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a espiral de la exclusi?

n
1.- VISIBILIZAR A LOS INVISIBLES.

Las líneas que adjunto se remiten pretenden invitar a una reflexión


respecto a determinadas “bolsas de exclusión” social que, en la actual coyuntura
económica y social, deben merecer una reflexión por parte de todos los actores
implicados en el proceso inverso de “inclusión”. Las Administraciones Públicas y los
responsables políticos, entidades sensibilizadas con el tema, entidades gestoras de
servicios, profesionales que trabajan en estos ámbitos, voluntariado y ciudadanía en
general.

Las personas que hemos participado en la redacción inicial de estas


líneas somos trabajadoras/es de la Fundación para la Atención Integral del Menor
(FAIM) entidad que lleva 8 años gestionando servicios de menores en Aragón, como
Centros de Orientación y Acogida, el Centro de Medida Judicial (también conocido
como Centro de Reforma), un Centro de Sociabilización e Itinerarios de Inserción
Laboral y de Emancipación.

Este tipo de labor desarrollada se mueve con personas que ya están


dentro(aunque en ocasiones sea en los primeros albores) de la “exclusión social”. Con
dos peculiaridades sobre las que invitamos a reflexionar:

a).- Son personas que están en este estadio de “fragilidad” porque su


entorno familiar está desestructurado, porque no han recibido el apoyo, empuje o
camino adecuado. Es decir, son “herederos de una situación de exclusión”.
Desarrollan en esa marginalidad su escaso recorrido vital. Provienen de situaciones
duras, sin red sólida que les haya permitido intentar otro itinerario. Por ello entrar en
este tipo de instituciones o entidades es una oportunidad para realizar un alto en el
camino, reflexionar y plantearles posibles caminos diferentes al que ya conocían.

b).- Son personas jóvenes. Si conseguimos( primera persona del plural,


porque el esfuerzo es de muchos, pero también de ellas/os) que se queden en unas
estructuras “normalizadas” con calidad de vida, además de un logro social se consigue
sacar a una persona de un circuito de exclusión e indigencia que, de lo contrario,
puede ser la senda por la que recorra la mayor parte del camino de su vida. Esto
supone que una inversión acertada en este estadio es optimizada, porque evita
muchos estadios de necesidad en el futuro.

En este pequeño segmento con el que desarrollamos nuestra labor se


han dado en los últimos años saltos cualitativos muy importantes, como:

*Un nuevo Centro de Menores para el cumplimiento de las Medidas


Judiciales

*Mejor dotación de personal a determinados servicios de menores

*Diversificación de programas en el proyecto socioeducativo de los


Centros

*Creación de programas que complementen el itinerario por los Centros


de Menores, especialmente al cumplir la mayoría de edad, como Inserción Laboral y
Pisos de Emancipación. Parece claro que la “inserción” de una persona adquiere carta
de naturaleza cuando esta persona dispone de trabajo y vivienda, dos pilares básicos
del denominado “Estado de Bienestar”.

Queremos compartir con Vds. la preocupación porque la actual


coyuntura económica suponga unas menores posibilidades para estas personas.
Citando palabras de una Insertora Laboral nos podemos dar cuenta de sus dificultades
“Sólo 4 ó 5 años después de que se recupere la senda de creación de empleo, los
menores con los que trabajamos volverán a tener posibilidades de encontrar trabajo
con cierta estabilidad”.

Por ello queremos invitar a que, dentro de las prioridades que marquen
cada Administración Pública, se valore la importancia de las necesidades de esta
bolsa de “necesitadas/os”.

Por ser conocedores del día a día del Centro de Medida Judicial, y sus
programas coadyuvantes(empleo y emancipación) ofrecemos unos puntos de
información y reflexión.

2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA

El Centro de Educación e Internamiento por Medida Judicial es una Centro


destinado a la atención, en el más amplio sentido de la palabra, de los menores de
edad, y mayores de 14 años, que han cometido un delito y desde el correspondiente
Juzgado de Menores ha sido ordenado su internamiento. La base jurídica de estas
actuaciones se encuentra en la L.O. 5/2000 de Responsabilidad Penal del Menor. EL
funcionamiento de estos Centros se rige por el Reglamento que desarrolla la Ley
Orgánica, que es el 1774/2004.

Aragón, por sus peculiares características demográficas y de


distribución poblacional tiene un Centro para todo su territorio. En él cumplen la
medida judicial los menores remitidos por los Juzgados de Menores de Zaragoza,
Huesca y Teruel.

Los Centros de Reforma del conjunto del Estado se encuentran en la diana de


la polémica ante las continuas denuncias por prácticas contrarias a los derechos de los
menores, pésima gestión educativa de los recursos con falta de coherencia con los
preceptos filosóficos que encuadran la Ley Penal del menor 5/2000 y el
enriquecimiento de las entidades y empresas que los atienden, olvidando la mejora de
las condiciones profesionales y laborales del personal educativo.

Se han vertido preocupantes denuncias y abusos más recientemente de los


organismos oficiales (Informe del Defensor del Menor y ,hace menos de dos años,
desde la Memoria de la fiscalía General del estado en el año 2008), en los que se
pone de manifiesto no sólo la limitación de recursos en España sino su deficiente
adecuación para menores de edad con trastornos conductuales, toxicomanías y
problemas de otra índole asociados estrechamente con la comisión de delitos, que
hacen que su tratamiento sea particularmente complejo y en la mayoría de los casos
poco efectivo

El Centro Educativo y de Internamiento por Medida Judicial de Juslibol


desafortunadamente tampoco estuvo al margen hace pocos años de episodios
preocupantemente violentos, conculcación de los derechos de los menores y de los
derechos de los trabajadores por parte de las empresas gestoras y escasez de
medios para crear un clima de trabajo favorecedor para garantizar una intervención
que posibilitase condiciones óptimas para la resociabilización de los menores que eran
internados por la comisión de delitos.

En abril del año 2000 tiene que hacerse cargo de la gestión del Centro de
Reforma de manera extraordinaria y urgente la Fundación Diagrama después que la
anterior adjudicataria, una cooperativa de educadores, entrase en litigio con la
Administración y se cancelase su contrato.

El planteamiento a la hora de establecer un modelo de intervención educativa


fracasó ya que se fundamentaba en la creencia de que endureciendo el régimen se
consigue acabar con la resistencia del menor en conflicto, se logra rebajarlo para
entonces comenzar de nuevo. Si un castigo no surtía efecto se pasaba al siguiente
castigo, y así hasta que el menor era reducido y vencido por la pura imposición del
castigo y la contención. Se establecía de ese modo una lucha de poder, que
precisamente, es el lenguaje que mejor entienden los adolescentes con trastornos de
conducta. El modelo conductista radical que propugnaban resultó ser ineficaz en la
intervención socioeducativa.

Finalmente en 2001 el cierre de tres centros que gestionaba la fundación


después de que la Fiscalía de Menores de Madrid encontrase a un menor amarrado a
una cama, junto a una falta de sintonía de los responsables de la empresa con la
Dirección del centro motivó el cese de su servicio y la aparición en escena en Julio de
2001 de la empresa Arquitempo Servicios S.L en la gestión organizativa del Centro.

El Proyecto Educativo era una copia íntegra del modelo de la Fundación


Diagrama y su experiencia en un campo tan especializado y sensible como el nuestro
era nula. De su servicio en el recurso todo fue negativo. En relación a la calidad del
Proyecto Educativo: no había inversión económica en la implantación de programas
educativos y de formación de los menores internos, falta de comunicación con otros
servicios de la Administración relacionados con menores en riesgo de exclusión, no
había un plan de formación y mejora para los trabajadores, existía una inestabilidad en
los equipos que afectaba gravemente a la intervención directa con los menores de
manera que se produjeron por parte de los internos altos porcentajes de reincidencia,
fugas constantes, motines y continuas agresiones al personal de seguridad y
educativo del centro, quema de habitaciones y de instalaciones con intervenciones de
la policía y del cuerpo de bomberos en varias ocasiones…

Si señalamos las condiciones laborales de los trabajadores añadimos


más elementos negativos a destacar: inestabilidad laboral, excesivo número de
menores en relación al ratio con educadores, diferencias importantes salariales
entre trabajadores con la misma función y categoría, contrataciones en
condiciones irregulares o abusivas, no se cubrían bajas ni vacaciones,
impagos, despidos improcedentes, coacciones…
Estas situaciones conllevan a que en septiembre de 2003 los
trabajadores convoquen una huelga. Tras arduas negociaciones con la
empresa y tras la intervención y mediación del Gerente del IASS se llegaron a
una serie de acuerdos que Arquitempo Servicios S.L vuelve a incumplir en
Diciembre de 2003. El IASS en vista a estos acontecimientos decide rescindir
el contrato con Arquitempo S.L .
Resultado final: fracaso del modelo educativo y de la gestión de la
empresa y constatación de la insuficiencia del marco de condiciones técnicas y
económicas a la hora de regir la gestión de un Centro de estas características
de vital importancia para la sociedad.

A partir de la intervención de la Administración en el año 2004 ajustando la


contratación de las empresas gestoras a los requisitos de un pliego de condiciones
más acorde con las necesidades de la población atendida, el servicio mejoró y se fue
consolidando como ejemplo para todo el Estado. También se modificó la ubicación de
Centro trasladándolo a su actual ubicación en Juslibol en el 2006.

Es algo sobradamente conocido que el anterior Centro, ubicado en Valdefierro,


no reunía las adecuadas condiciones estructurales. Tanto los espacios privados como
los comunes adolecían de muchas características consideradas como “mínimos
estructurales” que dificultaban que el esfuerzo y dedicación de los profesionales del
servicio llegase a los perceptores del servicio con los niveles de calidad que se
intentaba.

Un ingente esfuerzo del erario permitió que el Centro, estructuralmente,


sea magnífico. Unas instalaciones que, con las peculiaridades de este tipo de Centros,
especialmente en temas de seguridad, permita desarrollar un trabajo personalizado y
de calidad.

Por citar algunos ejemplos concretos:


àCada interno/a tiene su habitación, con el baño integrado, dotándole de un
confort y de una privacidad que facilitan mucho el trabajo.

àHay espacios comunes específicos para deporte, formación, talleres,


biblioteca…. facilitando así la diversificación de actuaciones y la posibilidad de trabajar
los distintos ámbitos que, para cada menor, facilitan más y mejor su proceso de
resociabilización.

àEl equipo de salud mental dispone de despacho y habitaciones propias, en la


zona sanitaria del Centro. Es un salto cualitativo muy importante, al poder prestar una
privacidad y un sosiego al joven cuando se le atiende que antes no existía.

àEl personal de seguridad dispone de comunicaciones muy modernas que


facilitan el trabajo y la atención a los menores.

àEl equipo técnico y de administración dispone de espacios y medios


confortables y adecuados.

El día 1 de abril de 2004 la FAIM se hace cargo de la gestión educativa del


Centro de reforma San Jorge.

La Fundación introdujo una serie de mejoras en lo laboral que favorecieron la


estabilidad de los equipos mejorando incluso el ratio marcada por la Administración.
También se firmó un Convenio gracias al cual se pudo mantener una plantilla muy
estable, hasta entonces excesivamente variable, que posibilitó el desarrollo de un
Proyecto educativo diferente y la creación de un ambiente laboral positivo, con una
directa influencia en la calidad asistencial a los menores.

Se instauraron nuevos programas que favorecieron un nuevo enfoque,


aportando programas como:

àItinerarios de inserción laboral. Algo fundamental e importantísimo a la hora


de plantearnos que personas que han vivido muchos años en situaciones de
“exclusión social”

àTalleres de expresión artística, que se consideran claves para trabajar con


estos chavales. Hablamos de jóvenes que suelen presentar niveles académicos muy
bajos y que pueden encontrar en este tipo de formación no reglada, que a su vez
presenta un marco y una dinámica mucho más abiertos, unos cauces de expresión
muy adecuados para su desarrollo personal.

à Grupos pequeños, al estar configurado el Centro en secciones que


albergan números “no elevados” de jóvenes y unas buenas ratios de educadores/as
para cada menor, lo que permite aportar unos buenos parámetros de calidad en la
atención prestada.

Pero lo esencial fueron los cambios procedimentales que han ido facilitando
que el recorrido del menor por el Centro tenga más posibilidades de darle un vuelco a
su vida:

En el Centro de Medida Judicial se intenta trabajar desde la creación del


vínculo con los menores, al objeto de intentar cubrir las necesidades del joven, que
van desde hábitos básicos de calidad de vida( higiene, horarios, organización) a
relaciones interpersonales( exclusión de la violencia, respeto a los demás..) a un
ambiente tan “intangible” como importante, que es el afectivo. Que se sientan
importantes, escuchados, acogidos, respetados.... por otras personas. Muchas veces
vienen de ambientes donde la “cosificación” de las relaciones interpersonales llega a
altas cotas. Y aquí se intenta personalizar. Tratarle como alguien importante (que lo
es), cuyos sentimientos, carencias, sueños, ilusiones.... nos interesan. Y queremos
recorrer el camino hasta hacerlos, en la medida de lo posible, realidad. Desde esta
óptica si que será posible “integrar” al menor y romper el círculo vicioso de la
exclusión. Aminorar el número de los excluidos. Dignificar su condición de persona con
unos derechos.

Este modelo de trabajo ha dado resultados que nos sitúan como referencia
para los Centros de Menores del país, pero el trabajo no está terminado y su
continuación necesita recursos económicos y sobre todo, humanos.

3. ANÁLISIS DEL SERVICIO


3.1. CARACTERÍSTICAS DEL SERVICIO

A. LAS CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES DEL CENTRO Y SUS


CONNOTACIONES

El “Centro de Educación e Internamiento por Medida Judicial”


(CEIMJ) Juslibol es un edificio inaugurado en septiembre de 2006 y cuya titularidad
corresponde al Gobierno de Aragón, a través del Instituto Aragonés de Servicios
Sociales.

Es el único Centro de la Comunidad Autónoma de Aragón para la


ejecución de las medidas judiciales de internamiento en régimen cerrado,
terapéutico, semiabierto y abierto de acuerdo a la Ley Orgánica 5/2000 de
responsabilidad penal de los menores de entre 14 y 18 años, pudiendo prolongar su
estancia hasta los 23 años en función de las circunstancias. También se cumplen en el
Centro internamientos por medidas judiciales de permanencia de fines de semana.

La adecuada distribución de las nuevas instalaciones y el poder contar con


buenas ratios de profesionales para cada menor permiten, además de una mayor
personalización y humanización del trato, aportar unos buenos parámetros de
calidad en la atención prestada.

Por citar algunos ejemplos concretos, ya descrito en el punto anterior, pero que
reiteramos por su importancia y calidad estructural:

àCada interno/a tiene su habitación individual, con el baño integrado,


dotándole de mayor confort y privacidad.

àComo se señalaba con anterioridad, hay espacios comunes específicos para


deporte, formación, talleres, biblioteca…. facilitando así la diversificación de
actuaciones y la posibilidad de trabajar los distintos ámbitos.

àEl equipo de salud mental dispone de despacho y habitaciones propias, en la


zona sanitaria del Centro. Es un salto cualitativo muy importante, al poder prestar una
privacidad y un sosiego al joven cuando se le atiende que antes no existía.
àEl equipo técnico y de administración dispone de espacios y medios
confortables y adecuados.

àEl personal de seguridad dispone de comunicaciones modernas que facilitan


el trabajo y la atención a los menores.

àEn 2006, al pasar de 3 módulos a 5, se habilitaron 2 para atender por


primera vez en el Centro a personas con medida judicial de régimen “terapéutico”.

Sin embargo, actualmente sólo existe un módulo de estas


características de 6 plazas, pese a que aumentan las medidas judiciales de régimen
terapéutico. Y, por tanto, actualmente los menores y jóvenes están distribuidos en 4
módulos.

B. LOS PROFESIONALES

Las diferentes intervenciones y atenciones educativas que se realizan


en el Centro van dirigidas a garantizar de forma prioritaria el interés del menor y su
desarrollo integral.

Para ello es importante contar con los recursos materiales apropiados, pero
más importante es disponer de los recursos personales necesarios, es decir, un
equipo de profesionales cualificado y comprometido con un Proyecto Educativo y que
pueda realizar un trabajo multidisciplinar.

Asimismo, para lograr un trabajo multidisciplinar, así como una cohesión entre
los diferentes equipos es importante tener espacios y momentos en los que compartir
una línea común de intervención.

El CEIMJ cuenta con una plantilla de profesionales en la que un número


elevado de personas tiene varios años de experiencia, por encima de muchos Centros
de éstas características que cuentan con una mayor movilidad en sus trabajadores.
Ésta estabilidad es importante para haber evolucionado positivamente en el actual
Proyecto Educativo del Centro y para seguir haciéndolo en el futuro.

El Equipo del Centro está compuesto por:


- Dirección: Director, Subdirectora del Centro(Ambos empleados
públicos del IASS) y coordinación técnica(responsable de la entidad gestora).

- Equipo Educativo: formado actualmente por 73 Educadores y 4


Coordinadores educativos.

- El Equipo Técnico se ocupa de las diferentes áreas de actuación:

→ Área socio familiar: trabajador Social

→ Área de salud: diplomado Universitario en


Enfermería, 2 psicólogas, psiquiatra.

→ Área deportiva: monitor deportivo

→ Dos maestros de taller.

- Personal de Servicios Residenciales: profesionales que se ocupan


de aspectos esenciales como la distribución de los alimentos a las diferentes
secciones, lavandería, limpieza, y mantenimiento integral del Centro.

- Área Administrativa: desarrollan actuaciones encaminadas a la


organización de expedientes administrativos y del funcionamiento general del Centro.

- Personal Externo al Centro: no forman parte de la plantilla del Centro pero


intervienen de forma regular, como los profesores de música o monitores de diversos
talleres (taller creativo, teatro,…)

- El Personal de Seguridad: deben contribuir al objetivo común de


conseguir un ambiente pacífico, seguro y respetuoso para con los demás, debiendo
ser sensible y regirse siempre por un principio de mínima intervención y de
actuaciones preventivas, de acuerdo con el Plan de Seguridad del Centro.

C. LOS MENORES Y JÓVENES CON LOS QUE TRABAJAMOS


Los Juzgados de Menores de Zaragoza, Huesca y Teruel pueden
decretar el ingreso en nuestro Centro a menores de edad que hayan cometido algún
delito entre los 14 y los 17 años, pudiendo permanecer en él según sus circunstancias
hasta los 23.

Pese a los prejuicios o la desinformación que existe en algunos


sectores, el perfil de los internos es muy heterogéneo.

Sí que entre los menores y jóvenes encontramos puntos comunes que nos
lleva a personalizar las intervenciones. Por ejemplo, siendo esencial el entorno social,
en muchas ocasiones han vivido en ambientes donde la “cosificación” de las
relaciones interpersonales llega a altas cotas; por tanto, dignificar su condición de
persona con unos derechos, sentimientos, dificultades… Desde esta óptica se está
más cerca de contribuir a “integrar” al menor y romper el círculo vicioso de la
exclusión.

Un motivo más para resaltar la importancia de que la atención educativa sea


de calidad, y no se quede en asistencialismo o en la mera resolución de
conflictos. Y para que la educación sea de calidad es imprescindible disponer de los
recursos humanos necesarios.

D. PRINCIPIOS BÁSICOS QUE CARACTERIZAN NUESTRO SERVICIO Y LA


ATENCIÓN EDUCATIVA
EL funcionamiento de los Centros de Reforma se rige por el
Reglamento que desarrolla la Ley Orgánica, 1774/2004.

Como se señalaba con anterioridad, las características físicas-materiales tienen


importancia, pero la calidad en el servicio se consigue a través de aspectos educativos
y técnicos, como por ejemplo contar con los recursos personales necesarios.

El objetivo no se limita a la custodia de todos los menores y jóvenes


internados con medidas judiciales, para la cual es suficiente con contar con los
espacios, sino que a través de la implicación de los profesionales es fundamental
tratar de alcanzar la integración y la reinserción social de los menores, mediante la
aplicación de programas educativos individualizados.

Los derechos y deberes de los menores internados son la base de la


intervención en el Centro. No entendemos el internamiento en nuestro Centro desde
una perspectiva represiva, sino orientada hacia la efectiva reinserción del menor
valorada con criterios socioeducativos y hacia la futura prevención en la reiteración de
conductas antisociales.

Uno de los objetivos fundamentales es disponer de un ambiente que provea de


las condiciones socioeducativas adecuadas para que el menor pueda con ayuda de
los profesionales del Centro abordar aquellas dificultades que han dado lugar al
comportamiento problemático que ha dado lugar a la infracción penal, asegurar la
estancia del infractor en un régimen físicamente restrictivo de su libertad (en mayor o
menor medida en función de la modalidad de internamiento determinada por la medida
judicial) y proporcionar un clima de seguridad personal para todos los implicados
(profesionales y menores), en un marco que facilite unas condiciones de estancia que
sean las correctas para un normal desarrollo evolutivo de los menores.

Para todo ello, es indispensable disponer de los recursos humanos


necesarios, así como para poder hacer efectivos los principios básicos de
intervención:

- Individualización

- Favorecer la resocialización y la integración.

- Proporcionar los instrumentos y recursos necesarios para alcanzar un


nivel adecuado de competencia social.

- Facilitar y motivar al menor en el descubrimiento de valores,


capacidades e intereses que faciliten su desarrollo como persona.

- Normalización y no estigmatización. - -

- Desarrollar y mejorar hábitos y en salud física y psíquica.

- Hacer al menor partícipe de su propio proceso educativo, potenciando


la responsabilidad de sus acciones.

- Globalización, compensación y flexibilidad de las intervenciones.

Las actuaciones de todos los profesionales están dirigidas a su


educación y desarrollo integral como persona, atendiendo a las principales áreas:

- Área personal

→ Educar en el respeto a los derechos y libertades


fundamentales, tanto individuales como colectivos,
potenciando el ejercicio responsable de su libertad.

→ Facilitar y motivar al menor en el descubrimiento de


valores, capacidades e intereses que faciliten su
desarrollo como persona.

→ Dotar al menor de los instrumentos y recursos


necesarios para alcanzar un nivel adecuado de
competencia social.

→ Desarrollar y mejorar hábitos y en salud física y


psíquica. Hacer al menor partícipe de su propio
proceso educativo, potenciando la responsabilidad de
sus acciones.
- Área familiar:

→ Potenciar la integración del menor dentro de su núcleo


familiar.

→ Hacer partícipe a la familia del proceso educativo del


menor.

- Área relacional

→ Conseguir el máximo grado de normalización e


integración en la vida cotidiana.

→ Potenciar la integración del menor en los recursos


propios de su entorno social.

→ Estimular la participación del menor como miembro


activo de su comunidad.

- Área formativa

→ Conseguir la adquisición de los aprendizajes


básicos y/o mejorar su nivel académico.

→ Iniciar o mantener el aprendizaje de conocimientos


técnicos o habilidades que le ayuden en su
incorporación al mundo del trabajo.
3.2. ANÁLISIS CUALITATIVO DEL SERVICIO

“En nuestra comunidad Autónoma los servicios para menores en conflicto con
la ley han alcanzado un alto grado de desarrollo, que permite aplicar en toda su
extensión la Ley Orgánica 5/2000 de responsabilidad penal de los menores” estas son
las palabras plasmadas por la consejera actual de Servicios Sociales y Familia Doña
Ana María Fernández Abadía en el libro publicado por la Diputación General de
Aragón en el año 2009 bajo el título de “La intervención con los menores de edad en
conflicto con la Ley Penal”. En este documento, en la actualidad presente en la web
del IASS(link: iass.aragon.es/adjuntos/menores/ConflictoLeyPenal.pdf), se desarrolla
toda la estructura de intervención en materia de menores en conflicto social,
dedicándose un total de ochenta y tres páginas al trabajo desarrollado por el Centro
de educación e Internamiento por Medida Judicial (CEIMJ) en los últimos cinco años,
la sabiduría popular suele decir en estos casos que “cuando el agua es bendita será
por algo”, sin embargo el trabajo del centro de Reforma no se encuentra en la línea de
lo celestial, ni de lo místico y más allá del éter divino se encuentra una sólida
estructura profesional que va consolidando un método de intervención innovador y con
esperanzadores resultados en la educación e inserción social de menores disruptivos.
No es el propio centro quien publicita su labor desde hace varios años, sino que son
otras instituciones las que se van encargando, día a día, en dar a conocer y difundir
diversos proyectos, educativos y terapéuticos, que el CEIMJ ha llevado a cabo, o está
llevando: la Universidad de Zaragoza en las facultades de Ciencias Sociales y
Derecho, la UNED, el Observatorio internacional de justicia juvenil, centros de
internamiento de menores de otras comunidades, la propia Diputación General de
Aragón, e incluso gobiernos de otras comunidades autónomas, amén de la prensa
ordinaria… Y es paradójico que hablemos del buen hacer de un centro donde la
máxima social (en esta materia y para este tipo de centros) es ser invisible. Y
entendemos que así debe de ser, o cuando menos comprendemos que
tradicionalmente la sociedad lo ha querido así, sobre todo a tenor de que este tipo de
centros ha tenido un recorrido mediático que entra más en el campo del escándalo y
del horror que en el de la excelencia en el trabajo. Pero sin embargo, nosotros
estamos abiertos a dar a conocer, una vez más, nuestra forma de trabajo y a entrar en
contacto con todos aquellos campos profesionales y científicos que puedan aportarnos
elementos positivos en nuestro quehacer diario, así como transmitir nuestro recorrido
metodológico y proyectos futuros que vamos planificando.

Con todo ello queremos constatar que nosotros somos un servicio público a
disposición de la sociedad general, que pone en nuestras manos una parte de la
población futura que ya en ese momento está generando un conflicto social, que a
veces traspasa la barrera de la alarma social, y que para ello invierte una importante
cantidad de gasto de la cual espera recibir resultados. Esa es la línea que nosotros
asumimos y es el camino que vamos gestando y que el propio gobierno de Aragón ha
reconocido. Más allá de la eficacia de nuestro trabajo se encuentra la eficiencia, es
decir, a veces con unos presupuestos muy justos hemos alcanzado unos resultados
que nos sitúan a la cabeza en intervención con el resto de centros de internamiento de
España (García Valiño).

Haciendo un rápido análisis de los elementos que dan calidad al trabajo del
CEIMJ encontramos:

-Sólo a través de la calidad de un equipo de profesionales formados, con


experiencia en el campo y en la Institución, con reconocimiento y con involucración en
un proyecto educativo y con miras a investigar e innovar, es posible llegar a alcanzar
una sólida estructura de intervención exitosa y eficiente.

-Equipo educativo, que siguiendo la máxima enunciada anteriormente, sea


cada vez más amplio, no sólo por la tendencia a generar nuevos proyectos (que
lógicamente exigen más tiempo y personal), sino a incidir en la individualización de la
intervención, y sobre todo a tenor de que las nuevas medidas de internamiento
terapéutico exigen en determinados tiempos dedicación exclusiva a menores con
graves problemas de conducta que en muchos casos trascienden lo educativo y se
introducen directamente en el terreno de lo terapéutico.

- Amplio equipo técnico que diversifique las áreas de intervención, lo que


exige un consolidado equipo de salud mental, de trabajo social y familias, e inserción
educativa y laboral. Pretender que estas áreas sean llevadas únicamente por un solo
profesional de cada una es no poder pedir más allá de la mera atención.

-Equipo directivo y coordinador con experiencia en el campo del menor y de


la dirección y coordinación lo suficientemente amplio para ser capaz de dirigir
proyectos, establecer lazos de comunicación entre los profesionales, supervisar,
implementar formación…

- Por otra parte establecer ratios de usuarios por profesionales, es


demostrar que se carece de un conocimiento de esta Institución y del trabajo que
se ha llevado a cabo enorme y profunda.
Esto, que ya era una realidad establecida hace unos meses, se forjó
cuidando y reconociendo la labor profesional, estableciendo un convenio
laboral con la anterior Gerencia de FAIM que facilitó la paz social y permitió
un asentamiento de profesionales lo que eliminó la movilidad precaria casi
tradicional en un campo denostado.
La política actual de la Fundación parece llevarnos a un pasado no
deseado por nadie. Ante los nuevos pliegos, la Fundación ofrece a los
trabajadores despidos precarios, olvidándose de la labor realizada por los
mismos en el pasado, y un ajuste exhaustivo a las condiciones mínimas
marcadas por la Administración.
Como colectivo no entendemos está postura ni la negativa de dialogo por parte
de la actual Gerencia. La paz social se ha roto.
No obstante, los trabajadores esperamos un cambio en la actitud y una
reflexión por parte de la Fundación que lleve de nuevo al buen entendimiento y
a desarrollar el Proyecto Educativo que todos queremos y defendemos.
Creemos que los mínimos marcados por el pliego deben mejorarse por
los aspirantes a la gestión de CEIMJ o será imposible desarrollar ningún trabajo
con los jóvenes que no sea el meramente asistencial.
Para invertir con éxito en el futuro hay que entender el presente y
aprender del pasado.
A MODO DE REFLEXIÓN FINAL y/o CONCLUSIÓN:

-Pedimos que se valore que hablamos de personas, personas con pocos


recursos y que sólo podrán salir de su actual situación de “exclusión social”
con recursos sociales que les ayuden a obtener mayores niveles de autonomía, de
independencia, de autoestima…. aportando en este estadio formativo de su vida
recursos formativos, residenciales, sanitarios…. para poder conseguirlo. Una inversión
ahora puede ser un buen seguro para dentro de unos lustros en estas personas.

-Las inversiones que se realicen ahora pueden ahorrar enormes gastos


(sin retorno) del futuro. Habría que trabajar más la inserción laboral de estas
personas, crear estructuras para el después, que les permitan poder desarrollarse e
integrarse. Cuanto mejor se programe y recorra el itinerario de su vida, y más
posibilidades de desarrollo personal tengan, menos riesgo de futuros estadios de
delincuencia se tendrá, con lo que eso supone.

-La mayor inversión tecnológica en servicios sociales se realiza en las


personas que los prestan. Formar, cuidar, apostar por los “cuidadores” es vital para
que cuiden lo mejor posible a los “frágiles”. Sin su vocación y apuesta personal, sin su
alto grado de implicación, sin dejarse la piel en el ilusionante proyecto, sin creer en la
gente y en el proyecto no se llega a ningún lado. Nuestra gente creen en este proyecto
y creen que hay que seguir creyendo, pero con recursos, con herramientas....

Muchas GRACIAS por la atención prestada.

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