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Ácidos y Bases (Ph)

En química se llaman ácidos y bases a dos tipos diferentes de


sustancias opuestas entre sí. Cada una de estas sustancias reúne
propiedades específicas que modifican el comportamiento de las soluciones
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químicas. Tanto ácidos como bases pueden encontrarse en estado líquido,
gaseoso y sólido (el polvo). Al juntarse ácidos y bases en una solución, se
produce una reacción exotérmica, es decir, se produce calor. Esta reacción
se conoce como neutralización.
Según, Fernández (2019) la teoría de Arrhenius un ácido es aquella
sustancia que cede protones (H+) en solución acuosa. Esta teoría tiene sus
limitaciones, ya que, en ella estos compuestos sólo se definen en solución
acuosa y no en otros medios. Además, no explica compuestos como el
amoníaco (NH3), que es una base, pero al no tener OH– en su composición,
no cumple con la definición de base de Arrhenius.
Por todo esto, se necesitaba una nueva teoría que explicara mejor los
conceptos de ácido y base. Así que más tarde, señala Fernández (ob. cit.)
Brönsted y Lowry desarrollaron algo que incluye los principios de Arrhenius
pero no sólo está pensada en solución acuosa, y por tanto, es mucho más
amplia.
En este sentido, la teoría de Brönsted-Lowry expresa Martínez (2019),
un ácido es una sustancia química que es capaz de ceder protones (H+) a
otra sustancia química y una base es aquella sustancia química que es
capaz de captar protones (H+) de otra sustancia química. Algunas sustancias
pueden comportarse como ácidos y como bases al mismo tiempo y se dice
que son anfóteras. Esto depende del medio en que se encuentren o con
quien reaccionen.
En cuanto al pH, González (2010) manifiesta que es la magnitud que se
utiliza para medir la acidez o la alcalinidad de una disolución, es decir, indica
la concentración de iones hidrógeno presentes en esta. Cuanto menor sea el
pH de una sustancia, mayor será su grado de acidez. Por ejemplo, el HCl
puro tiene pH cercano a 0. Por otra parte, cuanto mayor sea el pH de una
sustancia, mayor será su grado de alcalinidad. Por ejemplo, la soda caústica
tiene pH igual a 14. La diferencia de pH es el rasgo más notorio de cada uno. 2
Cuando el valor de pH de un compuesto alcanza alguno de sus extremos,
quiere decir que este compuesto es altamente peligroso para la mayoría de
la materia, tanto orgánica, como inorgánica.
De allí que, los ácidos y las bases presentan características físicas
diferentes: los ácidos presentan un sabor agrio (ácido presente en diversos
frutos cítricos como por ejemplo: limón, naranja, tamarindo, entre otros.), son
altamente corrosivos, pueden generar quemaduras químicas en la piel o
daños respiratorios si se inhalan sus gases, reaccionan con metales
produciendo sales e hidrógeno, con óxidos metálicos para formar sal y agua.
Ahora bien, mientras que las bases presentan un sabor amargo
característico, son buenos conductores de la electricidad en disoluciones
acuosas, son irritantes de la piel: disuelven la grasa cutánea y pueden
destruir por su efecto cáustico la materia orgánica, poseen tacto jabonoso y
son solubles en agua. El ácido de las baterías crea una sal al reaccionar con
los metales.
Existen dos tipos de ácidos: ácido fuerte: es aquel que se cede la mayor
parte de sus iones de hidrógeno en solución, lo que quiere decir que se
ioniza con gran facilidad. Por ejemplo, el HCl o ácido clorhídrico; y ácido
débil: al contrario del anterior, el ácido débil en solución acuosa libera iones
H+ en menor proporción. Por ejemplo, el ácido acético.
Por ello, la presencia de los ácidos y las bases en nuestra vida diaria es
abundante. Por ejemplo, en el interior de las baterías de los aparatos
electrónicos suele haber ácido sulfúrico. Por eso, cuando se estropean y se
vierte su contenido dentro del aparato, reaccionan con el metal de los
electrodos y crean una sal blancuzca.
También hay ácidos suaves que manejamos a diario, como: ácido
acético (vinagre), ácido acetilsalicílico (aspirina), ácido ascórbico (vitamina
C), ácido carbónico (presente en gaseosas carbonatadas), ácido cítrico
(presente en las frutas cítricas), o ácido clorhídrico (el jugo gástrico que
nuestro estómago segrega para disolver la comida). 3
Existen dos Tipos de bases, en el ámbito de las bases, se conocen al
menos dos tipos elementales: Base fuerte: se refiere a una variedad de
electrolito al que se le atribuye un carácter fuerte y que, por lo tanto, puede
ionizarse totalmente en una solución acuosa. Por ejemplo, la soda cáustica;
Base débil: se refiere a aquellas bases que no se disocian totalmente en la
solución acuosa, de lo que resulta la presencia de un ion OH más el radical
básico. Por ejemplo, el amoníaco o hidróxido de amonio.
En cuanto a las bases, el bicarbonato de sodio es empleado para
hornear, como desodorante y en diversos remedios contra la acidez
estomacal. Otras bases de uso común son el carbonato de sodio
(detergente), hipoclorito de sodio (cloro para limpiar), hidróxido de magnesio
(laxante) y el hidróxido de calcio (la cal de construcción).
En este sentido, la forma de distinguir entre un compuesto ácido y uno
básico es midiendo su valor de pH, para ello, existen numerosos métodos de
medir el pH de una sustancia usando indicadores ácido-base que son
compuestos que cambian de color al cambiar el pH de la disolución en que
se encuentren.
Por ejemplo, la fenolftaleína es un líquido que toma color rosa si es
añadido a una base y se torna incoloro si es añadido a un ácido. Otro
ejemplo es el papel tornasol, que se sumerge en una disolución y si se torna
rojo o anaranjado será una sustancia ácida y si se torna de un color oscuro
será una solución básica. También, usando un potenciómetro o pH-metro
existen equipos electrónicos que nos dan directamente el valor de pH de una
solución.
La reacción de neutralización o (reacción ácido-base) es una reacción
química que ocurre cuando se mezclan estos dos tipos de compuestos,
obteniendo a cambio una sal y cierta cantidad de agua, estas reacciones
suelen ser exotérmicas. Estos pueden darse de cuatro formas, dependiendo
de las propiedades de sus reactivos: Un ácido fuerte y una base fuerte. El 4
reactivo más abundante quedará en disolución respecto del otro. El pH de la
disolución resultante dependerá de cuál reactivo esté en mayor proporción.
Asimismo, un ácido débil y una base fuerte se obtendrán una disolución
de pH básico, la base permanecerá en la disolución, un ácido fuerte y una
base débil se neutralizan el ácido y permanecerá una proporción ácida en
disolución, dependiendo del grado de concentración del ácido. El pH de la
disolución resultante es ácido. De allí que, los ácidos nucleicos son
macromoléculas complejas de suma importancia biológica, ya que todos los
organismos vivos contienen ácidos nucleicos en forma de ácido
desoxirribonucleíco (ADN) y ribonucleico (ARN). Sin embargo, algunos virus
sólo contienen ARN, mientras que otros sólo poseen ADN.
Por otro lado, la alcalosis consiste en un exceso de alcalinidad
sanguínea causado por la presencia de demasiado bicarbonato o por una
carencia de ácido en la sangre (alcalosis metabólica), o por una
concentración baja de dióxido de carbono en la sangre a consecuencia de
una respiración rápida o profunda (alcalosis respiratoria). La acidez y la
alcalinidad de una disolución cualquiera, incluyendo la sangre, se expresan
mediante la escala del pH, que va desde 0 (ácidos fuertes) a 14 (bases o
álcalis fuertes). El centro de la escala de pH lo ocupa el valor denominado
neutro, es decir, 7,0. Si el pH se encuentra entre 7,35 y 7,45, la sangre es
ligeramente básica. Por lo general, el organismo mantiene el pH de la sangre
próximo a 7,40.
Los organismos vivos soportan muy mal las variaciones del pH, aunque
tan solo se trate de unas décimas de unidad, y por ello han desarrollado en la
historia de la evolución sistemas tampón o buffer que mantienen el pH
constante, mediante mecanismos homeostáticos. Las variaciones de pH,
afectan a la estabilidad de las proteínas y, en concreto, en la actividad
catalítica de los enzimas, pues en función del pH, pueden generar cargas
eléctricas que modifiquen su actividad biológica. Los sistemas tampón que 5
tienden a impedir la variación del pH cuando se añaden pequeñas
cantidades de iones H + o OH - consisten en un par ácido-base conjugada
que actúan como dador y aceptor de protones, respectivamente.
Es importante conocer que el estrés, la falta de ejercicio y los malos
hábitos alimentarios hacen bajar el pH de la sangre y pueden dar lugar a
enfermedades. Por eso, mantener un pH por encima de 7 o alcalino es la
mejor garantía de salud. El pH es un baremo ideado para medir la alcalinidad
o la acidez de una sustancia, y nos indica el porcentaje de hidrógeno
contenido en ésta.
En cuanto a la medicina veterinaria, Vásconez (2020) expresa que el
cloro elimina la capa de polisacáridos con facilidad y su uso depende del tipo
de agua, su acidez o alcalinidad. Explica que “si en el agua hay un pH 6
tenemos con el control estándar una disociación del 80 % de ácido
hipocloroso de la capacidad desinfectante; por el contrario, con un pH 8 la
disociación del cloro estándar es del 20 % de ácido hipocloroso, eso significa
que prácticamente no se está desinfectando el agua.
Sin embargo, es muy común que las personas midan el cloro en el
agua, pero, no saben la proporción de ácido hipocloroso y de ion hipoclorito
que se requiere para desinfectarla, especialmente en aguas duras que son
aquellas con un alto nivel de minerales que sobrepasan en promedio los 1
000 ppm de solidos disueltos totales, y se considera que no es prudente para
el consumo de animales como las aves.
Señala Vásconez (ob. cit.) que en los manuales avícolas se considera o
recomienda que no sobrepasen los 80 ppm. El uso del cloro debe ser
aplicado por un profesional hasta que la gente se forme y conozca de la
cultura del manejo del agua. Actualmente el cloro no tiene una restricción de
venta, pero al utilizar niveles altos se requiere de la supervisión técnica.
Para concluir, es importante saber que el cloro de uso doméstico, por lo
general contiene sosa cáustica (hipoclorito de sodio) que irrita el intestino 6
cuando se lo utiliza en niveles altos, porque quema tejidos por tanto es muy
irritante en muchas etapas de la producción animal. De allí que, los
beneficios se obtienen al optimizar la calidad del agua en la cría de animales
de producción son: La reducción del uso de medicamentos, lo que significa
una mejor sanidad, salud y comportamiento zootécnico; Evitar desfases en la
producción y mejorar conversiones; Reducir la mortalidad y Mejorar los
estatus sanitarios en el tiempo de la granja al controlar la calidad del agua,
entre otros.
REFERENCIAS

Fernández, P. (2019). Química avanzada. Caracas: Rio Bueno.

Martínez, G. (2019). Química 5to. Año. Venezuela: Cobo.

González, N. (2010). Química. Caracas: Salesiana.

Vásconez (2020). Importancia de la calidad del agua en la producción


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animal. Disponible en: https://www.edifarm.com.ec/importancia-de-la-
calidad-del-agua-en-la-produccion-animal/

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