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EDITORIAL
LA FALANGE PEREGRINA
BIBLIOTECA FALANGISTA:
FALANGE, HISTORIA DEL
FASCISMO ESPAÑOL
EDITORIAL
Desde aquel primer HAZ, que hacía su aparición en el año 1998, han sido once los
números publicados. Once números a los que nuestros camaradas han dedicado grandes
dosis de fe, esfuerzo y algún que otro sacrificio, sin más ánimo que el de predicar la buena
nueva falangista en el desierto de nuestra indiferencia.
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empresa abnegada. -Cuando esa misma empresa, en una nueva etapa más extensa y
más fuerte, exige que vuelva al silencio aquella voz, Aula Azul renuncia a la vida.
Esperamos que este nuevo Haz que ahora te presentamos sea digno de llamarse
falangista.
LA REDACCIÓN
LA FALANGE PEREGRINA
-Falange no tiene millones para editar periódicos y carteles. Falange no tiene automóviles
para llevar de un lado a otro a sus propagandistas. Pero Falange necesita propagarse tal y
como es: joven, pobre y alegre. Dejemos los millones y los autos para los potentados
populistas o marxistas y nosotros hagamos con humildad nuestro camino hacia los
humildes. Los apóstoles y peregrinos de la fe caminaban jornadas enteras para cumplir su
misión. Andando, andando, llegaron San Pablo a Roma y Santiago a Compostela.
Iréis a pie, camaradas. Comeréis en las posadas aldeanas, el pan moreno y los fuertes
guisotes campesinos. Hablaréis con arrieros y labradores de nuestro modo de ser
falangistas, y les explicaréis cómo dejáis la ciudad para ir a ellos, no a pedirles nada, sino
a ofrecerles lo más generoso que se puede ofrecer a un hombre: la alegría del amor a la
Patria. Explicadles bien nuestro afán de unidad de las tierras y los hombres de todas las
clases. Explicadles bien que ser español es una de las pocas cosas serias que se puede
ser en el mundo.
Estaréis diez días de peregrinación por esos campos de Dios. Cada uno llevaréis diez
duros para vivir. Pero pensad que hay muchos españoles que ni esas cinco pesetas
diarias ganan para mantener un hogar con mujer e hijos. Si todos los españoles supieran
lo que es quedarse sin comer un día, quizá pudiera lograrse que comieran todos a diario.
Un duro no es mucho en sí, pero pensad que quienes lo lleváis sois falangistas. Si es
necesario compartirlo con alguien más pobre que vosotros, no dudéis en hacerlo. Y si es
posible -lo es, porque vosotros sois jóvenes y alegres, y la juventud y la alegría siempre
son acogidas con cariño y calor en todas partes-, ese duro os debe sobrar y debéis
devolverlo al regreso. Os deben oír y convidar. En estos días navideños hay buenas
comidas familiares en las casas. Seguro estoy de que muchos sabréis ser invitados de
honor en esos hogares. Tenéis diez duros cada uno para diez días, camaradas. El que al
final de la jornada los devuelva a la Falange, será el mejor camarada..., a no ser que
alguno caiga en el acto de servicio que se os encomienda, pues siempre son los mejores
los que de entre nosotros elige Dios para su Guardia".
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Los jóvenes falangistas, fieles al ideal de servicio y sacrificio que el Jefe les había
inculcado, supieron hacer realidad aquellas palabras de José Antonio. David Jato nos
relata este hermoso episodio de la joven Falange en los siguientes términos: "Un mes de
diciembre, pese al tiempo hostil, cuando se perciben esas ondas de ternura nacidas en
Belén, que nos hacen capaces de agrandar el amor y la bondad y guardar siquiera
momentáneamente, en el fondo de nuestros males el egoísmo y la envidia, surgieron
sobre los campos y los pueblos grupos de peregrinos transportando en sus mochilas una
inmensa carga, casi insoportable de juventud, pobreza y alegría. Hicieron largas caminatas
en las que los pies se ensangrentaban, con una guitarra en la mano, una canción en el
corazón y el olor de jara y tomillo en las ropas. Días, días sintiendo frío en los huesos y
llamando a las puertas con una flor en busca de lumbre y comida.
Aquella forma de ser no correspondía. Claro es. a quienes pretenden alcanzar el cielo
pisando mármoles y se vuelven de espaldas a Cristo, pretendiendo desmentirle en la
imposibilidad de servir a Dios y al dinero. Eran estudiantes universitarios, juglares
falangistas, en la Navidad de 1934 y la recomendación para propagar su fe aprendiendo la
angustia del hambre de sus hermanos, había salido de José Antonio Primo de Rivera".
BIBLIOTECA FALANGISTA:
No es la primera vez que los falangistas prestamos atención a Stanley G. Payne. Incluso,
podemos afirmar que este historiador norteamericano cuenta con nuestro respeto, a pesar
de las diferencias y errores que podemos encontrar en su obra. Se trata de un autor que,
perteneciendo a la historiografia oficial, y por tanto, crítico hacia la Falange, no escupe el
odio y el rencor al que nos tienen acostumbrados ciertos personajes con Dios sabe qué
traumas.
En esta ocasión, Stanley G. Payne nos ofrece un estudio serio y respetuoso hacia el
fenómeno falangista. Apoyándose en gran cantidad de material bibliográfico, Payne realiza
un análisis cronológico del movimiento falangista, desde sus antecedentes y orígenes
hasta su ocaso dentro del Régimen de Franco. El enfrentamiento de José Antonio con la
derecha española, los bochornosos incidentes de Salamanca, o la falta de fidelidad del
franquismo hacia los postulados falangistas, entre otros temas, son tratados de manera
exhaustiva en esta obra.
Nuestro mayor reproche hacia el norteamericano radica en el constante uso que éste hace
del calificativo "fascista" para referirse al movimiento creado por José Antonio. Llama la
atención que Payne conoce y expone en su obra las diferencias existentes entre el ideal
falangista y los denominados fascismos. En varias ocasiones, el autor muestra las
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discrepancias que separan a José Antonio del nacionalsocialismo alemán y del fascismo
italiano. A pesar de ello, mantiene el término "fascista" para referirse a la Falange. ¿Por
qué? Tal vez, Stanley G. Payne sea un buen historiador, pero la valentía no se encuentre
entre sus virtudes.
Stanley G. Payne