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Ensayo

EDUCACION SUPERIOR EN EL PERU

Según diversos estudios y cifras estadísticas se observa que en los


últimos años se ha incrementado el número de profesionales que
ingresan al mercado laboral cada año, esto puede parecer un hecho
positivo para el país. Sin embargo nos tocamos con una cruda
realidad ya que muchos de estos graduados habrían acabado
frustrándose laboralmente porque las oportunidades de trabajo en el
Perú no habrían crecido a la par con la cantidad de profesionales
egresados cada año de las diversas instituciones de Educación
Superior. De ahí que podemos encontrar a diversos profesionales
ejerciendo oficios como servicio de taxi o comercio informal y lo que
es peor podemos encontrarlos en situación de desempleo, esta
realidad es sumamente preocupante.

Por otro lado, se observa que falta una adecuada articulación entre la
oferta de profesionales egresados de estudios superiores y la
demanda de empresas por personal calificado. Por un lado, el sector
educativo no entrega ni la calidad, ni la cantidad de profesionales y
técnicos que las empresas necesitan. Por el otro lado, las empresas
no brindan señales a las escuelas respecto a sus necesidades. Es el
caso de las bibliotecas que requieren de personas calificadas para el
manejo correcto del sistema bibliotecario, pero éstos profesionales
prácticamente no existen o existen en poquísimas cantidades.

En cuanto a la calidad en la educación que se imparte, hemos


observado que en los últimos años se han creado demasiados
institutos y universidades de Educación Superior pero
lamentablemente muchos de ellos no imparten una adecuada
formación profesional para los alumnos ya que no existe una
evaluación y monitoreo de la calidad educativa impartida por estas
instituciones. En el caso de la educación técnica es el Ministerio de
Educación el encargado de autorizar el funcionamiento de estos, así
como de supervisar la infraestructura y el currículo. Sin embargo, en
la práctica el Ministerio sólo supervisa aspectos burocráticos y en
otros casos la supervisión sólo se realiza cuando se quiere renovar la
licencia de funcionamiento.

En el caso de las universidades, la institución encargada de


supervisar y evaluarlas es la propia Asamblea Nacional de Rectores
(ANR). Sin embargo, no hay que ser muy perspicaz para percatarse
del problema que genera esto, ya que la ANR tendría como función
regularse a sí misma. De ese modo, la supervisión y evaluación de las
universidades no sería la óptima.

Uno de los más grandes problemas por los que pasa la Educación
Superior Estatal en el país es de naturaleza económica, el
financiamiento otorgado a las instituciones superiores es aun
insuficiente, esto no permite contar con equipos adecuados para
maximizar la enseñanza y lograr mayores y mejores conocimientos
en los estudiantes. Por el contrario los docentes se ven obligados a
utilizar equipos obsoletos. Del mismo modo el presupuesto anual por
alumno asignado, es otra dificultad que no nos permite alcanzar
niveles altos de educación ya que dicho presupuesto en nuestro país
oscila entre $2,500 y $3,000 por alumno, mientras que Chile invierte
$9,000 y los países desarrollados superan los $30,000, no existe una
relación entre el presupuesto asignado y los proyectos que se
desarrollan ni con los resultados esperados. Por último en cuanto a la
gratuidad de la enseñanza lamentablemente se ha generado un
problema con la distribución, ya que existen muchas personas de
ingresos altos y medios que se benefician de esta condición en
perjuicio de las personas con menores ingresos.

Es necesario una reforma en la Educación Superior para lograr ser


competitivos y estar preparados para los retos que nos brinda el
contexto de globalización en la que nos encontramos, la que trae
oportunidades y mejoras a toda economía que invierta en la
educación superior, ya que trae consigo un alto retorno, pues las
sociedades obtendrían provecho de una mayor fuerza de trabajo que
permite elevar la productividad de la economía y facilita la
transferencia y difusión de tecnologías empujando el crecimiento del
producto y el beneficio de la población.

Además de beneficios en temas económicos, una buena inversión en


educación superior traería consigo beneficios a nivel social, éstos
incluyen entre otros, menores tasas de criminalidad, impactos sobre
educación de los hijos, mayor y más informada participación cívica y
un mejor desempeño de las instituciones. La conciencia
contemporánea deposita su fe en la información, el conocimiento y
las ciencias, bienes que identifica con la institución universitaria como
proveedora de estos servicios y como formadora del personal
encargado de su administración.

Por todo lo mencionado, la educación superior es clave para el


desarrollo y crecimiento de nuestro país, es necesario tomarse en
serio la tarea de formar profesionales auténticos con una buena base
de conocimientos y herramientas que les permitan enfrentar de
manera exitosa todos los retos de nuestra realidad y que ayudemos
juntos todos a nuestro país a salir del subdesarrollo.

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