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CINCO LEYES INMUTABLES DE HOMEOPATÍA:

La homeopatía se caracteriza por no usar drogas medicamentosas de la farmacología, sino por


el contrario, sus remedios son sustancias naturales altamente diluidas. Es importante que si se
llegara a administrar un remedio equivocado, no existen complicaciones, dado que la
homeopatía está basada en una serie de leyes y normas que no se modifican desde su
creación.

LEY DE SIMILITUD:
Un medicamento homeopático posee un efecto curativo cuando es capaz de producir en el
individuo enfermo los mismos síntomas que pretenden erradicar. Se crean, entonces en el
organismo, dos enfermedades diferentes: la natural y la medicamentosa (que tiene que ser de
mayor potencia) pero como en el cuerpo humano no pueden coexistir dos dolencias similares
al mismo tiempo, la homeopatía hace desaparecer a la primera para a su vez, posteriormente,
hacer desaparecer a la segunda debido a su artificialidad. La similitud es aquella del efecto del
remedio respecto de la enfermedad.

LEY DE LA DOSIS:
Para que un remedio sea realmente homeopático, debe estar realmente diluido por medio de
un procedimiento especial. Las dosis más diluidas se distinguen por la ausencia del
medicamento original, debido a que se ha llegado a tal difusión molecular que la droga madre
ha desaparecido.

LEY DE EXPERIMENTACIÓN:
La homeopatía está basada en sustancias naturales que, para ser efectivas, deben ser
previamente probadas en personas sanas. En lugar de probar las drogas en laboratorios o
sobre animales, la homeopatía los investiga únicamente en el hombre, siempre que esté en
buenas condiciones de salud.

LEY DEL MEDICAMENTO ÚNICO:


La homeopatía se caracteriza por ser un tratamiento cimentado en el uso de un sólo remedio
cuyos síntomas patogenésicos concuerden con el individuo enfermo. Si se asocia a otro
remedio que tenga síntomas diversos, los resultados serán diferentes a los buscados.

LEY DE CURACIÓN:
Toda enfermedad para curarse, debe seguir una serie de fases. Las tres fundamentales son:

a) Exonerativa: las enfermedades se curan de adentro hacia fuera.


b) Degradativa: las enfermedades se curan de arriba hacia abajo, es decir que los
síntomas van desapareciendo desde la cabeza hacia los miembros inferiores.
c) Involutiva: las enfermedades se curan en el orden inverso a la aparición de los
síntomas.

En este sentido la aparición de eccemas, focos reumáticos o cistitis sufridos años atrás, es un
signo absolutamente favorable porque señala un “proceso mórbido”, necesario para una
recuperación total.

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