Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
(1) Arqueólogo
(2) Arqueólogo
(3) Arqueólogo
INTRODUCCIÓN
El nombre de cerámica deriva del griego keramos, que significa tierra grasa o arcilla
Las propiedades plásticas de la arcilla se han aprovechado en todos los tiempos y por
todos los pueblos.
Hace mucho tiempo que se descubrió que esta tierra se dejaba conformar con la mayor
facilidad en estado crudo y que el cocido le daba solidez y duración. Se encuentran
numerosos vestigios de su empleo en el origen de muchas civilizaciones.
Para los pueblos antiguos, la cerámica no sólo adquirió valor utilitario o doméstico; sino
que también adquirió un sentido vinculado a sus creencias y necesidades espirituales.
El estudio de la cerámica de Toma de Agua reviste especial importancia, no sólo por sus
características interesantes y porque complementa los resultados obtenidos en el resto
de los sitios arqueológicos de la Región Centro-Sur de Cuba; resulta importante además,
porque con ello se culminan -en estos momentos- los estudios monográficos, que desde
1985 se venían ejecutando por los autores de esta investigación.
Por constituir el área donde se practicó la excavación parte de un montículo residual y
haberse elegido, además la estratigrafía artificial como procedimiento, en la práctica
resultó contraproducente realizar un estudio seriado de la cerámica. No obstante, se
posee la información requerida relacionada con las capas naturales de la excavación. Sin
lugar a dudas que el acometimiento de esta otra parte de la investigación próximamente,
redundará en una mayor información de esta industria.
MATERIALES Y MÉTODOS
ÁREA DE ESTUDIO
El sitio arqueológico Toma de Agua está ubicado próximo a la margen izquierda del río
Zaza, a 18 km de la costa sur y a sólo 5 km del poblado Heriberto Orellanes (San
Carlos), dentro de los límites del término municipal La Sierpe, en la actual provincia de
Sancti-Spiritus, Cuba.
La localización cartográfica está dada por las coordenadas: x-21500, y-664100, de la
hoja nº 4381-III (Guasimal), escala 1:50000 del ICGC.
Fué descubierto en el año 1984 por Reinaldo Pérez Jiménez y José Vilas Castel, cuando
realizaban ambos una exploración en un sitio perteneciente al Mesolítico, no muy
distante del lugar.
Las primeras evidencias colectadas en superficie consistían en: un sumergidor de red,
cuatro percutores, un fragmento de hacha petaloide y varios fragmentos de cerámica.
Posteriormente, a mediados de 1985 y durante los trabajos de acondicionamiento del
terraplén que comunica con La Toma de Agua, la motoniveladora ocasiona un pequeño
derrumbe en el talud izquierdo del camino, poniendo al descubierto cierta cantidad de
fragmentos de cerámica.
En el año 1987 se llevan a cabo los primeros trabajos de campo en el sitio por parte de
trabajadores del museo municipal y miembros del grupo Caonao de Cabaiguán;
detectándose en esta ocasión dos áreas fundamentales e iniciándose por primera vez una
excavación de rescate en el área nº 2, alterada por los trabajos de acondicionamiento del
terraplén. En el propio año (1987), personal del Departamento de Arqueología de la
Academia de Ciencias de Cuba, miembros del grupo Caonao y trabajadores del Museo
Municipal La Sierpe visitan el lugar y se efectúa un estudio tecnotipológico del material
de piedra tallada colectado en esta excavación de rescate. Finalmente, en el verano de
1994 -los autores de esta investigación- realizan las primeras excavaciones controladas
en los sectores N y S del área nº 2; exhumándose en esta ocasión abundante material
consistente en: restos de dieta, evidencias líticas y cerámica.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se obtuvo fertilidad hasta el nivel XI (1,50 m - 1,60 m), colectándose un total de 1019
fragmentos de cerámica, distribuidos de la siguiente manera: 877 fragmentos de
vasijas y 142 bordes de vasijas. De estos bordes, sólo 5 resultaron presentar
decoraciones. (ver Tabla nº 1)
Tratamiento de la Pasta.-
El grueso de las paredes de los ceramios oscila entre 6 y 8 mm (el mayor número de
ellos); lo que representa un 64,5 % del total de fragmentos. El 30,4 % están
comprendidos entre 9 mm o más y el 3,8 % posee un grueso entre 2 y 5 mm.
La fragmentación es -en general- irregular ( el 67,8 % de la muestra presenta esta
característica).
El temperante es considerado de fino a medio, es decir, con partículas que no
sobrepasan 1 mm de diámetro y cuando estas aparecen, lo hacen minoritariamente. Este
temperante consiste en arena fina de naturaleza cuarcítica y microcanto con cierto
contenido de óxido de hierro. Sin embargo, se pudo comprobar que en los niveles más
tempranos aparece la adición de lentículas de mica al temperante, lo cual puede estar
dado por la posible sustitución de la fuente de materia prima originaria en determinado
momento; ya sea por su agotamiento, lejanía o cualquier otra causa.
La dureza de la pasta, aplicando la escala de Mohs, resultó estar entre 3 y 4; lo que se
corresponde con la dureza determinada en otros complejos ceramistas del Centro-Sur de
Cuba.
En relación con la textura es en gran medida compacta (92,2 %); lo cual está motivado
por el grueso del temperante (fino a medio).
Referente a la cocción, en el 53,8 % se observan núcleos reducidos, mientras que el
10,8 % aparecen oxidados y el 35, 3 % muestra bicromatismo. No cabe dudas que la
cocción se llevó a cabo en una atmósfera de temperatura baja; lo cual -al parecer- fue
más acentuado en los niveles más tempranos de ocupación del sitio (niveles XI - VIII).
En cuanto al método de manufactura, fue el de acordelado.
Tratamiento de la superficie.-
La cerámica de Toma de Agua se caracteriza por presentar en la superficie externa de
los tiestos una coloración predominantemente pardo clara; ya que el 46,6 % de la
muestra analizada (877 fragmentos) presentó esta coloración, le sigue la coloración
pardo oscura en un 28,3 % de los tiestos y finalmente la pardo rojiza en un 24,9 %.
Por su parte, la superficie interna se presenta pardo clara en un 48,1 % (422
fragmentos), pardo rojiza el 32,3 % (284 fragmentos) y pardo oscura el 19,4 % (171
fragmentos). Esto evidencia la similitud de ambas superficies en cuanto a coloración en
la mayoría de los tiestos. También la gran mayoría de los tiestos que integran la muestra
tienen superficie compacta, bien alisadas; aunque sólo se detectaron 4 fragmentos con
alisamiento muy esmerado, evidenciando al tacto esta particularidad. En cambio 64
fragmentos presentan superficies granulosas, producida por un temperante grueso en la
pasta; lo cual no permitió un espatulado uniforme, dando superficies granulosas
croqueladas.
Las superficies se muestran en esta cerámica irregulares, siendo los defectos más
comunes las oquedades producidas -generalmente- por microcantos o "perdigones"
desprendidos durante la manufactura y que luego el alisado no hizo desaparecer, los
"palillazos" o huellas del instrumento con que se alisaron las superficies (espátulas o
escobillas), abultamientos y depresiones, ennegrecimiento en determinadas zonas,
muchas veces producido durante la cocción de los ceramios y alisamiento incorrecto, lo
que en no pocas ocasiones dejan ver las uniones entre cordeles sucesivos mal sellados
en partes, defecto frecuente en las superficies internas de los tiestos.
Tipos de bordes.-
Del total de evidencias cerámicas estudiadas (1019 frgm.), el 86,1 % (877) corresponde
a fragmentos de vasijas, mientras que el 13,9 % (142) constituyen bordes; frecuencia
esta que se corresponde por su similitud con la mayoría de las exhumaciones del
referido material en otras áreas arqueológicas del territorio espirituano y del país. De
estos 142 bordes de vasijas, el 50,7 % son rectos, el 28,1% invertidos, el 11,2 %
evertidos y 14 bordes resultaron indeterminados por sus dimensiones.
Son indistintamente frecuentes los topes planos, redondos y acuminados; aunque debe
destacarse que en las vasijas con respaldo o aquilladas predominan los topes planos. No
se descarta la posibilidad de que para varios tipos de vasijas de cerámica el aborigen
ejecutara en ellas diferentes topes de bordes, en dependencia del uso que ellas iban a
tener (Sampedro, 1989).
Se observó que la presencia de "rebabas" en las proximidades del borde estaba dado por
la elaboración mayormente de topes planos. Además, los topes biselados son muy
poco frecuentes o insignificantes en número.
Decoraciones.-
Las decoraciones detectadas en el total de la población estudiada son escasas. En total
se definieron 19 ejemplares decorados, incluyendo 7 asas; lo que constituye sólo el
2,16%
El número de asas es muy reducido, con un representante en cada uno de los tipos
observados: cilíndrica sin decoraciones adicionales, cornamusa con las puntas
deprimidas, dos fragmentos de las llamadas asas de barbotina, tabular ancha y muy
deprimida; que recuerda una paleta o una cola de manatí, pero sin decoraciones
adicionales y otra muy pequeña y discreta, fracturada en varios pedazos y perteneciente
a un fragmento de recipiente con borde. En la colección del museo existe un asa de
lazo; la cual procede de la excavación de rescate efectuada con anterioridad.
Tamaño y forma.-
A partir de la medición de los fragmentos de bordes de las vasijas se ha podido conocer
de manera general el diámetro de éstas (Meggers y Evans, 1969). Con la aplicación de
este método se han obtenido los diámetros de la parte superior de los recipientes (boca);
por lo que se debe tener en cuenta que los referidos valores son ligeramente mayores
debido a la forma globular de los ceramios.
Las vasijas catalogadas como grandes alcanzan hasta los 120 mm. En Toma de Agua
son tan numerosas las vasijas grandes (420 - 300 mm), como las medianas (200-300),
no ocurriendo así con las de pequeñas dimensiones (menores de 200 mm).
El diámetro de las vasijas con respaldo está comprendido entre 360 mm (las mayores)
y 180 mm (las más pequeñas). El grueso de sus paredes oscila entre 6 y 8 mm. Son
algo más frecuentes los topes planos en este tipo de recipiente. En general se detectó
que no existe preferencia o selección de determinado tipo de borde o tope en formas
particulares de vasijas.
Al comparar los resultados del estudio de la cerámica de Toma de Agua con los
restantes sitios mediterráneos de la región Centro-Sur de Cuba, puede advertirse lo
siguiente:
-Existe gran similitud en cuanto al grueso de las paredes de los ceramios, la dureza y la
textura. Sin embargo, en la cocción, predominan en mayor cuantía los núcleos oxidados
en los restantes sitios de la Región Centro-Sur, o sea, presentan mejor cocción estos
últimos ceramios que los de Toma de Agua.
-Son más numerosos los diámetros superiores a 300 mm en las vasijas de Toma de
Agua, mientras que en la referida región resultaron los de 140 mm. Lo anterior puede
estar dado por las especies de animales que formaron parte de la dieta en este
asentamiento (con cierta frecuencia manatíes, tortugas y peces de considerable tamaño,
entre otras). Hay pues una correspondencia entre el diámetro de los recipientes y la
dieta, lo que junto a otros factores como la composición o integrantes de la comunidad,
permiten inferir el cáracter utilitario o doméstico de la cerámica de Toma de Agua
(Silva et All, 1988).
Burenes.-
La muestra obtenida de las excavaciones practicadas no es significativa (12 fragmentos)
y la mayoría de ellos se presentan muy deteriorados. El resultados fue también bajo
(frecuencia) en las excavaciones anteriores, aunque el grueso también osciló entre 9 y
25 mm, respectivamente.
CONCLUSIONES
. La cerámica de Toma de Agua, por sus características, debía tener una función
predominantemente utilitaria o doméstica; existiendo una correspondencia entre las
dimensiones de esta y las especies animales presentes en la dieta.
.Según los diámetros más frecuentes, esta cerámica puede ser considerada de mediana a
grandes dimensiones.
REFERENCIAS
-Meggers, Betty y Clifford Evans (1969): Como interpretar el lenguaje de los tiestos,
Smithsonian Institution, Washington DC, E.U.
-Silva García, Santiago, Reynaldo Pérez y Orlando Álvarez (1987): Estudio preliminar
del sitio arqueológico Toma de Agua, municipio La Sierpe, provincia de Sancti-
Spiritus, Cuba (inédito).
email: aguilasdeanaga@gmail.com