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CARTA ABIERTA

Comunidad Universitaria – UNMSM


Como parte del fuero universitario, me veo en la necesidad de expresar públicamente mi preocupación y
rechazo al modo irregular como se viene gestionando nuestra universidad; el último ejemplo se encuentra plasmado
en la Resolución Rectoral Nº 00831-R-11, que pretende validar la elección del Director de la Escuela de Post-Grado,
elección que tiene como antecedentes una serie de hechos que colisionan con el sentido común, el ordenamiento
legal y la correcta conducta ética de quienes ostentan y detentan el gobierno universitario.

El Comité Electoral – UNMSM pese a tener como obligación expresa, clara y específica el cumplir y hacer
cumplir las normas establecidas en el Reglamento General de elecciones, de conformidad con la Ley Universitaria Nº
23733 y el Estatuto de la Universidad, el día martes 22 de febrero, con una celeridad no acorde con la cotidianidad de
su gestión, ha resuelto declarar válida la elección del nuevo Director de la Escuela de Post-Grado, ignorando que el
primer acuerdo del Comité Directivo determinó que se declararía Director a quien obtuviese la mitad más uno de los
votos, lo que en la práctica eran 16. Como resultado de aquella elección, ninguno de los postulantes alcanzó el
mínimo exigido, por lo que la reunión no pudo declarar a un ganador. Pese a esto, de manera arbitraria, el Comité
Electoral de la UNMSM, arrogándose una competencia que no posee, ha decidido soslayar el acuerdo previo del
Comité Directivo, favoreciendo a uno de los candidatos, resolviendo que sus 15 votos son suficientes para nominarlo
Director de la EPG, desconociendo que la mitad más uno, en este caso, es 16 e ignorando la situación irregular de
algunos directores de unidad que no tendrían el grado académico para ejercer tal función.

Sería falso afirmar que sorprende esta situación, en realidad es sólo una manifestación más del sistemático
menoscabo a la institucionalidad de nuestra universidad, pues se pretende imponer como Director de la Escuela de
Post-Grado a un docente cuestionado, en más de una ocasión, por la pertinencia de sus grados. Pero esto es sólo la
consecuencia de una gestión que ha convertido la encargatura en una figura legal de permanencia y dependencia
indefinida, ello se evidencia en que varios Decanos y algunos Directores de Unidades de Post-grado se mantienen en
dichos cargos por la gracia rectoral y no como resultado de un proceso eleccionario. En esta misma línea de conducta
el 02 de marzo se ha emitido la Resolución Rectoral 00927-R-11 con la que se “encarga” la Dirección Académica de la
EPG al actual Director de la Unidad de Post-Grado de la Facultad de Química, lo que configuraría dos irregularidades
adicionales, la primera sería que el referido Director es profesor Asociado y no Principal, por lo tanto no reuniría el
requisito mínimo para ser Director de UPG y, en segundo lugar, no existe en la vasta historia de San Marcos
precedente alguno de que el Director de una Unidad de Post-Grado asuma la Dirección Académica de la EPG, así
como en la Universidad no se debería designar a un Decano en el cargo de Secretario General.

Como comunidad universitaria de una casa de estudios que se precia de ser la mayor del país, sentimos
vulnerado nuestro derecho a elegir, menoscabada la institucionalidad de nuestra Escuela de Post-Grado y burlada
nuestra representatividad. Es de esperar que el actual Comité Electoral no pretenda seguir los pasos del anterior, que
estuvo involucrado en muy serias y escandalosas denuncias de fraude, hecho que por demás avergonzó a la
comunidad sanmarquina ante todo el país.

Confío sin embargo en que nuestra universidad se enrumba al cambio, gracias a la toma de conciencia de la
gran mayoría de integrantes de los diversos estamentos de nuestra comunidad universitaria, y también a los vientos
renovadores que soplan en la escena política nacional (tal como ya ocurrió hace poco en el ámbito municipal)
renovación que nos permitirá contar pronto con un nuevo gobierno que no relegue al abandono a la educación
superior, que comprenda que la universidad es un centro neurálgico de producción de ciencia y tecnología esencial,
para un desarrollo nacional que no descanse en la exportación de materias primas, y que en consecuencia no permita
que la universidad pública mayor y emblemática del país siga siendo tierra de nadie en la que campean la
arbitrariedad y la mediocridad.

Dra. LUISA NEGRÓN BALLARTE


Ex Directora de la Escuela de Post-Grado
Uiversidad Nacional Mayor de San Marcos

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