De conformidad con lo dispuesto en el artículo 12 del Código del
Trabajo, el empleador dispone de la facultad de alterar la naturaleza de los servicios o el sitio o recinto en que ellos deben prestarse, a condición de que se trate de labores similares, que el nuevo sitio o recinto quede dentro del mismo lugar o ciudad, sin que ello importe menoscabo para el trabajador. De esta manera, hacer uso de tal facultad es de aplicación unilateral del empleador imponiéndole la norma el cumplimiento de los requisitos antes mencionados. Ahora bien, la Dirección del Trabajo ha establecido en su jurisprudencia administrativa que labores similares son aquellas que requieren de idéntico esfuerzo intelectual o físico; que se realicen en condiciones higiénicas y ambientales parecidas a aquéllas en que se desempeñaba el trabajador, y que se efectúen en un nivel jerárquico semejante a aquél en que se prestaban los servicios convenidos primitivamente. Por su parte, definió que constituye menoscabo todo hecho o circunstancia que determine una disminución del nivel socio-económico del trabajador en la empresa, tales como mayores gastos, una mayor relación de subordinación o dependencia, condiciones ambientales adversas, disminución de ingreso, etc. Finalmente estableció que el nuevo sitio o recinto debe forzosamente quedar ubicado dentro de la ciudad donde primitivamente se prestaban los servicios o dentro del mismo predio, campamento o localidad, en caso de faenas que se desarrollan fuera del límite. Ahora bien, el trabajador tiene el derecho de reclamar ante la Inspección del Trabajo si estima que el empleador no ha dado cumplimiento a los requisitos en forma copulativa, reclamo que debe ser interpuesto dentro del plazo de 30 días hábiles, contados desde que se produjo el cambio. De la resolución de la Inspección se podrá recurrir, dentro del plazo de 5 días de notificada, ante el juez competente, el que falla en única instancia y sin forma de juicio. Así las cosas, si el empleador hace uso de su derecho de alterar las funciones del trabajador o el lugar de prestación de los servicios conforme a la facultad que le concede el artículo 12 del Código del Trabajo, el dependiente deberá necesariamente prestar los nuevos servicios o laborar en el nuevo lugar de trabajo, y si estima que el empleador no ha dado cumplimiento a los requisitos establecidos por el legislador, podrá interponer el reclamo en la Inspección del Trabajo respectiva, disponiendo para ello del plazo señalado precedentemente. Finalmente, cabe señalar que la Inspección se pronunciará mediante resolución fundada, previa investigación de los hechos, ordenando la restitución del dependientes a sus funciones originales o al lugar primitivamente pactado si el cambio ha sido con infracción a la norma legal o, por el contrario, rechazando el reclamo si el cambio se ajustó a derecho, caso en el cual el trabajador deberá realizar las nuevas labores asignadas o trabajar en el nuevo lugar de prestación de servicios.
EL MENOSCABO MORAL EN LA LEGISLACION LABORAL
CHILENA
La doctrina del "ius variandi" ocupa un lugar de preponderancia
no sólo dentro del denominado "contenido de naturaleza jurídico - instrumental del contrato de trabajo", sino que también, incluso, en el marco más general del Derecho Constitucional del Trabajo.
Ahora bien, este contenido se descompone en dos series de
derechos y obligaciones, a saber: los derivados de la facultad de mando del empleador, y los derivados del deber de obediencia del trabajador, esto es, de la persona natural que es deudora de la obligación de prestar servicios bajo subordinación y dependencia.
Por consiguiente, el ius variandi es una de las máximas
expresiones de la facultad o potestad jurídica de mando del empleador y se traduce en el derecho que el ordenamiento jurídico concede al empleador para que éste, dentro de ciertos límites, pueda alterar no sustancialmente los límites de la prestación de trabajo que han sido fijados en el contrato de trabajo.
Cabe destacar que, Tomás Sala Franco, uno de los más
destacados doctrinarios contemporáneos del Derecho del Trabajo continental, sostiene que el ius variandi no es otra cosa que un poder de especificación o concreción de la necesariamente genérica prestación laboral. Así, los límites del ius variandi, coincidirán con la frontera entre lo que sea una modificación accesoria y una modificación sustancial de las condiciones de trabajo, quedando, fuera de las prorrogativas del ius variandi, todas aquellas modificaciones que sean discriminatorias o que afecten a la formación profesional o a la dignidad del trabajador.
Contrariamente a lo que pudiera pensarse en una primera
aproximación al tema, el ius variandi no opera en nuestro ordenamiento jurídico como una excepción al Principio de la Fuerza Obligatoria de los Contratos, previsto y contenido en el artículo 1545 del Código Civil. Y no opera de tal modo porque, precisamente constituye uno de aquellos casos autorizados por la ley para que un contrato pueda ser alterado unilateralmente, si se cumplen con ciertos requisitos.
Ahora bien, el gran límite que reconoce el ejercicio del ius
variandi, consiste en que su aplicación no cause menoscabo al trabajador. Motivo por el cual, ya en el año 1992, la Excma. Corte Suprema admitió que el menoscabo no es sólo económico, sino que también está referido a cuestiones morales y sociales.
Por lo anteriormente expuesto, el ius variandi en la legislación
laboral chilena, está consagrado en el inciso 1° del artículo 12 del Código del Trabajo: El empleador podrá alterar la naturaleza de los servicios o el sitio o recinto en que ellos deban prestarse, a condición de que se trate de labores similares, que el nuevo sitio o recinto quede dentro del mismo lugar o ciudad, sin que ello importe menoscabo para el trabajador.
Vale decir, y en última instancia, el ius variandi puede aplicarse
sólo a condición que las alteraciones permitidas por la citada norma, y con los requisitos que señala, no importen menoscabo para el trabajador.
Asimismo, el menoscabo moral, es un disminución en la
valoración y respecto de la dignidad de la persona del trabajador, en el contexto del desempeño de las funciones para las cuales fue contratado, que no se expresa necesariamente en un perjuicio económico, ya que el patrimonio del trabajador no se ve alterado económicamente.
Por lo tanto, existe un hecho menoscabante que no produce
detrimento en el patrimonio económico del trabajador, pero que si, en cambio, lo afecta en sus valores morales, ya que el trabajador siente que se le ha humillado en cuanto a su consideración laboral.
Ahora bien, existen dos conjuntos de hechos menoscabantes de
naturales moral, cuya distinción resulta inmediata para el operador jurídico; a saber; someter al trabajador a una mayor subordinación o a una disminución de su jerarquía, dentro de la empresa; o bien someterlo a condiciones ambientales adversas y/o hacerlo vivir un clima laboral hostil.
A partir de aclaración, es posible distinguir entre menoscabo
moral vertical y menoscabo moral horizontal.
1.- Menoscabo Moral Vertical:
Se refiere a cuando el menoscabo moral importa en el trabajador cualquier disminución negativa en la jerarquía dentro de la empresa, el menoscabo que sufre es vertical, pues experimenta, obviamente, como una degradación política en la organización piramidal del poder dentro de la empresa, restándole importancia y dignidad profesional.
Uno de los casos más visibles de esta clase de menoscabo moral,
acaece cuando el trabajador que ostentaba un cargo de jefatura dentro de la organización de la empresa, sin experimentar un cambio en sus remuneraciones, es relegado a una función en la cual ya no ejerce dichos atributos de la manera en que lo venía haciendo.
Otro caso, ocurre cuando un trabajador se le hacen ejecutar
labores absurdas o ridículas. Por ejemplo, en el caso de una secretaria a la cual se le ordena transcribir textos inútiles (guías de teléfonos, diarios, revistas enteras o expedientes judiciales). En tal situación, efectivamente se podría alegar que está realizando labores de secretaría porque, el transcribir textos, que duda cabe que es parte de sus labores. Sin embargo, la ejecución de transcripciones sin ningún sentido productivo o lógico, por cierto que constituye un ataque a la moral de la trabajadora, porque suprime su autoestima y denigra su condición humana.
2.- Menoscabo Moral Horizontal:
Se refiere a cuando el empleador producto de alteraciones a las
condiciones iniciales del contrato, a saber: función, lugar, le genera al trabajador un cuadro de condiciones ambientales adversas o lo hace vivir en un clima laboral hostil.
Por ejemplo, el caso de un trabajador extranjero que le cambian
a una oficina en donde existe un clima laboral xenófobo. O el caso de los homosexuales que son redestinados por su jefe a un ambiente de trabajo en donde les hacen sentir permanente y sutilmente su orientación sexual como algo negativo, desacreditándolos como personas y trabajadores. Lo mismo tratándose de personas que practica credos religiosos o políticos, cuando los cambian de oficina y llegan a un ambiente de trabajo poco tolerante.