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A veces se engaña a los pacientes diciendoles que se les va a aplicar ácido hialurónico,
pero en realidad se les inyectan biopolimeros.
¿Es lo mismo biopolímero que silicona líquida?
En muchas ocasiones los biopolímeros son en realidad únicamente silicona líquida
(aceite de silicona), en otras ocasiones la silicona es un componente más.
La segunda es que pueden migrar (desplazarse) del lugar donde fueron infiltrados
creando complicaciones a distancia.
La tercera es que la mayoría de las veces no tienen ningún control sanitario lo que
aumenta el riesgo de complicaciones y efectos secundarios por infección.
¿Tienen tratamiento?
Una de las consecuencias más graves de la aplicación de biopolímeros, es que es muy
difícil su extracción. Todavía no existe suficiente experiencia en los tratamientos para
su eliminación. Algunos cirujanos y médicos se están especializando en su extracción
mediante diversas técnicas quirúrgicas mediante cirugía o laser. El tratamiento
consiste fundamentalmente en controlar la inflamación y si es posible realizar su
extracción.
Debes tener claro que muchas veces no será posible su extracción completa
¿Si los biopolímeros son tan malos para la salud porque muchos médicos
estéticos y cirujanos plásticos los utilizan?
Porque desgraciadamente ser médico o cirujano plástico a veces no es sinónimo de
tener una mínima ética profesional, y porque muchos médicos (sobre todo en algunos
países) no tienen la adecuada formación.
Si los biopolímeros que son silicona tienen estas contraindicaciones ¿Por qué
se utilizan implantes de silicona?
Porque no es lo mismo, las prótesis o implantes de silicona para aumento mamario o
de glúteos actualmente están envueltas en una capa que las aisla del organismo.
Además son de gel cohesivo de silicona; un tipo de silicona que por su textura límita e
imposibilita la migración de la silicona. Las prótesis de silicona utilizadas en cirugía son
seguras
Pero esos que salieron invictos hace años y no tuvieron queja de los inoficiosos trucos de belleza, son
quienes ahora sienten bolitas esparcidas por los muslos como si fueran canicas, las pantorrillas
desparramadas como un par de tamales, los diez dedos de los pies gordos y un sinfín de achaques que no
calcularon cuando no le midieron el aceite a los riesgos y voluntariamente le cedieron la salud a unas cirugías
desechables. La cirugía había sido un éxito aun cuando su cuerpo quedara tan frágil como una figurita de
plastilina. Y aunque le indicó que debía dormir bocabajo y bañarse con agua fría para que la silicona no se
derritiera; que no podía sentarse ni caminar en tacones; a Brenda* nunca se le ocurrió prohibirle resbalarse
por las escaleras.
Si bien las demás travestis sabían que esa garrafa de aceite que penetró en los glúteos de su colega se regó
por todo el cuerpo después de la caída, la familia creyó que la culpable del deterioro de salud y posterior
muerte había sido una tuberculosis. Desde entonces y para que no se repitiera el accidente, Brenda* incluyó
en la lista de tips postoperatorios no subir ni bajar escalas.
Algunas siguen llegando por el agüero que mueve al gremio: "La que tenga aceite en el cuerpo despega en la
calle", dicen refiriéndose al ejercicio de la prostitución. Tampoco tienen miedo porque consideran que el
fracaso de estos procedimientos va "en la suerte de cada cliente". Y la mayoría sigue acudiendo con el
síntoma de vanidad crónica que las induce a inyectarse parafina, aceite de bebé, de cocina, de turbinas de
avión y de silicona, en quirófanos caseros de sala, comedor y alcoba por menos de 150 mil pesos.
"Se trata de una problemática de salud pública, no documentada e invisibilizada", afirma la investigadora y
consultora mexicana especializada en sexualidades, género y derechos humanos, Marina Bernal. Como no se
reconoce la identidad de estas personas y mucho menos al momento de morir, "no hay un registro real de
estas muertes".
Según la Personería de Medellín, este tipo de prácticas clandestinas dejó como resultado la muerte de una
travesti y el requerimiento de atención de urgencia por parte de otras tres y de un hombre gay en 2010.
Para el presidente de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica seccional Antioquia, Juan Sierra, los
homosexuales "son un público potencial de alto riesgo" porque el deseo de verse con rasgos femeninos los
induce a inyectarse cualquier sustancia tóxica desconociendo su carácter irreversible.
Advierte que existe una silicona para uso médico y otra para el industrial. La primera es sólida y tiene todos
los estudios que le permiten ser usada en el cuerpo humano. Y la segunda es líquida, útil para fabricar
betunes, esmaltes y lubricantes, así el expendedor de una tienda de químicos del centro, al indagarle sus
usos, responda: "Esto sirve más que todo para gais".
"La silicona líquida migra, no se queda en el lugar donde se inyecta. Por eso, se la ponen en los glúteos y
aparece en las piernas o se sube a los pulmones, de los párpados baja al cachete o de los labios al mentón".
El proceso de extracción para quienes ya padecen deformidades, daños y perjuicios, es tan complejo como
revolver la mermelada con la mantequilla e intentar separarlas luego. Al extraer la mermelada se termina
retirando mucha mantequilla. "Y eso mismo pasa en el cuerpo. Se termina sacando músculos, piel, nervios...",
explica el médico.
Penúltimos auxilios
Las directivas de la clínica Unidad Médica de Trauma manifestaron que la muerte de Yuly
Andrea Ruiz Gallego, tras practicarse una cirugía de liposucción, haya sido responsabilidad
del equipo médico o de la institución.
Esta mujer de 27 años de edad murió por un paro respiratorio dos horas después que terminó
la cirugía estética en este centro médico, ubicado en la Autopista Norte con calle 103, en el
norte de Bogotá.
El secretario de Salud del Distrito, Héctor Zambrano, indicó que esta institución médica está
registrada para realizar este tipo de cirugías.
"Seguimos investigando. Vamos a revisar si el médico que práctico esta cirugía está
debidamente registrado y revisaremos todo lo que fue el proceso quirúrgico y parte post -
operatorio", dijo Zambrano.
Según el comunicado de prensa emitido por el centro médico, se presume que la causa de la
muerte de la paciente fue por un embolismo graso de origen bioquímico, que según el
Secretario de Salud es muy común que se presente en las cirugías de liposucción.
"En esta cirugía se saca sangre de una parte del cuerpo hacia otra, también en el proceso de
liposucción se tocan algunas fibras del cuerpo humano y eso puede presentar un evento
adverso; algunas partículas de grasa se van por el torrente sanguíneo y eso pude producir un
paro cardio respiratorio", explicó el funcionario.
Entre tanto, la Fiscalía espera el dictamen final de la necropsia que practicó Medicina Legal
para iniciar una investigación formal.
Según la Secretaría de Salud esta es la primera víctima por cirugías estéticas en lo que va
corrido del año.