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Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología


Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente

Ser maestro ¿vale la pena?


Por Carina Rattero.

¿Ser maestro vale la pena? Una valioso en educación (y no meramente


pregunta impertinente. Tal vez no del útil). Lo que tiene valía... ¿Qué es lo
todo ociosa, si es que pensamos que ser valioso? Un tesoro, aquello a ser
maestro, todavía, vale la pena. Aun preservado en la cultura, a ser
cuando concite entre docentes la transmitido. “Se trans-miten el fuego
inmediatez de una respuesta.... ¿Se sagrado, los grandes secretos, aquello
puede pensar o decir algo nuevo? cuya preservación da a una comunidad
Mientras los humanos sigamos razón de ser. Aquello que no hay
vinculándonos en la trabajosa tarea de derecho a olvidar ni a guardar para sí...”
vivir- educando... Ese enigma mudo de lo (Debray 1997). 1
que está ahí, esas presencias y miradas Los chicos son valiosos. La infancia, su
que nos sumen simultáneamente en la promesa… Y aquí es interesante “tener
perplejidad y el deslumbramiento. Esos en cuenta lo que desafía las cuentas”.
vacíos nos impulsan a inventar y Esa venida imprevisible e incalculable
construir... del otro.
Lo valioso no tiene medida. No vale ser
Entre pena (res) y valías, ¿vale la mezquino si se es educador. 2 Porque
pena? cuando se trata de dar, ofrecer aquello
Exploremos sentidos... Pena significa valioso que abre el mundo a otros
cuidado, dificultad, trabajo, aflicción, paisajes y colores... vale, extenderlo,
dolor, tormento... Veamos si vale. Y contagiar. Vale la desmesura y la
compartirán conmigo, depende. Depende abundancia en el ofrecimiento.
de cuál y cuánta pena.... ¿Es necesario
penar para enseñar? (si tomamos pena Valer o valor, referido a una persona, es
como trabajo, cuidado, dificultad...es una tener capacidad para cuidarse por sí
cosa. Si es tormento, dolor o sacrificio es misma. Un adulto es quien puede
otro cantar...). valerse por sí mismo. Es necesario
Valer en uno de los sentidos posibles, es cuidar de sí para cuidar a otros.
producir, dar ganancias o interés... Lo Entre otros sentidos está también:
que invierto y lo que gano...Términos del cualidad de los valientes... Tener la
mercado. Se venden y compran fuerza o valor que requiere una tarea...
mercancías, bienes de consumo. Pero ¡Tamaña empresa la de educar!
esta idea mercantilista no va en el ¡Ambiciosa pretensión la de producir
sentido que quisiera proponerles pensar modificaciones en otros! Sin embargo,
la educación: como derecho, necesidad, maestros y profesores somos artistas de
donación y posibilidad. Espacio de lo nimio. La enormidad de una tarea, la
invención de mundos y de construcción
de lo común.
1
También pena como inversión... ¿Vale la Debray ( 1997) Transmitir. Manantial: Bs. As
pena que me arriesgue?, ¿vale la pena Pág. 21
2
la constancia?, ¿vale la insistencia, la Es a Graciela Frigerio a quien debo esta
apuesta, la espera...? Vale. enseñanza (1996-1997) fue ella quien a contrapelo
de todas las políticas de ajuste educativo, nos
Vale, lo que tiene valor y valía.
marcó reiteradamente esta necesidad de pensar
Interesante pensar el valor de lo que es toda incompatibilidad entre amarrete y educador.
2

misma eternidad, va construyéndose, Estableciendo las distancias necesarias


gesto a gesto, trabajosamente, en la entre escribir y enseñar -la enseñanza es
fugacidad de cada instante. 3 una práctica social- si por escribir leemos
Es que la pedagogía ha sido siempre enseñar, podríamos merodear íntima e
una forma de la predicación entusiasta. intensamente en torno de estas palabras.
Sin ese entusiasmo, esa terquedad o Probablemente, arribaríamos a la misma
perseverancia que nos caracteriza a los respuesta: tengo que hacerlo (aun en
educadores, sería difícil pensar esta las tensiones que deber-poder ¿ y
tarea que se concreta en contra de la querer? traen consigo, sus
evidencia (Alliaud, Antelo 2006). “Lo contradicciones: lo que escapa...). La
adverso es entonces el reverso mismo difícil tarea de sostener cada día esta
de su posibilidad” 4 . Educamos a pesar elección. El deseo de estar siendo en
de los pesares y penares cotidianos... (a situaciones donde se necesita valentía..
pesar de las condiciones, lo que resiste,
no aprende, lo que no sé...). Insistimos, ¿Por qué vale la pena ser maestros? 5
¡no dejamos de enseñar! Traigo en viaje desde otras geografías,
¿Es que podríamos no hacerlo? palabras en las que cabe una
¿Podríamos como adultos, como experiencia, un arte de la existencia, una
sociedad dejar de enseñar? En un texto técnica de vida: historias, apegos,
precioso, (Cartas a un joven poeta, de razones y sinrazones por las que cada
Rilke, 1875-1926) un joven escritor, uno se deja tomar, en este modo de dar,
escribe cartas a su maestro preguntando de abrazar la vida y donar el tiempo que
por la belleza de sus versos como es ser educador.
condición para escribir. El viejo poeta, su La inquietud surgió entre docentes, en
maestro, le responde: una clase en torno de Educación y
-Usted pregunta si sus versos pasión. Reflexionando el componente de
son buenos. Me pregunta a mí, padecimiento que conlleva toda pasión,
antes ha preguntado a otros (... ) una maestra dice que toda vez que como
Ahora bien como usted me ha docente siente que no doy más, alguien
pedido aconsejarle, le pido que se acerca y le dice: Seguí, vas a ver que
deje todo eso. Nadie le puede vale la pena. ¿Por qué vale la pena?
aconsejar ni ayudar. Nadie. Consultados de esta manera
Entre en sí mismo, investigue aproximadamente ciento cincuenta
los motivos que le hacen maestros nos permiten pensar distintos
escribir, verifique si extienden sentidos y modos de implicación en esta
sus raíces a lo más íntimo de su apuesta. Lo que anima la tarea, aquello
corazón. Confiese si moriría si le que alienta a seguir, y continuar...
prohibiesen escribir. Cabe en su Quizás muchos maestros no se
interior esa pregunta y si la pregunten por qué vale la pena ser
respuesta fuera: “tengo que maestro, sino simplemente están
hacerlo”, construya entonces su presentes, ejercen. Lo común, es que un
vida de acuerdo con esta maestro enseñe y ésa es su valía.
necesidad. Pensaba -antes de consultarles- que
esto responderían. Sin embargo, ¿saben
3
Lo nimio no es lo menor ni lo menos importante
Véase Rattero, C ( 2006) Artistas de lo nimio. En:
5
Revista "Giros en Educación y Sociedad". NC 7. Las reflexiones en torno de esta pregunta resultan
(2007). Publicación trimestral de la Dirección de del análisis de las respuestas de l50 maestros
Educación Municipal de la Sec. de Cultura y consultados durante el año 2006, entre los que se
Educación de la Municipalidad de Rosario. encuentran maestros de Nivel Inicial y de EGB 1
4
Véase Alliaud, A y Antelo; E. ( 2006). Grandezas y 2 de la provincia de Entre Ríos.
y miserias de la tarea de enseñar. Mimeo.
3

que resultó? Distintas voces confluyeron


en un punto: que vale la pena ser ¿Qué historias nos contamos?
maestro por amor. Enseñar, es establecer un vínculo con el
En los relatos que estos maestros otro, es salir de sí, hacer un viaje que
ofrecen de sí, la tarea docente cobra nos lleva más allá de nosotros mismos.
sentido por “amor a los niños”. “Vale la La infancia, la novedad siempre escapa
pena más que nada por lo afectivo; es un a nuestro saber. Recibir y responder por
trabajo con los afectos de los chicos con cada niño supone pensar la relación
los nuestros”. Griselda nos cuenta: -Vale pedagógica en el aprendizaje del trato
por el contacto con los niños, sus productivo con las diferencias, con
demostraciones de cariño. aquello que viene a perturbarme, que
Ese amor tiene más de una forma: está haciendo estallar el propio saber, el
Aparecen cuestiones vinculadas a los propio querer.
sentimientos de cariño, el abrazo, la Una maestra rionegrina, un poco perpleja
ternura, el dibujito, el reconocimiento, (como todos lo estamos...) en su trato
también el deseo de durar... Nos cuenta con las infancias, me decía el año
Sonia: -Vale la pena por el hecho de pasado: “nos damos cuenta que se nos
entregarse y dar, por las caritas quemaron los papeles, entonces, ¿será
sonrientes, por el abrazo lleno de que estos chicos que hoy llegan al jardín
ternura, por la dulce caricia, por el requieren que revisemos el modo de
dibujito realizado con cariño, por el “te funcionamiento de nuestras instituciones
quiero seño”. para poder recibirlos?”
¿Es por amor a los niños...o por el amor Juntos pensamos que un gesto de
recibido de esos niños que vale la pena hospitalidad entre grandes y chicos
ser maestro? ¿Amamos a todos los solicita disponibilidad y apertura, una
niños por igual? Aunque resulte mirada y escucha atenta ante lo que,
inconfesable, los educadores sabemos añadiendo novedad, desconcierta
que nuestros sentimientos hacia ellos nuestras seguridades construidas. Leer
son, a veces, bastante opuestos (¿que lo que sucede dejándonos leer por esto
hacemos con lo que nos resulta que sucede.
insoportable: los berrinches, los olores,
los mocos, los piojos...? ). no es sin amor que sucede la educación. Y
La infancia esperada en la entonces, inmediatamente se plantea la pregunta
representación de escuela, -ese niño ¿de qué amor se trata? Porque también los
abstracto, en la serie carencia- amores, las formas de querer son históricas y
obediencia-espera 6 - no se condice con el cambiantes, reguladas por costumbres, modos de
hormigueo viviente que hace estallar la pensar y de ver el mundo. etc. 2) Pareciera que
salita de tres...!!¿Los amamos por este mandato (de que un maestro sea cariñoso,
deber? 7 ¿Es el amor que se recita, un ame a sus alumnos) no es tan nuevo. Ya en la
Argentina del siglo XIX esto se lee en algunos
“deber” de todo educador?
textos, como en El monitor, en 1920, o en
palabras del propio padre del aula, Sarmiento,
6
El niño que construye la pedagogía moderna, el unos años antes. 3) Podríamos suponer que para
que supone muchas veces la escuela, es un niño amar a los niños, debería haber niños
pensado fundamentalmente como inocencia y “queribles”... niños que inspiren algo de ternura.
fragilidad, tradicionalmente, sometido al poder de Abramowsky ( 2006) Un amor bien regulado. En
los adultos, y por esto mismo también excluido Frigerio y Diker ( comps.) Educar, figuras y
(cobijado) de los espacios reservados adultos: efectos del amor. Serie del Estante editorial.
trabajo, sexualidad, violencia... Un niño que También Abramowsky, A.L. Quererlos: un
trastocaba su sumisión por educación y cuidados. imperativo. Esbozos para un estudio sobre los
7
Respecto de los afectos magisteriales, afectos magisteriales. Cuaderno de Pedagogía
Abramowsky ( 2006) señala algunas cuestiones a Rosario, Libros del Zorzal, Noviembre 2003, Año
pensar que de modo breve compartimos aquí: 1) VI N°11.
4

Ahora bien: ¿Qué ficciones construimos grandes y chicos nos convoca a una
en y sobre la tarea? ¿qué identidades ternura no desprovista de paciencia,
nos damos en esa imagen del amor sin atención y cuidado, de sufrimiento a
fisuras? ¿Qué historias nos contamos? veces, de enseñanzas, de palabras y
Porque en el paisaje escolar conviven también de silencios; tramando vínculos,
también normalización, fijación, desamor, haciendo lugar.
indiferencia... Los gritos, el desprecio, el El cuidado y la contención necesaria a
rótulo, el aplazo, el tachón en el la infancia forman parte de la tarea de
cuaderno... enseñar 10 . Si la vida necesita para crecer
No todo es altruismo edulcorado, hay de la oscuridad que da la sombra, de la
también dominio, posesión, a veces, distancia que media entre el mundo y la
humillación. La escuela no es ajena al hostilidad de la intemperie; los adultos
repertorio universal de los afectos. ¡Y en nos sentimos convocados a ofrecer a los
nombre del amor se dicen y se hacen niños ese “velo protector” que permite
barbaridades! crecer. Dice Mariana: -A mí el
Sin embargo, sabemos que amar es asistencialismo no me va, pero no te
dejar que algo se introduzca en nuestro queda otra que penar con eso. Es que
mundo 8 , que venga a alterar el ritmo de los ves tan desvalidos y aunque te
las cosas. (Cuando llega el amor enojes y digas no lo voy a hacer, la
quedamos expuestos, tomamos un infancia es más fuerte.
riesgo... o nos dejamos morir). Entonces El cuidado, como gesto dirigido a otro,
hay que arreglárselas para inventar un nombra, preserva la vida, e implica
modo de tomarlo en cuenta (Derridá reciprocidad. Porque el que cuida toma
2001). 9 parte en esa relación. Cuidar del otro es
¿De qué modo recibimos y hacemos sitio también cuidar de sí. La caridad, en
a la radical alteridad que el otro nos cambio, se basa en la asimetría que
impone? ¿Cuál es el modo de ese amor impone un deber o sacrificio, donde la
para con los “nuevos”? relación con el otro se carga de
instrumentalidad ( Todorov, 1993).
Los nombres de ese amor... Una docente me relata su experiencia
Enseñar es estar atento al gesto del con los chicos del jardín: En la sala de
otro. Es responder por él. Prestar tres, desde hace un tiempo los chiquitos
atención a su vulnerabilidad en el plano se muerden. Los mordiscos dejan
de las necesidades vitales, de los
afectos, pero también de los saberes.
10
Enseñar es también escuchar, estar Los maestros consultados hablan del cuidado y
atento a la fragilidad en los la contención situándolo del lado de sus penares,
conocimientos que requieren nuevas como aquello con lo que hay que lidiar/ penar en
condiciones de posibilidad. Un maestro la tarea docente. Algo ajeno a su responsabilidad
pero que hay que asumir. En los últimos años
está allí donde las preguntas surgen,
(desde la crisis del 2001) la cuestión del cuidado
habilitando la palabra, ofreciendo una asumió centralidad en los planteos:
exigencia, un desafío al pensamiento. La horizontalización de la vulnerabilidad (¿Chicos
Si “amar es temer por el otro, socorrerlo frágiles en manos de adultos frágiles ...?). La
en su debilidad”, como enseña Levinas; antinomia cuidado, asistencia, el cuidado como
esa asimetría que marca la relación entre lugar de desigualdad irremediable (los "
pobrecitos a cuidar " o de quienes "cuidarnos ") y
tantos más, son temas a pensar entre educadores.
8
Véase Barbagelata N.( 2006) Opus Nigrum. En Un interesante recorrido en torno de estas
Frigerio y Diker ( comp.) Educar, figuras y cuestiones puede verse en el dossier Cuidar
efectos del amor. Serie del Estante editorial. enseñando Rev. El Monitor N° 4. Revista del
9
Derridá, Roudinesco (2001) Y mañana qué... Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de
Fondo de Cultura Económica. la Nación.
5

marcas dolorosas en el cuerpo, sufrimiento-pasión... se tensa a veces


magullones morados en brazos y entre la pretensión de serlo todo para el
piernas. Recibe permanentes quejas de otro y la desagradable sensación de no
los papás. Entonces cuenta cómo ser nada. Una pretensión que suele
ingenió un modo de trabajar con eso: llevar por el camino de la omnipotencia al
Comenzó por solicitar a cada “mordedor” desencanto. 11
que pidiera disculpas a su compañero y
además que la acompañara cuando los Conviene pensar la infinidad de sentidos
papás del “mordido” venían a solicitar que abre ese modo de estar juntos, lo
explicaciones. Se trataba de pedir que produce el vínculo entre humanos en
disculpas por la acción, decir por qué y una clase. Porque ese modo del amor
cómo fue que sucedió. que enseñando hace sitio también
Esta jardinera abre la posibilidad de violenta, invade, arrasa, (un maestro es
reponer palabras allí donde sólo había un entrometido, se mete con lo más vital
paso al acto. Haciendo posible contar, del otro) y a veces también intenta
historiar, ofrecer disculpas, ayuda a ir dominar. Hay que reconocer, entonces,
comprendiendo que el deseo de uno solo también que ese maestro que aloja, ama,
no hace ley, ofrece la posibilidad de cuida, asiste, enseña (y puede agobiarse
aprender a con-vivir. El pedir perdón no de tanto!! y tanto...!!); del mismo modo
repara el daño, pero es el acto por el que da apoyo para sostenerse, puede a
cual aquel que lo causó, intenta veces aplastar, empequeñecer.
restablecer su vínculo con el otro. Un autor, J. Hossoun nos enseña que
Sujetándolo al para todos escolar, esta una transmisión lograda de la herencia,
maestra ofrece así un espacio para de la tradición, del pasado cultural ofrece
aprender los códigos de la vida en una cadena de filiación en la cual
común. Algo del orden del cuidado se reconocerse, pero también un espacio de
pone en escena en el aprendizaje: el libertad para apropiarse de esa herencia
cuidado como cultivo, del ejercicio, la de manera propia y singular 12 ...Es la que
idea de comunidad instalándose allí permite en algún momento desprenderse
como noción desde el inicio de la del maestro, deshacerse de él, para
experiencia escolar. emprender el propio vuelo.
De un modo bellísimo Jorge Larrosa dice
Una voz resuena con particular algo más o menos así: “Un maestro es
insistencia en los relatos que estos alguien que lo conduce a uno hacia sí
maestros ofrecen de sí: La entrega... mismo”. Y también dice que “una bella
“Hoy la sociedad espera mucho de imagen para alguien que aprende no es
nosotras: Debemos desdoblarnos en la de uno que se convierte en prosélito,
maestras, madrinas, asistentes sociales, sino alguien que se vuelve a sí mismo, y
psicopedagogas, pediatras, mediadoras:
Una suerte de ángel de la guardia
permanente”.
“Vale la pena ser maestro, por ese 11
Alliuad y Antelo (2006) han señalado que,
contacto diario con ellos, donde das más asumir la grandeza del proyecto de educar tiene
que clases, das tu vida y entregás lo que un alto componente simbólico que a la vez que
podés, para ayudarlos a enfrentar la engrandece a quien lo realiza, produce
vida.. Ese sentimiento resulta tan sentimientos de frustración, dado que su propia
abrazador, tan totalizador que parece magnitud lo torna imposible. La frustración que a
devorar vidas:“he dedicado mi vida”, la larga se produce conduce de este optimismo
“abandoné muchas veces mi familia”, “di inicial “totalizador” a un pesimismo de las
todo, en esta escuela...” Esa devoción mismas características (op. Cit, pág. 10).
12
Hassound, J ( 1996). Los contrabandistas de la
amorosa, lindando el sacrificio, memoria. Ediciones de la Flor.
6

encuentra su forma propia, su manera no entendés...” Maestro, entonces, es


propia” ( Larrosa 2000). 13 quien narra una historia, comparte una
Es decir, que un educador es quien idea, la dificultad de una resta o una
puede soportar la renuncia necesaria a multiplicación, quien ofrece un puñado
querer serlo todo para el niño. Si bien de palabras para contarnos quienes
cada niño -en especial cuando son somos... También, quien dejando al
pequeños- espera de nosotros adultos- alcance una pregunta incita a buscar.
educadores una relación de cuidado y Quien mirando asombrado las estrellas,
de responsabilidad, en el sentido de nos incita a su misterio, dejándonos en
quien pueda responder por él y de él, sin suspenso ante el enigma del universo.
embargo la sustracción (el poder, en un
momento, retirarse) es también un modo
necesario del amor. 14 Por decirlo de un El deseo de durar...
modo sencillo: soportar la renuncia Me cuenta Graciana, maestra de
necesaria a serlo todo para el otro, abre primaria en el pueblo de mi infancia: -
la posibilidad que contrapone la certeza “¿Por qué vale la pena? La pregunta se
de una respuesta “es así como lo dijo mi contesta cuando ves a un ex alumno y te
seño”; a la emergencia de una pregunta saluda por la calle “chau seño” agitando
“¿y tú qué piensas?” su mano fuertemente. Sí, todavía se
Entonces ese maestro que sostiene la acuerda de mí....”
mano y nos nombra, a su tiempo se “Otro alumno te dice con una sonrisa,
retira, y deja espacio, no obtura la gracias porque me ayudaste en esto.... O
exploración de aquello que aún no simplemente porque un niño te murmure,
sabemos nombrar, porque “maestro es quiero tener clases con vos. O que te
el que mantiene al que busca en su traigan una flor.”
rumbo, ese rumbo en que cada uno está El deseo de durar, “sí todavía se
solo en su búsqueda y en el que no deja acuerda de mí...” “Uno enseña, pero
de buscar", como enseña Jacques nunca sabemos si ese alumno, después
Ranciere. Y esto no quiere decir que nos nos recordará... ” decía otra maestra en
sentemos a esperar que las cosas un taller, cuando alguien sumó su voz y
sucedan, como si nuestro trabajo fuera habló de “la alegría del encuentro con
estar sólo abocados a la bella tarea de esos ojos -ya adultos- y la emoción de
amar y contener a los niños (no sé si tan ver cómo lo que sembramos florece...” 15
bella y armoniosa como se pinta..) sino La enseñanza de un maestro puede ser
que se trata de ocupar allí un lugar. valorada como trabajo de la transmisión
Esto es ofrecer pistas, conocimientos, en una mirada retrospectiva. Qué hace
historias, preguntas que orienten esa de alguien un maestro para otro, no es
búsqueda. algo que se pueda planificar ni anticipar.
Los chicos lo dicen con claridad “maestro Escapa a la prescripción y se sustrae del
es quien te cuida y te explica otra vez si poder o la intención. Siempre juega algo
del misterio, algo inexplicable “tiene un
13
Larrosa, Jorge. Pedagogía Profana. CEP- modo de decir, un no sé qué, que hace
FHE/Edic. Novedades Educativas. Buenos Aires, que lo siga".
2000. Sin embargo, ser maestro es también
14
El poder de la sustracción en tanto corte y situarse en ese gesto de generosidad
frontera al deseo mortífero del que aprende de que hace al otro discípulo. En un trabajo
tornar incuestionable la palabra del otro, de no maravilloso sobre los avatares de esta
poder aprender desde la duda, la falta de garantías relación (un artículo de Sandra Carli, que
de la palabra del otro.“Un maestro que se retira,
una madre que desvía la mirada ama de un modo
15
diferente del que va al encuentro” (Barbagelata, Registros de capacitación Rondas de lectura
2006, op. Cit.) Cinemaestro 2006. Diamante. Entre Ríos.
7

ella, generosamente me envió) Quisiera hacer un llamado de atención


refiriéndose a su maestro Spilimbergo, para pensar algo más. Compartir la
dice el pintor Carlos Alonso: “Yo no lo pregunta por aquello que no aparece.
elegí a Spilimbergo, Spilimbergo me Y vale la pena pensar ¿por qué estas
eligió a mí” (La Nación, 5/nov/1967). 16 cuestiones brillan por su ausencia?
Por un largo tiempo me demoré en esta Investigando, escuchando, leyendo lo
frase, preguntándome quién elige a que estos maestros cuentan acerca de
quién ¿Es el discípulo el que inventa al por qué vale ser maestros... No encontré:
maestro? Es el alumno quien nombra y
reconoce a su maestro. Pero lo hace a-La inquietud por conocer, el amor
retrospectivamente, es decir que antes por lo que se enseña. De eso, no se
hubo un gesto, un ofrecimiento.Una habla. O se habla muy poco. Esas
enseñanza que dejó su seña. inquietudes por conocer e investigar, los
Porque se ofrece a otro no sólo un saber, deseos de saber que habilitan de trabajo
sino la posibilidad de sentirse capturado entre un maestro y sus alumnos. Lo
en la propia inquietud de aprender de aprendido y lo que nos mueve en la
quién enseña. Vale la pena entonces interrogación de lo sabido, el desafío al
enseñar-mostrar nuestra relación al que un trabajo intelectual nos arroja...
saber/no saber, ese deseo de conocer y Nada de esto se menciona aquí. ¿Cuál
dar a conocer el mundo. es nuestro vínculo al saber y a lo
No sé si me recordará ...Porque vivir es desconocido? ¿Cómo nos relacionamos
estar rodeado por la muerte, y enseñar con lo que enseñamos?
es arriesgarse a saltar ese vacío, tender
puentes mas allá de los límites de la b-El valor de la educación como
propia vida. Es por eso que vale la pena. política, como espacio de construcción
De allí el deseo de durar, porque colectiva. Si transmitir es, como dice el
sabemos de la propia finitud. filósofo compartir lo sensible como una
Enseñamos porque sabemos de olvidos condición del mundo en común. Nadie
y de muerte, para que lo que vive sin embargo contestó vale la pena
conmigo no muera conmigo y nada más porque la educación construye otras
que conmigo”( Debray,1997). sensibilidades y ficciones colectivas,
porque permite imaginar y luchar por un
Desafíos y sorpresas... mundo con justicia.
Vale la pena ser maestros. Y pareciera Si vale la pena ser maestro por amor,
que hay motivos. Las palabras que traigo justamente, la política y el amor tienen
dicen reiteradamente del amor por los bastante en común: las pasiones, los
niños, entrega, vocación, deber, antagonismos, la ficción que sostiene la
sacrificio, lucha. También de desafíos y ilusión de ser uno con el otro.
sorpresas en la tarea de enseñar. Es que en condiciones de
Para Ana María “ser maestro vale la empobrecimiento, vulnerabilidad de la
pena, porque “es una profesión que nos infancia, en el horizonte que lo urgente
sorprende cada día”; agrega Zulma: trae consigo, sin mística normalista, idea
“Cada día es un nuevo desafío; donde de progreso, misión, utopía, sin
prima la pasión de ser maestro” revolución, ni política; lo que aparece es
la perplejidad, el desamparo. 17 El puro
Brillos de ausencia ...
17
La mayoría relata algo del orden de la
contención social: acompañando niños con
16
Citado por Carli (2004) Imágenes de una problemas familiares, el cariño ante el desamparo
transmisión. Lino Spilimbergo / Carlos Alonso. de la infancia es a veces lavarles la ropa..., incluso
Mimeo16 algunos maestros rurales cuentan haberse quedado
8

voluntarismo cubriendo esa falta de alumno a representarse y hace posible


politicidad. La acción despolitizada, el mundo en su ausencia. Es decir, ese
individual, como amor o caridad. acceso a los signos, los conocimientos,
las letras, los relatos, los números, las
fórmulas químicas, abre un espacio al
¿Por qué la infancia reclama pensamiento. Hace a girar la rueda de la
maestros? vida. Entonces, una vez y otra vez..Cada
“Siempre que haya niños habrá vez, siempre. Siempre que haya niños
docentes”, me dijo una maestra. habrá maestros.
Interesante respuesta, pensé, y la anoté
para compartir. Porque estas palabras Valiosos valientes.
nos invitan a pensar una inquietud: ¿Por Cuando decimos la infancia reclama
qué la infancia reclama maestros? maestros, decimos reclama enseñanzas.
Tal vez para mantener la pregunta por la Reclama adultos que ofrezcan un saber.
educación como continuidad de lo Una inquietud en la estela de sus
humano en este mundo. Para no preguntas y sus búsquedas... Un camino
marchitarnos. «Porque está hecho por de tiempo...También adultos que
mortales, este mundo se marchita», puedan responder.
entonces «hay que volver a ponerlo una La infancia reclama maestros con valor,
y otra vez en su punto justo», como nos valiosos, valientes, que estén ahí, y
dice la filósofa, Hannah Arendt . 18 enseñen. Maestros Jugados, que se las
Es que el nacimiento, la llegada de los juegan ¿y cómo se las juega un
nuevos, los niños, nos reclama en la maestro? Enseñando...
doble tarea de preservación de la vida y Pensemos. Cuántas historias conocemos
perpetuación del mundo 19 . La posibilidad que han sido construidas al calor de una
siempre abierta de un nuevo comienzo apuesta, sobreviviendo el embate de
introduciendo la temporalidad en el múltiples pobrezas... Reestableciendo un
mismo corazón de la enseñanza. Entre lo después para muchos chicos, que de no
viejo y lo nuevo, entre pasado y futuro, o ser por la apuesta de la escuela, no
ese tiempo que ha sido y un tiempo que tenían otra posibilidad que la urgencia
ya no será mío... sin mañana
Aun cuando educar cobre valor en el ¿Cuál es nuestro modo de estar ahí? ¿
presente. (y conviene no olvidarlo): Aquí, nos jugamos en el desafío de ser
ahora. En cada clase. Con cada chico. maestros? Más allá de toda esa prédica
Porque toda vez que un maestro ofrece del amor, ¿ejercemos -enseñando- ese
un viaje al país de los signos, invita al doble amor a los nuevos y al mundo?

Enseñar es ofrecer, es dar. Enseñar-


con algún niño en fines de semana o ante la es mostrar. Un mundo nuevo se asoma
muerte de uno sus padres.
18 si un maestro invita, llama, muestra... Si
Hannah Arendt. (1996) Entre pasado y futuro.
Ocho ejercicios sobre educación y política.
convoca a un movimiento que nos tras-
Península. lada desde lo familiar hacia un lugar
19
Arendt nos enseña así: “La educación tiene que desconocido. Si nos hace ver más lejos
ver con la natalidad, con el hecho de que de lo que vemos...
constantemente nacen seres humanos en el Cuando uno enseña está mostrando un
mundo” – Por el nacimiento somos arrojados a la modo de pensarse a sí mismo y de
vida al tiempo que nos introducimos al mundo. pensar el mundo. Ese empuje vital que
Arendt dice que el niño es un recién llegado no aventura a lo desconocido, lanzándonos
sólo una criatura viva, y nos diferencia a los a la conquista de lo infinito.
humanos de otros cachorros, que llegamos a la
Enseñar es hacer señas, dar pistas,
vida al tiempo que nos introducimos en el mundo
(Arendt. 1996 op. cit).
poner en camino invitando a extender
9

los límites de la vida. La verdadera secundaria, sentado en algún vagón, con


enseñanza, es consecuencia de una el portafolios lleno de deberes
citación. “¿Por qué me llamas, qué corregidos, como esa vez ¡hace tanto!
quieres que haga?” (Steiner 2004). Un cuando íbamos juntos en un tren y yo le
maestro contagia...incita, infecta; porque pregunté, apenado de ver cómo pasaba
transmite esa chispa que enciende sus años en tareas menores, “¿Por qué,
produciendo modificaciones en el alma Don Pedro, pierde tiempo en esas
de quien aprende cosas?” Y él con su amable sonrisa me
Enseñar es mostrar otros mundos, para respondió “Porque entre ellos puede
que todos y cada uno a su tiempo estén haber un futuro escritor”.
en condiciones de decidir quiénes ser, de
qué modo les gustaría ser. Uno puede Maestro es quien está cerca, atento a
elegir sólo si tuvo la oportunidad de sostener la mano y a la vez, siempre
conocer, de ver, de que alguien alguna mirando más lejos. Invitando a transitar
vez, le mostrara una rica variedad de la dificultad, incitando a traspasar las
posibilidades. fronteras. Haciendo señas desde un sitio
¿Estamos siendo generosos en el desconocido, al que vale la pena visitar.
ofrecimiento? ¿Damos un repertorio ¡Entonces, sí vale la pena!
abundante? ¿Mostramos las pistas
necesarias, las señas que invitan a un
desplazamiento?.¿De qué modo Paraná lluvioso, marzo 2007.
estamos siendo maestros?

Sin penas ni glorias.


Es por que enseñamos que somos
maestros.
Esto nos ubica de un modo especial en
relación con la cultura, somos sus
cuidadores y pasadores. También en
una relación de responsabilidad hacia lo
por venir.
Un maestro es un inventor de mundos,
un guardián de lo imposible. Me gusta
pensarlo, como aquel que puede habitar
la pregunta por el futuro sabiendo que el
movimiento de la vida desencadena lo
inesperado y hace posible lo improbable
Ejercer como maestro nos ofrece esta
posibilidad, la de habitar la pregunta por
el futuro sosteniendo una ilusión. Esa
misma ilusión que da consistencia al
tiempo venidero o al amor, la que se
construye gesto a gesto, sin pedir
garantías cuando correspondemos una
mirada, o extendemos la mano hacia
otro.
Voy a compartir entonces, un puñado de
palabras. Antes del fin. Relata el escritor
argentino Ernesto Sábato: «Cuando
alguna vez he vuelto a viajar en tren,
soñé con encontrar a ese profesor de mi

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