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Tres... dos.... uno... había partido. Tío Vernon no había querido traerlo antes, estaba cansado ya que la noch
resultó y como de costumbre, la culpa la tuvo Harry. Lamentablemente esta vez había quedado solo, ya que ron y
equivocaba... no estaba absolutamente solo.
Luego de cruzar la barrera y ver como el último vagón del tren desaparecía por una curva, resolvió a sentarse
había quedado ahí, pero parecía bastante mayor. Una melena crespa estaba tomada en un moño desparramado, unos
pensó que sería alguna muchacha de sexto año, de otra casa.
-¡¡Uff!! ¡Tantos años que no nos vemos! ¡Unos 18 por lo menos! Desde que me… bueno, desde que me fui de Hogwa
terror e incredulidad en la cara de Harry.- ¿que pasa?
-¿El hijo de James? ¡No lo puedo creer! ¡Y como está tu Padre! ¡Y Lily!
-Mis padres murieron hace muchos años, hace 15.- La voz de Harry se apagó. No podía creer que alguien lo fuera
Sofía se paralizó. Por unos largos 30 segundos fijó su vista en la nada y luego, lentamente, se acercó a Harry
volver de Australia…
Un extenuante escalofrío recorrió la espalda de Sofía. Bajó la mirada y no dijo nada. Harry sólo vio que una d
pecho. Pero aún así, por alguna extraña razón, se sentía confiado y para nada incomodo con el tema.
Al notar que el silencio comenzaba a volverse denso, Harry decidió romper el hielo y así cambiar el tema, que,
De pronto un enorme perro negro atravesó la barrera del andén 9 ¾ y ladró a Harry y se transformó de inmedia
- Sabía que esto podría suceder. ¿Cómo diablos te quedaste aquí?
-¡¡Sirius!! ¡Que haces por estos lados! - Harry saltó al verlo, incrédulo de que su padrino estuviera ahí - Eh
-si...Sirius? Sirius Black? ¡¡Como has cambiado, hombre!! Y por cierto no soy Sammy, soy Sofía, se que todos m
al observar la estupefacta cara de su viejo amigo - Ven, mas tarde te lo cuento, debemos llegar a Hogwarts.
-¿Pero cómo?
-Hay un tren que pasa unos minutos mas tarde… debe estar por llegar.
Ya acomodados dentro del vagón-tren que los llevaría a Hogwarts, Sirius comenzó a interrogar a Sofía, una viej
tantos años y era momento de descubrirlas aun para los oídos de Harry Potter.
-Sirius, déjame, que lo contaré todo de un principio, también así me puedes ir aclarando ciertas cosas que no
con todo lo que estaba pasando.
Harry escuchó atento, palabra a palabra, detalle a detalle, después de todo, había sido parte de la vida de su
-¿...que te secuestraron? ¡Cómo es que nunca lo supimos! Sólo encontraron un cuerpo... pensamos que habías sid
- Entiendo... fue horroroso... En fin... Tú sabes, al salir muchos se hicieron Aurores y yo me metí en lo de l
durante todos estos años, Sirius, aun siento y fue culpa mía que Sammantha muriera...
- Asesinaron a mi hermana por no entregarme… finalmente igual me atraparon, el señor tenebroso sabía que yo g
tendieron una horrible trampa y me atraparon, pero antes de que Voldemort fuera a Australia, donde me tenían,
desapareció y todos se esfumaron, dejándome sólo con Karmaelloon.
- No se que fue lo que impidió que Karmaelloon me matara, pero me tenía bajo el imperios y estuve encerrada si
por así decirlo, fui yo quien lo mantuve con el imperios, aunque fuera contra la ley. No podía matarlo, no ten
ministerio. Seguramente me darían por muerta, y en todo caso no podía dejar que supieran que utilizaba un impe
- Sí, nada te hubiera gustado... pero bien, sigue. ¿Cómo ahora estás aquí?
-OH, si, sucedió algo extraño a comienzos del verano y temo por ello. Capaz que tu, que has estado mas en cont
defenderse del Imperio y una noche me atacó. Note algo extraño en el… sus ojos estaban muy encendidos y su an
Sirius hizo una mueca de desagrado y evitó sus ojos y los dirigió, junto a toda su cabeza, hacia Harry. Este l
- Lord Voldemort ha vuelto, yo mismo peleé con él y fue por mí que cayó antes. Mis padres fueron asesinados po
simplemente rebotó el hechizo, y él desapareció. O por lo menos eso creíamos… ha vuelto peor que nunca.
-¡OH! ¡DIOS! Nunca lo imaginé… y Dumbledore? Pensé que fue por el por quien había caído.
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Segundo capítulo
Hubo unos minutos de silencio en los cuales Harry meditó sobre todo lo que había escuchado imaginándose
expresión seria, solemne, pero aún así cansada y Sofía observaba la nada ensimismada en sus propios pesares. P
chico.
-Harry, supongo que escribiste a Dumbledore para avisarle que te habías quedado…
Los ojos de Harry se abrieron cada vez más y más… sin decir una palabra se paró de un brinco, y sacó un
- Perdónenme pero entre todo esto lo olvidé… supongo que el tren aun no debe haber llegado.
Sirius sólo rió, si reprimir a Harry por su actitud. Al instante siguiente, Sofía giró su cabeza con sus
- Hace muchos años que no la veo… luego - remarcó esta palabra - hablamos de eso… han pasado muchas cosas de
- OK...-entrecerró los ojos pensando un segundo, luego dijo, cambiando su postura - Vamos, ahora te toca conta
Suspiró - está bien, está bien… pero conste que no me agrada recordar mucho todo esto.
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Andrae le miraba fijamente, como intentando avisarle algo. Como respuesta, en su cara puso la expresión
movió su cabeza a la derecha, para que mirara a ese lado. Lo hizo.
Estaban en el gran salón y al dirigir su mirada distraída a las enormes compuertas de madera,
visto postrada en esa cama, con sus ojos cerrados, hundidos y oscuros. Le era difícil recordar una bella image
ahora divisaba quedó grabada en más que en su mente. Parada en medio del umbral de la puerta se encontraba una
figura esbelta era coronada por un trenzado de brillantes que adornaban su largo cuello el cual culminaba en u
el cielo rubí de la tarde, hacían juego con los azules ojos, como profundo mar, que centraban su mirada distan
encontraron, y sus labios esbozaron una ligera sonrisa. Lentamente, Sirius se movió entre sus compañeros y a u
con delicadeza, mirándoselas, tal como si fueran finas piezas de cristal. Subió la mirada a la altura de sus o
saludaron, oído a oído.
- Y yo a ti.
Las voces alegres, de dos chicas se acercaron bruscamente, interrumpiendo justo a tiempo.
Caminaron hacia una mesa vacía y se sentaron tranquilamente mientras comenzaba la música y al
- ... Sofi, ¿con quien viniste al final, cuéntame, acaso andas con alguien especial? - guiño un
- Eh, bueno... si, alguien bastante especial en realidad, ¡pero claro que con tu llegada me quedé
Todos comenzaron a reír, incluso Arabella tras un par de segundos y de lanzarle una mirada a su novio, sorpren
- En fin, como sea, sola o mal acompañada te quedas con nosotros.
Las risas abundaron continuamente por toda la noche y también bailaron todos juntos hasta que, a media madruga
- Queremos brindar - se apoya en el hombro de su compañero -Por... (Hip) Toos estos anos juntos.
- Y también - continuó otro - por toas las paguejas que esta noshe (hip) van a - el anterior le m
- no diga cochinaa...
- bueno... en fin. Queremo' brindar por toos estos añio’ junto' y pol las escoba' que quebré bus
Así siguió por un largo rato, agregándose a las frenéticas risas de sus compañeros otros come
otras cosas más.
- Claro, que hoy no estas ahí adelante por circunstancias especiales - remarcó Sofía, en especial
- Niñas, niñas, ustedes no entienden nada. Ara, mi amor, no les hagas caso a lo que te dicen. ¡No
Arabella estalló en risas, carcajadas, aún más fuertes que las de su alrededor y poco a poco sus amigos comenz
- Primero, pero si nunca lo has visto con tus propios ojos, amor.
- ¿Tan mal estaban?-dijo para si. Luego - ... pues si no lo recuerdas, cosa que dudo que puedas,
James, bajo la capa invisible y tuvieron suerte de haberse ido segundos antes que Poppy apareciera.
Las carcajadas, esta vez de todo el grupo siguieron por un buen rato y culminaron en una canción que todos dec
- Ya veo…
- Ja, ja, ja, claro Sirius, diviértanse…-terminó, arrastrando la última palabra.
- Supongo que recuerdas lo que había pasado antes, el accidente de Arabella y todo y esa fue la
- Sí, si, lo recuerdo perfectamente… lo pasamos muy bien esa noche… en fin, continúa.
Callaron unos minutos. Harry cabeceaba, también había dormido poco ante noche, pero no quería dormir, deseaba
rodillas, mirando silenciosamente hacia el otro lado del vagón.
- Al otro día partimos en el tren, de vuelta a Londres. –comenzó Sirius con una voz baja y susur
en casa… –su voz se apagó, mirando el suelo, y al humedecerse sus ojos, Sofía comprendió.
Por más años que hubieran transcurrido, perder a un ser querido no se olvida… ella lo sabía, demasiado bien.
Tras unos minutos, en medio del silencioso vaivén de la locomotora, su voz volvió a llenar el lugar.
- Fueron esos idiotas, siempre fueron tras mi familia... tras muchas, tras todos –agregó con ama
protectorado… lamentablemente solo quería venganza. Ally se había marchado a América, fue lo único que supe.
“Arabella no pudo estar conmigo en esos días, aún estaba en Hogwarts. Aún así su madre me acogió por un
cuando ustedes salieron del colegio, pero encontré sólo a Ara.
- Sirius… perdona que interrumpa, pero hay algo que no entiendo… ¿Quién es… o fue Arabella? –
averiguarlo.
- Es lo que voy a contar ahora Harry... no te impresiones, aún sabes muy poco sobre tu tío. Pues
empezando por las sorpresas que me encontré al llegar.
Tercer capítulo
Una puerta negra se balanceaba con el viento frente a él. El dolor de los años no lo habían dejado tranquilo y
Chirrió y le dejó ver un panorama ligeramente familiar. Llevaba una carta en la mano, ese manuscrito anunciánd
pudo distinguir un par de caras bastante conocidas, todas inmersas riendo o calladas, trabajando o simplemente
Una voz jovial y llena de energía se dirigió hacia él desde el fondo de aquella enorme habitación. Levantó su
Notoriamente alegre se acercó a su viejo amigo diciendo, mientras algunos se volteaban a mirar.
-¡James, que años, viejo! – se acercaron y se dieron un fuerte abrazo… Entre todo esto, muchos otros persona
lo llevó a través de otra puerta y se sentaron en una habitación aparte. Tenían tanto que hablar…
- Al fin vuelves, no sabes cómo hacías falta aquí. – dijo James, mientras cerraba la puerta.
- Con todo lo que ha pasado nada ha sido muy agradable y bueno, nadie que lo animara tampoco – sonrió. Sirius
- Después de todo, ¿qué te fuiste a hacer a España? – preguntó James, esta vez acomodándose en una butaca.
- ¿Esta es tu oficina? – Sirius intentó evadir la respuesta a esa pregunta, no quería responder.
- sí, linda, ¿no? La decoró Lily… pero qué fuiste a hacer allá.
Sirius bajó la mirada – de todos modos tendrá que saber – pensó. Titubeó un segundo antes de abrir la boca y
- Fui a –-
La puerta se abrió de pronto y una melena roja oscura asomó tras ella.
- ¿James? ¡Oh! Perdona, no sabía que estabas ocupado. – Lily se disponía a cerrar la puert
- No, amor, ven, mira quién está – abrió la puerta por completo y enseguida Lily se abrió
- ¿Quién…? - movió su cabeza para todos lados, buscando con su mirada esmeralda - ¡Sirius!
- Esperen… ¿No les han llegado ninguna de mis cartas? ¿En todo este tiempo?
James se llevó ambas manos a la frente y se dio unas vueltas por el despacho – Las. Han. Estado. Interceptand
partieras…?
Lily no entendía mucho, pero de todos modos sabía que algo grave acababa de suceder.
- Hace un par de semanas – murmuró James – Y hace cuatro meses que no recibíamos carta tu
Lily se sobresaltó… ¿había sido eso? ¿Eso que James acababa de confesarle anoche? - Hay que avisarle a Albus,
- Bien, yo voy – dijo James, apareciendo sobre el una capa verde.
- OK, ok… ¡No! ¡Espera! Yo voy también. Si hace tantos meses Ara no recibe noticias mías…
- Y a mí no me dejan aquí sola. Voy con ustedes. Y de todos modos, Sirius, Arabella vuelve
- va a haber un espectáculo… - murmuró Lily para si. James rió ligeramente a su lado.
En cosa de segundos y en medio del silencio, los tres aparecieron en las mediaciones de Hogsmead y tomaro
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- ¿Qué fue lo que no notaron? –preguntó Harry, en medio de un silencio confuso que sólo el
- ¿Profesor… sabía que veníamos? – James preguntó incrédulo. Dumbledore era extraño, pero
- ¡Pero claro! Era de suponerlo, con todo lo que acaba de pasar en el cuartel.
- ¿¡Qué?! – exclamó de sopetón Lily – O—O sea, qué acaba de pasar, ¡no teníamos idea de
La mano temblorosa de Sirius fue hacia su nuca, sintiendo el frío de su sudor, lo helada de su piel. Observ
blanca, pálida incluso bajo el bronceado veraniego. Albus Dumbledore los miraba, a los tres, intentando com
- Acababa de llegar cuando nos dimos cuenta que…-se detuvo. Metió su mano a su bolsillo y
esto? – dijo, entregándole la carta.
- Por Merlín… no puedo negar que pareciese mía pero… hace al menos seis meses que no te h
- Sí, sí –le interrumpió James y explicó todo lo que sabían.
- …Parece que es hora – miró a Sirius – de que empecemos a tomar ciertas precauciones –
- y la corrió hacia Lily y James, que estaban juntos.