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Preguntas frecuentes

Antecedentes para las preguntas frecuentes

Una ciudad “charter” es una zona de reforma especial a escala de ciudad que
puede adquirir muchas formas. Los elementos comunes son:

1. Terrenos despoblados del tamaño de una ciudad, contribuidos


voluntariamente por un gobierno anfitrión.
2. Cuentan con un fuero que especifica las reglas que regirán la nueva
ciudad.
3. Sus residentes, inversores y empleadores tienen la libertad de vivir en
la zona de reforma o fuera de ella.

Cada ciudad “charter” requiere uno o más países para desempeñar tres roles
lógicamente distintos:

i. El país anfitrión brinda terrenos despoblados.


ii. El país o los países de origen proporcionan los residentes.
iii. El país o los países garantes se aseguran de que se respete el fuero de
la ciudad.

Las preguntas frecuentes que se presentan a continuación tratan temas


generales y específicos que surgen de tres ciudades “charter” hipotéticas.
Tenga en cuenta que estos casos hipotéticos son estrictamente para fines
ilustrativos y no reflejan proyectos ni conversaciones reales:

a. India es el país anfitrión, de origen y garante


b. Mauritania es anfitrión; Francia y Noruega son garantes; varios países
de origen
c. Brasil es anfitrión y garante; Haití es el país de origen principal

Preguntas frecuentes generales

P: ¿Cuánto terreno se necesita para una nueva ciudad?

R: Es mucho más probable que las ciudades más grandes tengan éxito y
apoyen un nivel de vida elevado. El valor del terreno tendrá un aumento
superior al proporcional con el terreno total disponible para el desarrollo. Un
tamaño objetivo adecuado es de 1,000 kilómetros cuadrados,
aproximadamente el tamaño de Singapur y Hong Kong.

P: ¿Qué densidad y población serían viables?

R: Una densidad de 100 personas por hectárea o de 10,000 por kilómetro


cuadrado es la mitad de la densidad del área central de París. A esta
densidad, 1,000 kilómetros cuadrados permiten una población máxima de
10 millones de personas. La mayoría de los medios de transporte público
funcionan de manera eficiente con esta densidad. Como lo demuestra el área
central de París, se pueden alcanzar densidades mayores que 100 personas
por hectárea en un entorno atractivo sin edificios altos.

P: ¿Quién financiaría la infraestructura necesaria para una nueva


ciudad?

R: Los inversores privados que cobren un cargo por los servicios que brinden
podrían financiar la infraestructura de la ciudad. Por ejemplo, una empresa
como Suez o Aquas de Barcelona, que obtenga un rendimiento mediante el
cobro de cargos a los usuarios, podría construir y operar el sistema de agua
municipal. Una empresa privada como Aeroports de Paris o Changi Airport
Group podría construir un aeropuerto y recibir financiamiento de manera
similar. Estas empresas, al igual que otras similares, podrían aprovechar la
oportunidad de construir un aeropuerto que podría convertirse en un punto
central importante en la región. Debido a las reglas previsibles que se
especifican en el fuero de la ciudad, cada tipo de empresa podría contar con
un flujo de ingresos derivados de los cargos, acordados por entes
reguladores, que podrían durar varias décadas.

P: ¿Quién podría obtener la propiedad del terreno?

R: La autoridad de desarrollo que rige la nueva ciudad podría conservar la


propiedad de todos los terrenos y utilizar los incrementos en el valor del
terreno para financiar los gastos públicos. La autoridad de desarrollo
arrendaría terrenos a promotores inmobiliarios privados. Esos promotores o
las personas que les compran propiedades serían los propietarios de las
estructuras, pero no del terreno subyacente. Este acuerdo le brinda a la
autoridad de desarrollo el incentivo para gastar con prudencia y los recursos
para hacerlo. Por ejemplo, un sistema educativo verdaderamente eficaz
aumentará los salarios de los trabajadores de la ciudad e incentivará a más
empresas para que los contraten. Los ingresos más elevados y la mayor
demanda de espacio de los empleadores provocarán, a su vez, un aumento
en los montos de pago de arrendamiento de los terrenos.

Como efecto colateral, este acuerdo también garantiza que no habrá ciclos
de auge y decadencia por las burbujas especulativas en los precios de los
terrenos, y que no se acumularán fortunas privadas por la propiedad de
terrenos en una zona especial.

P: ¿Cómo financiaría el gobierno local sus operaciones?

R: Si el gobierno comienza con la propiedad del terreno en la ciudad, puede


financiar sus operaciones mediante las rentas sobre el terreno. De hecho,
esto equivale a un impuesto del 100% sobre el valor del terreno. En la
práctica, es posible obtener rentas de los terrenos al establecer
arrendamientos a largo plazo con los promotores inmobiliarios privados, los
cuales construirían y serían propietarios de las estructuras. Hong Kong y
Singapur han utilizado ampliamente este acuerdo.

P: ¿Quién cumpliría los requisitos para ingresar a la nueva ciudad?

R: Cualquiera. Las ciudades “charter” no son comunidades exclusivas. El


objetivo es establecer reglas que maximicen las oportunidades de empleo
para los trabajadores, independientemente del nivel de educación o
experiencia. Las reglas también deben garantizar que los servicios básicos,
como alojamiento y transporte, sean accesibles incluso para quienes
comienzan en un empleo de nivel inicial.

P: ¿Qué nivel de capacitación tendrían los trabajadores típicos? ¿Qué


tipo de empleos encontrarían?

R: Al principio, muchos de los trabajadores típicos serían personas con poca


educación formal, que obtengan su primer empleo remunerado después de
haberse mudado a la ciudad. Trabajarían en empleos similares a los de las
fábricas que producen prendas y juguetes.
P: ¿Podría un trabajador menos capacitado pagar el servicio de agua
municipal suministrada en forma privada?

R: Sí. Las personas que trabajan en fábricas de confección en todo el mundo


actualmente pagan el agua. Los cientos de millones de personas que viven
en barrios marginales sin servicios públicos suelen pagar mucho más por el
agua limpia que las tarifas que cobran empresas como Suez o Aquas de
Barcelona.

P: ¿Por qué una ciudad desearía atraer personas sin capacitación?

R: Si se considera la creación de ciudades como un negocio, los miles de


millones de trabajadores no capacitados que se mudarán de las áreas rurales
a las ciudades en este siglo representan el mercado más grande. En el
lenguaje popularizado por C.K. Prahalad, son la base marginada de la
pirámide. Actualmente, la mayoría no tiene la oportunidad de mudarse a una
ciudad donde puedan estar a salvo de la violencia, obtener un empleo en el
sector formal, acceder a los servicios públicos básicos y enviar a sus hijos a
la escuela. Las ciudades que brinden servicios a este grupo podrían generar
un enorme valor social al contribuir con este mercado, y sin utilizar
donaciones filantrópicas.

P: ¿Qué tipo de viviendas podrían pagar estos trabajadores?

R: Viviendas dignas. Según los datos actuales, el espacio de vivienda varía


de modo lineal con el ingreso. A medida que aumenten los ingresos las
personas alquilarán ó comprarán viviendas más grandes y agradables. Una
ciudad que comienza brindando servicios a personas que obtienen empleos
de nivel inicial comenzaría por construir viviendas minimalistas pero con
acceso a servicios públicos. Se agregarían otras viviendas más grandes con
más comodidades a medida se va desarrollando el mercado.

P: ¿El gobierno en la ciudad subsidiaría la vivienda para los


trabajadores?

R: El gobierno no puede brindar a los residentes de una ciudad un nivel de


vida más elevado al cobrar una renta más costosa por el terreno y, luego,
devolverles a los inquilinos el dinero en forma de un subsidio de vivienda.
Las personas que trabajan pueden pagar una renta ó una hipoteca.

P: Si los residentes de la ciudad “charter” viven en pequeñas


viviendas dignas, ¿su vida allí sería mejor que la vida en un barrio
marginal?

R: En una ciudad “charter,” todos los residentes tendrían acceso a los


servicios públicos, como agua municipal segura, a un menor costo que el
que pagarían en un barrio marginal. No estarían sujetos a reubicaciones
arbitrarias exigidas por funcionarios rapaces o líderes de pandillas. Vivirían
en un lugar con tolerancia cero ante los delitos y la violencia, un lugar donde
las personas deben seguir reglas formales que eviten las actividades
perjudiciales, como arrojar residuos en la calle o construir estructuras poco
seguras.

P: ¿Las viviendas en una ciudad “charter” se construirían conforme a


los códigos de edificación?

R: Es posible. Las personas que rentan viviendas no pueden verificar con


posterioridad si el edificio donde vivirán se construyó para brindar seguridad.
Los códigos de edificación son una manera de resolver la asimetría de la
información. Los códigos de edificación eficientes pueden garantizar la
seguridad sin restringir la oferta de viviendas dignas y económicas.

P: ¿Qué tipo de sistema de salud podrían pagar las personas que


viven en una ciudad “charter”?

R: Un sistema mejor que los que muchas personas dejarían atrás en pueblos
rurales y mejor que los que se ofrecen a trabajadores similares en otras
partes del mundo. La atención de la salud es una actividad con mano de
obra intensiva. La mano de obra sería económica en una ciudad “charter.”
Los sistemas bien organizados que cuentan con trabajadores de atención de
salud con un nivel de capacitación moderado (como aquéllos en muchos
pueblos de países en desarrollo) pueden ofrecer mejoras sustanciales en la
salud. En ciudades densamente pobladas, algunos especialistas médicos
adecuadamente capacitados también pueden estar disponibles para atender
a quienes necesiten atención especial.
En muchos países en desarrollo, las empresas que dirigen fábricas
proporcionan centros de salud propios a sus trabajadores porque no tienen
otra opción. Las empresas hacen esto porque desean que sus trabajadores
gocen de buena salud. Contar con un sistema en toda la ciudad sería mucho
más eficiente. El gobierno tendría un incentivo para garantizar que haya
atención eficiente disponible, ya que esto permitiría que la ciudad sea más
atractiva para los trabajadores y los empleadores. Las empresas estarían
dispuestas a pagar mayores salarios en una ciudad donde pueden evitar los
costos de ofrecer atención de la salud en sus propias instalaciones. Al igual
que con la mayoría de las demás actividades no esenciales, las empresas
preferirían “tercerizar” su tarea si otro puede llevarla a cabo en forma más
eficiente.

P: ¿El gobierno de una ciudad “charter” tendría el incentivo de


invertir en educación?

R: Para un gobierno de una ciudad financiado por las rentas de sus terrenos,
la mejor manera de aumentar los ingresos es mediante políticas que
permitan salarios reales más elevados. Los salarios más elevados
aumentarán el consumo per cápita de viviendas y el valor de las rentas de
los terrenos de la ciudad. Debido a que la educación aumenta en forma
directa la productividad de la mano de obra, genera un rendimiento elevado
en forma de mayores salarios reales. La disponibilidad de un buen sistema
educativo también hace a la ciudad más atractiva para los inmigrantes. Por
lo tanto, si los líderes de la ciudad brindan una educación efectiva, esto los
ayudará a cumplir con su objetivo.

P: ¿Una ciudad “charter” tendría un plan maestro diseñado por el


gobierno?

R: Algunos aspectos de la planificación inevitablemente recaerán en el


gobierno. Por ejemplo, el gobierno debe decidir si los vehículos deben
conducirse a la izquierda o a la derecha y hacen cumplir esa regla. Es mejor
delegar otras actividades de planificación a los actores privados. Por
ejemplo, claramente el gobierno no debería decirles a las empresas lo que
deben producir.
Establecer una nueva ciudad no significa tampoco que la ubicación espacial
de la actividad económica deba tener una planificación centralizada. El fuero
de la ciudad es un documento legal fundacional, y no un plan exhaustivo. El
mundo puede admitir diversas estrategias de desarrollo urbano. Algunas
ciudades pueden seguir una estrategia intensiva de mayor planificación
similar a la de la reconstrucción de París por Haussmann en el siglo XIX.
Otras pueden optar por deshacerse de las restricciones de zonificación o
recurrir en mayor medida al proceso descentralizado de las decisiones
individuales respaldado por Jane Jacobs.

P: ¿Qué significaría una nueva ciudad dentro de un país anfitrión


para la inmigración?

R: Una prueba clave del éxito de la zona es si puede atraer a personas que
actualmente abandonan su país en busca de oportunidades socioeconómicas
en el exterior. Para encontrar empleo, demasiados inmigrantes de países con
bajos ingresos dejan atrás a sus familias y recorren largas distancias en
condiciones peligrosas hacia países donde enfrentan la amenaza de la
deportación. Una ciudad “charter” puede brindar oportunidades
socioeconómicas más cerca del país de origen y permitir a los inmigrantes
potenciales encontrar empleo en un entorno más seguro, en donde tengan
residencia legal, igualdad de protección ante la ley y la libertad de
trasladarse con toda su familia.

Preguntas frecuentes: India como país anfitrión, de origen


y garante

Nota: Este caso hipotético en el que participa la India es estrictamente para


fines ilustrativos. No refleja proyectos ni conversaciones reales.

P: ¿Por qué una nación como la India podría utilizar una zona de
reforma para establecer internamente una nueva ciudad?

R: Muchas naciones han descubierto que la reforma es más sencilla al


establecer nuevas reglas en una zona especial y permitir que las personas
las adopten voluntariamente en lugar de imponerlas a la fuerza para un
grupo ya existente de personas. Por ejemplo, una nueva ciudad en la India
podría exigir el cumplimiento de reglas y regulaciones que protejan a los
inversores en infraestructura de expropiaciones posteriores por parte de
funcionarios locales. La nueva ciudad también podría exigir el cumplimiento
de reglas que eviten que proveedores privados de servicios públicos abusen
con posterioridad de su poder monopólico. Las reglas que eviten el abuso del
gobierno y del poder monopólico permitirían una gran cantidad de
inversiones privadas en infraestructura y brindarían rápidamente mayores
oportunidades urbanas a las personas pobres de las zonas rurales del país.

En las nuevas ciudades, la India también podría flexibilizar las restricciones


de las regulaciones y los obstáculos de la oferta de terrenos, que impiden a
los mercados formales ofrecer viviendas accesibles para las familias de bajos
ingresos en otras partes del país. Esto podría ser de gran importancia para
mitigar el crecimiento de los barrios marginales, característicos en algunas
de las grandes ciudades de la India en la actualidad. Hong Kong y Singapur
se adaptaron a la rápida afluencia de inmigrantes pobres sin que se generen
barrios marginales, y no hay motivo para que las nuevas ciudades en la
India no puedan hacer lo mismo.

P: ¿Qué otros tipos de reglas podrían ser diferentes en una ciudad


“charter” en la India?

R: Muchas de las reglas importantes en la vida social están impuestas por


normas sobre lo que está bien y lo que está mal. La creación de nuevas
entidades genera oportunidades importantes para establecer nuevas
normas. Por ejemplo, el recientemente inaugurado subterráneo en Nueva
Delhi ha logrado mantener normas diferentes a las impuestas en otros
medios de transporte público en la India. Por ejemplo, normas como las que
prohíben escupir y orinar en los vagones. Una nueva ciudad “charter” podría
cambiar las normas a una escala más amplia.

P: ¿De qué manera podría gobernarse una ciudad “charter” en la


India?

R: Una de las ventajas del concepto de fuero es la flexibilidad que permite.


El fuero para una nueva ciudad podría establecer elecciones para seleccionar
a los líderes locales. Como alternativa, podría permitir el tipo de gobierno
utilizado en el banco central; el gobierno central podría designar un líder y
especificar un mandato claro. Podría exigir cumplimiento al líder ejecutivo a
través de la amenaza de destitución o denegación de un nuevo
nombramiento. El ejecutivo tendría amplia discrecionalidad para tomar
decisiones cotidianas que sean necesarias para cumplir con sus obligaciones.
Si el gobierno central creara ciudades de ambos tipos, sería interesante
observar qué tipo de ciudad atrae más a los residentes.

P: ¿Sería difícil encontrar terrenos sin ocupar en la India en donde


podría construirse una nueva ciudad?

R: Existen numerosos terrenos en la India que están poco poblados. El


desafío es que los derechos a la propiedad no están bien establecidos en
estos terrenos y los procedimientos judiciales pueden demorar mucho
tiempo. Sería difícil, aunque no imposible, integrar una amplia región con un
título claro. Si un gobierno estatal y un gobierno central decidieran que es
prioritario brindarles a las personas pobres de las zonas rurales más
oportunidades para trasladarse a las ciudades, podrían trabajar en forma
conjunta para establecer un proceso judicial ágil que permitiera integrar
terrenos aptos para las ciudades “charter.” De hecho, algunos promotores
inmobiliarios privados ya están trabajando junto con el gobierno de la India
para integrar terrenos en los cuales se puedan construir ciudades pequeñas
alrededor de parques industriales y de investigación.

Preguntas frecuentes: Mauritania es anfitrión; Francia y


Noruega son garantes; varios países de origen

Nota: Este caso hipotético en el que participan Mauritania, Francia y


Noruega es estrictamente para fines ilustrativos. No refleja proyectos ni
conversaciones reales.

P: ¿Qué tipo de estructura legal podría establecer una ciudad en


Mauritania?

R: Mauritania podría firmar un acuerdo con Francia y Noruega, el cual


establezca una autoridad de desarrollo con derecho a administrar las
funciones básicas de gobierno en la zona de reforma especial. Cada país
podría participar en la designación de los funcionarios de la autoridad de
desarrollo. Este tipo de acuerdo internacional tiene varios antecedentes
históricos, incluidas la Ley Básica de Hong Kong y la Misión de Asistencia
Regional a las Islas Salomón.

P: ¿De qué forma se elegiría al líder de la autoridad de desarrollo?

R: Una posibilidad es que cada uno de los tres países designe un


representante para una directiva. La directiva podría designar y reemplazar
al líder ejecutivo de la autoridad de desarrollo por voto mayoritario.

P: ¿Por qué un país como Mauritania ofrecería hasta


1.000 kilómetros cuadrados de su terreno para destinarlos a dicha
zona?

R: Mauritania tiene 1 millón de kilómetros cuadrados de terreno y menos de


2 millones de ciudadanos. Mil kilómetros cuadrados, aunque estén ubicados
en la costa, tendrían un costo de oportunidad muy bajo. Si la autoridad de
desarrollo administrara una ciudad cuya población alcanzara 10 millones de
personas, los ciudadanos de Mauritania obtendrían grandes ventajas
económicas debido a la proximidad con un punto central a nivel regional:
una puerta de acceso al resto del mundo. Por ejemplo, tendrían acceso a un
aeropuerto con vuelos directos a muchos otros puntos centrales. Si actúan
por cuenta propia, los menos de 2 millones de mauritanos no constituirían
un número suficiente para desarrollar un punto de conexión importante en la
red global de ciudades grandes.

P: ¿Por qué motivo países como Francia y Noruega actuarían como


garantes de derechos legales en una ciudad nueva en Mauritania?

R: Lo harían por los mismos motivos que impulsan la ayuda extranjera:


convertir al mundo en un lugar mejor. Específicamente, podrían concluir que
la ayuda benéfica a algún otro estado con un sistema de gobierno débil no
contribuiría en gran medida a mejorar la calidad de vida a nivel mundial. Al
ayudar a supervisar un gobierno efectivo en una zona de reforma especial,
podrían ayudar a atraer residentes, empleadores e inversores de todo el
mundo para beneficio de todos. El esfuerzo no implicaría ningún desembolso
neto para sus contribuyentes y ayudaría a mejorar significativamente la
calidad de vida a nivel mundial.
P: ¿Cómo podría una nueva ciudad en esta zona incrementar su
población a 10 millones de personas?

R: Si la autoridad de desarrollo permitiera la libre inmigración a una ciudad


bien administrada, podría atraer con facilidad a 10 millones de personas.
Gallup informa que 700 millones de personas en todo el mundo estarían
dispuestas a trasladarse de forma permanente a otro país si tuvieran la
posibilidad de hacerlo. Esta cifra refleja el deseo de muchas personas de
liberarse de sistemas de reglas ineficaces y buscar oportunidades en lugares
en los que sientan que pueden tener más seguridad y prosperidad.

P: ¿Qué tipo de ciudadanía tendrían los emigrantes a esta nueva


ciudad?

R: Conservarían la ciudadanía de sus países de origen. No serían ciudadanos


de Mauritania, Noruega ni Francia. No tendrían derechos de residencia
permanente en Mauritania, Noruega ni Francia. Tendrían derechos de
residencia permanente en la zona especial y en la ciudad nueva que se
desarrolle allí.

P: ¿Por qué el gobierno de Mauritania no asume el rol de anfitrión y


de garante?

R: En primer lugar, al actuar por su propia cuenta, es posible que el gobierno


en Mauritania no pueda asumir compromisos suficientemente creíbles de que
los contratos y las regulaciones que amparan las inversiones en
infraestructura en dicha zona estarán protegidos durante varias décadas en
el futuro. Como resultado, el gobierno enfrentaría dificultades para atraer
inversiones extranjeras y tendría que autofinanciar prácticamente todas las
inversiones en infraestructura. Esto haría imposible que Mauritania construya
una ciudad que pueda albergar a 10 millones de personas en cualquier
período de tiempo realista. Al utilizar la credibilidad institucional de sus
aliados, Mauritania puede generar niveles mucho más elevados de inversión
y creación de empleos en una zona de reforma especial. En segundo lugar,
un sistema social y político existente de seguro sería desestabilizado por las
afluencias de inmigrantes que superen en 5 a 1 a los residentes. Al
establecer una zona de reforma especial en la cual los inmigrantes
conserven la ciudadanía de su país de origen y se conviertan en residentes
permanentes de la ciudad nueva, pero no en ciudadanos del país, Mauritania
podrá materializar los beneficios económicos de la inmigración urbana y a la
vez evitar la inestabilidad política.

P: ¿Qué evitaría que un futuro líder de Mauritania expropie


inversiones en la nueva ciudad “charter”?

R: El cumplimiento de las obligaciones establecidas en los acuerdos


internacionales depende de si las infracciones son notorias y de la voluntad
de las otras naciones del mundo para oponerse a la infracción. Muchas
amenazas a las inversiones privadas surgen precisamente porque el
incumplimiento de las leyes o de los acuerdos implica ambigüedad. Por
ejemplo, si una empresa invierte en un sistema de energía, previendo un
régimen regulatorio y las regulaciones cambian de una forma que perjudica
su inversión, es posible que sea difícil incluso en principio decidir si esto
representa un incumplimiento del contrato original o un uso permitido de los
poderes regulatorios discrecionales.

Como garantes, Francia y Noruega podrían ofrecer una revisión judicial


neutral y externa que puede dejar en claro cuándo ocurren estos tipos de
incumplimiento. Los países también pueden acordar atenerse a algún
organismo formal como el Tribunal de Justicia Europeo para que cumpla esta
función. Los indicios públicos con respecto a incumplimientos del acuerdo
pueden impedir malas conductas antes de que sucedan simplemente al
responsabilizar a las empresas, al país anfitrión y a la autoridad de
desarrollo. El arbitraje público en tal sistema también puede reducir en gran
medida la posibilidad de que surjan conflictos que de otro modo podrían
conducir a un enfrentamiento armado entre las autoridades de la ciudad y el
gobierno anfitrión.

El aspecto característico de un acuerdo internacional que otorga autoridad


administrativa especial sobre una porción de terreno en particular es que
cualquier ataque armado literalmente implicaría el avance de fuerzas
armadas que atravesarían los límites establecidos. Las fuerzas de seguridad
en la frontera de la zona, muy probablemente fuerzas integradas por
emigrantes a la zona de un diverso conjunto de países, garantizarían que
cualquier ingreso no autorizado a la zona requerirá el uso de la fuerza. La
experiencia sugiere que es relativamente fácil organizar una respuesta
internacional a este tipo de uso evidente y oportunista de la fuerza militar.

P: ¿No podría un futuro líder de Mauritania limitar el flujo de


productos y personas que ingresan y egresan de la zona y utilizar
esto como una forma menos notoria de amenazar y asediar al
gobierno en la zona para conseguir concesiones adicionales?

R: Debido a esta amenaza, las zonas viables serían las ubicadas en la costa
que tengan sus propios puertos y aeropuertos.

P: ¿Podría una zona construir un puerto y un aeropuerto nuevos, y


colocar cables de fibra, hasta una ciudad nueva en Mauritania?

R: Si su población aumentará a 10 millones de personas con 3.3 millones de


trabajadores, estos costos fijos son totalmente manejables. Por ejemplo, si
un aeropuerto nuevo cuesta 5 mil millones de dólares estadounidenses y los
beneficios reales a largo plazo son del 5%, entonces el costo de interés de
un aeropuerto nuevo sería de 75 dólares estadounidenses por trabajador por
año. Esto representaría un costo menor para una empresa que se estableció
en la zona.

P: ¿El acuerdo especificaría que el territorio se reincorpore al control


exclusivo del gobierno en Mauritania en alguna fecha en el futuro?

R: Si Mauritania tuviese una población grande y abasteciera a la mayoría de


los residentes de la ciudad nueva, sería lógico que el tratado estableciera
una reunificación eventual con Mauritania. No obstante, si la ciudad tuviese
una población de 10 millones de habitantes que se mudan allí desde otras
naciones, es posible que Mauritania nunca desee permitir una reunificación
que lo obligue a reconocer a los residentes como ciudadanos. Es posible que
tampoco los residentes de la ciudad quieran estar obligados a convertirse en
ciudadanos de Mauritania.

Un acuerdo flexible podría ser permitir la contemplación de propuestas para


la reunificación después de una fecha en particular. Se aceptaría una
propuesta sólo si los ciudadanos de Mauritania y los residentes de la ciudad
están de acuerdo. El acuerdo incluso podría especificar que el fuero de la
ciudad permanezca en vigencia incluso después de que el gobierno anfitrión
retome el control exclusivo. Si ambas partes no aceptan una propuesta, el
acuerdo existente podría continuar en vigencia.

P: ¿Cómo sería gobernada la ciudad nueva?

R: Al comienzo, es posible que algo similar al modelo de gobierno del “banco


central” sea lo más satisfactorio, con poderes de designación a cargo de la
directiva compuesta por tres miembros representantes de las tres naciones.
Este tipo de acuerdo podría ser el que muy probablemente brinde la
credibilidad para hacer de la ciudad un destino seguro para las personas de
diversas nacionalidades, tribus, orígenes étnicos y religiones. Es posible que
también sea el mejor para construir infraestructura de forma más rápida.

Con el tiempo, el sistema del gobierno local podría evolucionar hacia una
mayor participación de los residentes locales y control democrático local,
sujeto quizás a alguna forma de revisión judicial externa que ayude a
garantizar el cumplimiento del estado de derecho y el fuero de la ciudad. Por
ejemplo, el tribunal de apelación de última instancia que dicta sentencias en
la nación independiente de Isla Mauricio es el Consejo Privado del Reino
Unido. Del mismo modo, el fuero para la ciudad podría establecer en cambio
que el Tribunal de Justicia Europeo o un organismo similar tenga la misma
función para los procedimientos judiciales en la zona.

P: Antes de que los líderes de la zona enfrenten la amenaza de la


destitución o el beneficio de la restitución en las elecciones locales,
¿cómo se protegerían los derechos de los residentes?

R: Primero, los ciudadanos estarían protegidos por el sistema jurídico


establecido por el fuero. Como se menciona más arriba, podría realizar una
revisión judicial de las decisiones ejecutivas. La revisión podría terminar con
una apelación final en un tribunal externo como el Tribunal de Justicia
Europeo o un organismo similar. Desde el comienzo, esto ofrecería
protecciones legales mucho mayores que las que ofrecen la mayoría de los
países de origen. Segundo, un derecho de salida ilimitado también
protegería a los residentes de desempeños inapropiados de gobierno que no
sean ilegales. El derecho de salir sería incluso más valioso si existieran
muchas ciudades “charter” comparables, todas ansiosas por atraer nuevos
emigrantes.

P: ¿Cómo podría la zona prevenir la inmigración ilegal desde


Mauritania? ¿Cómo podría Mauritania prevenir el ingreso ilegal de
residentes a la zona?

R: El gobierno en la zona tendría que vigilar su frontera con Mauritania y


detener los movimientos ilegales en cualquier dirección. Una ciudad de este
tamaño, ubicada en una costa, tendría aproximadamente entre 60 a
90 kilómetros de frontera para controlar. Controlar una frontera de esta
extensión no es tan difícil como controlar la extensa frontera de
3,200 kilómetros entre los Estados Unidos y México.

P: ¿La ciudad nueva tendría su propia moneda?


R: Una ciudad de 10 millones de personas podría de hecho tener su propia
moneda. La nación de Singapur, una ciudad de sólo 5 millones de personas,
administra su propia moneda de forma muy efectiva, pero esto no es un
requisito.

P: ¿No equivaldría esto a una forma de colonialismo?

R: Colonialismo es una palabra que las personas utilizan cuando quieren


despertar emociones y detener el discurso racional. La respuesta emocional
deseada es la culpa por asociación: “Esto se parece al colonialismo. El
colonialismo era moralmente incorrecto. Entonces esto debe ser moralmente
incorrecto”. La mejor respuesta cuando alguien utiliza este término es pedir
a las personas que expliquen si se refieren a que la creación de una ciudad
“charter” sería moralmente incorrecta.

P: ¿Sería moralmente incorrecto que las naciones ricas participen en


la creación de un nuevo sistema de gobierno en el continente
africano?

R: La mejor forma de pensar en esta pregunta es a través de la perspectiva


sugerida por Amartya Sen. Si una iniciativa ofrece nuevas opciones a las
personas que tienen una libertad limitada, ofrece el tipo más importante de
desarrollo, el tipo que ofrece más libertad.
Muchas familias en los países en desarrollo no tienen la libertad de mudarse
a lugares que ofrezcan seguridad y oportunidades. No tienen la oportunidad
de elegir entre quedarse en su país, en donde posiblemente puedan ejercer
el derecho a la participación política, y mudarse a algún lugar que les ofrezca
más seguridad u oportunidades. Cada año, millones de personas con gran
poder adquisitivo se mudan a países en los que no pueden votar ya que
desean buscar oportunidades que no pueden tener en su país de origen. Es
difícil comprender cómo darles a familias pobres una oportunidad
comparable puede ser considerado moralmente incorrecto.

Preguntas frecuentes: Brasil es anfitrión y garante, y Haití


es el país de origen principal

Nota: Este caso hipotético en el que participan Brasil y Haití es


estrictamente para fines ilustrativos. No refleja proyectos ni conversaciones
reales.

P: ¿Por qué estaría interesado Brasil en crear una ciudad para los
haitianos en su territorio?

R: Brasil ha asumido un importante compromiso con la seguridad en Haití.


Oficiales de policía y soldados brasileños componen la mayor parte de la
fuerza MINUSTAH de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que
disminuyó los altos niveles de actividad criminal que prevalecían antes de la
intervención de la ONU en 2004. Desafortunadamente, el terremoto reveló
que, entre 2004 y 2010, los avances hacia el establecimiento de un gobierno
local viable fueron muy reducidos. Es posible que los brasileños se pregunten
finalmente cuánto tiempo más pueden permanecer allí y cuáles son sus
opciones de salida si el gobierno local no logra avanzar adecuadamente
hacia el establecimiento del orden. Pueden llegar a la conclusión de que, en
caso de que deban retirarse, la manera correcta de hacerlo sería ofrecer una
zona de reforma especial en Brasil a la que puedan ir los haitianos y
mantenerse seguros.

P: ¿Puede el gobierno central de Brasil establecer una ciudad bien


administrada? ¿No tienen sus propios problemas de seguridad en Río
y en Sao Paulo?
R: Como sugiere la historia del subterráneo en Nueva Delhi, un terreno en
una zona rural ofrece oportunidades únicas para restablecer las normas y
confiar en la adopción voluntaria para establecer la legitimidad. Como lo han
demostrado muchos países de ingresos medios, es relativamente fácil
establecer una rama funcional del gobierno a través del modelo de
responsabilidad del “banco central”. Muchos países de ingresos medios con
profundas debilidades en otras secciones del gobierno han establecido
bancos centrales muy eficaces. Si Brasil estableciera la nueva ciudad para
los haitianos con el sistema del banco central de medidas ejecutivas sólidas
combinadas con responsabilidad y amplia discrecionalidad en busca de un
mandato claro, muy probablemente estaría muy bien administrada.

P: ¿Tendrían acceso los haitianos que se mudaran a la nueva ciudad


al mismo tipo de red de seguridad social que los ciudadanos de
Brasil?

R: Es posible que los votantes de Brasil insistan en que la nueva ciudad se


sustente a sí misma. En este caso, no habría transferencias de parte de los
brasileños. Si bien esto definitivamente no imposibilita el uso de una red de
seguridad social en la nueva ciudad, implica que el ingreso promedio en la
nueva ciudad sería más bajo que el ingreso promedio en Brasil. Al menos en
el comienzo, la nueva ciudad no sería capaz de mantener el tipo de
transferencias y apoyo social que está disponible en el resto de Brasil. No
obstante, la calidad de vida allí sería mucho más alta que en Haití.

P: ¿Deberán los haitianos salir de la ciudad para ir a trabajar o para


recibir beneficios en otros lugares de Brasil?

R: Como en el caso hipotético de la ciudad en Mauritania, el gobierno de la


ciudad tendría la responsabilidad de establecer controles migratorios que
eviten que los residentes de la ciudad ingresen ilegalmente a Brasil.

P: ¿Podría una posible “fuga de cerebros” hacia Brasil resultar


perjudicial para Haití?

R: El primer aspecto es que Haití ya sufre de una grave y muy desigual


forma de “fuga de cerebros”. Las personas que tienen dinero y una buena
educación pueden irse, y a menudo lo hacen. Una ciudad en Brasil podría
darles a los haitianos pobres las mismas opciones que otros ya tienen. Esto
también sugiere la forma correcta de formular la pregunta. ¿Sería un error
ofrecer a los haitianos otra opción respecto del lugar en el que pueden vivir?
Los haitianos que decidan trasladarse seguramente estarán mejor; de otro
modo, no lo harían. Algunos de los haitianos que permanezcan en su país
también estarán mejor, como las personas que trabajan en la agricultura, ya
que habrá menos trabajadores para la misma cantidad de tierras. (Esto
también reducirá la terrible presión bajo la que se encuentra el
medioambiente en Haití). Los haitianos que más sufrirán cuando los
haitianos pobres tengan una opción serán las clases altas que tienen acceso
privilegiado a las oportunidades en Haití. Tendrán menos ingresos si hay
menos trabajadores para contratar y menos consumidores a quienes
venderles. Como resultado, la existencia de una opción de salida realista
para los haitianos pobres podría ser un impulso poderoso para que las clases
altas mejoren la calidad de gobierno y hagan que permanecer en Haití
resulte más atractivo. Por este motivo, es posible que Brasil considere
anunciar con mucha anticipación su salida y el establecimiento de una nueva
ciudad para los emigrantes al retirarse. De esta forma, las clases altas
enfrentan una fecha límite antes de la cual deben implementar una
verdadera reforma.

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