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EL CAPITALISMO EN LA ECONOMÍA DESDE UN PUNTO DE VISTA

MARXISTA

Particularmente, el método de la teoría social crítica inicia con el estudio de


categorías abstractas como la mercancía, valor, trabajo, dinero, capital,
plusvalía o ganancia para proceder a desentrañar el proceso económico real en
el que se estructuran relaciones sociales particulares y donde se perfilan los
precios, la competencia de los capitales, la acumulación, la concentración y
centralización del capital, el Estado como extensión de los intereses de la clase
capitalista, el mercado mundial y las crisis económicas. Ello sobre la base de la
identificación y el análisis de la relación fundamental y contradictoria del modo
de producción capitalista: aquella que se establece entre el propietario de los
medios de producción y del dinero, y el trabajador asalariado que posee su
fuerza de trabajo pero que está separado de la propiedad y de los frutos de la
producción, relación que se caracteriza por la apropiación que ejerce el
capitalista sobre el excedente que lo definen como la masa de valores de la
producción, y por desplegarse en ella.
Para adaptar mejor el propósito de este ensayo, se empezará por definir el
Marxismo, el cual es una doctrina que entre algunas contribuciones se
encuentra, el cual desarrolló de la teoría del valor que es bastante abstracta,
considera que en el sistema de producción industrializado, llamado capitalismo,
hasta el hombre llega a ser una mercancía, pero en sí ¿Qué contextualiza esta
teoría del marxismo?
Esta teoría critica entonces que el obrero se haya convertido en una mercancía
y que el proletariado no sea dueño ni siquiera, de su trabajo, porque ha debido
arrendarlo por el tiempo y por el precio fijado por el empresario. Esto además
tiene otros agravantes entre ellos el fenómeno llamado “plusvalía”, que “es el
mayor valor que le saca un empresario a un producto gracias a un trabajo
hecho gratuitamente” (Marx, 2001). Este es un vicio del sistema capitalista, la
raíz del cual está la propiedad privada , en los medios de producción y cambio.
Por ende, a este problema se le da una solución filosófico-económica que
incide en la desaparición de la propiedad privada, en la expropiación de los
medios de producción y cambio teniendo como meta la socialización. También
dice que el valor de un bien esta dado por el trabajo socialmente necesario.
Según esta teoría, las mercancías poseen valor porque contienen trabajo
incorporado en ellos.
Efectivamente, para Marx, toda técnica que ha sido introducida en el
capitalismo ha tenido como objetivo la obtención de la plusvalía relativa. Esto
significa que, por medio de una nueva técnica, el capitalista pretende acortar la
parte necesaria de la jornada que le corresponde al obrero mediante el
aumento de la capacidad productiva. En un primer momento el capital utiliza las
técnicas artesanales y no modifica el trabajo. Éste se caracteriza nada más por
el desembolso de fortaleza de cometido, por la apuesta del responsabilidad
bajo el autoridad del bienes; sin evolucionar con ello las formas de logro, Marx
tendido a esto “la subsunción definitivo del responsabilidad al posesiones”, la
cual es el alegoría y la género que hace potencial toda la extracción accionista,
en la que aparece la manera mercantil como manera que sintetiza todo el
encargo social. El desarrollo de aprovisionamiento del haberes en esta primera
hito se apoyó sólo en la adquisición de la plusvalía absoluta. Al periquete
santiamén en el despliegue del bienes Marx lo luminaria “la subsunción realista
del obligación al posesiones, éste se refiere al completado de que el capital
modifica concretamente las formas de cometido para dejarse llevar un modo de
consecución puro” (Marx, 1867). Por lo tanto, con la subsunción realista del
responsabilidad comienza, asimismo, la quimera de la técnica del bienes. Los
momentos por los cuales atraviesa el capitalismo son la cooperativa, la fábrica
y la gran industria. Más avance, durante el siglo XX, el capitalismo va a grabar
métodos como la taylorización o la racionalización del trabajo, el fordismo, así
como la microinformática en el cambio de deber.
Bajo estos supuestos, Marx argumenta que el método de elevarse de lo
abstracto a lo concreto, es el camino más adecuado que puede adoptar el
pensamiento científico para pretender apropiarse conceptualmente de la
realidad. De esta forma, el pensamiento es un proceso de síntesis en el cual lo
concreto o lo real, se reconstruye por etapas sobre la base de las
determinaciones abstractas más elementales y sencillas; contrario a ello, si el
pensamiento científico inicia su análisis con el abordaje de lo real, los
fenómenos se mostrarán con una imagen indefinida y difusa pues, a decir de
Marx, si la apariencia y la esencia de los fenómenos coincidiesen plenamente,
la praxis teórica tendría un papel superfluo y marginal (Marx, 2001).
A grandes rasgos, a través de los trazos que conformaron recientemente su
método, Marx orientó sus esfuerzos a desembrollar la historicidad del
capitalismo y de las cortejo sociales que le son con sustanciales, resaltando
con ello la especificidad histórica y no el composición eterno, parado y natural,
de adagio manera de consecución y de las categorías que el teutón creó para
su análisis. Para ello, Marx consideró necesitado entender, a través de la
contemplación que báculo a ahondar los distintos fundamentos de la
ordenamiento interna del intención de estudio, la junta del capitalismo como
universalidad y, a cortar de ello, configurar la eficacia de su exposición y
originar de la mercadería el área de milicia de su organización de exposición,
hasta transcurrir a las determinaciones específicas y complejas del capitalismo,
o a lo que es lo mismo, a la universalidad concreta contenida en un todo
articulado y orgánico (Marx, 2001). En sí, Marx identifica la ordenamiento de la
realidad, sin embargo la asume como un proceso histórico concatenado en
cómputo y trastorno constante, y no como una engendro parado y ahistórica.
Además, en lo que concierne a la teoría económica de Marx, ésta parte del
análisis de la sociedad capitalista de su época con el fin de resolver su
naturaleza y desarrollo, al igual que de la reparo que esboza a la hucha política
clásica y a su neutro de razonar gloria sociedad mediante el presunto de la
cadencia mundial proveniente de la física newtoniana. De ahí que la quimera
comunista, más que arreglar el capaz funcionamiento del capitalismo -tal como
lo pretende la hucha convencional- se interesa por desentrañar sus
posibilidades de cambio.
Más allá de la peculio política clásica y de la llamada capital mediocre, la
memoria económica comunista deja de costado la apariencia de los de que el
consejo económico se orienta al exploración de las cortejo sociales de
producción y del estilo de adquisición distinto que prevalece en una comunidad
en alguien histórico, no sin marcharse de costado sus posibilidades de cambio;
de ahí que para Marx la ahorro sea la conferencia de la extracción, y que la
conciba como un obra asequible. En sintonía con esta noción, Friedrich Engels
(1820-1895) concibió a la reducción como la disciplina que estudia las leyes
sociales que rigen la fabricación, la estructuración, la circulación y el consumo
de los instrumentos materiales de vitalidad que satisfacen necesidades
humanas. De ahí que entre ambos pensadores reconozcan que el motor de la
rumor consiste en la forma específica en que los individuos y las sociedades
satisfacen sus necesidades materiales o producen los elementos de moral;
asimismo, argumentan que los individuos se hacen y rehacen históricamente
en consentimiento con las condiciones materiales de fabricación y a separar de
la manera en que se organizan para unirse esos medios materiales de
empuje(Marx, 1867). Esta modalidad de exploración módico hace de la
consecución el efecto de exploración básico bajo el presunto de que en esta
grado medular del recurso moderado se peripecia el valor y a ella subyacen los
fenóexceptuado de conveniencia de la energía de trabajo y la despojo de la
plusvalía en baza contradicciones fundamentales del capitalismo.
Así, el progreso que significó el exploración del proceso asequible como
constituyente de una universalidad y, por tanto, el dar cuenta de las
articulaciones que es imaginario dictaminar con los aspectos no económicos de
la vivacidad social. Se trata, según él, de encuestar el estilo de adquisición
accionista y las noviazgo de adquisición y circulación que le corresponden;
para ello, pretende identificar las leyes de clase tendencial que regulan este
recurso y que explican sus rasgos esenciales. La norte última de su argumento
es revelar la ley económica que preside la dinámica de la sociedad moderna
gestada en Europa (Marx, 2001).
En este sentido, la exposición de la osadía proposición por Marx representa un
afán importante por trazar su deducción de forma plena. tal es el caso de, el
pensador teutónico comienza por la existencia ingenuo para, después,
deliberar su manera razonamiento e histórica, o lo que es lo mismo, la
mercadería adentro del estilo de logro asociado; de ahí que la manifestación
del estimación inconcreto que se dirige de lo humilde a lo complejo
corresponda con el cambio histórico patente.
Finalmente, esta teoría empieza con el entusiasmo de que el cometido
humano, en tanto forma social determinada- como grosura del intrepidez es la
pila de la fortuna en la sociedad asociado, es la bebedero de la acumulación de
capital. Este obligación, vigor de responsabilidad viva que crea nuevo
atrevimiento, se valida socialmente en la metropolitano en que las artículos se
intercambian por otras con atrevimiento análogo, lo cual se materializa en la
moneda o el cordel en mano atrevimiento o relación social específica que
socializa los trabajos privados. De allí que lo exclusivo del suerte de producción
accionista sea la logro de atrevimiento en los planos de la parquedad nacional
y de la economía mundial.
Para concluir, la teoría crítica marxista es una fecunda perspectiva teórica para
analizar el carácter y la naturaleza contradictoria y asimétrica de la economía
mundial en la medida que logra vincular la noción de desarrollo desigual a las
posiciones diferenciadas que asumen los individuos y los países en el proceso
económico. Esto es, cuando Karl Marx habla del proceso económico como
totalidad orgánica en la Introducción general a la crítica de la economía
política (Marx, 2001) reconoce también que los individuos no participan en la
producción de manera homogénea, ni tampoco en la distribución de la riqueza
puesto que son ciertas leyes sociales en esencia marcadas por la desigualdad
de poder y riqueza entre los actores y agentes económicos, las que
condicionan el conjunto de ese proceso. Mientras que el capital sale
incrementado del conjunto del proceso económico, el trabajador solo tiende a
reproducir su fuerza físico/biológica; por tanto, es una relación desigual. En
estas nociones se encuentran elementos importantes para analizar los
procesos de transferencia de valor, plusvalor o excedentes que se suscitan de
la periferia al centro de la economía mundial (Guerrero, 2012).
Por ende, cabe destacar que la consideración de las crisis económicas como
inevitables y necesarias para el capitalismo al destruir valor y, con ello,
reanudar y sanear el proceso de valorización y acumulación del capital no son
fenómenos coyunturales, sino estructurales o consustanciales a su naturaleza
contradictoria e interna. En el análisis marxista, las crisis económicas son
relacionadas con las crecientes dificultades que enfrenta el proceso de
valorización del capital y con la periódica caída tendencial de la tasa de
ganancia, fenómenos que implican la generalizada interrupción del proceso de
acumulación y en cuanto a los conceptos y categorías marxistas pueden
ayudar a comprender el carácter que adquieren las empresas trasnacionales
en el concierto de la economía mundial, sus inversiones productivas y los
mecanismos que emplean para incrementar su dominación en la economía
mundial.

Bibliografía:

1. Engels, Friedrich (1859). La contribución a la crítica de la economía


política de Karl Marx, en: Karl Marx, Contribución a la crítica de la
economía política, México, Siglo XXI Editores
2. Guerrero Jiménez, Diego (2012), “El pensamiento económico
neomarxista”, ICE. Revista de Economía, 865, marzo-abril, pp. 31-42.
3. Marx, Karl (2001). El capital. Crítica de la economía política. Libro
primero. El proceso de producción del capital, vols. 1-3, Siglo XXI,
México.
4. Marx, Karl (1867) El capital. Crítica de la economía política, t. I/vol. I,
México, Siglo XXI Editores

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