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Como estar seguros de la voluntad de DIOS

[COMO PASTOR, UNO DE LAS PREGUNTAS MáS COMUNES QUE ESCUCHO ES LA


SIGUIENTE: ¿CóMO PUEDO SABER LA VOLUNTAD DE DIOS?]

Las personas preguntan esto no sólo cuando están tratando de determinar la dirección
general para sus vidas, sino también en lo que tiene que ver con las decisiones más
pequeñas que enfrentan cada día. Muchos cristianos están confusos en cuanto a si es
posible saber la voluntad del Padre celestial, o de si Él tiene siquiera una voluntad
específica para sus vidas.

Cuando las personas no están seguras de la dirección del Señor, a veces piensan:
“Simplemente me las arreglaré lo mejor que pueda, y espero que todo salga bien”. Pero eso no
es lo mejor que Dios tiene para usted. Él tiene una voluntad, es decir, un deseo, un plan y un
propósito específico para cada uno de Sus hijos. Jeremías 29:11-13 muestra que Su plan es
para nuestro bien, y que lo descubriremos si lo buscamos de todo corazón. Recuerde que Dios
es un planificador. Él planificó la Creación y la venida del Mesías, como también nuestra
redención, nuestra resurrección y las recompensas que recibiremos. Jamás podríamos llevar a
cabo Su plan especial para cada uno de nosotros si fuéramos abandonados a nuestros propios
recursos.

Tenga la plena seguridad de esto: usted sí puede saber la voluntad de Dios, y saberla con
certeza. El Señor no oculta a Sus hijos, Sus pensamientos. Su deseo más grande es que
vivamos el plan que Él tiene para nuestras vidas. Sin embargo, las personas a veces se
angustian pensando si están haciendo la voluntad de Dios, o si no están haciendo lo correcto,
sin saberlo.

Usted puede saber con absoluta certeza lo que es la voluntad de Dios para cada circunstancia
de su vida. Aunque es posible que Él no le revele cada detalle en cuanto a las situaciones que
usted enfrente, la Biblia revela los pasos específicos que puede dar para conocer y llevar a
cabo la voluntad de Dios para su vida.

En su carta a la iglesia de Colosas, Pablo escribió que estaba orando por ellos para que fueran
“llenos del conocimiento de su voluntad [de Dios]’’ (Colosenses 1:9); no simplemente para que
tuvieran una idea vaga de lo que el Señor tenía en mente. Ser llenos de este conocimiento
quiere decir que la voluntad de Dios impregna todos y cada uno de los aspectos de lo que
pensamos, hacemos y decimos. Su voluntad es que ella sea el cedazo a través del cual
hagamos pasar cada motivación, acción y circunstancia de nuestra vida. Ya sea que tenga que
ver con nuestra familia, o con nuestro dinero, relaciones o salud, nuestro pensamiento debe
ser: Padre, ¿qué quieres que haga? ¿Cómo debo proceder? Si no conocemos y si no
obedecemos Su plan, desaprovecharemos las bendiciones que Él tiene para nosotros.

Para discernir lo que Dios desea para su vida, es conveniente entender que Su voluntad tiene
dos aspectos. Primero, Su voluntad expresa se refiere a las cosas que no cambian; la
soberanía absoluta de Dios se encargará de que nada impida que esto ocurra. El cumplimiento
de las profecías y de las promesas divinas son ejemplos de Su voluntad expresa. Segundo, Su
voluntad tácita se refiere a lo que Él quiere para usted, pero que con su limitado libre albedrío
usted puede rechazara. Ambos aspectos de la voluntad de Dios representan lo mejor que Él
tiene para nosotros.

Los beneficios de obedecer la voluntad del Señor, y las consecuencias de ignorarla son
razones poderosas para descubrir los deseos de Dios para su vida. Cuando tenga que hacer
decisiones, considere las siguientes preguntas:

¿ES COMPATIBLE CON LA BIBLIA? Busque los pasajes que indiquen que la decisión es
correcta, o que le indiquen no seguir adelante. Y aunque no encuentre versículos que hablen
de una situación como la suya, busque las verdades pertinentes. La Palabra de Dios está llena
de principios para la vida; el salmo 119:11 dice: “En mi corazón he guardado tus dichos, para
no pecar contra ti”. La Biblia es una guía, pero para que sea útil debe ser leída, y su orientación
tiene que ser atesorada en su corazón.

¿ES UNA DECISIÓN PRUDENTE? Para responder esta pregunta, tiene que hacerse varias
otras: ¿Cuáles son las consecuencias futuras? ¿Me estoy precipitando? ¿Adónde me va a
llevar esto? ¿Me creará deudas? ¿Le causará algún daño a alguien? Al hacerse estas
preguntas, el Espíritu Santo dará testimonio a su espíritu en cuanto a si el seguir adelante
estará bien o mal. Responda estas preguntas con honestidad; Satanás quiere programar su
mente para que usted se valga de excusas y llegue a la conclusión de que lo quiere hacer está
bien.

¿PUEDO HONESTAMENTE PEDIRLE A DIOS QUE ME PERMITA ESTO? Algunas personas


dirán que es correcto pedirle a Dios lo que sea, pero éste no es el caso. Por ejemplo, aunque
usted tenga una gran necesidad de dinero, no le puede pedir a Dios que le permita cometer un
fraude o un engaño. Recuerde que todo lo que adquiera fuera de la voluntad de Dios, tarde o
temprano se le convertirá en cenizas.

¿TENGO PAZ GENUINA EN CUANTO A ESTO? Colosenses 3:15 dice: “La paz de Dios
gobierne en vuestros corazones”. ¿Qué significa tener paz? Algunas personas “oran”por sus
decisiones sin darle a Dios la oportunidad de responder. Le hablan de sus deseos y dan por
sentado que tienen la aprobación divina, pero eso no es buscar la voluntad de Dios; uno no
puede forzar la paz. Sin embargo, sí puede saber cuando es genuina. Al acostarse en la noche,
y tenga quietud, preséntele su preocupación al Señor. Si en su corazón hay tranquilidad, su
conciencia y sus emociones están diciendo “sí” y entiende que Dios le está diciendo “sí”; por
tanto, tendrá perfecta paz. Pero si siente diferente, deténgase y espere.

A veces, lo que usted desea está dentro de la voluntad de Dios, pero no para ese momento.
Hasta que no llegue el momento correcto, no experimentará paz si decide seguir adelante. Una
respuesta de “no”o de “espera” podrá parecerle frustrante si quiere desesperadamente hacer
algo. Piense en lo libre de peligros que estamos como creyentes. Dios nunca nos mentirá ni
nos inducirá al error. Él siempre nos guiará en la mejor dirección y tenemos que ser sabios para
obedecer: Dios no nos dará paz en cuanto a algo que no sea Su voluntad.

¿CUADRA ESTO CON LO QUE SOY COMO SEGUIDOR DE JESÚS? Hay cosas que no
cuadran con un hijo de Dios. Por ejemplo, la Biblia dice que el cuerpo es el templo del Espíritu
Santo (1 Corintios 6:19), por lo que cualquier cosa que sea físicamente dañina no es la
voluntad de Dios. La disciplina divina se aplica de formas diferentes: si desobedecemos las
leyes de la salud sufriremos las consecuencias, aunque seamos obedientes en otros aspectos.
Otro aspecto importante es el testimonio del creyente. Como respondemos a las demás
personas, ya sean nuestros familiares, o compañeros de trabajos, debe ser cónsona con el
hecho de que pertenecemos a Cristo y de que somos un reflejo de Él para el mundo. Si
decimos que somos cristianos no debemos guardar resentimientos, ser chismosos, tener
relaciones indebidas, o que expresemos duras críticas injustificadas.

¿CUADRA ESTO CON EL PLAN GENERAL QUE TIENE DIOS PARA MI VIDA? Necesitamos
examinar de qué manera nuestro pensamiento, conducta, y decisiones, coinciden con los
planes a largo plazo que el Señor tiene para nosotros. Ésta es la razón por la que debemos
enseñar a nuestros hijos a tener cuidado con las decisiones que tomen en cuanto a carrera,
matrimonio, y otras grandes decisiones de la vida. En cada caso, la pregunta es: ¿Cuadra esto
con el propósito de Dios para mi vida? Si el Señor nos dejara todas las decisiones a nosotros;
tendríamos la libertad de hacer nuestras decisiones sin tener en cuenta Su voluntad. Pero Dios
tiene un plan específico para cada creyente, y eso es para nuestro bien ya que Él es un Padre
amoroso, omnisciente, sapientísimo.

¿HONRARÁ ESTA DECISIÓN A DIOS? ¿Estoy mostrando reverencia por el Padre celestial al
tomar esta acción? ¿Es evidente, que reconozco a Jesucristo como el Señor y el dueño de mi
vida? Nuestras acciones y actitudes deben estar en armonía con lo que sabemos que es Dios,
antes que una evidencia de que “hacemos lo que nos gusta a nosotros”. Nuestra desobediencia
entristece el corazón de Dios, pero Él no es el único que lo nota. El mundo observa a los
cristianos para ver si son consistentes o hipócritas, y es importante que nuestras decisiones
reflejen un corazón obediente para con Dios.

ESTAS SIETE PREGUNTAS SON SENCILLAS, PERO CUANDO SON CONSIDERADAS DE


MANERA HONESTA REVELAN MUCHO ACERCA DE LO QUE HAY EN NUESTRO
CORAZÓN. También nos ayudan a conocer el corazón de Dios. Al conocer lo que piensa Dios
en cuanto a un asunto, hay una pregunta final que debe hacerse a sí mismo: Ahora que
conozco la voluntad del Padre, ¿estoy dispuesto a obedecer Su plan? Seguir a Dios puede
costar mucho (Lucas 14:26-33); usted puede ser malinterpretado, criticado o castigado. No
importa lo que el Señor quiera hacer con su vida, Su plan es siempre la mejor forma de
proceder. Al obedecerlo y verlo actuar, verá lo fiel que Él es.

Si está ahora en el proceso de hacer una decisión difícil, y le tiene temor a las consecuencias,
recuerde que ha confiado su vida a un Padre celestial amoroso que planifica sólo lo mejor, que
promete sólo lo mejor, y que da sólo lo mejor. Usted no puede perder si obedece la voluntad de
Dios.

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