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¿SÓLO UN PROGRAMA DE ROCK?

UNA APROXIMACIÓN
AL ESTUDIO DE LA RECEPCIÓN1
Facundo Pilarche
UNIVERSIDAD NACIONAL D GENERAL SARMIENTO

Introducción

“Te ponés en un lugar de confrontación a partir del humor” constituye una declaración
de principios por parte de Diego Capusotto y Pedro Saborido con respecto al ¿para
qué? de su programa (y de un género en particular), cabría preguntarse si existe esa
intención de “confrontar” por parte de sus televidentes. En este sentido, Peter Capusotto
y sus videos resulta un interesante objeto de estudio, considerando tanto la relevancia
como las repercusiones que ha tenido en ciertos sectores de la audiencia. ¿Por qué se
realiza este programa? ¿Qué intenta mostrar? ¿Cuál es el interés más allá de lo
profesional-laboral? ¿Existe algo “más allá”?
Desde aquí, intentaremos poner el ojo, y el oído, para ver cómo el público recibe y
resignifica el programa (teniendo en cuenta los diferentes medios por el cual se lo
recibe: televisión, internet, DVD) y para contrastar esto con lo que plantean sus
realizadores. Nuestro estudio se basa en una muestra de encuestados y entrevistados que
si por razones de tiempo y recursos no puede considerarse como definitivamente
representativa, sí presenta elementos objetivos que hacen posible la interpretación de la
significación/recepción del programa.

Del qué haremos y qué no

¿Cómo –y desde dónde– analizar un programa de TV que es muy diferente a lo


habitualmente visto? Un programa que hace de la parodia, de la exageración y la burla
su esencia. Critica todos los estereotipos, se ríe y hace reír utilizando desde las modas
“alternativas” (los emos, por ejemplo) hasta los ideales y valores del compañerismo y la

1
Artículo basado en la monografía final de graduación ¿Peter Capusotto y sus videos es sólo un
programa de rock? (Universidad Nacional de General Sarmiento).
lucha por un mundo mejor (Bombita Rodríguez), sin dejar de lado cuanta “cultura
musical” se encuentra en la vida social. En este sentido, sólo los segmentos del
Ministerio de Educación y de la Policía no tienen que ver con lo musical (esta última
puesta en absoluto ridículo con el “Curso para detectar hippies”). ¿Será que todo tiene
que ver con cómo se educa?
Cabe preguntarse entonces, qué hace la gente con los medios: ¿qué significados toma de
ella o replantea? Y, más en general: ¿los medios de difusión son un elemento válido
para impulsar, desde la discusión política, cultural y social, modificaciones y/o cambios
en la sociedad? ¿De qué depende esta realización? ¿Está presente en el imaginario
colectivo social –y en el académico– la cuestión de la influencia que tienen los mensajes
mediáticos en la forma de pensar de las personas?

Capusotto+Saborido+Historia=Peter Capusotto

Para Martín-Barbero (1987) existe un desarrollo histórico en la instalación del lenguaje


humorístico televisivo, hecho que puede verificarse en la carrera de Pedro Saborido y
Diego Capusotto. Estudiar la recepción del programa del cual estos dos artistas son
artífices tiene su interés ya que –desde la perspectiva planteada por Orozco Gómez–
“más que una moda es un modo de inquirir sobre la comunicación y sobre la producción
de significados, esto es, sobre la creación cultural [...] no es posible estudiar la cultura
fuera de la comunicación y de todo aquello que los medios vehiculizan […] importa
conocer cómo se construye el sentido, no sólo por afanes culturalistas, sino también
para entender los procesos de re-construcción de los significados hegemónicos y para
conocer con más profundidad y amplitud la generación de resistencias y contrapesos al
poder” (Orozco Gómez 1996: 16 y 17).
Es válido aclarar y tener presente la importancia, en el caso particular de este programa,
la modificación en el sentido de la producción, circulación y apropiación de los
conocimientos de los receptores, para tratar de evaluar el status de los mismos. De
hecho, la forma de realización de Peter Capusotto y sus videos no es habitual en el
ambiente televisivo, ya que maneja un código lingüístico distinto al que es común en el
medio. Esto, sin dudas, tiene que ver con el factor cuantitativo y cualitativo que tiene el
programa. Como sostiene Orozco Gómez: “no sólo los medios cambian, los sujetos
receptores también y mucho. Ambos se transforman y su apreciación dinámica, en
continuo movimiento, siempre constituye un desafío para la investigación en
comunicación” (ibíd.: 23). Esto permite hablar de una nueva forma de transmitir
mensajes entre el público receptor y la propia industria televisiva que, en el caso de
Capusotto, cobra relevancia en la temporada 2007-2008.
Peter Capusotto y sus videos es un programa humorístico-musical, que combina puestas
en escena humorísticas –sea gracias a personajes con nombre propio o a situaciones sin
un protagonista definido– con videos de bandas de rock clásico y material prácticamente
exclusivo2 (sobre todo por su escasez en pantalla) como Rolling Stones, The Doors,
Janis Joplin, Van Morrison, MC5, Frank Zappa, Capitan Beefhart, T-Rex y Nick Cave,
entre otros. Así, entre historia musical y humor de actualidad se pergeña un programa
que trasciende el humor y deja de ser un mero programa de rock. En este punto
coinciden la industria televisiva, los realizadores y los públicos que ven el programa.

“Tirame un cable a tierra”: ¿de qué públicos hablamos?

Para poder analizar –si bien someramente– el público receptor del programa,
entrevistamos a una porción de público con estudios secundarios completos que se
encuentra realizando estudios universitarios (cuando no son graduados). La mayoría de
los entrevistados sostuvo que conoció a Peter Capusotto a través de Canal 7. A su vez,
todos manifestaron recurrir a internet,3 a través de distintos sitios de reproducción de
videos, para poder volver a ver los segmentos de la televisión, si bien reconocieron que
de esta manera no es posible ver los videos musicales que acompañan el programa en su
emisión de canal abierto. Esto da la pauta, como sostiene Martín-Barbero (1987), entre
otros intelectuales que estudian los fenómenos culturales y comunicativos, que no hay
un público sino muchos públicos. No sólo porque reciben el programa por medios

2
Este material es exclusivo de otro de los hacedores del programa, Marcelo Iconomidis, quien a
pesar de esto, llamativamente, no es el productor artístico.
3
Lo cual no es un dato menor, ya que hoy en día –según fuentes de UIT– el acceso a internet es –
en los países subdesarrollados– escasa: sólo un 40% de la población accede a ella
(www.itu.int/net/home/index-es.aspx).
diferentes, sino porque –fundamentalmente– los receptores significan y resignifican el
programa y los personajes de maneras disímiles. Por ejemplo, un caso paradigmático
sucede con Luis Almirante Brown, un cantautor que sostiene: “siempre busqué la
síntesis unificadora, [...] si no se llega a la totalidad de la gente, la poesía no está
completa [...], acá está la poética y acá está la gente, [...] lo que hice fue unir eso”. A
partir de esta definición una gran cantidad de encuestados manifestó que entendía al
personaje como una clara burla de Luis Alberto Spinetta, ya que su poética resulta
incomprensible (inclusive para muchos de sus seguidores). Por su parte, Capusotto
cuando participó en las Jornadas realizadas en la UNGS (mediados de 2009), se refirió
al hecho de manera contundente: “Desde ya que no nos podemos hacer cargo de las
construcciones de la gente sobre cada uno de los personajes, de lo que pueda suceder en
la gente. Almirante Brown dista mucho de ser una crítica a Spinetta, más bien toma
elementos de un personaje como Spinetta; de hecho Spinetta lo ve y se ríe porque no
cree que sea un ataque a él”. Por otro lado, una entrevistada planteaba que frente a
distintas situaciones “cada persona que ve a Peter Capusotto entiende distintas cosas;
también es parte de vivencias personales: yo que fui adicta me rio de cosas que seguro
alguien que no estuvo, no sabe”. Y refiriéndose al personaje de Bombita Rodríguez,
plantea: “No es un personaje que me atraiga, porque seguramente no entiendo muchas
cosas de historia, no me interesa”. En el mismo sentido, otros entrevistados afirmaban
que “Cuando nosotros decimos alguna boludez, o algo raro, decimos: ¡Oh, está
hablando del fassoooo!”, en referencia a la exclamación que hace el personaje “El
hombre faso”.
Los distintos públicos podrían clasificarse de acuerdo a los elementos que provocan la
risa del chiste o del segmento en general. Así tendremos dos grandes sectores, uno que
efectivamente logra comprender el guiño cómplice que se hace desde el personaje y otro
que se ríe del momento en particular. Concretamente, podríamos señalar que existe un
público receptor que comprende por ejemplo porqué Bombita Rodríguez es “El Palito
Ortega montonero” (y no otro cantautor de la época); mientras que otro sector del
público se ríe por el hecho de que el nombre del personaje intentaría una burla a Palito
Ortega (y no una denuncia política construida sobre el hecho de que el cantautor de “La
felicidad” defendió la dictadura de Onganía, completamente funcional al sector social
que apoyó la dictadura de 1976). Recordemos que, no porque exista significación,
comprensión y re-significación del mensaje emitido por el medio, es válido decir que
existe un fenómeno de comunicación. Ésta sólo se produce con lo que se denomina un
“ida y vuelta” inmediato entre el medio y el receptor.
En cambio, resulta interesante reseñar que existe efectivamente una resignificación y
puesta en escena de los personajes, dichos, etc., de los públicos en su vida cotidiana. En
este sentido, la importancia en el análisis de recepción, se manifiesta en visualizar qué
tipo de ingerencia, y posible modificación en el actuar cotidiano de la sociedad, tiene
Peter Capusotto y sus Videos. Y en este sentido,preguntarnos, ¿Es Peter Capusotto y sus
videos sólo un programa de rock? Sería una respuesta “de manual” decir que para quien
suscribe es algo más que un programa de rock.
Como se mencionó anteriormente, no es la intención hacer un análisis academicista del
programa. Pareciera ser que tampoco Capusotto y Saborido, tienen intenciones de que
así sea, y lo manifiestan concretamente cuando dicen, “[...] es un orgullo que algo que
nosotros producimos, sea tomado para realizar distintos análisis y tenga estas
repercusiones y que nos llamen para dar charlas en las universidades, pero claro,
nosotros no nos sentamos a pensar los personajes o el programa para que eso así sea.” Y
esto es necesariamente importante a tener en cuenta, ya que es corriente que se hagan
análisis de programas, suponiendo que está todo infinitamente pensado y planeado, y
que ningún punto se deja al azar, como en su momento se planteó con el estudio de los
teóricos Mattelart y Dorfman en “Para leer al Pato Donald” en los '60. Es decir, se
vuelca casi a una hermenéutica del programa, y se deja de lado el rol fundamental de los
receptores y cómo estos significan y resignifican el programa.

“¿Qué ves, qué ves cuando me ves?”

En primer término, hay una coincidencia general entre los receptores. En su mayoría
entienden la TV actual como un medio de mero entretenimiento, destinado a exhibir
productos para su adquisición por la mayor cantidad de consumidores posibles. Es
decir, entienden que hay un concepto más bien mercantil, y no artístico, en la
realización de los programas. Lo primordial es hacer un negocio con el medio, de
manera que se desperdicia la potencialidad del mismo, sobre todo en tiempos donde la
imagen cuenta con un valor de verdad determinante. Siguiendo esta línea, existe un
sector de la población que busca en la televisión una “herramienta” para el
entretenimiento. Al reconocer la existencia de dos públicos diferenciados del programa,
aislables desde un punto de vista cualitativo, para los entrevistados hay un elemento que
hace de Peter Capusotto y sus videos algo más que un programa de rock, y tiene que ver
con los conceptos planteados anteriormente en torno a una perspectiva crítica de la
sociedad. Desde el personaje del emo –sujeto social que hace de la duda su forma de
vida y no vida a la vez– al efímero rock star Pomelo –cuyo único objetivo social es el
“bardo”, al punto de que no se conocen canciones del mismo– para los entrevistados
hoy por hoy este programa es casi el único que innova en la producción, entretiene, hace
reír y pensar. Este último punto, el “hacer pensar”, es el elemento distintivo respecto del
resto de la programación actual. Así lo dicen algunos de los entrevistados al sostener:
“Uno cuando lo mira [a Capusotto] también por ahí se da cuenta de la bajada [de línea]
que puede llegar a tener, y lo bueno que está, que también aparte de reírte, haga, por
otro lado, otro click por lo menos... Te podes reír y aparte pensar en algo. [...] Podés
hacer reír con boludeces, no sé... Podés mirar Midachi que, te reís pero no sé, es una
gilada, o te podes reír y aparte pensar en algo... Qué sé yo, eso está bueno” (Mariano,
26 años). O: “No sé si tiene como objetivo final evitar algo. Y lo bueno que tiene es que
lo puede decir, y lo podemos ver. [...] Sí, estoy seguro que no es un improvisado, o sea,
no lo está haciendo porque le sale así y nada más. Sí, lo piensa. Y piensa que lo suyo
aporta. Creo que todo artista por más humilde que sea lo que hace, piensa que aporta
algo” (Lucas, 30). Otra entrevistada manifiesta: “No creo que a Capusotto le interese
estar en otro lado, la realidad es que no lo sé [...]. Si yo voy a mirar a Capusotto y voy a
pensar que no roza contra el establishment, no lo miro” (Marisa, 31). Otro entrevistado
dice: “Sí, yo creo que sí, genera conciencia. Está en la tele, es un medio masivo, puede
cambiar. El tema que está en Canal 7 y está TN del otro lado y puede llegar a una gente,
pero también se le machaca del otro lado mucho más. A mí me cambia, yo lo veo y
reafirmo convicciones [...] y de última no sé, estoy con un amigo en un boliche y hay un
tipo que le pega al que está limpiando porque es negro, y definitivamente charlo con mi
amigo, mirá parece Micky Vainilla, es un facho no sé qué. Y sí me llega, sí, me llegó
ahí, pero tampoco ni yo ni Capusotto vamos a cambiar el mundo” (Mario, 24).
Como se ve, el proceso de significación que llevan a cabo los receptores ratifica un
carácter activo y dinámico en su proceso de recepción. Por otro lado, según el público
consultado el programa planteado hace un aporte a cierta adquisición de “conciencia”.
Lo cierto es que es imposible suponer hoy que los medios de difusión sean los
principales encargados en generar esa toma de conciencia. Al respecto, los entrevistados
sostienen que hoy los intereses de poder y económicos hacen que primen los programas
que venden para generar dinero, mercantilizando el arte con su única intención: vender.
Así dicen algunos testimonios: “No sé, no me interesa que Capusotto mida o no mida,
me pone nervioso la gente que dice que mide o no mide. [...] Así como está no, no creo
que ande en ningún otro canal, y me pone contentísimo poderlo mirar como algo
exclusivo en Canal 7. Igual está bueno sacarle algunos videos y ponerle otros videos de
Los Piojos, y que en vez de una hora, dure media hora en Canal 11, pero eso ya tiene
que ver con otra cosa. [...] Es una decisión estar en Canal 7, y está buenísimo” (Darío,
30). Otro entrevistado, por su parte, sostiene: “No sé si hay otro lugar para el tipo. Te
voy a contar, cuando fui a una fiesta disfrazado de Bombita Rodríguez, me conocieron 4
personas. Y definitivamente, no sé si vende; no creo que venda, y acá el tema de un
canal más masivo, privado, tiene que vender, y si no vende [...] hoy no tenés lugar más
masivo” (Mario, 24).
Capusotto y Saborido son conscientes respecto de su trayectoria y manifiestan, en
consonancia con lo dicho por los entrevistados, que el programa actual es producto de
una construcción histórica de hacer humor. Capusotto, concretamente, afirma: “Creo
que el programa actual conserva algo de Todo por 2 pesos. Si bien es otra forma de
hacer humor, creo que son parecidos”.
Siguiendo con las coincidencias entre los realizadores del programa y los receptores
consultados, todos afirman que la intención de Peter Capusotto y sus videos es realizar
una pieza artística de humor, de un humor con un código determinado; definitivamente
también es un aporte a la necesidad de detenerse a pensar el sujeto social construido, los
valores sociales reivindicados, los códigos culturales enarbolados.
En síntesis, es un programa emitido por un medio de difusión que hace una crítica
profunda a distintos personajes, estereotipos y situaciones presentes en la sociedad
Argentina, fuertemente vinculado con las peculiaridades y contradicciones de una
sociedad asimétrica. En este sentido, los artistas mencionados hacen su aporte a la
modificación cultural: “Con el humor uno se burla de las convenciones y de cómo
algunos nos quieren presentar la vida. Te ponés en un lugar de confrontación a partir del
humor”, Capusotto dixit.

“Todo concluye al fin...”

Como reflexión final sostengo que este trabajo, apunta también a dar cuenta que a los
“desprolijos” y “locos” de la televisión, es necesario aprender a leerlos, y aprehender
sus códigos. Que no siempre aquellos discursos que parecerían de niños mal criados,
vulgares, o simplemente distintos, tienen que ser suprimidos o condenados a los
manicomios, creados por una sociedad que luego de más de 2000 años de existencia y
300 años de “racionalidad”, sigue teniendo analfabetos, desnutrición y pobreza en la
mayoría de la población.
Peter Capusotto y sus videos es un programa de humor con, al menos, dos tipos de
públicos. Por un lado, aquellos que encuentran momentos para hacer una profunda
reflexión política y social, íntimamente ligada al humor. Por el otro, aquellos que
disfrutan y se entretienen con un tipo de humor que no recurre a lo grotesco y sexual
como único recurso para hacer reír y distraerse de la rutina cotidiana. Será entonces un
desafío fomentar no uno, dos o tres, sino miles de Peter Capusotto y sus videos,
programas que den lugar al humor, pero también a la reflexión política, social y cultural.

BIBLIOGRAFÍA
OROZCO GÓMEZ, G. Travesías de la recepción en América Latina, en OROZCO
GÓMEZ, G. (coord.) Recepción y mediaciones. Casos de investigación en América
Latina. G. E. Norma. Bs. As.
Revista ACCIÓN. En defensa del cooperativismo y del país. Segunda quincena.
Noviembre 2008. Bs As. Año XLIII N° 1014. www.acciondigital.com.ar
MARTIN-BARBERO, J. De los medios a las mediaciones. Comuniación, cultura y
hegemonía. GG MassMedia. 1987. México.

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