ESTO NO ES UN PACTO, ESTO ES UN ATRACO…

NO AL RECORTE DE LAS PENSIONES

El 31 de enero, el Gobierno del PSOE, la patronal representada por la CEOE y la CEPYME y los sindicatos CCOO
y UGT firmaron el Acuerdo Social y Económico, que incluye la reforma de las pensiones y da cobertura a una
de las mayores agresiones contra la clase trabajadora desde que terminó la dictadura. Este acuerdo rebaja las
pensiones, retrasa la edad de jubilación y, además, crea el llamado mecanismo de sostenibilidad que abre la
puerta a futuras reducciones.
Aunque a día de hoy la Seguridad Social sigue teniendo superávit, recortan las pensiones en previsión de
un posible déficit futuro. Como es evidente, desde el punto de vista de los y las trabajadoras, la solución a
posibles problemas futuros en la financiación debería ser la subida de los ingresos por cualquiera de las vías
posibles (subida de cotizaciones, financiación con presupuestos del Estado, eliminación de topes de cotización,
incorporación plena de la mujer al mercado de trabajo, subida de salario mínimo, reparto del empleo, etc.).
Nunca puede ser una solución aceptable para la clase trabajadora que se baje el gasto en pensiones; es decir,
que nos recorten las pensiones, ya escasas actualmente para buena parte de la población.
Sin embargo, CCOO y UGT con su firma aceptan los planteamientos de la banca, renuncian a incrementar los
ingresos y dan por bueno un recorte de gastos de alrededor de un 20% en las pensiones (unas de las más bajas
de la UE en la actualidad).

LO MIRES COMO LO MIRES UN PÉSIMO ACUERDO

Así pues, Zapatero y la patronal tienen razones para
estar contentos (a Sarkozy, Botín y Merkel les faltó
tiempo para felicitarle). En la negociación con los
sindicatos han guardado bien las líneas rojas de la
reforma que exigían los mercados, la Unión Europea
y el FMI: llevar a cabo una reforma basada en la
reducción de gastos, mediante un recorte drástico
(de aquí a 2027 será del 20%) en las pensiones y un
impulso a los Fondos Privados de Pensiones.
Cierto que este recorte se realiza de modo diferente
al que inicialmente tenía previsto el Gobierno: para
un minoría (20%) la rebaja será del 7%, mientras que
para la gran mayoría oscilará entre el 17 y el 26%.
Pero, ¿dónde está el “esfuerzo” de los empresarios?
Que no nos engañen, el acuerdo da vueltas para
llegar al mismo sitio, recortar nuestras pensiones.
Un análisis somero de las medidas que contiene
el acuerdo deja claro que, exceptuando un par de
temas cosméticos, casi todas ellas son absolutamente
regresivas. En resumen, rebajan nuestras futuras
pensiones y dificultan las condiciones de acceso a ellas
a la mayoría de las y los trabajadores. Particularmente
a la juventud, que tiene mayores dificultades para
acceder al mercado de trabajo y, previsiblemente,
carreras de cotización cortas e irregulares.
Hay que resaltar la gravedad del ataque a la mayoría
de las mujeres, ya que supone empeorar sus ya
menores pensiones y dificultar el acceso a las mismas
a un colectivo que enfrenta un nivel de precariedad
importante. Además, el Gobierno y los sindicatos
CCOO y UGT se olvidan del sector de las Trabajadoras
de Hogar y sigue sin cumplirse la eterna promesa de
incluirlas en el Régimen General de la Seguridad
Social, lo que supone que estas miles de mujeres se
queden sin derechos.
Por el contrario, los grandes beneficiarios serán los
“mercados” y la banca a través de los planes privados
de pensiones que se ven reforzados tras este acuerdo.
DENUNCIAR EL PACTO,
RECHAZAR LA REFORMA
A diferencia de la Reforma Laboral, esta Reforma va a
iniciar el trámite parlamentario con el apoyo de CCOO
y UGT. Estamos frente a un acuerdo que trata de
acallar el rechazo social de este nuevo ataque y el eco
de las movilizaciones del 27 de enero. Sin duda este
alineamiento de CCOO y UGT con el Gobierno supone
un obstáculo añadido para quienes nos oponemos a
ella. Sin embargo no vamos a cejar.
La Huelga General del 27 de enero fue, fundamen-
talmente aquí, pero también en otros lugares del
Estado, un día de grandes movilizaciones y expresó
el inequívoco rechazo de trabajadores y trabajadoras
al recorte de las pensiones. Cuando incluso el actual
sistema de pensiones tiene carencias para sectores
importantes de la población, es una gran perversión
presentar este acuerdo como un triunfo “ya que
podía haber sido aún peor”. Las direcciones de CCOO
y UGT, maniatadas por su dependencia, no han
querido recurrir a la movilización, han priorizado sus
intereses de aparato, y han engañado y defraudado
a la gran mayoría de la sociedad, incluidas todas las
personas que apoyaron su propia convocatoria de
HG del 29 de septiembre.
EL CONTENIDO DE LA REFORMA
Edad de jubilación. Pasa de 65 a 67 años entre 2013 y
2027, a un ritmo de mes por año hasta 2018 y de dos
meses por año a partir de esa fecha. Se establece la
posibilidad de jubilarse a los 65 años con el 100% a
condición de tener cotizados 38 años y seis meses.
CCOO y UGT han aceptado algo que, según sus
propias declaraciones, suponía traspasar las líneas
rojas y es que la edad de jubilación pase de los 65
a los 67 años, es decir, cobrar la pensión durante
dos años menos y retrasar la incorporación de las
generaciones jóvenes que tratan de acceder al
mercado de trabajo, lo que a su vez repercutirá en la
falta de años de cotización que lastrará sus pensiones
en el futuro.
Cómputo de años para el cálculo de la pensión. Se
amplía de 15 a 25 años. Una medida que supone
una pérdida del 10% en su pensión para la gran
mayoría y aún más para quienes hubieran estado en
paro entre los 15 ó los 25 años.
Años cotizados para tener derecho al 100% de
la pensión. Hasta ahora, con 35 años cotizados la
jubilación a los 65 era del 100%. Con la reforma, no.
Hay que tener 38,5 años cotizados o jubilarse a los
67 años con 37 cotizados.
Jubilación anticipada. Pasa de 61
a 63 años. Se precisa un mínimo
de 33 años de cotización.
En empresas en crisis, existe
la posibilidad de jubilarse a los
61 con 33 años cotizados y un
coeficiente reductor del 7,5%
que no podrá superar al 42% de
la base reguladora.
Jubilación parcial. Se mantiene
a los 61 años vinculada a la
realización de un contrato de
relevo con cotización al 100% para
la persona relevista y relevada.
Este incremento se hará de forma
Por nuestra parte, seguiremos con el compromiso
de defender un sistema público de pensiones frente
a los intereses de la Banca. Hoy igual que ayer sólo
cabe la lucha, por un nuevo modelo social. Contra la
pérdida de derechos, ganemos en la calle lo que nos
quieren robar en el Parlamento.
progresiva en un periodo de 15 años. En la práctica
este incremento de cotizaciones hará inviables en
muchos de los casos estos contratos de relevo.
Cotización por cuidado de hijos/hijas y formación.
Se considerarán cotizados 9 meses por cada hijo
o hija con un máximo de 2 años a las mujeres que
hayan abandonado el trabajo para su cuidado. Esto
solo se aplicará a una ínfima minoría de mujeres cuya
carrera de cotización sea como mínimo de 35 años.
Al ser aplicada sólo a las mujeres, esta medida les
condena más a las tareas de cuidado, incidiendo de
forma negativa en la consecución de la igualdad.
Una de las pocas medidas positivas del acuerdo
es que se deberá cotizar a la Seguridad Social por
las personas jóvenes que participen en programas
formativos.
Cómputo de periodos no cotizados. Las lagunas de
cotización se completarán de la siguiente manera:
los dos primeros años con la base mínima de
cotización y los que excedan de estos por el 50% de
esa base mínima. Antes se computaban al 100%. Se
recortan por la mitad.
Profesiones penosas o
peligrosas. Se acuerda un
compromiso para desarrollar
un catálogo de profesiones
en las que, se permitirá la
jubilación antes de los 67
años. Compromiso que ya se
estableció en la reforma de
2006 y aún está sin cumplir.
Factor de sostenibilidad.
Futuros recortes. Se establece
un mecanismo de revisión de
la sostenibilidad del sistema,
por el que se abre la puerta
a posibles nuevos recortes en
caso de que la evolución de la
esperanza de vida aumente.