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CULTURA DE PAZ Y CONVIVENCIA

Presentación

La Cultura de Paz es como un bien superior, algo inalcanzable. Podemos decir desde que el mundo es
mundo, existe la guerra y la violencia eso nos menciona en la Biblia la lucha de un hermano con el otro, la
violencia del oprimido; todos estos razonamientos se basan en una verdad: la experiencia histórica de la
humanidad es extremadamente dura. Sin embargo, hay algo en nuestro interior que nos dice que la violencia
es un mal camino, aunque, a veces, sea un camino impuesto por los demás.

Tema

La Paz es el fruto de una implantación de una cultura de paz. La cultura de paz empieza por el rechazo
generalizado de violencia como forma de solucionar los conflictos entre grupos humanos. Solamente este
rechazo puede ser punto de partida para la instauración plena de una cultura de paz. La cultura de paz,
empieza por el rechazo de la violencia, pero no puede quedarse ahí. Hace falta instaurar una cultura que
haga frente a los conflictos a través del diálogo y la mediación, una cultura que busque, finalmente, la
cooperación mutua entre pueblos y no el dominio de unos sobre otros. Esto lleva consigo un auténtico
cambio cultural que requiere tiempo, trabajo y medios.

Claro hay cambios sociales que requieren tiempo para realizarse y tiempo para ser asimilados. También el
cambio de modelo cultural que se propone cuando se habla de instaurar una cultura de paz requiere tiempo,
pese a su urgencia.

Y si hablamos del tiempo, decimos que el tiempo invertido en un cambio determina, incluso su carácter. Si es
muy rápido, se habla de revolución, si es, como suele ser, mucho más lento, se habla de evolución.

Y que decimos de las sociedades humanas que extraen, generalmente, poco partido de revoluciones, las
revoluciones suelen aportar cambios efímeros ligados a personas o grupos que tienden a quedar ligados a los
cambios producidos. Son cambios que duran, muchas veces a lo que dura la persona o los grupos que lo
protagonizan. En cualquier caso, si bien a veces es posible provocar cambios revolucionarios en la estructura,
no lo es en las personas y menos aún en una nación entera.

Parece que esto es de nunca acabar y que decimos de los cambios irreversibles, o muy difícilmente
reversibles, se produce por una lenta, pero constante evolución de la mentalidad colectiva. Cuando esa
evolución lenta pero constante de la mentalidad colectiva cristaliza, se produce un cambio que difícilmente
tiene marcha atrás. Ésta es la grandeza y la responsabilidad de la educación, porque la educación incide en
esa evolución que debería y debe ser constante y que únicamente perdura aquellos cambios, deseables o no,
que reciben la aprobación desde lo más profundo de la mentalidad colectiva.

Hay algo real y cierto que la sociedad tiene como finalidad básica la convivencia armónica. Sin embargo,
cuando surgen los problemas, los seres humanos pocas veces llegan a acuerdos relevantes a través del
diálogo y la cooperación, sino que tienden a emplear la fuerza y la violencia.

El objetivo que se persigue es la implantación progresiva de una nueva cultura: La Cultura de Paz. Su
generalización supondrá la erradicación de la violencia mediante el uso de procedimientos no violentos en la
resolución de conflictos, así como la creación de mecanismos preventivos para evitarlos. Su progresiva
implantación será producto de la exigencia de la opinión pública, que irá adquiriendo conciencia del
inalienable derecho de las personas a la paz. Y seguimos recalcando la educación se propone colaborar con
este proceso.

Conclusión

Me atrevo a decir que la Cultura de Paz y Convivencia es un reto y sobre todo un reto para la educación que
es promover una nueva conciencia colectiva que esté inequívocamente y sin condiciones, a favor de la vida,
de la paz y de la justicia. Es un reto que por su magnitud e importancia no admite la impaciencia ni la espera.
Desvelar esa conciencia que yace en el fondo de nuestros corazones pero que apenas ha emergido todavía,
promover esa aparición progresiva de la mejor de la humanidad. Esto es un camino largo y amplio pero que
debe desplegarse el diálogo, concordia, cooperación y paz, al mismo tiempo el ser humano forma parte de
este largo camino evolutivo. Como agente social se va desprendiendo de los comportamientos que todavía le
impiden el acceso a formas más fraternales y más justas de organización social y formas que son sugeridas
por la propia conciencia, porque el ser humano no constituye solamente una especia social, sino también y de
manera distintiva, una especie moral, es decir una especie que es capaz de distinguir el bien del mal. Y no
olvidarnos que la Paz está estrechamente relacionada con el desarrollo y el progreso personal y social. Hay
algo claro que debemos acertar y es la complejidad de la vida social, un elemento irrenunciable de la realidad.
Solamente se puede comprender el mundo analizando y entendiendo su complejidad.

Participante: Mirella Pulido Melgarejo.

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