Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
ROME, ITALY
A Dissertation submitted
in partial fulfillment of the requirements for the degree
Doctorate of Sacred Theology
with specialization in Marian Studies
Agradecimientos
A todos los profesores del International Marian Research Institute (IMRI), en particular al
querido P. Thomas Thompson, SM, mi paciente director de tesis y gran incentivador en toda la
labor realizada. En especial por el permanente apoyo y las inolvidables lecciones de mariología
del P. Johann Roten, SM, Sr. Danielle Peters, y del P. François Rossier, SM (in memoriam).
amplia biblioteca, en particular al P. Carlos Galli por los sabios consejos. A todos los teólogos
argentinos del pueblo, por su orientación, entrevistas y acogida, en especial al P. Enrique Bianchi.
Cristo y la Región del Padre, por la acogida y el soporte concreto en los momentos más difíciles
del estudio. A la Familia Internacional de Schoenstatt y todos los que han rezado por este proyecto.
y el mismo IMRI (2017). Sin su soporte económico sería imposible ejecutar este doctorado.
Augusto García Baldizzone, Delia Navarro, Rosa Ana Reiche, Teresa Figueroa y mis hermanos
de comunidad Beltrán Gomes, Santiago Ferreiro, Francisco Jensen, Juan Molina y Matías Clavijo.
Al Papa Francisco, por su confianza y por haber abierto su corazón mariano para que más
personas pudieran descubrir las maravillas que Dios ha realizado en él, por manos de María.
¡Muchas gracias a todos! Que Dios los bendiga y la Virgen los cuide.
ii
Abreviaturas
E-1 Primera entrevista del investigador al Papa Francisco (23 diciembre 2013)
PG Patrística Griega
PL Patrística Latina
RVM Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae de Juan Pablo II sobre el Rosario
Sumario
Agradecimientos i
Abreviaturas ii
Capítulo 1: Introducción 1
1.1 Importancia, objetivos y límites de la investigación 2
1.2 Status quaestionis 6
1.3 Mariología pastoral aplicada 11
1.4 Metodología, fuentes y esquema de exposición 19
1.5 Clarificaciones terminológicas 23
1.6 Breve tabla biográfica de Jorge Mario Bergoglio 29
1ª parte:
La piedad popular mariana en el contexto teológico-pastoral latinoamericano y argentino
33
Capítulo 2: La piedad popular mariana en América Latina 34
2.1 Raíces de la piedad popular mariana en Latinoamérica 35
2.1.1 De María conquistadora a liberadora 36
2.1.2 María Madre: matriz de la piedad popular mariana en América Latina 42
2.2 Del Concilio Vaticano II a las reuniones previas a Puebla 49
2.2.1 Piedad popular mariana en crisis a partir del Vaticano II 50
2.2.2 Medellín: pastoral popular y silencio mariano 57
2.2.3 De Medellín a Puebla: redescubrimiento de la piedad popular mariana 64
2.3 De Puebla a la preparación de Aparecida 72
2.3.1 Puebla: obra-prima de la piedad popular mariana 73
2.3.2 Continuidad de la reflexión hasta Santo Domingo 81
2.3.3 El camino hacia Aparecida 88
2ª parte:
El discurso y la experiencia mariana personal y popular de Jorge Mario Bergoglio
173
Capítulo 4: Experiencias de piedad mariana familiar y jesuita 175
4.1 Experiencias marianas familiares 175
4.1.1 Primeras devociones 176
4.1.2 Presencia salesiana 183
4.1.3 Oraciones marianas 190
4.2 Experiencias marianas como jesuita 201
4.2.1 El marianismo jesuita 202
4.2.2 Experiencias marianas y populares 215
Capítulo 6: María y la piedad popular en el discurso de Bergoglio antes de ser Papa 335
6.1 Como jesuita 340
6.1.1 Pueblo fiel de Dios y sensus fidelium 342
6.1.2 La inculturación del Evangelio 352
6.1.3 La relación entre la Iglesia y María 360
6.1.4 María nos pone junto a su Hijo 367
6.1.5 Desatanudos, Pokrov y la fatiga del corazón 375
6.2 Como obispo 381
6.2.1 La piedad del pueblo fiel 383
6.2.1.1 Religiosidad popular e inculturación 384
6.2.1.2 Valorización de la religiosidad popular 389
6.2.1.3 Principio de la encarnación 395
6.2.1.4 Sensus fidei – infallibilitas in credendo 398
6.2.1.5 Expresiones de piedad popular marianas 403
6.2.2 María en la vida del pueblo fiel 410
6.2.2.1 Madre en las peregrinaciones a Luján 411
6.2.2.2 Madre y modelo de virtudes 422
6.2.2.3 María en el centro del pueblo fiel 442
6.2.2.4 María y la Iglesia 451
6.2.2.5 Mujer eucarística 457
vi
3ª parte:
Claves teológicas del pensamiento y praxis del Papa Francisco
respecto a la piedad popular mariana
594
Capítulo 8: Claves histórico-teológicas para la piedad popular mariana en el Papa
Francisco 595
8.1 La influencia salesiana 596
8.2 La influencia del santo pueblo fiel de Dios 599
8.3 La influencia de Evangelii Nuntiandi y del magisterio latinoamericano 611
8.4 La influencia de la reflexión teológico-pastoral argentina 621
8.4.1 Ante ciertas corrientes de la teología latinoamericana 623
8.4.2 El valor bíblico de la categoría pueblo 627
8.4.3 El pueblo como concepto histórico-mítico 632
8.4.4 Otros impulsos de la teología del pueblo 640
8.4.5 El valor de la espiritualidad y mística populares 662
8.5 La influencia de la Iglesia latinoamericana en la Iglesia universal 676
vii
Bibliografía 898
1
1. Introducción
cristocéntrico, un verdadero miembro de la Compañía de Jesús. Sin embargo, para nadie pasa
desapercibido el gran cariño que él tiene y cultiva por la Madre de Jesús, expresado a menudo con
gestos muy propios de la piedad popular. Se lo ha visto muchas veces besando o tocando una
imagen de la Santísima Virgen, rezando en silencio delante de ella o abrazándola, como ocurrió
en el Santuario Nacional de Aparecida, con ocasión su visita a Brasil el año 2013. Por haber sido
testigo ocular de tales momentos en Aparecida, el autor de la presente tesis doctoral se sintió
La gran ternura expresada en ellos parecía revelar algo más profundo: no solamente el amor
sincero y filial de Jorge Mario Bergoglio por María, probablemente enraizado en su historia
familiar y en su experiencia pastoral, sino que también parecería ser portadora de una novedosa
marcado por una espiritualidad mariana y cercana al pueblo, como profesor de Mariología y
miembro del Movimiento Apostólico de Schoenstatt – que se desarrolla en torno a los santuarios
interpelado a investigar las raíces biográficas y teológicas de la forma en que el Papa Francisco
se relaciona con María, como también las consecuencias teológico-pastorales de esa perspectiva
El amor a María ha sido un rasgo notable en casi todos los pontífices del último siglo, entre
los cuales se destaca San Juan Pablo II, cuyo lema “Totus tuus” se refería precisamente a la Madre
del Señor. Salvatore Perella, director de la Pontificia Academia Mariológica Internacional (PAMI),
en un artículo sobre este pontífice, cinco años después de su muerte, lo presenta como “Doctor
2
semejante. Con todo, su devoción mariana llamó la atención desde los primeros días de su
pontificado, en particular por la forma popular y sencilla con que la practica. Ha llegado el
momento – por medio de la presente tesis – de investigar este tema histórica y teológicamente,
sacando las debidas consecuencias pastorales para la vida de la Iglesia en tiempos de Francisco.
El objetivo principal del presente estudio es presentar y contextualizar una dimensión del
pensamiento mariano del Papa Francisco: la piedad popular mariana, que él suele llamar también
Aparecida, que él mismo ayudó a escribir. Incluso, la sección del documento que habla de la piedad
popular fue explícitamente querida y estimulada por él, como se verá más adelante.4 De esta forma,
se busca aquí desvendar cómo, desde las raíces familiares, el contexto teológico-pastoral
latinoamericano y el íntimo contacto con el pueblo fiel de Dios, Jorge Bergoglio vivenció y
aprendió a valorar la piedad popular mariana y cómo, desde su posición como Obispo de Roma,
esta experiencia pasa a ser un verdadero aporte para la Iglesia universal y a la realización de su
visión de Iglesia.
En otras palabras, se podría decir también que la presente tesis busca distinguir “el olor
mariano”, que emana del Bergoglio, que se dejó impregnar por el “olor de sus ovejas”, tan
1 Salvatore Perella, “Giovanni Paolo II: Doctor Marianus del nostro tempo,” Antonianum 2 (2010): 189-220.
2 DA 263.
3 DA 262.
4 Ver ad infra 6.2.3.2.
3
marcadas por la presencia de María en sus vidas y piedad personal. Busca, por otro lado, percibir
en qué medida esa fragancia mariana puede y debe impregnar la vida de la Iglesia universal,
describiendo las consecuencias teológico-pastorales de este aroma mariano en la vida del rebaño.
Como se dijo, el interés por la investigación de este tópico parte de las manifestaciones de
devoción del actual Papa por la Virgen María, expresadas en gestos populares y palabras sencillas,
como se pudo observar desde el primer momento de su pontificado: allí, en la Plaza de San Pedro,
el 13 de marzo de 2013, pide al pueblo que rece con él una Avemaría por el Papa Emérito Benedicto
XVI y, al día siguiente, peregrina a la Basílica de Santa María Mayor para confiar su ministerio a
la Salus Popoli Romani. En diferentes situaciones siguió demostrando su profundo amor a María,
con especial énfasis en el cultivo de la piedad popular mariana. Tampoco han faltado reflexiones
sobre la Virgen María en su predicación. Sin embargo, la primera vez que el Papa Francisco habló
Jesús – fue en la entrevista que concedió al autor del presente estudio, publicada en 2014 por la
editorial Loyola, de los jesuitas de Brasil.5 Dicha entrevista despertó el interés del investigador por
profundizar en los datos allí recogidos. De esta forma, estaban dados algunos elementos
La pertinencia del tema para la mariología actual y futura se hace evidente por tratarse de
la piedad mariana de un Sumo Pontífice que, además, es el primero que viene de América Latina,
religiosa del pueblo. ¿Qué piensa realmente Francisco sobre María? ¿Cómo es su relación con la
Virgen? ¿Qué influencias recibió para pensar y actuar así? ¿Qué valor le da a la religiosidad
5 Alexandre Awi Mello, “Ela é minha Mãe!”: Encontros do Papa Francisco com Maria (São Paulo: Loyola, 2014). El
libro ha sido traducido y publicado en español, alemán, inglés e italiano. Hay cinco ediciones en Brasil, una en Portugal, dos en
Argentina, una en Chile, una en Colombia, una en Alemania, una en India e una en Italia.
4
popular y qué lugar ocupa la Virgen María en ella? ¿Qué importancia tienen estas perspectivas
para su visión eclesial y el proyecto que Francisco tiene para la Iglesia, de la cual él es pastor
y su praxis mariana?
Éstas son algunas de las preguntas que motivan la presente investigación. Hasta el
momento ningún autor ha logrado identificar bien ni desarrollar claramente la “mariología” del
Papa Francisco o el “pensamiento mariológico” que está por detrás de sus actitudes y acciones.6
Una tarea tan amplia llevaría muy lejos y no quiere ser el foco del presente estudio. Éste se va a
concentrar en una dimensión del tratado mariológico: la piedad popular mariana, cuyo estudio
seguramente podrá contribuir a investigaciones futuras que busquen una comprensión más
un continente donde la piedad mariana es una evidencia, lo que ha sido afirmado por el magisterio
del continente, parte de la identidad cultural y religiosa de los pueblos latinoamericanos. Se debe
mostrar aquí si, y en qué medida, el Papa Francisco también está marcado por esta forma de pensar
y vivir el vínculo a María. Asimismo, se buscará descubrir e indicar los posibles influjos que
recibió de su familia natural – italiana y tradicionalmente mariana – y del ambiente eclesial del
6 Posterior a la entrega de la disertación se publicó (formato bolsillo, 141 p.): Carlos María Galli, Cristo, María, la
Chiesa e i popoli: La mariología di papa Francesco (Vaticano: LEV, 2017), que menciona como una de sus fuentes el libro
indicado en la nota anterior. Ver Galli, Cristo, María, la Chiesa e i popoli, 16-17.
5
La investigación quiere destacar también como Francisco no solo recibió influencias, sino
particular, la piedad popular mariana. Este tipo de piedad marca su visión de Iglesia y su visión
de María. Por otro lado, el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium – en
evangelización.7 De ahí, una vez más, el valor de profundizar en esta temática para entender mejor
Para alcanzar tales objetivos principales, se hacen necesarias algunas metas parciales, como
pastoral de la mariología y de la piedad popular a partir del Vaticano II en las enseñanzas del
magisterio latinoamericano (capítulos 2), buscando entender si y en qué medida ese contexto
ejerció influencia sobre el Papa actual (capítulo 8). Se presenta así brevemente las principales
particular en el estudio de la así llamada “Teología del Pueblo” (capítulo 3), buscando definir, los
puntos de contacto y posibles influencias de ésta, sobre el ministerio pastoral del Papa (capítulo
8). Se hace necesario también desvendar tanto la experiencia mariana de Jorge Mario Bergoglio
como sus afirmaciones mariológicas en las distintas etapas de su ministerio pastoral, como jesuita,
como obispo y como Papa (capítulos 4 a 7). Finalmente se quiere presentar, de forma sistemática
Iglesia y ve a la Iglesia a partir de María y de la piedad popular mariana (capítulo 9), indicando
7 EG 285-288.
6
mostrará así la íntima unidad entre María y la Iglesia en la visión del actual pontífice, y que ambas
estudio se impone otro límite importante: una acotación cronológica. Como el (sujeto-)objeto de
la investigación todavía vive y actúa pastoralmente, se hace necesario determinar un límite para el
periodo histórico de la investigación. Se estipuló así que ésta abarque desde la infancia de Jorge
Mario Bergoglio hasta sus cuatro primeros años como Papa. En otras palabras, las experiencias y
discursos tenidos en cuenta en este trabajo – salvo excepciones debidamente indicadas – son
anteriores al 13 de marzo de 2017. Como se percibirá a lo largo del estudio, las principales ideas
de Bergoglio relativas a la piedad popular mariana empiezan a tomar forma ya en los años 70 y se
entonces. La constante repetición de las mismas a lo largo de los cuatro primeros años de su
pontificado es un signo claro de que el periodo investigado es suficiente para llegar a respuestas
válidas respecto a las preguntas formuladas en el presente estudio. Salvo que algo muy
extraordinario suceda, el pensamiento y praxis marianas del Papa Francisco respecto a la piedad
popular mariana debieran – en los próximos años de su pontificado – permanecer los mismos que
Hasta la conclusión del presente estudio el autor no tuvo conocimiento de ningún estudio
científico, a nivel de tesis de licenciatura o de doctorado, sobre el pensamiento mariano del Papa
Francisco, menos aún sobre su pensamiento y praxis respecto a la piedad popular mariana. Ya se
7
han publicado recolecciones de algunos de sus textos marianos8, pero aún ninguna elaboración
Errázuriz, uno de los miembros del grupo de nueve cardenales que colabora con Francisco en la
reforma de la curia (grupo conocido como “G-9”), el mismo Papa habría dicho que la reflexión
más completa sobre su relación con la Virgen María, hasta el momento, se encontraría en el libro
ya mencionado “Ela é a minha Mãe”, fruto de la entrevista concedida al autor del presente estudio.9
Debido al gran interés que Francisco ha suscitado dentro y fuera de la Iglesia, empiezan a
aparecer varios artículos y algunos pocos libros que intentan formular la “teología” del Papa
Francisco. Todos mencionan la valoración de la piedad popular como parte importante de esa
“teología”, pero ninguno de ellos se ha concentrado hasta ahora en el tema mariano y ni siquiera
8 Elena Inversetti, ed., Il Vangelo di Maria: per un giubileo di misericórdia (Milano: PIEMME, 2015); Álvaro Ginel,
Papa Francisco (Maliaño: Sal Terrae, 2017). En algunas partes del libro aparece el tema de la piedad popular, pero sin especial
desarrollo reflexivo sobre su dimensión mariana: 161-180; 212-215; 227-252. Ver la entrevista a un “cura villero”: José María Di
Paola, “La religiosidad popular,” en Francisco, la alegría que brota del pueblo: una reflexión compartida de Evangelii Gaudium,
ed. Jorge Benedetti et al. (Buenos Aires: Santa María, 2015), 179-200. Ver además: Walter Kasper, Papst Franziskus – Revolution
der Zärterlichkeit und der Liebe: theologische Wurzeln und pastorale Perspektiven (Stuttgart: Verlag Katholisches Bibelwerk,
2015), 59 y 64-65 (sobre la piedad popular); Mariano Fazio, El Papa Francisco: claves de su pensamiento, 2ª ed. (Rosario:
Ediciones Logos Ar, 2014), 53-62 (sobre la piedad popular); Emilce Cuda, Para leer a Francisco: teología, ética y política (Buenos
Aires: Manantial, 2016), 131-158 (en ese libro el tema de la piedad popular aparece de forma bastante difusa); Ángel Luis Fariña
Pérez, “La Teología del Papa Francisco,” Teología Espiritual LIX (2015): 57-75 (sobre la piedad popular: 72-74); Ernesto Palafox
Cruz, “La teología de la praxis popular y Francisco,” Revista de Cultura Teológica XXIII, n. 85 (2015): 33-62 (sobre la piedad
popular: 40-44; 51-52); Juan Carlos Scannone, “Papa Francesco e la Teologia del Popolo,” La Civiltà Cattolica 3930 (14 marzo
2014): 571-590 (sobre la piedad popular: 585-588); Rafael Luciani, El Papa Francisco y la Teología del Pueblo: para comprender
la teología del Papa (Madrid: PPC, 2016). Este último libro fue lanzado al final de 2016 y, aunque no trata el tema de la religiosidad
popular como un tópico en sí, ya en la presentación, refiriéndose a los primeros gestos del Papa Francisco, dice que “esa novedad
no consistía en gestos vacíos de contenido. Poco a poco se fue conociendo que detrás de Francisco había una teología con sabor
regional, cocida al calor de un pensamiento que se atrevió a darle entidad a la religiosidad popular como parte integrante de la
virtud religiosa y a la cultura popular como un modo de vivir la fe con sus propias particularidades.” Omar César Albado,
“Presentación,” en El Papa Francisco y la Teología del Pueblo, ed. Rafael Luciani, 5. Posterior a la entrega de la disertación es
digno de mención: Massimo Borghesi, Jorge Mario Bergoglio: una biografía intellettuale (Milán: Jaca Book, octubre 2017).
8
deben tener en cuenta temas como, por ejemplo, las diferentes corrientes de la teología de la
religiosidad popular en América Latina en los años 70, las discusiones teológicas relativas al
secularismo y la secularización en los años 80, entre otras. De hecho, el Vaticano II prácticamente
no menciona el tema de la religiosidad popular. La fuerza con que llegó la influencia del
movimiento litúrgico en el concilio – en general más norte europeo, monástico, benedictino – hizo
con que la actitud ante ésta fuera más de limitarla que de estimularla. La Sacrosanctum Concilium,
primer documento del concilio, trae apenas una pequeña mención a los “pia exercitia.”11 La
demostrará. De hecho, la recuperación de la piedad popular tiene que ver más con el CELAM y
Mucho se ha escrito en los últimos años sobre la influencia de la teología argentina “del
pueblo” o “de la cultura” en el pensamiento del primer Papa argentino. Es un aspecto más a
sobre la piedad popular mariana. Según el Padre de Schoenstatt y teólogo chileno Joaquín Alliende,
perito en las Conferencias del CELAM en Puebla (1979) y Santo Domingo (1992), el Cardenal
poco se conoce a este “maestro decisivo” del Papa. “Lucio Gera funda su reflexión, asumiendo
metódicamente como clave interpretativa, en lo que el Papa llama ‘una riqueza muy grande de
11 SC 13.
9
nuestro pueblo: la piedad popular’. Para Gera y Bergoglio, en este fenómeno cultural característico
se decantan esencias de nuestra identidad latinoamericana”12, escribe Alliende apenas dos meses
vida de Bergoglio, un claro indicio del gran aprecio de éste por él fue su decisión de enterrarlo en
la cripta de la catedral de Buenos Aires. Carlos Galli, varias veces decano de la Facultad de
teología latinoamericana” contemporánea.13 Considerado el mayor teólogo argentino del siglo XX,
Gera fue miembro de la primera Comisión Teológica Internacional, convocada por Pablo VI en
1969, y asesor teológico en las Conferencias Generales del CELAM en Medellín (1968) y Puebla
Religiosidad Popular y escribió la primera versión del texto sobre “evangelización de la cultura”14,
que después fue enriquecido por la comisión y aprobado con el placet más alto en las votaciones
de la Conferencia. Pero ¿Gera y su escuela han realmente influenciado en la forma con que
Juan Carlos Scannone, sacerdote jesuita, ex profesor del Papa en su tiempo de seminario,
está convencido de que sí. Considerado el mayor teólogo argentino aún vivo y conocedor profundo
del pensamiento de Bergoglio, concedió una entrevista sobre las posibles tendencias del nuevo
12 Joaquín Alliende, “Teología de la liberación y el Papa,” El Mercurio, 12 mayo 2013, acceso 18 abril 2017,
http://www.elmercurio.com/blogs/2013/05/12/11665/Teologia-de-la-liberacion-y-el-Papa.aspx
13Carlos María Galli, “Lucio Gera (II): Un precursor del viento que sopla desde el sur – Una teología conciliar,
contemporánea, latinoamericana y popular,” Vida Pastoral 314 (enero 2013), San Pablo, acceso 18 abril 2017,
http://www.sanpablo.com.ar/vidapastoral/nota.php?id=698
14 DP 384-443.
10
da América Latina.”15 Afirmó categóricamente: “Eu acredito que ele vai apoiar a opção
preferencial pelos pobres como lugar hermenêutico para a reflexão teológica e pastoral latino-
americana. Na Argentina, ele defendeu aquela que eu chamo de ‘linha argentina da teologia da
libertação’, denominada por alguns como ‘teologia do povo’, e eu presumo que ele vai continuar
a promovê-la, sem ignorar outras orientações teológicas.”16 Explica aun la relación de esa teología
con la piedad popular, justificando y motivando a que se la investigue en el presente estudio: “Essa
mesmo tempo que os seus intérpretes mais autênticos e fiéis são os pobres, com a sua
espiritualidade tradicional e a sua sensibilidade pela justiça. Essa reflexão alimenta a pastoral dos
la religiosidad popular, tanto argentina como latinoamericana. Sus raíces históricas se hallan en
(COEPAL), cuyo mentor teológico era Lucio Gera, que motivó una pastoral pensada no sólo para
el pueblo sino a partir del pueblo. Como el pueblo latinoamericano ya fue evangelizado, su cultura
presenta muchos elementos que no son sólo “semillas del Verbo” sino que la espiritualidad de
nuestro pueblo es un auténtico catolicismo popular, “fruto” del Verbo; es “lugar teológico” a la
hora de evangelizar. Descubrir si e en qué medida todas esas reflexiones tuvieron influencia sobre
15 Juan Carlos Scannone, entrevista a Mauro Castagnaro, Il Regno 6/2013 (15 marzo 2013): 128, traducida al portugués
y citada en Moisés Sbarteloto, “A teologia de Francisco: entrevista com Juan Carlos Scannone,” Instituto Humanitas Unisinos, 27
mayo 2013, acceso 18 julio 2017, http://www.ihu.unisinos.br/171-noticias-2013/520470-a-teologia-de-francisco-entrevista-com-
juan-carlos-scannone
16 Juan Carlos Scannone, entrevista a Mauro Castagnaro.
17 Juan Carlos Scannone, entrevista a Mauro Castagnaro.
11
Jorge Bergoglio al momento de pensar la piedad popular mariana es uno de los desafíos de las
Por todo lo anterior, se concluye que el tema de la presente tesis es original y pertinente,
digno de un trabajo doctoral, y que puede venir a llenar una importante laguna en el campo de
estudios mariológicos.
La teología del Papa Francisco es, sobre todo, una teología pastoral, y lo es de una forma
probablemente más intensa y explícita que para sus antecesores. Toda especulación sistemática
debe ser vista en el contexto de su opción por una Iglesia “en salida”, misionaria, vuelta hacia el
“No son pocas las veces que se genera una oposición entre teología y pastoral, como si fuesen dos
realidades opuestas, separadas, que nada tuvieran que ver una con la otra…Buscar superar este
divorcio entre teología y pastoral, entre fe y vida, ha sido precisamente uno de los principales
aportes del Concilio Vaticano II. Me animo a decir que ha revolucionado en cierta medida el
estatuto de la teología, la manera de hacer y del pensar creyente.”18 Y concluye: “Este encuentro
18 Francisco, “Texto del video-mensaje a los participantes del Congreso Internacional de Teología que se realizó en la
UCA en el marco de la celebración de los 100 años de la Facultad de Teología,” AICA, 3 septiembre 2015, acceso 18 junio 2017,
http://www.aica.org/documentos-s-RnJhbmNpc2NvLiBEaXNjdXJzb3M=-4811. “No son pocas las veces que identificamos lo
doctrinal con conservador, retrogrado; y por el contrario, pensamos la pastoral desde la adaptación, reducción, acomodación.
Como si nada tuviesen que ver entre sí. Se genera de este modo una falsa oposición entre los así llamados "pastoralistas" y
"academicistas", los que están al lado del pueblo y los que están al lado de la doctrina. Se genera una falsa oposición entre la
teología y la pastoral; entre la reflexión creyente y la vida creyente; la vida, entonces, no tiene espacio para la reflexión y la
reflexión no encuentra espacio en la vida. Los grandes padres de la Iglesia: Ireneo, Agustín, Basilio, Ambrosio, por nombrar
algunos, fueron grandes teólogos porque fueron grandes pastores.” Francisco, “Texto del video-mensaje a la UCA.”
12
entre doctrina y pastoral no es opcional, es constitutivo de una teología que pretenda ser eclesial.”19
se verá a lo largo de este estudio20: “Las preguntas de nuestro pueblo, sus angustias, sus peleas,
sus sueños, sus luchas, sus preocupaciones poseen valor hermenéutico que no podemos ignorar si
queremos tomar en serio el principio de encarnación…De ahí que no podemos ignorar a nuestra
gente a la hora de realizar teología. Nuestro Dios ha elegido este camino.”21 De ahí que “los
acontecimientos pastorales tienen un valor relevante”, como es el caso de la piedad popular. “Las
El teólogo debe encontrarse con el pueblo de Dios para hacer teología: “Sin ese encuentro,
con la familia, con el Pueblo de Dios, es cuando la teología corre el gran riesgo de volverse
ideología. No nos olvidemos, el Espíritu Santo en el pueblo orante es el sujeto de la teología. Una
teología que no nazca en su seno, tiene ese tufillo de una propuesta que puede ser bella, pero no
real.”23 En el mismo mensaje Francisco aprovecha para describir tres rasgos de la vocación del
verdadero teólogo: un hijo de su pueblo, un creyente y un profeta. Hijo de su pueblo porque conoce
la cultura de su pueblo y la reconoce como “signo de la presencia de Dios ya que sabe que la fe no
le pertenece”, pues sabe que “el Pueblo creyente en el que ha nacido, tiene un sentido teológico
que no puede ignorar.”24 Creyente porque el teólogo es, en primer lugar, “alguien que ha hecho
mantiene viva la conciencia de pasado y la invitación que viene del futuro”26, reflexiona a partir
del río de la Tradición, denuncia lo que es alienante o puede dañar a los suyos y con esperanza
invita a despertar la conciencia adormecida en los hombres y los pueblos. Obsérvese que estas tres
características son especialmente reconocibles en las expresiones de piedad popular, lo que hace
del presente trabajo un instrumento privilegiado para hacer teología “al estilo” del Papa
Francisco.
Ese es el camino elegido en esta tesis, pues fue el camino recorrido por el teólogo
pastoralista Bergoglio también respecto a la piedad popular mariana: todavía como jesuita, pero
aún más como obispo, el futuro Papa fue un creyente, profeta e hijo de su pueblo. Aprendió con
su pueblo a creer y profetizar. Como testimonió Mons. Víctor Fernández, para Bergoglio, María
no suele aparecer como “objeto directo de la reflexión”, sino que al contemplar con qué fuerza
Fernández cree que el camino de Bergoglio para llegar a María es por la piedad del pueblo, es
decir, “indirectamente”, y agrega: “Eso no le quita fuerza, sino que le da al tema mariano, una
dosis de mucha ternura, de mucha experiencia de fe, más que de reflexión dogmática. El tema de
la experiencia de la relación con María pasa a ser entonces un tema fundamental, más que los
contempla a María en la piedad de la gente y reconoce allí una experiencia de fe, un modo de
relacionarse con María. Y concluye: “Eso creo que es lo primero que hay que tener en cuenta para
analizar el tema [mariano] en él.” 27 El mismo Bergoglio confirma ese camino al decir en su
entrevista a Spadaro: “Sucede como con María: Si se quiere saber quién es, se pregunta a los
teólogos; si se quiere saber cómo se la ama, hay que preguntar al pueblo. María, a su vez, amó a
Jesús con corazón de pueblo, como se lee en el Magníficat. Por tanto, no hay ni que pensar que la
comprensión del “sentir con la Iglesia” tenga que ver únicamente con sentir con su parte
jerárquica.”28 Hay que sentir con el pueblo para que la teología nazca del corazón y llegue a él,
teniendo efecto en la vida del Pueblo de Dios. Bergoglio es un teólogo, hijo del pueblo, que lo
Esa fue la experiencia del investigador al final de la mencionada entrevista con el Papa
para hablar de su relación con la Virgen. La reflexión teológica sobre María no parece ser lo más
pueblo de corazón sencillo o, como enseña el Concilio Vaticano II, enraizada en la totalidad del
pueblo cristiano, poseedor de ese “sentido sobrenatural” que lo lleva a un consenso universal,
Dios, Bergoglio participa del sensus fidelium (sentido de fe de los fieles) y se identifica con la fe
mariana del pueblo cristiano. “La fe del pueblo de Dios” – dijo el Papa ya al inicio de su pontificado
– “es una fe sencilla, es una fe que tal vez no tenga mucha teología, pero lleva en sí una teología
que no se equivoca, porque en ella está el Espíritu.”30 En esa ocasión, el Papa hizo referencia a LG
12, donde se dice que “el pueblo santo de Dios no puede equivocarse cuando cree.”31 Y para
complementar esta formulación teológica, agregó lo mismo que después diría a Spadaro, como ya
teología que no se equivoca, porque hay en ella el Espíritu,” News.va, 26 mayo 2013, acceso 18 julio 2017,
http://www.news.va/es/news/la-fe-del-pueblo-de-dios-lleva-dentro-una-teologia
31 Francisco, “La fe del Pueblo de Dios.”
15
se mencionó: “Si quieren saber quién es María, acudan al teólogo y él les dirá exactamente quién
es María. Pero si quieren saber cómo amar a María, vayan al pueblo de Dios que se lo enseñará
mejor.”32
Además del divorcio entre teología y pastoral, Bergoglio se opone también a la separación
entre teología y espiritualidad. Para la mencionada entrevista con el Papa el investigador había
preparado una serie de preguntas teológicas y su propósito inicial era escribir un libro “científico”,
teológica y sistemáticamente bien armado, sobre la mariología del Papa. No quería caer en lo
Escuchando las respuestas del Papa se dio cuenta del gran valor de la teología sapiencial de
Bergoglio, que – al estilo de lo que hacían los “Padres de la Iglesia” – une tan espontáneamente
teología y espiritualidad, cuyo divorcio también ha sido tantas veces denunciado por teólogos y
espiritual para luego volverse teología y retornar así enseguida a la pastoral como una verdadera
su corazón para así hacerlo salir de sí mismo. Al Papa la Virgen le ayuda a descubrir el corazón
mariano de su pueblo y hablarle a él de forma religiosa y espiritual. Por eso valora tanto lo que el
Documento de Aparecida llama “espiritualidad popular”34, como camino original por el que Dios
conduce a su pueblo, espiritualidad que no sólo debe ser tolerada, sino considerada en todo su
valor salvífico como verdadero “lugar teológico” y expresión cultural y sapiencial de un pueblo.
Se trata, continúa señalando el documento que Bergoglio ayudó a redactar, de “una espiritualidad
encarnada en la cultura de los sencillos, que no por eso es menos espiritual, sino que lo es de otra
alegra por el empeño de la teología actual de tomar en consideración las “razones del corazón”:
éstas son más visibles en la espiritualidad popular, con la cual Bergoglio comulga. Así, pues, la
En su “sentir con la Iglesia”, con el pueblo cristiano, Bergoglio vive también su fe mariana
y percibe que hay algo de inequívoco en ella. Sus encuentros con la Virgen son muy parecidos a
los del pueblo fiel en general. No son una teoría sino una vivencia. Por lo tanto, de sus
teológicos, aun cuando éstos constituyan su telón de fondo. De ahí que, según el investigador, su
mariología podría ser caracterizada como una “mariología aplicada” o una “mariología pastoral
Por todo eso no resulta difícil entender que la presente investigación no sea un ensayo
clásico de mariología. La presente tesis tuvo que tener muy en cuenta el testimonio personal de un
34 DA 263.
35 DA 263.
36 Alfonso García Rubio, “Prática da teologia em novos paradigmas: adequação aos tempos atuais,” en Teologia aberta
ao futuro, ed. Márcio Fabri dos Anjos (São Paulo: Loyola, 1997), 240.
17
hijo de María, el Papa Francisco, un devoto que se encuentra personalmente con la Virgen y
experimenta en esa relación un camino para vivir más profundamente su encuentro con Jesús, su
espiritualidad cristiana. Se trata, en definitiva, de un hombre con un profundo amor a María, como
millones de otros católicos esparcidos por el orbe, pero que, por esos designios de Dios, llegó a ser
Papa. En su entrevista, Antonio Spadaro describió muy bien la espiritualidad del Papa Francisco
al decir que ésta “no está hecha de ‘energías armonizadas’, como él las llamaría, sino de rostros
humanos: Cristo, san Francisco, san José, María.”37 Su espiritualidad está hecha de encuentros
personales y el encuentro con María es parte esencial de su camino espiritual. La presente tesis
busca desvendar los rasgos del rostro de María según la visión del Papa Francisco mediada por
el pueblo fiel de Dios. De este modo, manteniendo el estilo de Francisco, se recoge no solamente
sus palabras sino también sus experiencias. No sólo lo que él reflexiona, sino también cómo actúa
Un texto central de la constitución apostólica Dei Verbum, del Vaticano II, marcó la
inspiración metodológica del presente estudio: la revelación de Dios “se realiza con hechos y
palabras intrínsecamente conexos entre sí, de forma que las obras realizadas por Dios en la historia
de la salvación manifiestan y confirman la doctrina y los hechos significados por las palabras, y
las palabras, por su parte, proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas.”38 Esto
que vale para la Revelación, vale en general para la actuación de Dios en la historia. Dios sigue
hablando con los hombres y mujeres de hoy en acontecimientos y palabras íntimamente conexos
entre sí. Por eso, para descubrir lo que Dios “dice” al hombre y a la Iglesia de hoy por medio del
Papa Francisco, en la segunda parte del presente estudio se recorren las experiencias
Dos fuentes que se condicionan y complementan: sus vivencias marianas (acontecimientos) son
fuente para sus reflexiones (palabras), y sus textos y discursos expresan y profundizan lo que
primero ha pasado por su experiencia, primero ha sido vivencia religiosa. “Las verdades de fe
sobre María, la realidad de su persona y de su misterio, para ser asumidas vitalmente, necesitan de
auténticas vivencias marianas”39, explica Joaquín Alliende. Ese es el camino de la piedad mariana:
se realiza por medio de vivencias personales y comunitarias de María. Esta perspectiva marcó la
segunda parte del presente trabajo (capítulos 4 a 7), donde se exponen las vivencias marianas de
Bergolgio y cómo expresó en sus discursos y textos las verdades marianas allí vivenciadas.
general de su vida. El tema de la presente investigación no es solo una idea, sino una persona. Y
solamente desde esta perspectiva se puede descubrir el lugar que ocupa María en la vida y acción
pastoral del objeto(-sujeto) del estudio, el Papa Francisco. Su experiencia personal con María y
con la piedad popular mariana marcan su forma de ser, su estilo de vida, su pensamiento y,
seguramente, también el sueño y el proyecto que él tiene para la Iglesia universal. Además, su
39 Joaquín Alliende, Para que nuestra América viva: María educadora de discípulos y misioneros (Santiago: Nueva
Patris, 2007), 60. El autor, siguiendo la escuela del Padre José Kentenich, define la vivencia religiosa como la captación y
elaboración, desde el corazón, de verdades religiosas. Explica que una auténtica vivencia religiosa tiene un elemento
contemplativo (“captación”) y otro activo (“elaboración”), radica en lo subjetivo (en el corazón) y se alimenta de lo objetivo (de
las “verdades”), en nuestro caso, de las verdades del misterio de María. Da un ejemplo: una celebración mariana – podría ser una
procesión – en una población de los suburbios de una gran ciudad, algo que Bergoglio vivió tantas veces. Allí se “entrega algo
enriquecedor de modo que pueda ser ‘captado’. Deja pausas de silencio para que las personas y la comunidad puedan saborear y
‘elaborar’ activamente los contenidos. El lenguaje, los gestos, los símbolos, la atmósfera vital, el espacio físico, el ritmo de la
celebración deben invitar de por sí, sin palabrería, a entrar en el proceso personal de la vivencia. Esto es tocar el corazón, el
centro espiritual y sensitivo de cada uno, el Gemüt. Siempre tiene que haber un contenido que es procesado existencialmente
desde el corazón. Ese contenido son verdades de la fe mariana de la Iglesia. Tales verdades lo tocan, lo conmueven, lo llevan a
contemplar como discípulo, lo despiertan, lo dinamizan a elaborar alguna forma de creatividad personal y de compromiso
misionero.” De esta forma, concluye, “la piedad mariana se hace educacionalmente operativa, transformadora, cuando se anuda
en auténticas vivencias de amor a la Madre de Dios. En ese momento, el corazón purificado por la fe, el corazón de discípulo
verdadero, saborea con María toda la gozosa verdad del Credo de la Iglesia y se prepara para la misión.” Alliende, Para que
nuestra América viva, 54-60.
19
experiencia personal y pastoral hace con que él seleccione algunos temas como más relevantes al
momento de hablar de la piedad popular mariana, como se verá a lo largo del estudio.
motivación para esta tesis partió de una entrevista hecha al Papa Francisco en 23 de diciembre de
2013 (llamada aquí de E-1). Después de aprobado el tema de la presente tesis, el investigador logró
realizar aún una segunda entrevista, en 6 de septiembre de 2015 (E-2). Ambas acontecieron en la
Casa Santa Marta, donde el Papa vive, y son fuentes importantes para la tesis, pues recogen los
Otra fuente fundamental fueron los escritos y prédicas de Jorge Mario Bergoglio, en las
diferentes etapas de su vida – como jesuita, como obispo y como Papa – donde él toca el tema
mariano y, en particular, la piedad popular mariana. Estos textos fueron recolectados y ordenados
debidamente como fuentes primarias, junto a las entrevistas mencionadas. Como fuentes
secundarias, además de los muchos autores que han escrito sobre el pensamiento de Bergoglio, se
hizo necesario también investigar las afirmaciones del magisterio y la teología latinoamericanas,
en particular en Argentina, que pueden haber marcado el ambiente en que Bergoglio aprendió a
a Bergoglio, algo también poco común en los trabajos teológicos, pero que marcó bastante la
presente investigación.
20
En otras palabras, como bibliografía primaria se consideran aquí los textos y discursos de
Bergoglio como jesuita, como obispo y como Papa, además de las dos entrevistas concedidas por
él. Ya la bibliografía secundaria son los textos teológicos y magisteriales sobre María y la
teología y otros que pueden haber influido en su pensamiento (Lucio Gera, Rafael Tello, Víctor
Fernández, Methol Ferré, Juan Carlos Scannone), como también algunas entrevistas realizadas
directamente por el investigador con algunos de ellos. También se tuvo en cuenta varias biografías,
No se pueden obviar la originalidad de una tesis escrita sobre un autor vivo. De ahí la
necesidad de fijar un límite para la investigación, como ya se dijo, y este se estableció – de forma
relativamente arbitraria – en sus cuatro primeros años de pontificado (hasta 13 de marzo de 2017).
De alguna forma su pensamiento puede estar aún en evolución. Sin embargo, a la edad de 80 años
se puede suponer que las bases de su pensamiento teológico ya están asentadas y difícilmente este
pasará por grandes cambios. Más todavía en el caso de Bergoglio, donde se va a notar que algunas
de sus afirmaciones mariológicas se repiten desde su tiempo como sacerdote jesuita y la gran
vivas que lo conocen y han trabajado teológica e pastoralmente con él, entre los que el autor de
esta investigación se incluye. De ahí que, sin herir la cientificidad del estudio, no se haya podido
huir totalmente del tono testimonial de algunas afirmaciones. Además, como se dijo, hubo la
estudio del pensamiento del Papa como: Mons. Víctor Fernández, llamado por algunos de “el
teólogo del Papa”; P. Carlos Galli, reconocido “teólogo del Pueblo”, miembro de la Comisión
21
Argentina (UCA); el jesuita Juan Carlos Scannone, profesor de Bergoglio, conocido por difundir
en todo el mundo la filosofía y teología argentina “del Pueblo”; el también jesuita Jorge Seibold,
autor de la expresión “mística popular”, usada en Aparecida y tan querida por Francisco; además
del P. Enrique Bianchi, autor de la primera tesis de licenciatura sobre el P. Rafael Tello, teólogo
argentino “del Pueblo”, que desde final de los años 70 había sido alejado de sus clases en la UCA.
El libro de Bianchi fue presentado en la misma universidad por el Cardinal Bergoglio, lo que él
Todos estos testimonios han sido valiosos para la comprensión del tema, pero, a la vez, han
confirmado para el investigador la dificultad de escribir una tesis doctoral sobre “la mariología”
del Papa Francisco. Éste no es un punto independiente en su teología. En la estera del capítulo VIII
de Lumen Gentium y del enfoque de la mariología conciliar, su mariología aparece muy integrada
mariano. Por otro lado, en su acción pastoral Bergoglio ha dado particular atención al tema de la
piedad popular, dentro del cual hay que entender su marianismo. Para que pudiera haber, entonces,
una materia cuantitativa y cualitativamente más relevante para una tesis doctoral se optó por
Después de ordenar por áreas temáticas las informaciones recogidas tanto en las entrevistas
como en la vida y los textos de Bergoglio, se buscó compararlas y relacionarlas con las
él. Finalmente se busca establecer, algunas claves históricas y teológicas para comprender su
40 Jorge Mario Bergoglio, “Pobres en este mundo, ricos en la fe. A propósito de la figura y el pensamiento del Padre
Rafael Tello,” Vida pastoral 310 (septiembre 2012). Texto completo disponible en internet: San Pablo, acceso 18 mayo 2017,
http://www.sanpablo.com.ar/vidapastoral/nota.php?id=664.
22
pastorales. La investigación se mueve, así, entre tres áreas teológicas: la histórica, la sistemática
y la pastoral. Aunque cada una puede hallarse concentrada en una parte específica del trabajo,
elementos biográficos del autor en cuestión y a los datos históricos del contexto eclesial y teológico
aquello que cree y enseña Jorge Mario Bergoglio, visando a una sistematización de los mismos. Y
el área pastoral se refiere a la búsqueda de percibir y sacar las consecuencias prácticas y pastorales
solamente biográfico. Sin embargo, la biografía es fundamental, pues lo que vale para todos
nosotros vale con más razón para el Papa: su teología influencia su vida, y sus experiencias vitales
necesidad de ver unidas la teología, la espiritualidad y la pastoral, lo que es además una marca
tal exigencia, lo que se ha llamado una “mariología pastoral aplicada”, como se explicó en el
apartado anterior.41
Para facilitar la lectura del estudio que se tiene en manos, conviene tener muy claro, desde
Después del presente capítulo introductorio (capítulo 1) el trabajo está compuesto por nueve
- La segunda parte reúne propiamente las experiencias y discursos de Jorge Mario Bergoglio
respecto a la piedad popular mariana, desde su infancia hasta su actual ministerio petrino.
- Finalmente, la tercera parte busca confrontar todos los datos anteriormente recogidos,
ordenándolos a partir de claves teológicas que ayudan a comprender mejor: las influencias
piedad popular mariana. Éstas fueron divididas en claves histórico-teológicas (capítulo 8),
Adviértase que toda esa tercera parte ya trae en si las conclusiones del trabajo, dispensando
Al inicio del trabajo se hace necesario también distinguir qué se comprende aquí por
“piedad popular”. La expresión no está presente en el magisterio pontificio anterior a Pablo VI.
Hasta entonces se refería de forma genérica a los pia exertitia. Pio XII hace una defensa de estas
que estos deben realizarse en consonancia con la sagrada liturgia y en subordinación a esta, que
tiene el primado sobre ellos. En sintonía con el movimiento de renovación litúrgica, que marca el
concilio, se establecen aquí los justos términos de la relación entre la liturgia y la piedad popular,
exhortación Marialis Cultus sobre o culto mariano, como se podría esperar, sino en la – igualmente
magnífica – Evangelii Nuntiandi, en el n. 48. Esta inclusión está relacionada a la escuela argentina
de pensamiento teológico-pastoral, como se verá a lo largo del estudio. Pablo VI opta por hacer
una distinción entre religiosidad popular y piedad popular que, a partir de entonces, se hará clásica
en el uso del término, aunque muy a menudo no es asumida por los distintos autores que discurren
sobre el tema. El Papa Francisco valora esa distinción, pero no siempre la usa. En otras palabras,
es común encontrar menciones a uno y otro término de forma indistinta. Sin embargo, la
43 Pio XII, “Carta encíclica Mediator Dei sobre la Sagrada Liturgia,” La Santa Sede, 20 noviembre 1947, n. 70-71; 224;
228, acceso 18 julio 2017, http://w2.vatican.va/content/pius-xii/es/encyclicals/documents/hf_p-xii_enc_20111947_mediator-
dei.html
44 Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Directorio sobre la Piedad Popular y la
Liturgia: principios y orientaciones (= DPPL), La Santa Sede, 17 diciembre 2001, acceso en 18 mayo 2017,
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccdds/documents/rc_con_ccdds_doc_20020513_vers-direttorio_sp.html
25
la sagrada Liturgia, sino con las formas peculiares derivadas del genio de un pueblo o de una etnia
y de su cultura.”45 Es decir, es algo que se da en el ámbito cristiano y, por lo tanto, más adecuado
más universal, pues “en el corazón de toda persona, como en la cultura de todo pueblo y en sus
manifestaciones colectivas, está siempre presente una dimensión religiosa.”46 Según esta
distinción, “la religiosidad popular no tiene relación, necesariamente, con la revelación cristiana”,
coexistir, “más o menos armónicamente, elementos provenientes del sentido religioso de la vida,
por un lado Pablo VI prefiere hablar de “piedad popular”48, Puebla usa tanto un término como el
la opción terminológica en el presente trabajo no quiere ser rígida. En general se opta por hablar
de piedad popular en el trato de fenómenos dentro del marco cristiano, y de religiosidad popular
para indicar un fenómeno religioso más amplio, pero, según las escuelas y autores mencionados,
45 DPPL 9.
46 DPPL 10.
47 DPPL 10.
48 EN 48.
49 La sección “Evangelización y religiosidad popular” (DP 444-469) prefiere hablar de “religiosidad popular”, mientras
que en la sección sobre los “medios para la comunión y participación” se privilegia la expresión “piedad popular” para referirse a
uno de estos medios, junto a la liturgia y la oración (DP 895-963).
50 Catecismo de la Iglesia Católica (Buenos Aires: CEA, 2005), n. 1674-1676.1679.
26
La historia de esta precisión terminológica, sin embargo, no termina por aquí. El Papa
Conferencia del CELAM, que se refiere a la piedad popular con dos otros términos: espiritualidad
y mística popular.52 Ciertamente al leer y ayudar a escribir las páginas de Aparecida, Bergoglio se
acordaba del valor evangelizador de las expresiones de la piedad popular que vivenció en tantos
lugares53 y por esto, en su “exhortación programática” no dudó en dedicar una amplia reflexión
sobre la fuerza evangelizadora de la piedad popular54, como se verá a lo largo del estudio.
“mística” populares apunta, en primer lugar, a una mayor valoración de la piedad popular, que
llega al nivel de la mística y es auténtica espiritualidad cristiana, pero no significa que el Papa
abogue necesariamente por un cambio en el uso general del término. Las expresiones más bien
mantiene aquí el uso de piedad y religiosidad populares, conforme apuntado arriba, pero
51 “En ese amado continente [América Latina], donde gran cantidad de cristianos expresan su fe a través de la piedad
popular, los Obispos la llaman también ‘espiritualidad popular’ o ‘mística popular’. Se trata de una verdadera “espiritualidad
encarnada en la cultura de los sencillos.” EG 124.
52 DA 262.
53 “El caminar juntos hacia los santuarios y el participar en otras manifestaciones de la piedad popular, también
llevando a los hijos o invitando a otros, es en sí mismo un gesto evangelizador por el cual el pueblo cristiano se evangeliza a sí
mismo y cumple la vocación misionera de la Iglesia.” DA 264. Delante de las imágenes de la Virgen, los fieles “encuentran la
ternura y el amor de Dios en el rostro de María. En ella ven reflejado el mensaje esencial del Evangelio. Nuestra Madre querida,
desde el santuario de Guadalupe, hace sentir a sus hijos más pequeños que ellos están en el hueco de su manto. Ahora, desde
Aparecida, los invita a echar las redes en el mundo, para sacar del anonimato a los que están sumergidos en el olvido y acercarlos
a la luz de la fe. Ella, reuniendo a los hijos, integra a nuestros pueblos en torno de Jesucristo.” DA 265.
54 EG 122-126.
27
dado por la escuela argentina de teología ejerció influencia sobre el Papa Francisco. Sin embargo,
quisiera destacar aquí, siguiendo a Clodovis Boff, que este se puede entender en tres sentidos55:
multitud de fieles, sean ricos o pobres, también de los fieles ocasionales o alejados, ya que
el culto a María es el culto popular por antonomasia y la piedad mariana constituye mucho
- Popular = de los pobres: Corresponde a las clases pobres, que son las así llamadas “clases
populares”. Como recuerda Pablo VI – seguido por Puebla – “pobres y sencillos” son, de
- Popular = no oficial: Se refiere a la piedad de las bases, más espontánea e informal, distinta
de la religión más racionalizada y oficial practicada por los laicos más cultos o la jerarquía
de la Iglesia.
El “catolicismo popular” – sea que se lo considere como el “de todos”, el “de los pobres”
la Iglesia, ni debiera ser considerado como inferior a él. Es simplemente distinto y complementario,
Aparecida. Sus rasgos más marcados son, según Clodovis Boff, el sentimiento, la exuberancia, la
particular, de la piedad popular mariana, y en qué medida Jorge Mario Bergoglio fue influenciado
Argentina – con un sabor especial. El teólogo argentino Enrique Bianchi, explica que: “Para hablar
colectivamente de personas el idioma español ofrece dos palabras que en Argentina suenan con
diferencias sustanciales: pueblo y gente. Ambas se traducen al inglés como people perdiendo así
la capacidad de significación en lo que nos interesa resaltar.”59 Para ejemplificar, Bianchi usa el
título de la revista Time de julio de 2013, The peoble’s pope, que – según él – ofrece una traducción
ambigua, pues se puede traducir como el papa de la gente o como el papa del pueblo, dos
expresiones que no significan lo mismo en Argentina. En el país del Papa, explica Bianchi, “gente
se usa para referirse a un grupo humano amorfo, una masa, incapaz de acciones colectivas. En
cambio, pueblo se entiende en el imaginario argentino como una unidad de orden. Una comunidad
orgánica, capaz de sentimientos y acciones colectivas, que comparte un estilo de vida y – lo que
es muy importante – que comparte una historia y un destino común.”60 Según este gran estudioso
de la historia y teología argentinas, la idea de pueblo, en Argentina “poco tiene que ver con la del
romanticismo alemán”, sino que “está en la memoria colectiva de los argentinos desde sus inicios.
autoridades coloniales invocando el derecho a la soberanía del pueblo: ‘¡el pueblo quiere
59 Enrique Bianchi, “El Espíritu sopla desde el sur y empuja la Iglesia a los pobres,” manuscrito fornecido por el autor
con la traducción de: Enrique Bianchi, “Der Geist weht vom Süden her und drängt die Kirche hin zu den Armen,“ en Innovation
armut: Wohin führt Papst Franziskus die Kirche?, ed. Magdalena Holztrattner (Innsbruck: Tyrolia, 2013), 51-61.
60 Enrique Bianchi, “El Espíritu sopla desde el sur.”
29
saber!’.”61 Por otro lado, él está consciente de que “el uso del concepto pueblo no escapó a los
avatares de la historia política argentina. Historia compleja, que debe ser interpretada con
categorías adecuadas para los pueblos de América Latina para evitar la tentación de
simplificaciones reductivas que tienden a ver semillas de populismo o fascismo en los procesos
históricos en que los pobres toman cierto protagonismo.”62 Además, en este contexto es entendible
que haya tenido hondas repercusiones en la reflexión teológica argentina la decisión del Concilio
Vaticano II de resaltar la categoría Pueblo de Dios para explicar la naturaleza de la Iglesia, como
En particular la segunda parte del presente estudio hará muchas referencias a la biografía
de Jorge Mario Bergoglio. Conviene, sin embargo, dejar asentadas algunas informaciones básicas
que ayudarán a situar sus experiencias y discursos relativos a la piedad popular mariana dentro del
marco general de su vida. Se las presentan aquí, de forma cronológica y esquemática, para que
sirvan de ayuda a la hora de relacionar las referencias marianas y populares de su vida con los
1927 Giovanni Angelo Bergoglio y Rosa Margarita Vasallo di Bergoglio migran desde Italia
(Piemonte) a la Argentina, junto con sus seis hijos, entre ellos José Mario Bergoglio, el padre
Jorge Bergoglio sobre su experiencia personal salesiana, 2ª ed. (Buenos Aires: Don Bosco, 2015), 135-141.
30
del Papa Francisco. Vienen con recomendaciones de los salesianos de Turín y desde 1929 el
1935 El 12 de diciembre se casan José Mario Bergoglio y Regina María Sívori, en la Basílica de
1936 El 17 de diciembre nace Jorge Mario Bergoglio y, el día de Navidad, el Padre Enrique
Pozzolli lo bautiza en la misma basílica. Los hermanos que le siguieron fueron Oscar, Marta,
1949 Jorge Mario Bergoglio cursa el sexto grado en el colegio salesiano Wilfrid Barón de los
de San José de Flores. Después de la confesión, sintió que debía ser sacerdote.65
1956 Entra al seminario de Villa Devoto y, a fin de año, es operado del pulmón.
1967 Durante tres años estudia teología, licenciándose en el Colegio Máximo de San Miguel.
64 Austen Iveireigh, El gran reformador: Francisco, retrato de un papa radical (Barcelona: Grupo Zeta, 2015), 20-29.
65 Ivereight, El gran reformador, 61-62.
31
1973 El 22 de abril realiza su profesión perpetua como jesuita. El 31 de julio es elegido provincial
de la Compañía de Jesús en Argentina, por seis años, abarcando un periodo político muy
delicado en su país: la tercera presidencia de Juan Domingo Perón (1973-1976), seguida del
1980 Asume como Rector del Colegio Máximo y es nombrado párroco en la parroquia local del
1986 Se traslada a Alemania con la intención de realizar una tesis doctoral, que no concluyó.
1990 Fue enviado a la residencia de los jesuitas en el centro de Córdoba como director espiritual
1992 Juan Pablo II lo nombra obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires, por pedido del
2001 Juan Pablo II lo crea Cardenal. Participa del sínodo sobre el episcopado como secretario
especial. Cae el gobierno de De la Rúa y Argentina se hunde en una grave crisis institucional.
Javier Cámara y Sebastián Pfaffen, Aquel Francisco (Córdoba: Raíz de Dos, 2014).
32
2005 Bergoglio es elegido presidente de la CEA, y lo será por dos periodos de tres años. Participa
del conclave que eligió al Papa Benedicto XVI y del sínodo sobre la Eucaristía.
comisión de redacción del documento final. Cristina Kirchner asume el gobierno argentino.
2008 Participa del sínodo sobre la Palabra de Dios, estando en la comisión de preparación.
2013 Tras la renuncia de Benedicto XVI, el 28 de febrero, Bergoglio fue elegido Papa el 13 de
1ª parte:
La piedad popular mariana en el contexto teológico-pastoral
latinoamericano y argentino
Para entender el pensamiento y la praxis del Papa Francisco respecto a la piedad popular
mariana la presente investigación se divide en tres grandes partes: la primera describe el ambiente
referencia directa a las experiencias y los discursos de Bergoglio respecto al tema de estudio
Esta primera parte tiene el objetivo de presentar cómo el tema de la piedad popular mariana
2), pues fue en ese contexto que Jorge Mario Bergoglio creció y desempeñó la mayor parte de su
ministerio pastoral, ejerciendo sobre él una influencia que podría ser llamada de “ambiental”.
tal influencia será mejor dilucidado en la tercera parte de la investigación, sobre todo en el capítulo
8. Aquí se trata simplemente de presentar ese contexto, marcado por el magisterio y la teología de
II. Por ende, en los próximos dos capítulos no se hará mención directa a Bergoglio, pero se debe
tener presente que lo descrito es propiamente el ambiente teológico y pastoral en el que se formó
el Papa Francisco.
34
continente de origen. Este proceso ha sido intrínsecamente mariano; de tal forma que se ha dicho
que “el nacimiento de esta nueva personalidad histórica que llamamos América Latina se dio en
Guadalupe.”1 Como hijo de su tierra, el actual Papa no estuvo ajeno al influjo histórico, espiritual
empezar este estudio por una contextualización general de la piedad popular mariana en América
Latina (capítulo 2) y en Argentina (capítulo 3), lo que constituye la primera parte de la presente
Este segundo capítulo consta de tres subcapítulos. Realiza primero una rápida mirada
histórica sobre las raíces de la piedad popular mariana en Latinoamérica (2.1), mostrando que la
encuentra eco en el corazón de los pueblos nativos, que la ven como signo de liberación (2.1.1) y
la experimentan esencialmente como madre (2.1.2). Los dos siguientes subcapítulos privilegian la
lectura teológico-pastoral realizada por los obispos del continente a partir de la formación del
Concilio Vaticano II. Ya que la Conferencia de Puebla – como se verá – puede ser considerada el
momento más maduro y fecundo la reflexión mariológica de ese magisterio, conviene mirar por
separado dos momentos: primero, el proceso que va del concilio a las reuniones previas a Puebla
(2.2), marcado por una crisis de la mariología en general (2.2.1), reflejada en el silencio
1 Frase atribuida al gran historiador Arnold Toynbee, citado por Joaquín Alliende, “Invocación a Nuestra Señora de
Guadalupe,” en Iglesia y religiosidad popular en América Latina: ponencias y documento final, ed. CELAM, Colección CELAM
n. 29 (Bogotá: Paulinas, 1977), 376.
35
mariológico de la Conferencia del CELAM en Medellín (2.2.2) y superada por medio del
(2.2.3); y, enseguida, el proceso que va de Puebla, obra-prima de la piedad popular mariana (2.3.1),
pasando por la Conferencia de Santo Domingo (2.3.2) hasta los albores de la Conferencia de
Aparecida (2.3.3), en cuyos rumbos y reflexiones el Cardenal Jorge Bergoglio ya tendrá un influjo
directo, siendo objeto de un estudio a parte ad infra en el capítulo 6 del presente trabajo (6.2.3).
El inicio del proceso de evangelización del continente donde nació el Papa Francisco estuvo
marcado por una fuerte impronta mariana. Los conquistadores del Nuevo Mundo venían de países
profundamente marcados por el catolicismo. Los ibéricos eran, por lo general, piadosos cristianos
y muy marianos, de tal forma que recurrían con frecuencia a la Virgen para que los ayudara en
todas sus empresas. Para ellos, la Virgen era la Conquistadora. Por otro lado, los pueblos nativos,
al entrar en contacto con la religión cristiana y ante hechos significativos – como, por ejemplo, la
amor filial, a la Virgen María como su madre y libertadora (2.1.1). De hecho, la experiencia de
que María es madre no solamente de Jesús, sino “mi Madre” o “nuestra Madre” debe ser
considerada la matriz de la piedad mariana del pueblo latinoamericano, de la que “no escapa” ni
fuerte piedad mariana tanto de españoles como de portugueses. Para ellos María es la gran
conquistadora, que irá ayudarlos a dominar y, a la vez, cristianizar – es decir, conquistar para Cristo
– el Nuevo Mundo. Hay muchos testimonios de la piedad mariana de los conquistadores.2 Cristóbal
Colón, por ejemplo, cantaba todas las tardes el “Salve Regina” con su tripulación. El 12 de octubre
de 1492 bautizó San Salvador a la primera isla que avistó. Y a la segunda, Santa María de
llegada del descubridor Pedro Álvarez Cabral, que partió de una capilla mariana junto al Río Tejo,
pidiendo la protección de María para su viaje y trajo consigo dos imágenes marianas: un cuadro
de la Virgen de la Piedad, ante el cual participaba de la misa todos los días; y otro de la Virgen de
Tanto los conquistadores como los colonizadores y eclesiásticos llegados al Nuevo Mundo
estaban marcados por un profundo amor a la Virgen y transmitieron a los pueblos indígenas
distintas devociones marianas propias de la península ibérica. Bajo el signo de la cruz de Cristo y
presentados siempre juntos. Para constatar esta perspectiva basta recordar la determinación de
Carlos V, en 1518, de que en los templos construidos en el Nuevo Mundo se pusieran la cruz y la
2Para este tema: Rubén Vargas Ugarte, Historia del culto de María en Iberoamérica e de sus imágenes y santuarios
más celebrados, 2ª ed. (Buenos Aires: Huarpes, 1947), 21-34.
3 Renzo H. Bergamini, Presencia de la Virgen en la historia argentina (La Plata: Fundación Instituto de Teología,
1980), 10.
4 Cf. Clodovis Boff, Maria na cultura brasileira: Aparecida, Iemanjá e Nossa Senhora da Libertação (Petrópolis:
imagen de la Virgen y que se reservara un lugar para hacer, en la mañana y en la noche, la alabanza
a la Virgen.5
“Aunque sea forzoso reconocer que muchos de los conquistadores españoles no estuvieron
exentos de gravísimos defectos”, como afirma el historiador Rubén Vargas Ugarte, “es
incontestable que la mayoría eran personas de fe y aun fervientes devotos de la Virgen María”6.
Sin embargo, no se puede idealizar ni ser ingenuo ante el complejo proceso de evangelización
de los colonizadores, pero a la vez también se les enseñaba a los conquistados, a los pueblos
autóctonos, que la Virgen María era su madre y protectora, aunque parecía “estar de acuerdo” con
El título de “La Conquistadora” llega a ser utilizado por importantes evangelizadores sin
que signifique para ellos un signo negativo. Es así que el mercedario Fray Bartolomé de Olmedo,
Guatemala, o el mismo San Roque González que así se refería a una imagen de la Inmaculada
pintada por el Hermano Bernardo Rodríguez en un lienzo que portaba en su misión junto a los
los conquistadores.8 Menos aún dudar de las buenas intenciones de los misioneros, de los cuales
5 Arthur José Rabuske, “Nossa Senhora na América espanhola,” Teocomunicação 100 (1993): 257.
6 Vargas Ugarte, Historia del culto de María en Iberoamérica, 10.
7 Antonio González Dorado, “La Virgen María de Ignacio de Loyola en la Evangelización de América Latina,”
Theológica Xaveriana 42, n. 103 (julio-septiembre 1992): 299-330, aquí: 321; Antonio González Dorado, Mariología popular
latinoamericana: de la María Conquistadora a la María Liberadora (Asunción: Loyola, 1985), 30; Rubén Vargas Ugarte,
Historia del culto de María en Iberoamérica, 52-70.
8 Para esto se remite a: González Dorado, Mariología popular latinoamericana, 29-51.
38
se tienen abundantes testimonios de lucha por los derechos de los indígenas, verdadero celo
apostólico en tantos signos concretos como el esfuerzo por acompañarlos, aprender sus idiomas
nativos a fin de transmitir el Evangelio, hasta la entrega de la propia vida.9 Sin embargo, no demoró
mucho para que el pueblo amerindio también descubriera María como su propia madre. Este
cambio se debió a las innumerables experiencias históricas y religiosas, por las cuales el pueblo
pudo vivenciar la cercanía de María, la Madre de Jesús, en las más distintas devociones que se
fueron desarrollando a lo largo del continente.10 Sin duda, la más paradigmática de estas
María Liberadora, que “pasó a ser la Madre de los Oprimidos que no quedaron sin madre”11, como
lo formula González Dorado. Para entender la teología mariana que subyace en la religiosidad
popular latinoamericana es fundamental captar ese cambio, “ya que, siguiendo el pensamiento de
Puebla, son esos momentos de cambio en los que se constituye la matriz religiosa y cultural del
continente con el nuevo rostro mestizo de María. La cultura religiosa es la memoria de un pueblo
9 Nicolás de Jesús López Rodríguez, “América Latina, un pueblo profundamente religioso: raíces ancestrales de la
religiosidad popular y el influjo de la acción evangelizadora de los misioneros,” en La Piedad Popular en el proceso de
Evangelización de América Latina: Actas de la Reunión Plenaria 2011, ed. Pontificia Comisión para América Latina (Ciudad del
Vaticano: Librería Editrice Vaticana, 2011), 43-61.
10 González Dorado analiza especialmente la experiencia del pueblo amerindio con la Virgen de Guadalupe y con la
Virgen de Copacabana: Mariología popular latinoamericana, p. 49-51. Virgilio Elizondo constata que “es un hecho innegable
que la devoción a María es la característica del cristianismo latinoamericano más popular, persistente y original. Ella está
presente en los propios orígenes del cristianismo del Nuevo Mundo. Desde el principio, la presencia de María confirió dignidad a
los esclavizados, esperanza a los explotados y motivación para todos los movimientos de liberación. Igualmente, dejando a un
lado su interpretación, no se puede negar el hecho de la devoción mariana.” Virgilio Elizondo, “Maria e os pobres: um modelo de
ecumenismo evangelizador,” en A mulher pobre na história da Igreja latino-americana, ed. Maria Luiza Marcílio et al. (São
Paulo: Paulinas, 1984), 22.
11 González Dorado, Mariología popular latinoamericana, 39.
12 González Dorado, Mariología popular latinoamericana, 39.
39
Juan Diego en los albores de la evangelización del continente, el año 1531. Eduardo Sánchez,
postulador de la causa de canonización de Juan Diego, ha hecho varios estudios que demuestran
parecía perdido tanto para los indígenas como para los evangelizadores, la aparición de la Virgen
en el cerro del Tepeyac realizó lo que parecía imposible: el encuentro de dos culturas y la
fracaso si no fuera este acontecimiento, por medio del cual Dios por María habló al pueblo a ser
evangelizado con los códigos de su propia cultura. Al describir ese proceso, Juan Pablo II afirmó
que todo el continente americano, “que históricamente ha sido y es crisol de pueblos, ha reconocido
‘en el rostro mestizo de la Virgen del Tepeyac,...en Santa María de Guadalupe,...un gran ejemplo
también en el Norte del Continente, la Virgen de Guadalupe es venerada como Reina de toda
América.”16
13 Eduardo Chávez Sánchez, Juan Diego: el mensajero de Santa María de Guadalupe (México, DF: Instituto Mexicano
de Doctrina Social Cristiana, 2001), 33-42; Fidel González Fernández, Eduardo Chávez Sánchez y José Luis Guerrero Rosado, El
encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego, 2ª ed. (México: Editorial Porrúa, 1999), 517-521; Ingo Swann, As grandes
aparições de Maria: relato de vinte e duas aparições, 3ª ed. (São Paulo: Paulinas, 2006), 29-58.
14 Eduardo Chávez concluye que “la situación como resultado de la Conquista, y la discordia que existía entre los
mismos españoles, no daban posibilidad de salida; pudiera haber resultado el cataclismo de un mundo sobre el otro, los españoles
que se sentían interpelados por su conciencia y el fatalismo que manifestaban en su dolor los indígenas. Sólo una intervención de
otra magnitud podría crear un nuevo pueblo, una nueva raza.” Chávez Sánchez, Juan Diego, 42.
15 Juan Pablo II, “Discurso inaugural de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano,” Santo Domingo
(12 octubre 1992), n. 24, en AAS 85 (1993), 826. Disponible también en La Santa Sede, 12 octubre 1992, acceso 18 julio 2017,
http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/speeches/1992/october/documents/hf_jp-ii_spe_19921012_iv-conferencia-
latinoamerica.html
16 EA 11. “El acontecimiento guadalupano…significó el comienzo de la evangelización con una vitalidad que rebasó
toda expectativa. El mensaje de Cristo a través de su Madre tomó los elementos centrales de la cultura indígena, los purificó y les
dio el definitivo sentido de salvación…Así pues, Guadalupe y Juan Diego tienen un hondo sentido eclesial y misionero y son un
modelo de evangelización perfectamente inculturada.” Juan Paulo II, Homilía en la Basílica de Guadalupe, Ciudad de México
(31 julio 2002), n. 3, en AAS 94 (2002), 744. Disponible también en La Santa Sede, 31 julio 2002, acceso 18 julio 2017,
http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/homilies/2002/documents/hf_jp-ii_hom_20020731_canonization-mexico.html
40
experimentando sobre todo como madre. Ella surge como el gran signo del rostro maternal y
misericordioso de Dios, y es vista como la realización más elevada del cristianismo.17 Así fue
creciendo el amor a la Virgen en los años de la colonia. La profunda devoción mariana de los
Virgen como madre y liberadora de esos pueblos. Belgrano, San Martín, Bolívar, O´Higgins y
otros se pusieron bajo su protección y a menudo se dirigieron a ella como la Generala de sus
ejércitos18, lo que una vez más revela las ambigüedades, a veces chocantes, del papel guerrero de
la Virgen en la historia.19
No fue diferente en Argentina, tierra del Papa Francisco, nacido en una ciudad bautizada
como “Santa María de los Buenos Aires”. En el proceso de la así llamada “reconquista” (1806),
después de las invasiones inglesas, Santiago de Liniers hizo voto solemne a la Virgen del Rosario
Belgrano atribuyó la principal victoria de los patriotas, la batalla de Tucumán (1812), a la Virgen
de las Mercedes, bajo cuya protección se habían puesto y a quien proclamó Generala de su ejército,
entregándole su propio bastón de mando.21 Incluso los mismos colores de la bandera argentina se
como el cielo.22
17 DP 282.
18 Clodovis Boff, Mariologia social: O significado da Virgem para a Sociedade (São Paulo: Paulus, 2006), 169-198.
19 Boff, Mariologia social, 292-294.
20 Bergamini, Presencia de la Virgen en la historia argentina, 12-15.
21 Bergamini, Presencia de la Virgen en la historia argentina, 20-21.
22 Bergamini, Presencia de la Virgen en la historia argentina, 17-19.
41
en la vida diaria, marcando el cotidiano del cristianismo tanto en tiempos de la colonia como de
las repúblicas independientes, con sus múltiples expresiones: el rezo del Avemaría, del Ángelus,
del rosario, las imágenes, oratorios, ermitas e iglesias dedicadas a la Virgen, las varias fiestas
marianas, los concurridos santuarios marianos, las muchas personas que llevan el nombre de María
e, incluso, en expresiones del lenguaje popular, permeadas de interjecciones marianas (tales como
“¡Ave María Purísima!”, “¡Virgen María!” o, en Brasil: “Ave Maria!”, “Nossa Senhora!”, “Virgem
innumerables los lugares que recibieron el nombre de María según alguna de sus múltiples
devociones. Solo en Brasil, por ejemplo, se registran casi 40 lugares geográficos con el nombre de
Santa María.23 Con el proceso de urbanización, muchas de estas devociones eran rezadas o
cantadas en las esquinas de las ciudades, donde era común que hubiese una imagen de la Virgen.24
Los esclavos tenían una devoción especial a la Virgen del Rosario y a la menos conocida Virgen
de Lampedusa, isla entre Malta y África, destino del primer viaje del Papa Francisco.
Otro elemento por mencionar son las apariciones marianas ocurridas especialmente en
Europa, en el siglo XIX e inicio del siglo XX, que tuvieron cierta influencia en nuestro continente,
sobre todo después que recibieron el reconocimiento oficial de la Iglesia. Favorecidas por los
de Fátima se hicieron conocidas, veneradas y amadas por muchos latinoamericanos, con las
23 Grande Enciclopédia Delta Larrouse, vol. 13 (Rio de Janeiro: Delta, 1971), 6097-6099.
24 Cf. João Fagundes Haucke. “Visão histórica da devoção mariana no Brasil,” en Teologia e devoção mariana no
Por lo tanto, sea como la Virgen conquistadora de los españoles o la Virgen libertadora de
los próceres de la patria y de la vida cotidiana del pueblo, el sello mariano fue característica
constante en la evangelización y la vida cristiana de los habitantes del Nuevo Mundo. Así se
entienden las palabras de Juan Pablo II en Saragoza: “Decir Ibero-América es decir también
María”25.
Si, por un lado, la devoción mariana en Latinoamérica es un hecho innegable, por otro, la
explicación de sus causas no siempre es tan clara. En este apartado se busca indagar sobre el porqué
de esta presencia tan relevante de la Virgen María en la piedad popular latinoamericana y qué
Boff, apunta a tres tipos de razones, que sintetizan bien las opiniones de otros autores:26
Además, en un contexto donde Dios era presentado muchas veces asociado al poder y a la
misericordioso de Dios.
una persona más ausente. Además, se encuentra en las religiones precolombinas o africanas
representaciones de la Gran Madre Divina (Pachamama para los andinos, Tonatzin para
25 Juan Pablo II, “Homilía en la visita a la Virgen del Pilar en Saragoza,” La Santa Sede, 10 octubre 1984, n. 4, acceso
los aztecas e Iemanjá para los afrobrasileños). Por fin, la persona histórica de María tiene
como sobrevivencia, salud, seguridad, vida afectiva, que es lo que encuentran en María.
Bajo este trasfondo general, interesa preguntarse sobre qué rasgo de María se destaca más
en la piedad popular. González Dorado opina que el gran valor de la Virgen María para la piedad
lo mismo con otras palabras: la experiencia de María como madre es la matriz de la devoción
que les fue anunciada desde los inicios de la evangelización como “la perfecta siempre Virgen
María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive”30. La maternidad divina de María es así el
principal fundamento teológico de la piedad mariana31, pero lo que cala más hondo en el alma del
pueblo es su maternidad espiritual. Esta última es, por cierto, una derivación teológica de aquella.
de los fieles.” Stefano De Fiores, María Madre de Jesús: síntesis histórico-salvífica (Salamanca: Secretariado Trinitario, 2002),
332; Antonio Larroca, “La presencia de María en la vida de la Iglesia de Latinoamérica y de Venezuela: Nuestra Señora de
Coromoto,” en Raíces marianas en Latinoamérica, ed. Juan Manoel Morilla Delgado et al. (Bogotá: San Pablo, 2012), 69-100.
30 Antonio Valeriano, “Nican Mopua,” 30, citado en Chávez Sánchez, Juan Diego, 45.
31 Ildefonso de la Inmaculada, “La maternidad divina de María, fundamento de la piedad mariana,” Estudios Marianos
48 (1983): 67-84.
44
Pero el pueblo la capta vitalmente, no necesita de la teología para, con fuerte impronta afectiva,
De hecho, entre todas las características de María que los teólogos tratan de explicitar e
iluminar (Virgen, Inmaculada, Asunta, Tipo de la Iglesia, intemerata, hermana, etc.), ninguna es
tan comprensible para el pueblo como el hecho de que María es “mi Madre, nuestra Madre”. Éste
sicológica32, que ayuda a entender porqué Dios quiso a María en la historia de salvación. José
olfato para percibir ese plan divino, experimenta a María espontáneamente como madre y le
responde con su natural actitud de “piedad filial”34, pues “así como el niño siempre se recoge en
el regazo de su madre, de la misma manera lo hace el pueblo que se refugia siempre en los brazos
de la Madre del cielo.”35 El diálogo de la Virgen de Guadalupe con Juan Diego, bien al inicio de
la evangelización del continente, ya trasparece este rasgo fundamental de María y la ternura con
que es vivenciado por el pueblo: “No estoy yo aquí, que soy tu madre.”36
32 En la escuela de José Kentenich, Juan José Riba habla de la “necesidad de una madre para el pueblo religioso”: Juan
José Riba, El sacerdote, padre misericordioso de su pueblo: un diálogo teológico-pastoral entre el P. José Kentenich y el Papa
Francisco (Córdoba: Patris, 2016), 54-57. “La madre pertenece al organismo sobrenatural…Dios a través de ella [María] vino al
encuentro de esa delicada necesidad del corazón humano que busca una madre.” José Kentenich, “Fortführungstagung für
Theologe – Sept. 1922, ” 37, citado en: Riba, El sacerdote, 54.
33 “Debido a que hay en mí [es decir, en el ser humano] una sana necesidad maternal, se vuelve diáfano inmediatamente
el sentido de lo mariano...[Y, al revés,] cuando en un pueblo no está más presente la necesidad maternal, cuán enferma está
entonces la naturaleza humana.” José Kentenich, “Kampf um die wahre Freiheit – Priesterexerzitien 7-10 Januar 1946,” 89,
citado en: Riba, El sacerdote, 54.
34 Marceliano Llamera, “La maternidad espiritual de María y la piedad mariana,” Estudios Marianos 48 (1983): 87-127.
35 José Kentenich, “Vollkommene priesterliche Lebensfreude – Priesterexerzitien 1934,” 84, citado en: Riba, El
sacerdote, 55.
36 Antonio Valeriano, “Nican Mopua,” 50, citado en Chávez Sánchez, Juan Diego, 50.
45
complejidad del tema y las inevitables generalizaciones, el autor identifica tres factores
opresión, atribuyéndole los roles domésticos y la vida religiosa de la familia, pero justamente
gracias a esto, se valora su rol de madre, capaz de sufrir y enfrentar las mayores dificultades por
sus hijos, aún ante los malos tratos del marido. Se produce así una imagen de madre fuerte, muy
respetada por su familia. Además, la cultura campesina, predominante hasta hace pocos decenios
en América Latina, acentúa el vínculo del hombre con la tierra como madre, la Pachamama, fuente
de fecundidad.
notas de la piedad mariana latinoamericana: una gran exaltación de la Virgen María38 (María
pascal y eclesial), una gran cercanía de ella a la vida del pueblo (María de la historia), y una clara
historia). Como la madre es una figura tan potente en la experiencia latinoamericana, así también
se experimenta María como mi/nuestra Madre, produciendo una “síntesis teológica, mediante la
sempre a mais bela, a mais compreensiva, a mais bondosa, a mais carinhosa. Nosso esforço para torná-la igual denuncia nosso
desejo de que ela continue a existir como diferente.” Ivone Gebara y Maria Clara Bingemer, Maria, Mãe de Deus e Mãe dos
pobres (Petrópolis: Vozes, 1987), 144.
46
cual el dato revelado culturalmente se hace cercano e inteligible al creyente” 39, con sus
los hijos, fácilmente el pueblo experimenta a la Virgen María con estos rasgos de cercanía.
hogar, se percibe el valor de que María tenga lugares donde especialmente manifieste su presencia,
genere hogar y comunión entre los hijos, lo que además se relaciona con la experiencia de la tierra-
madre. Para González Dorado los límites de esta proyección son también evidentes: el vínculo con
confirmación resignada y connivente con el statu quo, poco comprometida con la transformación
alienantes.
resbala en lo ideológico. De hecho, el autor parte de su propia observación y reconoce que no hay
investigaciones más profundas que la avalan.40 Sin embargo, hay intuiciones verdaderas y
observaciones fácilmente constatables en la vida del pueblo latinoamericano como, por ejemplo:
la experiencia primordial de María como madre protectora; como alguien que tiene poder de
ayudar a sus hijos; una madre muy cercana a las vicisitudes del pueblo, porque ella misma sufrió
en su vida (la Madre Dolorosa); etc. De hecho, en su estudio, González Dorado concluye
categóricamente: “podemos afirmar, sin lugar a duda, que María en la teología popular
latinoamericana es, ante todo, ‘Nuestra Madre’, pero de tal manera que la persona que la encarna
es la misma María que nos presenta la fe de la Iglesia con toda su complejidad y abarcando todas
maternidad también en otros continentes. Autores europeos igualmente destacan esta característica
como la más significativa de la relación de María con los hombres, fruto de su maternidad divina
y la misión que su Hijo le dejó al pie de la cruz (Jn 19,25-27). El español Marceliano Llamera, por
condición esencial de Madre, tanto de Jesús como de los hombres, “maternaliza todos los atributos
y funciones de María”43. Así se entiende porque el culto mariano se refiera a ella preferentemente
como madre. Llamera muestra como esa “motivación maternal de la piedad tradicional mariana”
magisterio, como se le en la Lumen Gentium: “ciertamente, desde los tiempos más antiguos, la
Santísima Virgen es venerada con el título de ‘Madre de Dios’, a cuyo amparo los fieles suplicantes
Aún en ámbito europeo, se puede mencionar el caso de Italia, país de los orígenes familiares
del Papa Francisco y cuya cultura es reconocidamente matriarcal. También allí, “per la pietà
popolare, la nota su ogni altra emergente è quella della maternità. La cultura populare sa ben il
valore immenso, incommensurabile della madre. Sa ch’è vita e continuità. Nel suo volgersi a
Maria, ne enfatizza anzitutto la maternità,”47 afirma Brunero Gherardini. El autor parte de la base
de que la piedad popular experimenta María como un ser distinto y potente que está sobre ellos y,
por esto mismo, se puede recurrir a ella en las necesidades de la vida. Al colocar todas las cosas
en relación con la madre, el pueblo se reconoce a sí mismo en aquella relación que es la más
natural, humana y sólida: aquella entre la madre y el hijo. En la piedad popular mariana, el
encuentro con el mundo sobrenatural se da, entonces, “in linea maternitatis” y la correspondiente
actitud de los fieles, que caracteriza ese tipo de piedad es la firme confianza en la poderosa
intercesión de María.48
Las conocidas teólogas brasileñas Ivone Gebara y Maria Clara Bingerman constatan la
prevalencia de la maternidad como matriz de la relación con María tanto en la tradición oficial de
la Iglesia, como en el pueblo en general y, en particular, entre los pobres, sobre todo, por su valor
simbólico:
47
Brunero Gherardini, La Madre: Maria in una sintesi storico-teologica (Frigento: Casa Mariana Editrice, 1989), 406.
48 Gherardini, La Madre, 406-408.
49 Gebara y Bingemer, Maria, Mãe de Deus e Mãe dos pobres, 144.
49
Las dos teólogas destacan que el pueblo pobre asocia a María a las necesidades vitales,
inmediatas para la existencia: la madre da la vida, la cuida y busca salvarla al precio de la propia
vida. Para el pobre la vida es una lucha dura y María, “la viva en Dios”, llena de ternura, tiene
también poder para salvarlos sea en forma personal o colectiva. Pero, aunque sea más fuerte entre
Además, se puede concluir que el camino hacia la Virgen se da más por la vía ascendente,
desde la vida, desde la experiencia, desde abajo, de forma inductiva, y no tanto por la vía
kerigmático, pero éste se constata por la experiencia humana, cultural, familiar para, desde allí,
llegar a la totalidad de la figura de María.50 Este camino ascendente, inductivo, es el que recorrió
mariana traída por los ibéricos, de la Virgen como madre protectora del proceso de conquista y
con los nativos, que supieron releer e inculturar, desde su base cultural-religiosa, la maternidad de
María, Madre del Salvador, recibiéndola y venerándola como “su propia madre” y madre de sus
propios pueblos.
Aunque parezca un salto muy grande, se va a pasar ahora al análisis de la piedad popular
mariana a partir del Concilio Vaticano II. El apartado anterior describió, a grandes rasgos, las
raíces de la piedad popular mariana del continente latinoamericano. Sin embargo, la reflexión
teológico-pastoral y magisterial sobre ese fenómeno tan significativo para la Iglesia en esta parte
del mundo sólo se dio, de forma autónoma, en el posconcilio. Además, para entender el
pensamiento del Papa Francisco es suficiente partir del Concilio Vaticano II, ya que Bergoglio es
el primer Obispo de Roma a tener toda su formación teológica (1967-1970) ya aggiornata por el
espíritu del concilio que cambió el rostro de la Iglesia en el siglo XX, marcando seguramente
también la visión teológico-pastoral del futuro pontífice. De esta forma, el presente subcapítulo y
piedad popular mariana en dos periodos: del Vaticano II a las reuniones previas a la Conferencia
de Puebla (2.2) y de ésta hasta la preparación de la Conferencia de Aparecida (2.3), que tuvo a
Por primera vez un concilio ecuménico trató ex profeso de María51 y presentó una “síntesis tan
Como es sabido, muchos padres conciliares esperaban aún más del texto conciliar y prácticamente
litúrgico y patrístico por un lado y el mariano por el otro, terminaron por armonizarse en el capítulo
VIII de la Constitución Dogmática Lumen Gentium sobre la Iglesia, que fue aprobado casi por
cuantitativo, es decir, más de comprensión que de extensión. La novedad fue más de perspectiva,
misterio de Cristo y de la Iglesia. Más que abrir nuevas corrientes, los padres conciliares se bañaron
nuevamente en las fuentes de la mariología, fieles a los nuevos enfoques conciliares: histórico-
especulativa, de las “glorias” y privilegios de María, que predominó hasta entonces, la mariología
conciliar está integrada en el todo de la teología, atenta a las fuentes bíblicas y patrísticas, por tanto
que aún no es tratada con este nombre. Fuertemente influenciado por el movimiento litúrgico de
inicios del siglo XX, el aporte del concilio fue significativo para la renovación litúrgica. La
constitución Sacrossantum Concilium afirmó con claridad el primado de la liturgia dentro del culto
cristiano, meta y fuente de la vida eclesial.56 Recordó, sin embargo, que “la participación en la
sagrada liturgia no abarca toda la vida espiritual”57 de los fieles, que encuentran alimento para su
vida espiritual también en “los ejercicios piadosos del pueblo cristiano”58. De esta forma, el n. 13
53 Pablo VI, “Alocución en la clausura de la III sesión del Concilio Vaticano II.”
54 Buenos análisis sobre el debate conciliar y sus consecuencias: Joseph Ratzinger y Hans Urs von Balthasar. María,
Iglesia naciente, 2ª ed. (Madrid: Encuentro, 2006), 13-26; Gilbert Greshake. Maria-Ecclesia: Perspektiven einer marianisch
grundierten Theologie und Kirchenpraxis (Regensburg: Friedrich Pustet, 2014), 182-188.
55 Boff, Introdução à Mariologia, 93-121.
56 SC 10.
57 SC 12.
58 SC 13.
52
tales ejercicios, siempre que se realicen según las leyes y normas de la Iglesia y aprobación del
“los ejercicios piadosos se organicen de modo que vayan de acuerdo con la sagrada liturgia, en
cierto modo deriven de ella y a ella conduzcan al pueblo, ya que la liturgia, por su naturaleza, está
Sobre la dimensión mariana de estos piadosos ejercicios se encuentra una mención muy
expresión de la celebración de los misterios de Cristo60, y otras un poco más explícitas en los
números 66 y 67 de la Lumen Gentium, dedicados al culto mariano. Los padres valoran “las
diversas formas de piedad hacia la Madre de Dios” que la Iglesia aprueba “de acuerdo con las
fieles.”61 Indirectamente los padres piensan aquí en las muchas formas de piedad popular y afirman
su bondad, pues “al ser honrada la Madre” el Hijo es “mejor conocido, amado, glorificado” y, a la
vez, son “mejor cumplidos sus mandamientos.”62 Por eso sugieren que se fomente el culto a María,
“particularmente el litúrgico”, pero que se “estimen en mucho las prácticas y los ejercicios de
piedad hacia ella”, también el “culto a las imágenes de Cristo, de la Santísima Virgen y de los
santos”63. Recomienda, sin embargo, que se eviten dos extremos: por un lado, la “falsa
59 SC 13.
60 SC 103.
61 LG 66.
62 LG 66.
63 LG 67.
53
exageración” y, por otro, “una excesiva mezquindad” en el trato con la Virgen 64. Fomenta aún el
uso de la Escritura y de los Padres y recuerda que “la verdadera devoción no consiste ni en un
sentimentalismo estéril y transitorio ni en una vana credulidad, sino que procede de la fe auténtica,
que nos induce a reconocer la excelencia de la Madre de Dios, que nos impulsa a un amor filial
De esta forma, por lo menos teóricamente, estaban puestas las bases conciliares para la
mariológica como litúrgica, necesitaba tiempo para ser absorbida vitalmente, generando un cierto
conocido como el “decenio anti-mariológico”, interrumpido felizmente, como se verá ad infra, por
No cabe aquí dilucidar extensamente este tema. Importa simplemente situar el ambiente
popular mariana, a fin de entender, por ejemplo, porque la II Conferencia General del CELAM,
Como suele pasar cuando hay cambios de perspectivas profundos, se pudo experimentar
devociones populares se tornaron sospechosas y desconcertantes. Ya que la Biblia habla tan poco
de María y las devociones han exagerado tanto su rol, quizás ya se haya hablado lo suficiente de
64 LG 67.
65 LG 67.
54
ella en la historia de la Iglesia. El tradicional adagio “de Maria nunquam satis” dio lugar a la idea
de que “ya se habló lo suficiente sobre María”. Tal actitud era parte también de un irenismo
marcado en gran medida por una interpretación errónea de las declaraciones conciliares sobre el
concepto de Tradición.”67 Esta interpretación llevó a sostener – tal vez no tanto en la teoría, sino
contenidos.”68 Es decir, en algunos círculos católicos se pasó a afirmar que la Escritura nos entrega
suficientemente todos los contenidos necesarios de la fe sin necesitar de otras fuentes. “Ese
el sentido previo del movimiento litúrgico.”69 Tal desarrollo “condujo a que el pensamiento de
incluso el dato mariano se veía de forma minimalista, más todavía su uso por la piedad del pueblo
cristiano sencillo, casi sin formación bíblica y litúrgica. Ratzinger no tiene duda de que la inclusión
del documento mariano del Concilio en la constitución sobre la Iglesia, del punto de vista
teológico, fue acertada. María no puede ser comprendida de otra forma que en su relación
66Joaquín Alliende, Para que nuestra América viva: María educadora de discípulos y misioneros (Santiago de Chile:
Nueva Patris, 2007), 125-136.
67 Ratzinger y Balthasar. María, Iglesia naciente, 16.
68 Ratzinger y Balthasar. María, Iglesia naciente, 16.
69 Ratzinger y Balthasar. María, Iglesia naciente, 16.
70 Ratzinger y Balthasar. María, Iglesia naciente, 17.
55
intrínseca con el misterio de Cristo y de la Iglesia. Sin embargo, opina que el capítulo VIII de
Lumen Gentium recogió “solo en parte” la confluencia de lo mariano con las corrientes de la
de las corrientes y no la “absorción” de una por la otra, que fue lo que, en la práctica, acabó
aconteciendo.71
mariología eclesiocéntrica”, que “resultaba extraña y siguió resultando extraña, en gran parte”, no
sólo para los padres conciliares, en especial los que habían sido portadores de la piedad mariana,
sino también para el propio pueblo, que probablemente aún hoy no ha logrado asimilar esta nueva
perspectiva. Por lo tanto, concluye Ratzinger de forma lapidaria: “la victoria de la mariología
la constatación de Greshake: “Das Konzil wollte Maria gegen alle Übersteigungen der
Vergangenheit wieder in die Kirche einordnen bzw. der Kirche zuordnen. Faktisch führte dieses
Ratzinger recuerda que, al final del concilio “ya se vislumbraba” la crisis. Para mitigarlo,
“Pablo VI propuso conscientemente la introducción del título Madre de la Iglesia”, pero “el vacío
así creado no se pudo colmar.”74 Es curioso que, al final de ese análisis, Ratzinger saca una
carga afectiva que le es propia, ayuda a explicar “la transformación del rostro de la Iglesia en
Latinoamérica”, marcada por “la transitoria concentración del afecto religioso en la transformación
fe.”76
periodo inmediatamente anterior y posterior al Concilio77 constata que la crisis no se debió a una
omisión del magisterio eclesiástico, ya que este, de hecho, produjo una serie de documentos
mariológicos en ese periodo78. Tampoco afectó la actitud cultual de la mayoría de los fieles, que
siguieron venerando con amor a María y a recorrer confiados a su ayuda maternal. Fue una crisis
La justa denuncia de las carencias en ciertas formas externas de piedad mariana no fue
acompañada por la preocupación de substitución de prácticas decadentes por otras más eficaces y
verdaderos sin poner nada en su lugar. Con justa razón, se hizo hincapié en que el cristianismo
auténtico no puede ser ajeno a las necesidades de los que sufren y a las transformaciones sociales.
Se subentendía, sin embargo, que la devoción mariana alejaría al fiel de tales compromisos
primarios. Se desconocía así el valor profético y liberador de la verdadera piedad mariana, que
vendría a ser destacada por la teología de la liberación, en especial la argentina, en el período post-
Medellín. Pero es aún en este ambiente de crisis mariológica del primer posconcilio, que se
realizará la gran Conferencia de Medellín, que marcó definitivamente los destinos de la Iglesia
primera había acontecido en Río de Janeiro (Brasil) en 1955 y su gran mérito había sido justamente
haber fundado este organismo de expresión colegial de los obispos de Latinoamérica, de forma
pionera y modélica para lo que, después del Vaticano II, sería una práctica común y necesaria. 80
Como la I Conferencia aconteció antes del concilio, de ella no surgieran impulsos significativos
para la renovación de la piedad popular mariana. Si por un lado la reflexión de los obispos no se
había beneficiado todavía de la renovación mariológica conciliar, por otro, tampoco estaba
80 “Había, pues, que organizar y coordinar las fuerzas vivas del catolicismo a nivel de toda América Latina. En respuesta
a ello, por disposición profética de la Santa Sede, nace el Consejo Episcopal Latinoamericano. Interesante es recordar que, no
obstante la insistencia de los Obispos latinoamericanos participantes para que su sede fuera en Roma, Roma decide que se instale
en Bogotá. Como institución eclesial, episcopal, a nivel sub-continental, el CELAM fue una sorprendente novedad. No había sido,
por cierto, preparado, meditado e incubado por una reflexión de conjunto de los Obispos de los distintos países latinoamericanos.
¡Lejos de ello! La creación del CELAM precede la de la mayoría de las Conferencias Episcopales en los países latinoamericanos.”
Guzmán Carriquiry, “Recapitulando los 50 años del CELAM, en camino hacia la V Conferencia,” en 50 años de servicio a la
comunión, ed. CELAM (Bogotá: CELAM, 2007), 25-26.
58
aunque todas se refieren a la devoción mariana de los pueblos latinoamericanos, poniéndolos bajo
n.3). Los obispos sugieren, según la mentalidad aún vigente, “que se aproveche como arma
preciosísima en defensa de la fe, la piedad arraigada, intensa y filial del pueblo latinoamericano a
la Santísima Virgen, venerada bajo las distintas advocaciones propias de cada región” (n. 70).
Recomiendan también a los sacerdotes y fieles la devoción a María Santísima, “Madre y Reina del
Continente americano” (n. 4 y 56), como uno de los secretos para la fecundidad en su trabajo
apostólico.
Con el objetivo principal de aplicar las resoluciones del Concilio Vaticano II a la realidad
Popular”. Aunque los obispos reconocen los valores de la religiosidad popular, ella no aparece, en
primer lugar, como un bien en sí mismo, sino sólo como un camino hacia una fe más profunda,
sólo como “semillas del Verbo”82, dejando entrever una visión más negativa que positiva de este
81 Germán Doig, Diccionario Río – Medellín – Puebla – Santo Domingo (São Paulo: Vida y espiritualidad, 2007), 450.
82 “[Em Medellín] Falava-se a respeito [da religiosidade popular] como de uma religião natural, unicamente como
‘semente do Verbo’. Enquanto, para a Teologia do Povo argentina, trata-se de um autêntico catolicismo popular, ‘fruto’ do
Verbo. Como ‘sementes’ são entendidas só as religiões aborígines ou afro-americanas.” Juan Carlos Scanonne, entrevista a
Alessandro Amato, MissiOnline, 01 noviembre 2011, traduzida al portugués por Moisés Sbartelotto en “A Teologia do Povo:
uma entrevista a Juan Carlos Scannone,” Instituto Humanitas Unisinos, 22 julio 2013, acceso 18 diciembre 2016,
http://www.ihu.unisinos.br/noticias/522076-a-teologia-do-povo-entrevista-com-juan-carlos-scannone
59
fenómeno, analizado aparentemente más desde categorías sociológicas que propiamente teológicas
y religiosas.
El texto está compuesto de tres partes: primero describe la situación, enseguida presenta
los principios teológicos con los que se debe analizarlo y finalmente presenta sugerencias
pastorales. En la descripción del fenómeno es dónde se percibe una carga más negativa. Aparecen
sin influjo en la vida cristiana, en la vivencia moral y en el compromiso eclesial y social. 84 Una
realidad propia de “la sub-cultura de los grupos rurales y urbanos marginados”85, “más bien de
En sus principios teológicos el texto deja entrever una mal disfrazada desvalorización de
las expresiones culturales que subyacen la religiosidad popular, que pueden ser “balbuceos de una
auténtica religiosidad, expresada con los elementos culturales de que se dispone”88. Como la “fe
llega al hombre envuelta siempre en un lenguaje cultural”89, en esta “religiosidad natural pueden
encontrarse gérmenes de un llamado de Dios”90. Se llega a afirmar que la participación de este tipo
83 DM VI, 1.
84 DM VI, 2.
85 DM VI, 4.
86 DM VI, 2.
87 DM VI, 4.
88 DM VI, 4.
89 DM VI, 4.
90 DM VI,
60
de religiosidad “en la vida cultural oficial es casi nula”91, denotando un concepto de cultura muy
Aunque se reconoce que “el pueblo necesita expresar su fe de un modo simple, emocional,
pueblos”, esta cultura popular de base es vista más como la “secreta presencia de Dios” en el
pueblo, “destello de verdad”, caña quebrada y mecha humeante que no se debe extinguir, más que
el carácter de verdadera adhesión creyente y de participación eclesial real, aun cuando débil.”94
Las imperfecciones en el acto de fe pueden, sin embargo, ser purificadas de sus motivaciones
inauténticas. De ahí que la principal propuesta de Medellín respecto a la religiosidad popular sea
“una re-conversión y una educación de nuestro pueblo en la fe a niveles cada vez más profundos”
hacia una vivencia más personalizante y comunitaria95, pues la Iglesia no puede “quedar tranquila
con la idea de que el pueblo en su conjunto posee ya la fe” ni mostrarse “satisfecha con la tarea de
popular. Sobre sus prácticas se deben realizar “estudios serios”97, dentro de una “pastoral litúrgica
91 DM VI, 2.
92 DM VI, 3.
93 DM VI, 5.
94 DM VI, 6.
95 DM VI, 8.
96 DM VI, 8.
97 DM VI, 10.
61
y catequética adecuada”98, impregnándolas de “la palabra evangélica”, revisándolas para que los
santos “no sean tomados sólo como intercesores, sino también como modelos de vida” y no se
solidaridad comunitaria100. La pastoral popular, “de modo pedagógico” deberá respetar las etapas
diversas en el caminar hacia Dios, lo que “no significa aceptación e inmovilismo”, sino insistencia
Se debe reconocer que en el documento VIII de Medellín, sobre la catequesis, hay una
positivos”, como “punto de partida” para el anuncio de la fe, ya que ella “es un elemento válido”
del que “no se puede prescindir” en función de “la importancia, seriedad y autenticidad con que es
vivida por muchas personas, sobre todo en los ambientes populares”102. Al final resbala en el
prejuicio nuevamente, diciendo que su purificación evita “un estancamiento en formas del pasado,
algunas de las cuales aparecen hoy además de ambiguas, inadecuadas y aun nocivas.”103
producidos por los obispos en Medellín no haya ni siquiera una sílaba dedicada a la Virgen María,
ni siquiera en el documento sobre la Pastoral Popular, recién analizado. Casi como para redimirse,
al final de los trabajos, acaban por mencionarla dos veces: una en el “Mensaje final a los pueblos
98 DM VI, 11.
99 DM VI, 12.
100 DM VI, 13.
101 DM VI, 15.
102 DM VIII, 2.
103 DM VIII, 2.
62
de América” (n. 7) y otra en la introducción a las conclusiones (n. 8), en ambos casos para decir
que la Conferencia se puso bajo su protección. Este fenómeno ha sido llamado “silencio mariano
de Medellín”. Stefano De Fiores dice tajantemente que Medellín sufrió “el influjo de la
Aquí no se quiere poner en duda el amor de los obispos a la Virgen, ni mucho menos el
gran significado profético y teológico de Medellín para la Iglesia en América Latina, verdadero
divisor de aguas en la práctica teológico-pastoral del continente. Pero, como suele pasar entre los
humanos, nunca se puede decirlo todo a la vez. Es normal y no debe sorprender. Cuando se acentúa
alguna verdad, se deja en segundo plano otras. En el caso de Medellín, la piedad mariana fue
justamente una de las dejadas de lado. Pero, al no decir algo, también se está diciendo otro tanto.
¿Qué se dijo, entonces, con el abordaje de la piedad popular mariana en Medellín, o mejor, con su
omisión?
“Medellín tuvo el ímpetu y los límites del primer posconcilio (1965-1979)” y el “mutismo”
de Medellín tiene “causas propias de América Latina y otras que son comunes al estado de la
mariología en la Iglesia Católica en aquel momento”105, afirma Joaquín Alliende, teólogo chileno,
presente en Medellín, Puebla y Santo Domingo. El autor cree que la visión de la realidad
socioeconómicos. La omisión del elemento mariano indica que el instrumental usado para entender
Puebla el análisis sociocultural ofrecerá los medios “más adecuados para la comprensión objetiva
104 Stefano De Fiores, “Hacia la elaboración de una mariología popular en América Latina,” en Raíces marianas en
Latinoamérica, ed. Juan Manuel Morilla Delgado et al. (Bogotá: San Pablo, 2012), 27.
105 Alliende, Para que nuestra América viva, 128-129.
63
políticos sobre la realidad de América Latina, pero los propiamente culturales y religiosos eran
aún muy insipientes. Medellín asume, entonces, los datos generales de la sociología (o de la
sociometría) que definían América Latina como un “continente de pobres”. Hay, sin embargo, una
identidad cultural y una historia de evangelización distintas de otros continentes, como por ejemplo
latinoamericana bajo criterios socioeconómicos, sin una referencia cultural y sin una valoración
Popular – produjo una nivelación que impidió a María aparecer como un elemento central en la
religiosidad de ese pueblo. De ahí, concluye Alliende, que “la descripción sociométrica de América
Latina, que había en 1968, es una de las raíces de porque Medellín no habló de la religiosidad
Medellín – las veían con recelo y desconfianza, como portadoras de una potencial contradicción
con el valor primordial de la liturgia, con la única mediación de Cristo, con el valor de las
Escrituras y con otros elementos propios del “espíritu conciliar” que justamente se buscaba
ordenamiento y desarrollo del culto a la Santísima Virgen María. Su intención es superar lo que él
en la veneración a la Madre del Señor. Este rico documento tuvo gran importancia, marcando el
inicio universal de una recuperación de la pastoral mariana. Su texto fue un estímulo para nuevas
70. Desde el concilio estaba pendiente la formulación de una síntesis entre el capítulo VIII de la
Lumen Gentium y la identidad eclesial y cultural del continente. Por otro lado, en algunas Iglesias,
en especial del Cono Sur – Argentina, Uruguay y Chile – se había desarrollado una reflexión
teológica propia respecto a la pastoral popular, con sus correspondientes consecuencias marianas.
Estos temas son tan importantes para entender al Papa Francisco que serán objeto de estudio a
superar, en los años 70 el tema de la religión popular se vuelve a poner en pauta. Se llegó a percibir
108 MC Introducción.
109 MC 58.
65
que “lo religioso y lo secular no están en relación de evolución, sino que son dimensiones diversas
El anhelo por liberación, muy presente en la teología de aquel momento puede encontrar
un estímulo en la propia religión popular, que entraña valores como el sentido comunitario, festivo
y el vínculo cordial a María, con cuyo sufrimiento y pobreza el devoto del pueblo se identifica. De
hecho, Stefano De Fiores considera que Harvey Cox fue de los primeros en hacer, en aquella época,
un gran descubrimiento: María sigue viva en el pueblo. Partiendo de su interés por las religiones
folk y el catolicismo en América Latina, Cox estudió la piedad popular mariana y comprendió que
“la actitud debida a la religión popular no consiste en sufocarla y criticarla, sino ante todo en
experimentarla y en dejarse modificar por su fuerza primordial.”112 La fe de los pobres puede ser
opio, pero también puede ser grito de liberación. María está viva y merece atención, como mujer
fuerte que, con gran fuerza simbólica, abre camino hacia el “inconsciente cultural” de los
pueblos.113
especial para la así llamada “escuela argentina”, que – como ya se indicó – será considerada por
separado en el próximo capítulo. Antonio Bentué llama la atención sobre el fenómeno: “Durante
110 Stefano De Fiores, María en la Teología Contemporánea (Salamanca: Sígueme, 1991), 349.
111 René Laurentin, “La persistencia de la piedad popular,” Concilium 81 (1973), 137-148. Todo el n. 81 de la revista
estos últimos años en América Latina ha ido creciendo ostensiblemente el interés por la
‘religiosidad popular’… Una actitud así es tanto más notable cuanto mayor era el rechazo que poco
antes se solía tener por esas formas religiosas por parte de la teología y de la pastoral oficiales.”115
piedad popular, tratando ese tema por primera vez en un documento pontificio, con una
perspectiva muy positiva y equilibrada. El Papa incluye la piedad popular entre las “vías” o medios
de la evangelización, diciendo que esta realidad “no puede dejarnos insensibles”116. Sus
enseguida destacar sus “muchos valores”, pues ella “refleja una sed de Dios que solamente los
mismo grado en quienes no poseen esa religiosidad: paciencia, sentido de la cruz en la vida
cotidiana, desapego, aceptación de los demás, devoción.”118 Así, bien orientada, la “piedad
115 El autor reconoce la vivencia religiosa del pueblo como un “signo de los tiempos”, que se debe valorar, pero, con
ironía precave del peligro de una “ingenuidad romántica que exalte las expresiones religiosas del pueblo hasta el punto de casi
acomplejar a los pobres cristianos posconciliares que dejaron de practicar novenas porque se les había indicado como más
adecuada la lectura de la Biblia en familia.” Antonio Bentué, “Elementos metodológicos para una reflexión sobre religiosidad
popular,” Teología y Vida 18, n. 2-3 (abril-septiembre 1977): 98-127, aquí: 98.
116 EN 48.
117 EN 48.
118 EN 48.
67
popular” o “religión del pueblo” es más que una simple religiosidad y puede significar “cada vez
más, para nuestras masas populares, un verdadero encuentro con Dios en Jesucristo.”119 Por eso,
los obispos deben cuidar “las normas de conducta con respecto a esta realidad, a la vez tan rica y
tan amenazada”, siendo sensibles a ella y percibiendo “sus dimensiones interiores y sus valores
innegables”120. Pablo VI declara aún que, durante el Sínodo, los obispos “estudiaron a fondo el
significado de las mismas, con un realismo pastoral y un celo admirable”121. De hecho, muchas
voces indican que ese estudio tuvo directamente en cuenta el informe sobre América Latina dado
por el Cardenal argentino Eduardo Pironio durante el Sínodo, entonces Presidente del CELAM,
constituyendo así uno de los primeros y más expresivos aportes de la Iglesia Latinoamericana a la
Iglesia Universal.122 A ese respecto se expresa, de forma contundente, el gran mariólogo italiano
Stefano De Fiores:
119 EN 48.
120 EN 48.
121 EN 48.
122Importa destacar que la participación de los obispos latinoamericanos en ese sínodo fue preparada en una reunión
del Equipo de Reflexión Teológico Pastoral del CELAM en Mar del Plata (Argentina), en 1974, que elaboró un importante
documento, recogiendo aportes de las diferentes Conferencias Episcopales del continente: CELAM, “Algunos aspectos sobre la
evangelización en América Latina,” en CELAM, Familia, sacerdocio, evangelización, juventud (Bogotá: CELAM, 1974). Ver
también: Carriquiry, “Recapitulando,” 40.
123 De Fiores, “Hacia la elaboración de una mariología popular,” 27.
68
el aula sinodal Mons. Pironio mencionó cinco asuntos que consideraba más característicos y
cristianismo se ha encarnado en las distintas culturas y grupos étnicos y es vivido por el pueblo”,
“punto de partida para la nueva evangelización”125. Entre los elementos válidos de esa religiosidad
y protección de María Santísima y los santos”126 y su actitud frente a la vida y a la muerte. A pesar
de la secularización, ella “sigue siendo una fuerza viva y operante en el corazón del pueblo”127 y
factor de “unidad e identidad cristiana del continente”128. La Iglesia debe ayudar a purificarla,
tan fuerte en esa religiosidad, es fruto de la herencia ibérica, religiosa y popular, de la primera
evangelización, centrada en los misterios de Cristo y María: “América Latina fue así
pueblo sufriente rápidamente se identificó, oscureció el aspecto pascual. “Sin embargo”, afirma
Pironio en su informe, “esta dimensión de Pascua nos ha llegado por el lado de María…En María
el pueblo se siente interpretado y asumido. Por eso en América Latina la devoción a María es un
124 Los otros fueron juventud, liberación, comunidades de base y nuevos ministerios. Eduardo Pironio, “Relación sobre
la evangelización del mundo de este tiempo en América Latina,” en Evangelización, desafío de la Iglesia – Sínodo 1974:
Documentos papales y sinodales, presencia del CELAM y del Episcopado Latinoamericano, ed. CELAM (Bogotá: CELAM,
1976), 113-125.
125 Pironio, “Relación,” 116.
126 Pironio, “Relación,” 116.
127 Pironio, “Relación,” 116.
128 Pironio, “Relación,” 117.
129 Pironio, “Relación,” 117.
130 Pironio, “Relación,” 115.
69
es un continente esencialmente mariano.”131 Y, por eso, concluye su informe diciendo que la luz
congreso promovido por el CELAM en 1976, en Bogotá, sobre “Iglesia y Religiosidad Popular en
popular mariana, allí se terminan de cuajar, en nivel magisterial, las reflexiones propias de la
advocación de Nuestra Señora de Guadalupe es un símbolo global en América Latina que expresa
esa fusión entre el alma del pueblo con la persona de María.”134 Por primera vez en el CELAM se
articulaba una teología pastoral sobre María y un lenguaje que tenía temperatura y validez para
interpretar el alma mariana de nuestros pueblos. El documento final dice aún que, como prototipo
de la Iglesia, se debe desarrollar la figura de María como un prototipo de humanismo cristiano. Sin
del P. José Kentenich, introducido probablemente por uno de sus seguidores presentes al encuentro: “de la vinculación mariana a
la imitación mariana”, es decir, el amor cálido y filial a María es camino, expresión y seguro para la dimensión ética. Ver: Paul
Vautier, Maria, die Erzieherin: Darstellung und Untersuchung der marianischen Lehre P. Joseph Kentenichs (1885-1968)
(Vallendar: Patris, 1981),198-200.
70
Otro aporte valioso, a apenas cuatro meses de Puebla, vino del Cardenal Joseph Ratzinger.
Nacional. El Papa Juan Pablo I, en uno de sus pocos actos como pontífice, envía como su legado
al entonces arzobispo de Munich y Freising. El futuro Papa Benedicto XVI hizo una importante
latinoamericana. Dijo que ésta “está sellada particularmente por el corazón y la intuición.”136 Y
respecto a María afirmó que “los pueblos de América del Sur, de cuya alma se puede decir anima
naturaliter catholica, siempre han mantenido lazos estrechos con la Santísima Virgen María,
encarnación.”137
Con admirable sensibilidad para captar el alma latinoamericana, Ratzinger dice que los
pueblos del continente se dieron cuenta de que, “no habiendo ningún nacimiento sin madre, por
esta razón el mensaje de Cristo para ellos era necesaria y esencialmente un mensaje mariano.
María…se hizo la primera imagen de Cristo para América Latina.”138 En otras palabras, la fe sin
María cae en racionalismo, pues las ideas puras no tienen una madre. Alertó a los oyentes sobre el
peligro de dejarse fascinar por el prestigio económico e intelectual de los centros de poder de
occidente, para que no “vendieran sus almas”139 ni abandonaran el tesoro de la cultura cordial y
136 La frase completa del Cardenal Ratzinger, se encuentra literalmente en DP 414: “Es una cultura que, conservada en
un modo más vivo y articulador de toda la existencia en los sectores pobres, está sellada particularmente por el corazón y su
intuición. Se expresa no tanto en las categorías y organización mental características de las ciencias, cuanto en la plasmación
artística, en la piedad hecha vida y en los espacios de convivencia solidaria.”
137 Joseph Ratzinger, “Discurso de Apertura del Congreso Mariano,” en Memorias: Congreso Mariano Nacional,
Guayaquil, 17-24 de septiembre de 1978 – Con María América llega a Cristo, vol. 2 (Guayaquil: Editorial Arquidiocesana
Justicia y Paz, 1978/1979): 23-28, aquí: 25; Pablo Blanco Sarto, “María en los escritos de Joseph Ratzinger,” Scripta de María
(2008): 309-334, aquí: 327.
138 Ratzinger, “Discurso de Apertura del Congreso Mariano,” 26-27; Joaquín Alliende, “Puebla: die Bedeutung der
católica del continente. Debe, por lo tanto, “mantener esta cultura del corazón en la profesión de
su fe en María y, por ella, en Cristo Jesús, Señor nuestro,”140 pues “de la forma como se oriente la
Papa Juan Pablo II. Desde sus primeras visitas en enero de 1979 al santuario de la Virgen de la
a sus homilías, gestos, símbolos, estilo de celebración y la evidente intensidad de su oración, estas
esta pastoral dejó un rastro profundo en los pueblos latinoamericanos. El día mismo de la
celebración de los 500 años de la evangelización del continente se dirigió a la Virgen: “Desde hace
quinientos años estás presente a lo largo y ancho de estas tierras benditas que son tuyas, porque
decir América es decir María.”142 Cuando recién se iniciaban los debates teológicos en Puebla,
Juan Pablo II visitaba México. En el santuario de Nuestra Señora de Zapopán dijo palabras que
calaron hondo en la asamblea del CELAM y fueron citadas en el documento final: “Se puede decir
que la fe y la devoción a María y sus misterios pertenecen a la identidad propia de estos pueblos y
140 Ratzinger, “Discurso de Apertura del Congreso Mariano,” 28. “Para los hombres de este continente, que no piensan
y no pensaban en las diferenciaciones de la ciencia, sino en las conexiones primordiales de la vida, para ellos es claro que la
maternidad no es solamente un aspecto meramente biológico, sino, al mismo tiempo, un acontecimiento espiritual que implica al
hombre entero. María le ha dado a Jesús no solamente su carne y sangre, sino…le dio su alma, su corazón, su lengua: todo el ser
humano.” Ratzinger, “Discurso de Apertura del Congreso Mariano,” 27.
141Joseph Ratzinger, “Mensaje al pueblo ecuatoriano transmitido por televisión,” en Memorias: Congreso Mariano
Nacional, Guayaquil, 17-24 de septiembre de 1978 – Con María América llega a Cristo, vol. 2 (Guayaquil: Editorial
Arquidiocesana Justicia y Paz, 1978/1979): 37-40, aquí: 38.
142 Juan Pablo II, “Acto de Consagración de la República Dominicana a la Virgen de la Altagracia,” La Santa Sede, 12
la religiosidad popular, vuelve a subrayar que “esta piedad popular, en México y en toda América
Latina, es indisolublemente mariana”, siendo que en ella “María Santísima ocupa el mismo lugar
el modelo. A ella se viene para honrarla, para pedir su intercesión para aprender a imitarla, es decir
para aprender a ser un verdadero discípulo de Jesús… Lejos de empañar la mediación insustituible
y única de Cristo, esta función de María, acogida por la piedad popular la pone de relieve… Los
Estaba preparado así el camino para Puebla, que Jorge Bergoglio va a considerar la más
importante de las Conferencias del CELAM anteriores a Aparecida, como se verá más adelante.
Puebla aportó una reflexión muy madura tanto respecto a la religiosidad popular como a
la mariología, siendo que los dos temas aparecen muy vinculados. Para efectos de estudio se los
puede separar, pero la intención de este apartado es descubrir la perspectiva unitaria con que Puebla
trata el tema de la piedad popular mariana. El texto poblano tuvo amplia repercusión en la pastoral,
la espiritualidad y la reflexión de América Latina, siendo muy valorado por importantes teólogos
143 Juan Pablo II, “Homilía en el Santuario de Nuestra Señora de Zapopán,” 30 enero 1979, n. 2, en AAS LXXI, 228.
Disponible en: La Santa Sede, 30 enero 1979, acceso 18 julio 2017, https://w2.vatican.va/content/john-paul-
ii/es/homilies/1979/documents/hf_jp-ii_hom_19790130_messico-zapopan.html
144 Juan Pablo II, “Homilía en el Santuario de Nuestra Señora de Zapopán,” n. 2.
73
también de fuera del continente como, por ejemplo: el ya mencionado Stefano de Fiores145, gran
mariólogo del siglo XX, y Adolf Exeler146, presidente de los catequetas alemanes por muchos años.
Las palabras y gestos de Juan Pablo II contribuyeron decisivamente para que el “espíritu”
santuarios marianos, la consagración que hizo del continente a la Virgen y la diadema que le
entregó, entre otros. Como respuesta, un gesto de los obispos: el documento final fue depositado
Episcopales presentes para que fuese llevado a María en sus respectivos santuarios nacionales.
303, en el capítulo “María, Madre y Modelo de la Iglesia”, que ocupa un tercio del capítulo relativo
a la “verdad sobre la Iglesia”. Para América Latina, Puebla puede ser considerada “la hora de
María”147, pues allí el episcopado del continente produjo su primera reflexión mariológica
Evangelio”148. La ejemplaridad de María aparece en relación con Cristo, paradigma para todos los
145 “Puebla (1979) cambia de tono [respecto a Medellín]: subraya la obra evangelizadora de María en Guadalupe y
refuerza el vínculo entre el pueblo y María inculcando el sentido de su maternidad y la intercesión con matices originales y
profundos.” De Fiores, “Hacia la elaboración de una mariología popular,” 27.
146“No conozco ninguna mariología tan ricamente humana como la de Puebla.” Adolf Exeler, citado en Joaquín
Alliende, Santo Domingo: una moción del Espíritu para América Latina (Santiago de Chile: Patris, 1993), 183.
147 DP 303.
148 DP 290.
74
hombres y “modelo de servicio eclesial”. En ese contexto presenta una frase primorosa: “Esa
Iglesia, que con nueva lucidez y decisión quiere evangelizar en lo hondo, en la raíz, en la cultura
del pueblo, se vuelve a María para que el Evangelio se haga más carne, más corazón de América
Latina.”149
Hay plena continuidad con la doctrina conciliar. Sin embargo, la mariología de Puebla
preferentemente como Madre. Sólo en segundo lugar ella aparece como modelo y tipo de la Iglesia.
Se trata de un progreso respecto al concilio, pues así se acentúa más la vinculación calorosa y
personal del fiel respecto a ella, evitando el peligro de un ejemplarismo frío e integrando la
A esto apunta Stefano De Fiores cuando indica “la primacía metodológica de una viva
relación con María en función del primado axiológico de su imitación de las virtudes
cargado de afecto, querer que el cristiano imite a María es un simple imperativo categórico, es caer
en moralismo. De Fiores recurre a un texto de Alliende para explicar su argumentación: “Para que
el carisma de María se haga fecundo es necesario, por tanto, que el vínculo mariano (que tiene la
149 DP 303.
150 De Fiores, María Madre de Jesús, 332.
151 Joaquín Alliende Luco, “Diez tesis sobre pastoral popular,” en Religiosidad Popular, ed. Equipo SELADOC
evangelización en América Latina.152 El texto relativo a la religiosidad popular aparece dentro del
participantes de Puebla, que el principal autor del texto fue Lucio Gera, principal representante de
El texto, con el título “Evangelización y religiosidad popular” es amplio (n. 444 a 469) y
desafíos (460-469). El tema, además, vuelve a aparecer en la parte final del documento, entre los
“medios para la comunión y participación”, que serían la liturgia, la oración particular, la piedad
popular, el testimonio, la catequesis, la educación y la comunicación social. Para cada uno de estos
elementos se presenta la situación, los criterios doctrinales y pastorales y las conclusiones. Aunque
los tres primeros (liturgia, oración y piedad popular) son presentados en conjunto debido a su
describe entonces su situación (910-915), los criterios doctrinales y pastorales que deben
Es notable que, a pesar de concentrarse más en algunos apartados, tanto la piedad popular
como María son temas realmente transversales en el documento. Vale registrar que el texto
relaciona María con temas como la dignidad humana y la liberación integral154, la mujer155, la vida
152 Para la reflexión sobre María en Puebla: Angel Strada, Maria: um exemplo de mulher, 2ª ed. (São Paulo: AM Edições,
1991), 153-205; Clodovis Boff, Mariologia Social, 99-110; José de Jesús Herrera Aceves, “La Virgen Santa María en el Documento
de Puebla,” en Nuestra Señora de América, ed. CELAM, Tomo 1 (Bogotá: CELAM, 1988), 747-760; Carlos Ignacio González,
Maria evangelizada e evangelizadora (São Paulo: Loyola, 1990), 370-378.
153 Alliende, Santo Domingo, 217.
154 DP 333-334.
155 DP 844.
76
Sin embargo, se nota cierto descompás y las “manos” diferentes entre las dos partes
La primera parte (444-469) prefiere hablar de religiosidad y la segunda (910-963), de piedad. Las
dos partes no traen perspectivas contradictorias, sino complementares. Pero el texto fundamental
es claramente el de la comisión liderada por Lucio Gera (444 a 469). Una de las afirmaciones
principales de su reflexión dice que: “El Evangelio encarnado en nuestros pueblos los congrega en
una originalidad histórica cultural que llamamos América Latina. Esa identidad se simboliza muy
Evangelización.”160 Así Puebla deja claro que la presencia de María en la religiosidad popular
rasgo muy fuerte de esa religiosidad: la encarnación del Evangelio en la cultura latinoamericana
No se puede identificar esa religiosidad como algo propio de las masas incultas, necesitadas
vago y esporádico. La religiosidad popular está cargada de expresiones culturales particulares, que
156 DP 745.
157 DP 1144.
158 DP 109.
159 DP 234.
160 DP 446.
77
deben ser reconocidas como formas válidas y valiosas de manifestar la fe. Por esto los obispos
definen que:
Por religión del pueblo, religiosidad popular o piedad popular, entendemos el conjunto de
hondas creencias selladas por Dios, de las actitudes básicas que de esas convicciones
derivan y las expresiones que las manifiestan. Se trata de la forma o de la existencia cultural
que la religión adopta en un pueblo determinado. La religión del pueblo latinoamericano,
en su forma cultural más característica, es expresión de la fe católica. Es un catolicismo
popular.161
Con sabiduría y lucidez en la observación pastoral Puebla afirma que “el pueblo sabe que
encuentra a María en la Iglesia Católica”, por esto, “la piedad mariana ha sido, a menudo, el vínculo
resistente que ha mantenido fieles a la Iglesia sectores que carecían de atención pastoral
adecuada.”162 De esta forma, el desprecio o ataque a las formas de piedad popular mariana no son
Iglesia. Esta religiosidad abarca a todos los sectores sociales, pero es vivida prioritariamente por
los pobres y simples.163 Se supera así aquella interpretación negativa que veía la religiosidad
hábitos paganos, llegando a ser considerada una ideología alienante. Ella es expresión privilegiada
católica, pero también es consciente de sus dimensiones negativas, que necesitan evangelización
y purificación. Entre los aspectos positivos se destacan: “el sentido de la Providencia de Dios”;
161 DP 444.
162 DP 284.
163 DP 447; 452; 911.
78
el tiempo (fiestas) y en los lugares (santuarios y templos)”; “la sensibilidad para la peregrinación”;
“el respeto filial a los pastores”; “la capacidad de celebrar la fe de forma expresiva y comunitaria”;
“la profunda integración de los sacramentos y sacramentales en la vida personal y social”; “la
capacidad de sufrimiento y de heroísmo para soportar la pruebas y confesar la fe”; “el valor de la
Algunos aspectos negativos que pueden estar asociados a ciertas prácticas de la religiosidad
popular son: “falta de sentido de pertenencia a la Iglesia; desvinculación entre fe y vida; el hecho
de que no conduce a la recepción de los sacramentos; valoración exagerada del culto a los santos
con detrimento del conocimiento de Jesucristo y su misterio; idea deformada de Dios; concepto
sino por el esfuerzo firme y sabio de dar nuevo espíritu a formas antiguas. Se trata de una
mariana, evitando que el pueblo caiga en un vacío a ser ocupado por las sectas, los mesianismos
afirmada en Puebla – se notan leyes propias de la naturaleza humana que, lejos de oponerse a la
164 DP 454.
165 DP 914. Ver también: DP 456.
166 DP 457.
79
gracia, son elevadas y asumidas por ella.167 María responde a las necesidades más profundas del
alma humana y posee una especial capacidad para despertar su expresión religiosa. En primer
lugar, porque el pueblo se siente identificado con ella, en su pobreza, sus dolores y sacrificio, en
“Se trata de una presencia femenina que crea el ambiente familiar, la voluntad de acogida, el amor
Evangelización”, “motivo de alegría y fuente de inspiración” para la Iglesia, pues es “la Madre de
los pueblos de América Latina”171. Puebla coloca María en el centro de la evangelización renovada
del hombre y los pueblos latinoamericanos, con destaque para el valor de evangelizar la cultura.
Para esto se necesita de modelos preclaros que encarnen los valores evangélicos, valores que
cultura del pueblo – como pedía Pablo VI en Evangelii Nuntiandi – tiene que volverse a María
para que ella, sea “en este camino ‘estrella de la Evangelización siempre renovada’.”172
167 Siguiendo el axioma escolástico “la gracia no suprime la naturaleza, sino que la perfecciona”: Tomás de Aquino,
Dios”173. Por esto Puebla recuerda que Pablo VI se había apropiado de una sentencia de la
tradición: “No se puede hablar de la Iglesia si no está presente María”174. Su presencia femenina
es “una realidad tan hondamente humana y santa que suscita en los creyentes las plegarias de la
Puebla logra unir también lo “popular” con lo “mariano”, es decir, la gran sensibilidad de
los obispos para la “opción preferencial por los pobres”, que habían hecho en Medellín y seguían
cultivando diligentemente, encuentra aquí su enganche con la piedad mariana del pueblo pobre y
sencillo, que era – y sigue siendo – la gran mayoría de los cristianos del continente. María es
promoción de la dignidad humana, pues “ante Cristo y María deben revalorizarse en América
Latina los grandes rasgos de la verdadera imagen del hombre y de la mujer”176; y en la auténtica
liberación, puesto que ella es modelo de liberación, no estando sujeta a la esclavitud del pecado,
fuente de todas las esclavitudes, y es modeladora de liberación, por participar como nadie en la
formación de la transformación del hombre realizada por Cristo. “Ante este desafío, la Iglesia se
sabe limitada y pequeña, pero se siente animada por el Espíritu y protegida por María. Su
173 DP 291.
174 MC 28.
175 DP 291.
176 DP 334.
81
intercesión poderosa le permitirá superar las ‘estructuras de pecado’ en la vida personal y social y
En este sentido, María en Puebla aparece también como modelo y modeladora de las
opciones fundamentales de la Iglesia del continente: la opción por los jóvenes, que la tienen como
modelo de santidad y compromiso con el mundo, pues para los jóvenes ella es madre amorosa,
reina vencedora, educadora sabia, amiga fiel178; y la opción por los pobres, pues María es pobre
de corazón y signo de austeridad, modelo de pobreza vivida e impulso para un amor privilegiado
por los más necesitados. Pues “de María, quien en su canto del Magnificat proclama que la
salvación de Dios tiene que ver con la justicia hacia los pobres, ‘parte también el compromiso
auténtico con los demás hombres, nuestros hermanos, especialmente por los más pobres y
La Conferencia de Puebla dejó un fuerte impulso para la reflexión sobre a piedad popular
177 DP 281.
178 DP 1195; 1203.
179 DP 1144.
180CELAM, Nuestra Señora de América. 2 vol. (Bogotá: CELAM, 1988) reúne más de 20 artículos escritos en esa
época; Carlos Ignacio González, Maria evangelizada e evangelizadora (São Paulo: Loyola, 1990).
181 Amplia indicación en: “Bibliografía sobre Religiosidad Popular,” Teología y Vida 28, n. 1-2 (enero-julio 1987). Ese
mismo número de la revista recoge las ponencias del Seminario Interdisciplinar sobre “Evangelización, cultura y religiosidad
popular”, que presenta temas como: religiosidad popular en la perspectiva del Nuevo Testamento, de la patrística, en la pastoral
de multitudes, en la evangelización de la cultura e, incluso, notas sobre psicología y cristianismo popular.
82
sobre la pastoral de los santuarios, con el correspondiente énfasis en los santuarios marianos, que
son la gran mayoría.183 Varios estudios son promovidos por el CELAM a fin de decantar las
enseñanzas de Puebla184 y destacar las bases del culto mariano, la religiosidad popular y otros
a lo largo de todo el continente.185 Se encuentran registros, por ejemplo, de los “Encuentros de los
Responsables de Santuarios del Cono Sur” desde 1980.186 En el primer encuentro, acontecido junto
atracción e irradiación de la piedad popular mariana. Rescato una única frase que refleja el esfuerzo
de maturación que los mismos sacerdotes se hacían respecto a la religiosidad popular: “[En los
santuarios] el sacerdote ha de ser el primero que cree en la santidad del lugar, cree que la imagen
182 Cristián Johansson Friedmann, Religiosidad Popular entre Medellín y Puebla: antecedentes y desarrollo, Tesis
doctoral presentada en la Pontificia Universidad Católica de Chile (Santiago: Anales de la Facultad de Teología, 1990), 289-302
trae amplia bibliografía escrita en los años 70 y 80.
183 Amplia lista en: Juan Esquerda Bifet, “El culto a la Virgen en los santuarios marianos de América Latina a la luz de
los documentos del CELAM,” en Pontificia Academia Mariologica Internationalis, De cultu mariano saeculo XX. A Concilio
Vaticano II usque ad nostros dias. Acta Congressus Mariologici-Mariani Internationalis in civitate Onubensi (Huelva –
Hispania), Anno 1992 celebrati, Vol.II. Maria in Prima Evangelizatione Americae (Vaticano: PAMI, 1998), 193.
184 CELAM, Reflexiones sobre Puebla (Bogotá: CELAM, 1979).
185 Un grueso volumen organizado por el Secretariado para la Pastoral de Santuarios (SEPAS), organismo del CELAM,
recoge las actas y acuerdos de los encuentros acontecidos anualmente en el Cono Sur, de 1980 a 1989: CELAM, Santuarios,
expresión de religiosidad popular (Bogotá: Colombia, 1989).
186 Comisión Nacional Coordinadora de Santuarios, Informativo Santuarios 8 (agosto 1980).
187 Joaquín Alliende, “El santuario como lugar privilegiado de evangelización,” Informativo Santuarios 8 (agosto
1980): 56.
83
aprobar un “Estatuto del Secretariado Coordinador de los Santuarios de América del Sur” 189. Se
han producido, así, valiosas reflexiones teológico-pastorales sobre la realidad de los santuarios y
afirmaciones del documento final del VI Encuentro de Rectores del Cono Sur, donde se relacionan
Descubrimos con alegría que nuestros santuarios fueron en el pasado lugares de síntesis
vital y de conservación de la fe religiosa para el pueblo. Hoy pueden continuar siéndolo
en la medida en que presentemos a la gente los logros de la teología y de la pastoral
latinoamericanas, y sepamos oírla cuando por su experiencia de fe, nos transmite su praxis
vivencial. Así los santuarios llegarán a ser también lugares del discernimiento del Espíritu
que sigue activo en América Latina, recibiendo y comunicando la legítima religiosidad
popular.191
Juan Pablo II, el Doctor Marianus, siguió dando impulsos valiosos. Uno de los más
la Virgen María, el gran instrumento de Dios para la Encarnación, cuyo jubileo bimilenario estaba
ad portas. Aquel año vino a luz la “Encíclica Redemptoris Mater sobre la Bienaventurada Virgen
María en la vida de la Iglesia peregrina”, que presenta la madura y bien articulada síntesis
188 Ver los números especiales de la revista “Religiosidad Popular y Santuarios” dedicados a las atas y conclusiones de
estos encuentros del Cono Sur. Por ejemplo: V Encuentro en Montevideo, Uruguay: Religiosidad Popular y Santuarios, n. 14
(septiembre 1985); VI Encuentro en Caacupé, Paraguay: Religiosidad Popular y Santuarios, n. 15 (septiembre 1986); VII
Encuentro en Lima, Perú: Religiosidad Popular y Santuarios 16 (septiembre 1987); etc.
189 “Estatuto del Secretariado Coordinador de Santuarios de América del Sur,” Religiosidad Popular y Santuarios 16
tesis doctoral presentada en 1963 en la Universidad de Friburgo (Suiza) de un Padre de Schoenstatt chileno: Benjamín Pereira,
Teología de los Santuarios Marianos (Santiago de Chile: Sociedad del Apostolado Católico, 1965).
191 “Documento Final del VI Encuentro de Responsables de Santuarios del Cono Sur,” Religiosidad Popular y
Santuarios 15 (septiembre 1986): 14, énfasis mío. A título de ejemplo sobre lo concreto de la reflexión, en el mismo documento
se toma postura sobre las “mandas” o promesas hechas en los santuarios. Dicen que las valoran y tratan con respeto estos gestos
propios de “la cultura religiosa de nuestros pueblos. Por eso queremos, mediante un trabajo de pedagogía pastoral, ‘asumir,
purificar, completar y dinamizar por el Evangelio’ (Puebla 457) esa manifestación de la fe católica popular… convencidos de que
la religiosidad popular evangelizada es uno de los medios más eficaces para la vivencia de la fe católica en nuestro continente.”
“Documento Final del VI Encuentro de Responsables de Santuarios del Cono Sur,” 17.
84
mariológica del Papa del Totus Tuus. Para Urs von Balthasar esta encíclica es un apasionado
diálogo con Lutero en el asunto de la fe. El Santo Padre se detiene en la fe de María como una fe
abraámica, que se vive en una esperanza contra toda esperanza. Para Balthasar la Redemptoris
Mater es una síntesis de la elaboración del capítulo VIII de la Lumen Gentium con una intuición
teológica personal del Santo Padre, a saber: la centralidad del misterio esponsal de María en su
relación con Cristo, de su colaboración como nueva Eva junto al nuevo Adán y de su mediación
materna junto a los hombres.192 Fueron publicados extensos comentarios a la encíclica, lo que
supone en todo el texto. Sirvan de ejemplo apenas dos interesantes referencias: una respecto al
“profundo vínculo entre la devoción a la Santísima Virgen y el culto a la Eucaristía”193 y otra a los
santuarios como “específica ‘geografía’ de la fe y de la piedad mariana, que abarca todos estos
lugares de especial peregrinación del Pueblo de Dios”194, donde el peregrino experimenta de forma
Todavía aprovechando el Año Mariano, en 1988 Juan Pablo II escribe la carta apostólica,
sobre la dignidad y vocación de la mujer. Por la influencia que tuvo – y porque Francisco la va a
mencionar algunas veces – vale destacar el n. 27 y la nota 55, donde el Sumo Pontífice recoge un
concepto central de la mariología de Urs von Balthasar, el “perfil mariano” de la Iglesia, y asume
su doctrina teológica cuando afirma que “este perfil mariano es igualmente — si no lo es mucho
192 Hans Urs von Balthasar, “Commentary,” en Mary, God's Yes to Man: Pope John Paul II Encyclical letter Mother of
the Redeemer, ed. Ignatius Press (San Francisco: Ignacius Press, 1988), 161-179.
193 RM 44.
194 RM 15.
85
más — fundamental y característico para la Iglesia, que el perfil apostólico y petrino, al que está
profundamente unido.”195
Trabajo para preparar Santo Domingo, que fue escrito por el teólogo Maximino Arias. 196 El n. 7
tenía por título “María, Evangelio viviente en la Iglesia y en la cultura”. Del n. 410 al 424 se
presenta a María en relación con la nueva evangelización y con la identidad cultural de nuestros
pueblos. Había expresiones felices como: María es “el Evangelio del pueblo” (412), tomada de la
contribución del episcopado hondureño; María “señal de la predilección de Dios por los
postergados” (420); o aún María “como puerta y clave para toda la inculturación del Evangelio”
(421). En continuidad con Puebla, presenta la relación de María con la cultura: “María introduce
María ni a la religiosidad popular, aunque ambos temas aparecen transversalmente. María aparece
en 15 diferentes números y la religiosidad popular (que solo una vez es tratada como “piedad”
popular) aparece 7 veces. Sobre la Virgen hay dos textos extensos y significativos en el n. 15 y el
104. La frase del n. 15 ha quedado “para el bronce”. Muestra la continuidad con la reflexión
poblana y es muy usada hasta hoy: “María es el sello distintivo de la cultura de nuestro continente”.
Como en Puebla, el texto recuerda aún que María es “Madre y educadora” y, haciendo referencia
a la historia de la evangelización, recuerda que “en Santa María de Guadalupe, a través del Beato
última es otra frase “para el bronce”, que – como ya se dijo – se debe al discurso inaugural de Juan
Pablo II en la Conferencia. El texto recuerda aún que María “nos ha precedido en la peregrinación
de la fe y en el camino a la gloria, y acompaña a nuestros pueblos que la invocan con amor hasta
que nos encontremos definitivamente con su Hijo”. Termina con un agradecimiento que es una
profesión de fe (de hecho, con ese texto se concluye el primer apartado del documento, llamado
su ternura y protección, y aspiramos a amarla del mismo modo como Jesucristo la amó. Por eso la
solo como madres. Enseguida recuerda que ella les “inspira la fortaleza para dar la vida, inclinarse
ante el dolor, resistir y dar esperanza cuando la vida está más amenazada, encontrar alternativas
cuando los caminos se cierran, como compañera activa, libre y animadora de la sociedad.”199
pueblos200, como “conjunción de lo perenne cristiano con lo propio de América”201, como una
“forma inculturada de catolicismo”202. En ese contexto es relevante que María aparece como
modelo de la “evangelización de la cultura” siendo capaz de realizar una síntesis cultural entre los
198 SD 15.
199 SD 104.
200 SD 17; 247; 250.
201 SD 18.
202 SD 247.
87
pueblos. Como lo hizo entre el pueblo judío y el Evangelio, también lo hizo en América Latina
“como Madre común tanto de los aborígenes como de los que han llegado, propiciando desde el
la sabiduría popular propia de esa matriz cultural de los pueblos latinoamericanos y caribeños,
DP 444ss, su compromiso de “comprender cada vez mejor y acompañar con actitudes pastorales
las maneras de sentir y vivir, comprender y expresar el misterio de Dios y de Cristo por parte de
nuestros pueblos, para que purificadas de sus posibles limitaciones y desviaciones lleguen a
El final de ese texto denota las reticencias, siempre presentes, respecto a la religiosidad
popular, que se repite en otras partes: “Frecuentemente la religiosidad popular, a pesar de sus
inmensos valores, no está purificada de elementos ajenos a la auténtica fe cristiana ni lleva siempre
popular, para que el secularismo no se imponga y la inculturación no se haga aún más difícil.207
mariana y los santuarios: “En esta tarea se deberá poner una especial atención a la valorización
203 SD 229.
204 SD 36.
205 SD 36.
206 SD 39.
207 SD 53.
88
Virgen, las peregrinaciones a los santuarios y en las fiestas religiosas iluminadas por la Palabra de
Dios.”208 Indica todavía que la pastoral de los santuarios debe estar orientada al proceso de
En todo caso, si uno piensa que los tres grandes temas tratados en Santo Domingo fueron
la nueva evangelización, la promoción humana y la cultura cristiana en general, se nota con menos
claridad el espíritu de Puebla que había relacionado de modo tan central su proyecto de
el tema de la piedad popular mariana. Seguro que lo hizo en otros asuntos, como en la centralidad
fuerza innovadora del post-Puebla, el camino de la piedad popular mariana siguió su rumbo de
forma natural, evidente y funcional en la vida de la Iglesia latinoamericana, más como un bien ya
adquirido que un espacio a revindicar. Sin embargo, vale destacar aquí algunos impulsos que
208 SD 53.
209 SD 240.
210 Dadeus Grings, “Uma crônica precisa: a Conferência de Santo Domingo,” Pergunte e responderemos, 370 (marzo
El gran Jubileo del año 2000 fue una gran oportunidad para que se avanzara en la reflexión
sobre la pastoral popular, especialmente en lo que se refiere a los santuarios. Dos textos fueron
significativos, aunque no hayan pretendido ser definitivos: “La peregrinación en el Gran Jubileo
del año 2000”211 y “El santuario: memoria, presencia y profecía del Dios vivo.”212 Thomas
texto: “La peregrinación en el Gran Jubileo del año 2000”, donde se encuentra un valioso estudio
invitando al cristiano de hoy a seguir estos pasos. El documento hace referencia a la peregrinación
a los pequeños y grandes santuarios marianos, “tiendas del encuentro con María” y “lugares
privilegiados para el encuentro con su Hijo”, donde los cristianos se ponen “en marcha con María
por los caminos del mundo”, hacia la casa de Isabel, “que encarna las hermanas y hermanos del
mundo” con los que el peregrino debe “establecer un vínculo de fe y de alabanza”. El Magnificat,
211 Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, “La peregrinación en el Gran Jubileo del año
Calvario y de Cenáculo. El texto invita aún el peregrino a una auténtica devoción mariana, en la
que se tengan en cuenta las dimensiones trinitaria y cristológica, siguiendo el ejemplo de María,
“su compañera de peregrinación”. En María “se une la peregrinación del Verbo hacia la humanidad
memoria, presencia y profecía del Dios vivo”. Texto obligado para quien quiere estudiar
teológicamente la piedad popular en los santuarios, este segundo documento trae una breve
teología del santuario, “signo de Cristo que vive entre nosotros”215. Los santuarios son descritos
como lugares donde se actualiza la memoria del origen (de la obra de Dios, la iniciativa divina, el
conversión y renovación, y símbolo de la nueva tierra ansiada por todos los peregrinos). La
dimensión mariana se encuentra ya al inicio del texto cuando se afirma que “en particular, los
santuarios marianos ofrecen una auténtica escuela de fe con el ejemplo y la intercesión maternal
de María. Testigos de la múltiple riqueza de la acción salvífica de Dios, los santuarios son también
en la actualidad un don inestimable de gracia a su Iglesia.”216 Y el texto concluye con una profunda
reflexión bíblica sobre María como santuario vivo del Verbo de Dios, Arca de la Alianza nueva y
214 Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, “La peregrinación en el Gran Jubileo del año
2000,” n. 42.
215 Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, “El santuario,” n. 5.
216 Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, “El santuario,” n. 1.
91
eterna. Recuerda la afirmación de San Ambrosio: “María era el templo de Dios, no el Dios del
templo, y por eso es preciso adorar solamente a Aquel que actuaba en el templo.”217 Sin embargo,
la justa veneración de María, como madre espiritual, en el pasado, presente y futuro de la vida
eclesial, es atestiguada por los numerosos santuarios marianos dispersos por el mundo218, que
En nota, el texto alude a una homilía de Juan Pablo II en la que interpreta la abundancia de
santuarios marianos en tantos lugares del mundo como un signo de la naturaleza de la Iglesia: “Si
estos lugares están dedicados con tanta frecuencia a su Madre [es decir, a la Madre de Jesús], ello
nos revela la naturaleza de su Iglesia en plenitud total.”220 Se recuerdan también las afirmaciones
recomienda a los responsables de la pastoral de los santuarios que cuiden de que “las diversas
del santuario. Al acercarse a María, el peregrino debe sentirse llamado a vivir la ‘dimensión
217 Ambrosio, De Spiritu Sancto III, 11, 80, citado en Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e
citado en Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, “El santuario,” n. 18, nota 59.
220 Juan Pablo II. Homilía en el santuario de Knoch, Irlanda, 30/9/1979, citado en Pontificio Consejo para la Pastoral
De esta forma, la reflexión sobre la piedad popular mariana se expandió al andar de la mano
con los estudios sobre los santuarios, reflexiones éstas cada vez más comunes en la Iglesia
por ejemplo, dedicó su congreso y su publicación anual al tema de los santuarios y peregrinaciones.
Algunos artículos allí presentados son valiosos para entender el status questionis hasta aquel
momento.223 Los objetivos de Thomas Thompson en su artículo son: “to outline the development
of pilgrimage in Christian history, and then to review how, in recent years, both pilgrimage and
shrines have received some ecclesial and theological recognition, not only as part of popular
El año 2002 la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramento lanzó
un documento muy importante para el estudio de la piedad popular mariana, el “Directorio sobre
indicado por el concilio.225 Se trata de una reflexión amplia y madura sobre la relación entre estas
dos formas de expresión orante en la vida de la Iglesia. Traza principios generales para una correcta
relación entre liturgia y piedad popular (Introducción: n. 1-21) y describe de forma admirable como
esta relación ha sido considerada a lo largo de la historia de la Iglesia (n. 22-59) y en el magisterio
(n. 60-75), concluyendo la primera parte con los principios generales para la valoración y
renovación de la piedad popular (n. 76-92). La segunda parte del documento da orientaciones
prácticas para armonizar la liturgia y la piedad popular, enfrentando los siguientes asuntos (cada
uno en un capítulo): el año litúrgico (n. 93-206), la veneración de María (n. 183-207), la veneración
223 Johann Roten, “Marian Devotion for the New Millennium”; Jean Frisk, “Contemporary Pilgrimage: The Schoenstatt
Experience”; Norbert Brockman, “Marian Pilgrimage at the millennium: renewal or tourism”; Thomas Thompson, “Pilgrimage
and Shrines: a recognition long delayed,” Marian Studies 51 (2000), 52-130.
224 Thomas Thompson, “Pilgrimage and Shrines,” 112.
225 SC 13.
93
de los santos (n. 208-247), el sufragio por los difuntos (n. 248-260), los santuarios y
No cabe en el presente estudio explicitar todo el contenido de este rico documento, sino
registrar su importancia para el estudio de la piedad popular mariana, tanto por los principios
generales aportados como por dos capítulos que tratan explícitamente la devoción mariana y los
específicamente latinoamericana, este documento es fruto del camino y la importancia que el tema
de la religiosidad popular fue adquiriendo en nivel mundial. En ese contexto, vale observar también
la labor del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, responsable de temas
como el turismo, las peregrinaciones y los santuarios. Al visitar la página web del Consejo se
percibe la variedad de encuentros sobre los santuarios que se han realizado en los últimos 15 años,
en particular desde el Jubileo del año 2000.226 Y, sin duda, muchos de los santuarios representados
Volviendo al contexto latinoamericano, al inicio del tercer milenio, los obispos del
continente percibieron la necesidad de convocar una nueva Conferencia General del CELAM. Sin
temor a equivocarse, se puede decir que hubo una preparación mariana para esa V Conferencia.
Además de la elección personal de Benedicto XVI, que quiso que el encuentro se realizara en un
gran santuario mariano y eligió personalmente el de Nuestra Señora Aparecida, patrona del país
con la mayor cantidad de católicos en el mundo, hubo una serie de jornadas que prepararon el
ambiente mariano que se vivió en la V Conferencia.227 Puebla ya había declarado que “sin María
226 A título de ejemplo: III Congreso Europeo de Santuarios y Peregrinaciones (Montserrat, 2002), IV Congreso
Europeo de Santuarios y Peregrinaciones (Kevelaer, 2004); II Congreso Asiático de Pastoral para las Peregrinaciones y
Santuarios (Seúl, 2005), III Congreso Asiático de Pastoral para las Peregrinaciones y Santuarios (Nagasaki, 2007), etc.
227 “É conhecido o fato de que o Papa Bento XVI, poucas semanas depois de ter iniciado seu pontificado, manifestou-se
plenamente favorável à realização da V Conferência, que já vinha sendo preparada pelos nossos bispos desde o pontificado
anterior... [e] expressou claramente sua vontade – para surpresa dos bispos – de que a Conferência se realizasse em Aparecida, o
94
el Evangelio se desencarna” 228 y que, por tanto, para evangelizar en la raíz de la cultura, la Iglesia
debe volverse “a María, para que el Evangelio se haga más carne, más corazón de América
Latina”229. Volverse a María fue la actitud del CELAM al convocar un “Encuentro Continental de
septiembre a 01 de octubre de 2006. Estimulada por los excelentes resultados de este evento, la
Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, a través del Centro de Cultura y Formación
Mariana”, del 9 al 11 de marzo de 2007. Estos eventos marcaron el clima de preparación mariana
El autor del presente estudio colaboró con una charla en el Simposio en Belén y tuvo la
Redacción del Documento Final, presidida por el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio. Puede
así dar testimonio no solo del ambiente mariano de la Conferencia, que por primera vez acontecía
en un santuario de la Virgen, sino también de como calaron hondo las palabras del propio Papa
María Santísima, la Virgen pura y sin mancha es para nosotros escuela de fe destinada a
guiarnos y a fortalecernos en el camino que lleva al encuentro con el Creador del cielo y
de la tierra. El Papa vino a Aparecida con viva alegría para decirles en primer lugar:
que justificou pelo fato de se tratar de um grande santuário mariano.” Joaquín Alliende, “Crise e renovação da Mariologia no pós-
Vaticano II,” en I Simpósio Brasileiro de Pastoral Mariana (Belém do Pará: CCFC, 2007).
228 DP 301.
229 DP 303.
230 CELAM, Síntesis de los aportes recibidos para la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
Los obispos, guiados por el Cardenal Bergoglio, se dejaron inspirar por el Espírito y
permanecieron aquellos días “en la escuela de María”. De ahí surgió la gran Misión Continental y
231 Benedicto XVI, Discurso al final del rezo del Santo Rosario en el Santuario de Nuestra Señora Aparecida, 12 de
Cuando Joseph Ratzinger fue elegido Papa, toda la comunidad teológica internacional sabía
muy bien quién él era y qué pensaba, habían leído sus escritos y acompañado durante más de veinte
años su actuación como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Con el Papa
Francisco fue muy distinto. Desde su elección y sus primeros discursos se despertó un gran interés
por saber algo sobre su formación teológica. Incluso en América Latina, donde era un poco más
conocido – solamente entre los obispos y en su patria argentina – pocos podían precisar cuál había
sido su camino teológico. ¿De dónde venían sus ideas? En páginas web de Alemania se llegó a
difundir, apresuradamente, que él se había doctorado con sus hermanos jesuitas en Sankt Georgen,
en Frankfurt. Luego quedó claro que sólo había pasado un breve período allá, planificando su
como técnico químico, Jorge Bergoglio entró al seminario diocesano de Villa Devoto y de ahí, al
filosofía en el Colegio San José, de San Miguel (Provincia de Buenos Aires), donde también
estudió teología, obteniendo la licenciatura en 1970. Entre los estudios de filosofía y de teología
(1964-1965) y en el Colegio del Salvador en Buenos Aires (1966). Su ordenación sacerdotal fue
en diciembre de 1969. Después de un breve período, de no más de dos años, en Alcalá de Henares
(España) para concluir su formación jesuita, hizo la profesión perpetua en abril de 1973. Su
formación fue, por tanto, claramente argentina o, cuando mucho, iberoamericana, si se cuentan
los años en Chile y España. Todo su ministerio sacerdotal y episcopal lo ejerció en su país, casi
Como buen jesuita, ciertamente leyó mucho, tuvo una densa formación humanística, se
pensamiento propio. No obstante, era natural que, ahora, como Papa, se empezara a especular sobre
las líneas teológicas y autores que influyeron en su formación.2 Más todavía al darse cuenta de su
notoria originalidad. Gracias a su proclamada opción por “una Iglesia pobre y para los pobres”,
expresada ya en el nombre que tomó para sí, y las duras críticas con que ha arremetido en contra
Teología de la Liberación, tan propia de su continente de origen, sea para criticarlo o para
reivindicarlo.
Asimismo sus compatriotas “del fin del mundo”, se apuraron en hacer ver los estrechos
vínculos del pensamiento del nuevo Papa con una corriente teológica que se desarrolló de forma
inmediatamente posterior al Concilio Vaticano II. Esta corriente ha recibido varios nombres:
“teología de la cultura”, “escuela del Plata”, “escuela argentina” o, como últimamente se ha hecho
La presente investigación no pudo evadir la pregunta sobre la relación del Papa Francisco
con la “Teología del Pueblo”. Este tercer capítulo va a presentar, entonces, las líneas principales
de esta teología, algunos de sus autores y sus posibles influencias en la reflexión teológico-pastoral
2 A partir de la famosa entrevista que concedió al P. Antonio Spadaro, sj, éste trató de armar “la biblioteca del Papa
Francisco”, indicando los libros y autores que el nuevo Pontífice seguramente habría leído. Antonio Spadaro, “Entrevista al Papa
Francisco,” L'Osservatore Romano 2.333 (Año XLV, n. 39), ed. semanal en lengua española (27 septiembre 2013); Antonio
Spadaro, “La biblioteca del Papa,” La Civiltà Cattolica 3935 (7 junio 2014): 490-498. Disponible también en: Antonio Spadaro,
“Entrevista al Papa Francisco,” La Santa Sede, 19 agosto 2013, acceso 18 julio 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/pt/speeches/2013/september/documents/papa-francesco_20130921_intervista-
spadaro.html
98
tanto en América Latina como más allá de sus fronteras. Los resultados aquí presentados aún no
serán confrontados con el pensamiento del Papa Francisco. Esta tarea será abordada en el capítulo
Importa, no obstante, justificar por qué se hizo necesario dedicar un capítulo a este tema.
Vale recordar que el capítulo anterior y éste conforman la primera parte del estudio, cuyo objetivo
Jorge Mario Bergoglio antes de que llegara a ser Papa. Su piedad mariana y su forma de valorarla
está marcada por la piedad mariana del pueblo de América Latina y por la forma con que el tema
de la religiosidad popular y el tema mariano, con sus conexiones mutuas, fueron reflexionados, en
particular por el magisterio latinoamericano (capítulo 2). Ahora hay que hilar más fino y, en un
proceso de acercamiento a la realidad más inmediata de Bergoglio, percibir cómo estos mismos
temas han sido tratados en la vida y la reflexión teológico-pastoral de la Iglesia argentina (capítulo
3), en la que Bergoglio nació, creció y de la cual prácticamente nunca se alejó – salvo cortos
períodos muy puntuales de no más de dos años – hasta asumir su misión en Roma.
primer lugar, porque, se hace necesario fundamentar o encontrar categorías teológicas que, de
de Bergoglio en lo que se refiere a la piedad popular mariana. Se supone que éstas se pueden
encontrar más fácilmente en su entorno, más todavía por haber sido tan argentina su formación.
Además, es de suponerse que, si Bergoglio estuvo asociado o fue formado dentro de una escuela
teológica, es más pertinente encontrar allí las mencionadas categorías. Y esto no sólo por una razón
pragmática, sino teológica: si él fue formado en la teología latinoamericana, se debe tener en cuenta
que ésta siempre se entendió como históricamente situada e inculturada. En otras palabras, para
99
entender a un argentino hay que hacerlo desde su realidad argentina. En segundo lugar, el estudio
de la teología argentina, y más en particular de la Teología del Pueblo, se hace necesario porque
fuertemente presente en ella, de una forma e intensidad tan original que difícilmente se encuentran
en otras corrientes, como se demostrará. Finalmente, la tercera razón se debe al hecho de que,
desde su elección, varios autores – no solamente argentinos – han tratado de relacionar a Francisco
con la Teología del Pueblo y habría que comprobar la validez y la dimensión de este supuesto
nexo.3
Juan Carlos Scannone, por ejemplo, empieza un artículo – que ya se ha difundido en varios
idiomas – sobre la relación del Papa Francisco con la Teología del Pueblo haciendo referencia a la
identificación con esta teología de parte de los mismos “curas villeros”, sacerdotes que actúan en
las villas miseria de Buenos Aires y que contaban con gran apoyo e incentivo del Cardenal
Bergoglio. El Padre “Pepe” (José) Di Paola, se reconoció a sí mismo y a sus compañeros como
“hijo de la Teología del Pueblo”, aludiendo a sus principales maestros: los padres Lucio Gera y
Rafael Tello. Afirma que hay un “vínculo, al menos indirecto,”4 entre la pastoral que realizaba
Bergoglio, su amor preferencial por los pobres y la Teología del Pueblo. En todo caso, los
supuestos vínculos de Bergoglio con esta escuela aún deben ser analizados más adelante. La
hipótesis de la investigación es que se trata de una influencia “ambiental”, es decir, indirecta pero
3 Rafael Luciani, El Papa Francisco y la Teología del Pueblo: para comprender la teología del Papa (Madrid: PPC
Editorial, 2016); Juan Carlos Scannone, La Teología del Pueblo: raíces teológicas del Papa Francisco (Maliaño: Sal Terrae,
2017); Juan Carlos Scannone, “El Papa Francisco y la Teología del Pueblo,” Razón y Fe 1395 (enero 2015): 31-50; Juan Carlos
Scannone, “Papa Francesco e la Teologia del Popolo.” La Civiltà Cattolica 3930 (14 marzo 2014): 571-590; Juan Carlos
Scannone, “Die argentinische Theologie des Volkes und die Pastoraltheologie von Papst Franziskus,” Topologik 16 (2014): 36-
50; Ernesto Palafox, “La teología de la praxis popular y Francisco,” Revista de Cultura Teológica 85 (enero/junio 2015): 33-62.
4 Scannone, “El Papa Francisco y la Teología del Pueblo,” 31.
100
Sobre esta base se entiende el presente capítulo, que está dividido en tres sub-capítulos:
➢ el primero presenta los orígenes de la Teología del Pueblo (3.1), describiendo el contexto
histórico que fue el “caldo de cultivo” para las ideas teológico-pastorales que cuajaron en la
y el Documento de San Miguel (3.1.4): la realidad social de “lo popular” (3.1.1), el aporte
Pueblo (3.2) como una de las corrientes de las Teologías de la Liberación (3.2.1), marcada por
populares (3.2.5);
➢ por fin el tercero sub-capítulo se vuelve a la piedad popular mariana (3.3), según los dos
principales fundadores y exponentes de la Teología del Pueblo, los padres Lucio Gera (3.3.1) y
En primer lugar, conviene aclarar que, en Argentina, desde el Vaticano II, se han
desarrollado varias corrientes teológicas. Marcelo González apunta a por lo menos cinco “figuras
5 Para esto: Marcelo González, La reflexión teológica en Argentina, 1962-2004: un mapa de sus relaciones y desafíos
hacia el futuro (Buenos Aires: Docencia, 2010). A pesar del límite puesto en el título, la segunda parte de la obra se atreve
también a dar una mirada “en esbozo” al período 2005-2010. Ver también: Juan Carlos Maccarone. “La teología en la Argentina:
segunda mitad del siglo XX. ¿Tradición o ruptura?,” Teología 60 (1992), 155-168.
101
el posconcilio, sino que se va a concentrar en una de sus vertientes, la Teología del Pueblo, por los
1966, de la Comisión Episcopal de Pastoral (COEPAL), que, a pesar de su corta existencia (menos
de ocho años), dejará marcas profundas en la práctica pastoral de la Iglesia en Argentina. Es dentro
de este ámbito oficial de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) que se reúnen los teólogos
que van a configurar – sin pretensión alguna de “formar escuela” – la corriente más significativa
Antes de seguir, habría que situar, aunque muy brevemente, el contexto histórico, político
y eclesial de aquel momento, pues la Teología del Pueblo nace “como teología situada”, como
reflexión de los signos de Dios en un momento histórico, en y desde la praxis eclesial. Por un lado,
está marcada por la consciencia general de lucha y aspiración a la liberación presente en la sociedad
Dado por supuesto este contexto más amplio, Sebastián Politi realizó un estudio pionero
acerca de las circunstancias específicas que, en Argentina, fueron el caldo de cultivo para el inicio
de la Teología del Pueblo.6 El autor habla de tres factores que incidieron sobre la reflexión
teológica de los peritos de la COEPAL: el peronismo y la importancia adquirida por “lo popular”;
las elaboraciones de las ciencias humanas; y la realidad del catolicismo popular. La perspectiva de
Politi puede ser complementada por la de Juan Carlos Scannone, que años antes ya hablaba
prácticamente de los mismos factores, pero de una forma un poco más amplia. La presentación de
los orígenes de la Teología del Pueblo que se hará en esta sección se basa fundamentalmente en la
6 Sebastián Politi, Teología del Pueblo: una propuesta argentina a la teología latinoamericana 1967-1975 (Buenos
tesis doctoral de Politi, pero usando los subtítulos elegidos por Scannone, 7 que distingue cuatro
y su revalorización, lo que tiene relación – entre otros factores – con el fenómeno peronista (3.1.1),
el aporte de las ciencias humanas en ese proceso (3.1.2), el catolicismo popular y la praxis de la
COEPAL y el Documento de San Miguel como una verdadera teología de la pastoral popular
(3.1.4).
como ya se dijo, un catolicismo popular. “Aunque éste se concentre en los sectores más humildes
de la población – tanto urbana como rural – articulando su cultura, sin embargo, es compartido
más o menos ampliamente por casi todos los sectores, en especial de la clase media.”8 Ese
capacidad de resistencia y asimilación culturales ante los embates del laicismo oficial de algunos
gobiernos posteriores al régimen de patronato (siglo XIX) y supo asimilar el catolicismo popular
de los inmigrantes europeos (siglo XX), encontrando nuevas formas de expresión también en la
cultura urbana y obrera. Unido a ese proceso social y religioso, para comprender el contexto del
7 Juan Carlos Scannone, “Realidad social, pastoral y teología: ‘pueblo’ y ‘popular’ en la experiencia, la pastoral y la
reflexión teológica argentina,” Medellín 49 (1987): 3-17; republicado en: Juan Carlos Scannone, Evangelio, cultura y teología
(Buenos Aires: Guadalupe, 1990), 244-262; y más recientemente, con pequeñas variantes, en: Juan Carlos Scannone, La Teología
del Pueblo: raíces teológicas del Papa Francisco (Maliaño: Sal Terrae, 2017), 69-94.
8 Scannone, La Teología del Pueblo: raíces teológicas, 72.
103
religiosas populares – por parte de los intelectuales argentinos, incluyendo el clero y la clase
política, lo que aún no había acontecido, ni en grupos de derecha ni de izquierda, hasta la irrupción
política y una expectativa de justicia social y de liberación nacional”10, es una realidad muy
rotular con las típicas categorías de derecha, izquierda o centro, porque ha pasado por todas ellas
ultraconservadores. Excede los límites del presente estudio tratar de explicar el fenómeno peronista
sociales y tampoco su conturbada relación con la Iglesia, que flotó entre extremos de amor y odio.11
Aquí importa destacar algunos elementos que fueron significativos para la Teología del Pueblo.
Lo más importante es observar que el peronismo manifiesta una emergencia del pueblo y
de lo popular. Para entender lo que esto significa, quizás ayude mirar el hecho mismo de su
al frente de la Casa del Gobierno argentino, en la emblemática Plaza de Mayo, en apoyo al coronel
Juan Domingo Perón (1895-1974), Secretario de Trabajo y Provisión, que había renunciado a su
cargo unos días antes. En los dos años que había estado en la tarea, supo captar la simpatía del
sector obrero, que se sentía representado por el proyecto de desarrollo que él encarnaba. Ante una
La naturaleza del peronismo (Buenos Aires: Errapar, 1967); Rodolfo Puiggros, El peronismo: sus causas (Buenos Aires:
Galerna, 2006).
104
oligarquía que dominaba la escena política del país, portadora de un modelo cultural y económico
europeo, y que amenazaba ahora tomar nuevamente las riendas de la situación, el “país real”, como
lo expresa Politi, literalmente “salió a la calle” – curiosamente una expresión muy cara al Papa
manifestándose por primera vez como sujeto de la historia nacional, con capacidad para imponer
un enorme viraje político”12. El 24 de febrero del año siguiente, 54% de los votos argentinos
Algunas descripciones de aquel día son poéticas y tienen un tono de romanticismo, pero
expresan la fuerza del fenómeno que se mantendrá por décadas, marcando los rumbos del país,
para bien o para mal. Raúl Scalabrini Ortiz, presente aquel 17/10/1945, describe: “El espíritu de la
tierra estaba presente…La sustancia del pueblo argentino, su quintaesencia, estaba allí, presente,
afirmando su derecho a implantar para sí mismo la visión del mundo que le diera su espíritu...” 13
Politi describe ese momento con expresiones como: “el pueblo estuvo ahí”, “el espíritu de la tierra
emergía”, “inundando las calles con sus frescas y firmes dimensiones”, el “reverso de la historia”
ocupaba el lugar que se le había negado.14 Era la presencia de una clase obrera, mano de obra
venida del empobrecido interior del país para atender a la incipiente industria nacional, con su
propia tradición cultural. El movimiento peronista canalizó las reivindicaciones de esa clase
trabajadora argentina e hizo emerger la preocupación por “lo popular”, contribuyendo a la toma
Arregui, La formación de la conciencia nacional: 1930-1960 (Buenos Aires: Hachea, 1960), 399-400.
14 Politi, Teología del Pueblo, 26-27.
105
de conciencia respecto a los sectores pobres, en especial los obreros, su protagonismo social y su
simbología.
hayan sido sus consecuencias (algunas presentes hasta los días de hoy), se trató de un movimiento
que despertó el interés por una masa popular y su autoconciencia. Y no lo hizo desde las categorías
marxistas de revolución ni de lucha de clases. Pero sí movilizó de forma potente al pueblo para la
lucha por sus propios intereses y por valorar lo popular, es decir, todo lo que sea propio del pueblo.
peronismo fueron asumidos en sus líneas esenciales por la Teología del Pueblo, que las integró en
Según Politi, la lectura cristiana de estos impulsos se dio a partir de “tres ejes”: la
importancia del pueblo como sujeto colectivo, con identidad y valores configurados históricamente
y voluntad propia de afirmarlos (dimensión histórico-cultural); el pueblo como sujeto político, con
autoconsciencia nacional, que de forma comunitaria opta por luchar contra una situación de
económica).18
En la primera dimensión el peronismo reconoce que el cristianismo y sus valores son parte
pueblo argentino desde los orígenes de la patria, lo que explica también su “modo federal” de
sus inicios.
Se ha mencionado que son tres los factores que influyeron mayormente en la génesis de la
Teología del Pueblo. El primero recién expuesto fue la realidad social de lo “popular” y su
gerencia vicaria de la comunidad) y nivel social (búsqueda de la justicia). Movimiento Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM)
– Capital Federal, El pueblo, ¿dónde está? (Buenos Aires: MSTM, 1975), 50.
107
revalorización, motivada, entre otros factores, por el fenómeno peronista. El segundo es el aporte
reflexivo que se dio en el ámbito de las ciencias humanas. El “revisionismo histórico” de cuño
comprender mejor el proceso de formación del pueblo argentino. De a poco las ciencias sociales,
como la antropología cultural, por ejemplo, pasaron a revalorizar el pueblo, su historia, su cultura
Politi destaca que, para el nacimiento de la teología del pueblo, fueron especialmente
Universidad de Buenos Aires (UBA), ya que el P. Justino O’Farrell era uno de sus profesores y, a
la vez, fue uno de los más importantes teólogos peritos de la COEPAL. El grupo de profesores de
las CNS, a partir de un proceso de pensamiento colectivo, entendió su tarea intelectual y docente
como una militancia. Epistemológicamente creían que “toda ciencia social se incorpora
entonces, desde el Movimiento Peronista, con una opción clara por la liberación, pero lo hizo desde
lo nacional, como era propio en el peronismo, y en polémica con la opción marxista, muy común
Su perspectiva fundamental no era la oposición entre clases sociales, sino entre los países
centrales, los “Imperios”, y los periféricos, que se buscan afirmar como “Nación” (concepto muy
cercano al de Pueblo) y son sometidos y dominados por los primeros. Se “des-universaliza” así la
teoría marxista, que oponía las clases obreras europeas a la burguesía, pero que, en el fondo,
disputaban entre sí las mismas ganancias extraídas de las colonias, que son los verdaderos
centrales, de los “Imperios”. Las CNS, inspiradas en el peronismo, buscan romper la dependencia
de los Imperios del centro occidental en favor de la liberación nacionalista de los países del Tercer
sociales puedan asumir los intereses de uno u otro lado. La clase popular configura la nación, y su
lucha “nacional” es contra el neoimperialismo y sus aliados, que pueden estar presentes en la clase
Puesto que la expresión “periferia” es tan original en el vocabulario del Papa Francisco,
llama la atención la reflexión de uno de los profesores de las CNS. Polemizando con las teorías
económica mundial, del que han emergido países y regiones cada vez más desarrollados y otros
países y regiones cada vez menos desarrollados. El desarrollo del ‘centro’ es la causa del
CNS reconocen la especificidad del desarrollo argentino dentro del panorama mundial y creen en
De la reflexión hecha en las CNS y en las ciencias humanas deriva aún un último asunto
que es importante mencionar, más relacionado con la antropología: la cultura popular. Todo
Pueblo se define también por su dimensión cultural y ésta se da en torno a otro antagonismo
fundamental: la cultura popular versus la cultura ilustrada. Ésta tiende a agredir a aquella,
culturales. La cultura popular, sin embargo, tiene fuerzas internas de liberación y reacciona con su
22 Gonzalo Cárdenas, Las luchas nacionales contra la dependencia. Historia social Argentina, Tomo I (Buenos Aires:
lógica propia, resistiendo de forma muchas veces callada. En Argentina (y en América Latina) esta
realidad se expresa de forma clásica en la obra de Juan Domingo Sarmiento, como oposición entre
aliados del Imperio. Aunque el tema es complejo y no se va a tratar en detalle24, vale destacar que
esta preocupación por entender la cultura popular y su relación con la cultura ilustrada motivó
varios estudios sobre el folklore, el saber popular, la cultura de la pobreza, la formación histórica
de la cultura argentina, etc. Asuntos que marcarán también la reflexión teológica posterior. De
hecho, algunas de las ideas presentes en la reflexión de las CNS y los estudios de las ciencias
humanas en general, que van a ser retomadas por el equipo de la COEPAL son: “los aportes sobre
por el de pueblo.”25
elemento que contribuye a la reflexión de la COEPAL es la praxis de la pastoral popular, que supo
valorizar y trabajar pastoralmente con el catolicismo popular. Se trata del camino que la propia
Iglesia recorre en los años 60, con un acercamiento al mundo popular y la realidad de los más
23 Domingo Faustino Sarmiento, Civilización y Barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga y aspecto físico, costumbres y
hábitos de la República Argentina (Santiago: Imprenta del Progreso, 1845). Rafael Tello hace una reflexión sobre el tema
“Civilización o barbarie” el año 1968: Gabriel Rivero, ed., El viejo Tello en la COEPAL: sus intervenciones entre los peritos de
la Comisión Episcopal de Pastoral en la recepción de Concilio Vaticano II en Argentina (1968-1971) (Buenos Aires: Ágape,
2015), 11-27.
24 Politi, Teología del Pueblo, 88-93.
25 Politi, Teología del Pueblo, 96.
110
pobres de la sociedad. En ese período se puede hablar de una “popularización” de los cuadros de
la Iglesia, que se da tanto por una renovada cercanía al peronismo, como por la opción por los
pobres y un nuevo compromiso con las causas del pueblo. En última instancia se trata del propio
“giro del Concilio [Vaticano II] hacia el hombre en su realidad histórico-salvífica e histórica…,
un vuelco pastoral hacia el hombre concreto, su situación social (muchas veces de pobreza e
Por un lado, desde el punto de vista político, se debe recordar que la política mutua entre
el peronismo y la Iglesia Católica como institución fue siempre bastante errática. Perón había
gobernado desde 1946 hasta 1955, cuando un golpe militar lo depuso, iniciando su período de
exilio en España. Desde un velado (pero claro) apoyo a la candidatura de Perón en 1946, se llegó
la práctica esto significó también un distanciamiento de la Iglesia respecto a los sectores populares.
El reconocimiento de esta distancia, unido a movimientos dentro y fuera de la Iglesia – como por
ejemplo el apostolado de algunos sectores del clero en el medio obrero – fue un factor que llevó a
Por otro lado, el aggiornamento del Vaticano II, las lecturas latinoamericanas y
los pobres, claramente proclamada en Medellín (1968) son factores que contribuyeron a ese
acercamiento a lo popular y a las causas sociales, y de ellas, a las políticas. De tal forma que, hacia
1972, en medio de la movilización nacional para traer de vuelta a Perón – que de hecho será
movimiento peronista. “Tanto la práctica pastoral como la reflexión teológica se politizaron, y más
En esa aproximación, surgen iniciativas que merecen destacarse como la creación, por el
P. Vernazza, del Equipo de Pastoral de Villas (1969)29, que fue muy apoyado por Mons. Jorge
Bergoglio como obispo en Buenos Aires y existe hasta hoy, o el surgimiento del Movimiento de
los Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), con una postura sacerdotal de “volverse al pueblo”
y una opción temporal de “compromiso con la liberación”, pero que se extinguió en el tiempo de
la dictadura militar.30
Spes, va a ser leída cada vez más a partir de la original relación entre la Iglesia y el Pueblo. Se
entenderá que el pueblo, desde el proceso histórico de mestizaje y evangelización, dio origen a una
nueva encarnación histórico-cultural del cristianismo, que se expresa de forma privilegiada en “la
religiosidad popular como modo concreto en que nuestro pueblo vive su fe, en una síntesis cultural
Según Politi, se respiraba en ese tiempo un nuevo espíritu, más horizontal y participativo,
con gran apertura al mundo y una atención preferencial por los pobres, aunque no siempre
acompañada por el episcopado, en general más conservador. La única iniciativa episcopal en ese
espíritu fue el Plan Nacional de Pastoral, con la creación de la COEPAL y el Documento de San
Miguel, “punto más alto del compromiso de la Iglesia en su conjunto con los procesos
populares”32.
Después de la profunda experiencia del Concilio Vaticano II, el episcopado argentino tenía
una Pastoral de Conjunto en el país, pues la planificación pastoral ya había sido urgida por la
Santa Sede a las Iglesias de Latinoamérica, tanto por Juan XXIII como por Pablo VI. 33 En su
Asamblea Plenaria, en mayo de 1966, el episcopado decidió establecer una Comisión de Pastoral
que ayudara a llevar adelante la renovación conciliar, en especial por medio de la elaboración y
(COEPAL), que en su corto período de trabajo – pues sería desmantelada en 1973 – dejó marcas
profundas en el camino teológico-pastoral del país. De ella participaban tres obispos (Manuel
Marengo, Vicente Zazpe y Enrique Angelelli), que comenzaron luego a invitar a sus colaboradores.
Este fue el ámbito donde se reunieron algunos de los principales teólogos argentinos de aquel
entonces, dando inicio a una reflexión y perfilando una línea teológico-pastoral que posteriormente
se llamó “escuela argentina”, “teología de la pastoral popular” o “teología del pueblo”. Scannone
miembros del CELAM, en 15/11/1958, con apenas 11 días de pontificado. Lo repite en 8/12/1961. Pablo VI lo refuerza el
25/11/1965. Como parámetro de comparación, es interesante observar que los obispos de Brasil ya llegaron al Vaticano II con un
plan pastoral implantado en su país, el “Plan de Emergencia” (1962) e inmediatamente después del Concilio elaboraron el “Plan
de Pastoral de Conjunto” (1966) que orientó la pastoral de conjunto por más de quince años.
113
considera que el estudio de esa teología y sus expresiones propias ayuda “a comprender mejor la
De este equipo participaron algunas de las cabezas más lúcidas y de las voluntades más
generosas de la Iglesia Argentina de aquel entonces: Lucio Gera y Rafael Tello (ambos de la
Facultad de Teología de Villa Devoto), Justino O´Farrell (sociólogo, que trabajaba en las CNS,
como ya se comentó), Gerardo Farrell y Juan Bautista Capellaro. Luego se invitó también a los
jesuitas Alberto Sily (del Centro de Investigación y Acción Social de la Compañía de Jesús),
Fernando Boasso y Guillermo Sáenz, y otros religiosos y religiosas. 35 Todos estaban en contacto
buscaron conocer bien “la situación de la Iglesia en relación a su contorno histórico, económico,
Justino O´Farrell, compartida por el equipo, ya se denota un tema importante para la presente
eclesialidad.37 El Plan Nacional de Pastoral va a proponer así “un importante viraje” en varios
aspectos y uno de ellos será justamente “la importancia asignada a la religiosidad popular entre las
34 Scannone, La Teología del Pueblo: raíces teológicas, 83. Ver toda la reflexión en: Scannone, La Teología del
provee un esquema de creencias que permiten interpretar la existencia personal con un mínimo de conciencia del valor
propio…El catolicismo popular y el catolicismo folk agrupan a más de cincuenta por ciento de la populación argentina.
Constituyen la masa de población flotante y marginada de la sociedad urbana y de varios sectores rurales…No será posible
postergar por más tiempo la elaboración de una pastoral de ‘masas’ y para el mundo obrero y rural.” O´Farrell, “La acción
pastoral,” 125-126.
114
realidades a estudiar.”38 Ésta fue incluida explícitamente como uno de los campos de investigación,
pues “Cristo, a través de la Iglesia, se encarna y encarna el sentido del hombre por Él revelado, en
la cultura propia de cada época y región.”39 En concreto el Plan proponía que, junto a la atención
al pueblo como lugar teológico para conocer el Plan de Dios. Por eso mismo va a valorar la
Un comentario de O´Farrel sobre el Plan Nacional de Pastoral permite percibir la mentalidad que
se estaba gestando: “El Plan de Pastoral – la participación activa en concretar solidariamente sus
líneas de orientación – permitirá imaginar y lograr un clima de incentivos creadores que permitirán
Asamblea del CELAM en Medellín (1968), dos de sus miembros participaron de la asamblea en
calidad de peritos: Lucio Gera y Alberto Sily. Enseguida fue necesario estudiar cómo aplicar a
Argentina las conclusiones y orientaciones de este evento fundamental en la historia eclesial del
continente. Con ese objetivo se reunió el episcopado en San Miguel, en abril de 1969. Ayudados
por los teólogos de la COEPAL se realizó, de modo original y creativo, una lectura propia a partir
de la incipiente reflexión teológica nacional, produciendo uno de los documentos más importantes
[El encuentro de] San Miguel profundiza, en el nivel político, la realidad del Pueblo y la
continuidad histórica de su lucha por la liberación. En el plano religioso, purifica la
apreciación de la religiosidad popular de prejuicios elitistas y sociologistas, y trasciende
falsos planteos secularistas: la dicotomía religión y fe, y la reducción de la fe a su dimensión
personal, lo que niega la capacidad de dar sentido a la historia, desde su presencia en la
realidad socio-cultural.43
realidad consta de varios documentos desparejos, cuya concatenación no siempre es clara, pues
fue escrito por varias comisiones. Algunos son más significativos para entender el proceso de
Pastoral Popular. Aunque los cambios en el episcopado al año siguiente, la tensión política y la
institucional respecto a la Declaración de San Miguel, se puede decir que sus impulsos van a
a partir de allí.
Para el presente estudio importa profundizar en los impulsos dados por el Documento VI
sobre la Pastoral Popular, considerado “el más valioso y original de toda la Declaración”45. En él
de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, San Miguel, 21-26 de abril de 1969. 3ª ed. (Buenos Aires: CEA,
1969).
45 Politi, Teología del Pueblo, 201.
116
La introducción del documento VI es muy breve, pero afirma algo central: que la Iglesia
argentina reconoce a todos los bautizados, “que forman la gran mayoría de la población”, como
“hijos suyos”. Por tanto, “como Madre, se siente obligada para con todos sus hijos, especialmente
para con los más débiles, alejados, pobres y pecadores. Si no lo hiciera así o no los considerara
como miembros predilectos del pueblo de Dios, su actitud sería no de Iglesia de Cristo, sino de
secta.”46
La Iglesia es presentada como comunión y como institución, pero siempre en relación con
la Iglesia como “comunión de vida, de caridad y de verdad” (LG 9) que ofrece al “pueblo de la
nación”, por la misma historia con que éste se formó, una comunión en los ideales de vida y de fe
(Cristo, dignidad humana, justicia, amor, solidaridad). Pero la Iglesia también es presentada como
“institución distinta de la sociedad civil y del orden temporal, que gozan de propia autonomía” y,
y para esto – según el documento47 – la Iglesia debe “acercarse especialmente a los pobres,
oprimidos y necesitados, viviendo ella su propia pobreza” (n. 3) y discerniendo “su acción
liberadora o salvífica desde la perspectiva del pueblo y de sus intereses” (n. 4). El pueblo es visto
como “sujeto y agente” de su historia, lugar donde “los signos de los tiempos se hacen presentes y
descifrables” (n. 4). Por tanto, “la acción de la Iglesia no debe ser solamente orientada hacia el
pueblo, sino también, y principalmente, desde el pueblo mismo.” (n. 5). Se reconoce así “la
encierra muchos valores cristianos,” y asumiendo su cultura. Por eso, los líderes de la comunidad
cristiana deben “actuar siempre al servicio del pueblo”, conociendo “sus necesidades, aspiraciones
y modalidades, para obrar a partir de ellas”. Especial atención despierta la sexta directriz, que se
relaciona a las “expresiones populares de la vida cristiana”, entre ellas “especialmente las
devociones populares”, que deben ser mantenidas, purificadas y “orientadas gradualmente, con
prudente firmeza y gran sentido pastoral hacia el auténtico culto cristiano, particularmente el
litúrgico, hacia una madurez personal de fe y costumbres cada vez mayor y hacia la integración en
Esta forma de presentar la Iglesia en su relación con el Pueblo, aún más, de una Iglesia-en-
pastoral y eclesiológico. La idea de una Pastoral Popular rápidamente ocupó el primer lugar en
las reflexiones relativas a la Pastoral de Conjunto y dio origen a una “escuela” teológico-pastoral,
que fue afinando y precisando las intuiciones asumidas por los obispos en ese primer ensayo. La
planificación pastoral fue tomando como eje la Pastoral Popular y los peritos de la COEPAL se
dedicaron – a través del asesoramiento, de charlas por el todo el país y por la reflexión teológica –
Algunas iniciativas van a relacionarse, por ejemplo, directamente con los santuarios y la fuerza de
Dentro del Plan Nacional de Pastoral, las “prioridades anuales” del episcopado también
indican por donde soplaba el viento en aquel entonces. Para 1969 se determinaron tres áreas:
presencia de la Iglesia en el proceso social del país, juventud y pastoral de masas; para 1970, en
primer lugar, la Pastoral Popular, seguida de las Comunidades Eclesiales de Base, la comunicación
cristiana de personas y bienes, y la juventud. El texto dice: “Una pastoral popular conservará y
renovará la fe tradicional de nuestro pueblo, llenará de palabra evangélica sus ritos religiosos,
peregrinación religiosa.”54
Para 1971, las prioridades del episcopado eran dos: Pastoral Popular y Pastoral de Juventud.
Se recomienda seguir con la renovación de los santuarios y se evalúa que “la fe y la religiosidad
nuestro pueblo.”55 Ya para 1972 se asume la Pastoral Popular como orientación general para todo
el trabajo de la pastoral de conjunto, es decir, debe ser la visión englobante que oriente toda la
pastoral argentina. Una pastoral que en todo haga un discernimiento “acerca de su acción
liberadora o salvífica desde la perspectiva del Pueblo y sus intereses.”56 Para esto se proponían
las prioridades para 1973. Estas son definidas por su Consejo Permanente, manteniendo las de
documento de Pastoral de Conjunto del Plan Nacional de Pastoral. El ciclo de la COEPAL estaba
directiva de la CEA no da continuidad al equipo de peritos, que siguen todavía por algunos años
ofreciendo seminarios de pastoral popular por el país, y a partir de 1975 siguieron desarrollando
55 COEPAL, Prioridades de Pastoral de Conjunto para 1971 (Buenos Aires: CEA, 1971), 11.
56 COEPAL, Prioridades de Pastoral de Conjunto para 1972. Informe de actividades 1971 (Buenos Aires: CEA, 1970),
7.
57 COEPAL, Pastoral de Conjunto 1973 (Buenos Aires: CEA, 1970).
58 Politi, Teología del Pueblo, 208.
59 Ver 15 principios de la Pastoral Popular: Ernesto Mai, “Algunos principios para una teología de la Pastoral Popular.”
Teología 21-22 (1972-73): 139-140; Fernando Boasso. ¿Qué es la Pastoral Popular? (Buenos Aires: Patria Grande, 1974).
120
mensaje de salvación para todos, la teología tiene un significado universal. Sin embargo, como
reflexión sobre una fe que se incultura en un pueblo determinado, la teología también debe
inculturarse. América Latina es parte del mundo occidental, pero tiene una historia particular, con
partir de esta realidad generó una teología específica, sin dejar de tener trazos universales.
donde el episcopado del continente asumió la “opción por los pobres”60. Esa teología, que es una
de las contribuciones de América Latina para la cultura universal, adquirió en el país del Papa
Francisco una perspectiva propia, original. Para entenderla y, posteriormente trazar el influjo
“ambiental” que ella generó en la teología practicada por Bergoglio61, se explican aquí algunas de
las características fundamentales de esta corriente. Primero hay que entenderla en su relación con
las otras líneas de la Teología de la Liberación (3.2.1), enseguida se deben entender algunas ideas
originales de esta corriente teológica: la relación entre el pueblo, el Pueblo de Dios y los pobres
(3.2.2), la relación entre fe y cultura popular (3.2.3), el valor del sensus fidelium y su consecuencia
60 DM XIV.
61 Ver capítulo 8 ad infra.
121
Uno de los grandes difusores de la Teología del Pueblo es el jesuita Juan Carlos Scannone,
que fue profesor de Jorge Mario Bergoglio, y éste llegó a ser su director espiritual, rector y
provincial. Ya se hizo clásica la categorización que Scannone usa – aunque “en forma algo
artificial”, sin ser la única posible, como él mismo reconoce – para distinguir cuatro corrientes en
entra en la reflexión política ni en especificar tanto la praxis liberadora. Usa las ciencias
del Cardenal Eduardo Pironio, gran colaborador de Pablo VI y una de las figuras
eclesiásticas más importantes de la Iglesia argentina, podría entrar en este primer grupo.
b) Teología desde la praxis de grupos revolucionarios. Es una corriente más extrema, que
aparece en Hugo Assmann o grupos como los “Cristianos por el Socialismo”. Acusa la
dialéctico, que es ateo. Su reflexión teológica surge desde y para la praxis de grupos
62 Juan Carlos Scannone, “La teología de la liberación: caracterización, corrientes, etapas,” Stromata 48 (1982): 3-40.
Accesible en: Juan Carlos Scannone, “La teología de la liberación: caracterización, corrientes, etapas,” Selecciones de Teología,
acceso 18 julio 2017, http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol23/92/092_scannone.pdf Aquí se sigue la
numeración de la versión digital (11 p.).
122
secularización, hasta el punto de desdibujar y a veces casi borrar las diferencias entre
Iglesia y mundo.”63
transformación social, pero quiere ser fiel a la Iglesia y a la tradición teológica. Destaca la
procurando, sin embargo, no caer en elitismos. Es fundamental que los mismos oprimidos
alcen su voz y que el sujeto colectivo de la reflexión teológica sean las mismas
Hay matices distintos entre los autores, pero aquí también se tiende a usar el análisis
visión del “pobre” y del “pueblo” como clase, de la praxis liberadora como lucha de clases
reconocida como Teología de la Liberación (palabra usada más para la tercera corriente),
marxista.
En este sentido, los teólogos argentinos, “quizás por influencia del peronismo”, dice
marxismo.65 Tal vez por esto no haya despertado mayores desconfianzas en el Vaticano, ni sufrido
mayores reprensiones. No así respecto al gobierno militar argentino, que claramente no distinguía
las corrientes: “Os militares, ao contrário, eram pouco sutis. Para eles, ‘libertação’ e ‘opção pelos
mesmo, que nunca tive nada a ver com o marxismo, era considerado como tal. Até o futuro
cardeal Pironio, do qual hoje está em andamento a causa de beatificação, era visto como marxista
Sin embargo, esta teología tenía una preocupación real con el pueblo y su situación
histórica, que en Latinoamérica era reconocidamente de pobreza y opresión. Pero más que en lo
65 Juan Carlos Scannone, entrevista a Alessandro Amato, MissiOnline, 01 noviembre 2011, traduzida al portugués por
Moisés Sbartelotto en “A Teologia do Povo: uma entrevista a Juan Carlos Scannone,” Instituto Humanitas Unisinos, 22 julio
2013, acceso 18 diciembre 2016, http://www.ihu.unisinos.br/noticias/522076-a-teologia-do-povo-entrevista-com-juan-carlos-
scannone
66 Scannone, entrevista a Alessandro Amato.
124
punto que uno de sus críticos, Juan Luis Segundo, la apoda “teología argentina del pueblo” 67,
siendo finalmente “bautizada” con ese nombre por Sebastián Politi68, en uno de los primeros
estudios histórico-genéticos sobre ella. Gustavo Gutiérrez la reconoce como “una corriente con
rasgos propios dentro de la Teología de la Liberación”69. En torno a Puebla se llegó a pensar que
la corriente de la “teología de la cultura”, como también fue llamada, quería oponerse a los avances
de Medellín y a la teología de la liberación de tipo más clásico (la tercera corriente), y se la acusó
de ser instrumentalizada por los intereses del Vaticano, pero el documento de Puebla reafirmó la
opción por los pobres e hizo que se fecundaran los aportes propios de ambas corrientes.70
(1984 y 1986) sobre la Teología de la Liberación71, ayudando a prevenir posiciones extremas. Por
otro lado, hay que decir que ellas también dejaron asentada la validez de una sana teología de la
liberación. El mismo Papa Juan Pablo II, la reconoció no sólo como “oportuna, sino [como] útil y
necesaria”, y como “una etapa nueva” en la reflexión teológico-social de la Iglesia, con tal que
liberación de distintas corrientes (El Escorial 1992; Schoenstatt 1996; Lovaina 1996), donde se
67 Juan Luis Segundo, Liberación de la teología (Buenos Aires: Carlos Lohlé, 1974), 264.
68 Politi, Teología del Pueblo, 213.
69 Gustavo Gutiérrez, La fuerza histórica de los pobres (Lima: CEP, 1988), 372.
70 Juan Carlos Scannone, “Diversas interpretaciones latinoamericanas del Documento de Puebla,” Stromata 35 (1979):
195-212.
Congregación para la Doctrina de la Fe, “Instrucción Libertatis Nuntius sobre algunos aspectos de la Teología de la
71
Liberación,” en AAS 76 (1984) 876-909; Congregación para la Doctrina de la Fe, “Instrucción Libertatis Conscientia sobre
Libertad Cristiana y Liberación,” en AAS 79 (1987) 554-599.
72 Juan Pablo II, “Mensaje a la Conferencia Episcopal de Brasil (9 de abril de 1986),” en L’Osservatore Romano (ed.
la predominantemente argentina” y que, según opinión del mismo Gutiérrez, “el tema de la cultura
había estado presente desde el comienzo, y que no había habido cambio de paradigma, sino de
acento.”73
¿Pero cuáles son los acentos propios de esa teología y sus principales postulados?
Primeramente, importa entender la originalidad del concepto pueblo, su relación con el Pueblo de
Dios y con los pobres (3.3.2). Enseguida se va a discurrir sobre la importancia de la relación entre
fe y cultura popular (3.3.3), que es central en el pensamiento de la Teología del Pueblo. Esa
reflexión llevará al corazón del tema aquí tratado: la revalorización de la religiosidad popular,
comprendida en el contexto del sensus fidelium (3.2.4). Y, por fin, se va a reconocer en esa religión
del pueblo el valor de la sabiduría y la mística populares, tal como han sido entendidas por estos
teólogos (3.2.5).
Scannone afirma que “la categoría ‘pueblo’ es ambigua, no por pobreza sino por riqueza.”74
pueblo en español, que es distinto a como suena people en inglés, por ejemplo.76 Pueblo no es
solamente “toda la gente”, sino un grupo humano organizado, con memoria, cultura y valores
Juan Carlos Scannone. “Aportaciones de la teología argentina del pueblo a la teología latinoamericana (I),” Vida
73
Nueva – Cono Sur 21 (3 a 16 noviembre 2013): 21-28, aquí: 25-26; Juan Carlos Scannone, “La teología argentina del pueblo,”
Gregorianum 96, n. 1 (2015): 9-24.
74 Scannone. “Aportaciones de la teología argentina (I),” 24.
75 Ver 1.5 ad supra.
76 Refiriéndose al Papa Francisco, Enilce Cuda comenta la importancia de percibir las diferencias conceptuales para leer
y entender al Papa Francisco, que “no habla de clase sino de pueblo, y pueblo no es la gente toda – como sí lo es el concepto
norteamericano de ‘people’ – sino el pobre trabajador.” Emilce Cuda, Para leer a Francisco: teología, ética y política (Buenos
Aires: Manantial, 2016), 28. Sin embargo, en el pensamiento de Francisco, no es correcto reducir el concepto pueblo al de “pobre
trabajador”, como se verá en la segunda parte del estudio. Ver, por ejemplo, 6.1.1 ad infra.
126
compartidos. Pero no solo del punto de vista lingüístico, sino también semántico, ese término en
Por un lado, pueblo puede designar el pueblo-nación y, por otro lado, las clases y sectores
partir de “la unidad plural de una cultura común, enraizada en una común historia, y proyectada
hacia un bien común compartido.”77 No se trata, en primer lugar, de una categoría social. Sus
teólogos no entienden el “pueblo” como clase (las clases oprimidas por la estructura
(entendida como estilo de vida, como un núcleo de sentido último de la vida, con símbolos y
pueblo, tal como fue siendo asumida por los teólogos de la COEPAL.78 Pero es importante destacar
de Dios para caracterizar a la Iglesia en el Concilio Vaticano II. Lucio Gera explica cómo esta
categoría fue asumida de forma “inculturada”. Más fuerte que la importancia de los laicos, fue la
idea del Pueblo de Dios peregrino inserto en el transcurrir histórico de los pueblos: “Nosotros
captamos de Lumen Gentium más el Pueblo de Dios como el que se insertó en la historia y caminó
con los pueblos en la historia, que no el resurgir del laicado.” Se opta por privilegiar la categoría
77 Scannone. “Aportaciones de la teología argentina (I),” 24. Ver la interesante conversación entre algunos peritos de la
COEPAL sobre el tema “Pueblo y Pueblo de Dios”, desgravada en: Rivero (ed.), El viejo Tello en la COEPAL, 73-83.
78 Ver ad supra 3.1.
127
de pueblo (y popular) tanto para referirse al pueblo-nación como para la Iglesia. En uno de sus
textos más significativos “Pueblo, religión del pueblo e Iglesia”, Lucio Gera comprende Lumen
Gentium n. 1379 refiriéndose al Pueblo de Dios que se “encarna” en los pueblos de la tierra:
Si…el Pueblo de Dios transciende a todo pueblo, está llamado a encarnarse en todos los
pueblos de la tierra…La Iglesia, Pueblo de Dios, transmite a los pueblos y culturas la fe.
Éstos, por la fe y el bautismo, entran a formar parte del Pueblo de Dios, con sus culturas,
con sus modos propios de vivir la única y universal fe de la Iglesia…En su implantación
en todo lo humano la Iglesia se ajusta a la ley de la encarnación. Entendemos por
encarnación aquella relación de la Iglesia con los pueblos y con los hombres, por la cual
asume lo que en ellos hay de válido…purifica lo negativo y eleva.80
Gera aplica este concepto de encarnación tanto en el plano subjetivo del Pueblo de Dios en
los pueblos, cuanto en el plan objetivo de la fe en la cultura, como se verá en el próximo tópico
(ad infra 3.2.3). “En esa encarnación los sujetos colectivos Pueblo de Dios-pueblo(s) se unen por
“escuela argentina” desarrolló su tesis doctoral, dirigida por Gera, con el tema: “El Pueblo de Dios
trata de una obra magistral que confirma y amplía las intuiciones de la teología del pueblo. Persigue
79 “El único Pueblo de Dios está presente en todos los pueblos de la tierra, pues de todos ellos reúne sus
ciudadanos…La Iglesia o el Pueblo de Dios…no disminuye el bien temporal de ningún pueblo; antes, al contrario, fomenta y
asume todas las capacidades y riquezas y costumbres de los pueblos, en lo que tienen de bueno, y al asumirlas, las purifica,
fortalece y eleva.” LG 13.
80 Lucio Gera, “Pueblo, religión del pueblo e Iglesia,” Teología 27-28 (1976), 99-123, aquí: 112, énfasis nuestro.
También en: Azcuy, Galli y Marcelo González, eds., Escritos Teológicos Pastorales de Lucio Gera 1,” 717-744, aquí: 732.
81 Carlos Galli, “Epílogo: interpretación, valoración y actualización del pensamiento teológico de Lucio Gera (1956-
1981),” en Escritos Teológicos Pastorales de Lucio Gera 1, ed. Azcuy, Galli y González, 867-924, aquí: 920.
82 Gera, “Pueblo, religión del pueblo e Iglesia,” 119.
83 Aún no publicada integralmente, fue defendida en la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina en
1993. Uno de los capítulos se publicó con el nombre: “La encarnación del Pueblo de Dios en la Iglesia y en la eclesiología
latinoamericanas,” SEDOI 125 (1994).
128
el desarrollo histórico-positivo del tema “Pueblo de Dios – pueblos” desde los años 30 hasta fines
de los 80, para llegar a una comprensión sistemática de la relación entre el Pueblo de Dios y los
pueblos del mundo desde las categorías de catolicidad, encarnación e intercambio. Muy
sumariamente se puede decir que el Pueblo de Dios existe “para” los pueblos (catolicidad
misionera), se encarna “en” los pueblos y vive “entre” los pueblos (encarnación), y a partir de la
reflexión sobre el intercambio existente entre el Pueblo de Dios y los pueblos, Galli llega a una
fórmula eclesiológica englobante: “el Pueblo ‘de’ Dios: Pueblo ‘de’ pueblos”. Excede los límites
de la presente investigación discurrir sobre ese valioso estudio. Lo importante aquí es destacar la
riqueza de la producción de esta corriente teológica, que sigue aún hoy en pleno desarrollo.84
Pero ¿cómo esta reflexión engloba a los pobres? Si la teología del pueblo también se
entiende como liberadora y comprometida con la opción por los pobres, ¿qué relación tiene el
concepto pueblo con los pobres materialmente hablando? Es cierto que se privilegia la perspectiva
Los teólogos del pueblo hacen una teología situada en su tiempo y espacio; de ahí que
parten de una constatación histórica: En América Latina, esa comunidad organizada llamada
pueblo es constituida en su mayoría por “los pobres y sencillos”85, que conforman “su parte básica
y principal”86, pues los valores comunes del pueblo (religiosos, éticos, culturales) se condensan –
según esta teología – especialmente en los pobres, sin las deformaciones propias del “tener, del
84 Carlos M. Galli es actualmente miembro de la Comisión Teológica Internacional y uno de los teólogos argentinos de
mayor producción académica y teológica. Scannone considera que la obra de Galli: “permite descubrir – de acuerdo con la
experiencia eclesial latinoamericana y argentina, y según el espíritu de la teología del pueblo – la relevancia eclesiológica – no
meramente histórica – de las culturas en el ‘maravilloso intercambio’ de la inculturación. Así se recomprende la catolicidad del
Pueblo de Dios en cuanto ‘encarnación del PD en los pueblos’…Por lo tanto, se trata —según mi entender— de una de las
contribuciones más valiosas que ha hecho la ‘escuela argentina’ a la teología latinoamericana contemporánea y aun a la teología
sin más.” Juan Carlos Scannone, “Aportaciones de la teología argentina del pueblo a la teología latinoamericana (II),” Vida
Nueva – Cono Sur 22 (17 a 30 noviembre 2013), 21-28, aquí: 23.
85 EN 48.
86 Scannone, “La teología de la liberación: caracterización, corrientes, etapas,” 8.
129
poderosos.
Esta perspectiva teológica constata que “son los pobres quienes, al menos de hecho,
conservan como estructurante de su vida y convivencia la cultura propia de su pueblo” 88. De ahí
que Puebla afirme que la cultura latinoamericana sea “conservada en un modo más vivo y
articulador de toda la existencia en los sectores pobres.”89 Por ello, dice Scannone, “en América
Latina, al menos de facto, coinciden la opción por los pobres y por la cultura. Y, probablemente,
también de jure, porque son ellos – que sólo son Juan Pueblo, sin los privilegios del poder, tener
Rafael Tello expresa su opción por ese sujeto colectivo que es el pueblo, “cuyo corazón es
el pobre”91. La opción que él – y la teología del pueblo – hace por los pobres sigue la opción de la
Iglesia en Medellín y tiene claramente una motivación teológica, no sociológica ni política, aunque
naturalmente tenga consecuencias en estos ámbitos: “En esta opción [por los pobres] se juega la
fidelidad de la Iglesia a Cristo; porque los pobres son los predilectos de Dios; porque a ellos se les
2,5): la fe de los pobres de América Latina según Rafael Tello (Buenos Aires: Ágape, 2012), 56.
92 Rafael Tello, “N.N.,” nota 4 citado en Bianchi, Pobres en este mundo, 56.
130
El mismo proceso de recepción “inculturado” (es decir, “argentinizado”), que Lucio Gera
describió respecto a Lumen Gentium se dio, según él, también con la recepción de Gaudium et
intercambio entre la Iglesia y las culturas de los pueblos, es decir, entre Iglesia-pueblo(s). Un texto
fundamental de Gera explica estas ideas: “Pueblo-nación es una comunidad de hombres reunidos
en base a la participación en una misma cultura y que, históricamente, concretan su cultura en una
cultural’, esto es, el modo como un grupo humano tiene organizada su propia conciencia y
El concepto cultura recibe, de esta forma, un carácter integrador. “Lo religioso y lo político,
humana, pues lo religioso y lo secular no se viven dicotómicamente. González explica que: “la
93 Fernando Boasso dijo que la COEPAL asumió el concepto de cultura de GS 53. Pero Scannone observa que, cuando
Gera ayudó a escribir el texto de DP 386, éste no se dio cuenta que – aun indicando GS 53 como fuente – generaliza el concepto
de cultura como algo aplicado a un pueblo, cuando en verdad GS 53 se refiere a la persona (GS 53 a y b) y solo en su tercera
parte hace mención a los pueblos (GS 53 c). Es decir, en un acto espontáneo – debido a su perspectiva hermenéutica argentina y
latinoamericana – DP 386 hace una lectura en clave latinoamericana de GS 53. Ver: Scannone, “Aportaciones de la teología
argentina (I),” 24-25.
94 Lucio Gera, “Pueblo, Religión del Pueblo e Iglesia,” Teología 27-28 (1976): 99-123, aquí: 105-106.
95 González, La reflexión teológica en Argentina, 101.
96 González, La reflexión teológica en Argentina, 102.
131
A partir de esta reflexión Gera presenta la religión del pueblo como categoría articuladora.
La Iglesia, si quiere llegar a todos, debe encarnarse en la religión de los pueblos, lugar privilegiado
complementación: la religión puede ser liberada y purificada por la fe, y ésta necesita de la religión
para expresarse humanamente. Para entender la religión del pueblo, hay que aprender a valorar el
Las vivencias religiosas de un pueblo (ritos, fiestas, costumbres) “no son un caos irracional,
sino un conjunto simbólico coherente”, por el que “se expresa su sentido de buscar lo Sagrado.”97
Para evangelizar la Iglesia debe alcanzar ese núcleo simbólico, religioso-cultural del pueblo, es ahí
“donde la Iglesia ha de implantar la fe.”98 Gera y su escuela reconocen que, en América Latina, la
evangelización llegó a las raíces de la cultura de sus pueblos y por esto se puede decir que son
religiosidad expresa una fe auténticamente cristiana y católica, y ésta es la base para todo programa
de acción pastoral.99
La teología del pueblo insiste que la fe de este pueblo es verdadera, teologal. Rafael Tello
desarrolló muy bien esa reflexión, que fue recogida en un excelente estudio de Enrique Bianchi.
Desde la doctrina de Santo Tomás y en sintonía con el Magisterio, Tello describe el cristianismo
popular – término que él prefiere a religión del pueblo o piedad popular100 – a partir del modo en
que el pueblo vive las tres virtudes teologales, dando ocasión a que formule teológicamente una
Uno de los elementos más interesantes está en la reflexión sobre la virtud de la fe, que es
el aspecto que se va a considerar aquí. Tello parte del presupuesto que la fe – y las otras virtudes
– se vive siempre en una cultura concreta, pues – según él – “la gracia supone la cultura”101. Con
fuerte formación tomista, Tello asume la explicación de Santo Tomás relativa al acto de fe para
pensar la fe del pueblo latinoamericano. El acto de fe es único, pero tiene un triple aspecto: las
verdades acerca de Dios que deben ser creídas (credere Deum), la razón formal del objeto, es decir,
el motivo por el que creemos (credere Deo) y el movimiento de adhesión a Dios producido por la
voluntad sobre el entendimiento (credere in Deum).102 Según Bianchi, Tello constata que “en el
cristianismo popular se vive la fe acentuando los aspectos que tienen que ver con la confianza en
la autoridad de Dios (credere Deo) y con tender hacia Dios como Bien supremo del hombre
(credere in Deum); mientras que deja un poco entre sombras la explicitación racional de las
verdades reveladas (credere Deum)”103. Y esto se da por las características propias de la cultura
popular en sus raíces y origen histórico. Sin embargo, la cultura eclesial moderna, que está marcada
por la cultura ilustrada104, da mayor importancia a este último aspecto, insistiendo más en
A partir de esta distinción de los tres aspectos del acto de fe, Tello ofrece una explicación
los límites del presente estudio, se va a resumir. Tello explica que para la fe popular el acto de
adhesión a Dios (credere Deo) es firme en la intensidad, aunque no conozca todas las verdades de
la Revelación, sino solo las más fundamentales, pues en ellas están incluidas las otras; le basta un
conocimiento intuitivo y genérico de las verdades reveladas. En este sentido, respecto a los
explícitamente en aquellas verdades “necesarias para la salvación”, que conducen a la vida eterna
necesariamente pasa por la argumentación racional. Al aceptar las verdades básicas de fe, capta
las otras por intuición, por pensamiento sintético, orgánico. De ahí la importancia de los símbolos
y las imágenes sobre la lectura (incluso de la Biblia). Su forma de conocer es más de carácter
simbólico y afectivo, “se apoya en la fe – más lúcida – de los mayores y se vive sobre todo como
fe oscura, que conoce a tientas los misterios divinos pero que adhiere firmemente a Dios y orienta
hacia él su vida.”105 Por fin, el impulso de la voluntad sobre el entendimiento como tendencia hacia
Dios (credere in Deum) es el principal, ya que supone los otros dos, que se ordenan a él. Es la
Bianchi explica que, para Tello, “este tercer aspecto ‘es el que da la verdadera medida de
la fe’ y en él se manifiestan gran parte de las riquezas de la fe de los pobres.”106 Así se entiende
porque en los sencillos hay mucha sabiduría, aunque no haya instrucción religiosa. En medio de
grandes sufrimientos se “agarran” a Dios, la Virgen y los santos, con una fuerza de adhesión y una
confianza que no siempre se ve entre los más ilustrados. Esta fe muchas veces es informe en sus
aceptada ‘subjetivamente’ con radicalidad siempre mayor […]. No hay un crecimiento únicamente por aumento en palabras de
análisis […], sino que lo hay también por síntesis callada. Se ve allí donde se pone de manifiesto el credere in Deum sobre el
credere Deum y el credere Deo.” Karl Rahner, “Advertencias dogmáticas marginales sobre la ‘piedad eclesial’,” en Escritos de
Teología (Madrid: Cristiandad, 1964): 373-402, aquí: 386.
134
contenidos, puede coexistir con errores, pero su entrega a Dios no es menor por ello. Incluso en
situaciones de pecado se puede mostrar aún más intensa. Termina por generar en el hombre del
como entrega que como conocimiento racional de verdades; su teología es afectiva, marcada por
la sabiduría popular que ve al Dios providente presente en todas las situaciones de la vida. 107 Como
lo explica Tello:
Esta idea fue rescatada en Puebla aplicada a la piedad mariana: “El pueblo sabe que
encuentra a María en la Iglesia Católica. La piedad mariana ha sido, a menudo, el vínculo resistente
que ha mantenido fieles a la Iglesia sectores que carecían de atención pastoral adecuada.”109
Otro aspecto para destacar en la relación entre fe y cultura es la importancia que reviste
para la teología del pueblo el hecho de que, por medio de su fe encarnada en su cultura, el pueblo
mismo se evangeliza a sí mismo, o más claramente: “el pueblo evangeliza al pueblo”. Para Tello:
“pastoral popular”. El primero constituye propiamente el núcleo de esa pastoral: “el pueblo
evangeliza al pueblo” por medio de la vivencia de los valores evangélicos de la propia cultura
popular, pues al transmitir su cultura el pueblo transmite y difunde esos valores. La segunda fuerza
es “la Iglesia que evangeliza al pueblo”, que cronológicamente viene antes y que no se debe
desconsiderar, pues se refiere a la fe recibida de la Iglesia. Y la tercera es que “la Iglesia ayuda al
acompañar la fe del pueblo, como por ejemplo el cultivo de las expresiones de piedad popular.111
Visto que el presente estudio investiga la piedad popular en el pensamiento y praxis del
Papa Francisco, es fundamental observar en particular la visión de la teología del pueblo respecto
teología”, recuerda una conversación que tuvo con Lucio Gera una mañana en Tandil,
probablemente a fines de los años 60. Se preguntaban sobre la fe del pueblo, si era supersticiosa,
si era verdadera fe. Ese día vieron a un adolescente rezando el Vía Crucis, y comenta:
¡Qué piadoso! Nada de eso era superstición. Era fe pura. A cultivar, sin duda. A madurar.
Pero fe a flor de piel, que venía de muy adentro. Y allí comenzamos a desembuchar una
serie de broncas que ambos teníamos de cómo algunos pastoralistas estaban maltratando al
Pueblo de Dios realizando pésimamente la reforma conciliar. Sin idea de lo que era el
sensus fidelium. Y sin idea tampoco de que el Concilio había centrado su eclesiología en la
noción bíblica de Pueblo de Dios. Y, sobre todo, en su realidad histórica. No puedo
demostrar lo que diré. En mi opinión, esa mañana, en nuestro diálogo, afloró un intento
Quizás esta sea “la intuición original de la teología argentina del pueblo”113: el Pueblo de
Dios peregrino encarnado en el pueblo argentino; pueblo preñado de sensus fidelium, aquella
sabiduría que viene del Espíritu; pueblo en camino, en búsqueda de Dios y de liberación. Y, como
recuerda Gianquita haciendo un balance de la teología del pueblo: “en el plano práctico esta
teología introdujo una fuerte crítica tanto al progresismo ilustrado como a la ideología clasista que
Por los textos anteriores se puede percibir que la teología del pueblo hace una clara defensa
del valor del sensus fidelium, criticando un tipo de cultura que llaman “ilustrada”. Se rescata la
enseñanza conciliar sobre el “sentido sobrenatural de la fe”, expresión de la función profética del
pueblo santo de Dios, que tiene la “unción del santo”, la asistencia del Espíritu para no equivocarse
costumbres.”115 En esa línea, Víctor Fernández, uno de los representantes de la tercera generación
de la teología del pueblo, escribió con gran erudición un valioso artículo en el cual defiende el
“sensus populi” y la legitimidad de una teología “desde el pueblo.”116 Desenmascara el error que
significa querer tener acceso a la verdad solo desde la vía del “conocimiento ilustrado”. Justifica,
a partir de Santo Tomás y San Buenaventura, una “vía alternativa de acceso a la Verdad que
Carmelo Gianquita, “Rasgos para una semblanza teológica,” en Presente y futuro de la teología en Argentina:
112
Homenaje a Lucio Gera, ed. Ricardo Ferrara y Carlos Galli (Buenos Aires: Paulinas, 1997), 63-64.
113 Marcelo González, La reflexión teológica en Argentina, 63.
114 Carmelo Gianquita, “Rasgos para una semblanza teológica,” 64.
115 LG 12.
116 Víctor Fernández, “El ‘sensus populi’: la legitimidad de una teología desde el pueblo,” Teología 72 (1998/2):33-164.
137
permite superar la hermenéutica elitista”117. El conocimiento vital, por experiencia, que rescata la
dimensión afectiva, es propio del magisterio de los simples, “no ilustrados”, en particular de los
pobres. Existe un “logos de la sabiduría popular”, que también puede ser adquirido por el teólogo
humilde que se abre a la gracia. Así “el ilustrado se acerca a lo que el pobre ‘sabe’, y esto le abre
un camino de acceso que le permite redescubrir al pobre e iniciar ‘desde el silencio religioso del
En ese camino sapiencial se encuadra la religiosidad popular, que también ha sido llamada
la “religión del pueblo”. Esta última expresión aparece diez veces en el Documento de Puebla119,
Scannone explica que, por un lado, la teología del pueblo, siguiendo a Paul Tillich,
considera la religión como núcleo de la cultura de un pueblo, y por otro, hace referencia a la piedad
de los “pobres y sencillos”, como la expresa EN 48.120 De esta forma, la religiosidad popular es la
religión del pueblo pobre, lo que por lo menos en Latinoamérica es un hecho. Afirma que los
pobres son los que “preservan mejor la cultura común, sus valores y símbolos (aún religiosos), los
que de suyo tienden a ser compartidos por todos, pudiendo ser en nuestros países el germen – en
los no pobres – de una conversión al pobre para lograr su liberación y, así, la de todos.”121
Como la religión del pueblo latinoamericano ya está evangelizada, la teología del pueblo
descubre el gran potencial evangelizador y liberador de la religiosidad popular, que lejos de ser
opio, es mediadora de transformación social y política. Fue lo que quedó plasmado en Puebla en
atribuidas respectivamente a dos adeptos de esta corriente, Lucio Gera y Joaquín Alliende.122
lo que más caracteriza la teología argentina del pueblo es una revalorización de la cultura y de la
latinoamericano. Una idea de fondo es que el pueblo latinoamericano ya fue evangelizado y, por
tanto, presenta muchos elementos que no son apenas “semilla” del Verbo, sino “frutos” del Verbo.
Scannone recuerda que la valorización de la religiosidad popular ha dejado una gran marca en toda
la Iglesia argentina:
Eu penso na pastoral dos santuários. Para a festa de San Cayetano, padroeiro do pão e do
trabalho, há pessoas que ficam na fila por até 15 dias para entrar primeiro no santuário.
Mas eu também penso nas peregrinações juvenis a pé a Luján, idealizadas por Rafael Tello
durante o regime militar, que mobilizam ainda hoje centenas de milhares de pessoas a cada
ano. Essas manifestações religiosas sempre existiram. Mas o mais interessante dessa
teologia é o fato de tê-la reconhecido como autêntica fé popular.123
la cultura, entendida como “estilo de vida común” y no tanto desde el territorio o la clase social.
Esta escuela privilegia la unidad sobre el conflicto, pero reconoce la existencia de los conflictos
sociales – también entre clases, a veces necesario – y lucha por su liberación. Entiende la injusticia
estratos sociales.
también liberar los pueblos pobres de la dominación de los opresores. Para esto, esta teología
popular, considerándola clave como mediación entre la fe del pueblo y una teología inculturada.
complementa y lo confirma. Es un saber por connaturalidad. Scannone ha sido uno de los grandes
promotores de esta reflexión126, como él mismo declara: “Un punto clave para mí fue siempre la
tenerla en cuenta es un gran desafío para la Iglesia dentro y fuera de América Latina.
Este aporte de la teología del pueblo fue asumido en Puebla, justamente en la sección sobre
puede hablar de cinco características de la sabiduría popular, tal como aparecen en Puebla: En
vez, de la cercanía de Dios” 128. En segundo lugar, es vista como un “humanismo cristiano”, pues
afirma la dignidad humana, la fraternidad, el vínculo con la naturaleza y el trabajo, y que, incluso,
tiene sentido para “la alegría y el humor, aun en medio de una vida muy dura.”129 En tercer lugar,
la sabiduría popular se expresa especialmente en la religiosidad del pueblo, pues ésta guarda un
acervo de valores que hace al hombre del pueblo responder con sabiduría cristiana a los grandes
una “síntesis vital”, uniendo “lo divino y lo humano; Cristo y María, espíritu y cuerpo; comunión
característica es el discernimiento que esa sabiduría proporciona al pueblo, una especie de “instinto
Otro jesuita, Jorge Seibold, ha sido gran promotor de esta reflexión y ha explicitado un
popular”133 e hizo una vehemente apología sobre la necesidad de que el magisterio incorpore esta
reflexión a su acervo, de la misma manera que incorporó la reflexión sobre la religiosidad popular
128 DP 413.
129 DP 448; 413.
130 DP 448
131 DP 448.
132 DP 448.
133 Jorge R. Seibold, La mística popular (México: Buena Prensa, 2006); Jorge R. Seibold, “Los lenguajes de la mística
en la segunda mitad de la década de 70, por medio de Evangelii Nuntiandi (n. 48) y Puebla: “del
mismo modo ahora debería la Iglesia reconocer públicamente esta raigambre mística del
catolicismo popular latinoamericano”134. No demoró mucho para que esto, de cierta forma,
Aparecida135. Este paso se dio gracias a la influencia de la teología argentina del pueblo, ya que
esta parte del texto fue escrita por Víctor Fernández, a pedido del Cardenal Bergoglio, quien,
Gaudium.136
El uso magisterial del término no significa, necesariamente, que todos entiendan lo que
Seibold quiere describir con la mística popular. Él la describe como “la mística de los humildes”137,
marcada por características como la sencillez, el amor, el servicio y el sacrificio, una “mística
pascual”138, hecha de encuentros con Dios y el prójimo, que celebra el triunfo de la vida sobre la
espiritual de “encuentro personal” con Dios, que “lleva al sujeto a grados sucesivos de mayor
disponibilidad en relación al Misterio divino”, que lo une a ese Misterio, lo transforma y lo abre
ciudadanía a la religiosidad popular, la próxima Conferencia general del Episcopado Latinoamericano dé partida de nacimiento
eclesial a la ‘mística popular’.” Rossano Zas Friz, “Ensayo introductorio,” en Seibold, La mística popular, 9-24, aquí: 24.
136 EG 124; 237. Ver ad infra 6.2.3.2.
137 Seibold, La mística popular, 71-124.
138 Seibold, La mística popular, 179-180.
142
Para los efectos del presente estudio, vale a la pena rescatar, aunque brevemente, la
reflexión de Seibold sobre la mística popular mariana. Él constata que la vida religiosa del pueblo
argentino y latinoamericano está muy marcada por dos grandes devociones: la Virgen y la Cruz.
Analizando las muchas advocaciones que forman la piedad mariana del pueblo, identifica en ellas
una auténtica “mística mariana”. Tomando como ejemplo la devoción a la Virgen de Guadalupe y
el diálogo de ésta con Juan Diego, recogido en el Nican Mopohua, “el primer texto místico de la
latinoamericana. Ésta es profundamente simbólica; tiene carácter presencial (es decir, afirma la
presencia de lo sagrado más que conceptos); con alto sentido personal y de sencilla familiaridad
en el trato entre el devoto y la Virgen; presenta carácter contemplativo (mirada exterior atenta a la
Virgen en su imagen, con todos sus detalles sensibles y simbólicos) y humilde (mirada interior
consciente de su propia pequeñez y verdad); y es también una mística profética (como siervo el
fiel asume una misión que lo sobrepasa).142 Esta última característica está unida también a la
mística de la cruz, por la cual el devoto identifica sus sufrimientos con los del Señor crucificado.143
del don, la centralidad de la vida y de las relaciones personales, la presencialidad de Dios, la vida
popular, como por ejemplo la costumbre de besar o tocar las imágenes pueden ser entendidas
como “experiencia sentida”, expresión de los “sentidos espirituales” o “místicos” del pueblo
fiel.145
popular, la teología argentina del pueblo aporta una sensibilidad especial para entender y valorar
teológicamente la dimensión sapiencial y mística del pueblo en una medida difícil de encontrar en
otras latitudes. Estos aportes no pasaron desapercibidos en la experiencia y práctica pastoral del
Jorge Bergoglio, proporcionándole también a él una sensibilidad especial para entender y cultivar
Después de haber descrito el surgimiento de la Teología del Pueblo (3.1) y sus principales
características (3.2), se pasa ahora a la última parte del capítulo dedicado a la piedad popular
mariana en la reflexión teológico-pastoral argentina. ¿Qué lugar tiene María en la Teología del
Pueblo? Es el momento de confrontarse, entonces, con lo que algunos de sus autores más
mariología.
El gran interés de la Teología del Pueblo por la piedad popular va a ser su clave de acceso
a la reflexión sobre María. Hay que decir, entonces, que lo mariano no es un tema en sí dentro de
los tópicos fundamentales de esta teología. Reflexiones sobre el pueblo, la cultura, la fe, la
liberación, la pastoral popular y la religiosidad popular son las más encontradas entre los teólogos
No obstante, esto no significa que no tengan en cuenta la mariología. Para ellos, el lugar de
de fe, tanto en la vida personal de estos teólogos como, sobre todo, en la experiencia de fe que
hacen con el pueblo cristiano. Se podría decir que es en el contacto con la fe del pueblo que ellos
descubren la gran fuerza teológica y teologal de la Madre de Jesús. Su acceso a María, más allá de
todo lo que la dogmática pueda enseñar sobre ella, es por medio de la piedad mariana del pueblo.
Enriquecen así su propia fe mariana en ese contacto con el amor que los más sencillos le dedican
Aquí se optó por presentar, aunque sumariamente, la perspectiva mariana de dos de los
mayores exponentes de la teología del pueblo, Lucio Gera y Rafael Tello. Ambos fueron muy
valorados por su obispo, el Cardenal Jorge Bergoglio, que hizo enterrar al primero en un lugar de
autores, no solo por la recién mencionada perspectiva general, por la que miran lo mariano desde
la religiosidad popular, sino también por otra característica de estos autores: “su teología es más
145
oral que escrita”146, como explica Scannone. Por suerte, en los últimos años, se empezó a recolectar
y publicar más sistemáticamente sus escritos, que son la fuente para la presente investigación.
Principal teólogo de la primera generación de la teología del pueblo, Lucio Gera (1924-
2012) fue sacerdote de la Archidiócesis de Buenos Aires, profesor y uno de los principales
más de cincuenta años. Participó de las conferencias de Medellín y Puebla como perito teológico,
llegando a ser considerado, dentro y fuera del país, como “el teólogo” argentino.147 No fue un
sistematizador ni nunca quiso “formar una escuela”. Sus discípulos han publicado sus principales
Respecto al tema mariano, llama la atención que en los dos gruesos volúmenes que recogen
75 de sus principales escritos teológico-pastorales, en casi 2000 páginas, solo se encuentra un texto
de reflexión explícita sobre María, no muy largo, con el título “María y la evangelización” (texto
25, 20 páginas), y una breve meditación “Dios es luz, María es luz” (texto 39, 2 páginas). Aunque
naturalmente se encuentren referencias a María dispersas por sus escritos, es claro que no era uno
La expresión y su justificativa aparece en el texto de Domingo Basso, “‘El teólogo’ argentino,” Ricardo Ferrara y
147
Carlos M. Galli (eds.), Presente y futuro de la teología en Argentina: Homenaje a Lucio Gera (Buenos Aires: Paulinas, 1997).
148 Virginia R. Azcuy, Carlos M. Galli y Marcelo González, eds., Escritos Teológicos Pastorales de Lucio Gera: 1. Del
Preconcilio a la Conferencia de Puebla (1956-1981) (Buenos Aires: Ágape, 2006), 928 p.; Virginia R. Azcuy, Carlos M. Galli y
Marcelo González, eds., Escritos Teológicos Pastorales de Lucio Gera: 2. De la Conferencia de Puebla a nuestros días (1982-
2007) (Buenos Aires: Ágape, 2007), 1032 p. Para datos biográficos y carrera teológica: Virginia R. Azcuy, “Una biografía
teológica de Lucio Gera,” en Escritos Teológicos Pastorales de Lucio Gera 1, ed. Azcuy, Galli y González, 23-57.
146
Obviamente esto no quiere decir que Gera no cultivara la piedad mariana ni la valorara.
Virginia Azcuy describe, en la biografía teológica puesta al inicio del primer volumen que recoge
los escritos teológico-pastorales de Gera: “La presencia de María, que acompaña a Gera desde el
comienzo de su vocación en la imagen silenciosa y receptiva del Fra Angelico 149, se hace más
De hecho, la piedad mariana de Gera le viene, en primer lugar, de su familia italiana, siendo
él mismo un migrante llegado a Argentina con apenas cinco años de edad. Pero, además, en el
contacto con el pueblo latinoamericano y argentino se le fue desvelando un rostro más completo
(y mestizo) de María en las manifestaciones de amor del pueblo hacia ella. Este camino desde la
Virgen italiana de Fra Angelico hacia la Virgen mestiza de Guadalupe (y la Virgen nacional de
Luján) es una buena metáfora para describir, de forma genérica, el camino de acceso de los
Guadalupe, “que guarda en la pupila de sus ojos el nacimiento de América a la fe cristiana” 151 y
como madre vela por la unidad de los pueblos del continente. Fue la misma experiencia que hizo
en un gran evento misionero, la Peregrinación a Pie con Cristo y la Virgen de Guadalupe152, donde
149Esta fue la estampa que eligió para su ordenación en 1947. Gera destaca “el cuerpo entero de María en actitud
profundamente receptiva…Nunca una mujer fue tan profundamente encontrada en su intimidad como lo fue entonces María en la
Encarnación. Como lo fue entonces y también al pie de la cruz. En el momento de recibir y en el momento de entregar: los dos
momentos que cumplen el ritmo de toda maternidad, de toda paternidad.” Lucio Gera, “La anunciación de Fra Angelico,” citado
en Azcuy, “Una biografía teológica,” 29.
150 Azcuy, “Una biografía teológica,” 44.
151 Lucio Gera, “Homilía en la Misa votiva de la Santa Cruz,” citado en Azcuy, “Una biografía teológica,” 44.
152 Se trata de una gran experiencia de piedad popular misionera. La peregrinación misionera a pie de las imágenes de la
Virgen de Guadalupe y el Cristo Negro de Esquipulas, que ha recorrido, en ocho años de misión, 19 países del continente
americano. El periplo comenzó en el santuario de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre de 1992, atravesó 24.000 kilómetros
147
como expresión plástica del camino de vida humano. Sus reflexiones teológicas brotan así de la
experiencia con ese pueblo: “En el andar peregrino…tiene un particular significado que
sobresalgan los santuarios marianos, ya que la fe y la piedad católica profesan que María,
ascendida en cuerpo y alma a los cielos, cumplió en sí la vocación a la que estamos llamados todos:
Virgen de Guadalupe, que Lucio Gera hizo la meditación que aparece en sus “Escritos teológicos-
pastorales” (texto 39)154. La hizo al final de la misa del 12 de diciembre de 1996, en el santuario
de San Cayetano, celebrando cuatro años de esa peregrinación. Momentos antes de la meditación
los presentes habían encendido el cirio que llevaban en sus manos, de ahí que Gera haga su
reflexión en torno al tema: “Dios es luz, María es luz.” Es un texto del género “meditación” sin
En el breve texto, Gera parte de la imagen del camino de los peregrinos para hablar de las
luces y oscuridades de la vida. Recuerda que el Sábado Santo se canta: “Luz de Cristo” e
inmediatamente, sin ninguna otra introducción, continúa: “Y María es luz: María de Guadalupe,
y terminó el 12 de diciembre de 2000 en el santuario de la Virgen de Luján. Más sobre el tema: Arzobispado de Buenos Aires,
“Una larga procesión de entrada al tercer milenio cristiano: la visita de Jesucristo y la Virgen de Guadalupe a los pueblos de
América Latina y el Caribe,” en Seguimos caminando: aproximación socio-histórica, teológica y pastoral de la peregrinación
juvenil a Luján, ed. Carlos M. Galli, Graciela Dotro y Marcelo Mitchell (Buenos Aires: Ágape, 2004), 307-309.
153 Lucio Gera, E 1998, 63, citado en Azcuy, “Una biografia teológica,” 44.
154 Lucio Gera, “Dios es luz, María es luz,” en Escritos Teológicos Pastorales de Lucio Gera 2, ed. Azcuy, Galli y
González, 553-555.
148
María de Luján, María de los Treinta y Tres Orientales, de la Aparecida y de tantos santuarios
Llama la atención la aplicación inmediata a la que se podría llamar María de los pueblos
concretos. De hecho, en la meditación hará dos alusiones más a la Virgen, de forma genérica: “la
Madre de Dios que es luz” y “la fe en María [que] es nuestra luz.” 156 Pero, luego, las últimas
universalizadas: “La luz que es Cristo, la luz que es Dios, la Virgen de Guadalupe – y nuestra
Virgen en todas partes es la misma – nos llaman así al amor. Y hoy bajo el amparo de la Virgen
de Guadalupe cuya fiesta celebramos, renovamos en nuestro corazón el amor a los que viven en
nuestras casas.”157 Y concluye la meditación con una idea muy querida a la teología del pueblo:
invita a los presentes a que renueven su “comunión como pueblos, porque no solamente los
individuos sino también los pueblos nos tenemos que amar unos a otros.”158 Menciona por su
nombre a prácticamente todos los países del continente y concluye: “En los distintos santuarios de
América somos representados por María como hijos que no tienen fronteras.”159
Este texto ilustra claramente una conclusión sintética: las veces que encontramos a la
Virgen en los escritos de Gera, en general, ella aparece en referencia al pueblo y a su religiosidad.
De hecho, en uno de sus textos más significativos, “Pueblo, religión del pueblo e Iglesia”, Gera
hace en un único parágrafo, pero con la densidad de una síntesis mariológica o un tratado
El culto a María, madre del Señor, es un rasgo que caracteriza a la religiosidad católica. La
imagen de María más bien que dispersar del centro y amenazar el equilibrio de la fe
cristiana, congrega en sí los fundamentales motivos de nuestra fe, devolviéndolos a su
centro trinitario. En ella convergen, inicialmente, el anuncio del Padre y la obra del Espíritu.
Ella concibe y nos entrega al Salvador. Y en la fe de María, como en su símbolo y primicia,
la Iglesia acoge al Salvador.160
El otro texto mencionado al inicio de este apartado (texto 25), recogido en los “Escritos
grupos juveniles. Tiene como título “María y la evangelización”161 y mantiene el estilo antes
indicado: sitúa a María en conexión con los pueblos. Ya de inicio el texto cita a Puebla: “En
nuestros pueblos el Evangelio ha sido anunciado presentando a la Virgen como su realización más
alta.”162 María vivió el Evangelio y así “el resplandor evangélico de su figura”163 evangeliza. Los
pues “este modo de presentar el Evangelio hizo que María encontrara un lugar predominante en la
fe y la vida cristiana de nuestros pueblos.”164 Y esta presencia de María se ha mantenido “en las
estas tierras, desde el Tepeyac hasta Luján.” Aunque no hablen verbalmente, sigue Gera, ellas
160 Lucio Gera, “Pueblo, religión del pueblo e Iglesia.” 120. También en: Azcuy, Galli y Marcelo González, eds.,
Escritos Teológicos Pastorales de Lucio Gera 1,” 741, énfasis del autor.
161 Lucio Gera, “María y la evangelización,” en Escritos Teológicos Pastorales de Lucio Gera 2, ed. Azcuy, Galli y
González, 113-132.
162 DP 282.
163 Gera, “María y la evangelización,” 114.
164 Gera, “María y la evangelización,” 114.
165 Gera, “María y la evangelización,” 114.
150
El texto explica qué significa evangelizar para, enseguida, presentar a María como “la que
ha creído”, siendo modelo de fe para los pueblos. Ella es la “primera evangelizada” y “la fe es el
caracteriza la peregrinación de la fe durante esta vida”167, siendo prototipo para los cristianos.
Después Gera muestra como María “nos lleva al centro del Evangelio” en tres momentos: por su
presencia, por su palabra y por su persona, concluyendo con una explicación teológica de la
a) Por su presencia: A partir de la Sagrada Escritura y textos del capítulo VIII de Lumen
Gentium, Gera muestra como María “aparece siempre junto a Jesús. No lo sustituye, sino
que, con su misma fe nos orienta hacia Él, que es el centro.”168 De esta forma, María nos
tal como nos muestra el Evangelio en la anunciación, las bodas de Caná y el Calvario.
María aparece allí orientada hacia Jesús y orientando a los demás hacia Él. Como María
está al comienzo de la historia de salvación, “la piedad mariana del pueblo cristiano le canta
canto mariano. Así Gera relaciona nuevamente su reflexión mariana con la fe del pueblo.
b) Por su palabra: El Magnificat es la palabra de María, que “nace de una actitud orante y
época en que ese texto bíblico seguía inspirando la fe mariana de los teólogos de la
liberación, Gera no hace ninguna mención al “núcleo fuerte” del Magnificat (Lc 1,50-53)
estimulada por Pablo VI173, pues “así se expresa también la piedad de los fieles católicos
hermosa eres!”174 En María asunta a los cielos en cuerpo y alma resplandece de forma
escatológica; en ella se anticipa nuestro ideal de gloria y belleza. De ahí, Gera concluye,
Iglesia y concretamente, los misioneros que han llegado a estas tierras de América Latina,
La parte final del texto, sobre la maternidad espiritual de María, “nuestra madre en el orden
de la gracia”176, reafirma su mediación materna como intercesora, como lo hizo ella en Caná y
Pentecostés. Como madre, ella nos engendra en la fe por su intercesión, como los evangelizadores
lo hacen por la predicación. Por esto se le puede llamar “Madre de la Iglesia, de los creyentes, del
171 Al analizar el Magnificat desde su visión socio-mariológica, Clodovis Boff distingue los versículos con un discurso
más espiritual centrado en la persona de María (Lc 1,46-49), de uno más político-religioso centrado en la historia humana (Lc
1,50-53). Este último permite una relectura “fuerte” (o hard) del cántico de María, que es la que Pablo VI hace en MC 37,2, que
C. Boff considera la carta magna de la socio-mariología. Gera hace aquí una relectura que C. Boff clasificaría como “débil” (o
soft). Ver Clodovis Boff, Mariologia sociale, 91-92.297-364.
172 Gera, “María y la evangelización,” 127.
173
Gera piensa en el Mensaje de Pablo VI a los artistas, en 8/12/1965. Aplicado a María se refiere al hecho de que
somos conducidos a Dios a través del camino de la Belleza, que es María.
174 Gera, “María y la evangelización,” 126-127.
175 Gera, “María y la evangelización,” 128.
176 LG 61.
152
Pueblo de Dios.”177 En su lectura popular e inculturada, Gera afirma, entonces, que la figura de
María como madre es la “que más ha impactado a los primeros pueblos paganos que recibieron el
Evangelio cristiano”178. Estos pueblos estaban, de cierta forma, “preparados para ello a partir de
ciertas figuras de su propia cultura y religión.”179 Lejos de ser vista como sincretismo o proyección
sicológica, Gera identifica el hecho natural, la experiencia vital de estos pueblos de recibir la vida
como don – sea por la tierra-madre, sea por la mujer-madre – como fundamento para acoger el
don de María como madre. Partiendo del texto bíblico de la genealogía de Jesús – una secuencia
de hombres y mujeres, que actuaron con libertad e hicieron opciones personales y comunitarias, y
que culmina en María – Gera muestra aún que la fuerza vital de la madre tierra y de la naturaleza
femenina, que se reciben como don, se complementan con la historia construida desde la
libremente ser madre…dio a luz lo más supremo que podría dar a luz la naturaleza y la libertad
Mirando la historia de los pueblos, Gera afirma que en la figura de María que da la vida al
de Jesús, apuntando a la resurrección final. Así lo expresa: “En María culmina el movimiento de
ascenso de un impulso materno, dador de vida, que bosquejado en la tierra madre, en la naturaleza
totalmente gratuito, en la Virgen que concibe por obra del Espíritu Santo.”181
Gera finaliza su catequesis con un texto de Pablo VI en Marialis Cultus, en el que María
aparece como raíz del misterio de Cristo y coronación del misterio de la Iglesia182, Madre de Cristo
y de la Iglesia. Enfatiza que María estuvo en la raíz “por ser madre” y por esto está también en la
coronación del misterio de Cristo, la Iglesia, como su fruto más pleno. Así, de modo original, Gera
concluye que no solo María nos lleva a Cristo, sino que Cristo también nos lleva a María.
“Podemos, pues, decir que María, por ser origen y raíz de Cristo, nos lleva hacia Él; y que Cristo,
por encontrar su coronamiento en María, prototipo y madre de la Iglesia, nos lleva hacia ella.”183
Antes de concluir este apartado conviene mencionar un texto de Gera, que no se encuentra
supra sobre el valor de las peregrinaciones a los santuarios, en particular los marianos.184 El autor
destaca que las peregrinaciones y los santuarios tienen valor sacramental, pues son referencia
simbólica a la peregrinación humana y escatológica al santuario celestial, “donde habita Dios con
encarnatorio” de la cercanía de Dios – por medio de la Virgen o el santo patrono del santuario –
que se hace presente en una historia y geografía particulares, “cercanía de Dios a la historia de un
pueblo que habita en una determinada región y tiempo”186. El santuario es así lugar que fortifica
“la comunión entre los integrantes de la comunidad propia de un pueblo”187, lo que se nota en
surgimiento de sus santuarios, “en períodos de encuentro de diversas razas y culturas, en el período
de formación de nuevos pueblos, de nuestras jóvenes nacionalidades.”188 Por eso, “María presente
mismo pueblo.”189
Gera destaca aún el hecho de que María nos precede como modelo de “viajera” en la
“peregrinación de la fe”190 del Pueblo de Dios, “nos acompaña ahora con su cercanía mediadora,
nos acompaña como madre”191, cuida de sus hijos que “todavía peregrinan y viven entre angustias
historia del santuario de la Virgen de Luján193. Para clarificar este dilema, Gera menciona,
entonces, otro tema muy propio de su teología: fue el “sentido de fe del pueblo creyente” que supo
entiende, los simples peregrinan a su casa para experimentar que ella se quiere quedar con ellos,
pues “el íntimo sentido de la fe de quienes, como el negro Manuel, recogieron en su corazón este
casi imperceptible acontecimiento del misterio de María, supieron interpretar lo que ocurría.”194
La mariología de Rafael Tello (1917-2002) es más densa y parece más desarrollada que la
de Gera, aunque no está sistematizada y sus escritos están muchísimo más dispersos. Hace pocos
años sus seguidores empezaron a publicar su obra, en gran parte aún desconocida. Sacerdote
diocesano de Buenos Aires, fue uno de los principales teólogos de la COEPAL y de la teología del
pueblo. Pastoralista coherente y respetado entre el clero, “pensador creativo del cristianismo
popular”195, tomó varias iniciativas que marcaron la historia religiosa argentina, como la famosa
Católica Argentina, hasta que el conflicto que tuvo con su arzobispo, el Cardenal Aramburu, lo
llevó a renunciar y a retirarse por completo de la vida pública de la Iglesia en marzo de 1979.
Mantuvo, sin embargo, encuentros semanales con sacerdotes interesados en la reflexión y praxis
de la pastoral popular, con los que creó la asociación privada de fieles “Santa María Estrella de la
(2016): 81-93. Ese artículo muestra que su figura empieza a ser redescubierta también internacionalmente. Así lo caracterizan en
el abstract ofrecido por la revista: “Rafael Tello (1917-2002) è stato un teologo sistematico argentino, solidamente tomista, di cui
si possono mettere in rilievo tre caratteristiche. La prima è che la sua teologia è inseparabile dall’azione pastorale nel mondo. La
seconda è che egli è rimasto ostinatamente fedele agli insegnamenti e alle tradizioni della Chiesa, anche quando a volte gli
sembrava di andare in direzioni nuove o inedite…Una terza caratteristica di Tello è la sua concezione estesa dell’opzione per i
poveri, da lui legata a quella del concetto di pueblo.” Acceso 6 enero 2017, http://www.laciviltacattolica.it/articolo/rafael-tello/
196 Ver el rol del P. Rafael Tello: Marcelo Mitchell, “Los orígenes de la Peregrinación Juvenil a Luján: apuntes para un
En las orientaciones escritas por él para los estatutos de la cofradía se encuentran muchas
referencias mariológicas, que ayudan a descubrir su corazón profundamente mariano. 197 Los
miembros de la cofradía son sacerdotes que se saben “convocados y reunidos por la Inmaculada
Virgen María” (n. 1) y se entienden como “una comunión en un mismo espíritu, el amor a la
Virgen, y en una misma fe, la confesión de la acción evangelizadora de María” (n. 2). Su sede es
Luján, pues “la Virgen eligió Luján” (n. 8) y ella es, desde Luján, “el corazón de la cofradía” (n.
5). Tello valora el acontecimiento de Luján – es decir, el milagro y permanencia de la Virgen por
“misterio de salvación” (n. 6), pues en él “se llega a tocar la matriz cultural, las raíces primeras de
la unidad del pueblo” (n. 43). Este misterio está unido a un esclavo, el Negro Manuel, “a quien el
pueblo reconoció y defendió como esclavo de Nuestra Señora” (n. 14). La asociación, “por amor
a la Virgen, se siente impulsada a penetrar en ese aspecto del misterio de Luján”, en ese “espíritu
pastoral popular y “el crecimiento en el pueblo del amor y devoción a su Virgen” (n. 33). Esa
relación tiene, para Tello, una dimensión de “auténtica contemplación”: “Se va a Luján para ver a
la Virgen, se va al camarín para ser visto por Ella…Verla y ser visto (conocer y ser conocido dice
San Pablo). ¿Es posible una mejor formulación de lo que es la contemplación cristiana?” (n. 50)
En los últimos años de su vida, Tello se mudó a Luján porque quiso vivir y morir bajo esta mirada
de la Virgen.
otro teólogo del pueblo, la relación entre la piedad popular mariana y la historia concreta de los
197 Rafael Tello, “Anexo 4: orientaciones para los estatutos.” en Fundación Saracho, El viejo Tello y la pastoral
pueblos, en este caso, del pueblo argentino. En las palabras finales de orientación para los estatutos
dice que la asociación quiere insertarse en ese “movimiento vital que nace del misterio de Luján,
pueblo santo, devoto, orante, que cultiva su oración en la contemplación, mirando a María y
viéndola en su imagen. Pueblo santo que acompaña y cuida a su Señora dándole siempre nuevos
¿qué lugar tuvo en sus escritos y su teología? De hecho, Tello procuró considerar teológicamente
muchos aspectos de la vida del pueblo y, naturalmente, no le pasó desapercibido el amor entrañable
del pueblo latinoamericano por la Virgen. Se preguntaba si ese amor sería una exageración o si
había que escuchar la sabiduría teológica oculta por detrás de tales manifestaciones. Sabía que para
la pastoral popular este aspecto no era secundario. Además, como “lugar teológico”, ese pueblo,
que es Pueblo de Dios bautizado y evangelizado, tiene mucho que enseñar a la Iglesia y a los
teólogos.
llamar cuarta generación de teólogos argentinos del pueblo, recogió, en algunos estudios, los
principales textos marianos dispersos en los escritos de Tello.199 Ellos nos remiten a por lo menos
cuatro aspectos centrales la reflexión mariológica de Tello, que obviamente deben ser vistos
unidos, aunque se los exponga aquí por separado: primero el lugar central de la Virgen en el
199 Enrique Bianchi, “América Latina: tierra de la Virgen,” Vida Pastoral 286 (julio 2010): 42-48; Enrique Bianchi,
“María en América: vida, dulzura y esperanza nuestra,” Vida Pastoral 289 (octubre 2010): 38-43. También el apartado “El lugar
de la Virgen María en la fe popular” en Bianchi, Pobres en este mundo, 221-232. Se usa aún un folleto, publicado para uso
privado: Cofradía de Luján, “La Virgen y los pobres en América Latina: Reflexiones sobre el amor entre la Virgen María y los
pobres de Latinoamérica desde la enseñanza de Rafael Tello,” Cuadernos de Pastoral Popular 2 (2010). Hay un texto de 1977
atribuido a Tello (aunque no fue escrito por él), que recoge las mismas intuiciones mariológicas expuestas en los estudios
mencionados en esta nota: Rafael Tello, “María Estrella de la Evangelización (EN 82),” en Seguimos caminando, ed. Galli, Dotro
y Mitchell, 144-150.
158
otros teólogos del pueblo, en el proceso histórico de evangelización del continente surgió una
“originalidad histórica cultural”200, una nueva forma cultural de vivir la fe cristiana, en la cual se
da un vínculo íntimo del pueblo cristiano, en especial de los más pobres y sencillos, con la Virgen
Tello reflexiona sobre este proceso y destaca en él el protagonismo de los pobres. Observa
que no solo en Guadalupe, cuando la Virgen aparece al pobre indio Juan Diego con rostro
mestizo201, sino también junto a otros pueblos del continente, María se hizo presente y eligió a los
más sencillos. En 1652, por ejemplo, la Virgen con el niño en brazos se le apareció al cacique de
una tribu indígena de Venezuela, los coromotos. Ella le habla en su idioma y lo manda “al sitio
donde viven los blancos para recibir el agua sobre la cabeza y así ir al cielo”, dando origen a la
y elige por custodio a un esclavo, el Negro Manuel. Y así se podría seguir indicando cómo, en
200 DP 446.
201Obsérvese que los niños mestizos eran los más despreciados de aquel tiempo, pues eran considerados por los
españoles como hijo ilegítimo y por los indios como fruto de traición o violencia.
202 Antonio Larocca, Magisterio y sentido de la fe: estudio de la relación entre los textos mariológicos del magisterio y
la devoción mariana en Latinoamérica, Venezuela y la Arquidiócesis de Barquisimeto, S.T.L. Thesis, International Marian
Research Institute of the University of Dayton, November 2001.
159
general, las manifestaciones de la Virgen están muy relacionadas con los pobres y sencillos. Tello
destaca la simplicidad con que los pobres acogen la manifestación de la Virgen y, a la vez, cómo
lo hacen con sentido eclesial, es decir, sometiéndose a la jerarquía, que en general tiene más
dificultad para acoger la novedad del mensaje. Él se refiere a esto en un encuentro con sacerdotes
en 1985:
María, evangeliza a través de la imagen, desde los pobres. Creo que es un elemento
fundamental. No se hace al margen de la jerarquía, pero se hace desde los pobres. Al indio
Juan Diego lo manda a hablarle al obispo. En Venezuela le dice ‘andá, bautizáte’. En Luján
la traslada la jerarquía a Luján. No en contra de la jerarquía, no al margen de la jerarquía,
sino con la jerarquía. Da la impresión que le cuesta mucho más a la Virgen mover a la
jerarquía que mover al pobre. Esto también tenemos que aplicárnoslo nosotros.203
María, con sus imágenes y devociones nacionales y regionales intervino en todas las partes
del continente. Quizás por esto dijo Juan Pablo II que “América Latina se ha convertido en la tierra
de la nueva visitación. Porque sus habitantes han acogido a Cristo, traído en cierto sentido en el
hace que Tello afirme que fue la Virgen quien evangelizó a América, o mejor, que “Dios le dio
Para el catolicismo popular de América Latina se enseñó a ir “A Cristo por María”. Pero
Tello destaca que también se puede usar la fórmula: “A María por Cristo”, ya que recurrimos a
María porque Cristo así lo manda. María, sin ser el centro, tiene un lugar central.206
203 Rafael Tello, escrito inédito, citado en Cofradía de Luján, “La Virgen y los pobres,” 5.
204Juan Pablo II, “Misa para la evangelización de los pueblos: homilía en Santo Domingo,” 11/10/84, n. 4, acceso 18
diciembre 2016, https://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/homilies/1984/documents/hf_jp-
ii_hom_19841011_evangelizzazione-popoli.html
205 Rafael Tello, Breve fundamentación de las peregrinaciones y misiones con la Virgen, folleto para uso interno de la
Cofradía de Luján, 2004, 9, citado en Cofradía de Luján, “La Virgen y los pobres,” 5.
206 Cofradía de Luján, “La Virgen y los pobres,” 7.
160
Tello describe la situación dramática de los primeros habitantes del continente: la conquista
los destruyó no sólo física y territorialmente, sino que puso en duda sus dioses, su cultura,
dejándolos sin identidad y sin comunidad. La evangelización y la gracia de Dios actuaron sobre
este sustrato natural. “Al convertirse y ser bautizado, el indio ya es nuevamente alguien: es hijo de
Dios. Entra en una nueva sociedad, en la comunidad de la Iglesia.”207 La presencia de María está
íntimamente asociada al proceso de evangelización, de forma que “también por María el indio
La experiencia que el indio bautizado tiene de la Virgen es, sobre todo, la de su maternidad,
que en el fondo es la maternidad de la Iglesia. “Para él, María es ante todo la Madre. Reconoce en
ella el seno maternal, la tierra de la que brota la vida nueva.”209 Ella es la protección maternal,
refugio en el desvalimiento en que se encuentra el pueblo, figura de mujer y signo de ternura. Por
eso, Tello la describe como “Madre de Misericordia, que se compadece, defiende y protege al
indio con su corazón maternal”210, le devuelve su dignidad y lo integra a la Iglesia: “En su regazo
protector, encuentra éste el calor humano de la comunidad eclesial a la que ha entrado. Por ella
El autor destaca aún que en la cultura popular latinoamericana la figura del padre se ve
cuidado, ternura. De esta forma, la “Mamita Virgen”, como se la suele llamar, manifiesta más
fácilmente el “rostro maternal de Dios” y su misericordia. Dirá Tello: “es Ella la que hace más
cercana y benigna la figura de Dios Padre en la gente. El pueblo que se sabe pecador recurre a la
ternura de la mujer amada por Dios, y ella, ‘vida, dulzura y esperanza nuestra’, mueve el corazón
de Dios acercándolo a sus hijos. En esta visión, oraciones tradicionales de la Iglesia como la
Como madre, María reúne a sus hijos a su alrededor. El bautismo y la Virgen, es decir, el
ser hijos de Dios e hijos de la Virgen, les devuelven dignidad e identidad a los pueblos destruidos
en su orden social por la conquista, un pueblo con ausencia de padre. Esto lo explicaba Tello a un
grupo de sacerdotes en 1977: “En la fe lo que es anunciado en un lugar central es María. María es
acoge, la que reúne, la que protege, la que de algún modo pone un calor humano. La figura de
María como madre en un mundo de hombres tan desamparados, tan destruidos en su vida
Hay una relación entre la experiencia popular mariana y el bautismo, porque “María va a
ser siempre la que da a Cristo” y el pueblo “participa de Cristo por el bautismo”, por el que pasa a
“formar parte de una comunidad humana”. Por eso, Tello cree que “es por mediación de María que
el indio experimenta, tiene la experiencia de volver a ser miembro de una comunidad sensible,
histórica. Y es también a través del bautismo, Cristo, y la mediación de María la Madre, por quien
212 Rafael Tello, Estrella, 147, citado en Bianchi, “María en América,” 39.
213 Rafael Tello, escrito inédito, citado en Cofradía de Luján, “La Virgen y los pobres,” 7.
214 Rafael Tello, escrito inédito, citado en Cofradía de Luján, “La Virgen y los pobres,” 7.
162
Tello está convencido de que esto que aconteció con el indio es también lo que se repitió
con el mestizo y sigue aconteciendo en el pueblo criollo. María estuvo y siempre estará presente,
pues ella nuclea a sus hijos, los hace pueblo. “Un pueblo pobre, desvalido, desposeído, buscará en
María la Madre protectora.”215 Y ejemplifica con Luján. La imagen de la Virgen trae la inscripción:
“la primera fundadora de esta villa”. Tello ve aquí que la función de la Virgen de Luján es ayudar
a la fundación de la Nación:
La Virgen nace claramente con una intención de formación o ayuda para constituir el
pueblo argentino… Aunque cuando aparece la Virgen no existe la Argentina, yo creo que
se puede decir que la Virgen nace para formar la Argentina, para ayudar a la formación de
ella…de tal modo que los próceres de la patria van a Luján a buscar la protección de la
Virgen. Por ejemplo, en las invasiones inglesas Pueyrredón va a Luján, Belgrano antes de
ir a defender la navegación de los ríos en el norte, crea la bandera después de pasar por
Luján; hay varios casos…216
Unida a esta dimensión de la identidad de un pueblo que tiene una Madre misericordiosa y
protectora, Tello ve el papel que tienen las imágenes religiosas, en especial las imágenes
marianas.217 Para el pueblo, María no es solo una figura “universal”, la “Virgen de Nazaret”, sino
Itati, de Caacupé, etc), ligadas a su historia como pueblo, a hechos maravillosos acaecidos en
algún lugar de su propia tierra. De esta forma, las imágenes de María pasan a formar parte de la
identidad histórica de cada pueblo, lo que se expresa en sus fiestas, santuarios, tradiciones
religiosas, etc.
148-149; Rafael Tello, Palabra de Dios e Imagen en la pastoral popular, folleto para uso privado de la Cofradía de Luján, 2004,
citado en Cofradía de Luján, “La Virgen y los pobres,” 8, nota 8.
218 DP 446.
163
Para Tello, el pueblo recibió la fe también por las imágenes. El indio, el mestizo y el criollo
conocen mejor de un modo simbólico que de un modo abstracto. Llegan a lo espiritual por lo
sensible, por el símbolo, no por razonamientos abstractos. Por eso la imagen les “dice” más que
mil palabras. El crucifijo habla del amor de Jesús y de su muerte por nosotros; la belleza de una
imagen de María habla del cuidado maternal de Dios. Así se aprenden las verdades de la fe. Tello
recuerda la tradición de la Iglesia, que en el II Concilio de Nicea (año 787) dejó definido que “‘el
honor debido a la imagen pasa al modelo original’, y quien venera la imagen venera a la persona
que en ella es representada”219. Esa es la experiencia de fe del pueblo latinoamericano. Los toques,
besos y lágrimas dirigidos a la imagen, lo ponen en contacto con su madre, la Virgen María.
Tello es tan concreto en su reflexión teológico-pastoral que, además de las imágenes, habla
también de la costumbre que el pueblo tiene de llevar, colgadas al pecho, medallas de la Virgen220.
Solía repetir el lema: “En cada casa una imagen, en cada barrio una ermita”, a lo que luego se
agregó “en cada pecho una medalla”. En un encuentro con sacerdotes en 1985 se refiere a esa
práctica:
¿Qué es llevar la Virgen? Llevar la Virgen colgada al cuello, es llevar la Virgen sobre la
carne, sobre el cuerpo. Tal vez ustedes no lo hayan advertido, pero a mí me parece que la
gente del pueblo cuando quiere llevar la Virgen es eso: llevar la Virgen, pero llevarla sobre
su cuerpo, sobre su carne; es como sellarse la carne con la Virgen o con Cristo. Me parece
que para la gente es muy importante llevar sobre su cuerpo la imagen de la Virgen, para el
cristiano popular.221
219 II Concilio de Nicea, en DS 601, donde se cita a Basílio Magno, De Spiritu Sancto 18, PG 32; que es el locus
classicus de la veneración de las imágenes sagradas.
220 Rafael Tello, Anexo 2, Rafael Tello, “Anexo 2: La imposición de la medalla de la Virgen,” en El viejo Tello y la
pastoral popular, ed. Fundación Saracho (Buenos Aires: Patria Grande, 2012), 167-174.
221 Rafael Tello, texto inédito, en Cofradía de Luján, “La Virgen y los pobres,” 9.
164
Él cree que esta costumbre está relacionada a una práctica antigua de los soldados que se
“vestían de la Virgen” con una cinta celeste y blanca, del tamaño de la imagen de Luján (38 cm)222.
Esto habría derivado en algo más simple: vestirse de la Virgen poniendo una medalla al cuello,
con un rito simple, que puede cambiar con el tiempo, pero es muy significativo. Tello lo comenta
en una de sus charlas, con estilo muy informal y acento argentino: “El ceremonial en un principio
era: ¿cómo te llamás? El nombre; ‘la Virgen es tu madre’ o ‘¿la quieres aceptar como madre?’;
bueno, andá a entenderte con la Virgen. Y que el tipo fuera a ponerse delante de la Virgen. No sé
cómo es el ceremonial ahora; cada uno lo inventará a su modo; más o menos era eso.”223
Además de percibir el lugar central que tiene la Virgen en el catolicismo popular (letra a,
expresa en su historia, sus imágenes y medallas (letra b, ad supra), Tello también trata de entender
teológicamente porqué hay un vínculo especial de estos pueblos con la Inmaculada Concepción
de María, también llamada por ellos “La Purísima”. Él cree que el pueblo es muy realista en cuanto
a la presencia del pecado en su vida. Por eso pone fervientemente sus ojos en la Inmaculada,
aquella inocente a la que el mal no pudo manchar. En ella encuentra el consuelo ante el dolor,
222 “Acá probablemente en el siglo XVIII y manifiestamente en el XIX salió una cinta celeste y blanca con la medida de
la Virgen: 38 centímetros, la altura de la Virgen de Luján. ¿Qué es la medida de la Virgen que antes se la llevaba puesta? La
Virgen de Luján, los soldados que iban a pelear con los ingleses (los ingleses después los barrían), se ponían la medida de la
Virgen. Era una manera como de revestirse de la Virgen. El bautismo reviste de Cristo, pero vaya a saber, eso no se ve mucho. En
cambio, [con la cinta, el soldado] está revestido de la Virgen. Hoy día revestirse de la Virgen es más visible, más eficaz.” Rafael
Tello, texto inédito, en Cofradía de Luján, “La Virgen y los pobres,” 9-10.
223 Rafael Tello, texto inédito, en Cofradía de Luján, “La Virgen y los pobres,” 10.
165
causado por las heridas del pecado, y la esperanza de recuperar la inocencia perdida. Es lo que se
verá ahora.
La primera constatación de Tello es que gran parte de las advocaciones marianas con las
caso de la Virgen de Guadalupe, de Luján, del Valle, de Itatí y de Aparecida, entre otras. Tello
percibe que la concepción inmaculada de María, con la correspondiente preservación del pecado
original, hace de ella la máxima expresión humana de la inocencia, lo que fue expresado por el
arte barroco al representarla como una jovencita. María es inmaculada toda su vida, pero pintarla
como joven es dejar al descubierto su inocencia juvenil.224 De hecho, Juan Diego la llama “Niña
mía”.
Además, la imagen de la Inmaculada tiene una actitud de elevación al cielo, está mirando
inocencia, la inocencia de la que no conoció pecado. Tello cree que el hombre del pueblo, al mirar
la imagen, se da cuenta de esta inocencia. Ese mismo hombre, por otro lado, se sabe profundamente
pecador, le duelen las heridas del pecado, y encuentra consuelo en la que no conoció pecado. Decía
Nosotros los curas hemos perdido el sentido de la Inmaculada; porque creemos, porque ya
está definido. Hemos perdido el sentido humano de la Inmaculada. El sentido de sentirse
pecador sin remedio. No temería decir que el pueblo se sabe pecador sin remedio, se sabe
pecador hasta el fondo, pecador sin salida; y precisamente por eso es que va a mirar a la
Virgen como la Inmaculada, la inocente, la sin pecado.225
224 En una charla a sacerdotes Tello decía: “Cuando Santo Tomás quiere decir qué es virgen dice: es la frescura juvenil;
un prado virgen… Es como un prado verde lleno de frescura, de un verdor que no ha sido quemado por el sol. La virginidad para
Santo Tomás es el frescor de una vida y es la juventud de una vida. A través de eso va a expresar la virginidad. Y creo que en la
Escritura es eso la virginidad… La Inmaculada es la inocencia que aparece juvenil, fresca.” Rafael Tello, texto inédito, en
Cofradía de Luján, “La Virgen y los pobres,” 10.
225 Rafael Tello, texto inédito, en Cofradía de Luján, “La Virgen y los pobres,” 11.
166
En su realismo a flor de piel, el pueblo no deja que los pastores caigan “en la tentación de
un romanticismo populista que tienda a absolutizar los valores evangélicos de los ambientes
populares olvidando sus sombras”226. El pueblo es bien realista: mira su pecado y mira a la pureza
inocencia. Por algo la jaculatoria “¡Ave María Purísima!” es tan común en estos pueblos. Por eso
En la imagen de la Inmaculada resuena también la llena de gracia, la mujer llena del amor
de Dios, la que enamora a Dios. Como dice Tello: “María es la mujer de la cual Dios se ha
enamorado e inspirado, en la cual y con la cual crea toda la belleza de la naturaleza…Todo el arte
barroco es eso. Toda la naturaleza…entra a formar parte de ese culto, de esa relación con Dios. No
es una relación con un Dios espiritual y abstracto, sino que es el hombre, con toda la naturaleza,
el que está en relación con Dios…”227 Es por eso que Tello cree que el pueblo percibe en María la
concentración y punto de expansión del amor de Dios por la creación: “Nuestro pueblo ve que, por
la mediación de María la Inmaculada, la llena de gracia, la toda bella, toda la creación está como
comprensión que él tiene de la unidad indisoluble entre Jesucristo y su Madre, que fundamenta
si ese amor tan intenso del pueblo por María, si tanto fervor mariano no es un acto de idolatría,
una fe “deformada”, que da más valor a la Virgen que a Dios, como muchos atacan, o si es más
bien la respuesta religiosa adecuada – de la más sana doctrina católica – a los designios de Dios
respecto a la Virgen.
Tello meditó profundamente sobre este asunto. “Él no creía que este afecto del pueblo por
la Virgen estuviera fuera de quicio,”229 observa Bianchi. Al amarla tan intensamente, el pueblo
muestra la comprensión de una verdad de fe doctrinalmente muy correcta: la íntima unidad entre
Cristo y María en el plan de Dios. “Para el pueblo, Cristo solo no existe, como tampoco existe la
Madre separada del Hijo. Esto es algo doctrinalmente ortodoxo y que no siempre entienden quienes
Tello va a usar una expresión fuerte para expresar la verdad teológica de la unión
indisoluble entre la Madre y el Hijo: Cristo y María son “uno”. Él cree estar avalado por la
tradición de la Iglesia y, según Bianchi, clarifica que Cristo y María “son personas distintísimas
(una es creada y la otra increada) y que de ningún modo esta unidad debe entenderse como una
unidad ontológica (ni menos aún como una unión hipostática).”231 Por otro lado, en su discurso
sacerdotal (Jn 17,21), Cristo se dice unido a todos los hombres, que son miembros suyos, es unum
con su Iglesia. ¿Por qué no sería, entones, unum en primer lugar y de modo preeminente con su
Madre? Con Ella Cristo se hizo unum y la tornó llena de gracia, pues – como dice el Concilio –
ella fue “enriquecida desde el primer instante de su concepción con esplendores de santidad del
todo singular.”232
La explicación de Tello parte del texto de Pío IX en la bula Ineffabilis Deus, que declaró el
dogma de la Inmaculada Concepción, donde el Papa enseña que Dios estableció “con el mismo
decreto el origen de María y la encarnación de la divina Sabiduría.” 233 Bianchi recuerda una
conversación en el año 2000 en la que Tello comentaba esta bula papal diciendo: “Esto significa
lo siguiente: que cuando Dios mira a Cristo y determina que Cristo exista, en el mismo momento,
Inmediatamente el autor reconoce que habría mucho que explicar sobre esto, pero da algunas
pistas:
Cristo no existe en la mente de Dios, que es el modo principal de existir, sin la Virgen.
Cristo lo que es, es según la concepción de Dios. Todo lo que es Cristo, es lo que Dios ha
concebido y ha querido para Cristo. Y Dios ha concebido a Cristo junto con María. Por eso
yo digo esa fórmula: Cristo no existe sin María. No existe en la mente de Dios. No existe
el concepto mismo de Cristo Ungido como Mediador sin María.234
este plan de Dios, que cuando ideó a María, la quiso unida a Cristo de modo indisoluble, y vice-
versa. En esto también vale la recomendación de Jesús: “por tanto, lo que Dios ha unido, ningún
hombre lo separe” (Mc 10,9). Como formuló sabiamente Bianchi: “Ese ‘Dios y la Virgen’ siempre
232 LG 56.
233Pio IX, Pontificis Maximi Acta, Pars prima, 559, citado en: Juan Pablo II, “Homilía en la celebración de los 150
años de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción,” La Santa Sede, 8 diciembre 2004, acceso 18 julio 2017,
http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/pt/homilies/2004/documents/hf_jp-ii_hom_20041208_immaculate-conception.html
234 Rafael Tello, Desgravación de charla del 29 de junio del 2000, inédito, citado en Bianchi, “Pobres en este mundo,”
225.
235 Bianchi, Pobres en este mundo, 228.
169
El hecho de que “Cristo y María son uno”, Tello lo desarrolla en otros argumentos más
especulativos, como en su escrito “El cristianismo popular según las virtudes teologales”. En ese
texto él parte de la intuición de que el pueblo reconoce que María – por su íntima unión con Cristo
– participa del carácter de fin de la vida del hombre.236 Es por eso que la veneran como señal
eterna del hombre. Pero Cristo y el Espíritu Santo, además de fin de nuestra salvación, son también
medios, agentes de nuestra salvación. Sin embargo, ambos vienen a los hombres en unidad
irrevocable con María237. Concentrándose, ahora, en la relación de María con Cristo – que es el
tema en cuestión aquí – Tello recuerda que la Iglesia se refiere a María como Madre de Dios
(Theotokos) y esto significa que no está referida solo a la naturaleza humana de Cristo, sino que
es Madre de la persona divina del Verbo, es decir, está real e indisolublemente unida a una persona
divina que es fin, meta, término de nuestra vida, que es nuestra misma salvación. Además, María
está unida a esa persona divina por la gracia, que es participación de la naturaleza divina. De allí,
Tello concluye: “Por eso, porque es en realidad Madre de una persona divina y ‘uno’ con ella – en
cuanto tal – la Virgen participa del carácter de fin de la vida humana. Y no debe el hombre separar
lo que Dios ha unido. Y así se cumple lo que enseña el Concilio Vaticano II y retoma Juan Pablo
236 Rafael Tello, El cristianismo popular según las virtudes teologales: la fe, n. 106-110. Texto completo y explicación
eterna, con la Virgen María, Madre del Verbo” Rafael Tello, El cristianismo popular según las virtudes teologales: la fe, n. 107,
citado en Bianchi, Pobres en este mundo, 227.
238 RM 4.
239 Rafael Tello, El cristianismo popular según las virtudes teologales: la fe, citado en Bianchi, Pobres en este mundo,
226-227.
170
Por lo tanto, la unidad entre Cristo y María es de tal modo indisoluble, que ella participa
también del fin, de la meta, de nuestra salvación, de la bienaventuranza eterna. Tello reflexiona
Dice Tello: “A Cristo le fue dada por el Padre la salvación, para que Él, Dios–hombre, sea
la salvación misma y para que Él la realice. Pero con Cristo y siendo ‘uno’ con Él, puso a la Virgen
para que sea también parte de la salvación y para que sea parte en su realización, ella es
participadamente término y medio.”240 Por eso el pueblo la ve junto a Dios, “como formando parte
del complejo divino que da el sentido último de la vida del hombre” y como “medio excelso y
singular de salvación, pues la madre no abandona a sus hijos y está siempre con ellos.”241
De esta forma Tello formula lo que muchos mariólogos post-Vaticano II, interesados en
sobredimensionar el lado humano de María (la María de Nazaret), no quisieran reconocer e insisten
en criticar: “la posición de nuestro pueblo con respecto a la Virgen – a la que ve siempre del lado
de Dios a quien con razón considera principio y fin o término de la vida – es pues plenamente
ortodoxa y en cierta manera es más verdadera que otras posiciones que también se dan en la Iglesia
Por tanto, no es cierto negar que la Virgen es un medio privilegiado para llegar a la
salvación, como la teología protestante y católicos minimalistas afirmarían. Pero negar que Ella
forme parte del término, del fin último de nuestras vidas, también es un error. Aunque muchos
teólogos no lo niegan formalmente, minimizan ese hecho, o se callan – para evitar exageraciones
240 Rafael Tello, Amor al prójimo, n. 87, citado en Bianchi, Pobres en este mundo, 227.
241 Rafael Tello, Amor al prójimo, n. 89, citado en Bianchi, Pobres en este mundo, 228.
242 Rafael Tello, Amor al prójimo, n. 89, citado en Bianchi, Pobres en este mundo, 228.
171
– y sólo se dirigen a María como medio. Al decir esto, Tello quiere oponerse claramente a aquellos
que reconocen a la Virgen solamente como instrumento para llegar a Cristo, como medio de
salvación, porque esto sería “separar lo que Dios unió” en defesa de un falso “cristocentrismo”.
Sería creer que el hombre puede llegar a Dios uniéndose a un Cristo aislado de María. Pero Cristo
nunca existió solo, por eso el verdadero cristocentrismo es ser también mariano. Bianchi cuenta
que, en este sentido, a Tello le gustaba poner de ejemplo el lema apasionadamente mariano de Juan
Pablo II: “El Papa cuyo cristocentrismo no se puede discutir, en su escudo personal inscribe Totus
Por esto, en la evangelización no se debe anunciar a Cristo sin María, no se debe ceder a la
Virgen solo un lugar accidental. Se anuncia a los dos juntos, porque así Dios los pensó. Así fue la
primera evangelización y por eso Tello cree que “la Nueva Evangelización será con la Virgen o
Ajeno a las discusiones teológicas, el pueblo sabe – “no racionalmente, sino ‘sápidamente’,
por sabiduría”245, aquella que viene del Espíritu Santo – que, al amar a la Virgen, crece en el amor
a Dios y vice-versa, sabe que “la Virgen es el medio más cercano para ir a Dios y que el cristiano
Virgen, nomás.”246 Y esta sencillez connatural en el trato con la Virgen, fruto de un conocimiento
243 Rafael Tello, Breve fundamentación de las peregrinaciones y misiones con la Virgen, 34, citado en Bianchi, Pobres
Tello sostiene que el cristianismo popular americano trajo a la Iglesia una ampliación del
conocimiento y la sabiduría de las cosas de Dios. Entre las nuevas vetas del Evangelio que
supo encontrar el cristianismo popular se encuentra su relación con la Virgen. Lo que el
pueblo sabe de María, no es sólo lo que recibió de la Iglesia española, sino que también la
fue conociendo de un modo nuevo y más profundo –por obra del Espíritu Santo – en estos
cinco siglos de amorosa relación con Ella.247
Para concluir este apartado vale mencionar todavía un último texto de Tello, que reafirma
la intuición fundamental de la teología del pueblo, esa teología encarnada en la historia de pueblos
por la liberación: “La Virgen María, como el signo más sensible, más cercano, más tierno de esa
fe, congrega multitudes y las vigoriza en su sentido de pueblo, por eso es un elemento primordial
para su lucha de liberación. Y esto en todos los pueblos de Latinoamérica. Hemos dicho otras
veces que los pobres son el corazón del pueblo y añadimos ahora que la Virgen está en el corazón
del pueblo.”248
2ª parte:
El discurso y la experiencia mariana personal y popular de Jorge
Mario Bergoglio
En la primera parte del presente trabajo (capítulos 2 y 3) se buscó trazar el contexto general
en el que se desarrolló la piedad mariana del actual Romano Pontífice. Su origen latinoamericano
y argentino tiene, sin duda, consecuencias profundas en su experiencia y comprensión del tema
que aquí se estudia. Es lo que se puede llamar una “influencia ambiental”. En el ambiente cultural
y eclesial en el que creció, se desarrolló y ejerció su ministerio sacerdotal, Jorge Bergoglio recibió
en la Iglesia y teología argentinas (capítulo 3). La extensión y los contenidos de esa “influencia
ambiental” serán explicitados en la tercera parte del trabajo (capítulos 8 a 10). Ahora es el
momento de mirar la vida y obra marianas de Jorge Mario Bergoglio, para después poder
Esta segunda parte del trabajo (capítulos 4 a 7) entra, por tanto, de lleno en la experiencia
mariana personal y eclesial del actual Obispo de Roma. Como la presente tesis no se refiere
textos (aunque estos también serán tenidos en cuenta). Importa escarbar también en la biografía
del autor investigado, pues sus vivencias y acciones también son fundamentales para entenderlo.
De esta forma, es necesario adentrarse en la experiencia personal del objeto-sujeto del estudio, el
Papa Francisco. Es lo que se hará en esta segunda parte del trabajo, que consta de cuatro capítulos,
dos de ellos centrados más en la experiencia mariana de Bergoglio (capítulos 4 y 5) y dos capítulos
dedicados más a sus escritos o discursos (capítulos 6 y 7). El capítulo 4 busca develar algunos
174
de todas estas experiencias reflejada en sus escritos y palabras de pastor antes de tornarse Papa; y
el capítulo 7 en sus discursos durante los cuatro primeros años de su ministerio como Obispo de
Roma. Por detrás de esta división se encuentra la convicción creyente expresada en la constitución
dogmática Dei Verbum, de que el “plan de la revelación se realiza con hechos y palabras
intrínsecamente conexos entre sí, de forma que las obras realizadas por Dios en la historia de la
salvación manifiestan y confirman la doctrina y los hechos significados por las palabras, y las
palabras, por su parte, proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas.” 1 Ese plan
de revelación no se agotó en la Sagrada Escritura, sino que Dios sigue revelándose hoy en
Bergoglio son manifestación de Dios para el hombre y la Iglesia hoy. Además, como los
marianas de Bergoglio ayudarán a entender su pensamiento mariano y, por otro lado, sus discursos
Otra observación metodológica: para captar mejor las experiencias de Bergoglio, además
2015, cada una de aproximadamente una hora de duración, que aportaron un valioso material para
esta parte del estudio. Se ha optado así por “pasarle la palabra” al objeto-sujeto de la investigación,
el mismo Papa, privilegiando citas directas de ambas entrevistas para fundamentar los asuntos
tratados en los próximos capítulos. Para facilitar la indicación de estas fuentes, de aquí en adelante
1 DV 2.
175
ellas serán referidas, respectivamente, como “primera entrevista” (E-1) y “segunda entrevista” (E-
2). Aunque la primera de ellas ya fue recogida, en parte, en un libro de autoría del investigador 2,
Cada persona sólo se entiende plenamente a partir de sus circunstancias, como diría Ortega
y Gasset.3 Por eso, al momento de describir a una persona y su pensamiento, es fundamental iniciar
con una referencia a la formación humana y espiritual que recibió a lo largo de su vida, en particular
(capítulos 1 y 2), sino también en su experiencia familiar y jesuita, como se indica a continuación.
Este subcapítulo se divide en tres tópicos: en primer lugar se describen algunas de las
2 Alexandre Awi Mello, Ella es mi mamá: encuentros del Papa Francisco con María (São Paulo: Loyola, 2014). Como
ese libro es parte de la presente investigación doctoral, se debe considerar todo lo que allí se encuentra como propiedad
intelectual del investigador, que será utilizada aquí sin que se haga referencia al libro.
3 José Ortega y Gasset, Obras completas, Vol. I (Madrid: Taurus; Fundación José Ortega y Gasset, 2004), p. 757. En su
filosofía raciovitalista ese autor madrileño – conocido como el filósofo de la “razón vital” – valora mucho las vivencias (en el
sentido alemán de Ehrfahrung), tal como se hará también en la presente investigación, pues es imposible conocer el pensamiento
del Papa Francisco si no partimos de sus vivencias personales y de las circunstancias en que las experimentó. Ortega “concibe la
vida como un conjunto de vivencias y experiencias, y también el ámbito en que se hace presente la totalidad de la
existencia…Ortega categoriza la vida y lo hace desde la comprensión de la propia existencia hasta el devenir prospectivo,
futurista, de la misma, donde el vivir es un permanente encuentro con el mundo y sus circunstancias.” Jorge Alberto Montejo, “El
pensamiento filosófico en Ortega y Gasset: camino hacia el raciovitalismo,” Revista Renovación 44 (abril 2017): 97; edición
digital: 5-54, aquí 39-40, acceso en 18 julio 2017, http://revistarenovacion.es/e-Libreria_files/OrtegaGasset.pdf
176
natural, Bergoglio recibió de la familia salesiana (4.1.2); y por fin se presentan algunas oraciones
marianas muy queridas por Jorge Mario, aunque no necesariamente se restrinjan al tiempo en que
Sin preocuparse por evitar obviedades, la primera pregunta que el investigador le planteó
al Santo Padre en la primera entrevista que le hizo fue sobre el origen de su devoción mariana:
“¿Cómo fueron sus primeros encuentros con la Santísima Virgen?” La pregunta ya traía una
palabra encuentro no es neutra en el vocabulario de Jorge Bergoglio, quien, con frecuencia, invita
a sus oyentes a cultivar una cultura del encuentro, que nace esencialmente y se alimenta del
El encuentro de Jorge Mario Bergoglio con Cristo comenzó en su propia familia, muy
católica y mariana, como en general lo son los piemonteses.5 En esa región de Italia nacieron sus
padres y abuelos, de quienes recibió de forma natural la fe cristiana auténtica, con fuerte raigambre
mariana y salesiana. Su padre, Mario José Francisco Bergoglio nació en Asti y en 1920 migró a
Turín, ciudad dónde Don Bosco actuó, fundó a los salesianos y propagó la devoción a María
Auxiliadora. Mario José pasó a frecuentar la Basílica de María Auxiliadora, al lado de la Casa
Madre de los salesianos, y se acercó a ellos. Tanto es así que cuando emigró a Argentina en 1929,
4 Jorge Mario Bergoglio, “Educar en la cultura del encuentro,” Empresa 140 (febrero-marzo, 2000): 51-58; Diego
Fares, Papa Francisco: la cultura del encuentro (Buenos Aires: Edhasa, 2014); Alexandre Awi Mello, “Jornada Mundial da
Juventude: experiência e promoção da cultura do encontro,” Revista de Catequese 36, nº 142 (julio-diciembre 2013): 6-22.
5 Maria Franca Mellano, Popolo, religiosità e costume in Piemonte (Torino: Centro Studi Piemontesi, 1986).
177
con sus padres Angelo y Rosa, llevaron una carta para los salesianos de Buenos Aires, que los
acogieron en la casa Don Bosco, anexa a la Iglesia Mater Misericordiae, también conocida como
“la Iglesia de los italianos.”6 En 1934, en un oratorio salesiano, Mario José conoció a Regina María
Sívori, que vivía a pocas cuadras de la Basílica de María Auxiliadora, en Almagro, y cuya casa era
muy frecuentada por un amigo común a ambas familias, el padre salesiano Enrique Pozzoli, sobre
el que se volverá a hablar ad infra. Un año después Mario y Regina se casaron, y un año más tarde
Dentro del círculo familiar, merece destacarse en particular los encuentros de Jorge Mario
con su abuela Rosa Margarita Vasallo. En la conversación que mantuvo con representantes de los
movimientos eclesiales, el 18 de mayo de 2013, el Papa declaró: “Tuve la gracia de crecer en una
familia en la que la fe se vivía de modo sencillo y concreto; pero fue sobre todo mi abuela, la mamá
esta mujer, ¡de mi abuela! ¡Esto es bellísimo! El primer anuncio en casa, ¡con la familia!...Y así
fue la primera experiencia de fe que tuve.”8. Con ella el pequeño Jorge aprendió a rezar y a hacer
sus primeros ejercicios de devoción. Allí también, sin darse cuenta, tuvo sus primeros encuentros
personales con la Virgen María, pues, como buenos italianos, la religiosidad mariana era
En la entrevista sobre la que se basaría el libro El Jesuita, Bergoglio da a conocer una carta
6 Alejandro León, ed., Francisco y Don Bosco: escritos de Jorge Bergoglio sobre su experiencia personal salesiana, 2ª
sacerdotal. Allí se puede observar el corazón mariano de la Sra. Rosa. Tan importantes eran para
él esas palabras que llevaba dicha carta – y quizás la lleve aún hoy – dentro de su breviario:
Que éstos, mis nietos, a los cuales entregué lo mejor de mi corazón, tengan una vida larga
y feliz, pero si algún día el dolor, la enfermedad o la pérdida de una persona amada los
llenan de desconsuelo, recuerden que un suspiro al Tabernáculo, donde está el mártir más
grande y augusto, y una mirada a María al pie de la cruz, pueden hacer caer una gota de
bálsamo sobre las heridas más profundas y dolorosas.9
abuela como “la mujer que tuvo mayor influjo en mi vida”10. Y en la última entrevista radiofónica
que concediera antes de ser Papa, el Padre Juan Isasmendi, amigo suyo, le formuló la breve
enseguida: “Fue ella quien me enseñó a rezar. Me marcó mucho en la fe. Me contaba historias de
santos...Y quien me enseñó a rezar fue, de hecho, mi abuela.”11 Por todo eso, era muy apegado a
ella y contó con su apoyo incondicional también en el momento de la decisión vocacional. Siendo
Obispo continuó manteniendo ese fuerte vínculo, e iba a visitarla siempre que podía. Incluso tuvo
recibidos de ella, así como la vida de oración y la devoción mariana, permanecieron como herencia
Una de ellas es la devoción de “las tres avemarías”, además de otras pequeñas devociones
familiares: “Desde chicos nos enseñaban en casa a rezar las tres avemarías, pequeñas
devociones,”13 contestó Francisco a la pregunta sobre sus primeros encuentros con María. Con voz
9 Sergio Rubín y Francesca Ambrogetti, El jesuita (Buenos Aires: Vergara, 2013), 202-203.
10 Jorge Mario Bergoglio, “Primera Carta al P. Cayetano Bruno en 20 de octubre de 1990,” en Francisco y Don Bosco,
ed. León, 20-30, aquí: 21.
11 Himitian, A vida de Francisco, 18.
12 Himitian, A vida de Francisco, 18.
13 Francisco, entrevista al investigador, Ciudad del Vaticano, 26 diciembre 2013. Referida a partir de aquí como E-1.
179
serena y pausada, buscaba en el archivo de la memoria los orígenes remotos de su amor a la Virgen
que la relación de Bergoglio con María era tan evidente que, tal vez, él mismo aún no se había
La devoción de las tres avemarías, a la cual se refiere el Papa, es una práctica muy sencilla
Sin embargo, se considera que su origen puede estar relacionado con una revelación privada
recibida por la mística alemana santa Matilde de Magdeburgo (1207-1282).14 De hecho, parece
que ya era practicada en el s. XIII por san Antonio de Padua (1191-1231). Otro franciscano, san
de María Inmaculada, por la mañana y por la noche, para pedir su intercesión en el cultivo de la
pureza del cuerpo y del corazón, y su protección en la hora de la muerte. El cantor de las “glorias
de María”, san Alfonso María de Ligorio (1696-1787), apoyó con entusiasmo la devoción de las
tres avemarías, aconsejándola a los fieles, en especial a los niños, y recomendando a los confesores
que la sugiriesen como penitencia.15 Detrás de esa devoción se halla, según trataron de explicar
algunos místicos, la conciencia viva de que María tiene una relación especial con la Santísima
Trinidad. De ahí el número tres, que se referiría además a tres características especialmente
14
Luis Larrauri y Secundino Pérez, Maravilhas de uma singela devoção: a devoção às três Ave-Marias, 2ª ed. (São
Paulo: AM Edições, 1996), 14.
15 Rebeca Reynaud, “Devoción de las tres avemarías,” Camino Católico, acceso 18 febrero 2017,
http://caminocatolico.org/home/index.php/meditaciones-y-reflexiones/meditaciones-de-rebeca-reynaud/1535
16 Diego de Cádiz (1743-1801), beato capuchino, tuvo una supuesta revelación de la Virgen en la que le dice que “una
de las más agradables devociones que se le pueden ofrecer es la de ayudarla a agradecer a la Augusta Trinidad por el poder que
recibió del Padre eterno, por la sabiduría con que la enriqueció su Hijo y por la caridad con que la llenó el Espíritu Santo.”
Larrauri y Pérez, Maravilhas de uma singela devoção, 55.
180
biografía de santa Gertrudis de Helfta (1256-1302), mística benedictina alemana, se lee que ésta,
un día, mientras cantaba el Avemaría, vio tres llamas brillantes que brotaron del corazón del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo y penetraron en el corazón de María. A esa visión siguió una voz
interior que le decía: “Más allá del poder del Padre, de la sabiduría del Hijo y del Amor
Misericordioso del Espíritu Santo, nada hay comparable al poder, sabiduría y ternura
misericordiosa de María.”17
La familia Bergoglio quizás no conocía esa historia, pero el niño Jorge Mario, sin gran
dificultad, incorporó esa devoción a su vida cotidiana, sin precisar fundamentarla. Ningún cristiano
está obligado a aceptar una supuesta revelación particular, pero ningún católico pondría en duda
la saludable práctica de rezar avemarías. Y no era diferente en el caso de los Bergoglio. Además,
diferían de aquellas reveladas a santa Gertrudis: la Santísima Trinidad dotó a María de un poder
intercesor, de una sabiduría de vida y de una ternura misericordiosa que excede en mucho a las
demás criaturas, comprometiéndola a una actitud de servicio a la humanidad, servicio del cual
nosotros, sus hijos, podemos sacar fruto. Tal vez por eso tantos Papas, como Pío IX, León XIII y
específicas y a jaculatorias como: “Madre, líbrame en este día (o esta noche) del pecado mortal”,
o bien: “Oh María, por vuestra Inmaculada Concepción, purifica mi cuerpo y santifica mi alma.”18
Así, las pequeñas devociones marianas familiares, propias de la piedad popular italiana y
argentina, propiciaron al pequeño Jorge sus primeros encuentros con María y, por medio de ella,
con Jesús, pues la piedad popular es uno de los lugares de encuentro con Cristo, como muchos
años después quedaría expresado en el Documento de Aparecida, que el Cardenal Bergoglio ayudó
a escribir.19 Fue así que Jorge, de forma casi intuitiva, percibió desde temprano que debía
investigador, Francisco rememora la primera imagen de la Virgen que lo acompañó. Tenía once
años y estaba preparándose para tomar la primera comunión. “Para que te acompañe,”21 le dijo su
catequista, la Hna. María Loreto Tortolo, hermana de Adolfo Servando Tortolo, que habría de ser
años de la dictadura militar en el país. “Me regaló una imagen chiquita de metal, muy linda, de la
Al investigador le toca preguntarse por qué un objeto tan pequeño quedó tan marcado en
la memoria del niño, al punto de que 66 años después todavía se acuerda de él. Esta advocación
de la Santísima Virgen, de origen español, fue especialmente difundida por los padres mercedarios,
orden fundada en 1218 por san Pedro Nolasco. Con ella se veneraba a María como patrona de los
cristianos cautivos de los moros, vale decir, cautivos de los pueblos instalados en la península
ibérica durante la Edad Media, en general árabes musulmanes oriundos del norte de África. Esta
advocación de María traía un claro mensaje de liberación y esperanza que, en Brasil, por ejemplo,
redundó en una fuerte devoción a ella por parte de los esclavos. Sin embargo, más que la historia
19 DA 258-265.
Benedicto XVI, “Discurso al final del rezo del Santo Rosario en el Santuario de Nuestra Señora Aparecida, 12 de
20
y el mensaje de Nuestra Señora de la Merced, tal vez desconocidos por el niño, aquella hermosa
imagen de metal había tocado alguna fibra íntima en el corazón de Jorge, había suscitado cierta
melodía que hizo que algo vibrase en su interior, como él mismo lo expone: “¿Por qué recuerdo
esto? Porque lo sentí como algo que me venía justo, que caía bien, que era una referencia hogareña,
personal.”23 La imagen regalada por la catequista evocaba vivencias fundamentales de su vida. Era
sencillamente una referencia a la Virgen María, a quien él había ido conociendo sin precisar de
familiares. Se trataba de alguien que había entrado en su vida de forma intuitiva, directa, sin que
él le exigiese “explicaciones racionales”, pero sin por eso dejar de ser racional. Había entrado
clásica: había entrado mediante un tipo de ejercicio racional llamado razón intuitiva, que
aprehende de forma directa e inmediata el objeto por conocer. Se diferencia así de la razón
acto de fe, en un primer momento entra en acción la razón intuitiva. Sólo después, a modo de acto
segundo, la persona busca las “razones”, los argumentos de por qué cree.24
Allí comienza la teología que Jorge conocería sólo muchos años más tarde. El pequeño
Jorge tuvo un conocimiento intuitivo de María, un encuentro de fe con ella que marcaría toda su
breve reflexión sobre su infancia diciendo: “Sí; la Virgen siempre estuvo presente.”25 Era parte de
la atmósfera familiar, del hogar. Por eso, la imagen tocó fibras de su corazón, tocó las “razones
23 Francisco, E-1.
24 Sobre la racionalidad propia de la Teología ver: Clodovis Boff, Teoría del Método Teológico – versión didáctica
que la propia razón desconoce”, como diría uno de los grandes pensadores del s. XVII, Blaise
Pascal.26 Así, de forma sencilla y sintética, lo expresa el Papa al concluir la primera parte de la
entrevista, relativa a sus experiencias marianas familiares: “Bueno, esto como un panorama. La
Esa referencia a la Virgen Jorge Mario no la debe sólo a su familia. Como complemento
de la educación religiosa familiar, la escuela católica a la que asistió a los doce años, en el sexto
año de la enseñanza primaria, contribuyó a forjar el alma mariana de quien llegaría a ser sucesor
de san Pedro. Si bien jesuita y con nombre franciscano, la congregación que marcó la formación
del Papa en su adolescencia fue la salesiana, fundada en 1859 por san Juan Bosco (1815-1888) en
Turín, capital del Piamonte, región de dónde provenía la familia Bergoglio, como ya se dijo ad
supra. Además de su amor por los pobres, especialmente por los jóvenes que poblaban las calles
de Turín, Don Bosco se caracterizó también por un profundo amor a María, a quien veneraba bajo
la advocación de Auxiliadora. El Papa relata: “Mamá había tenido el quinto parto ya. Había
quedado medio paralítica, de un problema infeccioso después del parto. Así que, a los tres mayores
nos metieron pupilos en un colegio de los salesianos. Y de ahí la devoción a María Auxiliadora.”28
El Papa se refiere al Colegio Salesiano Wilfrid Barón, en Ramos Mejía, localidad aledaña a Buenos
Aires, donde ingresó al sexto año de primaria. Corría el año 1949 y en los registros del colegio
consta que, en ese año, Jorge Mario Bergoglio ganó el primer premio en “conducta, religión y
declara: “El momento más fuerte, cuando se fraguó más la devoción a la Virgen, fue en mi sexto
añadida a las Letanías Lauretanas por el Papa Pío V para expresar su gratitud a la Virgen por su
intercesión en la victoria obtenida el 7 de octubre de 1571 contra Selim I, emperador de los turcos.
Con todo, la fiesta de María Auxiliadora fue instituida recién en 1816 por Pío VII, como nuevo
acto de agradecimiento a la Madre de Dios por su intercesión a favor del Papa y de los cristianos;
en esa nueva oportunidad, en la lucha contra Napoleón. El 24 de mayo de 1814 el Papa entraba
nuevamente en Roma, después de cinco años de cautiverio en Francia. De ahí que se fijase en ese
día la fiesta que tendría un gran significado en la vida del Papa Francisco. Como Pío VII, también
Don Bosco vivió en el s. XIX, en una época en que el enfrentamiento entre poder civil y
eclesiástico era muy fuerte. Adoptó así la advocación de María Auxiliadora para su Congregación
Salesiana, la cual se encargó de propagarla hasta los confines de la tierra, llegando inclusive –
gracias a un conocido sueño de Don Bosco – a la Argentina, el “fin del mundo”, donde los
cardenales fueron a buscar al nuevo Papa, según palabras del propio Francisco en su primer
cristianos, de atribuir el título de Auxiliadora a la Madre de Jesús: “Por este motivo, la Santísima
Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora.”31
Pero añade a continuación, a fin de evitar malentendidos: “Lo cual, sin embargo, ha de entenderse
de tal manera que no reste ni añada a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador” 32. Desde
el punto de vista teológico, esa salvedad es importante – y fue objeto de discusión en el concilio,
sobre todo respecto al título Mediadora – para que el pueblo fiel mantenga siempre la conciencia
de que el papel de María en la vida de los cristianos es auxiliar, ayudar, interceder. Jesús es el
único salvador, el único mediador. Pero su mediación, con todo, no excluye la colaboración
humana. De hecho, Jesús no es un Dios celoso que quiere hacer todo solo, sino que Él pide el
auxilio del ser humano, quiere su ayuda y se alegra cuando colaboramos. Y así fue con María, la
persona humana que, según el designio del propio Dios, fue la que más colaboró en la obra de
salvación, como “auxiliar y cooperadora permanente del Señor en la obra de redención”33, como
diría José Kentenich, fundador de la Obra de Schoenstatt. Ella es la persona que el Señor más
“incluyó” en su obra salvadora, la que más participó en la mediación de Cristo.34 La verdad de que
María es “madre auxiliadora de los cristianos”, expresada en el título tan caro a Don Bosco y al
Papa Francisco, debe ser entendida, por lo tanto, en el marco de la única mediación de Cristo.35
aún más antiguas de su vinculación a María Auxiliadora, raíces ligadas a experiencias familiares
anteriores al ingreso al colegio salesiano: “La devoción a María Auxiliadora venía de la casa de
mis abuelos maternos, porque el cura que me bautizó, que era salesiano, siempre visitaba mucho
32 LG 62.
33 José Kentenich, María en el plan de Dios (Buenos Aires: Patris, 1973), 52.
34 Clodovis Boff, Introdução à Mariologia. 2ª ed. (Petrópolis: Vozes, 2004), 15-16. Boff explica que la obra de
redención es una obra de mediaciones: Dios no prescinde de las creaturas, sino que las asocia a su ser y a su acción. Muestra más
poder haciendo que las criaturas participen de su poder que sustituyéndolas. Dicho con otras palabras, las motiva a que ellas
mismas obren en vez de obrar en lugar de ellas. La forma de actuar de Dios está marcada por la “lógica de la inclusión”, propia
de las mediaciones, que nos ayuda a entender el lugar de María en el plano salvífico.
35 1Tm 2, 5-6; LG 60.
186
Además de haber sido su acompañante espiritual, fue “el padre espiritual de la familia”38,
ejerciendo gran influencia sobre su vida religiosa, “a él se recurría en la familia cada vez que había
un problema, o que había que consultar algo”39, como dejó registrado Bergoglio en un texto escrito
en 1990 para el archivo de los salesianos, en el cual dice: “Cuando voy a visitar a la Madre
Auxiliadora, suelo pasar también por el baptisterio, para agradecer el don del bautismo” 40. Don
que había recibido justamente de las manos del P. Pozzoli, el 25 de diciembre de 1936, en la
bellísima Basílica de María Auxiliadora y san Carlos Borromeo, de estilo ecléctico, combinación
barrio de Almagro.
A esa iglesia se vuelve el corazón del Papa cuando rememora sus experiencias marianas.
Declaró, en la entrevista, que su lugar predilecto en dicha basílica era el “camarín de María
Auxiliadora”, es decir, la hornacina donde, en el piso superior del majestuoso templo, está
colocada la imagen de María Auxiliadora bendecida por Don Bosco y confiada a la provincia
salesiana argentina. A ese espacio, llamado “camarín de la Virgen”, se llega por sendas escaleras
de mármol situadas a ambos lados del altar mayor. Subir y descender esas empinadas escaleras
para hacer una verdadera peregrinación interior, mediada por el encuentro con la Virgen, es la
36 Francisco, E-1.
37 Jorge Mario Bergoglio, Meditaciones para religiosos (Bilbao: Mensajero, 2014), 13-14. La primera edición: Jorge
Mario Bergoglio, Meditaciones para religiosos (San Miguel: Diego de Torres, 1982).
38 Bergoglio, “Primera Carta al P. Cayetano Bruno,” 24.
39 Bergoglio, “Primera Carta al P. Cayetano Bruno,” 23-24.
40 Bergoglio, “Primera Carta al P. Cayetano Bruno,” 20.
187
del templo.41 Y ése era también el foco de las visitas de Bergoglio a la basílica de María
entrevista: “El camarín de María Auxiliadora, en la iglesia donde me bauticé, en Buenos Aires, era
el lugar donde yo iba cuando tenía problemas. Ahí definí la vocación.”42 En ese punto, el Papa
interrumpe la respuesta para expresar mejor lo que quiere decir: “El llamado ya estaba años antes,
con aquella experiencia del confesionario. Pero, vamos, ahí lo definí: ‘¡Basta ya, ahora sí!’ Y ahí
decidí entrar en la Compañía de Jesús.”43 Sí, fue allí, en el camarín de María Auxiliadora, a los 19
años, donde Jorge dio su respuesta definitiva al llamado vocacional que sintió algunos años antes,
María, la de Nuestra Señora de Luján, y la de san José.44 Sus visitas al “camarín de la Virgen” no
terminaron ahí. El ahora Obispo de Roma recordó – aún en la misma entrevista – que con
frecuencia peregrinaba a ese lugar también como Obispo de Buenos Aires: “Siendo Obispo, cada
vez que había un problema me iba allá…”, agregando con su humor característico: “De modo que
los curas del santuario decían: ‘Ahí está el Obispo, ¡debe de tener un lío bárbaro!’”45 Pero no sólo
en esos momentos. Allí, varias veces, presidió celebraciones religiosas y hacia allí se dirigía los
días 24 de mayo, día en que la Iglesia celebra la fiesta de María Auxiliadora, tal como continúa
relatando: “Sí. Todos los 24 de mayo le llevaba flores. Así fue como la Virgen fue entrando,
41 “En el camarín (…) se centra el foco no solamente espacial, sino también espiritual de la congregación: la presencia
de la Sma. Virgen.” Pedro David Cufré, Ernesto Vespignani y Augusto Ferrari: aportes a la arquitectura religiosa argentina.
(Buenos Aires: Comisión para la Preservación del Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2009).
42 Francisco, E-1.
43 Francisco, E-1.
44 Himitian, A vida de Francisco, 24.
45 Francisco, E-1.
188
entrando…”46 Con esas palabras Francisco intentó resumir el inicio de sus encuentros con María,
es decir, la forma con que la piedad mariana entró en su vida. Un proceso profundo e inconsciente,
propio de una religiosidad sencilla y popular. Con simplicidad, casi sin que él lo percibiera, la
Virgen fue ingresando en su vida, paulatina y hondamente, para no salir nunca más de ella.
Bergoglio escribe a máquina dos cartas a uno de los mayores historiadores de la Iglesia argentina,
el salesiano Cayetano Bruno, relatando sus vivencias con el Padre Pozzoli y con los salesianos.
Leyéndolas con atención, se puede afirmar que la influencia de ese sacerdote sobre el marianismo
del actual Papa es mayor de lo que se piensa a primera vista. En su carta, Bergoglio mismo se
preguntó sobre la impronta que el Padre Pozzoli había dejado en su familia. La respuesta es
contundente: “Si en mi familia hoy se vive seriamente en cristiano es por él. Supo poner y hacer
crecer fundamentos de vida católica.”47 Y menciona las vocaciones religiosas surgidas en la familia
y que se deben a él, inclusive la suya. “Él supo consolidar la fe y la piedad de ese grupo de jóvenes
a quienes ayudaba en su vida cristiana. Metía a fondo la devoción a María Auxiliadora. También
a San José.”48 Relata, por ejemplo, sobre una de sus tías, Leonor Marsili de Picchi, “una ‘mujer
fuerte’ en Dios, al mejor estilo bíblico. Cuántas veces la vi a ella pasarse horas en el camarín de
María Auxiliadora (y no porque le sobrara tiempo)”49. Todo eso era fruto de una profunda herencia
espiritual dejada por dicho salesiano en su familia y en él mismo, ya que, acompañado por Pozzoli,
46 Francisco, E-1.
47 Bergoglio, “Primera Carta al P. Cayetano Bruno,” 29.
48 Bergoglio, “Primera Carta al P. Cayetano Bruno,” 29.
49 Bergoglio, “Primera Carta al P. Cayetano Bruno,” 29.
189
Jorge Bergoglio decidió su ingreso al Seminario de Villa Devoto y fue él quien le sugirió viajar a
las sierras de Tandil para recuperarse de sus problemas pulmonares. Tuvo también un papel
importante en la tarea de ablandar el corazón de los padres de Jorge para que aceptasen mejor su
decisión por la vida religiosa, sin que lo obligaran a cursar antes la universidad. Ese sacerdote lo
marcó a fuego, antes de ser enviado como misionero para realizar el sueño de Don Bosco en Tierra
del Fuego, el verdadero “fin del mundo”. Por todo eso, en el prólogo de su primer libro, el Padre
Bergoglio lo recordó por la “fuerte incidencia” que tuvo en su vida y por su “ejemplo de servicio
Sobre el momento en que acudió al P. Pozzoli para contarle sobre su vocación y pedirle
ayuda, Bergoglio relata algo que deja entrever cómo la piedad mariana de este salesiano lo marcó
profundamente: “Fui a ver al P. Pozzoli y le conté todo. Examinó mi vocación. Me dijo que rezara
y lo dejara en manos de Dios. Me dio la bendición de María Auxiliadora. Cada vez que rezo el
‘Sub tuum praesidium…’ me acuerdo de él.”51 Y ésta es una de las oraciones marianas preferidas
del Papa, como comentó en la primera entrevista concedida al investigador. Como se verá ad infra,
la bendición de María Auxiliadora incluye la oración Sub tuum praesidium, de ahí la asociación
Asimismo, en la misma entrevista Bergoglio trató de recordar que entre las tradiciones
familiares estaban también las peregrinaciones: “Estoy pensando en procesiones a la Virgen. Sí,
Jorge ya había afirmado esto muchos años antes, en una de sus cartas a Cayetano Bruno: “No es
raro que yo hable con cariño de los salesianos, pues mi familia se alimentó espiritualmente de los
la de San Antonio de la calle México.”53 En ese contexto, escribe en la misma carta: “Nos habían
enseñado a pedir la bendición de María Auxiliadora cada vez que nos despedíamos de un
salesiano.”54 Por eso, conviene ahora adentrarse en ésta y otras oraciones que tanto marcaron la
vivencia mariana del futuro Papa Francisco en la primera etapa de su vida y que lo acompañan
hasta hoy.
Según la tradición salesiana, la bendición de María Auxiliadora es una oración que Don
Bosco solía pronunciar para implorar la bendición de Dios por intercesión de María bajo la
advocación de Auxiliadora de los Cristianos. La primera parte de la bendición contiene una oración
del s. III, la más antigua dirigida expresamente a María de que se tenga noticia en la historia de la
Iglesia. Comienza con la expresión latina sub tuum praesidium, que significa “bajo tu amparo”.
Por eso cada vez que Bergoglio reza esa oración se acuerda del P. Pozzoli, quien tantas veces
invocara sobre él y su familia la bendición de María Auxiliadora. Se trata de una fórmula breve,
compuesta por cuatro partes en las que intervienen el ministro y los asistentes.55 Solamente la
segunda parte está dirigida explícitamente a María. La bendición se inicia con el diálogo en el cual
el sacerdote dice: “Nuestra ayuda está en el nombre del Señor”, y los asistentes responden: “Que
hizo el cielo y la tierra”. A continuación, comienza la parte propiamente mariana: todos recitan el
53 Jorge Mario Bergoglio, “Segunda Carta al P. Cayetano Bruno en 20 de octubre de 1990,” en Francisco y Don Bosco,
ed. León, 36-45, aquí: 37.
54 Bergoglio, “Segunda Carta al P. Cayetano Bruno,” 38.
55 Álvaro Ginel Vielva, Devociones a María Auxiliadora: la Virgen de Don Bosco (Madrid: Editorial CCS, 2009).
191
Avemaría y el sacerdote reza la oración Sub tuum praesidium: “Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios; no deseches las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes
bien líbranos de todo peligro, ¡Oh Virgen gloriosa y bendita!” El sacerdote invoca, a continuación,
el título tan querido y difundido por Don Bosco: “María, Auxiliadora de los Cristianos”, al cual
todos responden: “Ruega por nosotros”. En la tercera y última parte, la oración se eleva a Dios,
comenzando con las palabras del ministro: “Escucha, Señor, mi oración”, a las cuales los asistentes
“El Señor esté con ustedes”. Y la asamblea responde: “Y con tu Espíritu”. El sacerdote pronuncia
“Oremos. Dios todopoderoso y eterno, con la ayuda del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y el
alma de María, la Virgen Madre, para ser digna morada de tu Hijo; al recordarla con alegría,
líbranos, por su intercesión, de los males presentes y de la muerte eterna. Por Jesucristo nuestro
Señor.” El rito concluye con la bendición propiamente dicha, en nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo.
Desde el saludo inicial está claro que se trata de una súplica de protección de Dios por
intercesión de María Auxiliadora. El núcleo de la bendición es el pedido de que los fieles sean
liberados de la muerte eterna y de los males que los rodean. En la antigua oración del s. III se pide
la protección de María en las necesidades de los fieles, para que sean librados de todos los peligros.
Se trata pues de una oración que seguramente sirve para todos y es apropiada para todo tipo de
necesidades. Cada vez que el Padre Pozzoli visitaba a los Sívori o a los Bergoglio, junto con la
ravioles, plato que no faltaba en esas ocasiones56, se compartía también las preocupaciones
familiares. La visita culminaba con una oración en común, en la cual la familia pedía a su “padre
espiritual” que implorase para ellos la protección de Dios, por intercesión de María Auxiliadora,
para todas las necesidades, preocupaciones y peligros sobre los cuales habían conversado. Un ritual
que quedó grabado en la memoria de la familia y en el corazón del Papa Francisco, reforzando su
De hecho, la doctrina católica no obliga a los fieles a dirigirse a Dios por medio de María
o de los santos; el camino “directo” está siempre abierto. Sin embargo, su experiencia y práctica
milenaria enseñó a la Iglesia el gran valor de la intercesión y del ejemplo de los santos. Dios –
como ya se mencionó – no desprecia a los mediadores. Al contrario, quiere llegar a los hombres
por medio de ellos y quiere que los hombres usen ese camino para llegar a Dios. En nuestra vida
diaria tales mediaciones son extremadamente necesarias, por ejemplo, ¿cómo sabríamos lo que es
el amor sin tener personas que nos amen? ¿Cómo saber que Dios es amor si no experimentamos
en el plano humano, si bien de manera imperfecta y limitada, algo de ese amor de Dios manifestado
en amores humanos concretos? Y el camino inverso también es verdadero: nuestro amor a Dios
debe expresarse en el amor a los demás. Ése es el plan de Dios, lo que José Kentenich llama “las
vinculaciones orgánicas.”57 Los mediadores son “camino, expresión y garantía” de una relación
verdadera con Dios. O, con palabras de la Primera Carta de san Juan, “El que dice: ‘Amo a Dios’,
y no ama a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama
a su hermano, a quien ve?” (1Jn 4,20). Las personas son camino hacia Dios; en ellas expreso mi
amor a Dios y se garantiza mi vínculo con Él. Y Dios me ama por medio de personas: mis
familiares, mis amigos o incluso los santos que ya están junto a Él.
57 José Kentenich, Educación mariana para el hombre de hoy (Buenos Aires: Patris, 1989), 153-162.
193
El sentir católico de la familia de Jorge Mario sabía estas cosas. La tradición salesiana
reforzó aún más la conciencia de ellas. María, la persona humana más próxima a Dios y más
próxima a los hombres, es la más adecuada mediadora que Dios ofrece para un encuentro más
profundo con Él. Las mismas Sagradas Escrituras dan testimonio de esta verdad: en las bodas de
Caná María advierte la necesidad de los novios (cf. Jn 2), pide a Jesús que realice el milagro e
indica a todos el camino de Jesús: “Hagan lo que él les diga” (Jn 2,5). El resultado más importante
no es el milagro de la transformación del agua en vino, sino el hecho atestiguado en el final del
relato: “Sus discípulos creyeron en él” (Jn 2,11). María, la primera en creer en la salvación de
Dios, la “feliz por haber creído” (cf. Lc 1,45), es la primera también en despertar la fe de los
apóstoles en el ministerio y la misión de su Hijo, Jesús. Como “servidora” (Lc 1,38), la misión de
María es ayudar. En Caná ayudó a los novios y a los discípulos de Jesús. En Buenos Aires ayudó
a las familias Sívori y Bergoglio, que tantas veces le imploraban la bendición de María
Auxiliadora. En el mundo entero continúa auxiliando a los cristianos, sus hijos, “discípulos
amados” de Jesús, confiados a ella por el propio Hijo en la persona de Juan al pie de la cruz: “Aquí
Otra devoción mariana que Jorge Mario aprendió en familia y cultiva hasta hoy es el
relativa a las experiencias familiares, el Papa Francisco hizo mención de su costumbre de rezar
responder las preguntas que le plantearan los fieles el 18 de mayo de 2013. Hablando de cómo
vencer la fragilidad humana, el Papa recomendó, de acuerdo con su propia experiencia personal,
que debemos rezar a la Santísima Virgen, “porque ella es quien nos lleva al Señor; es la madre, es
58 Francisco, E-1.
194
quien sabe todo. Así rezar también a la Virgen y pedirle, como mamá, que me fortalezca. Esto es
lo que pienso sobre la fragilidad; al menos es mi experiencia. Algo que me hace fuerte todos los
días es rezar el Rosario a la Virgen. Siento una fuerza muy grande porque acudo a Ella y me siento
fuerte.”59
La práctica de Francisco está en clara continuidad con los Papas de los últimos siglos. El
más notorio fue León XIII (1878-1903), más conocido por su primera encíclica social de la Iglesia,
la Rerum Novarum (1891), pero que escribió nada menos que dieciséis documentos sobre el
Rosario, incluyendo doce encíclicas. Más mesurado, pero no menos mariano, Juan Pablo II no
perdió oportunidad para dar testimonio de la importancia del Rosario en su vida. Fue enfático
cuando, en la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae (RVM) escribió: “Esta oración ha tenido
un puesto importante en mi vida espiritual desde mis años jóvenes…El Rosario me ha acompañado
profundidad.”61 Francisco también podría suscribir esas palabras de su predecesor. Ambos saben
que la oración del Rosario no disminuye en nada el amor que se debe a Cristo sino, al contrario, lo
fomenta. “El Rosario, en efecto, aunque se distingue por su carácter mariano, es una oración
mensaje evangélico, del cual es como un compendio.”62 Como es sabido, en RVM, a los tres grupos
59 Francisco, “Vigilia de Pentecostés con los movimientos eclesiales en 18 de mayo de 2013,” La Santa Sede, acceso 18
de cinco misterios (“coronas”) – los misterios gozosos, los dolorosos y los gloriosos – Juan Pablo
II, “para resaltar el carácter cristológico del Rosario”63, le añadió cinco misterios más, los
luminosos, que recorren “los misterios del ministerio público de Cristo entre su bautismo y su
Pasión”64. Fue, sin embargo, aún sin esos misterios luminosos que, desde pequeño, Jorge
Bergoglio aprendió a rezar el Rosario como parte de su herencia religiosa familiar de raigambre
italiana. Se acostumbró de tal forma a esa oración que la reza hasta hoy. Durante mucho tiempo le
fue posible rezar los quince misterios todos los días.65 Pero, estando en Roma, él mismo declaró:
“Hasta que vine acá, prácticamente rezaba las tres coronas”, o sea, los tres grupos de cinco
misterios. Luego añadió: “Acá no; suelo rezar sólo una corona. Más no me ‘da el cuero’, por
cuestión de tiempo y todo lo demás. Pero siempre, todos los días, rezo el Rosario, y lo recomiendo
a la gente.”66 Y justifica esa devoción suya de una manera muy simple: “El Rosario me hace
bien.”67
En la misma entrevista Francisco hace aún otra referencia importante respecto a sus
oraciones marianas: “Hay dos antífonas marianas que me gusta repetir muchísimo. Una es el Alma
Redemptoris, que se canta especialmente en el tiempo de Adviento, pero yo la rezo todos los días,
a la mañana y a la noche. Y la otra es el Sub tuum praesidium, que es la primera antífona mariana
de la Iglesia latina.”68 Sin embargo, lo más interesante de este comentario de Francisco es que fue
su respuesta a la pregunta sobre cuál sería “su” teología mariana o bien los acentos mariológicos
63 RVM 19.
64 RVM 19.
65En la entrevista (E-1) Bergoglio dijo que, debido a la costumbre arraigada de rezar los quince misterios, en su piedad
personal nunca asumió del todo los misterios luminosos.
66 Francisco, E-1.
67 Francisco, E-1.
68 Francisco, E-1.
196
para entender su teología, se debía pasar por su espiritualidad. En una clásica aplicación del adagio
latino “lex orandi, lex credendi”, es necesario descubrir cómo reza Bergoglio, como es, en la
práctica, su vida de oración mariana, para entender “su” mariología, su fe y teología marianas.
María Auxiliadora, tiene una larga historia, como Francisco señaló. Es probablemente la oración
cristiana más antigua dedicada a la Madre de Jesús y tiene un largo uso en los ritos de la Iglesia
tanto oriental como occidental, más allá de que se la emplee en diferentes versiones, con pequeñas
variaciones de traducción. En 1917, la biblioteca John Rylands, en Manchester, adquirió una serie
de papiros egipcios, incluyendo un fragmento de 18cm x 9,4cm que contenía el texto de esta
oración en griego. Los estudiosos discuten sobre la antigüedad del papiro. Unos lo sitúan en el s.
IV, como C. H. Roberts, que en 1938 fue el primero en publicar un estudio sobre el texto. Su
argumento principal es que no se podría encontrar el título Theotókos (Madre de Dios) antes del s.
IV. Sin embargo, hoy se sabe que ese título ya era usado en Alejandría en torno del año 250 d. C.
análisis paleográfico, sostiene que el texto posiblemente no sea posterior al s. III, y muy
probablemente haya sido escrito entre los años 250 y 280 d. C.69
para la Mariología, tanto desde el punto de vista histórico y litúrgico como del teológico. De hecho,
en los comienzos del cristianismo no era común que se dirigiesen oraciones directamente a María.
Por lo menos son pocos los indicios de esa práctica. El papiro egipcio con la oración Sub tuum
69 Henri de Villiers, “The Sub Tuum Praesidium,” New Liturgical Movement, 3 febrero 2011, acceso 18 febrero 2017,
http://www.newliturgicalmovement.org/2011/02/sub-tuum-praesidium.html#.WK3f9W8rLZ4
197
realidad, la oración nos indica que los cristianos, ya en aquella época, confiaban en la intercesión
de María. El texto presenta elementos de una teología profunda, en un período aún muy temprano
del cristianismo. Los títulos dados a María no son indiferentes. Es llamada santa, señalando así la
Padres de la Iglesia. Enseguida la oración la invoca con el título de Theotókos, que recién en el
Concilio de Éfeso, en el año 431, fue definido como adecuado para referirse a María. Es interesante
observar aún que el nombre de María no aparece en la oración, sustituyéndose ese nombre por los
vocativos Madre de Dios y Virgen. Ella es sencillamente “la Madre de Dios”, “la Virgen”, tal era
ya la fe del pueblo en esas verdades sobre María. El tratamiento que recibe de gloriosa puede
indicar una fe inicial en su asunción y estado ya resucitado junto a Jesús. Es también tratada de
bendita, lo que evoca el macarismo de Isabel: “Bendita eres entre todas las mujeres” (Lc 1,42). Y
lo más interesante: el pueblo fiel ya recurría a su amparo y creía que ella podía escuchar sus
súplicas en sus necesidades y librarlos de todos los peligros. Incluso el hecho de que haya sido
escrita en plural, indica que era una oración usada comunitariamente, en la liturgia de la Iglesia.
De hecho, se encuentra en las liturgias griega, copta y latina, que supieron cultivar esa fe en la
compasión e intercesión de María como Theotokos. A lo largo de diecisiete siglos, por lo menos,
esa oración estuvo en los labios y en el corazón del pueblo fiel de Dios, y hoy es una de las
La otra, conforme él mismo indicó, es el Alma Redemptoris Mater: “Estas dos antífonas
me dicen mucho,”70 enfatiza Francisco. “En relación con el Alma Redemptoris, allí María aparece
como la que sucurre cadenti, la que socorre a ese pueblo que quiere resurgir, que está caído y se
70 Francisco, E-1.
198
quiere levantar.”71 Conviene recordar que, en la tradición litúrgica de la Iglesia Occidental, existen
cuatro antífonas marianas, cantadas al final de la hora de Completas, en la Liturgia de las Horas.
Se canta cada una de ellas según el tiempo litúrgico del año. El Alma Redemptoris se reza
especialmente en Adviento, pero Bergoglio lo hace todos los días, a la mañana y a la noche. El
Regina Caeli se canta en el tiempo pascual. Las otras dos son el Ave Regina Caelorum y el Salve
Regina, cantadas durante el resto del año; la primera hasta el Miércoles Santo (incluyendo la
Cuaresma), y la otra luego del tiempo pascual hasta la llegada del Adviento, aun cuando esta
ciencias de su tiempo. Presuntamente es – según la mayoría de las opiniones – el mismo autor del
Salve Regina, más conocido del pueblo por ser rezado normalmente al final del Rosario. La vida
del autor estuvo marcada por muchos sufrimientos, lo que explica en parte el contenido de sus
encuentra en el Breviario.73 Yendo más literalmente al texto latino, la oración expresa que la Madre
del Redentor “succurre cadenti”. Esa certeza, que tanto eco hace en el corazón del Papa, es la
respuesta a la súplica hecha por el pueblo a la “dulce Madre del Redentor” para que “socorra al
caído”, socorra a ese pueblo que “busca levantarse”. Estas son ideas que resuenan en el
71 Francisco, E-1.
72 Christian Raab y Harry Hagan, eds., The tradition of catholic prayers: the monks of Saint Meinrad Archabbey
(Collegeville: Liturgical Press, 2007), 234.
73 “Madre del Redentor, virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar, ven a librar al pueblo que
tropieza y se quiere levantar. Ante la admiración de cielo y tierra, engendraste a tu santo Creador, y permaneces siempre Virgen.
Recibe el saludo del ángel Gabriel y ten piedad de nosotros pecadores.” CEA, Liturgia de las Horas según el rito romano, vol. 2
(Barcelona: Editorial Regina, 1990), 1094.
199
pensamiento y palabras del Papa Francisco: es recurrente su petición a la Madre del Señor para
que socorra al pueblo en sus necesidades. Así expresó, por ejemplo, en su oración a María, Estrella
del Mar, en su primer viaje apostólico, el 8 de julio de 2013, a la Isla Lampedusa, azotada por el
flagelo de los “inmigrantes muertos en el mar, por esas barcas que, en lugar de haber sido una vía
de esperanza, han sido una vía de muerte”74. Según él mismo declaró, ése fue uno de los momentos
emocionante oración a la Virgen, donde resuena claramente el Alma Redemptoris Mater: “Oh,
María, Estrella del Mar, una vez más recurrimos a ti para encontrar refugio y serenidad, para
implorar amparo y socorro.”76 A los pies de una hermosa imagen de María imploró protección,
misericordia, conversión y perdón. Abrazando espiritualmente todas las tragedias semejantes que
refugiados, que los socorriese en sus necesidades, claro eco de esa oración que él reza diariamente:
Antes de concluir este apartado dedicado a las oraciones con las cuales Bergoglio expresa
teológico, se puede mencionar aún una jaculatoria mariana presente en su vida desde tiempos
inmemoriales: “Nos cum prole pia, benedicat Virgo Maria”. Al autor del presente estudio le llamó
la atención esta jaculatoria durante la visita del Santo Padre a Brasil en ocasión de la Jornada
Mundial de la Juventud en julio de 2013. Como su intérprete durante aquellos días, le tocó tomar
74 Francisco, “Homilía en la visita a la Isla de Lampelusa en 8 de julio de 2013,” La Santa Sede, acceso 18 febrero
2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2013/documents/papa-francesco_20130708_omelia-lampedusa.html
75 Francisco, “Conferencia de Prensa durante el vuelo de regreso a Roma en 28 de julio de 2013,” La Santa Sede,
acceso 18 febrero 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/july/documents/papa-
francesco_20130728_gmg-conferenza-stampa.html
76 Francisco, “Oración a Santa María Estrella del Mar,” ACI Prensa, 8 julio 2013, acceso 18 febrero 2017,
https://www.aciprensa.com/noticias/la-profunda-oracion-del-papa-a-santa-maria-estrella-del-mar-94487/
200
prácticamente todas las comidas al lado del Santo Padre y sus invitados, un grupo de no más de
doce personas. Allí observó que, como un pequeño ritual conocido por todos los comensales, al
final de cada comida, el Papa hace una oración de agradecimiento por los alimentos recibidos y,
acto seguido, pronuncia la primera parte de la jaculatoria: “Nos cum prole pia.” A lo que todos
responden: “Benedicat Virgo Maria”. Esa pequeña antífona mariana es el saludo más común entre
los integrantes del Movimiento de Schoenstatt y, al parecer, tiene su origen en las Congregaciones
Marianas77, habiendo sido una forma usual de saludo entre los congregantes. El Papa repitió ese
ritual todos los días de la visita a Brasil, lo que hace suponer que es algo habitual en su vida. Se
sabe, por ejemplo, que “Nos cum prole pia” era la invocación favorita del franciscano capuchino
San Lorenzo de Brindisi (1559-1619), declarado Doctor de la Iglesia por Juan XXIII en 1959.78
“Con Cristo, su Hijo, nos bendiga la Virgen María” es la traducción castellana más común, si bien
Junto con el saludo “Salve María”, tan típico de la Legión de María, el “Nos cum prole
pia” fue cultivado entre los congregantes marianos y, en los últimos cien años, entre los hijos
espirituales del P. José Kentenich. Como Schoenstatt nació en el seno de una Congregación
Primero Francisco confirmó: “Yo siempre la he rezado.”79 Pero respecto a cuándo la había
77 Las Congregaciones Marianas tuvieron su inicio en Roma, en 1563. El sacerdote jesuita Jean Leunis comenzó entre
los alumnos del Colegio Romano, precursor de la actual Universidad Gregoriana, una asociación cuyos miembros se distinguían
por una vida cristiana y mariana fervorosa, y por la práctica de diversas formas de apostolado. En los siglos siguientes, las
Congregaciones Marianas se extendieron rápidamente por el mundo entero, en especial en los colegios de la Compañía de Jesús,
comunidad de origen del Papa Francisco. Sobre la historia de las Congregaciones Marianas: Emilio Villaret, Cuatro siglos de
apostolado seglar: historia de las Congregaciones Marianas (Bilbao: El Mensajero del Corazón de Jesús, 1963); Ricardo García
Villoslada, “Congregaciones Marianas,” en Gran Enciclopedia Rialp (Madrid: Ediciones Rialp).
78 Henri Candide, “San Lorenzo da Brindisi,” Enciclopedia Católica Online, acceso 22 febrero 2017,
http://ec.aciprensa.com/wiki/San_Lorenzo_de_Brindis
79 Francisco, E-1.
201
aprendido, si él había estado en alguna Congregación Mariana o si la había aprendido con los
jesuitas, su respuesta fue directa y sincera: “No, no. No sé. Realmente no me acuerdo cuándo la
aprendí.”80 Aun así, lo que se debe rescatar en la presente investigación es el hecho de que él la
aprendió en algún momento de su vida y la usa constantemente. Un signo más del marianismo casi
espontáneo de Bergoglio, como una de esas actitudes que calan en las capas más profundas del
sentimientos ligados a ellas. Se trata, por lo tanto, de una invocación diaria, repetidas varias veces
a lo largo del día, por la que se implora la bendición de María junto a su querido Hijo, Jesús. Una
antífona más que expresa el encuentro vital de Bergoglio con el Señor y su madre María. Un
espiritualidad del actual Papa es su formación jesuita. De ahí el interés de investigar aquí algunos
elementos de una posible influencia jesuita en la piedad mariana de Bergoglio. El estudio se dará
en dos pasos: primero se trata de develar algunos trazos del marianismo jesuita en general, que
pueden haber influido en la formación del Padre Bergoglio (4.2.1) y, luego de ello, se describen
ordenación episcopal (4.2.2), ya que las experiencias como obispo serán tratadas más adelante
(capítulo 5). Se debe advertir que, en este subcapítulo, el investigador no recibió testimonios
directos del Papa en forma de entrevista, sino que se basa en biografías y textos de distintos autores.
80 Francisco, E-1.
202
No hay duda de que el actual Papa es “un jesuita de pies a cabeza” 81, en quien el carisma
de San Ignacio de Loyola y las claves teológicas ignacianas se hacen presentes: indiferencia,
acción y otros elementos de la espiritualidad jesuita son parte de su vida y su visión.82 Él fue
trasmisión del carisma ignaciano a las generaciones más jóvenes, como se verá más adelante
(capítulo 5).
Debido a la gran centralidad de Cristo en toda la espiritualidad jesuita, que son de hecho la
“Compañía de Jesús”, puede parecer que la piedad mariana es débil o poco presente entre los hijos
de San Ignacio. De hecho, no se los puede considerar, por lo general, entre los así llamados
como en la acción evangelizadora de los jesuitas, la referencia a María fue una constante.83
Vivieron y fomentaron, en general, una devoción mariana evangélica, muchas veces discreta, sin
exageraciones, bien integrada en el todo de la experiencia cristiana. Así también parece ser la
A fin de ilustrar la piedad mariana jesuita se optó aquí por mostrar, de forma breve: el
marianismo de San Ignacio (tópico a) y el de algunos de los primeros jesuitas que llegaron al
81 Manuel María Bru Alonso, “Prólogo,” en Soy jesuita, soy hijo de la Iglesia: claves teológico-ignacianas del
Cardenal Bergoglio, ed. José Antonio Medina Pellegrini (Buenos Aires: Lumen, 2014), 15
82 Buena explicación de la presencia de esas claves teológico-ignacianas en el ministerio del Papa Francisco: Pellegrini,
Soy jesuita, 77-146.
83 Émile Villaret, “Marie et la Compagnie de Jésus,” en Maria: Études sur la Sainte Vierge, ed. Hubert du Manoir,
Tome II, (Paris: Beauchesne et ses fils, 1952), 935-969; Thomas M. Lucas, “Virtual Vessels, mystical signs: contemplating
Mary´s images in the Jesuit tradition,” Studies in the spirituality of the Jesuits 35, n. 5 (November 2003).
203
continente latinoamericano, unos diez años después de la fundación de la Compañía de Jesús, aún
muy marcados por el espíritu de su fundador (tópico b).84 En ambos tópicos se busca ilustrar algún
edad moderna, un típico cambio de época, convulsionado y desafiante tanto en la Iglesia como en
la sociedad en general. La devoción mariana de ese período está marcada por “el catolicismo
popular [que] gravita en torno a la mujer, la madre. El arte popular va deshieratizando a María.
Nos la muestra postrada ante su hijo recién nacido…El tema de la anunciación se hace
según la descripción de Luis Maldonado. “Hacia finales del siglo XV se nota un cambio…Hay un
resurrección.”86 Este cambio implica mirar a María como Reina y se multiplican las coronaciones.
Surge “una mariología popular en la que se resalta una maternidad de María, especialmente
intercesora entre Dios y los hombres, abogada de los pecadores, consoladora de los afligidos y
84 Para mostrar la influencia de Ignacio de Loyola y sus seguidores en el marianismo latinoamericano: Antonio
González Dorado, “La Virgen María de Ignacio de Loyola en la Evangelización de América Latina,” Theológica Xaveriana 42,
n. 103 (julio-septiembre 1992): 299-330.
85 Luis Maldonado, Génesis del catolicismo popular: el inconsciente colectivo de un proceso histórico (Madrid:
Cristiandad, 1979), 148-149.
86 Luis Maldonado, Para comprender el catolicismo popular (Estella: Verbo Divino, 1990), 65.
87 González Dorado, “La Virgen María de Ignacio de Loyola,” 303.
204
Virgen tuvo un rol significativo. Una noche vio una imagen de Nuestra Señora con el Niño Jesús,
que le causó gran consolación y tal aversión a su vida pasada que “nunca más tuvo ni un mínimo
en cosas de carne”88, como relató tres años antes de su muerte. A partir de aquella primera visión,
los grandes momentos de su vida quedarán marcados por experiencias marianas. En 1522 decide
cambiar de vida y parte en peregrinación a Montserrat, durante la cual hubo varios episodios
reclama el pago de unas cuentas retrasadas para dedicar parte del dinero a arreglar una imagen de
la Virgen que estaba mal cuidada; y, finalmente, tiene una discusión con un musulmán sobre el
parto virginal de María. Llega a Montserrat en la víspera de la fiesta de la Anunciación y hace una
vigilia ante el altar de Nuestra Señora de Montserrat, dejando colgados a los pies de la Virgen su
espada y su puñal para revestirse de las armas de Cristo, cambiándolos por un bordón de peregrino.
Cuando de su estadía en Manresa, relata que muchas veces, estando en oración, juntamente con el
Señor, veía con sus ojos interiores a la Virgen.89 Además, en todas sus andanzas, siempre llevaba
al cuello una imagen de la Virgen de los Dolores, reconociendo que le “ha hecho Dios nuestro
Señor por medio de ella muchos favores y mercedes.”90 Con los primeros miembros de la
Compañía sella sus votos en Montmartre, el 15 de agosto de 1534, día de la Asunción de María.
En 1537, en tiempos de preparación para su primera Misa, hace una oración filial recurrente a
María pidiéndole que “le quisiese poner con su Hijo”91. Su primera Misa (1548) la celebró en la
88 Ignacio de Loyola, Obras completas de S. Ignacio de Loyola (Madrid: BAC, 1983), 93.
89 Ignacio de Loyola, Obras completas, 95-104.
90 J. de Aviñón, Relación de la imagen de los Dolores que llevaba nuestro Padre y que se guarda en el Colegio de
Zaragoza. Mon. Ign. ser. N, vol. 11, 970, citado en González Dorado, “La Virgen María de Ignacio de Loyola,” 305.
91 Ignacio de Loyola, Obras completas, 153.
205
iglesia de Santa María la Mayor e hizo su profesión religiosa (1541), con los primeros de la
Compañía recién fundada, en la Basílica de San Pablo Extra Muros ante un mosaico mariano del
siglo XIII, emitiendo sus votos “en presencia de la Virginal Madre de Cristo”, como lo formularon
ellos mismos.92
Por más elocuentes que sean estos hechos en la vida de Ignacio, son apenas expresión
su vida, y que pretendió comunicar a los jesuitas”93, entre ellos al actual Papa Francisco. Los libros
acento salvífico y misionero. María no aparece separada, sino integrada en esa teología espiritual,
como parte de una realidad más amplia y fundamental. En los Ejercicios Espirituales Cristo
aparece como el Mediador salvífico, pero que quiere contar con la colaboración humana para
realizar su misión, como aparece en la meditación de las dos banderas.96 Los que Cristo escoge y
envía quedan constituidos en sus misioneros y mediadores. En ese contexto teológico general se
misión de María en los Ejercicios Espirituales,” Manresa 58 (1986): 291-298; “Homilía,” Jesuitas 22 (1989): 20-23; Victoriano
Larrañaga, La espiritualidad de S. Ignacio de Loyola: estudio comparativo con la de Santa Teresa de Jesús (Madrid: Casa de San
Pablo, 1944), 31-38.
95 Su Diario Espiritual da continuo testimonio del itinerario mariano seguido por Ignacio durante toda su vida, camino
que enseñó a sus discípulos y que aplicó para el trabajo apostólico. Ver: Ignacio de Loyola, Obras Completas, 321, 325, 326, etc.
96 Ignacio de Loyola, Ejercicios Espirituales (Managua: Centro Pastoral Universitario UCA, 2013), citado como
EE.EE. por el número correspondiente, accesible en las muchas versiones de ese clásico de la espiritualidad. Aquí: EE.EE. 145.
206
vocación mediadora-misionera de María, que por ella se comunica también a toda la Iglesia, como
que son propuestos en los momentos más cruciales de los Ejercicios Espirituales, el primero es
siempre un coloquio con Nuestra Señora, para que alcance alguna gracia determinada de su Hijo
y Señor. En seguida está el coloquio con el propio Hijo, para que alcance lo mismo del Padre y,
por fin, el coloquio con el Padre.104 Para sugerir estos coloquios, Ignacio seguramente se apoyó en
su propia experiencia personal, que estuvo marcada, desde su conversión en Loyola, por la acción
de la Virgen. Ella lo condujo paulatinamente a las alturas místico trinitarias, como en la famosa
experiencia mística con Cristo en la Storta, precedida por largas peticiones a la Virgen para que
97EE.EE. 167. La humildad en sentido ignaciano es la amorosa y dócil sujeción a la voluntad de Dios y su máxima
expresión es la absoluta identificación con el Cristo histórico, eligiendo imitar su pobreza y oprobios más que la riqueza y los
honores de este mundo.
98 EE.EE. 109.
99 González Dorado, “La Virgen María de Ignacio de Loyola,” 308-309.
100 EE.EE. 263.
101 EE.EE. 219, 299.
102 EE.EE. 224.
103 EE.EE. 301, 304, 307. González Dorado, “La Virgen María de Ignacio de Loyola,” 309-310.
104 EE.EE. 63, 109, 147, 156, 159.
207
“le quisiese poner con su Hijo”105. Así, en pocas palabras, se puede expresar así la metodología
ignaciana: “A Jesús por María, y por Jesús, único mediador entre Dios y los hombres, al Dios
Trinitario.”106
La Virgen que emana de los Ejercicios está muy marcada por los Evangelios 107, con toda
su densidad histórica, lejos de ser una fuerza mítica o desencarnada. Práctico y concreto, Ignacio
entendió el valor y supo cultivar la experiencia mística e interior mariana. Por eso en sus
festividades marianas y dio especial atención a las imágenes de la Virgen, como la que estaba en
Navarrete o, después, la de la Virgen de la Strada (o del Camino) en Roma. Usó medallas, rezó las
oraciones marianas de la época (Salve, Angelus, Rosario, Oficio Parvo)108, celebró las misas
votivas de la Virgen109, dejó ex-votos ante sus imágenes, etc. Y toda esta devoción la transmitió a
sus compañeros y ejercitantes.110 Todas éstas son mediaciones que conectan el pueblo a Cristo y a
la Trinidad, por medio de María, la misionera-mediadora. “Nos encontramos ante una peculiar
A modo de ilustración, valga aquí una breve referencia a la influencia del marianismo
ignaciano de los Ejercicios Espirituales en la actuación de Jorge Bergoglio. Sirva de ejemplo los
105 “Y estando un día, algunas millas antes de llegar a Roma, en una Iglesia, y haciendo oración, sintió tal mudanza en
su ánima, y vio tan claro que Dios Padre le ponía con Cristo, su Hijo, que no podía dudar de esto, sino que Dios Padre le ponía
con su Hijo.” Ignacio de Loyola, Obras Completas, 153.
106 González Dorado, “La Virgen María de Ignacio de Loyola,” 311.
107 EE.EE. 262, 263. 264, 265, 266, etc.
108 Ignacio de Loyola, Obras Completas, 145 (sobre el Angelus); 491 (sobre el Rosario y Oficio Parvo).
109 Ignacio de Loyola, Obras completas, 318, 320, 325, etc.
110 Ignacio de Loyola, Obras completas, 491.
111 González Dorado, “La Virgen María de Ignacio de Loyola,” 313.
208
ejercicios predicados por él a los obispos españoles en 2006. En una de las meditaciones, el futuro
Papa hace uso de una imagen que le es muy querida: la mirada de María. Partiendo del texto
mariano de Lc 1,46-55 invita a sus oyentes a que entren en la dinámica del “magis” 112, tan propia
de los Ejercicios Espirituales: “La mirada de María en el Magnificat puede ayudarnos a contemplar
a este Señor siempre más grande. La dinámica del ‘magis’ inspira el ritmo del Magnificat, que es
el canto que la pequeñez entona a la Grandeza.”113 Los ojos puros de María están totalmente
referidos al Señor, por esto su mirada ayuda a mirar mejor la grandeza del Señor, “purifica nuestra
hecho, los Ejercicios Espirituales son un incentivo a estas actitudes de recordar y desear, y
Bergoglio explica que la Virgen es “combativa” en el recordar su pasado, las maravillas que Dios
hizo en su pequeñez “y este amor primero es fundamento de toda su vida. Por eso la memoria de
La primera semana de los Ejercicios se inicia con una búsqueda por poner los fundamentos
e ir a los principios esenciales de la vida (Dios, la vocación, la voluntad de Dios, el amor), de ahí
que la primera meditación se titule “principio y fundamento”. En ese contexto, mirar a María, es
tomarla como ejemplo e intercesora para que ese proceso verdaderamente acontezca: “Miramos
con ella nuestros ‘principios’ y pedimos la gracia de ver allí cómo ‘el Señor nos amó primero’ (que
en esto consiste el amor, como dice Juan).” Por eso, Bergoglio concluye: “Sentimos la mirada del
112 “El magis no es simplemente una más en la lista de las características del jesuita. Las impregna todas. La vida
entera de Ignacio fue la búsqueda de un peregrino hacia el magis, la siempre mayor gloria de Dios, el siempre más cabal servicio
de nuestro prójimo, el bien más universal, los medios apostólicos más efectivos” XXXIV Congregación General de la Compañía
de Jesús, Doc. 26, n. 26.
113 Jorge Mario Bergoglio, En Él solo la esperanza: ejercicios espirituales para los obispos españoles (Madrid: BAC,
2013), 10.
114 Bergoglio, En Él solo la esperanza, 10.
115 Bergoglio, En Él solo la esperanza, 10.
209
Señor en estos principios de nuestra vida, esa mirada que consolida, que funda. Y la sentimos
rezando el Magnificat, para que la mirada de María fortalezca la nuestra y en ella nos animemos a
Buscando las claves ignacianas del pensamiento de Bergoglio, Medina Pellegrini usa la
misma expresión “principio y fundamento” 117, que recién se mencionó, para referirse a la propia
devoción del Papa a María: “Hacer una síntesis sobre la vida y el pensamiento de Jorge Mario
evangelización del Nuevo Mundo, desde 1549 hasta 1778, cuando fueron expulsados por Carlos
III. Durante 229 años la presencia privilegiada de María nunca estuvo ausente del proceso
Clarke, “Our Lady of China: Marian devotion and the jesuits,” Studies in the spirituality of the jesuits 41, n. 3 (Autumn 2009);
Elisabetta Corsi, “Constructores de fe: Imágenes y arquitectura sagrada de los jesuitas en el Pekín imperial tardío,” Historia y
Grafía 26 (2006): 141-170.
210
suficiente mencionar dos ejemplos: el gran amor a la Virgen de San José de Anchieta, el “poeta de
Con respecto a San José de Anchieta (1534-1597), el Apóstol de Brasil, segundo jesuita
canonizado por el Papa Francisco (después de Pedro Fabro), es contundente el testimonio dejado
por su poema a la Virgen María con 5.588 versos (escrito después de 1563). De ellos se pueden
resaltar tres aspectos que muestran, según González Dorado, “la absoluta coincidencia de la
iglesias a la Virgen y le enseño al pueblo la recitación diaria del Rosario. “Anchieta, lo mismo que
Ignacio de Loyola, procura acercar al pueblo sencillo a la Virgen mediadora y misionera a través
de fáciles y expresivas devociones”121, para que la Virgen lo ponga con su Hijo y éste, a su vez,
con el Padre. De esta forma, se puede “afirmar, sin lugar a duda, que Anchieta es un modelo
decir, una canonización que simplemente reconoce un culto público antiguo y continuo a un beato
y lo universaliza en la Iglesia. Así no es necesario aguardar por un milagro. Fue lo mismo que hizo
con Pedro Fabro, el compañero de Ignacio más simpático al Papa Francisco. En su homilía en
marianismo de Anchieta y lo hizo con dos notas muy jesuitas: recordó el espíritu misionario y la
alegría de María en la mañana de la resurrección. Vale recordar que la meditación del encuentro
de María con Jesús Resucitado es muy propia de los Ejercicios Espirituales.123 Como María, dijo
el Papa, Anchieta fue misionero y no tuvo miedo de la alegría: “São José de Anchieta tem um hino
belíssimo dedicado à Virgem Maria, a quem, inspirando-se no cântico de Isaías 52, compara com
o mensageiro que proclama a paz, que anuncia a alegria da Boa Notícia. Que Ela, que naquele
alvorecer do domingo, insone pela esperança, não teve medo da alegria, nos acompanhe em nosso
peregrinar.”124
Con respecto a las Reducciones jesuíticas, no se encuentra ruptura con la devoción mariana,
ni de Ignacio, ni con la que Anchieta había implantado en Brasil, sino que “ es una clara proyección
del marianismo ignaciano, promovido por las diferentes generaciones de los jesuitas en el ámbito
expresiones fundamentales,”125 como concluyó un gran estudioso de este tema. Algunas pocas
que en cada una de las Reducciones se edificara una capilla de la Virgen de Loreto, expresión de
encarnación y que, según la tradición medieval, fue trasladada por los ángeles.”126 Otro signo de
marianismo encarnado es que los misioneros jesuitas – como por ejemplo Roque González –
siempre llevaban dos instrumentos para la fundación de las nuevas Reducciones: la cruz y la
imagen de la Virgen María127, jamás separando aquello que Dios pensó unidos. Un tercer ejemplo
viene del Catecismo (1640) escrito por Antonio Ruiz de Montoya (1585-1652), otro gran promotor
de las Reducciones. Además de dedicarlo “a la purísima Virgen María”, el texto está lleno de
menciones marianas.128 A la pregunta “¿quién es la Virgen Santa María?” se responde: “una Reina
llena de virtudes, a quien Dios llenó de su gracia, Madre de Dios, concebida sin mancha de pecado
original”, agregando que se encuentra “en el cielo en cuerpo y alma”, y explicando que la que está
en el templo “es su imagen solamente”, que nos sirve para “ponernos delante de aquella viva que
representa”, sabiendo que “a Dios pido lo que necesito, pero a los santos (y a la Virgen) pido que
insiste Montoya al explicar el rezo del Rosario. En suma, los jesuitas marcaron el dinamismo
congregaciones marianas, pero sobre todo en la fe sencilla del pueblo en la intercesión maternal
de María.
El Padre Bergoglio tenía muy presente esta historia cuando, el 27 de mayo de 1988, en el
auditorio del Colegio del Salvador, pronunció una conferencia en ocasión de la canonización de
los mártires rioplatenses, los jesuitas Roque González, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo.130
Tres intrépidos misioneros que trabajaron en las Reducciones jesuíticas del Paraguay y fueron
catecismos y la evangelización,” en Luis Cano et al., ed., La Evangelización en Paraguay: cuatro siglos de historia (Asunción:
Loyola, 1979), 82-84.
129 Ruiz de Montoya, Catecismo, 80-83.
130 Jorge Mario Bergoglio, “Proyección cultural y evangelizadora de los mártires rioplatenses,” en Reflexiones en
Esperanza, ed. Jorge Mario Bergoglio (Buenos Aires: Ediciones Universidad del Salvador, 1992).
213
corazón” de los tres mártires, que “sabían de ternura y de cariño para conocer el alma del
pueblo”132, actitud de verdadera “paternidad”, que implica la “capacidad de dar la propia vida”133:
“Son los Santos Mártires porque fueron (y son) los padres de un pueblo,” afirma el jesuita. Tenían
un proyecto de libertad y liberación cristiana134, “de hacer libres a los hombres, y que tendrá su
centro en la Reducciones.” Por eso ellos trabajaron por la promoción humana de los indios135 , le
dieron dignidad por el bautismo y debieron trabar conflictos exteriores e interiores, en su propio
corazón. Bergoglio evocó el principio de la “Encarnación”, del “hacerse carne” para explicar que
“siempre que una empresa de promoción y libertad humanas es bien llevada provoca
conflicto…[y] cuando un conflicto es fruto de una guerra contra Satanás ese conflicto pasa
necesariamente por el corazón del apóstol, lo crucifica.”136 Y si no pasa esto, son “conflictos sin
corazón, sin ternura, son cruz sin carne, redención sin Madre, bandera de combate sin los
cruz. La Madre es símbolo de carne, de corazón, de ternura. De hecho, estos son los estandartes
131
José María Blanco, Historia documentada de la vida y gloriosa muerte de los Padres Roque González de Santa
Cruz, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo, de la Compañía de Jesús, mártires del Caaró e Yjuhí (Buenos Aires: Amorrortu,
1929); Clemente Mc Naspy, Un conquistador sin Espada: San Roque González de Santa Cruz (Bogotá: CELAM, 1989).
132 Bergoglio, “Proyección cultural,” 307.
133 Bergoglio, “Proyección cultural,” 308.
134 En este punto se pregunta “qué teología de liberación subyace ese proyecto”, clarificando que no se trata de una
marcada por ideologías, presentes incluso en su provincia en aquél entonces; se opone a los “proyectos ilustrados de cualquier
signo, los cuales prescinden del calor popular y de la organización y trabajo del pueblo.” Bergoglio, “Proyección cultural,” 309.
Para el conflicto ideológico que el Padre Bergoglio enfrenta en la Provincia jesuita argentina en aquél entonces, ver Austen Ivereigh,
El gran reformador: Francisco, retrato de un Papa radical (Barcelona: Grupo Zeta, 2015), 273-280.
135 Pero sin caer en “marxismos indigenistas, que reniegan la importancia de la fe en el sentido transcendente de la cultura
de los pueblos, y reducen a la cultura a un campo de confrontación y lucha.” Bergoglio, “Proyección cultural,” 309.
136 Bergoglio, “Proyección cultural,” 318.
137 Bergoglio, “Proyección cultural,” 319.
214
hace memoria de la imagen de la Limpia Concepción que acompañó a San Roque González, “quien
por atribuirle todos sus triunfos, la llamaba ‘La Conquistadora’”138. Ese lienzo con la imagen de
María fue rasgado por sus asesinos, pero recogido por los indios como gran tesoro. San Roque fue
martirizado por un indio hechicero llamado Ñezú, que era tenido por Dios y muy temido por los
otros indios, subyugándolos con “una autoridad fundamentalmente vanidosa, y de ahí que no sea
paternal”, como explicó Bergoglio. “Roque quiere liberar a sus hijos de esta esclavitud, y con los
palabras de Bergoglio al hacer memoria de ellos: la Virgen misionera, siempre unida a Cristo como
mediadora, que los acompaña en el seguimiento paciente de la voluntad de Dios y que les ayuda
a formar un pueblo. Esto último es, de hecho, otro tema importante para Bergoglio (y para la
Teología del Pueblo, como se ha visto ad supra en el capítulo 3): “Para Roque la constancia en la
espera significa ya poner fundamento a un pueblo. Esto sólo lo entiende quien tiene corazón de
padre.”140 Esa fue la verdadera piedad que empapó la actividad misionera de esos mártires
rioplatenses, “estos tres hombres se adentraron en el monte y en el alma del indio, por eso
consolidaron pueblos.”141
mariana propia de San Ignacio y los jesuitas, en especial la de los primeros misioneros de la
Compañía de Jesús al llegar al Nuevo Mundo, y dar algunas pistas para percibir como Bergoglio
es consciente de esta herencia mariana, conviene ilustrar ahora algunas situaciones en las que esta
espiritualidad mariana se hizo patente en la experiencia del Padre Bergoglio como jesuita y se fue
Durante su formación como juniorista en Santiago de Chile (1960-1962), quizás uno de los
aspectos que más impactó a Jorge fueron las visitas apostólicas de fin de semana a barrios pobres
de la ciudad. Allí tomó contacto con las obras de otro jesuita, San Alberto Hurtado (1901-1952),
pionero de varios proyectos sociales. El santo consideraba la pobreza un escándalo para países que
se decían católicos y quiso que el contacto con los pobres fuera parte de la formación jesuítica.
“Fue un modelo que Bergoglio, cuando llegó a Provincial, transcurridos diez años, buscaría emular
en Argentina.”142 En mayo de 1960 Jorge escribió una carta a su hermana María Elena, de apenas
once años, en la que relaciona la pobreza material y espiritual de los niños, con los que trabajaba
en Chile, con el rezo del Rosario a la Virgen María. Invita su hermana a seguir caminos de la
Y lo peor de todo es que no conocen a Jesús. No lo conocen porque no hay quién se los
enseñe. ¿Comprendes ahora por qué te digo que hacen falta muchos santos? Quisiera que
me ayudases en mi apostolado con esos niños; tú bien puedes hacerlo. Por ejemplo: ¿qué
te parece se te haces el propósito de rezar todos los días el Rosario? Claro que cuesta
trabajo, pero tu oración será como una lenta lluvia de invierno, que al caer sobre la tierra
la hace fértil, la hace fructificar.143
142 Ivereigh, El gran reformador, 108.
143 Mariano de Vedia, Francisco, el Papa del pueblo (Buenos Aires: Planeta, 2013) citado en Ivereigh, El gran
reformador, 108-109.
216
interesante: no la veía, de forma alguna, separada de su amor por los pobres; al revés, sabía unirlos
profundamente.
Años más tarde, para prepararse a su ordenación (1969), hizo un retiro de ocho días, durante
el cual, en un momento de oración de gran intensidad, como recordaría más tarde, escribió un
Credo personal. Con expresiones simples y muy personales, profesa su fe en Dios, en la Iglesia,
en su historia de vida, en su llamado “en el día de la primavera”, etc. Algunos de sus artículos de
fe llaman la atención: Creo que quiero amar mucho; creo en mi dolor; creo en la mezquindad de
mi alma; creo en la paciencia de Dios; creo que mi papá está en el cielo… Pero no podía faltar,
casi al final, su profesión de fe mariana, con una definición – “mi Madre” – que le va a acompañar
durante toda su vida: “Creo en María, mi Madre, que me ama y nunca me dejará solo.”144
En 1971 Bergoglio fue nombrado maestro de los novicios y se preocupó de que éstos
realizaran un fuerte apostolado entre los pobres. En esa época ya se sentían las fuertes tensiones al
como Provincial, Bergoglio fue elegido para esa tarea, a pesar de su poca edad y experiencia. 145
apuntaban a un acento más popular y nacionalista. En una de estas medidas, pasó la Universidad
144 Ivereigh, El gran reformador, 147-148. En este contexto se puede mencionar un testimonio personal que Francisco
dio al investigador, en una conversación informal en la Casa Santa Marta, el 8 de abril de 2017. Preguntado sobre el valor de su
devoción mariana en su tiempo de jesuita, el Papa – sin dar mayores detalles – dijo que la Virgen le habría salvado su vocación.
145 No es el objetivo trazar aquí los detalles de esa crisis ni de cómo Bergoglio llega a Provincial, pero dicho en pocas
palabras: “La provincia argentina vivía insegura de su identidad, y cada vez más dividida. Los experimentos y reformas
progresistas llevados a cabo durante el mandato de O’Farrell habían puesto en evidencia divisiones entre los jesuitas
argentinos…El P. Fiorito, el sabio de la Provincia, fue el promotor clave de Bergoglio…Había conocido los dones naturales de
Begoglio – sabiduría, astucia, coraje – de primera mano, así como su contacto con las fuentes primarias jesuíticas y su capacidad
para el discernimiento espiritual. La provincia se fijó en Bergoglio, recuerda el padre Ignacio Pérez del Vizo, no fuera a ser que
‘tanta promoción de la justicia y lo social nos haga olvidar de lo religioso’ y porque creía que ‘sus raíces en la espiritualidad le
iban a permitir mantener el equilibrio.’” Ivereigh, El gran reformador, 155-157.
217
del Salvador a la administración de laicos de su confianza, con “la tarea de crear una universidad
conforme a los valores jesuíticos, en sintonía con los valores populares de Argentina”146. Él mismo
redactó un acta fundacional estableciendo que el “principal motor” del cambio social “debe ser la
credulidad y alienación’.”147 Así se puede ver cómo su aprecio por la fe del pueblo y su
En ese contexto, el nuevo Provincial decidió enviar a jesuitas a las zonas más periféricas
de Argentina a evangelizar a los pobres, expandiendo las misiones en los lugares remotos de
pobreza extrema. Creó también un nuevo apostolado en los barrios obreros y pasó a dar apoyo
también al trabajo de los jesuitas en las villas miseria de Buenos Aires.148 La misma línea mantuvo
cuando, años más tarde, dejó de ser Provincial y se tornó rector del Colegio Máximo (1980-1986),
jesuitas. Reorganizó los estudios, con un curriculum nacional y popular, con mucha literatura
argentina. “Los filósofos y teólogos se empapaban de la ‘teología del pueblo’, con énfasis puesto
diocesanos del país.”149 Otro elemento radical introducido en la formación fue una clara “opción
por los pobres expresada en el trabajo manual, en los cuidados pastorales directos, y en un respeto
época, pero sí es cierto que ese periodo es fecundo en la actuación de teólogos como Gera, Tello y Scanonne.
150 Ivereigh, El gran reformador, 239.
218
pueblo fiel de Dios. Una futura monja, que Bergoglio dirigía espiritualmente en aquel entonces,
recuerda que un día él la llevó a la granja dónde, con los seminaristas, hacían sus trabajos
manuales: “Me dijo que ese era un buen lugar para orar, y que Dios se encuentra en los lugares
En ese tiempo se amplió el compromiso de los jesuitas con los barrios pobres de San
Miguel, alrededor del Colegio Máximo, en las parroquias de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
y del Patriarca San José, con sus muchas capillas. Esta última surgió gracias a Bergoglio, que le
construyó el nuevo templo, dos escuelas y un comedor para niños. Era el centro de un amplio
proyecto pastoral del futuro Papa.152 Creó instituciones para mejorar la vida de la gente y lo logró
de tal forma que, sorprendida por la transformación de la zona, una periodista escribió un artículo
con el titular: “Los milagros del Padre Bergoglio”153. Los seminaristas debían reflexionar sus
experiencias con el pueblo y aprender de ellos. “La mayor parte de ese aprendizaje pasaba por
respetar y comprender las formas populares de la devoción: pedir la intercesión de los santos, rezar
el Rosario, peregrinar a los santuarios, tocar con reverencias las imágenes de los santos.”154 Uno
de los alumnos de la época, Ángel Rossi, recuerda las explicaciones del rector: “Aquí tenemos a
personas pobres, y como son pobres confían en la fe, y como tienen fe son nuestro centro. Su fe,
reformador, 252.
154 Ivereigh, El gran reformador, 251.
155 Ivereigh, El gran reformador, 251.
219
Al interior de la provincia – en especial entre los jesuitas del CIAS (Centro de Investigación
y Acción Social) – hubo oposiciones a ese “régimen” de Bergoglio. Se decía que Bergoglio “se
preocupaba demasiado por alimentar a los pobres, y demasiado poco por preguntarse por qué lo
descripción muy ilustrativa para el propósito de la presente investigación y, a la vez, muy crítica
El régimen fue muy cerrado. No se puede creer, él inventó para los jesuitas de Argentina
la religiosidad popular. A todos los llevó a los barrios, logró que el Máximo fuese una
parroquia...Lo nombraron rector del Máximo, académico y párroco. Creó una cantidad de
capillas. Pero el estilo de religiosidad popular lo creó, lo fomentó él. Los estudiantes iban
a la capilla a la noche a hacer una visita… ¡Y tocaban las imágenes! Fue algo de los pobres,
de la gente del pueblo, algo que la Compañía de Jesús universal no hace. Eso de ir tocando
las imágenes es una cosa… ¡Qué es esto! Los chicos grandotes, rezando el Rosario en
común en el parque. Yo no estoy en contra de esto, pero tampoco a favor. Eso es atípico,
no es nuestro. Pero se puso como norma en esa época.158
Latina, más politizados e ideologizados. El Padre Fernando Montes, Provincial chileno en aquel
entonces, describe – desde afuera – como veía el “modelo argentino”: “Bergoglio privilegió la
religiosidad popular y el trabajo con los jóvenes en parroquias populares, con descuido – a mi
modo de ver – de los centros de investigación, del CIAS en particular…Era un tipo de religiosidad
popular muy cercana al pueblo, a los pobres, muy de América Latina, pero más peronista que
moderna.”159
Otro ejemplo de cómo el Padre Bergoglio vivía la piedad popular y “contagiaba” a sus
cofrades con ella fue la forma cómo les hizo rezar por las vocaciones. Bergoglio había recién
asumido como Provincial. En la década anterior la provincia había perdido casi mitad de sus
cifra de abandonos disminuyó bastante y las vocaciones volvieron a aparecer. El éxito no se debió
únicamente a esfuerzos estratégicos, sino a la piedad personal del Provincial, que supo motivar la
oración por vocaciones. Pidió a los novicios a que rezaran novenas, en especial para pedir nuevas
vocaciones de hermanos jesuitas. Además, hizo una promesa a la Virgen del Milagro, patrona de
la provincia argentina de los jesuitas, la que felizmente pudo cumplir un poco antes del final de su
mandato.160
Bergoglio menciona esta gracia alcanzada en una carta al Padre Cayetano Bruno, escrita
en 1986, para el archivo histórico de los salesianos.161 En ella se revela su devoción al coadjutor
salesiano Artémides Zatti, declarado Siervo de Dios en 1980. Él cuenta que, cuando en torno a
1976, leyó la biografía de ese hermano salesiano, llamado por la gente “el pariente de todos los
pobres” o “el enfermero santo de la Patagonia”, sintió que “debía pedirle al Señor, por intercesión
de ese gran coadjutor, nos enviara vocaciones de coadjutores”, y agrega: “Hice novenas y pedí a
160 Paul Lowney, Pope Francis: Why he leads the way he leads (Londres: Boolmsbury, 2013), 114.
161 Jorge Mario Bergoglio, “Carta al P. Cayetano Bruno en 18 de mayo de 1986,” en Francisco y Don Bosco, ed. León,
64-68.
162 Bergoglio, “Carta al P. Cayetano Bruno,” 65.
163 Bergoglio, “Carta al P. Cayetano Bruno en 18 de mayo de 1986,” 66.
221
vocaciones, de los cuales dieciocho perseveraron. “Los novicios, los estudiantes y los coadjutores
hicieron varias veces la Novena en honor de Don Zatti pidiendo vocaciones de coadjutores,”164
sigue Bergoglio. En gratitud y reconocimiento, incluyeron esa novena en las nuevas ediciones del
Devocionario del Sagrado Corazón, publicado por los jesuitas. Y así concluye la carta: “Repito
que estoy convencido de su intercesión, porque sé de todo lo que hemos pedido poniéndolo a él
como abogado del asunto…Quedo, de Usted afmmo.165, en nuestro Señor y Su Santísima Madre.”
En el ámbito de las “mandas” o promesas hechas por el Padre Bergoglio resulta curiosa
una que reveló, ya como Papa, a un periodista argentino sobre el uso de los medios de
comunicación. Comentó que todos los días lee rápidamente apenas un diario y que no entra en
internet. Y, respecto a la TV, dijo: “Televisión no veo desde 1990 por una promesa que le hice a
la Virgen del Carmen”. ¿Por qué?, le preguntó el entrevistador: “Me dije que eso no es para mí.”166
Así de simple. Más no dijo. Sin embargo, ya dice mucho el hecho es que el Papa aún se acuerde y
siga cumpliendo esa promesa que hizo, hace más de 25 años, a la Virgen bajo el título de Nuestra
Señora del Carmen. 1990 fue justamente el año que Bergoglio llegó a Córdoba, al interior del país,
para vivir un tiempo que consideró de “purificación”. Es posible que el uso de la TV haya hecho
también de esa su época de “exilio” en Córdoba (1990-1992), adonde fue enviado como confesor.
Dos años que solo fueron interrumpidos gracias a la indicación de Mons. Antonio Quarracino al
Papa Juan Pablo II para que él se tornara uno de sus obispos auxiliares en Buenos Aires. Todas las
tensiones anteriormente descritas hicieron con que el nuevo Provincial alejara a Bergoglio de sus
tareas de liderazgo y que fuera abolido, desde instancias superiores, el pujante apostolado jesuita
entre los pobres de Argentina, en un triste paralelo con el destino de las Reducciones jesuíticas
siglos atrás.167 En Córdoba se veía a Bergoglio más nervioso, frágil y parecía estar enfermo. Era
un tiempo de desolación, como se describe en los Ejercicios Espirituales. El médico que cuidaba
de los jesuitas en Córdoba, preocupado con él, le llevó una medalla de la Virgen de Guadalupe
era, ya en aquél entonces, la piedad mariana de ese que llegaría a ser el primer Papa en poder llevar
próximo capítulo se verá, entonces, como sobre la base de esas vivencias familiares y jesuíticas,
El Concilio Vaticano II enseña que “Jesucristo, Pastor eterno, edificó la Iglesia enviando a
sus apóstoles” y quiso que sus sucesores, “los obispos, fuesen los pastores en su Iglesia hasta la
consumación de los siglos.”1 El 27 de junio de 1992 Jorge Bergoglio pasó a hacer parte de ese
selecto grupo; fue consagrado con la plenitud del sacramento del Orden2 para ser plenamente
pastor de un rebaño que, veinte años más tarde, rompería las fronteras del “fin del mundo” para
tomar dimensiones universales. A ese período de su vida se refiere el presente capítulo. Y como
“los pastores deben tener olor a oveja,” como él mismo ha repetido tantas veces, se trata de
descubrir ahora el olor mariano del obispo Bergoglio, pues en la medida que él fue madurando
como pastor, se dejó impregnar cada vez más también por esa fragancia mariana de sus ovejas.
vivencias marianas como obispo, tanto en Buenos Aires cuanto en Roma (capítulo 5). Recuérdese
que, metodológicamente, se optó por describir primero sus experiencias o vivencias marianas
desde la infancia hasta su actual pontificado (capítulos 4 y 5) para, luego, concentrarse en sus
textos y discursos (capítulos 6 y 7). Aunque hacer esa separación es una tarea difícil y, en gran
medida, artificial, ella permite una mejor organización del amplio material a disposición del
reflexión teológico-pastoral (discursos, textos). Sin embargo, desde ya se debe advertir que, en
este capítulo 5, al presentar las experiencias marianas de Bergoglio como obispo (5.1) y como
1 LG 18.
2 LG 21.
224
Papa (5.2), eventualmente será necesario recurrir a algunos de sus discursos relativos a esas
experiencias. Ya los capítulos 6 y 7 se limitarán de forma más restringida a los textos y discursos
de Bergoglio como padre (6.1), obispo (6.2) y Papa (7.1, 7.2 y 7.3). El capítulo 5 está dividido en
dos subcapítulos:
- El primero (5.1) recoge algunas experiencias de piedad popular mariana que Bergoglio hizo
como obispo de Buenos Aires. Obviamente se trata de una selección, ya que no se puede
abarcarlo todo. Se optó por abordar las siguientes vivencias: las peregrinaciones a Luján
diócesis (5.1.3), la devoción a María Desatanudos (5.1.4) y la pastoral de las villas (5.1.5).
- El segundo subcapítulo (5.2) discurre sobre las experiencias de piedad popular mariana que
Bergoglio vivenció como Papa. Nuevamente se hizo una selección de los hechos a estudiar
que su primer acto como obispo fue celebrar una misa en su querido “camarín de María
“cuando iba a ser ordenado Obispo Auxiliar de Buenos Aires, me dijo que la primera misa del día
siguiente quería celebrarla en el camarín de la Virgen, porque allí, en ese camarín, había tomado
225
las decisiones más importantes de su vida. Ese domingo, a las 6 de la mañana, rezó la misa,
Bergoglio no fue un obispo “de oficina”. Desde su designación como Obispo Auxiliar de
Buenos Aires buscó el contacto permanente con el pueblo, como ya lo hacía antes en San Miguel.
Era un obispo “callejero”, como él mismo ha expresado.4 Pide también que los cristianos “vayan
a la calle”, estén constantemente “en salida”, “salgan al encuentro” de los demás.5 Ese es el camino
que él mismo ha recorrido y así se ha encontrado con el pueblo, que él tanto ama. Del pueblo ha
por María creció y maduró mucho en el contacto que tuvo con la fe mariana del santo pueblo fiel
A 73 km al oeste de la ciudad de Buenos Aires, en las orillas del río homónimo, se alza la
ciudad de Luján, capital mariana de Argentina. En una bula papal del 8 de septiembre de 1930, Pío
al pedido elevado por Mons. Francisco Alberti, Obispo de La Plata, en nombre de los episcopados
3 “El Papa Francisco y los salesianos,” Don Bosco – Federación Argentina de Ex-alumnos, acceso 18 febrero 2017,
http://www.donboscoargentina.com.ar/2013/index.php/24-francisco/41-el-papa-francisco-y-los-salesianos
4 Sergio Rubín, “Intimidades del Papa: ‘Siempre fui callejero...la ciudad me encanta,’” Clarín, 30 mayo 2015, acceso 18
de esos tres países. En aquella ocasión se celebraban los trescientos años de la llegada de la
pequeña imagen a Argentina, proveniente nada menos que del Brasil. De esa manera, en la historia
de la Virgen de Luján, se constata casi que una “anticipación espiritual” del Mercosur. Pero es en
el corazón de los compatriotas del Papa Francisco que esa advocación encuentra una resonancia
mayor. La actual basílica de Nuestra Señora de Luján, a la cual en el s. XIX se dirigían las primeras
centro mariano más querido del pueblo argentino. La Virgen de Luján se convirtió en uno de los
historia. Tanto que, en una de las esquinas de la Sala Clementina del Palacio Apostólico del
Vaticano, donde muchas veces el Santo Padre recibe a los obispos en sus visitas “ad limina”,
Francisco exhibe con alegría una imagen de la Virgen de Luján que hizo colocar allí. Ésta es
también una de las imágenes de la Virgen que se encuentran en su sala de visitas.6 Como buen
argentino, no era de extrañar que Bergoglio tuviese cariño por esa advocación mariana a la cual
está consagrada su patria. Sin embargo, a diferencia de lo que se puede suponer a primera vista,
esa devoción no le viene de los tiempos de la infancia. Su amor a la Virgen de Luján no se remonta
primera entrevista concedida al investigador, “Luján para mí fue nuevo. Sí; alguna vez había ido
a Luján, pero no había una relación más profunda... Luján empezó a tener importancia para mí
desde 1992 en adelante, cuando pasé a ser Obispo, gracias a las peregrinaciones diocesanas.”7
6 Testimonio personal del investigador el día de la primera entrevista con Francisco, el 26 de diciembre de 2013.
7 Francisco, entrevista al investigador, Ciudad del Vaticano, 26 diciembre 2013. Referida aquí como E-1.
227
Santiago del Estero, pidió a uno de sus compatriotas, residente en Brasil, que le enviase una imagen
de la Santísima Virgen para colocar en la capilla de su estancia. Su amigo le envió, entonces, dos
imágenes hechas en la región de San Pablo: una de la Inmaculada Concepción y otra de María con
el Niño Jesús en brazos. En mayo de aquel año, las imágenes llegaron al puerto de Buenos Aires,
fueron acomodadas cada una en una caja y transportadas en carreta con rumbo al destinatario. Tres
días después de iniciado el camino, la caravana hizo una parada a cinco leguas (ca. 24 km) de la
actual ciudad de Luján, a la altura de una localidad llamada Zelaya, en el actual municipio de Pilar,
por algunos, que, al día siguiente, a la hora de partir, los bueyes no conseguían mover la carreta.
Solamente cuando sacaron la caja donde estaba la imagen de la Inmaculada, la carreta logró partir.
Se interpretó que la Virgen quería quedarse allí y se dio inicio al culto de la imagen.8
Es curioso observar su gran semejanza con la imagen de Nuestra Señora Aparecida, que
también tendrá, muchos años más tarde, un significado en la vida de Bergoglio. Ambas imágenes
cm) y fueron confeccionadas en la misma región (San Pablo) y con el mismo material (barro
cocido). En ese sentido, no sería difícil demostrar el “parentesco” de las dos imágenes que
Providencia, incluso en lo que hace a la patrona de la nación.9 Es una confirmación más de que
8Juan Antonio Guérault, La virgen de Luján y su santuario. Síntesis histórica. Evocaciones (Buenos Aires: Editorial
Baraga, 1961).
9 Eloisa Martín, “La construcción de Aparecida y Luján como Patronas nacionales: un análisis comparativo,” Estudios
sobre Religión – Newsletter de la Asociación de Cientistas Sociales de la Religión en el Mercosur 9 (junio 2000): 4-8.
228
María une a los pueblos. Como dice el Documento de Aparecida, por ser madre, María es “artífice
de comunión”10, pues en ella se encuentran los hermanos.11 En este caso, los hermanos argentinos
y brasileños, más allá de la tradicional rivalidad en el fútbol. Ambos pueblos están unidos también
Y unión, de hecho, es lo que aconteció en torno de la pequeña imagen de Luján. Los vecinos
del entorno comenzaron a acudir a la “Virgen Estanciera” o “Patroncita morena” como se la llamó.
En ese mismo s. XVII fue trasladada a un oratorio construido a orillas del río Luján por la Sra.
Ana de Matos. Se cuenta que varias veces la imagen desapareció milagrosamente de allí y fue
encontrada nuevamente en su residencia anterior, hasta que el Obispo de Buenos Aires, Fray
Cristóbal de Mancha y Velazco, dispuso un traslado oficial de la imagen, con toda solemnidad, a
su nueva casa, autorizando el culto público de la “Pura y limpia Concepción del Río Luján”. A lo
largo de los siglos posteriores, el caserío se fue convirtiendo en pueblo y hoy la ciudad de Luján
santuario nacional y es, desde 1930, Basílica Menor, imponente monumento con dos torres de
106m. de altura y estilo neogótico, cuya construcción requirió cincuenta años (1887-1935).
Edificada en piedra ligeramente rojiza, sus paredes constituyen un hermoso marco para el culto de
la Madre de Dios. Son innumerables los relatos de milagros acontecidos allí por intercesión de la
Virgen, que escucha las peticiones tanto de personalidades ilustres como de peregrinos
desconocidos.12
10 DA 268.
11 DA 267.
12 Juan Antonio Presas, Anales de Nuestra Señora de Luján: trabajo histórico-documental, 1630-2002, 4ª ed. (Buenos
Mons. Bergoglio era ya personalidad ilustre cuando comenzó a acompañar a los millares
Todo se inició cuando él, siendo ya Obispo Auxiliar de Buenos Aires, pasó a acompañar las
de partida en el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, también muy querido
como multitudinarias. Las explica en detalle, señalando que los peregrinos llegan a Luján durante
Las personas se pueden inscribir en sus parroquias para peregrinar en grupo. Al frente de la
peregrinación principal va la “Imagen Cabecera” de Nuestra Señora de Luján. Mientras tanto, por
ser una peregrinación masiva, mucha gente sale sola o en pequeños grupos desde el viernes a la
noche. Por eso Bergoglio comenta en la misma entrevista: “Así que allí prácticamente todo el
sábado y el domingo está lleno de gente que viene peregrinando desde el viernes.”14 Luego de una
13 Francisco, E-1.
14 Francisco, E-1.
230
pausa, como trayendo a la memoria tantas vivencias de esas peregrinaciones, concluyó diciendo
me fui involucrando en las peregrinaciones y ahí yo descubrí lo que son los milagros de la Virgen,
las cosas que hace la Virgen.”16 Y no se refiere, en primer lugar, a los milagros físicos, las curas
extraordinarias, sino los espirituales, vale decir, las conversiones: “Ella revuelve las conciencias”,
explica el Papa. Y agrega, en tono coloquial: “¡Ojo! En el buen sentido, o sea, es la madre que te
arregla las cosas.” Es decir, la presencia maternal de María, experimentada por los fieles en el
santuario, los lleva a un profundo examen de conciencia que los ayuda a colocar un poco más “en
orden” sus vidas. Fiel a su estilo pastoral, testimonial y concreto, Bergoglio no formula
argumentaciones teóricas, sino que relata algunos ejemplos que permiten comprender mejor su
Luego de peregrinar aquellos 60 km con su grey hasta el santuario, Mons. Jorge Bergoglio
se dedica a escuchar a los fieles necesitados de la experiencia del perdón y de la reconciliación con
Dios, con el prójimo y consigo mismos. Todo santuario, según el Código de Derecho Canónico,
es, de hecho, un lugar donde el fiel debe tener acceso más abundante a los sacramentos, en
particular el de la eucaristía y la confesión.17 Así, en Luján, el diligente Obispo, junto con decenas
Normalmente me sentaba a las seis de la tarde del sábado hasta las diez de la noche. Diez, diez y
15 Francisco, E-1.
16 Francisco, E-1.
17 CIC, canon 1234 §1.
231
cuarto. De ahí me iba, me comía un sándwich y me acostaba hasta la una de la mañana. Y una y
media más o menos ya volvía y me quedaba hasta las seis y pico, porque a las siete era la misa. O
sea que cubría toda la noche.”18 Ésa era su rutina habitual en las peregrinaciones a Luján. Y
Para que el entrevistador pudiera comprender lo que le iba a contar, Francisco le explica
cómo es la disposición interna de la basílica y dónde se ubican los sacerdotes para escuchar
confesiones: “Cuando se entra a la basílica, la gente ingresa por la izquierda, ve a la Virgen y sale
los fieles hacen fila para pasar delante de la imagen de Nuestra Señora de Luján, que se encuentra
en un lugar alto detrás del altar mayor de la basílica, los sacerdotes quedan a disposición de los
fieles en el interior del templo, tanto del lado derecho como del lado izquierdo de la nave central,
en los bancos y en los confesionarios. Bergoglio relata entonces que, cuando confesaba del lado
izquierdo de la basílica, en las confesiones normalmente no aparecía “ninguna cosa rara”, vale
decir, eran “confesiones normales”, tal como él las caracteriza. “Pero a la derecha…” Francisco
hace una breve pausa, esboza una leve sonrisa y extiende los brazos horizontalmente, haciendo un
gesto con las manos como para indicar algo grande: “A la derecha, allí aparecen las ballenas, los
pescados más gordos…”20 El Santo Padre se refiere a los grandes pecados que allí son expuestos
con humildad y con el sincero deseo de pedir el perdón de Dios y la reconciliación con la Iglesia.
Se trata quizás de personas que no se confiesan desde hace muchos años, que cargan con pesados
pecados que hasta entonces no se atrevían a manifestar abiertamente, y han advertido que llegó el
18 Francisco, E-1.
19 Francisco, E-1.
20 Francisco, E-1.
232
momento de colocar su vida nuevamente “en orden” delante de Dios y de la propia conciencia.
Son las “ballenas”, los “peces gordos”. Pero ¿por qué será que prevalecen este tipo de experiencias
en las confesiones hechas en el lado derecho del templo? El Obispo de Buenos Aires se hacía la
misma pregunta. Y a lo largo de los años había encontrado la respuesta: “Porque la habían visto.”21
Se refería a la Virgen, cuya presencia se simboliza en la imagen de gracias, ante la cual los
peregrinos creyentes acababan de pasar.22 Ellos la habían visto y eso los había conmovido, es la
conclusión del obispo. Bergoglio sabe que María no está físicamente en la imagen, pero, como
buen observador y conocedor de la religiosidad humana, advierte que la imagen evoca la presencia
de la persona que ella representa, ejerce “cierta función de mediación”23 y hace que los fieles
Francisco agrega otra observación atinente a las confesiones “del lado derecho de la
basílica”, las que se hacen después de haber “visto” a la Virgen. Allí las personas no sólo traían
“los peces gordos” sino, “en segundo lugar: cuando la ven, tienen los ojos húmedos.”25 Cuenta
además que, en esas horas, muchas veces él preguntaba a los fieles: “¿La viste?” Y la persona
volvía a lagrimear. Su conclusión es evidente: “La Virgen tiene algo que toca.”26 El Papa está
convencido de eso no sólo por su formación teológica sino, sobre todo, por su experiencia.
21 Francisco, E-1.
22 “Las imágenes religiosas forman parte de las actitudes y las prácticas con las que el pueblo acostumbra a manifestar
su religiosidad. De ahí la importancia de ahondar en el sentido simbólico que en sí encierran. Estas breves reflexiones se orientan
a esclarecer el lenguaje que es propio de la imagen, el poder evocador que conlleva y el papel mediador que cumple entre el
devoto y lo representado por la imagen.” Secundino Movilla López, “Las imágenes en la religiosidad popular latino-americana,”
en Fe y piedad popular: fuerza evangelizadora de la piedad popular, las imágenes, las bendiciones, ed. Carlos María Galli y
Secundino Movilla López, Cuadernos Phase 223 (Barcelona: Centre de Pastoral Litúrgica, 2015), 39-56, aquí: 41.
23 “Por el hecho de que la imagen religiosa representa una realidad invisible o del más allá, acercándola al más acá de la
existencia humana, puede decirse que ejerce una cierta función de mediación.” Movilla López, “Las imágenes,” 46.
24 LG 61.
25 Francisco, E-1.
26 Francisco, E-1.
233
Reconoce, por otro lado, que hay quienes prefieren no creer en ese hecho, pero para él es evidente
y lo formula de manera muy coloquial: “el que no lo cree, bueno, que se embrome. Pero eso lo
ves, lo ‘tocás’… Son conversiones, confesiones de añares… ¿Por qué? Por haber visto a la
Esa experiencia mariana quedó tan marcada en su vida, que la describe en sus homilías en
Apostólica como Papa: en los santuarios dedicados a María, los peregrinos llegan “para mirarla y
dejarse mirar por ella”28. Y esa mirada abre el alma del fiel, la “destapa”, moviendo su conciencia
a la conversión, como expresa casi catorce años antes, en Luján: “Nosotros necesitamos de su
mirada tierna, su mirada de Madre, esa que nos destapa el alma. Su mirada que está llena de
compasión y de cuidado. Y por eso hoy le decimos: Madre, regálanos tu mirada.”29 Éstas no son
las confesiones en Luján, insistiendo en que no había terminado de presentar todo lo que deseaba
comentar sobre el tema. Cuenta que le llama la atención la gran afluencia de fieles a la confesión.
A pesar de ser muchos los sacerdotes puestos a disposición para que los fieles se confiesen,
prácticamente todo el tiempo había personas esperando ser escuchadas: “En el tiempo que me
quedaba confesando, normalmente yo estaba con el rosario en la mano. Por lo común no llegaba a
rezar dos misterios entre uno y otro penitente… Continuamente venía gente”30, recuerda Francisco,
27 Francisco, E-1.
28 EG 286.
29 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la XXV Peregrinación Juvenil a Luján (3/10/1999),” en ¡Salgan a buscar
corazones! Mensajes a los catequistas y a los peregrinos (Buenos Aires: Claretiana, 2013), 110.
30 Francisco, E-1.
234
pasando enseguida a contar un ejemplo de cómo la Virgen toca los corazones. Un caso sucedido
hacía más de veinte años, pero que él relata con precisión, como si hubiera acontecido ayer:
Me acuerdo una vez, el primer caso “gordo” que me tocó. Estaba la fila ahí. Y había un
joven, que calculo de 22 o 23 años, grandote, con aros, pelo largo por los lados, bien
“posmoderno” el chico. Tenía pinta de ser un obrero. Se acercó y me dijo: “Tengo un
problema muy grande”. No me dijo nada más que eso. “Tengo un problema muy
grande…Un día no aguanté más y se lo conté a mi vieja31. Mi vieja es una mujer que hacía
trabajos domésticos en las casas, y es madre soltera. Le conté todo a mi vieja y le pregunté
qué tenía que hacer. Y ella me dijo: ‘Andá a Luján que la Virgen te lo va a decir’. Y me
vine caminando.” Entonces le pregunté: “¿La viste?”. Y el joven me respondió: “Sí. Y creo
que tengo que hacer esto, esto y esto.” Entonces yo me reí y le dije: “Creo que yo estoy de
más.” Y el joven me dijo: “Parece que sí.” 32
Virgen, pues las personas llegan a tener un encuentro tan profundo y real con ella, que éste es
capaz de dar una nueva orientación a sus vidas. Y todo eso a partir de una visita a la imagen de
María, de una peregrinación, de una oración, de una mirada capaz de tocar el alma y transformar
situaciones: “Eso lo viví yo personalmente. Es lo que me acuerdo ahora, pero son miles de casos.”33
Aunque el entrevistador quisiera cambiar de tema, bastó hablar de Luján para que Francisco
rememorase un sinnúmero de vivencias. Apenas hubo concluido el relato del caso anterior, lo
En un momento, justo cuando no había nadie, un momento de ésos que aprovechás para
rezar algún avemaría, un muchacho también de veinte y tantos años, empezó a mirar, y al
final se acercó y dice: “¿Y qué se hace acá?” Había venido solo, no sabía qué había ahí,
pero sintió que tenía que ir. Le respondí: “Aquí uno se confiesa”. “Yo nunca me confesé”,
me contestó. “¿Cómo que no? Si hiciste la Primera Comunión tenés que haberte
confesado.” “Sí; la comunión yo la hice de chico, pero no me acuerdo de haberme
confesado.”34
Independientemente de eso, el joven insistió: “Y ¿cómo se hace?” “Sentáte ahí”, le respondió quien
un día habría de sentarse en la cátedra de san Pedro. “Empezamos a charlar. Ese muchacho,
curioso, que miraba de lejos, se fue bailando como el paralítico aquel que curaron Juan y Pedro
cuando fueron al templo.”35 Sin revelar detalles, Bergoglio dio un ejemplo más para fundamentar
su tesis de que tales conversiones son fruto de la acción de María como madre. Por eso agrega:
“Vale decir que las experiencias de las confesiones en Luján son muy lindas, y es ahí donde yo
veo a la Madre.”36 Para él es algo evidente, no son teorías teológicas, sino su experiencia de vida
que le confirma: se trata de la acción educativa de la Madre que ama, cuida y corrige.
Pensando en las experiencias concretas de piedad popular como las que él tuvo tantas veces
en Luján, Bergoglio reconoce – por segunda vez en la misma entrevista – que hay personas, incluso
entre los mismos católicos, que tal vez no sacarían las mismas conclusiones que él, que no logran
entender esa presencia y acción de María en la vida de los fieles. “Repito lo que una vez dije,”
señala el Papa. “Hay unos más ilustrados37 que dicen: ‘Bueno, está bien, pero es una devoción un
poco infantil, o una devoción poco madura intelectualmente’, ese tipo de cosas…”38 Con su
34 Francisco, E-1.
35 Francisco, E-1. Bergoglio se refiere a Hch 3,8.
36 Francisco, E-1.
37 Como ya se dijo ad supra (3.2.3), contraponer la “cultura ilustrada” (también llamada de “cultura moderna”) a la
“cultura popular” es una reflexión recurrente entre los “teólogos del pueblo” como, por ejemplo: Rafael Tello, “Cultura ilustrada
y cultura popular”, en Pueblo y cultura I (Buenos Aires: Patria Grande, 2011); Enrique Ciro Bianchi, Pobres en este mundo, ricos
en la fe: la fe de los pobres de América Latina según Rafael Tello (Buenos Aires: Ágape, 2012), 80-91.
38 Francisco, E-1.
236
característico sentido del humor y su forma popular de expresarse, Francisco recuerda que ya en
una homilía llegó a responder a opiniones de esa naturaleza diciendo: “¡Mirá, querido, el que no
Aun cuando venga de labios del Sucesor de Pedro, obviamente ese comentario jocoso no
tiene la menor intención de ser una afirmación teológica. No obstante, como reza el dicho, “toda
broma tiene un fondo de verdad”. En este caso se trata, nada menos, que del plan de Dios con
relación a María. Ella tiene y tendrá siempre un lugar en la historia de salvación. Jesús quiso
no dependen del reconocimiento de los fieles, sino que es algo que le viene de Dios. Más allá de
que los cristianos lo quieran o no, ella es – en la definición ya mencionada de José Kentenich – la
Virgen pasó a ser “nuestra madre en el orden de la gracia,”41 “Madre de la Iglesia”, como Pablo
maternidad espiritual como “madre educadora de la fe” y “pedagoga del Evangelio”, como indica
es un hecho que no depende del asentimiento subjetivo de cada fiel. María es aquella que está allí,
quiéraselo o no, como la “suegra”, que está presente en la vida de la familia, le guste o no le guste
39 Francisco, E-1. También lo ha repetido después: “Un anciano predicador con mucha ‘chispa’, hablando sobre esto de
psicología de huérfanos terminó su sermón diciendo: ¡Bueno, y el que no quiera a María como Madre la va a tener como suegra!”
Francisco, “Mensaje del Papa Francisco al Movimiento de Schoenstatt en 25/10/2014,” Schoenstatt.org, 7 diciembre 2014,
acceso 18 febrero 2017, http://www.schoenstatt.org/es/francisco-iglesia/mensaje/2014/12/texto-del-mensaje-del-papa-francisco-
al-movimiento-de-schoenstatt-ya-en-pdf-y-pronto-como-libro/
40 LG 61.
41 LG 61.
42 DP 290; LG 63.
237
Iglesia, independientemente de quienes recurren a ella. Se la puede ignorar, pero no negar. María
considera como madre. De ahí que, sonriendo, el Papa terminase esa parte de la entrevista diciendo,
en referencia a los ejemplos narrados anteriormente: “Pero es así; es la madre. Es la madre que
A tal punto llegó la relación de Bergoglio con la Virgen de Luján que lleva continuamente
consigo una reliquia de ella. Durante la misma entrevista, el Papa comenzó a desabotonar su sotana
blanca a la altura del pecho, tratando de mostrar algo que llevaba colgado de su cuello: “Tengo
aquí un relicario, llego conmigo algo muy especial”44, explicó retirando de debajo de la sotana una
bolsita blanca. En el brillo de sus ojos y en el tono relativamente bajo de su voz en aquel momento
singular, la conversación había adquirido un tono de “revelación”. Francisco quería mostrar algo
íntimo y muy querido para él, un relicario oculto todo el tiempo junto al corazón del Santo Padre.
“Lo llevaba en el bolsillo de la camisa de clergyman45, pero como la sotana no tiene bolsillo, me
hice confeccionar esta bolsita.”46 Y revela, con una sonrisa de picardía en los labios: “Llevo aquí
la cruz que le robé al cura más misericordioso de Buenos Aires cuando estaba en el cajón.”47
Mencionó además que llevaba también allí una reliquia de santa Teresita. Pero su intención era
43 Francisco, E-1.
44 Francisco, E-1.
45 Se refiere a las camisas llamadas también “de sacerdote”, que tienen un cuello blanco de plástico, y que se conocen
Andrea Tornielli en una entrevista más conocida, traducida en varios idiomas: Fue en el año 1996. La mencionada cruz estaba en
el rosario del Padre José Ramón Aristi: “Quando atendia uma confissão, dava aos penitentes o seu rosário para que segurassem
na pequena cruz; depois a utilizava para absolvê-los e por fim os convidava a beijá-la. Quando morreu, ao entardecer do Sábado
Santo, eu era bispo auxiliar de Buenos Aires. Fui até ele no dia seguinte, Domingo da Páscoa, depois do almoço, e desci à cripta
da igreja...Foi então que vi aquele rosário entrelaçado em suas mãos: retirei a pequena cruz e, olhando para ele, pedi: ‘Dê-me
metade de sua misericórdia!’ Desde então aquela pequena cruz anda sempre comigo, no meu peito. Quando tenho um mal
pensamento em relação a uma pessoa, aproximo a mão e toco na cruz: isso me faz bem.” Francisco, O nome de Deus é
misericordia (São Paulo: Planeta do Brasil, 2016), 44-45.
238
mencionar otro objeto que contenía la bolsita: “Y tengo también un purificador con el cual
limpiaron la imagen de la Virgen de Luján. Todos los años cambian el vestido de la Virgen. En
esa ocasión limpian la imagen y ese paño es lo que tengo aquí.”48 Es decir, el Papa lleva
permanentemente consigo algo muy sencillo: un pañito con el cual alguna vez limpiaran la imagen
Fe sencilla como la del pueblo que siente la necesidad interior de tocar las imágenes de los
santos, besarlas, expresar sensiblemente su cariño. El Papa, como todo cristiano culto, sabe que
una imagen (como una fotografía) es un recuerdo de la persona representada o retratada en ella.
“hecha visible”, y en cierta manera “palpable”, por medio de la imagen. De hecho, Dios creó al
ser humano como ser sensible, que necesita tocar y ser tocado, abrazar y ser abrazado, besar y ser
infinita sabiduría, Dios no quiere que neguemos nuestra humanidad para ser “espirituales”. Dios
respeta la condición de seres sensibles con la cual Él mismo nos creó y aprecia una espiritualidad
principio de la Encarnación del Verbo, que vale para toda la espiritualidad cristiana, tornándola
más humana, simbólica, sencilla y accesible a todos.49 Bergoglio no sólo entiende, sino que
48 Francisco, E-1.
49 “La religión representa un espacio privilegiado de comunicación entre los seres humanos y lo que se presiente como
transcendente o divino…En ese intercambio comunicativo cumplen una función importante las imágenes. Además del
conocimiento racional, abstracto, especulativo, las personas poseen también la facultad de entender, de percibir y de captar lo
mistérico por la vía de lo visual, de lo táctil, de lo sensitivo. Y si el conocimiento empírico-racional es propio de los entendidos,
el alegórico-imaginativo está más al alcance de la gente sencilla. Por eso se dice que el lenguaje simbólico es la ‘indumentaria del
239
también se identifica y vive personalmente la religiosidad del pueblo, como testimonia el “pañito
de la Virgen” guardado sobre su pecho. En este sentido, el propio Papa concluyó sus reflexiones
acerca de su relación con la Virgen de Luján diciendo: “A este punto llegó Luján: yo tengo acá el
se mencionó, durante muchos años peregrinó anualmente, los días 24 de mayo, al santuario de
María Auxiliadora, en el barrio de Almagro, para rezar en el camarín de la Virgen y llevarle flores.
“Por sobre todos los recuerdos, el más fuerte, el más significativo, el más imborrable – relata el P.
Fabían García, provincial salesiano en Argentina (2005-2010) sobre sus recuerdos del Card.
Bergoglio – [es el d]el hombre de fe, que todos los 24 de cada mes, bien tempranito a la mañana,
antes que abriera sus puertas, venía a la Basílica de María Auxiliadora en el barrio de Almagro,
rezaba la misa y se quedaba una hora larga en oración delante de la imagen de nuestra Madre
La piedad mariana de Jorge Mario lo llevó, sin embargo, a muchos otros santuarios. En la
mencionada entrevista con el investigador el Santo Padre enfatizó: “También es bueno decir que
pobre’.” Movilla López, “Las imágenes,” 41. Ver también: Paul Valadier, Un cristianismo del futuro: por una alianza entre
razón y fe (Madrid: PPC, 1999), 119.
50 Francisco, E-1.
51 León, Francisco y Don Bosco, 90-91.
240
en Buenos Aires yo peregrinaba también a Pompeya, con mucha frecuencia.”52 Y recordó: “Es un
santuario dirigido por los capuchinos.”53 Se refiere a una de las iglesias más populares de Buenos
por sus sobrias líneas de estilo neogótico y por sus hermosos vitrales alemanes de la Casa Zeller,
Munich, que representan los quince misterios del Santo Rosario. La imagen venerada en el
santuario era inicialmente un cuadro al óleo, copia de otro de Pompeya, en Italia. En él aparece
María representada con el Niño Jesús que se abraza a su cuello. Madre e hijo tienen, cada uno, un
rosario en la mano, que entregan, respectivamente, a santa Catalina de Siena y a santo Domingo,
sustituyéndose el cuadro por una gran escultura de madera tallada, con la misma representación,
obra del escultor catalán Miguel Castellanas. Los frailes capuchinos son los responsables del
santuario desde 1906. Como Arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio eligió ese santuario como uno
de los lugares en los cuales los fieles podían recibir indulgencias plenarias durante el Año de la
Fe, proclamado por su predecesor Benedicto XVI y clausurado por él mismo, ya como Papa
Francisco, en noviembre de 2013. En esa ocasión, el Cardenal concedió el mismo privilegio a otros
Bergoglio sabe que los santuarios – en particular los dedicados a la Santísima Virgen – son
lugares privilegiados para el encuentro con Cristo y la vivencia de la piedad popular. El Documento
52 Francisco, E-1.
53 Francisco, E-1.
54 “Año de la Fe: el Card. Bergoglio concede indulgencia plenaria,” Agencia Informativa Católica Argentina (AICA),
de Aparecida, que él ayudó a escribir, recuerda que en los santuarios “el peregrino vive la
de la Iglesia, que trasciende su familia y su barrio. En los santuarios muchos peregrinos toman
decisiones que marcan sus vidas. Esas paredes contienen muchas historias de conversión, de
perdón y de dones recibidos que millones podrían contar.”55 Bergoglio es uno de esos peregrinos
y tiene muchas historias que contar. Cuando el entrevistador le preguntó sobre el papel de los
santuarios marianos en la nueva evangelización, el Papa recordó lo que había dicho en la Evangelii
Gaudium: “Es un poco lo que quise decir ahí en la Exhortación. María es la madre que acompaña,
que recibe, es la madre que ubica… Es referencia a Jesús, siempre.”56 Y destacó el carácter
empírico de lo que afirmaba: “Ésa es mi experiencia.”57 De ahí que dejó registrada esa experiencia
siempre suficientemente valorado, en especial por clérigos y teólogos. Conocidos y visitados con
gran piedad por millares de fieles anualmente, gozan de gran reputación y constituyen la verdadera
“geografía de la fe” mariana de nuestros pueblos, como indicó el Papa Peregrino, Juan Pablo II,
redención: “Tal vez se podría hablar de una específica ‘geografía’ de la fe y de la piedad mariana,
que abarca todos estos lugares de especial peregrinación del Pueblo de Dios, el cual busca el
55 DA 260.
56 Francisco, E-1.
57 Francisco, E-1.
58 EG 286.
242
encuentro con la Madre de Dios para hallar, en el ámbito de la materna presencia de ‘la que ha
marianas del actual Obispo de Roma es vasta y no se limita a los santuarios argentinos. En Roma,
Bergoglio siempre peregrinó con alegría a la Basílica de Santa María la Mayor60 y desde 2007
pasó a formar parte de esa geografía también el santuario de Nuestra Señora Aparecida, “casa de
Importa observar que cuando fue elegido Papa, el Cardenal Bergoglio era el Delegado
formó el primer equipo coordinador. Desde entonces la CEA da total apoyo a los responsables por
la Pastoral de los Santuarios, que nunca han dejado de reunirse sea regional o nacionalmente. De
participantes de distintos santuarios de Argentina. El tema central del encuentro versó sobre “Los
59 RM 28.
60 Ver ad infra 5.2.1.
61 Francisco, “Homilía en la Basílica del Santuario de Nuestra Señora Aparecida,” La Santa Sede, 24 julio 2013, acceso
18 julio 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2013/documents/papa-francesco_20130724_gmg-omelia-
aparecida.html
62 Ver ad infra 5.2.2.
243
Aparecida, con tres charlas del P. Gerardo Daniel Ramos,63 que fueron recogidas en un libro, cuyo
prólogo fue escrito por el Cardenal Bergoglio. En él, el Cardenal menciona la celebración litúrgica
del 2 de febrero, en la que la Iglesia celebra que “Jesús fue presentado en el templo por María y
José, cumpliendo públicamente la ley de Moisés pero, en realidad, yendo al encuentro de su pueblo
Cada vez que celebro la fiesta de la Presentación del Señor y leo este texto evoco, en mi
corazón, los santuarios: lugares privilegiados de encuentro con Dios a los que el pueblo fiel
acude impulsado por el Espíritu Santo, lugares sagrados en que el corazón es iluminado
por el mismo Espíritu Santo y se conoce más al Señor, lugares en que el Santo Pueblo fiel
de Dios se encuentra congregado por el Espíritu para la adoración, la alabanza, la petición,
la acción de gracias. En ellos ‘el peregrino vive la experiencia de un misterio que lo supera’
(DA 260): la experiencia de la trascendencia de Dios y de la Iglesia, que va más allá de su
familia y su barrio.65
pudieron hacer preguntas abiertas al Cardenal Bergoglio, proporcionando un material muy valioso
para saber lo que piensa él sobre la pastoral popular realizada en los santuarios: “Considero que
la pastoral en los santuarios es una de las grandes gracias que Dios dio a la Iglesia: a las Iglesias
diocesanas y de todo el mundo. Y acá, en la Argentina, es una gran gracia que, a lo largo del tiempo
nos fuimos percatando del servicio a la Iglesia, que prestan los santuarios,”66 afirma al inicio.
Cuenta de sus experiencias de trabajo en los santuarios: la más constante eran las confesiones en
el santuario de San Pantaleón todos los días 27 por la mañana, por más de tres horas seguidas; y
63 “Integrantes del Santuario de la Virgen participaron de encuentro en Córdoba,” Catamarca Actual, 5 octubre 2012,
acceso 18 febrero 2017, http://www.catamarcactual.com.ar/informacion-general/2012/10/5/integrantes-santuario-virgen-
participaron-encuentro-cordoba-34769.html
64 Jorge Mario Bergoglio, “Peregrinando al santuario: Prólogo,” en Trilogía ‘Teología del Cambio de Época’ (vol. III):
lectio pastoral y epílogo, ed. Gerardo Daniel Ramos (Buenos Aires: Credo Ediciones, 2013), 421.
65 Bergoglio, “Peregrinando al santuario: Prólogo,” 421.
66 “Desgravación de la charla con el Cardenal Jorge Mario Bergoglio en el 38º Encuentro Nacional de Santuarios en
septiembre 2012.” Aunque el texto no está editado, el investigador tuvo acceso a la grabación de ese momento muy importante
para conocer el pensamiento del Papa Francisco sobre los santuarios y la pastoral popular.
244
las confesiones y misas en las peregrinaciones juveniles todos los años a Luján, que ya han sido
mencionadas ad supra (5.1.1). Todo “eso me ha dado mucha experiencia en el santuario”, comenta.
Se refiere aún al apoyo que, desde su Arquidiócesis, da a la pastoral del santuario de Luján y la
Curas y diáconos de Buenos Aires van a ayudar allí [en Luján]. En este momento hay dos
sacerdotes de Buenos Aires en la comunidad del santuario, y me tienen al tanto… Conozco
del santuario estas cosas… Después las fiestas patronales o visitas ocasionales que hago a
los santuarios: [en el santuario de] la Divina Misericordia, todos los domingos después de
Pascua estoy. Y en la ciudad de Buenos Aires hay muchos santuarios, santuarios realmente
que son fuertes, muy fuertes; santuarios que pesan en la misma ciudad de Buenos Aires. Y
ahí es un lugar de afluencia del pueblo de Dios, y de encuentro con Dios. ¡Impresionante!67
de la gente: “Simplemente vos tenés que servir a esta gente que Dios te va mandando. ¡Y se ve
cada cosa en los santuarios, cada milagro! O sea ¡vos palpás a Dios en el santuario! ¡No podés no
palparlo! Palpás la piedad de la gente, el perdón, la caridad…Palpás cómo la gracia está detrás de
todo eso…Uno no puede no ponerse de rodillas delante de Dios. A mí me han pasado las cosas
El Cardenal se acuerda entonces de varios casos que le han pasado en los santuarios y
Narró el caso de una chica que, desde los 15 años, por circunstancias familiares, tuvo que ir a
trabajar a un prostíbulo y “por casi seis años” le pidió a la Virgen que le consiguiera otro trabajo.
Había encontrado a un buen joven que la hizo salir de aquella vida y estaba en el santuario para
agradecer a la Virgen por la gracia alcanzada. “¡La piba pedía la gracia de la dignidad!”, resaltó
santuario, independiente de los planes humanos: “¿Díganme quién hizo eso? ¿Un Plan Pastoral?
¿La catequista del pueblo? Fue Dios, la Virgen, el Espíritu Santo. Menciono este caso, porque es
un caso, casi límite, como éste hay a montones. ¿Quién empuja a ir a un santuario?”70
Para mostrar que es Dios y la Virgen los que empujan, sigue contando casos, incluso uno
narrado en la primera entrevista con el investigador (ya mencionado ad supra en 5.1.1), del chico
que no sabía qué era confesarse: “¿Quién lo trajo a ese que no sabía qué se hacía en ese aparato
que se llama confesionario? Bueno, uno en un santuario cae de rodillas, es la presencia de Dios
que conduce a su pueblo.”71 Bergoglio resalta aún la fe, la esperanza y el amor del pueblo que se
Virgen de Luján72, mira la fe de este pueblo, y la esperanza, porque vienen con ganas de solucionar
problemas, de cambiar de vida, de que Dios los perdone...[pues] se sienten amados por Dios.”73
Bergoglio motiva a los servidores74 de los santuarios a que traten bien a la gente, no hagan
comercio y actúen con caridad, como, por ejemplo, cuando los niños lloran en la Iglesia. Porque
los peregrinos “vienen a traer un regalo”, que es hacernos “caer en la cuenta que Dios camina con
su pueblo, que va tocando los corazones”75. Por eso aconseja a los que trabajan en los santuarios:
“No pierdan ese plato, es un plato de manjar exquisito, que Dios camine con su pueblo bueno.”76
Luego le hacen una importante pregunta para el trabajo con la pastoral popular: ¿Qué
actitud se debe tener respecto a los peregrinos que quieren tocar las imágenes? El Cardenal
agradece la pregunta y desarrolla su pensamiento: “Hace como 40 años leí un artículo – después
lo perdí – un artículo de un teólogo alemán donde analizaba los sentidos espirituales. Es decir, por
cada sentido corporal hay un sentido espiritual. Mirar con los ojos del cuerpo, mirar con los ojos
del alma, pero siempre el sentido más perfecto era el tacto.”77 Es posible que Bergoglio haya
escuchado esta teoría de una persona más cercana y admirada por él, su profesor y cofrade jesuita,
Jorge Seibold78, que desarrolló ese tema en un libro muy valorado por el Cardenal: “Mística
Popular”. Allí Seibold afirma que las “experiencias sentidas de la presencia divina hablan en los
fieles de verdaderos sentidos espirituales que actuados por los dones del Espíritu Santo
transcienden y transfiguran la tarea que cumplen los sentidos y potencias corporales. Entre estos
sentidos ‘místicos’ sobresale muy especialmente el sentido del tacto, que tiene preeminencia
incluso sobre el ver y el oír. De ahí la preferencia que tiene nuestro pueblo fiel a tocar y a besar
las imágenes y todo aquello que puede tener una vinculación con lo sagrado.79
pues la gente lo tocaba; no lo trataban como “el intocable”. Y da su testimonio personal: cuando
“voy a una iglesia, a las imágenes que me dan devoción y a las que le tengo devoción, toco, me
persigno o le doy un beso. Y a la mañana cuando me levanto, lo primero que hago, me voy a mi
escritorio a un altarcito a tocarlo a San José, Santa Teresita, la Virgen, darle un beso, o sea, no es
herejía.”80 Un testimonio semejante dio, años más tarde, al final del encuentro que tuvo con la
Familia de Schoenstatt, ya como Papa: “Hace un tiempo, un cura de Schoenstatt me regaló una
imagen de la Madre. Y la tengo en mi mesita de luz. Y todas las mañanas, cuando me levanto, la
Bergoglio justifica el “tocar” las imágenes desde el sensus fidelium: “el pueblo toca porque
el Espíritu Santo lo inspira a eso, es una manera de orar.” Por eso aconseja: “no dejen de ‘tomar
gracia’”, expresión que se refiere al tocar a las imágenes como forma de expresar el deseo de
recibir la gracia de Dios que viene por intermedio del santo allí representado. “Por eso, en la
oración de ayer y en la oración de hoy se terminó con un ‘tomar gracia’”, y aclara: “es ‘tomar
gracia’, que no es magia, o sea, uno cuando hace ese acto, no busca un acto de magia; es el respeto.”
Compara aún con la experiencia doméstica de tocar a las fotos de familiares queridos: “Cuantas
veces estamos en casa y vemos la foto de mamá o papá muerto y le damos un beso. El tocar es
algo tan humano… es una expresión muy teologal. La imagen representa aquel por quién, por su
propio poder o por la intercesión, me viene la gracia. Eso hay que hacerlo.”82 Ya como Papa,
inspirado en el Evangelio de la mujer que sufría de hemorragia hacía doce años y se curó al tocar
a Jesús83, volverá a decir: “Quién cree ‘toca’ a Jesús y toma de Él la gracia que salva. La fe es esto:
2017, http://www.schoenstatt.org/images/uploads/news/2014/Francisco_audiencia_2014_ES.pdf
82 “Desgravación Encuentro Nacional de Santuarios 2012.”
83 Mc 5,25-34.
84 Francisco, “Angelus en la Plaza San Pedro,” La Santa Sede, 28 junio 2015, acceso 18 febrero 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2015/documents/papa-francesco_angelus_20150628.html
248
Para el Cardenal, “en los santuarios tiene que haber solidez de doctrina – nadie lo discute
– pero no rigidez de doctrina.” Por eso insiste que no se puede tratar mal a la gente, porque “la
gente se siente como que en la casa del Padre le dieron una bofetada.” Aun así, la gente vuelve
porque su fe es más grande, “vuelve porque la fe del pueblo no la pisotea el mal trato”, pero el
pueblo sufre con esos maltratos. “Siempre el peregrino es un enviado del Señor, es una persona a
quien el Señor está empujando hacia él mismo”, insiste el obispo, y pide: “por favor, la acogida
soy ni el patrón, ni el celador del colegio, ni la celadora, soy un servidor de acá, un sirviente, un
Sobre la “bendición”, que el pueblo pide todo el tiempo en el santuario, el Cardenal explica
que la gente quiere ser tocada por el agua, que eso “no es una superstición, no es una exageración”,
pues “quieren que Dios los toque, quieren que Dios los limpie.”86 Y aconseja, incluso a los laicos,
que bendigan, que “nunca dejen de bendecir.” Si en casa piden la bendición a los papás – costumbre
común en Latinoamérica, que infelizmente se ha ido perdiendo – ¿por qué no hacerlo en la Iglesia?
Todos los bautizados pueden hacerlo, decir a la gente “‘que Dios lo bendiga’, [hacerle] una cruz
en la frente, imponerle las manos. Esa es gracia bautismal, el Bautismo te acredita para bendecir.”
Y clarifica que se refiere a la bendición que un servidor del santuario puede dar, no a la bendición
sacramental, propia del ministro ordenado. “La bendición en un santuario es clave”, como acontece
en el santuario de San Pantaleón: “está la costumbre, después de cada Misa, la imposición de las
manos. Esa la hace el cura y los ayudantes, Ministros de la Eucaristía, que están con la toga y
bautismal.”87
Otra pregunta se refería a la “religiosidad popular desvirtuada que a veces tenemos en los
promesante entra, mira, toma gracia del santo y se va…¿Cómo catequizarlo?”88 Bergoglio
aprovecha para hacer algunas precisiones. Explica que es la gracia de Dios, el Espírito Santo que
impulsa la persona a hacer la promesa, aunque su piedad no haya recibido suficiente catequesis.
De ahí que puede ser que la persona “no se da cuenta que están celebrando Misa” o “no entiende
gradualidad de la experiencia de fe: “Ese es un escalón,” la persona puede seguir creciendo. Por
eso el agente de pastoral del santuario debe “estar preparado para esos casos”, acercándose para
“entregarle una estampita del santo que fue a venerar” y tratando de ver “la manera de enganchar
para que esa fe vaya creciendo” hasta llegar a la Eucaristía, pero advierte: “¡Nunca rechacen a
alguien!...Tampoco lo abandonen, porque ése lo mandó Jesús, entonces dale todo lo mejor que
puedas, sin atiborrarlo.” Se debe acogerlo, poniéndose a disposición, dándole “un rosario, una
estampita, una medallita”, es decir, “darle algo más para que siga creciendo en la fe.”90
Después de ese consejo bien práctico, Bergoglio hace una observación más teológica:
clarifica que la expresión “religiosidad popular”, usada en la pregunta, “no está mal”, pero Pablo
VI en Evangelii Nuntiandi91 dice que “habría que llamarla piedad popular; la sube de categoría”92.
La piedad popular es más que un simple “hecho religioso”, como lo puede tener un budista. Y
agrega el Cardenal que “el magisterio latinoamericano habla también de mística popular.”93 Es
decir, “tres palabras: religiosidad popular que es válida, piedad popular que es la que yo digo o
aconsejo que se use más, y mística popular, que es la que ves vos en un santuario, algo que alimenta
la vida interior y de servicio.”94 Después Bergoglio se dio cuenta que faltó mencionar otra palabra,
popular.”95
piedad popular en el Documento de Aparecida, que fue aceptado casi por unanimidad (dos votos
en contra y dos en blanco, entre más de 280 votantes) y tuvo apenas una sugerencia de enmienda
relativa a un detalle menor: “ponga a María acá, y no acá…cosa de estilo”, pero que al final fue
aceptado casi por unanimidad. Y sugiere que se siga esta indicación de los obispos
pregunta, que me olvidé una cosa: cuando el promesante llega y quiere [algo]… A mí me
impresionó en el Evangelio, que cuando Jesús resucita al hijo de la viuda, se lo entregó a su Madre,
91 EN 48.
92 “Desgravación Encuentro Nacional de Santuarios 2012.”
93 “Desgravación Encuentro Nacional de Santuarios 2012.”
94 “Desgravación Encuentro Nacional de Santuarios 2012.”
95 “Desgravación Encuentro Nacional de Santuarios 2012”, énfasis mío.
96 Lc 7,12-15.
97 Lc 8,41-42.49-56.
251
la da a su padre [y] le dice que le den de comer.”98 Por lo tanto, cuándo Jesús quiere ayudar a
alguien, se lo da “a la Madre Iglesia [para] que le dé de comer”, pues “darle de comer es darle el
maneras.”99 Esa era la actitud de Jesús: “no los tiraba; los entregaba, para que lo sigan cuidando.
Y aquí uso otra palabra: la palabra cuidar, Dios cuida a su gente y la cuida, dijo Isaías100, como la
Madre cuida a sus hijos con ternura.”101 Por eso en los santuarios hay que cuidar a la gente,
“cuidarla, que es oro, son hijos de Dios. Como vos cuidás a tus chiquitos, a tu papá, a tu mamá,
hay que cuidar a la gente, con la ternura y lo fraternal de la Santa Madre Iglesia.” 102 Y a partir de
eso, Bergoglio desarrolla una idea eclesiológica que va a repetir muchas veces, en especial como
Papa: “Aquí quisiera detenerme en una consideración de tipo eclesiológico: la Iglesia es mujer...De
alguna manera tiene imagen femenina.” Seguramente no era el lugar para desarrollar su reflexión,
como la va a hacer, ya como Papa, en Evangelii Gaudium103, pero aquí ya insinúa que “nuestra
salvación se mueve en tres signos: la Virgen, la Iglesia y su propia alma. La Virgen y la Iglesia
son inmaculadas, son madres.”104 De ahí que la mujer en la Iglesia contribuye para que el pueblo
experimente la Iglesia como madre: “la gente percibe más ternura de una mujer” que de un hombre,
y vivencia así la “maternalidad” de la Iglesia. Por eso, el Cardenal pide a sus interlocutores que
que se suele escuchar de que las mujeres no tienen lugar en la Iglesia o que tendrían que celebrar
Misa. “¡No las disminuyas!” advierte el Cardenal. “Es como si le hubieras dicho a la Virgen: ‘vos
no sos la Madre, vos sos un Apóstol más, andá a confirmar105 allá, a hacer esto…”106 Por eso
Bergoglio valora el tipo de Iglesia que tiene el “privilegio de expresarse” por medio de la
maternalidad de una mujer, como es el caso de una servidora de un santuario o de una iglesia, pues
“es algo más tierno, más carnalmente cercano.”107 Y al concluir el intercambio, el Cardenal
agradece diciendo que “hay mucha mística popular”108 en todo lo que conversaron, repitiendo así
5.1.3 “Santuarizar”
Papa que explicase una expresión frecuentemente usada por él, en especial cuando estaba al frente
expresar mejor sus ideas e intenciones pastorales – como los ya famosos “primerear” o
una distinción: “Una cosa es ‘santuarizar la ciudad’; otra cosa es ‘santuarizar la parroquia’. Usé
las dos expresiones.”109 Admite así ser creador de ese término bastante original en su vocabulario.
No menciona cuándo comenzó a utilizarlo, pero parece que no hace mucho tiempo. En una Carta
Pastoral a los fieles de su arquidiócesis, escrita en febrero de 2007 con motivo del inicio de la
Cuaresma, el Cardenal Bergoglio propone hacer “de nuestras parroquias y geografías pastorales,
santuarios donde se experimente la presencia de Dios que nos ama, nos une y nos salva.”110 En ese
año, se hizo una Campaña Pastoral de Semana Santa con el lema: “Que Buenos Aires sea un
santuario en el cual pasa Cristo muerto y resucitado para encontrarse con su pueblo.”111 Se puede
suponer que allí fue naciendo la perspectiva pastoral que daría origen al mencionado neologismo.
En la propuesta pastoral para la Semana Santa del año siguiente (2008), aparece nuevamente la
misma idea, pero, ahora sí, con la formulación “santuarizar las parroquias.”112 Para entender la
expresión hay que tener presente – aunque parezca evidente – que un santuario no es
necesariamente una parroquia. Santuarios existen desde los albores del cristianismo. Son lugares
reconocidos por el Pueblo de Dios como sagrados, donde se experimenta de forma particular la
obstante, recién en 1983, con el nuevo Código de Derecho Canónico, los santuarios pasaron a tener
estatuto propio y fueron definidos jurídicamente por la Iglesia.113 Según el Código, “con el nombre
de santuario se designa una iglesia u otro lugar sagrado al que, por un motivo peculiar de piedad,
acuden en peregrinación numerosos fieles, con aprobación del Ordinario del lugar”114. Luego de
110 Jorge Mario Bergoglio, “Mensaje cuaresmal del Sr. Arzobispo,” en Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Buenos
Aires 49, n. 482 (febrero/marzo 2007): 34. Disponible en: Arzobispado de Buenos Aires, acceso 18 mayo 2017,
http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
111“Campaña Pastoral Semana Santa 2007,” en Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Buenos Aires 49, n. 482
(febrero/marzo 2007): 86.
112 “Semana Santa: Pascua 2008,” en Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Buenos Aires 50, n. 493 (febrero/marzo
2008): 69.
113 Un estudio sobre la historia de la comprensión eclesial respecto a los santuarios: Alexandre Awi Mello, “Piedade
popular nos santuários marianos no contexto latino-americano: do Vaticano II a Puebla,” Revista de Catequese 37, n. 144 (julio-
diciembre 2014): 84-104; Alexandre Awi Mello, “Piedade popular nos santuários marianos no contexto latino-americano: do
Código de Direito aos nossos dias,” Revista de Catequese 38, n. 145 (enero-junio 2015): 133-150.
114 CIC, canon 1230.
254
que reciban, el legislador indica algunas características que no deberían faltar en los santuarios:
“En los santuarios se debe proporcionar abundantemente a los fieles los medios de salvación,
predicando con diligencia la palabra de Dios y fomentando con esmero la vida litúrgica,
otras formas aprobadas de piedad popular.”115 Recomienda además que en ellos se conserve
A su vez, las parroquias son, según el mismo Código, “como regla general”, territoriales,
y comprenden “a todos los fieles de un territorio determinado”, vale decir, son porciones del
Pueblo de Dios que habitan un espacio específico.117 Tienen, por lo tanto, en general, jurisdicción
geográfica, aun cuando actualmente en la pastoral urbana, en especial en las grandes ciudades, ese
concepto territorial de las parroquias esté claramente relativizado.118 Sea como fuere, normalmente
un fiel pertenece a una parroquia, tanto por afinidad como por residir dentro del espacio geográfico
asignado a ella. Si bien un santuario puede ser convertido en parroquia o viceversa, los fieles
peregrinan a los santuarios no porque pertenezcan habitualmente a ellos, como suele pasar con las
parroquias, sino por motivos de devoción o piedad, vale decir, por una relación especial con el
tendência maior na organização das paróquias ainda repousa sobre um pressuposto cuja força sociocultural já não é tão grande
quanto imaginamos. O referido pressuposto identifica experiência comunitária com territorialidade. Ora, é exatamente esse
pressuposto que se encontra em crise, principalmente naqueles locais onde globalização, urbanização, informatização agem de
forma violenta e virulenta.” Joel Amado, “Ser comunidade hoje: qual o melhor caminho?”, Catedral São José, 22 abril 2009,
acceso 18 febrero 2017, http://www.catedralsaojose.org.br/catedral2011/reflexao/2872-analise-de-conjuntura-eclesial-na-
assembleia-da-cnbb.html; “Es hora de conocer y poner en marcha algunas tipologías de la Parroquia o de instancias afines,
sugeridas pelo Código de Derecho Canónico...Esto permitirá una mejor organización y atención pastoral a grupos humanos en
contextos específicos.” CELAM, Conclusiones del encuentro de obispos responsables de promover la misión continental y la
renovación de las parroquias de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, en Dios vive en la ciudad: hacia
una nueva pastoral urbana a la luz de Aparecida y del proyecto misionero de Francisco, ed. Carlos María Galli, 3ª ed. (Buenos
Aires: Ágape, 2014), 395.
255
santo allí venerado o por identificación con alguna advocación de la Virgen o de Cristo, que la
historia y los movimientos religiosos y culturales fueron gestando. De ahí la importancia de una
pastoral adecuada a esos transeúntes que aparecen una y otra vez a lo largo del año en ese espacio
sagrado y aprovechan la ocasión para realizar una buena confesión, recibir los sacramentos y rezar
con especial devoción. Muchos, incluso, no frecuentan sus parroquias territoriales ni participan
activamente de la vida de la Iglesia durante el resto del año. Otros, si bien asisten a sus parroquias
para las liturgias y trabajos pastorales, debido a la proximidad de sus casas, cuando van a los
santuarios están especialmente sensibles y abiertos al contacto con Dios y con el mundo
sobrenatural.
No es éste el lugar para analizar en detalle el contenido de la legislación canónica sobre los
santuarios. Desde el punto de vista teológico pastoral, sin embargo, hay que destacar la importancia
que el Código concede a los “medios de salvación” que deben brindarse en los santuarios con
mayor abundancia: la Palabra de Dios, la vida litúrgica y las formas de piedad popular. La
numerosa afluencia de fieles por un motivo especial de piedad hace que el santuario sea un lugar
propicio para acoger, en particular, a los que están en las periferias de la existencia y a los más
las parroquias se “santuaricen”. El texto de su propuesta pastoral para la Semana Santa de 2008
dice, entre otras cosas: “Con esta expresión (santuarizar) queremos poner de manifiesto un estilo
pastoral para que el anuncio de gracia y salvación llegue a todos: acercándonos especialmente, de
movimientos, pero que, sin lugar a dudas, son parte del pueblo de Dios que peregrina, sediento de
Hay parroquias en Buenos Aires que están en lugares de paso, de mucho acceso. Hay otras
que no, que están en un barrio chiquito. Cuando hablo de “santuarizar las parroquias”, me
refiero a las primeras. No a las de los barrios chiquitos. Entonces, ¿qué significa? Tener la
puerta abierta todo el día, que haya un cura confesando todo el día, y una persona para
acoger a la gente que quiera preguntar alguna cosa.120
En su decreto para conceder las indulgencias, en el Año de la Fe, luego de citar los nombres
explícitamente parroquias que no son santuarios pero que están situadas “en lugares con mayor
barrio natal y lugar donde encontró su vocación. La familia Bergoglio vivía a pocas cuadras de allí
y asistía a esa iglesia para la misa dominical. En un Día de la Primavera, 21 de septiembre, con
apenas 17 años, Jorge Mario pasaba frente a la iglesia de Flores y decidió entrar. Un sacerdote
confesarse. Bergoglio ya contó muchas veces que en aquella confesión Dios lo estaba esperando,
lo “primereó” y él salió de allí con la convicción de que debía ser sacerdote. 122 Tal vez esa
experiencia personal haya hecho pensar al Cardenal de Buenos Aires, muchos años más tarde, que
era importante que las parroquias con gran afluencia de personas fuesen tratadas pastoralmente
119 “Semana Santa: Pascua 2008,” en Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Buenos Aires 50, n. 493 (febrero/marzo
2008): 69.
120 Francisco, E-1.
121 “Año de la Fe: el Card. Bergoglio concede indulgencia plenaria,” Agencia Informativa Católica Argentina (AICA),
12 octubre 2012, acceso 18 febrero 2017, http://www.aica.org/3623-ano-de-la-fe-el-card-bergoglio-concede-indulgencia-
plenaria.html
122 Elizabetta Piqué, Francisco: vida y revolución (Buenos Aires: El Ateneo, 2013), 53.
257
como santuarios, manteniendo sus puertas abiertas y ofreciendo más facilidad para la recepción
muchos años responsable de la Basílica de san José de Flores, cuenta al diario La Nación, dos días
después de la elección de Francisco, que al Cardenal le gustaba celebrar allí y lo hacía varias veces
al año. Con todo, también solía visitar la iglesia sencillamente para rezar: “Se quedaba en el fondo
Otra iglesia de Buenos Aires que puede funcionar como un santuario es la de san Nicolás
de Bari, en Barrio Norte, en plena Avenida Santa Fe, a dos cuadras de la emblemática Avenida 9
pleno centro de la Capital Federal, donde se concentran los devotos de san Expedito. Pensando en
esas iglesias, Francisco comenta: “¡Impresionante! San José de Flores, por ejemplo. O en el barrio
norte, san Nicolás de Bari o Balvanera… dejás las puertas abiertas y la gente ‘tac’… entra. Todos
llevan algo que le quieren decir a la Virgen o a Jesús. Entran, rezan, ven una luz en el
confesionario…”124 Con esto el Papa apunta a un estilo pastoral abierto, generoso, que sabe
adaptarse a las perspectivas de interés de las personas, a sus ritmos y horarios, que se coloca a
disposición del fiel, especialmente cuando se trata de un peregrino o un transeúnte que tuvo la
inspiración de entrar en la iglesia y, si no fuese acogido en aquel momento, tal vez nunca más
vuelva a ese lugar. En parroquias “santuarizadas” un transeúnte puede salir de ella como peregrino.
123 “Flores, el lugar donde empezó la historia,” La Nación, 15 marzo 2013, acceso 18 febrero 2017,
http://www.lanacion.com.ar/1563592-flores-el-lugar-donde-empezo-la-historia
124 Francisco, E-1.
258
una fe sencilla, que se hace vida y cultura. Tenemos que habituarnos al infatigable esfuerzo
del discernimiento comunitario que nos ayude a despojarnos de todo aquello que haga lento,
viejo y pesado nuestro ser discípulos misioneros.”125 “Santuarizar” las parroquias significa,
además de un estilo de acción pastoral, una actitud pastoral por la cual se busca entrar en sintonía
con la vida concreta de las personas, según Sergio Zalba, pastoralista argentino, especialista en
temas de pastoral popular.126 Es esa vida que los peregrinos llevan a los santuarios, donde esperan
encontrar respuestas a sus necesidades concretas. Tal actitud está en sintonía con el lugar que
Aparecida dio al catolicismo popular. Zalba destaca que, por primera vez en un documento
eclesial, la piedad popular no aparece en el contexto de los objetos de evangelización, sino como
lugar (locus theologicus) de encuentro con Cristo, como espacio donde se bebe la fe en vez de un
lugar donde se vierte doctrina. Así imagina el autor la “santuarización” de las parroquias: las
estructuras parroquiales se dejan impregnar por la fe viva de la gran mayoría del Pueblo de Dios.
La reflexión anterior está en la línea del pensamiento del Papa Francisco, pero en la
él incluye también otro aspecto que suele ser polémico y no compartido por todos:
Eso entraña una cosa que algunos me la discuten. Pero creo que, en la pastoral urbana, por
lo menos aquella en la que yo tengo experiencia, es necesario hacer una opción bautismal.
Hay que hacerlo con alguna pizca de prudencia. Vale decir, “santuarizar la parroquia”
significa que el bautismo está a disposición. Hay gente que es creyente, pero que no bautizó
el crío; no lo bautizaron y después dejaron pasar el tiempo y no lo bautizaron…Entonces
125 Jorge Mario Bergoglio, “A los catequistas,” AICA, 21 agosto 2008, acceso 18 febrero 2017,
http://aica.org/aica/documentos_files/Obispos_Argentinos/Bergoglio/2008/2008_08_21.html
126 Sergio Zalba, “Pastoral popular: ¿Santuarizar las parroquias?” Vida Pastoral 272 (julio/agosto 2008).
259
yo creo que cuando ya hay una fe así, aunque sea medio nebulosa, pero la fe está, la fe está,
aun cuando falte la catequesis doctrinal y todo…se puede tener una breve conversación
sobre lo esencial y apostar al período post-bautismal, apostar a la gracia.127
sacramento del matrimonio, afirmando que “santuarizar la parroquia” también tiene que ver con
los casamientos128. Para el Papa la actitud principal es: “la Iglesia al servicio del peregrino,”129
pero hace una advertencia: “Con la condición de que el fiel sea un peregrino. Algunos son errantes
y entran por casualidad en la iglesia y salen de ella como peregrinos. Ésta es la idea de ‘santuarizar
la parroquia’. Con el bautismo soy, en este punto, decidido. Creo que la Iglesia debe ayudar.”130
Esta actitud está también en la base de su conocida frase que considera fariseos a los sacerdotes
que niegan el bautismo a los hijos de madre soltera.131 De hecho, el 12 de enero de 2014, siguiendo
una antigua tradición, Francisco bautizó 32 niños en la Capilla Sixtina. Sin embargo, pasando por
encima de costumbres más tradicionales, entre esos niños se encontraba la pequeña Giulia, hija de
un matrimonio casado por civil, y el hijo de Anna Romano, una madre soltera que había sido
abandonada por su compañero y, pensando abortar su bebé, le escribió una carta a Francisco.132
hay que tener ropa adecuada… Entonces se puede decir: Después del civil pasá por acá que te caso…”
129 Francisco, E-1.
130 Francisco, E-1.
131 “Esa mujer tuvo el coraje de continuar con el embarazo. ¿Y qué encuentra? ¿Una puerta cerrada? Éste no es un buen
celo pastoral. Esto aleja del Señor, no abre las puertas. Y así cuando vamos por esta vía, con esta actitud, no hacemos bien a la
gente, al pueblo de Dios.” Francisco, “No cerremos la puerta a quien se acerca a la Iglesia,” InfoCatólica, 25 mayo 2013, acceso
18 febrero 2017, http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=17448
132 “Mi ha detto di aver letto la mia lettera, che noi cristiani non ci dobbiamo far portare via la speranza - aggiunge
Anna - Quando gli ho detto che volevo battezzare mio figlio, ma che avevo paura che non fosse possibile perché sono una
ragazza madre, già divorziata peraltro, lui mi ha detto che se non avessi avuto un mio padre spirituale per il battesimo ci avrebbe
pensato lui stesso ad impartire il Sacramento al mio piccolo.” Ester Palma, “Papa Francesco battezzerà mio figlio,” Corriere
della Sera, 5 septiembre 2013, acceso 18 febrero 2017,
http://roma.corriere.it/roma/notizie/cronaca/13_settembre_5/telefono_papa-2222917398831.shtml
260
Para explicar mejor su experiencia pastoral, Bergoglio recurrió a un ejemplo de claro acento
En los últimos años míos en Buenos Aires, recuerda el Pontífice, se avisaba a los peregrinos
que, al llegar a Luján, iba a haber, en una carpa, bautismos para adultos. Antes de salir, los
peregrinos que deseasen ser bautizados debían anotarse en el santuario de San Cayetano
(de donde partía la peregrinación). Entonces a cada inscripto se le asignaba un compañero
o compañera de viaje que conversaba con él durante la peregrinación, porque normalmente
las personas están en grupos. Así pues, si les faltase algo de catequesis, lo reciben en el
camino. Bueno, llegan a Luján, y antes ya de entrar a la plaza de Luján, está la carpa y ahí
se bautizan. Y son 150 a 160 bautismos de adultos en cada peregrinación anual.
experiencias del Cardenal de Buenos Aires: “Muchos padres cristianos piden el bautismo para sus
hijos en un santuario mariano, con lo cual manifiestan la fe en la acción maternal de María que
engendra nuevos hijos para Dios.”133 Los Padres de la Iglesia, ya en los primeros siglos del
Iglesia: la Iglesia es madre porque por el bautismo da a luz a los hijos de Dios. San Agustín afirma,
De esa conciencia fue surgiendo el paralelo entre María y la Iglesia, como se explicitará
mejor ad infra (capítulo 9). María dio a luz a Cristo, la Iglesia da a luz a los cristianos. Por eso el
Concilio Vaticano II afirma que la Iglesia contempla a María y la imita para convertirse “también
ella misma en madre”, porque la Iglesia “por la predicación y el bautismo engendra a una vida
nueva e inmortal a los hijos concebidos por obra del Espíritu Santo y nacidos de Dios.”135 Así
pues, “la Iglesia se fija con razón en aquella que engendró a Cristo” para que Cristo “también nazca
133 EG 286.
134 Agustín, De moribus Ecclesiae, I, 30, 62-63: PL 32, 1336.
135 LG 64.
261
y crezca por medio de la Iglesia en las almas de los fieles.”136 He aquí los fundamentos teológicos
de la experiencia pastoral hecha por Bergoglio en el santuario mariano de Luján. En sus santuarios
María quiere engendrar nuevos hijos para la Iglesia. En la entrevista con el investigador, el Papa
agrega aún otro ejemplo relacionado con su peculiar pastoral del bautismo como obispo:
Hace poquito yo tenía organizada [una de esas acciones], antes de venirme para acá en
marzo. Nosotros estábamos en un lindo proceso de acercamiento a los sindicatos, y uno de
ellos hace la Fiesta de la Familia todos los años. Y como uno de los dirigentes me había
escuchado hablar sobre que no se niega el bautismo a nadie y todas esas cosas [que suelo
decir], me preguntó: “¿Podemos hacer bautismos en la Fiesta de la Familia?” Se lo organizó
enseguida. Se avisó a todos los que querían bautizarse. En este caso se bautizaron
principalmente niños y adolescentes, pero algunos adultos también. Se les pidió llenar una
hojita con los datos y nada más. La Fiesta de la Familia fue organizada ahora por el Obispo
de Lomas de Zamora, y se bautizaron 187 personas, que de otra manera no se hubieran
bautizado. Yo creo que a veces corremos el peligro de acentuar más la catequesis que la
gracia, ¿verdad? Es importante la catequesis, pero un mínimo para empezar, y después
apostar al trabajo post-bautismal. Hablarlo con la parroquia y que Dios haga el resto.
“Santuarizar la parroquia” es tener abiertas las puertas para eso. Pero son parroquias de
paso, no parroquias chiquitas de barrio, arrinconadas. Allí no; no tendría sentido.137
dogmática ni de principios teológicos. No hay dudas de que esta práctica entraña un peligro: el así
Bergoglio es consciente de ello. Tal vez por eso haya insistido en el hecho de que la fe debe estar
veces en la entrevista. La visión de fondo del Papa es la misma que ha marcado todo su pontificado:
se trata de una Iglesia misionera que, a la hora de ofrecer la riqueza de los sacramentos, no coloca
más reglas que las estrictamente necesarias. En Evagelii Gaudium anunció ya ese cambio de
paradigma, pidiendo esa conversión pastoral de una Iglesia controladora a una Iglesia misionera,
136 LG 65.
137 Francisco, E-1.
138 Francisco, E-1.
262
estimulando ese dinamismo misionero marcado por una Iglesia “de puertas abiertas.”139 Y continúa
Pero hay otras puertas que tampoco se deben cerrar. Todos pueden participar de alguna
manera en la vida eclesial, todos pueden integrar la comunidad, y tampoco las puertas de
los sacramentos deberían cerrarse por una razón cualquiera. Esto vale sobre todo cuando
se trata de ese sacramento que es “la puerta”, el Bautismo. La Eucaristía, si bien constituye
la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino un generoso
remedio y un alimento para los débiles. Estas convicciones también tienen consecuencias
pastorales que estamos llamados a considerar con prudencia y audacia. A menudo nos
comportamos como controladores de la gracia y no como facilitadores. Pero la Iglesia no
es una aduana; es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas.140
apostar por el sustrato cristiano de nuestros pueblos – sobre todo los occidentales – como una
realidad viva que guarda una reserva moral y valores de auténtico humanismo cristiano. Él atribuye
gran valor a la cultura popular evangelizada, signada por la fe.141 A partir de esa reflexión se
comprende la apuesta que él hace a la fe de aquellas personas que, incluso aún no bautizadas,
poseen una verdadera fe, porque la recibieron culturalmente y la cultivan a veces de forma más
profunda que muchos bautizados. ¿Por qué negarles o dificultarles, entonces, la gracia del
bautismo? Cuánto tiempo más estará presente ese sustrato en nuestras sociedades es otra cuestión,
pero la intuición pastoral del Papa invita a aprovechar, mientras aún sea posible, la situación actual.
ampliar el horizonte de acción eclesial, pero dentro de la misma perspectiva pastoral: “‘Santuarizar
139“La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre. Uno de los signos concretos de esa apertura es tener
templos con las puertas abiertas en todas partes. De ese modo, si alguien quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca
buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad de unas puertas cerradas.” EG 47.
140 EG 47. En esa misma línea de reflexión, en una misa matutina, el Papa ya había hecho el comentario jocoso: “Jesús
instituyó siete sacramentos, pero nosotros, con ese tipo de actitud (controladora), estamos creando un octavo, el sacramento de la
aduana pastoral.” Francisco. “No cerremos la puerta a quien se acerca a la Iglesia,” InfoCatólica, 25 mayo 2013, acceso 18
febrero 2017, http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=17448
141 EG 68.
263
sea, en el espíritu de Aparecida, colocar todo [vale decir, toda la acción eclesial] en clave
recurrente en sus discursos. Desde la V Conferencia del CELAM, se complace en hacer una
distinción entre las dos dimensiones de la Misión Continental proclamada en aquel encuentro: la
del CELAM, reunidos en Río de Janeiro en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud, les
recordó: “La misión programática, como el mismo nombre lo indica, consiste en la realización de
actos de índole misionera. La misión paradigmática, a su vez, implica colocar en clave misionera
ofrece algunos ejemplos de su experiencia en Buenos Aires. Y así dice que “santuarizar la ciudad”
actos misioneros, como puede ser el sábado anterior al Domingo de Ramos, por ejemplo:
por tres vías de la ciudad de Buenos Aires va una estatua de Jesús con el burrito, y los curas
y seminaristas reparten ahí ramos de olivos. Algunas personas aprovechan para
confesarse… Los ómnibus se detienen para pedir ramos de olivos… En suma, un ambiente
de santuario en la ciudad, en las calles de la ciudad. Esa gente no te pisa por ahí una iglesia,
pero se llevó el olivo a la casa, te lo pidió. Y el cura, o el diácono, o el obispo incluso, van
bendiciendo los negocios…144
Francisco recuerda a las personas que piden la bendición en el camino: “¿Me bendice el
negocio, padre?”145 O incluso: “Nosotros somos judíos, pero ¿me bendice el negocio por favor?”146
Y concluye diciendo: “De esta forma se crea un clima de piedad popular.”147 No obstante, aclara
luego, pensando ciertamente en algunas críticas que debe haber escuchado en su momento: “No
se trata de un clima de cristiandad que tiene que ser superado. No. Es un clima de piedad popular
que no tiene nada que ver con la cristiandad. El clima de cristiandad tiene un connubio con el poder
salvación.”148 Y para no perder el foco mariano de la entrevista, agrega: “Y la Virgen está metida
Cardenal Bergoglio sitúa esa gran procesión de Ramos dentro de la actitud misionera que lleva a
la Iglesia a “santuarizar la ciudad”: “Desde hace varios años, el estado de misión propuesto por
nuestra Arquidiócesis nos llevó a querer transformar nuestra ciudad en una especie de santuario y
confirmamos esta intuición el año pasado en el Congreso de Pastoral Urbana: Dios vive en la
ciudad y camina a nuestro lado.”150 En aquel año la peregrinación salió en dos columnas: del
santuario de San Cayetano (Liniers) y de la Plaza Miserere (Once). Dichas columnas convergieron
en la Basílica de San José de Flores, donde se celebró la misa. Por el camino, a lo largo de las
Para dejarlo aún más claro, en la mencionada entrevista, Francisco ofrece un ejemplo más:
“Lo mismo hacemos en la campaña de Navidad. Vamos por las calles: las señoras reparten
estampitas; los curas y los obispos van por las calles revestidos con alba. Y hay un camión que
lleva un pesebre con angelitos que cantan; mientras tanto van repartiendo estampas y se dan
bendiciones.”151 Se trata de pesebres itinerantes, montados en camiones, con figuras humanas, que
pasan por diferentes partes de la ciudad de Buenos Aires. Ésta es una de las varias actividades de
la amplia campaña de Navidad promovida todos los años por su antigua Arquidiócesis. En el
contexto de una de esas campañas navideñas, el Cardenal Bergoglio habló de María como la mujer
que confió en Dios en medio de una situación de “periferia existencial”, expresión que llevaría a
la Iglesia universal años más tarde152, simbolizada en el misterio de Navidad: “A pesar de revivirlo
cada año necesitamos volver a sorprendernos por un Dios que elige ‘la periferia’ de la ciudad de
Belén y la ‘periferia existencial’ de los pobres y marginados del pueblo de ese momento para
manifestarse al mundo. Y junto con ellos, nos acercamos al pesebre y, allí, vemos a María, la mujer
Una de esas actividades que “santuarizan la ciudad” tiene un claro aspecto mariano,
recuerda el Papa en la entrevista. Se trata de las así llamadas peregrinaciones marianas infantiles.
Tienen lugar “en agosto, por la Virgen”154, explica Francisco, mes en que la Iglesia celebra una de
las fiestas marianas más antiguas en Oriente y Occidente: la Asunción de María, conmemorada
desde hace muchos siglos el día 15 de agosto. En esas peregrinaciones se da un proceso semejante
al de los ejemplos anteriores. En cada vicariato de la Arquidiócesis de Buenos Aires existe por lo
http://www.aicaold.com.ar//index2.php?pag=bergoglio06navidad
154 Francisco, E-1.
266
menos un santuario mariano. Las peregrinaciones son zonales y se dirigen a los santuarios
marianos de cada vicariato. Para las peregrinaciones marianas infantiles de 2007, el Cardenal de
Buenos Aires recordó a los niños que “la Virgen nos pide que nuestros pies se muevan mucho, que
busquen donde hay tristeza para dar a todos el amor y el cariño que Jesús pone en nuestro
corazón.”155 Se acostumbra que dicha expresión de fe popular de los niños esté acompañada de
gestos solidarios, como la recolección de pañales y libros infantiles para las maternidades y
escuelas carenciadas. Se junta asimismo “intenciones para la Santísima Virgen” que son
depositadas en sus santuarios. Es una acción social, popular, misionera y profundamente mariana,
recuerdos aún están vivos en la memoria del antiguo arzobispo, como se percibe por su entusiasmo
al describirlos en la entrevista: “Es una columna de no sé cuántos chicos… dos mil, tres mil, cuatro
mil chicos o más, que van cantando y haciendo lío por la calle… Entonces, claro, se pone en
ciudad.’ Sucede una o dos veces por año.”156 En pocas palabras: se trata la ciudad como si ella
fuera un gran santuario, se entra en un proceso evangelizador, en un clima religioso, de forma que
la Iglesia llega a muchas partes y personas, a las cuales no llegaría sin esa acción misionera.
155 “Peregrinaciones marianas infantiles,” AICA, 20 agosto 2008, acceso 18 febrero 2017,
http://www.aicaold.com.ar/index.php?module=displaystory&story_id=13360&edition_id=813&format=html&fech=2008-08-20
156 Francisco, E-1.
157 Francisco, E-1.
267
5.1.4 La Desatanudos
primera página, el 14 de diciembre de 2013. Daniel Deckers, columnista del diario, uno de los
principales y más respetados de Alemania, hacía un balance de los desafíos enfrentados por el
nuevo Papa en los primeros meses de su pontificado. El título es alusión explícita a una advocación
de la Virgen María que Bergoglio conoce bien. Como María en esa imagen, sugiere el articulista,
Iglesia en el mundo actual le ha presentado.158 A lo largo de los siglos, la Virgen recibió títulos
muy diversos. No obstante, pocos son tan curiosos como ese que, no hace mucho tiempo, se
difundió en América Latina: “Desatanudos”. Pero más curioso aún es que Mons. Jorge Mario
Bergoglio haya tenido que ver con esa difusión. En varias biografías del Papa actual, inclusive en
el mencionado artículo, se dice que su devoción a María Desatanudos tiene que ver con su estadía
en Alemania, cuando estudió allí para un doctorado que, lamentablemente, nunca pudo concluir.
Y tal opinión era plausible porque la Knotenlöserin es de origen alemán. Bergoglio se habría
encontrado allá con esa imagen, se habría identificado con ella en un momento relativamente árido
y difícil de su vida, en que tal vez había que desatar muchos “nudos”, y trajo consigo esa devoción
“al fin del mundo”, como él mismo denominó a la Argentina en su primera alocución como
Papa.159 Incluso dos días después de dicha alocución en el balcón de la Basílica de San Pedro, el
diario Augsburger Allgemeine informaba con entusiasmo que el nuevo Papa había estado en
158 Daniel Deckers, “Franziskus Knotenlöser,” Frankfurter Allgemeine Zeitung, 14 diciembre 2013.
159 Esta es la teoría difundida en todas las biografías consultadas, incluso en la mejor y más completa de ellas: Austen
Ivereigh, El gran reformador: Francisco, retrato de un papa radical (Barcelona: Grupo Zeta, 2015), 272-273.
268
“Desatanudos” sería muy conocida hoy en Argentina.160 Una de las biografías del nuevo Papa dice
claramente: “Allí, en la iglesia de St. Peter am Perlach, en Augsburgo, una imagen lo conmovió al
punto de despertar en su alma una profunda y silenciosa devoción”161. Y continúa explicando que
a esa devoción “Francisco se apegó mientras iba de un lugar a otro, solitario, durante aquellos días
investigador el Papa Francisco tuvo la oportunidad de deshacer el gran malentendido: “No; nunca
estuve en Augsburgo,”163 respondió tajantemente el Papa a la pregunta sobre si había conocido esa
imagen en la iglesita de St. Peter, en Augsburgo, como dicen las biografías. Y lo explica con gran
precisión: “No; nunca estuve en Baviera. Nunca estuve ahí. Yo estuve en Renania,”164 reitera
Francisco. “El santuario está en St. Peter am Perlach, en Augsburgo. Es bien bávaro. Pero yo nunca
estuve allá.”165
A 67 km. de Munich, capital de Baviera, hacia el noroeste, está la tercera ciudad más grande
de Baviera, Augsburgo, la ciudad donde se halla la pintura, de 1700, que dio origen a la devoción
de la Virgen Desatanudos, y donde el Papa nunca estuvo. La única parte de Alemania que
Bergoglio conoció fue la Renania, nombre genérico para referirse a una región situada al oeste del
país, en las márgenes del Rin medio y bajo, río del cual recibe su nombre. El P. Jorge Mario
Teología St. Georg, situada en Francfort junto al río Meno, que desemboca en el Rin. St. Georg
160Andrea Baumann y Christian Mühlhause, “Was Papst Franziskus in Augsburger machte?,” Ausgburger Allgemeine,
15 marzo 2013, acceso 18 febrero 2017, http://www.augsburger-allgemeine.de/augsburg/Was-Papst-Franziskus-in-Augsburg-
machte-id24452476.html
161 Evangelina Himitian, A vida de Francisco: o Papa do Povo (Rio de Janeiro: Objetiva, 2013), 83.
162 Himitian, A vida de Francisco, 83.
163 Francisco, E-1.
164 Francisco, E-1.
165 Francisco, E-1.
269
pertenece a la Compañía de Jesús. Como es sabido, Bergoglio llegó allí con la intención de estudiar
el pensamiento del sacerdote y teólogo alemán – nacido en Italia – Romano Guardini, que fue
maestro de dos futuros Papas, Pablo VI y Benedicto XVI. Tal vez en aquella época en Alemania
Bergoglio haya leído dos libros importantes de Guardini, El Señor, sobre la persona de Jesús, y
Der Gegensatz, publicado en español con el título Contrasteidad, crítico para con la dialéctica
hegeliana y marxista. Hay quienes especulan que por el modo como se realizó el traslado de
Bergoglio a Alemania y por la manera como fue interrumpida su estadía allí, pocos meses después,
con el abandono de la tesis de doctorado, se podría deducir que Bergoglio habría hecho ese viaje
por orden de sus superiores más que por voluntad propia. Su historia deja entrever años difíciles
en aquella época. Después de haber sido Provincial de los jesuitas en Argentina, con apenas 36
años de edad y tres de sacerdocio, en el agitado tiempo de la dictadura militar, y permanecer como
un líder muy influyente en la provincia en los años siguientes, como rector del Colegio Máximo y
párroco en los barrios pobres de San Miguel, a partir de 1986, con un nuevo gobierno provincial,
fue “sacado de escena”: fue enviado a Alemania para estudiar, y poco tiempo después, con el
doctorado inconcluso, tuvo que regresar a Argentina, ahora al interior del país, para actuar
sencillamente como confesor y director espiritual en una iglesia en Córdoba, decisión considerada
por algunos como la continuación de su “exilio”. En medio de todas esas idas y venidas, puede ser
que el tiempo en Alemania haya sido realmente una etapa árida de la vida de Francisco, un período
lleno de “nudos”. No obstante, no fue allá donde encontró a la Virgen Desatanudos, cuya devoción
él ayudaría a difundir.
Francisco explica, entonces, el origen de ese vínculo: “Me mandaron una felicitación para
Navidad con esa imagen, y me gustó”166. Así de simple. No precisó ir a Alemania para descubrir
166 En otra oportunidad, en un encuentro con un curso de sacerdotes de los Padres de Schoenstatt, en 14/4/2015, en la
Casa Santa Marta, Francisco explicó cómo la estampa llegó a su mano: “Una monja mariana, una provinciala de Alemania, yo la
270
esa imagen que conquistaría su corazón. A partir de entonces, él mismo empezó a enviar mensajes
de Navidad con esa imagen. De hecho, el P. Juan Pablo Catoggio, actual Superior General de los
Padres de Schoenstatt, cuando era Provincial en Argentina solía recibir del Arzobispo de Buenos
En la imagen, María tiene en sus manos una larga cinta; está rodeada de ángeles y bañada
por la luz del Espíritu Santo. A su izquierda, un ángel le entrega la parte de la cinta que está llena
de nudos. María aparece deshaciendo uno de ellos. A la derecha, otro ángel recibe la cinta ya libre
de nudos. La Virgen está pisando una serpiente. Se trata de una pintura sencilla, sin gran valor
artístico, pero con una simbología sugestiva, cuyo significado parece claro: los “nudos” son todo
aquello que complica la vida, las dificultades, los pecados. Y María es quien ayuda a desatarlos.
Cuando Bergoglio recibió la tarjeta con esa imagen, lo que más le llamó la atención no fue
su belleza artística ni su título inusitado, ni la fuerza vital del símbolo. No captaron en primer lugar
su atención los nudos que la Virgen deshace en la pintura, y que representan las situaciones
difíciles por las cuales él y tantos otros hijos de María pasan a lo largo de la vida. En la entrevista
el Papa explica claramente: “Pero me gustó de dónde venía esa imagen: de un texto de San Ireneo
de Lyon, retomado por el Vaticano II.”168 No era, por lo tanto, un motivo sencillamente devocional,
estético o existencial lo que captara la atención y conquistara el corazón de Francisco, sino uno
citando de memoria a Ireneo – “fue desatado por la obediencia de María. Lo que la virgen Eva ató
con su incredulidad, lo desató la Virgen María con su fe.” Y subraya: “El texto es muy antiguo,
conocía de Argentina. [Ella] me mandó para una Navidad un saludo en una estampa. Y yo sentí también que eso tenía un
significado, me gustó, la hice imprimir, la repartí.” (Desgrabación del encuentro, según testimonio personal del investigador.)
167 Juan Pablo Catoggio, testimonio personal dado al investigador.
168 Francisco, E-1.
271
creo que del año 220.”169 En realidad, el texto es más antiguo de lo que Francisco suponía. San
Ireneo vivió entre los años 130 y 202 aproximadamente. Era discípulo de Policarpo, quien a su vez
lo fue de san Juan. Y la tradición nos dice que san Juan fue quien cuidó de María en los últimos
años de su vida. Vale decir, se trataría de una línea “casi directa” con la Santísima Virgen.
Antes de san Ireneo, san Justino (ca. 103-164) había sido el primero en formular el así
llamado “paralelo Eva-María”, la primera teología propiamente mariana desarrollada por los
Padres de la Iglesia. Inspirado en los textos de las cartas paulinas, pero principalmente en el
capítulo 3 del libro del Génesis, que atribuye el pecado a la desobediencia de Adán y Eva, Justino
relaciona la obediencia de la Virgen María con la desobediencia de la virgen Eva antes del pecado:
Porque Eva, cuando era todavía virgen e incorrupta, habiendo concebido la palabra que
recibió de la serpiente, dio a luz la desobediencia y la muerte: en cambio, la Virgen María
concibió fe y alegría cuando el ángel Gabriel le dio la buena noticia de que el Espíritu del
Señor vendría sobre ella y el poder del Altísimo la cubriría con su sombra,…a lo que ella
contestó: “Hágase en mí según tu palabra”. Y de la Virgen nació Aquél al que hemos
mostrado que se refieren las Escrituras, por quien Dios destruye la serpiente.170
que Eva y María tienen algunas características en común. Ambas son mujeres y son vírgenes
cuando reciben las palabras de un ángel: en el caso de Eva, un ángel malo, la serpiente; y en el
caso de María, el arcángel Gabriel. Ambas son madres pues conciben. No obstante, una, por la
desobediencia a la voluntad de Dios, dio a luz la muerte; y la otra, por la actitud contraria, la
San Ireneo, unos años más tarde, desarrollará mejor dicho paralelo: “Encontramos también
obediente a María la Virgen, cuando dice: ‘He aquí tu sierva, Señor: hágase en mí según tu palabra’
(Lc 1,38); a Eva en cambio indócil, pues desobedeció siendo aún virgen. Porque como aquélla,
tuvo un marido, Adán, pero aún era virgen…habiendo desobedecido, se hizo causa de muerte para
sí y para toda la humanidad (Heb 5,9).”171 Pero hay que entrar al pensamiento de Ireneo para
Ireneo explica el sentido salvífico de la Encarnación (el hecho de que el Hijo de Dios se
hizo carne para que el hombre participe de su incorruptibilidad) usándose del paralelo paulino
entre Adán y Cristo, o la doctrina de los “dos Adanes” (el primero Adán es cabeza de la humanidad
pecadora, y el segundo, Cristo, de la humanidad redimida, que muestra al hombre el camino que
debe seguir para ser salvo con Cristo)172. Para mostrar cómo esto acontece, Ireneo se vale de tres
principios soteriológicos, conforme explica Carlos Ignacio González 173: primero el intercambio,
es decir, Dios por amor asume lo nuestro para elevarnos a lo que Él es; segundo la recapitulación
(el término viene de caput, cabeza): hay que volver a poner a Cristo como cabeza de la humanidad
realiza por el proceso de recirculación, es decir, deshaciendo lo que había sido mal hecho por el
primer hombre.175 Como el hombre pecó por desobediencia al Padre y por eso murió, el camino
de Cristo fue obedecer al Padre para con su muerte darnos la vida. En ese contexto aparece su
171 Ireneo de Lyon, “Adversus Haeresis,” III, 22,4, en San Ireneo de Lyon: Contra los herejes (México: Conferencia
Carlos Ignacio González, “Introducción,” en San Ireneo de Lyon: Contra los herejes (México: Conferencia
173
pensamiento mariano, que va a marcar para siempre la historia de la teología, pues pone a María
Cristo: la desobediencia del primer Adán es reparada por la obediencia del segundo Adán por el
cita que el Papa Francisco mencionaba casi de memoria, que se encuentra en el Libro III del tratado
Adversus Haereses, escrito por san Ireneo contra los herejes de su tiempo, probablemente en torno
del año 180 d.C. El nudo es, por lo tanto, la desobediencia a la voluntad de Dios.
La imagen del “nudo” es así muy apropiada para expresar la “recirculación que hay de
María a Eva”: lo que fue hecho mal en el pasado debe ser corregido volviendo a recorrer el mismo
camino seguido en un primer momento, pero ahora hay que recorrerlo en forma correcta. Ireneo
está, pues, convencido de que en María se cumple el así llamado protoevangelio (Gn 3,15, primera
176 Dicho en otros términos: el primer nudo es el pecado de los primeros padres, Adán y Eva. Y el segundo es el camino
inverso, hecho por Jesús y María, que desata el primer nudo. En realidad, el “segundo nudo” es la “desatadura” del primero.
177 Ireneo, “Adversus Haereses,” Libro III 22,4, énfasis mío.
274
serpiente.178 De esta forma, como la desobediencia de Eva hizo posible el pecado de Adán, la
obediencia de María tiene valor soteriológico, ya que hizo posible la obediencia salvífica de Cristo
al Padre. Además,
Así Ireneo inició un camino que seguirán muchos otros Padres de la Iglesia: Lo que la
virgen Eva ató por su incredulidad, la Virgen María lo desató por su fe. Son los primeros signos
subordinada y en forma de servicio, pero una asociación de hecho, ya que como ambos sexos
habían colaborado al inicio en el pecado, así también estuviesen uno al lado del otro en su
reparación.180 En el libro V del mismo tratado, el santo de Lyon continúa desarrollando ese
paralelo: por la obediencia de Cristo y María en el árbol de la cruz fue desatado el nudo atado por
la desobediencia de Adán y Eva en el árbol del paraíso: “Fue disuelta la seducción por la cual
había sido mal seducida la virgen Eva destinada a su marido, por la verdad en la cual fue bien
evangelizada por el ángel la Virgen María ya desposada…, a fin de que la Virgen María fuese
abogada de la virgen Eva.”181 Y termina empleando la imagen de “ser atado a la muerte” por Eva
Y para que, así como el género humano había sido atado a la muerte por una virgen, así
también fuese desatado de ella por la Virgen, y que la desobediencia de una virgen fuese
178 Ireneo, “Adversus Haereses,” Libro III, 23,7; IV, 40,3; V, 19,1; 21,1.
179 Carlos Ignacio González, “Introducción.”
180 Ireneo, “Adversus Haereses,” Libro V, 19,1; 21,1.
181 Ireneo, “Adversus Haereses,” Libro V, 19,1.
275
compensada por la obediencia de otra virgen; si pues el pecado de la primera creatura fue
enmendado por el recto proceder del Primogénito, y si la sagacidad de la serpiente fue
vencida por la simplicidad de la paloma (Mt 10,16), entonces están desatados los lazos por
los que estábamos ligados a la muerte.182
veces difíciles de entender al que no está familiarizado con el lenguaje de la patrística, pero que
revelan el sentido teológico más profundo y recóndito de esa imagen tan popular de María
“Desatanudos”. Tal vez justamente por eso atraiga tanta gente, como atrajo al Cardenal Bergoglio.
Esta advocación tiene, pues, un origen mucho más antiguo de lo que se imagina. “Esa es la primera
entusiasmo. “Me gustó la imagen, me gustó esto de que ella, al traer a Cristo, desate los nudos.
Hoy hay tantos racionalistas…”183 se lamentó el Papa, sin completar la frase. Probablemente se
refería a tantas personas racionalistas que, dentro y fuera de la Iglesia, no tienen la sensibilidad
necesaria para entender el pensamiento simbólico. Pero él sí, él comprendió la hermosa simbología
que había en esa pintura: “Me gustó la imagen, pedí más y me mandaron. Entonces me gustó
mucho, la hice imprimir en Buenos Aires y sugerí que la Universidad El Salvador la mandara como
felicitación navideña”. De esta manera la imagen se fue propagando por la ciudad y no hay dudas
de que Bergoglio colaboró con la difusión de esa devoción. De hecho, siempre que era posible la
enviaba para Navidad. Y no encontró nada mejor que usarla como “santito”, cuando el 27 de junio
de 1992 recibió el orden episcopal por imposición de las manos del Cardenal Quarracino, de Mons.
estampitas recordatorias de ese importante momento. “Llamó la atención. Nos sorprendió a todos.
No sabíamos bien de qué se trataba. Algunas [personas] la conocían por haber visto ya una imagen
de María Desatanudos, pero para la mayoría fue una sorpresa,” testimonió más tarde el P. Omar
fue la pintura de una réplica del cuadro original y su entronización en el altar lateral de una iglesia
en Buenos Aires: “Una pintora de Buenos Aires pintó una copia muy linda, que hoy está en San
José del Talar. Y entonces esa parroquia se transformó en una especie de santuario de la Virgen
Desatanudos.”185 Se refiere a Ana María Betta de Berti, a quien él mismo le había regalado una de
tales estampitas. En aquella época, comienzos de los años noventa, Ana María trabajaba en el
espiritual en la institución. Siempre que podía distribuía aquellas imágenes entre los fieles que
venían a él pidiendo orientación y consuelo.186 La Virgen que desata los nudos de la vida personal,
familiar, laboral y comunitaria conquistó en esa época muchos corazones; entre ellos, el de Ana
María. La pintora relata que se dedicó con cuerpo y alma a dar vida a la réplica que – sin que ella
se lo imaginara – sería decisiva para la vida de tantas personas que se veían obstaculizadas por
nudos en sus vidas. Ana María dedicó a esa difícil tarea todo su tiempo libre y los fines de semana
de septiembre, octubre y noviembre de 1996. “Ciertamente, cuando recibió las estampitas por
correo y las distribuyó entre amigos y personas próximas, Bergoglio no imaginaba que estaba
dando comienzo a ese movimiento espiritual que en poco tiempo se difundiría en el sentir religioso
desatando, uno tras otro, los nudos que nos separan del bien. Y así la cinta pasa de un ángel a otro ángel que nos señala la cinta ya
sin nudos, diciéndonos así que oremos con confianza porque seremos escuchados.”
277
de su pueblo”187, declara Betta di Berti. Ella misma jamás se hubiera imaginado lo que aconteció
después, que su obra pasaría a ser un instrumento tan valioso para que tanta gente pudiera confiar
Antes de terminar el año 1996, algunos meses después de ser nombrado párroco de la
iglesia de San José del Talar, en el barrio porteño de Agronomía, el P. Rodolfo Arroyo recibió la
visita de tres devotos de la Virgen Desatanudos que buscaban una iglesia donde colocar el cuadro
de Betta di Berti, con la esperanza de que más personas recibiesen las bendiciones que ellos habían
recibido gracias a esa devoción. Para no decirles inmediatamente que no, el párroco dijo que iba a
consultar al arzobispo, el Cardenal Quarracino, quien le respondió con la franqueza que le era
típica: “Soy devoto de la Virgen de Luján. La Desatanudos es de Bergoglio. Vaya a verlo a él.”188
El sacerdote quedó desconcertado al escuchar la respuesta del entonces Obispo Auxiliar. Con su
habitual discreción, Bergoglio le dijo: “No me meta en eso; yo sólo traje una estampa de la imagen.
Pero si Quarracino lo autoriza, siga adelante, es una hermosa imagen.”189 Entonces el P. Arroyo
aceptó recibir a la “Desatanudos”, destinándole una pared lateral de su iglesia que se hallaba libre.
imaginaba por entonces el movimiento que aquel acto generaría. Entre incrédulo y sorprendido, el
párroco recién llegado experimentó una transformación radical en su trabajo pastoral; vio que su
feligresía pasaba de un máximo de cien personas a una multitud de diez mil fieles por semana. A
tal punto llegó la exigencia que tal actividad le planteó, que un tiempo después tuvo que pedir el
traslado a una parroquia más chica. “Nadie se imaginaba tanta devoción, pero hubo una explosión.
La gracia que concede, la de desatar nudos en cadena, es muy estimada, pero la Virgen también se
manifiesta como madre. Es una advocación mariana muy humana, muy próxima, muy
maternal,”190 explica el P. Omar Di Marco, uno de los párrocos que sucedieron a Arroyo. Hoy son
millares de fieles que confían los “nudos” de su vida personal, familiar y laboral al cuidado de esa
Madre, a fin de que ella, pacientemente, los ayude a desatarlos. Los días 8 de diciembre, fiesta de
la Inmaculada Concepción, más de sesenta mil peregrinos se dirigen a la iglesia de San José del
Talar, hoy “santuarizada”, para visitar a la Virgen. Se calcula que cada fin de semana, o bien los
días 8 de cada mes, llegan alrededor de diez mil fieles procedentes de todas partes del país. El
propio Cardenal acudió muchas veces al santuario. Cuando ofició misa el 8 de diciembre de 2011,
por ejemplo, explicó en su homilía el sentido de esa devoción mariana: “Dios, que derrocha su
gracia para sus hijos, quiere que nos confiemos a Ella, que le confiemos los nudos de nuestros
haciendo más conocida y venerada en toda la América Latina e incluso en su “tierra natal”,
Alemania. Por ejemplo, a Campinas, Brasil, llegó en octubre de 1999 y su santuario es muy
visitado. Desde allí la devoción se difundió por todo el país. Esa tendencia ha aumentado desde la
elección de Francisco. En relación con ese desarrollo de la devoción, Bergoglio habría expresado:
“I have never felt myself so much an instrument in the hands of God; of having been a simple
Alejandro Bermúdez, (San Francisco: Ignatius Press, 2013), 91. El investigador no tuvo acceso a la versión en español: Alejandro
Bermúdez, Francisco nuestro hermano, nuestro amigo (Madrid: Cristiandad, 2014).
279
La Virgen Desatanudos es considerada por algunos como patrona del matrimonio y de los
conflictos, lo que está relacionado con la historia del origen de la pintura, pues fue encomendada
desarmonía familiar. Johann Georg Melchior Schmidtner (1625-1705), pintor de arte sacro bávaro,
fue elegido para realizar la obra. Éste se inspiró en el texto de san Ireneo y representó plásticamente
las ideas allí contenidas en el cuadro María Knotenlöserin. El Papa Francisco conoce algo de esa
historia, pero en la entrevista en Santa Marta no entró en detalles. Sólo explicó lo siguiente:
En relación con la imagen, es barroca, sencilla, bávara, de 1700. Según dicen, el pintor se
llevaba mal con la mujer, y vivía eso como un nudo. Le cayó en manos el texto de Ireneo.
Y entonces empezó a rezarle a la Virgen para que le desatara esos nudos, y como era pintor
– pintor común, no era un gran artista, porque la imagen no es una cosa muy especial – le
prometió a la Virgen pintar la imagen ésa para que le desatara el nudo con su mujer y se
llevaran mejor. Y por eso, abajo, si te fijás, está la imagen de Rafael con Tobías, a quien el
ángel lleva a buscar a su mujer, a encontrarse con la que va a ser su mujer. Ése parece haber
sido el origen de la imagen.193
Existen, sin embargo, otras versiones. Una de ellas, que probablemente mezcla varias otras,
cuenta que, a comienzos del s. XVII, el noble Wolfgang Langenmantel y su esposa, Sofía,
divorciarse, fueron a ver al P. Jakob Rem (1546-1618), sacerdote jesuita que vivía a 10 km al norte
de Augsburgo, muy conocido en la región por su gran devoción mariana y sus sabios consejos.
Fueron cuatro visitas a ese sacerdote a lo largo de veintiocho días, a fin de rezar con él y recibir
sus consejos. Durante la última visita, el P. Rem estaba rezando delante de la imagen de la Virgen
cinta blanca que significaba precisamente su unión. Tal práctica se conserva aún en algunas culturas y con formas diferentes.
280
María. Mientras hacía eso, fue desatando uno a uno los nudos que había en la cinta y ésta tomó un
color blanco brillante. Luego de ese tiempo de oración e intervención de la Virgen, los cónyuges
recordar ese episodio familiar, el P. Hieronymus pidió a Schmidtner que pintase el cuadro que se
conserva hasta hoy en la iglesia de St. Peter am Perlach, en Augsburgo. 195 Según esta versión de
la historia del cuadro, el artista representó entonces a la Virgen desatando los nudos de una cinta
Tobías, como dice la versión conocida por Bergoglio – guiado por el Arcángel Rafael en su camino
de resolución de su crisis matrimonial. Ambas versiones, sin embargo, toman en cuenta el bello
Como se aprecia, esta versión hace poco hincapié en la relación de la pintura con el texto
de san Ireneo de Lyon. Para el Papa Francisco, por el contrario, el texto de san Ireneo fue muy
importante. En este sentido recalca que conoció no sólo la imagen sino la imagen con el texto, y
fue precisamente el texto lo que más lo inspiró. Es consciente de que la imagen atrae a las personas,
María que desata los males, los daños, los nudos, les evoca a los fieles los males que pueden
padecer, ¿no? Pienso que eso atrae mucha gente. Pero es bien patrística la cosa: San Ireneo de
Lyon, retomado por el Vaticano II textualmente.” Y reitera: “Está en el texto del Concilio. Podés
195 Mario Ibertis Rivera, “Virgem Maria Desatadora dos Nós: da história verdadeira,” Desatadora, acceso 18 febrero
2017, http://www.desatadora.com.ar/titulo-p.htm; “Nuestra Señora Desatanudos: patrona de los matrimonios y conflitos”,
Corazones, acceso 18 febrero 2017, http://www.corazones.org/maria/desatanudos/nuestra_senora_desatanudos.html.
196 Tb 8–11.
197 Francisco, E-1.
281
de ése y otros textos de san Ireneo, como destacaba el Santo Padre. El contexto es la misión activa
Encarnación del Verbo no fue pasiva. Así como Eva colaboró activamente siendo “causa de
perdición” para la humanidad, “atando el nudo” de la condenación, así María con su obediencia a
la voluntad de Dios puede ser considerada “causa de salvación”, siempre en dependencia de Jesús,
En la mencionada entrevista, antes de pasar a otro tema, el Papa quiso comentar que reza
todos los días una oración a la Virgen Desatanudos: “Ah! Todos los días yo le rezo la oración, muy
bella, que hizo un jesuita que después fue de misionero a Japón.”199 Se debe tener en cuenta, en la
espiritualidad es popular, y esto él lo aprendió con el pueblo. Por eso, además del trasfondo
destacar también el valor pastoral que él supo dar a esa devoción mariana, apoyado en las
inspiraciones del Espírito Santo tanto a él mismo como al santo pueblo fiel de Dios, que se encargó
de difundirla. El P. Juan Carlos Scannone, uno de los “teólogos del pueblo” y profesor del joven
198 “Con razón, pues, piensan los Santos Padres que María no fue un instrumento puramente pasivo en las manos de
Dios, sino que cooperó a la salvación de los hombres con fe y obediencia libres. Como dice San Ireneo, ‘obedeciendo, se
convirtió en causa de salvación para sí misma y para todo el género humano’. Por eso no pocos Padres antiguos afirman
gustosamente con él en su predicación que ‘el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María; que lo
atado por la virgen Eva con su incredulidad, fue desatado por la virgen María mediante su fe’; y comparándola con Eva, llaman a
María ‘Madre de los vivientes’, afirmando aún con mayor frecuencia que ‘la muerte vino por Eva, la vida por María’.” LG 56.
199 Francisco, E-1. Si bien existen muchas oraciones a la Virgen Desatanudos que circulan por Internet, Bergoglio se
refiere a ésta que fue ampliamente difundida en Argentina, junto a una novena, y a partir de allí se divulgó por muchas partes del
mundo: “Santa María, Desatadora de nudos; Santa María, llena de la presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con
toda humildad la voluntad del Padre, y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones. Ya junto a tu Hijo
intercediste por nuestras dificultades y, con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de
nuestras vidas. Y al quedarte para siempre como Madre Nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al
Señor. Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, Tú que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida,
te pedimos que nos recibas en tus manos y que nos libres de las ataduras y confusiones con que nos hostiga el que es nuestro
enemigo. Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal, Señora Nuestra, y desata los nudos, que impiden
que nos unamos a Dios, para que libres de toda confusión y error, lo hallemos en todas las cosas, tengamos en Él puestos nuestros
corazones y podamos servirle siempre en nuestros hermanos. Amén.” Eduardo Mattos, Desatadora: a Virgem que o papa
Francisco converteu em fenômeno de fé (Campinas: Editora MM, 2016), 139-141.
282
Jorge Mario, como ya se mencionó, considera el “caso de la Virgen Desatanudos” como una
referencia importante a la hora de comprender profundamente el perfil pastoral del Papa Francisco
y su acentuada atención al “pueblo”: “It is a sociological phenomenon, but, more than anything, a
presente investigación: “So many things are being said about the Pope, but I do not think much
has been said about this devotion [la Desatanudos] until now. I think it is a very interesting topic;
it gives theological and pastoral value to popular piety and the inculturation of the Gospel.”201
Después de reconocer que puede haber diferencias entre los países, aunque siempre hay en común
la devoción mariana, Scanonne sigue con su argumentación: “I think this helps us to understand
the importance Bergoglio gives to the people, and above all to the faithful people and even more
to the poor, because it is united to the preferential option for the poor.”202
Con la anterior afirmación de Scanonne se puede introducir bien otro tipo de experiencias
de Mons. Bergoglio con la piedad popular. Como ya se ha mencionado, la atención a los pobres
fue una constante en la vida del entonces Arzobispo de Buenos Aires, que llegó a crear un vicariato
especial para la atención de los barrios pobres de la periferia, de las villas miseria, como se los
llama en su país natal.203 Francisco visitaba mucho esos lugares, llegaba a pie, daba apoyo a los
200 “Father Juan Carlos Scanonne, SJ,” en Pope Francis: our brother, our friend, as revealed in interviews, ed. y trad.
perspectiva histórica ver: Juan Gutiérrez, La fuerza histórica de los villeros (Buenos Aires: Jorge Baudino, 1999), 92-95.
283
religiosas con ellos. El P. Pepe, uno de los principales referentes de los sacerdotes villeros, relata
que una vez que estuvo amenazado por narcotraficantes, el Cardenal Bergoglio llegó de sorpresa
a visitarlo, caminando solo por las calles de la villa miseria. “¿Qué está haciendo usted aquí?” Le
el P. Pepe y otros cuatro curas villeros señalan que el Cardenal es un gran enamorado de la piedad
del pueblo, “un fanático de la religiosidad popular”205. Recuerdan que era común, durante las
confesiones, sin que los jóvenes peregrinos supieran que era el arzobispo. También era común,
comentan, verlo llegar de improviso a un comedor popular o a una fiesta de la Virgen en alguna
Por su convivencia con esos sacerdotes y el apoyo brindado a ellos, se llegó a pensar en
Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), extinguido con la dictadura, muy activos en los años
setenta y muchas veces identificados con el peronismo o con la guerrilla. Como ya se comentó ad
supra, algunos de ellos buscaron su base ideológica en un tipo de teología que apelaba a categorías
marxistas para el análisis de la sociedad, pudiendo llegar incluso a defender la lucha de clases,
ideas con las cuales Bergoglio no transigía. Por otro lado, se debe reconocer que la preocupación
y la insistencia de Bergoglio respecto de los pobres y de la pobreza son muy parecidas a las de la
así llamada “teología de la liberación”, iniciada por el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez y
ampliamente difundida, entre otros, por el teólogo brasileño Leonardo Boff. Francisco también
204 Laura di Marco, “Curas villeros: predicadores de la Teología del Pueblo,” La Nación, 9 mayo 2010.
205 Laura di Marco, “Curas villeros: predicadores de la Teología del Pueblo,” La Nación, 9 mayo 2010.
284
promueve la liberación de los pobres de las injusticias a las que están sometidos y la transformación
sido tachado de marxista por algunas corrientes conservadoras dentro de la propia Iglesia.
Sin embargo, la forma con que Bergoglio se relaciona con los pobres y enfrenta los desafíos
sociales parece acercarlo más a sus compatriotas argentinos de la “teología del pueblo” que a la
corriente clásica de la teología de la liberación. Ese tema ya fue introducido ad supra en el capítulo
respecto a las influencias teológicas que marcan y respaldan la acción del Papa Francisco. Aquí
interesa solamente describir los hechos. Y uno de los más sobresalientes es la constatación de que
para Mons. Bergoglio el cuidado de los pobres está íntimamente relacionado con la riqueza de la
piedad popular y los recursos espirituales y culturales que ella entraña. Por eso, como el amor y
la entrega a María forman parte del más genuino sustrato de la piedad popular católica, es
imposible pensar la evangelización de los pobres y a partir de los pobres sin una clara referencia
con los actuales curas villeros. En la entrevista mencionada, no dudan en inscribirse en la “teología
diagnósticos que se imponen desde arriba para abajo. Es una hermenéutica del pueblo pobre,
escaso de riqueza, mas no de saber. “Aquí no existe izquierda ni derecha, existe tener agua, luz,
vivir mejor”, indica el P. Gustavo Carrara, párroco de Bajo Flores. Con frecuencia los conceptos
206 EG 177-258.
285
con la realidad de la pobreza. En cambio, sí lo hace la piedad popular, argumenta dicha corriente.
Se trata de una teología que toma en serio el sentido de la espiritualidad popular y la profunda
piedad tradicional de las personas comunes. Tanto en la teología europea como en la teología de
la liberación, en general, se ve esa piedad con desconfianza. En el mejor de los casos es apenas
Hermano en religión de Bergoglio, el jesuita uruguayo Juan Luis Segundo, gran exponente
transformación social.207 Para los curas villeros, en cambio, la piedad popular es un lugar teológico
y un trampolín para esa transformación. El Papa parece compartir esa misma línea de pensamiento.
En otra entrevista, el mismo P. Pepe describe cómo su obispo solía ir en ómnibus a las
villas y pasar por las calles saludando a la gente: “For him, that was the most beautiful moment,
so that I would say that the slums and sanctuaries, for him, were the places where he felt most
comfortable.”208 El cura villero cree que algunas de las mayores contribuciones de su antiguo
obispo a la Iglesia son justamente su testimonio de cercanía a los barrios pobres y la comprensión
de que el pobre no es alguien simplemente para ser ayudado, sino que se debe aprender de ellos,
en alusión al texto evangélico: “Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
207 “Juan Luis Segundo hace una crítica negativa de la religiosidad popular, pues considera una ilusión que esta pueda
contribuir a un cristianismo maduro.” Germán Neira, Religión popular católica latinoamericana: tres líneas de interpretación
(1960-1980) (Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 2007), 40; Cristián Johansson Friedmann, Religiosidad Popular entre
Medellín y Puebla: antecedentes y desarrollo, Tesis doctoral presentada en la Pontificia Universidad Católica de Chile (Santiago:
Anales de la Facultad de Teología, 1990), 253.
208 “Father José María ‘Pepe’ di Paola,” en Pope Francis: our brother, our friend, as revealed in interviews, ed. y trad.
Alejandro Bermúdez, (San Francisco: Ignatius Press, 2013), 126, énfasis mío.
209 Mt 11,25.
286
pueblo está arraigada en su cultura y que ésta es fundamentalmente cristiana y mariana. Por esto,
cuando el P. Pepe empezó a trabajar en una villa donde la mayoría de la población era de origen
paraguayo, “with funding from Bergoglio he sent a group of local people to Paraguay to bring back
an icon of that country’s patron saint, Our Lady of Caacupé…Pepe then paraded the icon around
the alleyways of the shanty town. Cheering crowds gathered on such a scale that Bergoglio held a
special Mass for the people of the slum – but invited then into the city’s cathedral to celebrate
it.”210 Cuando la gente volvió a la villa, llevando la imagen de la Virgen, “Bergoglio, wearing a
poncho, slipped surreptitiously in among the procession. The arrival of the icon of the Virgen
created a new mood in the shanty town. Amid a new sense of common heritage among the shanty-
dwellers the fierce fighting between rival gangs reduced. Co-operation on schemes to improve the
pueblo, pero también enfrentando las causas de la pobreza y dando más calidad de vida a la gente.
Los curas villeros dan constante testimonio de que, no solamente ayudan al pueblo, sino
que aprenden con él, confesando su ignorancia respecto al real sentimiento del pueblo. P. Jorge
Vernazza, uno de los más conocidos, dice que llegó a la villa creyendo “that ‘authentic faith’ would
be defined more by evangelical think tanks than by ‘the richness of the devotion of the people’.”212
Sin embargo, la realidad de la vida en la villa lo confrontó con lo que él entiende como un
210 Paul Vallely, Pope Francis: untying the knots (London et al.: Bloomsbury, 2013), 136.
211 Vallely, Pope Francis, 136-137.
212 Vallely, Pope Francis, 137.
287
‘from outside to give lessons’ and looked askance at the statue-kissing, processions, and the like.
The slums priests, by contrast, had ‘seen and followed the faith of the people, their way of living
and expressing it’ and been changed by it. ‘Liberation has to start with people, not an ideology and
not with charity’.”213 Otro sacerdote diocesano, que estudió en el Colegio Máximo cuando
Bergoglio era rector, ha llegado a la siguiente conclusión, que seguramente podría ser confirmada
por su antiguo rector: “To disregard popular faith, he said, is, in a way, to disregard the option for
the poor.”214 El Padre Pepe cuenta que, en las villas, las capillas y ermitas son “referentes religiosos
Éste es el trabajo de los curas villeros, que Mons. Bergoglio tanto apoyó. A esa vicaría – y
no a estudiar a Roma – enviaba a sus mejores sacerdotes. Un trabajo que define como “una
presencia pastoral entre los pobres, desde una hermenéutica del Evangelio...[pues son] los curas
que simplemente vivían por vocación sacerdotal entre los pobres”, distinguiéndolos de “algunos
que hacían teología con hermenéutica marxista.”216 Eso no significaba, sin embargo, que estos
curas no tuvieran que actuar políticamente. Mons. Bergoglio apoyó y acompañó a su equipo de
curas villeros, cuando hizo una huelga de hambre en enero de 1996 para evitar que una nueva
autopista pasara por la Villa 31, destruyendo varias manzanas del barrio. Fueron tachados de
en las villas miseria haya estado vinculado al MSTM217, “los tiempos eran otros, y los curas villeros
habían cambiado”218. Y Bergoglio había ayudado a producir ese cambio. “Los jóvenes sacerdotes
ya no eran izquierdistas que enfrentaban ‘la Iglesia de los Pobres’ a la jerarquía, sino que se veían
pobres.”219 El Padre Pepe se refiere a la unidad entre compromiso social y religioso en las villas:
De esta forma, apoyando y participando de esas iniciativas, la opción de Bergoglio por los
pobres era real y, más que por sus palabras, se notaba en los hechos, marcados por “su inmensa
caridad pastoral”221: en sus decenas de visitas a las villas, en las ayudas a tantas personas anónimas
necesitadas de apoyo material y espiritual, en el apoyo a los sacerdotes en crisis, etc. Pero,
prioritariamente, “su centro de interés se hallaba tanto en las villas miseria como en los santuarios
tradicionales”222, como sintetiza uno de sus principales biógrafos. Villas y santuarios, dos de sus
Por su nota mariana, se destaca uno: “Muere la madre de una monja y él acude al velorio, no para oficiar el servicio, sino solo
para sentarse ahí y rezar el rosario.” Carlos Galli citado en Ivereigh, El gran reformador, 311.
222 Ivereigh, El gran reformador, 311.
289
Bergoglio como obispo de Buenos Aires (5.1), lo que abarca el periodo de 1992 a 2012, la
Obispo de Roma (5.2), desde su elección en 13 de marzo de 2013 hasta el cuarto aniversario de su
son nuevas y, en general, tienen sus raíces en los años anteriores. Conviene recordar que los
se concentrará en sus textos y palabras. Aunque, como ya se dijo, es imposible separar totalmente
los hechos de los discursos, el acento recae aquí en las vivencias de piedad mariana, que “le nacen”
espontáneamente al Papa, que son parte de su piedad personal que, consciente o inconscientemente
él transmite ahora a la Iglesia Universal. De ahí también que lo que se recoge en estos capítulos
son, en general, relatos más testimoniales, entrevistas o anécdotas de la vida del Papa. Se han
elegido cinco vivencias marianas: su vinculación a la Salus Populi Romani (5.2.1), algunas
Basílica de Santa María la Mayor, lugar del primer templo cristiano dedicado a la Santísima Virgen
por el papa Sixto III el año 431, después del Concilio de Éfeso, en el que María fue proclamada
Theotokos. Ése era uno de los pocos lugares que Bergoglio conocía y visitaba con frecuencia
cuando iba a Roma: “Yo no conozco Roma. Son pocas las cosas que conozco. Entre éstas está
Santa María la Mayor: solía ir siempre”, reveló en una entrevista concedida al jesuita Antonio
Spadaro.223 Aquel 14 de marzo estaba él allí de nuevo y llevaba flores en las manos.
no desaparecerían siendo Papa. Llevar flores a María es una de ellas. Como ya se mencionó, en
Buenos Aires las llevaba todos los 24 de mayo al camarín de Nuestra Señora Auxiliadora. En
Roma no fue difícil encontrar otro lugar. “El primer acto del Papa Francisco: un ramillete de flores
para la Virgen”224, publicaron los noticieros, aún aturdidos por la elección y sin saber qué esperar
del nuevo pontífice. En ese primer acto no oficial fuera de la Ciudad del Vaticano, Francisco
revelaba algo más de su corazón, de su piedad personal y de la actitud interior con que quería
enfrentar el desafío humildemente asumido ante el Señor y su Iglesia el día anterior. Ciertamente
fue de esos actos espontáneos, no calculados, que “le salen de adentro”, como suele decir. Llegó
alrededor de las ocho de la mañana a la sacristía de la basílica Santa María la Mayor, atravesó la
nave central hasta llegar a la imagen de Santa María, un hermoso ícono bizantino conocido con la
advocación de Salus Populi Romani. Entonces depositó a los pies de la imagen, sobre el altar, un
ramo sencillo compuesto por una orquídea violeta rodeada de flores de diversos colores. Rezó
223 Antonio Spadaro, “Entrevista al Papa Francisco,” 19 agosto 2013, acceso 18 febrero 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/september/documents/papa-francesco_20130921_intervista-spadaro.pdf
224 Sergio Mora, “El primer acto del Papa Francisco: un ramillete de flores para la Virgen,” Zenit, 14 marzo 2013,
cerca de diez minutos de rodillas y concluyó el homenaje con el canto de la Salve Regina. Un
pequeño ritual que se repetiría muchas veces durante su pontificado. De hecho, cada vez que está
por realizar un gran viaje, por lo general viajes internacionales, Francisco va a Santa María la
Roma.225 Una visita privada, no oficial, sin programas ni discursos, sino expresión de un puro y
sencillo acto de piedad mariana. Es también un acto de piedad popular ya que es exactamente lo
que hace cualquier peregrino, miembro del santo pueblo fiel de Dios, que se dirige a un santuario
Una antigua tradición relata que ese ícono de la Virgen habría sido pintado personalmente
por el evangelista san Lucas, en un trozo de la mesa de la última cena de Jesús con sus apóstoles
o bien, de una mesa construida por Jesús que la Virgen María habría guardado. Sin embargo, los
estudiosos lo sitúan en el s. VIII y algunos dicen que, tal como la tenemos hoy, no se encontraba
antes del s. XIII.226 Aquí interesa destacar el hecho de que la basílica donde se encuentra ese ícono,
además de ser – por prioridad y tradición histórica – el lugar más mariano de Roma por excelencia,
querido y visitado por muchos papas, fue uno de los lugares preferidos de Bergoglio en Roma y
225 “El Pontífice tiene como costumbre rezar ante la imagen de la Salus Populi Romani (Protectora del Pueblo Romano)
antes de iniciar y después de concluir sus viajes internacionales.” “Papa Francisco reza en Santa María la Mayor para
encomendar su viaje a Suecia”, ACI Prensa, 29 octubre 2016, acceso 18 marzo 2017, https://www.aciprensa.com/noticias/papa-
francisco-reza-en-santa-maria-la-mayor-para-encomendar-su-viaje-a-suecia-18661/
226 “Some authorities claim the Salus Populi Romani image can be traced to the post-iconoclastic period of the eighth
century. Others indicate that the image, as we know it today is not found earlier than the thirteenth century. At latest by the
fifteenth century, it was honored as a miraculous image.” M. Jean Frisk, “Salus Populi Romani: Protectress of the Roman
People,” University of Dayton, acceso 18 marzo 2017, https://udayton.edu/imri/mary/s/salus-populi-romani.php
227 “O Papa Francisco, entre visitas públicas e privadas, já foi mais de vinte vezes saudar Maria nesse templo romano,
ao qual nunca deixa de ir antes e depois de suas viagens pontifícias.” “Maria Salus Populi Romani e o milagre da neve,” Aleteia
Brasil, 5 agosto 2016, acceso 18 de marzo 2017, http://pt.aleteia.org/2016/08/05/5-de-agosto-maria-salus-populi-romani-e-o-
milagre-da-neve/
292
Interesa, además, destacar el valor simbólico del título de la imagen venerada en ese lugar:
Salus Populi Romani. Las tres palabras tienen un significado que, conscientemente o no, marcan
darse cuenta – la importancia que estas tres palabras tienen para él y para el pontificado que se
inauguraba. Un paralelo entre el significado de cada una de ellas con el breve discurso de Bergoglio
- Salus: significa literalmente salud, salvación, pero también suele ser entendida como
protectora del pueblo romano. La imagen de María como protectora, que cubre al pueblo
con su “manto protector” es, sin duda, una de las preferidas de Bergoglio, como se verá ad
infra (5.2.4). En el balcón de San Pedro su primer pedido fue una oración por el Obispo
emérito, Benedicto XVI, “para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo proteja.”228 Fue la
se volverá aún ad infra (capítulos 6 y 7). En su primer discurso dijo: “Ahora comenzamos
este camino: Obispo y pueblo.”230 Palabras sencillas pero programáticas, confirmadas por
un gesto que sorprendió a todos, tal vez menos a los que ya lo conocían “del fin del mundo”,
228 Francisco, “Primer saludo del Santo Padre Francisco, balcón central de la Basílica Vaticana” 13 marzo 2013, acceso
desde dónde los cardenales fueron a buscarlo231. “Antes de que el obispo bendiga al pueblo,
yo quiero que recéis para que el Señor me proteja: la oración del pueblo, pidiendo la
bendición para su Obispo.”232 Y se inclinó para recibir la oración del pueblo. Nuevamente:
- Romani: es el pueblo romano, de quien María es protectora. Tampoco es casual que el Papa
visite con frecuencia a la patrona de los romanos. Su primera aparición pública fue “una
Roma” y, al pueblo, como la “Iglesia de Roma”, sus diocesanos de “esta ciudad tan
hermosa”: “El deber del cónclave era dar un Obispo a Roma…La comunidad diocesana de
Roma tiene a su Obispo… quisiera rezar por nuestro Obispo emérito…[Comenzamos] este
camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside en la caridad a todas las Iglesias.”234
Ésta última expresión es alusión directa a Ignacio de Antioquia (ca. 35-109)235, volviendo
a las fuentes patrísticas para entender el lugar del Obispo de Roma respecto a las demás
231 “Noi che conosciamo il suo apprezzamento per il popolo fidele di Dio – che comporta al tempo stesso un modo
specifico di concepire la Chiesa, cioè il reconoscimento del senso della fede del popolo e del ruolo dei laici in esso – non ce ne
siamo meravigliati” Juan Carlos Scanonne citado en Gisotti, “Popolo,” 233.
232 Francisco, “Primer saludo.”
233 Palabras de Mons. Odilo Scherer, Cardenal Arzobispo de San Pablo, refiriéndose a la renuncia de Benedicto XVI,
pero que bien pueden aplicarse también al primer discurso de Francisco: Rafael Alberto, “Renúncia foi aula de eclesiología,”
Zenit, 5 marzo 2013, acceso 18 febrero 2017, https://pt.zenit.org/articles/renuncia-foi-aula-de-eclesiologia/
234 Francisco, “Primer saludo.”
235 “Iglesia, además, que preside en la capital del territorio de los romanos…y puesta a la cabeza de la caridad,
seguidora que es de la ley de Cristo y adornada con el nombre de Dios.” Ignacio de Antioquía, “Epístola a los romanos,” en
Padres apostólicos y Apologistas griegos (séc. II), ed. Daniel Ruiz Bueno (Madrid: BAC, 1967), 474.
294
desapercibida para los oyentes, dentro236 y fuera237 de la Iglesia, dando pistas para una
“conversión del papado”238, como él mismo vendría a formular, una nueva “forma de
ejercicio del ministerio petrino”239, como ya había pedido su antecesor Juan Pablo II. Sin
excluir su misión universal, su primera tarea y principal título es ser “obispo de Roma”240.
No está claro si Francisco está plenamente consciente de todas esas asociaciones implícitas
en el título de la Virgen Salus Populi Romani. Sin embargo, al penetrar en la piedad y la teología
practicada por el Papa desde el primer día de su mandato, no resulta extraño que él tenga tanto
cariño por ella y peregrine constantemente a visitarla. Es, sin duda, una advocación mariana muy
Víctor Fernández, uno de los grandes conocedores del Papa Francisco, no duda en indicar
la relación que existe entre la práctica de visitar la Salus Populi Romani y la teología del primer
papa argentino. Refiriéndose a la piedad popular mariana de Bergoglio, Fernández afirma en una
confianza muy filial y muy firme en María… como cuando va a la Salus Populi Romani… Porque
él podría ir a otras imágenes, a otras advocaciones.”241 Y sigue explicando que el Papa “va [allí]
porque considera que la Salus Populi Romani es objeto de una devoción un poco underground,
236 “Überraschend sprach er von sich nicht als Papst, sondern als Bischof von Rom. Damit griff er auf früheste
Tradition zurück.” Walter Kasper, Papst Franziskus – Revolution der Zärtlichkeit und der Liebe: theologische Wurzeln und
pastorale Perpektiven (Stuttgart: Verlag Katholisches Bibelwerk, 2015), 12.
237 “Sin dai primi giorni dopo il Conclave, si è súbito visto che il binomio ‘vescovo-popolo’ sarebbe stato una chiave di
digamos; es una devoción muy popular, de gente que por ahí no la vas a ver en otro lado, pero ahí
va. Hay toda una tradición popular romana respecto al auxilio de la Salus Populi Romani en
momentos de crisis de la ciudad...Entonces le interesa más la Salus Populi Romani que la Piedad
de Miguel Ángel.”242
Por otro lado, cuando va a Santa María la Mayor, Bergoglio está pensando en su misión
universal. Lo que él vive con la Virgen en Roma es lo que desea para la Iglesia universal. Tanto
es así que suele vincular esas visitas a sus viajes internacionales. Ya en su primera peregrinación
– la del 14 de marzo de 2013 – al final de la visita, ocurrió otro breve episodio que revela un poco
basílica romana, Francisco saludó “a las personas que trabajan en la basílica, religiosos, religiosas,
personal de seguridad y otros. Uno por uno.”243 En aquel momento una religiosa le dijo: “Soy
Virgen de Guadalupe, Patrona de México y de toda América. Otra religiosa mexicana allí presente
relató: “Yo también lo saludé y le dije: soy mexicana, guadalupana, y el Papa me respondió con
una sonrisa.”244 Más que querer hacerse simpático a los mexicanos, Francisco hizo una referencia
a su marianismo originario. Se iba a esforzar para que este fuera cada vez más “romano”, pero
De hecho, que este Papa es “guadalupano” puede advertirse por los mensajes y homilías
que ha hecho en Roma en ocasión de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, aunque no sea una
fiesta de la Iglesia universal. En el primero de estos discursos, Francisco recordó que María de
Guadalupe se muestra cercana “como una madre solícita” que “acompaña en el camino, comparte
las alegrías y las esperanzas, los sufrimientos y las angustias del Pueblo de Dios, del que están
llamados a formar parte todos los pueblos de la tierra.”245 Para Bergoglio, “la aparición de la
imagen de la Virgen en la tilma de Juan Diego” fue el “signo profético de un abrazo, el abrazo de
María a todos los habitantes de las vastas tierras americanas”246, un abrazo tierno y cariñoso247 que
marcó el camino de la evangelización de las Américas. Pero quizás la frase más sorprendente –
que tal vez pasó desapercibida para la mayoría de los oyentes – fue la asociación que hizo del
universalización programática que faz del mensaje de María asumiéndolo como su mensaje para
mensaje, el mensaje de la Iglesia. Animo a todos los habitantes del Continente americano a tener
los brazos abiertos como la Virgen María, con amor y con ternura.”248
De esta forma se puede decir que el mensaje que está por detrás, tanto de la advocación
guadalupana como de la romana, ofrece algunas claves de lectura para el modelo de Iglesia que
Francisco quiere implantar (como se verá ad infra en los capítulos 9 y 10): una Iglesia que abraza,
con amor y ternura, una Iglesia cercana al pueblo, una Iglesia maternal y, por lo tanto, mariana.
Una Iglesia que es Pueblo de Dios al que están llamados todos los pueblos de la tierra. Bajo la
245 Francisco, “Mensaje para América por la fiesta de la Virgen de Guadalupe,” La Santa Sede, 11 diciembre 2013,
Para llevar su mensaje a muchas partes del mundo, Bergoglio se hizo peregrino. Tras las
huellas de los papas anteriores, desde Pablo VI, no demoró mucho para que el nuevo pontífice
empezara sus viajes internacionales. Entre los muchos mensajes y testimonios ofrecidos, no
faltaron diversas vivencias con el santo pueblo fiel de Dios siguiendo las huellas de María.
Virgen distribuidos a lo largo y ancho del mundo como verdadera “geografía de la fe y la piedad
Sería muy extenso presentar aquí cada una de esas peregrinaciones. Por eso el estudio se
va a concentrar en la primera que hizo como Papa, al santuario de Nuestra Señora Aparecida en
Brasil. La elección tiene dos motivos: como se trata de hablar de una vivencia, ésa es la que el
investigador ha vivido más de cerca, pudiendo dar testimonio directo de cómo Bergoglio la vivió;
y segundo, por la relación de esa vivencia con el Documento de Aparecida, muy importante para
entender la teología y el pontificado del Papa Francisco, y que será objeto de estudio específico ad
Sin embargo, importa dejar registrado que Francisco ha visitado varios otros santuarios en
sus primeros años de pontificado. El 2014 hizo una importante peregrinación a Tierra Santa, que
es toda ella un santuario, haciendo valiosas reflexiones sobre María especialmente en Belén
249 RM 28.
298
(25/5/2014). En Asia visitó aún el Santuario de los Mártires Coreanos en Haemi (17/8/2014) y el
santuario de Nuestra Señora del Rosario, en Madhu, Sri Lanka (14/1/2015). En América Latina,
la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba (22/9/2015). En América del Norte estuvo
Częstochowa (28/7/2016), al santuario de San Juan Pablo II, en Cracovia y, el mismo día, al
santuario de la Divina Misericordia (30/7/2016). Recorrer todos los discursos y homilías marianas
de Francisco en cada uno de estos lugares, además de los Angelus y Regina Caeli rezados en estos
y otros países visitados por él, daría un capítulo en sí y excedería los límites de este trabajo. Aun
así, algunos de ellos se recogen ad infra (7.3.1). Aquí, sin embargo, importa destacar los hechos:
Francisco es un peregrino y en cada uno de estos santuarios, la mayor parte de ellos dedicados a
la Virgen, tuvo experiencias marianas y populares junto a tantos pueblos distintos que constituyen
Aparecida, en Brasil, lo primero a destacar es que él quiso volver a ese santuario. La Jornada
el programa pensado para Benedicto XVI. Francisco quiso expresamente incluir ese santuario
mariano en su programa. ¿Por qué? Esa pregunta fue planteada por Mons. Víctor Manuel
Fernández en un artículo que traía un sugestivo título: “El espíritu de Francisco, forjado en
299
Aparecida.”250 Fernández fue uno de los principales peritos que colaboraron en la redacción final
Aires depositaba gran confianza. De hecho, el 15 de junio de 2013 fue el primer presbítero
argentino que recibió el episcopado por decisión del Papa Francisco, quien “como señal de afecto
paterno” le envió de regalo una cruz pectoral idéntica a la que él mismo usa y que conservaba
En el mencionado artículo, Fernández dice estar convencido de que “la visita del Papa al
santuario de Aparecida tiene un alto contenido”252 y se pregunta por qué Francisco hizo el esfuerzo
de ir a Aparecida en medio de su compleja agenda de visita al Brasil. “Diría que las razones son
tres”, afirma el prelado. “La primera es pedirle a la Virgen que interceda para que su pontificado
pueda encarnar las convicciones profundas que se explicitaron en Aparecida.” 253 Un motivo
liderada por Bergoglio, los obispos trazaron las líneas pastorales que debían orientar a la Iglesia
hecho, por volcar a la práctica algunas de las principales consignas de Aparecida: discipulado
misionero, misión permanente, conversión pastoral, opción por los pobres, piedad popular,
eclesiología de comunión, etc. “La segunda”, continúa Fernández, es “invitar a los obispos,
sacerdotes y agentes pastorales a no archivar ese documento”254. No sólo Bergoglio como Papa
250 Víctor Manuel Fernández, “El espíritu de Francisco forjado en Aparecida,” en Francisco: viaje al corazón de los
jóvenes, ed. Hector D’Amico (Buenos Aires: La Nación, 2013), 38-39.
251 Natalia Ramil, “Mons. Víctor Manuel Fernández ya es arzobispo,” UCA, 14 junio 2013, acceso 18 marzo 2017,
http://www.uca.edu.ar/uca/index.php/comunicacion/gacetilla/es/universidad/comunicacion-institucional/gacetillas-de-
prensa/2013/junio/mons-victor-manuel-fernandez-ya-es-arzobispo
252 Fernández, “El espíritu de Francisco,” 38.
253 Fernández, “El espíritu de Francisco,” 38.
254 Fernández, “El espíritu de Francisco,” 39.
300
quiere proseguir encarnando las convicciones del documento, sino que es necesario que también
lo haga toda la Iglesia, los pastores y fieles. Una lectura atenta a su primera Exhortación Apostólica
Evangelii Gaudium permite identificar muchas de las intuiciones “latinoamericanas” del encuentro
de Aparecida, ahora proclamadas para la Iglesia universal, como se volverá a comentar ad infra
(capítulo 6 y 7). “La tercera es más sencilla”, sigue señalando el arzobispo, y revela una simpática
experiencia que tuvo con Bergoglio en Aparecida: “Recuerdo que cuando estábamos en el hotel
donde residíamos durante la Conferencia, una persona que trabajaba allí le preguntó si era verdad
que en el último cónclave había salido segundo. Él sonreía. Después le dijo: ‘Bueno, si usted es el
próximo Papa, espero que nos venga a visitar’. Bergoglio contestó: ‘¡Cómo no!’.”255 Por lo tanto,
ahí está la tercera razón por la cual regresó a Aparecida: “El Papa Francisco es un hombre de
“Die Konferenz von Aparecida war ein Moment der Gnade für die lateinamerikanische
después que se tornó Papa. “Das Klima, das zur Abfassung des Dokuments führte, war ein echtes
Klima brüderlicher Zusammenarbeit. Die Arbeit war von grossem gegenseitigen Respekt geprägt;
verlief ‘von der Basis nach oben’, und nicht umgekehrt.”258 No en última instancia pertenece a ese
clima, según sigue explicando Bergoglio, el hecho de que la asamblea se realizaba por primera vez
en un santuario mariano y la experiencia de oración diaria con el pueblo: “Das hat uns das Gefühl
der Zusammengehörigkeit mit unserem Volk spüren lassen, das Gefühl der Kirche, die als Volk
Gottes voranschreitet, mit uns Bischöfen als ihren Dienern. Die Arbeiten der Konferenz wurden
in einer Halle unter dem Marienheiligtum abgehalten. Und dort konnte man die Gebete, die
Las descripciones recién señaladas, hechas por Fernández y por Bergoglio, expresan bien
y coinciden con la percepción que el investigador del presente estudio tuvo al lado del Santo Padre,
como su secretario, tanto en aquellos días de su visita a Brasil como en la V Conferencia, ocurrida
seis años antes. Así se entiende por qué el encuentro de Francisco con los brasileños comenzó en
Aparecida y por qué él insistió en mencionar a Nuestra Señora Aparecida en varios momentos de
su visita a Brasil, haciendo, incluso, extensas reflexiones teológico-pastorales sobre ella. La más
importante fue la interpretación providencialista que hizo de la historia de ese santuario, sobre el
cual afirmó: “¿Quién podría haber imaginado que el lugar de una pesca infructuosa se convertiría
en el lugar donde todos los brasileños pueden sentirse hijos de la misma Madre?”260
Hablando a los obispos de Brasil, en Río de Janeiro, Francisco hizo una hermosa
interpretación del acontecimiento histórico del hallazgo de la imagen en las aguas del río Paraíba
do Sul como “clave de lectura para la misión de la Iglesia”261. El Papa invita a imitar las actitudes
de los pescadores: apertura al misterio, confianza, sencillez, misionariedad, entre otras. Los
pescadores quedaron maravillados por el hallazgo de la imagen de la Santísima Virgen y eso los
impulsó a anunciar lo que habían encontrado, los motivó a ser misioneros: “La misión nace
precisamente de este hechizo divino, de este estupor del encuentro. Hablamos de la misión, de
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/july/documents/papa-francesco_20130727_gmg-episcopato-
brasile.html
302
Iglesia misionera. Pienso en los pescadores que llaman a sus vecinos para que vean el misterio de
la Virgen. Sin la sencillez de su actitud, nuestra misión está condenada al fracaso.”262 Francisco
está convencido de que la Iglesia en general – no solo la de Brasil – “siempre tiene necesidad
Conviene mencionar que la devoción a Nuestra Señora Aparecida no nace de una aparición,
imagen en las aguas de un río, el encuentro de algunos pescadores con María. Según Francisco,
entrevista el investigador le preguntó al Papa cómo había elaborado ese mensaje, cómo había
asociado la historia de Nuestra Señora Aparecida con la misión de la Iglesia. Su respuesta fue
sencilla: “Ah! Eso fue charlando con un amigo brasileño, un monseñor, charlando, charlando,
de humildad, revela su estilo: Bergoglio se deja complementar, conversa, escucha, acoge ideas y
las integra a su acción, a sus discursos. Su visión de la Virgen tampoco la construye solo, sino que
se deja complementar tanto por “monseñores” como por el pueblo, como ya se ha mencionado.
Fue justamente con el tema de la humildad, “que está en el ADN de Dios”, que Francisco
comenzó su reflexión en el Palacio San Joaquín, delante del episcopado brasileño reunido en
En Aparecida, Dios ha ofrecido su propia Madre al Brasil. Pero Dios ha dado también en
Aparecida una lección sobre sí mismo, sobre su forma de ser y de actuar. Una lección de
esa humildad que pertenece a Dios como un rasgo esencial, y que está en el ADN de Dios.
En Aparecida hay algo perenne que aprender sobre Dios y sobre la Iglesia; una enseñanza
que ni la Iglesia en Brasil, ni Brasil mismo deben olvidar.265
El Papa demuestra conocer bien la historia que tal vez no todo brasileño conozca: tres
humildes pescadores, Filipe Pedroso, Domingos Garcia y João Alves, en un día de octubre de
1717, antes de la visita del gobernador de la provincia, echaron sus redes para pescar en aguas del
río Paraíba, pero no pescaron nada. En un momento dado, casi a punto de desistir de la empresa,
João Alves pescó el cuerpo de una imagen oscura de terracota que parecía ser de la Inmaculada
Concepción. Echó nuevamente las redes y recogió una cabeza que encajaba bien en el cuerpo
recién pescado. Enseguida la pesca fue abundante. Después de lo acontecido, Filipe Pedroso llevó
la pequeña imagen de 38 cm de alto a su casa, donde comenzó a ser visitada por los vecinos. En
1732, su hijo Atanasio construyó un oratorio para la imagen de la Virgen, que se hizo cada vez
más conocida como “Aparecida” por haber “aparecido” en las aguas del río o, más precisamente,
por haber sido encontrada allí de manera milagrosa. Los muchos milagros atribuidos a la
intercesión de María con ese título hicieron muy conocido ese lugar y se difundió esa devoción.266
Su santuario hoy, a cargo de los padres redentoristas, es la segunda iglesia más grande del mundo,
después de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, capaz de albergar en su interior hasta 70.000
peregrinos. A este santuario llegan un promedio de más de diez millones de peregrinos por año.267
El discurso de Francisco a los obispos brasileños, hermoso y profundo, merece una lectura
Nuestra Señora Aparecida, el Papa extrae lecciones para la misión de la Iglesia. La “búsqueda de
el sitio oficial del santuario: “Santuario Nacional de Nossa Senhora Aparecida,” A12, acceso 18 marzo 2017,
http://www.a12.com/santuario-nacional/institucional/detalhes/santuario-nacional-de-nossa-senhora-aparecida
304
unos pobres pescadores” marcados “por el hambre y los pocos recursos” enseña a la Iglesia a partir
siempre de las carencias de los hombres de hoy. Su “barca frágil” sus “redes viejas” y su “fracaso”
enseñan a la Iglesia a tener paciencia ante las demoras de Dios que “es sorpresa” y llega a nosotros
“siempre con aspecto de pequeñez”. No sólo los pescadores, sino la propia imagen es un signo
para la misión de la Iglesia: cabeza y cuerpo “lo que estaba separado recobra la unidad”, interpreta
el Santo Padre. Y en medio de la esclavitud vergonzosa que se vivía en el Brasil colonial, “la
Virgen de Aparecida se presenta con el rostro negro, primero dividida y después unida en manos
de los pescadores”. La belleza de Dios “reflejada en la Madre, concebida sin pecado original,
emerge de la oscuridad del río”, continua Francisco. En Aparecida “Dios nos da un mensaje de
recomposición de lo que está separado”. Por eso, insiste el Papa, “la Iglesia no puede desatender
Otra lección de Aparecida consiste en no despreciar el misterio de Dios, por más que
aparezca en pedazos, incompleto, como piezas de un mosaico. “Nosotros queremos ver el todo con
demasiada prisa”, comenta el Papa, “mientras que Dios se hace ver poco a poco. También la Iglesia
debe aprender esta espera”. Con todo, en la casa de los pobres, en el pueblo simple, siempre hay
“espacio para albergar el misterio”. Los pescadores “llevan el misterio a casa” y “arropan el
misterio de la Virgen que han pescado, como si tuviera frío y necesitara calor. Dios pide que se lo
resguarde en la parte más cálida de nosotros mismos: el corazón”. Bergoglio explica que “después
será Dios quien irradie el calor que necesitamos, pero primero entra con la astucia de quien
mendiga. Los pescadores cubren el misterio de la Virgen con el pobre manto de su fe”. Y
finalmente “llaman a los vecinos para que vean la belleza encontrada”, se reúnen, comparten sus
La Iglesia precisa aprender mucho de las “actitudes de los pescadores”. El Papa dice que
quizás “hemos reducido nuestro hablar del misterio a una explicación racional; pero en la gente,
el misterio entra por el corazón”, indicado algo muy importante para entender la piedad popular
mariana de nuestros pueblos. La Iglesia debe dar “espacio al misterio de Dios”, dejar que él
maraville a las personas, porque “sólo la belleza de Dios puede atraer”. De ahí que, pensando en
la Iglesia que tanto habla de ser misionera, Bergoglio exhorte: “Pienso en los pescadores que
llaman a sus vecinos para que vean el misterio de la Virgen. Sin la sencillez de su actitud, nuestra
misión está condenada al fracaso. Sin la gramática de la sencillez la Iglesia se ve privada de las
condiciones que hacen posible ‘pescar’ a Dios en las aguas profundas de su Misterio.”270
Aparecida enseña a la Iglesia, según el Papa, que “sus redes son frágiles, quizás
remendadas”, que “el resultado del trabajo pastoral no se basa en la riqueza de los recursos, sino
en la creatividad del amor”, que “la fuerza de la Iglesia no reside en sí misma, sino que está
escondida en las aguas profundas de Dios, en las que ella está llamada a echar las redes”. Una
última lección de la historia de la Virgen de Aparecida para la Iglesia se halla en el hecho de que
la Virgen surgió “en un cruce de camino”, en una “encrucijada del Brasil colonial” entre tres
importantes regiones: Río de Janeiro, San Pablo y Minas Gerais. Por eso Francisco observa que
“Dios aparece en los cruces. La Iglesia en Brasil no puede olvidar esta vocación inscrita en ella
desde su primer aliento: ser capaz de sístole y diástole, de recoger y difundir.”271 Al final de su
discurso a los obispos brasileños, como de costumbre, el Papa no deja de formular una oración
explícita a María: “Que la Virgen Inmaculada de Aparecida sea la estrella que ilumine el
compromiso de ustedes y su camino para llevar a Cristo, como ella lo ha hecho, a todo hombre y
Aparecida,”273 dijo Francisco en su despedida, indicando su cariño por aquella que ya le había
robado el corazón seis años antes y cuyo santuario había entrado definitivamente en el mapa de su
devoción mariana. Y sigue: “En aquel amado santuario me he arrodillado para pedir por la
humanidad entera y en particular por todos los brasileños. He pedido a María que refuerce en
ustedes la fe cristiana, que forma parte del alma noble de Brasil, como de tantos otros países, tesoro
solidaridad.”274 Y concluye, como de costumbre, pidiendo la oración del pueblo por él: “El Papa
Poco después, en el vuelo de regreso a Roma, explicaría a los periodistas, con una respuesta
muy mariana, por qué pide siempre oraciones: “Me sale de adentro. También a la Virgen le pido
que rece por mí al Señor. Es una costumbre, pero una costumbre que me sale del corazón y también
de la necesidad que tengo por mi tarea. Siento que debo pedirlo… No sé, es así...”276
los muchos títulos bajo los cuales la invocan los fieles cristianos. Hay muchos títulos, pero una
sola y la misma Madre, la Virgen María. En diferentes momentos de su vida se puede percibir en
Nuestra Señora de Luján, Nuestra Señora Desatanudos, Nuestra Señora del Patrocinio, Nuestra
Señora de la Ternura y tantas otras. Es siempre la única y misma Madre de Jesús que actúa en los
diferentes lugares y de diversas formas. Uno u otro título no son más que acentuaciones de una u
otra experiencia en la vida del fiel. En la vida del Papa Francisco no fue diferente. Según las épocas
y los acentos propios de su relación con la Virgen, se hicieron más patentes algunas advocaciones.
como diversos acordes de una armoniosa canción, como melodías del único amor del Papa a María,
a aquella que, por encima de todo e independientemente de las advocaciones, es su madre. Al final
de la entrevista, el Papa tomó una iniciativa: “Tal vez te interese ver las imágenes de la Virgen que
donde se había realizado la entrevista – había dos: “Aquí tengo a Nuestra Señora de la Ternura y,
allí, la de Luján,”279 señaló el Papa. En su oficina, sobriamente amueblada con un escritorio y una
cómoda, fue indicando: “Acá tengo otra de la Ternura, que me regaló el personal de la casa. Ésa,
de la Ternura también, ya estaba aquí; y esa chiquita ahí, me la regaló un cura en dificultad y me
dijo: ‘Yo no sé cuidar mi vida, cuidámela vos’. Y desde hace años que la tengo y también me la
hice traer de Buenos Aires.”280 Del otro lado de la antesala hay una puerta corrediza que da a su
dormitorio. Allí se divisaban otras dos imágenes: “Aquí tengo a Nuestra Señora de Schoenstatt,
que vos me regalaste, y la Virgen de los Milagros de Santa Fe.” Y concluyó: “Como ves, estoy
lleno de imágenes de la Virgen.”281 Y justificó la razón de ello, de forma muy sencilla, pero
dejando entrever el profundo sentimiento filial y la gran sensibilidad para la piedad popular que
alberga en su corazón: “No sé bien explicarlo, pero me dice mucho el tenerlas conmigo.”282
la Ternura, que, además, está muy bien representado en la habitación del Papa. Ya había señalado
tres imágenes y, al sentarse nuevamente, indica la cuarta: “Tengo ahí la imagen de la Virgen de la
Ternura,”283 dijo Francisco apuntando a un hermoso ícono de la Virgen colocado sobre una mesa,
a la derecha de la puerta que comunica sus aposentos con el corredor del segundo piso de la Casa
Santa Marta. “Es muy común en Ucrania, en Rusia. Ésta me la regaló el arzobispo ucraniano de
Buenos Aires. La llevó toda la vida, y cuando lo nombraron Arzobispo Mayor, a los 42 años, vino
Señora del Patrocinio. Dos años después fue elegido como autoridad suprema de la Iglesia católica ucraniana, pasando a ser el
dirigente más joven en la historia de la Iglesia católica oriental. Luego de la elección del Papa, Sviatoslav declaró tener gran
admiración por quien considera que ha sido su mentor en su primera época de obispo. (Oksana Shkodziska, “Patriarch Sviatoslav:
309
entonces esta imagen me acompañó toda la vida – comenta Francisco – por eso me la hice traer de
Buenos Aires, porque también la quiero mucho. Es la Virgen de la Ternura. Ella nos entiende.”286
Aun cuando la advocación “Virgen de la Ternura” no sea quizás tan usual en el occidente,
el ícono que lleva este nombre es bien conocido. Se trata de los íconos en los que María está
representada con su rostro junto al rostro del Niño Jesús. La iconografía oriental es depositaria de
una auténtica teología. Los “escritores” de íconos son verdaderos sacerdotes en el ejercicio de su
arte. Saben que están tratando de retratar lo inimaginable, de dar forma a lo que es irrepresentable.
mariana, explica el conocido mariólogo marianista P. Johann Roten.287 Y ello por varios motivos:
recuerda la presencia activa del Espíritu de Dios en y por medio de representaciones de su gracia,
como en María; segundo, porque el ícono está abierto a Dios o es transparente de Él, tal como
María, que no es un obstáculo para nuestra búsqueda de Dios sino que nos conduce a Él; y tercero,
porque el ícono invita a una relación “cara a cara” entre imagen y observador, dando así paso a la
marianos para explicar la triplex via mariana, o triple camino mariano, por el cual María conduce
a Cristo: la Virgen Orante, la Eleousa y la Hodegetria. Éstas, además de estar entre los íconos
newly elected Pope knows Ukrainian Catholic Church, its liturgy and Spirituality,” Religious Information Service of Ukraine, 13
marzo 2013, acceso 18 febrero 2017, http://risu.org.ua/en/index/all_news/catholics/ugcc/51592/
286 Francisco, E-1.
287 Johann Roten, “How can spirituality be Marian?”, Marian Studies 52 (2001), 7-52.
310
marianos más clásicos, son los más antiguos y constantes en la tradición oriental. Cada uno de
ellos, explica el autor, encarna una especial actitud espiritual de la Santísima Virgen:288
- La Orante, que representa a María con los brazos abiertos y elevados. Es un gesto que
su prontitud y disponibilidad.
- La Eleousa es el tipo de ícono preferido por el Papa Francisco, llamado también Virgen de
la Ternura. En esta imagen María abraza al Niño Jesús y éste tiene su rostro junto al de
tierna o misericordiosa. Eso es lo que expresa el ícono, el intercambio amoroso entre Dios
“la que indica el camino”. Por eso es conocida, en la tradición occidental, como “Virgen
del Camino”. En ese ícono, María señala con su mano al Niño Jesús que sostiene en sus
brazos, recordando que Él es el camino (cf. Jn 14, 6). Un clásico ejemplo de ese tipo de
ícono es la Salus Populi Romani, tan querida por Francisco y otros Papas (ad supra 5.2.1).
El ícono de la Hodegetria recuerda que María nos conduce a Cristo y representa la misión
Ciertamente estas tres imágenes – explica Roten – son algo más que una serie de pinturas.
De hecho, constituyen una representación de la triplex via mariana. Simbolizan los tres pasos de
la existencia cristiana y mariana: nuestra búsqueda de Dios (Orante), nuestra vida en Cristo
(Eleousa) y nuestra existencia para los demás, conduciéndolos a Cristo (Hodegetria). Vivido como
una existencia de fe, esperanza y caridad, este triple camino es de una singular belleza.289
de Francisco. Sin negar las otras dos vías marianas, también frecuentemente recomendadas por el
nuevo Papa, la de la oración y la de la misión, la Eleousa indica un estilo de ser cristiano, una
actitud especial en el ser Iglesia que ha marcado su pontificado: una Iglesia misericordiosa y tierna.
Sin embargo, se puede decir que la triplex via de la espiritualidad mariana está presente en la
Jesucristo (Orante) sale de sí mostrando a todos el Camino (Hodegetria), pero lo hace con la
por las imágenes en su habitación290, sino, sobre todo, por las incontables veces que en sus
discursos el Papa hace referencia a la ternura. En el “Mensaje Urbi et Orbi”, de su primera Navidad
como Papa éste fue uno de sus principales mensajes: “Tenemos necesidad de que nuestro corazón
se conmueva. Dejémoslo que se inflame con la ternura de Dios; necesitamos sus caricias. Las
caricias de Dios no producen heridas: las caricias de Dios nos dan paz y fuerza. Tenemos necesidad
de sus caricias.”291 O aún en su mensaje para el XXII Día Mundial del Enfermo, Francisco sugiere
que nos aproximemos “con ternura a los que necesitan atención” para llevar “la esperanza y la
sonrisa de Dios en medio de las contradicciones del mundo”, y señala a María como modelo: “Para
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/urbi/documents/papa-francesco_20131225_urbi-et-orbi-natale.html
312
quien dirigir con seguridad nuestra mirada. Es la Madre de Jesús y Madre nuestra, atenta a la voz
de Dios y a las necesidades y dificultades de sus hijos. María, animada por la divina misericordia,
tiene algo de programático – la palabra ternura aparece seis veces y repitió dos veces que los
cristianos no pueden tener miedo de la bondad ni de la ternura. Por ser 19 de mayo, fiesta de san
José, esposo de María, lo presentó como ejemplo de esa actitud: “En los Evangelios, san José
aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura,
que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y
este título con lo que él llama “la revolución de la ternura”, de la cual los cristianos de hoy no
deben tener miedo. En Evangelli Gaudium él asocia justamente la Virgen María a ese tipo de
revolución.294 Por lo tanto se puede decir que la devoción a la Virgen de la Ternura va mucho más
allá de una piedad personal. Ella es programática e inunda sus discursos y homilías con esa
292 Francisco, “Mensaje con ocasión de la XXII Jornada Mundial del Enfermo 2014,” La Santa Sede, 6 diciembre 2013,
Con voz firme y decidida, Francisco subrayó: “La ternura es revolucionaria, la revolución de la
ternura. Creo que le tenemos miedo a la ternura.”295 El Papa se refiere a una actitud que él denuncia
también en la Evangelii Gaudium, por la cual el exceso de preocupación por la recta doctrina
impide u obstaculiza el ejercicio de la misericordia. Por eso continúa diciendo: “Me parece que
existe cierto jansenismo y posturas similares que nos han llevado a una actitud en la que se valora
No cabe explicar aquí todas las dimensiones del jansenismo que, en sus vertientes
dogmática, moral, disciplinar y política, fue un movimiento que se desarrolló en los ss. XVII y
XVIII dentro de la Iglesia Católica y debe su nombre a las ideas de su iniciador, el obispo Cornelio
Jansen (1585-1638). Dicho de forma genérica, el jansenismo entraña una actitud pesimista con
respecto al hombre, que estaría tan profundamente marcado por el pecado que sería incapaz de
actuar bien o de cualquier acción meritoria sin la gracia predestinada de Dios. Algunas de las
consecuencias de esa doctrina para la vida moral son: una disciplina rígida y rigorista, una actitud
muy moralista respecto al ser humano, el combate del laxismo y el distanciamiento de los
sacramentos por una exigencia moral exagerada, para que la persona se considerase “digna” de
recibirlos. En relación con la recepción de la Eucaristía, por ejemplo, es típico del jansenismo
privilegiar el “deseo de comulgar” o la “comunión espiritual” (también llamada “ocular”; del latín
oculus, ojo), vale decir, que se hace sólo “con los ojos” en detrimento de la comunión eucarística.
En otras palabras, es más meritorio sólo contemplar la Eucaristía que recibirla sin la debida
Santuário, 2014).
314
“en clave misionera”, lo que significa una preocupación prioritaria por anunciar lo esencial del
mensaje alegre y consolador de la salvación. No quiere una pastoral “que se obsesiona por la
misericordia es la mayor de todas las virtudes.”299 Por eso insiste en que “la predicación moral
cristiana no es una ética estoica”, vale decir, signada ante todo por la disciplina y el rigor. No es
jansenista. La moral cristiana “es más que una ascesis, no es una mera filosofía práctica ni un
catálogo de pecados y errores”, sino “una invitación a una respuesta de amor.”300 En vez de una
prefiere destacar la relación paterno-filial o materno-filial, el tierno vínculo de amor que existe en
el llamado de un padre y de una madre que aman y quieren la felicidad de su hijo, y la respuesta
de un hijo que reconoce el amor de su padre y de su madre y, por eso, sigue sus enseñanzas.
investigador lo que quiere decir: “Te doy un ejemplo típico de lo que podría llamarse, entre
el largo camino del sínodo – realizado en dos etapas en los años 2014 y 2015 – destacando la
elaboración previa del Instrumentum Laboris, para el cual “siempre se mandan cuestionarios con
298 EG 35.
299 EG 37.
300 EG 39. Porque “todas las virtudes están al servicio de esta respuesta de amor. Si esa invitación no brilla con fuerza y
atractivo, el edificio moral de la Iglesia corre el riesgo de convertirse en un castillo de naipes, y allí está nuestro peor peligro.
Porque no será propiamente el Evangelio lo que se anuncie, sino algunos acentos doctrinales o morales que proceden de
determinadas opciones ideológicas. El mensaje correrá el riesgo de perder su frescura y dejará de tener olor a Evangelio.” EG 39.
301 Francisco, E-1.
315
preguntas de toda índole.”302 Y con tono de voz firme, que deja percibir cierta incomodidad,
Bergoglio continúa: “¿Qué es lo que más concitó la atención de cierto jansenismo ilustrado, de un
signo o de otro? Las quaestiones disputatae,”303 dice Francisco, refiriéndose a aquellos temas o
preguntas discutidas, controvertidas o aún abiertas al debate, dentro o fuera de la Iglesia. Dijo que,
después del envío de las preguntas por parte de la Secretaría del Sínodo a los obispos del mundo
entero, comenzaron los comentarios: “¡Ah! ¿Entonces ahora los divorciados van a poder
comulgar?, decían unos. Y otros retrucaban: ¡Cuidado, se va a tratar sobre la familia, pero los
Quedaba claro así adónde quería llegar Bergoglio con su comentario. En las deliberaciones
del Sínodo sobre la familia se conversaría sobre muchos asuntos, pero había personas preocupadas
– a veces casi obsesionadas – sólo por los temas morales, como la cuestión de la comunión de los
divorciados. Algunos parecían reducir a ese tema la preocupación por la familia, y otros tenían
miedo de abordarlo. Luego Francisco concluyó, volviendo al tema inicial: “¿Te das cuenta? Es el
miedo a la ternura.”305 Ser tierno, misericordioso y, al mismo tiempo, no traicionar las enseñanzas
En ese contexto, Francisco habló de una la entrevista concedida unos días antes a un
periódico italiano, en la que respondió sobre ese tema de forma muy breve y directa: “En la
entrevista que di a La Stampa el otro día, un poco para salir de esa casuística, dije: por favor, esto
no es una sanción.”306 El Papa se refería a las preguntas hechas por el vaticanista Andrea Tornielli.
Su respuesta exacta había sido: “La exclusión de la comunión para los divorciados que viven una
segunda unión no es una sanción. Hay que recordarlo. Pero no hablé de esto en la exhortación.”307
“En la exhortación usted invitó a tomar opciones pastorales prudentes y audaces en relación con
los sacramentos. ¿A qué se refería usted?”308 También en este punto vale la pena recordar su
respuesta. Ésta denota la misma insatisfacción que se advierte en la entrevista con el investigador:
Cuando hablo de prudencia no pienso en una actitud paralizante, sino en una virtud de
quien gobierna. La prudencia es una virtud de gobierno. También lo es la audacia. Se debe
gobernar con audacia y con prudencia. He hablado del bautismo, de la comunión como
alimento espiritual para seguir adelante, y que deben ser considerados un remedio y no un
premio. Algunos han pensado enseguida en los sacramentos para los divorciados en
segunda unión, pero yo no he entrado en casos particulares, sino que sólo quería señalar un
principio. Debemos buscar facilitar la fe de las personas más que controlarla. El año pasado
en Argentina, yo denuncié la actitud de sacerdotes que no bautizaban a los hijos de madres
solteras. Es una mentalidad enferma.309
ternura, el amor de la Iglesia, que es madre y “no es aduana”, como ha afirmado tantas veces. Por
eso continuó explicando, para que el investigador pudiese entender la importancia mariana de la
Es como que nos aseguramos en la casuística. Ya sea en la casuística de abrir todas las
puertas, o en la casuística de mantener así como está. Frente a todo esto, la ternura es como
volver al centro, volver al hecho de que Dios te quiere como un padre. Éste es el mensaje:
no se preocupen, miren los lirios del campo, los gorriones… O el mensaje del padre que
vio venir de lejos al hijo, ¿por qué? Porque todavía solía esperarlo, a ver si venía, ¿no? Hay
que recuperar este mensaje. Por eso la imagen de María de la Ternura me dice mucho. Es
madre que hace crecer, que cuida a su Iglesia.310
307 Andrea Tornielli, “Jamás tener miedo a la ternura: la entrevista con Papa Francisco,” La Stampa – Vatican Insider,
Iglesia que es madre y que, por tanto, es cercana, no es fría. “Para mí es fundamental la cercanía
La madre… da cariño, toca, besa, ama. Cuando la Iglesia, ocupada en mil cosas, descuida esa
proximidad y sólo se comunica a través de documentos, es como una madre que se comunica con
su hijo por carta.”312 En la recién mencionada entrevista publicada en La Stampa, Francisco volvió
menudo, a una imagen que es muy propia de su piedad mariana: el manto protector de María. Ya
muchas veces en su pontificado, y en muy variadas situaciones, ha repetido esta imagen: en una
misa matutina en la Casa Santa Marta dijo que “en el manto de la Virgen no puede entrar el
diablo”314, en entrevista exclusiva al canal católico “El Sembrador” dijo que los inmigrantes latinos
311 Gerson Camarotti, “Entrevista exclusiva com o Papa Francisco,” G-1 Blog do Camarotti, 29 julio 2013, acceso 18
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2016/documents/papa-francesco-cotidie_20160915_bajo-el-manto.html
318
en Estados Unidos deben “ponerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios”315 y a una periodista
argentina la consoló asegurándole que el “manto de la Virgen la protege.”316 Se puede suponer que
ésta es una de esas imágenes que están grabadas tan profundamente en el inconsciente que, cuando
le toca hablar de la Virgen, emerge con fuerza para ilustrar gráficamente lo que las palabras no
está asociada esa imagen. Ella proviene de una de sus de oraciones predilectas, la Sub tuum
praesidium (“Bajo tu amparo”), la misma que su querido Padre Pozzolli invocaba sobre él y su
familia en sus años de infancia y adolescencia cada vez que rezaba la “bendición de María
Auxiliadora”, como ya se mencionó ad supra (4.1.3). Vale recordar, una vez más, que su
comentario sobre sus “oraciones predilectas” fue una respuesta a la pregunta sobre cuál sería “su”
puede suponer que por detrás de esas oraciones y de la imagen del “manto protector” hay más que
investigador, Francisco agregó: “Tiene que ver con Santa María del Patrocinio, del Pokrov, ¿no?
Y los monjes rusos dicen que ‘en los momentos de turbulencia espiritual – estoy citando
textualmente – el único lugar seguro es estar bajo el manto de la Santa Madre de Dios’.”317 En un
primer momento, le fue difícil al entrevistador entender la correlación de esos temas, pero no lo
315 “Francisco a ‘El Sembrador’: los inmigrantes no tengan miedo, estén bajo el manto de la Virgen,” 30 enero 2017,
fue para el ex arzobispo de Buenos Aires, ya que la asociación de ideas en su mente fue espontánea
e inmediata. En efecto, en su ciudad natal, a apenas 1,8 km de su querida parroquia de origen, San
José de Flores, se halla la sede de la Eparquía Ucraniana Pokrov, la iglesia de Nuestra Señora del
Patrocinio. Según parece, ese título de la Virgen, y particularmente el ícono de María que él, cada
vez que pasaba por ahí, veía en la fachada de dicha iglesia, en lo alto, entre las dos torres, dejaron
1993. Hoy son más de trescientos mil los ucranianos en el país del Papa, de los cuales ciento
cuarenta mil son católicos. Éstos, si bien unidos a Roma, litúrgicamente no siguen el rito latino,
sino que tienen un rito propio, el bizantino-ucraniano. Para dar asistencia espiritual al creciente
número de católicos de ese rito, Pablo VI creó en Argentina el Exarcado Apostólico, elevándolo
poco después, el 24 de abril de 1978, a Eparquía, que sería equivalente a una diócesis católica,
pero de rito oriental. La iglesia catedral de los ucranianos, que Bergoglio conoce bien, conserva
algo de la arquitectura bizantina, con un estilo llamado barroco ucraniano; tiene tres naves y
mantiene la armonía de los templos eslavos, caracterizados por sus cúpulas. Este templo posee
iglesia está la imagen de la patrona de la catedral, “Nuestra Señora del Patrocinio”, también
conocida como Pokrov. En la imagen iconográfica, María está de pie, tiene los brazos abiertos y
318 “Catedral y Gran Buenos Aires”, Eparquia Católica Ucrania Pokrov, acceso 18 febrero 2014,
www.eparquiapokrov.org.ar
320
Pokrov en lengua eslava (rusa o ucraniana) tiene un significado complejo. En primer lugar,
significa manto o velo, pero también puede ser entendido como protección o intercesión. Varios
íconos orientales que representan a Nuestra Señora como protectora e intercesora de la humanidad,
mantienen ciertos elementos comunes. La imagen de Nuestra Señora de pie y de cuerpo entero es
siempre central en este tipo de íconos, en el cual María está extendiendo un velo o manto,
Ortodoxa y por las Iglesias Católicas bizantinas, es también conocida como de la “Intercesión de
una parte de un cinturón de la Virgen María. En un domingo, 1º de octubre, durante una vigilia,
estando la iglesia repleta de fieles en oración, los santos Andrés y Epifanio habrían visto a María
elevando una ferviente oración y extendiendo su manto sobre la asamblea como símbolo de
protección del pueblo y de la ciudad contra los ataques enemigos. Se cuenta, según la tradición,
que por mucho tiempo podían ver el manto protector extendido sobre el pueblo, resplandeciente y
luminoso, con rayos de gloria del Señor; mientras María Santísima permanecía allí, el velo también
era visible; después de su partida, éste se hizo igualmente invisible; pero a pesar de habérselo
llevado consigo, dejó en su lugar la gracia por haber estado allí. El 1º de octubre se celebra en el
rito bizantino la Fiesta del Manto Protector (o del Pokrov) de la Madre de Dios, fiesta que se
popularizó entre los cristianos orientales. Por muchos siglos los fieles cristianos, especialmente
319 “Santa María del Patrocinio,” Eparquia Católica Ucrania Pokrov, acceso 18 febrero 2014,
www.eparquiapokrov.org.ar
321
rusos, han creído que si tenían un ícono de Nuestra Señora del Pokrov en sus casas, serían
No es casual, entonces, que Bergoglio relacionase la Virgen del Pokrov con la historia de
los monjes rusos, que él repite con tanta frecuencia. Un mes después de la primera entrevista en
Santa Marta, el Papa le envió al investigador un saludo dirigido a los novicios iberoamericanos de
los Padres de Schoenstatt. Al final de sus breves palabras, les dio el valioso consejo: “Que Jesús
los bendiga y que la Virgen Santa los cuide. No se hagan ilusiones: en la vida consagrada habrán
de tener problemas. Por eso les recuerdo un consejo de los antiguos monjes rusos: ‘Cuando haya
Sin duda la imagen de María que protege con su manto ha acompañado a Francisco. Así se
entiende la asociación espontánea y automática que él hiciera con la oración Sub tuum praesidium.
Él volvió a reconocer esa correlación unos meses después de la entrevista, al recibir la transcripción
de la misma, con el pedido del entrevistador para que la revisara. Francisco aprovechó para una
La semana pasada me sucedió algo lindo con Ella [la Virgen]. Por un lado rezaba el Sub
tuum praesidium y, por otro, recordaba del consejo de los monjes rusos: “En las
turbulencias espirituales acogerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios”… Y, de golpe,
me di cuenta de que llovía y yo me mojaba. Simplemente y de puro descuido, me había
corrido de debajo de su manto. Y pensé que se podría hacer una homilía sobre las razones
o motivos que nos apartan de la seguridad maternal [de María].322
En el arte católico occidental, el ícono de Pokrov puede asociarse a las imágenes de Nuestra
Señora de la Misericordia, que visualmente expresan de modo más plástico la protección maternal
320 Raquel del Monasterio Católico Bizantino, “Fiesta del Manto Protector de la Madre de Dios,” Oriente cristiano,
de María. El pensamiento subyacente es el mismo que en el caso del Pokrov, pero la representación
varía. En el ícono oriental, el velo es pequeño y aparece extendido entre las manos de María o
entre dos ángeles; pero en la imagen occidental, María aparece con una capa abierta y las personas
se amparan literalmente debajo de esa capa. Esta imagen se hizo popular especialmente en Italia
entre los s. XIII y XIV como Madonna Della Misericordia. En Alemania fue conocida con el
versiones son de tipos muy variados, pero probablemente la más antigua que se conoce sea una
pequeña pintura de Duccio, que se encuentra en la pinacoteca de Siena, datada c. 1280. En ella
María aparece sentada. Con una mano sostiene al Niño Jesús sobre sus rodillas, y con la otra
extiende una de las puntas de su manto, debajo del cual ampara a tres frailes franciscanos.323
En la entrevista, Francisco explica por qué le gusta tanto ese tipo de representaciones de
Nuestra Señora: “Me gusta esta imagen del Pokrov, vale decir, de Santa María del Patrocinio, en
la cual ella está extendiendo el manto para que la gente se ampare debajo de él. Quiere decir que
María es la que protege, la que te cuida. Esta devoción de ‘la que te cuida’, se fue elaborando a lo
María está presente en la tradición de la Iglesia. Y así menciona primero, a modo de ejemplo, a
uno de los grandes santos marianos, el fundador de los Redentoristas: “San Alfonso María de
Ligorio – comenta Bergoglio – retoma mucho esta idea en su libro ‘Las glorias de María’, donde
cita muchos ejemplos de milagros operados por intercesión de la Virgen.”325 De hecho, en su libro
323Christa Belting-Ihm, "Sub matris tutela": Untersuchung zur Vorgeschichte der Schutzmantelmadonna (Heidelberg:
Winter, 1976); Monika Leisch-Kiesl, Schutzmantelmadonna: Enstehung, Bedeutung und theologische Implikationen,
Diplomarbeit, Betreuer Prof. DDr. Günter Rombold (Linz: Katholische Privatuniversität Linz, 1983).
324 Francisco, E-1.
325 Francisco, E-1.
323
más importante, Alfonso María de Ligorio (1696-1787) suele recurrir a la imagen del manto de
María. A modo de ilustración de las palabras del Papa, se puede mencionar la siguiente cita del
santo italiano: “Bajo el manto de María se salvan también los pecadores.” Y argumenta:
En una visión, Santa Gertrudis vio un día a María con un manto extendido, debajo del cual
se habían refugiado muchas fieras, tales como leones, osos y tigres. Pero la Virgen no sólo
no se espantaba, sino que los acogía y acariciaba con gran compasión. De ese modo la santa
comprendió que cuando los pecadores más perdidos acuden a María, no son rechazados
sino acogidos y liberados de la muerte eterna. Entremos pues en esta arca, refugiémonos
bajo el manto de María, que ciertamente no nos rechazará, sino que nos salvará.326
Pero María como “la que cuida, la que protege”, insiste el Papa, no sólo aparece en autores
de renombre. Francisco señala también que esa conciencia se halla fuertemente presente en la
devoción popular, llegando inclusive a extremos muy curiosos e, incluso, jocosos. De hecho, fue
entre risas, abrazos y bromas que el Papa Francisco recibió a un grupo de presos de la ciudad de
Pisa. “El encuentro fue conmovedor, emocionante, un regalo extraordinario. Sin formalidades. El
Papa abrazó y besó a todos” 327, relata el P. Roberto Filippini, capellán de la cárcel de Pisa. Durante
casi una hora estuvieron conversando en una sala de la Casa Santa Marta. Fue entonces que
Bergoglio recordó una historia, la misma que contara en la entrevista concedida al investigador:
una leyenda atribuida a “Nuestra Señora de los Mandarinos”, ejemplo de cómo la tradición popular
confía en la protección maternal de María. Según un diario italiano, Francisco contó a los presos
que en Calabria existe una devoción a “la Madonna dei Mandarini, conosciuta come la Madonna
dei briganti perché apre le porte del Paradiso a queste persone.”328 A continuación, relata el diario,
326 Alfonso María de Ligorio. Las glorias de María (Barcelona: Librería Religiosa, 1855), 66.
327 Giovanni Parlato, “Il Papa riceve i detenuti tra abbracci e battute,” Il Tirreno (ed. Pisa), 20 febrero 2014, acceso 18
el Papa les explicó la imagen de la Virgen Desatanudos, expuesta en la sala donde estaban, y los
invitó a que, con la ayuda de ella, enfrenten y resuelvan los nudos que existen en cada uno.
es la leyenda asociada a ella. No se sabe qué fue lo primero, si la leyenda o la poesía. El hecho es
que existe un poema escrito por el napolitano Ferdinando Russo (1866-1927) a comienzos del s.
XX que cuenta la historia que tan bien conocía el Papa.329 En la entrevista con el investigador,
justamente cuando él hablaba del manto protector de Nuestra Señora del Patrocinio, de la devoción
a “la que te cuida”, el Papa se acordó de esa otra advocación tan curiosa. Explica que se llama “de
los Mandarinos” porque está en una zona con muchas plantaciones de cítricos. Según la leyenda,
ella sería “la patrona de los ladrones, de los asaltantes, de los de mala vida.”330 Y el Papa sigue
relatando: “la leyenda dice que la Virgen espía desde el cielo, y cuando ve venir a uno de esos
malhechores, le hace señas para que se esconda, para que no lo vea San Pedro. Entonces, los
‘brigantes’ [malhechores] se quedan escondidos, hasta que San Pedro se vaya a dormir. Entonces,
Obviamente Francisco sabe que es sólo una leyenda y que la voluntad de la Virgen coincide
siempre con la voluntad de Dios. Ella fue, en definitiva, quien dijo: “Hágase en mí según Tu
voluntad.”332 La leyenda supone que san Pedro podría ser más riguroso que la Virgen en el juicio
de esas personas de mala vida. Con todo, el juicio de Dios es justo y, al mismo tiempo,
misericordioso. Tan justo y tan misericordioso como el de la Virgen, pues ella nunca va a querer
329 Para el poema y su autor: Gioacchino Ruoco, “Ferdinando Russo: poeta napolitano,” Sala D’Attesa 1, 6 junio 2011,
algo diferente del deseo de su Hijo Jesús. Sin duda el Papa no quería contraponer aquí la actitud
benévola y misericordiosa de la Madre al juicio severo y riguroso del Hijo, como si esas actitudes
pudiesen apuntar a resultados diferentes.333 El Papa sabe que no es así. Sabe también que María
no acepta el crimen, el mal, el robo y que el simple hecho de tenerle cariño y devoción no exime
verdadero amor a María debe llevar a imitar sus virtudes. “El amor a María nos lleva a cultivar las
actitudes de María” repitió el P. José Kentenich durante toda su vida a los miembros del
Movimiento de Schoenstatt,334 a cuyos miembros Francisco repitió una vez más la misma
historia.335
Sin embargo, se puede preguntar por qué el Papa insiste con esa leyenda de la Virgen de
los Mandarinos. Él mismo trata de explicar: “Es una leyenda muy popular, muy elemental, pero
hay algo ahí de la intercesión mariana, o sea, ‘a mi hijo no me lo toques’. Éste es hijo mío
misma: “Es una manera muy folclórica y muy popular de [decir] una verdad muy grande. De una
teología muy grande. Una madre cuida a su hijo hasta el fin y trata de salvarle la vida hasta el fin.
De ahí la tesis de San Alfonso María de Ligorio que un devoto de María no se condena. Pero esa
333 Como pueden haber dado a entender algunos autores medievales como, por ejemplo, San Bernardo en su famosa
afirmación: “Cristo Jesús, es el mediador plenamente fiel y todopoderoso entre Dios y los hombres, pero su majestad divina les
llena a los hombres de un temor reverencial…No se canta sólo la misericordia de Cristo, sino también sus juicios, pues si El
aprendió, al sufrir, la compasión que le hace misericordioso, no deja de ser nuestro juez…Por eso no debe verse el papel de la
mujer bendita entre todas las mujeres como un estar de más; Ella tiene su lugar preciso en esta reconciliación, porque tenemos
necesidad de un mediador para ir a Cristo mediador.” San Bernardo de Claraval, Obras completas-II: Sermones para las fiestas
principales de la Virgen Santísima y de los Santos. Sermones varios (ascético-místicos), ed. Rafael Casulleras, Barcelona 1925,
129-143, aquí: 133-134.
334 Paul Vautier. Maria, die Erzieherin: Darstellung und Untersuchung der marianischen Lehre P. Joseph Kentenichs
es la última instancia. O sea, durante toda la vida sabe tocar las conciencias. Sabe tocar las
Virgen en la famosa obra del dramaturgo brasileño Ariano Suassuna, de la cual existe una versión
nosotros. Tenemos derecho a recurrir a ella con amor, e incluso con el “descaro” de los hijos que
se saben amados incondicionalmente. El sentido de fe de los fieles cristianos les indica, por una
especie de instinto católico, que “Ella les pertenece y ellos la sienten como madre”339, como dice
María – como Jesús – distingue el pecado del pecador, abomina al primero y ama al
podrían dar testimonio de esa verdad!340 Por eso el Papa piensa en ellas cuando habla de la Virgen
de los Dolores, en su homilía en Santa Marta, la misma en que había mencionado el dicho de los
monjes rusos. Describiendo el sufrimiento de María al pie de la cruz, recordó que muchas veces,
“cuando iba a las cárceles, en la diócesis de Buenos Aires, a visitar a los presos, veía la fila, la fila
de mujeres que esperaban para entrar: eran madres que no se avergonzaban, su carne estaba allí
dentro.”341 Por eso no se avergüenzan de las peores humillaciones que pasaban allí, porque iban al
337 Francisco, “Mensaje del Papa Francisco al Movimiento de Schoenstatt,” énfasis mío.
338 Ariano Suassuna, O auto da Compadecida (Rio de Janeiro: Agir, 1962). En ese clásico de la dramaturgia brasileña,
la Virgen María – la “Compadecida” – aparece cuando todos los personajes llegan al Juicio Final, a fin de defenderlos ante Jesús,
logrando disminuir el rigor de las acusaciones que el demonio hacía contra ellos.
339 DA 269.
340 Francisco, O nome de Deus, 109.
341 Francisco, “Bajo el manto,” La Santa Sede, 15 septiembre 2016, acceso 18 marzo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2016/documents/papa-francesco-cotidie_20160915_bajo-el-manto.html
327
encuentro de sus hijos, “eran madres e iban al encuentro de su propia carne.”342 Y así fue también
para María, que “estaba allí, con el Hijo, con ese sufrimiento tan grande.”343 La Virgen de las
“palabra-clave”344 del pontificado de Francisco, defiende Walter Kasper en su libro sobre los
fundamentos teológicos del pensamiento del nuevo Papa. Nada raro si se considera su lema
episcopal, con el cual Bergoglio tanto se identifica. Un pecador en quién el Señor ha puesto los
ojos, alguien que el Señor eligió “misericordiándolo”, siguiendo la inspiración de san Beda, el
“Mi lema, ‘Miserando atque eligendo’, es algo que, en mi caso, he sentido siempre muy
verdadero.” Es “la síntesis mejor, la que me sale más desde dentro y siento más verdadera.”345
Jubileo Extraordinario de la Misericordia. En ese contexto Francisco presenta a María como Madre
de Misericordia, un título tradicional de la Iglesia, que remonta a la Edad Media, pero que expresa
un mensaje muy actual y una síntesis muy adecuada de su imagen de María y, a la vez, de la
imagen de Iglesia que el Jubileo quiso cultivar. No por casualidad eligió el 8 de diciembre para
dar inicio al Año Santo: “En la fiesta de la Inmaculada Concepción tendré la alegría de abrir la
Puerta Santa. En esta ocasión será una Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera
que entrará podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza.”346
El jubileo fue una verdadera vivencia eclesial y mariana, por eso se la incluye en este
capítulo. Sus discursos a lo largo de aquel año ciertamente hablaron mucho de la misericordia,
pero, sobre todo, sus gestos fueron misericordiosos y estimularon a toda la Iglesia a vivir la
experiencia profunda de la misericordia de Dios. Mucho se podría relatar sobre las incontables
confesiones y las obras de misericordia corporales y espirituales que sucedieron durante el jubileo,
pero – a título de ejemplo – menciónese apenas una vivencia mariana con el Papa Francisco,
Motivados por la Bula Misericordiae Vultus, un curso de ocho sacerdotes de los Padres de
Schoenstatt decidió coronar a la Virgen con el título de Mater Misericordiae. Informado de ello,
el Papa Francisco no solo los recibió por casi una hora en la Casa Santa Marta (en un día que tenía
encuentro con el grupo de cardenales responsables por la reforma de la Curia, conocido como G-
9), sino que se unió a ellos en esa coronación rezando junto a ellos una bella oración compuesta
para el momento y que termina con la invocación: “Madre de Misericordia, corónate en nuestro
sacerdocio.”347 Además, el Papa les contó la anécdota del sacerdote misericordioso que tenía
escrúpulos en perdonar mucho, después recogida en una entrevista a Andrea Tornielli.348 Les contó
también cómo había surgido la idea del jubileo: “Si hablo del Año de la Misericordia, es una cosa
del Señor. Yo tuve siempre esa tendencia, pero fui viendo que en el pontificado de Juan Pablo II
346 MV 3.
347 La oración de coronación y algunos detalles de ese encuentro están recogidos en el prólogo del libro: Cruz Viale,
Misericordia: el secreto para ser felices – 10 meditaciones sobre el Evangelio (Córdoba: Patris, 2016), 9-14.
348 Francisco, O nome de Deus, 42.
329
se iba acentuando eso.”349 Menciona entonces las iniciativas de su antecesor en ese sentido: la
Misericordia.350 Francisco veía en todo eso un soplo del Espíritu Santo, lo fue meditando, pero no
se acordaba bien “cuándo se le ocurrió” el Jubileo de la Misericordia. Cree que fue algo del Espírito
Santo. Conversó con Mons. Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción
de la Nueva Evangelización: “le plantee el problema de la gente que se siente rechazada por
nosotros, le cerramos las puertas, lo tenemos a Jesús adentro, no lo dejamos salir”, comentaba el
Papa. Siguieron conversando sobre el hecho de que “es lindo acentuar la misericordia”, hablaron
de Juan Pablo II y “si uno piensa en un Jubileo de la Misericordia…Y al mes nos volvimos a reunir
y me trajo todo hecho, pusimos fecha.” En menos de tres meses tenían el plan armado. Y concluye:
El relato describe bien la forma cómo Francisco hace su discernimiento y toma decisiones.
La entrevista con Tornielli dio origen a un libro traducido en varios idiomas, que en su título
expresa muy bien el mensaje que el jubileo dejó a la Iglesia: “El nombre de Dios es misericordia.”
Igreja mostra o seu rosto materno, o seu rosto de mãe à humanidade ferida…São João XXIII disse
que a ‘Esposa de Cristo prefere usar o remédio da misericórdia em vez de empunhar as armas do
Pablo II al final de la Encíclica Veritatis Splendor: Juan Pablo II, “Carta Encíclica Veritatis Splendor,” La Santa Sede, 6 agosto
1993, acceso 18 marzo 2017, http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-
ii_enc_06081993_veritatis-splendor.html
351 Desgravación de la conversación de Francisco con el Curso Fons Vitae, inédito.
352 Francisco, O nome de Deus, 34. Se refiere al discurso inaugural del Concilio Vaticano II, en 11 octubre 1962.
330
Jesus, que me ajoelhe perante a Mãe Igreja, chamada a distribuir a misericórdia de Deus.”353 Y
confidencia: “Espero que o Jubileu Extraordinário faça emergir cada vez mais o rosto de uma
Igreja que redescobre as entranhas maternas de misericórdia,”354 como “o olhar de uma mãe que
trabalha muito para comprar o pão para o filho dependente químico. Ela o ama apesar de seus
erros.”355 Entrañas llenas de compasión, palabra traducida por el verbo griego splanchnízomai –
como explica el Papa – y que “deriva da palavra que indica vísceras ou o útero materno. É
semelhante ao amor de um pai e de uma mãe que se comovem profundamente pelo seu filho; é um
amor visceral.”356 Y en esa maternidad de la Iglesia Francisco se encuentra con María. Hace una
lectura muy original del milagro en las bodas de Caná357, “o primeiro milagre que foi literalmente
‘arrancado’ de Jesus pela Mãe”358: Jesús hace milagros incluso con nuestros pecados, nuestras
miserias, representadas en el agua que estaba allí para la purificación ritual, es decir, para lavar las
propias impurezas espirituales. Jesús hizo el milagro con el agua en que la gente se ‘lavó’ de los
pecados, el agua que contiene impurezas. “Faz um milagre com aquilo que nos parece impuro.”359
Durante el Año Santo, Francisco tuvo muchas oportunidades para presentar a María como
Madre de Misericordia. “Hoy más que nunca resulta muy apropiado que invoquemos a la Virgen
María, sobre todo como Madre de la Misericordia”360, dijo al abrir la Puerta Santa en la Basílica
de Santa María la Mayor. Allí explicó el significado de un himno tradicional de la Iglesia, “una
oración que brota espontáneamente del corazón de los creyentes”, que invoca a María como
“Madre de misericordia, Madre de Dios y Madre del perdón, Madre de la esperanza y Madre de la
gracia, Madre llena de santa alegría,”361 pasando a explicar cada una de estas partes, pues “en estas
pocas palabras se sintetiza la fe de generaciones de personas que, con sus ojos fijos en el ícono de
la Virgen, piden su intercesión y su consuelo.”362 En todo esto María debe ser “un ícono de cómo
la Iglesia” debe actuar. Después de la Misa, rezó ante la imagen de la Salus populi romani. Fue lo
mismo que hizo – dejándole flores – antes de conducir su meditación en el retiro para sacerdotes
durante el jubileo.363 En esa ocasión Francisco presentó a María como “el recipiente simple y
perfecto, con el cual recibir y repartir la misericordia.”364 En Papa afirmó que “ella guarda la
memoria y la promesa de la misericordia de Dios con su pueblo”365, usando en una única frase
y pueblo, como se podrá observar a lo largo de este estudio. Bergoglio dice aún que el Magnificat
de María brota de “un corazón íntegro, no agujereado, que mira la historia y a cada persona con su
misericordia maternal.”366 Al final invita a los sacerdotes presentes a rezar el Salve Regina y
sentido de poder beber en ellos esa mirada indulgente y buena de la que tenemos sed…Esos ojos
361 Francisco, “Homilía por ocasión de la Apertura de la Puerta Santa en la Basílica de Santa María la Mayor.”
362 Francisco, “Homilía por ocasión de la Apertura de la Puerta Santa en la Basílica de Santa María la Mayor.”
363“El Papa a los sacerdotes: María, recipiente y fuente de misericordia,” Asianews.it, 2 junio 2016, acceso en 18
febrero 2017, http://www.asianews.it/noticias-es/El-Papa-a-los-sacerdotes:-Mar%C3%ADa,-recipiente-y-fuente-de-misericordia-
37666.html
364 Francisco, “Segunda meditación en el retiro espiritual con ocasión del jubileo de los sacerdotes,” La Santa Sede, 2
misericordiosos…que nos hacen ver las obras de la misericordia de Dios en la historia” (hacer
memoria) y encontrar “la tierra prometida” (creer en la promesa), “el reino de la misericordia”
El año anterior, en la fiesta de la Asunción de la Virgen María, Francisco había dicho que
Ella “cree y proclama que Dios no deja solos a sus hijos, humildes y pobres, sino que los socorre
con misericordia”, y por eso le suplicó que “vuelva sobre nosotros sus ojos misericordiosos, nos
despeje el camino, nos indique la meta, y nos muestre después de este exilio a Jesús, fruto bendito
misión de la Virgen como Madre de la Misericordia, que “ha experimentado la misericordia divina,
y ha acogido en su seno la fuente misma de esta misericordia: Jesucristo. Ella…sabe mejor que
nadie lo que Él quiere: que todos los hombres se salven, que a ninguna persona le falte nunca la
ternura y el consuelo de Dios. Que María, Madre de Misericordia, nos ayude a entender cuánto
Jubileo de la Misericordia, fue la ocasión para que el Santo Padre pronunciara una hermosa oración
a María, Madre de Misericordia. Pone ante ella todos los que el Señor le ha confiado y lo expresa
con aquella imagen – el manto – y aquella palabra – la ternura – tan queridas por él: “Bajo tu
manto hay lugar para todos, porque tú eres la Madre de la Misericordia. Tu corazón está lleno de
ternura hacia todos tus hijos: la ternura de Dios, que en ti se ha encarnado.” En su ser inmaculado
destacando, una vez más, el rol de María como madre: “Te agradecemos, Madre Inmaculada,
porque en este camino de reconciliación tú no nos dejas caminar solos, sino que nos acompañas,
estás cerca de nosotros y nos sostienes en toda dificultad. Que tú seas bendita, ahora y siempre,
Madre.”370
Se podrían seguir compilando y multiplicando las citaciones del Papa sobre María como
relación con la misericordia de Dios. Sin embargo, al final de este capítulo interesa destacar aún
otro aspecto presente en ese título y que es absolutamente importante para Bergoglio: la Madre.
María es Madre y esto es una experiencia vital para los cristianos en general, pero de forma
peregrinación al santuario de la Virgen de Guadalupe, cuya fecha se acercaba, dice el Papa: “Allí
pediré todo esto para toda América, de la cual [María] es especialmente Madre. A Ella le suplico
que guíe los pasos de su pueblo americano, pueblo peregrino que busca a la Madre de
Para concluir este capítulo relativo a las vivencias marianas de Bergoglio como pastor, es
ilustrativo compartir lo que dijo al final de la primera entrevista concedida al investigador, una
vivencia inolvidable para éste y que “pinta” al Papa “de cuerpo entero”. Se aproximaba el momento
de la despedida, después de más de dos horas con el Papa, entre la Casa Santa Marta, donde empezó
370 Francisco, “Acto de veneración de la Inmaculada en la Plaza de España,” La Santa Sede, 8 diciembre 2015, acceso
toma la iniciativa y pregunta: “¿No te queda otra pregunta?” El entrevistador aprovecha, entonces,
para formular, al estilo periodístico: “En pocas palabras, ¿quién es la Virgen para usted?”. El Papa
respiró profundamente, pensó un poco y no vaciló en decir con voz llena de ternura y afecto: “Ella
es mi mamá.”372 Hizo una pausa y continuó: “Y probablemente sea la única persona con la que me
atrevo a llorar. Porque yo soy muy duro. No suelo llorar”, dijo con un candor que no combinaba
con el contenido de sus palabras. “Pero con la Virgen, sí, lo he hecho. Ella lo sabe. Siento que con
Sencillamente “ella es mi mamá”. La palabra usada por el Papa en castellano fue “mamá”,
que recoge la carga afectiva de la palabra “madre”, pero con un toque filial de más cariño e
intimidad. Era tan obvio y, al mismo tiempo, tan esclarecedor. Esas palabras resumían todo lo que
se había conversado en la entrevista, condensaban toda una vida de amor y vínculo profundo entre
Jorge Mario y María. Es bueno y científico advertir que lo obvio es real, también teológica y
pastoralmente. A veces la gente se acostumbra tanto a las evidencias – en especial los sacerdotes
y teólogos – que, con el tiempo, parece que ellas tienen menos vigencia. María es sencillamente
La segunda parte de este estudio está compuesta por cuatro capítulos: los dos primeros
(capítulos 4 y 5) recogieron algunas experiencias de piedad mariana y popular que Jorge Mario
Bergoglio hizo a lo largo de su vida: desde su infancia, juventud y su tiempo como jesuita (capítulo
4) hasta su ministerio episcopal como obispo de Buenos Aires y Roma (capítulo 5). En los otros
dos capítulos de esta segunda parte la atención se concentra no tanto en las experiencias, sino en
los discursos, es decir, aquello que Bergoglio escribió o dijo, y que quedó de alguna forma
registrado: como jesuita y obispo de Buenos Aires (capítulo 6) y después de su elección como Papa
(capítulo 7). Por lo tanto, lo primero a clarificar son las fuentes accesibles para la investigación.
El material más abundante, como se puede suponer, es el de su tiempo como Papa, que se
presenta en el próximo capítulo (capítulo 7). Los textos de su periodo como obispo de Buenos
Aires fueron recogidos de distintas formas: los principales discursos (homilías, mensajes, charlas)
de su tiempo como arzobispo (1998-2013) están en el sitio web del Arzobispado de Buenos Aires. 1
AICA ha recogido también prácticamente los mismos textos y algunos más.2 Muchos de ellos han
sido compilados por la editorial Claretiana (Publishing Group Claret, en distintos países),
agrupándolos según temáticas afines. Aunque fueron publicados antes, han sido reeditados y
ampliamente difundidos después de la elección de Bergoglio como Papa.3 Su primer libro como
1 “Homilías del Cardenal Jorge Mario Bergoglio,” Arzobispado de Buenos Aires, acceso 18 febrero 2017,
http://www.aicaold.com.ar//index2.php?pag=docbergoglio
3
Algunos títulos en español: Jorge Mario Bergoglio, ¡Salgan a buscar corazones! Mensajes a los catequistas y a los
peregrinos (Buenos Aires: Claretiana, 2013); Jorge Mario Bergoglio, El verdadero poder es servicio, 2ª ed. (Buenos Aires:
Claretiana, 2013), con textos agrupados en tres grupos: escritos catequéticos, educativos y marianos; homilías de Navidad, Jueves
Santo, Pascua y Corpus Christi; y escritos dirigidos al diálogo con el mundo de la cultura; Jorge Mario Bergoglio, La patria es un
336
obispo fue sobre la visita de Juan Pablo II a Cuba (1998), cuya publicación él coordinó.4 También
hay un libro, escrito en forma de retiro: Mente abierta, corazón creyente (2012)5, y otro que es la
transcripción de un retiro dado a los obispos de España: En Él solo la esperanza (2006).6 Con su
amigo rabino Abraham Skorka publicó Sobre el cielo y la tierra (2011)7, y con el mismo Skorka
Buenos Aires, Biblia, diálogo vigente: la fe en tiempos modernos (2013).8 Se debe registrar aún
una entrevista que fue publicada como libro con el título El jesuita (2010).9 Bergoglio escribió solo
una vez un artículo para la revista Teología de la UCA.10 Antes de ser nombrado cardenal en 2001
prácticamente no concedió entrevistas en Argentina, salvo una a Radio María en 2008 (sobre el
don, la nación una tarea (Buenos Aires: Claretiana, 2013), que recoge sus homilías de Te Deum; Jorge Mario Bergoglio,
Hambre y sed de justicia: desafíos del Evangelio para nuestra patria (Buenos Aires: Claretiana, 2001), que recoge los Te Deum
de los 25 de Mayo y las homilías en San Cayetano los 7 de agosto de 1999 a 2001; Jorge Mario Bergoglio, Ponerse la patria al
hombro: memoria y camino de esperanza (Buenos Aires: Claretiana, 2004), que recoge los Te Deum de los 25 de Mayo y las
homilías en San Cayetano los 7 de agosto de 2002 a 2004; Jorge Mario Bergoglio, Educar: exigencia y pasión – Desafíos para
educadores cristianos (Buenos Aires: Claretiana, 2013) con sus mensajes a los educadores de 1998 a 2002; Jorge Mario
Bergoglio, Educar: testimonio de la verdad (Buenos Aires: Claretiana, 2012) con sus mensajes a los educadores de 2003 a 2013;
Jorge Mario Bergoglio, Corrupción y pecado: algunas reflexiones en torno al tema de la corrupción (Buenos Aires: Editorial
Claretiana, 2005); Jorge Mario Bergoglio, La nación por construir: utopía, pensamiento y compromiso: VIII Jornada de Pastoral
Social (Buenos Aires: Claretiana, 2005); Jorge Mario Bergoglio, Sobre la acusación de sí mismo (Buenos Aires: Claretiana,
2006); Jorge Mario Bergoglio, Soplo de esperanza para un mundo sufocado (Buenos Aires: Claretiana, 2010); Jorge Mario
Bergoglio, Nosotros como ciudadanos, nosotros como Pueblo (Buenos Aires: Claretiana, 2011); Jorge Mario Bergoglio, Escucha
el clamor de tu pueblo: mensajes al pueblo (Buenos Aires: Claretiana, 2014). Además, hay otras recopilaciones, de otras
editoriales como: Virginia Bonard, ed., Nuestra fe es revolucionaria (Buenos Aires: Planeta, 2013), que intenta entender el
pensamiento del Papa a partir de una selección de sus textos como obispo; Jorge Mario Bergoglio, Enviados a hacer el bien:
reflexiones y meditaciones (Buenos Aires: EDIBESA-Ágape, 2014), entre otras. Más recientemente se ha publicado la traducción
al italiano de sus principales homílias y discursos como obispo: Jorge Mario Bergoglio (Papa Francesco), Nei tuoi occhi è la mia
parola: omelie e discorsi di Buenos Aires 1999-2013, ed. Antonio Spadaro, trad. Giuseppe Romano (Milano: Rizzoli, 2016).
4 Jorge Mario Bergoglio, ed., Diálogos entre Juan Pablo II y Fidel Castro (Buenos Aires: Ciudad Argentina, 1998).
5 Jorge Mario Bergoglio, Mente abierta, corazón creyente (Buenos Aires: Claretiana, 2012).
6 Jorge Mario Bergoglio, En Él solo la esperanza (Madrid: BAC, 2013). El investigador se usó de la edición americana
de este libro: Jorge Mario Bergoglio, In him alone is our hope: spiritual exercises given to his brother bishops in the manner of
Saint Ignatius of Loyola (New York: Magnificat, 2013)
7 Jorge Mario Bergoglio y Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra (Buenos Aires: Sudamericana, 2011).
8 Jorge Mario Bergoglio, Abraham Skorka y Marcelo Figueroa, Biblia, diálogo vigente: la fe en tiempos modernos
voluntariado)11 y una breve a la Revista Pastores también en 2008 (sobre el sacerdocio). 12 Sí, dio
Giorni recopiladas en Francesco: Un Papa dalla Fine del Mondo.14 En 2011 concedió una
entrevista a AICA15, y tres en 2012: una a Andrea Tornielli en el Vatican Insider16, otra a EWTN
Español17 y otra a la Radio comunitaria La 96 Voz de Caacupé, de la Villa 21.18 En ese período
“Cuando Bergoglio habló sobre voluntariado en Radio María,” Radio María Argentina, 8 octubre 2015, acceso 18
11
Elisabetta Piqué, “Bergoglio: el país debe apelar a sus reservas morales,” La Nación, 18 febrero 2017, acceso 18 febrero 2017,
13
http://www.lanacion.com.ar/52725-bergoglio-el-pais-debe-apelar-a-sus-reservas-morales
14 Gianni Valente, ed., Francesco: Un Papa dalla Fine del Mondo (Bolonia: EMI, 2013).
“Entrevista al Card. Jorge M. Bergoglio,” AICA, 9 noviembre 2011, acceso 18 febrero 2017,
15
http://www.aicaold.com.ar/index.php?module=displaystory&story_id=29236&format=html
16 Andrea Tornielli, “Arribismo y vanidad… esos pecados en la Iglesia,” Vatican Insider, 24 febrero 2012,
http://www.lastampa.it/2012/02/24/vaticaninsider/es/reportajes-y-entrevistas/arribismo-y-vanidad-esos-pecados-en-la-iglesia-
jRWVzlihKrBfmVhJDVXkMN/pagina.html
EWTN Español, “Entrevista del Cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco,” YouTube, 17 marzo 2013, acceso 18
17
Como jesuita el material escrito al que se puede tener acceso es aún más reducido. El
Meditaciones para Religiosos (1982)22, Reflexiones espirituales sobre la vida apostólica (1987) 23
y Reflexiones en esperanza (1992)24. Además, Bergoglio escribió tres cartas autobiográficas muy
ilustrativas dirigidas al historiador salesiano Cayetano Bruno: una con fecha de 18 de mayo de
1986, sobre las vocaciones de los coadjutores, y otras dos en su tiempo de “exilio” en Córdoba,
Agostiniana, 2010), 7-10; Jorge Oesterheld, Compartir lo que creemos: en una sociedad plural (Buenos Aires: San Pablo, 2011),
7-8; Fernando Lobo, "Tú eres mi prójimo”: testimonios de sacerdotes que acompañan al pueblo en el seguimiento de Jesús
(Buenos Aires: Claretiana, 2012), 7; Enrique Ciro Bianchi, Pobres en este mundo, ricos en la fe: la fe de os pobres de América
Latina según Rafael Tello (Buenos Aires: Ágape, 2012), 11-13; Guzmán Carriquiry, O Bicentenario da independencia dos países
latino-americanos (Aquiraz: Edições Shalom, 2013), 13-18. Estos son los que el investigador tuvo acceso, pero hay otros libros
más, de ese periodo, prologados por Mons. Jorge Bergoglio.
20 Los artículos firmados por Jorge Mario Bergoglio, s.j. son: “El sentido teológico de la elección,” Boletín de
Espiritualidad 4 (octubre-noviembre 1968): 7-8; “Una Institución que vive su carisma,” Boletín de Espiritualidad 55 (abril
1978): 27-50; “Criterios de acción apostólica,” Boletín de Espiritualidad 64 (enero 1980): 3-26; “Formación permanente y
reconciliación,” Boletín de Espiritualidad 68 (diciembre 1980): 3-13; “Responsabilidad como Provincia frente a las futuras
vocaciones,” Boletín de Espiritualidad 71 (junio 1981): 20-27; “Conducir en lo grande y en lo pequeño,” Boletín de
Espiritualidad 73 (octubre 1981): 17-27; “Formación en la vida comunitaria,” Boletín de Espiritualidad 74 (enero 1982): 12-31;
“Sobre la incertidumbre y la tibieza,” Boletín de Espiritualidad 78 (noviembre 1982): 12-31; “El mal superior y su imagen,”
Boletín de Espiritualidad 84 (diciembre 1983): 1-9; “Cruz y sentido bélico de la vida,” Boletín de Espiritualidad 85 (febrero
1984): 1-10; “La acusación de sí mismo,” Boletín de Espiritualidad 87, (mayo-junio 1984): 1-18; “La cruz y la misión,” Boletín
de Espiritualidad 89 (septiembre-octubre 1984): 1-8; “Unidos para que el mundo crea,” Boletín de Espiritualidad 122 (mayo-
abril 1990): 1-10.
21 Los artículos firmados por Jorge Mario Bergoglio, s.j. son: “Actitudes conflictivas y pertinencia eclesial: a propósito
de tres publicaciones,” Stromata 39 (1983): 141-153; “Sobre pluralismo teológico y eclesiología latinoamericana,” Stromata 40
(1984): 321-331; “Discurso Inaugural,” Stromata 41 (1985): 161-165; “Palabras de Clausura del Congreso,” Stromata 41 (1985):
379-381; “Servicio de la fe y promoción de la justicia: algunas reflexiones acerca del decreto IV de la Congregación General
XXXII de la Compañía de Jesús,” Stromata 44 (1988): 7-22; “Necesidad de una antropología política: un problema pastoral,”
Stromata 45 (1989): 173-185.
22 Jorge Mario Bergoglio, Meditaciones para religiosos (San Miguel: Diego de Torres, 1982). El investigador tuvo
acceso a una reedición, hecha después de su elección como Papa: Francisco (Jorge Mario Bergoglio), Meditaciones para
religiosos (Bilbao: Mensajero, 2014).
23Jorge Mario Bergoglio, Reflexiones espirituales sobre la vida apostólica (San Miguel: Diego de Torres, 1987). El
investigador tuvo acceso a una reedición, hecha después de su elección como Papa: Francisco (Jorge Mario Bergoglio),
Meditaciones para religiosos (Bilbao: Mensajero, 2013).
24 Jorge Mario Bergoglio, Reflexiones en esperanza (Buenos Aires: Ediciones Universidad del Salvador, 1992).
339
ambas fechadas en 20 de octubre de 1990, la primera sobre sus recuerdos respecto al P. Enrique
capítulo ordenar los temas relativos a la piedad popular mariana. Desde ya se debe advertir que
tanto las referencias marianas como las relativas a la piedad popular en las alocuciones de
Bergoglio van in crescendo, es decir, van “de un menos a más”. Son más escasas en su tiempo de
ministerio papal. Y esto por dos motivos: Primero, por la cantidad de material a disposición, que
comienza con unos pocos libros y artículos en su tiempo de jesuita y llega a una cantidad
inabarcable de pronunciamientos del Papa Francisco disponibles en el sitio web de la Santa Sede,
incluyendo sus homilías diarias en la Casa Santa Marta. Y, en segundo lugar, como se defiende
en este estudio, gracias al crecimiento que esos asuntos – lo popular y lo mariano – van teniendo
religiosa se fue desarrollando su contacto con el santo pueblo fiel de Dios, su cultura y religiosidad;
y, en ese contacto, Bergoglio fue aprendiendo del pueblo a amar, valorar y cultivar más
6.1Como jesuíta
Entre los pocos libros y artículos publicados por el Padre Jorge Mario Bergoglio, ninguno
está dedicado prioritariamente a hablar de María ni de la piedad popular, pero hay referencias
25 Las tres cartas están publicadas en: Alejandro León, ed., Francisco y Don Bosco: escritos de Jorge Bergoglio sobre
esporádicas a estos temas en sus escritos. Esta constatación ya apunta a una primera conclusión:
un “capítulo aparte”. Se puede suponer que, en fiestas marianas u otros eventos populares, como
procesiones en su parroquia del Patriarca San José, en San Miguel, haya hablado de estos temas
con más exclusividad, pero de esto la presente investigación no encontró testimonios escritos.
Los libros y artículos escritos en ese período recogen reflexiones hechas en o para los
Ejercicios Espirituales ignacianos, textos académicos o discursos dirigidos a los jesuitas u otros
religiosos. Llama la atención el lenguaje allí empleado: por un lado, la gran riqueza bíblica, repleta
de citas del Antiguo y del Nuevo Testamento, en especial en las meditaciones para los Ejercicios
Espirituales, pero por otro, el acentuado tono académico, científico, elaborado, no siempre fáciles
de entender, con referencias a diversos filósofos y teólogos – como, por ejemplo, Romano Guardini
y Henri De Lubac – y, sobre todo, muchas alusiones a la espiritualidad jesuita. En ese segundo
aspecto se percibe notoria diferencia con el estilo más sencillo – aunque igualmente profundo – de
la predicación del Papa Francisco, que “todos entienden” porque habla el “lenguaje del pueblo”.
Esto se debe al público al que estaban dirigidos sus escritos como jesuita (religiosos, académicos,
decir, por la necesidad de hacerse comprensible a una asamblea cada vez más amplia. En otras
palabras: en la medida que variaban las “ovejas”, más accesible a ellas se debió tornar el “olor” y
la impostación de su mensaje.
Además, se sabe que una de las preocupaciones de Bergoglio como Provincial y después
como Rector en el Colegio Máximo era un retorno a las fuentes de la espiritualidad jesuita que
Sin embargo, las referencias a María y a lo popular, presentes en estos escritos son muy
significativas, por tres motivos: primero, para captar mejor la génesis de algunos de sus conceptos
fundamentales respecto a estos temas; segundo, para descubrir cuán antiguas son algunas ideas
sobre las que Bergoglio sigue insistiendo como Papa; y tercero para percibir su fidelidad a ciertas
reflexión ulterior: la importancia del “santo pueblo fiel de Dios” y del sensus fidelium (6.1.1), la
inculturación del Evangelio (6.1.2), la íntima relación entre la Iglesia y María (6.1.3) y la presencia
de ésta en la vida del pueblo, pues – según la experiencia de San Ignacio – “María nos pone junto
a su Hijo” (6.1.4). Además, ya en ese período se encuentran las primeras referencias a algunas
26 Ya como Maestro de Novicios, Bergoglio “se inspiraba en los místicos jesuitas franceses, sobre todo en Louis
Lallemant, que vivió en el siglo XVII y que, como Bergoglio, poseía el don de la dirección y formación espirituales…Bergoglio
creía, como Lallemant, que la suma de la vida espiritual consiste en observar los modos y los movimientos del Espíritu de Dios
en nuestra alma, y en fortalecer nuestra voluntad en la resolución de seguirlos.” Austen Ivereight, El gran reformador: Francisco,
retrato de un Papa radical (Barcelona: Ediciones B-Grupo Zeta, 2015), 151.
342
En el escrito más antiguo que el investigador ha tenido acceso, una pequeña publicación en
el Boletín de Espiritualidad, el año 1968, Bergoglio ya habla del pueblo de Dios.27 Lo hace a partir
del punto de vista bíblico, y se refiere a la vocación de María respecto al nacimiento de Jesús en
Lc 1. Los relatos vocacionales en la Biblia tienen, según él, un mismo esquema literario: la misión,
la objeción por parte del elegido, la respuesta de Dios a tal objeción y el signo con que Dios rubrica
este pueblo, a personas, como es el caso de María. La elección de Dios es definitiva, “con todo,
febrero de 1974. El nuevo Provincial, elegido seis meses antes, aprovecha para hacer una especie
de “discurso programático”. Como telón de fondo están las tensiones internas que vivían la Iglesia
En su discurso Bergoglio enfatiza tres puntos que consideraba signos de Dios para la Provincia y
27 Jorge Mario Bergoglio, “El sentido teológico de la elección,” Boletín de Espiritualidad 4 (octubre-noviembre 1968):
7-8.
28 Bergoglio, “El sentido teológico de la elección,” 8. Esta expresión hace acordar el “primerear”, que será característica
carisma: Apertura de la Congregación Provincial XIV”, 18 de febrero de 1974, en Meditaciones para religiosos, ed. Bergoglio,
43-49. Primera publicación: Jorge Mario Bergoglio, “Una Institución que vive su carisma,” Boletín de Espiritualidad 55 (abril
1978): 27-50.
31 Resulta curioso observar como en esta alocución Bergoglio ya propone tres de los cuatro criterios para superar los
conflictos que él va a presentar a la Iglesia universal 40 años después, como Papa, como camino para obtener la paz social (EG
222-237): “Los grandes criterios para conducir los procesos: la unidad es superior al conflicto, el todo es superior a la parte, el
tiempo es superior al espacio, son los que han de inspirar nuestro trabajo.” Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,”
48.
343
podían ayudar a construir la unidad: primero la convicción de que era necesario “superar
contradicciones estériles intraeclesiásticas”32 para poder desarrollar una real estrategia apostólica,
segundo la lucidez respecto a falsas soluciones para los problemas apostólicos y, tercero “el deseo
de recorrer los auténticos caminos de crecimiento: los de nuestra historia, aquéllos donde Dios nos
salva.”33 Al hablar de ese deseo, Bergoglio destaca que los jesuitas argentinos empezaron a
reconocer “el sentido de reserva religiosa que tiene el pueblo fiel”, advirtiendo entre ellos “cierta
‘alergia’ cada vez que se pretende reconocer a la Argentina a través de teorías que no han surgido
de nuestra realidad nacional.”34 Y añade: “Quisiera, a título personal, expresar lo que para mí
significa esta realidad: pueblo fiel. Y al decir pueblo fiel quiero referirme sencillamente al pueblo
fiel, a aquel con quien tenemos más contacto en nuestra misión sacerdotal y nuestro testimonio
debido a los supuestos ideológicos con que se pronuncia o se siente esa realidad del pueblo. Ahora,
El Provincial hace memoria, entonces, de sus estudios teológicos para remarcar otra idea
teológica que, en su pensamiento, está asociada a la de pueblo fiel: el sensus fidelium del pueblo
de Dios, que le da una connatural infalibilidad en el ejercicio de su fe. Sus palabras son una
confesión de fe: “Cuando estudiaba teología, cuando – como ustedes – revisaba el Denzinger37 y
32“Bastaría recordar los infecundos enfrentamientos con la jerarquía, los conflictos desgastantes entre ‘alas’ (por
ejemplo, ‘progresista’ o ‘reaccionaria’) dentro de la Iglesia.” Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 44.
33 Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 44.
34 Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 46, énfasis del autor.
35 Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 46, énfasis del autor.
36 Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 46, énfasis del autor.
37 Enchiridion de los símbolos, definiciones y declaraciones sobre la fe y costumbres, editado por primera vez por E.
Denzinger, en 1854.
344
los tratados para probar las tesis, me admiró mucho una formulación de la tradición cristiana: el
pueblo fiel es infalible ‘in credendo’ – en el creer.”38 Una admiración que le acompañará toda la
vida.39 “De ahí en más – sigue el Provincial – saqué mi propia fórmula, que no será muy precisa,
pero que me ayuda mucho: cuando quieras saber lo que cree la Madre Iglesia, andá al Magisterio
– porque él es el encargado de enseñarlo infaliblemente – pero cuando quieras saber cómo cree la
Iglesia, andá al pueblo fiel.”40 Y, para ejemplificar, él aplica su fórmula justamente a la piedad
popular mariana: “El Magisterio te enseñará quién es María, pero nuestro pueblo fiel te enseñará
como la unción que da firmeza en el discernimiento y las decisiones, pues “nuestra seguridad está
en la unción. Es la palabra recibida, interiorizada. Por ella sabemos todo, nos enseña todo (1Jn
2,27). La unción nos pone en la verdad (Jn 8,32). La mentira es Satán. No se trata de multiplicar
las consignas, sino de reconocer en esta unción, en este ‘sensus fidelium’, la verdadera pertenencia
al cuerpo de Cristo.”42 Y concluye, una vez más, con una referencia mariana: “Contemplando al
Señor, puesto en cruz, con el corazón abierto; y a su Madre santísima de pie, pidamos la gracia de
ser ungidos en su seguimiento, de ser crucificados con Él.”43 Y “de la cruz, vayamos a la casa de
38 Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 46, énfasis del autor.
39 “El Pueblo de Dios es santo por esta unción que lo hace infalible «in credendo». Esto significa que cuando cree no se
equivoca, aunque no encuentre palabras para explicar su fe. El Espíritu lo guía en la verdad y lo conduce a la salvación.” EG 119.
40 Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 46-47.
41 Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 47. La misma idea fue repetida por el Papa Francisco, en la E-1,
varias décadas después: “Si quieres saber quién es María, pregunta a los teólogos, si quieres saber cómo amarla, pregunta al
pueblo.”
42 Jorge Mario Bergoglio, “La unción,” en Meditaciones para religiosos, ed. Bergoglio, 183-187, aquí: 185.
43 Bergoglio, “La unción,” 187.
345
Nuestra Señora donde sufre su soledad”44 para que “nuestra caridad apostólica” se robustezca “ante
la soledad de una virgen, fecunda como nadie, en calidez materna.”45 En la cruz, donde nace la
Iglesia, María participa del sufrimiento de Jesús y coopera en el nacimiento del pueblo de Dios,
los nuevos hijos de Dios: “Allí nuestra pertenencia [a la Iglesia] es filial porque nos hacemos hijos
en el hijo. Y allí, de pie, participando del despojo, está la Madre que da sentido a nuestra
filiación.”46
aquella época, reflexionaban sobre el pueblo como sujeto, con fuerte impronta histórica y
nacionalista, Bergoglio defiende que es posible hacer una lectura de la realidad y del mundo a
partir de la conciencia de ese pueblo, que es esencialmente cristiano: “Nuestro pueblo tiene alma,
y porque podemos hablar del alma de un pueblo, podemos hablar de una hermenéutica, de una
manera de ver la realidad, de una conciencia.”47 En el caso del pueblo argentino, se trata de una
proletariado…No es fruto de una ‘teoría’, sino de una vida, que es cristiana en su raíz,”48 y que
debe al trabajo de los primeros misioneros jesuitas, que supieron vislumbrar la viabilidad
44 Jorge Mario Bergoglio, “La cruz del Señor,” en Meditaciones para religiosos, ed. Bergoglio, 188-192, aquí: 192.
45 Jorge Mario Bergoglio, “El Señor que nos llama,” en Meditaciones para religiosos, ed. Bergoglio, 234-238, aquí:
238.
46 Bergoglio, Reflexiones espirituales, 193.
47 Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 47. “Bergoglio no participó directamente en esos debates; él no
era teólogo y desconfiaba de que lo etiquetaran. Pero su propia visión de la historia, tanto nacional como cristiana, lo llevaba en
la misma dirección. En la idea del ‘santo pueblo fiel de Dios’, Bergoglio tenía lo que los teólogos llaman una hermenéutica – una
clave interpretativa, un criterio, una vara de medir – que le permitiría reformar y unir la provincia, más allá de la ideología,
centrándose de una manera muy concreta en los pobres. Su postura no fue conservadora…ni clerical…, sino [creía] que el
Espíritu Santo se había revelado a través de un diálogo entre el ‘pueblo fiel’ y la Iglesia universal.” Ivereight, El gran
reformador, 163.
48 Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 47.
346
apostólica de ese pueblo – que algunos hasta dudaban que tenía alma – un significativo resultado:
América Latina es “el único continente católico”, pues “Dios está en el corazón de nuestro pueblo,
y de allí no se va más.”49
Bergoglio sigue explicando que el pueblo fiel “no divorcia su fe cristiana de sus proyectos
la resurrección y la vida: bautiza a sus hijos y entierra a sus muertos”51, reza y pide salud, trabajo,
el pan, el entendimiento familiar y la paz para la patria. Y, uniendo lo espiritual con la liberación
social, completa: “Algunos piensan que esto no es revolucionario; pero el mismo pueblo que pide
Fue al inicio de los años 70 que Bergoglio empezó a usar esa expresión que se tornó clave
en su pensamiento: “el santo Pueblo fiel de Dios”. Él mismo lo explica en su última entrevista
como cardenal, en noviembre de 2012.53 La entrevista fue en una radio comunitaria, de la Villa 21-
24 en Buenos Aires. El Padre Juan Isasmendi le pide que explique cómo empezó a usar esa
expresión, que le es tan característica. La respuesta textual de Bergoglio, por su valor testimonial
y directo, ilumina mucho la comprensión que se puede tener de ese tema en el vocabulario y
pensamiento del actual Papa: “Creo que la empecé a elaborar entre el año 70 y 72, por ahí más o
menos. Me acuerdo del lugar dónde estaba y allí la empecé a elaborar. Se hablaba mucho de ‘el
pueblo’ en aquella época, pero vos no sabías a qué se refería la gente cuando hablaba de ‘el pueblo’.
Pero ‘¿qué quieren decir? ‘Pueblo’, ‘reivindicación del pueblo’,”54 recuerda el Cardenal haciendo
referencia a toda la situación de Argentina tanto en el campo político (repuntar del peronismo,
convulsión social, fuerza de las clases populares) como eclesial (COEPAL, Declaración de San
contexto el neo-sacerdote jesuita se preguntaba cómo posicionarse, tal como lo sigue contando al
P. Isasmendi: “Pero yo digo que los curas tenemos que hablarle al pueblo, pero a un pueblo muy
especial. En la Biblia está que nosotros somos un pueblo santo; san Pedro dice: pueblo santo,
El cardenal hace en este punto una digresión respecto a la fidelidad cristológica y mariana
de ese pueblo. Ese pueblo es fiel, a pesar de sus pecados, pues tiene una orientación básica hacia
Jesús y María: “Yo veo que, aunque nos mandemos ‘macanas’57 y ‘qué sé yo’, el pueblo que sigue
a Jesús siempre mira a Jesús y a la Virgen, y tiene una fidelidad básica direccional.”58 A partir de
esta reflexión, sigue el Cardenal: “poco a poco empecé a hablar del santo Pueblo de Dios o del
Pueblo fiel de Dios, y la expresión que más me llena es el ‘santo Pueblo fiel de Dios’.”59 Recapitula,
entonces, los dos adjetivos de la expresión: “Yo puedo decir: nuestro pueblo es santo, porque está
bautizado, y al estar bautizado, está justificado por la sangre de Cristo; nuestro pueblo es fiel
porque, pese a todos los pecados que todos comentemos, trata de no apartarse del camino de Cristo,
54 Juan Isasmendi, “Papa Francisco: ‘Los momentos más lindos como cura son los que pasé con la gente’,” Youtube
y Jesús lo siente fiel. Por eso uso ‘santo pueblo fiel de Dios’ que es el que está en camino hasta el
encuentro final con Jesús. Por eso digo esa frase.”60 La mención al bautismo hizo que Bergoglio
tocara otro tema muy querido por él: “Y por eso es importante bautizar a los chicos de entrada,
porque…el bautismo es lo que nos hace santos, la santidad que nos ganó Jesús cuando nos justificó
de nuestros pecados, y esa misma santidad nos ayuda a ser fieles. Por eso digo santo Pueblo fiel
de Dios.”61
lo asocia también con su reflexión sobre el sensus fidelium y de cómo se aprende con el pueblo.
Confiesa que su principal recuerdo como obispo es el haber “caminado junto al santo pueblo fiel
de Dios” y haber “aprendido tanta fidelidad”, y dice que esa recordación lo va a acompañar hasta
la muerte.62 Usa la imagen de que los sacerdotes encuentran siempre de nuevo “la brújula en la
gente”63, es decir, se orientan a partir del pueblo, pues allí se manifiesta el Espíritu. Explica que
hay tres formas de ser pastor: delante de la oveja guiándola, a su costado acompañándola y detrás
de ella, “siguiendo el camino que la oveja va marcando con su olfato”, pues “muchas veces, la
brújula, el olfato lo tiene el santo pueblo fiel de Dios, y vos tenés que mirar para dónde van, porque
es el Espírito Santo que trabaja en el corazón del santo pueblo de Dios.”64 Y cuenta la historia de
una señora que, en la fiesta del Señor y de la Virgen del Milagro, después de la misa quería la
bendición para unos santitos, pero el padre le dijo que no era necesario porque ella ya había
recibido la bendición en la misa y ya estaba todo bendito. Apenas el padre se dio vuelta, la señora
le dijo a Bergoglio, que estaba al lado: “¿Me los bendice, padrecito?”65 Y el Cardenal se pregunta:
“¿Qué indica esto? La brújula, ¿qué marca?” Y se responde: “Que yo quiero que Jesús mire lo que
yo tengo en la mano, mi cosa, lo mío, o sea, quiero ser singular ante Jesús.”66 Lo que para muchos
sacerdotes puede parecer un exceso piadoso, no lo es para el cardenal, que defiende que la reacción
de la señora “no está mal, porque para Jesús cada uno de nosotros es diferente al otro, no somos
un montón, Jesús no nos ama ‘al voleo’, no nos ama al montón…Por eso el pueblo santo fiel de
Dios tiene esa brújula en el corazón, que es el Espíritu Santo, es el Espíritu Santo que da la
dirección.”67
el continente con su entrega. Dice que estos hombres son “símbolo de nuestra historia, abrieron
surcos. Pero también es símbolo de nuestra historia de jesuitas nuestro pueblo, porción de Iglesia
situada en esa geografía concreta que llamamos Argentina y que recogió la semilla.” 68 Y describe
algunas cosas que los jesuitas han aprendido del pueblo, incluyendo el aspecto mariano: “Nuestro
pueblo fiel a la enseñanza: el que bautiza a sus hijos, que ama a María, que no se avergüenza de la
cruz y sabe ver en ella el leño que se hace cayado de pastor y acompaña.”69
El Provincial insiste en ese aprender del pueblo fiel en un artículo que escribe para el
Boletín de Espiritualidad en 1980. Cuando las tempestades se ciernen sobre la Iglesia, las élites
Publicado por primera vez en Revista CIAS 25, n. 254 (1976): 7-10
69 Bergoglio, “Historia y presencia,” 21.
350
estériles. En ese momento Bergoglio sugiere que se busque orientación y “salvación” mirando al
pueblo fiel que ha sabido conservar su fe, como enseña la historia de la Iglesia. “Así, por ejemplo,
las inacabables disputas trinitarias no encontraron salida en los monólogos ideologizantes con
pretensiones de diálogo, sino en los pastores que campearon en la vida del pueblo fiel, y
descubrieron que este pueblo fiel conservaba su fe, el saber profundo, el olfato, el conocimiento
Bergoglio valora mucho la fe del pueblo sencillo y rechaza las tendencias de descalificación
de la religión, vigente entre teólogos de su tiempo71: “Cuando no nos arrodillamos ante la fe del
humilde y cuando no sabemos pedir, entonces creemos que lo que salva es la pura fe, una fe vacía,
pero una fe seca de toda religión, de toda piedad. Entonces no interpretamos lo religioso y el
intelecto marcha a la deriva de sus pocas luces.”72 Vuelve así a atacar un tipo de cultura ilustrada,
70 Jorge Mario Bergoglio, “Formación permanente y reconciliación,” en Meditaciones para religiosos, ed. Bergoglio,
82-92. Publicado por primera vez en Boletín de Espiritualidad 68 (diciembre 1980), 3-13. El texto trae una “nota de la
redacción”, n. 2, que explica: “El pueblo fiel tiene el sentido de la fe, aunque le falten formulaciones como las de un teólogo
profesional.” Y cita al P. Arrupe: Este sentido de la fe “…es el sentir de un miembro del cuerpo místico que siente la vida divina
de la Iglesia y que, por tanto, la vive en consonancia con el sentir de la Iglesia misma. Este sentido de la fe es un don que el
Espíritu Santo infunde en el espíritu del cristiano. Por eso no es extraño ver personas sencillas e indoctas (‘rudas’ diría San
Ignacio en su lenguaje) que lo poseen en alto grado…” Pedro Arrupe, “Un carisma que llega a ser institución,” Boletín de
Espiritualidad 55 (1978): 21.
71 La crítica de la religión vino de la teología protestante y de los así llamados “teólogos de la secularización”: Heinz
Zahrnt, A vueltas con Dios: la teología protestante en el siglo XX (Zaragoza: Hechos y dichos, 1972), 23-24 (con la crítica de
Barth y de Brunner a la religión).
72 Jorge Mario Bergoglio, “Nuestra fe,” en Meditaciones para religiosos, ed. Bergoglio, 131-138, aqui: 134. “Ya no
aporta la posmodernidad una aversión a lo religioso, y menos lo fuerza al ámbito de la privacidad. Se da un deísmo diluido que
tiende a reducir la fe y la religión a la esfera ‘espiritualista’ y a lo subjetivo (de donde resulta una fe sin piedad). Por otros
rincones surgen posturas fundamentalistas, con la que desnudan su impotencia y superficialidad.” Jorge Mario Bergoglio,
“Educar en la cultura del encuentro: disertación en la sede de la Asociación de los empresarios cristianos,” Arzobispado de
Buenos Aires, 1/9/1999, acceso 18 marzo 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
73 Bergoglio, “Nuestra fe,” 134. En su ponencia por ocasión de una reunión plenaria de la Pontificia Comisión para
América Latina, hablando de la importancia de la formació académica de los sacerdotes, Bergoglio menciona a Von Balthasar,
quien denuncia “un positivismo (teológico) difuso, que alcanza también, un poco por todos lados, a la pastoral. Se ofrece,
entonces, al pueblo fiel consideraciones de origen sociológico que son en realidad de un nivel inferior a su piedad “no
iluminada”, mientras que los predicadores “iluminados” piensan que han superado desde hace mucho tiempo esas “viejas
ideologías” y naturalmente no pueden reprimirse y no meter su nueva sabiduría en la catequesis de los jóvenes y también de los
adultos.” Urs von Balthasar, „Regagner une philosophie a partir de la theologie,“ en Pour une philosophie Chretienne (Paris:
Lethielleux, 1983), 175, citado en Jorge Mario Bergoglio, “Significado e importancia de la formación acadméica: ponencia en la
Plenaria de la Pontificia Comisión para la América Latina,” Arzobispado de Buenos Aires, 18 febrero 2009, acceso 18 julio 2017,
351
considera que, ante el fenómeno de la religión y la piedad, “la misión de nuestra mente es descubrir
también el gran valor que Bergoglio da a la memoria de los pueblos: “Los pueblos tienen memoria,
como las personas,”75 afirma. Por eso, “en la voz de un riojano está san Nicolás”76, santo patrono
de la Provincia de La Rioja. Para ejemplificar Bergoglio cuenta que Mons. Roberto Tavella (1893-
1963), primer arzobispo de Salta, en el noroeste argentino, encontró, en un pueblo del interior de
su diócesis, a un indio rezando con tanta concentración, que quiso saber qué rezaba, constatando
que ¡era el catecismo de Santo Toribio de Mogrovejo!77 A lo que Bergoglio agrega una frase
brillante: “La memoria de los pueblos no es una computadora sino un corazón.”78 Y remata con
una comparación mariana: “Los pueblos, como María, guardan todas las cosas en su corazón.” 79
De ahí se infiere la importancia de la piedad popular mariana, pues “todas las manifestaciones
religiosas del pueblo fiel son una eclosión espontánea de su memoria colectiva.”80 En ellas – en
Salta, Luján o dónde sea – se encuentran todos los que constituyen el pueblo: “el español y el indio,
castellano y en las lenguas indígenas aymara y quechua. Nicolás Sánchez Prieto, Santo Toribio de Mogrovejo, apóstol de los
Andes (Madrid: BAC, 1986).
78 Bergoglio, “La memoria,” 197.
79 Bergoglio, “La memoria,” 197.
80 Bergoglio, “La memoria,” 197.
352
del bien mutuo, dejarse iluminar por la piedad con que el mismo pueblo se reubica y se deja atraer
hacia el Fin que lo mueve, que lo justifica y da esperanza y le confiere la alegría del ser.”82 Y para
ilustrar mejor lo que quiere decir, Bergoglio cita a Dostoieviski, uno de sus escritores favoritos,
“en la expresión magistral de los Karamazov: ‘Quien no cree en Dios, tampoco cree en el pueblo
de Dios. En cambio, quien no dude del pueblo de Dios, verá también la santidad del alma del
pueblo, aun cuando hasta ese momento no hubiera creído en ella. Sólo el pueblo y su futura fuerza
Arrupe, había introducido la novedosa palabra “inculturación” en el debate del Sínodo sobre la
Evangelización (1974)84, y el 14 de mayo de 1978 escribió una carta a la Compañía sobre el tema.
Además, Evangelii Nuntiandi (1975), Puebla (1979) y el magisterio de Juan Pablo II dieron
también importantes pautas de reflexión teológica y acción pastoral para ese asunto. Tanto que, en
ocasión del cuarto centenario de la llegada de los jesuitas a Argentina (1985), las Facultades de
Filosofía y Teología de San Miguel organizaron un Congreso Internacional de Teología sobre ese
tema, presidido por el entonces Rector, el P. Jorge Bergoglio.85 No lo hizo solamente por su oficio,
sino también por inquietud personal. Tanto es así que, en su segundo libro, publicado en 1987,
entre fe y cultura. Al contemplar al Verbo encarnado se puede entender que allí ocurre la
Sabiduría: por un lado, el Evangelio, revelación del designio salvífico de la Sabiduría de Dios, y
por otro, “las diversas Culturas, fruto de la sabiduría de los pueblos, [que,] en su movimiento
ascendente, son reflejo de la Sabiduría creadora y perfeccionadora de Dios.”87 Por eso, “la cultura
de los pueblos, en cuanto sabiduría, son lugar privilegiado de mediación entre el Evangelio y los
hombres, por la garantía que da el ser fruto del trabajo colectivo a lo largo de la historia.”88 Por
eso, la cultura como “lo mejor” de un pueblo, debe ser contemplada “desde el corazón y la
memoria de los pueblos.”89 Bergoglio presenta, entonces, su tesis sobre la relación fe y cultura:
como ambas proceden de la Sabiduría divina, el encuentro entre fe y cultura (en su doble aspecto
85 Algunos de los expositores del congreso fueron, entre otras autoridades, el teólogo alemán Peter Hünermann y el
Cardenal francés Paul Poupard. Las actas, ponencias y trabajos fueron publicados en Stromata 41 (1985). También en: Juan
Carlos Scannone, ed., Evangelización de la cultura e inculturación del Evangelio (Buenos Aires: Guadalupe, 1986).
86 Bergoglio, Reflexiones espirituales, 227-295.
87 Jorge Mario Bergoglio, “Discurso inaugural,” Stromata 41 (1985), 162, énfasis del autor.
88 Bergoglio, “Discurso inaugural,” 163, énfasis del autor.
89 Bergoglio, “Discurso inaugural,” 162.
354
cuyo acto principal es la contemplación: por un lado, contemplación sapiencial de Cristo por el
Evangelio y, por otro, contemplación sapiencial de las culturas en su origen (sus causas más
profundas) y en sus realizaciones (la praxis cultural). Refiriéndose a esas realizaciones, Bergoglio
admite que “en los gestos y en los valores culturales más sencillos se esconde la profunda sabiduría
de los pueblos.”90 De ahí que, según él, cuando Puebla habla del amor a los pueblos como punto
de partida para conocerlos, “no solo por vía científica, sino también por la connatural capacidad
entre fe y cultura.92 Aunque no lo dice en ese momento, aquí está la base para entender el gran
valor que da a las manifestaciones de la piedad popular como expresión sapiencial del pueblo,
pueblo. Para eso no sirve importar soluciones extranjeras: “Qué fácil resulta ‘ir con la receta
hecha’, con la que leí quizás en la última revista holandesa, o francesa, o integrista, a catequizar a
mi pueblo. Y qué difícil…cuando percibo que debo aprender de ellos el lenguaje, las pautas de
referencia, las valoraciones…Y eso no como barniz para mi teología, sino como forma nueva que
a una de las charlas del congreso: Juan Carlos Scannone, “Pastoral de la Cultura hoy en América Latina,” en Evangelización de la
cultura, ed. Scannone, 253-276.
94 Dos palabras muy presentes en el vocabulario bergogliano, muchas veces citadas en griego mismo. Parresía significa
cuando éste es pobre y oprimido, este paciente camino, tan humilde, será el que nos salvará de las
soluciones ilustradas, de los remedios mesiánicos, de las liberaciones baratas.”96 Es un camino que
se hace con los pobres, abierto a recibir de ellos; es un “aprender a escuchar la voz de los pueblos”97
y no querer hablar nosotros “un idioma quizás distante kilómetros de los deseos y aspiraciones de
su corazón. Esto es ser leal con la encarnación del Señor, esto es ‘caminar con los pobres’…[es]
insertarnos en el pueblo.”98 Una inserción que asume “a fondo como modelo de evangelización el
‘indivise et inconfuse’ del Señor,” una idea que Bergoglio va a repetir otras veces en su discurso.
La solución calcedonense del “indivise et inconfuse” para explicar la forma de unidad entre
naturaleza humana y divina en la encarnación del Verbo debe ser aplicada también análogamente
al proceso de encarnación del Evangelio: “indivise et inconfuse” debe mantenerse la tensión entre
fe y cultura, entre la fidelidad a la fe recibida de la Iglesia, por un lado, y al pueblo concreto a que
se evangeliza, por otro; entre ser fiel al mensaje evangélico y, a la vez, a “asumir como suya la
en la ciudad de Santa Fe, Bergoglio presenta esa clave de lectura importante para el trabajo de
95 Jorge Mario Bergoglio, “La encarnación y el nacimiento,” en Meditaciones para religiosos, ed. Bergoglio, 239-243,
aquí: 240-241.
96 Bergoglio, “La encarnación y el nacimiento,” 241.
97 Bergoglio, “La encarnación y el nacimiento,” 241.
98 Bergoglio, “La encarnación y el nacimiento,” 241.
99 Bergoglio, “La encarnación y el nacimiento,” 242.
100 Conferencia pronunciada en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez de la Ciudad de Santa Fe, el 15 de octubre de
1977 con el título “Historia y presencia de la Compañía de Jesús en nuestra tierra”, recogida en Bergoglio, Reflexiones
espirituales, 246-263.
356
explica que los jesuitas colaboraron activamente en el Concilio de Trento, que inspiró la labor
catequética de los misioneros jesuitas en ultramar. “La concepción católica del hombre herido por
el pecado, pero no completamente corrompido, dio a esa tarea un optimismo valorizador de las
nuestros nativos.”101 Según Bergoglio, “la teología encarnacionista de Trento estaba persuadida
de que Dios entregaba su Reino en ropaje terreno” y por eso los misioneros no dudaron en valorar
vida divina, como la Iglesia veneró el inmaculado vientre de María que nos dio al Salvador.”102 Un
optimismo realista, que tuvo en cuenta el pecado del hombre, sabiendo despertar “ansias de
bautismo” y dando al pueblo “identidad y sentido de pertenencia.”103 Si, por un lado, “la fidelidad
a la santa Madre Iglesia jerárquica estructura la labor misionera”104, por otro, su fidelidad al
pueblo hace que aprendan las lenguas nativas gracias a la “voluntad seria por asumir la cultura de
esos pueblos y engendrar a esos hijos en la fe.”105 De mano de la teología tridentina, se fue dando
el proceso de inculturación y los nativos empezaron a expresar su fe también por medio del arte.
“De ahí en más – explica Bergoglio – la fuerza salvadora del sufrimiento de Cristo, la ternura de
María, la gloria de los santos y la fealdad del demonio tienen colorido y sentido americanista.”106
jesuitas en el continente americano concluye con una serie de testimonios sobre la vida en las
reducciones jesuíticas, donde la vida cotidiana estaba marcada por una experiencia de fe y
salvación. “En efecto, la cultura – el estilo de vida, compartido por todos – era cristiana, y tenía
su raíz en la doctrina común, y su expresión más alta era el culto”, en el que se manifestaba “tanto
lo devocional como lo sacramental.”107 Bergoglio muestra que la doctrina cristiana no era algo
superficial en la vida personal y comunitaria de los nativos en las reducciones jesuíticas, sino que
había llegado a la raíz de la cultura. La doctrina de la salvación en Cristo era una convicción para
ellos, “pero era, sobre todo, algo sentido, y la doctrina sentida se hacía devoción”108, remata
Bergoglio. “Lo devocional es, sin duda, el lugar privilegiado de la manifestación del corazón de
este pueblo: un corazón creyente que se siente querido por el Señor, la Virgen y los santos.”109 Para
Cuenta, por ejemplo, de un muchacho moribundo, hijo del cacique Aletín, que estaba
tranquilo de morir un sábado, “pues – decía el chico – ese es el día de nuestra Madre celestial; ésta
ha de llamarme”, y llegado el sábado dice: “Ya rompe el día de nuestra querida Señora, ahora voy
a morir y viajar hacia mi cara Madre celestial.”110 Minutos después, falleció. Bergoglio cuenta aún
otro ejemplo, de un enfermo terminal de viruela, que dijo a sus padres: “Mis queridos padre y
madre, yo ya iré hacia otro Padre y Madre…Quedaos consolados y no lloréis por mi fallecimiento,
Y para que el principio de la encarnación acontezca – como en Nazaret – hay que mirar a
María: “Mirando a la madre recibir al Verbo en su seno, mirando a la madre envolver en pañales
al vagido de Dios, pidámosle a ella que enseñe el difícil camino de la encarnación, el arduo andar
En ese contacto con los pobres el evangelizador se encuentra con su propia fe, con la fe de
sus padres, “que es en sí misma libertadora, sin necesidad de añadirle ningún aditamento, ningún
liberador”116, pero que “le viene no de ideologías, sino precisamente de su contacto con lo santo:
como Bergoglio entra en lo mariano “casi sin darse cuenta”. El potencial liberador viene del
contacto hierofánico y esto se experimenta en el contacto con la Virgen, de ahí que la fe mariana
pensamiento de Bergoglio, como símbolos unitivos de pertenencia, pues la “identidad del hombre
de fe” no es solo individual, sino que está marcada por la “pertenencia a un cuerpo”119, afirmada
por el bautismo y otros “símbolos unitivos: la Virgen, los santos…y aquí un paso más” – sigue
Bergoglio – “nuestra fe será combativa con una combatividad consciente del enemigo a fin de
defender todo el cuerpo (no ya solo a mí mismo).”120 De ahí que, él pregunte a sus oyentes, a modo
que miro a la Virgen o hablo sobre ella? ¿Estoy convencido de que la calidez de hogar tiene sentido
la afirmación de todo símbolo unitivo que, por ser religioso, es casi eficaz: doctrina, imágenes,
sacramentos?”121
años de la Compañía de Jesús en Argentina, Bergoglio reflexiona sobre el origen de los jesuitas y
su lucha ante las herejías de la época. Al final, con todo, indica que se debe mirar a las infidelidades
y pecados de los jesuitas en esa historia. Invita, entonces, a que miren a la Piedad, representada en
el siglo XVI como “la Madre con el Hijo destrozado y muerto en sus rodillas, teniendo confianza
de que en ese destrozo está la resurrección.”122 Esa es la esperanza ignaciana tan distinta de la
concepción luterana de la angustia. Por eso, sigue Bergoglio, con aquella expresión muy propia de
él: “La Piedad es una expresión cualificada de la revolución de la ternura con que Dios quiso
salvar al hombre.”123 Sus palabras remiten entonces “a esa Piedad que recoge al jesuita crucificado,
aun por sus propios pecados e infidelidades, y lo enternece con esperanza de Madre.”124 Hay que
ver la historia de la Compañía en sus triunfos apostólicos, pero también “en sus pecados y en la
Piedad que recoge ese destrozo del egoísmo y que tiene la calidez de la Madre.” 125 Y concluye
invitando a los oyentes a rezar juntos “a esta Piedad” para que los ayude a seguir su “camino de
Para hablar del sentido eclesial de la Compañía, Bergoglio rescata tres figuras ignacianas
de los Ejercicios: la “Iglesia militante”127, la “vera esposa de Cristo”128 y la “santa madre Iglesia
jerárquica.”129 Esta última es la más presente en sus escritos y reflexiones. En toda su vida de
jesuita – y más allá – motivó a sus hermanos a tener “un amor entrañable a la Iglesia”130, y más
que esto, dice él: “Yo me atrevería a decir más. Tendríamos que llegar a sentir devoción a la
Iglesia.”131 Está consciente de la audacia que esto significa en un tiempo en que “tantas instancias
parecieran aconsejarnos espíritu crítico, recelo y hasta vergüenza.”132 Pero cree que el que no
muestre esa devoción cometería una especie de deserción, o sería como un hijo que reniega a su
reflexiona sobre la relación esponsalícia entre Dios y el “pueblo-novia-Iglesia”: Bergoglio, Reflexiones en Esperanza, 125-138.
129 EE 353. “En la concepción ignaciana de la madre Iglesia como ‘jeráquica’ – sin negar a la vez que fuera una
‘congregación de los fieles cristianos’…– , una creación personal, por bien organizada que esté, no vale como miembro de la
Iglesia si no se hace ‘eclesial’, o sea, si la Iglesia jerárquica, ‘vera esposa de Cristo’ no la aprueba y promulga con su autoridad
recibida de Cristo.” A. Javier, “Los laicos en la acción ignaciana, Boletín de Espiritualidad 58: 20, citado en Bergoglio,
“Formación permanente ,” p. 86 nota 3.
130 Jorge Mario Bergoglio, “Sentido eclesial,” en Meditaciones para religiosos, Bergoglio, ed., 111-115, aquí: 115.
131 Bergoglio, “Sentido eclesial,” 115.
132 Bergoglio, “Sentido eclesial,” 115.
361
madre. Interesa ver como él lo dice, sobre todo, como pasa tan naturalmente del discurso sobre la
Iglesia al discurso sobre María, al mejor estilo patrístico. Él venía hablando de la devoción a la
Iglesia y, sin introducir el tema mariano, dice: “Yo les diría que tendríamos que ser muy
descastados para no poder confesarnos de que sentimos entrañable devoción a nuestra madre la
Virgen Santa. Y por eso me animo a decir que tendríamos que llegar a descubrir que amar a la
Virgen y amar a la Iglesia es para nosotros algo definitivamente indeclinable; un corolario forzoso,
en el siguiente texto del mismo libro. Obsérvese, en el discurso, el paso inmediato de María, Madre
El corazón de Cristo es fuente de todo consuelo porque de allí, de ese costado dormido,
nace su Iglesia. Es la madre santa que se nos entrega anticipada ya en la frase de Juan:
‘Hijo, ahí tienes a tu Madre.’ Madre que nos lavó en el bautismo y no se avergonzó de
nuestro rostro de pecado. Madre que recreó muchas veces nuestro corazón con su perdón
bienhechor. Madre que nos ungió sus ministros y nos dio el poder de decir la palabra que
hace el cuerpo de Cristo.134
Bergoglio sigue su reflexión haciendo un paralelo no tan simple de percibir, pero que
recuerda nuevamente el estilo de predicación de los Padres de la Iglesia: “Misterio de familia este
misterio de la Iglesia. En Nazaret, María hizo a Jesús y José lo cuidó, pero a la vez fue el mismo
Jesús quien los constituyó en familia. Así pasa en la Iglesia: la Iglesia hace la Eucaristía, pero es
la Eucaristía quien convoca y da cuerpo a la Iglesia.”135 En otras palabras: así como María “hizo”
Jesús en Nazaret, pero fue Jesús quien “hizo” la familia de Nazaret, así también la Iglesia “hace”
En otro capítulo del mismo escrito el Provincial relaciona la misión de los “pastores del
pueblo fiel de Dios” con la unidad de la Iglesia: “Procuremos sentir hondamente nuestra
pertenencia al cuerpo de la santa Madre Iglesia, la esposa del Señor, a la que debemos amar y
Es deber de justicia de los pastores “salvar a los hombres del cisma”, ayudándolos a tener “mayor
comunión y unidad con la Madre Iglesia, recordando siempre que la unidad es superior al
conflicto.”137
y breve desarrollo de lo que se va a constituir en una de sus ideas marianas preferidas: la íntima
relación entre María y la Iglesia. Por su valor histórico, conviene presentarlo en una cita más larga:
En su meditación Bergoglio explica que la expresión “santa madre Iglesia jerárquica”, muy
querida por San Ignacio evoca tres conceptos muy ligados entre sí: santidad, fecundidad y
disciplina. El fiel es engendrado para la santidad en un cuerpo santo, el de la santa madre la Iglesia,
pero no es una santidad ingenua, pues la Iglesia se sabe pueblo de Dios peregrino, inmerso en el
Hace la misma meditación en: Jorge Mario Bergoglio, In him alone is our hope: spiritual exercises given to his brother bishops
in the manner of Saint Ignatius of Loyola (New York: Magnificat, 2013), 127.
363
mundo y tentado. Pero “se refleja su santidad en el rostro de María, la sin pecado, la limpia y pura;
pero no olvida que congrega en su seno a los hijos de Eva, madre de hombres pecadores” 140, dice
Bergoglio. La fecundidad de la Iglesia se da por el hecho de que “engendra hijos con la fuerza del
depósito de la fe”141, que le fue confiado por su esposo fiel. Para esto, según el jesuita, hay que
“amar el misterio de fecundidad de la Iglesia como se ama el misterio de María virgen y madre.”142
En otro momento dice que el fiel desea “dilatar la Iglesia, hacerla fecunda, madre de pueblos”143 e
insiste que esta acción apostólica no se de “fuera de la calidez materna de la Iglesia.”144 Por fin, la
inserción del fiel en el cuerpo de la Iglesia exige disciplina, porque como hijo de la Iglesia él tiene
la responsabilidad de “hacer Iglesia”. De ahí la súplica a que “Nuestra Señora, la Virgen Madre,
nos obtenga del Señor la gracia de un amor santo, fecundo y disciplinado a la Iglesia.”145
a María con la madre de los macabeos, que les hablaba a sus hijos en la “lengua materna” 146, es
decir, en la lengua de los padres, de los antepasados del pueblo. “La Virgen madre, la que
‘guardaba todas las cosas en su corazón’, nos enseñará la gracia de la memoria si sabemos pedírsela
con humildad. Ella, como otra madre de macabeos, sabrá hablarnos en la ‘lengua materna’.”147 Y
concluye, con otra idea mariana que le es muy querida, la ternura maternal: “Que nunca nos falte
el cariño y la ternura de María y que nos susurre al oído la Palabra de Dios en ese lenguaje de
familia.”148
En otros textos él asocia la Virgen y la Iglesia, a partir de las escenas del Cenáculo y de
Pentecostés. Usando una expresión jocosa, Bergoglio dice que, en el Cenáculo, junto a María “se
agolpaban, ‘como piojo en costura’149, los Apóstoles esperando la manifestación de Dios.”150 Por
eso “nos ayuda el recurso a la Santa Madre de Dios, la cual está situada en el centro mismo”151 de
la enemistad entre Dios y el demonio en la historia de salvación. “En esa historia María sigue
siendo una señal de esperanza segura”152, y la conclusión eclesiológica que se puede sacar es: “En
Iglesia en la figura de María después de la Ascensión del Señor,”153 y en la venida del Espíritu:
“La universalidad de la mañana de Pentecostés, todos junto a la Madre de Jesús, figura de la madre
Iglesia. Esa universalidad que nos hace sentir que no puede haber evangelización sin la Iglesia;
que es ‘una dicotomía absurda amar a Cristo pero sin la Iglesia, escuchar a Cristo pero no a la
En su tercer libro, Bergoglio medita sobre el ícono mariano ruso en que María aparece
la cabeza levemente inclinada ante el Señorío de Cristo Pantocrator con el libro abierto; Ella con
las manos extendidas, abiertas al don de Dios, que fundamentalmente y en su plenitud es el Espíritu
Santo.”155 Así de simple: “María, Iglesia”, pues decir María es decir Iglesia, y vice-versa.
Aun como jesuita Bergoglio usó una imagen muy singular para referirse a la Iglesia Madre:
la Iglesia viuda.156 A partir del texto en que Jesús dice que “llegará el momento en que el esposo
les será quitado”157, Bergoglio piensa en las persecuciones que la Iglesia sufre y debe permanecer
en ayuno y oración esperando al Esposo, para las nupcias definitivas. “Es la manifestación de la
viudez de la Iglesia, que espera la venida definitiva del Esposo.”158 En seguida, relaciona esa Iglesia
viuda con María: “La imagen de la Iglesia viuda se nos impone, solemne en su dolor y silencio, en
la presencia de María junto a la cruz. Ella que ‘estaba presente allí’ en Caná de Galilea (Jo 2,1),
estaba de pie en el Calvario (Jo 19,25).” Al relacionar los dos textos bíblicos, nuevamente en el
mejor “estilo patrístico”, muestra a María participando como madre del nacimiento de la Iglesia,
En Caná, en medio de una boda, había intercedido para que Jesús adelantara su hora; aquí,
silenciosa, recibe a sus hijos a cambio del Hijo, y mientras nace la Iglesia del costado
abierto de su Hijo, Ella da a luz a los hijos de la Iglesia, los cuales – desde ese momento –
son suyos. Es “la hora” del “bautismo” con que Jesús debía ser bautizado (Lc 12,50), la
hora de la “angustia por su cumplimiento” (ibid.), la “hora” de la epifanía de la Iglesia.159
En la fiesta de la Epifanía, de hecho, la liturgia une tres misterios que iluminan la “Epifanía
de la Iglesia”: la visita de los magos, el bautismo de Jesús y las bodas de Caná.160 En su meditación
Homilía del 17 de septiembre de 2013, durante la misa matutina en la Domus Sanctae Marthae,” La Santa Sede, acceso 18 marzo
2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2013/documents/papa-francesco_20130917_iglesia-madre.html
157 Mc 2,19; Lc 5,34.
158 Bergoglio, Reflexiones en Esperanza, 132, énfasis del autor.
159 Bergoglio, Reflexiones en Esperanza, 133, énfasis del autor.
160 “Hoy la Iglesia se ha unido a su celestial Esposo, porque en el Jordán, Cristo ha lavado los pecados de ella, los
Magos acuden con regalos a las bodas del Rey y los invitados se alegran por el agua convertida en vino. Aleluya.” Antífona del
366
Bergoglio contempla en “estos tres misterios, señera, digna, la presencia de María, Madre y Figura
de la Iglesia.”161 De hecho, está presente en Caná162 y en el pesebre recibiendo a los Magos163, pero
alegórico: María está presente “en el ‘Bautismo’ ansiado por Jesús, el de la Cruz (Jn 19,25), donde
agua y vino juntos, agua del bautismo y vino de sangre, salen del costado de este nuevo Adán (Jn
19,34) para que nazca la nueva Eva, soñada por Él como la carne de su carne (Gen 2,21-24).”164
Se podría continuar presentando textos en los que Bergoglio, aún en su tiempo como
jesuita, asocia María y la Iglesia, indicando que esa es una correlación muy fuerte en su pensar
teológico, que – de hecho – va a mantener durante toda su vida. Se agrega un último ejemplo, de
una conferencia pronunciada en una jornada vocacional en 1989.165 Para hablar de la vida
tercera categoría, dice: “En la dinámica de la promesa, la Iglesia es Madre, va dando a luz a sus
hijos, los va llevando por el camino ‘adelantándose ella en la fe’166, siguiendo – de esta manera –
la imagen de María Madre.”167 El autor presenta la categoría promesa en tensión con las
realizaciones de las promesas de Dios, es decir, con la fecundidad. De ahí que asocie la promesa
Benedictus en las Laudes de la Solemnidad de la Epifanía del Señor. Ver, por ejemplo, en: Conferencia Episcopal Ecuatoriana,
Liturgia de las Horas del Pueblo (Quito: San Pablo, 1991), 460.
161 Bergoglio, Reflexiones en Esperanza, 137.
162 Jn 2,1.
163 Mt 2,11.
164 Bergoglio, Reflexiones en Esperanza, 137.
165 Conferencia pronunciada en la Jornada Vocacional CONVOCAR, en La Plata, el 16 de septiembre de 1989.
Publicado por primera vez en: Jorge Mario Bergoglio, “Unidos para que o mundo crea,” Boletín de Espiritualidad 122 (mayo-
abril 1990), 1-10. Copilado en: Bergoglio, Reflexiones en Esperanza, 201-215.
166 Como lo hizo María en la Anunciación, en Caná o al pie de la cruz.
167 Bergoglio, Reflexiones en Esperanza, 213, énfasis del autor.
367
a la maternidad de la Iglesia y, consecuentemente, con María. Por eso Bergoglio cree que “la
con su vida, su testimonio – muestra al mundo “la mansedumbre de una fecundidad: la fecundidad
Provincial recuerda un episodio en la vida del Fundador y manifiesta su deseo de que la Provincia
tenga la misma experiencia: la visión de La Storta. Es interesante observar cómo Bergoglio une la
experiencia mariana de Ignacio con el amor de “nuestro pueblo” por la Virgen: “Pienso que, como
en la visión de La Storta – que tuvo san Ignacio a pocos kilómetros de Roma, antes de fundar la
Compañía (Autobiografía n. 96; Diario Espiritual 67) – , tenemos que pedirle a la Virgen
Santísima, tan querida por nuestro pueblo, que nos quiera ‘poner con su Hijo…’; y, en este simple
pedido, rescatar nuestra identidad de hombres de Iglesia.”170 La misma idea aparece en una
reflexión propuesta por Bergoglio a un grupo de religiosas sobre “la cruz y el sentido bélico de la
vida”: les sugiere pedir “a la Madre del Señor, Madre nuestra y de la Iglesia, muy humildemente
y con ternura filial, como nos enseñaba san Ignacio…que nos ponga con su Hijo.”171
Haciendo una meditación sobre el Señor y la Virgen del Milagro de Salta, al final de su
segundo libro (1987), Bergoglio destaca la importancia de que el pueblo salteño haga memoria de
los milagros de Dios en la vida del pueblo, porque no hay que mirarlos como algo que pasó, sino
que “está pasando ahora y para mí”172. A ese paso de Dios en el corazón hay que responder con la
oración, “porque la ternura de Dios solo se siente cuando se reza.”173 Pero, pide el autor en la
meditación, “si de todo esto nos olvidáramos, que la Madre Purísima del Milagro nos lo recuerde
y nos ponga junto a su Hijo, para que, así como ella junto a la cruz recibió la dignidad de Madre
de los vivientes, nos comunique a nosotros, como Madre, la dignidad de no querer otros frutos que
hijos de Dios y de María. “Este pueblo no perderá su dignidad si no se olvida de esa gracia que lo
fundó…si no se olvida quién lo engendró.”175 El pueblo puede pasar por muchas dificultades, pero
“seguirá siendo digno mientras confiese por padre a Jesucristo y sepa reconocer en la Virgen del
Compañía, en alusión al Evangelio del mercader que vende todo para tener ese tesoro177: “Hay dos
símbolos de la Compañía que son, para nosotros jesuitas argentinos, nuestro tesoro escondido: el
emblema del nombre de Jesús y la devota imagen de la Virgen de los Milagros.”178 Alude, así, a la
Jesús en Santa Fe, aún en los primeros años de la presencia jesuita en Argentina. De esa imagen,
el 9 de mayo de 1636, brotó agua en abundancia, tal como atestiguaron muchos jesuitas y el pueblo
conversiones y prodigios se obtuvieron a partir del contacto con esa imagen y los algodones
embebidos con el “sudor” emanado de ella. De allí que se la pasó a llamar, la Virgen de los
Milagros.179 A esta historia se refiere Bergoglio cuando concluye su artículo sobre la “Historia y
Presencia” de los jesuitas en Argentina sugiriendo que sus hermanos no se olviden la “calidez
materna de María” manifestada en el pasado para que les dé esperanza en el enfrentamiento con
los desafíos presentes: “El sudor milagroso de Nuestra Señora es una invitación a mantener fresca
la memoria del trabajo de los que nos precedieron, y es acicate para esperar el agua que viene de
En otra conferencia, tres años más tarde, Bergoglio se refiere nuevamente al “sudor
milagroso de nuestra Señora, la Pura y Limpia Concepción”, como una “gracia de predilección
que el Señor quiso regalarle, en la imagen de nuestra Señora,”181 a la Compañía de Jesús en sus
inicios en Argentina:
Congregación Provincial que le tocó presidir, el año 1978. Hablando de la imagen del jesuita “bien
fundado”, que “se ha dejado configurar por los grandes principios institucionalizadores de la
Espirituales, la piedad tiene un espacio privilegiado en los “coloquios”, que el ejercitante debe
Semana185, a partir de la experiencia del propio pecado, los coloquios son una invitación a
experimentar la misericordia. De ahí el valor del coloquio con María: “La piedad del Señor, que
María con su Hijo en brazos, muerto y destrozado por nuestro pecado. Dios mira nuestro pecado
182 Referencia al P. Pedro de Espinosa, jesuita martirizado por indios no cristianos en su viaje de vuelta de Santa Fe a
las reducciones recién refundadas de San Ignacio-Miní y Nuestra Señora de Loreto. Su martirio – según la mayor parte de los
relatos históricos – guarda relación con el milagro del “sudor de la Virgen”. Carlos Page, “Hacia el milagro de la Inmaculada de
Santa Fe: vida y martirio del P. Pedro de Espinosa y un aporte a la arquitectura jesuítico-guarani,” Junta Provincial de Estudios
Históricos de Santa Fe 69 (2011): 19-49.
183 Bergoglio, Reflexiones espirituales, 262-263.
184 Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 57.
185 La estructura de los EE explicada por el mismo Bergoglio: “Los Ejercicios tienen una trama progresiva. Hay
meditaciones claves que dan la estructura del método ignaciano. Por haberlos hecho varias veces conocemos bien esta estructura.
El ‘Principio y Fundamento’ nos da la base, la sabiduría de la indiferencia, la metodología del tanto-cuanto a la luz del ‘más’. La
‘Primera Semana’ nos lleva a dos cosas fundamentales: al conocimiento y aborrecimiento de los pecados, de las raíces y del
espíritu mundano, y también a hablar de esto con Jesús ‘puesto en cruz’. Hay un solo camino seguro para adentrarnos en el
laberinto de nuestros pecados: ir agarrados de la mano llagada de Jesús. En la ‘Segunda Semana’ oiremos el llamado a trabajar
por el Reino, entenderemos el sentido de la lucha, lo que está en juego, nos adentraremos en el sentido que tiene la única arma
que se nos propone para vencer: la humildad, y haremos nuestra elección. En la ‘Tercera’ y ‘Cuarta Semana’ se medita el
Misterio Pascual, y – a través de él – nuestra integración en la comunidad y en la Iglesia. Y también, a su luz, la confirmación de
la elección hecha.” Bergoglio, Reflexiones en esperanza, 82.
371
con calidez materna y es tan infinita su bondad que, allí donde la lógica humana hubiera puesto
las meditaciones de la Segunda Semana, el ejercitante en sus coloquios pide a la Virgen, a Jesús y
al Padre, ser armado con las armas del reino, “en una palabra, abre nuestra piedad a la misión de
nuestra Madre Iglesia.”187 En los Ejercicios, la respuesta al llamado de Dios “se hace delante de
Como se puede notar, la ternura de María ya era un tema recurrente en las meditaciones
de Bergoglio como jesuita. Una ternura que es signo de la victoria de la Encarnación sobre todo
mal: “El Verbo se hizo carne en una Mujer…Dios ha querido vencer con las armas de la ternura
de una Madre. En la ternura de María anida la humildad suma, a la que no puede resistir el padre
ha dado a Bergoglio la oportunidad de confrontarse con tres imágenes de Navidad: el pesebre con
María y José, la historia de la salvación y el silencio profundo del misterio. “Tres imágenes que
son realidad en la vida de todo cristiano que quiere ser fiel: la ternura, la constancia y aguante de
los siglos, el silencio.”191 Tres ideas muy caras a Bergoglio en sus meditaciones: ternura, aguante
(hypomoné) y silencio. Y a continuación las aplica a María: “Tres imágenes que adquieren realidad
eminente en María, nuestra Señora, la Madre del Señor.”192 El predicador sugiere “contemplar todo
186 Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 57. El autor repite las mismas ideas en: “El Señor que nos
el ‘viaje’ de la Palabra de Dios (cf. Jn 1,1; 14,2-3; 14,10; 16,28); cómo se hace ternura en el seno
de una Madre. Esa Madre ‘guardaba todas las cosas en su corazón’ (Lc 2,19.51). En el corazón
silencioso de María reside la memoria de la Iglesia.”193 Y vuelve a las tres imágenes anteriores: “la
ternura del pesebre, la paciencia y el aguante, el silencio…Estas tres realidades son el tesoro del
corazón de nuestra Señora.” Por eso Bergoglio termina su meditación con el Himno de las II
Vísperas del Común de la Virgen, donde se pueden encontrar esas tres ideas, unidas a una más,
que también le es muy cara al predicador: la mirada de María.194 De hecho, evocando la historia
de San Ignacio en Montserrat, Bergoglio recuerda que allí el santo “veló sus armas, se confesó y
se puso bajo la protección de la Virgen Santísima”195 y por eso invita a los ejercitantes a hacer lo
mismo, “y la mirada de nuestra Madre nos va a purificar para que no pueda caer sobre nosotros la
condena del ‘no ven, no entienden, no se convierten, no tienen el perdón de los pecados (Mc 4,11-
12)’.”196 En la misma línea, apuntando a ese papel educador y purificador de María como madre
dice: “Que nuestra Señora – un poco como hacen las mamás con los chicos – nos restriegue los
ojos y nos limpie los oídos para que podamos ver y escuchar.”197
Bergoglio no perdía oportunidad de sugerir a sus oyentes que se pongan ante María, para
que ella los ponga ante su Hijo. Por ejemplo, después de haber meditado sobre el pecado –
autor lo transcribe en su meditación: “Deja mirar, mirarte simplemente, dejar abierta sólo la mirada; mirarte toda sin decirte nada,
decirte todo, mudo y reverente. / No perturbar el viento de tu frente; sólo acunar mi soledad violada en tus ojos de Madre enamorada,
y en tu nido de tierra transparente. / Las horas se desploman; sacudidos, muerden los hombres necios la basura de la vida y de la
muerte, con sus ruidos. / Mirarte, Madre; contemplarte apenas, el corazón callado en su ternura, en tu casto silencio de azucenas.
Amén.” La mirada de María es tema frecuente en las homilías de Mons. Bergoglio, por ejemplo, en las peregrinaciones juveniles
a Luján. Ver, por ejemplo: Jorge Mario Bergoglio, ¡Salgan a buscar corazones! Mensajes a los catequistas y a los peregrinos
(Buenos Aires: Claretiana, 2013), 107-157.
195 Bergoglio, Reflexiones espirituales, 154.
196 Bergoglio, Reflexiones espirituales, 155.
197 Bergoglio, Reflexiones espirituales, 164.
373
conforme el esquema de los Ejercicios – se debe hacer los tres coloquios. El primero es siempre
dirigido a Nuestra Señora, “para que alcance la gracia de su Hijo y Señor” – en este caso – para
tres cosas: primero para que el ejercitante conozca y se arrepienta de sus pecados, segundo para
que, arrepentido, se enmiende, y tercero para que, conociendo las cosas del mundo, se aparte de
sobre las dos banderas, por ejemplo, sugiere a los ejercitantes, citando las palabras de san Ignacio:
“Concluyamos con un coloquio a Nuestra Señora, ‘por que me alcance gracia de su Hijo y Señor,
para que yo sea recibido debajo de su bandera, y primero en suma pobreza espiritual… y, si su
divina majestad fuere servido y me quisiere elegir y recibir, no menos en la pobreza actual;
segundo, en pasar oprobios y injurias…’; y con esto una Avemaría. Y pedir lo mismo al Hijo y al
Padre.”199 Y hablando aún de las tentaciones, Bergoglio presenta a María como aquella que “sabe
cómo aconsejar en la tentación,” pues “María estaba presente en la gran guerra, en la gran prueba
Sus meditaciones para los Ejercicios Espirituales están repletas de referencia y reflexiones
bíblicas, algunas de una belleza singular. Tómese como ejemplo una sobre “el niño y el templo”201:
en el encuentro de la vieja Ana con la joven María se simboliza el encuentro entre la antigua y la
nueva alianza, lo que Bergoglio vincula con un tema muy querido por él: la necesidad de atender
a los jóvenes y a los ancianos. En la pérdida y hallazgo del niño, el Provincial destaca las
198EE 63. Jorge Mario Bergoglio, “El espíritu del mundo,” en Meditaciones para religiosos, ed. Bergoglio, 147-151,
aquí: 150-151.
199 EE 147. Jorge Mario Bergoglio, “Dos banderas,” en Meditaciones para religiosos, ed. Bergoglio, 160-166, aquí:
166.
200 Jorge Mario Bergoglio, “Nuestros padres fueron tentados,” en Meditaciones para religiosos, ed. Bergoglio, 167-172,
aquí: 172.
201 Lc 2,21-38.41-50.
374
resonancias pascuales: son tres días, hay un paso al Padre, etc. Pero él opta por otra perspectiva
para su meditación: “Yo quisiera ver más bien, desde este episodio, qué ha ido aconteciendo en el
Jesús a los doce años, “pierde al hijo niño, pero recupera al Hijo del Padre. De ahí en más, porque
conserva esas cosas en su corazón, sabrá que ya no cuida a un niño sino al templo santo de Dios,
y comprende que su vientre ha sido el lugar donde el Padre ungió a su Hijo sacerdote…[Así] la
Virgen amarrada para siempre al destino de su Hijo, marcha con premura no ya a visitar a Isabel,
Aunque se podría seguir con los textos, valga una última reflexión bíblica: sobre el “no
temas”, que aparece tantas veces en la Biblia, también en los Evangelios de la infancia de Jesús,
dirigidos a José y María. Para José el “no temas” significó: no desconfíes de María. Y porque José
no temió, él salvó la fama de su esposa, salvó la estirpe de Jesús, la integridad del niño y su
enraizamiento en Israel. Para María, significó: “no temas que la gracia se haga carne en tu
carne…No temas que este nuevo Adán te convierta en Madre de los vivientes.”204 Y María se hizo
esclava porque “más le importó sentirse mirada por Dios (Lc 1,46-48). En su visita a Isabel, cuando
“se sintió proclamada la nueva arca de la alianza”205, resuenan también los ecos de otros “no
temas”, que escucharía a lo largo de su vida: “No temas a tu propio poder, no temas porque serás
202 Jorge Mario Bergoglio, “El niño y el templo,” en Meditaciones para religiosos, ed. Bergoglio, 244-249, aquí: 247.
203 Bergoglio, “El niño y el templo,” 248.
204 Jorge Mario Bergoglio, “El Señor, esperanza nuestra,” en Meditaciones para religiosos, ed. Bergoglio, 250-253,
aquí: 251.
205 Bergoglio, “El Señor, esperanza nuestra,” 251.
375
querida y reconocida por muchos hijos, por tus fieles…No temas a ser dichosa ‘porque has creído’
(Lc 1,45).”206
A título de rescate histórico, en este último apartado de los escritos de Bergoglio como
jesuita, se registran tres textos de su tercer libro, Reflexiones en esperanza (1992). En los dos
primeros aparecen, respectivamente, dos imágenes que están relacionadas con sus experiencias
marianas (capítulo 5 ad supra) y que van a marcar todo su ministerio posterior: la referencia a
María como Desatanudos y el símbolo del manto protector de la Virgen. El tercer texto se refiere
a un comentario que hace a partir de Redemptoris Mater 17, que repetirá como Papa.207
ministerio como Obispo Auxiliar de Buenos Aires, recoge reflexiones hechas en tiempos y
circunstancias diversas, todas con fines apostólicos, según clarifica Bergoglio en el prólogo. A
partir de la Palabra de Dios, busca pensar los hechos de la vida “en dimensión de esperanza.”208
diciembre de 1990 con el fin de ayudar a una comunidad religiosa que pasaba por situaciones
difíciles, el P. Bergoglio presenta por primera vez en uno de sus escritos, la consoladora imagen
Señora los Evangelios la presentan guardando silencio, meditando todas las cosas en su corazón. 209
Lo más fuerte de ella es su silencio”, afirma citando a uno de sus autores favoritos, Romano
como si una idea le evocara la otra: “Contemplamos la imagen de María, la Desatadora de nudos.
Sus manos están desatando una ‘galleta’211, un entrevero que cualquier persona que quisiera
ordenarlo lo apelmazaría mucho más. ¿Qué desata? ¿Por qué desata?”212 se pregunta el jesuita. Y
su respuesta es patrística, como va a ser a menudo cuando habla posteriormente de esa imagen:
“Ireneo de Lyon lo explica: ‘el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de
María; lo que ató la Virgen Eva por la incredulidad, la Virgen María lo desató por la fe.”213
Bergoglio aplica la imagen a la vida de las personas y, como de costumbre, de los pueblos: “Una
galleta armada en el hilo de la vida de los hombres y de los pueblos, por estas dos cosas:
desobediencia e incredulidad. Eso es lo que desata María…y lo hace con las manos de la
obediencia y de la fe”214, como dando nombres a las dos manos de María que con paciencia y en
silencio desata los nudos. Por eso, en esas horas, también el silencio de María inspira: “En
momentos de oscuridad y mucha tribulación, cuando las ‘galletas’ y los ‘nudos’ no pueden
209 Lc 2,19.51.
210 “Das Stärkste ist Ihr Schweigen.” Romano Guardini, Der Herr, citado en Bergoglio, Reflexiones en esperanza, 144.
211 Jerga argentina para referirse a algo enredado, un lío, un problema.
212 Bergoglio, Reflexiones en esperanza, 144.
213 Bergoglio, Reflexiones en esperanza, 144, énfasis del autor. El texto cita a pie de página en la nota 7: Adv. Haer. III,
Pero muchas veces los nudos son culpa nuestra: “La galleta la armamos nosotros…no nos
viene de afuera. De una manera u otra todos contribuimos en el entrevero.” Pero, según Bergoglio,
querer deshacerlos sin la ayuda de Dios y de la Virgen, y así se empeora la situación: “No me
preocupan tanto los nudos”, dice el jesuita. “Me preocupa que querramos desatarlos nosotros por
nuestra propia fuerza o habilidad…Los que pretenden desatar los nudos por sí mismos no pueden
Caín218, que configuran modelos de las pretensiones humanas de autosuficiencia. “Todo esto”, dice
Bergoglio, “es hijo de la virgen Eva, de su desobediencia y su incredulidad; y todo esto es lo que
desata María con su fe y obediencia. Nadie es ajeno a esta ‘galleta’, ‘todos pecaron en Adán.’ 219
Es el momento en que quiere consolidarse el proyecto propio en el lugar del proyecto de Dios.”220
María, la mujer del “sí”, ayuda a edificar la vida cristiana en creyente dependencia de Dios.
En la misma conferencia, dada a aquella comunidad religiosa que – por lo que se puede
deducir del texto – vivía con muchos entreveros internos y dolorosas situaciones de cruz, Bergoglio
Córdoba hay una imagen. Allí los Hermanos Novicios están bajo el manto de María, protegidos, y
debajo [está] escrito: ‘Monstra te esse matrem’.”221 ¡Cuántas veces debe haber mirado a esa imagen
durante los dos años que vivió en esa casa, confrontándose con los propios nudos y cruces que
vivía en aquellos momentos al interior de su misma comunidad religiosa! Y cuántas veces debe
haber suplicado: ¡Muéstrate una madre! ¡Manifiéstate como madre protectora de tus hijos como lo
haces con estos novicios bajo tu manto! “En los momentos de turbulencia espiritual…, nuestro
sitio está bajo el manto de la Madre de Dios,” agrega Bergoglio inmediatamente. “Esto lo entendió
Pokrov Presviatoi Bogoroditsy (el manto de la Santísima Madre de Dios)”222, dice el autor,
indicando que conocía bien la expresión y su traducción. “Clamar por la Madre; decirle a Jesús lo
que aquella mujer del Evangelio: ‘Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron’ 223, y
María se hará presente.” Y el futuro pontífice concluye su reflexión con un texto del Papa de
entonces referido a esa mujer del Evangelio: “se diría que las palabras de aquella mujer
Es también de Juan Pablo II en Redemptoris Mater una expresión que “hizo ruido” en el
corazón del jesuita Bergoglio y lo acompañará toda la vida: la fatiga del corazón de María.225 En
la primera entrevista que concedió al investigador (E-1), Francisco la mencionó e hizo una
reflexión muy parecida a la que aparece, ya en 1990, en la misma charla dada a la comunidad
religiosa que necesitaba desatar sus nudos internos poniéndose bajo el pokrov de María.
221 Bergoglio, Reflexiones en esperanza, 169. Esta expresión es parte del tradicional canto mariano Ave Stella Maris.
222 Bergoglio, Reflexiones en esperanza, 169.
223 Lc 11,27.
224 RM 20.
225 RM 17.
379
que todos tuvieron que pasar por muchas dificultades en el discernimiento de la voluntad de Dios,
“a todos estos hombres les costó trabajo descubrir la Voluntad de Dios en las circunstancias
pesimismo, la angustia y la inconstancia. “Este trabajo también lo asumió nuestra Señora cuando
comenzó a vivir los misteriosos acontecimientos a los que tuvo que responder con la fe,”227 agrega
el predicador. Y menciona el texto del Papa polaco: “Juan Pablo II habla, en este caso, de ‘una
peculiar fatiga del corazón.’228 El corazón se fatiga en ese avance en la peregrinación de la fe. Se
trata de la ‘noche de la fe.’229 María es bienaventurada porque ha creído y cree cada día en medio
de todas las pruebas y contrariedades.”230 Tanto Bergoglio como Juan Pablo II quieren enfatizar
que María no tenía claridad sobre el camino de su Hijo, tuvo que luchar y no fue fácil esperar
contra toda esperanza.231 “Saber leer la historia desde la fe, y vivirla coherentemente, todo esto
fatiga el corazón,” insiste Bergoglio, “pero no olvidemos que ‘corde intelligitur.’” En nota, el autor
recuerda que Santa Teresita del Niño Jesús, ya habla de esa fatiga del corazón cuando describe la
oscuridad interior por la que pasaba: “quiero hacer descansar mi corazón, fatigado por la oscuridad
con el cuerpo muerto de su Hijo en brazos: allí podemos decir ‘yo sé que mi Redentor vive’, porque allí se condensa el señorío de
toda esperanza y allí aprendemos a mantener firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la promesa’ (Hb 10,23).”
Bergoglio, Reflexiones en esperanza, 269.
232 Teresita del Niño Jesús, Historia de un alma, cap. IX, citado en Bergoglio, Reflexiones en esperanza, 159, nota 55.
380
Bergoglio advierte que para evitar la fatiga del corazón hay muchos que buscan atajos,
caminos más fáciles, para llegar al triunfo sin pasar por la cruz. “El triunfalista no conoce la
destruido en el corazón fatigado de nuestra Señora al pie de la cruz.”233 Allí María debe haber
recordado todas las promesas que había escuchado respecto a su Hijo, como en las palabras del
ángel: él será grande, su reino no tendrá fin, etc.234 Pero lo que ella veía en la cruz era todo lo
Su Hijo agoniza sobre aquel madero como un condenado.”235 Aun así, mantuvo su fe intacta, calló
y no perdió la esperanza236, su asentimiento a la voluntad del Padre fue total, por más que le fatigase
el corazón: “¡Cuán grande, cuán heroica en esos momentos la obediencia de la fe demostrada por
María ante los ‘insondables designios de Dios’! ¡Cómo ‘se abandona en Dios’ sin reservas,
inescrutables’ (Rm 11,33)!” exclama Bergoglio, que concluye mostrando que eso no es obra
humana, sino del Espíritu de Dios en el corazón de María, abierto a la gracia, aunque fatigado y
sufriente, que fue capaz de colaborar con su Hijo hasta la consumación plena de su misión: “¡Cuán
poderosa es la acción de la gracia en su alma, cuán penetrante es la influencia del Espíritu Santo,
de su luz, de su fuerza! Por medio de esta fe María está unida perfectamente a Cristo en su
corazón descansado en su mundanidad espiritual”, dice Bergoglio usando una expresión que
asumió de Henri de Lubac, como él mismo lo admite.238 Pero ése no es el verdadero triunfo, sino
su caricatura. El verdadero triunfo “reside en aquel corazón fatigado después de una caminata
apresurada,239 y que precisamente – a causa de esa fatiga del corazón – entona el más bello himno
saca una conclusión eclesiológica – como es su estilo – aplicando a la Iglesia lo que es propio de
la Virgen María: “El Magnificat no se dijo una sola vez en el jardín de Hebrón, sino que ha sido
puesto para todos los siglos en los labios de la Iglesia, donde conserva toda su fuerza. Lo mismo
que la Virgen María, la Iglesia sigue de edad en edad ensalzando al Señor, volcando sobre nuestras
Después de haber recogido los principales temas marianos y populares en los escritos del
Padre Jorge Bergoglio, sj (6.1), la segunda parte de este capítulo se propone a enfrentarse con los
textos de Monseñor Jorge Bergoglio (6.2). Mientras el padre jesuita todavía se encontraba en su
238 Henri de Lubac, Meditación sobre la Iglesia (Madrid: Encuentro, 2008), 397. Bergoglio, Reflexiones en esperanza,
161, nota 61. Ver ad infra 9.1.2.
239 Lc 1,39.
240 Bergoglio, Reflexiones en esperanza, 162.
241 Lc 1,46-55.
242 Bergoglio, Reflexiones en esperanza, 162; De Lubac, Meditaciones sobre la Iglesia, 398.
382
los jesuitas y lo solicitó como Obispo Auxiliar en Buenos Aires. La ordenación episcopal se dio el
27 de junio de 1992. Como lema eligió la frase Miserando atque eligendo, inspirada en los
llameante con las letras, en rojo, IHS, monograma de Cristo; en la parte inferior, una flor de nardo,
representando a San José, patrono de la Iglesia universal, y una estrella, simbolizando a la Virgen
María, Madre de Cristo y de la Iglesia. En la primera entrevista para esta investigación el Papa
recordó que Jesús, María y José están presentes en su escudo: “Ahí están los tres. Es el mismo
escudo que tenía como obispo”243, recordó. El texto oficial del Vaticano se limita a recordar que
“al incluir en su escudo estas imágenes, el Papa desea expresar su especial devoción hacia la
Virgen Santísima y San José.”244 La espiritualidad de Bergoglio está hecha de vínculos personales,
de rostros humanos y, de entre ellos, los principales son los de Jesús, María y José.245
Además de vicario episcopal de la zona de Flores, Bergoglio luego pasó a ser también
vicario general de la Arquidiócesis (1993). Aunque fueran muy distintos, el Cardenal Quarracino
le tenía mucha confianza y solicitó que él fuera su sucesor, siendo nombrado como arzobispo
coadjutor (1997). Con la muerte del Cardenal, asume el 28 de febrero de 1998, como Arzobispo
de Buenos Aires, Primado de Argentina. Tres años después, Juan Pablo II le crea cardenal (2001),
haciéndose cada vez más conocido en ámbito latinoamericano y mundial. Un momento clave en
ese proceso fue su participación en la V Conferencia General del CELAM en Aparecida, Brasil
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/elezione/stemma-papa-francesco.html
245 “La espiritualidad de Bergoglio no está hecha de ‘energías en armonía’, como las llamaría él, sino de rostros
humanos: Cristo, san Francisco, san José, María.” Antonio Spadaro, “Entrevista al Papa Francisco,” La Santa Sede, 19 agosto
2013, acceso 18 marzo 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/september/documents/papa-
francesco_20130921_intervista-spadaro.html
383
(2007), en la que ejerció gran liderazgo entre los obispos y presidió la Comisión de redacción del
documento final.
María transmitidos por Mons. Jorge Bergoglio, en su periodo como obispo en Argentina (1992-
2013), en discursos y escritos. Como ya se indicó ad supra, al inicio de este capítulo 6, el acceso
a gran parte de ese material se da por los registros escritos y desgrabaciones de sus homilías y
AICA. Otros son fundamentalmente artículos, prólogos de libros y pequeños escritos editados.
Aquí se dividió el material en tres secciones: textos relativos a la piedad popular (6.2.1),
textos relativos a María y su presencia en la vida de los fieles (6.2.2) y, de forma destacada, una
sección sobre ambos temas en la Conferencia de Aparecida (6.2.3). La abundancia de citas directas
del autor estudiado es intencional, considerando que muchos de estos textos son poco conocidos.
Para ordenar mejor el material y facilitar el estudio, esta sección divide los textos
Para este tema hay un texto fundamental de Mons. Bergoglio con el título: “Religiosidad
por el CELAM con 22 artículos de protagonistas de la V Conferencia (obispos y peritos) sobre las
justamente el tema de la religiosidad popular haya sido asignado al Arzobispo de Buenos Aires. 246
Por traer la mejor síntesis de su pensamiento sobre el tema investigado, madurada por los años de
episcopado y por la propia Conferencia de Aparecida, ese texto guiará la exposición que sigue.
Al inicio del artículo, Bergoglio constata que “a lo largo de más de quinientos años la fe
cristiana ha penetrado la cultura del continente y ha ofrecido una religiosidad que alimenta la vida
personal y de nuestros pueblos.”247 Sin embargo, ante la misión evangelizadora en América Latina,
imposible enfrentar tan amplio desafío “sin tener en cuenta ciertos términos tales como: cultura,
inculturación, religiosidad popular y piedad popular.”249 Estos asuntos recibieron nueva atención
y valoración desde el Concilio Vaticano II, tanto en ámbito universal como, especialmente,
246 Jorge Mario Bergoglio, “Religiosidad popular como inculturación de la fe,” en Testigos de Aparecida II, ed.
CELAM (Bogotá: CELAM, 2008), 281‐325; publicado también como: Jorge Mario Bergoglio, “Religiosidad popular como
inculturación de la fe en el espíritu de Aparecida,” en A la luz de Aparecida, ed. Arzobispado de Buenos Aires (Buenos Aires:
Arzobispado de Buenos Aires, 2008), 3-34. Las citaciones hacen referencia a las páginas del texto publicado en Buenos Aires.
247 Bergoglio, "Religiosidad popular,” 4.
248 DA 2.
249 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 6.
250 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 6.
385
las conferencias generales del CELAM. La “opción por los pobres”, asumida en Medellín, puso a
los obispos en “un contacto más directo con la plurifacética realidad religioso-cultural de este
continente,”251 confrontándolos con la fuerte religiosidad popular de sus pueblos. En ese contexto,
Fue tan importante Medellín para América Latina y aún para la Iglesia universal, que
cuando en 1974 el presidente del CELAM, Eduardo Pironio, viajó a Roma para el Sínodo
sobre Evangelización, llevó tres sugerencias pastorales que tuvieron una marcada
influencia después en la famosa exhortación apostólica de Pablo VI, la “Evangelii
Nuntiandi”. Las tres sugerencias eran: las comunidades eclesiales de base, el tema de la
liberación y la religiosidad popular.252
como una clave interpretativa importante”254 y, aunque no traiga una definición concisa del
término, cultura aparece como un “concepto dinámico, que presupone hablar de sujetos, que la
producen y actúan, así como de sus maneras de comportarse y las representaciones que hacen de
lo que les rodea.”255 El documento denuncia una suerte de “colonización cultural por la imposición
realidad, la relación habla de cinco temas. Además de los tres mencionados se deben agregar juventud y nuevos ministerios.
253 En este punto, Bergoglio hace una afirmación que desentona con su apreciación usual respecto a la Conferencia de
Puebla, que por lo general es muy positiva: “Puebla se dedica ampliamente a la reflexión acerca de la religiosidad popular. Pero
sólo consigue contemplar tal religiosidad como una realización imperfecta del ‘radical sustrato católico’ de este continente.” El
investigador considera que aquí hay una apreciación equivocada del conjunto del pensamiento de Puebla respecto a la
religiosidad popular: ver DP 412-413; 444-445. En la segunda entrevista al investigador (E-2), Francisco afirma: “A Medellín no
le di tanta importancia; algunas cosas me cayeron mal. En cambio, Puebla me gustó. Escribí y publiqué cosas sobre Puebla.”
254 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 10.
255 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 10.
386
de culturas artificiales, que desprecian las culturas locales y que buscan imponer una cultura
homogeneizada.”256 Ante esto están los desafíos de “dialogar empáticamente con los distintos
lavados.”257 De ahí que Aparecida insista en la formación de los fieles, como camino de fe y
Bergoglio parte del concepto de cultura propuesto por GS 53 en sus dimensiones subjetiva
(cultivo personal de las cualidades corporales y espirituales del hombre, en 53a y 53b), objetiva
(en sus tres relaciones básicas: con la naturaleza, con el prójimo y con Dios, en 53a y 53b) y
sociológica y etnológica (ya que hay pluralidad de culturas, estilos y escalas de valores entre las
diversas comunidades, en 53c), enfatizando – como lo hace Puebla258 – que “es esencial a toda
cultura la actitud con que un pueblo afirma o niega una vinculación religiosa con Dios, por los
y de las culturas, fomentada por la exhortación Evangelii Nuntiandi, que marcó el rumbo a los
trabajos de Puebla. Pablo VI y Puebla denuncian la ruptura entre Evangelio y cultura como “el
256 DA 46.
257 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 13.
258 DP 386; 389. Parece que Bergoglio no se dio cuenta de lo que Scannone va a acentuar en la lectura que DP 386 hace
de GS 53 (como ya se mencionó ad supra): “La redacción del número 386 del Documento de Puebla (uno de cuyos responsables
fue Gera) muestra cómo dicho documento conciliar fue leído en perspectiva latinoamericana y argentina, ya que en Puebla se
insertan las palabras ‘en un pueblo’, en la citación no textual de los párrafos 53 a y b de la Constitución [GS], palabras que no
están en su texto. Así se desplaza el sentido conciliar más humanista de cultura de ambos primeros párrafos, hacia el que el
Concilio relaciona luego con su ‘aspecto histórico y social’ y denomina ‘sentido sociológico y etnológico’, que la Constitución
aborda recién en el tercer párrafo (53 c). Por consiguiente, Puebla relee 53 a y b desde la óptica de 53 c y, por ello, cambia el
ángulo de enfoque de su comprensión de la cultura.” Juan Carlos Scannone. “Aportaciones de la teología argentina del pueblo a
la teología latinoamericana (I),” Vida Nueva – Cono Sur 21 (3 a 16 noviembre 2013), 21-28 (aquí: 24-25).
259 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 13.
387
drama de nuestro tiempo”260 y enseñan que “evangelizar es evangelizar las culturas.”261 Hay que
llegar a las raíces de las culturas, fortalecer sus valores positivos, transformar sus estructuras y
desarrollar las “semillas del Verbo” allí presentes. Específicamente en América Latina hay un
“sustrato católico”262 caracterizado por “una cultura impregnada de fe, que se manifiesta en las
ubica la religiosidad popular, que “contiene un acervo de valores que responden con sabiduría a
En ese contexto Bergoglio sitúa la inculturación de la fe como un proceso propio del trabajo
misionero de la Iglesia, desde San Pablo, pasando por los Padres de la Iglesia, los jesuitas en
América y en la China, hasta los días actuales. Para que la salvación llegue a todos los hombres,
la Iglesia se siente llamada a promover una sana inculturación del Evangelio en una pluralidad de
culturas. Será sana en la medida que el Evangelio incorpore los auténticos valores de éstas y genere
cultura. En las huellas de Juan Pablo II, Bergoglio destaca que la fe auténticamente vivida, se hace
260 EN 20.
261 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 14; EN 18-20; DP 388-356.
262 DP 7.
263 DP 413. Bergoglio afirma: “En Latinoamérica la religiosidad popular configura la identidad histórica: es la decantación
de una historia de evangelización que integra de modo más o menos consciente una multitud de elementos culturales y religiosos
de muchos pueblos, razas y culturas.” Bergoglio, “Religiosidad popular,” 27.
264 DP 457.
265 DP 472-506. En ese sentido, Bergoglio destaca uno de los grandes valores de Puebla: “La importancia que da Puebla
a las estructuras socioeconómicas como elemento de la cultura y objeto de evangelización, constituyen un gran aporte y un
avance al concepto de cultura de GS y a los retos a la evangelización que señala Evangelii Nuntiandi.” Bergoglio, “Religiosidad
popular,” 15.
266 DP 448.
267 DP 37.
388
y cultura.”268 De esta forma hay una reciprocidad entre evangelización de un pueblo e inculturación
del Evangelio, desde que ambos lados estén abiertos a dejarse purificar y enriquecer, manteniendo
toda la fuerza y autenticidad de la Palabra de Dios y, a la vez, de la realidad cultural del pueblo.
“Inculturar”, dice Bergoglio, “es transformar íntimamente los auténticos valores culturales en
las diversas culturas desde la reflexión y la praxis.”269 El autor está consciente de que ese proceso
no es fácil, pues no puede diluir las características y la integralidad del mensaje cristiano.
De ahí que Bergoglio considere la inculturación como una acción del Espíritu Santo. El
mismo Espíritu que actuó en la encarnación, vida pública y pascua de Jesús, sigue actuando en su
Iglesia para que el Evangelio siga encarnándose en los pueblos. Es el Espíritu pentecostal que
unifica dones y talentos, también entre los pueblos. Además, “todo lo que el Espíritu obra en los
hombres y en la historia de los pueblos tiene un papel de preparación evangélica, y no puede menos
de referirse a Cristo.”270 Ese Espíritu, “en el plano natural es la fuente originaria de la sabiduría de
los pueblos”271 y guía a la Iglesia hacia el conocimiento pleno de la verdad, reforzando así la
acontecimiento de Pentecostés272 podría ser entendido hoy como “una adaptación a las condiciones
realizada por obra del Espíritu Santo. Para permanecer viva, la revelación de Dios tiene que ser
inculturada, para que, bajo la acción del Espíritu, se pueda llegar a una pluralidad de expresiones
del mensaje que, a la vez, enriquecen progresivamente su comprensión y hacen crecer “la
Por medio de esa larga reflexión Bergoglio llega a su tema central: la religiosidad popular,
que es “la fe del pueblo sencillo, que se hace vida y cultura,” es decir, que se incultura como un
“modo peculiar que tiene el pueblo de vivir y expresar su relación con Dios, con la Virgen y con
los santos, en el ambiente privado e íntimo y también en comunidad de un modo especial.” 275
trascendente, como una unidad de cuerpo-espíritu, capaz de adorar y reconocer a Dios, fundamento
de la dignidad humana y de todas sus manifestaciones, en especial las religiosas. Ahí se ubican
también todas las expresiones de la religiosidad popular, que son la manifestación pública,
generación en generación, y que ha ido configurando la vida y las costumbres de todo su pueblo.”277
vigencia y persistencia en la vida de los pueblos a lo largo de los siglos, sino también por su
historia, que la revela como una “síntesis cultural fundante de América latina, producida en los
siglos XVI y XVII, que guarda celosamente la variedad e interconexión de los sustratos indios,
negros y europeos…y que cubre, a la vez, todas” las dimensiones de la vida.278 Para Bergoglio se
cultural, que ha sido capaz de soportar los intentos modernos de subordinación cultural. En ese
continente, desde el inicio del catolicismo, la religiosidad popular ha estado presente en formas de
integración de la doctrina traída por los misioneros y las culturas indígenas o africanas, “dando
lugar en algunos casos a formas mixtas muy bien integradas.”279 Con las migraciones y el éxodo
rural, esas manifestaciones se extendieron también a las ciudades, haciendo florecer distintas
Bergoglio considera que ellas responden a varias necesidades del hombre moderno y
postmoderno: la recuperación de sus raíces socio-religiosas (sobre todo si vino del campo), la
comunitaria de resistencia, un ‘grito profético’ del hombre que no quiere negar el misterio y lo
las grandes urbes nuevamente con su esencia, su tierra, sus tradiciones ancestrales, con toda la
carga emotiva que conllevan, y lo hace vincularse con su ser más íntimo.
aquello que lo identifica más profundamente, pudiendo hacer de este lugar adverso, su casa.” Bergoglio, “Religiosidad popular,”
24.
391
El autor presenta la piedad popular como una forma de inculturación de la fe: “La piedad
encarnación de la fe en las realidades culturales, que las impregna y al mismo tiempo se enriquece
con ellas; es decir, es un modelo de inculturación de la fe.”281 Por eso, hay que estar inserto en la
cultura, con todo su universo conceptual y simbólico, para poder manifestar los valores religiosos
y cristianos en los moldes de esa cultura, haciéndolos brotar de la vivencia real del hombre con los
símbolos, cuentos, mitos, creencias y sueños de esa misma cultura. De ahí que el cardenal se refiera
evangélico de discernimiento.”283
de la fe…, pero que a su vez fecunda la fe desde el corazón”284, es “signo del enraizarse de la fe en
hecha cultura”, que “se vive espontáneamente, como parte inseparable de la propia vida.”286 Esa
281 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 24-25, énfasis mío. En esta frase Bergoglio hace una distinción entre piedad
popular y religiosidad popular, que no aparece en el restante del texto, pero sí en etapas posteriores, en que – siguiendo EN 48 –
privilegiará el uso de “piedad popular” para las formas cristianas de “religiosidad popular”, que existe en general en todos los
pueblos y creencias. Esta distinción parece ser la que el autor utiliza en la presente definición.
282 DP 448.
283 DP 448.
284 DPPL 91.
285 DPPL 91.
286 Víctor Manuel Fernández, “Hundir mi camino en esta tierra. Y quedarme,” Vida pastoral 238 (noviembre 2002),
piedad, manifestada en gestos cotidianos y vivida comunitariamente, no aliena, sino que “ayuda a
que Bergoglio está muy consciente de que “la piedad hacia la Madre del Señor” – como dice el
En una frase prácticamente “suelta”, después de la cita anterior, y casi sin conexión con
ella, Bergoglio hace una afirmación que será objeto de profundización en otros momentos de su
ministerio, pero que – por algún motivo – no quiso o no alcanzó a desarrollar en ese texto:
“Aparecida llega a denominarla ‘mística popular’ (nº 262).”289 Al presentar el libro de Enrique
Bianchi sobre Rafael Tello (2012) o incluso en Evangelii Gaudium (2014), Bergoglio presenta esta
afirmación de Aparecida como el ápice del reconocimiento eclesial hacia la piedad popular, como
se verá ad infra (6.2.3.3), pero aquí, en ese texto de 2008, se limita a mencionarla sin ningún
comentario.
sensible, emocional y simbólica. Su foco es el corazón y su fe está marcada por los sentimientos.
“Más que la palabra y el análisis, privilegia el símbolo, la acción, el rito, lo mítico, el movimiento,
el beso, el canto, la música, los silencios elocuentes, los bailes, las velas y las flores, etc.”, afirma
trascendencia, esa religiosidad proporciona una vivencia real de la cercanía de Dios y posee la
capacidad de expresar la fe en un lenguaje que abarca todas las dimensiones de la vida, dándole
argumentando que no compromete a la persona”, pero él defiende que “los sentimientos del
corazón llevan a la fe a expresarse en gestos y delicadezas, con el Señor y con los hermanos. Lo
sensible no es contradictorio con las experiencias más profundas del espíritu.”291 Y lo justifica a
partir de los grandes místicos de la Iglesia (San Juan de la Cruz, Santa Teresa, San Ignacio de
Loyola), testigos de la dimensión sensible de la fe. Justamente esa es una de las riquezas que la
religiosidad popular aporta a la Iglesia, “muchas veces tentada de racionalizar y quedarse en meros
como afirma Pablo VI.293 Además, desde el punto de vista antropológico, esa piedad “manifiesta
los sentimientos más profundos, ‘alborales’ según M. Eliade que son: cercanía a la naturaleza,
290 Víctor Manuel Fernández, “Una interpretación de la religiosidad popular,” Revista Criterio 2300 (Diciembre 2004),
lugares privados de atención pastoral.295 Los signos culturales cristianos en los sectores populares
y la religiosidad entrañable de los pobres, afirma Bergoglio a partir de su experiencia, han sido
instrumentos del Espíritu para conquistar corazones, traerlos de vuelta a Dios o simplemente para
brindar sentido de identidad y pertenencia en una silenciosa y recia adhesión de fe, sobre todo en
las adversidades de la vida. El pueblo es sujeto activo en ese proceso de transmisión cultural-
religiosa. Como por mucho tiempo no se consideraba al pueblo pobre como sujeto cultural, sigue
desvalorizaban al pueblo, fue considerada como algo arcaico, fetichista, propio de los
ignorantes.”296
Sin embargo, con los obispos en Aparecida, Bergoglio reconoce con humildad y realismo
que, a pesar de los cinco siglos de evangelización, el sentido religioso del pueblo se ha erosionado
de Aparecida es de invitación a discernir esa realidad a la luz del Espíritu Santo para ponerse al
servicio en esta nueva realidad298 y, con celo misionero, llevar de vuelta el sentido unitario de la fe
y el propio Cristo al corazón de la cultura.299 Lejos de abandonar la opción por los pobres, la
evangelización de la cultura, que pasa muchas veces por la religiosidad popular, la renueva.300
295 DPPL 64. Respecto a esto, dice Puebla (como ya mencionado varias veces): “La piedad mariana ha sido, a menudo,
el vínculo resistente que ha mantenido fieles a la Iglesia sectores que carecían de atención pastoral adecuada.” DP 284.
296 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 27-28.
297 DA 38-39.
298 DA 33.
299 DA 41.
300 DA 397-399.
395
dominante. Según Bergoglio, en esa búsqueda, la piedad popular puede ser “un camino
afirmaciones del Documento de Aparecida que considera más importantes sobre la piedad popular.
Curioso porque, por un lado, torna artificial y poco fluida la lectura del texto, pero por otro,
atestigua cuánto el cardenal valora los aportes de la V Conferencia del CELAM en esta materia.302
Muy unido a la comprensión del proceso de inculturación, en varios de sus textos, Mons.
Bergoglio llama la atención sobre el principio teológico que está por detrás de dicho proceso: la
recuerda que el documento de Puebla ya mencionó ese principio. Aunque no desarrolló plenamente
Puebla304, el principio fue claramente formulado: “La Iglesia, Pueblo de Dios, cuando anuncia el
latinoamericana, penetra delicadamente la existencia personal de cada fiel y aunque también se vive en una multitud, puede ser
profundizada y penetrar cada vez mejor la forma de vivir de nuestros pueblos, es un imprescindible punto de partida para
conseguir que la fe del pueblo madure y se haga más fecunda, contiene y expresa un intenso sentido de la trascendencia, una
capacidad espontánea de apoyarse en Dios y una verdadera experiencia de amor teologal, es una manera legítima de vivir la fe,
expresión de sabiduría sobrenatural, un modo de sentirse parte de la Iglesia, y una forma de ser misioneros, es una poderosa
confesión del Dios vivo que actúa en la historia y un canal de transmisión de la fe.” Bergoglio, “Religiosidad popular,” 29-30;
citando DA 258, 259, 261, 262, 263, 264.
303 Aunque aquí se va a limitar al tema de la inculturación, Bergoglio también aplica ese principio en otros contextos.
Hablando de la postmodernidad, con pretensión de universalismo, pero negadora de las tensiones, el Obispo Auxiliar dice: “No
hay lucha, no se acepta el lenguaje humano – y tan ‘carnal’ de la tensión. En el fondo se niega la Encarnación del Verbo. Y aquí,
con esto termino, afirmando una vez más la Verdad que nos puede rescatar de la orilla solitaria en este naufragio teísta, relativista
y nihilista: el Verbo es venido en carne.” Jorge Mario Bergoglio, “20 años después, una memoriosa relectura del documento
‘Historia y Cambio’,” Signos Universitarios 26 (julio-diciembre 1995), 9-18.
304 De hecho, Bergoglio puntualiza que fue Juan Pablo II quien consagró oficialmente el término "inculturación” en su
carta apostólica Catechesi tradendae, determinó su sentido y le dio alcance universal. “Además de ser un hermoso neologismo,
expresa muy bien uno de los componentes del gran misterio de la Encarnación. De la catequesis como de la evangelización en
general, podemos decir que está llamada a llevar la fuerza del evangelio al corazón de la cultura y de las culturas.” Juan Pablo II,
“Exhortación Apostólica Catechesi tradendae sobre la catequesis en nuestro tiempo,” n. 53, 16 octubre 1979, La Santa Sede,
396
Evangelio y los pueblos acogen la fe, se encarna en ellos y asume sus culturas.” 305 De esta forma,
Por un lado, la fe es vivida a partir de los elementos humanos de una cultura determinada
y, por otro, “permanece válido, en el orden pastoral, el principio de encarnación formulado por
San Ireneo: ‘Lo que no es asumido no es redimido’”306, explica el documento que, en seguida, da
evangelización consolida los valores positivos y las “semillas del Verbo” presentes en la cultura;
asume los valores cristianos presentes en las culturas ya evangelizada; parte de ellos y hace el
sus desvalores; renueva, eleva y perfecciona las culturas por la presencia de Cristo.307
Bergoglio recuerda que, ya al inicio de su pontificado, Juan Pablo II afirmó que “la
de la Encarnación del Hijo de Dios, que salvando todo y sólo aquello que asume…, debe asumir
en la Iglesia todas las culturas, purificando o eliminando lo que es contrario a su espíritu, pero por
Palabra se hizo carne y habitó entre los hombres310, la inculturación es la penetración del mensaje
evangélico en las culturas de los pueblos. Juan Pablo II insistió que la Iglesia está al servicio de la
plena realización del hombre, lo que pasa necesariamente por Cristo, quien revela plenamente el
hombre al hombre311, por la senda de la encarnación y la redención.312 Ese hombre vive y se realiza
en una cultura concreta, por eso la fe, que quiere redimir al hombre, no puede sino asumir la cultura
humana y transformarla progresivamente, “hasta llegar a una encarnación vital en esa cultura”,
pues “inculturación es el proceso por el cual la fe se hace cultura”313, insiste Bergoglio. Tal proceso
nunca puede ser reducida a uno de los términos de esta triple de fidelidad”314, para no caer en
encarnación del Evangelio en las culturas con el sensus fidei, pues requiere “sobre todo de escucha
reflexión y la experiencia del pueblo cristiano como se alcanza el genuino sentido de la fe. En esa
311 GS 22.
312 Juan Pablo II, “Carta encíclica Redemptor Hominis,” n. 14, La Santa Sede, 4 marzo 1979, acceso 18 marzo 2017,
http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_04031979_redemptor-hominis.html. También:
“Por medio de la inculturación la Iglesia encarna el Evangelio en las diversas culturas y, al mismo tiempo, introduce a los
pueblos con sus culturas en su misma comunidad; transmite a las mismas sus propios valores, asumiendo lo que hay de bueno en
ellas y renovándolas desde dentro." Juan Pablo II, “Carta Encíclica Redemptoris Missio sobre la permanente validez del mandato
misionero,” n. 52, La Santa Sede, 7 diciembre 1990, acceso 18 marzo 2017, http://w2.vatican.va/content/john-paul-
ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_07121990_redemptoris-missio.html.
313 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 17.
314 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 17.
315 SD 243.
316 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 19; LG 12.
398
hace una aproximación mariana al principio de la encarnación, del que se está hablando aquí: “En
preexistentes, sino que la fe crea signos de identidad y moldes de convivencia social, los expresa,
A Mons. Bergoglio le gusta mucho un párrafo del documento de Puebla que describe al
pueblo de Dios en América Latina como un pueblo cuya alma “ha sido sellada por la fe de la
Iglesia.”318 Por eso, explica él, “ese pueblo es ‘infalible in credendo’ en el sentido de LG 12319. Es
un pueblo sabio, con ‘una sabiduría que es para el pueblo principio de discernimiento, un instinto
evangélico por el que capta espontáneamente cuándo se sirve en la Iglesia al Evangelio y cuándo
se lo vacía y asfixia con otros intereses.’”320 El cardenal valora esa frase, rescatada por los obispos
del discurso inaugural de Juan Pablo II en Puebla, considerándola “clave para tomar conciencia
del misterio de amor que reina entre Dios y su pueblo fiel, para saber con quién estamos
hablando”321 como pastores. Por eso, en la predicación, para entrar en contacto con el corazón de
la comunidad, el pastor debe dejarse orientar por “ese ‘instinto de la fe’ que hace a nuestro pueblo
infalible in credendo.”322 Ese debe ser “el criterio cordial”323 por el que se oriente el trabajo
pastoral.
lugar privilegiado para la actuación del pueblo como sujeto de la evangelización. Por lo tanto, no
hay que considerarlo como inculto ni “poco ilustrado”. Para hablar entonces a ese pueblo, que ya
tiene la fe recibida de sus padres y se deja guiar por el Espíritu recibido en el bautismo, hay que
Entre padres e hijos existe un “sentido innato”, que les da, casi por instinto, la medida del
límite, de lo que adecuado en el trato. “Es el espíritu de amor que reina en una familia el que guía
tanto a la madre como al hijo en sus diálogos donde se enseña y aprende, se valora y corrige” 326,
concluye Bergoglio. Porque la Iglesia es madre, ese Espíritu de familia, que guía al pastor y a la
oveja, al que habla y al que escucha es el Espíritu de Dios presente en ambos y no solamente en
una de las partes. En este “ámbito materno-eclesial” – y, por lo tanto, mariano – “en el que se
Palabra de Dios, es una forma activa con la cual el pueblo se evangeliza continuamente a sí mismo.” DP 450.
325 Bergoglio, “La homilía en América Latina.”
326 Bergoglio, “La homilía en América Latina.”
400
desarrolla el diálogo del Señor con su Pueblo”, el pastor debe cultivar la cercanía cordial, la
calidez, la mansedumbre y la alegría en el pastoreo. A tal punto que, según Bergoglio, “hasta lo
aburrido que en ocasiones podemos resultar para algunos, si está presente este espíritu materno-
eclesial, resulta fecundo a la larga, así como los ‘aburridos consejos de madre’ dan fruto con el
Ese lenguaje materno es parte de una “cultura materna”328, presente en la piedad popular,
ya que fe y cultura van de la mano. Por eso el cardenal insiste en valorizar la sabiduría popular
cristiana e, incluso, el “depósito de la fe del pueblo fiel”329, capaz de una síntesis vital propia de la
Palabra encarnada. “Esta síntesis de verdad, belleza y bien no es algo que haya que inventar: es
propio de la Palabra encarnada, y allí donde esta Palabra ha sido acogida por un pueblo,
la existencia, expresada en ritos, el arte y las fiestas populares. El amor de Dios derramado por su
Espíritu “crea pueblo”, “crea cultura” y el pastor debe sintonizar su acción con el “corazón cultural
de nuestro pueblo”, hablar en su “lengua materna”, pues “en la fe nos gusta que se nos hable en
claves de ‘cultura materna’” y así “el corazón se dispone a escuchar mejor.”331 Así como la lengua
materna usada por aquella madre macabea para estimular a sus siete hijos al martirio332, el tono de
esa lengua “transmite ‘parresia’… y también una síntesis ya lograda, una sapiencia en la que uno
en su núcleo, es un acervo de valores que responden con sabiduría cristiana a los grandes interrogantes de la existencia.”
331 Bergoglio, “La homilía en América Latina.”
332 2 Mac 7,20-29.
401
se siente en casa”333, dice Bergoglio usándose de esa historia del segundo libro de los Macabeos,
que siempre le impresionó. Esa “sapiencia popular católica” tiene – en palabras de Puebla – “una
fidelium.
Bergoglio está consciente de que las tensiones que menciona Puebla son universales y la
síntesis vital, propia de la sabiduría popular, es “indefinible en palabras, porque las requeriría
todas.”335 De ahí que el pueblo busque expresar “ese núcleo simbólico y viviente” en “nombres
y en danza…”336 De hecho, “ese corazón en el cual y gracias al cual nuestro pueblo ama y cree, es
ideas o valores sueltos. Donde está tu síntesis, podríamos parafrasear, allí está tu corazón. La
diferencia entre iluminar el lugar de síntesis e iluminar ideas sueltas es la misma que hay entre el
aburrimiento y el ardor del corazón.”338 Pero para hablar al corazón del pueblo de Dios, a esa
síntesis vital, que es lugar teológico, el pastor necesita estar iluminado también por la integridad
de la Palabra revelada “y por el camino que esa palabra ha recorrido en el corazón de la Iglesia y
Un ejemplo concreto de pastor que habló el lenguaje materno de su pueblo, entre tantos
otros, es Mons. Enrique Angelelli (1923-1976), que puede ser considerado un mártir del tiempo
pronunció una hermosa homilía en la Catedral de La Rioja, en la que enfatiza el sensus fidelium,
ese consenso de los fieles, fruto del “diálogo del Pastor con las ovejas”, por el cual “el santo pueblo
fiel de Dios no se equivoca.”340 El cardenal sabe que su presencia allí podría ser interpretada como
una acción política, pero a eso él contesta: “No, no. Estoy citando la Lumen Gentium: el santo
pueblo fiel de Dios es infalible in credendo, y cuando el diálogo entre el pastor, el conjunto del
pueblo de Dios, el gran pastor, Cristo, el Papa, los Obispos, cuando el diálogo va por el mismo
diálogo leal y sincero entre la jerarquía y el santo pueblo fiel de Dios. El cardenal explica que
quiso detenerse “en esta cosa tan encantadora y tan linda como es el diálogo entre el Pastor y su
pueblo y del pueblo y su Pastor”342 porque lo había visto allí entre el pueblo de La Rioja y su
obispo. Cuando estuvo por allá el año 1973, para un retiro espiritual con Mons. Angelelli, pudo
recibir “la sabiduría de un pastor que dialogaba con su pueblo” y “las confidencias de las pedradas
que recibía ese pueblo y ese pastor, simplemente por seguir el Evangelio”, pues era “Iglesia
después como Papa, se refiere a Angelelli como “un enamorado de su pueblo que lo acompañaba
en el camino, y lo acompañaba hasta las periferias, las periferias geográficas y las existenciales”,
un “hombre de periferia que salía a buscar, que salía al encuentro.” 344 En la ocasión Bergoglio
leyó una poesía del obispo de La Rioja que describe “el alma” de su pueblo345, porque también él
cree que el pueblo tiene alma y esa alma se expresa en su piedad popular, común a pastores y
religiosidad popular, que son las formas que “el pueblo sencillo ha generado y trasmitido a lo largo
de muchos siglos…para celebrar la vida”346: los santuarios, las peregrinaciones, las fiestas y la
devoción mariana. Ésta última se encuentra en las demás expresiones, ya que gran parte de los
santuarios y fiestas populares son marianas, pero aquí se los menciona por separado.
Los santuarios son espacios de especial expresión de la religiosidad popular. Ellos han
tenido en América Latina un rol preponderante para el acercamiento de la Iglesia “a los grandes
grupos humanos que se identifican con la fe católica, aunque no siempre lo hacen en formas
expresivas formales.”347 La piedad del pueblo sencillo lo lleva al santuario, donde hace memoria
del amor de Dios y se siente acompañado por Él, pues las Escrituras atestiguan que el Templo es
actual de la gracia. El Templo es así el lugar del Arca de la alianza, donde el pueblo actualiza su
alianza con Dios con su pueblo y su conciencia de ser pueblo, comunidad de creyentes. Por eso
alianza de los hombres con el Eterno y entre sí… lugar del Espíritu…Al santuario se va, ante todo,
para invocar y acoger la gracia del Espíritu, y para llevarla luego a todas las acciones de la vida.” 348
De ahí que el cardenal vea los santuarios como lugares, por excelencia, de la Palabra, del perdón
con Dios, alimentan, consuelan, dan esperanza y alegría al corazón del peregrino, que sale de allí
como testigo transparente de Dios, abierto a todos los hombres. Así, dice Bergoglio, “el santuario,
plenitud, de aquello que nos trasciende y que está más allá de toda posibilidad, diferencia y
347 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 30. “La experiencia de la piedad popular constituye un modo especial de acercarse
al pueblo sencillo, que tantas veces está distante de las formas más tradicionales de pastoral. Se convierte en una posibilidad de
comunicación del Evangelio, expresadas, vividas y contextualizadas en la simbología y ritmo propio de la realidad del pueblo
creyente”. Declaración final del IV Congreso de Rectores de Santuarios de América Latina y el Caribe, citado en Bergoglio,
“Religiosidad popular,” 31.
348 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 30-31.
349 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 31.
405
tiempo.”350 Para Bergoglio, esas búsquedas del peregrino y la correspondiente apertura a Dios se
en el camino de la vida. Una vez el cardenal escribió un texto sobre el tema de la peregrinación.351
Presenta notas propias de una “espiritualidad del caminar”: el peregrino hace un camino de fe, una
visita a alguien querido, tiene un encuentro con quién lo ha convocado y en su regreso a casa se
siente renovado. El texto es rico en detalles marianos, ya que normalmente el pueblo de Dios
peregrina por “convocación” de la Virgen y se encuentra con ella como su madre. Bergoglio cree
que alrededor del treinta por ciento de los peregrinos van solos a Luján, no en un grupo. Por eso
peregrinación hay que “dejarse encontrar” por la Virgen y por el “santo pueblo fiel de Dios”, con
La fiesta es otra típica expresión de religiosidad popular, que tiene un lugar importante
“como el cierre, el cumplimiento, la gratitud puesta en alegría, canto y baile.”353 En ella todos los
sentidos corporales entran en juego. Bergoglio recuerda que la vida tiene ritmos que se alternan en
marca los tiempos fuertes. En ellas todos son sujetos, incluso los desconocidos, pues “hasta los
Jorge Mario Bergoglio, “Peregrinar a Luján: camino, visita, encuentro, regreso,” en Seguimos caminando:
351
aproximación socio-histórica, teológica y pastoral de la peregrinación juvenil a Luján, ed. Carlos M. Galli, Graciela Dotro y
Marcelo Mitchell (Buenos Aires: Ágape, 2004), 27-32.
352 Bergoglio, “Peregrinar a Luján,” 29. Sobre la relación con el Pueblo: “Nadie puede separarse de su pueblo, uno es
en la medida que pertenece a un pueblo. Uno es cristiano y pertenece al Pueblo de Dios porque recibe la fe, la esperanza y el
amor de los otros y los vive con los otros. El cristianismo de probeta no existe todavía y cuando empiece a ser de probeta deja de
ser cristiano.” Bergoglio, “Peregrinar a Luján,” 31.
353 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 32.
406
En primer lugar, el autor dice que la devoción mariana es un signo de identidad, tan arraigado en
la fe del pueblo, que la compara con la alianza de Israel con Yahvé: “Israel tenía conciencia de
pueblo elegido, depositario de la ley y los profetas. Por sus relaciones con un Dios cercano, era
consciente de su singularidad. Por analogía, el pueblo cristiano capta que la protección de Dios le
viene por la invocación a una imagen de María, personalizada y singular, y que, por ello, María
personaliza y singulariza a ese pueblo.”355 En segundo lugar, en la piedad mariana hay una
dimensión de memoria, pues “el pueblo se siente identificado con la imagen de María, porque a
ella acudieron sus padres y a ella acuden hoy en sus problemas.”356 En tercer lugar, una dimensión
personales de María, la piedad popular se vale de sus atributos para llegar hasta Dios.”357 Además,
tanto en un individuo como en un lugar, como lo expresa el cardenal: “La acción milagrosa de
súplica y petición de favores son una manifestación de la alianza materno-filial, de las relaciones
En ese contexto, se entienden las “mandas” o promesas del devoto. La fidelidad de Dios y
de la Virgen “es provocadora de alianzas que son las ‘promesas’ del peregrino.”359 El cardenal
reconoce que, muchas veces, el devoto es una persona de escasa práctica sacramental, pero que
reacciona ante la enfermedad o el sufrimiento haciendo una promesa, que pueden ser de las más
variadas (peregrinar al santuario, caminar en silencio, ir a la ermita de rodillas, con los brazos en
cruz, prender velas, hacer donaciones u otras promesas anónimas que quedan en la intimidad de
su corazón o de su familia). Pero lejos de despreciarlas, Bergoglio las valora y las entiende como
expresión del compromiso del devoto en la alianza con Dios y los demás.
El autor concluye su reflexión reforzando que “la religiosidad popular, como expresión
cierta y sensible de la fe, nacida a la sombra de muchos dolores, tiene mucho que decirnos”360 a la
“infatigable esfuerzo de unir en un único mensaje lo trascendente con lo inmanente, lo eterno con
lo cotidiano.”361 Una misión que “no puede prescindir del pueblo pobre y sencillo que, en medio
de las dificultades de cada día, ha tratado de encarnar esa propuesta,”362 Pueblo de Dios peregrino,
discípulos misioneros que confían en “la ternura, belleza y alegría del amor de Dios manifestado
Existe aún otro tipo de expresión de la religiosidad popular que son las imágenes, íconos y
medallas, muy queridos por los devotos. Al Papa Benedicto XVI, en una visita ad limina,
Bergoglio describió así al pueblo fiel de su país: “Nuestro pueblo ama a la Virgen María y la venera
en sus múltiples advocaciones, peregrina a sus santuarios, reza el Rosario y habitualmente lleva al
en el año 2001, hizo una reflexión que ilumina su compresión respecto a las imágenes religiosas.
Él se pregunta si la “cultura mediática de la imagen” llega a ser un nuevo sistema de símbolos, una
nueva “ventana” a Dios y al prójimo, así como en otro tiempo lo fueron las catedrales y los
monumentos. Pero, a continuación, apunta a una diferencia fundamental entre las imágenes de los
medios actuales y las imágenes religiosas, por ejemplo, de la Virgen María: éstas remiten a una
realidad transcendente, las otras no. “Una imagen de la Virgen en un club de barrio remite, sí, a la
basílica donde está la imagen original, y para algunos, a la totalidad del sistema conceptual, moral
y disciplinar del catolicismo;…esa imagen apunta a un polo trascendente, a algo que tiene que ver
con el ‘cielo’, con el ‘milagro’.”365 En otras palabras, se trata de “un símbolo religioso”, que “re-
liga, vincula la tierra y el cielo, lo transitorio con lo absoluto. El hombre y Dios. Como símbolo
que re-liga, no se agota en sí mismo, pero tiene su propia consistencia.”366 Por el contrario, las
imágenes de los medios de comunicación, propias de la “cultura de la imagen” en que se vive hoy,
como se da en la publicidad, el marketing y muchas veces en la pantalla del Internet, por ejemplo,
“no es símbolo de ‘otra cosa’, no ‘remite a’, no tiene referente exterior al mismo círculo
364 Jorge Mario Bergoglio, “Mensaje del Presidente de la CEA al Papa Benedicto XVI con motivo de la visita ad limina
del primer grupo de obispos argentinos,” 14 marzo 2009, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 18 marzo 2017,
http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
365 Jorge Mario Bergoglio, “Mensaje del Arzobispo a las comunidades educativas,” 28 marzo 2001, Arzobispado de
Al cardenal le gustan los íconos marianos y cita a Juan Pablo II para explicarlo: “El Papa tiene un
hermoso pasaje hablando de los íconos marianos de los pueblos de la antigua Rusia: ‘En estos
íconos la Virgen resplandece como la imagen de la divina belleza, morada de la Sabiduría eterna,
El arzobispo observa que, contra todos los pronósticos secularizantes, no solo la religión
no desapareció de las ciudades, sino que “una y otra vez el marketing “intenta ‘subirse’ a este
fenómeno para generar ganancias.”370 Pero como muchas de estas manifestaciones de religiosidad
(fe, oración, gestos religiosos) son fruto del desarraigo y la profunda orfandad de hombre actual,
se debe cuidar para que éste no pierda la dimensión comunitaria, humanizadora y libertadora de
la religiosidad popular: “En una sociedad que va perdiendo su dimensión comunitaria, su cohesión
como pueblo, tales expresiones religiosas masivas necesitan cada vez más su correlato
comunitario, para no quedarse en meros gestos individuales.”371 Por lo tanto, “sin dejar de
necesitamos realimentar esa fe auténtica y aportar elementos que le permitan desplegar todo su
potencial humanizante.”372 Rescata, así, el clamor de Puebla “por una verdadera liberación (DP
367 Bergoglio, “Mensaje del Arzobispo a las comunidades educativas,” 28 marzo 2001.
368 “Los medios de comunicación social pueblan actualmente el mundo de imágenes que no son ‘ventanas al Otro’.
Aproximarse bien es mostrar siempre esa imagen abierta al Otro, a la trascendencia, a la esperanza, como nos muestran las
imágenes de la Virgen y de las catedrales. Aproximarse bien es todo lo contrario de la propuesta frívola de algunos medios que
transmiten una caricatura del hombre. Es mostrar y resaltar su dignidad, la grandeza de su vocación, la belleza del amor que
comparte el dolor, el sentido del sacrificio y la alegría de los logros.” Jorge Mario Bergoglio, “Comunicador, ¿quién es tu
prójimo?” 10 octubre 2002, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 18 marzo 2017,
http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
369 RM 33, citado en Bergoglio, “La homilía en América Latina,” nota 9.
370 Bergoglio, “Mensaje del Arzobispo a las comunidades educativas,” 28 marzo 2001.
371 Bergoglio, “Mensaje del Arzobispo a las comunidades educativas,” 28 marzo 2001.
372 Bergoglio, “Mensaje del Arzobispo a las comunidades educativas,” 28 marzo 2001.
410
452) que haga posible a nuestro pueblo superar su situación de orfandad, desde las reservas mismas
que lleva dentro de sí, las que se arraigan en la gracia de su bautismo, en la memoria de su
de corazón, una búsqueda más personal de Dios y una nueva valoración de la oración y la
contemplación, pero también una especie de ‘religión a la carta’, una subjetivización unilateral de
educadores que la Palabra de Dios tiene dos aspectos: por un lado es revelación, discurso, lógos,
pero por otro es acción, presencia, poder, dynamis, y no se la puede reducir solo a uno de estos
aspectos. “La Palabra de Dios dice y hace”, explica el arzobispo. “Si la consideramos solamente
como presencia salvífica …, dejamos de lado su aspecto de revelación. Si, por el contrario, la
de comunión, de presencia amorosa, su dinámica salvífica. La Palabra de Dios nos vincula con Él
con lazos tanto de conocimiento como de amor. Dice y hace.”375 Y así también deben ser las
Después de haber presentado textos de Mons. Bergoglio relativos a la piedad del pueblo
fiel de Dios (6.2.1), la investigación se concentra ahora en sus principales dichos y pensamientos
concernientes a María en su relación con el pueblo fiel de Dios (6.2.2). También en esta sección,
373 Bergoglio, “Mensaje del Arzobispo a las comunidades educativas,” 28 marzo 2001.
374 Bergoglio, “Mensaje del Arzobispo a las comunidades educativas,” 28 marzo 2001.
375 Bergoglio, “Mensaje del Arzobispo a las comunidades educativas,” 28 marzo 2001.
411
a fin de ordenar mejor el material y facilitar el estudio, se dividen las afirmaciones recolectadas en
seis asuntos distintos, aunque íntimamente conectados: las súplicas a la Madre en las
peregrinaciones a Luján (6.2.2.1); María como madre y modelo de virtudes (6.2.2.2); María en el
centro del pueblo fiel (6.2.2.3); María y la Iglesia (6.2.2.4); María la Mujer eucarística (6.2.2.5); y
Aires se encuentra en las homilías que pronunció en ocasión de las peregrinaciones juveniles al
santuario de la Virgen de Luján. Aunque el obispo peregrinaba todos los años con los jóvenes de
su arquidiócesis, solo quedaron registradas las homilías de 1999, 2000, 2004 a 2006 y 2008 a 2012.
Importa ahora, no el hecho en sí de las peregrinaciones y las muchas vivencias marianas que tuvo
en Luján – ya descritas ad supra (5.1.1) – sino observar sus palabras, que tienen como
denominador común las fuertes y elocuentes súplicas dirigidas a la Virgen María, por distintas
Buenos Aires desde 1975, por iniciativa del Padre Rafael Tello, tienen un lema diferente cada año.
Sin embargo, desde que Bergoglio asumió como arzobispo, todos los lemas, sin excepción,
comenzaban con el vocativo “Madre”, lo que antes no era costumbre. Guiados por su arzobispo,
los fieles de la Iglesia de Buenos Aires cultivaron aún más su sentimiento filial hacia María:
“Madre, míranos y acompáñanos” (1998); “Madre, regálanos tu mirada” (1999); “Madre, que
veamos a Jesús en cada hermano” (2000); “Madre, acaricia nuestras heridas, queremos seguir
412
caminando” (2001). Y la letanía de súplicas, siempre dirigidas a la “Madre”, continuó en los años
siguientes: Madre, abrázanos fuerte, queremos un pueblo en pie (2002), queremos cuidarnos como
hermanos (2003), queremos ser un solo pueblo (2004), queremos una patria para todos (2010).
Madre, ayúdanos y enséñanos a cuidar de la vida (2005 y 2011), a vivir como hermanos (2006), a
vivir en la verdad (2007), a escuchar (2008), a trabajar por la justicia (2012); porque “Madre, tu
Siempre impresionó al actual Obispo de Roma la mirada de los peregrinos sobre la imagen
Bergoglio pronunció una memorable homilía en la que destaca la necesidad que tiene todo
peregrino de la mirada tierna de la Virgen, idea que se va a repetir en muchas de sus reflexiones
marianas: “Después de un largo camino, vinimos a este lugar de descanso, porque la mirada de la
Virgen es un lugar de descanso, para contarle nuestras cosas. Nosotros necesitamos su mirada
tierna, su mirada de Madre,”377 dijo en su homilía el año 1999. La mirada de María “destapa el
alma”, “está llena de compasión y de cuidado”, es un regalo de la misericordia de Dios, que “no
se compra”, pues “su mirada es como la continuación de la mirada del Padre que la miró pequeñita
y la hizo Madre de Dios. Como la mirada del Hijo en la cruz que la hizo Madre nuestra y con esa
mirada hoy nos mira.”378 Por eso el insistente pedido, repetido siete veces en la breve homilía del
santuario, no es egoísta, intimista, estéril, pues el amor a María es siempre camino de compromiso
con los demás, nos ayuda a mirarnos de otra manera, como pueblo. “La mirada de la Virgen nos
ayuda a mirar a los que naturalmente miramos menos, y que más necesitan,” incluso “los que no
conocen la ternura de la Virgen.”379 Por eso, hay que pedir que no les sea “robada” la mirada de
María, que “no se desorienten” de su mirada, que “nunca duden” de esa mirada, “que es mirada de
ternura y mirada que nos fortalece desde dentro…, que nos hace hermanos, que nos hace
solidarios.”380 La mirada de la Madre ayuda a “mirar mejor a los demás”, a encontrarse con
Jesucristo, “a trabajar para ser más hermano, más solidario, más encontrado con los demás.” Y
concluye el obispo: “Así juntos podemos venir a esta casa de descanso bajo la ternura de tu mirada.
“intercambio de miradas” entre María y el peregrino. El texto hace tal eco de la experiencia de
Bergoglio en Luján, que podría perfectamente haber sido escrito por él mismo: “La mirada del
peregrino se deposita sobre una imagen que simboliza la ternura y la cercanía de Dios. El amor se
carga de su dolor y de sus sueños. La súplica sincera, que fluye confiadamente... Un breve instante
Naturalmente si María es Madre, sus hijos son hermanos entre sí. Cada encuentro con ella
es, al mismo tiempo, un encuentro con los hermanos. Así se fomenta mejor la cultura del
encuentro, tan propagada por Bergoglio. En María se forma un pueblo de hijos y hermanos. Ya al
año siguiente éste va a ser el tema de la peregrinación, que encuentra fuerte eco en las palabras del
arzobispo: “Queremos encontrarnos como hermanos, trabajar para que esta fraternal cultura del
encuentro sea realidad…Queremos ser generosos y a veces nos duele no poder serlo por eso le
pedimos a nuestra Madre: Ayúdanos a encontrar a Jesús en cada hermano.”383 Bergoglio les
recuerda que “como los otros años, vinimos a mirarla y a descansar con Ella. Hay mucho en la
vida que nos agobia”, pero también “hacemos un largo camino para mirarnos y encontrarnos, para
ser más hermanos,” un “camino de encuentro del que tanto necesitamos los argentinos.” Por eso
Unos años después, las súplicas iban en la misma dirección: “Madre, ayúdanos a ser un
historia de Argentina: “Hace 30 años la juventud peregrinaba hasta aquí pidiendo por la Patria.
Hoy nos une ese mismo sentimiento: querer ser un solo pueblo. Y aquí estamos juntos recibiendo
los mismos cuidados de la Madre.”385 El cardenal describe cómo ha sido la relación del pueblo
A muchos, desde chicos, nos trajeron para recibir el Bautismo o para mostrarnos la imagen
de Ella que se quedó para recibirnos. Y así fuimos conociendo y se nos fue haciendo
familiar esta casa, y tomamos la costumbre de venir a visitar a la Virgen, a estar cerca de
Ella, a tener este encuentro que nos descansa. Así, con estas cosas sencillas y profundas ha
ido creciendo nuestro pueblo. Hay muchas historias de vidas que aquí se han
reconstruido.386
Bergoglio le dice a la Virgen, a nombre del pueblo: “no queremos pelearnos entre
nosotros”, “queremos ser familia” y “para eso no necesitamos de ninguna ideología revanchista
383 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía 26ª Peregrinación Juvenil a Luján,” 1 octubre 2000, Arzobispado de Buenos Aires,
que pretenda redimirnos. Nos basta tu cariño de Madre.”387 Gracias a que milagrosamente la Virgen
quiso que su imagen se quedara allí, “como pueblo peregrino nos seguimos dando cuenta que
crecemos porque aquí hay alguien que nos convoca y nos reúne.”388 Bergoglio recuerda que
después de la cruz, María cargó el cuerpo de Jesús y ese “cariño grande de nuestra querida Madre”
les da esperanza. En el “silencio del milagro de las carretas” María habla “despacito al corazón de
sus hijos, en estas peregrinaciones”, que vuelven a casa descansados y renovados, con “el gozo de
El mismo tema, con un pequeño cambio de acento, reaparece unos años más tarde: “Madre,
la entrega que Jesús hace de su Madre en la cruz390, tornándola madre de los fieles y la que los une
también como hermanos, pues son de la misma carne. Bergoglio le pide a la Madre de todos: “que
sepamos vivir en familia…Madre, sacá la discordia de nuestro corazón, sacá la envidia, sacá la
violencia, porque necesitamos vivir como hermanos.”391 Para esto hay que “recuperar la memoria”
– expresión muy usada por el cardenal – “de cómo se vive como hermanos.”392 Así como Juan
cuidó a la Virgen y ella cuidó a los discípulos, los peregrinos le piden: “Madre, enséñanos a
cuidarnos como nos cuidás vos…Te pedimos, Madre, la gracia de saber cuidarnos unos a otros,
La peregrinación de 2005 tuvo como lema “Madre, ayúdanos a cuidar la vida” y fue la
ocasión para entregar una “Carta por la Niñez”, en defensa de la vida. “Lo hacemos con el grito
filial de la oración y la confianza que nos da la Virgen”394, dijo el cardenal. “Su ternura maternal
nos da fortaleza”, tal como se la dio “a San Juan Diego: ¿No estoy yo aquí que soy tu madre?”395
Pero, a la vez, Bergoglio les sugiere: “animémonos a llorar” por estos niños. “Miremos a la Virgen
La misma súplica vuelve seis años después. Siempre a partir de texto bíblico de María al
pie de la cruz, el cardenal puntualiza que “ahí donde hay una cruz, en el corazón de cada hijo suyo,
está nuestra Madre.”397 Pocas palabras, pero miradas profundas. “Miradas de la Virgen que
contempla a su Hijo; mirada del Hijo que la mira y la deja como Madre de todos nosotros... [para
que] siga cuidando tantas vidas, las nuestras, que necesitan protección.”398 En su abandono Jesús
tiene solo la mirada comprensiva y afectuosa de María y le pide a ella que nos mire así a nosotros.
Desde que él estaba en su vientre, ella lo esperó y cuidó ese tesoro en su corazón. “Y a la vida, nos
enseña María, se la cuida siempre”, enseña el cardenal, pero “con la ternura con que la cuidó ella”,
pues cuidar la vida, desde los niños hasta los ancianos, “entraña sembrar esperanza. ¡Un pueblo
que cuida la vida es un sembrador de esperanza!”399 Desde Luján “recibimos los cuidados de
nuestra Madre. Ella nos espera…Éste es el lugar elegido por nuestro pueblo para venir a consagrar
394 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía 31ª Peregrinación Juvenil a Luján,” 1 octubre 2005, Arzobispado de Buenos Aires,
la vida...Hasta acá vienen los papás en peregrinación familiar para presentar a los hijos, para
consagrarlos y para bautizarlos porque quieren que la Virgen esté presente cuidando la vida de sus
hijos.”400 Allí, sigue el cardenal, la Madre nos protege y “nos hace sentir a todos como pueblo”,
porque “[Madre,] vos te quedaste para cuidar la vida de éste tu pueblo.”401 Por eso le pide: “que en
tu casa encuentren siempre un lugar” y “como hijos te imitemos cuidando toda vida,” en silencio
y con amor. Y concluyó: “Madre, no nos olvides. No nos sueltes de tu mano”, haciendo que toda
En la 34ª Peregrinación la súplica fue para que la Madre les enseñara a escuchar. María
aprendió a escuchar a Jesús, desde su vientre; fue la “primera discípula de Jesús, la que lo siguió
más de cerca, la que lo imitó mejor y eso porque lo supo escuchar”403, recuerda el cardenal. Al pie
de la cruz, de nuevo lo escucha: “Ahí tenés a tus hijos” y “ella, al escuchar, nos mira como madre.”
Ella, “la mujer que supo escuchar…escuchando a Jesús aprendió también cómo escuchar a sus
hijos.”404 Y, escuchándolos, “empezó a cuidar del Pueblo de Dios. A escuchar al Pueblo de Dios.
Ella guardaba todas las cosas en su corazón, las cosas que escuchaba y así nos fue juntando como
pueblo, como cristianos, como hermanos.”405 Bergoglio insiste en cómo es difícil escuchar, cómo
se anda hoy “carenciado de oreja”, cómo se necesita aprender a callar, a ser compasivos y
pacientes. Sin embargo, “somos un pueblo que necesita aprender a escuchar y somos un pueblo
que necesita ser escuchado.”406 Por eso a esa “maestra en el arte de aprender a escuchar”, le piden
“Madre, tu mirada renueva nuestra esperanza”. El cardenal sabe que la Madre mira “a este pueblo
peregrino, pueblo querido por ella, pueblo sufrido, que viene a Luján haciendo silencio en el
corazón.”408 Y describe la peregrinación: “Un pueblo que camina trayendo esa ofrenda que es la
oración, que van a poner ante su imagen, por eso hace tanto bien tenerla así cerca. Los ojos se
confunden en una mirada de fe y de confianza; y con sus ojos tiernos nuestra Madre mira a los
hijos que después de pasar emocionados ante su altar, descansan y duermen en su casa.” 409
Bergoglio describe aún de forma poética ese encuentro entre la mirada de María y del peregrino,
que siempre lo ha impactado: “El momento del encuentro con la Madre se prolonga, es un
encuentro que no tiene tiempo. Y a todos nosotros, tus hijos Madre querida, al sabernos mirados
con tus ojos serenos, nos brota ese deseo de estar juntos como hijos, como hermanos.” 410 De ese
intercambio de miradas brota la súplica: “Madre: que tu mirada nos defienda para que no nos roben
la esperanza.”411 El cardenal le pide que mire “a todos sin exclusión”, en especial a los “hijos más
pobres”, los “hijos del descarte”, pues también son “hijos de la Virgen.” En Luján, casa de María
y casa de todos, ella los protege “como hijos y como pueblo” para fortalecerlos y renovarles la
esperanza. “Madre querida: no nos sueltes de tu mano. Te lo pide todo éste tu pueblo.”412
El 2010 la súplica fue por la patria, en el año del bicentenario de la formación del primer
gobierno patrio argentino. El arzobispo hace memoria de ese vínculo secular entre la Madre y los
hijos, la Virgen de Luján y el pueblo argentino: un vínculo que le ha dado a muchos “una
pertenencia de hijos”, una “dignidad de personas” y “ha hecho crecer la patria.” 413 A cada año el
pueblo argentino viene a “contarle a la Virgen como anda” su vida y a llevar “su mirada que es
aliento para seguir el camino.”414 Bergoglio recuerda que “son muchos los que aquí han instalado
su lugar de encuentro y bendición. Aquí venimos porque nos hace falta seguir confiando y seguir
alimentando lo más nuestro, lo que da sentido a nuestras vidas.”415 En Luján la Virgen se quiso
quedar como “La primera fundadora de esta Villa”416, y la Patria quiere seguir siendo cuidada por
ella. “Que nada ni nadie nos confunda”, pues “nuestros mayores nos enseñaron a confiar” en esa
presencia de la Virgen, la visitaron “en la gloria y en la tristeza” y confirman que los argentinos
pueden “confiar en quien prometió cuidarlos.”417 Por eso, en su bicentenario, miran de nuevo a la
Madre y le piden que en la patria “no haya ‘sobrantes’, excluidos ni explotados”, que sea “una
Patria renovada en la fraternidad” y le expresan su deseo hecho oración: “Madre queremos una
su elección como Obispo de Roma, fue para pedir a la Virgen que les enseñara a trabajar por la
justicia. Una vez más, con la elocuencia que caracterizó esas homilías por más de diez años, el
pastor expresa el sentimiento de su pueblo: “Rezamos y sentimos como late nuestro corazón
porque estamos en la Casa de nuestra Madre, en la Casa de la fe de nuestra Patria.”419 Y les explica
que el lema de aquel año había surgido del mismo pueblo fiel: “¿Saben ustedes a quién se le ocurrió
hacer este pedido? A ustedes mismos. Sí, porque en las oraciones que escriben cuando visitan
Luján fue apareciendo esta oración que hoy es el lema: ‘Madre, enséñanos a trabajar por la
justicia’. Es un lema que late en el corazón de los peregrinos de la Virgen y que se ha hecho
oración.”420 En Luján cada peregrino es recibido y escuchado, y esto es “un gran acto de justicia”,
afirma el cardenal, “y gracias a esto estamos en paz, rezando y nos brotan cosas muy sinceras en
el corazón, en la oración con la Virgen.”421 Brota entonces la necesidad de ser más hermanos,
cuidar unos de otros y ser más justos, con el corazón abierto y disponible. “¡Cuánto bien nos hace
venir a Luján!”422 exclama Bergoglio, pues es el mejor lugar para aprender a ocuparse por el bien
de los otros y a pedir por la patria. Allí la Virgen los ayuda a trabajar por la justicia, pero para esto
hay que mirarla, rezar con confianza y ofrecer la vida generosamente por los demás, a fin de
“continuar la vida con la bendición de Jesús y de su Madre.”423 El cardenal recuerda aún la dignidad
que recibieron de Jesús por el bautismo, que es uno de los grandes valores de la piedad popular:
419Jorge Mario Bergoglio, “Homilía 38ª Peregrinación Juvenil a Luján,” 7 octubre 2012, Arzobispado de Buenos Aires,
acceso 18 marzo 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
420 Bergoglio, “Homilía 38ª Peregrinación Juvenil a Luján.”
421 Bergoglio, “Homilía 38ª Peregrinación Juvenil a Luján.”
422 Bergoglio, “Homilía 38ª Peregrinación Juvenil a Luján.”
423 Bergoglio, “Homilía 38ª Peregrinación Juvenil a Luján.”
421
“¡Y si hoy podemos tener la frente alta, la frente de ser bautizados, la frente de decir ‘somos hijos
de Dios’ es porque Él nos justificó…nos miró a nosotros! Hagamos lo mismo: miremos a los
demás y ayudémonos a crecer por la justicia.” Y a la Virgen, “le pedimos que no nos falte el
silencio de la oración y las ganas de peregrinar para ofrecer la vida por los otros.”424
Esta presentación ha sido larga, pero como se ha podido observar, las homilías en Luján
son casi un género literario dentro del discurso de Mons. Bergoglio. Son elocuentes, llenas de
emoción, hablan al corazón del pueblo, describen sus sentimientos y necesidades. Pero expresan,
sobre todo, su llana y sencilla piedad popular mariana y, en este caso, argentina. Son un ejemplo
práctico de cómo Bergoglio trabaja con la religiosidad del santo pueblo fiel de Dios. El obispo le
habla a la Virgen con corazón de pueblo, como el pueblo le hablaría a Ella. Es simplemente vocero
del pueblo. Y, al pueblo, le habla como pastor con los mismos “olores” y “piedades” de las ovejas.
Fuera de las homilías pronunciadas en Luján, “casi” no hay otro discurso, texto o
conferencia de Mons. Bergoglio – entre las que se ha podido reunir en esta investigación – que sea
totalmente “mariano”.425 Es posible que en alguna fiesta mariana o en alguna peregrinación él haya
desarrollado más el tema mariano, a semejanza con lo que hizo en Luján; sin embargo, no quedaron
reflexionar o predicar de forma principal y específica sobre la Virgen María. Esta sola constatación
ya permite afirmar, como ya se dijo, que su mariología, siguiendo la tendencia postconciliar, está
claramente integrada en el todo de su discurso teológico-pastoral. Por otro lado, también se puede
concluir que, ante las fuertes manifestaciones de piedad popular mariana, como las que se daban
mismo para el bicentenario de la independencia (8/5/2010), dos en Pilar con ocasión de las Asambleas de la CEA (9/5/2011 y
7/11/2011), y una misa por la vida (25/3/2011).
422
en Luján, el obispo se dejaba “contagiar” positivamente por el pueblo, dejaba fluir su propia piedad
mariana personal y la integraba con la piedad del pueblo, hablando de corazón a corazón, en
“lenguaje materno”.
Entre las menciones a María que aparecen en los escritos o discursos de Mons. Beroglio,
una gran cantidad se refiere a la intercesión y protección maternal de María y otras tantas a las
muchas virtudes de la Virgen. Tales virtudes sirven como ejemplo para sus hijos y, a la vez, hacen
de María una especial intercesora ante Dios en el momento en que sus hijos necesitan de tales
virtudes en su vida. La principal fuente de inspiración para las descripciones que Bergoglio hace
de las virtudes marianas es la Sagrada Escritura, constantemente meditada por él según el método
Concilio. Entre esas virtudes, hay algunas que más le llaman la atención, apareciendo más a
trata aquí de mencionar algunas de las más frecuentes. Después de mencionar algunos textos en
donde se percibe el valor que Bergoglio da a la intercesión maternal de Maria (a), se presentan
textos relativos a las siguientes virtudes marianas: ternura (b), fortaleza (c), alegría (d), esperanza
(e), misericordia (f), silencio (g), memoria (h), fe (i), y servicio (j). Como sería muy extenso
presentar todos los textos encontrados, se ha optado por mencionar algunos, a título de muestra, a
a) Madre intercesora
cómo el actuar de Dios es concreto y gratuito: “Todo es concreto: hay una madre, está el Hijo
eterno nacido de mujer, hay amigos y discípulos. La madre indica, intercede y finalmente dispone,
pero en referencia al Hijo.”428 Destaca, entonces, “la mediación de esa mujer madre que posibilita
el diálogo entre ambos, lo eterno y lo temporal, para que Dios continúe involucrándose en nuestro
salvación con una afirmación teológicamente contundente: “Dios tenía una carencia para poder
meterse humanamente en nuestra historia: necesitaba madre, y nos la pidió a nosotros.” 430 Su
Madre es “hija de nuestro pueblo” y supo hacer el espacio para que Jesús realizara su signo, pero
no como protagonista, sino como servidora. Él compara la mediación de María con “la estrella que
sabe apagarse para que el Sol se manifieste.”431 E indica una doble maternidad de la Virgen, hacia
Jesús y hacia los hombres: “Mediación de mujer que no reniega de su maternidad, la asume desde
el principio; maternidad con doble parto, uno en Belén y otro en el Calvario; maternidad que
contiene y acompaña a los amigos de su Hijo.”432 Puesta por Dios “en el centro mismo”433 de la
426 Jn 2,1-11.
427 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la misa de inicio de la 103 Asamblea Plenaria de la CEA,” 7 noviembre 2011,
enemistad entre Dios y sus opositores, ella “sigue entre nosotros”, posibilitando “espacios para
que llegue la Gracia...que revoluciona y transforma nuestra existencia y nuestra identidad.” 434
Bergoglio la venera “como Madre y Servidora, la que precede a Cristo en el horizonte de la historia
de la salvación”435, la que “acompaña a la Iglesia”, que recorre de nuevo “el itinerario recorrido
En uno de sus libros, Bergoglio enseña que “la intercesión es un diálogo de amor,”437 pero
es difícil entender ese proceso porque hay un cierto “cambio de roles”, pues el intercesor parece
saber mejor que el que concede el favor lo que éste debe hacer. Es lo que acontece en Caná438:
“María, la intercesora interpreta los sentimientos más hondos de Jesús, el cual parece hablar
contradiciéndose con lo que serán sus acciones.”439 Por eso el obispo concluye que “el intercesor
es un orante que ha comprendido los sentimientos más hondos de Dios y se aferra a ellos, pese a
contrarias apariencias, pese a que el mismo Dios le hable de manera distinta en los
Las experiencias del cardenal – como en las confesiones en Luján, por ejemplo – le ayudan
a afirmar que María es un “buena Madre que sabe componer las cosas” y hacer “espacios en nuestro
corazón para que, en medio de la abundancia de pecado, sobreabunde la gracia del Espíritu que
nos hace libres e hijos.”441 Por eso en distintos momentos, Bergoglio motiva el pueblo a buscar la
intercesión de María, pues “donde están la Virgen y los Santos, que nos juntan como pueblo para
rezar, allí está Jesús.”442 En efecto, insiste el cardenal, “no olvidemos que en la vida cristiana,
cuando tenemos que andar un camino seguro, hay una sola mano: agarráte de la mano de la
Madre…Agarráte fuerte de la mano de María y pedíle…Y ella, si se lo pedimos, nos dará esa
gracia.”443 A los catequistas de la diócesis les estimula a confiar en su intercesión: “Miren una y
mil veces a la Virgen María. Que ella interceda ante su Hijo para que les inspire el gesto y la
palabra oportuna, que les permita hacer de la Catequesis una Buena Noticia para todos.”444 A final,
Bergoglio sabe que el que se acerca a María se asemeja más a ella: “Mientras adoramos a Jesús,
pidámosle a María…que ruegue por nosotros, ahora, para que se ensanche nuestro corazón y se
vuelva un poquito más parecido al de Ella.”445 Por eso el cardenal insiste en la contemplación de
sus virtudes, para que se pueda imitarlas más fácilmente. Es lo que la larga lista de virtudes, a
b) Ternura
Uno de los atributos más usados por Bergoglio para describir a María es la ternura. Y esta
característica está siempre asociada a su maternidad. Una ternura que es capaz de tocar y abrir el
corazón de sus hijos. Porque María es madre, es tierna. Tiene ternura de madre. Son ideas muy
frecuentes en el pensamiento del actual obispo de Roma. María es la “Madre de la Ternura”446, que
nos habla “al oído, despacito, como sólo las mamás saben hacerlo”447, que “entre caricias y sonrisas
nos sigue diciendo a lo largo de la historia: ‘Hagan todo lo que Él les diga’ (Jn 2,5).”448 Pues
“¡cuántas veces tenemos necesidad de que la ternura maternal de María nos susurre, como
preparando el camino!”449 Bergoglio estimula, por ejemplo, a los sacerdotes de su diócesis a confiar
en su “ternura de madre”, que “sabe abrir los corazones de sus hijos”450, y al renovar sus promesas
sacerdotales en la Misa Crismal les dice que “sientan la fuerza y la ternura” de la mirada de Jesús,
pidiendo “a nuestra Madre, la Virgen, que nos dé la gracia de reconocernos ungidos como ella, por
la mirada bondadosa del Padre, mirados en nuestra pequeñez, para poder ver también y ungir con
bondad y misericordia a los pequeños de nuestro pueblo fiel.”451 En una misa por las víctimas de
la trata y tráfico de personas, le pide “a la Virgen, Madre de todos nosotros…que nos contagie
ternura materna para sentir que esos hombres y mujeres, chicos y chicas, sometidos a la esclavitud
Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en el encuentro arquidiocesano de catequistas,” 10 marzo 2012, Arzobispado de
446
La ternura de María está muchas veces asociada a otras virtudes como protección,
esperanza, paciencia y, muy a menudo, con la fortaleza. En la fiesta de San Cayetano, el cardenal
pide, “junto con la Virgen y todos los santos del cielo, [que] intercedan por nosotros
que necesitamos protección”, pues los fieles quieren estar amparados “bajo el manto de ternura de
la Virgen María.”453 En una misa por la defensa del “niño por nacer” Bergoglio usa la expresión
ignaciana: “quiero pedirle a nuestra Madre, la Virgen María, que nos ponga junto a Jesús”, y le
paciencia para custodiar toda vida humana.”454 En la consagración que Bergoglio hace de su
ciudad a la Santísima Virgen, le dice: “Madre nuestra, te pido que nos cuides a todos con ternura
y nos contagies tu fortaleza. Somos hijos tuyos”, por eso, “nos ponemos bajo tu amparo. No nos
dejes solos en este momento de tanto dolor y dificultades. Confiamos en tu Corazón de Madre y
te consagramos todo lo que somos y tenemos. Y, sobre todo, Madre, muéstranos a Jesús, y
c) Fortaleza
Muy asociada a la ternura de María aparece su fortaleza. Bergoglio se refiere a ella como
disminuir su fortaleza, la refuerza. Como ella tuvo que enfrentar duras penas en su vida, hay
muchas situaciones en las que ella puede interceder para que sus hijos sean fuertes. En las homilías
453Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la fiesta de San Cayetano,” 7 agosto 2010, Arzobispado de Buenos Aires,
acceso 20 marzo 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
454 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la celebración del Día del Niño por nacer,” 25 marzo 2004, Arzobispado de
finalizar la celebración de la Solemnidad de Corpus Christi,” 1 junio 2002, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo 2017,
http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html, énfasis mío.
456 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Vigilia Pascual,” 26 mayo 2005, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20
de Luján se vieron varios ejemplos, en los que se le pedía por la vida, por la justicia, por la patria,
etc. En las homilías en el santuario de San Cayetano, conocido en Argentina como “Patrono del
pan y del trabajo”, en el barrio porteño de Liniers, Bergoglio invocaba con especial fuerza la
fortaleza de María en el enfrentamiento de las muchas necesidades de pueblo, que acude todos los
años en multitudinarias peregrinaciones para la tradicional fiesta del 7 de agosto: “Hoy le pedimos
a la Virgen la gracia de ser fuertes, de poner el hombro a las necesidades de nuestros hermanos
para seguir siendo un Pueblo que sigue a Cristo y carga con su Cruz – sin perder la esperanza –
sufriendo y rezando, suplicando a Dios y dando gracias, un pueblo alegre en medio de las
dificultades de la vida.”457 El Magnificat es un grito profético de la fortaleza del Dios que actúa en
favor de su pueblo necesitado.458 Ella no vaciló en exponer su vida, “al ver la humillación de
nuestro pueblo”, sino que ha “conjurado nuestra ruina, procediendo resueltamente delante de
nuestro Dios.”459 De hecho, en la Encarnación del Verbo, “Jesús, niño por nacer en el vientre de
En una oportunidad, el arzobispo de Buenos Aires se dirigió a ella como “Madre de toda
vida y de toda ternura” y le pidió que ayudara a políticos y legisladores a “construir la cultura de
la vida”, pues ella se lo había enseñado “a los primeros discípulos cuando comenzaron las
457 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la fiesta de San Cayetano,” 7 agosto 1999, Arzobispado de Buenos Aires,
pues, le dice Bergoglio a la Virgen: “Vos sos la mujer fuerte de nuestra Patria”, que con tu
“lenguaje materno” ayuda al pueblo a asumir la “recomendación tierna y exigente” de hacer lo que
Como las virtudes de María están íntimamente relacionadas entre ellas, en algunos textos
Bergoglio las presenta juntas. En una Misa Crismal, el arzobispo habló de “la alegría de los
pequeños” y se refirió a “la alegría de María e Isabel, ese gozo que les llena el alma y las hace
rebosar de una alegría contagiosa”, pues “júbilo, pequeñez y fortaleza van muy juntos, y son las
gracias que le pedimos al Señor nos quiera regalar a los sacerdotes junto con todo nuestro pueblo
Para recibir el júbilo que proviene del Espíritu le pedimos a nuestra Señora que nos enseñe
cómo es eso de que la más grande es la más pequeña. Para recibir la gracia de la
humildad le pedimos a la Esclava que nos enseñe cómo es eso de cantar el Magnificat en
el servicio humilde y en el encuentro fraternal cotidianos. Para recibir la gracia de la
fortaleza le pedimos a la Virgen que nos enseñe cómo es eso de no separar nunca, de
mantener unidas alegría y pequeñez.465
d) Alegría
En la cita anterior ya aparece la virtud de la alegría de María. Una de “sus letanías más
lindas”, dice Bergoglio, es “Causa de nuestra alegría.”466 Al comenzar el mes de María, el cardenal
461 Jorge Mario Bergoglio, “Encuentro de políticos y legisladores de América Latina,” 3 agosto 1999, Arzobispado de
saborear el Pan de la Alianza, el Cuerpo de su Hijo, para que nos mantenga unidos en la fe, cohesionados en la fidelidad,
430
dice que, “con audacia y familiaridad propia de hijos”, nos está permitido “piropearla” a María
como “Causa de nuestra alegría”, pues ya se lo hizo en las Escrituras al proclamarla la más bendita
entre las mujeres de la tierra.467 A menudo Bergoglio asocia la alegría de María a varias otras
virtudes, como en la reunión plenaria de la Comisión para América Latina: “La memoria del pueblo
fiel, como la de María, debe quedar rebosante de las maravillas de Dios y su corazón esperanzado
en la práctica alegre y posible del amor que se le comunicó.”468 Por eso le pide, a nombre de sus
sacerdotes, que “nos contagie la alegría de su visión llena de esperanza, y con su ternura eclesial
nos abra el ámbito en el que – a través de nuestras manos – pase la unción de Dios a su pueblo
fiel.”469 En una misa de Corpus Christi, refiriéndose a las bodas de Caná suplica: “A nuestra Madre,
a María, que se da cuenta cuando falta el vino, ese vino que es la alegría y la esperanza…, le
pedimos que con su corazón de madre nos haga sentir y vivir en la comunidad del Pan Vivo y del
Vino Nuevo que su Hijo nos regaló.”470 E insiste, unos años más tarde, en la misma ocasión: “Le
pedimos a nuestra Madre que le recuerde a Jesús las veces que ‘no tenemos vino’, para que la
alegría de Caná inunde los corazones de nuestra ciudad haciéndonos sentir cuánto valemos…y ser
unificados en una misma esperanza.” Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa de Corpus Christi,” 25 junio 2011,
Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
467 Bergoglio, “Homilía en la misa de inicio de la 103 Asamblea Plenaria de la CEA;” Lc 1,42. Era víspera del inicio
del mes de María en Argentina, que va del 8 de noviembre al 8 de diciembre. Inspirado en el texto de Isaías, el arzobispo
visualiza la alegría del pueblo al saludar María: “Sintamos y gustemos un instante estas imágenes de Isaías (alegría y
consolación: Is 61,1-3). Imaginemos a la gente como en los días de fiesta, bien vestida con su mejor ropa, con los ojos
contagiados del brillo de las flores con que adorna la imagen de nuestra Señora y de los Santos, cantando y bendiciendo con
unción y júbilo interior. ¡Qué bien pintan estas escenas el Espíritu con que Jesús da señales de que habita en medio de su pueblo!
(…) La Virgen, quien recibe en abundancia las consolaciones de nuestra gente – que como Isabel, constantemente le está
diciendo ¡’feliz de Ti que has creído’, y ‘bendita entre las mujeres’, ‘bendito el fruto de tu vientre, Jesús’! – nos haga participar
de este Espíritu de consolación para que nuestro Anuncio de la Verdad sea alegre y nuestras obras de misericordia estén ungidas
con óleo de júbilo.” Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa Crismal,” 21 abril 2011, Arzobispado de Buenos Aires, acceso
20 marzo 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html, énfasis mío.
468 Bergoglio, “La homilía en América Latina,” énfasis mío.
Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa Crismal,” 28 marzo 2002, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20
469
así, para los que lo amamos, fuente de perenne alegría.”471 Destaca también la alegría de María
cuando habla a los catequistas de la diócesis, a partir de los textos lucanos de la Anunciación y la
consecuencia de vivir en la fe…Así lo notamos en el Anuncio del ángel a la Virgen María que,
antes de decirle lo que en ella va a suceder, la invita a llenarse de alegría.” Y esa es su actitud
también cuando “se puso en camino con rapidez y llena del Espíritu…Como en aquel gozoso
encuentro de María e Isabel, el catequista debe impregnar toda su persona y su ministerio con la
alegría de la fe.”473 Por eso, en la fiesta de San Cayetano, suplica: “Que la Virgen y San Cayetano
cuiden y acrecienten esta alegría del encuentro con Jesús, nuestro Salvador.”474
e) Esperanza
Ésta es otra virtud muy asociada a María en el vocabulario de Bergoglio. Ella es “Estrella
esperanza.”477 En un hermoso mensaje de Navidad, el arzobispo recuerda que ante el anuncio del
ángel Gabriel, “María, en su soledad y en su sorpresa”, creyó y “se hizo cargo de la esperanza de
471 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa de Corpus Christi,” 25 junio 2011, Arzobispado de Buenos Aires,
Jorge Mario Bergoglio, “Mensaje en la Misa por la Educación, en la Pascua del Señor,” 23 marzo 2008,
475
todo el pueblo.”478 María y José, cuando no los recibieron en Belén, cuando tuvieron que huir a
Egipto o cuando perdieron al niño por tres días “se hicieron cargo de la esperanza.”479 Por eso
también hoy debemos hacernos “cargo de Jesucristo, de esta esperanza con todas las consecuencias
como se hicieron cargo María y José.”480 La Virgen, “como Madre de todos nosotros, nos trata con
ternura y nos obtiene del Padre los sentimientos que tuvo Jesús: deseos eficaces de ser más justos,
más solidarios y llenos de esperanza.”481 En la fiesta de Corpus Christi el arzobispo dice que
“María ‘rumiaba’ en su corazón” ese Pan del cielo, “mirando a su Hijo y mirando la historia de
salvación con el gusto de la esperanza.”482 Por eso le pide a María “dos gracias: la de comer cada
día con nuestros hermanos el Pan del Encuentro en la Eucaristía, y la de caminar por la vida
contemplar a María en la vigilia de la resurrección: “Esa noche también Ella, la Madre, estaba en
vela. Sus entrañas le hacían intuir la cercanía de esa vida que concibiera en Nazareth y su fe
consolidaba la intuición.”484 Por eso cree que “en esta noche María gozaba ya de la presencia de
478 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa de Nochebuena,” 24 diciembre 2001, Arzobispado de Buenos Aires,
su Hijo.”485 De ahí brota la oración esperanzada: “A Ella le pedimos que, como primera discípula,
nos enseñe a perseverar en la vigilia, nos acompañe en la paciencia, nos fortalezca en la esperanza;
le pedimos que nos lleve hacia el encuentro con su Hijo Resucitado.”486 Ella, que aquella noche,
“estuvo en vela sostenida por la esperanza, que nos ayude a no tener miedo para anunciar, con la
palabra y las actitudes de projimidad hacia los más indigentes, que Él está vivo en medio de
nosotros. Y que, como buena madre, nos conduzca de la mano a la adoración silenciosa de ese
f) Misericordia
Aunque en las palabras del arzobispo esta característica de María no tiene aún toda la fuerza
que tendrá en su acción como Papa, ya le gustaba recordar que María fue una madre
misericordiosa. Ella experimentó que le “cerraron las puertas” y tuvo que acostar a su hijo en un
pesebre. También en el mundo de hoy “se repite el hecho de que Dios no encuentra lugar” y María
se preocupa “por nuestro pueblo tan sufrido.”488 Ante estas situaciones, Bergoglio alienta al pueblo
de su diócesis: “Es verdad eso que dicen que sólo pueden consolarnos de verdad Dios nuestro
Señor y nuestra madre. Por eso, ponemos nuestras lágrimas ante los ojos de la Virgen, y mientras
‘suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas’ le decimos: ‘Ea pues, Señora y
485 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Vigilia Pascual,” 19 abril 2003, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20
pausadamente, con la certeza de quien se sabe conducido a lo largo de toda la vida, lo que ella misma seguramente se repetía esa
madrugada mientras esperaba a su Hijo: ‘Yo sé que mi Redentor vive’ (Job 19,25).” Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la
Vigilia Pascual,” 10 abril 2004, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo 2017,
http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
487Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Vigilia Pascual,” 22 abril 2000, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20
marzo 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html, énfasis mío.
488 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Nochebuena,” 24 diciembre 2003, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20
abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos…”489 De hecho, “el corazón de
María entiende…y proclama la grandeza de la fidelidad de Dios…y nos anuncia que ‘Su
misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que le temen’ (Lc 1,50).”490
recordar el valor de tener a los santos como ejemplos de vida: “La Iglesia, en su sabia pedagogía
moral, ha invitado siempre a sus hijos a encontrar en los santos y santas, ante todo en María y en
José, ‘el modelo, la fuerza y la alegría para vivir una vida según los mandamientos de Dios’.”491 Y
concluyó su ponencia aludiendo a las bellas palabras de Juan Pablo II sobre María como Madre
de Misericordia: “Al final de la Encíclica, el Papa se vuelve hacia la misericordia del Padre
comunicada en su Hijo Jesucristo por el don del Espíritu, en la figura de María, Madre de Dios y
Madre de misericordia.”492 El Arzobispo de Buenos Aires sintetiza, entonces, las palabras del Santo
Padre en los números 118 a 120 de la encíclica, explicando que María es madre de misericordia,
Misericordia, y ella nos anima y nos guía a seguirlo” y “porque Jesús, en la Cruz, le confía su
Iglesia y toda la humanidad.” María, madre de misericordia, es “signo luminoso y ejemplo preclaro
de vida moral” e “invita a todo ser humano, en la celebración de las bodas de su Hijo a lo largo de
la historia, a acoger ‘la Verdad que nos hace libres’ haciendo siempre lo que Él nos diga (Jn 2,
5).” Por eso, concluye el cardenal, “confiemos a María, madre de misericordia, las enseñanzas” de
Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la fiesta de San Cayetno,” 7 agosto 2001, Arzobispado de Buenos Aires, acceso
489
Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa de Apertura de la 94ª Asamblea Plenaria de la CEA,” 5 noviembre 2007,
490
esta encíclica, “a fin de que el Esplendor de la Verdad ilumine nuestras vidas, la de nuestras
g) Silencio
Otra virtud mariana muy apreciada por Mons. Bergoglio es la capacidad de hacer silencio
incubadora de las actitudes de servicio y alegría, como explica a los catequistas: “La visita de
María a Isabel, rica en actitudes de servicio y de alegría, sólo se entiende y se hace realidad desde
también relaciona el silencio con el amor, la paciencia y la esperanza de María.495 Recuerda que
“sobre Ella había venido el Espíritu Santo (Lc 1,35) y a la luz de su unción conservaba y meditaba
todos los acontecimientos en su corazón (Lc 2,19; 2,33; 2,51); no perdió nunca la capacidad de
admirarse con ese estupor que provoca la presencia del Espíritu.”496 Compara aun el silencio de
María a las lágrimas de las mamás: “Porque en las lágrimas de una mamá o de un papá que llora
por sus hijos se esconde la mejor oración que se puede hacer en esta tierra: esa oración de lágrimas
silenciosas y mansas que es como la de nuestra Señora al pie de la Cruz, que sabe estar al lado de
nuestra cruz y en la luz de la esperanza.” Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en el Te Deum,” 25 mayo 2012, Arzobispado de
Buenos Aires, acceso 20 marzo 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa de Apertura de la 97ª Asamblea de la CEA,” 11 mayo 2009,
496
h) Memoria
Una característica mariana que es poco recordada, en general, en los comentarios bíblicos
es la que Bergoglio llama “memoria”498, ya que las Escrituras insisten en que “María guardaba
todo en su corazón.”499 Ella es la “Madre de la memoria.”500 Marcado por una fuerte perspectiva
pueblo tiene una memoria común, que es fundamental para su comprensión y manutención como
pueblo, el arzobispo considera una verdadera gracia tener y cultivar la memoria. Por esto es común
escuchar en sus prédicas pedidos como este: “Le pedimos a la Virgen estas gracias de memoria.
Nuestra Señora es el modelo del alma cristiana y eclesial que ‘conserva todas estas cosas
meditándolas en su corazón’. A ella le rogamos que nos recuerde siempre dónde está el pan que
nos da vida y el vino que alegra nuestro corazón...Que grabe en nuestro corazón las palabras de su
Hijo: ‘hagan esto en memoria mía’.”501 En una Pascua también imploró lo mismo: “En esta noche
santa quiero pedirle a la Santísima Virgen nos conceda la gracia de la memoria de todas las
maravillas que el Señor hizo en nuestras vidas, y que esa memoria nos sacuda, nos impulse a seguir
gracias, como la de María, que a pesar de los sinsabores por los que tuvo que pasar, no se quedó en la
498Como ya se dijo, a Bergoglio le gusta valorar la memoria del pueblo, que se manifiesta también “en su religiosidad
más íntima” y muchas otras expresiones sociales y culturales, que reflejan “el Don de Vida del Resucitado.” Jorge Mario
Bergoglio, “Homilía en el Te Deum,” 25 mayo 1999, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo 2017,
http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
499 Lc 2,9.51.
500 “Pueblo de Dios, pueblo de Buenos Aires, junto a María nuestra Madre de Luján, la que guardaba todas las cosas en
su corazón, la Madre de la memoria, recuerda a tu Padre todos los días de tu vida.” Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la
Solemnidad de Corpus Chirsti,” 5 junio 1999, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo 2017,
http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
501Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Solemnidad de Corpus Christi,” 1 junio 2002, Arzobispado de Buenos Aires,
acceso 20 marzo 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
502 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Vigilia Pascual,” 10 abril 2004, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20
mirada derrotista, sino supo cantar a las grandezas de Señor.”503 Esa memoria agradecida de María la
impulsa a actuar, a ponerse en camino para acompañar a Isabel, a su Hijo, en su vida pública hasta
la cruz, y a los apóstoles; por esto el cardenal la trata como “la que permanece en el
i) Fe
El arzobispo de Buenos Aires daba mucho valor a la fe de María, “la mujer creyente y de
trabajo que tuvo el coraje de confiar en Dios.”505 Valora el “sí” de María como expresión de su fe
hecha actitud obediencial, “primera actitud de acogida cordial del Nuevo Testamento: la de María
respecto al Verbo de Dios”, pues “lo recibe sin condiciones, sin precios, en medio de una tensión
interior que no sabe cómo se va a resolver... pero lo recibe mansamente y, por el Espíritu Santo,
es ungida madre. Allí comienza su fecundidad que llega hasta nuestros días.”506
“Nos hace bien volver nuestra mirada a la Virgen”507, decía a los catequistas. “Un sí que la
Virgen Madre supo dar en la plenitud de los tiempos...El sí de Nazaret, propio de toda actitud de
fe, se transformó en un sí que se correspondió en su actuar.”508 Por eso la fe de María no fue estéril,
sino que la “transformó en servidora de todos por amor a su Hijo. Una fe fecunda en caridad.”509
503 Jorge Mario Bergoglio, “Mensaje Cuaresmal,” 22 febrero 2012, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo
2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
504 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Solemnidad de Corpus Christi,” 24 mayo 2008, Arzobispado de Buenos
2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
508 Bergoglio, “Carta a los catequistas,” 21 agosto 2012.
509 Bergoglio, “Carta a los catequistas,” 21 agosto 2012.
438
Bergoglio les recuerda, entonces, una “estampa de María Auxiliadora que dice: ‘Vos que
creíste, ayúdame!’” y les desea “que Ella nos ayude a seguir siendo fieles al llamado del Señor.”510
En la misa por la memoria de Juan Pablo II, indica que “la Virgen María se entronca en esa larga
fila de la historia, de hombres y mujeres que le dijeron a Dios que sí y que en su vida llevaron
de una caminante, de quien empieza a andar el camino; y en el caso del Señor, actitud obediencial
profetizada en Isaías.”512 Y María fue coherente con su fe, con su sí durante toda su vida: “María
es coherente y nos marca el camino de la coherencia, hace lo que cree, proclama lo que cree, realiza
lo que cree. Y no sólo coherencia trascendental sino dentro de sí misma.”513 Por eso los fieles deben
mirar a María para que “Ella, la Virgen Madre, nos acompañe en este cruzar el umbral de la fe y
j) Servicio
Entre las varias virtudes marianas que todavía se podrían mencionar, se registra aquí la del
servicio, pues engloba varias otras: amor, cercanía, cuidado, sacrificio y otras más que se pueden
expresar con la palabra bergogliana “salida”, fruto del “salir de sí mismo” para entregarse a los
primero que hizo Ella [la Virgen María], cuando recibió la Buena Noticia en su seno fue salir
corriendo a prestar un servicio.”515 También ante sus hermanos obispos, Bergoglio dice: A María
le pedimos “que nos enseñe a salir de nosotros mismos en camino de sacrificio, amor y servicio,
como lo hizo en la visitación a su prima Isabel, para que, peregrinos en el camino, cantemos las
maravillas que Dios ha hecho en nosotros conforme a la promesa (Aparecida 553).”516 El cardenal
pide aún que a los obispos se les “contagie esta actitud de servicio anonadado que no busca el
propio interés. La misma que también asumió nuestra Madre como primera discípula. Actitud que
nos dará la ‘ternura’ paternal y la ‘compasión’ fraterna para exhortar a nuestro pueblo y
exhortarnos a nosotros mismos a hacer perfecta nuestra alegría ‘permaneciendo bien unidos’ (Fil
2,2).”517
terremoto en Haití, el cardenal recuerda que “la Virgen se acerca a Jesús y le dice: mirá el
problema.”519 Parece que “Ella lo empuja”, dice el obispo, que cree “que Ella lo había educado
desde chiquito a mirar la vida de los demás preparando así su corazón humano para ser el hombre
que comprende, acompaña, consuela todo dolor y todo problema humano.”520 Y viendo el
problema, Jesús les dijo a los sirvientes que se acercaran. De ahí que “hoy en esta misa escuchamos
que la Virgen nos dice ‘hagan lo que Él les diga’ y Él nos dice ‘acercáte’. No te distraigas, no te
515 Jorge Mario Bergoglio, “Carta a los catequistas,” 11 marzo 2000, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo
2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
516 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa de Apertura de la 98ª Asamblea Plenaria de la CEA,” 9 noviembre
2009, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html, énfasis
mío.
517 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa de Apertura de la 92ª Asamblea Plenaria de la CEA,” 6 noviembre
hagas el distraído.” Por eso le pide “a la Virgen que se meta en nuestro corazón y haga lo que hizo
ese día con Jesús: “mirá, mirá el problema…Con esa caridad que pasa por la mente, el corazón y
toca el bolsillo.”521 Bergoglio también lo repite en una Nochebuena: “Animáte. Salí a buscar, y si
no, mirála a ella, la Madre, simple, sencilla, plena de mansedumbre y pedile que te lleve de la
mano a buscar al Niño que no está en la soberbia y en el orgullo sino en la sencillez de todo lo que
puede, por eso, ayudar a cuidar la vida con las virtudes teologales de caridad, fe y esperanza.523
En una Misa por la Vida, el arzobispo dedica toda su homilía a hablar de María como “la mujer
que recibe y acompaña la vida.”524 En la Encarnación “Dios es recibido por María; el seno de María
le faltan dificultades. Jesús tuvo que nacer “en situación de calle” y Ella lo acompañó. También
en su exilio, durante toda su vida, hasta su muerte en la cruz. “En su profunda soledad no pierde
la esperanza y acompaña su resurrección plena de gozo. Pero ahí no termina su trabajo porque
Jesús le encomienda la Iglesia naciente y desde entonces acompaña a la Iglesia naciente, acompaña
521 Bergoglio, “Homilía en ocasión de la Misa celebrada por las víctimas del terremoto en Haití.”
522 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa de Nochebuena,” 24 diciembre 2010, Arzobispado de Buenos Aires,
la vida.”526 Entonces el cardenal pregunta a sus fieles: “mirando a María que acompaña la vida,
¿sabemos acompañar la vida?” Hay que mirar “todo el curso de la vida” y descubrir que “en cada
paso está María.” Los fieles necesitan “de amor para cuidar la vida y María es la mujer del amor”
Y ese “amor le pedimos hoy a María para cuidar la vida. ¡Amor y coraje!”527 Hay que tener el
coraje de María para cuidar la vida desde el principio hasta el final, sin quedarse somnoliento o
con anestesia. “Porque María no concedía anestesias al amor! Y hoy le pedimos a ella: Madre, que
amemos en serio, que no seamos somnolientos, y que no nos refugiemos en las mil y una anestesias
María servidora es también modelo de cercanía: “La Virgen María en la visitación nos
enseña otra actitud que debemos imitar y encarnar: la cercanía (…) La cercanía de María hacia su
prima implicó un desinstalarse, no quedarse centrada en ella, sino todo lo contrario.”529 María,
como en Caná, dice el obispo en la fiesta de San Cayetano, “se da cuenta cuando falta algo”, por
eso “se lo pedimos también a la Virgen: Virgencita, bendecí nuestra patria con pan y trabajo para
todos.”530 A ella hay que pedir la gracia de hacer algo por los demás, saliendo de sí mismo, por
eso, el obispo le pedía “a la Virgen que se meta en nuestro corazón, nos señale tantos dolores y
nos empuje a hacer oración, penitencia, limosna, despojo de algo que nos guste o que tengamos en
Sin duda, se podría seguir enumerando virtudes de la Virgen, pero aquí se presentaron
aquellas que Mons. Bergoglio solía mencionar con más frecuencia. A modo de síntesis, se recoge
a continuación un texto que, en un único parágrafo, le atribuye a María varias de las virtudes
María de Luján, que te quedaste como Madre en nuestra tierra para que la sintamos como
un don, y transmites la ternura de Dios con tu presencia, tus manos, tu silencio; escucha el
gemido de tu pueblo por una ‘justicia largamente esperada’. Escucha el lamento silencioso
de los que se destruyen porque no sienten la esperanza, de los que se esfuerzan a diario y
les pagamos con sobras, de los que ya no tienen memoria de la ‘alegría de ser’. Tu rostro
nos dice que no hay agobio que nos hunda, porque mirando a tu Hijo Jesús como tú lo
miras, encontramos la paz hasta en los momentos más duros. Desde allí queremos
recuperar la humildad que Él tanto nos enseñó, y que nos reaviva la confianza.532
“María no debe ser sólo conclusión, sino, más explícitamente, una referencia de centro,”
dijo el Cardenal Bergoglio refiriéndose a las homilías dirigidas al pueblo latinoamericano. 533 A
éstas no le deben faltar su dimensión mariana, asevera en una reunión plenaria de la Comisión
para América Latina, en el 2005. Para justificar su aseveración, él parte de las afirmaciones del n.
454 del documento final de Puebla, “un texto riquísimo e inspirado”, según Bergoglio, en el que
se describen los elementos positivos de la piedad popular latinoamericana. Aunque se trata de una
larga lista, el cardenal cree que, “más que una mera enumeración”, en cada elemento ya se nota
una síntesis, en que “la totalidad de la fe brilla encarnada en una figura propia de la religiosidad
532 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en el Te Deum,” 25 mayo 2011, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo
de nuestro pueblo latinoamericano.”534 El conferencista aclara que cada uno de estos elementos
positivos pueden ser explorados en las homilías535 y observa que, “en el centro del pasaje, Puebla
pone el amor a María.”536 De hecho, en la mitad del largo párrafo 454, se dice: “el amor a María:
Ella y ‘sus misterios pertenecen a la identidad propia de estos pueblos y caracterizan su piedad
popular’537, venerada como Madre Inmaculada de Dios y de los hombres, como Reina de nuestros
A partir de esa constatación, Bergoglio muestra, una vez más, el gran aprecio que tiene por
la forma con que se valora María en la piedad popular, capaz de realizar una síntesis vital de la
doctrina cristiana: “En ella traslada nuestro pueblo, de manera real, con un realismo
latinoamericano, que más que mágico es un realismo ‘lleno de gracia’, todo lo que un discurso más
Todo lo positivo, lo festivo, lo que es vida, belleza, alegría, fiesta… nuestro pueblo lo encarna en
534 Bergoglio, “La homilía en América Latina.” DP 454 dice: “Como elementos positivos de la piedad popular se
pueden señalar: la presencia trinitaria que se percibe en devociones y en iconografías, el sentido de la providencia de Dios Padre;
Cristo, celebrado en su misterio de Encarnación (Navidad, el Niño), en su Crucifixión, en la Eucaristía y en la devoción al
Sagrado Corazón; amor a María: Ella y ‘sus misterios pertenecen a la identidad propia de estos pueblos y caracterizan su piedad
popular’, venerada como Madre Inmaculada de Dios y de los hombres, como Reina de nuestros distintos países y del continente
entero; los santos, como protectores; los difuntos; la conciencia de dignidad personal y la fraternidad solidaria; la conciencia de
pecado y de necesidad de expiación; la capacidad de expresar la fe en un lenguaje total que supera los racionalismos (canto,
imágenes, gesto, color, danza); la Fe situada en el tiempo (fiestas) y en lugares (santuarios y templos); la sensibilidad hacia la
peregrinación como símbolo de la existencia humana y cristiana, el respeto filial a los pastores como representantes de Dios; la
capacidad de celebrar la fe en forma expresiva y comunitaria; la integración honda de los sacramentos y sacramentales en la vida
personal y social; el afecto cálido por la persona del Santo Padre; la capacidad de sufrimiento y heroísmo para sobrellevar las
pruebas y confesar la fe; el valor de la oración; la aceptación de los demás.”
535 Hablando, por ejemplo, de las imágenes de Cristo crucificado, tan queridas por nuestros pueblos, Bergoglio explica
que, más que tentar reemplazarlas por las del Resucitado para “completar” lo que falta, se debe partir de la convicción creyente
de que “si [esa fe] dio fruto, es porque se sembró íntegra, e [se debe] ir a buscar en las imágenes que ya están en el corazón, qué
nos dicen ellas mismas acerca de cómo integrar todo lo nuevo, de cómo purificar y completar. Las cruces revestidas de gloria
siguen hablando al corazón de nuestro pueblo más que los ‘pare de sufrir’ de las sectas.” Bergoglio, “La homilía en América
Latina.”
536 Bergoglio, “La homilía en América Latina.”
537Juan Pablo II, “Homilía en el Santuario de Nuestra Señora de Zapopán,” 30 enero 1979, n. 2, en AAS LXXI, 228.
Disponible en: La Santa Sede, 30 enero 1979, acceso 18 julio 2017, https://w2.vatican.va/content/john-paul-
ii/es/homilies/1979/documents/hf_jp-ii_hom_19790130_messico-zapopan.html
538 DP 454.
444
María.”539 Se puede decir que el cardenal ve allí la realización vital de la expresión del Concilio:
María “reúne en sí y refleja en cierto modo las supremas verdades de la fe.”540 Por eso, Bergoglio
afirma – como ya se dijo al inicio – que María debe ser una referencia central en las homilías de
una afirmación “espacial”, sino teológica; es decir, la referencia a María debe ser teológicamente
central y no se mide por el “lugar” donde está en la homilía, si al inicio, al centro o al final de la
misma.541 Bergoglio presenta tres motivos que justifican su aseveración y fundamenta cada uno
- Primero, María debe estar en el “centro porque es para nuestro pueblo modelo de cómo
hay que creer”542: Juan Pablo II dice que ella, estando en “el centro mismo de aquellos
penumbra de la fe, aceptando plenamente y con corazón abierto todo lo que está dispuesto
- Segundo, está en el “centro porque es para nuestro pueblo señal de esperanza segura”544:
Juan Pablo II dice que “María, Madre del Verbo encarnado, está situada en el centro mismo
Desde ese lugar central ella lleva la “gloria de la gracia”, la que determina la “extraordinaria
de Dios, que “es más fuerte que toda experiencia del mal y del pecado.” Por eso en la
- Y tercero, está en el “centro porque es para nuestro pueblo lugar de misericordia”547: Con
el canto del Magnificat – dice Juan Pablo II – “María confiesa que se ha encontrado en
promesa hecha a los padres…; que en ella, como madre de Cristo, converge toda la
economía salvífica, en la que, ‘de generación en generación’, se manifiesta aquel que, como
Entre los elementos positivos de la piedad popular, descritos por Puebla, Bergoglio destaca
aun otro de ellos, que es muy fuerte en el pueblo latinoamericano, y muy a menudo tiene un
colorido mariano: la “capacidad de expresar la fe en un lenguaje total que supera los racionalismos
(canto, imágenes, gesto, color, danza); esa fe situada en el tiempo (fiestas) y en lugares (santuarios
y templos).”549 El cardenal está convencido de que “nuestro pueblo fiel expresa [su fe] de manera
situada e íntegra – íntegra no sólo en sus contenidos sino existencialmente.”550 El predicador tiene
lo ocuparán las sectas, los mesianismos políticos secularizados, el consumismo que produce hastío y la indiferencia o el
pansexualismo pagano. Nuevamente la Iglesia se enfrenta con el problema: lo que no asume en Cristo, no es redimido y se
constituye en un ídolo nuevo con malicia vieja.”
446
Bergoglio – en el “mismo lenguaje y modo de expresarse” del pueblo, “de manera tal que crezca
y se purifique desde adentro.”552 La nueva evangelización, exige del pastor “apelar a la memoria
cristiana de nuestros pueblos,”553 una idea que Bergogio valora mucho. Para él, “la memoria del
pueblo es el depósito de la fe inculcado por las madres en el corazón de sus hijos a lo largo de los
esencialmente y está marcada por el “abrazo bautismal”, es decir, la gracia del bautismo, que “nos
hace anhelar, como hijos pródigos – y predilectos en María – el otro abrazo, el del Padre
en nosotros. La tarea del pastor es “hacer que nuestro pueblo se sienta como en medio de estos dos
abrazos.”556
“la que mejor transmite al pueblo fiel la alegría de esa Palabra, que primero la llenó de gozo a
ella”557 y pide para los pastores “la gracia de decir al pueblo de Dios con María – con el tono
materno de María – ‘hagan todo lo que Él les diga’...Este tono materno de nuestra Señora es el de
El hecho de que María está en el centro del pueblo fiel también se puede justificar a partir
de su maternidad en relación al pueblo. Bergoglio lo expresa en una fórmula muy clara: ¡ese
pueblo tiene Madre! Y esa madre – como toda madre – tiene un rol central en la vida del hijo. El
cardenal dedica toda su homilía en ocasión de la celebración del bicentenario del primer gobierno
patrio argentino a describir la relación de la Virgen de Luján y el pueblo, en medio del cual ella
quiso quedarse como Madre. Hace bien al pueblo hacer memoria de ese “gesto de la Virgen”: en
1630, ella “provocó la parada” del carro que la llevaba y, “desde ese momento la patria tuvo
madre,”559 afirma el cardenal. En Luján, por medio de las constantes “visitas, peregrinaciones y
“detenerse y recibir vida”. Y así, “con este modo simple, de encuentro y silencio armó nuestra
Madre el santuario: esta es la Casa de los argentinos. La Patria, aquí, creció con la Virgen; la Patria
aquí tiene a su madre.”560 Desde los próceres de la patria hasta los más sencillos del pueblo, se
dirigieron a Luján porque “sabían que la Patria tenía Madre.”561 Por eso, también hoy se dirigen a
ella “con la fidelidad del pueblo que intuye esta presencia de madre y por eso confía. Somos parte
de esta historia del milagro que continúa y se sigue escribiendo,”562 dijo el cardenal, y le pidió a la
Virgen, “que cuidó desde muy adentro del corazón a esta Patria, comenzando desde los más
pobres”, que la siga cuidando, ya que “a los hijos de la Virgen de estas tierras nunca les falta la
protección de nuestra Madre.”563 Luján es un “signo”, una “bendición” para Argentina, porque ésta
“tiene una madre” y no tiene el derecho de “aguacharse” o desesperarse. 564 Hace bien, entonces,
Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en Luján con ocasión de la celebración del Bicentenario,” 8 mayo 2010,
559
recuperar la memoria y agradecer a esa Madre por haberse quedado en el centro, en el corazón de
ese pueblo.
ayudaba a los argentinos a mirarse bien como pueblo: “No estamos solos, somos muchos, somos
un pueblo, y la mirada de la Virgen, nos ayuda a mirarnos entre nosotros de otra manera.
Aprendemos a ser más hermanos, porque nos mira la Madre. A tener esa mirada que busca rescatar,
acompañar, proteger. Aprendemos a mirarnos en su mirada de Madre.” 565 Y no solo entre los
argentinos, pues la oración confiada del pueblo ante la Virgen es capaz de generar la paz entre los
pueblos, como en el conflicto con Chile. Al prologar un libro sobre el tema, Bergoglio recuerda
“manifestaciones conmovedoras de fe, como la peregrinación, de más de dos mil kilómetros, por
las parroquias de la diócesis de Viedma, con la imagen de la Virgen María, implorando la paz”566,
que culminó el mismo día en que Juan Pablo II envió un representante para intermediar en las
negociaciones de paz, que terminó por evitar la guerra entre las dos naciones vecinas.
Los argentinos se sienten pueblo en torno a María también bajo otras advocaciones, como
la de la Virgen de Itati, patrona de la Provincia de Corrientes, que cuenta con gran devoción popular
también en otras partes del país y fuera de él. Son varios los milagros atribuidos a ella. En su
alusión a uno de ellos: la transfiguración del rosto de María, presenciada por primera vez en 1624
565 Bergoglio, “Homilía 25ª Peregrinación Juvenil a Luján.” En otra ocasión vuelve a esa idea, aplicada también al
pueblo latinoamericano: “En nuestras tierras se ha dado un ‘dramático y desigual encuentro de pueblos y culturas’ cuya síntesis
se da en Nuestra Señora de Guadalupe (DA 4). En nuestra patria también es María la que nos lleva a encontrarnos entre
distintos.” Jorge Mario Bergoglio, “Propuesta de Aparecida para la Pastoral de la Iglesia en Argentina: Comunicación en el
encuentro de la Sociedad Argentina de Liturgia,” 15 junio 2009, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo 2017,
http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
566 Jorge Mario Bergoglio, “Prólogo,” en Carmelo Juan Giaquinta, El Tratado de paz y amistad entre Argentina y
Chile: cómo se gestó y preservó la mediación de Juan Pablo II (Buenos Aires: Ágape, 2009), 9-11, aquí: 9.
449
por Fray Luis de Gamarra.567 El cardenal invita al pueblo a que, “mirando a la Virgen”, abra “el
corazón como Pueblo fiel de Dios que peregrina en la Argentina bajo el manto de la Virgen, de
María de Itatí”, para encomendarle la reconciliación de la patria, “que transfigura el corazón de las
personas y de los pueblos,” pues “esas transfiguraciones de nuestra Señora, que brotan de su
corazón puro y amante, son signo de predilección para con nuestro pueblo. Y son también anuncio:
María de Itatí transfigurada nos transfigura.”568 Por eso ella invita: “Pueblo de la Patria: ¡déjate
Para Bergoglio no hay dudas de que existe una íntima relación de amor entre María y el
pueblo, comenzando por el pueblo de Israel. Ella es la “predilecta de Dios y de su pueblo.” 570 El
“canto de la Virgen” es prueba fehaciente de ello: “si escuchamos el Magnificat”, dice el arzobispo,
“nos damos cuenta de que María amó siempre a Jesús con corazón de pueblo, con corazón de
Iglesia.”571 Amó a Jesús y al propio pueblo con corazón de pueblo. De hecho, “Jesús camina en
medio de su pueblo ya desde el seno de su Madre”, de tal manera que Bergoglio considera que
“Cristo en el seno de María es clave hermenéutica para comprender e interpretar el camino [de] la
567 Paula Verónica Reingold, Nuestra Señora de Itati (Buenos Aires: Santa María, 2010).
568 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en Corrientes con ocasión del Congreso Eucarístico Nacional,” 2 septiembre 2004,
Aires. Te consagro a cada uno de sus hijos. Tú nos conoces bien y sabemos que nos quieres mucho.” Jorge Mario Bergoglio,
“Consagración de la Ciudad de Buenos Aires a la Sma. Virgen María de Luján al finalizar la celebración de la Solemnidad de
Corpus Christi,” 1 junio 2002, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo 2017,
http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
450
También los obispos argentinos tienen la misma actitud: “A ella, a la Madre de Luján, se los
encomendamos con filial ternura. Que los cuide porque cuidándolos a ellos cuida la herencia, el
A sus sacerdotes, Bergoglio los motiva a que se apropien de esa mirada de pueblo, que se
dejen “ungir por la mirada de nuestro pueblo”, por “esos ojos piadosos de nuestro pueblo fiel que
miran y adoran a Jesús Sacramentado, que contemplan la imagen de la Virgen como refugiándose
en su maternidad protectora, esos ojos piadosos nos están suplicando que nuestro corazón
sacerdotal sea orante y adorador.”575 Para eso deben pedir “al Padre y a María, madre de los
sacerdotes, la gracia de participar en plenitud de esa unción que llevó al Señor a pasar
dirige a María como “madre del pueblo sacerdotal” y le pide “que cuide en nosotros sus hijos la
fragilidad de nuestra esperanza, recordándonos lo que nos fue anunciado a través de ella: que no
574 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa de inicio de la 99ª Asamblea Plenaria de la CEA,” 19 abril 2010,
pidámosle que cuide la unción en nuestro corazón. Y que la cuide también en nuestra mirada y en nuestras manos. Que con ese
modo suyo de proceder, tan de su Hijo, modo de proceder que ella primero le inculcó y luego, como discípula, aprendió de Él,
nos hable la verdad y lo haga – como buena macabea – en aquel lenguaje materno (2Mac 7,21.27) que nos lleva irresistiblemente
a permanecer en Jesús.” Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa Crismal,” 5 abril 2012, Arzobispado de Buenos Aires,
acceso 20 marzo 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
577 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa Crismal,” 17 abril 2003, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20
En una misa con los consagrados, poco tiempo después de haber asumido como arzobispo,
Bergoglio, desarrolla ampliamente una de sus ideas mariológicas preferidas: el paralelo entre la
maternidad de María, de la Iglesia y del alma fiel, invitando a los consagrados(as) a ser partícipes
de la fecundidad de María y de la Iglesia. La liturgia aquel día presentaba “la figura de la Madre,
de la que va a dar a luz.”578 El predicador no duda en asociar: “La que debe ser madre es María, y
la que debe ser madre es la Iglesia. María como figura de la Iglesia, la Iglesia como figura de
María.”579 Y agrega el tercer elemento del paralelo, en una referencia indirecta a Isaac de Stella: 580
“Y la que debe ser madre es, glosando, siguiendo a un santo padre, es también nuestra alma, es
decir, nuestro ser más íntimo: María, la Iglesia y el alma.”581 El tema de las lecturas es, por lo tanto,
la “fecundidad eclesial, y en esta asamblea, mirando a María, a la Iglesia y a nuestra alma, nos
debe ser fecunda como María lo fue y la Iglesia lo es. “Mirando a la Virgen, a la luz de lo que es
nuestra madre la Iglesia, miramos lo que es nuestra alma de consagrados…Y esta es la misión que
los consagrados y las consagradas tenemos en la Iglesia, reflejar la fecundidad de la madre Iglesia,
578 Is 7,14.
579 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa con los consagrados, en la Natividad de María,” 8 septiembre 1999,
de Jorge Bergoglio al texto de Isaac de Stella, que usará muchas veces a lo largo de su vida. Ver ad infra 6.2.3.4, 7.2.1 y 9.1.3.
581 Bergoglio, “Homilía en la Misa con los consagrados,” 8 septiembre 1999. Otra mención indirecta al paralelo
formulado por Isaac de Stella se encuentra en la respuesta de Bergoglio sobre qué piensa de la mujer en la Iglesia, en el libro
editado junto con su amigo el rabino Skorka: “El hecho de que la mujer no pueda ejercer el sacerdocio no significa que sea menos
que el varón. Más aún, en nuestra concepción la Virgen María es superior a los apóstoles. Según un monje del segundo siglo, hay
tres dimensiones femeninas entre los cristianos: María, como madre del Señor, la Iglesia y el Alma.” Jorge Mario Bergoglio y
Abraham Skorka, Sobre el cielo y la tierra, 3ª ed. (Buenos Aires: Sudamericana, 2013), 101.
582 Bergoglio, “Homilía en la Misa con los consagrados,” 8 septiembre 1999.
452
que “la gran gloria de María es que su virginidad fue fecunda.” De ahí que los consagrados deban
pedirle “la gracia de una fecunda inserción en la Iglesia”, la gracia de ser “de María”, “ser de la
Iglesia”, de ser “padres y madres”, que derrochen esperanza, fecundidad y coraje apostólico, “y la
gracia de que muchos hijos cuando nos toque el momento, nos cierren los ojos.”584
“María, la mujer que ‘está’.”585 Ante sus colegas obispos, así inicia Bergoglio una homilía
dedicada a hablar de la Virgen y la Iglesia. María está junto a la cruz con Jesús, está en el cenáculo
con los apóstoles. En su corazón Ella evocaba la promesa del ángel Gabriel “y esa memoria
cimentaba la esperanza; el Espíritu Santo, así como lo hizo con ella, lo haría con la Iglesia
naciente.”586 El cardenal vuelve, entonces, a aquella idea predilecta: “Porque existe una misteriosa
relación entre María, la Iglesia y cada alma fiel. María y la Iglesia ambas son madres, ambas
conciben virginalmente del Espíritu Santo, ambas dan a luz para Dios Padre una descendencia sin
pecado. Y también puede decirse de cada alma fiel. La Sabiduría de Dios lo que dice
fiel.”587 María, “la mujer ‘que está’ señala el camino a la Iglesia y a cada alma para que sean una
Iglesia y unas almas ‘que estén’ en espera, abiertas a la venida del Espíritu”588, señala el cardenal.
“desborda en consolación” y es modelo para los pastores para que conduzcan “al pueblo de Dios
consolación era “el espíritu que ponía María en medio de los discípulos y los preparaba así a la
venida del Espíritu Santo.”590 Por eso Bergoglio afirma que “María, ‘la mujer que está’, [es] figura
primigenia de la Iglesia y del alma fiel.”591 Y el cardenal cita el prefacio de la Misa de Santa María,
Madre de la Iglesia – que le gusta mucho, como lo declaró en la segunda entrevista concedida al
investigador (E-2) – María es la mujer que, “elevada a la gloria de los cielos, acompaña a la Iglesia
peregrina con amor maternal, y con bondad protege sus pasos hacia la patria del cielo, hasta que
llegue el día glorioso del Señor.”592 Aplica, entonces, esa reflexión a Argentina, para que sus
obispos, desde esa consolación espiritual mariana, se metan en el “santo pueblo fiel de Dios” y lo
conduzcan:
Así está [María] en Luján, callada, transmitiendo paz y consuelo. Así la vive y la quiere
nuestro pueblo fiel que, al mirarla, llora desde su corazón pacificado. Ese pueblo…sencillo,
pobre y humilde…; que quiere bautizar a sus hijos a los pies de la Madre, pueblo
incomprendido por las elites ilustradas, pueblo que para las izquierdas ateas es alienado y
para las derechas descreídas, supersticioso; pero para Ella es hijo pecador y fiel, capaz de
permitir que el Espíritu Santo le enseñe y recuerde el camino de Jesús.593
En una misa crismal, el arzobispo recuerda a sus sacerdotes que el Señor los invita a “ser
hombres de Iglesia”, a “estar en medio de nuestro pueblo fiel” y a “ser sacerdotes que sientan
Cristo.”594 Pero, al final, da un salto teológico asociativo, pidiendo a la Virgen María que lo que se
diga, se sienta y se haga en la Iglesia sea con las mismas palabras, sentimientos y actitudes que
Para Bergoglio también los catequistas deben tener “presente el calor de la Iglesia Madre”,
para expresar por “la pedagogía del diálogo”, con “gestos y palabras oportunas, el rostro de la
Madre Iglesia.”596 Y, luego, el arzobispo presenta a María como la “experta en todo esto”, pues,
“como nadie, hizo de su vida escucha de Dios y mirada pronta a las necesidades de los demás.” 597
a la dureza farisaica.599 Él cita un largo texto del Papa Benedicto XVI sobre la relación del
sacerdote con María haciendo un paralelo con Juan, que recibió a María “eis tà ìdia”600, lo que
594 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa Crismal,” 12 abril 2001, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20
2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
597 Bergoglio, “Carta a los catequistas,” agosto 2006.
598 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa del Miércoles de Ceniza,” 17 febrero 2010, Arzobispado de Buenos
traducido es mucho más que solo “en su casa”, sino “en la profundidad íntima de su ser”,
defiende que hay una especial predilección de María por los sacerdotes, por dos motivos: porque
se asemejan más a Jesús por conformación sacramental y porque – como Ella – están más
A partir de ahí, Bergoglio sigue desarrollando el tema de la vida comunitaria del sacerdote,
en la cual “este punto mariano está en el centro, es el corazón que nuclea todos los aspectos de la
comunidad.”602 Al recibir a María, “el sacerdote-discípulo, a imagen del discípulo amado, centra
su vida comunitaria en la que sintetiza en su persona todo lo que es la Iglesia. María armoniza
todos los aspectos de la vida comunitaria: la vida de la sagrada familia en Nazareth y la vida de la
pequeña comunidad al “sello mariano” de “la comunidad grande del pueblo fiel, sin
601 “Podríamos traducir: acogió a María en lo íntimo de su vida, de su ser, ‘eis tà ìdia’, en la profundidad de su ser. Acoger
a María significa introducirla en el dinamismo de toda la propia existencia – no es algo exterior – y en todo lo que constituye el
horizonte del propio apostolado. Me parece que se comprende, por lo tanto, que la peculiar relación de maternidad que existe entre
María y los presbíteros es la fuente primaria, el motivo fundamental de la predilección que alberga por cada uno de ellos. De hecho,
son dos las razones de la predilección que María siente por ellos: porque se asemejan más a Jesús, amor supremo de su corazón, y
porque también ellos, como ella, están comprometidos en la misión de proclamar, testimoniar y dar a Cristo al mundo. Por su
identificación y conformación sacramental a Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, todo sacerdote puede y debe sentirse
verdaderamente hijo predilecto de esta altísima y humildísima Madre” Benedicto XVI, “María Madre de los sacerdotes – Audiencia
General Miércoles 12 de agosto de 2009,” citado en Bergoglio, “La formación del presbítero hoy.”
602 Bergoglio, “La formación del presbítero hoy.”
603 Bergoglio, “La formación del presbítero hoy,” énfasis mío.
604 Bergoglio, “La formación del presbítero hoy,” énfasis mío. Y sigue, ejemplificando: “En María la alabanza y el
servicio se alimentan mutuamente como vemos que sucede en la Visitación. La relación íntima y única con su Hijo no se opone a
una relación de discípula común al lado de los demás discípulos. Todos nos centramos en Ella y Ella se descentra en todos sin
ruido ni competencia.” Bergoglio, “La formación del presbítero hoy.”
456
Bergoglio sigue su reflexión con otras afirmaciones teológicas valiosas: “En María se
armonizan todos los aspectos de un alma eclesial: ella es hija, esposa, madre y amiga…María
abierta a todos y a la vez sellada sólo para Dios. María esposa y madre en su pequeña familia y
corazón de la Iglesia, esposa y madre universal.”605 Por lo tanto, en la formación sacerdotal, “lo
mariano será el criterio de discernimiento para evaluar la calidad de vida afectiva, personal y
“no” explícito a lo mariano en su vida, por escapar a una formación católica, Bergoglio considera
que “puede hacer bien expresar enfáticamente un ‘no’ a todo lo que ponga a María en un lugar
meramente decorativo”, es decir, es bueno decir “no” a “todo lo que la aparte de estar en el centro
Bergoglio afirma que “el carácter mariano de la Iglesia es lo que tensiona fecundamente al carácter
petrino.”608 De esta forma se impide que la Iglesia “se fariseíse y se endurezca”, pues “la dimensión
mariana hace que la dimensión espiritual tome carne y la dimensión pastoral no pierda la
ternura.”609
referirse a María como la persona humana que mejor que nadie ha correspondido a la vocación de Dios; que se ha hecho sierva y
discípula de la Palabra hasta concebir en su corazón y en su carne al Verbo hecho hombre para darlo a la humanidad; que ha sido
llamada a la educación del único y eterno Sacerdote, dócil y sumiso a su autoridad materna. Con su ejemplo y mediante su
intercesión, la Virgen santísima sigue vigilando el desarrollo de las vocaciones y de la vida sacerdotal en la Iglesia. Por eso,
nosotros los sacerdotes estamos llamados a crecer en una sólida y tierna devoción a la Virgen María, testimoniándola con la
imitación de sus virtudes y con la oración frecuente” Juan Pablo II, “Exhortación Apostólica Postsinodal Pastores dabo vobis
sobre la formación de los sacerdotes en la situación actual,” n. 82, citado en Bergoglio, “La formación del presbítero hoy,” nota
10.
608 Bergoglio, “La formación del presbítero hoy.” Sobre los principios mariano y petrino en Balthasar: Brendan Leahy,
O princípio mariano na Igreja (São Paulo: Cidade Nova, 2005); Hilda Steinhauer, Maria als dramatische Person bei Hans Urs
von Balthasar: Zum marianischen Prinzip seines Denkens (Innsbruck-Wien: Tyrolia, 1999); Antonio Baldini, Principio petrino e
principio mariano en “Il complesso antiromano” di Hans Urs von Balthasar (Pregassona: Eupress, 2003). Ver ad infra 9.1.5.
609 Bergoglio, “La formación del presbítero hoy.”
457
del Sínodo de los Obispos sobre la Eucaristía en 2005, el Arzobispo de Buenos Aires, en la plenitud
EG 285 y que aún será objeto de estudio ad infra (6.2.3.4, 7.1.2 y 9.1.3). Para respaldar la necesidad
de unir a María muy explícitamente a la reflexión sobre la Eucaristía, mencionó “la regla de la
tradición, según la cual, con distintos matices, lo que se dice de María, se dice del alma de cada
relación que Francisco, siguiendo las huellas de su predecesor, Juan Pablo II, ve entre María y la
Eucaristía. Como siempre, el cardenal parte de lo que observa en el Pueblo de Dios: “Nuestro
pueblo fiel cree en la Eucaristía como pueblo eucarístico en María. Vincula el cariño a la Eucaristía
y el cariño a la Virgen nuestra Madre y Señora.”612 Introduce, a continuación, el título mariano tan
querido por el Papa Wojtyla, pero en su “estilo teológico-pastoral argentino”, lo presenta en unidad
con el pueblo fiel: “En la escuela de María, mujer eucarística, podemos releer contemplativamente
los pasajes en que Juan Pablo II ve a Nuestra Señora como mujer eucarística y mirarla no sola,
sino ‘en compañía’ del pueblo de Dios.”613 Después de mencionar la frase de Isaac de Stella para
610Además de haber estado en la comisión de preparación del Sínodo, ese año aconteció el cónclave que eligió al Papa
Benedicto XVI, en el cual – según comentarios no oficiales, pero bastante seguros – el Cardenal Bergoglio habría recibido una
amplia votación. Ivereight, El gran reformador, 381-385.
611 “El Card. Bergoglio habló de María, mujer eucarística,” AICA, acceso 20 marzo 2017,
http://www.aicaold.com.ar/index.php?module=displaystory&story_id=4835&format=print&edition_id=288
612 “El Card. Bergoglio habló de María, mujer eucarística.”
613 “El Card. Bergoglio habló de María, mujer eucarística.”
458
justificar la asociación de María, la Iglesia y el alma de cada fiel, Bergoglio vuelve a hablar del
“pueblo fiel”, casi como si el texto asociara a María y al alma del pueblo fiel: “Nuestro pueblo fiel
tiene una verdadera ‘actitud eucarística’ de la acción de gracias y la alabanza. Recordando a María,
nuestro pueblo fiel agradece el ser recordado por ella y éste es un memorial de amor
Eucaristía se nos ha dado para que nuestra vida sea, como la de María, toda ella un Magníficat.”615
Señora…, que ha sido llamada ‘la primera evangelizadora’,…la mujer eucarística que nos entrega
a Cristo.”616 Ella fue la primera a experimentar “en su interior la alegría de salir a evangelizar y la
que participa primero de la audacia inaudita del Hijo.” Invocarla, pues “de esta audacia de María
estamos invitados a participar como sacerdotes de la Iglesia santa.”617 También en las celebraciones
Eucaristía: “Le rogamos hoy a nuestra Señora que esté presente en esta Eucaristía del Corpus,
ayudando en ese diálogo bendito entre Jesús y su pueblo para que entremos en comunión y en él
tengamos Vida.”618 Después de recibir a Jesús eucarístico, el fiel debe pedir “a María, esa prontitud
para ponerse en camino e ir a servir, que le imprimió su Hijo apenas encarnado en su seno virginal.
Nadie mejor que ella para enseñarnos a preparar una linda Eucaristía, en la que haya pan para todos
y no falte la alegría, el vino del Espíritu, como en Caná.”619 Y como Eucaristía y Palabra van juntas,
el obispo indica a su pueblo que acoja la Palabra de Dios con alegría, la interiorice y la haga “carne
y gesto como María (Lc 2,19)”, para que “junto a la Madre Fiel…ella les ayude a encontrarse con
Pensando en que la Asamblea Arquidiocesana (2005) debía estar marcada por la presencia
de María, el cardenal dice: “A María, la mujer eucarística, la primera que salió a caminar, con
Jesús en sus entrañas, en torno a la cual se reunió la primera Asamblea a la espera de Pentecostés,
le pedimos que venga con nosotros a caminar y que nos mantenga unidos en la oración.”621 Pues,
sigue el arzobispo, “en compañía de María, el Espíritu se siente nuevamente llamado y viene en
nuestra ayuda.”622
catequesis en ocasión del 49º Congreso Eucarístico Internacional, en Quebec (2008), con el título
“La Eucaristía y la Iglesia, misterio de la alianza.”623 Su intervención tiene tres partes: en la primera
hace una meditación sobre la Alianza, en la segunda – que es la que aquí propiamente interesa –
realiza “una síntesis contemplativa” para meditar “con los ojos del corazón algunas imágenes de
619 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Solemnidad de Corpus Christi,” 9 junio 2012, Arzobispado de Buenos Aires,
pastorales para la vida personal y eclesial. Después de reflexionar sobre el misterio de la Alianza
de Dios con los hombres, el cardenal afirma que, para contemplarlo bien, “nos tenemos que centrar
en María” y lo hace “con la mirada de Juan Pablo II, que nos invita a entrar ‘en la escuela de María,
mujer eucarística.’”625 Bergoglio usa la imagen de las muñecas rusas, “en las que la imagen mayor
incluye en sí otras más pequeñas pero esencialmente idénticas” y decide mirar a la imagen “más
pequeñita”, la Virgen María, para ver cómo el misterio de la Alianza que se da en ella, se da
también en la Iglesia universal y en cada alma. Informa a sus oyentes que va a seguir la “regla de
los Padres” – aquella de Isaac de Stella, que Bergoglio cita, de esta vez, explícitamente en nota de
pie de página – según la cual, con distintos matices, “lo que se dice universalmente de la Iglesia,
se dice de modo especial de María e individualmente de cada alma fiel.”626 Bergoglio contempla,
entonces, tres imágenes que revelan características de la Alianza en la relación especial de María
con la Eucaristía, que después pueden ser aplicadas de modo universal a la Iglesia y de modo
individual a cada alma fiel: la Alianza como compañía, como confianza y como esperanza. Por ser
uno de los pocos textos de Bergoglio con un desarrollo mariológico más amplio, conviene
- La Alianza como compañía: “La primera imagen eucarística de María nos la muestra
625 Bergoglio, “Catequesis en el 49º Congreso Eucarístico Internacional”, nota n. 14: “Si queremos descubrir en toda su
riqueza la relación íntima que une Iglesia y Eucaristía, no podemos olvidar a María, Madre y modelo de la Iglesia (…)
Efectivamente, María puede guiarnos hacia este Santísimo Sacramento porque tiene una relación profunda con él” Juan Pablo II,
“Ecclesia de Eucharistia,” n. 53, énfasis del autor.
626 Bergoglio, “Catequesis en el 49º Congreso Eucarístico Internacional,” énfasis del autor. En la nota 15: “Por eso en
las Escrituras divinamente inspiradas, lo que se entiende en general de la iglesia, virgen y madre, se entiende en particular de la
virgen María, y lo que se entiende de modo especial de María, virgen y madre, se entiende de modo general de la Iglesia…
También se puede decir que cada alma fiel es esposa del Verbo de Dios, madre de Cristo, hija y hermana, virgen y madre
fecunda. Todo lo cual la misma Sabiduría de Dios, que es la Palabra del Padre, lo dice universalmente de la Iglesia, de modo
especial de la virgen María, e individualmente de cada alma fiel.” Beato Isaac de Stella, Sermón 51, PL 194, 1862-1863.1865.
627 Bergoglio, “Catequesis en el 49º Congreso Eucarístico Internacional.”
461
pues ésta era asidua en la fracción del pan y perseveraba en oración en compañía de
María.628 La Iglesia y cada fiel está llamado, entonces, a vivir esa alianza con Dios y los
- La Alianza como confianza: “La segunda imagen eucarística de María nos la muestra como
la Esposa que pone toda su confianza en su Esposo.”629 María tuvo durante toda su vida
Palabra como don, se entrega sin medidas por el cumplimiento de esa Palabra y motiva a
otros a hacer lo mismo. Para la Iglesia y para cada fiel, la Eucaristía es la vivencia del
memorial de la muerte de Cristo por la que se recibe continuamente este don y se asume, a
acompañar por ella”632, tomándola como Madre, como lo hizo Juan. En efecto, “la
- La Alianza como esperanza: “La tercera imagen eucarística de María nos muestra algo
muy propio de la alianza que consiste en vivir por anticipado – en esperanza – lo que es
628 Juan Pablo II, “Ecclesia de Eucharistia,” n. 53; Hch 1,14; 2,47.
629 Bergoglio, “Catequesis en el 49º Congreso Eucarístico Internacional.”
630 Juan Pablo II, “Ecclesia de Eucharistia,” n. 53.
631 Juan Pablo II, “Ecclesia de Eucharistia,” n. 54.
632 Bergoglio, “Catequesis en el 49º Congreso Eucarístico Internacional”; Juan Pablo II, “Ecclesia de Eucharistia,” n.
57.
633 Bergoglio, “Catequesis en el 49º Congreso Eucarístico Internacional.”
634 Bergoglio, “Catequesis en el 49º Congreso Eucarístico Internacional.”
462
Iglesia y cada alma fiel por el deseo y el ofrecimiento se convierten, como María, “en
historia”, por el cual Jesús irradió su luz “a través de los ojos y la voz de María” e Isabel
se puso en adoración. Por eso, “la presencia humilde y oculta del Señor en María, en la
Bergoglio concluye, así, que María es modelo de la Alianza entre Dios y la Iglesia, y entre
Dios y cada fiel. “Modelo de una Alianza que es compañía de amor, abandono confiado y fecundo,
y esperanza plena que irradia alegría.”638 El Magnificat, como canto profético, expresa todas esas
agradecimiento, como lo explicó vivamente Juan Pablo II en su encíclica: “El Magnificat expresa
la espiritualidad de María, nada nos ayuda a vivir mejor el Misterio eucarístico que esta
espiritualidad. ¡La Eucaristía se nos ha dado para que nuestra vida sea, como la de María, toda ella
Eucaristía. Cada vez que el Hijo de Dios se presenta bajo la ‘pobreza’ de las especies sacramentales, pan y vino, se pone en el
mundo el germen de la nueva historia, en la que se ‘derriba del trono a los poderosos’ y se ‘enaltece a los humildes’ (cf. Lc 1,
52). María canta el ‘cielo nuevo’ y la ‘tierra nueva’ que se anticipan en la Eucaristía y, en cierto sentido, deja entrever su ‘diseño’
programático.”
640 Benedicto XVI, “Carta encíclica Spes Salvi sobre la esperanza cristiana”, n. 7, La Santa Sede, 30 noviembre 2007,
ella – nos volvemos ‘contemporáneos’ con nuestra Señora y vivimos de su espiritualidad.”641 Por
eso se puede decir, con Juan Pablo II, que María es “ícono escatológico de la Iglesia”: es la primera
a decir “sí” a la Alianza definitiva de Dios con los hombres, precede al pueblo de Dios en su
algunas consecuencias pastorales marianas, tanto para la Iglesia como para cada alma fiel,
siguiendo el paralelo de Stella. La Alianza en María hace que el misterio de la Eucaristía se vuelva
concreto y tome “rostro y tono de voz maternos”, dice Bergoglio. En el plano personal, al recibir
la comunión eucarística cada uno puede profundizar en la unión de la Eucaristía con María, recibir
a Jesús como ella lo recibió en su vientre y lo recostó en el pesebre, tener en el corazón las actitudes
del Magnificat y conformar la vida a imagen de lo que se recibe.643 Ya para la vida eclesial, una
de las principales consecuencias debe ser tener los mismos sentimientos por la Iglesia que los que
se tiene por María y por la Eucaristía: “El cariño y la veneración que todos sentimos casi
espera ser. Es el icono escatológico de la Iglesia. Por eso la Inmaculada, que es ‘comienzo e imagen de la Iglesia, esposa de
Cristo, llena de juventud y de limpia hermosura’ (Prefacio), precede siempre al pueblo de Dios en la peregrinación de la fe hacia
el reino de los cielos. En la concepción inmaculada de María la Iglesia ve proyectarse, anticipada en su miembro más noble, la
gracia salvadora de la Pascua. En el acontecimiento de la Encarnación encuentra indisolublemente unidos al Hijo y a la Madre:
‘Al que es su Señor y su Cabeza y a la que, pronunciando el primer ‘fiat’ de la nueva alianza, prefigura su condición de esposa y
madre’.” Juan Pablo II, “Homilía en el 150º aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción,” 8
diciembre 2004, La Santa Sede, acceso 20 marzo 2017, http://w2.vatican.va/content/john-paul-
ii/es/homilies/2004/documents/hf_jp-ii_hom_20041208_immaculate-conception.html
643“Unir la Eucaristía y la comunión sacramental con María es algo que intuitivamente hacemos, y profundizar en esto
a todos nos hace bien. Por ello podemos pedir la gracia de recibir la Comunión como María recibió al Verbo y dejar que se haga
carne nuevamente en mí; la gracia recibir la Eucaristía de manos de la Iglesia poniendo las nuestras como patena (que quiere
decir pesebre), sintiendo que es nuestra Señora la que lo recuesta allí y nos lo confía; la gracia de cantar con María el Magnificat
en ese momento de silencio que sucede a la comunión.” Bergoglio, “Catequesis en el 49º Congreso Eucarístico Internacional.”
464
para con la Iglesia.”644 María y la Iglesia fueron “recipientes” transformados por la encarnación
del Verbo, por esto, “así como el Verbo al tomar la carne de María la santifica totalmente (incluso
toda santa y santificante por la Alianza que el Señor quiso hacer con ella. Por eso el cristiano al
mirar a la Iglesia, la ve toda santa, limpia y sin arruga, como a María, Esposa y Madre,”645 enseña
– toda la realidad humana quedó santificada en Cristo: santificó a María y santificó a la Iglesia
como “odres nuevos”. Sin estos “odres nuevos” – que son la Iglesia y María – la Palabra y la Vida
contemplar el misterio de la Alianza hay que situar, “en el medio, este misterio de la Iglesia
contemplada como ‘recipiente todo santificado y santificante’, igual que María, de donde brota el
Don de Dios para la vida del mundo.”646 Al final de su catequesis, Bergoglio ya no habla de “la
vuelta atrás del don que se nos transmite lo que obliga al Señor a santificar de manera indefectible a la Iglesia, como hizo con su
Madre, de manera tal que quede asegurado el que este don pueda recibirse y transmitirse ‘para la vida del mundo’. El misterio de
la Alianza que hace toda santa a la Iglesia es un misterio de servicio y de Vida.”
647 Bergoglio, “Catequesis en el 49º Congreso Eucarístico Internacional.” Obsérvese que, en las primeras frases de esta
cita, el autor varía la conjugación de los verbos del sujeto Iglesia-María, a veces en plural (tienen, reciben) y a veces en singular
(vive, nos hace vivir), quizás sin darse cuenta, pues se trata de un sujeto que expresa dos realidades, que son una.
465
Una última idea mariana que parece haber impresionado a Bergoglio y que es digna de
mención es la expresión de Juan Pablo II, en Redemptoris Mater 17: la fatiga del corazón de
María.648 Por algo la va a rescatar en su primera exhortación apostólica como Papa. 649 En una
asamblea de la CEA, dice a sus hermanos obispos que el meterse en el pueblo fiel de Dios, con
todas sus necesidades, búsquedas, carencias y alegrías les genera también esa “peculiar fatiga del
corazón”, que sufrió María.650 Los invita a mirar a Nuestra Señora de Luján, Patrona de la Patria,
y recordar “la calidez maternal de María” para con el pueblo argentino651, pues – como dice el
prefacio de la Misa de la Virgen de Luján – “una humilde imagen de su limpia y pura Concepción
pueblo peregrinante en Argentina.”652 Ella, con amor materno, “se hace cargo de nuestra pequeñez
y nos toma de la mano”, se mete en medio de sus hijos; por eso “nos hará bien, como pastores,
meternos en medio de este pueblo al que pertenecemos, del que fuimos escogidos para el servicio
y, como pueblo fiel de Dios, acercarnos a la Madre.”653 Bergoglio recuerda que ese pueblo “afluye
continuamente a Luján y a tantos otros santuarios marianos del país” y pide a los obispos que le
Luján que, en la nueva versión del Misal, ya aparece distinta: “Nos hará bien repetir, a modo de jaculatoria, lo que imploramos en
la Oración Colecta: ‘Mira, Señor, la fidelidad de tu pueblo’ y suplicarle al Padre que –como pueblo – nos haga más fieles, más
hijos suyos, más seguidores de Jesús.” Y también otro prefacio mariano que le gusta mucho, de la Misa de Santa María, Madre de
la Iglesia, que dice que ella, “elevada a la gloria de los cielos, acompaña a la Iglesia peregrina con amor materno, y con bondad
cuida sus pasos hacia la patria, hasta que llegue el día glorioso del Señor” CEA, Misal Romano, 1066.
653 Bergoglio, “Homilía en la Misa de Apertura de la 91ª Asamblea de la CEA.”
466
ayuden en sus necesidades. De ahí que los obispos deban caminar “en medio de él” y pedir “la
gracia de ser pastores con olor a oveja”654, como lo repetirá muchas veces como Papa. El pueblo
mira a los obispos, pero “no siempre resulta fácil anunciar estas palabras; hay que buscar, pensar,
dialogar, rezar... y todo esto produce en nuestra vida de pastores aquella ‘peculiar fatiga del
corazón’ que, al decir de Juan Pablo II, sufría la Virgen en su esfuerzo cotidiano por contemplar
los signos de Dios en la vida de su Hijo.”655 El cardenal hace entonces un elogio a la fatiga pastoral
mariana: “Ella, como primera discípula de Jesús, nos abre este camino de la fatiga pastoral, esa
fatiga más bien interior de padre y hermano que no quiere se pierda ninguno de los que le han sido
confiados.”656 Por eso les sugiere que se vuelvan a la Virgen de Luján – ella que “desde Caná y a
lo largo de toda la historia de los pueblos se acercó a sus hijos” – para, “en medio del pueblo fiel
de Dios”, pedirle “la gracia de esta fatiga interior, que nos unge en la cruz de cada día, muchas
de “oscuridades que nos hacen tambalear la esperanza.”657 Sintetizando sus ideas, el cardenal dice
seguimiento de Jesucristo; Madre de esperanza”658, por eso su pedido a Ella es que los obispos
caminen siempre en medio del pueblo fiel de Dios, fatiguen el corazón en la búsqueda de la
ejemplo de María: “La Madre del Señor, que experimentó la peculiar fatiga del corazón, nos
unos años antes, en el mensaje del arzobispo de Buenos Aires para un Miércoles de Ceniza. Él
había pedido a los agentes de pastoral que la Misión Arquidiocesana estuviese dedicada
– “con frecuencia sentimos la fatiga y el cansancio. Nos tienta el espíritu de acedia, de pereza.
También miramos todo lo que hay por hacer, y lo poco que somos.”661 Ante esta situación el
cardenal sugiere mirar a María y confiar en ella: “La Madre del Señor, que experimentó la peculiar
fatiga del corazón (RM 17), nos acompañe y sostenga en nuestras fatigas cotidianas y nos obtenga
La fatiga del corazón de María es descrita de forma dramática por Bergoglio, aunque sin la
mención de la expresión de RM 17, en una misa por las víctimas de un gran incendio ocurrido en
una discoteca de Buenos Aires.663 El Evangelio del día describía la presentación del niño Jesús al
templo.664 El arzobispo llama la atención sobre: “¡Las ilusiones del corazón de esa madre con su
niño en brazos!...Lo proyecta, mira hacia adelante. Lo presenta a la vida y sueña con el futuro de
659 Jorge Mario Bergoglio, “Palabras del Arzobispo en la primera reunión del Consejo Presbiteral,” 15 abril 2008,
medida causado por problemas de seguridad - mató a 194 personas, casi todos jóvenes, y dejó a más de 1400 heridos. Ezequiel
Ratti y Franca Tosato, Cromañón: la tragedia contada por 19 sobrevivientes (Buenos Aires: Planeta, 2006); Diego Rozengardt,
ed., Pensar Cromañón - Debates a la orilla de la muerte joven: rock, política y derechos humanos (Buenos Aires: el autor, 2008)
664 Lc 2,22-39.
468
su hijo.”665 Así estaba María, pero después de cumplir el ritual religioso “irrumpen las palabras del
anciano: Una espada te traspasará el corazón.” Y se desvanecen sus ilusiones, intuye que la vida
del niño estará “signada por la tragedia. Tal era el corazón de María en ese día.”666 Y, de hecho, la
vida del niño estuvo marcada por dificultades (en Belén, en el exilio en Egipto) y la madre intuía
la traición y la tragedia. “Todo eso en el corazón de la madre,” sigue Bergoglio. “Esa madre sufría
aquello que después le tocó vivir: el desenlace de la tragedia. El corazón de María estaba al pie de
pensamientos íntimos de muchos.” Junto a la cruz, pocos habían permanecido. “Jesús hace brotar
lo que hay en el corazón de los hombres y eso una madre lo siente de manera especial.”668 El dolor
de María era también el dolor de las mamás y papás, cuyos hijos ya no están. “Solamente el corazón
de Ustedes, mamás, sabe, y puede hablarnos de lo que es una tragedia,” dice el arzobispo, invitando
a la ciudad de Buenos Aires, “a esta ciudad tan preocupada por muchas cosas, que mire con corazón
de madre – porque la ciudad también es madre – a estos hijos que ya no están, y que llore…[pues]
necesita ser purificada por el llanto de esta tragedia y de tantas otras.”669 De ahí la invitación a
adentrarse en “en el corazón de nuestra Madre Virgen que llevó a su hijo al templo con un
sentimiento y lo trajo de vuelta con otro”670 a fin de llorar y luchar por los hijos de esa ciudad.
Cuatro años después, el arzobispo sigue pidiendo que la ciudad sea más madre, llore a esos hijos
665Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa por el primer aniversario de la tragedia de Cromañón,” 30 diciembre
2005, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
666 Bergoglio, “Homilía en la Misa por el primer aniversario de la tragedia de Cromañón.”
667 Bergoglio, “Homilía en la Misa por el primer aniversario de la tragedia de Cromañón.”
668 Bergoglio, “Homilía en la Misa por el primer aniversario de la tragedia de Cromañón.”
669 Bergoglio, “Homilía en la Misa por el primer aniversario de la tragedia de Cromañón.”
670 Bergoglio, “Homilía en la Misa por el primer aniversario de la tragedia de Cromañón.”
469
suyos, sea madre solidaria y que nuevamente mire al Niño, “el único que puede hacer añejar el
dolor en nuestro corazón y transformarlo en sabiduría” y “a la Madre, que sabe lo que es sufrir
[para] que haga madre a esta ciudad compadrita, superficial y que le cuesta dar vida.”671
varias veces impresionado por lo que iba en el corazón de María, sus luchas y fatigas: “Pienso en
María ¿cómo viviría las contradicciones cotidianas y como oraría sobre ellas? ¿Qué pasaba por su
corazón cuando regresaba de Ain Karim?...O ¿cómo hablaría con Dios en el viaje de Nazareth a
Belén o en la huida a Egipto, o cuando Simeón y Ana…armaron esa liturgia de alabanza, o aquel
día en que su hijo se quedó en el Templo, o al pie de la Cruz?”672 El arzobispo está convencido de
que, ante estas contradicciones, María “oraba y su corazón se fatigaba en la presencia del Padre
pidiendo poder leer y entender los signos de los tiempos.”673 Vuelve, entonces, a presentar el
mencionado texto de su antecesor como Papa: “Hablando de esta actitud Juan Pablo II dice que a
María le sobrevenía cierta ‘peculiar fatiga del corazón’ (RM 17).” Pero advierte, inmediatamente,
que “esta fatiga de la oración nada tiene que ver con el cansancio y aburrimiento.”674 En efecto, si
bien la vida de oración trae paz y confianza, sigue el arzobispo, “también nos fatiga el corazón.”
Y explica: “Se trata de la fatiga de quien no se engaña a sí mismo, de quien maduramente se hace
adúltera’, de quien acepta luchar día a día con Dios para que salve a su pueblo.”675 Y entonces el
671 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en la Misa por el quinto aniversario de la tragedia de Cromañón,” 30 diciembre
lucha la serena paz de alma de quien se mueve en la familiaridad con Dios?” Y concluye: “Fatiga
y paz van juntas en el corazón que ora.”676 Así fue el corazón de María, que entiende y puede
El capítulo 6 se propone presentar de forma ordenada los escritos de Jorge Mario Bergoglio
en dos etapas principales de su vida pastoral: como jesuita (6.1) y como obispo en Buenos Aires
del pensamiento de Mons. Bergoglio: su visión de la piedad del pueblo fiel (6.2.1) y la presencia
de María en la vida de ese pueblo (6.2.2). La última sección de este subcapítulo tiene por objeto
destacar un momento clave de su ministerio como obispo, de especial importancia para su labor
(2007). Se debe advertir que no se trata propiamente de un escrito del Cardenal Bergoglio, pero
como presidente de la Comisión de redacción del documento final de aquella Conferencia, él tuvo
una visión general del documento. El foco de concentración es estrictamente la importancia que
tema de la espiritualidad popular tal como fue presentado en Aparecida (6.2.3.3) y las
Francisco (ad supra 5.2.2). Realmente no debe sorprender el hecho de que Bergoglio se sienta tan
identificado con esta Conferencia. Durante su viaje a Brasil, además de empeñarse en visitar el
Santuario Nacional, en sus discursos hizo más de cincuenta referencias a Nuestra Señora Aparecida
y a la Conferencia del CELAM realizada en Aparecida. Vivió intensamente ese encuento eclesial.
Como ya se dijo, fue allí también que el investigador conoció al Cardenal y actuó como su
secretario. Fue probablemente gracias a esa experiencia que Francisco lo invitó posteriormente
para acompañarlo en la misma tarea durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de
Janeiro (2013).
Debido a esa relativa cercanía a los hechos, el investigador puede dar testimonio de que el
mariano y popular que allí se vivió. Aparecida está en su memoria y en su corazón. No hay duda
de que, como dijo Mons. Fernández, el espíritu de Francisco fue “forjado en Aparecida” (ad supra
5.2.2). Entre tanto también se debe admitir que él, debido a su profunda experiencia pastoral, ayudó
a forjar el espíritu de Aparecida. De hecho, durante la JMJ de Río, mencionó en varias ocasiones
472
la Conferencia del CELAM: “Todo esto me hace acordar a Aparecida”, dijo en cierto momento al
las dos de la mañana.”678 Se alegró mucho de regresar al Santuario Nacional y recordar los
momentos allí vividos y se impresionó otra vez por la gran afluencia de peregrinos a ese lugar. El
mismo Mons. Víctor Fernández afirmó que Aparecida es una pieza clave en el Papado de
Francisco por “dos razones: porque el documento tiene muchas cosas de él, pero también porque
él se dejó interpelar por inquietudes que plantearon otros obispos en Aparecida y que él asumió
como propias.”679
Resulta comprensible entonces que desde su elección como Papa haya citado directa o
evidente es la exhortación Evangelii Gaudium. Allí emplea, por ejemplo, sin dar ninguna
ejemplares del Documento de Aparecida a las autoridades que lo visitan, como las ex presidentes
Cristina Kirchner y Dilma Rousseff. De hecho, en el día de su arribo a Brasil, cuando presentó al
investigador a esta última, en el Palacio de Gobierno de Río de Janeiro, la única referencia que
hizo fue que éste había sido su colaborador en la elaboración del Documento de Aparecida,
haciendo así recordar a la presidente que ella misma había recibido de manos del Pontífice el
678 Referencia al día en que se quedó hasta más tarde trabajando en el recinto de la Conferencia (de 29 para 30 de
mayo), pues se debía concluir la revisión completa de la tercera redacción del documento. Ese día los últimos a retirarse fueron el
Cardenal Bergoglio, su perito de confianza, el Padre Víctor Fernández, y los dos secretarios de la comisión. Testimonio personal
del investigador, confirmado también por Fernández: “Finalmente, a las dos y media de la mañana, sólo quedaba el Cardenal
Bergoglio al pie de la cruz, dos curitas auxiliares y yo.” Víctor Manuel Fernández, Aparecida: Guía para leer el documento y
crónica diaria (Buenos Aires: San Pablo, 2008), 153.
679 “Víctor Fernández: Bergoglio tiene los valores de un auténtico líder que el mundo estaba necesitando,” Religión
Digital, 28 octubre 2013, acceso 20 marzo 2017, http://www.periodistadigital.com/religion/america/2013/10/28/victor-fernandez-
bergoglio-tiene-los-valores-de-un-autentico-lider-que-el-mundo-estaba-necesitando-teologo-papa-francisco-uca.shtml
680 EG 50; 120.
473
mencionado texto. No se sabe si ella llegó a leerlo, pero se acuerda bien de que lo recibió como
Importa destacar que el lugar específico donde se realizó la Conferencia fue abajo del
santuario, en el subsuelo, es decir, los obispos estaban literalmente bajo el amparo de María y
físicamente bajo las oraciones y expresiones religiosas de la fe popular de los miles de peregrinos
que acudían diariamente al santuario. Era imposible permanecer ajeno a la gran afluencia de fieles
sin dejarse conmover por el peso y potencial evangelizador de la piedad popular mariana. Todas
esas personas estaban allí a causa de una vivencia personal que, en algún momento de la vida,
no, los obispos estaban sumergidos en ese contexto mariano que los envolvía e invitaba a
Conferencia fue determinante. En la Conferencia, dice él, “ha ocurrido algo muy hermoso, que he
podido constatar personalmente: ver cómo los obispos – que trabajaban sobre el tema del encuentro
inspirados por los miles de peregrinos que acudían cada día a confiar su vida a la Virgen.” 682 Por
eso, según la convicción del Papa, “puede decirse que el Documento de Aparecida nació
precisamente” de una experiencia de encuentro, vale decir, de “encuentro entre el trabajo de los
Pastores y la fe sencilla de los peregrinos, bajo la protección materna de María.”683 Y él desea que
2017, http://w2.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2013/documents/papa-francesco_20130724_gmg-omelia-aparecida.html
683 Francisco, “Homilía en la Basílica de Nuestra Señora Aparecida.”
474
la Iglesia recorra el mismo camino: “Es de María que se aprende el verdadero discipulado. He aquí
exterior que invadía e impregnaba el espíritu de la Conferencia, sino que la atmósfera mariana se
podía sentir también en el plano de las relaciones humanas, fraternas y de comunión que marcaron
Estar bajo la protección maternal de María y amparado por la fe del pueblo de Dios, fue la
“fórmula” ideal para generar un auténtico espíritu eclesial. Los obispos más acostumbrados a ese
tipo de encuentros podían testimoniar que el espíritu de comunión, diálogo, tolerancia y respeto
vivido en las salas y corredores de esa Conferencia, no era algo que se podía tomar como evidente,
ya que habría sido bastante menos intenso en algunas Conferencias anteriores.685 María, madre y
modelo de la Iglesia, es artífice de comunión entre sus hijos, como lo expondrá el mismo
documento final.686 Es propio de una madre interceder esos valores para su familia, generando una
atmósfera familiar en torno de ella. Es decir, lo que la Conferencia anunció fue más bien una
vivencia eclesial, personal y comunitaria, experimentada por los obispos en Aparecida. Así se
pesar de tantas diferencias ideológicas y culturales entre los participantes.687 Las siguientes
Catequese 36, nº 142 (julio-diciembre 2013): 6-22. También el testimonio de otro testigo ocular de los hechos: “De todos modos,
no se puede decir que haya tirantez [entre los participantes]. Todos los días se escucha a los más viejos decir que este clima de
debate está a años luz de la Conferencia de Santo Domingo, donde el aire estaba bastante caldeado.” Fernández, Aparecida: Guía
para leer el documento, 142.
686 DA 268.
687 Es elocuente un testimonio, dado al último día de la Conferencia, recogido por Fernández: “Cuando salimos del
aula, le pregunté a Mario França Miranda – de 70 años – qué sentía. Él sufrió mucho en Santo Domingo por el clima que había,
por los temores que reinaban y por la fuerte intervención de algunos miembros de la Curia vaticana en aquel momento. Pero las
cosas han cambiado. Me dijo que hoy se sentía muy feliz, porque ésta es la Iglesia que él quiere. ‘Volvió la Iglesia
475
palabras del documento final ayudan a comprender ese espíritu mariano-familiar que marcó el
encuentro de los obispos: “Como madre de tantos, [María] fortalece los vínculos fraternos entre
o ese encuentro – como él prefiere decir – entre la presencia de María y la fe popular, por la que
los obispos se dejaron fecundar en sus reflexiones y decisiones. A esto se refirió el Papa Francisco
en su alocución a los obispos de la coordinación del CELAM, en Río, al describir las “cuatro
características peculiares” de Aparecida, las “cuatro columnas del desarrollo de Aparecida y que
iniciado sin un Instrumentum laboris, lo que hizo aún más importante la comunión de los obispos
durante la misma conferencia para llegar a acuerdos comunes; segundo, el “ambiente de oración
con el Pueblo de Dios”, generado en los momentos litúrgicos diarios, “donde siempre fuimos
acompañados por el Pueblo de Dios”, destaca el Papa y, además, “puesto que los trabajos tenían
lugar en el subsuelo del santuario, la ‘música funcional’ que los acompañaba [a los obispos] fueron
los cánticos y oraciones de los fieles”; tercero, el hecho de que el documento se prolonga en un
compromiso concreto, la Misión Continental, pues “en este contexto de oración y vivencia de fe
surgió el deseo de un nuevo Pentecostés para la Iglesia”; y cuarto, “la presencia de Nuestra Señora,
latinoamericana’, le dije. Sonrió conmovido y me respondió: ‘Sí, esta es la Iglesia latinoamericana.’” Fernández, Aparecida:
Guía para leer el documento, 156.
688 DA 267.
689 Francisco, “Discurso en el encuentro con el Comité de Coordinación del CELAM,” 28 julio 2013, La Santa Sede,
Madre de América”, puesto que es “la primera Conferencia del Episcopado Latinoamericano y El
De hecho, Benedicto XVI había elegido expresamente ese lugar mariano.691 Las
deliberaciones de los obispos no se realizaron, por lo tanto, en un lugar apacible, retirado, lejos del
investigador puede personalmente dar testimonio del impacto espiritual que causaba en los
participantes la convivencia diaria con centenares de fieles que concurrían diariamente a las
hermosas celebraciones litúrgicas, cuidadosamente preparadas por los equipos del CELAM y del
santuario de Aparecida. Especial impresión causaron en los obispos los millares de fieles presentes
Conferencia: noventa mil y cien mil respectivamente, según las estimaciones del propio santuario;
cifras consideradas normales en su funcionamiento habitual, pero con las que los obispos
esta Conferencia que marcaría para siempre la vida del Papa actual.
690 Francisco, “Discurso en el encuentro con el Comité de Coordinación del CELAM,” 28 julio 2013.
691 Según testimonio del Padre Joaquín Alliente: “Eu estava em Roma quando a Presidência do CELAM levou ao Papa
as propostas para a V Conferência. Estávamos hospedados na mesma casa enquanto se escrevia o papel com a lista das propostas.
Na lista de lugares para a V Conferência não estava o Brasil. Na reunião de Lima, que antecedeu esta audiência com o Papa, não
se citou em nenhum momento o Brasil. E isso porque já a primeira Conferência tinha acontecido no Brasil em 1955. Mas isso era
arqueologia, não era história viva. E quando vão ao Papa, ele lhes diz que sim, que virá à América, mesmo contra a opinião de
muitos. Além disso, ele diz que a V Conferência vai acontecer, vai ter tal lema e tal tema, e vai ser no Brasil. Não só no Brasil, mas
vai ser no santuário mariano de Aparecida. Seja qual for a razão, o fato é que a Conferência no México não foi em Guadalupe, foi
em Puebla” Joaquín Alliende, “Crise e renovação da Mariologia no pós-Vaticano II” (conferencia presentada en Simpósio
Brasileiro de Pastoral Mariana, Centro de Cultura e Formação Cristã, Belém do Pará, 9-11 marzo 2007), citado en Alexandre Awi
Mello, Maria discípula missionária do Senhor (Brasília: CNBB, 2017).
477
con un magistral discurso de Su Santidad, el Papa Benedicto XVI, en el cual no faltaron menciones
a la piedad popular mariana: “Junto al santuario de Nuestra Señora Aparecida, Patrona del Brasil,
quiero que mis primeras palabras sean de acción de gracias y de alabanza a Dios por el gran don
“La sabiduría de los pueblos originarios les llevó afortunadamente a formar una síntesis entre sus
culturas y la fe cristiana que los misioneros les ofrecían. De allí ha nacido la rica y profunda
religiosidad popular, en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos.”693 Y entre los
elementos que conforman esa riqueza, mencionó “la profunda devoción a la Santísima Virgen de
Guadalupe, de Aparecida o de las diversas advocaciones nacionales y locales”, que, junto a otras
expresiones “forma el gran mosaico de la religiosidad popular que es el precioso tesoro de la Iglesia
católica en América Latina, y que ella debe proteger, promover y, en lo que fuera necesario,
también purificar.”694 Tanto el documento final de Aparecida como el Cardenal Bergoglio van a
siete minutos cada uno para presentar su informe correspondiente. Bergoglio hizo un discurso con
el título “Argentina: una mirada general”695, en el cual presenta el marco social y la situación
692 Benedicto XVI, “Discurso en la sesión inaugural de la V Conferencia del CELAM,” 13 mayo 2007, La Santa Sede,
eclesial en su país. Reconoce en amplios sectores del pueblo la “realidad viva” de un sustrato
cultural católico y una “reserva moral que guarda valores de auténtico humanismo”696, sobre todo
entre los más necesitados, pero allí también identifica debilidades. La tradición católica se ve
amenazada por los desafíos del pluralismo religioso, la multiplicación de movimientos religiosos,
discurso, Bergoglio la dedica al tema de la piedad popular, que presenta como “arraigada en el
corazón y en la vida del pueblo, a tal punto que muchas de las tradiciones religiosas que perviven
dan identidad al pueblo en sitios y situaciones concretas.”697 Menciona, entonces, “los santuarios”,
que “además de ser los grandes lugares de expresión de la fe popular se han convertido en lugares
puesto más en las formas exteriores de tradiciones y devociones que en los contenidos de la fe de
las mismas”, pero remarca que, en su país, han descubierto “en esta piedad popular un punto de
anclaje que necesitamos comprender, respetar y evangelizar.”699 Si, por un lado, a veces aparece
“un cristianismo de devociones, junto a una vivencia individual de la fe, sentimental”, por otro se
encuentran valores auténticos “que pueden ser el punto fuerte para construir una sociedad más
capacidad de compartir.700 De ahí indica que “es urgente una fuerte catequesis en la piedad
la fe”702, pero reconociendo que se nota en los últimos años “una cierta desidentificación con la
tradición católica, la falta de su trasmisión a las nuevas generaciones y el éxodo hacia otras
comunidades (en los más pobres hacia el evangelismo pentecostal y algunas sectas nuevas) y
experiencias (en las clases medias y altas hacia vivencias espirituales alternativas) ajenas al sentido
una auténtica piedad popular que sea respuesta adecuada a la evangelización en el tiempo actual.
escribió una crónica diaria personal de aquellos días, que ayuda a acompañar el desarrollo de los
hechos.704 El mismo día en que Bergoglio hizo su discurso a nombre de los obispos argentinos, la
Conferencia votó una comisión de ocho prelados que se ocuparía con la redacción del documento
final y, además, orientaría a la asamblea en el debate. El Cardenal Bergoglio fue elegido como
en el altar central de la basílica. En su homilía se refirió a los obispos como bautizados “segregados,
pero no excluidos” del pueblo de Dios “para ser pastores”, que juntos a todo el pueblo y “a María
la Madre del Señor”, piden “ser fortalecidos en el Espíritu.”706 Usó expresiones que quedarían
marcadas en su vocabulario como Papa, pero – como se ve – ya eran parte de su retórica en aquel
capaz de salir a todas las periferias humanas, las geográficas y las existenciales; habló en contra
constituyendo este santo pueblo fiel de Dios, que goza de la infallibilitas in credendo, todos juntos
con el Papa, Pueblo y Pastores dialogamos según el Espíritu nos lo inspire”707, dijo el cardenal,
usando expresiones que ya han sido analizadas en esta investigación, pero que dichas en ese
contexto específico hacen notar, con más claridad aún, la importancia que tienen en su
pensamiento. El predicador, finalmente, le pide a Jesús que, al verlos allí, “reunidos junto a María,
la Madre del Señor, nos envíe este Espíritu que nos abra camino hacia el misterio y hacia la
dispersión evangelizadora y que fomente en nosotros ese hermoso diálogo entre el pueblo y su
pastor.”708 Bergoglio quiso terminar su corta prédica con lo que llamó “una tierna imagen”, que
habla justamente de ese diálogo entre el pueblo y su pastor: el obispo Santo Toribio de Mogrovejo
(1538-1606), que pasó dieciocho de sus veinte y dos años de episcopado fuera de su ciudad,
recorriendo por tres veces su diócesis, dialogando con su pueblo. “Rescato el acorde final”, dijo el
cardenal, “el pastor entregando su alma a Dios junto a un aborigen que le tocaba la chirimía para
que el alma de su pastor se sintiera en paz. Ojalá podamos vivir estas cosas.”709 Aunque no haya
hablado específicamente de la piedad popular mariana, habló claramente sobre el pueblo y sobre
706 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía durante la celebración eucarística en Aparecida,” 16 mayo 2007, Arzobispado de
María, con la cual ese pueblo y sus obispos están unidos y cuya infallibilitas in credendo deben
Después de los primeros aportes de los obispos, el día 17, Fernández registra en su crónica
que ya se podían vislumbrar algunos temas que serían significativos en la Conferencia y hace una
lista de las grandes líneas pastorales surgidas, apuntando que la primera sería: “partir de una clara
valoración de la riqueza de la religiosidad popular.”710 El mismo tema aparece en otra lista de “los
temas pastorales más destacados”, registrada en su crónica del día 21.711 Ese mismo día anota que
lo “agregaron al equipo de los peritos para apoyar la reflexión” de una de las comisiones de trabajo
de ese momento, la colaboración de Fernández se torna cada vez más decisiva, sobre todo por la
gran confianza que le tenía el Cardenal Bergoglio. Tanto es así que, en su crónica, Fernández deja
registrado una conversación que tuvo con él al día siguiente: “El Cardenal Bergoglio me pidió con
sumo interés que pensara especialmente el tema de la piedad popular, y que escribiera algo al
respecto.”713 Fernández comenta, a continuación, que no había conseguido estar aquel día en la
subcomisión que trataba la espiritualidad y que temía que se desarrollara “una espiritualidad
separada de la comunión, del compromiso con el mundo y de la misión,” pues considera que hoy
es necesario “desarrollar una espiritualidad que despierte las ganas de entregarse junto a los demás
para buscar un mundo nuevo.”714 Sin embargo, como ahora le tocaría escribir el texto sobre la
piedad popular, estaba más tranquilo respecto a esto y dejó registrada la siguiente reflexión, muy
valiosa para entender con qué espíritu se escribió aquel texto: “La piedad popular, presentada
como una ‘espiritualidad popular’ me permitirá desarrollar una mística integradora.”715 En efecto,
De los dieciséis peritos, ocho fueron convocados por la comisión de redacción para
colaborar más directamente en la revisión de los textos e inclusión de las sugerencias de los
obispos. La comisión de redacción, los peritos y los secretarios eran los únicos que tenían que
trabajar todo el fin de semana. Cada perito era de un país diferente, salvo de Argentina, que había
dos: Carlos Galli y Víctor Fernández, siendo que este último, a pedido del presidente de la
comisión, hizo algunas revisiones en todo el texto a fin de darle un sentido unitario.717 En la tarde
del domingo de la primera semana, Fernández cuenta que “agregó algunas ideas nuevas” a lo que
él mismo ya había escrito sobre la piedad popular. Añade también otro elemento mariano más. Su
objetivo era expresar que se debe aprovechar el “potencial de santidad y de justicia social” de la
piedad popular “y que la Virgen, reuniendo a los hijos, integra a los pueblos latinoamericanos.”718
A continuación hace otro comentario muy importante para la presente investigación: “Me llamó la
atención el gran interés que tiene Bergoglio en ese tema. Dijo que, si ese tema queda así, él ya se
da por satisfecho por todo el trabajo de ese mes.”719 Explica además que, como ese tema estaba
tratado en una Comisión en la que Fernández no participaba, ni él ni Bergoglio sabían lo que iba a
pasar, y le pidieron a Mons. Sergio Fenoy, obispo argentino de la diócesis de San Miguel, que
“defendiera” el tema: “Se portó muy bien”, sigue el cronista. “Lo defendió con uñas y dientes.” 720
Y agrega, con una información más de contenido: “Algunos insisten en la necesidad de purificar
la religiosidad popular, pero lo resolvimos diciendo que esperamos fomentar un contacto más
directo con la Biblia y que nuestros pobres lleguen a disfrutar del banquete dominical de la
Eucaristía.”721 Comenta además que había colocado también “la idea de crecer en formación cívica
y el compromiso ciudadano, pero un amigo chileno dijo que ese era un lenguaje que no se entendía
de la misma manera en todos los países.”722 Deja registrado, así, cuando aún se estaba en la mitad
logramos que ese texto quede bien en la última redacción del documento, se lo ofreceré con cariño
al recordado padre Rafael Tello y al difunto amigo Juan Filipuzzi.”723 En efecto, en el último día
de su crónica, Fernández relata, feliz y aliviado: “Después de tantas idas y vueltas quedó en pie
aquel texto que pude escribir sobre la piedad popular.”724 Y da testimonio de la reacción de
Bergoglio respecto a ello: “En el viaje de vuelta decíamos con el Cardenal Bergoglio que el viejo
el padre Rafael Tello…Yo lo conocí a través de un discípulo suyo, el ya fallecido padre Juan P. Filipuzzi. Pero la riqueza que
recibí a través de Juan me llevó a leer los escritos inéditos del padre Tello que pude conseguir, y últimamente a encontrarme con
él en una larga entrevista. En ese encuentro, él me facilitó algunos escritos suyos que yo no conocía. Me pidió que no los
distribuyera, pero me autorizó a incorporar párrafos de sus obras en mis escritos.” Víctor Manuel Fernández, “Con los pobres
hasta el fondo: el pensamiento teológico de Rafael Tello,” Proyecto 36 (2000): 187-205, aquí 187.
724 Fernández, Aparecida: Guía para leer el documento, 159.
484
Tello estará feliz y se sentirá expresado en esas palabras.”725 En el discurso final, el Cardenal
Giovanni Battista Re, representante del Vaticano en la Conferencia, destacó el clima de “sana
testimonio de fe del pueblo de Dios en el santuario. Dijo que en América Latina hay motivos de
gran esperanza “por los inagotables tesoros de alegría y de religiosidad que Dios le regaló al pueblo
latinoamericano, con una fe sencilla pero robusta, indudablemente guiada por el Espíritu Santo.”726
Fue el mismo Papa Francisco quien le indicó al investigador conversar personalmente con
Mons. Víctor Fernández, debido a la gran influencia que él tuvo en Aparecida y, en especial, en el
UCA. Fernández reafirma, entonces, su testimonio sobre el texto de Aparecida relativo a la piedad
popular, agregando algunos matices importantes con respecto a la participación del Cardenal
Bergoglio en el mismo: “Ese lo escribí yo, por pedido de él, puse lo que él me dijo, o sea el
contenido es el que él quería que estuviera. Esto te lo puedo decir por testimonio directo.”727 Y
con respecto a la dimensión mariana de esa piedad popular, por lo menos en lo que se refiere a
esos parágrafos (DA 258-265), Fernández dice: “Lo que vas a ver en ese texto no es María como
objeto directo de la reflexión, sino que vas a ver con qué fuerza aparece María ahí en la piedad
popular y, de ese modo, uno redescubre la importancia de María en sí mismo.” Agrega que el
camino para llegar a María es por la piedad del pueblo, es decir, “indirectamente”, pero agrega:
Eso no le quita fuerza, sino que le da al tema mariano, una dosis de mucha ternura, de
mucha experiencia de fe, más que de reflexión dogmática. El tema de la experiencia de la
relación con María pasa a ser entonces un tema fundamental, más que los dogmas marianos.
Fernández insiste en confirmar: “Además lo que vas a poder decir es que ese párrafo de
piedad popular de Aparecida fue particularmente pedido por él. Eso es verdad. Porque en otros
temas él no intervino. Se hizo un rejunte de cosas que llegaron de todos lados, pero en ese punto
él tenía desde el comienzo una intención particular.” Y cuenta, en vivo y directo, los pormenores
descritos en su libro, pero agregando un detalle mariano muy significativo para la investigación:
“Al segundo día que estábamos en Aparecida, él me llamó y me dijo: ‘escribe algo sobre piedad
Aporta aun algunos otros detalles que muestran la participación de Bergoglio en el proceso
de elaboración del texto: “Entonces después le pasé una página, me dijo ‘agregá esto, aclará esto,
aquello otro, etc.’ Y después – como ese capítulo estaba en una determinada comisión, y en ese
círculo estaba Mons. Fenoy – le dijo a Fenoy: ‘cuidá ese texto, que no lo vayan a modificar, etc.’”
En pocas palabras: no hay dudas de que hubo un interés y participación muy directos de Bergoglio
¿Qué dice, entonces, ese texto por el que tanto luchó Bergoglio? Hay que ver primero el
lugar donde el tema de la piedad popular aparece en el documento, es decir, dentro del capítulo 6,
dedicado al itinerario formativo de los discípulos misioneros. Ese itinerario parte de una
“espiritualidad trinitaria del encuentro con Jesucristo” (DA 240-275). Después de hablar de la
centralidad del “encuentro con Jesucristo” (DA 243-245), el texto presenta los distintos “lugares
ese contexto, el documento incluye un acápite separado para hablar de las expresiones de la piedad
popular como “espacio de encuentro con Jesucristo” (DA 258-265). No pasa desapercibida la
en comparación con los otros ocho lugares de encuentro anteriormente mencionados: “Es
significativo que pocos párrafos van dedicados a cada uno de estos lugares (en total 12 párrafos:
246-257), y que un mayor espacio (8 párrafos: 258-265) va dedicado a la piedad popular. Este
último es visto como privilegiado lugar de experiencia con el Señor,”730 observa el teólogo chileno
Diego Irarrázaval. Y esto, sigue explicando, porque “la piedad popular es entendida como
‘espiritualidad cristiana que, siendo un encuentro personal con el Señor’731, integra lo corpóreo, lo
simbólico, las necesidades concretas. Es además un modo de ‘sentirse parte de la Iglesia y una
forma de ser misionero.’732 Ella es vista como ‘punto de partida’733 para que madure la fe.”734
además de “aprovechar más el rico potencial de santidad y de justicia social que encierra la mística
popular.”735 Sin embargo, se observa “que el acento no es puesto en purificar y modificar la religión
730Diego Irarrázaval, “Cristianismo del pueblo y su misión,” Anales de Teología de la Universidad Católica de la
Santísima Concepción/ATUCSC 11, n. 1 (enero-julio 2009): 45-63, aquí 53. Se debe advertir la postura crítica del autor respecto
al documento.
731 DA 263.
732 DA 264.
733 DA 262.
734 Irarrázaval, “Cristianismo del pueblo y su misión,” 53.
735 DA 262.
487
del pueblo, sino más se la ve como potencial misionero.”736 De hecho ésta era la intención de
Fernández, no solo en esta parte, sino como postura global del documento, defendida por él
negativas, reconozcamos las inquietudes legítimas que pueda haber detrás…No callemos ni
disimulemos nada importante, usemos fuerza y contundencia; pero si queremos llegar al corazón
El texto sobre la piedad popular parte de las palabras de Benedicto XVI, en su discurso
inaugural, con las que invitó a la promoción y protección de esta “rica y profunda religiosidad
popular, en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos” y la presentó como “el
precioso tesoro de la Iglesia Católica en América Latina”, porque “refleja una sed de Dios que
solamente los pobres y sencillos pueden conocer.”738 A continuación se presentan las expresiones
concretas de esa “espiritualidad” popular – palabra que no es neutra, como se verá ad infra – y se
destaca de modo especial a las peregrinaciones a los santuarios por medio de una descripción
manifestaciones sensibles de piedad como las miradas, besos y toques en las imágenes sacras. 740
misionero, pues peregrinar es “un gesto evangelizador por el cual el pueblo cristiano se evangeliza
gozo de sentirse inmerso en medio de tantos hermanos, caminando juntos hacia Dios que los espera. Cristo mismo se hace peregrino,
y camina resucitado entre los pobres. La decisión de partir hacia el santuario ya es una confesión de fe, el caminar es un verdadero
canto de esperanza, y la llegada es un encuentro de amor…Un breve instante condensa una viva experiencia espiritual.” DA 259.
740 DA 265.
741 DA 260.
488
a sí mismo y cumple la vocación misionera de la Iglesia.”742 El texto deja claro que la piedad
popular no es una “espiritualidad de masas”, sino de la lucha cotidiana, 743 pues es una legítima
forma de espiritualidad encarnada en la cultura de los sencillos,744 una forma propia de vivir la fe,
de sentirse parte de la Iglesia y de ser misioneros.745 Por todo esto, “no podemos devaluar la
espiritualidad popular, o considerarla un modo secundario de la vida cristiana, porque sería olvidar
El texto trae aún algunos elementos marianos, que seguramente también le agradaron a
Bergoglio, pues expresan su propia experiencia: “La mirada del peregrino se deposita sobre una
imagen que simboliza la ternura y la cercanía de Dios.”747 En efecto, los fieles “encuentran la
ternura y el amor de Dios en el rostro de María”, ya que “en ella ven reflejado el mensaje esencial
del Evangelio.”748 Esa “madre querida”, que “integra a nuestros pueblos en torno a Jesucristo”,
desde Guadalupe “hace sentir a sus hijos más pequeños que ellos están en el pliegue de su manto”
popular realizada en Aparecida. Para él, como ya se mencionó ad supra (5.1.2), la V Conferencia
742 DA 264.
743 DA 261.
744 DA 263.
745 DA 264.
746 DA 263.
747 DA 259.
748 DA 265.
749 DA 265.
489
“Aparecida dio un paso adelante en reconocerla. Primero se hablaba de religiosidad popular (se
sigue manteniendo el término). Pablo VI da un paso y dice: mejor sería llamarla piedad popular.750
Aparecida da otro paso adelante y la llama espiritualidad popular.”751 Y mirando los cinco siglos
que el Espíritu Santo ha llevado y sigue llevando a millones de hermanos nuestros. No se trata sólo
espiritualidad popular que se ha de fortalecer por sus caminos propios.”752 E insiste en una
son los que no entienden, los que no saben.”754 Y hace un desahogo o una confesión personal: “Me
duele cuando dicen: ‘tenemos que educarlos a éstos’.”755 Y lo justifica con su conocido rechazo a
quiso hablarnos por realidades concretas. La primera herejía de la Iglesia es la gnosis, que ya el
apóstol Juan la critica y la condena. Hoy en día también puede haber posturas gnósticas frente a
este hecho de la espiritualidad o piedad popular.”756 Bergoglio indica, entonces, los “dos pilares”
que considera fundamentales para estudiar el tema de la piedad popular, mostrando su gran aprecio
no solamente por el documento de Aparecida, sino también por un texto muy anterior, la Evangelii
Nuntiandi, que – según él – “como exhortación apostólica sobre la evangelización todavía no fue
superada en su conjunto.”757 Para él: “Hay que recurrir a esas fuentes. Aparecida retoma y actualiza
Recomienda, a continuación, que todos lean los puntos en que Aparecida trata del tema: “Desde el
258 hasta el 265. Cada uno de esos párrafos merece ser meditado detenidamente.”759 Con respecto
a estos números, Bergoglio recuerda que, tres a cuatro días antes de aprobarse la versión definitiva
del documento de Aparecida, la comisión de redacción recibió 2.440 modos, es decir, sugerencias
popular tuvo [sólo] dos o tres observaciones, pero de estilo, secundarias. Fue respetado tal cual
había salido de la comisión en la cual se vio reflejado todo el episcopado que estaba allí presente.
“Das Schlussdokument enthält eine Stelle über die Volksfrömmigkeit. Eine wunderschöne
Stelle,”761 declaró Bergoglio con entusiasmo en una entrevista dada el 2007, unos meses después
de Aparecida y que fue republicada en alemán luego de su elección como Papa. “Abgesehen von
den entsprechenden Stellen in Evangelii Nuntiandi sind in einem Dokument der Kirche nie
schönere Dinge über die Volksfrömmigkeit geschrieben worden. Ja, ich würde fast zu sagen
wagen, dass das Dokument von Aparecida das Evangelii nuntiandi Lateinamerikas ist, wie
Evangelii nuntiandi ist.”762 Y, unida a este aspecto, destaca la dimensión mariana de Aparecida,
ya indicada ad supra (6.2.3.1): “Zum ersten Mal versammelte sich eine Konferenz des
lateinamerikanischen Episkopats an einem Marienheiligtum. Und schon allein das zeigt die grosse
dice: “Es bueno – y necesario – que la teología se ocupe de la piedad popular”, pues “la Iglesia
está llamada a acompañar y fecundar permanentemente este modo de vivir la fe de sus hijos más
humildes.”764 Y menciona, una vez más la “mística popular” indicada por Aparecida, destacando
que la propuesta de Rafael Tello es “un buen modo de aprovechar el ‘rico potencial de santidad y
de justicia social que encierra la mística popular.’”765 Por eso concluye pidiendo a la Virgen “que
nos haga gustar de las riquezas de fe que [ella] derramó entre los pobres en este mundo.”766
según Rafael Tello, ed. Enrique Ciro Bianchi (Buenos Aires: Ágape, 2012), 12.
765 Bergoglio, “Prólogo,” en Pobres en este mundo, 13; DA 262.
766 Bergoglio, “Prólogo,” en Pobres en este mundo, 13, énfasis del autor.
492
investigador tuvo un diálogo permanente con el presidente de esa comisión, intercambiando ideas,
perspectivas, opiniones y anhelos con respecto a todo lo que ocurría en la Conferencia. En ese
contexto él recuerda con claridad una conversación en la que el Cardenal Bergoglio expresó su
interés en que María estuviese presente no solamente en un apartado específico, sino que fuese un
“elemento transversal” del documento, vale decir, que la Virgen fuese una referencia constante en
todas las partes y para los diferentes temas tratados en Aparecida.767 En efecto, el documento final
tiene 29 párrafos marianos, o bien, que mencionan a María, siendo que solamente 7 de ellos están
en la sección explícitamente mariana del texto768; los demás están distribuidos por todo el texto.769
“Llama la atención que la gran mayoría de ellos señalan la fuerte presencia e impacto de María en
secretario durante los trabajos en la Comisión de redacción. “Me parece que se podría expresar
mejor la relación entre María y la Iglesia”771, argumentó, y luego comenzaron a formular lo que el
cardenal creía que faltaba en el texto presentado por la subcomisión. En efecto, entre las cuatro
redacciones sucesivas del documento conclusivo, todos los obispos podían hacer propuestas de
“Placet iuxta modum” significa que el votante está de acuerdo con el texto, pero en la medida en
Juan Manuel Morilla Delgado et al. (Bogotá: San Pablo, 2012), 187-199, aquí: 195.
771 Testemunho personal del investigador.
493
que se introduzcan en él algunas modificaciones. Bergoglio era uno más de los padres votantes y
también él presentó por escrito sus sugerencias de modificación para el texto. El investigador
todavía guarda consigo, casi como reliquias – en especial luego de que Bergoglio fuera elegido
Papa – algunos de esos textos, que en verdad la Comisión de redacción no asumió integralmente
Aparecida. Las ideas allí contenidas, sin embargo, serían eternizadas, años más tarde, por el
números 266 a 272, con el subtítulo “María, discípula y misionera.” En su configuración final se
puede dividir sus contenidos en cuatro temas principales: María discípula (266, 270, 271), María
madre (267, 268), María misionera (269, 271) y María portadora de vida (272). “Por lo tanto,
puede verse una perfecta correlación entre el tema de la V Conferencia General del CELAM:
‘Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que en Él nuestros pueblos tengan vida’ y el enfoque
que se le otorga al tema mariano.”772 No es el objetivo de esta investigación describir los contenidos
marianos del texto de Aparecida, sino aquellos que tuvieron directa relación con el Cardenal
En general, los aportes principales del texto mariológico de Aparecida fueron, a juicio del
investigador: primero, la explicitación de dos dimensiones del ser y de la misión de María, que en
el fondo “son como las dos caras de una misma moneda,774 su discipulado y su misionariedad; y
primero, Aparecida indica a María como perfecta discípula, por haber sido la primera discípula de
Jesús, por haberlo acompañado en toda la obra de la salvación y por inspirar a sus discípulos; y
como la gran misionera, en la medida en que coopera activamente en la misión de su Hijo, pues
recibió una misión, la de ser madre de Cristo y de sus discípulos, siendo así “formadora” de
auténticos misioneros del Señor. Y con respecto al segundo aporte, tal como en Puebla, el texto
mariano recibió un lugar propio en el documento final, dentro del capítulo dedicado a la formación
de los discípulos misioneros, dentro de la “espiritualidad trinitaria del encuentro con Cristo”, unida
a los lugares de encuentro con Jesucristo, dejando el mensaje claro de que ella es lugar por
excelencia de encuentro con el Señor y de formación (es decir, de educación)775 para los discípulos
El teólogo que más colaboró en la elaboración de ese texto fue el P. Dr. Francesco Petrillo,
entonces Superior General de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios, que aparece en la lista
texto mariológico de Aparecida es muy bueno – quizás solo superado por el de Puebla – y se nota
la pluma del Padre Petrillo. No obstante, los obispos participantes tenían la posibilidad de hacer
775Obsérvese un texto, que suele pasar desapercebido, que habla del potencial educativo de la piedad popular mariana:
“Para este crecimiento en la fe, también es conveniente aprovechar pedagógicamente el potencial educativo que encierra la
piedad popular mariana. Se trata de un camino educativo que, cultivando el amor personal a la Virgen, verdadera ‘educadora de
la fe’ (DP 290), que nos lleva a asemejarnos cada vez más a Jesucristo, provoque la apropiación progresiva de sus actitudes.” DA
300.
776 Estos argumentos están ampliamente desarrollados en: Awi Mello, Maria discípula missionária do Senhor.
777 De hecho, fue con él que el investigador inició sus estudios mariológicos en el curso de teología, en la Pontificia
Una de tales sugerencias, suscrita por Bergoglio, apuntaba a explicitar mejor el carácter
misionero de la Santísima Virgen, señalado tan claramente en las Sagradas Escrituras, en el pasaje
cuando ésta sea la principal referencia bíblica a la acción misionera de la Virgen, el episodio no
aparecía en el texto que estaba siendo escrito sobre María como discípula y misionera. No aparecía
y no apareció, porque la propuesta no fue acogida por la Comisión de redacción. Aun cuando el
Arzobispo de Buenos Aires era el presidente de esa comisión, los obispos distribuyeron entre sí
las diferentes partes del texto para valorar los centenares de propuestas de modificación del
presurosamente’ para llevar a Jesús, y con Él la gracia, el Espíritu Santo, comunicando la alegría
un importante fundamento bíblico para referirse a María como misionera, porque dicho
convenció o bien el añadido fue considerado innecesario. Pero ese texto surgió del corazón de
Bergoglio. A él le gusta la imagen de María que “parte presurosamente”, que “sale con prisa” para
servir, y la señala como modelo para una Iglesia que se considera misionera, tema central en su
778 Los juxta modi presentados entre la tercera y cuarta redacción del documento fueron nada menos que dos mil
vez, aun como Cardenal, se refirió a ella como la Virgen sorprendida y apurada: “De la Virgen sorprendida y apurada habló el
Card. Bergoglio,” AICA, 6 febrero 2012, acceso 20 marzo 2017, http://www.aica.org/321-de-la-virgen-sorprendida-apurada-
hablo-el-card-bergoglio.html
496
Gaudium, pues es “la que sale de su pueblo para auxiliar a los demás ‘sin demora’ (Lc 1,39)” 781.
como quedó expuesto en la primera parte y en el propio nombre de esa que fue la primera
Otro iuxta modum o sugerencia de Bergoglio que, después de la criba por parte de los otros
obispos de la comisión “no pasó” al documento final, estaba también relacionada con la misión de
María que nos enseña a ser misioneros. La propuesta solicitaba que se incluyese en el texto: “De
María aprendemos la paciencia para esperar y soportar en medio de las oscuridades y dificultades
de la vida de discípulo; con ella experimentamos la ‘peculiar fatiga del corazón’ (Redemptoris
Mater 17) que lleva a leer los signos de los tiempos a la luz de la fe.” Y la fundamentación decía
que con ese agregado se buscaba “rescatar una dimensión maternal de María, con la cual fácilmente
los hombres y mujeres de hoy se identifican.”783 Sin embargo, no quedan rastros de esa propuesta
en el texto final del Documento de Aparecida. El investigador recuerda que, para el Cardenal
ad supra (6.1.5 y 6.2.2.6) – en su encíclica mariana Redemptoris Mater: la “peculiar fatiga del
corazón”, signada por la espera, por el saber soportar, por los momentos de oscuridad por los que
pasa toda madre, y que María, como madre de Jesús y madre nuestra, encarna plenamente. En más
781 EG 288.
782 “Es la mujer orante y trabajadora en Nazaret, y también es nuestra Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo
para auxiliar a los demás ‘sin demora’ (Lc 1,39). Esta dinámica de justicia y ternura, de contemplar y caminar hacia los demás, es
lo que hace de ella un modelo eclesial para la evangelización.” EG 288.
783 Archivo personal del investigador.
497
de una ocasión, el Papa comentó que esa expresión era importante para él y encontraba eco en su
corazón.784
Tanto es así que, cuando se presentó la oportunidad, rescató en su magisterio ese aspecto
“fatiga del corazón” de María y cita el texto de Juan Pablo II, el mismo que quiso introducir, sin
éxito, en Aparecida.786 Para el Papa, María es ejemplo de ese tipo de madre que es capaz de
cansarse al extremo y enfrentar las situaciones más difíciles, llegando a la fatiga total, por amor a
su hijo, sin comprender del todo la voluntad de Dios, pero confiando en Él. Esa actitud mariana
enriquecer las reflexiones mariológicas del Documento de Aparecida se refiere a la relación entre
le pidió a su secretario: “Búscame, por favor, la cita exacta de Isaac de la Estrella. La que habla
sobre la relación entre María, la Iglesia y el alma humana”787, explicó con entusiasmo. Podía citar
el texto casi completo de memoria, pero necesitaba la cita exacta para ponerla como referencia en
el iuxta modum que iba a escribir. Como ya se ha mencionado, es un texto que él aprecia mucho y
vivió María en los años de Nazaret, mientras Jesús crecía: ‘Éste es el comienzo del Evangelio, o sea de la buena y agradable
nueva. No es difícil, pues, notar en este inicio una particular fatiga del corazón, unida a una especie de ‘noche de la fe’- usando
una expresión de san Juan de la Cruz -, como un ‘velo’ a través del cual hay que acercarse al Invisible y vivir en intimidad con el
misterio. Pues de este modo María, durante muchos años, permaneció en intimidad con el misterio de su Hijo, y avanzaba en su
itinerario de fe.’ (RM 17)” EG 287.
787 Testimonio personal del investigador.
498
puede ser que lo haya conocido por el breviario788 o por la lectura de De Lubac.789 Su autor es el
beato cistercience y teólogo medieval Isaac, abad del pequeño monasterio de Stella (o Estrella),
en las afueras de Poitiers, que vivió en el s. XII, aproximadamente entre los años 1100 y 1170. Al
cardenal le pareció bien, además, que se mencionaran los santuarios marianos. Por su parte, su
secretario le presentó un texto de Urs von Balthasar comentado por Joseph Ratzinger, que él acogió
con alegría.790 El Cardenal presentó, entonces, la siguiente sugerencia, en dos densos parágrafos:
El primer parágrafo fue incorporado casi de forma literal en el número 268 del
documento795, cambiando solamente la afirmación: “La Iglesia nació cuando el fiat brotó del alma
788 En efecto el texto se encuentra en el Oficio de Lecturas, el Sábado de la II Semana de Adviento: “Sobre María y la
Iglesia, de los Sermones del beato Isaac, abad del monasterio de Stella,” Sermón 51, PL 194, 1862-1863.1865, citado en CEA,
ed., Liturgia de las Horas según el rito romano, vol. I, 9ª ed. (México: Él, 1990), 119-120.
789 Henri de Lubac, Meditación sobre la Iglesia (Buenos Aires: Ágape, 2015), 335-399. Texto que Bergoglio
con humildad y apertura para trabajar en equipo. Así aconteció muchas veces durante la Conferencia.
791 DP 295.
792 Isaac de Stella, Serm. 51: PL 194, 1863.
793 Ratzinger, Joseph. Die Eklesiologie des Zweiten Vaticanums. IKZt, n. 15, 1986, 41.52, citado en Brendan Leahy, O
convivencia familiar’ (DP 295). María, Madre de la Iglesia, además de modelo y paradigma de humanidad, es artífice de
comunión. Uno de los eventos fundamentales de la Iglesia es cuando el ‘sí’ brotó de María. Ella atrae multitudes a la comunión
con Jesús y su Iglesia, como experimentamos a menudo en los santuarios marianos.” DA 268.
499
de María” por otra, que tiene menos fuerza, pero ahorra mayores explicaciones: “Uno de los
eventos fundamentales de la Iglesia es cuando el ‘sí’ brotó de María.” Sin embargo, el texto de
Isaac de Stella, tan apreciado por Bergoglio, no fue integrado al texto de Aparecida. Se hizo
necesario que él fuese elegido Papa para que, seis años más tarde, pudiese incorporar el mismo
texto a Evangelii Gaudium, aún más completo que en el modo presentado, pues desarrolla no solo
Ya la segunda parte del segundo parágrafo, que incluía la cita del Cardenal Ratzinger, fue
parcialmente asumida en la versión final del Documento de Aparecida. El texto quedó reducido al
siguiente: “Por eso, como la Virgen María, la Iglesia es madre. Esta visión mariana de la Iglesia
es el mejor remedio para una Iglesia meramente funcional o burocrática.”797 Por lo menos así quedó
consignada, aunque en parte y no con toda la fuerza que tenía en el modo, una de las intenciones
En efecto, Urs von Balthasar desarrolló un concepto que ha sido muy fecundo en la
eclesiología: el perfil mariano de la Iglesia.798 Junto a éste se encuentra también el perfil petrino,
maternal, misericordiosa, tierna y amorosa de la Iglesia, propia de María, en oposición a una Iglesia
que acentúa más el aspecto “meramente funcional o burocrático”, como quedó en el texto final.
796 “La íntima conexión entre María, la Iglesia y cada fiel, en cuanto que, de diversas maneras, engendran a Cristo, ha
sido bellamente expresada por el beato Isaac de Stella: ‘En las Escrituras divinamente inspiradas, lo que se entiende en general de
la Iglesia, virgen y madre, se entiende en particular de la Virgen María […] También se puede decir que cada alma fiel es esposa
del Verbo de Dios, madre de Cristo, hija y hermana, virgen y madre fecunda […] Cristo permaneció nueve meses en el seno de
María; permanecerá en el tabernáculo de la fe de la Iglesia hasta la consumación de los siglos; y en el conocimiento y en el amor
del alma fiel por los siglos de los siglos.’” EG 285.
797 DA 268.
798 Brendan Leahy, O princípio mariano na Igreja (São Paulo: Cidade Nova, 2005).
500
Aunque la inclusión de ese texto haya sido una sugerencia del secretario de la comisión, el actual
Papa está muy consciente de este aporte eclesiológico balthasariano y se identifica con la propuesta
de él, pues ha hablado expresamente, en algunas ocasiones, sobre ese tema: “Hay que tener en
cuenta que la Iglesia tiene el artículo femenino ‘la’: es femenina desde sus orígenes. El gran
teólogo Urs von Balthasar trabajó mucho sobre ese tema. El principio mariano guía la Iglesia junto
La única parte del “iuxta modum” que no dejó rastro alguno en el documento final fue la
cita de Isaac de la Stella. Por su importancia en el pensamiento del Cardenal Bergoglio, se hace
necesario mencionar aquí que, como obispo, aún antes de la Conferencia de Aparecida, él ya había
intentado incorporar esa cita en el magisterio de la Iglesia. Como estaba en el Consejo Ordinario
Postsinodal, comisión formada después del Sínodo sobre la Eucaristía (2005) y que preparó el
Sínodo sobre la Palabra de Dios (2010), Bergoglio había “hecho que se incorporase”800 el texto de
Isaac de Stella en las reflexiones previas al Sínodo, como declaró con entusiasmo en la primera
entrevista concedida al investigador. Sin embargo, la cita del monje cisterciense no llegó a las
propuestas finales de los padres sinodales, y menos aún a la Exhortación Apostólica Post-sinodal
799 Ferruccio de Bortoli, “Francisco: pintar al Papa como Superman es ofensivo,” La Nación, 5 marzo 2014, acceso 20
en la misión de la Iglesia,” n. 25, La Santa Sede, 11 mayo 2008, acceso 31 marzo 2017,
http://www.vatican.va/roman_curia/synod/documents/rc_synod_doc_20080511_instrlabor-xii-assembly_sp.html
501
presentación de María como modelo de acogida de la Palabra de Dios. En efecto, ella escuchaba
y meditaba las Escrituras asociándolas a los acontecimientos de la historia. Después de dos intentos
para que él se tornara conocido gracias al magisterio del Papa Francisco. Se confirmaría así, una
803 Indica que a la tercera tentativa se consigue el fin deseado. Ver ad infra 7.1.2.b y 9.1.3.
502
La segunda parte de esta investigación está compuesta de cuatro capítulos que se proponen
7). El Dios que se revela en “acontecimientos y palabras”1 también se revela hoy a la Iglesia en la
vida de Francisco. El presente capítulo 7 es el último paso en este recorrido de búsqueda de las
huellas marianas y populares que Dios ha dejado en la vida y las palabras de Bergoglio. Cabrá a
mensaje que Dios quiere dejar a la Iglesia de hoy por medio del actual pontífice. Después de haber
recogido afirmaciones relativas a la piedad popular mariana presentes en los textos de Jorge
Bergoglio en su vida pastoral como jesuita y como obispo en Buenos Aires (capítulo 6), se trata
ahora de recoger y ordenar algunos de sus escritos y discursos en los cuatro primeros años de su
ministerio petrino (capítulo 7). La recolección de textos hecha en el capítulo 6 fue exhaustiva, es
decir, se buscó recoger y comentar en el capítulo 6 prácticamente todo lo que se encontró. Sin
embargo, la recolección en este capítulo debe ser claramente selectiva. Esto se debe a la
Como se puede fácilmente suponer, la mayor cantidad de material relativo a los escritos y
discursos de Bergoglio corresponde a su tiempo como Papa, sobre todo gracias al sitio web de la
Santa Sede2, donde queda registrado prácticamente todo lo que él dice de forma oficial e, incluso,
varias de sus entrevistas. Esto sin mencionar la enorme cantidad de biografías, comentarios,
1 DV 2.
2 “Francesco,” La Santa Sede, acceso 18 julio 2017, http://w2.vatican.va/content/francesco/es.html
503
advierte que la gran mayoría de los textos de ese periodo serán referidos directamente con la
página web, porque, en primer lugar, las ediciones impresas son muy distintas y variadas, tornando
más difícil el acceso del lector a ellas, y en segundo lugar porque en el sitio web es fácil acceder
tanto a la versión original como a la traducción oficial ofrecida por la misma Santa Sede. Otra
fuente que facilita el trabajo en esta etapa es una excelente compilación de los textos marianos del
Papa Francisco ofrecida por el International Marian Research Institute (IMRI) en su sitio web y
actualizada mensualmente.3
lo que pudiera, lo más posible. La gran cantidad de textos de esta última etapa exige el esfuerzo
contrario: ir a lo que es esencial. El recorrido por las etapas anteriores ya ayuda a percibir qué es
esencial, auténtico y más propio del pensamiento de Bergoglio, evitando los desvíos de recorrido
en esta última etapa, ya que los grandes acentos de su pensamiento prácticamente no cambiaron al
asumir la sede de Roma. En ese sentido, se toman aquí dos opciones metodológicas: la primera es
partir de su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, por ser – cómo él mismo declara – un
escrito que tiene sentido programático para su pontificado4, catalizador de las principales
sin preocuparse de tomar tanto en cuenta los pequeños comentarios marianos y populares hechos
3 International Marian Research Institute, ed., “Marian Toughts of Pope Francis,” University of Dayton, acceso 18
Estas opciones fueron tomadas también a la luz de las sugerencias de uno de los teólogos
que mejor conoce el pensamiento del Papa, Mons. Víctor Fernández. En la entrevista que concedió
al investigador, éste le preguntó si creía que el Cardenal Bergoglio tiene una teología mariana muy
desarrollada a punto de ser tema para una tesis doctoral. En su respuesta dejó claro que Francisco
sí tiene una teología desarrollada en algunos temas, pero “en el tema mariano, no.”5 Sugirió que
se partiera de la parte final de Evangelii Gaudium, donde el Papa hizo una especie de “síntesis” de
sus principales “intuiciones” marianas. Son temas que han sido importantes para él, que siempre
los ha repetido y, en la primera oportunidad que tuvo de dejarlas registradas, lo hizo. Y aclaró:
“Porque hay cosas que se dicen no por compromiso, sino porque el conjunto de la reflexión exige
que uno diga determinadas cosas. Y otras cosas que se dicen porque hay una convicción profunda,
una experiencia personal. Y por lo tanto tienen más peso para comprender a la persona.”6 Es decir,
lo que Francisco dijo en Evangelii Gaudium, lo hizo con convicción profunda y porque está
personal como pastor y de su sueño para la Iglesia Universal. Y esto vale también para el tema
mariano.
título del documento la expresión “postsinodal”, como los Papas hicieron en los sínodos anteriores:
deliberadamente no incluye la expresión ‘postsinodal’, porque es y quiere ser mucho más: un texto
realmente ‘programático’. Entonces, a partir de Evangelii Gaudium, fue fácil para nosotros
5 Entrevista a Víctor Fernández, UCA, 22 diciembre 2015, énfasis remarca el acento puesto por el entrevistado en la
entrevista.
6 Entrevista a Víctor Fernández, énfasis remarca el acento puesto por el entrevistado en la entrevista.
505
ensanchar el horizonte de un Papa tan sorprendente.”7 Como ya se mencionó antes, Fernández dio
en su entrevista otra pista fundamental para la presente tesis, que el investigador ya intuía, pero
que, confirmadas por quien conoce tan de cerca el pensamiento del Papa, recibe otro peso:
Vos verás en los textos de él aquellas cosas que te parecen valiosas. Pero, en el caso de los
temas marianos, lo fundamental para entenderlo a él es que su valoración de la Virgen está
mediada por la valoración popular. O sea, la Virgen en él no aparece cómo un punto fuerte
en cuanto objeto directo de la reflexión personal de él. Aparece mediada por la piedad
popular. En ese sentido uno ve la ternura de San Francisco de Asís por la creación y esto a
uno le despierta ternura hacia la creación, porque ves esa ternura plasmada en él. Lo mismo
le pasa al Papa con el tema mariano. Lo ve como algo tan intenso, tan hondo en la piedad
popular y eso de algún modo lo convierte a él hacia la devoción mariana. Creo que este
punto es clave para poder interpretarlo a él.8
devoción mariana, arraigada en su familia y en la tradición jesuita. Sin embargo, a partir del
contacto con el pueblo, como pastor, incluso antes de ser obispo, en las parroquias populares de
San Miguel, Bergoglio fue aprendiendo a valorar aún más esa espiritualidad popular mariana y la
presencia de la Virgen María en la vida de los fieles, y pasó a reflexionar sobre ello. Como ya se
dijo, su camino a María pasa por el pueblo. Su mariología pasa por la pastoral mariana. Pero pasa
también por una eclesiología que tiene al pueblo fiel de Dios como concepto fundamental. Esas
son propiamente las originalidades del pensamiento mariano de Jorge Mario Bergoglio, que se
volverá a tratar ad infra (capítulos 8 a 10). Y Fernández sugiere al investigador: “Después están
todas las cosas que Vos vas a encontrar en sus homilías, discursos, y de eso podés hacer una
síntesis. Pero si no partís primero de esa clave de interpretación, lo otro no va a tener demasiada
originalidad.”9
7Víctor Manuel Fernández, El programa del Papa Francisco: ¿adónde nos quiere llevar? Una conversación con Paolo
Rodari (Buenos Aires: San Pablo, 2015), 9.
8 Entrevista a Víctor Fernández, énfasis remarca el acento puesto por el entrevistado en la entrevista.
9 Entrevista a Víctor Fernández, énfasis remarca el acento puesto por el entrevistado en la entrevista.
506
recorrer primero lo que Evangelii Gaudium dice sobre la piedad popular y sobre María (7.1);
después, lo que dice el Papa en otros textos tanto sobre la piedad popular (7.2) como sobre la
Desde el principio se debe tener claro el tema central del documento, que no es sobre la
evangelización en general, como fue el Sínodo de los obispos en 2012, sino que es una exhortación
sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual, el anuncio del amor salvífico de Dios. “La
evangelización es algo más amplio y exigiría tratar muchos otros temas relacionados con la
actividad de la Iglesia…El acento aquí está en el anuncio más básico y elemental que nunca debe
faltar en las palabras, los gestos y los testimonios de los miembros de la Iglesia.” 10 Fernández
considera que esta perspectiva es clave para entender la exhortación y para entender a Francisco:
“Para Bergoglio, antes que los principios y su defensa, está el kerygma, el anuncio de la buena
noticia que es el Evangelio. Me parece que esta es la característica del nuevo Papa: los principios
existen y no los niega, pero, en primer lugar, hay que anunciar que el Evangelio es amor, es
exhortación,12 como por ejemplo el largo texto sobre la homilía.13 Son temas que tienen una
10 Víctor Manuel Fernández, El programa del Papa Francisco: ¿adónde nos quiere llevar? Una conversación con
evangelizador.”14 Bergoglio quiere una pastoral misionera y ésta acentúa el anuncio de una
alegría, centrado en lo esencial, lo más necesario, que es lo que fascina, atrae y hace arder el
corazón, más que en una serie de doctrinas, que serían acto segundo y ya no se logra imponer
simplemente con la fuerza de la norma. En ese contexto de una pastoral misionera, se enmarca el
gran valor dado a la piedad popular y al estilo mariano de la evangelización en el pensamiento del
Papa y se entiende porque dedicó algunos párrafos de la exhortación para tratar de estos asuntos.
Esa reflexión sobre la “fuerza evangelizadora de la piedad popular” (EG 122-126) aparece
en el capítulo tercero, que trata el tema central de la exhortación, el “anuncio del Evangelio” (EG
111-175). Viene desarrollado dentro del primer subcapítulo, que trae como título: “Todo el pueblo
de Dios anuncia el Evangelio” (EG 111-134). En ese capítulo se habla aún de la homilía y su
acompañamiento personal y el contacto con la Palabra de Dios (EG 169-175). Importa analizar
aquí el subcapítulo que enmarca el tema de la piedad popular (EG 111-134), en el cual se percibe
bien tanto la influencia de la teología latinoamericana y argentina, como “la mano de Bergoglio”,
pues son temas que ya han sido elaborados por él en etapas anteriores de su vida. Obsérvese, por
relacionado con los pueblos de la tierra y la relación del Evangelio con las culturas de los pueblos.
A partir de la noción de cultura el Papa presenta una fundamentación teológica del derecho de cada
14 EG 18.
508
muy desarrollado en la teología argentina y que por primera vez aparece tan explícitamente en un
Francisco recuerda que anunciar la Buena Nueva es misión de toda la Iglesia, sin embargo,
el protagonista de esa tarea, “más que una institución orgánica y jerárquica”16, es la totalidad del
Pueblo de Dios. La Iglesia es “un misterio que hunde sus raíces en la Trinidad, pero tiene su
la gracia”18, de un Dios que “primerea”. Esta iniciativa salvífica es para todos en todos los
tiempos, pero Dios “ha elegido convocarlos como pueblo y no como seres aislados”, tampoco
como grupo exclusivo o de élite.19 “Ser Iglesia es ser Pueblo de Dios, de acuerdo con el gran
proyecto de amor del Padre”, ser “fermento de Dios” en medio de los pueblos, lugar de la
misericordia gratuita para todos.20 En seguida Francisco aclara que el pueblo de Dios tiene muchos
rostros, pues “el Pueblo de Dios se encarna en los pueblos de la tierra,” 21 siendo que cada uno de
ellos tiene su cultura, que “abarca la totalidad de la vida de un pueblo” y se desarrolla con “legítima
autonomía.”22 El Papa define la cultura como el “estilo de vida de una sociedad”, el “modo propio
15 Enrique Ciro Bianchi, El sueño de Francisco: la Evangelii Gaudium (Buenos Aires: Paulinas, 2014), 88.
16 EG 111.
17 EG 111.
18 EG 112.
19 EG 113.
20 EG 114.
21 EG 115. Tema muy querido por los “teólogos del pueblo” como, por ejemplo: Carlo María Galli, “El pueblo de Dios
en los pueblos del mundo: catolicidad, encarnación e intercambio en la eclesiología actual” (tesis doctoral, Pontificia Universidad
Católica Argentina, 1993).
22 EG 115.
509
que tienen sus miembros de relacionarse entre sí, con las demás criaturas y con Dios.” 23 El Papa
dice que “el ser humano está siempre culturalmente situado”, pues GS enseña que “naturaleza y
cultura se hallan unidas estrechísimamente.”24 De ahí que el Papa afirme – junto con los maestros
de la teología argentina – que “la gracia supone la cultura, y el don de Dios se encarna en la cultura
de quien lo recibe.”25 Dios se usa de la cultura como vehículo de la respuesta del hombre a su
llamada, el Espíritu de Dios “construye la comunión y la armonía del Pueblo de Dios”26, a partir
de la diversidad cultural, pues “no haría justicia a la lógica de la encarnación” – tema muy querido
así el derecho de cada pueblo de expresar la fe cristiana según su propia cultura, enriqueciendo a
la Iglesia con esa pluralidad cultural, ya que “es indiscutible que una sola cultura no agota el
El tema de la cultura prepara la presentación de la piedad popular, ya que ésta es una forma
cultural de vivir la fe entre el pueblo pobre y sencillo, es decir, en la cultura popular. Pero antes de
23 EG 115. Cabe observar que, al definir la cultura, el Papa se usa de DP 386-387, que relaciona la cultura con “el
pueblo” y no en primer lugar como un estilo individual, que es el acento propio de GS 53. “Puede decirse que el Papa utiliza la
noción de cultura del Concilio en la huella de la recepción latinoamericana que se dio en Puebla. Esto ha sido una característica
distintiva de una corriente de la teología argentina.” Bianchi, El sueño de Francisco, 90, nota 16. Ver la explicación de Scanonne
ad supra (3.2.3). Juan Carlos Scanonne. “Aportaciones de la teología argentina del pueblo a la teología latinoamericana (I),” Vida
Nueva – Cono Sur 21 (3 a 16 noviembre 2013), 21-28, aquí: 24-25.
24 GS 53; EG 115.
25 EG 115, énfasis mío. “Ya que cada persona no vive la fe sino bajo el influjo de una cultura determinada, podemos
decir que el acto de fe tiene – además del don divino – un componente cultural. Apoyados en Gaudium et Spes que dice que
‘naturaleza y cultura se hallan unidas estrechísimamente’, se puede reformular el axioma la gracia supone la naturaleza como la
gracia supone la cultura.” Bianchi, Pobres en este mundo, 144. Bianchi está explicando el pensamiento de Rafael Tello a partir
de Santo Tomás.
26 EG 117.
27 EG 117, énfasis mío.
28 EG 116.
29 EG 118.
510
hablar explícitamente de la piedad popular, Francisco da otro paso preparatorio, también muy
valorado por él: la importancia del sensus fidelium.30 La “fuerza santificadora del Espíritu Santo”
actúa en cada bautizado, unge al Pueblo de Dios como un pueblo santo, que “por esa unción” es
“infalible ‘in credendo’. Esto significa” – sigue el Papa, usándose de la teología presentada en LG
12 – “que cuando cree no se equivoca, aunque no encuentre palabras para explicar su fe. El Espíritu
valoración positiva de la piedad popular. “Como parte de su misterio de amor hacia la humanidad,
Dios dota a la totalidad de los fieles de un instinto de la fe – el sensus fidei – que los ayuda a
discernir lo que viene realmente de Dios.”32 Todo esto es obra del Espíritu, que “otorga a los
cristianos una cierta connaturalidad con las realidades divinas y una sabiduría que los permite
expresión del documento de Aparecida, pero sin mencionar su origen: “ya no decimos que somos
30 EG 119.
31 EG 119.
32 EG 119. Obsérvese que la Comisión Teológica Internacional escribió un documento sobre el sensus fidei. Aunque la
comisión trabajó entre 2011 y 2014, parece por lo menos providencial que éste haya sido el primer documento de dicha comisión
en el pontificado de Francisco, que ya incorpora los comentarios del nuevo Papa sobre el tema: Comisión Teológica
Internacional, El sensus fidei en la vida de la Iglesia (Madrid: BAC, 2014). El texto se encuentra en inglês en el sitio del
Vaticano: International Theological Comission, “Sensus fidei in the life of the Church,” La Santa Sede, acceso 27 marzo 2017,
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/cti_documents/rc_cti_20140610_sensus-fidei_en.html#_ftn147. El texto
aclara: “In the present document, we use the term, sensus fidei fidelis, to refer to the personal aptitude of the believer to make an
accurate discernment in matters of faith, and sensus fidei fidelium to refer to the Church’s own instinct of faith. According to the
context, sensus fidei refers to either the former or the latter, and in the latter case the term, sensus fidelium, is also used.” (n. 3)
Ver también: Geraldo Luiz Borges Hackmann, “O documento da Comissão Teológica Internacional sobre o sensus fidei,”
Teocomunicação 45, n. 2 (mayo-agosto 2015): 117-135.
33 EG 119.
511
‘discípulos’ y ‘misioneros’, sino que somos siempre ‘discípulos misioneros’.”34 Por eso, cada
miembro del Pueblo de Dios es un agente evangelizador “cualquiera sea su función en la Iglesia y
el grado de ilustración de su fe” y no necesita de larga preparación para salir a evangelizar.35 Una
adecuada formación del misionero es necesaria, pero no puede ser motivo para postergar la misión,
como tampoco sus imperfecciones lo deben frenar en su testimonio del amor de Dios.36
Dados esos pasos previos – la cultura, el sensus fidelium y la misión universal de todo
afirma que los pueblos evangelizados son sujetos de evangelización, desde su cultura cristiana,
expresión histórica de la inculturación del Evangelio. Cita entonces a Puebla y Aparecida para
afirmar que “el pueblo se evangeliza continuamente a sí mismo” 37, relacionando en ese punto la
Pueblo de Dios. Se trata de una realidad en permanente desarrollo, donde el Espíritu Santo es el
Evangelio. La piedad popular es, entonces, fe cristiana encarnada en la vida de un pueblo, o usando
impulso de Benedicto XVI en Aparecida, Francisco rescata que la piedad popular, antes mirada
con desconfianza, pasó a ser revalorizada en la Iglesia, dando a entender que el auge de este
34 EG 120.
35 EG 120.
36 EG 121.
37 DP 450; DA 264.
38 EG 122.
39 EG 123.
512
proceso se dio en el documento de los obispos latinoamericanos en Aparecida: “En ese amado
continente, donde gran cantidad de cristianos expresan su fe a través de la piedad popular, los
Obispos la llaman también ‘espiritualidad popular’ o ‘mística popular.’”40 Justifica estos nombres
experiencia espiritual, la que hizo junto con su pueblo: “Se trata de una verdadera ‘espiritualidad
encarnada en la cultura de los sencillos’41, una forma legítima de vivir la fe, de sentirse parte de la
Iglesia y de ser misioneros, lo que se observa, por ejemplo, en la visita a los santuarios: el
La palabra “mística” aparece siete veces en Evangelii Gaudium43, dos de ellas directamente
disyuntiva: habitualmente indica dos opciones que se excluyen…, pero, otras veces ‘o’ indica que
los términos unidos son equivalentes y sirven para designar una misma realidad,”45 explica
Bernardo Olivera. El autor defiende que Francisco la usa en sentido alternativo, es decir, no se
trata de términos equivalentes, sino que mística “es algo diferente y ‘superior’ a espiritualidad”,
como es el uso que se hace de esta palabra en Aparecida46, que la usa en el “sentido más cabal y
fuerte.” Como, según el autor, Francisco piensa en esta línea, agrega a continuación el tema de la
“connaturalidad afectiva” del amor y la “vida teologal” presente en esa mística popular.
Catorce veces en estos pocos párrafos Bergoglio describe la piedad popular como obra del
Espíritu Santo47, que incultura el Evangelio48 y que sigue distribuyendo sus riquezas,49 una fuerza
no es imperfecto por falta de ilustración, dice que ésta: “no está vacía de contenido, sino que los
descubre y expresa más por la vía simbólica que por el uso de la razón instrumental, y en el acto
de fe se acentúa más el credere in Deum que el credere Deum”, rescatando la triple distinción
Francisco deja claro que no es suficiente mirar la piedad popular solo desde el punto de
vista científico o fenomenológico. Estos pueden describir fenómenos externos, pero ella es una
realidad teológica, en cuya real profundidad sólo se penetra con una mirada de fe reforzada por el
amor. Esa es “la mirada del buen pastor”, que no está para juzgar sino amar, para apreciar así “la
vida teologal presente en la piedad de los pueblos cristianos, especialmente en sus pobres.”52
Sigue de ahí un ejemplo mariano de esa vida teologal, ya que esa piedad es fuertemente
mariana: la madre al pie del lecho de su hijo enfermo con un rosario en la mano y una vela
encendida a María. Lo mariano no está solo en el rosario y la vela a la Virgen, sino en la actitud
“Quien ama al santo Pueblo fiel de Dios no puede ver estas acciones sólo como una
búsqueda natural de la divinidad. Son la manifestación de una vida teologal animada por la acción
del Espíritu Santo,”53 insiste el Papa. Considera que no se puede despreciar, coartar ni pretender
controlar la fuerza de la piedad popular, que tiene “mucho que enseñarnos”, sino “alentarla y
fortalecerla para profundizar el proceso de inculturación que es una realidad nunca acabada.”54
Alienta, finalmente, a leer bien las expresiones de la piedad popular como un verdadero “lugar
evangelización.”55
La piedad popular aparece aún en otra parte de EG: cuando ésta habla de los desafíos de la
inculturación de la fe56, dice que ante algunas debilidades de las “culturas populares de pueblos
católicos”, que todavía deben ser sanadas por el Evangelio, la piedad popular es precisamente “el
mejor punto de partida para sanarlas y liberarlas.”57 El Papa reconoce que existe “cierto
despreocupados de la “promoción social y la formación de los fieles” o que buscan apenas poder
o beneficios económicos.58 Pero estos no pueden ser considerados como “una auténtica piedad
53 EG 125.
54 EG 126.
55 EG 126.
56 EG 68-70.
57 EG 69.
58 EG 70.
515
popular.”59 Reconoce también que “en las últimas décadas” ya no es evidente esa “transmisión
generacional de la fe cristiana en el pueblo católico”60, que se daba típicamente por las expresiones
de piedad popular. Pero insiste también en el valor relacional de la piedad popular, marcada por
porque han brotado de la encarnación de la fe cristiana en una cultura popular. Por eso mismo
incluyen una relación personal, no con energías armonizadoras sino con Dios, Jesucristo, María,
un santo. Tienen carne, tienen rostros. Son aptas para alimentar potencialidades relacionales y no
puede constatar que es una perspectiva bastante positiva. Prácticamente no acentúa la necesidad
de purificarlas, como en todos los documentos anteriores del magisterio.62 Dice dos veces que es
expresión de la vida teologal y menciona seis veces la presencia del Espíritu Santo en ella.
Tampoco la reduce a los actos piadosos que se practican masivamente y no son estrictamente
por piedad popular “la vida cristiana que surge de la encarnación del cristianismo en un pueblo
59 EG 70.
60 EG 70.
61 EG 90.
62 “Los documentos del Magisterio Latinoamericano, en sus Conferencias generales, usaron la palabra ‘purificar’ casi
exclusivamente en relación con la religiosidad y piedad popular. Más recientemente en la V Conferencia, que tuvo lugar en el
santuario mariano de Aparecida, mientras creció el aprecio y se experimentó ‘al vivo y en directo’ la fe de los peregrinos,
decreció hasta casi desaparecer la necesidad de llamar la atención sobre la necesaria purificación. Este enfoque positivo, además
de tener un valor pedagógico, se ajusta más a la realidad presente, fruto de la perseverancia y fidelidad del pueblo y de tantos
años de reflexión y praxis pastoral. Esto no significa que no haya que ahondar y crecer.” Olivera, Espiritualidad y mística
popular católica, 94.
63 Esta es la comprensión de Directorio de Pastoral Popular y Liturgia, que la describe como las “manifestaciones
cultuales, de carácter privado o comunitario, que en el ámbito de la fe cristiana se expresan principalmente, no con los modos de
la sagrada Liturgia, sino con las formas peculiares derivadas del genio de un pueblo o de una etnia y de su cultura.” DPPL 3.
516
teología argentina, pues es una originalidad del padre Rafael Tello explicar la fe vivida en el
cristianismo popular a partir de los tres aspectos que Santo Tomás distingue en el acto de fe.”65 En
que en teología se describe, respectivamente, con las expresiones “fides quae” (las verdades que
se creen) y “fides qua” (la adhesión a quien se cree) – para decir que “hay cosas que solo se
comprenden y valoran desde la adhesión que es hermana del amor, más allá de la claridad con que
puedan percibirse las razones y los argumentos.”66 Empiezan a aparecer estudios que llaman la
de ese Papa”, explica Fernández. Para él el acento de una Iglesia misionera no debería estar en una
instrucción doctrinal, sino en ayudar a descubrir el espíritu profundo de la doctrina, que a veces
está más vivo en la cultura popular que en la ilustrada. Por eso, respecto a la piedad popular, “él
no considera que el pueblo creyente, en general asuma una actitud mágica o mecánica. Aun cuando
los pobres van a tocar una imagen de María, lo hacen con una confianza profunda en el corazón,
58 (2014), 81-102. Respecto a la piedad popular, el autor dice: “Presentando los rasgos de ésta destaca dos aspectos: a) el primero
es que capta y expresa los contenidos espirituales por vía simbólica más que por el empleo de la razón instrumental; b) el
segundo es que, en el acto de fe, acentúa el credere in Deum más que el credere Deum. Justamente el lenguaje empleado para
representar este segundo rasgo de la religiosidad popular nos traslada a la teología de la fe de Santo Tomás. Lo que quiere
subrayar que Francisco, con esta terminología tomista, que en su origen la tradición atribuye a S. Agustín, es que en el acto de fe
de la espiritualidad popular predomina la dimensión atrayente del Bien perfecto, que es Dios en cuanto objeto final de la fe
(credere in Deum), sobre la consideración de Dios como objeto material (verdad) de aquélla (credere Deum). Expresado con
otras palabras, la piedad popular, más que mostrar adhesión a la verdad de la fe cristiana, adhiere al movimiento veraz y sincero
que conduce hacia el Dios cristiano, dinámica en la que ese mismo Dios ya está presente.” Cubells, “Santo Tomás de Aquino en
la Evangelii Gaudium,” 92.
517
mientras, a veces, los que poseen una instrucción mayor manifiestan poco fervor,”68 pues confían
los pobres en el Pueblo de Dios.”69 Para entender a Francisco se debe tener presente su experiencia
en América Latina, dónde los pobres son creyentes, y la gran mayoría católicos. “Entonces, partir
de los pobres es también partir de la fe que ellos tienen, de su religiosidad, de su cultura impregnada
por la fe,”70 explica Fernández. Esta opción implica reconocer a los pobres “como sujetos
creativos, respetar sus estilos, sus lenguajes, su modo de mirar la vida, su cultura, sus prioridades,
desarrollar una teología y una espiritualidad de la opción por los pobres”72 y dice que “es necesario
que nos dejemos evangelizar por ellos”, recogiendo “la misteriosa sabiduría que Dios quiere
comunicarnos a través de ellos”73, afirmando aun que “esto implica valorar al pobre en su bondad
propia, con su forma de ser, con su cultura, con su modo de vivir la fe.” 74 Al final del documento
el Papa dedica varios párrafos a proponer una espiritualidad que es también gusto de ser pueblo75:
“hace falta desarrollar el gusto espiritual de estar cerca de la vida de la gente, hasta el punto de
descubrir que eso es fuente de un gozo superior. La misión es una pasión por Jesús, pero, al mismo
tiempo, una pasión por su pueblo.”76 Eso implica en una pasión por los pobres y sencillos, y una
Dentro del quinto y último capítulo de Evangelii Gaudium, dedicado al “espíritu” que debe
mover los evangelizadores, se encuentra el subcapítulo dedicado a la Virgen María como Madre
de la Evangelización (EG 284-289). “Cuando se dice que algo tiene ‘espíritu’,” explica el Papa,
“esto suele indicar unos móviles interiores que impulsan, motivan, alientan y dan sentido a la
acción personal y comunitaria.”77 Ese impulso es obra del Espíritu Santo, a cuya acción los
evangelizadores se deben abrir sin temor.78 De ahí se entiende la presencia de María justamente
evangelización79: “Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María. Ella reunía a
los discípulos para invocarlo (Hch 1,14), y así hizo posible la explosión misionera que se produjo
Además de esa óptica de la evangelización, hay que considerar esa parte final de la
exhortación como una especie de “síntesis” de ideas relevantes del pensamiento mariano de
76 EG 268.
77 EG 261.
78 EG 259.
79 EG 260.
80 EG 284.
519
esta sección son significativos: María es el regalo de Jesús a su pueblo (EG 285-286) y es la Estrella
de la nueva evangelización (EG 287-288). El regalo se llama “Madre”, es decir, Jesús le da una
Madre al Pueblo de Dios. Y, además, en la acción evangelizadora de ese pueblo fiel existe un
estilo mariano, del cual el pueblo fiel se debe apropiar. De ahí que el título de esa última parte una
los dos temas: María-Madre y María-Evangelizadora. Además de estas dos, hay otras ideas
marianas presentadas en el texto, que se van a destacar aquí. Todas ellas ya estaban anteriormente
presentes en el ministerio de Bergoglio. Aquí Francisco las une en lo que se podría llamar su
El Papa Francisco destaca muy específicamente un elemento exegético del relato bíblico
de “la consoladora presencia” de María y Juan junto a la cruz, en Jn 19,25-27: la entrega que Jesús
hace de su madre. Sus palabras “no expresan primeramente una preocupación piadosa hacia su
madre, sino que son más bien una fórmula de revelación que manifiesta el misterio de una especial
misión salvífica. Jesús nos dejaba a su madre como madre nuestra.”81 Es decir, la misión salvífica
de María llega a su plena revelación: ella es madre de los discípulos amados de Jesús. Y Bergoglio
lo comprueba con el versículo siguiente (v. 28), pocas veces mencionado en asociación a los
anteriores: recién después de haber entregado su Madre “Jesús pudo sentir que todo está
¿Por qué? Porque Él “no quiere que caminemos sin una madre.”82 Todo el tiempo el Papa se refiere
a María y “nosotros”, el pueblo, la Iglesia. Su énfasis, conforme a su teología, está más en la madre
del pueblo, de la Iglesia, nuestra madre, que en un “mi madre” individualista y poco eclesial. Sigue
81 EG 285.
82 EG 285.
520
otra afirmación importante, referida a la relación del pueblo con María: “el pueblo lee en esa
imagen materna todos los misterios del Evangelio.”83 Se podría preguntar, ¿qué pueblo? Para
Bergoglio es claro: el pueblo de Dios, la Iglesia, que – a partir de su sensus fidelium – ve en María
la síntesis del Evangelio, pues ella “reúne en sí y refleja en cierto modo las supremas verdades de
El Papa une entonces la maternidad de María con su feminidad: “Al Señor no le agrada que
inmediatamente lo asocia con la teología de Isaac de Stella, ya mencionada algunas veces.86 Dice
él: “La íntima conexión entre María, la Iglesia y cada fiel, en cuanto que, de diversas maneras,
engendran a Cristo, ha sido bellamente expresada por el beato Isaac de Stella” y cita el texto con
aún más detalles de los que intentó poner en Aparecida y en el Sínodo de la Eucaristía:87
83 EG 285.
84 LG 65.
85 EG 285.
86 Ver ad supra 6.2.2.4; 6.2.2.5; 6.2.3.4.
87 Ver la historia: ad supra 6.2.3.4. El texto de Isaac de Stella tendrá un tratamiento específico: ad infra 9.1.3.
88 Isaac de Stella, Sermo 51: PL 194, 1863.1865, citado en EG 285.
521
En el párrafo siguiente (EG 286) el Papa describe algunas características de María que
servicialidad (“amiga atenta” en Caná), su sufrimiento (“la del corazón abierto por la espada”) y
compasión, su compañía por la vida, su “cariño materno”, que abre a la fe, su ser “misionera”.
Además, como “madre de todos, es signo de esperanza para los pueblos que sufren” por la
injusticia. “Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama
en los santuarios, refiriéndose siempre a la relación de María con el pueblo: “A través de las
distintas advocaciones marianas, ligadas generalmente a los santuarios, comparte las historias de
cada pueblo que ha recibido el Evangelio, y entra a formar parte de su identidad histórica.” Aquí
resuenan muchos textos del magisterio latinoamericano ya mencionados ad supra, en los que se
en la maternidad espiritual de María: “Muchos padres cristianos piden el Bautismo para sus hijos
en un santuario mariano, con lo cual manifiestan la fe en la acción maternal de María que engendra
nuevos hijos para Dios.”90 Otra experiencia de Bergoglio que aparece reflejada en el texto es la de
“mirar a la Virgen y dejarse mirar por ella”, como por ejemplo, en sus muchas horas pasadas en el
89 EG 286.
90 EG 286.
522
camarín de María Auxiliadora o ante la mirada llena de ternura de la Virgen de Luján, que “mueve
la conciencia” de los peregrinos. “Es allí, en los santuarios, donde puede percibirse cómo María
reúne a su alrededor a los hijos que peregrinan con mucho esfuerzo para mirarla y dejarse mirar
por ella. Allí encuentran la fuerza de Dios para sobrellevar los sufrimientos y cansancios de la
vida.”91 Y concluye el párrafo con las palabras de María a san Juan Diego, que da al peregrino “la
e) La mujer de fe
En el párrafo siguiente (EG 287) Bergoglio presenta la fe de María como modelo para la
Iglesia, pues siempre le impresionó el hecho de que ella no sabía todo desde el principio. Ella es
la “mujer de fe”, la peregrina en la fe, como la llamaba Juan Pablo II. Francisco indica como “punto
de referencia constante para la Iglesia” esa excepcional peregrinación de fe de María, “que vive y
camina en la fe”93, dejándose conducir siempre por el Espíritu, “en un itinerario de fe, hacia un
Bergoglio pide a “la Madre del Evangelio viviente” que interceda para que esta “nueva
etapa evangelizadora sea acogida por toda la comunidad eclesial”, para que “los nuevos discípulos
pocas palabras, aunque Bergoglio no lo mencione explícitamente, todo lo que se dijo en Aparecida
91 EG 286.
92 EG 286.
93 EG 287.
94 EG 287.
95 EG 287.
523
sobre María como la “discípula más perfecta” y la “gran misionera” de Jesús,96 pues María nos
enseña “con su vida qué significa ser discípulo misionero”97, dijo Francisco una vez a los jóvenes.
Ante el anuncio del ángel ella se hizo discípula, pues “aun sin comprender del todo el significado
de aquella llamada, se fió de Dios”98 y se hizo misionera, pues “no se quedó con aquel regalo; se
sintió responsable, y marchó, salió de su casa y se fue rápidamente a ayudar a su pariente Isabel.”99
De ahí que Francisco insista que “la Virgen María es nuestro modelo. En su vida ha dado el
‘ejemplo de aquel amor de madre que debe animar a todos los que colaboran en la misión
apostólica de la Iglesia para engendrar a los hombres a una vida nueva’.” 100 Por eso es Madre de
la nueva evangelización.
El Papa presenta todavía otra idea muy querida por él, como ya se dijo anteriormente: “En
esta peregrinación evangelizadora no faltan las etapas de aridez, ocultamiento, y hasta cierta fatiga,
como la que vivió María en los años de Nazaret, mientras Jesús crecía.”101 Cita entonces el texto
de Juan Pablo II, que ya lo había impresionado muchos años antes: el itinerario de la fe de María,
que tuvo que luchar en el claro-oscuro propio de la fe para acercarse a Dios y Su voluntad, desde
los tiempos de Nazaret: “No es difícil, pues, notar en este inicio una particular fatiga del corazón,
96 DA 266; 269.
97 Francisco, “Ángelus en Copacabana – XXVIII Jornada Mundial de la Juventud,” La Santa Sede, 28 julio 2013,
unida a una especie de ‘noche de la fe’ —usando una expresión de san Juan de la Cruz—, como
un ‘velo’ a través del cual hay que acercarse al Invisible y vivir en intimidad con el misterio.”102
Y afirma aún que “María, durante muchos años, permaneció en intimidad con el misterio de su
Otra idea fundamental y que tal vez sea, comparando con sus escritos anteriores, la más
curioso es que describe ese estilo como: humildad, ternura y fuerza. Y repite una de sus ideas
marianas preferidas: la revolución de la ternura mariana. “Porque cada vez que miramos a María
volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y
la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes.”105 Destaca aún la fuerte voz profética
Conviene observar que, en la misma EG, Francisco ya había dicho que “el Hijo de Dios, en su
que tiene que ver con la maternidad, que sabe combinar ternura y firmeza, afecto y justicia.
Bergoglio destaca, por fin, otras características que él aprecia mucho en María: su
del Espíritu en los acontecimientos de la vida, pero a la vez su capacidad de trabajo, de estar a
disposición, como “nuestra Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo para auxiliar a los
demás ‘sin demora’ (Lc 1,39)”, rescatando así el texto bíblico que no había logrado incluir en
Aparecida.109 Que estas ideas aparezcan en este párrafo indica que ser orante y trabajadora es otra
expresión se ese estilo mariano de ser tierna y fuerte a la vez: “Esta dinámica de justicia y ternura,
de contemplar y caminar hacia los demás, es lo que hace de ella un modelo eclesial para la
evangelización.”110
Resumiendo, se puede decir que el estilo mariano de evangelizar implica en ser humilde,
tierno y fuerte a la vez, orante y trabajador, contemplativo y caminante, justo y misionero. Y para
que la Iglesia pueda vivir todo esto, siguiendo el ejemplo de su Madre, Bergoglio concluye la
exhortación pidiendo a María, que es madre del pueblo fiel de Dios y de los pueblos, que “la Iglesia
llegue a ser una casa para muchos, una madre para todos los pueblos, y haga posible el nacimiento
de un mundo nuevo”111, confiados en la promesa de Jesús. Toda la exhortación termina con una
bella oración dirigida a la “Virgen y Madre María”, donde se recogen muchas de las características
marianas anteriormente expuestas: es la madre del amor, ícono purísimo de la Iglesia, Estrella de
la evangelización, Madre del Evangelio, pues es movida por el Espíritu, en actitud de fe humilde
e inquebrantable, de entrega total, alegría, escucha y contemplación. Y a ella el papa confía el “sí”
109 EG 288.
110 EG 288.
111 EG 288.
526
de la Iglesia ante la urgencia de anunciar, con nuevo ardor y santa audacia, con pasión por el
generosa, de la justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del Evangelio llegue hasta los
confines de la tierra.112
Bergoglio dijo antes de ser Papa – lo más importante de su pensamiento respecto a la piedad
popular ya estaba dicho. Sin embargo, se seguirá reuniendo algunas otras afirmaciones del Papa
tanto respecto a la piedad popular (7.2), como con relación a la Virgen María (7.3). Como ya se
señaló, no será una presentación exhaustiva, sino selectiva, es decir, de los textos que son más
significativos, sea por su relativa novedad o por su extensión, es decir, se priorizan los más largos
y explícitos sobre el tema, y no se tratan los comentarios menores. Sobre la piedad popular se
mencionan cuatro textos: uno dirigido a las cofradías en el que defiende la legitimidad de la
espiritualidad popular (7.2.1), otro dirigido al Presidente de la Comisión para América Latina en
el que destaca la importancia de la pastoral popular como expresión del santo pueblo fiel de Dios
(7.2.2), un tercero a los agentes que trabajan en las peregrinaciones y santuarios, mostrando el
gran valor de esas manifestaciones de piedad popular (7.2.3), y un último texto, el más reciente,
112 EG 288.
527
En una misa con ocasión de la Jornada de las Cofradías y de la Piedad Popular, durante el
Año de la Fe, Francisco – aun al inicio de su pontificado – ya indica que su visión sobre la piedad
popular era la misma de antes, marcada por Pablo VI, Puebla y Aparecida, declarando – quizás
por vez primera como Papa, que se trata de una “espiritualidad” y una “mística popular”. Así les
dijo: “Queridas Hermandades, la piedad popular, de la que sois una manifestación importante, es
un tesoro que tiene la Iglesia, y que los obispos latinoamericanos han definido de manera
significativa como una espiritualidad, una mística, que es un ‘espacio de encuentro con
Jesucristo’.”113 En esa homilía habló de tres características importantes que no deben faltar en la
piedad popular: autenticidad evangélica, eclesialidad y ardor misionero. “La piedad popular es
una senda que lleva a lo esencial si se vive en la Iglesia, en comunión profunda con vuestros
origen: “Los obispos latinoamericanos han dicho que la piedad popular, de la que sois una
expresión es ‘una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia’ ¡Esto es
hermoso!”115 Y les pide que sean “un verdadero pulmón de fe y de vida cristiana, aire fresco” en
la Iglesia, pues la piedad popular tiene “una misión específica e importante, que es mantener viva
la relación entre la fe y las culturas de los pueblos.”116 Menciona, entonces, la piedad mariana:
“cuando manifestáis la profunda devoción a la Virgen María, señaláis al más alto logro de la
113 Francisco, “Homilía con ocasión de la Jornada de las Cofradías y de la Piedad Popular,” 5 mayo 2013, La Santa
existencia cristiana, a Aquella que por su fe y su obediencia a la voluntad de Dios, así como por la
meditación de las palabras y las obras de Jesús, es la perfecta discípula del Señor.”117
El Santo Padre aprovecha para hablar del valor de las manifestaciones de la piedad popular
“en formas que incluyen los sentidos, los afectos, los símbolos de las diferentes culturas... Y,
haciéndolo así, ayudáis a transmitirla a la gente, y especialmente a los sencillos, a los que Jesús
llama en el Evangelio ‘los pequeños’.”118 Trae a memoria los santuarios y su espíritu misionero,
citando nuevamente Aparecida: “el caminar juntos hacia los santuarios y el participar en otras
mismo un gesto evangelizador.”119 De ahí que el Papa refuerza: “Cuando vais a los santuarios,
cuando lleváis a la familia, a vuestros hijos, hacéis una verdadera obra evangelizadora. Es
necesario seguir por este camino. Sed también vosotros auténticos evangelizadores.”120 Obsérvese
que Francisco habla solamente de forma positiva de la piedad popular, e incluso sobre los posibles
límites, los señala “en forma positiva”, pidiendo a las cofradías y a los que practican la piedad
En una valiosa carta dirigida al Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina,
Cardenal Marc Ouellet, de 19 de marzo de 2016, el Santo Padre aprovechó para impulsar la
117 Francisco, “Homilía con ocasión de la Jornada de las Cofradías y de la Piedad Popular;” LG 53
118 Francisco, “Homilía con ocasión de la Jornada de las Cofradías y de la Piedad Popular.”
119 DA 264.
120 Francisco, “Homilía con ocasión de la Jornada de las Cofradías y de la Piedad Popular.”
529
pastoral popular. Había tenido un encuentro con los integrantes de la Comisión, en el cual habían
hablado sobre la actividad pública de los laicos en Latinoamérica. Escribe, entonces, para seguir
reflexionando sobre el tema y para que lo conversado “no caiga en saco roto”. Parte su reflexión
hablando del Santo Pueblo fiel de Dios, expresión que utilizó nueve veces; y 30 veces la palabra
pueblo(s), en las exiguas cuatro páginas de la carta. Solo esa estadística ya indica el tono “familiar”
de Francisco en ese texto, que habla como “a los suyos”, con su corazón latinoamericano, aunque
Primero Bergoglio marca la actitud del pastor ante el pueblo: “el pastor, es pastor de un
pueblo, y al pueblo se lo sirve desde dentro. Muchas veces se va adelante marcando el camino,
otras detrás para que ninguno quede rezagado, y no pocas veces se está en el medio para sentir
bien el palpitar de la gente.”121 Invita así a que se mire al pueblo desde adentro, como parte de ese
pueblo, pues por el bautismo todos ingresamos al Pueblo de Dios, como laicos, en cuyos corazones
habita el Espíritu Santo como en un templo.122 Hay que estar muy atento a esa unción y valorar el
aporte del laico, evitando la grave deformación del clericalismo, que “funcionaliza” al laicado y
En ese contexto, el Santo Padre habla de la pastoral popular, “un fenómeno muy
“uno de los pocos espacios donde el Pueblo de Dios fue soberano de la influencia del clericalismo.”
Pues allí el “pueblo (incluyendo a sus pastores) y el Espíritu Santo se han podido encontrar sin el
clericalismo que busca controlar y frenar la unción de Dios sobre los suyos.”123
121 Francisco, “Carta al Cardenal Marc Ouellet, Presidente de la Comisión para América Latina,” La Santa Sede, 19
Citando Evangelii Nuntiandi, Francisco reconoce los límites de la pastoral popular, pero
también sus valores, pasando a mencionarlos en su carta.124 Él dice que su antecesor Pablo VI usa
una expresión que considera clave: “la fe de nuestro pueblo, sus orientaciones, búsquedas, deseo,
anhelos, cuando se logran escuchar y orientar, nos terminan manifestando una genuina presencia
del Espíritu.”125 Por eso invita a confiar “en nuestro Pueblo, en su memoria y en su ‘olfato’,
confiemos que el Espíritu Santo actúa en y con ellos, y que este Espíritu no es solo ‘propiedad’ de
la jerarquía eclesial.”126
Y concluye diciendo que tomó “la pastoral popular como clave hermenéutica que”
ejemplifica y ayuda “a comprender mejor la acción que se genera cuando el Santo Pueblo fiel de
Dios reza y actúa.”127 Ese tipo de acción, sigue el Papa, “no queda ligada a la esfera íntima de la
persona sino por el contrario se transforma en cultura”, tocando así otro tema muy querido por él.
pueden provocar el desarrollo de una sociedad más justa y creyente, y posee una sabiduría peculiar
que hay que saber reconocer con una mirada agradecida,”128 como él ya había dicho en Evangelii
Gaudium.
124 “Refleja una sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer. Hace capaz de generosidad y
sacrificio hasta el heroísmo, cuando se trata de manifestar la fe. Comporta un hondo sentido de los atributos profundos de Dios:
la paternidad, la providencia, la presencia amorosa y constante. Engendra actitudes interiores que raramente pueden observarse en
el mismo grado en quienes no poseen esa religiosidad: paciencia, sentido de la cruz en la vida cotidiana, desapego, aceptación de
los demás, devoción. Teniendo en cuenta esos aspectos, la llamamos gustosamente “piedad popular”, es decir, religión del
pueblo, más bien que religiosidad ... Bien orientada, esta religiosidad popular puede ser cada vez más, para nuestras masas
populares, un verdadero encuentro con Dios en Jesucristo.” EN 48, citado en Francisco, “Carta al Cardenal Marc Ouellet.”
125 Francisco, “Carta al Cardenal Marc Ouellet.”
126 Francisco, “Carta al Cardenal Marc Ouellet.”
127 Francisco, “Carta al Cardenal Marc Ouellet.”
128 Francisco, “Carta al Cardenal Marc Ouellet;” EG 68.
531
Obsérvese que el objetivo de la carta del Papa era hacer que los pastores se pregunten sobre
el significado para ellos del trabajo de los laicos en la vida pública. Su respuesta es clara:
Abriendo puertas, trabajando con ellos, soñando con ellos, reflexionando y especialmente rezando
con ellos.”129 Significa también reconocer que el laico por su propia identidad es quien debe dar
las respuestas en las diversas áreas de la vida pública, y no caer “en la tentación de pensar que el
laico comprometido es aquel que trabaja en las obras de la Iglesia…en cosas ‘de los curas.’”130
Hay, sí, que acompañarlos, “discerniendo con nuestra gente y nunca por nuestra gente o sin nuestra
gente.”131 El Papa estimula una auténtica “inculturación” que aliente al pueblo a vivir su fe en
donde está, que descubra, a partir de la idiosincrasia y problemas propios de cada porción del
pueblo de Dios, cómo se puede vivir, celebrar y anunciar la fe. “La inculturación es un trabajo de
artesanos y no una fábrica de producción en serie de procesos que se dedicarían a ‘fabricar mundos
En esa corta pero densa carta, Francisco insiste aún en que los pastores cuiden de “dos
memorias” en el pueblo: la “de Jesucristo” y la “de los antepasados”, pues fue “en el silencio de
la vida familiar, donde la mayoría de nosotros aprendió a rezar, a amar, a vivir la fe” y “esa fe
sencilla [es] la que muchas veces nos ha acompañado en los distintos avatares del camino.”132 De
ahí que si el laico no cultiva esa memoria, pierde las raíces que lo unen al Santo Pueblo fiel de
Dios, a su identidad bautismal y así se aleja del influjo del Espíritu Santo, y “lo mismo nos pasa a
nosotros”, dice Francisco, “cuando nos desarraigamos como pastores de nuestro pueblo, nos
perdemos.”133
Hablando de la fe sencilla del Santo Pueblo fiel de Dios, Francisco naturalmente se remite
a sus propias experiencias con la piedad popular mariana. Por esto termina su carta, recordando
su reciente viaje a México: “Tuve la oportunidad de estar a solas con la Madre, dejándome mirar
por ella.” Y cuenta cómo se sintió y qué pidió allí a la Virgen: “En ese espacio de oración pude
presentarle también mi corazón de hijo. En ese momento estuvieron también ustedes con sus
comunidades. En ese momento de oración, le pedí a María que no dejara de sostener, como lo hizo
con la primera comunidad, la fe de nuestro pueblo. Que la Virgen Santa interceda por ustedes, los
de pastoral que trabajan en las peregrinaciones y santuarios. Espacio ideal para reforzar sus ideas
sobre la piedad popular, que, aun pasados tres años de su pontificado, seguían siendo las mismas
ya enunciadas antes. “Peregrinar a los santuarios es una de las expresiones más elocuentes de la fe
del pueblo de Dios, y manifiesta la piedad de generaciones de personas, que con sencillez han
creído y se han encomendado a la intercesión de la Virgen María y de los Santos.”135 Una vez más
asegura que ‘la religiosidad popular es una forma genuina de evangelización’,” Zenit, 21 enero 2016, acceso 28 marzo 2017,
https://es.zenit.org/articles/el-santo-padre-asegura-que-la-religiosidad-popular-es-una-forma-genuina-de-evangelizacion/; Texto
533
reafirma, con su tono optimista, que “esta religiosidad popular es una forma genuina de
evangelización, que necesita ser siempre promovida y valorada, sin minimizar su importancia.”136
Francisco una vez más señala el recorrido terminológico y valorativo de ese tema, desde Evangelii
Nuntiandi a Aparecida. Dice que “es curioso” que su antecesor Pablo VI, más que de religiosidad
popular, haya preferido hablar de “piedad popular” y que “el episcopado Latinoamericano en el
documento de Aparecida” haya dado “un paso más” y hable de “espiritualidad popular”. Y
redondea: “Los tres conceptos son válidos, pero juntos.”137 Aplica el concepto, entonces, a los
santuarios, lugares donde el pueblo “vive su profunda espiritualidad, esa piedad que desde hace
siglos ha plasmado la fe con devociones sencillas, pero muy significativas.”138 Y les sugiere
observar “la intensidad, en algunos de estos lugares, de la oración a Cristo Crucificado, o la del
espiritualidad: “sería un error pensar que quien peregrina vive una espiritualidad no personal sino
‘de masa’. En realidad, la peregrinación lleva consigo la propia historia, la propia fe, luces y
sombras de la propia vida. Cada uno lleva en el corazón un deseo especial y una oración particular.
Aquí aparece una imagen nueva para referirse a los santuarios, que el investigador no había
encontrado todavía en los textos de Francisco, aunque él afirma que le “gusta mucho” esa figura
en italiano: Francisco, “Discorso del Santo Padre: Giubileo degli operatori di pellegrinaggi e rettori di santuari,” La Santa Sede,
21 enero 2017, acceso 28 marzo 2017, http://w2.vatican.va/content/francesco/it/speeches/2016/january/documents/papa-
francesco_20160121_giubileo-operatori-santuari.html
136 Francisco, “Discurso a los servidores en las peregrinaciones y santuarios.”
137 Francisco, “Discurso a los servidores en las peregrinaciones y santuarios.”
138 Francisco, “Discurso a los servidores en las peregrinaciones y santuarios.”
139 Francisco, “Discurso a los servidores en las peregrinaciones y santuarios.”
140 Francisco, “Discurso a los servidores en las peregrinaciones y santuarios.”
534
bíblica: la oración de Ana, la madre del profeta Samuel.141 “Ella, en el templo de Silo, con el
corazón lleno de tristeza rezaba al Señor para tener un hijo. El sacerdote Elí pensaba que estaba
borracha y quería echarla. Ana representa bien muchas cosas que se pueden encontrar en nuestros
santuarios,”142 compara el Papa, dando un salto de unos tres mil años entre Ana en el templo de
Silo y los peregrinos en los santuarios cristianos de hoy: “Los ojos fijos en el Crucifijo o en la
imagen de la Virgen, una oración hecha con las lágrimas en los ojos, llena de confianza.”143 Como
Ana en Silo, se corre el riesgo hoy de despreciar la oración sencilla del pueblo que recorre a los
santuarios cristianos. Por eso Bergoglio no duda en reforzar: “El santuario es realmente un espacio
privilegiado para encontrar al Señor y tocar con la mano su misericordia. Confesar en un santuario,
A los servidores de los santuarios de todo el mundo Francisco recomendó lo mismo que a
sus compatriotas en el encuentro de Pastoral de Santuarios del que participó como obispo en 2012:
acoger bien a los peregrinos. “Con la acogida, por así decir, ‘nos lo jugamos todo.’ Una acogida
evangelización. A veces, basta simplemente una palabra, una sonrisa, para hacer que una persona
se sienta acogida y querida.”145 Bergoglio recuerda que el peregrino a menudo llega cansado al
santuario y necesita ser bien acogido material y espiritualmente. “Es importante que el peregrino
que cruza el umbral del santuario se sienta tratado más que como un huésped, como un familiar.
Debe sentirse en su casa, esperado, amado y mirado con ojos de misericordia…De esta manera,
volviendo a casa sentirá nostalgia por lo que ha experimentado y tendrá el deseo de volver, pero
sobre todo querrá continuar el camino de fe en su vida ordinaria.”146 El Papa destaca la importancia
especial que tiene el santuario como “casa del perdón, donde cada uno se encuentra con la ternura
del Padre que tiene misericordia de todos, sin excluir a nadie,” por eso “los sacerdotes que
actitud debe ser la de un padre.”147 Y el Santo Padre invita a los servidores de los santuarios a vivir
el jubileo “como una única gran peregrinación” y caracteriza el trabajo que hacen como “una obra
de misericordia corporal y espiritual”. Por eso les asegura su “oración, por intercesión de María
Un último texto que debe ser mencionado todavía en esta sección, es el Motu Proprio
Sanctuarium in Ecclesia, firmado por Francisco el 11 de febrero de 2017, por el cual se transfieren
las competencias sobre por los santuarios católicos en el mundo, de la Congregación del Clero al
también la responsabilidad de ese consejo por todos los que están en situación de desplazamiento,
competencias de los santuarios al Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización,” La Santa Sede – Oficina de
Prensa, 1 abril 2017, acceso 12 abril 2017, https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2017/04/01/pon.html
536
medida revela el gran valor que el Papa da a los santuarios como “lugar genuino de evangelización”
oportunidad para que el pontífice dejara registrada su teología y motivaciones pastorales respecto
“El santuario tiene en la Iglesia un ‘gran valor simbólico’ y ser peregrinos es una profesión
de fe genuina,”150 dice Bergoglio al inicio del texto, dividido en cinco puntos. Primero se aclara
vida del pueblo de Dios. A lo largo de los siglos, los fieles siempre acudieron a los lugares sagrados
donde Jesús vivió, a los túmulos de los apóstoles y a los lugares relacionados con la Virgen María
y los santos.151 En segundo lugar, los santuarios permanecen, desde siempre, como signos de
evangelización, pero también de la fe sencilla y humilde de los fieles, que allí encuentran la
todo el mundo, dice el Papa en el tercer punto de su motu proprio, los santuarios son vistos como
espacios sagrados, verdaderos refugios, donde los peregrinos encuentran paz, silencio y
contemplación, en medio a la agitación de su vida cotidiana. En ellos los fieles reciben la fuerza y
la ayuda espiritual para su camino eclesial y pastoral.153 En cuarto lugar, por su naturaleza, el
Santuario es el lugar sagrado donde se puede oír la Palabra de Dios, participar de los sacramentos
y fortalecer su acción evangelizador y catequística. En los santuarios los enfermos, los pobres, los
Por fin, el Papa destaca la vocación de los santuarios que deben continuar impulsando el
Según el motu proprio, entre las tareas que corresponden, a partir de entonces, al Consejo para la
de la piedad y la devoción popular, dar asistencia espiritual y eclesial a los peregrinos y, en fin,
Por todo lo anterior queda claramente establecida la gran importancia que el Papa Francisco
da a la espiritualidad popular, especialmente aquella que es cultivada por una pastoral popular
que toma en serio el valor que el santo pueblo fiel de Dios da a las peregrinaciones y a los
respecto a la piedad popular y a la Virgen María. Después de haberse confrontado con estos temas
escritos o discursos algunas afirmaciones valiosas relativas a la piedad popular (7.2). Resta ahora
reunir algunas de las principales afirmaciones marianas de Francisco a lo largo de sus cuatro
primeros años de pontificado, pronunciadas fuera de Evangelii Gaudium. Algunas de ellas tienen
directa relación con la piedad popular mariana, otras son más amplias o generales. Sin duda habría
mucho que recolectar, pero nuevamente hay que ser selectivo y no exhaustivo. Para ordenar mejor
los textos se los va a separar por temas: María en las peregrinaciones (7.3.1), María como Madre
(7.3.2), la relación entre María y la Iglesia (7.3.3), entre María y la mujer (7.3.4) y entre María y
sus cuatro primeros años de pontificado. Además de su habitual visita a la Salus Populi Romani,
en Roma, y otros santuarios dentro de Italia como el de Nuestra Señora Auxiliadora en Turín, o la
Basílica de Santa María de los Ángeles en Asís, estuvo en el santuario de Nuestra Señora
Aparecida (Brasil, 2013), en los santuarios de Tierra Santa (2014), en el santuario de los mártires
coreanos (Corea, 2014), el de Nuestra Señora del Rosario de Madhu (Sri Lanka, 2015), el de la
Divina Misericordia (Ecuador, 2015), el de Nuestra Señora del Quinche (Ecuador, 2015), Nuestra
Señora de Caacupé (Paraguay, 2015), Nuestra Señora de Copacabana (Bolivia, 2015), Nuestra
Señora de la Caridad del Cobre (Cuba, 2015), de la Inmaculada Concepción (EUA, 2015), de
Nuestra Señora de Guadalupe (México, 2016), los santuarios de Nuestra Señora de Czestochowa,
de San Juan Pablo II y de la Divina Misericordia (Polonia, 2016) y, ya fuera del periodo de esta
investigación, el santuario de Nuestra Señora de Fátima (Portugal, 2017). En cada uno de estos
maternal presencia en la vida de los fieles. Éste es propiamente el “denominador común” entre
todos los discursos. Sería extenso presentarlos todos. Sobre la visita a Aparecida ya se ha dicho
algo ad supra. A título de amuestra se seleccionan aquí, de forma parcial y no exhaustiva, algunas
539
mencionadas.
En Sri Lanka el Papa se refiere al santuario mariano de Madhu como “la casa de nuestra
Madre”, como también lo ha dicho en otros lugares: “Aquí, en su casa, se sienten seguros. Saben
que Dios está muy cerca; sienten su amor; conocen su ternura y misericordia, la tierna misericordia
de Dios.”156 La imagen de la Virgen – que data de la llegada de los primeros cristianos a la isla –
fue arrancada del santuario en el tiempo de la guerra entre cingaleses y tamiles, y recolocada
posteriormente. Hoy es signo de unidad, reconciliación y paz para esos pueblos. “En esta difícil
tarea de perdonar y tener paz, María siempre está presente para animarnos, para guiarnos, para
mostrarnos el camino”157, dice el Papa. “De la misma manera que perdonó a los verdugos de su
Hijo al pie de la cruz, y luego recibió su cuerpo exánime entre sus manos, así ahora quiere guiar
En Ecuador Francisco comentó que sentía algo “raro” con aquel pueblo: ¡mucha alegría y
piedad! Y creía que el secreto estaba en la consagración que habían hecho como país a los
Corazones de Jesús y de María: “No olviden: esa consagración es un hito en la historia del pueblo
de Ecuador y de esa consagración siento como que les viene esa gracia que tienen ustedes, esa
piedad, esa cosa que los hace distintos.”159 Tan impactado estaba que dejó de lado el discurso que
había preparado para los religiosos y empezó a hablar improvisadamente sobre María: “Pensaba
156 Francisco, “Discurso en la oración mariana en el santuario de Nuestra Señora del Rosario en Madhu,” La Santa
en la Virgen, pensaba en María. Dos palabras de María…: ‘Hágase en mí’ y ‘Hagan lo que Él les
diga’. María no protagonizó nada. Discipuleó toda su vida,”160 agregó el Papa, con un neologismo
más de su castellano tan original. Para expresar que María podría haberse rebelado al pie de la
cruz, pero no lo hizo, les sugiere que lean la encíclica Redemptoris Mater, de Juan Pablo II: “Sí,
agárrenla, léanla. Es verdad, el Papa San Juan Pablo II tenía un estilo de pensamiento circular,
profesor, pero era un hombre de Dios; entonces hay que leerla varias veces para sacarle todo el
Gaudium – que tengan “siempre en el corazón a la Virgen María, una humilde muchacha de un
pequeño pueblo perdido en la periferia de un gran imperio, una madre sin techo que supo
transformar una cueva de animales en la casa de Jesús con unos pañales y una montaña de ternura.
María es signo de esperanza para los pueblos que sufren dolores de parto hasta que brote la
justicia.”162
Caacupé, es tu pueblo Virgen pura que te da su amor y fe’. Y estamos hoy, como el Pueblo de
Dios, a los pies de nuestra Madre a darle nuestro amor y fe,” pues el santuario es la casa de la
Madre, que siempre nos espera, “es un lugar de fiesta, de encuentro, de familia,” donde “venimos
160 Francisco, “Discurso en el encuentro con el clero, religiosos y seminaristas en el santuario mariano de El Quinche.”
161 Francisco, “Discurso en el encuentro con el clero, religiosos y seminaristas en el santuario mariano de El Quinche.”
162 Francisco, “Discurso en el II Encuentro mundial de los movimientos populares,” La Santa Sede, 9 julio 2015, acceso
matrimonios nacieron a los pies de nuestra Madre. Cuántas lágrimas y despedidas.”163 Ese día
Francisco habló de María como la mujer del “sí”, que tuvo que sostener ese “sí” en por lo menos
cruz. Momentos que contradecían, humanamente hablando, las promesas del ángel, pero ella se
mantuvo como “mujer de fe”, “la Madre de la Iglesia,” y “su vida es testimonio de que Dios no
defrauda, que Dios no abandona a su Pueblo.”164 Se sabe esto por el Evangelio, pero también por
la experiencia del pueblo paraguayo: “Este santuario, guarda, atesora, la memoria de un pueblo
que sabe que María es Madre y que ha estado y está al lado de sus hijos.”165 Su presencia materna
es “discreta y silenciosa. En la mirada de una imagen, una estampita o una medalla. Bajo el signo
de un rosario, sabemos que no vamos solos, que Ella nos acompaña.” Y esto simplemente porque
ella “quiso estar en medio de su Pueblo, con sus hijos, con su familia…Tan solo porque es
Madre.”166 Bergoglio hace, entonces, un gran elogio a las mujeres paraguayas, las “más gloriosas
de América”, que “no dejaron que su tierra se desmadre,” pues “con gran valor y abnegación, han
sabido levantar un país derrotado, hundido, sumergido por una guerra inicua. Ustedes – dice el
Papa a las mujeres – tienen la memoria, ustedes tienen la genética de aquellas que reconstruyeron
163 Francisco, “Homilía en la explanada del santuario mariano de Caacupé,” La Santa Sede, 11 julio 2015, acceso 28
actitud misionera de María: “María, la primera discípula, visitada ha salido a visitar.”168 Y desde
entonces no paró: ha sido la mujer que visitó a tantas personas y tantos pueblos. “Ha sabido visitar
todos los que han sufrido por defender los derechos de sus hijos.” 169 Con ideas que le son
características, el Papa recuerda que también la patria cubana ha sido visitada por la “maternal
presencia” de María: “En este santuario, que guarda la memoria del santo Pueblo fiel de Dios que
camina en Cuba, María es venerada como Madre de la Caridad. Desde aquí Ella custodia nuestras
raíces, nuestra identidad, para que no nos perdamos en caminos de desesperanza.”170 La fe en Cuba
no se apagó gracias a las “abuelas, madres, y tantos otros que con ternura y cariño fueron signos
de visitación, como María, de valentía, de fe para sus nietos, en sus familias.”171 Así “el Espíritu
Santo seguía acompañando el palpitar de este pueblo.”172 Por eso, dice el Papa citando a Evangelii
Gaudium, “cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y
del cariño.”173 Obsérvese que estas palabras al oído de los cubanos no son neutras, pues saben muy
bien lo que es una revolución. Con mucha conciencia de lo que está proponiendo, Francisco sigue
inmutable: “Estamos invitados a vivir la revolución de la ternura como María, Madre de la Caridad.
Estamos invitados a ‘salir de casa’, a tener los ojos y el corazón abierto a los demás. Nuestra
168 Francisco, “Homilía en el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre,” La Santa Sede, 22 septiembre 2015,
revolución pasa por la ternura, por la alegría que se hace siempre projimidad, que se hace siempre
compasión.”174 El “cobre más precioso” de los cubanos es salir, como María, “por los senderos de
la visitación” y rezar, “como ella, porque su oración es memoriosa, agradecida; es el cántico del
Pueblo de Dios que camina en la historia.”175 La larga y bella oración que el Santo Padre le dirige
Escuchar el Evangelio de la Visitación “en esta casa tiene un sabor especial”, dijo Francisco
acompañado y acompaña la gestación” de la tierra mexicana y como “mujer del ‘sí’, también quiso
visitar a los habitantes de estas tierras de América en la persona del indio san Juan Diego,”178 una
elección particular que “no fue en contra de nadie sino a favor de todos.”179 El indio insistía con
la Virgen que “no era ilustrado, letrado o perteneciente al grupo de los que podrían” ayudar a
construirle el santuario, pero ella, “con el empecinamiento que nace del corazón misericordioso
del Padre”, confirma a su embajador.180 Así también en la construcción del “santuario de Dios, que
es la vida de sus hijos”181 todos somos necesarios, dijo Francisco. En su homilía el Papa invita al
pueblo a contemplar la mirada tierna y silenciosa de María con la actitud de Juan Diego y escuchar
sus palabras que dicen ser un honor para ella ser nuestra madre y que nos tiene siempre un lugar
en su manto. Francisco destacó el valor cultural del rostro mestizo de la Virgen para el pueblo
mexicano: “En el manto del alma mexicana Dios ha tejido, con el hilo de las huellas mestizas de
hecho de que con los hilos mestizos de nuestra gente Dios entretejió el rostro con el cual se da a
En Jazna Góra, bajo la mirada de la Virgen de Czestochowa, el Santo Padre usa algunas
mariano de la historia, mirando la pequeñez, la cercanía y la concretud del Dios revelado en María,
lo que él llama un estilo divino encarnado. “En María encontramos la plena correlación con el
Señor: al hilo divino se entrelaza así en la historia un ‘hilo mariano’.”183 En la plenitud del tiempo,
ella es el único reflejo de la gloria humana, “es el espacio reservado por Dios…; es ella la escala
que Dios ha recorrido para bajar hasta nosotros y hacerse cercano y concreto.”184 Por eso el Papa
pide a los jóvenes presentes en la Jornada Mundial de la Juventud que, por intercesión de María,
“la plenitud del tiempo nos renueve también a nosotros…Que pueda cumplirse, para todos y para
cada uno, un paso interior, una Pascua del corazón hacia el estilo divino encarnado por María:
182 Francisco, “Discurso en el encuentro con los obispos de México,” La Santa Sede, 13 febrero 2016, acceso 28 marzo
2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2016/february/documents/papa-francesco_20160213_messico-
vescovi.html
183Francisco, “Homilía con ocasión del 1050º aniversario del bautismo de la Polonia,” La Santa Sede, 29 julio 2016,
acceso 28 marzo 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2016/documents/papa-francesco_20160728_omelia-
polonia-czestochowa.html
184 Francisco, “Homilía con ocasión del 1050º aniversario del bautismo de la Polonia.”
185 Francisco, “Homilía con ocasión del 1050º aniversario del bautismo de la Polonia.”
545
Una última mención se puede hacer a la visita del Santo Padre al Azerbaiyán, a una pequeña
comunidad de 700 católicos, en un país de dos millones. Después del Ángelus, en la Iglesia de la
Inmaculada, el Papa aclaró, de forma improvisada, que no perdió tiempo en ir hasta ellos, “una
comunidad de periferia”, que habla muchas lenguas distintas. “El Papa imita en esto al Espíritu
Santo”, les dijo. “También Él ha bajado del cielo en una comunidad de periferia, cerrada en el
Cenáculo,”186 para infundir valor, fuerza y parresía dónde había miedo, pobreza y persecución.
Pero el Papa remarca que “sólo dos cosas son necesarias: en aquella comunidad estaba la Madre –
nunca olvidar a la Madre – y en aquella comunidad estaba la caridad, el amor fraterno…¡Go ahead!
Después de ese largo recorrido por tantos santuarios marianos, queda claro que las
Iglesia universal: “Es allí, en los santuarios, donde puede percibirse cómo María reúne a su
alrededor a los hijos que peregrinan con mucho esfuerzo para mirarla y dejarse mirar por ella.”188
Francisco mismo sigue siendo peregrino y experimentando su presencia maternal, pues “como
una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la
cercanía del amor de Dios. A través de las distintas advocaciones marianas, ligadas generalmente
a los santuarios, comparte las historias de cada pueblo que ha recibido el Evangelio, y entra a
186 Francisco, “Ángelus en el Centro Salesiano en Azerbaiyán,” La Santa Sede, 2 octubre 2016, acceso 28 marzo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2016/documents/papa-francesco_angelus-azerbaijan_20161002.html
187 Francisco, “Ángelus en el Centro Salesiano en Azerbaiyán.”
188 EG 286.
189 EG 286.
546
Después del largo recorrido de la presente investigación, es más que evidente el hecho de
que “Madre” es el título más usado por Jorge Mario Bergoglio para referirse a María. Esta
afirmación prácticamente no necesita de demostración. Además, sería muy extenso recoger las
incontables citaciones en las que Francisco se dirige a María como Madre. Se ha optado por tomar
cuatro amuestras: primero, una parte del discurso del Papa al Movimiento de Schoenstatt, en el
que dice claramente que Madre es el título más importante de María (7.3.2.1); segundo, algunas
reflexiones del Santo Padre relativas a María como Madre de Misericordia (7.3.2.2); y tercero,
como dijo en el centenario del Movimiento de Schoenstatt. Y aunque el movimiento la venera con
el largo título de Madre, Reina y Victoriosa Tres Veces Admirable, el Papa no se intimidó en
afirmar: “Bueno, sí, parece que Madre es poca cosa, ¿no? María es Reina, es Señora…No, paremos
un momento: María es Madre. ¿Por qué? Porque te trajo a Jesús.”191 En otras palabras: se le puede
dar muchos títulos, como de hecho se hace en Schoenstatt, pero el más básico e importante es el
de Madre. En seguida cuenta una anécdota que le pasó en los años 80 con una pareja de teólogos
católicos en Bélgica, que le hablaron de forma muy bonita de Jesús, pero al final le dijeron que
190 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt,” Zenit, 25 octubre 2014,
conociendo así tan bien a Jesús ya no necesitaban a María, por eso no tenían devoción mariana.
“Yo me quedé helado, me quedé triste, mal,” cuenta el Papa. Y agrega: “¡Cómo el demonio bajo
una forma de ‘mejor’, quita lo mejor!”192 Esa pareja había renegado de su madre, creyendo que
estaba haciendo algo bueno. En efecto, no se puede hablar de María sin referirla a su maternidad.
Francisco reafirma, entonces: “María es Madre. Primero. No se puede concebir ningún otro título
de María que no sea ‘la Madre’. Ella es Madre porque engendra a Jesús y nos ayuda con la fuerza
del Espíritu Santo a que Jesús nazca y crezca en nosotros.”193 María “continuamente nos está dando
vida. Es Madre de la Iglesia. Es maternidad.”194 Francisco llega a afirmar que “no tenemos derecho
no tiene derecho “a ser huérfano”, pues “tiene Madre. Tenemos Madre,” insiste el Papa. María es
una “Madre que no sólo nos da la vida, sino que nos educa en la fe.”196 Querer crecer en la fe sin
la ayuda de María, dice el Papa, es como crecer en una “Iglesia orfanato”, pues “una Iglesia sin
María es un orfanato.”197 Al revés, si los cristianos la tienen por Madre, “Ella educa, nos hace
crecer, nos acompaña, toca las conciencias.”198 El Santo Padre usa aquí una expresión que surge
de sus experiencias marianas durante las confesiones en los santuarios, como ya se ha mencionado:
María “sabe tocar las conciencias, para el arrepentimiento.”199 En ese contexto recuerda la leyenda
192 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
193 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
194 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
195 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
196 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
197 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
198 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
199 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
548
(o poema) de la Virgen de los Mandarinos, ya mencionada ad supra (5.2.4), que trata de ayudar
incluso a los malhechores, para que entren al cielo. Simplemente porque también de ellos es Madre.
Es una forma folclórica y popular de decir una verdad teológica muy grande. Por ser madre, ella
“cuida a su hijo hasta el fin y trata de salvarle la vida hasta el fin. De ahí la tesis de San Alfonso
María de Ligorio,” cuenta el Papa, “que un devoto de María no se condena.” 200 Pero, reconoce
“esa es la última instancia. O sea, durante toda la vida sabe tocar las conciencias…Te acompaña
en eso.”201 Y el Papa repite por tercera vez: “No se puede concebir ningún otro título de María que
no sea ‘la Madre’.”202 En efecto, “María es la que ayuda a bajar a Jesús. En el abajamiento de
Jesús. Lo trae del cielo a convivir con nosotros.” Además, ella “es la que mira, cuida, avisa,
está.”203 El Papa confiesa entonces que “le llega mucho” – como ya se ha insistido suficientemente
en esta investigación – la primera antífona mariana de Occidente: “Bajo tu amparo nos acogemos
Santa Madre de Dios”. Y la une a “una tradición vieja, que los místicos rusos, los monjes rusos
explicitan así: en el momento, en los momentos de turbulencia espiritual, no queda otra que
acogerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios. Es la que protege, la que defiende.”204
Francisco sugiere que sus oyentes se acuerden de Apocalipsis 12: María es “la que sale con
el chico en brazos corriendo para que el dragón no devore al chico.” Y refuerza: “Por más que
conozcamos a Jesús, nadie puede decir que es tan maduro como para prescindir de María. Nadie
puede prescindir de su madre.”205 Explica, entonces, una jerga argentina, una palabra fuerte que se
200 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
201 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
202 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
203 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
204 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
205 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
549
refiere a “una persona que tiene huellas de maldad o de mal comportamiento, un poco por carencia
de cariño de su madre, porque no la quiere, o porque ella la abandonó”: a esa persona le dicen que
es “huacho”. Y concluye: “El cristiano no puede ‘ahuacharse’ porque tiene a María como
Madre.”206
de ese jubileo, Francisco espera que la dulzura de la mirada de María, “Madre de la Misericordia”
acompañe a todos, para que puedan “redescubrir la alegría de la ternura de Dios.”207 Usando una
imagen que mucho le agrada, Francisco asegura que “la Madre de Misericordia acoge a todos bajo
la protección de su manto, tal y como el arte la ha representado a menudo” y por eso se puede
confiar “en su ayuda materna” y seguir “su constante indicación de volver los ojos a Jesús, rostro
radiante de la misericordia de Dios.”208 Según el Santo Padre, nadie como ella conoció la
profundidad del misterio de Jesús, ya que “todo en su vida fue plasmado por la presencia de la
206 Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt.”
207Francisco, “Bula de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia Miseridordiae Vultus,” (MV) n. 24,
La Santa Sede, 11 abril 2015, acceso 28 marzo 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_letters/documents/papa-
francesco_bolla_20150411_misericordiae-vultus.html
208 MV 22.
209 MV 24.
550
incluyendo así a todos los hombres, en especial los que atraviesan la Puerta Santa durante el
jubileo, a fin de que puedan “experimentar los frutos de la misericordia divina.”211 María, al pie
de la cruz, “es testigo de las palabras de perdón que salen de la boca de Jesús”, que muestran “hasta
dónde puede llegar la misericordia de Dios”212, es sin límites y no excluye a nadie, como María
puede atestiguar. Por eso, Francisco invita a dirigir a ella “la antigua y siempre nueva oración
del Salve Regina, para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga
clásica devoción popular mariana: el rosario. El Papa recuerda que desde los primeros siglos la
Virgen “ha sido invocada como Madre de la Misericordia” y que “por muchos aspectos, la oración
misterios de la vida de Jesús ayuda a percibir “su rostro misericordioso que sale al encuentro de
todos.”215 Por esa oración, “María nos acompaña en este camino, indicando al Hijo que irradia la
misericordia misma del Padre.”216 El Papa se usa, una vez más, de los íconos orientales para ilustrar
lo que quiere decir. De esta vez habla de la Odigitria, “la Madre que muestra el camino que estamos
210 Lc 1,50.
211 MV 24.
212 MV 24.
213 MV 24.
214Francisco, “Palabras en la Vigilia Mariana en el Jubileo de la Misericordia,” La Santa Sede, 8 octubre 2016, acceso
28 marzo 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2016/october/documents/papa-
francesco_20161008_giubileo-veglia-mariana.html
215 Francisco, “Palabras en la Vigilia Mariana en el Jubileo de la Misericordia.”
216 Francisco, “Palabras en la Vigilia Mariana en el Jubileo de la Misericordia.”
551
llamados a recorrer para ser verdaderos discípulos de Jesús”, pues “en cada misterio del Rosario
de alejarnos de las preocupaciones de la vida, la oración del rosario “nos pide encarnarnos en la
historia de todos los días para saber reconocer en medio de nosotros los signos de la presencia de
Cristo.”218 Y recorriendo a las expresiones de Aparecida, Francisco dice que por el rosario, así
rezado, somos no solo “discípulos, pero también somos misioneros y portadores de Cristo…[pues]
María, “elegida desde siempre para ser Madre, aprendió a ser discípula” y nos ayuda a
“comprender lo que significa ser discípulo de Cristo.”220 Ella escuchó, obedeció y conservó todo
en su corazón, convirtiéndose “en memoria viva de los signos realizados por el Hijo de Dios para
suscitar nuestra fe.”221 Citando casi todos los textos bíblicos marianos, Francisco insiste que no
basta escuchar, sino hay que traducir el Evangelio en acciones concretas, como lo hizo María ante
en el cenáculo. “A lo largo de su vida, María ha realizado lo que se pide a la Iglesia: hacer memoria
misericordia divina, que va al encuentro de cada una de las necesidades cotidianas.” 224 Para
concluir, Bergoglio invita a los presentes, una vez más, a rezar una de sus oraciones marianas
preferidas: la “más antigua con la que los cristianos se dirigen a ella, sobre todo en los momentos
de dificultad y de martirio”, con “la certeza de saber que somos socorridos por su misericordia
Al día siguiente, comentando el Evangelio de los diez leprosos, en el que solo uno volvió
a agradecer la sanación,226 Francisco propone “un modelo, más aún, el modelo que debemos
contemplar: María, nuestra Madre.”227 Los beneficios de la misericordia de Dios se reconocen con
gratitud, humildad, sencillez y fe. María, como Madre de Misericordia, ayuda a “comprender que
todo es don de Dios y a saber agradecer, [pues] sólo quien sabe agradecer experimenta una plena
alegría.”228 Sin embargo, para agradecer es necesario tener humildad. “El corazón de María, más
que ningún otro, es un corazón humilde y capaz de acoger los dones de Dios.” Ella era una mujer
sencilla, que “no vivía en los palacios del poder y de la riqueza, que no había hecho obras
extraordinarias.” Pero su fe “fue capaz de superar las dificultades.”229 Por eso el Papa invita a
aferrarse fuertemente “a esta fe sencilla de la Santa Madre de Dios” para que ella “nos enseñe a
regresar siempre a Jesús y a darle gracias por los innumerables beneficios de su misericordia.”230
solas con María, como ya se comentó ad supra. En efecto, aquel intercambio de miradas con los
ojos de misericordia de la Virgen de Guadalupe fue muy significativo para él, como dijo a los
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2016/documents/papa-francesco_20161009_omelia-giubileo-mariano.html
228 Francisco, “Homilía con ocasión del Jubileo Mariano.”
229 Francisco, “Homilía con ocasión del Jubileo Mariano,”
230 Francisco, “Homilía con ocasión del Jubileo Mariano.”
553
sacerdotes a quienes predicó el retiro durante el Año de la Misericordia: “En aquel rato a solas con
María que me regaló el pueblo mexicano, mirando a nuestra Señora la Virgen de Guadalupe y
dejándome mirar por ella, le pedí por ustedes, queridos sacerdotes, para que sean buenos curas.”231
A los obispos mexicanos232, en aquella visita, Francisco les había predicado justamente sobre éste,
que es uno de sus temas marianos predilectos: la mirada de la Virgen,233 y decidió repetirlo
entonces ante los sacerdotes en Roma, vinculándolo al tema de la misericordia. Allí reflexionó
sobre “el misterio de la mirada de María, sobre su ternura y su dulzura, que nos infunde valor para
dejarnos misericordiar por Dios.”234 Organiza su meditación en algunos “modos de mirar” que
tiene María, en particular a sus sacerdotes, porque por medio de ellos quiere mirar al pueblo fiel
de Dios. La reflexión – tanto en Roma como en México – es larga, profunda y poética. Aquí
Francisco en el retiro predicado en Roma: primero, una mirada que hace sentirse acogido en su
regazo, que da hogar y descanso, pues manifiesta la ternura de Dios; segundo, una mirada que mira
“tejiendo”, es decir, viendo cómo combinar bien todas las cosas que el pueblo le trae, tejiendo
nuestra alma y la vida de la Iglesia, y, dicho sea de paso, aprovecha para citar una vez más su
231 Francisco, “Retiro espiritual con ocasión del Jubileo de los sacerdotes – Segunda meditación,” 2 junio 2016, La
ternura, una mirada capaz de tejer, una mirada atenta y cercana, no adormecida, y una mirada de conjunto y de unidad. Francisco,
“Discurso en el encuentro con los obispos de México,” La Santa Sede, 13 febrero 2016, acceso 28 marzo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2016/february/documents/papa-francesco_20160213_messico-vescovi.html
233 La mirada de amor entre María y los fieles es un tema muchas veces mencionado por Francisco. Esta mirada no es
estéril, no termina allí, va más lejos y conduce a la mirada y al abrazo de Jesús. En la primera fiesta de la Inmaculada Concepción
que celebró el Papa, afirmó: “Mirémosla a ella, nuestra Madre, y dejémonos mirar por ella… para aprender a ser más humildes, y
también más valientes en el seguimiento de la Palabra de Dios; para acoger el tierno abrazo de su Hijo Jesús, un abrazo que nos
da vida, esperanza y paz” Francisco, “Ángelus en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María,” 8 diciembre
2013, La Santa Sede, acceso 28 marzo 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2013/documents/papa-
francesco_angelus_20131208.html
234 Francisco, “Retiro espiritual con ocasión del Jubileo de los sacerdotes.”
554
querido texto de Isaac de Stella; tercero, la Virgen mira con atención, se involucra totalmente,
“como una madre cuando es todo ojos para su hijito que le cuenta algo”; y cuarto, María mira de
modo ‘íntegro’, no fragmentado, uniendo pasado, presente y futuro, pues “la misericordia sabe ver
la totalidad y capta lo más necesario”, lee la historia como misericordia y se anticipa a nuestras
necesidades, aun cuando no la pedimos, como en Caná.235 El Papa sugiere a los sacerdotes “no
volverse impermeables a tales miradas” para, con María, ser signos y sacramentos de misericordia.
Y concluye su meditación rezando con ellos la Salve Regina, “en cuyas invocaciones late el espíritu
del Magníficat”, pues “Ella es la Madre de la misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra” y
“sus ojos misericordiosos son los que consideramos el mejor recipiente de la misericordia, en el
sentido de poder beber en ellos esa mirada indulgente y buena de la que tenemos sed como sólo se
inicio de su pontificado, por ocasión del Año de la Fe, en una Jornada Mariana ante la imagen
María. Pero antes el Santo Padre aprovechó para destacar un elemento importante de la piedad
popular mariana: el valor de la imagen de María como un sacramental que nos aproxima a aquella
que representa: “Su imagen, traída desde Fátima, nos ayuda a sentir su presencia en medio de
nosotros.”237 Es la experiencia que hace todo cristiano al aproximarse a una imagen de Jesús, de
María o de algún santo: ella lo ayuda a experimentar y hacer más palpable la realidad sobrenatural
235 Francisco, “Retiro espiritual con ocasión del Jubileo de los sacerdotes.”
236 Francisco, “Retiro espiritual con ocasión del Jubileo de los sacerdotes,” énfasis mío.
237 Francisco, “Palabras en la oración mariana por ocasión del Año de la Fe,” Santa Sede, 12 octubre 2013, acceso 18
verdaderamente nos acompaña e intercede por nosotros, gracias a la “comunión de los santos” que
nos une. Enseguida Francisco afirma la realidad central de toda devoción mariana: “Hay una
realidad: María siempre nos lleva a Jesús.”238 En sus palabras de aquel día, Francisco curiosamente
no habló en particular de la Virgen de Fátima, sino del tema de la jornada, tomado de las palabras
de María, destacando tres características, según el usual esquema tripartito de sus homilías: la fe
de María desata el nudo del pecado, la fe de María da carne humana a Jesús y la fe de María es
un camino que ella tuvo que recorrer y por eso nos sostiene y acompaña en nuestro propio camino
de fe.239 Aquí interesa observar especialmente cómo el Papa describe el primero de esos elementos,
dejando entrever tanto la influencia de la Virgen Desatanudos sobre el pensamiento mariano como
el valor del tema de la misericordia. El Obispo de Roma inicia su reflexión mencionando el texto
de san Ireneo y su cita explícita en el Vaticano II: María desata el nudo causado por la
Cuando un niño desobedece a su madre o a su padre, podríamos decir que se forma un pequeño
‘nudo’… Entonces, la relación con los padres necesita ser limpiada de esta falta y, de hecho, se
pide perdón para que haya de nuevo armonía y confianza.”240 Sobre la base de este ejemplo, tan
familiar, Bergoglio pasa a hablar de la relación con Dios: “Algo parecido ocurre en nuestras
238 Francisco, “Palabras en la oración mariana por ocasión del Año de la Fe.”
239 Sigue en ese esquema tripartido, respectivamente, LG 56; LG 63 y LG 58.
240 Francisco, “Palabras en la oración mariana por ocasión del Año de la Fe.”
556
concretos en los que mostramos falta de confianza en él – y esto es pecado –, se forma como un
nudo en nuestra interioridad.”241 La consecuencia es que “estos nudos nos quitan la paz y la
serenidad. Son peligrosos, porque varios nudos pueden convertirse en una madeja, que siempre es
más doloroso y más difícil de deshacer.”242 Pero, ¿cómo deshacer los nudos? Aquí entra en acción
sabemos – nada es imposible. Hasta los nudos más enredados se deshacen con su gracia. Y María,
que con su ‘sí’ ha abierto la puerta a Dios para deshacer el nudo de la antigua desobediencia, es la
madre que con paciencia y ternura nos lleva a Dios, para que él desate los nudos de nuestra alma
Francisco pide a cada uno que reflexione sobre los nudos de su propia vida, confiando en
la misericordia de Dios. Pero comenta que hay quien le dice: “Padre, los míos no se pueden
desatar”. A lo que él responde: “No; eso es un error. Todos los nudos del corazón, todos los nudos
de la conciencia se pueden deshacer.”244 E indica un camino: María, que nos señala la misericordia
de Dios: “¿Pido a María que me ayude a tener confianza en la misericordia de Dios para
deshacerlos, para cambiar? Ella, mujer de fe, sin duda nos dirá: ‘Vete adelante, ve donde el Señor:
Él comprende’. Y ella nos lleva de la mano, como Madre, hacia el abrazo del Padre, del Padre de
la misericordia.”245
241 Francisco, “Palabras en la oración mariana con ocasión del Año de la Fe.”
242 Francisco, “Palabras en la oración mariana con ocasión del Año de la Fe.”
243 Francisco, “Palabras en la oración mariana con ocasión del Año de la Fe.”
244 Francisco, “Palabras en la oración mariana con ocasión del Año de la Fe.”
245 Francisco, “Palabras en la oración mariana con ocasión del Año de la Fe.”
557
7.3.2.3 Madre en la fe
El texto anterior ya introduce en otra característica de María muy valorada por Francisco:
seguimiento de Cristo. Pero no sólo eso. Además de ejemplo de creyente, María es verdaderamente
Madre de los fieles “en la fe”: “María, la perfecta discípula, los acompaña: es hermoso sentir que
ella es nuestra Madre en la fe.”247 El primer día de 2014, solemnidad de la Madre de Dios, el Papa
subrayó que “nuestro camino de fe está ligado al de María, Madre de Dios y Madre nuestra.”248 La
primera lectura de la Misa recordaba la así llamada “bendición de Aarón.”249 “El deseo contenido
en esta bendición” – enseñó el Papa – “se ha realizado plenamente en una mujer, María, por haber
sido destinada a ser la Madre de Dios, y se ha cumplido en ella antes que en ninguna otra
creatura.”250 Bergoglio recordó que Madre de Dios “es el título principal y esencial de la Virgen
María. Es una cualidad, un cometido, que la fe del pueblo cristiano siempre ha experimentado, en
su tierna y genuina devoción por nuestra madre celestial,”251 a tal punto que en el Concilio de
Éfeso, el sensus fidelium fue uno de los grandes impulsores de la confirmación de esa verdad
profundamente cristológica: “Se dice que, durante el Concilio, los habitantes de Éfeso” – relata
246 “Ella es la mujer de fe, que vive y camina en la fe, y su excepcional peregrinación de la fe representa un punto de
referencia constante para la Iglesia.” EG 287.
247 Francisco, “Rito de la Admisión al catecumenado y encuentro con los catecúmenos en la clausura del Año de la Fe,”
Francisco – “se congregaban a ambos lados de la puerta de la basílica donde se reunían los Obispos,
gritando: ‘¡Madre de Dios!’ Los fieles, al pedir que se definiera oficialmente este título mariano,
Lumen Gentium253 y explica: “Es la actitud espontánea y sincera de los hijos, que conocen bien a
su madre, porque la aman con inmensa ternura...María está desde siempre presente en el corazón,
en la devoción y, sobre todo, en el camino de fe del pueblo cristiano.”254 Inspirado en Juan Pablo
II, Francisco recuerda que “la Iglesia camina en el tiempo...Pero en este camino procede
recorriendo de nuevo el itinerario realizado por la Virgen María.”255 Por eso el itinerario de fe del
cristiano “es igual al de María, y por eso la sentimos particularmente cercana a nosotros.”256 Aclara
aún que, “por lo que respecta a la fe, que es el quicio de la vida cristiana, la Madre de Dios ha
compartido nuestra condición, ha debido caminar por los mismos caminos que recorremos
nosotros, a veces difíciles y oscuros, ha debido avanzar en la ‘peregrinación de la fe’.” 257 De ese
modo se entiende por qué María es nuestra Madre en la fe. Además de haber tenido que pasar por
el claroscuro de la fe, como todo fiel, María les fue entregada por Jesús con la misión de que fuese
su madre espiritual. Por eso, continúa el Papa, “nuestro camino de fe está unido de manera
indisoluble a María”258 desde la cruz, cuando los cristianos la recibieron por madre. Allí las
252 Francisco, “Homilía en la solemnidad de Santa María Madre de Dios,” 1 enero 2014.
253 “La totalidad de los fieles, que tienen la unción del Santo (cf. 1 Jn 2,20 y 27), no puede equivocarse cuando cree, y
esta prerrogativa peculiar suya la manifiesta mediante el sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo cuando desde los Obispos
hasta los últimos fieles laicos presta su consentimiento universal en las cosas de fe y costumbres.” LG 12.
254 Francisco, “Homilía en la solemnidad de Santa María Madre de Dios,” 1 enero 2014.
255 RM 2.
256 Francisco, “Homilía en la solemnidad de Santa María Madre de Dios,” 1 enero 2014.
257 Francisco, “Homilía en la solemnidad de Santa María Madre de Dios,” 1 enero 2014; LG 58.
258 Francisco, “Homilía en la solemnidad de Santa María Madre de Dios,” 1 enero 2014.
559
palabras de Jesús “tienen un valor de testamento y dan al mundo una Madre. Desde ese momento,
agrietaba, “Jesús les confió a aquella que fue la primera en creer, y cuya fe no decaería jamás. Y
la ‘mujer’ se convierte en nuestra Madre en el momento cuando pierde al Hijo divino.”260 En aquel
momento su corazón herido de Madre “se ensancha para acoger a todos los hombres, buenos y
malos, a todos, y los ama como los amaba Jesús.”261 En Caná ella había cooperado con su fe para
resurrección de su Hijo, y la comunica con afecto materno a los demás. María se convierte así en
fuente de esperanza y de verdadera alegría.”262 Por eso el Papa confía a ella el itinerario de fe de
la Iglesia y las necesidades del mundo. En efecto, en su primera encíclica, Lumen Fidei, escrita a
cuatro manos con Benedicto XVI, Francisco hace una bella oración a María, “Madre de la Iglesia
y Madre de nuestra fe”: “¡Madre, ayuda nuestra fe! ... Y que esta luz de la fe crezca continuamente
en nosotros, hasta que llegue el día sin ocaso, que es el mismo Cristo, tu Hijo, nuestro Señor.”263
Esperanza y del Amor”, como lo expresara el Documento de Aparecida264, de ahí que la esperanza
259 Francisco, “Homilía en la solemnidad de Santa María Madre de Dios,” 1 enero 2014.
260 Francisco, “Homilía en la solemnidad de Santa María Madre de Dios,” 1 enero 2014.
261 Francisco, “Homilía en la solemnidad de Santa María Madre de Dios,” 1 enero 2014.
262 Francisco, “Homilía en la solemnidad de Santa María Madre de Dios,” 1 enero 2014.
263 Francisco, “Carta encíclica Lumen Fidei sobre la fe,” n. 60, La Santa Sede, 29 de junio de 2013, acceso 28 marzo
2017, http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20130629_enciclica-lumen-fidei.html
264 DA 127-128.
560
no sea un tema ajeno a su predicación. “La única lámpara encendida en el sepulcro de Jesús es la
esperanza de la madre”265, dijo el Papa Francisco en una visita a las Monjas Benedictinas
según tu palabra”266 – “no es sólo aceptación, sino también apertura confiada al futuro. Este
brevemente algunos momentos decisivos de la vida de la Madre del Señor, observando que “ante
todas estas dificultades y sorpresas del proyecto de Dios, la esperanza de la Virgen no vacila nunca.
Mujer de esperanza. Esto nos dice que la esperanza se alimenta de escucha, contemplación y
paciencia, para que maduren los tiempos del Señor.”268 Al recordar el Calvario, cuando María
estaba a los pies de la cruz, el Santo Padre señaló que ella es “es mujer del dolor y, al mismo
tiempo, de la espera vigilante de un misterio, más grande que el dolor, que está por realizarse.
Todo parece verdaderamente acabado; toda esperanza podría decirse apagada”269 y agregó una
idea repetida en otras homilías: “en aquel momento, recordando las promesas de la Anunciación,
ella habría podido decir: ‘No se cumplieron, he sido engañada’.”270 Pero – volviendo a la imagen
del encuentro entre el Resucitado y su Madre en los Ejercicios Espirituales – Bergoglio recuerda
265 Francisco, “Palabras en la celebración de las vísperas con la comunidad de las monjas benedictinas camaldulenses,”
que María, la “bienaventurada porque ha creído, por su fe ve nacer el futuro nuevo y espera con
esperanza el mañana de Dios”, que para ella es “el alba de la mañana de Pascua, de ese primer día
de la semana.”271 Por eso, “nos hará bien pensar, en la contemplación, en el abrazo del hijo con la
madre. La única lámpara encendida en el sepulcro de Jesús es la esperanza de la madre, que en ese
diciendo que “¡debemos mucho a esta Madre! En ella, presente en cada momento de la historia de
la salvación, vemos un testimonio sólido de esperanza. Ella, madre de esperanza, nos sostiene en
derrotas humanas.”273
espiritual y de la virtud teologal de la esperanza. Durante el Adviento de 2013 afirmó: “El modelo
de esta actitud espiritual, de este modo de ser y de caminar en la vida, es la Virgen María. Una
sencilla muchacha de pueblo, que lleva en el corazón toda la esperanza de Dios”, que en su seno
“se hizo carne, se hizo hombre, se hizo historia.”274 Para Francisco, el Magníficat “es el cántico
del Pueblo de Dios en camino, y de todos los hombres y mujeres que esperan en Dios, en el poder
de su misericordia.”275 Y concluye su reflexión diciendo que María “es madre, es mamá, y sabe
271 Francisco, “Palabras en la celebración de las vísperas con la comunidad de las monjas benedictinas camaldulenses.”
272 Francisco, “Palabras en la celebración de las vísperas con la comunidad de las monjas benedictinas camaldulenses.”
273 Francisco, “Palabras en la celebración de las vísperas con la comunidad de las monjas benedictinas camaldulenses.”
274 Francisco, “Ángelus – I Domingo de Adviento,” La Santa Sede, 1 diciembre 2013, acceso 28 marzo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2013/documents/papa-francesco_angelus_20131201.html
275 Francisco, “Ángelus – I Domingo de Adviento,” 1 diciembre 2013.
276 Francisco, “Ángelus – I Domingo de Adviento,” 1 diciembre 2013.
562
En las vísperas de una Navidad, el Papa recordó que, como María, debemos dar espacio
para que venga Jesús. Y con su estilo, jovial pero concreto, preguntó, haciendo un paralelo con
María y con la Iglesia: “¿Nuestra alma está abierta, como está abierta la santa madre Iglesia y
como estaba abierta la Virgen?”277 En Navidad, toda la Iglesia, cada uno de nosotros, está, como
María, a la espera de dar a luz, de vivenciar un parto. Por eso “el Espíritu Santo mueve el corazón
de cada uno a hacer esta oración: ¡Ven, ven!”278 Todos los días de Adviento “hemos dicho en el
prefacio que nosotros, la Iglesia, como María, estamos vigilantes, en espera.” Y la vigilancia,
destacó Bergoglio, “es la virtud” del peregrino. Todos nosotros “somos peregrinos”. María,
Habría muchas otras virtudes de María como Madre que se podrían destacar, pero como se
trata de ser selectivos, a título de ejemplo, se va a indicar apenas una más: su alegría, actitud
fundamental en la Iglesia misionera de Francisco y que ha dado nombre para dos de sus
documentos más importantes (Evangelii Gaudium y Amoris Laetitia). Como Madre de Jesús,
María fue la primera en experimentar la alegría de la salvación.280 Como madre nuestra, Francisco
enseña que ella nos ayuda “a vivir la alegría del Evangelio en la familia, en el trabajo, en la
parroquia y en cada ambiente. Una alegría íntima, hecha de asombro y ternura. La alegría que
experimenta la mamá cuando contempla a su niño recién nacido, y siente que es un don de Dios,
277Francisco, “Como en espera de un parto – Misa matutina en la capilla de la Domus Sanctae Marthae,” 23 diciembre
2013, acceso 28 marzo 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2013/documents/papa-
francesco_20131223_espera-parto.html
278 Francisco, “Como en espera de un parto,” 23 diciembre 2013.
279 Francisco, “Como en espera de un parto,” 23 diciembre 2013.
280 EG 5.
281 Francisco, “Ángelus – III Domingo de Adviento Gaudete,” La Santa Sede, 15 diciembre 2013, acceso 28 marzo
2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2013/documents/papa-francesco_angelus_20131215.html
563
Una de las grandes contribuciones del Concilio Vaticano II para la mariología fue la
recuperación de una dimensión muy clara para los Padres de la Iglesia y que había perdido fuerza
en los últimos siglos: la íntima relación entre María y la Iglesia. Formado teológicamente en la era
posconciliar, Bergoglio asumió plenamente esa síntesis y creció consciente de la íntima relación
entre María y la Iglesia, influenciado por varios autores, como se verá ad infra (9.1), y por el propio
concilio, que afirma: “La Madre de Dios es tipo de la Iglesia en el orden de la fe, de la caridad y
de la unión perfecta con Cristo. Pues en el misterio de la Iglesia, que con razón es llamada también
madre y virgen, precedió la Santísima Virgen, presentándose de forma eminente y singular como
modelo tanto de la virgen como de la madre.”282 Naturalmente esa identidad objetiva, ya advertida
por los Padres de la Iglesia, fue asumida por Francisco con acentos propios. En la opinión del
sobre la relación de ésta con María: en especial la Iglesia como pueblo y la Iglesia como madre.
En la entrevista con el Padre Spadaro, Francisco afirmó: “Una imagen de Iglesia que me
complace es la de pueblo santo y fiel a Dios. Es la definición que uso a menudo…La pertenencia
a un pueblo tiene un fuerte valor teológico: Dios en la historia de la salvación salvó a un pueblo.
No existe plena identidad sin pertenencia a un pueblo…Y la Iglesia es el pueblo de Dios en camino
tratar ad infra (capítulo 8), esos conceptos conciliares fueron destacados por sus profesores
282 LG 63.
283 Francisco, “Entrevista concedida al P. Antonio Spadaro,” La Santa Sede, 19 agosto 2013, acceso 28 marzo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/september/documents/papa-francesco_20130921_intervista-
spadaro.html
564
argentinos partidarios de la “teología del pueblo”, y encontraron eco en el alma de Bergoglio, que
supo entender la consecuencia mariana del tema: María es una mujer del pueblo. Amó a Jesús
La segunda imagen muy querida por el Papa es la Iglesia madre. San Ignacio, el fundador
que la Iglesia Pueblo de Dios incluye tanto a los pastores como al pueblo, en comunión; la Iglesia
como totalidad del pueblo de Dios. Bergoglio está convencido de la maternidad universal de la
Iglesia, que debe ser ejercida por sus hijos como un “dar vida”, una fecundidad maternal abierta a
todos. En la misma entrevista con Spadaro, el Papa agrega: “Esta Iglesia con la que debemos sentir
es la casa de todos, no una capillita en la que cabe un grupito de personas selectas. No debemos
madre. La Iglesia es fecunda, debe serlo.”284 Menciona, entonces, algunos ejemplos negativos y
consagrados y consagradas, lo primero que se me ocurre es: ‘un solterón’, ‘una solterona’. No son
ni padres ni madres. No son capaces de dar vida.” Por otro lado, continúa el Santo Padre, “cuando,
por ejemplo, leo la vida de los misioneros salesianos que fueron a la Patagonia, leo una historia de
vida y de fecundidad.”285 Da aun un testimonio personal respecto a las llamadas telefónicas que
hace como Papa. Llamó, por ejemplo, a un muchacho que le había escrito una carta: “Para mí
supuso un acto de fecundidad. Caí en la cuenta de que se trataba de un joven que estaba creciendo,
que ha reconocido a su padre y le cuenta, sin más, algo sobre su vida. El padre no puede decirle
En una de sus catequesis en la Plaza de San Pedro, Francisco desarrolló más ampliamente
la perspectiva conciliar de una Iglesia que es y debe ser madre, a ejemplo de María: la Iglesia es
nuestra madre en la fe, en la vida sobrenatural.287 En esa ocasión afirmó claramente: “Para mí es
una de las imágenes más bellas de la Iglesia: la Iglesia madre.”288 Enseguida se pregunta sobre el
experiencia humana de madre y añade luego el paralelo entre la Iglesia y María: “Una madre,
ante todo, genera la vida, lleva en su seno durante nueve meses al propio hijo y luego lo abre a la
vida, generándolo. Así es la Iglesia: nos genera en la fe, por obra del Espíritu Santo que la hace
fecunda, como a la Virgen María. La Iglesia y la Virgen María son madres, ambas; lo que se dice
de la Iglesia se puede decir también de la Virgen.”289 La fe nos llega por la Iglesia, porque “no nos
y con nuestras fuerzas, sino que la fe es un regalo, es un don de Dios que se nos da en la Iglesia y
a través de la Iglesia.”290 En el bautismo la Iglesia “nos dona la vida de Dios, nos genera como
madre”.291 En el baptisterio de la Basílica de San Juan de Letrán, recuerda el Papa, hay una
inscripción en latín que dice: “Aquí nace un pueblo de estirpe divina, engendrado por el Espíritu
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2013/documents/papa-francesco_20130911_udienza-generale.html, énfasis
mío.
289 Francisco, “Audiencia General,” 11 septiembre 2013, énfasis mío.
290 Francisco, “Audiencia General,” 11 septiembre 2013.
291 Francisco, “Audiencia General,” 11 septiembre 2013.
566
Santo que fecunda esta agua; la Madre Iglesia da a luz a sus hijos en estas ondas”. Por eso, la
pertenencia a la Iglesia “no es un hecho exterior y formal, no es rellenar un papel que nos dan, sino
que es un acto interior y vital”, explica Francisco, pues “no se pertenece a la Iglesia como se
pertenece a una sociedad, a un partido o a cualquier otra organización. El vínculo es vital, como el
que se tiene con la propia madre, porque, como afirma san Agustín, ‘la Iglesia es realmente madre
de los cristianos’.”292 En ese contexto, Bergoglio recuerda la importancia de saber la fecha del
propio bautismo, porque es “la fecha de nuestro nacimiento a la Iglesia, la fecha en la cual nuestra
mamá Iglesia nos dio a luz.”293 Y pregunta si sus oyentes aman a la Iglesia “como se ama a la
propia mamá, sabiendo incluso comprender sus defectos.” Pues todas las madres tienen defectos,
“pero cuando se habla de los defectos de la mamá nosotros los tapamos.”294 Y hace la aplicación
del paralelo a la Iglesia: “Y la Iglesia tiene también sus defectos: ¿la queremos así como a la mamá,
le ayudamos a ser más bella, más auténtica, más parecida al Señor?”295 En un segundo paso, el
no se limita a dar la vida, sino que, con gran cuidado, ayuda a crecer a sus hijos, les da la
leche, los alimenta, les enseña el camino de la vida, los acompaña siempre con sus
atenciones, con su afecto, con su amor, incluso cuando son mayores. Y en esto sabe también
corregir, perdonar, comprender, sabe estar cerca en la enfermedad, en el sufrimiento. En
una palabra, una buena mamá ayuda a sus hijos a salir de sí mismos, a no permanecer
cómodamente bajo las alas maternas, como una nidada de polluelos está bajo las alas de la
clueca.296
El Santo Padre aplica entonces esas características maternales a la Iglesia: “La Iglesia,
como buena madre, hace lo mismo: acompaña nuestro crecimiento transmitiendo la Palabra de
292 Francisco, “Audiencia General,” 11 septiembre 2013; Agustín, De moribus Ecclesiae, I, 30, 62-63: PL 32, 1336.
293 Francisco, “Audiencia General,” 11 septiembre 2013.
294 Francisco, “Audiencia General,” 11 septiembre 2013.
295 Francisco, “Audiencia General,” 11 septiembre 2013.
296 Francisco, “Audiencia General,” 11 septiembre 2013.
567
Dios, que es una luz que nos indica el camino de la vida cristiana, y administrando los
Sacramentos.” Y pregunta: “¿Qué relación tengo yo con la Iglesia? ¿La siento como madre que
me ayuda a crecer como cristiano?”297 Finalmente, Bergoglio recuerda que la Madre Iglesia forma
a los fieles como cristianos, pero también está “formada” por ellos, ya que “la Iglesia somos
todos.” Aquellos que dicen que creen en Dios y no creen en la Iglesia, están diciendo que no creen
en sí mismos; y esto es una contradicción, comenta el Papa. “La Iglesia somos todos: desde el niño
bautizado recientemente hasta los obispos, el Papa; todos somos Iglesia y todos somos iguales a
los ojos de Dios. Todos estamos llamados a colaborar en el nacimiento a la fe de nuevos cristianos,
todos estamos llamados a ser educadores en la fe, a anunciar el Evangelio.”298 He aquí el ejercicio
de la maternidad de la Iglesia que compete a cada uno de los cristianos. Por eso el Papa finaliza
a fin de que la luz de Cristo llegue a los extremos confines de la tierra. ¡Viva la santa madre
Iglesia!”299 En pocas palabras, dar a luz y acompañar a su Hijo fue la misión más propia de María,
que se prolonga en dar a luz y educar a los hijos adoptivos de Dios, miembros de la Iglesia, que
asumen esa misma misión de dar la luz y acompañar el nacimiento de nuevos cristianos.
Casi en vísperas de su primera Navidad como Papa, Bergoglio recordó que, como María,
debemos dar espacio a Jesús que viene. La Iglesia, “como María”, está “a la espera de un parto”.
También la Madre de Jesús “sentía lo que sienten todas las mujeres en ese momento.”300 Siente
esas “percepciones interiores en su cuerpo y en su alma”301, de que su hijo está llegando. María,
dice el Papa, siente en su corazón que quiere mirar el rostro de su niño. Nosotros, como Iglesia,
agregó, “acompañamos a la Virgen en este camino de espera” y casi “querríamos apresurar este
nacimiento del Señor.”302 En efecto, hay dos venidas del Señor, dice el Papa Francisco: “la que
conmemoramos ahora, el nacimiento físico” y aquella cuando “vendrá al final, a cerrar la historia.”
Sin embargo, hay un tercer nacimiento: “Hay una tercera venida del Señor: la de cada día. El Señor
cada día visita a su Iglesia.”303 En este punto de la reflexión, Bergoglio alude y aplica nuevamente
el típico paralelo que heredó de Isaac de Stella: la relación entre María, la Iglesia y el alma
humana. El Señor nos visita a cada uno de nosotros. Y también nuestra alma entra en esta
semejanza: nuestra alma se asemeja a la Iglesia; nuestra alma se asemeja a María, la Iglesia y
nuestra alma son femeninas. Así lo que se dice de una, análogamente se puede decir de la otra. Por
lo tanto, nuestra alma está en espera, en espera por la venida del Señor. Un alma abierta que llama:
“¡Ven, Señor!” Pero él se pregunta: “¿Nuestra alma está abierta, como está abierta la santa madre
Iglesia y como estaba abierta la Virgen?” Y señala con firmeza: “El mundo no acaba con
nosotros…nosotros no somos más importantes que el mundo”, lo más importante es el Señor, “con
En el contexto de la reflexión sobre la Madre Iglesia se añade aquí una meditación muy
original del Papa Francisco, que ya se encuentra en sus textos como jesuita: la Iglesia como madre
viuda. En una de sus homilías matutinas, Francisco, compara a la Iglesia con una madre que nos
ama, nos defiende y nos da fuerza para luchar contra el mal, pero como una madre viuda.
Comentando el pasaje del Evangelio según san Lucas que narra la resurrección del hijo de la viuda
de Naím305, el Santo Padre recuerda cómo el Señor es capaz de “compadecerse”, vale decir, “de
padecer con nosotros, de estar cerca de nuestros sufrimientos y hacerlos suyos.”306 La Biblia habla
de muchas viudas y el Señor muestra un particular “cuidado, un especial amor” por ellas, a tal
punto que llegan a constituir “una imagen de la Iglesia, porque también la Iglesia es en cierto
sentido viuda”, explica el Pontífice: “Su esposo se ha ido y ella camina en la historia esperando
reencontrarlo, encontrarse con Él. Entonces ella será la esposa definitiva.”307 Por eso la Iglesia
“tiene una cierta dimensión de viudez”. La primera consecuencia de esta viudez – continúa
Bergoglio – “es que la Iglesia se hace valiente” como una madre, porque “nuestra madre Iglesia
tiene ese valor de una mujer que sabe que los hijos son suyos y debe defenderlos.”308 La segunda
es la fuerza, como, por ejemplo, en el caso de la viuda descrita en el Libro de los Macabeos, con
sus siete hijos309, “que por no renegar de la ley de Dios, fueron martirizados.”310 Finalmente,
Francisco indica que “nuestra madre Iglesia es así: es una Iglesia que cuando es fiel sabe llorar,
llora por sus hijos y ora”. Más aún: “cuando la Iglesia no llora, algo no va bien.” 311 La Iglesia
funciona bien cuando “va adelante y hace crecer a sus hijos, les da fortaleza, les acompaña hasta
la última despedida, para dejarles en las manos de su esposo, al que al final también ella
encontrará.”312 A esa Madre Iglesia que llora, el Señor la consuela con sus palabras en el
305 Lc 7,11-17.
306 Francisco, “Como una mamá que defiende a sus hijos – Misa matutina en la Domus Sanctae Marthae,” La Santa
Evangelio: “¡No llores! Este hijo que estaba muerto ahora vive.” Y al hijo, Jesús le dice, como
dice a los fieles en el sacramento de la reconciliación, cuando están muertos por el pecado:
Dios nos perdona, cuando nos devuelve la vida”, sino que se completa “cuando el Señor nos
restituye a nuestra madre. En efecto, no hay camino de vida, no hay perdón, no hay reconciliación
fuera de la madre Iglesia.”313 Una madre valiente, fuerte y que llora con nosotros. De ahí que –
concluye Francisco – tengamos la necesidad de “pedir siempre al Señor la gracia de confiar en esta
de la mujer en la Iglesia. En la prolongada entrevista que dio de pie, por más de una hora, en su
vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma, luego de la Jornada Mundial de la Juventud, los
periodistas no perdieron ocasión de traer nuevamente a colación ese tema. Un periodista francés
le preguntó directamente: “Usted ha dicho que la Iglesia sin la mujer pierde fecundidad. ¿Qué
medidas concretas tomará? Por ejemplo, ¿el diaconado femenino o una mujer responsable de un
dicasterio?” La respuesta del Papa tiene una dimensión mariana que no podría faltar en el mosaico
que significa dar colores y formas al alma mariana de Francisco: “Una Iglesia sin mujeres es como
la mamá de la familia, sino que es más fuerte; es precisamente el ícono de la Virgen, de María, la
313 Francisco, “Como una mamá que defiende a sus hijos – Misa matutina,” 17 septiembre 2013.
314 Francisco, “Como una mamá que defiende a sus hijos – Misa matutina,” 17 septiembre 2013.
571
que ayuda a crecer a la Iglesia.”315 Francisco ha afirmado lo mismo otras veces, y ya lo había dicho
como obispo. La reflexión es, en general, la misma. “Dense cuenta” – sigue el Papa – “de que la
Virgen es más importante que los Apóstoles. Es más importante. La Iglesia es femenina: es Iglesia,
es esposa, es madre. Pero la mujer en la Iglesia no sólo debe… no sé cómo se dice en italiano… el
Es otra cosa.”316 Una respuesta así es verdaderamente programática y merecería un estudio más
detenido, que excede los límites de esta investigación, que tiene como foco la piedad popular
mariana. Pero hay que registrar esto que se puede llamar una “intuición teológica” del Santo
Padre.317 Bergoglio está indicando que la correcta comprensión del rol de la mujer en la Iglesia
tiene que ver con una adecuada concepción del rol de María. Él no es el primero a señalar en esa
dirección. En la continuación de su respuesta dice que los Papas escribieron mucho sobre las
mujeres, mencionando en particular al Papa que presidió la clausura del Vaticano II: “Pablo VI
escribió una cosa hermosísima sobre las mujeres, pero creo que se debe ir más allá en la
es posible que se haya referido al Mensaje a las Mujeres, escrito por su predecesor: “Pero llega la
hora, ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, la hora en que la
315 Francisco, “Encuentro con los periodistas en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma,” La Santa Sede, 28 julio
constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los
débiles.” EG 47. Ésa es claramente una verdad – incluso corroborada por los textos patrísticos indicados en la nota 51 de EG –
pero su aplicación práctica puede ser bastante polémica. Del mismo modo, afirmar que la Virgen es más importante que los
apóstoles es una verdad clara, lo mismo que decir que las mujeres representan a María en la Iglesia, lo difícil es sacar las
consecuencias prácticas de ello, lo que Francisco tampoco ha hecho hasta ahora con tanta claridad.
318 Francisco, “Encuentro con los periodistas en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma.”
572
mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzado hasta ahora.”319El
texto de Pablo VI, muy breve, no ahonda en esa vocación de la mujer y, al relacionar a la Madre
de Jesús con las mujeres, las une únicamente en las situaciones de sufrimiento “al pie de la cruz”:
“Mujeres que sufrís, en fin, que os mantenéis firmes bajo la cruz a imagen de María; vosotras, que
tan a menudo, en el curso de la historia, habéis dado a los hombres la fuerza para luchar hasta el
fin, para dar testimonio hasta el martirio, ayudadlos una vez más a conservar la audacia de las
grandes empresas, al mismo tiempo que la paciencia y el sentido de los comienzos humildes.”320
Redención, para recibir de las manos de otro Papa, Juan Pablo II, una carta magna sobre la dignidad
magisterio pontificio dedicado totalmente al tema. En pleno vuelo sobre el Atlántico, Francisco
continúa hablando del valor de las mujeres: “No se puede entender una Iglesia sin mujeres, pero
mujeres activas en la Iglesia, con su estilo, que llevan adelante.”321 Y lo ejemplifica con el
testimonio histórico cultural de las mujeres paraguayas, como lo hará años más tarde en su visita
a Paraguay, como ya se mencionó ad supra: “Para mí, la mujer de Paraguay es la mujer más
gloriosa de América Latina. Después de la guerra, quedaron ocho mujeres por cada hombre, y estas
mujeres tomaron una decisión un poco difícil, la decisión de tener hijos para salvar la patria, la
cultura, la fe y la lengua.”322
319 Pablo VI, “Mensaje a las mujeres,” La Santa Sede, 8 diciembre 1965, acceso 28 marzo 2017
https://w2.vatican.va/content/paul-vi/es/speeches/1965/documents/hf_p-vi_spe_19651208_epilogo-concilio-donne.html
320 Pablo VI, “Mensaje a las mujeres.”
321 Francisco, “Encuentro con los periodistas en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma.”
322 Francisco, “Encuentro con los periodistas en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma.”
573
refiriendo más a actitudes humanas y espirituales que a cargos, doctrinas o juicios morales. Eso
quedó claro en el ejemplo recién mencionado: lo que él admira es el coraje y la fuerza de la mujer
Papa confía una tarea a los teólogos: “En la Iglesia, se debe pensar en la mujer desde este punto
de vista de decisiones arriesgadas, pero como mujeres. Esto se debe explicitar más. Creo que
nosotros no hemos hecho todavía una teología profunda de la mujer, en la Iglesia.” 323 Comenta
que, en general, las discusiones quedan en el plan de lo que se puede o no hacer: “Solamente puede
hacer esto, puede hacer aquello, ahora hace de monaguilla, ahora lee la lectura, es la presidenta
de Cáritas… Pero, hay algo más. Es necesario hacer una profunda teología de la mujer. Esto es lo
que yo pienso,”324 concluye el pontífice señalando su intuición, pero sin avanzar más en la
En otras palabras, Bergoglio dejaba claro que el valor de las mujeres y su participación en
la vida de la Iglesia no deben ser vistos, en primer lugar, como una cuestión de ministerios o
funciones que ella deba asumir, como todos esperan. Una vez más, a Francisco no le preocupa la
casuística sino los principios de fondo. La mujer puede ser la presidente de un organismo eclesial
(él da el ejemplo de Cáritas), puede participar más activamente en las celebraciones litúrgicas y
ciertamente puede hacer muchas otras cosas en la Iglesia. Sin embargo, para Francisco, no se trata
de cargos, sino que el valor de la mujer va mucho más allá de todo eso. Aún no satisfecha con la
respuesta, otra periodista presente en aquel vuelo de regreso del Papa a Roma volvió a tocar el
tema. Fue más incisiva y planteó una de esas preguntas ineludibles, en este caso, sobre el
323 Francisco, “Encuentro con los periodistas en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma.”
324 Francisco, “Encuentro con los periodistas en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma.”
574
sacerdocio femenino: “Quisiera entenderlo mejor: ¿Cómo debe ser nuestra participación, como
mujeres, en la Iglesia? ¿Qué piensa usted sobre la ordenación de las mujeres? ¿Cuál debe ser
ahondando: “Quisiera explicar un poco lo que he dicho sobre la participación de las mujeres en la
Iglesia: no se puede limitar al hecho de que hagan de monaguillas, sean presidentas de Caritas,
catequistas… ¡No! Debe haber algo más, pero más en profundidad, incluso más místico, es lo que
he dicho sobre la teología de la mujer.”325 En seguida deja clara su opinión sobre la ordenación de
No. Lo ha dicho Juan Pablo II, pero con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada.”326
Francisco se refiere a la Carta Apostólica Ordinatio Sacerdotalis, de su predecesor Juan Pablo II,
en la cual explica que la Iglesia no tiene poder para alterar esa práctica que se remonta al propio
Jesús.327 Entre las varias razones aducidas, aparece allí también un argumento mariano, que
325 Francisco, “Encuentro con los periodistas en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma.”
326 Francisco, “Encuentro con los periodistas en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma.”
327 “Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución
divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene
en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como
definitivo por todos los fieles de la Iglesia.” Juan Pablo II, “Carta Apostólica Ordenatio Sacerdotalis sobre la ordenación
sacerdotal reservada sólo a los hombres”, n. 4, La Santa Sede, 22 mayo 1994, acceso 28 marzo 2017,
https://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_letters/1994/documents/hf_jp-ii_apl_19940522_ordinatio-sacerdotalis.html
328 Juan Pablo II, “Carta Apostólica Ordenatio Sacerdotalis,” n. 3.
575
María, la mujer en la Iglesia es más importante que los ministros ordenados. Se trata de una
intuición profunda que lo acompaña y que él ha repetido cada vez que se plantea el tema: “Pero
sobre esto quiero decirle algo. Ya lo he dicho, pero lo repito. La Virgen María era más importante
que los Apóstoles, los obispos, los diáconos y los sacerdotes.”329 Y de ahí, concluye, una vez más:
“La mujer, en la Iglesia, es más importante que los obispos y los sacerdotes; el ‘cómo’ es lo que
debemos intentar explicitar mejor, porque creo que falta una explicitación teológica de esto.”330
Una pista más para entrar en el corazón del Papa en este tema: el “cómo” es lo que debe
ser mejor explicitado. Lo que está en juego son las actitudes humanas de las mujeres, y también
sus características espirituales o místicas. Esa percepción se confirmó cuando el investigador trajo
a colación el mismo tema en la entrevista con el Papa en Casa Santa Marta. La respuesta del Santo
Padre fue categórica: “No es algo funcional.”331 La teología profunda de la mujer que Bergoglio
está buscando va más allá de funciones, cargos o ministerios, como aquella vez que corrió el rumor
de que nombraría cardenal a una mujer.332 No es eso. “Nombrar una mujer en los dicasterios
romanos, sí, hay que hacerlo porque son más inteligentes que los hombres. Esto está claro”, admite
con sorprendente naturalidad el Santo Padre. “Sí; en realidad tienen una inteligencia e intuición
que no tenemos nosotros, y nos pueden complementar muy bien.” Y a continuación vuelve a su
tesis fundamental: “Pero no es eso, no es funcional, tampoco es ministerial”. Para explicarlo mejor,
siguiendo su típico estilo, Bergoglio pasa a contar un caso real: “Te doy un ejemplo,” dijo al
329 Francisco, “Encuentro con los periodistas en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma.”
330 Francisco, “Encuentro con los periodistas en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma.”
331 Francisco, E-1.
332 Juan Arias, “¿Una mujer cardenal? El pontífice pretende recuperar el elemento femenino de los primeros tiempos
entrevistador. “Siempre me ha dolido en el alma, en el alma” – repite con semblante que expresa
su pesar. “Un cura suizo que estaba en otro país, no sé dónde, y muere su padre y va a Suiza para
el funeral de su padre.” El Papa explica que los familiares y amigos pasaban por la iglesia para el
responso, y el sacerdote se acerca a la señora que estaba encargada de la pastoral aquella semana
en la parroquia, y le dice que era el hijo del fallecido. Pero la señora no dejó que el sacerdote
hiciera el responso, diciéndole: “Nein. Diese Woche bin ich daran.” Las palabras de la señora
estaban tan vivas en el recuerdo del Papa que le vinieron a la mente en la lengua en que fueran
pronunciadas, en alemán, y quieren decir: “No. Esta semana me toca a mí”. Sin preocuparse por
traducirlas, Bergoglio sencillamente concluyó, indignado: “Y ella le hace el responso al padre del
cura, ¿te das cuenta?” Se refería seguramente a cierto feminismo eclesial o a un tipo de
funcionalismo eclesial, más preocupado de asegurar espacios que de expresar el verdadero espíritu
continuar aumentando los lugares eclesiales de participación directa de la mujer: “Es necesario
ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia.”333 No obstante,
enseguida mencionó también sus reparos en relación con ciertas ideologías machistas subyacentes
en algunas reivindicaciones o actitudes feministas. “Temo la solución del ‘machismo con faldas’,
porque la mujer tiene una estructura diferente del varón. Pero los discursos que oigo sobre el papel
continúa su argumentación ante el sacerdote jesuita: “Las mujeres están formulando cuestiones
profundas que debemos afrontar. La Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el papel que
argumentación mariana ya utilizada en otras ocasiones, y brinda nuevas pistas para entenderla:
María, una mujer, es más importante que los obispos. Digo esto porque no hay que
confundir la función con la dignidad. Es preciso, por tanto, profundizar más en la figura de
la mujer en la Iglesia. Hay que trabajar más hasta elaborar una teología profunda de la
mujer. Sólo tras haberlo hecho podremos reflexionar mejor sobre su función dentro de la
Iglesia. En los lugares donde se toman las decisiones importantes es necesario el genio
femenino. Afrontamos este desafío: reflexionar sobre el puesto específico de la mujer
incluso allí donde se ejercita la autoridad en los varios ámbitos de la Iglesia.336
Las ideas “nuevas” que aparecen en esta respuesta son la dignidad de la mujer, que es
mucho más que la función que ella ejerce, y el genio femenino, que con su originalidad puede
ayudar al hombre en sus tareas, incluso en situaciones de gobierno, ejercicio de autoridad o toma
de decisiones. Y todavía en otra entrevista, concedida al diario Corriere della Sera, al hacer un
balance de su primer año de pontificado, Francisco tuvo que hablar sobre cómo se puede promover
el papel de las mujeres en la Iglesia. “Tampoco en esto ayuda la casuística”, respondió el Papa.
“Es verdad que la mujer puede y debe estar más presente en los puestos de decisión de la Iglesia.
Pero a esto yo lo llamaría una promoción de tipo funcional. Y sólo con eso no se avanza
demasiado.”337 Y enseguida viene el argumento teológico que parece ser hasta ahora el más
significativo: “Más bien hay que pensar que la Iglesia lleva el artículo femenino, ‘la’: es femenina
desde su origen. El teólogo Urs von Balthasar trabajó mucho sobre este tema: el principio mariano
guía a la Iglesia de la mano del principio petrino. La Virgen es más importante que cualquier
obispo y que cualquiera de los apóstoles.” En seguida indicó que ya había pedido al cardenal
Rylko, responsable por lo que era entonces el Consejo de los Laicos, que se profundizara el tema.
“Él está trabajando en esta dirección con muchas mujeres expertas,” concluye el Papa. En la misma
entrevista, Bergoglio reveló aún que estaba leyendo el libro de Damiano Marzotto, Pedro y
Magdalena,338 que habla de la dimensión femenina de la Iglesia, lo que demuestra su interés por
el tema. Incluso el Osservatore Romano, periódico del Vaticano, sigue publicando una serie de
encartes sobre la mujer339, indicando así la necesidad de ahondar la Teología de la Mujer que,
según el abordaje del Papa, pasa por una auténtica reflexión sobre la Mujer de la Teología, María.
Algunas de esas ideas, que Francisco había desarrollado en entrevistas más informales, las
sociedad, con una sensibilidad, una intuición y unas capacidades peculiares que suelen ser más
propias de las mujeres que de los varones.”340 Ejemplifica con la “especial atención femenina hacia
los otros, que se expresa de un modo particular, aunque no exclusivo, en la maternidad.”341 El Papa
admite la gran colaboración de las mujeres en las actividades pastorales junto a los sacerdotes, en
“todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la
Iglesia.”342 Y citando al Compendio de Doctrina Social de la Iglesia dice que “el genio femenino
es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de
338 Damiano Marzotto, Pietro e Maddalena: il vangello corre a due voci (Milano: Ancora, 2010).
339 Desde mayo de 2012 L’Osservatore Romano publica una sección mensual con temas relativos a la Mujer: “Donne,
las mujeres también en el ámbito laboral”343, como también en otros lugares donde se toman
decisiones, dentro y fuera de la Iglesia. Agrega aún que “las reivindicaciones de los legítimos
derechos de las mujeres, a partir de la firme convicción de que varón y mujer tienen la misma
dignidad, plantean a la Iglesia profundas preguntas que la desafían y que no se pueden eludir
superficialmente.”344 En ese contexto aprovecha el Papa para reafirmar la reserva del sacerdocio a
los varones, “como signo de Cristo Esposo que se entrega en la Eucaristía.”345 Indica que el
problema conflictivo de fondo es cuando “se identifica demasiado la potestad sacramental con el
lo dice, recordando palabras de Juan Pablo II. El sacerdocio es servicio al pueblo y la igual dignidad
de todos viene del Bautismo. Introduce, entonces, su idea mariana predilecta respecto al tema, ya
tantas veces repetidas, aunque no suficientemente desarrollada, pero ahora dejada por escrito en
su exhortación “programática”: “De hecho, una mujer, María, es más importante que los
obispos…Aquí hay un gran desafío para los pastores y para los teólogos, que podrían ayudar a
reconocer mejor lo que esto implica con respecto al posible lugar de la mujer allí donde se toman
mencionado, le preguntaron al Papa sobre cómo conseguir esa mejor inserción de la mujer en la
vida de la Iglesia, afirmando que “a las mujeres se las excluye de los procesos de toma de
343 Pontificio Consejo Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 295, citado en EG 103.
344 EG 104.
345 EG 104.
346 EG 104.
347 EG 104.
580
decisiones en la Iglesia, sobre todo en los más altos niveles.”348 A eso Francisco responde diciendo
– una vez más – que la pregunta está “muy vinculada a la funcionalidad, mientras que el papel de
la mujer tiene otra dimensión.”349 Admite que, aunque no las excluyan, “es muy débil la inserción
de las mujeres” en los procesos de toma de decisión. Por otro lado, da ejemplos de mujeres que
actúan en algunos organismos de la curia romana, pero dice se debe seguir avanzando. Más que
solamente en la ejecución de las decisiones, el Papa dice que valora la participación de las mujeres,
religiosas y laicas, en el proceso de elaboración y reflexión, en el debate, que culmina con las
tomadas de decisión. “Porque la mujer mira la vida con ojos propios y nosotros hombres no
podemos mirarla así…Deben ser complementarios, y en las consultaciones es importante que haya
mujeres.”350 Esa complementación, dice el Papa, la experimentó en Buenos Aires. Y resume: “en
eso debemos seguir adelante, con prudencia, pero buscando las soluciones.” Aprovecha, sin
embargo, para advertir sobre dos peligros: el feminismo y el clericalismo. Sobre el primero dice
que “el papel de la mujer en la Iglesia no es feminismo, ¡es un derecho! Es un derecho de bautizada
con los carismas y los dones que el Espíritu ha dado. No hay que caer en el feminismo, porque
de incluir a los laicos en los consejos parroquiales, lo que falta en muchos lugares todavía. Indicó
también que a veces existe complicidad en eso, pues hay laicos que son clericalistas, reforzando el
problema. Por otro lado, no faltan los que quieren clericalizar a los buenos laicos, haciéndolos
diáconos, por ejemplo. En ese contexto, menciona algo importante para la presente investigación:
348 Pregunta formulada por una de las religiosas en: Francisco, “Discurso del Santo Padre a la Unión Internacional de
las Superioras generales (UISG),” La Santa Sede, 12 mayo 2016, acceso 28 marzo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2016/may/documents/papa-francesco_20160512_uisg.html
349 Francisco, “Discurso del Santo Padre a la UISG.”
350 Francisco, “Discurso del Santo Padre a la UISG.”
351 Francisco, “Discurso del Santo Padre a la UISG.”
581
fuerte, dice el Papa, pero “se ha salvado un poco de esto sólo en la piedad popular: porque el
protagonista es el pueblo y el pueblo ha hecho las cosas como venían; y a los sacerdotes ese aspecto
no les interesaba mucho, y alguno no veía con buenos ojos ese fenómeno de la piedad popular.”353
en la Iglesia. Primero el Santo Padre, con humildad y reconociendo que no era ningún especialista
Iglesia primitiva y la poca claridad teológica que existe aún hoy sobre el lugar de ellas en aquella
época. Por otro lado, Francisco mostró mucha apertura a seguir conversando sobre el tema y
Aunque éste fue el asunto que más revuelo causó después de la audiencia, la dimensión
más mariana de sus respuestas apareció cuándo le preguntaron sobre el sitio de la vida religiosa
faltaría a la Iglesia si no hubiese más religiosas? Faltaría María el día de Pentecostés. No hay
Iglesia sin María. No hay Pentecostés sin María. Pero María estaba allí, tal vez hablaba...”354 Repite
entonces algo que suele decir a las religiosas en sus encuentros con ellas, tratándolas como ícono
de la Iglesia y de María, a diferencia de los sacerdotes: “Esto lo he dicho, pero me gusta repetirlo.
no es ícono de la Iglesia; no es ícono de María: es ícono de los apóstoles, de los discípulos que son
352 El Papa va a repetir posteriormente ese tema en la ya mencionada carta al presidente de la Comisión para América
enviados a predicar. Pero no de la Iglesia y de María.”355 Francisco insiste que con estas
afirmaciones quiere hacer “reflexionar sobre el hecho de que ‘la’ Iglesia es femenina; la Iglesia es
mujer: no es ‘el’ Iglesia, es ‘la’ Iglesia.” Además, la Iglesia es “una mujer casada con Jesucristo,
tiene a su Esposo, que es Jesucristo.”356 El Papa explica, entonces, que “cuando se elige a un obispo
para una diócesis, el obispo – en nombre de Cristo – se casa con esa Iglesia particular.” Aplicando
esa analogía a las religiosas, dice que “la consagración de una mujer la hace ícono precisamente
de la Iglesia e ícono de la Virgen. Y esto nosotros hombres no podemos hacerlo. Esto os ayudará
a profundizar, desde esta raíz teológica, un papel grande en la Iglesia,”357 concluye Francisco. Al
final, lo acentúa una vez más: “Recordad bien esto: ¿qué le faltaría a la Iglesia si no existiesen las
preguntas de las religiosas, Francisco afirma algo que, a esa altura del presente estudio confirma
ampliamente la observación del investigador: él se repite mucho. Hay cosas que Bergoglio dice
del mismo modo desde su tiempo de jesuita. La ventaja de esto es que queda cada vez más claro
cuáles son sus pensamientos centrales y acentos más significativos respecto al tema en cuestión.
Que se repite, él lo reconoce claramente ante la asamblea presente, con su característica humildad
y sencillez: “Esto es lo que se me ocurre deciros. Sé que siempre repito lo que digo y digo las
mismas cosas, pero la vida es así... A mí me gusta escuchar las preguntas, porque me hacen pensar
y me siento como el portero, que está allí, esperando el balón de donde venga... Esto es bueno y
Un último aspecto por destacar en las afirmaciones del Papa Francisco respecto a María es
su relación con los pobres y la pobreza. Pablo VI, en Marialis Cultus, fue el primer pontífice a
destacar de forma clara y directa la relación de María con los pobres y su liberación: María no fue
“una mujer pasivamente remisiva o de religiosidad alienante, antes bien fue mujer que no dudó en
proclamar que Dios es vindicador de los humildes y de los oprimidos y derriba de sus tronos a los
poderosos del mundo (cf. Lc 1,51-53).”360 Pablo VI recuerda que María “sobresale entre los
humildes y los pobres del Señor, una mujer fuerte que conoció la pobreza y el sufrimiento, la huida
y el exilio (Mt 2,13-23): situaciones todas estas que no pueden escapar a la atención de quien
quiere secundar con espíritu evangélico las energías liberadoras del hombre y de la sociedad.”361
En las huellas de Pablo VI, la Conferencia de Puebla volvió a afirmar la relación de María
con los pobres y la liberación. Como el pueblo pobre conoce muy bien la realidad de la pobreza y
del sufrimiento, Puebla recuerda que la Iglesia que quiere evangelizar “no de una manera
decorativa, como un barniz superficial”, que quiere evangelizar “en la raíz, en la cultura del pueblo,
se vuelve a María para que el Evangelio se haga más carne, más corazón de América Latina.”362
En la base de esas reflexiones de Puebla están teólogos como Joaquín Alliende y Lucio Gera, que
eran tan marianos cuanto comprometidos con los pobres.363 También ya se mencionó que no es
mera coincidencia que justamente Rafael Tello, uno de los principales exponentes de la teología
del pueblo, haya sido el creador – por sugerencia de una señora de la villa miseria del Bajo Flores,
en los años setenta – de las peregrinaciones al santuario mariano de Luján, tan apreciadas por
Bergoglio.364 Tales peregrinaciones, compuestas actualmente por un 80% de jóvenes pobres, son
claro ejemplo del valor que Bergoglio da a la relación entre la piedad popular mariana y los pobres,
como comentan los “curas villeros”, que él tanto apoyó en Buenos Aires. Ellos recuerdan que en
los años 70, militantes de izquierda se burlaban de sacerdotes como ellos, que amaban a los pobres,
pero no adherían a la izquierda, diciéndoles: “¿Creen que van a hacer la revolución caminando a
Luján?” Ante esto, el P. Pepe afirma: “Eran tiempos de incomprensión, pero hoy, corrida la
ideología, todo está más claro.”365 Y el P. Martín De Chiara, agrega: “Nosotros no tenemos que
meternos en los vaivenes de la política porque los políticos exigen una fidelidad ciega que, muchas
veces, olvida a las personas concretas. Y nosotros estamos junto a las personas concretas.”366
Para el Papa Francisco, María era una mujer pobre, del pueblo. Él la describe como una
mujer pobre, humilde, de la periferia: María fue “una muchacha de Nazaret, pequeña localidad de
la llamó ‘llena de gracia’ (Lc 1,28), ella ‘se turbó grandemente’, porque en su humildad se sintió
2017, http://www.lanacion.com.ar/1262615-curas-villeros-predicadores-de-la-teologia-del-pueblo
366 Di Marco, “Curas villeros.”
585
nada ante Dios.”367 Además, al cantar su Magníficat368, enseña que “el Señor derriba la vanidad,
En la primera entrevista que el Papa concedió al investigador, éste le preguntó sobre cómo
ve la relación de María con los pobres, uno de los temas fuertes de su pontificado. Su respuesta
no fue teórica, como los teólogos podrían esperar. Procuró describir, sin grandes pretensiones
académicas, cómo él imagina la condición social de María de Nazaret: “La Virgen era una mujer
pobre, vivía del trabajo de su esposo, y del suyo, porque seguramente sabía tejer y coser, esas
menciona a una de las mujeres del Antiguo Testamento que es algunas veces asociada a María:
Judit.371 Viuda piadosa, temerosa de Dios y de irreprensible conducta, Judit era rica y tenía muchas
propiedades dejadas por su marido372 pero, viendo la opresión que padecía su pueblo, toma la
Holofernes. En un banquete éste se embriaga y acaba decapitado por Judit.373 Ese hecho hizo que
los Padres de la Iglesia y los autores cristianos vieran en Judit una figura profética de la misión de
María. La asociación se funda en el texto del así llamado “Protoevangelio”, en el cual Dios le dice
a la serpiente, luego del relato de la caída de nuestros primeros padres: “Enemistad pondré entre ti
367 Francisco, “Ángelus,” La Santa Sede, 8 diciembre 2013, acceso 18 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2013/documents/papa-francesco_angelus_20131208.html
368 Lc 1,45-55.
369 Francisco, “Palabras enloquecidas – Misa matutina en la capilla de la Domus Sanctae Marthae,” La Santa Sede, 5
diciembre 2013, acceso 18 mayo 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2013/documents/papa-
francesco_20131205_palabras-enloquecidas.html
370 Francisco, E-1.
demonio y a la muerte, fue asociada a aquella mujer que aplastaría la cabeza de la serpiente, o sea,
derrotaría el mal.
Iglesia, que se dirige a María diciendo: “Derrotaste a Lucifer aplastando su cabeza. Salve, Judit
invencible, mujer valiente.”375 Las versiones varían según tradiciones e idiomas, pero en Brasil,
por ejemplo, la más conocida dice: “Do dragão, a força foi por vós prostrada. Ó mulher tão forte!
Ó invicta Judite!”376 Independientemente de cuál sea la versión que el Papa está acostumbrado a
realmente no imagino a María como Judit. No tiene nada que ver con Judit. Por supuesto que le
cortó la cabeza al demonio, pero de otra manera, hizo otro tipo de revolución. Esa Judit era una
acomodada, en el buen sentido de la palabra. Era una viuda rica, ¿no? Por el contrario, la casa de
la Virgen es la casa de los pobres.”377 Y, apenas pronunciada la frase anterior, le vino a la mente
un ejemplo concreto: “Te pongo el caso de un hombre. Me lo contó su confesor, pero pidió permiso
para contarlo.”378 Se trataba del caso de una chica de familia pobre, que estaba a punto de morirse,
La llevaron a un hospital en Buenos Aires. Gente muy sencilla. La chica tenía algo raro, de
estas enfermedades nuevas, y al final le empezaron los paros cardíacos y, bueno, después
374 Gn 3,15.
375 Cantado, por ejemplo, en la Hora Nona del “Pequeño Oficio de la Inmaculada Concepción (según la tradición
marianista, versión de 1964)”, Espiritualidad católica marianista, acceso 18 mayo 2017, http://espiritualidad.marianistas.org/wp-
content/uploads/2014/08/espiritu_de_maria_oficio_parvo_de_la_inmaculada.pdf
376 “Ofício da Imaculada Conceição,” Salve Rainha, acceso 18 mayo 2017,
http://www.salverainha.com.br/Oficio_de_Nossa_Senhora.html
377 Francisco, E-1, énfasis mío.
378 Francisco, E-1.
587
de una semana de internación le dijeron (al padre): “Mirá, no da más, tiene pocas horas de
vida”. Eran las cinco o seis de la tarde. Ese hombre, desesperado, se fue a Luján. Cuando
llegó, las puertas y rejas estaban ya cerradas. Se agarró a las rejas del santuario y empezó
a rezar, rezar, rezar, rezar… toda la noche estuvo así… ni se dio cuenta de que estaba así…
Tipo cinco o seis de la mañana se vuelve, toma el colectivo o el bus, y cuando llega, está
la mujer ahí y le dice: “No sé lo que pasó. Pero me dicen que no tiene más fiebre y que no,
no entienden lo que pasó”. Y la chica salió del hospital a los pocos días.379
El investigador quedó impresionado por la historia, tal era la vivacidad con la que Francisco
la contaba. Al terminar el relato, el Papa agregó, con voz tierna, como una especie de conclusión,
queriendo explicar por qué relató ese hecho: “Los pobres. Ella escucha a los pobres, ¿no? Sí, es
madre de los pobres, de los desamparados… En la oración de la ‘Salve Reina’ se expresa también
esa realidad.”380 Francisco se refiere probablemente a algunos de los versos de esa oración mariana
depositando en ella su esperanza. Tal vez Bergoglio esté pensando en frases como: “A ti
suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas” o incluso “vuelve a nosotros esos tus
ojos misericordiosos”.
en la Plaza España, Roma, Francisco pidió a María: “Que no seamos sordos al grito de los
pobres, que el sufrimiento de los enfermos y de los oprimidos no nos encuentre distraídos.”381
Luego abrazó a muchas personas inválidas que estaban en la plaza y se dirigió a la Basílica de
Santa María la Mayor para rezar de forma privada. En su acto de consagración a María, realizado
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/prayers/documents/papa-francesco_preghiere_20131208_solennita-immacolata.html
588
(13.10.2013), el Papa rezó: “Enséñanos tu mismo amor de predilección por los pequeños y los
pobres, por los excluidos y los que sufren, por los pecadores y los extraviados de corazón: congrega
a todos bajo tu protección y entrégalos a todos a tu dilecto Hijo, el Señor nuestro Jesús.”382
a la maternal intercesión de María, Madre de Jesús y nuestra, para que nos ayude en esta Santa
más débiles y marginadas, la imagen del Hijo de Dios hecho hombre”383, dijo una semana antes
de la Navidad de 2013. A María confía también a los enfermos, señalándola como modelo cristiano
al cual dirigir nuestra mirada “para crecer en la ternura, en la caridad respetuosa y delicada… Es
la Madre de Jesús y Madre nuestra, atenta a la voz de Dios y a las necesidades y dificultades de
sus hijos”384, dijo Francisco en su primer mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo. En esa
misma oportunidad, recordó cómo María, a lo largo de su vida terrena, estuvo al servicio del
prójimo, aun teniendo que pasar por grandes sufrimientos: “María, animada por la divina
misericordia, va a ayudar a su prima Isabel; intercede ante su Hijo en las bodas de Caná; lleva en
su corazón las palabras del anciano Simeón que le anuncia que una espada atravesará su alma, y
permanece con fortaleza a los pies de la cruz de Jesús. Ella es la Madre de todos los enfermos y de
todos los que sufren. El que está bajo la cruz con María, aprende a amar como Jesús.”385
Virgen, se refirió el Papa cuando visitó la Casa de Acogida “Dono di Maria”, al lado de la Plaza
382 Francisco, “Acto de consagración a la Virgen de Fátima,” 13 octubre 2013, acceso 18 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/prayers/documents/papa-francesco_preghiere_20131013_affidamento-vergine-
fatima.html
383 Francisco, “Audiencia General,” La Santa Sede, 18 diciembre 2013, acceso 18 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2013/documents/papa-francesco_20131218_udienza-generale.html
384 Francisco, “Mensaje con ocasión de la XXII Jornada Mundial del Enfermo 2014,” 6 diciembre 2013, acceso 18 julio
2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/sick/documents/papa-francesco_20131206_giornata-malato.html
385 Francisco, “Mensaje con ocasión de la XXII Jornada Mundial del Enfermo 2014.”
589
de San Pedro, y confiada desde hace 25 años por Juan Pablo II a la Madre Teresa de Calcuta y sus
vislumbrar la íntima relación de María con la caridad para con el prójimo en el pensamiento del
Papa. En su breve discurso, el Papa se centró en las tres palabras que dan nombre al lugar: casa,
don, María. Casa es “un lugar de acogida… tiene un sabor típicamente familiar, que recuerda el
calor, el afecto, el amor que se pueden experimentar en una familia… representa la riqueza humana
más preciosa, la del encuentro, la de las relaciones entre las personas.”386 La casa es un don,
continúa el Papa, un lugar donde se da y se recibe gratuitamente, donde se recupera el sentido del
don, de la gratuidad, de la solidaridad y todo se hace por amor. La casa es, además, un don de
María: “La Virgen Santa hizo de su existencia un don incesante y precioso a Dios, porque amaba
al Señor. María es un ejemplo y un estímulo para quienes viven en esta Casa, y para todos nosotros,
a fin de vivir la caridad hacia el prójimo, no por una especie de deber social, sino partiendo del
amor de Dios, de la caridad de Dios (…) María es quien nos lleva a Jesús y nos enseña cómo ir
donde Jesús; y la Madre de Jesús es nuestra y hace familia, con nosotros y con Jesús.”387 El Papa
recuerda aún que “para nosotros, cristianos, el amor al prójimo nace del amor de Dios y es la más
límpida expresión de ello.”388 En la Casa de María “se busca amar al prójimo, pero también dejarse
amar por el prójimo.”389 Termina agregando que éstas son dos actitudes que van juntas, y que
María nos enseña con su vida a “amar a Dios en los hermanos y amar a los hermanos en Dios.”390
386Francisco, “Discurso por ocasión de la visita a la Casa de Acogida Dono di Maria,” 21 mayo 2013, La Santa Sede,
acceso 18 mayo 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/may/documents/papa-
francesco_20130521_dono-di-maria.html
387 Francisco, “Discurso por ocasión de la visita a la Casa de Acogida Dono di Maria.”
388 Francisco, “Discurso por ocasión de la visita a la Casa de Acogida Dono di Maria.”
389 Francisco, “Discurso por ocasión de la visita a la Casa de Acogida Dono di Maria.”
390 Francisco, “Discurso por ocasión de la visita a la Casa de Acogida Dono di Maria.”
590
En esa misma línea, se pueden recordar aún las palabras del Papa Francisco en el Hospital
San Francisco, en Río de Janeiro, durante la Jornada Mundial de la Juventud. Nuevamente no faltó
una referencia mariana para los jóvenes allí presentes y que representaban una de las “periferias
después del santuario de Nuestra Señora de Aparecida, mis pasos se encaminaran hacia un
santuario particular del sufrimiento humano, como es el Hospital San Francisco de Asís.”391
Francisco exhortó a que confiasen en “el amor maternal de María, la madre del Señor.”392 Dijo que
en Aparecida había confiado a cada uno de los presentes al corazón de María. Y agregó: “Donde
hay una cruz que llevar, allí está siempre ella, nuestra Madre, a nuestro lado. Los dejo en sus
manos, mientras los bendigo a todos con afecto.”393 Al día siguiente, en la visita a una “villa
miseria”, la “favela” de Varginha, dio un nuevo título a María, confiando a todos los presentes “a
la intercesión de Nuestra Señora de Aparecida, la Madre de todos los pobres del Brasil.”394
A modo de conclusión se puede recordar que una de las frases más conocidas del Papa
Francisco es aquella pronunciada en su primer encuentro con los periodistas, sólo tres días después
de su elección: “¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!”395 Esta intención fue
también la que lo llevó a elegir el nombre de Francisco, hasta ese momento no utilizado por ningún
391 Francisco, “Discurso en la visita al hospital San Francisco de Asís de la Providencia,” La Santa Sede, 24 julio 2013,
Papa. La inspiración vino en el abrazo y en las palabras del Cardenal brasileño Claudio Hummes,
sentado a su lado durante el cónclave, en el momento en que Bergoglio alcanzara los votos
necesarios para la elección: “No se olvide de los pobres.”396 Sin embargo, el observador atento se
da cuenta que, al hablar de María y de los pobres, el Santo Padre no parte de análisis sociológicos.
En Evangelii Gaudium Francisco prefiere decir que la preocupación por los pobres es la actitud de
una madre, una madre justa, pero que da calidez al hogar, mostrando que “la humildad y la ternura
no son virtudes de los débiles sino de los fuertes”, pues “la misma que alababa a Dios porque
‘derribó de su trono a los poderosos’ y ‘despidió vacíos a los ricos’ (Lc 1,52.53) es la que pone
sobre la relación de María con los pobres, aunque no fuera fácil explicarlo. El punto central de su
reflexión es que se debe hacerse pobre para acercarse a la Virgen, por eso los pobres la buscan:
“No sé cómo explicarlo”, reconoce el Papa. “Es decir, vos no te podés acercar a la Virgen si no le
mostrás tu propia pobreza. Vos, a la Virgen, desde una total riqueza, no tenés la puerta abierta. O
sea, para entenderla, para hablarle, hay que ir por el lado de la pobreza.”398 Y con humildad
realizó o vio testimoniados en la vida de otros: María es la madre de los pobres, de los
396 Francisco, “Discurso en el encuentro con los representantes de los medios de comunicación.”
397 EG 288.
398 Francisco, E-1, énfasis mío.
399 Francisco, E-1.
592
desamparados, de los que se sienten pequeños y desvalidos; debemos ir a ella por el lado de la
pobreza.
Son reflexiones dirigidas más al corazón que a la mente. Escuchando al Papa se entra en
otra lógica, a la que los teólogos “de profesión” no siempre están acostumbrados: la lógica del
la pobreza de espíritu, única capaz de dar acceso al corazón de la “Madre de los pobres”. En el
trato con María es necesario escuchar “las razones del corazón”, ésas “que la propia razón
desconoce”, como diría Blaise Pascal,400 pero que no por eso son menos racionales. En la
apasionado del amor generoso e ilimitado. Es el lenguaje del pathos (sentimiento) más que el del
lógos (razón).401 En la historia de la Iglesia, antes de pensar sobre María, se la amó, se la alabó y
Ése es el recorrido de la devoción mariana, el sendero transitado por los pobres de corazón sencillo.
La senda trillada por el pueblo, en la cual la experiencia precede al discurso. He aquí el lenguaje
de la piedad popular mariana, que Bergoglio sabe hablar tan bien e intenta enseñar a la Iglesia.
encuentro con ellos y la fuerte espiritualidad que hay en ellos.403 Una espiritualidad popular,
repleta de signos y valores del cristianismo latinoamericano, centrada en los Cristos que sangran
y las imágenes gloriosas de la Virgen María, signos de la Pascua cristiana. A partir de esa
400 Blaise Pascal, Pensamentos (São Paulo: Martins Fontes, 2001), 423.
401 Leonardo Boff, O rosto materno de Deus: ensaio interdisciplinar sobre o feminino e suas formas religiosas
(Petrópolis: Vozes, 1986), 215-216.
402 Clodovis Boff, Introdução à Mariologia, 2ª ed. (Petrópolis: Vozes, 2004), 22-27.
403 Ver ad supra 6.2.2 y ad infra 8.2.
593
experiencia religiosa popular, que no es exclusiva de los pobres, pero está mucho más marcada y
mucho más acentuada en ellos, se origina un fuerte compromiso social de servicio a la liberación
y promoción del pueblo sufrido y marginalizado. Un compromiso que considera al pueblo no como
objeto sino como sujeto y que, por lo tanto, busca su liberación desde su propia experiencia
3ª parte:
Claves teológicas del pensamiento y praxis del Papa Francisco
respecto a la piedad popular mariana
Conviene recordar la estructura del presente trabajo, compuesto por tres partes
desarrolló la piedad mariana del actual Romano Pontífice: desde las raíces de la piedad popular
latinoamericana hasta la reflexión hecha tanto por el magisterio del Continente como por la Iglesia
en Argentina. La segunda parte (capítulos 4 a 7) miró la vida y la obra marianas de Jorge Mario
Bergoglio. Desde la convicción de que aún hoy Dios se revela en “acontecimientos y palabras” 1,
que se iluminan mutuamente, la segunda parte del trabajo se dedicó a presentar tanto las vivencias
de piedad popular marianas (acontecimientos, hechos) del actual Papa desde su infancia hasta los
primeros años de su pontificado (capítulos 4 y 5) como sus discursos sobre la piedad popular y
María (palabras, textos marianos) desde su época como sacerdote jesuita hasta su ministerio como
Obispo de Roma (capítulos 6 y 7). Se descorrió así la “revelación” mariana y popular de Dios en
los acontecimientos y palabras del Papa Francisco como una manifestación viva y significativa en
La tercera parte (capítulos 8 a 10) tiene ahora la tarea de sintetizar las claves teológicas
más importantes del pensamiento y la praxis del Papa Francisco respecto a la piedad popular
mariana, ordenándolos en tres ámbitos: primero, algunas claves relevantes desde el punto de vista
histórico-teológico (capítulo 8); después algunos aspectos importantes del punto de vista
1 DV 2.
595
de una síntesis, ya se advierte que será menos exhaustiva que las partes anteriores y repetirá asuntos
ya tratados anteriormente, buscando ordenarlos como “claves de lectura” de la vida y obra del
autor estudiado.
Bergoglio pasó más de setenta años de su vida en América Latina. Salvo dos cortos
períodos en Europa (en España para su última probación y en Alemania para sus estudios
sacerdotal. Allí recibió un valioso influjo de la vivencia de piedad mariana de su familia natural,
en el pensamiento y praxis del Papa Francisco respecto a la piedad popular mariana? Ésta es la
pregunta que el presente capítulo trata de responder. Y lo hace desde cinco elementos históricos
claves: la influencia salesiana (8.1), la influencia del santo pueblo fiel de Dios (8.2), la influencia
parte del estudio) y con las vivencias y discursos marianos de Jorge Bergoglio (segunda parte), se
va a recurrir también a las entrevistas realizadas por el investigador, tanto al Santo Padre – en
596
especial la segunda2, en la que se le preguntó sobre las influencias teológicas que habría recibido
Por todo lo expuesto en el capítulo 4 ad supra se puede postular que la piedad y la praxis
marianas del Papa Francisco están interiormente más marcadas por su experiencia salesiana –
tanto en el seno de su propia familia como en su contacto personal con los salesianos y su tiempo
oración Sub tuum praesidium que ella contiene y la devoción a María bajo esa advocación.
También la idea del “manto protector de María”, tan usada hasta hoy por Francisco, ya se encuentra
históricamente presente en esa oración. Cuando ya era obispo, su lugar predilecto de oración
En este contexto conviene recoger un testimonio más, que se suma a los ya presentados ad
supra y los confirma, sintetizándolos: “Del ejemplo de su abuela materna, que vivía a pocas
cuadras de la basílica, nace la devoción particular de Bergoglio por esta advocación mariana, a la
que honraba cada 24 de mayo, fiesta de María Auxiliadora, presidiendo la celebración patronal en
Almagro. Pero el ahora Sumo Pontífice no sólo tenía esta cita anual con la Virgen. Cada tanto,
2 Francisco, entrevista al investigador, Ciudad del Vaticano, 6 septiembre 2015. Referida aquí como E-2.
3 Ver ad supra 4.1.2, 5.1.2 y 5.2.4.
597
siempre en privado, se hacía una escapada en subte o en ómnibus hasta el templo, para ‘charlar a
solas’ con la Auxiliadora.”4 El padre José Repovz, que fue párroco de la basílica y provincial de
los salesianos argentinos (1999-2005), recuerda que Bergoglio “aparecía en horas no frecuentadas
por los feligreses, subía al camarín en lo alto de esta imponente iglesia, se ubicaba en un banco
que prácticamente queda oculto detrás de una columna y allí, a los pies de la imagen de la
Auxiliadora bendecida por San Juan Bosco, se quedaba orando largo rato.”5
cercanía del Papa Francisco al carisma salesiano: “El Papa es latinoamericano, conoce muy bien
todo. Sobre si es un poco salesiano, yo diría que es un Papa que tiene un nombre franciscano, un
hábito como el de los dominicos, todo blanco, y es jesuita; y aunque nosotros no nos animemos a
decir que es salesiano, él mismo ha dicho que ha tenido un gran influjo salesiano por su educación
y su historia familiar.”6
El marianismo jesuita estuvo presente en su vida gracias a las experiencias marianas de San
Ignacio, transmitidas en los Ejercicios Espirituales, y los relatos marianos de los primeros jesuitas
evangelizadores del continente americano, como se vio ad supra (4.2.2). Tuvo contacto con la
devoción a Nuestra Señora de la Estrada (o del Camino) y a Nuestra Señora de los Milagros, de
Santa Fe, patrona de la provincia jesuita argentino-uruguaya. Sin embargo, se puede concluir que
nada de esto llegó a ejercer una influencia tan fuerte como el marianismo salesiano, heredado de
4 Alejandro León, ed., Francisco y Don Bosco: escritos de Jorge Bergoglio sobre su experiencia personal salesiana, 2ª
A nivel testimonial se puede agregar que cuando el investigador preguntó al Papa Francisco
por alguna experiencia mariana significativa de su tiempo de jesuita, su respuesta fue que existía
entre los jesuitas la devoción a Nuestra Señora de la Estrada, cuya imagen él todavía tiene sobre
su escritorio, pero lo que seguía siendo fuerte para él en aquel tiempo era la devoción a María
Auxiliadora.7
espiritual de Don Bosco y constata todo el aporte ignaciano que ha recibido.8 De hecho, el mismo
Don Bosco expresa su gran admiración por los jesuitas: “Allí dónde hay un jesuita, allí, digo, hay
un modelo de virtud, un ejemplar de santidad: allí se predica, allí se confiesa, allí se anuncia la
más; es decir, claramente creció con el tiempo. Aunque haya hablado varias veces de María como
jesuita, como se mostró ad supra (6.1), lo hizo en una proporción muy pequeña respecto al
conjunto de sus escritos. Ni siquiera el fuerte vínculo personal a Nuestra Señora Auxiliadora tornó
más prolíferos sus dichos marianos. Por lo menos no a punto de que quedaran registrados por
escrito. Va a ser en el contacto con el pueblo fiel de Dios, que empieza durante su formación y
7 Testimonio del investigador en una conversación informal con el Papa el 8 de abril de 2017, en la Casa Santa Marta.
8 Giuseppe Buccellato, Alle radici dell’esperienza spirituale di Don Bosco (Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 2013),
citado – con un interesante cuadro ilustrativo que muestra las diferentes influencias – en León, Francisco y Don Bosco, 118-120.
9 Citado sin indicación de fuente en León, Francisco y Don Bosco, 120.
599
ministerio sacerdotal como jesuita, pero que se profundiza en su experiencia episcopal, que
Bergoglio pasará a hablar más de la Virgen y motivar más explícitamente la vinculación a ella.
Más que su devoción personal a María y sus afirmaciones marianas, la novedad del Papa
Francisco, que tanto ha llamado la atención de los teólogos desde su primera aparición en el balcón
de la Basílica de San Pedro parece ser su relación con el pueblo. En muchos medios de
comunicación y en algunas publicaciones ha sido llamado directamente “el Papa del pueblo.”10 En
sus breves palabras, bajo la mirada emocionada y curiosa del mundo entero, pronunció tres veces
el vocablo “pueblo” y pidió que éste lo bendijera. El nombre elegido por el nuevo Papa
inmediatamente hizo recordar a Francisco de Asís y a los pobres. Esa percepción queda confirmada
al declarar a los periodistas, pocos días después, que soñaba una Iglesia “pobre y para los pobres.”11
Así lo describe una de sus biógrafas: “Um homem que forjou seu coração de pastor ao se apaixonar
pelo povo, pelos desamparados, y que começou a sonhar com uma Igreja pobre para os pobres,
com o Evangelho vivo nas ruas.”12 Como se demuestra a continuación, sus encuentros con el
pueblo fiel de Dios le ayudaron a entender y a hacer suya la piedad popular mariana.
10Evangelina Himitian, A vida de Francisco: o Papa do povo (Rio de Janeiro: Objetiva, 2013); Juan Carlos Scannone,
Le pape du Peuple: Bergoglio raconté par son confrerè théologien jésuite et argentin (Paris: Cerf, 2014).
11 Francisco, “Encuentro con los representantes de los medios de comunicación,” La Santa Sede, 16 marzo 2013, acceso
pasó mucho tiempo para que teólogos argentinos aclararan que, más que la clásica versión de esa
teología, existe una corriente de ésta que sí podría estar en el origen de las expresiones y de la
sensibilidad del nuevo Papa: la teología del pueblo o de la cultura. El presente estudio partió
especialmente de la intuición de que la forma del Papa Francisco relacionarse con la piedad popular
mariana tendría que ver con esa teología tan propia de su país de origen.
Para confirmar esta hipótesis, en su segunda entrevista con el Santo Padre, el investigador
le preguntó sobre su relación con esa teología, propia de algunos de sus compatriotas como Gera,
Tello y Farrell. El Papa respondió clara y llanamente, como es su estilo: “A mí nunca me gustó la
expresión ‘teología del pueblo’. Me enteré que existía ya siendo Papa.”13 Ante la sorpresa y
desconcierto del entrevistador, Francisco sigue explicando: “Si Vos me decís: Pero Usted, ¿qué
hizo? Yo era párroco. O sea, fui provincial. Cuando dejé de ser provincial fui rector de la Facultad
de Teología en el Máximo, y a la vez, párroco de una parroquia que se erigió ahí, y que fundó otras
Francisco hace una pausa para enfatizar que los jesuitas hacen voto de enseñar el catecismo
“a los rudos y niños,”15 y concluye diciendo: “Y… estaba con la gente. A mí la gente me dice
mucho. La sabiduría de la gente, [estar] alrededor de la gente.”16 Con esa respuesta, quedaba claro
para el entrevistador que gran parte de la teología de Francisco se había fraguado en el encuentro
13 Francisco, E-2.
14 Francisco, E-2.
15 En español arcaico, las Constituciones dicen: “La promesa de enseñar los niños y personas rudes, conforme a las
Letras Apostólicas y Constituciones, no obliga más que los otros exercicios spirituales con que se ayuda el próximo, como son
Confessiones y predicaciones etc., en las quales cada uno debe occuparse según la orden de la obediencia de sus Superiores. Pero
pónese lo de los niños en el voto, para que se tenga más particularmente por encomendado este santo exercicio, y con más
devoción se haga, por el singular servicio que en él se hace a Dios nuestro Señor en ayuda de sus ánimas, y porque tiene más
peligro de ser puesto en olvido y dexado de usar que otros más apparentes, como son el predicar etc.” Ignacio de Loyola,
“Constituciones de la Compañía de Jesús,” n. 528, Documenta Catholica Omnia, acceso 18 abril 2017,
http://www.documentacatholicaomnia.eu/03d/1491-1556,_Ignatius_Loyola,_Constituciones_de_la_Compania_de_Jesus,_ES.pdf
16 Francisco, E-2.
601
personal con la gente. Su principal influencia la había recibido “del santo pueblo fiel de Dios”,
Esta afirmación coincide absolutamente con la explicación del teólogo que mejor conoce
la teología de Francisco, Víctor Fernández, ya varias veces citado en este estudio. Justamente
aplicado al tema de la piedad popular mariana, Fernández indica – como ya se mencionó antes17 –
una “clave de interpretación”, que considera crucial para percibir de dónde nace la valoración de
valoración de la Virgen está mediada por la valoración popular. O sea, la Virgen en él no aparece
como un punto fuerte en cuanto objeto directo de la reflexión personal de él. Aparece mediada por
la piedad popular.”18 Para dilucidar mejor lo que quiere decir, Fernández recurre a una
comparación: “En ese sentido uno ve la ternura de San Francisco de Asís por la creación y esto a
uno le despierta ternura hacia la creación porque ves esa ternura plasmada en él.” 19 Y lo aplica a
Francisco y su forma de aprender de lo que ve plasmado en el pueblo fiel: “Lo mismo le pasa al
Papa con el tema mariano. Lo ve como algo tan intenso, tan hondo en la piedad popular y eso de
algún modo lo convierte a él hacia la devoción mariana.” Y concluye tajantemente: “Creo que este
Esta aclaración sirve no solo para interpretar lo mariano en Bergoglio, sino la valoración
que él da a la propia piedad popular en general. Parafraseando a Fernández se puede decir que, el
intenso contacto de Bergoglio con la honda piedad del santo pueblo fiel de Dios, lo convierte a él
entrevistado.
19 Fernández, entrevista al investigador.
20 Fernández, entrevista al investigador.
602
a la piedad popular. Y como ésta es profundamente mariana, revisita su propia piedad mariana
muy filial y muy firme en María.”21 En ese contexto, llama la atención los gestos que él hace como
Papa, en especial, sus (ad supra ya comentadas) visitas a la Salus Populi Romani. “Porque él podría
ir a otras imágenes, a otras advocaciones,” observa Fernández, pero “él va porque considera que
la Salus Populi Romani es objeto de una devoción un poco ‘underground’, digamos, es una
devoción muy popular, de gente que por ahí no la vas a ver en otro lado, pero ahí va.”22 De hecho,
recuerda que “hay toda una tradición popular romana respecto al auxilio de la Salus Populi Romani
en momentos de crisis de la ciudad. Entonces le interesa más la Salus Populi Romani que la Pietà
de Miguel Ángel.”23 Una perspectiva realmente interesante que confirma la intuición expresada
ad supra (5.2.1).
Este proceso de identificación con la piedad del pueblo sólo fue posible gracias a algunos
factores constatables históricamente. Primero, la admiración que cultivó a lo largo de los años por
el santo pueblo fiel de Dios, es decir, su amor al pueblo24. Segundo, por su contacto directo y
amistad con el pueblo, en especial con los pobres,25 y la cultura popular en los barrios de San
Miguel, donde fue párroco, y las villas de Buenos Aires, donde fue obispo.26 Y tercero, su apertura
Sólo desde la connaturalidad afectiva que da el amor podemos apreciar la vida teologal presente en la piedad de los pueblos
cristianos, especialmente en sus pobres.” EG 125.
25 “Estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus
amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos.” EG
198.
26 Ver ad supra 5.1.5.
603
religiosidad popular es parte fundamental;27 es decir, por su apertura a dejarse enseñar por el
“convertirse en pueblo.”29 Este camino pasó por la valoración y asunción de la religión del pueblo
“vía pueblo” y – como dijo Fernández – “eso no le quita fuerza”, sino que da a la valoración de la
piedad popular mariana, “una dosis de mucha ternura, de mucha experiencia de fe, más que de
fundamental para entender su valoración de la piedad popular y sus consecuencias para la relación
con la Virgen María. Más que por la elaboración teológica, que es acto segundo – y que
seguramente también aconteció, como se verá ad infra (8.3 y 8.4) –, esa valoración viene por su
experiencia y contacto pastoral con los más sencillos, ese contacto que – cuando era provincial y
rector – él insistía que los seminaristas y padres jesuitas debían tener, dejando de lado las
“ideologías” respecto a los pobres. En ese sentido, se puede decir que “la vida en las villas miseria
cambió al Papa.”31
27 “Los distintos pueblos en los que ha sido inculturado el Evangelio son sujetos colectivos activos, agentes de la
evangelización. Esto es así porque cada pueblo es el creador de su cultura y el protagonista de su historia… Aquí toma
importancia la piedad popular, verdadera expresión de la acción misionera espontánea del Pueblo de Dios.” EG 122.
28 “Por eso quiero una Iglesia pobre para los pobres. Ellos tienen mucho que enseñarnos. Además de participar
del sensus fidei, en sus propios dolores conocen al Cristo sufriente. Es necesario que todos nos dejemos evangelizar por ellos.”
EG 198.
29 “Convertirse en pueblo…requiere un proceso constante en el cual cada nueva generación se ve involucrada. Es un
trabajo lento y arduo que exige querer integrarse y aprender a hacerlo hasta desarrollar una cultura del encuentro en una
pluriforme armonía.” EG 220.
30 Fernández, entrevista al investigador.
31 Paul Vallely, “How life in the slums changed the Pope,” The Tablet 267, n. 9011 (17 August 2013): 6-8. Aunque el
artículo, con el que el investigador no está totalmente de acuerdo, apunta más a un cambio en el estilo supuestamente autoritario y
conservador del provincial jesuita, el título describe bien la influencia que el contacto con los pobres villeros ejerció sobre él.
604
En ese contexto, conviene recordar nuevamente una frase que fue pronunciada por primera
vez en aquel tiempo de provincial: “cuando quieras saber lo que cree la Madre Iglesia, andá al
cómo cree la Iglesia, andá al pueblo fiel. El Magisterio te enseñará quién es María, pero nuestro
pueblo fiel te enseñará cómo se la quiere a María.”32 El pueblo fiel le enseñó a rezar como pueblo
argentino, besando imágenes, “tomando gracia”, haciendo procesiones, mandas, fiestas y novenas,
peregrinando a los santuarios y reforzando en él el amor a María. Según Fernández, eso “es lo
primero que hay que tener en cuenta para analizar el tema [de la piedad popular mariana] en él.”33
Hay, sin embargo, un factor que subyace los tres factores mencionados anteriormente: la
meditación del Evangelio, en el que se evidencia el amor preferencial de Jesús a los pobres. De
hecho, en la mencionada entrevista, sin darse por satisfecho con la respuesta de Francisco sobre la
investigador insistió sobre una posible influencia del ambiente teológico argentino sobre su
manera de entender la relación con la Virgen, con el pueblo y con los pobres, haciendo suponer
Sin darse por aludido con esas reflexiones del investigador, el Papa siguió indicando
sencillamente la Palabra de Dios: “Fijáte el Evangelio. La gran lucha de Jesús fue con el Pueblo
de Dios, que sentía el estupor porque nunca nadie nunca había hablado así, porque hablaba con
Vallely defiende ampliamente su postura en: Paul Vallely, Papst Franziskus. Vom Reaktionär zum Revolutionär (Darmstadt:
WBG/Theiss, 2014).
32 Jorge Mario Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma: Apertura de la Congregación Provincial XIV – 18
de febrero de 1974”, en Meditaciones para religiosos, ed. Jorge Mario Bergoglio (Bilbao: Mensajero, 2014), 46-47.
33 Fernández, entrevista al investigador.
34 Francisco, E-2.
605
tiempo de Jesús, entre el pueblo y los ilustrados, y que se repite hoy entre el pueblo y muchos
teólogos, pastores y agentes pastorales. En otra oportunidad Bergoglio había afirmado: “À medida
que os agentes pastorais descobrem mais a piedade popular, a ideologia vai caindo, porque se
aproximam das pessoas e de sua problemática com uma interpretação real, tirada do próprio
povo.”35 Es lo que Tello llamaría la cultura popular por un lado, y la eclesial y la moderna por
otro.36 Sin embargo, Francisco no se basa en Tello para decirlo, sino en la directa consideración
del Evangelio, como buen jesuita, ejercitado en la meditación bíblica. En esa misma línea de
reflexión, todavía siendo Cardenal, afirmó: “Cuando nos acercamos a nuestro pueblo con la mirada
del buen pastor, encontramos que este modo cultural de expresar la fe cristiana continúa vivo entre
nosotros, especialmente entre nuestros pobres. Dejando de lado todo idealismo sobre los pobres,
dejando todo pauperismo teologal. Es un hecho. Es una gran riqueza que Dios nos dio.”37
Durante la entrevista el Papa sigue su argumentación con una frase de San Ambrosio, que
él trata de recordar de memoria: “allí donde se da la misericordia está el Espíritu del Señor, donde
hay rigidez están solamente sus ministros.”38 Y ésta es la lucha de Jesús, afirma Francisco: “la
rigidez, lo legal, lo legalista…”, destacando que los legalistas habían “perdido la memoria de
Rafael Tello,” Vida pastoral 310 (septiembre 2012): 4-10. Accesible en: San Pablo (Argentina), septiembre 2012, acceso 18
mayo 2017, http://www.sanpablo.com.ar/vidapastoral/nota.php?id=664. Cuando citado ad infra, no se indicarán las páginas
porque el texto leído fue en la versión digital.
38 Francisco, E-2. El Papa ha repetido algunas veces esa frase, que atribuye a San Ambrosio, aunque no cita la fuente,
que el investigador aún no ha podido encontrar en los escritos del santo de Milán. Sin embargo, Francisco la usa para remarcar la
importancia de ser ministros misericordiosos, no legalistas, como eran los fariseos: “Os digo sinceramente, tengo miedo a las
rigideces, tengo miedo. Los sacerdotes rígidos... ¡Lejos! ¡Te muerden! Y viene a mi mente la expresión de san Ambrosio, del
siglo IV: ‘Donde hay misericordia está el espíritu del Señor, donde hay rigidez están sólo sus ministros’. El ministro sin el Señor
se hace rígido, y esto es un peligro para el pueblo de Dios. Pastores, no funcionarios.” Francisco, “Discurso en el Congreso en el
50º aniversario de los Decretos Conciliares Optatam totius y Presbyterorum ordinis,” La Santa Sede, 20 noviembre 2015, acceso
18 abril 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2015/november/documents/papa-
francesco_20151120_formazione-sacerdoti.html
606
capítulo 23 cuando [Jesús] los llama hipócritas les hace ver la contradicción con lo que Moisés les
había dado…”39 El Papa sigue pensando en voz alta: “Sí, es eso. Las élites, pero no… esa palabra
uno la asocia a lo social y creen que se habla de los ricos… no, no… Los ilustrados.”40
Esa afirmación es importante para darse cuenta de que la opción de Francisco por el pueblo
no es una cuestión de clase social, no es en contra de los ricos, sino a favor de los sencillos, la
gente simple, lo que se podría llamar los no-ilustrados. Por eso, el Papa sigue explicando que,
como en la Ilustración francesa hubo la tendencia de “considerar las religiones como una
subcultura, así también, dentro nuestro, la ilustración católica puede llegar a considerar a la masa
del pueblo como una subcultura.”41 Ésta es otra afirmación significativa para entender el
pensamiento del Papa. Como él ha dicho algunas veces, lo que le incomoda es esa tendencia de
los más “ilustrados” de descalificar la sabiduría y el protagonismo del pueblo.42 Eso no significa
descalificación de las ciencias, de los estudios académicos o de las artes clásicas, consideradas
como cultura ilustrada, sino valorización de la cultura popular, “que tiene el mismo valor”43, como
dijo, por ejemplo, a los representantes de la sociedad civil del Paraguay. De esa forma, los
grupo, una élite. No necesitamos un proyecto de unos pocos para unos pocos, o una minoría ilustrada o testimonial que se apropie
de un sentimiento colectivo. Se trata de un acuerdo para vivir juntos, de un pacto social y cultural.” EG 239.
43 “Hay una cultura ilustrada, que es cultura y es buena y hay que respetarla, ¿cierto? Hoy, por ejemplo, en una parte del
ballet, se tocó música de una cultura ilustrada y buena. Pero hay otra cultura, que tiene el mismo valor, que es la cultura de los
pueblos, de los pueblos originarios, de las diversas etnias. Una cultura que me atrevería a llamarla –pero en el buen sentido– una
cultura popular. Los pueblos tienen su cultura y hacen su cultura. Es importante ese trabajo por la cultura en el sentido más
amplio de la palabra. No es cultura solamente haber estudiado o poder gozar de un concierto, o leer un libro interesante, sino
también es cultura mil cosas. Hablaban del tejido de Ñandutí. Por ejemplo, eso es cultura. Y es cultura nacida del pueblo. Por
poner un ejemplo, ¿cierto?” Francisco, “Discurso en el encuentro con representantes de la sociedad civil,” La Santa Sede, 11 julio
2015, acceso 18 abril 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2015/july/documents/papa-
francesco_20150711_paraguay-societa-civile.html
607
por ejemplo, en prácticas como las peregrinaciones, los exvotos, velas, novenas y tantas otras que,
“tienen mucho que enseñarnos y, para quien sabe leerlas, son un lugar teológico al que debemos
En la entrevista el Papa trata de precisar su visión respecto a los pobres: “Estamos leyendo
estos días los sermones de San León sobre las bienaventuranzas. 45 La primera: es más fácil a un
pobre, sí, a una persona humilde, practicar la pobreza que a un rico, aunque hay ricos que son
pobres de alma.”46 Francisco daba así una primera indicación para entender su visión de la pobreza:
se trata más de un estado de espíritu, de desprendimiento respecto a los bienes, que de una clase
social, aunque a los pobres les es más natural practicar la pobreza en cuanto virtud evangélica.
Pero, a continuación, el Papa añade una segunda indicación: “Y junto a esto [existe] la injusticia,
la explotación del pobre.”47 Y da ejemplos de injusticias que se cometen con el pobre, incluso en
países dichos de primer mundo, como es el caso de Italia: “Pues, acá en Italia lo más normal es
trabajar ‘en negro’. Lo más normal… [Aunque es] un país desarrollado.”48 Cuenta el caso de una
44 EG 126.
45 Francisco se refiere al Oficio de Lecturas del XXII Jueves y XXII Viernes del Tiempo Ordinario, que se leía justo en
aquellos días de la entrevista: “Podría no entenderse de qué pobres hablaba la misma Verdad, si, al decir: Dichosos los pobres, no
hubiera añadido cómo había de entenderse esa pobreza…el reino de los cielos será de aquellos que han merecido más por la
humildad de sus almas que por la carencia de bienes. No puede dudarse de que los pobres consiguen con más facilidad que los
ricos el don de la humildad, ya que los pobres en su indigencia se familiarizan fácilmente con la mansedumbre y, en cambio, los
ricos se habitúan fácilmente a la soberbia. Sin embargo, no faltan tampoco ricos adornados de esta humildad y que de tal modo
usan de sus riquezas que no se ensoberbecen con ellas, sino que se sirven más bien de ellas para obras de caridad, considerando
que su mejor ganancia es emplear los bienes que poseen en aliviar la miseria de sus prójimos. El don de esta pobreza se da, pues,
en toda clase de hombres y en todas las condiciones en las que el hombre puede vivir, pues pueden ser iguales por el deseo
incluso aquellos que por la fortuna son desiguales, y poco importan las diferencias en los bienes terrenos si hay igualdad en las
riquezas del espíritu.” San León Magno, Sermón sobre las bienaventuranzas, Sermón 95,1-3, PL 54, 461-462, citado en CEA,
ed., Liturgia de las Horas según el rito romano, vol. IV, 16ª ed. (Barcelona: Regina, 1999), 176-177.181-182.
46 Francisco, E-2.
47 Francisco, E-2.
48 Francisco, E-2.
608
profesora de italiano, que trabajaba sin derecho a obra social ni jubilación, sin contrato válido ante
el gobierno. Afirma luego: “La pobreza y la explotación van muy junto. Muy junto.”49 Y deja bien
claro: “No necesariamente hay que identificar pueblo con pobres. No. Hay gente rica que tiene
alma de pueblo. Es verdad que son los menos, ¿no? Tampoco hay que identificar corrupción sólo
con ricos. No. Tenés pobres que son re-corruptos. Pero en general le es más fácil practicar la
pobreza, la humildad, ser humilde, a un pobre,”50 como dice San León Magno en su sermón. Y
concluye recordando el fundamento bíblico del amor a los pobres, más allá de cualquier corriente
teológica: “Los pobres están en el centro del Evangelio. Es decir, cuando Jesús en la sinagoga de
Casi como justificando la simplicidad de su respuesta, Francisco dice que esto es lo que le
sale decir,52 pero luego agrega un comentario más testimonial, distinguiendo la valoración de la
pobreza como don, como el camino elegido por Jesús, de aquella que se hace con resentimiento
social, como reivindicación en contra de los ricos: “Esto es más personal. Yo muchas veces me
pregunté así: si yo era resentido. Pero en mi casa vivíamos no [como] ricos. [Éramos] de clase
media. No tuvimos problemas económicos. Así que por ahí no viene eso, ¿no? A otros les viene
por el resentimiento. Ideológicamente una cosa es hacer la consideración de la pobreza como don
49 Francisco, E-2.
50 Francisco, E-2.
51 Francisco, E-2; Lc 4,18.
52 “Bueno, no sé, yo me pierdo… Y es esto que me sale un poco [decir]…” Francisco, E-2.
609
de Dios, como el camino que Jesús mismo tomó. Filipenses 2,7 en adelante.53 Y otra cosa es la
Al final de la segunda entrevista55, después que el investigador ya había agotado todos sus
argumentos para tratar de descubrir los autores que inspiran el pensamiento de Francisco, éste
prendida y no se haría alusión aquí a esa respuesta si el Papa no hubiera repetido exactamente las
mismas palabras en una entrevista concedida a Andrea Tornielli, publicada posteriormente, con su
autorización, en muchos idiomas. “Posso ler a minha vida através do capítulo 16 do livro do profeta
Ezequiel. Leio aquelas páginas e digo: mas tudo isso parece escrito para mim,”56 contesta él ante
en la respuesta anterior esa historia, que siempre le impresionó: la historia compara Israel con una
chica recién nacida, que Dios limpió, cuidó y adornó con joyas, pero que se prostituyó. Sin
embargo, Dios no se olvida de su alianza y la pone sobre sus hermanas mayores para que se
recuerde y se avergüence cuando le sea perdonado lo que hizo.57 “O profeta fala da vergonha e a
vergonha é uma graça: quando alguém sente a misericórdia de Deus, tem uma grande vergonha de
si mesmo, do seu pecado,”58 explica Francisco. Luego comenta con Tornielli sobre un autor
53 Jesús, “El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí
mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a
sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo
nombre.” Fil 2,7-9. Es el sentido también de 2Cor 8,9: “Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo
rico, por vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza.”
54 Francisco, E-2.
55 La E-2 todavía no ha sido totalmente expuesta aquí y se volverá a ella ad infra.
56 Francisco, O nome de Deus é misericórdia: uma conversa com Andrea Tornielli (São Paulo: Planeta, 2016), 39.
57 Ez 16,1-63; Francisco, O nome de Deus é misericórdia, 37-38.
58 Francisco, O nome de Deus é misericórdia, 39.
610
grande estudioso da espiritualidade, Padre Gaston Fessard, dedicado à vergonha.”59 Recuerda aún
que San Ignacio consideraba la vergüenza una gracia que se debía pedir en la confesión de los
pecados ante el Crucificado. “Aquele texto de Ezequiel ensina a sentir envergonhado, faz com que
possamos nos envergonhar: com toda nossa história de miséria e de pecado, Deus permanece fiel
a nós e nos ajuda a levantar. Sinto isso.”60 Luego, en el libro, el Papa describe algunas experiencias
personales en que se sintió “misericordiado” y recuerda su propio lema episcopal, que expresa tan
plásticamente esa vivencia fundamental en su vida, que vendría a marcar también la teología y
acción pastoral de todo un pontificado: misericordiando atque eligendo. Obsérvese que esa fue la
reflexión conclusiva de Francisco ante la pregunta sobre “de dónde había nacido su teología.”
Aunque el investigador esperaba escuchar otro tipo de respuestas, había quedado claro
entonces, según las mismas palabras del Santo Padre, que su teología parte fundamentalmente de
tres fuentes: el propio Evangelio, el contacto personal con el pueblo y su experiencia personal de
la misericordia de Dios en su vida. Sin embargo, es innegable que hubo otras influencias, de
corrientes y reflexiones más “explícitamente teológicas”, como el mismo Papa seguirá indicando
en la misma entrevista. Respecto al cambio que el contacto vital con el pueblo produjo en
Bergoglio, afirma Scannone: “No dudo que ese contacto lo haya ido cambiando continuamente
para un mayor bien – como nos sucede a todos nosotros gracias a la amistad con los pobres –, pero
no creo que haya sido una especie de cambio radical, al menos en referencia a la teología del
pueblo.”61 En otras palabras, hay una conjunción de factores, vitales y teológicos, que permiten
59 Francisco, O nome de Deus é misericórdia, 39. Se refiere a la obra: Gaston Fessard, La dialectique des exercises
entender mejor al Santo Padre, pero la prioridad – en su caso – la tuvieron los factores vitales,
humanos, existenciales, más que los teológico-doctrinarios. Sin embargo, corresponde ahora
reflexionar sobre estos últimos factores para descubrir en qué medida, del punto de vista histórico,
deja encuadrar en ninguna escuela teológica, como tampoco lo hace respecto a posturas políticas
o ideológicas, sean de derecha o de izquierda. Ha sido un desafío para los analistas, de dentro y
puede “rotular” fácilmente en las categorías de progresista o conservador.62 Pero eso no significa
que no haya tenido influencias teóricas, en especial teológicas. Como hombre de lectura63 y atento
a los signos de los tiempos, ciertamente tuvo varias. Bergoglio las recibió, las confrontó con su
experiencia personal y pastoral, las pasó por su corazón, las sopesó e hizo su propia síntesis, que
presenta ahora como Papa a la Iglesia universal. Sin embargo, al investigador le importa explicitar
mejor esas fuentes teológicas64, en particular en lo que se refiere a la piedad popular mariana.
62 “El nuevo Papa entusiasma a las multitudes. Pero también molesta a izquierda y a derecha. Tanto a los que esperaban
de él que asumiera su agenda progresista como a los que miran con preocupación la reforma que prepara para la curia. Pero
Francisco, a la vez que recuerda el carácter sagrado de la vida, denuncia con fuerza una economía que reduce a la persona
humana a mercancía e idolatra el dinero…(Francisco) rompe deliberadamente los códigos ya antiguos que quieren clasificar a la
Iglesia y a sus actores en ‘conservadores’ y ‘progresistas’.” Claudia Peiró, “Un Papa que no es de izquierda ni de derecha,”
Infobae, 23 junio 2013, acceso 18 abril 2017, http://opinion.infobae.com/claudia-peiro/2013/06/23/un-papa-que-no-es-de-
izquierda-ni-de-derecha/
63 Se ha tratado de recoger los autores y obras más leídos por Francisco en una colección: Antonio Spadaro, “La
biblioteca di Papa Francesco,” La Civiltà Cattolica 3935, n. 2 (7 junio 2014): 490-498, acceso 18 abril 2017,
http://www.laciviltacattolica.it/articolo/la-biblioteca-di-papa-francesco/.
64 Conviene dilucidar que excede los límites de este estudio buscar fuentes literarias, artísticas o filosóficas, como
puede ser, por ejemplo, la pasión de Bergoglio por la literatura popular argentina (sus lecturas de Jorge Luis Borges o José
Hernández, por ejemplo). En estudios futuros sería interesante investigar a fondo – en relación con el apartado anterior ad supra
612
Éste y el próximo apartado invitan a una confrontación con algunas de ellas, que – como se pudo
constatar, después del largo camino recorrido hasta aquí – pueden ser consideradas las principales:
recepción argentina del Vaticano II, el Documento de San Miguel. En Latinoamérica se vivían
tiempos difíciles, pero de gran creatividad teológica y pastoral, como se ha descrito ad supra
(capítulo 2). A partir de Medellín el CELAM adquirió cada vez más fuerza teológica y pastoral.
Bergoglio no se quedó ajeno a todo ese desarrollo. Como maestro de novicios, provincial, rector
del Colegio Máximo y de las facultades de Filosofía y Teología, estuvo muy atento a los
CELAM sobre su pensamiento teológico, contestó de forma muy sintética, diciendo que no le dio
mucha importancia a Medellín, que le “cayó mal”65, probablemente por una interpretación
ideológica que se hizo de la Conferencia. “En cambio”, afirmó Francisco, “Puebla me gustó,
(8.2) – lo que Spadaro llama la “dinamica popolare dell’estetica bergogliana” como “desiderio di entrare dentro la condizione
umana anche per la via della rappresentazione estética…Ecco dunque perché Bergoglio ama la letteratura e l’arte: perché amplia
la sua capacità di fare esperienza e gli permette di essere più vicino a chi ha effettivamente accanto, di comprenderlo meglio.”
Spadaro, “La biblioteca di Papa Francesco.”
65 Francisco, E-2. Para matizar un poco esta afirmación, dicha en la informalidad de una entrevista a puertas cerradas,
se puede recordar que Bergoglio ya había valorado más positivamente el aporte de Medellín: “La II Conferencia del Episcopado
latinoamericano optó por la enorme masa de los desheredados de este continente e invirtió gran parte de sus energías en la
constitución de una ‘Iglesia que nace del pueblo’, un espacio de reunión de los más pobres en torno a la escucha y comprensión
de la palabra de Dios a la luz de la concientización sobre la realidad cotidiana.” Jorge Mario Bergoglio, “Religiosidad popular
como inculturación de la fe en el espíritu de Aparecida”, en A la luz de Aparecida, ed. Arzobispado de Buenos Aires (Buenos
Aires: Arzobispado de Buenos Aires, 2008), 8.
613
escribí y publiqué cosas sobre Puebla.”66 Respecto a Santo Domingo, en gran medida le pareció
“un fracaso.”67 Es conocido el ambiente tenso que se vivió en esa IV Conferencia, de la cual
Bergoglio no llegó a participar, ya que había sido nombrado obispo recién cuatro meses antes de
la misma. Respecto a Aparecida, dice: “Yo creo que lo que no se pudo hacer en Santo Domingo,
Bergoglio escribió sobre Puebla y mucho más sobre Aparecida, como ya se ha comentado.
Uno de los primeros textos que escribió sobre Puebla se encuentra en la revista Stromata, publicada
por los jesuitas de Argentina.69 En ese texto el Padre Bergoglio hace una lectura de los tres
paralelo con otros dos textos: “El complexo antirromano”, de Urs von Balthasar, y “Catequesis y
Pedagogía”, de Edmond Barbottin.70 En todas esas obras Bergoglio busca identificar los
caminos viables para la superación de los conflictos.71 Aquí importa destacar, sobre todo, que el
66 Francisco, E-2.
67 También se puede matizar esa afirmación dicha en la entrevista (E-2) con otra alusión a lo que Bergoglio escribió el
2008 respecto al tema de la inculturación en Santo Domingo: “Otro momento importante para la evolución de este pensamiento
tendrá lugar a partir de la celebración de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano… En el capítulo III de la 2a
parte del documento de Santo Domingo se trató el tema de la Cultura Cristiana y allí se abunda sobre la inculturación (n. 230) y
la evangelización inculturada (n. 248).” Bergoglio, “Religiosidad popular,” 18.
68 Francisco, E-2.
69Jorge Mario Bergoglio, “Actitudes conflictivas y pertenencia eclesial: a propósito de tres publicaciones,” Stromata 39
(1983): 141-153.
70 Las ediciones consultadas por Bergoglio fueron: CELAM, Puebla: comunión y participación (Madrid: BAC, 1982),
669 p.; Hans Urs von Balthasar, El complexo antirromano (Madrid: BAC, 1981), 373 p.; Edmond Barbottin, Catéchèse et
pédagogie (Paris-Namur: P. Lethielleux, 1981), 128 p.
71 El interés por el tema de la correcta forma de superar conflictos, en diferentes órdenes, ya estaba presente en sus
alocuciones como Provincial, parece haberlo elaborado a partir de elementos teóricos recibidos por el estudio de José López
Rosas y Romano Guardini, por ejemplo, y llega a su propia síntesis que propone a la Iglesia universal, por medio de sus “cuatro
principios”, en EG 217-237. Ver una buena explicación en: Juan Carlos Scannone, La Teología del Pueblo: raíces teológicas del
Papa Francisco (Maliaño: Sal Terrae, 2017), 253-274.
614
de Puebla a las situaciones eclesiales conflictivas es, según Bergoglio, el “recurso a la ‘comunión
y participación’, no como slogan sino como expresión de la vocación eclesial.”72 Puebla ofrece
“un retrato acabado de lo que sería la anti-Ecclesia, es decir, la secta,” siendo el “recurso a la
comunión, esa ‘verticalidad convocadora’, quien discierne la real pertenencia a la Iglesia, que
configura la identidad del cristiano.”73 Siguiendo a Juan Pablo II y Puebla, Bergoglio destaca
algunas ideas que van a ser características de su pensamiento hasta los días de hoy como Papa: la
tentación de los particularismos y divisiones, la correcta interpretación de la opción por los más
pobres “sin ceder a radicalismos políticos”, y el “saber acercarse a la gente e insertarse en medio
del pueblo, sin poner en cuestión la propia identidad religiosa ni oscurecer la originalidad
específica de la propia vocación.”74 Bergoglio muestra como Puebla alerta contra las actitudes
disgregantes que confunden al “santo pueblo fiel de Dios”, que es tratado como “sujeto pasivo”,
“privado de un pastoreo seguro y vivificante.”75 De esta forma se convoca al pueblo para luego
caridad”, cayendo en “la tentación del cambio continuo, sin hacerse cargo de la historia y el
depósito de la fe, en una concepción eclesiológica donde todo está por inventar.” 76 Según
Bergoglio, Puebla denuncia esta mística de lo nuevo por lo nuevo, que cae en dualismos
a esas oposiciones y tensiones: DP 264; 988; 901; 1004; 102; 673; 529.
615
Aún respecto a los impulsos de Puebla conviene recordar que, ya en 1985, las Facultades
entonces rector, el P. Jorge Bergoglio.78 En su discurso inaugural el rector hace referencia, por
entre fe y cultura.79 En este contexto se debe mencionar el largo texto del ya cardenal Bergoglio
año 2008, analizado ampliamente ad supra (6.2.1), en el cual hace un largo recorrido por los
popular. En ese texto, Bergoglio menciona 18 veces la Conferencia de Puebla, sólo superada por
Por ser tan evidente a esa altura del estudio, no se va a insistir aquí sobre la importancia
dada por el Cardenal Bergoglio a la Conferencia de Aparecida, ya detallada ad supra (6.2.3). Hubo
un proceso de mutua fecundación entre las ideas del cardenal y Aparecida: él ejerció cierta
influencia sobre la V Conferencia y los resultados de ésta fueron plenamente asumidos por
Bergoglio en su magisterio, a tal punto que sigue marcando su ministerio petrino, como ya se ha
Más allá de los documentos de las Conferencias del CELAM, probablemente el documento
pontificio que más marcó al Cardenal Bergoglio fue Evangelii Nuntiandi, de Pablo VI. En la
78 Juan Carlos Scannone, ed., Evangelización de la cultura e inculturación del Evangelio (Buenos Aires: Guadalupe,
1986).
79 Jorge Mario Bergoglio, “Discurso inaugural,” Stromata 41 (1985): 162-164; DP 397. Ver ad supra 6.1.2.
80 Jorge Mario Bergoglio, "Religiosidad popular como inculturación de la fe en el espíritu de Aparecida", en A la luz de
Aparecida, ed. Arzobispado de Buenos Aires (Buenos Aires: Arzobispado de Buenos Aires, 2008), 3-34.
616
entrevista, al hablar de la religiosidad popular, advirtió: “No te olvides que también Evangelii
Nuntiandi es de las cosas más bellas. Se dio un paso, [es decir,] se habla no solo de religiosidad,
sino ya Pablo VI había cambiado la palabra de religiosidad a piedad popular. Eso lo hizo Pablo
VI. Y nosotros [en Aparecida] cambiamos dos palabras. De piedad popular [pasamos] a [hablar
pontificio que trata explícitamente el tema de la religiosidad popular, en gran medida gracias al
aporte del prelado argentino Cardenal Pironio. Como ya se mencionó, Bergoglio es consciente de
esto: “Cuando en 1974 el presidente del CELAM, Eduardo Pironio, viajó a Roma para el Sínodo
sobre Evangelización, llevó tres sugerencias pastorales que tuvieron una marcada influencia
después en la famosa exhortación apostólica de Pablo VI, la ‘Evangelii Nuntiandi’. Las tres
popular.”82 Además, se debe registrar aquí que Bergoglio era cercano al pensamiento y a la persona
del Cardenal Pironio, quien a su vez había sido muy amigo del Papa Pablo VI. 83 Pironio también
estaba unido a Lucio Gera, teólogo clave en la historia teológica argentina, por “la cercanía de una
estrecha amistad y de una colaboración pastoral” significativa para ambos.84 No hay dudas de que
el importante informe de Pironio en el Sínodo de 1974 estaba marcado por el influjo de Gera y los
teólogos de la COEPAL.
81 Francisco, E-2.
82 Bergoglio, “Religiosidad popular,” 8.
83 “Conozco que [Pironio] tuvo dos grandes amigos del alma: menciono a Pablo VI, me consta la amistad que los unía.
Yo fui testigo también de la amistad con el cardenal Quarracino.” Jorge Mario Bergoglio, “La amistad en el Cardenal Pironio,”
en Cardenal Pironio: un testigo de la esperanza – Actas del Seminario Internacional realizado en Buenos Aires del 5 al 7 de
abril del 2002, ed. Acción Católica Argentina (Buenos Aires: Paulinas, 2002), 449-451.
84 Lucio Gera, “Prólogo,” en La esperanza como camino: vida del cardenal Eduardo Pironio, ed. Bartolomé de Vedia
Se debe destacar también que, además de dar gran importancia a la piedad popular, Pironio
era él mismo profundamente mariano85, con un gran amor a la Virgen de Luján, como el mismo
Bergoglio destaca.86 “Hablar de Pironio es hablar de María y hablar de ella como lo hacía Pironio
es evocar a alguien que está presente…María es, casi seguro, el tema sobre el que más escribió el
Teológicamente bien fundado: “El proceso de liberación tiene que ser hecho por Cristo, único
salvador, que trae la salvación integral. Pero la presencia salvadora de Cristo no se puede realizar
en el plan establecido por el Padre sin la intervención de María. Es esencial a este plan la presencia
de María.”88 Desde esa visión teológica, saca la aplicación pastoral respecto a la nueva
evangelización del continente: “María tiene que estar fuertemente presente, como estuvo en la
primera. Y no la ponemos ahí por cierto sentimentalismo, sino por razones profundamente
teológicas:”89 su lugar en el plan de salvación, según las Escrituras y Lumem Gentium. De esta
forma concluye que “la salvación integral tiene que ser esencialmente cristológica, y por lo mismo
mariana.”90 A la vez, como se dijo, su piedad mariana era bastante popular. Se cuenta que su
en la lámpara de aceite del santuario – el milagro de que su madre haya podido tener veintidós
hijos a pesar de los médicos desaconsejaren otros embarazos después del primer parto, que la había
85 José María Arnaiz, “En la escuela de María,” en Cardenal Pironio: un testigo de la esperanza, 169-194.
86 Bergoglio, “La amistad en el Cardenal Pironio,” 451.
87 Arnaiz, “En la escuela de María,” 169.
88 “Entrevista a Mons. Eduardo Pironio: En el Cristo vivo,” Víspera 2, n. 9 (mayo 1969): 29-31, aquí: 31.
89 “Pironio: En el Cristo vivo,” 31.
90 “Pironio: En el Cristo vivo,” 31.
618
llevó un trozo de algodón que había estado en contacto con la imagen de la Virgen de Luján; su
mamá lo besó, puso sobre su corazón y se murió con él entre sus manos.91
Volviendo a Bergoglio, se sabe que él, en sus aulas de Teología Pastoral Fundamental en
la Facultad de Teología en el Colegio Máximo en San Miguel, al final de los años 80, comentaba
la Evangelii Nuntuandi, como testimonia su sucesor en esa cátedra, Carlos Galli.92 Este teólogo
llama la atención también a la contribución de Evangelii Nuntiandi – considerada por Juan Pablo
Francisco ya afirmó algunas veces que la Evangelii Nuntiandi es “el mayor documento
pastoral del postconcilio, que no ha sido superado…es una cantera de inspiración, una cantera de
recursos para la pastoral…el testamento pastoral del gran Pablo VI…que sea siempre punto de
referencia”94 y que todavía es “muy actual.”95 Y respecto a la piedad popular, habría dicho: “Para
mim, o melhor que se escreveu sobre religiosidade popular está en Evangelii Nuntiandi, exortação
apostólica de Paulo VI, repetida pelo documento de Aparecida, que para mim é sua página mais
bela.”96
91 Rubén Di Monte, “Luján en la vida del cardenal Pironio,” en Cardenal Pironio: un testigo de la esperanza, 403-406.
92 Carlos María Galli, “Diez claves de la exhortación Evangelii Gaudium,” en Francisco, la alegría que brota del
pueblo: una reflexión compartida de Evangelii Gaudium, ed. Jorge Benedetti et al. (Buenos Aires: Santa María, 2015), 95-140,
aquí: 106.
93 Carlos María Galli, “Dones de la Iglesia latinoamericana a la nueva evangelización: novedades de Evangelii
nuntiandi y Puebla hasta Aparecida y el Sínodo 2012,” Gregorianum 93, n. 3 (2012): 596-600.
94 Francisco, “Con la puerta aberta...una madre tierna y acogedora,” L’Osservatore Romano, 20 junio 2014, 3;
Francisco, “Discurso a los participantes en la asamblea diocesana de Roma,” La Santa Sede, 16 junio 2014, acceso 18 abril 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2014/june/documents/papa-francesco_20140616_apertura-convegno-
diocesano.html
95 “O grande Paulo VI, na Evangelii nuntiandi — que é o maior documento pastoral do pós-Concílio, ainda hoje atual —
falava desta alegria: a alegria da Igreja é evangelizar. E nós devemos pedir a graça de não a perder.” Francisco, “Encontro com os
sacerdotes e os consagrados durante a visita pastoral a Milão,” La Santa Sede, 25 marzo 2017, acceso 18 abril 2017,
http://w2.vatican.va/content/francesco/pt/speeches/2017/march/documents/papa-francesco_20170325_milano-sacerdoti.html
96 Himitian, A vida de Francisco, 148.
619
exhortación programática, que no por casualidad trae un nombre tan semejante y la cita 15 veces.
La relación de los dos documentos pontificios no ha pasado desapercibida para los teólogos y
pastores.97 Galli traza un paralelo entre ambos documentos y observa: “Francisco se concentra en
el anuncio del Evangelio. Su texto no sigue la articulación de Pablo VI [en Evangelii Nuntiandi],
pero la supone, profundiza, amplía y actualiza.”98 Más allá de estos dos documentos hay quienes
123, y lo desarrolla a partir de las conclusiones de Aparecida, que también había tenido en cuenta
el documento del Papa Montini. Éste reconoce los muchos valores de la piedad popular, pero
destaca, más que Francisco, sus límites y la necesidad de purificación y de orientación adecuada
por medio de una necesaria pedagogía de la evangelización. Francisco, a su vez, “la valora
tener en cuenta” ciertos conceptos claves de la teología del pueblo101, como, por ejemplo, “el
97 Daniel Juncos y Luis O. Liberti, “Evangelii nuntiandi y Evangelii gaudium: ¿el mismo pardigma misionero?
Continuidades, novedades y desafíos,” Teología 52, n. 116 (abril 2015): 49-71; Ricardo Blázquez Pérez, “Una Iglesia en misión:
de Evangelii Nuntiandi a Evangelii Gaudium,” Fundación Pablo VI, 14 octubre 2016, acceso 18 abril 2017,
http://www.fpablovi.org/index.php/una-iglesia-en-mision; André-Joseph Léonard, “From Evangelii Nuntiandi to Evangelii
Gaudium,” Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, acceso 18 abril 2017,
http://www.novaevangelizatio.va/content/nvev/en/eventi/Incontro-evangelii-gaudium/relazioni-incontro-internazionale/s-e-r--
andre-joseph-leonard.html
98 Galli, “Diez claves de la exhortación Evangelii Gaudium,” 113.
99 “Me parece que à luz da última Encíclica do Papa Francisco, Laudato Si, se possa reconhecer também uma outra
ligação entre estes dois Papas. Me toca o fato de que Paulo VI na ‘Populorum Progressio’ falasse de um desenvolvimento
integral, e este adjetivo ‘integral’, voltou também na última Encíclica do Papa Francisco, quando fala de uma necessidade de uma
ecologia integral.” Angelo Maffeis en entrevista a Radio Vaticano: “Pablo VI: uma vocação à santidade,” News.va, 6 agosto
2015, acceso 18 abril 2017, http://www.news.va/pt/news/paulo-v-i-e-a-vocacao-a-santidade; Carlos María Galli, “Pablo VI y
Francisco: la alegría de Cristo,” Generación Francisco, 17 diciembre 2016, acceso 18 abril 2017,
http://generacionfrancisco.org.ar/documentos/Galli%20-%20PABLO%20VI%20Y%20FRANCISCO.pdf
100 Blázquez Pérez, “Una Iglesia en misión: de Evangelii Nuntiandi a Evangelii Gaudium.”
101 Ver ad infra (8.4).
620
concepto de pueblo de Dios encarnado en los pueblos de la tierra, cada uno de los cuales dotado
encuentra justamente la positiva valoración de la piedad popular, a pesar de que ambos Papas
vienen de experiencias familiares y eclesiales muy diferentes, como destacó Mons. André-Joseph
Evangelización. A pesar del origen aristocrático de Pablo VI, él tuvo sensibilidad para percibir el
valor de la piedad popular, hasta entonces vista con desconfianza, pero no duda en remarcar
claramente sus límites. Ya Francisco, latinoamericano de familia más sencilla, habla con un tono
force missionnaire de la piété populaire (EG 124). Ce qui ne signifie évidemment pas que François
ignore le risque de déviations possibles. Mais ce n’est certainement pas ce qui retient d’abord son
attention.”103
Pablo VI, María es mencionada apenas una vez, en un breve párrafo mariano al final del texto y
desvinculado de la piedad popular. Quizás esta aparente “ausencia mariana” se deba al hecho de
que el Papa Montini ya había discurrido con gran claridad sobre el rol de María en el culto de la
102 Blázquez Pérez, “Una Iglesia en misión: de Evangelii Nuntiandi a Evangelii Gaudium;” EG 115.
103 Léonard, “From Evangelii Nuntiandi to Evangelii Gaudium.”
104 EN 82; EG 288.
621
(1974). Ya en Evangelii Gaudium, aunque los principales párrafos marianos también aparecen al
Como ya se dijo, desde que fue elegido Papa, muchas son las especulaciones sobre la
formación teológica y las influencias que habría recibido Francisco en su visión de la Iglesia y del
trazada (8.3), la corriente teológica que más ha reivindicado una relación más o menos directa con
Bergoglio es la así llamada “teología del pueblo”, presentada ampliamente ad supra (capítulo 3).
Los libros más recientes sobre el tema siguen apuntando un gran parentesco entre las ideas de
Francisco y esa corriente de la teología de la liberación latinoamericana. 106 Lo mismo ocurre con
varios artículos teológicos.107 Juan Carlos Scanonne es quien más ha publicado sobre el tema desde
105 EG 288.
106 Juan Carlos Scannone, La Teología del Pueblo: raíces teológicas del Papa Francisco (Maliaño: Sal Terrae, 2017),
279 p.; Rafael Luciani, El Papa Francisco y la Teología del Pueblo (Madrid: PPC, 2016), 194 p.; Emilce Cuda, Para leer a
Francisco: teología, ética y política (Buenos Aires: Manantial, 2016), 258 p.; Mariano Fazio, El Papa Francisco: claves de su
pensamiento, 2ª ed. (Rosario: Logos, 2014), 96 p.
107Ángel Luis Fariña Pérez, “La teología del Papa Francisco,” Teología Espiritual 59 (2015): 57-75; Juan Pablo
Espinosa Arce, “Pensar una espiritualidad en clave de ‘pueblo’,” Teología Espiritual 59 (2015): 77-86; Juan Carlos Scannone,
“Vientos nuevos del Sud: la teología argentina del pueblo y el Papa Francisco,” Revista Pistis Praxis 8, n. 3 (septiembre-
diciembre 2016): 585-611; Juan Carlos Scannone, “Papa Francesco e la Teologia del popolo,” La Civiltà Cattolica 3930 (marzo
2014): 571-590; Juan Carlos Scannone, “La teología argentina del pueblo,” Gregorianum 96, n. 1 (2015): 9-24; Juan Carlos
Scannone, “El Papa Francisco y la Teología del Pueblo,” Razón y Fe 271, n. 1395 (enero 2015): 31-50; Rafael Luciani, “La
opción teológico-pastoral del pontificado de Francisco,” Razón y Fe 273, n.1411-1412 (mayo-junio 2016): 459-471; Ernesto
Palafox Cruz, “La teología de la praxis popular y Francisco,” Revista de Cultura Teológica 23, n. 85 (enero-junio, 2015): 33-62.
622
la elección de Francisco y recoge la mayor parte de sus artículos en un libro que busca mostrar
“las raíces teológicas y pastorales de Francisco en la ‘teología del pueblo’, aunque” – como
reconoce – “él la eleva a un nivel universal; más aún, avanza con respecto a ella, pero en su misma
Hay que ser prudente al momento de simplemente “catalogar” al Santo Padre entre los
teólogos del pueblo o los teólogos de la liberación. Primeramente, porque a lo largo de su vida,
aunque haya dado clases de teología y haya hecho muchas reflexiones teológicas como obispo,
Bergoglio no ha sido propiamente un teólogo de oficio, sino un pastor que, naturalmente, se guió
por perspectivas teológicas, elaboradas y discernidas personalmente, sin haber seguido nunca
que pululan en la cabeza de muchos teólogos desde su elección. En esa entrevista él dejó claro,
como se expuso ad supra (8.2), que sus primeras fuentes son el Evangelio, el contacto con el
sus comentarios respecto a la teología del pueblo y sus autores parecen, a primera vista, contrastar
con el entusiasmo de aquellos que quieren encuadrar al Papa sin más en ciertas corrientes
teológicas. Por otro lado, el investigador postula – y ésta es una de las tesis centrales del presente
y la Iglesia en Argentina,” citado en Marcelo González, “Prólogo,” en Escritos Teológicos Pastorales de Lucio Gera: 1. Del
Preconcilio a la Conferencia de Puebla (1956-1981), ed. Virginia R. Azcuy, Carlos M. Galli y Marcelo González (Buenos Aires:
Ágape, 2006), 16. Por otro lado, es cierto que, teniendo a Gera como su principal inspirador, se formó una cierta corriente
teológica original en Argentina que ya cuenta con por lo menos cuatro generaciones. Marcelo González, La reflexión teológica en
Argentina, 1962-2004: un mapa de sus relaciones y desafíos hacia el futuro (Buenos Aires: Docencia, 2010), 124-144; Carlos
Galli, “Evangelización, cultura y teología: el aporte de Juan Carlos Scannone a una teología inculturada,” Stromata 47 (1991):
205-216; Scannone, Teología del Pueblo, 30-31.
623
explícitamente, existe una real influencia del ambiente teológico-pastoral en que vivió y en el cual
dar cinco pasos: por un lado, Bergoglio no se ha dejado influenciar por ideologías y ha tomado
distancia ante ciertas corrientes de la teología de la liberación (8.4.1); por otro lado, ha integrado
en su propia reflexión el valor bíblico de la categoría pueblo (8.4.2) y el pueblo como concepto
ético-mítico (8.4.3), además de otros impulsos fundamentales de la teología del pueblo (8.4.4),
acogiendo con determinación el valor de la espiritualidad y mística populares postulados por esta
teología (8.4.5).
Como ya se dijo ad supra (8.2), Bergoglio declara que no le gusta la expresión “teología
del pueblo”, incluso dice que la conoció recién como Papa.110 Preguntado sobre autores que habría
leído, contesta: “Argentina tuvo una corriente muy ideológica de la teología de la liberación…de
aquellos años, que a mí me daba urticaria, no me gustaba.”111 Y da un ejemplo: “Vos leés la Ética
de Dussel – creo que son tres o cuatro tomos – [y están] todas las notas en alemán. Yo digo: bueno,
¡pará!” El Papa se refiere aquí no directamente a lo que vendría a ser la teología del pueblo, sino
al famoso filósofo argentino Enrique Dussel, teórico de la “ética de la liberación”112, uno de los
grandes filósofos latinoamericano del siglo XX, inspirador de algunas corrientes de la filosofía de
la liberación. Como provincial, Bergoglio ya había advertido “la sana ‘alergia’ cada vez que se
pretende reconocer a la Argentina a través de teorías que no han surgido de nuestra realidad
nacional.”113 Al revés, él siempre fue un defensor del “pensamiento inculturado”, del protagonismo
de los pensadores nacionales capaces de reconocer “el sentido de reserva religiosa que tiene el
pueblo fiel.”114
Dussel, de hecho, realizó estudios sobre la religiosidad popular argentina, pero su visión
era negativa y crítica: “No debe confundirse cristianismo con catolicismo popular…Una pastoral
misionera debe crear las condiciones para que quien se halle en situación de catolicismo popular
pueda dar el salto hacia una fe cristiana explícita, adulta, profética, histórica, responsable de su
vocación en una época de crisis.”115 La reflexión de Dussel era parte de un estudio interdisciplinar
más amplio “El Catolicismo Popular en Argentina (1960-1970)”, organizado por Aldo Büntig
(1923-1978), cuyo hilo conductor se podría resumir así: “la tendencia a ver el catolicismo popular
como fe implícita, no cultivada, aún no arribada al nivel personal y del compromiso).”116 Ideas
siempre cierta desconfianza a lo que suene a sociológico. Por eso en Aparecida él quería poner sí
o sí una primera parte que diera un marco de fe.”117 Se refiere así al primer capítulo del Documento
de Aparecida, “Los discípulos misioneros”, que Bergoglio defendió – en el aula plenaria – que
viniera antes del capítulo “La mirada de los discípulos misioneros sobre la realidad”, el cual
representaba el “ver” la realidad, dentro del método “ver-juzgar-actuar”.118 Fernández destaca que
éste es el estilo propio de Bergoglio, pues en Evangelii Gaudium, hizo lo mismo. “¿Viste que tiene
todo un primer capítulo antes de hablar de la descripción de la realidad? Tiene todo esto de ‘la
que hay que evitar una mirada sociológica aséptica”, enfatiza Fernández. “Entonces una teología
realidad, para él está como que viciada desde el comienzo. En cambio, en la ‘teología de la cultura’
“Creo que, a un pueblo, a una época histórica, a una situación, hay que interpretarlos con una
hermenéutica que le es propia a ese pueblo, a esa época, a esa situación.” 123 Esta perspectiva del
“ver”. Bergoglio defendió abiertamente que no existe un ver aséptico; para el cristiano no hay otra forma de “ver” si no es desde
la “mirada del discípulo misionero”. “Votaron 96 por la opinión de Bergoglio y 30 por la propuesta opuesta.” Víctor Fernández,
Aparecida: guía para leer el documento y crónica diaria (Buenos Aires: San Pablo, 2008), 157.
119 EG 19-49.
120 EG 50-109.
121 Fernández, entrevista al investigador. Por otro lado, Fernandez remarca que en Laudato sí cambió el esquema,
“porque es un documento más orientado al diálogo con el mundo y con las ciencias. Entonces lo cambia por una cuestión
estratégica.”
122 Fernández, entrevista al investigador.
123 Francisco, E-2.
626
Papa coincide con lo que la teología del pueblo ha llamado una hermenéutica inculturada,
hermenéutica de la cultura popular o hecha desde la praxis de los pueblos latinoamericanos. “Si
corriente descrita rápidamente con el ejemplo de Dussel,126 el Papa concluye: “Así que esa
corriente a mí nunca me gustó. Era ideológica. Y terminaba en un eticismo social de tinte marxista,
a tal punto que en el 80 el Padre Arrupe tiene que escribir a todos los jesuitas sobre el uso del
mano del Padre Calvez127.”128 Francisco agrega: “El [año] 84, Ratzinger saca la primera carta de
considera que la primera es “más precisa en los límites” y la segunda “explica las cosas más
124Referencia al grupo terrorista fundamentalista “Estado Islámico de Iraq y del Levante”, cuya sigla en inglés también
se ha usado en español ISIS (Islamic State of Iraq and Syria).
125 Francisco, E-2.
126Pero que, de hecho, se asemeja a las características del tercer tipo de la teología de la liberación, es decir, la más
clásica y conocida, según la descripción de: Juan Carlos Scannone, “La teología de la liberación: caracterización, corrientes,
etapas.” Stromata 48 (1982): 3-40. Ver ad supra 3.2.1.
127 Referencia al jesuita Jean-Yves Calvez (1927-2010), uno de los principales estudiosos del marxismo, comentador
del mismo ya antes del Vaticano II, y uno de los consejeros del Padre Arrupe en aquel momento: Jean-Yves Calvez, La pensée de
Karl Marx (Paris: Editions du Seuil, 1956).
128 Francisco se refiere a la carta del Superior General Pedro Arrupe “Cristianismo y análisis político”, de 8 de
diciembre de 1980, en que menciona los peligros del uso del análisis marxista en la práctica teológica y pastoral de la Compañía,
aunque la carta es más matizada que un simple “ponerle coto”, como resume el Papa. Arrupe acepta y ve como positivo ciertos
“puntos metodológicos que surgen más o menos del análisis marxista, a condición de que no les demos un carácter exclusivo” (n.
5). Sin embargo, sigue el entonces General de los jesuitas, “el análisis marxista…tal como se entiende de ordinario, implica de
hecho un concepto de la historia humana que no concuerda con la visión cristiana del hombre y de la sociedad, y desemboca en
estrategias que ponen en peligro los valores y las actitudes cristianas” (n. 12). Jean-Yves Calvez, “Marxismo,” en Diccionario
Histórico de la Compañía de Jesús – Biográfico-temático, vol. II, ed. Charles O´Neill y Joaquín María Rodríguez (Roma:
Institutum Historicum, 2001), 1458.
129 Francisco, E-2. Se refiere a: Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, “Instrucción sobre algunos aspectos de
positivas.”130 Enseguida indica: “Es toda una corriente, que todavía en Argentina hay grupitos así,
en algunas diócesis”, pero “es una corriente elitista, es una corriente…ilustrada. O sea, todo por el
pueblo, todo para el pueblo, pero nada con el pueblo,”131 concluyendo así su crítica a ese grupo
marcados por el análisis marxista de la realidad, que tuvo mucha fuerza en los años 70 y 80 del
siglo pasado.
los teólogos del pueblo: “Bueno, después está la influencia de Gera y Tello, que empiezan a tomar
una categoría, es decir, que el pueblo es protagonista. El pueblo es protagonista hasta de la fe, ya
sea por la tradición, por la memoria.”132 Mostrando su simpatía por este enfoque, el Papa destaca:
e indica el fundamento veterotestamentario de ese concepto: “O sea, cuando Dios elige a Abrahán,
le promete hacer de él un pueblo, como las estrellas, la arena,…Y tanto cuándo Abrahán, en su
momento, y Sara, que espiaba detrás de la ventana, se ríe frente a una eventual maternidad, el
Señor les asegura que serán pueblo.134 Y a Moisés le hace caudillo del pueblo. Y después es toda
una historia del pueblo.”135 Nuevamente queda claro que la dimensión bíblica, más allá de toda
formación, dice: “A mí, el que me ayudó mucho a entender esta categoría bíblica de pueblo fue
Croatto. José Severino Croatto, en su libro Historia de la salvación.136 Y me ayudó mucho también
la Teología del Antiguo Testamento de…Von Rad…”137 Son autores clásicos de los estudios del
Antiguo Testamento en los años 60 y 70, que marcaron varias generaciones; el primero en el
Pero claramente lo que marcó a Francisco en estos estudios fue el concepto de “pueblo de
Dios”, como se desprende de los comentarios siguientes: “Vos no podés pensar a la Iglesia sino
como pueblo de Dios. Y ya cuando se llega a la definición de que todo el pueblo de Dios, todo, en
su totalidad, no solo la gente… sino todo, frente a una verdad, es infalible en la fe – la infabilitas
in credendo – es como el sello al final que hace el magisterio de la Iglesia sobre lo que cree el
pueblo de Dios.”138 Éste es un concepto que Lumen Gentium destacó, como ya se ha visto ad supra
1995). En ediciones Paulinas ese libro tuvo siete ediciones entre 1963 y 1983. José Severino Croatto (1930-2004) fue un
importante exegeta argentino del Antiguo Testamento. Enseñó Antiguo Testamento en el Colegio Máximo de San Miguel en los
años 60, justamente en el tiempo de formación de Bergoglio. Aunque quizás no haya sido directamente su profesor, sus varios
libros, y en especial el mencionado por Francisco en la E-2, eran muy comunes para el estudio del Antiguo Testamento en aquel
entonces. Estuvo comprometido con estudios bíblicos ecuménicos y con movimientos de promoción de la lectura popular de la
Biblia en América Latina, vinculados a la teología de la liberación. Su teología pasó por tres períodos: el primero estuvo marcado
por un enfoque centrado en la Historia de la Salvación, al estilo de Gerhard von Rad y su escuela. Por las palabras de Francisco,
se puede suponer que éste es el periodo que, de hecho, ejerció más influencia sobre el Papa. El segundo período se centró en un
principio hermenéutico que lee el éxodo desde el contenido central de la liberación del pueblo de Dios. Se intensifica su relación
con la teología de la liberación, pues él ve una continuidad entre las experiencias de liberación desde la Biblia hasta el presente.
La tercera etapa de sus estudios se centra en la Fenomenología de las Religiones, alejándose del enfoque que buscaba un
principio unificador en los textos bíblicos. Constanza Levaggi, “Severino Croatto,” Asociación Bíblica Argentina, 15 febrero
2015, acceso 18 abril 2017, http://www.abargentina.org/2015/12/15/entrevista-a-severino-croatto/
137Francisco, E-2. Demora un poco para recordar el nombre del autor alemán, cuya publicación en español está en dos
volúmenes: “En dos tomos. Lo veo el libro y… Es un alemán, ya me va a venir…” Se trata del clásico: Gerhard von Rad,
Teología del Antiguo Testamento: teología de las tradiciones históricas de Israel, 2 vol. (Salamanca: Sígueme, 1972).
138 Francisco, E-2.
629
(3.2.4), y que Bergoglio recuerda en el contexto de la conversación sobre el pueblo de Dios y sus
fundamentos bíblicos.
Sin embargo, se debe observar que, en los dos volúmenes de Teología del Antiguo
Testamento, de Von Rad, no hay ningún apartado específico sobre el pueblo de Dios y menos aún
se trata de un concepto clave en su obra, aunque ésta describa en detalle, bajo la perspectiva
histórico-salvífica, el camino del pueblo de Dios – el pueblo de Israel – a lo largo de sus distintas
etapas. La novedad del enfoque de Von Rad no está relacionada con el concepto de pueblo de
Dios, sino en el hecho de que “la fe del pueblo de Israel se vive en la historia, se formula en
Von Rad destaca que existe un principio unificador, que es meta, patrón y objeto del
pensamiento teológico de Israel: “Israel, el pueblo de Dios, aparece siempre en su totalidad y como
tal Dios se ocupa siempre de él.”140 Es decir, el pueblo de Israel se considera unitario en su relación
con Dios: éste se relaciona con ellos como pueblo. Sin embargo, Von Rad usa muy poco la palabra
pueblo, sino que en toda su reflexión habla de la relación de Yahvé con Israel. Pero naturalmente
no falta en su estudio la descripción de la elección que Yahvé hace de Israel para ser su pueblo:
institución del único culto legítimo…Con sus promesas anuncia, en primer lugar, la constitución
del pueblo, luego la relación especial de este pueblo con Yahvé, que le fue otorgada en el Sinaí y
finalmente el don salvífico por excelencia, la posesión definitiva de la tierra de Canaán.”141 Sin
139 Luis Alonso Schökel, “Presentación de la edición castellana,” en Teología del Antiguo Testamento, teología de las
tradiciones históricas de Israel, ed. Gerhard von Rad, vol. 1, 8ª ed. (Salamanca: Sígueme, 2000), 10.
140 Von Rad, Teología del Antiguo Testamento, vol. 1, 163.
141 Von Rad, Teología del Antiguo Testamento, vol. 1, 223. La fórmula de alianza sinaítica rezará: “yo seré vuestro
Dios y vosotros seréis mi pueblo” (Ex 6,7; Lev 26,12; Dt 26,17-18; 29,12; 2Sm 7,24; Jer 7,23; 11,4-5; Os 1,9; etc.).
630
embargo, como se dijo, estos temas están lejos de ser propiamente el centro de la obra de Von Rad,
En Historia de la Salvación, de Croatto, el tema del pueblo recibe más destaque, siendo
parte del subtítulo de la obra: “la experiencia religiosa del pueblo de Dios”, que curiosamente no
cita la obra de Von Rad. El libro tiene tres partes fundamentales y sigue un orden cronológico: el
tiempo de Israel (que ocupa más de 75% de la obra), el tiempo de Cristo y el tiempo de la Iglesia.
El segundo capítulo de la primera parte es dedicado a la experiencia del éxodo y, en ese contexto,
hay un apartado específico sobre el pueblo de Dios. La reflexión se presenta desde la óptica de la
Alianza. Croatto destaca que, por medio del éxodo, Israel se constituye en “pueblo de Yahvé”143,
dilatado,”144 dice Croatto. La presencia de la gloria de Dios en el corazón del pueblo es anticipada
en los acontecimientos de la liberación de Egipto y en la Alianza del Sinaí. “Israel emerge de las
En otro de sus libros, Croatto reafirma que “en el éxodo Yahvé reactúa la creación,
formando a Israel como pueblo peculiar y elegido.”146 El libro termina hablando de la necesidad
de una catequesis bíblica de la alianza, en la que el decálogo y las fórmulas de alianza no sean
consideradas de forma individualista, sino colectiva, pues ellas, “en la alianza que forma a Israel
142 Algunas partes de la obra pueden haber impactado a Bergoglio, como el comentario de Von Rad sobre el Deutero-
Isaías: Yahvé “jamás se había inclinado, en sus palabras, tan profundamente hasta su pueblo…Nadie debe pensar que Yahvé, en
el momento de su cólera, hubiese rechazado a su pueblo de un modo definitivo…Y si se pregunta, por qué Yahvé permanece
todavía unido a este pueblo, he aquí la respuesta: ´Porque eres querido a mis ojos, apreciable, y te tengo amor.’ (Is 43,4)…La
respuesta está en que Yahvé ha perdonado a su pueblo.” Von Rad, Teología del Antiguo Testamento, vol. 2, 313.
143 Ex 19,4-6.
144 Croatto, Historia de salvación, 80.
145 Croatto, Historia de salvación, 81.
146 José Severino Croatto, Alianza y experiencia salvífica en la Biblia (Buenos Aires: Paulinas, 1964), 64.
631
como ‘pueblo de Dios’, indican que tanto los israelitas como nosotros, debemos operar nuestra
salvación como ‘pueblo’, como comunidad que se dirige a un destino salvífico.”147 Esta
del pueblo, pero tampoco aquí se puede decir que “pueblo de Dios” aparezca en el pensamiento de
Croatto como un concepto central, sino más bien lo es el tema de la alianza de Dios con Israel. Por
otro lado, es común que, aún hoy, Francisco relacione los temas de la alianza con el de pueblo de
No obstante, todo indica que, en sus estudios del Antiguo Testamento, pocos temas lo
marcaron tanto como el concepto de pueblo de Dios, quizás no tanto por los escritos mismos de
los autores mencionados, sino por el “eco” que esta idea encontraba en el ambiente eclesial, social
y político que se vivía en Argentina en aquel entonces. Es parte de ese ambiente la reflexión
conciliar sobre la Iglesia con el innovador concepto central “pueblo de Dios”150 y, no en última
instancia, la reflexión teológica de sus compatriotas, que vendrían a ser conocidos como teólogos
del pueblo. Es decir, “pueblo” estaba lejos de ser una palabra neutral en aquella época, como ya se
ha hecho notar ad supra (3.2.2), y los estudios bíblicos de Bergoglio le ayudaron a cargarla aún
pueblo y no como seres aislados. Nadie se salva solo, esto es, ni como individuo aislado ni por sus propias fuerzas.” EG 113.
149 “Cultura del encuentro es cultura de la alianza. O sea Dios nos eligió, nos prometió, y en el medio hizo una alianza
con su pueblo. A Abrahán le dice ‘caminá que yo te voy a decir lo que te voy a dar’. Y poco a poco le va diciendo que la
descendencia que va a tener va a ser como las estrellas del cielo. La promesa. Lo elige con una promesa. Llegado un momento le
dice: ‘bueno, ahora alianza’. Y las diversas alianzas que va haciendo con su pueblo son las que consolidan ese camino de
promesa y con el encuentro. Cultura del encuentro es cultura de la alianza. Y eso crea solidaridad. Solidaridad eclesial… En el
pueblo elegido, en la Biblia, renovar la alianza, hacer la renovación de la alianza, se renovaba la alianza en tales fiestas, en tales
años, o después de haber ganado una batalla, después de haber sido liberados y, venido Jesús, nos pide renovar la alianza.”
Francisco, “Texto completo de las respuestas del Papa al movimiento de Schoenstatt,” Zenit, 25 octubre 2014, acceso 28 marzo
2017, https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-las-respuestas-del-papa-al-movimiento-de-schoenstatt/
150 LG 9-17.
632
Durante la entrevista mencionada aquí, Francisco agregó una información que consideraba
importante el investigador tener en cuenta: “Pueblo no es una categoría lógica, es una categoría
independencia argentina, con el título “Nosotros como ciudadanos, nosotros como pueblo”, ya lo
había indicado al discurrir sobre los conceptos ciudadano y pueblo: “Ciudadanos es una categoría
lógica. Pueblo es una categoría histórica y mítica. Vivimos en sociedad, y esto todos lo
Cuenta con un plus de sentido que se nos escapa si no acudimos a otros modos de comprensión, a
otras lógicas y hermenéuticas.”152 Scanonne explica porque pueblo no es categoría lógica, sino
histórico-mítica: histórica porque “la novedad histórica no se deduce lógicamente, sino que se
151 Bergoglio, E-2. El Papa Francisco repite exactamente la misma reflexión en entrevista a Spadaro, el 9 de julio de
2016: “C´è una parola molto maltrattata: si parla tanto di populismo, di politica populista, di programma populista. Ma questo è
un errore. Ma popolo non è una categoria lógica, né è una categoria mistica, se la entendiamo nel senso che tutto quello que fa il
popolo sia buono o nel senso che il popolo sia una categoria angelicata. Ma no! È una categoria mitica, semmai. Ripeto: ‘mitica.’
Popolo é una categoria historica e mitica. Il popolo si fa in un processo, con l’impegno in vista di un obiettivo o un progetto
comune. La storia è costruita da questo processo di generazione che si succedono dentro un popolo. Ci vuole un mito per capire
un popolo. Quando spieghi che cos’è un popolo usi categorie logiche perché lo devi spiegare: ci vogliono, certo. Ma non spieghi
così il senso dell’appartenenza al popolo. La parola popolo ha qualcosa di più che non può essere spiegato in maniera logica.
Essere parte del popolo è far parte di un’identità comune fatta di legami sociali e culturali. E questa non è una cosa automatica,
anzi: è un processo lento, difficile...verso un progetto comune.” Jorge Mario Bergoglio, “Le orme di un pastore: una
conversazione con Papa Francesco,” en Nei tuoi occhi è la mia parola: omelie e discorsi di Buenos Aires 1999-2013, ed. Antonio
Spadaro (Milano: Rizzoli, 2016), v-xx, aquí xvi.
152 Y sigue: “El desafío de ser ciudadano comprende vivir y explicitarse en las dos categorías de pertenencia: de
pertenencia a la sociedad y de pertenencia a un pueblo. Se vive en sociedad y se depende de un pueblo.” Jorge Mario Bergoglio,
“Conferencia en la XIII Jornada de Pastoral Social – Nosotros como ciudadanos, nosotros como pueblo: hacia un bicentenario en
justicia y solidaridad 2010-2016,” Arzobispado de Buenos Aires, 16 octubre 2010, acceso 18 abril 2017,
http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
633
Esta observación respecto al concepto de pueblo como más que un concepto lógico o
sociológico, es común en la consciencia de los teólogos del pueblo. Lucio Gera “conecta su
comprensión de la cultura con el ethos cultural o modo en el que un pueblo organiza su conciencia
colectiva, sobre todo en lo referente a su escala de valores.”155 Las culturas nacionales “poseen un
núcleo ético-mítico: ético porque implica valores, mítico porque se expresa sobre todo en forma
simbólica.”156 También Rafael Tello identifica un núcleo ético-mítico en la cultura popular,157 que
Tello “se refiere al núcleo más profundo de la cultura, que no cambia, sino por siglos…sería el
corazón mismo de la cultura, que es ético porque es referido al sentido mismo de la vida, y al
mismo tiempo mítico por la fuerza supra racional en que se afirma.”158 Está ligado, por lo tanto, a
un grupo humano, constituido como pueblo, con una experiencia cultural compartida, que da
sentido a la vida, entiende los valores supremos y articula su escala de valores. Por ejemplo, Tello
153 Juan Carlos Scannone, “Cuatro principios en la construcción de un pueblo según el Papa Francisco,” Stromata 71
(2015): 15.
154 Scannone, “Cuatro principios,” 15. En la nota 7 hace referencia al libro de Xavier Zubiri, La inteligencia sentiente:
universelle et cultures nationales,” en Histoire et Vérité, ed. Paul Ricoeur (Paris: Seuil, 1955), 286-300.
157 Rafael Tello, “Ubicación histórica del cristianismo popular,” n. 143, citado en Bianchi, Pobres en este mundo, 88.
158 Bianchi, Pobres en este mundo, 88, ver también notas 116 y 117. El autor dice que Tello toma esta expresión de
Enrique Dussel, para quien “toda civilización tiene un sentido, aunque dicho sentido esté difuso, inconsciente y sea difícil de
ceñir. Todo ese sistema se organiza en torno a un núcleo ético-mítico que estructura los contenidos últimos intencionales de un
grupo que puede descubrirse por la hermenéutica de los mitos fundamentales de la comunidad.” Enrique Dussel, Hipótesis para
una historia de la Iglesia en América Latina (Barcelona: Estela, 1967), 28. A su vez, Dussel habría tomado esa categoría de Paul
Ricoeur: “Me parece que, si se quiere llegar al núcleo central, hay que penetrar hasta esa capa de imágenes y de símbolos que
constituyen las representaciones de base de un pueblo... Las imágenes y los símbolos constituyen lo que podríamos llamar el
soñar despierto de un grupo histórico. En este sentido hablo del núcleo ético-mítico que constituye el fondo cultural de un
pueblo” Paul Ricoeur, Historia y verdad, 3ª ed. (Madrid: Encuentro, 1990), 258-259.
634
sostiene que, en la cultura del pueblo latinoamericano, ese núcleo ético–mítico está marcado por
También en la entrevista que el investigador hizo a otro teólogo del pueblo, Jorge Seibold,
que en su tesis doctoral también estudió la categoría “pueblo”, éste resaltó que “no hay que mirar
al pueblo sólo como elemento meramente sociológico, sino ético-mítico.” Y lo explica: “Hay algo
en el pueblo que va más allá de su propia experiencia conceptual, o de su propia inserción, hay
algo que lo sobrepasa.”160 Se debe atender a esto, pues allí “encuentra validez el mundo de lo
geográfica y la cantidad de sus habitantes, “pero con eso no se logra llegar a lo que es en sí el
pueblo. El pueblo va más allá de los detalles de las ideologías o de las contraposiciones.”162 E
indica el camino para conocerlo: “Para poder comprender al pueblo hay que insertarse, hay que
vivirlo desde adentro, aunque sea en ciertos estratos, entrando en el mundo del arte, de la música,
etc. Son caminos de elevación del espíritu, con valores y desafíos, y la religiosidad popular es uno
de esos caminos.”163 Refiriéndose específicamente a ese tipo de religiosidad, dice: “Ella da una
dimensión de la realidad, ve cosas que quizás los ojos científicos no alcanzan a ver. Es una mirada
complementaria, que da una dimensión de la universalidad, como por ejemplo un atardecer: es más
que el movimiento del sol sobre el horizonte. Ve cosas que a veces los ojos científicos no ven y
hace aparecer algunas riquezas.” Y concluye: “De ahí está lo ético-mítico. Lo mítico por la historia
que uno recibe y uno luego va actualizando a través de la historia, de la vida de uno.”164
Pueblo es, según esa perspectiva, un concepto histórico y ético-mítico, que debe ser
entendido desde la antropología cultural, como quiso indicar Francisco en la entrevista: “Ahí te
recomiendo que leas a Kusch, que es un antropólogo, jujeño, pero creo que era alemán de
nacimiento o hijo de alemán.”165 El Papa da a entender que es importante mirar el tema del pueblo
desde la antropología, pues “es verdad que la religiosidad popular, la piedad popular, te toma
expresiones que no están en el Denzinger”166, dice Francisco para expresar que no se guía por el
lenguaje de la doctrina clásica de la Iglesia. “Algunos dicen que pueden ser supersticiosas.”167 Y
vuelve a insistir en la belleza de Evangelii Nuntiandi: “Pablo VI [dice que] hay que catequizar,
purificar. Es una joya esto de Pablo VI. Sigue siendo el documento pastoral más importante del
posconcilio.”168 Vuelve entonces a la reflexión de Kush: “Así que pueblo, al ser una categoría
mítica, Vos no la podés encuadrar en una categoría lógica. Es un mito. Tenés que ir dentro de la
antropología del mito para entender lo que es pueblo. Pero eso te lo da la Escritura. En Von Rad
Enchiridion de los símbolos, definiciones y declaraciones sobre la fe y costumbres, editado por primera vez por E. Denzinger, en
1854. Bergoglio ya había dicho en 1974 a los padres y seminaristas jesuitas de su provincia, como se ha citado algunas veces ad
supra: “Cuando estudiaba teología, cuando – como ustedes – revisaba el Denzinger y los tratados para probar las tesis, me admiró
mucho una formulación de la tradición cristiana: el pueblo fiel es infalible ‘in credendo’ – en el creer. De ahí, es más, saqué mi
propia fórmula, que no será muy precisa, pero que me ayuda mucho: cuando quieras saber lo que cree la Madre Iglesia, andá al
Magisterio – porque es él el encargado de enseñarlo infaliblemente –, pero cuando quieras saber cómo cree la Iglesia, andá al
pueblo fiel.” Bergoglio, “Una instituición que vive su carisma,” 46, énfasis del autor.
167 Bergoglio, E-2.
168 Bergoglio, E-2.
169 Bergoglio, E-2.
636
Bergoglio ponía el investigador en contacto con otro autor argentino que le era desconocido
hasta entonces. Rodolfo Günther Kusch (1922-1979) realizó muchos estudios en el campo del
pensamiento indígena y popular latinoamericano como base para su filosofía, siendo “uno de los
pensadores más importantes de los años sesenta y setenta en la Argentina.”170 Algunas de sus obras
más famosas son “América Profunda” (1962) y “Geocultura del hombre americano” (1976), pero
tuvo una amplia producción literaria y ejerció influencia en los teóricos de la Filosofía de la
pensamiento (es decir, categorías de “Occidente”) aplicadas a la forma de ser y pensar de los
Usándose de la distinción que se hace en español entre “ser” y “estar”, caracteriza el “ser”
como propio de la cultura europea y el “estar” como lo específico de los pueblos americanos. “El
‘ser’ define, el ‘estar’ señala,…‘ser’ hace referencia a esencia, o sea a lo lleno del ente, y ‘estar’,
a la ubicación de un ente.”172 En este sentido, Cristo y la Virgen, por ejemplo, pueden ser
“definiciones”, estáticas, ontológicas, o pueden ser vivenciados “en el vivir mismo” del pueblo, se
puede “estar no más” con ellos, recuperando así su carácter de símbolo viviente, que es lo más
auténtico en los pueblos americanos. De esta forma, “América es campo propicio para los
170 Jorge Eduardo Rulli, “Algunas reflexiones sobre Rodolfo Günther Kusch,” Parar el mundo, 25 febrero 2015, acceso
Ciudad, el Martín Fierro, son todos símbolos primarios que demuestran un predominio del
‘estar’,173 porque aparecen en el horizonte determinado por el ‘estar-siendo’ y no un ‘ser que está’,
aspecto indicado por Francisco: la dimensión mítica del pueblo. Kusch conoce los muchos estudios
que se hacían entonces en el mundo occidental sobre el mito. Es un tema presente también en los
estudios de Croatto, que como se dijo, fue uno de los inspiradores de Bergoglio. 175 Según Kusch,
“con el mito se está tocando el tema de la globalidad del vivir mismo. Occidente necesita el rescate
de esa globalidad, de ahí entonces la verdadera razón de la puesta en moda del tema del mito.”176
Estos estudios muestran que el mito rige el pensamiento humano y de los pueblos. De allí que haya
que considerar las relaciones entre mito y racionalidad.177 A partir de esto Kusch afirma que, entre
173 Kusch “procuraba leer en el discurso de éstos y desentrañar su significado. Lo consideraba un discurso propio de
una conciencia mítica, cuyo nivel existencial no radicaba en el ‘ser’, sino en el ‘estar’.” Pérez, “Rodolfo Kusch,” 35.
174 Kusch, “El ‘estar-siendo’,” 237-238.
175 “Los griegos vaciaron progresivamente al ‘Mito’ de todo valor religioso y metafísico…Pero desde hace medio siglo
los investigadores occidentales sitúan el estudio sobre el Mito en una perspectiva que contrasta con…la racionalista…No [hacen]
un juicio desde el exterior, sino desde sus propios presupuestos. Ello significa, por de pronto, una rápida revalorización del
Mito…El Mito es una historia verdadera…siempre se refiere a realidades…es verdadero porque es una realidad vivida. Fue para
el pueblo arcaico su modo de expresión de pensamiento y de vida…El lenguaje del Mito, su articulación ritual, se efectúa a
través de una gramática: la del símbolo. Mito y Símbolo son consanguíneos…Porque el hombre arcaico no sólo está obligado a
rememorar la historia de su clan, de su tribu, sino que también en reactualizarla periódicamente.” Y concluye: “el Mito no es
sólo el resultado circunstancial de la cultura de una época histórica, sino un fenómeno universal en el espacio y en el
tiempo…tiene simplemente valor antropológico.” José Severino Croatto, El catolicismo popular en la Argentina – Cuaderno 2:
Bíblico (Buenos Aires: Bonum, 1969), 56-58.69.
176 Rodolfo Kusch, “La cultura popular como fundamento para los sectores medios,” en Obras completas, vol. 3, ed.
Rodolfo Kusch, 221. “En América hace falta entender el horizonte simbólico del hablante. La conciencia se tiene que abrir al
mito totalizante.” Alberto Julián Pérez, “Rodolfo Kusch y su crítica a la razón occidental,” Mitológicas 25 (2010): 27-38, aquí 34.
177 “El mito cumple la función de no sólo delimitar un campo para el relato, sino además de retraducir en otro más
verdadero lo que por ej. una informante quiere decir, no habiendo querido decir el mito sino atestiguar con él la vigencia de un
orden más profundo, más verdadero, que totaliza su pensamiento real…De este modo, el mito es la parábola que surge recién
cuando la gran palabra consolida la inminencia de lo impensable, que hace al sentido de lo sagrado. Si racionalidad supone una
forma de instrumentar la verdad o de acceder a ella, la racionalidad popular parte de la verdad para ver recién cómo se
instrumenta…La racionalidad implica paradójicamente la inversión de lo mítico, ya que se instala para lograr fundamentación,
pero siempre a costa del fundamento mismo. Se trata de las raíces abisales de todo fundamento, o sea, la original imposibilidad
de haber algún fundamento, o al menos la aprehensión consciente del mismo.” Dina Picotti, “Rodolfo Kusch, aportes de una
antropología americana,” CECIES, acceso 18 abril 2017, http://www.cecies.org/articulo.asp?id=84
638
los pueblos americanos la realidad del mito es aún más evidente y postula que en América “la
Occidente.”178 Kusch defiende “una antropología nueva, que no reduzca al hombre en sus
habla nos lo da el pueblo.”179 Sus muchas experiencias de campo lo han hecho “notar que lo nuevo
que tenemos que decir, está en lo popular y en lo indígena.”180 Desde ahí se podría “ver por ejemplo
el mito desde una óptica americana, y no enredado en las añoranzas vergonzantes de un Mircea
pues predomina entre el pueblo “el acontecer y no el ente.”183 Por eso Kusch insiste en el concepto
de estar: “se trata de estar como algo anterior a ser y que tiene como significación profunda el
acontecer. En el estar se acontece.”184 Y el estar, así entendido, se asocia al vivir: “Es el vivir sin
más, que se rodea de cultura, entendida ésta como universo simbólico, y que sirve para encontrar
el amparo. Por eso es ético y no gnoseológico. Dice dónde se hace lo fasto y se evita lo nefasto,
pero no dice qué es un objeto.”185 Esa diferencia entre el acontecer de las cosas y el no-acontecer
178 Kusch, “La cultura popular,” 222-223. “La ciencia occidental, no puede dar cuenta de la historia particular que se
vive en América, de lo más cercano a la nuestra. Donde la lógica de la negación se antepone a la ciencia verificable, donde el
saber propio del pueblo latinoamericano, que es milenario, ha tenido su propia forma de percibir el mundo a través del mito y del
rito.” José Alejandro Tasat, “El pensamiento de Rodolfo Kusch, estar siendo en América Latina: ‘un pensamiento que conlleva la
esperanza de otro horizonte humano’,” Centro de Estudos Sociais Universidade de Coimbra, 5 febrero 2013, acceso 18 abril
2017, http://ces.uc.pt/pt/agenda-noticias/agenda-de-eventos/2013/el-pensamiento-de-rodolfo-kusch-estar-siendo
179 Kusch, “La cultura popular,” 221.
180 Kusch, “La cultura popular,” 221. Kusch también “es optimista sobre el papel del arte en estas sociedades. Los
artistas, cree, están en contacto con la totalidad, en relación con lo épico y lo mítico. Esto crea una asociación estrecha entre los
artistas y su pueblo.” Pérez, “Rodolfo Kusch,” 36.
181 Kusch, “La cultura popular,” 223.
182 Kusch, “La cultura popular,” 223.
183 Kusch, “La cultura popular,” 226.
184 Kusch, “La cultura popular,” 227.
185 Kusch, “La cultura popular,” 227.
639
mentalidad mítica, la cual apunta a recobrar el área donde cesa el acontecer,” que es posibilidad
de lo sagrado, pues “es el ámbito del no-acontecimiento donde se suspende el desgarramiento entre
Todas estas reflexiones llevan también a una decisión política, que coincide con la de los
teólogos del pueblo: “la opción por el pueblo como raíz ya está dada y somos todos…los vehículos
profunda del acontecer, del estar, pues – según Kusch – “sólo asumiendo nuestra decisión cultural
Para Kusch, el pensamiento popular “es aquel pensamiento genuino y original que se ubica
por debajo de la plataforma de todo país como el núcleo simbólico-mítico de cada pueblo.”189 Él
opone la cultura de la élite, de tipo “occidental”, marcada por el “ser”, el progreso y la técnica, a
la del pueblo americano, con una gran distancia entre las dos Américas, y aboga por el rescate de
aquella que “se halla en el substrato profundo y que se manifiesta en lo popular y en los mitos. Es
la que permite sentir nuestro país como un hogar existencial y como una patria donde se da el ser
nacional y su coherencia.”190 Todas éstas son ideas que, en mayor o menor medida, estuvieron en
186Kusch, “La cultura popular,” 228. Dice aún: “Y pensemos a todo esto que la característica de lo americano es
precisamente la tendencia al no-obrar.”
187 Kusch, “La cultura popular,” 228.
188 Kusch, “La cultura popular,” 229.
189 María Eugenia Jordán Chelini, “Kusch y la posibilidad de un nuevo pensar desde el ‘estar’ americano: aportes para
una filosofía afro-indo-americana,” Derecho a Réplica,” 29 septiembre 2016, acceso 18 abril 2017,
http://www.derechoareplica.org/index.php/filosofia/964-kusch-y-la-posibilidad-de-un-nuevo-pensar-desde-el-estar-americano-
aportes-para-una-filosofia-afro-indo-americana
190 Chelini, “Kusch y la posibilidad de un nuevo pensar.”
640
afirmar que “la religiosidad del pueblo, en su núcleo, es un acervo de valores que responde con
sobre esto: “La cultura tiene un núcleo ético-mítico, y eso lo usamos mucho Kusch y yo en la
filosofía de la liberación, y aparece también lo del núcleo – sin decir ético-mítico – en Puebla,
que, en el contexto de su reflexión bíblica sobre la categoría pueblo (ad supra 8.4.2), se encontró
con la reflexión de Lucio Gera: “Aquí hay una base bíblica en la historia de salvación: si Dios
constituye un pueblo, salva a través de un pueblo, Jesús forma un pueblo, que se reúne en torno a
su memoria, al memorial, a la eucaristía…Y ahí es dónde explicito más Gera. Yo no lo leí mucho
Quedaba indicada así la relación, vía “escucha”, más que por lectura, con las reflexiones
de la teología del pueblo; no vía libros ni como adhesión a una “escuela” sino como influencia del
ambiente teológico en el que vivía. Después de haber rememorado Von Rad, Croatto y relacionar
la reflexión bíblica sobre el pueblo de Dios con la persona de Gera, Francisco concluye: “Estas
cosas que oía me prendían en esa base, que era un entusiasmo.”194 En el fondo, la historia de
191 DP 448.
192 Juan Carlos Scannone, entrevista al investigador, San Miguel, 5 diciembre 2015.
193 Francisco, E-2.
194 Francisco, E-2.
641
salvación de Dios con su pueblo lo entusiasmó. La voz del tiempo y de algunos teólogos
Aunque Bergoglio no haya leído mucho a Gera y no se haya identificado con Medellín,
como declaró, vivió de cerca la efervescencia teológica del posconcilio y su aplicación inmediata
a Latinoamérica. Vivió en una Iglesia que pasó a hablar de: “pueblo” (COEPAL, Kusch), “opción
preferencial por los pobres” (Medellín), “pastoral popular” (Declaración de San Miguel), el valor
otros conceptos semejantes. Por otro lado, no hay como negar que muchas de las ideas que lo
entusiasman y que él propaga, aún hoy como Papa, están claramente presentes en aquella corriente
teológica propia de su país, conocida con el nombre de teología del pueblo, aunque el nombre no
le guste al Papa. Aquí se postula que, por lo menos respecto al objeto del presente estudio – el
tema de la piedad popular mariana – se puede decir, sin temor a equivocarse, que se trata de una
Además, como hombre atento a su tiempo, escuchaba, leía y se informaba de las corrientes
Es cierto que leía por lo menos dos revistas editadas en su provincia: Boletín de
Espiritualidad y Stromata. Obsérvese – como se dijo ad supra (6.1) – que el Padre Bergoglio
escribió varias veces para el Boletín de Espiritualidad, revista fundada en 1968, para el estudio y
momento, se notaba “la preferencia por artículos vinculados a la religiosidad popular, a los valores
195 “Boletín de Espiritualidad,” The jesuit curia in Rome, acceso 18 abril 2017,
http://www.sjweb.info/resources/publicationsShow.cfm?MagazineID=15
642
culturales (religiosos) del pueblo argentino.”196 Se debe tener en cuenta que a partir del Boletín n.
65 (marzo 1980), el nombre de Bergoglio aparece como co-redactor de la revista, hasta el n. 134
(marzo/abril 1992); y el director de la misma, hasta el n. 141 (marzo/junio 1993), fue el P. Miguel
Seguramente en ese largo periodo, Bergoglio leyó varios artículos que trataban tanto el
tema de la piedad popular como temas marianos. Aquí se mencionan algunos de ellos: “Ideas
fuerzas conciliares sobre la Iglesia” (n. 4), de Fernando Boasso, uno de los teólogos del pueblo198;
“Reflexiones sobre la religiosidad popular” (n. 31) y “Un aporte a la historia de la pastoral
popular”, ambos de Miguel Ángel Fiorito y José Luis Lazzarini (n. 34); “Signos de los tiempos en
pastoral y espiritualidad” (n. 35), por Fiorito; “Reflexiones sobre la religiosidad popular”, por
Agustín López (n. 35); “Originalidad de nuestra organización popular, selección de la Carta-
relación del P. Cardiel”, nuevamente por Fiorito y Lazzarini (n. 37); “Reflexiones sobre la fe del
pueblo”, por Boasso (n. 41); “La visión de la Storta”, por Hugo Rahner (n. 120); “Ejercicios
Espirituales y religiosidad popular”, por Victor Codina (n. 127); “La Virgen en la actitud del
creyente”, por M. Moreno (n. 135); “El rol de la religiosidad popular mariana en la nueva
evangelización”, por Pedro Morandé (n. 155); “Jesús resucitado se aparece a su Madre”, por J.
sustituyó a Swinnen como maestro de novicios, “formaban parte del grupo que, durante la década de 1960, giraba en torno al
gurú espiritual de la provincia, el padre Miguel Ángel Fiorito. Compartían una visión similar, lo que hizo que la transición
resultara tranquila… La espiritualidad seguía siendo clave…y los artículos (muchos de ellos del propio Bergoglio) publicados en
el Boletín de Espiritualidad que editaba Fiorito, seguían modelando la reforma de la provincia.” Austen Ivereigh, El gran
reformador: Francisco, retrato de un Papa radical (Barcelona: Grupo Zeta, 2015), 237-239.
198 De él es un importante libro que marcó la historia de la teología del pueblo: Fernando Boasso, ¿Qué es la pastoral
Solo para mencionar un ejemplo, en el n. 35, de octubre de 1975, el P. Miguel Ángel Fiorito
como él advierte explícitamente199 – en un escrito de Lucio Gera, “La Iglesia frente a la situación
de dependencia.”200 Recoge así importantes ideas de Gera respecto al Pueblo de Dios como sujeto
Gera, afirma que en el Pueblo de Dios espiritualidad y pastoral deben convergir. Haciendo eco de
los seminarios sobre Pastoral Popular realizados en aquellos años en el Colegio Máximo, afirma
que “la fe actuó como aglutinante” en la formación del pueblo argentino202, pues “la fe es algo que
nunca se vive solo, sino como parte de un pueblo”203, como le gusta decir a la teología argentina
que se iba fraguando en aquel entonces. Fiorito destaca que, además de gestos individuales, la
procesión, la peregrinación, el “velar los santos” y otros, son gestos colectivos que tienen algo de
“fiesta”, pues “el pueblo es por esencia, ‘festivo’, incluso cuando llora los muertos.”204
predominante en Argentina en aquel momento – Fiorito dice que “la fe popular ha sido recibida
199 Miguel Ángel Fiorito, “Signos de los tempos en pastoral y en espiritualidad,” Boletín de Espiritualidad 35 (octubre
Lucio Gera, “La Iglesia frente a la situación de dependencia,” en Teología, Pastoral y Dependencia, ed. Lucio Gera
200
las dimensiones de su fe y de su inserción histórica. Es como Pueblo de Dios, como ser colectivo, que los cristianos entran en la
historia y quedan condicionados e interpelados por ella.” Gera, “La Iglesia,” citado en Fiorito, “Signos de los tiempos,” 2.
202 “Las expresiones que presentamos son de una fe popular, o sea, de la gente sencilla y pobre; pero manifiestan la
misma experiencia de otros ‘sectores’ del mismo Pueblo de Dios, ni tan ‘populares’ ni tan pobres. El dinero, la posición social, el
‘status’ – el ‘tener, en sus variadas formas –, hacen, con frecuencia, olvidar el ‘ser’ cristiano; pero, ‘al rascar la pintura, aparece el
rancho’ (Boletín de Espiritualidad, n. 31, 4). La gran mayoría de los argentinos de hoy, o somos hijos de criollo pobre, o lo
somos de aquellos pobres inmigrantes que vinieron a esta tierra a trabajar…En uno y otro caso, la fe actuó como aglutinante.”
Forito, “Signos de los tiempos,” 9.
203 Forito, “Signos de los tiempos,” 9.
204 Forito, “Signos de los tiempos,” 9.
644
siempre, y de esta tierra. En esta fe tiene mucho que ver esta tierra y su historia.”205 Fiorito advierte
que, en las consideraciones que está haciendo, además de Gera, también es deudor “de Fernando
hace una importante defensa de la religiosidad popular en contra de una cultura “ilustrada”, que él
critica como alienante.207 La misma idea está en el texto de Fiorito, aplicada a la “ilustración”
dentro de la Iglesia. “La fe ‘ilustrada’ tiende a señalar, acá y allá, defectos en esa religiosidad
popular; pero siempre serán defectos parciales, porque, en cualquiera de esos ‘gestos, ritos y
palabras’, el hombre se encuentra entero. Como decía alguien: ‘No estará todo el credo, pero está
todo el hombre.’.”208 En otras palabras: una fe donde el credere in Deum es más fuerte que el
cultura ilustrada, como es propio también del pensamiento de Francisco. “Esa cultura es una
205Fiorito, “Signos de los tiempos,” 10-11. Vale a la pena recordar el discurso de Bergoglio el mismo año 1974 en la
Congregación Provincial, citado ad supra (6.1.1), en el que enfatiza que los jesuitas argentinos empezaron a reconocer “el sentido
de reserva religiosa que tiene el pueblo fiel”, y constata entre ellos – incluyéndose entre ellos – “cierta ‘alergia’ cada vez que se
pretende reconocer a la Argentina a través de teorías que no han surgido de nuestra realidad nacional.” Jorge Mario Bergoglio,
“Una institución que vive de su carisma: Apertura de la Congregación Provincial XIV”, 18 de febrero de 1974, en Meditaciones
para religiosos, ed. Bergoglio, 43-49. Primera publicación: Jorge Mario Bergoglio, “Una Institución que vive su carisma,”
Boletín de Espiritualidad 55 (abril 1978): 27-50.
206 Se trata del libro ya mencionado ad supra, en nota: Boasso, ¿Qué es la pastoral popular?
“La crítica ilustrada suele achacar a la religiosidad popular una resignación fatalista, alienante (que retarda
207
precisamente la posibilidad de la revolución); que descompromete del mundo, que se torna un refugio ilusorio, etc., en lugar de la
verdadera esperanza. Tal crítica que fácilmente se ha vuelto un slogan acrítico, manifiesta que no se ha entendido al pueblo de
América latina.” Boasso, ¿Qué es la pastoral popular?, 115.
208“Y esto quiere Dios cuando nos dice: ‘Amarás a Yahvé tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu
fuerza. (Dt 6,5)” Fiorito, “Signos de los tiempos,” 9, énfasis del autor.
209 EG 124. La misma idea, con otras palabras, está en el texto de Boasso: “Hemos de distinguir las expresiones de fe
popular de las expresiones en las formas evolucionadas de una cultura iluminista. En la concepción progresista ilustrada,
generalmente se tiende a juzgar por fe auténtica —en oposición a ‘religión’— el acto de la conciencia refleja de tener fe, algo así
como conciencia refleja de la conciencia creyente: y hasta parece exigir una experiencia conceptualizada en el interior de una
‘racionalidad’… Naturalmente, la fe del pobre pueblo no entra en estos cánones. Hay que afirmar que la fe es, antes que nada,
una actitud substancial: antes que actos es raíz de actos, actitud de apertura al Dios-Salvador, Salvador providente. Fe es esa
actitud radical ante Dios y ante toda la realidad – naturaleza, hombres, destino – como conciencia – no necesariamente explícita
– de una realidad en la que la salvación de Dios está de alguna manera presente; salvación que es don, gracia, que no podemos
producir nosotros. ‘Vivencia’ de una realidad en la que somos débiles, miserables y en la que Dios nos salva desde esta nuestra
debilidad.” Boasso, ¿Qué es la pastoral popular?, 113-114.
645
sabiduría – en el sentido etimológico, de que tiene ‘sabor’ de las cosas, que ‘sabe’ lo positivo y lo
negativo de la realidad, y que conoce – en el sentido bíblico de ese término (Os 2,21-22) – qué es
amar, y que intuye cuál debe ser su comportamiento moral.”210 Fiorito defiende aún que la fe
popular “está constituida por gestos muy sencillos, como el ‘tomar gracia’, el ‘hacerse pisar’, etc.,
que se pueden enseñar y aprender sin palabras, y con sólo verlos, hacer por los otros.”211 El autor
destaca que los primeros misioneros jesuitas realizaban “casi los mismos gestos, ritos y palabras
de la actual Pastoral Popular” y sólo los que tienen cultura histórica – lo que Francisco llamaría
memoria – reconocen “qué acertados estuvieron entonces – y lo están ahora – al transmitir así su
fe.”212 Fiorito no desconoce que hubo desvíos en la religiosidad popular, pero “lo fundamental
queda de pie, y vale la pena conocerlo y re-conocerlo”213, haciendo referencia al discurso del
Cardenal Pironio aquel mismo año en el Sínodo de los Obispos, en el que defendió el valor de la
que se respiraba en el ambiente teológico de aquel momento: “Es importante que, al menos
nosotros, los sacerdotes – y también las ‘hermanitas’ – rescatemos estos gestos populares…Así
210 “Esta fe está muy unida a la cultura que se llama ‘popular’, pero no por eso deja de ser cultura. No es, por supuesto,
la cultura ‘renacentista’, resultado de una educación exquisita…; ni tampoco será la cultura ‘iluminista’, que tiene muchos
conocimientos, mucha instrucción y mucha ‘racionalidad’, entendido por tal la instrumental científica. Pero la cultura popular
está hecha de costumbres y tradiciones…y siente la vida y la muerte, y sabe de la lucha por la vida…en busca del misterio de su
destino… Esa fe y ese amor conllevan una esperanza igualmente cristiana, que sabe darle ‘tiempo al tiempo’…que acepta ‘lo que
no anda’, que espera ‘tiempos mejores’, que sabe soportar.” Fiorito, “Signos de los tiempos,” 10. A ese texto se asocia la nota 21:
“Ypomena con parresía, diría a persona que tuviera cultura bíblica.” (énfasis del autor) ¡Dos palabras absolutamente del
vocabulario de Bergoglio! Pero que, por lo visto, eran comunes en el “ambiente” en el que vivía.
211“Tomar gracia” es tocar la imagen, y “hacerse pisar” es colocar la imagen sobre la cabeza. Fiorito cuenta aún de un
anciano del Norte que pasó horas sin moverse ante la imagen de Cristo, mirando a una vela prendida por él, porque, conforme
explicó al cura: ‘cómo no sé rezar, veo como la velita reza por mí’.” Fiorito, “Signos de los tiempos,” 11.
212 Fiorito, “Signos de los tiempos,” 11.
213 Fiorito, “Signos de los tiempos,” 11.
646
‘la Iglesia, encarnada en el Pueblo, debe asumir y fomentar todas las capacidades, riquezas y
los jesuitas argentinos, se quiere simplemente ilustrar que Bergoglio “leía” a Gera, Boasso y otros
que se encontraba y las tareas que tenía. Además, participaba de los seminarios y congresos
evangelización de la cultura y la inculturación del Evangelio, que presidió en 1985 y donde realizó
el discurso inaugural.
Otro teólogo que debe ser considerado es Rafael Tello, que Bergoglio describió como “una
de las mentes más brillantes de la Iglesia argentina en el siglo XX.”215 Ya se mencionó ad supra
(3.3.2 y 6.2.1) que el libro de Bianchi sobre Tello contó con el prólogo 216 y la presentación217 del
entonces Cardenal de Buenos Aires. Las palabras de quien iría a ser, un año después, Obispo de
Roma, revisten gran valor no sólo para conocer el pensamiento de Tello sino también del propio
Papa. La conferencia, leída sobre la base de un texto de seis páginas, es un excelente tratado para
comprender la importancia que Francisco concede a la piedad popular: “La Iglesia ha hecho una
opción preferencial por los pobres y eso nos tiene que llevar a conocer y apreciar sus modos
214 Agustín López, “Reflexiones sobre la religiosidad popular,” Boletín de Espiritualidad 35 (octubre 1974): 13-25,
aquí: 25. Cita el n. 1 del documento VI de la Declaración de San Miguel, sobre la Pastoral Popular, que por lo que se ve, estaba
muy presente en la reflexión teológico-pastoral de aquel momento.
215Jorge Mario Bergoglio, “Prólogo,” en Pobres de este mundo, ricos en la fe (Sant 2,5): La fe de los pobres en
América Latina según Padre Rafael Tello, ed. Enrique Ciro Bianchi (Buenos Aires: Ágape, 2012), 11.
216 Bergoglio, “Prólogo,” en Pobres de este mundo, 11-13.
217 En 10 de mayo de 2012, en la UCA. Publicado en: Jorge Mario Bergoglio, “Pobres en este mundo, ricos en la fe. A
propósito de la figura y el pensamiento del Padre Rafael Tello,” Vida pastoral 310 (septiembre 2012).
647
popular.”218 Y refiriéndose a la “novedosa propuesta teológica”219 de Tello dice: “El Padre Tello
ofrece un pensamiento teológico sólido en el que podemos abrevar para valorar esta espiritualidad
o reivindicación: “Cosas de la historia. Esas reparaciones que Dios hace: que la jerarquía, que en
su momento creyó conveniente separarlo, hoy diga que su pensamiento es válido. Más aun, fue
fundamento del trabajo evangelizador en Argentina.”221 Respecto al libro de Bianchi destaca dos
aspectos valiosos: “En primer lugar, nos ayuda a entender teológicamente los modos propios con
que expresa su fe nuestro pueblo humilde. Pero por otra parte nos da la posibilidad de conectarnos
con el pensamiento de quien fuera uno de los teólogos más fecundos de nuestra Iglesia argentina,
Bergoglio describe la fe de nuestro pueblo humilde como una gracia que Dios da a todos, pero
“otorga abundantemente y de manera especial entre los pobres”, los pequeños de Mt 11,25.
cristianismo. Un continente con muchos pobres y con muchos cristianos. Esto hace que en nuestras
El libro de Bianchi ofrece “una reflexión sobre la articulación entre la fe cristiana y las
diferentes culturas”, dice Bergoglio, pues busca “una fundamentación teológica de la misma.”224
Luego destaca una idea que va a retomar en Evangelii Gaudium: “La fe siempre se expresa
ambiente.”225 La fe es una gracia, pero es “también un acto humano, y por tanto un acto cultural.
Por eso puede hablarse de un modo cultural de aprender y expresar la fe. Por eso puede decirse,
como dice Tello, que lo que expresan nuestros pobres en su piedad popular brota de una fe
verdadera, y que de esta fe también brota una actitud cristiana ante la vida.”226 Aún ante las
dificultades, el pobre vive con un sentido transcendente de la vida y sabe que “depende de Alguien
(con mayúsculas) y esta vida necesita ser salvada. Todo esto está metido hasta los tuétanos en
nuestra gente, aunque sean incapaces de formularlo conceptualmente.”227 De esta forma, sigue
Bergoglio, “el cristianismo popular es la antítesis del secularismo”, es decir, “la fe de nuestro
pueblo es una bofetada a las posturas secularizantes. Por eso, se puede decir que la piedad popular
es una fuerza activamente evangelizadora que posee en su interior un eficaz antídoto frente al
avance del secularismo.”228 Por eso, “la Iglesia está llamada a acompañar y fecundar
permanentemente este modo de vivir la fe de sus hijos más humildes…Como diría el mismo Tello:
primero a los 17 años de edad y el último al mes de ser nombrado arzobispo, cuando lo fue a visitar a su casa y éste le dijo:
“Quarracino me devolvió las licencias, pero de palabra, me falta el papelito, ¿por qué no me lo das vos?” Y, al día siguiente le
mandó la licencia por escrito: “Tuve el gozo interior de hacer ese acto de reparación y firmar las licencias ministeriales al padre
Tello.”
649
Para dimensionar el gran aprecio que Bergoglio tuvo por Tello, se debe observar que, junto
con reivindicar sus ideas teológico-pastorales, el cardenal ofrece “un acto de justicia a la memoria
del padre Tello”, quien, “como todo profeta, fue incomprendido por muchos en su tiempo”230, pues
“su vida fue – como la de todo profeta – un signo de contradicción.”231 Destaca que fue “animador
de un sinnúmero de iniciativas pastorales” y destaca en especial una mariana: “Tal vez la más
conocida de ellas sea la peregrinación juvenil a Luján, que sigue hasta hoy y es uno de los
acontecimientos más fecundos de la vida de nuestra Iglesia.”232 A pesar del contexto difícil de los
años 70 para los que trabajaban en los sectores populares, “Tello buscó fielmente caminos para la
liberación integral de nuestro pueblo llevando hasta el fondo la novedad evangélica sin caer en los
línea de lo que Bergoglio siempre defendió, “evitando los extremos del activismo secularizado-
politizado por un lado y de la resignación fatalista por el otro”, conjugando “el empuje profético
con el apego a la sana doctrina eclesial.”234 Otra característica teológica de Tello, que Bergoglio
230 Fue una persona admirable, un hombre de Dios, enviado a abrir caminos. Nadie que abre caminos queda sin
cicatrices en el cuerpo. Tello tuvo sus dificultades, Tello tuvo heridas, pero se las dejó cicatrizar por su madre, la santa Iglesia.
Como todo profeta, fue incomprendido por muchos en su tiempo. Sospechado, calumniado, castigado, dejado de lado, no escapó
al destino de cruz con que Dios signa a los grandes hombres de la Iglesia. Hoy en esta Facultad que tanto le debe a su antiguo
profesor, quiero hacer memoria agradecida por su vida, que fue un don de Dios a nuestra Iglesia. A 33 años de su retiro y a 10
años de su muerte, su huella sigue viva en sus discípulos y entre nosotros.” Bergoglio, “Pobres en este mundo.”
231 Bergoglio, “Prólogo,” en Pobres de este mundo, 11.
232 Bergoglio, “Pobres en este mundo.”
233 Bergoglio, “Pobres en este mundo.”
234“No lo involucran, no lo comprenden, ni las condenas ni las sospechas de las dos Instrucciones sobre la Teología de
la Liberación que sacó la Congregación para la Doctrina de la Fe. Hoy, con la perspectiva que nos da la historia, podemos decir
sin dudar que la reflexión y la pastoral que alentaba el padre Tello intentaban acompañar la acción liberadora de Dios evitando
los extremos del activismo secularizado-politizado por un lado y de la resignación fatalista por el otro. Buscaba descubrir la
acción salvadora de Dios en el pueblo.” Bergoglio, “Pobres en este mundo.”
650
Bergoglio remarca aún el hecho de que “Tello siempre fue un buen hijo de la Iglesia,” que
“la vivía como su madre.”236 Y enfatiza la importancia de su legado, que señala “caminos del
para América Latina que desarrolló el padre Tello” precisa ser más conocida.237 Defiende así la
“la vigencia de la propuesta del padre Tello”, que anticipándose a Aparecida “fue un pionero en
descubrir – y explicar – la fe verdadera que anima las expresiones de piedad popular de nuestros
pobres.”238 Por eso mismo era muy mariano y valoraba mucho la piedad popular mariana, como
235 Bergoglio, “Pobres en este mundo.” Y lo hace, sigue Bergoglio, “en una época en que la Suma Teológica era dejada
de lado o que quien decía que daba clases basado en la Suma Teológica era mirado como un bicho antediluviano. Él siempre con
la Suma Teológica como referencia de su pensamiento.”
236 Bergoglio, “Pobres en este mundo.”
237 Bergoglio, “Pobres en este mundo.” El cardenal aprovechó para agradecer también a Bianchi, el autor del libro que
estaba presentando, digno representante de la más reciente generación de teólogos del pueblo, que él caracteriza como la fecunda
síntesis “de un teólogo, de un hijo fiel de la Iglesia y de un pastor.”
238 Bergoglio, “Prólogo,” en Pobres de este mundo, 12.
239Baqueano o baquiano es un término latinoamericano utilizado para designar a una persona conocedora de los
caminos y atajos de un terreno, sus características físicas y el idioma y costumbres de su población, a la que habitualmente
pertenece.
240 Bergoglio, “Prólogo,” en Pobres de este mundo, 11-12.
651
Otro autor que Bergoglio seguramente leyó fue Juan Carlos Scannone, uno de los
principales exponentes de la segunda generación de teólogos – y filósofos – del pueblo, que publicó
muchos artículos en aquel entonces, en particular en la revista Stromata, también en los difíciles
luego, mi rector, leía artículos míos sobre esas temáticas, los aprobaba y, cuando la jerarquía de
aquel entonces le preguntaba por mis enfoques teológicos y filosóficos, siempre defendió mi
preguntado sobre el tipo de influencia de la teología del pueblo sobre Bergoglio, si es un influjo
directo o solo ambiental, no duda en contestar: “Las dos cosas: es ambiental y directo. En el caso
mío, me consta que me leía. Aún más, después me cita.”242 Describe, entonces, el vínculo de
Bergoglio con otros teólogos del pueblo: “Cuando murió Gera lo hace enterrar en la Catedral como
teólogo del Concilio Vaticano II, de Medellín y Puebla, se ve que lo valoraba. Aún más: Tello –
que dictaba cátedra en Villa Devoto – había sido suspendido por el cardenal Aramburu…y
Bergoglio le mandó la licencia por escrito.”243 Observa también que “Tello se dedicó a la vida
contemplativa, salvo un grupo que se reunía con él, todas las semanas, y en ese grupo estaba Víctor
Juan Carlos Scannone. “Aportaciones de la teología argentina del pueblo a la teología latinoamericana (I),” Vida
241
presentación que Bergoglio hace del libro de Bianchi sobre Tello, como recién se indicó ad supra,
contando que Bergoglio le preguntó una vez: “¿Leíste el libro de Bianchi?” Y ante la negativa,
De esta forma Scannone justifica el influjo directo de la teología del pueblo sobre
Francisco: “Él no me lo ha dicho. Pero creo que sí. Lo ha leído, lo ha escuchado” 245, afirma
refiriéndose a Gera. Pero en uno de sus escritos, Scannone formula su opinión respecto a ese tema
de un modo más matizado y preciso: “Aunque no se pueda decir que Bergoglio sea un teólogo del
pueblo y, menos aún, de la liberación, dicho influjo se muestra sobre todo en su valoración
Víctor Fernández está de acuerdo con clasificar como “ambiental” la influencia que la
teología del pueblo tuvo sobre Bergoglio, tal como se postula en el presente estudio. Desde el
inicio del pontificado de Francisco, Fernández ha sido procurado para clarificar la relación de
Francisco con la teología argentina del pueblo. Como ya se dijo varias veces ad supra, también él
explica que ésta “se diferencia tanto de los análisis marxistas como de las miradas liberales.”247
Por eso “no le cae bien a ninguna de esas dos perspectivas. Implica considerar a los pobres no
como meros objetos de una liberación o de una educación, sino como sujetos capaces de pensar
Juan Carlos Scannone. “Aportaciones de la teología argentina del pueblo a la teología latinoamericana,” Lo social,
246
necesitando’ – Entrevista con el rector de la UCA y ‘teólogo’ del Papa,” Religión Digital, 28 octubre 2013, acceso 18 abril 2017,
http://www.periodistadigital.com/religion/america/2013/10/28/victor-fernandez-bergoglio-tiene-los-valores-de-un-autentico-
lider-que-el-mundo-estaba-necesitando-teologo-papa-francisco-uca.shtml
653
con sus propias categorías, capaces de vivir legítimamente la fe a su manera, capaces de generar
caminos desde su propia cultura popular.”248 El rector de la UCA aclara que, para los teólogos del
pueblo, “la expresión ‘pueblo’ se distingue de ‘masa’, porque supone un sujeto colectivo capaz de
generar procesos históricos. Uno puede aportarle algo, pero siempre respetando su identidad y su
estilo.”249
Es posible reconocer ciertas influencias más directas como, por ejemplo, la forma con que
Tello habla de la fe y que Bergoglio ciertamente leyó en el libro de Bianchi. 250 “Ése es un punto
fuerte,” dice Fernández, “ahí sí hay una influencia directa de Tello, sobre todo.”251 Respecto a la
idea de pueblo, Férnandez considera “que está dentro de lo que es la influencia ambiental, que
tiene que ver con Gera, tiene que ver con Tello, pero es más amplia. Digamos que es un desarrollo
típico que se dio en Argentina, y que mucha gente lo fue como asumiendo.”252 Respecto a la
influencia ambiental del lenguaje peronista, Férnandez hace una distinción: “Aunque Vos puedas
mencionar su cercanía con el peronismo, él [Bergoglio] no dice sólo pueblo de Dios…[En esa
expresión,] la palabra pueblo sola, la usa muy pocas veces. Muy, muy pocas veces. Casi siempre
dice pueblo fiel de Dios, o santo pueblo fiel de Dios. Con lo cual él quiere marcar una distancia de
“Yo creo que fue [una influencia] más ambiental que literaria,”254 refuerza Fernández. Gera
enseñó en la facultad de Teología y la mayoría del clero recibió sus clases sobre estos temas, de
forma que esas ideas corrieron y se hicieron conocidas, aclaró el rector de la UCA. Por eso, el
hecho de que Bergoglio viviera “dentro de ese contexto hace con que le llegue, por un lado, o por
otro, reflexiones de ese tipo. Seguramente alguna vez ha leído algo. Pero no es porque se haya
“Después está el Padre Tello. Y él [Bergoglio] al Padre Tello le tiene mucho respeto. Esto
es seguro. Y a él, a Tello, lo visitaba, antes de su muerte,”256 siendo que del trato personal con
Tello es muy posible que haya recibido algo, dice Fernández. Además “lo que está en Aparecida,
de piedad popular, está más o menos en la línea de Tello,”257 asegura el autor principal del texto.
Preguntado si había sido formado en la escuela de Tello, Fernández dice: “Sí. En esos temas, sí.
No en todos los temas… Pero en los temas que tienen que ver con la cultura popular, la piedad
popular, sí.”258 Sigue argumentando que cree que la influencia que Bergoglio recibió de los
teólogos del pueblo “no es la de quien estudia un autor y lo sigue, sino la de quien lo recibe,
digamos, por distintas vías, por diálogos, comentarios de otros, alguna lectura esporádica, y en el
caso de Tello, por alguna conversación personal. Y se va formando una propia idea.”259 Y concluye
por ósmosis y por distintas vías, a través de personas, a través de encuentros, por las opciones del
estudio detenido de autores.” Y agrega: “Ni siquiera Gera. No. Porque algunos que lo aman mucho
a Gera, lo quieren presentar como que él [Francisco] es el gran continuador… pero no, no es así.”
Bergoglio], [ten en cuenta] que está mediada a través de la piedad del pueblo, ahí vas a tener que
desarrollar todos estos temas”261 relacionados con la teología del pueblo. Por eso, sugiere distinguir
entre “esa influencia ambiental, lo que a él lo influenciaba de diversas maneras” – donde se debe
“otra cosa es Aparecida, dónde hay una intervención muy directa de él. Tendrías que separar lo
que es un influjo que él recibe, de lo que es Aparecida, donde él tuvo una intervención particular.
Del contacto “ambiental” con esos teólogos, Bergoglio fue haciendo su propia síntesis, que
propuso a la Iglesia universal en Evangelii Gaudium. Sin embargo, justamente ese “hoja de ruta”
de su magisterio petrino, permite ver más claramente la influencia teológica recibida – ambiental
e indirectamente – de la teología del pueblo. Scannone es quien mejor lo formula, de modo más
completo, pues los demás autores que, por lo menos hasta el momento, han intentado hacerlo,
Tal vez estos autores tengan un interés primordial en penetrar en la dimensión social del
pensamiento del Papa Francisco, en particular su “opción por los pobres”, tomando menos en
mística populares, tienen en su consideración del pobre y, por lo tanto, para la consideración de la
En una valiosa síntesis, Scannone presenta en cuatro aspectos los puntos de contacto o
teología del pueblo: (a) su comprensión de Pueblo fiel de Dios; (b) la relación pueblos de la tierra
de la piedad popular; y (d) la relación de ésta con los pobres.264 Obsérvese que todos los aspectos
apuntados por Scannone tienen, de una u otra forma, aunque no siempre explícitamente, relación
a) Sobre la importancia para Francisco de la expresión el “santo pueblo fiel de Dios” ya se estudió
ad supra (6.1.1). Cuando Evangelii Gaudium habla del Pueblo de Dios, “se oyen ecos de la
Escritura y del Vaticano II, pero también de la Teología del Pueblo”, recuerda Scannone, “sobre
fe” del pueblo y el papel de los laicos.266 Dios convoca al “pueblo fiel”267 y lo convoca “como
pueblo y no como seres aislados”268, cuyas raíces están en el misterio de la Trinidad, pero que
263 Al investigador le parece que éste es el caso de obras recientes como: Luciani, El Papa Francisco y la Teología del
Pueblo; Cuda, Para leer a Francisco. Aunque amplias y actualizadas, ninguna de las dos dedica ni siquiera un apartado al tema
de la religiosidad popular.
264 La exposición de los cuatro aspectos sigue de cerca la de: Scannone, “Teología del Pueblo, 205-218. Por esto el
investigador se limita a mencionar los textos de EG que pueden ser leídos en paralelo con las ideas de la teología del pueblo
expuestas por Scannone en su síntesis.
265 EG 115.
266 EG 119.
267 EG 95; 96.
268 EG 113.
657
expresión institucional.”269 “Este pueblo de Dios se encarna en los pueblos de la tierra270, cada
uno de los cuales tiene su cultura propia”271, proporcionando un “rosto pluriforme”272 y una
“multiforme armonía”273, propia del “poliedro.”274 Todas estas perspectivas son compartidas
con la teología del pueblo, como también el valor que se da al “instinto de la fe, el sensus fidei”,
fruto de la acción del Espíritu, que “otorga a los cristianos una cierta connaturalidad con las
realidades divinas y una sabiduría que les permite captarlas intuitivamente, aunque no tengan
b) La teología del pueblo ha dado particular atención también a la relación entre el Pueblo de Dios
y los pueblos de la tierra, tal como se plantea en EG 115. Pero Francisco se preocupa también
de que cada nación “se convierta en pueblo”276, que cada habitante se haga ciudadano.277 Para
principios (o criterios) “relacionados con tensiones bipolares propias de toda realidad social”,
269 EG 101.
270 Como ya se dijo, esta expresión hace recordar la tesis doctoral de un importante teólogo del pueblo, de la tercera
generación, dirigida por Lucio Gera: Carlos María Galli, “El pueblo de Dios y los pueblos del mundo. Catolicidad, encarnación e
intercambio en la eclesiología actual” (tesis doctoral, UCA, 1993).
271 EG 115.
272 EG 116.
273 EG 117.
274 EG 236.
275 EG 119.
276 EG 220.
277 Para ese tema conviene volver a su reflexión como arzobispo: Jorge Mario Bergoglio, “Hacia un bicentenario e
justicia y solidaridad 2010-2016: Nosotros como ciudadanos, nosotros como pueblo,” Arzobispado de Buenos Aires, 16 octubre
2010, acceso 18 abril 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
658
superior al espacio, la unidad prevalece sobre el conflicto, la realidad es más importante que la
(Widerspruch), sino una contraposición (Gegensatz) que pueden ser armonizadas en un plano
superior.280 La mejor imagen para ello la da el mismo Bergoglio al hablar del “poliedro”281, que
de las partes, cada una con su aporte original.”282 A su vez, la teología del pueblo, por un lado,
también piensa al pueblo desde la unidad, aunque sin desconocer la realidad del conflicto entre
pueblo y antipueblo (los que se oponen a la construcción del pueblo). Por otro lado, valora
decir, valora la originalidad de cada “parte” y la encarnación del Evangelio allí, sin perder de
vista el “todo”. Sin embargo, Scanonne reconoce que la reflexión del Papa sobre estos cuatro
principios va más allá de los aportes de la Teología del Pueblo, denotando “no solo un influjo
278 EG 221.
279 Excedería los límites de este estudio exponer aquí el origen y las varias versiones de los cuatro principios, tres de los
cuales aparecen en los escritos de Bergoglio por primera vez en 1974. Una exposición bastante completa se encuentra en:
Scannone, Teología del Pueblo, 253-274. Después de su largo recorrido por los cuatro principios, desde su explicitación por el
jesuita argentino Ernesto López Rosa, pasando por Romano Guardini y la práctica ignaciana del discernimiento, Scannone
concluye: “Mi hipótesis es que Francisco se ayuda del método de Guardini y del ignaciano del discernimiento por consolaciones
y desolaciones (consonancias y disonancias) para la vida no solo de las personas, sino también de los pueblos y aun del Pueblo de
Dios, a fin de ‘buscar y encontrar – para ellos – la voluntad de Dios’.” Scannone, Teología del Pueblo, 274.
280
Aquí hay ecos de un texto que seguramente Bergoglio habrá leído: Romano Guardini, Der Gegensatz; Versuche zu
einer Philosophie des Lebendig-Konkreten, 4ª ed. (Mainz: Grünewald-Schöningh, 1998).
281 EG 236.
282 Scannone, Teología del Pueblo, 272.
283 Scannone, Teología del Pueblo, 210. Sobre el tercer principio – la realidad es superior a la idea – dice llanamente:
“No veo una conexión inmediata entre esta prioridad y la Teología del Pueblo – como [hay] en los casos anteriores – a no ser en
la crítica que esta hace a las ideologías, tanto de cuño liberal como marxista, y en su búsqueda de categorías hermenéuticas a
partir de la realidad histórica latinoamericana, sobre todo de los pobres.” Scannone, Teología del Pueblo, 211, énfasis del autor.
659
c) Sobre la piedad popular no hay dudas de que la postura de Francisco converge con uno de los
Gaudium Francisco usa dos veces esa expresión: tanto al hablar de la piedad popular285, como
al ejemplificar la superioridad del todo sobre las partes, diciendo: “La mística popular acoge a
partida justamente la piedad popular.287 Scannone observa que Francisco suele relacionar la
piedad popular con otros temas muy propios de la teología del pueblo, que también son
importantes para él: la inculturación del Evangelio y la promoción de los pobres. 288 El autor
sugiere una lectura del tema de la inculturación en Evangelii Gaudium a partir de tres claves de
lectura289: la encarnación como la clave más importante, pues inculturar el Evangelio es – para
Francisco y la teología del pueblo – encarnarse en una cultura en forma relacional, con carne y
rostros concretos: Cristo, María, los santos290; la segunda clave es pneumatológica, pues todo
284 DA 262, bajo influencia de dos teólogos de esta línea: Víctor Férnandez, que usa un concepto de Jorge Seibold. Ver
es uno de los conceptos-guías no solo de EG sino del pensamiento teológico-pastoral del Papa, quien concibe ‘la evangelización
como inculturación’ (cf. EG 122), aunque ella no se agote en ésta. El Espíritu mueve al pueblo fiel, encarnado en los pueblos –
protagonistas de su historia y su cultura –, especialmente a los pobres y sencillos, tanto a vivir y compartir su piedad y su mística
populares según su idiosincrasia cultural como a evangelizarse continuamente a sí mismos y ser discípulos-misioneros, ante el
actual desafío de la nueva evangelización.” Scannone, Teología del Pueblo, 220.
290 EG 90.
660
el proceso es obra del Espíritu291, que “es el agente principal”292; y la tercera es la piedad
popular, que gracias a la acción del Espíritu se convierte en espiritualidad y mística popular.
Ésta tiene hondo carácter evangelizador, ya que un pueblo evangelizado “se evangeliza
espiritualidad popular “acentúa más el credere in Deum que el credere Deum”, aunque haciendo
referencia a Santo Tomás, está aludiendo a un tema central del libro sobre Tello que él había
presentado en la UCA un año antes, como ya se ha dicho varias veces.295 También al hablar de
la “connaturalidad afectiva” del amor, capaz de ver la “vida teologal presente en la piedad
popular”296, en especial de los pobres, y “su relevancia no solo pastoral sino estrictamente
d) La estrecha relación entre la piedad popular y la opción preferencial de los pobres es otro
aspecto de convergencia entre la teología del pueblo y el pensamiento del Papa. Ambos parten
de la experiencia de América Latina, donde la gran mayoría del pueblo es pobre, pero están
291 EG 116.
292 EG 122.
293 EG 122; EG 68; citando DP 450 y DA 264.
294 EG 124.
295 EG 124; Bianchi, Pobres en este mundo, ricos en la fe.
296 EG 125. Precisamente el conocimiento sapiencial per connaturalitatem – magistralmente expuesto por Santo
Tomás, al que el Papa cita – es el instrumento epistemológico y metodológico apropiado para estos casos, que no suple a la
ciencia, pero que la enraíza, acompaña con sus análisis y argumentaciones con un estado de ánimo (Stimmung) adecuado tanto
hermenéutica como pragmáticamente, la complementa y la confirma.” Scannone, Teología del Pueblo, 230.
297 Scannone, Teología del Pueblo, 214.
298 EG 126.
299 DP 397; 109.
661
conscientes de que esta opción es de toda la Iglesia, porque es la opción de Jesús: “Para la
Iglesia la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica,
política o filosófica.”300 Los pobres tienen así un lugar privilegiado en el pueblo de Dios, no
como objeto de asistencialismo, sino como protagonistas, de quien todos tienen mucho que
Francisco denuncia, “con dolor, que la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de
atención espiritual”, pues ellos tienen una gran reserva religiosa – como la teología del pueblo
también destaca – y por eso “la opción preferencial por los pobres debe traducirse
principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria.”302 De ahí que todos los
cristianos deben acercarse a ellos, preocuparse por ellos y por la justicia social.303 Todos estos
son temas muy recurrentes en la teología del pueblo, como en general en las teologías de la
liberación, siendo innecesarios mayores comentarios. Scannone recuerda que, tanto para el Papa
Francisco, como para la Doctrina Social de la Iglesia y la teología del pueblo, la opción por los
pobres no es “una mera teoría”, sino que se trata de su encarnación en prácticas existenciales y
“revolución de la ternura.”304
300 EG 198.
301 EG 198.
302 EG 200, énfasis mío.
303 EG 201.
304 EG 88.
662
Buenos Aires
estudio, se comparte aquí una respuesta directa del Papa sobre ese asunto. El investigador le
Aparecida como una de las más bonitas de todo el documento. “Sí. Vos fuiste testigo,”305 contesta
que la escribió Víctor Fernández y agrega que éste se inspiró en Jorge Seibold. Dice que “Seibold
doctor en filosofía y pastor de una comunidad a las afueras de San Miguel, Nuestra Señora de
Sumampa. “Él tiene todo un trabajo sobre esto.307 Creo que es uno de los hombres más lúcidos.”308
Bergoglio se refiere a la principal obra de Seibold sobre el tema de la piedad popular, ya comentada
ad supra (3.2.5), en la cual la describe como “mística popular”, siendo este término una de las
entrevista que el investigador le hizo, aunque es un poco mayor de edad que el Papa, se ordenó
sacerdote un año después, en 1970, y luego se puso a trabajar en los barrios pobres de San Miguel,
quedando muy marcado por la pastoral popular.310 Era ingeniero astrónomo y trabajaba en un
observatorio que había en la región. Cuándo le tocó hacer un doctorado en filosofía, para ayudar
en las clases del Colegio Máximo, como le había pedido Bergoglio en aquel entonces, su interés
era estudiar algún filósofo que tratara la relación entre lo popular y lo intelectual. Eligió, entonces,
el tema: “Pueblo y saber en la Fenomenología del Espíritu de Hegel.”311 Como profesor y decano
de la Filosofía en el Máximo, Seibold no dejó de ir a los barrios. Él cuenta también que, a partir
del año 1976, pasó a conocer mejor una devoción popular de Santiago del Estero, provincia al
interior de Argentina, al Señor de los Milagros de Mailín. Un Cristo crucificado pintado, con
mucha sangre, típico de la escuela de Quito, que está en el santuario de Mailín. Define este hallazgo
como “una gracia de Dios, que nunca se la imaginó”312, pues debido al contacto con los muchos
santiagueños que vivían en los barrios populares de San Miguel, pudo conocer esa devoción.
Descubrió con el pueblo que era necesario dos elementos para cultivar la devoción: tener la imagen
y hacer la fiesta. Y ésta se hace con canto, danza, comida. Así se fue dando cuenta de que en todo
esto hay una dimensión mística. Redescubrió también la novena del Señor del Mailín y la difundió.
Seibold recuerda que Bergoglio también iba a los barrios, tanto como jesuita en la Parroquia
Patriarca San José, como después como obispo, pues no se quedaba “en su sede episcopal”.313
Sobre lo mariano, Seibold cuenta que, unos días antes de la entrevista, el día de María
Madre y Medianera de todas las gracias (7 de noviembre), había tenido una hermosa experiencia,
que él transformó rápidamente en teología: había bautizado a doce niños y allí volvió a profundizar
1983), 654 p.
312 Seibold, entrevista.
313 Seibold, entrevista.
664
en la gracia que significa ser hijos de Dios, por manos de la Virgen. Dios da la gracia, pero esa
llega por manos de María y los hace también hijos de María, parecidos con ella, impregnándonos
con el amor y el afecto a María. Aquel día percibió, “con más intensidad que nunca, la íntima
unión entre el misterio de Dios en su insondabilidad por un lado, y cómo realiza sus obras a través
de la Madre, y que todo el mundo está plasmado de esa presencia de María”314. Por eso ella está
“en el corazón del pueblo”315, como dice Tello y recuerda Seibold. Éste también se considera parte
de la corriente de la teología del pueblo, pero dice que no ha participado tanto de las reuniones,
aunque sí hace parte de un grupo interdisciplinario que reflexiona a partir de la Doctrina Social de
la Iglesia.316 Desde el año 2000 Seibold escribió artículos sobre la “mística popular”, siendo que
el 2006 los publicó como libro en México, aún antes de la Conferencia de Aparecida.
Preguntado sobre si se debe a él la presencia de esta expresión, tan querida por Bergoglio,
en el texto de Aparecida, Seibold contesta humildemente: “Puede ser, pero yo nunca he entrado
como para decir ‘escriban esto’. Pero puede ser, porque [Víctor] Fernández me conocía, y porque
Bergoglio también. Yo estuve una vez en la UCA y di una charla sobre esto y sobre Pastoral
muy fluido. Y dijo: ‘te agradezco mucho la charla que diste, te felicito’.”317 Seibold cuenta que
esta observación le sirvió para percibir que estaban en un camino común, aunque no estuvieran
trabajando codo a codo. En su último artículo, después de leer Evangelii Gaudium, caracterizó a
corazón del pueblo.” Rafael Tello, “Algo más acerca del pueblo,” en Pueblo y Cultura I, 2, citado en Bianchi, Pobres en este
mundo, 222.
316 Se refiere al “Grupo Farrell”, cuyo estudio más reciente era: Grupo Farrell, El surgimiento de un nuevo paradigma:
una mirada interdisciplinar desde América Latina (Buenos Aires: Ediciones Ciccus, 2015), 224 p.
317 Seibold, entrevista.
665
Bergoglio como un místico, que siente y expresa esa mística popular, más que alguien simplemente
cercano a la piedad popular.318 “Después de terminar el estudio – afirma él – estoy cierto de que
Bergoglio es ese hombre que ha pasado también por la experiencia de la piedad popular – sin
dejarla, porque la aprecia – y esto no es solo un conocimiento intelectual y general, sino que, si
en ese toque está todo lo místico que él tiene.”319 Tal como Bergoglio, Seibold explica que él
mismo también fue descubriendo esa mística popular en sus estudios, gracias al contacto con la
Sobre la forma con que el pueblo vive la mística popular mariana, Seibold dice que la gente
experimenta a la Virgen no solamente como “la Madre de Dios” intelectualmente, sino de forma
sentida y vivida en las diversas advocaciones con que la Virgen se presenta.320 Es tan valiosa la
Virgen de Itati, como la de Luján, la del Carmen, la de Sumampa o la Virgen de Huachana, una
advocación del norte de Santiago del Estero, que trajeron más recientemente a su parroquia. Todas
están ligadas a historias, quizás leyendas. Lo importante, dice Seibold, es que son vividas, sentidas.
Y el peregrino quiere encontrarse con la Virgen. Ahí está la riqueza de los textos de Aparecida
sobre la peregrinación en la mística popular. Seibold dice que ésta no se agota en la sola
Hay un movimiento de sentirse convocado por ella, sintiéndola interiormente, en un amor que
viene del Padre y ella lo da al peregrino, para que sea un hombre nuevo y lo pueda llevar a otro.322
318 Jorge Seibold, “Mistica popolare e pastorale urbana,” La Civiltà Cattolica 3939-3940 (2-16 agosto 2014): 224-234.
319 Seibold, entrevista.
320 Seibold, entrevista.
321 Seibold, entrevista. Ver también: Juan Carlos Scannone, “El sujeto comunitario de la espiritualidad y mística
madre. Unido a esto, el tema de la ternura en Bergoglio es fundamental, dice Seibold.323 Por la
ternura de María se siente la ternura de Dios, su abrazo. Al ser tocado por la ternura de la Virgen,
si uno es fiel a esa gracia, puede tocar a los suyos y a los otros con esa misma ternura. 324 En este
sentido, cree que se debe aprovechar el Año de la Misericordia – que estaba por iniciar – para
investigar una línea interesante: lo de la madre, la ternura, la misericordia y las equivalencias. Son
elementos que están en el hablar de Bergoglio, que están totalmente incorporados en él.325
Seibold identifica en ese proceso popular una “vía mística”: entrar en la vía mística de la
Virgen.326 Lo curioso, dice él, es que la mística no está únicamente en la videncia – como puede
ser en el caso de Lourdes, Fátima o Medjugorje – sino en lo que acontece “en el corazón de la
gente.”327 Lo propio de la “mística popular” – que es justamente popular porque es del pueblo
pobre, humilde y sencillo, que no se atreve a pensarse místicamente, porque ni siquiera conoce esa
palabra – es una experiencia muy íntima y transfiguradora de cada uno. 328 “Entonces la Iglesia
debe comenzar a descubrir los carismas místicos que todos tenemos. No somos todos San Juan de
la Cruz o Teresa de Ávila, pero tenemos mucho de los carismas que ellos tienen, en otra
cita el caso de una señora que vino a decirle humildemente que “veía que Cristo le ofrecía su cáliz
para que ella lo bebiera”331, pero ella no se daba cuenta de que era una gracia mística, que
necesitaba acogida, explica Seibold. Por todo esto, el sacerdote jesuita cree que la Iglesia debe
saber acoger y alentar la mística popular, que es un camino muy fecundo. En los seminarios se
debe enseñar a profundizar esa mística, no sólo la mística clásica, sino la de los sencillos y
humildes, pues Dios vive en ellos y hace allí su casa. Seibold cree aun que esa mística popular se
puede dar también en personas que no son materialmente pobres: “Porque están integrados en el
Pueblo de Dios. Es algo más que un estrato de pobreza. El pobre de espíritu no es el pobre
miserable meramente. Aunque están inclinados, por la miseria, a creer más en Dios que en uno
Además de Jorge Seibold, la otra persona que Francisco indicó al investigador que
entrevistara fue Monseñor Víctor Fernández, pues – según el Papa – él tiene buena memoria de
todo lo que aconteció en Aparecida respecto a ese tema. El Santo Padre admite que su postura
personal ante temas como el de la religiosidad popular va en la misma línea de lo que piensa
Seibold y Fernandez.333 No por casualidad Fernández ha sido llamado por algunos de “teólogo del
Papa”, como ya se dijo.334 La entrevista que el investigador le hizo a Víctor Fernandez ya apareció
en varios momentos ad supra, no siendo necesario volver a ella ahora. Pero, respecto al tema de
la espiritualidad popular, en otra entrevista, Fernández habría afirmado que a Francisco “le brillan
los ojos” cuando emplea la palabra “pueblo”, y ante la pregunta sobre su experiencia en la V
Conferencia del CELAM al lado del actual Obispo de Roma, Fernández respondió: “Con respecto
al Documento de Aparecida, no le preocupaba mucho que tuviera una redacción impecable, sino
que fuera una síntesis de espiritualidad y compromiso social y misionero. Un tema que le
popular, Francisco reconoce también que “después hay que corregir”336 y, fiel a su estilo, cita
inmediatamente un ejemplo concreto: “Hoy me trajeron la novena del Gauchito Gil. Gauchito Gil
es un hombre, un desertor, que no corrió a pelear contra sus hermanos paraguayos. Desertor. Y lo
mataron. Pero el pueblo lo venera, porque quiso hacer paz, un hombre de paz. Y fue creciendo la
devoción.”337 Francisco se refiere a la devoción popular a Antonio Mamerto Gil Núñez (¿1840-
1868?), propia de la provincia de Corrientes, que se difundió por Argentina y regiones vecinas.
Aunque la Iglesia no lo reconoce como santo y se sabe poco sobre su vida (hay varias versiones
sobre su historia), se puede decir que es una de las devociones populares más difundidas en el país
del Papa. Francisco llama la atención al hecho de que esa devoción está asociada a una cruz, que
aparece detrás de la imagen o en los cruces del camino: “Y siempre con la cruz, la cruz del
Gauchito Gil”338, dice Francisco. “Quique Bianchi – él te va a explicar mejor que yo – [cuenta
como el párroco del lugar] con el obispo hicieron la novena y fueron cambiando del Gauchito Gil,
que tomó difusión nacional, el título más común parece ser el de “Gauchito Gil”. Bianchi explica que, en yopará, la lengua que
surge de la cruza del guaraní con el español, el diminutivo se usa cariñosamente: sería el “querido Gaucho Gil”.
669
[que] ya no es a quien adoramos, [sino a] la Cruz Gil. Y cuando pedimos, pedimos también por el
alma del Gauchito Gil, como pedimos por las almas del purgatorio…”339
Bianchi sobre esa devoción340 y a la “Novena a la Cruz, recordando a Antonio Gil y a nuestros
queridos difuntos”341, publicada el año 2012, por dos padres que trabajaron en Mercedes, donde a
8 km de distancia de la ciudad se encuentra el lugar de muerte del Gauchito Gil. Allí acuden miles
de peregrinos para rezar, en especial el día de su muerte, el 8 de enero. La novena trae una
presentación del propio Ordinario local, el obispo de Goya, Mons. Ricardo Faifer, en que centra
acontecimiento donde miles de bautizados van a rezar, deseo estar junto a ustedes, los acompaño
y bendigo los esfuerzos y sacrificios que ustedes hacen para expresar su fe de esta manera.”342 En
su estudio, Bianchi relata que “por pedido expreso del entonces cardenal Bergoglio”, la novena
cuenta con “una oración para bendecir la Cruz Gil”, que viene al final de la misma, junto a un
devocionario. Francisco indica que se hizo el trabajo de “resituar”343 esa devoción. “Ese es el
trabajo que hay que hacer. Porque el pueblo tiene intuiciones, pero las expresa a veces no
Con profundo sentido pastoral, el obispo de Goya “resitúa” la devoción a la Cruz Gil: “No
se olviden que cada vez que un cristiano se santigua haciendo la cruz sobre su cuerpo, o cuando
toca la cruz tomando gracia, está profesando su fe en Jesucristo crucificado y resucitado…Por eso,
cuando prendemos una vela, ya sea en el altarcito familiar, en el cementerio o en la Cruz Gil,
estamos recordando a Jesús resucitado.”345 La novena aprovecha para unir esa devoción a la
devoción mariana, muy presente en el mismo pueblo: “Es oportuno advertir cómo
espontáneamente muchos hermanos correntinos unen al recuerdo de la Cruz de Antonio Gil una
sentida devoción a la Madre del Señor, en la imagen y advocación de nuestra tierna Madre de
Itatí.”346 De esta forma, la novena es una “ayuda pastoral para nuestra fe y nuestra oración”, pues
busca “asumir este difundido recuerdo de Antonio Gil, y ayudar a su purificación y mejoramiento
El estudio de Bianchi explica mejor ese proceso de valorar y, a la vez, resituar una devoción
que puede ser tan controvertida como ésta. Por su valor para el tema de la espiritualidad popular
se resumen a continuación las ideas principales del estudio. Bianchi muestra el valor de los relatos
legendarios en la historia de la Iglesia y su valor salvífico para los pueblos, desde San Jorge
pasando por el oso de San Corbiniano (que Benedicto XVI colocó en su escudo episcopal), hasta
el caso del Gauchito Gil. La actitud eclesial en estos relatos fluctúa “entre dos extremos: o se les
niega todo contenido de verdad refutándolos como históricamente imposibles y propios de pueblos
incultos o se los cree recurriendo forzadamente a la libertad que tiene Dios de hacer lo que quiera,
Sin embargo, siguiendo la reflexión de Tello y la teología del pueblo, Bianchi defiende que
“cuando un pueblo ha hecho suya una historia y la ha convertido en uno de los elementos
evangelizadora de tales historias religiosas. Como explicaba Tello: “No estaban errados los
hombres que durante siglos se basaban en las leyendas que eran imitadas por miles de hombres y
eso les servía para ir realmente a Dios. Yo marcaría eso: aunque no conste históricamente, puede
ser útil para la salvación; y eso es el aspecto fundamental. San Jorge probablemente, Jonás, Tobías,
Judit, Ester, Job. La Biblia está llena de novelitas. El principio fundamental es que mire a la
salvación.”350
Bianchi recurre incluso al “poema nacional” Martín Fierro, de José Hernández, que – aun
siendo una historia ficticia – narra el drama de los sectores populares en el interior del país en la
segunda mitad del siglo XIX, telón de fondo para entender la época en que Antonio Gil vivió y el
lugar que el pueblo le adjudica en su memoria histórica. Ese poema es valioso para entender los
(8.4.3).351 Así, “una historia popular puede tener mucho potencial evangelizador más allá de la
ahora, y no porque seamos gauchos o usemos poncho, sino porque el drama que nos narra Hernández se ubica en la historia real,
cuyo devenir nos trajo hasta aquí. Los hombres y mujeres reflejados en el tiempo del relato vivieron en esta tierra, y sus
decisiones, producciones e ideales amasaron la realidad de la cual hoy somos parte, la que hoy nos afecta directamente.
Justamente, esa ‘productividad’, esos ‘efectos’, esa capacidad de ser ubicado en la dinámica real de la historia, es lo que hace del
Martín Fierro un ‘poema nacional’…El Martín Fierro no es la Biblia, por supuesto. Pero es un texto en el cual, por diversos
motivos, los argentinos hemos podido reconocernos, un soporte para contarnos algo de nuestra historia y soñar con nuestro
672
posibilidad de ser documentada historiográficamente,” pues “cuando una historia cala tan hondo
en el corazón de un pueblo que ha recibido el Evangelio es porque en ella hay valores que la
conectan con el sentido profundo de lo cristiano.”352 Concluye que “en esta devoción popular son
muchos los elementos genuinamente cristianos. Es una historia de libertad, martirio y perdón que
está calando cada vez más hondo en el corazón de nuestro pueblo, especialmente entre los pobres
y marginados.”353
deuteronómica,”354 afirmó Bergoglio en una ocasión. “No podemos entenderla sin un encuadre
deuteronómico. Y esa memoria eclosiona de diversas maneras.”355 Fiel a su estilo, dio dos
ejemplos que muestran la fuerza religiosa de la memoria del pueblo: primero, un indio del norte
de Argentina que en pleno siglo XXI todavía rezaba con el catecismo de San Toríbio de Mogrovejo
(1538-1606), y segundo, lo “bien” que se confiesan aún hoy los fieles de traslasierra de Córdoba,
formados en la escuela catequética del Cura Brochero.356 La reflexión que hizo Bianchi sobre la
realidad histórica descrita en Martín Fierro, poema que describe la memoria histórica de un pueblo
y se torna telón de fondo para la devoción al Gauchito Gil, es un ejemplo más de lo que el Papa
futuro.” Jorge Bergoglio, “Mensaje del Arzobispo de Buenos Aires a las comunidades educativas,” Arzobispado de Buenos
Aires, marzo 2002, acceso 18 abril 2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
352 Bianchi, “La devoción al Gaucho Antonio Gil (I).”
353 Bianchi, “La devoción al Gaucho Antonio Gil (I).” Es muy interesante también la segunda parte de su estudio, en la
que Bianchi desmenuza el sentido cristiano de tres frases que la tradición oral atribuye a Antonio Gil: “robaba a los ricos para
darles a los pobres”, “no quería pelear entre hermanos” y “murió perdonando al matador”; y responde a dos de las objeciones más
frecuentes que se hace a esta devoción: “es un culto pagano” y “no es un santo de la Iglesia”. Bianchi, “La devoción al Gaucho
Antonio Gil (II).”
354 Bergoglio, “Pobres en este mundo.” Francisco habla de lo mismo en EG 13.
355 Bergoglio, “Pobres en este mundo.”
356 Bergoglio, “Pobres en este mundo.” San José Gabriel del Rosario Brochero (1840-1914) fue el gran evangelizador
de las sierras cordobesas, en el interior de Argentina. Canonizado por Francisco en 16 de octubre de 2016.
673
Además, llama la atención la intensidad de la confianza que los sencillos ponen en el poder
de intercesión del Gaucho Gil, de tal forma que, siguiendo la Evangelii Gaudium, Francisco diría
tampoco pretender coartar o controlar su fuerza misionera.358 “Quien se decida a poner un oído en
el pueblo devoto de este ‘santo popular’, escuchará historias de fe hecha vida pocas veces oídas
con santos más tradicionales,”359 afirma Bianchi. El autor está muy consciente de que no se puede
caer en “una mirada romántica que niega los posibles excesos y desviaciones que se pueden dar
en este culto”, pero “estos probables defectos no impugnan la sustancia cristiana del fenómeno” ni
“inhabilitan su culto”, de la misma forma que el hecho de que “un cristiano tenga una conducta
Muy en sintonía con el pensamiento de Francisco, Bianchi rescata el valor cultural de esas
santos y de la Virgen en contra de los que desconfían de ella362 y aboga por entender que incluso
los malhechores pueden tener tales devociones363, como parece ser el caso de muchos de ellos
357 EG 126.
358 EG 124.
359 Bianchi, “La devoción al Gaucho Antonio Gil (II).
360 Bianchi, “La devoción al Gaucho Antonio Gil (II).
361 EG 115-118. “Los distintos rostros culturales del cristianismo, podemos pensar que muchas de las prácticas que se
juzgan “desviadas” desde una mirada normativa del cristianismo son modos culturales de expresar la fe y que no terminamos de
entender por no conocer el medio vital en el que estos creyentes viven su fe.” Bianchi, “La devoción al Gaucho Antonio Gil (II).
362 EG 90. “No es raro en algunos ambientes eclesiales escuchar juicios ligeros sobre el modo en que la religiosidad
popular entiende la intercesión de los santos o de la Virgen María. El hecho de que el pedido al intercesor se haga a veces con
tanta intensidad hace que quien no entiende ese sentimiento juzgue que se le da más importancia al santo, o a la Madre de Dios,
que a Dios mismo. Es necesario un camino de conversión afectiva al pueblo para captar que éste no distingue entre Creador y
creatura por una razón metafísica. El pueblo conoce por experiencia histórica y busca a Dios en lo concreto.” Bianchi, “La
devoción al Gaucho Antonio Gil (II).
363 Recuérdese la historia que Francisco ha contado tantas veces sobre la “Virgen de las Mandarinas”, ad supra 5.2.4.
“No podemos sorprendernos de que los malhechores, a pesar del género de vida que llevan, tengan su fe. Dios, aun en el peor
asesino ve un hijo amado, y le ofrece caminos para que vuelva... Por eso, no parece justo impugnar el culto al Gauchito Gil
674
muestra, con rigor histórico, que recién en el segundo milenio del cristianismo las canonizaciones
pasaron a ser prerrogativa del Papa y que no siempre la Iglesia fue tan estricta como es hoy para
elevar un santo a los altares. “En los primeros siglos de cristianismo era la piedad del pueblo
cristiano quien decidía a quien se veneraba,” siendo que muchos de esos santos, venerados hasta
hoy, “han tenido ‘canonizaciones populares’ similares a la que nuestro pueblo hace de Antonio
Gil.”364 En este sentido, Tello decía que “muchas veces Dios mueve primero al pueblo y después
a la jerarquía”365 y daba como ejemplo nada menos que la devoción más importante de Argentina,
la Virgen de Luján: “Ella tuvo su capellán más de medio siglo después del milagro que dio inicio
a su culto.”366
Bianchi enmarca su reflexión en la línea de las recomendaciones del Papa Francisco, que
“prefiere una Iglesia accidentada” que una acomodada por “aferrarse a las propias seguridades”367;
ante un hecho de fe con el que se siente identificado gran parte de nuestro pueblo pobre y
sufrido.”368 El estudio de Bianchi es un excelente ejemplo para ilustrar lo que Francisco explicó
popular – en este caso, la devoción al Gauchito Gil – con “la mirada del Buen Pastor”, no
mirándolo sólo desde un pequeño sector (al que generalmente se accede desde lejos y con muchos prejuicios).” Bianchi, “La
devoción al Gaucho Antonio Gil (II).
364 Bianchi, “La devoción al Gaucho Antonio Gil (II).
365 Rafael Tello según testimonio de: Bianchi, “La devoción al Gaucho Antonio Gil (II).
366 Rafael Tello según testimonio de: Bianchi, “La devoción al Gaucho Antonio Gil (II).
367 EG 49.
368 Bianchi, “La devoción al Gaucho Antonio Gil (II).
675
juzgándola, sino desde la “connaturalidad afectiva” del amor, capaz de “apreciar la vida teologal
“Cuando nos acercamos a nuestro pueblo con la mirada del buen pastor, cuando no nos acercamos
a juzgar sino a amar, encontramos que este modo cultural de expresar la fe cristiana sigue vivo
entre nosotros, especialmente en nuestros pobres.”370 Bergoglio dejó claro, en aquella ocasión, que
la religiosidad popular, después de Aparecida, no podía más ser vista como la “cenicienta de la
casa”, pues fue reconocida como una verdadera espiritualidad y mística popular.371 Ella es “un
camino original por el que el Espíritu Santo ha llevado y sigue llevando a millones de hermanos
nuestros”, que “no son los que no entienden, los que no saben.”372 Por eso le duele cuando los
ideológico-nominalista nos lleva a no respetar la realidad concreta. Y Dios quiso hablarnos por
realidades concretas. La primera herejía de la Iglesia es la gnosis, que ya el apóstol Juan la critica
y la condena. Hoy en día también puede haber posturas gnósticas frente a este hecho de la
espiritualidad o piedad popular.”374 De ahí que no son manifestaciones que debemos simplemente
“tolerar”, sino que son “una verdadera espiritualidad popular que se ha de fortalecer por sus
369 EG 125.
370 Bergoglio, “Pobres en este mundo.”
371 Bergoglio, “Pobres en este mundo.” Ver ad supra 6.2.3.3.
372 Bergoglio, “Pobres en este mundo.”
373 EG 94, 233.
374 Bergoglio, “Pobres en este mundo.”
676
caminos propios.”375 En ese contexto, Bergoglio pide a la Virgen de Guadalupe, “que nos haga
gustar de las riquezas de fe que derramó entre los pobres en este mundo.”376 El caso del Gauchito
Gil es un buen ejemplo para confrontar las actitudes que se tiene ante ese fenómeno.
praxis del Papa Francisco respecto a la piedad popular mariana. En cuatro apartados la
investigación se confrontó con los distintos tipos de influencia histórica que pueden estar por detrás
de la forma de pensar y actuar del primer Papa latinoamericano respecto al objeto investigado: la
influencia salesiana (8.1), del pueblo fiel de Dios (8.2), de Evangelii Nuntiandi y el magisterio
El quinto y último apartado de este capítulo (8.5) se enfrenta ahora a la pregunta por el significado
nacimiento, crecimiento y maduración de la Iglesia latinoamericana, a punto de estar apta para dar
convencimiento de que en América Latina “se decide, al menos en parte, y en una parte
evidente.”377 Algunos teólogos han advertido, ya desde antes de la elección de Francisco, que “en
Entre los autores que, desde América Latina, han teorizado sobre la geopolítica eclesial,
uruguayo, muy cercano a los teólogos del pueblo, Alberto Methol Ferré (1929-2009), amigo
personal de Bergoglio, admirado y escuchado por él.380 De hecho, cuando el Papa Francisco se
encontró con el entonces presidente uruguayo, José Mujica, hablaron sobre el amigo que tenían en
común, Methol Ferré, sobre quien el Santo Padre afirmó: “Nos ha ayudado a pensar.”381
el Papa Francisco declaró: “Sí, sí. Habló conmigo muchas veces.” Efectivamente, era común que
recuerda un hecho histórico relacionado con Methol Ferré: “Cuando en el cónclave, que elegimos
a Ratzinger, se hablaba de mí, como que era la hora de…383, él escribió un lindo artículo diciendo
377 Benedicto XVI, “Entrevista a los periodistas durante el vuelo hacia Brasil,” La Santa Sede, 9 mayo 2007, acceso 18
evangelización,” Teología 49, n. 108 (agosto 2012): 101-172; Juan Carlos Scannone, “Vientos nuevos del Sud: la teología
argentina del pueblo y el Papa Francisco,” Revista Pistis Praxis 8, n. 3 (septiembre-diciembre 2016): 585-611.
379 Jorge Mario Bergoglio, “Prefácio à edição espanhola,” en Guzmán Carriquiry, O Bicentenario da independencia dos
países latino-americanos (Aquiraz: Edições Shalom, 2013), 13-18, aquí: 13.
380 “Bergoglio greatly esteemed Alberto Methol Ferré, a lay Uruguayan who is also a very good friend of mine, from
the magazine Víspera, which the Uruguayan dictator shut down. When he was archbishop, Bergoglio gave many priests a book
by Methol Ferré that stressed the unity of Latin America and the theme of the ‘Great Homeland’ from a Catholic viewpoint…He
was a great supporter of the unity of Latin America, not only on a cultural level, which it has, but also on an economic and
political level. Bergoglio gave his book to people. He also appreciated another Uruguayan, Guzmán Carriquiry, who is now in
Rome and for whom he wrote the prologue of his books.” Juan Carlos Scannone en Pope Francis: our brother, our friend – as
revealed in interviews, ed. Alejandro Bermúdez (San Francisco: Ignatius Press, 2013), 72-73.
381 Guzmán Carriquiry Lecour, “Más actual que nunca,” en El Papa y el filósofo, ed. Alver Metalli (Santiago de Chile:
hasta el segundo piso. Eran visitas que apreciaba, que se prolongaban mucho más allá de los horarios protocolares.” Alver
Metalli, El Papa y el filósofo, 26-27.
678
que no era el momento de un Papa latinoamericano…que hacía falta una transición más…”384 En
la entrevista, Francisco afirma de forma categórica: “Yo creo que es el hombre más agudo en la
Preguntado sobre si él mismo lo había leído, Bergoglio contesta: “Lo escuché mucho.”386
Más que un artículo, como indica Francisco, se trata de una entrevista de Methol Ferré al
diario La Nación, trece días antes de la elección de Benedicto XVI. Con gran lucidez, dijo que “el
hombre más indicado para ser Papa en estos momentos de la historia” era Joseph Ratzinger 387 y
postuló que aún no era tiempo de un Papa latinoamericano. Como historiador especialista en
geopolítica eclesial, Methol Ferré explicó: “La Iglesia está saliendo de Europa, pero éste es un
proceso reciente, que aún necesita maduración. Europa fue el centro del mundo hasta hace 50 años.
A partir de la descolonización surge todo un mundo de iglesias nuevas, en la India, en Asia, pero
son procesos muy incipientes.”388 Después de la europea, “la Iglesia más madura, aparentemente,
sería la latinoamericana, porque es la más antigua entre las no europeas”, entre las Iglesias “de la
periferia europea.”389 Sin embargo, consideraba que la Iglesia de América Latina no estaba “en
383 Francisco no concluye la frase, pero se refiere a los comentarios en torno al conclave de 2005, cuando algunos
decían que ya era la hora de un Papa latinoamericano y se especuló mucho sobre la cantidad de votos que el cardenal de Buenos
Aires habría recibido.
384 Francisco, E-2.
385 Francisco, E-2.
386 Francisco, E-2.
387 Methol Ferré era un gran partidario de Ratzinger y justificaba su apuesta en él para Papa desde una perspectiva
histórico-teológica: “Porque es una de las últimas grandes expresiones de una generación intelectual que tiene un esplendor
intelectual equiparable a los siglos XII y XIII de la Edad Media, equiparable también a la mejor época de la patrística griega y
latina, que es cuando comienza la evangelización.” Carmen María Ramos, “No es tiempo de un Papa latinoamericano,” La
Nación, 6 abril 2005, acceso 18 abril 2017, http://www.lanacion.com.ar/693600-no-es-tiempo-de-un-papa-latinoamericano
388 Ramos, “No es tiempo.” Esa afirmación es aún más admirable si se tiene en cuenta que ya en 1989 Methol Ferré
había afirmado: Vivimos una situación de frontera en que, sin embargo, las Iglesias de América Latina empiezan a ser candidatas
a centro.” Alberto Methol Ferré, “La primera evangelización en América Latina,” en Santuarios: expresión de religiosidad
popular, ed. CELAM (Bogotá: CELAM, 1989), 266. Casi 20 años después, Methol era consciente de que el momento de ser
centro aún no había llegado.
389 Ramos, “No es tiempo.”
679
condiciones de una conducción mundial, todavía”, pero: “Dentro de pocos años seguramente sí,
más fuerte.”390 Methol Ferré murió antes de ver concretada su profecía, pero impresiona – incluso
Francisco sugirió también que el investigador entrara en contacto con el Dr. Guzmán
Carriquiry, que podría iluminar mucho al respecto.391 Compatriota y gran amigo de Methol Ferré,
fue el primer laico a tener un alto cargo en el Vaticano, como Capo Ufficio y Sub-secretario del
Pontificio Consejo para los Laicos – hoy incorporado al dicasterio Laicos, Familia y Vida – y sigue
actuando en la curia romana. Carriquiry recuerda que Bergoglio solía definir a Methol Ferré como
“el genial pensador del Río de la Plata”392, y testimonia personalmente: “En medio de nuestra
Latina, “Methol Ferré nos salvó de la radicalización política y de las borrascas ideológicas. Nos
para quien Methol Ferré es, en su pensamiento, “el laico católico latinoamericano más original”
de la segunda mitad del siglo XX.395 Encontró a Dios a los veinte años y la lectura de Gilbert K.
gran confianza del Cardenal Bergoglio y, siguiendo la sugerencia del Papa, lo entrevistó el 24 de septiembre de 2015, en su
oficina en el Vaticano.
392 Carriquiry, “Más actual que nunca,” 13.
393 Respecto a la muerte del Che Guevara y sus circunstancias, escribe Methol Ferré: “La teoría y la práctica de la
guerrilla, que él encarnó hasta sus últimas consecuencias, es una política de muerte y la muerte de toda política.” Alberto Methol
Ferré, “Guevara, el drama político de la voluntad,” Víspera 1, n. 4 (enero 1968): 8-10, aquí: 8.
394 Carriquiry, “Más actual que nunca,” 14.
395 Carriquiry, “Más actual que nunca,” 14.
680
desde Cristo, centro efectivo de la realidad histórica, y teniendo a una comunidad histórica
concreta, la Iglesia, como punto de partida; en segundo lugar, Methol Ferré fue “un apasionado
justicia, común en todo el continente, apostando “por todas las modalidades concretas de unidad e
organismo con el cual colaboró por varios años (1972-1992), en el Departamento de Laicos, en la
Bergoglio y Methol Ferré se conocieron “intelectualmente” desde los años 70, siendo que,
en su primer encuentro personal, en 1978, durante un almuerzo en el Colegio Máximo, el tema del
coloquio fue “el momento histórico de América Latina y la responsabilidad de la Iglesia en esa
la teología de la liberación.398 Respecto a ese último tema, Methol Ferré fue un crítico de la teología
los teólogos del pueblo, como ya se comentó: “Los hechos sucesivos demostraron el acierto de esa
evangelización de la cultura de nuestros pueblos y de los diversos grupos étnicos” para que “la fe evangélica, como base de
comunión, se proyecte en formas de integración justa en los cuadros respectivos de una nacionalidad, de una gran patria
latinoamericana…” (DP 428). La IV Conferencia en Santo Domingo volvía a proponer “el permanente rejuvenecimiento del ideal
de nuestros próceres sobre la Patria Grande” (Mensaje 44). La V Conferencia en Aparecida “expresa su firme voluntad de
proseguir ese compromiso.” DA 526; SD 208.
398 Testimonio de Francisco Piñón, recogido en Metalli, El Papa y el filósofo, 22-23.
681
teología de la liberación y reconoce el “inestimable servicio” que prestó “al resituar la política en
función del bien común y en estrecha relación con la opción preferencial por los pobres y por la
justicia.”400
Las confluencias entre Francisco y Methol Ferré no han pasado desapercibidas a los
estudiosos.401 Además del sueño de la “Patria Grande” o el rechazo a las líneas marxistas de la
teología de la liberación, Carriquiry indica otras ideas que lo acercan al pensamiento de Bergoglio
como, por ejemplo, el convencimiento de que la única revolución real posible es la de Cristo en la
historia, de tal forma que la Iglesia debía reapropiarse de la palabra revolución, refiriéndola a
Cristo; o aun el estudio de las implicaciones recíprocas entre la Iglesia y los pueblos-naciones.402
La Iglesia Católica como “pueblo entre los pueblos” es el título de uno de los estudios de Methol
Ferré, con perspectiva bíblica, teológica y arraigo histórico-cultural.403 Además, como Bergoglio,
está consciente de que el destino misionero y solidario de la Iglesia universal está ligado al destino
posterior al Vaticano II y constatado los aportes que ésta ha dado a la Iglesia universal.405 El Sínodo
399Alberto Methol Ferré, “Apogeo y crisis de la modernidad,” en La América Latina del siglo XXI, ed. Alberto Methol
Ferré y Alver Metalli (Buenos Aires: Edhasa, 2006), 78.
400 Methol Ferré, “Apogeo y crisis de la modernidad,” 78.
José Ramiro Podetti, “Confluencias entre Francisco y Alberto Methol Ferré: Iglesia, evangelización y mundo
401
Nuntiandi y Puebla, hasta Aparecida y el Sínodo 2012,” Gregorianum 93, n. 3 (2012), 593-620. Para el autor, el Pueblo de Dios
que peregrina en América Latina “expresa su identidad en algunos valores pastorales: el tesoro de su piedad popular, el sentido
682
de 1974 puede ser considerado como el momento en que la Iglesia latinoamericana empieza a
emerger católicamente y a contribuir más efectivamente a la Iglesia universal, pues los temas
fundamentales planteados por los obispos latinoamericanos fueron especialmente recogidos por
Pablo VI en Evangelii Nuntiandi, como ya se comentó varias veces ad supra (2.2.3 y 8.3).406 “No
en vano la Iglesia había ido ‘latinoamericanizándose’,”407 dice Carriquiry. En ese proceso, un gran
signo de madurez de la Iglesia Latinoamericana fue la Conferencia de Aparecida, “muy unida por
vasos comunicantes” con Evangelii Gaudium.408 Galli ha demostrado cómo el papado de Francisco
significó la “proyección universal de Aparecida”, pues “la novedad de Francisco está relacionada
con la novedad de Aparecida.”409 El proceso de gestación del nuevo pontífice – que puede ser
caracterizado como los “muchos partos del obispo de Roma”410 – comenzó mucho antes de su
son los temas donde se nota el influjo de esa Conferencia, en la exhortación “programática” de
de la liberación integral, la lucha por la dignidad humana, su cultura afectiva y vincular, la fuerza de su opción por los pobres, la
primacía de las Iglesias particulares, la vitalidad de sus comunidades, la pastoral bíblica, su dinámica misionera, la misión como
atracción, el florecer de carismas y ministerios, su promesa de salvaguardar la paz y la creación en la región.” Galli, “Dones de la
Iglesia latinoamericana,” 613.
406 Methol Ferré también celebra esta exhortación: “Con la Evangelii Nuntiandi de Pablo VI la historia como proceso
de liberación empieza a cambiar de campo. Deja a Hegel y Marx y toda su progenia…Es que la Revolución puede ahora hacerse
nombre de la única posible y real: Cristo entre nosotros. La Iglesia se vuelve al lugar histórico por antonomasia de la Revolución
con mayúscula…Esta es la reapropiación con que Pablo VI culmina su acción conciliar, en la Evangelii Nuntiandi.” Alberto
Methol Ferré, “La revolución religiosa en el umbral del tercer milenio,” Medellín 62 (1990): 238-254, aquí: 254.
407Guzmán Carriquiry Lecour, “Recapitulando los 50 años del CELAM, en camino hacia la V Conferencia,” en
CELAM: 50 años de servicio a la comunión (Bogotá: CELAM, 2007): 15-91, aquí: 41. Carriquiry registra que para la elaboración
de Evangelii Nuntiandi, “no fue casual que S.S. Pablo VI contara con la colaboración del Obispo brasileño Mons. Lucas Moreira
Neves. Las Iglesias en América Latina, sus pastores en primer lugar, sintieron muy reflejadas en este documento sus propias
experiencias, inquietudes y necesidades…Fue un sínodo en el cual quizás la influencia latinoamericana fue más completa…Fue
un sínodo de impronta latinoamericana.” Carriquiry, “Recapitulando,” 41.
408Guzmán Carriquiry Lecour, “Nuevas exigencias y responsabilidades para la Iglesia en América Latina”
(conferencia, Jornada Continental Latinoamericana – Curso para nuevos obispos de la Congregación para los Obispos, Vaticano,
septiembre 2015).
409 Carlos María Galli, “Diez claves de la Exhortación Evangelii Gaudium,” en Francisco, la alegría que brota del
pueblo: una reflexión compartida de Evangelii Gaudium, ed. Benedetti et.al. (Buenos Aires: Santa María, 2015), 95-140, aquí:
113-114.
410 Fernando Altemeyer, “Os muitos partos do bispo de Roma,” en Francisco: renasce a esperança, eds. João Décio
Passos y Afonso Maria Ligório Soares (San Pablo: Paulinas, 2013), 104-119.
683
Francisco, citada veinte veces en ella. Galli presenta una lista y da destaque especial al “tema de
pontificado de Francisco.
en el Sínodo de 1974 contribuyó esencialmente para que Pablo VI mencionara por primera vez el
tema en un documento magisterial, en Evangelii Nuntiandi n. 48, que a su vez fue un texto muy
usado por el magisterio latinoamericano y que estimuló la reflexión de Puebla, Santo Domingo y
pensamiento del Papa Francisco sobre el tema en cuestión, que lo propuso de forma aún más
Carriquiry cree que Methol Ferré, dado que ya estaba muy enfermo, no alcanzó a captar lo
historia de América Latina y su realidad actual a la luz de este acontecimiento”, como posibilidad
Methol Ferré usaría las categorías de “Iglesia fuente” e “Iglesia reflejo” – que no provienen
de él, pero que él ayudó a difundir – para referirse a la nueva situación geopolítica eclesial que se
ha generado con el pontificado de Francisco. Esa nomenclatura tiene origen remoto en un jesuita,
muy querido por Francisco, Henri de Lubac, que le llegó mediada por otro jesuita, Henrique
Claudio de Lima Vaz.413 Así se habla de “iglesia reflejo” para referirse a “las iglesias más
determinadas por otras iglesias que por sí mismas”, y de “iglesia fuente”, para “aquellas que tienen
aguda visión de la historia de la Iglesia universal, decía que “el movimiento de la Iglesia no es
uniforme y homogéneo. Siempre hubo y siempre habrá iglesias que en un determinado momento
histórico son un foco de irradiación para otras.”415 España e Italia lo fueron en el siglo XVI; Francia
y Alemania en torno al Vaticano II; al inicio del siglo XXI había llegado el momento de la
deseuropeización eclesial y del protagonismo de iglesias que habían sido más receptoras. Se
“protagonista”, de “reflejo” a “fuente”. Pasados casi diez años de aquel diagnóstico, llegó la hora
popular mariana, que aquí se postula, puede ser vista como capricho insignificante de una Iglesia
periférica o como aporte efectivo de una Iglesia llamada a ser protagonista y fuente de inspiración
popular eran muy valorados también por Methol Ferré, que colaboró activamente en Puebla y
estuvo muy unido a Lucio Gera, Gerardo Farrel, Juan Carlos Scanonne, Joaquín Alliende y otros
teólogos vinculados a la corriente argentina de la teología de la cultura, con los cuales trabajó no
sólo en el CELAM sino también en dos revistas importantes en aquél entonces: Nexo y Víspera.417
“Todos tenían en común el acento en el tema de la religiosidad popular, de los pobres, de la cultura,
de la historia latinoamericana y de la Patria Grande.”418 Metalli afirma que “con esa línea teológica
y de pensamiento se identificaba Bergoglio, una corriente mucho más fuerte en Argentina que en
otros países de América Latina y que se fue articulando en jornadas, publicaciones y revistas, entre
las cuales merece ser recordada Nexo.”419 De hecho, Bergoglio fue “un lector asiduo de Nexo”,
como testimonia Carriquiry: “Sé muy bien cuánto [Bergoglio] apreciaba y admiraba a Methol
Ferré. Seguía con mucho interés y provecho todos sus escritos, especialmente los de la revista
Nexo.”420
417 “Funda y dirige en 1983 la segunda revista NEXO, ahora como revista católica latinoamericana, junto a Luis H.
Vignolo, Lucio Gera, Joaquín Alliende, Luis Meyer, Pedro Morandé, Francisco Ricci, entre otros. Colaboran en la publicación
Aníbal Fornari, Juan Carlos Scannone, Alver Metalli, Rocco Buttiglione, Guzmán Carriquiry, Washington Reyes Abadie, Emilio
Máspero, Carlos Talavera, Enrique Lima Vaz, etcétera. NEXO se edita hasta 1989.” Luis Vignolo, “Biografía de Alberto Methol
Ferré,” Methol Ferré, acceso 18 abril 2017, http://www.metholferre.com/methol_ferre/biografia.php
418 Miguel Ángel Barrios, “La Iglesia, el Papa y la nación latinoamericana,” Agencia Latinoamericana de Información,
18 marzo 2013, acceso 18 abril 2017, http://www.alainet.org/es/active/62518 El autor del artículo da un testimonio personal muy
ilustrativo: “Mi tesis doctoral en Ciencia Política presentada en la USAL bajo la dirección de Alberto Methol Ferré – al cual
Bergoglio admiraba y presentó su libro ‘La América Latina del Siglo XXI’ – fue ‘El Latinoamericanismo en el Pensamiento
Político de Manuel Ugarte’, publicado en el 2007. Un día, me sorprendió una llamada breve del Cardenal Bergoglio, diciéndome
‘ha llegado la hora de la Patria Grande’, en relación al libro.”
419 Metalli, El Papa y el filósofo, 24. Nexo se definía como “una revista católica, en la línea del Vaticano II, Medellín y
Puebla; una revista latinoamericana que lucha por la integración de la Patria Grande; una revista para rescatar la identidad
religiosa en la historia de nuestros pueblos, datos fundantes de la cultura del Nuevo Mundo; una revista para asumir los desafíos
de la modernidad en todos los planos y abierta a la construcción esperanzada del porvenir.” Nexo 7 (primer trimestre 1986): 52.
En ese número hay dos artículos relacionados con la piedad popular en la línea del indicado “rescate de la identidad religiosa”
latinoamericana: Pedro Morandé, “Contracultura de la Ilustración: la religiosidad popular como crítica,” Nexo 7 (primer trimestre
1986): 54-60; Joaquín Alliende, “Significación del santuario: el misterio de las peregrinaciones,” Nexo 7 (primer trimestre 1986):
60-72.
420 Carta de Guzmán Carriquiry al hijo de Alberto Methol Ferré, en marzo de 2013, citada en Metalli, El Papa y el
filósofo, 25. Para tener una idea de los temas abordados por Methol Ferré en esos artículos: “¿Por qué geopolítica?,” Nexo 1
(septiembre, 1983); “La tragedia centroamericana,” Nexo 1 (septiembre 1983); “Movimiento obrero y Laborens Exercens,”, Nexo
1 (septiembre, 1983); “Bajo el signo de Bolívar,” Nexo 1 (septiembre 1983); “Teología de la Liberación: Génesis histórica y
problema actual,” Nexo 3 (1984); “Patria Grande y Geopolíticas: una sinopsis,” Nexo 3 (1984); “Cultura y Teología de la
Liberación,” Nexo 4 (tercer y cuarto trimestres, 1984); “Sociología latinoamericana en proceso,” Nexo 4 (tercer y cuarto
trimestres 1984); “Pueblo nuevo en la ecúmene,” Nexo 5 (primer semestre 1985); “Memorias tardías de Carlos Real de Azúa,”
Nexo 13 (1987); “La Iglesia, el minotauro y los socialismos,” Nexo 14 (1987); “La Iglesia en la historia de Latinoamérica. Desde
la posguerra a nuestros días”, Cuadernos de Nexo (1987); “La Iglesia en la historia de Latinoamérica. La cuestión de la cultura,”
686
Bergoglio es muy cercano a Carriquiry y escribió el prólogo de dos de sus libros. 421 “Una
apuesta por América Latina” (2005) es, según el entonces Cardenal de Buenos Aires, “la primera
inicio del siglo XXI, “más allá de visiones ideológicas inadecuadas, incapaces de abrazar toda la
realidad de nuestros pueblos.”422 Valora en el libro, entre otros aspectos, el camino apuntado para
Además, proféticamente Bergoglio avizora una realidad que él mismo ayudará a realizar: “En las
próximas dos décadas América Latina se jugará el protagonismo en las grandes batallas que se
perfilan en el siglo XXI y su lugar en el nuevo orden mundial en ciernes”425, pues percibe en qué
Latina, condenando las hermenéuticas históricas ideológicas, con estructura gnóstica teísta,
hedonista nihilista, provocando una verdadera desencarnación histórica: “um Deus sem Igreja,
uma Igreja sem Cristo, um Cristo sem povo,”427 y valora una interpretación del proceso libertario
Cuadernos de Nexo, Buenos Aires, (1987); “Los nuevos rumbos de Rodó”, Nexo 15 (marzo 1988); “Desde Bolívar: América
Latina y sus ‘poderes intrínsecos’”, Nexo 17 (tercer trimestre, 1988)
421 Guzmán Carriquiry, Una apuesta por América Latina: memoria y destino históricos de un continente (Buenos Aires:
Sudamericana, 2005), 7-11; Guzmán Carriquiry, O Bicentenario da independencia dos países latino-americanos (Aquiraz:
Edições Shalom, 2013), 13-18.
422 Jorge Mario Bergoglio, “Prólogo,” en Una apuesta por América Latina, ed. Carriquiry, 7.
423 Bergoglio, “Prólogo” en Una apuesta por América Latina, 8.
424 Bergoglio, “Prólogo” en Una apuesta por América Latina, 9.
425 Bergoglio, “Prólogo” en Una apuesta por América Latina, 8.
426 Bergoglio, “Prólogo” en Una apuesta por América Latina, 10.
427 Bergoglio, “Prefácio à edição espanhola,” en Carriquiry, O Bicentenario, 15.
687
latinoamericano que se puede “chamar ‘católica’, pelo respeito ao homem encarnado na história
dos povos.”428 Condena los romanticismos libertarios, de tendencia nominalista, que inspiraron
valora, recuerda que en Aparecida la Iglesia “assume essa concepção histórica dos povos do
historia del continente, apunta a la promesa mariana, motivando “a coragem de ver bem atrás e
além a promessa dessa mistura cultural profeticamente plasmada no rosto indígena de uma Mãe
grávida e na sua confortante mensagem de vida promissora ao futuro: ‘Por acaso não estou aqui,
La tercera parte del presente trabajo está compuesta por tres capítulos, cuyo objetivo es
presentar las claves teológicas del pensamiento y praxis del Papa Francisco respecto a la piedad
popular marina, bajo tres perspectivas: histórica (capítulo 8), sistemática (capítulo 9) y pastoral
el influjo salesiano familiar, aquello que fue aprendiendo con el pueblo de Dios, lo que asimiló del
magisterio pontificio y latinoamericano respecto a la piedad popular mariana, además del ambiente
teológico-pastoral argentino, marcado por la teología del pueblo. Todo esto en un contexto
la oportunidad más privilegiada para ejercer su protagonismo y ser “fuente” para la Iglesia
El próximo paso consiste ahora en buscar algunas claves teológicas desde el punto de vista
dogmático, es decir, dentro de la así llamada teología sistemática, que puedan ser los fundamentos
(capítulo 9). Como último paso se sacarán las consecuencias teológico-pastorales de todo lo
mueve por todas las disciplinas sistemáticas, desde el tratado de Trinidad hasta la Escatología, muy
consciente de la íntima relación de todos los tratados teológicos entre sí. Como buen jesuita, su
en el tratado trinitario. Todo lo que se pueda decir de María y de la Iglesia parte de su íntima
689
relación con Cristo en el plan de amor del Padre en el Espíritu Santo. Después de todo lo que se
ha expuesto hasta aquí se puede decir que el Papa Francisco mira a María siempre desde Cristo, la
Iglesia y el hombre, siendo que considera al hombre desde los pueblos.1 Sin embargo, respecto al
objeto del presente estudio, es decir, respecto a la piedad popular mariana, el investigador
mariológica, por los motivos indicados a continuación. Pero se debe dejar claro, desde el principio,
que al hablar de María se está hablando de Cristo2 y que la primera palabra sobre la Iglesia es
siempre una palabra sobre Cristo.3 El plan del Padre en el Espíritu respecto a María y a la Iglesia
son misterios derivados del misterio de Cristo y de la Trinidad. Por eso, todo discurso eclesiológico
y mariológico es, ante todo, un discurso cristológico y trinitario, como se desprende sempre de las
afirmaciones de Francisco.
Asentada esta base, se debe aclarar que la opción por la sistematización del pensamiento
del Papa desde la perspectiva eclesiológico-mariológica tiene una doble justificación: en primer
lugar porque, después de haber recogido las experiencias y los discursos de Bergoglio sobre la
piedad popular mariana, desde su infancia hasta su ministerio petrino, se percibe que estos están
la piedad popular mariana la perspectiva teológica de fondo, el “esquema mental” a partir del cual
1 Esta es la opinión de Carlos Galli, presentada en entrevista concedida al investigador en 16 de mayo de 2017, y que
como un sacramento, o sea signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano...Las
condiciones de nuestra época hacen más urgente este deber de la Iglesia, a saber, el que todos los hombres…consigan también la
plena unidad en Cristo.” LG 1
690
piensa y actúa Francisco es el de la íntima unidad entre María y la Iglesia, en la línea tanto de la
patrística como de algunos teólogos del siglo XX, que actuaron en torno al Concilio Vaticano II.
Así se entienden los subcapítulos que aparecen a continuación: se parte de una exposición
autores que, según el testimonio del Papa Francisco, lo marcaron en esta perspectiva (9.1);
enseguida se resumen aquellas claves teológicas que, a juicio del investigador, son las principales
en la visión que Francisco tiene de María (9.2) y de la Iglesia (9.3). Finalmente se llega a una
síntesis de estas perspectivas en la fórmula “Madre del Pueblo Misionero”, aplicada tanto a María
que ya se ha recogido en los capítulos precedentes, sino de iluminar, desde la perspectiva teológico
sistemática de la íntima relación entre María y la Iglesia, que tiene un largo desarrollo en la historia
de la teología, los aspectos medulares respecto a la visión mariana y eclesiológica del Papa
Francisco, teniendo especialmente en cuenta los autores citados por él en sus textos principales
fue lento y gradual. La fuente primaria y fundamental fue, y sigue siendo, la Sagrada Escritura.
El camino de la Iglesia primitiva respecto a lo mariano es muy similar al que hizo el Papa
Francisco. Las Sagradas Escrituras, son indudablemente la principal fuente de sus afirmaciones
691
marianas. Francisco es capaz de reflexionar sobre prácticamente todos los temas marianos
partiendo casi que exclusivamente de las Escrituras. En mariología son muy pocas las menciones
que Bergoglio hace de otros autores; raras veces habla de pensadores clásicos como San Bernardo,
Santo Tomás, Duns Scotus, Piérre de Berulle, Alfonso María de Ligorio, Luis María Grignion de
Monfort, y tantos otros que escribieron con gran propiedad sobre María a lo largo de los siglos. En
algunos textos Francisco suele mencionar el magisterio, pero casi siempre para rescatar reflexiones
bíblicas hechas por los obispos latinoamericanos o por los últimos Papas. Sin miedo a exagerar, se
Esta constatación lleva el investigador a dar aún más atención a los pocos teólogos o
autores citados explícitamente por Bergoglio en lo que se refiere al tema mariano. Curiosamente
no son autores latinoamericanos ni relacionados a la tradición teológica del continente, pero son
los que él menciona y por esto se los recoge en este apartado. Para descubrirlos se ha recurrido,
como ya se indicó, a dos fuentes principales: las conversaciones personales con el Papa (E-1 y E-
fuentes se ha llegado a los siguientes autores: Henri de Lubac, Isaac de Stella, Juan Pablo II y Urs
von Balthasar. Esto no significa que no haya tenido influjo de otros en su pensar mariológico, pero
a estos cuatro los cita y está consciente de la importancia que les da.
Lo interesante es que se puede identificar una perspectiva común que Francisco destaca en
los textos mariológicos de estos autores: la relación entre María y la Iglesia. En otras palabras,
Bergoglio suele usar estos autores para remarcar, directa o indirectamente, cómo lo que se dice
sobre María puede iluminar la vida de la Iglesia y cómo ésta tiene características marianas.
La opción metodológica de dejarse guiar por lo que dice el Papa sobre María en Evangelii
Gaudium sigue una recomendación del ya varias veces mencionado Mons. Víctor Fernández, uno
692
se dijo – que la originalidad del Papa respecto a lo mariano no está en lo mariológico en sí, sino
en la relación que descubre entre María y el santo pueblo fiel de Dios, dando origen al tema del
presente estudio: la piedad popular mariana. Por otro lado, y por eso mismo, aquello que Francisco
Francisco podría haber hablado muchas cosas sobre María, pero ¿por qué eligió hablar justamente
sobre estos temas marianos (contenidos fundamentalmente en EG 284-288)? Siendo, además, que
lo mariano no era un tema central de su exhortación, ¿por qué citó justamente a estos autores?
metodológica: Si Vos ves que un autor [en este caso, el Papa] toma un documento y lo menciona,
tenés que ver por qué mencionó esto y no otros temas. Y preguntarte si es un tema central de ese
documento. Y [si] Vos ves que no, no es un tema central, entonces, ¿por qué se detiene en ese
tema? ¿Por qué, [por ejemplo,] de Redemptoris Mater toma eso? Esto creo que metodológicamente
que el Papa Francisco indicó – directa o indirectamente – como lo más relevante para él tanto
respecto a María como a la Iglesia, sea en las entrevistas personales que dio al investigador, sea en
sus escritos, en especial en Evangelii Gaudium. Además, se debe registrar que en las entrevistas
volvió a repetir prácticamente los mismos temas que había asentado en la exhortación.
En este subcapítulo se parte de una visión general de la relación entre María y la Iglesia a
lo largo de la historia de la teología (9.1.1); y se sigue con: la presentación que Henri de Lubac
hace de la Iglesia Madre y su relación con la Virgen María en su libro “Meditación sobre la
Iglesia”, que Francisco valora mucho (9.1.2); el paralelo de Isaac de Stella sobre la relación entre
María, la Iglesia y el alma fiel, también muy citado por Bergoglio (9.1.3); la imagen de la “fatiga
del corazón” materno en la experiencia del peregrinaje de la fe, usada por San Juan Pablo II y
formulado por Urs von Balthasar y apreciado por los últimos Papas, incluyendo el actual (9.1.5).
teológico muy importante en el periodo patrístico: la íntima y esencial relación existente entre
renovación teológica de la primera mitad del siglo XX, entre ellos el movimiento patrístico, hizo
con que se recuperaran acentos y perspectivas teológicas que, aunque no olvidadas del todo a lo
largo de la historia de la Iglesia, habían sido desatendidas en los siglos anteriores al concilio.
Los debates conciliares sobre el lugar de la reflexión mariológica en los documentos del
de la relación entre María y la Iglesia, a tal punto que se decidió incluir el tratado mariológico al
separado sobre la Virgen María respondía a la necesidad, señalada por muchos teólogos, de volver
a meditar a María en su íntima relación con todos los tratados teológicos, evitando una mariología
que el capítulo VIII de Lumen Gentium iluminara mejor la relación de María con la Iglesia (60-
65)5, sin descuidar de su íntima y primordial relación con Cristo (LG 55-59).
5 Esta relación aparece expresada de muchas formas: María es “miembro excelentísimo y singular” de la Iglesia, pero
“miembro” (LG 53), “tipo y ejemplar acabadísimo de la misma (Iglesia), en la fe y en la caridad” (LG 53); “tipo de la Iglesia en
694
más tradicional, que fue catalogada como “cristotípica”, por acentuar más la relación de María con
su Hijo y no tanto con la Iglesia. Como ya se dijo, el concilio logra integrar las dos perspectivas
El Papa Francisco es heredero de esta síntesis, que asume con gran naturalidad. Medita
sobre María como parte integral del misterio histórico de salvación, a partir de su íntima relación
con Cristo, como se desprende inmediatamente de las Escrituras. Pero, además, la relación de
María con la Iglesia le llama mucho la atención y seguidamente hace referencia a ella. Para
entender el significado de este vínculo María-Iglesia se va a profundizar aquí el camino hecho por
la reflexión teológica, en dos pasos: primero se presenta la reflexión patrística (9.1.1.1) y después
el así llamado paralelo Eva-María (Justino, Ireneo), del que ya se habló ad supra (5.1.4) al
el orden de la fe, de la caridad y de la unión perfecta con Cristo” (LG 63), “modelo de forma inminente y singular, tanto de
virgen como de madre” (LG 63), “modelo de virtudes” (LG 65), “excelso modelo” (LG 65), “nuestra madre en el orden de la
gracia” (LG 61), figura de la Iglesia (LG 64), intercesora continua (LG 62), imagen escatológica y primicia de la Iglesia (LG 68).
Y aún: “purísima imagen de lo que ella misma (la Iglesia) toda entera, ansía y espera ser” (SC 103).
6 Entre ellos se puede destacar: Yves Congar, “Marie et L’Église dans la pensée patristique,” Revue
des sciences philosophiques et théologiques 38 (1954): 3-38; Hubert du Manoir, ed., Maria: Études sur la sainte Vierge, vol. III
(Paris: Beauchesne,1954); Hugo Rahner, María y la Iglesia (Bilbao: Mensajero, 1958); José Antonio de Aldama, María en la
patrística de los siglos I-II (Madrid: BAC, 1970); Henri de Lubac, Meditación sobre la Iglesia (Bilbao: Desclée de Brouwer,
1958); Joseph Ratzinger y Hans Urs von Balthasar, María primera Iglesia (Madrid: Narce, 1982).
7 LG capítulo VIII: LG 52-69.
695
comentar la devoción del Papa Francisco a “María Desatanudos”. Aún en el periodo patrístico se
dio otro desarrollo muy fecundo para la mariología y la eclesiología: el paralelo María-Iglesia,
sobre el que se tratará el presente apartado. Las primeras formulaciones de ese paralelismo
aparecen en el siglo II y III. En el siglo IV él ya se encuentra ampliamente presente entre los Padres
de la Iglesia y los autores cristianos. Pero, ¿cómo llegaron a asociar tan íntimamente María y la
Iglesia?8
personificada como mujer. Lo mismo acontece con Israel (y sus equivalentes como Jerusalén,
Sion, Judá, etc.). Por ejemplo, en Gal 1,26 se dice que “la Jerusalén de arriba es libre; ésa es nuestra
madre”. Esta Jerusalén celeste no es vista por Pablo solo como una realidad futura, sino que ya
ahora es madre de los cristianos y tiene “algo que ver” con la Iglesia.9 Por otro lado, María –
también a partir de las Escrituras – aparece como “mediadora de la salvación”, de forma amplia y
general, ya que tuvo un importante papel en la redención como “Madre del Salvador”, siendo ella
la que con su fe y su fiat abrió el camino para la Encarnación. Así se tiene a una Iglesia que es
Respecto a María, los Padres luego se preguntaron si ese rol era apenas al inicio de la
concluir que María tenía también una misión maternal de mediación en la salvación: por la
desobediencia de Eva entró el pecado en el mundo, por la obediencia de María, la salvación; frase
8 Para dar esta respuesta se va a seguir de cerca la reflexión, actual y madura, del excelente estudio de Gisbert Greshake,
en su “última gran obra teológica”, como él mismo la define: Gisbert Greshake, Maria-Ecclesia: Perspektiven einer marianisch
grundierten Theologie und Kirchenpraxis (Regensburg: Friedrich Pustet, 2014).
9 Greshake, Maria-Ecclesia, 144-145.
696
muy querida por el Papa Francisco. Leo Scheffczyk considera incluso que ese paralelo es “die
eigentlich bestimmende marianische Grundidee der Patristik.”10 Si Justino solo lo insinúa, Ireneo
lo desarrolla como parte de su teología global de la salvación, como ya se explicó ad supra (5.1.4).
“Denn bei Irenäus ist es eindeutig, dass Maria nicht nur den ‘Anfang’ des Heils bildet,…sondern
sie besitzt auch selbst eine ‘soteriologische’ Bedeutung, indem sie durch ihren Glaubensgehorsam
zur Durchführung des Heilsplans Gottes in der Welt beiträgt.”11 Su fe “rehace”, “recapitula” el
camino de incredulidad de Eva; ella se hace abogada e intercesora en favor de los hombres, hijos
de Eva y, de esta forma, se torna la “nueva madre de los vivientes”. A partir de ese cambio
“Marias Mutterschaft aus dem Glauben für die Gesamtmenschheit ebenso bedeutungsvoll war zum
hace nacer a los hombres para la vida nueva en Cristo. De ahí que las dos imágenes empiecen a
mezclarse.13 De hecho, la visión del modelo, María, y su imagen, la Iglesia, “va tan lejos en los
Padres y escritores, que con mucha frecuencia llaman a María simplemente ‘la Iglesia’. La
enseñanza de la tradición eclesial, sobre todo en los nueve primeros siglos, nos lleva a poder
afirmar que María es, al mismo tiempo, tipo de la Iglesia peregrinante, e Iglesia en su estado
10 Leo Scheffczyk, Die Mariengestalt im Gefüge der Theologie: mariologische Beiträge (Regensburg: Friedrich Pustet,
que regenera los hombres para Dios, la cual él mismo hizo pura.” (Adversus Haeresis IV,33,11). ¿Cuál es la matriz (el vientre,
Mutterschoss) por el cual los hombres serán regenerados (renacerán, wiedergeboren werden)? Los autores discuten si se refiere al
vientre de María (que solo podría ser en sentido figurado y, además, es una idea que no aparece de nuevo en la obra de Ireneo) o
es el vientre de la Iglesia, imagen muy presente en el pensamiento de Ireneo para hablar del renacimiento por la fe y el bautismo.
Lo interesante es observar que Ireneo ve el dar a luz de María en estrecha relación con el dar a luz de la Iglesia.
697
final.”14 Sin embargo, los estudiosos no están totalmente de acuerdo en afirmar sin más una unidad
e identidad total entre María y la Iglesia en el periodo patrístico. Parece más adecuada la postura
de Markus Hofmann, que defiende una “Überblendung” de las dos imágenes (María e Iglesia), es
decir, una transición gradual de una imagen a otra. Ya en el Nuevo Testamento, en Apocalipsis
individual (María) y el colectivo (la Iglesia) fluyen el uno en el otro. Se trata de un paralelo
Lo cierto es que, para Ireneo, entre ambas realidades, “eine ganz tiefe, geheimnisvolle
Beziehung besteht, die sich im Stichwort ‘Glauben’ ausdrückt und die letzlich zu einer
Identifizierung beider Grössen hin tendiert.”15 De hecho, en otro texto significativo, Ireneo dice:
“Por eso María exclamó gozosa, profetizando por la Iglesia: ‘Engrandece mi alma al Señor…’”16
María representa a la Iglesia y, de cierta forma, la Iglesia se hace presente en María. En otras
palabras: “Wie Maria am Heilswerk Christi mitwirkt, so auch die Kirche, und wie die Kirche, so
auch Maria.”17 Y desde ahí Ireneo desarrolla la idea de la “colaboración” de María, como “socia
Después de Ireneo, los Padres van a seguir usando el paralelo entre María y la Iglesia,
quedando poco claro en varios textos a cuál de ellas se está haciendo referencia. Pero Greshake
advierte: “In jedem Fall ist die Kirche die primäre Grösse, gewissermassen das analogum princeps
der heilsmittlerischen Mutterschaft. Sie und nicht Maria steht im Zentrum aller Aufmerksamkeit
14 Antonio María Calero, María en el misterio de Cristo y de la Iglesia (Madrid: CCS, 1990), 89-90.
15 Greshake, Mater-Ecclesia, 142.
16 Ireneo de Lyon, Adv. Haeresis III,10,2.
17 Greshake, Mater-Ecclesia, 142-143.
698
der patristischen Theologie.“18 La Iglesia aparece como Madre, pero también como Virgen,
Esposa, Inmaculada, etc. Muchas imágenes usadas para hablar de María y de la Iglesia describen
vínculos humanos, que pueden ser cambiados muy rápidamente, casi sin aviso, dependiendo del
contexto: madre, hermana, esposa, hija. Lo importante es observar que expresan la cercanía de
Sin embargo, el aspecto más fuerte es el de la maternidad, que es también – por lejos – la
categoría más destacada por el Papa Francisco. En ese sentido, se puede decir que ya al final del
siglo II la imagen de la Mater Ecclesia – que probablemente vino del Oriente (Asia Menor, Siria)
– era propiedad común de toda la Iglesia. Por eso Cipriano llega a afirmar: “Quien no tiene a la
patrísticos? Greshake presenta tres posturas distintas: la primera es la de Yves Congar, la segunda
Pero para él se debe tener en cuenta una tercera realidad: la “Iglesia celeste”, que representa
el plan de Dios para la humanidad, que ya estaba desde el principio y que se realizará
plenamente al fin de los tiempos. María, es vista desde esta “Iglesia celeste”: ella es signo,
- Entre los padres orientales se encuentra, en general, una estricta identificación entre María
y la Iglesia, que se percibe en la total igualdad con que se aplican imágenes bíblicas tanto
a María como a la Iglesia, sin hacer ninguna diferenciación. Henri de Lubac presenta una
dirigidas a María como: “Durch dich wird allen Gläubigen die heilige Taufe zuteil…”, cuya
“explicación” aparece en las palabras finales de la prédica: “Lobpreisen wollen wir die
allzeit jungfräuliche Maria, also [δῆλον ὃτι!] die heilige Kirche, und deren Sohn und
makellosen Bräutigam. Ihm sei der Ruhm in alle Ewigkeit. Amen.”23 Ya no se nota la
Esposo, y la Iglesia es María, significando la Iglesia en su sentido más profundo. Para estos
Padres se podría decir que: “Maria ist das Realsymbol der Kirche, das ekklesiale
- Los padres occidentales, en especial Ambrosio y Agustín, también identifican una estrecha
relación entre María y la Iglesia, pero la presentan de forma más diferenciada. La Iglesia,
al intermediar la fe, da a luz a los miembros de aquel “Cuerpo”, al cual María dio la luz y
21 Henri de Lubac, Meditación sobre la Iglesia (Buenos Aires: Ágape, 2015), 338-341. Ver ad infra (9.1.2).
22 Expresión de Gudrun Münch-Labacher, recogida por Greshake, Mater-Ecclesia, 154.
23 Citado por Greshake, Mater-Ecclesia, 155.
24 Greshake, Mater-Ecclesia, 155, siguiendo a Alois Müller, que se usa de esa expresión que Urs von Balthasar aplica a
Cristo que, como “persona concreta” acoge, representa y señala la humanidad universal.
700
que es el “Cristo total”.25 Ambrosio valora mucho la vida consagrada en la Iglesia como
expresión de una vida de verdadera fecundidad; y en ese contexto presenta, por primera
vez en occidente, una estrecha vinculación entre la Iglesia y la nueva Eva, María. María es,
para él, “typus Ecclesiae” o aún “figura Ecclesiae”. Ella es “das ‘Urbild’ der Kirche, die
unversehrt ist und dennoch vermählt. Als Jungfrau hat die Kirche uns vom Geiste
empfangen, als Jungfrau gebiert sie uns ohne Schmerzensschrei.”26 Con una forma de
realización del plan de Dios, y la Iglesia es el reflejo de María en la medida que realiza este
plan. Por otro lado, lo que Ambrosio dice de la Iglesia, también lo dice de María: “Wie
schön ist all das, was im Bild der Kirche [in figura Ecclesiae] profetisch über Maria gesagt
de Ambrosio, según Hugo Rahner, es: lo que vale para la Iglesia como un todo, vale para
cada miembro, por eso cada miembro del cuerpo puede manifestar el ser-María: “Wenn
die Seele beginnt, sich Christus zuzuwenden, wird sie ‘Maria’ genannt.”28 Ya Agustín
la Iglesia como cuerpo de Cristo tiende a identificarse con Él, pero la diferenciación queda
más clara al usar la imagen de la Esposa: “Als Braut Christi gebiert uns die ‘Mutter Kirche’
25 Greshake, Mater-Ecclesia, 156, indicando a Hugo Rahner, Maria und die Kirche. Zehn Kapitel über das geistliche
Leben, 2. ed. (Innsbruck: Tyrolia, 1962), 54-63.
26 Ambrosio, Exp. ev. sec. Luc 2,7, citado en Greshake, Mater-Ecclesia, 156.
27 Ambrosio, De inst. virg. 14 (PL 16,341), citado en Greshake, Mater-Ecclesia, 156.
28 Ambrosio, De inst. virg. 20 (PL 16,271), citado en Greshake, Mater-Ecclesia, 157. O aún: “Wenn dem Fleische nach
nur eine die Mutter Christi ist, so wird Christus doch dem Glauben nach von allen Seelen geboren, die das Wort Gottes auf sich
aufnehmen.“ Ambrosio, Exp. ev. sec. Luc 2,26, citado en Greshake, Mater-Ecclesia, 157.
701
zu Brüder und Schwestern Christi.”29 De esta forma, los miembros de la Iglesia deben
volver a nacer en el seno virginal de María, en el cual nació no solamente el “Chistus solus”
sino donde nacen todos los fieles, el “Chistus totus.”30 “Darum laufen der Schoss Marias
und der Schoss der Kirche praktisch in eins.”31 Esto, sin embargo, no significa una
identificación total entre María y la Iglesia, pues, para Agustín, es la Iglesia que aparece
como “Esposa” de Cristo, no María. De hecho, en ese desposorio entre Cristo y la Iglesia,
el vientre de María es apenas la “cámara nupcial”. Por otro lado, la gran “semejanza” entre
María y la Iglesia no deja de ser afirmada. Aunque reconoce que es difícil de entender, el
también Madre de Cristo. La Iglesia, “diese heilige, geeherte Mutter, Maria änhlich (Maria
similis), sie gebiert und ist doch Jungfrau. ”32 En esa semejanza, la fe (sea de María o de la
Iglesia) juega un rol decisivo, de tal forma que María pasa a tener una función eclesiológica:
ella colabora para que los hombres lleguen a la fe: María “es verdadera madre de los
miembros [de Cristo]..., por haber cooperado con su amor a que naciesen en la Iglesia los
fieles, que son miembros de aquella Cabeza, de quien ella fue madre según la carne.”33 Se
debe notar que, para Agustín, en esa relación de semejanza o analogía entre María y la
Iglesia, la Iglesia es “die umfassendere Wirklichkeit (Maria ist ‘nur’ portio und membrum
la interpretación de Congar, de que la Iglesia celestial sería la instancia más amplia, siendo
María apenas un, aunque el primer y más sublime, peldaño de su realización. Como
Ambrosio, Agustín también dice que cada fiel, por la fe, debe “dar a luz a Cristo”, tanto al
tomar en si la forma de Cristo y vivir como Él, cuanto al transmitir Cristo, siendo “madre
en la fe” para otros. En este sentido cada fiel que recibe la Palabra y la “da a luz”, se torna
“María”. Se firma así la imagen de la maternidad fecunda de cada fiel. “So findet bei
Augustinus die Grundlage für eine maternitas spiritualis sowohl der Kirche wie der
Einzelnen und darin besonders auch Marias. Doch ist für ihn die umfassende maternitas
ecclesiae wichtiger als die einer speziellen maternitas Mariae,”35 concluye Greshake.
En estos ejemplos patrísticos queda claro que los Padres fueron descubriendo como María
y la Iglesia están ordenadas la una a la otra, hasta llegar en algunos casos a una total fusión, a
punto de no lograr distinguirlas en algunas afirmaciones. María es vista en su íntima relación con
Cristo y la Iglesia. Con esto se confirma también una constatación de Joseph Ratzinger: “Alles
was später Mariologie sein wird, ist zunächst als Ekklesiologie vorgedacht worden.”36
relación con Jesús, sino que colocada en paralelo con la maternidad de la Iglesia. Como la Iglesia,
en su realidad compleja, además de su dimensión visible e institucional, posee ante todo una
34 Greshake, Mater-Ecclesia, 161. Como dice LG 53, basándose indirectamente en Agustín: “Por ese motivo es también
proclamada como miembro excelentísimo y enteramente singular de la Iglesia y como tipo y ejemplar acabadísimo de la misma
en la fe y en la caridad.” En Agustín no se conoce ninguna oración o pedido dirigido directamente a María (pero ¡sí a los
mártires!).
35 Greshake, Mater-Ecclesia, 162.
36 Joseph Ratzinger, “Erwägungen zur Stellung von Mariologie und Kirchenfrömmigkeit im Ganzen von Glaube und
Theologie,” en Maria: Kirche im Ursprung, ed. Joseph Ratzinger y Hans Urs von Balthasar (Freiburg i. Br.: Herder, 1980), 15-
40, aquí: 22. De forma especial durante toda la época patrística “se proyectó toda la mariología en la eclesiología, naturalmente
sin citar el nombre de la madre del Señor: la Virgo Ecclesia, la Mater inmaculata, la Ecclesia assumpta; lo que más tarde sería la
mariología, se pensó en un principio como eclesiología.” Ratzinger y Balthasar, María primera Iglesia, 36.
703
dimensión invisible y espiritual, no fue difícil pensar la maternidad en sentido amplio: en concreto,
por la Palabra de la fe y el bautismo, recibidos de la Iglesia, los hombres pueden “nacer de nuevo”,
en el sentido de Jo 3,2-7, haciéndose así hijos de Dios, hermanos de Jesús y entre sí. La Iglesia es
madre porque, por la fe y el bautismo, hace nacer (da a luz) a la vida divina. Por lo tanto, después
de analizar los textos patrísticos en que María aparece como prototipo, imagen y modelo de la
Iglesia, se puede decir – con Allois Müller – que “diese Einheit Marias und der Kirche, eine
Einheit, die vor allem darin gründet, dass beide ein- und dieselbe mütterlich Funktion
ausüben,...die entscheidende Pointe der marianischen Aussagen der ganzen Vätertheologie”37 ist.
En la historia de la teología, María ha sido vista no sólo como una “persona individual”, la
simple joven de Nazaret que trajo a Jesús al mundo, sino que Ella ha llegado a ser considerada
como la Hija de Sion, el resto santo de Israel, Madre de los creyentes, símbolo de la virginidad; en
pocas palabras, como Iglesia. Y no raras veces ha sido identificada con ella, como recién se
presentó. Como aseveró Joseph Ratzinger “Maria ist in dem Augenblick ihres Ja Israel in Person,
die Kirche in Person und als Person.”38 Pero ¿cómo se entiende este tipo de afirmación? ¿Cómo
puede una persona (María) ser identificada con una comunidad (Iglesia)?
María es una persona única y, a la vez, está para la Iglesia, es la Iglesia. Greshake
demuestra que esta afirmación no es una contradicción, ni una paradoja. “Die (nicht ‘platte’,
sondern zu differenzierende) Identifizierung Maria = Kirche muss (darf) auch nicht auf spekulative
relativiert werden.”39 Al revés, el autor demuestra que se puede entender esta relación a partir de
ausdrücken.”40 El próximo paso de la reflexión consiste en pensar que la Iglesia es, como indica
Pablo, el “cuerpo de Cristo”; está unida a Cristo, su Cabeza, y se identifica con Él. Cristo, que
también actúa como “personalidad corporativa” es la Iglesia (es el Cristo, que “no está dividido”:
Surge entonces la pregunta: si la Iglesia ya se identifica con Cristo, ¿para qué agregar el
paralelo que identifica María y la Iglesia? Greshake argumenta que el Espíritu Santo, que vivifica
el cuerpo de Cristo, es el principio de su unidad (1Cor 12,13); une a los miembros a Cristo (no de
forma hipostática) y a la vez los diferencia (distribuye dones y carismas distintos). Tal como la
imagen del “cuerpo de Cristo” destaca la unidad inseparable entre Cristo y su Iglesia, las imágenes
del pastor y las ovejas, el esposo y la esposa, remarcan la diferencia entre ellos. Además, como la
respecto a él), y otros en que aparece más la unidad entre ambos, al punto de casi sobreponerse
individuo y comunidad. Así se entiende por qué además de Cristo, conviene la identificación
eclesial con María: “Für die enge und unauflösliche, durch den Heiligen Geist erwickte Einheit
von Christus und seiner Kirche steht deren Kennzeichnung als ‘Leib Christi’. Demgegenüber
repräsentiert Maria die Kirche in ihrer geschöplichen, zugleich aber auch geistgewirkten und
creatura elegida y agraciada por Dios, que vive del Espíritu, en total dependencia y diferenciación
respecto al Creador. Colmada del Espíritu, en ella se ve lo máximo que el Espíritu puede obrar en
la creatura. Pero no solo ella es ese ‘universale concretum’ eclesial, sino también cada individuo,
que se abre al Espíritu y se deja colmar por Él. De esta forma, por acción del Espíritu, y sin dejar
María-Iglesia es criatura. Ya en la Escritura se encuentra una imagen para expresar esa realidad:
el desposorio, las bodas. Israel es la esposa de Yahvé (Os 2,18-25), la Iglesia es la esposa de Cristo
(Ef 5,25-33) o la esposa del Cordero (Apoc 19,7-9). Por eso no sorprende que, en la Iglesia
primitiva, tanto María como la Iglesia fuesen caracterizadas no solo como Madre sino también
como (virgen) Esposa de Cristo. Como formuló Von Balthasar: “Die Kirche ist so Braut [also
Más que una metáfora, se trata de la expresión de un misterio.43 Más allá de las imágenes,
se hace necesario que el asentimiento de esa “Iglesia esponsal” al “Esposo Cristo” sea una
“persona” individual y no solo un ente abstracto, una “personalidad colectiva” o la suma de muchas
Ausdruck der hochzeitlichen Liebe Gottes zur Menschheit.“ Georgio Mazzanti, citado por Greshake, Mater-Ecclesia, 441-442.
706
personas. Si el desposorio de Cristo con su esposa, la Iglesia, es meta y ápice de la creación, por
lo menos una vez el “sí” de la creatura debe ser expresado con clara decisión y radicalidad; un acto
personal, que provenga de una persona y a la vez valga por todos. “Eben diese Person ist Maria.
Damit treten sowohl Identität wie Differenz von Maria und Kirche deutlicher ans Licht”, dice
Greshake. Identidad porque María, como una persona individual y como “personalidad
símbolo real de la Iglesia (lo que es mucho más que simple “modelo” de la Iglesia), es la Iglesia
Dios hace a las creaturas, lo que la Iglesia no logra corresponder adecuadamente debido al pecado
de los hombres que la componen. Además, la Iglesia tiene necesariamente que realizarse en el
Esa unidad diferenciada entre María y la Iglesia se basa aún en dos presupuestos: Primero,
no es una unidad automática, natural, sino que se entiende a partir de la iniciativa de Dios y la
acción del Espíritu en la vida tanto de María como de la Iglesia, de quien ésta encuentra su “höchste
normative Subjektivität”, “ihr personales Zentrum und die Vollverwirklichung ihrer kirchlichen
Idee.”45 Grehake indica la imagen de la Schutzmantel-Madonna, tan querida por el Papa Francisco,
como una imagen ilustrativa de esta realidad.46 Y el segundo presupuesto es que los hombres
representados en y por María sólo se tornan “una persona” en ella y con ella, en la medida que
44 Por eso dice Ratzinger que María es la Iglesia “in ihrer persönlichen Form erkennbar…Nicht die Person ist in der
Theologie auf die Sache zurückzuführen, sonder die Sache auf die Person.“ Ratzinger, „Erwägungen,“ 25.
45 Greshake, Mater-Ecclesia, 445.
46 “In deren allumfassenden Mantel versammelt sich und birgt sich ein die ganze Menschheit und gewinnt so sowohl
Gemeinschaft und Teilhabe an Maria wie auch in ihr mit Christus, da durch sie Christus unser Bruder wird (vgl. Hebr 2,11f) und
dadurch auch wir alle Brüder und Schwestern untereinander.” Greshake, Mater-Ecclesia, 445-446. Pero el autor aclara que el
contexto sociocultural de esa imagen del “manto protector” es otro: en el Medioevo, el reconocimiento de los hijos naturales se
daba cuando el padre públicamente extendía su manto sobre ellos, tornándose así “filii mantellati” y pasando a la custodia del
padre. Así los cristianos se entendían como “filii mantellati Mariae.” Greshake, Mater-Ecclesia, 445, nota 154.
707
disponibles para Dios y los demás. De este modo, por obra del Espíritu Santo, no solo el individuo
con sus carismas propios se vuelve “María”, sino muchos individuos se unen a la gran “Maria-
esperanza y amor.47
Valga todavía una última observación sobre la identificación de Maria y la Iglesia como
Madre, que de hecho es la imagen más usada por el Papa Francisco y por la mayoría de los autores
de la actualidad cuando se refieren a ese paralelo. Las imágenes de María-Iglesia como esposa,
hermana e incluso virgen, se han hecho lejanas a la mentalidad y al vocabulario moderno. Como
Francisco suele decir: María es sobre todo “la madre”, y lo mismo – respecto a todas estas otras
imágenes – se puede decir de la Iglesia. De hecho, ya en la patrística, aunque tanto la Iglesia como
María eran tratadas como Madre y Virgen, “die Mütterlichkeit bei weitem im Vordergrund
como obra del Espíritu Santo. “Jeder, der sich von der ‘Form’ Marias, d. h. von ihrem Glauben her
prägen lässt, gebiert Christus in sich neu (wird also neu zur ‚Mutter Christi‘), lässt ihn neu in sich
Gestalt annehmen und gibt ihn weiter an seine Brüder und Schwestern.”49 Como esto acontece no
solo con los individuos, sino que se aplica al “nosotros” de la Iglesia, puede llamársele “madre
fecunda” que, en su “forma mariana”, da a luz a los hijos de Dios. Por otro lado, también aquí
47 “Wir-Akte der vielen zur Kirche gehörenden Personen, der...in Maria in einer einzigartigen und unüberholbaren
Weise geschichtlich sichtbar in Erscheinung getreten ist. Insofern Maria dabei dann auch die zeitlich erste Person ist, die diesen
Akt vollzogen hat, kann sie als die normative Subjektivität der bräutlich antwortenden Kirche angesehen werden. Alle Menschen,
die nach Maria die ekklesialen Akte des Glaubens, der Hoffnung und der Liebe vollziehen, haben in Maria ein unüberholbares
Urbild und Vorbild, so dass diese Akte nur ein defizienter Nachvollzug des marianischen Grundaktes sind.“ Heribert Mühlen,
Una mystica Person. die Kirche als Mysterium der Identität des Heiligen Geistes in Christus und der Christen: Eine Person in
vielen Personen, 2. ed. (München: Schöningh, 1967), 460, citado en Greshake, Mater-Ecclesia, 446.
48 Greshake, Mater-Ecclesia, 446.
49 Greshake, Mater-Ecclesia, 446.
708
existe una clara diferenciación: Madre de Dios es solo María, la única madre corporal del Hijo de
Dios. “Dieses ‘Privileg’ der leibhaftigen Mutterschaft kam ihr aber…aufgrund ihres ‚adäquaten
Henri de Lubac se dejó inspirar muy especialmente por esta dimensión de la Iglesia y de
María como madres. Sus meditaciones llegaron profundamente al corazón del Papa Francisco. Por
eso se dedica a continuación un apartado especial a la reflexión de este autor respecto al paralelo
“¡Es una joyita!” Así definió el Papa Francisco el último capítulo del libro de Henri de
Lubac “Meditación sobre la Iglesia”51 durante una de las primeras conversaciones personales que
el investigador tuvo con el Papa Francisco en Río de Janeiro. Estaban conversando sobre la Virgen
María y el Papa sugirió a su interlocutor que leyera esas páginas. Después de haberlo hecho, en la
segunda entrevista concedida al investigador, éste volvió al tema y le preguntó las razones de por
qué le había gustado tanto aquel texto. Con la transparencia y sinceridad que le es peculiar,
Francisco respondió simplemente: “Es una joyita, pero no te podría explicitar,”52 indicando que
probablemente ya no se acordaba de los detalles de aquello que lo había fascinado cuándo lo leyó
por primera vez. No satisfecho con la respuesta, el investigador todavía insistió, recordándole que
aquel capítulo trata la relación entre María y la Iglesia, que es un tema recurrente en él.
argentina: Henri de Lubac, Meditación sobre la Iglesia (Buenos Aires: Ágape, 2015).
52 Francisco, E-2.
709
Probablemente por esto le había marcado. “Claro,” respondió Francisco, para enseguida referirse
más a la forma que al contenido del libro: “Vos, por ejemplo, si lees este mismo tema Iglesia y
María en Adriana von Speyer… no entendés nada… Es profundísima, pero no entendés nada…
Incluso Von Balthasar a veces es un poco obscuro en eso, como que Vos intuís [por dónde va su
Al final de la misma entrevista, al ser preguntado sobre los teólogos que lo habían marcado,
el Papa contestó: “Para mí los dos teólogos franceses que más me influyeron fueron De Lubac y
Michel de Certeau.”54 No agregó nada más respecto a De Lubac (1896-1991), pero ante la sorpresa
del investigador por el nombre de Michel de Certeau (1925-1986), que le era aún desconocido,
Francisco explicó que ese pensador jesuita lo había “subyugado”, aunque hacía pocos años que lo
había descubierto, “unos diez años”, precisó. “Michel de Certeau estuvo ‘a las patadas’ con la
Compañía, tuvo un permiso para irse a vivir solo en un departamento, es un fronterizo. Hay que
saber leerlo, saber leerlo. No con la paz que Vos podés leer a un De Lubac... Pero te abre la
cabeza… Ese me ayudó mucho a no tener miedo.”55 De hecho, en la entrevista concedida a Antonio
Spadaro, a partir de donde éste tuvo la idea de reeditar libros importantes en la vida del Papa, en
una colección llamada de “Biblioteca del Papa Francisco”, Francisco ya había afirmado que los
dos pensadores franceses contemporáneos que más le gustaban eran Henri de Lubac y Michel de
Certeau.56
53 Francisco, E-2.
54 Francisco, E-2.
55 Francisco, E-2.
56 Francisco, “Entrevista concedida al P. Antonio Spadaro,” La Santa Sede, 19 agosto 2013, acceso 28 marzo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/september/documents/papa-francesco_20130921_intervista-
spadaro.html
710
En realidad, más que teólogo, Certeau fue un filósofo e historiador. Ninguno de sus libros57,
a decir verdad, tiene relación con la piedad popular ni con María, de forma que esta información
del Papa no sirvió mucho para el presente estudio. Esta constatación fue confirmada por Víctor
Fernández, que tan bien conoce el pensamiento del Papa: “Michel de Certeau [lo influyó] por otras
cosas, pero no creo que esto te incida en el tema mariano.”58 Más que en los contenidos que nos
ocupan, Certeau parece haber ayudado a que Bergoglio, como él mismo indica, reforzara su estilo:
abierto, osado y – en algunos aspectos – “fronterizo”. Así se justifica por qué, a pesar del
enseguida. Juan Carlos Scannone, al ser preguntado sobre el marianismo de Bergoglio, solo supo
Resurrección, y por eso la carne, la maternidad en la carne. Por otro lado, María y la Iglesia. Creo
que es muy fuerte en él. De hecho, uno de los libros que se quiso publicar en la ‘Biblioteca del
Papa Francisco’ fue el libro de De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, como uno de los libros que
57 Michel de Certeau, L'Étranger ou l'union dans la différence (Paris: Desclée de Brouwer, 1969); Michel de Certeau,
L'Absent de l'histoire (Paris: Mame, 1973); Michel de Certeau, Le Christianisme éclaté (Paris: Le Seuil, 1974); Michel de
Certeau, Une Politique de la langue: la Révolution française et les patois: l'enquête de Grégoire (Paris: Gallimard, 1975); Michel
de Certeau, L'Écriture de l'histoire (Paris: Gallimard, 1975); Michel de Certeau, La Possession de Loudun (Paris: Julliard, 1978);
Michel de Certeau, L'Invention du quotidien, 1: Arts de faire et 2: Habiter, cuisiner (Paris, Gallimard,1980); Michel de Certeau,
La Fable mystique: XVIe et XVIIe siècle (Paris: Gallimard, 1982); Michel de Certeau, L'Ordinaire de la communication (Paris:
Dalloz, 1983); Michel de Certeau, La Faiblesse de croire (Paris: Le Seuil, 1987); Michel de Certeau, Histoire et psychanalyse
entre science et fiction (Paris: Gallimard, 1987); Michel de Certeau, La Culture au pluriel, recueil d'articles réunis sous la dir. de
M. de Certeau en 1974, 3e éd. (Paris: Le Seuil, 1993).
58 Víctor Fernández, entrevista al investigador.
59 Juan Carlos Scannone, entrevista al investigador, San Miguel, 5 diciembre 2015.
711
Pero, ¿qué tiene ese libro que le marcó tanto al Papa? En primer lugar, se debe mencionar
la expresión, varias veces citada en diferentes contextos, “mundanidad espiritual”, que Bergoglio
ciertamente leyó en él y explicó ampliamente en EG 93-97. Allí, en la nota 71, el Papa hizo
referencia explícita al libro de De Lubac, aunque esa expresión no viene propiamente de él, sino
que la asumió de Dom Vonier60, como él mismo lo admite.61 Parece ser que, desde que lo leyó,
Bergoglio incorporó ese término en su vocabulario y pasó a utilizarlo con mucha naturalidad, como
Congregaciones Generales, días antes del conclave, usó esta expresión para indicar la “imagen de
“La Iglesia, cuando es autorreferencial, sin darse cuenta, cree que tiene luz propia; deja de
ser el mysterium lunae y da lugar a ese mal tan grave que es la mundanidad espiritual
(según De Lubac, el peor mal que puede sobrevenir a la Iglesia). Ese vivir para darse gloria
los unos a otros. Simplificando, hay dos imágenes de Iglesia: la Iglesia evangelizadora que
sale de sí; la Dei verbum religiose audiens et fidenter proclamans, o la Iglesia mundana
que vive en sí, de sí, para sí. Esto debe dar luz a los posibles cambios y reformas que haya
que hacer para la salvación de las almas.”62
No hay dudas de que el Papa da mucha importancia a esta expresión y muchos que escriben
sobre el pensamiento del Papa la mencionan. Sin embargo, hasta ahora no se ha encontrado a nadie
que llame la atención para el contexto literario inmediato en que De Lubac la menciona: el último
capítulo de su obra, dedicado a la relación entre “la Iglesia y la Virgen María” y en un párrafo
60Anscar Vonier (1875-1938) fue un teólogo alemán y abad benedictino de la Abadía de Buckfast (Inglaterra). J.
Stéphan, “Vonier, Anscar,” Encyclopedia.com, acceso 8 mayo 2017, http://www.encyclopedia.com/religion/encyclopedias-
almanacs-transcripts-and-maps/vonier-anscar
61 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 397, nota 6: Anscar Vonier, L’Esprit et l’Épouse (Paris: Les Éditions du Cerf,
1947), 144.
62 “Texto completo del manuscrito entregado por Bergoglio al Cardenal Ortega,” Clarín, 26 marzo 2013, acceso 8 mayo
2017, https://www.clarin.com/mundo/texto-manuscrito-entregado-bergoglio-ortega_0_By2WJpYsP7e.html. A pedido del
Arzobispo de La Havana (Cuba), Cardenal Jaime Ortega, Bergoglio le entregó manuscrito un texto con los cuatro puntos de su
breve discurso a los cardenales. En el tercer punto subraya – literalmente – justo la expresión “mundanidad espiritual” y cita a
Henri de Lubac.
712
donde está hablando ¡justamente de la relación de María y la Iglesia como madres! Más aún, en
los dos párrafos anteriores De Lubac habla de la “piedad popular” y la “religión de los Pobres”.63
Por su importancia para el tema en estudio, conviene detenerse en ese texto. De Lubac hace
que Pio XII, “consagrando el fervor de una piedad popular que suscita desconfianza en algunos
defensores del Dios Altísimo,”65 expresa que aquel acto era para la gloria de la Santísima Trinidad.
De Lubac defiende así el sentimiento popular en contra de los que desconfían que la gloria de
María se oponga a la mayor gloria de Dios, a los que Bergoglio llamaría “los ilustrados”. Por eso,
sigue el autor: “Soli Deo gloria. Todo lo proclama en María. Su santidad es totalmente teologal.
Es la perfección de la fe, de la esperanza y del amor. Ella lleva a cumplimiento ‘la religión de los
Pobres’. La esclava del Señor se eclipsa ante Quien ha puesto los ojos en su humildad. Admira su
poder. Canta su misericordia y su fidelidad. Se alegra solo en Él. Ella es su gloria. Toda su tarea
como madre nuestra consiste en llevarnos a Él.”66 De esta forma, De Lubac describe la “religión
de los pobres” con los rasgos de la santidad teologal de María: humildad, misericordia, fidelidad,
alegría y, finalmente, maternidad. Y estos rasgos son también los de la Iglesia, sobre todo los de
una Iglesia que quiere asumir la “religión de los pobres” y su santidad teologal.
De hecho, el texto sigue hablando de la maternidad: “Así es María. Así es también la Iglesia
nuestra madre: la adoradora perfecta. Éste es el punto supremo de la analogía entre ambas. El
Espíritu actúa lo mismo en una que en otra.”67 Indica en seguida la diferencia: mientras en María
63 Henri de Lubac, Meditación sobre la Iglesia (Buenos Aires: Ágape, 2015), 396-397.
64 La primera edición de su libro es de 1953, por la editorial Montaigne, de París.
65 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 396.
66 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 396-397.
67 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 397.
713
brilla la perfección de esa humildad, en la Iglesia, el Espíritu tiene dificultades para hacerse
presente. De Lubac relaciona enseguida la maternidad de la Iglesia con la acción del Espíritu y
Después de afirmar que ese “humanismo sutil” puede insinuarse en los cristianos por mil
caminos, pero la traición de ellos no será capaz de destruir la Iglesia, De Lubac vuelve al argumento
una vez por María, “ha sido puesto para todos los siglos en la boca de la Iglesia.”69 Allí conserva
toda su fuerza y, “de edad en edad, como la Virgen María, la Iglesia glorifica al Señor” 70 y sigue
derramando la Luz de Dios sobre nuestras tinieblas. A pesar de las resistencias de los fieles, el
Espíritu no deja de animarla, porque ella es el Cuerpo de Cristo. Aún ante las infidelidades y
opacidades de los fieles, la Iglesia sigue siendo, “lo mismo que la Virgen, el Sacramento de
Jesucristo, [pues] ninguna de nuestras infidelidades le impide ser ‘la Iglesia de Dios’ y la ‘Esclava
del Señor’.”71
68 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 397, citando a Vonier, L’Esprit et l’Épouse, 144, pero como la traducción de
la edición argentina, usada aquí, está truncada y dificulta una clara comprensión de la definición dada, se ha recurrido – sólo en
este texto – a la traducción de Luis Zorita Jauregui: Henri de Lubac, Meditación sobre la Iglesia (Bilbao: Desclee de Brower,
1958), 367.
69 Paul Claudel, Lettre a Gabriel Frizeau, 25 septiembre 1907, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 398.
70 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 398.
71 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 399.
714
La lectura de conjunto de estas últimas páginas del libro de De Lubac72 permite ver que la
garantía de que la Iglesia no va a sucumbir ante esta pérfida tentación de la mundanidad espiritual
Sin embargo, las meditaciones de De Lubac sobre la Iglesia, y su relación con María, son
mucho más amplias. Seguramente Bergoglio no leyó solo las últimas páginas del libro.73 Por eso
es necesario analizar otras partes del mismo, sobre todo aquellas que se refieren al tema en
cuestión. Para ese objetivo, “Meditación sobre la Iglesia” tiene dos capítulos absolutamente
esenciales: el ya mencionado capítulo IX, sobre la Iglesia y la Virgen María, y uno que es anterior:
el capítulo VII, sobre la Iglesia Madre. Por las similitudes que guardan con las enseñanzas de
podría suscribir en la línea que se conoce como eclesiotípica. De hecho, él se incluye entre los
teólogos franceses que unos años antes del concilio – gracias al movimiento de vuelta a las fuentes
En “Meditación sobre la Iglesia”, publicado por primera vez en 1953, De Lubac no tiene
intención de escribir un tratado teológico. Se trata, como el nombre lo dice, de meditaciones. Una
de ellas se refiere justamente a la Iglesia Madre,75 tema muy valorado también por el Papa
72 En la versión original, el capítulo IX, la Iglesia y la Virgen María, está dividido en cinco subcapítulos y un apartado
final con el título de “Magnificat”, que es donde aparece la reflexión sobre la piedad popular, la gloria de Dios y la mundanidad
espiritual, aquí analizada.
73 Ya como jesuita citaba el texto de De Lubac sobre la “mundanidad espiritual” y advertía esa relación con el tema
María-Iglesia: Jorge Mario Bergoglio, Meditaciones en esperanza (Buenos Aires: Universidad del Salvador, 1992), 161-162.
74Obsérvese que, en 1958, el Congreso Mariológico Internacional trató el tema “María y la Iglesia”, tema que había
sido ya trabajado por la Sociedad Mariológica Francesa en sus tres últimos congresos. Ver Gloria Falcão Dodd, The Virgin Mary,
Mediatrix of Grace: History and Theology of the movement for a dogmatic definition from 1986 to 1964 (New Bedford:
Academy of the Immaculate, 2012), 265.
75 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 259-299.
715
Francisco. Primero De Lubac habla de las raíces trinitarias de la Iglesia: Dios ha creado al hombre
para vivir en el seno de la vida trinitaria y la Iglesia es, en este mundo, el lugar donde se inicia esta
extensión de la Trinidad en el tiempo…pueblo reunido por la unidad del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo,”76 que en ese misterio actúa como “alma del mundo.”77 Enseguida el autor describe
las características del verdadero “eclesiástico”, es decir, del hombre o mujer de la Iglesia, en y de
la comunidad cristiana, que no piensa sólo “con la Iglesia”, sino “en la Iglesia”78, según los
Conviene observar como son características también valoradas por el Papa Francisco. Al vir
ecclesiasticus no le basta ser “exacto observador de todo lo que reclama su profesión de católico,”79
sino tener verdadero amor a la Iglesia, como se tiene por los parientes cercanos, porque la Iglesia
es “su madre y sus hermanos.”80 El hombre de Iglesia “ama el pasado”, “medita su historia”,
“venera y explora la Tradición”81; Bergoglio diría que tiene memoria. Considera la Escritura, la
Tradición y el Magisterio como un “triple y único canal por el que le llega la Palabra de Dios”, un
“tripe hilo”, que no dejará que se rompa.82 Tiene también “un trato amoroso” con los “clásicos”
76 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 260. “El que está en la Iglesia, que está llena de la Santa Trinidad, habita el
universo.” Orígenes, Selecta in Psalmos, 23, 1 (PG 12, 1265), citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 260, nota 7.
77 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 263. “Lo que es el alma en el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo.”
Discurso a Diogneto, 6, 1, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 263, nota 12.
78 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 271; EE 352-370.
De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 260. “No nos preocupemos sólo por no caer en errores doctrinales, sino
79
también por ser fieles a este camino luminoso de vida y de sabiduría.” EG 194.
De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 264. “También se puede decir que cada alma fiel es esposa del Verbo de
80
de su fe,83 adquiriendo “al menos algo de ese ‘ethos’ católico, que ni la ciencia ni la ortodoxia
misma podrían suplir”84, que en el fondo es otra forma de referirse al “sensus fidei” 85, ese que
entusiasmó a Newman, cuando aún era obispo anglicano, y le hizo descubrir la “Iglesia de los
Padres”, reconociéndola como su Madre.86 El hombre eclesiástico teme “caer en el error vital de
esos ‘teólogos’ que, convertidos en ‘sabios y prudentes’…se jactan de tener un conocimiento más
perfecto que el común de los fieles,”87 no está obsesionado por el pasado ni denigra los intentos
de cambio, sino que se esfuerza por “discernir los espíritus.”88 Él es “abierto a la esperanza”89 y
unidad”,91 pues está movido por el Espíritu de Dios , que “no lo abandona de la misma forma que
bautismal” de hijo a las “exigencias de su Madre”, la Iglesia.93 Ésta es una comunidad “jerárquica”,
el sensus fidei – que los ayuda a discernir lo que viene realmente de Dios.” EG 119; LG 12.
86En la Iglesia de los Padres, en su celo triunfante por el misterio de la fe, “yo reconocí a mi Madre espiritual.” John
Henry Newman, Apologia pro vita sua, cap. V, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 269. Francisco se siente “Pastor
de una Iglesia sin fronteras que se siente madre de todos.” EG 210; ad infra 9.2.1.
87 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 273. “La presencia del Espíritu otorga a los cristianos una cierta
connaturalidad con las realidades divinas y una sabiduría que los permite captarlas intuitivamente, aunque no tengan el
instrumental adecuado para expresarlas con precisión.” EG 119; 231.
88 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 277. “No hay que obsesionarse demasiado por cuestiones limitadas y
particulares. Siempre hay que ampliar la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficiará a todos. Pero hay que hacerlo
sin evadirse, sin desarraigos. Es necesario hundir las raíces en la tierra fértil y en la historia.” EG 235; EG 20. El discernimiento
es tema central en el Pontificado de Francisco: ver, por ejemplo, la exhortación Amoris Laetitia, n. 297-312.
89 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 278. “¡No nos dejemos robar la esperanza!” EG 86.
90 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 279.
91 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 281.
92 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 283.
93 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 283.
717
como enseña San Ignacio, madre que “nos ha engendrado” y conserva “reunidos en su seno
materno.”94 Así, como el hijo en el seno materno vive de la substancia de su madre, el hijo de la
Iglesia vive de su Espíritu. Por lo tanto un “sentimiento de tierna piedad” es lo que en él se suscita,
a la vez que “le gusta llamarla con el nombre de ‘madre’.”95 De la mano de los Padres de la Iglesia,
De Lubac recupera con belleza la imagen de la Iglesia Madre: “No puede tener a Dios por padre
quien no tiene a la Iglesia por madre.”96 También a la Iglesia de Roma la tiene por “raíz y madre
de la Iglesia católica”, por “madre y maestra de todas las Iglesias” y de todos los fieles de Cristo.97
Estos “sólo se apropian de una pequeña parte de las riquezas que nuestra Madre”98 dispensa, “en
cuyas rodillas” han aprendido todo, en especial la lectura de las Escrituras, Palabra dirigida a la
Iglesia, que debe ser leída en la Iglesia. Por eso el autor no se inhibe a la hora de alabar a “esta
gran Madre, por el Misterio divino” que comunica,99 y lo hace en una hermosa forma de letanía,
describiendo sus principales atributos. Su alabanza se dirige a la Iglesia como madre casta, madre
fecunda, madre universal, madre venerable, madre paciente, madre atenta, madre amorosa, madre
clarividente, madre ardiente, madre sabia, madre dolorosa, madre fuerte, madre del bello amor.100
94 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 287. “…para que, llena de alegría, la Madre apriete contra su seno el cuerpo
único del pueblo unánime.” Cipriano, La unidad de la Iglesia, cap. 23, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 287, nota
86.
95 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 287.
96 Cipriano, La unidad de la Iglesia, c. 6; Carta 74, n. 7; Agustín, Comentario a los Salmos, 88; Sermón 2, n. 14:
“Amemos al Señor, Dios nuestro; amemos a su Iglesia; a Él como Padre, a ella como Madre…Luego, carísimos, considerad
todos unánimes a Dios como Padre, y a la Iglesia como Madre.” (PL 38, 1140-1141); Sermón de Alleluia:”Nadie podrá tener a
Dios como Padre si ha despreciado a la Iglesia como Madre”, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 287. “La Iglesia
es madre y predica al pueblo como una madre que le habla a su hijo.” EG 139.
97 Cipriano, Carta 48, c. 3; Carta 59, c. 14; IV Concilio de Letrán, c. V, citados en De Lubac, Meditación sobre la
Iglesia, 289.
98 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 294.
99 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 296.
100 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 297-298.
718
Y concluye su letanía, inspirado en Tertuliano: “¡Madre santa, madre única, madre inmaculada!
¡Oh gran Madre! ¡Santa Iglesia, Eva verdadera, única Madre verdadera de los Vivientes!”101
Ese gran aprecio por la Iglesia como madre no impide al autor de advertir sobre las
tentaciones en las que se puede caer respecto a la Iglesia, tema del capítulo siguiente del libro. Al
leerlo es imposible no pensar en el Papa Francisco, que en tantas ocasiones ha advertido éstas y
a la defensiva (que traiciona “la flexible firmeza de la verdad”103, más que protegerla), la falsa
humildad que limita con la soberbia, el triunfalismo (“su Maestro no le ha prometido éxitos
impactantes…[la Iglesia] debe, como Cristo, estar en agonía hasta el fin del mundo”104), el
sociologismo (dejando “de lado las consideraciones de orden sociológico, lo primero…es este
fecundidad real de nuestra Madre, por un sueño de eficacia quizá quimérica”106), la crítica estéril
(que mira “desde afuera”) bajo el disfraz de bien, sin autocrítica, y la “mundanidad, popular o
La actitud correcta debe ser reconocer el contraste evidente entre la Esposa de Cristo,
querida perfecta por él, y la humanidad de sus miembros. Con todo, porque siguen bajo la acción
101 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 299. Tertuliano, De anima, c. 43: La verdadera madre de los vivientes…la
Iglesia.”
102
Es suficiente recordar su célebre discurso sobre las tentaciones en la curia romana: Francisco, Discurso en la
presentación de las felicitaciones navideñas de la curia romana,” La Santa Sede, 22 diciembre 2014, acceso 8 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2014/december/documents/papa-francesco_20141222_curia-romana.html
103 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 302.
104 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 317.
105 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 317.
106 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 321, énfasis del autor.
107 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 316.
719
del Espíritu, ese reconocimiento debe estimular al hombre eclesiástico a volver a amarla; a
discernir con prudencia lo que se debe conservar y lo que conviene cambiar, pues lo peor puede
codearse con lo mejor; y mantenerse plenamente humano, mas “separado” del mundo, con sana
desconfianza de la suficiencia moderna. En ese contexto viene una última tentación, también muy
indicada por Bergoglio108: no advertir la “humildad de Dios”, su actitud kenótica, cuya fuerza está
en su bajeza. Él no elige a los sabios ni atractivos a los ojos de este mundo sino a los sencillos, a
gente simple, pero con fe grande, capaz de reconocer el tesoro eclesial en los vasos de barro que
lo llevan, capaz de mantenerse en la comunión, porque reconoce que “en su aparente humildad, la
cuánto el texto de Lubac puede haber marcado el futuro pontífice o, por lo menos, muestra la gran
sintonía espiritual y el mismo sentido eclesial de los dos pensadores. Éstas se tornan aún más
evidentes en el último capítulo del libro de De Lubac, que medita la relación entre la Iglesia y la
Virgen María. El autor empieza advirtiendo que las dudas que muchas veces se formulan respecto
a la Iglesia se identifican a menudo con las dudas respecto a la Virgen María. La Reforma
protestante es una prueba de ellos, pues los reproches que hace a la idea católica de Iglesia “se
corresponden con los que dirige al culto católico de la Virgen.”110 Tal constatación no hace más
108 El mejor ejemplo de quien ha vencido esta tentación es María: “En ella vemos que la humildad y la ternura no son
virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes.” EG 288.
109 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 330.
110 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 335.
720
“sello de la ortodoxia.”112
Iglesia reemplazan a nuestros ojos en absoluto a la Humanidad de Jesucristo,” sino que ese “doble
seriedad de la Encarnación, al mismo tiempo que da testimonio del Designio divino de asociar la
Cuando Karl Barth afirma que el dogma mariano está en el centro de la comprensión
doctrinal católica, muestra que entendió bien las consecuencias de la afirmación de María como
“el principio, el prototipo y el resumen de la criatura humana que coopera en su salvación, como
sierva de la gracia que la previene; y como tal, ella es también el principio, el prototipo y el resumen
de la Iglesia.”114 Ambas realidades se refieren a la colaboración del hombre con la gracia, con la
Redención. María anticipa, es el caso preclaro y simboliza de lo que debe acontecer con la Iglesia,
por eso la Tradición ha asociado ambas realidades y las ha hecho dependientes la una de la otra.
Los vínculos entre las dos, además de numerosos y estrechos, son esenciales, tejidos desde adentro,
constituyendo un solo y único misterio. La comprensión de una ilumina la otra, lo que conviene a
Cirilo de Alejandría, “Homilía 4 dada en Éfeso contra Nestorio,” TMPM I, 490, citado en Stefano de Fiores, María,
111
Stefano de Fiores, María, Madre de Jesús, 248. “El solo nombre de la Madre de Dios contiene todo el misterio de la economía.”
Juan Damasceno, Foi ortodoxe, t. III, c. 12, PG 94, 1029 C, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 335, nota 3; “Los
países y los pueblos que han perdido la fe en la divinidad de Cristo son precisamente los que han abandonado la devoción a su
Madre.” John Newmann, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 336, nota 4.
113 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 336.
114 Karl Barth, Die kirchliche Dogmatik, I, 2 (1938), 157 y 160, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 337.
721
la Iglesia se ha realizado en María. De ahí que los mismos símbolos bíblicos son aplicados a la una
y a la otra.115
De Lubac hace notar como el sensus fidelium – al que él se refiere como “la conciencia
cristiana”116 – luego reconoció la realidad de esa unidad y luego la proclamó en el arte, la liturgia
y la literatura. María aparece cada vez más como “la figura ideal de la Iglesia”, su “sacramento”,
espejo, su punto de origen y perfección. “En lugar de la Madre de Cristo se constituye la figura de
nuestra Madre la Iglesia.”117 Obsérvese que no necesariamente fue éste el camino histórico-
teológico por el cual los Padres de la Iglesia llegaron a la comprensión de esa verdad. Éste parece
estar más asociado con el “nacer por la fe y el bautismo”, con el “dar a luz” a los miembros de
Cristo: la Iglesia es Madre porque genera hijos para Dios, y desde ahí se fue dando la asociación a
la maternidad de María, que generó Cristo en su vientre, cabeza de ese cuerpo. Sin embargo, en su
presentación De Lubac hace el camino contrario: “Como María, así también la Iglesia”118, pero sin
Más le interesa mostrar que esa identidad acontece con la Iglesia tanto en su realidad
comunidad de los santos o de los santificados (9.1.2.2). Obsérvese que el orden de la presentación
115“La una y la otra son la nueva Eva. Una y otra son igualmente el Paraíso, y el árbol del Paraíso, árbol cuyo fruto es
Jesús, y también el gran árbol que Nabucodonosor vio en sueños, plantado en medio de la tierra. Una y otra son el Arca de la
Alianza, la Escala de Jacob, la Puerta del cielo,…Ambas son la Ciudad de Dios, la Ciudad del gran Rey, la Ciudad mística
cantada por el Salmista…Ambas son un mundo nuevo, una creación prodigiosa. Una y otra reposan a la sombra de Cristo.” De
Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 338-341, con la correspondiente indicación de las fuentes.
116 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 341.
117 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 341.
118 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 342.
722
de los dos aspectos parece nuevamente ir a “contramano” del proceso histórico-teológico, ya que
la Iglesia primitiva descubrió primero la santidad personal de María y solo con el pasar del tiempo,
formuló su maternidad divina y espiritual. Pero, una vez más, la perspectiva del autor no es
presentar la historia del dogma, sino hacer una meditación a partir de las verdades de fe.
Respecto al primero de estos aspectos, De Lubac afirma que “la maternidad de la Virgen
bautismal, por obra del Espíritu, da a luz a los nuevos hijos de Dios; y es virgen porque conserva
la integridad de la fe. Lo que María recibió en el orden carnal, la Iglesia lo recibe en el orden
espiritual. Cita, entonces a Honorio de Autun, que dice: “todo lo que se escribe de la Iglesia puede
leerse también pensando en María” y el propio De Lubac añade: “lo que se escribe de María puede
también, en lo esencial, leerse pensando en la Iglesia.”120 Este “principio general” asumido por De
Lubac caló hondo en Francisco y lo repitió algunas veces.121 Incluso ha mencionado la misma
inscripción del baptisterio de San Juan de Letrán, aludido por el texto de De Lubac: “en esta fuente
la Iglesia, nuestra Madre, da a luz de su seno virginal a los hijos que ella concibió por medio del
Espíritu de Dios.”122 Tanto él como Bergoglio están convencidos de una alusión ambivalente, a la
fundamental” que afirma la identidad recíproca entre las dos realidades: “lo mismo que la madre
de Jesús, la Iglesia está casada pero intacta”123, dice Ambrosio; “porque la Iglesia es también
fecundidad es virginal. Esa maternidad la hace “madre de la unidad”125, pues, “lo mismo que la
A partir de esa base patrística, algunos teólogos siguieron buscando explicitar esas
verdades. De Lubac menciona a uno de los mayores del siglo XIX, Matthias Joseph Scheeben
(1835-1888), que “ve entre las dos maternidades una relación tan íntima y tan universal, que las
más bien, dice, una ‘pericoresis’127. Él hubiera podido retomar la fórmula tan expresiva de Serlon
122 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 344. “Si vais al Baptisterio de San Juan de Letrán, en la catedral del Papa, en
el interior hay una inscripción latina que dice más o menos así: ‘Aquí nace un pueblo de estirpe divina, generado por el Espíritu
Santo que fecunda estas aguas; la Madre Iglesia da a luz a sus hijos en estas olas’.” Francisco, “Audiencia General,” 11
septiembre 2013.
123:
“Ella está casada, pero virgen, porque ella es el tipo de la Iglesia, inmaculada pero desposada. Virgen ella nos ha
concebido del Espíritu; virgen, ella nos da a luz sin gemir.” Ambrosio, Tratado sobre el Evangelio de san Lucas, l. II, c. 7, PL 15,
1555 B, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 345.
124 “María dio a luz corporalmente a la Cabeza de ese Cuerpo; la Iglesia da a luz espiritualmente a los miembros de esa
cabeza.” Agustín, La santa virginidad, c. 2, PL 40, 397, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 345.
125“Engendra (la Iglesia) a los pueblos, pero todos son miembros de uno solo, del que ella es cuerpo y esposa, siendo
también en esto semejante a aquella virgen que también es madre de la unidad entre muchos.” Agustín, Sermón 192, n. 2, PL 38,
1013, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 346.
126 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 342.
127 En ese punto De Lubac hace, en la nota 57, un gran elogio a la profundidad teológica de Scheeben, indicando así
penetración mutua entre ambas realidades que De Lubac defiende – y da ejemplos de – una cierta
a lo que se hace entre las dos naturalezas de Cristo en el estudio del dogma cristológico. Las
prerrogativas de una pasan a la otra y viceversa. Esto se puede aplicar a la Eucaristía, al sacerdocio
y a la propia maternidad espiritual: “la maternidad de María respecto a Cristo lleva consigo en ella
Iglesia respecto a todos incluye este poder sobre la Eucaristía, por cuyo ejercicio se puede decir
que la Iglesia realiza respecto de Cristo mismo una especie de función maternal.”130
a la otra. Para Scheeben, se debe reconocer la superioridad de María sobre la Iglesia. 131 En este
sentido ella puede ser llamada – lo que el Vaticano II no quiso decir, pero Pablo VI afirmó –
“Madre de la Iglesia”. Por otro lado, Agustín defiende la superioridad de la Iglesia sobre María,
porque ella es miembro de la Iglesia.132 Esta perspectiva ayuda a equilibrar la imagen de María,
dejando claro que ella es creatura, redimida, hija de nuestra raza. Su situación singular, pero
subordinada, ha sido señalada también por la imagen del “lecho nupcial”133 donde el Esposo se
129 San Buenaventura afirma que María ha engendrado un solo hijo según la carne, pero espiritualmente a todo el
género humano. De Nativitate B.V.M, Sermo 1, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 351.
130 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 351-352. De ahí surgen algunas comparaciones aventuradas entre la Virgen
mismo tiempo que la unión orgánica de una y otra. La maternidad de la Iglesia actúa sobre la base y por la virtud de la de María,
la de María continúa actuando en y por la Iglesia.” Scheeben, Dogmatik, I. V, n. 1819, citado en De Lubac, Meditación sobre la
Iglesia, 354.
132 “Santa María, bienaventurada María, pero la Iglesia es superior a la Virgen María. ¿Por qué? Porque María es una
parte de la Iglesia, un miembro santo, un miembro excelente, un miembro supereminente, pero por lo mismo un miembro de todo
el Cuerpo. Si es de todo el Cuerpo, seguramente el Cuerpo es más que el miembro.” Sermón Denis 25, n. 7, citado en De Lubac,
Meditación sobre la Iglesia, 355.
133 Cuando en el misterio de la Encarnación “el Rey celestial celebró las bodas de su Hijo dándole por compañera a la
santa Iglesia, el seno de María sirvió de lecho nupcial para este real Esposo.” Gregorio Magno, Cuarenta homilías sobre los
Evangelios, 38, n. 3 (PL 76, 1283) citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 356.
725
desposa con la Iglesia. Otros autores usaron aún la imagen del “cuello”, que une la Cabeza a los
demás miembros del Cuerpo.134 De Lubac toma postura y advierte “que esa relación de
subordinación no debe ser exteriorizada ni endurecida”, opta por hablar de una “participación o de
identidad mística, fruto de la ‘pericoresis’ de la que nos hablaba Scheeben” y defiende la postura
como Cirio de Alejandría al alabar a “María, la siempre virgen, la santa Iglesia.” 135 Y De Lubac
termina su argumentación diciendo que hay almas que antes de confrontarse con todos estos textos
reciben “la percepción viva y directa” sobre esa “Madre doble y única.”136
La forma con que De Lubac presenta el paralelismo entre María y la Iglesia lo coloca entre
los autores que acentúan más la unidad que la diferenciación de ambas, más en la línea de los
Padres orientales que en la de los occidentales y menos aún en la de Congar, como se describió ad
supra (9.1.1.1). Bergoglio – “formado” en este tema por la “escuela” de De Lubac – fue por el
mismo camino. En los textos en que él expresa ese paralelo137, en general, da por evidente la
134 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 357, nota 80, que cita por lo menos cinco autores que usan esa imagen.
135 Cirilo de Alejandría, Homélies diverses, hom. IV, in fine (PG 77, 996), citada en De Lubac, Meditación sobre la
Iglesia, 357.
136De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 358, mencionando la historia de Paul Claudel, que tuvo este conocimiento
por experiencia antes que por ciencia: “La Santa Virgen María, para mí es la misma cosa que la santa Iglesia, y no he sabido
nunca distinguir una de otra.”
137 Ver ad supra 6.2.2.4 y 7.3.3.
726
refiere a la maternidad santificadora, recién expuesto (9.1.2.1): la Madre Iglesia por el bautismo,
la fe, la Palabra, hace nacer a Cristo en las almas, las salva, las santifica, y en todo eso sigue su
prototipo, su modelo, la Madre María, que dio a luz a Cristo, principio de santificación del género
humano. El segundo aspecto invita ahora a contemplar a María dentro de la comunidad de los
En este sentido, María debe ser vista como la primera redimida, la “primera célula” de la
nueva creación en Cristo, del paraíso restaurado, más bello y superior al primero. Su fe, su sí a la
humano. El viernes santo, “Ella sola constituyó, por su fe inquebrantable, la Iglesia de Jesús.”138
Si la Iglesia es Esposa y Madre de Cristo, María por su fidelidad indefectible y obediencia perfecta
es la esposa por excelencia y la primera en merecer el título de madre.139 Ambas son sacramento
de Cristo, Evangelio vivo, virgen fiel. Los muchos títulos que exaltan la santidad de María pueden
ser aplicados a la santidad de la Iglesia, de tal forma que las letanías de María son a menudo las
letanías de la Iglesia, y viceversa. Por eso en la historia de la Iglesia hay “una serie de préstamos
mutuos” entre los atributos de ambas, en “un bien que parece indiviso.”140 En pocas palabras:
María “contiene en eminencia todas las gracias y las perfecciones” de la Iglesia.141 Por otro lado,
toda la santidad de la Iglesia, las gracias de los santos, entran en ella “como todos los ríos entran
en el mar.”142 El Magnificat fue el grito profético de María en nombre de toda la Iglesia 143, y
durante toda su vida, de Nazaret al Cenáculo, representó toda la Iglesia y actuó en nombre de todas
piedad popular mariana, que Bergoglio tantas veces contempló y de la cual aprendió. Él también
podría afirmar con De Lubac: “La Iglesia sabe todo esto, y por ello, instintivamente, hace pasar
todo por la Virgen. Ella ‘se refugia bajo su protección’. Se rodea de su manto. Ella pone su alabanza
a la sombra de la de María.”144 Cuando Bergoglio leyó esas palabras y, además, la mención al “Sub
tuum praesidium, la más antigua oración a la Virgen, encontrada en 1938 en un papiro del siglo
III”, que De Lubac agrega a pie de la página, no hubo cómo no pensar en todo el significado que
la imagen del manto protector de María y esta oración tienen en su historia personal.145
de la cual María es primicia y precursora. En la catedral de Reims, una “estatua de la Iglesia hace
pareja con la Virgen coronada”: la coronación de María en cielo es la de la Iglesia.146 Por fin, De
Lubac hace referencia a la santidad no solo de la Iglesia, sino de cada alma humana. Para esto él
presenta y explica ampliamente nada menos que uno de los textos favoritos de Bergoglio: el
paralelo que Isaac de Stella hace entre María, la Iglesia y el alma humana.147 Es difícil precisar
dónde Bergoglio descubrió el texto de Isaac de Stella que tanto lo impactó148: si en el Oficio de
Lecturas de la Liturgia de las Horas149, o si en la “joyita” de De Lubac. Quizá en los dos. El hecho
es que nunca más se olvidó de esas afirmaciones. Por su influencia en el pensamiento de Francisco
se lo verá por separado. Desde ya, con todo, se debe advertir que se insiere en la misma línea de
comprensión desarrollada por De Lubac: una identificación plena entre María y la Iglesia, que se
aplica también explícitamente a cada alma fiel, es decir, a cada miembro de la Iglesia.
En la primera entrevista dada al investigador sobre su relación con la Virgen María, el Papa
Francisco temía olvidarse de mencionar un texto muy valorado por él: “No quiero que se me
escape… lo de Isaac de Stella, que también lo puse [en Evangelii Gaudium].”150 Recuerda,
entonces, todo el esfuerzo que había hecho antes por poner ese texto en un documento
magisterial:151 “Por cierto, tenía previsto que lo colocasen en el Sínodo, porque yo estaba en la
comisión post sinodal del Sínodo de la Eucaristía y dije: ‘Esto hay que ponerlo acá y listo’. Se trata
de ese paralelismo analógico entre lo que se dice de María, que se puede decir de la Iglesia y del
los Sermones del beato Isaac, abad del monasterio de Stella,” Sermón 51, PL 194, 1862-1863.1865, citado en CEA, ed., Liturgia
de las Horas según el rito romano, vol. I, 9ª ed. (México: Él, 1990), 119-120.
150 Francisco, E-1.
151 Ver la historia: ad supra 6.2.3.4.
152 Francisco, E-1. Francisco habla del Sínodo de la Eucaristía porque allí se formó la comisión que preparó el sínodo
siguiente, sobre la Palabra de Dios. Por eso fue en los documentos preparatorios de éste sínodo que él trató de introducir el texto
de Isaac de Stella.
729
El investigador se acordaba bien que habían intentado incorporar la cita de Isaac de Stella
a la parte mariológica del Documento de Aparecida y que ésta había sido la única parte de aquel
iuxta modum presentado por el Cardenal Bergoglio que no dejó rastro alguno en el texto final. Este
texto, como ya se ha mencionado, venía captando la atención de Bergoglio desde hacía mucho
tiempo y es una de sus citas marianas preferidas. Por eso tampoco se había olvidado de
mencionarla en la primera entrevista. Subrayó el valor personal que da a la reflexión de ese autor
medieval: “Es algo que tengo muy metido adentro, ¿no?” – dijo apuntando hacia su corazón –
Recién se dijo que no está claro si Bergoglio conoció ese texto por el Oficio de Lecturas o
por la lectura de De Lubac.154 Importa que, después de haber intentado, sin éxito, eternizar esa
de forma más amplia que en sus propuestas anteriores. Por lo tanto conviene tomar Evangelii
Gaudium como base para confrontarse con el texto Isaac de Stella y descubrir por qué Bergoglio
quiere presentar a María como Madre de la Evangelización. Para esto presenta el texto de Jn 19,25-
27 en el que Jesús, más que una “preocupación piadosa hacia su madre”, expresa una “fórmula de
revelación” de la “especial misión salvífica” de María. Allí, en la cruz, Jesús “nos lleva a ella,
del texto de Stella para el marianismo do Papa, afirma categóricamente: “¡Ese también! ¡Ese también! Ese punto... Isaac de
Stella, nota 212. Sí esto también es, digamos, directamente querido por él. Esta cita de Isaac de Stella.” Víctor Fernández,
entrevista al investigador.
730
porque no quiere que caminemos sin una madre” ni, tampoco, “que falte a su Iglesia el icono
femenino.” María, con fe, engendró a Jesús y acompaña al resto de sus hijos, los seguidores de
Jesús. En este contexto, el Papa introduce la reflexión del beato de Stella, para explicar “la íntima
conexión entre María, la Iglesia y cada fiel, en cuanto que, de diversas maneras, engendran a
Cristo.”156
toda su profundidad, el pensamiento del Papa Francisco y la visión unitaria entre María, la Iglesia
simbólico – que no fue propiedad sólo de la patrística – contempla esas tres realidades
profundamente unidas.159 En la teología expresada en sus homilías, el autor parte de la idea de que
Cristo es el único Hijo de su Padre y, en Él, Dios es nuestro Padre. Somos, como las Escrituras
enseñan, “hijos en el Hijo”160; hay un Hijo por naturaleza y muchos hijos por adopción. “Éstos,
siendo muchos por su generación según la carne, por la generación divina son uno con Él.”161 A
156 EG 285.
157 Isaac de Stella, Sermo 51: PL 194, 1863.1865, citado en EG 285.
158 La expresión es del célebre mariológo marianista: Luigi Gambero, Mary in the Middle Ages: The Blessed Mary in
the thought of medieval Latin theologians (San Francisco: Ignatius Press, 2005), 171.
159 Isaac de Stella, “Sobre María y la Iglesia,” Sermón 51, PL 194, 1862-1863.1865, citado en CEA, ed., Liturgia de las
Horas según el rito romano, vol. I, 9ª ed. (México: Él, 1990), 119-120. El texto en inglés se encuentra en: Gambero, Mary in the
Middle Ages, 175.
160 San Pablo en diversas ocasiones califica este ser hijos en el Hijo como una “filiación adoptiva”: Gal 4,4-5; Ef 1, 5;
partir de la idea agustiniana de la unidad del “Cristo total”, cabeza y cuerpo, Isaac afirma que
“uno” – el Cristo total – es el nacido de Dios, como “uno” es el nacido de María. Cristo es el único
hijo de su Madre y, en Él, somos hijos de ella; por lo tanto, por medio de Cristo, María es también
nuestra Madre. “Pues, así como la cabeza y los miembros son un Hijo y muchos hijos, así también
María y la Iglesia son una madre y muchas, una virgen y muchas…Ambas son madres de Cristo,
pero ninguna de las dos puede, sin la otra, dar a luz al Cristo total.”162
Según el desarrollo de la doctrina mariana en aquel entonces (siglo XII), Isaac parece no
entre María y nosotros, aunque de la lectura posterior de sus textos – como lo hace De Lubac o
Bergoglio – se pueda inferirla. Tener a María por madre (una madre) es equivalente a tener a la
Iglesia por madre (muchas madres). “María y la Iglesia, madre única y plural,”163 define De Lubac
refiriéndose al pensamiento de Isaac. Ser hijo de María, la que da a luz a la cabeza, es ser hijo de
la Iglesia, la que da a luz al cuerpo del único Cristo. Lo que Cristo es por naturaleza, en plenitud y
por generación (Hijo del Padre e Hijo de María), lo somos nosotros, en la Iglesia, por asociación,
Además, según Isaac de Stella, ambas, María y la Iglesia, son madre y virgen, conciben del
mismo Espíritu y dan a luz al mismo Hijo. María da a luz la cabeza, y la Iglesia da a luz los
miembros; María da a luz sin pecado y la Iglesia en la remisión de los pecados; María concibe del
Espíritu Santo para el nacimiento de Cristo, y la Iglesia para el renacimiento de los cristianos, en
la fuente bautismal. De esa manera, ni María ni la Iglesia dan a luz a Cristo totalmente solas, no
la Iglesia, 358.
732
son independientes entre sí, sino que actúan unidas. Así entonces se puede decir que la Iglesia da
Enseguida, Isaac aplica el paralelo a los fieles. Así como hay “un Hijo y muchos hijos”, así
también hay “una Madre y muchas madres, una Virgen y muchas vírgenes”, es decir, los fieles son
y “vírgenes de Cristo”, manifestando su amor fiel y total adhesión de fe a Él, según su vocación.
Conviene recordar que para los Padres de la Iglesia y los autores medievales la idea de virginidad
tiene que ver con el guardar la integridad de la fe.165 Por lo tanto la Iglesia y el alma humana son
cisterciense, no nos convertimos en madres y vírgenes de Cristo sin María, porque en ella
encontramos esa unión. Por eso no debemos solamente imitarla sino estar en unión con ella. Ella
es el principio de esa unión, pues María y la Iglesia tienen la misma misión: dar a luz a Cristo
En ese contexto, Isaac habla de “tres nacimientos” de Cristo: el nacimiento a partir del
Padre, el nacimiento a partir de María y el nacimiento a partir de la Iglesia por medio del
bautismo.167 Así, pues, Cristo quiere nacer del Padre para nosotros (para nuestro bien), a partir de
nosotros (por medio de María) y en nosotros (en el corazón de cada uno de nosotros, de cada alma
fiel, por el bautismo). De ese modo hay una perpetuación del misterio de Cristo, que nace por obra
164 “Dan a Dios Padre una posteridad: María, sin ningún pecado, ofrece al cuerpo su cabeza; la Iglesia en la remisión de
todos los pecados, da a esta Cabeza su cuerpo. Ambas son, pues, madre de Cristo: pero ninguna de las dos lo da a luz totalmente
sin la otra.” Isaac de Stella, Sermón 61 (PL 194, 1683), citado en De Lubac, Meditaciones sobre la Iglesia, 348.
165LG 64, que en la nota 191, entre los varios textos patrísticos referidos, incluye el que se estudia aquí: Isaac de
Stella, Sermo 51 (PL 194, 1863A).
166 Isaac de Stella, “Sobre María y la Iglesia,” 120.
167Isaac de Stella, Sermón 42, citado en Deyanira Flores, “The Virgin Mary in the Medieval Period. Part II: 12 th – 15th
Centuries,” Class Handout, Summer 2011, International Marian Research Institute, Dayton, 289-290.
733
del Espíritu Santo y de la Virgen María, de la Virgen Iglesia y de nuestras almas virginales. La
vida y el misterio de Cristo se perpetúan en el tiempo a través de María, de la Iglesia y de cada uno
de nosotros.
mencionados168, considera que los textos de las Escrituras referidos a María pueden ser aplicados
a la Iglesia y viceversa. Pero, uno de sus aportes es distinguir los sentidos en que se aplica la
analogía: lo que se dice en un sentido universal (o general) sobre la Madre Iglesia, se puede decir
sobre cada alma fiel. Siguiendo esa línea de razonamiento, el abad cisterciense formula la tríada
que agradará mucho al Papa Francisco: lo que se dice de María en un sentido especial (su santidad,
virginidad, maternidad, colaboración, gloria, etc.) se puede decir de la Iglesia en un sentido general
(o universal) y de cada “alma fiel” en un sentido individual (o singular). Y eso se puede aplicar a
Tampoco a Henri de Lubac pasó desapercibida la riqueza del sermón recogido por
Francisco y lo caracteriza como “uno de los más bellos poemas dogmáticos”169 de la Tradición.
Destaca justamente que ese autor medieval “logra unir, distinguiéndolos, los tres objetos de su
poema, gracias al empleo concentrado de tres adverbios”170 mencionados. Por detrás de la elección
de estos adverbios está un principio exegético que remonta a Ticonio, cuya cuarta “regla para
interpretar la Escritura”171 dice que ésta suele “esconder la species bajo el genus, como si bajo un
Agustín. “Siete Reglas de Interpretación (de la Biblia)” es su obra más conocida. Ver: Juan José Ayan Calvo, Libro de las reglas
– Ticonio (Madrid: Ciudad Nueva, 2009).
734
miembro se ocultara todo el cuerpo.”172 Aplicándola a María y la Iglesia se puede decir que cuando
la Biblia habla de María, se ve preformado in specie lo que debía realizarse más tarde in genere en
la Iglesia. Por otro lado, como entre genus y species no hay necesariamente una jerarquía, para
hablar de las almas individuales se hizo necesario incluir un tercer término: singularis (o el
adverbio singulariter), que pasó a referir al individuo singular, mientras que specialis (o
specialiter) quedó reservado a María, y generalis (o generaliter) siguió siendo el adverbio para la
Iglesia. Specialiter se refiere entonces a un unicum, a una situación “fuera de serie, por excelencia,
solamente a María. Por otro lado, para el alma de cada fiel se usa singulariter, que indica lo
particular de cada individuo, que se distingue de María porque no hay “nada de especial”, ninguna
excelencia y puede ser aplicado a todos. Sin embargo, el adverbio generaliter (o universaliter)
tiene algo de ambiguo, pues engloba los otros dos, y de cierta forma “retrocede” en relación al
caso “especial”, pues lo pone como “uno más” en el conjunto total. De hecho, María es un miembro
más de la Iglesia, aunque su miembro más excelente. De Lubac parece lamentar esa ambigüedad
e insiste en afirmar que María es el “verdadero universal concreto que comprende eminentemente,
en su calidad pura, la suma de perfección de todos los demás miembros: la parte más grande de
Pero volviendo al texto de Isaac de Stella recogido por Francisco en Evangelii Gaudium,
obsérvese que aparece el paralelo María-Iglesia-alma, pero – en la correspondiente tríada con los
172 Así lo explica, refiriéndose a la opinión de R. P. Barré, sin citar fuentes. Quizá se refiera a Nicolas Barré (1621-
utilizado, sino que está puesto en una parte de la homilía que fue omitida por Francisco: “Todo lo
cual la misma Sabiduría de Dios, que es la Palabra del Padre, lo dice universalmente de la Iglesia,
entre Iglesia, María y el alma fiel, y trabaja con la distinción recién indicada entre lo universal, lo
especial y lo individual. De esa forma, lo que vale universalmente para la Iglesia puede ser aplicado
de modo especial a María y en forma individual al alma fiel. Así, por ejemplo, Isaac afirma que
Virgen María y en su significado individual es también cada alma fiel.”176 Y volviendo al texto
recogido en Evangelii Gaudium, Isaac dice que Cristo “permaneció nueve meses en el seno de
y quiere reposar “en el conocimiento y en el amor del alma fiel” (sentido individual).
Antes de concluir este apartado, conviene mencionar que De Lubac dedica aún varias
páginas de su capítulo sobre la Iglesia y María para explicar un “principio exegético fecundo” y
“perfectamente objetivo del punto de vista de la fe” que inspira numerosos comentarios marianos
del Cantar de los Cantares.177 Estos parten del tipo de exégesis anteriormente indicado, que permite
descubrir en los textos bíblicos sentidos más profundos. De Lubac rechaza el tipo de “exégesis
naturalista” y defiende una posible “interpretación mística” de estos textos.178 La lectura mariana
de varios textos del Cantar de los Cantares, hecha por autores cristianos, permite afirmar que “este
cántico de amor…es, pues, ante todo – specialissime – el cántico de María.”179 Pues estos autores
“tienen costumbre de dar tres sentidos a todas sus palabras: uno, que se refiere a la Iglesia en
general; otro, que mira a cada una de las almas en particular; y el tercero, que aparentemente es el
de María sobre los otros dos elementos de la analogía, De Lubac vuelve a proponer la idea de
“pericoresis”, sugerida por Scheeben. “María es la primera amada, pero en ella toda alma santa, y
en primer lugar toda la Iglesia, cuya forma es, es amada igualmente. El misterio cristiano es uno.
Obsérvese, por fin, que el análisis exegético del Cantar de los Cantares, sugerido por De
Lubac, encontró poco eco en los discursos de Bergoglio; sea porque no lo convencieron tanto como
otras ideas del autor, sea porque encontró las analogías muy complejas para la comprensión del
santo pueblo fiel de Dios. El hecho es que no se encuentra ningún texto donde las aplique. Por eso
también no se presenta aquí más detenidamente esa parte del pensamiento de De Lubac.
179De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 389. “Aunque el cántico de amor, es decir, el epitalamio de Salomón, se
refiere especial y espiritualmente a la Iglesia, se refiere, sin embargo, de manera más especial y más espiritual a la gloriosa
Virgen.” Alano de Lille, “Elucidatio in Cantica,” PL 210, 53, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 389.
180 Louis François d’Argentan, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 390.
181 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 391, énfasis del autor. San Buenaventura, “considerando la excelencia de la
Virgen gloriosa en relación con la Iglesia universal, decía: ‘lo mismo que el sol sobrepasa y realza los cuerpos de toda la
máquina del mundo, así la bienaventurada Virgen sobrepasa y realza a los miembros de toda la Iglesia’.” San Buenaventura, De
Nativitate B.V.M. sermo, citado en De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 392, énfasis del autor.
737
Juan Pablo II,182 metodológicamente se sigue aquí la sugerencia de Víctor Fernández de estudiar
las ideas marianas asentadas por Francisco en su texto más importante, la exhortación Evangelii
Gaudium. En la “sección mariana” de esa exhortación, el Papa Francisco cita dos textos de
Redemptoris Mater, de Juan Pablo II.183 Como ya se ha comentado, estos se refieren a una de las
corazón de madre. De las muchas cosas que Francisco podría escribir sobre María en su
sobre María, él elige justamente ésta, que – además – no llega a ser “central” en la misma
exhortación, aunque seguramente indique una actitud muy importante para llevar a cabo lo que la
exhortación propone. ¿Por qué, entonces, eligió esa idea? La respuesta es simple: porque es una
idea que lo impactó, como dijo en la primera entrevista concedida al investigador. Pero, además,
porque al hablar de María ésta es una idea significativa para él, que lo marca, que medita y que
durante años ha “guardado en su corazón”, al mejor “estilo mariano”.184 Por esto, en la primera
oportunidad que tuvo de dejar registradas esas ideas como parte del “programa de su pontificado”,
182 La semejanza entre la eclesiología de Pablo VI y Francisco ha sido señalada en: Carlos María Galli, “Diez claves de
la exhortación Evangelii Gaudium,” en Francisco, la alegría que brota del pueblo: una reflexión compartida de Evangelii
Gaudium, ed. Jorge Benedetti et al. (Buenos Aires: Santa María, 2015), 111-113. También ya se mencionó la influencia de
Evangelii Nuntiandi de Pablo VI en el pontificado de Francisco: ad supra 8.3.
183 Juan Pablo II, “Carta encíclica Redemptoris Mater sobre la Bienaventurada Virgen María en la vida de la Iglesia
peregrina,” La Santa Sede, 25 marzo 1987, acceso 8 mayo 2017, http://w2.vatican.va/content/john-paul-
ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_25031987_redemptoris-mater.html
184 Lc 2,19.51
738
Esta constatación fue confirmada por Víctor Fernández: “Aquí en Evangelii Gaudium, en
este apartado breve, de María, hay una cosa que yo le escuché decir a él muchas veces y que acá
aparece, por lo tanto, es algo muy querido por él… Esto: ‘etapas de aridez, ocultamiento y cierta
fatiga como las que vivió María en los años en que Jesús crecía…’ Estos puntos de Redemptoris
Mater para él son muy importantes.”185 El rector de la UCA sigue explicando el método que había
sugerido al investigador: “Entonces acá tenés, en la reflexión sobre María, cuáles son los puntos
que a él particularmente le son queridos. Entonces, de Redemptoris Mater, que se ve que él la leyó
detenidamente, los puntos que puso acá para él son particularmente significativos… Esa idea es
muy, muy querida por él…de esto sabés con certeza que hay un interés personal, que no son cosas
Puede parecer que esta idea de Juan Pablo II no “encaja” en este subcapítulo, que trata del
principio de la relación entre María y la Iglesia. Sin embargo, leída desde el pensamiento “mariano
eclesiológico” del Papa Francisco, tal como ha sido trazado hasta ahora, todo lo que se refiere a
de la Iglesia peregrina, y la peculiar fatiga de su corazón maternal debe ser referencia permanente
para el corazón de la Iglesia Madre (y de cada alma fiel en su labor misionera maternal). Además,
uno de los textos citados (de RM) presenta María como “punto de referencia” para la Iglesia.187
Redemptoris Mater fue escrita por ocasión del Año Mariano (1987-1988), convocado por
mismo tiempo, nuestra mirada hacia su Madre. En los últimos años se han alzado varias voces para exponer la oportunidad de
hacer preceder tal conmemoración por un análogo Jubileo, dedicado a la celebración del nacimiento de María.” RM 3.
739
central refiere a María en su relación con la “Iglesia peregrina”, idea que remarca también
constante para la Iglesia.”189 Lumen Gentium ya había dicho que María “avanzó…en la
peregrinación de la fe, y mantuvo fielmente su unión con el Hijo hasta la cruz,…asociándose con
entrañas de madre a su sacrificio.”190 Juan Pablo II dice que “la peregrinación de la fe indica la
historia interior”, tanto de las almas como de la historia humana, incluso la actual, en la que “María
sigue ‘precediendo’ al Pueblo de Dios.”191 Pero lo que Lumen Gentium había dicho de María, el
constante” para la Iglesia e, incluso, para todos los pueblos. Y esto seguramente le gustó a
salvación, en el misterio de Cristo (capítulo I) y “en el centro de la Iglesia peregrina” (capítulo II),
describiendo la actuación de María entre sus hijos con la expresión “mediación materna” (capítulo
III), que ilumina la amplia discusión mariológica sobre la forma de la mediación mariana. La otra
cita que Francisco usa en Evangelii Gaudium está en el primer capítulo de la encíclica de Juan
Pablo II. Ese capítulo trae una densa síntesis de los textos bíblicos relativos a la presencia de María
en la vida de Cristo, a partir de tres expresiones: la primera es el saludo del ángel “llena de
gracia”192, que destaca el designio salvífico de Dios sobre María y la humanidad; la segunda es el
189 RM 6.
190 LG 58.
191 RM 6.
192 Lc 1,28; RM 7-11.
740
saludo de Isabel “feliz la que ha creído”193, que ilumina la “obediencia de la fe” de la Virgen y es
“como una clave que nos abre a la realidad íntima de María”194; y la tercera son las palabras de
Jesús “ahí tienes a tu madre”195, por la que María asume la dimensión “nueva” de su maternidad,
“engendrada por la fe” y fruto del “nuevo amor que maduró…junto a la Cruz.”196 Relacionado con
la segunda expresión – “Feliz la que ha creído” – está el texto usado por Francisco.
El n. 287 de Evangelii Gaudium rescata una parte del n. 17 de Redemptoris Mater con la
es presentada como “Estrella de la nueva evangelización,”197 a quien Francisco pide que interceda
en esa nueva etapa evangelizadora de la Iglesia. Presenta, entonces, a María como “mujer de fe”,
cuya “peregrinación de fe”, conducida siempre por el Espíritu, debe ser “referencia constante para
la Iglesia”, como ya se dijo. El Papa invita a fijar en ella “la mirada” – idea tan querida por él desde
sus peregrinaciones a Luján – para que ella ayude a “los nuevos discípulos” a que se conviertan en
buenos misioneros. Describe, entonces “la peregrinación evangelizadora”, en la cual “no faltan las
etapas de aridez, ocultamiento, y hasta cierta fatiga, como la que vivió María en los años de
Nazaret, mientras Jesús crecía.” La idea de la fatiga en los momentos de aridez lleva Francisco a
Éste es el comienzo del Evangelio, o sea de la buena y agradable nueva. No es difícil, pues,
notar en este inicio una particular fatiga del corazón, unida a una especie de ‘noche de la
fe’ – usando una expresión de san Juan de la Cruz –, como un ‘velo’ a través del cual hay
que acercarse al Invisible y vivir en intimidad con el misterio. Pues, de este modo María,
¿Por qué será que esta idea llama tanto la atención de Francisco? Obsérvese que el Papa no
la usa con la intención de destacar alguna actitud especial de María, sino de los agentes
destacada aquí es la capacidad de mantener la fe en medio de las fatigas, las oscuridades y “noches
que la mencionó. El investigador le había preguntado sobre cómo se puede integrar la contribución
de las mujeres en la vida de la Iglesia. El Papa ya había explicado que era importante un rescate
teológico del papel de la mujer en la Iglesia y que lo más importante no era dar funciones o tareas
específicas para las mujeres en la Iglesia, sin negar que esto también pueda acontecer. El
investigador no se dio por satisfecho e insistió en la pregunta, teniendo que repetirla tres veces.
Tuvo la nítida impresión de que el Papa y él hablaban en “diferentes sintonías”, que partían de
puntos de vista distintos sobre el tema. Él seguía esperando que Francisco le dijese qué tipo de
ministerio eclesial debería confiarse a las mujeres dentro de las comunidades parroquiales,
diocesanas e, incluso, en la curia romana. Pero Bergoglio estaba navegando “en aguas más
profundas”. Volvió a ser categórico, excluyendo un exceso de preocupación por las funciones, y
agregó otro argumento mariano, para ver si el investigador captaba lo que le quería decir.
198 RM 17.
199 Una idea que Francisco siguió repitiendo: “Até à noite suprema de Maria, quando o seu Filho foi pregado na
cruz...Maria ‘estava’ na escuridão mais espessa, mas ‘estava’. Não foi embora... está ali por fidelidade ao plano de Deus do qual
se proclamou serva no primeiro dia da sua vocação, mas também por causa do seu instinto de mãe que simplesmente sofre, cada
vez que um filho atravessa uma paixão. Os sofrimentos das mães: todos nós conhecemos mulheres fortes que enfrentaram muitos
sofrimentos dos filhos!” Francisco, “Audiência Geral,” La Santa Sede, 10 mayo 2017, acceso 11 mayo 2017,
http://w2.vatican.va/content/francesco/pt/audiences/2017/documents/papa-francesco_20170510_udienza-generale.html
742
“No es funcional y tampoco es ministerial. Yo creo que va por la dimensión de María. Hay
una frase que a mí me llega mucho, que nunca la terminé de entender, pero que la busco y ‘me
hace ruido’ bueno”200, comenta el Santo Padre. Y continúa: “la puse también en la exhortación
[Evangelii Gaudium] para que le ‘haga ruido a otros’. María es la que sabe leer el acontecimiento
con la promesa a la luz de la historia de salvación, sabe leer… Ese intentar interpretar lo que le fue
pasando – tantas contradicciones – a la luz de la fe, le produce en ella, dice Juan Pablo II en la
Francisco revela así el impacto del texto de Juan Pablo II en él: “le hace ruido” bueno, es
decir, mueve algo interiormente en él, le agrada, le parece importante. Revela también su intención
explícita al reforzar el texto de su antecesor: “que haga ruido a otros”, es decir, que otros también
guarden ese texto en el corazón, lo mediten, no lo pasen por alto al leer Redemptoris Mater. De
hecho, hay tantas ideas buenas en la encíclica del Papa Wojtyla, que quizá muchos nunca dieron
real importancia a esas palabras. Recuérdese que Bergoglio ya había intentado – sin éxito – poner
esa idea en el documento final de Aparecida, en uno de los iuxta modum presentados por él, como
ya se mencionó: “De María aprendemos la paciencia para esperar y soportar en medio de las
oscuridades y dificultades de la vida de discípulo; con ella experimentamos la ‘peculiar fatiga del
corazón’ que lleva a leer los signos de los tiempos a la luz de la fe.”202 Ese era el texto que no fue
incorporado al Documento de Aparecida y cuya idea central, ahora como Papa incluyó en su
exhortación, para que la frase de su predecesor “hiciese ruido bueno” en el corazón de otros.
Nótese, además, como queda más explícito en la entrevista que en la exhortación, que la
discernir, de interpretar, de “leer” los acontecimientos de la vida, con sus contradicciones, a la luz
de “la promesa, a la luz de la historia de salvación.” Eso cansa el corazón, pero el evangelizador,
a ejemplo de María, debe buscar la voluntad de Dios ante las contrariedades de la vida, aunque se
fatigue su corazón. Éste es también el sentido original del texto, que describe el periodo de la vida
oculta de María junto a Jesús, en Nazaret, en la que “durante muchos años, permaneció en
fatiga del corazón” expresa una actitud femenina necesaria para la Iglesia: “Eso es propio de la
mujer. Es propio de una madre fatigarse, soportar…”204 Y advirtiendo que le era difícil al
“Te pongo casos, para que ‘pesques’ para donde voy…” dice el Papa con el tono pedagógico del
pastor que se preocupa por las ovejas. Cuenta el caso de un dirigente gremial, que a los 22 ó 23
años, “cayó en el alcoholismo y sufrió una depresión bárbara. Era muy pobre, muy humilde. La
madre era lavandera en una época en que no había lavarropas… iba a lavar a las casas.” 205
Describe, entonces, una escena que el joven mismo le había contado: “Él dormía en una pieza
chiquita, y cuando la mamá salía de su pieza para ir a trabajar, tenía que pasar por la pieza de él –
se ve que era una casa muy humilde – y él, que estaba despierto, pero con la resaca de la borrachera,
la veía. Y cuenta que ella lo miraba y seguía y se iba a trabajar.”206 Después de varios meses
viviendo eso todos los días el joven decidió dejar el alcohol y empezar una nueva vida. “Esa sola
mirada le cambió la vida,”207 insiste el Papa. Él mismo joven declaró que “no pudo aguantar la
mirada de su madre.” Y Francisco concluye, indicando lo que quería ilustrar con esa larga historia:
“Ningún reproche. Una mirada de ternura. Esa mujer, rezando por su hijo y mirándolo esas
Una vez más el investigador constataba que la teología del Papa era “narrativa”. Para
explicar sus “conceptos” él cuenta historias. Se trata de una perspectiva diferente de la usual entre
los teólogos; más vivencial que especulativa, más teologal que teológica. Y para asegurarse de que
su interlocutor le había entendido, Francisco hace el paso a lo mariológico: “¿Te das cuenta? Ella,
fatigada, es capaz de llevarnos… Es la que convence… Como María en Caná convence de seguir
al Señor. Tiene la capacidad de convencer, y no es de una forma racional. Hay algo de maternalidad
allí”. Y terminando su argumentación agrega: “Yo iría por ese lado. Agarraría esta frase: ‘la
peculiar fatiga del corazón’, la capacidad de leer los acontecimientos – hasta los más atroces – a
homilías y que proviene, nuevamente, de su antecesor: “Juan Pablo retoma lo mismo cuando dice
que – no recuerdo el número, pero en la misma Redemptoris Mater – María al pie de la cruz
recuerda las promesas, y que dentro de sí quizás habría tenido ganas de decir: ‘¡Mentira!’. Sin
embargo, hizo el esfuerzo de releer los acontecimientos, aunque no entendiese nada.”210 Se refiere
al párrafo siguiente de la mencionada encíclica, el n. 18, que describe los sentimientos de la Virgen
María al pie de la cruz. Ella, que había escuchado la promesa del ángel diciéndole que su Hijo
sería grande y su trono no tendría fin211, tuvo que ser “testigo, humanamente hablando, de un
completo desmentido de estas palabras. Su Hijo agoniza sobre aquel madero como un
condenado.”212 Ante tal contradicción, ella permaneció fiel junto a su Hijo, pero tuvo que releer
los acontecimientos y reinterpretar las promesas de Dios. Por eso Juan Pablo II declara: “¡Cuán
grande, cuán heroica en esos momentos la obediencia de la fe demostrada por María ante los
insondables designios de Dios! ¡Cómo se abandona en Dios sin reservas, prestando el homenaje
Esas actitudes, propias de María en su “peregrinación de fe”, según Francisco, son más
típicas de las mujeres y tiene que aprenderlas la Iglesia que peregrina en esta tierra rumbo al Reino
definitivo. Siguiendo el paralelismo de Isaac de Stella, se puede decir nuevamente aquí: lo que
vivió María de manera especial es paradigma y modelo para la vida de la Iglesia en sentido general
y para la vida de cada alma humana en sentido individual, singularmente para el alma de la mujer.
En otras palabras, toda mujer posee las actitudes peculiares del alma femenina, pudiendo
encarnarlas – de manera mejor y más connatural que en el caso de los hombres – al servicio de la
Iglesia, a ejemplo de María, su “icono femenino”214. Obviamente esta conclusión supone una
antropología teológica que distingue lo propio de cada sexo, masculino y feminino, creados por
211 Lc 1,32-33.
212 RM 18, énfasis del autor.
213 RM 18, énfasis del autor.
214 EG 285.
746
acentuadas en la mujer y otras más propias del hombre, sin con esto estereotipar ni negar los
distintos grados en que eses rasgos se pueden dar en cada persona específicamente.
Excede los límites del presente estudio comprobar la validez de tal tipo de antropología. Es
suficiente aquí constatar que el Papa la supone al momento de sugerir a la Iglesia que asuma el
utiliza el concepto de “Iglesia Madre” para referirse a esos trazos. Sirva aquí como indicación un
libro de Damiano Marzotto – Pietro e Maddalena: il vangelo corre a due voci215 – que Francisco
entre los hombres y las mujeres en el proceso evangelizador de la Iglesia primitiva. Maziotto no
llega a decir que la capacidad de “fatigar el corazón”, ni siquiera la maternidad, son características
propias de María o de la mujer en general. Pero dice que María: comparada a Zacarías ante el
anuncio del ángel217, ilustra como el hombre exige, pero la mujer sabe acoger; y comparada a los
pastores218, guarda todo en su corazón, mostrando una actitud más interior que la de ellos. Sin
El autor postula tres líneas comunes que caracterizan esa colaboración entre los sexos en
la evangelización. Ellas se encuentran, con diferentes acentuaciones, en los varios libros del Nuevo
Testamento: primero, “una capacità di accoglienza da parte della donna, che si affianca a un
215 Damiano Marzotto, Pietro e Maddalena: il vangello corre a due voci (Milano: Ancora, 2010).
216Ferruccio de Bortoli, “Francisco: pintar al Papa como Superman es ofensivo,” La Nación, 5 marzo 2014, acceso 20
marzo 2017, http://www.lanacion.com.ar/1669312-francisco-pintar-al-papa-comosi-fuera-una-especie-de-superman-me-resulta-
ofensivo. Ver ad supra 7.3.4.
217 Lc 1,18 // Lc 1,38.
218 Lc 2,8-20.
219 Marzotto, Pietro e Maddalena, 22-23.
220 Marzotto, Pietro e Maddalena, 6.
747
de escucha y de contemplación; segundo, “una capacità di anticipazione da parte della donna, che
all’universale caratterizza gli interventi, spesso anticipatori, della donna presso l’uomo,” 222 pues
con su presencia, iniciativas prácticas o verbales, la mujer alarga los horizontes de la misión. En
una breve síntesis, resume Marzotto: “Se da una parte la donna provoca, antecede, accoglie,
interiorizza, assimila, approfondisce e quindi permette uno sviluppo più ampio, più universale alla
salvezza; dall’altra l’uomo porta a compimento con gesti puntuali, pratici, di risanamento, di
peculiar fatiga del corazón femenino en la vida de la Iglesia, que debe, cada vez más, integrar el
aporte femenino, “per impedire una sua omologazione a modelli maschili e per non privare la
anteriormente, se hace necesaria una referencia, aunque breve, a este importante teólogo del siglo
XX por tres motivos: primero, porque Francisco lo mencionó en sus entrevistas al investigador;
segundo, porque el Papa tiene presente el “principio mariano en la Iglesia”, formulado por
Balthasar, que, a la vez, se relaciona directamente con el principio teológico – la relación María-
Iglesia – defendido en este trabajo como central en el pensamiento y praxis de Francisco respecto
a la piedad popular mariana; tercero, porque en Evangelii Gaudium, Francisco desarrolla el tema
de la presencia de la mujer en la Iglesia,225 y hace un parangón entre María y los obispos, haciendo
Papa, como declaró en la entrevista al investigador.226 Ante esta postura, el investigador tiene una
opinión más matizada: parece verosímil que, de hecho, Francisco no haya tenido influencia de
puede atestiguar que por lo menos una idea eclesiológica balthasariana le llegó a Bergoglio y
confirmó sus propias intuiciones, a tal punto que la ha mencionado algunas veces: el perfil o
principio mariano en la Iglesia, y por eso se hace necesario tratarlo aquí, únicamente bajo esa
perspectiva específica.
225 EG 103-104.
226Férnandez hablaba del “aspecto mariano de la Iglesia; [pues] cuando la Iglesia es mariana, le da lugar a la ternura, a
la misericordia,” cuando el investigador le preguntó directamente si en eso no había algo de Balthasar, por lo menos resonando en
el fondo del pensamiento de Bergoglio. Fernández fue categórico en la respuesta: “No. Esto es de él [Bergoglio]. Viene de otra
vertiente… O sea, nosotros lo asociamos [con el principio mariano de Balthasar]. Pero no es que Balthasar lo [haya influenciado].
No, no, no. Además, no es un autor que uno pueda decir que a él le ha interesado mucho… No, no.” Víctor Fernández, entrevista
al investigador.
227 Con todo, se debe recordar que el jesuita Bergoglio seguramente leyó, por lo menos dos obras de Balthasar y las
comentó en artículos de la revista Stromata. Hans Urs von Balthasar, El complejo antirromano (Madrid: BAC, 1981) fue uno de
los libros analizados en: Jorge Mario Bergoglio, “Actitudes conflictivas y pertenencia eclesial: a propósito de tres publicaciones,”
Stromata 39 (1983): 141-153. Obsérvese que ese libro tiene un capítulo sobre la maternidad de la Iglesia (p. 185-229) que lo
abraza todo, que, sin embargo, no fue objeto del comentario de Bergoglio en su artículo. El otro libro fue: Hans Urs von
Balthasar, La verdad es sinfónica: aspectos del pluralismo cristiano (Madrid: Encuentro, 1979), analizado en: Jorge Mario
Bergoglio, “Sobre el pluralismo y eclesiología latinoamericana,” Stromata 40 (1984), 321-331. Bergoglio clasifica el libro de
Balthasar como “un positivo aporte a la teología del pluralismo” (p. 321), elogia su “capacidad de elaborar hermenéuticas aptas a
las realidades teológicas” y dice que ésta es “uno de los fuertes de v.B. [von Balthasar] y – por ende – uno de los motivos de que
su teología resulte tan sugerente.” (p. 322)
749
referirse al intento de poner el texto de Isaac de Stella en el documento final del Sínodo de la
ideas marianas. Una vez más el Papa apuntó a su corazón y dijo: “Es algo que tengo muy metido
aquí adentro. Aquella idea de Isaac de Stella, que está en la misma línea del principio mariano y
perspectiva mariana que él lleva en el corazón: la dimensión femenina – y por tanto mariana – de
la Iglesia y su relación con Balthasar. Y el Papa sigue su reflexión: “No se refiere a si la mujer va
a poder celebrar misa”230, dando a entender su postura contraria al sacerdocio femenino, la cual ya
declaró varias veces.231 “Lo femenino en la Iglesia es ese paralelismo; una dimensión femenina
del alma humana que es apertura para recibir la gracia, se trata de la forma como la mujer recibe
la inspiración de Dios y del Espíritu Santo. Por eso el alma es femenina. La Iglesia que es Madre
y Virgen a la vez, es femenina. Y María también,”232 redondea el Papa. Luego apunta a la necesidad
II, pero con una formulación definitiva. Ésa está cerrada, esa puerta, pero sobre esto quiero decirle algo. Ya lo he dicho, pero lo
repito. La Virgen María era más importante que los Apóstoles, los obispos, los diáconos y los sacerdotes. La mujer, en la Iglesia,
es más importante que los obispos y los sacerdotes; el cómo es lo que debemos intentar explicitar mejor, porque creo que falta
una explicitación teológica de esto.” Francisco, “Conferencia de prensa durante el vuelo de regreso a Roma,” La Santa Sede, 28
julio 2013, acceso 8 mayo 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/july/documents/papa-
francesco_20130728_gmg-conferenza-stampa.html. Ver también: EG 104.
232 Francisco, E-1.
233 “En la Iglesia, se debe pensar en la mujer desde este punto de vista: de decisiones arriesgadas, pero como mujeres.
Esto se debe explicitar más. Creo que nosotros no hemos hecho todavía una teología profunda de la mujer, en la Iglesia.
Solamente puede hacer esto, puede hacer aquello, ahora hace de monaguilla, ahora lee la lectura, es la presidenta de Caritas…
Pero, hay algo más. Es necesario hacer una profunda teología de la mujer.” Francisco, “Conferencia de prensa durante el vuelo de
regreso a Roma,” 28 julio 2013. Ver también: EG 104.
750
que se debe ahondar en la teología de la mujer.”234 Pero vuelve a afirmar que no se trata de “una
teología funcional”235 e insiste: “En última instancia, cuando se dice que es una injusticia que las
mujeres no pueden celebrar misa, recuerdo que María no era sacerdote y era más importante que
indicación – recurrir al pensamiento del suizo Urs von Balthasar (1905-1988), uno de los mayores
teólogos del siglo XX. Se lo va a leer aquí desde uno de sus principales intérpretes en este aspecto,
Brendan Leahy, autor de una tesis doctoral sobre el principio mariano en la eclesiología de
constitutiva de la Iglesia. Cada uno de ellos está relacionado con una persona importante en los
orígenes de la Iglesia,238 cuya misión debe perdurar a lo largo de la historia, de forma arquetípica:
(dimensión de la tradición).239 Sin embargo, el teólogo suizo afirma que la Iglesia tiene además
otro principio que abraza a todos los otros y les es anterior: el principio mariano.240 Éste, que
Iglesia es una realidad dinámica y multidimensional, hecha de diversos ‘principios personificados’ que forman un único cuerpo
místico, esposa de Cristo.” Leahy, El principio mariano, 60.
239 Leahy, El principio mariano, 61-63.
240 “María personifica a la Iglesia en dos sentidos: en un primer sentido, porque toda la realidad de la Iglesia consiste en
ser transparencia mariana de Cristo; en un segundo sentido, porque María es la madre que ha engendrado al Verbo del que nace la
Iglesia, y es la esposa que coopera con Cristo en el acontecimiento de la redención. María es, pues, ese principio de la Iglesia que
751
puede ser considerado una de las intuiciones más originales de la mariología contemporánea, se
refiere a la dimensión materna y esponsal de la Iglesia, que abarca y es más fundamental que todas
las otras. El principio mariano refleja la identidad femenina de la Iglesia.241 En este sentido,
individual, sino que en él está contenida la dimensión colectiva de apertura de todo ser humano al
misterio de Dios. “El sí de María abraza a todos los demás ‘síes’ a Dios…En términos de carisma,
el ‘sí’ de María es repetido a lo largo de los siglos como la forma interior de apertura a toda nueva
mostrando que existe un vínculo estrecho y complementario entre ellos, que llama de “doble
unidad” por medio de una “inhabitación recíproca” (perichorésis).244 Sin embargo, lo mariano es
lo primero, tanto en el designio de Dios como en el tiempo, siendo más elevado y eminente, más
lo abraza todo, el punto en que todos los demás perfiles de la Iglesia encuentran el centro de gravedad de su unidad interna.”
Leahy, El principio mariano, 63.
241 “La mujer – en cuanto sinagoga-María-Iglesia – es la unidad inseparable de lo que permite a la Palabra de Dios venir
al mundo en virtud de la fecundidad natural y sobrenatural que se le da. En cuanto capacidad activa de recibir todo cuanto otorga
el cielo, la mujer es la síntesis del poder y de la dignidad creatural.” Leahy, El principio mariano, 55.
242 Leahy, El principio mariano, 94.
243 Leahy, El principio mariano, 98-105.
244 Leahy, El principio mariano, 112-114.
752
Estas reflexiones tienen consecuencias muy concretas en la vida de la Iglesia como, por
etc.246 A modo de ilustración, se puede referir al lugar de la mujer en la Iglesia, ya que Francisco
especialmente percibido en las mujeres y su feminidad. Balthasar habla de lo que se podría llamar
– según Leahy – una “autoridad mariana de amor típica de la mujer”, porque ella es portadora de
la esencia de la Iglesia (amor y unidad), es el lugar privilegiado en que Dios puede y quiere ser
acogido en este mundo marcado por lo masculino y tecnológico, ella es salvaguarda de lo humano
derecho de reservar la ordenación ministerial solo a los varones, basado en la unidad de los
distinción.248 Sin embargo – tal como Bergoglio en Evangelii Gaudium249– Balthasar se opone a
(Vollmacht) y poder (Macht). En la economía cristiana lo que reina es la autoridad mariana del
profundidad de la diferencia sexual centrada en la diversidad de las personas se pone plenamente de manifiesto en la relación
Cristo-Iglesia…Mientras el varón tiene asignada la tarea de representar y la mujer tiene asignada la tarea de ser…el varón-
sacerdote…representa a quién él no es (el Señor) y transmite lo que él no posee (la presencia real del Señor y los sacramentos).
La mujer, por otra parte, se apoya en sí y es completamente ella misma, es decir, una criatura que está delante de Dios como
partenaire, apta para recibir, llevar, madurar y alimentar su semilla y su Espíritu.” Leahy, El principio mariano, 165-166.
249 EG 104.
753
amor y no el poder. Varones y mujeres están llamados a ser “otros Cristos” e a imitar a María, en
que existe inmaculada y sin mancha’ (cf. Ef 5, 27). En este sentido se puede decir que la Iglesia
es, a la vez, ‘mariana’ y ‘apostólico-petrina’.”251 El Papa Wojtyla ya había usado el mismo paralelo
terminología balthasariana: “La Vergine Maria è archetipo della Chiesa a causa della maternità
divina, e, come Maria, la Chiesa deve, e vuole essere, madre e vergine. La Chiesa vive di questo
autentico ‘profilo mariano’, di questa ‘dimensione mariana’.”252 Las palabras de Wojtyla, que en
parte cita las de Balthasar, traen una buena síntesis para la comprensión del tema:
La dimensione mariana della Chiesa antecede quella petrina, pur essendole strettamente
unita e complementare. Maria, l’Immacolata, precede ogni altro, e, ovviamente, lo stesso
Pietro e gli apostoli: non solo perché Pietro e gli apostoli, provenendo dalla massa del
genere umano che nasce sotto il peccato, fanno parte della Chiesa “sancta ex peccatoribus”,
ma anche perché il loro triplice “munus” non mira ad altro che a formare la Chiesa in
quell’ideale di santità, che già è preformato e prefigurato in Maria. Come bene ha detto un
teologo contemporaneo, “Maria è ‘regina degli apostoli’, senza pretendere per sé i poteri
apostolici. Essa ha altro e di più’.”253
mencionado “teólogo contemporáneo”: Hans Urs von Balthasar, Neue Klarstellungen, trad. it. Nuovi punti fermi (Milano: Jaca
Book, 1980), 181.
754
Para el Papa del “Totus tuus” no hay duda, como tampoco para su sucesor argentino, de la
precedencia del perfil mariano: “Questo legame tra i due profili della Chiesa, quello mariano e
quello petrino, è dunque stretto, profondo e complementare, pur essendo il primo anteriore tanto
nel disegno di Dio quanto nel tempo, nonché più alto e preminente, più ricco di implicazioni
Incluso el Catecismo de la Iglesia Católica asumió esa idea: “La dimensión mariana de la
Iglesia precede a su dimensión petrina.”255 Y Benedicto XVI, gran amigo de Balthasar y admirador
de su teología, también afirmó que “este aspecto ‘petrino’ de la Iglesia está incluido en el
dirección. Inspirado en ese perfil mariano, está más preocupado en reflexionar sobre la dignidad
ministerio sacerdotal para la mujer – en sí ya fuera de consideración – sino que dicho debate ha de
abocarse al tema de la dignidad y la misión propias de la mujer que no pueden ni deben alterarse:
la maternidad, esponsalidad, feminidad, apertura, carisma y santidad propios del amor y la entrega
indivisa a Dios, características de María encarnadas en cada mujer. Por María y siguiendo su
modelo, no solo se valora el aporte femenino (el aporte de las mujeres) en la Iglesia, sino que se
acentúa la dimensión femenina de la Iglesia, que también los varones pueden cultivar, dejándose
complementar. La Iglesia se hace así más femenina, que en realidad es lo más propio suyo, ya que
A partir de esas ideas se entienden mejor las palabras de Francisco en Evangelii Gaudium.
En primer lugar, el Papa propone que haya más espacio para las mujeres dentro y fuera de la
Iglesia, pues su forma de ser es necesaria y complementa la masculina: “La Iglesia reconoce el
indispensable aporte de la mujer en la sociedad, con una sensibilidad, una intuición y unas
capacidades peculiares que suelen ser más propias de las mujeres que de los varones.” Y da un
ejemplo: “la especial atención femenina hacia los otros, que se expresa de un modo particular,
colaboración entre las mujeres y los ministros ordenados, pero reconoce que la presencia de ellas
en la Iglesia puede y debe ser mayor: “Muchas mujeres comparten responsabilidades pastorales
brindan nuevos aportes a la reflexión teológica. Pero todavía es necesario ampliar los espacios para
una presencia femenina más incisiva en la Iglesia.”258 Porque “el genio femenino” se hace
necesario tanto en la vida social y laboral como “en los diversos lugares donde se toman las
Sin negar la doctrina eclesial sobre el sacerdocio, el Papa advierte aun dos grandes desafíos
para la Iglesia: entender la potestad sacerdotal como servicio y reconocer la reivindicación de los
derechos de las mujeres como legítimos. “El sacerdocio reservado a los varones, como signo de
Cristo Esposo que se entrega en la Eucaristía, es una cuestión que no se pone en discusión, pero
257 EG 103.
258 EG 103.
259 EG 103.
756
o santidad, como explicó Juan Pablo II.261 “La configuración del sacerdote con Cristo Cabeza – es
decir, como fuente capital de la gracia – no implica una exaltación que lo coloque por encima del
resto. En la Iglesia las funciones ‘no dan lugar a la superioridad de los unos sobre los otros’”,
recuerda Francisco antes de pasar a su “recurrente” argumentación mariana: “De hecho, una mujer,
María, es más importante que los obispos. Aun cuando la función del sacerdocio ministerial se
considere ‘jerárquica’, hay que tener bien presente que ‘está ordenada totalmente a la santidad de
los miembros del Cuerpo místico de Cristo’.”262 De ese modo María ilumina al sacerdote en el
sentido de que éste debe vivir su potestad sacramental siempre como servicio al pueblo, a la
santidad del pueblo. Sobre esta base el Santo Padre propone a los teólogos y a los pastores que
busquen una solución mariana – que él mismo aún no consigue describir cabalmente – para “el
posible lugar de la mujer allí donde se toman decisiones importantes, en los diversos ámbitos de
la Iglesia.”263
Hasta aquí las breves reflexiones sobre las referencias de Francisco al principio mariano de
Balthasar. Empero, antes de concluir este subcapítulo es necesario observar que no se ha hecho
mención a un teólogo que ciertamente fue muy leído por Bergoglio: Romano Guardini (1885-
1968), sobre quien quiso escribir una tesis doctoral. Especialmente le ha influido en su reflexión
260 EG 104.
261 Juan Pablo II, “Exhortación Apostólica post-sinodal Christifidelis laici sobre la vocación y misión de los laicos en la
Iglesia y en el mundo,” n. 51, La Santa Sede, 30 diciembre 1988, acceso 8 mayo 2017, http://w2.vatican.va/content/john-paul-
ii/es/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_30121988_christifideles-laici.html
262 EG 104.
263 EG 104.
757
sobre las oposiciones polares.264 Sin embargo, respecto a la piedad popular mariana, o al principio
mariano-eclesiológico del pensamiento de Francisco, aquí defendido, se debe decir que hasta
ahora el investigador no descubrió ninguna relación directa de Bergoglio con Romano Guardini.
En ningún momento de las entrevistas (E-1 y E-2), Francisco lo mencionó ni se ha percibido alguna
línea de influencia o similitud con los textos marianos de Guardini.265 Aunque se puede inferir que
como por ejemplo el valor de lo simbólico y de una piedad sobria, o de una mariología equilibrada,
del Señor, no se puede afirmar que hayan sido propiamente fuente para el pensamiento de
Francisco en los temas tratados en este estudio, y por eso no se lo ha incluido aquí.266
264 “Parlando più in generale devo dire che amo le opposizioni. Romano Guardini mi ha aiutato con un suo libro per me
importante, L’opposizione polare. Lui parlava di un’opposizione polare in cui i due opposti non si annullano. Non avviene
neanche che un polo distrugga l’altro. Non c’è né contraddizione né identità. Per lui l’opposizione si risolve in un piano
superiore. In quella soluzione però rimane la tensione bipolare. La tensione rimane, non si annulla. I limiti vanno superati non
negandoli. Le opposizione aiutano. La vita umana è strutturata in forma oppositiva. Ed è quello che succede adesso anche nella
Chiesa. Le tensione non vanno necessariamente risolte e omologate, non sono come le contraddizioni.” .” Jorge Mario Bergoglio,
“Le orme di un pastore: una conversazione con Papa Francesco,” en Nei tuoi occhi è la mia parola: omelie e discorsi di Buenos
Aires 1999-2013, ed. Antonio Spadaro (Milano: Rizzoli, 2016), v-xx, aquí xix. Ver el texto español del libro mencionado por
Bergoglio en esta cita: Romano Guardini, El contraste: ensayo de una filosofía de lo viviente-concreto (Madrid: BAC, 1996).
265 Libros marianos, que Bergoglio debe haber leído: Romano Guardini, La Madre del Señor: una carta y en ella un
esbozo (Buenos Aires: Lumen, 1989); Romano Guardini, Le Rosaire de Notre Dame (Paris: Bloud & Gay, 1950). Otros libros,
que por valorar lo simbólico, pueden haber interesado a Bergoglio en lo que se refiere al objeto del presente estudio: Romano
Guardini, Los signos sagrados (Buenos Aires: Surco, 1946); Romano Guardini, El espíritu de la liturgia y el talante simbólico de
la liturgia (Buenos Aires: Ágape, 2005).
266 Citado en EG 224: Romano Guardini, El fin de la modernidad: Quien sabe de Dios conoce al hombre (Madrid:
PPC, 1995). Aunque no citado en EG, fue importante para la génesis de la teoría de los cuatro principios (EG 221-237): Romano
Guardini, El contraste: ensayo de una filosofía de lo viviente-concreto (Madrid: BAC, 1996). Algunos otros libros consultados:
Romano Guardini, El Señor: meditaciones sobre la persona y la vida de Jesucristo (Buenos Aires: Lumen, 2000); Romano
Guardini, Libertad, gracia y destino (San Sebastián: Parroquial, 1987); Romano Guardini, La esencia del cristianismo, 4. ed.
(Madrid: Cristiandad, 1984); Romano Guardini, Libertad, gracia y destino (San Sebastián: Dinor, 1954); Romano Guardini, El
poder: un intento de orientación, 4. ed. (Madrid: Cristiandad, 1982); Romano Guardini, Una ética para nuestro tiempo:
reflexiones sobre formas de vida cristiana, 3. ed. (Madrid: Cristiandad, 1982).
758
La visión del Papa Francisco sobre la piedad popular mariana está marcada
eclesiológica. Como ya se dijo, aquí se postula que el “esquema mental” a partir del cual piensa y
actúa Francisco, es decir, el “principio teológico central” respecto al objeto del presente estudio,
es el de la íntima unidad entre María y la Iglesia. El Santo Padre sigue en esto la línea teológica
recién presentada (9.1), presente desde la patrística hasta grandes teólogos del siglo XX, que
naturalmente sin separarlos – se trata ahora de resumir las claves teológicas que, a juicio del
investigador, son las principales en la visión que Francisco tiene de María (9.2) y de la Iglesia
sintéticos capaces de expresar en pocas palabras la riqueza polifacética del autor estudiado. Al
analizar cada clave teológica se dan dos pasos metodológicos: Primero, se hace memoria de
correspondiente, indicando entre paréntesis las secciones del presente trabajo que corresponden al
tema. Naturalmente no se trata de repetir, sino de dejar indicado, lo que ya fue dicho en los
Evangelii Gaudium, respetando así el principio ya indicado anteriormente: Francisco dijo allí lo
que era más importante para él. De esta forma, si el investigador acertó en la elección de las claves
para sintetizar el pensamiento y la praxis del Papa, esos dos pasos van a confirmarlas. Al final del
759
capítulo se buscará una formulación sintética que condense en pocas palabras la perspectiva
praxis respecto a la piedad popular mariana: en primer lugar, y sobre todo, María es Madre (9.2.1);
en segundo lugar, María tiene una particular relación con el pueblo y los pobres, lo que se expresa
especialmente en la piedad popular mariana (9.2.2); y en tercer lugar, María discípula misionera
de Jesús tiene un papel relevante, como madre y modelo en la nueva evangelización, a la que
impulsa Francisco (9.2.3). Tres características que, en sí, ya fueron presentadas a lo largo del
trabajo, pero que ahora serán analizadas por separado y confirmadas en su importancia para el
autor estudiado.
veces el investigador se encontró con el vocablo “madre”, sencillamente “madre”. A esta altura,
ya no hay dudas de que la palabra que mejor define quién es María para él es “madre”. Mejor
todavía: “mamá”, como él mismo expresó cuando el investigador le pidió que resumiera en pocas
palabras quién es María para él: “Ella es mi mamá.” Y revelando su actitud de hijo, agregó: “Y
probablemente sea la única persona con la que me atrevo a llorar…Ella lo sabe. Siento que con
ella puedo llorar…”267 María es Madre, ha repetido el Papa innumerables veces. En la segunda
entrevista, la inició diciendo: “María, en este momento, ¿es una mera devoción o es esencial?” Y
mostró un ícono de la Virgen con el Niño Jesús que tiene en su sala de visitas: “Fijáte las manos
de la Virgen. Son como una escalera, por la cual va bajando Jesús. O sea, es la que ayuda a la
para no caerse…Y Jesús trae la ley en la mano. Pero agarrado de la Madre… O sea, para mí la
inicial: María es esencial, porque es Madre. Nadie puede vivir sin una madre, “no somos
Al tener a María como su madre, Francisco se conecta con la experiencia histórica, cultural
y religiosa del pueblo latinoamericano, que ha vivido la maternidad de María como “matriz” de
su vínculo hacia ella, como se demostró al inicio del presente estudio (2.1.2), al rescatar las raíces
protección de María, traída por los ibéricos, se mezcló – se hizo “mestiza” – en el encuentro con
los pueblos nativos. Éstos, desde su base cultural-religiosa, que en sí ya reservaba un lugar
quando se trata de acolher no próprio ventre a história de um novo homem que nasce. Aquele «sim» foi o primeiro passo de uma
longa lista de obediências — longa lista de obediências! — que acompanharão todo o seu itinerário de mãe...Por isso, todos nós a
amamos como Mãe. Não somos órfãos: temos uma mãe no céu, que é a Santa Mãe de Deus.” Francisco, “Audiência Geral,” La
Santa Sede, 10 mayo 2017, acceso 11 mayo 2017, http://w2.vatican.va/content/francesco/pt/audiences/2017/documents/papa-
francesco_20170510_udienza-generale.html
761
El magisterio latinoamericano (2.2; 2.3) supo identificar la gran fuerza cultural y religiosa
“en el rostro mestizo de María de Guadalupe, que se yergue al inicio de la evangelización” 270 del
todas las advocaciones que recibió en los distintos pueblos y naciones. María “constituyó el gran
signo, de rostro maternal y misericordioso, de la cercanía del Padre y de Cristo” 272, instrumento
de la unidad con Dios y entre los hombres, pues “María, Madre, despierta el corazón filial que
Las primeras vivencias de Bergoglio con “mamá” María, se dieron en el seno de su familia
de origen italiana, en especial de mano de su abuela Rosa (4.1.1), por allí le llegó también el influjo
salesiano, en particular del Padre Enrique Pozzolli y la fuerte devoción a María Auxiliadora, que
lo acompañó hasta su periodo como obispo (4.1.2; 8.1). Sólo entonces descubrió la mirada de la
Virgen de Luján, los milagros y conversiones que María realiza como madre del pueblo argentino.
Son elocuentes sus prédicas anuales en la peregrinación juvenil: “¡Madre, regálanos tu mirada!”
fue el pedido filial que resonó de muchas formas en aquellos años (5.1.1). La “madre” que desata
los nudos de la desobediencia y enseña la obediencia de la fe fue otra imagen de María que lo
cautivó (5.1.4). La V Conferencia del CELAM fue para el Cardenal Bergoglio una profunda
experiencia mariana, en la que se sintió bajo el amparo de su Madre María, ahora bajo la invocación
de Nuestra Señora Aparecida (6.2.3.1). Muchas veces, desde su primer día como Papa, ha querido
visitar la casa de su madre en Roma, llevando flores a la Salus Populi Romani (5.2.1). Peregrinó
270 DP 446.
271 SD 15.
272 DP 282.
273 DP 295.
762
también a varios otros santuarios marianos, dentro y fuera de Italia (5.2.2). En su habitación tiene
varias imágenes marianas, entre las que se destacan los íconos de María como Madre de la Ternura
(5.2.3) y en los momentos de tribulación, Francisco no cansa de ponerse y poner a los suyos bajo
el manto protector de la Virgen, siguiendo el consejo de los monjes rusos (5.2.4). Aprovechó el
Jubileo de la Misericordia para invitar toda la Iglesia a experimentar los rasgos maternales de
María como Madre de Misericordia, acogedora, amable, tierna, en una Iglesia y un mundo que son
proclamado en sus discursos y escritos. Como jesuita enseña el método ignaciano de pedir a María
que ponga a los ejercitantes junto a su Hijo (6.1.4), valora la íntima relación entre María y la Iglesia
como madres (6.1.3) y esporádicamente habla de María como desatadora de los nudos, como la
que cubre con su manto protector y ya le impacta el texto de Redemptoris Mater sobre la fatiga del
corazón de María (6.1.5). Todos estos temas vuelven a aparecer, con más frecuencia en sus
discursos como obispo: las recurrentes referencias a la maternidad de María en Luján (6.2.2.1), la
relación entre la Madre María y la Madre Iglesia (6.2.2.4) y la fatiga del corazón materno (6.2.2.6).
Surge un nuevo tema, inspirado en Juan Pablo II, la Mujer eucarística (6.2.2.5) y, sobre todo, se
multiplican y abundan las referencias a las virtudes de la madre e intercesora María: su ternura,
fortaleza, alegría, esperanza, misericordia, silencio, memoria, fe, servicio, entre otras (6.2.2.2). En
la V Conferencia del CELAM buscó que la presencia de María fuese transversal en el documento
final, cuya comisión de redacción él presidía. Trató de contribuir al texto mariológico, a fin de
acentuar más la misión maternal de María, pero no siempre con éxito (6.2.3.4). Lo que no logró
Como Papa siguió hablando – aún más frecuentemente que antes – de la maternidad de María: ella
763
es nuestra Madre, madre de misericordia, madre en la fe, madre de la esperanza, entre muchos
otros atributos (7.3.2). Continuó insistiendo que María como madre y mujer tiene su paralelo en la
dimensión femenina y maternal de la Iglesia (7.3.3), lo que ilumina también el rol y misión de la
Siguiendo el método de dar especial relieve a lo que Francisco escribió sobre María en su
programática Evangelli Gaudium, se observan signos claros de la intención del Papa de destacar
- Obsérvese, en primer lugar, que el título del apartado mariano (284-288) destaca a María
como “Madre de la evangelización”, a pesar de que la típica expresión, usada por los Papas
deja de utilizarla, pero Madre es el título que abarca todos los demás.
- El texto elegido por Francisco para ilustrar la primera parte del texto mariano: es el de
María al pie de la cruz275, que expresa “el regalo de Jesús a su pueblo.”276 El Papa destaca
que la entrega de María a Juan no era “una preocupación piadosa hacia su madre”, sino la
revelación de la misión salvífica de María: ser madre. “Jesús nos dejaba a su madre como
- Francisco explica que la maternidad es el motivo de por qué Jesús dejó a María a los
hombres y el Pueblo de Dios supo entender este mensaje: “Al pie de la cruz, en la hora
suprema de la nueva creación, Cristo nos lleva a María. Él nos lleva a ella, porque no quiere
que caminemos sin una madre, y el pueblo lee en esa imagen materna todos los misterios
del Evangelio.”278
- El Papa presenta a María como “el ícono femenino”279 de la Iglesia. María, que engendró
con fe a Jesús, “también acompaña al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos
de Dios”280, es decir, es Madre de los hijos, de la Iglesia. Por eso, en este contexto de
imagen de lo femenino, Francisco menciona el texto de Isaac de Stella, que – una vez más
- Otras expresiones que destacan la maternidad de María en ese corto texto del Papa: “Como
materno. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y
los santuarios marianos – experiencia que él mismo vivenció tantas veces – afirma que la
gente manifiesta así “la fe en la acción maternal de María que engendra nuevos hijos para
Dios. Es allí, en los santuarios, donde puede percibirse cómo María reúne a su alrededor a
los hijos.”283
descrito de forma poética en la bella frase: “María es la que sabe transformar una cueva de
animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura.”284
- Finalmente, el Papa pide a María Madre que la Iglesia sea madre: “Le rogamos [a María]
que con su oración maternal nos ayude para que la Iglesia llegue a ser una casa para
muchos, una madre para todos los pueblos, y haga posible el nacimiento de un mundo
nuevo.285
mariana en América Latina, no es casual que Francisco haya querido destacar las palabras
de la Virgen de Guadalupe y aplicarlas a los fieles del mundo entero: “Como a san Juan
Diego, María les da la caricia de su consuelo maternal y les dice al oído: ‘No se turbe tu
- La maternidad de María aparece también en otras partes del texto, como cuando habla de
la “identidad cristiana, que es ese abrazo bautismal que nos dio de pequeños el Padre, [que]
nos hace anhelar, como hijos pródigos — y predilectos en María —, el otro abrazo, el del
283 EG 286.
284 EG 286.
285 EG 288, énfasis mío.
286 EG 286, citando el Nican Mopohua, 118-119, énfasis mío.
287 EG 144, énfasis mío.
766
comentó algunas veces: “El Magisterio te enseñará quién es María, pero nuestro pueblo fiel te
enseñará cómo se la quiere a María.”288 En este sentido, es elocuente recordar el testimonio del
“teólogo del Papa”: “en el caso de los temas marianos lo fundamental para entenderlo a él
[Bergoglio] es que su valoración de la Virgen está mediada por la valoración popular. O sea, la
Virgen en él no aparece cómo un punto fuerte en cuanto objeto directo de la reflexión personal de
él. Aparece mediada por la piedad popular… Lo ve como algo tan intenso, tan hondo en la piedad
popular y eso de algún modo lo convierte a él hacia la devoción mariana.”289 No hay duda de que
Bergoglio experimenta a María en íntima conexión con el “santo Pueblo fiel de Dios”. La suya es
El contexto teológico-pastoral en que vivió el actual obispo de Roma fue fundamental para
su visión del valor de María en la piedad popular (capítulo 2). Después de Medellín, con su valiosa
opción por los pobres y lamentable silencio mariano (2.2.2), en la Iglesia argentina se desarrolló
288 Bergoglio, “Una institución que vive de su carisma,” 47. Recuérdese, una vez más, que la misma idea fue repetida
por el Papa Francisco, en la E-1, varias décadas después: “Si quieres saber quién es María, pregunta a los teólogos, si quieres
saber cómo amarla, pregunta al pueblo.” O aún en la entrevista a Spadaro: Esta es mi manera de entender el “sentir con la Iglesia”
de que habla san Ignacio…No se trata, por tanto, de un sentir referido a los teólogos. Sucede como con María: Si se quiere saber
quién es, se pregunta a los teólogos; si se quiere saber cómo se la ama, hay que preguntar al pueblo. María, a su vez, amó a Jesús
con corazón de pueblo, como se lee en el Magníficat. Por tanto, no hay ni que pensar que la comprensión del ‘sentir con la
Iglesia’ tenga que ver únicamente con sentir con su parte jerárquica.” Francisco, “Entrevista a Antonio Spadaro.”
289 Víctor Fernández, entrevista al investigador.
767
una línea teológica original, la Teología del Pueblo (capítulo 3), que supo percibir el protagonismo
del pueblo como sujeto histórico-cultural (3.2.2; 3.2.3), lo que se expresa de forma privilegiada en
su sabiduría (3.2.5) y piedad popular (3.1.3; 3.2.3; 3.2.4), que en Latinoamérica tiene un marcado
Bergoglio, que se identificó también con estas perspectivas (8.3; 8.4). La Conferencia de Puebla
(2.3.1) – que agradó mucho a Bergoglio – rescató el valor de la piedad mariana como “experiencia
vital e histórica”, parte de la “íntima identidad propia” de los pueblos latinoamericanos, 290 pues
“el pueblo sabe que encuentra a María en la Iglesia Católica” y su piedad hacia ella es, “a menudo,
el vínculo resistente” que los mantiene fieles a la Iglesia.291 Los santuarios marianos y otras
expresiones de piedad popular son “signos del encuentro de la fe de la Iglesia con la historia
latinoamericana.”292
En los barrios pobres de San Miguel el Padre Bergoglio hizo sus primeras experiencias de
pastoral popular mariana (4.2.2) y confirmó vitalmente las indicaciones del magisterio
latinoamericano y de los teólogos argentinos (8.3; 8.4). Fue descubriendo con el pueblo cómo se
debía amar a María (8.2) y la riqueza de las expresiones de piedad popular marianas (6.2.1.5).
Aprendió a tocar las imágenes, besarlas, “tomar gracia”, llevar flores, hacer procesiones y todo
aquello que hace el pueblo pobre, pero rico en la fe. Las peregrinaciones a Luján (5.1.1) fue otra
gran escuela para él, como, por ejemplo, en las largas horas de confesión, dónde vivenció cómo la
Virgen mueve las conciencias y se manifiesta como madre del pueblo fiel. Sus peregrinaciones
personales al camarín de la Virgen Auxiliadora (4.1.1; 8.1) se extendieron a muchos otros lugares
290 DP 283.
291 DP 284.
292 DP 282.
768
de peregrinación (5.1.1; 5.1.2) y, a partir de su contacto pastoral con el pueblo, su marianismo fue
potenciado. Experimentó así el valor de la presencia de María en sus santuarios e incentivó una
auténtica Pastoral de Santuarios (5.1.2), lugares privilegiados para la evangelización donde María
atrae, acoge, educa y une a su pueblo. Estaba tan convencido de esto que propuso como programa
para percibir a María en el pueblo fue el contacto directo con los pobres, el apoyo a los curas
villeros y la pastoral desarrollada en las villas (5.1.5), que Bergoglio acompañó con tanto cariño,
haciéndose uno más en medio del santo pueblo fiel de Dios en sus expresiones de amor y devoción
a la Madre de todos. Como Papa su contacto con el pueblo fiel de Dios se tornó más público y
abarcador, pero no lo impidió de seguir haciendo experiencias populares marianas, tanto junto a la
“protectora del pueblo romano” (5.2.1) como en sus peregrinaciones a los santuarios marianos del
mundo entero (5.2.2), confiando a María la protección maternal del pueblo (5.2.4), como madre
centro del pueblo fiel (6.2.2.3), como madre y modelo de las más variadas virtudes (6.2.2.2). Como
jesuita ya le había impactado el valor del sensus fidelium (6.1.1). Aprendió, por experiencia, que
muchas veces la “brújula”, el “olfato”, lo tiene el pueblo, y éste apunta hacia la Virgen con la
por el cual la fe y el Evangelio deben inculturarse en los pueblos, pero no acontece la encarnación
sin el “sí” y la colaboración de María (6.1.2; 6.2.1.3). Con insistencia creciente indicó la íntima
relación entre María y la Iglesia, lo que es lo mismo que decir entre María y el Pueblo de Dios
(6.1.3; 6.2.2.4), esforzándose para que esta idea estuviera bien presente en el documento de
Aparecida (6.2.3.4). En este santuario mariano experimentó que los obispos participantes de la V
769
Conferencia estaban bajo el amparo de María y de la fe popular (6.2.3.1), lo que los ayudó en el
espíritu de comunión y los inspiró a aprobar una linda página del documento final – para Bergoglio
la más bella – sobre la espiritualidad popular (6.2.3.3), por la que el pueblo sencillo y los más
pobres “encuentran la ternura y el amor de Dios en el rostro de María.” 293 Como Papa siguió
defendiendo esas mismas ideas ante la Iglesia universal. Destaca la legitimidad de la espiritualidad
y la pastoral popular (7.2.1; 7.2.2), valorando los gestos concretos de piedad popular, en especial
En su “hoja de ruta”, Francisco recogió aquello que le parecía más urgente para la nueva
etapa evangelizadora de la Iglesia, dejando registradas las convicciones que, en sus años de
- El Papa no encontró forma mejor de empezar el apartado sobre María que colocando esta
clave de lectura en la primera frase del texto, a fin de que todo él fuera leído bajo esa
perspectiva: “Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María.”294 Y para
mostrar que “siempre” fue así, desde el primer momento de la existencia de ese pueblo, la
Iglesia, recuerda que María ya estaba con los discípulos en el Cenáculo implorando el
Espíritu.
293 DA 265.
294 EG 284, énfasis mío.
770
- Para confirmar su clave mariológica, el título dado a los dos números siguientes indica que
el Papa va a hablar de “el regalo de Jesús a su pueblo”, y ese es María, regalada al Pueblo
- El Papa explica que en aquel “crucial instante” Jesús aún no podía dar “por consumada la
obra que el Padre le había encargado”; faltaba algo: dejar el regalo al pueblo. El último
don mesiánico antes de partir: su Madre, para que fuera la Madre de su pueblo. "Sólo
después de hacer esto”, dice Francisco, “Jesús pudo sentir que ‘todo está cumplido’
(Jn 19,28).”296
- En el momento culminante de su vida, Jesús nos regala su madre y “el pueblo” – una vez
más aparece la palabra pueblo – sabe leer, gracias a su sentido de fe, “en esa imagen
materna todos los misterios del Evangelio.”297 “Leer” aquí tiene el sentido de discernir,
descubrir, entender el Evangelio mirando a María, y para esto es necesario ese “olfato”
- La relación de la madre con el pueblo de Dios se extiende a los pueblos de la tierra, como
se ve en algunas expresiones: María es “una madre para todos los pueblos”298, que “como
madre de todos, es signo de esperanza para los pueblos que sufren dolores de parto hasta
- La exhortación del Papa menciona algunas expresiones de la piedad popular mariana, por
las que María se hace concretamente presente en el pueblo: las distintas advocaciones
295 EG 285-286.
296 EG 285.
297 EG 285.
298 EG 288, énfasis mío.
299 EG 286, énfasis mío.
771
santuario mariano,303 el “aferrarse” al rosario ante un hijo enfermo o una “vela que se
enciende en un humilde hogar para pedir ayuda a María.”304 El pastor con olor a pueblo
sabe entender esa presencia de María en el pueblo, pues “quien ama al santo Pueblo fiel de
Dios no puede ver estas acciones sólo como una búsqueda natural de la divinidad. Son la
manifestación de una vida teologal animada por la acción del Espíritu Santo que ha sido
- Francisco se detiene más en los santuarios y describe su propia experiencia306 al hablar del
intercambio de miradas entre María y el pueblo: “en los santuarios, donde puede percibirse
cómo María reúne a su alrededor a los hijos que peregrinan con mucho esfuerzo para
mirarla y dejarse mirar por ella. Allí encuentran la fuerza de Dios para sobrellevar los
títulos “comparte las historias de cada pueblo que ha recibido el Evangelio, y entra a
300 EG 286.
301EG 124; 286.
302 EG 124; 286.
303 EG 286. Este es un gesto muy común de piedad popular mariana en el país del Papa.
304 EG 125.
305 EG 125.
306 Ver ad supra 5.1.1.
307 EG 286.
308EG 286. Sin citar de forma explícita, aquí resuena claramente el texto de Puebla: “Como el de Guadalupe, los otros
santuarios marianos del continente son signos del encuentro de la fe de la Iglesia con la historia latinoamericana.” DP 282; y
asimismo: “Con deficiencias y a pesar del pecado siempre presente, la fe de la Iglesia ha sellado el alma de América Latina,
marcando su identidad histórica esencial y constituyéndose en la matriz cultural del continente, de la cual nacieron los nuevos
pueblos…Esa identidad se simboliza muy luminosamente en el rostro mestizo de María de Guadalupe.” DP 445-446.
772
tan defendido por él, muestra que el pueblo busca relaciones personales, con carne y rostros
- Un último texto en que Francisco relaciona María con el pueblo aparece en sus comentarios
sobre la homilía: “La memoria del pueblo fiel, como la de María, debe quedar rebosante de
Después de destacar María Madre (9.2.1) y María en el pueblo (9.2.2) como claves
mariológicas para entender la piedad popular mariana en el pensamiento y praxis del Papa
Francisco, se indica aquí una tercera: María como discípula misionera. Hay una gradación entre
las tres claves: “Madre” es largamente el concepto más usado por Bergoglio para referirse a la
Virgen; y “en el pueblo” es la forma con que prevalentemente él experimenta a la Virgen y valora
la piedad hacia ella. Ya la tercera clave, en cuanto expresión, no es tan frecuente en el vocabulario
del Papa como las otras dos, pero condensa la comprensión que él tiene de la Virgen María, por
un lado, como seguidora de Jesús, modelo y educadora de todas las virtudes del verdadero
discípulo del Señor, y por otro, su ser misionero y su misión como Madre de la evangelización.
cristiana en una cultura popular. Por eso mismo incluyen una relación personal, no con energías armonizadoras sino con Dios,
Jesucristo, María, un santo. Tienen carne, tienen rostros. Son aptas para alimentar potencialidades relacionales y no tanto fugas
individualistas.” EG 90.
311 EG 142.
773
“Como una buena madre que cuida de sus hijos, que María nos enseñe con su vida qué
significa ser discípulo misionero,”312 dijo Francisco ante más de tres millones de jóvenes en la
Cracovia invitó nuevamente a los jóvenes a no confundir “la felicidad con un sofá”, animándolos
a “cambiar el sofá por un par de zapatos” que ayuden a “caminar por caminos nunca soñados”313,
contando “con la intercesión de María” para que sean “discípulos y testigos de la Misericordia de
Francisco ha motivado una “Iglesia en salida”, y a menudo indica que María es madre y modelo
una fuerza verdaderamente evangelizadora (2.1.1). Fue lo que recordó Juan Pablo II, ante la Virgen
tradición mariana, junto con los rudimentos de la fe cristiana van enseñando el amor a Ti, Madre
de Jesús y de todos los hombres.”315 Con los primeros jesuitas que llegaron al continente no fue
diferente (4.2.1). Bergoglio hace memoria de sus antecesores y de sus tradiciones aprendió a
312 Francisco, “Ángelus en Copacabana,” La Santa Sede, 28 julio 2013, acceso 8 mayo 2017,
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2013/documents/papa-francesco_angelus_20130728_gmg-rio.html
313 Francisco, “Vigilia de oración con los jóvenes,” La Santa Sede, 30 julio 2016, acceso 8 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2016/july/documents/papa-francesco_20160730_polonia-veglia-giovani.html
314 Francisco, “Palabras en Ángelus en el Campus Misericordiae,” La Santa Sede, 31 julio 2016, acceso 8 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2016/documents/papa-francesco_angelus-polonia_20160731.html
315 Juan Pablo II, “Homilía en la apertura de la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano,” 27 enero 1979,
María al recordar que en América Latina el Evangelio fue proclamado “presentando a la Virgen
María como su realización más alta,”316 como “el modelo perfecto del cristiano, la imagen ideal
del Evangelio”318 y “estrella de la evangelización siempre renovada.”319 Por eso Puebla declara
que la Iglesia, que quiere “evangelizar en lo hondo, en la raíz, en la cultura del pueblo, se vuelve
a María para que el Evangelio se haga más carne, más corazón de América Latina.”320
Puebla (2.3), pero tuvo su principal experiencia en Aparecida, donde contribuyó decisivamente
con la redacción del texto final de esa Conferencia del CELAM (6.2.3). El documento declara que
evangelización renovada, primera discípula y gran misionera” de los pueblos322, la “discípula más
misioneros.”324 Por eso “detenemos la mirada en María y reconocemos en ella una imagen perfecta
316 DP 282.
317 DP 285.
318 DP 290.
319 DP 303; EN 81.
320 DP 303.
321 DA 1.
322 DA 25.
323 DA 266.
324 DA 269.
325 DA 364.
775
educativo que encierra la piedad popular mariana:”326 a partir del amor personal a la Virgen se
de María, se puede distinguir metodológicamente las dos dimensiones: María discípula y María
misionera. Primero, respecto al discipulado, Bergoglio presenta a María como modelo de todas las
virtudes que un discípulo necesita para seguir a Jesús. Esto el Papa lo aprendió en su familia (4.1),
en las oraciones que rezaba (4.1.3), en los Ejercicios Espirituales como jesuita (4.2.1; 6.1.4), o al
esperanza y tantas otras actitudes de la Madre de Jesús. Una que le gusta destacar como “estilo
no ha perdido oportunidad para hablar de las muchas virtudes de María, ejemplo del perfecto
discipulado cristiano (como obispo: 6.2.2.2, con ejemplos de su predicación sobre por lo menos
diez virtudes marianas; y como Papa: 7.3.2, con las virtudes teologales en María). Valga una vez
más, como ilustración, la actitud discipular de fe de María, cuya fatiga del corazón (6.2.2.6; 9.1.4)
ante las incomprensiones y las noches oscuras de la vida, debe ser modelo para todo discípulo
misionero. Como en Aparecida: “María ayuda a mantener vivas las actitudes de atención, de
326 DP 300.
327 DA 272.
328 DA 269.
776
experimentó en la piedad popular mariana, como por ejemplo en los santuarios marianos (5.1.1;
5.1.2; 5.1.3; 5.2.2) por la cual “el pueblo se evangeliza a sí mismo”329, pues como dice Aparecida,
en el apartado sobre piedad popular que él cuidó expresamente que quedara bien integrado en el
documento final (6.2.3.2), “el caminar juntos hacia los santuarios y el participar en otras
la Iglesia.”330
Bergoglio aprendió por experiencia, y colaboró para que quedara claro en el discurso, que
“la piedad popular es una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia y
una forma de ser misioneros.”331 Además, recuérdese que el texto bíblico que quiso agregar a
prontitud de María (6.2.3.4). Todo esto Francisco ha reafirmado como Papa, promoviendo la
pastoral popular (7.2.2), las peregrinaciones (7.2.3) e, incluso, escribiendo un motu proprio sobre
los santuarios en el que declara que la piedad popular es expresión de la actividad misionera del
pueblo de Dios y los santuarios deben desempeñar un importante papel en la nueva evangelización
(7.2.4). Son, entonces, instrumentos privilegiados para la acción misionera de María y de la Iglesia.
329 DA 264.
330 DA 264.
331 DA 264.
777
Volviendo a aplicar el método de dar especial relieve a lo que Francisco escribió sobre
- Lo primero a destacar es el mismo título de la sección mariana del texto: “María, la Madre
- Es cierto que los Papas anteriores ya habían presentado a María como “estrella de la
pero desarrolla más este tema, indicando un “estilo evangelizador” mariano en una Iglesia
que quiere ser misionera, pues “sin ella [María] no terminamos de comprender el espíritu
de la nueva evangelización.”335
- El fundamento bíblico está dado por el texto de Hch 1,14, al inicio de la sección, recordando
- Parece ser que por primera vez en un texto pontificio María es tratada como “misionera”.
La expresión viene de Aparecida y el Papa la usa con toda naturalidad 337: “Ella es la
compuesta, originalidad de Aparecida (DA 125; 147; 252; 255; 262; 362; 364), que no existía en los textos pontificios antes del
primer Papa latinoamericano.
778
misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones
- El Papa pide la intercesión de la “Madre del Evangelio viviente” para que la “nueva etapa
evangelizadora” que él quiere impulsar “sea acogida por toda la comunidad eclesial.” Para
que ésta pueda “anunciar a todos el mensaje de salvación”, Francisco sugiere hacer algo
que hizo y vio hacer muchas veces al pueblo fiel: fijar “en ella la mirada”, a fin de que su
referencia constante para la Iglesia.” Ella, discípula misionera, ayudará así a que “los
- La “noche de la fe”, que causa una “particular fatiga de corazón” – ya tantas veces indicada
aquí – es una característica de María como discípula de Jesús, pero que debe ser tomada
como modelo en la peregrinación misionera de la Iglesia, donde “no faltan las etapas de
aridez, ocultamiento, y hasta cierta fatiga, como la que vivió María en los años de
Nazaret.”340
inspirada en el ejemplo de María: humildad y ternura son virtudes de los fuertes; derribar
338 EG 286.
339 EG 287, énfasis mío.
340 EG 287.
341 EG 288.
342 EG 88; 288. “So gibt es einen marianischen Stil bei der missionarischen Tätigkeit der Kirche, die Revolution der
Zärtlichkeit und der Liebe.“ Walter Kasper, Papst Franziskus – Revolution der Zärtlichkeit und der Liebe: theologische Wurzeln
und pastorale Perspektiven (Stuttgart: KBW, 2015), 65.
779
“las huellas del Espíritu de Dios” como “contemplativa del misterio de Dios en el mundo,
- Francisco resume estas actitudes hablando de una “dinámica” propia de esa revolución
mariana de la ternura, que conjuga “justicia y ternura”, “contemplar y caminar hacia los
demás.” Obsérvese que esta dinámica se da justamente entre las “dos caras de la misma
(caminar hacia los demás, justicia, derrumbar a los poderosos). La dinámica discipular-
evangelización.”345
Prontitud” y, para comprobarlo, el Papa cita el texto bíblico que no le dejaron incluir en
Aparecida: María es “la que sale de su pueblo para auxiliar a los demás ‘sin demora’
- En la bella oración dirigida a María al final de la exhortación, Francisco recuerda que María
misionera recogió “a los discípulos en la espera del Espíritu para que naciera la Iglesia
evangelizadora”, por eso le pide la “audacia de buscar nuevos caminos”, “un nuevo ardor
de resucitados”, para decir “‘sí’ ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de hacer resonar
la Buena Noticia de Jesús”, para que la Iglesia “nunca se encierre ni se detenga en su pasión
343 EG 288.
344DA 146. Expresión usada por Benedicto XVI en la apertura de la V Conferencia para referirse al discipulado y la
misión. De esta forma, al que se llamaba “discípulo y misionero” al inicio de la Conferencia, terminó al final convertido
simplemente en “discípulo misionero”, como palabra compuesta.
345 EG 288.
346 EG 288.
780
por instaurar el Reino”, en fin, “para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines
- La frase anterior conecta con una actitud discipular de María especialmente destacada: su
alegría.348 Por eso las palabras de cierre de la exhortación de Francisco son: Madre,
Después de ese recorrido por las vivencias y palabras marianas de Bergoglio, a lo largo de
dudas de las tres claves mariológicas principales para entender su pensamiento y praxis respecto
a la piedad popular mariana: María es Madre, María está en el pueblo y María es la perfecta
discípula misionera del Señor. Pero como en la visión de Francisco no se puede ver a María
separada de la Iglesia, conforme se postula en el presente estudio, hay que buscar ahora las
principales claves eclesiológicas para comprender el proyecto mariano de Francisco para la Iglesia
definiciones de Iglesia que para Francisco son esenciales a la hora de entender su pensamiento y
su praxis respecto a la piedad popular mariana: la Iglesia Madre (9.3.1), la Iglesia Pueblo de Dios
(9.3.2) y la Iglesia misionera (9.3.3). Sin querer forzar demasiado los conceptos no sería
347 EG 288.
348 EG 5.
349 EG 288, énfasis mío.
781
misterio más íntimo la Iglesia es Madre que genera la comunión de sus hijos como Pueblo de Dios
pensamiento y praxis del Papa Francisco, de una visión de la Iglesia como Madre, un tipo de Iglesia
que ejercita fundamentalmente su maternidad. “Yo sueño con una Iglesia Madre y Pastora,”351
dijo a su hermano de profesión, Antonio Spadaro. En la segunda entrevista que le hizo al Papa, el
investigador le preguntó directamente si estaba de acuerdo con formular su visión de Iglesia como
la de una madre misericordiosa, acogedora, educadora, que son características propias también de
la Virgen y es como el pueblo la siente, una Iglesia que ejercita su dimensión maternal, femenina
y, por lo tanto, mariana. Sin decir ni “sí” ni “no”, que era la respuesta metódica y sistemática que
hablo del hospital del campo, la imagen que más me viene es la de la orfandad. Los soldaditos,
muchachos, mueren diciendo ‘mamá, mamá’… Llaman a la madre, ¿no? Entonces es la Iglesia
Madre que va hacia esa orfandad en un hospital de campo.”352 Y repitió, enfatizando la urgencia y
350Esta es una tríada interpretativa de la eclesiología del Vaticano II que se reforzó especialmente en torno al Sínodo de
los Obispos de 1985 y sirvió de esquema para a exhortación de Juan Pablo II Christifidelis laici (1987). Antonio Maria Calero,
La Iglesia: misterio, comunión y misión (Madrid: CCS, 2012); Marcello Semeraro, Misterio, comunión y misión: manual de
eclesiología (Salamanca: Secretariado Trinitario, 2004).
351“¿Cómo estamos tratando al pueblo de Dios? Yo sueño con una Iglesia Madre y Pastora. Los ministros de la Iglesia
tienen que ser misericordiosos, hacerse cargo de las personas, acompañándolas como el buen samaritano que lava, limpia y
consuela a su prójimo… Las reformas organizativas y estructurales son secundarias, es decir, vienen después. La primera reforma
debe ser la de las actitudes.” Francisco, “Entrevista a Antonio Spadaro.”
352 Francisco, E-2. La imagen del hospital de campaña ha sido utilizada muchas veces por el Papa, como por ejemplo en
su entrevista a Spadaro. “Veo con claridad —prosigue— que lo que la Iglesia necesita con mayor urgencia hoy es una capacidad
de curar heridas y dar calor a los corazones de los fieles, cercanía, proximidad. Veo a la Iglesia como un hospital de campaña tras
782
actualidad de su perspectiva, que considera un “derecho humano” al que la Iglesia debe atender:
“Sobre todo hoy día el mundo es como un hospital de campo, y los huérfanos… sin madre, como
un soldadito caído solo ahí, llora pidiendo a su mamá. Es un derecho humano eso… un derecho
humano innegable…Yo tengo experiencias lindas. He encontrado una vez una persona…”353
mencionada ad supra (9.1.4) – del dirigente sindical alcohólico cuya madre era lavandera.354
Cuenta aún que, más que la palabra “huérfano”, usa “huacho” para referirse a aquellos que no
tienen o no quieren tener madre. En su país, “huacho” se dice del que ha sido sacado de la madre
Estaba claro el asentimiento del Papa a la propuesta del investigador: la Iglesia es Madre.
De hecho, varios estudiosos ya han destacado que la Iglesia de Francisco es la Madre. Walter
que esta actitud es “Ausübung der Mutterschaft der Kirche”357: “die Kirche [ist] eine barmherzige
una batalla. ¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene altos el colesterol o el azúcar! Hay que curarle las heridas. Ya
hablaremos luego del resto. Curar heridas, curar heridas... Y hay que comenzar por lo más elemental” Francisco, “Entrevista a
Antonio Spadaro.”
353 Francisco, E-2.
354 Al final de la historia, concluye: “Las madres tienen algo, tienen… Que es lo que tiene la Iglesia. Dios es Padre.
Terminan algunos hablando de las entrañas de misericordia que lo hacen como una madre y él mismo lo dice: ‘si una madre se
olvidara de su hijo, yo no me voy a olvidar’. Pero la Iglesia es Madre.” Francisco, E-2.
355 “Una de las cosas que a mí me ayudó es [pensar en] los evangélicos, con quien tengo muy buena relación: es la
orfandad.” En ese punto el investigador le dijo que el Papa suele decir que esa gente es huérfana, pero Francisco lo corrigió: “Yo
suelo usar una otra palabra: no somos huachos.” Y explica qué significa ese término en su país: “Porque el huacho es el ternero
que está fuera de la vaca. Lo desmaman. Es el huachito. Huacho. ¿Qué pasa si hay un insulto…? Por ejemplo, en Argentina, no
sé si en Chile u otro [país es así]… ‘Sos un huacho’, es decir: ‘no tenés madre’. O sea, no sabés… no tenés raíces de amor…De
ahí viene todo [el significado de huacho].” Francisco, E-2.
356Walter Kasper, Papst Franziskus – Revolution der Zärtlichkeit und der Liebe: theologische Wurzeln und pastorale
Perspektiven (Stuttgart: KBW, 2015), 45-52.
357 Kasper, Papst Franziskus, 54. “So muss die Kirche Ort der umgeschuldeten Barmherzigkeit sein, wo sich alle
Mutter mit einem offenen Herzen für alle.”358 Kasper identifica en la Iglesia de Francisco la postura
de Cipriano, que ante los lapsi defendía una Iglesia Madre misericordiosa en contraposición al
rigorismo de Novaciano.359 Carlos Galli lo dice de forma aún más explícita y lo relaciona con el
tema aquí tratado: “la Iglesia Madre en la piedad popular.”360 Este gran conocedor del pensamiento
del Papa Francisco enfatiza que “el Papa habla de las entrañas de misericordia que expresa la
Encarnación del Hijo de Dios, el buen samaritano…Una Iglesia samaritana es y debe ser una madre
que abre las puertas de su casa no solo para que entren sus hijos sino para que los que viven en el
hogar salgan al encuentro de todos.”361 Además, en una hermosa cita de sus conferencias como
provincial, Bergoglio relaciona la maternidad de la Iglesia con los pueblos, describiendo al jesuita
como un hombre “ansioso por dilatar la Iglesia, hacerla fecunda, madre de pueblos.”362
Manteniendo el esquema usado hasta aquí para desvelar las claves mariológicas, se recogen
seguida se indica dónde se encuentra este tema en la “hoja de ruta” de su pontificado (9.3.1.2).
Bild der Kirche als barmherzige Mutter dem Bild des Novatian von der Kirche als reiner und heiliger Jungfrau vorzieht. Cyprian
hat sich gegen den Rigorismus des Novatian für Nachsicht und Barmherzigkeit mit den in der Verfolgung schwach gewordenen
Christen (lapsi) eingesetzt.” Kasper, Papst Franziskus, 60.
360 Carlos Galli, “La fuerza evangelizadora de la piedad católica popular en la Exhortación Evangelii Gaudium,” en Fe
y piedad popular: fuerza evangelizadora de la piedad popular, las imágenes, las bendiciones, ed. Carlos María Galli y Secundino
Movilla López, Cuadernos Phase 223 (Barcelona: Centre de Pastoral Litúrgica, 2015), 1-38, aquí: 36.
361 Galli, “La fuerza evangelizadora,” 36.
362 Jorge Mario Bergoglio, Meditaciones para religiosos (Bilbao: Mensajero, 2014), 236, énfasis mío.
784
Las experiencias que Bergoglio ha hecho de la maternidad de la Iglesia son todas aquellas
en que vivenció el amor y la misericordia de Dios, sea por medio de su familia, de los ministros
su propia familia, como por ejemplo en la maternidad de su abuela o del Padre Pozzolli (4.1) o,
más tarde, en el confesionario del Padre Carlos Duarte Ibarra aquél día de primavera en que
hoy cuando habla de su lema episcopal miserando atque eligendo.363 En los barrios de San Miguel
como jesuita (4.2.2) y, más tarde, en las peregrinaciones a Luján (5.1.1) y a otros santuarios, como
bien que hace esto al pueblo de Dios, recomendando que la Pastoral de los Santuarios ejerzan esa
dimensión maternal del acogimiento (5.1.2). Lo mismo sugería a las parroquias y a toda la diócesis
al “santuarizar” su pastoral (5.1.3) y lo hacían él y sus curas villeros en las periferias de Buenos
Aires (5.1.5). La imagen del pokrov es una clásica expresión del cuidado maternal de María,
imagen de la Iglesia, sobre la humanidad (5.2.4). Fue lo que experimentó en Aparecida y después
habló de esto (6.2.3.1). Ya como Papa, el Año de la Misericordia fue una gran oportunidad para
transformar en programa pastoral esa característica de la Iglesia Madre (5.2.5). Asimismo sus
discursos han insistido en esa dimensión eclesial, normalmente encarnada en María, pero que
indica también la maternidad de la Iglesia (6.2.2; 7.3.2; 7.3.3). Como ilustración, a modo de
363 Francisco, O nome de Deus é misericórdia: uma conversa com Andrea Tornielli (Rio de Janeiro: Planeta, 2016), 40.
785
– para la Iglesia actual: “Pastoral no es otra cosa que el ejercicio de la maternidad de la Iglesia. La
Iglesia da a luz, amamanta, hace crecer, corrige, alimenta, lleva de la mano... Se requiere, pues,
una Iglesia capaz de redescubrir las entrañas maternas de la misericordia. Sin la misericordia, poco
se puede hacer hoy para insertarse en un mundo de ‘heridos’, que necesitan comprensión, perdón
y amor.”365 El segundo texto es la bella comparación entre la Iglesia Madre y las mamás, con una
invitación del Papa a entrar a la “universidad de las mamás”, que es “su corazón”: “Hoy vuelvo de
nuevo sobre la imagen de la Iglesia como madre.366 Me gusta mucho esta imagen de la Iglesia
como madre. Por esto he querido volver sobre ello, porque esta imagen me parece que nos dice no
sólo cómo es la Iglesia, sino también qué rostro debería tener cada vez más la Iglesia, ésta, nuestra
Madre Iglesia.”367 Y se refiere a tres características de las mamás que la Iglesia Madre debe
encarnar: ellas enseñan a caminar por la vida; “dan la cara” por el hijo aun cuando él elige malos
caminos; y oran por ellos. Así es la Iglesia: orienta a sus hijos para caminar bien; “es una mamá
misericordiosa, que comprende, que busca siempre ayudar, alentar también ante sus hijos que se
364 DA 365-372.
365 Francisco, “Discurso en el encuentro con el episcopado brasileño,” 27 julio 2013, acceso 8 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/july/documents/papa-francesco_20130727_gmg-episcopato-
brasile.html
366 En la audiencia de la semana anterior Francisco ya había empezado a desarrollar esa imagen que considera “una de
las más bellas”, la Iglesia Madre: “Entre las imágenes que el Concilio Vaticano II eligió para hacernos comprender mejor la
naturaleza de la Iglesia, está la de ‘madre’: la Iglesia es nuestra madre en la fe, en la vida sobrenatural (LG 6.14.15.41.42). Es una
de las imágenes más usadas por los Padres de la Iglesia en los primeros siglos, y pienso que puede ser útil también para nosotros.
Para mí es una de las imágenes más bellas de la Iglesia: la Iglesia madre.” Para explicarla el Papa hace el paralelo con la Virgen
María y la caracteriza en tres pasos: la madre da la vida, cuida la vida y es parte de la familia. Así la Iglesia Madre da la vida por
el bautismo, la alimenta por la Palabra y los sacramentos, y ella misma es “formada” por los cristianos. Por eso “la maternidad de
la Iglesia la vivimos todos, pastores y fieles.” Francisco, “Audiencia General,” 11 septiembre 2013, acceso 8 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2013/documents/papa-francesco_20130911_udienza-generale.html
367 Francisco, “Audiencia General,” La Santa Sede, 18 septiembre 2013, acceso 8 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2013/documents/papa-francesco_20130918_udienza-generale.html
786
han equivocado”368, y ora por sus hijos. Por eso el Papa invita a confiar “en la fuerza de la oración
sino directamente “Madre Iglesia”. Naturalmente aquella expresión se reserva a la Virgen María,
pero Francisco la usa poco. No es que no le guste esa expresión, proclamada solemnemente por
Pablo VI al final de la tercera sesión del Concilio, pero sí le gusta acentuar que toda la Iglesia es
Madre de la Iglesia.
Refiriéndose al segundo grupo, el Papa afirma que “la Iglesia, como madre siempre atenta,
se empeña para que vivan una conversión que les devuelva la alegría de la fe y el deseo de
- La Iglesia es una madre de corazón abierto,371 descrita como casa abierta del Padre, a
ejemplo del padre del hijo pródigo, incluso respecto al acceso a los sacramentos, pues “a
- Para explicar cómo hablar al pueblo en la homilía, Francisco enseña a la Iglesia a hablar
como lo hace una madre, con la conversación de la madre.373 “La Iglesia es madre y predica
al pueblo como una madre que le habla a su hijo.”374 La madre sabe que el hijo confía en
ella, pues se sabe amado. Además, la madre sabe lo que Dios sembró en el hijo, lo escucha
y aprende de él. La homilía debe ser ese diálogo de amor familiar entre madre e hijo, “donde
- En el mismo contexto de la homilía, Bergoglio usa una imagen que ya le había llamado la
atención antes: el “dialecto materno” con que la madre de los macabeos les habla. 376 “Así
como a todos nos gusta que se nos hable en nuestra lengua materna, así también en la fe
nos gusta que se nos hable en clave de ‘cultura materna’, en clave de dialecto materno.” De
esta forma, “el corazón se dispone a escuchar mejor. Esta lengua es un tono que transmite
- El Papa insiste que cuando el diálogo entre el Señor y su pueblo, intermediado por el
371 EG 46-49.
372 EG 47.
373 EG 139-141.
374 EG 139.
375 EG 139.
376 2Mac 7,21.27
377 EG 139.
788
aun las homilías aburridas serán fecundas, “así como los aburridos consejos de una madre
dan fruto con el tiempo en el corazón de los hijos.” Lo importante es que esté “presente
- El Papa habla en primera persona singular para referirse a su preocupación por los
paralelo de Isaac de Stella para referirse a que la Iglesia en general es madre y virgen; así
como lo es la Virgen María de forma particular, y asimismo como cada alma fiel de modo
- De esta forma, todo lo que se dice de María en esa sección se puede aplicar, en cierta
medida a la Iglesia, y así el Papa termina pidiéndole a la Madre María que ayude a la Iglesia
a ser Madre: “Le rogamos que con su oración maternal nos ayude para que la Iglesia llegue
a ser una casa para muchos, una madre para todos los pueblos, y haga posible el nacimiento
de un mundo nuevo.”381
378 EG 140.
379 EG 210, énfasis mío.
380 EG 285. Como ya se indicó ad supra (9.1.3), la atribución “individual” referida al alma fiel no aparece en el extracto
“Poco a poco empecé a hablar del santo Pueblo de Dios o del Pueblo fiel de Dios, y la
expresión que más me llena es el ‘santo Pueblo fiel de Dios’,”382 declaró el cardenal Bergoglio en
su última entrevista radiofónica antes de ser elegido Papa, como ya se contó ad supra (6.1.1). No
hay duda, a esta altura del estudio, que la comprensión de la Iglesia como “Pueblo de Dios” es una
de las preferidas del Papa Francisco. Lo confirmó unos meses después de iniciado su pontificado:
“Una imagen de Iglesia que me complace es la de pueblo santo, fiel a Dios. Es la definición que
uso a menudo.”383 El Papa explica que existe un “valor teológico” en la pertenencia a un pueblo.384
“Y la Iglesia es el pueblo de Dios en camino a través de la historia, con gozos y dolores.”385 Cuando
infalible cuando cree, y manifiesta esta infalibilidad suya al creer, mediante el sentido sobrenatural
382 “Basta de Bergoglio: La última entrevista de Francisco antes de convertirse en Papa,” Taringa, 17 marzo 2013,
Nadie se salva solo, como individuo aislado, sino que Dios nos atrae tomando en cuenta la compleja trama de relaciones
interpersonales que se establecen en la comunidad humana. Dios entra en esta dinámica popular.” Francisco, “Entrevista a
Antonio Spadaro.”
385 Francisco, “Entrevista a Antonio Spadaro.”
386 Francisco, “Entrevista a Antonio Spadaro.” Pero precisa, para evitar malos entendidos: “Obviamente hay que tener
cuidado de no pensar que esta infallibilitas de todos los fieles, de la que he hablado a la luz del Concilio, sea una forma de
populismo. No: es la experiencia de la ‘santa madre Iglesia jerárquica’, como la llamaba san Ignacio, de la Iglesia como pueblo de
Dios, pastores y pueblo juntos.”
790
Varios son los analistas del pontificado de Francisco que consideran que en su comprensión
de la Iglesia el concepto Pueblo de Dios tiene un papel fundamental,387 lo que se llama aquí una
“clave eclesiológica”. Carlos Galli es bastante preciso al identificar en Francisco una “Teología
del Pueblo de Dios en los pueblos.”388 Kasper dedica un capítulo de su libro sobre las raíces
teológicas del Papa Francisco al tema: “Volk-Gottes-Ekklesiologie”, die der Papst “mit konkretem
Leben erfüllt.”389 “Im Mittelpunkt des Kinchen-verständnissses von Papst Franziskus steht, wie es
dem Ansatz der argentinischen Theologie des Volkes entspricht, das Bild der Kirche als Volk
Gottes (EG 111-134). Es ist fest in der biblischen, patristischen und liturgischen Tradition
verankert...Hinter dem volksnahen pastoralen Stil des Papstes steht eine ganze Theologie, ja seine
Mystik des Volkes.”390 Si esta eclesiología ayuda a entender el papado de Francisco en general,
con más razón colabora para percibir su visión respecto a la piedad popular mariana.
Para percibir que Bergoglio entiende la Iglesia como Pueblo de Dios, más que
declaraciones es suficiente con mirar sus gestos y actitudes, como ya lo indicó en su primera
aparición pública como Papa y se hizo bendecir por el pueblo. Bergoglio fue formado
teológicamente en la escuela del Concilio Vaticano II, cuya primera recepción – en el sentido
387 Carlos Eduardo Ferré, “La concepción de ‘pueblo’ en el pontificado de Francisco,” en Francisco, la alegría que
brota del pueblo: una reflexión compartida de Evangelii Gaudium, ed. Jorge Benedetti et al. (Buenos Aires: Santa María, 2015),
141-178; Rafael Luciani, El Papa Francisco y la Teología del Pueblo (Madrid: PPC, 2016), 21-58; Juan Carlos Scannone, La
Teología del Pueblo: raíces teológicas del Papa Francisco (Maliaño: Sal Terrae, 2017), 205-218; Juan Pablo Espinosa Arce,
“Pensar una espiritualidad en clave de ‘pueblo’,” Teología Espiritual 59 (2015): 77-86; Ángel Luis Fariña Pérez, “La teología del
Papa Francisco,” Teología Espiritual 59 (2015): 57-75.
388 Galli, “La fuerza evangelizadora,” 14-18.
389 Kasper, Papst Franziskus, 53-65, aquí 53.
390 Kasper, Papst Franziskus, 53-54.
791
técnico del término – estuvo fuertemente marcada por el novedoso concepto de la Iglesia como
centralidad conciliar de este concepto haya sido cuestionada años después, en especial en torno al
una entusiasta recepción teológica y lo siguieron utilizando como concepto fundamental. Las
preparativos para Puebla (2.2) y en el camino hasta Aparecida (2.3), no dejaron de influir
Dios y sus consecuencias (Documento de San Miguel, pastoral popular, cercanía al catolicismo
popular) marcaron el ambiente eclesial (3.1), consolidando una de las más originales corrientes
teológicas latinoamericanas (capítulo 3) en la cual el concepto pueblo es tan central que fue usado
Pero más que la teología del pueblo, lo marcaran las experiencias concretas con el pueblo
mismo (8.2). El contacto con los pobres y las villas en San Miguel y Buenos Aires (4.2.2; 5.1.5),
le regalaron ese “gusto espiritual de ser pueblo.”391 Su contacto con el pueblo peregrino en los
distintos santuarios que solía frecuentar intensificó su admiración por la fe y la cultura del pueblo
(5.1.1; 5.1.2; 5.1.3; 5.1.4), a tal punto que también él aprendió a rezar como pueblo (4.1.2; 4.1.3;
5.2.1; 5.2.4), e incluso lo siguió haciendo como Papa (5.2.1; 5.2.2; 5.2.3; 5.2.5).
En cuanto a sus discursos, remonta a sus primeros años como padre jesuita – inicio de los
años 70 – su reflexión sobre el concepto Pueblo de Dios y su opción por hablar del “santo pueblo
391 EG 268-274.
792
fiel de Dios” (6.1.1). El neologismo “inculturación”, usado por su Superior General, el Padre
inculturación del Evangelio y la evangelización de las culturas (6.1.2; 6.2.1.1; 8.3). Como obispo
mostró gran interés por la religiosidad popular y sus expresiones (6.2.1), a tal punto que colaboró
decisivamente para que en Aparecida ésta pasara a llamarse “espiritualidad o mística popular”
(6.2.3.2; 6.2.3.3). En todo esto, percibía a María en el centro de la vida del pueblo fiel (6.2.2),
impregnando la piedad popular con su presencia. Como Papa no dejó de valorar e incentivar la
El concepto “pueblo” es tan “clave” para entender a Francisco, que incluso del punto de
programática del Papa: la palabra “pueblo” aparece nada menos que 164 veces.392 La eclesiología
del Pueblo de Dios está muy presente en el documento. Sería, por lo tanto, muy extenso mostrar
todas las partes donde se encuentra, como se hizo con las claves eclesiológicas y mariológicas
Teológica Internacional y decano de la Facultad de Teología de la UCA. Galli considera que “la
síntesis pastoral de Francisco”393 en la exhortación “incluye una eclesiología del pueblo de Dios y
392 Es uno de los substantivos más usados en el documento, detrás apenas de Dios (278 veces), Iglesia/eclesial (266
una filosofía política del pueblo.”394 El concepto pueblo aparece en tres sentidos distintos y
“un misterio que hunde sus raíces en la Trinidad, pero tiene su concreción histórica en un
Francisco, sujeto colectivo del anuncio del Evangelio399, cuya catolicidad incluye personas
y pueblos, pues es “un pueblo para todos”400 y “un pueblo con muchos rostros.”401
- Segundo, el Papa se refiere también a un pueblo civil realizado en los pueblos históricos.
y doctrina social, puede contribuir: la justicia social, la economía justa, el lugar privilegiado
principios para construir el bien común y la paz social. El Pueblo de Dios colabora así en
que tengan “pasión por su pueblo”409, pues “es lindo ser pueblo fiel de Dios.”410 A ese gusto
misionera.411
“Francisco es popular porque piensa, ama y sirve al pueblo de Dios”, pero no lo hace por
populismo, sino movido por caridad pastoral, explica Galli.412 Para el Papa, el pueblo de Dios es
sujeto de la fe y los pueblos civiles (pueblos de la tierra) son cada uno sujeto de su propia historia
y de su cultura. Al afirmar que el “Pueblo de Dios se encarna en los pueblos de la tierra, cada uno
403 EG 268-274.
404 EG 270.
405 EG 272.
406 EG 272.
407 EG 274.
408 EG 271.
409 EG 268.
410 EG 274.
411 EG 88; 288.
412 Galli, “La fuerza evangelizadora,” 17.
795
de los cuales tiene su cultura propia”, Francisco sigue la escuela del Vaticano II413, que considera
la íntima compenetración que existe entre el Pueblo de Dios (Iglesia) que “está presente” (inest)
con muchos rostros”416, que destaca la belleza del “rostro pluriforme”417 de la Iglesia, expresión
varias veces, por la cual el cristianismo no es “monocultural y monocorde”419, sino que se incultura
Con esa base se puede entender por qué en la piedad popular cada pueblo expresa la fe
según sus propios moldes culturales. Esto es lo último que se quiere destacar por medio de esta
clave eclesiológica: la “Iglesia Pueblo de Dios en los pueblos” es una importante base teórica para
latinoamericana en Aparecida, que considera la piedad católica como una mística popular por ser una forma teologal y cultural
del encuentro con Cristo y por contener un potencial de evangelización, santidad y justicia (DA 258-265). Puedo testimoniar que
el cardenal Bergoglio cuidó especialmente la redacción de esta sección.” Galli, “La fuerza evangelizadora,” 31.
796
misionera, toda en salida.”422 Este ha sido prácticamente un refrán repetido de distintas formas
desde el inicio del pontificado de Francisco. “Aquí nació la Iglesia, y nació en salida,”423 afirmó
el Papa, cuando estuvo en Tierra Santa celebrando en el Cenáculo. No raras veces ese anuncio
misionero viene acompañado con la indicación a la Virgen María: “De aquí parte la Iglesia en
salida, animada por el soplo del Espíritu. Recogida en oración con la Madre de Jesús, revive
La misión como núcleo de la vida cristiana es una de las ideas en las que más ha insistido
el Papa Francisco. En la mayoría de los países de tradición católica el catolicismo aparece como
transformar el mundo. Francisco quiere que la Iglesia salga a las calles. Se tornaron célebres sus
palabras a sus compatriotas, reunidos en la Jornada Mundial de la Juventud en Río: “Quiero lío en
las diócesis, quiero que se salga afuera…Quiero que la Iglesia salga a la calle.”425 Es tan evidente
422 Francisco, “Discurso a los participantes en el encuentro de las Obras Misionales Pontificias,” La Santa Sede, 9 mayo
comprobarla, pero en fidelidad al método asumido hasta ahora, valgan algunas observaciones para
Francisco es heredero de una Iglesia nacida de la misión europea en el Nuevo Mundo. “En
pastorales valiosas, cuyos frutos perduran hasta nuestros días.”426 No se puede negar que ese gran
esfuerzo misionero “escribió páginas…de gran sabiduría y santidad.”427 El ardor de los misioneros,
muchos de ellos jesuitas, los llevó a entregar sus vidas por la evangelización del continente, y dejó
huellas profundas en la identidad religioso cultural de América Latina. Bergoglio creció y fue
educado sobre la base de estas historias de santidad (4.2.1). El amor a María fue parte del método
misionero de aquella Iglesia en salida (2.1): “Su figura maternal fue decisiva para que los hombres
la fe, manifestación y renovado ímpetu misionero de propagación del Evangelio.” 429 En línea de
continuidad con esta tradición histórica, cultural y religiosa se encuentra el Papa Francisco.
Uno de los mayores frutos del aggiornamento del Vaticano II fue la apertura de la Iglesia
al mundo, una Iglesia con las “ventanas abiertas”, con “nuevos aires”, como quiso Juan XXIII.
426 SD 245.
427 DA 5.
428 SD 15.
429 DA 4.
798
Con la misma intención, en un mundo que cambia cada vez más rápido, el Papa Bergoglio se
esfuerza por mantener no solo las ventanas sino sobre todo las puertas abiertas. Ambos Papas se
asemejan en varios aspectos, hablaron de la “Iglesia de los pobres” y han sido mensajeros de la
formulando sus opciones por los pobres (Medellín), por la evangelización de las culturas y la
piedad popular (Puebla), y por una Nueva Evangelización inculturada (Santo Domingo, Juan Pablo
II), hasta llegar a comprenderse como Iglesia en permanente “estado de misión”431 (Aparecida).
En Argentina, desde el concilio, un importante sector de la Iglesia salió al encuentro del pueblo,
Las experiencias del camino popular y misionero de la Iglesia latinoamericana (2.2; 2.3) y
argentina (capítulo 3) fue el “contexto ambiental” que formó eclesiológicamente a Bergoglio, que
hizo ese camino junto con su Iglesia (8.3; 8.4). No menos importantes fueron sus propias salidas
misioneras (8.2), a pie, en bus o en subte, al encuentro del pueblo de los barrios pobres y villas de
su ciudad (4.2.2; 5.1.5), como también sus salidas como peregrino, que siguieron como Papa
salir a los barrios y lugares periféricos de misión, evitando “ideologías” y colocando “en práctica”
el Evangelio de los pobres (4.2.2). Aprendió con el pueblo mucho de lo que enseñaba, en particular
respecto a la piedad popular (6.2.1) y a la presencia de María en ella (6.2.2), asegurándose de que
430 Jorge Aiello y Carlos Galli, San Juan XXIII, la Iglesia de la ternura – El ‘Papa Bueno’, el Concilio Vaticano II y
la tomaran en cuenta en Aparecida (6.2.3). Bergoglio no solo influyó, sino que fue forjado por los
impulsos de la V Conferencia, en especial por la clara y decisiva opción misionera que significó
para el continente: “Desde el cenáculo de Aparecida nos disponemos a emprender una nueva etapa
de nuestro caminar pastoral declarándonos en misión permanente,”432 dijeron. Una misión que,
La “hoja de ruta” del pontificado de Francisco apunta en una única dirección: hacia afuera.
Todo el documento es un llamado a la conversión pastoral hacia una Iglesia misionera y en salida,
pues “la salida misionera es el paradigma de toda obra de la Iglesia.”433 Desde el inicio del
documento el Papa deja claro que su objetivo no es elaborar un tratado teológico ni dar respuestas
a todos los problemas actuales de la Iglesia y la sociedad, sino proponer líneas orientadoras para
“una nueva etapa evangelizadora, llena de fervor y dinamismo.”434 Para esto se concentra en siete
cuestiones435, todas ellas profundamente “misioneras”, pues éste es el enfoque principal del texto.
Se destacan por lo menos dos muy transparentes del punto de vista eclesiológico: la “reforma de
la Iglesia en salida misionera” y la “Iglesia entendida como la totalidad del Pueblo de Dios que
evangeliza”. Para esto se hacen necesarias las otras cinco cuestiones: tener claras “las motivaciones
espirituales para la tarea misionera”, alejar las “tentaciones de los agentes” y cuidar especialmente
432 “Mensaje Final,” en Documento conclusivo de la V Conferencia del CELAM, ed. CELAM, 3. ed. (Bogotá, CELAM,
de tres temas misioneros: la homilía, la inclusión social de los pobres y la búsqueda dialogante de
la paz social. Todos estos temas “ayudan a perfilar un determinado estilo evangelizador” en la
Iglesia.436
muy largo listar aquí todos los textos en ella relacionados con esa visión de Iglesia. Como en el
apartado anterior (9.3.2.2), se va a recurrir, en parte, a la elaboración de Carlos Galli, que considera
que “la teología del Pueblo de Dios en los pueblos”437, propia de esa exhortación del Papa, apunta
a “una Iglesia misio-céntrica”438, consciente de que “existe para evangelizar”439, una Iglesia en
salida, con su centro en Jesucristo y en el corazón de los hombres. Algunos elementos a destacar:
- El primer capítulo propone una “transformación misionera de la Iglesia” hacia una “Iglesia
Papa sueña con “una opción misionera capaz de transformar todo” 442, “una pastoral en
436 EG 17.
437 Galli, “La fuerza evangelizadora,” 14.
438 Galli, “La fuerza evangelizadora,” 14, énfasis del autor.
439 EN 14.
440 EG 20-24.
441 EG 24.
442 EG 27.
443 EG 35.
444 Galli, “La fuerza evangelizadora,” 14.
801
- El Papa plantea una “pastoral en conversión”445, que de forma ingeniosa “reelabora las
- Para esto se deben reformar las estructuras de la Iglesia, incluyendo el papado, “para que
se vuelvan más misioneras.”448 Galli cree que Francisco puede completar las reformas
pendientes desde el Vaticano II porque para el Papa “la Iglesia se reforma si se centra en
- Solo desde esa clave de lectura eclesiológico-misionera se entiende la insistencia del Papa
que se intenta imponer a fuerza de insistencia.”451 Hay que contar con los límites
445 EG 25-33.
446 Galli, “La fuerza evangelizadora,” 14; DA 365-372.
447 EG 25.
448 EG 27; 32.
449 Galli, “La fuerza evangelizadora,” 15. La necesidad de una reforma en clave misionera fue presentada también en un
importante congreso teológico: Antonio Spadaro y Carlos María Galli, eds., La reforma y las reformas en la Iglesia (Maliaño: Sal
Terrae, 2016).
450 EG 34-39.
451 EG 35.
452 EG 40-45.
453 EG 46-49.
802
- El capítulo III “expone una teología pastoral centrada en la misión del pueblo de Dios.”454
El título de la primera sección es: “todo el pueblo de Dios anuncia el Evangelio” 455 y se
divide en siete temas. Galli observa que “los tres primeros explicitan la eclesiología: un
pueblo para todos, con muchos rostros culturales, formado por discípulos misioneros; los
tres segundos [mejor dicho: los tres últimos] consideran mediaciones del anuncio
- Quizás sin darse cuenta, Francisco coloca “la fuerza evangelizadora de la piedad
principal.”458
- Usando la expresión acuñada en Aparecida el Papa insiste en que “todos somos discípulos
misioneros”459, cada uno puede decir: “Yo soy una misión en esta tierra.”460 El pueblo
también desde esa clave misionera, pues la homilía “es la piedra de toque para evaluar la
privilegiado para la misión. Para esto, el predicador debe “poner un oído en el pueblo, para
descubrir lo que los fieles necesitan escuchar.”463 Así se evangeliza desde el otro y no desde
sí mismo.
- Por fin, se debe decir que la clave eclesiológica misionera del documento es mariana, como
ya se ha indicado varias veces. La perspectiva principal con que Francisco presenta a María
es como “Madre de la evangelización”: “Ella reunía a los discípulos para invocarlo [al
Espíritu Santo] (Hch 1,14), y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en
Una última observación antes de terminar esta sección: “La dulce y confortadora alegría de
expresión de una promesa no declarada, ya que con ellas el cardenal Bergoglio empezó y concluyó
su breve alocución en las congregaciones generales antes del conclave que lo eligió Papa. 466 En
ella el cardenal de Buenos Aires dijo apenas cuatro cosas: evangelizar supone celo apostólico; si
la Iglesia no sale se vuelve autorreferencial; con eso se deviene mundana; y, por eso, desea que el
462 EG 135.
463 EG 154.
464 EG 284.
465 EN 80; EG 9-13.
466 “Texto completo del manuscrito entregado por Bergoglio al Cardenal Ortega,” Clarín, 26 marzo 2013, acceso 8
próximo Papa “desde la contemplación de Jesucristo, ayude la Iglesia a salir de sí hacia las
periferias existenciales, que la ayude a ser la madre fecunda que vive de ‘la dulce y confortadora
pensamiento y la praxis del Papa Francisco respecto a la piedad popular mariana. Todo lo
desarrollado en los capítulos anteriores llevó al investigador a postular que, del punto de vista
desde el cual el Papa, consciente o inconscientemente, piensa y actúa cuando se trata de la piedad
popular mariana. Para entender mejor como, en la historia de la teología, la reflexión sobre María
y la Iglesia se identificaron, se presentó una síntesis de cómo ese proceso se dio en la patrística
(9.1.1.1) y cómo puede ser entendido hoy (9.1.1.2). Para esto se recurrió también a la teología de
algunos autores mencionados por Bergoglio cuando él mismo hace sus reflexiones sobre la
Enseguida se buscó formular las claves principales de la visión teológico-pastoral del Papa
Francisco tanto en lo que se refiere a María (9.2), como a la Iglesia (9.3). Se presentaron, entonces,
tres claves mariológicas: María Madre (9.2.1), María en el pueblo (9.2.2) y María discípula
misionera (9.2.3), y tres claves eclesiológicas: Iglesia Madre (9.3.1), Iglesia Pueblo de Dios (9.3.2)
467 “Texto completo del manuscrito entregado por Bergoglio al Cardenal Ortega.”
805
e Iglesia misionera (9.3.3). Metodológicamente, para cada una de estas claves, se buscó comprobar
Después de todo ese análisis, se puede confirmar que las claves teológicas indicadas
probablemente también para otros temas no analizados aquí), el Papa Francisco ve a María como
La tarea de este último apartado es confrontar las reflexiones anteriores y arriesgar una
formulación sintética que exprese la postura teológico-sistemática ante el tema en estudio, desde
la cual se pueda comprender mejor y promover el pensamiento y praxis del Papa respecto a la
piedad popular mariana. Esto se hará en dos pasos: primero se busca describir la unidad María-
Iglesia tal como la vive Francisco y, segundo, se aclara la formulación que sintetiza su visión tanto
de María como de la Iglesia, y que pueden ser aplicadas a ambas realidades indistintamente.
806
es mariano y su visión de María es eclesial. Cuando él expresa ese paralelo468, en general, da por
evidente la identificación de ambas realidades, aunque suele describir también cada una de ellas
por separado, como se demostró por medio de las claves mariológicas y eclesiológicas
anteriormente indicadas.
Todo eso es un hecho, sin que él busque, en sus escritos, formular teológicamente el cómo
del peligro de un “nominalismo” teológico469, formal e ineficaz, es decir, el peligro de querer dar
nombre a las realidades, conceptuarlas, pero desatendiendo a la realidad misma.470 Por esto,
acogiendo la advertencia del Papa, se ha optado por simplemente describir la realidad de esa rica
relación entre María y la Iglesia, tal como se puede encontrar en el pensamiento y praxis de
cuando el Papa habla de los atributos de María (maternidad, virginidad, fe, misericordia, escucha,
paciencia, amor, etc.) puede con naturalidad aplicarlos a la Iglesia y vice-versa, en una especie de
realidad. La idea desconectada de la realidad origina idealismos y nominalismos ineficaces, que a lo sumo clasifican o definen,
pero no convocan. Lo que convoca es la realidad iluminada por el razonamiento. Hay que pasar del nominalismo formal a la
objetividad armoniosa.” EG 232.
470 “La realidad es más importante que la idea.” EG 231-233.
471 Ver ad supra 9.1.2.1.
807
se sitúa así más en la línea de aquellos teólogos que, sin negar la diferencia entre María y la Iglesia,
acentúan más la unidad que la diferenciación.472 Francisco las ve unidas y no se preocupa por decir
cuál viene primero, ni por indicar algún tipo de subordinación entre ellas. La referencia constante
de identidad mística, fruto de la ‘pericoresis’ de la que nos hablaba Scheeben”473, tendiendo a pasar
de una realidad a la otra de esa “Madre doble y única”474 sin dar mayores explicaciones. La idea
de pericorésis puede generar malos entendidos con el tratado trinitario, y querer afirmarla puede
ser un “nominalismo ineficaz”. Por eso es mejor evitarla, pero el tipo de relación va en la línea de
una unidad tan estrecha, “cuasi-pericorética”, una “participación mística”, en el sentido de una
inhabitación e interpenetración de una realidad en la otra. Una “unidad en tensión” entre dos polos,
o “unidad en tensión bipolar”475 cuyos polos no se anulan ni niegan la tensión, sino que se fecundan
cristológico o de las Personas en la Trinidad inmanente. Pero real. Más que estos intentos de
explicación, al Papa le importa que se viva esa íntima unidad de María-Iglesia, pues le parece
valioso mirarlas en conjunto y dejar que se iluminen mutuamente, como se hace a continuación.
472 Como, por ejemplo, los padres orientales o el mismo De Lubac en Meditación sobre la Iglesia. Ver ad supra: 9.1.1;
9.1.2.
473 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 357.
474 De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, 358.
475 La expresión “tensión bipolar” está en el vocabulario de Bergoglio (EG 222; 231), aunque no para referirse a la
relación María-Iglesia, sino a las tensiones entre plenitud y límite, idea y realidad, localización y globalización, sobre las que se
deben aplicar sus cuatro principios (EG 221-237) para armonizar la tensión en una unidad superior, sin anular la polaridad. En
sentido amplio y analógico se podría pensar también en la “tensión bipolar” María-Iglesia.
808
“advocaciones” para la Virgen María. Tampoco es ésta la intención del investigador. Éste cree, sin
embargo, que a María-Iglesia – esa “unidad en tensión bipolar” cuyas propiedades se pueden
atribuir a una o a otra indistintamente – se le puede atribuir un “título” o formulación sintética que
expresa la comprensión del Papa Francisco respecto a ellas, sobre todo (pero no únicamente) ante
desprende casi automáticamente de las argumentaciones hechas en las secciones anteriores (9.2;
- Por un lado, siente a María fundamentalmente como Madre, mamá, y así la presenta al
pueblo; y por otro, vivencia y anuncia al mundo una Iglesia Madre, lo que en realidad ella
- Por un lado, vivencia a María en el pueblo fiel de Dios, lo conduce a ella y la presenta a él;
y por otro, entiende y vive la Iglesia como pueblo, siente el gusto de ser pueblo y se hace
pueblo con él. La piedad mariana se expresa de forma popular, según la fe y la cultura del
- Por un lado, presenta los rasgos discipulares y misioneros de María, modelo para el pueblo
misión eclesial. La piedad popular mariana es esencialmente misionera, ya que por ella el
María es la “Madre del Pueblo misionero” y la Iglesia es la “Madre del Pueblo misionero”.
De inmediato, por lo menos dos objeciones se podrían hacer a esta conclusión: primero, que es
demasiado obvia, o sea, que no se dijo nada nuevo; y segundo, que es muy “forzada”, es decir,
artificial. A la primera se contesta que lo obvio debe ser dicho. Si nadie lo dijo antes, no está de
más decirlo. Además, si parece obvio, quizás sea éste el primer fruto del camino recorrido hasta
aquí, y sea este camino la novedad. A lo segundo, se debe admitir que, en realidad, es una
formulación artificial, construida teóricamente a partir del estudio, pero de un estudio que partió
de la vida, de las experiencias y los discursos de Jorge Mario Bergoglio; un estudio que formula
ideas a partir de la realidad, y no al revés. Además, esa formulación no fue pensada para ser usada
pastoralmente ni rezada, aunque sea posible hacerlo. Por fin, se debe admitir que esta expresión
posible suponer que “en algo” él se identificaría con el contenido que ese “neologismo” mariano
validad para entender una “Iglesia mariana” y una “visión eclesial de María”, o mejor dicho, para
entender María-Iglesia como misterio de comunión para la misión, y la piedad popular mariana
- Pertenece al misterio más íntimo la Iglesia su maternidad, por la cual – en la Palabra y los
sacramentos – da a luz a las almas fieles, integrándolas en Cristo y entre ellas, es decir, en
la comunión del Pueblo de Dios; y ese pueblo misionero (y cada alma fiel que a él
pertenece), a su vez, es muy consciente de su misión de generar nuevos hijos para Dios,
- Desde lo anterior, y gracias a la íntima unidad María-Iglesia, se puede decir que pertenece
integrada) al pueblo como miembro, pero sobre todo como madre, colaborando así para la
comunión del pueblo entre sí y con su Hijo; y ese pueblo (y cada hijo de María que a él
pertenece), ve en ella la perfecta discípula misionera del Señor, que los impulsa con su
amor, ejemplo e intercesión a la misión de generar nuevos hijos para Dios, “predilectos en
misterio de María primordial y casi exclusivamente como Madre. Además, cuando esa
espiritualidad es auténtica mística popular, jamás se la vive como una experiencia intimista e
individualista, sino que el contacto filial de amor con María proporciona la experiencia de la
comunión en el pueblo de Dios, ya que la Madre, como en la familia humana, reúne a sus hijos y
impulso misionero, pues al contemplar a María el devoto (o el peregrino) descubre la imagen del
verdadero discípulo misionero de Jesús, y Ella, como Madre de la Evangelización, implora para él
el Espíritu Santo, que lo envía en misión. Por eso cada hijo que se acerca a María, cada peregrino
477 EG 144.
811
que llega a sus santuarios, ya realiza en sí un acto misionero y por sus expresiones de piedad
el devoto (o peregrino), llevado por la mística propia de estos actos, experimenta el misterio de la
maternidad de la Iglesia, se siente hijo de la Iglesia y, a la vez, en comunión con el Pueblo fiel de
Dios que peregrina por la historia hacia la consumación, tornándose – conscientemente o no tanto
misionero, es así misterio de comunión para la misión, y la piedad popular mariana es una forma
Una última observación: aunque fuera del límite de tiempo estipulado para la presente
investigación, el mensaje de Francisco a la reunión plenaria del CELAM, enviado en los días en
que se terminaba de escribir el presente capítulo es una clara confirmación de las expresiones aquí
utilizadas.478 Mientras todos esperaban que el mensaje del Papa aludiera a los 10 años de la V
Conferencia, él decide hablar del acontecimiento mariano que celebraba 300 años: el encuentro de
la imagen de María por los pescadores, porque “Aparecida es toda ella una escuela de
discipulado,”479 y al respecto señala tres aspectos: los pescadores, como imagen para el simple y
santo pueblo fiel de Dios; la Virgen, que él describe como Madre, mejor: una “madraza”480; y el
encuentro, que expresa tanto la relación entre el pueblo y la madre como la dimensión misionera
de ese pueblo que sale al encuentro de los demás para conducirlos a la Madre y a su Hijo.
478Francisco,“Carta a los participantes de la 36ª Asamblea General del CELAM de 9-12 mayo 2017 en San Salvador,”
La Santa Sede, 8 mayo 2017, acceso 10 mayo 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/letters/2017/documents/papa-
francesco_20170508_lettera-plenaria-celam.html
479 Francisco, “Carta a los participantes de la 36ª Asamblea General del CELAM.”
480 Expresión que quiere decir una “gran madre”.
812
En palabras de la tesis aquí defendida, los tres aspectos indicados por Francisco describen
a la Madre del pueblo misionero. Ver el acontecimiento de Aparecida desde esa perspectiva, según
diálogo con el Pueblo fiel de Dios ofrece al pastor dos actitudes muy lindas a cultivar: coraje para
anunciar el Evangelio y aguante para sobrellevar las dificultades y los sinsabores que la misma
predicación provoca.”481 Y concluye deseando que “María, Nuestra Señora Aparecida, nos siga
llevando a su Hijo para que nuestros pueblos en Él, tengan vida... y en abundancia.”482 En otras
palabras, que María y la Iglesia sigan siendo Madre del pueblo misionero.
481 Francisco, “Carta a los participantes de la 36ª Asamblea General del CELAM.”
482 Francisco, “Carta a los participantes de la 36ª Asamblea General del CELAM.”
813
teológicas (capítulo 9) para entender mejor el pensamiento y la praxis del Papa Francisco sobre la
piedad popular mariana, conviene dar un tercero y último paso, trazando algunas claves pastorales,
que en realidad son consecuencias teológico-pastorales de todo lo desarrollado hasta aquí. No hay
dudas de que el Papa Francisco, más que por teólogo, se destaca por ser pastor. Sin embargo, “hay
un dato poco destacado: el Papa pastor es un pastoralista,”1 observa Carlos Galli. “Francisco es
(capítulo 9) inculturada históricamente (capítulo 8). El contacto con sus familiares, sus formadores
y profesores, pero sobre todo con el santo pueblo fiel de Dios modeló su corazón de pastor,
volviéndose teología para luego retornar a su praxis pastoral. Por eso se puede decir que su teología
es eminentemente una teología pastoral o una teología de la praxis popular.3 En dicho proceso, la
piedad popular mariana lo ayuda a conocer el corazón religioso y cristiano de su pueblo, para salir
1 Carlos María Galli, “Lectura teológica del texto de Evangelii gaudium en el contexto del ministerio pastoral del Papa
Francisco,” Medellín 158 (abril-junio 2014): 47-88, aquí: 57, énfasis del autor.
2 Galli, “Lectura teológica del texto de Evangelii gaudium,” 57. Para la expresión “maestro de pastoral”: Nicola Gori,
“Un maestro de pastoral. Entrevista a Mario Poli”, L’Osservatore romano (19 abril 2013): 9.
3 Juan Carlos Scannone, “Die argentinische Theologie des Volkes und die Pastoraltheologie von Papst Franziskus,”
Topologik 16 (2014): 36-50; Ernesto Cruz, “La teología de la praxis popular y Francisco,” Revista de Cultura Teológica 85
(enero/junio 2015): 33-62.
4 EG 139.
814
hechas hasta aquí, agrupadas en tres claves pastorales: una Iglesia mariana (10.1), la espiritualidad
popular mariana (10.2) y la dimensión social de la piedad popular mariana (10.3). La expresión
“vigencia y urgencia” – que aparece junto a cada una de ellas – manifiesta la constatación de su
importancia para la realización del proyecto de Iglesia puesto en marcha por el Papa Francisco y
el anhelo de que el presente estudio tenga efectos concretos en la vida de la Iglesia y la sociedad
actual. En cada una de las claves señaladas el investigador agrega al pensamiento de Francisco,
consideraciones de otros autores y las propias, como conclusiones o sugerencias pastorales para
llevar a cabo algunas de las intenciones pastorales del Papa Francisco. Se advierte así que no habrá
otro capítulo posterior que recoja las “conclusiones” de la tesis, ya que éstas son presentadas a lo
largo de los tres capítulos que componen la tercera parte del estudio, como claves históricas
Dios mariano y María en el pueblo se manifiesta como madre. La dimensión mariana de la Iglesia
es una realidad innegable en el pensamiento de Bergoglio, por eso le gusta destacar que la Iglesia
es femenina. Como ya se ha mostrado ad supra (9.2), “Francisco vincula las nociones ‘Pueblo’ y
‘Madre’, con la tradición patrística latina, y la eclesiología contemporánea. Le gustan las imágenes
femeninas de la Iglesia: familia, casa, mujer, esposa, madre, viuda,”5 recuerda Carlos Galli. Por
medio de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, Bergoglio se acostumbró a referirse a la Iglesia
como “nuestra sancta Madre Iglesia hierarchica.”6 El documento de Aparecida había afirmado que
la Iglesia es como “una madre que sale al encuentro, una casa acogedora,”7 y en Evangelii
Gaudium Francisco dijo con claridad que “la Iglesia es una madre de corazón abierto”.8
Francisco resalta así “la maternidad pastoral de todo el Pueblo de Dios.”9 Esta maternidad
tiene claras consecuencias para la pastoral: la primera es que la Iglesia debe tener esencialmente
actitudes marianas (10.1.1); además, su estilo evangelizador debe ser mariano (10.1.2); en tercer
lugar, debe ser una Iglesia que toma en serio su perfil mariano, haciendo que lo mariano prime
sobre lo petrino-institucional (10.1.3) y, finalmente, una Iglesia que vive y transmite una imagen
Uno de los típicos diagnósticos de Bergoglio respecto al mundo actual es que se trata de un
“hospital de campaña”, lleno de heridos de guerra. De ahí la urgencia de una Iglesia con actitudes
maternales marianas. Él ve con claridad “que lo que la Iglesia necesita con mayor urgencia hoy es
una capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones de los fieles, cercanía, proximidad.”10
Estas actitudes de cercanía y proximidad, propias de la “cultura del encuentro”11, tan propagada
6 EE 353; 363.
7 DA 370.
8 EG 46-49.
9 Galli, “Lectura teológica del texto de Evangelii gaudium,” 71-72.
10 Francisco, “Entrevista a Antonio Spadaro,” La Santa Sede, 19 agosto 2013, acceso 18 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/september/documents/papa-francesco_20130921_intervista-
spadaro.html
11 Diego Fares, Papa Francisco: la cultura del encuentro (Buenos Aires: Edhasa, 2014).
816
por él, son marianas, son femeninas y maternales. “Veo a la Iglesia como un hospital de campaña
tras una batalla”, sigue el Papa. “¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene altos el colesterol
o el azúcar! Hay que curarle las heridas. Ya hablaremos luego del resto. Curar heridas, curar
Por eso Francisco insiste tanto, desde el inicio de su pontificado en una Iglesia
misericordiosa, maternal, de puertas abiertas para acoger a todos. De ahí que defienda, en su
Iglesia de Francisco justamente como “una Iglesia misericordiosa para un mundo herido.”14 Esa
materna. De hecho, las Escrituras describen las “entrañas de misericordia” de Dios Madre: “¿Es
un hijo tan caro para mí Efraím, o niño tan mimado, que tras haberme dado tanto que hablar, tenga
que recordarlo todavía? Pues, en efecto, se han conmovido mis entrañas por él; ternura hacia él no
fue la mayor comprobación de este acento pastoral propio del pontificado de Francisco, que se
pone así en línea de continuidad con Juan XXIII en la apertura del Concilio: “En nuestro tiempo,
llena de misericordia y de bondad para con los hijos separados de ella.” 17 Estas son propiamente
actitudes marianas, el “estilo divino encarnado por María”18, que corresponden a la imagen de la
orfandad tantas veces usada por Francisco para dar a los cristianos la buena noticia de que los
tienen una “madre”, la Madre de Jesús y nuestra. Y, a la vez, tienen a la Iglesia como madre. “El
hogar eclesial debe ser un hospital de campaña después de la batalla, que recoge, alivia y cuida a
los hijos heridos en la vida y en la fe. La atracción materna implica una actitud acogedora y
compasiva hacia los huérfanos de afecto, sentido y gratuidad.”19 De esta forma, dice Francisco, “la
misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su
amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus
entrañas por el propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor ‘visceral’. Proviene desde
indulgencia y de perdón.”20
Las actitudes marianas son tanto las que el Evangelio aplica a María, como las actitudes
femeninas, propias de una madre. Algunas de las actitudes que Bergoglio destaca – y que se han
el servicio, la alegría, entre otras. A partir de la Sagrada Escritura el Papa destaca, por ejemplo, la
alegría de María21 ante el anuncio del ángel y en su visita a Isabel, culminado con el Magnificat,
17 Juan XXIII, “Discurso de apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II,” La Santa Sede, 11 octubre 1962, n. 2-3,
canto de alabanza y esperanza. Así debe ser la Iglesia cuando anuncia la “alegría del Evangelio” o
aún la “alegría del amor”: “La memoria del pueblo fiel, como la de María, debe quedar rebosante
de las maravillas de Dios. Su corazón, esperanzado en la práctica alegre y posible del amor que se
le comunicó, siente que toda palabra en la Escritura es primero don antes que exigencia.”22
misma relacionada con la fecundidad de María y de la Iglesia. El Papa defiende “una castidad
‘fecunda’, una castidad que genera hijos espirituales en la Iglesia. La consagrada es madre, debe
ser madre y no ‘solterona’. Disculpadme si hablo así,” dijo Francisco en una audiencia con
superioras religiosas, “pero es importante esta maternidad de la vida consagrada, esta fecundidad.
Que esta alegría de la fecundidad espiritual anime vuestra existencia; sed madres, a imagen de
Aquí se puede recordar también la insistencia de Francisco sobre el cansancio del corazón
de María en su peregrinación de la fe y cómo él espera que la Iglesia tenga esta misma actitud.25
Es lo que indica, con otras palabras, a los sacerdotes del clero de su diócesis sobre la forma de
acompañar y hacer crecer el camino de la santidad del pueblo: “A través del sufrimiento pastoral,
que es una forma de la misericordia…Quiere decir sufrir por y con las personas. Y esto no es fácil.
22 EG 142.
23 Francisco, “Discurso a las religiosas participantes en la asamblea plenaria de la Unión Internacional de Superioras
Generales,” La Santa Sede, 8 mayo 2013, acceso 18 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/may/documents/papa-francesco_20130508_uisg.html
24 Francisco, “Discurso a las religiosas,” 8 mayo 2013.
25 EG 287 y las historias correspondientes para ilustrar esa actitud. Ver ad supra: 6.2.2.6; 9.1.4.
819
Sufrir como un padre y una madre sufren por los hijos; me permito decir, incluso con ansiedad...”26
Por eso, el sacerdote debe conmoverse ante las ovejas y tener las entrañas de misericordia de Jesús,
rostro de la misericordia del Padre: “está lleno de ternura hacia la gente, especialmente hacia las
personas excluidas, es decir, hacia los pecadores, hacia los enfermos de los que nadie se hace
cargo...”27
acuñó su opción por un “estilo mariano de la evangelización” para referirse a las actitudes
marianas a la hora de evangelizar. “La Iglesia es como una madre que abre las puertas de su casa
no sólo para que entren más hijos sino también para que los que ya están en el hogar salgan al
María, desde su disponibilidad a decir “sí” a Dios hasta su capacidad de sufrir al pie de la cruz.
Sin embargo, Francisco llama la atención sobre una característica especial de la acción misionera
de María: su ternura, pero una ternura sin miedo de ser profética y fuerte, lo que él llama de “lo
26 Francisco, “Encuentro con los sacerdotes de la diócesis de Roma,” La Santa Sede, 6 marzo 2014, acceso 18 mayo
2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2014/march/documents/papa-francesco_20140306_clero-diocesi-
roma.html
27 Francisco, “Encuentro con los sacerdotes de la diócesis de Roma,” 6 marzo 2014.
28 Galli, “Lectura teológica del texto de Evangelii gaudium,” 71.
29 EG 46.
30 EG 284-288.
31 EG 288. Ver ad supra 5.2.3.
820
“El Hijo de Dios, en su encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura.”32 Esa es “la única
revolución real posible…la de Cristo en la historia,”33 como diría Methol Ferré, amigo de
Bergoglio. Mirar a María hace creer en esa revolución de la ternura, que sabe conyugar humildad
y la prontitud para salir al encuentro, confianza y esperanza. Todo esto hace de María “modelo
eclesial para la evangelización”; su “oración maternal” ayuda la Iglesia a ser “una casa para
muchos, una madre para todos los pueblos” y hace “posible el nacimiento de un mundo nuevo.” 34
Esa Iglesia mariana, con las actitudes de María, va al encuentro, sale a las periferias, es
femenina y por esto es sensible a sus hijos que sufren, en especial a los más pobres. “En la visión
de Bergoglio, una Iglesia más femenina tendrá menos miedo de la ternura,”35 dice Andrea Riccardi,
quien defiende que – en la huella de Francisco de Asís – el Papa argentino cultiva una “Iglesia
pobre y madre.”36 Afirma que “Francisco [de Asís] se dirigía a sus frailes sicut mater, mientras
sostenía que el deber de todo cristiano era dar a luz a Dios entre los hombres.” 37 Contribuyó así a
la “feminización del cristianismo.”38 Riccardi explica que “la afirmación de la Iglesia como madre
significa una revisión de muchos de los aspectos de su vida, pero también una acentuación de
algunos caracteres ‘maternos’: una Iglesia pobre, acogedora, misericordiosa, bella, fecunda de vida
32 EG 88.
33 Guzmán Carriquiry Lecour, “Más actual que nunca,” en Alver Metalli, El Papa y el filósofo (Santiago de Chile:
Pontificia Universidad Católica de Chile, 2015), 16.
34 EG 288.
35 Andrea Riccardi, La sorpresa de Francisco: crisis y futuro de la Iglesia (Buenos Aires: Ágape, 2014), 169.
36 Riccardi, La sorpresa, 168-172.
37 Riccardi, La sorpresa, 169.
38 Riccardi, La sorpresa, 169.
821
y alegría.”39 Sobre la Iglesia pobre, Riccardi afirma que “solo si será amiga de los pobres, podrá
ser la Iglesia de todos e Iglesia verdaderamente madre.”40 La necesidad de una Iglesia madre se
acentúa “cuando la sociedad se ha vuelto madrastra para muchos”, cuando abundan los huérfanos,
que se sienten indefensos ante un mundo cruel. “La maternidad de la Iglesia no borra la condición
de dificultad del hombre…[pero] una Iglesia misericordiosa es capaz de ser compañía para el
Benedicto XVI ya había invitado a los cardenales a asumir las actitudes propias del
al servicio de su prima Isabel, movida por una “caridad auténtica, humilde y valiente, movida por
la fe en la palabra de Dios y por el impulso interior del Espíritu Santo. Quien ama se olvida de sí
mismo y se pone al servicio del prójimo. He aquí la imagen y el modelo de la Iglesia. Toda
comunidad eclesial, como la Madre de Cristo, está llamada a acoger con plena disponibilidad el
misterio de Dios que viene a habitar en ella y la impulsa por las sendas del amor. ”42 Francisco no
dudaría en clasificar esas actitudes de humildad y valentía, de María que se transmiten a la comunidad
Una Iglesia con actitudes marianas (10.1.1), incluso a la hora de evangelizar (10.1.2), es
una Iglesia que toma en serio su perfil mariano, ya analizado en el capítulo anterior (9.1.5). Éste
tiene así importantes consecuencias para la pastoral. Formulado por Balthasar, ese principio fue
asumido indirecta e implícitamente por el Papa Francisco, que intuye las implicancias pastorales
de la Iglesia femenina, mujer, madre. Cuando comenta, por ejemplo, que en la Iglesia hay personas
obsesionadas por pequeños preceptos, que insisten en la doctrina, las normas y reglas, y que él
prefiere una Iglesia misericordiosa, cercana, acogedora, abierta a todos, misionera, está acentuando
el perfil mariano de la Iglesia, de acogida de la Palabra y del amor, por sobre el petrino, ministerial
y jerárquico, que tiende a ordenar y definir. Destaca así la maternidad, amorosa y mariana, de la
Iglesia como la “forma” (es decir, una caracterización que marca a la Iglesia íntimamente en su
ser), “omnicomprensiva para la vida eclesial entera” (marca toda la realidad del Pueblo de Dios),
plasmada por María en la Iglesia por medio de su “sí” (disponibilidad incondicional a Dios y sus
planes, y en ese sentido esponsal), como un “nosotros colectivo”, dado en nombre de la humanidad,
que la convierte en madre no solo de Jesús sino de toda su obra. “El elemento mariano de la Iglesia
es la presencia esponsal y materna de María, que otorga una unidad mariana en el núcleo de la
43 La explicación a continuación se guía por: Joaquín Alliende, Para que nuestra América viva: María educadora de
discípulos y misioneros (Santiago: Nueva Patris, 2007), 25-26, citando a Alba Sgariglia, “Prólogo,” en El principio mariano en la
eclesiología de Hans Urs von Balthasar, ed. Brendan Leahy (Madrid: Ciudad Nueva, 2002), 7.
44 Brendan Leahy, El principio mariano en la eclesiología de Hans Urs von Balthasar (Madrid: Ciudad Nueva, 2002),
37.
823
De ahí que Francisco insista que “una pastoral en clave misionera no se obsesiona por la
despierte la adhesión del corazón con la cercanía, el amor y el testimonio.”46 Todas esas son
actitudes marianas – es decir, del perfil mariano de la Iglesia – con serias consecuencias pastorales.
Por eso Francisco sueña “con una Iglesia Madre y Pastora. Los ministros de la Iglesia tienen que
ser misericordiosos, hacerse cargo de las personas, acompañándolas como el buen samaritano que
lava, limpia y consuela a su prójimo.”47 Por eso, “las reformas organizativas y estructurales son
secundarias”, es decir, las petrinas, vienen después, pues “la primera reforma debe ser la de las
Como ya se dijo varias veces, Francisco habla de la fatiga del corazón de María en las
“noches oscuras” de la vida; por eso también los pastores – que en sí son parte del principio petrino
– deben ser como esas madres capaces de desvelarse en las noches de la vida de las ovejas,
ejerciendo el principio mariano, que lo abarca todo: “Los ministros del Evangelio deben ser
personas capaces de caldear el corazón de las personas, de caminar con ellas en la noche, de saber
dialogar e incluso descender a su noche y su oscuridad sin perderse.”49 De esta forma, cuando
Francisco dice que “el pueblo de Dios necesita pastores y no funcionarios clérigos de despacho,”50
45 EG 35.
46 EG 42.
47 Francisco, “Entrevista a Antonio Spadaro.”
48 Francisco, “Entrevista a Antonio Spadaro.”
49 Francisco, “Entrevista a Antonio Spadaro.”
50 Francisco, “Entrevista a Antonio Spadaro.”
824
Como se indicó ad supra (6.2.3.4), una de las propuestas que Bergoglio hizo en la
Conferencia de Aparecida y fue acogida parcialmente, citaba a Ratzinger, en un texto donde recoge
la idea balthasariana del principio mariano. Inmediatamente después del texto de Isaac de Stella,
el iuxta modum agregaba: “De hecho, la Iglesia ‘es Mujer. Es madre. Es viva. La comprensión
Iglesia’51. El vínculo de comunión con María nos lleva a ser Iglesia.”52 El texto fue reducido y
quedó de la siguiente forma en el documento final: “Por eso, como la Virgen María, la Iglesia es
madre. Esta visión mariana de la Iglesia es el mejor remedio para una Iglesia meramente funcional
o burocrática.”53 La Iglesia que Francisco propone en Evangelii Gaudium también lucha en contra
apoya una actitud pastoral mariana. En realidad, la mundanidad espiritual – tan atacada por el Papa
– puede expresarse justamente en una búsqueda de eficiencia, propia de lo masculino, que “se
organización.”55
51 Joseph Ratzinger, “Die Eklesiologie des Zweiten Vaticanums,” IKZt 15 (1986), 41-52, citado en Leahy, El principio
mariano, 182.
52 Archivo personal del investigador.
53 DA 268.
54 “Es necesario que reconozcamos que, si parte de nuestro pueblo bautizado no experimenta su pertenencia a la Iglesia,
se debe también a la existencia de unas estructuras y a un clima poco acogedores en algunas de nuestras parroquias y
comunidades, o a una actitud burocrática para dar respuesta a los problemas, simples o complejos, de la vida de nuestros pueblos.
En muchas partes hay un predominio de lo administrativo sobre lo pastoral.” EG 63.
55 EG 95.
825
sínodos, comisiones,…experimentos sociológicos y estadísticas, es decir, cada vez más una Iglesia
‘masculina’ carente de un alma mariana.”56 Por eso Balthasar es firme al concluir que “sin la
vuelve funcionalista, sin alma, una empresa en continuo movimiento…y la gente y las masas huyen
de tal Iglesia.”57
de la Iglesia, que debe involucrar incluso el ministerio petrino: “También el papado y las
funeral de Balthasar, el Cardenal Ratzinger lo elogió “por haber sabido combinar un gran respeto
por la estructura jerárquica petrina de la Iglesia con la consciencia de que ella no es toda la Iglesia,
todos los bautizados, ordenados o no, santidad que ya es plena en María.60 Su reconocimiento
colabora en la revitalización del elemento institucional petrino, relacionándolo con el amor, que lo
abarca todo. “La jerarquía y los sacramentos son instrumentos para alcanzar la santidad mariana
del amor, el corazón ‘supraministerial’ de la Iglesia (así se expresa von Balthasar) y el fundamento
debe guiar por el aspecto misionero, no el organizativo: los obispos deben fomentar “una comunión
dinámica, abierta y misionera, [que] tendrá que alentar y procurar la maduración de los
La jerarquía debe buscar la santidad subjetiva63: “Pedro debe mirar a María,” dice Leahy.
También el papado pasa por la misma exigencia. Por otro lado, “cuanto más se vive en la Iglesia
la comunión mariana, tanto mayor es el apoyo que recibe el papel petrino,” porque “el papado es
un carisma de unidad en la Iglesia.”64 La abundancia de encíclicas papales son para Balthasar signo
de un “emerger del perfil mariano del mismo papado”, por el cual el Papa aporta su palabra a las
pueden entender los impulsos de Francisco, como por ejemplo con la encíclica Laudato Sí.
Otras consecuencias pastorales del perfil mariano de la Iglesia tienen relación, según
Palabra.’” EG 149.
64 Leahy, El principio mariano, 173.
65 Leahy, El principio mariano, 173.
827
relacionadas al “perfil mariano” en las reflexiones de Bergoglio, pero, en la medida que tengan
Desde el punto de vista pastoral, una Iglesia mariana debe, finalmente, preocuparse por
presentar una correcta imagen de María. Esta debe ser, según propuesta del pastoralista chileno
Joaquín Alliende – que también la vincula con el principio mariano en la Iglesia – una imagen
“integral, integrada e integradora.”67 No hay duda de que esa es también la imagen de la Virgen
María que el Papa Francisco presenta. Su visión de María parte de la íntima relación que ella tiene
con Cristo, con la Trinidad y con la Iglesia, es una imagen integrada en el conjunto de la fe
cristiana. Nunca aparece aislada. Es también una imagen completa, es decir, una imagen integral,
que abarca todas las dimensiones de la vida y misión de María en el plan de Dios: desde su
Cristo, a su maternidad ejercida en la vida de la Iglesia hasta el fin de los tiempos. Además, la
presencia de María en la vida del pueblo es factor integrador para la experiencia humana y cristiana
La acción pastoral de una Iglesia mariana anuncia con alegría los rasgos fundamentales de
la persona de María, tal como han sido revelados en el misterio de Cristo y de la Iglesia. El esfuerzo
pastoral por transmitir una imagen integral de María significa un seguro y un complemento para
las visiones parciales que muchas veces encontramos en la piedad mariana, también en la popular.
Más que para “purificar” falsas imágenes – expresión que no le gusta a Francisco –, se trata de
Madre de Jesús. Francisco transmite constantemente la imagen bíblica de María sobre todas las
otras, y acentúa la relación de ella con Cristo y con la Iglesia. María es “la que trae a Jesús”68 y lo
presenta a la Iglesia, que es madre como ella. La liturgia ofrece una buena descripción de esa
integralidad de la imagen de María en un prefacio que es muy querido por el Papa Francisco. En
la segunda entrevista al investigador (E-2) él dijo: “La misa que yo celebro siempre de la Virgen
es María Madre de la Iglesia. Y mi teología mariana la resume el prefacio de esa misa. El prefacio
de la Virgen María Madre de la Iglesia. Es lo que yo siento de ella.”69 Esta importante declaración
sobre su teología mariana lleva a tomar muy en serio todo el formulario litúrgico de la Misa de
“Santa María, Madre de la Iglesia”70, en especial el prefacio, que tiene como título “María, Modelo
y Madre de la Iglesia”71, justamente la acentuación que Puebla dio a la imagen de María.72 Allí
aparece “una secuencia histórica de cinco trazos esenciales de María en clave eclesiológica” 73: a)
“al aceptar tu Palabra con su corazón inmaculado, mereció concebirla en su seno virginal;” b) “al
dar la luz a su Hijo preparó el nacimiento de la Iglesia;” c) “aceptando junto a la cruz el testamento
68 María “es la que trae a Jesús. Lo trae y se hace discípula. Es servidora, pero lo trajo, es el primer servicio: traerlo.”
Francisco, E-2. En la explicación que dio sobre el icono de María, del jesuita esloveno Marko Ivan Rupnik, que está en su sala de
visitas, acentuó esto.
69 Francisco, E-2.
70 Misa votiva “De Santa María Virgen – B: De Santa María, Madre de la Iglesia,” en Misal Romano: 3ª edición típica
para Argentina, ed. CEA (Buenos Aires: CEA y Oficina del Libro, 2009), 1065-1067.
71 “Prefacio de la Santísima Virgen María V: María Modelo y Madre de la Iglesia,” en Misal Romano, ed. CEA, 477; es
el mismo de la Misa votiva “De Santa María Virgen – B: De Santa María, Madre de la Iglesia,” en Misal Romano, ed. CEA,1066.
72 “María Madre y modelo de la Iglesia”: DP 282-303.
73 Al analizar el mismo prefacio: Alliende, Para que nuestra América viva, 28.
829
del amor divino, adoptó como hijos a todos los hombres nacidos a la vida sobrenatural por la
muerte de Cristo;” d) “unida a los Apóstoles en espera del Espíritu Santo prometido, asoció su
de los cielos, acompaña a la Iglesia peregrina con amor maternal, y con bondad protege sus pasos
hacia la patria del cielo, hasta que llegue el día glorioso del Señor.”74
cinco propuestos en el misal romano: describe la existencia de María desde la vida histórica de
Jesús hasta su consumación en la vida de la Iglesia, abarca los cuatro dogmas marianos y, además,
es el único prefacio mariano – entre los que están en el misal romano75 – que describe la
maternidad espiritual de la Virgen María hacia los hombres. Las demás oraciones de ese
formulario también apuntan en la misma dirección: “Padre de misericordia, cuyo Hijo, clavado en
la cruz, nos entregó a su Madre, santa María Virgen, como Madre nuestra” (Oración colecta); “para
que nos enciendan en el amor de la Virgen María, Madre de la Iglesia” (Oración sobre las
ofrendas); “que tu Iglesia, por la intervención materna de la Virgen María, ilumine a las naciones”
(Oración después de la comunión). Además, le deben gustar a Francisco las dos referencias al
Iglesia Madre, que “se alegre por la santidad de sus hijos” (Colecta), la mención a “todos los
pueblos” (Colecta), que deben ser atraídos al seno de la Iglesia, y finalmente la dimensión
misionera de esas oraciones: “merezcamos ser asociados, con ella, más íntimamente a la obra de
la redención” (Ofrendas), para que la Iglesia “ilumine a las naciones con el anuncio del Evangelio
y colme el mundo entero con la efusión del Espíritu.” (Oración después de la comunión). Así se
Episcopal Española, Misas de la Virgen María I – Misal, 2ª ed. (Barcelona: Coeditores litúrgicos, 1988).
830
entiende porque a Bergoglio le gusta tanto el formulario de esa Misa mariana: una imagen integral
de María, plenamente unida a Cristo, a la Iglesia y como madre espiritual, modelo para todos los
hombres y pueblos.
Laudato Sí Francisco la presenta en íntima unidad con la creación realizada por la Trinidad76 y
como “Madre y Reina de todo lo creado”, en quien la creación “alcanzó su plenitud” y su corazón
“comprende el sentido de todas las cosas.”77 Por su fuerte raigambre bíblica y eclesial, la imagen
que Francisco presenta de María tiene relación explícita con la Santísima Trinidad y con la
Como dice el documento de Aparecida, que Bergoglio ayudó a escribir: “Imagen espléndida de
Concepción Inmaculada hasta su Asunción, nos recuerda que la belleza del ser humano está toda
en el vínculo de amor con la Trinidad, y que la plenitud de nuestra libertad está en la respuesta
Por fin, la visión mariana del Papa es integradora, es decir, “el amor vivo a María es más
que una piedad, es una vitalidad interior que acompaña a la persona y a las comunidades, desde su
núcleo central y las lleva a asumir, a integrar, los retos nuevos en la existencia eclesial y cultural.”79
76 “El Padre es la fuente última de todo, fundamento amoroso y comunicativo de cuanto existe. El Hijo, que lo refleja, y
a través del cual todo ha sido creado, se unió a esta tierra cuando se formó en el seno de María. El Espíritu, lazo infinito de
amor, está íntimamente presente en el corazón del universo animando y suscitando nuevos caminos.” LS 238, énfasis mío.
77 “María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido…Elevada al cielo, es
Madre y Reina de todo lo creado. En su cuerpo glorificado, junto con Cristo resucitado, parte de la creación alcanzó toda la
plenitud de su hermosura. Ella no sólo guarda en su corazón toda la vida de Jesús, que ‘conservaba’ cuidadosamente
(cf. Lc 2,19.51), sino que también comprende ahora el sentido de todas las cosas. Por eso podemos pedirle que nos ayude a mirar
este mundo con ojos más sabios.” LS 241, énfasis mío.
78 DA 141.
79 Alliende, Para que nuestra América viva, 29.
831
Por eso le agrada al Papa – en la línea de la teología del pueblo – referirse a la devoción mariana
como una espiritualidad o mística, que abarca toda la vida de la persona y de los pueblos, como
parte de su identidad personal y cultural. El discipulado mariano debe tener en cuenta la meditación
lucha por la dignidad humana, por la liberación integral de los pobres, por la justicia y la paz
social. “María es respuesta no mágica, sí trabajosa y real a esos desafíos.”80 El vínculo histórico
entre María y la cultura de los pueblos ayuda a entender la misión cultural e integradora que Ella
tiene para personas y pueblos: “María aparece en cada una de esas épocas como una figura
convierte, aun con las variaciones propias de cada universo simbólico, en una persona
de la sociedad, en una palabra, de cada una de las culturas,”81 afirma Stefano de Fiores en su
mariana, cuidando – según Marialis Cultus – tres notas y cuatro orientaciones propias del culto
mariano: las notas “trinitaria, cristológica y eclesial”82 y las orientaciones: “bíblica, litúrgica,
muchos teólogos han destacado – la dimensión antropológica, como camino de liberación integral,
pues las herejías actuales son antropológicas y María puede ser vista como la vencedora
especialmente de ese tipo de herejías.84 Además, desde la praxis eclesial e inculturada en América
con la que el autor comparte muchos puntos de vista. “La pastoral mariana debe también impregnar
‘alma del mundo.’86 Esto vale particularmente si tenemos presente que María está en el centro del
Bajo esa clave pastoral se abordan cinco consecuencias pastorales íntimamente conectadas:
mística popular mariana (10.2.2), el valor afectivo y misionero de la espiritualidad popular mariana
84 Así se expresa José Kentenich: Paul Vautier, Maria, die Erzieherin: Darstellung und Untersuchung der marianischen
Lehre P. Joseph Kentenichs (1885-1968) (Vallendar: Patris, 1980), 139-144 (Die Zeitsendung Marias für das Menschenbild).
“María supera las herejías antropológicas de este tiempo” Juan José Riba, El sacerdote, padre misericordioso de su pueblo: un
diálogo teológico-pastoral entre el P. José Kentenich y el Papa Francisco (Córdoba: Patris, 2016), 59-60.
85 Alliende, Para que nuestra América viva, 30.
86 LG 38.
87 DP 1; 7; 412.
88 Alliende, Para que nuestra América viva, 30.
833
(10.2.3), la síntesis vital propia de la sabiduría popular mariana inculturada (10.2.4) y la necesidad
Documento de San Miguel (1969), de apoyar e incentivar la así llamada “pastoral popular”. Ésta
adquirió una comprensión propia en el país del Papa. La “teología del Pueblo de Dios, el pueblo y
la pastoral popular” – como le gusta llamar Galli a la teología argentina del pueblo – no entiende
la pastoral solo en perspectiva individual o sectorial, como la acción eclesial de llevar el Evangelio,
en general, a los sectores populares y humildes de la sociedad (por ejemplo, a los campesinos y
obreros)89, sino en la perspectiva global e histórica del pueblo, es decir, una pastoral entendida
como “la praxis histórica de la misión de la Iglesia en los pueblos,…su acción en orden a encarnar
en la historia de los pueblos la historia de la salvación operada por Cristo y articulada por
mediación eclesial.”90
Cardenal Ouelet, se refiere a la pastoral popular y la religiosidad popular casi como sinónimos.91
89 “Esta manera de entender la pastoral popular es la más común, ya sea desde una perspectiva tradicionalista, como
desde una progresista: la primera juzgará que la religiosidad popular es, básicamente, auténtica fe católica, aunque haya mucha
ignorancia y una deficiente práctica sacramental; y la segunda, en cambio, dudará de tal religiosidad ‘masiva’ hasta juzgarla falsa
y alienante, carente de una elemental ‘racionalidad’ consciente de la verdadera fe, que es una opción personal.” Fernando
Boasso, “¿Qué es la pastoral popular?,” en SELADOC, Religiosidad Popular (Salamanca: Sígueme, 1976), 89-117, aquí 90-91.
90 Boasso, “¿Qué es la pastoral popular?,” 91-92, énfasis del autor. “Hemos de advertir que la pastoral no es sólo una
pedagogía y una estrategia, y algo dirigido al individuo, sino algo dirigido a lo colectivo; no solamente sectorial - cuando
hablamos de pastoral popular – sino total, orientado a una totalidad que llamamos pueblo.” Boasso, “¿Qué es la pastoral
popular?,” 93, énfasis del autor.
91 “Sabemos que la pastoral popular como bien lo ha escrito Pablo VI en la exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi,
tiene ciertamente sus límites. Está expuesta frecuentemente a muchas deformaciones de la religión, pero prosigue, cuando está
bien orientada, sobre todo mediante una pedagogía de evangelización, contiene muchos valores…Teniendo en cuenta esos
aspectos, la llamamos gustosamente ‘piedad popular’, es decir, religión del pueblo, más bien que religiosidad...Bien orientada,
834
Sin embargo, Galli precisa – y Francisco lo suscribiría – que “la pastoral popular sostiene, frente
a una concepción de corte individualista o elitista, que la evangelización se dirige a las personas
que viven en pueblos y a los pueblos formados por personas.”92 Asumiendo la definición de
Fernando Boasso, dice que la pastoral popular abarca “la praxis histórica de la misión de la Iglesia
social al servicio del pueblo pobre.”93 Importa aquí destacar que Francisco – como la teología
argentina – parte de una eclesiología del Pueblo de Dios desde un “nosotros” histórico, cultural y
religioso, ético-mítico, llamado pueblo. La pastoral popular se construye desde ese pueblo, a su
servicio y con él como sujeto activo de la evangelización. Así entendida, la piedad popular tiene
un rol central en esa “pastoral popular”, pues ayuda a tomar en serio a ese pueblo con lo más
propio y genuino que tiene: su fe y su experiencia religiosa. Así entendida, pastoral popular y
piedad popular no son sinónimos, pero están unidas y se condicionan mutuamente, por eso
Francisco puede llegar a hablar casi indistintamente de una y otra como si fueran sinónimos. La
pastoral popular promueve y acompaña la piedad popular. Ésta, a su vez, aunque tenga vida propia
– pues es una realidad impulsada por el Espíritu Santo en los bautizados, que no depende
eclesial para desarrollar mejor todo su potencial salvífico, siendo debidamente atendida por la
pastoral popular.
esta religiosidad popular puede ser cada vez más, para nuestras masas populares, un verdadero encuentro con Dios en Jesucristo.”
Francisco, “Carta al Cardenal Marc Ouellet, Presidente de la Comisión para América Latina,” La Santa Sede, 19 marzo 2016,
acceso 28 marzo 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/letters/2016/documents/papa-francesco_20160319_pont-
comm-america-latina.html. Ver ad supra 7.2.2.
92 Carlos María Galli, “El Pueblo de Dios, el pueblo y los pueblos: El Papa Francisco y la teología argentina,” artículo
El investigador considera que la perspectiva que entiende la pastoral popular como acción
eclesial a servicio de un pueblo, permite evitar el reduccionismo de una pastoral popular limitada
pastoral popular, que parece ser también el del Papa Francisco. Ésta debería ser toda acción eclesial
que toma en cuenta al Pueblo de Dios en un pueblo concreto, desde su experiencia histórica,
sectores pobres del pueblo, aunque se manifieste allí de forma más evidente y más decisiva a la
hora de caracterizar lo que es común a un pueblo. De esta forma puede haber mucho de “popular”
argentina. Por eso, como ya se dijo, él prefiere hablar del santo pueblo fiel de Dios.
“El dinero, la posición social, el ‘status’ – el ‘tener’, en sus variadas formas – hacen con
frecuencia olvidar el ‘ser’ cristiano; pero ‘al rascar la pintura, aparece el rancho’,” 94 recordaba el
Padre Fiorito ya en los años 70, refiriéndose al hecho de que la mayoría de los argentinos es hijo
del criollo pobre o hijo de inmigrantes pobres: la fe común que se vivía en aquel entonces como
parte de un pueblo, fue un factor aglutinante y decisivo en la integración nacional. Las expresiones
de la “fe popular” que, en general, son vividas por la gente sencilla y pobre, “manifiestan la misma
experiencia de otros ‘sectores’ del mismo Pueblo de Dios, ni tan ‘populares’ ni tan pobres.” 95 Al
rascar las paredes de los departamentos elegantes del barrio norte de Buenos Aires, se encuentra a
menudo la fe sencilla del pueblo fiel de Dios. Los santuarios marianos – en particular aquellos
que son más significativos para un pueblo – dan testimonio de que la casa de la Madre es la casa
94 Miguel Ángel Fiorito, “Signos de los tempos en pastoral y en espiritualidad,” Boletín de Espiritualidad 35 (octubre
1974), 9.
95 Fiorito, “Signos de los tempos,” 8-9.
836
de todos. Por eso en Luján, Bergoglio se refería a María como Madre de todos los argentinos96 y
recurre a un concepto poco usado por Bergoglio y la teología del pueblo: la relación élites-masa.
Aunque se preste a malentendidos, el investigador considera que puede ser útil en la reflexión
sobre la pastoral popular, para no entenderla como excluyente de una parte del pueblo, generando
una “contra-posición” (u oposición antagónica) entre los sectores pobres – normalmente llamados
de “populares” – y los demás sectores dentro de un mismo pueblo; o la contraposición entre los
más dirigentes y activos en la vida eclesial y los menos activos (estos últimos serían el “pueblo”
Respecto a esto, en primer lugar, hay que afirmar que, para Francisco, la Iglesia debe dar
una “atención religiosa privilegiada y prioritaria”98 a los sectores pobres de la sociedad, los pobres
del punto de vista sociológico, los predilectos del Señor y lugar por excelencia de una “pastoral
popular”. Muchos de ellos se han alejado de la Iglesia por falta de cuidado espiritual y “la piedad
popular mariana ha sido, a menudo, el vínculo resistente que ha mantenido fieles a la Iglesia
96 “Con este modo simple, de encuentro y silencio armó nuestra Madre el santuario: esta es la Casa de los argentinos.
La Patria, aquí, creció con la Virgen; la Patria aquí tiene a su madre.” Jorge Mario Bergoglio, “Homilía en Luján con ocasión de
la celebración del Bicentenario,” 8 mayo 2010, Arzobispado de Buenos Aires, acceso 20 marzo 2017,
http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html.
97 “¡Qué alegría venir a la casa de la Madre de todo brasileño, el santuario de Nuestra Señora de Aparecida!” Francisco,
Homilía en la Basílica de Nuestra Señora Aparecida,” La Santa Sede, 24 julio 2013, acceso 18 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2013/documents/papa-francesco_20130724_gmg-omelia-aparecida.html
98 “Quiero expresar con dolor que la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual. La
inmensa mayoría de los pobres tiene una especial apertura a la fe; necesitan a Dios y no podemos dejar de ofrecerles su amistad,
su bendición, su Palabra, la celebración de los Sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y de maduración en la fe.
La opción preferencial por los pobres debe traducirse principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria.” EG
200.
99 DP 284.
837
Dejando asentada esa base, se hace necesario, en segundo lugar, preguntarse por la
necesaria integración entre esos sectores más pobres (o menos dirigentes, menos asiduos en la vida
eclesial) y los demás sectores o grupos dentro del mismo Pueblo de Dios en un pueblo concreto.
En Medellín se usó la expresión “élites” para referirse, de modo general, a los grupos dirigentes
dentro y fuera de la institución eclesial,100 advirtiendo que “el concepto de élite tiene un significado
meramente descriptivo y designa los agentes principales del cambio social, sin ningún juicio de
valor ni connotación clasista.”101 En él se incluyen los más diversos grupos, entre ellos dirigentes
obreros, campesinos, sindicales, vecinales y todos que ejercen algún tipo de liderazgo social o
religioso. Aunque el término puede ser entendido de forma equivocada, aquí no se habla “élites
feliz de élite y masa”, que sólo se da por la “vuelta a la tierra madre del pueblo.”102 El documento
final de la III Conferencia refleja esa preocupación al denunciar que “la religión popular
latinoamericana sufre, desde hace tiempo, por el divorcio entre élites y pueblo”103 y aboga por la
superación de la diferenciación entre pastoral de élites y pastoral popular”, pues “la pastoral es una
sola. Penetra ‘cuadros’ o ‘élites’ evangelizadoras; afecta todos los ámbitos de la vida social;
dinamiza la vida de la sociedad y al mismo tiempo se pone a su servicio.”104 Por lo tanto, una
100 El documento VII está dedicado a la “Pastoral de Élite” (VII). “Las élites son, en nuestro contexto, de modo general:
los grupos dirigentes más adelantados, dominantes en el plano de la cultura, de la profesión, de la economía y del poder; de modo
especial: dentro de estos mismos grupos, las minorías comprometidas que ejercen una influencia actual o potencial en los
distintos niveles de decisión cultural, profesional, económica, social o política.” M VII,1.
101 M VII, 1.
Joaquín Alliende, “Líneas pastorales para la piedad popular en América Latina,” en Iglesia y religiosidad popular en
102
América Latina: ponencias y documento final, ed. CELAM (Bogotá: CELAM, 1977), 349.
103DP 455. Incluso en el contexto europeo, luego después del Concilio, José Kentenich ya había advertido en contra de
una visión eclesial elitista, que parecía ser sostenida erróneamente por teólogos famosos de su tiempo: “Al final se habría adscrito
también Rahner a esa concepción y se habría posicionado en ella…en el futuro no debe haber una Iglesia del pueblo, sino solo
una Iglesia de élite. Esto es totalmente erróneo. La Iglesia es y permanece eternamente Iglesia del pueblo.” José Kentenich,
“Göttliche Besiegelung – Vorträge der Oktoberwoche 1966,” citado en Riba, El sacerdote, 85.
104 DP 1215.
838
pastoral popular debe ser de todo el pueblo. Puebla lo dice muy claramente: porque “abarca muy
amplios sectores sociales, la religión del pueblo tiene la capacidad de congregar multitudes. Por
Los principios que Bergoglio formula para la búsqueda del bien común y la paz social106,
por medio de la superación de conflictos sociales, podrían aplicarse también a la relación de tensión
entre las élites sociales o eclesiales (los detentores de una cultura eclesial o ilustrada, los dirigentes
eclesiales, el clero, los religiosos) y las masas populares (los menos asiduos en la participación
litúrgica o menos instruidos en el dogma y la moral cristianas, pero no por eso con menos fe,
esperanza y caridad teologales). De esta forma, el pueblo sería la “unidad superior” en la que se
encuentran los dos polos necesarios de la “tensión bipolar”, que puede ser muy creadora para la
vida pastoral de la Iglesia. La tensión será creadora en la medida que la unidad del pueblo
“prevalezca sobre el conflicto”107, pero sin negar ni suprimir las polaridades. Así, el todo – es decir,
el pueblo fiel de Dios en un pueblo concreto – se muestra superior a las partes, o sea, superior a
los polos constituidos por las élites (sean sociales o eclesiales), por un lado, y las masas, por otro,
Se debe advertir que esa “tensión bipolar” puede ser creadora o destructiva, conforme sea
bien o mal manejada. Según la reflexión de Joaquín Alliende, ser élite no es garantía de santidad,
105 DP 449. Y sigue: “En efecto, ‘sabiendo que el mensaje no está reservado a un pequeño grupo de iniciados, de
privilegiados, o elegidos, sino que está destinado a todos’ (EN 57), la Iglesia logra esa amplitud de convocación de las
muchedumbres en los santuarios y en las fiestas religiosas. Allí el mensaje evangélico tiene oportunidad, no siempre aprovechada
pastoralmente, de llegar ‘al corazón de las masas’.”
106 EG 221-237. Para el estudio de los “cuatro principios para la construcción de un pueblo según el papa Francisco”:
del Evangelio incorpora a todos: “Su riqueza plena incorpora a los académicos y a los obreros, a los empresarios y a los artistas, a
todos. La mística popular acoge a su modo el Evangelio entero, y lo encarna en expresiones de oración, de fraternidad, de
justicia, de lucha y de fiesta.” EG 237.
839
pero la élite puede tener más visibilidad, teniendo cierto sentido de un sacramental (piénsese en el
clero o los religiosos); por eso, “la función de las élites es condensar el espíritu de los pueblos”,
pues “la élite está por el pueblo y para el pueblo.”109 En este sentido, el autor opina que “para el
catolicismo popular latinoamericano es cuestión de vida o muerte que las élites recobren su
ilustrada”. De esta forma, el “gusto espiritual de ser pueblo”111 no debería estar en relación de
oposición antagónica a la experiencia de las élites. Élites y masas son parte del mismo santo pueblo
fiel de Dios.112 Todos están invitados a “convertirse en pueblo”, lo que “requiere un proceso
constante en el cual cada nueva generación se ve involucrada. Es un trabajo lento y arduo que
exige querer integrarse y aprender a hacerlo hasta desarrollar una cultura del encuentro en una
pluriforme armonía.”113 Justamente para ese tipo de proceso, el Papa señala sus principios “para
tensión bipolar entre élite y masa debe ser superada por la comunión en el único pueblo fiel de
Dios inserto en un pueblo concreto, cultivada por una pastoral popular integradora.
El investigador cree que la piedad popular mariana puede y debe ser un punto de contacto
e integración entre estas dos realidades que hasta hoy parecen, a menudo, seguir caminos paralelos
refiriéndose al pensamiento de Kentenich: “La piedad popular mariana y la piedad de las élites”, en Riba, El sacerdote, 58-59.
113 EG 220.
114 EG 221.
840
cultural común al pueblo y la presencia de María en esa piedad le añade la dimensión maternal,
que los hace sentir a todos hijos de una misma Madre, compartiendo el mismo suelo materno,
espiritual y materialmente hablando. Puebla recuerda que “el pueblo creyente reconoce en la
Iglesia la familia que tiene por madre a la Madre de Dios” 115 y que su “carisma maternal hace
crecer en nosotros la fraternidad. Así María hace que la Iglesia se sienta familia.”116 En Aparecida
los obispos vuelven a destacar esa capacidad de María – por estar íntimamente unida a la Trinidad
– de cultivar vínculos profundos entre sus hijos117 y, finalmente, en Evangelii Gaudium Francisco
insiste en esa actitud materna unificadora e integradora de la Madre común del pueblo, recordando
que la piedad mariana juega un rol importante en ello: “Es allí, en los santuarios, donde puede
percibirse cómo María reúne a su alrededor a los hijos que peregrinan con mucho esfuerzo para
mirarla y dejarse mirar por ella.”118 En Luján, Bergoglio insistía que María tiene una mirada que
“nos hace hermanos, que nos hace solidarios,” que ayuda a “mirar mejor a los demás.”119 El valor
de la piedad popular mariana para una pastoral popular integradora ya era reconocido por Puebla
para el caso del pueblo latinoamericano: María fue “la voz que impulsó a la unión entre los
hombres y los pueblos”, lo que acontece especialmente en los “santuarios marianos del continente”
experiencia vital e histórica que pertenece a la identidad propia de estos pueblos121, pues “el pueblo
115 DP 285.
116 DP 295.
117 “Como madre de tantos, fortalece los vínculos fraternos entre todos, alienta a la reconciliación y el perdón, y ayuda a
que los discípulos de Jesucristo se experimenten como una familia, la familia de Dios. En María, nos encontramos con Cristo,
con el Padre y el Espíritu Santo, como asimismo con los hermanos.” DA 267.
118 EG 286.
119 Jorge Mario Bergoglio, “Homilía 25ª Peregrinación Juvenil a Luján,” 3 octubre 1999, Arzobispado de Buenos Aires,
sabe que encuentra a María en la Iglesia Católica”122 y a menudo se mantuvo fiel a la Iglesia gracias
la piedad popular mariana para unir todos los sectores (sociales y eclesiales) del único pueblo de
Dios y, a la vez, da testimonio de una Iglesia que es la “casa abierta del Padre”124 para todos, “una
madre de corazón abierto”125, que sale al encuentro de todos, en especial de los más pobres y
necesitados, que se encuentran en las periferias físicas o existenciales, sean socialmente ricos o
En Evangelii Gaudium Francisco recuerda que “en algún tiempo mirada con desconfianza,
especial gracias al impulso de Evangelii Nuntiandi, que reconoció que la piedad popular “refleja
una sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer”, y “hace capaz de
generosidad y sacrificio hasta el heroísmo, cuando se trata de manifestar la fe.”127 Ya quedó claro
que “los pobres y sencillos” no son únicamente los pobres materialmente, aunque entre ellos es
más fácil reconocer actitudes de confianza y abandono en Dios. En este trabajo también ya se ha
121 DP 283.
122 DP 284.
123 DP 284.
124 EG 47.
125 EG 46-49.
126 EG 123.
127 EN 48.
842
mística popular.”128 Siguiendo a Tello, Bergoglio defiende que “el cristianismo popular debe ser
fortalecido con una pastoral popular” y “es bueno – y necesario – que la teología se ocupe de la
piedad popular”, pues “se trata de una verdadera espiritualidad popular que se ha de fortalecer por
sus caminos propios.”129 Francisco dice que no se la puede tratar como la “cenicienta de la casa”130,
es decir, “mirarla con desprecio” o como algo que simplemente se tenga que “tolerar”, pues en ella
el Espíritu Santo, por iniciativa gratuita, despliega sus riquezas.131 Quien tiene la mirada del Buen
Pastor “no busca juzgar sino amar” y sabe, “desde la connaturalidad afectiva que da el amor”,
estimar y alegrarse con “la vida teologal presente en la piedad de los pueblos cristianos,
Por todo esto, más que “purificada”, Francisco defiende que esa espiritualidad popular debe
ser “acompañada”133: “La Iglesia está llamada a acompañar y fecundar permanentemente este
modo de vivir la fe de sus hijos más humildes.”134 Acompañar es, en verdad, una palabra muy
apreciada en la perspectiva pastoral del Papa, que se volvió aún más evidente en su exhortación
Rafael Tello,” Vida pastoral 310 (septiembre 2012), énfasis del autor.
130 Bergoglio, “Pobres en este mundo.”
131 EG 124. José Kentenich muchas décadas antes ya lo advertía: “Kentenich se da cuenta de que el gran peligro de hoy
no es tanto la religiosidad de las élites sino la pérdida y desprecio de la religiosidad del pueblo, de las grandes masas, de aquellos
que no van todos los domingos a misa ni participan de retiros, cursos, etc…Y en este campo de la religiosidad popular, él destaca
que lo que está más amenazado es la piedad popular mariana. Por eso es que no solo sale en su defensa sino que intenta mostrar
la importancia de ella para el hombre de este tiempo.” Riba, El sacerdote, 59.
132 EG 125.
133 Francisco, E-2.
134 Bergoglio, “Pobres en este mundo.”
843
Amoris Laetitia:135 pastoralmente los matrimonios y familias deben ser acompañados antes del
casamiento, en sus primeros años de vida conyugal, en los momentos de crisis y rupturas, y en las
situaciones así llamadas “irregulares”. Refiriéndose en particular a este último caso, Francisco dice
que las actitudes del pastor deben ser “acompañar, discernir e integrar la fragilidad.” 136 Las
vale para todo tipo de trabajo pastoral y, en particular, se puede aplicar a la pastoral popular, por
experiencia cristiana y eclesial. La piedad popular es expresión de la vida del Espíritu, lugar de
encuentro con Jesucristo,137 rostro misericordioso del Padre. Su fuente y fin es la Trinidad.138 Su
así, la piedad popular es una forma de ser y sentirse parte de la Iglesia, estando, en sí, orientada a
la vida eclesial, la vivencia de los sacramentos y la comunión con los hermanos. En ese contexto
se deben tener en cuenta todas las orientaciones y advertencias del magisterio respecto a las
posibles limitaciones, desvíos y errores muchas veces presentes en la religión del pueblo.
Medellín, Puebla y Aparecida no han dejado de mencionarlos. Puebla ofrece una amplia lista de
algunos “aspectos negativos” que pueden estar presentes en la religiosidad popular: “falta de
recepción de los sacramentos; valoración exagerada del culto a los santos con detrimento del
135 Francisco, “Exhortación apostólica postsinodal Amoris Laetitia sobre el amor en la familia,” La Santa Sede, 19
Francisco reconoce estos límites de la piedad popular y sabe que ella “está expuesta
acompañamiento que parta, sin embargo, del reconocimiento de su gran riqueza y todos los valores
que conlleva. Es curioso observar, incluso, como el Papa ve que la propia piedad popular, bien
vivida, puede ser el punto de partida adecuado, una especie de caja de primeros auxilios para
de las culturas populares de pueblos católicos, podemos reconocer algunas debilidades que todavía
deben ser sanadas por el Evangelio: el machismo, el alcoholismo, la violencia doméstica, una
brujería, etc. Pero es precisamente la piedad popular el mejor punto de partida para sanarlas y
liberarlas.”141 De ahí la urgencia de acompañar bien todo el servicio pastoral que la piedad popular
puede prestar al pueblo de Dios. Un ejemplo son las familias: para el Papa, “las diversas
expresiones de la piedad popular son un tesoro de espiritualidad para muchas familias,”142 pues en
la vida de oración familiar, “las expresiones de la piedad popular pueden tener mayor fuerza
139 DP 914.
140 Francisco, “Carta al Cardenal Marc Ouellet.”
141 EG 69, énfasis mío.
142 AL 318.
143 AL 288.
845
El Papa afirma que se debe formar a los fieles y que los desvíos en la religiosidad popular,
promoción social, no son parte de “una auténtica piedad popular.”144 Denuncia que algunos se
aprovechan de la piedad popular para hacer comercio y reconoce que “en las últimas décadas se
un “éxodo hacia otras comunidades de fe.”145 Algunas causas de este fenómeno son internas a la
Iglesia: “la falta de acompañamiento pastoral a los más pobres, la ausencia de una acogida cordial
escenario religioso plural.”146 Ante esta situación se hace aún más vigente y urgente acompañar la
piedad popular, que tiene en sí el potencial de generar esa “adhesión mística de la fe”.
Aparecida – le gusta usar para referirse a la piedad popular, como ya se ha dicho varias veces. Él
desconectada de la realidad. Por el contrario, Francisco entiende que esta mística se da en personas
individuales pero que pertenecen a un grupo humano, a un pueblo. Por eso la presenta como una
fiesta”, pues “el Evangelio tiene un criterio de totalidad que le es inherente”148: debe llegar a todos
los hombres y sanar todas las dimensiones de la vida del hombre. Consecuentemente, esa mística
144 EG 70.
145 EG 70.
146 EG 70.
147 Para el tema de la piedad popular como encarnación del Evangelio: Juan Carlos Scannone, La Teología del Pueblo:
raíces teológicas del papa Francisco (Maliaño: Sal Terrae, 2017), 227-232.
148 EG 237.
846
incluye el compromiso misionero de llevar a todos, con alegría, la Buena Noticia “de un Padre que
Comentando este texto, Scannone observa que la mística popular, planteada por Francisco,
comunitarias, sino toda la vida cristiana transfigurada completamente por el Espíritu, que opera
tanto personal como comunitariamente en todas las dimensiones humanas.”150 Fiel a la perspectiva
de la teología del pueblo, hace ver que el Espíritu “opera comunitariamente a través de su acción
al mismo tiempo personal e interpersonal en y desde Cristo cabeza.”151 Por eso, los cinco
sustantivos elegidos por el Papa para describir la mística popular – oración, fraternidad, justicia,
lucha y fiesta – “todos y cada uno de ellos, han de ser interpretados en ambas claves, la de la
extremos del individualismo ni del colectivismo, sino que el Espíritu, vínculo de amor entre el
Padre y el Hijo, actúa “en la comunión del pueblo de Dios, refuerza la personalidad de cada uno
de sus miembros, en su interrelación mutua, pero como irreductible a cada otro y a un ‘nosotros’
concebido como totalidad dialéctica.”153 Por eso Francisco entiende esa mística popular como
“relacional”, con rostros personales y no fuerzas anónimas.154 El pueblo, como “sujeto colectivo
activo”155, vive esa espiritualidad o mística popular como una “interrelación ética…de comunión
149 EG 237.
150 Scannone, La Teología del Pueblo: raíces teológicas, 244.
151 Scannone, La Teología del Pueblo: raíces teológicas, 244.
152 Scannone, La Teología del Pueblo: raíces teológicas, 244.
153 Scannone, La Teología del Pueblo: raíces teológicas, 247.
154 EG 90.
155 EG 122.
847
en la distinción”156, entre sí y con Dios, lo que en parte se puede describir con la imagen del
una acción pastoral que busca “recoger en ese poliedro lo mejor de cada uno”157, como dice el
Papa. “Allí entran los pobres con su cultura, sus proyectos y sus propias potencialidades. Aun las
personas que puedan ser cuestionadas por sus errores, tienen algo que aportar que no debe
perderse.”158 Se trata de un acompañamiento hecho desde dentro del mismo pueblo, sin descalificar sus
expresiones, sino tratando de aprovechar todo lo que tienen de bueno, en un mutuo enriquecimiento.
Entre los muchos valores de la espiritualidad y mística popular mariana hay dos que
misionero. Pablo VI propone la evangelización desde una perspectiva totalizante, que exige amar
“con todo el corazón, con toda el alma”159, todo lo opuesto a un barniz superficial y decorativo;
una evangelización que llegue a la raíz de la cultura y las culturas, pero teniendo como punto de
partida a las personas, sus relaciones entre sí y con Dios.160 Tanto en el ámbito de la existencia
personal como cultural, que incluye todo un pueblo, María está llamada a jugar un papel
llevar a un recelo o desconfianza que impida el desarrollo de este aspecto tan importante de la
pedagogía de la fe. Francisco diría que Dios nos dio una Madre y no podemos comportarnos como
huérfanos ni tenemos el derecho de hacerlo. Sería negar el plan de redención objetiva y subjetiva
que Dios dispuso para el hombre, justamente porque sabe la gran carga afectiva que tiene el
vínculo a una madre.161 Dios quiere salvar al hombre por medio de su afectividad y no en contra
de ella; no lo quiere “faquir”162, sino amante que nunca deja de amar. La fuerte carga afectiva del
contenido teologal, sino por el contrario, es parte de la pedagogía de Dios, que necesita ser
“Dios, el que hizo el corazón del hombre, sabe bien lo que la figura materna significa para
Si ese símbolo no es operante en la evangelización hay zonas de la persona y del pueblo que no
penetra las capas más inconscientes, llega a la raíz de la persona y colabora a una evangelización
del nacional-socialismo, él buscó “inmunizar al pueblo sencillo” ante ese mal “a través del contacto creyente con la Virgen”:
Riba, El sacerdote, 64-69. “A través de la devoción a María se asegura en el pueblo un sano instinto católico.” José Kentenich,
“Schönstatt, ein marianisches Zentrum für religiös-sittlichen Erneuerung des Volkes – Brief von 21. Dezember 1933,” citado en:
Riba, El sacerdote, 65.
164 Joaquín Alliende, “La cuestión mariana en América Latina: aporte para un temario y algunas posturas,” Medellín 15-
plena del hombre entero. “No hay nada más sagrado en la tierra que la religión de la Madre, porque
nos devuelve el más profundo misterio de nuestra alma, la relación del niño con su madre…De ahí
que María para el pueblo sea como un puente que traduce la maternidad de Dios.”165 Por lo tanto,
la experiencia espiritual o mística que el devoto tiene con María no es pura proyección sicológica.
“Se trata de una correspondencia relativa y tensional entre el corazón, la sicología, del hombre
que ésta, primero, es personalizante, es decir, se refiere a “la Iglesia no como una estructura, sino
como una persona y en la persona”167; en segundo lugar, lo mariano es encarnativo, ayuda a asumir
la realidad de la presencia del misterio de Dios en la carne, en la biología, “la unidad del Bios
persona con relación a Dios” en plena libertad ante el Creador.168 “Estas dos cualidades” – sigue
el futuro Papa Benedicto XVI – “le dan a la dimensión mariana una tercera: involucra el corazón,
la afectividad y así fija sólidamente la fe en las raíces más profundas del ser del hombre.”169 Por
eso, la piedad mariana “está ordenada a la cercanía de la realidad encarnada del Señor, en la que
165 Otto Kern, citado por Benjamín Pereira, Historia y Misión (Santiago: Ediciones Mundo, 1977), 128.
166 Alliende, “La cuestión mariana en América Latina,” 429.
167 Joseph Ratzinger, “Pensamientos sobre el lugar que tiene la doctrina y la piedad mariana en la fe y en la teología
consideradas integradamente,” en María Iglesia naciente, ed. Joseph Ratzinger y Hans Urs von Balthasar (Madrid: Encuentro,
2007), 71-82, aquí: 81. “La figura de María nos permite entender la relación que hay entre el servicio a la vida que la mujer tiene
como encargo principal y directo en los ámbitos más personalizantes como son el hogar, la educación, la asistencia al dolor y la
necesidad, y su presencia en el ámbito del trabajo y de la construcción política.” Alliende, “La cuestión mariana,” 433.
168 Ratzinger, “Pensamientos sobre el lugar,” 81.
169 Ratzinger, “Pensamientos sobre el lugar,” 81.
170 Ratzinger, “Pensamientos sobre el lugar,” 81.
850
ternura.”171 Y como las expresiones de piedad popular son “encarnación de la fe cristiana en una
cultura popular,…incluyen una relación personal, no con energías armonizadoras sino con Dios,
Jesucristo, María, un santo. Tienen carne, tienen rostros. Son aptas para alimentar potencialidades
como ya se dijo ad supra (10.1.4) – a fin de no reducirla ni “colapsar en aspectos parciales del
misterio cristiano”, sino “estar abierta a toda la anchura del misterio y convertirse ella misma en
medio de esta anchura;”174 pero también mantener “la tensión entre la racionalidad teológica y la
creencia afectiva”, pues “parte de su esencia y su objetivo es no permitir que ninguno se atrofie.”175
En la forma de pensar de Bergoglio se diría que son dos polos con una “tensión bipolar”, que debe
ser creadora, manteniendo positivamente la tensión, buscando la unidad en un plano superior, pero
sin negar, reducir o atrofiar uno de los polos. Racionalidad y afectividad no se oponen, sino que se
integran armónicamente en la piedad mariana. “La afectividad no debe llevarnos a olvidar la sobria
mesura de la ratio, ni la sobriedad de una fe razonable debe permitirnos sofocar el corazón que
muchas veces ve más que la razón desnuda.”176 Ratzinger recuerda que los Padres de la Iglesia
es el punto de enlace del cielo con la tierra. Sin María, el Evangelio se desencarna, se desfigura y se transforma en ideología, en
racionalismo espiritualista.” DP 301.
174 Ratzinger, “Pensamientos sobre el lugar,” 82.
175 Ratzinger, “Pensamientos sobre el lugar,” 82.
176 Ratzinger, “Pensamientos sobre el lugar,” 82.
851
entendieron Mt 5,8 – “Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios” – como “el
esta forma, la piedad mariana – y con más razón la piedad popular mariana – tiene el objetivo de
“despertar el corazón y purificar con ello la fe. Si la miseria del hombre es una creciente
desintegración entre el mero Bios y la mera racionalidad, la piedad mariana puede trabajar contra
Por lo tanto, la evangelización no debe dejar de presentar a María como madre, con toda la
carga existencial y afectiva que esto conlleva. En un mundo cada vez más secularizado, pero a la
vez más necesitado de vínculos humanos cordiales y afectivos, la espiritualidad popular mariana
– para aquellos que la saben mirar desde la connaturalidad afectiva del amor179 – es un poderoso
cristiano no es “guacho” (o huacho), insiste Francisco, usando una palabra que en Argentina se
refiere a aquellos que no tienen madre, porque han sido arrancados de la madre y, por lo tanto, no
todo en símbolos, es decir, “más por la vía simbólica que por el uso de la razón instrumental.”181
Estos símbolos son, en general, compartidos por todo un pueblo, una cultura, de ahí su fuerza
expresiva e incidencia social. Los “símbolos compartidos, sobre todo religiosos, pero también
nacionales, políticos o deportivos, etc., y…los estados de ánimo afectivos que ellos provocan”182,
como por ejemplo, en “la veneración de una misma imagen de Cristo o de la Virgen, la
ser vistos solo como “un fenómeno común, sino también comunitario, de manera que las personas
no solo lo comparten como individuos sino también en cuanto comunidad interpersonal, según la
cultura común, es decir, un mismo ‘mundo del significado del valor’ (Lonergan).”184 De ahí la
importancia de valorar las imágenes185 y los muchos gestos de la piedad popular, tales como besar
y tocar una imagen, “tomar gracia”, prender una vela, dejar exvotos, pues todos son gestos que
llevan una gran carga afectiva e involucran el hombre entero, con todo su cuerpo, alma y corazón.
Aunque no todas las culturas sean tan afectivas como la cultura latinoamericana, todo ser
humano necesita satisfacer esa dimensión afectiva, y si no la llena del verdadero amor a Dios y a
los hombres, busca – consciente o inconscientemente – otros objetos para “depositar” su amor,
generando los “ídolos”, que tratan de saciar la sed de Dios y de amor de esa humanidad huérfana
en el “hospital de campaña”. Cuanto más afectiva – lo que no es lo mismo que sentimental – más
humana, más “desde abajo”186, más desde el núcleo de la persona, más auténtica es la espiritualidad
ámbito de la Iglesia universal. Si ese rescate es llevado adelante consecuentemente, puede llegar a
ser uno de los principales impulsos del papado de Francisco para la nueva evangelización. Él
considera a María como Madre de la Evangelización y este proceso evangelizador debe ser
necesariamente afectivo, a fin de abarcar la totalidad del hombre, más aún cuando se trata del
impulso a las devociones marianas, según las tradiciones de cada pueblo específico, vividas
personal y comunitariamente, como por ejemplo en el caso de las peregrinaciones a los santuarios
Con ello se menciona la otra dimensión que se quería destacar en este apartado. Además
del valor afectivo, la espiritualidad popular mariana tiene en el pensamiento de Francisco un fuerte
embargo, por su importancia pastoral es necesario decir una última palabra sobre ese tema. Para
comprometida social y misioneramente. Su modelo de Iglesia es la de una madre atenta a sus hijos,
que sale a su encuentro, es el pueblo de Dios misionero en medio de los pueblos del mundo. Y la
las cofradías y a quienes cultivan la piedad popular les recordó explícitamente su “misionariedad”:
“Tenéis una misión específica e importante, que es mantener viva la relación entre la fe y las
culturas de los pueblos a los que pertenecéis, y lo hacéis a través de la piedad popular,” como
187 Francisco está tan consciente de ello que decidió dar un lugar especial para los santuarios en la pastoral de la Iglesia
universal con el Motu propio Sacramentum in Ecclesia, como se mostró ad supra (7.2.4).
188 Ver ad supra 7.1.1; 9.3.3.
854
cuando, por ejemplo, “manifestáis la profunda devoción a la Virgen María, señaláis al más alto logro
Por eso le gustan tanto al Papa algunas afirmaciones del magisterio latinoamericano que
entiende la evangelización como inculturación, él extiende esta perspectiva a cada pueblo donde
el Evangelio se ha inculturado, pues “en su proceso de transmisión cultural [el pueblo] también
transmite la fe de maneras siempre nuevas”, y “al traducir en su vida el don de Dios según su genio
ante los desafíos de cada pueblo en su contexto histórico y religioso. Es “verdadera espiritualidad
encarnada en la cultura de los sencillos.”193 Para el Papa está claro que “el Espíritu Santo es el
agente principal”194 en ese proceso, que es “vida teologal presente en la piedad de los pueblos
cristianos”, y que por lo mismo puede ser llamada con razón de “espiritualidad o mística popular”.
Así se entiende porque ésta debe ser considerada como “lugar teológico” a la hora de pensar la
189 Francisco, “Homilía con ocasión de la jornada de las cofradías y de la piedad popular,” La Santa Sede, 5 mayo 2015,
nueva evangelización.195 Detrás de toda esa reflexión está la revalorización – que Francisco
Desde sus estudios teológicos a Bergoglio le impactó la reflexión del Vaticano II sobre el
sensus fidelium, como declaró siendo joven provincial jesuita.196 La tradición científica argentina
en el postconcilio también supo valorar positivamente la sabiduría popular inculturada, sea desde
el punto de vista antropológico (con Kush, por ejemplo) como teológico (con Tello, Gera,
Scannone y otros). Por eso no fue difícil para Francisco afirmar la importancia del conocimiento
sapiencial per connaturalitatem. Éste es expuesto por otro teólogo también muy querido por los
sapiencial “es el instrumento epistemológico apropiado para estos casos, que no suple a la ciencia,
195 EG 126.
196 Ver ad supra 6.1.1.
197 Ver Tomás de Aquino, Suma Teológica, t. VII (Madrid: BAC, 1959), II-II q. 45, a.2, 1142. Ver también Sebastián
Buzeta Undurraga, “Sabiduría y connaturalidad: el lugar de la connaturalidad para la elaboración del juicio sapiencial” (Tesis
doctoral, Universidad de Navarra, 2012). “La cognitio per connaturalitatem suscita un tipo de conocimiento que también puede
calificarse como afectivo, por contacto, por instinto o por simple intuición, que genera una ‘sintonía comunicativa’, y recuerda la
tradición cristiana de la experiencia mística.” Salvador Pié-Ninot, La Teología Fundamental: Dar razón de la esperanza
(Salamanca: Secretariado Trinitario, 2002), 203; “En lo tocante al don de la sapiencia, es un conocimiento infuso de los
misterios. Actúa más allá de la “inquisitio” (= indagación) sobre las realidades divinas; infunde la connaturalidad o “compassio”
(= sentir en comunión) con las mismas y por lo mismo produce un justo juicio respecto de las mismas, realizándose esto gracias a
la caridad, que nos une a Dios…Continúa Tomás insistiendo en el ‘cierto sabor’ que comporta esta sapiencia.” Miguel Antonio
Barriola, “Saberes y sabores: Santo Tomás de Aquino (II),” Santo Tomás de Aquino, acceso 18 mayo 2017,
http://santotomasdeaquino.verboencarnado.net/saberes-y-sabores-santo-tomas-de-aquino-ii-mons-miguel-a-barriola/#_ftnref32
856
confirma.”198
Francisco afirma que el sensus fidei ayuda a discernir lo que viene de Dios, pues el Espíritu
Santo da a los fieles bautizados “cierta connaturalidad con las realidades divinas y una sabiduría
que les permite captarlas intuitivamente, aunque no tengan el instrumental adecuado para
expresarlas con precisión.”199 Ese criterio de discernimiento, dado por el amor ordenado y
desinteresado, es de índole afectiva y no por eso menos objetiva.200 Como la piedad popular es un
lugar teológico, la reflexión teológica se debe poner al servicio de esa sabiduría teologal del pueblo
fiel inculturado para, a la luz de la Palabra, distinguir la auténtica piedad teologal de una
plenamente humanizadora.”202 Además, la teología ayuda a categorizar con mayor precisión lo que
la fe popular y el conocimiento sapiencial intuyen. Esa íntima unidad entre teología y pastoral
“Lo que escribo tiene que ver primero con la pastoral; en mí la teología brota de la
pastoral…Creo que mi generación hereda una gran disociación entre teología, pastoral y
espiritualidad”203, afirmó Lucio Gera en palabras autobiográficas que bien podrían ser aplicadas al
Papa Francisco. En entrevista inédita publicada en el prólogo de la antología de sus escritos, Gera
Pastorales de Lucio Gera: 1. Del Preconcilio a la Conferencia de Puebla (1956-1981), ed. Virginia R. Azcuy, Carlos M. Galli y
Marcelo González (Buenos Aires: Ágape, 2006), 16.
857
agrega: “Soy consciente de que la Argentina contribuyó con algo característico del pensar
teológico latinoamericano…Algo distinto que no fue considerado por teologías de otras regiones:
temas como cultura y religiosidad popular, por ejemplo”. Era intención suya y de su “escuela”,
proponer líneas de reflexión que no disociasen, sino que uniesen: Iglesia y mundo, pastoral y
teología, espiritualidad y teología, sabiduría popular y reflexión científica. “Este estilo ‘católico’,
unitivo e integrador, marcó buena parte de la teología argentina”204, afirma Galli. Con Francisco
de Puebla fue la que mejor expresó esa característica: “La religiosidad del pueblo, en su núcleo, es
un acervo de valores que responde con sabiduría cristiana a los grandes interrogantes de la
existencia. La sapiencia popular católica tiene una capacidad de síntesis vital; así conlleva
como por experiencia propia, apuesta a esta capacidad de síntesis vital del pensar popular católico.
Unir a Cristo y María es algo que no es difícil para la forma de pensar orgánica, unitiva, del pueblo
fiel. Por eso, como ya se mencionó varias veces, Puebla indica que María “es el punto de enlace
del cielo con la tierra” y sin ella el Evangelio “se desfigura y se transforma en ideología, en
204 Carlos Galli, “In memoriam: Lucio Gera (16/1/1924 – 7/8/2012) – Un precursor de la teología latinoamericana
un instinto evangélico por el que capta espontáneamente cuándo se sirve en la Iglesia al Evangelio y cuándo se lo vacía y asfixia
con otros intereses.”
858
racionalismo espiritualista.”206 Esa perspectiva marcó una de las contribuciones más importante
católico popular. De hecho, antes del pontificado de Francisco, uno de los pocos textos de la Iglesia
asentado así el valor del pensar orgánico e integrador, propio de la piedad popular, en especial la
mariana.
“Son muchas las convergencias entre María y el pueblo”, afirma Alliende, pero en la piedad
popular mariana, “se juega una característica fundamental del ser latinoamericano, su capacidad
de síntesis, de organicidad.”208 Ya lo había advertido Pablo VI: “América Latina, ésta es tu hora…,
tu vocación original para aunar en una síntesis nueva y genial lo antiguo y lo moderno, lo espiritual
teológico-pastoral del CELAM constató: “Es notorio que grupos intelectuales de occidente
o Tello llamarían la cultura “ilustrada”. Por otro lado, “la cultura popular brilla en su capacidad de
206 DP 301.
207 Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1676, La Santa Sede, 11 octubre 1992, acceso 18 abril 2017,
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p2s2c4a1_sp.html
208 Alliende, “La cuestión mariana,” 428.
209 Pablo VI, “Homilía 8 julio 1966,” en L’Osservatore Romano, ed. argentina, XVI, 714, 1. En italiano: Pablo VI,
“Omelia Sacra Ordenazione di settanta sacerdoti,” La Santa Sede, 8 julio 1966, acceso 18 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/paul-vi/it/homilies/1966/documents/hf_p-vi_hom_19660703.html, énfasis mío.
210 Equipo de reflexión teológico-pastoral del CELAM, “Pueblo: temas y opciones claves,” abril de 1978, citado en
sentir y pensar de modo sintético y sapiencial, orgánico y vital. Así para el pueblo resultan extrañas
pueblo de Dios; Cristo a María; fe a religión; salvación a liberación, sino que las integra en una
que tiende a distinguir y separar lo que Dios pensó en unidad. El “y” inclusivo católico en
obras, Gracia y colaboración humana, sacerdocio común y sacerdocio ministerial, etc. La teología
protestante se basa en los “cinco solas”: sola fide, sola Scriptura, solus Christus, sola gratia, soli
Deo gloria. Por eso le cuesta tanto entender la piedad popular mariana, tan genuina e
que es muy distinto del auténtico espíritu ecuménico – tiende a desconfiar del “y” católico y suele
optar por uno de los polos: el que es común con el pensar protestante. Al optar por el “mínimo
espiritualizante. No asume así la “tensión bipolar”, diría Bergoglio, que está hecha para
armonizarse en una unidad superior que no niega ni anula la polaridad. Lo mariano es el mejor
“antídoto” contra ese tipo de infiltración ajena a la sana teología católica. El santo pueblo fiel de
Dios, que practica con gran fe y devoción la espiritualidad popular mariana sabe de eso por instinto
evangélico, aunque no sepa tematizarlo en conceptos. Por eso, “una Iglesia que no desarrolle la
211 CELAM, “Pueblo: temas y opciones claves,” citado en Alliende, “La cuestión mariana,” 428.
212 CELAM, “Pueblo: temas y opciones claves,” citado en Alliende, “La cuestión mariana,” 428.
860
categoría de lo mariano no puede pretender ser popular y, a la vez, estará entrando en una lógica
no se da solamente en América Latina, contexto de origen del Papa Francisco. Antes de él, uno de
sus antecesores, San Juan Pablo II, dio amplio testimonio de cómo en su tierra la piedad popular
mariana fue decisiva. Alliende la describe como una “inculturación sapiencial mariana.”214 En
verdad, la identidad cultural del pueblo polaco no fue sostenida ni por el Estado, ni por la nación,
pues por 123 años (de 1795 a 1918) Polonia fue borrada del mapa y no existió como nación política.
“Sin embargo, esa patria resistió y creció en la entraña de la Madre Iglesia, teniendo por bandera
el rostro de la Virgen Negra de Częstochowa, y por capital, el santuario de ella en Jasna Góra.”215
Como arzobispo de Cracovia, el Cardenal Wojtyla firmó una Carta de los Obispos Polacos a todos
los Obispos del Mundo Católico, describiendo su experiencia de arraigo en María: “Deseamos
transmitirles este dulce secreto de nuestra historia. Gracias a ella permanecimos fieles a Dios, a la
Cruz, al Evangelio, y a la santa Iglesia... Podemos citar nuestra propia experiencia histórica... Los
vínculos seculares de la nación con María, Reina de Polonia, la ayudaron a ser fiel a Dios y a la
Iglesia.”216 El Papa Francisco no pudo quedar indiferente a esta historia de marianismo inculturado
y, en su visita a Jasna Góra, pronunció una de sus más bellas homilías marianas. Dirigiéndose al
pueblo polaco, que celebraba el 1050º aniversario de su bautismo, apunta al “hilo mariano” de su
cultura:
Evangelio inculturado en el pueblo polaco. “Esta fusión de cultura, pueblo, nación, María e Iglesia,
como ‘forma de estar en la historia’, le dio al Papa polaco una experiencia de inculturación
profunda del Evangelio.”218 Quizás por eso su pontificado estimuló tanto la reflexión y praxis
pastoral de la inculturación del Evangelio y la evangelización de las culturas, temas que también
interesaron mucho a otro Papa, Bergoglio, que en aquel entonces todavía se encontraba “en el fin
del mundo”.219
Para el Papa Francisco la pastoral popular, “cuando está bien orientada, sobre todo
mediante una pedagogía de evangelización, contiene muchos valores.”220 Esta frase es de Pablo
VI, al referirse a la religiosidad popular.221 Tal pedagogía “exige, antes que todo, amor y cercanía
217 Francisco, “Homilía con ocasión del aniversario 1050º del bautismo de la Polonia,” La Santa Sede, 28 julio 2016,
al pueblo, ser prudentes y firmes, constantes y audaces para educar esa preciosa fe, algunas veces
tan debilitada.”222 Esta descripción de Puebla – amor y firmeza, cercanía y audacia – no está lejos
de la que Francisco hace del estilo mariano “revolucionario de la ternura.”223 Siendo la piedad
popular intrínsecamente evangelizadora, como ya se dijo varias veces, ella debería asumir también
mariana. Además, el magisterio ha señalado muchas veces María como Madre y educadora de los
cristianos. Bergoglio creció consciente de esa verdad. El Concilio ya había dicho que la Virgen
“generación y educación” de los fieles.224 Puebla expresa esa verdad, diciendo que María es
trata como “Madre y educadora del naciente pueblo latinoamericano.”226 Para Aparecida, María,
“como madre, perfecta discípula y pedagoga de la evangelización” enseña “a ser hijos en su Hijo
y a hacer lo que Él nos diga.”227 Además, en su documento final – acompañado de cerca por
222 DP 458.
223 EG 288.
224 LG 63.
225 DP 290.
226 SD 15.
227 DA 1. “María ayuda a mantener vivas las actitudes de atención, de servicio, de entrega y de gratuidad que deben
distinguir a los discípulos de su Hijo. Indica, además, cuál es la pedagogía para que los pobres, en cada comunidad cristiana, ‘se
sientan como en su casa’. Crea comunión y educa a un estilo de vida compartida y solidaria, en fraternidad, en atención y acogida
del otro, especialmente si es pobre o necesitado.” DA 272
863
educativo que encierra la piedad popular mariana.”228 Y, aunque el texto está un poco truncado229,
se indica un “camino educativo” concreto por el que María se manifiesta como “verdadera
educadora de la fe”: por el cultivo del amor personal a ella, el fiel se apropia progresivamente de
sus actitudes, asemejándose cada vez más a su Hijo.230 El investigador considera importante
profundizar ahora en esa pedagogía mariana de evangelización, como una de las consecuencias
Concepción, escribió la encíclica Ad diem illum laetissimum (1904), que en su tiempo tuvo gran
irradiación. En la cultura occidental pulsaba, por un lado, una necesidad de subjetividad, vitalismo
y creatividad, pero por otro, los idealismos racionalistas suscitaban, por contradicción, la reacción
del vitalismo. En ese contexto el Papa formula una sentencia mariana, pedagógicamente muy
expresiva, que debe haber pasado desapercibida para muchos teólogos y pastoralistas: “per
conocimiento vital de Cristo.” Esa frase fue muy considerada por un pedagogo de la fe,
228 DA 300.
229 Cuando la comisión de redacción resumió el iuxta modum del Cardenal Francisco Javier Errázurriz, el texto de DA
300 no quedó tan claro y completo como la propuesta original: “La catequesis, por ejemplo, bebiendo de las fuentes de la
religiosidad mariana, ha de propiciar que el vínculo filial a María y el saber actualizado acerca de ella sean inicio de un camino
educativo de apropiación de sus actitudes y de identificación con su Hijo. Una pastoral mariana fomenta tanto el anuncio expreso
de la fe de la Iglesia en su Madre, como la adhesión afectuosa y honda hacia ella, a fin de ‘que por María alcancemos un
conocimiento vital de Cristo’ (Pío X, Ad diem illum, 10f. ASS 36, 452). La ‘educadora de la fe’ (DP 290), por su mediación
maternal (cf. RM 38-47), coopera así en la ‘generación y formación’ de los hijos de la madre Iglesia (cf. LG 63; RM 44),
asemejándolos cada vez más a su Hijo Jesús.” Archivo personal del investigador.
230 DA 300. El texto dice: “Para este crecimiento en la fe, también es conveniente aprovechar pedagógicamente el
potencial educativo que encierra la piedad popular mariana. Se trata de un camino educativo que, cultivando el amor personal a la
Virgen, verdadera ‘educadora de la fe’, que nos lleva a asemejarnos cada vez más a Jesucristo, provoque la apropiación
progresiva de sus actitudes.”
231 Pío X, Litterae Encyclicae Ad diem illum laetissimum, La Santa Sede, 2 febrero 1904, acceso 18 mayo 2017,
http://w2.vatican.va/content/pius-x/la/encyclicals/documents/hf_p-x_enc_02021904_ad-diem-illum-laetissimum.html. Un signo
de que pocos captaron la riqueza pedagógica de esa frase es que, en ninguna de las traducciones, presentadas en el sitio web de
la Santa Sede, a tres lenguas modernas (inglés, francés e italiano), se preserva el adjetivo “vitalem” del original latino, aplicado al
tipo de conocimiento que María da respecto a Cristo. Se dice simplemente que por María se alcanza: “the knowledge of Christ”,
“la connaissance de Jésus-Christ”, “conoscere Gesù Cristo”.
864
contemporáneo a Pío X, José Kentenich. Él llamó la atención para el hecho de que, con esta
sentencia, el Papa afirma que María tiene la capacidad de hacer que el hombre supere el
Como se dijo, el magisterio afirma que María es pedagoga de la fe, pero ¿cómo María
realiza en concreto ese encargo? Alliende intenta una respuesta afirmando que “ella es modelo,
intercesora y educadora de la vitalidad que proviene del Espíritu y que moviliza pedagógicamente
la totalidad de nuestro ser.”233 El Vaticano II rescató la idea patrística de María como typos, modelo
para la Iglesia, pero pedagógica y pastoralmente esa doctrina no siempre fue aplicada
que reduce la pedagogía mariana a una serie de imperativos categóricos de imitación del modelo.
Al disminuir el valor del vínculo personal de amor a María o dejándolo de lado, se contentó con
eclesiales reformadas, abiertas a reflexionar sobre María, pero bajo una perspectiva minimalista e
insuficiente del punto de vista de la tradición católica. María es más que sólo un hermoso ejemplo
de vida cristiana, como pensaba el Cardenal Newman antes de su conversión a la Iglesia Católica.
Madre nuestra.”234
De esta forma, se debe “dar prioridad a la comunión sobre la tipología”235, concluye el gran
Después de valorar las intuiciones del pueblo sobre María, consecuencia del sensus fidelium,236
De Fiores afirma que “la intuición central del pueblo sobre María es sin duda la de haberla
percibido en la fe como una persona viva, glorificada, dotada de poder y de bondad maternal, y
por tanto capaz de intervenir en las vicisitudes humanas.”237 Esta percepción trae una
Una piedad mariana puramente tipológica no tiene valor formativo, es una ilusión de
pastoral. No basta decir ‘La Virgen es ejemplo de fidelidad a la palabra, de reciedumbre en
el dolor…; por eso tenemos que imitarla.’ Si no se cultiva la vinculación, el cariño, el apego
sano a la persona de María, la exigencia de imitación a un prototipo es un puro imperativo
categórico. Para hacer fecundo el carisma de María hay que procurar que la vinculación
con María (que tiene la prioridad pedagógica) conduzca a la actitud mariana, a la imitación
de María (que tiene la prioridad entitativa).238
Esa perspectiva es propia de la enseñanza del Padre José Kentenich, que caracterizó así el
La piedad popular capta espontáneamente, por la connaturalidad afectiva del amor y por la acción
235 Stéfano de Fiores, María en la Teología contemporánea (Salamanca: Sígueme, 1991), 360. El tema del capítulo 11
convierte en corazón, puerto, punto de convergencia en la vida de los fieles, es preciso dar gracias al Señor porque actúa y se
revela a su pueblo, y especialmente a los sencillos y a los pequeños de este mundo. El pueblo se convierte en un ‘lugar teológico’
para una mayor comprensión de la Virgen.” De Fiores, María en la Teología contemporánea, 359-360.
237 De Fiores, María en la Teología contemporánea, 360.
238 Joaquín Alliende, “Diez tesis sobre pastoral popular,” en Religiosidad popular (Salamanca: Sígueme, 1976), ed.
Equipo SELADOC, 118-127, aquí: 122, citado en De Fiores, María en la Teología contemporánea, 360.
239 “Die Bindung ist Quellgrund und Seele der Haltung; und die Haltung ist Ausweis für Echtheit und Tiefe der
Bindung.” Joseph Kentenich, Maria, Mutter und Erzieherin (Vallendar: Schönstatt Verlag, 1954), 281. Así describe Paul Vautier
el pensamiento de José Kentenich: „Wenn ich wirklich will, dass jemand zur marianischen Haltug kommt, d. h. zu ihrer
vorbildlichen Beziehung zu Gott, zu den Menschen und dem Leben gegenüber, dann muss ich ihn im allgemeinen zuerst zur
marianischen Bindung, d. h. zur persönlichen Liebe zu Maria führen.” Vautier, Maria, die Erzieherin, 199.
866
del Espíritu Santo en el sentido de fe de los fieles, esta prioridad del vínculo amoroso sobre el
imperativo ético. Para el pueblo María es, en primer lugar, una persona, una madre con quien se
tiene un vínculo de amor, y solo desde ese vínculo el fiel la contempla, admira y se anima a imitar
sus virtudes. Además, De Fiores recuerda que el pueblo la capta como mujer glorificada, por eso
sugiere que “una ‘mariología popular’ debería partir de la condición escatológica de María en su
influencia constitutiva del ‘hecho mariano’ en la Iglesia, para descender luego a su presentación
en la Biblia y a su divina maternidad: una mariología original, que se salga del método de los
manuales.”240 En la pastoral popular habría que aplicar más esta indicación de ese gran mariólogo.
De esta forma, una correcta pedagogía de evangelización tiene en cuenta que el proceso
educativo de la fe no se mueve por “imperativos categóricos”, sino por relaciones personales, por
una cultura del encuentro, como defiende Francisco. El encuentro personal con María, en una
paso para que su carácter ejemplar tenga efecto pedagógico.241 Solo si ese proceso se realiza de
forma adequada, María lleva al fiel al “conocimiento vital de Cristo”. Alliende, seguidor de la
“doctrina pastoral pionera” de Kentenich, indica que “no bastará la pura visión teológica acertada:
el manejo de la relación entre estas dos dimensiones de amor e imitación, es un arte pedagógico,
cultivado hacia María, lleva a que la persona quiera imitarla. Pedagógicamente lo más importante
poder, de su amor, para que se adhieran de corazón a ellas y a través de ellas remonten hacia el corazón de Dios. Esto lo llama él
la ley de la transferencia orgánica. Según esta misma ley, el pueblo hace el camino inverso ya que le trasfiere a la Virgen su
respeto y amor, pero ‘esto pertenece en última instancia a Dios. Él está consciente que, si se lo da a la Madre de Dios, se lo regala
al buen Dios’ (José Kentenich, Dass neue Menschen werden, 221).” Riba, El sacerdote, 55.
242 Alliende, Para que nuestra América viva, 46.
867
es el vínculo a ella, pues es la condición para la imitación.243 De ahí que no se deba tener miedo a
ese vínculo ni se deba debilitarlo, como sucede a menudo en la pastoral y en el trato con la piedad
popular mariana. Francisco insiste que no se debe tener miedo a la revolución de la ternura, quizás
justamente porque esta revolución es mariana. Por otro lado, en el proceso de evangelización es
importante presentar al fiel siempre de nuevo una imagen integral, integrada e integradora de
María, como se dijo ad supra (10.1.4). De esa forma, el fiel conoce mejor las virtudes marianas a
imitar: su amor a Jesús y a sus mandamientos, su vida de fe, esperanza y caridad, su vínculo a la
Trinidad, a la Iglesia, su alegría y tantas otras. El éxito del proceso pedagógico se podrá medir,
entonces, por la calidad mariana de la vida diaria del fiel y del pueblo mariano.
Estas perspectivas ayudan a entender por qué Francisco insiste tan poco en la “corrección”
expuesta, él cree en la fuerza teologal del vínculo de amor a María, cree en la acción del Espíritu
en ese vínculo. Por eso, por ejemplo, cuenta – casi sin hacer reparos – la historia (o leyenda) de la
Virgen de los Mandarinos: aún los ladrones son hijos de María, tienen el derecho de amarlas y el
camino de su conversión pasa por el vínculo con ella. Por eso dice que las confesiones en Luján
son prueba de que la Madre, con su sola mirada, “revuelve las conciencias” de los que se dejan
mirar por ella. Por eso habla de la fatiga del corazón de la madre del sindicalista, cuya
perseverancia amorosa al lado de su hijo alcohólico lo hizo cambiar de vida. Francisco cree en el
encuentro de amor con María, el intercambio de miradas entre Madre e hijo, y éste es el camino
243 “Desde el punto de vista pedagógico, lo más importante es la vinculación, el amor. Porque sólo si amo a María, y en
la medida en que la amo, tendré el anhelo de imitarla y lucharé por ello en un proceso nunca terminado. La prioridad pastoral es
suscitar y fortalecer un amor vívido por María. A esto se orientarán las predicaciones, los trabajos en grupo, los símbolos, la
atmósfera mariana de nuestros espacios físicos y espirituales, los textos, las músicas y todas las expresiones artísticas. Todo eso
ayuda a las varias celebraciones litúrgicas y los gestos espontáneos, simples y cotidianos de la religiosidad popular. Ello es una
trama de amor a María que debe ser suscitado, protegido y desarrollado una y otra vez.” Alliende, Para que nuestra América
viva, 46-47.
868
seguimiento de Jesús.
Ese proceso pedagógico por el cual María se manifiesta como educadora debería ser más
exigente pedagoga de la Palabra de Dios.”244 Por eso Kentenich, meditando Jn 19,27 llega a
interpretar las palabras de Jesús “ecce mater tua” como un “ecce educatrix tua” dirigido a la
el Papa Juan Pablo II.245 En este sentido, Alliende postula que “María Educadora tiene el carisma
materno de mediación, educándonos para un ‘conocimiento vital de Cristo’, nos conduce a amar
tiempo – pues “el tiempo es superior al espacio”, diría Bergoglio – pero también vivencias
vivencia es el núcleo de la pedagogía pastoral.247 Eso significa que “las verdades de fe sobre María,
María”248 y, éstas conducen al conocimiento vital de Cristo. La piedad popular mariana, con sus
colores, cantos, ritmos y sabores, con sus imágenes, besos, toques y bailes, con su afectividad
Thought of John Paul II and Father Joseph Kentenich (Lanham: UPA, 2010), 574 p.
246 Alliende, Para que nuestra América viva, 54.
247 Alliende, Para que nuestra América viva, 54-60.
248 Alliende, Para que nuestra América viva, 60.
869
humana y sabiduría cultural, con su fe expresiva, esperanza sufrida y caridad a flor de piel, es una
poderosa fuente de auténticas vivencias marianas para el pueblo fiel de Dios inculturado en los
La pastoral popular mariana debe así cooperar pedagógicamente con la Madre Educadora
de la fe. Sin embargo, no se puede olvidar que, en definitiva, el gran educador es el Espíritu Santo.
Jesús prometió que Él “recordará lo dicho”, “lo enseñará todo”, “nos guiará hasta la verdad
completa.”249 Pero el modo de la enseñanza del Espíritu es materno, desde dentro, desde lo
entrañable hacia afuera. La acción educadora de María se inscribe en esa línea. Como la “llena del
Espíritu”, ejerce su carisma maternal implorando ese Espíritu para que forme al hombre desde
dentro y lo configure con Cristo. Por medio de su intercesión, por su ejemplo y por la fuerza
afectiva de amor verdadero que expresa por el hijo y despierta en él, María posibilita que él llegue
al conocimiento vital de Cristo, que es el sentido de la educación mariana. Une así el hijo al Hijo
Además, “como la madre es el primer contacto humano con otra persona, lo más íntimo y
hondo de cada hombre tiene una particular sensibilidad para la voz femenina, materna,”250 observa
“lengua materna.”251 El lenguaje de amor entrañable de la Madre, expresión del amor entrañable
de Dios, forma la profundidad mariana de una fe entrañable del cristiano, esa que caracteriza la
Porque María como educadora, en su femineidad cristificada, asume las zonas prístinas del
contacto humano. Ella tiene un carisma para ‘bautizar’ las últimas e íntimas fibras de la
persona. El amor mariano permite que estemos en condiciones de cumplir el mandato
radical y hondo. “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma..., y al
prójimo como a ti mismo” (Lc 10,27). Cuando se llega a esta hondura, a la calidad
entrañable del amor, se puede decir que hay un genuino “conocimiento vital de Cristo”, ese
que María posibilita como educadora de los discípulos y de los misioneros.252
Por otro lado, sin embargo, es comprensible que resulte escandaloso que pueblos
profundamente marianos, como los latinoamericanos, con tanta gente que dice amar a la Virgen,
vivan tantas injusticias sociales, con gran desequilibrio social, con tanta corrupción, violen tantos
derechos humanos y pisoteen tan ampliamente lo que Jesús ha enseñado sobre el hombre. Aunque
en gran parte se pueda apuntar a las clases dirigentes por muchas de esas injusticias, tristemente
también entre los más pobres – y entre los pobres que llegan a ser dirigentes – se percibe muchas
principios evangélicos. Si María en Caná dijo: “hagan lo que Él les diga” 253, una correcta
pedagogía de evangelización fomenta – hoy con más urgencia – el sano vínculo a María,
presentándola dentro de una perspectiva integral e integradora que llegue al núcleo de la persona
y a la raíz cultural de los pueblos cristianos, cambiando personal y culturalmente lo que necesita
ser convertido.
Con esa reflexión se entra de lleno en el tema del próximo apartado: la relevancia social de
la piedad popular mariana, pues el verdadero devoto de María se compromete con la justicia social
mariana a partir de tres afirmaciones: María fue educada por Cristo; María es nuestra Educadora, y María sólo puede cumplir su
encargo si nosotros aceptamos libremente ser educados por ella. Ver: Alliende, Para que nuestra América viva, 47-54.
871
la evangelización.255 También la piedad popular mariana tiene claras implicancias sociales, como
importante clave pastoral del trabajo con la piedad popular, que no se reduce a lo socio-económico,
dimensión social de la vida del pueblo de Dios en los pueblos. En realidad, varios estudios
social de los pueblos”. Gracias al fraile servita brasileño, Clodovis Boff, por ejemplo, se ha
desarrollado una nueva rama en los estudios sobre María: la Mariología Social.256 Francisco está
consciente de esa importancia, la valora y saca las consecuencias de ella. Entre los varios aspectos
que se podrían desarrollar, aquí se destacan tres consecuencias pastorales de la dimensión social
de la pastoral popular mariana: la opción por los pobres (10.3.1), el protagonismo laical (10.3.2) y
Refractario a las ideologías de todo tipo, el Papa afirma que “la opción por los pobres es
una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica.”257 La Iglesia la hizo
255 EG 177-258.
256 Clodovis Boff, Mariología Social: o significado da Virgem para a sociedade (São Paulo: Paulus, 2006).
257 EG 198.
872
por compromiso con Jesús y por coherencia con su mensaje, ya que los cristianos están llamados
a tener “los mismos sentimientos de Jesucristo.”258 Es Dios quien, en primer lugar, “tiene un sitio
preferencial para los pobres” en su corazón y “todo el camino de nuestra redención está signado
por los pobres.”259 Ese camino comienza con el propio Dios que “se hizo pobre”260, pero para
seguir por ese camino, Él quiso a una típica representante de los pobres de Yahvé, quiso depender
“del ‘sí’ de una humilde muchacha de un pequeño pueblo perdido en la periferia de un gran
imperio.”261 El Dios hecho pobre en la pobreza de María decidió convivir con los pobres: nació en
sencillos, él mismo trabajó para ganarse el pan y entendió su misión como anuncio de la buena
noticia a los pobres. De ahí que la opción por los pobres es, además de cristológica262, mariana en
su raíz. Dios se hizo pobre en María para salvar a los pobres en la carne por Su propia carne. De
esa forma, desligada de la carne de María, la liberación no es integral. Así, una vez más, se
transforma en ideología.”263
Ya se ha comentado ad supra (7.3.5) como Francisco entiende la relación de María con los
pobres. Ella tiene un lugar especial en el corazón de los pobres y ellos en su corazón de madre. Por
eso la piedad dirigida a la Virgen incluye esa opción por los pobres. Evidentemente, para que esto
suceda, el devoto debe estar abierto a la acción del Espíritu en el proceso de educación mariana,
vínculo afectivo a María a la actitud mariana, que es siempre de amor a los pobres. El que valora
la piedad popular – que es muy cultivada por los pobres y sencillos, aunque no solo exclusivamente
por ellos – tiene una apertura natural a esa opción. Por otro lado, la teología argentina del pueblo
“la opción por los pobres implica una valoración, también teológica, de su piedad popular, en la
cual está inculturada la totalidad cristiana,”264 pues – como dice Francisco – “la mística popular
justicia, de lucha y de fiesta.”265 De hecho, el Papa asume esa perspectiva y defiende tanto la opción
por los pobres como la piedad popular. Ambos son lugares teológicos, desde donde se debe
aprender al momento de buscar la voluntad de Dios. El Papa está convencido que los pobres tienen
Por eso, a la hora de evangelizar, se aprende de los pobres, pues ellos tienen la experiencia
del Cristo sufriente y de su fuerza salvífica en sus vidas. De ahí que se deba escuchar el sensus
fidei que se manifiesta en ellos y ponerlos en el centro del camino de la Iglesia, descubriendo a
Cristo en ellos.266 La opción por los pobres es una “forma especial de primacía en el ejercicio de
la caridad cristiana”267 y conlleva el compromiso por la justicia social y la liberación integral del
ser humano. Este compromiso, “por ser esencial a la evangelización (Redemptor hominis 15;
Centesimus annus 5), lo es también para la nueva [evangelización], en cada distinta región y
circunstancia.”268 Sin embargo, Francisco invita no solamente a prestar la voz a los pobres en sus
causas, sino “también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa
sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos.”269 El respeto por esa sabiduría popular
mariana es así un lugar privilegiado para el ejercicio de la opción por los pobres.
María, con más razón asume el estilo mariano de la evangelización, que es la revolución de la
ternura. Ésta, lejos de ser una actitud débil, pasiva o resignada ante las dificultades de la vida, es
una búsqueda activa de justicia, conjugada con la ternura, la paciencia y el cariño maternal. Y
justamente a ese estilo mariano apunta Francisco al describir cómo debe ser el compromiso con
llamar un estilo masculino (burocrático, organizador, o incluso “petrino”) sino “ante todo una
atención puesta en el otro ‘considerándolo como uno consigo’. Esta atención amante es el inicio
de una verdadera preocupación por su persona, a partir de la cual deseo buscar efectivamente su
bien.”270 Una actitud, por lo tanto, maternal, femenina, tierna y misericordiosa, que “implica
valorar al pobre en su bondad propia, con su forma de ser, con su cultura, con su modo de vivir la
fe.”271 Ese amor tierno y revolucionario es contemplativo, desinteresado, gratuito, bello, valora al
pobre por lo que él es. “Y esto diferencia la auténtica opción por los pobres de cualquier ideología,
de cualquier intento de utilizar a los pobres al servicio de intereses personales o políticos. Sólo
liberación.”272 En otras palabras, solo desde ese estilo revolucionario mariano de ternura y
cercanía, los pobres son verdaderamente acogidos en la comunidad eclesial, como en su casa, pues
– respondiendo a la pregunta retórica de Juan Pablo II – este estilo es “la más grande y eficaz
popular “hay un ‘rico potencial de santidad y de justicia social’274 que debemos aprovechar para
la Nueva Evangelización”275 Refiriéndose a Rafael Tello, lo recuerda como alguien que tuvo “una
pasión por la historia y su tiempo, un corazón y una inteligencia ofrecidos a los pobres”, cuya
preguntándonos si les estamos dando a los pobres el lugar que merecen” y “nos invita a que
transformemos la Iglesia en la casa de los pobres.”276 Por otro lado, Tello es caracterizado por
Bergoglio como “el teólogo de la Virgen.”277 De hecho, a ambos no les cuesta vincular el
compromiso por los pobres con “nuestra Madre querida, la Virgen de Guadalupe, aquella que ‘hace
272 EG 199.
273 EG 199, citando NMI 50: “Por eso tenemos que actuar de tal manera que los pobres, en cada comunidad cristiana, se
sientan como ‘en su casa’. ¿No sería este estilo la más grande y eficaz presentación de la buena nueva del Reino?”
274 DA 262.
275 Bergoglio, “Pobres en este mundo.”
276 Jorge Mario Bergoglio, “Prólogo,” en Pobres en este mundo, ricos en la fe: la fe de los pobres de América Latina
según Rafael Tello, ed. Enrique Ciro Bianchi (Buenos Aires: Ágape, 2012), 11.
277 Bergoglio, “Prólogo,” en Pobres en este mundo, 11.
876
sentir a sus hijos más pequeños que ellos están en el hueco de su manto’278, que nos” hace “gustar
cómo en la praxis pastoral pueden “estar juntos” algunos elementos que, a menudo, en los
estrechos esquematismos eclesiales se tiene dificultad para contemplar como compatibles: por un
lado, la decisiva y clara “opción por los pobres y marginados”, la dedicación incansable y
preferencial por la “pastoral popular”, actitud muchas veces considerada “de izquierda”, y, por
otro, la gran simpatía por la piedad popular, en especial su fuerte devoción mariana, rotulada por
muchos como siendo “de derecha”, asumida fácilmente como bandera por grupos integristas de
todo tipo. El Papa ama a los pobres en este mundo y no duda de que la gran riqueza de ellos es su
Además, hay que decir que estos dos polos – opción por los pobres y piedad mariana – se
pertenecen mutuamente, pues un compromiso con los pobres sin la dimensión cristológica y
Iglesia fueron antipopulares y antimarianas,”280 explica Alliende. “Este tipo de teología reaparece
una y otra vez con nuevos temas, pero en definitiva se trata del mismo bacilo que angustiaba desde
el comienzo a San Juan y que lo hacía exclamar apremiado: ‘todo espíritu que confiesa a Jesucristo,
venido en carne, es de Dios’ (1Jn 4,2).”281 Carmelo Giaquinta estudió esta deformación en el
278 DA 265.
279 Bergoglio, “Prólogo,” en Pobres en este mundo, 13, énfasis del autor.
280 Alliende, “La cuestión mariana, 430.
281 Alliende, “La cuestión mariana, 430.
877
tiempo preniceno y concluyó que la solución de estos dilemas se debe dar en una Iglesia que
plantea “una pastoral universal y popular para hombres de carne y hueso”282 y caracterizó los dos
tipos de eclesiología subyacentes diciendo que “si algo precisamente distinguió la pastoral
caridad…”283 De ahí que “esta dimensión encarnada de la fe es una prolongación de lo que ocurre
encarnacional. El pueblo cristiano capta esta verdad espontáneamente y por eso le confía sus
salvado”, y siguiendo el “principio de la encarnación” – tan valorado por Bergoglio – una teología
como servicio de liberación integral desde el estilo mariano “revolucionario de la ternura”, justo
mundanidad espiritual, pues niegan la plenitud de la encarnación. “Vivimos en una época de dos
investigador. “Vos ves que todas las corrientes restauracionistas dentro de la Iglesia son de índole
pelagiana.”286 Se refiere al hecho de que esas corrientes insisten en el “hacer” para conquistar la
282 CELAM, Ministerios eclesiales en América Latina: reflexión teológico-pastoral (Bogotá: DEVYM, 1976), 58.
283 CELAM, Ministerios eclesiales, 58.
284 Alliende, “La cuestión mariana,” 430.
285 “La mujer tiene en lo íntimo de su ser un anhelo de armonía muy característico. Tiene ella, como lo han hecho notar
algunos antropólogos, una vocación de animación, de ser alma, de espiritualizar la carne y de encarnar el espíritu.” Alliende, “La
cuestión mariana,” 433.
286 Francisco, E-2.
878
salvación. “Evidentemente que hay que hacer”, dice el Papa, “pero el acento no está ahí. Y,
además, son legalistas.”287 La otra corriente, dice él, es la “línea panteísta, gnóstica.”288 Pone
aconsejaba a las monjas que antes que nada salieran al jardín a darse un baño de vida, a bañarse…
con el cosmos, la armonía…”289 Según el Papa, “esas dos herejías son las que de alguna manera
cumplir estrictamente las normas por sus propias fuerzas.291 Ambas niegan el misterio de la acción
gratuita de Dios en la carne, como aconteció en el seno de María. Jesús “se dejó tejer la carne” por
María292, dijo Francisco en Polonia. Algo que la piedad popular mariana tiene gran facilidad para
comprender. De ahí que Francisco indique que esas corrientes son un peligro para la auténtica
antropocéntrico. No es posible imaginar que de estas formas desvirtuadas de cristianismo pueda brotar un auténtico dinamismo
evangelizador.” EG 94. En otro lugar se refiere a la “propuesta gnóstica” y la “propuesta pelagiana”: La gnóstica “suele darse en
grupos de élites con una propuesta de espiritualidad superior, bastante desencarnada, que termina por desembarcar en posturas
pastorales de ‘quaestiones disputatae’…Vulgarmente se los denomina ‘católicos ilustrados’ (por ser actualmente herederos de la
Ilustración).” Y la “pelagiana”: “Ante los males de la Iglesia se busca una solución sólo en la disciplina, en la restauración de
conductas y formas superadas…en tendencias exageradas a la ‘seguridad’ doctrinal o disciplinaria…Busca ‘recuperar’ el pasado
perdido.” Francisco, “Discurso al comité de coordinación del CELAM,” La Santa Sede, 28 julio 2013, acceso 18 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/july/documents/papa-francesco_20130728_gmg-celam-rio.html
292 “En la vida de María admiramos esa pequeñez amada por Dios…Él se complació tanto de María, que se dejó tejer la
carne por ella, de modo que la Virgen se convirtió en Madre de Dios.” Francisco, “Homilía con ocasión del aniversario 1050º del
bautismo de la Polonia.”
879
Finalmente, habría que decir que la opción mariana por los pobres aquí defendida es
también una opción mariana por el pueblo. Para Francisco, María es la Madre del pueblo fiel de
Dios, del pueblo misionero, como se postuló ad supra (9.4). La Iglesia Madre debe ser “hogar del
pueblo” y María “Madre del pueblo” refuerza esta opción.293 De hecho, en la Escritura María está
inscripta en el horizonte de su propio pueblo (como se ve, por ejemplo, en los estudios sobre María
como “Hija de Sion”). “En último término la mariología del Vaticano II no hace sino anudar en el
consciente de la Iglesia esta inseparable unión entre el pueblo de Dios y María. [Y] Lo anterior ha
sido para nuestro pueblo latinoamericano una experiencia histórica, concreta, cultural,”294 explica
Alliende. Dice que, en Chile, los obispos se refirieron a la Virgen del Carmen como “Madre del
Pueblo de Chile”. El título valdría para cualquier pueblo evangelizado: María hace una opción
inculturada por cada pueblo y lo adopta como Madre, pues es “un principio articulante del ser
popular…y eso es de un valor inmenso para todo lo que signifique un crecimiento real, una
liberación integral del pueblo.”295 De esta forma, desde el ámbito de la liberación, María debe ser
vista como “símbolo del pueblo”296 y “en María se juega toda la cuestión de los pobres en forma
eminente.”297
Conviene terminar este apartado con el testimonio elocuente del padre villero, Pepe Di
Paola, muy apoyado por Bergoglio: “La religiosidad es motor transformador de la realidad social
entre los más pobres, por eso esto de que la religión era el opio de los pueblos, pasó a ser una cosa
293 “En todos lados debemos preocuparnos también por que la Iglesia llegue a ser hogar del pueblo.” José Kentenich,
Marianische Erziehung, 85, citado en Riba, El sacerdote, 86. La Iglesia reconoce a una Madre, sin la cual no llega a ser hogar,
familia, pueblo de Dios. “Así conoce…la Iglesia una gran Madre del pueblo, así conoce la Iglesia una reina junto a Cristo, el
rey.” José Kentenich, Krönung Mariens – Rettung der christlichen Gesellschaftsordnung, 24, citado en Riba, El sacerdote, 86.
294 Alliende, “La cuestión mariana,” 429.
295 Alliende, “La cuestión mariana,” 430.
296 Alliende, “La cuestión mariana,” 429.
297 Alliende, “La cuestión mariana,” 431.
880
de archivo, para transformarse en experiencias en América Latina, como que la religiosidad puede
cambiar la realidad, la puede mejorar.”298 El Padre Pepe tiene muchas historias que contar, como
por ejemplo, las celebraciones de los días 8 de diciembre, feriado nacional, en la Villa 21:
Todo es fiesta, la calle se viste, se engalana con guirnaldas y globos, se hacen bailes en
honor a la Virgen de Caacupé. Entonces la fiesta cívica es la fiesta religiosa. Muchos han
querido separa estos aspectos, pero realmente en las villas que conservan este catolicismo
popular, la expresión de la gente es que lo popular y lo religioso llevan a la vida común y
abarcan todo. Creo que en este punto la villa es un claro ejemplo de lo que planteó el Papa
Francisco en este sentido.299
“Existe en nuestras tierras una forma de libertad laical a través de experiencias de pueblo:
el católico como pueblo. Aquí se ve una mayor autonomía, sana en general, y que se expresa
fundamentalmente en la piedad popular.”300 Con esta afirmación del Papa Francisco al comité
organizador del CELAM durante su visita a Río de Janeiro, se introduce esta consecuencia
pastoral bastante original de Bergoglio respecto a la piedad popular, una expresión más de su
dimensión social. En realidad, no es una idea que él haya repetido con mucha frecuencia, pero que
por su originalidad y su relación con otras ideas propias de su pensar teológico, vale la pena
Para Francisco, la piedad popular es una expresión de sana autonomía laical frente a las
tendencias clericalistas tan presentes aún en la Iglesia. El investigador no ha encontrado esa idea
298José María Di Paola, “La religiosidad popular,” en Francisco, la alegría que brota del pueblo: una reflexión
compartida de Evangelii Gaudium, ed. Jorge Benedetti et al. (Buenos Aires: Santa María, 2015), 179-200, aquí: 186.
299 Di Paola, “La religiosidad popular,” 187.
300 Francisco, “Discurso al comité de coordinación del CELAM,” La Santa Sede, 28 julio 2013, acceso 18 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/july/documents/papa-francesco_20130728_gmg-celam-rio.html
881
en otros autores. Sin embargo, por un lado, es una idea coherente con el gran valor que da a la
teología del pueblo de Dios, a la piedad popular y al sensus fidelium, y por otro, se la puede
clericalismo. Al mencionar este último, Francisco reconoce que a menudo hay “una complicidad
pecadora: el cura clericaliza y el laico le pide por favor que lo clericalice, porque en el fondo le
resulta más cómodo.”301 El clericalismo explica, en gran medida, “la falta de adultez y de cristiana
libertad en parte del laicado.”302 En ese contexto el Papa menciona el valor de la piedad popular
como “forma de libertad laical”: es decir, por la fuerza del bautismo, un pueblo evangelizado,
expresa libremente su religiosidad, desde sus raíces histórico-culturales. Aunque estén, en cierto
modo, vinculadas eclesialmente, las expresiones de fe popular gozan de una libertad, creatividad
e informalidad muy amplias y distintas, por ejemplo, de las formas litúrgicas. En la piedad popular,
el santo pueblo fiel de Dios en un pueblo concreto hace “experiencias de pueblo”, que no pasan
“católico como pueblo”, es decir, del Pueblo de Dios inculturado en un pueblo de la tierra, que se
identifica con éste en muchos aspectos, pero a la vez se distingue por ser pueblo “de Dios”. Son
afirmaciones que sólo se entienden en el trasfondo de la teología argentina del pueblo. De esta
forma, el Papa valora positivamente la autonomía del laico en el ejercicio de la piedad popular,
considerando esa libertad de acción no solo como “sana en general”, sino también como una sana
contraposición al clericalismo. Sugiere a los obispos que vuelvan a leer el capítulo de Aparecida
sobre la piedad popular, que “describe con profundidad esta dimensión.”303 No es necesario
recordar cómo el Cardenal Bergoglio se esforzó para que esta página de Aparecida, a su juicio una
Comisión para América Latina y el Caribe, Cardenal Marc Ouellet, “sobre la participación pública
del laicado en la vida de nuestros pueblos”: “Hay un fenómeno muy interesante que se ha
producido en nuestra América Latina y me animo a decir: creo que uno de los pocos espacios
donde el Pueblo de Dios fue soberano de la influencia del clericalismo: me refiero a la pastoral
“El clericalismo lejos de impulsar los distintos aportes, propuestas, poco a poco va apagando el
fuego profético que la Iglesia toda está llamada a testimoniar en el corazón de sus pueblos. El
Pueblo de Dios (cfr. LG 9-14). Y no solo a unos pocos elegidos e iluminados.”306 Como para
Francisco la piedad popular es una forma de inculturación del Evangelio, la considera muy
adecuada para dar testimonio del mensaje eclesial “en el corazón de los pueblos”. Las expresiones
de la piedad popular como, por ejemplo, las imágenes, ermitas, rosarios, peregrinaciones o
visibilidad eclesial que no está necesariamente en manos de la jerarquía ni controlada por ella.
Incluso, la forma como surgen estas expresiones populares, se puede decir que es “desde abajo”,
Francisco sigue explicando que la pastoral popular “ha sido de los pocos espacios donde el
pueblo (incluyendo a sus pastores) y el Espíritu Santo se han podido encontrar sin el clericalismo
que busca controlar y frenar la unción de Dios sobre los suyos.”307 Aquí habría que destacar tres
elementos: Primero, que – como en LG 12, un texto que le gusta al Papa – el concepto de pueblo
incluye a los pastores308, lo que no invalida que las iniciativas populares sean “laicales”, pues lo
que Francisco quiere destacar es que no se actúa desde el pastor hacia el pueblo, sino simplemente
desde el pueblo en cuanto pueblo. Segundo, quien impulsa la iniciativa “laical” o popular es el
Espíritu Santo, que actúa en el pueblo de Dios por “la unción de Dios sobre los suyos”, idea muy
cara al Papa, relacionada al bautismo y al sensus fidelium: “El Santo Pueblo fiel de Dios está
ungido con la gracia del Espíritu Santo, por tanto, a la hora de reflexionar, pensar, evaluar,
discernir, debemos estar muy atentos a esta unción.”309 Y tercero: el clericalismo es presentado
como “freno y control” para esas acciones populares; lo que en otros momentos Francisco ha
caracterizado como una “aduana pastoral”: “A menudo nos comportamos como controladores de
la gracia y no como facilitadores. Pero la Iglesia no es una aduana, es la casa paterna donde hay
Además, como ya se dijo, en esa carta el Papa no distingue mucho entre “pastoral popular”
y “piedad popular”, intercambiando los términos, casi como sinónimos311: dice, por ejemplo, que
usa esa expresión, sino únicamente “piedad” y “religiosidad” popular. Esa yuxtaposición de
términos, aunque imprecisa, revela que el Papa ve ambas realidades muy unidas, ya que una de las
ellas se ve la libre iniciativa del pueblo de Dios. Asimismo, cuando el pueblo libremente se
organiza, por ejemplo, para crear un comedor comunitario en la capilla del barrio para atender
solidariamente la necesidad de los vecinos, se puede notar otro tipo de iniciativa popular vinculada
a una pastoral popular, que va más allá de las actividades estrictamente religiosas, pero que son
Francisco considera “clave” una expresión, que quiere destacar: “la fe de nuestro pueblo,
sus orientaciones, búsquedas, deseo, anhelos, cuando se logran escuchar y orientar nos terminan
manifestando una genuina presencia del Espíritu.”312 Por eso invita a los obispos: “Confiemos en
nuestro Pueblo, en su memoria y en su ‘olfato’, confiemos que el Espíritu Santo actúa en y con
ellos, y que este Espíritu no es solo ‘propiedad’ de la jerarquía eclesial.”313 El Papa usa así la
pastoral o piedad popular como “clave hermenéutica” para “comprender mejor la acción que se
genera cuando el Santo Pueblo fiel de Dios reza y actúa.”314 En seguida – mostrando, una vez más,
la influencia de la teología del pueblo en sus expresiones – el Papa hace mención a la dimensión
persona, ella se transforma en cultura, marcando la vida de todo un pueblo, ya que “una cultura
una sociedad más justa y creyente, y posee una sabiduría peculiar que hay que saber reconocer con
Esta acción del Espíritu en el santo pueblo fiel de Dios es la base para otro tema muy
querido por Francisco: el sensus fidelium.316 La reforma de la Iglesia debe pasar por una conversión
pastoral que incluya la revalorización de ese controvertido lugar teológico rescatado por el
protagonismo laical, como se expresa y vive en la piedad popular es así, pastoral y teológicamente,
un importante canal para la reforma de la Iglesia. Volver a confiar en la acción del Espíritu por
medio del sensus fidelium tiene otro corolario: el espíritu de comunión y participación (Puebla) o
La sana autonomía de la piedad popular, guiada por el Espíritu Santo y cultivada por el
Iglesia como en la vida de la sociedad en general, que es lo más propio del laico. Rompe así cierto
315 EG 68.
316 EG 119.
317 Dario Vitali, “La circularidad entre sensus fidei y magisterio como criterio para el ejercicio de la sinodalidad en la
Iglesia,” en La reforma y las reformas en la Iglesia, ed. Antonio Spadaro y Carlos Galli (Maliaño: Sal Terrae, 2017), 209-227.
318 “Sólo para dar un ejemplo, en el diálogo con los hermanos ortodoxos, los católicos tenemos la posibilidad de
aprender algo más sobre el sentido de la colegialidad episcopal y sobre su experiencia de la sinodalidad. A través de un
intercambio de dones, el Espíritu puede llevarnos cada vez más a la verdad y al bien.” EG 246.
319 Antonio Spadaro y Carlos Galli, eds., La reforma y las reformas en la Iglesia (Maliaño: Sal Terrae, 2017), 175-293.
La tercera parte del libro recoge cinco conferencias de renombrados teólogos bajo el título: “La comunión sinodal como clave de
la renovación del Pueblo de Dios”.
886
eclesiocentrismo autorreferencial y valora lo popular, es decir, la contribución que viene del pueblo
como sujeto social y eclesial. Confía, además, en los criterios de discernimiento del propio pueblo,
y en los individuos que lo componen, capaces de juzgar “lo que el Espíritu dice a las Iglesias”320
y a los pueblos en los que están insertas, sin la permanente injerencia directa de la jerarquía eclesial.
Se puede decir aún una última palabra sobre la dimensión mariana de este protagonismo
laical propio de la piedad popular. “Es interesante reflexionar en el carácter laical de la mujer, su
condición de pueblo y verlo en relación con María.”321 Francisco, de hecho, ha afirmado varias
veces que María es más importante que los obispos, aunque no tenga funciones sacerdotales.322 En
realidad, su sacerdocio es el común de los fieles; ella es parte de un pueblo sacerdotal 323 y la
personificación de ese pueblo. María es mujer laica. El paralelismo exegético entre las dos
anunciaciones del ángel Gabriel al inicio del Evangelio de Lucas destaca aún más esa dimensión
laical mariana. El anuncio del nacimiento de Juan Bautista324 sucede en el templo, en su lugar más
sagrado (el “santo de los santos”), a un varón, sacerdote en pleno ejercicio de su función sacerdotal,
en el momento culminante del culto judío. El anuncio del nacimiento de Jesús 325 sucede en una
simple casa de Nazaret, a una joven mujer, prometida en matrimonio, durante sus actividades
cotidianas, en el ambiente de la vida diaria. Las reacciones también son distintas: ambos
cuestionan, pero el sacerdote no da crédito a las palabras del ángel y enmudece326; la mujer cree y
320 Ap 2,11.
321 Alliende, “La cuestión mariana,” 432.
322 EG 104.
323 1Pe 2,4-10.
324 Lc 1,8-25.
325 Lc 1,26-38.
326 Lc 1,20: “Te vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, porque no diste crédito a
canta su Magnificat. Dios rompe los parámetros clásicos y, por contraste, Lucas va perfilando
mejor la identidad de aquella que será la Madre del Señor. María surge así como paradigma del
protagonismo laical femenino. “Ella es ejemplo preclaro de una vida laical en medio del mundo.
No caracterizan a la Virgen María los milagros ni las cosas extraordinarias visibles en su vida. Lo
quehaceres de dueña de casa, como mujer del pueblo. Ella no practica una ‘huida del mundo’, sino
Sin embargo, la relación entre María y los laicos va mucho más allá de su carácter de
modelo, lo que sería caer en el infecundo “imperativo categórico” ya advertido. El amor a Ella
como Madre y la confianza en su intercesión ayudan a los laicos a vivir los desafíos de su misión
de bautizados en el mundo. Pero la relación tampoco se reduce a ello. “Existen al menos tres
aperturas de la mariología en dirección al tema laical, que no sólo iluminan, sino que incluso
fundan y explican, en el sentido más profundo, la relación ejemplar y materna de María con los
laicos,” explica Michele Masciarelli.328 En primer lugar, se trata de la condición y función laicales
de María en el plan de la salvación. Esa reflexión va en la línea del recién mencionado paralelismo
otros textos bíblicos, concluye que “tanto la profecía del misterio de Jesús (la anunciación), como
la realización del misterio de Jesús (la encarnación) o el reconocimiento del misterio de Jesús (la
http://es.catholic.net/op/articulos/41897/espiritualidad-laical.html
328Michele Giulio Masciarelli, “Teología del laicado según el Concilio Vaticano II,” en Nuevo Diccionario de
Mariología (Madrid: Paulinas, 1986), 1033-1052. Disponible en: Enciclopedia Mercabá, acceso 18 mayo 2017,
http://www.mercaba.org/FICHAS/LAICO/435.htm
329 Masciarelli, “Teología del laicado.”
888
presentación del mesías en el templo) se realizan no por la vía sacerdotal, sino por la vía laical:
por la vía mariana.”330 En segundo lugar, existe una relación entre el misterio de María y la
realidad laico-seglar, lo que se puede percibir, por ejemplo, en la Inmaculada, “síntesis simbólica
de todas las peticiones existenciales nacidas del corazón de los hombres” y “ejemplo de la perfecta
realización del proyecto vocacional propuesto por Dios a la realidad secular-humana total”; o aún
por María asunta, como “icono de la creación transfigurada, plenamente realizada y glorificada”,
por la cual, “las actuales fragilidades y la imperfección de la creación están destinadas a ser
pueblo de Dios e intercesor de María respecto a los laicos. De hecho, ella es “punto de referencia,
realizar el proyecto de Dios sobre el mundo.”332 El autor muestra todavía como María puede ser
ejemplo para los laicos en la vivencia del triple oficio sacerdotal, profético y regio que todo
cristiano recibe por la unción bautismal. Muestra, por ejemplo, como ella puede ser para todo el
pueblo de Dios, y para los laicos en particular, ejemplo de cómo iluminar el mundo con los valores
otras cosas, recorrer ‘el camino de la belleza’, pronunciar ‘la opción de los pobres’, reconsiderar a
La piedad popular mariana, cultivada en general por laicos – en gran parte mujeres –
refuerza el protagonismo laical y los lleva – quizás sin darse cuenta – a descubrir y valorar todas
del pueblo de Dios en el mundo.334 Francisco, en la mencionada carta a Ouellet, se queja que, ante
“la famosa expresión: ‘es la hora de los laicos’…pareciera que el reloj se ha parado.”335
Pastoralmente se puede esperar que el impulso de la piedad popular mariana, en tiempos del Papa
latinoamericano, ponga el reloj nuevamente en movimiento: “Ha llegado la hora de los laicos
marianos.”336
En varios momentos del presente estudio se hizo referencia a las reflexiones de Francisco
estilo de teología narrativa – a dar ejemplos, como el de la agente de pastoral que hizo el responso
del papá de un sacerdote que estaba presente en aquél momento, porque aquella semana “le tocaba
334 Ver también: Clodovis Boff, O cotidiano de Maria de Nazaré (São Paulo: Salesiana, 2003).
335 Francisco, “Carta al Cardenal Marc Ouellet.”
336 Expresión usada por Schwitzer, “Espiritualidad laical.”
337 Ver ad supra 6.2.2; 7.3.5; 9.1.5.
338 Francisco, E-2.
339 Francisco, E-2. Ver ad supra 7.3.4.
890
buscan “la uniformidad, el miedo a las diferencias, la confrontación entre varón y mujer, la teoría
de género y todo eso.”340 Con su natural sinceridad, comenta, como que pensando en voz alta: “No
sé, es como que una intuición. Cuando se uniformiza mal, es porque ahí falta paternidad y
maternidad.”341 Y agrega: “La Iglesia es madre, es madre…La madre une, la madre pacifica, la
madre ayuda a crecer.”342 Francisco expresaba así que sin María y una correcta comprensión de la
mujer, sin la maternidad de ambas, el todo de la Iglesia queda comprometido, le falta maternidad.
Francisco formuló su intuición con una frase lapidar: “Sin la madre cae lo eclesial.”343
mariana implica, además del incentivo a la opción mariana por los pobres (10.3.1) y al
fin de que ésta cumpla su rol en la Iglesia y la sociedad. Se debe decir, entonces, una última palabra
María, puesta de relieve por la piedad popular, obliga al teólogo pastoralista a mirarla
salvado.344 Hoy se hace necesaria una aplicación mariológica de esa verdad. Si no se asume el
clamor por una nueva femineidad del mundo y de la Iglesia desde María, se puede esperar que
“Eva”, la mujer no redimida, seguirá ejerciendo su influencia en la forma de mirar al ser humano,
alerta Alliende, “porque aceleraría una deserción masiva de la Iglesia de nuestros pueblos, anímica
observación “tiene validez para la Iglesia universal.”346 Joseph Ratzinger indica que en la edad
moderna la acentuación cristológica llevó a que lo femenino fuera prácticamente excluido del
El vínculo a María, cultivado por el santo pueblo fiel de Dios en sus más diversas
expresiones de piedad está marcado por el signo de la “madre” y de la “mujer”. Querer separar
estas realidades es actuar contra del sensus fidelium, por no decir que también es oponerse al
“sentido común” en cualquier sociedad humana. Una de las mayores riquezas y bellezas de la
mujer es justamente la posibilidad de ser madre. Su fecundidad y realización como persona está
relacionada con el ejercicio de la maternidad física o espiritual. Por eso Francisco recrimina a las
mujeres consagradas que no viven esa maternidad: “Una religiosa es madre no una solterona.”348
Aunque la comprensión de la mujer no deba ser reducida a su maternidad, como quizás se haya
hecho por mucho tiempo, esa dimensión no puede ser negada, menos aún en la pastoral.
recuerda Ratzinger. Un deseo de emancipación de la mujer que niegue su propia biología femenina
es un atentado contra la propia mujer: “Dado que los determinantes biológicos de la humanidad
particularmente agresiva contra la mujer. Es su negación al derecho de ser una mujer.”350 Por otro
lazo especial con la cuestión de la mujer,” explica Ratzinger, uniendo su reflexión a lo mariológico:
“Y la mujer en que la biología es teología – esto es, la maternidad de Dios – es en una forma
especial, el punto donde los caminos divergen.”351 Esa mujer es María, la que acerca a la
humanidad, por medio de la Iglesia y en la fuerza del Espíritu, los rasgos maternos de Dios.
Sobre esa base, desde el punto de vista pastoral, lo primero que se debe afirmar es la
necesidad, que el pueblo de Dios experimenta, de la presencia de la mujer. La piedad popular está
muy marcada por lo femenino y el aporte de tantas mujeres que le dan “alma” a la experiencia del
pueblo. Ya antes de Puebla los teólogos del CELAM afirmaban “esa fusión entre el alma del
pueblo con la persona de María.”352 Las mujeres colaboran para esa presencia mariana y María se
expresa por medio de ellas. Es un espacio donde libre y laicalmente se expresan. En ese sentido,
la piedad popular debe estimular que las mujeres sigan buscando su espacio y realizando su misión
en la Iglesia y la sociedad. En el sentido del Papa Francisco, ese “espacio” no está asociado en
primer lugar a cargos o funciones, como se ha mencionado algunas veces, sino a una actitud
Sin embargo, lo anterior no niega la necesidad de que ese aporte se canalice en una
dentro de la estructura eclesial. Esa reivindicación, que viene de muchos círculos, es válida y
necesaria.353 Lo importante es que esa contribución se ofrezca desde su ser femenino, con las
expresar por el aporte de esas mujeres, pues ellas lo hacen especialmente visible. Balthasar habla,
en ese contexto, de la “autoridad” mariana de amor típica de la mujer. Por su aprecio al principio
mariano en la Iglesia, se puede suponer que Francisco suscribiría las ideas balthasarianas sobre ese
aspecto. Leahy explica esa autoridad mariana de la mujer en cinco pasos:354 Primero, la mujer es
portadora privilegiada de la esencia de la Iglesia, es decir, del amor y la unidad, por eso su papel
es salvaguardar estos valores fundamentales; segundo, la mujer es el lugar privilegiado donde Dios
puede y quiere ser acogido en este mundo, por eso las mujeres suelen involucrarse más en un
seguimiento radical de Cristo en su Iglesia; tercero, el papel de María es modelo para la actividad
de la casa y del refugio, la mujer proporciona hogar seguro en una sociedad tecnológica masculina,
finalmente, la consideración del rol de la mujer ayuda a clarificar también el ser masculino,
353 Benedicto XVI cuenta con el protagonismo de las propias mujeres en la búsqueda de su lugar activo en el Pueblo de
Dios: “Yo creo que las mujeres mismas, con su empuje y su fuerza, con su primacía, por así decir, con su potencia espiritual,
sabrán conquistarse su lugar, y nosotros debemos tratar de escuchar a Dios para no impedir que lo logren, y por el contrario, para
alegrarnos que lo femenino en la Iglesia, tal como corresponde – desde la Madre de Dios hasta María Magdalena – alcance su
vigoroso espacio”353. Benedicto XVI, “Entrevista concedida a Radio Vaticana y a cuatro cadenas de televisión alemanas con
motivo de su próximo viaje apostólico a Alemania,” La Santa Sede, 5 agosto 2006, acceso 18 mayo 2017,
https://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2006/august/documents/hf_ben-xvi_spe_20060805_intervista.html
354 Leahy, El principio mariano, 162-163.
894
postmoderna con lo que se podría llamar “la crisis de los sexos, es decir, la crisis de la calidad
antropológica de los sexos, de la identidad sexual del varón y la mujer.”355 Diversos movimientos
cristianas en la así llamada “cuestión del género”, lo que ha tenido consecuencias en las
la mujer tiene algo que decir también en esta crisis. Puede iluminar no solo la diferencia específica
de los sexos, sino también la correcta relación creatural ante el creador, pues la receptividad propia
del ser femenino enseña al ser humano a ser hijo, dependiente, creatura ante el Padre Dios.
Esa relación filial, tanto ante María como ante el Padre providente, está muy presente en
la piedad popular. Para José Kentenich el vínculo filial maduro ante Dios es fundamental para la
vida del varón y de la mujer.356 Una “filialidad libre y genuina prepara a la mujer en su
esponsalidad, su maternidad y su estar en el mundo.”357 Por otro lado, el varón que “no ha
solucionado bien su relación con el padre y con la madre, que no ha podido o no ha sabido ser hijo,
con mucha dificultad puede ser buen padre.”358 Alliende indica que esto es especialmente grave
en la cultura latinoamericana.359 María aparece así, también para el varón, como la Madre
no es capaz de ofrecerle a su esposa una masculinidad madura que se irradie, libre y vigorosamente, en la vida matrimonial. Son
895
Educadora que desafía al varón a crecer.”360 Como icono del Espíritu Santo, María señala hacia el
amor entre el Padre y el Hijo, indicando la existencia cristiana como un vivir de “hijos en el Hijo”.
Lo mariano es así “irradiación del Amor del Espíritu que envuelve al Verbo Eterno, y ha de
En una relación con María “de la Trinidad”, teológicamente bien iluminada, la piedad
popular mariana puede ayudar a sanar nuestras culturas, formando mujeres y varones maduros,
sentencia atribuida a Bernardo de Claraval – “El varón no se salva sino por la mujer”362 – para
indicar un principio pedagógico que postula la necesidad de la mujer para la educación del
varón.363 O como dice un autor moderno: “Dios confía la humanidad a toda mujer.”364 Ante esto,
no es difícil concluir que “esa mujer que salva es, primeramente, María, la nueva Eva.”365 El
contacto del varón con María, como se da en la piedad popular mariana, puede ser aprovechado
pedagógicamente para educarlo en su relación con cada mujer, pues descubre que cada mujer
muchas las mujeres que confidencian que al marido lo sienten como otro niño que hay que satisfacer y cuidar, más que como un
compañero responsable y complementario en un amor integral.” Alliende, Para que nuestra América viva, 120.
360 “Ella no lo retiene, sino que le abre los horizontes y lo anima al vuelo audaz, liberándolo del miedo a la madre
castradora. Esto tiene su importancia en la sanación de tantos varones psicológicamente dañados desde la temprana niñez.”
Alliende, Para que nuestra América viva, 120-121.
361 Alliende, Para que nuestra América viva, 34-35. Y sigue: “Ese Espíritu que es el Beso entre el Padre y el Hijo,
como lo representan pinturas y esculturas de los finales del gótico en el tipo iconográfico llamado “osculatio-beso.”
362 “Vir non erigitur nisi per feminam.” Bernardo de Clairvaux: hom. II Super Missus est, 3, PL 183, 62 C, citado en
del varón en su biografía, y también para lo femenino dentro de cada varón. Si no ocurre ese salvamento, el varón se transforma
en un ser despótico, egocéntrico, que permanece eternamente niñoide sin llegar a madurar como esposo y padre.” Alliende, Para
que nuestra América viva, 35.
364 Jo Croissant, La Mujer Sacerdotal o el sacerdocio del corazón (Buenos Aires: Lumen, 2004), 121.
365 Alliende, Para que nuestra América viva, 121.
896
refleja algo de María. Es lo que se ve, por ejemplo, en la más nueva pastoral popular de la Iglesia
en Brasil: el multitudinario fenómeno del “Rosario de los Hombres”, corriente de vida iniciada en
el hecho – indicado por Juan Pablo II en Mulieris dignitatem y que expresa bien el pensamiento
consecuencia del principio mariano en la Iglesia o, en otras palabras, de una Iglesia con actitudes
“La fuerza moral de la mujer, su fuerza espiritual, se une a la conciencia de que Dios le
confía de un modo especial el hombre, es decir, el ser humano. Naturalmente, cada hombre es
confiado por Dios a todos y cada uno. Sin embargo, esta entrega se refiere especialmente a la mujer
– sobre todo en razón de su femineidad – y ello decide principalmente su vocación.”367 Juan Pablo
II está convencido de la urgencia y vigencia del rescate de esa misión de la mujer en un mundo
que corre el riesgo de perder la sensibilidad por aquello que es esencialmente humano. “En este
sentido, sobre todo el momento presente, espera la manifestación de aquel ‘genio’ de la mujer,
que asegure, en toda circunstancia, la sensibilidad por el hombre, por el hecho de que es ser
humano.”368 El santo polaco cree que en la mujer el “orden del amor en el mundo creado de las
personas, halla un terreno para su primera raíz.”369 La mujer es la que recibe el amor para amar,
366 “Origen do Terço dos Homens,” Terço dos Homens Mãe Rainha, acceso 18 mayo 2017,
https://www.tercodoshomens.org.br/origem-do-terco-p
367 MD 30.
368 MD 30.
369 MD 29.
897
y esto no solo con relación al matrimonio. “Expresamos algo más universal,” dice el Papa, “basado
sobre el hecho mismo de ser mujer, en el conjunto de las relaciones interpersonales que, de modos
diversos, estructuran la convivencia y la colaboración entre las personas, hombres y mujeres,... por
el hecho de su femineidad.”370 La identidad de la mujer está marcada por esa capacidad de amar
hasta el extremo, lo que Francisco relaciona con la maternidad que es capaz de fatigar el corazón
y sufrir las mayores humillaciones por su hijo. “La dignidad de la mujer se relaciona íntimamente
con el amor que recibe por su femineidad y también con el amor que, a su vez, ella da. Así se
María, madre y mujer, y tantas madres y mujeres que se reflejan en ella, marcan la Iglesia
y el mundo con su particular riqueza humana, llena de calidez personal, repletas de un amor
maternal tierno y fuerte. Ellas son así protagonistas de la revolución de la ternura, como diría
Francisco. De esta forma, se puede concluir, con Alliende, que “en la femineidad redimida y
trinitaria de María Mujer, el Dios vivo nos ofrece el instrumento privilegiado para un nuevo
370 MD 29.
371 MD 30.
372 Alliende, Para que nuestra América viva, 42.
898
Bibliografía
1. Bibliografía primaria
Respecto a la bibliografía primaria, es decir, los textos de Jorge Mario Bergoglio, se debe
tener en cuenta lo que se explica al inicio del capítulo 6. Todos los textos utilizados en este estudio
que no están mencionados aquí abajo pueden ser fácilmente accesibles en internet, siguiendo las
indicaciones dadas en las notas de pie de página. Los principales sitios web son:
“Homilías del Cardenal Jorge Mario Bergoglio.” Arzobispado de Buenos Aires, acceso 18 julio
2017, http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homiliasbergoglio.html
“AICA Documentos: Cardenal Jorge Mario Bergoglio.” AICA, acceso 18 julio 2017,
http://www.aicaold.com.ar//index2.php?pag=docbergoglio
International Marian Research Institute, ed., “Marian Toughts of Pope Francis,” University of
Dayton, accesado 18 febrero 2017, https://udayton.edu/imri/mary/p/pope-francis-marian-
extracts.php
Se ha optado por indicar abajo solo los escritos y colecciones de escritos de Jorge Mario
Bergoglio en el periodo anterior a su elección como Papa, por ser de acceso más difícil. La
bibliografía primaria relativa al Papa Francisco es muy amplia y sería complejo listarla toda
aquí. Sin embargo, todas las publicaciones no hacen más que recolectar, de una u otra forma, en
diferentes idiomas y según diferentes perspectivas, sus alocuciones y escritos, que son fácilmente
accesibles en el sitio web del Vaticano: http://w2.vatican.va/content/francesco/es.html
1.1 Libros
Bergoglio, Jorge Mario. Meditaciones para religiosos. San Miguel: Diego de Torres, 1982.
Reeditado: Papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio). Meditaciones para religiosos. Bilbao:
Mensajero, 2014.
899
Bergoglio, Jorge Mario. Reflexiones espirituales sobre la vida apostólica. San Miguel: Diego de
Torres, 1987. Reeditado: Papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio). Meditaciones para
religiosos. Bilbao: Mensajero, 2013.
Bergoglio, Jorge Mario. Reflexiones en esperanza. Buenos Aires: Ediciones Universidad del
Salvador, 1992.
Bergoglio, Jorge Mario, ed. Diálogos entre Juan Pablo II y Fidel Castro. Buenos Aires: Ciudad
Argentina, 1998.
1.2 Artículos
Bergoglio, Jorge Mario. “Una Institución que vive su carisma.” Boletín de Espiritualidad 55
(abril 1978): 27-50.
Bergoglio, Jorge Mario. “Responsabilidad como Provincia frente a las futuras vocaciones.”
Boletín de Espiritualidad 71 (junio 1981): 20-27.
Bergoglio, Jorge Mario. “El mal superior y su imagen.” Boletín de Espiritualidad 84 (diciembre
1983): 1-9.
Bergoglio, Jorge Mario. “Cruz y sentido bélico de la vida.” Boletín de Espiritualidad 85 (febrero
1984): 1-10.
Bergoglio, Jorge Mario. “La acusación de sí mismo.” Boletín de Espiritualidad 87, (mayo-junio
1984): 1-18.
Bergoglio, Jorge Mario. “Unidos para que el mundo crea.” Boletín de Espiritualidad 122 (mayo-
abril 1990): 1-10.
Bergoglio, Jorge Mario. “Palabras de Clausura del Congreso.” Stromata 41 (1985): 379-381.
Bergoglio, Jorge Mario. “20 años después, una memoriosa relectura del documento ‘Historia y
Cambio’,” Signos Universitarios 26 (julio-diciembre 1995), 9-18.
Bergoglio, Jorge Mario. “La vida sagrada y su misión en la Iglesia y en el mundo,” Teología 66
(1995): 203-212.
Bergoglio, Jorge Mario. “Educar en la cultura del encuentro,” Empresa 140 (febrero-marzo,
2000): 51-58.
Bergoglio, Jorge Mario. “Peregrinar a Luján: camino, visita, encuentro, regreso,” en Seguimos
caminando: aproximación socio-histórica, teológica y pastoral de la peregrinación juvenil a
Luján, editado por Carlos M. Galli, Graciela Dotro y Marcelo Mitchell, 27-32. Buenos
Aires: Ágape, 2004.
Bergoglio, Jorge Mario, y Abraham Skorka. Sobre el cielo y la tierra. Buenos Aires:
Sudamericana, 2011.
Bergoglio, Jorge Mario. “Pobres en este mundo, ricos en la fe. A propósito de la figura y el
pensamiento del Padre Rafael Tello.” Vida pastoral 310 (septiembre 2012).
901
Bergoglio, Jorge Mario, Abraham Skorka y Marcelo Figueroa. Biblia, diálogo vigente: la fe en
tiempos modernos, Buenos Aires: Planeta, 2013.
Bergoglio, Jorge Mario. En Él solo la esperanza: ejercicios espirituales para los obispos
españoles. Madrid: BAC, 2013. Traducción americana: Bergoglio, Jorge Mario. In him
alone is our hope: spiritual exercises given to his brother bishops in the manner of Saint
Ignatius of Loyola. New York: Magnificat, 2013.
1.3 Prólogos
Bergman, Sergio. Argentina ciudadana: con textos bíblicos. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio.
Buenos Aires: Ediciones B, 2008.
Bianchi, Enrique Ciro. Pobres en este mundo, ricos en la fe: la fe de os pobres de América
Latina según Rafael Tello. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Buenos Aires: Ágape, 2012.
Carriquiry, Guzmán. Una apuesta por América Latina: memoria y destino históricos de un
continente. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Buenos Aires: Sudamericana, 2005.
Farrell, Gerardo Tomás et al. La Doctrina Social de la Iglesia: en vísperas del Tercer Milenio. 1°
Jornadas de Pastoral Social. Arquidiócesis de Buenos Aires. Prólogo de Jorge Mario
Bergoglio. Buenos Aires: Lumen, 1999.
Gallo, Marco. El espíritu de Asís (1986-2007): aporte de las religiones al diálogo y la paz del
mundo. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Buenos Aires: Guadalupe, 2007.
Giachinta, Carmelo Juan El Tratado de paz y amistad entre Argentina y Chile: cómo se gestó y
preservó la mediación de Juan Pablo II. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Buenos Aires:
Ágape, 2009.
Laprovitta, Juan José R. La depresión y el amor, 2. ed. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio.
Buenos Aires: Laetitia, 2008.
Lobo, Fernando. "Tú eres mi prójimo”: testimonios de sacerdotes que acompañan al pueblo en
el seguimiento de Jesús. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Buenos Aires: Claretiana, 2012.
Meyer, Jean. Católicos y políticos, una identidad en tensión: cuatro hipótesis sobre los límites y
alcances de la presencia de los católicos en la política latinoamericana. Prólogo de Jorge
Mario Bergoglio. Buenos Aires: Ágape, 2006.
Oesterheld, Jorge. Compartir lo que creemos: en una sociedad plural. Prólogo de Jorge Mario
Bergoglio. Buenos Aires: San Pablo, 2011.
Pironio, Eduardo Francisco. Fidelidad a nuestra hora: meditaciones para el hombre del tercer
milenio. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Buenos Aires: Ágape, 2006.
902
Scarponi, Carlos Alberto, ed. La verdad los hará libres: Congreso internacional sobre la
Encíclica Veritatis splendor. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Buenos Aires: Paulinas,
2005.
Tantardini, Giacomo. Il tempo della Chiesa secondo Agostino: seguire e rimanere in attesa : la
felicità in speranza. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Roma: Città Nuova y Nuova
Biblioteca Agostiniana, 2010.
1.4 Otros
Bergoglio, Jorge Mario. Hambre y sed de justicia: desafíos del Evangelio para nuestra patria.
Buenos Aires: Claretiana, 2001.
Bergoglio, Jorge Mario. “La amistad en el Cardenal Pironio.” En Cardenal Pironio: un testigo
de la esperanza – Actas del Seminario Internacional realizado en Buenos Aires del 5 al 7 de
abril del 2002, editado por Acción Católica Argentina, 449-451. Buenos Aires: Paulinas,
2002.
Bergoglio, Jorge Mario. Ponerse la patria al hombro: memoria y camino de esperanza. Buenos
Aires: Claretiana, 2004.
Bergoglio, Jorge Mario. La nación por construir: utopía, pensamiento y compromiso: VIII
Jornada de Pastoral Social. Buenos Aires: Claretiana, 2005.
Bergoglio, Jorge Mario. Sobre la acusación de sí mismo. Buenos Aires: Claretiana, 2006.
Bergoglio, Jorge Mario. Soplo de esperanza para un mundo sufocado. Buenos Aires: Claretiana,
2010.
Bergoglio, Jorge Mario. Nosotros como ciudadanos, nosotros como Pueblo. Buenos Aires:
Claretiana, 2011.
Bergoglio, Jorge Mario. Educar: testimonio de la verdad. Buenos Aires: Claretiana, 2012.
Bergoglio, Jorge Mario. Mente abierta, corazón creyente. Buenos Aires: Claretiana, 2012.
903
Bergoglio, Jorge Mario. Nuestra fe es revolucionaria, editado por Virginia Bonard. Buenos
Aires: Planeta, 2013.
Bergoglio, Jorge Mario. Educar: exigencia y pasión – Desafíos para educadores cristianos.
Buenos Aires: Claretiana, 2013.
Bergoglio, Jorge Mario. ¡Salgan a buscar corazones! Mensajes a los catequistas y a los
peregrinos. Buenos Aires: Claretiana, 2013.
Bergoglio, Jorge Mario. “Peregrinando al santuario: Prólogo.” En Trilogía ‘Teología del Cambio
de Época’ (vol. III): lectio pastoral y epílogo, editado por Gerardo Daniel Ramos, 421-422.
Buenos Aires: Credo Ediciones, 2013.
Bergoglio, Jorge Mario. La patria es un don, la nación una tarea. Buenos Aires: Claretiana,
2013.
Bergoglio, Jorge Mario. El verdadero poder es servicio. 2ª ed. Buenos Aires: Claretiana, 2013.
Bergoglio, Jorge Mario. Escucha el clamor de tu pueblo: mensajes al pueblo. Buenos Aires:
Claretiana, 2014.
Bergoglio, Jorge Mario Enviados a hacer el bien: reflexiones y meditaciones. Buenos Aires:
EDIBESA-Ágape, 2014.
Bergoglio, Jorge Mario. Nei tuoi occhi è la mia parola: omelie e discorsi di Buenos Aires 1999-
2013, editado por Antonio Spadaro. Milano: Rizzoli, 2016.
2. Bibliografía secundaria
Sería excesivamente largo indicar toda la bibliografía consultada para el presente estudio;
por esto se ha optado por listar abajo solamente la bibliografía efectivamente mencionada a lo
largo del trabajo.
Acción Católica Argentina. Cardenal Pironio: un testigo de la esperanza – Actas del Seminario
Internacional realizado en Buenos Aires del 5 al 7 de abril del 2002. Buenos Aires:
Paulinas, 2002.
Aiello, Jorge, y Carlos Galli. San Juan XXIII, la Iglesia de la ternura – El ‘Papa Bueno’, el
Concilio Vaticano II y Francisco. Buenos Aires: Ágape, 2014.
Aldama, José Antonio de. María en la patrística de los siglos I-II. Madrid: BAC, 1970.
Alliende, Joaquín. “Diez tesis sobre pastoral popular.” En Religiosidad Popular, editado por
Equipo SELADOC, 118-127. Salamanca: Sígueme, 1976.
Alliende, Joaquín. “Líneas pastorales para la piedad popular en América Latina.” en Iglesia y
religiosidad popular en América Latina: ponencias y documento final, editado por CELAM,
330-349. Bogotá: CELAM, 1977.
Alliende, Joaquín. “La cuestión mariana en América Latina: aporte para un temario y algunas
posturas.” Medellín 15-16 (septiembre-diciembre, 1978), 423-433.
Alliende, Joaquín. “Puebla: die Bedeutung der Konferenz für die lateinamerikanischen Völker.”
Communio-Verlag, n. 3 (1980): 260-267.
Alliende, Joaquín. Santo Domingo: una moción del Espíritu para América Latina. Santiago de
Chile: Patris, 1993.
Alliende, Joaquín. Para que nuestra América viva: María educadora de discípulos y misioneros.
Santiago: Nueva Patris, 2007.
Arnaiz, José María. “En la escuela de María.” En Cardenal Pironio: un testigo de la esperanza –
Actas del Seminario Internacional realizado en Buenos Aires del 5 al 7 de abril del 2002,
editado por Acción Católica Argentina, 169-194. Buenos Aires: Paulinas, 2002.
Arzobispado de Buenos Aires. “Una larga procesión de entrada al tercer milenio cristiano: la visita
de Jesucristo y la Virgen de Guadalupe a los pueblos de América Latina y el Caribe.” En
Seguimos caminando: aproximación socio-histórica, teológica y pastoral de la peregrinación
juvenil a Luján, editado por Carlos M. Galli, Graciela Dotro y Marcelo Mitchell, 307-309.
Buenos Aires: Ágape, 2004.
Awi Mello, Alexandre. “Maria na Conferência de Aparecida.” Revista Teológica Pastoral Norte
do Paraná 1, n. 2 (diciembre 2007): 9-48
Awi Mello, Alexandre. “Ela é minha Mãe!”: Encontros do Papa Francisco com Maria. São
Paulo: Loyola, 2014.
905
Awi Mello, Alexandre. “Piedade popular nos santuários marianos no contexto latino-americano:
do Vaticano II a Puebla.” Revista de Catequese 37, n. 144 (julio-diciembre 2014): 84-104.
Awi Mello, Alexandre. “Piedade popular nos santuários marianos no contexto latino-americano:
do Código de Direito aos nossos dias.” Revista de Catequese 38, n. 145 (enero-junio 2015):
133-150.
Awi Mello, Alexandre. Maria discípula missionária do Senhor. Brasília: CNBB, 2017.
Ayan Calvo, Juan José. Libro de las reglas – Ticonio. Madrid: Ciudad Nueva, 2009.
Azcuy, Virginia R. “Una biografía teológica de Lucio Gera.” En Escritos Teológicos Pastorales
de Lucio Gera: 1. Del Preconcilio a la Conferencia de Puebla (1956-1981), editado por
Virginia R. Azcuy, Carlos M. Galli y Marcelo González, 23-57. Buenos Aires: Ágape, 2006.
Azcuy, Virginia R., Carlos M. Galli y Marcelo González, eds. Escritos Teológicos Pastorales de
Lucio Gera: 1. Del Preconcilio a la Conferencia de Puebla (1956-1981). Buenos Aires:
Ágape, 2006.
Azcuy, Virginia R., Carlos M. Galli y Marcelo González, eds. Escritos Teológicos Pastorales de
Lucio Gera: 2. De la Conferencia de Puebla a nuestros días (1982-2007). Buenos Aires:
Ágape, 2007.
Baldini, Antonio. Principio petrino e principio mariano ne “Il complesso antiromano” di Hans
Urs von Balthasar. Pregassona: Eupress, 2003.
Balthasar, Hans Urs von. Sponsa Verbi. 3. ed. Einsiedeln: Johannes Verlag, 1971.
Balthasar, Hans Urs von. La verdad es sinfónica: aspectos del pluralismo cristiano. Madrid:
Encuentro, 1979.
Balthasar, Hans Urs von. Nuovi punti fermi. Milano: Jaca Book, 1980.
Balthasar, Hans Urs von. “Commentary.” En Mary, God's yes to man: Pope John Paul II
Encyclical letter Mother of the Redeemer, editado por Ignatius Press, 161-179. San
Francisco: Ignacius Press, 1988.
Battlog, Andreas, y Daniel Izuzquiza. “Una Iglesia misericordiosa para un mundo herido.” Razón
y Fe 1406 (diciembre 2015): 435-440.
Benedetti, Jorge, et al. Francisco, la alegría que brota del pueblo: una reflexión compartida de
Evangelii Gaudium. Buenos Aires: Santa María, 2015.
Bentué, Antonio. “Elementos metodológicos para una reflexión sobre religiosidad popular.”
Teología y Vida 18, n. 2-3 (abril-septiembre 1977): 98-127.
Bergman, Sergio. Argentina ciudadana: con textos bíblicos. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio.
Buenos Aires: Ediciones B, 2008.
Bermúdez, Alejandro. Pope Francis: our brother, our friend, as revealed in interviews. San
Francisco: Ignatius Press, 2013.
Bianchi, Enrique. “América Latina: tierra de la Virgen.” Vida Pastoral 286 (julio 2010): 42-48.
Bianchi, Enrique. “María en América: vida, dulzura y esperanza nuestra.” Vida Pastoral 289
(octubre 2010): 38-43.
Bianchi, Enrique Ciro. Pobres en este mundo, ricos en la fe (Sant 2,5): la fe de los pobres de
América Latina según Rafael Tello. Buenos Aires: Ágape, 2012.
Bianchi, Enrique. “Der Geist weht vom Süden her und drängt die Kirche hin zu den Armen.” En
Innovation armut: Wohin führt Papst Franziskus die Kirche?, editado por Magdalena
Holztrattner, 51-61. Innsbruck: Tyrolia, 2013.
Bianchi, Enrique. “La brújula, el olfato, lo tiene el Pueblo de Dios.” Vida Pastoral 318 (junio
2013).
Bianchi, Enrique Ciro. El sueño de Francisco: la Evangelii Gaudium. Buenos Aires: Paulinas,
2014.
Bianchi, Enrique Ciro. “La devoción al Gaucho Antonio Gil Reflexión teológico-pastoral (I).”
Vida Pastoral 349 (abril 2016): 4-14
Bianchi, Enrique Ciro. “La devoción al Gaucho Antonio Gil Reflexión teológico-pastoral (II).”
Vida Pastoral 350 (mayo 2016): 4-13.
Blanco Sarto, Pablo. “María en los escritos de Joseph Ratzinger.” Scripta de María (2008): 309-
334.
Blanco, José María. Historia documentada de la vida y gloriosa muerte de los Padres Roque
González de Santa Cruz, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo, de la Compañía de Jesús,
mártires del Caaró e Yjuhí. Buenos Aires: Amorrortu, 1929.
Boasso, Fernando. ¿Qué es la Pastoral Popular? Buenos Aires: Patria Grande, 1974.
907
Boff, Clodovis. Maria na cultura brasileira: Aparecida, Iemanjá e Nossa Senhora da Libertação.
Petrópolis: Vozes, 1955.
Boff, Clodovis. Teoría del Método Teológico – versión didáctica. México: Ediciones Dabar,
2001.
Boff, Clodovis. Mariologia social: O significado da Virgem para a Sociedade. São Paulo: Paulus,
2006.
Boff, Clodovis. Mariologia Sociale: il significato della Vergine per la società. Brescia: Quiriniana,
2007.
Boff, Leonardo. E a Igreja se fez povo. Eclesiogênese: a Igreja que nasce da fé do povo. Petrópolis:
Vozes, 1986.
Boff, Leonardo. O rosto materno de Deus: ensaio interdisciplinar sobre o feminino e suas formas
religiosas. Petrópolis: Vozes, 1986.
Botella Cubells, Vicente. “Santo Tomás de Aquino en la Evangelii Gaudium del Papa
Francisco,” Teología Espiritual 58 (2014), 81-102.
Brockman, Norbert. “Marian Pilgrimage at the millennium: renewal or tourism.” Marian Studies
51 (2000): 96-111.
Bru Alonso, Manuel María. “Prólogo.” En Soy jesuita, soy hijo de la Iglesia: claves teológico-
ignacianas del Cardenal Bergoglio, editado por José Antonio Medina Pellegrini, 11-17.
Buenos Aires: Lumen, 2014.
Brustoloni, Júlio. História de Nossa Senhora Aparecida: sua imagem e seu santuário.
Aparecida: Santuário, 2010.
Buccellato, Giuseppe. Alle radici dell’esperienza spirituale di Don Bosco. Vaticano: Libreria
Editrice Vaticana, 2013.
Calero, Antonio María. María en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Madrid: CCS, 1990.
Calero, Antonio María. La Iglesia: misterio, comunión y misión. Madrid: CCS, 2012.
Cámara, Javier, y Sebastián Pfaffen. Aquel Francisco. Córdoba: Raíz de Dos, 2014.
Capítulo Geral OSM. Fazei tudo o que ele vos disser: reflexões e propostas para a promoção da
piedade mariana. São Paulo: Paulinas, 1985.
Caprani, Julio. Maria, a estrela da evangelização: a presença de Maria nas cinco Conferências
Gerais do CELAM. São Paulo: Ave Maria, 2014.
Cárdenas, Gonzalo. Las luchas nacionales contra la dependencia. Historia social Argentina.
Tomo I. Buenos Aires: Galerna, 1969.
Carriquiry, Guzmán. Una apuesta por América Latina: memoria y destino históricos de un
continente. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Buenos Aires: Sudamericana, 2005.
Carriquiry, Guzmán. “Recapitulando los 50 años del CELAM, en camino hacia la V Conferencia.”
En 50 años de servicio a la comunión, editado por CELAM, 3-50. Bogotá: CELAM, 2007.
Carriquiry, Guzmán. “Más actual que nunca.” En El Papa y el filósofo, editado por Alver
Metalli, 13-17. Santiago de Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile, 2015.
Catecismo de la Iglesia Católica. Buenos Aires: CEA, Oficina del Libro, 2005.
CEA. Declaración del Episcopado Argentino sobre la adaptación de la realidad actual del país,
de las conclusiones de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, San
Miguel, 21-26 de abril de 1969. 3ª ed. Buenos Aires: CEA, 1969.
CEA. Liturgia de las Horas según el rito romano. Vol. I. 9ª ed. México: Él, 1990.
CEA. Liturgia de las Horas según el rito romano. Vol. II. Barcelona: Editorial Regina, 1990.
CEA. Liturgia de las Horas según el rito romano, vol. IV, 16ª ed. Barcelona: Regina, 1999.
CEA. Misal Romano: 3ª edición típica para Argentina. Buenos Aires: CEA y Oficina del Libro,
2009.
CELAM. Síntesis de los aportes recibidos para la V Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano. Bogotá: CELAM, 2007.
Certeau, Michel de. Histoire et psychanalyse entre science et fiction. Paris: Gallimard, 1987.
Certeau, Michel de. La Culture au pluriel, recueil d'articles réunis sous la dir. de M. de Certeau
en 1974. 3e éd. Paris: Le Seuil, 1993.
Certeau, Michel de. La Fable mystique: XVIe et XVIIe siècle. Paris: Gallimard, 1982.
Certeau, Michel de. L'Étranger ou l'union dans la différence. Paris: Desclée de Brouwer, 1969.
Certeau, Michel de. L'Invention du quotidien, 1: Arts de faire et 2: Habiter, cuisiner. Paris,
Gallimard,1980.
Certeau, Michel de. Une Politique de la langue: la Révolution française et les patois: l'enquête
de Grégoire. Paris: Gallimard, 1975.
Clarke, Jeremy. “Our Lady of China: Marian devotion and the Jesuits.” Studies in the spirituality
of the jesuits 41, n. 3 (Autumn 2009): 1-47.
COEPAL, Prioridades de Pastoral de Conjunto para 1970. Buenos Aires: CEA, 1970.
COEPAL, Prioridades de Pastoral de Conjunto para 1971. Buenos Aires: CEA, 1971.
Cofradía de Luján. “La Virgen y los pobres en América Latina: Reflexiones sobre el amor entre
la Virgen María y los pobres de Latinoamérica desde la enseñanza de Rafael Tello.”
Cuadernos de Pastoral Popular 2 (2010).
Comisión Teológica Internacional. El sensus fidei en la vida de la Iglesia. Madrid: BAC, 2014.
Conferencia Episcopal Ecuatoriana. Liturgia de las Horas del Pueblo. Quito: San Pablo, 1991.
Congar, Yves. “Marie et L’Église dans la pensée patristique.” Revue des sciences philosophiques
et théologiques 38 (1954): 3-38.
Congar, Yves. “Titel, welche für den Papst verwendet werden,” Concilium (Deutsch) 11, n. 10
(octubre 1975), 538-544.
Congregación para la Doctrina de la Fe. “Instrucción Libertatis Nuntius sobre algunos aspectos
de la Teología de la Liberación.” AAS 76 (1984): 876-909.
Cox, Harvey. La seducción del espíritu: uso y abuso de la religión popular. Santander: Sal
Terrae, 1974.
Croatto, José Severino. Alianza y experiencia salvífica en la Biblia. Buenos Aires: Paulinas,
1964.
Croatto, José Severino. Historia de salvación: la experiencia religiosa del pueblo de Dios.
Estella: Verbo Divino, 1995.
Croissant, Jo. La Mujer Sacerdotal o el sacerdocio del corazón. Buenos Aires: Lumen, 2004.
Cuda, Emilce. Para leer a Francisco: teología, ética y política. Buenos Aires: Manantial, 2016.
Cufré, Pedro, David. Ernesto Vespignani y Augusto Ferrari: aportes a la arquitectura religiosa
argentina. Buenos Aires: Comisión para la Preservación del Patrimonio Cultural de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2009.
Chávez Sánchez, Eduardo. Juan Diego: el mensajero de Santa María de Guadalupe. México, DF:
Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, 2001.
De Fiores, Stefano. María, síntesis de valores: historia cultural de la mariología. Madrid: San
Paolo, 2011.
Di Monte, Rubén. “Luján en la vida del cardenal Pironio.” En Cardenal Pironio: un testigo de la
esperanza – Actas del Seminario Internacional realizado en Buenos Aires del 5 al 7 de abril
del 2002, editado por Acción Católica Argentina, 403-406. Buenos Aires: Paulinas, 2002.
Di Paola, José María. “La religiosidad popular.” En Francisco, la alegría que brota del pueblo:
una reflexión compartida de Evangelii Gaudium, editado por Jorge Benedetti et al., 179-200.
Buenos Aires: Santa María, 2015.
Dodd, Gloria Falcão. The Virgin Mary, Mediatrix of Grace: History and Theology of the
movement for a dogmatic definition from 1986 to 1964. New Bedford: Academy of the
Immaculate, 2012.
Doig, Germán. Diccionario Río – Medellín – Puebla – Santo Domingo. São Paulo: Vida y
espiritualidad, 2007.
Dussel, Enrique. Hipótesis para una historia de la Iglesia en América Latina. Barcelona: Estela,
1967.
Espinosa Arce, Juan Pablo. “Pensar una espiritualidad en clave de ‘pueblo’.” Teología Espiritual
59 (2015): 77-86.
Farell, Gerardo. Iglesia y Pueblo en Argentina 1860-1974. Buenos Aires: Patria Grande, 1976.
Fares, Diego. Papa Francisco: la cultura del encuentro. Buenos Aires: Edhasa, 2014.
Fariña Pérez, Ángel Luis. “La Teología del Papa Francisco.” Teología Espiritual LIX (2015): 57-
75.
Farrell, Gerardo Tomás et al. La Doctrina Social de la Iglesia: en vísperas del Tercer Milenio. 1°
Jornadas de Pastoral Social. Arquidiócesis de Buenos Aires. Prólogo de Jorge Mario
Bergoglio. Buenos Aires: Lumen, 1999.
Fazio, Mariano. El Papa Francisco: claves de su pensamiento, 2ª ed. Rosario: Ediciones Logos
Ar, 2014.
Fernández, Víctor. “El ‘sensus populi’: la legitimidad de una teología desde el pueblo.” Teología
72 (1998/2): 33-164.
Fernández, Víctor Manuel. “Con los pobres hasta el fondo: el pensamiento teológico de Rafael
Tello.” Proyecto 36 (2000): 187-205.
Fernández, Víctor Manuel. “Hundir mi camino en esta tierra. Y quedarme,” Vida pastoral 238
(noviembre 2002).
Fernández, Víctor Manuel. “Una interpretación de la religiosidad popular,” Revista Criterio 2300
(Diciembre 2004).
Fernández, Víctor Manuel. Aparecida: Guía para leer el documento y crónica diaria. Buenos
Aires: San Pablo, 2008.
913
Fernández, Víctor. “Espiritualidad para la esperanza activa.” UCActualidad 142 (junio 2011):
16.
Fernández, Víctor Manuel. El programa del Papa Francisco: ¿adónde nos quiere llevar? Una
conversación con Paolo Rodari. Buenos Aires: San Pablo, 2015.
Ferrara, Ricardo y Carlos M. Galli, eds. Presente y futuro de la teología en Argentina: Homenaje
a Lucio Gera. Buenos Aires: Paulinas, 1997.
Figueroa Deck, Allan. “Rafael Tello: pensatore creativo del cristianesimo popolare.” La Civiltà
Catolica 3997 (2016): 81-93.
Fiorito, Miguel Angel. Buscar y hallar la voluntad de Dios: comentario práctico a los Ejercicios
Espirituales de San Ignacio de Loyola. vol. 1. San Miguel: Diego de Torres, 1989.
Francisco. O nome de Deus é misericórdia: uma conversa com Andrea Tornielli. São Paulo:
Planeta do Brasil, 2016.
Franziskus. “Was ich beim Konsistorium gesagt hätte.” Theologische Quartalschrift 193 (2013),
175-180.
Fresia, Iván Ariel. “Estar caído, nosotros y pueblo: lo que Scannone lee en Kusch,” Stromata 71
(2015): 55-67.
Frisk, Jean. “Contemporary Pilgrimage: The Schoenstatt Experience.” Marian Studies 51 (2000):
7-39.
Fundación Saracho. El viejo Tello y la pastoral popular. Buenos Aires: Patria Grande, 2012.
Galli, Carlos. “Evangelización, cultura y teología: el aporte de Juan Carlos Scannone a una
teología inculturada,” Stromata 47 (1991): 205-216.
Galli, Carlo María. “El pueblo de Dios en los pueblos del mundo: catolicidad, encarnación e
intercambio en la eclesiología actual”. Tesis doctoral, Pontificia Universidad Católica
Argentina, 1993.
914
Galli, Carlos María, Graciela Dotro y Marcelo Mitchell. Seguimos caminando: aproximación
socio-histórica, teológica y pastoral de la peregrinación juvenil a Luján. Buenos Aires:
Ágape, 2004.
Galli, Carlos María. “En la Iglesia sopla un viento del Sur: la novedad de América Latina en la
nueva evangelización.” Teología 49, n. 108 (agosto 2012): 101-172.
Galli, Carlos María. “Lucio Gera (II): Un precursor del viento que sopla desde el sur – Una teología
conciliar, contemporánea, latinoamericana y popular.” Vida Pastoral 314 (enero 2013).
Galli, Carlos. “In memoriam: Lucio Gera (16/1/1924 – 7/8/2012) – Un precursor de la teología
latinoamericana contemporánea,” Teoliterária 3, n. 5 (2013): 181.
Galli, Carlos María. Dios vive en la ciudad: hacia una nueva pastoral urbana a la luz de
Aparecida y del proyecto misionero de Francisco. 3ª ed. Buenos Aires: Ágape, 2014.
Galli, Carlos María. “Lectura teológica del texto de Evangelii gaudium en el contexto del
ministerio pastoral del Papa Francisco.” Medellín 158 (abril-junio 2014): 47-88.
Galli, Carlos María, y Secundino Movilla López. Fe y piedad popular: fuerza evangelizadora de
la piedad popular, las imágenes, las bendiciones. Cuadernos Phase 223. Barcelona: Centre
de Pastoral Litúrgica, 2015.
Gallo, Marco. El espíritu de Asís (1986-2007): aporte de las religiones al diálogo y la paz del
mundo. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Buenos Aires: Guadalupe, 2007
Gambero, Luigi. Mary in the Middle Ages: The Blessed Mary in the thought of medieval Latin
theologians. San Francisco: Ignatius Press, 2005.
Garrido, Manuel. “La Virgen en la actual Liturgia de las Horas.” Estudios Marianos 37 (1973):
209-246.
915
Gebara, Ivone, y Maria Clara Bingemer, Maria, Mãe de Deus e Mãe dos pobres. Petrópolis: Vozes,
1987.
Gera, Lucio. “Pueblo, religión del pueblo e Iglesia,” Teología 27-28 (1976), 99-123.
Gera, Lucio. “Dios es luz, María es luz.” En Escritos Teológicos Pastorales de Lucio Gera: 2. De
la Conferencia de Puebla a nuestros días (1982-2007), editado por Virginia R. Azcuy, Carlos
M. Galli y Marcelo González, 553-555. Buenos Aires: Ágape, 2007.
Gera, Lucio. “Prólogo.” En La esperanza como camino: vida del cardenal Eduardo Pironio,
editado por Bartolomé de Vedia, 11-15. Buenos Aires: San Pablo, 2008.
Gherardini, Brunero La Madre: Maria in una sintesi storico-teologica. Frigento: Casa Mariana
Editrice, 1989.
Gianquinta, Carmelo. “Rasgos para una semblanza teológica.” En Presente y futuro de la teología
en Argentina: Homenaje a Lucio Gera, editado por Ricardo Ferrara y Carlos Galli, 63-64.
Buenos Aires: Paulinas, 1997.
Gianquinta, Carmelo. El Tratado de paz y amistad entre Argentina y Chile: cómo se gestó y
preservó la mediación de Juan Pablo II. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Buenos Aires:
Ágape, 2009.
Ginel, Álvaro. Devociones a María Auxiliadora: la Virgen de Don Bosco. Madrid: Editorial
CCS, 2009.
Ginel, Álvaro, ed., María y el Papa Francisco. Buenos Aires: Ágape, 2015.
González Fernández, Fidel, Eduardo Chávez Sánchez y José Luis Guerrero Rosado. El encuentro
de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego. 2ª ed. México: Editorial Porrúa, 1999.
916
Grün, Anselm y Meinrad Dufner. Una espiritualidad desde abajo: el diálogo con Dios desde el
fondo de la persona. 5ª ed. Madrid: Narcea, 2007.
Guardini, Romano. El fin de la modernidad: Quien sabe de Dios conoce al hombre. Madrid:
PPC, 1995.
Guardini, Romano. La Madre del Señor: una carta y en ella un esbozo. Buenos Aires: Lumen,
1989.
Guardini, Romano. Le Rosaire de Notre Dame. Paris: Bloud & Gay, 1950.
Guardini, Romano. Una ética para nuestro tiempo: reflexiones sobre formas de vida cristiana, 3.
ed. Madrid: Cristiandad, 1982
Gutiérrez, Juan. La fuerza histórica de los villeros. Buenos Aires: Jorge Baudino, 1999.
Haucke, João Fagundes. “Visão histórica da devoção mariana no Brasil.” En Teologia e devoção
mariana no Brasil, editado por Cleto Caliman, 74-77. São Paulo: Paulinas, 1989.
Hernández Arregui, Juan José. La formación de la conciencia nacional: 1930-1960. Buenos Aires:
Hachea, 1960.
Herrera Aceves, José de Jesús. “La Virgen Santa María en el Documento de Puebla.” En Nuestra
Señora de América, editado por CELAM, 747-760. Tomo 1. Bogotá: CELAM, 1988.
Himitian, Evangelina. A vida de Francisco: o Papa do povo. Rio de Janeiro: Objetiva, 2013.
Ignacio de Loyola. Ejercicios Espirituales. Managua: Centro Pastoral Universitario UCA, 2013.
Ignacio González, Carlos. Maria evangelizada e evangelizadora. São Paulo: Loyola, 1990.
Inversetti, Elena, ed., Il Vangelo di Maria: per un giubileo di misericórdia. Milano: PIEMME,
2015.
Iveireigh, Austen El gran reformador: Francisco, retrato de un papa radical. Barcelona: Grupo
Zeta, 2015.
Juan Esquerda Bifet, “El culto a la Virgen en los santuarios marianos de América Latina a la luz
de los documentos del CELAM.” En Pontificia Academia Mariologica Internationalis, De
cultu mariano saeculo XX. A Concilio Vaticano II usque ad nostros dias. Acta Congressus
Mariologici-Mariani Internationalis in civitate Onubensi (Huelva – Hispania), Anno 1992
celebrati, Vol.II: Maria in Prima Evangelizatione Americae. Vaticano: PAMI, 1998.
Juncos, Daniel, y Luis O. Liberti. “Evangelii nuntiandi y Evangelii gaudium: ¿el mismo
pardigma misionero? Continuidades, novedades y desafíos.” Teología 52, n. 116 (abril
2015): 49-71.
918
Kasper, Walter. Papst Franziskus – Revolution der Zärterlichkeit und der Liebe: theologische
Wurzeln und pastorale Perspektiven. Stuttgart: Verlag Katholisches Bibelwerk, 2015.
Kentenich, Joseph. Maria, Mutter und Erzieherin. Vallendar: Schönstatt Verlag, 1954.
Kentenich, José. Educación mariana para el hombre de hoy. Buenos Aires: Patris, 1989.
Kolvenbach, Peter Hans. “Nuestra Señora en los Ejercicios Espirituales de S. Ignacio.” CIS 48
(1985): 11-24.
Laprovitta, Juan José R. La depresión y el amor, 2. ed. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio.
Buenos Aires: Laetitia, 2008.
Larocca, Antonio. Magisterio y sentido de la fe: studio de la relación entre los textos mariológicos
del magisterio y la devoción mariana en Latinoamérica, Venezuela y la Arquidiócesis de
Barquisimeto. S.T.L. Thesis. International Marian Research Institute of the University of
Dayton, November 2001.
Larrauri, Luis y Secundino Pérez, Maravilhas de uma singela devoção: a devoção às três Ave-
Marias, 2ª ed. São Paulo: AM Edições, 1996.
Laurentin, René. “La persistencia de la piedad popular,” Concilium 81 (1973), 137-148. Todo el
n. 81 de la revista Concilium (1973) está dedicado al tema de “la persistencia de la religión”.
Leahy, Brendan. El principio mariano en la eclesiología de Hans Urs von Balthasar. Madrid:
Ciudad Nueva, 2002.
Leahy, Brendan. O princípio mariano na Igreja. São Paulo: Cidade Nova, 2005.
León, Alejandro, ed. Francisco y Don Bosco: escritos de Jorge Bergoglio sobre su experiencia
personal salesiana. 2ª ed. Buenos Aires: Don Bosco, 2015.
Ligorio, Alfonso María de. Las glorias de María. Barcelona: Librería Religiosa, 1855.
919
López Rodríguez, Nicolás de Jesús. “América Latina, un pueblo profundamente religioso: raíces
ancestrales de la religiosidad popular y el influjo de la acción evangelizadora de los
misioneros.” En La Piedad Popular en el proceso de Evangelización de América Latina:
Actas de la Reunión Plenaria 2011, editado por Pontificia Comisión para América Latina, 43-
61. Ciudad del Vaticano: Librería Editrice Vaticana, 2011.
Lowney, Paul. Pope Francis: Why he leads the way he leads. Londres: Boolmsbury, 2013.
Lubac, Henri de. Meditación sobre la Iglesia. Buenos Aires: Ágape, 2015.
Lucas, Thomas M. “Virtual Vessels, mystical signs: contemplating Mary´s images in the Jesuit
tradition.” Studies in the spirituality of the Jesuits 35, n. 5 (November 2003).
Luciani, Rafael. El Papa Francisco y la Teología del Pueblo: para comprender la teología del
Papa (Madrid: PPC, 2016).
Luis Cano et al., ed. La Evangelización en Paraguay: cuatro siglos de historia. Asunción:
Loyola, 1979.
Llamera, Marceliano “La maternidad espiritual de María y la piedad mariana.” Estudios Marianos
48 (1983): 87-127.
Maccarone, Juan Carlos. “La teología en la Argentina: segunda mitad del siglo XX. ¿Tradición o
ruptura?,” Teología 60 (1992), 155-168.
Mai, Ernesto. “Algunos principios para una teología de la Pastoral Popular.” Teología 21-22
(1972-73): 139-140.
Maldonado, Luis. Para comprender el catolicismo popular. Estella: Verbo Divino, 1990.
Manoir, Hubert du, ed. Maria: Études sur la sainte Vierge. Vol. III. Paris: Beauchesne,1954.
Martín, Eloísa. “La construcción de Aparecida y Luján como Patronas nacionales: un análisis
comparativo.” Estudios sobre Religión – Newsletter de la Asociación de Cientistas Sociales
de la Religión en el Mercosur 9 (junio 2000): 4-8.
Marzotto, Damiano. Pietro e Maddalena: il vangello corre a due voci. Milano: Ancora, 2010.
920
Masciarelli, Michele Giulio. “Teología del laicado según el Concilio Vaticano II.” En Nuevo
Diccionario de Mariología, 1033-1052. Madrid: Paulinas, 1986.
Mattos, Eduardo. Desatadora: a Virgem que o papa Francisco converteu em fenômeno de fé.
Campinas: Editora MM, 2016.
Medina Pellegrini, José Antonio. Soy jesuita, soy hijo de la Iglesia: claves teológico-ignacianas
del Cardenal Bergoglio. Buenos Aires: Lumen, 2014.
Melo, Amarildo José. Jansenismo no Brasil: traços históricos de uma moral rigorista.
Aparecida: Santuário, 2014.
Mellano, Maria Franca. Popolo, religiosità e costume in Piemonte. Torino: Centro Studi
Piemontesi, 1986.
Metalli, Alver. El Papa y el filósofo. Santiago de Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile,
2015.
Methol Ferré, Alberto. “Guevara, el drama político de la voluntad.” Víspera 1, n. 4 (enero 1968):
8-10.
Methol Ferré, Alberto, ed. Il risorgimento cattolico latinoamericano. Bologna: CSEO, Incontri,
1983.
Methol Ferré, Alberto. “La revolución religiosa en el umbral del tercer milenio,” Medellín 62
(1990): 238-254.
Methol Ferré, Alberto, y Alver Metalli. La América Latina del siglo XXI. Buenos Aires: Edhasa,
2006.
Meyer, Jean. Católicos y políticos, una identidad en tensión: cuatro hipótesis sobre los límites y
alcances de la presencia de los católicos en la política latinoamericana. Prólogo de Jorge
Mario Bergoglio. Buenos Aires: Ágape, 2006.
Mitchell, Marcelo. “Los orígenes de la Peregrinación Juvenil a Luján: apuntes para un relato
histórico-pastoral.” En Seguimos caminando: aproximación socio-histórica, teológica y
pastoral de la peregrinación juvenil a Luján, editado por Carlos M. Galli, Graciela Dotro y
Marcelo Mitchell, 35-75. Buenos Aires: Ágape, 2004.
Movimiento Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM) – Capital Federal, El pueblo, ¿dónde está?
Buenos Aires: MSTM, 1975.
Naspy, Clemente Mc. Un conquistador sin Espada: San Roque González de Santa Cruz. Bogotá:
CELAM, 1989.
Neira, Germán. Religión popular católica latinoamericana: tres líneas de interpretación (1960-
1980). Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 2007.
Oesterheld, Jorge. Compartir lo que creemos: en una sociedad plural. Prólogo de Jorge Mario
Bergoglio. Buenos Aires: San Pablo, 2011.
Olivera, Bernardo. Espiritualidad y mística popular católica. Buenos Aires: Talitakum, 2015.
Ortega y Gasset, José. Obras completas. Vol. I. Madrid: Taurus, Fundación José Ortega y
Gasset, 2004.
Page, Carlos. “Hacia el milagro de la Inmaculada de Santa Fe: vida y martirio del P. Pedro de
Espinosa y un aporte a la arquitectura jesuítico-guarani.” Junta Provincial de Estudios
Históricos de Santa Fe 69 (2011): 19-49.
Palafox Cruz, Ernesto. “La teología de la praxis popular y Francisco.” Revista de Cultura
Teológica XXIII, n. 85 (2015): 33-62.
Passos, João Décio, y Afonso Maria Ligório Soares. Francisco: renasce a esperança. San Pablo:
Paulinas, 2013.
Pereira, Benjamín. Teología de los Santuarios Marianos. Santiago de Chile: Sociedad del
Apostolado Católico, 1965.
Perella, Salvatore. “Giovanni Paolo II: Doctor Marianus del nostro tempo.” Antonianum 2
(2010): 189-220.
Pérez, Alberto Julián. “Rodolfo Kusch y su crítica a la razón occidental.” Mitológicas 25 (2010):
27-38.
922
Peters, Danielle. Ecce Educatrix Tua: The Role of the Blessed Virgin Mary for a Pedagogy of
Holiness in the Thought of John Paul II and Father Joseph Kentenich. Lanham: UPA, 2010.
Pironio, Eduardo. “Relación sobre la evangelización del mundo de este tiempo en América
Latina.” En Evangelización, desafío de la Iglesia – Sínodo 1974: Documentos papales y
sinodales, presencia del CELAM y del Episcopado Latinoamericano, editado por CELAM,
113-125. Bogotá: CELAM, 1976.
Pironio, Eduardo Francisco. Fidelidad a nuestra hora: meditaciones para el hombre del tercer
milenio. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Buenos Aires: Ágape, 2006.
Platino, María Florencia, ed. Jesuitas en Santa Fe: 400 años de historia. Santa Fe:
Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe, 2010.
Podetti, José Ramiro. “Confluencias entre Francisco y Alberto Methol Ferré: Iglesia,
evangelización y mundo contemporáneo.” Soleriana 50/51, n. 35/36 (2014/2015): 71-89.
Politi, Sebastián. Teología del Pueblo: una propuesta argentina a la teología latinoamericana
1967-1975. Buenos Aires: Castañeda, Guadalupe, 1992.
Pontificia Comisión para América Latina. Aparecida 2007: Luces para América Latina.
Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 2008.
Poulain, Auguste. Des grâces d’oraison. Traité de théologie mystique. 5ª ed. Paris: Retaux, 1906.
Presas, Juan Antonio Anales de Nuestra Señora de Luján: trabajo histórico-documental, 1630-
2002. 4ª ed. Buenos Aires: Dunken, 2002.
Puente, Armando Rubén. La vida oculta de Bergoglio. Buenos Aires: Libros Libres, 2014.
Raab, Christian y Harry Hagan, eds. The tradition of catholic prayers: the monks of Saint
Meinrad Archabbey. Collegeville: Liturgical Press, 2007.
923
Rabuske, Arthur José. “Nossa Senhora na América espanhola.” Teocomunicação 100 (1993): 257.
Rad, Gerhard von. Teología del Antiguo Testamento: teología de las tradiciones históricas de
Israel. 2 vol. Salamanca: Sígueme, 1972.
Rafael Casulleras, ed. Bernardo de Claraval. Obras completas-II: Sermones para las fiestas
principales de la Virgen Santísima y de los Santos. Sermones varios (ascético-místicos).
Barcelona 1925.
Rafael Luciani, “La opción teológico-pastoral del pontificado de Francisco,” Razón y Fe 273,
n.1411-1412 (mayo-junio 2016): 459-471.
Rahner, Hugo. Maria und die Kirche. Zehn Kapitel über das geistliche Leben. 2. ed. Innsbruck:
Tyrolia, 1962.
Ratti, Ezequiel y Franca Tosato. Cromañón: la tragedia contada por 19 sobrevivientes. Buenos
Aires: Planeta, 2006.
Ratzinger, Joseph, y Hans Urs von Balthasar. María, Iglesia naciente. 2ª ed. Madrid: Encuentro,
2007.
Reingold, Paula Verónica. Nuestra Señora de Itati. Buenos Aires: Santa María, 2010.
Ribeiro de Oliveira, Pedro. “Religiosidade popular na América Latina.” REB 126 (junho 1972):
354-365.
Riccardi, Andrea. La sorpresa de Francisco: crisis y futuro de la Iglesia. Buenos Aires: Ágape,
2014.
924
Rivero, Gabriel, ed. El viejo Tello en la COEPAL: sus intervenciones entre los peritos de la
Comisión Episcopal de Pastoral en la recepción de Concilio Vaticano II en Argentina (1968-
1971). Buenos Aires: Ágape, 2015.
Roten, Johann. “How can spirituality be Marian?” Marian Studies 52 (2001), 7-52.
Roten, Johann. “Marian Devotion for the New Millennium.” Marian Studies 51 (2000): 52-95.
Rozengardt, Diego, ed. Pensar Cromañón - Debates a la orilla de la muerte joven: rock, política
y derechos humanos. Buenos Aires: el autor, 2008.
Rubio, Alfonso García. “Prática da teologia em novos paradigmas: adequação aos tempos atuais.”
En Teologia aberta ao futuro, editado por Márcio Fabri dos Anjos. São Paulo: Loyola, 1997.
Ruiz Bueno, Daniel. Padres Apostólicos y Apologistas griegos (séc. II). Madrid: BAC, 1967.
Sánchez Prieto, Nicolás. Santo Toribio de Mogrovejo, apóstol de los Andes. Madrid: BAC, 1986.
Sarmiento, Domingo Faustino. Civilización y Barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga y aspecto
físico, costumbres y hábitos de la República Argentina. Santiago: Imprenta del Progreso,
1845.
Scannone, Juan Carlos. “La teología de la liberación: caracterización, corrientes, etapas.” Stromata
48 (1982): 3-40.
Scannone, Juan Carlos. Sabiduría popular, símbolo y filosofía: diálogo internacional en torno de
una interpretación latinoamericana. Buenos Aires: Guadalupe, 1984.
Scannone, Juan Carlos, ed. Evangelización de la cultura e inculturación del Evangelio. Buenos
Aires: Guadalupe, 1986.
Scannone, Juan Carlos. Evangelio, cultura y teología. Buenos Aires: Guadalupe, 1990.
925
Scannone, Juan Carlos, y Marcelo Perine, eds., Irrupción del pobre y quehacer filosófico. Hacia
una nueva racionalidad. Buenos Aires: Bonum, 1993.
Scannone, Juan Carlos. “Los aportes de Lucio Gera a la Teología en perspectiva latinoamericana.”
En Escritos Teológicos Pastorales de Lucio Gera: 1. Del Preconcilio a la Conferencia de
Puebla (1956-1981), editado por Virginia R. Azcuy, Carlos M. Galli y Marcelo González,
455-460. Buenos Aires: Ágape, 2006.
Scannone, Juan Carlos. “Papa Francesco e la Teologia del Popolo.” La Civiltà Cattolica 3930 (14
marzo 2014): 571-590.
Scannone, Juan Carlos. “Die argentinische Theologie des Volkes und die Pastoraltheologie von
Papst Franziskus,” Topologik 16 (2014): 36-50.
Scannone, Juan Carlos. “El sujeto comunitario de la espiritualidad y mística populares.” Stromata
70 (2014): 183-196.
Scannone, Juan Carlos. Le pape du Peuple: Bergoglio raconté par son confrerè théologien
jésuite et argentin. Paris: Cerf, 2014.
Scannone, Juan Carlos. “El Papa Francisco y la teología del pueblo.” Razón y Fe 271, n.1395
(enero 2015): 31-50.
Scannone, Juan Carlos. “La teología argentina del pueblo,” Gregorianum 96, n. 1 (2015): 9-24.
Scannone, Juan Carlos. “Vientos nuevos del Sud: la teología argentina del pueblo y el Papa
Francisco.” Revista Pistis Praxis 8, n. 3 (septiembre-diciembre 2016): 585-611
Scannone, Juan Carlos. La teología del pueblo: raíces teológicas del Papa Francisco. Maliaño:
Sal Terrae, 2017.
Scarponi, Carlos Alberto, ed. La verdad los hará libres: Congreso internacional sobre la
Encíclica Veritatis splendor. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Buenos Aires: Paulinas,
2005.
Segundo, Juan Luis. Liberación de la teología. Buenos Aires: Carlos Lohlé, 1974.
926
Seibold, Jorge. Pueblo y saber en la Fenomenología del Espíritu de Hegel. Buenos Aires:
Universidad del Salvador, 1983.
Seibold, Jorge. “Mistica popolare e pastorale urbana.” La Civiltà Cattolica 3939-3940 (2-16
agosto 2014): 224-234.
Spadaro, Antonio. “La biblioteca del Papa,” La Civiltà Cattolica 3935 (7 junio 2014): 490-498.
Spadaro, Antonio, y Carlos María Galli, eds. La reforma y las reformas en la Iglesia. Maliaño:
Sal Terrae, 2016.
Steinhauer, Hilda. Maria als dramatische Person bei Hans Urs von Balthasar: Zum
marianischen Prinzip seines Denkens. Innsbruck-Wien: Tyrolia, 1999.
Strada, Angel. Maria: um exemplo de mulher. 2ª ed. São Paulo: AM Edições, 1991.
Swann, Ingo. As grandes aparições de Maria: relato de vinte e duas aparições. 3ª ed. São Paulo:
Paulinas, 2006.
Tantardini, Giacomo. Il tempo della Chiesa secondo Agostino: seguire e rimanere in attesa : la
felicità in speranza. Prólogo de Jorge Mario Bergoglio. Roma: Città Nuova y Nuova
Biblioteca Agostiniana, 2010.
Tello, Rafael. “Algunos textos sobre el Concilio Vaticano II.” En Escritos Teológicos Pastorales
de Lucio Gera: 1. Del Preconcilio a la Conferencia de Puebla (1956-1981), editado por
Virginia R. Azcuy, Carlos M. Galli y Marcelo González, 481-487. Buenos Aires: Ágape,
2006.
Tello, Rafael. “Anexo 4: orientaciones para los estatutos.” En El viejo Tello y la pastoral
popular, editado por Fundación Saracho, 185-197. Buenos Aires: Patria Grande, 2012.
Thompson, Thomas. “Pilgrimage and Shrines: a recognition long delayed.” Marian Studies 51
(2000): 112-130.
Valadier, Paul. Un cristianismo del futuro: por una alianza entre razón y fe. Madrid: PPC, 1999.
Valente, Gianni, ed. Francesco: Un Papa dalla Fine del Mondo. Bolonia: EMI, 2013.
Vallely, Paul. “How life in the slums changed the Pope,” The Tablet 267, n. 9011 (17 August
2013): 6-8.
Vallely, Paul. Papst Franziskus. Vom Reaktionär zum Revolutionär. Darmstadt: WBG/Theiss,
2014.
Vallely, Paul. Pope Francis: untying the knots. London: Bloomsbury, 2013.
Vargas Ugarte, Rubén. Historia del culto de María en Iberoamérica e de sus imágenes y
santuarios más celebrados. 2ª ed. Buenos Aires: Huarpes, 1947.
Vautier, Paul. Maria, die Erzieherin: Darstellung und Untersuchung der marianischen Lehre P.
Joseph Kentenichs (1885-1968). Vallendar: Patris, 1981.
Vedia, Bartolomé de. La esperanza como camino: vida del cardenal Eduardo Pironio. Buenos
Aires: San Pablo, 2008.
Vedia, Mariano de. Francisco, el Papa del pueblo. Buenos Aires: Planeta, 2013.
Viale, Cruz. Misericordia: el secreto para ser felices – 10 meditaciones sobre el Evangelio.
Córdoba: Patris, 2016.
Villaret, Émile. “Marie et la Compagnie de Jésus.” En Maria: Études sur la Sainte Vierge,
editado por Hubert du Manoir, Tome II, 935-969. Paris: Beauchesne et ses fils, 1952.
928
Villaret, Emilio. Cuatro siglos de apostolado seglar: historia de las Congregaciones Marianas.
Bilbao: El Mensajero del Corazón de Jesús, 1963.
Vitali, Dario. “La circularidad entre sensus fidei y magisterio como criterio para el ejercicio de la
sinodalidad en la Iglesia.” En La reforma y las reformas en la Iglesia, editado por Antonio
Spadaro y Carlos Galli, 209-227. Maliaño: Sal Terrae, 2017.
Zahrnt, Heinz. A vueltas con Dios: la teología protestante en el siglo XX. Zaragoza: Hechos y
dichos, 1972.
Zalba, Sergio. “Pastoral popular: ¿Santuarizar las parroquias?” Vida Pastoral 272 (julio/agosto
2008).
Zas Friz, Rossano. “Ensayo introductorio.” En La mística popular, editado por Jorge R. Seibold,
9-24. México: Buena Prensa, 2006.
Zini, Julián, y Luis María Adís, Novena a la Cruz, recordando a Antonio Gil y a nuestros
queridos difuntos. Buenos Aires: Santa María, 2012.