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DESARROLLO DE LA

AGROENERGIA EN CHILE

Preparado por:

Francisco Armijo Castro

Ing. Agrónomo, productor de maíz.

Abril 2010
DIAGNOSTICO DEL SECTOR AGRICOLA CHILENO

“La mayor parte de la gente pobre del mundo vive de la


agricultura, o sea que si entendiéramos de economía agrícola,
entenderíamos mucho de la economía de los pobres.”

Theodore W. Schultz, premio Nobel de Economía.

Sus trabajos se enmarcaron dentro de la teoría del desarrollo,


con la explicación de los factores que hacen posible el
crecimiento económico de un país; partiendo de la situación de
pobreza que afecta a los países en vías de desarrollo, concluyó
que sólo el progreso de la agricultura conduciría a un posterior
proceso de industrialización bajo sólidas bases y, por tanto, a un
desarrollo equilibrado y racional, al contrario del tipo de proceso
vivido por estos países en la segunda mitad del siglo XX, del que
ha sido uno de sus mayores críticos.

Los agricultores de Chile y el mundo siempre han estado


enfrentados a una disminución permanente de sus ingresos, con lo
cual se les ha catalogado de: poco competitivos, falta de
conocimiento, poco preparados e incluso de flojos.
Sin oír en forma acuciosa sus planteamientos. Esto provoca
conflicto con las autoridades y problemas en el pago de sus
créditos en instituciones financieras.
Los estudios estadísticos muestran, sin embargo, que la
productividad ha crecido más en el sector agrícola que en todos
los otros ámbitos de la economía tanto a nivel nacional como
mundial, vasta mencionar como ejemplo los rendimientos
promedio del maíz en Chile, que en treinta años han pasado de
30qqm/hectárea ha 120qqm/hectárea. Estos rendimientos,
usando la tecnología actual, han llegado a un umbral en donde si
se usa mas capital y trabajo los ingresos son decrecientes (ley de
turgot).
¿Por qué ocurre una disminución de la renta agrícola si cada vez
se es más eficiente?
Lo que ocurre es que la mayoría de los alimentos que la
agricultura produce son bienes inferiores, es decir tienen una
elasticidad renta baja, esto significa que al aumentar la renta del
país (países en vías de desarrollo) el aumento del gasto en
alimentos lo hace en menor proporción (ley de engel) esto
provoca que el ingreso per cápita de los agricultores crezca en
menos que el ingreso per cápita nacional. En el año 1974 en Chile
se gastaba el 54% del ingreso en alimentación hoy en día menos
del 27%.
El bajo ingreso lleva a los agricultores a una mayor
productividad, como una forma de aumentar el ingreso. El efecto
es, sin embargo, opuesto debido a que los productos agrícolas
tienen una demanda inelástica respecto al precio (ley King-
Davenant), es decir, la demanda es insensible a una disminución
de los precios generada por una mayor oferta de alimentos. Como
consecuencia de la baja elasticidad renta de la agricultura y la
demanda inelástica de los productos agrícolas, en los últimos 50
años los precios agrícolas han caído más de un 50% en relación al
nivel global de precios *.
El problema de la caída sistemática de las rentas agrícolas que
no ha podido ser solucionado por gobierno alguno, y ha llevado a
subvencionar la agricultura en todo el mundo, podría tener su fin
con la producción de biocombustibles y tener un papel clave en el
desarrollo de la agricultura mundial y Chilena de este nuevo siglo.
Lo antes descrito es el verdadero y gran problema de los bajos
ingresos de la agricultura en Chile e invertir recursos en la
producción de biocombustibles puede generar un conjunto de
beneficios mayores a los resultados económicos, si el tema se
plantea en una visión que busque fomentar el desarrollo de
economías regionales, aprovechar las posibilidades de agregar
valor e integrar producciones agropecuarias básicas y que tomen
a los biocombustibles como un punto de partida en el proceso de
incorporar a Chile en el grupo de naciones que avanzan en el
desarrollo y producción de energías renovables a partir de la
actividad agropecuaria.
El sector agrícola tradicional ha sido desmantelado por los
gobiernos de la concertación lo cual ha provocado una profunda
crisis de este sector, basta mencionar a los cultivadores de trigo
que han reducido sus siembras en estos últimos 20 años de
600.000 hectáreas a tan solo 280.000 hectáreas y así puedo
enumerar múltiples ejemplos: maíz, arroz, remolacha. A raíz de
estas políticas de no protección ante la competencia desleal
externa y principalmente, a mi juicio, de la verdadera
competencia desleal que es que: la agricultura tradicional, y la no
tradicional tendiendo al mismo resultado, compitan en una
economía de mercado, con 3 leyes económicas adversas que son
sin duda el verdadero paradigma de la agricultura. No existe un
estado con una agricultura sana sino es con protección a estas 3
leyes económicas que nos condenan.
El error mas grave que se ha cometido y se sigue cometiendo,
es pensar que con la agricultura de exportación de frutas,
hortalizas, vino etc. y la reconversión de los agricultores ha este
tipo de cultivos, se van ha solucionar los problemas del sector.
Este fue sin duda el peor error de los gobiernos de la
concertación. La verdad es que la agricultura de exportación es
solo una parte de la solución a los problemas agrícolas.
Esto provoco que la agricultura tradicional hoy en día este
subsistiendo y tendiendo a desaparecer. Lo antes dicho es
avalado por cifras reales y concretas y no solo por buenas
intenciones que llevaron la agricultura al desastre en el cual se
encuentra.
La generación de empleo agrícola, el cual es fundamental para
el desarrollo regional, ha caído en forma abrupta en estos
últimos 20 años de gobierno, el año 1990 se generaban mas de
890.000 empleos en el sector agrícola de un total de 4.500.000 a
nivel nacional representando el 20% del empleo, el año 2009 el
sector agrícola en promedio genero tan solo 762.900 empleos de
un total de 6.686.000 de empleos a nivel nacional representando
tan solo el 11.4% del empleo.
Después de 20 años no tan solo no se produjo ni un solo empleo
en el sector agrícola, si no que se perdieron 130.000 empleos en
el sector, reduciendo su participación prácticamente a la mitad y
así podría mencionar cifras similares en el porcentaje del PIB y
otras tan importantes como las de endeudamiento del sector.
Estas cifras demuestran que la gran generación de empleo en el
sector frutícola no es tal.
Este verdadero desastre no se soluciona con políticas menores,
sino que con una revolución en el sector, llamando a una reforma
agraria de verdad entendiéndose como tal un conjunto de
políticas de estado que le den al sector agrícola la oportunidad
de crecer en armonía respecto a las otras ramas de la economía
nacional y a mi entender esto pasa por dos aspectos
fundamentales: estructurar el alto endeudamiento agrícola y
fomentar la producción de agro energía que es una oportunidad
única que se le presenta al sector para desbloquear el circulo
vicioso generado por las leyes económicas que condenan a la
agricultura.

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