Durante el almacenamiento en refrigeración, una vez que la temperatura de la
superficie de la carne desciende por debajo de 10ºC, los unicos microorganismos que pueden desarrollarse activamente son las bacterias psicrotrofas (aquellas cuya temperatura optima de crecimiento se sitúa entorno a los 20 – 25ºC, pero pueden multiplicarse sin grandes dificultades a temperaturas de refrigeración). Son muchos los tipos de microorganismos psicrotrofos que se han detectado en la carne refrigerada.
Se tratan de un grupo de bacterias que se multiplican a temperaturas de
refrigeración. Su taxonomia ha sufrido algunos cambios y su conocimiento es todavía insuficiente. Unas son aerobias estrictas (principalmente los bacilos Gram negativos) y otras anaerobias facultativas (bacilos Gram positivos y algunos Gram negativos). El Eh, el pH y la a w, de la superficie de la carne, asi como la presencia y concentración de ciertos nutrientes de bajo peso molecular, son los factores determinantes de las asociaciones microbianas que van a desarrollarse y, eventualmente, alterar la carne.
En atmosfera de aire, la alteración de la carne de pH normal (5,3 – 5,8 para
carnes rojas y 5,4 – 6,2 para las aves) se produce principalmente por pseudomonas spp., que es causa de olores desagradables y se multiplican con mayor rapidez que otras bacterias asociadas a la alteración de la carne en anaerobiosis, tales como Brochothrix thermosphacta y las enterobacteriaceae, cuyos números relativos dependen de la contaminación inicial y de la temperatura de conservación. B. thermosphacta puede crecer hasta niveles mas elevados en carne de cordero y cerdo que en la de vacuno. En la carne DFD y en la carne con valores de pH intermedios (como ocurre en la carne de muslo de pollo), se detecta con frecuencia la presencia de shewanella putrefaciens y, en algunos casos, puede incluso dominar la población. Este microorganismo no crece a pHs por debajo de 5,8 – 5,9.
Los microorganismos que producen alteraciones en la carne, se presentan
tanto en la carne no envasada (atmosfera de aire) como envasada en atmósferas modificadas y al vacío.
Estos microorganismos se multiplican solo en la superficie de la carne (canales
cuartos y despieces) y no penetran hacia el interior, hasta que no se han alcanzado números elevados y han aparecido signos de una alteración bien manifiesta. En efecto, la penetración solo se produce en las fases finales, ya que para ello se precisa una actividad proteolitica y las enzimas responsables no se producen hasta el final de la fase logarítmica de crecimiento. La alteración microbiana de la carne refrigerada, afecta pues solo a la superficie, a no ser que por corte o picada se haya facilitado la siembra en profundidad y el acceso del oxigeno.
Cuando se utilizan atmosferas enriquecidas en CO2 (20%) y O2 (80%) la
evolución de la flora microbiana es similar a la que se producen en atmósferas enriquecidas en CO2. los estudios destinados a conocer la velocidad respiratoria de diferentes microorganismos, como Pseudomonas, Acinetobacter, Alteromonas, Enterobacter y microbacterium, en función del CO 2 en la atmosfera indican que el nivel de CO2 que mostró la máxima inhibición que niveles de CO2 mas altos. los resultados son menos satisfactorios a niveles de CO2 menores.
Con lo que respecta a la congelación, la sensibilidad de los microorganismos
en estas condiciones es muy distinta: las bacterias Gram negativas, son mas sensibles que las Gram positivas. La temperatura a la que normalmente se almacena la carne congelada (entre -12 – 20ºC) no se multiplican los microorganismos. Es durante y después de la descongelación cuando tiene lugar este crecimiento.
Los mohos pueden multiplicarse en la carne aun a temperatura de congelación,
hasta -5ºC, y excepcionalmente, hasta -10ºC, por esta razón y por el largo periodo de conservación no son infrecuentes los enmohecimientos en la carne congelada.