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teoria de la comprension de wilhelm

2.1 Características generales


La hermenéutica es una técnica, un arte y una filosofía de los métodos
cualitativos (o procesos cualitativos), que tiene como característica propia
interpretar y comprender, para desvelar los motivos del actuar humano.
La realidad subjetiva, metafísica y psicológica del hombre seguía ahí, a pesar de
su negación por las ciencias naturales. Por ello, los procesos hermenéuticos de
conducir, comunicar, traducir, interpretar y comprender los mensajes y
significados no evidentes de los textos (libros) y contextos (historia, cultura,
política, religión, filosofía, sociedad, educación, etc.) del ser humano emergieron
con gran resolución y sin importarles la exigencia positivista-cuantitativa de "rigor
científico", desde Droysen hasta nuestros días, sin olvidar que algunos
hermeneutas se han preocupado por su "sistematización metódica", como
sucedió con Dilthey y Weber.
Así, lo que ha caracterizado a las diversas escuelas, corrientes y enfoques de la
hermenéutica ha sido su compromiso de conducir mensajes de un texto a un
lector, como lo hizo Hermes; de comunicar un mensaje de un sujeto a otro, como
lo hace el maestro o el padre de familia a sus pupilos; de traducir y volver
inteligible un mensaje de un interlocutor a otro, como el intérprete de otra lengua
y, finalmente, de comprender o hacer comprensible el significado y fin de un
texto o un contexto entre personas, sustrayéndolos del positivismo, permitiendo
recuperar el sentido de la existencia humana.
2.2 Definiciones
Hay diversas concepciones filosóficas, históricas y sociales, en las que se
inscribe la hermenéutica, que han dado origen a enfoques como el
fenomenológico, el del Dasein*, el de la comprensión del sentido, el
neokantiano, el lingüístico, etc., que se resumen a continuación junto con sus
autores y definiciones.
2.2.1 Enfoque fenomenológico
W. Dilthey, fundador de la Fenomenología del espíritu sustentada en la historia,
es decir, en el estudio de los procesos internos referidos al conocimiento de la
realidad histórico-social dice:
"... la historia es la diversidad en despliegue de las formas humanas de vida,
diversidad que radica en la fuerza genética de la naturaleza humana y que se
presenta en la existencia por la acción de las diversas condiciones geográficas,
climáticas y sociales de vida. La doctrina del desarrollo extrae luego todas las
consecuencias de la conciencia histórica" (Dilthey, 1978; p. 5).
En otra obra agrega lo siguiente:
"De aquí nace la diferencia entre nuestra relación con la sociedad y con la
naturaleza. Las situaciones en la sociedad nos son comprensibles desde dentro;
podemos reproducirlas, hasta cierto punto, en nosotros, en virtud de la
percepción de nuestros propios estados, y acompañamos con amor y odio, con
apasionada alegría, con todo el juego de nuestros afectos, la contemplación de
la imagen del mundo histórico. La naturaleza es muda para nosotros. Sólo el
poder de la imaginación vierte sobre ella un vislumbre de vida e intimidad. Pues
en cuanto somos una sola cosa con un sistema de elementos corporales en
interacción, ninguna conciencia interna acompaña al juego de esa acción
recíproca. Por esto también puede tener para nosotros la naturaleza la
expresión de una sublime calma" (Mardones y Ursúa, 1994; p. 69).
2.2.2 Enfoque del Dasein (3)
K. Jaspers (1985; pp. 7-8), creador del enfoque hermenéutico del Dasein y
fundador de la filosofía de la existencia, que es una forma de interpretación y
comprensión de lo interior del ser humano, como su existencia y conciencia
plena de ese hecho desde la autorreflexión, libre de convencionalismos, dice al
respecto:
"La llamada filosofía de la existencia es sólo una forma de la filosofía: de la
filosofía una y primigenia. Sin embargo, no es casual que existencia se haya
convertido por el momento, en la palabra caracterizadora. Subraya lo que
constituye la tarea –desde hace mucho casi olvidada– de la filosofía:
sorprender a la realidad en su surgimiento originario y aprenderla del mismo
modo que yo me aprendo en mi obrar interno mediante la autorreflexión...
Existencia es una de las palabras que se emplean con el fin de designar la
realidad, según el acento que le dio Kierkegaard: todo lo esencialmente real
para mí solo en cuanto yo soy yo mismo. No estamos ahí meramente, sino que
nuestro existente* no es confiado como lugar y como cuerpo de la realización de
nuestro surgimiento originario".
2.2.3 Enfoque de la comprensión del sentido
Un siguiente concepto de la interpretación y compresión hermenéutica lo ofrece
M. Weber (1992) en la siguiente cita, referida a las finalidades de la
interpretación y su abordaje mediante los procesos del método científico y los
métodos humanista:
"Toda interpretación, como toda ciencia en general, tiende a la ‘evidencia ‘.
La evidencia de la comprensión puede ser de carácter racional (y entonces, bien
lógica, bien matemática) o de carácter endopático: afectiva, receptivo-artística...
Y hay evidencia endopática de la acción cuando se revive plenamente la
‘conexión de sentimientos‘ que se vivió en ella" (p. 6).
Una acción con sentido es comprendida no sólo por medios psicofísicos, sino
además, por medios intelectuales como sucede con los históricos y sociales;
observación que permitió a Weber fundar la Sociología comprensiva, empleando
para ello procesos positivistas (como el uso de pasos fijos en los modelos
ideales) y procesos de la naciente ciencia social (retomada posteriormente por
Durkheim), a través de la cual planteó el estudio de dos tipos de fenómenos
humanos: los racionales, apegados a las reglas de las ciencias naturales y los
endopáticos, pertenecientes al estudio de los aspectos internos del sujeto como
sus emociones, afectos, gustos, arte, cultura, etc., que posibilitaron a la
hermenéutica la ampliación de su campo de estudio.
2.2.4 Enfoque neokantiano
La escuela neokantiana dio un giro a la corriente histórica de Droysen y Dilthey
al introducir el concepto de teoría del conocimiento (Enkenntnistheorie), que en
el siglo XIX dice Gadamer (1993; pp. 280 y 309), produjo no sólo la disolución de
la filosofía hegeliana que sustentaba la correspondencia natural e inmediata
entre el logos y el ser, en la medida que Hegel argüía que la razón estaba en
todo, incluso en la historia. Ahora, de cara a la teoría del conocimiento y su
crítica a la filosofía apriorística de la historia, entró en el campo de la crítica
neokantiana que planteaba el rechazo a la pretensión de una construcción
racional de la historia del mundo y de un conocimiento histórico de la
experiencia.
En este momento ya los neokantianos intentaban implicar a la ciencia del
espíritu en la renovación de la filosofía crítica, pero Dilthey, fundador de esa
ciencia, rechazó al criticismo neokantiano por considerarlo un retroceso al sujeto
epistemológico. Nuevamente aquí, la hermenéutica incorporó los elementos de
la epistemología neokantiana en su proceso de interpretación-comprensión, sin
guardar necesariamente una identidad directa con ella.
2.2.5 Enfoque lingüístico
Gadamer es uno de los seguidores del enfoque hermenéutico centrado en la
lingüística, conocido también como el lenguaje como experiencia hermenéutica.
Los postulados de este enfoque señalan que el ponerse de acuerdo con el otro
es lo más importante y dicho acuerdo se logra mediante el lenguaje. El contexto
lingüístico y su medio de operación: la acción comunicativa a través del habla
constituye hoy en día el enfoque más importante de la hermenéutica actual.
Al respecto, Gadamer (1993) afirma:
"Ya en el análisis de la hermenéutica romántica hemos podido ver que la
comprensión no se basa en un desplazarse al interior del otro, a una
participación inmediata de él. Comprender lo que alguien dice es, como ya
hemos visto, ponerse de acuerdo en la cosa, no ponerse en el lugar del otro y
reproducir sus vivencias. Ya hemos destacado también cómo la experiencia de
sentido que tiene lugar en la comprensión encierra siempre un momento de
aplicación. Ahora consideraremos que todo este proceso es lingüístico. No en
vano la verdadera problemática de la comprensión y el intento de dominarla por
arte –el tema de la hermenéutica– pertenece tradicionalmente al ámbito de la
gramática y de la retórica. El lenguaje es el medio en el que se realiza el
acuerdo de los interlocutores y el consenso sobre la cosa" (pp. 461-462).
Para Gadamer, la comprensión hermenéutica se concibe y se da a través del
lenguaje. Este hecho debería hacer pensar a los educadores que la escuela es
un espacio privilegiado de acción comunicativa centrada en el lenguaje; sin
embargo, la comprensión humana al parecer no es alcanzada, de ahí sus
resultados.
Gadamer (1993; p. 378), promotor del enfoque lingüístico o del lenguaje como
experiencia hermenéutica, agrega que ésta tiene tres momentos y son: la
subtilitas intelligendi o comprensión, la subtilitas explicandi o interpretación y la
subtilitas applicandi o aplicación, incorporada durante el pietismo (4) .
Para Vico, el sensus communis es el sentido de lo justo y del bien común que
vive en todos los hombres.como tercer componente. Estos tres momentos
contribuyen a la comprensión, por lo cual resulta ser significativo que los tres
reciban el nombre de subtilitas, esto es, que se comprendan menos como un
método disponible que como un saber hacer que requiere de una particular
finura del espíritu.
Estos tres elementos, junto con la construcción social de los aprendizajes y la
acción comunicativa, conforman un movimiento mundial en educación, conocido
con nombres como la sociología comprensiva de M. Weber, el constructivismo
de L. Vygotsky y J. Piaget y la acción comunicativa de J. Habermas.
Aportaciones que constituyen la plataforma del modelo educativo actual, llamado
globalmente constructivista-comunicativo, mediante el cual se llevan a cabo
cotidianamente ejercicios de comprensión hermenéutica en las comunidades de
aprendizaje, cuyo contexto es el aula y el lenguaje, pero quizás haga falta
clarificar más sus procedimientos, a fin de mejorar su empleo y por ende, la
calidad educativa.
2.3 Escuelas y corrientes
Las seis escuelas más importantes enunciadas en la introducción, que apoyan a
la hermenéutica para llevar a cabo sus procesos de interpretación y
comprensión, provienen en su mayoría de la era Moderna (s. XIX en adelante) y
son:
- Ciencias del espíritu de Wilhelm Dilthey.
- Sociología comprensiva de Max Weber.
- Formación de conceptos y teoría de las ciencias sociales de Alfred Schütz.
- Lenguaje como medio de experiencia hermenéutica de Hans-Georg Gadamer.
- Filosofía del lenguaje de Ludwig Wittgenstein.
- Intencionalidad y explicación teleológica de Henrik von Wright.
No hay que olvidar que dichas escuelas y corrientes surgieron como reacción
opuesta al predominio del positivismo, de ahí que no adopten una estructura con
los pasos típicos de los métodos positivistas. Por lo que a continuación se
resume de cada una su origen, objeto de estudio, características y
procedimientos.
2.3.1 Ciencias del Espíritu de W. Dilthey
a) Origen
Las denominadas "ciencias del espíritu" nacieron en Europa a finales del siglo
XIX cuando estalló la polémica entre las ciencias naturales y las ciencias del
espíritu (Mardones y Ursúa, 1994; p. 54). Esto llevó dice Dilthey (1833-1911),
alumno de Ranke, a fundamentar la historia y las ciencias del hombre,
descubriendo que la teoría de la ciencia no había hecho justicia a la peculiaridad
de dichos estudios, por lo que se abocó a fundar las ciencias del espíritu, como
el estudio "del medio en que el hombre está inserto" y que permite captar los
hechos "desde dentro".
b) Objeto de estudio
Las ciencias del espíritu y las demás ciencias del hombre que abarcó la
investigación de Dilthey fueron: la metafísica, que subsistió en el espíritu
europeo hasta el siglo XIV gracias a su alianza con la Teología. De la religión,
agrega el autor, surgieron el derecho y la moral; y en el siglo XVII, sobre la
ciencia llegada a su madurez por influencia del humanismo y la Reforma,
resurgieron la historia, la teología, la psicología, la antropología (Dilthey, 1978a;
pp. 11, 13 y 123). La filosofía, el arte, la religión y la pedagogía son ciencias del
espíritu que fueron fundamentadas (Dilthey, 1978b; pp. 67, 261, 303, 321).
Para otros autores, como Gadamer (1993; pp. 74, 124, 218), existen otras
ciencias que recibieron los beneficios del aporte de Dilthey como la estética,
sustentada en estudios previos de Kant; la educación (Bildung), que Hegel había
fundamentado ya; a finales del siglo XIX, el resurgimiento de la hermenéutica
como disciplina auxiliar de la teología y la filosofía, y la psicología, que tomó
fundamentos de todas las ciencias del espíritu (Gadamer, 1992; p. 35).
c) Características
Dilthey (1980; pp. 40-42), observó que la Lógica de J. S. Mill gozaba de una gran
influencia en las ciencias, al grado de englobarlas en dos grandes grupos: las
ciencias naturales (lógica, matemáticas, física, etc.) y las ciencias del espíritu
(todas las demás), por lo que se preguntó si debieran separarse los hechos de la
vida espiritual, de los de la psicofísica humana y así sucesivamente. Fue
entonces que inició la formulación de una teoría que caracterizara a cada uno de
los hechos del conocimiento humano, mediante una visión de totalidad que no
se limitara a lo espiritual, dando origen a las ciencias humanas y sociales ahora
conocidas.
Por más que Dilthey defendiera la autonomía epistémica de las ciencias del
espíritu, comenta Gadamer (1993; p. 36), lo que se llama método en la ciencia
moderna, es en todas partes una sola cosa que se acuña de manera ejemplar
en las ciencias naturales, de ahí que no exista un método propio de las ciencias
del espíritu, pero cabe preguntarse como Helmholtz: ¿qué peso tiene aquí el
método?
d) Procedimientos
No obstante que las ciencias del espíritu no cuentan con métodos propios,
agrega Gadamer (1993; p. 37), están muy lejos de sentirse inferiores a las
ciencias naturales. Helmholtz destacó que la memoria, la autoridad y el tacto
psicológico, constituían parte de sus procedimientos. En el caso del arte –dijo–,
predominaba el sentimiento artístico y la inducción artística y para el
conocimiento histórico, el método inductivo, ya que en la historia no hay leyes,
sino una sumisión voluntaria a hechos prácticos. Sus planteamientos fueron
poco convincentes para los demás.
Fue el concepto de formación el que adquirió preponderancia y validez como el
elemento con el que proceden las ciencias del espíritu. La formación dice
Gadamer (1993; p. 39), pasó a ser algo muy estrechamente vinculado al
concepto de cultura y designa en primer término el modo específicamente
humano de dar forma a las disposiciones y capacidades naturales del hombre.
Hegel habla de "formarse" y de "formación" precisamente cuando se acoge a la
idea kantiana de las obligaciones para consigo mismo. Pero, cuando en nuestra
cultura nos referimos a la palabra "formación" (Bildung), se trata de algo más
elevado y más interior: el modo de percibir que procede del conocimiento y del
sentimiento de toda la vida espiritual y ética de la persona y que se derrama
armoniosamente sobre su sensibilidad y carácter. Aquí, "formación" no quiere
decir sólo cultura, esto es, desarrollo de capacidades y talentos, sino reconstruir
al hombre y su ser en sí.
Los procedimientos principales de esta escuela se resumen de la siguiente
forma:
· Los procesos de memorización, de autoridad y del tacto psicológico fueron
parte de las formas de intervención de las ciencias del espíritu, más no todas.
· En el caso del arte los sentimientos y la inducción artística fueron algunos de
los procedimientos empleados, pero como complemento de otras técnicas.
· Fue la formación (Bildung) del ser humano, la técnica principal que aportaron
las ciencias del espíritu, entendiendo por formación la transformación del ser.
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2.3.2 Sociología comprensiva de M. Weber
a) Origen
M. Weber (1864-1920) detectó en 1903, señalan Mardones y Ursúa (1994; p.
151), ambigüedad en los juicios de valor en el ámbito de las ciencias sociales,
captando de ese modo el carácter compresivo de las acciones históricas y
culturales del ser humano. Decía que si no se comprendía el significado de un
objeto (Verstehen), no se entendía en absoluto, de ahí que introdujera la
necesidad del método comprensivo en las ciencias sociales, dando origen a la
sociología comprensiva.
b) Objeto de estudio
El objeto de estudio de la sociología comprensiva de Weber es la acción social,
pero no toda clase de acción es social, como lo señaló (Weber, 1992; p. 18). Por
ello, la sociología compresiva a la que se refiere es aquella que realiza sus
acciones con arreglo a un fin y se integra con los siguientes elementos:
constitución de una disciplina social, que tenga un significado, que clarifique su
acción social, que tenga sentido, que ofrezca evidencia de sus acciones y siga
algunos pasos del método científico.
A Weber le llevó varios años (1903 a 1919) captar la estructura de la sociedad
donde se desenvolvía (Alemania del Este) y definir dentro de élla los elementos
de una acción social, que luego constituyeron su escuela. Concluida la Primera
Guerra Mundial e iniciada la era industrial europea, Weber tenía lista su
concepción sociológica, la cual se inscribió en los postulados del humanismo,
que opuso al racionalismo dominante.
c) Características
Weber concibió a la sociología como la ciencia que pretende entender e
interpretar la acción social. Por acción social designó a la conducta humana
donde el sujeto o sujetos se enlazan por un sentido subjetivo y comparte un
sentido. Consideró a una acción social comprensible, ya sea porque existe de
hecho, porque es un caso históricamente dado, porque es una acción promedio
de un número determinado de acciones o porque es una acción construida bajo
un tipo ideal, donde la evidencia es la posibilidad de revivir plenamente la
conexión de sentido o los sentimientos vividos con arreglo a fines; es decir,
cuando son conocidos los valores y el carácter último que orienta a la acción
social.
Todo este esquema le llevó a construir tipos puros o tipos ideales de acción, que
son aquellas estructuras que muestran en sí la unidad más consecuente de una
adecuación de sentido lo más plenamente posible, siendo por eso mismo, tan
poco frecuentes quizás en la realidad –en la forma pura absolutamente ideal–
como una reacción física calculada sobre el supuesto de un espacio
absolutamente vacío (Weber, 1992; pp. 5-9, 17).
d) Procedimientos
Las estructuras de la sociología comprensiva propuestas por Weber que
permiten identificar y comprender una acción social con sentido, dicen Mardones
y Ursúa (1994; pp. 151-158), se apegan a los siguientes procedimientos:
· Una acción social es la que presenta un sentido objetivamente justo o de un
sentido verdadero metafísicamente fundado.
· Los límites de una acción con sentido y un modo de conducta reactivo es que
no está unida a un sentido subjetivamente mentado.
· Toda interpretación como toda ciencia tiende a la evidencia de la comprensión;
pudiendo ser ésta racional (lógica) o endopática (afectiva). La llamada Ley de
Gresham conlleva una interpretación racional evidente de la conducta humana
en determinadas condiciones y desde el punto de vista típico-ideal.
· Los procesos y objetos ajenos al sentido entran en el ámbito de las ciencias de
la acción como ocasión, resultado, estímulo u obstáculo de la acción humana.
· Puede entenderse por comprensión: i) la comprensión actual del sentido de
una acción, ii) la comprensión explicativa que se comprende por sus motivos.
· Comprensión equivale en los casos a captación interpretativa de sentido o
conexión de sentido: i) mentado realmente en la acción, ii) mentado en promedio
o de modo aproximativo, y iii) construido científicamente por métodos tipológicos
para la elaboración del tipo ideal de un fenómeno frecuente.
· Los procesos y regularidades que son incomprensibles, en el sentido aquí
empleado, no pueden ser clasificados de hechos o leyes sociológicas como lo
implica la sociología comprensiva.
2.3.3 Formación de conceptos y teoría de las ciencias sociales de Alfred Schütz
a) Origen
A. Schütz (1899-1959) nació en Viena. Se educó en Alemania en contacto con
Husserl pero ejerció su mayor influjo en el ámbito de la sociología americana,
desde la cátedra en la New School for Social Research de Nueva York, donde
escribió en 1932 La estructura significante del mundo social, cuyo título da
entrada a la obra de Carnap: La estructura lógica del mundo, en la cual este
autor se manifiesta en pro del proyecto positivista de una ciencia unificada
(unidad de la ciencia). Schütz, en cambio, ofreció una fundación fenomenológica
de la sociología, donde los sujetos de la acción social no son considerados a
través de un "ilusorio metodologismo" o como simples objetos (Ferraris, 2002; p.
243).
No obstante que muy pronto se interesó en la obra de M. Weber, sobre todo en
sus ideas centrales sobre significado y comprensión interpretativa (Verstehen)
–dicen Mardones y Ursúa (1994; p. 168)–, Schütz buscó una teoría que fuera
coherente con el significado que encontró en Husserl y su análisis
fenomenológico; por ello escribió su Fenomenología del mundo social en la cual
vinculó los conceptos fenomenológicos con los sociológicos, principalmente los
de Weber.
b) Objeto de estudio
Desde el punto de vista de Schütz, el objetivo primario de las ciencias sociales
es lograr un conocimiento organizado de la sociedad, entendiendo por realidad
social la suma total de objetos y sucesos entro del mundo social cultural, tal
como lo experimenta el pensamiento de sentido común de los hombres que
viven su existencia cotidiana entre sus semejantes (Mardones y Ursúa, 1994; pp.
168-169). El mundo de los objetos culturales e institucionales en el que todos
hemos nacido y con el cual tenemos que entendernos es al mismo tiempo no
privado e intersubjetivo, o sea, común a todos y potencialmente accesible a cada
uno, lo que supone intercomunicación y lenguaje para compartirlo. Constituyen
el objeto de estudio de la teoría de Schütz hechos, objetos y sucesos del mundo
social, cultural e institucional como la intersubjetividad, la interacción, la
intercomunicación y el lenguaje.
c) Características
El análisis de los presupuestos epistemológicos que acompañan a la actitud
natural propia del mundo de la vida cotidiana, conducirá a Schütz a penetrar
profundamente en la distinción entre ciencias del espíritu y ciencias de la
naturaleza, concibiendo a las ciencias sociales como profundamente
comprensivas, al tratar de comprender el significado subjetivo de la acción
social. Por esta razón –dicen Mardones y Ursúa (1994; pp. 168-169)– su
metodología no puede ser la misma de las ciencias naturales. Su objetivo tiene
que ser alcanzado mediante el uso de tipos ideales que reconstruyen el
significado de una acción desde contextos subjetivos de significado.
Schütz tuvo que encarar la crítica de hombres como Nagel y Hempel, por el
llamado método del Verstehen; no obstante, mediante el análisis
fenomenológico de la formación de conceptos llegó a la conclusión de que el
Verstehen no es en primer término una técnica o un método, sino la forma
particular como el pensamiento de sentido común conoce al mundo social y
cultural. Pero es ineludible que tras el Verstehen hay un problema
epistemológico: ¿cómo se comprenden los motivos de la acción de otro hombre?
(lo que Weber llamaba la interpretación subjetiva), ante lo cual Schütz explica
cómo se puede y se debe referir al sentido subjetivo de las acciones sociales.
Aquí el Verstehen puede entenderse como la forma particular de intervención de
las ciencias sociales donde el análisis fenomenológico es el más apto para
responder a la cuestión fundamental y radical de cómo es el posible alcanzar el
conocimiento científico.
d) Procedimientos
En cuanto a los procedimientos de la escuela de Schütz, Mardones y Ursúa
(1994; pp. 169-177) plantean los siguientes:
· Lo primero que persigue la formación de conceptos es lograr un conocimiento
organizado de la realidad mediante procesos del sentido común.
· La intersubjetividad, la interacción, la intercomunicación y el lenguaje son los
objetos de conocimiento que permiten dar cuenta de la formación de conceptos,
sin que esto presuponga que son objetos fijos o prefigurados.
· La realidad social contiene creencias y convicciones que son reales porque así
lo definen sus participantes, escapan a la observación sensorial.
· La conducta humana manifiesta y adopta como modelo un sector particular y
relativamente pequeño del mundo social, situaciones en las que el individuo se
presenta al observador en una relación cara a cara.
· En términos del pensamiento de sentido común, en la vida cotidiana los
hombres tienen conocimiento de las diversas dimensiones del mundo social en
que viven. Este conocimiento es fragmentario y con frecuencia contradictorio y
presenta distintos grados de claridad y nitidez.
· Experimentamos la acción de nuestros semejantes en términos de sus motivos
y fines, de igual manera que experimentamos los objetos culturales en términos
de la acción humana de la cual son resultado.
· El Verstehen no es primordialmente un método empleado por el científico
social, sino la particular forma experiencial en que el pensamiento de sentido
común toma conocimiento del mundo social y cultural.
· El Verstehen es un término subjetivo porque se propone descubrir el sentido de
la acción del actor en contraste con el sentido que tiene para el observador. Este
puede adoptar las siguientes formas: i) como forma experiencial de conocimiento
de los asuntos humanos, ii) como problema epistemológico y iii) como forma
específica de intervención de las ciencias sociales.
· El conocimiento de sentido común de la vida cotidiana es cuestionable, pero es
el único de cuyo interior comienza la investigación.
· Tanto en el pensamiento de sentido común como en la ciencia supone
construcciones mentales, generalizaciones, formalizaciones, idealizaciones y
síntesis específicas del nivel respectivo de organización del pensamiento.
· El postulado de la interpretación subjetiva deber ser entendido como Weber lo
había propuesto: todas las explicaciones científicas del mundo social pueden y,
para cierto fines, deben referirse al sentido subjetivo de las acciones de los
seres humanos en los que se origina la realidad social.
2.3.4 El lenguaje como medio de experiencia hermenéutica de H. G. Gadamer
a) Origen
Fue en el siglo XIX –dice Gadamer (1993; p. 19)– que la hermenéutica
experimentó, como disciplina auxiliar de la teología y la filosofía, un desarrollo
impresionante que la convirtió en el fundamento de las ciencias del espíritu y la
elevó por encima de los enfoques pragmáticos centrados en la interpretación
literal de los textos aplicados durante el Renacimiento (s. XV-XVII) y la
Ilustración (s. XVII-XVIII) al asignarle la exégesis. Fue hasta la era
contemporánea cuando la hermenéutica recuperó su enfoque filosófico de
comprensión del "sentido interno" de los textos (necesitados ya de una correcta
interpretación), además de todos los objetos de estudio hermenéutico como el
arte, la ciencia, la religión, la filosofía, etc.
Según Ferraris (2002; pp 27-28), Gadamer pudo llevar a cabo en Verdad y
método una rehabilitación con gran estilo de la tradición humanista. La hipótesis
de donde partió fue que el humanismo constituía en general el momento de la
revitalización sustancial de la cultura y de la paideia clásica y, a través de esto,
el antecedente necesario para el desarrollo de las ciencias del espíritu. El
entusiasmo con que los humanistas se dedicaron a la lengua griega y
proclamaron la necesidad de la erudición fue mucho más que la pasión por lo
antiguo. Fue el despertar de las lenguas clásicas lo que llevó consigo a una
nueva valoración de la retórica, que tenía enemigos entre los escolásticos sólo
por defender un ideal de sabiduría humana que estos no supieron exponer.
b) Objeto de estudio
Ya hemos mencionado antes que el objeto de estudio de la experiencia
hermenéutica es la comprensión "del otro" a través del lenguaje. A estos se
refiere Gadamer cuando dice que la experiencia de sentido se lleva a cabo
mediante un proceso completamente lingüístico; no en vano la verdadera
problemática de la comprensión y el intento de dominarla pertenece
tradicionalmente al ámbito de la gramática y de la retórica provenientes del
humanismo. El lenguaje es el medio en que se realiza el acuerdo de los
interlocutores y el consenso sobre la cosa (Gadamer, 1993; pp. 461-4 62).
La conversación es un proceso por medio del cual se busca llegar a un acuerdo.
Toda verdadera conversación requiere atender realmente al interlocutor y dejar
valer sus puntos de vista y ponerse en su lugar, no en el sentido de ocupar su
lugar, sino de entender lo que expresa. Conversar, escuchar a otro y
comprender lo que expresa son los objetos principales de esta escuela, proceso
que se da en un ambiente de lenguaje. Para Gadamer (1993; p.467), ya no cabe
pensar como si los conceptos de la interpretación acudiesen atraídos según las
necesidades de un reservorio lingüístico en el que se encontrarían ya dispuestos
en el caso de que la comprensión no fuera inmediata. Por el contrario, el
lenguaje es el medio universal en el que se realiza la comprensión misma, y la
forma de realización de la comprensión es la interpretación.
c) Características
Debido a la dimensión práctica en que fue concebida, la hermenéutica recibió su
tradicional prestigio como arte de la interpretación y comprensión más no como
teoría filosófica o de contemplación. Por esta visión, Kerényi (1963) escribió que
su procedencia del mito de Hermes fue la causa de su reducción, ya que se trató
de una reconstrucción a posteriori, pues el término hermeneia estaba en la base
de las palabras derivadas de la raíz (hermeneus, hermeneutes, hermeneutike),
que son idénticas. Ferraris (2002; p. 12) (5)* agrega que la palabra latina sermo
no tiene ninguna relación lingüística o semántica –salvo su sonido semejante–
con Hermes el dios griego. De aquí que la hermenéutica debiera más bien
equipararse con los vocablos elocutio, verständlich machen y exeghesis, que
significan pronunciar y que es la función de la lengua que está en la significación
primitiva del término hermenéutica.
El sentido original de la palabra hermeneia –señala Kerényi– fue la eficacia de la
expresión lingüística, que hoy es considerada la esencia de la hermenéutica; por
tal motivo, Heidegger y Gadamer recuperaron la idea de la lengua del
humanismo y del romanticismo, que situaron a la experiencia hermenéutica en el
universo del lenguaje y del logos como verbum y como sermo, confirmado esto
por el uso común del concepto de interpretación, referido en expresiones tales
como "ser intérprete" o "hacerse intérprete de un sentimiento" (Ebeling, 1959).
d) Procedimientos
· La comprensión hermenéutica de esta escuela alude a una mezcla de procesos
internos y externos. Por un lado, se comprende a través de un lenguaje, pero,
por el otro, los interlocutores conocen ambos el sentido oculto de sus mensajes.
· Se conversa o se escucha a un interlocutor y a través de su mensaje el otro
capta lo que quiere decir.
· La relación conversación-comprensión no es mecánica, sino que requiere de
un traductor, el cual puede ser el propio sujeto si conoce la lengua y los códigos
del hablante.
· No obstante, el lenguaje es el medio fundamental de la comprensión.
· El lenguaje como medio de comunicación y comprensión fue rescatado del
humanismo, y vino a restituir a la hermenéutica la posibilidad de comprender de
forma libre (porque la conversación no tiene límites) y a la vez metódica (porque
los hablantes requieren del dominio del lenguaje del otro y de sus códigos
culturales y sociales en que se expresa).
· Una relación comunicativa, mediante la experiencia del lenguaje, puede arribar
a una interpretación de los códigos culturales del hablante y/o a una total
compresión del espíritu que anima al hablante, si se vive en su atmósfera
cultural y social.
· La eficacia del lenguaje, es decir la comprensión del sentido del mensaje
emitido por el otro, será la clave de la experiencia lingüística.
· Los mensajes transmitidos a través de una comunicación lingüística podrán ser
de carácter filosófico o práctico; la clave del éxito está en la eficacia del lenguaje
utilizado.
· La interpretación y comprensión hermenéutica a través del lenguaje podrá
comunicar palabras, sentimientos, acciones sociales o cualquier tipo de
mensajes; basta con que sean comprensibles para el interlocutor.
2.3.5 Filosofía del Lenguaje de L. Wittgenstein
a) Origen
Gadamer (1992; p. 401) dice que el último Wittgenstein revisó los prejuicios
nominalistas que él mismo había expresado tiempo atrás en su obra
Philosophical investigations, reconduciendo todo el lenguaje al contexto de la
praxis vital. El resultado de dicha revisión fue para él ampliamente negativo,
pues consistió en la exclusión de todas las preguntas indemostrables de la
metafísica y no en la recuperación de las mismas por muy indemostrables que
fueran escuchándolas desde la constitución lingüística de nuestro ser-en-el-
mundo.
A través de la filosofía del lenguaje dicen Mardones y Ursúa (1994; pp. 186-187),
Wittgenstein ha desarrollado la idea de que los lenguajes se deben comprender
como "juegos lingüísticos", los cuales poseen sus propias reglas de acuerdo al
contexto o forma de vida. Winch (citado por Mardones y Ursúa) desarrolla lo que
significa "comprender lo que alguien dice a través del sentido de las palabras".
b) Objeto de estudio
El lenguaje manejado a través de "juegos lingüísticos" por Wittgenstein permitió
revisar lo que significa comprender, proceso que se había dado por hecho con
las definiciones de los autores clásicos de la comprensión. Muestra cómo el
sentido de las palabras supone algo más que su definición convencional. El
significado de las palabras se obtiene a partir de las reglas de uso común o de
comunicación. Estas reglas que no son de origen individual, sino que se forjan
en un contexto social determinado (forma de vida) y que tienen un carácter
normativo para la conducta de las personas implicadas. Prolongando estos
razonamientos, Winch llega a la conclusión de que la sociología es una
"comprensión" de las reglas que siguen las acciones humanas en un contexto de
interacciones mediadas lingüísticamente.
c) Características
Un tratado de "juego lingüísticos" lo expresa Wittgenstein en su obra Gramática
filosófica (1992), donde puede leerse:
"1. ¿Cómo puede hablarse de ‘comprender ‘ y ‘no comprender ‘ una
proposición? ¿Qué una proposición no es tan sólo cuando la comprendemos?
(p. 7)"
"8. ¿Debo comprender una oración para poder actuar de acuerdo con ella? –Si
comprender una oración quiere decir actuar de alguna manera de acuerdo con
ella–, entonces la comprensión no puede ser la condición para que actuemos de
acuerdo con ella. ¿Qué sucedió cuando de pronto comprendí a la otra persona?
Hay aquí muchas posibilidades (p. 9)".
Este giro en el lenguaje llevó a Gadamer (1992; p. 366), a decir que la
orientación al lenguaje vivo y hablado enseña no sólo a desenmascarar
problemas aparentes, sino a resolver problemas reales. Este giro tuvo una
amplia resonancia tras la publicación de la obra póstuma de Wittgenstein:
Investigaciones filosóficas (1953).
d) Procedimientos
· El contenido de un texto puede ser convertido en proposiciones de sentido
común y éstas someterse a las reglas del lenguaje para detectar sus
contradicciones.
· Aplicar a toda proposición las reglas básicas del lenguaje, para desentrañar los
problemas aparentes.
· La filosofía del lenguaje demuestra que el sentido de las palabras supone algo
más que su definición convencional.
· El significado de las palabras se obtiene a partir de las reglas de uso común o
de comunicación, reglas que no son de origen individual, sino que se forjan en
un contexto social.
· Estas reglas no son de origen individual, sino social y se forjan en un contexto
determinado (forma de vida) y tienen carácter normativo para las personas
implicadas.
2.3.6 Intencionalidad y Explicación Teleológica de H. von Wright
a) Origen
G. H. von Wright (1979), representante de la Intencionalidad y explicación
teleológica, al referirse a los dos grandes conceptos aportados por Droysen que
distinguieron a la hermenéutica de la ciencia, dice lo siguiente:
"El filósofo e historiador alemán Droysen parece haber sido el primero en
introducir una dicotomía metodológica que ha ejercido gran influencia. Acuñó en
tal sentido los nombres de explicación y comprensión, en alemán Erklären y
Verstehen. El objetivo de las ciencias naturales consiste, según él, en explicar; el
propósito de la historia es más bien comprender los fenómenos que ocurren en
su ámbito. Estas ideas fueron luego elaboradas hasta alcanzar plenitud
sistemática por Dilthey. Para designar todo el dominio de aplicación del método
de comprensión se sirvió del término Geisteswissenschaften" (pp. 23-24).
Este mismo autor, al referirse a la crítica del positivismo o antipositivismo como
razón del resurgimiento de la hermenéutica, dice lo siguiente:
"Otra posición en el debate sobre las relaciones entre las ciencias de la
naturaleza y las ciencias del hombre, fue su reacción contra el positivismo. La
filosofía antipositivista de la ciencia, que alcanzó un lugar prominente a finales
del siglo XIX, representa una tendencia mucho más diversificada y heterogénea
que el positivismo. El rótulo de ‘idealismo‘, utilizado a veces para su
caracterización, sólo es apropiado para algunos aspectos de esta tendencia. Me
parece preferible el nombre de ‘hermenéutica‘.
Comentario que confirma el rescate y función de la hermenéutica en el marco de
la modernidad y para la defensa de la comprensión humana.

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