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Tema 2.

EL EMPRESARIO Y LA EMPRESA

1. CLASES DE EMPRESARIOS.

 CONCEPTO DE EMPRESARIO MERCANTIL.

En primer lugar, debemos de recordar que empresario no es igual a empresario


mercantil o comerciante. Pues bien, conforme a esto podemos distinguir los
siguientes tipos de empresarios:

- Por un lado, tenemos al empresario desde el punto de vista económico


que es la persona física o jurídica que se sirve de una empresa para
realizar en nombre propio una determinada actividad económica. Es
decir, es el oferente en el mercado.
- Por otro, tenemos al empresario desde el punto de vista jurídico, que es
la persona física o jurídica que en nombre propio y por sí o por medio de
representante ejerce organizada y profesionalmente una actividad
económica dirigida a la producción o a la mediación de bienes o de
servicios para el mercado al que el ordenamiento jurídico le atribuye un
status jurídico-privado especial: el estatuto jurídico del comerciante
(Régimen registral, contabilidad, representación ...).

En segundo lugar, debemos de recordar que las reformas derivadas del código
de comercio en la sustitución terminológica de comerciante a empresario, es
una sustitución irrelevante.

Por último, he aquí la exclusión de aquéllos empresarios NO MERCANTILES, que


son aquellos que se dedican a la agricultura, ganadería, artesanía, y
profesionales liberales tales como el abogado, arquitecto o médico.

No obstante, dada la diversidad de leyes que se le pueden aplicar a unos y a


otros, como es en el caso del empresario mercantil al que se le aplica todo, y al
empresario NO mercantil al que se le aplica alguna de las leyes contempladas
en el código de comercio y otras leyes especiales, existe en la actualidad una
aspiración a lograr un régimen unitario.

 CLASES DE EMPRESARIOS MERCANTILES.


En un primer momento, atendiendo a la clasificación de empresarios
mercantiles, podemos distinguir entre; empresarios individuales y empresarios
sociales.

- Los empresarios individuales o físicos, podemos identificarlos como


autónomos. Estos son aquéllos que sin asociarse, ya es empresario,
aunque estos igualmente requieren que se inscriban en el registro
mercantil. A estos se les imputan una serie de relaciones establecidas
con terceros (créditos y deudas), el cual responde con su patrimonio
presente y futuro de las deudas derivadas de la empresa. Esto es a lo
que se denomina como responsabilidad patrimonial universal o
responsabilidad civil (art. 1911CC). Es más, debemos de destacar que en
España, no ocurre como en otros países en el que es posible diferenciar
el patrimonio personal y el patrimonio empresarial, por lo que el
empresario individual en España, siempre responderá con “todo”.
- Los empresarios sociales o persona jurídica es aquél que parte de la
agrupación con más personas. Es decir, se da la puesta en común para
la explotación de una actividad económica para distribuir las ganancias
obtenidas. Esto es lo que lo diferencia de las cooperativas, las cuales se
constituyen sin ánimo de lucro. De modo que podemos decir que, el
empresario mercantil es la propia sociedad nacida de su constitución
conforme a derecho.
- Por último, tenemos las sociedades unipersonales.

Otra gran clasificación que podemos hacer, es aquella que distingue entre
pequeños y grandes empresarios.

Sin embargo, antes de seguir con la clasificación, hemos de anotar que dicha
diferenciación no llega a ser un criterio uniforme ya que ésta dependerá
siempre del tamaño de la empresa. Y, como el tamaño de la empresa no viene
determinado en el código de comercio, sólo podemos remitirnos a algunas
normas administrativas que tienen criterios dispares según los efectos
asociados, así por ejemplo:

▪ A efectos de sociedades de garantía recíproca, son PYMES las que


no superen los 250 trabajadores (Ley 1/1994, de 11 de marzo).

▪ Microempresas a los efectos del PGC PYMES: activo <1 millón de


euros; cifra anual de negocios <2 millones de euros; plantilla media
<10 trabajadores (dos circunstancias en dos ejercicios
consecutivos). (RD 1515/2007, de 16 de noviembre).

▪ Cuentas anuales abreviadas (Arts. 257 y 258 LSC) .

▪ IS al tipo reducido y cierta libertad de amortización para empresas


cuya cifra de negocios sea inferior a 6 millones de euros. (RD Leg.
4/2004, de 5 de Marzo).
De modo que esta clasificación tiene de algún modo cierta importancia por
cuanto que dependiendo de ella, será importante a efectos de garantía
recíproca, a efectos del PGC PYMES y para la libertad de amortización.

Por último, otra clasificación que podemos apreciar aquí, es aquella que
diferencia entre empresarios públicos o privados. La existencia de
empresarios públicos o privados se debe por la garantía constitucional de la
iniciativa pública en la actividad económica (art. 128.2 CE), que permite la
existencia de empresarios mercantiles de titularidad pública (entidades
públicas empresariales, sociedades mercantiles estatales, etc.) Así también
permite la existencia de empresarios privados dado el reconocimiento a la
libertad de empresa.
2. REQUISITOS PARA LA ADQUISICIÓN DE LA CONDICIÓN
DE EMPRESARIO MERCANTIL.

Para poder adquirir la condición de empresario mercantil, se debe de cumplir


una serie de requisitos legales entre los cuales se destaca; la capacidad y la
habitualidad. Así también, es necesario el requisito de la profesionalidad.

Pues bien, comenzando por los requisitos legales, hemos de destacar lo que
establece el art. 1 del código de comercio, y es que en él se nos dice que son
comerciantes para los efectos de este código; los que teniendo capacidad legal
para ejercer el negocio, se dedican a él habitualmente, y las compañías
mercantiles o industriales que se constituyeren con arreglo al código.

De manera que, cabe preguntarnos, ¿Quiénes poseen esa capacidad legal para
ejercer el negocio?: pues rápidamente nosotros podríamos decir que tienen
capacidad aquéllos que sean mayores de edad y que tengan la libre disposición
de sus bienes, pues así lo afirma también el art. 4 del código de comercio,
¿pero qué pasa con los menores emancipados, menores o incapaces?: en este
caso podemos decir que éstos carecen de capacidad legal para poder ejercer el
negocio, pero sí pueden ser empresarios mercantiles en el caso de que tengan
que continuar con el comercio ejercido por sus padres o causantes mientras
que se les haya autorizado judicialmente. Esto quiere decir que tienen
capacidad para ser comerciantes, pero no para ejercer el negocio. Art. 5 del
código de comercio.

Pues bien, además de que los mayores de edad con la libre disposición de sus
bienes tengan capacidad legal para ejercer el negocio, se requiere también de
una habitualidad, es decir, de una pluralidad de actos de comercio, pues no
basta con que se haya hecho uno o algunos. Pues, para el caso de realizar
actos mercantiles aislados, regirán las normas generales y los requisitos
establecidos en el Cc para cada caso.

Por último, como ya hemos apuntado, se requiere del requisito de la


profesionalidad por actuación en nombre propio y cuenta propia, sea por sí o
por medio de representantes.
3. PROHIBICIONES E INCOMPATIBILIDADES PARA EL
EJERCICIO PROFESIONAL DE ACTIVIDADES
MERCANTILES.

Los supuestos de limitación de empresa es que la ley prohíba, establezca una


incompatibilidad o una inhabilitación especial para el ejercicio del comercio.
Pues bien, como ya sabemos están capacitados aquellos mayores de edad no
incapacitados que tengan la libertad de sus bienes para poder iniciar el ejercicio
profesional de actividades económicas mercantiles o industriales.

Pero que, como ya hemos dicho, existen casos de limitación a dicha libertad por
medio de una prohibición legal, incompatibilidad o inhabilitación que impiden
tanto el ejercicio directo del comercio en nombre propio (todo él o un sector),
como su ejercicio de forma indirecta, con persona interpuesta o el desempeño
del cargo de administrador de una sociedad que lo ejerciera.
 Supuestos de prohibiciones:
En este caso, la ley prohíbe el ejercicio de determinadas actividades por
suponer competencia ilícita. Algunos de los ejemplos que podemos extraer son
los siguientes:

 Así en el caso de los socios colectivos (Arts. 136 y 137 CdC): la ley
prohíbe trabajar para otro sitio que no sea en la sociedad.

 Otros ejemplos; factor (Artículo 288 CdC): Los factores no podrá


traficar por su cuenta particular
 Capitán del buque (Art. 613 CdC): El Capitán que navegare en flota
común o al tercio no podrá hacer por su cuenta negocio alguno
separado.
 Administradores de sociedades de responsabilidad limitada (Art. 65
LSRL)

 Anónima (Art. 132.2 LSA).


 Supuestos de incompatibilidades:
 Un primer supuesto de incompatibilidad serían aquellos que se
encuentran recogidos en los arts. 13.3 y 14 del código de comercio
en los cuales se señalan que ciertas personas por ocupar ciertas
profesiones (jueces, fiscales, fedatarios públicos, etc), no pueden
realizar actividades empresariales por entenderse que las mismas
pueden afectar al estricto cumplimiento de sus deberes o verse
comprometidas su imparcialidad e independencia. En la mayoría de
los casos hablamos de incompatibilidad absoluta, en otros sólo afecta
al ejercicio del comercio en el territorio en que se desempeñan las
funciones. Hemos decir también, que las consecuencias de infracción
de la incompatibilidad son de tipo sancionador administrativas frente
al funcionario público quien las ha realizado.

 Es más, como ya hemos señalado, las consecuencias de su infracción


son de tipo sancionador administrativas, por lo que no nos ha de
extrañar que el régimen del código de comercio se haya visto
superado por normas de carácter administrativo: como lo son por
ejemplo, la Ley de Incompatibilidades de 1984 para los funcionarios
públicos; LOPJ, para los jueces y magistrados; LO de 1985 referida a
miembros del Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder
Judicial, Tribunal de Cuentas, etc.; Ley de Incompatibilidades de
Altos Cargos de 2006, etc.

 Por último, como ya hemos apuntado, las consecuencias de la


infracción de la incompatibilidad no es la nulidad del acto efectuado –
que es perfectamente eficaz- sino, en su caso, sanciones
administrativas.

 Supuesto de inhabilitación:
En cuanto a los supuestos de inhabilitación, podemos señalar el art. 13.2 del
código de comercio que conforme a la redacción dada por la LC: “no podrán
ejercer el comercio ni tener cargo ni intervención directa administrativa o
económica en compañías mercantiles o industriales…. Las personas que sean
inhabilitadas conforme a la Ley Concursal mientras no haya concluido el período
de inhabilitación fijado en la sentencia de calificación del concurso”.

Es decir, cuando la persona ha sido declarada en concurso de acreedores,


queda por un tiempo inhabilitada para ejercer el comercio cuya inhabilitación
tiene un período de 2 y 15 años. Dicha inhabilitación sólo será posible cuando el
concurso sea declarado como culpable en la sentencia de calificación.

Una anotación que podemos hacer aquí es que, cuando el concurso de


acreedores se presenta, este se resuelve mediante “convenio” en donde se le
otorga al insolvente una serie de plazos, una quita…etc. O bien, mediante
“liquidación” en donde el concursado debe de pagar a todos los acreedores con
todo su patrimonio hasta quedar insolvente, es decir; hasta que no le quede
con qué responder. Por ello, este último proceso puede ser perjudicial para el
acreedor ya que, mientras que a unos se les salda la deuda, otros pueden
quedarse sin cobrar debido a la insuficiencia de patrimonio del deudor.
4. ADQUISICIÓN Y PÉRDIDA DE LA CONDICIÓN DE
EMPRESARIO MERCANTIL.

 ADQUISICIÓN DE LA CONDICIÓN DE EMPRESARIO.


En primer lugar, hay que distinguir entre personas físicas y personas jurídicas,
ya que estás tienen una forma distinta de adquisición de la condición de
empresario.

Así, en las personas físicas; la adquisición de la condición de empresario


individual se obtiene con independencia de ningún trámite formal, sólo por la
concurrencia de un dato real; el ejercicio profesional en nombre propio de la
actividad económica mercantil o industrial. Es decir, para que comience a ser
empresario sólo tiene que ejercer una situación de hecho: empezar a ejercer
una actividad comercial. Así, el código de comercio se basa en una serie de
presunciones “iuris tantum” en el que aprecia cuando se ejerce una actividad
mercantil. Y estas son las siguientes:

 Las establecidas en el art. 3 del código de comercio; estas son la


habitualidad y la profesionalidad. Y además, se presume desde que, por
cualquier medio, se realiza publicidad de un establecimiento cuyo objeto
sea una operación mercantil.
 Otra presunción se basa en la inscripción en el Registro Mercantil o la
certificación de contribuir o tributar por algún impuesto que grave la
actividad, conforme a lo dictado por la jurisprudencia.

En cuanto a las personas jurídicas, hemos de decir que estas adquieren la


condición de empresario cuando se constituyen formalmente conforme a
derecho. Estas dependen según los casos, de distintas formalidades. Pero por
regla general; deben inscribirse en el registro mercantil ante notario.
 PÉRDIDA DE LA CONDICIÓN DE EMPRESARIO.
En este caso, ocurre igual que en el caso anterior, y es que habrá de diferenciar
entre personas físicas y jurídicas.

En el caso de las personas físicas, la pérdida de la condición de empresario se


debe en general, por el cese de la explotación de las actividades económicas.
Es decir; de dejar de ejercer la situación de hecho; dejar de ejercer una
actividad comercial. Es más, es importante destacar a modo de ejemplo, los
casos a los que se debe dicha pérdida:

 En primer lugar, la pérdida se debe a la muerte del empresario. Pero,


OJO; no por la incapacitación, ya que en su caso, sus actividades podrán
ser ejercidas por su representante legal. (Art. 5 del código de comercio).
 En segundo lugar, la pérdida de la condición de empresario, también
puede deberse a la trasmisión, donde el trasmisor al ceder la actividad
comercial deja de ser empresario.

Ahora bien, en cuanto a las personas jurídicas, hemos de decir que la pérdida
de la condición de empresario se producirá con su extinción con la cancelación
registral, previa la disolución y liquidación de la sociedad. Dicho en otras
palabras; por el hecho de dejar de ejercer la actividad comercial y por acudir al
registro mercantil para que se nos borre de él.

5. RESPONSABILIDAD DEL EMPRESARIO INDIVIDUAL. EL


EMPRESARIO CASADO.

 PRINCIPIO GENERAL
Por principio general, el comerciante responde con su patrimonio presente y
futuro (responsabilidad patrimonial universal del art. 1911 del Cc). Como ya
hemos apuntado anteriormente, en nuestro sistema español no existe una
separación entre patrimonio personal y patrimonio de la empresa, por lo que en
un principio podríamos afirmar que el comerciante responderá con “todo”.

Ahora bien, en cuanto a la responsabilidad podemos diferenciar:

 Responsabilidad contractual; aquella en la cual el comerciante responde


de las obligaciones asumidas en el contrato. (Arts. 1100 y ss. CC)
 Responsabilidad extracontractual; aquella en la cual el comerciante
responde por culpa o negligencia. (Arts. 1902 y ss. CC)
 Tendencia legislativa a la objetivación de la
responsabilidad:
Sin embargo, al margen de esta clasificación, existe una tendencia legislativa a
la objetivación de la responsabilidad en donde hablamos de una responsabilidad
por riesgo aun sin culpa o negligencia. Pongamos por ejemplo; la
responsabilidad de la navegación aérea, explotación de central nuclear,
responsabilidad por los daños causados por productos defectuosos…etc.

 Tendencia a la limitación de la responsabilidad:


Otra tendencia, es la limitación de la responsabilidad, bien mediante
limitaciones legales al quantum indemnizatorio por productos defectuosos,
trasporte…etc, o bien por sociedades unipersonales porque pongamos por
ejemplo que el empresario individual está casado en régimen de bienes
gananciales.

 RESPONSABILIDAD DEL EMPRESARIO CASADO EN


RÉGIMEN DE GANANCIALES.
En primer lugar, para poder entender esto hemos de clasificar aquí cuales son
los distintos regímenes en los que uno puede casarse, y estos son tres:

1. Régimen de bienes gananciales.


2. Régimen de separación de bienes.
3. Régimen de participación.

Cuando el empresario está casado en régimen de separación de bienes parece


que no hay ningún problema, pues en el caso de que éste haya de responder,
responderá con todo su patrimonio al margen del patrimonio de su cónyuge.
Pero, ¿qué ocurre cuando el comerciante está casado en régimen de bienes
gananciales?

Pues bien, para poder responder a esta pregunta debemos hacer la siguiente
clasificación y es que los bienes se encuentran clasificados de la siguiente
forma:

- Bienes privativos: él/ella


- Bienes gananciales

Los bienes privativos de cada cónyuge son los que tuvieran antes del
matrimonio y los que se adquieren con posterioridad de forma gratuita como
son por ejemplo; las donaciones y herencias. El resto de los demás bienes son
gananciales. Así, al mismo tiempo hay deudas privativas que corresponden a
cada uno de los cónyuges y deudas gananciales que corresponden a ambos.
Antes de proceder, hemos de señalar aquí cuál es la regla general según el
código civil, y es que en el código civil se establece que la gestión y disposición
de los bienes gananciales se realiza de forma conjunta, aunque los arts. 6 y 12
del código de comercio establecen un régimen especial al régimen general del
código civil: básicamente las especialidades son dos:

1. Según el art. 6; Sólo el empresario individual casado en régimen


ganancial tiene la posibilidad de gestión y disposición, sin contar con el
cónyuge, de los bienes gananciales que hayan sido obtenidos del
negocio de forma ganancial y que se vayan a emplear en actos derivados
del negocio.
2. Según el art. 12; este régimen es excluible por la vía de capitulaciones
matrimoniales. En estas capitulaciones se recogen cuál es el régimen
económico matrimonial, y hemos de apuntar que siempre se presumirá
que el régimen es de bienes gananciales salvo que se dicte lo contrario.
Eso sí, para que estas capitulaciones sean efectivas deben de cumplir
una serie de requisitos, y es que:
 Para que sean oponibles frente a terceros de buena
fe, deben estar inscritas en el registro mercantil.
Dicha inscripción es una inscripción potestativa, es
decir, se necesita de la legitimación o
consentimiento del cónyuge.
 Las capitulaciones no podrán perjudicar los derechos
adquiridos por terceros, sino que, sólo podrán
afectar a acreedores futuros.
 En ellas, no podrán excluirse los bienes privativos
del comerciante y los gananciales derivados del
negocio.

Dicho esto, podemos decir lo siguiente:

 Facultad de gestión y disposición individual de bienes


comunes:
Como ya hemos dicho, el art. 6 establece una excepción al régimen general de
gestión y disposición conjunta de los bienes gananciales establecida en los arts.
1375 y 1377 del Cc. En el art. 6 del CC se establece que al empresario se le
reconocen las facultades de disposición y gestión individual sin necesidad de
consentimiento de su cónyuge, respecto de los bienes y derechos obtenidos
como resultado del comercio o subrogados si se limitan a actos comprendidos
en el ámbito de su actividad empresarial.
 Responsabilidad directa de los bienes gananciales:
Según el art. 1362 del código civil, los gastos derivados de la explotación
regular de los negocios o el desempeño de la profesión, arte u oficio de cada
cónyuge son de cargo de la sociedad de gananciales, luego en la relación
interna, la deuda deberá ser asumida por ambos.

Sin embargo, externamente, es decir; frente a acreedores, el código de


comercio establece una especialidad y es que aunque el art. 1365.2º
establece que los bienes gananciales responden directamente frente a los
acreedores de las deudas contraídas en el ejercicio de la profesión, arte u
oficio, el código de comercio permite que ciertos bienes gananciales queden
exonerados de esta responsabilidad directa.
▪ REGIMEN DE RESPONSABILIDAD DE LOS BIENES DEL
MATRIMONIO POR LAS DEUDAS CONTRAIDAS EN EL
EJERCICIO DEL COMERCIO.
Hemos de diferenciar entre los siguientes tipos de responsabilidad:

1. Responsabilidad mínima: donde en todo caso y sin excepciones ni


requisitos, responden directamente: los bienes privativos del cónyuge
comerciante y los gananciales obtenidos a resultas del negocio. El
problema que se nos puede plantear aquí, es cómo podemos delimitar
cuáles son los bienes gananciales obtenidos a resultas del negocio. ¡¡¡LA
CARGA DE LA PRUEBA!!!
2. Responsabilidad ordinaria: También responden el resto de los bienes
gananciales si el cónyuge del comerciante ha prestado su consentimiento
a que se ejerciera la actividad comercial (Art. 6.2 del código de
comercio). Es más, hemos de decir que se presume el consentimiento
cuando el cónyuge tiene conocimiento pleno de que se está ejerciendo
dicha actividad comercial sin haber puesto oposición expresa. A esto es a
lo que se denomina como consentimiento tácito. (Arts. 7 y 8 del código
de comercio).
Esta presunción implica que a los acreedores le baste probar la
notoriedad del ejercicio que supondrá presumir el conocimiento y, por
tanto, el consentimiento del otro cónyuge.
Además, para destruirla, el cónyuge tiene que acreditar la separación,
falta de convivencia o cualquier otra circunstancia que acredite el
desconocimiento.
Es más, como ya sabemos es necesaria que la oposición expresa del otro
cónyuge debe constar en escritura pública e inscribirse en el registro
mercantil para que sea oponible a terceros de buena fe. Así también, la
revocación de la oposición también debe hacerse pública. Y por lógica,
podemos decir que al ser dicha inscripción facultativa, se faculta al
cónyuge del empresario para que pueda establecer su oposición en el
registro mercantil o revocar dicha oposición.
¿¿¿CARGA DE LA PRUEBA??? >>>preguntar
3. Por último, podemos hablar de una responsabilidad ampliada en donde
se incluirán los bienes privativos del cónyuge del comerciante. Eso sí,
mediante el consentimiento expreso del cónyuge, que como ya hemos
dicho; debe de estar recogido en el registro mercantil, así también como
su posterior revocación, sin perjudicar a terceros por los derechos
obtenidos con anterioridad. (Art. 11 del código de comercio).

En definitiva, existen tres tipos de responsabilidad en régimen de gananciales:

- Responsabilidad mínima: donde se responde con los bienes privativos del


comerciante y los subrogados o derivados del negocio.
- Responsabilidad normal: se responderá con los demás bienes
gananciales mediante el consentimiento expreso o tácito del cónyuge.
- Responsabilidad ampliada: se responde con los bienes privativos del
cónyuge mediante consentimiento expreso.

6. CONCEPTO DE EMPRESA

Como concepto de empresa, podemos partir desde un punto de vista


económico como un conjunto organizado de capital y trabajo destinado a la
producción o mediación de bienes y servicios para el mercado, planificada con
arreglo a un criterio de economicidad.

Es decir, se trata de un conjunto de elementos organizativos y puestos en


funcionamiento capaces de realizar una actividad económica para el mercado,
que no tienen por qué ser necesariamente con ánimo de lucro en donde se
pueden aplicar distintos regímenes del ordenamiento jurídico como por
ejemplo; el derecho laboral, mercantil, civil, fiscal, administrativo…etc.

7. ELEMENTOS INTEGRANTES DE LA EMPRESA

Para identificar los elementos integrantes de una impresa, podemos partir


desde dos puntos de vista:
- Desde el punto de vista objetivo como un conjunto de elementos de
variada naturaleza como son las relaciones laborales, bienes materiales o
inmateriales y relaciones jurídicas, del que empresario se vale para
ejercer su actividad.
- Desde el punto de vista organizativo como una organización productiva de
los elementos objetivos, que no es otra cosa que la empresa, la cual es
la organización más simple de toda la suma de sus elementos
integrantes, ya sean por aspectos materiales como inmateriales o fondos
de comercio.

El fondo de comercio es un conjunto de bienes inmateriales tales como la


clientela, el nombre o razón social y otros de naturaleza análoga que impliquen
mayor valor para la empresa. El fondo de comercio podemos identificarlo por
tanto, como un plus de valor. Es decir; representa un valor intangible que está
en función de tres elementos:
1.Organización: como relación y coordinación de los elementos materiales,
inmateriales y personales.
2.Clientela: personas que de forma estable demandan los servicios y
productos de la empresa. Lo que se valora de la clientela es por tanto,
su estabilidad y por tanto, su valor dependerá en el grado en que la
misma derive de condiciones objetivas inmutables frente al cambio de
titularidad de la empresa. Es decir; que no se vincule con cualidades
subjetivas del empresario.
3.Expectativas de beneficio: que se derivan de los dos elementos anteriores.
Organización + Clientela = Beneficio

8. ESTABLECIMIENTO PRINCIPAL Y SUCURSALES

No cabe confundir empresa con establecimiento, pues empresa es aquélla en la


cual se desarrolla una determinada actividad comercial, mientras que el
establecimiento es EL LUGAR en donde se desarrolla dicha actividad comercial.
En definitiva; en donde se ubica la empresa.

De manera que conforme con lo expuesto, el establecimiento es un elemento


objetivo de la empresa, y desde un punto de vista jurídico lo podemos definir
como TODO lugar de operaciones donde el empresario ejerza de forma no
transitoria una actividad económica con medios y bienes.

Ahora bien, cabe decir también que no sólo la empresa se dota de un solo
establecimiento ya que esta puede ir acompañada de sucursales, siendo el
establecimiento la unidad central o domicilio principal de desarrollo de la
actividad comercial.
9. LA EMPRESA COMO OBJETO DE NEGOCIOS
JURÍDICOS.

Una problemática general se encuentra en que la empresa es frecuente de ser


objeto de trasmisión plena (inter vivos o mortis causa), o limitada
(arrendamiento o usufructo).

Pues bien, la trasmisión inter vivos plantea los siguientes tres problemas:

- En la asunción de deudas y cesión de créditos… ¿Se trasmiten


automáticamente? Para dar respuesta a esta pregunta se nos plantea un
grave problema ya que la ley no dice ni regula nada al respecto. Por lo
que nuestra única salida va dirigida a acudir a las normas generales.
Dichas normas generales nos dicen lo siguiente:

1. En caso de cesión de créditos es necesario pactarlo expresamente entre


el cedente o vendedor y el cesionario o comprador. Ahora bien, ¿Y qué
pasa con el deudor? ¿Se necesita consentimiento expreso de él o no?
Pues la respuesta a esta pregunta es sencilla; y es que del deudor no se
necesita un consentimiento expreso ya que él debe la deuda, ya sea al
vendedor o al comprador, pero lo que sí es necesario es que se le
comunique el cambio de titularidad del crédito ya que así el deudor
tendrá conocimiento de a quién deberá de pagar en un futuro. (Art. 347
del código de comercio).
2. En caso de asunción de deudas, el art. 1205 del CC nos viene a decir lo
mismo que en el caso anterior, y es que se necesita de un acuerdo entre
el vendedor y comprador que notifique expresamente dicha asunción. En
cambio, también se necesitará por parte del acreedor o titular del
crédito, su consentimiento expreso.

- ¿Y la cesión de contratos? ¿Se trasmiten automáticamente? Pues aquí


nos ocurre igual que en el apartado anterior y es que no existe una
norma dedicada en concreto por lo que acudiremos siempre a la
normativa general. La normativa general nos viene a decir que se exige
el consentimiento de la parte contratante. (Figura general de la
subrogación). Sin embargo, conforme a esta normativa general en la que
necesita de consentimiento, existen excepciones en los que se produce
una subrogación automática o como generalmente se denomina; one
legis. Y estas excepciones son las siguientes:
1. El art. 44 del Estatuto de trabajadores, denominado como “Sucesión de
Empresas”, en donde se nos dice de una forma muy extensa que el
subrogado de la empresa deberá de respetar la relación laboral ya
existente, así como los derechos y obligaciones laborales y la seguridad
social, incluyendo los compromisos de pensiones y todas las materias
relativas a la protección social.
2. Arts. 280 y 290 del código de comercio para el caso del factor y del
comisionista, donde la muerte del poderdante no extingue el
apoderamiento pues en su caso, continúan sus herederos que
procederán a resolver o extinguir el contrato.
3. Art. 27 de la Ley de Contrato de Agencia. El agente es la persona que
con carácter estable se obliga a promover operaciones comerciales para
otro. Son por tanto, los vendedores. En este art. se nos dice que la
muerte del empresario no extingue el contrato acordado entre el
empresario y el vendedor ya que a él le suceden sus herederos. (Por
ejemplo; el dueño de la Coca-cola tiene a varios agentes o vendedores
que se dedican a distribuir el producto; la muerte del dueño de la
empresa no vinculan a sus trabajadores en la empresa, pues a él le
suceden sus herederos).
4. Art. 32 de la Ley de Arrendamientos Urbanos. En este artículo se
establece que salvo pacto en contrario, el arrendatario tiene derecho a
ceder el contrato o traspaso de la empresa.

- Prohibición de la competencia. ¿Está obligado el transmitente a no


efectuar la competencia contra el adquiriente? Como en los casos
anteriores tampoco hay una norma que diga nada al respecto pero
atendiendo a normas generales habrá que acudir al pacto que se haya
celebrado entre ambos para verificar qué se ha pactado en él. Es decir;
para verificar si en él se ha pactado expresamente si yo puedo o no
seguir siendo empresario o seguir compitiendo con él o no. Ya que esto
es importante a efectos de clientela, nombre o razón social que pueden
impedir el beneficio legítimo del adquiriente.

De modo que conforme a lo expuesto, el acuerdo o pacto ha de ser


posible, válido, lícito y obligatorio. Así, cuando hablamos de que debe de
ser conveniente para el comprador decimos que sirve para asegurarse la
compra y la competencia y permitir que consolide el objeto de la
compra.
Pero ahora bien, ¿Y si no se pacta nada? ¿Puede el vendedor a seguir
compitiendo? Esto es a lo que se denomina como silencio contractual,
art. 1258 del CC. En él se nos dice que es consecuencia natural
conforme al principio de la buena fe, al uso y a la ley, que no se podrá
competir en el mismo territorio y durante el plazo que le permitan al
adquiriente consolidar la clientela, donde se aplica un límite temporal de
forma análoga de 5 años.

Así, la empresa puede ser objeto de múltiples negocios como son la


compraventa, el arrendamiento, hipoteca, transmisión mortis causa…etc.

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