Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Avances en miocarditis
y miocardiopatía inflamatoria
Juan Manuel Barceló
Residencia Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.
Resumen. Los avances en el campo de la genética, la biología molecular y la inmunología nos permiten detectar nuevos agentes etiológicos y
comprender con mayor profundidad la compleja fisiopatología de la miocarditis aguda y su evolución hacia formas crónicas (miocardiopatía
inflamatoria). Además, los tratamientos habitualmente se aplican en forma empírica sin saber, a ciencia cierta, sobre qué base fisiopatológica
estamos actuando. Los citados avances nos sirven de herramienta para generar nuevas clasificaciones que se traduzcan en un tratamiento más
racional según el perfil inmunológico y viral de cada paciente. El objetivo de esta monografía es realizar una revisión del tema con el fin de opti-
mizar el manejo de los pacientes con diagnóstico de miocarditis, de modo de perfeccionar los métodos complementarios y ofrecerles terapéuti-
cas coherentes con los mecanismos fisiopatológicos intervinientes.
4. Diagnóstico
Biopsia endomiocárdica
La utilización de la biopsia endomiocárdica (BEM) para el diagnóstico de
miocarditis y cardiomiopatías se introdujo en 1960. Desde entonces fue-
ron dos los cuestionamientos que se le realizaron a este método para su
utilización rutinaria. El primero estaba relacionado con sus posibles com-
plicaciones, y el segundo, con su valor diagnóstico.
Con respecto a las complicaciones de la BEM, en un registro de 2.747
Figura 1. CAR receptor viral. Esta proteína de la familia de las inmunoglobulinas interviene biopsias consecutivas publicado por Frustaci se observó perforación de la
en la internalización del genoma viral al miocardio. Los pacientes con predisposición genética pared libre del ventrículo derecho en solo el 0,4%, sin fallecimientos.
para la expresión de este receptor son más susceptibles a desarrollar miocarditis. Posteriormente Maish también observó un baja tasa de perforaciones del
1,8% en biopsias de ventrículo derecho y 2% en biopsias de ventrículo
cen no solo antígenos virales sino también antígenos del miocardio, lo izquierdo.18
cual lleva a su destrucción y reemplazo por fibrosis. Se reconoce a esta En cuanto al alcance del valor diagnóstico de la BEM, es necesario desta-
etapa como un período de transición entre la fase de miocarditis aguda y car que hasta el momento no existe un método no invasivo que permita
la fase de miocardiopatía inflamatoria caracterizada por dilatación y reconocer el infiltrado inflamatorio del miocardio y menos aun la presen-
deterioro de la función ventricular. cia de genoma viral. Estos datos son de vital importancia, no solo para el
diagnóstico de miocarditis sino también para la diferenciación etiopato-
Fase de miocardiopatía inflamatoria génica de la miocardiopatía dilatada, la cual trae aparejado diferentes
Luego de la fase de miocarditis crónica, de duración variable, en la cual pronósticos y posibilidades terapéuticas. Por lo tanto, a pesar de sus limi-
un infiltrado inflamatorio linfocitario destruye el tejido miocárdico y lo taciones, la BEM sigue siendo el método de elección para el diagnóstico
reemplaza por tejido fibrótico, se llega a una fase de miocardiopatía dila- inequívoco de la miocarditis.19
tada. Además, independientemente de este remodelado patológico que
se genera por la pérdida de elementos contráctiles y alteración de la Análisis histológico: los criterios de Dallas y sus limitaciones
matriz de colágeno, puede persistir en esta etapa un infiltrado inflamato- En 1986, un grupo de patólogos se reunió en Dallas con la intención de
rio y/o genoma viral que perpetúan el daño tisular. desarrollar la primera clasificación histopatológica que unificase criterios
Surge de esta manera la hipótesis de que estas dos entidades (miocardi- para el diagnóstico de miocarditis. Según esta clasificación de Dallas, se
tis y miocardiopatía dilatada) son una misma enfermedad en diferentes define a la miocarditis activa como la infiltración inflamatoria del miocar-
etapas.13 Por lo tanto, es probable que muchos de los cuadros de insufi- dio sumado el proceso de miocitólisis (Figura 2) y miocarditis borderline
ciencia cardíaca de origen desconocido que comúnmente llamamos mio- a la presencia del infiltrado miocárdico sin miocitólisis (Figura 3). En un
cardiopatía dilatada (MCPD) "idiopática" sean en realidad secuelas de estudio retrospectivo de 112 pacientes consecutivos con diagnóstico de
miocarditis virales no resueltas en pacientes con cierta predisposición miocarditis por BEM, el 77% presentaba infiltrados de tipo inflamatorio
genética. Apoyando esta hipótesis, un estudio reciente Kuhl y cols. linfocitario, 10% granulomatoso, 6% células gigantes (Figura 4) y el 6%
demuestra alta prevalencia de genoma viral (67%) en un grupo de 245 eosinófilo.20
pacientes con MCPD. Además, la evolución de la miocarditis aguda Cuando se trasladaron estos criterios histológicos de Dallas para la detec-
depende fuertemente de factores genéticos, los cuales regulan no solo la ción de infiltrados inflamatorios en pacientes con miocardiopatía dilatada
internalización y migración del virus sino también la respuesta del siste- de origen indeterminado, se observó que la tasa de miocarditis era baja,
ma inmune y las alteraciones que se producen en la matriz miocárdica. de alrededor del 10%.21 Esto se debe básicamente a dos aspectos clave:
uno, error de muestreo; y otro, variabilidad interobservador.
3. Clínica El error de muestreo es responsable de un gran número de falsos negati-
La mayoría de los individuos expuestos a estos virus no presentan mani- vos que tiene el análisis histológico de la BEM para el diagnóstico de
festaciones clínicas de origen cardíaco, aunque en algunos casos se gati- miocarditis y se debe principalmente a la distribución focalizada de los
lla una miocarditis aguda. La forma de presentación clínica abarca un infiltrados inflamatorios. Análisis de autopsias de pacientes con miocardi-
amplio espectro: pacientes asintomáticos, cuadros que simulan un sín- tis demostraron que son necesarias más de 17 biopsias para obtener el
drome coronario, miocarditis fulminante con colapso hemodinámico o diagnóstico correcto en el 80% de casos; un número muy superior a las
muerte súbita desencadenada por arritmias ventriculares.14 Algunos 6 muestras que generalmente se toman.22 Como veremos más adelante,
pacientes suelen presentar síntomas gripales como fiebre, mialgias o rini- el advenimiento de la RM permite guiar la BEM hacia zonas de miocar-
tis precediendo a cuadros de insuficiencia cardíaca.15 dio comprometido; se reduce de esta manera el error de muestreo y se
Diferentes estudios encontraron que los casos de miocarditis fulminante aumenta la sensibilidad del método.
tenían mejor pronóstico a largo plazo que los casos de miocarditis no ful- Como ejemplo de variabilidad interobservador en el análisis histológico
minante.16 Se sospecha que esto se debe a la intensa respuesta inmuno- utilizando solo los criterios de Dallas es preciso citar lo ocurrido en el
lógica antiviral que se produce en la presentación fulminante, la cual famoso estudio US Myocarditis Treatment Trial. En este estudio participa-
Avances en miocarditis y miocardiopatía inflamatoria | 37
Figura 2. BEM con hematoxilina y eosina. Se observa el abundante infiltrado inflamatorio de Inmunohistoquímica
tipo linfocitario asociado a necrosis miocítica que caracteriza a la miocarditis activa. Las técnicas de inmunohistoquímica se basan en la utilización de anti-
cuerpos marcados contra antígenos celulares conocidos. Esta técnica, a
diferencia de la histología convencional, nos permite la identificación
inequívoca de los diferentes tipos celulares involucrados en el infiltrado
inflamatorio y su cuantificación.
A partir de 1990 la utilización de la inmunohistoquímica generó grandes
avances en el entendimiento de la dinámica y complejidad que tiene el
proceso inflamatorio en esta patología. Desde entonces surge la necesi-
dad de buscar un tipo celular lo suficientemente sensible y específico
para confirmar la presencia de infiltración intramiocárdica. Diferentes
estudios que analizaban autopsias de personas fallecidas de causa no
cardíaca, así como también biopsias de pacientes con MCPD de origen
coronario o valvular, encontraron un bajo número de linfocitos T CD3+
(menor a 5,5 linfocitos/mm2). Surge entonces, como nuevo criterio de
inflamación miocárdica, la presencia de más de 7 linfocitos T CD3+/mm2,
lo cual corresponde a más de 2 linfocitos T CD3+ por campo de alto
aumento.24
Debido a que el infiltrado inflamatorio se relaciona con activación de
moléculas de adhesión presentes en el endotelio vascular, su detección
por inmuhistoquímica es otro componente importante en el diagnóstico
Figura 3. BEM con hematoxilina y eosina. Infiltrado inflamatorio sin degeneración miocítica de inflamación miocárdica. Estas moléculas de adhesión como HLA ICAM
catalogado como miocarditis "borderline" por los criterios de Dallas.
VCAM se generan luego de que el endotelio es activado por citokinas y
facilitan la migración de los linfocitos activados hacia el tejido dañado
(Figura 5).25,26
Esta mayor sensibilidad para la detección de infiltrados inflamatorios mio-
cárdicos que aporta la inmunohistoquímica en comparación con la histo-
logía convencional está ejemplificado en un estudio comparativo publica-
do por Kuhl, en el cual se realizó BEM a 300 pacientes con MCPD de ori-
gen desconocido. Cuando se utilizó en ellos la clasificación histológica de
Dallas, sólo el 5,6% de los pacientes cumplía con criterios para miocardi-
tis. En cambio, cuando se analizaron las mismas biopsias con inmunohis-
toquímica, el 43% de los pacientes presentaba infiltración miocárdica
compatible con miocarditis crónica o miocardiopatía inflamatoria.24
Chander y cols. demostraron que los antígenos linfocitarios se preservan
mejor congelados; por lo tanto, debemos recordar crioprecipitar las BEM
destinadas a inmunohistoquímica para obtener una correcta cuantifica-
ción del infiltrado celular.
A B
C D
Figura 5. Inmunohistoquimica de BEM en miocardiopatía inflamatoria. Se observan linfocitos T CD3+ (A), moléculas de adhesión HLA (B), ICAM (C) y VCAM-1 (D) (flechas).
(Figura 6). En un estudio multicéntrico, del total de 624 pacientes con alguna anomalía segmentaría o global en la contractilidad ventricular,
diagnóstico histológico de miocarditis el 38% presentó genoma viral en estos hallazgos son totalmente inespecíficos.32,33 Trabajos publicados
la BEM. Algo aún más interesante, publicado recientemente, es que el recientemente intentan utilizar el Doppler tisular como evaluación pro-
25% de los pacientes en los cuales se logra amplificar el genoma viral nóstica y de la respuesta al tratamiento.
tienen dos o más tipos de virus diferentes.27-31 Estudios de medicina nuclear que utilizaban anticuerpos monoclonales
Es importante destacar que todos los estudios concuerdan en que la contra la miosina marcados con indio fueron testeados para el diagnosti-
serología viral, tanto IgG como IgM, no se correlaciona con la presencia co no invasivo de la miocarditis. A pesar de tener sensibilidad aceptable,
de genoma viral en el miocardio; por lo tanto, la presencia o ausencia de su baja especificidad, de alrededor del 50%, cuestiona la utilidad del
estos anticuerpos en sangre no permite sacar conclusiones acerca de la método.
infección en el miocardio. La RM aparece como el método de imágenes de mayor aceptación, espe-
Dado la baja sensibilidad de los criterios de Dallas para el diagnóstico de cialmente con la utilización de contraste endovenoso, el cual realza
miocarditis, especialmente las formas crónicas, surgió en 1995 un nueva zonas de miocardio con lesión o edema celular.34 En un estudio publica-
clasificación propuesta por la Organización Mundial de la Salud (WHO). do por Mahrholt, se realizó RM cardíaca con contraste a 32 pacientes
En ella, la miocarditis crónica es definida como la infiltración inflamatoria con sospecha clínica de miocarditis. Para determinar si la RM visualiza
del miocardio detectada por inmunohistoquímica con más de 7 linfocitos áreas de miocarditis, la biopsia fue tomada de la región de realce de con-
T CD3+/mm2 en la BEM en ausencia de dilatación ventricular o deterioro traste. En 21 de los 28 pacientes en los que el realce de contraste estaba
de la función sistólica. Se diagnostica miocardiopatía inflamatoria con el presente, las biopsias pudieron ser obtenidas de la región de realce. En
mismo criterio histológico pero con compromiso de la función ventricular. los 7 pacientes restantes, la región de realce no pudo ser alcanzada con
Ambas entidades se subclasifican en viral o no viral según la detección el biótomo, y se tomaron muestras del ventrículo derecho.35,36 En 19 de
de genoma viral por PCR. los 21 (88%) pacientes cuyas biopsias fueron tomadas de la región de
realce de contraste, el análisis histopatológico reveló focos de miocarditis
Métodos por imágenes (Figura 7). Además, de los 7 pacientes en los que la biopsia no había sido
El ecocardiograma debe ser el primer método a utilizar en los pacientes obtenida de las regiones con realce y de 4 pacientes sin realce de con-
con sospecha de miocarditis, ya que permite descartar otros tipos de car- traste, en sólo uno de ellos se detectó inflamación miocárdica compatible
diomiopatía. Si bien el 70% de los pacientes con miocarditis presenta con miocarditis. Esto arroja un valor predictivo positivo de 70% y negati-
Avances en miocarditis y miocardiopatía inflamatoria | 39
Figura 7. RMN cardìaca y BEM de pacientes con miocarditis aguda. Las muestras de tejido se
obtuvieron por BEM de ventriculo izquierdo en las zonas donde la RMN mostró el realce de
contraste. Esta técnica permite aumentar sensibilidad de la BEM.
Infección Viral
MIOCARDITIS AGUDA
MIOCARDIOPATIA
MIOCARDITIS CRÓNICA
DILATADA INFLAMATORIA
insuficiencia cardíaca sigue siendo netamente de soporte. En un porcen- cuestionamiento sobre la utilidad de la BEM. Sin embargo, es interesante
taje de miocarditis fulminantes que progresan rápidamente a cuadro de ver cómo todavía, varios años después del trabajo, se publican revisiones
shock cardiogénico, la utilización de sistemas de asistencia cardíaca que critican el estudio y justifican sus resultados. Las limitaciones del US
mecánica permite superar esta fase aguda con buen pronóstico a largo Myocarditis Treatment Trial fueron:
plazo.37,38 En caso de refractariedad al soporte farmacológico y mecáni- 1. Se realizó el diagnóstico con los criterios histológicos de Dallas. La falta
co, el trasplante cardíaco sigue siendo una opción, aunque para pocos de utilización de la inmunohistoquímica generó controversias entre los
pacientes. patólogos en el diagnóstico del 39% de los pacientes.
El tratamiento inmunosupresor, tanto para la miocarditis como para la mio- 2. No se utilizaron técnicas para detección de genoma viral. Ello implica
cardiopatía inflamatoria, se encuentra en continua revisión. Si bien en el que probablemente algunos pacientes con persistencia viral fueron tra-
pasado existía gran optimismo por este tratamiento, luego de los resultados tados con inmunosupresores, debilitando aún más a un sistema inmu-
negativos de algunos estudios, especialmente del US Myocarditis Treatment nológico insuficiente para la erradicación del virus.
Trial, esta terapéutica entró en desuso.39,40 En este estudio, Mason y cols. 3. Sólo 78 pacientes de los 111 tuvieron un seguimiento completo hasta
asignaron aleatoriamente a 111 pacientes con criterios de Dallas positivos los 12 meses.
para miocarditis activa a recibir tratamiento inmunosupresor con predniso- 4. Se trató a los pacientes durante la fase activa. Como mencionamos
na más ciclosporina o azatioprina, o a placebo. Tanto el grupo de inmuno- previamente, el 40% de las personas que sufren miocarditis presenta a
supresión como el grupo control aumentaron la fracción de eyección a 6 y los seis meses una remisión completa y sin secuelas. En ellos, el infiltra-
12 meses (punto final primario), sin diferencias significativas entre ambos. do inflamatorio durante la fase aguda cumple un rol fundamental que
La consecuencia de los resultados este estudio no sólo fue la pérdida del permite la eliminación del genoma viral.
interés en la inmunospresión como posible tratamiento sino que también el Lo expuesto anteriormente intenta explicar por qué no deberíamos tratar
Avances en miocarditis y miocardiopatía inflamatoria | 41
Ecocardiograma
Cinecoronariografía
Biopsia endomiocárdica
PCR-Inmunohisq. hematoxilina
BEM BEM
PCR + PCR negativo
Autoanticuerpos
HLA positivo
Interferón Inmunosupresión
con inmunosupresión a los pacientes con miocarditis durante la fase aguda, tes medidas de soporte son el pilar principal del tratamiento para esta fase.
especialmente antes de los seis meses. Por lo tanto, ¿tiene utilidad realizar
la BEM antes de este período de probable remisión espontánea? Debemos Miocardiopatía inflamatoria
recordar que existe un grupo reducido de pacientes con miocarditis no viral En esta fase crónica de la enfermedad, la presencia de infiltrados infla-
(eosinófila, granulomatosa, de células gigantes o asociada a enfermedades matorios miocárdicos es siempre patológica aunque desencadenada por
de tejido conectivo) en los cuales está recomendado el tratamiento inmuno- mecanismos fisiopatológicos diferentes.
supresor durante la fase aguda.41 Para el resto de los pacientes, las diferen-
42 | J. M. Barceló
¿Es el interferón una opción terapéutica? con miocarditis linfocitaria e insuficiencia cardíaca de más de 6 meses de
Como se señaló anteriormente, uno de los mecanismos que explican la evolución, refractaria al tratamiento médico convencional con digital,
inflamación crónica de miocardio luego de la fase aguda es la persisten- diuréticos, betabloqueantes e inhibidores de la enzima de conversión. En
cia del genoma viral debido a la incapacidad de clearance del sistema todos ellos se aplicó una terapia inmunosupresora con prednisona (1
inmunológico. mg/kg/día por 1 mes, y luego 0,33 mg/kg/día por 5 meses) más azatio-
Diferentes estudios han demostrado el peor pronóstico y el fracaso del prina (2 mg/kg/día por 6 meses). Luego del tratamiento los pacientes
tratamiento médico en este grupo de pacientes con MCPD y persistencia fueron clasificados como respondedores si mejoraban 1 punto la clase
de genoma viral. funcional o aumentaban 10% la fracción de eyección y no respondedo-
Los efectos virostáticos e inmunomoduladores que presenta la molécula res si no cumplían dicha mejoría o presentaban eventos mayores como
de IFN son conocidos desde hace tiempo. Su rol defensivo contra las shock cardiogénico, trasplante cardíaco o muerte. Fueron clasificados
infecciones virales se encuentra documentado por diferentes líneas de como respondedores 21 pacientes en los cuales no solo mejoró la frac-
investigación tanto en el campo experimental como clínico. Estudios en ción de eyección (de 25,7% a 47,1%) sino que también evidenciaron
animales comprobaron la eficacia del tratamiento con IFN beta (IFN-β) resolución del infiltrado inflamatorio en la BEM. Contrariamente, 20
para estimulación de linfocitos T, natural killer y citokinas que promueven pacientes fueron no respondedores, de los cuales 3 recibieron trasplante
la eliminación viral.42 y 5 fallecieron. Cuando se analizó de manera retrospectiva el suero y las
Kuhl y cols. publican un estudio en fase II sobre el tratamiento con IFN-β BEM de los pacientes no respondedores, se observó alta prevalencia
(18 millones UI por semana) durante 6 meses en 22 pacientes con dis- (85%) de genoma viral en el miocardio sin el hallazgo de autoanticuer-
función ventricular y persistencia de genoma viral en la BEM a pesar del pos cardíacos en el suero. En cambio, el 90% de los pacientes responde-
tratamiento convencional.43 Durante el período de tratamiento, el IFN-β dores presentaba autoanticuerpos y sólo el 15% tenía genoma viral en la
fue bien tolerado por todos los pacientes. Luego del tratamiento antiviral BEM analizada por PCR.
se logró la eliminación del genoma viral en todos los pacientes. Este clea- Si bien faltan estudios aleatorizados con mayor número de pacientes que
rence viral se acompañó de una mejoría de la clase funcional, aumento confirmen la utilidad de la inmunosupresión, parece que el subgrupo de
de la fracción de eyección y disminución de los diámetros del ventrículo pacientes con infiltración miocárdica crónica que persiste con deterioro
izquierdo. Si bien el IFN parece ser un tratamiento prometedor, debemos ventricular a pesar del tratamiento médico convencional sin detección de
confirmar su utilidad con los resultados de estudios multricéntricos con- genoma viral y con activación del sistema inmune (autoanticuerpos y/o
trolados que se están llevando a acabo en la actualidad. mayor expresión HLA) tendría algún beneficio con esta terapéutica.
miocarditis. Este método de imagen localiza el sector de miocardio com- MCPD. Esto nos permite realizar un tratamiento más racional guiado por
prometido mediante el realce de contraste en zonas de edema celular. el perfil inmunológico y viral de cada paciente.
Con la ayuda de la RM podemos guiar la BEM hacia zonas de miocardio Queda en las manos de la ingeniería genética, para un futuro quizá no
comprometido, especialmente la cara lateral del ventrículo izquierdo, con tan lejano, la posibilidad de crear vacunas que bloqueen los receptores
aumento notable de la sensibilidad del método. celulares que se unen a virus impidiendo el desarrollo de esta patología.
Luego del resultado negativo de algunos estudios que intentaban aplicar
inmunosupresión a todos los pacientes con miocarditis, se comprendió
que el tratamiento de la miocarditis debe estar ligado a la fisiopatología.
Es decir, aplicar el tratamiento de manera inteligente acorde a las dife-
rentes etapas del proceso inflamatorio y según el perfil inmunológico y Bibliografía
viral de cada paciente.
La primera etapa, la fase viral o de miocarditis aguda, se inicia con la 1. Ansari A, Maron BJ, Berntson DG. Drug-induced toxic myocarditis. Tex Heart
entrada del virus al miocardio lo que genera miocitólisis y gatilla una res- Inst J. 2003;30:76-79.
puesta inmune dirigida a la eliminación del virus. Aunque en esta fase 2. Killian JG, Kerr K, Lawrence C, Celermajer DS. Myocarditis and cardiomyopa-
podemos tener un gran rango de formas clínicas que va desde pacientes thy associated with clozapine. Lancet. 1999;354:1841-1845.
asintomáticos hasta cuadros de shock cardiogénico, el tratamiento debe 3. Frustaci A, Cuoco L, Chimenti C, Pieroni M, Fioravanti G, Gentiloni N, Maseri
ser netamente de soporte. En la mayoría de los pacientes el infiltrado lin- A, Gasbarrini G. Celiac disease associated with autoimmune myocarditis. Cir-
focitario logrará eliminar al virus sin dejar casi secuelas, incluso en los culation. 2002;105:2611-2618.
cuadros más graves de miocarditis fulminante. 4. Whitlow PL, Gilliam JN, Chubick A, Ziff M. Myocarditis in mixed connective
Un porcentaje de pacientes persiste con infiltración miocárdica luego de tissue disease: association of myocarditis with antibody to nuclear ribonucle-
la fase aguda, lo que genera pérdida de masa contráctil, alteración de la oprotein. Arthritis Rheum. 1980;23:808-815.
matriz y aumento de la fibrosis. Esta etapa de miocarditis crónica es 5. Cooper LT. Giant cell myocarditis: diagnosis and treatment. Herz.
seguida de una fase de disfunción ventricular y refractariedad al trata- 2000;25:291-298.
miento médico convencional que denominamos miocardiopatía inflama- 6. Kawai C. From myocarditis to cardiomyopathy: mechanisms of inflammation
toria. Ambas formas crónicas se pueden generar por dos mecanismos and cell death: learning from the past for the future. Circulation.
diferentes: la persistencia del genoma viral y la autoinmunidad. 1999;99:1091-1100.
Se cree que las formas virales se deben a una respuesta inmune inapro- 7. Matsumori A, Yamada T, Suzuki H, Matoba Y, Sasayama S. Increased circulat-
piada, con diferenciación de linfocitos TH2 por falta de producción de ing cytokines in patients with myocarditis and cardiomyopathy. Br Heart J.
moléculas antivirales como el IFN. En estudios recientes se trataron estos 1994;72:561-566.
pacientes con IFN α y β logrando la eliminación del genoma viral y reso- 8. Seko Y, Tsuchimochi H, Nakamura T, Okumara K, Naito S, Imataka K, Fujii J,
lución del infiltrado lo que se traduce en aumento de la fracción de eyec- Takaku F, Yazaki Y. Expression of major histocompatibility complex class I anti-
ción y mejoría de la clase funcional. gen in murine ventricular myocytes infected with Coxsackievirus B3. Circ Res.
En el subgrupo de pacientes con miocardipatía inflamatoria autoinmune, 1990;67:360-367.
el sistema inmunológico logra la eliminación del virus pero permanece 9. Feldman AM, McNamara D. Myocarditis. N Engl J Med. 2000;343:1388-
activado de manera patológica y destruye el miocardio. Este grupo se 1398.
caracteriza por la mayor expresión de moléculas de HLA detectadas por 10. Calabrese F, Carturan E, Chimenti C, Pieroni M, Agostini C, Angelini A,
inmunohistoquimica en la BEM y la presencia de autoanticuerpos contra Crosato M, Valente M, Boffa GM, Frustaci M, Thiene G. Overexpression of
la miosina en el suero. Estos pacientes son los que se cree que podrían tumor necrosis factor (TNF)alpha and TNFalpha receptor I in human viral
mejorar con terapia inmunosupresora o inmunoabsorción. myocarditis: clinicopathologic correlations. Mod Pathol. 2004;17:1108-1118.
Debido a estos resultados positivos de estudios pequeños no controla- 11. Opavsky MA, Penninger J, Aitken K, Wen WH, Dawood F, Mak T, Liu P. Suscep-
dos, en la actualidad se está desarrollando un trabajo aleatorizado y con- tibility to myocarditis is dependent on the response of T lymphocytes to cox-
trolado con mayor número de pacientes para confirmar la hipótesis de la sackieviral infection. Circ Res. 1999;85:551-558.
utilidad del tratamiento específico guiado por el perfil inmunológico y 12. Herskowitz A, Ahmed-Ansari A, Neumann DA, Beschorner WE, Rose NR,
viral de cada paciente. Soule LM, Burek CL, Sell KW, Baughman KL. Induction of major histocompati-
En la Figura 9 se puede observar el algoritmo diagnóstico de la miocardi- bility complex antigens within the myocardium of patients with active
tis viral y, de acuerdo con su patente histológica e inmunitaria, las dife- myocarditis: a nonhistologic marker of myocarditis. J Am Coll Cardiol.
rentes opciones terapéuticas. 1990;15:624-632.
13. Felker GM, Hu W, Hare JM, Hruban RH, Baughman KL, Kasper EK. The spec-
trum of dilated cardiomyopathy: the Johns Hopkins experience with 1,278
Conclusión patients. Medicine (Baltimore). 1999;78:270-283.
14. Dec GW, Waldman H, Southern J, Fallon JT, Hutter AM, Palacios I. Viral
En la actualidad nos encontramos frente a un nuevo paradigma en diag- myocarditis mimicking acute myocardial infarction. J Am Coll Cardiol.
nóstico y tratamiento de los pacientes con miocarditis. Grandes avances 1992;20:85-89.
en el campo de la inmunología, genética y biología molecular han dejado 15. Lieberman EB, Hutchins GM, Herskowitz A, Rose NR, Baughman KL. Clinico-
en el pasado el diagnóstico histológico con los criterios de Dallas y el tra- pathologic description of myocarditis. J Am Coll Cardiol. 1991;18:1617-1626.
tamiento empírico de la miocarditis. 16. McCarthy RE, Boehmer JP, Hruban RH, Hutchins GM, Kasper EK, Hare JM,
Gracias a estas nuevas herramientas hoy en día podemos comprender las Baughman KL. Long-term outcome of fulminant myocarditis as compared
bases fisiopatológicas de la miocarditis y su evolución hacia formas de with acute (non-fulminant) myocarditis. N Engl J Med. 2000;342:690-695.
44 | J. M. Barceló
17. Liu PP, Mason JW. Advances in the understanding of myocarditis. Circulation. 32. Pinamonti B, Alberti E, Cigalotto A, Dreas L, Salvi A, Silvestri F, Camerini F.
2001;104:1076-1082. Echocardiographic findings in myocarditis. Am J Cardiol. 1988;62:285-291.
18. Hauck AJ, Kearney DL, Edwards WD. Evaluation of postmortem endomyocar- 33. Lieback E, Hardouin I, Meyer R, Bellach J, Hetzer R. Clinical value of echocar-
dial biopsy specimens from 38 patients with lymphocytic myocarditis: implica- diographic tissue characterization in the diagnosis of myocarditis. Eur Heart J.
tions for role of sampling error. Mayo Clin Proc. 1989;64:1235-1245. 1996;17:135-142.
19. Felker GM, Thompson RE, Hare JM, Hruban RH, Clementson DE, Howard DL, 34. Laissy JP, Messin B, Varenne O, Iuag B, Karila-Cohen D, Schouman-Claeys E,
Baughman KL, Kasper EK. Underlying causes and long-term survival in Steg PG. MRI of acute myocarditis: a comprehensive approach based on vari-
patients with initially unexplained cardiomyopathy. N Engl J Med. ous imaging sequences. Chest. 2002;122:1638-1648.
2000;342:1077-1084. 35. Abdel-Ary H, Boye P, Zagrosek A, Wassmuth R, Kumar A, Messroghli D, Bock
20. Aretz HT, Billingham ME, Edwards WD, Parker MM, Factor SM, Fallon JT, P, Dietz R, Friedrich MG, Schulz-Menger J. Diagnostic performance of cardio-
Fenoglio JJ. Myocarditis: a histopathologic definition and classification. Am J vascular magnetic resonance in patients with suspected myocarditis: compari-
Cardiovasc Pathol. 1987;1:3-14. son of different approaches. J Am Coll Cardiol. 2005;45:1812-1822.
21. Herskowitz A, Campbell S, Deckers J, Kasper EK, Boehmer J, Hadian D, Neu- 36. Mahrholdt H, Goedecke C, Wagner A, Meinhardt G, Athanasiadis A, Vogels-
mann DA, Baughman KL. Demographic features and prevalence of idiopathic berg H, Firtz P, Klingel K, Kandolf R, Sechtem U. Cardiovascular magnetic res-
myocarditis in patients undergoing endomyocardial biopsy. Am J Cardiol. onance assessment of human myocarditis: a comparison to histology and
1993;71:982-986. molecular pathology. Circulation. 2004;109:1250-1258.
22. Angelini A, Calzolari V, Calabrese F, Boffa GM, Maddalena F, Chioin R, Thiene 37. Kato S, Morimoto S, Hiramitsu S, Nomura M, Ito T, Hishida H. Use of percuta-
G. Myocarditis mimicking acute myocardial infarction: role of endomyocardial neous cardiopulmonary support of patients with fulminant myocarditis and
biopsy in the differential diagnosis. Heart. 2000;84:245-250. cardiogenic shock for improving prognosis. Am J Cardiol. 1999;83:623-625.
23. Wu LA, Lapeyre AC III, Cooper LT. Current role of endomyocardial biopsy in 38. Fuse K, Kodama M, Okura Y, Itu M, Hirono S, Kato K, Hanana H, Aizawa Y.
the management of dilated cardiomyopathy and myocarditis. Mayo Clin Proc. Predictors of disease course in patients with acute myocarditis. Circulation.
2001;76:1030-1038. 2000;102:2829-2835.
24. Kuhl U, Seeberg B, Schultheiss HP, Strauer BE. Immunohistological characteri- 39. Mason JW, O'Connell JB, Herskowitz A, Rose NR, McManus BM, Billingham
zation of infiltrating lymphocytes in biopsies of patients with clinically sus- ME, Moon TE, for the Myocarditis Treatment Trial Investigators. A clinical trial
pected dilated cardiomyopathy. Eur Heart J. 1994;15(suppl C):62-67. of immunosuppressive therapy for myocarditis. N Engl J Med. 1995;333:269-
25. Wojnicz R, Nowalany-Kozielska E, Wodniecki J, Szczurek-Katanski S, Nozynski 275.
J, Zembala M, Rozek MM. Immunohistological diagnosis of myocarditis: 40. Mason JW. Immunopathogenesis and treatment of myocarditis: the United
potential role of sarcolemmal induction of the MHC and ICAM-1 in the detec- States myocarditis treatment trial. J Card Fail. 1996;2:S173-S177.
tion of autoimmune mediated myocyte injury. Eur Heart J. 1998;19:1564- 41. Menghini VV, Savcenko V, Olson LJ, Tazelaar HD, Dec GW, Kao A, Cooper LT.
1572. Combined immunosuppression for the treatment of idiopathic giant cell
26. Noutsias M, Seeberg B, Schultheiss HP, Kuhl U. Expression of cell adhesion myocarditis. Mayo Clin Proc. 1999;74:1221-1226.
molecules in dilated cardiomyopathy: evidence for endothelial activation in 42. Daliento L, Calabrese F, Tona F, Caforio AL, Tarsia G, Angelini A, Thiene G. Suc-
inflammatory cardiomyopathy. Circulation. 1999;99:2124-2131. cessful treatment of enterovirus-induced myocarditis with interferon-alpha. J
27. Grumbach IM, Heim A, Pring-Akerblom P, Vonhof S, Hein WJ, Muller G, Figulla Heart Lung Transplant. 2003;22:214-217.
HR. Adenoviruses and or dilated cardiomyopathy. Circulation. 1994;89:2582- 43. Kuhl U, Pauschinger M, Schwimmbeck PL, Seeberg B, Lober C, Noutsias M,
2589. Poller M, Schultheiss HP. Interferon-beta treatment eliminates cardiotropic
28. Pauschinger M, Bowles NE, Fuentes-Garcia FJ, Pham V, Kuhl U, Schwimmbeck viruses and improves left ventricular function in patients with myocardial per-
PL, Schultheiss HP, Towbin JA. Detection of adenoviral genome in the sistence of viral genomes and left ventricular dysfunction. Circulation.
myocardium of adult patients with idiopathic left ventricular dysfunction. Cir- 2003;107:2793-2798.
culation. 1999;99:1348-1354. 44. Parrillo JE. Inflammatory cardiomyopathy (myocarditis): which patients should
29. Bowles NE, Ni J, Kearney DL, Pauschinger M, Schultheiss HP, McCarthy R, be treated with anti-inflammatory therapy? Circulation. 2001;104:4-6.
Hare J, Bricker JT, Bowles KR, Towbin JA. Detection of viruses in myocardial 45. Wojnicz R, Nowalany-Kozielska E, Wojciechowska C, Glanowska G, Wilczews-
tissues by polymerase chain reaction: evidence of adenovirus as a common ki P, Niklewski T, Zembala M, Polonski L, Wodniecki J, Rozek MM. Random-
cause of myocarditis in children and adults. J Am Coll Cardiol. 2003;42:466- ized, placebo-controlled study for immunosuppressive treatment of inflamma-
472. tory dilated cardiomyopathy: two-year follow-up results. Circulation.
30. Panhoweit S, Lamparter S, Schoppet M, Maisch B. Parvovirus B19 genome in 2001;104:39-45.
endomyocardial biopsy specimens. Circulation. 2004;109:e179. 46. Frustaci A, Chimenti C, Calabrese F, Pieroni M, Thiene G, Maseri A. Immuno-
31. Kuhl U, Pauschinger M, Noutsias M, Seeberg B, Bock T, Lassner D, Poller W, suppressive therapy for active lymphocytic myocarditis: virological and
Kandolf R, Schultheisss HP. High prevalence of viral genomes and multiple immunologic profile of responders versus nonresponders. Circulation.
viral infections in the myocardium of adults with "idiopathic" left ventricular 2003;107:857-863.
dysfunction. Circulation. 2005;111:887-893.