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social. No podemos acceder, pues, a una diferencias entre dos elementos luego se
realidad verdadera y única sino que múl- pueden aplicar a muchos otros; y bipola-
tiples construcciones de la realidad son res porque surgen de un contraste entre
posibles. La TR al igual que la técnica de dos elementos que se constituyen en sus
la flecha descendente y el escalamiento dos polos opuestos. Pero además de ser
(Botella y Feixas, 1998), se centra en bipolares, son dimensionales, puesto que
explicitar el sistema de creencias de la existe una continuidad entre los polos.
persona y conocer cómo está organizado. Un constructo nos permite organizar la
George Kelly (1955) creó la TR, que experiencia no sólo diferenciándola sino
originalmente llamó «RepTest», en el también integrándola, es decir, hallando
contexto de su Teoría de los Constructos similitudes. Así por ejemplo, uno de nues-
Personales (TCP). Esta teoría constituye tros constructos personales puede ser
actualmente un destacado precedente de «callado vs. hablador», que refleja la cap-
la aproximación cognitivo-constructivis- tación de una diferencia entre las perso-
ta en psicoterapia (Feixas y Villegas, nas; mas, al mismo tiempo, nos permite
2000; Neimeyer y Mahoney, 1995). Kelly, abstraer similitudes, por ejemplo: «mi her-
concibió al ser humano como un científi- mana es habladora como mi madre, que es
co que elabora hipótesis sobre sí mismo, todo lo contrario a mi padre que es muy
su entorno, los otros y en definitiva, callado». Se han asimilado dos experien-
sobre el mundo en el que vive; y que las cias (la frecuencia del habla de madre y
pone a prueba constantemente en el ciclo hermana) y se han distinguido de una ter-
de su experiencia (véase también Botella cera (la escasez del habla del padre).
y Feixas, 1998; Kelly, 2001) Los constructos no son distinciones
Las hipótesis personales están confor- aisladas, se organizan en una estructura
madas por dimensiones de significado o en red en la que se hallan interconecta-
constructos, que consisten en la capta- dos unos con otros. Esta red es jerárqui-
ción de una diferencia o un contraste en ca: hay constructos que son más nuclea-
la experiencia del ser humano. El signifi- res que otros y, por ello, ocupan
cado de una experiencia siempre implica posiciones supraordenadas. Los cons-
un contraste, un opuesto. Por ejemplo, tructos nucleares hacen referencia a la
para apreciar que algo es suave (el signi- identidad de la persona (¿quién soy yo en
ficado de la experiencia de suavidad), el mundo?) y, puesto que la identidad se
hay que tener la experiencia de una tex- construye en interacción con los otros,
tura áspera, y a la inversa. Para aprehen- suelen configurar también el mapa de
der el significado de estas experiencias, nuestro territorio interaccional. El núcleo
necesitamos captar un contraste en la del sistema tiene conexiones tan nume-
experiencia sensorial de la consistencia rosas e intensas con el resto que los cons-
de los objetos que nos rodean. La capta- tructos nucleares son muy resistentes al
ción de tal discrepancia, junto con las eti- cambio. Los seres humanos tendemos
quetas que nos ofrece el lenguaje como fuertemente a mantener nuestra capaci-
«áspero» y «suave», nos permite organi- dad predictiva y nuestra teoría implícita
zar la experiencia de la aspereza de los o red de significados porque sin ella esta-
objetos y dar sentido a una parte —ínfi- ríamos inmersos en un caos a merced de
ma en este caso— de nuestra vivencia del los acontecimientos; esto hace que en el
mundo. intento de mantener la coherencia con
Los constructos, como vemos, son abs- nuestra estructura nuclear, prefiramos
tractos y bipolares. Abstractos porque sufrir (si es necesario) antes que perder
aunque surgen de la captación de las esa coherencia.
La Técnica de Rejilla 155
barrera que parecía haberse establecido ponden a los polos; y por último, 3) la
entre ella y nosotros. selección del número de rejillas a admi-
nistrar en función de la perspectiva que
adopte el clínico, bien longitudinal, bien
¿CÓMO APLICAMOS LA TÉCNICA DE transversal. Lo más habitual es adminis-
REJILLA? LA REJILLA DE ANA trar una rejilla como evaluación inicial
pero resulta muy interesante utilizar
En primer lugar, hay que recordar que la varias rejillas para evaluar el cambio en
TR es un instrumento muy flexible que el curso del proceso psicoterapéutico. En
admite muchas posibilidades diferentes el caso de Ana, sólo se administró una
de aplicación. Nosotros hemos seguido rejilla al inicio de la terapia.
los planteamientos y orientaciones reco- Una vez sabemos qué diseño de rejilla
gidos por Feixas y Cornejo (1996) a la queremos administrar, pasamos a la fase
hora de aplicar la TR a Ana. de administración. La administración de
El primer paso antes de administrar la la rejilla interpersonal se realiza median-
TR, es tener claro su diseño. No se trata te una entrevista estructurada entre clí-
de un instrumento estandarizado sino nico y paciente, en el marco de un clima
que se adapta a los objetivos de su admi- relajado y cooperativo que facilite al
nistración y al ámbito de su aplicación, paciente la expresión de sus constructos
sea este el clínico, el educativo, el empre- personales. La actitud del clínico es fun-
sarial o el de investigación. En nuestro damental: debe mostrar su profundo res-
ámbito, la psicología clínica y la psicote- peto y deseo de comprender sin juzgar, lo
rapia, el diseño que nos resulta de mayor cual también facilitará la alianza y el pos-
utilidad es la rejilla interpersonal y es el terior proceso terapéutico.
que desarrollamos en el presente texto. En la administración pueden señalarse
La rejilla interpersonal se caracteriza tres subfases. La primera es la selección
por el tipo de elementos, una muestra de los elementos y viene determinada
representativa de las personas más signi- parcialmente por la anterior fase de dise-
ficativas con las que se relaciona o se ha ño. Según el diseño interpersonal, los ele-
relacionado la paciente. Este tipo de mentos serán las personas significativas
selección se basa en el supuesto de que de la vida del paciente y el propio pacien-
es en la construcción del sí-mismo y de te (elementos del sí-mismo): padres, her-
los otros donde se hallan los constructos manos, otros familiares que hayan sido
más nucleares, aquellos que conforman y relevantes, los mejores amigos de ambos
confieren identidad a la persona. Y son sexos, parejas pasadas y actuales, otras
estos constructos nucleares los que se figuras significativas como profesores,
asocian con los problemas psicológicos. vecinos, etc., y también una persona non-
Además de los elementos, hay otras tres grata, vivos o muertos, del pasado o del
cuestiones que implica el diseño inter- presente, etc. Quiénes forman parte de la
personal: 1) la selección de los construc- rejilla lo decide el paciente en función de
tos, que surgen del paciente y no vienen esta lista de roles que le plantea el entre-
dados por el clínico, como en el caso de vistados Además, hay que incluir los ele-
una típica investigación nomotética; 2) la mentos del sí mismo que tienen un espe-
selección del sistema de puntuación: se cial interés psicoterapéutico. El elemento
utiliza un sistema de intervalos, y el más del sí-mismo imprescindible es el yo
adecuado para su posterior tratamiento actual, al que se suma el yo-ideal («como
matemático es una escala Likert de siete me gustaría ser»). Hay otros elementos
puntos en el que los extremos se corres- del sí mismo también de interés: por
La Técnica de Rejilla 157
ejemplo, los temporales como «yo-antes», buenos amigos y un elemento ideal refe-
«yo-dentro-de-un-año»; los elementos rido a una pareja sentimental («pareja
relacionados con el síntoma como «yo- imaginaria»). Los elementos «yo antes» y
con-ataques-de-pánico», «yo-cuando-con- «pareja imaginaria», responden a áreas
sumo», etc.; y los elementos de roles de la paciente que el terapeuta considera
como «yo-como-esposo», «yo-como-ami- importante explorar a partir de la infor-
ga», etc. El entrevistado! sugiere alguno mación de la primera sesión. Recordemos
en particular según la problemática del que Ana hablaba de una parte perdida,
paciente y lo que desee explorar. de un antes y un después, y que también
En el caso de Ana, se seleccionan quin- manifestaba cierta preocupación por no
ce elementos que incluyen, además del tener pareja actualmente.
«yo actual» y el «yo ideal», un elemento Los elementos seleccionados, se ano-
del sí mismo temporal («yo antes»), su tan en la parte superior del protocolo de
familia nuclear, tres buenas amigas, tres la rejilla (Figura 1), cada uno en una
Elementos
Constructos
20 20
1 Muy a 2 Bastante a 3 Un poco a 4 Punto medio 5 Un poco a' 6 Bastante a' 7 Muy a'
En la parte superior derecha de la tabla, se escriben los elementos, uno en cada cohinma y de izquierda a
derecha. En la parte izquierda de la tabla, se escriben los constructos, uno en cada fila y de arriba abajo;
cada polo del constructo se escribe en cada uno de los espacios yuxtapuestos que están destinados a ello.
En el cruce entre elementos y constructos, se escribe la puntuación, siguiencb ia escala Likert descrita
debajo de la tabla y en función del grado en que los elementos tengan la característica bipolar descríu en el
constructo de la izquierda (1,2, 3), de la derecha (5,6, 7) o bien del punto medio (4).
La primera columna corresponde a los polos de la izquierda (polos "a" según el protocolo de la figura
1) de cada constructo, mientras la tercera columna corresponde a los polos opuestos (polos "a'" en la
figura 1). La cuarta columna corresponde a los elementos (columnas A... S según el protocolo de la fig.
1). Por último, la segunda columna es la puntuación resultante de describir el grado en que los elemen-
tos de las columnas (de A a O) tienen las características de los constructos de las filas (de 1 a 16), en
fiínción de la escala Likert de siete puntos (véase figuras 1, 2 y 3).
Aclaración sobre las etiquetas de los constructos y elementos: 6- le interesa su trabajo vs. no le interesa
su trabajo; 7- alocada vs no sabe disfrutar; 15- ama la naturaleza vs. pasa de la naturaleza; J- PAREJA-
IMAGINADA.
Figura 2. Matriz de los datos originales rejilla de ana, una vez introducidos al programa RECORD (Feixas
y Cornejo, 1996)
La Técnica de Rejilla 159
tabla, cada polo en uno de los espacios los elementos según una escala Likert de
destinados a tal fin (véase Figura 1). 1 a 7. El extremo 1 de la escala hace refe-
Seguidamente se pregunta por más simi- rencia al polo escrito a la izquierda y el
litudes que pueda identifícar, con las que extremo 7 al polo escrito a la derecha; el
se procede al igual que la primera, y a punto medio (4) es una posición neutra
continuación, aun con el mismo par de que no se decanta por un polo u otro.
elementos, se pregunta por la diferencia. Veamos, en la Figura 3, un ejemplo,
Ana no halló similitudes en la compa- tomando el primer constructo de la reji-
ración de la primera diada presentada lla de Ana: «voluntariosa vs. dejada».
(padre y madre), por lo que se le pregun- Al puntuar este primer constructo
tó seguidamente por las diferencias entre («voluntMiosa-dejada»), Ana refleja que
ellos («¿en qué se diferencian tu padre y ella («yo actual») es muy dejada (puntua-
tu madre en cuanto a forma de ser, carác- ción 7), que su padre es muy voluntarioso
ter o personalidad?») La respuesta apor- (puntuación 1), que su madre es bastante
ta directamente los dos polos del cons- dejada (puntuación 6) y que su ideal sería
tructo, «mi padre es voluntarioso y mi ser muy voluntariosa (puntuación 1). Grá-
madre es dejada», dando lugar así al pri- ficamente se puede representar como un
mer constructo: «voluntariosa vs. deja- vector (véase Figura 4). Los demás ele-
da». En la Figura 2 se pueden ver el con- mentos (hermanos, amigos, pareja imagi-
junto de los constructos elicitados de naria y yo-antes) se van pimtuando de la
Ana, un total de 16. En la primera colum- misma manera, en función de si tienden
na de la matriz se hallan los polos de la hacia un polo u otro y en qué medida.
izquierda, mientras que en la tercera Una vez tenemos la rejilla conveniente-
columna se hallan sus opuestos. mente cumplimentada (véase la rejilla de
La elicitación finaliza cuando se alcan- Ana en la Figura 2), pasamos al análisis
za un número de constructos prefijado de los datos. Una parte del análisis es cua-
(alrededor de la veintena ya que un litativo y se puede realizar directamente a
número mayor hace difícil de manejar el partir de los datos originales, mientras que
volumen de datos), o bien cuando el la otra parte es cuantitativa y necesita del
paciente comienza a repetir constructos tratamiento matemático mediante el pro-
ya utilizados y/o no puede elicitar más grama RECORD V. 2.0^ (Feixas y Cornejo,
porque está agotado. Esto es lo que se 1996), especialmente ideado para el aná-
conoce habitualmente como «punto de lisis de la TR. Este programa se caracteri-
saturación».
La tercera y última subfase de la admi-
^ En la actualidad RECORD se encuentra ya dispo-
nistración consiste en realizar la puntua- nible la versión 4.0 en Internet: www.terapiacogniti-
ción. El paciente tiene que puntuar todos va.net/record
Elementos
Constructos
(polo izquierda) (polo derecha) A-YO B-PAPA C-MAMÁ ...0-IDEAL
1 voluntariosa 1 dejada r~7I 1 6 1
2.
3
2.
3
I I
(l^untuactón)
CONSTRUCTO 1
za por utilizar como técnica de factoriali- ples aspectos psicológicos que nos apor-
zación, el Análisis de Correspondencias tarán información valiosa para el poste-
(AC), el cual usa como medida de simili- rior proceso psicoterapéutico. Veamos
tud, la distancia «chi-2» y permite el aná- cuáles son estos aspectos, empezando
lisis conjunto de constructos y elementos. por los más directos y sencillos, y
Del análisis informático se obtienen una siguiendo por los más sofisticados.
serie de listados que se interpretan para
obtener datos e hipótesis relevantes para
la clínica. En el siguiente apartado vere- Autodefinición: ¿Cómo se define el
mos la fase de interpretación, ejemplifica- paciente con sus propias palabras?
do con la rejilla de Ana.
A partir de los datos de la rejilla, pode-
mos reconstruir la autodefinición del
¿QUÉ NOS DICE LA REJILLA DE ANA? sujeto tomando los constructos en los
LA INTERPRETACIÓN PSICOLÓGICA que éste puntúa más, es decir, aquellos
en los que el elemento «yo actual» obtie-
La tarea de interpretación es amplia y ne valores extremos (1 y 2 ó 6 y 7). Para
entretenida. Implica la revisión de múlti- ello, el programa RECORD agrupa bajo el
AUTODEFINICIÓN DISCREPANCIA
YO YO YO-IDEAL
1 dejada v s . fvoluntad 1 dejada -> 7 fvoluntad
1 sdejallev v s . tozuda 2 tonta -> 6 inteligen
7 triste vs. alegre 6 realista -> 2 tfantasia
1 desintrab vs. inttrabaj 7 triste -> 3 alegre
1 nsabdis v s . alocada 1 desintrab -> 7 inttrabaj
7 desestabi vs. equilibra 7 desestabi -> 1 equilibra
7 tiene-ira vs. tranquila 1 gorda -> 6 delgada
1 indecisa v s . tomadecis
7 frustrada vs. idealista
7 amanatura v s . pasanatur
Bajo el titulo de "Autodermición" se encuentran los constructos en los que uno de sus polos puntúa de forma extrema (1 ó 7)
para el "yo actual"; estos polos se sitúan a la izquierda, mientras que sus opuestos se sitúan a la derecha. Bajo el titulo de
"Discrepancia", se encuentran los constructos en los que el "yo actual" se sitúa en un polo y el "yo ideal" en el opuesto (entre
ambos existe una diferencia mínima de 4 puntos); los polos en los que se sitúa el "yo actual" se sitúan en la columna de la
izquierda mientras los del "yo ideal" están a la derecha, todos ellos con su correspondiente puntuación.
La Técnica de Rejilla 161
epígrafe «Autodefinición», todos los es el ser «sincera» (en negrita), más ade-
constructos en los que el «yo actual» lante veremos que se trata de un cons-
puntúa 1 ó 7 (véase Tabla 1). Las puntua- tructo congruente. El resto de constructos
ciones menos extremas de 2 y 6 que indi- de la autodefinición no señalados, son
ca la tenencia de una característica en aspectos definitorios de Ana —en su
grado «bastante», las podemos identificar mayoría de valor negativo— de los qu€
directamente en la matriz de datos origi- tampoco se siente satisfecha, ya que su
nales (Figura 2) repasando la columna «yo ideal» no coincide con ellos (véase la
del «yo actual». columna del «yo ideal» en la Figura 2). A
Una vez tenemos aislados los cons- diferencia de los anteriores aspectos insa-
tructos más definitorios del «yo actual», tisfactorios, en éstos Ana no tiene claro
podemos reconstruir narrativamente la cómo le gustaría ser (el ideal no se sitúa
autodefinición de nuestro paciente: en el polo contrario sino que se queda en
el punto medio); son los llamados cons-
«Yo soy una persona muy dejada, tructos dilemáticos de los que hablare-
que se deja llevar, triste, que no le inte- mos más adelante.
resa su trabajo, que no sabe disfrutM, Recordemos que Ana hablaba de un
desestabilizada, con mucha ira, inde- antes y un después (operacionalizado en
cisa, firustrada, que siente amor por la la rejilla con el elemento «yo antes»).
naturaleza y gorda. También me consi- Veamos, pues, cómo se veía con respecto
dero bastante tonta, realista y sincera». a su visión actual:
Se obtiene una aproximación muy des- «Yo era una persona con bastante
criptiva y válida de la construcción del fuerza de voluntad, muy tozuda, que
sí-mismo del paciente, de su autocon- le interesaba mucho su trabajo, bas-
cepto y de su identidad, lo que nos ayu- tante alocada, que tomaba decisiones
da a verle como él se ve y a comprender- e idealista, todo lo contrario a ahora.
lo mejor en su sufi"imiento. En el caso de Además también era responsable y
Ana, vemos que la construcción de sí justa. Y, tanto antes como ahora, soy
misma es muy negativa y llena de aspec- muy amante de la naturaleza».
tos que desearía cambiar (constructos
subrayados, a los que llamaremos discre- Como vemos, el aspecto 'sincera' no
pantes). Esto se comprende con el hecho formaba parte de su autodefinición. Por
de que, Ana no se siente ni feliz ni satis- otro lado, vemos que el aspecto positivo
fecha de sí misma, lo que confiere senti- 'amar la naturaleza' se mantiene en la
do a sus síntomas depresivos. Asimismo, Ana de antes y la Ana de ahora, cons-
vemos que el constructo físico «gorda- tructo a tener en cuenta en el proceso
delgada», que se incluyó con el fin de terapéutico como un valor positivo que
explorar su preocupación por el peso, permanece.
aparece en su autodefinición como un
aspecto más de su identidad, algo que la
deñne pero lo hace en el sentido no dese- Comparación entre los elementos «yo
ado (a ella le gustaría estar delgada], es actual» y «yo ideal»
un aspecto más del que no está satisfecha
y guarda relación con los síntomas bulí- En la Tabla 1 vemos la columna de «dis-
micos. crepancia», donde se señalan los cons-
Hay un único aspecto del que Ana se tructos en los que el «yo actual» se sitúa
siente satisfecha y no le gustaría cambiar, en un polo y el «yo ideal» en el polo
162 Guillem Feixas, Marisol de la Fuente y Joan Miquel Soldevila
opuesto. Son los constructos discrepan- un polo ni otro: no le gusta como es aho-
tes e indican aquellos aspectos que no le ra, no quiere ser como era antes y no sabe
gustan a la persona de sí misma y que le cómo le gustaría ser. Son constructos
gustaría cambiar en el sentido opuesto - poco funcionales (se tratarán más ade-
su ideal. Estos aspectos «insatisfacto- lante como constructos dilemáticos).
rios» o «puntos débiles» del sí mismo Por otro lado, como ya habíamos
suelen coincidir con el motivo de con- comentado en la autodefinición, el único
sulta, y también muestran otras cuestio- constructo en el que se siente satisfecha
nes a cambiar que antes no habían apa- Ana es el del polo 'sincera' (opuesto a
recido. 'hipócrita'). Los constructos congruentes
Los constructos discrepantes se pue- son aquellos en los que el «yo actual» y
den exponer de forma narrativa sugirien- el «yo ideal» coinciden en el mismo polo
do cómo los podría expresar el paciente. (obtienen puntuaciones con una diferen-
Veíamos cómo la autodefinición de Ana cia igual o menor que 1). Son los «puntos
incluía todos los aspectos que no le gus- fuertes» de la persona, podrían ser nucle-
tan de sí misma; veamos ahora cómo le ares para su identidad y, por tanto, muy
gustaría ser (polo ideal opuesto al polo resistentes al cambio. Esto hay que tener-
actual): lo en cuenta en el proceso terapéutico;
son aspectos a validar y/o a proteger de
«Al contrario de lo que soy (dejada, posibles invalidaciones, puesto que cons-
desinteresada por el trabajo, desesta- tituyen aspectos fundamentales de la
bilizada, tonta, realista, triste y gorda), identidad de la persona. En el caso de
me gustaría tener fuerza de voluntad, Ana es muy indicativo que sólo haya sur-
estar interesada por el trabajo, ser gido un constructo congruente, sólo un
equilibrada, inteligente, fantasiosa, punto fuerte de sí misma, esta informa-
alegre, y delgada.» ción nos ayuda a dar coherencia a sus
graves síntomas depresivos.
Si comparamos esta hipotética narra-
ción de lo que le gustaría cambiar a Ana,
con la construcción de sí misma, antes de Dilemas implicativos y constructos
estar deprimida («yo antes»), vemos que dilemáticos: Dos modalidades de
sólo hay dos aspectos de cómo era antes conflicto cognitivo
que coinciden en cómo le gustaría ser: el
tener 'fuerza de voluntad' y el tener 'inte- Los dilemas implicativos son conflictos
rés por el trabajo'. Esto nos indica, por un cognitivos en los que existe un aspecto
lado, que estos dos aspectos son referen- del sí-mismo insatisfactorio que se dese-
cias del pasado a las que le gustaría vol- aría cambiar pero que, como se asocia
ver y, por otro, que como era antes no es fuertemente a aspectos positivos y satis-
un modelo suficientemente adecuado de factorios de la identidad del paciente, es
cómo le gustaría ser. Quizás antes tam- muy difícil de modificar (véase Feixas,
poco estaba del todo contenta consigo Saúl, Ávila-Espada y Sánchez, 2001; tam-
misma; quizás los valores de antes no le bién en Internet el Proyecto Multicéntri-
sirvan ahora; o quizás ambas posibilida- co Dilema: www.usal.es/tcp). El cambio
des... Lo que sí es cierto es que si mira- es tan difícil porque implicaría el posible
mos estos constructos en la matriz de abandono de alguno de esos aspectos
datos (Figura 4), vemos que las puntua- positivos y nucleares, lo cual representa-
ciones del «yo ideal» para ellos, son pun- ría una amenaza para la identidad de la
tuaciones de 4, es decir, su ideal no es ni persona. Estas implicaciones dilemáticas
La Técnica de Rejilla 163
^ ^
Constructo Desinteresada • *- Intresada
discrepante por el trabajo por el trabajo
("yo actual") ("yo ideal")
pueden extraerse cualitativamente de la dirse por ninguno de los dos polos del
matriz de correlaciones, pero la versión constructo. Esos polos no constituyen
4.0 del programa RECORD (véase nota 1) alternativas deseables para el sujeto. En
los detecta automáticamente. En Ana cierto modo, el constructo ha perdido su
hallamos un dilema implicativo (véase funcionalidad: la persona no sabe cómo
Figura 5). le gustaría ser; no tiene referencias cleiras
Según este dilema implicativo, a Ana en su sistema cognitivo y necesitaría nue-
le gustaría ser una persona 'interesada vas construcciones con las que orientar-
por su trabajo' - actualmente 'no tiene se. Los constructos dilemáticos son cons-
ningún interés' - pero eso implicaría ser tructos que ya no le sirven para orientar
'hipócrita', algo absolutamente indesea- sus esfuerzos, definir sus preferencias o
ble para ella porque ella es, ante todo, tomar decisiones claras.
«sincera». Dicho de otra manera, para A veces ocurre que el «yo actual» tam-
Ana las personan que se interesan por el bién se sitúa en el punto neutro, junto al
trabajo son también hipócritas, por lo que «yo ideal». En esos casos, la funcionali-
realizar este cambio tiene el riesgo de dad del constructo está aún más compro-
dejar de ser sincera. Este conflicto cogni- metida porque el constructo no sólo «no
tivo de Ana quizás podría explicar parte sirve» para saber cómo le gustaría ser
de su dificultad con el trabajo. Es nece- sino que tampoco define cómo es ahora.
sario explorar qué significa ese tema del La persona sólo puede decir de sí misma
interés por el trabajo, en el contexto de que no es ni un polo ni otro; es un cons-
sus valores representados en su sistema tructo que no «funciona» para el sujeto,
de constructos. que necesitaría de nuevos constructos
Por otro lado, están los constructos que le diesen mayor sentido.
dilemáticos (de los que ya hemos ido Ana presenta numerosos constructos
hablando) que son también conflictos dilemáticos (véase Tabla 2). Su rejilla es
cognitivos. Estos constructos, a diferen- atípica por la amplia presencia de este
cia de los dilemas implicativos, no se tipo de constructos, normalmente poco
basan en las implicaciones con otros frecuentes. Este hallazgo otorga mayor
constructos, sino que el dilema ocurre coherencia y forma al profundo sufri-
entre los dos polos de un único cons- miento y desorientación que experimen-
tructo. ta Ana y, en consecuencia, su diagnósti-
Los constructos son dilemáticos cuan- co de depresión mayor no resulta
do el «yo ideal» (la proyección de cómo sorprendente.
le gustaría ser como persona) se sitúa en Estos constructos dilemáticos consti-
un punto medio (puntuación 4) sin deci- tuyen en Ana el 50% de los constructos
164 Guillem Feixas, Marisol de la Fuente y Joan Miquel Soldevila
1 O Figura 2). Sin embargo, no debemos lando otros significados para el construc-
olvidar que la rejilla es sólo una ventana to 'gorda-delgada', Ana podría superar en
al sistema de constructos del paciente y gran medida su preocupación por la gor-
no es su sistema completo, estos indica- dura o la delgadez.
dores de centralidad nos proporcionan
únicamente una orientación sobre cuáles
son los constructos más nucleares de los SÍNTESIS DE RESULTADOS,
elicitados mediante la rejilla, no son FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS
determinantes absolutos. CLÍNICAS E IMPLICACIONES PARA
LA TERAPIA
Frustrada
TViste n
No sabe disfrutar
Tonta
Se deja llevar
^ - Indecisa
en el que se pone de manifiesto que Ana Ana por interesarse por el trabajo, puesto
se siente sola, distinta y peor que las per- que esto lo asocia a ser «hipócrita».
sonas de su entorno, con las que no com- Los constructos discrepantes confor-
parte aspectos significativos. El perfil de man 43,75% de los constructos elicita-
aislamiento suele corresponder al tipo dos, mientras que los constructos con-
depresivo, lo que coincide perfectamen- gruentes representan sólo un 6,25%. Esto
te con la sintomatología de Ana. Está cla- viene a confirmar los resultados anterio-
ro pues, que además de la autoestima es res sobre su autoestima y autoconcepto.
importante potenciar sus puntos de cone- Pero lo más destacable, en el sentido de
xión con los demás, todo aquello que la gravedad, es la gran cantidad de cons-
haga sentir más cercana a ellos. tructos dilemáticos (50%).
Otro índice que la literatura (p.ej., Nei- La rejilla de Ana indica que su red de
meyer y Feixas, 1992) asocia a la sinto- significados está en crisis. Su actual sis-
matología depresiva es el de polariza- tema de significados o de constructos no
ción, que nos indica que Ana tiene una le sirve para realizar su función, antici-
estructura cognitiva rígida y que se cons- par los acontecimientos (Kelly, 1955) y
truye a sí misma, al mundo y a los darle un sentido de quién es y de cómo
demás, de un modo dicotómico y extre- se ubica entre los demás. No le gusta
mo. Flexibilizar su estructura cognitiva y como es; en algunos casos sabe cómo le
conseguir unos constructos menos rígi- gustaría ser (constructos discrepantes) y
dos podrían constituirse en valiosos obje- en otros -la mitad- no tiene una alterna-
tivos terapéuticos. tiva clara (constructos dilemáticos). Esto
Algunos de los constructos más cen- explicaría el profundo sufi-imiento, fruto
trales de Ana son constructos que ella de la invalidación recurrente de sus cons-
misma considera negativos, como «deja- trucciones, y la grave desorientación que
da», «dejarse llevar», e «indecisa», pero experimenta Ana.
que forman parte de su identidad. A Tras ver todos estos datos, no sorpren-
pesar de que le parezcan indeseables y de la existencia de la sintomatología que
desee cambiar, en el proceso terapéutico sustenta la etiqueta de depresión mayor
son constructos que hay que cuideír al ser con la que es diagnosticada. También
parte de su identidad. Pueden resultar cobra mayor sentido el trastorno de per-
muy resistentes al cambio puesto que su sonalidad por evitación, ya que ¿cómo no
invalidación supone la pérdida de una va evitar relacionarse con un mundo al
parte central de sí misma. Ana tiene una que no puede predecir ni dar sentido,
identidad negativa; pero no hay que pre- donde sus construcciones se invalidan
tender un cambio muy brusco, porque es constantemente? (Díaz, Feixas, Pellun-
la única que tiene. Para iniciar el cambio grini, y Saúl, 2001). Es un mundo —y las
necesita validaciones; quizás más ade- personas que hay en él— que da miedo y,
lante pueda cambiar esos constructos en consecuencia se evita. Kelly (1955;
indeseados, cuando tenga otros alternati- 2001) ya señaló la constricción como un
vos (Botella y Feixas, 1998). De momen- recurso psicológico para reducir el cam-
to, se aprecia una invalidación masiva po perceptual (y las vivencias) a \m ámbi-
del sistema de constructos de Ana, lo que to reducido pero que al menos resulta
confiere sentido a sus síntomas depresi- predecible.
vos y ansiosos. Un objetivo terapéutico fundamental
También hemos encontrado un dilema sería conseguir que el sistema de cons-
implicativQ que nos permite formular una tructos de Ana sea más complejo, más
hipótesis acerca de las dificultades de articulado, menos dicotómico y rígido, y
170 Guillem Feíxas, Marisol de la Fuente y Joan Miquel Soldevila