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"En la vida hay momentos de plenitud que no pueden ser explicados totalmente por

esos símbolos llamados palabras; su significado solo puede ser articulado por el
inaudible lenguaje del corazón." 

Buenos días autoridades que nos acompañan, compañeros maestros, padres de


familia, pero sobre todo buenos días a ustedes mis queridos alumnos. 

Cada uno de nosotros es parte de lo que ponga de sí mismo, pero es en mucho


también parte de las circunstancias, del entorno, de lo que le ofrece la vida. Y a mí la
vida me ha permitido grandes satisfacciones como la del día de hoy en donde tengo el
privilegio de dirigirme a todos ustedes mis amados niños para expresarles con
palabras este sentimiento de orgullo y satisfacción al ver que durante seis años
culminan en este momento el esfuerzo conjunto de sus padres, sus maestros y de
ustedes mismos con éxito y con las herramientas suficientes para triunfar en cada
peldaño que sigan escalando en su recorrido permanente hacia sus sueños. 

Con ustedes viví increíbles aventuras, enojos, emociones, tristezas y alegrías, traté de
que supieran siempre que los quiero mucho y de ir aprendiendo al mismo tiempo de
su seguridad, su inocencia y su curiosidad.  

Ha sido maravilloso para mí tenerlos como alumnos, como grupo, como amigos, ya
que hoy más que nunca estoy convencida de que el agradecimiento y amor que veo
reflejados en sus miradas me hace el trabajo de maestra más placentero y
definitivamente agradezco al destino haberlos puesto en mi camino para sentirme aún
más orgullosa y satisfecha de mi profesión. 

Sé que todos sus maestros intentamos no sólo que pensaran en grande, sino que
fueran grandes y hoy seguros estamos de que 30 jóvenes acuden a la escuela
secundaria con bases firmes  y sólidas para conquistar un paso más en su
educación.  Recuerden que el éxito alcanzado con honradez y esfuerzo le da sabor a
la vida, triunfar en las cosas pequeñas es dar un paso firme hacia el éxito de las cosas
mayores.  

Deben estar muy orgullosos por lo alcanzado... hoy llegan a una meta... pero no es el
final del camino... Aún quedan largos senderos por recorrer... muchas metas más que
descubrir, deben seguir luchando por alcanzar la cima y realizar sus sueños más
preciados paso a paso, venciendo cada uno de los obstáculos que se les atraviesen,
el objetivo final, aún no se alcanza, las puertas quedan abiertas para escoger el
camino que ha de conducirlos al éxito, recuerden que no basta con soñarlo, hay que
echar manos a la obra, luchar y prepararnos para obtener la llave de nuestro futuro. 

Gracias muchachos por permitirme ser parte de ustedes, por la confianza que me
demostraron, por dejarme ser su amiga, su confidente, su maestra. Por aguantar mis
regaños, mis gritos, mi impaciencia, pero sobre todo por recibir con agrado el cariño
que yo intenté darles cada día y por el inmenso amor que siempre me brindaron.  

Todo el personal que trabaja en esta escuela, las aulas donde dejaron sus risas y
llantos, sus compañeros y en especial yo, los extrañaremos mucho, espero que nunca
nos olviden. 
Consejitos

No hay manuales para eso. Tú eres la fuente única y principal puesto que tu vas escribir.
Valgan aún algunos consejillos: Preparate solo una guía de lo que "debes decir" y agrégalo
a lo que "quieres decir".
Resalta fundamentalmente lo bueno que resultó. No es el momento para recordar lo malo.
Sí se vale alguna anécdota graciosa que recuerdan todos y que fuera aleccionadora.
¿Tú lo vas a leer o solo a escribir?
Si lo vas a leer, practica antes lo posible, no se trata de una clase que das todos los años.
Esto te permitirá decirlo sin ansiedades y transmitir lo que siente tu corazón en ese
momento y agregar lo que desées fuera de guión.
Se breve pero no demasiado.

Palabras de un prof

Estoy al frente de un grupo de alumnos, y como si fueran hechos los grupos con un molde,
se perfectamente que siempre habrá un estudioso, un bromista, un flojo y otro que lo intenta
y no puede.

Algunos me dicen ogro simplemente porque no entienden algun tema, y simplemente me


convierto en el malo de la historia por que alguien no pudo resolver un problema y busca
liberar su falta de madurez y de responsabilidad culpando al guia que tiene enfrente.

Es curioso ver que cuando un alumno tiene un exito y las cosas le salen bien el responsable
es el mismo, se siente orgulloso, se siente grande y satisfecho, al fin en su pensamiento es
"yo lo logré solito".
Y cuando fracasa y nada le sale, entonces es la culpa del profesor, porque no sabe enseñar,
porque se va rapido, porque simplemente hay que hecharle la culpa a otros.

Es muy hermoso poder ver como vamos despertando la mentalidad de muchos alumnos, es
gratificante ver como evolucionan para ser mejores personas, y como en todo mundo, hay
alumnos agradecidos y otros que simplemente buscan aprobar y nada mas importa.

Para muchos de mis alumnos simplemente soy el que reprueba, el que imparte injusticias,
soy el intolerante, el que regaña y no escucha, simplemente cada uno de ellos se sume en
sus problemas, y no expresan sus ideas, ni solicitan ayuda, es tanto el orgullo de verme
como némesis que cierran sus ojos y me clasifican como el malo de la película.

"Nada es verdad, nada es mentira, Todo depende, del cristal con que se mira".

Yo fui alumno y tuve maestros estrictos y muy duros, yo también pecaba de echarle la
culpa a ellos de mis torpezas, aun cuando yo era el verdadero culpable, pensaba en futbol,
en amigos, en divertirme con mis amigos, y no comprendía el verdadero valor de muchos
de ellos al enseñarme sus conocimientos, sencillamente los tiraba al bote de la basura.
Ahora me toca estar del otro lado del cristal, ahora me toca transmitir mis conocimientos,
mi manera de explicar es lo mas sencilla, no quiero que tengan al maestro clásico que
regaña y no explica bien, simplemente quiero ser la diferencia en este mundo, quiero que
mis muchachos valoren los conocimientos que día a día les transmito; se que mi orgullo es
que todos se lleven esa manera de compartir el conocimiento, que el día de mañana puedan
utilizar mis consejos y enseñanzas para ser personas de bien y salir adelante.

Para mi cada uno de ellos lleva dentro de si mismos una parte de mi, me llevan en sus
palabras, al explicar al de junto, al decirle a papa y a mama lo que aprendieron, al aplicar lo
aprendido; y yo me enorgullezco tanto al ver que algunos alumnos están hambrientos de
conocimiento, que preguntan y quieren saber mas, y simplemente eso me llena y me
satisface como nada en el mundo.

Estoy tan orgulloso de todos y cada uno de mis alumnos, aunque algunos me tachen de
anticuado, de ogro, de cruel, y sin embargo cada uno de ellos no se da cuenta que llevan el
conocimiento que les abrirá las puertas del éxito, solo espero que algún día ellos me
recuerden con cariño como yo recuerdo a mis profesores.

Cada alumno que yo he visto partir ha dejado una marca en mi corazón, y en mi vida, y se
que estoy haciendo la diferencia en este mundo, creando hombres y mujeres de bien.

Gracias por ser mis alumnos y gracias por dejarme transmitirles el conocimiento y
experiencia de mi vida.

Estas son las palabras de un profesor.

Que piensan de estas palabras?


Palabras del alumno

Elegida por la comunidad


Estimados profesores, compañeros y demás miembros del colectivo universitario,
familiares y amigos que habéis querido acompañarnos en este acto de graduación, buenos
días.

Antes de empezar, me gustaría dirigirme a mis compañeros de promoción, para


agradecerles la oportunidad que me brindan de poder decir estas palabras en nombre y
representación de todos ellos, al menos eso espero, en este emotivo momento en el que
muchos de nosotros ponemos fin a nuestro periplo universitario.

Cuando se me propuso decir estas palabras, fueron muchos los pensamientos, vivencias y
anécdotas que se me pasaran por la mente, tantos y tan variados, que creía no tendría papel
suficiente ni tiempo en este acto para compartirlo con todos vosotros. Pero, no os asustéis,
al final voy a ser muy breve, porque como he dicho esto fue sólo inicialmente, después, no
se si por la responsabilidad, lo emotivo del momento o quizás, más sencillo, porque elegí
ser biólogo, no periodista, ni literato, ni... la excusa es fáci1, somos de ciencias; por lo que
en definitiva, sentado delante del ordenador, no era capaz de hilvanar tres frases seguidas y
había olvidado todo lo que en un primer momento me había recorrido la menta, y creedme
que era mucho.

Claro que era mucho, se trata de cinco años de nuestras vidas dedicadas a la formación
académica que aunque vienen precedidos de otros casi veinte años persiguiendo el mismo
objetivo, el de la formación intelectual, no es lo mismo, aquí hemos recibido, al menos casi
siempre, aquello que hemos venido a buscar voluntariamente, porque nos atraía, porque nos
resultaba interesante y nos debía guiar hacía una vida profesional llena de éxito:
conocimientos en Biología y también amistad, madurez, experiencia y en definitiva
desarrollo personal e intelectual que nos ha preparado, eso espero y deseo, para
enfrentarnos al otro mundo, al de ahí fuera, a esa selva que es el mercado laboral para el
cual nuestro ciclo universitario nos debe dejar bien preparados. Así, me vais a permitir que
de un rápido repaso a todas estas vivencias, utilizando una ligera clave de humor que no
convierta este discurso en un monólogo demasiado monótono, algo de lo que nos hemos
quejado en más de una ocasión durante estos 5 años.

Creo que hemos pasado una de las mejores etapas de nuestra vida, quizás es pronto, porque
después de estos cinco años de estudio, tensión, nervios (sobre todo en época de exámenes),
todos estamos un poco deseando que llegara este momento, el de la graduación y así poner
fin a nuestra etapa en la Universidad; pero algo de cierto debe tener cuando tanta gente, yo
diría que toda la que ha pasado por esta situación, nos dice “ya verás como lo echas de
menos, la etapa universitaria es la mejor” y tú, claro, le dices o piensas para ti, seguro que a
este no le toco aguantar .................. bueno dejémoslo ahí, pero seguro que en numerosas
ocasiones nos acordamos de esta etapa tan enriquecedora.
Una cosa esta clara y no podemos obviarlo, algunos momentos malos se pasan, pero con
una rápida mirada retrospectiva se llega a la conclusión que los momentos buenos han sido
más y mejores que digo muchísimos más:

Nadie negará que Biología es una carrera llena de vida (aunque se escriba con “b” por esas
cosas de la etimología) y por lo tanto muy bonita, integradora, multidisciplinar, en la que
hemos aprendido tanto las cosas cotidianas, las del día a día, como por ejemplo que esa
cosa esponjosa que sale del pan y es de color negro está viva (¡quién lo diría!) y otras más
complejas pero igual de enriquecedoras. Ninguno de los que estáis aquí me negará tampoco
que no ha fardado ante sus amigos en un paseo por el campo soltando algún que otro
nombre extraño, ¡hombre! ¿qué os creíais? de algo tenía que servir haber archivado en la
cabeza unos 1000 nombres de especies entre visus de botánica y zoología. Ahora, también
quiero dejar una cosa clara, con todas estas alabanzas no pretendo incitar ni motivar a nadie
a estudiar biología, como ya somos muchos, que esperen unos años las nuevas promociones
a que todos nosotros estemos bien colocados, desarrollando un trabajo que nos guste, que
no sea muy exigente en horario y, si puede ser, que nos paguen bien porque puestos a pedir.

Dicho esto último, al puesto de trabajo demandado me refiero, me ha parecido ver la


sonrisa de algunos de nuestros padres mientras se frotaban las manos esperando nuestra
aportación o al menos el abandono del hogar, pero no os equivoquéis, solicitar un empleo
en condiciones no era ni mucho menos pensando en devolveros nada, aunque creo que esto
ya lo tenías asumido, que finalicemos nuestros estudios no lo toméis por un sinónimo de
emancipación aún tendréis que aguantarnos. Eso sí, aprovecho para agradeceros la enorme
paciencia que habéis tenido con nosotros habiéndonos apoyado en nuestra elección incluso
después de decirnos “piénsatelo bien, que no tiene muchas salidas y ya tenemos un biólogo
en la familia” para a continuación añadir “bueno, si es lo que te gusta”. Daros las gracias
también, por darnos casi siempre un poco más de lo que pedimos y habernos dejado que
demostremos nuestro amor hacia la biología llenando “vuestras” casas de plantas y bichos
algunos de ellos malolientes. Gracias, en definitiva, por vuestra comprensión y apoyo.

Queridos profesores, creo que el sentimiento de agradecimiento y reconocimiento a vuestra


labor es unánime. Nos hemos tenido que aguantar (mutuamente eso si) durante varios años,
pero creo que la relación ha sido cordial, estrecha y fructífera. Creo que los alumnos de esta
promoción se van con una grata imagen de sus profesores, así como espero que vosotros de
vuestro alumnado al que habéis colaborado en formar y desarrollar intelectualmente. En
ocasiones, algunos de vosotros (cuyos nombres citaré al final, recordármelo), porque no
decirlo, nos habéis aburrido con clases monótonas y prácticas tediosas, aburridas, pesadas,
farragosas (bueno quizás me esté pasando pero es que estos adjetivos surten con facilidad)
pero la mayoría, que digo, la inmensísima mayoría han resultado enriquecedoras,
agradables, amenas, entretenidas, distraídas (veis como también tenía muchos adjetivos
positivos); es normal, a vosotros os habrá pasado lo mismo, nos habéis, como decía,
transmitido unos conocimientos y por lo tanto enseñado, formado y lo más importante
aguantado, porque seguro que en ocasiones hemos resultado bastante pesados e incluso
desagradables y desagradecidos. Gracias por vuestra paciencia y dedicación.

Nuestro intenso periplo universitario acaba aquí, con nuestra graduación. Ha llegado el
momento de hacer el balance definitivo de estos años: cinco, cinco años en nuestras vidas
que nunca olvidaremos, en los que han pasado muchas cosas en nuestras vidas, hemos ido
madurando personal e intelectualmente mientras asistíamos a clases, estudiábamos y
realizamos exámenes, una veces con resultados satisfactorios y potra no tanto, realizado
deporte, fomentado nuestras relaciones personales en la cantina, en la biblioteca (en la que
a veces también estudiábamos algo) y en general en todo el Campus; en definitiva han sido
cinco años de numerosos y agradables recuerdos que permanecerán en la mente de todos
los integrantes de esta promoción durante del resto de nuestras vidas, promoción, que por
otra parte, espero nuestros queridos profesores no deseen de olvidar lo antes posible.

Bueno, esperando no haberos aburrido en exceso, reitero mis agradecimientos a todos mis
compañeros, en cuyo nombre espero haber hablado, profesores, familiares y amigos que
habéis querido acompañarnos en este acto de graduación que pone fin, o no (nunca se sabe)
a nuestra vida universitaria. Gracias por vuestra atención y buenos días.
MI ULTIMA LECCIÓN

(Hugo Almanza)

Querido alumno:

Para ser feliz no importa lo que el mundo te ofrezca,


sino lo que tú puedas ofrecer,
porque todo lo que se da regresa,
y ante los ojos del Señor
sólo valen las buenas obras.

Al final no te llevarás lo que has guardado,


sólo se irá contigo lo que has hecho
en favor de los demás;
es decir, lo que has dado.

Nunca te quejes, la vida no es fácil,


camino sin piedra no es camino.
No te compares con nadie,
mídete contigo mismo;
es la única manera segura de avanzar.

La humildad es una virtud maravillosa,


casi inalcanzable, pero no imposible.

Con los años aprenderás que son los atajos


los que alargan el camino,
que la ruta más rápida y segura
es la que ya conoces.
Que nada es gratis en la vida.
Que todo debes ganártelo o merecerlo.
Que ser útil es mejor que ser importante.
Aprende a dominar tus iras.
Sé tolerante, cuántas veces lo serán contigo.

Jamás agredas, no olvides lo que dijo el poeta:


"El golpe daña más al que lo da, que al que lo recibe".
Estira la mano sólo para dar o ayudar.
Quiere a tus parientes y amigos con
todos sus defectos o correrás
el riesgo de quedarte sólo porque
el ser perfecto no existe.

Y acostúmbrate a escuchar;
los consejos no se discuten, se agradecen.
Recuerda que la belleza es fugaz,
que el poder es circunstancial
y que la riqueza es ajena.
Que a fin de cuentas, sólo es tuyo
lo que consumes.

Que por más dinero que tengas,


no serás mejor, no sabrás más,
ni serás más bueno.
Ni siquiera podrás comer
o dormir más que cualquier mendigo.

En todos los actos de tu vida trata de ser justo,


piensa en los demás;
deja que tu corazón cumpla con su deber,
su destino es querer;
para eso lo hizo Dios.
Por lo menos eso pensamos los maestros.
Aprende a valorar el amor que te dan,
siendo poco, tal vez sea lo máximo
que puedan ofrecerte.
No todos tenemos la misma
capacidad de sentir y de dar.
Dichoso tú si puedes hacer feliz al ser que amas.

Cada vez que sientas ternura por los tuyos no te contengas.


Todos tenemos una necesidad increíble de cariño.

Sea cual fuere tu edad, ten tus cosas en orden;


el Señor puede llamarte en cualquier momento.
Enseña a vivir con amor a tu familia;
si están alejados o resentidos, perdónense, nunca es tarde.
La vida es tan corta.

Quiéranse mucho, ahora que pueden hacerlo,


que están presentes, que es físicamente posible.
Recuerda hijo, que mañana si no los aparta la vida,
lo hará la muerte.

Ojalá que estas líneas te ayuden a vivir mejor.


Hasta siempre.

Tu maestro.

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