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Biocenosis (también llamada comunidad biótica o ecológica) es el conjunto de organismos de todas las

especies que coexisten en un espacio definido llamado biotopo que ofrece las condiciones ambientales
necesarias para su supervivencia. Puede dividirse en fitocenosis, que es el conjunto de especies vegetales,
zoocenosis (conjunto de animales) y microbiocenosis (conjunto de microorganismos). Un ecosistema, según
la definición original de Tansley (1935), está formado por la biocenosis junto con su ambiente físico o
biotopo. El campo cultivado es la agrobiocenosis que, junto con su entorno físico-químico (biotopo) forman
un agrosistema.
El término biocenosis fue acuñado en 1877 por Karl Möbius, quien subrayaba así la necesidad de enfocar la
atención no en el individuo sino en el conjunto de individuos.
En otras palabras es una comunidad o conjunto de poblaciones de diferentes especies, que habitan una zona
geográfica determinada y se ve influenciada por factores físicos como la luz, la temperatura, la humedad, etc.
bioma (del griego «bios», vida), también llamado paisaje bioclimático o área biótica (y que no debe
confundirse con una ecozona o una ecorregión), es una determinada parte del planeta que comparte clima,
vegetación y fauna. Un bioma es el conjunto de ecosistemas característicos de una zona biogeográfica que es
nombrado a partir de la vegetación y de las especies animales que predominan en él y son las adecuadas. Es la
expresión de las condiciones ecológicas del lugar en el plano regional o continental: el clima induce el suelo y
ambos inducen las condiciones ecológicas a las que responderán las comunidades de plantas y animales del
bioma en cuestión.
En función de la latitud, la temperatura y las precipitaciones, en definitiva, de las características básicas del
clima, se puede dividir la tierra en zonas de características semejantes; en cada una de esas zonas se desarrolla
una vegetación (fitocenosis) y una fauna (zoocenosis) que cuando son parecidas, definen un bioma, que
comprende las nociones de comunidad y la interacción entre suelo, plantas y animales.
Hay diferentes sistemas de clasificación de biomas, que suelen dividir la tierra en tres grandes grupos —
biomas terrestres, biomas de agua dulce y biomas marinos—, con un número no demasiado grande de biomas.
A escala planetaria, la selva tropical densa, la sabana, la estepa, los bosques templados caducifolios o mixtos
y la tundra, son los grandes biomas que caracterizan la biosfera y que tienen un reparto zonal, es decir, que no
superan ciertos valores latitudinales. A escala regional o continental, los biomas pueden ser difíciles de
definir, en parte porque existen diferentes patrones y también porque sus fronteras pueden ser difusas (véase
el concepto de ecotono).
Los biomas a menudo son conocidos por sus nombres locales. Por ejemplo, un bioma de praderas, sabanas y
matorrales templadas se conoce comúnmente como estepa en el Asia central, como pradera en América del
Norte, como pampa en América del Sur. Los pastizales tropicales se conocen como veldt en Australia y en
África meridional como sabana.
Los biomas terrestres son descritos por la ciencia de la biogeografía. Por extensión, se habla de microbioma
para designar la esfera de la vida microbiota.
El concepto de bioma no debe confundirse con otros conceptos similares como el de ecozona —grandes
extensiones de la superficie de la tierra donde las plantas y los animales se desarrollan en relativo aislamiento
durante largos períodos de tiempo, separados unos de otros por las características geológicas, tales como
océanos, grandes desiertos, altas montañas o cordilleras, que forman barreras a la migración de plantas y
animales—, hábitat —área que es habitada por una especie particular de animales o plantas— o ecosistema —
complejo dinámico compuesto por plantas, animales y microorganismos, y la naturaleza muerta que los rodea
actuando en interacción en tanto que unidad funcional[1] — . Las distintas ecorregiones del mundo se agrupan
tanto en biomas como en ecozonas.

Biótico En su uso más habitual, el término biota designa al conjunto de especies de plantas, animales y otros
organismos que ocupan un área dada. Se dice, por ejemplo, biota europea para referirse a la lista de las
especies que habitan ese territorio. La biota puede desglosarse en una flora y una fauna, según los
límites,definidos, por la Botánica y la Zoología.
El concepto puede extenderse para designar al repertorio de especies de un compartimento del ecosistema,
como el suelo, la rizosfera o el fondo en un ecosistema acuático.
La biota no es lo mismo que la biocenosis. La descripción de la biota es un repertorio; la de la biocenosis debe
contemplar otros aspectos de la diversidad, relativos a la organización, además de la riqueza específica. Por la
misma razón no deben considerarse equivalentes las expresiones biosfera y 'biota terrestre'.
En el ámbito de la biología y la ecología, el término abiótico designa a aquello que no es biótico, es decir, que
no forma parte o no es producto de los seres vivos.[1] En la descripción de los ecosistemas se distinguen los
factores abióticos, que vienen dados por la influencia de los componentes físico-químicos del medio, de los
factores bióticos, cuyo origen reside en los seres vivos y sus productos. De igual forma, en dicha descripción
cabría diferenciar a los componentes abióticos, cuyo conjunto configuraría el biotopo, de los componentes
bióticos, cuyo conjunto constituye la biocenosis. De manera análoga se habla de evolución abiótica
(prebiótica) para referirse a las fases de la evolución físico-química anteriores a la aparición de los seres
vivos.
Entre los factores abióticos más relevantes cabe destacar los siguientes elementos:
• Sol.
• Aire.
• Agua.
• Suelo.
• Clima.
• Relieve.
• Luz
Cadena trófica (del griego throphe, alimentación) es el proceso de transferencia de energía alimenticia a
través de una serie de organismos, en el que cada uno se alimenta del precedente y es alimento del siguiente.
También conocida como cadena alimentaria, es la corriente de energía y nutrientes que se establece entre las
distintas especies de un ecosistema en relación con su nutrición.
1. Cada cadena se inicia con un vegetal, productor u organismo autótrofo o sea un organismo que "fabrica
su propio alimento" sintetizando sustancias orgánicas a partir de sustancias inorgánicas que toma del aire
y del suelo, y energía solar (fotosíntesis), o mediante sustancias y reacciones químicas (quimiosintesis).
2. Los demás integrantes de la cadena se denominan consumidores. Aquél que se alimenta del productor,
será el consumidor primario, el que se alimenta de este último será el consumidor secundario que seria un
carnivoro y un terciario que seria un ovnivoro o un supercarnivoro de alguna forma. Son consumidores
primarios, los herbívoros. Son consumidores secundarios los carnívoros, terciarios omnívoros y los
cuaternarios necrofagos
3. Existe un último nivel en la cadena alimentaria que corresponde a los descomponedores o degradadores.
Éstos actúan sobre los organismos muertos, degradan la materia orgánica y la transforman nuevamente en
materia inorgánica devolviéndola al suelo (nitratos, nitritos, agua) y a la atmósfera (dióxido de carbono).
Un ecosistema es un sistema natural que está formado por un conjunto de organismos vivos (biocenosis) y el
medio físico donde se relacionan (biotopo). Un ecosistema es una unidad compuesta de organismos
interdependientes que comparten el mismo hábitat. Los ecosistemas suelen formar una serie de cadenas que
muestran la interdependencia de los organismos dentro del sistema.[1]
El concepto, que comenzó a desarrollarse entre 1920 y 1930, tiene en cuenta las complejas interacciones entre
los organismos (por ejemplo plantas, animales, bacterias, protistas y hongos) que forman la comunidad
(biocenosis) y los flujos de energía y materiales que la atraviesan.[1] [2]
Se entiende por ecosistemas acuáticos a todos aquellos ecosistemas que tienen por biotopo algún cuerpo de
agua, como pueden ser: mares, océanos, ríos, lagos, pantanos etc. Los dos tipos más destacados son: los
ecosistemas marinos y los ecosistemas de agua dulce.[1]
El montante, variaciones y regularidad de las aguas de un río son de gran importancia para las plantas,
animales y personas que viven a lo largo de su curso. La fauna de los ríos es de anfibios, peces y una variedad
de invertebrados acuáticos.
Los ríos y sus zonas de inundación sostienen diversos y valiosos ecosistemas, no sólo por la cualidad del agua
dulce para permitir la vida, sino también por las numerosas plantas e insectos que mantiene y que forman la
base de las cadenas tróficas.
En el lecho de los ríos, los peces se alimentan de plantas y los insectos son comidos por las aves, anfibios,
reptiles y mamíferos.
El agua dulce de los ríos presenta una enorme variedad de composición. Como esta composición química
depende, en primer lugar, de lo que el agua pueda disolver del suelo por el que discurre, es el suelo lo que
determina la composición química del agua.
Si el suelo es pobre en sales y minerales solubles, también el agua será pobre en sales y minerales. Y, a la
inversa, si el suelo es rico en materias químicas solubles, gran parte de su riqueza la cederá al agua, con lo
cual ésta contendrá muchas más sales minerales.
Eso es determinante para los tipos de vida animal y vegetal que allí se pueda desarrollar.
Las principales adaptaciones de los animales y vegetales están directamente relacionadas con las
características físicas del agua, con la que están permanentemente en contacto los organismos que viven en
este medio acuático.
Ecosistemas léntico, lótico, de humedales. Partiendo del 'movimiento del agua', se acuerda una división de los
ecosistemas de agua dulce:
• Ecosistema de humedal: áreas donde el suelo está saturado de agua o inundado por una parte del año.
Es donde se llama agua salobre al agua como para la explotacion y gestión de las aguas interiores.
• Ecosistema léntico: es de agua quieta o de escaso caudal como en los lagos, estanques, pantanos y
embalses.
• Ecosistema lótico (latín lotus: participio de lavere, lavar): sistema de agua corriente como en los ríos,
arroyos y manantiales.
• También están las zonas litoral, bentónica y pelágica.
En ecología, hábitat es el ambiente que ocupa una población biológica . Es el espacio que reúne las
condiciones adecuadas para que la especie pueda residir y reproducirse, perpetuando su presencia. Un hábitat
queda así descrito por los rasgos que lo definen ecológicamente, distinguiéndolo de otros hábitats en los que
las mismas especies no podrían encontrar acomodo.
El Día Mundial del Hábitat es el primer lunes de octubre de cada año.[1]
Nicho ecológico
En ecología, un nicho es un término que describe la posición relacional de una especie o población en un
ecosistema o el espacio concreto que ocupa en el ecosistema. En otras palabras, cuando hablamos de nicho
ecológico, nos referimos a la «ocupación» o a la función que desempeña cierto individuo dentro de una
comunidad. Es el hábitat compartido por varias especies. Por ejemplo, el nicho ecológico de las ardillas es el
de los animales que habitan en los árboles y se alimentan de frutos secos.
El concepto formal de nicho incluye a todos los factores bióticos y abióticos con los cuales el organismo se
relaciona. Formalmente, el nicho ha sido descrito como un hipervolumen de n-dimensiones, donde cada
dimensión corresponde a los factores antes descritos. De esta forma, el nicho involucra a todos los recursos
presentes del ambiente, las adaptaciones del organismo a estudiar y cómo se relacionan estos dos (nivel de
adaptación, eficiencia de consumo, etc.) El nicho ecológico permite que en un área determinada convivan
muchas especies, herbívoras, carnívoras u omnívoras, habiéndose especializado cada una de ellas en una
determinada planta o presa, sin ser competencia una de otras.
El nicho influye de varias maneras, por ejemplo: cómo una población responde a la abundancia de sus
recursos y enemigos (por ejemplo, creciendo cuando abundan los recursos, y escasean los predadores,
parásitos y patógenos) y cómo esa población afecta a esos mismos factores (por ejemplo, reduciendo la
abundancia de recursos por la vía del consumo y contribuyendo al crecimiento de la población al caer presa
de ellos).
Sin embargo, el uso de los recursos es mermado frente a la existencia de otras especies que los utilizan. De
ahí que el nicho se relacione con el concepto de competencia interespecífica. Es decir, el uso de recursos por
parte de una especie, interferirá con el nicho de otra especie que usa el mismo recurso, lo que lleva a que sus
nichos individuales se solapen.
Construcción de nicho y evolución
En biología, se denomina construcción de nicho a la alteración del hábitat propio o de otra especie por parte
de un organismo vivo. Este proceso de modificación del entorno suele llevar aparejado objetivos específicos
muy dispares para el organismo, tales como el cuidado de las crías, el mejor manejo de recursos, un
incremento de la seguridad, etc. Como parece evidente, es un fenómeno muy extendido por todo el mundo
animal (incluidos los seres humanos): las represas de los castores, los nidos de las aves, las telas de araña, o
los hormigueros son algunas de las construcciones de nicho más comunes.
Esta modificación del entorno biológico e inorgánico entraña métodos de retroceso o aceleración de la
adaptación genética. Si bien la teoría de la evolución señala el proceso de eficiencia biológica de un
organismo en un hábitat determinado, la construcción de nicho --en cuanto modificación de dicho hábitat--
puede suponer un cambio de variables en la adaptación al medio. Sin embargo, pocos autores han tratado este
tema de forma concienzuda, por lo que muchos biólogos, que reivindican un estudio más exhaustivo de la
construcción de nicho, denominan a este fenómeno como "el proceso olvidado".
En este contexto, cabe destacar la relación entre los conceptos de fenotipo, esto es, los efectos físicos
producidos por un gen, y nicho. Richard Dawkins, en su famoso libro El gen egoísta plantea la necesidad de
ampliar dichos efectos genéticos, es lo que él mismo ha dado en llamar el fenotipo extendido. Si un
determinado gen (o grupo de genes) lleva a un organismo (digamos, por ejemplo, una larva de mariposa) a
construir un nicho (en este caso una crisálida), se podría determinar como causa del nicho, aunque fuera de
manera indirecta, ese gen. El fenotipo extendido es un caso especial en la construcción de nicho, en tanto en
cuanto dicha construcción no tiene por qué estar enmarcada en un único ciclo vital, como sería el caso del
fenotipo extendido. Podría decirse, pues, que dicho fenotipo es un subconjunto dentro de la construcción de
nicho.

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Universidad
Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo
“FACULTAD DE QUIMICO –
FARMACOBIOLOGIA”
Práctica. # 2
“fibra cruda”
Nombre.- Dueñas González Juan Pablo
Fiscal Lechuga Angélica Gabriela
García Sánchez Jesús
Maldonado Herrera Guadalupe
Torrecillas Fierro Víctor
Laboratorio de Análisis de Alimentos I
1ra.sección
Farmacia
Fundamento
La fibra cruda es, el residuo obtenido tras el tratamiento de los vegetales con
ácidos y álcalis. Es decir, es un concepto más químico que biológico. La fibra vegetal se
refiere fundamentalmente a los elementos fibrosos de la pared de la célula vegetal. Por
último9, la fibra dietética engloba todo tipo de sustancias, sean fibrosas o no, y que, por
tanto, incluye la celulosa, la lignina, las peptinas, las gomas, etc.
Esta clasificación sólo tiene una importancia práctica a la hora de elaborar una dieta,
cuando es necesario calcular una cantidad precisa de fibra. Sin embargo, cuando citamos
la fibra nos referimos siempre a la fibra dietética
La fibra desempeña en la planta de donde procede dos funciones fundamentales: la
estructural y la no estructural. La fibra estructural incluye componentes de la pared celular,
como la celulosa, la hemicelulosa y la pectina. La fibra no estructural está formada por las
sustancias que secreta la planta como respuesta a las agresiones o lesiones que sufre.
Estos compuestos son: mucílagos, gomas o polisacáridos de algas.
El contenido en estas sustancias depende también del grado de maduración de la planta.
Puede decirse que el porcentaje de celulosa aumenta con la maduración y lo contrario
ocurre con la hemicelulosa y la pectina. La lignificación representa el envejecimiento de la
planta.
Sin embargo, la clasificación de la fibra que más nos interesa desde el punto de vista
biológico es aquella que parte de su grado de solubilidad en
agua:
Fibra insoluble Las fibras insolubles, como la
celulosa, la mayoría de las hemicelulosas y la lignina, forman con el agua mezclas de baja
viscosidad.

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