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FACULTAD DE DERECHO
SOCIOLOGÍA JURÍDICA
CATEDRÁTICO:
ENSAYO:
ALUMNO:
TOLUCA, MÉXICO
INDICE
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………
………………..……V
LIBRO 1
LIBRO 2
LIBRO 3
LIBRO 4
LIBRO 5
LIBRO 6
PRÍNCIPE…………………………………………………………………………
…………………LI
CONCLUSIÓN……………………………………………………………………
………..….LXXIII
Introducción
LIBRO PRIMERO
CAPÍTULO PRIMERO
CAPÍTULO DOS
Antes que todas las leyes están las naturales, derivadas dela
constitución de nuestro ser. Considerando al hombre antes de
existir las sociedades. Las leyes que en tal estado rigieran
para el hombre, esas son las leyes de la naturaleza.
La ley que al imprimir en el hombre la idea de un creador nos
impulsa asía el, es la primera de las leyes naturales. El
hombre, en el estado natural, no tendría conocimientos, pero
si la facultad de conocer, pensaría primero en la conservación
de su ser que en investigar el origen de su ser; así resulta que
la paz es la primera de las leyes naturales.
El primer deseo que Hobbes atribuye a los hombres es el de
subyugarse unos a otros, pero no tiene razón. Hasta que el
hombre vivo en sociedad tubo motivos para atacar y para
defenderse.
El sentimiento de sus necesidades y el buscar sus alimentos
es otra ley natural. Una tercera ley fue el temor reciproco que
los izo aproximarse a otros de su misma especie dándose la
atracción de los sexos.
Los sentimientos que añade al hombre el conocimiento
dándole motivo para unirse y el deseo de vivir juntos es una
cuarta ley natural.
CAPÍTULO TERCERO
IX
LIBRO SEGUNDO
CAPÍTULO PRIMERO
CAPÍTULO SEGUNDO
CAPÍTULO TERCERO
CAPÍTULO CUARTO
CAPÍTULO QUINTO
LIBRO TERCERO
CAPÍTULO PRIMERO
CAPÍTULO SEGUNDO
CAPÍTULO TERCERO
CAPÍTULO CUARTO
CAPÍTULO QUINTO
CAPÍTULO SEXTO
CAPÍTULO SÉPTIMO
CAPÍTULO OCTAVO
CAPÍTULO NOVENO
CAPÍTULO DECIMO
CAPÍTULO ONCEAVO
LIBRO CUARTO
CAPITULO PRIMERO
CAPITULO SEGUNDO
CAPITULO TERCERO
CAPITULO CUARTO
CAPITULO QUINTO
CAPITULO SEXTO
CAPITULO SÉPTIMO
CAPITULO OCTAVO
LIBRO QUINTO
CAPITULO PRIMERO
CAPITULO SEGUNDO
CAPITULO TERCERO
XXIX
CAPITULO CUARTO
Encierra pues una gran verdad la máxima que sigue: Para que
en una República se ame la igualdad y se estime la
frugalidad, es menester que las hayan establecido las leyes
de la República.
XXXI
CAPITULO QUINTO
CAPÍTULO SEXTO
CAPITULO SEPTIMO
OTROS MEDIOS DE FAVORECER EL PRINCIPIO DE LA
DEMOCRACIA
CAPITULO OCTAVO
XXXVIII
Es preciso que las leyes dicten los medios más eficaces para
que los nobles hagan justicia al pueblo. Si las leyes no
establecen un tribuno, que lo sean ellas mismas.
Cuando las leyes han igualado las familias, todavía les falta
mantener la unión entre ellas. Las diferencias entre los nobles
deben zanjarse con la mayor prontitud; sin esto, la contienda
que surja entre dos personas se transformará en peligrosa
contienda entre familias. Para que no haya pleitos o para
cortarlos, se debe recurrir al arbitraje.
CAPITULO NOVENO
CAPITULO DECIMO
CAPITULO ONCEAVO
CAPITULO DOCEAVO
XLVI
CAPITULO TRECEAVO
CAPITULO CATORCEAVO
CAPITULO QUINCEAVO
CAPITULO DIECISEISAVO
Y así es el despotismo.
CAPITULO DIECIOCHOAVO
CAPITULO DIECINUEVEAVO
LIBRO SEXTO
CAPITULO PRIMERO
CAPITULO SEGUNDO
CAPITULO TERCERO
LXII
CAPITULO CUARTO
DE LA MANERA DE ENJUICIAR
CAPITULO QUINTO
Las leyes son los ojos del príncipe, quien ve por ellas lo que no
vería sin ellas. Cuando quiere substituirse a los tribunales,
trabaja no para si sino para sus seductores y contra si mismo.
CAPITULO SEXTO
CAPITULO SÉPTIMO
CAPITULO OCTAVO
CAPITULO NOVENO
LXVIII
CAPITULO DECIMO
CAPITULO ONCEAVO
Las penas de las leyes reales y las de las leyes de las doce
tablas, fueron casi todas abolidas al establecerse la República,
bien por efecto de la ley Valeriana, bien por consecuencia de
la ley Porcia. Y no se observó que la República se resintiera en
nada ni resultara desarreglo alguno.
CAPITULO DOCEAVO
No hay que llevar a los hombres por las vías extremas; hay
que valerse de los medios que nos da la naturaleza para
conducirlos. Si examinamos la causa de todos los
relajamientos, veremos que proceden siempre de la
impunidad, no de la moderación en los castigos.
CAPITULO TRECEAVO
CAPITULO CATORCEAVO
CAPITULO QUINCEAVO
CAPITULO DIECISEISAVO
CAPITULO DIECISIETEAVO
Capitulo dieciochoavo
CAPITULO DIECINUEVEAVO
Los Estados despóticos están por las leyes simples; así usan
tanto de la ley del Talión. En los Estados moderados se admite
algunas veces; pero hay una diferencia: que en los primeros
se practica con rigor y en los últimos caben los
temperamentos.
CAPITULO VEINTEAVO
CAPITULO VEINTIUNAVO
CONCLUSIÓN
LXXXII