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Artículo:
Diarrea en Terneras
de Lechería

Jorge Alberto Elizondo Salazar, Ph. D.

Investigador-Docente. Estación Experimental Alfredo Volio
Mata. Facultad de Ciencias Agroalimentarias, U.C.R
e-mail: jorge.elizondosalazar@ucr.ac.cr

L a diarrea es una de las principales causas de muerte

en terneras de lechería a nivel mundial y se con-
vierte en uno de los mayores gastos durante los primeros
días de vida de los animales. La incidencia de diarreas
en algunas lecherías puede llegar a alcanzar niveles
hasta de un 80% y las tasas de mortalidad pueden os-
cilar entre 1,5 y 8,0%; sin embargo, valores de hasta un
25% han sido observados en algunas fincas. Un aspecto
importante es que más del 52% de los casos de diarrea
y cerca del 60% de las muertes ocurren dentro de los
primeros 7 a10 días de vida.

Se ha considerado que el factor más importante que

ocasiona la diarrea es la falta de consumo de un ade-
cuado volumen de calostro de buena calidad durante
las primeras horas de vida. Esto se debe a que el calos-
tro, que es la primera leche que secreta la vaca después
del parto, contiene una alta concentración de anticuer-
pos que al ser ingeridos por la ternera, le proporcionan
una protección contra organismos infecciosos durante
las primeras semanas de vida, hasta que su sistema in-
mune llegue a producir sus propios anticuerpos.
Para comprender adecuadamente lo que sucede en una
diarrea, hay que entender primero el mecanismo nor-
mal de los fluidos corporales en un animal sin diarrea.
El agua ingresa al organismo del animal cuando éste
consume agua o alimentos y sale del cuerpo a través de
la orina y las heces, principalmente. En un animal sano
aproximadamente un 25% del agua que se encuentra
en el cuerpo circula a través del intestino, tal como se
observa en la Figura 1, y existe un balance entre el agua
que pasa hacia el intestino y la que se absorbe a través
del mismo.
Figura 1. Flujo normal de los fluidos corporales en un ani-
mal sin diarrea.
Contrariamente, en un animal con diarrea, el movi-
miento normal del agua hacia y fuera del intestino se ve
afectado, resultando en una pérdida excesiva de ésta,
principalmente por las heces, lo que conlleva a una rá-
pida deshidratación del animal (Figura 2). La pérdida de
fluidos corporales a través de la diarrea se ve acompa-
ñada de pérdida de sales corporales (electrolitos) como
el sodio, cloruro, potasio y otros minerales. Esta pérdida
de fluidos y electrolitos produce un cambio en la quími-
ca del cuerpo que puede llevar a una severa depresión
y una eventual muerte del animal. Hay que considerar
además, que la edad de la ternera en la que la diarrea
se presenta, afecta grandemente la sobrevivencia, pues
cuanto más joven es el animal, éste es más propenso a
morir.

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cional. Este tipo de diarrea es usualmente causada por

cambios en el programa de alimentación. A pesar de
que este tipo de diarrea normalmente no es tan severa
como para causar la muerte, puede debilitar a la terne-
ra y hacerla más susceptible a una diarrea infecciosa.

Tratamiento

A pesar de que los antibióticos son comúnmente el pri-

mer tratamiento que se aplica a las terneras con dia-
rrea, la administración de fluidos reconstituyentes es el
factor más importante para corregir la deshidratación,
Figura 2. Dinámica de los fluidos corporales en un animal especialmente cuando se considera que los antibióti-
con diarrea. cos no tienen efecto alguno sobre los virus o los pro-
tozoarios. La terapia de fluidos se puede dar de forma
oral o inyectada, ya sea vía subcutánea o intravenosa,
Causas de la diarrea dependiendo del grado de deshidratación que presente
el animal (Cuadro 1).
Las terneras son muy susceptibles a las infecciones in-
testinales que son causadas por una serie de microor- Cuadro 1. Guía para la terapia de fluidos para terneras con
ganismos. Por tal razón, si estos microorganismos se diarrea
encuentra en los baldes o botellas donde toman leche
las terneras o si estos microorganismos contaminan la
leche o el reemplazador que se les ofrece a las terneras,
entonces pueden ocasionarles diarrea. Igualmente, ter-
neras que nacen o viven bajo condiciones poco sanita-
rias, son expuestas a un gran número de microorganis-
mos infecciosos que eventualmente pueden inducirles
la diarrea.

La causa más común de diarrea en terneras menores a

las 4 semanas son las infecciones causadas por bacte-
rias como la E. coli y la Salmonella, por coronavirus y ro-
tavirus, y por el protozoario Cryptosporidia. La coccidia,
es también un grupo de protozoarios, que a menudo
causa diarrea en terneras mayores a las 4 semanas de
edad.

La infección bacteriana puede afectar además otras par-

tes del cuerpo como los pulmones, las articulaciones, el
cerebro y la cavidad abdominal, dando como resultado
fiebre, depresión y una debilidad crónica.

Hay que entender también que existe un tipo de diarrea Existe en el mercado una serie de productos comerciales
no infecciosa, conocida como diarrea mecánica o nutri- conocidos como electrolitos, los cuáles son ideales para

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aquellos animales que presentan diarrea y por ende algún
grado de deshidratación. Los electrolitos se pueden ofre-
cer por medio de chupón o balde. Igualmente, se puede
hacer uso de un alimentador esofágico en aquellas terne-
ras débiles o que no quieren tomar del balde o del chupón
(Figura 3). Como regla general, una ternera con diarrea
debe recibir al día un 10% de su peso en fluidos recons-
tituyentes. Esto quiere decir, que una ternera de 40 kg,
deberá recibir 4 litros de electrolitos al día. Estos 4 litros
se pueden ofrecer en dos tomas de 2 litros cada una entre
las tomas de leche.
Es importante aclarar que en el pasado se recomendaba
no continuar ofreciendo la leche o el reemplazador a las
terneras con diarrea. Sin embargo, actualmente se reco-
mienda continuar ofreciéndolo para satisfacer los requeri-
mientos tanto energéticos como proteícos de los animales
y evitar así la pérdida de peso de los mismos.
Recomendaciones para disminuir la incidencia de dia-
rreas en las terneras
Ofrezca un adecuado volumen de calostro de buena ca-
lidad durante las primeras horas de vida de las terneras,
para que puedan absorber una buena masa de anticuer-
pos que le ayuden a combatir las infecciones durante las
primeras semanas de vida.
Separe aquellas terneras con diarrea de las terneras sa-
nas, para evitar así la contaminación cruzada y mantenga
adecuadas condiciones higiénicas en los corrales donde
se encuentran las terneras.
Lave adecuadamente los utensilios que utiliza para ali-
mentar a las terneras. En caso de utilizar los mismos
utensilios para todos los animales, alimente a los anima-
les enfermos de último.
Los lugares donde paren las vacas (potrero o corral de
parición) deben estar lo más limpios posible, de manera
que no representen un foco de infección para los anima-
les que van a nacer ahí.
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Figura 3. Alimentador esofágico para la administración
de electrolitos
En resumen
La diarrea es un problema frecuente que afecta a las ter-
neras, especialmente durante los primeros días de vida
y es causada por la interacción de uno o varios microor-
ganismos infecciosos y una serie de factores que la pre-
disponen, como un inadecuado suministro de calostro,
pobre nutrición y factores ambientales, entre otros. El
mayor problema que ocasiona la diarrea es una deshi-
dratación progresiva que puede ocasionar la muerte del
animal. La administración de fluidos reconstituyentes
(electrolitos) es el factor más importante para corregir
la deshidratación, en tanto la aplicación de antibióticos
puede no ser un tratamiento adecuado en todos los ca-
sos. La mejor forma de prevenir la enfermedad es redu-
cir al máximo la exposición de los animales a los agentes
infecciosos.
Bibliografía
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