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Resumen: En este artículo la autora propone la dimensión afectiva como un elemento central en
la cultura, ya que permite construir una ligadura entre lo psíquico, lo individual y lo social. Asi-
mismo es útil para nombrar lo que en el sentido común se conoce como emociones, pasiones, sen-
timientos y afectos; todos ellos forman parte de conjuntos que deben ser vistos como símbolos que
dan lugar a intercambios regulados por las culturas. Es por ello que la dimensión afectiva debe
ser considerada un punto de partida para el abordaje de los universos emocionales y de la subje-
tividad en el campo de la antropología. ¿Qué lugar ocupan los sentimientos en la vida cotidiana,
íntima y social? ¿Son suficientes las descripciones de las experiencias emocionales para hacer
una antropología de las emociones? ¿Será importante crear nuevas metodologías antropológicas
para el estudio de los universos emocionales? Éstas son algunas de las preguntas que se respon-
den en este artículo.
Palabras clave: cultura, subjetividad, emociones.
Abstract: In this article the author proposes the affective dimension plays a key role in culture
since it allows for a bond between the psychic, individual and social to be built. It is also useful for
naming commonly known terms such as emotions, passions, feelings and affections; altogether
they form groups that must be seen as symbols that lead to culture-regulated exchanges. This is
the reason why the affective dimension must be considered a starting point for approaching emo-
tional universes and subjectivity in the field of anthropology. What place do feelings occupy in
social and intimate everyday life? Are the descriptions of emotional experiences enough to make
an anthropology of emotions? Is it important to create new anthropological methodologies for
studying emotional universes? These are some of the questions that are answered in this article.
Keywords: culture, subjectivity, emotions.
L
Social del Centro de Investigaciones de Estu-
dios Superiores en Antropología Social; profeso- a cultura no puede existir sin la
ra visitante del Departamento de Antropología dimensión afectiva. Tal dimen-
de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iz-
tapalapa. Línea principal de investigación: An-
sión es una forma de nombrar lo
tropología de las emociones y subjetividad. Este que en el sentido común se conoce
artículo es resultado de la investigación sobre como emociones, pasiones, sentimien-
Antropología y afectividad que, con apoyo del tos y afectos; así el amor o el odio, el
Conacyt inicié en el ciesas y actualmente conti-
núo en la uam-i. Quiero agradecer a los dictami-
miedo o el valor, la envidia o el cariño, o
nadores anónimos las observaciones que los estados anímicos como el enamora-
enriquecieron este trabajo. miento, la nostalgia, la melancolía, la
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la que los jóvenes fueron protagonistas William (en abril de 2011) contagia de
importantes— permitió que en el mun romanticismo, mantiene la expecta-
do se reprobaran algunas de las prác ción y, momentáneamente, cohesiona a
ticas y políticas del gobierno en los un amplio sector en el mundo gracias a
ámbitos laborales y educativos. los medios de comunicación que ponen
En los terrenos de lo político, lo ético de manera global una agenda emocio-
y lo moral, las emociones tampoco son nal que toca de manera local a las fa-
ajenas. Lo que a unos les causa alegría milias, realizando imaginariamente su
y lo ven como un triunfo, a otros les pro deseo de ser nobles y de cumplir la uto-
voca dolor y lo perciben como derrota o pía al resolver la desigualdad social.
amenaza; la noticia de la muerte de Con estos casos he querido ejemplifi
Osama Bin Laden —y de su familia— car la existencia de varios tipos de uni-
en Pakistán (en mayo de 2011) fue por- versos simbólicos emocionales que se
tadora de felicidad para el pueblo comunican, intercambian, circulan y
estadounidense, pero el mismo evento que tienen inscritos valores que pue-
que enorgullece al presidente de Esta- den ser compartidos socialmente. Las
dos Unidos, Barack Obama, quien reci- emociones que hemos visto están por
be el apoyo de múltiples mandatarios y todas partes, son representaciones so-
sus respectivos países, es causa de des- ciales, son expresiones públicas que se
dicha, rencor y coraje para una parte difunden como datos por los medios
del mundo musulmán y para el grupo masivos de comunicación que las usan
Al Qaeda, que amenazó mediante co- y muchas veces abusan de ellas. Las
municados que la sangre preciosa de emociones se contagian, se trasmiten,
su líder no será derramada en vano, y se repelen; todos podemos describirlas,
anunció que la felicidad de los Estados reflexionar respecto de ellas e incluso
Unidos terminará en tristeza. Por su elaborar análisis que están impregna-
parte al ser entrevistado sobre el suce- dos de una ética y moral particular, de
so, el Dalai Lama se dijo entristecido nuestros propios universos emociona-
por la muerte de Osama Bin Laden. les y nuestra subjetividad. Esto se pue-
También por medio de la televisión de hacer porque gracias a los medios
se difunden rituales de amor; millones poseen el carácter de no ser privadas y
de personas en el mundo compartieron nos pertenecen a todos, son parte de
la posibilidad del cumplimiento de una los imaginarios sociales y de las es-
ilusión, de un sueño común: un deseo tructuras de poder. Todas forman par-
de muchas niñas y mujeres que forma te del orden social que compartimos o
parte del imaginario amoroso occiden- de otros órdenes culturales que pode-
tal. Los medios masivos de comunica- mos entender.
ción permitieron que ellas presenciaran Esta forma de tratar e interpretar
cómo un príncipe azul busca el amor lo emocional no es exclusiva de nues-
en una mujer común mediante un lazo tra época; se encuentra en un estilo de
de alianza, es decir de parentesco. La reflexión, elaborado a lo largo de la his-
boda real de Catherine con el príncipe toria por diversos pensadores, que ha
tenido como finalidad expresar, seña- desde la filosofía, Singer señala que el
lar o bien formular, entre otras cosas, amor no es un mero sentimiento, es un
las reglas de comportamiento, que los aspecto de la imaginación, una reali-
sujetos y los grupos en sus respectivas dad, una verdad verificable y una aspi-
sociedades deben seguir (Platón, 1973; ración significativa (1992b: 32 y 536),
Tomás de Aquino, 2004; Hobbes, 1987). es una actitud o un estado mental que
Por ejemplo para Aristóteles (1992), todo lo permea (1992c: 12). Él propo
disposiciones como la benignidad son ne que amor es sobre todo una manera
correctas o moralmente apropiadas de evaluar e incluye dos conceptos
para alcanzar la virtud. El respeto por para hacerlo: la apreciación y el otorga-
la ley, para Kant (1980), es otro ejem- miento. La reciprocidad del amor tiene
plo. También lo que sentimos y cómo lo lugar cuando cada uno de los partici-
hacemos ha servido como argumento pantes recibe y le otorga a otro un va-
en trabajos tan importantes como la lor (1992a: 21). El amor es un continuo
Fenomenología de la percepción de dar y recibir (1992c: 459).
Merleau-Ponty cuyo concepto central Entonces, sí la reflexión sobre lo
es el de cuerpo-sujeto; para él percibir emocional ha estado presente desde la
y sentir están íntimamente ligados; filosofía clásica hasta la actualidad, y
sentir es comunicación vital, pero una se ha enfocado en el nivel público, rela-
emoción nunca tendrá el mismo sen cional y fenoménico de estas experien-
tido para dos sujetos, por ejemplo, per- cias, la pregunta que podemos hacer
cibimos el odio y la ira del otro por su es:¿será suficiente esta reflexión para
comportamiento pero sus emociones, entender su importancia desde discipli-
para nosotros, nunca tendrán el mis- nas sociales como la antropología o la
mo significado (1985: 73 y 367).2 Aun- sociología? y, más aún, ¿por qué resulta
que rebasa con mucho los límites del particularmente complejo abordar lo
presente texto, no podemos dejar de afectivo si queremos verlo desde el nivel
señalar que el amor ha sido una de las subjetivo? Parto del supuesto de que la
emociones más analizadas a lo largo sola descripción de las emociones y de
de la historia. Durante la segunda mi- las experiencias no basta para enten-
tad del siglo pasado, un teórico social der la subjetividad de la que están im-
tan importante como Luhman conside- pregnadas. Resulta indispensable ver
ró que el amor no es en sí mismo un al sujeto para entender con mayor pro-
sentimiento, lo vislumbra como un me- fundidad lo social (Calderón, 2012).
dio de comunicación que permite com-
prender las relaciones entre los medios LO FENOMÉNICO EN LOS ANÁLISIS
de comunicación y las estructuras de ANTROPOLÓGICOS SOBRE LAS
la sociedad (1985: 22). Por otra parte, EMOCIONES
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Para una intensa reflexión autoetnográfi-
El universo de la afectividad desborda
ca sobre la dificultad de sentir o caminar con los los intentos de su análisis. Hasta aho-
zapatos del otro puede verse en Rosaldo (1991). ra las referencias que tenemos de la
por este antiguo tópico y por legitimar ser resuelta por medio de la venganza
un campo de estudio sobre las emocio- que es positiva.
nes. Michelle Rosaldo (1980 y 1984) es Sin duda, aportes relevantes que
una de las pioneras y promotoras más permiten ver el manejo de lo afectivo
importantes del análisis etnológico de en diferentes culturas se los debemos a
lo emocional; propone trabajar desde lo que se ha dado en llamar antropolo-
las emociones que implican componen- gía de las emociones. Dignos de men-
tes culturales conscientemente cons- cionar son los que provienen del
truidos, es decir públicos, por ejemplo, pensamiento feminista y de la teoría
cazar cabezas humanas para los ilon- de género; estos trabajos fueron los
gots les proporciona una especie de primeros en identificar la importancia
distinción que resulta difícil de enten- de lo afectivo en los estudios sociales y
der para los occidentales, pues no tiene la asociación, muchas veces estigmati-
nada que ver con el gusto por la violen- zada, de las mujeres con las emociones,
cia, sino que está relacionado con una entre ellos los de M. Rosaldo (1980 y,
emoción llamada liget, una especie de 1984), Abu-Lughod (1986 y 1990), Lutz
ira que surge de la envidia que provoca y Abu-Lughod (1990), Héritier (1996 y
el éxito ajeno. Experimentar liget es 2002), Mageo (1996a; 1996b; 1996c).
valorado como algo positivo, dado que También actualmente se observa una
está asociado a los rituales de cacería y preocupación por dar cuenta etnográ
de pubertad. fica, etnológica e incluso etnohistórica
Esta conclusión no parece muy di- de lo emocional, los trabajos de Middle-
ferente de la que nos devela la lectura ton (1989), Desjarlais (1992), Bourdieu
del texto de Evans-Pritchard, el traba- (2002), Green (1994); Whitehouse
jo sobre la brujería es un ejemplo que (1996); Davies y Spencer (2010), Na-
he ubicado de cómo las emociones han vokov (1997), Rutherford (1998) son
sido tratadas como implícitas en la teo- algunos ejemplos. Cabe hacer notar que
ría antropológica clásica (Calderón, los análisis anteriores, entre muchos
2012). Para el autor los actos de bru otros, se proponen dar cuenta de la expe
jería son resultado de la envidia, del riencia y el funcionamiento emocional.
odio, los celos o la avaricia que alguien Considero que tanto los antropólo-
siente por la víctima embrujada. gos clásicos como los contemporáneos
Evans-Pritchard nos muestra a lo lar- comparten una carencia que les impi-
go de su obra cómo el control de la envi- de explicar los procesos constitutivos
dia constituye un organizador de la de lo emocional en la escala del sujeto.
vida social e impide el conflicto, man- Desde mi punto de vista, dar cuenta de
tiene la armonía de tal forma que los este proceso constitutivo no sólo per-
azande piensan en el odio, la envidia y mite entender la gran diversidad feno-
la avaricia en términos de brujería, ménica (social, pública), sino que abre
como algo que está en el inconsciente, la posibilidad de preguntarnos si los
que no se desata de forma intencional métodos que utilizamos son adecuados
por los sujetos, pero es negativa y debe para registrar lo emocional en otro nivel:
todas las épocas, exista una reglamen- valor entre lo positivo y lo negativo. Es
tación de dichos universos. Existen si- ese proceso de clasificación lo que pue-
militudes cuando vislumbramos las de ser diferente en las culturas.
características del parentesco con las de
la dimensión afectiva. Me parece que su REFLEXIONES METODOLÓGICAS EN
condición estructural universal se co- EL ESTUDIO DE LA DIMENSIÓN
rrobora porque hasta ahora no hay re- AFECTIVA
gistros etnográficos de sociedades
humanas sin parentesco o universos Como resultado de mi experiencia
simbólicos emocionales. Tanto el pa- en investigación y trabajo de campo
rentesco como lo emocional implican antropológico surgió la necesidad de
regulaciones sociales; es decir, la pre- indagar respecto del lugar que ocupan
sencia de lo normativo. En ambos ca- los universos emocionales en las repre-
sos lo universal es la regulación, lo sentaciones sociales, los imaginarios,
particular son los diversos conjuntos las ideologías, las prácticas sociales,
de reglas culturales. Tanto parentesco los procesos rituales, los sistemas míti-
como dimensión afectiva implican in- cos, en el sentido de la vida de los suje-
tercambios simbólicos. Ambos están tos, de las familias de los grupos y de
cercanos al dominio de la naturaleza las sociedades, en síntesis, en la cultu-
por lo que algunos los confunden con lo ra. Cuando registré etnográficamente
biológico o fisiológico (Calderón, 2012). procesos de migración forzada en
La dimensión afectiva debe ser en- Chiapas, Guerrero, Hidalgo y Queréta-
tendida como la depositaria de los uni- ro pude observar tanto sentimientos
versos emocionales simbolizables que de euforia como estados anímicos de
en el sentido común se conocen como melancolía que eran las consecuencias
emociones, pasiones, sentimientos, del propio desplazamiento y la conse-
afectos, etc. Todos ellos son consti cuente pérdida de bienes materiales y
tuidos por repeticiones de vivencias simbólicos experimentada por los suje-
significativas que son descritas, inter- tos, sus familias y las colectividades
pretadas, expresadas, compartidas, que han vivido tales eventos. En la Sie-
contagiadas, nombradas, comunicadas rra Norte de Puebla, al analizar la po-
e intercambiadas con los otros sujetos. breza extrema, he podido percatarme
Las vivencias se tornan significativas de que tal situación se acompaña de
y culturales. Las vivencias significati- ciertos estados de tristeza y desespe-
vas se expresan y comunican en diver- ranza que devinieron en alcoholismo y
sos campos semánticos donde se busca, violencia. En las contiendas políticas
analiza y define el sentido del lenguaje por la Presidencia de la República, en
y de las acciones dependiendo de su varios estados del país, registré me-
contexto. Así la dimensión afectiva diante encuestas los sentimientos de
incluye una multitud de campos se- confianza y respeto, o de rencor y cora-
mánticos y estados que elaboramos, je, que suscitan en los sujetos las can-
clasificamos y a los que les damos un didaturas. En todas estas experiencias
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