero de la Ley reguladora del impuesto, la intención del legislador era crearlo
con carácter excepcional y con una vigencia temporal limitada como mecanismo
de control  sobre las fuentes de renta  en un contexto de informatización inci­
piente de la Administración tributaria. Pese a ello, el IP terminaría consolidán­
dose como  parte permanente de nuestro sistema tributario cuando en 1991 se
aprobó una nueva  Ley  reguladora del  mismo que, con escasas  modificaciones,
sigue estando hoy vigente pese al tiempo transcurrido.
29. El IP ha sido un tributo muy criticado desde un punto de vista técnico.
Además de su clara obsolescencia  como mecanismo censal  en un  contexto de
creciente informatización,  la  literatura  ha señalado numerosos problemas entre
los que cabe citar las distorsiones  que el impuesto provoca  sobre el ahorro y la
inversión, con sus consecuentes costes de eficiencia, su carácter potencialmente
confiscatorio  debido  al  gravamen  repetido  de  una  misma  base  y  su  limitado
poder redistributivo, al menos en su  actual configuración. Consideraciones de
este tipo explican  que el  impuesto haya  desaparecido en la  gran mayoría  de los
países de nuestro  entorno  y  motivaron en su momento la  decisión de suprimir
el IP (mediante la Ley 4/2008, de 23 de diciembre) que se instrumentó a través
de una bonificación del 100 % en su cuota íntegra, básicamente por dos razones:
la primera porque así se dejaba en vigor el resto de la Ley de este impuesto, a la
que se remiten las  normas reguladoras de otros tributos en  diversas materias,  y
la segunda porque si  su hubiese derogado  el  impuesto, el espacio fiscal  vacante
podría  haber  sido  ocupado  por  las  Comunidades  Autónomas  estableciendo
impuestos propios sobre el patrimonio de las personas físicas. El impuesto estu­
vo temporalmente suprimido durante los ejercicios 2008, 2009 y 2010 pero en
2011, en  un  escenario de desplome de los ingresos tributarios, el  legislador lo
reactivó mediante la  supresión de la  precitada  bonificación en cuota del 100 %
y posteriormente se ha  ido  prorrogando anualmente su vigencia hasta nuestros
días, aunque hay que notar  que la  Comisión de Expertos para la Reforma  del
Sistema Tributario Español  (2014) volvió a recomendar su  supresión, derivan­
do la parte de sus hechos imponibles ligada a la propiedad inmobiliaria hacia un
nuevo diseño del Impuesto sobre Bienes Inmuebles.
30.  Con  todo,  no  existe  unanimidad  sobre  la  deseabilidad  de  la  supresión
del  IP.  Desde  ciertas  posiciones  ideológicas,  el  impuesto,  con  todos  sus  defec­
tos, se ha visto tradicionalmente como un instrumento redistributivo potencial­

80
Capítulo 3.  Tributos cedidos y propios de las Comunidades Autónomas

mente importante. Desde una perspectiva teórica, esta postura se ha visto refor­
zada recientemente por una serie de estudios que recomiendan la introducción
de  impuestos  sobre  el  patrimonio  como  instrumento  para  luchar  contra  una
excesiva  acumulación  de  la  riqueza  en  manos  de  una  pequeña  minoría.  Tam­
bién existen argumentos más pragmáticos para el mantenimiento del impuesto
como  una  fuente  significativa  de  ingresos  (con  una  recaudación  cercana  a  los
mil millones de euros en años recientes) a la que no se debería renunciar, espe­
cialmente  en  momentos  de  estrechez  presupuestaria  como  los  vividos  en  los
últimos años.
31.  Existe  acuerdo  dentro  de  la  Comisión  en  que,  ante  el  mantenimiento
transitorio o definitivo del IP, su normativa debería revisarse para paliar algunos
de  sus  principales  problemas.  En  concreto,  creemos  necesaria  la  determinación
por  parte  del  Estado  de  una  base  imponible  homogénea  y  un  mínimo  exento
amplio igual en todo el territorio nacional. La capacidad normativa de las CCAA
afectaría exclusivamente al establecimiento de la tarifa del impuesto, así como a
la aprobación de posibles deducciones o bonificaciones de la cuota vinculadas a
circunstancias personales y familiares del sujeto pasivo, sin que ello pueda supo­
ner una desfiscalización de hechos imponibles. Por otra parte, debería actualizar­
se  y  clarificarse  la  regulación  existente  sobre  el  límite  máximo  de  tributación
efectiva  referido  a  la  cuota  conjunta  por  IRPF  y  por  IP  que  pretende  evitar  la
posible confiscatoriedad del tributo. 
32. En lo  que no existe acuerdo en el  seno de la  Comisión es en la  conve­
niencia de establecer o no un nivel mínimo de tributación, que también afecta­
ría, en su caso, a las Comunidades forales. Algunos de los miembros de la misma
que se pronuncian por la existencia de este mínimo de tributación lo argumen­
tan en base a las distorsiones económicas que se podrían derivar de la movilidad
interterritorial  hacia  las  Comunidades  que  decidan  suprimir  este  tributo.  Por
otro lado, los miembros de la Comisión que consideran que no debe establecer­
se  este  mínimo  recomiendan  que  la  aplicación  del  IP  por  las  Comunidades
Autónomas tenga, como tiene ahora de facto, carácter opcional, permitiendo en
aras  de  la  autonomía  que  aquellas  Comunidades  que  deseen  mantenerlo  lo
hagan, pero sin obligar a las demás a seguir aplicando un impuesto muy  cues­
tionado. En este escenario, el tributo mantendría su titularidad  estatal, lo que
asegura la  capacidad  del  Estado para revisar el  estatus del impuesto si se consi­
dera  necesario  en el  futuro.  Este carácter de tributo voluntario debería situar al
IP en el mismo plano que los tributos propios en cuanto a la determinación de
su recaudación normativa, que sería nula. Por supuesto, tampoco se contempla­
ría ningún tipo de compensación por parte del Estado para las CCAA que deci­
diesen no exigirlo. La forma de regular este carácter opcional del tributo podría
81
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

estar en línea con la aplicada para los impuestos municipales que no son de exac­
ción obligatoria. 

5.  EL  IMPUESTO  SOBRE  SUCESIONES  Y  DONACIONES


33. Otra  figura controvertida  dentro de la imposición sobre la riqueza  es el
Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Aunque este tributo ha despertado en
ocasiones un fuerte rechazo social, a diferencia de lo que sucede con el Impuesto
sobre el  Patrimonio, se trata  de una  figura ampliamente respaldada por la lite­
ratura hacendística, fundamentalmente con argumentos de redistribución  y de
moderación de la tendencia intergeneracional a la concentración de la riqueza y
que existe además en la mayoría de los países de nuestro entorno. Por otra parte,
se trata también de un impuesto con una capacidad recaudatoria no desdeñable
(en torno a los 2.200 millones de euros en 2014). Por todo ello, la Comisión no
ve razones para derogar el ISD con carácter general o para permitir su supresión
en la práctica en ciertas Comunidades y sí para introducir unos niveles mínimos
de tributación que impidan que una posible espiral de competencia a la baja ter­
mine con la práctica  desaparición del tributo, al  menos en las transmisiones de
riqueza entre familiares directos. Estos mínimos deberían aplicarse también a las
Comunidades forales.
34. De todos los impuestos actualmente vigentes en España el ISD es el que
está regulado por una ley más antigua, que data de 1987. Pese al tiempo trans­
currido,  la  regulación  de  algunas  cuestiones  básicas  se  mantienen  tal  y  como
figuraba  en su  Ley de creación. Aunque la renta  per  cápita  española  casi se ha
triplicado en este período de tiempo, no se han modificado ni las bases imponi­
bles ni la  tarifa  previstas en  la  norma original. Resulta  por tanto urgente una
actualización  de  la  normativa  básica  del  impuesto  que  debería  servir  también
para establecer una base liquidable homogénea  y para revisar ciertos elementos
de la estructura del tributo. 
35.  A  tal  efecto  se  podría  seguir  el  modelo  propuesto  en  el  Informe  de  la
Comisión de Expertos para la  Reforma del Sistema Tributario  Español (2014), en
el que se aboga por la introducción de un mínimo exento único que proporcio­
naría progresividad a  una  tarifa lineal  que podría variar entre el  4­5 %  y el 10­
11 % según el grado de parentesco, así como por la supresión del actual sistema
de coeficientes multiplicadores en  función del  grado de  parentesco y del patri­
monio preexistente del heredero.
36. También sería conveniente revisar o clarificar algunas reducciones, inclu­
yendo  las  relacionadas  con  los  seguros  de  vida  y  con  la  transmisión  de  empresas
82
Capítulo 3.  Tributos cedidos y propios de las Comunidades Autónomas

familiares.  En  este  último  caso,  sería  importante  clarificar  los  requisitos  exigidos
para su aplicación, lo que ayudaría a incrementar la seguridad jurídica que la apli­
cación de esta reducción genera. Otro elemento importante cuya regulación debe­
ría  mejorarse  en  la  ley  estatal  es  el  régimen  de  aplazamientos  para  situaciones  de
iliquidez  de  los  activos  recibidos,  introduciendo  un  mayor  automatismo  que
reduzca  la  incertidumbre  y  ayude  a  evitar  situaciones  confiscatorias  derivadas  de
la necesidad inmediata de obtener liquidez para el pago de las cuotas del impuesto. 
37. Por último, la nueva regulación estatal del ISD debe tratar de evitar los
problemas técnicos no resueltos en su descentralización actual, como los que tie­
nen  que ver con  los puntos de conexión o las cláusulas antielusión para evitar
estrategias frecuentes de traspasos previos de los hechos imponibles hacia figuras
con menor o nula tributación; como las compraventas aplazadas a  muy largo
plazo  entre  familiares,  con  uso  abusivo  de  la  no  sujeción  en  el  Impuesto  de
Transmisiones Patrimoniales Onerosas por extinción del condominio. La mejo­
ra  del  cálculo  de  la  recaudación  normativa  del  impuesto  también  ayudaría  a
internalizar mejor los costes y beneficios derivados de la movilidad de contribu­
yentes, reduciendo los incentivos actuales para una competencia desleal a la baja
entre CCAA en términos de los tipos de este impuesto.

6.  EL  IMPUESTO  SOBRE  TRANSMISIONES  PATRIMONIALES  Y


ACTOS  JURÍDICOS  DOCUMENTADOS
38. El Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Docu­
mentados es una figura peculiar de nuestro sistema tributario, con escaso paran­
gón en los sistemas comparados y que implica en ocasiones una suerte de doble
imposición  penalizadora  sobre las transacciones económicas, cuando ya  existen
figuras más adecuadas para gravar los aumentos de la capacidad  de pago  gene­
rados por las mismas. El impuesto presenta, además, una estructura legal y unos
métodos de gestión arcaicos que no han cambiado significativamente desde el
siglo XIX.
39. Para mitigar los problemas que esta figura plantea y tratando de mante­
ner su potencial recaudatorio, la Comisión de Expertos para la Reforma del Sis­
tema  Tributario  Español  (2014)  recomendaba  su  supresión  junto  con  la
incorporación del grueso de la capacidad de pago gravada por ella a un IBI rede­
finido. Aunque esta opción debería valorarse cuidadosamente, la Comisión con­
sidera que no es viable a corto plazo, como tampoco lo es la desaparición sin más
del impuesto  dada  su  aportación recaudatoria a la financiación autonómica, de
cerca de 6.000 millones de euros en 2014. 
83
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

40. En lo concerniente a su  normativa  básica, la  necesaria  actualización del


ITPAJD debería centrarse en incorporar valoraciones más objetivas en las trans­
misiones de inmuebles, substituyendo o definiendo con precisión el vago crite­
rio del “valor real” que se utiliza  en el  impuesto y acercándolo en la medida  de
lo  posible  al  valor  de  mercado.  No  obstante,  dadas  las  dificultades  existentes
para conocer los precios reales de cierre de las transacciones,  una posible alter­
nativa sería establecer públicamente un criterio explícito de fijación de las bases
imponibles a partir del  valor catastral, revisable anualmente en función de las
condiciones  del  mercado  en  cada  población,  y  siempre  bajo  la  posibilidad  de
impugnación motivada.

7.  TRIBUTOS  PROPIOS  Y  FISCALIDAD  AMBIENTAL


41. Pese a las restricciones que la normativa  española impone al  estableci­
miento de tributos propios por parte de las Comunidades Autónomas, estas no
han renunciado a ejercer su poder tributario y han creado numerosos impuestos
de esta naturaleza. Su establecimiento ha  dado lugar a una elevada  litigiosidad,
con  frecuentes  recursos  ante  el  Tribunal  Constitucional  y  competencia  entre
administraciones para ver quién establecía antes un determinado tributo con el
fin de impedir que lo hiciese el otro o de reclamar una compensación  por su
supresión. 
42. Con el fin de reducir la conflictividad, sería deseable una mayor coordi­
nación entre el Gobierno central y los autonómicos. Una posibilidad a estudiar
sería establecer un mecanismo de comunicación previa entre ambas administra­
ciones  en  relación  con  posibles  proyectos  de  creación  de  nuevos  impuestos
autonómicos,  posiblemente  a  través  de  la  comisión  normativa  dependiente  del
CPFF  que  ha  sido  propuesta  en  el  párrafo  6.a)  de  este  capítulo  como  mecanis­
mo  para  el  seguimiento  y  actualización  de  la  normativa  estatal  sobre  tributos
cedidos.
43.  Muchos  de  los  impuestos  propios  creados  hasta  la  fecha  por  las  CCAA
son  de  naturaleza  ambiental  o  “verde”  y  gravan  determinadas  instalaciones  o
actividades  que  inciden  negativamente  sobre  el  medio  ambiente  a  través  de
emisiones  y  vertidos.  La  razón  es  que  la  Administración  central  española  ha
demostrado  hasta  el  momento  poco  interés  por  la  fiscalidad  ambiental,  lo  que
ha  permitido  a  las  Comunidades  Autónomas  encontrar  hechos  imponibles  no
gravados por el Estado con relativa facilidad. Sin embargo, esta situación podría
cambiar  en  el  futuro  inmediato,  en  parte  por  la  presión  de  la  Unión  Europea
para establecer ciertos tributos ambientales y, en parte, por la creciente concien­
84
Capítulo 3.  Tributos cedidos y propios de las Comunidades Autónomas

cia  sobre  la  importancia  de  los  problemas  de  esta  índole  y  por  la  necesidad  de
financiar los compromisos adquiridos por nuestro país en relación con la lucha
contra  el  cambio  climático.  En  consecuencia,  parecería  prudente  anticiparse  al
previsible  conflicto  entre  tributos  propios  autonómicos  y  nuevos  tributos  esta­
tales y reordenar este ámbito fiscal. Una posible forma de hacerlo sería a través
de  una  ley  marco  de  fiscalidad  ambiental  que  atribuyera  las  distintas  figuras
impositivas  o  los  hechos  imponibles  relevantes  a  los  diferentes  niveles  de
gobierno teniendo en cuenta el alcance espacial de los hechos gravables11. En el
caso  de  las  figuras  que  se  atribuyeran  a  las  CCAA,  la  ley  marco  fijaría  los  ele­
mentos de cada impuesto hasta la determinación de la base liquidable, su carác­
ter  potestativo  u  obligatorio  y  un  rango  para  el  establecimiento  autónomo  de
las  tarifas  y  en  su  caso  deducciones.  El  contenido  de  la  ley  se  acordaría  con  las
CCAA  para  integrar  los  impuestos  propios  ya  existentes.  Una  solución  de  este
tipo  podría  ser  también  extensible  a  otros  ámbitos  en  los  que  se  plantean  pro­
blemas  similares.

8.  TASAS  Y  COPAGOS


44. Sería conveniente dotar a las Comunidades Autónomas de competencias
normativas sobre instrumentos de copago, especialmente en el caso de la  sani­
dad,  pero  posiblemente  también  en  otros  servicios  de  su  competencia.  Esta
cesión es deseable por un doble motivo. El  primero es que parece lógico  poner
en manos de la  administración gestora  del  servicio un importante instrumento
de gestión que puede ayudar a disciplinar  la demanda. Y  el segundo es que el
copago podría ser una fuente significativa y apropiada de ingresos para la finan­
ciación  de  ciertos  servicios  públicos  con  beneficios  perfectamente  divisibles  y
fácilmente identificables a nivel individual. 
45. Las Comunidades Autónomas deberían tener libertad para modificar al
alza o a la baja sus tarifas de copago, dentro de ciertos límites fijados por el órga­
no  que  corresponda,  pero  siempre  asumiendo  íntegramente  las  consecuencias
presupuestarias  de  tales  decisiones.  Con  este  fin,  podría  resultar  conveniente
una nueva redacción de los artículos correspondientes de la LOFCA para otor­
gar mayor seguridad jurídica a las iniciativas de las CCAA en materia de copago,
o incluso una ley marco  de tasas y precios públicos  que fije horquillas para el
establecimiento de copagos en sanidad, educación y servicios sociales.

11
Entre estos estarían las emisiones de CO2 y de óxidos nitrosos, las emisiones de los vehículos
de motor, los residuos industriales y peligrosos o tóxicos, los residuos de envases, embalajes y bol­
sas, así como los vertidos marinos o en aguas interiores.

85
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

9.  ADMINISTRACIÓN  TRIBUTARIA

9.1.  SITUACIÓN ACTUAL
46.  En  la  aplicación  del  sistema  tributario  de  régimen  común  intervienen  la
Agencia  Estatal  de  Administración  Tributaria12,  con  competencias  exclusivas
sobre  las  grandes  figuras  impositivas  (IRPF,  IVA,  Impuesto  de  Sociedades  y  la
gran  mayoría  de  los  Impuestos  Especiales),  y  las  Administraciones  tributarias  de
las  CCAA  que,  además  de  los  tributos  propios  de  cada  Comunidad,  se  encargan
de  gestionar,  por  delegación  del  Estado,  los  tributos  cedidos  de  naturaleza  patri­
monial  (Impuesto  sobre  Transmisiones  Patrimoniales  y  Actos  Jurídicos  Docu­
mentados,  Impuesto  sobre  Sucesiones  y  Donaciones  y,  de  forma  compartida,  el
Impuesto sobre el Patrimonio) así como los tributos sobre el juego y los Impuestos
Especiales con capacidad normativa cedida. Esta distribución de las competencias
de  aplicación  está  regulada  en  el  artículo  54  de  la  Ley  22/2009,  sin  que  se  haya
modificado sustancialmente en los sucesivos sistemas de financiación autonómica. 
47.  La  experiencia  comparada  muestra  muchas  variantes  de  modelos  de
Administración tributaria, explicadas normalmente por las peculiaridades de la
descentralización política  y  fiscal existentes en  cada  país. En el caso de España,
el  modelo  basado  en  el  reparto  de  competencias  por  figuras  suele  calificarse
como “híbrido”, situándose entre las alternativas polares de una única Adminis­
tración  tributaria dependiente del  Gobierno central y aquella  en  la que la ges­
tión es realizada íntegramente por los Gobiernos subcentrales. Este modelo  ha
estado condicionado, en gran medida, por la opción de descentralización tribu­
taria basada esencialmente en la  compartición de la  mayoría  de los tributos de
titularidad estatal. Como ya se ha  apuntado en este capítulo, precisamente una
de las ventajas de la fórmula de los impuestos cedidos es que permite mantener
en todo el  territorio una  estructura  básica  común de las principales figuras tri­
butarias, lo  que facilita  su gestión, con la consiguiente reducción de costes de
administración y cumplimiento. 
48.  El  aprovechamiento  satisfactorio  de  las  ventajas  de  la  cesión  de  tributos
no  se  logra  simplemente  delimitando  legalmente  qué  administración  posee  las
competencias para gestionar cada figura. En primer lugar, si el Estado y las CCAA
comparten de forma sustancial el rendimiento de las principales figuras del siste­
ma  fiscal  (con  la  excepción  del  Impuesto  de  Sociedades  y  del  Impuesto  sobre  la
Renta  de  No  Residentes)  parece  razonable  que  ambos  niveles  de  gobierno  inter­

12
En los términos previstos en el artículo 83 de la Ley General Tributaria, la aplicación de los
tributos comprende, entre otras, todas las actividades administrativas dirigidas a la información
y asistencia a los obligados tributarios y a la gestión, inspección y recaudación.

86
Capítulo 3.  Tributos cedidos y propios de las Comunidades Autónomas

vengan  en  el  diseño  de  la  política  de  administración  de  esos  tributos,  incluida  la
determinación  de  los  objetivos  y  planes  de  actuación  y  la  asignación  de  recursos
a  las  distintas  tareas  de  gestión  a  lo  largo  del  territorio,  todo  ello  sin  perjuicio  de
las competencias propias del Estado derivadas del artículo 149. 1. 14.a de la Cons­
titución.  En  segundo  lugar,  para  conseguir  un  mejor  cumplimiento  tributario  a
nivel  global  es  necesario  aprovechar  las  economías  de  escala  y  de  especialización
presentes  en  cualquier  sistema  tributario  descentralizado,  lo  que  recomienda
compartir recursos materiales y humanos entre administraciones. En tercer lugar,
la  gestión  de  un  sistema  tributario  descentralizado  requiere  contar  con  mecanis­
mos de coordinación vertical y horizontal que funcionen con efectividad, siendo
especialmente  relevantes  los  encargados  de  facilitar,  con  regularidad  y  oportuni­
dad temporal, los necesarios intercambios de información entre administraciones.
49. Desde que en 1997 las CCAA  de régimen  común  pasaron a  participar
en las grandes figuras del  sistema tributario, las sucesivas  leyes de cesión de tri­
butos  han  contemplado  la  necesidad  de  potenciar  la  coordinación  entre  la
AEAT y las Administraciones tributarias de las CCAA. En los sucesivos sistemas
de financiación, se crearon órganos de coordinación de carácter técnico, ubica­
dos formalmente en el organigrama de la AEAT, y en cuyas reuniones participa
personal directivo de ambos niveles de administración. En el sistema vigente, la
Ley 22/2009 establece dos órganos con esta misión, ambos dentro de la estruc­
tura organizativa de la AEAT: el Consejo Superior para la Dirección y Coordi­
nación  de la  Gestión Tributaria (art. 65), y los Consejos Territoriales para la
Dirección y Coordinación de la Gestión Tributaria (art. 66). El primero se con­
cibe como  un órgano colegiado multilateral  encargado de coordinar  la gestión
de los tributos cedidos entre la  AEAT  y las Administraciones  tributarias de las
CCAA,  mientras que los segundos, de carácter bilateral, tienen  encomendado
dirigir y coordinar la  gestión  de los  tributos cedidos en cada  territorio autonó­
mico. En cuanto a sus funciones, la Ley 22/2009 recoge en ambos artículos un
listado muy amplio y detallado de actividades y tareas tanto de índole estratégica
como operativa, siendo complicado echar en falta alguna relevante.
50.  Aunque  desde  la  segunda  mitad  de  los  años  noventa  se  han  producido
avances,  existe  un  consenso  amplio,  especialmente  entre  los  responsables  de  las
CCAA,  de  que  el  nivel  de  coordinación  efectiva  proporcionado  por  estos  órga­
nos  es  bastante  limitado.  En  la  misma  dirección,  los  informes  de  organismos
internacionales en esta materia suelen hacer mención al impacto negativo que la
falta  de  coordinación  tiene  sobre  el  cumplimiento  tributario  en  España,  desta­
cándose  dos  hechos  principales:  el  fraccionamiento  de  la  información  entre
administraciones  y  el  desaprovechamiento  del  potencial  que  proporcionaría  el
uso  compartido  de  los  recursos  disponibles,  especialmente  los  relacionados  con
87
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

las  tecnologías  de  la  información.  Debe  tenerse  en  cuenta  además  que  la  cesión
plena a las CCAA de los impuestos patrimoniales supuso desde los años ochenta
el abandono de su control por parte de la Administración central, a pesar de ser
titular de los mismos, lo que ha provocado que la información que genera su ges­
tión  quede  circunscrita  dentro  de  cada  Comunidad,  impidiendo  su  utilización
en la gestión de otros hechos imponibles por parte del resto de administraciones.
51. El anterior diagnóstico revela que las carencias de coordinación del actual
modelo de Administración tributaria no son un problema de identificación de las
actividades y tareas a las que esta coordinación debe extenderse, pues están regu­
ladas legalmente con exhaustividad, sino consecuencia del inadecuado funciona­
miento  de  los  órganos  diseñados  para  llevarlas  a  cabo.  Como  podía  esperarse,  la
simple incorporación formal al organigrama de la AEAT de ambos Consejos no
garantiza per se su operatividad real. La inercia derivada de la tradicional posición
preeminente  del  Gobierno  central  en  la  gestión  de  un  sistema  tributario  de  su
titularidad, así como la escasa cultura de gestión compartida existente en España,
han influido debilitando la capacidad ejecutiva de estos órganos, que se han con­
vertido de facto en una suerte de órganos consultivos. Además, hay que tener en
cuenta que en ambos Consejos, con independencia de su composición, la Admi­
nistración central siempre posee mayoría de voto. La sensibilidad de la informa­
ción  tributaria  y  los  riesgos  potenciales  de  su  uso  espurio  fuera  del  ámbito  de  la
AEAT  suelen  servir  para  justificar,  desde  la  posición  del  Estado,  esta  reorienta­
ción de los mecanismos institucionales de coordinación.

9.2.  PROPUESTA DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
INTEGRADA
52. La Comisión considera que un modelo de Administración tributaria inte­
grada es la alternativa más recomendable para superar los problemas expuestos en
el diagnóstico anterior. La esencia de este modelo está en la articulación institu­
cional de un marco de gobernanza de la gestión tributaria en el que participen el
Estado y las CCAA. El propósito es hacer corresponsables de la aplicación del sis­
tema  fiscal  a  ambos  niveles  de  gobierno,  con  el  objetivo  común  de  alcanzar  el
mejor  cumplimiento  tributario,  uniformemente  a  lo  largo  de  todo  el  territorio
nacional. Para su instrumentación es deseable que todos los gobiernos implicados
participen de forma regular en los órganos de decisión donde se conforma y diri­
ge  la  política  de  gestión  del  sistema  tributario.  Esta  participación  conjunta  con­
tribuiría además a favorecer la responsabilidad fiscal, en la medida que haría más
visible  el  papel  de  cada  gobierno  en  el  ejercicio  del  poder  tributario,  algo  muy
deseable a la vista de la incorrecta percepción que revelan los contribuyentes res­
pecto  de  quién  establece  y  exige  los  diferentes  impuestos.  Un  modelo  de  admi­
88
Capítulo 3.  Tributos cedidos y propios de las Comunidades Autónomas

nistración integrada como el que se propone debería incluir también a las Comu­
nidades de régimen foral, sin menoscabo de sus competencias de gestión de base
constitucional. Sin la participación de estas Comunidades no se afrontaría plena­
mente la corrección de los problemas de coordinación, compartición de la infor­
mación, economías de escala, etc. que recomiendan su adopción.
53. Debe advertirse que esta participación conjunta no puede ser identifica­
da  con  un  modelo  de  gestión  fraccionada  del  sistema  tributario,  donde  cada
Comunidad Autónoma  sea competente para gestionar todos los tributos gene­
rados en su territorio, ya fuese bajo un criterio de residencia de los sujetos pasi­
vos  o  de  realización  territorial  de  los  hechos  imponibles.  Esa  opción  no  es
recomendable pues además de impedir el  aprovechamiento de las ganancias de
eficiencia derivadas de la gestión integral del sistema fiscal, introduciría incenti­
vos perversos para que cada Comunidad actuase estratégicamente con el objeti­
vo  de  maximizar  la  recaudación  en  su  territorio,  con  importantes  efectos
negativos sobre el cumplimiento tributario en el conjunto del país.
54. Para alcanzar una integración realmente efectiva, la participación conjun­
ta  del  Estado  y  de  las  CCAA  en  la  gobernanza  de  la  Administración  tributaria
debe ser simétrica respecto de las competencias asignadas legalmente a cada nivel
de  gobierno.  Por  razones  de  eficiencia  en  el  diseño  institucional  y  teniendo  en
cuenta la titularidad estatal de la práctica totalidad de los tributos exigidos, pare­
ce adecuado que esta participación se materialice dentro de la estructura organi­
zativa de la AEAT, bajo la forma de un consejo directivo de gestión del sistema
tributario. Por ello, las CCAA deberían redefinir también los órganos de gobier­
no de sus Administraciones tributarias, con el fin de hacer realidad la integración
en  el  nuevo  órgano  de  gobierno  conjunto.  En  cuanto  a  la  composición  de  este
consejo directivo, la cuestión fundamental a resolver es la distribución de puestos
entre el Estado y las CCAA, siendo deseable que el mismo contase con un con­
senso político muy amplio y estable. El consejo directivo de la Agencia Tributa­
ria  Estatal  de  Canadá  podría  ser  una  referencia  a  considerar.  Por  razones  de
operatividad,  una  posibilidad  a  contemplar  podría  ser  establecer  un  comité  eje­
cutivo del consejo de dirección, en el que por turnos rotatorios (anuales o bien­
ales)  estuviesen  representadas,  junto  con  el  Estado,  al  menos  la  mitad  de  las
CCAA, con una división igualitaria de los votos entre ambos niveles de gobierno. 
55. Entre las competencias principales del nuevo consejo directivo deberían
contemplarse: a) el diseño y aprobación de los planes estratégicos de actuación
tanto de la AEAT como de los servicios o agencias autonómicas, al menos en lo
concerniente  a  los  impuestos  cedidos;  b)  la  elaboración  de  los  protocolos  de
acceso a la información compartida, así como la regulación de los intercambios
de información entre administraciones, siempre bajo el cumplimiento estricto
89
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

de los requisitos de confidencialidad y uso profesional;  c) el desarrollo de pro­
gramas para la utilización de servicios comunes, especialmente los relacionados
con el desarrollo de aplicaciones informáticas y  telemáticas o la  formación de
personal; d) la  aprobación de la  política  de recursos humanos y  de inversiones,
incluidas  sus  implicaciones  presupuestarias;  e)  la  evaluación  periódica  de  los
resultados  de  funcionamiento  de  las  distintas  administraciones  integradas,  en
términos de costes, eficiencia y eficacia. En relación con esta última función, el
consejo  directivo  sería  el  responsable  de  rendir  cuentas  tanto  ante  las  Cortes
Generales  como  ante  los  correspondientes  parlamentos  autonómicos,  siempre
de conformidad con la delimitación de competencias establecida legalmente. 
56. Por último, debe aclararse que el grado de integración en un modelo de
esta  naturaleza  debe  contemplarse  como  una  cuestión  de  grado,  en  el  que  se
puede profundizar en el tiempo. En este sentido, el máximo nivel de integración
podría alcanzarse con la constitución de una única Administración tributaria, de
titularidad  mixta  del  Estado  y  de  las  CCAA.  En  esta  alternativa,  la  gobernanza
compartida  se  extendería,  además  de  los  elementos  señalados,  a  la  organización
y al desarrollo de todas las funciones y tareas necesarias para la gestión del siste­
ma tributario. No obstante, en un primer momento, la Comisión considera ade­
cuado afrontar la puesta en marcha del modelo de administración integrada con
el  alcance  expresado  en  los  puntos  anteriores,  respetando  la  actual  delimitación
competencial en cuanto a la gestión de las diferentes figuras tributarias, sin per­
juicio de los cambios operativos que se pudieran proponer en el seno del nuevo
consejo directivo. 
57.  En  esta  primera  etapa  del  modelo  de  administración  integrada,  la  figura
del Consorcio, regulada en la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico
del Sector Público, podría ser la figura más adecuada para instrumentar jurídica­
mente  esta  integración.  Esta  figura  permite  la  coexistencia  de  las  personalidades
jurídicas de las diferentes Administraciones tributarias integrantes con el estable­
cimiento de una nueva entidad con estatuto y órganos de gobierno propios. Ade­
más,  la  nueva  entidad  podría  contar  con  su  propio  régimen  presupuestario,  de
contabilidad,  y  de  control  económico­financiero  y  patrimonial,  incorporado  al
de la administración pública de adscripción, en este caso, la AEAT.

Referencias
COMISIÓN DE EXPERTOS PARA LA REFORMA DEL SISTEMA TRIBUTARIO ESPAÑOL (2014):
Informe,  Madrid, Ministerio  de Hacienda y  Administración  Pública,  http://www.
minhafp.gob.es/es­ES/Prensa/En%20Portada/2014/Documents/Informe%20
expertos.pdf.

90
CAPÍTULO 4
NECESIDADES RELATIVAS DE GASTO, NIVELACIÓN Y

ESTRUCTURA DEL SISTEMA DE FINANCIACIÓN

AUTONÓMICA

1.  INTRODUCCIÓN  Y  CUESTIONES  GENERALES


1.  La  solidaridad  interterritorial  cuenta  con  un  sólido  anclaje  constitucional.
En  particular,  el  Estado  de  las  Autonomías  se  ha  construido  sobre  la  base  de  un
“deber de auxilio recíproco” o de “recíproco apoyo y mutua lealtad” avalado repe­
tidamente por el Tribunal Constitucional, por ejemplo en la Sentencia 18/1982,
de 4 de mayo, la Sentencia 96/1986, de 10 de julio y la Sentencia 247/2007, de
12  de  diciembre.  A  partir  de  lo  anterior,  la  equidad  se  concreta  en  la  garantía  de
un nivel mínimo en la prestación de los servicios públicos fundamentales en todo
el  territorio  español,  sin  perjuicio  de  que  esas  prestaciones  puedan  modularse
como consecuencia del ejercicio de las competencias de las CCAA en materia tri­
butaria. Finalmente, la nivelación es un mecanismo para el desarrollo práctico de
lo anterior, instrumentado a través del sistema de financiación autonómica (SFA).
2. Los esfuerzos de nivelación interterritorial en los países de estructura fede­
ral son muy diversos como consecuencia de las divergencias en factores de natu­
raleza económica, social y política, pero también de la historia de cada país. En
particular, la nivelación interterritorial tiende a ser mayor en países más compro­
metidos con la idea de la cohesión social y en los que el anclaje al ámbito común
o  federal  es  más  fuerte;  por  ejemplo,  porque  su  origen  sea  un  país  unitario.  En
España es esperable que exista una nivelación fuerte por ambas razones.
3. Existe un amplio consenso en que la nivelación interterritorial que incor­
pora  el sistema  de financiación de las CCAA  de régimen  común es mejorable.
Y para ello deben abordarse una serie de cuestiones de naturaleza diversa, algu­
nas técnicas y otras de carácter fundamentalmente político. La literatura econó­
mica no ofrece evidencia clara sobre el posible efecto neto de la nivelación sobre
el crecimiento y la eficiencia económica. En consecuencia, los criterios técnicos
ofrecen  una  guía  muy  limitada  a  la  hora  de  fijar  el  grado  de  nivelación,  que,
91
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

como ocurre en todos los países, acaba siendo en gran medida una decisión polí­
tica. Como tal, no corresponde a la presente Comisión, sino a la esfera política
de debate entre los representantes elegidos por la ciudadanía. 
4. El funcionamiento del SFA vigente origina diferencias de financiación por
habitante  y  por  habitante  ajustado  entre  las  Comunidades  Autónomas  de  régi­
men común y Ciudades con Estatuto de Autonomía que no solo responden a las
variables y ponderaciones que en el modelo persiguen captar las diferencias en las
necesidades  de  gasto  o  a  las  capacidades  fiscales.  El  motivo  es  que  reflejan  tam­
bién la sedimentación del criterio de statu quo y del criterio de coste efectivo apli­
cado  en  el  momento  del  traspaso  de  cada  competencia,  elementos  que  se
deberían superar en una fase madura de la descentralización. No existen ejemplos
en el panorama internacional ni justificaciones en la literatura comparada de que
este criterio tenga un peso relevante. El nuevo sistema debería ser capaz de justi­
ficar  por  sí  mismo  y  de  forma  más  transparente  y  objetiva  las  diferencias  en  la
financiación entre CCAA para evitar los sentimientos de  agravio  comparativo.
5. Las diferencias de financiación por habitante son todavía mayores cuando
se comparan las CCAA de régimen común y las Comunidades forales. La  sin­
gularidad institucional de estas últimas, reconocida en la Constitución, se con­
creta financieramente a través de los mecanismos previstos en el concierto vasco
y el convenio navarro. Los resultados de esta  concreción ponen en evidencia  la
no participación de las Comunidades forales  en  la  solidaridad interterritorial y
la igualdad de acceso a los servicios públicos del conjunto de las Comunidades.
No abordar los problemas de equidad que de esa situación se derivan afecta a la
estabilidad  del sistema de financiación de las Comunidades de régimen común
y, más en general, a la estabilidad institucional del Estado de las Autonomías.
6. En  el  modelo  vigente de financiación  de las CCAA de régimen común,
los  flujos  niveladores  son  el  resultado  final  de  una  multiplicidad  de  fondos  y
ajustes que complica y  hace opaco el sistema. La  Comisión entiende que debe
simplificarse, reduciendo  unos y otros. Además, una vez  establecidos  los crite­
rios y fórmulas de nivelación, se deben respetar y asumir los resultados, sin caer
en  la  tentación  de  corregir  o  compensar  mediante  fórmulas  que  complican  y
desnaturalizan sobremanera  el modelo y producen resultados incomprensibles
en términos económicos.
7. El alcance de la nivelación depende fundamentalmente de cuánto se nivela,
es decir, del porcentaje de la financiación sujeta a nivelación. En el actual modelo
ese porcentaje sería del 75 % y se justifica por el peso de los servicios públicos fun­
damentales en el gasto autonómico. Nada impide alterar ese porcentaje, a la baja
o al alza, llegando incluso al 100 % si se desea una nivelación plena de todos los
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Capítulo 4.  Necesidades relativas de gasto, nivelación y estructura del sistema...

servicios, pero esta es una decisión política que va más allá de la discusión técnica.
En  el  terreno  de  la  eficiencia  económica  existen  argumentos  a  favor  y  en  contra
de una nivelación plena, pero la decisión final con respecto al grado de nivelación
tendría que sopesar el objetivo de eficiencia junto al de equidad, lo que nos lleva
de nuevo a la dimensión eminentemente política del grado de nivelación.
8. En este sentido, una forma de concretar la nivelación es la priorización de
ciertos servicios en el  caso de que la nivelación no sea completa. Si la financia­
ción de dichos servicios no es condicionada, la nivelación garantiza que todas las
Comunidades disponen de recursos similares para prestarlos a  un cierto nivel,
pero no que hagan efectivamente el mismo gasto. Esa nivelación de la financia­
ción puede tener sin embargo una razón de ser en el caso de los servicios públi­
cos  fundamentales,  pues  la  evidencia  confirma  que  las  Comunidades  buscan
parecerse más en su gasto  por  unidad  de necesidad en los servicios sanitarios y
educativos que en el resto. Para conseguirlo, las que disponen de menos recursos
dedican mayores porcentajes de los mismos a esos servicios fundamentales. Esos
distintos esfuerzos implican que en la parte de los servicios que no se nivela sus
gastos sean más desiguales, pues las condiciones financieras de las Comunidades
no  son  realmente  las  mismas.  Cuantitativamente,  la  desigualdad  puede  ser  la
misma si la nivelación toma como referencia el gasto en servicios fundamentales
o un porcentaje equivalente de los recursos a nivelar que no llega a 100, pero la
primera opción ofrece una referencia concreta del alcance de la nivelación.
9. Además del alcance de la nivelación (cuánto o qué se nivela), es necesario
decidir la referencia utilizada para nivelar. Un criterio puede ser la corrección de
las diferencias de recursos derivadas de la distinta capacidad fiscal de las Comu­
nidades –derivadas a su vez de sus diferencias en renta por habitante–, mediante
la nivelación de sus recursos per cápita, como ocurre en Canadá. Pero la nivela­
ción interterritorial en España va más allá y toma como referencia las diferencias
en las necesidades de gasto y en el coste de los servicios, y no solo en la capacidad
fiscal. Esta opción es más ambiciosa pues exige contar  con indicadores adecua­
dos de necesidades y costes, no siempre fáciles de objetivar  y consensuar. Para
lograr  ese objetivo y que los resultados sean  estables debería hacerse un mayor
esfuerzo en el cómputo  de los indicadores de las diferencias de necesidad  y de
coste entre las Comunidades, incorporando  las lecciones relevantes de la  expe­
riencia de otros países con mayor trayectoria en este campo, como Australia.
10. El procedimiento que se utiliza en España para cuantificar las necesidades
relativas  de  gasto  de  las  CCAA  ocupa  una  posición  intermedia  en  cuanto  a  su
grado de complejidad en relación con los métodos utilizados en otros países des­
centralizados. En algunos de ellos, la población es el único criterio utilizado para
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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

la fijación de las necesidades de gasto, mientras que en otros esta variable se corri­
ge  utilizando  estimaciones  muy  complejas  y  detalladas  de  los  costes  relativos  de
provisión  de  cada  servicio  en  distintos  territorios.  En  opinión  de  la  Comisión,
ambos modelos extremos presentan problemas, por lo que se recomienda mante­
ner  el  enfoque  actual,  basado  en  una  fórmula  relativamente  sencilla,  pero  que
incorpora alguna de las variables con un mayor impacto sobre la demanda de los
principales servicios gestionados por las CCAA y sobre sus costes unitarios de pro­
visión. Se recomienda también mantener la práctica actual de utilizar esta fórmula
para  calcular  una  población  ajustada  por  diferenciales  de  coste  que  sirva  de  base
para los cálculos que exige el SFA. Dentro de este marco, la Comisión considera
que existe un margen apreciable para afinar el cálculo de las necesidades relativas,
de acuerdo con las recomendaciones que se recogen en el presente capítulo. 
11.  A  estos  efectos,  se  recomienda  crear  una  comisión  que  dé  soporte  al
Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) en el análisis de las necesidades
de gasto a instancias del propio Consejo. Una comisión que debería ser técnica,
formada  por  expertos  reputados,  e  independiente  del  Gobierno  central  y  los
autonómicos.
12. La Comisión  considera  necesario elaborar uno o varios indicadores de
población ajustada que recojan explícitamente las necesidades relativas de gasto
ligadas a todas las competencias descentralizadas que han sido asumidas por las
CCAA de régimen común (las llamadas competencias  homogéneas). Este indi­
cador debería recalcularse cada  año con información actualizada. A efectos de
los  cálculos  del  sistema,  podría  utilizarse  una  media  móvil  de  los  indicadores
correspondientes a varios ejercicios, con el fin de suavizar los ajustes de escala en
los servicios.
13. La  financiación total  a  competencias homogéneas de cada  Comunidad
Autónoma  debería  determinarse  a  partir  de  sus  necesidades  de  gasto  y  de  su
capacidad  fiscal (ingresos normativos por tributos  cedidos), de acuerdo con  el
grado de nivelación  que se acuerde y  se canalizaría a través de la estructura  de
fondos que se describe en la sección 5 del presente capítulo. La financiación de
las competencias singulares o no homogéneas se realizaría  mediante transferen­
cias específicas no condicionadas.

2.  ESTRUCTURA  GENERAL  DEL  INDICADOR  DE  POBLACIÓN


AJUSTADA
14. La Comisión recomienda mantener la estructura básica de la actual fór­
mula de necesidades de gasto/población ajustada. Así pues, la población ajusta­
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Capítulo 4.  Necesidades relativas de gasto, nivelación y estructura del sistema...

da de las CCAA de régimen común en un  año dado se calcularía repartiendo
entre ellas una cantidad total de unidades igual a la población total del territorio
de régimen común contenida en el Padrón, a 1 de enero del mismo año, elabo­
rado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Para realizar este reparto se
procedería, en primer lugar, a dividir el total de unidades disponible en una serie
de bloques que corresponderían a los principales grupos de competencias auto­
nómicas. El volumen total de unidades asignado a cada bloque se repartiría des­
pués entre las CCAA en proporción a sus pesos respectivos en las  variables de
reparto relevantes en  cada caso. Si hubiera  varias variables de reparto asociadas
con  un grupo competencial, su distribución entre Comunidades se haría  asig­
nando ponderaciones que habrán de sumar a la unidad. 
15. La Comisión recomienda que, exclusivamente a efectos del cálculo de las
necesidades, se establezcan cuatro bloques, que corresponderían a la sanidad, la
educación, los programas de protección social y el resto de los servicios autonó­
micos, a los que por brevedad se denominará otros servicios. Siguiendo las reco­
mendaciones  de  la  literatura  técnica  y  la  práctica  habitual  en  otros  países,  se
recomienda que las ponderaciones de estos cuatro bloques reflejen el peso de los
correspondientes grupos de competencias en el gasto observado del conjunto de
las Comunidades Autónomas de régimen común en el pasado reciente, posible­
mente utilizando una media móvil de varios ejercicios. A estos efectos,  habría
que deducir de los gastos observados los intereses y la parte que se financia con
transferencias condicionadas, como pueden ser las ayudas de los Fondos Estruc­
turales europeos o la financiación específica  del Gobierno central  para  compe­
tencias  singulares,  con  el  fin  de  aislar  aquellas  partidas  de  gasto  que  han  de
financiarse con los recursos que proporciona el sistema de financiación general.
16. Los bloques que se describen en el párrafo anterior son solo una  cons­
trucción útil para el cálculo de las necesidades de gasto y no implicarían restric­
ción alguna  sobre la autonomía de los Gobiernos autonómicos para decidir la
composición de su gasto.
17. Para cada uno de los bloques deberán establecerse una o varias variables
de reparto. Al menos una de estas variables sería un indicador de población que
aproximaría la demanda de los servicios relevantes a través del número de usua­
rios reales o potenciales de los mismos, posiblemente ponderados por la  inten­
sidad de uso. Aquí se engloban factores hoy ya relevantes a la hora de computar
los  habitantes  ajustados,  como  la  estructura  demográfica  y  otros  que  podrían
incorporarse si se considera conveniente. A este indicador básico de demanda se
le añadirían variables correctoras adicionales con el fin de recoger el impacto de
aquellos  factores que puedan incidir significativamente sobre los costes medios
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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

por usuario de los servicios relevantes en  los distintos territorios. Las variables
correctoras deberían  contemplar al menos factores territoriales como la  insula­
ridad, la extensión del territorio y la dispersión de la población, así como la exis­
tencia de costes fijos. La ponderación de las variables correctoras debería fijarse
teniendo en cuenta la evidencia empírica sobre el impacto de los factores consi­
derados sobre los costes de provisión de los servicios. 

3.  RECOMENDACIONES  SOBRE  LOS  INDICADORES  DE


NECESIDAD
18. La Comisión considera que sería aconsejable introducir algunas variables
nuevas en la  fórmula  de necesidades de gasto o sustituir algunos de los indica­
dores actuales por otros que aproximen mejor la demanda de determinados ser­
vicios o los diferenciales relevantes de costes unitarios. En esta sección se ofrecen
algunas recomendaciones en este sentido, comenzando por los indicadores bási­
cos de demanda para  los distintos tramos de financiación, para continuar con
las correcciones por costes fijos y factores geográficos.

3.1.  SANIDAD
19. El indicador básico de necesidades de gasto sanitario que se utiliza en el
modelo  actual es una  variable de población protegida  por el  Sistema  Nacional
de  Salud  ponderada  por  el  nivel  relativo  de  gasto  sanitario  que  se  observa  en
cada  tramo  de  edad.  La  Comisión  recomienda  mantener  este  indicador,  pero
considera que sería  aconsejable actualizarlo periódicamente, revisando  las pon­
deraciones asignadas a los distintos tramos de edad y posiblemente sus defini­
ciones para recoger posibles cambios en el perfil de gasto con la edad.
20. En coherencia  con el  reciente cambio en la  normativa  relevante, en los
últimos ejercicios se ha excluido de la  población protegida a efectos del SFA a
algunos grupos de población,  entre los que destacan los extranjeros que pese a
estar ilegalmente en el país están empadronados en España, que han perdido en
parte su derecho  a la  asistencia sanitaria pública. Puesto que la  exclusión de la
sanidad pública no es total (pues se mantiene el acceso para los niños y las emba­
razadas y  en casos de urgencia) convendría  que sean  considerados a efectos del
cálculo de la población protegida equivalente que se utiliza en el SFA.

3.2.  EDUCACIÓN
21.  El  indicador  básico  de  necesidades  de  gasto  educativo  que  se  utiliza  en
el  sistema  actual  es  la  población  de  0  a  16  años  de  edad  de  acuerdo  con  el
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Capítulo 4.  Necesidades relativas de gasto, nivelación y estructura del sistema...

Padrón.  La  Comisión  considera  que  esta  variable  no  es  la  más  adecuada  para
esta función porque no coincide ni con el tramo de edad en el que la enseñanza
es obligatoria (de 6 a 15 años) ni con aquel en el que las tasas de escolarización
son más elevadas (3 a 17 o 18) y porque no recoge en absoluto al alumnado uni­
versitario.
22. En relación con la población entre los 0 y los 3 años, se podría plantear
considerar bien población empadronada  o bien niños efectivamente matricula­
dos en centros públicos. En cuanto a la  educación universitaria, podrían plan­
tearse diferentes fórmulas para  garantizar una adecuada  asignación de recursos
entre  CCAA  teniendo  en  cuenta  la  movilidad  de  estos  alumnos.  Una  opción
sería  computar  los  matriculados  reales  en  las  universidades  públicas  de  cada
Comunidad independientemente de la Comunidad de origen. Otra posibilidad
sería  computar  la  población  potencial  en  edad  universitaria  residente  en  cada
Comunidad y articular algún mecanismo entre CCAA para compensar los gas­
tos generados en cada  una  de ellas por los residentes de otras.  Este mecanismo
compensatorio  no  sería  necesario  si  la  financiación  de  la  universidad  pública
siguiera al alumno, mediante becas de matrícula, siempre que en todas las  uni­
versidades los precios públicos reflejaran el coste de provisión.
23. Una posible alternativa sería  la  de repartir  el  tramo educativo de finan­
ciación en base a una combinación de dos variables: i) la población empadrona­
da con edades comprendidas entre los 0 y los 18 años, a la que habría que añadir
el alumnado que cursa en centros públicos algún ciclo formativo de grado supe­
rior, que en su inmensa mayoría tiene más de 18 años, y ii) el alumnado univer­
sitario  matriculado  en  centros  públicos  presenciales  en  cursos  de  grado  o
equivalente y máster. La  primera  variable mantendría  básicamente el enfoque
del actual indicador, recogiendo la población en edad escolar en vez de la esco­
larizada (excepto  en  el  caso de los ciclos formativos de grado superior), aunque
afinando  el  intervalo  de  edades  relevante.  La  segunda  variable,  por  su  parte,
recogería  las necesidades específicas de gasto universitario. Puesto que las tasas
de escolarización a este nivel varían considerablemente entre Comunidades, gra­
cias en parte a la movilidad estudiantil, y están en cualquier caso lejos de la uni­
dad, parece razonable fijarse directamente en el número de estudiantes antes que
en la población total del grupo de edad relevante, algo que también es cierto en
el caso de los ciclos de grado superior. Las ponderaciones relativas de estos dos
indicadores deberían ser  proporcionales a los pesos relativos de las enseñanzas
universitarias y no universitarias en el gasto total de las CCAA en educación, del
que  habría que deducir las matrículas pagadas por las familias y la  financiación
específica del Estado y la UE.

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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

3.3.  SERVICIOS SOCIALES Y OTROS PROGRAMAS DE
PROTECCIÓN SOCIAL
24. Para  aproximar las necesidades de gasto en  materia  de servicios sociales
en la fórmula actual se utiliza la población  mayor de 64 años (65+). La Comi­
sión considera que la medición de las necesidades de financiación de este bloque
de  servicios  públicos  fundamentales  puede  mejorarse  siguiendo  las  siguientes
recomendaciones: i) para las prestaciones vinculadas con los mayores, dividir la
población mayor  de 65  años en  dos tramos (de 65 a  79 años y  a  partir de 80
años)  y  ponderar  estos  de  acuerdo  con  la  probabilidad  relativa  media  para  el
conjunto nacional  de sufrir  alguna discapacidad reconocida de acuerdo con los
datos del Sistema de Información  del  Sistema  para  la  Autonomía  y Atención a
la Dependencia (SISAAD) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igual­
dad; ii) en el caso de otras políticas de protección social dirigidas a la lucha con­
tra la pobreza y a la inclusión social, la ausencia de estadísticas homogéneas por
CCAA y con  un nivel  suficiente de representatividad hace deseable mejorar  la
fiabilidad de la  Encuesta  de Condiciones de Vida a  nivel regional  en relación
con la población  en riesgo  de exclusión y pobreza en cada  Comunidad, inclu­
yendo la pobreza infantil. No obstante, mientras se dispone de esa nueva fuente,
debería emplearse la mejor información disponible para aproximarse a la pobla­
ción relevante (como puede ser la Encuesta de Población Activa o las Encuestas
de Condiciones de Vida con un tratamiento de medias móviles para mitigar los
problemas de homogeneidad apuntados); iii) ambos tipos de prestaciones deben
ponderarse según el peso  relativo del  gasto  en mayores y de los programas de
lucha contra la pobreza y exclusión social dentro del gasto total en esta área, no
financiado con transferencias específicas.

3.4.  OTROS SERVICIOS
25. En relación con el  resto  de los servicios autonómicos la Comisión con­
sidera que debe utilizarse la población total de acuerdo con el Padrón, así como
aquellas otras variables no directamente relacionadas con la población total que,
de acuerdo con la evidencia empírica, se consideren oportunas.

3.5.  CORRECCIONES POR FACTORES GEOGRÁFICOS Y COSTES
FIJOS
26. El sistema actual incluye correcciones globales, y no tramo a tramo, por
tres variables geográficas: la extensión territorial, la insularidad y la dispersión de
la población, con una ponderación global conjunta del 3 %. La partida asignada
a la insularidad se reparte entre Baleares y Canarias en proporción a la distancia,
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Capítulo 4.  Necesidades relativas de gasto, nivelación y estructura del sistema...

ponderada  por tramos,  entre sus respectivas capitales  y las costas peninsulares,


lo que implica asignar a  Canarias un 79,9 % de su  importe total y el indicador
de dispersión es el número de entidades singulares existente en cada Comunidad
en el año corriente. La Comisión recomienda mantener las correcciones existen­
tes por estos tres factores, aunque posiblemente revisando  algunos de los indi­
cadores  utilizados  y/o  sus  ponderaciones  y  permitiendo  que  estas  puedan  ser
diferentes para los distintos bloques de financiación. Los posibles cambios en la
construcción y ponderación de estos indicadores, así como la posible introduc­
ción de otros nuevos deberían ser consistentes con la evidencia empírica existen­
te  sobre  su  impacto  en  los  costes  de  provisión  de  los  principales  servicios  de
titularidad autonómica.
27. En lo que atañe a  la  dispersión de la  población, la Comisión considera
que el  indicador actual, basado en  el número de entidades singulares de pobla­
ción, podría ser mejorable y recomienda que se consideren las ventajas e incon­
venientes  de  otras  posibles  alternativas  que  tuviesen  en  cuenta  las  distancias
entre núcleos urbanos y la distribución geográfica de la población.
28. También se propone recuperar una partida de costes fijos que ya existía
en anteriores modelos de financiación autonómica. Esta  partida se repartiría a
partes iguales entre todas las  CCAA con el fin de ayudar a  sufragar los costes
fijos ligados a las instituciones de autogobierno y a otros servicios autonómicos,
que  son  especialmente  gravosos  en  el  caso  de  las  Comunidades  con  menor
número de habitantes.
29.  Los  indicadores  propuestos  podrían  incorporar  una  corrección  por
población flotante y  vinculada, en  la  medida  en que el turismo y  otros movi­
mientos  afecten  a  la  prestación  y  la  dimensión  de  los  servicios  públicos,  de
forma no recogida en otros indicadores de necesidad. 
30. La estructura general del indicador de necesidades que se recomienda en
este apartado no responde a una cuantificación sino a una reflexión que combi­
na el actual modelo, la literatura académica y la experiencia comparada. Corres­
ponderá  al  CPFF  la  concreción  de  cada  una  de  las  variables  que  conformen
finalmente el (o los) indicador(es) de necesidad del nuevo sistema. 

4.  FACTORES  ADICIONALES  A  CONSIDERAR


31. Se recomienda que la comisión prevista en el párrafo 11 y los organismos
competentes  emprendan  los  trabajos  técnicos  que  puedan  ser  necesarios  para
introducir en un plazo  razonable algunos cambios adicionales en la  fórmula  de
población ajustada. 
99
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

32. Dos factores importantes de costes diferenciales que la fórmula actual de
necesidades de gasto no recoge son los ligados a las diferencias en niveles de pre­
cios y de renta  per cápita  que existen  entre CCAA. El nivel  general  de precios
puede afectar de forma directa  a diversos componentes del  gasto autonómico.
Por su parte, el nivel de renta per cápita puede tener también un efecto aprecia­
ble sobre esta  variable a  través de la  demanda  y del  coste de los  servicios públi­
cos,  debido  a  factores  como  el  estado  de  salud  de  la  población  y  el  grado  de
utilización de los mismos. 
33. Puesto que el diseño  de ambas correcciones  plantea complejos proble­
mas técnicos y conceptuales, la propuesta de la Comisión en este punto no sería
la de introducirlas inmediatamente en la fórmula de población ajustada, sino la
de  analizar  en  detalle  esta  posibilidad  para  ir  desarrollando  las  herramientas
necesarias de cara a su implementación a medio plazo, incluyendo un índice de
precios relativos regionales (para el gasto de las Administraciones Públicas o al
menos para el consumo) y una estimación cuidadosa de cómo varía la demanda
de los principales servicios públicos con el nivel de renta. 
34. Finalmente, se recomienda estudiar también la  incidencia de otros fac­
tores en la demanda y los costes de los servicios, tales como las deseconomías de
escala, particularmente en el gasto sanitario, o la orografía.

5.  NIVELACIÓN  Y ESTRUCTURA DEL SISTEMA DE


FINANCIACIÓN
35.  En  esta  sección  se  ofrece  una  propuesta  sobre  la  estructura  del  nuevo
modelo de financiación. De acuerdo con el diagnóstico recogido en el capítulo
1 del presente Informe, una vez acordado un determinado equilibrio vertical de
partida se pretende simplificar la estructura del sistema de financiación, hacerlo
más transparente y dotarlo de un criterio explícito de reparto entre CCAA que
se  aplicaría  sin  excepciones,  una  vez  desaparezca  la  cláusula  de  statu  quo.  El
grado de nivelación  horizontal del modelo vendría determinado por dos pará­
metros que deberían fijarse en una negociación política que no corresponde a
esta Comisión.
36.  El  núcleo  del  modelo  estaría  integrado  por  dos  Fondos,  los  llamados
Fondo Básico de Financiación  (FBF) y Fondo de Nivelación Vertical  (FNV).
Conjuntamente con los recursos tributarios autonómicos no aportados al FBF,
estos dos fondos determinarían  la  financiación a competencias homogéneas  de
las Comunidades Autónomas antes del ejercicio de su  capacidad normativa  en
materia  tributaria.  Un  tercer  Fondo  Complementario  de  Financiación  (FCF)
100
Capítulo 4.  Necesidades relativas de gasto, nivelación y estructura del sistema...

aportaría recursos para la financiación de las competencias singulares que hayan
sido asumidas solo por algunas Comunidades. 
37. El FBF se formaría con la recaudación total de los tramos autonómicos
del IVA e Impuestos Especiales (IIEE) que corresponda a las CCAA de régimen
común y con un porcentaje de los ingresos normativos de estas por las demás
figuras que se integran en la cesta de tributos cedidos, incluyendo los ya recogi­
dos  en  el  modelo  actual,  los  Impuestos  sobre  Actividades  de  Juego  y  sobre
Depósitos en Entidades de Crédito y, en su caso, el Impuesto sobre el Patrimo­
nio si se decidiese mantenerlo en el sistema con una recaudación normativa dis­
tinta de cero. En el caso de que así se acuerde, se incluiría también en este fondo
una aportación de las Comunidades forales. El FBF se distribuiría  en propor­
ción a  la  población ajustada  regional, calculada como se propone en secciones
anteriores del presente capítulo. 
38. El FNV  se nutriría con recursos  aportados por el  Estado y se repartiría
entre CCAA con el objetivo de reducir la desigualdad en financiación por habi­
tante ajustado a competencias homogéneas que pudiera  persistir tras la  aplica­
ción  del  FBF  como  resultado  de  las  diferencias  existentes  entre  CCAA  en
términos  de  los  recursos  tributarios  normativos  que  no  se  aporten  a  dicho
fondo. Los recursos aportados por el FNV no deberían alterar la ordenación de
las CCAA en términos de financiación por habitante ajustado.
39. Respetando esta condición, una  posibilidad  sería  la  de repartir el FNV
de forma que se elimine una  fracción,  igual  para  todas  las CCAA y tan grande
como sea posible, del diferencial de financiación por habitante ajustado a com­
petencias homogéneas que exista entre cada Comunidad y  la Comunidad con
mayor financiación por habitante ajustado tras la aplicación del FBF. Otra posi­
bilidad  sería  repartir  el  FNV  de  forma  que  corrija  más  las  desventajas  de  las
Comunidades con menor financiación por habitante ajustado, aplicándose pri­
mero a corregir la diferencia entre los recursos por habitante ajustado de la últi­
ma  Comunidad  en  financiación  con  la  penúltima,  de  ambas  con  la
antepenúltima y así sucesivamente. Si la dotación del FNV fuese suficiente para
conseguir la nivelación total de la financiación por habitante ajustado, cualquier
remanente se repartiría  en proporción a  la población  ajustada. La  dotación del
FNV evolucionaría con el índice de evolución que se describe en la sección 7 del
presente capítulo. 
40. El porcentaje de los ingresos normativos autonómicos distintos del IVA
e IIEE que se integra en el FBF, al que se denominará Coeficiente de Aportación
al Fondo Básico (CAFB), determina de forma directa el grado de nivelación que
este fondo  genera y, junto con el  peso del  FNV  en los recursos totales, la  del
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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

conjunto del sistema en ausencia del statu quo. El valor del CAFB se negociaría
por todas las administraciones implicadas y debería fijarse de tal forma que, en
el año base del sistema, la suma de las dotaciones totales del FBF y el FNV per­
mita, al menos, la nivelación total del gasto en SPF que se acuerde, sin que esta
restricción de mínimos al  grado de nivelación  del sistema  condicione en modo
alguno la  composición  del  gasto  de cada Comunidad. Por otro lado, el  sistema
sería compatible con la nivelación plena  de todos los recursos, que marcaría  el
tope superior al grado  de nivelación permitido. El  peso relativo del FNV  tam­
bién será objeto de negociación en las condiciones que se fijan más adelante.
41.  La  Comisión  ha  analizado  con  interés  la  propuesta  de  estructura  del
nuevo sistema elaborada por el experto designado a propuesta de la Comunidad
de Illes Balears y recogida como voto particular. Dicha propuesta presenta dife­
rencias muy significativas con la que se desarrolla en el cuerpo del presente Infor­
me pero también coincidencias importantes que la Comisión desea destacar. 
42. En cuanto a  las coincidencias, en ambos modelos se parte de una  cesta
de tributos cedidos compuesta por las figuras ya integradas en el SFA actual para
definir la capacidad  fiscal de cada una de las Comunidades y del conjunto  del
SFA.  A  dicha  capacidad  fiscal  se  superponen  mecanismos  de  nivelación  que
pueden tener distinta intensidad –según se acuerde políticamente– pero que no
deben alterar la  ordenación de las CCAA por capacidad  fiscal  resultante de la
cesta de tributos. En ambos casos, los mecanismos de nivelación se financian en
parte  con  aportaciones  de  las  Comunidades  y  en  parte  con  fondos  estatales.
También coinciden ambas propuestas en dotar a las Administraciones subcen­
trales de una mayor autonomía de ingreso y en recomendar que se elaboren los
estudios que permitan incorporar los niveles relativos de precios a la fórmula de
necesidades de gasto.
43. Las diferencias entre las propuestas aparecen, en primer lugar, en las vías
por las que se propone reforzar la autonomía tributaria de las Comunidades: la
propuesta  del experto designado por Baleares opta  por  otorgar un  mayor peso
al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), cediendo a las Comu­
nidades un porcentaje mayor del mismo que el actual, mientras que la propuesta
de la Comisión se decanta por reforzar la  capacidad normativa de las Comuni­
dades  en  los  impuestos  indirectos,  con  el  IVA  colegiado  y  los  copagos.  Una
segunda diferencia relevante entre ambas propuestas tiene que ver con la mutua­
lización de ingresos y el grado de nivelación. En la propuesta que se basa en un
mayor  peso  del  IRPF  y  menor  de  los  impuestos  indirectos,  estos  últimos  se
incluyen en  la capacidad tributaria  de cada Comunidad  Autónoma de acuerdo
con su consumo interno relativo, como en la actualidad, y de los recursos gene­
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Capítulo 4.  Necesidades relativas de gasto, nivelación y estructura del sistema...

rados por el IRPF solo se mutualiza la parte que representa una recaudación más
que proporcional  a la  renta de cada Comunidad, es decir, se reserva  para  cada
una los ingresos que, proporcionalmente, se deriven de su mayor o menor renta
por habitante. Este criterio hace que la  propuesta  alternativa  difiera  de la de la
Comisión en que limita  la  nivelación  horizontal a la  que resulte de mutualizar
la  progresividad  fiscal,  al  ser  las  fuentes  de  ingresos  que  cada  Comunidad  se
reserva  más  desiguales.  La  Administración  General  del  Estado  (AGE)  podría
complementar la nivelación con transferencias verticales si así lo acordara, den­
tro  de  una  horquilla  que  excluye  la  posibilidad  de  nivelación  completa  de  la
financiación por habitante. En cambio,  el modelo propuesto por  la Comisión
no excluye la nivelación completa por habitante ajustado, si así se acordara polí­
ticamente. Una tercera diferencia relevante es que el modelo alternativo propo­
ne  utilizar  la  población  total  de  cada  Comunidad  como  referencia  para
comparar y  nivelar los recursos de las Comunidades, aunque también habla de
ajustarla por  indicadores de necesidades por  habitante en la nivelación  vertical.
Por último, el modelo alternativo contempla la posibilidad de que coexistan dos
sistemas  de  financiación  entre  los  que  las  Comunidades  de  régimen  común
podrían elegir: uno basado en la capacidad fiscal y la nivelación horizontal limi­
tada para aquellas Comunidades que así lo prefieran y otro en el que los com­
promisos  de nivelación  podrían ser  mayores pero  deberían  establecerse,  en  su
caso, a través de un fondo vertical dotado con recursos de la AGE.

5.1.  PUESTA EN MARCHA DEL SISTEMA
44. La Comisión considera necesario eliminar la cláusula de statu quo que se
ha incluido en anteriores modelos de financiación  autonómica, pero reconoce
que  pueden  existir  dificultades  políticas  para  suprimirla  de  forma  inmediata.
Por ese motivo, se recomienda  que en el  año base del  nuevo modelo ninguna
Comunidad pierda recursos en términos absolutos respecto a lo obtenido con el
modelo anterior. La Comisión aconseja también que la absorción de las diferen­
cias de financiación derivadas del statu quo se haga de forma progresiva y dentro
del periodo de vigencia del nuevo SFA, dejando su concreción para la negocia­
ción política en el seno del CPFF.
45.  El  volumen  total  de  recursos  a  integrar  en  el  nuevo  sistema  de  financia­
ción  en  su  año  base  se  pactará  entre  todas  las  administraciones  implicadas  e
incluirá, si así se acuerda, una aportación de las Comunidades forales a la nivela­
ción  interregional.  Si  como  parte  del  acuerdo  sobre  la  reforma  del  SFA  se  deci­
diese  que  es  necesario  incrementar  los  recursos  del  mismo  para  garantizar  su
suficiencia, los recursos adicionales que se considerasen necesarios por encima de
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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

la  aportación  foral  provendría  en  parte  de  un  incremento  en  los  tributos  de  las
CCAA de régimen común, que podría vehicularse a través de una subida de los
tipos autonómicos del IVA e IIEE y/o mediante un incremento, a petición expre­
sa  de  las  CCAA,  de  las  escalas  autonómicas  de  referencia  de  otros  tributos  cedi­
dos, que serían las que se aplicasen para el cálculo de su recaudación normativa.
Los recursos adicionales resultantes de la subida de los impuestos autonómicos se
integrarían en parte en el FBF de acuerdo con lo previsto en el párrafo 37.
46.  La  aportación  total del Estado al  SFA correspondiente al año base del
nuevo sistema se repartiría  entre el  FBF  y el  FNV  de la forma  que se acuerde
con las CCAA. La parte a integrar en el FBF podría tomar la forma de un incre­
mento en el valor inicial del tramo autonómico del IVA o los IIEE.

6.  COMPETENCIAS  NO  HOMOGÉNEAS


47. Las competencias no homogéneas o singulares son aquellas que han sido
asumidas por algunas Comunidades Autónomas  pero no  por todas ellas. Estas
competencias se financian mediante transferencias específicas no condicionadas
que actualmente se integran en el  Fondo de Suficiencia  Global  y que se trasla­
darían al Fondo Complementario de Financiación  (FCF) en  el nuevo sistema
que aquí se propone.
48.  La  valoración  de  las  competencias  singulares  se  ha  establecido  general­
mente con un criterio de coste efectivo en base al gasto previsto para cada servicio
en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en el momento de su traspaso y
se ha visto también afectada en muchos casos por la negociación política.
49. En el caso de aquellas competencias que presumiblemente terminarán
siendo asumidas por  todas las CCAA e integrándose en el  mecanismo general
de financiación, sería recomendable ir adaptando gradualmente el reparto entre
CCAA  de  la  financiación  asignada  a  cada  competencia  a  lo  que  resultaría  de
aplicar la fórmula de necesidades de gasto prevista para el bloque de competen­
cias relevante en cada caso.
50. Para aquellas competencias cuya generalización no parezca previsible (p.
ej. la policía autonómica, las instituciones penitenciarias y atención sanitaria del
Instituto Social de la  Marina),  debería tomarse como referencia para establecer
las  correspondientes  valoraciones  en  el  año  base  el  nivel  medio  observado  de
gasto estatal por habitante o por población atendida por el mismo concepto en
aquellos territorios que no han asumido estas competencias.
51. Cuando se incorporen nuevas competencias al sistema general de finan­
ciación de las competencias homogéneas, los recursos que las financian antes de
104
Capítulo 4.  Necesidades relativas de gasto, nivelación y estructura del sistema...

su traspaso,  sean transferencias específicas del  FCF  o de otros instrumentos de


los sistemas vigentes de financiación  autonómica y local  o recursos integrados
en  los  PGE,  se  integrarán  en  la  aportación  del  Estado  al  FBF  y  se  revisará  la
población ajustada.  Siguiendo el  procedimiento indicado en el párrafo  15 del
presente capítulo, las ponderaciones de los cuatro bloques de competencias se
recalcularán tras sumar los recursos citados al  gasto autonómico de los bloques
en los que se encuadren las competencias traspasadas.

7.  EL  ÍNDICE  DE  EVOLUCIÓN  DE  LA  APORTACIÓN


ESTATAL  AL  SISTEMA  DE  FINANCIACIÓN  AUTONÓMICA
52. La evolución de la aportación estatal al SFA se ha ligado tradicionalmen­
te a  la  de un agregado  de ingresos estatales  conocido como ITE (Ingresos Tri­
butarios del Estado). En el modelo actual este agregado se define como la parte
de los ingresos tributarios por IRPF, IVA e Impuestos Especiales que correspon­
de al Estado  tras descontar la participación de las CCAA calculada  con un cri­
terio  de caja. Esto  es, el ITE  se obtiene restando de los ingresos  totales por  las
figuras tributarias citadas la  parte de los mismos que corresponde a las CCAA
de régimen común, pero esta última cifra no se calcula utilizando los rendimien­
tos  definitivos  de  los  tramos  autonómicos  de  los  impuestos  relevantes,  sino
como  la suma  de las entregas a  cuenta del  año en curso más las liquidaciones
practicadas y pagadas en el mismo, que generalmente corresponderán a dos años
atrás. 
53. El ITE es una referencia natural a la hora de determinar la evolución de
la aportación del Estado al SFA porque recoge los ingresos netos de la AGE que
proceden de sus tributos más importantes y estables. Sin embargo, este indica­
dor  también  presenta  varios  problemas  que  hacen  aconsejable  considerar  una
posible modificación en  su procedimiento  de cálculo  y  suplementarlo con  un
segundo indicador que también se tendría en cuenta para calcular el  índice de
evolución de la aportación estatal al SFA.
54. El procedimiento actual de cálculo del ITE con un criterio de caja hace
que el  indicador sea  sensible a los errores de previsión  que el  Gobierno central
pueda cometer a la hora de elaborar los PGE. Teniendo en cuenta esta circuns­
tancia, la Comisión considera que sería deseable estudiar las ventajas e inconve­
nientes  de  introducir  un  criterio  de  devengo  en  el  cálculo  del  ITE.  Bajo  este
criterio, el ITE se calcularía substrayendo de los ingresos totales por IRPF, IVA
e Impuestos Especiales (calculados con un criterio de caja) la participación defi­
nitiva de las CCAA en tales impuestos de acuerdo con la correspondiente liqui­
dación del SFA.
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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

55. Por otro lado, el ITE es más volátil que la actividad económica y genera
un  desbordamiento  indeseable  entre  administraciones,  pues  cualquier  cambio
en la política tributaria del Estado que afecte a la cesta de impuestos que le sirve
de base afectará a los ingresos de las CCAA. Con el fin de mitigar estos proble­
mas convendría analizar la posibilidad de introducir un nuevo Índice de Evolu­
ción de la Aportación Estatal al SFA (IEAE) que se calcularía como el promedio
de los índices de evolución del ITE y del PIB nominal del conjunto del territo­
rio de régimen común. Este índice determinaría la evolución de las aportaciones
estatales al  FBF, en su caso, al  FNV y al  FCF,  con la  posible excepción  de una
parte de la dotación de este último fondo que corresponda a Ceuta y Melilla, tal
como se recoge en el párrafo 18 del capítulo 5.

8.  ENTREGAS  A  CUENTA


56. Tanto la Ley 21/2001 como la Ley 22/2009 regulan las entregas a cuen­
ta (EC) de los impuestos cedidos gestionados por la Administración General del
Estado. Se asigna a las CCAA el 98% de una previsión de recaudación que será
liquidada dos años más tarde. Así, las EC se fijan para todo el ejercicio, en pagos
mensuales iguales desde enero a diciembre de cada año. Si la previsión se cum­
pliera  con  exactitud,  en  julio  del  año  t + 2  se  liquidaría  el  2 %  a  favor  de  las
CCAA.  Si hay  desviaciones, positivas o  negativas, igualmente se liquidan  en el
mes de julio de t + 2. 
57. Desde 2009 se procede de modo similar con la Transferencia del Fondo
de Garantía  de los Servicios Públicos Fundamentales (TFGSF) y el  Fondo de
Suficiencia  Global  (FSG):  el  ministerio  competente  en  materia  de  Hacienda
hace una  previsión de dichos fondos para  cada  Comunidad y entrega  el 100 %
en el caso de la TFGSF y el  98 % en el FSG.  Por su  parte, no se contemplan
entregas a  cuenta  para  los Fondos de Convergencia (Fondo de Competitividad
y  Fondo  de  Cooperación)  dado  que  corresponden  al  mismo  año  en  que  se
pagan.
58. Los datos del  período 2002­2014 revelan que con  carácter general  las
previsiones no se han  correspondido con la  realidad. Esa falta de  ajuste es con­
secuencia de la diferencia  entre las previsiones de recaudación y  la  recaudación
real, cuando se trata del IVA y de los Impuestos Especiales de fabricación. En el
caso del IRPF, además de lo anterior, inciden otros factores derivados de la com­
plejidad del cálculo de las entregas a cuenta de este impuesto.
59.  La  mecánica  seguida  hasta ahora  presenta dos problemas que conviene
corregir. En primer término, el sistema de EC aísla a las CCAA de las variacio­

106
Capítulo 4.  Necesidades relativas de gasto, nivelación y estructura del sistema...

nes coyunturales de los ingresos durante el ejercicio económico. Esto da estabi­
lidad a  los ingresos autonómicos, pero  en cambio impide que la  información
sobre la realidad económica llegue a los gestores, lo que contribuye al retraso en
la adopción de medidas correctoras cuando los ingresos tributarios caen. Cuan­
do los ingresos tributarios crecen más que lo previsto, se generan liquidaciones
positivas cuantiosas que pueden crear un efecto ilusorio sobre la  recurrencia de
tales ingresos. El  segundo problema  se  refiere al IRPF, que es el  impuesto de
mayor potencial recaudatorio sobre el que las CCAA de régimen común tienen
capacidad  normativa.  El  sistema  actual  de  EC  desincentiva  el  ejercicio  de  la
capacidad  normativa  cedida  en  el  IRPF,  porque  aleja  en  el  tiempo  las  conse­
cuencias económicas  de las medidas que se adoptan  por los parlamentos auto­
nómicos. En los párrafos 16­18 del capítulo 3 de este Informe ya abordamos
este segundo problema y a ellos nos remitimos.
60. El nuevo sistema propuesto en el presente Informe se compondría del
FBF, del FNV y del FCF. En relación con estos fondos, la Comisión recomien­
da que las EC se efectúen al 100 % de la previsión y que se adopten las medidas
técnicas necesarias para  ajustar en el  tiempo, en la  mayor medida  posible, los
ingresos de las CCAA de régimen común a la  realidad  de la  recaudación tribu­
taria.
61. Una primera opción para el objetivo señalado en el párrafo anterior sería,
en  función  de  cómo  evolucione  la  recaudación  tributaria,  modificar  el  porcen­
taje  de  la  EC,  como  se  hizo  durante  la  vigencia  del  sistema  de  financiación  de
2001 a partir de 2005, o recalcular las EC en un momento del ejercicio.
62.  Una  segunda  vía  para  mejorar  ajuste  temporal  sería  calcular  mensual­
mente las EC de los tres fondos (FBF, FNV  y FCF), introduciendo cada  mes
los datos de recaudación  de IVA, IIEE  e IRPF. En el  caso de IVA  e IIEE, este
sistema no plantearía ningún problema dado que para su incorporación al FBF
no  requiere  índices  de  consumo  regional:  la  caja  mensual  coincidiría  con  la
recaudación de modo que la liquidación solo reflejaría los cambios derivados de
los datos definitivos de la población ajustada. No obstante,  la  volatilidad de la
recaudación por caja de dichos impuestos, en especial en el IVA, podría requerir
una gestión de tesorería más compleja por parte de las CCAA. 
63. Sin embargo, en el caso del  IRPF,  atribuir a  las CCAA la  recaudación
mensual no garantiza que no deban practicarse liquidaciones significativas. Los
problemas de ajuste temporal del  IRPF se deben  a  que se cede el  rendimiento
autonómico (i. e. la  cuota  líquida  autonómica) con criterio de  devengo, mien­
tras que las entregas a cuenta se calculan sobre las retenciones, pagos a cuenta y
pagos fraccionados. Por esta razón los errores de previsión pueden ser grandes y
107
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

no es posible adelantar la  liquidación. La  Comisión  recomienda  que se estudie


la posibilidad de adecuar la cesión de este impuesto al  criterio de caja  –asunto
no exento de dificultades técnicas– teniendo en cuenta que la mejora en el ajuste
temporal podría ir en detrimento  de la efectividad del  ejercicio de la capacidad
normativa. 
64. En caso de aplicarse la segunda alternativa, las liquidaciones serían con­
siderablemente  menores,  lo  que  es  positivo  para  el  funcionamiento  del  SFA,
pero a cambio  las CCAA tendrían mayor incertidumbre sobre sus ingresos (en
la actualidad aproximadamente un 75 % proviene de EC que no se alteran a lo
largo del año). Este problema podría suavizarse con una comunicación fluida y
reglada de previsiones por parte del Ministerio de Hacienda durante el periodo
de elaboración de los presupuestos de las respectivas administraciones. 
65. Finalmente, una tercera alternativa sería adelantar un año la liquidación
del  SFA.  Esto  plantearía  problemas  de  gestión  para  la  AEAT  en  el  caso  del
IRPF, dado que los contribuyentes presentan su autoliquidación en mayo­junio
del año t + 1 y resulta apresurado determinar el rendimiento definitivo en otoño
de ese mismo  ejercicio. A pesar de ello, la Comisión recomienda que los servi­
cios técnicos de la  AEAT y del  ministerio competente en materia  de Hacienda
inicien los trabajos necesarios para explorar la  factibilidad de esta  opción, con­
siderando las ventajas de adelantar al ejercicio t + 1 la liquidación del sistema. 

108
CAPÍTULO 5
ESPECIALIDADES TERRITORIALES, ASPECTOS

INSTITUCIONALES Y RECURSOS FUERA DEL SISTEMA

1.  REGÍMENES  ESPECIALES  DE  FINANCIACIÓN: REGÍMENES


FORALES  Y  ESPECIALIDADES  EN  EL  SISTEMA  COMÚN

1.1.  INTRODUCCIÓN Y CUESTIONES GENERALES
1.  Dentro  del  sistema  español  de  financiación  autonómica  (SFA)  existen
varios regímenes especiales. Las Comunidades forales tienen un sistema propio,
conocido como de concierto en el País Vaco y de convenio en Navarra, comple­
tamente distinto del que se aplica en el resto de España. Por otro lado, Canarias
y  Ceuta  y  Melilla  presentan  particularidades  importantes  dentro  del  llamado
régimen  común.  Todos  estos  regímenes  tienen  una  larga  tradición  y  cuentan
con reconocimiento legal e incluso constitucional. En los casos de Canarias y
Ceuta y Melilla, su objetivo básico ha sido el de compensar las desventajas deri­
vadas de la peculiar situación geográfica de estos territorios extrapeninsulares.
2. La Comisión considera que las particularidades citadas son perfectamente
admisibles siempre y  cuando no impliquen privilegios económicos, tal y  como
exige la Constitución. En aquellos casos en los que los regímenes especiales ten­
gan un objetivo compensatorio de posibles desventajas geográficas, deberá pro­
curarse  que  el  conjunto  de  las  ventajas  y  ayudas  ofrecidas  a  los  territorios
implicados a través del SFA y por otras vías guarden una razonable proporcio­
nalidad con las desventajas que se pretende compensar.
3.  La  regulación  de  los  regímenes  especiales  habrá  de  ser  completamente
transparente, incluyéndose todos los detalles relevantes en la ley correspondiente
y no en acuerdos bilaterales de difícil acceso para terceros.

1.2.  SOBRE LOS REGÍMENES FORALES
4. La  Comisión considera  imprescindible una  revisión del cálculo del  cupo
y de la aportación así como de los ajustes a consumo del IVA para adecuarlos a
109
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

las directrices que establece la normativa vigente, sin cuestionar el sistema foral
de concierto o convenio. Dicha revisión debería incorporar una valoración rea­
lista de las cargas no asumidas por los territorios forales, entre las que habría de
incluirse la  nivelación interregional, así como basarse en los últimos datos dis­
ponibles de consumo regional y otros agregados de interés para el cálculo.
5. La revisión  indicada  en el  punto anterior  se traduciría presumiblemente
en una  fuerte reducción de las disparidades existentes hasta  el momento entre
los territorios forales y  las CCAA de régimen común en términos de financia­
ción  por  habitante  ajustado.  Los  cambios  necesarios  en  los  flujos  financieros
entre  las  administraciones  implicadas  deberían  hacerse  de  una  forma  gradual
con el fin de suavizar su impacto.
6. Sin perjuicio de lo indicado en el párrafo anterior, las Comunidades fora­
les deberían comenzar de forma inmediata a  contribuir a  la  nivelación interte­
rritorial  mediante  una  aportación  al  nuevo  SFA  que,  tal  como  se  prevé  en  el
capítulo 4, se integraría en el Fondo Básico de Financiación (FBF).
7. Las leyes en  las que se establecen los importes del cupo y la  aportación
deberían  contener un  anexo detallado en el  que se recoja  toda  la  información
relevante para el  cálculo, incluyendo un listado exhaustivo de cada  una de las
cargas consideradas asumidas y no asumidas con sus correspondientes valoracio­
nes. Estas leyes deberían estar sujetas al  procedimiento habitual de discusión y
enmienda.

1.3.  ESPECIALIDADES EN EL SISTEMA DE FINANCIACIÓN
COMÚN
1.3.1.  Sobre el régimen especial de Canarias
8.  Determinadas  características  estructurales  de  Canarias,  inherentes  a  su
condición de región ultraperiférica, han dado lugar a lo largo de la historia a un
régimen específico tanto  en la  legislación  española  como europea. El  Régimen
Económico y Fiscal  de Canarias (REF), reconocido  constitucionalmente,  tiene
como fin primordial promover el desarrollo económico y social de Canarias, de
acuerdo con el principio constitucional de solidaridad. 
9. El régimen específico de Canarias se caracteriza por una tributación indi­
recta muy inferior a la existente en la Península y Baleares, que se instrumenta a
través de figuras específicas de la Comunidad. Adicionalmente, el REF compren­
de  otras  medidas  de  naturaleza  diversa,  entre  las  que  se  encuentra  un  conjunto
de  incentivos  fiscales  en  la  imposición  de  las  rentas  empresariales  –dirigidos  a
fomentar  la  inversión  productiva,  la  creación  de  empleo,  la  diversificación  eco­
110
Capítulo 5.  Especialidades territoriales, aspectos institucionales y recursos fuera del sistema

nómica y el apoyo a la producción industrial–, así como otras medidas que tratan
de compensar los sobrecostes de la ultraperificidad en ámbitos como el transpor­
te  de  personas  y  mercancías,  la  generación  de  energía  y  la  producción  de  agua.
Así  mismo,  Canarias  tiene  acceso  a  dotaciones  específicas  por  su  condición  de
región  ultraperiférica  en  determinados  fondos  europeos  y  en  los  Fondos  de
Compensación  Interterritorial.  Por  otra  parte,  el  SFA  siempre  ha  incluido  la
insularidad entre los determinantes de las necesidades de gasto, con una ponde­
ración  que  en  el  modelo  actual  supone  reconocer  a  Canarias  un  diferencial  de
necesidades de gasto apreciable y muy superior al reconocido a Baleares.
10. Tradicionalmente, los recursos tributarios derivados del REF no  tenían
ningún papel en el  SFA, aunque sí en el  sistema  de financiación local. Con la
aprobación  de la Ley 22/2009 la situación  cambió parcialmente y  los  ingresos
por tales tributos han pasado a tenerse en cuenta a efectos de la distribución del
Fondo de Competitividad. También ha existido desde la creación del Impuesto
General Indirecto Canario (IGIC) una compensación al Estado por la supresión
del Impuesto General sobre el Tráfico de las Empresas (IGTE) que fue absorbi­
do por esta figura integrada en el REF.
11. A la  vista de todo lo anterior, la  Comisión recomienda  que el  grado de
integración en  el  SFA de los ingresos tributarios de la Comunidad Autónoma
de Canarias ligados al REF se pacte atendiendo al principio de proporcionalidad
recogido en el párrafo 2 del presente capítulo y teniendo en cuenta el peso de la
compensación por la  supresión  del  IGTE  en  relación con  los recursos REF en
ejercicios recientes. La parte de los recursos derivados del REF que, en su caso,
se integre en el SFA recibiría el mismo  trato que los tributos cedidos distintos
del IVA e Impuestos Especiales. Esto es, la fracción de tales recursos determina­
da por el Coeficiente de Aportación al Fondo Básico (CAFB) se integraría en el
FBF y el resto de los mismos se contabilizaría como ingresos de Canarias a efec­
tos del reparto del Fondo de Nivelación Vertical (FNV).
12. Si atendiendo a lo recogido en el párrafo 11 los recursos tributarios deri­
vados  del  REF  deben  ser  considerados  en  el  SFA,  su  cuantificación  debería
hacerse  de  forma  coherente  con  las  competencias  normativas  atribuidas  a  la
Comunidad Autónoma de Canarias y con su espacio fiscal propio, de forma que
no resulte penalizada su autonomía financiera. 

1.3.2.  Sobre el régimen especial de Ceuta y Melilla
13.  El  modelo  especial  de  financiación  de  las  Ciudades  con  Estatuto  de
Autonomía  parte de las declaraciones de puertos francos,  en 1863 y  1894, y se
perfecciona durante la segunda mitad del siglo XX bajo tres pilares fundamenta­
111
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

les:  el  económico,  como  territorios  francos  fuera  de  la  Unión  Aduanera;  el
financiero, con particularidades en su doble financiación autonómica (LOFCA)
y local (Ley de Bases de Régimen Local), y en tercer lugar, su fiscalidad resumi­
da en una  imposición indirecta  propia  (IPSI y gravámenes complementarios) y
bonificaciones y exenciones en algunos tributos.
14. La Ley 22/2009 en vigor, en la disposición adicional primera, hace refe­
rencia a que forman parte del sistema de financiación de las CCAA de régimen
común, calculando las necesidades de financiación por  sus competencias y ser­
vicios autonómicos transferidos, junto a  la subvención  de los órganos de auto­
gobierno, a través de su Fondo de Suficiencia Global y Fondo de Cooperación.
Asimismo,  en  materia  de  transferencias  de  capital,  participan  en  el  Fondo  de
Compensación Interterritorial (FCI).
15. La situación  económica  y social  actual de ambas Ciudades se ve fuerte­
mente influenciada por los costes derivados de la extrapeninsularidad, tanto tan­
gibles  como  intangibles,  y  sobre  todo,  por  la  incidencia  que  supone  en  la
prestación de toda clase de servicios públicos en las Ciudades el hecho fronterizo
y la presión que de ello se deriva  en todos los órdenes, no solo por la cuestión
migratoria, sino  por la incidencia que tiene en temas como protección social,
seguridad, atención a menores, enseñanza, sanidad, etc. 
16.  Es  relevante  la  presencia  del  Estado  en  ambas  Ciudades  teniendo  en
cuenta que los servicios  públicos  fundamentales, en su  mayor parte, se mantie­
nen dentro de las competencias estatales. Y siendo esto una  necesidad, se hace
preciso tomar en consideración que existe una amplia cooperación entre el Esta­
do y las Ciudades con Estatuto de Autonomía, que se plasma en la existencia de
un  importante  conjunto  de  convenios  de  colaboración,  por  los  cuales  ambas
Ciudades  prestan  servicios  de  ámbito  estatal  o  se  refuerzan  otros  de  interés
común. Una situación que, por su relevancia presupuestaria, debería estabilizar­
se realizando  las acciones oportunas tanto para  afianzar su  planificación finan­
ciera y de recursos, como  para mantener las actuaciones de interés común que
con  ellos  se  realizan.  En  relación  con  su  extrapeninsularidad,  se  recomienda
estudiar las desventajas asociadas a la  misma de forma  que la  prestación de los
servicios de transporte se ajuste a condiciones razonablemente aceptables de fre­
cuencia, precio, calidad  o universalidad.
17. De otra parte, la Comisión considera que la  variable población necesa­
riamente ha de utilizarse para abordar las necesidades financieras de ambas Ciu­
dades; y  más aún tras su fuerte crecimiento reciente y perspectivas a medio y
largo plazo. Sin embargo se considera  insuficiente, toda  vez que hay  elementos
derivados de su  especificidad que dan  lugar  a unas necesidades adicionales de
112
Capítulo 5.  Especialidades territoriales, aspectos institucionales y recursos fuera del sistema

financiación, consecuencia de la presión que su entorno genera en la intensidad
y calidad de la prestación de los servicios públicos. 
18.  Por  ello,  esta  Comisión  propone  considerar  las  especificidades  de  las
Ciudades con Estatuto de Autonomía en el SFA reconociendo los ajustes nece­
sarios derivados de su extrapeninsularidad, presión fronteriza  y singularidades
específicas antes indicadas. Se recomienda mantener en lo esencial la situación
actual,  integrando  las  partidas  de  transferencias  del  actual  SFA  en  el  nuevo
Fondo Complementario de Financiación (FCF) y negociando su cuantía inicial
con ambas Ciudades con Estatuto de Autonomía de acuerdo con el principio de
proporcionalidad recogido en el párrafo 2 del presente capítulo. La parte de esta
partida  que  corresponde  a  competencias  sensibles  al  tamaño  de  la  población
podría ligarse a un criterio de evolución referenciado en el párrafo anterior, dis­
tinto del índice general de evolución del FCF, que tenga en cuenta al menos el
crecimiento de la población, junto con  la presión fronteriza  y migratoria.  Este
criterio debería acordarse entre el Estado y ambas Ciudades.

2.  ASPECTOS INSTITUCIONALES

2.1.  REFORMAS INSTITUCIONALES
19.  El  actual  Estado  de  las  Autonomías  es  el  resultado  de  un  proceso  de
intensa descentralización de competencias desde la Administración central hacia
las CCAA y Ciudades con Estatuto de Autonomía. Sin embargo, dicho proceso
no ha venido  acompañado  de la consolidación en paralelo de mecanismos ins­
titucionales  que  permitan  una  adecuada  coordinación  de  las  competencias  de
ambos niveles de gobierno.
20. La experiencia de los más de treinta años transcurridos desde la entrada
en vigor del primer sistema de financiación definitivo ponen de relieve la impor­
tancia  de la  lealtad institucional y de la cooperación  entre los distintos niveles
de gobierno porque en algunos asuntos no es posible una  separación  nítida  de
las competencias y conviene resolver los problemas de manera coordinada. Res­
pecto de dichas competencias, la  reciente crisis económica ha exigido la  adop­
ción  de  medidas  urgentes  y  extraordinarias  por  la  AGE  sin  la  cooperación
institucional deseable en una situación de normalidad. 
21. Sería conveniente definir un nuevo marco institucional capaz de mejorar
la gobernanza del sistema, de acuerdo con la organización territorial de España.
En este sentido, algunos aspectos institucionales relacionados con el sistema de
financiación  serían  susceptibles  de  reforma  en  el  actual  marco  constitucional,
113
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

con el objetivo de que las CCAA vean reforzada su participación en las decisio­
nes que les afectan. Y ello, tanto en sus relaciones con el Gobierno central como
entre las propias CCAA. 
22.  La  Ley  Orgánica  de  financiación  de  las  Comunidades  Autónomas
(LOFCA) creó el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) como “órgano
de coordinación del Estado y las Comunidades Autónomas en materia  fiscal  y
financiera”. El CPFF ha desempeñado un papel positivo como foro de encuen­
tro político, pero los mecanismos de coordinación no han funcionado bien, sea
en el ámbito de la Hacienda propiamente dicha, sea en las demás competencias
transferidas. Por ello, la  Comisión considera  necesario mejorar los contenidos,
organización y funcionamiento del Consejo. 
23. Por lo que se refiere a los contenidos, la Comisión recomienda que, ade­
más de las competencias actuales, el CPFF debería informar los compromisos
del Reino  de España  con la UE que impliquen a las CCAA. Además, debería
conocer e informar los acuerdos de conferencias sectoriales que tengan conse­
cuencias financieras relevantes.
24. Por lo  que se refiere a aspectos organizativos,  la Comisión recomienda
dotar al CPFF de una estructura administrativa estable, que podrá componerse
de empleados  públicos del  Estado y de las diferentes  CCAA, bajo la  dirección
funcional de una persona nombrada por el pleno del CPFF.
25. En cuanto  al  funcionamiento, la Comisión recomienda  una modifica­
ción  del  reglamento  de  régimen  interior  del  CPFF.  En  particular,  habría  que
reformar el sistema de votación para establecer reglas que fomenten un consenso
suficiente. Para determinados asuntos  podrían considerarse mayorías cualifica­
das, voto ponderado por población o dobles mayorías. 
26. La forma en que actualmente se fijan estándares mínimos comunes en la
asistencia sanitaria, en la educación o en los servicios sociales puede resultar pro­
blemática si da lugar a que el Gobierno central imponga a las CCAA obligacio­
nes  de  gasto  en  materias  de  su  competencia,  por  lo  que  se  recomienda  una
mayor participación de las CCAA en  estas decisiones. En tales casos, la  capaci­
dad de decisión autonómica debería ser colectiva y ejercerse a través de organis­
mos  multilaterales.  Una  forma  de  hacerlo  sería  atribuir  la  competencia  de
establecer los estándares mínimos de servicio y ciertos copagos a las conferencias
sectoriales correspondientes, en combinación con el CPFF, reduciendo a  estos
efectos la ponderación del voto de la AGE o exigiendo una mayoría cualificada.
27.  La  Comisión  recomienda  que  se  dé  un  nuevo  impulso  político  a  la
Comisión  General  de  las  CCAA  regulada  en  los  artículos  55  a  56. bis. 9.o del
114
Capítulo 5.  Especialidades territoriales, aspectos institucionales y recursos fuera del sistema

Reglamento del Senado. La composición y las competencias de dicha Comisión
General  parecen  difícilmente  mejorables  en  el  vigente  marco  constitucional,
pero la revitalización de su funcionamiento contribuiría a paliar algunos proble­
mas de coordinación vertical y horizontal. En particular, la Comisión de Exper­
tos recuerda lo dispuesto en el artículo 56. bis. 7.o del Reglamento que establece
que: “La  Comisión General de las Comunidades  Autónomas celebrará  una  vez
al año (...) una sesión cuyo único punto del orden del día será dedicado a efec­
tuar un balance de la situación del Estado de las Autonomías.” Si bien la Comi­
sión General se reúne ocasionalmente, la sesión anual no se celebra desde 1994. 
28.  La  Conferencia  de  Presidentes  es  una  institución  útil  para  reforzar  la
deliberación  y la  adopción  de acuerdos sobre asuntos políticos de envergadura,
también  en  materia  de  financiación  autonómica.  La  Comisión  recomienda  el
cumplimiento del mandato contenido en su reglamento interno sobre la convo­
catoria, al menos, de una reunión anual, siendo su celebración en sedes rotato­
rias en diferentes CCAA una  forma  de visualizar los aspectos comunes  de los
temas que aborda.

2.2.  LEALTAD INSTITUCIONAL
29. La lealtad entre las distintas Administraciones Públicas es una exigencia
que se deriva  del  principio  superior  de lealtad constitucional. Debe entenderse
como el necesario respeto que han de observarse mutuamente tales administra­
ciones en el ejercicio de sus competencias, evitando, en la medida de lo posible,
que sus decisiones políticas o administrativas tengan efectos negativos sobre los
legítimos  intereses  de  las  demás.  Se  trata,  pues,  de  un  elemento  fundamental
para el correcto funcionamiento del Estado autonómico. 
30. Este principio se incorpora por primera vez a la LOFCA en el año 2002,
recogiéndose  también  en  esta  norma  la  necesidad  de  valorar  anualmente  el
impacto, positivo o negativo, que las actuaciones legislativas del Estado puedan
suponer sobre las obligaciones de gasto de las CCAA. Sin embargo, esta valora­
ción  anual  nunca  ha llegado a  realizarse. El grupo de trabajo del  CPFF creado
en 2003 para  elaborar una metodología para  su  cálculo fue incapaz  de llegar a
un acuerdo, por lo que en relación con el modelo acordado en el año 2002 no
se llegó a una cuantificación. Con el modelo del año 2009 se renueva la volun­
tad del Estado  y las CCAA de mantener sus relaciones dentro del  marco  de la
lealtad institucional  y  así se recoge nuevamente en la LOFCA, donde en esta
ocasión se habla más claramente de una lealtad institucional de carácter bidirec­
cional puesto que tanto el Estado como las CCAA pueden tomar decisiones que
afecten positiva o negativamente a la otra parte. También se habla en la norma
115
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

de una valoración quinquenal de estas consecuencias y, en su caso, de una “com­
pensación”  que  se  instrumentaría  a  través  del  nuevo  modelo  de  financiación,
posponiendo  por  tanto  la  valoración  al  momento  en  el  que  se  establezca  el
nuevo sistema. Por otra parte, la  Ley reguladora  del actual sistema de financia­
ción introduce también una referencia a la lealtad institucional en su disposición
adicional  sexta, en la  que se dice expresamente que con el  nuevo sistema  2009
y los recursos adicionales que el Estado inyecta al mismo se da por cumplido el
principio de lealtad institucional en el modelo anterior de 2002. 
31. La Sentencia 13/2007 de 18 de enero del Tribunal Constitucional sobre
la lealtad  institucional,  en  la que se destaca la importancia  de este principio en
las relaciones intergubernamentales, remarca que “no existe un derecho de las
Comunidades Autónomas constitucionalmente consagrado a recibir una deter­
minada financiación, sino un derecho a que la suma global de los recursos exis­
tentes  de  conformidad  con  el  sistema  aplicable  en  cada  momento  se  reparta
entre ellas respetando los principios de solidaridad y coordinación”.
32.  Así  pues,  queda  claro  en  ambas  redacciones  de  la  LOFCA,  en  la  Ley
reguladora  del  actual  SFA  y  en  la  jurisprudencia  del  Tribunal  Constitucional
que el Estado y las CCAA quieren que sus relaciones se rijan por el principio de
lealtad institucional, pero  también resulta  evidente que existen serias dificulta­
des a la hora de cuantificar las consecuencias de dicho principio. Las definicio­
nes que se han hecho  del mismo han  resultado poco operativas, hasta el  punto
que ha resultado imposible hasta el momento alcanzar un acuerdo sobre la cuan­
tificación de sus consecuencias, lo que seguramente volverá a ocurrir en relación
con la valoración del sistema vigente.
33. A la vista de todo ello, la Comisión avanza las siguientes recomendaciones:
a) Parece  prudente  que,  de  cara  al  nuevo  sistema,  se  intenten  saldar  las
“cuentas”  derivadas  de  la  lealtad  institucional  del  modelo  2009  con  la
nueva garantía de suficiencia financiera que se acuerde. Es decir, se vuel­
va a hacer borrón y cuenta nueva con un nuevo sistema suficiente.
b) La  lealtad  institucional,  como  principio  de  trabajo  y  de  comportamiento
en coherencia con el interés general, debería presidir las relaciones entre las
Administraciones Públicas. La lealtad institucional debería reinterpretarse
como  un  principio  orientador  del  diseño  institucional  y  del  reparto  de
competencias que exigiría que, en la medida de lo posible, se delimiten con
claridad las competencias de cada administración y se limite su capacidad
para imponer unilateralmente costes a las demás. En aquellas materias que
por  su  naturaleza  afecten  necesariamente  a  varias  administraciones,  debe­
rían establecerse mecanismos conjuntos de decisión que garanticen la ade­
116
Capítulo 5.  Especialidades territoriales, aspectos institucionales y recursos fuera del sistema

cuada  representación  de  todas  las  partes  interesadas.  Cuando  esto  no  sea
posible, debería valorarse someter las más importantes de dichas decisiones
a la ratificación por parte del CPFF u otro ente de características similares,
que deberían tener un mayor protagonismo en las relaciones entre el Esta­
do y las CCAA y Ciudades con Estatuto de Autonomía.

2.3.  COORDINACIÓN EN EL ÁMBITO DE LA SANIDAD
34. La Comisión recomienda traspasar a las CCAA todas las competencias de
atención  sanitaria  que  se  mantienen  actualmente  en  manos  de  las  Diputaciones
Provinciales  y  entes  asimilados,  así  como  los  recursos  que  las  financian,  funda­
mentalmente el Fondo de Asistencia Sanitaria. Con la misma lógica, también se
recomienda completar el traspaso de la sanidad penitenciaria. Asimismo deberían
integrarse en el sistema general de financiación autonómica las transferencias que
ahora  financian  los  hospitales  provinciales  transferidos  a  las  CCAA  desde  el
Fondo  de  Suficiencia  para  competencias  no  homogéneas  y  la  parte  correspon­
diente  a  sanidad  de  las  asignaciones  del  mismo  fondo  que  las  Comunidades  de
Madrid, Cantabria y La Rioja perciben en concepto de financiación provincial.
35. La Comisión recomienda que los mecanismos previstos para trasladar a
las Comunidades de origen  los gastos sanitarios generados en otras  CCAA por
sus residentes, tales como  el Fondo de Cohesión y el Fondo de Garantía  Asis­
tencial, se articulen de modo tal que permitan actuar como un sistema de com­
pensación entre Comunidades que sea completo, ajustado al coste, eficaz y ágil.
A tal fin, parece oportuno introducir en la LOFCA las modificaciones necesarias
para  habilitar un  sistema efectivo de retención sobre los recursos del SFA que
correspondan a las CCAA con saldos deudores que permita satisfacer los saldos
acreedores de las demás CCAA.
36. La  Comisión  considera  que sería  muy aconsejable reforzar  la coopera­
ción y la coordinación entre CCAA con el fin de maximizar el aprovechamiento
de los recursos destinados al sistema sanitario. Esto sería especialmente cierto en
el caso  de las CCAA de menor población, que podrían compartir con  sus  veci­
nas servicios e instalaciones especialmente costosos, utilizando los mecanismos
indicados en el párrafo  anterior  para realizar un reparto realista  y  equitativo de
los costes relevantes.

3.  FONDO  DE  COMPENSACIÓN  INTERTERRITORIAL


37.  Una  pieza  fundamental  para  alcanzar  el  objetivo  de  solidaridad  es  la
igualdad  de  acceso  a  los  servicios  públicos,  facilitada  por  los  instrumentos  de

117
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

nivelación que contempla el SFA. Junto a ellos, la Constitución Española (CE)
ha creado expresamente el FCI. Así, el artículo 158. 2 dispone que, con el fin de
corregir desequilibrios económicos interterritoriales y hacer efectivo el principio
de solidaridad, se constituirá un Fondo de Compensación, con destino a gastos
de inversión, cuyos recursos serán distribuidos por las Cortes Generales entre las
CCAA, Ciudades con Estatuto de Autonomía y provincias, en su caso.
38.  Existen  muchos  motivos  para  acometer  una  perentoria  reforma  que
refuerce el carácter reequilibrador del FCI, sintetizados en incumplimiento fác­
tico del  mandato constitucional  y  escasa  eficacia. Ambas  cuestiones están  rela­
cionadas con su magra  dotación, resultado de una  subordinación a los fondos
europeos y a una base de cálculo muy inestable (inversión real civil nueva de los
PGE).  En  1991,  primer  año  del  FCI  como  fondo  de  desarrollo  regional  en
exclusiva, superaba el  0,21 %  del PIB, pero en 2016 se situó en el  mínimo his­
tórico, por debajo del 0,04 % del PIB. 
39. A juicio  de la Comisión, el  nuevo FCI debe considerar la convergencia
de los territorios de España entre sí. La reforma debe implicar un nuevo marco
de adicionalidad y cofinanciación con la política europea de cohesión, en torno
a un estímulo económico coordinado, sin perder de vista la ineludible eficiencia
y la rentabilidad social de las inversiones públicas. 
40. La Comisión aboga por modificar la base de cálculo para el FCI, ligán­
dolo directamente al PIB  o  a los ingresos no financieros de los  PGE, para  pro­
porcionar mayor estabilidad y transparencia. 
41. Se recomienda incrementar significativamente la  dotación del  FCI, sin
que esto implique una sustitución de las inversiones directas del sector público
estatal. Alcanzado el objetivo dotacional, la Comisión aboga por una evolución
mínima referida a la tasa de crecimiento del PIB nominal de España, para man­
tener la importancia relativa del FCI. Solo a título ilustrativo, se trae a colación
la concreta  recomendación que hizo en  este sentido una  anterior Comisión de
Expertos13. 
42. El  nuevo umbral interno  de elegibilidad debe ser también transparente
y permitir  concentrar los recursos del  FCI en  los objetivos  de convergencia  de
renta y riqueza entre los territorios de España. Así, parece razonable que se uti­
lice  como  referencia  el  100%  del  PIB  per  cápita  medio  de  España,  revisando
periódicamente los territorios elegibles y corrigiendo el error de salto. De este

13
Informe sobre la reforma del sistema de financiación autonómica, Madrid, Instituto de Estudios
Fiscales, 2002. Se proponía que el FCI pasase en 1998 de 136.000 millones de pesetas (0,1478 %
del PIB) a 328.000 millones de pesetas (0,3564 % del PIB).

118
Capítulo 5.  Especialidades territoriales, aspectos institucionales y recursos fuera del sistema

modo, el FCI seguiría conectado con la política de cohesión europea, pero dis­
pondría de su propia referencia. 
43. Es preciso  redefinir  los  criterios de reparto, que deberían gravitar sobre
la población y la inversa de la renta per cápita. La Comisión también recomien­
da su  posible modulación con  variables territoriales  y otros factores relevantes
que condicionan el desarrollo económico y social.
44. El refuerzo significativo del FCI debe completarse con una mejor plani­
ficación, programación plurianual, gestión, evaluación, control y eficiencia glo­
bal de las inversiones a acometer. 
45.  Resulta  vital  que  el  Senado,  como  Cámara  territorial,  ejerza  de  modo
efectivo  la  iniciativa  relativa  al  FCI  prevista  en  el  artículo  74. 2  de  la  CE.  Sin
menoscabo de las competencias y de la autonomía financiera de las CCAA y del
Estado, la Comisión insta a que se tracen grandes líneas estratégicas de actuación
con relación al FCI en el CPFF y en la Conferencia de Presidentes, para promo­
ver la solidaridad, la eficiencia y el desarrollo económico, social y territorial. 
46. Se constata que las inversiones efectuadas en el pasado implican muchas
veces un volumen importante de gastos de mantenimiento, reposición y conser­
vación. Por otro lado, el desarrollo y las disparidades regionales dependen en la
actualidad de la capacidad de los territorios de acumular activos distintos de los
tradicionalmente contemplados por  las inversiones  públicas, con frecuencia  de
naturaleza  intangible (caso  de los programas de I + D + i) y que son  claves para
el crecimiento. En particular, la Comisión plantea retornar a un único FCI, per­
mitiendo la financiación de gasto corriente complementario, sin que deba seguir
persistiendo la distinción –en la práctica, más formal que real– entre un Fondo
de Compensación y un Fondo Complementario.
47. En  aras de una mayor legitimación y efectividad del FCI como instru­
mento de solidaridad y fondo de desarrollo regional, resulta ineludible vincular
sus cometidos a la oportuna evaluación ex ante y ex post de las inversiones, sobre
la base de informes independientes, como guía  para una adecuada programa­
ción  plurianual. La  necesidad sistemática de evaluación debería  preverse en el
propio  diseño  de  los  programas  y  proyectos  del  fondo.  Para  este  cometido,
habría que contemplar la generación y recogida de los datos pertinentes.
48. En el marco del control externo del FCI, a cargo de los órganos autonó­
micos y del Tribunal  de Cuentas, debe impulsarse la  auditoría  financiera  y de
regularidad, pero sobre todo la fiscalización operativa de eficacia, eficiencia, eco­
nomía y equidad, combinadas con el control interno a cargo de las intervencio­
nes generales. 
119
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

49.  La  Comisión  considera  adecuado  que  se  pueda  estudiar  la  reasignación
de los remanentes entre las CCAA que presenten los proyectos de inversión con
mayor potencial de desarrollo económico, creación de empleo o reducción de las
desigualdades entre territorios. Se haría con una metodología similar a la reserva
de eficacia que dispone la Comisión Europea en los fondos estructurales.

4.  ESTABILIDAD  PRESUPUESTARIA  Y  SOSTENIBILIDAD


FINANCIERA

4.1.  SITUACIÓN ACTUAL
50. Existen argumentos teóricos que respaldan la  utilización del  endeuda­
miento como  uno de los  recursos a disposición de los Gobiernos subcentrales
pero también recomiendan garantizar su sostenibilidad. No obstante, razones de
estabilización  macroeconómica  aconsejan  conciliar  el  uso  autónomo  de  esta
fuente de financiación con  el establecimiento de reglas fiscales agregadas y con
la supervisión de las mismas por parte del Gobierno central o de alguna entidad
independiente. En el caso de España, este reconocimiento goza del más amplio
respaldo normativo, ya que entre los recursos de las CCAA se contempla expre­
samente el  producto de las operaciones de crédito (art.  157. 1 de la CE), exis­
tiendo,  en  línea  con  lo  señalado,  restricciones  al  endeudamiento  autonómico
que complementan la disciplina de mercado. 
51. Desde las primeras restricciones contenidas en la LOFCA  y  los escena­
rios de consolidación presupuestaria vigentes en los años noventa del siglo pasa­
do, hasta la reforma en 2011 del artículo 135 de la CE y su posterior desarrollo
en  la  Ley  Orgánica  de  Estabilidad  Presupuestaria  y  Sostenibilidad  Financiera
(LOEPSF)  de  2012,  pasando  por  las  Leyes  de  estabilidad  presupuestaria  de
2001 y 2006, el control del endeudamiento autonómico ha atravesado diferen­
tes etapas. En  todas ellas, los objetivos y los grados de exigencia  han sido cam­
biantes, según las circunstancias económicas, financieras y políticas, aunque casi
siempre tratando de ajustarse a las exigencias derivadas de la normativa europea.
52.  A  partir  de  2008,  la  crisis  económica  impactó  profundamente  en  las
finanzas  públicas  de  España.  El  saldo  presupuestario  del  conjunto  de  las  Admi­
nistraciones  Públicas  pasó  de  unos  inusuales  superávits  presupuestarios  entre
2005  y  2007,  a  presentar  unos  déficits  cercanos  a  los  dos  dígitos  que,  pese  a  su
posterior  reducción,  alcanzaban  en  2016  el  4,5 %  del  PIB.  Estas  importantes
necesidades  de  financiación  han  dado  lugar  a  un  vertiginoso  crecimiento  de  la
deuda pública, aumentando en diez años desde el 35,6 % del PIB de 2007 al 99,4

120
Capítulo 5.  Especialidades territoriales, aspectos institucionales y recursos fuera del sistema

% de 2016. En el caso de las CCAA, la deuda acumulada en ese periodo pasó del
5,7 % del PIB a casi el 25 %. Además, durante la crisis, las dificultades de acceso
de las CCAA a los mercados financieros han convertido a la Administración cen­
tral  en  financiador  principal  de  sus  déficits  y  al  finalizar  2016,  más  de  la  mitad
de la deuda autonómica se encontraba en poder de la Administración central. 
53. El acuerdo alcanzado en el CPFF en 2009 para la reforma del SFA con­
templaba expresamente que la  mejora de la financiación de las CCAA debería
permitir reducir los déficits presupuestarios autonómicos. Como es sabido, la
acumulación de circunstancias adversas reflejadas en el diagnóstico del capítulo
1  no  permitió  cumplir  con  esas  expectativas,  mientras  que  el  endeudamiento
autonómico se multiplicaba casi por tres entre 2009 y 2016. El crecimiento de
la deuda ha sido paralelo a la escasez de recursos para mantener los servicios fun­
damentales ofrecidos por las CCAA en unos niveles de prestación  próximos a
los iniciales, pues el gasto efectivo de las mismas ha experimentado incrementos
algo inferiores a los de la población ajustada.
54. El  agravamiento  de la  crisis económica  en 2010  y la extraordinaria  ele­
vación de las primas de riesgo  en la  Eurozona  entre 2011 y 2013 provocaron
que  algunas  CCAA  no  pudieran  seguir  financiándose  en  los  mercados,  al
enfrentarse a  diferenciales prohibitivos en los tipos de interés. Ante esta situa­
ción,  el  Gobierno  central  introdujo  en  2012  dos  mecanismos  adicionales  de
financiación,  de  carácter  extraordinario:  el  Fondo  de  Pago  a  Proveedores  y  el
Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). El primero de ellos, vigente hasta 2014,
iba dirigido a aportar financiación condicionada para regularizar  el importante
volumen de deuda comercial acumulado en las CCAA, lo que estaba afectando
a  la  viabilidad  de  muchas  empresas.  El  segundo  de  ellos  tenía  como  objetivo
actuar como instrumento  principal de financiación para las CCAA  que lo soli­
citasen. Ante la  persistencia de las dificultades financieras y por el retraso en la
reforma  del  SFA,  esos  mecanismos  creados  en  su  momento  como  recursos
extraordinarios se han prorrogado en el tiempo, sin  un horizonte claro de des­
aparición.  Con  el  Real  Decreto­Ley  17/2014  se  produjo  una  redefinición  de
estos mecanismos, creándose el Fondo de Financiación a Comunidades Autó­
nomas (FFCA), con dos compartimentos, denominados FLA (heredero del cre­
ado en 2012) y Facilidad Financiera (FF). 
55. No obstante la generalidad de los problemas financieros de las CCAA, las
diferencias entre las mismas son sustanciales en lo que se refiere a la magnitud de
sus  déficits  y  deudas,  y  también  en  el  cumplimiento  en  los  últimos  años  de  los
objetivos de estabilidad asociados al Procedimiento de Déficit Excesivo. Tras esas
importantes diferencias en los niveles actuales de endeudamiento entre CCAA se
121
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

encuentran  tres  factores:  los  distintos  niveles  iniciales  de  deuda  en  el  momento
de  homogeneizar  sus  competencias;  las  significativas  diferencias  de  recursos  por
unidad de necesidad con los que han contado entre 2002 y 2016; y los niveles de
gasto por habitante en los que cada Comunidad Autónoma ha incurrido. Siendo
muy distintas las causas del endeudamiento que se deriva de cada uno de esos tres
factores, no tiene por qué darse el mismo remedio a todas las CCAA.
56. No atender a  la  factibilidad de los objetivos de déficits señalados a las
CCAA ha condicionado sustancialmente el cumplimiento de los mismos por las
Comunidades. Una  evaluación  previa de la  posibilidad de alcanzarlos por cada
Comunidad  habría  aconsejado  señalar  metas  diferenciadas  a  algunas  de  ellas,
dadas sus circunstancias, promoviendo de manera  más realista  la  cultura  de la
estabilidad. Habría  permitido, además, valorar adecuadamente las desviaciones
observadas en el  cumplimiento de los objetivos y disponer de mejores  razones
para impedir la financiación de esas desviaciones con el FLA. Carece de sentido
tanto  sancionar  el  incumplimiento  de  objetivos  inalcanzables  como  financiar
todo tipo de desviación de los mismos. 
57. El elevado nivel de endeudamiento de muchas CCAA plantea un grave
problema de sostenibilidad de su deuda y exige dilucidar qué condiciones deben
cumplirse para que vuelvan a estar en condiciones de acudir al mercado a obte­
ner financiación. Para ello, es necesario evaluar si resulta  imprescindible o  no
reducir su nivel de endeudamiento para hacerlo sostenible, realizando una rees­
tructuración.  La  respuesta  a  esa  pregunta  requiere  identificar  qué  CCAA  no
están ante un problema transitorio de liquidez por vencimientos, sino de insol­
vencia por la  imposibilidad de hacer frente a la  carga de la  deuda  (intereses y
principal). Esta valoración debería tener presente que un cambio en el escenario
de tipos de interés derivado de las  políticas del Banco Central Europeo, retor­
nando  a  tipos  más  normales  aunque  no  fueran  demasiado  altos,  agravaría  el
importe de la carga financiera y multiplicaría la probabilidad de que los proble­
mas fueran de insolvencia.

4.2.  PROPUESTAS
58.  A  la  vista  de  la  situación  descrita,  el  endeudamiento  autonómico  se
enfrenta  a  un triple desafío. En  primer lugar, la reconsideración de la  metodo­
logía para la fijación y seguimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria
y sostenibilidad financiera. En segundo lugar, el proceso de retirada de los meca­
nismos  adicionales  de  financiación  y  la  vuelta  de  las  CCAA  a  los  mercados
financieros en condiciones razonables.  Y, en tercer lugar, el  tratamiento de las
deudas acumuladas durante este período. 
122
Capítulo 5.  Especialidades territoriales, aspectos institucionales y recursos fuera del sistema

59. Para el retorno de las CCAA a los mercados financieros, es imprescindi­
ble considerar como referencia central de las medidas a tomar la ecuación de sos­
tenibilidad de la deuda. Según la misma, la evolución de la ratio deuda / PIB (o
la ratio deuda / ingresos corrientes) depende fundamentalmente del valor de par­
tida de dicha ratio, del tipo de interés real, la tasa  de crecimiento del PIB y la
evolución de ingresos y gastos de las CCAA. La posibilidad de alcanzar una cali­
ficación  crediticia  que  permita  el  regreso  a  los  mercados  de  una  Comunidad
depende, dado el  tipo  de interés y su  endeudamiento actual, del control de sus
gastos y del nivel de los ingresos que le ofrezca el nuevo modelo. 
60. La  Comisión  señala que la  contribución de los ingresos a la sostenibili­
dad de la deuda depende, en primer lugar, de las decisiones que se adopten sobre
el volumen global  de recursos de las  CCAA  acordado por el nuevo SFA, y su
capacidad de generar superávits primarios bajo condiciones de cumplimiento de
las reglas de gasto establecidas. Advierte también que los ingresos y los superávits
factibles dependen de la  asignación de los recursos entre CCAA que el  modelo
contemple, en función de los objetivos de nivelación decididos y los criterios de
cálculo  de  necesidades  por  habitante  adoptados.  Ambos  factores  han  tenido
implicaciones importantes para las trayectorias de endeudamiento de las distin­
tas Comunidades en el pasado.
61. En lo que atañe a las restricciones al endeudamiento autonómico previs­
tas  en  la  LOFCA,  la  Comisión  estima  conveniente  su  refuerzo,  debiendo  ser
consistentes con las establecidas en la LOEPSF. En este sentido, sería recomen­
dable incluir algunos ajustes necesarios para conseguir que los límites operen de
forma efectiva como mecanismo de alerta temprana, con  consecuencias reales
para  la gestión financiera. Asimismo,  parece razonable que el  régimen de auto­
rizaciones  estatales  se  incorpore  en  las  disposiciones  correspondientes  de  la
LOESPF. Finalmente, con objeto de conseguir mejoras sustanciales de los resul­
tados de coordinación del  endeudamiento, la  Comisión recomienda fortalecer
el papel actual del CPFF en este ámbito. 
62. Por lo que se refiere al reparto de los objetivos de déficit  y deuda  entre
niveles  de  gobierno  (reparto  vertical)  y  sobre  la  asignación  entre  las  CCAA
(reparto  horizontal),  la Comisión  considera deseable alcanzar,  desde una  pers­
pectiva  institucional, un  pacto interno de estabilidad,  sustentado en un amplio
acuerdo político. Este pacto interno debe compatibilizar la autonomía financie­
ra de las CCAA con las competencias exclusivas del Estado en la materia.
63. El reparto vertical del déficit y la deuda debería adecuarse a las condicio­
nes económicas y financieras de cada nivel de gobierno, contemplando las com­
petencias asumidas en cada caso y los respectivos niveles de gastos e ingresos, así
123
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

como su sensibilidad al ciclo económico. Por su parte, la distribución acordada
tendría  que  incluirse  en  la  aprobación  anual  del  Programa  de  Estabilidad  del
Reino de España que ha  de presentarse ante la Comisión  Europea. En ambos
casos, debería  ganar relevancia  el debate previo en el CPFF (e idealmente en el
Senado) antes de su  aprobación definitiva  por el Congreso de los  Diputados o
por el Consejo  de Ministros. En todo caso y con independencia  del  resultado
final acordado, los criterios en los que se base el reparto  vertical  deben atender
a la factibilidad de los objetivos y hacerse explícitos, con la máxima transparen­
cia. La LOEPSF debería incluir la regulación del procedimiento de reparto.
64. Al igual que en el reparto vertical, el acuerdo de distribución horizontal
de los objetivos de déficit y deuda deben estar sustentados en criterios explícitos,
conjugando  la  capacidad  de  sostener  económicamente  los  pasivos  financieros
correspondientes, el  impacto territorialmente asimétrico del  ciclo económico y
el  grado  de  cumplimiento  de  los  objetivos  que  anualmente  se  establezcan.  Es
necesario fijar objetivos justos y factibles, con el fin de no desestimular la disci­
plina  fiscal  ante  metas  inalcanzables,  algo  que  ya  ha  apuntado  la  AIReF.  La
Comisión considera que el análisis de estos condicionantes económicos y finan­
cieros debe realizarse de forma individualizada y transparente para cada Comu­
nidad  Autónoma,  en  un  marco  de  sendas  plurianuales  y  contemplando  su
compatibilidad con el objetivo conjunto asignado a las CCAA. Hay que advertir
que la perpetuación de objetivos idénticos para situaciones de partida diferentes,
lo mismo que el establecimiento no transparente de objetivos distintos, termina
debilitando la propia disciplina presupuestaria y financiera. 
65. Las medidas preventivas, correctivas y coercitivas previstas actualmente
en la LOEPSF presentan un grado de exigencia muy alto, aunque no todas han
sido  aplicadas  por  igual,  estando  incluso  algunas  inéditas.  En  este  sentido,  la
Comisión  recomienda reforzar los mecanismos preventivos y  de alerta  tempra­
na,  así  como  la  aplicación  del  principio  de  prudencia  financiera,  tratando  de
automatizar su  funcionamiento. En  los casos de incumplimiento, la Comisión
entiende  que  los  instrumentos  correctores  más  apropiados,  por  su  eficacia
potencial y su mayor respeto al principio de autonomía financiera, son los pla­
nes económico­financieros y los planes de reequilibrio, aprobados por el CPFF
previo informe de la AIReF, evitando su renovación inercial. Por lo que respecta
a las medidas coercitivas, se recomienda reducir el grado de discrecionalidad en
su activación. 
66.  La  Comisión  considera  que  debería  mejorarse  el  diseño  técnico  de  la
actual regla de gasto, especialmente en lo que concierne a su territorialización. En
relación  con  el  gasto  computable,  parece  conveniente  definirlo  a  partir  de  los

124
Capítulo 5.  Especialidades territoriales, aspectos institucionales y recursos fuera del sistema

empleos  no  financieros  máximos  que  se  corresponderían  con  el  cumplimiento
del  objetivo  de  estabilidad  presupuestaria  y  de  la  regla  de  gasto,  sin  considerar
además las medidas excepcionales y temporales autorizadas a los efectos de ambos
límites, ya que el sistema actual incentiva el incremento del gasto. Por otro lado,
también  sería  preciso  que  el  gasto  computable  de  cada  Comunidad  Autónoma
pueda adaptarse a los cambios en su financiación por la reforma del SFA.
67. En relación con el Fondo de Contingencia, la Comisión recomienda que
tenga una dotación mínima y suficiente para responder a sus objetivos, debien­
do fijarse de forma automatizada  como un porcentaje del  gasto  no financiero,
siendo aconsejable un  nivel mínimo para  todas las CCAA. La normativa  auto­
nómica de Hacienda y Presupuestos debería señalar la cuantía concreta del por­
centaje, delimitar los supuestos de utilización y establecer el  procedimiento de
control externo para verificar su cumplimiento, incluida la  justificación de las
necesidades imprevistas y no discrecionales.
68. Los mecanismos adicionales de financiación actualmente habilitados por
el Estado, en particular el FFCA, no deben contemplarse como un instrumento
permanente  de  financiación  sustitutivo  del  nuevo  SFA.  En  consecuencia,  la
Comisión considera conveniente establecer un plan ordenado con un calendario
para la retirada gradual del FFCA en el menor plazo posible. 
69. En  la  Comisión se ha  discutido a  fondo la  forma  en la  que se debería
metabolizar la deuda acumulada hasta el momento y, en particular, la canalizada
a través del  FFCA. De esa  discusión  han emergido dos posiciones que se dife­
rencian claramente en la opinión respecto a posibles quitas del principal.
70. Una parte mayoritaria de la Comisión considera que debe quedar fuera
de discusión el que los préstamos concertados hasta el momento con el FFCA y
sus antecesores, con independencia de su volumen acumulado y  de las causas
que  hayan  motivado  su  solicitud,  forman  parte  de  la  deuda  financiera  de  las
CCAA. En  consecuencia, la  amortización íntegra de su capital  y el pago  de los
intereses devengados son compromisos que deben cumplirse sin excepción algu­
na, porque generaría incentivos perversos de cara  al futuro  y sería  injusto  para
las CCAA  que han cumplido  en  mayor grado los compromisos de estabilidad
fiscal  y,  por  tanto,  utilizado  en  menor  medida  el  recurso  a  los  mecanismos
extraordinarios  de  liquidez.  Los  datos  demuestran  que  no  todas  las  CCAA  se
han esforzado en el mismo grado en el ajuste fiscal, recortando para ello gastos,
tratando de mejorar la eficiencia en el uso de los recursos, o haciendo uso de su
capacidad normativa  para  obtener recursos adicionales. No obstante, para faci­
litar la gestión financiera y de liquidez de las CCAA, ayudar a la vuelta progre­
siva de las CCAA a los mercados y favorecer la gradual reducción de los pasivos
125
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

acumulados, se acepta que podría ser aconsejable acometer una reestructuración
transparente de la  deuda  de las CCAA con el Estado, supervisada por el Banco
de España y  la AIReF, ampliando los plazos  de forma razonable, añadiendo  en
su caso nuevos períodos  de carencia  y fijando unos tipos de interés favorables,
que en ningún caso podrían suponer una bonificación respecto del coste medio
de la deuda  del  Estado. En  todo caso, este apoyo debería estar condicionado al
cumplimiento por parte de las CCAA beneficiarias de una serie de objetivos pre­
viamente acordados de consolidación fiscal y cumplimiento presupuestario.
71. El resto de la  Comisión estima  que la evaluación  de  la  reestructuración
de la deuda podría concluir que la vuelta al mercado de las CCAA requiere una
reducción de la misma. Esa compensación debería evitar, en todo caso, cubrir la
parte del  endeudamiento diferencial de las CCAA derivada de una  mayor  pro­
pensión relativa al gasto, pues en esta parte se concentra claramente el problema
de riesgo  moral. La  reestructuración podría  contemplar dos  tramos: el  primero
cubriría  un  porcentaje  común  para  todas  las  CCAA  por  la  insuficiencia  de
recursos padecida para financiar los servicios en el periodo 2009­2016; el segun­
do cubriría los incrementos de deuda derivados de las insuficiencias de financia­
ción  relativas  padecidas  por  algunas  CCAA  y  que,  pese  a  que  sus  gastos
primarios  homogéneos  han  sido  inferiores  a  la  media  por  habitante  ajustado,
debido a esa infrafinanciación tengan mayores dificultades para volver a los mer­
cados.  Ambos  tramos  podrían  operar  mediante  la  cancelación  parcial  de  los
préstamos concertados hasta  el  momento con el FFCA y sus antecesores. Estas
reestructuraciones deberían estar sujetas a la debida condicionalidad para asegu­
rar que las CCAA beneficiarias convergen hacia la eliminación del déficit estruc­
tural y al valor de referencia de la deuda en los plazos que se fijen.
72. Podría preverse un nuevo mecanismo de financiación extraordinaria que
sería aplicado exclusivamente para  atender situaciones financieras muy graves,
individualizables  y  debidamente  motivadas  sobre  un  análisis  de  las  causas  del
endeudamiento. Este mecanismo estaría  siempre sujeto a estricta  condicionali­
dad, de acuerdo  con un plan de ajuste aprobado por el Gobierno central, con
informe preceptivo de la AIReF, y cuya ejecución estaría sometida a supervisión
directa. Como  corolario, la  concesión de esta financiación  extraordinaria  debe­
ría estar acotada en el tiempo y nunca podría financiar desviaciones de gasto que
supongan incumplimiento  de los objetivos de déficit  aprobados, que deberían
ser establecidos de manera factible y sobre bases acordadas y objetivas. 
73. Como complemento de la regla de gasto, la Comisión considera deseable
promover la inclusión en el marco financiero de las CCAA de un sistema de fon­
dos  de  estabilización  presupuestaria  o  fondos  de  reserva  que  operen  como  fon­

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Capítulo 5.  Especialidades territoriales, aspectos institucionales y recursos fuera del sistema

dos de liquidez ante circunstancias muy adversas de la economía. Los elementos
nucleares del sistema (número de fondos, dotación, capitalización y utilización)
deberían estudiarse y definirse con detalle. Una vez diseñado técnicamente el sis­
tema,  su  contenido  y  funcionamiento,  debería  incorporarse  en  la  LOEPSF.  En
todo  caso,  la  Comisión  considera  deseable  configurar  el  instrumento  con  un
nivel mínimo de obligatoriedad. En cuanto a su dotación, una forma de acome­
ter esta sería redirigiendo los recursos derivados de la aplicación de la actual regla
de destino del superávit presupuestario contemplada en la LOEPSF, en lugar de
dedicarse íntegramente a reducir el nivel de endeudamiento neto.

127
VOTOS PARTICULARES

VOTO  PARTICULAR presentado por:
D. JUAN MANUEL RODRÍGUEZ POO, experto propuesto por la Comunidad
Autónoma  de  Cantabria;  D.  ALAIN CUENCA GARCÍA,  experto  propuesto
por  la  Comunidad  Autónoma  de  Aragón;  D.a NATIVIDAD FERNÁNDEZ
GÓMEZ,  experta  propuesta  por  la  Administración  General  del  Estado;
D.a ELENA MANZANO SILVA, experta propuesta por la Comunidad Autó­
noma de Extremadura; D. JAIME RABANAL GARCÍA, experto propuesto por
la Comunidad Autónoma de Castilla y León, y D. JUAN JOSÉ RUBIO GUE­
RRERO,  experto propuesto por la Comunidad Autónoma de  La Rioja.

Los  miembros  de  la  comisión  de  expertos  para  la  revisión  del  sistema  de  financiación
autonómica abajo firmantes presentan el siguiente Voto particular a los párrafos 4, 35, 40
y 44 del capítulo 4. 
Consideramos que la eliminación de la cláusula de statu quo no  es  deseable debido
tanto a razones teóricas como de tipo más práctico. 
La recomendación de la comisión se fundamenta, en nuestra opinión, en la idea de
construir un modelo de financiación con un criterio claro de reparto de los recursos dis­
ponibles.  Criterio  que,  en  el  caso  de  existir  un  solo  fondo,  consiste  en  establecer  un
objetivo de nivelación parcial, fijado por consenso político, en base a la capacidad fiscal,
ingresos tributarios en términos normativos, y a las necesidades de gasto de los servicios
públicos (SP) que se determinan a partir  de establecer la igualdad de financiación por
unidad de necesidad, es decir, población ajustada, utilizando para ello distintos indica­
dores que se considera, reflejan adecuadamente los costes de prestación de los SP de
cada comunidad autónoma.
De esta manera, establecido el objetivo de nivelación, la financiación por población
ajustada se presenta como un criterio operativo de equidad que requiere la eliminación
de cualquier otro elemento, como la cláusula del statu quo que distorsione su aplicación
y el funcionamiento del modelo.
La anterior recomendación se basa en  algunos argumentos cuya evidencia teórica y
empírica  por  su  impacto  en  la  financiación  y  presupuestos  de  algunas  comunidades
autónomas pueden y deben discutirse:
i) No existe evidencia empírica concluyente de que, las ponderaciones y las varia­
bles  elegidas  para  elaborar  el  llamado  indicador  de  necesidades  de  gasto  apro­
ximen  de  forma  adecuada  los  costes  de  las  Comunidades  Autónomas  en  la
provisión de los servicios públicos. De hecho han sido variables cuya definición
y ponderaciones han ido cambiando a lo largo de los diferentes modelos. En el
apartado (vi) de nuestra exposición de motivos mostramos una evidencia empí­
rica  de  las  deficiencias  que  presenta  el  indicador  de  necesidades  para  explicar
los gastos en Servicios Públicos Fundamentales (SPF) de las comunidades autó­
nomas.

131
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

ii) Tampoco existe un consenso claro (ver apartado sobre cálculo de tributos cedi­
dos ­ financiación normativa) sobre el cálculo de los valores normativos en algu­
nas  figuras tributarias. De hecho,  el Acuerdo 6/2009 del  CPFF  que sienta  las
bases para el  vigente modelo de financiación, reconoce que la estimación de la
recaudación  normativa  “resulta  muy  alejada  de  la  realidad”  sin  que  hasta  la
fecha se pueda afirmar que esta situación haya mejorado.
iii) Como consecuencia de lo anterior, la variable “financiación per cápita ajustada”
está sujeta a errores de especificación y medida, tanto en el numerador como en
el denominador, y por ello tiene muchas dificultades para responder adecuada­
mente como la única guía en el ámbito de la nivelación.
iv) De hecho, el papel principal de la cláusula de statu quo ha sido recoger una serie
de costes, principalmente fijos, diferentes de los recomendados en la “partida de
costes  fijos” por la  Comisión de Expertos, que las  variables de necesidades no
son  capaces  de  reflejar  adecuadamente.  Las  variables  de  necesidad  están  más
ligadas a la demanda de servicios públicos y no recogen todos los costes deriva­
dos de mantener una determinada oferta mínima e imprescindible,  que varía
según las  características  particulares de cada comunidad autónoma y de cómo
estuvieran organizados los servicios públicos con anterioridad a su transferencia.
No debe olvidarse que es todavía en 2002 cuando diez Comunidades reciben la
transferencia de los servicios sanitarios, que representa en torno al 40 por ciento
de  su  gasto  presupuestario.  Por  tanto,  el  coste  efectivo,  en  tanto  no  existan
aproximaciones técnicas a la estimación de costes más robustas, debe tenerse en
cuenta. 
v) Como  consecuencia  de  todo  lo  anterior,  no  parece  razonable  eliminar  del
modelo de financiación mecanismos (como el de statu quo), que podrían incor­
porar  estructuras  de  costes  inherentes  a  las  comunidades  autónomas  y  que,
hasta ahora, el indicador de necesidades  de gasto no ha sido  capaz de incorpo­
rar. La cláusula de statu  quo establecida a lo largo de los  diferentes modelos de
financiación ha  ido  incorporando información sobre los  costes efectivos  en la
prestación de los Servicios Públicos Fundamentales a los que en su momento se
efectuaron las  transferencias,  información que no  puede ser desdeñada  por su
impacto en la financiación de algunas comunidades autónomas.
vi) Un sencillo análisis econométrico cuyo desarrollo no es objeto de este voto par­
ticular  (ver  final  del  voto  particular  para  detalles  técnicos),  ofrece  resultados
suficientes sobre las importantes limitaciones  que el indicador de necesidades
de gasto presenta para explicar de manera homogénea la evolución del nivel de
gasto  en servicios públicos  fundamentales de las diferentes  comunidades  autó­
nomas. 
a.   Aunque el indicador de necesidades de gasto es significativo para explicar la
evolución del gasto de las comunidades autónomas (p­valor de 0.0645), sin
embargo su efecto sobre la evolución  en el  tiempo del gasto en SPF  de  las

132
Votos particulares

comunidades  autónomas  es  muy  heterogéneo  (el  p­valor  del  contraste  de


igualdad  de  interceptos  es  aproximadamente  cero).  Es  decir,  el  rango  de
variabilidad en la capacidad explicativa del  indicador de necesidad  es muy
amplio; en algunas comunidades autónomas llega a explicar más del 80 por
ciento de su gasto en SPF a lo largo del tiempo, mientras que en otras apenas
explica en un mísero 5 por ciento del citado gasto. 
b.   Las desviaciones  más significativas  sobre el  indicador de  necesidad de gasto
se  producen  en  las  comunidades  autónomas  con  menor  población  y  esto
lleva a pensar que hay variables de  necesidad que no responden a los costes
de prestación de  servicios  públicos fundamentales.  Los costes  estructurales
en  la  prestación  de  determinados  servicios  hacen  que  estas  Comunidades
tengan una desviación más pronunciada en términos de financiación homo­
génea  por  habitantes  ajustado.  El  coste  efectivo  contó  en  su  día  con  una
metodología común y la evolución de la financiación a lo largo  de los  años
ha tenido unos parámetros muy parecidos que parecen explicar estas desvia­
ciones. Entendemos que las diferencias en el coste de prestación son las que
realmente explican estas desviaciones.
vii) En definitiva, de no mejorarse este indicador de necesidades de gasto, no parece
que el  indicador propuesto en el Capítulo  4 vaya a aproximar de forma apro­
piada el coste de prestación de los servicios públicos en que incurren las comu­
nidades  autónomas.  Esta  reserva  es  compartida  por  la  Comisión  cuando
recomienda mejorar las estimaciones técnicas de los distintos indicadores. Pare­
ce por tanto evidente que un criterio de nivelación basado solo en este indicador
de necesidades puede presentar serios errores que podrían conducir a un reparto
de la financiación que se aleja de lo deseado en términos de equidad.
Por todo lo anterior defendemos que debe de mantenerse la existencia de una cláu­
sula de statu quo que cumple, a nuestro juicio, dos funciones de vital importancia en el
nuevo modelo de financiación:
1. Corregir, a través de los  costes efectivos y otros  aspectos  tenidos en cuenta en
anteriores cláusulas de statu quo, errores de  especificación en el  cálculo de las
necesidades de gasto de las comunidades autónomas que influyen en los costes
de prestación de los servicios públicos. Dicha corrección se efectúa incluyendo
aquellos costes  específicos de cada comunidad que las variables de necesidades
de gasto son incapaces de recoger (ni las que se han utilizado en modelos ante­
riores ni las que se proponen para el modelo actual).
2. Evitar  que,  en  ausencia  de  garantía  de  fondos  adicionales  que  minimicen  los
desequilibrios  verticales  actualmente  existentes,  los  nuevos  indicadores  de
reparto actúen como en un modelo de suma cero provocando que la pérdida de
financiación de algunas comunidades autónomas sea tan importante que pueda
poner seriamente en cuestión su equilibrio presupuestario y la sostenibilidad de
sus finanzas.

133
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

En consecuencia, proponemos la siguiente redacción alternativa para los párrafos 4,
35, 40 y 44 del Capítulo 4:
4. El funcionamiento del SFA vigente origina diferencias de financiación por habitante
y por habitante ajustado entre las Comunidades Autónomas de régimen común que en algún
caso  podrían  no  solo  responder  a  las  variables  y  ponderaciones  que  en  el  modelo  persiguen
captar las diferencias en las necesidades de gasto o a las capacidades fiscales. El nuevo sistema
debería ser capaz de justificar por sí mismo y de forma más transparente y objetiva las dife­
rencias en la financiación entre CCAA para evitar los sentimientos de agravio comparativo.
35. En esta sección se ofrece una propuesta sobre la estructura del nuevo modelo de finan­
ciación. De  acuerdo con el diagnóstico recogido en el capítulo  1 del presente Informe,  una
vez acordado un determinado equilibrio vertical de partida se pretende simplificar la estruc­
tura del sistema de financiación, hacerlo más transparente y dotarlo de un criterio explícito
de reparto. El grado de nivelación horizontal del modelo vendría determinado por dos pará­
metros que deberían fijarse en una negociación política que no corresponde a esta Comisión.
40. El porcentaje de los  ingresos normativos autonómicos distintos del IVA  e IIEE que
se  integra  en  el  FBF,  al  que  se  denominará  Coeficiente  de  Aportación  al  Fondo  Básico
(CAFB), determina de forma directa el grado de nivelación que este Fondo genera y, junto
con el peso del FNV en los recursos totales, la del conjunto del sistema, en ausencia del Fondo
de Suficiencia (FS). El valor del CAFB se negociaría por todas las administraciones impli­
cadas y debería fijarse de tal forma que, en el año base del sistema, la suma de las dotaciones
totales del  FBF  y el FNV  permita,  al menos,  la nivelación total del gasto en SPF que se
acuerde,  sin  que esta restricción de mínimos  al grado de nivelación del sistema condicione
en modo alguno la composición del gasto de cada comunidad. Por otro lado, el sistema sería
compatible con la nivelación plena de todos los recursos, antes del FS, que marcaría el tope
superior al grado de nivelación permitido. El peso relativo del FNV  y del FS también será
objeto de negociación en las condiciones que se fijan más adelante.
44. En el año base del nuevo sistema, para cada comunidad autónoma, los recursos nor­
mativos totales a competencias homogéneas serán superiores o iguales a los liquidados con la
Ley 22/2009. Si los recursos normativos totales a competencias homogéneas resultaran infe­
riores a los liquidados con la Ley 22/2009 en el año base, se dotará para cada Comunidad
afectada un Fondo de Suficiencia (FS) en la cantidad necesaria para que se satisfaga la con­
dición de igualdad antes citada.  El Fondo de Suficiencia evolucionará con el resto de los
Fondos de acuerdo a lo  recomendado en el párrafo 55  de este Capítulo y la determinación
de su evolución queda en todo caso abierta a la negociación política.

Firman este VOTO PARTICULAR:
D. JUAN MANUEL RODRÍGUEZ POO; D. ALAIN CUENCA GARCÍA; D.a NATIVIDAD
FERNÁNDEZ GÓMEZ; D.a ELENA MANZANO SILVA; D. JAIME RABANAL GARCÍA, y
D. JUAN JOSÉ RUBIO GUERRERO

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Votos particulares

Modelo econométrico: detalles técnicos
Especificamos el siguiente modelo econométrico que relaciona los gastos en servi­
cios públicos fundamentales de las comunidades autónomas en función del indicador
de necesidades de gasto a lo largo del tiempo,
yit = exp (δi + β Xit + Uit )
donde el sub­índice i = 1, ..., N representa las comunidades autónomas (N = 15) y el sub­
índice t toma valores 2012, 2013 y 2014. Las variables del modelo son:
yit :  Gasto total (Sanidad + Educación + Servicios Sociales). Fuente: IGAE.
Xit : Población ajustada (liquidación del modelo de financiación en vigor).
δi : Heterogeneidad individual. Características de la Comunidad Autónoma i­ésima no
recogidos por la variable X.
Uit : Término de error idiosincrático.
δ = N ­1 Σi δi
Los resultados de la estimación para las 15 Comunidades Autónomas de régimen
común y los años 2012, 2013 y 2014 son:
Model 1: Fixed­effects, using 45 observations

Included 15 cross­sectional units

Time­series length = 3

Dependent variable: l_gasto

Coefficient Std. Error t­ratio p­value



δ 7.90501 0.283029 27.9300 <0.0001 ***

β 1.85173e­07 9.63648e­08 1.9216 0.0645 ***

Mean dependent var 8.448848 S.D. dependent var 0.876790


Sum squared resid 0.011216 S.E. of regression 0.019666
LSDV R­squared 0.999668 Within R­squared 0.112946
LSDV F(15, 29) 5828.740 P­value(F) 2.88e­46
Log­likelihood 122.8323 Akaike criterion −213.6646
Schwarz criterion −184.7580 Hannan­Quinn −202.8885
Rho −0.399472 Durbin­Watson 1.862193

Joint test on named regressors ­
Test statistic: F(1, 29) = 3.69248
with p­value = P(F(1, 29) > 3.69248) = 0.0645351
Test for differing group intercepts ­
Null hypothesis: The groups have a common intercept
Test statistic: F(14, 29) = 886.044
with p­value = P(F(14, 29) > 886.044) = 3.08959e­034

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VOTO  PARTICULAR presentado por:
D.  FRANCISCO ADAME MARTÍNEZ,  experto  propuesto  por  la  Comunidad
Autónoma de Andalucía; D. JESÚS F. SANTOS PEÑALVER, experto propuesto
por la Comunidad Autónoma de Castilla­La Mancha, y D.a ELENA MANZA­
NO SILVA, experta propuesta por la Comunidad Autónoma de Extremadura.

Se emite voto  particular  a las  referencias que se realizan en el  texto del  Informe  de


la Comisión a:
a) La ordenación de las Comunidades Autónomas en términos de financiación por
habitante ajustado, en concreto a los párrafos 38 y 39 del capítulo 4. 
b) Los recursos disponibles por Comunidades Autónomas por unidad de necesidad,
párrafo 40 del capítulo 4.

Texto que debería eliminarse del Informe a juicio de los firmantes del Voto y redacción
que se propone como alternativa.

1)  Párrafo 38 del capítulo 4
En este párrafo se propone eliminar el siguiente texto:
“Los  recursos aportados por el FNV no  deberían alterar la ordenación de las CCAA  en
términos de financiación por habitante ajustado.”
Tras dicha eliminación, la redacción de este párrafo quedaría así:
“38. El FNV se nutriría con recursos aportados por el Estado y se repartiría entre CCAA
con  el  objetivo de reducir la desigualdad  en financiación por habitante ajustado  a compe­
tencias homogéneas que pudiera persistir tras la aplicación del Fondo Básico como resultado
de las diferencias existentes entre CCAA en términos de los recursos tributarios normativos
que no se aporten a dicho Fondo.”

2)  Párrafo 39 del capítulo 4
En este apartado se propone eliminar el siguiente texto:
“Respetando esta condición, una posibilidad sería la de repartir el FNV de forma que se
elimine una fracción, igual para todas las CCAA y tan grande como sea posible, del diferen­
cial de financiación por habitante ajustado a competencias homogéneas que exista entre cada
comunidad y la comunidad con mayor financiación por habitante ajustado tras la aplicación
del FBF. Otra posibilidad sería repartir.”
Tras esta eliminación, la redacción del párrafo quedaría así:
“39 El FNV se repartirá de forma que corrija más las desventajas de las comunidades con
menor financiación por habitante ajustado, aplicándose primero a corregir la diferencia entre
los  recursos  por  habitante  ajustado  de  la  última  comunidad  en  financiación  con  la  penúlti­
ma,  de  ambas  con  la  antepenúltima  y  así  sucesivamente.  Si  la  dotación  del  FNV  fuese  sufi­
ciente para conseguir la nivelación total de la financiación por habitante ajustado, cualquier

137
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

remanente  se  repartiría  en  proporción  a  la  población  ajustada.  La  dotación  del  FNV  evolu­
cionaría  con  el  índice  de  evolución  que  se  describe  en  la  sección  6  del  presente  capítulo.”

3)  Párrafo 40 del capítulo 4
En este párrafo se propone incorporar la siguiente frase:
“Siempre que quede garantizado que, después de la aplicación del FNV, todas las CCAA
dispondrán de los mismos recursos por habitante ajustado.”
Tras esta incorporación, la redacción de este párrafo quedaría del siguiente modo:
“40. El porcentaje de los ingresos normativos autonómicos distintos del IVA e IIEE que
se  integra  en  el  FBF,  al  que  se  denominará  Coeficiente  de  Aportación  al  Fondo  Básico
(CAFB), determina de forma directa el grado de nivelación que este Fondo genera y, junto
con el peso del FNV en los recursos totales, la del conjunto del sistema en ausencia del statu
quo. El valor del  CAFB  se negociaría por todas las administraciones implicadas y debería
fijarse de tal forma que, en el año base del sistema, la suma de las dotaciones totales del FBF
y el FNV permita, al menos, la nivelación total del gasto en SPF que se acuerde, siempre que
quede garantizado  que,  después  de  la aplicación del FNV, todas las CCAA dispondrán de
los mismos recursos por habitante ajustado, sin que esta restricción de mínimos al grado de
nivelación del sistema condicione en modo alguno la composición del gasto de cada comu­
nidad. Por otro lado, el sistema sería compatible con la nivelación plena de todos los recur­
sos, que marcaría el tope superior al grado de nivelación permitido. El peso relativo del FNV
también será objeto de negociación en las condiciones que se fijan más adelante.”

JUSTIFICACIÓN
Los firmantes de este voto  no están de acuerdo con la invocación  del principio  de
ordinalidad como  límite a la nivelación que debe operar el  Fondo de Nivelación Ver­
tical. En nuestra opinión, esta formulación no resulta compatible con el principio cons­
titucional de solidaridad. 
El principio de solidaridad es un pilar básico de la financiación autonómica y como
tal aparece mencionado en diversos preceptos de la Constitución (arts. 2, 138. 1, 156. 1
y 156. 2). Su papel central ha sido constantemente reiterado tanto por la doctrina como
por  el  Tribunal  Constitucional  en  numerosos  pronunciamientos  que  para  no  cansar  al
lector no vamos a reproducir aquí.
Con el fin de exponer con la máxima claridad los argumentos que justifican nuestra
discrepancia con el  Informe en este punto concreto debemos  comenzar por concretar
de dónde viene la regla o principio de ordinalidad porque lo cierto y verdad es que en
la Constitución española no figura en ningún precepto.
El principio de ordinalidad  está inspirado en la “prohibición de nivelación” que se
aplica en el  sistema de financiación de los  Länder  alemanes. Esta prohibición no está
expresamente prevista en la Constitución alemana, sino que ha sido una creación juris­
prudencial  del  Tribunal  Constitucional  federal.  Como  bien  ha  explicado  MEDINA
GUERRERO dicho Tribunal ha ido fraguando una doctrina en virtud de la cual el ajuste
financiero horizontal ha de reducir las diferencias de capacidad financiera entre los Län­

138
Votos particulares

der, pero  no eliminarlas  totalmente.  En todo  caso, conviene aclarar que esta “prohibi­


ción de nivelación” se articula en Alemania como apunta este autor “en torno a un con­
cepto concreto jurídicamente perfilado (el de “capacidad financiera”) y opera en el seno
de una Constitución financiera específica, que, naturalmente, presenta sus peculiarida­
des frente a nuestro bloque de la constitucionalidad”14 .
En  el  caso  español,  ni  hay  un  precepto  constitucional  que  recoja  el  principio  de
ordinalidad, ni tampoco una doctrina jurisprudencial consolidada del Tribunal Cons­
titucional  que  defienda  la  vigencia  de  este  principio.  Sin  embargo,  partiendo  de  esa
doctrina  del  Tribunal  Constitucional  alemán  el  principio  de  ordinalidad  se  incorporó
al  artículo  206.5  del  Estatuto  de  Autonomía  de  Cataluña  con  ocasión  de  su  reforma
por  la  Ley  Orgánica  6/2006,  de  19  de  julio,  2006,  articulándose  en  los  siguientes  tér­
minos:
“El Estado garantizará que la aplicación de los mecanismos de nivelación no altere en nin­
gún caso la posición de Cataluña en la ordenación de rentas per cápita entre las Comunida­
des Autónomas antes de la nivelación.”
Son muchos los autores que se han pronunciado en contra de la viabilidad del prin­
cipio  de ordinalidad  que  se introduce en este precepto.  Entre ellos nos gustaría citar a
DE LA FUENTE y GUNDÍN que poco después de la entrada en vigor de la reforma de
dicho Estatuto escribían que dicho principio no era “una restricción razonable”.  Y  lo
explicaban  del  siguiente  modo:  “Dadas  dos  Comunidades  con  niveles  de  renta  por
habitante muy  similares  pero  con necesidades de gasto diferentes  por los motivos  que
sea, no resulta obvio que una inversión del ranking de renta per cápita como consecuen­
cia de la aplicación del sistema de financiación sea necesariamente injusta.”15
En el momento  actual, el citado  Estatuto  de Autonomía es  la única norma vigente
en el ordenamiento español que hace referencia a dicho principio. Ni la Constitución,
ni la LOFCA, ni la tantas veces citada Ley 22/2009  –Ley  ordinaria dictada para des­
arrollar los aspectos básicos  del sistema de financiación de las Comunidades Autóno­
mas  no  sometidos  a  reserva  de  Ley  Orgánica–,  mencionan  a  la  ordinalidad  como
principio inspirador de la actividad financiera de las Comunidades Autónomas.
A la vista de lo anterior, la pregunta que debemos hacernos  es la siguiente:  ¿puede
una regla que está recogida  exclusivamente en un Estatuto  de  Autonomía  convertirse
en un principio básico del sistema de financiación de todas  las  Comunidades  de régi­
men común? Entendemos que no y vamos a explicar a continuación por qué. 
Antes de ello nos gustaría dejar apuntado que según la doctrina el  citado  precepto
estatutario ya de por sí es un texto poco preciso que deja un amplio margen de manio­
bra al  proceso  político para la fijación de su alcance,  toda  vez –y así lo recuerdan los
tres autores antes citados– que no determina las variables que hay que tomar en consi­
deración para apreciar cuándo hay un cambio en la ordenación de las rentas, ni cuáles

14
MEDINA GUERRERO (2011), págs. 483­484.
15
DE LA FUENTE y GUNDÍN (2007), pág. 176.

139
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

son los mecanismos de nivelación cuya aplicación justificaría la puesta en marcha de
esta hipotética garantía.
Constatada  la  imprecisión  con  que  se  formuló  la  regla  de  ordinalidad  –obsérvese
que está planteada en términos de renta per cápita– la cuestión sobre la que ahora debe­
mos pronunciarnos es si un Estatuto de Autonomía puede establecer reglas que contra­
vengan o no estén previstas en la LOFCA como por ejemplo la introducción de límites
a la solidaridad que afecten al sistema de financiación de las Comunidades de régimen
común.  En  aras  de  la  simplicidad  y  sobre  todo  de  la  claridad  no  podemos  entrar  a
fondo en este voto particular en el análisis de la relación entre la reserva de ley orgánica
del artículo 157. 3 CE y los Estatutos de Autonomía desde la perspectiva del sistema de
fuentes  normativas  de  la  financiación  autonómica.  En  todo  caso,  sí  queremos  dejar
indicado que la doctrina patria ha mantenido sin ambages que en caso de colisión entre
una norma estatutaria y la LOFCA ha de prevalecer ésta siempre y cuando esté afectada
una de las materias mencionadas en el artículo 157. 3 CE.
En consonancia con lo anterior, la valentior pars  doctrinae ha venido  defendiendo
que los aspectos básicos del sistema de financiación de las  Comunidades Autónomas
deben estar regulados en la LOFCA,  porque si bien la relación entre la LOFCA y los
Estatutos no  es de jerarquía sino de competencia, de acuerdo con una  reiterada juris­
prudencia  del Tribunal  Constitucional  (véase en particular su Sentencia 247/2007) la
LOFCA tiene prevalencia como  norma  delimitadora de la  competencia autonómica,
dada su naturaleza de Ley orgánica de expresa reserva en la Constitución.
En efecto,  nuestro  Tribunal  Constitucional  ha venido poniendo de relieve el  papel
central que tiene la Ley  Orgánica  que se dicte exartículo  157. 3  CE  en el sistema de
fuentes regulador de  la financiación de las  Comunidades Autónomas.  Baste traer aquí
a  colación  su  Sentencia  192/2000,  en  cuyo  Fundamento  Jurídico  4.o se  afirma  que
dicho precepto  “reenvía a una Ley Orgánica a  fin de que sea ésta quien establezca los
rasgos generales de los mecanismos de financiación autonómica”, pues nuestra Consti­
tución “no  predetermina  cuál haya de  ser el sistema de financiación autonómica, sino
que atribuye esa  función a una Ley Orgánica, que cumple de este modo  una función
delimitadora de las competencias financieras estatales y autonómicas previstas en el ar­
tículo 157 CE”. Y en su Fundamento Jurídico 10.o se añade que a partir de la LOFCA
“el Estado, dentro de los márgenes que la Constitución le otorga y respetando los prin­
cipios y las competencias financieras  autonómicas en ella establecidas (...) está  consti­
tucionalmente  habilitado  para  establecer  uno  u  otro  sistema  de  financiación
autonómica, y así se  ha puesto de manifiesto en las  sucesivas  reformas  de la LOFCA
operadas por la Ley Orgánica 1/1989 o la Ley Orgánica 3/1996”.
Con  meridiana claridad se ha referido a la  relación LOFCA­Estatutos de Autono­
mía RODRÍGUEZ BEREIJO, expresidente del Tribunal  Constitucional. A juicio  de este
Profesor,  cuya opinión suscribimos,  la  función de la LOFCA “es delimitar la autono­
mía y las competencias financieras asumidas por las Comunidades Autónomas regulan­
do y condicionando el ejercicio de estas competencias: por lo cual sus disposiciones no
pueden ser contravenidas o simplemente ignoradas  por la Comunidad Autónoma, ni
140
Votos particulares

siquiera por su Estatuto  de Autonomía”. Y prosigue diciendo:  “Porque la razón de ser


y la función de la LOFCA es el diseño de un sistema de financiación autonómica dota­
do  de  coherencia  interna  y  de  homogeneidad  de  modo  que  sea  aplicable  a  todas  las
Comunidades  Autónomas  de  régimen  común;  habilitando  para  ello  la  intervención
unilateral del Estado en este ámbito competencial a fin de asegurar la integración de las
diversas partes del sistema en un conjunto unitario, con un mínimo grado de homoge­
neidad en el sistema de financiación y evitando así que quedase exclusivamente al albur
de lo que se decidiese en el procedimiento de elaboración de cada uno de los Estatutos
de Autonomía, para decirlo con las palabras de la STC 68/1996, FJ 9.o (...).”16
Parafraseando a este autor se puede pues concluir sobre este punto que en un Esta­
tuto de Autonomía se pueden recoger normas referidas a la financiación autonómica
que complementen la regulación de la Constitución,  pero esas  normas tienen que ser
susceptibles  de ser integradas en el  sistema cuyos  elementos fundamentales  están pre­
vistos en la LOFCA o en cualquier  otra Ley Orgánica que  el  Estado pueda dictar al
amparo de lo previsto en el artículo 157. 3 CE y sólo pueden ser definidos por éste en
virtud  de  lo  previsto en el  artículo 156  CE  y en desarrollo de la competencia que al
Estado le  atribuye la Constitución en materia  de Hacienda General  (art. 149. 1. 14.a
CE). O dicho  de otra  manera tal  vez más clara,  por si pudiera quedar alguna  duda de
lo que queremos decir: en el  ordenamiento  español  la norma  encargada de la articula­
ción concreta del sistema de financiación de las Comunidades especificando  el  papel
que han de desempeñar en el mismo los recursos financieros que la Constitución enu­
mera a título  ejemplificativo  en su artículo 157 y concretando los instrumentos para
hacer efectivo el principio de solidaridad interterritorial es la LOFCA y no los Estatutos
de Autonomía, por mucho que tengan rango de Ley orgánica.
La sólida doctrina que tiene elaborada nuestro Tribunal Constitucional sobre el papel
de  coordinación  que  el  Estado  está  llamado  a  desempeñar  en  base  al  artículo  157. 3  de
la  Constitución  con  el  fin  de  alcanzar  una  homogeneidad  en  el  sistema  de  financiación
de  las  Comunidades  Autónomas  es  invocada  cada  vez  que  el  mismo  tiene  que  pronun­
ciarse sobre alguna cuestión relacionada con la financiación autonómica, como ha suce­
dido  por  poner  un  ejemplo  más  reciente  en  su  Sentencia  101/2016,  de  25  de  mayo,  a
propósito de la constitucionalidad de diversos preceptos de la Ley Orgánica 9/2013, de
20 de diciembre, que reforman las leyes orgánicas de financiación autonómica y de esta­
bilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera.
A la  luz de esta doctrina  constitucional  la conclusión a la  que inexorablemente se
llega es que el sistema de financiación es una facultad estatal. A partir de ahí, como bien
ha explicado RAMOS PRIETO, no queda otra opción hermenéutica que “concluir que los
Estatutos de Autonomía no pueden situarse al margen del sistema de financiación que
en cada momento defina con carácter general el Estado, a través de la LOFCA y de sus
sucesivas modificaciones”17.

16
RODRÍGUEZ BEREIJO (2008), págs. 2974­2975.
17
RAMOS PRIETO (2008), pág. 74.

141
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

En este sentido queremos de nuevo traer a colación a RODRÍGUEZ BEREIJO, expresi­
dente del  Tribunal  Constitucional,  que ha concluido que la introducción de límites  a
la solidaridad,  al  incidir sobre el  conjunto del sistema, no puede ser regulada unilate­
ralmente por un Estatuto de Autonomía, afirmando a propósito del principio de ordi­
nalidad  que  es  “totalmente  novedoso  y  ajeno  a  los  criterios  y  principios  del  sistema
diseñado por la  LOFCA,  pero que, en todo  caso, no cabe establecer de manera  unila­
teral por el Estatuto de una Comunidad Autónoma, sino que compete exclusivamente
al Estado mediante la correspondiente modificación de la LOFCA, al afectar a todas las
Comunidades Autónomas de régimen común”. En su opinión, compartida plenamente
por los firmantes de este voto particular, la introducción de limitaciones de este tipo a
la nivelación financiera  responden a una idea que es  “profundamente regresiva e  inso­
lidaria y subvierte los principios y la configuración que de la Hacienda pública se con­
tienen en nuestra Constitución”18.
Es cierto que el Tribunal Constitucional en su Sentencia 31/2010, de 28 de junio,
no  declaró  inconstitucional  el  artículo  206. 5  del  precitado  Estatuto  de  Autonomía.
Ahora bien, también hay  que decir  que  el Tribunal salvó  la constitucionalidad  de esta
norma en  base a  la llamada doctrina  de la interpretación conforme a la  Constitución
–abusando de esta técnica tan utilizada por la Corte Constitucional italiana– y con un
razonamiento ciertamente ambiguo. Además,  en el  Fundamento  Jurídico 134  de esta
Sentencia, el Tribunal ha reducido el margen de maniobra en orden a su concreción al
afirmar que “la garantía del  Estado  a que se refiere este precepto sólo  operaría cuando
la alteración de la posición de  la Comunidad Autónoma de Cataluña se debiera, no  a
la aplicación general de los mecanismos de nivelación, sino exclusivamente a la aporta­
ción que realizase Cataluña como  consecuencia de su posible participación en dichos
mecanismos”.
La propuesta de añadir en el  párrafo 40 del  capítulo 4 una  garantía para asegurar
que, después de la aplicación del FNV, todas las CCAA dispongan de los mismos recur­
sos por habitante ajustado, se justifica por la interpretación que hacen los firmantes de
los principios constitucionales de solidaridad y sobre todo de equidad. 
Desde  esta perspectiva conviene hacer notar que existen dos  corrientes doctrinales
en lo referente al grado de nivelación horizontal respecto a los recursos del SFA. Por un
lado, estarían los autores  que se posicionan por la  nivelación plena,  ya sea exclusiva­
mente de los servicios públicos fundamentales o de todos los servicios. Y por otro lado,
tendríamos a aquellos que entienden que, aunque debe existir un cierto grado de nive­
lación, este no debe ser pleno puesto que así se reduciría significativamente la capacidad
tributaria  de  las  Comunidades  Autónomas  que  debe  primar  en  un  modelo  como  el
nuestro.
En el modelo de financiación que se propone por la Comisión se deja a la negocia­
ción  de  las  Administraciones  Central  y  Autonómicas,  tanto  los  recursos  que  el  SFA
debe tener (nivelación vertical) como el grado de nivelación horizontal entre las CCAA,

18
RODRÍGUEZ BEREIJO (2008), pág. 2983.

142
Votos particulares

sin pronunciarse explícitamente por los importes y porcentajes que determinan dichos
conceptos.
Sobre la base de que los españoles domiciliados en los distintos territorios que con­
forman  nuestro  país  son  los  que  soportan  los  tributos,  y,  al  mismo  tiempo,  son  los
receptores de los servicios, existe un criterio universalmente aceptado en virtud del cual
los ciudadanos no tienen derecho a recibir más o mejores servicios públicos por sopor­
tar más tributos que otros, puesto que los tributos financian en su integridad los gastos
públicos  del  Estado,  sin  que  se  puedan  condicionar  individualmente.  Por  la  misma
razón, no se justifica conceptualmente que un conjunto de ciudadanos que paguen más
tributos tenga derecho  a recibir  más  y/o  mejores  servicios  públicos  que otro conjunto
de ciudadanos cuya contribución sea menor, como consecuencia de una inferior renta
per cápita, puesto que el derecho a recibir los servicios públicos no está en relación con
la renta per cápita ni con los tributos que se satisfacen.
Los  autores de este voto  particular son firmes partidarios  de una nivelación plena,
pues entendemos que todas las Comunidades Autónomas han de disponer de los mis­
mos recursos por habitante ajustado, con independencia tanto de su capacidad  como
de su esfuerzo fiscal.
Además  de lo  anterior y  como  complemento del  principio de solidaridad conviene
recordar  que  la  Constitución  consagra  en  su  artículo  139. 1  el  principio  de  equidad
cuando señala que todos los  españoles  “tienen los mismos derechos y obligaciones en
cualquier  parte  del  territorio  del  Estado”.  A  él  se  hace  referencia  expresamente  en  el
Acuerdo de la Conferencia  de Presidentes Autonómicos  de 17 de enero de 2017 de la
que  deriva  el  nacimiento  de  esta  Comisión.  La  equidad,  aplicada  a  los  servicios  que
deben recibir los ciudadanos de las Administraciones Públicas, conlleva que todos los
españoles tienen el mismo derecho de acceso a esos servicios, con independencia de su
Comunidad de residencia,  para lo  cual las Administraciones prestatarias  deben contar
con los recursos equivalentes para garantizar dicha equidad. Desde este punto de vista,
el texto propuesto por la mayoría de la Comisión en el párrafo 38 del capítulo 4 intro­
duce,  como  ya  ha  quedado  antes  indicado,  una  limitación  ajena  a  lo  previsto  en  la
Constitución y la LOFCA al recomendar que el procedimiento de repartir los recursos
que conformen el Fondo de Nivelación, y que finalmente diseñe el legislador, no pueda
alterar el orden que tienen las  Comunidades  Autónomas en términos de financiación
por habitante ajustado.
En España se parte de un sistema tributario  único, si bien, como consecuencia de
los distintos niveles de renta de los residentes en las Comunidades Autónomas, las capa­
cidades fiscales de éstas son muy diferentes entre sí, por lo que, para asegurar el princi­
pio de equidad, es  imprescindible la puesta en marcha de mecanismos  de nivelación
horizontal.  Interpretada  la equidad en el  sentido de que todos los  españoles tengan el
mismo nivel de acceso a los servicios públicos, la consecuencia inmediata que de ello se
deriva es la exigencia de una nivelación plena, una vez aplicados los fondos del SFA de
manera que todas  las Comunidades  Autónomas  cuenten con los  mismos recursos por
población ajustada.
143
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

En cuanto al  párrafo 39 del capítulo  4,  este voto particular propone, de nuevo, la


eliminación de la  referencia al  mantenimiento  del  orden que tienen las Comunidades
Autónomas en términos de financiación por habitante ajustado. Junto a lo anterior, se
propone eliminar la redacción que señala que los recursos del  Fondo  de Nivelación se
repartan de tal  forma que se elimine  una fracción igual  para  todas las Comunidades
Autónomas del  diferencial  entre los recursos por  habitante ajustado de cada Comuni­
dad  Autónoma  y  los  que  corresponden  a  las  Comunidades  Autónomas  con  mayor
financiación.
Recapitulando y para concluir nos gustaría reiterar que, de acuerdo con la doctrina
del Tribunal  Constitucional, la regulación básica de cualquier sistema de financiación
de las Comunidades Autónomas debe recogerse en la LOFCA y no en los Estatutos de
Autonomía. Por lo tanto, como ni en la Constitución ni en la LOFCA se establece nin­
guna limitación concreta que pueda alcanzar siquiera sea indirectamente al núcleo esen­
cial  o  contenido  básico  del  principio  de  solidaridad  interterritorial,  el  principio  de
ordinalidad no puede configurarse como un límite de general aplicación al  sistema de
financiación de las Comunidades Autónomas de régimen común. En base a lo expues­
to, consideramos que deberían eliminarse todas las referencias que se hacen en el Infor­
me y que se han citado al comienzo de este voto particular al principio de ordinalidad.

Bibliografía
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RODRÍGUEZ BEREIJO, A. (2008): “Aspectos constitucionales de la financiación autonó­
mica: presente y futuro”, en VVAA (dir. M. VILLAR EZCURRA): Estudios jurídicos en
memoria  de  don  César  Albiñana  García­Quintana,  Instituto  de  Estudios  Fiscales,
Madrid.

144
VOTO  PARTICULAR presentado por:
D. ÁNGEL DE LA FUENTE MORENO y D. MANUEL LAGARES CALVO, expertos
propuestos  por  la  Administración  General  del  Estado,  y  parcialmente  sus­
crito por D. JORGE ONRUBIA FERNÁNDEZ, experto propuesto por la Comu­
nidad de Madrid.

a.  Algunas cuestiones generales
1. La presente Comisión responde a un diseño muy particular que seguramente no
es el más adecuado para abordar las tareas que se le han asignado. La Comisión ha esta­
do integrada por más de veinte expertos nombrados cada uno a propuesta de una admi­
nistración  determinada.  Este  modelo  de  “expertos  con  bandera”  ha  hecho  casi
inevitable que los integrantes de la Comisión se vieran como representantes de la admi­
nistración que los ha propuesto, más que como expertos independientes con opiniones
basadas en criterios profesionales, y  que muchos de ellos se hayan sentido obligados a
anteponer los intereses inmediatos de esa administración, o sus indicaciones, a los inte­
reses generales que deberían guiar  la actuación de una verdadera comisión de expertos
independientes. A este problema fundamental hay que añadirle las complicaciones deri­
vadas  del  elevado tamaño  de la  Comisión,  de lo limitado del  período  establecido  para
elaborar su informe y  de lo precario  de  sus  condiciones de trabajo,  exigiéndose a sus
miembros una elevada dedicación que han tenido que compaginar con sus tareas habi­
tuales, generalmente sin ningún apoyo o compensación.
2. El mecanismo de decisión de la Comisión tampoco ha sido el más adecuado. Al
no haberse dispuesto  expresamente un mecanismo  de  voto ponderado  que equilibrase
los pesos de las dos administraciones representadas en ella, de acuerdo con lo dispuesto
en el artículo 17. 5 de la Ley 40/2015, sus decisiones han debido de tomarse en última
instancia por mayoría simple,  lo que ha dejado  a los representantes  de la Administra­
ción General del Estado (AGE) en una situación de clara minoría,  permitiendo  a los
representantes de las CCAA imponer sus criterios y preocupaciones en aquellos asuntos
en los que existe entre ellos una coincidencia de intereses frente a la AGE. Aunque no
se ha llegado a votar en ningún momento, la amenaza de hacerlo ha sido suficiente para
imponer determinadas posiciones. El resultado ha sido un informe claramente desequi­
librado en su cobertura  de los problemas  a analizar y  un tanto sesgado en lo  que res­
pecta a algunas de sus conclusiones.
3. En particular, el peso dominante de las CCAA en la Comisión se ha traducido en
un diagnóstico muy benevolente de algunos de los principales problemas del actual SFA
y en una cobertura desproporcionada de los problemas que más preocupan a estas admi­
nistraciones,  posiblemente  en  detrimento  del  rigor  en  el  análisis  y  de  otras  cuestiones
que habrían merecido un tratamiento más cuidadoso. Dos buenos ejemplos del primer
problema  se  encuentran  en  los  párrafos  21  y  29  del  capítulo  1.  A  partir  de  datos  muy
ilustrativos de las grandes diferencias de financiación existentes entre regiones, en el pri­
mero de ellos se concluye únicamente que el reparto que el sistema genera es “desigual”
145
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

–sin  adjetivos–  mientras  que  en  el  segundo  el  obvio  problema  de  restricciones  presu­
puestarias blandas que sufren nuestras administraciones autonómicas se mantiene en el
terreno de lo hipotético, como una mera posibilidad no muy claramente confirmada, si
bien  en  un  párrafo  posterior  (el  32)  que  ha  tenido  la  fortuna  de  escapar  al  cepillo,  se
reconoce  abiertamente  la  existencia  de  un  problema  de  esta  índole.  En  cuanto  a  la
segunda cuestión, baste con decir que frente a las 3 páginas que describen la estructura
y  funcionamiento  del  nuevo  sistema  que  se  propone,  o  las  7  páginas  que  se  dedican  al
resto del diagnóstico del sistema actual, el informe dedica 27 páginas a la supuesta insu­
ficiencia  de  sus  medios  y  al  pretendido  desequilibrio  vertical  en  el  reparto  de  recursos
entre administraciones.

b.  Suficiencia y equilibrio vertical
4. En la sección 4 del capítulo 1 y en diversos apartados del capítulo 2 se ofrece un
tratamiento a nuestro  entender confuso y  excesivamente prolijo  de la supuesta insufi­
ciencia del SFA,  que a su vez se relaciona con la existencia  de un desequilibrio a favor
del Estado en el reparto vertical de recursos entre la AGE y las autonomías. De alguna
manera, se viene a sugerir aquí y  en otras  partes del informe –aunque sin llegar nunca
a decirlo claramente y admitiendo ocasionalmente lo contrario– que existen unas nece­
sidades irrenunciables de gasto que sabemos cuantificar en términos absolutos y que el
SFA ha de garantizar de una forma u otra los recursos necesarios para cubrirlas. Desde
esta perspectiva, las estrecheces presupuestarias que las autonomías (al igual que el resto
de  las  administraciones  públicas  españolas)  han  sufrido  en  años  recientes  tienden  a
verse como el resultado de alguna deficiencia del modelo y no como el fruto, inevitable
bajo cualquier sistema de financiación autonómica, de un desplome sin precedentes de
los ingresos tributarios como resultado de la peor crisis económica en muchos años.
5.  El  problema  con  todo  esto  es  que  ni  existe  una  forma  objetiva  de  calcular  los
recursos  que  serían  necesarios  para  garantizar  la  suficiencia  del  sistema  tal  como  la
entienden los autores de esta  parte del Informe, ni hay ninguna garantía de que fuese
posible obtener tales recursos si llegásemos a cuantificarlos  de alguna manera.  Empe­
ñarse en centrar buena parte  del  informe sobre dos problemas carentes de solución no
ayuda precisamente a formular propuestas sensatas para mejorar el sistema existente.
Así,  el  informe  dedica  un  espacio  muy  considerable  a  un  intento  de  cuantificar  el
supuesto déficit de recursos del actual sistema de financiación, presumiblemente con el
objetivo  de condicionar la inevitable negociación política sobre los  recursos  del  nuevo
sistema y  posiblemente con la esperanza de sentar las  bases  para reclamar la condona­
ción  de  parte  de  la  deuda  autonómica  con  el  Estado.  En  contraste,  el  diseño  de  un
fondo de estabilización que ayudaría a alisar el gasto a lo largo del ciclo se despacha en
un único párrafo de pocas líneas.
6. La idea de que existen unas necesidades irrenunciables de gasto que han de finan­
ciarse en cualquier caso supone también una  enmienda a  la totalidad,  a nuestro juicio
en la dirección equivocada, a las líneas maestras de la política fiscal española, tal como
han quedado  fijadas en la Ley  Orgánica 2/2012  de Estabilidad Presupuestaria y Sufi­

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Votos particulares

ciencia  Financiera.  En  su  apuesta  por  la  estabilidad  y  sostenibilidad  presupuestarias,
esta norma establece reglas claras  que  limitan el gasto de las CCAA en función de las
circunstancias económicas de una forma que resultaría difícilmente compatible con lo
que se dice en las partes del informe que cuestionamos.
7. En vez de entrar a discutir en detalle las cuestiones que nos parecen más proble­
máticas en relación con esta parte del Informe, se ofrece a continuación un breve texto
alternativo que vendría a reemplazar la actual sección 4 del capítulo 1, esbozando la que
a nuestro entender es la forma más productiva de abordar la cuestión de la suficiencia:
pensar en términos de la disponibilidad de instrumentos y no del volumen de recursos.
Aunque esta idea se ha recogido  en parte en el texto, éste también contiene tesis con­
tradictorias con ella que en nuestra opinión están de más. 
8. Suficiencia y equilibrio vertical: un texto alternativo.
A1. El artículo 2. 1 de la LOFCA exige que el SFA proporcione a las Comunidades
Autónomas  recursos  suficientes  para  el  ejercicio  de  sus  competencias.  Este  principio
resulta conflictivo y poco operativo en la práctica porque no existe un criterio objetivo
que  permita determinar los recursos que cada administración necesitaría para prestar
los servicios que tiene encomendados a un nivel que pueda ser considerado satisfactorio
por todas las partes implicadas y porque ignora las limitaciones que la situación econó­
mica existente en cada momento puede imponer sobre la financiación de las  adminis­
traciones públicas.
A2. Una forma más realista y más constructiva de abordar la cuestión de la suficien­
cia del SFA se basaría en una reinterpretación de este principio en términos de la sufi­
ciencia  de  instrumentos,  más  que  de  fondos,  dentro  de  los  límites  que  marca  una
inevitable restricción presupuestaria derivada  de la escasez de recursos.  En una demo­
cracia, las Administraciones Públicas dispondrán para el  ejercicio de sus competencias
de los recursos  que los ciudadanos  estén dispuestos a aportar a través de impuestos y
tasas. Por tanto, la cuestión no debe plantearse en  términos de si una Administración
determinada  dispone  o no de los  recursos suficientes  para cumplir sus funciones, sino
en términos de si dispone o no  de  herramientas adecuadas para pedir tales  recursos  a
sus  ciudadanos,  asumiendo  en  todo  caso  el  coste  político  de  hacerlo  y  dentro  de  las
limitaciones derivadas  en cada momento  de la situación económica  del  país. Esta  últi­
ma consideración es crucial porque un buen sistema de financiación debe repartir de la
mejor forma posible los  recursos  que el sistema  político asigne a esta función,  pero no
puede solucionar por sí mismo el problema de la escasez de recursos.
A3. Desde la perspectiva  de la disponibilidad  de herramientas sí que existe actual­
mente en España un cierto  desequilibrio a favor de la AGE, pues ésta dispone de un
control en principio total  sobre sus ingresos  tributarios mientras  que las CCAA sólo
disponen, como se ha visto en el Informe, de la capacidad de modular al alza o a la baja
en  torno  a  la  mitad  de  sus  ingresos  ordinarios.  Una  cierta  asimetría  en  este  sentido
puede resultar inevitable e incluso deseable dado que la AGE  es la responsable última
de la hacienda general y de la dirección de la política económica, pero aún así la Comi­

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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

sión considera que existe margen para aumentar el grado  de autonomía de ingreso de
las  Comunidades  Autónomas,  al  menos  actuando  de  forma  conjunta,  de  forma  que
éstas estén en una posición más próxima a la de la AGE a la hora de recabar de sus ciu­
dadanos los recursos que consideren necesarios para ejercer sus funciones.
A4. En la misma línea, también sería necesario introducir en el SFA un mecanismo
explícito de reequilibrio vertical que permita ajustar el reparto de recursos entre la AGE
y las CCAA si se considera necesario. El reparto de los rendimientos de los principales
impuestos indirectos podría servir como mecanismo de ajuste a estos efectos. Se trataría
de substituir los actuales porcentajes  de cesión del IVA y de los Impuestos Especiales
(IIEE) por un sistema de dos  tramos  independientes  de tales impuestos,  cuyos  rendi­
mientos  corresponderían en un caso  a  la AGE y en el  otro  a las CCAA. Este sistema
haría más transparente para el ciudadano el reparto de recursos entre niveles de gobier­
no que los actuales porcentajes de cesión y abriría la posibilidad de regular los dos tra­
mos de manera  separada,  ajustando los tipos  autonómicos y centrales de manera  que
ambas administraciones puedan recabar de los ciudadanos los recursos que consideren
necesarios para ejercer sus funciones.
A5. Los rendimientos de los tramos autonómicos del IVA y de los IIEE se integra­
rían en su totalidad en el Fondo de Garantía o en algún mecanismo equivalente que se
repartiría  en  proporción  a  la  población  ajustada,  reduciéndose  en  contrapartida  si  se
considera  conveniente la fracción de  los rendimientos  de los  tributos  directos que se
integra en dicho Fondo. Un reparto igualitario de los ingresos obtenidos por esta vía es
esencial para evitar que posibles ajustes en el reparto vertical  de recursos  generen des­
equilibrios  horizontales  entre  CCAA.  Los  tramos  autonómicos  de  estos  impuestos
podrían tener  tipos  fijados  o propuestos por las  CCAA actuando de forma colegiada,
en los términos que se discutirán en la sección 3 del capítulo 3. 
c.  ¿Cómo salvar el Estado del Bienestar?
9. En el capítulo 2 del Informe se vuelve sobre la cuestión de la suficiencia, ligándola
ahora con el problema de la sostenibilidad del Estado del Bienestar. El capítulo se plan­
tea así un objetivo enormemente ambicioso,  el  de garantizar la  suficiencia de recursos
para las prestaciones esenciales de sanidad, educación y protección social, que va mucho
más allá del encargo que realmente ha recibido la Comisión de avanzar propuestas para
la reforma del SFA. Tal objetivo, además, no sería alcanzable por esta vía pues lo único
que  puede  garantizar  los  recursos  necesarios  para  financiar  niveles  satisfactorios  para
todos de prestaciones sociales sería un rápido crecimiento de la renta y el empleo – un
tema al que no  se dedica ni una línea en el  capítulo.  Como cabría esperar, además, las
soluciones  que  finalmente  se  esbozan  a  tan  grave  problema  se  quedan  enormemente
cortas e incluso podrían resultar contraproducentes. Por todo ello, consideramos que el
capítulo en su conjunto debería suprimirse.
10. A grandes rasgos, la estrategia que se propone en este capítulo para preservar el
Estado del Bienestar se basaría en  priorizar el  gasto en los llamados servicios  públicas
fundamentales (SPF),  entendiendo  por tales la  sanidad,  la educación,  la atención a la
148
Votos particulares

dependencia y  otros  servicios sociales  y las pensiones.  Con este fin, se asignarían a la


financiación de estas partidas de gasto los recursos tributarios más cuantiosos y estables
(en particular, la recaudación del IRPF, IVA e IIEE así como las cotizaciones sociales),
repartiendo tales fuentes de ingresos entre administraciones de acuerdo con sus necesi­
dades de gasto en SPF y estableciéndose también que, en períodos de dificultad, las dis­
tintas  partidas de gasto  de esta naturaleza deberán recibir un tratamiento similar con
independencia de la administración que las gestione. También se insiste en el capítulo
2 y en los párrafos 7 y 8 del capítulo 4 en que han de nivelarse totalmente los recursos
destinados a financiar el gasto en SPF entre todas las CCAA, incluyendo las forales.
11.  Por  otra  parte,  todas  estas  recomendaciones  se  dejan  en  el  ámbito  de  lo  que
cabría llamar la planificación indicativa. Así, se aclara explícitamente que no se pretende
la afectación en un sentido literal de los impuestos citados al gasto en SPF, y que no se
propone la introducción de restricciones de condicionalidad que obliguen a los gobier­
nos autonómicos a igualar realmente su gasto por habitante ajustado en SPF, impidién­
doles  trasladar  recursos  desde  o  hacia  otras  partidas.  La  ausencia  de  estas  restricciones
es  muy  bienvenida,  pues  su  introducción  supondría  un  grave  atentado  contra  la  auto­
nomía  y  la  eficiencia  económica,  pero  resulta  también  inconsistente  y  podría  resultar
engañosa para el ciudadano. Aunque de entrada se proclama lo contrario, en la práctica
nada de lo que se propone en esta parte del Informe o en otras garantiza realmente que
se  vaya  a  priorizar  el  gasto  en  SPF  o  que  éste  se  nivele  entre  comunidades,  con  lo  que
la  proclama  inicial  se  reduce  a  un  puro  ejercicio  de  marketing  político  cuyo  origen  ha
de  buscarse  en  la  necesidad  de  “vender”  la  nivelación  parcial  que  se  introdujo  por  pri­
mera vez de forma explícita con el Acuerdo de Financiación de 2009. Con este objetivo,
se  trató  en  su  día  de  convencernos  de  que  la  nivelación  parcial  es  consistente  con  el
reforzamiento de la garantía de igualdad en lo que respecta a los servicios públicos más
importantes para los ciudadanos. Aunque las dos cosas no son fácilmente compatibles,
la idea parece haber calado en ciertos círculos y se mantiene en el presente informe, aun­
que quizás con un objetivo algo distinto del original. Se trataría ahora de apelar a la pre­
ocupación ciudadana por el funcionamiento de ciertos servicios esenciales para intentar
blindar,  o  al  menos  priorizar,  la  financiación  de  las  administraciones  autonómicas  por
ser  éstas  las  responsables  de  la  gestión  de  buena  parte  de  tales  servicios,  en  detrimento
de la AGE, que de alguna manera tendría competencias menos importantes.
12. Aunque con poca o nula mordiente en la práctica, las orientaciones que se esta­
blecen en el capítulo 2 resultan a nuestro entender muy discutibles y en ocasiones con­
traproducentes.  En primer lugar, no  tenemos nada claro que exista una distinción tan
nítida como se pretende en el texto entre servicios públicos fundamentales y el resto de
servicios y competencias públicos.  De hecho,  el  listado  de SPF  con el  que aquí se tra­
baja resulta ser bastante ad­hoc y, en contra de lo que se sugiere en el texto (párrafo 16),
muchos de los servicios a los que en él se hace referencia no gozan de una especial pro­
tección constitucional. Así, la mayor parte de ellos no se incluyen en el capítulo 2 de la
CE donde se recogen los derechos fundamentales sino en el capítulo 3, dedicado a los
principios rectores de la política social  y económica,  donde aparecen junto a muchas

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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

otras competencias como cultura, medio ambiente, o vivienda que no forman parte del
listado propuesto de SPF. Este listado, además, se refiere esencialmente a las competen­
cias autonómicas, excluyendo de entrada el  grueso  de las competencias  estatales, entre
las  que  hay  algunas  como  la  defensa  o  la  seguridad  ciudadana  que  cuesta  ver  como
menos  fundamentales  que  las  citadas.  Por  lo  tanto,  la  estrategia  de  dar  prioridad  de
manera uniforme, siempre y en todo lugar, a determinadas competencias supuestamen­
te fundamentales no parece razonable. De hecho, los gobiernos y parlamentos naciona­
les  y  autonómicos  existen  precisamente  para  fijar  prioridades  en  función  de  las
circunstancias y de las preferencias de los ciudadanos de acuerdo con las competencias
que la Constitución les otorga a cada uno. Aunque existen ciertamente ocasiones en las
que una mayor coordinación, o al menos  comunicación, entre administraciones  sería
muy deseable, no parece aconsejable intentar condicionar ex ante sus decisiones de una
forma  que  además  de  restringir  innecesariamente  sus  opciones  podría  chocar  con  el
reparto constitucional de competencias entre ellas.

d.  Sobre la deuda autonómica y la desaparición del statu quo
13. En el párrafo 70 del capítulo 5 del presente informe, la mayoría de la Comisión
se  pronuncia  en  contra  de  la  concesión  de  quitas  a  la  deuda  acumulada  de  las  CCAA
con la AGE. Compartiendo esta posición, pero siendo conscientes de que esta situación
podría  llegar  a  producirse  en  contra  de  nuestras  recomendaciones,  pensamos  que  no
hubiera  estado  de  más  establecer  algunas  condiciones  que  limiten  tales  ayudas  de  una
forma que contribuya a mitigar sus efectos adversos sobre los incentivos de las CCAA y
a  asegurar  su  reparto  equitativo.  En  particular,  pensamos  que  el  criterio  fundamental
que habría de guiar el reparto de las ayudas que se puedan acordar sería la diferencia con
la  financiación  media  por  habitante  ajustado  durante  la  vigencia  del  actual  SFA.  Tam­
bién consideramos que el coste de tales ayudas habría de repartirse, en su caso, entre el
Estado  y  las  CCAA  mejor  financiadas  en  términos  relativos,  y  que  si  se  acordase  una
quita  de  la  deuda  autonómica,  esta  debería  realizarse  de  forma  escalonada  y  condicio­
narse al cumplimiento por parte de las comunidades beneficiarias de una serie de obje­
tivos previamente acordados de consolidación fiscal y cumplimiento presupuestario.
14. En la sección 5 del capítulo 4, hubiera sido aconsejable regular en cierto detalle
el proceso  que llevaría a la  desaparición de los complementos de statu  quo que se ha
acordado. Una  posibilidad  sería la de introducir un Fondo Transitorio de Compensa­
ción (FTC) que desaparecería gradualmente en un plazo de cinco años. La cuantía ini­
cial del FTC se calcularía con el fin de compensar a aquellas comunidades que de otra
forma  habrían  perdido  recursos  con  el  cambio  de  sistema.  En  cada  uno  de  los  años
sucesivos,  la dotación del  Fondo  se  reduciría en una  cuarta parte de su valor inicial,
hasta desaparecer por completo en el quinto año de aplicación del sistema. Los recursos
que en cada año se liberasen con la reducción del FTC se integrarían en el FBF y en lo
sucesivo evolucionarían de acuerdo con el criterio fijado para ese Fondo.

Nota: JORGE ONRUBIA suscribe el párrafo 14.

150
VOTO  PARTICULAR presentado por:
D. JUAN MANUEL RODRÍGUEZ POO, experto propuesto por la Comunidad
Autónoma de Cantabria,  y D. ALAIN CUENCA GARCÍA,  experto propuesto
por la Comunidad Autónoma de Aragón.

Los  miembros  de  la  comisión  de  expertos  para  la  revisión  del  sistema  de  financiación
autonómica abajo  firmantes presentan el siguiente Voto particular al párrafo 26  del capí­
tulo 1 del informe.
Consideramos  que el  análisis gráfico  que se efectúa  en este apartado  es impreciso y
sujeto a muchas matizaciones. En particular:
i) La ordenación de las comunidades autónomas que se toma como referencia en
la comparativa, la basada en la capacidad fiscal de las comunidades autónomas,
aparece como un criterio deseable que debe de cumplir el resultado de las dife­
rentes  etapas  de  aplicación  del  sistema  actual.  En  la  legislación  referente  al
actual  modelo de financiación no se establece que éste sea el  criterio buscado
por el legislador y, por lo tanto, en un apartado de diagnóstico de dicho modelo
no parece pertinente efectuar dicha comparativa. Sólo se utiliza esta referencia,
de modo marginal, para instrumentar el fondo de competitividad que asigna el
2,4 % de los recursos.
ii) El análisis  efectuado sobre la dispersión de la llamada financiación per cápita
ajustada de las comunidades autónomas utiliza dos medidas, la desviación típica
y el rango que son muy sensibles al tamaño de los valores de las variables objeto
de análisis. Sin entrar a valorar si el grado de dispersión es mucho o poco, la eli­
minación  de  las  dos  comunidades  autónomas  más  pequeñas  en  términos  de
población, La Rioja y Cantabria, supone que, el cambio en la dispersión de las
transferencias  verticales (que en el  texto se menciona que pasa de 4,5 a  8,7) es
en realidad de 4,7  a 5,5) y el recorrido,  que en el  texto se menciona que es de
30 puntos porcentuales pasa a ser de 17 sin las citadas Cantabria y La Rioja. El
recorrido,  para todas  las CCAA (y  también sin Cantabria y La Rioja) antes de
la aplicación de las transferencias verticales es de 16.
iii) Si  no tenemos  en cuenta a las comunidades autónomas  más  pequeñas, esto es
Cantabria y la Rioja, los indicadores de dispersión del resto de CCAA no refle­
jan un incremento significativo de sus medidas al introducirse las transferencias
verticales (la desviación típica pasa de 4,7 a 5,5 y el recorrido de 16 a 17). Hay
cambios de ordenación, pero no de dispersión. 
iv) Se menciona finalmente que no existe “correlación entre la posición relativa de
las CCAA en base a su capacidad fiscal y su posición en función de los recursos
proporcionados finalmente por el SFA”. Ignoramos cuál es la definición precisa
de una correlación de posición pero nuevamente en el  texto de diagnóstico  se
menciona una comparativa con respecto a un criterio de ordenación (el basado

151
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

en capacidad tributaria) que no es criterio en la legislación referente al modelo
de financiación vigente.
En consecuencia,  proponemos la siguiente redacción alternativa para el párrafo 26
del informe:
26. El gráfico permite visualizar el impacto de los diferentes componentes del sistema de
financiación sobre los recursos con los que cuenta cada Comunidad.  Comparando la línea
azul con  la negra, se aprecia que la aplicación del Fondo de Garantía –que representa en
torno a tres cuartas partes de la financiación proporcionada por el SFA– reduce enormemen­
te las disparidades de recursos  entre territorios (la desviación estándar del índice de finan­
ciación por habitante ajustado cae desde 21,6 hasta 4,5) en línea con la ordenación de las
Comunidades Autónomas por capacidad fiscal. El efecto de las transferencias verticales que
nos llevan de la línea negra a la roja es, sin embargo, muy diferente: este elemento del sistema
casi dobla la dispersión de la financiación por habitante ajustado (que pasa de  4,5  a 8,7).
Si no consideráramos las  dos comunidades autónomas más pequeñas en términos  de pobla­
ción, La  Rioja y Cantabria,  el cambio en  la dispersión de las  transferencias verticales es de
4,7 a 5,5. Dejando de lado a las Comunidades forales, con datos de 2014, existe un abanico
de 30 puntos porcentuales entre las CCAA en términos de financiación por habitante ajus­
tado. No obstante, el  recorrido pasa a ser de 17  sin las citadas  Cantabria y La Rioja. El
recorrido, para todas las CCAA (y también sin Cantabria y La Rioja) antes de la aplicación
de las transferencias verticales es de 16. En definitiva, sin Cantabria y Rioja los indicadores
de dispersión del resto  de CCAA no reflejan un  incremento  significativo  de sus medidas al
introducirse las transferencias verticales. Hay cambios de ordenación, pero no de dispersión.

Firman este VOTO PARTICULAR:
D. JUAN MANUEL RODRÍGUEZ POO, y D. ALAIN CUENCA GARCÍA

152
VOTO  PARTICULAR presentado por:
D. FRANCISCO PÉREZ GARCÍA, experto propuesto por la Comunitat Valenciana.

El  experto  nombrado  por  la  Comunidad  Autónoma  Valenciana  considera  que  la
valoración  de  la  situación  financiera  de  las  comunidades,  en  particular  en  los  que  se
refiere a la sostenibilidad de sus deudas, no puede ser hecha sin tener en cuenta las cir­
cunstancias  que  han afectado  a  la evolución  de sus ingresos  y sus  gastos y han condu­
cido  al  conjunto  de  las  CCAA,  y  a  cada  comunidad  en  particular,  a  su  nivel  de
endeudamiento actual. En ese sentido, es importante tener presente el análisis realizado
en los capítulos 1 y  2 de este Informe.  Tampoco  es posible hacer una valoración ade­
cuada de la sostenibilidad financiera de las comunidades sin valorar de manera realista
la viabilidad de su vuelta a los mercados y las posibilidades efectivas de obtener superá­
vits primarios en el futuro.  En su opinión,  la información disponible relacionada con
estos temas, incluida la recogida en este Informe, desaconseja negar categóricamente la
realización  de  condonaciones  de  deuda,  porque  pueden  existir  razones  de  peso  para
hacerlas si se quieren plantear, con realismo, las posibilidades de que las CCAA vuelvan
a  la  disciplina  de  los  mercados  y  a  ejercer  en  condiciones  aceptables  su  autonomía
financiera. 
Por esos motivos, propone el siguiente voto particular, en relación con el contenido
del  párrafo  70  del  capítulo  5,  sección  4  “Estabilidad  presupuestaria  y  sostenibilidad
financiera”, modificando su redacción actual del siguiente modo:
Redacción actual
“70. Una parte mayoritaria de la Comisión considera que debe quedar fuera de dis­
cusión  el  que  los  préstamos  concertados  hasta  el  momento  con  el  FFCA  y  sus  antece­
sores, con independencia de su volumen acumulado y de las causas que hayan motivado
su  solicitud,  forman  parte  de  la  deuda  financiera  de  las  CCAA.  En  consecuencia,  la
amortización íntegra de su capital y el pago de los intereses devengados son compromi­
sos que deben cumplirse sin excepción alguna, porque generaría incentivos perversos de
cara al futuro y sería injusto para las CCAA que han cumplido en mayor grado los com­
promisos  de  estabilidad  fiscal  y,  por  tanto,  utilizado  en  menor  medida  el  recurso  a  los
mecanismos extraordinarios de liquidez. Los datos demuestran que no todas las CCAA
se  han  esforzado  en  el  mismo  grado  en  el  ajuste  fiscal,  recortando  para  ello  gastos,  tra­
tando de mejorar la eficiencia en el uso de los recursos, o haciendo uso de su capacidad
normativa para obtener recursos adicionales. No obstante, para facilitar la gestión finan­
ciera  y  de  liquidez  de  las  CCAA,  ayudar  a  la  vuelta  progresiva  de  las  CCAA  a  los  mer­
cados y favorecer la gradual reducción de los pasivos acumulados, se acepta que podría
ser  aconsejable  acometer  una  reestructuración  transparente  de  la  deuda  de  las  CCAA
con el Estado, supervisada por el Banco de España y la AIReF, ampliando los plazos de
forma razonable, añadiendo en su caso nuevos períodos de carencia y fijando unos tipos
de interés favorables, que en ningún caso podrían suponer una bonificación respecto del

153
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

coste medio de la deuda del Estado. En todo caso, este apoyo debería estar condiciona­
do al cumplimiento por parte de las CCAA beneficiarias de una serie de objetivos pre­
viamente acordados de consolidación fiscal y cumplimiento presupuestario.”
Redacción propuesta
“70.  La  Comisión  considera  que  los  préstamos  concertados  hasta  el  momento  con  el
FFCA y sus antecesores,  con independencia de su volumen acumulado  y  de las causas que
hayan motivado su solicitud, forman parte de la deuda financiera de las CCAA. En conse­
cuencia, la amortización íntegra de su capital y el pago de los intereses devengados son com­
promisos que deben cumplirse sin excepción alguna. No hacerlo generaría un riesgo grave de
pérdida de confianza en la deuda de las AAPP españolas  e incentivos  perversos  de cara al
futuro. Sin embargo, el cumplimiento de esos compromisos debe hacer compatible la búsque­
da  realista  de  soluciones  a  los  problemas,  atender  al  origen  de  los  mismos  y  reconocer  los
esfuerzos reales que las distintas CCAA  han hecho para cumplir los compromisos de estabi­
lidad  fiscal.  Los  datos  demuestran  que  no  todas  las  CCAA  se  han  esforzado  en  el  mismo
grado en el ajuste fiscal. Se diferencian en sus recortes de gastos, tratando de mejorar la efi­
ciencia en el uso de los recursos, o en cuánto han hecho uso de su capacidad normativa para
obtener recursos adicionales. También se diferencian en que los ingresos por unidad de nece­
sidad de las comunidades han sido y son dispares. Todas esas circunstancias han influido en
el esfuerzo de ajuste de las CCAA y en la medida en la que cada una ha utilizado el recurso
a los mecanismos extraordinarios de liquidez. Tomándolas en consideración,  para facilitar
la gestión financiera y de liquidez de las CCAA, ayudar a la vuelta progresiva de las CCAA
a los mercados y favorecer la gradual reducción de los pasivos acumulados, la Comisión acep­
ta que podría ser aconsejable acometer una reestructuración transparente de la deuda de las
CCAA con el Estado, supervisada por el Banco de España y la AIReF, ampliando los plazos
de forma  razonable,  añadiendo en su caso nuevos períodos  de carencia y fijando unos tipos
de interés favorables, que en ningún caso podrían suponer una bonificación respecto del coste
medio de la deuda del Estado.  Este apoyo debería estar condicionado al cumplimiento por
parte de las CCAA beneficiarias  de una serie de objetivos previamente acordados de conso­
lidación fiscal y cumplimiento presupuestario.”

JUSTIFICACIÓN DEL VOTO PARTICULAR

Introducción
En el periodo de vigencia del actual modelo de financiación los problemas de ines­
tabilidad presupuestaria y financiera de las comunidades han sido graves. En conjunto,
las CCAA de régimen común han triplicado  su deuda  entre 2009 y 2016, superando
en este ejercicio los 260.000 millones de euros. Los mercados se cerraron para la mayo­
ría de las CCAA a partir de la segunda mitad de 2010, que han recurrido ampliamente
desde 2012  –aunque con muy distinta intensidad–  a los  Mecanismos  Extraordinarios
de Liquidez habilitados por el Estado para financiar sus déficits y las desviaciones  del
mismo respecto a los objetivos. 
154
Votos particulares

El crecimiento  del  endeudamiento ha sido continuo  a pesar  de los ajustes de gasto


llevados a cabo y de la recuperación de los ingresos que se ha producido al volver a cre­
cer al economía, partir de  2013. Los déficits se han ido reduciendo  paulatinamente,
pero los objetivos señalados a las CCAA se han incumplido en muchos casos. Al evaluar
las causas de esos incumplimientos y sus posibles remedios deben tenerse en cuenta los
ingresos y los gastos  de  las comunidades,  y que  la  fijación de objetivos  de estabilidad
presupuestaria y la distribución del déficit entre las AAPP, y en particular entre las dife­
rentes CCAA, no ha atendido a criterios razonables de factibilidad, equidad y regla de
gasto, como ha señalado reiteradamente la AIReF. 
Las diferencias entre CCAA, en lo que se refiere a la magnitud de sus déficits y deu­
das y  el  cumplimiento en los  últimos años  de los  objetivos de estabilidad asociados  al
Procedimiento de Déficit Excesivo, son sustanciales. Entre las circunstancias particula­
res de las  comunidades  que influyen en esas diferencias es preciso señalar sus distintos
niveles de endeudamiento  al llegar la crisis y, sobre todo, la incidencia en sus  déficits
de los distintos niveles de ingresos y de gastos por habitante y/o por habitante ajustado
de cada comunidad. Ese conjunto  de  circunstancias es  relevante para valorar la situa­
ción y orientar los remedios a los problemas existentes atendiendo al binomio equidad­
factibilidad.  La  escasa  factibilidad  de  los  objetivos  de  déficit  señalados  a  las
comunidades en general y  a algunas  de ellas en particular ha condicionado sustancial­
mente su cumplimiento y las valoraciones de las desviaciones observadas. En este con­
texto,  carece  de  sentido  considerar  punible  el  incumplimiento  de  objetivos
inalcanzables y,  también, financiar cualquier desviación de  los objetivos con indepen­
dencia de sus causas. Tampoco es razonable limitar la evaluación del esfuerzo de ajuste
a las reducciones de gasto, ignorando las acciones (u omisiones) por el lado de los ingre­
sos. Debe tenerse presente, en este sentido, que –en los términos de la actual redacción
del párrafo que se propone enmendar–  hay comunidades  que  son señaladas  por haber
cumplido peor el déficit y haber recurrido más a FFCA que otras, o por haber reducido
menos sus gastos. Sin embargo, todo ello sucede al tiempo que siguen gastando menos
que otras por habitante o por unidad de necesidad, de modo  que se  puede decir que
están haciendo más esfuerzo de manera permanente que otras, y no menos, y que al no
señalarlo se ignora que esas comunidades disponen de menos recursos.

Necesidad de reestructuración de la deuda de las Comunidades 
Como consecuencia del fuerte  incremento  del  endeudamiento  desde que estalló la
crisis, bastantes CCAA se enfrentan a un grave problema de sostenibilidad de su deuda
y, en consecuencia, es necesario plantearse de manera realista cuándo podrían acudir al
mercado por sí mismas a obtener financiación, permitiendo un cierre ordenado de los
Mecanismos Extraordinarios de Liquidez, y qué condiciones deberán cumplir para ello,
en particular si es necesaria una reestructuración y de qué características. 
Una reestructuración es necesaria cuando el deudor ha perdido el acceso a los mer­
cados y se considera deseable que lo recupere, en lugar de permanecer indefinidamente
dependiente de una fuente de financiación extraordinaria o ir a la quiebra. Ese es el caso

155
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

de las comunidades, por las implicaciones que una situación como la actual o la quiebra
de alguna de ellas tendría para un funcionamiento del Estado autonómico. La reestruc­
turación se puede limitar a ampliar el vencimiento de la deuda cuando  la financiación
disponible es  insuficiente para cumplir con el calendario de vencimientos (iliquidez),
pero no lo es si el problema es de solvencia. En este caso el deudor no es capaz de hacer
frente  al  pago  del  valor  presente  de  la  deuda,  y  la  reestructuración  debe  incluir  una
reducción de  la deuda para  que esta vuelva a ser sostenible.  Para cuantificar  si  la con­
donación de parte de la deuda es necesaria o no,  se requiere proyectar la evolución de
la deuda en distintos escenarios a medio plazo, en función de las variables que contem­
pla la ecuación de sostenibilidad –la ratio  deuda/PIB  de partida,  el tipo de interés,  la
tasa de crecimiento del PIB y el superávit primario necesario para estabilizar la cifra de
endeudamiento–. Los organismos internacionales recomiendan que la reestructuración
sea abordada teniendo en cuenta todas las variables mencionadas, dado que todas influ­
yen en el resultado final,  y abordarla de manera rápida y realista, evitando optar por
reestructuraciones insuficientes que prolonguen la inestabilidad financiera.
Estos principios generales son de  necesaria aplicación para lograr la sostenibilidad
de la deuda autonómica y valorar las posibilidades efectivas de eliminar los mecanismos
extraordinarios  de financiación actuales. Ambas  cuestiones  deben contemplarse como
dos caras de la misma moneda,  teniendo presentes los  niveles de endeudamiento exis­
tentes y que se considera necesario alcanzar, las perspectivas de los tipos de interés y los
determinantes  del  saldo primario.  En relación a este último,  es necesario advertir que
uno de esos determinantes será el  volumen de recursos que  aporte el nuevo SFA y el
otro las trayectorias de ajuste factibles de los gastos que, no  conviene olvidarlo, son  en
su mayor parte servicios públicos fundamentales. Desde esa perspectiva amplia, la nega­
tiva a priori a la realización de quitas puede conducir a defender una trinidad imposible
si, junto a esa afirmación,  se sitúan otras  dos  pretensiones:  que no se eleve  la presión
fiscal y no se recorte el Estado de Bienestar. 
La  LOEPSF  establece  un  nivel  de  referencia  de  la  deuda  pública  de  cada  una  las
CCAA del 13 % de su PIB regional, lo que requiere una reducción sustancial del nivel
actual endeudamiento  promedio del  conjunto de las comunidades, que es el doble de
esa cifra. Pero, algunas comunidades multiplican ampliamente el objetivo mencionado,
alejando  las  posibilidades  de  alcanzarlo  varias  décadas.  Ahora  bien,  debe  tenerse  en
cuenta que los recursos de una comunidad no dependen solo de su PIB, sino del con­
junto de los mecanismos de nivelación y de redistribución del SFA que operan a través
de distintos fondos. Como es sabido, unos y otros instrumentos afectan sustancialmen­
te a los ingresos por habitante o por habitante ajustado de cada comunidad. Esa es una
razón  de  peso  para  prestar  atención  a  la  ratio  deuda/ingresos  no  financieros,  como
hacen las  agencias de rating.  Dicho indicador ofrece un orden distinto en cuanto  a la
gravedad de los problemas de las diferentes comunidades, pues algunas mejoran (empe­
oran) –cuando en el primer indicador se ven afectadas por un PIB bajo (alto)– y otras
empeoran (mejoran) –cuando se ven afectadas porque reciben bajos (altos) ingresos por
habitante del sistema de financiación–. 

156
Votos particulares

En todo caso, el esfuerzo de consolidación fiscal necesario para alcanzar en una ratio
deuda/PIB del 13 %, o colocar a las comunidades por debajo de una ratio deuda/ingre­
sos no problemática para los mercados, exige superávits primarios anuales –diferencias
entre  ingresos  y  gastos  no  financieros,  netos  de  intereses–  para  el  promedio  de  las
CCAA  del  0,2 %  del  PIB  hasta  2030.  En  algunas  comunidades  el  saldo  primario  adi­
cional  necesario  supera  mucho  esa  media:  Comunitat  Valenciana  lo  multiplica  por  6,
Cataluña  por  5,  Murcia  y  Castilla­La  Mancha  por  4,  y  Extremadura  e  Illes  Balears  lo
duplican.  Ello  implica  que  en  algunas  CCAA  su  superávit  primario  debería  superar
durante  más  de  una  década  el  5 %  de  sus  gastos  y,  si  se  incluyen  las  cargas  financieras,
el  superávit  presupuestario  necesario  alcanzaría  el  10 %  de  los  gastos,  contando  con
tipos de interés muy bajos. Se trata de objetivos que parecen misión imposible con los
actuales niveles de financiación del SFA y con la pretensión de mantener el Estado del
Bienestar a sus niveles actuales, en especial en las comunidades que ya gastan por deba­
jo  de  la  media.  La  AIReF  estima  que  el  horizonte  en  el  que  se  conseguiría  el  objetivo
del  13 %  podría  tardar  en  alcanzarse  en  algunas  comunidades  más  de  cuatro  décadas,
lo que implica la negación de una autonomía financiera real durante más de una gene­
ración.
En suma, la recuperación de las condiciones de sostenibilidad de algunas  comuni­
dades parece difícil sin aumentos importantes de sus ingresos, ajustes sustanciales de sus
gastos y/o reestructuraciones  profundas de sus deudas. Negar que esta última posibili­
dad incluya quitas no parece realista y asociarla a un problema de ajuste insuficiente de
los gastos y el consiguiente riesgo moral constituye una simplificación que resta objeti­
vidad a la valoración.
Reestructuraciones: criterios
Para orientar las  reestructuraciones  con realismo  un primer enfoque contempla  las
soluciones desde una perspectiva estrictamente financiera, evaluando la quita necesaria
para resolver la insolvencia, en su caso, así como el resto de condiciones que permitirían
reducir el  endeudamiento  sin padecer problemas irresolubles de liquidez.  Un segundo
enfoque se pregunta,  además, sobre las causas de  la insolvencia,  distinguiendo  las que
han estado bajo el completo  control  de las comunidades haciéndolas  únicas responsa­
bles del endeudamiento resultante –lo que introduce en el rescate el problema de riesgo
moral– de otras causas que no son imputables a las comunidades.
En relación con el segundo enfoque, al valorar las causas del endeudamiento debería
tenerse en cuenta (ver capítulo 1, gráfico 9), que la insuficiencia de los recursos del SFA
ha sido clara tras la llegada de  la crisis,  tanto  para cubrir el gasto efectivo  en servicios
públicos fundamentales  (SPF) como  para atender los  niveles de gasto derivados de la
evolución de las  necesidades que ha  tenido lugar,  sean estas estimadas según la pobla­
ción o la población ajustada. Las cifras acumuladas que se derivan de esas insuficiencias
entre 2009 y 2015 se sitúan entre 180.477 y 191.498 millones de euros, según los cri­
terios que detalla el cuadro 1, siendo todas superiores al incremento del endeudamiento
de las CCAA de régimen común en esos  años (173.958  millones de euros). 

157
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

Cuadro 1
Deuda e insuficiencia global de recursos del modelo de financiación para

Servicios Públicos Fundamentales. 2009­2016

(millones de euros)
Insuficiencia de recursos para financiar los Servicios Públicos
Deuda de las Fundamentales en relación con:
CCAA de
Rég. Común (b) Gasto evolucionado (c) Gasto evolucionado
(a) Gasto efectivo
según la población según las necesidades
2009 89.522 33.837 28.456 28.456
2010 117.479 19.243 18.472 18.948
2011 137.842 20.905 22.815 23.774
2012 179.076 27.892 23.649 25.025
2013 199.104 21.122 27.130 28.093
2014 225.829 18.838 21.637 23.681
2015 250.441 21.937 19.645 22.183
2016 263.480 19.713 18.674 21.337
Acumulado
2009­2016 173.958 183.487 180.477 191.498
Fuente:  Banco de España, MINHAP, IGAE y elaboración propia.

Ciertamente,  la  deuda  de  las  CCAA  hubiera  podido  crecer  menos  incurriendo
menos en los déficits que la generaron.  Pero  un menor déficit hubiera requerido más
ajustes de gasto de los realizados –situándolo todavía más por debajo del gasto por uni­
dad de necesidad inicial–  y/o  mayor capacidad de generar ingresos.  Este segundo  ins­
trumento  los han utilizado una parte de las  CCAA pero,  en general,  en el  empleo del
mismo han estado condicionadas sobre todo por las circunstancias generales de la eco­
nomía, pero también por las limitaciones de su autonomía fiscal en materia de imposi­
ción indirecta que el  Informe ha señalado.  Adicionalmente, en materia  de ingresos  se
han visto limitada por criterios  de la AGE  en la  aplicación del  SFA vigente de los que
se han derivado reducciones significativas de ingresos para las comunidades (Fondo de
Suficiencia  negativo,  Fondo  de  Competitividad  parcialmente  aplicado).  Algunos  de
esos  criterios  han  esterilizado  los  aumentos  de  ingresos  para  las  comunidades  que  se
derivaban de las reformas de la imposición indirecta.
Al evaluar la insuficiencia de  recursos para  prestar los  servicios, y en particular los
SPF, como causa principal del endeudamiento se debe considerar, además, que las dife­
rencias entre comunidades son muy importantes, tanto en los niveles iniciales de deuda
(2009) como finales (2016) y también en las variaciones en el periodo (2009­2016). Es
pertinente  considerar  cuáles  son  las  causas  de  las  diferencias  iniciales  y  también  qué
parte de los incrementos  de deuda serían explicables por las insuficiencias de  recursos
acumuladas en cada comunidad en este periodo, derivadas de las limitaciones de los cri­
terios de suficiencia y nivelación de las necesidades de todas las comunidades conside­
rados por el modelo actual. 

158
Votos particulares

Para un mismo  nivel  de gasto unitario,  cuanto menor es la  financiación por habi­


tante  o  por  habitante  ajustado  de  una  comunidad  mayor  capacidad  explicativa  del
incremento de  su endeudamiento tiene la insuficiencia de recursos.  Por otra parte,  en
aquellas comunidades en las que el  control del gasto  ha sido más intenso,  y este  se ha
situado  por debajo del estimado a partir de las  necesidades  o del  gasto promedio, ello
ha contribuido también a frenar el  endeudamiento.  La importancia de ambos factores
ha sido distinta y es relevante para valorar las causas de los problemas de sostenibilidad
de su endeudamiento.
Cuadro 2
Condicionantes de la deuda de las CCAA de Régimen Común
(millones de euros)
Insuficiencia de Infrafinanciación (­)/ Desviación del gasto
recursos del modelo Sobrefinanciación (+) efectivo en SPF
Deuda para garantizar el gasto a igual recursos por respecto al gasto Deuda
2009 en SPF por necesidades habitante ajustado según necesidades 2016
(1) (acumulado 2009­ (acumulado 2009­ (acumulado 2009­ (5)
2016) 2016) 2014)
(2) (3) (4)
Andalucía 10.062 36.155 ­5.712 ­3.911 33.350
Aragón 1.890 5.091 1.505 ­178 7.486
Asturias 1.080 4.065 1.230 882 4.094
I. Balears 3.571 5.023 724 ­1.657 8.573
Canarias 2.352 5.493 950 ­2.475 6.804
Cantabria 662 489 2.302 1.224 2.890
Castilla­La Mancha 4.288 8.455 ­132 2.170 14.055
Castilla y  León 3.227 8.418 3.592 50 11.316
Cataluña 25.661 36.893 ­1.628 2.250 75.098
C. Valenciana 16.113 26.999 ­6.875 ­273 44.658
Extremadura 1.086 1.649 2.625 1.582 4.059
Galicia 4.859 10.214 2.135 ­1.849 10.854
Madrid 12.822 35.746 ­973 ­6.027 30.451
Murcia 1.340 6.512 ­984 1.936 8.305
La Rioja 507 295 1.240 137 1.487
Total  Rég. Común 89.522 191.498 0 ­6.140 263.480
Fuente:  MINHAP, IGAE y elaboración propia.

El cuadro 2 sintetiza la importancia de cada uno de estos factores en cada comuni­
dad, mostrando  la influencia  en el endeudamiento  en 2016 del nivel  de deuda inicial
(columna 1), la insuficiencia general de recursos de todas las comunidades para satisfa­

159
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

cer las necesidades  en servicios públicos fundamentales en el  periodo  (columna  2)  y el


incremento (decremento) del endeudamiento derivado de los menores (mayores) ingre­
sos por unidad de necesidad  proporcionados  por  el SFA a cada comunidad (columna
3). Algunas comunidades  han reducido (aumentado)  su insuficiencia de recursos y  su
deuda mediante un menor  (mayor)  nivel de gastos por unidad de  necesidad (columna
4). El resultado final de todo ello es la deuda en 2016, pero los datos de algunas colum­
nas solo permiten llegar a 2014 y estas no deben sumarse.
Orientaciones para la reestructuración de la deuda pública autonómica
A la vista de  las cifras, para que la deuda autonómica permita la  vuelta al mercado
de las comunidades se requiere muy probablemente en algunas de ellas una reestructu­
ración  de  la  misma  que  incluya  quitas.  Además,  en  la  medida  en  que  los  excesos  de
gasto tienen una escasa capacidad  de explicar el  problema,  reducir las  referencias a ese
factor, como hace el párrafo cuestionado, sesga la valoración del problema. 
La reestructuración, incluyendo en su caso la condonación de una parte de la deuda,
se  debería  diseñar  siguiendo  criterios  objetivos  para  minimizar  sus  inconvenientes,  a
partir de tres  referencias: a) la insuficiencia de recursos  del  actual sistema de financia­
ción  para  cubrir  los  servicios  públicos  fundamentales  que  ofrecen  las  comunidades,
teniendo en cuenta  si el  SFA que se acuerde ofrece,  o no, perspectivas  de una mejora
significativa de los recursos; b) la  infrafinanciación relativa sufrida por  algunas  CCAA
en los sucesivos modelos de financiación; y c) el  traspaso de los umbrales de la ratio
deuda/ingresos corrientes que las  agencias de rating y los mercados consideran condi­
cionantes del acceso a los mismos.  Otro  criterio a  tener en cuenta debería ser, desde
luego, evitar la condonación de la parte del endeudamiento diferencial de las comuni­
dades que se deriva de su mayor propensión relativa al gasto, que es la parte del endeu­
damiento a la que se puede asociar claramente un problema de riesgo moral. 
Tomando como referencia estos criterios y los datos que ofrece el cuadro 3, la rees­
tructuración podría contemplar los dos tramos que propone el párrafo 71 del informe:
a) un porcentaje común para  todas las comunidades del  incremento de la deuda deri­
vado de la insuficiencia de recursos padecido para financiar los SPF en el periodo 2009­
2016; b) la deuda derivada de las insuficiencias relativas de financiación padecidas por
algunas comunidades en el pasado y que,  pese a que sus gastos primarios  homogéneos
han sido inferiores a la media por habitante ajustado, tienen mayores dificultades para
volver a los mercados. En el periodo 2009­2016 esas insuficiencias representan más de
18.000 millones de euros, pero en algunos casos los problemas se prolongan hacia atrás
porque las insuficiencias se vienen manteniendo en sucesivos modelos en forma finan­
ciación por habitante inferior a la media. Se trata de una circunstancia también a con­
siderar  porque  explica  las  diferencias  de  deuda  que  ya  existían  en  2009.  Así,  por
ejemplo,  las insuficiencias acumuladas desde 2002 –año en el que se completa la des­
centralización de todas las competencias regionales–  ascienden a 31.495  y  se concen­
tran en la Comunidad Valenciana, Andalucía, Cataluña, Madrid, Illes Balears, Murcia
y Castilla La Mancha. 

160
Votos particulares

Cuadro 3
Referencias para reestructurar la deuda de las CCAA de Régimen Común
(millones de euros)
Desviación del
Saldo vivo de Insuficiencia Infra (–)/ Reducción
gasto primario
la deuda de recursos del sobre (+) mínima de
homogéneo
correspondiente modelo para financiación a deuda para
respecto al
Deuda a los Mecanismos garantizar el igual recursos volver a
gasto medio
2016 Extraordinarios gasto en SPF por habitante acceder a los
por unidad de
(1) de Liquidez por necesidades ajustado mercados
necesidad
(acumulado (acumulado (acumulado financieros(*)
(acumulado
2012­2016) 2009­2016) 2002­2016) 2015
2009­2015)
(2) (3) (4) (6)
(5)
Andalucía 33.350 22.552 36.155 ­6.307 ­1.705 —
Aragón 7.486 2.498 5.091 3.545 2.059 ­522
Asturias 4.094 1.443 4.065 2.512 3.139 —
I. Balears 8.573 5.835 5.023 ­1.262 ­191 ­3.016
Canarias 6.804 4.434 5.493 1.308 294 —
Cantabria 2.890 1.865 489 5.325 2.245 —
Castilla­La Mancha 14.055 9.765 8.455 ­632 3.608 ­4.027
Castilla y León 11.316 2.053 8.418 7.584 2.209 —
Cataluña 75.098 50.037 36.893 ­3.612 3.107 ­34.015
C. Valenciana 44.658 34.224 26.999 ­15.239 ­5.884 ­21.587
Extremadura 4.059 1.845 1.649 5.418 5.063 —
Galicia 10.854 3.384 10.214 2.938 ­182 —
Madrid 30.451 1.924 35.746 ­2.699 ­15.609 ­1.258
Murcia 8.305 6.463 6.512 ­1.745 1.060 ­1.442
La Rioja 1.487 273 295 2.866 787 —
Total Reg. Común 263.480 148.595 191.498 0 0 ­65.867
(*)
Según la metodología de Standard&Poors una ratio Deuda/Ingresos corrientes superior a 180 % dificulta considera­
blemente  el  acceso de  las regiones a los  mercados financieros internacionales. La reducción mínima se calcula  como el
volumen de deuda que debería reducirse para alcanzar este nivel manteniendo constantes los ingresos corrientes.
Fuente:  Banco de España, MINHAP, IGAE y elaboración propia.

Por lo que se refiere  a la  tercera referencia, la reducción de la deuda de cualquier


comunidad  debería  permitirle  situar  su  ratio  deuda/ingresos  corrientes  en  los  niveles
compatibles con la vuelta a los mercados. En un escenario de crecimiento del PIB, sin
considerar los recursos adicionales que puedan derivarse de la reforma del SFA, regresar
a niveles  de  esa  ratio  inferiores al 180 % exige una absorción de 65.000  millones  de
euros de deuda de las CCAA por parte del Estado.
161
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

Tanto las quitas como el alargamiento de plazos y mantenimiento de tipos bajos tie­
nen implicaciones para el Estado  que, por su parte, está muy endeudado.  Las razones
para contemplar la reestructuración pese a ello  son varias.  Una fundamental es  que la
deuda asumida por el  Estado para  cubrir su propio  déficit o  financiar los  Mecanismos
Extraordinarios de Liquidez de las comunidades en estos años ha resultado compatible
con el acceso a los  mercados de la deuda del Reino  de España,  al  menos  en las condi­
ciones favorables creadas por la autoridad monetaria en estos años. La experiencia pare­
ce confirmar  que el  rating de un  Estado  tiene  un  componente importante que suele
denominarse marco institucional y valorado de forma global, que en caso de reestructu­
rarse la deuda, si la deuda agregada de las AAPP no cambia, el riesgo país puede man­
tenerse  invariable.  Una  segunda  razón  se  asocia  a  la  posición  central  de  la  AGE  en
cuanto al diseño del sistema fiscal y la política de estabilidad: le ha dotado ante los mer­
cados financieros  de un plus de reconocimiento  de capacidad fiscal  efectiva. Ese plus
no es reconocido,  en cambio,  a las CCAA en proporción a los ingresos  tributarios  de
los que son titulares nominalmente, probablemente por las limitaciones que padecen
en materia de autonomía fiscal en el ámbito de la imposición indirecta y también en la
gestión tributaria, ambas señaladas en el Informe. 
En estas  circunstancias, la última y decisiva cuestión que  debe ser  valorada es si se
considera  conveniente  y  necesaria  la  vuelta  de  las  CCAA  a  los  mercados  financieros
para que estos operen de nuevo como referencia básica de la disciplina en sus decisiones
de gasto, junto a una reforzada autonomía fiscal. En esa valoración no conviene olvidar,
no obstante, que la capacidad de los mercados de disciplinar financieramente ex ante a
las administraciones públicas ha resultado limitada en el pasado y las consecuencias de
hacerlo ex post son graves y dolorosas. Por esta razón, es importante que las medidas de
saneamiento no sean el punto de partida de políticas de gasto de las comunidades que
supongan nuevos incrementos del  endeudamiento,  sino  que contribuyan a mejorar su
estabilidad  presupuestaria  y  la  sostenibilidad  financiera.  Desde  esa  perspectiva,  para
mejorar la cultura de responsabilidad  financiera  de las administraciones cuya deuda se
reestructura  y  como  contrapartida  de  la  compensación  de  parte  de  sus  deudas,  las
CCAA rescatadas deberían asumir  compromisos de disciplina  fiscal y supervisión que,
en casos de  incumplimientos  de objetivos  establecidos  de manera realista, contemplen
sanciones.

162
VOTO  PARTICULAR presentado por:
D. ARTURO MELIÁN GONZÁLEZ, experto propuesto por la Comunidad Au­
tónoma de Canarias.

El punto 71 del capítulo 5, dentro del apartado dedicado a la estabilidad presupues­
taria y a la sostenibilidad financiera, recoge la opinión de una parte de la Comisión que
estima que podría ser necesaria una reducción de la deuda para facilitar la vuelta de las
CCAA al mercado. Coincido con esta parte de la Comisión en que esta no debería ser
una opción a descartar,  teniendo en cuenta las  excepcionales  circunstancias derivadas
de la última recesión y su impacto en los recursos de las CCAA. 
Sin embargo, en este párrafo se propone, concretamente para el denominado segun­
do tramo,  que éste “cubriría los incrementos de deuda derivados de las  insuficiencias
de financiación relativas padecidas por algunas  comunidades CCAA y que, pese a que
sus gastos primarios homogéneos han sido inferiores a la media por habitante ajustado,
debido a esa infrafinanciación tengan mayores dificultades para volver a los mercados”. 
Es decir,  para el  acceso a este segundo tramo  para la cancelación de la deuda auto­
nómica  se conecta haber tenido una financiación relativa inferior con los  incrementos
de deuda de las CCAA y las dificultades que tengan las mismas para el acceso a los mer­
cados.
Esta propuesta sería, desde mi punto de vista, contradictoria con la afirmación que
se recoge al  principio de este punto  71,  donde se señala que  la  reducción de la deuda
“debería  evitar,  en  todo  caso,  cubrir  la  parte  del  endeudamiento  diferencial  de  las
CCAA derivada de  una mayor propensión relativa  al gasto,  pues en esta parte  se con­
centra claramente el problema de riesgo moral”.
Así, en la medida en que para la concreción de este segundo tramo se consideren los
incrementos de deuda que se hayan registrado en cada CA y  sus mayores o  menores
dificultades de acceso a los mercados, se podría incurrir en una penalización a aquellas
CCAA que, a pesar  de tener una financiación inferior al promedio, han registrado  un
menor aumento de su deuda pública por haber implementado medidas de mayor alcan­
ce ya sea en el ajuste de sus gastos o para la elevación de sus ingresos tributarios.
En la tabla 1 se muestran los índices de financiación procedente del SF en términos
normativos y a competencias homogéneas por habitante ajustado, donde se aprecia que
existen diferencias entre las CCAA. Por otro lado, en la tabla 2 se muestran los valores
de la ratio deuda pública y PIB, para el que también existen diferencias entre las distin­
tas CCAA. La correlación entre estos dos indicadores es negativa, si bien no es elevada
(para ningún año es superior al ­0,4). El gráfico 1 relaciona a su vez el señalado índice
de financiación en promedio para el periodo 2009­2015 con el  incremento de deuda
pública desde el fin de 2008 hasta 2015. En dicho gráfico se puede observar claramente
que no  todas las CCAA con  un índice de financiación inferior al promedio (100) han
experimentado el mismo incremento de deuda pública. Todo ello tiene su origen en las

163
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

diferencias  entre CCAA  no sólo  en cuanto a los recursos de que han dispuesto, sino


también en los gastos que han realizado y en las medidas que han aplicado para la ele­
vación de los primeros y la contención de los segundos.
Con el fin de no generar incentivos perversos para el futuro, las ayudas que se conce­
dan, en su caso, para la cancelación de la deuda no deben premiar una mayor propensión
al  gasto  ni  tampoco  penalizar  la  implementación  de  medidas  de  mayor  alcance  para  el
cumplimiento de las reglas de estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera.
Por todo lo antes expuesto, el párrafo 71 debería quedar del siguiente modo, elimi­
nando la parte que figura tachada:
“71. El resto de la Comisión estima que la evaluación de la reestructuración de la deuda
podría concluir que la vuelta al mercado de las CCAA requiere una reducción de la misma.
Esa compensación debería evitar,  en todo caso, cubrir la parte del endeudamiento diferen­
cial de las CCAA derivada de una mayor propensión relativa al gasto, pues en esta parte se
concentra claramente el problema de riesgo moral. La reestructuración podría contemplar
dos tramos:  el  primero cubriría un porcentaje común para todas las CCAA  por la insufi­
ciencia de recursos padecida para financiar los servicios en el periodo 2009­2016; el segundo
cubriría los incrementos  de deuda derivados  de las insuficiencias  de financiación relativas
padecidas por algunas  CCAA y que, pese a que sus gastos primarios  homogéneos han sido
inferiores a la media por habitante ajustado, debido a esa infrafinanciación tengan mayores
dificultades para volver a los mercados. Ambos tramos podrían operar mediante la cancela­
ción parcial de los préstamos concertados hasta el momento con el FFCA y sus antecesores.
Estas  reestructuraciones  deberían  estar  sujetas  a  la  debida  condicionalidad  para  asegurar
que las CCAA beneficiarias convergen hacia la eliminación del déficit estructural y al valor
de referencia de la deuda en los plazos que se fijen”.

Tabla 1
Índice de financiación normativa a competencias homogéneas y por habitante ajustado
(para la CA de Canarias se incluye el valor normativo del REF)
Promedio
Comunidad Autónoma 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
2009­2015
Cataluña 103,58 99,97 100,27 99,65 98,93 99,07 99,63 100,16
Galicia 101,09 105,16 104,55 104,36 104,75 103,87 103,48 103,89
Andalucía 93,80 96,23 95,84 96,82 96,46 97,67 96,17 96,14
Asturias 104,96 108,88 108,51 108,28 108,15 107,22 106,95 107,57
Cantabria 118,09 123,08 124,68 124,75 130,64 127,04 129,31 125,37
Rioja (La) 109,35 115,85 118,66 115,94 120,40 119,87 119,57 117,09
Murcia (Región de) 96,29 95,21 95,22 95,66 95,10 95,12 95,09 95,38
Valencia 94,56 95,21 95,22 95,47 95,01 95,07 95,05 95,08
Aragón 104,82 107,78 110,59 110,32 108,17 109,76 109,87 108,76
(Sigue.)

164
Votos particulares

(Continuación.)

Promedio
Comunidad Autónoma 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
2009­2015
Castilla La Mancha 96,19 99,15 98,62 98,76 101,58 100,46 100,37 99,30
Canarias(*) (**) 93,10 95,22 95,22 96,53 96,91 96,03 100,86 96,27
Extremadura 105,34 113,05 108,99 111,68 113,05 112,68 112,48 111,04
Balears (Illes) 99,38 99,97 100,94 100,07 99,39 99,58 99,63 99,85
Madrid 108,59 99,97 100,94 99,72 99,07 99,17 99,23 100,96
Castilla y León 104,62 109,22 108,56 108,01 108,67 107,75 107,70 107,79
Total CCAA 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00
*(*)
Los recursos derivados del REF no forman parte del SF, habiéndose añadido a los recursos del SF correspondientes
a Canarias a los efectos del análisis y propuesta de las que son objeto el presente voto particular.
(**)
Para  2009 el  valor normativo del REF que se considera  es 385.150,64  miles de  euros y no 509.538,25 miles de
euros. Este último es el  que figura en  la liquidación  del  SF para  2009  publicada en la página web  del Ministerio  de
Hacienda y Función Pública y es el resultado de considerar un importe en concepto de compensación al Estado por la
supresión del IGTE por 90.073,79 miles de euros. Sin embargo, el importe definitivo correspondiente a esta compen­
sación en 2009 asciende a 214.461,4 miles de euros, el cual figura en la notificación efectuada al respecto por ese Minis­
terio el 26 de  julio de 2011 y  es el  registrado contablemente  en las cuentas de  las Comunidad  Autónoma de Canarias.
El valor normativo del  REF para 2009 empleado en esta tabla es el que  resulta de utilizar este último importe para  la
compensación por la supresión del IGTE.
Fuente:  elaboración propia a partir de MINHAP (2017).

Tabla 2
Ratios de deuda pública a efectos del PDE sobre el PIB
Diferencia
Comunidad Autónoma 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
2008­2015
Cataluña 10,7 12,7 17,5 22,1 26,8 30,1 32,8 35,6 25,6
Galicia 6,7 8,6 10,9 12,7 15,4 17,2 18,5 18,6 11,9
Andalucía 5,4 6,9 8,6 10,2 15,1 17,8 21,2 22,1 16,6
Asturias 3,2 4,8 7,4 9,6 12,5 14,8 16,9 18,2 15,6
Cantabria 3,9 5,2 7,7 10,3 16,7 18,5 20,3 21,9 18,6
Rioja (La) 4,8 6,4 9,1 11,4 13,6 15,2 17,1 18,2 13,4
Murcia (Región de) 2,6 4,8 7,5 10,3 17,4 20,9 25,7 27,6 25,6
Valencia 12,6 15,7 19,7 21,7 31,2 34,1 38,5 41,4 28,8
Aragón 4,3 5,5 8,4 10,1 14,2 16,5 18,4 20,6 16,3
Castilla­La Mancha 6,4 10,9 15,6 17,8 27,2 31,1 36,1 36,3 29,9
Canarias 4,4 5,8 8,1 9,1 11,8 13,4 15,2 16,3 11,9
Extremadura 5,1 6,1 9,7 11,5 14,4 15,7 18,6 20,7 15,7
Balears (Illes) 9,9 13,7 17,1 18,3 23,9 27,1 29,7 30,6 20,7
Madrid 5,6 6,4 7,2 8,2 10,7 11,9 13,1 14,1 8,5
Castilla y  León 4,6 5,8 8,3 10,5 14,8 16,4 18,1 19,7 15,1
Fuente:  elaboración propia a partir de Banco de España (2017).

165
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

Gráfico 1
Incremento de ratio de deuda pública sobre el PIB en 2008­2015 e
índice de financiación normativa y homogénea en SF por habitante
ajustado promedio 2009­2015
(en el caso de Canarias se incluye el valor normativo del REF)

Referencias
BANCO DE ESPAÑA (2017): Deuda pública según el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE).
https://www.bde.es/webbde/es/estadis/infoest/htmls/cdp.html.
MINHAP (2017): Informes sobre la financiación definitiva de las Comunidades Autó­
nomas a través del sistema de financiación. http://www.minhafp.gob.es/es­ES/CDI/
Paginas/SistemasFinanciacionDeuda/InformacionCCAAs/Informes%20financia
cion%20comunidades%20autonomas2.aspx.

166
VOTO  PARTICULAR presentado por:
D.a ELENA MANZANO SILVA, experta propuesta por la Comunidad Autó­
noma de Extremadura.

Con el  máximo  respeto  a la opinión mayoritaria  de los miembros  de la  Comisión


plasmada en el presente Informe, formulamos el siguiente voto particular a los aparta­
dos 11, 18 a 46 y 52 a 65 del capítulo IV, con la intención de reivindicar el desarrollo
de  un  examen  riguroso  y  pormenorizado  de  las  necesidades  relativas  de  gasto  de  las
comunidades autónomas y de articular una estructura alternativa al modelo propuesto
que  garantice  la  nivelación  plena  de  los  servicios  públicos  y  la  suficiencia  financiera
autonómica  en  la  prestación  de  funciones  y  competencias  asumidas  con  arreglo  al
marco constitucional establecido. 
Las dificultades que  se han puesto de manifiesto durante los  debates de  los  miem­
bros de la Comisión en la determinación de las necesidades relativas de gasto; la postura
defendida de mantener, con algún matiz,  las  variables existentes,  cuya legitimidad se
encuentra seriamente cuestionada, la decisión de hacer una breve y tímida referencia a
la necesidad de efectuar un análisis en profundidad de las variables y ponderaciones que
aproximan mejor el coste de prestación de todos los servicios públicos, tengan éstos  la
consideración de fundamentales  o no;  y la estructura propuesta del  modelo de finan­
ciación futuro, que no garantiza por igual a todas las comunidades autónomas la finan­
ciación de los citados costes; nos llevan a pronunciarnos de manera determinante sobre
la estructura del sistema propuesto y el grado de nivelación que debe tener. 
Desde un punto de vista jurídico, cabe sostener que los principios de igualdad, auto­
nomía financiera, suficiencia  financiera y  la garantía  de un nivel mínimo  en la presta­
ción  de  todos  los  servicios  determinan  la  necesidad  de  establecer  un  sistema  de
nivelación plena. 
El  principio  de  igualdad  es  uno  de  los  valores  superiores  de  nuestro  ordenamiento
jurídico  (art.  1  CE),  cuya  realización  real  y  efectiva  corresponde  a  los  poderes  públicos
removiendo los obstáculos que dificulten su plenitud (art. 9. 2 CE), con el que se garan­
tiza que todos somos iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna
por razón de nacimiento, raza, sexo, religión o cualquier otra condición o circunstancia
personal o social (art. 14 CE). De este modo, nuestra Constitución consagra el principio
de igualdad desde una perspectiva formal (art. 14 CE) y material (art. 9. 2 CE). La igual­
dad  formal  como  igualdad  ante  la  ley,  con  la  que  se  “impone  al  legislador  el  deber  de
dispensar  un  mismo  tratamiento  a  quienes  se  encuentran  en  situaciones  jurídicas  igua­
les, con prohibición de toda desigualdad que, desde el punto de vista de la finalidad de
la  norma  cuestionada,  carezca  de  justificación  objetiva  y  razonable,  o  que  resulte  des­
proporcionada en relación con dicha justificación” (STC 57/2005, FJ 3); y la igualdad
material,  como  la  necesidad  de  que  las  diferentes  regulaciones  económicas  y  sociales
deban promover la efectiva realización de este principio. En materia tributaria, el prin­

167
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

cipio de igualdad se recoge en el artículo 31 de la Constitución acompañado de los prin­
cipios  de  generalidad  y  capacidad  económica,  de  forma  que  se  entenderá  vulnerado
cuando “sin justificación objetiva y razonable, índices de capacidad económica idénticos
son objeto de un gravamen diverso” (STC 54/2006, FJ 6), y el caso contrario, que aque­
llos que se encuentran en situaciones diferentes sean sometidos a tributación de manera
dispar, consagrando un trato igual a iguales y desigual a desiguales. 
El principio de igualdad rige también el modelo de organización territorial conteni­
do en el Título VIII de nuestra Constitución, atribuyendo a la Administración General
del Estado  la competencia exclusiva  en “la regulación de las  condiciones  básicas  que
garanticen la igualdad de todos los españoles en el ejercicio de los derechos y en el cum­
plimiento  de los deberes  constitucionales” (art. 149. 1. 1  CE) y en la regulación de la
Hacienda General  (art. 149. 1. 14 CE). 
Este  modelo  de  organización  territorial  se  articula  sobre  la  base  del  principio  de
igualdad, y queda perfilado bajo la noción de autonomía, entendida ésta como el medio
a través del cual comunidades específicas adquieren una representación política distin­
tiva,  especializados  organismos  y  estructuras,  para  el  cuidado  de  sus  intereses  con  la
intención de minimizar la distancia entre las autoridades gobernantes y los ciudadanos. 
Esta autonomía de las entidades subcentrales en el marco de su propia financiación
supone la facultad de decisión en la obtención de recursos y en el gasto de los mismos
con la finalidad de desarrollar las actividades que les son encomendadas, asegurando su
suficiencia financiera “para el  desarrollo y ejecución de sus competencias”  (art. 156. 1
CE). Como ha reiterado el Tribunal Constitucional, la suficiencia financiera va íntima­
mente ligada a noción de autonomía financiera de los entes territoriales,  instrumento
indispensable para la consecución de su autonomía política. Ello exige que dichos entes
disfruten de la plena disposición de los medios financieros precisos para poder ejercer,
sin condicionamientos indebidos y en toda su extensión, las funciones que legalmente
les han sido encomendadas; es decir, para posibilitar y garantizar el ejercicio de la auto­
nomía constitucionalmente reconocida en los artículos 137 y 156 CE (por todas, SSTC
289/2000, de 30  de noviembre, FJ  3; 96/2002,  de 25 de abril,  FJ  2;  168/2004, de 6
de octubre, FJ 4; y 179/2006, de 13 de junio, FJ 3).
Esta conexión entre la adecuada realización del principio de autonomía y la necesi­
dad de garantizar la suficiencia financiera autonómica delimita la propia  distribución
competencial  de los  artículos  148 y 149  de la Constitución española.  El correcto ejer­
cicio de las competencias asumidas precisa de la disposición de medios de financiación
suficientes con los que cubrir las necesidades de gasto generadas, así como garantizar el
adecuado  nivel  de prestación de bienes y servicios a los  ciudadanos de cada una de las
autonomías, de  forma que,  como ha puntualizado el  Tribunal  Constitucional,  “para
poder  valorar  si  una  Comunidad  Autónoma  goza  de  suficientes  recursos  es  preciso
atender, en primer lugar,  a las competencias que tiene atribuidas,  y en segundo lugar,
al conjunto de recursos  de que  puedan disponer (por todas,  STC 109/2011,  de 22 de
junio, F. 5)”. 

168
Votos particulares

En línea con la interpretación constitucional, la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de sep­
tiembre,  de  Financiación  de  las  Comunidades  Autónomas  (LOFCA)  contiene  una
remisión explícita al  principio de suficiencia financiera ligándolo a la noción  de auto­
nomía financiera,  al  disponer que ésta deber llevarse a  efecto de acuerdo  con “la  sufi­
ciencia de recursos para  el ejercicio de las competencias  propias de las Comunidades
Autónomas” (art. 2. 1. f ).
Sobre la base de lo expuesto, la suficiencia financiera se configura como una garantía
institucional fundada en la existencia de medios o instrumentos de obtención de recur­
sos con los que cubrir las necesidades de financiación de los entes territoriales que gozan
de autonomía. Garantía que ha de ser prestada por la Administración General del Esta­
do “dentro siempre de las reales disponibilidades económicas de un sistema globalmen­
te presidido por el principio  de solidaridad  entre todos los  españoles” (STC 87/1993,
de 11  de marzo;  STC 135/1992,  de 5 de octubre); velando por el  establecimiento  de
un equilibrio  económico,  adecuado y justo  entre las diversas partes  del  territorio espa­
ñol, sin que las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas
puedan implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales (art. 138. 2 CE).
Sólo  un sistema que garantice la nivelación plena de los servicios,  asegura que los
ciudadanos residentes en distintos territorios sean tratados de igual manera por el sector
público,  e  independientemente  del  territorio  en  el  que  residan.  Por  el  contrario,  un
modelo de nivelación  parcial,  se limita a  garantizar un nivel  mínimo  en la prestación
de servicios  públicos fundamentales, obviando  la prestación del resto de los servicios
públicos.
Dicho de otro modo, el contribuyente que resida en una comunidad autónoma que
disponga de  un menor nivel  de renta o riqueza  deberá asumir que va a percibir unos
servicios  públicos  fundamentales  de  menor  calidad  que  en  otras  regiones  o,  incluso,
entender que éstos no van a ser prestados en su territorio de residencia. También deberá
aceptar que no tendrá acceso a ciertos servicios no considerados fundamentales, o com­
prender que habrá de hacer un mayor esfuerzo fiscal que los ciudadanos de otras comu­
nidades autónomas para poder acceder al mismo nivel de los bienes y servicios públicos
autonómicos, sabiendo que en ocasiones alcanzar ese nivel de esfuerzo fiscal es imposi­
ble por los propios niveles de renta y riqueza de la región. 
En el modelo todavía vigente regulado en la Ley 22/2009 de 18 de diciembre, si se
tuviera en cuenta, exclusivamente, el mecanismo de nivelación introducido a través del
Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales (FGSPF), el resultado sería
que se consigue nivelar los  servicios públicos fundamentales a partir de la  garantía de
una financiación idéntica por unidad de necesidad para todas las comunidades autóno­
mas de régimen común, y para ello se dispone del 75 % de los recursos tributarios defi­
nidos en la norma, que proporcionan dichas comunidades,  más una aportación de la
Administración General del Estado.
Las consecuencias de la ausencia de nivelación de todos los servicios, y de la necesa­
ria disposición para  ello de la totalidad de los recursos tributarios  de las comunidades

169
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

autónomas, medidos en términos normativos, resultan muy perjudiciales para aquellos
territorios  que tienen  un menor  potencial recaudatorio.  Un 25 % de  la recaudación,
que es la parte de ésta que tiene carácter autónomo, en una región de menor capacidad
fiscal, no  aporta recursos  relevantes a su hacienda, a diferencia de lo que sucede en las
regiones  de mayor nivel  de renta y  de riqueza. Si comparamos este 25 % con las nece­
sidades  de  gasto  que  requiere  la  prestación  de  los  servicios  públicos  no  considerados
fundamentales, tendremos posiciones muy  distintas y encontradas, con haciendas que
no podrán cubrir con la primera partida las  mencionadas necesidades, y regiones que
dispondrán  de  remanentes  de  recaudación  al  ser  ésta  muy  superior  a  las  necesidades
presentadas. Éstas últimas podrán, además, decidir  entre mejorar, sobre el  nivel  míni­
mo garantizado por el sistema, la financiación de los servicios públicos fundamentales,
o favorecerse de las medidas normativas que puedan adoptar sobre los tributos de titu­
laridad estatal  que se encuentren cedidos,  cuando de  ellas derive una reducción de la
recaudación.  Por  el  contrario,  las  regiones  de  limitado  potencial  recaudatorio  verán
limitadas cualquiera de las decisiones anteriores, e incluso verán limitada su capacidad
para mejorar el nivel  mínimo de prestación de los  servicios  públicos fundamentales  a
pesar de que se ejerza una mayor presión fiscal a sus residentes. 
En este contexto, tal y como sucede en el modelo actual y ha venido sucediendo en
los sistemas anteriores, debe sostenerse con rotundidad que resulta necesario garantizar
la  prestación  de  los  servicios  públicos  no  considerados  fundamentales,  mediante  la
incorporación de un mecanismo de nivelación con efectos similares al conseguido para
los servicios  públicos fundamentales a través del  actual  FGSPF.  El  funcionamiento  de
dicho mecanismo debe basarse en la afectación de un porcentaje de los recursos tribu­
tarios de las comunidades autónomas,  y una aportación de  la Administración General
del Estado, que sirva para financiar un importe mínimo por unidad de necesidad igual
en todas las comunidades autónomas de régimen común.  Dicha  unidad de  necesidad
debe definirse específicamente, a partir de la evaluación de los servicios que representa,
y de las variables que aproximan su coste de prestación, bajo una premisa de no subor­
dinación de éstas a las consideradas a efectos de estandarización del coste de los servicios
públicos fundamentales. 
Por otro lado, no puede olvidarse que la previsión sobre el funcionamiento teórico
del modelo de financiación actual, bajo la hipótesis de funcionamiento en exclusiva del
mecanismo de nivelación que introduce el FGSPF, presupone la correcta medición de
las necesidades de gasto ligadas a la prestación de los servicios públicos fundamentales,
mediante la definición de una unidad de necesidad (población ajustada),  que,  según
consta en el párrafo 10 del capítulo IV de este Informe, se basa “en una fórmula senci­
lla, pero que incorpora alguna de las variables con un mayor impacto sobre la demanda
de los principales  servicios gestionados por las CCAA y sobre  sus  costes unitarios de
provisión”. 
Efectivamente,  la fórmula que ajusta la población a efectos de reparto  del  FGSPF,
es sencilla e incorpora alguna de las variables con mayor impacto sobre la demanda de
los principales  servicios  gestionados  por las CCAA. Sin embargo, cuando se trata de

170
Votos particulares

aproximar un coste estándar de prestación de los servicios, que represente las necesida­
des de financiación de un conjunto heterogéneo de regiones, cuyas realidades demográ­
ficas y  territoriales  son muy  diferentes, no  puede prevalecer la sencillez por encima de
la  significatividad,  ni  podemos  conformarnos  con  incorporar  alguna  de  las  variables
con mayor impacto en la demanda, si otras con gran impacto en el coste no están repre­
sentadas. Tampoco caben en la aproximación de un coste estándar variables muy espe­
cíficas,  como  la  dispersión  o  la  insularidad,  que  en  modo  alguno  representan  a  un
número suficiente de  las comunidades autónomas  que  habrán de atender las  unidades
de necesidad resultantes.
Asimismo, se hace necesario el establecimiento de criterios congruentes de medición
de la demanda, para que la utilización de la variable población, cuya preponderancia es
irrenunciable,  refleje,  en  todo  caso,  el  número  real  de  beneficiarios  de  los  servicios
públicos  cuyo  coste  trata  de  aproximarse.  Dicha  congruencia  exige,  probablemente,
que se distinga entre usuarios potenciales y usuarios reales cuando se aproxima el coste
de cualquier servicio público: desde el sanitario, al educativo y universitario, o desde el
de prestación de servicios sociales de dependencia a  los  de mantenimiento  de infraes­
tructuras públicas. Carece de sentido que se adopten criterios diferenciados atendiendo
al tipo de servicio,  a pesar de que los  razonamientos que justifican la separación pro­
puesta son admisibles para cualquier servicio público.
En  definitiva,  antes  de  abordar  cualquier  otra  cuestión,  es  necesario  garantizar  la
prestación de todos  los servicios  públicos,  mediante la incorporación al  sistema de los
oportunos mecanismos de nivelación, que deberán financiarse a partir de la asignación
de  recursos  tributarios  de  las  comunidades  autónomas  afectadas  por  el  modelo  de
financiación, y de la participación de la Administración General del Estado; y que exi­
girán la determinación de unas variables de necesidad que representen adecuadamente
las particularidades de cada una de dichas comunidades autónomas o,  en su  defecto,
identifiquen  adecuadamente  unas  condiciones  demográficas  y  territoriales,  sobre  las
que exista un consenso suficiente acerca de su representatividad con relación a la media. 
Sólo  cuando  la  garantía  de  un  nivel  mínimo  de  prestación  de  todos  los  servicios
públicos esté resuelta, cabrá discutir los aspectos del modelo de financiación actual que
mayores dudas plantea a algunos de los miembros de esta Comisión, referidos al respeto
del criterio de statu quo y a la alteración de las posiciones finales, medidas en términos
de financiación por habitante ajustado, respecto de la que le corresponde a cada comu­
nidad autónoma en función de la aportación que realiza, medida en términos de recur­
sos tributarios por habitante ajustado. 
En el modelo vigente, el resultado, calculado en términos de financiación por habi­
tante ajustado, informa sobre la relación existente entre los recursos totales  percibidos
y  la  población  (ajustada)  que  se  beneficia  de  los  servicios  públicos  fundamentales.  A
partir de esta realidad, a menudo se construye una teoría que trata de justificar la sobre­
financiación de aquellas comunidades que presentan un ratio  superior a la media. Los
fondos percibidos al  margen del FGSPF  sólo tienen encaje  desde la perspectiva men­
cionada anteriormente (preservación del statu quo), que no respeta unos criterios claros

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Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

de reparto. Sin embargo, esta misma teoría suele obviar las debilidades que presenta la
fórmula de cálculo de la población ajustada, como aproximación del coste real de pres­
tación de todos los servicios públicos, e incluso de los servicios públicos fundamentales.
Si  una  comunidad  autónoma  recibe  más  recursos  a  través  del  FGSPF  es  porque  las
variables que intervienen en su reparto se acomodan mucho mejor a su perfil demográ­
fico  y  territorial  que  el  de  aquéllas  que  perciben  menos  por  esta  vía,  hecho  que  no
garantiza que sus necesidades  de gasto sean menores  que las de las  primeras. Por este
motivo, cada euro  adicional  obtenido  por las  comunidades mejor representadas en la
población ajustada,  a través  de aquél,  quedará automáticamente ajustado como conse­
cuencia de que, normalmente, también se verá afectada su población ajustada, es decir,
el  denominador  del  ratio  que  evalúa  el  resultado;  por  consiguiente,  este  último  no
mejorará. Por el  contrario,  cada  euro percibido  fuera del  FGSPF se penalizará porque
mejora extraordinariamente el ratio final, y en consecuencia, se considerará que, al mar­
gen de las razones  que justifiquen su obtención,  que  pueden ser, entre otras, tratar de
subsanar algunas de las debilidades  que  plantea la medición de  la población ajustada,
proporciona una sobrefinanciación ilegítima. 
Este injusto tratamiento empeora doblemente con el modelo propuesto en el Infor­
me de esta Comisión: en primer lugar, porque sigue adoptándose como principal indi­
cador de necesidad la población ajustada definida en el modelo actual; y en segundo
término, porque ahora se realiza una asignación total de los impuestos indirectos cedi­
dos al Fondo Básico de Financiación (FBF), recursos que alcanzan un peso recaudato­
rio mayor en regiones en las que el nivel de renta y riqueza de sus residentes es menor,
provocando un esfuerzo de financiación sobre dicho Fondo, mayor. Carece de sentido
que el FBF, cuyo objetivo es financiar la prestación de los servicios públicos fundamen­
tales,  y  garantizar  un  nivel  mínimo  igual  en  todas  las  comunidades  autónomas,  sea
financiado  en  mayor  medida  por  las  regiones  que  no  pueden  garantizar  dicho  nivel
mínimo con sus recursos tributarios.
En los modelos de financiación autonómica aprobados hasta el momento, no se ha
llevado a cabo una  identificación de figuras tributarias  concretas  al  nivel que se reco­
mienda en el Capítulo objeto del presente voto particular. 
La asignación que se realiza al  referido  FBF  de la recaudación  total  de los tramos
autonómicos del IVA e IIEE que corresponda a las CCAA de régimen común y del por­
centaje que corresponda de los ingresos normativos de éstas por las demás figuras que
se integran en la cesta de tributos supone un grave perjuicio para las regiones en las que
el peso de la recaudación indirecta es superior a la de la recaudación directa. El esfuerzo
fiscal de estas regiones  es  mucho mayor y la posterior apariencia de sobrefinanciación
es más elevada, pues precisarán de mayores recursos a través del denominado Fondo de
Nivelación Vertical (FNV) para cubrir los gastos derivados de su bagaje competencial. 
En cualquier caso, la inexistencia de un adecuado sustrato científico, o mínimamen­
te lógico, que dé cobertura a la separación por tipo de tributos en la cuantificación del
FBF, concede igual validez a los resultados obtenidos por dicha vía, si éstos se plantean

172
Votos particulares

desde una óptica contraria. Así, para atender a los principios constitucionales de capa­
cidad económica y  progresividad, sería más  oportuno  distinguir entre porcentajes  de
aportación tributaria,  que deberían ser mayores o  menores en atención a la capacidad
de cada territorio. Para ello, proponemos la utilización como criterio que fije el porcen­
taje de aportación de recursos en cuestión, la diferencia entre el PIB per cápita de cada
región con respecto a la media.  La región con mayor PIB  per cápita  debería aportar,
por ejemplo,  el 80% de sus recursos  tributarios y la región con menor PIB  per cápita
el 50 %. Al resto de comunidades autónomas podrían aplicárseles porcentajes que varí­
en entre el máximo y el mínimo indicados, calculados en función de la mayor o menor
distancia con la menos favorecida. Bajo esta premisa, se reforzaría la idea de “propiedad
territorial  de  los  recursos  tributarios”  que  parece  presidir  el  modelo  propuesto  en  el
capítulo IV del Informe, y aunque lo  más razonable es dotar el FBF mediante la asig­
nación de un porcentaje determinado de todos los tributos, sin distinción alguna, desde
una perspectiva  coherente,  la consideración de los  territorios como “sujetos pasivos”,
debería suponer la exigencia de una aportación mayor a aquellos territorios que presen­
tan una capacidad  mayor. 
Este planteamiento es incuestionable en el ámbito personal al amparo de lo dispues­
to en el artículo 31 de la Constitución. Cuando examinamos el citado precepto y estu­
diamos el deber de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos, vemos cómo debe
efectuarse con arreglo a  la capacidad económica de cada contribuyente, mediante un
sistema tributario justo, inspirado en los principios de igualdad y progresividad. La pro­
gresividad implica que contribuyan en mayor medida, de forma más que proporcional,
aquellos que tienen un mayor nivel de renta y de riqueza. 
En  resumen  de  lo  expuesto,  somos  conscientes  de  que  la  fijación  de  un  grado  de
nivelación constituye una decisión eminentemente política, pero no hay que olvidar que
debe ser una decisión que se enmarque en los valores y principios que sustentan nuestro
Estado y nuestro modelo de financiación autonómica, lo que nos conduce a la defensa
de la nivelación plena, esto es a la asignación del 100 % de los recursos tributarios, medi­
dos en términos normativos, de cada comunidad autónoma, a la prestación de todos los
servicios públicos, que deben garantizarse con un nivel de financiación idéntico por uni­
dad de necesidad. Esta fórmula es la única que puede garantizar la prestación de dichos
servicios en condiciones equivalentes en todas las comunidades autónomas. 
Además, si las unidades de necesidad están adecuadamente diseñadas, y están repre­
sentadas  por  variables  explicativas  del  coste  estándar,  la  financiación  resultante  por
habitante  ajustado no  presentará  las diferencias,  aparentemente,  no  justificadas  que se
observan en el modelo actual. 
Con la igualación de la capacidad fiscal que buscan los fondos de nivelación se logra
mantener las ventajas de la descentralización evitando sus inconvenientes, garantizando
que cada gobierno pueda ofrecer los bienes y servicios que demandan sus ciudadanos a
un nivel similar al de los restantes gobiernos sin estar condicionado por las diferencias
de capacidad fiscal. 

173
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

Todo ello nos lleva a sostener con rotundidad la necesidad de contar con un sistema
de nivelación plena que garantice la prestación de todos los servicios  públicos con un
nivel equivalente en todas las comunidades autónomas, y no sólo un nivel mínimo para
los servicios públicos fundamentales.
En este orden de ideas,  defendemos  que  en la reforma del  sistema  de financiación
autonómica que en su caso se acuerde, primen los siguientes aspectos: 
—  El principio de “propiedad territorial de los recursos tributarios” no debe impo­
nerse.
—  Las Comunidades Autónomas Forales deben participar en los mecanismos  de
nivelación que se articulen.
—  El porcentaje de nivelación de los recursos tributarios debe afectar igualmente a
todos los tributos cedidos y, frente a cualquier planteamiento de naturaleza dife­
rente,  debe  imperar  el  criterio  de  aportación  diferenciada  entre  CCAA,  aten­
diendo a los principios de capacidad económica y progresividad, es decir, deben
aportar más aquellos territorios cuya capacidad tributaria es mayor. 
—   Los  recursos  nivelados  deben  garantizar  la  financiación  de  todos  los  servicios
públicos fundamentales. Dichos recursos deben completarse con aportaciones
de  la  Administración  General  del  Estado  que  incrementen  el  importe  de  la
financiación por unidad de necesidad, y garanticen un nivel mínimo de pres­
tación  de  todos  los  servicios  públicos  que  avale  un  adecuado  Estado  de  Bien­
estar. 
—  La transferencia de  competencias  debe acompañarse de  financiación suficiente
para  prestar  los  servicios  inherentes  a  las  mismas.  Por  consiguiente,  de  igual
modo que parece existir consenso sobre la necesidad de definir unas variables de
necesidad que representen el coste de prestación de los servicios públicos funda­
mentales, deben valorarse igualmente las necesidades de gasto ligadas a la pres­
tación del resto de servicios. 
—  Esta  valoración  exige  la  definición  de  variables  de  necesidad  específicas,  y  la
determinación de un nivel mínimo de prestación garantizado por el sistema de
financiación. 
—  Dicho nivel mínimo debería establecerse partir del nivel medio que resultaría si
se  asignara  la  totalidad  de  los  recursos  tributarios  autónomos  del  sistema  a  la
financiación de las unidades de necesidad resultantes para el conjunto de comu­
nidades autónomas de régimen común.
—  La  diferencia  entre  los  recursos  financieros  autónomos  disponibles  para  cada
comunidad  autónoma  y  el  nivel  de  prestación  mínimo  garantizado  debería
financiarse por la Administración General del Estado. 
Sobre  la  base  de  lo  expuesto,  proponemos  una  nueva  redacción  de  los  siguientes
párrafos del capítulo IV del Informe:
174
Votos particulares

11. A estos efectos, se considera fundamental abordar un análisis en profundidad de los
factores explicativos de las  necesidades de financiación de los servicios públicos,  fundamen­
tales  y  no  fundamentales,  con  el  objeto  de  determinar  las  variables  y  ponderaciones  que
deben tomarse en consideración en el cálculo de las unidades de necesidad que sirven de base
para el reparto de los fondos que garantizan un nivel mínimo de prestación  idéntico para
todas las CCAA. La estructura del modelo de financiación que se proponga debe quedar sub­
ordinada a la definición previa de la población ajustada que sirva para articular los meca­
nismos de nivelación exigibles y para medir los resultados finales de forma homogénea.
35. En esta sección se ofrece una propuesta sobre la estructura del nuevo modelo de finan­
ciación. De acuerdo con el diagnóstico recogido en el Capítulo 1 del presente  Informe,  una
vez acordado un determinado equilibrio vertical de partida se pretende simplificar la estruc­
tura del sistema de financiación, hacerlo más transparente y dotarlo de un criterio explícito
de reparto entre CCAA. 
36. El núcleo del modelo estaría integrado por dos Fondos, el Fondo de Garantía de los
Servicios Públicos Fundamentales  (FGSPF) y el  Fondo de Garantía del Resto de Servicios
(FGRS).  Un tercer Fondo Complementario de Financiación  (FCF) aportaría, a partir  de
necesidades  de gasto concretas y determinadas de acuerdo con variables similares a las pre­
vistas para las competencias homogéneas, recursos para la financiación de las  competencias
singulares que hayan sido asumidas sólo por algunas comunidades. 
37. El FGSPF tiene por objeto asegurar que cada CA recibe los mismos recursos por uni­
dad de necesidad para financiar los servicios públicos fundamentales esenciales del Estado de
Bienestar. Se financiará con un porcentaje de la recaudación total de los recursos tributarios
que corresponden a cada CA, en términos normativos y debidamente homogeneizados, y con
la correspondiente aportación de la Administración General del Estado. Se incluirá también
en este Fondo una aportación de las Comunidades forales. El FGSPF se distribuirá en pro­
porción a la población ajustada regional, calculada de conformidad con el resultado del aná­
lisis en profundidad  que debería realizarse antes  de la aprobación de un nuevo modelo de
financiación, de los factores que inciden en el coste de prestación de los servicios públicos fun­
damentales, y de las variables que representan, con un nivel de consenso suficiente, los cita­
dos factores de coste. 
38. El FGRS tiene por objeto asegurar que cada CA recibe los mismos recursos por uni­
dad  de  necesidad  para  financiar  los  servicios  públicos  no  considerados  fundamentales.  El
Fondo se financiará con una aportación de la Administración General del Estado que per­
mita garantizar la financiación de estos servicios con un nivel mínimo que vendrá represen­
tado por un porcentaje del importe unitario medio que podría financiarse con la totalidad
de los recursos tributarios autónomos del conjunto de CCAA de régimen común, medidos en
términos normativos,  y se repartirá en proporción  a la población ajustada regional, entre
aquellas CCAA cuyos recursos tributarios autónomos sean inferiores a la necesidades garan­
tizadas. Las variables empleadas en el ajuste de la población deberán ser representativas del
coste de prestación de este tipo de servicios y serán acordadas con un nivel de consenso sufi­
ciente.

175
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

Se propone añadir el siguiente párrafo como nuevo número 39:
39. El porcentaje de los recursos tributarios aportados por cada CA al FGSPF, la apor­
tación de la Administración General del Estado a éste, y el porcentaje sobre el coste medio
de los Servicios Públicos no considerados Fundamentales que deban garantizarse a través del
FGRS, serán acordados en el seno del CPFF.
Se propone la eliminación de los párrafos: 18 a 34, 39 a 43. Los apartados 44 a 46
y 52 a 65, relativos a la puesta en marcha del sistema; al índice de evolución de la apor­
tación estatal y la referencia a la  entregas a cuenta,  deberían adaptarse al modelo pro­
puesto. 
El sistema planteado  responde a la necesidad de simplificación del  vigente,  con la
consiguiente eliminación del Fondo de Suficiencia Global y de los Fondos de Conver­
gencia,  y  la  integración  de  sus  recursos  en  los  Fondos  propuestos  y  en  el  Fondo  de
Compensación Interterritorial,  como  principal  instrumento de realización del  princi­
pio de solidaridad interterritorial mediante el que se canalice la inversión territorializa­
da de la Administración General del Estado.

176
VOTO  PARTICULAR presentado por:
D. GUILLEM LÓPEZ I CASASNOVAS, experto propuesto  por  la Comunidad
Autónoma de Illes Balears.

Capítulo 1, punto 1
Por posición  contraria a la afirmación de que España  se ha situado entre los  países
más descentralizados de la OCDE (voto particular: no en términos de ingresos y de res­
ponsabilidad fiscal como señala OECD 2016 making fiscal federalism work).
Capítulo 2, punto 10
Voto particular: como se menciona en la justificación del modelo alternativo se con­
sidera infactible la operativa  propuesta del IVA colegial  y en cualquier caso es esta se
cree una figura inapropiada como solución de mejora de la responsabilidad fiscal.
Capítulo 2, punto 36
Contra la nivelación total, por entender que desvirtúa la autonomía y responsabili­
dad fiscal exigible en un modelo que aspire a ser de Corte Federal.
Capítulo 3, punto 1.5
En coherencia con la alternativa expuesta por el firmante, si se cree aconsejable el cam­
bio en la composición de la cesta de impuestos contrariamente a lo que el texto arguye.
Capítulo 3, punto 6. a
En coherencia con el apartado de propuesta de  mejora de la autonomía tributaria
comentado en el anexo  del  mismo representante se  considera no procede la armoniza­
ción en dicho punto postulada.
Capítulo 3, punto 6. b
La fijación de un máximo en el Impuesto de Sucesiones es contrario en buena medi­
da a los principios teóricos de la descentralización fiscal.
Capítulo 3, punto 12
Contra la recomendación de eliminar la capacidad normativa autonómica sobre los
mínimos  personales y  familiares al considerarla contraria en buena medida a los prin­
cipios teóricos de la descentralización fiscal.
Capítulo 3, punto 13
Contra la apreciación de la Comisión de no modificar un reparto a partes iguales en
el IRPF, en coherencia con la alternativa expuesta por el firmante.
Capítulo 4, punto 9
Voto particular: tal como se expresa en el anexo correspondiente se considera que la
complejidad de la via de estimación de necesidades fiscales así como (concepto, defini­

177
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

ción, estimación, seguimiento de evolución, ponderación y agregación con otras varia­
bles)  o  la  nivelación  completa  que  el  modelo  posibilita  hacen  poco  recomendable  el
modelo propuesto.
Capítulo 4, punto 17
Voto particular:  no tiene sentido la ponderación de uso  en sistemas de protección
universal.
Capítulo 4, punto 23
Voto particular:  tales consideraciones del párrafo señalado,  amen de su compleji­
dad, se alejan de lo que de acuerdo con la ley se reconocen servicios básicos del estado
del bienestar.
Capítulo 4, punto 37
Voto particular: como se fundamenta en el anexo correspondiente de quien suscribe
este voto particular,  la no singularización por Comunidad  Autónoma de las capacida­
des fiscales imputadas hasta el  momento por el  INE  según consumo  relativo,  no per­
mite  visualizar  la  nivelación  horizontal  de  cada  Comunidad,  y  diluye  la  ordinalidad
basada en las  capacidades fiscales  como más  correctamente se había  considerado en el
modelo anterior.
Capítulo 4, punto 40
Voto particular: la nivelación completa de todos los servicios, más allá de los consi­
derados fundamentales del estado del bienestar, es contraria a la corresponsabilidad fis­
cal que se anunciaba como principio inspirador de la reforma.
Capítulo 4, punto 41
La no eliminación explícita  de la clausula  de status quo se considera contrario  a lo
que incluso recomendaban parte de los hoy proponentes del  texto  finalmente consen­
suado, por lo que no se considera aceptable el cambio de posición de los expertos ni el
párrafo a probado.
Capítulo 5 FCI, punto 3­47
Voto particular al entender que no  se recoge suficientemente la necesidad  de eva­
luación de los efectos de la redistribución sobre las bases  de la desigualdad personal  y
no sólo de la territorial.
Capítulo 5 Endeudamiento, 4.2­70
Voto particular:  no parece aceptable que a cambio  de  la necesaria reestructuración
de la deuda, causada por las cuestiones referidas en el apartado anterior, y que a enten­
der de quien suscribe han sido generadas por los  problemas de suficiencia financiera
comentados en el  capitulo 2, la Administración General  del Estado  se subrogue ahora
en prerrogativas  que condicionen la propia solución del problema por  ella creada res­
tringiendo la autonomía de las Comunidades.

178
Votos particulares

Anexo final justificativo del voto particular en razón del modelo alternativo
propuesto y presentado a la Comisión. Argumentación del experto por Baleares
G. LÓPEZ I CASASNOVAS
Argumentación
Juzgando quien suscribe que el modelo propuesto, pese a contar con algunos aspec­
tos positivos, no supone una mejora substancial en los aspectos más relevantes que a mi
entender eran encargo de la Comisión, como son las de mayor transparencia, simplifi­
cación, finalización concreta del  status  quo (de entrada aceptado en los  trabajos de la
práctica  totalidad de los expertos) y profundización en los mecanismos y diseño  insti­
tucional propios del  Federalismo Fiscal, y que la actual  propuesta de  la Comisión se
cree no cumple, se emite el siguiente voto particular.
Para  intentar  favorecer  un  acuerdo  alternativo  se  han  presentado  en  el  debate  de  la
Comisión las grandes líneas de un modelo alternativo, que a mi entender cumple mejor
los objetivos anteriores, y que no obtuvo suficientes apoyos significativos. En su forma­
to inicial, el modelo propuesto ha tratado que se presentase como una vía alternativa de
elección,  al  observar  que  quizás  no  hubiera  consenso  suficiente  para  substituir  al  com­
pleto el tan criticado modelo actual (véase cap. 1 de Diagnóstico), aunque por supuesto
la  construcción  más  hermenéutica  de  la  propuesta  está  pensada  para  una  implementa­
ción única.
La  narrativa  es  simple:  En  el  intento  inicial  de  consenso  se  contempló  como  he
comentado la propuesta como adición elegible a la vía tradicional, que continúa basada
en  la  estimación  de  las  necesidades  fiscales  El  modelo  alternativo  partiría  en  cambio  de
la capacidad fiscal de las Comunidades para alcanzar, a partir de ahí, un nivel de solida­
ridad  predeterminado.  El  esquema  propuesto  sigue  el  siguiente  iter:  se  computan  las
capacidades tributarias de cada Comunidad Autónoma, como hasta ahora. Se comprue­
ban  distancias  respecto  de  la  media  sintética  estatal  de  recursos  normativos  (per  cápita,
en  términos  reales  de  capacidad  de  compra,  aquí  sin  otros  ajustes).  Se  determina  una
regla de diferencias máximas aceptables en los recursos finales per cápita. Se establece la
nivelación  horizontal  resultante  de  una  regla  acordada  (del  tipo  cesión  de  la  progresivi­
dad fiscal contenida en el IRPF de las Comunidades que más adelante se comenta) a la
que  se  añade  la  nivelación  vertical  que  la  AGE  discrecionalmente  desee  a  partir  de  sus
propios recursos (indicadores aquí de necesidad relativa y el objetivo global de nivelación
predeterminado). Si se acepta el modelo a elección se posibilita de este modo la línea de
la capacidad fiscal como opción para las Comunidades que no se deseen mantener en la
vía de la necesidad fiscal: más riesgo en un modelo de capacidades, más garantía en el de
necesidades.  Más  papel  de  la  AGE  en  la  determinación  de  montos  y  parámetros  de
reparto  en  la  segunda  vía,  más  autonomía  en  la  primera.  Más  responsabilidad  fiscal  y
riesgo asumido en la evolución de la financiación en la vía de base en capacidades, más
salvaguardas en la de necesidades. Con toda la transición y adaptación que se quiera.
Todo ello se propone desde el convencimiento de que el modelo que perfila hoy la
Comisión no  puede resolver el  encaje de aquellas  CCAA que desean una mayor auto­
179
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

nomía fiscal, que creen que la discrecionalidad de la AGE en estimar y transferir recur­
sos es excesiva, a falta de mecanismos institucionales de participación autonómica efec­
tivos (muchos  ellos dejados en el  limbo  de lo que se debería estudiar a futuro) y de la
indeterminación de una nivelación de la que no se conoce ni se han calibrado aquellas
variables que, definidas, aproximadas empíricamente, ponderadas, monitorizadas en su
evolución, y agregadas sintéticamente,  concreten las supuestas necesidades fiscales que
se apliquen a la población.
Antecedentes
Las sucesivas propuestas “definitivas” del modelo de financiación autonómica y sus
continuas revisiones han puesto de manifiesto las carencias que este presenta, entre las
que destacan su gran complejidad, su falta de transparencia y su incapacidad para resol­
ver satisfactoriamente los problemas de eficiencia y equidad. En concreto, en el actual
modelo no existe una equivalencia entre las responsabilidades de gasto que tienen atri­
buidas las comunidades autónomas y de ingreso, ya que la autonomía financiera es muy
limitada y la responsabilidad fiscal es muy escasa.
De hecho, las Comunidades de régimen común tienen hoy una muy baja capacidad
normativa, un limitado ámbito de gestión y una reducida capacidad de recaudación, lo
que  dificulta  el  control  democrático­fiscal  por  parte  de  los  ciudadanos,  generándose
escasos incentivos para gastar de manera eficiente y asumir las responsabilidades, quien
lo desee, de un efectivo  autogobierno. Tampoco la nivelación se rige por un criterio
claro de equidad  que explicite que las cuestiones de financiación de servicios  públicos
son parte y nunca el  todo  substitutivo de  las políticas de desarrollo  regional.  La  redis­
tribución que opera en el actual sistema de financiación es bastante arbitraria, no existe
una pauta clara y explícita de equidad,  fruto, en gran medida,  del  mantenimiento  del
status quo. Así pues, es del todo necesaria una reforma a fondo del modelo.
En efecto,  España no  es  uno de los  países más descentralizados del mundo  como a
menudo algunos dicen. Lo puede parecer si mira uno la gestión del gasto, pero no si se
atiende la capacidad  de decidir  sobre el  gasto, de planificar,  influir o determinar sus
fuentes.
Capacidad  tributaria  efectiva  de  las  CCAA.—Rendimiento:  84,5 %;  en  capacidad
normativa: 45,6 %; en gestión propia: 6 %.
Fijándose  en el anterior estado de cosas, un estudio reciente de la OCDE  en 2016
desmonta  el  mito  de España como  país  federal  o  “casi federal”, situándolo  claramente
en la parte más baja de la comparación, con las constituciones fiscales unitarias. Es para
ello decisivo el  análisis del  modo en que se configuran las decisiones que afectan a los
dos niveles  de gobierno,  central  y  autonómico,  cómo se  codeterminan las cuestiones
decisorias (tales como el peso de la segunda cámara, de la Corte Constitucional, la apro­
bación de enmiendas constitucionales, encuentros regulares de presidentes, blindaje de
los  compromisos  y  se  procede  a  la  determinación  de  las  transferencias  interguberna­
mentales),  de  responsabilidades  (cómo  son  los  compromisos  institucionales  sobre  el
alcance de la nivelación, el apoyo mutuo a las políticas de estabilización, la exposición

180
Votos particulares

a la quiebra y el rescate y la intervención ante el no logro de las reglas fiscales acordadas)
y presupuestarios (marcos generales, procedimientos, reglas numéricas, acuerdos pluria­
nuales y autoridad independiente de seguimiento y de control).
La  percepción  social  también  pone  en  todo  caso  las  cosas  en  su  sitio.  El  2009  el
Centro de Investigaciones Sociológicas realizó una encuesta en la que preguntaba a los
ciudadanos de las diferentes comunidades autónomas en qué posición creían que estaba
el actual estado de las autonomías y en qué posición les gustaría que estuviera. Tenían
que  valorarlo  en una escala de cero (máximo centralismo) a diez (máxima descentrali­
zación). En todas las autonomías menos en cuatro la descentralización deseada obtenía
una valoración inferior a la observada en ese momento, es decir, se prefería menos des­
centralización.  Las  excepciones  eran  las  Islas  Baleares,  Cataluña,  Navarra  y  el  País
Vasco, donde la descentralización deseada obtenía más  puntuación que la observada.
Además, en Cataluña y en el País Vasco era donde la distancia entre los dos valores era
mayor.
En favor de la vía  de las  capacidades fiscales  solidarias del  modelo alternativo pro­
puesto, se arguye que es más que evidente que  los  ciudadanos son quienes  finalmente
siempre son los beneficiarios del gasto y quienes pagan los impuestos. Pero en contextos
de federalismo fiscal lo hacen a diferentes jurisdicciones, que los representan, gestionan
desde  sus  competencias  propias  y  con  una  financiación  pactada  que  no  depende  de
haciendas  transferencias  más  o  menos  graciables,  más  o  menos  de  los  colores  de  los
gobiernos amigos.
En contra de la vía de las necesidades fiscales se esgrime que la “solidaridad entre los
hombres y las tierras de España” es una fuente constante de malos entendidos no siem­
pre bien intencionados.  Así,  no se ha querido  reconocer por parte de algunos  que una
nivelación redistributiva por la que la asignación de recursos otorga igual capacidad de
gasto  (para  hacer  frente,  pongamos,  a  las  prestaciones  fundamentales  del  estado  de
bienestar), cuando  las contribuciones fiscales de los habitantes de los distintos territo­
rios son diferentes, incorpora ya elementos  muy significativos de  solidaridad. Nivelar
excesivamente servicios que son universales es simplemente disparatado. Se ha obviado
así que la  solidaridad radica en el acceso de las personas  a los  servicios públicos,  no  en
la igualación de la renta (que depende  del crecimiento económico  y de ahí,  por ejem­
plo, el  acuerdo  de quien suscribe para que  el  Estado de sus ingresos  revitalice el FCI).
Nivelar no es sustituto de desarrollo regional.  Redistribuir recursos sin incidir en las
causas que generan la desigualdad, creando empleo público y no desarrollo económico,
no tiene fundamento ni de eficiencia ni de equidad, y crea economías que dependen de
la  continuidad  de  una  redistribución  desnortada.  Además,  penalizar  en  negativo  las
asignaciones de los que más aportan tiene mala justificación teórica, es ineficiente en la
práctica, va contra la idea de servicios universales, y en todo caso resulta de difícil cum­
plimiento.
Para todo ello, se ha de reconocer que descentralización y uniformidad son concep­
tos  contradictorios.  Precisamente  lo  que  hace  la  solución  descentralizadora  es  evitar
imponer una preferencia homogénea. Ni los impuestos ni los gastos son los mismos en

181
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

los estados compuestos. En estos contextos, en presencia de responsabilidad fiscal, ni la
envidia ni la rotura de la  cohesión por diferencias  fiscalizables son argumentos  plausi­
bles. La redistribución debe centrarse en la aproximación al nivel de gasto capitativo de
las diferentes CCAA a igual presión fiscal para servicios públicos básicos. Definidos los
“suelos”  de  financiación,  se  han  de  poder  ‘destapar’  finalmente  los  techos  a  mayor
esfuerzo fiscal en contextos de la capacidad normativa propia, constituyendo la referen­
cia el crecimiento medio del  resto de CCAA y no del Estado.  La visualización de la
redistribución está en el compromiso de reducir diferencias, no en eliminarlas.
Por lo demás, para conseguir una redistribución efectiva, de capacidades  adquisiti­
vas  es  sabido  que  un  euro  no  compra  lo  mismo  sobre  la  geografía.  Asignar  recursos
ignorando esta realidad condena a determinados ciudadanos a prestaciones reales infe­
riores  al  resto,  incluso  en  el  caso  de  haber  realizado  mayores  contribuciones.  Pese  a
dicho reconocimiento, nunca se ha considerado  este  factor en la financiación  autonó­
mica. El coste de la vida,  de la alimentación, transporte y vivienda, hinchados  por la
demanda externa, por supuesto penaliza hoy entre otros, a nuestras islas. El comentado
incluso como  necesario por la  Comisión ha quedado  una vez más en el  limbo de las
cosas a estudiar a futuro.
El  continuar  utilizando  la  población  de  derecho,  sin  considerar  la  población  de
hecho, tenía en el  modelo anterior el antídoto  de reconocer en la participación en los
impuestos  indirectos  y  en  el  IVA  en  particular,  un  antídoto  en  capacidades  fiscales
imputadas  por  consumo  relativo,  como  ha  venido  haciendo  el  INE.  La  fusión  en  el
nuevo modelo de toda la imposición indirecta en la nivelación horizontal según pobla­
ción ajustada por necesidad,  y  no  consumo relativo  de las CCAA hace desaparecer la
contribución  fiscal  de  cada  CA  a  la  nivelación  horizontal,  aproximada  por  sus  bases
propias, genera un nuevo índice de ordinalidad para el que ya no juega el indicador del
INE  sino  un  controvertible  capitativo,  y  deja  sin  cubrir  por  el  lado  del  gasto  lo  que
neglige por el lado del ingreso.
A través de una redacción ambigua a mi entender, el modelo aprobado posibilita la
nivelación total, ya desde la nivelación horizontal con aportaciones Comunitarias iden­
tificables, ya a partir del Fondo vertical y de transición o complementario. No se iden­
tifican  los  servicios  básicos  del  estado  del  bienestar,  bajo  el  eufemismo  de
fundamentales, ni en su extensión ni intensidad, lo que marcará el coeficiente de impu­
tación resultante para los impuestos propios. En lugar de ahondar en la autonomía fis­
cal  por  el  lado  de  la  renta  se  hace  a  través  de  un  más  que  probable  infactible  IVA
colegial, de operativa desconocida, dado el  requerimiento de consenso entre todas las
CCAA para la elevación de tipos. En ningún caso ello sería a mi entender identificable
con la responsabilidad fiscal de cada gobierno autonómico.
Finalmente,  y  no  menor,  los  sistemas  forales  han  de  converger  hacia  sistemas  de
financiación más razonables. No se puede predicar lo que no se practica como  hacen
hoy en las Diputaciones vascas gobierno y oposición, y simétricamente en los cambios
de gobierno. Acusar de insolidarios desde los propios beneficios que otorga el concierto
económico foral que se niega a los demás, es poco moral. Criticar como privilegio desde

182
Votos particulares

la oposición lo que después se defiende y disfruta cuando se está en el gobierno es, sen­
cillamente,  hipocresía.  Queda  claro  por  ello  que  una  propuesta  que  no  ofrezca  una
alternativa de encaje a forales es insuficiente. Para ello, sólo la vía más basada en capa­
cidad –y  responsabilidad fiscal– supone una aproximación plausible. No la de  necesi­
dades fiscales con predominio de la AGE por la via del gasto e indicadores de necesidad
relativa. 
Establecer la doble opción recuperaría si así se  estimase la diferencia reconocida en
la letra y el  espíritu del  pacto constitucional. Nacionalidades y regiones,  comunidades
del artículo 151 y 143, vía rápida y vía lenta. La doble opción hace posible que aquellas
otras Comunidades que buscan garantías de gestión de gasto para atender sus necesida­
des fiscales por la vía de las transferencias centrales, sin asunción de mayores responsa­
bilidades fiscales, se sientan cómodas sin arrastrar uniformemente con sus aspiraciones
otras voluntades no compartidas. Que ambas sean vías abiertas, que no condenen a un
estatus para siempre. Pero quien quiera cambiar de vía sepa que ello no es gratis y que
su acomodo no debe forzar el encaje –café para todos– de las demás.
Si  la  doble  opción  no  se  considerase  oportuna,  todo  lo  comentado  nos  llevaría  a
mantener el modelo alternativo que quien suscribe propone, mayormente basado en la
capacidad  fiscal  y  un  acuerdo  explícito  de  solidaridad,  para  construir  un  verdadero
pacto  federal.  Desde  una  compartimentación  de  recursos  y  responsabilidades,  por  la
que una parte definida de los ingresos que pagan los ciudadanos en el territorio se asig­
nan a las instituciones que sobre este territorio los representan. Se alejaría así el sistema
de la lógica de las transferencias, resultado de un Gobierno que con exclusividad tiene
soberanía  sobre  los  ingresos  de  todos  los  ciudadanos  de  todas  las  jurisdicciones,  que
decide cómo cree (esta es la realidad habida cuenta del funcionamiento real del modelo
carente de un diseño institucional  blindado) para atender a las  necesidades respectivas
de las  CCAA y en términos sustantivos  determina como resultado el gasto del  territo­
rio.  Y  la  constatación  anterior  evitaría  un  debate  imposible,  el  eterno  y  enconado
enfrentamiento (éste sí rompe la cohesión social) entre Comunidades  acerca de quien
tiene mayores necesidades para así justificar lo que está ya gastando y preservar el status
quo. Debate poco científico en comparativas de niveles muy manipulables,  con argu­
mentos  ad hoc, definiciones de variables  no siempre robustas  ni fáciles  de aproximar
empíricamente, discrecionales en su aplicación a partidas de gasto diferentes, de evolu­
ción errática, con ponderaciones arbitrarias y agregadas sintéticamente para acabar sien­
do referidas a un monto de financiación por naturaleza limitado que acaba definiendo
una necesidad más relativa que absoluta pese a la base inicial de cálculo.
Al contrario, en el modelo alternativo propuesto se trataría de (i) respetar la ordina­
lidad (una especie de cláusula “tierra” que protege contra lo que sea la discrecionalidad
central u obscurantismo en la nivelación en el manejo de los fondos); ordinalidad sur­
gida de las capacidades fiscales individuales de cada Comunidad y completas ajustadas
por  capacidad  adquisitiva,  y  no  conjuntas  de  todas  las  CCAA  en  su  globalidad,  (ii)
determinar concretamente la nivelación que deba  hacer cada Comunidad, a partir de
una regla al estilo de la que consistiría en entregar al fondo común lo que marca la dife­

183
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

rencia entre la recaudación fiscal  de la renta de la jurisdicción y el peso  relativo de su


PIB (diferencia indicadora del grado de progresividad fiscal), u otra regla similar (pau­
tada, acordada). La regla  comentada  resultaría de la suma de la solidaridad más  perso­
nal,  aprobada  en  ley  común  en  el  conjunto  del  Estado,  dada  la  progresividad  fiscal
implícita en la escala tributaria del impuesto sobre la renta. Y a ella podría añadirse la
nivelación vertical realizada por la AGE a partir de sus propios recursos: desde los indi­
rectos, con solidaridad por aportación de consumo relativo  superior al peso poblacio­
nal, más el  que resultase de un mecanismo  de desarrollo regional a modo de un FCI
renovado. 
No parece por lo demás  que haga falta perder mucho  tiempo para destacar que la
falta de incentivos a la responsabilidad  fiscal,  como se ha dicho, es parte fundamental
de los problemas a los que se enfrenta  la financiación autonómica actual. El  impuesto
que  más  puede  solucionar  este  problema  por  su  vinculación  personal  y  territorial  al
esfuerzo fiscal es  el  Impuesto sobre la Renta de las  Personas Físicas.  El IRPF,  conjun­
tamente  con los tributos propios,  y de modo complementario  con la imposición indi­
recta en su última fase minorista, debería constituir desde esta perspectiva el núcleo de
los ingresos autonómicos. La propuesta de esta vía vinculada más a la capacidad tribu­
taria y al esfuerzo  fiscal que  a la “necesidad fiscal”,  por tanto, consistiría en transferir
una  parte  más  significativa  del  IRPF  acompañada  de  una  menor  parte  del  IVA  e
Impuestos Especiales. Al  fin y  al cabo el IVA es  un impuesto con lógica de unidad de
mercado, y el de sociedades tarde o temprano debiera de ser el gran impuesto europeo.
De  modo  que  como  en  EEUU,  la  imposición  local  por  excelencia  es  la  de  la  renta.
Negar  esta  posibilidad  alegando  que  el  Estado  no  puede  renunciar  a  este  impuesto
“redistributivo” es ignorar la realidad de la incidencia fiscal, de quien confunde Admi­
nistración central con ‘Estado’  e  ignora que la progresividad fiscal es un criterio cons­
titucional exigible a cualquiera sea la jurisdicción que ejerza la autonomía tributaria.
Reconocido  lo  anterior,  se  trataría  de  equilibrar  las  capacidades  fiscales  iniciales
globales  respectivas,  incorporando  la  nivelación  horizontal  aceptada  –pactada,  regla­
da–, al estilo de la antes mencionada (progresividad fiscal en el IRPF)19, 20, y la nivela­
ción  vertical  en  razón  de  las  fuentes  y  competencias  propias  de  la  administración
central  (con  contribución  implícita  en  la  parte  participada  por  la  AGE  por  diferencia
entre el peso poblacional y el consumo relativo como aproximación a las bases efectivas
de  recaudación).

19
La alegación de que la plena cesión del IRPF supone una renuncia al “gran mecanismo de redistribución
estatal” no resiste como dijimos la observación de  la realidad. Y  aunque  ciertamente  la potestad tributaria
se cediera a las CCAA, la progresividad de la tarifa podría mantenerse según reza la Constitución, pero con
niveles abiertos para cada CA.
20
Por supuesto tal como exige la Constitución la estructura del impuesto sobre la renta de las persona físi­
cas en todo el territorio español debiera ser progresiva (la forma de la curva se decide conjuntamente), pero
no su nivel, que quedaría en manos de la CA, con recargos en su caso. Remarquemos que estaríamos refi­
riéndonos  a una recaudación  normativa y al blindaje  correspondiente en competencias a  efectos de que el
Parlamento español no pudiera modificar por si sólo los niveles de la estructura tarifaria.

184
Votos particulares

En  el  punto  inicial  se  dejaría  pues  en  manos  de  la  AGE  la  mayor  parte  de  los
impuestos indirectos y al completo el de sociedades. La nivelación devendría así discre­
cional sólo en su completamente vertical, en manos de la AC (Admón. Central), a par­
tir  prácticamente  de  la  mayor  parte  la  imposición  sobre  el  consumo  y  sobre  los
beneficios societarios, con los que ejercería la función redistribuidora, según fueran los
mecanismos acordados.
En  lo  que  atañe  a  la  nivelación  vertical,  desde  la  AGE,  esta  estrategia  señalizaría
mejor la responsabilidad fiscal ciudadana y la conciencia del componente de redistribu­
ción territorial, y permite la transferencia condicionada en utilización y el ejercicio si se
desea del spending power que la redistribución afronta. 
Por lo que se refiere al  Fondo de Suficiencia actual, el “desanclaje” de los recursos
iniciales del status quo es adaptativo en el modelo alternativo comentado aquí, pero sin
cláusula  que  lo  proyecte  ad  infinitum.  Desaceleraciones  en  el  crecimiento  y  pérdida
relativa y no absoluta deben ser acomodaticias al nuevo modelo.
Finalmente, respecto del alcance de la nivelación vertical, cabría pensar en tres alter­
nativas,  que se desarrollan más  adelante y que consistiría  en limitar a un max min las
diferencias  en la capacidad fiscal  bruta  per cápita aceptables,  sus valores  por encima o
debajo  de  la media, o  como en las subastas fijar el límite en la segunda mejor opción.
Siendo la Comunidad de Madrid el obvio outlier en capacidades fiscales en razón de su
centralidad (efecto sede en ingresos e intersección en competencias  de gasto por capi­
talidad  de servicios del Estado), se  propone supeditarla a la limitación general de  no
superar el porcentaje máximo más/menos respecto de la media que se establezca.
Resumen
1.  Desideratum: Opción abierta a las dos vías para  el  período quinquenal de refe­
rencia –sin compensaciones exigibles tras elección–.
Es probable que esta se decida  en función de los recursos per  cápita asignados  en
cada opción. De modo que una alternativa funcionaría como contrafactual respecto de
la otra. De modo que de momento sabemos a través de diferentes estimaciones efectua­
das que con la propuesta de capacidad fiscal son 4.981 M, lo que aseguraría que algu­
nos  mejorasen  sin  que  nadie  pierda.  Queda  por  determinar  lo  que  mejorarían  los
menos financiados hoy con el sistema de “necesidades” que ahora se propone en com­
paración al resultado  de capacidad fiscal21. Ello puede afectar básicamente a Comuni­
dad  Valenciana  y  Andalucía,  que  en  media  podría  añadir  unos  1.500M.  La  cifra  se
reduciría en 4.400 con la plena incorporación de las forales al mecanismo de nivelación
propio de la opción capacidad fiscal,  con un adenda entonces adicional del  estado de
poco  más de 2 mil M, lo  que dejaría margen para aumentar la suficiencia financiera
general del sistema por encima de los 98.122 M actuales.

21
Cálculos realizados sólo a efectos de calibrado, ilustrativos por tanto, de una limitación a + 10 % / ­ 5 %,
con incidencia  recuérdese en liberar  recursos de las  CCAA con  mayor  capacidad tributaria,  y básicamente
la Comunidad de Madrid.

185
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

Nótese que la elección regiría por todo el período y que la vía de necesidades fiscales
tiene más salvaguardas (comisiones de seguimiento, actuación de fondos de contingen­
cia, salvaguardas de crecimiento ITE u otras), a diferencia de la vía de la capacidad fis­
cal,  con  más  automatismo,  año  a  año  en  nivelación  horizontal  de  acuerdo  con
evolución del PIB y recaudación fiscal propio, a cambio de más autonomía por depen­
dencia de la financiación en mayor medida de las bases  propias y conocimiento de la
pauta de nivelación vertical por umbrales más/menos.
2.  Computo  de  capacidad  fiscal  (cesta  que  combine,  a  iguales  recursos  totales
actuales, más IRPF y menos indirectos).
Aproximando bases al 75 % en renda y en un porcentaje menor de indirectos (proxy
para IVA fase minorista o similar) computados estos últimos con los índices de aproxi­
mación  a  las  bases  de  consumo  efectivas,  como  en  la  actualidad  calcula  el  INE.  En
IRPF están los mayores vínculos con responsabilidad fiscal (no en sociedades, algún día
impuesto quizás europeo y tampoco en indirectos al tratarse mayormente de impuestos
armonizados y sin significación autonómica por gestión descentralizada).
Obvia el debate de suficiencia como exigencia al Estado.
3.  Contribución horizontal de nivelación: Diferencia entre recaudación fiscal rela­
tiva de cada Comunidad en IRPF  y renta relativa. Recaudaciones normativas y acuer­
dos legales en IRPF.
Cesión por tanto  de la progresividad fiscal,  pautada y de actualización automática
anual. El  indicador  de recursos reales  per cápita como eje de nivelación.  La población
simple compensaría diferentes balances.
4.  Estudio  de  diferencias  de  recursos  per  cápita  en  términos  reales  de  capacidad  de
compra  a  competencias  homogéneas:  limitación  a  diferencias  en  recursos  normativos  a
más/menos la media per cápita (sin ajuste) –110/95 % sólo para fines ilustrativos de cali­
brado–,  a  cargo  de  la  AGE  y  a  partir  de  sus  propios  recursos  (con  o  sin  aportación  de
forales, más o menos recaudación puntos –IVA y aportaciones “por exceso” de CCAA de
capacidad fiscal superior) y aproximando según disponibilidad financiera coherente con
aquel mini/max y en distribuciones según necesidad relativa acordada o determinada.
El 10 %  máx  limita Comunidades ricas (y  de capacidad fiscal  controvertible,  léase
la Comunidad  de Madrid,  capital  del  Estado) e incorpora forales añadiendo  financia­
ción al fondo vertical.
Ello marcaría la nivelación vertical a partir de los impuestos en manos de la adminis­
tración central, con un criterio de población ajustada por necesidad, siendo la AGE quien
dirima con aquellas CCAA dichas necesidades y coordine los fondos de garantías de ser­
vicios públicos con los de desarrollo regional, los evalúe y determine. Y su cuantía queda
sensible a fondos disponibles y a la subida del IVA para mayor suficiencia si así lo estima.
5.  La nivelación vertical cesaría cuando como resultado de la aplicación de una u otra
vía resultase un cambio que no respetase la ordinalidad de las capacidades fiscales iniciales.
6.  Aceptabilidad, claro está, de las transiciones que se pacten políticamente.

186
Votos particulares

A estudio:
—  Ajuste por capacidad de compra (precio relativo en los puntos 3 y 4)).
—  Ajuste por nuevas variables de necesidad relativa (en 4).
A debate los argumentos que clarifiquen diferencias: qué ordinalidad respetar, qué limi­
tación a la nivelación vertical se establece, qué pauta para la horizontal, qué autonomía tri­
butaria se gana... en MA (modelo alternativo).
1.  Las dos propuestas  pueden  hacerse “formalmente” coincidentes –es  decir, pre­
sentarse como combinaciones de elementos similares: distintas cestas de los mismos tri­
butos, instrumentos de nivelación horizontal y vertical de las diferencias de capacidad–,
pero  responden a filosofías bastante distintas,  en particular en materia de nivelación.
Ese es el  quid de la cuestión.  En segundo  lugar,  también es relevante la elección sobre
el uso de un criterio de población ajustada o de población simple para valorar la nive­
lación (como hace el MA).
2.  La propuesta que ha ido consensuando la Comisión señala como límites mínimos
al alcance de la nivelación, que se puedan prestar los SPF a partir de iguales recursos por
unidad de necesidad en las distintas Comunidades, y señala que es una decisión política
ir o no más allá en ese sentido. No hay límite, en cambio, a la posible nivelación total.
La que el  MA propone señala  un límite máximo al  alcance de la nivelación de las
capacidades: un rango  en max/min de financiación por habitante (este mínimo como
garantía de servicios básicos del estado del bienestar, strictu sensu).
3.  Otra diferencia importante es que la Comisión propone nivelar recursos por uni­
dad de necesidad y MA nivelar recursos por habitante. Ciertamente, esta segunda alter­
nativa es más sencilla y menos manipulable.
La  paradoja  es  que  el  mismo  rango  de  recursos  por  habitante  podría  resultar  del
modelo de la Comisión en el supuesto de que se nivelara totalmente la financiación por
habitante ajustado, con ponderaciones similares a las actuales. Eso sucedería como con­
secuencia de la disparidad de necesidades por habitante que se reconocen.
En la propuesta MA no se entra en ese tema: simplemente se limita nivelación, esta­
bleciéndose un rango. Desde luego, las posiciones de las comunidades dentro del rango
derivado de cada modelo serían muy diferentes.
4.  Para el MA, un punto débil del modelo de la Comisión es el escaso fundamento
de los cálculos del índice de necesidad por habitante en cuanto a las variables no demo­
gráficas,  que  son  muy  relevantes  para  la  amplitud  del  rango  de  valores  de  necesidades.
Ello favorece tomar como referencia los recursos por habitante, porque es siempre dis­
cutible como decimos el fundamento del cálculo de los recursos por habitante ajustado.
Es ciertamente discutible en mi modelo lo que haya de ser la prima de riesgo recau­
datorio, un rango del mínimo/máximo del 15 % o lo que se decida.
La  propuesta del  MA tiene como  enfoque  implícito de la suficiencia global  que las
CCAA (las menos ricas se entiende) negocien con la AGE, en un bilateralismo que nos

187
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

acerca a las forales. La autonomía por el lado del IVA es claramente superable por una
opción más  basada en IRPF, acompañada  de mecanismos  de nivelación tan potentes
como sea necesario para compensar la desigualdad de capacidad que ello genere.
5.  El  tratamiento  del  endeudamiento  toma  vías  diferentes  en  el  modelo  menos
garantista de capacidades fiscales. Sin embargo en el de necesidades fiscales y en ausen­
cia de mayores cotas de responsabilidad fiscal los compromisos devienen menos creíbles
a efectos de evitar nuevos procesos de abuso moral a futuro.

Addenda.  Cambios normativos relativos a los tributos cedidos que se proponen
para ahondar en la autonomía tributaria
Con  el  objetivo  de  ahondar  en  la  capacidad  normativa  que  determine  en  mayor
medida la responsabilidad fiscal deseada se plantean los siguientes cambios:

Tributos cedidos gestionados por el Estado (AEAT)

11. Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Capacidad normativa para:
– Modificar el tipo de gravamen de la base liquidable ahorro y determinadas cate­
gorías de renta.
– Variar los mínimos personales y familiares sin límites.
– No tener que asumir el  coste recaudatorio de  las deducciones  estatales ni  de las
compensaciones fiscales establecidas en la Ley de presupuestos del Estado.
– Tener  plena  capacidad  normativa  para  establecer  deducciones  en  la  cuota,  sin
limitación.
– Regular en exclusiva figuras jurídicas propias de acuerdo con el derecho civil pro­
pio  entre  las  que  se  pueden  encontrar  los  patrimonios  protegidos,  pactos  de
supervivencia, etc.
– Modificar el porcentaje de asignación tributaria a la Iglesia Católica o a fines de
interés social.
– Sistema de retenciones sobre rendimientos que permita diferencial  la  retención
estatal  y la autonómica,  lo que provocará efectos sobre los pagos a cuenta que
efectúen los contribuyentes y sobre los anticipos y liquidaciones del IRPF.
Capacidad de gestión.
Las CA deberían poder  gestionar e inspeccionar el IRPF, al  menos determinados
perfiles de contribuyentes. Como mínimo los rendimientos de actividades en régi­
men  de estimación objetiva.  Todo ello sin perjuicio de  la  posibilidad de que las
bases de datos,  las  aplicaciones informáticas  y los  procedimientos vinculados a la
gestión se desarrollen por parte de la administración tributaria estatal.

188
Votos particulares

También resulta imprescindible poder comprobar todos aquellos  conceptos regu­
lados por la comunidad autónoma, y todos aquellos contribuyentes que sean obje­
to de comprobación autonómica del impuesto sobre patrimonio. 
Capacidad de recaudación.
La cesión de recaudación debe ampliarse a los importes de las sanciones.
Las asignaciones a actividades  consideradas de interés social  o  a la  iglesia católica
efectuadas  por  los  residentes  de  una  comunidad  se  debieran  de  poder  asignar  a
entidades de la Comunidad Autónoma.

12. Impuesto sobre el Valor Añadido.
Capacidad de gestión y recaudación.
En coherencia con la asunción de competencias de gestión e inspección por parte
de la comunidad autónoma en relación al IRPF, se deberían de asumir las funcio­
nes de aplicación de los tributos de aquellos contribuyentes que no desarrollen acti­
vidades empresariales  que tributen en IRPF en el  régimen de  estimación directa,
tales como arrendadores de locales y los contribuyentes que tributan en el régimen
simplificado del IVA y otros regímenes compatibles con el régimen de estimación
objetiva del IRPF.
Capacidad de recaudación.
La cesión de recaudación debe ampliarse a los importes de las sanciones.

13. Impuestos  Especiales  sobre  el  alcohol:  cerveza,  vino  y  bebidas  fermentadas,  pro­
ductos intermedios y alcohol y bebidas derivadas.
Capacidad normativa para modificar los  tipos  de gravamen dentro de unos deter­
minados intervalos.
Capacidad de recaudación: La cesión de recaudación debe ampliarse a los importes
de las sanciones.

14. Impuesto especial sobre hidrocarburos.
Capacidad normativa para modificar con más amplitud que la actual el tipo de gra­
vamen autonómico.
Capacidad de recaudación: La cesión de recaudación debe ampliarse a los importes
de las sanciones.

15. Impuesto especial sobre las labores del tabaco.
Capacidad normativa para modificar el tipo de gravamen dentro de unos determi­
nados intervalos.
Capacidad de recaudación: La cesión de recaudación debe ampliarse a los importes
de las sanciones.

189
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

16. Impuesto sobre la electricidad.
Capacidad  normativa para modificar el  tipo  de gravamen sin limitaciones estable­
cer deducciones y bonificaciones.
Capacidad de gestión plena.
17. Impuesto sobre determinados Medios de Transporte.
Capacidad  normativa para modificar el  tipo de gravamen aplicable a los epígrafes
del apartado 1 del artículo 70 de la ley 38/1992 de Impuestos Especiales, sin limi­
taciones (ahora es en un 15 % como máximo).
Creación de un nuevo  punto de conexión:  en el  supuesto  de empresas de alquiler
la tributación debería vincularse a la comunidad donde se realice la puesta a dispo­
sición del vehículo.
18. Impuesto sobre el juego on_line.
Capacidad  normativa  por: modificar  el  tipo  de  gravamen  sin  limitaciones  (ahora
sólo se pueden aumentar los tipos hasta un 20 %).
19. Impuesto sobre depósitos bancarios.
Capacidad normativa para modificar el tipo de gravamen sin limitaciones.
10. Actuaciones que afectan a todos los impuestos cedidos.
Disponibilidad plena de la toda la información tributaria  referida a estos  impues­
tos, acceso directo a las bases de datos de estos impuestos.

Tributos cedidos gestionados por las CCAA
11. Impuesto sobre el patrimonio.
Capacidad normativa para: modificar las exenciones, determinar la base imponible
modificar el límite de la cuota íntegra IP­IRPF regular en exclusiva figuras jurídicas
propias como  las fijadas  en el  código civil  de la Comunidad en su caso,  entre las
que se encuentran los patrimonios protegidos, pactos de supervivencia, etc.
Capacidad  de  gestión plena  que  podría  Incluir  la  gestión  de  los  no  residentes  de
acuerdo con los puntos de conexión,  dado que por sentencia europea se les debe
aplicar la normativa autonómica, ahora lo hace el Estado.
Capacidad  de recaudación.  Disponer de toda la capacidad normativa de recauda­
ción, ahora sólo la tiene el Estado. Incluir la de los no residentes, ahora se la queda
el Estado.
12. Impuesto sobre sucesiones y donaciones.
Capacidad  normativa  para:  determinar  la  base  imponible  regular  en  exclusiva  y
para figuras jurídicas propias  como las fijadas en el  código  civil  de la Comunidad

190
Votos particulares

en su caso, entre las que se encuentran los patrimonios protegidos, pactos de super­

vivencia, etc.

Capacidad de gestión plena  incluyendo  la gestión de los no residentes de acuerdo

con los puntos de conexión, dado  que por sentencia europea se les debe aplicar  la

normativa autonómica.

Capacidad  de  recaudación. Disponer  de  toda  la  capacidad  normativa  de  recauda­

ción,  para  establecer  la  posibilidad  de  aplazamientos,  o  de  pagos  en  especie  (con

bienes inmuebles), ahora sólo la tiene el estado. Y recaudación de los no residentes.

13. Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos documentados.
Capacidad  normativa para:  modificar las exenciones  modificar en TPO  los tipos
impositivos de los derechos reales de garantía regular figuras jurídicas propias como
las fijadas en el código civil catalán entre las que se encuentran los patrimonios pro­

tegidos, pactos de supervivencia, etc.

Capacidad normativa para regular los  tipos  de los documentos  judiciales  y  admi­

nistrativos.

Adecuar la tributación de la transmisión de vehículos a las recomendaciones comu­

nitarias y establecer la base imponible en función del cubicaje o emisiones de CO2.

Capacidad  de recaudación. Disponer de toda la capacidad normativa de recauda­

ción, ahora sólo la tiene el Estado otros aspectos
14. Obligaciones de información.
Tener  plena  capacidad  para  regular  las  obligaciones  de  información  para  poder
aplicar correctamente todos los impuestos, tanto los cedidos como los propios.
15. Consejo Superior para la dirección y coordinaciones de la gestión tributaria.
Que el consejo sea un verdadero órgano de coordinación y cooperación en los tribu­
tos cedidos y compartidos, ahora es un órgano que no funciona, el Estado no adopta
siempre  una  actitud  cooperadora,  al  contrario,  lo  que  se  pone  de  manifiesto,  entre
muchas  otras  actuaciones,  en  las  interpretaciones  restrictivas  respecto  de  la  corres­
ponsabilidad  fiscal  que  llevando  a  cabo  las  comunidades  autónomas  en  los  tributos
cedidos y al no facilitar la información de los tributos cedidos que gestiona la AEAT.
Tiene que existir una colaboración efectiva, en la medida que las CCAA comparten
los principales impuestos con el estado (excepto IS), deben poder influir de manera
efectiva  en  el  diseño  de  la  política  de  la  AEAT  en  todas  las  áreas  que  afecten  a  los
tributos compartidos y cedidos. De hecho, debería haber una representación amplia
de las CCAA en los órganos de gobierno de la AEAT, debería haber la posibilidad
de  compartir  la  gestión  y  la  inspección  de  los  impuestos,  de  integrar  los  sistemas
informáticos,  de  compartir  información,  etc.  Además,  la  AEAT  debería  rendir
cuentas ante los parlamentos autonómicos (delegación regional), ya que gestiona la
mayor parte de los impuestos; es decir, es del todo necesario un cambio organizati­
vo e institucional realmente importante en cuanto a la Agencia Tributaria.

191
VOTO  PARTICULAR presentado por:
D. JORGE ONRUBIA FERNÁNDEZ, experto propuesto por la Comunidad de
Madrid.

En relación con el tratamiento que debe darse a la deuda pública acumulada por las
CCAA y más concretamente la canalizada a través de los sucesivos programas de finan­
ciación extraordinaria (FFCA y sus antecesores), mi posición es totalmente contraria a
la aprobación de planes de reestructuración que incluyan cualquier tipo  de condona­
ción, quita o amortización del principal de los pasivos financieros asumidos originaria­
mente  por  las  Comunidades,  así  como  a  la  bonificación  o  subvención  de  las  cargas
financieras por debajo del coste medio de la deuda emitida por el Estado. 
Por ello, entiendo que el punto 71 del Capítulo 5 no debería haberse incluido en el
Informe,  pues  aunque  se  aclara  que  es  una  posición  no  mayoritaria  defendida  por  una
parte de la Comisión, a mi juicio abre la posibilidad de que se acometa una reestructu­
ración de las deudas acumuladas por las CCAA que incluya su condonación total o par­
cial, justificadas con el objetivo de conseguir su retorno a los mercados financieros, algo
que  además  no  puede  garantizarse  a  priori.  Se  trata,  en  mi  opinión,  de  una  alternativa
que,  como  se  señala  en  el  punto  70  del  Informe  –suscrito  por  la  mayoría  de  la  Comi­
sión–, además de no recomendable desde un punto de vista económico, por los múltiples
problemas  de  riesgo  moral  y  comportamiento  estratégico  que  comporta,  incluidos  los
costes  de  reputación  en  los  mercados  financieros  para  los  países  que  optan  por  ese  tipo
de soluciones, resulta completamente injusta –por más que se invoque la equidad como
una justificación, a mi modo de ver de manera oportunista pues trata de extender el tra­
tamiento a todas las CCAA con el incentivo del correspondiente ahorro de intereses–. 
Además, a en mi opinión, las quitas de deuda pública en el ámbito autonómico son
insolidarias  con aquellos ciudadanos  que han sufrido  con mayor intensidad  los duros
ajustes,  tanto por el lado de los gastos como de los ingresos  públicos,  exigidos  por el
proceso de consolidación presupuestaria al que se ha visto abocado España como resul­
tado de la reciente Gran Recesión, y aún más en el caso de los ciudadanos cuyos gobier­
nos autonómicos han seguido una política rigurosa de disciplina presupuestaria para el
saneamiento de sus finanzas públicas. En caso de producirse esas quitas, la asunción de
una parte de la deuda  autonómica por el  Estado supondría para  esos ciudadanos un
nuevo esfuerzo, pues no hemos de olvidar que quienes financian al Estado son los mis­
mos contribuyentes  que residen  en las CCAA, disfrutan de su gasto público  y  contri­
buyen  a  su  financiación.  En  definitiva,  las  condonaciones  o  las  subvenciones  del
intereses por debajo el coste medio efectivo de la deuda originan unos flujos financieros
que no respetan los criterios de equidad exigibles para el conjunto de la población espa­
ñola considerada en su globalidad, sin que se contemple su posición dentro  de la dis­
tribución global de la renta. 
De  este  modo,  si  se  terminasen  condonando  esas  deudas,  los  ciudadanos  de  una
Comunidad Autónoma que,  como  Madrid, destina anualmente a la solidaridad  inte­
193
Informe de la Comisión de Expertos para la revisión del Modelo de Financiación Autonómica

rregional vía nivelación más de 3.400 millones de euros y afronta pagos de intereses de
su endeudamiento  por encima  de 800  millones  de euros,  tendrían que asumir nuevos
pagos de intereses por las deudas que el Estado pudiese absorber de ciertas Comunida­
des. Sinceramente creo que esta posibilidad no parece un paradigma de equidad al que
debamos aspirar. Pensar que el problema del  endeudamiento  puede ser tratado  como
si la deuda del Estado no afectase a los residentes  en cada comunidad,  pues  más que
ingenuo es  insolidario.  Pero  incluso, si  se aceptase una condonación generalizada  para
todas las CCAA –como se propone en el denominado “primer tramo” de condonación
del punto  71– cabe preguntarse qué sentido tendría el reparto general vía impuestos
que tendría que hacer el Estado para hacer  frente  a las  cargas de intereses  que ahora
correrían de su cargo.  No podemos desconocer que ante la expectativa de un acuerdo
de condonación, las comunidades proceden a renovar sus  pasivos en manos  privadas
por emisiones financiadas por el Estado, como ya parece estar sucediendo. 
Sin  embargo  y  expuesto  lo  anterior,  hay  que  ser  consciente  de  los  serios  problemas
de  sostenibilidad  de  la  deuda  pública  a  la  que  se  enfrentan  determinadas  CCAA.  Por
supuesto  que  en  mi  caso  no  estoy  pensando  en  que  esas  Comunidades  afronten  unos
esfuerzos, seguramente estériles, simplemente por la necesidad de acceder lo antes posi­
ble  a  los  mercados  financieros.  Es  evidente  que  una  exigencia,  sin  más,  de  esta  natura­
leza conduciría a su estrangulamiento financiero o al fuerte deterioro de la provisión de
sus  servicios  públicos.  Para  esos  casos,  es  conveniente  que  se  adopte  un  programa  de
ayuda financiera extraordinaria, que debe operar de forma complementaria con el plan
de reestructuración del endeudamiento que se acuerde. Un buen ejemplo en esta línea
lo  constituye  el  Mecanismo  Europeo  de  Estabilidad  (MEDE),  creado  por  el  Consejo
Europeo en 2011 para hacer frente a este tipo de situaciones dentro de la zona euro. El
MEDE, como es sabido, facilita ayuda financiera en forma de préstamos a los países de
la  zona  euro  con  graves  problemas  de  financiación  que  lo  soliciten,  bajo  condiciones
estrictas  y  previa  evaluación  de  la  sostenibilidad  de  la  deuda  y  el  riesgo,  así  como  del
cumplimiento de los programas de ajuste que deben aplicarse para reconducir la situa­
ción a una senda sostenible. La financiación del MEDE procede de las aportaciones de
los Estados miembros. Hay que destacar que el MEDE descartó, desde el principio, las
condonaciones de deudas por los negativos efectos antes apuntados, lo que no ha impe­
dido  que  países  como  Portugal,  con  una  deuda  superior  al  130 %  de  su  PIB,  hayan
podido  realizar  colocaciones  de  deuda  en  el  mercado  a  tipos  de  interés  asumibles,  al
estar respaldadas sus emisiones por la garantía de liquidez del mecanismo y por la super­
visión a la que está sometido el comportamiento presupuestario del país perceptor.
A mi juicio, una alternativa en esta línea es la única vía para resolver de forma esta­
ble el problema y  conseguir en un plazo  razonable  el  retorno de todas  las  CCAA a la
financiación en los mercados  de  deuda.  El potencial de la misma está en que permite,
a diferencia de las condonaciones, dar respuestas adecuadas a los tres componentes del
problema –el nivel de deuda, su sostenibilidad y el riesgo de insolvencia–, a la vez que
evita  los  comportamientos  oportunistas  de  endeudamiento  futuro  consecuencia  del
riesgo moral creado por las quitas.

194
Votos particulares

Por ello, en línea con lo expuesto, se propone sustituir el punto 71 del Informe (que
desaparecería) por la siguiente redacción, en la que se contempla la aplicación de un
mecanismo  de ayuda financiera extraordinaria, que bien  podría ser el  contemplado en
el punto 72 del Informe:
71 (nueva redacción). No obstante, las CCAA que durante el periodo establecido en el
acuerdo de reestructuración de su deuda necesitasen ayuda financiera para alcanzar el obje­
tivo  de  retorno  a  los  mercados  financieros  podrán  acceder  al  mecanismo  de  financiación
extraordinario contemplado en el punto 72 siguiente, siempre bajo estricto cumplimiento de
todos los requisitos fijados. Esta ayuda financiera se activaría siempre a solicitud expresa de
la Comunidad  y bajo  un protocolo transparente en el que figuren todas las condiciones del
acuerdo,  incluidas  las obligaciones asumidas  por el Estado y la Comunidad  autónoma, así
como las contingencias previstas para su posible revisión temporal. En ningún caso, la apli­
cación de este mecanismo debería  dar lugar a la perpetuación de la deuda asumida por la
Comunidad o a futuras condonaciones de sus pasivos financieros o a la reducción de cargas
financieras que implique tratos de privilegio respecto del resto de Comunidades. En cuanto
a la dotación de recursos a este mecanismo, desde el punto de vista de la eficiencia, sería dese­
able la participación del Estado y de todas las CCAA. No obstante, la Comisión es consciente
de la imposibilidad de seguir esta recomendación en esta fase de saneamiento de las finanzas
públicas autonómicas.

195
ANÁLISIS DE PROPUESTAS DE REFORMA DEL

SISTEMA DE FINANCIACIÓN LOCAL

COMISIÓN DE EXPERTOS PARA LA REVISIÓN DEL SISTEMA DE FINANCIACIÓN LOCAL

JULIO 2017

Este  Informe  da  cumplimiento  al  Acuerdo  del  Consejo  de  Ministros  de  10  de  febrero  de
2017, por el que se constituyó la Comisión de expertos para al revisión del modelo de finan­
ciación local.
ÍNDICE
.Páginas.

Preámbulo  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   205

Abreviaturas  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   207

  I.   INTRODUCCIÓN: DIMENSIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN LO­

       CAL EN ESPAÑA  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   209

 II.   PRINCIPIOS RECTORES DE LA INSERCIÓN DE LAS ENTIDADES

       LOCALES EN EL SECTOR PÚBLICO  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   215

 II.1. Marco competencial  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   215

 II.2. Principios de disciplina presupuestaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   219

 II.2.1.     Regla de gasto  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   220

              III.2.1.1. Definición de regla de gasto  . . . . . . . . . . . . . .   220

              III.2.1.2. Sobre los efectos de la regla de gasto  . . . . . . . .   221

 II.3.   Principios de transparencia, eficiencia y eficacia en la contabilidad lo­

         cal  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   223

 II.3.1.     Transparencia y otros principios económico­contables de la

              actividad económico­financiera de las Entidades Locales  . .   223

 II.3.2.     Ampliación del marco de la transparencia de las actividades

              económico­financieras en las Entidades Locales  . . . . . . . .   225

              III.3.2.1. Ampliación  de  los  requisitos  de  transparencia

               para Ayuntamientos entre 20.000 y 50.000 ha­

               bitantes  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   225

              III.3.2.2. Ampliación de la transparencia por aplicación

               de técnicas contables que proporcionen mayor

               calidad, cantidad, control e integridad en la in­

               formación económico financiera  . . . . . . . . . . .   226

III.   INSTRUMENTOS DE FINANCIACIÓN  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   231

III.1. Los tributos locales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   232

III.1.1.    Impuesto sobre Bienes Inmuebles . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   232

              III.1.1.1. Planteamiento de reforma . . . . . . . . . . . . . . . .   232

              III.1.1.2. Beneficios fiscales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   233

              III.1.1.3. La base imponible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   234

              III.1.1.4. Los tipos de gravamen y los recargos . . . . . . . .   234

              III.1.1.5. Gestión tributaria  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   237

199
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

.Páginas.

III.1.2.    Impuesto sobre Actividades Económicas  . . . . . . . . . . . . .   238

              III.1.2.1. Situación actual  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   238

              III.1.2.2. Planteamientos de reforma  . . . . . . . . . . . . . . .   240

III.1.3.    Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica  . . . . . . .   242

              III.1.3.1. Naturaleza tributaria  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   242

              III.1.3.2. Nuevos supuestos de no sujeción  . . . . . . . . . .   243

              III.1.3.3. Exención para todos los supuestos de discapa­

               cidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   243

              III.1.3.4. Presunción de titularidad registral del sujeto pa­

               sivo  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   244

              III.1.3.5. Determinación de la tarifa  . . . . . . . . . . . . . . .   245

              III.1.3.6. Supresión de la bonificación de hasta el 100 por

               100 para vehículos con una antigüedad mínima

               de veinticinco años  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   246

              III.1.3.7. Prorrateo en caso de baja por exportación . . . .   246

              III.1.3.8. Competencia tributaria del Ayuntamiento  . . .   247

III.1.4.    Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de

              Naturaleza Urbana: alternativas  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   248

              III.1.4.1. Consideraciones generales. Hecho imponible  .   248

              III.1.4.2. Propuestas de reforma del IIVTNU  . . . . . . . .   250

              III.1.4.3. Otras consideraciones y propuestas  . . . . . . . . .   252

III.1.5.    Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras . . .   254

              III.1.5.1. Consideraciones generales. Hecho imponible . .   254

              III.1.5.2. Compatibilidad con las tasas urbanísticas  . . . .   256

              III.1.5.3. Determinación de la base imponible . . . . . . . .   257

              III.1.5.4. Gestión tributaria: el devengo y sistema actual

               liquidaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   258

III.1.6.     Impuesto sobre aprovechamiento de cotos de caza y de pes­

ca  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   263

III.1.7.    Impuesto sobre Estancias Turísticas  . . . . . . . . . . . . . . . . .   264

III.1.8.    Recargos  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   266

III.1.9.    Tasas  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   267

              III.1.9.1. Cuestiones generales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   267

              III.1.9.2. Tasas por prestación de servicios públicos y acti­

               dades administrativas  . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   268

              III.1.9.3. Tasas por la utilización privativa o el aprovecha­

               miento especial del dominio público local  . . .   271

III.1.10.  Precios públicos  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   279

III.1.11.  Contribuciones especiales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   280

200
Índice

.Páginas.

              III.1.11.1. Cuestiones generales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   280

              III.1.11.2. La financiación de las Áreas Comerciales Urba­

               nas  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   280

III.1.12.   Cuestiones de organización administrativa y procedimental . .   282

              III.1.12.1. Telematización de los procedimientos adminis­

               trativos  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   282

              III.1.12.2. Intercambio  automático  de  información  entre

               Administraciones  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   282

              III.1.12.3. Asunción  por  parte  de  los  Ayuntamientos  de

               compentencias inspectoras y comprobadoras ca­

               tastrales y en el IAE  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   282

               III.1.12.4. Aplicación generalizada de la vía económico­ad­

               ministrativa a todos los Municipios  . . . . . . . .   283

              III.1.12.5. Modificación del plazo de interposición del recur­

               so de reposición del artículo 14. 2. c) TRLRHL . .   284

              III.1.12.6. Cumplimiento de los plazos de resolución de re­

               clamaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   284

              III.1.12.7. Creación del recurso extraordinario para la uni­

               cación de doctrina en el ámbito de actuación de

               los TEAM . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   284

              III.1.12.8. Extensión de costas a la Administración en su­

               puestos de temeridad o mala fe  . . . . . . . . . . . .   285

III.2. Las transferencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   287

III.2.1.    Espacios compartidos y sistemas de transferencias  . . . . . .   287

              III.2.1.1.
La situación actual  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   287

              III.2.1.2. Objetivos de una reforma del sistema de trans­

               ferencias: equilibrios vertical y horizontal  . . . .   288

              III.2.1.3. Fijación de las cuantías globales y su revisión. 

               El índice de evolución . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   288

              III.2.1.4.
Criterios de distribución horizontal  . . . . . . . .   290

              III.2.1.5. Sistema de transferencias a favor de las Dipu­

               taciones Provinciales, Consejos y Cabildos insu­

               lares  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   292

              III.2.1.6. Coordinación en materia de competencias y su

               financiación  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   294

              III.2.1.7.
Regímenes especiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   294

              III.2.1.8. Consideraciones  para  la  aplicación  de  una  re­

               forma  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   295

              III.2.1.9.
Participación en ingresos de las Comunidades

               Autónomas  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   295

201
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

.Páginas.

III.2.2.    El transporte urbano y metropolitano colectivo en España:

              financiación actual y propuestas de modificación  . . . . . . .   297

              III.2.2.1. Cuestiones generales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   297

              III.2.2.2. La financiación del transporte urbano colectivo:

               situación actual y perspectivas . . . . . . . . . . . . .   298

ANEXOS  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   305

Anexo II.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras  . . .   307

Anexo II.  Efectos de la regla de gasto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   383

Relación de propuestas
Propuesta I.1

Dimensión de las haciendas locales  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   213

Propuesta II.1
Principios rectores de la inserción de las Entidades Locales en el conjunto del
sector público  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   218

Propuesta II.2
Revision de la regla de gasto  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   222

Propuesta II.3

Transparencia y contabilidad pública . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   228

Propuesta III.1

Reforma del Impuesto sobre Bienes Inmuebles  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   237

Propuesta III.2

Reforma del Impuesto sobre Actividades Económicas  . . . . . . . . . . . . . . . . . .   242

Propuesta III.3

Reforma del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica  . . . . . . . . . . .   248

Propuesta III.4
Reforma del Impuesto sobre Incremento de Valor de los Terrenos de Natura­
leza Urbana  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   253

Propuesta III.5
Reforma del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras  . . . . . . .   262

Propuesta III.6

Impuesto sobre aprovechamientos de cotos de caza y pesca  . . . . . . . . . . . . . .   264

Propuesta III.7

Creación de un Impuesto sobre Estancias Turísticas  . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   266

Propuesta III.8

Recargos municipales y provinciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   266

202
Índice

.Páginas.

Propuesta III.9
Reforma de las tasas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   277

Propuesta III.10

Precios públicos  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   280

Propuesta III.11

Reforma de las contribuciones especiales: Áreas Comerciales Urbanas  . . . . . .   281

Propuesta III.12

Reforma de la organización administrativa y procedimental  . . . . . . . . . . . . .   285

Propuesta III.13

Reforma del sistema de transferencias  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   296

Propuesta III.14

Reforma de la financiación del transporte público  . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .   302

203
PREÁMBULO

El  Acuerdo  del Consejo de  Ministros  de 10 de febrero de 2017  constituyó


la Comisión de Expertos para la revisión del sistema de financiación local, sien­
do su objeto la realización de los: “Análisis que sean necesarios para la formula­
ción posterior de un nuevo modelo de financiación local que se fundamente en
los principios de solidaridad, suficiencia, equidad, transparencia, corresponsabi­
lidad fiscal y garantía de acceso de los ciudadanos a los servicios públicos básicos
de prestación obligatoria. Los trabajos se referirán al  Sistema  de Financiación
Local, contemplando de forma integral aspectos financieros, tributarios y presu­
puestarios, contenidos en el texto refundido de la Ley Reguladora de las Hacien­
das Locales.”
Los citados análisis debían recogerse en un Informe que sería presentado en
el plazo de seis meses desde la  adopción de aquel  Acuerdo. Dicho informe será
remitido a la Comisión Nacional de Administración Local, a través de su Secre­
taría, para su valoración.
Integran dicha Comisión cinco expertos independientes designados por el
Gobierno de la Nación y otros cinco designados por la Federación Española de
Municipios y Provincias (FEMP), correspondiendo su secretaría al titular de la
Subdirección General de Estudios y Financiación de Entidades Locales, de la
Secretaría  General  de  Financiación  Autonómica  y  Local,  del  Ministerio  de
Hacienda y Función Pública.
Por el Gobierno se designaron los siguientes expertos:
–  D.a ANA MUÑOZ MERINO, presidenta de la Comisión.
–  D. DANIEL CARRASCO DÍAZ.
–  D. ÁNGEL DE LA FUENTE MORENO.
–  D. JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ GALIANA.
–  D. ALFONSO UTRILLA DE LA HOZ.
Por la FEMP fueron designados los siguientes expertos:
–  D. PABLO CHICO DE LA CÁMARA.
–  D.a ELENA MANZANO SILVA.
–  D. CÉSAR MARTÍNEZ SÁNCHEZ.

205
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

–  D. JUAN JOSÉ RUBIO GUERRERO.


–  D. JAVIER SUÁREZ PANDIELLO.
En la  primera  sesión celebrada  el  día 1 de marzo de 2017 se constituyó  la
Comisión  y se organizaron los trabajos y  se fijaron las cuestiones sobre las que
debía pronunciarse. Además de las sesiones desarrolladas por la Comisión y sus
grupos de trabajo (de Financiación y Presupuestos y de Tributos y Procedimien­
tos), representantes de aquélla han celebrado reuniones con órganos, institucio­
nes y Administraciones públicas, al objeto de disponer de la mayor información
posible para poder fijar un criterio lo más objetivo posible, habiendo servido de
fundamento para la elaboración del presente Informe. 
Los principios de actuación de la Comisión, acordados por unanimidad de
sus integrantes han sido, esencialmente, la independencia de actuación y liber­
tad de organización, la  plena  colaboración y constante coordinación  y la  prefe­
rencia por el  principio  de unanimidad o consenso de decisión, sin perjuicio de
reseñar, cuando así ha sido necesario, posiciones diversas en algunas de las cues­
tiones  abordadas.  Destacando  que  este  hecho  se  ha  producido  en  muy  pocas
ocasiones, lo que confiere de un altísimo grado de acuerdo a las propuestas que
reforma que se proponen.
Con este Informe se ha pretendido dar cumplimiento al citado Acuerdo del
Consejo  de Ministros, analizando los principales problemas del actual modelo
de financiación, los principios generales que, a juicio de la Comisión, deberían
sustentar  la  reforma  y  las  principales  elecciones  efectuadas  como  directrices
recomendadas, tanto  en materia tributaria –elementos sustantivos de cada  tri­
buto y propuestas generales en materia  de aplicación y revisión de los  tributos
locales– como en el régimen de transferencias, y en el régimen presupuestario.
Con la entrega de este Informe en los términos previstos en el Acuerdo  del
Consejo de Ministros de 10  de febrero de 2017, esta Comisión dejará  de des­
empeñar sus funciones  y se considerará  extinguida al haber  cumplido los obje­
tivos para los que fue creada.

206
ABREVIATURAS

AAPP Administraciones Públicas.

AEAT Agencia Estatal de Administración Tributaria.

AIReF Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal.

BICE Bienes Inmuebles de Características Especiales.

Cc Código Civil.

CCAA Comunidades Autónomas.

CCLL Corporaciones Locales.

CE Constitución Española.

DA Disposición adicional.

EELL Entidades Locales.

FAS Fondo de Asistencia Sanitaria.

FCF Fondo Complementario de Financiación.

FJ Fundamento Jurídico.

IAE  Impuesto sobre Actividades Económicas.

IBI Impuesto sobre Bienes Inmuebles.

ICAL Instrucción de Contabilidad de Administración Local  (Orden HAP/1781/

2013, de 20 de septiembre).
ICIO Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras.
IGAE Intervención General de la Administración del Estado.
IIEE Impuestos Especiales.
IIVTNU Impuesto sobre Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana.
IRNR Impuesto sobre la Renta de no Residentes.
IRPF Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
IS Impuesto sobre Sociedades.
ITE Ingresos Tributarios del Estado.
IVA Impuesto sobre el Valor Añadido.
IVTM Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica.
LES Ley de Economía Sostenible (Ley 2/2011, de 4 de marzo).
LGT Ley General Tributaria (Ley 58/2003, de 17 de diciembre).
LOEPSF Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (Ley
Orgánica 2/2012, de 27 de abril).
LPAC AP Ley del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Pú­
blicas (Ley 39/2015, de 1 de octubre).

207
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

LRBRL Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local (Ley 7/1985, de 2 de abril).
LRJSP Ley del Régimen Jurídico del Sector Público (Ley 40/2015, de 1 de octubre).
LRSAL Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (Ley 27/
2013, de 27 de diciembre).
PDE Procedimiento de Déficit Excesivo.
PGCP Plan General  de Contabilidad Pública (Orden EHA/1037/2010, de  13 de
abril).
PIB Producto Interior Bruto.
PICAs Participación en Ingresos (o en Tributos) de las CCAA.
PIE Participación en Ingresos (o en Tributos) del Estado.
PMUS Planes de Movilidad Urbana Sostenible.
RCISPL Reglamento  del  régimen  jurídico  del  control  interno  en  las  entidades  del
sector público local (RD 424/2017, de 28 de abril).
RD Real Decreto.
STC Sentencia del Tribunal Constitucional.
TEAM Tribunal Económico Administrativo Municipal.
TFUE Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
TRLRHL Texto  Refundido  de  la  Ley  Reguladora  de  las  Haciendas  Locales  (Real
Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo).
TRLS Texto refundido de la Ley del Suelo (Real Decreto Legislativo 7/2015, de 30
de octubre).
UE Unión Europea.

208
I
INTRODUCCIÓN: DIMENSIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN

LOCAL EN ESPAÑA

1. El análisis de la dimensión y evolución de la actividad financiera y presu­
puestaria  de  la  Administración  Local  en  España  presenta  cierta  complejidad,
dada su variada composición y el tamaño de su planta municipal, con un núme­
ro elevado de pequeños Municipios, además de una multiforme organización de
entidades de naturaleza empresarial dependiente de tales Entidades Locales.
2. En consecuencia, las medidas de reforma propuestas han de contemplar
la fragmentación y complejidad local y deberían incentivar la colaboración y, en
su caso, integración, para favorecer una gestión pública más eficaz, que permita
aprovechar las economías de escala en la provisión de bienes y servicios públicos
locales, para satisfacer de mejor manera las necesidades de los ciudadanos.
3. La  dimensión comparada  de la hacienda  local española  (6 % del  PIB  en
2015) es menor que la de nuestro entorno (11,1 % en UE), incluso respecto de
los países con un nivel regional de gobierno muy potente, con un mayor supe­
rávit  fiscal  (0,5 %  frente a 0,1 %) y  un menor nivel de endeudamiento (3,3 %
frente a  5,9 %).  Desde la  crisis económica de 2008 se ha producido un  fuerte
descenso del  gasto  local  en  España (­7,7 % en términos de  PIB), muy superior
al de los  países de nuestro  entorno (­1,8 %), mientras los ingresos han aumen­
tado a un mayor ritmo (8,3 %).
4. El peso relativo de los impuestos en su financiación (52,9 % de sus ingre­
sos) es  más importante que la  media europea (38,1 %) y le otorga  una mayor
autonomía fiscal. Su  estructura  de gasto está más orientada  a  las funciones tra­
dicionales, manteniendo un peso relativo menor en las prestaciones característi­
cas  del  Estado  de  Bienestar  (0,8 %  del  PIB  en  protección  social,  sanidad  y
educación, frente al 6,1 % en la UE).
5. Así pues, las Entidades Locales han  realizado un elevado esfuerzo de dis­
ciplina fiscal y resultan más acordes, en términos comparados, con una hacienda
209
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

local más clásica, de menor dimensión, basada en impuestos sobre la propiedad
y  cuya  estructura  de  gasto  está  orientada  hacia  funciones  tradicionales.  Estas
características son consecuencia de su pequeño tamaño relativo y de la presencia
de un nivel  intermedio de gobierno con un protagonismo muy importante en
las principales políticas sociales, como sanidad y educación y, en menor medida,
en servicios sociales.
6. En términos de contabilidad nacional, las Entidades Locales han perdido
peso en las Administraciones Públicas desde la entrada en vigor del actual siste­
ma de financiación en 2004, pasando de representar el 14,8 % del gasto público
ese año al 13,7 % en 2015 (12,3 % y 11,3 %, respectivamente si se eliminan las
transferencias internas entre Administraciones).
7. El  gasto  local  creció  en este período un  31,3 %,  aumentando más, entre
las partidas más relevantes: gastos en economía y comercio (112,2 %), gastos en
envejecimiento  de la  población (88,4 %), servicios generales  (67,2 %), servicios
de protección contra incendios (57,7 %) gestión de residuos (54 %), transporte
(42,9 %) y servicios deportivos y de ocio (41,7 %). Estos gastos representaban
en 2015 el 46,1 % del total.
8.  Los  empleos  corrientes  han  crecido  un  43 %,  impulsados  por  el  fuerte
aumento de los gastos en remuneración de asalariados (48,8 %) y consumos inter­
medios  (46,4 %),  mientras  los  empleos  de  capital  han  descendido  un  ­19,8 %,
debido  al  retroceso  en  la  formación  bruta  de  capital  fijo  (­25,3 %).  En  2015  el
gasto local ha aumentado un 3 % respecto a 2014, con un mayor crecimiento en
el gasto sanitario (8,3 %), asuntos económicos generales (6,3 %), cultura (5,3 %)
y transporte (4,7 %).
9. La perspectiva presupuestaria ofrece una información más precisa y deta­
llada sobre la evolución de las decisiones de ingresos y  gastos y  la  gestión local,
especialmente municipal, en función de su  tamaño. Así, el conjunto de obliga­
ciones  reconocidas  por  las  Entidades  Locales  en  2015  estuvo  próximo  a  los
61.640 millones de euros, con  un aumento respecto al año anterior  del 6,4 %.
En el caso de los Ayuntamientos el aumento fue aún mayor (8,2 %). Desglosado
por  políticas  destaca  el  fuerte  crecimiento  del  gasto  en  fomento  del  empleo
(22,4 %),  infraestructuras  (19,8 %),  cultura  (17,2 %),  vivienda  y  urbanismo
(14,1 %), medio ambiente (14 %), deporte (13,9 %) y educación (11,4 %).
10. Si se analiza el gasto municipal por tamaño de los Ayuntamientos, se puede
comprobar el distinto comportamiento de los Municipios de más de 50.000 habi­
tantes,  que  muestran  un  moderado  crecimiento  del  gasto  no  financiero  (3,2 %),
frente  al  fuerte  aumento  en  los  Municipios  de  menos  de  5.000  habitantes
(13,3 %), en los de 5.000 a 20.000 (15,9 %) y en los de 20.000 a 50.000 (13,6 %).
210
I.  Introducción: dimensión de la Administración Local en España

11. Se observa, en consecuencia, la pérdida de peso del  gasto local, aunque
el repunte en 2015 de los empleos no financieros (especialmente en los Muni­
cipios  de  menos  de  50.000  habitantes  en  partidas  discrecionales)  aconseja  ser
cautos a  la hora de establecer previsiones a medio plazo en las pautas de gasto.
Los indicadores de liquidación presupuestaria de los Ayuntamientos en 2016 en
términos  presupuestarios  presentan unos resultados muy  favorables. Sólo  252
Municipios  de  la  amplia  muestra  (5.860)  presentan  un  déficit  superior  a  los
50.000 euros. Entre los Municipios de más de 20.000 habitantes sólo 15 pre­
sentan déficit.
12. Entre 2004 y 2015 el conjunto de los ingresos no financieros de las Cor­
poraciones Locales ha crecido un 41,3 %. Los ingresos tributarios han aumen­
tado a  un mayor  ritmo (48,4 %), muy por encima del PIB (24,9 %), aunque a
una  tasa  inferior  al  ITE  definitivo  (53,65 %).  Los  recursos  tributarios  locales
representativos (impuestos tradicionales, tasas y  otros recursos tributarios) han
crecido en el  período  un 64,6 %. Dentro de los principales impuestos locales,
destaca  la  evolución del IBI, que aumenta  en el período un 136,1 %,  pasando
de recaudar 5.425 millones de euros en 2004 a 12.807 millones en 2015. El IBI
de las viviendas desocupadas aumenta también  fuertemente (164,2 %, de 293
millones de euros a 774 millones). El Impuesto sobre el Incremento de Valor de
los Terrenos de Naturaleza Urbana aumenta en el período un 125,4 %.
13.  Por  tramos  de  población,  destaca  el  fuerte  aumento  entre  2004  y  2014
de la recaudación impositiva de los grandes Municipios, muy superior a las trans­
ferencias recibidas por el Estado. Se constata también un importante aumento de
la presión fiscal por habitante y una mayor dispersión por tramos de población.
14. En términos  presupuestarios, los derechos reconocidos del conjunto de
Entidades Locales en 2015 han aumentado un 4 % respecto al año anterior y los
de los Ayuntamientos un 7,6 %, con tasas muy superiores  al PIB (3,7 %) y  al
ITE  (3,4 %).  Los  Municipios  de  más  de  50.000  habitantes  han  tenido  un
aumento  más moderado  de sus ingresos no financieros (4,4 %), que contrasta
con el mayor incremento de los Municipios con menor población, especialmen­
te los de 5.000 a 20.000 habitantes (13,7 %).
15. Desde el inicio de la crisis y hasta  2016, el  número de inmuebles urba­
nos con referencia catastral ha crecido un 13,9 %, con un mayor aumento en los
Municipios de 20.000 a 50.000 habitantes (19,8 %). En este mismo período, el
valor  catastral  total  ha aumentado en un 38,3 %, con  incrementos  cercanos al
65 % en las ciudades de más de 500.000 habitantes, donde, además, el valor del
suelo ha crecido  por  encima del  82 %. El valor catastral medio ha  aumentado
un 21,4 %, con incrementos superiores al 52 % en las grandes ciudades. La base
211
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

imponible agregada del IBI ha aumentado un 39,7 % (66,9 % en Madrid y Bar­
celona)  y  la  cuota  líquida  lo  ha  hecho  en  un  54,9 %  (71 %  en  los  pequeños
Municipios). La cuota media  por recibo  del  IBI  ha pasado en este período de
una media de 240 euros a 326 (35,9 % de aumento) y en las grandes ciudades,
de 383 euros a 583 (52,4 %).
16.  Desde  la  crisis  de  2008,  se  afianza  el  crecimiento  diferencial  de  los
impuestos  municipales  (31 %)  en  relación  a  las  transferencias  corrientes  del
Estado (2,1 %); y esta misma tendencia se consolida en los dos últimos ejercicios
liquidados.  Cabe  señalar  también  el  muy  moderado  comportamiento  de  las
tasas por prestación de servicios. El fuerte crecimiento de la presión fiscal muni­
cipal asociada  a  los  bienes inmuebles no parece sostenible  en el  tiempo y será
necesario  articular sistemas de determinación de bases tributarias y cuotas que
evolucionen más acompasadamente con la realidad de los valores patrimoniales
y las rentas presuntas derivadas de la propiedad inmobiliaria.
17. El sistema de transferencias corrientes del Estado cubre una parte escasa y
decreciente de los ingresos corrientes municipales (22,2 % en 2015). En el perío­
do 2004­2014 las transferencias corrientes del Estado han aumentado un 37,7 %.
La  mayor  parte  de  éstas  se  canalizan  a  través  de  transferencias  incondicionadas,
hacia grandes Municipios (FCF) y al resto de Municipios (PIE). Estas transferen­
cias se actualizan con el índice acumulado determinado por la evolución del ITE.
Desde  2012  ha  habido  una  reordenación  de  Municipios  que  ha  supuesto  un
aumento de los Municipios en régimen de cesión, Así, el FCF global ha aumen­
tado (52,4 %) más que la PIE (41 %) y del conjunto de ingresos fiscales munici­
pales (44,9 %), aunque por debajo de los impuestos locales tradicionales (60,1 %).
Este aumento es mayor que el de los impuestos cedidos (31,8 %). Por el contrario,
el resto de transferencias corrientes del Estado han disminuido en este período.
18.  Uno  de  los  problemas  que  se  advierte  en  relación  a  las  transferencias
canalizadas a  través del  FCF es que los cambios  en la población entre Munici­
pios no se reflejan en las transferencias recibidas del  Estado. Así,  se producen
diferencias de origen y evolución en transferencias per cápita que no están jus­
tificadas con criterios competenciales o poblacionales y, en consecuencia, debe­
rían corregirse. 
19.  Esas diferencias en transferencias por  habitante no se producen en los
Municipios acogidos a la PIE, ya que la parte distribuida en función de la pobla­
ción en las mayores ciudades apenas tiene diferencias. Cuestión llamativa es que
las transferencias basadas en la variable poblacional (75 %) resultan mayores que
los recursos totales por habitante de algunas ciudades sometidas al  régimen  de
cesión.

212
I.  Introducción: dimensión de la Administración Local en España

20. Entre 2004 y 2015 el superávit fiscal ha pasado de 112 millones de euros
a más de 5.000 millones. Estos saldos contrastan con el empeoramiento produ­
cido en el  resto  de Administraciones Públicas. En  2015 los recursos no  finan­
cieros  han  crecido  (2,2 %)  por  debajo  de  los  gastos  (3 %),  disminuyendo  el
ahorro público (­1,5 %), el superávit presupuestario (­6,9 %) y el saldo primario
(­14,4 %).
21.  El aumento del  saldo positivo de los Municipios se debe al  comporta­
miento de las grandes ciudades (12,1 % de aumento), mientras los  Municipios
de menos  de 5.000  habitantes (­15,9 %),  los de 5.000  a  20.000 (­1,6 %) y los
de  20.000  a  50.000  habitantes  (­8,9 %)  lo  reducen.  El  número  de  Entidades
Locales con saldo fiscal negativo en 2015 se eleva a 1.292 , cuando sólo dos años
antes eran 828.
22. Desde el  inicio  de la crisis la deuda local ha  aumentado un  9,1 %. Sin
embargo, en los últimos años se viene produciendo un descenso importante. 
23.  Por  entidades,  mientras  las  Diputaciones  forales  han  duplicado  su
deuda, la de los grandes Municipios ha disminuido un 19,9 %. Por el contrario,
el  endeudamiento  de  los  Municipios  de  menos  de  300.000  habitantes  se  ha
incrementado desde el  inicio de la  crisis en un 28,1 %, aunque en  los últimos
ejercicios la  tendencia  ha  dado la  vuelta, Finalmente. las  Diputaciones de régi­
men común, que habían tenido un comportamiento favorable en los años ante­
riores, han aumentado fuertemente su endeudamiento en 2016.
24. Con todo ello,  y  a  pesar  de la  evolución  favorable de los saldos presu­
puestarios agregados de las Entidades Locales, se mantienen problemas específi­
cos importantes. Así, la AIReF detecta problemas de sostenibilidad fiscal en 789
Ayuntamientos y 377 no pueden endeudarse, al sobrepasar la regla del 110% de
ratio deuda/ingresos corrientes. Un total de 42 Entidades están en situación crí­
tica. Son las ciudades medianas y algunos pequeños Municipios los que mantie­
nen  una  situación  más  preocupante  a  medio  plazo,  dadas  las  tensiones
detectadas en el gasto, a pesar del buen comportamiento de los ingresos locales,
especialmente de los de carácter tributario.
Propuesta I.1
Dimensión de las haciendas locales
La fragmentación local debería incentivar la colaboración y, en su caso, integra­
ción,  para lograr una gestión pública más eficaz, que aproveche las economías
de escala en la provisión de bienes y servicios públicos locales.
Las Entidades Locales han realizado un importante esfuerzo de disciplina fiscal.
En términos comparados, configuran una hacienda local más clásica, de menor
213
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

dimensión, basada en impuestos sobre la propiedad  y cuya estructura de gasto
está orientada hacia funciones tradicionales.
Se ha producido en los últimos años una pérdida de peso del gasto local, con un
repunte en 2015 de los empleos no financieros. 
Por  el  lado  del  ingreso,  se  ha  producido  un  crecimiento  diferencial  de  los
impuestos  municipales  (31 %)  en  relación  a  las  transferencias  corrientes  del
Estado  (2,1 %),  tendencia  que  se  está  consolidando.  Cabe  señalar  también  el
muy moderado comportamiento de las tasas por prestación de servicios. El fuer­
te crecimiento de la presión fiscal municipal asociada a los bienes inmuebles no
parece sostenible en el  tiempo y será necesario  articular sistemas de determina­
ción de bases tributarias y  cuotas que evolucionen más acompasadamente con
la realidad de los valores patrimoniales y las rentas presuntas derivadas de la pro­
piedad inmobiliaria.

214
II
PRINCIPIOS RECTORES DE LA INSERCIÓN DE LAS

ENTIDADES LOCALES EN EL SECTOR PÚBLICO

II.1.  MARCO  COMPETENCIAL


25.  En  materia  competencial,  la  normativa  vigente  sobre  Administración
Local (Constitución Española, Estatutos de Autonomía de las CCAA, LRBRL,
LRSAL, legislación sectorial, etc.) establece  un elenco no cerrado de responsa­
bilidades sobre diversas materias, compatible con un conjunto de competencias
obligatorias crecientes por tramos de población.
26. La combinación de ambas características, unida a la aplicación del prin­
cipio  de  subsidiariedad,  contenido  en  la  Carta  Europea  de  Autonomía  Local
suscrita  por nuestro  país según  la cual  las competencias deberían residenciarse
en  aquellos  niveles  de  la  Administración  que  mejor  pudieran  gestionarlas  de
acuerdo con  la regla de proximidad (lo que pueda  hacer un gobierno próximo,
que no lo haga uno lejano), ha dado lugar en la práctica a una cierta confusión
en este campo. Este hecho podría haber tenido consecuencias perniciosas, como
la duplicidad de Administraciones actuando sobre las mismas materias y el con­
flicto permanente sobre qué Administración debe financiarlas.
27. En este punto, la Comisión  considera imprescindible una  clarificación
del ámbito competencial de las Entidades Locales, que debiera partir del análisis
de la situación actual con el objetivo de identificar medidas que den respuesta a
las posibles tensiones financieras existentes.
28.  En  la  práctica, respecto a  las competencias efectivamente asumidas por
las Entidades Locales, y en el ámbito de los denominados “gastos impropios”,
se detectan tres tipos de situaciones:
a) Competencias de otras Administraciones públicas delegadas y  financia­
das adecuadamente.
b) Competencias inicialmente delegadas y con financiación insuficiente.

215
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

c) Competencias asumidas voluntariamente fuera del ámbito competencial
obligatorio.
29.  A  juicio  de  la  Comisión,  las  encuadradas  en  el  grupo  a)  no  suponen
especiales problemas y  las del  grupo c) deberían ser financiadas con  cargo a los
propios recursos de la entidad local correspondiente.
30.  Sin embargo, las situaciones descritas en el grupo b) suponen gastos de
suplencia a los que debería darse respuesta concreta. Sin perjuicio de su desarro­
llo posterior, a estos efectos la Comisión propone dos soluciones:
a) Corrección de servicios concretos mediante financiación condicionada,
esto  es,  mediante  transferencias  de  la  administración  responsable  de  la
insuficiencia (fundamentalmente Comunidades Autónomas).
b) Derivación hacia financiación general incondicionada, esto es, vía Parti­
cipación en Ingresos de las Comunidades Autónomas (PICAs).
31. La primera de las soluciones implicaría un cálculo más ajustado de la rea­
lidad individual de cada insuficiencia detectada, mientras que la segunda se con­
formaría  con  un  cálculo  agregado  de  las  mismas  que,  aunque  podría  generar
ciertas inequidades en la distribución de los recursos, daría a las Entidades Loca­
les más autonomía o discrecionalidad en la asignación del gasto.
32. Para la resolución de problemas de esta índole sería deseable un acuerdo
entre  las  Administraciones  concernidas.  La  Comisión  considera  que  debería
regularse un procedimiento legal de arbitraje cuando exista desacuerdo.
33. En cualquier caso, la nueva normativa debería recoger explícitamente el
principio  de lealtad institucional, de modo que cualquier  atribución de nuevas
competencias por normativa general o sectorial por parte del Estado o las CCAA
a las Entidades Locales deberá ir acompañada de su correspondiente instrumen­
to de financiación. Este principio se aplicaría  también en el  caso de atribución
de competencias de los Entes locales al resto de Administraciones públicas (rela­
ciones abajo­arriba), en supuestos como los comentados a modo de ejemplo en
los puntos 38 y siguientes de este Informe.
34. Adicionalmente, y en el mismo sentido, cualquier beneficio fiscal obliga­
torio sobre tributos locales que se introduzca normativamente por otra Adminis­
tración pública deberá incluir el correspondiente mecanismo de compensación.
35. En otro orden de cosas, el generalizado pequeño tamaño de los Munici­
pios, con un número, en 2016, de 8.125 Municipios, incluyendo dos Ciudades
con Estatuto de Autonomía, de los que 6.825 tienen menos de 5.000 habitantes
y 898 entre 5.000 y 20.000, junto con el creciente despoblamiento de las áreas
216
II.  Principios rectores de la inserción de las Entidades Locales en el sector público

rurales, hacen  necesario revisar las formas de gestión y  organización,  especial­


mente en el ámbito de los pequeños Municipios con escasa masa crítica.
36. En este sentido, la Comisión considera que no es razonable tratar de dar
una solución unitaria a situaciones tan diversas y que, en consecuencia, tanto en
materia de responsabilidades de gasto como de instrumentos de financiación la
nueva normativa debería contener cierta flexibilidad, sin llegar a la casuística de
considerar separadamente el gran número de peculiaridades físicas, productivas
o de localización existentes en el territorio español.
37.  Con  base  en  lo  anteriormente  señalado,  la  Comisión  propone  establecer
tres categorías de Municipios susceptibles de ser reguladas de modo diferenciado:
a) En  primer  lugar,  las  grandes  metrópolis  de  Madrid  y  Barcelona,  en  la
medida en que ya cuentan con su propia Carta de Autonomía Local.
b) En  segundo  lugar,  los  pequeños  municipios,  entendiendo  como  tales,
aquellos  cuya  población  sea  inferior  a  20.000  habitantes  de  derecho,
donde se concentran las mayores dificultades de gestión autónoma de sus
competencias, derivadas de problemas de escala, dispersión geográfica o
declive poblacional permanente.
c) Finalmente, el  resto  de municipios, a los que se les supone en todo caso
capacidad suficiente de gestión tanto en  materia de asignación de gasto
como de organización autónoma de sus ingresos.
38. Las Diputaciones Provinciales, Consejos y Cabildos Insulares, desempe­
ñan un papel fundamental en la estructura  territorial del  Estado. Así, al objeto
de  dotarles  de  un  marco  de  referencia  competencial  claro  y  transparente,  la
Comisión  propone  que  estas  instituciones  se  dediquen  fundamentalmente  al
apoyo  a  Municipios  de  menos  de  20.000  habitantes.  Concretamente,  los
gobiernos provinciales se convertirían  en una suerte de “Municipios de Muni­
cipios”, cuya misión sea asesorar e incluso ejercer directamente la gestión de ser­
vicios  públicos en Municipios pequeños incapaces  por sí mismos de prestarlos
bajo mínimas condiciones de eficiencia; así como, adicionalmente, decidir y ges­
tionar los tributos locales en esos ámbitos territoriales.
39. A efectos de respetar la autonomía municipal, se requeriría inicialmente
voluntariedad en la  atribución hacia las Diputaciones provinciales, Consejos y
Cabildos insulares de la gestión de servicios y tributos. 
40. Desde el punto de vista normativo y competencial, todo aquel Munici­
pio menor de 20.000 habitantes que se muestre capacitado para gestionar por sí
mismo sus competencias debería poder hacerlo. Alternativamente, si los órganos
217
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

de gobierno de los  Municipios  consideran  que carecen de la masa crítica míni­


ma necesaria para ejercer con eficiencia una parte relevante de sus responsabili­
dades,  podrían  ceder  las  mismas  a  su  correspondiente  Diputación  provincial,
Consejo o Cabildo insular.
41. En el hipotético supuesto de que una Diputación tuviera que asumir la
gestión de la mayoría de servicios públicos de titularidad municipal de un Ayun­
tamiento, esa Diputación asumiría también las responsabilidades en materia de
ingresos públicos (tributos y transferencias) de dicho Ente local. En este caso,
debería  valorarse  la  posibilidad  de  atribuir  a  las  Diputaciones  Provinciales,
Cabildos y Consejos Insulares la  competencia  para  fijar un umbral mínimo de
tributación en los Municipios de menos de 20.000 habitantes.
42.  Respecto  a  la  planta  municipal,  la  Comisión  considera  que  el  funciona­
miento  institucional  y  administrativo  óptimo  requeriría  un  umbral  mínimo  de
población. En este sentido, sería conveniente estudiar la introducción de incen­
tivos a la intermunicipalidad (ej. Mancomunidades) y/o el traspaso de gestión de
competencias a las Diputaciones, en el sentido señalado en los puntos anteriores.
43.  En todo  caso, la Comisión no  desconoce que las CCAA tienen  compe­
tencia  para  organizar  administrativamente  su  territorio  y,  en  particular,  para
incentivar la creación y desarrollo de organismos cooperativos con o sin partici­
pación directa  de la  propia  Comunidad Autónoma, como por  ejemplo, deter­
minados  consorcios  para  la  gestión  de  servicios  de  ámbito  eventualmente
supramunicipal  como el  abastecimiento de agua, la  gestión de residuos, trans­
porte, turismo o servicios sociales y/o culturales. No obstante, la creación de los
mismos no debería suponer una nueva duplicidad de organismos, instituciones
o entidades en la prestación de servicios y bienes municipales.

Propuesta II.1
Principios rectores de la inserción de las Entidades Locales en el conjunto
del sector público
Se  considera  imprescindible  una  clarificación  del  ámbito  competencial  de  las
Entidades Locales. En este ámbito, se debería dar respuesta concreta a los gastos
de suplencia,  proponiendo la Comisión dos soluciones alternativas: establecer
mecanismos de financiación condicionada, mediante transferencias de la admi­
nistración responsable (fundamentalmente CCAA), o derivar hacia financiación
general incondicionada, esto es, vía Participación en Ingresos de las Comunida­
des Autónomas (PICAs).
Para implantar un sistema de financiación en el ámbito municipal, la Comisión
propone  definir  tres  categorías  de  entidades  con  regulación  diferenciada:  las

218
II.  Principios rectores de la inserción de las Entidades Locales en el sector público

grandes  metrópolis  de  Madrid  y  Barcelona;  los  pequeños  Municipios  con


población inferior a 20.000 habitantes, y el resto de Municipios, a los que se les
supone capacidad suficiente de gestión tanto en materia de asignación de gasto,
como de organización autónoma de sus ingresos.
En  cuanto  a  las  Diputaciones  provinciales,  Consejos  y  Cabildos  Insulares,  la
Comisión propone dotarlas de un marco de competencias claro y transparente,
y  se  sugiere  que  se  dediquen  fundamentalmente  al  apoyo  a  Municipios  de
menos de 20.000 habitantes. En este caso, los gobiernos provinciales se conver­
tirían en una suerte de “Municipios de Municipios”, cuya misión sea asesorar e
incluso  ejercer  directamente  la  gestión  de  servicios  públicos  en  Municipios
pequeños  incapaces por sí mismos de prestarlos  bajo mínimas  condiciones  de
eficiencia, así como,  adicionalmente, decidir y gestionar los tributos  locales en
esos ámbitos territoriales.

II.2.  PRINCIPIOS  DE  DISCIPLINA  PRESUPUESTARIA


44. La situación financiera  de las Entidades Locales ha variado sustancial­
mente  desde  el  inicio  de  la  crisis  en  2008,  y  sobre  todo  en  los  últimos  cinco
años, pasando  de un  déficit de ­5,375 millones de euros, en 2008 (que llegó a
­8.506 millones de euros, en 2011) a transformarse en superávit sucesivos desde
2012, situándose en  5.094  millones de euros, en 2015, y, con datos  de avance
de 2016, en 7.083 millones de euros. En referencia al PIB nacional, se ha pasado
de un déficit  del  ­0,5 %, en 2008, a  un superávit del 0,5 %, en  2015, con  un
valor máximo  de déficit  en 2011, del ­0,8 %  del  PIB. Para 2016,  con  datos de
avance el superávit  de las corporaciones locales  se situará en el 0,6 % del PIB
(datos en términos de contabilidad nacional publicados por la IGAE).
45. En cuanto a la deuda financiera (con criterio PDE) de las Entidades Loca­
les ha mostrado una evolución positiva en ese período. Al final de 2008, se elevó
a  31.775  millones  de  euros  (el  2,8 %  del  PIB  nacional  a  precios  de  mercado);
pasando en 2011 a 36.819 millones de euros (el 3,4 % del PIB) y a 44.003 millo­
nes de euros en 2012 (el 4,2 % del PIB), debido al efecto del mecanismo de pagos
a  proveedores  que  se  articuló  en  ese  año.  A  partir  de  ese  año  se  han  producido
descensos sucesivos, de modo que la deuda al final de 2015 era de 35.131 millo­
nes  de  euros  (el  3,3 %  del  PIB),  y  de  32.094  millones  de  euros  (2,9 %  del  PIB)
al  final  de  2016.  Es  preciso  reseñar  que  el  objetivo  de  deuda  recogido  en  la  Ley
Orgánica  de  Estabilidad  Presupuestaria  y  Sostenibilidad  Financiera  (LOEPSF)
para el subsector de corporaciones locales es del 3 % del PIB, para el año 2020.
46. A esa evolución positiva han contribuido las medidas adoptadas desde la
Administración General del Estado, y las actuaciones de control y condicionali­

219
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

dad fiscal, pero también la responsabilidad de las Entidades Locales en la mejor
aplicación posible de la normativa de estabilidad presupuestaria, y, concretamen­
te,  de  la  regla  de  gasto  (art.  12  de  la  LOEPSF)  y  de  la  obligación  de  destinar  el
superávit obtenido a reducir el nivel de endeudamiento (art. 32 de la LOEPSF).

II.2.1.  REGLA DE GASTO

II.2.1.1.  Definición de la regla de gasto
47. La  regla de gasto  se recoge en el artículo 12 de la  LOEPSF, y, de ella,
merecen destacarse los siguientes elementos:
1.o La variación  del  gasto computable de la Administración Central, de las
Comunidades  Autónomas  y  de  las  Corporaciones  Locales,  no  puede
superar la tasa  de referencia  de crecimiento del PIB  de medio plazo  de
la economía española.
2.o El gasto computable está integrado por los empleos no financieros defi­
nidos en términos del Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regio­
nales,  excluidos  los  intereses  de  la  deuda,  el  gasto  no  discrecional  en
prestaciones  por  desempleo,  la  parte  del  gasto  financiado  con  fondos
finalistas procedentes de la Unión Europea o de otras Administraciones
Públicas y las transferencias a las Comunidades Autónomas y a las Cor­
poraciones Locales  vinculadas a los sistemas  de financiación. De todos
ellos, en el ámbito de las Entidades Locales, se excluirían del gasto  no
financiero los intereses de la deuda y el gasto financiado con fondos fina­
listas procedentes de la UE o de otras Administraciones Públicas.
3.o Cuando se aprueben cambios normativos que supongan aumentos per­
manentes  de la recaudación, el  nivel de gasto computable resultante de
la aplicación de la regla  en  los años en que se obtengan aquéllos podrá
aumentar en la cuantía equivalente.
4.o Si se aprobasen cambios normativos que supongan disminuciones de la
recaudación, el nivel de gasto computable resultante de la aplicación de
la regla en los años en que se produzcan aquéllas deberá disminuirse en
la cuantía equivalente.
48. El fundamento jurídico de la regla de gasto se encuentra en Reglamento
1175/2011  (UE),  del  Parlamento  Europeo  y  del  Consejo,  de  16  de  noviembre
de 2011, por el que se modifica el Reglamento (CE) 1466/97 del Consejo, rela­
tivo  al  refuerzo  de  la  supervisión  de  las  situaciones  presupuestarias  y  a  la  super­
visión y coordinación de las políticas económicas.
220
II.  Principios rectores de la inserción de las Entidades Locales en el sector público

II.2.1.2.  Sobre los efectos de la regla de gasto
49. La regla de gasto está contribuyendo al saneamiento financiero de las Enti­
dades Locales, puesto de manifiesto en las magnitudes financieras básicas con signo
positivo: ahorro bruto y neto, remanente de tesorería y capacidad de financiación.
50.  Dicha  regla  fiscal  ha  tenido  un  efecto  directo  en  el  grado  de  liquidez
alcanzado  por las Entidades Locales. En los años que precedieron a  la entrada
en vigor de la LOEPSF se produjo un fuerte descenso de los fondos líquidos dis­
ponibles, situándose la tasa de variación interanual en un ­26,4 % en 2011 res­
pecto del  año 2010. En  2012 entró en vigor aquella  norma, y, en  ese ejercicio,
los  fondos  líquidos  se  incrementaron  en  un  7,5 %,  respecto  de  2011.  En  los
siguientes años las tasas de variación interanual se han situado en el 19,2 % (en
2013), en el 13,3 % (en 2014) y en el 7,8 % (en 2015). 
En consecuencia, se está produciendo un incremento de liquidez sostenido,
que  se  está  consolidando.  En  términos  generales  se  puede  afirmar  que  con  la
entrada en vigor de la  LOEPSF y, con la aplicación de la  regla  de gasto, se ha
recuperado el nivel de recursos financieros disponibles que tenían las Entidades
Locales en 2010, antes  de la  aplicación  de las normas de lucha contra  el  déficit
que fueron aprobadas.
51.  Por  otro  lado,  el  gasto  no  financiero  de  las  Entidades  Locales  se  ha  con­
traído en el período analizado en un 13,7 % para el conjunto de Entidades Loca­
les,  pero  lo  que  se  está  produciendo,  a  su  vez,  es  una  alteración  de  la  estructura
del gasto público local, resultando que, mientras las inversiones se han reducido
un  56 %  en  el  período  analizado  (2010­2015),  los  gastos  de  funcionamiento  lo
han hecho en un 5 %. Este efecto, que se produjo hasta 2013, parece que empieza
a cambiar en 2014, ya que en ese año y en 2015 vuelve a crecer el gasto en inver­
siones situándose en los niveles de 2012, lejos eso sí de los de 2010 y de 2011.
52.  En definitiva,  hasta 2013, se producía la  paradoja de que las Entidades
Locales cada vez disponían de una mayor liquidez y acumulaban fondos en enti­
dades de crédito, pero  no  lo  podían destinar a realizar inversión pública  por la
limitación de la regla de gasto.
53.En  parte para corregir ese efecto y en parte para  reconocer los esfuerzos
realizados por las Entidades Locales que se plasmaban en un escenario de supe­
rávit  estructural  antes  referido,  se  aprobó  para  su  aplicación  en  2014,  como
medida de flexibilización de la regla de gasto, la posibilidad de que las entidades
saneadas ejecuten gasto en inversiones financieramente sostenibles (disposición
adicional sexta de la LOEPSF), definidas en una norma con rango de ley (la dis­
posición adicional decimosexta del TRLRHL).
221
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

54. Esa medida, además, es  una excepción a  la regla  de destinar el importe


del  superávit  a  reducir  el  endeudamiento,  ya  que  se  permite  a  las  Entidades
Locales que cumplen  determinados requisitos que reflejan una  situación finan­
ciera saneada, destinar parte de su superávit a financiar las inversiones antes cita­
das, y no exclusivamente a reducir su nivel de endeudamiento.
55. Dicha  medida  tiene  una aplicación anual y puede prorrogarse con esa
misma periodicidad, fundamentalmente mediante Ley de Presupuestos Genera­
les del Estado. Hasta  ahora  se ha utilizado esta  posibilidad  de prórroga,  por lo
que las Entidades Locales han podido destinar, al menos, parte del superávit del
ejercicio  inmediato  anterior  a  inversiones  financieramente  sostenibles  desde
2014 y hasta el actual ejercicio (2017).
56. Sin embargo, está siendo relativamente escasa la aplicación que las Cor­
poraciones Locales están haciendo de aquella medida. Así, se puede observar que
en  2015  realizaron  inversiones  financieramente  sostenibles  por  importe  de
660,1 millones de euros, del  total importe del superávit de 2014 que pudieron
destinar a ese fin, y que fue de 1.922,5 millones de euros. Es decir, utilizaron el
34,3 % del superávit para financiar aquellas inversiones. Esa situación se puede
observar asimismo en los años 2014 y 2016.
57. Los efectos citados no deben, por otra  parte,  dejar  de atribuir el valor
que está teniendo la regla de gasto en términos de disciplina fiscal, y que, junto
a otras medidas de ajuste y de control de las Entidades Locales, está permitien­
do, la existencia de crecientes saldos no financieros positivos en aquel sector.
58.  No  obstante,  sería  conveniente  tener  en  cuenta  la  tendencia  advertida
para matizar la aplicación de la regla de gasto en el caso de Entidades Locales que
estén saneadas financieramente y que aseguren que mantendrán una situación de
capacidad de financiación. Matización que, por supuesto, tendría que conciliarse
con el cumplimiento de la normativa comunitaria. En cualquier caso, la Comi­
sión es consciente de que el ámbito de aplicación de las reglas fiscales se corres­
ponde con la totalidad del sector de Administraciones Públicas y que se trata de
contemplar excepciones para un subsector de aquéllas; asimismo, debe destacar­
se  el  rango  normativo  que  requiere  cualquier  modificación  en  su  definición,  ya
que debe instrumentarse mediante otra norma de igual rango (ley orgánica).
Propuesta II.2
Revisión de la regla de gasto
La Comisión considera que el diseño de la regla de gasto es mejorable en varios

sentidos.  Cualquier  excepción  debería  estar  supeditada  al  cumplimiento  por

parte de cada entidad local de las demás reglas fiscales (estabilidad presupuesta­

222
II.  Principios rectores de la inserción de las Entidades Locales en el sector público

ria y  deuda pública), y a la verificación de  indicadores de una situación finan­


ciera saneada y de solvencia (v. gr. ahorro neto y remanente positivo de tesorería
para gastos generales minorado en las obligaciones pendientes de aplicar al pre­
supuesto y en el importe de acreedores por devoluciones de ingresos indebidos).
En particular, se plantea la conveniencia de ampliar el listado de supuestos que
permiten un mayor margen de gasto  no financiero computable a efectos de la
regla de gasto (v. gr. los  supuestos de incremento  de recaudación por cambios
normativos de carácter permanente).
Otra  posibilidad que se plantea es la aplicación de las medidas  correctivas que
se plasman en el  plan económico­financiero  que se debe aprobar para corregir
el incumplimiento de la regla de gasto (o incluso de estabilidad presupuestaria)
cuando se haya debido  a la financiación de gasto no  financiero  con remanente
de  tesorería  generado  en  ejercicios  anteriores.  En  estos  casos,  quizás  cabría
excepcionar la exigencia de aprobar dicho plan.
Asimismo, se podría ampliar el catálogo de inversiones que se consideran finan­
cieramente sostenibles, o, incluso, la regulación de estas últimas contenida en el
TRLRHL (Disp.  adicional 16.a). También cabría considerar, en tanto genera­
dores de gasto, los supuestos de incremento de población, de aplicación de leyes
estatales y autonómicas o de aparición de ingresos y  gastos  extraordinarios,  si
bien se debería evitar la consolidación de estos gastos extraordinarios. 
Cabría habilitar un procedimiento extraordinario  para la revisión del  techo de
gasto, aplicable exclusivamente a aquellas Entidades Locales que cumplan reite­
radamente con los requisitos de disciplina presupuestaria establecidos y cuenten
con situaciones financieras saneadas.
Por último, es necesaria la clarificación del alcance del apartado 5 del artículo 12
de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.

II.3.  PRINCIPIOS  DE  TRANSPARENCIA, EFICIENCIA  Y


EFICACIA  EN  LA  CONTABILIDAD  LOCAL

II.3.1.  TRANSPARENCIA Y OTROS PRINCIPIOS ECONÓMICO­
CONTABLES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICO­FINANCIERA
DE LAS ENTIDADES LOCALES
59.  La  transparencia  en  materia  de  información  económico­financiera
refuerza, para la ciudadanía y para las instituciones nacionales e internacionales
dedicadas  a  este  objetivo,  la  posibilidad  de  contrastar  en  el  tiempo,  el  grado  de
cumplimiento  de  los  objetivos  de  cualquier  modelo  de  financiación,  general  o
sectorial. Por esta circunstancia la Comisión considera oportuno incluir un apar­
223
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

tado  donde  se  muestra  el  interés  de  que  las  Entidades  Locales  profundicen  en
ellas, con dos propuestas: aumentar el número de entes obligados a cumplir con
determinadas  exigencias  informativas  y  aplicar  nuevas  herramientas  contables
específicas que incorporen detalles que hasta ahora quedaban fuera de la misma.
60.  La  Contabilidad  Pública  (integradas  todas  sus  ramas  presupuestaria:
financiera,  analítica  o  de  costes,  auditoria,  consolidación,  etc.),  como  herra­
mienta para informar sobre las actividades económico­financieras adquiere un
protagonismo esencial en todas las AAPP desde hace décadas pero especialmen­
te con el  PGCP de 2010 y otra normativa  sobre la estabilidad presupuestaria y
sostenibilidad financiera.
61. Las exigencias de transparencia  a los Entes Públicos para que informen
sobre sus actividades, en  general, y sobre las económico­financieras en particu­
lar,  son  cada  vez  más  insistentes  y  solicitadas  por  asociaciones,  fundaciones  y
otras instituciones nacionales e internacionales. La Ley de transparencia, acceso
a  la  información  pública  y  buen  gobierno,  recoge  dicha  sensibilidad  cuando
señala que la información pública y las normas de buen gobierno deben  ser los
ejes fundamentales de toda acción política. 
62. Los principios del buen  gobierno definidos en la citada  Ley exigen que
las personas  actúen  con  transparencia  en  la gestión  de los asuntos públicos, de
acuerdo con  los principios de eficacia, economía  y eficiencia y con el  objetivo
de satisfacer el interés general. Para la aplicación de dichos principios se requiere
la determinación y análisis de indicadores de eficacia, económica y eficiencia y,
para ello, se hace imprescindible la utilización de herramientas contables (espe­
cialmente la contabilidad presupuestaria y analítica) que proporcionen la infor­
mación con el detalle suficiente para su determinación. 
63. La transmisión de esta información  se lleva a  cabo tratando de mostrar
la imagen fiel de la realidad económico­financiera de las Entidades Locales que
proporcionan los estados contables definidos en  las  diversas ramas de la  conta­
bilidad y los propios indicadores presupuestarios, financieros, de gestión, etc., o
de la propia consolidación contable cuando se trata de representar a un grupo. 
64. Además,  la  citada  Ley se refiere más específicamente a la  información
económico­financiera cuando señala  la obligación de hacer pública, entre otras
informaciones, los  presupuestos, información actualizada y comprensible sobre
su estado de ejecución, las cuentas anuales que deban rendirse y los informes de
auditoría y de fiscalización que sobre ellos se emitan. De esta forma, se indican
explícitamente las características que debe poseer la información presupuestaria
para las entidades públicas de cualquier Administración pública, y hasta donde
debe abarcar.
224
II.  Principios rectores de la inserción de las Entidades Locales en el sector público

65. La  Ley Orgánica  de Estabilidad Presupuestaria  y Sostenibilidad Finan­


ciera manifiesta, de manera aún más explícita, que la contabilidad de las Admi­
nistraciones  Públicas  así  como  los  presupuestos  y  liquidaciones,  deberán
contener información  suficiente y adecuada que permita verificar su  situación
financiera, el  cumplimiento  de los objetivos de estabilidad  presupuestaria  y  de
sostenibilidad financiera y la observancia de los requerimientos acordados en la
normativa  europea  en  esta  material.  Dicha  verificación  sólo  se  podrá  llevar  a
cabo  con  las suficientes garantías cuando se ejecute cumpliendo con los reque­
rimientos metodológicos de las técnicas de auditoría y control.

II.3.2.  AMPLIACIÓN DEL MARCO DE LA TRANSPARENCIA DE
LAS ACTIVIDADES ECONÓMICO­FINANCIERAS EN LAS
ENTIDADES LOCALES

II.3.2.1.  Ampliación de los requisitos de transparencia para Ayuntamientos
entre 20.000 y 50.000 habitantes 
66. En el  Texto  Refundido de la  Ley Reguladora  de las Haciendas Locales
se  pone  de  manifiesto  que  los  Municipios  de  más  de  50.000  habitantes  y  las
demás Entidades Locales de ámbito superior acompañarán a la cuenta general: 
a) Una memoria justificativa del coste y rendimiento de los servicios públicos.
b) Una memoria demostrativa del grado en que se hayan cumplido los obje­
tivos programados con indicación de los previstos y  alcanzados, con su
coste.
Como documentación complementaria, la  IGAE incluye idéntico conteni­
do a la Instrucción del modelo normal de contabilidad local (ICAL 2013).
Con las dos referencias legislativas anteriores, parece evidente, que la inten­
ción de sus redactores ha sido, por una  parte, aumentar la  información econó­
mico­financiera  y  técnica  para  los  gestores,  buscando  una  toma  de  decisiones
más  objetiva  en  la  búsqueda  de  la  eficiencia,  eficacia  y  economía;  y,  por  otra
parte, ser transparentes ante la sociedad respecto a su realidad económico­finan­
ciera  y técnica, dando a conocer  a  través de sus cuentas públicas información
precisa  sobre el  coste y rendimiento de los servicios, así como el grado de con­
secución de los objetivos programados. 
En la  medida en que a  lo  largo de este  informe, la Comisión sugiere dotar
de las máximas capacidades competenciales a  todos los  municipios de más de
20.000  habitantes,  se  propone  que  las  citadas  memorias,  como  información
complementaria a la Cuenta General, sea exigidas para todos estos Ayuntamien­
225
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

tos, aumentando así la base de Municipios que deben cumplir con idénticas exi­
gencias, tanto para la gestión como para la transparencia. 

II.3.2.2.  Ampliación de la transparencia por aplicación de técnicas contables
que proporcionen mayor calidad, cantidad, control e integridad en
la información económico­financiera
II.3.2.2.1.  Sobre la contabilidad analítica
67. La  ICAL de 2013, como se ha  señalado, incluye en la  Memoria de las
Cuentas Anuales la nota 26 “Información  sobre el  coste de las actividades”  y  la
nota 27 “Indicadores de gestión”, señala que se elaborará, al menos, para los ser­
vicios y actividades que se financien con tasas o precios públicos. Para una ade­
cuada  imputación  de  los  costes  directos  e  indirectos,  la  contabilidad  analítica
debe  de  exigirse  las  Entidades  Locales  de  manera  completa.  Por  todo  ello,  la
Comisión considera de interés que se amplíe la base de la información suminis­
trada, en materia  de costes (elementos de coste, centros  de coste, coste de las
actividades/servicios finalistas, etc., incluidos los indicadores de gestión). 
II.3.2.2.2.  Sobre el control y la auditoría
68. La necesidad de un nuevo impulso del control y la auditoria en las Enti­
dades  Locales,  como  refuerzo  imprescindible  para  el  cumplimiento  del  marco
legislativo económico­financiero desarrollado por aplicación de las normas de la
UE  y  la  propia  Constitución,  tuvo  respuesta  con  la  publicación  del  Régimen
Jurídico del Control Interno en las entidades del Sector Público Local (RCISPL).
69. Como ámbito  aplicación el  RCISPL considera la  totalidad de  las Enti­
dades Locales que conforman el Sector Público Local, aunque establece un régi­
men  simplificado  para  aquellas  entidades  que,  por  sus  características,  puedan
aplicar el modelo simplificado de la ICAL 2013. El hecho de delimitar el ámbito
de  aplicación  del  régimen  simplificado  de  forma  muy  restrictiva,  al  incluirse
aquellas  Entidades  Locales  que  puedan  aplicar  el  modelo  simplificado  de  la
ICAL,  sugiere  la  posibilidad  de  proponer  un  periodo  transitorio  de  3­5  años
para la aplicación del RCISPL en Ayuntamientos  de hasta  20.000 habitantes,
teniendo en cuenta que, de acuerdo con otras propuestas de la Comisión, podrí­
an ser las Diputaciones las que asesoren o apoyen estas nueva funciones inter­
ventoras.
70. El RCISPL producirá un incremento importante de las tareas obligadas
a realizar  por los responsables de control  interno, no tanto por las que corres­
ponde por su función interventora sobre los derechos e ingresos, así como gastos
y pagos, ya realizadas, esencialmente, en  la  actualidad sino, en  especial, por las
226
II.  Principios rectores de la inserción de las Entidades Locales en el sector público

nuevas tareas requeridas para alcanzar los objetivos que de la función de control
financiero,  auditoría  pública,  resultado  del  control  financiero  e  informe  resu­
men y plan de acción. 
71. Para que puedan verse los resultados del RCISPL es imprescindible que
las Entidades Locales destinen los recursos humanos y aporten la dotación pre­
supuestaria  suficiente  para  llevarlo  a  cabo.  Todo  ello,  a  pesar  de  admitirse  la
posibilidad  de  que  el  órgano  interventor,  para  la  realización  de  las  auditorías
públicas  de las Entidades Locales, podrá  recabar la colaboración pública  o  pri­
vada  en  los términos que prevé la  propia  norma. En este sentido, la  Comisión
propone la obligación de incluir, de forma explícita, en los presupuestos locales
una  dotación  presupuestaria  que  se  identifique  con  el  objetivo  de  aplicar  el
RCISPL.

II.3.2.2.3.  Sobre la consolidación contable
72. La  Orden HAP/1489/2013, desarrolla  las normas para la formulación
de cuentas anuales consolidadas en el ámbito del sector público e introduce la
obligación de su presentación como grupo, además de las cuentas individuales,
reconociéndose  un  avance  importante  en  la  transparencia  de  la  información
contable pública. 
73. A pesar de la disminución del número de entidades públicas locales lle­
vadas a cabo en la  última  década, consecuencia de la crisis económica y  de la
aplicación  de  la  nueva  normativa  presupuestaria,  el  Sector  Publico  Local  aún
mantiene gran cantidad y diversidad de entidades públicas autónomas. Tenien­
do en cuenta  tal  circunstancia, la citada  Orden prevé su  aplicación en las Enti­
dades  Locales,  previa  elaboración  de  una  adaptación  a  las  normas  de
consolidación  por el  Ministro de Hacienda y  Función Pública en 2017, hecho
que no se ha producido hasta el momento. Conocido el avance del trabajo de la
IGAE  sobre dichas normas de elaboración de las cuentas consolidadas de apli­
cación en las Entidades Locales  solicitamos una rápida  publicación de las mis­
mas  con  el  fin  de  que,  a  través  de  las  Cuentas  Consolidadas,  se  represente
adecuadamente la imagen fiel de la Entidad Local como grupo y, evidentemen­
te, con las consecuencias lógicas en la transparencia económico­financiera y  la
mejora de los principios de eficiencia y eficacia en la prestación de los servicios.
74. Por lo  que se refiere a  la  obligación de consolidar, siguiendo la  línea de
lo considerado para la contabilidad analítica, el control y la auditoria, la Comi­
sión  propone  que  el  ámbito  de  aplicación  afecte  a  todos  aquellos  Municipios
que superen los 20.000  habitantes y las entidades de ámbito superior, con un
periodo razonable (3­5 años) para su puesta en funcionamiento.
227
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

75. En  cuanto  al perímetro de consolidación se propone que para las Enti­


dades Locales se aplique idéntica delimitación a la utilizada en el Sector Público
Estatal, adaptada al ámbito local, cuando señala que el perímetro de consolida­
ción estará  formado por las entidades  del  conjunto  consolidable y por las enti­
dades a las que les sea de aplicación el procedimiento de puesta en equivalencia
o método de la participación.
Propuesta II.3
Transparencia y contabilidad pública
Impulso de la transparencia de la actividad económico­financiera
La Comisión propone aumentar los  niveles de transparencia  de las actividades
económico­financieras que se exigen a las  Entidades Locales en el  marco legis­
lativo vigente al  objeto de mejorar la confianza  en la información recibida por
los ciudadanos  y  las  instituciones. Para ello, propone  que se amplíe la base de
los entes  públicos locales  obligados  a cumplir con las exigencias propias  de un
nivel suficiente de transparencia y, aumentar y mejorar la información econó­
mico­financiera  y  técnica  mediante  la  utilización  de  herramientas  contables
específicas.
Documentos que acompañan a la cuenta general
La Comisión propone  que los documentos que deben acompañar a la cuenta
general  de  las  Entidades  Locales  exigidas  para  Ayuntamientos  mayores  de
50.000  habitantes  y  entidades  de  ámbito  superior,  sean  obligatorios  también
para los Ayuntamientos mayores de 20.000 habitantes.
Implantación de la contabilidad analítica
La  Comisión propone una adecuada imputación de los costes directos e indi­
rectos a los servicios que prestan las Entidades Locales, el modelo de contabili­
dad analítica debe implantarse en ellas de manera integral siguiendo el modelo
a coste completo propuesto por la IGAE.
La Comisión propone que se amplíe la exigencia de la información suministra­
da en las notas 26 y 27 incorporando, en la nota 26, todos aquellos informes de
estructuras que proporcione el modelo propuesto por la IGAE en Resolución de
28 de julio de 2011 –elementos de coste, centros de coste, coste de las activida­
des/servicios finalistas, etc.–; y, en la nota 27, ampliar los indicadores de gestión
con nuevos contenidos  y  sobre aquellas otras  variables demostrativas del  nivel
de adecuación de los gestores en la toma de decisiones.
Sobre el control interno
La Comisión propone un periodo transitorio de 3­5 años para aplicar RCISPL
en Ayuntamientos de hasta 20.000 habitantes, teniendo en cuenta que deberán

228
II.  Principios rectores de la inserción de las Entidades Locales en el sector público

ser las Diputaciones las que asesoren o apoyen estas nuevas funciones interven­
toras y, para ello,  se requiere un  nivel  técnico elevado, como  se reconoce  en el
propio RCISPL. cuando se exige una formación continua por parte de los fun­
cionarios encargados del control.
La Comisión propone establecer una consignación suficiente en los presupues­
tos de las Entidades Locales para responder a las necesidades de colaboración, y
que la misma se recoja de forma explícita.
Sobre la consolidación contable
La Comisión propone una  rápida publicación de las  normas de elaboración de
las Cuentas  Consolidadas para  que se represente adecuadamente la  imagen fiel
de la Entidad Local como grupo y, evidentemente, con las consecuencias favo­
rables en la transparencia económico­financiera del  mismo  y la mejora de los
principios de eficiencia y eficacia en la prestación de los servicios.
Asimismo, siguiendo la línea de lo considerado para la contabilidad analítica, el
control  y  la  auditoria,  propone que la consolidación sea obligatoria para todos
aquellos Municipios que superen los 20.000 habitantes y las entidades de ámbi­
to superior,  con un periodo  razonable (3­5 años) para  su puesta  en funciona­
miento.
Por  lo  que  al  perímetro  de  consolidación  se  refiere,  se  propone  que  para  las
Entidades  Locales  se  aplique  idéntica  delimitación  a  la  utilizada  en  el  Sector
Público Estatal, adaptada al ámbito local, donde el perímetro de consolidación
esté formado  por  las  entidades del conjunto  consolidable y por las entidades a
las que les sea de aplicación el procedimiento de puesta en equivalencia o méto­
do de la participación.

229
III
INSTRUMENTOS DE FINANCIACIÓN

76. En materia de instrumentos disponibles para la financiación de las nece­
sidades de gasto de las Entidades  Locales, la  Comisión estructura  sus recomen­
daciones en dos grandes bloques:
a) Espacios fiscales propios con capacidad normativa amplia: tributos locales.
b) Espacios compartidos y sistemas de transferencias.
77. Con carácter general y con las matizaciones que se pondrán de manifies­
to a lo  largo  de este Informe, la  Comisión  se muestra partidaria  del  manteni­
miento  de  las  figuras  tributarias  actuales,  sin  perjuicio  de  una  profunda
remodelación de algunas de ellas, proponiendo modificaciones en diferentes ele­
mentos  de su  estructura  atendiendo fundamentalmente a  los criterios jurispru­
denciales  consolidados  sobre  los  más  conflictivos,  así  como  la  propuesta  de
alguna figura impositiva y de nueva creación.
78. La Comisión es consciente de que el actual sistema tributario local actual
descansa, casi de modo exclusivo, sobre figuras impositivas con hechos imponi­
bles de naturaleza  real  y  en ocasiones de difícil conexión con  la  capacidad eco­
nómica individual de los sujetos pasivos. 
79. No obstante, desde un punto de vista estrictamente técnico, los tributos
municipales gozan de una directa vinculación con el territorio (escasa capacidad
de  exportación  fiscal).  Se  trata  de  figuras  tributarias  altamente  perceptibles  y
conocidas para los contribuyentes y que, por consiguiente, deben ser bien valo­
radas desde el punto de vista de la rendición de cuentas o la corresponsabilidad
fiscal.
80. Por otra parte, y debido precisamente al carácter real de estas figuras, la
parte mayoritaria  de la  Comisión  entiende que su  misión fundamental dentro
del sistema tributario  es el  de allegar  recursos para las arcas públicas y que, en
consecuencia,  debería  minimizarse  el  uso  de  beneficios  fiscales,  los  cuales,  de
existir, deberían ser, en todo caso, de carácter potestativo para los Entes locales.
231
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

La consecución de otros  objetivos,  extrafiscales o de cualquier otra  naturaleza,


puede  obtenerse  satisfactoriamente  por  la  vía  del  gasto  público.  No  obstante,
una parte minoritaria de la Comisión considera que tales objetivos deben obte­
nerse a través del establecimiento o mantenimientos de beneficios fiscales.

III.1.  LOS  TRIBUTOS  LOCALES

III.1.1.  IMPUESTO SOBRE BIENES INMUEBLES
III.1.1.1.  Planteamiento de reforma
81. El Impuesto sobre Bienes Inmuebles es un tributo de carácter real, direc­
to y obligatorio  que, tiene como hecho imponible la  titularidad de los  bienes
inmuebles rústicos y urbanos, y los bienes inmuebles de características especia­
les.  Como  sucesor  de  las  Contribuciones  territoriales  urbana  y  rústica,  y  del
Impuesto  sobre Solares, es  en la actualidad, el tributo municipal  más relevante
desde la  perspectiva  recaudatoria  y, además, viene mostrando una tendencia  a
ganar  peso  dentro  de  la  estructura  financiera  de  los  Municipios.  Su  reforma
futura ha de pasar, pues, por el reconocimiento de este hecho y, en consecuen­
cia, por su reforzamiento  a  través  de una mayor flexibilidad, equidad y genera­
lidad  del  gravamen.  A  la  elevada  recaudación  que  procura,  se  suma  una
importante función censal respecto de la riqueza inmobiliaria, y se asienta sobre
una magnitud, el valor catastral, que se ha convertido en un elemento transver­
sal del sistema tributario estatal y autonómico.
82. Su regulación ha sufrido importantes modificaciones desde su  publica­
ción, siendo una de las más relevantes la introducida por la Ley 53/1997, de 27
de noviembre, en la que se estableció una reducción en la base imponible del tri­
buto, con el objetivo de aplazar en el tiempo el impacto derivado de las revisio­
nes catastrales. Es un impuesto, en el que, Entes Locales han venido disfrutando
de un importante margen de maniobra para  singularizar el  tributo que se exige
en cada término municipal, sobre la base del principio de autonomía financiera
municipal  y en función  de sus necesidades presupuestarias, mediante la  deter­
minación de los tipos de gravamen, dentro de los márgenes conferidos por el
legislador estatal, y  con su acción  sobre determinados beneficios fiscales potes­
tativos.
83. El Catastro es una  institución central e indispensable para la gestión de
toda  la  imposición  patrimonial  en  España,  con  independencia  de  que  ésta  se
residencie en figuras de titularidad estatal, autonómica o local. Por ello, resulta
fundamental coordinar y unificar todas las tareas que esta institución desarrolla,
232
III.  Instrumentos de financiación

en particular, en lo  que se refiere al mantenimiento actualizado de las bases de
datos catastrales, la  actualización permanente de estos valores y la  moderniza­
ción  e  implantación  de  técnicas  contrastadas  de  valores  referencia  de  bienes
inmuebles. Asimismo, la Comisión propone que, sin perjuicio de que se trate de
una institución dependiente del Estado, debe valorarse una mayor participación
de las Entidades Locales en  su  gestión, extendiendo el  ámbito de cooperación,
intercambio de información y sus efectos en el ámbito de la aplicación de los tri­
butos locales.

III.1.1.2.  Beneficios fiscales
84. En el examen de los beneficios fiscales previstos para esta figura imposi­
tiva, se han planteado dos posturas divergentes en el seno de la Comisión. La pri­
mera y mayoritaria, considera que el IBI se caracteriza por ser un impuesto real,
objetivo  y  de  producto  y  que,  por  su  propia  naturaleza,  al  tratarse  de  un  único
elemento  patrimonial  y  no  acumularse  con  otros  activos  patrimoniales  para
medir  la  efectiva  capacidad  económica  del  contribuyente,  no  admite  técnica­
mente  elementos  de  personalización  de  la  carga  tributaria  sin  complicar  excesi­
vamente la gestión, liquidación y control del tributo. En este sentido se considera
que  el  impuesto  debe  cumplir  con  los  principios  de  suficiencia,  flexibilidad  y
generalidad que permitan una recaudación óptima, dejando a las políticas socia­
les municipales, vía gasto público, cualquier elemento redistributivo y de carácter
social.  En  consecuencia,  considera  esta  parte  mayoritaria  de  la  Comisión  que
tener  en  cuenta  las  circunstancias  personales  y  familiares  puede  introducir  dife­
rencias sustanciales en la carga tributaria entre Municipios, que distorsionen fis­
calmente  decisiones  económicas  y  personales,  lo  que  puede  comprometer  la
recaudación del tributo y complicar su gestión, liquidación y control.
Otra  parte  minoritaria  de  la  Comisión  parte  de  la  necesidad  de  acometer
una revisión integral de los beneficios fiscales en los impuestos locales, bajo  la
premisa de concesión de los verdaderamente esenciales en atención al  grado  de
cumplimiento del artículo 2. 1 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General
Tributaria,  que  prevé  la  utilización  de  los  tributos  “como  instrumentos  de  la
política económica general”, con los que “atender a la realización de los princi­
pios  y  fines contenidos en la Constitución”. Realizada  esta  revisión, esta  parte
de la Comisión considera que debe abogarse por un mantenimiento de los bene­
ficios fiscales en este impuesto, como instrumentos de modulación de la capaci­
dad económica y de realización de los principios de justicia tributaria e igualdad
contenidos en el artículo 31 de la CE. La remisión que realiza la LGT a los prin­
cipios y fines contenidos en la Constitución avala la concesión de beneficios fis­
cales que incidan, entre otros, en la protección medioambiental; del patrimonio
233
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

histórico, cultural  y artístico de los  pueblos; en  el acceso a la  vivienda, y en las


políticas de integración de las personas con discapacidad. 

III.1.1.3.  La base imponible
85.  La  base imponible está constituida  por  el valor  catastral de los inmue­
bles, determinado  para  cada  bien a partir  de los datos obrantes en el Catastro
Inmobiliario, e integrado por el valor del suelo y el valor de las construcciones.
El valor catastral, tal y como se determina en la actualidad, no está cumpliendo
cabalmente su función de medición de la  capacidad económica derivada de la
propiedad inmueble, en la medida en que las revisiones catastrales no han alcan­
zado una cadencia temporal suficiente y, además, quedan en gran parte neutra­
lizadas tanto por la reducción introducida por la referida Ley 53/1997 como por
la propia evolución del mercado inmobiliario.
La Comisión aconseja una  revisión  del método de determinación y valora­
ción de los inmuebles que tenga  como referencia el valor de mercado, para  las
distintas categorías de bienes inmuebles. Este “valor  de referencia”  serviría, de
este modo, para  garantizar la  equidad en este tipo de tributos y evitar las des­
igualdades que hoy pueden apreciarse en la  imposición local y  en los tributos
que gravan  el tráfico de bienes inmuebles, cuando utilizan, en mayor o menor
medida, el  valor catastral  como elemento de cuantificación de las bases o de la
cuota. En este sentido, resulta recomendable la articulación de una Ley General
de Valoraciones Patrimoniales. 
Si se mantuviera la vigente metodología de determinación del valor catastral
se precisaría su  actualización recurrente, en  períodos de tiempo inferiores a  los
actuales, y con una  mayor transparencia,  permitiendo a los contribuyentes una
real y efectiva posibilidad de impugnación de aquellos.

III.1.1.4.  Los tipos de gravamen y los recargos

III.1.1.4.1.  Tratamiento general
86. El IBI es un impuesto proporcional cuya cuota será el resultado de apli­
car a la base liquidable el correspondiente tipo de gravamen. Los tipos mínimos
y máximos para cada tipo de inmueble son fijados por el legislador estatal en el
TRLRHL.  Cada  Municipio,  mediante  su  respectiva  ordenanza  fiscal,  podrá
concretar  el  tipo  de  gravamen  dentro  de  los  límites  previstos  y,  si  no  decide
regularlo, se aplicará con carácter supletorio el tipo previsto en el TRLRHL. 
La mayoría de los miembros de la Comisión defiende el carácter proporcio­
nal de los tipos de gravamen de este impuesto,  ya  que considera  que la  utiliza­
234
III.  Instrumentos de financiación

ción de tipos progresivos no  se adecua  a  la  estructura y objetivos de impuestos


de naturaleza real. Una parte minoritaria es partidaria de la introducción de ele­
mentos  de progresividad en los tipos en atención a  la  capacidad económica  del
contribuyente. 
De manera unánime se defiende la necesidad de ampliar la horquilla  de los
tipos de gravamen  actualmente vigentes, con objeto de dar una mayor autono­
mía a los Ayuntamientos. En todo caso será necesario adecuar estos tipos en fun­
ción del método de determinación de la base imponible que se utilice (actuales
valores catastrales o posibles valores de referencia a mercado).
87. Dentro de los límites legalmente establecidos, para los bienes inmuebles
urbanos, excluidos los de uso residencial, el TRLRHL dispone que los Ayunta­
mientos podrán fijar “tipos diferenciados atendiendo a los usos establecidos en
la normativa catastral para la valoración de las construcciones”. A continuación,
se precisa que dichos tipos “sólo podrán aplicarse, como máximo, al 10 % de los
bienes  inmuebles  urbanos  del  término  municipal  que,  para  cada  uso,  tenga
mayor valor catastral, a cuyo efecto la ordenanza fiscal del impuesto señalará el
correspondiente umbral de valor para todos o cada uno de los usos, a partir del
cual serán de aplicación los tipos incrementados”. 
La litigiosidad derivada de la aplicación de esta posibilidad en las ordenanzas
fiscales reguladoras de este impuesto, ha quedado reflejada en pronunciamientos
del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo y en un importante número
de Sentencias de Tribunales Superiores de Justicia que se encargan de examinar,
caso a caso, si la aplicación de los tipos incrementados ha sido debidamente jus­
tificada o no.
Para evitar el elevado nivel de litigiosidad, que en no pocas ocasiones acarrea
la  nulidad  de  las  ordenanzas  reguladoras  del  IBI  en  relación  con  los  tipos  incre­
mentados, podría incluirse una referencia expresa en el TRLRHL a que las con­
diciones exigidas en el mismo para la aplicación de los tipos incrementados deben
encontrar justificación y desarrollo en la correspondiente ordenanza, con funda­
mento en los estudios económicos e informes que sirven de base a su aplicación.

III.1.1.4.2.  Áreas de Promoción Económica y Bienes Inmuebles de
Características Especiales
88.  En  el  marco  de  las  propuestas  acerca  del  establecimiento  de  Áreas  de
Promoción Económica Urbana,  la Comisión considera que podría  otorgarse la
posibilidad  de que las Entidades Locales establezcan un recargo en  el  IBI sobre
aquellos bienes inmuebles directamente beneficiados, a fin de que se obtenga la
financiación necesaria para el desarrollo material de las mismas. 
235
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

89. Las externalidades que pueden derivarse de la existencia de un BICE en
un determinado territorio suelen exceder del término municipal en el que radi­
ca. Por este motivo, la Comisión propone que para tales supuestos se articule un
doble  sistema  de  recaudación  del  impuesto,  con  una  cuota  municipal  y  una
cuota provincial. La cuota municipal no podría superar un determinado porcen­
taje de la recaudación total del IBI de naturaleza urbana. El exceso integraría la
cuota provincial. Esta  última  se determinará en función del número  de Muni­
cipios  que  pueden  verse  afectados  por  su  ubicación  o  establecimiento  en  un
lugar próximo a aquellos bienes. La  Comisión  propone que,  para tales supues­
tos, se articule un  sistema de distribución  similar al  previsto para  el Impuesto
sobre Actividades Económicas. 

III.1.1.4.3.  Viviendas habituales, desocupadas y de protección oficial
90. La posición mayoritaria de la  Comisión  considera  que, dada  la  natura­
leza del impuesto, no resulta adecuado realizar  distinción alguna  entre inmue­
bles  en  función  de  su  destino  o  utilización.  Se  considera  que  el  tratamiento
diferenciado introduciría elementos de discriminación (v. gr. inquilinos frente a
propietarios).
91. No  obstante, una  parte minoritaria de la Comisión aboga por conferir
un tratamiento fiscal más favorable a la vivienda habitual (tipo reducido o coe­
ficiente  reductor)  y  dotar  de  la  regulación  necesaria  al  recargo  sobre  bienes
inmuebles de uso residencial que se encuentren  desocupados con  carácter per­
manente  actualmente  previsto  en  el  TRLRHL.  En  relación  con  este  último,
sería necesario hacer referencia expresa a las condiciones que deben concurrir en
este tipo de inmuebles  para  su aplicación y al  resto de circunstancias necesarias
para su exigencia; permitiendo que mediante ordenanza municipal se concrete
el porcentaje del mismo, dentro del margen establecido. De igual modo, podría
plantearse extender el recargo a  otro tipo de bienes inmuebles no residenciales
que se encuentren desocupados con carácter permanente. 
92.  Si  se  opta  por  seguir  reconociendo  un  beneficio  fiscal  a  favor  de  las
viviendas  de protección oficial, la  Comisión recomienda  que este concepto se
delimite con exactitud y sea aplicado  de manera restringida, articulando meca­
nismos de correspondencia con  la  tipología  de estas viviendas previstas en las
normativas de las Comunidades Autónomas. La práctica ha puesto de manifies­
to la existencia  de nociones muy dispares de este tipo de  viviendas  y una  ten­
dencia a exorbitar el alcance de esta clase de inmuebles, con merma clara de los
ingresos percibidos sin que ello responda a la finalidad inicial con la que se esta­
bleció dicha bonificación.
236
III.  Instrumentos de financiación

III.1.1.5.  Gestión tributaria
93. En relación con los distintos problemas que se plantean ante la dualidad
de la gestión de este tributo, catastral y tributaria, la Comisión aboga por la uni­
ficación de criterios, coordinación de efectos e intercambio efectivo de informa­
ción, que contribuyan a potenciar la  colaboración de ambas Administraciones.
En este sentido, podría  profundizarse en la necesidad de conferir determinadas
potestades a los Municipios, evitando de este modo situaciones de difícil  justi­
ficación y elevada litigiosidad como las relativas a la impugnación separada, y en
momentos temporales diferentes, de la valoración catastral del inmueble y de la
liquidación  del tributo; las consecuencias que se derivan de tal gestión dual  en
el ámbito de la prescripción y suspensión de los actos dictados e impugnados en
una u otra vía; o a la concurrencia de sanciones en el ámbito catastral y tributa­
rio, entre otras.
Propuesta III.1
Reforma del Impuesto sobre Bienes Inmuebles
La Comisión considera que la reforma del IBI debe pasar por el reconocimiento
de la importancia capital que tiene este recurso  en la Hacienda Local. Por ello,
se propone un avance en la participación de los Municipios en la configuración
del impuesto con un mayor margen de decisión en la determinación de sus ele­
mentos principales,  y una más adecuada implicación en instituciones tan rele­
vantes para su aplicación como el Catastro. 
La Comisión aconseja una revisión del método de determinación y  valoración
de los inmuebles que tenga como referencia el valor de mercado, para las distin­
tas categorías de bienes inmuebles.
La  Comisión  recomienda  la  aprobación  de  una  Ley  General  de  Valoraciones
como Ley marco que fije una unidad de criterio, de modo que la determinación
del  valor de  los bienes inmuebles  sea equivalente en los distintos  tributos del
ámbito estatal, autonómico y local. 
Se considera necesario ampliar la horquilla de los tipos de gravamen actualmente
vigentes, con objeto de dar una mayor autonomía a los Ayuntamientos y asimis­
mo  advierte  la  necesidad  de  adecuar  aquéllos  al  modelo  de  determinación  de  la
base imponible que se establezca si se optara por valores de referencia a mercado.
De igual modo, se plantea la posibilidad de  exigir un recargo  en el IBI  sobre
aquellos bienes inmuebles  directamente beneficiados por el  establecimiento de
Áreas de Promoción Económica Urbana, a fin de que se obtenga la financiación
necesaria para el desarrollo  material de las mismas; y de que  las  externalidades
derivadas del establecimiento de un BICE en un determinado territorio se vean
compensadas con la tributación por este concepto a nivel provincial.

237
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

En materia de gestión, se propone avanzar en la integración de la gestión tribu­
taria  y  la  gestión  catastral,  con  la  finalidad  de  reducir  la  litigiosidad  en  este
ámbito y conferir una mayor seguridad  jurídica  en el ejercicio de los derechos
de los contribuyentes. 

III.1.2.  IMPUESTO SOBRE ACTIVIDADES ECONÓMICAS

III.1.2.1.  Situación actual
94. El  IAE  ha sido uno  de los impuestos locales de excepcional relevancia
desde su implantación a través de la TRLRHL, tanto por su carácter obligatorio
como  por  la  capacidad  recaudatoria  que  aportó  al  sistema  al  eliminar  con  su
implantación a  cinco impuestos como fueron la Licencia  Fiscal  de Actividades
Comerciales  e  Industriales,  la  Licencia  Fiscal  de  Actividades  Profesionales  y
Artísticas, el Impuesto sobre Radicación, el Impuesto Municipal sobre la Publi­
cidad y una gran parte del ámbito objetivo del Impuesto sobre los Gastos Sun­
tuarios.
95. No obstante, el  IAE  ha sido objeto de fuertes críticas desde su implan­
tación en 1988. Entre ellas se destaca su anacrónica estructura, el distanciamien­
to  de  la  carga  fiscal  respecto  a  la  efectiva  capacidad  económica  del
contribuyente, su exigencia sin habitualidad ni ánimo de lucro, su falta de neu­
tralidad  y elasticidad, y, en resumen, su alejamiento de un  impuesto moderno
basado en criterios de eficiencia y capacidad de pago. Sin  embargo, la  imposi­
ción sobre actividades económicas no resulta una  excepción en el ámbito  de la
fiscalidad internacional ya que existen figuras similares en la  Europa  continen­
tal, como muestra el reciente informe que el Fondo Monetario Internacional ha
aportado a esta Comisión.
96. El régimen jurídico previsto en el texto original de la TRLRHL ha sufri­
do  notables  modificaciones  desde  su  publicación,  por  diversas  razones.  Entre
ellas, y como más relevante, la Ley 51/2002, de 27 de diciembre que supuso la
exclusión en el  IAE  de los pequeños y  medianos empresarios y  de los profesio­
nales, de forma que a partir del período impositivo 2003 quedaron exentos más
de 2 millones de sujetos pasivos, que representaban en torno al 90 % del total. 
97. La reforma del IAE se llevó a cabo con el visto bueno de las corporacio­
nes  locales  a  las  que  se  les  garantizó  una  compensación  por  la  insuficiencia
financiera generada. Esta  compensación  en favor de Ayuntamientos y Diputa­
ciones provinciales, se calculó  a  partir de las matrículas entre los años 2000 y
2003, sin tener en cuenta  las modificaciones posteriores a 1999, pero adoleció
de graves problemas en su cálculo y proyección temporal.
238
III.  Instrumentos de financiación

98. En consecuencia, la importancia del  IAE  ha disminuido notablemente.


Primero, por el vaciado de sujetos pasivos que se ha realizado al amparo de fac­
tores muy diversos, y sin basarse en un concepto único relacionado con la capa­
cidad económica, lo que ha dado origen a una importante pérdida recaudatoria
que no se ha visto subsanada del todo mediante el régimen de compensaciones
previsto en la DA 10.a de la Ley 51/200. En segundo lugar, con la supresión par­
cial  de  una  parte  de  la  potestad  que,  en  general,  el  TRLRHL  confiere  a  los
Ayuntamientos  para  que,  en  cumplimiento  de  los  dictados  constitucionales
sobre autonomía y suficiencia  financiera, pudieran modular las cuotas munici­
pales mediante la aplicación de coeficientes. 
99. El impuesto, en su versión actual, difícilmente concuerda con el princi­
pio de no­discriminación o de igualdad, porque no cabe eximir de la obligación
tributaria a las personas físicas y exigirlo a los contribuyentes sólo personas jurí­
dicas, con independencia  de su capacidad  económica. Se adapta de forma defi­
ciente a  los principios tributarios rectores de un sistema fiscal  moderno  como
son los de generalidad, capacidad económica, equidad y progresividad; no atien­
de al principio de neutralidad económica y de los demás fundamentos de carác­
ter  económico  y  técnico,  generando  distorsiones  económicas  de  cierta
envergadura, que alteran decisiones fundamentales sobre la ubicación y organi­
zación de las actividades económicas.
100. Sigue siendo un impuesto indiciario, carece de base imponible y tipo
de gravamen, las cuotas tributarias, en su mayoría fijas, siguen  derivándose de
las Tarifas, al igual que para determinar su cuantía se sirve de escasos elementos
tributarios, en el mejor de los casos de dos módulos más la superficie. La depen­
dencia  que se pretende que guarden las cuotas derivadas de la  aplicación de las
Tarifas  respecto  al  beneficio  medio  presunto  de  la  actividad,  es  ciertamente
imposible, pues éste es una variable macroeconómica que depende de múltiples
elementos de difícil cuantificación.
101.  Los  importantes  cambios  producidos  en  la  Ley  Reguladora  de  las
Haciendas  Locales  no  han  sido  correctamente  derivados  a  todo  su  ámbito  y
dimensión, por lo que se producen graves errores técnicos y de redacción. Con­
viene destacar, en cuanto  a  las dos Instrucciones y demás normas reglamenta­
rias,  las  disfunciones,  contradicciones  e  incoherencias,  que  exigen  su  rápida
corrección y mejora para conciliarlas con el resto de la normativa tributaria.
102. Hay que señalar que la  caracterización del  IAE  como figura censal  se
ha  ido  diluyendo  en  los  últimos  años,  como  consecuencia  del  desarrollo  por
parte de la Agencia Tributaria de censos específicos de empresarios, profesiona­
les y contribuyentes en  general, al  margen de IAE. No obstante, la  Comisión

239
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

considera fundamental potenciar la función censal del IAE, como competencia
municipal propia, para la más eficiente aplicación de otros tributos locales, par­
ticularmente algunas tasas municipales. 
103. A pesar de los defectos estructurales que muestra  el  tributo, el  IAE es
un impuesto que incorpora un índice de capacidad económica complementario,
que  junto  con  la  imposición  sobre  los  vehículos,  permite  a  la  Hacienda  local
española contar con un modelo de financiación local de tipo continental, en vez
de la fiscalidad municipal exclusiva sobre los inmuebles más propia de los países
anglosajones. Permite aplicar el principio del beneficio en relación a los especia­
les gastos  que el  ejercicio  de las actividades económicas producen en el  ámbito
local. Se trata de un impuesto de gran visibilidad, que aporta corresponsabilidad
fiscal frente a otras fórmulas de recargo en otros tributos y/o participaciones en
ingresos de otras Administraciones Pública. Se configura como un complemen­
to de la fiscalidad que recae sobre las actividades económicas en los impuestos
personales sobre la  renta: IRPF, IS o IRNR. Asimismo, se configura  como  un
medio  útil  y  complementario  de  otros  registros  para  conservar  y  actualizar  el
censo de actividades económicas, de suma importancia para  su  gestión  y la de
otros tributos.

III.1.2.2.  Planteamientos de reforma
104. En un primer  planteamiento sobre las posibles actuaciones a  realizar
como vías de solución, cabría plantear tres escenarios alternativos: i) dar conti­
nuidad  al IAE; ii) suprimir cualquier  imposición sobre la actividad económica
adoptando  otras medidas fiscales compensatorias; iii) reformular la imposición
sobre  actividades  económicas,  creando  un  impuesto  de  nueva  planta  en  línea
con cierta experiencia internacional. Todos ellos han sido valorados y la Comi­
sión se decanta por la primera de las opciones.
105.  Se  propone  actualizar  el  IAE  resolviendo  los  problemas  estructurales
manifestados en su aplicación, por entender que es la opción más adecuada, por
ser la más factible en el momento presente, además de ser respetuosa con la tra­
dición de la Hacienda Local española y el principio de autonomía local.
106. Como consecuencia de lo anteriormente mencionado, deberían modi­
ficarse elementos sustantivos de la regulación del impuesto, así como otros rela­
cionados con la gestión del mismo.
107. En relación con el hecho imponible, se debería exigir la habitualidad y
el ánimo de lucro.
108. Respecto al sujeto pasivo, se propone incluir a las personas físicas. 

240
III.  Instrumentos de financiación

109. Para reforzar  el carácter recaudatorio, se propone revisar el  umbral de


exención.
110. Para reforzar el carácter censal, se propone fijar un umbral mínimo de
importe neto  de cifra de negocio, inferior al  umbral  de exención, que conlleve
la obligación de compartir la información con trascendencia tributaria entre las
Administraciones competentes.
111. Para evitar los costes de gestión que a los grandes comercializadores de
servicios básicos les supondría darse de alta en  todos los Municipios en los que
ejercen las actividades citadas y satisfacer cuotas municipales, la Comisión pro­
pone la asignación de las actividades de comercialización de servicios básicos de
uso generalizado, al por mayor y al por menor, a grupos o epígrafes que contem­
plan cuotas nacionales.
112. Se debe simplificar el proceso liquidatorio del impuesto. El número de
operaciones intermedias para acceder al conocimiento de la deuda tributaria, es
elevado e impropio en un impuesto de producto. 
113.  La  Comisión  considera  que  es  necesario  modificar  diversos  aspectos
que  contribuyen  a  acrecentar  la  complejidad  en  la  liquidación  del  impuesto,
tales como:
a) La  introducción del elemento tributario superficie  en casi todas las  acti­
vidades, cuando en muchas de ellas no es significativo y su cálculo ha de
venir separado del de los demás elementos tributarios.
b) La  práctica  de  la  reducción  general  del  5  por  100  del  cómputo  de  la
superficie, en compensación a tanto alzado de las zonas destinadas a hue­
cos,  ascensores,  escaleras,  corredores  de  empresa,  etc.,  cuando  podría
suprimirse incorporándola en  un menor valor por  metro cuadrado  de la
superficie.
c) La aplicación del coeficiente de ponderación del valor del elemento super­
ficie previsto en la Regla 14.a. 1. F ). e), sobre unos locales sí y otros no.
d) La aplicación por escalas o tramos de los cuadros de valoración del ele­
mento superficie, en vez de hacerlo por módulo único.
e) El uso de muy variados porcentajes de reducción sobre los elementos tri­
butarios y de notas en las secciones, divisiones, agrupaciones, grupos y
epígrafes de las Tarifas que conducen a  facultades y bonificaciones muy
diversas con tratamiento excesivamente discrecional.
f) La aplicación del coeficiente de ponderación del importe neto de la cifra
de negocios requiere el conocimiento previo de su cuantía.
241
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

114. Sería  conveniente actualizar y revisar periódicamente la  Instrucción y


las Tarifas del Impuesto. 
115. Paliar las ineficiencias de la gestión compartida del tributo fomentando
la delegación y la colaboración interadministrativa.
116. Clarificar y simplificar el  actual régimen  de impugnación de los actos
de gestión censal  y de gestión tributaria, de manera que se evite la indefensión
del contribuyente y los índices de litigiosidad que conlleva.
Propuesta III.2
Reforma del Impuesto sobre Actividades Económicas
La  Comisión  ha  estudiado  las  diferentes  opciones  tendentes  a  recuperar  la
importancia cualitativa y cuantitativa que debería tener un tributo sobre activi­
dades económicas a nivel  municipal, llegando  a la  conclusión que la opción de
actualizar  el  IAE  resolviendo  los  problemas  estructurales  manifestados  en  su
aplicación, es la más adecuada.
En consecuencia, se trataría de realizar los retoques necesarios dentro de la actual
estructura del impuesto que lo aproximen a la justicia tributaria, entre otros:
—  Suprimir la exención que se basa en la naturaleza del sujeto pasivo, inclu­
yendo en el impuesto a las personas físicas.
—  Revisar el umbral de exención para reforzar el carácter recaudatorio.
—  Fijar un umbral mínimo de volumen de negocio, inferior al umbral de exen­
ción,  que conlleve la obligación de compartir  la información con trascen­
dencia tributaria entre las Administraciones competentes, para potenciar su
carácter censal.
—  Simplificar la liquidación del impuesto, haciéndolo acorde con la naturaleza
real del mismo. 
—  Asignar las actividades de servicios  de suministro de carácter general  a gru­
pos o epígrafes que contemplan cuotas nacionales
—  Paliar las  ineficiencias de la  gestión compartida y simplificar  el régimen de
impugnación.

III.1.3.  IMPUESTO SOBRE VEHÍCULOS DE TRACCIÓN MECÁNICA

III.1.3.1.  Naturaleza tributaria
El legislador ha optado por una fórmula de simplificación adoptando dicho tri­
buto una naturaleza “impositiva” al gravitar el hecho imponible en la “titularidad”
242
III.  Instrumentos de financiación

de  un  vehículo  de  motor  apto  para  circular  por  las  vías  públicas,  y  con  indepen­
dencia  de  su  uso  por  el  propietario.  No  obstante,  su  fundamento  jurídico  es  más
propio de las tasas (ancladas en el principio de equivalencia) por cuanto vendría a
compensar al Ente exactor por el coste económico (a modo de inversiones así como
de otras externalidades negativas) que el uso del vehículo ocasiona al municipio.

III.1.3.2.  Nuevos supuestos de no sujeción
117. El  artículo 92. 1  TRLRHL define el  IVTM como un tributo directo
que grava la titularidad de los vehículos de esta  naturaleza, aptos para  circular
por las vías públicas, cualesquiera que sean su clase y categoría. El apartado 3.o
de este mismo precepto  excluye de  su sujeción a  vehículos que estén dados de
baja en los Registros por antigüedad de su modelo pero que puedan ser autori­
zados  para  circular  con  ocasión  de  certámenes  o  exhibiciones,  así  como  los
remolques y semirremolques arrastrados por vehículo de tracción mecánica cuya
carga útil no sea superior a 750 kgs. Fuera de estos dos casos, la Ley no contem­
pla ningún otro supuesto de no sujeción. 
118. De la lectura del artículo 92. 1 TRLRHL, parece deducirse que el legis­
lador ha optado por un criterio formalista  lo que puede crear en determinados
casos situaciones alejadas de la justicia tributaria. Así las cosas, podría entenderse
que estamos ante una presunción iuris et de iure (o de no admisión de prueba en
contra  por  parte  del  contribuyente)  que  conduce  a  entender  que  todo  vehícu­
lo matriculado y por el que no se haya cursado la baja en el Registro Público de
la Jefatura  Central de Tráfico será a priori apto para  circular, y por tanto, que­
dará sujeto al Impuesto.
119.  No  obstante,  al  objeto  de  salvar  aquellas  situaciones  más  graves  de
inequidad, el legislador podría reconocer aquellos casos claros en los que el ve­
hículo no es apto para  circular –desde el punto de vista  no formal, sino mate­
rial– articulando  en el  presupuesto de hecho de la  norma  una presunción iuris
tantum que permitiera la prueba en contrario para casos tasados recogidos expre­
samente en la Ley, que no guarden correlación con el presupuesto de hecho que
pretende gravarse (vehículos aptos para circular por las vías públicas).

III.1.3.3.  Exención para todos los supuestos de discapacidad
120. El  apartado e) del  artículo 93. 1 TRLRHL establece una exención en
favor de vehículos que transporten a  personas con discapacidad. Este incentivo
fiscal resulta aplicable en los dos siguientes supuestos: 
—   En primer lugar, respecto de vehículos conducidos o destinados al transpor­
te  de  personas  de  movilidad  reducida tal  como  se  refiere  la  letra  A)  del
243
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Anexo  II  del  Reglamento  General  de  Vehículos,  aprobado  por  el  RD
2822/1998, de 23 de diciembre.
—  En  segundo lugar, se contemplan  los vehículos que estén matriculados a
nombre de personas con discapacidad con un grado al menos del 33 por 100
siendo irrelevante quién sea el conductor, siempre y cuando se destinen
exclusivamente para su transporte.
121. Nótese que la norma actual hace referencia expresa al término “minus­
válido”. No obstante, de acuerdo con la DA 8.a de la  Ley 39/2006, de 14 de
diciembre, las referencias que se efectúen en los textos normativos a  “minusvá­
lidos” y a “personas con minusvalía” han de entenderse realizadas a “personas
con  discapacidad”.  Sería  por  ello,  deseable  sustituir  el  término  “minusválido”
por el más adecuado de persona “discapacitada”.
122.  Por  otro  lado,  la  normativa  social  ha  evolucionado  con  respecto  al
momento  en  que  se  redactó  el  TRLRHL  y  actualmente  existen  supuestos  de
personas que son calificadas como “discapacitados” aun cuando no lleguen al
grado del 33 por 100 que establece la legislación vigente. Por ello, se considera
necesario  que se añada,  junto  al  supuesto de personas que tengan un grado de
discapacidad de al  menos el 33 por 100, a  aquellas otras  personas que tengan
una incapacidad permanente total o absoluta, así como de gran invalidez.

III.1.3.4.  Presunción de titularidad registral del sujeto pasivo
123. Una lectura literal del artículo 94 TRLRHL [persona (...) a cuyo nom­
bre conste el vehículo en el permiso de circulación] podría llevar a pensar que el
legislador  intencionadamente prescinde de una titularidad  real  del  vehículo, en
beneficio de una titularidad formal o registral. La sacralización de la forma fren­
te a las situaciones fácticas genera seguridad jurídica y facilita las labores de ges­
tión tributaria de los Ayuntamientos, pero por el contrario produce situaciones
alejadas de la justicia tributaria de la que trae causa el tributo.
124.  La  prevalencia  de  la  forma  frente  a  la  realidad  de  los  hechos  es  cierto
que  preserva  a  la  Administración  ante  actuaciones  tendentes  en  unos  casos  a  la
elusión  fiscal,  derivada  de  pactos  privados  entre  particulares;  y  en  otros,  a  rela­
ciones internas anómalas entre titulares que resultan ajenos a la coherencia lógica
de  la  gestión  del  tributo.  En  consecuencia,  frente  a  una  jurisprudencia  mayori­
taria que defiende la preeminencia de la titularidad registral frente a la real, exis­
ten  algunos  casos  en  los  que  los  Tribunales  jurisdiccionales  apelando  a  la
verdadera realidad de los hechos han reconocido situaciones claras de titularidad
real, lo que ha llevado a ignorar la titularidad formal que se recoge en los Regis­
tros  Públicos.  Esta  controversia  jurisprudencial  podría  zanjarse  permitiendo  al
244
III.  Instrumentos de financiación

administrado aportar la prueba en contrario en aquellos casos más claros de titu­
laridad real.
125. En efecto, la Comisión considera que el Ente Público acreedor del tribu­
to debería admitir como prueba en contrario cualquiera válida en derecho en favor
de acreditar una titularidad real versus la formal (de conformidad con el art. 32. 3
y  anexo  XIV  del  Reglamento  General  de  Vehículos,  aprobado  por  el  RD
2822/1998, de 23 de diciembre), en aquellos casos en los que el transmitente (y
a la vez, anterior titular) haya cumplido con la obligación de notificar a la Jefatura
Provincial  de  Tráfico  en  el  plazo  de  diez  días  desde  la  transmisión  del  vehículo
acompañando los documentos que acrediten la compraventa. Asimismo conside­
ra que, dado que la inscripción de los vehículos en los registros correspondientes
no  tiene  carácter  constitutivo,  sino  declarativo,  desde  el  momento  en  que  la
transmisión se comunique oficialmente a la Jefatura de Tráfico (pese a que hayan
transcurrido los diez días de plazo a los que hace referencia la norma administra­
tiva) habrá que entender que el anterior titular queda desvinculado de la relación
jurídico­tributaria y de las posibles incidencias fiscales que afecten al vehículo.

III.1.3.5.  Determinación de la tarifa
126. El apartado 4.o del artículo 95 TRLRHL permite que los Ayuntamientos
puedan incrementar las cuotas fijadas en el apartado 1 de este artículo mediante la
aplicación sobre las mismas de un coeficiente, que no puede ser superior a dos. Así
las cosas, actualmente la cuota tributaria es el resultado de aplicar la tarifa que apa­
rece por defecto en el artículo 95. 1 TRLRHL por el coeficiente de incremento.
127. Frente al esquema actual, la  Comisión considera  que la  modificación
de la tarifa debería ser neutral financieramente y estar conformada por dos mag­
nitudes: El valor  patrimonial del  vehículo basado  en el principio de capacidad
económica; y un componente ambiental inspirado en el principio “quien con­
tamina paga”, debiendo también internalizarse parte de los costes que genera el
uso de un vehículo sobre aquellos sujetos que generen más daños ambientales.
En efecto, si defendemos  también la finalidad extrafiscal  que persigue este tri­
buto, convenimos en la necesidad de que el  legislador incorpore determinados
incentivos  que  graviten  sobre  las  externalidades  negativas  que  produce  el  uso
potencial de los vehículos en el medio ambiente.
128. Esta  reestructuración  ambiental del  tributo  podría  plasmarse directa­
mente en la  propia  tarifa del impuesto, o bien articularse de forma  indirecta,
aplicando  sobre una  misma  base diferentes coeficientes correctores ó multipli­
cadores  dependiendo  del  grado  de  contaminación  atmosférica  y  acústica  que
produzca el vehículo. 
245
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Se advierte que la implementación de un componente de la tarifa basado en
la  incidencia  del  vehículo  sobre  el  medio  ambiente  no  tiene  por  qué  ser  una
medida  que  produzca  menores  recursos  económicos  para  los  Ayuntamientos,
pues  lo  que  deje  de  recaudarse  en  aquellos  vehículos  más  eficientes  ambiental­
mente (que a través de este nuevo esquema podrían beneficiarse de una presión
fiscal menor) podría compensarse incrementando la tarifa sobre aquellos vehícu­
los más contaminantes. 
Sería  recomendable  en  todo  caso  que  existiera  cierta  coordinación  con  el
Impuesto  sobre  Determinados  Medios  de  Transporte  a  efectos  de  seguir  un
mismo método de gravamen para determinar el impacto ambiental que produce
el vehículo.

III.1.3.6.  Supresión de la bonificación de hasta el 100 por 100 para
vehículos con una antigüedad mínima de veinticinco años
129. El artículo 95. 6. c) del TRLRHL establece una  bonificación de “hasta
el 100 por 100 para los vehículos históricos o aquellos que tengan una antigüe­
dad mínima de veinticinco años, contados a partir de la fecha de su fabricación
o, si ésta no se conociera, tomando como tal la de su  primera matriculación, o
en su defecto, la fecha en que el correspondiente tipo de vehículo o variante del
mismo se dejó de fabricar”.
130. El incentivo fiscal recogido en el artículo 95. 6. c) TRLRHL se coordi­
na mal con la ratio de un nuevo tributo que pretende graduar la carga tributaria
del contribuyente en función del nivel  de contaminación  atmosférica  que pro­
duce el vehículo.
131. Carece en consecuencia de fundamento técnico (de acuerdo a los infor­
mes científicos) otorgar una bonificación precisamente a aquellos vehículos que
por su antigüedad en el  parque automovilístico son aquellos que más contami­
nación producirán a la atmósfera.

III.1.3.7.  Prorrateo en caso de baja por exportación
132.  El  artículo  96. 3  TRLRHL  señala  que  “el  importe  de  la  cuota  del
impuesto  se prorrateará  por trimestres naturales en los casos de primera  adqui­
sición o baja definitiva del vehículo. También procederá el prorrateo de la cuota
en  los  mismos  términos  en  los  supuestos  de  baja  temporal  por  sustracción  o
robo de vehículo, y ello  desde el momento en  que se produzca dicha baja tem­
poral en el Registro Público correspondiente”. 
133. La norma  guarda silencio sobre si la  baja  por exportación da  derecho
también al  prorrateo. El silencio de la norma  aconseja a juicio de la  Comisión
246
III.  Instrumentos de financiación

que se contemple expresamente la aplicación del prorrateo desde el momento en
que curse baja en Tráfico con ocasión de la exportación del vehículo a otro país
en los términos que establece el artículo 35 del Reglamento General de vehícu­
los aprobado por RD 2822/1998, de 23 de diciembre.

III.1.3.8.  Competencia tributaria del Ayuntamiento
134. El artículo 97 TRLRHL prescribe que “la gestión, liquidación, inspec­
ción y  recaudación, así como la revisión  de los actos dictados en  vía de gestión
tributaria corresponde al Ayuntamiento del domicilio que conste en el permiso
de circulación del vehículo”.
135. No obstante, aunque se trata de una figura impositiva y no de una tasa,
por razones de justicia tributaria sería deseable que los recursos económicos alle­
guen al Municipio del lugar del domicilio fiscal del titular del vehículo, pues no
siempre coincidirá  con el  Municipio que aparece en el  permiso de circulación
del vehículo.
136. Desde el punto de vista de la corresponsabilidad fiscal, resulta convenien­
te que el Ayuntamiento que sufre los daños ambientales producidos con ocasión
de la tenencia de un vehículo, y que incurre, por tanto, en gastos derivados de su
uso (construcción de carreteras, instalación de mobiliario urbano, policía munici­
pal para la regulación del tráfico) sea aquél que se vea compensado con los ingre­
sos derivados del tributo, y en aplicación del principio “quien contamina paga”.
137.  Asimismo,  las  bonificaciones  contempladas  en  el  artículo  95. 6
TRLRHL lejos de cumplir en todos los casos con el fin noble para el que fueron
creadas,  han  servido  para  generar  una  “competencia  fiscal  perniciosa”  por  parte
de algunos Ayuntamientos introduciendo en sus ordenanzas “rebajas fiscales” con
la única finalidad de atraer a sus demarcaciones municipales el domicilio registral
de vehículos que sin embargo, no suelen circular en su ámbito territorial.
138.  Por  ello,  sería  conveniente  modificar  el  actual  artículo  97  TRLRHL
señalando  que la  competencia  del tributo corresponderá al  Ayuntamiento  del
domicilio fiscal  del  contribuyente en  los términos  contemplados en el artículo
48 LGT. Así las cosas, con carácter general, para las personas físicas será el lugar
donde tengan  su  residencia  habitual. No obstante, para las personas físicas con
bienes  afectos  a  actividades  económicas,  así  como  para  las  personas  jurídicas,
debería prevalecer como domicilio fiscal el lugar donde esté efectivamente cen­
tralizada la gestión administrativa y la dirección de las actividades desarrolladas.
Así mismo  para aquellas empresas dedicadas al transporte de mercancías y per­
sonas, a partir de un determinado umbral de flota de vehículos, la cuota podría
ser nacional con un tipo único con reparto en función de la población. 
247
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Propuesta III.3
Reforma del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica
La Comisión sugiere que se introduzca la posibilidad de que al administrado se
le permita aportar la prueba en contrario a efectos de considerar el vehículo no
sujeto para aquellos supuestos más claros de imposibilidad material o formal del
vehículo para circular por las vías públicas.
Se propone una adaptación legislativa coherente con la normativa social, reco­
nociendo la situación de incapacidad permanente total  o  absoluta, así como  la
gran  invalidez  como  “discapacitado”,  a  efectos  de  su  consideración  como
supuestos de exención en el Impuesto.
Razones de justicia tributaria invitan a que el legislador grave aquellos supuestos
más claros de titularidades reales y no sólo registrales, incluyendo la posibilidad
de admitir la prueba en contrario en algún supuesto  tasado que contemple la
Ley.
La Comisión propone que la  tarifa del  tributo se configure mediante dos ele­
mentos:  un componente patrimonial (cuota  fija) que atenderá a compensar el
uso del titular del vehículo de las infraestructuras municipales, y un componen­
te extrafiscal (cuota variable) en función de la eficiencia ambiental del vehículo,
graduando el tipo en función del nivel de contaminación que produce.
La Comisión aconseja suprimir la bonificación del 100 por 100 para los vehícu­
los históricos o aquellos que tienen una antigüedad mínima de 25 años, de los
cuales  ha  de  presumirse  producen,  junto  a  contaminación  acústica,  un  nivel
importante de emisiones de monóxido de carbono (CO) y óxidos de nitrógeno
(NOx) a la atmósfera.
Se propone la inclusión de un nuevo supuesto de prorrateo de cuota en aquellos
casos que se produzca una baja del vehículo por exportación.
La Comisión considera necesaria la modificación del punto de conexión para la
exacción del impuesto, fijando la competencia a través de unas reglas más cohe­
rentes,  con el objeto de atribuir cierta correspondencia entre los ingresos gene­
rados  con  ocasión  del  pago  del  tributo  con  los  gastos  en  que  incurre  cada
Municipio en función del uso del vehículo en su demarcación territorial.

III.1.4.  IMPUESTO SOBRE EL INCREMENTO DE VALOR DE LOS
TERRENOS DE NATURALEZA URBANA: ALTERNATIVAS

III.1.4.1.  Consideraciones generales. Hecho imponible
139.  El  IIVTNU  es  un  impuesto  directo,  de  carácter  real,  objetivo,  no
periódico, de titularidad municipal y de carácter potestativo. El desarrollo regla­
248
III.  Instrumentos de financiación

mentario lo llevan a cabo las correspondientes ordenanzas fiscales aprobadas por
los Ayuntamientos.
140. El hecho imponible del IIVTNU, lo constituye el incremento de valor
que  experimenten los terrenos  de naturaleza urbana  y se ponga  de manifiesto  a
consecuencia  de  la  transmisión  de  la  propiedad  de  los  terrenos  por  cualquier
título,  o  de  la  constitución  o  transmisión  de  cualquier  derecho  real  de  goce,
limitativo del dominio, sobre los referidos terrenos.
141. Los Ayuntamientos pueden intervenir en la determinación  de la  base
imponible, reduciéndola en supuestos de modificación de los valores catastrales
y, en todo caso, estableciendo el porcentaje a  aplicar sobre el valor  del terreno,
siempre dentro  de los límites fijados por  la ley. El tipo de gravamen será  fijado
por cada Ayuntamiento, aunque no podrá exceder del 30 por ciento. 
142. La reciente STC 59/2017, de 11 de mayo, que tiene como precedentes
las SSTC 16/2017 y 37/2017, ha  puesto de manifiesto la inconstitucionalidad
de algunos aspectos del IIVTNU, aunque no con carácter general en  su  actual
configuración.  Serían  inconstitucionales  los  artículos  relativos  a  la  determina­
ción de la base imponible, aunque sólo en aquellos supuestos en los que someten
a tributación situaciones inexpresivas de capacidad económica, o sea, las que no
presentan aumento de valor  del  terreno al  momento de la  transmisión. impi­
diendo la redacción actual de la norma que los sujetos pasivos que puedan acre­
ditar esta circunstancia.
143. El Tribunal Constitucional afirma que el legislador no puede en ningún
caso “establecer un tributo tomando en consideración actos o hechos que no sean
exponentes  de  una  riqueza  real  o  potencial,  o,  lo  que  es  lo  mismo,  en  aquellos
supuestos  en  los  que  la  capacidad  económica  gravada  por  el  tributo  sea,  no  ya
potencial, sino inexistente, virtual o ficticia”. La forma de determinar la existencia
o  no  de  un  incremento  de  valor  susceptible  de  ser  sometido  a  tributación  solo
corresponde al legislador, en su libertad de configuración normativa, pero éste debe
llevar a cabo “las modificaciones o adaptaciones pertinentes en el régimen legal del
impuesto que permitan arbitrar el modo de no someter a tributación las situacio­
nes de inexistencia de incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana”.
144. El problema esencial  se encuentra, en el  hecho  de que la  vigente nor­
mativa  establece en algunos supuestos una  ficción  de existencia de incremento
de valor que impide al particular toda prueba en contrario. El aumento del valor
del suelo se determina mediante la aplicación automática de los coeficientes pre­
vistos en la norma al valor catastral del suelo en el momento de la transmisión.
Por  lo que la mera titularidad de un terreno durante un determinado período
temporal produce, en todo caso y de forma automática, un incremento de valor.
249
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

145. La fórmula para calcular el impuesto provoca que éste deba satisfacerse
igualmente  en  aquellos  supuestos  en  los  que  el  valor  de  los  terrenos  no  se  ha
incrementado, o incluso ha disminuido, una  circunstancia esta  última no  poco
frecuente como consecuencia de la crisis económica. Y ello carece de toda justi­
ficación  razonable  en  la  medida  en  que,  al  imponer  a  los  sujetos  pasivos  del
impuesto la obligación de soportar la misma carga tributaria que corresponde a
las situaciones de incrementos derivados del paso del tiempo, se están sometien­
do a tributación situaciones inexpresivas de capacidad económica,  lo que con­
tradice frontalmente el principio constitucional de capacidad económica 
146.  Tales  declaraciones  del  Tribunal  Constitucional  hacen  precisa  una
modificación legislativa que evite cuanto antes que los contribuyentes se vean
obligados a impugnar liquidaciones tributarias del  IIVTNU  que produzcan el
efecto contemplado en las sentencias referidas. 
147. No obstante, las consideraciones de la Comisión sobre las modificacio­
nes del tributo se refieren a la regulación de un nuevo tributo que grave las plus­
valías  efectivamente  producidas,  sin  que  se  haya  entrado  a  analizar  o  valorar
cuáles deban ser las actuaciones administrativas o jurídicas necesarias para  dar
respuesta a los conflictos que se deriven de la aplicación de las citadas sentencias
del Tribunal Constitucional.

III.1.4.2.  Propuestas de reforma del IIVTNU
III.1.4.2.1.  Propuestas sobre la supresión del tributo o la no sujeción de las
minusvalías
148. La Comisión tiene en cuenta que en el IIVTNU se manifiesta claramente
una plurimposición, especialmente en relación con los impuestos sobre la renta que
gravan  las  plusvalías,  así  como  con  aquellos  que  gravan  las  transmisiones inmobi­
liarias. Por lo que para evitarla, y al mismo tiempo, eliminar cualquier tacha de in­
constitucionalidad de la vigente normativa reguladora del impuesto, se ha debatido,
como una primera posibilidad la supresión del IIVTNU. De considerarse tal supre­
sión, y con el fin de evitar una merma recaudatoria de las Entidades Locales, se vería
sustituido por un recargo o participación en aquellos tributos que gravan las plus­
valías en los bienes inmuebles o los que gravan las transmisiones inmobiliarias. 
149.  Otra  posible  solución,  en  caso  de  optar  por  el  mantenimiento  de  la
vigente regulación, sería la de establecer expresamente un supuesto de no sujeción,
ya  que,  donde  no  ha  habido  un  aumento  de  valor  de  los  terrenos  de  naturaleza
urbana,  no  hay  capacidad  económica  gravable.  Esta  solución  exigiría,  asimismo,
modificar un tributo cuya cuantificación descansa sobre valores objetivos –valores
catastrales– respecto de los cuales no se permiten criterios de valoración distintos
250
III.  Instrumentos de financiación

a los que aporta la propia Administración que los determina. Tal situación redun­
daría  en  repetir  situaciones  que  el  Tribunal  Constitucional  ha  considerado  con­
trarias al principio de capacidad económica, además de una desnaturalización del
impuesto para aquellos supuestos de teóricas o reales minusvalías.
150.  Con  anterioridad  a  las  sentencias  del  Tribunal  Constitucional  citadas,
la  jurisprudencia  se  había  manifestado  en  muchas  ocasiones  sobre  la  posible
inconstitucionalidad  en  caso  de  que  el  “método  de  cálculo”  del  incremento  de
valor fuese en detrimento de la realidad económica, lo cual supondría desconocer
los principios de equidad, justicia y capacidad económica. Incluso se había seña­
lado  que  la  única  forma  de  evitar  la  inconstitucionalidad  de  la  norma  sería  con­
siderar  que  las  normas  que  establecen  el  método  de  cálculo  contienen  una
presunción  iuris  tantum,  susceptible  de  ser  desvirtuada,  en  cada  caso  concreto,
mediante una prueba adecuada y suficiente “a cargo de los obligados tributarios,
y de acuerdo con la previsión del artículo 385 de la Ley de Enjuiciamiento Civil”.

III.1.4.2.2.  Propuesta sobre la determinación de la base imponible y una
nueva configuración del Impuesto
151.  Sin  perjuicio  de  lo  anterior,  y  antes  de  proponer  una  nueva  configura­
ción  del  Impuesto  plenamente  respetuosa  con  la  reciente  jurisprudencia  consti­
tucional, la Comisión parte de la constatación de que el vigente hecho imponible
del IIVTNU, puesto en relación con los valores catastrales, y teniendo en cuenta
el marco de la fiscalidad inmobiliaria en nuestro país, ha quedado trasnochado,
dando lugar a multitud de incoherencias y dificultades que inciden en el conjun­
to del sistema tributario. Este impuesto debería gravar no solo el incremento de
valor  de  los  terrenos,  sino  las  plusvalías  puestas  de  manifiesto  con  ocasión  de  la
transmisión  de  los  bienes  inmuebles,  estableciendo  las  oportunas  medidas  para
evitar la doble imposición en relación con otros impuestos  que  gravan  materias
similares,  y  debiendo  al  mismo  tiempo  coordinar  la  determinación  de  la  base
imponible en estos impuestos respecto a la cuantificación de las plusvalías.
152. Efectivamente, la separación entre el valor del suelo y el valor de la cons­
trucción,  a  efectos  del  IIVTNU,  ha  dado  lugar  a  una  vasta  problemática,  consti­
tuyendo  una  importante  fuente  de  conflictos.  No  puede  desconocerse  que  la
acción urbanística municipal no finaliza con la construcción del terreno, sino que
las potestades municipales en el ámbito de conservación, adecuación, creación de
espacios urbanos, etc., incide indefectiblemente en el valor de los inmuebles, tanto
en  el  terreno  no  construido  como  el  que  ya  lo  ha  sido.  Y  al  igual  que  en  los
impuestos estatales se viene a gravar la transmisión del bien inmueble o su plusva­
lía, teniendo siempre en cuenta el valor total de suelo más construcción, asimismo
el Impuesto local debería referirse al bien inmueble y no solo al suelo o terreno.
251
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Por otra  parte, se requiere un tratamiento igual  de los bienes inmuebles, ya


se trate de bienes rústicos, solares o inmuebles construidos que, indudablemente
denotarán mayor capacidad económica. 
153. La regulación actual  supone no gravar las plusvalías generadas en un
plazo  inferior  a  un  año,  que  pueden  ser,  en  muchos  casos,  las  plusvalías  más
especulativas. Ello  supone, sin duda, una  importante quiebra de los principios
de  capacidad  económica,  generalidad  e  igualdad  tributaria.  Resulta  preciso
modificar, en su caso, esta regulación que implica un tratamiento fiscal ventajo­
so, y que viene a suponer, en la práctica, una exoneración de las plusvalías gene­
radas en un plazo inferior a un año.
154. Por  último, se precisa una simplificación en la gestión  y la generaliza­
ción del régimen de autoliquidación.

III.1.4.2.3.  La determinación y cuantificación de las plusvalías sometidas a
gravamen
155. Una vez declarado parcialmente inconstitucional el tributo, la propues­
ta de la Comisión para el nuevo impuesto consiste en calcular el incremento de
valor de los terrenos atendiendo  a  la diferencia entre el valor de la transmisión
y el valor de adquisición. Este último incluiría el importe real  de adquisición
más el coste de las inversiones y mejoras efectuadas, así como los gastos y tribu­
tos inherentes a aquélla. En todo caso, deberían corregirse los efectos de la infla­
ción acumulada  desde la  fecha  de adquisición del  inmueble o de realización de
las mejoras o inversiones.
156. Debe tenerse en cuenta que la sustitución que se propone por valores
reales de los actuales valores catastrales  exigiría  una  importante revisión  de los
tipos de gravamen actualmente establecidos.

III.1.4.3.  Otras consideraciones y propuestas

III.1.4.3.1.  Sujetos pasivos. Sustituto y herencia yacente

III.1.4.3.1.1.  Sustituto
157. La  figura del  sustituto  del contribuyente se prevé en el caso de que el
contribuyente sea  una  persona  física  no residente en España. En los supuestos
de transmisiones o constitución de derechos reales de goce limitativos del domi­
nio a título oneroso, con carácter general será sujeto pasivo a título de contribu­
yente el  transmitente, sin que se prevea  ningún supuesto de sustitución ni de
repercusión de la cuota al adquirente.
252
III.  Instrumentos de financiación

158. Es posible considerar que la subrogación de la obligación tributaria que
recaerá  sobre el adquirente viene a  suponer un trato de favor (del  no residente
en nuestro país) en relación  con el  resto de casos en los que la  obligación  legal
recaerá  sin  embargo  sobre  el  transmitente.  Aparentemente  podría  calificarse
como un supuesto de discriminación inversa (o de discriminación con incidencia
solo interna), pues a priori podría pensarse que dicha diferencia de criterio solo
perjudicaría a los nacionales españoles por cuanto dicha carga tributaria se tras­
ladaría ope legis sobre el adquirente (español en la mayoría de las ocasiones).
159. Sin embargo, este diferente tratamiento podría constituir realmente un
freno a la adquisición de inmuebles cuando éstos pretendan ser transmitidos por
sus titulares personas físicas no residentes en España. 
160.  La  actual  traslación  legal  del  IIVTNU  en  detrimento  del  adquirente
(persona  física,  jurídica  o  entidad  sin  personalidad  jurídica  de  las  reguladas  en  el
artículo 35. 4 LGT), que se convierte en sustituto del contribuyente, podría gene­
rar tensión con el principio de no discriminación por razón de nacionalidad o resi­
dencia (art. 18 TFUE) al constituir un obstáculo a la libre circulación de personas
y a la libre circulación de capitales exartículos 45 y 63 TFUE respectivamente.

III.1.4.3.1.2.  Herencia yacente
161. En los casos en los que la herencia yacente tenga la condición de sujeto
pasivo del Impuesto, por no haberse producido la aceptación de los causahabien­
tes una vez transcurrido el plazo de seis meses desde el fallecimiento del causante,
se  practicará  la  liquidación  sin  posibilidad  de  aplicar  los  beneficios  fiscales  de
carácter  subjetivo  a  los  que  tendrían  derecho  los  llamados  a  la  herencia  de  haber
asumido  la  condición  de  herederos;  o  los  de  carácter  objetivo,  previstos  para  los
propios bienes, al precisar estos una solicitud previa. En estos supuestos, la Comi­
sión considera que la liquidación practicada a la herencia yacente tenga la consi­
deración de ingreso a cuenta de la que en su día practiquen los adquirentes de los
bienes.  Se  considera  necesario  evitar  la  litigiosidad  que  estos  supuestos  originan
y conseguir el efectivo cumplimiento de los principios de justicia tributaria.

Propuesta III.4
Reforma del Impuesto sobre Incremento de Valor de los Terrenos de
Naturaleza Urbana
Nuevo Impuesto sobre plusvalías inmobiliarias
La Comisión propone la sustitución del actual IIVTNU por un nuevo Impuesto
municipal sobre Plusvalías Inmobiliarias (IMPI) en el que sean sometidos a tribu­
tación  los  incrementos  de  valor  de  los  bienes  inmuebles  de  cualquier  naturaleza,

253
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

incluidos los que se hayan podido generar en un plazo inferior al año. Para corre­
gir la doble imposición, éste nuevo impuesto sería deducible de la base imponible
de los distintos impuestos estatales que gravan las plusvalías inmobiliarias.
Asimismo, se debe modificar la determinación de la base imponible del Impues­
to, sustituyendo la aplicación de porcentajes sobre el valor catastral, por la dife­
rencia  entre  valor  real  del  bien  inmueble  en  la  transmisión  y  su  valor  de
adquisición,  siguiendo  los mismos criterios aplicados en relación con la deter­
minación de las plusvalías en los impuestos personales que gravan éstas. Se trata
así de gravar la capacidad económica real del sujeto pasivo.
La  Comisión  considera,  asimismo,  que  deben  potenciarse  las  actuaciones  de
intercambio de información entre  las distintas Administraciones, en particular
de la AEAT, por cuanto los instrumentos de suministro de información, inves­
tigación y cooperación interadministrativa que le atribuye el ordenamiento faci­
litarían las tareas de gestión y recaudación de los tributos locales.
En la determinación del valor de adquisición, es necesario aplicar índices correc­
tores  para  tener en  cuenta los efectos  de la inflación,  de modo  que se permita
gravar incrementos reales de valor y no incrementos nominales o ficticios.
La Comisión se inclina por la aplicación,  con carácter general, del sistema de
autoliquidación.
Sustituto del contribuyente y herencia yacente
La  Comisión  considera  que  se  debería  suprimir  la  figura  obligatoria  de  sustitu­
ción cuando el transmitente sea persona física no residente, ya que puede supo­
ner  un  obstáculo  a  la  libre  circulación  de  capitales.  Tal  medida  debería  ir
acompañada  de  otros  mecanismos  que  garanticen  el  pago  del  impuesto  cuando
el transmitente no reside en España, tales como la realización de un pago a cuen­
ta previo a la elevación a escritura pública, el cierre registral u otros mecanismos
de garantía del pago que recaigan en quien debe soportar efectivamente la carga
tributaria, que es el transmitente del terreno (en las transmisiones onerosas).
La  Comisión  propone  que  la  liquidación  practicada  ante  la  herencia  yacente
tenga carácter de ingreso Fa cuenta de la definitiva que se giraría a los adquiren­
tes de los bienes.

III.1.5.  IMPUESTO SOBRE CONSTRUCCIONES, INSTALACIONES Y
OBRAS

III.1.5.1.  Consideraciones generales. Hecho imponible
162. El Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) es un
impuesto de carácter potestativo. Su exigencia queda condicionada a la voluntad
254
III.  Instrumentos de financiación

de los Ayuntamientos (lo que refuerza la autonomía municipal), si bien requiere
del correspondiente acuerdo de imposición y la aprobación de la Ordenanza fis­
cal reguladora.
163. El  hecho  imponible del ICIO está  constituido por la realización, den­
tro del término municipal, de cualquier construcción, instalación u obra para la
que se exija la  obtención  de la  correspondiente licencia  de obras o  urbanística,
se haya obtenido o no dicha licencia, o para la que se exija presentación de decla­
ración  responsable  o  comunicación  previa,  siempre  que  la  expedición  de  la
licencia o la actividad de control corresponda al ayuntamiento de la imposición.
164. La jurisprudencia ha puesto de manifiesto la conflictividad en la actual
descripción del hecho imponible generándose dudas acerca de la inclusión o no
en el mismo  de determinados supuestos, que la  Comisión entiende han de ser
clarificados  y,  en  su  caso,  incluidos  expresamente  en  la  definición  legal  del
hecho imponible.
165. Así las cosas, y en lo que se refiere a las obras realizadas por un conce­
sionario, una  reiterada  jurisprudencia ha venido a  establecer que la concesión
administrativa  impone  el  deber  de  presentar  un  proyecto  definitivo,  lo  cual
implica que la obra  esté sujeta a la facultad de control  municipal  (y, desde este
punto de vista, al ICIO). Actualmente puede considerarse una cuestión pacífica,
y  debiera  por  tanto  quedar  explícitamente  aclarada  su  inclusión  en  el  hecho
imponible del ICIO.
166. Parece conveniente, asimismo, recoger expresamente la sujeción de las
órdenes de ejecución, ello a pesar de que hasta ahora el TS considera no produ­
cido en estos casos el hecho  imponible, argumentando que no existe “volunta­
riedad” por parte de quien debe realizar la obra. No obstante, debe considerarse
que la orden de ejecución puede derivar no sólo de una situación de penuria del
obligado  tributario,  sino  también  de  la  simple  dejadez  o  negligencia  por  su
parte, por lo que se propone su inclusión cuando responda a tales supuestos.
167.  Las obras de interés  general, urgentes u  excepcionales dan lugar a  una
de las  grandes polémicas sobre el  hecho imponible del ICIO, asimismo puesta
de manifiesto por la jurisprudencia. Amparándose en el pretexto de tal califica­
ción de interés público o general, se ha pretendido la no producción del hecho
imponible alegándose su presunta  no sujeción a  licencia  (art. 244 TR Ley del
Suelo y correlativos de las leyes autonómicas –en adelante, TRLS–) y, por ende,
tampoco  sujetas  al  ICIO.  Sin  embargo,  el  referido  artículo  se  refiere  a  una
excepción al procedimiento: no se trata  de obras no sujetas a  licencia o control
municipal, sino que son obras que estando sometidas a licencia (art. 242 TRLS),
siguen  una  forma  de  control  urbanístico  preventivo  municipal  peculiar,  por
255
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

motivos de urgencia o excepcional interés público. Por tanto, al tratarse de obras
que objetivamente se incluyen en la tipología del citado artículo 242 (al margen
de cualquier consideración de índole procedimental), entiende esta  Comisión
que se ha producido la realización del hecho imponible.
168. Como  consecuencia  de lo anterior, debe afrontarse una  definición del
hecho  imponible  que  no  permita  excluir  obras  que  por  su  propia  naturaleza
requieran autorización o cualquier otro tipo de control urbanístico.
169. Por último, sería deseable que el legislador aclarara la sujeción o no de
las obras ilegales e ilícitas. En opinión de la Comisión, las obras “ilegales”  (es
decir, aquellas que cumplen con la normativa urbanística pero que se han reali­
zado sin la  solicitud de la  preceptiva licencia  de obras) cumplen  perfectamente
con la realización del hecho imponible de este impuesto. Mayores problemas de
sujeción al  tributo generan las obras “ilícitas” ya  que su  realización queda pro­
hibida por la legislación urbanística, por lo que difícilmente resulta compatible
con lo previsto en el artículo 13 LGT.

III.1.5.2.  Compatibilidad con las tasas urbanísticas
170. El  origen del ICIO, sin antecedentes históricos en la  normativa espa­
ñola, tiene como fundamento las dificultades inherentes a la tasa por licencia de
obras  o  urbanística. Esta se exigía  en proporción  al  coste de  las obras, lo que
puede llevar a  que la carga  tributaria exceda del coste del  servicio, deviniendo
por ello en ilegal. El riesgo de que la tasa pudiese ser declarada contraria a Dere­
cho por exceder del coste del servicio ha sido tradicionalmente una preocupa­
ción de los municipios, ya que podía reducir una importante fuente de ingresos,
y por tanto, su suficiencia financiera.
171.  Actualmente  se  produce  en  no  pocas  ocasiones,  de  facto,  una  clara
doble imposición entre el ICIO y la tasa por licencia de obras, habida cuenta de
que los Ayuntamientos tienden a utilizar como base de gravamen en este último
tributo el coste de la obra, en lugar del coste del servicio prestado. 
172. Sin duda, la  exigencia  conjunta  de la  tasa urbanística y  el  ICIO va a
producir,  con  frecuencia,  una  sobreimposición  tributaria.  Sería  conveniente
delimitar técnicamente estas figuras tributarias y cuantificar el hecho imponible
de  diversa  forma,  en  función  de  cada  prestación  exigida,  evitando  así  dicho
sobregravamen,  llegando  en  algún  caso  a  superar  la  suma  de  las  alícuotas  de
ambos tributos el límite actual del 4 por 100. 
173. El TS se ha pronunciado unas veces a favor y otras en contra de que se
utilice el coste de la  obra  como base de cálculo de la  tasa. Aunque los hechos
256
III.  Instrumentos de financiación

imponibles de ambos tributos son diferentes, el objeto de ambos en términos de
capacidad económica es el mismo: el desembolso económico que se produce por
la realización de una construcción, instalación u obra, de acuerdo con la práctica
habitual de los Ayuntamientos.
174.  Cuando  el  régimen  de  cuantificación  de  la  tasa  se  desvincula  de  la
actuación administrativa y considera única y exclusivamente la riqueza asociada
a la nueva construcción, existen dudas de que la categorización de “tasa” resulte
correcta, y más cuando los tipos impositivos que se aplican a una “base imponi­
ble”, referida al  coste de las obras, llegan a  ser similares a  la  alícuota del ICIO,
resultando  de su aplicación importes alejados del hipotético coste de manteni­
miento de los servicios de control urbanístico de los Ayuntamientos.

III.1.5.3.  Determinación de la base imponible 
175. Uno de los  mayores problemas en relación con la base imponible del
ICIO, viene determinado por el término  “coste real y efectivo”, de una cons­
trucción, instalación u obra. La ley utiliza el término “coste real” pero no lo defi­
ne, convirtiéndose en  un concepto jurídico  indeterminado,  dejando un amplio
margen  de discrecionalidad a la Administración para  determinarlo lo que lleva
a generar tensión con el principio de seguridad jurídica.A pesar de los esfuerzos
del legislador  por concretar la  base imponible del ICIO atendiendo a  determi­
nados parámetros, la referencia al “coste real y efectivo de las obras” o al “coste
de ejecución material de la obra” sigue siendo una fuente continua de conflictos. 
176. El tenor literal del artículo 102 TRLRHL sigue provocando problemas
interpretativos al  referirse, entre otros, a “cualquier otro concepto que no inte­
gre el  coste de ejecución material”. Resulta  necesaria una determinación de la
base imponible suficientemente concreta  como para  no dejar apenas margen a
la discrecionalidad administrativa, sin perjuicio de la ulterior comprobación que
pueda realizarse de la autoliquidación presentada por el sujeto pasivo.
177. La determinación de la base imponible cuya definición viene estableci­
da por referencia al coste real y efectivo de la obra ha generado, por las razones
expuestas, una  extraordinaria litigiosidad. En opinión de la  Comisión y  con el
fin de dotar a esta materia de mayor seguridad jurídica, dicho parámetro podría
venir  conformado  exclusivamente  por  los  “costes  directos”  y  “efectivos”  de  la
obra en particular que se ejecuta, y descartando cualquier coste “indirecto”  en
los términos que establece el actual reglamento general de contratación del Esta­
do así como forfetarios (v. gr. precios medios del sector de la construcción) a fin
de gravar exclusivamente capacidades económicas reales y no potenciales. Así las
cosas, sería  deseable que la Ley (de acuerdo a  la  profusa  jurisprudencia  dictada
257
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

por el Tribunal Supremo) pudiera concretar aún más las partidas del presupues­
to que quedarían excluidas de la base imponible, pues como ha quedado patente
a lo largo de estos años la relación de conceptos recogidos no son numerus clau­
sus sino apertus,  lo que ha llevado  a  los jueces a tener que realizar un  examen
minucioso caso por caso para determinar si una determinada partida presupues­
taria tiene autonomía o sustantividad propia por sí sola para ser considerada un
servicio esencial para la habitabilidad o funcionalidad de la obra a efectos de su
exclusión o no de la base imponible.

III.1.5.4.  Gestión tributaria: el devengo y sistema actual de liquidaciones

III.1.5.4.1.  Consideraciones generales
178. La gestión del  ICIO ha  dado lugar  a  muchos problemas derivados del
hecho de que el  devengo  del tributo se sitúa  en un momento distinto al  de la
realización del hecho imponible. El hecho de situar el momento del devengo del
ICIO en el momento de la concesión de la licencia preceptiva o de la presenta­
ción  de  la  declaración  responsable  o  la  comunicación  previa  o  cuando,  no
habiéndose solicitado, concedido o denegado aún aquella o presentado éstas, se
inicie la construcción, instalación u obra, va a suponer, en la práctica, una anti­
cipación del devengo, lo  cual  origina importantes problemas  que deberían  evi­
tarse con una nueva regulación.
Además, existe la obligación  de realizar un  ingreso a  cuenta  –con  anteriori­
dad al devengo del impuesto– (debería, pues, eliminarse en el art. 103. 1 la men­
ción a la liquidación provisional, aludiéndose en cambio al citado pago a cuenta,
y asimismo debería eliminarse el término “base imponible” en el citado precep­
to) en un momento anterior a la realización del hecho imponible, por lo que la
ley ha previsto unas reglas específicas para su estimación que toman como base
de cálculo el presupuesto de la obra, construcción o instalación. La  innegable
relación  de proporcionalidad entre el  parámetro de cuantificación  del ingreso a
cuenta y la base imponible estaría justificada por la vinculación jurídica existente
entre  la  obligación  tributaria  previa  (inicial)  y  la  principal  (con  ocasión  de  la
finalización de la obra).
179. El devengo del impuesto se produce con la realización del hecho impo­
nible, es decir, una  vez  terminada la  construcción, instalación u  obra de que se
trate, momento en el que, además, podría cuantificarse de una manera completa
y definitiva, la base imponible, al ser ésta, “el coste real y efectivo”. Sin embargo,
la obligación  tributaria se anticipa,  a  efectos de gestión y control,  al  momento
de  la  realización  del  hecho  imponible  o  incluso  antes  –al  otorgamiento  de  la
licencia o presentación de la declaración responsable–.
258
III.  Instrumentos de financiación

180.  Por  otra  parte,  la  autoliquidación  inicial  entendida  como  un  ingreso  a
cuenta,  debe  quedar  siempre  condicionada  a  la  realización  última  del  hecho
imponible.  Así  que  la  no  realización  de  las  obras,  y  por  tanto  la  no  realización
del  hecho  imponible,  debería  dar  lugar  a  la  devolución  de  lo  pagado  por  dicha
autoliquidación inicial. Asimismo, el plazo para exigir esta devolución, no ope­
rando la prescripción, sería el de 4 años contados desde el momento que confor­
me a la licencia solicitada o declaración responsable debiera finalizar la ejecución
de la obra siempre que la causa de la no realización sea imputable exclusivamente
al contribuyente. En todo caso, la decisión de no realizar las obras y, por tanto,
de exigir la devolución del ingreso a cuenta no puede quedar a la discrecionali­
dad del sujeto pasivo del ICIO, sino solamente en casos de fuerza mayor (v. gr.
en situación de liquidación concursal de la entidad constructora). Con la vigente
regulación, una vez finalizada la obra, y tras la oportuna comprobación, la prác­
tica de la autoliquidación o liquidación definitiva, podrá conducir a un reintegro
al sujeto pasivo si la obra se ha ejecutado por un coste real y efectivo inferior al
que dio lugar a un pago superior como ingreso a cuenta.
181. Podría pensarse en la posibilidad de instar, en estos casos, un procedi­
miento de rectificación de la autoliquidación en los términos previstos en el ar­
tículo  120. 3  LGT, considerando que el  ingreso a  cuenta  le ha  resultado  perju­
dicial a sus intereses legítimos; otra posibilidad sería  configurar un régimen de
autoliquidación obligatorio para realizar el  ingreso a  cuenta con ocasión de la
concesión de la licencia o de la presentación de la declaración responsable.

III.1.5.4.2.  Hacia un sistema de autoliquidación inicial y final
182. La legislación actual  permite a los ayuntamientos exigir este impuesto
en régimen de autoliquidación. Esta previsión legal, combinada con la desafor­
tunada regulación del ICIO, que prevé la existencia de dos tipos de liquidacio­
nes: una provisional en el momento del inicio de las obras o de la obtención de
la licencia –se admite la posibilidad de dictar una liquidación provisional antes
del devengo del impuesto (cuando se conceda  la  licencia preceptiva sin haber
iniciado  las  obras)–  y  otra  definitiva, en el  momento de  la  finalización de  las
obras exartículo 103. 1 TRLRHL, ha desembocado, como se ha puesto de mani­
fiesto, en una excesiva complicación en la gestión del impuesto por parte de los
Ayuntamientos. Y el hecho de dictar una liquidación provisional cuando se con­
ceda la licencia sin haber iniciado las obras y, por tanto, sin haberse devengado
el impuesto, no resulta ortodoxo con la naturaleza jurídica de la liquidación tri­
butaria, que reclama la  previa  existencia de la obligación que se debe liquidar,
de modo que actualmente, más que tratarse de una liquidación provisional, esta­
ríamos ante la  liquidación  de un anticipo del impuesto”, implícitamente con­
259
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

templada  en  la ley y  distinta de la obligación tributaria principal, aunque fun­


cione ligada a ella.
183. El legislador ha denominado liquidación provisional a lo que realmen­
te  constituye  un  “ingreso  a  cuenta”  y  ha  determinado  como  base  imponible lo
que realmente constituye un parámetro de cuantificación del ingreso a cuenta.
No  se  debería  denominar  liquidación  provisional a  la  cantidad  exigida  en  el
momento  de  la  concesión  de  la  licencia  de  obras,  porque  sería  técnicamente
incorrecto  utilizar  el  concepto  jurídico  tributario  de  liquidación  provisional
para  hacer  referencia  a  la  cuantificación  o  liquidación,  en  términos  coloquia­
les, no técnico­jurídicos, del ingreso a cuenta que debe diferenciarse de la obli­
gación  tributaria  principal  derivada  de  la  realización  del  hecho  imponible.
Esta “liquidación provisional” se exige antes del momento del devengo, y tam­
bién,  antes  de  haberse  comenzado  a  realizar  el  hecho  imponible,  por  lo  que
resulta  imposible  que  dicho  acto  contenga  una  manifestación  de  voluntad
sobre  el  an y  el  quantum de  la  obligación  tributaria  vinculada  a  la  realización
de unas obras que todavía no se han iniciado. Sería necesario por ello modifi­
car  la  calificación  dada  por  el  legislador  y  considerar  que  la  naturaleza  de  la
deuda  tributaria  nacida  en  el  momento  de  obtener  la  licencia  de  obras  es  de
un  ingreso  a  cuenta,  como,  por  otra  parte,  ha  reconocido  abiertamente  el  Tri­
bunal  Supremo.
184.  La  confusión  anterior  (liquidación  provisional­ingreso  a  cuenta)  se
encuentra  acompañada  de  otra  añadida:  la  equívoca  utilización  por  parte  del
legislador del concepto de base imponible para hacer referencia a dos elementos
de cuantificación que son diferentes: por un lado, para referirse a la base impo­
nible  del  impuesto  en  sentido  jurídico  estricto  (acepción  del  art.  102. 1)  –el
“coste real y efectivo  de la  construcción, instalación  u  obra”–, y por  otro, para
referirse a lo que en realidad es un parámetro de cuantificación de la llamada de
forma  infeliz  “liquidación  provisional”  (que,  como  ya  se  ha  señalado,  debería
definirse como ingreso a cuenta) –acepción del art. 103. 1: “presupuesto presen­
tado por los interesados”–.
El ingreso a cuenta en el  ICIO  se realiza en función del  presupuesto de  obra,
porque constituye un parámetro de cuantía  aproximada  al parámetro utilizado
para determinar la base imponible, y basado en el coste real y efectivo de las obras
realizadas. Además, como el ingreso a cuenta se exige antes del inicio de las obras,
resulta ciertamente difícil  establecer otros parámetros de cuantificación de éste
que condujeran a resultados similares.
185. Los beneficios del  cambio de calificación de “liquidación  provisional”
a “ingreso a cuenta” serían los siguientes:

260
III.  Instrumentos de financiación

—  Resulta fundamental  para delimitar correctamente la base imponible y
superar el error  inducido por la doble utilización legal  de ese concepto,
porque determinaría, entre otras consecuencias, el reconocimiento de la
existencia  de un  doble presupuesto de hecho: el  hecho imponible, que
determina el nacimiento de la obligación tributaria; y el presupuesto de
hecho del  ingreso a cuenta, que en  este caso consiste en  la  obtención  de
la licencia de obras y que lleva aparejada la obligación de realizar presta­
ciones anticipadas.
—   Una vez reconocido que existen dos presupuestos de hecho a los que se
vinculan  dos  obligaciones  distintas,  se  podrá  reconocer  que  una  y  otra
tienen  diferentes  criterios  de  cuantificación.  Y  esto  es  precisamente  lo
que  sucede  en  el  ICIO,  que  existe  un  criterio  de  cuantificación  de  la
base imponible, específico y diferente del establecido para la cuantifica­
ción  de  la  magnitud  sobre  la  que  se  calcula  el  ingreso  a  cuenta,  aunque
el  legislador  haya  utilizado  la  misma  expresión  para  referirse  a  ambos
conceptos.
—  Reconocer expresa  y legalmente la naturaleza de ingreso a  cuenta de la
obligación de pago, nacida en el momento de la concesión de la licencia,
permitiría al obligado tributario aspirar a la devolución de lo pagado de
más en el momento de obtener la licencia –v. gr. cuando con ocasión del
ingreso a cuenta se abone una cantidad por ejemplo por la aplicación de
los módulos por un importe superior al que corresponde con ocasión de
la  finalización de la obra–, pues si se mantiene la consideración de que
el pago obedecía a la liquidación del tributo, habría que sostener, por ese
motivo, que el tributo se había devengado y resultaba jurídicamente exi­
gible, lo que sería en principio incompatible con la pretensión de devo­
lución de lo pagado.
186. En conclusión, la  posición mayoritaria  de la Comisión se decanta por
la presentación de dos “autoliquidaciones” –la inicial, como venimos señalando
que  actúa como un ingreso a cuenta, y  la final, a  efectos de que la Administra­
ción pueda disponer de un plazo adecuado de comprobación–. No obstante, un
sector minoritario de la  Comisión y  a efectos de reducir la  litigiosidad actual­
mente  existente  con  el  sistema  generalizado  de  autoliquidaciones,  sugiere  un
cambio legal para que sea el sujeto pasivo una vez presentada la autoliquidación
–como ingreso a cuenta–, presente de forma  ulterior una declaración final  de
obras  a  efectos de que sea  la  propia Administración –la  que con dicho  presu­
puesto que contiene la ejecución material de todos los costes directos realizados–
proceda a practicar una liquidación administrativa.

261
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Propuesta III.5
Reforma del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras
Hecho imponible
La Comisión propone una modificación en la  redacción  del hecho imponible
del impuesto para clarificar la sujeción a tributación de determinados contratos
y  operaciones  económicas  como,  por  ejemplo,  las  concesiones  y  las  obras  de
interés general, sean o no expresamente citados. El respeto al principio de igual­
dad tributaria, así como la capacidad económica manifestada en estos supuestos
conduciría en puridad, más que a una ampliación, a una aclaración o  concre­
ción del hecho  imponible del  ICIO,  en el  sentido de  su sometimiento a tribu­
tación.
Asimismo, la Comisión propone la clarificación de los supuestos de obras ilega­
les frente a las obras ilícitas. Solo las primeras darán lugar  a la realización del
hecho imponible.
Compatibilidad con las tasas urbanísticas
La  Comisión propone, partiendo de  la consideración de que estamos ante dos
hechos  imponibles  jurídicamente  distintos,  el  mantenimiento  de  la  tasa  y  el
ICIO, aunque atendiendo a la verdadera naturaleza jurídica de cada uno de ellos
con la correlativa y diferente forma de cuantificación, para lo cual sería necesa­
rio que el TRLRHL estableciera unos claros criterios de cálculo o cuantificación
de las tasas urbanísticas, evitando duplicidades.
La tasa debe configurarse atendiendo exclusivamente al coste del servicio efecti­
vamente prestado o actividad administrativa de concesión de la licencia –y ale­
jado del  coste de las  obras que no  es  un parámetro propio de las  tasas sino de
figuras  impositivas–, mientras que la base imponible del ICIO sí tiene lógica
que pueda gravitar sobre el coste propiamente de la construcción, instalación u
obra.
La Comisión considera que, quedando perfectamente delimitados  los distintos
hechos  imponibles  y  criterios  de  cuantificación  de  las  tasas  urbanísticas  y  el
ICIO, no debería permitirse la deducción de los importes satisfechos en concep­
to de tasas urbanísticas de la propia cuota del ICIO, a que se refiere el artículo
103. 3 TRLRHL, por cuanto se trata de dos hechos imponibles completamente
diferentes.
Base imponible
La Comisión propone la expresa referencia legal, en la determinación de la base
imponible,  al coste “directo” (excluyendo por ende,  los indirectos tal como se
definen en materia de contratación pública) y “efectivo” de las obras incorpo­
rando  los  principales  criterios jurisprudenciales  al respecto al  objeto de que se
graven únicamente capacidades económicas reales.
262
III.  Instrumentos de financiación

Gestión del impuesto
La Comisión considera que la exigencia del gravamen se haría más ágil y eficaz
si en el momento de conceder la licencia o presentar la declaración responsable
o comunicación previa –y en su ausencia, cuando se inicie la construcción, ins­
talación u obra–, se exigiera  el  pago de un ingreso a  cuenta sobre la autoliqui­
dación obligatoria posterior con ocasión de la finalización de la obra, que ha de
ser legalmente el momento en que se realice el hecho imponible del impuesto. 
Sería necesaria la  modificación de los artículos 102 y 103 TRLRHL, estable­
ciéndose la obligación de realizar un ingreso a cuenta en el momento de la con­
cesión de la licencia, presentación de la declaración responsable o comunicación
previa o, en su defecto, con ocasión de inicio de la obra, y una autoliquidación
definitiva al finalizar la misma, lo que servirá  para  iniciar el  cómputo del plazo
de comprobación, y contendrá una cuota a pagar en función de los costes direc­
tos y efectivos producidos con ocasión de la obra ya finalizada.
La Comisión propone la obligatoriedad de presentar una autoliquidación con
ingreso a cuenta sobre una obligación principal  futura, y autoliquidación,  con
ocasión de la finalización de la obra.

III.1.6.  IMPUESTO SOBRE APROVECHAMIENTO DE COTOS DE
CAZA Y DE PESCA
188. La Comisión propone la regulación de este impuesto de carácter potes­
tativo, en la misma norma que regule el resto de tributos locales y modificando
su denominación.
189.  Para  ello,  se  recomienda  una  revisión  de  la  regulación  actual  del
Impuesto  sobre  Gastos  Suntuarios  en  su  modalidad  de  aprovechamiento  de
cotos de caza y pesca, que pase por la simplificación de la definición de los cotos
de caza y pesca, y el establecimiento de una base imponible concreta y determi­
nada que se identifique con el valor del aprovechamiento. 
En los cotos de caza, esta base imponible podría ser la superficie del mismo
acotado en hectáreas. También podrían fijarse tipos de gravamen diferenciados
con arreglo a  la  tipología  del coto, pudiendo aprobarse tipos reducidos  en caso
de pérdida del aprovechamiento del coto, por causas naturales, de fuerza mayor,
u otras que no le sean imputables a su titular. Tales modificaciones redundarían
en una mejor adecuación del impuesto al principio de capacidad económica. 
Por  último,  con  la  finalidad  de  promover  la  autonomía  financiera  local,
podría facultarse a los Municipios a incrementar las tarifas dentro de los márge­
nes establecidos en la norma estatal que lo regule.
263
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Propuesta III.6
Impuesto sobre aprovechamientos de cotos de caza y pesca
Resumen ­ propuesta
La Comisión propone que el Impuesto se regule en la misma norma que el resto
de tributos locales,  se cambie su denominación y se revise su estructura  y ele­
mentos para adecuarlo al principio de capacidad económica. 

III.1.7.  IMPUESTO SOBRE ESTANCIAS TURÍSTICAS
190. Se propone la creación de un nuevo tributo ligado a las estancias turís­
ticas. Este nuevo impuesto local se justifica, eminentemente, por medio de dos
argumentos: la  estancia en hoteles o establecimientos de alojamiento análogos
es un inequívoco signo  de capacidad económica y, por otro lado, es  muy razo­
nable que los turistas contribuyan, aunque sea modestamente, a la financiación
de unos servicios públicos de los que disfrutan, aunque en menor medida  que
los residentes.
191. En  cuanto a este segundo argumento, se ha de tener presente que la
mayoría  de  los  impuestos  –tanto  directos  como  indirectos–  son  soportados
exclusivamente por los residentes en nuestro país (téngase en cuenta, por ejem­
plo, que los visitantes extracomunitarios pueden solicitar la devolución del IVA
por los productos adquiridos en nuestro país). Sin embargo, es evidente que –a
pesar de que los residentes son los principales destinatarios de los servicios públi­
cos– los turistas se benefician de los servicios públicos que prestan las Entidades
Locales (seguridad ciudadana, limpieza viaria, transporte público, etc.). 
En este sentido, se ha de recordar que, en virtud de lo dispuesto en el artículo
21  TRLRHL,  no  existe  la  posibilidad  legal  de  exigir  tasas  por  la  prestación  de
buena  parte  de  estos  servicios  públicos  locales,  lo  que  refuerza  la  pretensión  de
solicitar que los turistas hagan una pequeña contribución a las arcas públicas de
los lugares que visitan.
192.  Igualmente,  cabría  justificar  la  exigencia  de  este  impuesto  desde  el
punto  de  vista  del  impacto  medioambiental  que  el  turismo  causa  en  nuestro
país,  a  fin  de  evitar  una  indeseable  externalización  de  costes.  Esto  es,  resulta
equitativo  y  eficiente  que  los  turistas  aporten  las  cantidades  necesarias  para
paliar el impacto que puedan causar en el medioambiente.
193. Medidas semejantes a esta propuesta se pueden encontrar en países de
todo el mundo como Estados Unidos (Hotel Tax), Francia (Taxe de Séjour), Ita­
lia (Contributo  di soggiorno) o Alemania  (Bettensteuer). Asimismo, existen  ante­
cedentes  en  nuestro  país,  como  el  derogado  impuesto  sobre  las  estancias  en
264
III.  Instrumentos de financiación

empresas turísticas de alojamiento, establecido por la Ley 7/2001 del Parlamen­
to de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, así como dos tributos auto­
nómicos  vigentes  en  la  actualidad:  el  impuesto  catalán  sobre  las  estancias  en
establecimientos turísticos (Ley  5/2012, de 20 de marzo) y el  impuesto  sobre
estancias turísticas en las Illes Balears y de medidas de impulso del turismo sos­
tenible (Ley 2/2016, de 30 de marzo).
194.  En  contra  del  establecimiento  de  este  impuesto  suele  aducirse  el  posi­
ble  impacto  negativo  que  pueda  tener  sobre  una  actividad  económica  tan  rele­
vante como el turismo. Sin embargo, ya existen estudios empíricos que apuntan
a  un  muy  escaso  impacto  negativo  de  este  tipo  de  tributos  sobre  la  entrada  de
turistas.
195.  El  impuesto  local  potestativo  que  se  propone  debería  presentar  un
hecho imponible suficientemente amplio como para englobar todas las modali­
dades de estancias turísticas. El  contribuyente habría  de  ser la persona  que rea­
liza  la  estancia,  si  bien,  a  efectos  de  facilitar  la  gestión  del  impuesto,  podría
determinarse  que  el  titular  del  establecimiento  turístico  fuera  el  sustituto  del
contribuyente. La base imponible habría de tener en cuenta el número de estan­
cias y en  la  fijación  de la  cuota se podría distinguir, otorgando cierto margen a
la autonomía local, entre establecimientos de distintas categorías.
196. En  lo  que se refiere a  la compatibilidad de este impuesto  con el  Dere­
cho de la Unión Europea, cabe destacar que este tributo, a los efectos de la Sexta
Directiva,  no  debe  ser  considerado  como  un  “impuesto  sobre  el  volumen  de
negocio”, ya que, a pesar de que materialmente grave una prestación de servicios
como  es  el  alojamiento  turístico:  i)  no  es  proporcional  al  precio  del  servicio
puesto que la cuantía se refiere únicamente a la categoría del establecimiento sin
referencia alguna a la contraprestación pagada; ii) no se percibe en cada una de
las fases del proceso de producción y de distribución, en tanto que solo se grava
el consumo final, y iii) no se aplica sobre el valor añadido de los bienes y de los
servicios,  en  la  medida  en  la  que  no  se  calcula  deduciendo  previamente  el
impuesto abonado en la transacción precedente. 
197. Por último, se ha de reseñar que en el supuesto de que el impuesto que
se propone presentara un hecho imponible muy similar (o idéntico) al que existe
en los impuestos balear y catalán referidos y se produjera un supuesto de doble
imposición sería de aplicación lo dispuesto en el artículo 6. 2 LOFCA. 
198. La justificación del establecimiento de este impuesto en el ámbito local
en vez de en el autonómico se funda en que la mayoría de los costes que provo­
can los turistas son soportados  por las Entidades Locales (seguridad ciudadana,
limpieza viaria y transporte público).
265
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Es  cierto  que  el  turismo  puede  incrementar  también  los  costes  sanitarios
sufragados por las comunidades autónomas. Sin embargo, se ha de tener presen­
te que ya existen mecanismos legales para que los costes sanitarios relativos a los
no residentes en la comunidad autónoma sean compensados.
Propuesta III.7
Creación de un Impuesto sobre Estancias Turísticas
Se propone la creación de un impuesto sobre las estancias turísticas. Este nuevo
tributo local se justifica en que las estancia en hoteles o establecimientos análo­
gos es un inequívoco  signo de capacidad económica y,  en la razonabilidad de
que los  turistas contribuyan, en la medida de su uso, a la financiación de unos
servicios públicos.
El nuevo impuesto potestativo local que se propone debería presentar un hecho
imponible suficientemente amplio  como para englobar  todas  las  modalidades
de estancias turísticas. El  contribuyente habría  de ser la persona que realiza la
estancia,  si  bien, a efectos  de facilitar la gestión del  impuesto,  podría determi­
narse que el  titular del  establecimiento  turístico  fuera el sustituto  del  contribu­
yente. La base imponible habría de tener en cuenta el número de estancias y en
la fijación de la cuota se podría  distinguir, otorgando cierto margen a la auto­
nomía local, entre establecimientos de distintas categorías.

III.1.8.  RECARGOS
La Comisión considera  oportuno habilitar a  los Ayuntamientos el  ejercicio
de una cierta capacidad normativa a efectos de que puedan ampliar sus recursos
e  incorporar  elementos  de  personalización  de  la  carga  tributaria  a  nivel  local.
Entre las distintas alternativas disponibles la figura más adecuada para imponer
un recargo  es el IRPF. En  este sentido, los  Ayuntamientos de más de 20.000
habitantes que así lo  deseen podrán establecer un recargo de tipo fijo sobre la
cuota líquida en su tramo estatal.
Asimismo, la  Comisión considera  conveniente reforzar el escaso peso de la
base tributaria en la financiación provincial otorgándoles la potestad de estable­
cer  recargos  sobre  impuestos  municipales  y  sobre  la  cuota  líquida  estatal  del
IRPF de los contribuyentes que tengan su residencia habitual en Municipios de
menos de 20.000 habitantes.
Propuesta III.8
Recargos municipales y provinciales
Se propone la posibilidad de que los Ayuntamientos de más de 20.000 habitan­

tes puedan establecer un recargo de tipo fijo sobre la cuota líquida del IRPF, así

266
III.  Instrumentos de financiación

como  las  Diputaciones  Provinciales,  Consejos  y  Cabildos  Insulares  puedan


aprobar recargos sobre impuestos municipales y sobre la cuota líquida estatal del
IRPF de los contribuyentes que tengan su residencia habitual en Municipios de
menos de 20.000 habitantes.

III.1.9.  TASAS

III.1.9.1.  Cuestiones generales
201. La autonomía de los entes locales en la decisión de establecer o no una
determinada tasa es plena. Por el  contrario, el  margen de decisión relativo a la
forma  y  al  contenido  de  estos  tributos  no  es  tan  amplio,  sino  que  el  Estado
–tanto para garantizar el cumplimiento de la reserva de ley tributaria contenida
en el art. 31. 3 CE, como para establecer las bases del régimen jurídico financie­
ro de la Administración local (al amparo de lo contenido en los arts. 149. 1. 14
y 149. 1. 18 CE)– ha  limitado el margen de actuación de las Entidades Locales
al  establecer  las  características  fundamentales,  e  indisponibles,  que  habrán  de
reunir estos tributos.
202. Clásicamente se han sostenido determinados argumentos en favor de la
utilización de las tasas para la financiación de los servicios públicos, que pueden
resumirse en la consecución de una mejor atención a las preferencias de los ciu­
dadanos; una mayor transparencia en la gestión pública al hacerse visible el coste
de cada servicio; un uso más racional de los servicios públicos –puesto que el
usuario  asume, al  menor parcialmente, su  coste–; y una  mayor motivación del
contribuyente  para  cumplir  con  sus  obligaciones  tributarias,  en  tanto  que  la
cuota  tributaria  satisfecha  tiene  siempre  como  correlato  una  contraprestación
por parte de la Administración.
203. Las ventajas de la utilización de las tasas que se acaban de exponer par­
ten,  en  su  formulación  teórica,  del  presupuesto  de  que  el  ciudadano  solicita
voluntariamente la prestación de que se trate, de suerte que la provisión de bien­
es y servicios públicos podía asemejarse a un mercado competitivo en el que los
precios (los tributos) se ajustan de manera eficiente. Sin embargo, se ha de con­
siderar que, de acuerdo con la definición legal del hecho imponible de las tasas
(que,  a  su vez, se remite al  concepto constitucional  de “prestación patrimonial
de carácter  público”), tendrán esta  calificación las cantidades exigidas coactiva­
mente a los ciudadanos, esto es, aquellas exigidas por bienes y servicios de soli­
citud o recepción obligatoria.
204. Junto  con la  anterior matización  igualmente se ha de poner  de mani­
fiesto que las tasas no son, en principio, aptas para logar un efecto redistributivo,
267
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

en tanto que suponen la exigencia de una igual cantidad monetaria a sujetos con
capacidades económicas distintas, lo cual comporta además un mayor sacrificio
para  quienes  posean  una  menor  capacidad  contributiva.  Asimismo,  se  ha  de
advertir que la  utilización  de tasas para  la  financiación de servicios públicos no
puede restringir el ejercicio efectivo de los derechos fundamentales constitucio­
nalmente reconocidos.
205. Tanto  en el  ámbito estatal  como en el  autonómico,  la importancia de
las tasas desde un punto de vista recaudatorio es ciertamente menor. Sin embar­
go, en el ámbito local representan una parte muy relevante del total de ingresos
públicos. Así, sobre los presupuestos liquidados de 2015, las “tasas y otros ingre­
sos” representaron el 18 % de los ingresos tributarios de los Ayuntamientos y el
13,5 % de los ingresos tributarios de las Entidades Locales en su conjunto. En
términos cuantitativos, en  este mismo año supusieron para el conjunto de las
Entidades  Locales  unos  ingresos  totales  de  más  de  6.200  millones  de  euros.
Estas  cifras  son,  por  sí  mismas,  suficientemente  ilustrativas  de  la  importancia
que este tipo de tributos tiene en la Hacienda local. 

III.1.9.2.  Tasas por prestación de servicios públicos y actividades
administrativas

III.1.9.2.1.  Hecho imponible
206. La aplicación del artículo 20. 1 del TRLRHL ha  presentado diversos
problemas, entre los que destacamos los siguientes: qué haya de entenderse por
“prestación de un servicio público o la realización de una actividad administra­
tiva en régimen de derecho público”; cuáles habrán de ser “los bienes, servicios
o actividades imprescindibles para la vida privada o social del solicitante” y, por
último, a qué criterio se ha de atender para decidir si se está o no ante servicios
“[q]ue no se presten o realicen por el sector privado”.
207.  Durante  muchos  años  la  doctrina  y  la  jurisprudencia  consideraron,
especialmente en lo que se refiere al ámbito local, que existía un criterio de dis­
tinción  relativo  a la  financiación de los  servicios públicos, que se basaba  en la
forma de gestión de los mismos y que tendría  como consecuencia que la  natu­
raleza de la contraprestación dependería de la  forma  de gestión  del servicio, de
modo que si se estaba ante una técnica de gestión directa, la  contraprestación
sería  una  tasa,  mientras  que  si  se  trataba  de  una  técnica  de  gestión  indirecta
(concesión), la contraprestación sería una tarifa.
208.  La  doctrina  del  Tribunal  Constitucional,  así  como  el  tenor  literal  del
artículo  2  de  la  LGT  en  su  redacción  originaria,  llevaron  a  que  el  Tribunal
268
III.  Instrumentos de financiación

Supremo alterara en 2009 su propia jurisprudencia, concluyendo que es “aplica­
ble en el ámbito local la referencia a que la forma de gestión del servicio no afecta
a  la  naturaleza  de  la  prestación,  siempre  que  su  titularidad  siga  siendo  pública,
como sucede en los supuestos de concesión”. Acto seguido, en la Ley 2/2011, de
4 de marzo, de Economía Sostenible, se dispuso la supresión del párrafo final del
artículo 2. 2. a) LGT, lo que reavivó el debate en torno a la relevancia de la forma
de gestión del servicio público. Con todo, la actual doctrina reiterada del Tribu­
nal  Supremo  establece  que,  también  tras  la  citada  reforma  legal  de  2011,  la
forma  de  gestión  del  servicio  no  afecta  a  la  naturaleza  de  la  prestación,  siempre
que su titularidad siga siendo pública.
209. La situación que se acaba de describir ha generado una indudable inse­
guridad  jurídica  en  todos  los  que  intervienen  en  la  prestación  y  recepción  del
servicio  (Administración,  empresas  concesionarias  y  contribuyentes)  que  se  ha
plasmado  en  un  alto  volumen  de  litigios  con  altos  costes  para  todos  los  afecta­
dos. En este sentido, a fin de ofrecer un marco jurídico claro y previsible, parece
oportuno especificar en el texto legal, como hiciera el anterior artículo 2 LGT,
que  la  forma  de  gestión  del  servicio  no  afecta  a  la  naturaleza  de  la  prestación
exigida.
210. La Comisión considera la necesidad, de clarificar las consecuencias que
pudiera tener en términos de gestión, recaudación y sujeción al IVA, la califica­
ción como tasas de las contraprestaciones que reciben las empresas concesiona­
rias por los servicios que prestan, a fin de ofrecer un marco legal suficientemente
previsible y estable.
211. En su afán por distinguir aquellos servicios públicos cuya solicitud era
libre,  real  y  efectivamente,  el  Tribunal  Constitucional  señaló  que  había  de
entenderse  que  eran  igualmente  coactivas  aquellas  prestaciones  “en  las  que  el
bien,  la  actividad  o  el  servicio  requerido  es  objetivamente  indispensable  para
poder satisfacer  las necesidades básicas de la vida  personal  o social de los par­
ticulares de acuerdo con las circunstancias sociales de cada momento y lugar o,
dicho, con otras palabras, cuando la  renuncia a estos bienes, servicios o  activi­
dades priva al particular de aspectos esenciales de su vida privada o social” (STC
185/1995, FJ 3.o). 
Esta doctrina jurisprudencial fue trasladada, prácticamente de forma literal,
al tenor de la  norma, de suerte que en el ámbito de las  tasas por prestación de
servicios y actividades públicas: “No se considerará voluntaria la solicitud o la
recepción por parte de los administrados (...) Cuando los bienes, servicios o acti­
vidades requeridos sean imprescindibles para la vida privada  o social del solici­
tante.” [Art. 20. 1. B. a) TRLRHL.]
269
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

212. La aplicación de este precepto puede generar disparidades de criterio en
y, en su caso, tratamientos desiguales entre distintos Municipios, toda  vez  que
el legislador no ha precisado explícitamente qué servicios o actividades públicas
son imprescindibles para  la vida privada  o social  de sus solicitantes, de suerte
que se presenta como un concepto jurídico indeterminado que precisa interpre­
tación, por lo que parece aconsejable una mayor precisión normativa. 
213. El hecho de que se aprecie la nota de coactividad en los servicios, bienes
o  actividades  públicos  sobre  los  que  recae  un  monopolio  de  derecho  no  parece
que vaya a causar problemas de envergadura. Mayores dudas puede arrojar iden­
tificar el monopolio de hecho, esto es, constatar que los servicios, bienes o activi­
dades en cuestión “no se presten o realicen por el sector privado” [art. 20. 1. B. b)
TRLRHL].  En  efecto,  no  se  especifica  si  para  considerar  la  existencia  de  mono­
polio  se  ha  de  adoptar  un  criterio  administrativo  o,  por  el  contrario,  un  criterio
económico. 
Deberá conocerse, en términos propios del  derecho de la  competencia cuál
será el mercado relevante a los efectos de considerar la existencia de monopolio.
Si se opta  por un criterio administrativo, la  cuestión puede resolverse con rela­
tiva facilidad. Solo  hay que atender al  ámbito geográfico de la  Administración
competente que suministra el servicio, esto es, en el caso de un servicio público
municipal  habría  que  averiguar  si  dicho  servicio  se  presta  o  no  en  el  propio
Municipio. Este criterio  es, desde luego, muy práctico y de aplicación relativa­
mente sencilla. 
Sin embargo, si se hace una interpretación teleológica  de lo señalado por el
Tribunal Constitucional, en el sentido de asegurar una libertad “real y efectiva”
en la realización del hecho imponible, puede que la adopción de tal criterio no
resulte  adecuado  en  algunos  casos.  Así,  en  los  supuestos  de  que  un  servicio
público se preste por un  Ayuntamiento y  ese mismo servicio sea  suministrado
por el sector privado de la localidad limítrofe. Será necesario valorar, por tanto,
los distintos supuestos que ambas posibilidades ofrecen, en aras a conseguir una
mayor simplificación de la gestión administrativa y una mayor seguridad jurídi­
ca para los operadores.

III.1.9.2.2.  Cuantificación
214. La conexión entre la actividad administrativa o servicio público local y
la  tasa  correspondiente  se  concreta  en  una  peculiar  aplicación  del  principio  de
equivalencia  de  coste,  manifestada  en  el  artículo  24. 2  TRLRHL.  Así  pues,  la
Ley de Haciendas Locales recoge el principio de equivalencia en su vertiente gru­
pal,  descartando,  por  tanto,  la  aplicación  individual  de  este  principio.  Esto  es,

270
III.  Instrumentos de financiación

los  términos  de  comparación  a  la  hora  de  establecer  la  relación  de  equivalencia
han de ser, por un lado, el gasto total que un servicio público o actividad admi­
nistrativa  comporta  para  el  sujeto  activo  y,  por  otro  lado,  la  suma  de  todos  los
ingresos provenientes de las cuotas tributarias de los respectivos sujetos pasivos.
215. La adopción de una perspectiva grupal podría desnaturalizar el sentido
del principio de equivalencia, ya que neutraliza buena parte de las funciones que
dicho principio pretende cumplir. En particular, trascender el cálculo individual
del coste generado por cada sujeto pasivo puede poner en cuestión la búsqueda
de un uso más racional de los servicios públicos, la invocada atención a las pre­
ferencias de los ciudadanos y la mayor motivación de estos a la hora de afrontar
sus obligaciones tributarias. 
En  efecto,  cuanto  mayor  sea  el  grupo  que  se  toma  como  referencia,  más
cuestionables serán las virtudes que habitualmente se anudan  a  la búsqueda  de
la equivalencia en la tributación. Esto se hace especialmente evidente en las tasas
exigidas por servicios públicos  destinados a un grupo mayoritario de la pobla­
ción, en los que la situación particular de cada sujeto pasivo se diluye en el resul­
tado agregado del grupo.
216.  No  obstante,  no  es  menos  cierto  que  la  perspectiva  grupal  que  adopta
el  artículo  24. 2  TRLRHL  se  explica  en  gran  medida  por  el  hecho  de  que  las
Entidades Locales exigen tasas por servicios cuya individualización es ciertamen­
te  complicada  o  incluso  imposible,  sobre  todo  teniendo  en  cuenta  los  medios
materiales y personales con los que cuentan la mayoría de las Entidades Locales.
Paradigmática de esta cuestión es, junto con la tasa de alcantarillado, la tasa exi­
gida por el servicio de recogida de residuos sólidos urbanos, en la que la medición
del uso del servicio que lleva a cabo el sujeto pasivo es ciertamente complicada.
217.  En  consecuencia,  se  ha  de  buscar  un  equilibrio  entre  lo  posible  y  lo
deseable, ya que una medición estricta del coste individual de los servicios públi­
cos no parece viable en las actuales circunstancias. Así, quizás sea suficiente con
evitar la existencia de supuestos patológicos en los que la desproporción entre el
coste del servicio y la cuota tributaria satisfecha es clara y manifiesta.

III.1.9.3.  Tasas por la utilización privativa o el aprovechamiento especial del
dominio público local

III.1.9.3.1  Cuantificación
218. En el artículo 24. 1 TRLRHL se dispone que la cuota tributaria de este
tipo de tasas se establecerá “[c]on carácter general, tomando como referencia el
valor que tendría en el mercado la utilidad derivada de dicha utilización o apro­
271
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

vechamiento, si los bienes afectados no fuesen de dominio público”. Acto segui­
do,  con  el  fin  de  garantizar  una  medición  no  arbitraria  de  dicha  utilidad,  se
añade que “las ordenanzas fiscales podrán señalar en cada caso, atendiendo a la
naturaleza específica de la  utilización  privativa  o del  aprovechamiento especial
de que se trate, los criterios y parámetros que permitan definir el valor de mer­
cado de la utilidad derivada”. 
Este  precepto  pretende  asegurar  que  la  entidad  local  no  incurre  en  arbitra­
riedad en la cuantificación de la utilidad del dominio público. En efecto, como
recordaba  el  Tribunal  Constitucional  en  la  STC  233/1999,  ha  de  quedar  claro
que la valoración que se haga de la utilidad resultante de la ocupación del dema­
nio no puede ser, en ningún caso, “caprichosa o antojadiza”, sino que se trata de
un caso de discrecionalidad técnica que podrá ser fiscalizado por los tribunales. 
A estos efectos, se pone de relieve la importancia  de los informes técnico­
económicos, en  los que se ha  de contener los criterios y parámetros utilizados
para cuantificar el correspondiente “valor de mercado”, según se dispone en  el
artículo  25  TRLRHL.  Por  su  parte,  el  control  a  posteriori  que  los  tribunales
hagan de dichos informes ha de asegurar que las cuantías se encuentran funda­
mentadas y que dicha fundamentación es razonable.
219. Cabe sostener que la apelación  a  los valores de mercado resulta espe­
cialmente  llamativa,  puesto  que  se  está  haciendo  referencia  a  bienes  que,  por
integrar el  dominio público, se encuentran extra commercium. No obstante, se
ha de tener presente que el propósito de este precepto no es otro que lograr una
concreción de qué se haya de entender por el  provecho obtenido de los bienes
demaniales.  Los  innumerables  litigios  que  han  versado  acerca  de  este  tipo  de
tasas, que tantos costes han supuestos para todos los operadores jurídicos, ponen
de manifiesto que el  texto  legal actual no satisface las necesarias exigencias de
certeza  y  previsibilidad.  En  consecuencia,  la  Comisión  propone  reformar  el
modelo actual.
220.  La  citada  reforma  legal  podría  articularse al  menos de  cuatro modos
distintos, los cuales no son necesariamente excluyentes entre sí. A saber:
a) Introducir en el  texto  legal los parámetros  que, en todo caso, habrán de
ser tenidos en cuenta  en la  cuantificación. Esta  posibilidad se enfrenta  a
la  extraordinaria  heterogeneidad  que  presentan  las  diversas  tasas  por
aprovechamiento del dominio público.
b) Introducir en el texto legal una fórmula fija y simplificada de cuantifica­
ción de las tasas más controvertidas, tal y como se realizó con las tasas por
utilización  privativa  o  aprovechamientos  especiales  constituidos  en  el

272
III.  Instrumentos de financiación

suelo, subsuelo o vuelo de las vías públicas municipales. En este sentido,
podría  establecerse  un  sistema  de  cálculo  fijo  para  todas  las  empresas
suministradoras  de  bienes  o  servicios  (incluida  también  la  Compañía
Telefónica Nacional  de España)  que no solo englobe la cuota  relativa  a
todas las tasas por aprovechamiento especial o uso privativo del dominio
público ligadas a  la prestación  de los bienes o servicios, sino también  la
relativa  al  ICIO  que  hubieran  de  satisfacer  por  las  obras  directamente
relacionadas  con  dicha  prestación  de  servicios.  La  Comisión  considera
que la  modificación de este sistema de cuantificación debe desarrollarse
bajo  los parámetros  señalados recientemente por el Tribunal  de Justicia
de la Unión Europea en este ámbito y sin que este nuevo modelo fortfe­
tario suponga merma alguna de los ingresos que actualmente reciben las
Entidades Locales por estos conceptos.
Este tipo de soluciones, que suponen un gran avance en términos de segu­
ridad  jurídica  y  simplificación  de  la  gestión  administrativa,  al  tiempo
podrían no obstante implicar un cierto distanciamiento del valor real de la
utilidad que comporta para el contribuyente el uso del dominio público.
c) Remitir a  un ulterior  desarrollo reglamentario la  redacción de modelos
de informes técnico­económicos para las tasas más habituales. La opción
de recurrir a la norma reglamentaria, en lugar de su determinación por la
ley  supone  una  mayor  adaptabilidad  de  la  regulación  normativa  a  las
cambiantes circunstancias del sector, sin que ello fuera en detrimento de
la necesaria seguridad jurídica que requieren los operadores.
d) Aprobar una específica ley de tasas para el ámbito local en la que se con­
tenga una regulación pormenorizada del método de cuantificación de las
tasas  más  comunes,  al  tiempo  que  se  ofrezcan  –en  cumplimiento  del
principio  de reserva de ley–  parámetros genéricos que informen el resto
de tasas no explícitamente recogidas en la ley.
221. Se ha puesto de manifiesto en la práctica la dificultad para las Entidades
Locales para recabar información fiscalmente relevante de las empresas suminis­
tradoras  de  servicios.  Sin  perjuicio  de  los  avances  que  otorgan  las  potestades  de
investigación  e  intercambio  de  información  entre  Administraciones,  resulta
recomendable establecer en el texto legal la obligación que incumbe a los sujetos
pasivos  de  las  tasas  de  ofrecer,  tanto  por  suministro  como  por  requerimiento
individualizado, la información que sea necesaria para la exigencia de las tasas.
222. En alguna ocasión, de forma excepcional, las tasas por el uso privativo
y el aprovechamiento especial del dominio público no se anudan exclusivamen­

273
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

te al beneficio  obtenido  por  el  sujeto pasivo, sino que además persiguen  cubrir


los costes en los que ha incurrido la Administración para el mantenimiento del
dominio  público.  El  fin  retributivo  que  persiguen  las  tasas  puede  amparar  la
inclusión de los gastos que soporte la entidad local que estén directamente rela­
cionados  con  el  aprovechamiento  del  dominio  público  de  que  se  trate,  tal  y
como ha afirmado el Tribunal Supremo.
223. Aunque, en puridad, correspondería la  exacción de dos tasas diferen­
ciadas, una  por el  uso  del dominio público y otra  por  la  prestación del  servicio
de mantenimiento del mismo, la íntima relación que existe entre ambos concep­
tos puede justificar, con apoyo en razones de eficiencia administrativa, la exigen­
cia de una única tasa en la que se engloben tanto el beneficio obtenido como el
gasto generado. 
No obstante, esto ha  de ser excepcional y  se ha  de justificar explícitamente
pues, de lo  contrario, podría  aprovecharse la exacción de las tasas de dominio
público de forma que, se pretendieran incluir, también gastos de servicios públi­
cos que no guardan relación directa con el uso de los bienes demaniales. En efec­
to, no solo  ha  de existir una  relación directa  entre los gastos  que se imputan y
la  ocupación  del  dominio  público,  sino  que  además  se  han  de  detallar  en  el
correspondiente informe técnico­económico. 
Esto  último  garantiza  que  al  sujeto  pasivo  no  se  le  exigirán  ulteriores  tasas
relativas a los servicios cuyo coste ya ha soportado, ni tendrá que afrontar la repa­
ración  y  restauración  del  dominio  público,  en  los  términos  del  artículo  24. 5
TRLRHL, si dicha indemnización ya fue incluida en la tasa originaria.

III.1.9.3.2.  Informe técnico­económico
224. El  informe técnico­económico, que debe formar parte del  expediente
de aprobación de la ordenanza reguladora de la tasa, se ha convertido en el ele­
mento  más  vulnerable  del  expediente  de  aprobación  o  modificación  de  la
misma. Es, además, uno de los  elementos más  controvertidos y numerosos en
los pronunciamientos de los Tribunales. Igualmente, su ausencia o insuficiencia
produce como  consecuencia la  nulidad absoluta de la  ordenanza  que la regule,
con los efectos negativos que ello supone.
225. Es fundamental que se tenga presente la finalidad del informe técnico­
económico,  que no  es otra que la de ser una  “garantía  para  el  administrado ya
que a la vista de los mismos es como puede determinarse si el Ayuntamiento ha
fijado el importe de las tasas conforme a Derecho”. Con ello se garantiza  que,
por un lado, el informe permita que se pueda comprobar si efectivamente se está
respetando  la  regla  de la  equivalencia (de coste o de beneficio) que impone la
274
III.  Instrumentos de financiación

Ley de Haciendas Locales y, al mismo tiempo, la expresión de los métodos uti­
lizados para el cálculo  de las cuantías, permite al contribuyente el ejercicio real
de defensa frente a un hecho imponible potético cálculo arbitrario operado por
la Administración.
226. La transparencia que ha de presidir siempre la actuación pública, junto
con la propia lógica remunerativa de estos ingresos aconsejan la necesaria redac­
ción de un informe técnico­económico que especifique los ingresos y costes pre­
vistos, así como la parte de los costes que será sufragada –en su caso– con cargo
a otros ingresos de la entidad local. En este sentido, de la regulación legal pode­
mos extraer una serie de conclusiones en relación a dicho informe:
—  El  informe técnico­económico deberá  estar presente en  los expedientes
de establecimiento de las tasas.
—  Deberá contener referencias expresas y justificadas de todas las variables
necesarias para valorar la utilidad derivada del aprovechamiento, el coste
del servicio o de la actividad.
—  Deberá  contener  una  previsión  de  los  ingresos  estimativos  que  la  tasa
proporcionaría, a  fin  de compararlo con los costes estimados  o la  utili­
dad prevista.
—   Para la determinación de la cuantía de las tasas podrán tenerse en cuenta
criterios genéricos de capacidad económica de los sujetos obligados a satis­
facerlas, en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 24. 4 TRLRHL.
227. Se advierte la dificultad de encontrar una fórmula ajustada para lograr
el adecuado equilibrio de todos los factores y exigencias anteriormente mencio­
nados; sobre todo por  la presencia  de elementos de subjetividad e indefinición
de los términos empleados. Asimismo, el  propio artículo 24. 1 de la TRLRHL
prevé excepcionalidades y criterios particulares de determinación del importe de
las tasas, cuando se utilicen  procedimientos de licitación  pública, y cuando se
trate de utilización privativa o aprovechamientos especiales a favor de empresas
explotadoras  de  servicios  de  suministros  de  carácter  general  que  afecten  a  la
generalidad, o a una parte importante del vecindario.
228. La Comisión propone a tales efectos las siguientes medidas correctoras
de la situación actual:
1.  La  obligatoriedad  de  elaboración  del  informe  técnico­económico  tanto
para la creación y modificación de las tasas como de los precios públicos,
como se reiterará en el apartado correspondiente. Además, dicha memo­
ria  debe  contener  una  estructura  adecuada,  con  un  contenido  mínimo
explícito y una metodología común de cálculo del coste.
275
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

2. Identificación  precisa  del supuesto de hecho que va a dar lugar a  la  exi­


gencia de la tasa o precio público. Esta clara delimitación es esencial para
la calificación jurídica de la contraprestación, así como para la estimación
del coste del servicio que se va a prestar o, en su caso, de la  utilidad que
va a  suponer la utilización del  dominio público. Igualmente, una  nítida
delimitación del supuesto de hecho posibilita una mejor compatibilidad
con otras posibles prestaciones similares que, en su caso, puedan existir.
3. Fijación  de variable o variables cuantificables, o unidades de referencia,
que puedan objetivar el beneficio, la actividad o prestación que recibe el
sujeto pasivo  cuando  la  consume. En el caso de que para  su cuantifica­
ción se deba utilizar más de una variable o referencia, se explicitará, para
cada una de ellas, su peso relativo y, de esta forma, se cuantificará la uti­
lidad derivada de su consumo de la actividad/prestación o, en su caso, del
aprovechamiento de dominio público. 
Cuando en la  citada  cuantificación se indique que dicha  previsión debe
hacerse sobre el coste de la actividad/prestación, dicha previsión utilizará
para su  cálculo una metodología  común y reconocida, como  es la  Reso­
lución de 28 de julio de 2011, propuesta por la IGAE.
Ha de considerarse que la ICAL explicita en sus Cuentas Anuales que para
informar  de  las  Notas  26  y  27  de  la  Memoria  (costes  de  las  actividades  e
indicadores de gestión) debe ser obligatorio como metodología de cálculo
la que se recoge en la citada Resolución de 28 de julio de 2011, de la IGAE.
Es decir, es imprescindible para su seguimiento que, en su creación/modi­
ficación,  las  obligadas  previsiones  se  hagan  con  idéntica  metodología  de
cálculo que la determinación del coste de las actividades/prestaciones para
informar en las referidas Notas y, así, posibilitar la realización de compro­
baciones de cumplimiento, comparando las previsiones y las realizaciones.
4. La previsión de los ingresos recaudados y determinación del grado de los
márgenes de cobertura de los costes ocasionados, cuando se refiera a acti­
vidades/prestaciones en el caso de las tasas y precios públicos. Todo ello
con el objetivo de cumplir,  entre otros, con  el  obligado equilibrio entre
ingresos y costes.
Sin embargo, la Comisión considera que no es suficiente con que dichas
estimaciones presenten un equilibrio teórico en el informe técnico­eco­
nómico en la creación/modificación de la tasa o del precio público, sino
que  también  es  necesario  incorporar  las  correspondientes  herramientas
de  cálculo,  control  y  seguimiento  imprescindibles  para  comprobar  que
dicho  equilibrio  se  cumple  durante  los  años  posteriores.  Para  ello  se
276
III.  Instrumentos de financiación

requiere que la  determinación de los referidos márgenes se lleve a cabo,
en los años sucesivos, con idéntica metodología, y que, consecuentemen­
te, sean comparables con las estimaciones iniciales.
5. Concreción  tarifaria,  distinguiéndose  la  contraprestación  por  tarifa  gene­
ral de aquellas otras reducidas, bien por aplicación del principio de capa­
cidad  económica  o  por  otras  causas,  incentivos  o  bonificaciones,  de
Legislación  General  (Estado,  CCAA,  etc.)  o  propios  de  la  entidad  local.
La diversidad de precios cobrados a los sujetos pasivos por idéntica activi­
dad/prestación,  causada  por  la  diversidad  de  beneficios  fiscales  hace  que,
en  general,  sea  difícil  la  determinación  objetiva  del  margen  de  cobertura
de la actividad/prestación, si no se identifica lo que es propiamente el pre­
cio  genérico,  sin  beneficios  fiscales,  frente  a  los  importes  que  se  exigen
según las condiciones personales del sujeto pasivo. En tal sentido, en opi­
nión  de  la  Comisión,  el  informe  técnico­económico  debe  contener  dos
estimaciones:
a.   El grado de cobertura del coste del servicio por la actividad/prestación
realizada, tomando como ingreso el precio genérico de la  misma, sin
beneficios  fiscales.  Esta  es  la  base  cuantitativa  que  debe  tenerse  en
cuenta para contrastar el cumplimiento de las reglas legales de cuanti­
ficación.
b.  El grado de cobertura del coste del servicio por la actividad/prestación
realizada, tomando como ingresos los estimados, considerando todos
los beneficios fiscales que, a  su  vez, nos informará  sobre los recursos
que deberá  reservar la  entidad local para cubrir el  déficit  de la  tasa  y
el precio público. 
b.  De  esta  forma  el  seguimiento  o  control  atenderá  indefectiblemente
tanto al cumplimiento de la ley como a la suficiencia financiera de la
tasa y el precio público.
6. Revisión  o  actualización  del  cálculo  del  informe  técnico­económico,
como mínimo, cada 5 años.
Propuesta III.9
Reforma de las tasas
Tasas por prestación de servicios o realización de actividades: Hecho imponible
En relación con la definición del hecho imponible de las tasas se propone:
1.—Aclarar que se entenderá que los servicios se prestan o las actividades se rea­
lizan en régimen de derecho público cuando se lleven a cabo mediante cualquie­

277
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

ra de las formas previstas en la legislación administrativa para la gestión del ser­
vicio público y su titularidad corresponda a un ente público.
2.—Introducir criterios más precisos sobre qué debe entenderse por bienes, ser­
vicios o actividades imprescindibles para la vida privada o social del solicitante. 
3.—Precisar  que habrán de considerarse coactivos  aquellos  servicios,  bienes o
actividades que no se presten o realicen por el sector privado en el ámbito de la
entidad local que exija el tributo.
Tasas por prestación de servicios o realización de actividades: Cuantificación
Se  propone  adoptar  la  consideración  individual,  en  lugar  del  actual  enfoque
grupal, de la equivalencia de coste en las tasas por prestación de servicios o acti­
vidades administrativas, en la medida en la que las particulares características del
servicio o actividad lo permitan.
Tasas por aprovechamiento especial o utilización del dominio público: Cuantificación
Se propone modificar la regulación relativa a la cuantificación de las tasas por el
uso del dominio público mediante alguna(s) de las siguientes técnicas:
1.—Introducir en el texto legal los parámetros que, en todo caso, habrán de ser
tenidos en cuenta en la cuantificación de este tipo de tasas.
2.—Introducir en el texto legal una fórmula fija y simplificada de cuantificación
de las tasas más controvertidas. En particular, podría establecerse un sistema de
cálculo  fijo  para  todas  las  empresas  dedicadas  al  suministro  de  servicios  en  el
ámbito local que no solo englobe la cuota relativa  a las tasas  por ocupación del
dominio público,  sino también la  relativa  al  ICIO que hubieran de satisfacer
por las obras directamente relacionadas con la prestación de dichos servicios.
3.—Remitir a un ulterior desarrollo  reglamentario la redacción de modelos de
informes técnico­económicos para las tasas más habituales.
4.—Aprobar una específica ley en la que se ordenen y clarifiquen los criterios
de cuantificación para cada tipo de tasas,  sin perjuicio  de que puedan también
incluirse criterios  genéricos  que informen las posibles tasas que no  se regulen
expresamente en dicho texto legal. 
Asimismo, se propone introducir en el TRLRHL un precepto en el  que expre­
samente se establezca la obligación que incumbe a los sujetos pasivos de las tasas
de suministrar la información con relevancia tributaria que sea necesaria para la
exigencia  de  las  tasas,  tanto  por  suministro  generalizado,  como  por  requeri­
miento individualizado, en los términos que disponga la ordenanza fiscal corres­
pondiente.
Se propone  introducir un inciso  en el artículo 24 TRLRHL en el  que se esta­
blezca  que,  en  la  cuantificación  de  las  tasas  por  el  uso  del  dominio  público,
excepcionalmente podrán incluirse los  gastos en los que haya incurrido la enti­

278
III.  Instrumentos de financiación

dad  local  que  estén  directamente  relacionados  con  el  aprovechamiento  del
dominio público de que se trate, que deberán ser específicamente detallados en
el correspondiente informe técnico­económico. 
Informe técnico­económico
Se  propone  que la  elaboración del  informe técnico­económico sea  obligatoria
tanto para la creación como  para la modificación sustancial  de las tasas.  Igual­
mente, en dicho informe se justificará el importe de las cantidades exigidas y el
grado  de cobertura  financiera de los costes correspondientes, que se calcularía
conforme a una metodología común.
Asimismo, se entiende que no es suficiente con que dichas estimaciones presen­
ten un equilibrio teórico en el informe técnico­económico en la creación/modi­
ficación de la tasa, sino que también es necesario incorporar las correspondientes
herramientas de cálculo, control y seguimiento imprescindibles para comprobar
que dicho equilibrio se cumple durante los años posteriores.

III.1.10.  PRECIOS PÚBLICOS
229. Tal y como se establece en el artículo 41 TRLRHL, las Entidades Loca­
les podrán establecer precios públicos “por  la prestación de servicios  o la reali­
zación  de  actividades  de  la  competencia  de  la  entidad  local,  siempre  que  no
concurra ninguna de las circunstancias especificadas en el  artículo 20. 1. B) de
esta Ley”. Se trata de cantidades exigidas por la prestación de servicios de solici­
tud no obligatoria, lo que supone que no puedan ser consideradas como presta­
ciones  patrimoniales  de  carácter  público  y,  por  tanto,  no  estarán  sujetas  a  la
reserva de ley establecida en el artículo 31. 3 CE.
230. A diferencia de lo que se establece para las tasas, en las que el coste del
servicio opera como un límite máximo de lo que deba recaudarse, en los precios
públicos el importe deberá cubrir como mínimo el coste del servicio prestado o
de la actividad realizada. Ahora bien, se ha de considerar que según lo dispuesto
en el artículo 44. 2 TRLRHL, la entidad podrá fijar precios públicos por debajo
de dicho límite previsto cuando “existan razones sociales, benéficas, culturales o
de interés público que así lo aconsejen”.
231. Se ha venido  discutiendo acerca de necesidad de aportar un informe
económico­financiero para la aprobación y modificación de este tipo de ingresos
ya que, a diferencia de lo que ocurre en la Ley de Tasas y Precios Públicos esta­
tal, la Ley de Haciendas Locales no se refiere expresamente a esta cuestión. Por
su  parte,  el  Tribunal  Supremo  ha  entendido  que  la  existencia  de  este  estudio
resulta  imprescindible para  la aprobación  y cuantificación de un público local,
ya que “[s]i se trata de financiar el coste de determinadas actividades y servicios
279
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

municipales,  resulta  imprescindible  conocer  cuál  sea  el  mismo,  con  el  fin  de,
como mínimo (véase el art. 44. 1), cubrirlo con el precio público”. En efecto, la
transparencia que ha de presidir siempre la actuación pública, junto con la pro­
pia lógica remunerativa de estos ingresos aconsejan la necesaria redacción de un
informe técnico­económico que especifique los ingresos y gastos previstos, así
como la  parte de los gastos que será  sufragada  –en su caso– con cargo a  otros
ingresos de la entidad local.
Propuesta III.10
Precios públicos
Se  propone  introducir  un  apartado  en  el  artículo  47  TRLRHL,  en  el  que  se
regule que el establecimiento o modificación sustancial de la cuantía de los pre­
cios públicos se habrá de acompañar de un informe técnico­económico, al igual
que ocurre con las tasas, que justificará el importe de los mismos que se propon­
ga y el grado de cobertura financiera de los costes correspondientes.

III.1.11.  CONTRIBUCIONES ESPECIALES

III.1.11.1.  Cuestiones generales
232.  En la actualidad, las contribuciones especiales  han perdido, en buena
parte, el  sentido  que en su  nacimiento tuvieron y no son relevantes, ni cuanti­
tativa ni cualitativamente, en el conjunto de los ingresos locales. Las razones que
explican esta falta de potencia recaudatoria parece que tienen que ver con la difi­
cultad que siempre ha entrañado medir el beneficio especial que reciben ciertos
vecinos con ocasión de la realización de obras públicas, con la falta de un  per­
sonal suficientemente preparado para poder llevar a cabo esos cálculos tan com­
plejos y, por  último, con la intrincada regulación, completada  con una prolija
jurisprudencia, en lo que se refiere a los trámites relativos a la imposición de las
contribuciones especiales. Ante esta situación debería revisarse el mantenimien­
to, y en su caso la utilidad, de esta figura tributaria.

III.1.11.2.  La financiación de las Áreas Comerciales Urbanas
233. En un contexto en que se aprecia cierta  obsolescencia y escasa  capaci­
dad recaudatoria  de este tipo  de tributos, ha  surgido una  nueva  iniciativa  que
podría reavivar el interés de las contribuciones especiales. En particular, siguien­
do el ejemplo  de los Business Improvement Districts,  se ha propuesto el  objetivo
de promocionar las Áreas Comerciales Urbanas, como áreas o territorios delimi­
tados  donde  se  concentran  actividades  comerciales  y  de  servicios  con  un  alto
dinamismo. La finalidad de estas es “la mejora del atractivo del espacio urbano,
280
III.  Instrumentos de financiación

para aumentar su capacidad de atracción de visitantes, y de las condiciones para
el desarrollo  de la actividad económica en  general, y la comercial en particular,
mediante la provisión de servicios  comunes que complementan o suplementan
los públicos prestados por los Ayuntamientos” (Plan Integral de Apoyo a la Com­
petitividad del Comercio Minorista de España 2015, del Ministerio de Economía
y Competitividad, pág. 37).
234. En  los documentos en los que se abordan estas propuestas, explícita­
mente se refiere que se está buscando aún la mejor fórmula de financiación de
este tipo de actuaciones. Sin perjuicio de que no debe descartarse la creación de
un tipo específico de prestación patrimonial de carácter público a estos efectos,
cabe sostener la  posibilidad de que, realizados determinados  ajustes, tanto los
gastos  de  establecimiento  de  estas  áreas  comerciales,  como  los  relativos  a  su
mantenimiento, en los términos que se expondrán a continuación, sean costea­
dos por  medio de contribuciones especiales. Ahora bien, con carácter  previo  al
diseño  de su financiación, es más que necesario que se especifique legalmente
qué ha de entenderse por Área Comercial Urbana, qué servicios puede prestar y
cuáles son sus reglas de funcionamiento.
235. Así, la  utilización de las contribuciones especiales para la financiación
de  la  realización  de  las  obras  necesarias  para  el  establecimiento  de  un  Área
Comercial Urbana no parece que entrañe problemas de relieve. Sin embargo, si
lo  que  se  pretende  es  utilizar  estos  tributos  para  financiar  el  funcionamiento
ordinario  de las  mismas, entonces se requeriría  la  modificación, al menos, del
hecho imponible, los sujetos pasivos, el devengo, el sistema de cálculo y el pro­
cedimiento  de  aprobación  y  ordenación  de  las  contribuciones  especiales.  En
tanto que se trata de una reforma legal de gran calado, que además desnaturali­
zaría el propósito de este tipo de tributos, la Comisión sugiere como alternativa
–como consta en la parte de este Informe relativa al IBI– la posibilidad de esta­
blecer un recargo sobre la cuota del IBI a aquellos establecimientos comerciales
que se integren en el Área Comercial Urbana de que se trate.
Propuesta III.11
Reforma de las contribuciones especiales: Áreas Comerciales Urbanas
En lo que se refiere a la utilización de las contribuciones especiales para la finan­
ciación de las Áreas Comerciales Urbanas, no parecen existir problemas de relieve
en lo que se refiere a la realización de las obras necesarias para su establecimiento.
Sin embargo, si lo que se pretende es utilizar estos tributos para financiar el fun­
cionamiento  ordinario  de  las  mismas,  entonces  se  requeriría  la  modificación,  al
menos, del hecho imponible, los sujetos pasivos, el devengo, el sistema de cálculo
y el procedimiento de aprobación y ordenación de las contribuciones especiales.
281
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

En tanto que se trata de una reforma legal que podría desnaturalizar el propósito
de este tipo de tributos, la Comisión sugiere como alternativa la posibilidad de
establecer un recargo sobre la cuota del  IBI  a  aquellos establecimientos comer­
ciales que se integren en el Área Comercial Urbana de que se trate.

III.1.12.  CUESTIONES DE ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA Y
PROCEDIMENTAL
236. La Comisión considera que se deben contemplar especificidades de los
procedimientos de aplicación de los tributos, sancionador y de revisión, actual­
mente recogidos en la LGT en su aplicación al ámbito local, para dar respuesta
real a la estructura administrativa y tributaria de las Entidades Locales.
237. Asimismo, sería deseable establecer instrumentos que permitan  garan­
tizar la efectiva recaudación ejecutiva fuera del territorio municipal. 

III.1.12.1.   Telematización de los procedimientos administrativos
238. La aprobación de las Leyes 39/2015, del Procedimiento Administrativo
Común  de  las  Administraciones  Públicas  (en  adelante,  LPAC  AP),  y  40/2015,
del  régimen  jurídico  del  sector  público  (en  adelante  LRJSP),  abogan  por  una
telematización  del  procedimiento  administrativo,  por  lo  que  sería  deseable  que
se  dotara  de  los  medios  humanos  y  materiales  necesarios  en  esta  materia  para
cumplir con el mandato legal.

III.1.12.2.  Intercambio automático de información entre Administraciones
239. Sin menoscabo de lo señalado en la Ley de protección de datos, resulta
fundamental  avanzar  en  procedimientos  de  intercambio  automático  de  infor­
mación  entre Administraciones Públicas, en la misma  línea  desarrollada  por la
Directiva  2011/16/UE, de 15  de febrero, de cooperación administrativa entre
Estados miembros en materia de fiscalidad.

III.1.12.3.  Asunción por parte de los Ayuntamientos de competencias
inspectoras y comprobadoras catastrales y en el IAE
240. En la actualidad el artículo 64. 3. e) in fine del Reglamento del Catastro
Inmobiliario establece la  delegación de funciones inspectoras para  actuaciones
de investigación excluyendo las de comprobación. 
241. Para una más eficaz actuación en materia de inspección y comprobación
censal del IAE sería recomendable que los Ayuntamientos pudieran asumir com­
petencias en esta materia y que se facilitaran los instrumentos para su desarrollo
y gestión. 
282
III.  Instrumentos de financiación

III.1.12.4.  Aplicación generalizada de la via económico­administrativa a
todos los Municipios
242.  El  artículo  121. 1. a)  LRBRL  establece  un  régimen  especial  aplicable
solo a aquellos Municipios calificados como “Municipios de gran  población”,
permitiendo  la  posibilidad  a  los  administrados  de  acudir  a  la  vía  económico­
administrativa, de carácter gratuito, para la defensa de sus intereses, atribuyendo
la  competencia  para  la  resolución  de  las  reclamaciones  en  la  vía  económico­
administrativa local al denominado “Órgano para  las resoluciones económico­
administrativas”,  que  en  la  mayoría  de  los  Municipios  ha  adoptado  la
denominación  de  “Tribunal  Económico­administrativo  Municipal”.  De  este
modo,  el administrado  podrá en  vía  administrativa  acudir potestativamente al
recurso de reposición, o bien, en sustitución, o tras la desestimación de la repo­
sición, interponer una reclamación económico­administrativa. 
No obstante, en aquellos Municipios no considerados de gran población, el
administrado solo podrá acudir a la reposición como vía previa y gratuita antes
de  interponer  el  recurso  contencioso­administrativo,  una  vía  esta  última  que
incorpora la exigencia de costes adicionales (con la obligatoriedad de acudir por
medio de abogado y procurador, y en determinados casos para las personas jurí­
dicas abonando tasas judiciales) lo que podría suponer un freno al acceso  de la
justicia para la defensa de sus intereses legítimos tensionando el principio cons­
titucional de tutela judicial efectiva.
243.  Tal  como  está  configurado  el  TEAM  por  el  legislador  de  la  LRBRL,
podría cuestionarse si no se resiente el citado derecho a la tutela judicial efectiva
por el hecho de que tengan únicamente acceso a dichas reclamaciones económi­
co­administrativas aquellos ciudadanos de grandes poblaciones. Para conjugar el
derecho  de  todos  los  ciudadanos  (sin  distinción)  a  acceder  a  los  Tribunales  del
artículo 24 CE, con los menores costes posibles, con la suficiencia financiera y la
autonomía local del artículo 140 de nuestra Carta Magna, considera la Comisión
que sería deseable la constitución en aquellos Municipios que no tengan la con­
sideración  por  la  LRBRL  de  “grandes  ciudades”  de  un  Tribunal  Económico­
administrativo  de  carácter  provincial,  o  en  su  defecto,  supramunicipal,  que
agrupara  a  modo  de  órgano  consorcial  la  revisión  de  reclamaciones  económico­
administrativas  respecto  de  todos  aquellos  Municipios  que  no  tengan  Tribunal
económico­administrativo, bien porque no sean “grandes ciudades”, o bien, por­
que siéndolo hayan desatendido el mandato recogido en el artículo 137 LRBRL.
Considera  la Comisión que las Diputaciones  pueden prestar a estos efectos
un papel realmente valioso para todos aquellos Municipios, y para sus ciudada­
nos, que no tienen a esta vía de recurso, cuya experiencia durante los casi 15 de

283
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

años de existencia se ha mostrado de gran utilidad tanto para las Administracio­
nes locales, como para los contribuyentes.

III.1.12.5.  Modificación del plazo de interposición del recurso de reposición
del artículo 14. 2. c) TRLRHL
244. El artículo 14. 2. c) TRLRHL prescribe que “el recurso de reposición se
interpondrá dentro  del  plazo de un mes contado desde el día  siguiente al de la
notificación expresa del acto cuya revisión se solicita o al de finalización del perí­
odo  de  exposición  pública  de  los  correspondientes  padrones  o  matrículas  de
contribuyentes u obligados al pago”.
245. Sería deseable que se adaptara dicha redacción a la contenida en el artícu­
lo 223. 1 in fine LGT cuando afirma que “tratándose de deudas con vencimiento
periódico  y  notificación  colectiva,  el  plazo  para  la  interposición  se  computará  a
partir del día siguiente al de finalización del período voluntario de pago”.

III.1.12.6.  Cumplimiento de los plazos de resolución de reclamaciones
246.  El  plazo  actual  para  la  resolución  de  las  reclamaciones  económico­
administrativas  difiere  si  nos  encontramos  ante  el  procedimiento  abreviado  u
ordinario. En el procedimiento abreviado el plazo de resolución es conforme al
artículo  247. 3  LGT  de  seis  meses  desde  la  interposición  de  la  reclamación.
Transcurrido  dicho  plazo  sin  que  se  haya  notificado  la  resolución  expresa,  el
interesado podrá considerar desestimada la reclamación al objeto de interponer
el recurso  procedente, cuyo plazo se contará a partir del día siguiente al  de la
finalización del citado plazo de seis meses. Por otra parte, el plazo de resolución
del procedimiento ordinario  al  igual  que en el procedimiento abreviado puede
ser expreso o presunto. El plazo máximo para resolver de forma expresa es de un
año desde la interposición de la reclamación. En caso contrario, habrá de enten­
derse por silencio administrativo negativo que la pretensión del administrado no
ha sido estimada.
247. La Comisión considera que dichos plazos de resolución deberían cum­
plirse con carácter  general, y en  su  caso reducirse en beneficio de una  justicia
rápida y eficaz exartículo 24 CE.

III.1.12.7.  Creación del recurso extraordinario para la unificación de
doctrina en el ámbito de actuación de los TEAM
248. El artículo 243 LGT  establece el recurso extraordinario  para  unifica­
ción  de  doctrina  contra  las  resoluciones  dictadas  en  materia  tributaria  por  el
TEAC cuando  el Director General  de Tributos esté en  desacuerdo con el con­
284
III.  Instrumentos de financiación

tenido  de  dichas  resoluciones.  Sería  deseable  que  dicho  recurso  también  se
extendiera  a las resoluciones de los TEAMS cuando existiera  disparidad de cri­
terios entre dichos órganos económico­administrativos municipales.
249. Actualmente no  existe ningún recurso para lograr la  más que deseable
unificación de doctrina entre los TEAMS por lo que sería plausible dicho cam­
bio legal al objeto de permitir también este instrumento en sede local. 
250. La competencia para resolver este recurso podría venir de la resolución
dictada por la nueva Sala Especial para unificación de doctrina en materia local
compuesta  por  una  Comisión con número impar que represente los intereses
afectados.

III.1.12.8.  Extensión de costas a la Administración en supuestos de
temeridad o mala fe
251. El acceso a  la  vía  económico­administrativa será  gratuito conforme a
los artículos 234. 5 LGT, con  la  salvedad  de la  previsión de una  posible impo­
sición en costas al  recurrente cuando se aprecie temeridad  o mala  fe  (v.gr. por
actuaciones dilatorias o de obstrucción al pago de la deuda) en los términos que
reconoce el artículo 51 RGRV. 
252. En la  praxis, el Tribunal  solo condena  en  costas al reclamante, y  no a
la Administración. La  ratio de esta  diferencia  de trato podría  residir en  que la
Administración goza de una presunción de legalidad actuando con sometimien­
to pleno a la ley y al Derecho de acuerdo al interés general exartículo 103. 1 CE,
excluyendo a priori la temeridad y mala fe.
253. Sin embargo, esta presunción de alcance general no concurrirá si exis­
tiendo doctrina reiterada del Tribunal Supremo la Administración exigiera a los
contribuyentes  la  necesidad  de  acudir  a  la  vía  contencioso­administrativa  en
demanda  de un  nuevo pronunciamiento jurisdiccional  que atienda su preten­
sión, por lo  que la  Comisión  considera  que,  con  base al  principio de igualdad
de armas, sería oportuno que el precepto habilitara expresamente la posibilidad
de imposición  de costas a  la  Administración  en  los supuestos de no aplicación
de doctrina reiterada de los Tribunales de justicia.

Propuesta III.12
Reforma de la organización administrativa y procedimental
Procedimientos telemáticos de aplicación de tributos
La Comisión recomienda la  necesaria  implementación de la telematización de
los procedimientos  en aras a facilitar una gestión más  eficiente tanto  en la fase

285
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

de aplicación de los tributos, como en la de recaudación y revisión de actos ad­
ministrativos.
Intercambio de información entre Administraciones
La Comisión propone para garantizar un mejor cumplimiento de las obligacio­
nes tributarias  y  una mejor  eficacia de las  distintas Administraciones  (tanto  en
sentido vertical  como horizontal) en la aplicación de la normativa  tributaria el
intercambio automático de información entre Administraciones.
Actuaciones de gestión compartida en IBI e IAE
La  Comisión  propone  ampliar  la  delegación  potestativa  de  competencias  en
materia de inspección y comprobación catastral a los Ayuntamientos que lo soli­
citen y acrediten capacidad de gestión.
Se recomienda, además, paliar las ineficiencias de la gestión compartida impul­
sando una mayor colaboración interadministrativa.
Creación de órganos supramunicipales económico­administrativos
La  Comisión  propone  el  establecimiento  de  un  órgano  supra  municipal  con
competencia  revisora  para  aquellos  Ayuntamientos  no  considerados  “grandes
ciudades” a fin de que todos los ciudadanos puedan tener acceso a una vía eco­
nómico­administrativa gratuita y previa a la vía contencioso­administrativa
Adaptación de la TRLRHL a la LGT
La Comisión recomienda en relación con  el  plazo  de interposición del  recurso
de reposición una actualización de la redacción contenida en la TRLRHL para
adaptarla a la LGT.
Cumplimiento de plazos de resolución
La Comisión propone a efectos  de conseguir la dinamización del proceso, una
mejora en el  cumplimiento  de los plazos  generales para resolver los recursos y
reclamaciones económico­administrativas en el ámbito local. 
Debe garantizarse la dotación suficiente de recursos humanos y materiales en los
órganos de resolución de reclamaciones económico­administrativas municipales.
Nuevo recurso extraordinario para unificación de doctrina
La Comisión propone la creación de un nuevo recurso extraordinario  para la
unificación de doctrina en la vía económico­administrativa  local con el fin de
evitar disparidades de criterio entre los TEAM.
Condena en costas a la Administración
La Comisión propone la posibilidad de reformar el artículo 234 LGT al objeto
de  recoger  expresamente  la  condena  en  costas  también  a  la  Administración
cuando no actúe de buena fe.

286
III.  Instrumentos de financiación

III.2.  LAS  TRANSFERENCIAS

III.2.1.  ESPACIOS COMPARTIDOS Y SISTEMAS DE
TRANSFERENCIAS

III.2.1.1.  La situación actual
254.  Los  espacios  fiscales  propios  y  su  concreción  en  tributos  particulares
constituyen  el  marco  ideal  para  el  ejercicio  de  la  autonomía  de  ingresos  de  las
Entidades  Locales.  Sin  embargo,  tanto  razones  de  técnica  fiscal  (hay  tributos
cuya  configuración  no  hace  aconsejable  una  descentralización  generalizada  de
sus elementos), como la gran desigualdad en la distribución por el territorio de
las  capacidades  fiscales  obligan  a  complementar  la  financiación  tributaria  pro­
pia de los gobiernos locales con otros instrumentos financieros sobre los cuales
su  capacidad  de  decisión  es  sustancialmente  menor,  cuando  no  directamente
inexistente.
255. En el caso español,  esto viene configurado a  través de un  esquema  de
transferencias intergubernamentales que van desde una participación general en
ingresos  estatales,  hasta  diversos  tipos  de  participaciones  en  ingresos  de  las
CCAA, pasando por  participaciones limitadas en tributos concretos para algu­
nas  entidades  y  un  amplio  elenco  de  transferencias  finalistas  y  condicionadas
con diferentes niveles de compromiso propio de compensación.
256. Este sistema de transferencias ha dado lugar a importantes inequidades
horizontales  mantenidas  (y  agravadas)  históricamente,  cuyas  fuentes  han  sido
tanto la  deficiente configuración técnica  de las sucesivas fórmulas elegidas para
su  reparto,  como  las  repetidas  introducciones  de  reglas  de  consolidación  de
mínimos  garantizados  que  impidieron  sistemáticamente  hacer  tabla  rasa  del
pasado, o, cuanto  menos, arbitrar sendas suaves  de convergencia. A ello  habría
que  añadir la  discriminación  evidente en  favor de los Municipios radicados en
territorios  forales  que  han  venido  recibiendo  sistemáticamente  transferencias
incondicionales que durante muchos años más que duplicaban  (como media)
las  cantidades  per  cápita  recibidas  por  los  radicados  en  territorios  de  régimen
común.
257.  El  elemento  nuclear  del  sistema  de  transferencias  incondicionadas  a
beneficio de las Entidades Locales es la tradicional Participación en Ingresos del
Estado o PIE (transferencia general incondicionada), actualmente configurada
como  un sistema  dual  que distingue entre “grandes ciudades” (Municipios de
más de 75.000 habitantes y capitales de provincia o comunidad autónoma aun­
que no alcancen esa población y algún otro supuesto) y “resto de Municipios”,
287
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

el cual ha venido a consolidar en su origen inequidades heredadas y no corregi­
das.  La  evolución  en  el  tiempo  de  este  sistema  ha  agravado  más  si  cabe  las
inequidades como puede observarse en los datos que figuran en el Anexo I.

III.2.1.2.  Objetivos de una reforma del sistema de transferencias:
equilibrios vertical y horizontal
258.  La  Comisión  considera  que  ha  llegado  el  momento  de  abordar  con
decisión una profunda reforma de este sistema, de modo que se consiga una dis­
tribución  adecuada  de los recursos disponibles, tanto horizontal  como vertical­
mente.
259. El nuevo sistema debería integrar tanto la PIE como elemento nuclear,
como un conjunto de PICAs (o Participaciones en Ingresos de las Comunidades
Autónomas).  Ambas  constituirían  el  bloque  de  transferencias  incondicionales
que, en su caso, se complementarían con transferencias finalistas mediante las
cuales la Administración Central  o las CCAA pudieran contribuir a  desarrollar
sus políticas territoriales.
260. En este sentido, en relación a la PIE, cabría empezar por apuntalar sus
elementos estructurales, concretamente:
a) Respecto  al objetivo de equilibrio  vertical: i) Determinar su cuantía  ini­
cial, y ii) Establecer unos compromisos sobre su evolución y revisión con
el fin de lograr un sistema estable y flexible.
b) En  cuanto  al  objetivo  de  equilibrio  horizontal,  es  necesario  incorporar
una fórmula para  distribuir la transferencia, entre cuyos criterios deben
establecerse: i) Factores de necesidad relacionados directamente  con las
competencias, y ii) Factores de capacidad relacionados inversamente con
las bases tributarias propias.
c) En todo caso, el diseño del sistema debe ser tal que impida que las deci­
siones  unilaterales  de  una  Administración  afecten  al  volumen  total  de
recursos de las otras.

III.2.1.3.  Fijación de las cuantías globales y su revisión. El índice de
evolución
261. Para  alcanzar el equilibrio vertical  se necesitan  dos decisiones básicas:
a) Determinar la cuantía de la transferencia en el año base o inicial, y b) revisar
esa cuantía cada cierto tiempo.
262. En la práctica el importe de la transferencia es una decisión política que
ha de ser fruto de una negociación entre las Administraciones implicadas.
288
III.  Instrumentos de financiación

263. Un plazo razonable de revisión  del  importe de la transferencia  podría


ser quinquenal, tanto  por  lo que supone de respeto  a lo que viene siendo  (con
algunos matices) la  tradición en nuestro país, como por  suponer un período  lo
suficientemente largo  para valorar los  efectos de los ajustes  realizados y lo  sufi­
cientemente  corto  para  permitir  rectificaciones  en  aquellas  disfunciones  que
pudieran ser detectadas.
264. Además, debería establecerse un índice de evolución de la transferencia
que permita  mantener el equilibrio vertical durante el periodo fijado (entre el
año inicial y el de revisión) con dos alternativas: a) Asociación directa de la evo­
lución de la transferencia a los recursos de la Hacienda que la entrega (Ingresos
Tributarios del Estado), o b) Asociación indirecta de la evolución de la transfe­
rencia a los recursos de la Hacienda que la entrega (macromagnitud).
265.  Un  índice  de  evolución  vinculado  a  los  recursos  tributarios  de  la
Hacienda que entrega la transferencia proporciona flexibilidad sin problemas de
suficiencia  para la  Hacienda  central. En todo caso,  los ingresos que sirven de
base  para  su  cálculo  deberían  ser  lo  más  amplios  posible,  con  el  fin  de  evitar
comportamientos estratégicos por parte de ninguna Administración.
266. Alternativamente, un índice de evolución vinculado a una macromagni­
tud es más estable, no manipulable y previsible. La evolución de la transferencia
queda al margen (en un sentido inmediato) de la política tributaria del gobierno
del Estado. El cálculo se hace por un organismo independiente del Gobierno del
Estado  (el  INE)  y  con  una  metodología  estandarizada  (UE)  y  aunque  es  menos
flexible, la evolución de la macromagnitud no exagera el propio ciclo económico
y proporciona una estabilidad a las transferencias que se corresponde con el tipo
de competencias de las Entidades Locales (entes prestadores de servicios frente a
funciones distributivas y estabilizadoras propias de la Hacienda central). Por últi­
mo,  y  no  menos  importante,  su  valor  definitivo  se  conoce  antes  que  el  de  los
recursos tributarios (lo que facilita la previsión), en la medida en que para un año
n  la  macromagnitud  correspondiente  está  disponible  a  comienzos  del  año  n + 1,
mientras que la liquidación tributaria se conoce a mediados del año n + 2.
267. Desde el  año  2004, el índice de evolución elegido ha  sido del primer
tipo (ITE), el cual se calcula por diferencia entre la recaudación total prevista de
los impuestos compartidos (IRPF, IVA, IIEE sobre Alcohol, Cerveza, Productos
Intermedios, Tabaco e Hidrocarburos), sobre los que los Ayuntamientos care­
cen  de capacidad normativa alguna, y las entregas a cuenta  a  las Comunidades
Autónomas  y  las  liquidaciones  de  ejercicios  anteriores  de  éstas,  satisfechas  en
cada año, siguiendo el criterio de caja. Este índice provisional se revisa a los dos
años calculando el índice definitivo en función de la recaudación real.
289
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

268.  La  gestión  concreta  del  sistema  de  transferencias  a  lo  largo  de  la  última
década ha puesto de manifiesto disfunciones evidentes que se han traducido en un
alto grado de volatilidad, acentuándose especialmente durante los años de la crisis.
269. Podemos detectar tres componentes esenciales como problemas de ges­
tión de este modelo:
a) la  utilización  del  criterio de caja hace repercutir en las Entidades Locales
una  parte de las pérdidas procedentes de la existencia  de derechos liqui­
dados no cobrados. Frente a  esto, el  criterio de devengo sería más neutral
respecto a la eficiencia en la gestión de la Administración del Estado;
b) respecto  al  sistema  de  entregas  a  cuenta  y  regularización,  los  resultados
dependen críticamente de la calidad del proceso de presupuestación de la
Administración estatal, y
c) la incidencia de los cambios normativos y la consiguiente repercusión en
las  Entidades  Locales  de  negociaciones  externas  es  fuente  de  conflictos
con el principio de lealtad institucional.
270. En el diseño del nuevo sistema, la Comisión considera que debería ele­
girse un nuevo índice de evolución que evite los problemas de gestión comenta­
dos en el punto anterior y que, en todo caso, debería ser el mismo que se utilice
para la financiación autonómica. En este punto tal vez una combinación de ITE
(con criterio de devengo) y PIB permitiría aproximar las ventajas de vincular las
transferencias a la  recaudación de los grandes tributos, moderando a  su  vez  la
volatilidad que provocan los ciclos económicos y ganando de este modo en esta­
bilidad.

III.2.1.4.  Criterios de distribución horizontal
271. Respecto a los criterios de reparto horizontal, la  Comisión considera
que debiera suprimirse el  actual  sistema  de participación en  tributos concretos
que afecta  a las ciudades de más de 75.000  habitantes,  capitales de provincia  y
Comunidad  Autónoma  y  Diputaciones,  Consejos  y  Cabildos  Insulares,  en  la
medida en que ninguno de ellos puede hacer uso de capacidad normativa sobre
ellos, por  lo que, en la práctica operan como meras transferencias distribuidas
cuyos  resultados  distan  de  responder  a  objetivos  claros  de  equidad,  como  se
puede ver detalladamente en el anexo que acompaña a este informe.
272. En consecuencia, la Comisión propone integrar los recursos proceden­
tes  de  estas  fuentes  en  un  único  fondo  que,  a  su  vez  sea  distribuido  entre  las
Entidades Locales con base exclusiva en criterios de necesidad y capacidad fiscal
con objetivos niveladores.
290
III.  Instrumentos de financiación

273. En este sentido,  y  en coherencia con los marcos competenciales y de
capacidad  de  gestión  propuestos  en  apartados  anteriores  de  este  Informe,  la
Comisión considera que los indicadores de necesidad deberían ser diferentes en
función del tamaño de los Municipios.
274. Así, para los Municipios de más de 20.000 habitantes, a los que supo­
nemos  capacidad  plena  de  gestión  de  todo  tipo  de  competencias  por  sus  pro­
pios  medios,  el  indicador  básico  de  necesidad  debería  ser  la  población,
ponderada  en  su  caso,  a  efectos  de  tener  en  cuenta  los  mayores  costes  de  con­
gestión y aglomeración en que incurren las grandes ciudades, pero sin que estas
ponderaciones lleguen a los extremos de la fórmula anterior a 2004 exagerando
las  diferencias.
275. En  los Municipios pequeños, las capacidades de gestión están menos
desarrolladas y prevalecen núcleos rurales diseminados, problemas de despobla­
miento y envejecimiento de la población más acusados y dificultades manifiestas
para el acceso a buena parte de los servicios públicos. En consecuencia, la Comi­
sión considera que el indicador de necesidad aplicable a estas entidades debería
incluir,  junto  a  la  población,  alguna  otra  variable  que  recoja  estos  elementos
diferenciales de coste unitario de provisión de servicios (típicamente la disper­
sión geográfica de la población) y que incentive en todo caso la gestión colabo­
rativa de los servicios públicos, en especial, con la participación de las entidades
provinciales o insulares.
276. Respecto a los indicadores de capacidad, las opciones son similares a las
comentadas en la discusión sobre los índices de evolución del fondo de transfe­
rencias, a saber:
a) Utilizar las bases imponibles de los tributos sobre los cuales las Entidades
Locales pueden ejercer su capacidad normativa.
b) Emplear alguna aproximación macro a esa capacidad.
277. En el primero de los casos, dada la volatilidad de ciertos tributos como
el ICIO  y el Impuesto que grava  las plusvalías de los inmuebles urbanos y los
problemas detectados  en  el  pasado para incluir en indicadores de capacidad  a
otras bases como las del IAE y el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica,
en la práctica el único indicador efectivo resultaba ser el procedente de los valo­
res catastrales en IBI.
278. Respecto a  la segunda  de las opciones, dada  la  dificultad, cuando no
imposibilidad manifiesta, de acceder a información fiable acerca del PIB muni­
cipal, tal vez lo más parecido pudiera  ser, con  todas sus limitaciones, la utiliza­
ción de las bases imponibles del IRPF a nivel municipal.
291
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

279.  Valoradas  las  diferentes  alternativas  la  Comisión  sugiere  utilizar  un


índice de capacidad que incluya ambos componentes (IBI e IRPF). 
280. En la  medida  en que se fueran generalizando los valores de referencia
debidamente actualizados para su eventual utilización como base imponible del
IBI, estos valores deberían constituir un indicador adecuado de capacidad fiscal
local, en términos de homogeneidad territorial y peso cuantitativo en la fiscali­
dad propia  de los Ayuntamientos. Por su  parte, las bases imponibles del IRPF
(que excluyen por tanto el ejercicio de la progresividad que exageraría los resul­
tados) podrían ser  vistos simplificadamente como una  aproximación razonable
a la capacidad fiscal por el resto de tributos locales. 

III.2.1.5.  Sistema de transferencias a favor de las Diputaciones Provinciales,
Consejos y Cabildos Insulares
281. En lo que atañe a las Diputaciones, Consejos y Cabildos Insulares, el
actual marco de transferencias del Estado a las Diputaciones engloba un sistema
de  participación  en  tributos  cedidos  (IRPF,  IVA  e  Impuestos  Especiales),  un
Fondo  Complementario  de  Financiación,  las  compensaciones  por  la  reforma
del  Impuesto  de  Actividades  Económicas  (Ley  51/2002  y  Ley  22/2005)  y  el
Fondo de Asistencia Sanitaria (FAS).
282. Este conjunto heterogéneo de recursos parte, en lo que se refiere a sus
dos primeros componentes, del anterior sistema de participación en ingresos del
Estado (PIE), siendo en este sentido análogo al que financia a las “grandes ciu­
dades”. Como  se ha  señalado para el  caso de los Ayuntamientos, la  Comisión
considera que el  régimen de cesión de impuestos, en su actual articulación,  no
recoge adecuadamente las características propias  de un  sistema  de corresponsa­
bilidad fiscal, al no hacer partícipe a la  jurisdicción (Administración) receptora
de ninguno de los elementos tributarios necesarios para ejercerla.
283.  En  la  práctica,  los  bajos  niveles  de  cesión  hacen  que  estos  ingresos
supongan una parte mínima del total de transferencias incondicionales recibidas
(21 euros por habitante en 2014). Además, no contribuyen a relacionar la finan­
ciación de las Diputaciones con sus necesidades de especialización en su función
de  Municipio  de  Municipios  que  se  pretende  reforzar,  al  repartirse  de  forma
muy proporcional al número de habitantes y beneficiar relativamente a las pro­
vincias más ricas y pobladas por los criterios de reparto utilizados, especialmente
en los impuestos indirectos.
284. Por otro lado, el actual Fondo Complementario de Financiación, calcu­
lado en el  año  base (2004) como diferencia  entre la participación anterior y  la
recaudación de los  impuestos mencionados y actualizado con el  mismo índice
292
III.  Instrumentos de financiación

desde entonces para todas las Diputaciones no permite adaptar los recursos a la
evolución de las necesidades diferenciales, al  no recoger en estos años las varia­
ciones en  la  población. Es por ello por lo que la Comisión plantea  un  cambio
sustancial  en la articulación del  sistema de transferencias, en línea  con lo  pro­
puesto para la financiación municipal y los cometidos asignados en la especiali­
zación deseable para este nivel de gobierno.
285. Actualmente, el bloque de programas de gasto provincial asociado a las
competencias municipales (protección civil, servicio de prevención y extinción
de incendios, protección y mejora del medio ambiente, asistencia social prima­
ria, instalaciones deportivas y transporte colectivo urbano de viajeros), represen­
ta casi el 67 % de su gasto total.
286.  Esta  especialización  del  gasto  en  competencias  municipales,  más  los
servicios  de  apoyo  a  la  gestión  y  soporte  administrativo,  especialmente  a  los
pequeños Municipios, debe constituir, a juicio de la Comisión, la principal fun­
ción de las Diputaciones, al margen de sus propias competencias en materia de
articulación territorial (red de carreteras provinciales, protección del patrimonio
histórico artístico, fomento de la actividad económica, etc).
287. En consecuencia, la articulación del sistema de transferencias incondi­
cionales debería, a juicio de la Comisión, integrar el actual Fondo Complemen­
tario  de Financiación, los impuestos cedidos estatales y las compensaciones del
IAE (de mantenerse su regulación actual).
288. Por otro lado, la Comisión considera conveniente trasladar, en la medi­
da de lo posible, las transferencias del Fondo de Asistencia Sanitaria a las Comu­
nidades  Autónomas,  titulares  de  dicha  competencia  y  traspasar  también  la
gestión  de  los  centros  sanitarios  de  carácter  no  psiquiátrico,  por  los  que  las
Diputaciones Provinciales participan en aquel Fondo.
289.  La  Comisión  considera  necesario,  en  línea  con  lo  propuesto  para  los
Ayuntamientos, establecer un sistema de participación en los ingresos del Esta­
do  (PIE),  revisado  quinquenalmente  y  con  una  actualización  anual  basada  en
el mismo índice. Este sistema de participación debería distribuirse de acuerdo
con variables que se correspondan con la atribución de competencias al ámbito
provincial.  Así,  se  consideran  tres  variables  relevantes  que,  debidamente  pon­
deradas  y  actualizadas,  deberían  constituir  la  base  del  reparto  de  las  transfe­
rencias:
a) En  primer  lugar,  la  población  oficial  en  los  Municipios  de  menos  de
20.000  habitantes  de  la  provincia,  con  el  objeto  de  señalizar  el  marco
competencial básico de las Diputaciones en ese colectivo.
293
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

b) En segundo lugar, el número de Municipios de menos de 1.000 habitan­
tes en la provincia como variable representativa  de la función de apoyo
administrativo y de fijación de la población al territorio en los pequeños
Municipios donde las posibilidades de prestar servicios de calidad a  los
ciudadanos son más limitadas y el papel de las Diputaciones adquiere un
mayor protagonismo.
c) Finalmente,  una  tercera  variable  de  población  ajustada,  que  tenga  en
cuenta en la proporción adecuada la población de la provincia, la pobla­
ción mayor de 65 años, la dispersión  de la población, la  superficie pro­
vincial y, en su caso, alguna otra variable orográfica que tenga en cuenta
los costes asociados al ejercicio de las competencias provinciales.
290. En la medida en que la capacidad fiscal propia de los gobiernos provin­
ciales  está  en  la  actualidad  circunscrita  a  la  eventual  aplicación  de  un  recargo
sobre el IAE y a la aplicación de algunas cargas sobre los usuarios (tasas y precios
públicos fundamentalmente), carece de sentido en el momento presente incluir
indicadores de capacidad  en la fórmula  de reparto de la  PIE, al contrario de lo
que se propone para los Ayuntamientos.

III.2.1.6.  Coordinación en materia de competencias y su financiación
291.  Dada  la  profusión  de  transferencias  condicionadas  hacia  y  desde  los
Municipios para  articular fórmulas de colaboración en la gestión y cofinancia­
ción de los servicios desarrollados, la Comisión considera  necesario clarificar el
marco competencial y el ámbito de cooperación entre distintas Administracio­
nes, en la elección de la fórmula jurídica más adecuada en cada caso para la pres­
tación  de  los  servicios,  así  como  la  implantación  de  un  sistema  adecuado,
transparente y actualizable para determinar la  financiación que corresponde a
cada parte en los órganos de coordinación correspondientes.
292. En esta línea, la Comisión considera conveniente promover órganos de
coordinación con la Comunidad Autónoma respectiva y con los Municipios de
su territorio para facilitar la cooperación interjurisdiccional que facilite el buen
funcionamiento de las competencias atribuidas a cada administración.

III.2.1.7.  Regímenes especiales
293. En el caso de los Cabildos y  Consejos insulares, la  Comisión propone
un sistema similar de participación en los ingresos generales del Estado, sin per­
juicio del reconocimiento de las singularidades de estas Administraciones que
queden reflejados en la variable de población ajustada.

294
III.  Instrumentos de financiación

294.  Finalmente,  en  el  caso  de  las  ciudades  de  Ceuta  y  Melilla,  la  Comisión
consideraría adecuado integrar sus sistemas de financiación municipal y provincial.

III.2.1.8.  Consideraciones para la aplicación de una reforma
295. La eventual modificación de la PIE  tanto para  los  Municipios como
para  las provincias en el  sentido apuntado por la  Comisión  produciría  inevita­
blemente  importantes  consecuencias  redistributivas  en  términos  de  resultados
financieros.  Por  lo  tanto,  se  considera  imprescindible  aplicar  las  medidas  de
modo gradual, a fin de suavizar los efectos de la reforma.

III.2.1.9.  Participación en ingresos de las Comunidades Autónomas
296. Por lo que respecta  a las  PICAs, la  realidad actual es que su desarrollo
ha sido, en la práctica, marginal.
297. La  Comisión considera que al amparo del principio de subsidiariedad
consagrado  en  la  Carta Europea de Autonomía Local existe un amplio espacio
para  que las EELL incrementen el ámbito de gestión en materias que hoy son
competencia  de  las  CCAA  fundamentalmente;  servicios  sociales  (incluido  el
desarrollo de la ley de dependencia) y programas deportivos y culturales. 
298. Por otra parte, una porción muy elevada de las transferencias realizadas
por las CCAA en beneficio de las Entidades Locales son actualmente de carácter
condicional (mayoritariamente compensatorias y que por tanto comprometen el
presupuesto de las entidades receptoras), y se destinan a cubrir objetivos especí­
ficos de las CCAA en su territorio. 
299.  En  este  contexto,  la  Comisión  entiende  que  el  despliegue  efectivo  de  las
PICAs previstas en la Constitución podría ser el instrumento adecuado tanto para
financiar la mencionada ampliación de las competencias locales como para corregir
los problemas ocasionados por el diseño actual de las transferencias autonómicas.
300. Una  forma razonable de contribuir a constituir PICAs de un tamaño
adecuado podría consistir en  aportar  a  las mismas un  porcentaje elevado  de las
actuales transferencias, deshaciendo su condicionalidad, obviamente sin negar el
derecho de las CCAA a  hacer  su  propia  política  territorial  en  el  marco de sus
competencias. A ello se añadiría el montante de una estimación del importe del
coste de las nuevas competencias asumidas y, en su caso, de los gastos de suplen­
cia, si se decidiese utilizar para su compensación la segunda de las vías propues­
tas en el punto 30 de este informe.
301. Con ello podrían constituirse nuevas PICAs, que superen la caracterís­
tica de marginalidad  que a  día  de hoy tiene este instrumento financiero, y  que
295
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

se consoliden en el  futuro  con  reglas de evolución  similares a  las de la PIE,  si


bien vinculadas a cada territorio.
302. Por último, en lo que respecta a los criterios distributivos, cada Comu­
nidad Autónoma  debería  fijar los suyos propios, en la medida  en que la reduc­
ción  del  espacio  territorial  permitiría  sin  duda  encontrar  indicadores  de
necesidad homogéneos más ajustados a las características de cada una de ellas.
Propuesta III.13
Reforma del sistema de transferencias
El  sistema  de  transferencias  debería  tener  como  objetivos  el  equilibrio  vertical,
estableciendo  la  cuantía  inicial  y  unos  compromisos  sobre  su  evolución  y  revi­
sión,  y  el  equilibrio  horizontal,  incluyendo  fórmulas  de  distribución  que  consi­
deren  factores  de  necesidad  relacionados  directamente  con  las  competencias,  y
factores de capacidad relacionados inversamente con las bases tributarias propias.
La Comisión considera que debería elegirse un nuevo índice de evolución que
evite  problemas  de  gestión  y  que  debería  ser  el  mismo  que  se  utilice  para  la
financiación autonómica. 
La Comisión propone integrar los recursos procedentes del actual Fondo Com­
plementario  de  Financiación  y  la  participación  en  tributos  del  Estado  en  un
único fondo,  que,  a su vez sea distribuido  entre las entidades locales con crite­
rios de necesidad y capacidad fiscal con objetivos niveladores. Se aplicarían dife­
rentes criterios, en función del tamaño de los municipios.
En el  caso de las Diputaciones provinciales,  Consejos y Cabildos Insulares, la
articulación del sistema de transferencias incondicionales debería, a juicio de la
Comisión,  integrar  el  actual  Fondo  Complementario  de  Financiación,  los
impuestos cedidos estatales y las compensaciones del IAE, siendo objeto de revi­
sión quinquenal y con un criterio de evolución idéntico al aplicable a los muni­
cipios.  Se  considera  conveniente  trasladar,  en  la  medida  de  lo  posible,  las
transferencias del Fondo de Asistencia Sanitaria a las Comunidades Autónomas,
titulares de la competencia sanitaria.
En todo caso,  la Comisión considera conveniente reforzar el escaso peso de la
base tributaria en la financiación provincial a través de recargos sobre impuestos
municipales y de recargos en el IRPF.
En todo caso, dado la eventual modificación de la PIE se tendría que aplicar de
modo gradual a fin de que la  convergencia del modelo  presente hacia el  futuro
evite causar daños irreversibles.
Por lo que respecta a las PICAs, la Comisión considera que este bloque de trans­
ferencias  incondicionales  podría  ser  consolidado  a  partir  de  la  utilización  de
diversos instrumentos: (i) la transformación en incondicionales de un porcenta­

296
III.  Instrumentos de financiación

je elevado de las actuales transferencias condicionales aportadas por las CCAA;
(ii) la valoración de nuevas competencias fundamentalmente en materia de ser­
vicios  sociales y  programas deportivos y culturales,  eventualmente asumidas al
amparo  del  principio  de  subsidiariedad,  y  (iii),  en  su  caso,  la  cuantificación
agregada de los gastos  de suplencia en los que hubieran incurrido  las  entidades
locales. Cada Comunidad Autónoma establecería sus criterios de distribución.

III.2.2.  EL TRANSPORTE URBANO Y METROPOLITANO
COLECTIVO EN ESPAÑA: FINANCIACIÓN ACTUAL Y
PROPUESTAS DE MODIFICACIÓN

III.2.2.1.  Cuestiones generales
303.  Los  cambios  socioeconómicos  sufridos  en  las  últimas  décadas  han
supuesto un incremento muy relevante de la movilidad urbana y un nuevo repar­
to modal de viajes, con incidencia en el ámbito de los municipios y su entorno.
Este nuevo escenario se ha contemplado en la Estrategia Española de Movilidad
Sostenible,  aprobada  en  2009,  y  en  los  Planes  de  Movilidad  Urbana  Sostenible
(PMUS) promovidos por la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible
(LES), y a los que dedica una sección íntegra tanto en lo que se refiere al fomento
de los PMUS y de transportes alternativos al privado, como el peatonal, bicicleta
y el transporte urbano y metropolitano colectivo (autobús, metro y tranvía).
304. Centrados en el transporte urbano y metropolitano colectivo, la impor­
tancia  y la necesidad  de un  buen servicio público de transporte en  las ciudades
resulta absolutamente perceptible como muestran algunas cifras que son incues­
tionables, entre otras:
—   Uno de cada tres accidentes mortales ocurre en ciudad.
—   La circulación urbana genera el 40% del CO2 y el 70% de emisiones de
otros contaminantes de transporte.
—  La circulación urbana genera emisiones de óxido nitroso y monóxido de
carbono que constituyen un importante problema de salud y que se verí­
an aliviadas por un transporte urbano eficiente.
—  Más del 80 % del PIB se genera en zonas urbanas.
305. Son múltiples las ventajas que presenta el transporte colectivo sobre el
privado y, sin duda, entre las más relevantes, podemos destacar:
—   Garantiza el derecho social a desplazarse libremente y en igualdad de con­
diciones  a  las  personas  y  sirve  de  corrección  de  las  diferencias  de  capaci­
dad económica.
297
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

—  Disminuye la brecha diferencial de posibilidades de desplazamiento entre
las personas con y sin discapacidades.
—  Facilita el desarrollo económico y social de las ciudades.
—  Es sensiblemente más eficiente desde la perspectiva económica y de sos­
tenibilidad. 

III.2.2.2.  La financiación del transporte urbano colectivo: situación actual y
perspectivas
306.  La  forma  de  financiación  del  transporte  urbano  colectivo  en  España
presenta la siguiente estructura:
a) Ingresos directos: Tarifas, publicidad y otros ingresos.
b) Ingresos procedentes de la Administración Central del Estado: Contrato­
Programa  para  Madrid,  Barcelona  y  Canarias  y  subvención  para  el  resto
de los municipios [Fondo de reparto según un criterio de demanda (pro­
porcional al número de viajeros); otro de oferta (proporcional al número
de kilómetros de red en trayecto de ida), y otro financiero (inversamente
proporcional  al  déficit  de  explotación  medio  por  billete),  habiéndose
incluido en los últimos años también elementos medioambientales].
c) Ingresos procedentes de las Comunidades Autónomas: Ayudas a metros
y tranvías a través de consorcios u otras entidades, apoyo para la creación
de Autoridades  del  Transporte (no está generalizado) y otras ayudas de
fomento del transporte colectivo.
d) Ingresos  procedentes  de  los  propios  Ayuntamientos:  Subvenciones  al
déficit  de  explotación  de  empresas  públicas  y  subvenciones  tarifarias  a
favor de empresas privadas concesionarias (o con las que haya contratado
la prestación) del servicio.
307. En términos medios, los ingresos tarifarios representan entre un 36 % y
un 45 % de los costes operativos de las empresas que prestan el servicio de trans­
porte público urbano en España. En términos comparados, el importe del billete
en España supone algo más de la mitad del importe fijado en las principales ciu­
dades  europeas.  Sin  embargo,  considerando  el  poder  adquisitivo  (corrigiendo
aquel dato por el nivel de renta media por habitante), el esfuerzo que realizan los
ciudadanos es muy similar al realizado en los países de nuestro entorno.
El resto de los ingresos son subvenciones provenientes de las tres Administra­
ciones  Públicas  concernidas  (Estado,  Comunidades  Autónomas  y  Municipios),
que se sitúan en el intervalo entre el 55 %­64 % de los costes operativos, según el
298
III.  Instrumentos de financiación

Municipio  y  la  Comunidad  Autónoma  a  la  que  pertenezca.  Las  citadas  subven­
ciones deben cubrir, por tanto, el margen negativo entre el precio que paga el ciu­
dadano por el viaje y el coste “razonable” del servicio, cuantificable mediante otros
parámetros como el número de kilómetros recorridos, el número de usuarios... En
ese  contexto  es  fundamental  que  el  coste  real  del  servicio  se  determine  con  una
metodología de cálculo objetiva, contrastada y común para todos los operadores.
308.  Las  ayudas  de  las  Comunidades  Autónomas  al  transporte  urbano  y
metropolitano  colectivo  son  muy  diversas  y,  con  alguna  excepción,  son  poco
significativas en  la  estructura  financiera  de los operadores en el caso del trans­
porte público urbano de superficie prestado por flotas de autobuses. Sin embar­
go,  sí  es  una  modalidad  significativa  de  financiación  cuando  el  transporte
colectivo se realiza por metro o tranvía.
309. El  Estado  apoya al  transporte colectivo urbano y metropolitano dife­
renciando  entre dos grandes grupos de beneficiarios: Madrid/Barcelona/Cana­
rias y el resto de los municipios españoles. La  subvención media  por habitante
en el año  2013 fue, para el  primer grupo, de 21,9 euros (19,9 euros en el caso
de Madrid; 26,2 euros, en el  de Barcelona  y 15,54 euros,  en el  de Canarias),
mientras que para el  segundo fue de 3,05 euros de media  para  el conjunto de
municipios.  Por viajero la media de subvención para  el primer grupo, los que
poseen contrato programa, es de 0,40 euros y para el segundo de 0,05 euros. De
esta  forma  parece  evidenciarse  una  desigual  asignación  de  recursos,  si  bien  es
preciso tener en cuenta que los destinatarios de las subvenciones son las Comu­
nidades Autónomas  en los casos singulares antes  citados: a favor del  Consorcio
Regional de Transportes de Madrid, o de la Autoridad del Transporte Metro­
politano de Barcelona, o de la Comunidad Autónoma de Canarias (en este caso
para la financiación de las necesidades correspondientes al transporte regular de
viajeros de las distintas Islas).
310. Las subvenciones de la Administración General del Estado al transporte
colectivo  urbano  tienen  su  fundamento  en  la  disposición  adicional  quinta  del
TRLRHL,  que  plantea  diversas  fórmulas  de  financiación:  i)  Establecimiento  de
contratos­programa;  ii)  subvenciones  destinadas  a  la  financiación  de  inversiones
de infraestructura de transporte, y iii) subvenciones finalistas para el sostenimien­
to del servicio, otorgadas en función del número de usuarios y de los respectivos
ámbitos  territoriales.  De  estas  fórmulas  se  ha  optado  desde  1990  por  la  última,
habiendo influido, quizás, en la decisión adoptado en aquel momento que, en el
antiguo  Fondo  Nacional  de  Cooperación  Municipal,  existió  una  financiación
específica,  mediante  subvenciones,  destinada  al  transporte  público  colectivo
urbano (que se distribuían proporcionalmente al déficit de explotación). Las cita­

299
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

das  subvenciones  han  pasado,  desde  1990,  de  representar  un  33 %,  a  menos  de
un  20 %,  en  la  actualidad,  del  importe  total  de  las  aportaciones  de  la  Adminis­
tración General del Estado al transporte. 
Un factor relevante en esa evolución lo conforma el hecho de que en los últi­
mos cinco años se ha reducido la cuantía de aquellas subvenciones, pasando de
70,7 millones de euros en 2011 a 51,0 millones de euros en 2016.
311. La distribución de aquellas subvenciones entre los Municipios se hace,
actualmente, con arreglo a las siguientes variables, criterios y pesos relativos, que
se definen en las anuales Leyes de Presupuestos Generales del Estado:
a) Inversamente proporcional al déficit medio por billete (85 %).
b) Directamente proporcional a la longitud de la red (5 %).
c) Directamente proporcional a la relación viajeros/habitante (5 %).
d) Considerando determinados criterios de gestión y medioambientales (5 %).
Esta estructura de asignación de las subvenciones sólo ha experimentado una
reciente  modificación  (en  2014)  consistente  en  la  inclusión  de  criterios
medioambientales, lo que supuso minorar la relevancia del criterio de déficit en
un 5 %, que pasó del 90 % al 85 % del importe total de las subvenciones.
312. Los cambios producidos en el diseño urbano y en  las infraestructuras
de las  ciudades, derivados  del crecimiento de  sus poblaciones, así  como en la
percepción social  de la  sostenibilidad medioambiental y de la calidad  del servi­
cio, están poniendo de manifiesto carencias en el actual modelo de financiación
del transporte urbano y metropolitano colectivo, que debería considerar factores
relacionados  con  aquellos  cambios  y  que  debería  contribuir  al  fomento  de  la
movilidad, la  sostenibilidad y la  mejora de la calidad del  servicio. Para ello, es
necesaria una financiación suficiente y previsible de modo que la prestación del
servicio sea financieramente sostenible y  responda  a  unos niveles adecuados de
calidad,  exigiendo a  los operadores el máximo nivel  de transparencia  económi­
co­financiera de la gestión desarrollada. 
313. En cuanto a la financiación del servicio del transporte público colecti­
vo, si se pretende que el esfuerzo financiero que realicen los usuarios para el sos­
tenimiento de aquél se sitúe en niveles parejos al que asumen los ciudadanos de
otros países de nuestro entorno, la recaudación tarifaria, o el aumento medio de
los precios de los billetes, se estima  que no debería  sobrepasar el  10 %­20 %  de
las tarifas actuales.
314. Por lo que se refiere a las ayudas de las Administraciones, si las compe­
tencias  están  repartidas  entre  las  mismas,  el  esfuerzo  también  debe  ser,  igual­
300
III.  Instrumentos de financiación

mente,  distribuido entre ellas y  no necesariamente con  el mismo peso.  Proba­


blemente con un esfuerzo superior para las Comunidades Autónomas y  Muni­
cipios  que  para  la  Administración  Central  del  Estado.  En  todo  caso,  la
estabilidad  y garantía  de las subvenciones a  largo plazo es fundamental  para  la
necesaria planificación de la gestión de las empresas del  transporte y, por ende,
para aumentar la eficiencia y la calidad del servicio. 
315. Por lo que se refiere a la Administración Central del Estado, respecto a
la financiación del  transporte urbano y metropolitano colectivo, cabría  realizar
actuaciones con distinto horizonte temporal:
a) A  corto  plazo:  disminuir  progresivamente  hasta  su  total  eliminación  el
peso  relativo  de  la  variable  déficit  medio  por  billete  e  incorporar  otras
variables  a  la  asignación  de  subvenciones  estatales  (o  Fondo  de  reparto)
para  que sean más acordes con el  incremento exponencial de los costes
operativos, a medida que aumenta la población y tengan en cuenta otras
realidades como  la utilización  de autobuses con  nuevas fuentes de ener­
gía, la  mejora  de la gestión  a  través de indicadores de eficiencia, eficacia
y economía, la calidad del servicio a través de número de líneas, de para­
das, frecuencia, uso de nuevas tecnologías, kilómetros de carril bus...
b) A medio plazo: ampliar la utilización de los contratos­programas a ciuda­
des  con  un  intervalo  de  población  entre  300.000  y  hasta  800.000  habi­
tantes,  con  posibilidades  de  exigencias  más  puntuales  o  concretas  sobre
objetivos,  y  penalizaciones,  en  su  caso,  por  parte  del  Estado,  que  reduje­
ran las diferencias tan significativas de subvenciones por habitante/viajero
entre las ciudades con contrato­programas actuales (Madrid y Barcelona)
y  otras  ciudades  de  dimensión  considerable,  y  que  no  se  corresponden
con  diferencias  similares  en  sus  costes  operativos  de  transporte  por  habi­
tante/viajero.
c) A largo plazo: desarrollo de una Ley del Transporte Urbano y Metropo­
litano colectivo desde una perspectiva integral de la movilidad y sosteni­
bilidad.  Teniendo  en  cuenta  que  las  competencias  son  compartidas,  la
norma debería ser resultado de un consenso entre las tres Administracio­
nes: Estado, Comunidades Autónomas y Entidades Locales, con partici­
pación de la FEMP y de organizaciones y asociaciones con experiencia en
la  materia.  La  norma  debe  resolver  las  principales  lagunas  que  tiene  el
modelo de financiación actual, a saber:
a. Incorporación, de forma generalizada, de la figura de la Autoridad del
Transporte, que facilite la  coordinación entre los diversos medios  de
transportes y las administraciones.
301
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

b. Formalización  de  planes  de  actuación  a  medio  y  largo  plazo.  En  el


transporte, dada la  importancia de las inversiones y su coordinación,
la  falta  de  planificación  a  largo  plazo  dificulta,  en  gran  medida,  las
posibilidades de una gestión eficiente.
c. Desarrollo  de un modelo de financiación que fomente la  eficiencia y
la sostenibilidad del transporte colectivo.
d. Los  modelos  de  financiación  aplicados  en  países  europeos:  Francia,
Italia o Alemania, son buenas referencias para tener en cuenta.
La  Comisión  propone  que,  dado  que  el  aumento  del  coste  del  transporte
urbano colectivo  es más que proporcional  a medida  que  aumenta la  población
de las ciudades, como se ha demostrado en numerosos estudios, la distribución
de  las  subvenciones  entre  los  Municipios  debería  incluir  una  estratificación,
considerando la población de cada uno de aquéllos y, además, la establecida en
las áreas metropolitanas en las que aquéllos se ubiquen. Con ello se tendría  en
cuenta  la  movilidad  de  los  ciudadanos  de  las  capitales  y  las  ciudades  de  sus
conurbaciones. Completaría  ese marco, la  aplicación para Municipios con un
nivel de población determinado  de Contratos­Programa que valoren de forma
más objetiva las singularidades de cada  uno, quedando excluidos del Fondo  de
reparto de subvenciones de aplicación general.
Considerando la diversidad de situaciones en el territorio nacional, el marco
competencial  en materia de transporte y la  dispersión normativa  sobre ésta, la
Comisión propone la  elaboración de una  Ley estatal sobre el  modelo de finan­
ciación del  transporte urbano colectivo, que, como marco  de referencia, con­
temple igualdad de regulación a operadores similares e igualdad de acceso de los
ciudadanos con similares niveles de calidad.

Propuesta III.14
Reforma de la financiación del transporte público
La Comisión propone la recuperación de la aportación de recursos  de 2011  en
un plazo  establecido y razonable para que se  permita  una mejora en la planifi­
cación  de  nuevas  inversiones.  Asimismo,  se  propone  actualizar  anualmente  la
cantidad resultante con el índice general que se aplique al  resto  de las transfe­
rencias generales.
Asimismo, propone modificar los criterios de distribución de la subvención que
actualmente se financia con cargo a los Presupuestos  Generales  del Estado, eli­
minando cualquier referencia al déficit de explotación e incorporando variables
medioambientales y  otras relacionadas con la renovación de flota, eficiencia,...
La  distribución  de  las  subvenciones  entre  los  Municipios  debería  incluir  una

302
III.  Instrumentos de financiación

estratificación, considerando la población de cada uno de aquéllos y, además, la
establecida en las áreas metropolitanas en las que aquéllos se ubiquen. Estos cri­
terios se tendrían que trasladar, igualmente,  a la distribución de recursos en el
caso de que se establezca la alternativa de suscripción de Contratos­Programa.
La Comisión considera que podría establecerse la aplicación para  Municipios
con un nivel de población determinado de Contratos­Programa que valoren de
forma  más  objetiva  las  singularidades  de  cada  uno,  quedando  excluidos  del
Fondo de reparto de subvenciones de aplicación general.
Por último, se propone por la Comisión la elaboración de una Ley estatal sobre
el modelo de financiación del transporte urbano colectivo, que sirva de referen­
cia a todas las Administraciones Públicas.

303
ANEXOS

Anexo I
Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

Marco general1
El análisis de la dimensión y evolución de la actividad financiera y presupuestaria de
la  Administración  Local  en  España  presenta  cierta  complejidad,  dada  su  variada  com­
posición. Globalmente considerada, su dimensión en términos de contabilidad nacional
permite disponer de indicadores comparables con nuestro contexto económico­institu­
cional  más  cercano  (Unión  Europea,  eurozona  y  países  con  un  grado  de  descentraliza­
ción similar, como es el caso de Alemania, Bélgica o Austria).
A efectos prácticos, este subsector está compuesto por los siguientes tipos de unida­
des institucionales, con diferente relevancia y cometidos: 
Los  Ayuntamientos  (8.116  más  dos  Ciudades  Autónomas  en  2014,  de  los  que
6.814 tienen menos de 5 mil habitantes y 905 entre 5 y 20 mil), las Diputaciones Pro­
vinciales (38)  y  Forales (3), los  Consejos y Cabildos Insulares (11),  así  como por los
órganos  de gobierno  y  administración de las Áreas Metropolitanas (3), las  Mancomu­
nidades  de  Municipios  (977), las Comarcas  (81) u otras entidades que agrupen varios
municipios (76) y las entidades de ámbito territorial inferior al municipal (3.714). 
Los organismos autónomos (1.149) y demás entes públicos dependientes (55) de la
Corporación Local.  Las sociedades mercantiles públicas  (1.331 más  238  participadas)
y las instituciones sin fines de lucro y consorcios (457).
Resulta necesario  destacar algunas precisiones  sobre  las  diferencias en el  ámbito de
la consolidación y  la  imputación temporal y económica  de determinados  ingresos lo­
cales.
El  criterio  general  establecido  en  contabilidad  nacional  para  la  imputación  de  la
mayor parte de los ingresos, y en concreto para los impuestos y cotizaciones sociales, es
el devengo. No obstante, hay excepciones. En el presupuesto, los ingresos de naturaleza
fiscal, así como los ingresos asimilados que se recogen en los capítulos 1 a 3, el registro
se realiza en el momento en que se reconoce el derecho. Por el contrario,  en contabilidad
nacional, el criterio para la imputación de los  ingresos  fiscales y asimilados  o  directa­
mente relacionados con ellos y con efecto en el déficit público, es el de caja. Por tanto,
a  efectos  de  la  elaboración  de  las  cuentas  de  contabilidad  nacional,  las  rúbricas  de
impuestos se registran por el importe total realizado en caja en cada ejercicio, ya sea de
corriente  o  de  cerrados.  Estos  criterios  se  aplicarán  igualmente  a  aquellos  conceptos
que, en términos de contabilidad nacional, tengan la consideración de impuestos y apa­
rezcan  registrados  contablemente  en  otros  capítulos  del  presupuesto  de  ingresos.  No
obstante, este tratamiento no se aplica a los impuestos cedidos parcialmente por el Estado a

1
Salvo que se indique otra cosa, la fuente de información es Ministerio de Hacienda y Función Pública,
Secretaría General de Financiación Autonómica y Local.

307
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

determinadas Corporaciones Locales, como son el IRPF, el IVA y los Impuestos espe­
ciales de fabricación.  Esta excepción, sin embargo,  no  es aplicable a las Diputaciones
Forales del País Vasco ni a los Cabildos Insulares Canarios, cuyos impuestos son objeto
de este ajuste como consecuencia de sus sistemas tributarios especiales. 
En  estos  casos,  las  Corporaciones  Locales  generalmente  imputan  a  los  capítulos  1
“impuestos directos” y 2 “impuestos indirectos” del presupuesto de ingresos, los recursos deri­
vados de los  impuestos cedidos en el momento en que tienen conocimiento de su importe, y
al capítulo 4  “transferencias corrientes”,  los ingresos procedentes de los  Fondos Com­
plementario de Financiación y de Financiación de Asistencia Sanitaria. En contabilidad
nacional, los pagos mensuales a cuenta de los impuestos cedidos y de los Fondos Com­
plementario de Financiación y de Financiación de Asistencia Sanitaria se registran en el
período en que se pagan, y la liquidación definitiva resultante, en el momento en que se
determina su cuantía y se satisface. 
El Reglamento  (UE) N.o 549/2013  del  Parlamento Europeo y del  Consejo, de 21
de mayo de 2013, relativo al Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regionales de
la Unión Europea (SEC 2010) establece la metodología  de elaboración de las  cuentas
económicas que se publiquen a partir del 1 de septiembre de 2014. El cambio que se pro­
duce en relación a la serie anterior en materia de impuestos afecta a su asignación entre
los subsectores. En el SEC 2010 se dispone que los impuestos deben asignarse a la uni­
dad  de  las  administraciones  públicas  que  esté  habilitada  para  exigir  el  impuesto,  ya  sea
como parte principal o en virtud de delegación de poderes, y tenga la facultad discrecio­
nal para establecer y modificar el tipo del impuesto. La aplicación de este criterio afecta a
los casos siguientes de cesión de impuestos recaudados por el Estado: 
A las Entidades Locales  en régimen de cesión y para los impuestos de IRPF, IVA y
determinados Impuestos Especiales (Alcohol, Cerveza, Tabaco, Hidrocarburos y Produc­
tos Intermedios). En el SEC 1995 estos impuestos se registraban en las cuentas del sub­
sector de las Corporaciones Locales, como impuestos propios de las unidades locales y,
simultáneamente,  como  menores  impuestos del  Estado.  En el  SEC 2010 se registran
como impuestos del Estado, y se imputan como gasto del Estado a las entidades locales
en concepto de transferencias corrientes entre Administraciones Públicas. 
En el caso de las Comunidades Autónomas ocurre lo mismo, salvo en el IRPF cedido,
donde se mantiene  el  tratamiento  como  impuesto de estas Administraciones y, como
tal, se registra  en sus  cuentas, debido a su facultad discrecional  sobre la imposición de
la tarifa autonómica del impuesto. 
Finalmente,  algunas unidades  públicas locales reciben “tasas” de los usuarios por la
prestación de determinados  servicios. A efectos de contabilidad  nacional  estas “tasas”
deben tratarse como “ventas” si la unidad pública está prestando un servicio real y si los
pagos guardan una proporción clara con los costes de la provisión del mismo. Por el
contrario,  si la exigencia de tasas por las entidades públicas está desligada  de una pro­
ducción real de servicios o su cuantía no  está  relacionada con los  costes de prestación
del servicio, los pagos deberán tratarse como impuestos.

308
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

Teniendo  en  cuenta  estas  precisiones,  las  principales  magnitudes  fiscales  relativas  a  la
dimensión  comparada permiten  contextualizar  a  la  hacienda  local  española  respecto  a  su
dimensión relativa, el grado de saneamiento de sus finanzas, la composición de sus ingresos
y el tipo de impuestos y la naturaleza de sus gastos, a través de las funciones que desarrolla. 
Los cuadros números 1.1 al 1.9 presentan con cierto nivel de detalle información de
este  tipo  relativa  a  la  evolución  de  ingresos,  gastos,  déficit  y  deuda,  así  como  de  las
estructuras o composición relativa de los sistemas de financiación y de la estructura fun­
cional del gasto local.
Cuadro 1.1
Dimensión comparada de la Hacienda Local
2015 Gasto local % / PIB Ingreso local %/ PIB Gasto local / h Gasto local / % AAPP
Unión Europea 11,1 11,1 3.205 23,4
Eurozona 9,9 10,0 3.054 20,4
Bélgica 7,2 7,2 2.622 13,3
Alemania 7,8 7,9 2.901 17,7
España 6,0 6,5 1.393 13,7
Austria 8,6 8,6 3.428 16,8
Fuente:  Eurostat y elaboración propia.
Cuadro 1.2
Déficit y deuda local
2015
AAPP AAPP CCLL Saldo local CCLL
Déficit y deuda local
déficit deuda déficit m. euros deuda
y AAPP % / PIB 
Unión Europea ­2,4 85,0 0,1 9.784,7 5,9
Eurozona ­2,1 90,4 0,1 14.513,0 6,3
Bélgica ­2,5 105,8 0,1 260,6 5,7
Alemania 0,7 71,2 0,1 4.222,0 5,0
España ­5,1 99,8 0,5 5.094,0 3,3
Austria ­1,0 85,5 0,0 ­16,7 4,0
Fuente:  Eurostat y elaboración propia.
Cuadro 1.3
Evolución del gasto local
Gasto público local % / PIB 2008 2015 2015/08
Unión Europea 11,3 11,1 ­1,8%
Eurozona 10,0 9,9 ­1,0%
Bélgica 6,8 7,2 5,9%
Alemania 7,3 7,8 6,8%
España 6,5 6,0 ­7,7%
Austria 8,1 8,6 6,2%
Fuente:  Eurostat y elaboración propia.

309
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Cuadro 1.4
Evolución del ingresos local
Ingreso público local % / PIB 2008 2015 2015/08
Unión Europea 11,1 11,1 0,0%
Eurozona 9,8 10,0 2,0%
Bélgica 7,1 7,2 1,4%
Alemania 7,6 7,9 3,9%
España 6,0 6,5 8,3%
Austria 8,0 8,6 7,5%
Fuente:  Eurostat y elaboración propia.

Cuadro 1.5
Evolución del déficit público local durante la crisis
Déficit público local millones euros 2008 2015 2015/08
Unión Europea ­29.580 9.785 ­133,1%
Eurozona ­19.252 14.513 ­175,4%
Bélgica 763 261 ­65,8%
Alemania 6.657 4.222 ­36,6%
España ­5.375 5.094 ­194,8%
Austria ­255 ­17 ­93,5%
Fuente:  Eurostat y elaboración propia.

Cuadro 1.6
Composición de los ingresos locales
2015
% Impuestos % Transf. ctes. % Transf. capital % Otros ingresos
% / Ingresos locales
Unión Europea 38,1 43,9 4,9 13,1
Eurozona 42,1 38,8 4,5 14,6
Bélgica 38,6 45,3 3,2 12,9
Alemania 42,0 35,9 5,5 16,6
España 52,9 34,5 6,4 6,1
Austria 18,7 62,9 3,3 15,0
Fuente:  Eurostat y elaboración propia.
Cuadro 1.7
Peso relativo de los Impuestos locales
2015
Impuestos/ PIB Transf. / PIB Otros / PIB
Financiación local
Unión Europea 4,2 5,4 1,5
Eurozona 4,3 4,4 1,3
Bélgica 2,8 3,5 0,9
Alemania 3,3 3,2 1,4
España 3,5 2,6 0,4
Austria 1,6 5,7 1,3
Fuente:  Eurostat y elaboración propia.

310
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

Cuadro 1.8
Composición de los Impuestos locales
2015
Producción Renta y riqueza Capital Otros
% / Impuestos locales
Unión Europea 41,5 51,1 0,5 7,0
Eurozona 54,2 39,1 0,6 6,0
Bélgica 49,2 29,8 0,0 20,9
Alemania 17,8 74,4 0,0 7,8
España 67,9 22,4 7,5 2,2
Austria 75,2 1,3 0,0 23,5
Fuente:  Eurostat y elaboración propia.

Cuadro 1.9
Estructura funcional del gasto local
2015 Unión Eurozona Bélgica Alemania España Austria
Europea
Gasto funcional local % / PIB

Total 11,1 9,9 7,2 7,8 6,0 8,6


Servicios generales 1,5 1,7 1,3 1,4 2,2 1,4
Defensa 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Orden público 0,4 0,3 0,9 0,3 0,5 0,2
Asuntos Económicos 1,4 1,5 0,6 1,1 1,0 1,0
Medio Ambiente 0,6 0,6 0,5 0,3 0,6 0,2
Vivienda 0,4 0,4 0,2 0,3 0,3 0,2
Sanidad 1,5 1,4 0,1 0,2 0,1 2,0
Ocio, cultura y religión 0,6 0,6 0,6 0,5 0,7 0,5
Educación 1,9 1,4 1,5 1,2 0,2 1,4
Protección Social 2,7 1,9 1,5 2,7 0,5 1,9
Gasto funcional local / AAPP

Total 23,5 20,4 13,4 17,7 13,7 16,7


Servicios generales 24,2 25,8 16,0 23,7 33,8 20,3
Defensa 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Orden público 23,5 16,7 56,3 15,0 35,7
Asuntos Económicos 32,6 33,3 9,2 35,5 22,7 16,1
Medio Ambiente 75,0 75,0 55,6 50,0 66,7 50,0
Vivienda 66,7 66,7 66,7 75,0 60,0 50,0
Sanidad 20,8 19,4 1,3 2,8 1,6 25,0
Ocio, cultura y religión 60,0 54,5 50,0 50,0 63,6 41,7
Educación 38,8 29,8 23,4 28,6 4,9 28,0
Protección Social 14,1 9,5 7,4 14,2 2,9 8,8
(Sigue.)

311
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

2015 Unión
Europea Eurozona Bélgica Alemania España Austria

Gasto funcional local (composición)

Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0


Servicios generales 13,5 17,2 18,1 17,9 36,7 16,3
Defensa 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Orden público 3,6 3,0 12,5 3,8 8,3 2,3
Asuntos Económicos 12,6 15,2 8,3 14,1 16,7 11,6
Medio Ambiente 5,4 6,1 6,9 3,8 10,0 2,3
Vivienda 3,6 4,0 2,8 3,8 5,0 2,3
Sanidad 13,5 14,1 1,4 2,6 1,7 23,3
Ocio, cultura y religión 5,4 6,1 8,3 6,4 11,7 5,8
Educación 17,1 14,1 20,8 15,4 3,3 16,3
Protección Social 24,3 19,2 20,8 34,6 8,3 22,1
Fuente:  Eurostat y elaboración propia.

Tanto en porcentaje del PIB, como  en euros por habitante se pueden constatar los
siguientes resultados:
La dimensión relativa de la hacienda local española (6 % del PIB en 2015) es menor
que la de nuestro entorno (11,1 % en UE),  con un mayor superávit fiscal (0,5 % frente a
0,1 %) y un menor nivel de endeudamiento (3,3 % frente a 5,9 %). 
Desde la crisis de 2008  se ha producido  un fuerte descenso del gasto local en España
(­7,7 % en términos de PIB), muy superior al de los países de nuestro entorno (­1,8 %),
mientras los ingresos han aumentado a un mayor ritmo (8,3 %). Esto ha permitido pasar
de una situación de déficit de la hacienda local española a mantener un superávit  desde
2012 (­0,5 % del PIB en 2008 a 0,5 % en 2015).
El peso relativo de los impuestos en su financiación (52,9 % de sus ingresos) es  más
importante que la media (38,1 %) y le otorga una mayor autonomía fiscal.
Su estructura de gasto está más orientada a las funciones tradicionales, manteniendo un
peso relativo menor en las prestaciones características del Estado de Bienestar (0,8 % del PIB
en protección social, sanidad y educación, frente al 6,1 % en la UE).

Clasificación económica y funcional del gasto
Los cuadros 1.10 a 1.12  muestran la evolución en  términos  de contabilidad nacio­
nal de las principales magnitudes de la hacienda local española, esto es, el gasto público
presentado conforme a su clasificación funcional,  los recursos y empleos  del  conjunto
de las Entidades Locales  y los principales agregados macroeconómicos y  saldos conta­
bles por tipos de Administración Pública.

312
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

Por su parte, los cuadros 1.13  a 1.16  expresan la información en términos de  con­


tabilidad presupuestaria referida a 2015, último año con liquidaciones presupuestarias
completamente cerradas. En este segundo caso, la información ofrecida contiene datos
agregados y  por tramos de población de gasto local  tanto conformes a la clasificación
económica, como a la funcional.
Cuadro 1.10 
Gasto funcional de las Entidades Locales
Clasificación funcional 2015 2015/04 2015/14 2015 % /total 2015 / AAPP
Servicios públicos generales  23.293 41,6% 3,3% 36,0% 33,3%
Órganos ejecutivos y legislati­
vos, asuntos financieros fiscales 2.521 3,0% 2,0% 3,9% 14,2%
Servicios generales 8.272 67,2% 1,8% 12,8% 72,1%
Transacciones de la deuda
1.082 45,4% ­35,9% 1,7% 3,1%
pública
Transferencias de carácter
general entre distintos niveles
de gobierno 11.357 37,0% 11,2% 17,6% —
Orden público y seguridad 5.073 30,6% 2,6% 7,8% 23,3%
Servicios de policía 3.849 23,8% 1,9% 5,9% 28,0%
Servicios de protección contra
incendios 1.224 57,7% 4,8% 1,9% 71,2%
Asuntos económicos 10.816 54,6% 5,2% 16,7% 22,9%
Asuntos generales de economía,
comerciales y laborales 3.086 112,2% 6,3% 4,8% 26,5%
Transporte  6.647 42,9% 4,7% 10,3% 35,4%
Protección del medio ambiente 6.456 29,2% 0,9% 10,0% 69,5%
Gestión de los residuos 4.958 54,0% 0,7% 7,7% 94,4%
Gestión de las aguas residuales 1.021 79,8% 1,1% 1,6% 66,8%
Reducción de la contaminación 185 ­82,4% 3,4% 0,3% 81,1%
Vivienda y servicios comunita­
rios 3.172 ­32,3% ­2,9% 4,9% 61,0%
Desarrollo de la comunidad 928 619,4% ­8,2% 1,4% 52,2%
Desarrollo de la vivienda 594 ­83,5% 2,8% 0,9% 62,2%
Abastecimiento de agua 537 ­10,2% ­6,3% 0,8% 46,3%
Alumbrado público 1.075 206,3% 0,8% 1,7% 100,0%
Salud 818 30,9% 8,3% 1,3% 1,2%
Servicios a pacientes
externos/Servicios hospitalarios 455 5,6% 18,5% 0,7% 0,9%
Servicios de salud pública 347 88,6% ­2,3% 0,5% 38,2%
(Sigue.)

313
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Clasificación funcional 2015 2015/04 2015/14 2015 % /total 2015 / AAPP


Ocio, cultura y religión 7.096 32,6% 3,8% 11,0% 58,6%
Servicios deportivos y de ocio 3.470 41,7% 2,1% 5,4% 89,1%
Servicios culturales 3.084 24,1% 5,3% 4,8% 64,3%
Educación 2.262 2,8% 2,3% 3,5% 5,1%
Educación preescolar y primaria 1.815 ­9,4% 2,3% 2,8% 10,5%
Protección social 5.713 40,4% 2,2% 8,8% 3,1%
Enfermedad e incapacidad 888 85,4% 1,1% 1,4% 3,5%
Vejez 2.138 88,4% 1,5% 3,3% 2,2%
Familia y niños 689 56,6% 1,8% 1,1% 9,9%
Exclusión social n. e. c. 711 ­53,0% 2,6% 1,1% 24,1%
Protección social n. e. c. 1.237 192,4% 3,9% 1,9% 42,1%
Total 64.699 31,3% 3,0% 100,0% 13,7%

Cuadro 1.11
Recursos y empleos de las Entidades Locales
Cuentas CCLL 2015 2015/04 2015/14 2015 % /total 2015 / AAPP
Recursos no financieros 69.793 41,3% 2,2% 100,0% 16,8%
Recursos corrientes 65.314 48,9% 1,8% 93,6% 16,0%
Producción de mercado 5.346 50,1% ­4,2% 7,7% 41,7%
Pagos por otra producción no
de mercado 1.367 195,2% ­7,6% 2,0% 32,8%
Impuestos del tipo valor añadi­
do IVA 5.815 37,8% 5,0% 8,3% 8,3%
Impuestos sobre los productos,
excluido IVA e importaciones 2.473 ­35,5% 2,5% 3,5% 6,7%
Otros impuestos sobre la pro­
ducción 16.728 96,5% 2,4% 24,0% 80,7%
Intereses 378 24,8% ­16,6% 0,5% 9,2%
Impuestos sobre la renta 5.633 33,4% 1,7% 8,1% 5,4%
Otros impuestos corrientes 2.651 46,3% ­0,7% 3,8% 66,7%
Cotizaciones sociales imputadas 272 1,5% 9,7% 0,4% 3,5%
Transferencias corrientes entre
administraciones públicas 22.330 51,8% 3,8% 32,0%
Otras transferencias corrientes 1.674 19,2% ­3,2% 2,4% 27,0%
(Sigue.)

314
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Cuentas CCLL 2015 2015/04 2015/14 2015 % /total 2015 / AAPP


Recursos de capital 4.479 ­18,5% 8,0% 6,4% 66,5%
Impuestos sobre el capital 2.753 64,0% 16,3% 3,9% 43,3%
Transferencias de capital entre
administraciones públicas 1.312 ­54,1% ­2,7% 1,9%
Ayudas a la inversión 271 ­56,1% 2,7% 0,4% 5,8%
Otras transferencias de capital 143 ­58,2% ­14,9% 0,2% 24,3%
Empleos no financieros 64.699 31,3% 3,0% 100,0% 13,7%
Empleos corrientes 57.341 43,0% 2,3% 88,6% 13,1%
Remuneración de asalariados 21.514 48,8% 3,0% 33,3% 18,1%
Consumos intermedios 19.551 46,4% 0,1% 30,2% 34,2%
Subvenciones a los productos 1.418 29,3% ­4,2% 2,2% 16,3%
Otras subvenciones a la pro­
ducción 60 ­50,8% 30,4% 0,1% 1,6%
Intereses  722 17,6% ­45,3% 1,1% 2,2%
Prestaciones sociales distintas
de las transferencias sociales en
especie 478 0,2% 5,5% 0,7% 0,3%
Transferencias sociales en espe­
cie: producción adquirida en el
mercado 684 167,2% 0,4% 1,1% 2,4%
Transferencias corrientes entre
administraciones públicas 11.162 38,4% 11,5% 17,3%
Otras transferencias corrientes 1.560 3,0% 8,0% 2,4% 28,3%
Empleos de capital 7.358 ­19,8% 8,7% 11,4% 22,1%
Formación bruta de capital fijo 6.199 ­25,3% 15,2% 9,6% 23,0%
Transferencias de capital entre
administraciones públicas 195 ­14,5% ­2,5% 0,3%
Ayudas a la inversión 457 ­41,2% ­17,7% 0,7% 10,2%
Otras transferencias de capital 28 86,7% ­68,9% 0,0% 1,1%
AHORRO (TRC­TEC) 7.973 110,8% ­1,5% 12,3% ­27,9%
CAP. (+) O NEC. (­) DE
FINANCIACIÓN  5.094 4448,2% ­6,9% 7,9% ­9,2%
SALDO PRIMARIO 5.816 701,1% ­14,4% 9,0% ­26,5%
PIB 24,9% 3,7%

315
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Cuadro 1.12
Magnitudes y saldos contables por Administraciones

Admones. Admón. Admón. Admón. Fondos de la


Operaciones y saldos contables
Públicas Central Regional Local S. Social

2015/04

Producción 44,8% 36,5% 48,2% 49,1% 8,1%


Consumos intermedios 47,7% 38,8% 56,1% 46,4% ­13,0%
Valor añadido bruto 43,8% 36,0% 45,8% 51,2% 18,5%
Consumo de capital fijo 55,6% 40,2% 69,9% 59,7% 16,9%
Valor añadido neto 41,3% 34,3% 42,5% 49,0% 18,7%
Remuneración de los asalariados 41,0% 33,9% 42,2% 48,8% 18,5%
Renta disponible neta ­11,6% ­64,3% 10,6% 54,5% ­162,0%
Renta disponible ajustada neta ­58,0% ­69,2% ­72,1% 56,5% ­209,9%
Gasto en consumo final 41,0% 34,4% 42,5% 47,5% 10,6%
Formación bruta de capital ­21,2% ­34,2% ­5,9% ­25,5% ­65,4%
2015 millones euros

Producción 204.314 42.356 110.985 47.054 3.919


Consumos intermedios 57.142 8.928 27.622 19.551 1.041
Valor añadido bruto 147.172 33.428 83.363 27.503 2.878
Consumo de capital fijo 27.588 9.587 11.745 5.951 305
Valor añadido neto 119.584 23.841 71.618 21.552 2.573
Remuneración de los asalariados 119.125 23.707 71.353 21.514 2.551
Renta disponible neta 152.325 13.195 104.575 42.736 ­8.181
Renta disponible ajustada neta 36.590 10.580 6.295 31.119 ­11.404
Gasto en consumo final 208.489 37.942 125.446 40.714 4.387
Ahorro neto ­64.369 ­33.695 ­22.666 2.036 ­10.044
Formación bruta de capital 26.908 7.894 12.721 6.184 109

Capacidad (+)/Necesidad (­) de
financiación ­55.163 ­28.385 ­18.722 5.094 ­13.150

316
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

Cuadro 1.13
Obligaciones reconocidas de las Entidades Locales por políticas de gasto
Obligaciones reconocidas Resto
E. Locales Ayuntamientos E. Locales Ayuntamientos
miles euros y % 2015/14 E. Locales
Deuda Pública 743.309 636.422 106.888 ­41,8% ­43,6%
Servicios públicos básicos 19.523.169 18.024.398 1.498.771 6,8% 7,6%
Seguridad y movilidad
ciudadana 4.965.600 4.697.448 268.152 8,8% 9,2%
Vivienda y urbanismo 4.934.619 4.756.425 178.194 14,1% 14,2%
Bienestar comunitario 7.681.478 6.955.471 726.007 0,0% 1,6%
Medio ambiente 1.941.471 1.615.053 326.418 14,0% 12,5%
Actuaciones de protección
y promoción social 7.393.980 5.034.695 2.359.285 10,4% 14,7%
Pensiones 191.310 175.685 15.625 7,0% 8,2%
Otras prestaciones econó­
micas a favor de empleados 294.121 258.182 35.939 9,1% 8,2%
Servicios Sociales y promo­
ción social 5.652.836 3.564.070 2.088.765 8,2% 12,2%
Fomento del Empleo 1.255.714 1.036.758 218.956 22,4% 27,6%
Producción de bienes
públicos de carácter
preferente 8.292.422 7.113.972 1.178.450 13,6% 16,0%
Sanidad 687.608 391.479 296.129 4,8% 4,6%
Educación 2.359.057 2.084.228 274.829 11,4% 12,4%
Cultura 3.170.503 2.746.619 423.884 17,2% 20,7%
Deporte 2.075.254 1.891.645 183.608 13,9% 16,2%
Actuaciones de carácter
económico 5.325.825 2.950.978 2.374.848 12,4% 12,0%
Agricultura, Ganadería y
Pesca 269.262 96.926 172.336 6,7% 30,0%
Industria y energía 88.148 62.889 25.259 ­15,1% ­18,0%
Comercio, turismo y
pequeñas y medianas
empresas 1.009.272 715.344 293.928 7,5% 8,5%
Transporte público 1.505.112 979.368 525.744 6,3% 4,5%
Infraestructuras 1.998.227 809.982 1.188.245 19,8% 31,1%
Investigación, desarrollo e
innovación 57.510 5.621 51.889 128,2% ­3,8%
Otras actuaciones de carác­
ter económico 398.294 280.848 117.446 19,5% 6,9%
(Sigue.)

317
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Obligaciones reconocidas Resto
E. Locales Ayuntamientos E. Locales Ayuntamientos
miles euros y % 2015/14 E. Locales
Actuaciones de carácter
general 20.360.841 9.118.040 11.242.801 3,7% 5,9%
Órganos de gobierno 980.971 799.457 181.514 5,2% 5,6%
Servicios de carácter general 7.179.719 6.019.595 1.160.124 5,1% 5,5%
Administración financiera
y tributaria 2.525.642 1.861.501 664.140 5,5% 8,4%
Transferencias a otras
Administraciones Públicas 9.674.510 437.487 9.237.022 2,2% 1,6%
Total 61.639.546 42.878.504 18.761.042 6,4% 8,2%

Cuadro 1.14 
Obligaciones reconocidas en las Entidades Locales por clases de gasto
Obligaciones reconocidas Resto
E. Locales Ayuntamientos E. Locales Ayuntamientos
miles euros y % 2015/14 E. Locales
Gastos de personal 19.553.748 16.355.369 3.198.379 8,6% 9,9%
Órganos de gobierno y
personal directivo 455.518 386.467 69.051 1,8% 2,6%
Personal eventual 169.005 121.369 47.636 ­9,0% ­8,5%
Personal Funcionario 8.115.360 6.755.192 1.360.168 8,7% 9,9%
Personal Laboral 5.000.431 4.217.064 783.367 9,2% 10,7%
Otro personal 492.694 408.588 84.106 17,0% 16,3%
Incentivos al rendimiento 670.119 571.100 99.018 6,8% 7,8%
Cuotas, prestaciones y
gastos sociales a cargo del
empleador 4.650.622 3.895.589 755.033 8,8% 10,2%
Gastos corrientes en bienes
y servicios 18.754.209 15.747.104 3.007.105 7,2% 7,8%
Arrendamientos y cánones 403.057 339.930 63.127 4,8% 6,2%
Reparaciones, manteni­
miento y conservación 1.961.132 1.694.443 266.689 12,1% 14,2%
Material, suministros y otros 16.063.358 13.476.371 2.586.986 6,7% 7,2%
Indemnizaciones por razón
del servicio 160.727 127.622 33.106 6,8% 9,2%
Trabajos realizados por
administraciones públicas
y otras entidades públicas 107.942 89.559 18.383 16,5% 15,6%
Trabajos realizados por
Instituciones sfl 52.128 15.144 36.984 35,2% 19,6%
(Sigue.)

318
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Obligaciones reconocidas Resto
E. Locales Ayuntamientos E. Locales Ayuntamientos
miles euros y % 2015/14 E. Locales
Gastos financieros 935.602 807.134 128.469 ­40,1% ­41,1%
Transferencias corrientes 15.188.965 4.487.082 10.701.883 4,4% 11,3%
A la Administración del
Estado 852.432 14.441 837.990 2,9% 5,5%
A entes públicos y socieda­
des mercantiles 1.811.973 1.533.477 278.497 2,0% 0,5%
A Comunidades Autónomas 8.807.941 144.388 8.663.553 2,8% 3,2%
A Consorcios 1.006.290 488.713 517.577 11,2% 15,2%
A Empresas privadas 658.091 353.374 304.717 5,3% 14,6%
A Familias e Instituciones
sin fines de lucro 2.009.648 1.224.443 785.205 10,9% 16,8%
Al exterior 42.049 7.975 34.074 12,3% 27,7%
Inversiones reales 6.515.319 5.036.589 1.478.731 17,8% 20,2%
Inversión nueva en infraes­
tructuras y bienes destina­
dos al uso general 1.842.543 1.671.948 170.595 11,8% 17,0%
Inversiones de reposición
de infraestructuras y bienes
destinados al uso general 1.833.878 1.373.692 460.186 24,0% 26,7%
Inversión nueva asociada al
funcionamiento operativo
de los servicios 1.512.136 1.207.169 304.967 12,3% 15,9%
Inversión de reposición
asociada al funcionamiento
operativo de los servicios 617.586 550.839 66.747 27,5% 29,8%
Transferencias de capital 691.702 445.226 246.476 ­10,9% ­22,1%
A la Administración del
Estado 28.745 20.804 7.941 41,5% 73,8%
A entes públicos y socieda­
des mercantiles de la Enti­
dad local 310.086 194.365 115.722 2,3% ­19,6%
A Consorcios 46.181 35.196 10.985 ­69,8% ­70,9%
A empresas privadas 96.565 41.109 55.456 ­5,2% ­21,0%
A familias e instituciones
sin fines de lucro 171.248 78.956 92.292 3,5% 5,7%
Gastos no financieros 61.639.546 42.878.504 18.761.042 6,4% 8,2%
Déficit/superavit presu­
puestario 7.713.458 6.320.954 1.392.504 ­12,1% 3,9%

319
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Cuadro 1.15
Obligaciones reconocidas de Ayuntamientos según tamaño por políticas de gasto
Obligaciones reconocidas netas De 5.001 De 20.001
<= 5.000 > 50.000 > 50.000
Variación 2015/14 y miles a 20.000 a 50.000 Resto
habitantes habitantes habitantes
euros habitantes habitantes
Deuda Pública
(incluidos activos y
pasivos financieros) ­10,7% ­10,5% ­6,1% ­29,2% 3.685.035 1.800.044
Servicios públicos básicos 8,3% 16,1% 12,9% 3,8% 10.407.533 7.642.004
Seguridad y movilidad
ciudadana 4,4% 14,5% 13,6% 7,6% 3.207.019 1.492.892
Vivienda y urbanismo 31,1% 24,9% 23,9% 3,7% 2.424.649 2.350.225
Bienestar comunitario ­7,5% 7,0% 6,3% 0,8% 3.771.486 3.188.045
Medio ambiente 51,1% 43,5% 13,9% 3,6% 1.004.378 610.842
Actuaciones de protección
y promoción social 11,7% 20,6% 15,9% 12,9% 2.642.031 2.404.500
Pensiones 23,2% 2,3% ­31,8% 38,9% 70.589 106.157
Otras prestaciones econó­
micas a favor de empleados 3,2% ­9,4% 17,1% 10,0% 178.963 87.804
Servicios Sociales y pro­
moción social 1,4% 18,8% 13,2% 12,0% 1.990.946 1.575.085
Fomento del Empleo 37,6% 35,9% 38,6% 14,9% 401.533 635.454
Producción de bienes
públicos de carácter prefe­
rente 25,4% 23,4% 19,5% 9,8% 3.457.703 3.666.636
Sanidad 8,2% 2,2% 12,8% 3,2% 237.593 153.947
Educación 28,0% 19,1% 12,8% 6,8% 1.062.837 1.022.103
Cultura 23,3% 28,1% 23,5% 16,0% 1.272.931 1.475.323
Deporte 32,6% 25,7% 22,5% 7,0% 884.342 1.015.263
Actuaciones de carácter
económico 24,7% 25,6% 28,3% 4,8% 1.763.420 1.218.948
Agricultura, Ganadería y
Pesca 29,5% 63,4% ­0,5% 11,7% 12.099 85.235
Industria y energía 12,9% 7,9% ­30,7% ­47,6% 14.674 48.781
Comercio, turismo y
pequeñas y medianas
empresas 43,8% 22,9% 9,4% 3,7% 429.482 298.653
Transporte público 51,1% 27,0% 13,8% 4,1% 931.422 65.189
Infraestructuras 23,3% 25,8% 88,2% 20,1% 173.313 636.994
(Sigue.)

320
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Obligaciones reconocidas netas De 5.001 De 20.001


<= 5.000 > 50.000 > 50.000
Variación 2015/14 y miles a 20.000 a 50.000 Resto
habitantes habitantes habitantes
euros habitantes habitantes
Investigación, desarrollo e
innovación ­27,3% 23,4% ­38,2% 43,5% 2.257 3.364
Otras actuaciones de
carácter económico ­20,2% 20,3% 10,7% 5,7% 200.173 80.732
Actuaciones de carácter
general 12,0% 11,5% 12,9% ­0,3% 4.201.906 5.046.865
Órganos de gobierno 10,6% 8,0% 5,5% 2,6% 340.542 458.950
Servicios de carácter general 11,0% 11,7% 12,2% ­2,1% 2.502.433 3.554.764
Administración financiera
y tributaria 41,1% 9,4% 16,7% 4,8% 1.156.987 794.789
Transferencias a otras
Administraciones Públicas 2,3% 27,6% 20,8% ­9,6% 201.944 238.362
Total no financiero 13,3% 15,9% 13,6% 3,2% 22.765.438 20.113.066

Cuadro 1.16 
Obligaciones reconocidas de Ayuntamientos según tamaño por clases de gasto
Obligaciones reconocidas netas De 5.001 De 20.001
<= 5.000 > 50.000 > 50.000
Variación 2015/14 y miles a 20.000 a 50.000 Resto
habitantes habitantes habitantes
euros habitantes habitantes
Gastos de personal 12,3% 13,0% 13,4% 7,2% 8.470.423 7.884.945
Órganos de gobierno y
personal directivo 7,6% 4,0% 0,7% 0,1% 148.846 237.621
Personal eventual ­18,0% ­18,3% ­11,3% ­5,5% 84.416 36.952
Personal Funcionario 12,3% 16,3% 14,7% 7,2% 4.224.027 2.531.165
Personal Laboral 12,8% 12,2% 13,7% 6,9% 1.478.150 2.738.914
Otro personal 13,0% 12,6% 30,0% 16,4% 127.951 280.637
Incentivos al rendimiento 6,8% 3,8% 2,3% 10,3% 368.162 202.939
Cuotas, prestaciones y
gastos sociales a cargo del
empleador 12,8% 13,0% 13,8% 7,7% 2.038.871 1.856.717
Gastos corrientes en
bienes y servicios 12,6% 15,5% 13,1% 2,8% 8.227.480 7.519.624
Arrendamientos y cánones 9,5% 14,2% 5,1% 3,5% 197.003 142.927
Reparaciones, manteni­
miento y conservación 19,8% 20,2% 16,1% 9,1% 792.737 901.706
(Sigue.)

321
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Obligaciones reconocidas netas De 5.001 De 20.001


<= 5.000 > 50.000 > 50.000
Variación 2015/14 y miles a 20.000 a 50.000 Resto
habitantes habitantes habitantes
euros habitantes habitantes
Material, suministros y
otros 11,8% 15,3% 12,9% 2,2% 7.161.231 6.315.141
Indemnizaciones por
razón del servicio 7,6% 13,2% 28,0% ­6,8% 26.669 100.953
Trabajos realizados por
administraciones públicas
y otras entidades públicas 10,9% 20,5% 38,2% 10,3% 43.801 45.758
Trabajos realizados por
Instituciones sin fines de
lucro 23,5% 24,1% 71,1% ­5,8% 4.609 10.535
Gastos financieros ­39,9% ­46,1% ­25,1% ­43,2% 544.201 262.932
Transferencias corrientes 19,7% 25,0% 10,6% 8,6% 3.132.339 1.354.744
A entes públicos y socie­
dades mercantiles de la
Entidad Local 15,9% ­0,4% ­6,6% 1,2% 1.337.032 196.444
A Diputaciones, Consejos
o Cabildos insulares 6,0% ­10,0% 43,6% ­32,3% 14.229 31.328
A Ayuntamientos 71,3% 111,4% 435,9% 2498,9% 50.402 29.742
A Mancomunidades 33,1% 48,4% 37,0% 5,6% 36.912 231.670
A Áreas Metropolitanas ­9,8% 32,5% 18,2% 8,7% 190.986 17.286
A Comarcas ­6,0% 16,0% ­29,3% 4,0% 8.673 38.818
A otras Entidades que
agrupen municipios 32,6% 80,9% ­12,9% 6,2% 2.786 17.867
A Consorcios ­3,0% ­7,8% 3,9% 22,4% 362.167 126.546
A Entidades Locales
Menores 43,7% ­15,6% 2,3% 0,0% 16.519 32.514
A Empresas privadas 16,2% 38,3% 16,9% 11,7% 265.950 87.424
A Familias e Instituciones
sin fines de lucro 22,2% 32,6% 17,5% 11,9% 710.343 514.100
Inversiones reales 19,0% 38,6% 31,6% 10,4% 2.057.737 2.978.852
Transferencias de capital ­2,4% ­1,4% ­3,1% ­27,0% 333.257 111.969
A entes públicos y socie­
dades mercantiles de la
Entidad local ­35,5% ­9,3% ­8,0% ­20,5% 173.919 20.446
A Mancomunidades ­27,9% 262,4% 145,8% 84,5% 1.102 6.475
(Sigue.)

322
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Obligaciones reconocidas netas De 5.001 De 20.001


<= 5.000 > 50.000 > 50.000
Variación 2015/14 y miles a 20.000 a 50.000 Resto
habitantes habitantes habitantes
euros habitantes habitantes
A Consorcios ­15,0% 34,4% ­16,2% ­75,5% 27.853 7.343
A empresas privadas 6,1% ­43,3% ­49,3% ­12,0% 31.353 9.756
A familias e instituciones
sin fines de lucro ­14,3% ­0,2% ­10,7% 12,6% 54.705 24.252
Gastos no financieros 13,3% 15,9% 13,6% 3,2% 22.765.438 20.113.066
Déficit/superavit presu­
puestario ­15,9% ­1,6% ­8,9% 12,1% 4.023.766 2.297.188

En términos de contabilidad nacional, la hacienda local ha perdido peso en las Admi­
nistraciones Públicas desde la entrada en vigor del actual sistema de financiación en 2004,
pasando de representar el 14,8 % del gasto público ese año al 13,7 % en 2015 (12,3 %
y 11,3 %,  respectivamente si se eliminan las transferencias  internas  entre Administra­
ciones).
En términos absolutos, el gasto local creció en este período un 31,3 %, aumentando
más, entre las partidas más relevantes, los gastos en economía y comercio (112,2 %), los
gastos en vejez (88,4 %), los servicios generales (67,2 %), los servicios de protección con­
tra  incendios  (57,7 %)  la  gestión  de  residuos  (54 %),  el  transporte  (42,9 %)  y  los  servi­
cios deportivos y de ocio (41,7 %). Estos gastos representan en 2015 el 46,1 % del total.
Los empleos corrientes han crecido un 43 % en este período, impulsados por el fuer­
te aumento de los gastos en remuneración de asalariados (48,8 %) y consumos intermedios
(46,4%), mientras los empleos de capital han caído un ­19,8 %, debido al retroceso en
la formación bruta de capital fijo (­25,3 %). En términos comparados, el gasto en con­
sumo final (47,5 %) ha sido superior al del resto de Administraciones y también el valor
añadido bruto (51,2 %).
En 2015 el gasto local ha aumentado un 3 % respecto a 2014, con un mayor crecimiento
en el gasto sanitario (8,3 %), asuntos económicos generales (6,3 %), cultura (5,3 %) y trans­
porte (4,7 %). En este caso, el gasto en consumo final (2,2 %) ha crecido por debajo de
la media (3,2 %) y la recuperación del  gasto  en formación bruta  de capital  fijo  (14,8
%), aunque ha sido importante, es menor que la del conjunto de las Administraciones
Públicas (21 %).
Lógicamente,  el  análisis  consolidado  del  conjunto  de  las  Corporaciones  Locales,
integrando Diputaciones forales y de régimen común, Consejos y Cabildos insulares y
un número de municipios tan elevado, impide diferenciar situaciones que pueden afec­
tar a un número elevado de Entes  locales.  La perspectiva presupuestaria puede ofrecer
una  información  más  precisa  y  detallada sobre  la  evolución  del  gasto,  especialmente
municipal en función de  su tamaño. Tomando  como  referencia la liquidación presu­
puestaria de 2015 y su evolución en el último año se pueden extraer algunas conclusio­

323
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

nes sobre el comportamiento de los distintos Entes locales. Previamente, y con el objeto
de valorar mejor las políticas de gasto  de los Municipios, es conveniente recordar las
obligaciones que la norma impone a los Ayuntamientos en función de su tamaño y las com­
petencias delegadas que pueden gestionar.
A este respecto, la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibi­
lidad de la Administración Local atribuye al Municipio  como  competencias propias, las
siguientes materias:
“a) Urbanismo:  planeamiento,  gestión,  ejecución  y  disciplina  urbanística.  Protección  y
gestión  del  Patrimonio  histórico.  Promoción  y  gestión  de  la  vivienda  de  protección
pública con criterios de sostenibilidad financiera. Conservación y rehabilitación de la
edificación.
b) Medio  ambiente urbano: en particular, parques y jardines públicos, gestión  de los resi­
duos sólidos urbanos y protección contra la contaminación acústica, lumínica y atmos­
férica en las zonas urbanas.
c) Abastecimiento de agua potable a domicilio y evacuación y tratamiento de aguas residuales.

d) Infraestructura viaria y otros equipamientos de su titularidad.

e) Evaluación e información de situaciones de necesidad social y la atención inmediata a per­

sonas en situación o riesgo de exclusión social.
f) Policía local, protección civil, prevención y extinción de incendios.
g) Tráfico, estacionamiento de vehículos y movilidad. Transporte colectivo urbano.
h) Información y promoción de la actividad turística de interés y ámbito local.
i) Ferias, abastos, mercados, lonjas y comercio ambulante.
j) Protección de la salubridad pública.
k) Cementerios y actividades funerarias.
l) Promoción del deporte e instalaciones deportivas y de ocupación del tiempo libre.
m) Promoción de la cultura y equipamientos culturales.
n) Participar en  la vigilancia del  cumplimiento  de la escolaridad  obligatoria y cooperar
con las Administraciones educativas  correspondientes en la obtención de los solares
necesarios para la construcción de nuevos centros docentes. La conservación, mantenimien­
to y vigilancia de los edificios de titularidad local destinados a centros públicos de edu­
cación infantil, de educación primaria o de educación especial.
ñ) Promoción  en su  término municipal de la participación de los ciudadanos en el uso
eficiente y sostenible de las tecnologías de la información y las comunicaciones.”
Los Municipios deberán prestar, en todo caso, los servicios siguientes:
“a) En todos los Municipios: alumbrado público, cementerio, recogida de residuos, limpie­
za  viaria,  abastecimiento  domiciliario  de  agua  potable,  alcantarillado,  acceso  a  los
núcleos de población y pavimentación de las vías públicas.
b) En los Municipios con población superior a 5.000 habitantes, además: parque público,
biblioteca pública y tratamiento de residuos.
c) En  los  Municipios  con  población  superior  a  20.000  habitantes,  además:  protección
civil, evaluación e información de situaciones de necesidad social y la atención inme­

324
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

diata a personas en situación o riesgo de  exclusión social,  prevención y extinción de


incendios e instalaciones deportivas de uso público.
d) En  los  Municipios  con  población  superior  a  50.000  habitantes,  además:  transporte
colectivo urbano de viajeros y medio ambiente urbano.”
En los municipios con población inferior a 20.000 habitantes será la Diputación pro­
vincial o entidad equivalente la que coordinará la prestación de los siguientes servicios:
“a) Recogida y tratamiento de residuos.
b) Abastecimiento de agua potable a domicilio y evacuación y tratamiento de aguas resi­
duales.
c) Limpieza viaria.
d) Acceso a los núcleos de población.
e) Pavimentación de vías urbanas.
f) Alumbrado público.”
Con el objeto de evitar duplicidades administrativas, mejorar la transparencia de los
servicios públicos y el servicio a la ciudadanía y, en general, contribuir a los procesos de
racionalización administrativa, generando  un ahorro neto de recursos, la Administra­
ción del  Estado y las de las  Comunidades  Autónomas podrán delegar,  siguiendo  criterios
homogéneos, entre otras, las siguientes competencias:
“a) Vigilancia y control de la contaminación ambiental.
b) Protección del medio natural.
c) Prestación  de  los  servicios  sociales,  promoción  de  la  igualdad  de  oportunidades  y  la
prevención de la violencia contra la mujer.
d) Conservación o mantenimiento de  centros  sanitarios asistenciales de titularidad de la
Comunidad Autónoma.
e) Creación, mantenimiento y  gestión de  las escuelas  infantiles de educación de titulari­
dad pública de primer ciclo de educación infantil.
f) Realización de actividades complementarias en los centros docentes.
g) Gestión de instalaciones culturales de titularidad de la Comunidad Autónoma o del Es­
tado.
h) Gestión  de  las  instalaciones  deportivas  de  titularidad  de  la  Comunidad  Autónoma  o  del
Estado, incluyendo las situadas en los centros docentes cuando se usen fuera del horario
lectivo.
i) Inspección y sanción de establecimientos y actividades comerciales.

j) Promoción y gestión turística.

k) Comunicación, autorización, inspección y sanción de los espectáculos públicos.

l) Liquidación y recaudación de tributos propios de la Comunidad Autónoma o del Estado.

m) Inscripción  de  asociaciones,  empresas  o  entidades  en  los  registros  administrativos de  la

Comunidad Autónoma o de la Administración del Estado.
n) Gestión de oficinas unificadas de información y tramitación administrativa.
o) Cooperación con  la Administración educativa a  través de los centros asociados  de la
Universidad Nacional de Educación a Distancia.”

325
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

La delegación de competencias  habrá de ir acompañada en todo  caso de la  corres­


pondiente financiación, para lo cual será necesario la existencia de dotación presupues­
taria  adecuada  y  suficiente  en  los  presupuestos  de  la  Administración  delegante  para
cada ejercicio económico, siendo nula sin dicha dotación.
El conjunto de obligaciones reconocidas por las Entidades Locales en 2015 estuvo pró­
ximo a los 61.640 millones de euros, con un aumento con respecto al año anterior del
6,4 %. En el caso de los Ayuntamientos el aumento fue aún mayor (8,2 %). Por políticas
destaca el fuerte crecimiento del gasto en fomento del empleo (22,4 %),  infraestructuras
(19,8 %),  cultura  (17,2 %),  vivienda  y  urbanismo  (14,1 %),  medio  ambiente  (14 %),
deporte (13,9 %) y educación (11,4 %). En el caso de los Ayuntamientos el aumento en
estas actuaciones aún es más acentuado: fomento del empleo (27,6 %), infraestructuras
(31,1 %), cultura (20,7 %), vivienda y urbanismo (14,2 %), medio ambiente (12,5 %),
deporte (16,2 %) y educación (12,4 %). Desde una perspectiva económica, las inversio­
nes reales (17,8 %), los gastos de personal (8,6 %) y los gastos corrientes en bienes y servicios
(7,2 %) son las  partidas con mayor crecimiento  en el  conjunto  de Entidades Locales y
especialmente en los Ayuntamientos (20,2 %, 9,9 % y 7,8 %, respectivamente), además
del notable aumento de las transferencias corrientes (11,3 %). Sólo los gastos financie­
ros por intereses de la deuda y  las transferencias  de capital presentan un descenso sig­
nificativo.
Este fuerte aumento de los empleos no financiero en partidas discrecionales aconseja
ser cautos a la hora de establecer previsiones  a medio plazo de las  pautas  de gasto.  La
próxima liquidación del ejercicio 2016 permitirá contrastar las tendencias de las políti­
cas de gasto asociadas a los actuales Corporaciones, tras las elecciones locales de 2015.
Si analizamos el gasto municipal por tamaño de los Ayuntamientos, se puede com­
probar el distinto comportamiento de los Municipios de más de 50.000 habitantes, que
muestran  un  moderado  crecimiento  del  gasto  no  financiero  (3,2 %),  frente  al  fuerte
aumento  de  los  Municipios  de  menos  de  5.000  habitantes  (13,3 %),  de  los  de  5.000  a
20.000 (15,9 %) y de 20.000 a 50.000 (13,6 %). La causa de este comportamiento más
contenido de los Ayuntamientos más grandes está en el mayor descenso de la carga de
la deuda y del menor  incremento en el gasto de actuaciones de carácter general  (­0,3
%), servicios públicos básicos (3,8 %) y actuaciones de carácter económico (4,8 %), que
aumentan fuertemente en los  municipios pequeños. Desde la perspectiva económica,
los grandes Municipios han moderado también sus gastos corrientes en bienes y servi­
cios  (2,8 %),  dato  que  contrasta  con  aumentos  de  dos  dígitos  en  los  Municipios  de
menos de 50.000 habitantes. Comportamiento similar se produce en los gastos de per­
sonal (7,2 %), transferencias  corrientes  (8,6 %)  e  inversiones reales (10,4 %), que pre­
sentan incrementos menores a los de los Ayuntamientos con menor población.
Estructura de financiación
Como se puede apreciar en el cuadro 1.11, entre 2004 y 2015 los recursos corrientes
de las Corporaciones Locales han aumentado un 48,9 %, prácticamente el doble que el
PIB (24,9 %), mientras los recursos de capital han disminuido un ­18,5 %. 
326
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

En  términos  presupuestarios  (cuadro  1.17),  los  derechos  reconocidos  del  conjunto  de
Entidades Locales en 2015 han aumentado un 4 % respecto al año anterior y los de los Ayun­
tamientos  un  7,6 %,  debido  en  este  caso  al  fuerte  aumento  de  los  Impuestos  indirectos
(20 %) y de las transferencias corrientes de las Comunidades Autónomas (15,9 %).
Si el conjunto de los ingresos no financieros de las Corporaciones Locales entre 2004 y
2015  ha  crecido  un  41,3 %,  los  ingresos  tributarios  han  aumentado  a  un  mayor  ritmo
(48,4 %), muy por encima del PIB (24,9 %), aunque inferior al ITE definitivo (53,65 %),
índice que determina la evolución de las transferencias  corrientes del  Estado no finalistas.
Los recursos tributarios  locales representativos  (impuestos,  tasas y otros recursos tributarios)
han crecido en el período un 64,6 %.
Sin embargo, como veremos más adelante, es preciso tener en cuenta que entre los
ingresos  tributarios,  computados de acuerdo con la clasificación económica del presu­
puesto, figuran los procedentes de tributos sobre los cuales las entidades locales carecen
de capacidad normativa alguna y que, en pureza,  deberán ser considerados transferen­
cias,  de  acuerdo  con  la  normativa  actual  de  la  PIE.  Son  los  casos  del  IRPF,  IVA  e
Impuestos  Especiales  sobre  el  alcohol  y  bebidas  derivadas,  la  cerveza,  las  labores  del
tabaco, los hidrocarburos productos intermedios (cuadros 1.17 y 1.18). En todos ellos
algunas entidades locales se limitan a recibir un porcentaje de su recaudación.

Cuadro 1.17
Derechos reconocidos de las Entidades Locales
Derechos reconocidos Resto
E. Locales Ayuntamientos E. Locales Ayuntamientos
miles euros y % 2015/14 E. Locales
Impuestos directos 27.354.805 20.751.130 6.603.674 4,8% 5,8%
Impuestos sobre la Renta
de las Personas Físicas 5.413.823 440.537 4.973.286 7,1% 6,8%
Impuesto sobre Bienes In­
muebles. Bienes Inmuebles
de Naturaleza Rústica 343.054 342.989 65 8,9% 8,9%
Impuesto sobre Bienes In­
muebles. Bienes inmuebles
de Naturaleza Urbana 13.012.180 12.994.470 17.710 4,4% 4,4%
Impuesto sobre Bienes In­
muebles. Bienes Inmuebles
de características especiales 439.392 439.235 156 3,9% 3,9%
Impuesto sobre Vehículos
de Tracción Mecánica 2.347.176 2.343.166 4.010 4,7% 4,7%
Impuesto sobre Incremen­
to del Valor de los Terre­
nos de Naturaleza Urbana 2.677.582 2.675.422 2.160 16,7% 16,7%
Impuesto sobre Activida­
des Económicas 1.515.762 1.514.091 1.670 2,5% 2,5%
(Sigue.)

327
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Derechos reconocidos Resto
E. Locales Ayuntamientos E. Locales Ayuntamientos
miles euros y % 2015/14 E. Locales
Impuestos indirectos 9.283.341 1.252.767 8.030.573 6,1% 20,0%
Impuesto sobre el Valor
Añadido 5.626.602 331.231 5.295.371 1,8% 7,6%
Impuesto sobre el alcohol
y bebidas derivadas 61.997 4.571 57.426 8,2% 0,2%
Impuesto sobre la cerveza 21.487 1.713 19.774 18,9% 5,2%
Impuesto sobre las labores
del tabaco 457.072 37.723 419.349 ­8,1% 0,2%
Impuesto sobre hidrocar­
buros 958.771 62.377 896.394 11,0% 51,6%
Impuesto sobre productos
intermedios 436 127 309 ­14,7% 16,5%
Impuesto sobre construc­
ciones, instalaciones y obras 580.096 579.796 300 20,2% 20,2%
Impuesto sobre gastos sun­
tuarios (Cotos de caza y
pesca) 3.183 3.183 0 2,1% 2,1%
Arbitrio sobre importacio­
nes y entregas de mercan­
cías en Canarias (AIEM) 111.879 28.378 83.501 49,3% 52,1%
Impuesto general indirecto
canario (IGIC) 877.813 178.165 699.648 33,5% 42,0%
Tasas, precios públicos y
otros ingresos 9.726.165 8.189.889 1.536.276 3,5% 3,9%
Tasas por la prestación de
servicios públicos básicos 3.275.978 2.830.675 445.303 0,6% ­0,3%
Tasas por la prestación de
servicios públicos de carác­
ter social y preferente 558.099 484.185 73.914 13,2% 15,5%
Tasas por la realización de
actividades de competencia
local 805.761 490.178 315.582 2,4% 8,2%
Tasas por la utilización
privativa o el aprovecha­
miento especial del domi­
nio público local 1.641.568 1.631.221 10.347 7,8% 7,9%
Precios públicos 882.317 650.974 231.343 4,9% 7,5%
Contribuciones especiales 53.334 40.101 13.233 8,2% 0,4%
Ventas 89.439 62.469 26.970 7,3% ­1,3%
Otros ingresos 2.265.981 1.879.742 386.240 2,3% 2,7%
(Sigue.)

328
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Derechos reconocidos Resto
E. Locales Ayuntamientos E. Locales Ayuntamientos
miles euros y % 2015/14 E. Locales
Transferencia corrientes 20.237.674 16.076.207 4.161.467 4,1% 14,0%
De la Administración del
Estado 15.067.005 10.476.181 4.590.824 2,0% 2,4%
De Comunidades Autó­
nomas 4.830.254 3.283.042 1.547.212 11,3% 15,9%
Ingresos patrimoniales 1.102.027 953.483 148.544 ­17,8% ­17,3%
Enajenación de inversiones
reales 414.764 389.148 25.616 27,0% 32,3%
Transferencias de capital 1.234.228 1.586.834 ­352.605 ­7,1% ­3,2%
De la Administración del
Estado 254.970 195.735 59.234 ­15,5% ­14,8%
De Comunidades Autó­
nomas 682.804 438.095 244.710 ­4,9% ­4,2%
Ingresos no financieros 69.353.004 49.199.458 20.153.546 4,0% 7,6%

Cuadro 1.18 
Derechos reconocidos de Ayuntamientos según tamaño
Derechos reconocidos netos De 5.001 De 20.001
<= 5.000 > 50.000 > 50.000
Variación 2015/14 y miles a 20.000 a 50.000 Resto
habitantes habitantes habitantes
euros habitantes habitantes
Impuestos directos 10,1% 9,7% 6,2% 3,9% 11.873.631 8.877.499
Impuestos sobre la Renta
de las Personas Físicas 4,5% 6,8% 438.952 1.585
Impuesto sobre Bienes In­
muebles. Bienes Inmuebles
de Naturaleza Rústica 8,5% 10,4% 8,5% 7,3% 48.181 294.808
Impuesto sobre Bienes In­
muebles. Bienes inmuebles
de Naturaleza Urbana 8,7% 7,9% 5,3% 2,3% 7.178.867 5.815.603
Impuesto sobre Bienes In­
muebles. Bienes Inmuebles
de características especiales 14,8% ­5,7% 0,5% 0,7% 197.047 242.188
Impuesto sobre Vehículos
de Tracción Mecánica 9,9% 10,3% 5,8% 1,0% 1.175.133 1.168.033
Impuesto sobre Incremen­
to del Valor de los Terre­
nos de Naturaleza Urbana 20,3% 27,7% 14,9% 15,2% 1.932.090 743.332
Impuesto sobre Activida­
des Económicas 12,8% 9,4% 3,1% ­1,1% 902.536 611.555
(Sigue.)

329
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Derechos reconocidos netos De 5.001 De 20.001


<= 5.000 > 50.000 > 50.000
Variación 2015/14 y miles a 20.000 a 50.000 Resto
habitantes habitantes habitantes
euros habitantes habitantes
Impuestos indirectos 21,0% 44,5% 27,0% 15,7% 876.919 375.849
Impuesto sobre el Valor
Añadido 8,7% 7,6% 329.893 1.337
Impuesto sobre el alcohol
y bebidas derivadas 2,8% 0,2% 4.553 18
Impuesto sobre la cerveza 1,2% 5,2% 1.707 6
Impuesto sobre las labores
del tabaco ­1,0% 0,2% 37.544 179
Impuesto sobre hidrocar­
buros 33,3% 51,7% 62.033 343
Impuesto sobre productos
intermedios 15,1% 16,5% 126 0
Impuesto sobre construc­
ciones, instalaciones y
obras 22,6% 44,3% 16,7% 13,4% 301.708 278.088
Impuesto sobre gastos
suntuarios (Cotos de caza
y pesca) 1,7% 2,7% 7,7% ­2,9% 121 3.062
Tasas, precios públicos y
otros ingresos 9,1% 13,4% 9,7% ­2,2% 4.155.125 4.034.764
Tasas por la prestación de
servicios públicos básicos 6,4% 9,1% 8,4% ­11,4% 1.085.147 1.745.528
Tasas por la prestación de
servicios públicos de
carácter social y preferente 7,9% 24,4% 15,8% 12,4% 78.637 405.548
Tasas por la realización de
actividades de competen­
cia local 10,4% 16,7% 17,1% 3,4% 282.823 207.356
Tasas por la utilización
privativa o el aprovecha­
miento especial del domi­
nio público 16,3% 9,9% 7,9% 6,2% 979.311 651.909
Precios públicos 9,3% 15,0% 17,3% 1,8% 339.691 311.284
Contribuciones especiales ­8,9% ­6,1% 20,6% 2,1% 28.641 11.460
Ventas 23,8% 19,5% ­4,8% ­4,7% 41.525 20.944
Otros ingresos 13,4% 22,1% 4,5% ­2,0% 1.233.872 645.870
(Sigue.)

330
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Derechos reconocidos netos De 5.001 De 20.001


<= 5.000 > 50.000 > 50.000
Variación 2015/14 y miles a 20.000 a 50.000 Resto
habitantes habitantes habitantes
euros habitantes habitantes
Transferencia corrientes 14,3% 20,2% 18,3% 10,9% 8.751.238 7.324.969
De la Administración del
Estado 1,2% 1,1% 2,2% 2,9% 6.594.341 3.881.840
De Comunidades Autó­
nomas 17,1% 10,9% 15,2% 18,4% 1.322.188 1.960.854
De Diputaciones, Conse­
jos o Cabildos 60,9% 203,6% 298,2% 227,9% 686.465 1.316.182
Ingresos patrimoniales 6,1% ­1,7% ­4,1% ­29,4% 493.767 459.716
Enajenación de inversio­
nes reales 12,0% 61,2% 50,4% 30,6% 302.591 86.557
Transferencias de capital ­0,5% 4,2% ­0,4% ­15,8% 335.934 1.250.900
De la Administración del
Estado ­8,5% ­3,5% ­31,7% ­24,0% 36.408 159.327
De Comunidades Autó­
nomas ­3,2% ­16,5% ­0,5% 2,7% 122.749 315.345
De Diputaciones, Conse­
jos o Cabildos 3,0% 14,1% 15,9% ­41,0% 45.136 651.660
Ingresos no financieros 10,1% 13,7% 10,6% 4,4% 26.789.204 22.410.254

A)  Espacio fiscal propio
Dentro  de los principales impuestos locales  (cuadro 1.17),  destaca la evolución del
IBI,  que  aumenta  en  el  período  un  136,1 %,  pasando  de  recaudar  5.425  millones  de
euros en 2004 a 12.807 millones en 2015. El IBI de las viviendas desocupadas aumenta
también fuertemente (164,2 %, de 293 millones a 774). El Impuesto sobre el Incremento
del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana aumenta en el período un 125,4 %, pasan­
do de 1.082 millones de euros a 2.439 millones en 2015. El Impuesto sobre Vehículos
de Tracción Mecánica (hogares), aumenta escasamente en el período analizado (21,2
%),  por debajo del de empresas  (28,9 %) y a un ritmo  similar al  IAE  (28,9 %).  Por el
contrario, el ICIO disminuye su recaudación en un ­68,6 %, pasando de 1.710 millo­
nes a sólo 537 en 2015.
Las licencias urbanísticas (­51,9 %), las contribuciones especiales (­66,2 %), aprove­
chamientos urbanísticos (­62,7 %) y las cuotas  de urbanización (­61,7 %) disminuyen
fuertemente a lo largo del período.
También las tasas por utilización privativa o aprovechamiento especial del dominio
público se elevan fuertemente en este período (96 %), hasta alcanzar los 1.180 millones
de euros.
331
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

En términos de liquidación presupuestaria, en el último año 2015, los recursos tribu­
tarios municipales representativos han crecido (3,6 %) a tasas similares al PIB (3,7 %) y al
ITE (3,4 %) y por debajo de los recursos tributarios totales de las AAPP (5,2 %).
Entre estos recursos tributarios municipales destaca el fuerte crecimiento de los ingresos
del Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (16,7 %)
y del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (20,2 %), mientras el IBI urbano
(4,4 %) y el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (4,7 %) o el IAE (2,5 %)
han aumentado más moderadamente.
En el caso de los derechos reconocidos municipales, los Municipios de más de 50.000
habitantes  han  tenido  un  aumento  más  moderado  de  sus  ingresos  no  financieros  (4,4 %),
que contrasta con el mayor incremento de los Municipios con menor población, espe­
cialmente  los  de  5.000  a  20.000  habitantes  (13,7 %),  en  los  que  los  Impuesto  sobre  el
Incremento  del  Valor  de  los  Terrenos  de  Naturaleza  Urbana  (27,7 %)  y  del  Impuesto
sobre  Construcciones,  Instalaciones  y  Obras  (44,3 %)  han  disparado  su  recaudación,
mientras  el  IBI  urbano  (7,9 %)  y  el  Impuesto  sobre  Vehículos  de  Tracción  Mecánica
(10,3 %)  o  el  IAE  (9,4 %)  han  aumentado  algo  menos  pero  a  tasas  igualmente  impor­
tantes (cuadro1.19).
Cuadro 1.19
Recursos tributarios comparados de las Entidades Locales
Millones de euros y %/PIB 2004 2014 2015(P) 2015/04 2015/14
Impuesto sobre Construcciones,
Instalaciones y Obras (ICIO) 1.710 521 537 ­68,6% 3,1%
Impuesto sobre Bienes Inmuebles
(IBI) / Recargo sobre el IBI 5.425 12.328 12.807 136,1% 3,9%
Impuesto sobre Vehículos de Trac­
ción Mecánica (empresas) 360 462 464 28,9% 0,4%
Impuesto sobre Actividades Econó­
micas (IAE) / Recargo sobre el IAE 1.420 1.829 1.759 23,9% ­3,8%
Compensación tributos locales
(Telefónica de España) 145 121 118 ­18,6% ­2,5%
Licencias urbanísticas 420 175 202 ­51,9% 15,4%
Tasas por utilización privativa o
aprovechamiento especial del
dominio público 602 1.211 1.180 96,0% ­2,6%
Tasas por obtención de licencias
empresariales y profesionales  136 142 131 ­3,7% ­7,7%
IBI (Viviendas desocupadas) 293 745 774 164,2% 3,9%
Impuesto sobre Vehículos Tracción
Mecánica (hogares) 1.423 1.769 1.724 21,2% ­2,5%
Licencias de caza y pesca 2 2 2 0,0% 0,0%
(Sigue.)

332
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Millones de euros y %/PIB 2004 2014 2015(P) 2015/04 2015/14


Contribuciones especiales 198 70 67 ­66,2% ­4,3%
Cuotas de urbanización 149 49 57 ­61,7% 16,3%
Impuesto sobre el Incremento del
Valor de los Terrenos de Naturaleza
Urbana 1.082 2.057 2.439 125,4% 18,6%
Aprovechamientos urbanísticos 204 79 76 ­62,7% ­3,8%
Total tributos representativos
municipales 13.569 21.560 22.337 64,6% 3,6%
Resto de tributos CCLL 10.779 13.375 13.789 27,9% 3,1%
Total recursos tributarios CCLL 24.348 34.935 36.126 48,4% 3,4%
Total recursos tributarios AAPP 193.521 230.915 243.036 25,6% 5,2%
PIB 861.420 1.037.025 1.075.639 24,9% 3,7%
ITE 52.505 78.034 80.673 53,6% 3,4%

Cuadro 1.20
Derechos y obligaciones reconocidas de Ayuntamientos

Derechos y obligaciones
reconocidos 2004 2008 2015 2015/04 2015/08 2014/13 2015/14
(millones euros y %)

Ingresos corrientes 31.977.354 43.804.575 47.223.476 47,7% 7,8% 2,2% 7,8%


Ingresos no financieros 36.972.405 49.178.270 49.199.458 33,1% 0,0% 2,8% 7,6%
IBI 6.029.061 9.017.220 13.776.694 128,5% 52,8% 2,4% 4,5%
IIVTNU 1.176.377 1.263.158 2.675.422 127,4% 111,8% 19,7% 16,7%
IVTM 1.924.800 2.398.826 2.343.166 21,7% ­2,3% ­1,6% 4,7%
IAE 1.239.034 1.515.500 1.514.091 22,2% ­0,1% 6,6% 2,5%
ICIO 1.872.734 1.756.083 579.796 ­69,0% ­67,0% 0,7% 20,2%
Impuestos locales 12.242.007 15.950.788 20.889.170 70,6% 31,0% 4,0% 6,2%
Tasas prestación servicios 3.434.548 4.187.598 3.805.038 10,8% ­9,1% ­0,2% 2,5%
Transferencias corrientes
del Estado 7.429.112 10.258.587 10.476.181 41,0% 2,1% ­0,9% 2,4%
Transferencias corrientes
de CCAA 2.187.057 3.511.776 3.283.042 50,1% ­6,5% 4,0% 15,9%
%Impuestos locales/ing
corrientes 38,3% 36,4% 44,2% 15,5% 21,5% 1,7% ­1,5%
%Transf.ctes Estado/ing.
corrientes 23,2% 23,4% 22,2% ­4,5% ­5,3% ­3,0% ­5,1%
(Sigue.)

333
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Derechos y obligaciones
reconocidos 2004 2008 2015 2015/04 2015/08 2014/13 2015/14
(millones euros y %)

Gastos corrientes 26.649.540 39.135.455 37.396.689 40,3% ­4,4% 1,4% 7,2%


Gastos no financieros 35.745.483 51.277.494 42.878.504 20,0% ­16,4% 3,4% 8,2%

Resulta necesario hacer una mención especial dentro del espacio fiscal propio municipal
al Impuesto sobre Bienes Inmuebles y a la evolución del valor catastral. 
Desde el inicio de la crisis en 2008 y hasta 2016, el número de inmuebles urbanos
con referencia catastral ha crecido un 13,9 %,  con un mayor aumento  en los Munici­
pios de 20.000 a 50.000 habitantes (19,8 %) (cuadro 1.21). En este mismo período, el
valor catastral total ha aumentado en un 38,3 %, con incrementos cercanos al 65 % en
las ciudades de más de 500.000 habitantes, donde, además, el valor del suelo ha crecido
por encima del 82 %. El valor catastral medio ha aumentado un 21,4 %, con incrementos
superiores al 52 % en las grandes ciudades. En Madrid y Barcelona, por ejemplo, el valor
catastral  medio  de  los  inmuebles  urbanos  ha  pasado  de  77.607  euros  en  2008  a
118.590 en 2016. Esta dinámica contrasta con la caída de los precios de mercado y  el
estancamiento de las transacciones y del sector de la construcción.
Lógicamente,  la  evolución  de  los  valores  catastrales  ha  incidido  en  el  comporta­
miento  del  IBI  y  en  el  Impuesto  sobre  el  Incremento  del  Valor  de  los  Terrenos  de
Naturaleza Urbana, como se ha mencionado anteriormente (cuadro 1.22). Entre 2008,
inicio de la crisis, y 2015,  la base imponible agregada del primero  ha aumentado un
39,7 % (66,9 % en Madrid  y Barcelona) y la cuota líquida lo  ha hecho  en un 54,9 %
(71 % en los pequeños Municipios). La cuota media por recibo del IBI ha pasado en este
período de una media de 240 euros a 326 (35,9 % de aumento) y en las grandes ciudades,
de 383 euros a 583 (52,4 %).
Cuadro 1.21
Evolución de variables catastrales
N.o V. catastral. V. catastral V. catastral V. catastral
2016 Municipios
inmuebles construcción suelo total medio
Hasta 5.000 6.375 6.965.845 137.940.822 89.136.286 227.077.108 32.599
De 5.001 a 20.000 849 7.502.554 215.024.496 179.209.700 394.234.196 52.547
De 20.001 a 50.000 238 6.027.169 182.160.344 168.475.859 350.636.203 58.176
De 50.001 a 100.000 80 4.692.528 148.660.974 170.355.231 319.016.205 67.984
De 100.001 a 500.000 52 7.834.263 232.143.049 246.285.275 478.428.324 61.069
De 500.001 a 1.000.000 4 2.042.226 58.156.371 61.957.424 120.113.795 58.815
Más de 1.000.000 2 3.282.247 122.420.858 266.819.268 389.240.126 118.590
Total 7.600 38.346.832 1.096.506.915 1.182.239.043 2.278.745.958 59.425
(Sigue.)

334
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

N.o V. catastral. V. catastral V. catastral V. catastral


2008 Municipios
inmuebles construcción suelo total medio
Hasta 5.000 6.387 6.278.577 90.518.883 74.251.032 164.769.915 26.243
De 5.001 a 20.000 839 6.458.488 153.374.761 150.510.688 303.885.449 47.052
De 20.001 a 50.000 225 5.031.524 124.227.328 126.596.251 250.823.579 49.850
De 50.001 a 100.000 81 4.092.062 122.296.378 150.046.459 272.342.837 66.554
De 100.001 a 500.000 51 6.892.674 181.077.269 165.402.011 346.479.280 50.268
De 500.001 a 1.000.000 4 1.865.851 39.946.098 32.671.239 72.617.337 38.919
Más de 1.000.000 2 3.044.278 90.027.321 146.229.344 236.256.665 77.607
Total 7.589 33.663.454 801.468.037 845.707.023 1.647.175.061 48.931
o
N. V. catastral. V. catastral V. catastral V. catastral
2016/08 Municipios
inmuebles construcción suelo total medio
Hasta 5.000 ­0,2% 10,9% 52,4% 20,0% 37,8% 24,2%
De 5.001 a 20.000 1,2% 16,2% 40,2% 19,1% 29,7% 11,7%
De 20.001 a 50.000 5,8% 19,8% 46,6% 33,1% 39,8% 16,7%
De 50.001 a 100.000 ­1,2% 14,7% 21,6% 13,5% 17,1% 2,1%
De 100.001 a 500.000 2,0% 13,7% 28,2% 48,9% 38,1% 21,5%
De 500.001 a 1.000.000 0,0% 9,5% 45,6% 89,6% 65,4% 51,1%
Más de 1.000.000 0,0% 7,8% 36,0% 82,5% 64,8% 52,8%
Total 0,1% 13,9% 36,8% 39,8% 38,3% 21,4%

Cuadro 1.22
Evolución de variables fiscales del IBI
Cuota líquida/
2015 Recibos Urbana Base imponible Cuota líquida Cuota/recibo
Base imp.
Hasta 5.000 6.447.462 209.858.436 1.140.022 0,5% 177
De 5.001 a 20.000 7.299.814 384.886.611 2.225.916 0,6% 305
De 20.001 a 50.000 5.937.312 336.144.275 1.971.852 0,6% 332
De 50.001 a 100.000 4.624.921 316.713.170 1.719.086 0,5% 372
De 100.001 a 500.000 7.767.445 459.599.352 2.587.104 0,6% 333
De 500.001 a 1.000.000 2.021.020 106.815.216 632.227 0,6% 313
Más de 1.000.000 3.263.775 386.896.532 1.903.518 0,5% 583
Total 37.361.749 2.200.913.591 12.179.725 0,6% 326
Cuota líquida/
2008 Recibos Urbana Base imponible Cuota líquida Cuota/recibo
Base imp.
Hasta 5.000 5.847.297 157.242.930 668.005 0,4% 114
De 5.001 a 20.000 6.275.660 288.255.999 1.379.550 0,5% 220
De 20.001 a 50.000 4.944.119 237.812.861 1.241.657 0,5% 251
(Sigue.)

335
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Cuota líquida/
2008 Recibos Urbana Base imponible Cuota líquida Cuota/recibo
Base imp.

De 50.001 a 100.000 4.030.207 256.324.798 1.169.416 0,5% 290


De 100.001 a 500.000 6.812.773 334.963.100 1.738.940 0,5% 255
De 500.001 a 1.000.000 1.846.408 69.444.179 505.408 0,7% 274
Más de 1.000.000 3.034.221 231.791.891 1.160.892 0,5% 383
Total 32.790.685 1.575.835.758 7.863.868 0,5% 240
Cuota líquida/
2015/08 Recibos Urbana Base imponible Cuota líquida Cuota/recibo
Base imp.

Hasta 5.000 10,3% 33,5% 70,7% 27,9% 54,8%


De 5.001 a 20.000 16,3% 33,5% 61,4% 20,8% 38,7%
De 20.001 a 50.000 20,1% 41,3% 58,8% 12,4% 32,2%
De 50.001 a 100.000 14,8% 23,6% 47,0% 19,0% 28,1%
De 100.001 a 500.000 14,0% 37,2% 48,8% 8,4% 30,5%
De 500.001 a 1.000.000 9,5% 53,8% 25,1% ­18,7% 14,3%
Más de 1.000.000 7,6% 66,9% 64,0% ­1,8% 52,4%
Total 13,9% 39,7% 54,9% 10,9% 35,9%

Cuadro 1.23
Variables de BICE

Cuota líquida/
2015 Recibos BICE Base imponible Cuota líquida Cuota/recibo
Base imp.

Hasta 5.000 16.242 15.401.745 163.387 1,1% 10.060


De 5.001 a 20.000 9.101 6.796.683 70.047 1,0% 7.697
De 20.001 a 50.000 5.845 4.217.249 47.433 1,1% 8.115
De 50.001 a 100.000 1.834 5.341.873 50.595 0,9% 27.587
De 100.001 a 500.000 6.288 7.129.388 71.779 1,0% 11.415
De 500.001 a 1.000.000 495 2.039.915 22.085 1,1% 44.616
Más de 1.000.000 410 6.300.983 56.416 0,9% 137.599
Total 40.215 47.227.836 481.742 1,0% 11.979

Este fuerte crecimiento de la presión fiscal municipal asociada a los bienes inmuebles
no parece sostenible en el tiempo y será necesario articular sistemas de determinación de bases
tributarias y cuotas que evolucionen más acompasadamente con la realidad  de los valores
patrimoniales y las rentas presuntas derivadas de la propiedad inmobiliaria.
El  espacio  fiscal  propio  de  los  Municipios  representado  por  los  cinco  impuestos
principales  ha  aumentado  desde  2004  un  70,6 %,  muy  por  encima  de  los  ingresos

336
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

corrientes (47,7 %) y  de las  transferencias corrientes del  Estado  (41 %). Desde  la crisis,


se afianza el crecimiento diferencial de los impuestos municipales  (31 %) en relación a las
transferencias corrientes  del  Estado (2,1 %) y esta misma tendencia se consolida en  los dos
últimos ejercicios liquidados.  Cabe señalar  también el muy moderado comportamiento
de las tasas por prestación de servicios.
Por tramos de población destaca el fuerte aumento entre 2004 y 2014 de la recaudación
impositiva de los grandes Municipios,  muy superior a las  transferencias  recibidas por el
Estado. Se constata también un importante aumento de la presión fiscal por habitante
y una mayor dispersión por tramos de población.
Cuadro 1.24
Incrementos de los tributos locales (2014/2004)
Ing. T. C.
2014/2004 IBI IVTM IIVTNU IAE ICIO Impuestos
fiscales Estado
>1.000.000 hab. 164,2% 1,0% 205,2% 23,4% ­43,4% 109,2% 87,3% 40,8%
De 500.001 a 1.000.000 hab. 82,0% 10,7% 96,4% 54,2% ­61,0% 57,0% 48,0% 32,7%
De 100.001 a 500.000 hab. 91,1% 9,5% 39,2% 5,7% ­70,6% 43,2% 35,5% 43,3%
De 50.001 a 100.000 hab. 134,9% 27,4% 118,0% 47,6% ­78,2% 76,8% 57,3% 50,4%
De 20.001 a 50.000 hab.  133,1% 32,8% 97,5% 11,9% ­78,3% 66,8% 51,3% 51,9%
De 5.001 a 20.000 hab. 104,3% 16,2% 47,1% 13,7% ­82,8% 42,5% 23,4% 24,4%
<= 5.000 hab. 127,8% 13,0% ­12,1% 12,2% ­77,5% 43,1% 31,6% 18,1%
Total Municipios 118,0% 15,7% 93,8% 18,4% ­74,4% 60,1% 44,9% 37,7%

B)  Sistemas de transferencias
Como se ha señalado, el sistema de transferencias corrientes del Estado, basado funda­
mentalmente  en  la  participación  en  la  recaudación  de  impuestos  concretos  y  en  el
Fondo Complementario  de  Financiación (FCF)  para las  grandes ciudades y la partici­
pación en ingresos del Estado  (PIE) cubre una parte  escasa y decreciente de los ingresos
corrientes municipales.
Para  poder  analizar  detalladamente  su  comportamiento  es  necesario  centrarse  en  el
período disponible de liquidación definitiva del sistema de financiación local 2004­2014.
En  este  período  las  transferencias  corrientes  del  Estado  han  aumentado  un  37,7 %.  La
mayor parte de éstas se canalizan a través de transferencias incondicionadas, hacia gran­
des Municipios (FCF) y al  resto  de  Municipios  (PIE).  Estas  transferencias se actualizan
con el índice acumulado determinado por la evolución del ITE. Desde 2012 ha habido
una reordenación de Municipios que ha supuesto un aumento de los Municipios en régi­
men de cesión, Así, el FCF global ha aumentado (52,4 %) más que la PIE de los pequeños
municipios  (41 %),  aunque  por  debajo  de  los  impuestos  locales  tradicionales  (60,1 %).  Este
aumento  es  mayor  que  el  de  los  impuestos  cedidos  (31,8 %).  Por  el  contrario,  el  resto  de
transferencias corrientes del Estado han disminuido en este período (cuadro 1.25).
337
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Cuadro 1.25

Millones euros y % 2004 2014 2014/04


I. Cedidos 661,24 871,81 31,8%
FCF 3.647,58 5.558,33 52,4%
Total Cesión 4.308,82 6.430,14 49,2%
PIE 3.030,55 4.273,90 41,0%
Total Tr. Incond. Estado 6.678,13 9.832,23 47,2%
ITE 52.505,29 78.033,57 48,6%
T. Ing. fiscales 18.632,89 26.991,02 44,9%
T. Imp. locales 12.242,01 19.599,51 60,1%
Resto Tr. Estado 750,98 400,29 ­46,7%
Total Tr. Estado 7.429,11 10.232,52 37,7%
Total Cesión/h euros 230 312 35,9%
PIE/h 124 163 31,7%
Total Tr. Incond/h 155 210 36,0%

Las transferencias corrientes del Estado han aumentado más en las grandes ciudades.
Sin embargo, tras la fuerte subida de la recaudación fiscal, el peso de las mismas en rela­
ción a los ingresos fiscales se ha reducido del 40 % al 38 %. Esa reducción es mucho mayor
en las dos grandes  ciudades (del  69,2 %  al  52 %), a pesar de que las transferencias por
habitante duplican la media  (cuadro  1.26). En los Municipios entre 20.000  y 500.000
habitantes  apenas  hay  diferencias  en  las  transferencias  por  habitante  de  forma  agregada,
aunque se producen individualmente.
Cuadro 1.26
T. Estado/Ing.
2014 Ing. fiscales/h T. C. Estado/h Ing. fiscales/h T. C. Estado/h
fiscales

> 1.000.000 hab. 910 473 52,0% 157 215


De 500.001 a 1.000.000 hab. 554 366 66,0% 96 167
De 100.001 a 500.000 hab. 511 189 37,0% 88 86
De 50.001 a 100.000 hab. 637 186 29,3% 110 85
De 20.001 a 50.000 hab. 569 187 32,8% 98 85
De 5.001 a 20.000 hab. 523 167 31,9% 90 76
<= 5.000 hab. 493 159 32,2% 85 72
Total Municipios 579 220 37,9% 100 100

(Sigue.)

338
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

T. Estado/Ing.
2004 Ing. fiscales/h T. C. Estado/h Ing. fiscales/h T. C. Estado/h
fiscales

> 1.000.000 hab. 495 342 69,2% 114 198


De 500.001 a 1.000.000 hab. 380 280 73,7% 88 162
De 100.001 a 500.000 hab. 410 143 35,0% 95 83
De 50.001 a 100.000 hab. 484 148 30,6% 112 86
De 20.001 a 50.000 hab. 461 151 32,7% 106 87
De 5.001  a 20.000 hab. 443 140 31,7% 102 81
<= 5.000 hab. 364 131 35,9% 84 76
Total Municipios 433 173 39,9% 100 100
T. Estado/Ing.
2014/2004 Ing. fiscales/h T. C. Estado/h Ing. fiscales/h T. C. Estado/h
fiscales

> 1.000.000 hab. 83,8% 38,2% ­24,8% 37,3% 8,6%


De 500.001 a 1.000.000 hab. 45,9% 30,7% ­10,4% 9,0% 2,7%
De 100.001 a 500.000 hab. 24,7% 31,8% 5,7% ­6,9% 3,6%
De 50.001 a 100.000 hab. 31,7% 25,9% ­4,4% ­1,6% ­1,1%
De 20.001 a 50.000 hab. 23,5% 24,1% 0,4% ­7,7% ­2,5%
De 5.001  a 20.000 hab. 18,1% 19,0% 0,8% ­11,8% ­6,5%
<= 5.000 hab. 35,5% 21,6% ­10,2% 1,2% ­4,4%
Total Municipios 33,8% 27,3% ­4,9% 0,0% 0,0%

Con todo, la evolución del actual sistema de transferencias a los ayuntamientos espa­
ñoles ha venido consolidando cuando no acrecentando las inequidades horizontales en
la  distribución  de  recursos,  fruto  sobre  todo  del  diseño  de  un  sistema  dual  mal  conce­
bido en su origen. En las páginas que siguen tratamos de demostrar esto mediante una
serie de relativos a la Participación en Ingresos del Estados (PIE), principal componente
de  este  modelo  de  transferencias,  cuyo  análisis  detallado  puede  encontrarse  en  la  serie
Haciendas Locales en Cifras, publicada periódicamente por el Ministerio de Hacienda2.
Como  es  sabido,  tras  la  reforma  de  la  LRHL  recogida  en  la  ley  51/2002  (que
comienza  a aplicarse a estos efectos en el año  2004) la PIE  municipal se desdobla en
dos componentes, uno  de los  cuales se aplica únicamente a las que podríamos llamar
grandes ciudades, definidas como aquellas que son capital de provincia o de comunidad
autónoma o tienen una población de derecho superior a los  75.000  habitantes. Estos

2
http://www.minhafp.gob.es/es­ES/CDI/Paginas/SistemasFinanciacionDeuda/InformacionEELLs/
HaciendasLocalesencifras.aspx.

339
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

municipios  reciben  una  participación  en  los  rendimientos  territorializados  de  ciertos
impuestos  estatales  que  se  complementa  con  una  transferencia  estatal,  de  forma  que
ningún municipio salga perdiendo en el  momento inicial. En el caso de las  ciudades
pequeñas,  reciben  únicamente  una  transferencia,  cuyo  importe  global  se  distribuye
entre ellas de acuerdo con una fórmula similar a la existente antes de la reforma.
Con la reforma de la LRHL, se cede a las ciudades grandes (en el sentido indicado
más arriba) una participación en la recaudación territorializada de los grandes impues­
tos  estatales,  sin  competencias  normativas  o  de  gestión.  Los  porcentajes  de  cesión  se
fijan en el 1,6875 % de la cuota líquida del IRPF correspondiente a los residentes en el
municipio y en el 1,7897 % y 2,0454 % respectivamente de la recaudación líquida por
IVA e Impuestos Especiales imputable al mismo.
La territorialización de los rendimientos de los impuestos indirectos se realiza en dos
etapas. En primer lugar, la recaudación nacional se distribuye entre comunidades autó­
nomas en proporción al  correspondiente indicador de consumo,  siguiendo el  mismo
procedimiento que  se utiliza en el  sistema de financiación regional. En una segunda
etapa, los rendimientos regionales se distribuyen entre ayuntamientos, generalmente en
proporción a la población de derecho, aunque para algunos impuestos se ha ido avan­
zando en la elaboración de indicadores directos de consumo local.
El segundo componente de las transferencias  estatales a  las ciudades grandes es el
llamado  Fondo  Complementario  de  Financiación. En el año  base del  nuevo sistema
(2004), la asignación del Fondo para cada municipio se fija de acuerdo con una condi­
ción de statu quo. En particular, se parte de la transferencia recibida por cada municipio
en 2003 con el sistema previo a  la reforma (en el  que no existían las participaciones
territorializadas en impuestos  específicos).  Esta cantidad se actualiza con el ITEn para
calcular la cantidad total que corresponde a cada ayuntamiento en 2004.  De aquí se
deducen,  finalmente,  los  rendimientos  de  las  participaciones  territorializadas  en  el
IRPF, IVA e Impuestos Especiales para obtener el importe inicial del Fondo Comple­
mentario. En años sucesivos, este importe se actualiza para todos los municipios en pro­
porción al crecimiento.
El cuadro 1.27 muestra los resultados distributivos de este sistema para 2003 (últi­
mo año del modelo anterior) y 2004 (primero del actual) para las denominadas grandes
ciudades.  Los  gráficos  1.1  y 1.2,  por su parte, muestran, en medias,  la distribución de
recursos por tramos de población.
En la medida en que la fórmula distributiva existente hasta 2003 beneficiaba espe­
cialmente a las grandes ciudades, al ponderar la población de los municipios de más de
500.000 habitantes  por un coeficiente de 2,80, frente al 1,47  del escalón inmediata­
mente  inferior  (entre  100.001  y  500.000)  y  1,32,  del  comprendido  entre  50.001  y
100.000, los datos muestran diferencias muy poco justificables. Así se observa cómo las
seis ciudades  de más de  500.000  habitantes recibían en 2003 por encima  de los 260
euros por habitante, mientras que Murcia, por ejemplo, séptima ciudad de España con
una población en 2003 de 391.146  habitantes recibía ese mismo  año 158  euros por

340
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

habitante. Las otras dos ciudades con ingresos especialmente superiores a la media son
Cádiz y Santa Coloma de Gramenet, cuyo tratamiento de favor se debía al carácter col­
matado de su término municipal.
Puesto  que  el  criterio  establecido  para  la  dotación  de  recursos  con  el  cambio  de
modelo  en  2004  era  el  mantenimiento  global  del  statu  quo,  el  cuadro  1.27  muestra
también cómo  esas diferencias  de financiación arrastradas  del  sistema anterior  se  con­
solidan en 2004 como punto de partida para el nuevo.
Cuadro 1.27
Municipios en Régimen de cesión
Total participación PIE/H
Ayuntamiento
2003 2004 2003 2004
Albacete 24.047.605,33 24.864.262,01 155,00 158,91
Alcala de Henares 30.184.085,12 31.209.136,65 160,11 162,93
Alcobendas 15.155.277,97 15.669.951,21 153,99 156,22
Alcorcón 23.866.907,42 24.677.427,60 154,54 157,59
Algeciras 17.116.344,50 17.697.615,56 157,35 161,38
Alicante 48.929.153,90 50.590.787,97 159,95 163,02
Almería 28.078.878,03 29.032.436,73 158,88 163,40
Arona 8.528.530,55 8.755.244,28 148,46 147,41
Ávila 7.668.787,52 7.929.219,54 147,26 151,27
Avilés 11.939.107,04 12.344.559,12 141,82 147,14
Badajoz 21.514.940,53 22.245.587,91 155,44 159,88
Badalona 34.633.591,46 39.536.650,31 161,51 184,00
Barcelona 612.041.085,00 685.090.261,71 386,70 434,00
Burgos 26.066.791,09 26.952.019,32 153,95 158,84
Cáceres 12.134.213,34 12.546.291,23 139,33 142,18
Cádiz 36.354.957,74 37.589.572,10 269,32 278,46
Cartagena 30.526.271,88 31.562.944,07 157,19 159,68
Castellón de la Plana 25.323.082,96 26.183.054,86 157,57 160,55
Chiclana de la Frontera 9.558.336,85 10.056.909,42 145,50 147,56
Ciudad Real 10.151.369,80 10.496.110,32 154,50 155,73
Córdoba 50.096.515,44 51.797.793,10 157,23 162,02
Cornellá de Llobregat 12.133.224,02 12.545.268,31 146,51 150,55
Coruña (A) 38.602.005,46 39.912.929,57 158,27 164,35
Coslada 12.077.920,88 12.488.087,07 146,98 151,52
Cuenca 6.645.686,12 6.871.373,62 140,80 143,57
Dos Hermanas 16.342.210,26 16.897.191,72 152,36 154,18
(Sigue.)

341
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Total participación PIE/H
Ayuntamiento
2003 2004 2003 2004
Ejido (El) 9.148.563,21 9.699.754,54 149,33 151,76
Elche 32.517.881,96 33.622.189,23 156,97 160,53
Fuenlabrada 30.276.251,49 31.304.432,99 161,08 162,66
Gandía 9.701.411,00 9.701.411,00 153,50 155,61
Getafe 24.819.050,66 25.661.905,62 158,78 164,50
Gijón 39.969.074,29 41.326.424,05 147,56 152,47
Girona 12.154.209,14 12.566.966,08 149,65 150,45
Granada 36.925.857,79 38.179.859,92 155,37 160,22
Guadalajara 9.986.571,01 10.325.714,96 141,19 143,78
Hospitalet de Llobregat 40.365.961,33 41.736.789,38 163,81 166,59
Huelva 23.160.914,83 23.947.459,50 159,92 165,88
Huesca 6.819.189,96 7.050.769,65 143,23 147,13
Jaén 17.824.801,42 18.430.131,68 154,14 158,99
Jerez de la Frontera 31.659.197,67 32.734.344,02 165,75 169,92
Leganés 29.237.710,52 30.230.623,17 165,28 169,24
León 21.803.532,95 22.543.980,93 160,75 166,02
Lleida 19.233.605,11 19.886.778,34 162,95 165,81
Logroño 21.869.022,92 22.611.694,94 156,64 159,72
Lorca 11.895.557,89 12.299.531,04 144,17 146,00
Lugo 13.185.844,47 13.633.635,75 144,65 149,12
Madrid 969.777.270,00 1.002.710.906,42 313,26 323,47
Málaga 144.747.804,39 149.663.439,83 264,57 273,24
Manresa 9.683.674,81 10.398.934,47 143,95 151,80
Marbella 21.253.165,60 21.974.923,10 182,85 187,25
Mataró 17.946.903,30 18.556.380,14 160,41 162,61
Mérida 7.531.188,84 7.786.948,01 144,52 149,18
Mijas 7.935.946,52 8.103.119,14 152,06 154,13
Móstoles 31.631.415,50 32.705.618,37 156,75 161,51
Murcia 61.623.138,31 63.715.860,09 157,55 159,76
Orihuela 9.667.280,85 10.681.834,38 142,73 155,31
Ourense 16.824.337,17 17.395.691,66 153,68 160,18
Oviedo 32.198.464,08 33.291.923,92 155,02 158,92
Palencia 11.628.944,36 12.023.863,31 142,90 148,06
Palma de Mallorca 57.864.193,98 59.829.262,01 157,55 162,15
Palmas de Gran Canaria (Las) 58.421.379,76 60.405.369,82 154,72 160,25
(Sigue.)

342
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Total participación PIE/H
Ayuntamiento
2003 2004 2003 2004
Parla 12.025.362,26 12.433.743,56 145,29 143,06
Pontevedra 11.319.671,10 11.704.087,13 145,14 148,69
Pozuelo de Alarcón 10.225.913,83 11.562.229,51 140,73 154,00
Puerto de Santa María (El) 12.296.893,08 12.714.495,57 153,92 157,63
Reus 14.451.128,50 14.941.888,82 153,07 154,61
Roquetas de Mar 8.116.492,89 8.683.108,73 150,82 148,38
Rozas de Madrid (Las) 10.245.713,48 11.126.445,71 153,36 163,48
Sabadell 30.292.319,72 31.321.046,90 158,55 162,00
Salamanca 24.851.638,93 25.695.600,59 157,38 160,18
San Cristóbal de la Laguna 21.251.997,47 21.973.715,30 157,72 160,03
San Fernando 12.795.965,49 13.230.516,48 144,60 146,72
San Sebastián de los Reyes 9.695.856,37 10.507.695,09 157,44 168,82
Sant Boi de Llobregat 12.046.275,79 12.455.367,32 149,20 154,46
Sant Cugat del Vallés 10.134.612,62 11.054.299,71 160,53 169,91
Santa Coloma de Gramenet 30.680.938,92 31.722.863,61 264,46 272,29
Santa Cruz de Tenerife 34.445.405,53 35.615.171,50 156,55 162,30
Santander 28.972.456,48 29.956.361,10 156,80 162,98
Santiago de Compostela 14.120.179,34 14.599.700,63 152,92 158,18
Segovia 7.976.176,86 8.247.047,83 143,35 148,37
Sevilla 192.966.691,38 199.519.840,22 271,79 283,33
Soria 5.003.713,42 5.173.639,53 142,24 144,64
Talavera de la Reina 11.121.958,04 11.499.659,74 139,17 143,20
Tarragona 22.461.490,59 23.224.282,81 185,52 187,92
Telde 13.658.375,63 14.122.214,07 145,39 148,87
Terrassa 28.923.449,73 29.905.690,08 156,49 158,05
Teruel 4.549.379,68 4.703.876,61 140,83 144,38
Toledo 10.666.210,85 11.028.435,37 147,02 150,08
Torrejón de Ardoz 16.153.693,05 16.702.272,47 154,15 156,48
Torrent 10.201.539,14 10.773.597,00 146,53 151,07
Torrevieja 11.754.476,81 12.153.658,84 150,81 160,91
Valencia 209.290.871,70 216.398.389,70 268,10 275,41
Valladolid 49.986.689,05 51.684.237,01 155,65 160,65
Vélez­Málaga 9.229.236,90 9.435.790,84 153,32 152,69
Vigo 46.042.195,93 47.605.788,90 157,37 163,00
Zamora 9.382.066,72 9.700.681,71 142,93 147,77
Zaragoza 163.909.828,89 169.476.206,68 261,80 265,30
Total 4.202.253.063,47 4.404.934.803,41 216,06 217,79

343
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Gráfico 1.1
Transferencias corrientes a los Municipios españoles (€/h.) (2013)

Hasta 5.000 h.

De 5.001 a 10.000 h.

De 10.001 a 20.000 h.

De 20.001 a 50.000 h.

De 50.001 a 100.000 h.

De 100.001 a 500.000 h.

> 500.000 h.

Todos Régimen Común

0,00 50,00 100,00 150,00 200,00 250,00 300,00 350,00

Gráfico 1.2
Transferencias corrientes a los Municipios españoles (€/h.) (2004)

Hasta 5.000 h.

De 5.001 a 10.000 h.

De 10.001 a 20.000 h.

De 20.001 a 50.000 h.

De 50.001 a 100.000 h.

De 100.001 a 500.000 h.

> 500.000 h.

Todos

0,00 50,00 100,00 150,00 200,00 250,00 300,00 350,00

Sin embargo, con el nuevo sistema, a partir de 2014, la evolución de la PIE para las
grandes ciudades abre un nuevo marco de diferencias. Como hemos indicado, el global
a recibir por cada municipio es la suma de dos componentes,  una participación en la
recaudación de una serie de tributos de los que se cede ésta, pero sin ninguna capacidad
normativa o de decisión para modular su recaudación (ni en términos de decisión polí­
tica sobre tipos o beneficios fiscales, ni en materia de gestión) y una transferencia com­
plementaria  (FRF)  inicialmente  calculada  como  residuo  entre  lo  percibido  el  año
anterior por PIE actualizado según la evolución del ITE (1,03396 para el año 2004).

344
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

En la medida en que ambos componentes evolucionarán de forma separada (los tri­
butos cedidos crecerán al ritmo que lo haga cada uno de ellos y el FRF evolucionará al
ritmo  del  ITE),  sería  de  esperar  (y  así  ha  sido)  que  las  brechas  financieras  entre  los
municipios en términos de participación por habitante tendieran a abrirse.
El cuadro 1.28 muestra  uno de los determinantes esenciales de esas diferencias  de
financiación esperadas.  En él  se recogen para  cada municipio las  cantidades  y los  por­
centajes que representa en el año base (2004) cada  componente de la PIE. El  cuadro
1.29 complementa esta información mostrando algunas estadísticas descriptivas proce­
dentes del cuadro 1.28.
Como se ve, de entrada, hay una alta dispersión en lo  que respecta a la estructura
de partida de la PIE municipal para las “grandes ciudades”. El abanico va, excluyendo
los municipios canarios cuyo  régimen especial les  vuelve  especialmente sesgados hacia
el FRF), desde el caso de las grandes ciudades, para las cuales el componente de cesión
se encuentra en todos los casos por debajo del 15 por ciento hasta ciudades como Palma
de Mallorca o Alcobendas que superan el 30 por ciento, con un coeficiente de variación
superior al 25 por ciento para esta variable. A esta primera fuente de variabilidad habría
que añadir la diferente estructura interna del componente de cesión (no recogida en el
cuadro), esto es, el distinto peso relativo de cada impuesto cedido, cada uno de los cua­
les evolucionará a su propia tasa de crecimiento.
Cuadro 1.28
Municipios en Régimen de cesión
Impuestos cedidos 2004 FRF 2004
Ayuntamiento
Euros % s/total PIE Euros % s/total PIE
Albacete 4.606.656,23 18,53 20.257.605,78 81,47
Alcalá de Henares 6.465.678,69 20,72 24.743.457,96 79,28
Alcobendas 5.508.301,77 35,15 10.161.649,44 64,85
Alcorcón 5.356.956,51 21,71 19.320.471,09 78,29
Algeciras 2.947.606,57 16,66 14.750.008,99 83,34
Alicante 9.984.809,13 19,74 40.605.978,84 80,26
Almería 5.069.317,31 17,46 23.963.119,42 82,54
Ávila 1.747.225,22 22,04 6.181.994,32 77,96
Avilés 2.579.306,53 20,89 9.765.252,59 79,11
Badajoz 3.774.718,98 16,97 18.470.868,93 83,03
Badalona 6.833.443,35 17,28 39.536.650,31 82,72
Barcelona 74.216.068,61 10,83 610.874.193,10 89,17
Burgos 6.107.311,59 22,66 20.844.707,73 77,34
Cáceres 2.658.667,61 21,19 9.887.623,62 78,81
Cádiz 3.788.383,50 10,08 33.801.188,60 89,92
(Sigue.)

345
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Impuestos cedidos 2004 FRF 2004
Ayuntamiento
Euros % s/total PIE Euros % s/total PIE
Cartagena 5.453.971,90 17,28 26.108.972,17 82,72
Castellón de la Plana 5.741.334,98 21,93 20.441.719,88 78,07
Ciudad Real 2.288.211,91 21,80 8.207.898,41 78,20
Córdoba 9.096.745,72 17,56 42.701.047,38 82,44
Cornellá de Llobregat 2.669.113,28 21,28 9.876.155,03 78,72
Coruña (A) 8.667.548,09 21,72 31.245.381,48 78,28
Coslada 2.723.567,93 21,81 9.764.519,14 78,19
Cuenca 1.499.623,42 21,82 5.371.750,20 78,18
Dos Hermanas 2.756.153,38 16,31 14.141.038,34 83,69
Elche 5.297.019,34 15,75 28.325.169,89 84,25
Fuenlabrada 5.442.310,91 17,39 25.862.122,08 82,61
Getafe 5.229.943,32 20,38 20.431.962,30 79,62
Gijón 8.824.943,27 21,35 32.501.480,78 78,65
Girona 3.579.065,01 28,48 8.987.901,07 71,52
Granada 7.758.600,29 20,32 30.421.259,63 79,68
Guadalajara 2.537.456,77 24,57 7.788.258,19 75,43
Hospitalet de Llobregat 7.771.233,39 18,62 33.965.555,99 81,38
Huelva 4.014.694,45 16,76 19.932.765,05 83,24
Huesca 1.787.474,85 25,35 5.263.294,80 74,65
Jaén 3.424.554,90 18,58 15.005.576,78 81,42
Jerez de la Frontera 4.787.256,27 14,62 27.947.087,75 85,38
Leganés 5.583.744,31 18,47 24.646.878,86 81,53
León 4.714.693,63 20,91 17.829.287,30 79,09
Lleida 4.385.499,86 22,05 15.501.278,48 77,95
Logroño 5.172.206,07 22,87 17.439.488,87 77,13
Lorca 1.989.643,14 16,18 10.309.887,90 83,82
Lugo 2.782.286,90 20,41 10.851.348,85 79,59
Madrid 142.207.541,30 14,18 860.503.365,12 85,82
Málaga 15.019.657,85 10,04 134.643.781,98 89,96
Marbella 3.684.376,57 16,77 18.290.546,53 83,23
Mataró 3.630.417,18 19,56 14.925.962,96 80,44
Mérida 1.325.205,17 17,02 6.461.742,84 82,98
Móstoles 6.154.412,10 18,82 26.551.206,27 81,18
Murcia 12.057.701,47 18,92 51.658.158,62 81,08
(Sigue.)

346
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Impuestos cedidos 2004 FRF 2004
Ayuntamiento
Euros % s/total PIE Euros % s/total PIE
Ourense 3.245.743,80 18,66 14.149.947,86 81,34
Oviedo 7.858.027,64 23,60 25.433.896,28 76,40
Palencia 2.617.408,88 21,77 9.406.454,43 78,23
Palma de Mallorca 18.185.056,53 30,39 41.644.205,48 69,61
Palmas de Gran Canaria (Las) 5.281.038,63 8,74 55.124.331,19 91,26
Parla 2.376.932,10 19,12 10.056.811,46 80,88
Pontevedra 2.473.488,29 21,13 9.230.598,84 78,87
Puerto de Santa María (El) 2.245.131,24 17,66 10.469.364,33 82,34
Reus 3.343.629,62 22,38 11.598.259,20 77,62
Sabadell 6.849.880,46 21,87 24.471.166,44 78,13
Salamanca 5.380.152,59 20,94 20.315.448,00 79,06
San Cristóbal de la Laguna 1.574.952,71 7,17 20.398.762,59 92,83
San Fernando 2.192.808,30 16,57 11.037.708,18 83,43
Sant Boi De Llobregat 2.597.623,89 20,86 9.857.743,43 79,14
Santa Coloma de Gramenet 3.385.111,74 10,67 28.337.751,87 89,33
Santa Cruz de Tenerife 3.016.905,65 8,47 32.598.265,85 91,53
Santander 6.829.746,48 22,80 23.126.614,62 77,20
Santiago de Compostela 3.203.575,87 21,94 11.396.124,76 78,06
Segovia 1.874.990,27 22,74 6.372.057,56 77,26
Sevilla 22.229.219,56 11,14 177.290.620,66 88,86
Soria 1.297.838,91 25,09 3.875.800,62 74,91
Talavera de la Reina 2.064.069,40 17,95 9.435.590,34 82,05
Tarragona 4.788.884,07 20,62 18.435.398,74 79,38
Telde 794.712,88 5,63 13.327.501,19 94,37
Terrassa 6.510.575,33 21,77 23.395.114,75 78,23
Teruel 1.202.771,79 25,57 3.501.104,82 74,43
Toledo 2.969.920,90 26,93 8.058.514,47 73,07
Torrejón de Ardoz 3.346.868,32 20,04 13.355.404,15 79,96
Torrevieja 2.107.384,83 17,34 10.046.274,01 82,66
Valencia 28.406.547,17 13,13 187.991.842,53 86,87
Valladolid 11.379.242,79 22,02 40.304.994,22 77,98
Vigo 9.114.581,63 19,15 38.491.207,27 80,85
Zamora 2.073.492,74 21,37 7.627.188,97 78,63
Zaragoza 24.446.794,50 14,42 145.029.412,18 85,58
Total 658.967.770,04 15,45 3.605.426.659,55 84,55

347
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Cuadro 1.29
Municipios en Régimen de cesión
Estadísticas descriptivas Impuestos cedidos 2004 FRF 2004
Cuadro 1.28 Euros % s/total PIE Euros % s/total PIE
Media 7.939.371 19,17 43.438.875 80,83
Mínimo 794.713 5,63 3.501.105 64,85
Primer cuartil 2.607.516 16,99 10.051.543 78,18
Mediana 4.014.694 20,04 18.470.869 79,96
Tercer cuartil 6.488.127 21,82 28.331.461 83,01
Máximo 142.207.541 35,15 860.503.365 94,37
Desviación típica 17.422.332 4,95 115.916.789 4,95
Coeficiente de variación 219,44 25,80 266,85 6,12
Fuente:  elaboración propia a partir de  Ministerio de Hacienda  y Función  Pública, Secretaría  General  de  Financiación
Autonómica y Local.

El cuadro 1.30 nos muestran la comparativa entre los resultados del sistema en 2004
(primero  del nuevo modelo) y  2014  (último  completamente liquidado) y  los  cuadros
1.31 y 1.32, la estructura por componentes de la PIE en 2014. 
Como era de esperar la evolución interna (dentro del grupo de grandes ciudades) ha
sido bastante errática, dadas las  características internas del modelo  y el  hecho de que
éste no contenga elemento alguno de nivelación. Claramente se han consolidado, cuan­
do no agrandado, las diferencias, como lo muestra a título de ejemplo la brecha entre
Málaga (sexta  ciudad en población,  382  euros por  habitante) y Murcia (séptima,  209
euros  por  habitante).  Quien  más  recibe  es  Barcelona  (620  euros  per  cápita)  y  quien
menos, Las Rozas de Madrid (164).
En el  cuadro 1.32  se observa cómo la dispersión ha aumentado también en lo que
respecta a la estructura de la PIE,  con un coeficiente de variación que se ha práctica­
mente duplicado (41, 54 por ciento) en el  caso de los tributos cedidos,  cuyo  abanico
ahora va (excluidos los municipios canarios) desde el 7,69 por ciento de Cádiz hasta el
57,74 por ciento de Pozuelo de Alarcón.
Los cuadros 1.33 y 1.34 muestran la evolución agregada (entre 2004 y 2014) de la
estructura interna de la PIE  en cada municipio en régimen de cesión, si bien hay que
decir que  los  resultados presentan un cierto  sesgo, fruto  de la incorporación a lo largo
del  tiempo  de  algunos  municipios  con  estructuras  extremas,  caso  por  una  parte  del
Arona, municipio canario y  por la otra,  Pozuelo de Alarcón, municipio de alta renta
per cápita que no formaban parte del grupo inicial.
Por último, en este orden de cosas, los cuadros 1.35 y 1.36 resumen los porcentajes
de incremento agregado entre 2004 y 2014 de una serie de variables relevantes, que nos
pueden servir para radiografiar de un vistazo cómo ha funcionado el sistema y consoli­

348
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

dar los hechos estilizados ya comentados. Una vez más se observan las diferencias en las
tasas de evolución de los diferentes componentes de la PIE de grandes ciudades y la alta
dispersión de las  mismas, que explican el errático comportamiento de este importante
instrumento de financiación municipal3 y que no obedece a causa razonable alguna en
términos de objetivos de equidad y/o eficiencia.
El  gráfico  1.3  resume  la  estructura  (en  medias)  de  los  resultados  del  modelo  de
financiación (total de transferencias) como foto fija en 2014 por tramos de población.
En él se ven consolidadas (en datos agregados) las inequidades del sistema.
Finalmente, aunque no por ello menos importante, hemos incorporado un gráfico (el
número 1.4) en el que se pone de manifiesto otra importantísima fuente de inequidades
del sistema cual es la presencia en el mismo del régimen foral, cuyos resultados financie­
ros  permiten  a  los  municipios  vascos  y  navarros  contar  con  un  volumen  transferencias
(como media) tremendamente superiores a las de los municipios de régimen común.
Cuadro 1.30
Municipios en Régimen de cesión
Total participación PIE/H
Ayuntamiento
2004 2014 2004 2014
Albacete 24.864.262,01 36.203.737,24 158,91 209,89
Alcalá de Henares 31.209.136,65 49.119.482,56 162,93 244,66
Alcobendas 15.669.951,21 25.394.202,14 156,22 226,35
Alcorcón 24.677.427,60 39.283.841,36 157,59 230,63
Algeciras 17.697.615,56 25.635.024,88 161,38 217,29
Alicante 50.590.787,97 72.281.771,64 163,02 217,67
Almería 29.032.436,73 41.833.477,32 163,40 216,36
Arona 8.755.244,28 14.721.421,67 147,41 184,27
Ávila 7.929.219,54 11.516.383,31 151,27 195,41
Avilés 12.344.559,12 17.635.358,77 147,14 215,96
Badajoz 22.245.587,91 31.988.314,41 159,88 212,52
Badalona 39.536.650,31 56.484.343,01 184,00 260,04
Barcelona 685.090.261,71 992.685.471,98 434,00 619,50
Burgos 26.952.019,32 38.770.615,96 158,84 218,09
Cáceres 12.546.291,23 18.230.992,19 142,18 190,19
Cádiz 37.589.572,10 54.183.192,92 278,46 445,08
Cartagena 31.562.944,07 45.563.632,49 159,68 210,50
Castellón de la Plana 26.183.054,86 36.983.562,86 160,55 212,74
(Sigue.)

3
Insistimos en  que a ello  habría que añadir otro  componente  excluido de este somero  análisis, cual es la
diferente estructura interna del bloque de cesión de impuestos.

349
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Total participación PIE/H
Ayuntamiento
2004 2014 2004 2014
Chiclana de la Frontera 10.056.909,42 15.831.945,53 147,56 192,37
Ciudad Real 10.496.110,32 15.151.993,85 155,73 202,13
Córdoba 51.797.793,10 74.027.406,33 162,02 225,67
Cornellá de Llobregat 12.545.268,31 19.723.613,87 150,55 228,72
Coruña (A) 39.912.929,57 57.042.573,90 164,35 233,01
Coslada 12.488.087,07 19.603.111,27 151,52 220,64
Cuenca 6.871.373,62 9.990.575,38 143,57 179,24
Dos Hermanas 16.897.191,72 24.755.771,32 154,18 189,89
Ejido (El) 9.699.754,54 16.573.629,83 151,76 196,97
Elche 33.622.189,23 48.649.039,07 160,53 212,77
Fuenlabrada 31.304.432,99 49.415.844,76 162,66 252,30
Gandía 9.701.411,00 15.819.456,78 155,61 206,80
Getafe 25.661.905,62 41.068.315,59 164,50 237,31
Gijón 41.326.424,05 62.342.365,64 152,47 226,10
Girona 12.566.966,08 17.849.741,25 150,45 183,59
Granada 38.179.859,92 54.017.515,63 160,22 227,40
Guadalajara 10.325.714,96 14.844.994,58 143,78 177,32
Hospitalet de Llobregat 41.736.789,38 65.792.148,72 166,59 259,52
Huelva 23.947.459,50 34.270.895,35 165,88 232,80
Huesca 7.050.769,65 10.115.925,45 147,13 192,48
Jaén 18.430.131,68 26.192.978,55 158,99 226,12
Jerez de la Frontera 32.734.344,02 47.255.830,09 169,92 222,67
Leganés 30.230.623,17 47.824.198,78 169,24 256,16
León 22.543.980,93 32.150.178,53 166,02 248,17
Lleida 19.886.778,34 28.636.552,45 165,81 205,76
Logroño 22.611.694,94 32.290.034,11 159,72 212,49
Lorca 12.299.531,04 17.780.056,22 146,00 193,77
Lugo 13.633.635,75 19.871.057,34 149,12 201,61
Madrid 1.002.710.906,42 1.461.062.849,78 323,47 461,60
Málaga 149.663.439,83 216.806.331,16 273,24 382,43
Manresa 10.398.934,47 15.897.781,97 151,80 211,13
Marbella 21.974.923,10 31.405.683,07 187,25 226,46
Mataró 18.556.380,14 26.668.494,68 162,61 214,58
Mérida 7.786.948,01 11.423.945,15 149,18 193,68
Mijas 8.103.119,14 15.967.386,33 154,13 205,97
(Sigue.)

350
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Total participación PIE/H
Ayuntamiento
2004 2014 2004 2014
Móstoles 32.705.618,37 51.668.262,36 161,51 251,17
Murcia 63.715.860,09 91.712.481,46 159,76 208,57
Orihuela 10.681.834,38 17.501.339,00 155,31 209,81
Ourense 17.395.691,66 25.187.296,07 160,18 235,60
Oviedo 33.291.923,92 47.611.536,50 158,92 212,77
Palencia 12.023.863,31 17.176.670,79 148,06 214,23
Palma de Mallorca 59.829.262,01 80.549.482,02 162,15 201,83
Palmas de Gran Canaria (Las) 60.405.369,82 88.200.704,38 160,25 230,72
Parla 12.433.743,56 20.842.462,71 143,06 166,31
Pontevedra 11.704.087,13 16.842.643,93 148,69 203,06
Pozuelo de Alarcón 11.562.229,51 15.442.088,12 154,00 183,05
Puerto de Santa María (El) 12.714.495,57 18.278.943,16 157,63 206,08
Reus 14.941.888,82 21.273.958,32 154,61 202,68
Roquetas de Mar 8.683.108,73 18.852.108,39 148,38 205,62
Rozas de Madrid (Las) 11.126.445,71 15.182.096,78 163,48 163,63
Sabadell 31.321.046,90 44.621.005,37 162,00 215,10
Salamanca 25.695.600,59 36.240.834,05 160,18 244,80
San Cristóbal de la Laguna 21.973.715,30 32.261.659,17 160,03 210,85
San Fernando 13.230.516,48 19.151.615,57 146,72 198,80
San Sebastián de los Reyes 10.507.695,09 15.881.078,41 168,82 190,58
Sant Boi de Llobregat 12.455.367,32 19.554.539,05 154,46 235,29
Sant Cugat del Vallés 11.054.299,71 17.233.541,04 169,91 197,82
Santa Coloma de Gramenet 31.722.863,61 48.822.847,84 272,29 411,18
Santa Cruz de Tenerife 35.615.171,50 51.791.243,66 162,30 252,30
Santander 29.956.361,10 42.090.703,54 162,98 239,51
Santiago de Compostela 14.599.700,63 21.164.083,12 158,18 220,92
Segovia 8.247.047,83 11.544.389,04 148,37 216,76
Sevilla 199.519.840,22 287.773.811,93 283,33 413,07
Soria 5.173.639,53 7.489.900,97 144,64 189,54
Talavera de la Reina 11.499.659,74 16.548.090,84 143,20 190,69
Tarragona 23.224.282,81 32.141.598,65 187,92 243,13
Telde 14.122.214,07 20.860.017,41 148,87 204,36
Terrassa 29.905.690,08 43.109.840,59 158,05 200,03
Teruel 4.703.876,61 6.765.978,56 144,38 189,66
Toledo 11.028.435,37 15.730.499,70 150,08 188,76
(Sigue.)

351
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Total participación PIE/H
Ayuntamiento
2004 2014 2004 2014
Torrejón de Ardoz 16.702.272,47 26.982.814,23 156,48 212,67
Torrent 10.773.597,00 15.411.278,22 151,07 191,32
Torrevieja 12.153.658,84 17.394.232,62 160,91 190,28
Valencia 216.398.389,70 311.504.455,28 275,41 396,10
Valladolid 51.684.237,01 73.132.524,87 160,65 238,35
Vélez­Málaga 9.435.790,84 15.962.370,04 152,69 205,15
Vigo 47.605.788,90 68.320.278,18 163,00 231,60
Zamora 9.700.681,71 13.844.704,75 147,77 214,90
Zaragoza 169.476.206,68 243.852.924,10 265,30 366,11
Total 4.404.934.803,41 6.430.139.984,00 217,79 312,27

Cuadro 1.31
Municipios en Régimen de cesión
Impuestos cedidos 2014 FRF 2004
Ayuntamiento
Euros % s/total PIE Euros % s/total PIE
Albacete 6.228.557,95 17,20 29.975.179,29 82,80
Alcalá de Henares 8.119.368,33 16,53 41.000.114,23 83,47
Alcobendas 8.373.028,00 32,97 17.021.174,14 67,03
Alcorcón 7.101.185,00 18,08 32.182.656,36 81,92
Algeciras 3.809.436,58 14,86 21.825.588,30 85,14
Alicante 12.197.104,74 16,87 60.084.666,90 83,13
Almería 6.375.249,51 15,24 35.458.227,81 84,76
Arona 595.444,53 4,04 14.125.977,14 95,96
Ávila 2.368.886,33 20,57 9.147.496,98 79,43
Avilés 3.185.714,51 18,06 14.449.644,26 81,94
Badajoz 5.133.629,25 16,05 26.854.685,16 83,95
Badalona 8.093.407,67 14,33 48.390.935,34 85,67
Barcelona 88.774.928,46 8,94 903.910.543,52 91,06
Burgos 7.926.701,95 20,45 30.843.914,01 79,55
Cáceres 3.600.275,52 19,75 14.630.716,67 80,25
Cádiz 4.167.574,15 7,69 50.015.618,77 92,31
Cartagena 6.930.186,37 15,21 38.633.446,12 84,79
Castellón de la Plana 6.735.949,94 18,21 30.247.612,92 81,79
Chiclana de la Frontera 2.207.853,00 13,95 13.624.092,53 86,05
(Sigue.)

352
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Impuestos cedidos 2014 FRF 2004
Ayuntamiento
Euros % s/total PIE Euros % s/total PIE
Ciudad Real 3.006.766,56 19,84 12.145.227,29 80,16
Córdoba 10.842.666,54 14,65 63.184.739,79 85,35
Cornellá de Llobregat 3.264.055,36 16,55 16.459.558,51 83,45
Coruña (A) 10.808.782,94 18,95 46.233.790,96 81,05
Coslada 3.497.137,06 17,84 16.105.974,21 82,16
Cuenca 2.041.996,59 20,44 7.948.578,79 79,56
Dos Hermanas 3.831.276,90 15,48 20.924.494,42 84,52
Ejido (El) 2.135.747,97 12,89 14.437.881,86 87,11
Elche 6.736.285,18 13,85 41.912.753,89 86,15
Fuenlabrada 6.773.382,47 13,71 42.642.462,29 86,29
Gandía 2.445.564,19 15,46 13.373.892,59 84,54
Getafe 7.197.373,89 17,53 33.870.941,70 82,47
Gijón 11.080.578,06 17,77 51.261.787,58 82,23
Girona 4.550.344,04 25,49 13.299.397,21 74,51
Granada 9.003.177,76 16,67 45.014.337,87 83,33
Guadalajara 3.320.708,95 22,37 11.524.285,63 77,63
Hospitalet De Llobregat 9.196.325,83 13,98 56.595.822,89 86,02
Huelva 4.776.382,92 13,94 29.494.512,43 86,06
Huesca 2.327.828,13 23,01 7.788.097,32 76,99
Jaén 3.989.226,59 15,23 22.203.751,96 84,77
Jerez De La Frontera 5.902.524,36 12,49 41.353.305,73 87,51
Leganés 7.237.390,33 15,13 40.586.808,45 84,87
León 5.768.182,13 17,94 26.381.996,40 82,06
Lleida 5.699.310,68 19,90 22.937.241,77 80,10
Logroño 6.484.822,41 20,08 25.805.211,70 79,92
Lorca 2.524.515,11 14,20 15.255.541,11 85,80
Lugo 3.814.316,45 19,20 16.056.740,89 80,80
Madrid 187.776.020,43 12,85 1.273.286.829,35 87,15
Málaga 17.573.926,98 8,11 199.232.404,18 91,89
Manresa 3.079.642,47 19,37 12.818.139,50 80,63
Marbella 4.341.161,38 13,82 27.064.521,69 86,18
Mataró 4.582.547,29 17,18 22.085.947,39 82,82
Mérida 1.862.504,27 16,30 9.561.440,88 83,70
Mijas 2.065.942,22 12,94 13.901.444,11 87,06
(Sigue.)

353
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Impuestos cedidos 2014 FRF 2004
Ayuntamiento
Euros % s/total PIE Euros % s/total PIE
Móstoles 7.684.403,13 14,87 43.983.859,23 85,13
Murcia 15.273.904,16 16,65 76.438.577,30 83,35
Orihuela 2.415.876,87 13,80 15.085.462,13 86,20
Ourense 4.249.618,21 16,87 20.937.677,86 83,13
Oviedo 9.977.000,17 20,96 37.634.536,33 79,04
Palencia 3.257.940,18 18,97 13.918.730,61 81,03
Palma de Mallorca 18.928.551,16 23,50 61.620.930,86 76,50
Palmas de Gran Canaria (Las) 6.633.231,52 7,52 81.567.472,86 92,48
Parla 4.292.083,76 20,59 16.550.378,95 79,41
Pontevedra 3.184.126,83 18,91 13.658.517,10 81,09
Pozuelo de Alarcón 8.915.870,34 57,74 6.526.217,78 42,26
Puerto de Santa María (El) 2.787.424,78 15,25 15.491.518,38 84,75
Reus 4.112.014,18 19,33 17.161.944,14 80,67
Roquetas de Mar 2.651.657,33 14,07 16.200.451,06 85,93
Rozas de Madrid (Las) 6.973.405,42 45,93 8.208.691,36 54,07
Sabadell 8.411.020,39 18,85 36.209.984,98 81,15
Salamanca 6.180.065,63 17,05 30.060.768,42 82,95
San Cristóbal de la Laguna 2.077.610,18 6,44 30.184.048,99 93,56
San Fernando 2.819.118,78 14,72 16.332.496,79 85,28
San Sebastián de Los Reyes 4.390.741,26 27,65 11.490.337,15 72,35
Sant Boi de Llobregat 3.168.560,59 16,20 16.385.978,46 83,80
Sant Cugat del Vallés 6.437.388,48 37,35 10.796.152,56 62,65
Santa Coloma de Gramenet 3.908.026,35 8,00 44.914.821,49 92,00
Santa Cruz de Tenerife 3.555.589,70 6,87 48.235.653,96 93,13
Santander 7.870.251,90 18,70 34.220.451,64 81,30
Santiago de Compostela 4.301.237,31 20,32 16.862.845,81 79,68
Segovia 2.115.655,47 18,33 9.428.733,57 81,67
Sevilla 25.436.880,54 8,84 262.336.931,39 91,16
Soria 1.754.878,79 23,43 5.735.022,18 76,57
Talavera de la Reina 2.586.247,81 15,63 13.961.843,03 84,37
Tarragona 5.911.018,16 18,39 26.230.580,49 81,61
Telde 1.139.313,91 5,46 19.720.703,50 94,54
Terrassa 8.492.089,29 19,70 34.617.751,30 80,30
Teruel 1.585.393,76 23,43 5.180.584,80 76,57
Toledo 3.806.315,84 24,20 11.924.183,86 75,80
(Sigue.)

354
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Impuestos cedidos 2014 FRF 2004
Ayuntamiento
Euros % s/total PIE Euros % s/total PIE
Torrejón de Ardoz 4.782.146,87 17,72 22.200.667,36 82,28
Torrent 2.628.323,30 17,05 12.782.954,92 82,95
Torrevieja 2.528.760,97 14,54 14.865.471,65 85,46
Valencia 33.332.925,86 10,70 278.171.529,42 89,30
Valladolid 13.493.224,92 18,45 59.639.299,95 81,55
Vélez­Málaga 2.115.699,71 13,25 13.846.670,33 86,75
Vigo 11.364.838,80 16,63 56.955.439,38 83,37
Zamora 2.558.753,23 18,48 11.285.951,52 81,52
Zaragoza 30.258.970,76 12,41 213.593.953,34 87,59
Total 871.811.052,83 13,56 5.558.328.930,98 86,44

Cuadro 1.32
Municipios en Régimen de cesión

Estadísticas descriptivas Impuestos cedidos 2004 FRF 2004


Cuadro 1.31 Euros % s/total PIE Euros % s/total PIE
Media 8.987.743 17,40 57.302.360 82,60
Mínimo 595.445 4,04 5.180.585 42,26
Primer cuartil 3.006.767 14,07 13.961.843 80,67
Mediana 4.550.344 16,87 22.200.667 83,13
Tercer cuartil 7.870.252 19,33 41.353.306 85,93
Máximo 187.776.020 57,74 1.273.286.829 95,96
Desviación típica 20.893.541 7,23 159.495.969 7,23
Coeficiente de variación 232,47 41,54 278,34 8,75
Fuente:  elaboración  propia  a  partir de Ministerio de  Hacienda y  Función Pública, Secretaría General  de Financiación
Autonómica y Local.

Cuadro 1.33
Municipios en Régimen de cesión
Peso de los Impuestos cedidos
Peso del FCF en la PIE
Ayuntamiento en la PIE
2004 2014 Diferencia 2004 2014 Diferencia
Albacete 18,53 17,20 ­1,32 81,47 82,80 1,32
Alcalá de Henares 20,72 16,53 ­4,19 79,28 83,47 4,19
Alcobendas 35,15 32,97 ­2,18 64,85 67,03 2,18
Alcorcón 21,71 18,08 ­3,63 78,29 81,92 3,63
(Sigue.)

355
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Peso de los Impuestos cedidos
Peso del FCF en la PIE
Ayuntamiento en la PIE
2004 2014 Diferencia 2004 2014 Diferencia
Algeciras 16,66 14,86 ­1,80 83,34 85,14 1,80
Alicante 19,74 16,87 ­2,86 80,26 83,13 2,86
Almería 17,46 15,24 ­2,22 82,54 84,76 2,22
Arona 4,04 95,96
Ávila 22,04 20,57 ­1,47 77,96 79,43 1,47
Avilés 20,89 18,06 ­2,83 79,11 81,94 2,83
Badajoz 16,97 16,05 ­0,92 83,03 83,95 0,92
Badalona 17,28 14,33 ­2,95 82,72 85,67 2,95
Barcelona 10,83 8,94 ­1,89 89,17 91,06 1,89
Burgos 22,66 20,45 ­2,21 77,34 79,55 2,21
Cáceres 21,19 19,75 ­1,44 78,81 80,25 1,44
Cádiz 10,08 7,69 ­2,39 89,92 92,31 2,39
Cartagena 17,28 15,21 ­2,07 82,72 84,79 2,07
Castellón de la Plana 21,93 18,21 ­3,71 78,07 81,79 3,71
Chiclana de la Frontera 13,95 86,05
Ciudad Real 21,80 19,84 ­1,96 78,20 80,16 1,96
Córdoba 17,56 14,65 ­2,92 82,44 85,35 2,92
Cornellá de Llobregat 21,28 16,55 ­4,73 78,72 83,45 4,73
Coruña (A) 21,72 18,95 ­2,77 78,28 81,05 2,77
Coslada 21,81 17,84 ­3,97 78,19 82,16 3,97
Cuenca 21,82 20,44 ­1,38 78,18 79,56 1,38
Dos Hermanas 16,31 15,48 ­0,84 83,69 84,52 0,84
Ejido (El) 12,89 87,11
Elche 15,75 13,85 ­1,91 84,25 86,15 1,91
Fuenlabrada 17,39 13,71 ­3,68 82,61 86,29 3,68
Gandía 15,46 84,54
Getafe 20,38 17,53 ­2,85 79,62 82,47 2,85
Gijón 21,35 17,77 ­3,58 78,65 82,23 3,58
Girona 28,48 25,49 ­2,99 71,52 74,51 2,99
Granada 20,32 16,67 ­3,65 79,68 83,33 3,65
Guadalajara 24,57 22,37 ­2,20 75,43 77,63 2,20
Hospitalet de Llobregat 18,62 13,98 ­4,64 81,38 86,02 4,64
Huelva 16,76 13,94 ­2,83 83,24 86,06 2,83
Huesca 25,35 23,01 ­2,34 74,65 76,99 2,34
(Sigue.)

356
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Peso de los Impuestos cedidos
Peso del FCF en la PIE
Ayuntamiento en la PIE
2004 2014 Diferencia 2004 2014 Diferencia
Jaén 18,58 15,23 ­3,35 81,42 84,77 3,35
Jerez de la Frontera 14,62 12,49 ­2,13 85,38 87,51 2,13
Leganés 18,47 15,13 ­3,34 81,53 84,87 3,34
León 20,91 17,94 ­2,97 79,09 82,06 2,97
Lleida 22,05 19,90 ­2,15 77,95 80,10 2,15
Logroño 22,87 20,08 ­2,79 77,13 79,92 2,79
Lorca 16,18 14,20 ­1,98 83,82 85,80 1,98
Lugo 20,41 19,20 ­1,21 79,59 80,80 1,21
Madrid 14,18 12,85 ­1,33 85,82 87,15 1,33
Málaga 10,04 8,11 ­1,93 89,96 91,89 1,93
Manresa 19,37 80,63
Marbella 16,77 13,82 ­2,94 83,23 86,18 2,94
Mataró 19,56 17,18 ­2,38 80,44 82,82 2,38
Mérida 17,02 16,30 ­0,71 82,98 83,70 0,71
Mijas 12,94 87,06
Móstoles 18,82 14,87 ­3,95 81,18 85,13 3,95
Murcia 18,92 16,65 ­2,27 81,08 83,35 2,27
Orihuela 13,80 86,20
Ourense 18,66 16,87 ­1,79 81,34 83,13 1,79
Oviedo 23,60 20,96 ­2,65 76,40 79,04 2,65
Palencia 21,77 18,97 ­2,80 78,23 81,03 2,80
Palma de Mallorca 30,39 23,50 ­6,90 69,61 76,50 6,90
Palmas de Gran Canaria (Las) 8,74 7,52 ­1,22 91,26 92,48 1,22
Parla 19,12 20,59 1,48 80,88 79,41 ­1,48
Pontevedra 21,13 18,91 ­2,23 78,87 81,09 2,23
Pozuelo de Alarcón 57,74 42,26
Puerto de Santa María (El) 17,66 15,25 ­2,41 82,34 84,75 2,41
Reus 22,38 19,33 ­3,05 77,62 80,67 3,05
Roquetas de Mar 14,07 85,93
Rozas de Madrid (Las) 45,93 54,07
Sabadell 21,87 18,85 ­3,02 78,13 81,15 3,02
Salamanca 20,94 17,05 ­3,89 79,06 82,95 3,89
San Cristóbal de la Laguna 7,17 6,44 ­0,73 92,83 93,56 0,73
San Fernando 16,57 14,72 ­1,85 83,43 85,28 1,85
(Sigue.)

357
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Peso de los Impuestos cedidos
Peso del FCF en la PIE
Ayuntamiento en la PIE
2004 2014 Diferencia 2004 2014 Diferencia
San Sebastián de los Reyes 27,65 72,35
Sant Boi de Llobregat 20,86 16,20 ­4,65 79,14 83,80 4,65
Sant Cugat del Vallés 37,35 62,65
Santa Coloma de Gramenet 10,67 8,00 ­2,67 89,33 92,00 2,67
Santa Cruz de Tenerife 8,47 6,87 ­1,61 91,53 93,13 1,61
Santander 22,80 18,70 ­4,10 77,20 81,30 4,10
Santiago de Compostela 21,94 20,32 ­1,62 78,06 79,68 1,62
Segovia 22,74 18,33 ­4,41 77,26 81,67 4,41
Sevilla 11,14 8,84 ­2,30 88,86 91,16 2,30
Soria 25,09 23,43 ­1,66 74,91 76,57 1,66
Talavera de la Reina 17,95 15,63 ­2,32 82,05 84,37 2,32
Tarragona 20,62 18,39 ­2,23 79,38 81,61 2,23
Telde 5,63 5,46 ­0,17 94,37 94,54 0,17
Terrassa 21,77 19,70 ­2,07 78,23 80,30 2,07
Teruel 25,57 23,43 ­2,14 74,43 76,57 2,14
Toledo 26,93 24,20 ­2,73 73,07 75,80 2,73
Torrejón de Ardoz 20,04 17,72 ­2,32 79,96 82,28 2,32
Torrent 17,05 82,95
Torrevieja 17,34 14,54 ­2,80 82,66 85,46 2,80
Valencia 13,13 10,70 ­2,43 86,87 89,30 2,43
Valladolid 22,02 18,45 ­3,57 77,98 81,55 3,57
Vélez­Málaga 13,25 86,75
Vigo 19,15 16,63 ­2,51 80,85 83,37 2,51
Zamora 21,37 18,48 ­2,89 78,63 81,52 2,89
Zaragoza 14,42 12,41 ­2,02 85,58 87,59 2,02
Media 15,45 13,56 ­1,89 84,55 86,44 1,89

Cuadro 1.34
Municipios en Régimen de cesión
Peso de los Impuestos cedidos
Estadísticas descriptivas Peso del FCF en la PIE
en la PIE
Cuadro 1.33
2004 2014 Diferencia 2004 2014 Diferencia
Media 19,17 17,40 ­2,52 80,83 82,60 2,52
Mínimo 5,63 4,04 ­6,90 64,85 42,26 ­1,48
(Sigue.)

358
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Peso de los Impuestos cedidos
Estadísticas descriptivas Peso del FCF en la PIE
en la PIE
Cuadro 1.33
2004 2014 Diferencia 2004 2014 Diferencia
Primer cuartil 16,99 14,07 ­2,98 78,18 80,67 1,92
Mediana 20,04 16,87 ­2,38 79,96 83,13 2,38
Tercer cuartil 21,82 19,33 ­1,92 83,01 85,93 2,98
Máximo 35,15 57,74 1,48 94,37 95,96 6,90
Desviación típica 4,95 7,23 1,16 4,95 7,23 1,16
Coeficiente de variación 25,81 41,54 ­45,98 6,12 8,75 45,98
Fuente:  elaboración propia a partir de  Ministerio de  Hacienda y Función  Pública, Secretaría General  de  Financiación
Autonómica y Local.

Cuadro 1.35
Municipios en Régimen de cesión
% incremento 2014/2004
Ayuntamiento Impuestos FCF (excluida Total
Población Total PIE
cedidos compensación IAE) PIE/H
Albacete 10,24 45,61 35,21 47,97 32,08
Alcalá de Henares 4,82 57,39 25,58 65,70 50,16
Alcobendas 11,84 62,06 52,01 67,50 44,89
Alcorcón 8,78 59,19 32,56 66,57 46,34
Algeciras 7,58 44,85 29,24 47,97 34,65
Alicante 7,00 42,88 22,16 47,97 33,52
Almería 8,82 44,09 25,76 47,97 32,41
Arona 34,51 68,14 25,01
Ávila 12,43 45,24 35,58 47,97 29,18
Avilés ­2,67 42,86 23,51 47,97 46,78
Badajoz 8,18 43,80 36,00 45,39 32,92
Badalona 1,09 57,73 18,44 67,00 41,33
Barcelona 1,51 44,90 19,62 47,97 42,74
Burgos 4,77 43,85 29,79 47,97 41,66
Cáceres 8,62 45,31 35,42 47,97 33,77
Cádiz ­9,82 44,14 10,01 47,97 59,83
Cartagena 9,50 44,36 27,07 47,97 31,83
Castellón de la Plana 6,59 41,25 17,32 47,97 32,51
Chiclana de la Frontera 20,75 57,42 30,37
Ciudad Real 11,21 44,36 31,40 47,97 29,80
(Sigue.)

359
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

% incremento 2014/2004
Ayuntamiento Impuestos FCF (excluida Total
Población Total PIE
cedidos compensación IAE) PIE/H
Córdoba 2,61 42,92 19,19 47,97 39,28
Cornellá de Llobregat 3,49 57,22 22,29 66,66 51,92
Coruña (A) 0,81 42,92 24,70 47,97 41,77
Coslada 7,80 56,97 28,40 64,94 45,62
Cuenca 16,46 45,39 36,17 47,97 24,85
Dos Hermanas 18,96 46,51 39,01 47,97 23,16
Ejido (El) 31,65 70,87 29,79
Elche 9,17 44,69 27,17 47,97 32,54
Fuenlabrada 1,77 57,86 24,46 64,88 55,11
Gandía 22,70 63,06 32,89
Getafe 10,94 60,04 37,62 65,77 44,26
Gijón 1,73 50,85 25,56 57,72 48,28
Girona 16,40 42,04 27,14 47,97 22,03
Granada ­0,32 41,48 16,04 47,97 41,93
Guadalajara 16,58 43,77 30,87 47,97 23,32
Hospitalet de  Llobregat 1,19 57,64 18,34 66,63 55,78
Huelva 1,97 43,11 18,97 47,97 40,34
Huesca 9,67 43,47 30,23 47,97 30,83
Jaén ­0,07 42,12 16,49 47,97 42,22
Jerez de la Frontera 10,16 44,36 23,30 47,97 31,04
Leganés 4,52 58,20 29,62 64,67 51,36
León ­4,59 42,61 22,34 47,97 49,48
Lleida 16,04 44,00 29,96 47,97 24,09
Logroño 7,34 42,80 25,38 47,97 33,03
Lorca 8,92 44,56 26,88 47,97 32,72
Lugo 7,80 45,75 37,09 47,97 35,20
Madrid 2,11 45,71 32,04 47,97 39,96
Málaga 3,50 44,86 17,01 47,97 39,96
Manresa 9,91 52,88 39,09
Marbella 18,17 42,92 17,83 47,97 20,94
Mataró 8,91 43,72 26,23 47,97 31,96
Mérida 13,00 46,71 40,54 47,97 29,83
Mijas 47,45 97,05 33,64
Móstoles 1,59 57,98 24,86 65,66 55,51
Murcia 10,25 43,94 26,67 47,97 30,55
(Sigue.)

360
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

% incremento 2014/2004
Ayuntamiento Impuestos FCF (excluida Total
Población Total PIE
cedidos compensación IAE) PIE/H
Orihuela 21,28 63,84 35,09
Ourense ­1,56 44,79 30,93 47,97 47,09
Oviedo 6,81 43,01 26,97 47,97 33,89
Palencia ­1,27 42,85 24,47 47,97 44,69
Palma de Mallorca 8,16 34,63 4,09 47,97 24,47
Palmas de Gran Canaria (Las) 1,41 46,01 25,60 47,97 43,98
Parla 44,20 67,63 80,57 64,57 16,25
Pontevedra 5,38 43,90 28,73 47,97 36,56
Pozuelo  de Alarcón 12,36 33,56 18,86
Puerto de Santa María (El) 9,97 43,76 24,15 47,97 30,73
Reus 8,61 42,38 22,98 47,97 31,09
Roquetas de Mar 56,67 117,11 38,58
Rozas de Madrid (Las) 36,32 36,45 0,09
Sabadell 7,30 42,46 22,79 47,97 32,78
Salamanca ­7,71 41,04 14,87 47,97 52,83
San Cristóbal de la Laguna 11,43 46,82 31,92 47,97 31,76
San Fernando 6,83 44,75 28,56 47,97 35,50
San Sebastián de los Reyes 33,88 51,14 12,89
Sant Boi de Llobregat 3,06 57,00 21,98 66,22 52,33
Sant Cugat del Vallés 33,90 55,90 16,43
Santa Coloma de Gramenet 1,92 53,90 15,45 58,50 51,01
Santa Cruz de Tenerife ­6,46 45,42 17,86 47,97 55,45
Santander ­4,39 40,51 15,23 47,97 46,95
Santiago de Compostela 3,79 44,96 34,26 47,97 39,66
Segovia ­4,18 39,98 12,84 47,97 46,10
Sevilla ­1,07 44,23 14,43 47,97 45,79
Soria 10,48 44,77 35,22 47,97 31,04
Talavera de la Reina 8,06 43,90 25,30 47,97 33,17
Tarragona 6,97 38,40 23,43 42,28 29,38
Telde 7,60 47,71 43,36 47,97 37,27
Terrassa 13,90 44,15 30,44 47,97 26,56
Teruel 9,50 43,84 31,81 47,97 31,36
Toledo 13,40 42,64 28,16 47,97 25,78
Torrejón de Ardoz 18,87 61,55 42,88 66,23 35,91
Torrent 12,95 43,05 26,64
(Sigue.)

361
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

% incremento 2014/2004
Ayuntamiento Impuestos FCF (excluida Total
Población Total PIE
cedidos compensación IAE) PIE/H
Torrevieja 21,03 43,12 20,00 47,97 18,25
Valencia 0,09 43,95 17,34 47,97 43,82
Valladolid ­4,63 41,50 18,58 47,97 48,36
Vélez­Málaga 25,91 69,17 34,36
Vigo 1,01 43,51 24,69 47,97 42,08
Zamora ­1,86 42,72 23,40 47,97 45,43
Zaragoza 4,27 43,89 23,77 47,28 38,00
Total 5,16 46,10 24,85 49,82 43,38
Cuadro 1.36
Municipios en Régimen de cesión
% incremento 2014/2004
Estadísticas descriptivas
Cuadro 1.35 Impuestos FCF (excluida Total
Población Total PIE
cedidos compensación IAE) PIE/H
Media 9,68 48,83 26,70 51,14 36,36
Mínimo ­9,82 33,56 4,09 42,28 0,09
Primer cuartil 1,92 43,01 20,99 47,97 30,73
Mediana 8,06 44,36 25,58 47,97 34,65
Tercer cuartil 12,43 52,88 30,90 47,97 44,26
Máximo 56,67 117,11 80,57 67,50 59,83
Desviación típica 11,64 11,62 10,01 6,93 10,68
Coeficiente de variación 20,55 9,92 12,43 10,27 17,85
Fuente:  elaboración propia  a  partir  de Ministerio de  Hacienda y Función  Pública,  Secretaría  General de  Financiación
Autonómica y Local.
Gráfico 1.3
Transferencias corrientes a los Municipios españoles (€/h.) (2014)

Hasta 5.000 h.

De 5.001 a 10.000 h.

De 20.001 a 50.000 h.

De 50.001 a 100.000 h.

De 100.001 a 500.000 h.

> 500.000 h.

Todos

0,00 50,00 100,00 150,00 200,00 250,00 300,00 350,00 400,00 450,00 500,00

362
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

Gráfico 1.4
Evolución de las transferencias corrientes a los Municipios españoles (€/h.)

En conclusión, estas enormes diferencias en transferencias del Estado por habitante no son
justificables y deberían corregirse, máxime cuando se puede además observar como cuestión
llamativa que las transferencias recibidas por algunos municipios en régimen de variables
(menores  de  75.000  habitantes),  basadas  fundamentalmente  en  la  variable  poblacional
(75 %),  pero  que  también  incluyen  teóricamente  un  elemento  redistributivo  (inversa  de
la capacidad fiscal) y otro de esfuerzo, resultan mayores que los recursos totales por habi­
tante de algunas ciudades sometidas al régimen de cesión (cuadro 1.37).
Cuadro 1.37
PIE recibida en una selección de municipios
Población 14 Población 14/04 Part. población Part. 14/h. Part. 14/04 h.
Rivas­Vaciamadrid 80.483 78,5% 151,7% 161 41,0%
Valdemoro 72.265 77,0% 149,6% 161 41,0%
Benalmádena 66.939 57,7% 122,5% 161 41,0%
Arganda del Rey 55.307 44,5% 103,8% 161 41,0%
Aranjuez 57.792 36,0% 91,9% 161 41,0%
Antequera 41.430 ­2,2% 28,0% 150 31,0%
Elda 53.540 ­3,7% 26,2% 161 31,0%
Torrelavega 54.196 ­3,9% 25,8% 161 31,0%
Langreo 42.403 ­9,7% 18,2% 150 31,0%
Mieres 41.013 ­11,9% 15,4% 150 31,0%

363
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

C)  Déficit y deuda
Fruto del comportamiento de los ingresos y gastos no financieros el ahorro público,
en términos de contabilidad  nacional,  se ha duplicado  entre 2004 y 2015, hasta apro­
ximarse a los 8  mil millones de euros y el superávit fiscal ha pasado de 112  millones de
euros a más de 5 mil millones en el último año. Estos saldos contrastan con el empeora­
miento producido en el resto de Administraciones Públicas (cuadros 1.11 y 1.12). 
El buen comportamiento  de las  finanzas locales durante el  período de vigencia del
actual  sistema  no  se  ha  mantenido,  sin  embargo,  en  2015.  En  ese  año  el  conjunto  de
recursos no  financieros  han crecido (2,2 %) por debajo de los  gastos (3 %), disminu­
yendo el ahorro público (­1,5 %), el superávit presupuestario (­6,9 %) y el saldo prima­
rio  (­14,4 %).  Esta  evolución  menos  positiva  es  atribuible,  fundamentalmente,  al
aumento  de  los gasto de capital  (8,7 %). Estos  gastos han aumentado aún más en el
conjunto  de  las  AAPP,  aunque  estas  han  conseguido  reducir  el  déficit,  por  el  mejor
comportamiento de la AGE.
En términos presupuestarios, el conjunto de Entidades Locales mantienen un supe­
rávit presupuestario en 2015 de más de 7.713 millones de euros, de los que casi 6.321
corresponden a los Ayuntamientos, que logran un aumento del saldo del 3,9 % respecto a
2014;  no  así  el  conjunto  de  Entidades  que  disminuyen  su  saldo  positivo  en  un  ­12,1 %
(cuadros 1.14 y 1.16). Este aumento del saldo positivo de los Municipios se debe al com­
portamiento de las grandes  ciudades (12,1 % de aumento),  mientras los  Municipios  de
menos de 5.000 habitantes (­15,9 %), los de 5.000  a 20.000 (­1,6 %) y los de 20.000
a 50.000 habitantes (­8,9 %) lo reducen.
Cuadro 1.38 
Saldos presupuestarios de Entidades Locales
Entidades Locales
2008 2013 2014 2015 2015/08 2014/13 2015/14
millones euros y %
Ingresos corrientes 65.326 62.532 63.996 68.234 4,5% 2,3% 6,6%
Gastos corrientes 57.783 51.177 52.308 55.633 ­3,7% 2,2% 6,4%
Ahorro bruto 7.543 11.355 11.688 12.601 67,1% 2,9% 7,8%
Pasivos financieros 3.055 4.811 7.336 6.074 98,8% 52,5% ­17,2%
Ahorro neto 4.488 6.544 4.352 6.527 45,4% ­33,5% 50,0%
N.o Entidades + 5.158 6.621 6.280 6.499 26,0% ­5,2% 3,5%
N.o Entidades ­ 1.804 879 935 869 ­51,8% 6,4% ­7,1%
Ingresos no financieros 71.684 64.589 66.376 70.635 ­1,5% 2,8% 6,4%
Gastos no financieros 73.299 56.981 59.173 63.556 ­13,3% 3,8% 7,4%
Saldo no financiero ­1.615 7.608 7.203 7.079 ­538,3% ­5,3% ­1,7%
N.o Entidades + 3.574 6.672 6.351 6.076 70,0% ­4,8% ­4,3%
N.o Entidades ­ 3.388 828 864 1.292 ­61,9% 4,3% 49,5%
(Sigue.)

364
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Entidades Locales
2008 2013 2014 2015 2015/08 2014/13 2015/14
millones euros y %
Remanente tesorería 16.904 22.971 25.154 27.809 64,5% 9,5% 10,6%
N.o Entidades + 6.036 7.207 6.972 7.166 18,7% ­3,3% 2,8%
N.o Entidades ­ 926 293 243 202 ­78,2% ­17,1% ­16,9%
N.o Entidades con
información 6.962 7.500 7.215 7.368 5,8% ­3,8% 2,1%

El  número  de  Entidades  Locales  con  saldo  fiscal  negativo  en  2015  se  eleva  a  1.292  en
2015, cuando sólo dos años antes eran 828. Esta evolución reciente preocupante se extien­
de  también  a  las  Entidades  con  ahorro  neto  (ahorro  bruto  menos  pasivos  financieros)
negativo que también aumentan. Por el contrario, la evolución reciente del Remanente
de  Tesorería  es  más  positivo  y  sólo  292  Entidades  Locales  presentan  datos  negativos
actualmente (cuadro 1.38).
Cuadro 1.39
Evolución de la deuda de las Entidades Locales
Deuda pública
2008 2014 2015 2016 3T 2016/08 2015/14 2016/15
millones euros y %
Corporaciones Locales 31.775 38.329 35.131 34.657 9,1% ­8,3% ­1,3%
%/PIB 2,8% 3,7% 3,3% 3,1% 10,7% ­10,8% ­6,1%
Total Municipios 26.058 31.776 29.073 28.127 7,9% ­8,5% ­3,3%
> 300.000 h 10.940 10.830 9.412 8.760 ­19,9% ­13,1% ­6,9%
Alicante 122 147 119 111 ­9,0% ­19,0% ­6,7%
Barcelona 770 978 836 691 ­10,3% ­14,5% ­17,3%
Bilbao 11 9 8 1 ­90,9% ­11,1% ­87,5%
Córdoba 245 265 238 225 ­8,2% ­10,2% ­5,5%
Madrid 6.682 5.936 4.767 4.471 ­33,1% ­19,7% ­6,2%
Málaga 618 638 595 553 ­10,5% ­6,7% ­7,1%
Murcia 216 180 165 156 ­27,8% ­8,3% ­5,5%
Palma 124 376 316 322 159,7% ­16,0% 1,9%
Las Palmas 99 108 63 52 ­47,5% ­41,7% ­17,5%
Sevilla 422 443 394 357 ­15,4% ­11,1% ­9,4%
Valencia 802 804 711 667 ­16,8% ­11,6% ­6,2%
Valladolid 148 129 129 120 ­18,9% 0,0% ­7,0%
Zaragoza 690 817 1.070 1.034 49,9% 31,0% ­3,4%
Resto Municipios 15.118 20.946 19.661 19.367 28,1% ­6,1% ­1,5%
Diputaciones RC 3.156 2.315 1.848 2.193 ­30,5% ­20,2% 18,7%
Diputaciones forales 1.508 3.232 3.306 3.466 129,8% 2,3% 4,8%
Consejos y Cabildos 918 683 606 593 ­35,4% ­11,3% ­2,1%
Ciudades Autónomas 136 323 299 278 104,4% ­7,4% ­7,0%

365
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

La  plasmación  de  los  desequilibrios  financieros  acumulados  de  las  Entidades  Locales
se  produce  en  el  nivel  de  deuda  alcanzado y  su  evolución  temporal.  Desde  el  inicio  de  la
crisis  y  hasta  el  tercer  trimestre  de  2016  la  deuda  local  ha  aumentado  un  9,1 %,  con  un
descenso importante en los últimos años. Esta evolución está muy marcada en función de la
Administración y del tamaño municipal (cuadro 1.39). Mientras las Diputaciones forales
han  duplicado  su  deuda,  la  de  los  grandes  Municipios  ha  disminuido  un  ­19,9 %,  espe­
cialmente por la evolución de la deuda de Madrid que se ha reducido en un tercio. Por el
contrario, el endeudamiento de los Municipios de menos de 300.000 habitantes se ha incre­
mentado desde el inicio de la crisis en un 28,1 %, aunque en los últimos ejercicios se empie­
za a reducir. Las Diputaciones de régimen común, que habían tenido un comportamiento
favorable en los años anteriores, han aumentado fuertemente su endeudamiento en 2016.
Gestión presupuestaria
A pesar de la evolución favorable de los saldos presupuestarios agregados de las Enti­
dades Locales se mantienen problemas  específicos importantes.  Así, la  AIREF detecta
problemas de sostenibilidad  fiscal en  789 Ayuntamientos y 377  no pueden endeudarse,  al
sobrepasar la regla del 110 % de ratio deuda/ingresos corrientes. Un total de 42 Entidades
están en situación crítica,  entre las  que  destacan, entre  las  ciudades con mayor número
de habitantes, Jaén (421 % de ratio), Navalcarnero (414 %) y Gandía (372 %).
Cuadro 1.40

Fuente:  AIReF.

Entre las grandes ciudades el objetivo  de déficit  para  2016  parece  cumplirse y  sólo


Bilbao presenta problemas para 2017. La previsión de cierre de 2016 en el cumplimien­

366
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

to de la  regla de gasto  sólo  presenta problemas  en Madrid, Barcelona y Córdoba.  En


materia de sostenibilidad del endeudamiento sólo Zaragoza supera el límite del 110 %
y Madrid, Valencia, Málaga, Palma de Mallorca y Córdoba precisan autorización para
la emisión de deuda al situarse su ratio entre el 75 % y el 110 %.
Cuadro 1.41

Fuente:  AIReF.

Son las ciudades medianas y algunos pequeños Municipios los que mantienen una situa­
ción más preocupante a medio plazo, dadas las tensiones detectadas en el gasto y a pesar

367
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

del buen  comportamiento  de los ingresos locales, especialmente de los de  carácter tri­


butario.
Una nota sobre las Diputaciones
De  la  amplia  variedad  de  instituciones  que  componen  el  marco  de  las  entidades
locales españoles,  a lo  largo  de este anexo nos  hemos estado refiriendo muy mayorita­
riamente  a los Ayuntamientos,  en la medida  en que  componen la parte  sustancial  del
mismo, en términos cuantitativos. No querríamos, sin embargo, terminar este anexo de
datos y cifras sin ofrecer resumida alguna información relativa al ámbito provincial, en
la medida en que las Diputaciones son también entidades locales reconocidas constitu­
cionalmente y  que vienen realizando una importante labor, fundamentalmente como
instituciones de apoyo a los pequeños municipios y sin cuyo concurso la vida de las per­
sonas (en particular en el  medio rural) sería mucho  más difícil en la medida en que se
vería más limitada en el acceso a buena parte de los bienes y servicios provistos en esos
territorios. No obstante,  no haremos  referencias en esta sección a  las Diputaciones de
régimen foral, cuyas peculiares características las hacen muy diferentes del resto, ni a la
labor  de  las  comunidades  autónomas  uniprovinciales,  quienes  deben  suplir  en  sus
ámbitos territoriales las funciones de las Diputaciones, pero cuyas labores se subsumen
con las suyas propias como comunidad  autónoma hasta el  punto de hacer muy difícil
su nítida separación.
En la  medida  en que,  como  hemos  indicado en la primera parte de este anexo, las
principales competencias atribuidas a las Administraciones Provinciales tienen que ver
con el apoyo  institucional a los pequeños municipios  del mundo rural, en el cuadro
1.42 recogemos cierta información relevante en materia de algunas variables no finan­
cieras  especialmente  significativas.  Concretamente,  incluimos  la  población  total  de
cada provincia,  la proporción del número total  de sus municipios que tiene menos de
1.000 habitantes y el peso que sobre el total de la provincia tiene la población que resi­
de en municipios  de más  de 20.000 habitantes.  Estas últimas entidades,  en principio,
necesitarían menos  apoyo  por parte de los gobiernos  provinciales, pues  se les supone
una masa crítica  suficiente como  para  gestionar eficientemente sus servicios de forma
más autónoma.
Los datos contenidos en este nos presentan una  imagen de provincias  que sufren
mayoritariamente un serio problema de despoblamiento, con una gran dispersión geo­
gráfica y, en algunos territorios (especialmente, las dos Castillas y Aragón) un significa­
tivo peso de lo micromunicipios.
El  resto  de  los  cuadros  (1.43,  al  1.55)  contienen  la  información  económico­finan­
ciera  más  reciente.  En  concreto,  puede  observarse  cómo  los  gastos  y  los  ingresos  no
financieros de las Diputaciones de régimen común presentan importantes diferencias en
términos per cápita. En 2016 los gastos en servicios sociales y empleo (programas 23 y
24 de gasto) representan una media del 17,6 % del gasto de las Diputaciones con impor­
tantes  diferencias  provinciales  (con  un  coeficiente  de  variación  por  encima  del  75 %).
Por  otro  lado,  el  bloque  de  programas  de  gasto  provincial  asociado  a  las  competencias
368
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

municipales  (protección  civil,  servicio  de  prevención  y  extinción  de  incendios,  protec­
ción y mejora del medio ambiente, asistencia social primaria, instalaciones deportivas y
transporte colectivo urbano de viajeros), representa casi el 67 % del gasto provincial de
2015,  con  una  menor,  aunque  también  significativa,  dispersión  (coeficiente  de  varia­
ción de 46 %). Sin embargo, y contra lo que cabría esperar, de este gasto supletorio, sólo
el  26,8 %  se  destina  a  los  municipios  de  menos  de  20.000  habitantes  y  el  73,2 %  a  los
municipios mayores, con unas diferencias regionales muy significativas.
En lo que respecta a la principal fuente de ingresos de las Diputaciones de régimen
común (la PIE), una vez más se ven diferencias muy acusadas entre ellas, sobre todo en
lo  que  respecta  al  Fondo  Complementario  de  financiación  (FCF),  principal  de  sus
componente, no así en la parte relativa al componente de impuestos cedidos. En el pri­
mer caso, y en términos per cápita, el coeficiente de variación alcanza prácticamente el
38 %, frente a sólo el 17 % (cuadro 1.49). Ello da como resultado unos valores sustan­
cialmente mayores para las Diputaciones menos  pobladas,  como Teruel y Soria, que
recibieron 331 y  353 euros per cápita en 2014,  frente a los 106  de Alicante o Málaga
por ejemplo (cuadro 1.48).
Los datos referentes a los Consejos Insulares baleares no se apartan demasiado de los
de las Diputaciones de régimen común, si bien  se  sitúan en su parte baja (dentro del
primer cuartil, cuadros 1.50 y 1.51). Por su parte, los relativos a los Cabildos Insulares
canarios reflejan una vez más las peculiaridades de su régimen financiero especial y del
despoblamiento de algunas de sus islas. Ello hace que su recaudación por tributos cedi­
dos sea mínima, y que la dimensión del FCF por habitante sea especialmente alta en la
Isla de la Gomera (414) y, sobre todo, la de El Hierro (611).
Por lo demás, los saldos presupuestarios relativos al año 2016 son positivos en todos
los casos, destacando a 31 de diciembre de 2016 la ausencia absoluta de deuda en cinco
diputaciones, concretamente en los casos de Alicante, Ciudad Real, A Coruña, Lugo y
Soria.
Cuadro 1.42
Peso relativo de algunas variables significativas
N.o Municipios Población en
2015 Población
< 1.000 Municipios > 20.000 h.
Albacete 1,30% 1,00% 1,30%
Alicante 6,10% 1,30% 3,90%
Almería 2,30% 1,30% 2,40%
Ávila 0,50% 6,20% 1,00%
Badajoz 2,30% 1,30% 3,50%
Barcelona 18,00% 1,60% 9,20%
Burgos 1,20% 7,00% 1,00%
(Sigue.)

369
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

N.o Municipios Población en


2015 Población
< 1.000 Municipios > 20.000 h.
Cáceres 1,30% 3,50% 2,50%
Cádiz 4,00% 0,10% 0,90%
Castellón 1,90% 2,40% 1,90%
Ciudad Real 1,70% 0,40% 2,20%
Córdoba 2,60% 0,20% 3,00%
Coruña (A) 3,70% 0,00% 4,40%
Cuenca 0,70% 3,00% 1,00%
Girona 2,50% 3,40% 4,50%
Granada 3,00% 1,80% 4,50%
Guadalajara 0,80% 5,10% 1,20%
Huelva 1,70% 0,50% 1,80%
Huesca 0,70% 4,50% 1,80%
Jaén 2,10% 0,40% 2,80%
León 1,60% 3,70% 2,30%
Lleida 1,40% 4,30% 3,10%
Lugo 1,10% 0,10% 2,20%
Málaga 5,30% 0,50% 2,20%
Ourense 1,10% 0,70% 2,10%
Palencia 0,50% 3,70% 0,80%
Pontevedra 3,10% 0,00% 3,60%
Salamanca 1,10% 8,80% 2,00%
Segovia 0,50% 3,50% 0,80%
Sevilla 6,30% 0,10% 4,60%
Soria 0,30% 3,60% 0,50%
Tarragona 2,60% 2,20% 3,10%
Teruel 0,50% 4,60% 0,80%
Toledo 2,30% 1,70% 4,00%
Valencia 8,30% 2,30% 7,80%
Valladolid 1,70% 4,50% 1,80%
Zamora 0,60% 5,30% 1,10%
Zaragoza 3,10% 5,40% 2,60%
Total 100,00% 100,00% 100,00%

370
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

Cuadro 1.43
Gastos no financieros y funciones de gasto asociadas a Municipios
Gastos Funciones municipales Serv. soc. 
2015 GNF/h. GNF/h.
No Financieros (2016)/GNF (2016)/GNF
Albacete 92.181.074 232 51,5% 15,6% 129
Alicante 227.349.022 122 73,0% 13,1% 67
Almería 140.264.257 200 53,4% 35,5% 111
Ávila 53.992.080 323 34,7% 36,0% 179
Badajoz 137.374.661 199 52,3% 2,7% 110
Barcelona 781.815.058 142 110,3% 14,3% 78
Burgos 91.578.585 250 60,9% 35,6% 138
Cáceres 140.167.305 343 30,0% 2,0% 190
Cádiz 201.380.841 162 58,5% 37,7% 90
Castellón 116.150.783 198 49,2% 4,4% 110
Ciudad Real 106.449.960 205 55,5% 5,8% 114
Córdoba 173.121.928 217 67,3% 25,7% 120
Coruña (A) 152.405.170 135 88,5% 10,6% 75
Cuenca 70.351.625 339 33,1% 7,8% 188
Girona 113.239.184 150 59,7% 2,6% 83
Granada 207.589.520 226 61,3% 38,6% 125
Guadalajara 50.637.825 198 55,8% 2,3% 110
Huelva 129.650.602 250 36,5% 29,3% 138
Huesca 58.902.986 262 25,6% 6,4% 145
Jaén 203.756.381 309 32,1% 27,1% 171
León 87.478.932 180 49,2% 27,2% 100
Lleida 102.636.890 234 42,7% 0,2% 130
Lugo 93.770.809 274 49,4% 13,7% 152
Málaga 240.284.419 148 87,9% 12,5% 82
Ourense 67.195.838 208 53,5% 3,3% 116
Palencia 55.612.696 332 26,8% 29,5% 184
Pontevedra 159.237.076 167 55,1% 15,4% 93
Salamanca 92.575.125 270 40,0% 29,7% 150
Segovia 51.383.529 323 27,9% 44,6% 179
Sevilla 277.928.921 143 105,3% 35,3% 79
Soria 44.983.726 488 29,6% 26,6% 270
Tarragona 127.137.834 159 45,9% 2,0% 88
Teruel 40.938.696 292 28,5% 5,4% 162
(Sigue.)

371
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Gastos Funciones municipales Serv. soc. 


2015 GNF/h. GNF/h.
No Financieros (2016)/GNF (2016)/GNF
Toledo 133.219.012 191 51,8% 17,1% 106
Valencia 432.356.158 170 65,3% 4,7% 94
Valladolid 90.199.157 170 62,4% 36,6% 94
Zamora 60.309.017 325 17,3% 21,4% 180
Zaragoza 130.777.703 136 137,5% 7,4% 75
Total 5.536.384.385 180 66,9% 17,6% 100

Cuadro 1.44
Gastos no financieros y funciones de gasto asociadas a Municipios
Estadísticas
descriptivas Gastos Funciones municipales Serv. soc. 
GNF/h. GNF/h.
relativas al No Financieros (2016)/GNF (2016)/GNF
Cuadro 1.43
Media 145.694.326 228 54,35% 18,04% 126
Mínimo 40.938.696 122 17,30% 0,20% 67
Primer cuartil 74.633.452 168 35,15% 5,50% 93
Mediana 114.694.984 207 52,05% 14,85% 115
Tercer cuartil 157.529.100 273 61,20% 29,45% 152
Máximo 781.815.058 488 137,50% 44,60% 270
Desviación típica 131.277.488 79 25,18% 13,51% 44
Coeficiente de
variación 90,10 34,65 46,34 74,86 34,65
Fuente:  elaboración propia a partir de  Ministerio de Hacienda y Función Pública,  Secretaría General de Financiación
Autonómica y Local.

Cuadro 1.45
Distribución de programas de gasto municipal
Programas Total Total I. C. +
Total > 20 mil. Total < 20 mil. Total Total/h.
locales < 20 mil. FCF (2015)
Albacete 39.512.439 7.989.679 47.502.118 16,8% 120 64,1%
Alicante 140.805.668 25.064.368 165.870.037 15,1% 89 82,1%
Almería 47.195.124 27.746.897 74.942.021 37,0% 107 83,0%
Ávila 15.223.936 3.486.674 18.710.610 18,6% 112 48,3%
Badajoz 25.919.128 45.865.876 71.785.004 63,9% 104 57,8%
Barcelona 746.416.333 115.601.788 862.018.121 13,4% 156 146,8%
(Sigue.)

372
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Programas Total Total I. C. +


Total > 20 mil. Total < 20 mil. Total Total/h.
locales < 20 mil. FCF (2015)
Burgos 50.295.898 5.437.315 55.733.214 9,8% 152 82,4%
Cáceres 7.662.616 34.331.612 41.994.228 81,8% 103 40,7%
Cádiz 100.402.979 17.458.649 117.861.629 14,8% 95 77,6%
Castellón 41.309.719 15.809.106 57.118.825 27,7% 97 72,4%
Ciudad Real 24.882.798 34.210.019 59.092.817 57,9% 114 60,3%
Córdoba 81.098.150 35.478.756 116.576.906 30,4% 146 96,7%
Coruña (A) 83.482.094 51.326.600 134.808.693 38,1% 119 81,3%
Cuenca 7.209.980 16.094.355 23.304.334 69,1% 112 40,4%
Girona 35.349.065 32.200.588 67.549.653 47,7% 89 73,6%
Granada 73.097.142 54.190.847 127.287.989 42,6% 138 98,2%
Guadalajara 15.512.990 12.758.852 28.271.842 45,1% 111 57,7%
Huelva 28.558.552 18.808.405 47.366.957 39,7% 91 57,0%
Huesca 4.524.595 10.551.313 15.075.908 70,0% 67 26,3%
Jaén 39.437.724 25.866.451 65.304.175 39,6% 99 60,3%
León 35.519.786 7.523.395 43.043.182 17,5% 89 44,9%
Lleida 23.660.733 20.172.898 43.833.631 46,0% 100 58,8%
Lugo 11.714.249 34.583.869 46.298.118 74,7% 135 65,3%
Málaga 196.863.637 14.284.027 211.147.664 6,8% 130 122,8%
Ourense 14.529.167 21.420.703 35.949.871 59,6% 112 54,0%
Palencia 11.128.917 3.786.787 14.915.704 25,4% 89 37,9%
Pontevedra 59.865.194 27.816.939 87.682.133 31,7% 92 69,1%
Salamanca 22.426.084 14.584.454 37.010.537 39,4% 108 52,6%
Segovia 9.565.492 4.765.611 14.331.103 33,3% 90 42,7%
Sevilla 219.719.717 72.890.650 292.610.368 24,9% 151 124,1%
Soria 11.039.631 2.262.684 13.302.316 17,0% 144 41,6%
Tarragona 36.466.747 21.920.724 58.387.471 37,5% 73 55,6%
Teruel 3.968.670 7.696.109 11.664.779 66,0% 83 25,0%
Toledo 23.941.413 45.118.182 69.059.595 65,3% 99 65,2%
Valencia 221.140.700 61.276.298 282.416.998 21,7% 111 94,0%
Valladolid 46.922.460 9.398.415 56.320.875 16,7% 106 74,5%
Zamora 6.536.473 3.923.504 10.459.978 37,5% 56 21,3%
Zaragoza 149.324.105 30.523.487 179.847.592 17,0% 187 134,9%
Total  2.712.230.108 994.226.887 3.706.456.995 26,8% 121 85,9%

373
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Cuadro 1.46
Distribución de programas de gasto municipal
Estadísticas
descriptivas Total Total I. C. +
Total > 20 mil. Total < 20 mil. Total Total/h.
relativas al < 20 mil. FCF (2015)
Cuadro 1.45
Media 71.374.476 26.163.865 97.538.342 37,29% 110 68,19%
Mínimo 3.968.670 2.262.684 10.459.978 6,80% 56 21,30%
Primer cuartil 14.702.859 9.686.640 36.215.038 17,78% 91 49,38%
Mediana 35.434.426 20.796.801 56.719.850 37,25% 107 62,20%
Tercer cuartil 69.789.155 34.301.214 109.353.213 47,28% 120 81,90%
Máximo 746.416.333 115.601.788 862.018.121 81,80% 187 146,80%
Desviación típica 126.798.357 22.847.586 145.131.993 20,39% 27 29,33%
Coeficiente de
variación 177,65 87,32 148,79 54,67 24,36 43,01
Fuente:  elaboración  propia  a  partir  de  Ministerio de Hacienda y Función Pública, Secretaría General de Financiación
Autonómica y Local.

Cuadro 1.47
Ingresos de Diputaciones por tributos cedidos, FCF y otras transferencias
Diputación
T. II. C. FCF FCF + T. II. CC. C. IAE A. sanitaria Total
euros 2014
Albacete 7.177.224 66.920.946 74.098.170 780.264 9.357.023 84.235.456
Alicante 34.385.087 167.679.201 202.064.288 3.334.696 27.482.349 232.881.333
Almería 11.746.383 78.502.059 90.248.442 1.415.275 0 91.663.716
Ávila 3.174.229 35.563.668 38.737.897 516.034 9.934.261 49.188.192
Badajoz 11.239.274 112.965.833 124.205.107 1.419.261 24.409.445 150.033.813
Barcelona 146.780.654 440.560.898 587.341.552 25.736.091 16.459.045 629.536.687
Burgos 8.846.634 58.777.189 67.623.823 1.612.286 12.162.661 81.398.770
Cáceres 6.838.740 96.232.125 103.070.865 903.252 21.329.685 125.303.803
Cádiz 20.371.898 131.447.941 151.819.839 4.680.539 0 156.500.378
Castellón 12.130.567 66.733.695 78.864.262 1.727.210 23.872.176 104.463.647
Ciudad Real 9.137.254 88.797.436 97.934.690 1.491.048 26.483.961 125.909.700
Córdoba 13.305.466 107.311.547 120.617.013 2.975.989 0 123.593.002
Coruña (A) 24.512.237 141.329.458 165.841.695 4.057.449 28.593.659 198.492.803
Cuenca 3.782.092 53.957.221 57.739.314 584.642 188.044 58.512.000
Girona 19.873.356 71.955.076 91.828.432 2.164.432 12.033.041 106.025.904
Granada 15.983.778 113.585.819 129.569.597 2.947.419 0 132.517.016
(Sigue.)

374
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Diputación
T. II. C. FCF FCF + T. II. CC. C. IAE A. sanitaria Total
euros 2014
Guadalajara 5.242.541 43.760.688 49.003.229 663.890 2.170.789 51.837.908
Huelva 8.790.725 74.315.639 83.106.364 1.143.586 0 84.249.951
Huesca 5.286.259 52.122.664 57.408.923 1.870.529 0 59.279.451
Jaén 10.590.580 97.695.023 108.285.603 2.142.288 0 110.427.891
León 10.346.390 85.460.283 95.806.673 3.230.229 27.981.089 127.017.991
Lleida 10.119.171 64.455.569 74.574.740 1.490.180 17.783.489 93.848.409
Lugo 6.834.449 64.059.642 70.894.091 1.646.829 7.658.355 80.199.276
Málaga 27.519.241 144.381.641 171.900.882 5.296.474 0 177.197.356
Ourense 6.158.834 60.413.255 66.572.088 1.615.825 21.603.840 89.791.753
Palencia 3.637.254 35.690.299 39.327.552 1.074.649 17.181.379 57.583.581
Pontevedra 18.675.176 108.202.200 126.877.375 2.819.602 32.465.168 162.162.145
Salamanca 7.307.652 63.057.516 70.365.168 1.977.481 8.338.421 80.681.070
Segovia 3.371.191 30.222.127 33.593.318 928.941 0 34.522.260
Sevilla 34.408.916 201.448.626 235.857.542 5.290.892 0 241.148.434
Soria 2.084.752 29.894.656 31.979.407 1.792 3.135.101 35.116.300
Tarragona 18.371.114 86.673.578 105.044.693 1.467.276 4.592.494 111.104.462
Teruel 3.096.476 43.520.671 46.617.147 284.679 0 46.901.825
Toledo 12.542.239 93.442.916 105.985.155 2.122.676 11.096.828 119.204.659
Valencia 54.106.127 246.438.729 300.544.855 9.286.207 103.140.772 412.971.834
Valladolid 12.217.927 63.355.382 75.573.309 785.342 0 76.358.650
Zamora 3.680.027 45.475.690 49.155.716 161.915 20.827.731 70.145.363
Zaragoza 23.645.049 109.678.694 133.323.742 3.128.964 0 136.452.707
Total 637.316.961 3.676.085.598 4.313.402.559 104.776.135 490.280.804 4.908.459.497

Cuadro 1.48
Ingresos por habitante de Diputaciones por tributos cedidos, FCF
Diputación FCF + T. II. CC. / h.
T. II. CC. / h. FCF / h. FCF + T. II. CC. / h.
euros 2014 (índices)
Albacete 18 168 186 133
Alicante 18 88 106 77
Almería 17 114 131 91
Ávila 19 213 232 165
(Sigue.)

375
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Diputación FCF + T. II. CC. / h.
T. II. CC. / h. FCF / h. FCF + T. II. CC. / h.
euros 2014 (índices)
Badajoz 16 161 177 128
Barcelona 27 81 108 76
Burgos 24 159 183 131
Cáceres 17 239 256 179
Cádiz 16 103 119 87
Castellón 21 116 137 95
Ciudad  Real 18 175 193 134
Córdoba 17 137 154 107
Coruña (A) 22 127 149 104
Cuenca 18 257 275 198
Girona 26 94 120 86
Granada 17 121 138 100
Guadalajara 21 175 196 136
Huelva 17 144 161 114
Huesca 24 237 261 182
Jaén 16 148 164 117
León 21 173 194 141
Lleida 23 147 170 121
Lugo 20 187 207 147
Málaga 17 89 106 75
Ourense 19 186 205 147
Palencia 22 216 238 167
Pontevedra 20 116 136 95
Salamanca 21 181 202 146
Segovia 21 188 209 150
Sevilla 18 105 123 86
Soria 23 330 353 247
Tarragona 23 109 132 93
Teruel 22 309 331 236
Toledo 18 134 152 108
Valencia 21 96 117 84
Valladolid 23 119 142 102
Zamora 20 247 267 189
Zaragoza 25 116 141 99
Total 21 121 142 100

376
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

Cuadro 1.49
Ingresos por habitante de Diputaciones por tributos cedidos, FCF
Estadísticas descriptivas FCF + T. II. CC. / h.
T. II. CC. / h. FCF / h. FCF + T. II. CC. / h.
relativas al Cuadro 1.48 (índices)
Media 20,63 161,63 180,63 128,63
Mínimo 16,63 81,63 106,63 75,63
Primer cuartil 18,63 116,63 133,63 95,63
Mediana 20,63 147,63 167,63 119,63
Tercer cuartil 22,63 187,63 207,63 147,63
Máximo 27,63 330,63 347,63 247,63
Desviación típica 2,95 60,94 60,57 43,12
Coeficiente de variación 14,66 37,94 33,60 33,63
Fuente:  elaboración propia  a  partir  de Ministerio  de Hacienda y Función  Pública, Secretaría General de Financiación
Autonómica y Local.

Cuadro 1.50
Ingresos por Consejos y Cabildos insulares por tributos cedidos y FCF
Consejos insulares
T. II. CC. FCF FCF + T. II. CC.
2014
Formentera 266.920 1.274.151 1.541.071
Ibiza 3.585.386 13.487.559 17.072.945
Mallorca 22.931.372 69.546.701 92.478.073
Menorca 2.227.508 11.794.994 14.022.502
Total 29.011.186 96.103.405 125.114.591

Cabildos insulares
T. II. CC. FCF FCF + T. II. CC.
2014
Fuerteventura 621.637 16.986.584 17.608.221
Gomera (La) 102.681 8.494.709 8.597.390
Gran Canaria 6.800.725 91.028.754 97.829.479
Hierro (El) 57.476 7.028.687 7.086.163
Lanzarote 950.555 20.036.931 20.987.486
Palma (La) 489.275 17.670.683 18.159.959
Tenerife 6.337.778 95.997.860 102.335.638
Total 15.360.127 257.244.208 272.604.336

377
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Cuadro 1.51
Ingresos por habitante de Consejos y Cabildos insulares por tributos cedidos y FCF
Consejos insulares FCF + T. II. CC. / h.
T. II. CC. / h. FCF / h. FCF + T. II. CC. / h.
2014 euros/h. (índices)
Formentera 23 110 133 116
Ibiza 26 98 124 108
Mallorca 27 82 109 95
Menorca 24 127 151 132
Total 27 88 115 100

Cabildos insulares FCF + T. II. CC. / h.
T. II. CC. / h. FCF / h. FCF + T. II. CC. / h.
2014 euros/h. (índices)
Fuerteventura 6 164 170 131
Gomera (La) 5 414 419 324
Gran Canaria 8 107 115 89
Hierro (El) 5 611 616 477
Lanzarote 7 148 155 120
Palma (La) 6 217 223 172
Tenerife 7 106 113 87
Total 7 122 129 100

Cuadro 1.52
Ingresos por habitante de Consejos y Cabildos insulares por tributos cedidos y FCF
Estadísticas descriptivas relativas al Cuadro 1.51

Consejos insulares
T. II. CC. / h. FCF / h. FCF + T. II. CC. / h.
2014 euros/h.
Media 25 104 129
Mínimo 23 82 109
Primer cuartil 24 94 120
Mediana 25 104 128
Tercer cuartil 26 114 137
Máximo 27 127 151
Desviación típica 1,83 19,09 17,64
Coeficiente de variación 7,30 18,33 13,66
(Sigue.)

378
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

(Continuación.)

Cabildos insulares
T. II. CC. / h. FCF / h. FCF + T. II. CC. / h.
2014 euros/h.
Media 6 252 259
Mínimo 5 106 113
Primer cuartil 6 127 135
Mediana 6 164 170
Tercer cuartil 7 315 321
Máximo 8 611 616
Desviación típica 1,11 190,41 189,49
Coeficiente de variación 17,70 75,46 73,27
Fuente:  elaboración  propia a partir de  Ministerio de  Hacienda  y Función  Pública, Secretaría General  de Financia­
ción Autonómica y Local.

Cuadro 1.53
Saldos presupuestarios relativos (2016)

Diputaciones Deuda
Ahorro bruto Ahorro neto SNF RTGG
euros/h. 31/12/2016
Albacete 35 18 29 53 87
Alicante 48 48 29 96 0
Almería 54 35 40 92 78
Ávila 88 69 23 40 77
Badajoz 70 63 25 84 9
Barcelona 31 2 10 80 29
Burgos 75 52 9 64 116
Cáceres 126 79 47 187 1
Cádiz 46 21 47 7 110
Castellón 68 51 38 113 61
Ciudad Real 58 58 18 139 0
Córdoba 70 26 37 50 81
Coruña (A) 92 92 57 234 0
Cuenca 94 77 20 136 189
Girona 62 44 29 101 33
Granada 55 29 45 88 77
Guadalajara 97 62 24 96 37
Huelva 44 13 32 107 215
(Sigue.)

379
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

(Continuación.)

Diputaciones Deuda
Ahorro bruto Ahorro neto SNF RTGG
euros/h. 31/12/2016
Huesca 152 127 19 168 51
Jaén 69 48 24 104 127
León 110 88 50 335 86
Lleida 94 77 26 148 91
Lugo 79 79 29 150 0
Málaga 45 24 28 34 27
Ourense 76 52 18 79 62
Palencia 101 82 9 76 113
Pontevedra 70 56 30 123 28
Salamanca 113 99 52 156 27
Segovia 66 44 16 36 102
Sevilla 61 54 37 118 13
Soria 172 172 52 236 0
Tarragona 64 50 35 173 51
Teruel 146 115 123 185 233
Toledo 49 36 17 67 117
Valencia 65 54 0 85 68
Valladolid 40 25 4 38 50
Zamora 132 81 80 232 70
Zaragoza 49 33 0 27 12
Total 60 42 26 98 50

Cuadro 1.54
Saldos presupuestarios relativos (2016)
Deuda
Estadísticas descriptivas Ahorro bruto Ahorro neto SNF RTGG 31/12/2016
relativas al Cuadro 1.53 (euros) (euros) (euros) (euros) (miles de euros y
todo sectorizado)
Media 78,33 59,33 32,33 114,33 67,33
Mínimo 31,33 2,33 0,33 7,33 0,33
Primer cuartil 54,33 35,33 18,33 69,33 27,33
Mediana 70,33 53,33 29,33 99,33 62,33
Tercer cuartil 94,33 79,33 40,33 150,33 90,33
Máximo 172,33 172,33 123,33 335,33 233,33
Desviación típica 34,33 34,33 23,33 69,33 58,33
Coeficiente de variación 43,37 57,47 71,32 60,64 87,40

380
Anexo I.  Dimensión de la Administración local en España. Datos y cifras

Cuadro 1.55
Saldos presupuestarios relativos (2016)
Diputaciones Deuda
Ahorro bruto Ahorro neto SNF RTGG
euros/h. 31/12/2016
Araba/Álava 393 254 298 707 1.718
Gipuzkoa 198 102 47 162 716
Bizkaia 404 275 287 1 2.035
Total Forales 335 215 210 157 1.557

381
Anexo II
Efectos de la regla de gasto

Con información de las liquidaciones de presupuestos del período 2010­2015, de
las Entidades Locales de las que se dispone de información en todos esos años y que
representan a todas las provincias e islas y de Municipios que representan el 91 % de la
población nacional, los fondos líquidos han presentado la siguiente evolución. (Fuente:
Secretaría  General  de  Financiación  Autonómica  y  Local,  Ministerio  de  Hacienda  y
Función Pública.)
Cuadro 2.1

Evolución de los fondos líquidos en el período 2010­2015 (importes en €)

Entidades Locales 2010 2011 2012 2013 2014 2015

Ayuntamientos 7.652.270.702,11 5.147.190.053,76 6.129.700.024,28 7.019.763.857,37 8.305.884.419,91 9.414.751.711,88


Diputaciones y
asimilados 4.289.250.982,42 3.625.202.375,99 3.310.143.314,91 4.245.153.997,10 4.463.920.479,86 4.359.789.600,47
Ciudades Autónomas 49.656.139,40 43.380.263,47 39.191.325,21 34.335.932,28 34.049.084,18 32.179.681,99
Total general 11.991.177.823,93 8.815.772.693,22 9.479.034.664,40 11.299.253.786,75 12.803.853.983,95 13.806.720.994,34

Cuadro 2.2

Evolución de los fondos líquidos en el período 2010­2015 (tasas de variación)

Entidades Locales 2011/2010 2012/2011 2013/2012 2014/2013 2015/2014

Ayuntamientos ­32,74 19,09 14,52 18,32 13,35


Diputaciones y asimilados ­15,48 ­8,69 28,25 5,15 ­2,33
Ciudades Autónomas ­12,64 ­9,66 ­12,39 ­0,84 ­5,49
Total general ­26,48 7,52 19,20 13,32 7,83

Antes de la entrada en vigor de la LOEPSF se produjo un fuerte descenso de los fon­
dos  líquidos  disponibles,  situándose  la  tasa  de  variación  interanual  en  un  ­26,48 %  en
2011 respecto del año 2010. En 2012 entró en vigor de la LOEPSF y los fondos líqui­
dos  se  incrementaron  en  un  7,52 %,  respecto  de  2011,  y  en  2013  lo  han  hecho  en  un
19,2 %, respecto de 2012. En 2014 se sitúa el incremento de los fondos líquidos en un
13,32 % respecto de 2013, mientras que en 2015 se incrementan un 7,83 % respecto de
2014. Incremento de liquidez que ha sido más sostenido y elevado en los Municipios.
En términos generales, se puede afirmar que con la entrada en vigor de la LOEPSF
y, con la aplicación de la regla de gasto, se ha recuperado el nivel de recursos financieros
disponibles que tenían las Entidades Locales en 2010, antes de la aplicación de las nor­
mas de lucha contra el déficit que fueron aprobadas.
No obstante, es necesario analizar los efectos derivados de la aplicación de la regla, tanto
en la estructura del gasto de las Entidades Locales como en la evolución de sus niveles de
liquidez puestos de manifiesto con los fondos que poseen en caja y en cuentas bancarias.
383
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

La  aplicación  de  la  regla  de  gasto  puede  afectar  a  aquellas  magnitudes  en  tanto  la
mera limitación de realizar gastos debería reflejarse en una evolución contenida del gasto
público local y, en su caso, en un posible aumento de fondos inmovilizados en caja y en
cuentas bancarias.
Por otro  lado,  el  gasto no  financiero se ha contraído en el período analizado en un
13,72 % para el conjunto de Entidades Locales.  Lo  que se viene produciendo es una
alteración de la estructura del gasto público local, resultando que, mientras las inversio­
nes se han reducido  un 56 % en el  período  analizado, los  gastos  de funcionamiento lo
han hecho en un 5 %. Este efecto  que se produjo hasta 2013,  parece que empieza a
cambiar en 2014, ya que en 2014 y 2015 vuelve a crecer el gasto en inversiones situán­
dose en los niveles de 2012, lejos eso sí todavía de los niveles de 2010.
Hay que tener en cuenta que en 2010 se ejecutó fundamentalmente el Fondo Esta­
tal para el Empleo y Sostenibilidad. Para eliminar el efecto de este Plan, se podría hacer
la comparación del gasto de inversión en 2013  respecto de 2011 obteniendo un des­
censo entre esos años fue del 49 %. Sin embargo, en 2014 y 2015, vuelven a crecer las
inversiones  un 15,76 % y  un 12,56 %, moderando el  descenso para el período  2011­
2015 y situándolo en un 34 %.
La evolución de los  gastos de inversión y los gastos de funcionamiento  ha sido  la
siguiente:
Cuadro 2.3

Evolución de los gastos en inversión en el período 2010­2015 (importes en €)

Entidades Locales 2010 2011 2012 2013 2014 2015


Ayuntamientos 11.391.258.508,58 7.011.398.354,04 4.087.105.365,86 3.413.501.878,54 4.043.448.302,57 4.581.018.386,01
Diputaciones y
asimilados 2.031.405.613,39 1.833.716.919,16 1.217.135.145,52 1.090.989.475,85 1.177.149.739,39 1.294.657.251,88
Ciudades Autónomas 71.812.104,57 46.483.199,68 62.750.199.96 30.316.813,93 29.098.376,20 33.361.610,33
Total general 13.494.476.226,54 8.891.598.472,88 5.366.990.711,34 4.534.808.168,32 5.249.696.418,16 5.909.037.248,22

Cuadro 2.4

Evolución de los gastos en inversión en el período 2010­2015 (tasas de variación)

Entidades Locales 2011/2010 2012/2011 2013/2012 2014/2013 2015/2014


Ayuntamientos ­38,45% ­41,71% ­16,48% 18,45% 13,29%
Diputaciones y asimilados ­9,73% ­33,62% ­10,36% 7,90% 9,98%
Ciudades Autónomas ­35,27% 35,00% ­51,69% ­4,02% 14,65%
Total general ­34,11% ­39,64% ­15,51% 15,76% 12,56%

Cuadro 2.5

Evolución de los gastos de funcionamiento en 2010­2015 (importes en €)

Entidades Locales 2010 2011 2012 2013 2014 2015


Ayuntamientos 31.027.619.567,81 30.401.220.774.81 29.192.410.636,24 28.220.502.050,07 28.665.072.963,99 29.280.744.407,87
Diputaciones y
asimilados 4.860.432.503,49 4.775.054.335,48 4.417.775.264,16 4.465.796.876,35 4.524.294.861,38 4.640.154.279,68
Ciudades Autónomas 318.578.930,19 314.804.827,04 319.031.251,63 299.791.736,52 304.906.046,49 314.473.044,47
Total general 36.206.631.001,49 35.491.079.937,33 33.929.217.152,03 32.986.090.662,94 33.494.273.871,86 34.235.371.732,02

384
Anexo II.  Efectos de la regla de gasto

Cuadro 2.6

Evolución de los gastos de funcionamiento en 2010­2015 (tasas de variación)

Entidades Locales 2011/2010 2012/2011 2013/2012 2014/2013 2015/2014

Ayuntamientos ­2,02% ­3,98% ­3,33% 1,58% 2,15%


Diputaciones y asimilados ­1,76% ­7,48% 1,09% 1,31% 2,56%
Ciudades Autónomas ­1,18% 1,34% ­6,03% 1,71% 3,14%

Total general ­1,98% ­4,40% ­2,78% 1,54% 2,21%

En definitiva, hasta 2013 se producía la paradoja de que las Entidades Locales cada
vez  disponían  de  una  mayor  liquidez  y  acumulaban  fondos  en  entidades  de  crédito,
pero que no lo podían destinar a realizar inversión pública por la limitación indiscrimi­
nada  de  la  regla  de  gasto.  Esta  situación  parece  que  se  corrige  levemente  en  2014  y
2015, puede ser en parte debido a la disposición adicional sexta de la LOEPSF, que
permitía a las entidades saneadas realizar inversiones financieramente sostenibles.
En cuanto a la evolución de los ingresos y gastos no financieros, sin considerar ajus­
tes de contabilidad nacional, cabe señalar que los primeros se han reducido en el perío­
do analizado un 1,7 %, en buena medida como consecuencia de la caída de la actividad
económica  general,  con  una  pequeña  recuperación  en  2013  y  2014.  Los  gastos  no
financieros se han reducido en un 13,7 % y, en los dos años primeros de aplicación de
la LOEPSF las Entidades Locales, en conjunto, han cumplido con la regla de gasto. Las
Entidades Locales han realizado un mayor ajuste por el lado del gasto, y, como antes se
ha expuesto, más acentuado en el gasto de inversión. En los cuadros 2.7 a 2.10 se obser­
va la evolución de los gastos e ingresos, no financieros y financieros, referidos a las Enti­
dades Locales citadas al inicio de este Anexo.

Cuadro 2.7

Evolución de los ingresos no financieros en 2010­2015 (importes en €)

Entidades Locales 2010 2011 2012 2013 2014 2015

Ayuntamientos 47.471.991.257,84 42.723.999.642,11 41.769.386.739,49 43.264.426.251,03 44.500.708.332,72 45.092.245.032,15


Diputaciones y
asimilados 20.210.594.930,20 20.313.324.167,77 19.893.619.307,59 20.369.173.678,43 20.938.366.101,06 21.435.133.440,54
Ciudades Autónomas 477.320.913,16 449.407.203,50 450.336.065,90 450.144.004,51 457.259.088,43 462.830.196,83

Total general 68.159.907.101,20 63.486.731.013,38 62.113.342.112,98 64.083.743.933,97 65.896.333.522,21 66.990.208.669,52

Cuadro 2.8

Evolución de los ingresos financieros en 2010­2015 (tasas de variación)

Entidades Locales 2011/2010 2012/2011 2013/2012 2014/2013 2015/2014

Ayuntamientos ­10,00 ­2,23 3,58 2,86 1,33


Diputaciones y asimilados 0,51 ­2,07 2,39 2,79 2,37
Ciudades Autónomas ­5,85 0,21 ­0,04 1,58 1,22
Total general ­6,86 ­2,16 3,17 2,83 1,66

385
Análisis de propuestas de reforma del Sistema de Financiación Local

Cuadro 2.9

Evolución de los gastos no financieros en 2010­2015 (importes en €)

Entidades Locales 2010 2011 2012 2013 2014 2015

Ayuntamientos 48.081.852.948,57 42.986.535.371,72 38.708.069.697,85 37.229.309.325,60 38.549.549.466,30 39.102.092.921,22


Diputaciones y
asimilados 21.227.591.878,65 20.351.876.676,60 18.993.512.983,23 18.912.632.851,27 19.804.166.373,00 20.677.852.820,15
Ciudades Autónomas 492.723.242,55 455.078.967,35 491.190.641,79 423.686.881,91 428.391.549,21 443.015.722,20

Total general 69.802.168.069,77 63.793.491.015,67 58.192.773.322,87 56.565.629.058,78 58.782.107.388,51 60.222.961.463,57

Cuadro 2.10

Evolución de los gastos financieros en 2010­2015 (tasas de variación)

Entidades Locales 2011/2010 2012/2011 2013/2012 2014/2013 2015/2014

Ayuntamientos ­10,60 ­9,95 ­3,82 3,55 1,43


Diputaciones y asimilados ­4,13 ­6,67 ­0,43 4,71 4,41
Ciudades Autónomas ­7,64 7,94 ­13,74 1,11 3,41
Total general ­8,61 ­8,78 ­2,80 3,92 2,45

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