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El Primer hombre: Evolucionismo

Hace 200 millones de años comenzó en la tierra el desarrollo de los mamíferos al tiempo que desaparecieron los grandes reptiles. Luego de un
lento proceso evolutivo, hace unos 40 millones de años, entre los mamíferos empezaron a desarrollarse animales pequeños, de hábitos nocturnos
y que vivían casi todo el tiempo en los árboles, eran los primates. A esta especie pertenecieron varios grupos de animales que luego evolucionaron
de manera diferente. Algunos dieron lugar a distintos tipos de simios, como el chimpancé y el gorila, otros –hace alrededor de 4 millones de años-
se convirtieron en una nueva familia, poseedores de una característica muy particular, la de caminar erguidos. Ellos fueron los HOMINIDOS. La
evolución continuó hasta originar al género HOMO, una de cuyas especies es hoy la del humano actual.
¿En qué consiste el proceso evolutivo? ¿Por qué algunas especies evolucionan y perduran mientras otras desaparecen? Desde muchos lugares
se ha intentado responder a estos interrogantes. Podríamos reducirlos a dos grandes grupos, los religiosos y los científicos. Los primeros tienen
que ver con la fe y con la creencia en la existencia de un ser superior –llámese Dios- a cargo de la creación. Cada pueblo a lo largo de la historia
construyó un relato que explicaba el origen del mundo, de la vida y del hombre.
Las explicaciones científicas y racionales surgen a partir del siglo XIX, momento en el cual el científico inglés Charles Darwin, publicó El origen de
las especies (1859), donde desarrolló su teoría de la evolución. Dejando para el espacio privado las explicaciones religiosas, trataré aquí de
explicar las teorías científicas. Darwin, fue uno de los primeros científicos en dar una explicación racional y documentada acerca del proceso
evolutivo, demostrando, con escaso registro fósil, la existencia de un proceso de SELECCIÓN NATURAL que rige la permanencia o desaparición
de toda especie sobre la tierra, incluyendo a la especie humana.
“Me temo que la principal conclusión que se desprende de la lectura de este libro, a saber, que el hombre desciende de una forma
orgánica de rango inferior, irritará grandemente a muchas personas. Sin embargo, no cabe duda de que somos la progenie evolucionada
de criaturas primitivas.”
Lo propuesto por Darwin escandalizó a la sociedad de la época, encontrando especial resistencia en la Iglesia, que sostenía la teoría de la
creación. La nueva teoría propuesta, enuncia tres hipótesis que representan un importante punto de partida para la investigación de nuestros
orígenes como especie.
1) Los seres humanos son descendientes de algún animal parecido a los monos antropoides, y no el producto de una creación
especial.
2) Ello no supone que hayamos evolucionado a partir de los chimpancés y los gorilas, sino más bien que, en algún momento del
pasado, compartimos con ellos un antecesor común.
3) Darwin dedujo correctamente y a partir de una escasa evidencia que los humanos habían evolucionado en África. Había que buscar
los orígenes de la humanidad en África por la simple razón de que este era el lugar de origen de los grandes monos.

El proceso de selección natural puede explicarse de la siguiente manera: todo ser vivo posee una tendencia al cambio. Algunos de estos cambios
son hereditarios y se transmiten a las generaciones siguientes. Aquellos cambios que otorgan una ventaja definida sobre sus semejantes y que
son transmitidos por herencia, le otorgan a los individuos afectados más probabilidades de supervivencia en la lucha por la existencia y les
permitirá reproducir esas cualidades. En cambio, los individuos menos favorecidos tenderán a desaparecer gradualmente. De esta manera, las
especies cambian para adaptarse a los cambios que el medio les propone y a través de estos mecanismos, se transforman, dando lugar a nuevas
especies a partir de antepasados comunes.
LOS HOMÍNIDOS
¿Qué originó los cambios en aquellos originarios primates? Algunos sostienen que –hace aproximadamente 6 millones de años- las selvas que
existían en el este africano comenzaron a desaparecer debido a cambios climáticos relacionados con la fijación de la península de la India al
continente asiático. ¿Por qué?, porque el nuevo escenario geográfico impedía la llegada de los vientos húmedos del océano índico a la costa
africana.
La selva dio paso a la sabana, hábitat caracterizado por la escasa presencia de árboles y por altos pastizales que lo cubren todo. Fue entonces
que los primates que allí vivían –y no todos los primates africanos- se vieron obligados a modificar sus hábitos alimenticios para poder sobrevivir a
los cambios con que la naturaleza los desafiaba. Ya no podían vivir de la recolección de frutos de árboles. Ahora debían recorrer los campos para
proveerse de otros alimentos, como raíces, tubérculos e insectos. Pero, como contrapartida, en tierra eran presa fácil de los depredadores
carnívoros que fácilmente se acercaban a ellos sin ser vistos, ayudados por la altura de los pastizales. Entonces, para sobrevivir, se vieron
obligados a erguirse sobre sus miembros traseros. El andar erguido les permitía poder mirar por encima de los pastizales, al tiempo que les
facilitaba soportar los rigores del sol con menos intensidad que los cuadrúpedos. La cabeza, al estar más alejada del suelo, recibía brisas más
frescas mientras que una menor superficie corporal quedaba expuesta a los rayos solares.
La marcha bípeda (sobre las dos extremidades inferiores) permitió liberar las manos para la recolección de frutos y para cortar y despedazar la
carne de animales muertos (incorporación de carne a la dieta), ya no necesitaba de mandíbulas fuertes que antes cumplían la función de las
manos (antes apoyadas en el piso). Paulatinamente, el maxilar inferior retrocede, dándole al cráneo una forma más redondeada en la que había
más espacio para alojar un cerebro más grande. Obviamente, estos cambios no se dieron a lo largo de una generación, sino a través de muchas,
en un lento y paulatino proceso, llamado HOMINIZACIÓN. Los siguientes son los cambios más significativos, los que nos hicieron humanos:

a) Postura erguida y marcha bípeda.


b) Oposición del dedo pulgar, lo que le permitió mayor precisión a la hora de manipular objetos y herramientas.
c) El cerebro humano más grande y desarrollado que el de los primates.
d) La capacidad de transformar la naturaleza, esto es, crear cultura.
HOMEWORK:

1. ESCRIBE LAS TRES HIPÓTESIS PARA LA INVESTIGACIÓN DE NUESTROS ORÍGENES COMO


ESPECIE.
2. ¿CÓMO PASÓ EL HOMBRE DE VIVIR DE LOS ÁRBOLES AL SUELO?
3. ESCRIBE LOS CAMBIOS MÁS SIGNIFICATIVOS (LOS QUE NOS HICIERON MÁS HUMANOS).
4. ESCRIBE BREVEMENTE SOBRE:

 AUSTRALOPITHECUS
 HOMO HABILIS
 HOMO ERECTUS
 HOMO SAPIENS
 HOMO SAPIENS SAPIENS

5. ILUSTRAR

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