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PRISMA
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo
C.I. 1.188.011
Registro Nro. 1.179
Resolución del 22 de Octubre de 2001
Ministerio de Industria y Comercio
Dirección Nacional del Derecho de Autor
República del Paraguay
Prisma 2
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 3
Ella
Prisma 4
Mi despedida, tu bienvenida
Confieso que cedí a la desesperación
Y que tu sola posibilidad fue un viaje.
Debí ser más testarudo, más rígido
A la hora de exigir vida por vida.
Mas, no hay retorno a lo vivido
Así es el mundo que nos dieron,
Y aquello que he decidido, ya cansado
Me ha costado una entrada al vacío.
Me dejaste parado, en plena mañana
Sin posibilidad alguna de poder cambiarlo,
Y no sé si supiste, quisiera que no,
Pero lo lograste, como ya fue logrado antes:
La negación a mis deseos sencillos
La vuelta a la rutina de la no contestación
El esfuerzo convertido en fuerza muerta
La renovada convicción de que es inútil.
Pero no te aflijas ni te alegres, mi niña normal
No me ha dolido tanto – no me había entregado –
Sólo fue una demostración de tu ser,
El poder de un nombre más entre los nombres.
Mi apuesta es demasiado superior,
Porque creo, que habré de amanecer otra vez
Y aunque esta noche lamente no tenerte
Viviré mucho, con muchas horas, negándote.
No te miento, quise hacerlo y me ganaste,
Así te concedo que no habrá mejor que yo
Por lo que te has ganado la realidad mía,
Y ya mañana cruzarás el puente a la tierra donde vivo.
Sabrás entonces lo que es vivir queriendo,
El peso de las horas en donde nadie llena
En donde las cosas son una tabla endeble
A la que habrás de aferrarte para seguir tontamente.
Verás lo cruel de tener un alguien enamorado
Y sentir una compasión que te asquea
La imposibilidad de tender el puente
Hasta el otro lado de las gentes.
Te concedo la victoria, mi niña normal
Que ya desde mañana estarás buscando
Lo que viste con el rabillo del ojo
Y que dejaste ir por ser tan... normal.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 5
Mi despedida es tu bienvenida
Y yo quise – realmente – que fuera al revés
Pero no es el caso de mi casta lamentarse
Que para lamentos ya estará tu mañana.
Apreciada y enaltecida te verás,
Te lo aseguro desde la experiencia,
Y luego del tórrido día de veneración
En la boca tendrás el deseo de dejarlo todo.
Y ahora, que desde mañana serás reina,
Te ofrezco la ofrenda de una certeza,
La del no retorno al mundo del que vienes,
Esto es el eterno no retorno.
Serás fiera depredadora sin competencia,
Y las gentes serán corderillos de mal sabor
Toda fineza y toda crueldad en todo tu ser
La sapiencia de no poder perdonar ya nada.
Por mi parte, un último suspiro
Dejarte en claro que te quise
Con desesperación y extremo deleite
Y que mañana, cuando llegues, no estaré.
Smarc
10.08.00
00:21hs.
Todavía
Vivir una novela inacabada, y triste, y equivocada
Sin polvo que morder, sin derrota que lamentar,
Todo despacio, y sutil, madeja imaginada, cruel
Como el parto de un sueño oscuro y real.
Ya he negado la comprensión, Galileo ha jurado,
Y en el campo del Fiori al gigante han quemado,
Y aún así, nada ha pasado, todo es el principio
De un gran título, tras el cual no hay personajes.
Una caída de segundos, pequeño grito y madrugada
Mientras converger se vuelve imposible, manía letal
Y en la carne que tiembla, lastimosamente, hay,
Un dibujo, una señal, un nombre sin nombrar, aun.
Qué pena este calor, estas estrellas y este infinito!
Y siempre hoy, en la noche de la no traición,
Cuando de nuevo eternamente los signos enmudecen
Y no hay nadie capaz de arrancar el minuto de gloria.
Prisma 6
Qué otra cosa que apoyar la frente en la pared?
Sin mirar el menguante brillo de la luna de tiza,
Vaga diosa de la oscuridad que, si cariño me tiene,
De celos parece vestirse, negándome realidad.
Asiste entonces, con pretensión suntuosa,
Un espíritu vacío, atemporal, de más lejos y más nunca
Mármol pulido sin expresión, fuerza virgen de forma,
Un sonido estéreo de amor glacial e indefinido.
Juego exquisito por lo fugaz de sus destellos,
Vulgar por lo vano de su anciana finalidad,
Pero cierto como el pan endurecido por el viento,
Como las canas del poeta que canta a la tersura.
Entre nosotros, sin que tu presencia sea sensible,
Admite sin mirar que depende mucho de todo,
Que el tiempo no es más que sucesión de percepciones,
En donde entran nuestros cuerpos, algo violentos.
Y después, sólo después, borra mis conceptos
Con un gesto suave y contundente, sin miradas,
Para que yo sepa, fuera del mundo y sus palabras,
Que todavía no estás, que todavía juegas distante.
Presiento que así postergaré un poco más
El duro golpe de tus labios ansiosos,
La vez que el resplandor de tus ojos sean
Los que callen mis sueños y enciendan mi carne.
- Sólo son hombres y mujeres
- En principio, sí
- Y en el principio está el final
- Sea, pero no como pretendes
- Qué pretendes agregar?
- Que también son puentes
- Todavía.
Smarc
22.08.00
00.:03
Blanca, fría y nívea
La habitación era blanca, fría y nívea
Y en el medio de ella reposaba la camilla
En donde la tendieron ya dormida
Seis personas vestidas con verde ropa.
Le abrieron los senos, y los cerraron de nuevo
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 7
Pero con algo dentro, un plástico moderno
Sueño de mercader de mi querida Persépolis
Dormir, mientras la bolsa se llena de oro.
Después bajaron al vientre y cortaron la piel
Le quitaron la grasa, glicerina que no sería jabón
Mientras los pequeños hilos de sangre
Eran cauterizados por el eléctrico bisturí.
La habitación era blanca, fría y nívea
Y en el medio de ella reposaba la cama
En donde la tendieron todavía dormida
Dos enfermeras gordas con chismes en los labios.
Abrió los ojos y los cerró de nuevo
Con algo además, y algo de menos
Y así saludó al dolor por vez primera
Y rozó, al minuto, la visión del arrepentimiento.
Se sostuvo, quieta, esperando el paso del tiempo
Y al tercer día salió a la calle de entre las vivas
Muy erguida, con el ardor marcándole el pecho
Y la picazón arañándole suave, bajo el ombligo.
Me lo habían dicho desde el antes, sonreí
Y esperé laborioso detrás de mi escritorio
Fingiendo, como casi siempre, que no sabía,
Que yo viajaba mucho, en otro planos reales.
La nueva vieja mujer apareció una mañana,
Creyendo – con razón – que atraía todas las miradas
Y así obtuvo la concesión del cumplimiento de la regla
De que cada cual tendrá sus 15 minutos de gloria.
Pero no contaba conmigo, que soy diferente
Se estrelló despacio contra mi saludo sin preguntas,
Pues, me dijeron que le dijeron cosas, y yo,
No soy de los que dicen cosas, yo las vivo.
Así dibujé el empeño tan previsible, el efecto,
Y día tras día, recorridas vanas, intenciones sin final,
Hasta que cansado de divertirme en soledad
La encaré con seriedad, y preguntas hice, sabiamente.
Mezclé inocente sorpresa con admiración al dolor,
Y así pasé a la incredulidad, que toda ciencia provoca,
Me volví el tan criticado Tomás, aquel que exigió
Cuando todavía no había un santoral que a Lucía nombre.
Palabras ‐ no aladas ‐ fueron, y volvieron, en un juego
Que tiene larga historia, entre ellas y nosotros
Prisma 8
Y así le gané la mano, con un desafío de lejos
Y un destello en los ojos, principio del deseo.
Hizo que la siga una media mañana
Por el alfombrado piso que lleva a los baños
Segunda puerta, damas, silueta gravada en la puerta
Dentro, un seguro desprendimiento de botones...
Cicatrices no vi, sí dos frutos tibios, ofrecidos,
Y un par de pezones duros, impúdicos y trigueños.
Mareado acepté el fin de la trama, temblando,
Pero ya mostrándome como en realidad siempre fui.
Ahora ella me ganó la mano, al arrancarme el deseo,
Y se posó victoriosa sobre mi respiración vencida.
Era suyo, toda guerra lo exige, y tomando mis manos
Me ofreció el tacto de lo que había logrado.
Acepté seguro, hecho un poeta, pura imagen,
Y abrí las compuertas de mi pasado brutal,
Para cruzar el tiempo de las tácticas, el de la espera,
Y más allá de la piel, mis manos enredaron su pelo.
Hice el amor con su boca, esa media mañana,
Mientras los demás jugaban al dinero y al futuro.
Y cumplido el pacto, de silenciosa complicidad
Abandonó el lugar, sonriente de posesión.
Me quedé un momento más, algo lánguido,
Arreglándome la ropa, todavía sensible al extremo,
Sólo para percibir que podría decir, alguna noche,
Que la habitación era blanca, fría y nívea.
Smarc
23.08.00
00:16
Mi india
Sé que eres, mi india perfecta,
Del tipo de mujer, que para poseerla
Debe uno primero vencerse, sin reparos.
Confieso el vértigo de tu sangre de fuego,
Pequeña voraz, insaciable en tu entrega,
Pura ansia de manos por recorrer una espalda.
Te sé desde Flavia, y desde Claudia
Y que también Clodia en ti dejó su huella
Y es por eso que a ti te elijo, de entre todas.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 9
Y soy tontamente feliz, si alguien te desprecia
Como es feliz el neófito cuando el gentil
Pasa frente a la diosa, sin reconocerla.
Mi culto es tuyo, y es privado, y es celoso,
Porque yo sé del mar de tu deseo,
De la cadencia que adorna tu sed de hombría,
También, que el brillante cobre de tu piel,
Es solo el reflejo, de todos esos besos
Que el astro de occidente te obliga a recibir.
Mi piel es blanca, como los días intensos,
Y mi pelo es tan negro, como el fondo
De un abismo lejano, donde habitan misterios.
Quizá sea por esto, antes de todo
Que yo entiendo y entonces callo
Y tu sientes, y entonces callas.
Somos dos, completamente diferentes
Asemejados en el silencio, en la noche
En plena selva, a la que tantos temen.
Recuerdo Susa, Babilonia y Abdera,
Pero mi portentosa memoria falla,
Cuando busca un cuerpo semejante al tuyo.
El Paraná ruge aquí a mi lado, su verdad,
Y parte de la mía la siento en el aire,
Flotando, desde tu carne, por entre la hierva.
Te voy a decir una cosa hermosa: sos hembra. Y sos mía. No sos maquillaje barato o caro, ni
polleras o pantalones de cortes tramposos. No sos pretensión, ni sos humildad. Sos dura como el
silencio, y fuerte como el odio. Y sos tan inmensamente mía, como tu seguridad de ser yo cosa tuya.
Mi india perfecta, mi dulce. Dejá que camine seguro sobre las espinas que no me clavan, dejame
vagar un rato bajo la lluvia, sin más paraguas que mi propia piel, que así me siento bien.
Donde yo habito – no de donde vengo – las cosas no son así, hombres y mujeres son algo
maricas, y a esto le ponen diez mil nombres. Todos sabemos, de algún modo, la verdad. Puede que
esté equivocado, tengo que decirlo, pero nadie ha podido demostrarlo, puedo acotarlo. Y ahora
estás vos, sin hablar, y yo perdido ante tanta realidad.
Dejá que me pierda, que me abandone un poco, que deje mi historia de fotos mal enfocadas, y
vuelva despacio a ser lo que mi cuerpo me exige: joven materia. Vos y yo sabemos que vamos a
morir, y que sin tener nada, nos queda aún menos, por eso nos tenemos, y así tenemos todo.
Y ahora que sopla el viento sur y el cielo habrá de despejarse, dejá que te cuente una historia
un poco triste. La conocí en el metro, se llamaba Glori‐et. Se pintaba la cara, se contradecía al
hablar, no sabía lo que quería... no sabía que iba a morir... entonces...
Prisma 10
Smarc
25.08.00
00:09
Polvo y velas
Siento un poco la turbulencia del mal
Encallado en la potencia de una vejez
Que me sitúa más lejos en tu piel
Negado de la paz de muñones sangrantes.
Una leve histeria, en el crepúsculo callado
Del reclamo concebido entre persianas
Llenas de polvo y con la lumbre de velas
Allí donde el incienso te quema el vientre.
Llevo puesto el rojo gorro frigio iniciático
La señal de estar condenado a mi libertad
Y de poder tumbarme cuando así me plazca
A adorar la imagen por mí elegida.
No hay historias que contar en mi desierto
Ni un futuro realizable para recordar
Allá cuando la razón se pierda en almanaques
Y no queden más que retazos de lo que fuimos.
Ahora será simple, antes de partir al descanso
Para que entre pequeñas señales, se de el ritual
El silencio a tiempo, y el toque de piel, filoso,
Como si una queja pudiera destruir al mundo.
Y después lo de siempre.
Smarc
06.09.00
23:06
La noche tras el asfalto
¿Es para esta entrega a la nada que me has vestido
Y guardado de toda intimidad, y arrojado al vacío
De días de gente en todas las esquinas del mundo,
Atropellado por llamadas que jamás quise hacer?
Ni siquiera me cedes el reproche de que te quede
Al menos el presente de una noche en compañía,
Pues has optado por una renuncia torpe y vana
Pretendiendo estar en la penumbra, donde habito.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 11
¿Será intención de tu carne flagelar la mía distante
Con las dádivas mezquinas de un placer escaso
Con el éxtasis de clavarme el deseo de tu piel
Sólo para mostrarme que el mundo existe?
No, no lo sabes, y no lo sabrás nunca
Es el maligno meridiano quien me arroja al tedio
De un dolor constante y una ausencia repetida
Mas al amo de las mentiras combate no se le ofrece
Antes bien intentar absorberlo desde otro punto
Fingiendo que al final no importa lo que importa
Que esto que hago es para mí el fundamento
Que esto que soporto tiene para mí una finalidad.
Nada hay, solo infiernos y cielos, y entre ambos
Las calles con el calor del asfalto y los tranvías
Y esa ropa que te protege a ti y a los tuyos
Cobijados bajo el techo común de la incomprensión.
Y mañana nada habrá, que no sean los días previos
Al final de siempre, los nombres repetidos mil veces
Hasta lograr el olvido, el movimiento de los labios
Que ya no dicen nada, salvo un sentimiento mentido.
Smarc
13.09.00
23:50
Para ti que eres mía
Una media luna blanca de algodón
Es la forma escondida entre tus piernas,
Las dos columnas de mi templo personal
Donde cumplo el ritual de fuerza en la forma.
Darte vida, llenarte de ella, vaciándome
Es perderme sin posibilidad de retorno
Para hallar el placer absolutamente extremo
De condicionar mi regreso al gemido de tus labios.
Llueve en todos lados, y cada gota es un trueno,
Todo es lleno y no hay aire, desesperación lisa,
Como si un velo nos separase a dos lados
Definiéndonos en una entrega que es búsqueda.
Mientras, el pánico permanece latente y suave alrededor
Pero, ya no hay tiempo ni distancia que salvar
Pues en la lujuria la existencia cesa, y gana el no ser
Como el vacío infinito entre cada beso y cada roce.
Prisma 12
Son cuatro furias oscuras, dos negras y dos azules
Bandos separados y contrarios desde el principio
Buscando fundirse sin mirarse en la batalla
Cuando un cuerpo es al tiempo enemigo y lecho.
Lejos ahora, de aquel punto de muchos años antes
Donde inicié en detalle mi propia destrucción
Para hacerme inexpugnable, único y siempre letal
En la esperanza de sobrevivirme y así tenerte,
Vivo este instante, momento mutuo de roca dura
Afrenta formidable a la historia de los días solos,
Como se vive una exhalación sin tiempo de final
Envuelto en un gesto de lucha por llegar a tu alma.
Y aquí estoy, en mis terrenos, en mi propiedad
Triunfo, sobre mí, desde mí, para ti que eres mía
Desde el abismo de tus deseos, donde la crueldad
Es la ley, y donde no hay perdón a la sed insatisfecha.
Sintiendo en mi vientre los cuchillos de tu historia
Sangrando en las heridas de tus horas pasadas,
Sabiendo que nada es suficiente cuando la vida no basta
Que entonces el dolor fue la constante, para no temer,
Y no caer ya nunca, a la muerte de las noches
Sin la violencia de nuestros soles internos
Que como niños entrenados de cuna para la guerra
Jadean el ansia, la eterna ambición de ser, en otro.
Smarc
15.09.00
00.17
Cuchillos bajo tierra
No, jamás he criado cuervos negros, voladores
Preferí casi desde un principio a la serpiente
De colores variados, de gran veneno, rastrera
Maldita en el Antiguo Testamento, temida.
Sí, conozco la muerte del animal de caliente sangre
Es fuerte y brutal, intempestiva e impredecible
Existe en ella una lucha pura, en donde a veces
Se vislumbra el horror de abandonar lo horroroso.
A veces es difícil comprender que pueda doler
La sola idea de abandonar un mundo tan vacío
Tan lleno de errores, salvo quizá, por la certeza
De que si todo es como es, lo es por uno mismo.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 13
Puede que al último instante esta verdad se asuma
Y al reconocer la realidad en los últimos momentos
Se entrevea claramente las posibilidades no realizadas
Y entonces se pida un poco más del tiempo, que se fue.
La sangre fría de ciertos animales, en cambio
Me ofrece el espectáculo de un movimiento fugaz
Incluso horas después de que el cuchillo haya cruzado
La piel, abriendo ventanas por donde la sangre libre corre.
No hay desesperación en los abiertos ojos fríos del reptil
La muerte se acepta, y en lugar de lucha existe sí
Una cruel invitación a compartir el viaje, para todo aquel
Que no permanezca siempre atento al cadáver cercano.
Orden en toda fortaleza, sin temer la destrucción
La justicia es imposible, mas acercarse requiere fuerza
Por esto guardo en la conciencia la posibilidad de espada
El fin de ciertas vidas a un solo gesto de mi cabeza.
Lo fácil encandila, como el galope de un potro
Mas lo complicado, como la oscuridad de un nido
Arroja a los ojos comunes cierta turbación
Pues no comprende lo estático, aun gozando de lo móvil.
Torpezas no faltan en la comunidad rotosa
De mortales hambrientos de honores
Sin pretensiones de verdad, aunque sí de apariencias
Pues eligen siempre el vuelo, aunque sólo sea del cuervo.
No desprecio nada que ha sido creado, ni juzgo
Mas también tengo yo la posibilidad de optar
Y en silencio, agazapado, aguardo mi oportunidad
En donde no dejaré nada como lo he encontrado.
Tengo todos los cuchillos guardados bajo tierra
Y todas las espadas tras cada roca en cada paraje
Y tengo, cuando me place, las mejores palabras
Y aun el orden de las mismas, si acaso me aburro.
Y odres antiguos llenos de la sangre de los príncipes
Cántaros gigantes rebosantes de la sangre menstrual
De todas las vírgenes violadas y mutiladas en silencio
Y una copa llena de todos los intentos de traición.
Guardadas en un lugar secreto casi hasta para mi alma
Tengo, las noches oscuras de dientes y puños apretados
Y aquellas otras, en las que con terrible calma solitaria
Algunos velos fueron corridos para que lo terrible vea.
Muchos no comprenderán, y aunque importe, no contará
Prisma 14
Pues no saber ya, involucra de soslayo, lo sé bien,
Cierta anuencia a lo que habrá de terminar, en un momento
Cuando el tiempo llegue y mis serpientes sean liberadas.
Por de pronto construyo fantásticas moradas
Y cultivo relaciones de afectos intensos
Tan sólo para fijar la atención del burdo morbo
Que habrá de pretender que lo importante me importa.
Es juego, no poco costoso, hacerme y saberme capaz
De destruir lo que tardo años en construir
Pero cuando en sólo instantes se llega a cierta cima
No hay más nada que pueda guardar el sabor del saber.
Solo espero mi tiempo, la maduración del momento
Prometiendo que lo tendré todo en cuenta
Pues como sé que habré de terminar
Seré incapaz de olvidar un sólo instante, un sólo gesto.
Equivocado estaré, en parte, para ser justos
Puesto que nadie tiene razón, o todos
Y “no hay justo uno solo”, o lo son todos
Sordo a los reproches, mi espada, mi Dios.
Cuídate de estar a mi lado, cuando llegue la hora
Pues si para que entiendas es preciso que veas lo que yo
No dudaré un sólo instante en mostrártelo todo
Y no sé si sobrevivirás a la visión, no lo sé.
No llamo, espero, creciendo
Y sé que falta cada vez menos
Y es dulce, y será amargo
Y al final, no sé si estarás.
Smarc
18.09.00
23:28
No es más que nada
Llevar la fascinación en uno mismo
Ese arte de deslumbrar y torcer el camino
De cualquier transeúnte mortal, no es más
Que hacerse uno con la debilidad ajena.
Altas tragedias, puntos máximos del drama
Nada, créemelo, nada más que fantasía
Pues estar en la vida, tocarla y arriesgarla
Va más allá de las aladas palabras.
Sin embargo, aquí estamos, en la cita
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 15
En donde cada quien pone sus reglas
Y en donde la lucha es por imponerse
Con trampas, con fuerza, con lo que sea.
El apoyo de la mayoría es una virtud tan cierta
Como el prestigio de una soledad decidida
Ambos bandos luchan, en apariencia al menos
Pero si te prestara mis ojos no verías lucha alguna.
Sórdida resulta la identidad más fuerte
Absurda toda idea comunitaria
Y así, sin el más y sin el menos
Con el buen Federico, ni el mal ni el bien
Poder comenzar despacio a masticar
El comienzo de las horas insaboras
Donde la muerte está a cada vuelta de reloj
Y la vida no es más que la misma manecilla.
Tendré que llevarte a recorrer las tumbas, un día
Para que veas lo que ya no está – escucharé tus rezos –
Y al comprender la vanidad de tus palabras
Me des una razón, que ya habré olvidado.
Tendré que llevarte al fragor de una lucha
Con ruidos de estallidos y heridos por todos lados
Para que desde allí, viendo la fuerza de la vida
Comprendas también, lo que ya habré perdido.
A ver si me entiendes, criatura de incierto destino,
Nadie habrá de pedirte una inmolación, el acto
Nadie habrá de pedirte todas las horas, lo diario
Y si lo hacen, ten presente, no es más que nada.
Yo te pido, con el corazón, con mi piel ‐ lo que soy ‐
Que cuando cierres los ojos, en tu cálido lecho
Aprietes las sábanas y sientas rabia y dolor
Por no tenerme a mí entre tus brazos.
Y si de esto no eres capaz, olvídame pronto
No acostumbro desnudarme nunca, ante nadie
Y si hacerlo es en vano, por ofrecerme a ti,
Me queda el consuelo, de que no será más que nada.
Aunque es cierto, entre vivos y muertos
Lo habré intentado, o al menos, lo habré dicho
Si elegí mal, tendré mi recompensa, ya sabes,
Pero si elegí bien, pensando en ti, quién sabe...
Smarc
25.09.00
Prisma 16
23:51
Mientras contigo
Hay un océano de lava azul
En el fondo del cual, pese a todo
Existe el porqué de toda persistencia
Y no es más que el corazón de un dios transparente.
Un cansancio tenue, de piernas que flotan
Y ojeras pasajeras que llevan nombres imborrables
Como imagen de una posible noche con todos los antes
Con todos los fantasmas quietos de pura ancianidad.
Vidrios enteros definiendo el espejeo
Y una vez el ataque, y otra el reclamo
La no tendencia como única tendencia
Martirio estomacal, naufragio intelectual
Nada con medida, todo con exceso, y así no les va.
Mejor ir ignorándolo todo concienzudamente
Acuchillando pétalos venenosos con los dientes
Para que de a poco vaya pudriéndose el origen
El huevo original de nuestra fétida mansedumbre.
Un disparo, éter y espiral interna, tontería lunar
Esto recae en vos, como desquite de mi nombre
Las ropas de siempre, continuidad de las semanas
Y un cuerpo y un pensamiento que no refieren al mismo.
Poemas invertidos, invertidos poetas
Corriendo, a sabiendas y olvidando
Que el brillo es blanco en medio de la medianía
Que la noche no es oscura al amparo de los astros.
Negarte el cariño, por ejercicio, por disciplina
Para llevar más lejos aún lo que me aterra
Premonición y certeza, y mañana de nuevo la duda
Lo escribo, lo afirmo, afán indestructible de acabarme.
Falta más, la vida es una falta, la muerte una carencia
Y aquí la sospecha, lo sé muy bien, las definiciones
Eso que decimos para poder estar callados un instante
Todo lo que fingimos para poder ser sinceros. Yo lo sé.
Una vez más, todas las veces, el perdón, el arrepentimiento
Las piezas que nunca se juntan del todo, las baldosas las retienen
Las canaletas por donde corre la lluvia de sucesos lejanos
Cañerías, cables, luz eléctrica, corazones eclécticos.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 17
Dormí con las frazadas heredadas de nadie, o compradas
Despertate con el calor de las legañas más hostiles
Y ponete alegre, vos que sabés celar por quien sea
Vos que todavía creés que esos polvos son café y son leche.
Yo me abro por otra vía, aliento de encrucijadas
Huyendo y persiguiendo mis dedos, sierpes extrañas
Que buscan el hierro del martillo definitivo en la madrugada
Atormentados de placer, de locura, de haberte tenido.
Con un yunque en mis pulmones respiraba tu ausencia
Y cada paso tuyo, fuera de aquí, era un clavo en mi memoria imaginada
Desesperado por tenerte, mentí en la confesión de que era poco
Para que ahora, hundido, piense en el horror de otra postergación, una más.
Tené fe, me escupo mientras clavo los ojos en los números
Dormí tranquilo, me inoportuno cuando el óxido me gana las pupilas
Que mañana será mejor, o peor, dependiendo de nadie, me digo
Pero queriendo tanto y tan adentro que dependa de vos.
Smarc
22.04.01
01:03 Hs.
30 minutos
despacio, premeditadamente
en un mundo del que nadie habla
y en el que todos viven
pleno de convicciones con sentido.
Toques, silbidos lejanos
La espera que deja de ser vana
El tiempo que deja de transcurrir
El beso que se detiene, la espera destruida.
Años atrás, con sus tardes y domingos
Hasta hoy, hasta este ahora casi eterno
Cuando a pesar del dolor del mundo
Cuando a pesar de mis cruces, reales e inventadas
Soy yo el que al fin demora la justicia.
Un minuto, sólo un minuto antes del gesto
A solas con los hierros que me fijaban
Con mis sueños viejos, con mis miedos originales
Que es más que despedida, homicidio caramelo.
A llegar, y estar ahí, después de todo
Enfrente inmersión, volar y quedar alto
Ya nadie, emociones confesadas, sin experiencia
Prisma 18
Vivir ahora, y siempre, lo que se había dicho, escrito.
Sabía, sin ego yo sabía
Que lo sabían todos, incluso tú
Que todo era fácil, que todo era cierto
Que faltaba aceptarlo, mirando y viendo, a y en los ojos.
Nada más, y entonces el todo, ya nunca lo mismo
Las alforjas, esta vez con polvo intangible
Y la espina – dorsal ‐, las deshoras, los destiempos
Lo que te mostré y viste cuando ya no era de ti.
Comenzar de nuevo
Hasta el final
Que es el principio
Develar me.
Smarc
08.04.01
00:08
Opus 35
Si un gesto mío bastase para tu final
Yo lo haría, anclado en mi certeza
De ti entonces de a poco el olvido
Retenido entonces solo por burlas.
Un , dos, tres, golpes del hastío
El fondo busca su forma
La forma se quiebra, o muta
Lo que permanece es el motivo de la intención.
Buscar en el fondo del abismo
Como un cáncer decidido y resentido
Hasta llegar y no encontrar más que pistas
Para que entonces baste el recuerdo de tu blusa.
Lucha efímera, verdad memorizada otro año
Parches a las grietas de las paredes
Por donde se filtra el agua de una lluvia sucia
Gotas que lamen un suelo que quiso ser bendito.
La muerte a la mediana edad, donde no hay dioses
La partida enaltecida por su grisácea ocurrencia
Telaraña frágil, a merced de una voluntad estúpida
Quebrantada por la sola idea de un alguien fiero.
Quién deja estas manos libres cuando buscan dueña?
Quién se oculta tras el velo social de este cuerpo de sed?
Quién deja de lado a aquél que ha buscado y esperado?
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 19
Quién por no mentir no dice la verdad y me oculta?
“Quelle plainte en ces lieux m’apelle?”
De qué va la vida entonces sin renunciarte
Cuando temprano se bebió del cáliz que enseña
Que el dolor es dulce cuando habita en un nombre
Cuando no se precisan los ojos para ver a quien se siente?
Puedo decir los versos malditos, tentación tenaz
Y plasmar aquí mi historia infinita merced a tu límite
Provecho vanidoso, cálculo estéril aunque colorido
Pero mi ego está primero, y todavía antes mi yo.
Me place mi torpeza sin complejos
Los desafíos que se detienen antes de la ofensa
La generación del punto en el que habré de explicarte
Que yo te valoro, que yo te sé, que yo también te perdono.
Dónde está ese cuerpo que aquieta mis sentidos?
Dónde el conjunto de polvo que ordena el mío?
Dónde el mohín, la risa plena, el grito espléndido?
Acaso dormido, tendido en un lecho extraño a mis espaldas?
Dios de mi vida, fortaleza mía, con Amor te digo
Que no entiendo, y a pesar de todo creo en todo
En los que veo que mueren mientras ella me mira
En los que sé que odian mientras ella me besa.
Puro el que conoce la pureza, vil el que la ataca
Valeroso el de la constancia, hierro dulce
Inocente el ignorante, culpable el que conociendo
Teje con sus heces el propio último pichel inmundo.
Sea la negación, pero que sea digna de la luz
O que sea rastrera cual sierpe condenada
O eréctil como roedor husmeando el aire vecinal
Me basta con que sea, condición para que deje de ser.
Para qué éstos oídos entrenados desde un principio
Si sólo habrán de detectar la más humana armonía
Como precio y castigo de ser testigos de toda cacofonía
El clamor de una entrega y el llanto del falto de entendimiento?
Insondables somos, como instrumentos aspiramos respirar
Pido el imposible, consciente hasta la sarna de querer
Me alejo y vuelvo, caigo por levantarme y no al revés
Claridad de pensamiento, yo sé que bastaría con un milagro.
Dejemos el desprecio, abandonemos lo animoso
A ver quién habla de quién, y quién piensa en quién
Examinemos quién actúa y quién hace actuar
Prisma 20
Quién detiene, quien retiene y quien libera.
Sin víctimas, sin victimarios, sin observadores
A ver nosotros, desnudos de toda ropa cubriendo el cuerpo
Quién atrae y quién repele y quien no suscita emoción
A ver nosotros, quién siendo hace que otro sea.
A todo esto no darle rótulo, despojarle de referencias
E imaginar que en verdad bastaría la fe, las uñas rotas
Insuficiencia colmada, pleonasmo asesinado en muerte
O la suave lentitud con que la parca tripula sus rencores
U odiseas fingidas que culminarán siendo verdaderas
Y pretender que cosas así, siendo nada, pudieran serlo todo.
La vida es breve, y breve es vivir
Por lo que me queda el sueño del más
Y la realidad de todos los menos – mal –
Este pecho donde cabe el blanco y el negro
Y aún algo más.
Smarc
06.04.01
00:08
Loco en su visión
Sé que estarías a salvo tras un límite electrónico
Prohibirme avanzar más allá de una línea
No permitirme comenzar antes de un título
Cosas para mí confusas, aunque claras para ti.
Sé que sabes lo que a mí me es molesto
Puntos de presión, de inflexión, de error
Y sé que sabes ya casi toda mi historia
Como también sabes qué hago a qué hora.
Yo, en cambio, casi ignorándolo todo
Me sé tan sólo, de tus dolores los menos hondos
Y de entre ellos no más de los que todos saben
Sin particularidad, sin excepción, sin vanidad.
Y yo sé, sobre todo sé que saber es dejar de temer
Conozco el juego, la trama, toda la película
El instante preparado que antecede al “tú no sabes...”
Y el reclamo agazapado luego del “tú sabes bien que...”
Partes del dolor y al dolor vas, en cadencia
No hay modo de desviar tu ruta elegida
No hay salvación para quien goza en su condena
No hay de qué acusarme... y esto no lo sabes todavía.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 21
Sin embargo, sin astucia y más por experiencia
Me queda una moneda, baraja demasiado gastada
El conocimiento de un dolor que no llega a serlo
Tu mirada cuando ves que mi risa nace de alguien
Que no eres tú.
Vendrás con las compresas, toda comprensiva
Permanecerás al lado del lecho, toda compañía
Vengarás la ofensa, toda ausencia
Pero jamás podrás perdonarme el destello sin ti.
Así, me salgo de la mira, y no llevo ninguna
Estoy fuera, no busco, no siento si me buscan
No juzgo, y no puede afectarme que me juzguen
Así, no tienes propiedad sobre mi risa, ni yo la tengo
La tiene nadie.
No lo siento, la vida no es una metáfora
No es una ilusión, ni una ironía, ni siquiera un absurdo
La vida es decepción y, a veces, también desesperación
Y cuando lo entiendes comienzas a vivir y por fin ríes
Le guste o no al que sepa o no todo sobre ti.
So what
Smarc
03.04.01
22:45
Formas imprecisas
A mitad de la noche, bajo la cómplice oscuridad de un pub
Callé de golpe tus protestas, tus vagabundeos sentimentales
Y como perra testarudamente fiel, y enamorada de su amo
Me concediste la premisa de que sin el mundo serías mía.
Podría culminar esto ya mismo diciendo “entonces acabé con él”
Sin embargo ya sé que el mundo no existe ni existió
Que lo que digo flota y vuela y no es más que flecha alocada
Que sólo quiere dar en un blanco de donde brote la sangre.
No te quiero, y no te querré jamás, porque así te deseo
A ver si nos entendemos, para dar fe de que lo único existe
Se trataba de una decena de vírgenes, pletóricas de virtudes
Y alguien que las cuidaba, las protegía, y las amaba más que a sí
Tan sólo para cumplir la regla de la miel que atrae a las abejas.
Está escrito “y aquel que quiera salvar su vida, la perderá”
Entonces, vana vanidad, a qué querer salvar la de nadie?
El secreto está en la posesión, escucha mi diáfano consejo
Si lo que tienes necesita protección, cómo te hará feliz?
Prisma 22
No soy yo el que necesita de cuidados.
Nacen en el cansancio, tal la realidad, tal el mundo
Uno que comprendo, pero que no llego a aceptar
Porque nadie puede aceptar lo que no se puede probar exista
Porque en lo profundo de todos sé muy bien que no son.
Moral, inmoral, amoral
Natural, innatural, anatural?
Tú no entiendes, y soy yo el que sabe que no entiendes
Que el asesino pillado en falta es perseguido por alguien
Y en la carrera por huir del castigo, más crímenes comete
Apremiado, obra más de lo que piensa, y el “mal” se extiende.
Tu justicia, como anhelo del triunfo del bien, es burda
El juez incita al criminal, sus perseguidores lo exaltan
Y como víctimas son todos, qué mejor espectáculo!
Y nadie toma nota de que el que busca proteger sólo pierde a otro quien.
Y te miro entonces, detrás de mi copa, y callo y todo está bien
Ya que el mundo no existe, no para mí
Y aunque imagino uno perfecto, situado entre tus piernas
No tengo la certeza, aunque tenga la fe, y de nuevo depende de ti.
Smarc
25.01.01
23:25
Haber sido, y seguir siendo
El teléfono te confirmaba la cita, precisión de fechas
Y había un nombre propio que iría a buscarte
Y la noche prometía todo lo que no podías nombrar
Exaltación de conquistas posibles, el perro y el amo, el juego.
O el olor a nafta entre las piernas, bajo el metálico caballo
Y una cintura apretada bajo anchas espaldas
Y hasta te concedo, un aroma justo en un cuello bronceado
Y, por qué no, los rasgos duros de un buen amante frugal.
Y qué pasó de todos esos desvaríos que eran receta noble?
Qué de las ansias y las promesas de lo único e irrepetible?
Acaso no habías prometido que el cansancio no existe,
Y Que toda regla es cuna de su propia excepción?
Qué pasó de aquél corazón que a veces latía a destiempo,
De esa respiración que se hacía honda hasta llegar al suspiro
Para mutar enseguida al remanso de un lago lleno de cisnes
Y de aquella piel prohibida para todos, menos para uno?
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 23
Cuándo fue que la inaccesible y durísima montaña
Se fue convirtiendo en tierna y pueblerina pradera?
Qué tormentas de tortuosos y fugaces rayos incendiarios
Asesinó al roble para dejar en su lugar aplastada gramilla?
Qué hechos fijados en qué tipo de corrompidos calendarios
Han trocado aquel mundo habitado por dragones y tigres puros
Por este en el que tus sueños se mezclan con facturas de servicios
Horarios de empleo, lista de supermercado y visita a los suegros?
No te acuerdas, acaso, del tiempo en que Jesús era la alegría de los hombres
Y el rock era la música del anticristo que nos condenaría al azufre y la lava
Allá, en una parte del tiempo cuando ser rebeldes consistía en ser amables
Y en el que para ser amables había que drogarse para tolerar la mediocridad?
Sabíamos que la verdad nos haría libres, pero sospechábamos otra vía
Y entonces seguíamos mintiendo, todo el tiempo, y más tiempo todavía
Hasta nadar en el exceso, y dejarnos llevar por la torrentada hasta la caída
Tan sólo para comprobar después que ni siquiera el diluvio nos hundía.
Intuyo ‐ y, al hacerlo, me tapo con dos manos la sonrisa que se despereza –
Que a pesar de todo sigues ocultando todo aquello que aprendimos a guardar
Para que cuando llegue la muerte nos encuentre reacios y todavía rabiosos
Con aquellas cosas, que hasta a la vejez, si se presentase antes que la parca
Venciendo su estulta vanidad, se arrodillase admirando nuestro impúdico pretérito.
Y si no es así, lo siento amiga mía
Yo sigo y seguiré por mi cuenta
Con el puñal sujeto en mi diestra
Y el hambre del lobo en las entrañas.
Smarc
23:58
22.01.01
Onix
Soy el más noble de todos, no lo dudo
Por que sé mentir, engañar y traicionar
Y sé ser fiel, a mis dioses, a mi pueblo
Y lo más difícil, a mí mismo.
Detrás de esa sonrisa juvenil
Detrás de la serena faz del sacerdote
Detrás del músculo que empuña la espada
Yo sé, que también ahí se esconde la tristeza.
A mí no se me escapa la podredumbre,
Todo el hedor bajo los trajes sin arrugas
Los riñones reventados por el alcohol
Prisma 24
Los ojos cansados de diez años de leer necedades.
Esto es simple, soy el que sufre
Soy el lobo solitario agazapado en su guarida
Soy el monje asceta oculto en su cueva
El escriba que anota todas las desgracias del mundo.
En esta mi piel se arropa la segunda pasión
El Dolor, todo el abismo del desconsuelo
Y en mis ojos, no detrás de ellos, en ellos
Está lo cierto, lo negro, la furia de mis días solos.
Sé de las manos, tentadoras todas, maternales
Que buscan con todo el anhelo llegar a la piedad
Cubrir aunque sea sólo un poco el azur intenso
De este mar de hielo fijo sobre mis infiernos.
Sé de los brutos sensibles ajenos a mis ideas
Que aguardan una señal, una sola palabra mía
Para embestir con bulliciosa y bárbara alegría
La estupidez de sus iguales, de sus hermanos.
Sé lo que me espera, sé mi destino
Que estoy al borde, lo sé hace mucho tiempo
Y que al llegar al límite mismo de lo insondable
No me entregué, pues decidí recorrer la frontera.
Soy el que en las noches no masculla sus penas
El que en silencio agita la bilis más horrible
Soy yo, el que vive del odio, el que niega la negación
El amigo de Crueldad, la mano oculta de Miedo.
Soy el violador de todas las reglas, respetándolas
Tomo lo que quiero, y lo que no quiero, por vencerme
Me bebo el orgasmo de las rameras más baratas
Y lo vomito en la copa de los sacerdotes que por ello pagan.
Soy el que al que ya no espera nada
Le ofrece una tormenta de ideales
El que le roba la inocencia al más bello
Y le deja a cambio el entrever de lo irredimible.
Soy ese al que crees ver y lo niegas
El que te mira con la sonrisa de saberte
La obsesión que ocultas cada día
Lo crudo del vacío, la asfixia de lo pleno.
Soy el que cambia los ordenes
Soy el que no piensa, la idea fija
El que en su ropaje lo oculta todo
El libro, la daga, el veneno y las compresas.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 25
Soy el que te quiere, y el que te desprecia
El que te necesita, y quien lo niega
El que cumple los ritos de alimentar la rabia
El que ha decidido ser cada punto que es.
En mí nada es prestado, o adquirido
Todo es robado, saqueado, apropiado
Le quiebro el cuello al Tiempo, lo confundo
Cuando tras la cortina Guerra sonríe impaciente.
Soy Onix, la piedra de tu corazón
Vine porque me has llamado
Me quedaré porque así lo quieres
Te romperé el alma, y sé te gustará.
Soy el más noble de todos, no lo dudo.
Smarc
12.12.00
23:40
Aquel sentimiento
Te asalta despacio, con avisos tenues
Te mina los caminos, incluso los más estrechos
Esos que ya no recorres, que has olvidado
Y en el imperceptible atraco se lleva tus cosas.
Te dibuja una risa, ahí donde ya no existían
Y te siembra la melancolía en el sólido corazón
Te muestra las estrellas para que veas cómo estallan
Para que el polvo que queda, en la cena te ladre en la tráquea.
Todo es nube, y toda protesta desaparece
Ya no importa el desierto, ni la tormenta
El agua no moja, el calor no seca
La vida es un objeto en manos de quien se ignora.
Las ilusiones se vuelven manantial de abejas
Del reposo a la conflagración, el veneno que no mata
El que te lleva a la agonía, sosteniendo tu lucidez
Para que clames lo que no tienes, lo que ahora deseas.
Te muerde los dedos cuando los arrimas al picaporte
Te corta los labios cuando saludas a quien no es
Te endurece la almohada y petrifica el colchón
Le tiñe de rojo al gris, y jamás pide perdón.
Te ofrece la visión y de golpe comprendes
A una hora precisa de la siesta o de la madrugada
Prisma 26
Que nada importa, y que eso es lo que importa
Y así te entrega la correa que sujeta a quien ignoras.
Poesía, música y conquista, te hace el estar detrás
Manejas las palabras, las notas y la espada
Y no hay sol que no puedas nublar
Y no hay noche que no puedas esclarecer.
La sed te embiste, y con dientes apretados
Sonrisa inmóvil y ojos brillantes, la vences
Sin piedad, con lo talones sobre el mundo
Y la mano ansiosa, buscando esa cintura
Jabalina rumbo al blanco.
Te seca la boca, y te la parte en dos
Te postra en una oración, a los rezos mascullados
Y te muestra el vacío que yace en un cajón
Para que le sonrías a la muerte, a esos metros bajo tierra.
El asfalto se vuelve blando y espumoso
Todos los hombres son buenos y tiernos
Todas las mujeres, sinceras y fuertes
No hay enfermedades, los noticieros caen como plumas.
Todos viven, todos en un sólo instante, que no llega
El tener es la insignia, que te ha cerrado los ojos
Y sabes que has dejado de saber, sabes que has perdido
Pero sientes, en tu nombre olvidado sientes, que puedes.
Es fácil, como desprender una manzana del árbol
Las consecuencias son ciertas, manual de instrucción
Lo cierto, dices, es la carencia del imposible
Esos labios exactos, tus manos entre su pelo.
Cedes, todo el tiempo cedes, y le encuentras valor
Justo cuando descubres que no dura
Que alguien se va primero
Que cuando llega, no llega para quedarse.
Smarc
04.12.00
22:57
La certeza fugaz
Me preguntaron hoy, con algo de ácido
Si qué tenía, si qué guardaba como tesoro
Quise responder muchas cosas, o pocas
Y entonces opté por callar, porque ya sabían
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 27
que tú no estabas entre ellas.
A veces se me complica un poco, eso de las horas
Que son tantas, y aún así pocas, ya sea que se midan
De acuerdo a cosas que se soportan, o cosas que se gozan
Y sumarle a ello todo el laberinto de decir lo inefable.
Detalles preciosos, como tropezarse y no emitir queja
Y ese reír de vez en cuando, sin ningún motivo, por nada
Por no tener nada más que una esperanza
Por no vivir nada más que no sea la preparación de la llegada.
Mentiría mucho si dijese que conozco el sentido
Falsearía mi propia vida si fingiese comprenderlo todo
Y así, sumando y restando, no me queda lo que tengo
Pues, en verdad, tan sólo puedo rozar lo que alcanzo a imaginar.
Y es aquí donde estás.
Con los años ‐ en este caso demasiados ‐ se aprende
Que la humildad habita en no pretender el cielo entero
Pero, que al tiempo, el orgullo pide una jaula más amplia
Y que la guerra o la paz nacen en la concesión o la negación.
Con los años, en este caso escasos, se aprende
Que partirse duele mucho, y que doblarse puede doler más
Que entre la corte y el pueblo hay sólo una opción
Y ante el fracaso, la incertidumbre de tu comprensión
Y es aquí, dónde más no estás.
Duele.
Entonces es un juego, azar, responsabilidad de los entes
O un deporte, algunas pruebas, habilidad, y el trofeo
También la guerra, victoria o derrota, escribir o no la historia
Y más lejos, el perro manso, que en silencio espera la caricia.
Sí,
Hay que comer
Hay que abrigarse
Hay que dormir.
Tienen que hacerlo.
Sin embargo, lleno de astillas, restos de vidrio en los ojos
Es bueno saber y vivir, que una desilusión, o todas
No son tan suficientes, no son tan llenas, no son tan...
Cuando lo que sospecho, y presiento, es lo que es
Con la total prescindencia de nombrarlo.
El poema perfecto, el que lo saben tan sólo dos
El mismo que leen y leerán todos
Prisma 28
El que ha sido sentido por uno solo, en ausencia del otro
Y la certeza fugaz – tuya‐ de saberse objeto de anhelo
De un alguien desconocido.
Smarc
31.10.00
00:50
Cosas de Acuario
Intento hacerme caso, dejar que nada me afecte
Y en este intento, que siempre logro realizar
Se me escapa todo, y no llego a nada, y entonces
Recuerdo en el humo que no tiene caso, y eso es bueno.
Así, cuando caigo y la ayuda llueve en los teléfonos
En los cafés y en cada pub que visito todas las noches
Me oprime el pecho esa certeza de que nadie ayuda
Y que nadie podrá, si no quiero, y sé entonces, qué quiero.
Las más, en la embriaguez de ciertas victorias secretas
No es tan grave para mí incluso desterrar lo serio
Incendiar un poco algún corazón, apurar la risa
En ciertos ojos lánguidos, para confirmar que sé lo que quieren.
Sin embargo no es así como soy, pues no encuentro trinidad
Minerales, vegetales y animales; Dios, tu y yo
El escritor, el lector, el editor, ese pecado de los rieles
Y la juventud de negarlo y no aceptarlo, por pura rebeldía natural.
Yo sé, dice Acuario, y quien sabe, ya sabes, no quiere ceder
Maraña frágil, satisfacción instantánea, y estar así, quieto
Sabiéndome mirada de soslayo, el ofrecimiento del todo
A la nada, tarde y madrugada, ni noche, ni día, dos labios
Abiertos, cuando me reciben para poder dejarme ir.
Entreabiertos, cuando duermes y me cedes el mirarte.
Cerrados, cuando vanidosamente quiero que me sueñes.
Pudiera ser, mirando más allá de toda pretensión
Que mi humildad anide en el deseo de que mis cosas
En parte sean las tuyas, sin hacerte, sin cambiarme
De algún modo enroscarnos, ajedrez de n dimensiones
Para hallar en la sonrisa la sorpresa de no ser diferentes.
Pero ahora, la copa de oro, la luz de un celular que titila
Titubeo irracional, querer que llames, inseguridad de que vengas
Enseguida hallar la razón: no quisiera que tengas ninguna historia
Buscarle la vuelta solución: sin experiencia no hay comprensión.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 29
Silencio, darse la razón: espero lo improbable.
Ahora me acuerdo, no llamarás, no vendrás
Mañana las excusas, o dentro de un año, o dos
Y seré el mismo, porque con ello cuentas
Y serás la misma, eternamente, hasta que aceptemos entre los dos
Que hemos venido cambiando, desde siempre
Acuario espera a Acuario, tejiendo y fingiendo una sorpresa
Mientras prepara dos mil quinientas sesenta y seis, todas ciertas
Beatriz te llamaban, agregándote como apellido el nombre del sabio
Mientras yo, mirando la luna me dejaba ir hasta el Dante, sin Virgilio.
Eran otros años esos, hay que recordarlo, ese tiempo (existe?)
En los que había emoción en la espera, y en el encuentro
Cuando todavía no sabíamos, que cierto placer, alto, frío, de águila
Se esconde ahí, sobre la almohada solitaria, la sonrisa de sabernos
Sin premura de sentidos, de algún modo, en algún sitio
Ves? No llamas, no lo harás, y no vendrás, lo sabíamos
Pensar que en esos años esto equivaldría a traición, odio en las entrañas
Por eso no lo hicimos, y cumplimos las reglas de nuestra edad sin tiempo
Para llegar a este ahora, en el que nos ganamos el lujo, despiadadamente
De poder decir, sin naufragios: comprenderá.
Smarc
19.10.00
23:18
El juego
No existe lo que llaman traición, y menos
Toda la enojosa fábula que habla de la mentira
Pudiera hablarse sí ‐ entre infantes ‐ de algún engaño
Una idea, una polarización, un negarse a ver.
Entender aquí el terror de los ancianos, el mal juicio
Que saber las cosas no sea suficiente para conocer las gentes
Y entonces, así, a mitad o al final de la vida, todo perdido
La culpa es vuestra, por temerosos, todo el tiempo.
Lastimosamente, tengo que decirlo, atender no es suficiente
Voluntad es la mágica sabia inicial, alimento de vida
Que para trepar necesita esfuerzo, sea tronco o tallo
Y llegar al extremo de fructificar, florecer, y dejar de ser.
En la penumbra, claramente distingo la cierta tentación
Y es mía, tan mía la decisión que el egoísmo no alcanza
Prisma 30
Yo decido, yo juzgo, yo conspiro, a estas horas de quietud
Cuando dudo, con las manos sintiendo la tensión del arco.
Tal así la empresa, la más grande de todas las cotidianeidades
Caerás como presa, pieza y trofeo, necesidad de mis fauces
O caeré bajo una seducción de instantes, cariño desconocido
O caeremos ambos, entre el humo y el vino, sin querer futuro.
Senos y glúteos, y la necesaria sensibilidad ante las historias
Pero dime – ahora que sé que sabes – bajo esa piel que me atrae
Serás mujer precisa de cuerpo joven, sacerdotisa de la espera
O la niña dolida, de usado cuerpo, a la espera de una venganza?
Mío el juicio, mía la ejecución, donde no intervienes, salvo
En la recurrente influencia de tu imagen, susurrándome presagios
Que juegan a dolerme en esta valentía de mostrarte lo que sé
Y obligarte desde mi atalaya, a confesar que en mí ves lo que hay.
Lleno y vacío, como cosas definibles, narrables, sin impaciencia
Para estar así, en la distancia, sin comunicación, por voluntad
Sin deidades, ni destinos, ni rieles, ni mapas, tan solo y crudamente
El juego cruel, la férrea apariencia de pretender depender, o no.
Por ahora te cedo la ventaja – es de mí que se mencionan batallas
De invadir en halito de un par de caricias, los resquicios de mis ventanas
Juega, también tú decides en una parte de la trama, lo demás es solitario
Los naipes abiertos, los ojos hacia adentro, y una mano que tienta en la nada.
Smarc
16.10.00
23:33
Mi y griega
Lo que para todos fue obvio, lo fue para mí también
Salvo que yo lo puse en duda, y todos le negaron posibilidad
No debí haberte conocido, no debiste haberlo propiciado
Sabiendo tan bien, como yo, que no sabemos perdonar.
Qué es esto que hace que sepamos?
Y sabiendo lo postergamos, como si algo ganáramos
En un convencimiento que no es real, que no es cierto
Copo de algodón, bella presa, hecha para mí, para mí.
No me pregunto ya qué pasará si te hago mía
Me pregunto qué habrá de ser de mis días venideros
De tus días idos, de todos los parpadeos que dimos
Cada uno en su celda, a su manera, si un mismo lecho no nos atrapa.
Soy un Argos balbuciente, en desarrollo, pero ya hábil
Y desde mis ojos, por un momento miro, tus senos, mis cejas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 31
Cinco mil años, y estos días, y pensar que dentro de poco
En dos o tres milenios más, no podré tocarte, como ahora.
No es prisa de juventud, ahora soy mortal, es flecha, es chita
Carrera rápida, sin esfuerzo, por necesidad de alcanzar
Necesitado de un alimento cruel, caliente y tierno
Que al devorarlo me ofrezca como recompensa ser devorado.
Te necesito frágil para en tu nombre destruir sin piedad
Y blanda, para reposar entre gaviotas ‐ esos besos tuyos
Con mi espalda contra el suelo, distinguido del mundo
Por tu cuerpo sobre el mío, como una y griega invertida.
Dormir, por vez primera, en el mismo instante en que nacen
Tus celos, cuando el águila caza la serpiente, y esta muerde al victimario
Fusión de garra y veneno, tus ojos abiertos, contemplándome
Con la mano en la daga, la que lleva toda mujer ‐ cuando lo es.
Misterio de la no tristeza ante la visión eterna
Furia escandalosa de casi decir lo que quiero
En un jadeo de asfixia en medio de tu cuello
Para que sepas y me quieras, y me tengas, sin tenerme.
Hoy ya es así, brisa helada y bajo el algodón, la piel tersa
Sin nadie que la recorra, con el asfalto entre los dos
Y horas que fingimos prohibidas, compromisos varios
Creyéndolo por ráfagas, esperando el mareo de nuestro encuentro.
La próxima vez ‐ por fin somos la próxima vez
Promesa, vértigo del tiempo que transcurre inseguro
Y esta manera nuestra de no decir nada, u otras cosas
Jamás lo nuestro, todavía, nuestras bocas no gustan del diálogo.
Smarc
15.10.00
14:56
Para recordarme
Para qué entrar en mi mente
Preguntar por mis horarios
Indagar por mi origen
Allanar el camino de mis gustos?
Me harías un algo en un mueble
Con mi rótulo y título, en su lugar
Y así, despacio, esfuerzo de la nada
Me irías olvidando, para recordarme.
Smarc
12.10.00
Prisma 32
23:20
La otra vez, contigo
El agua se me escurría por el cuello de la camisa
Y era siempre una calle llena, vacía
Buscaba, algo aterido, sin mi sonrisa
El camino y el puente, el encuentro profano.
Me dolían los pies, de tanto asfalto partido
Y la desesperanza me ganaba las tardes
Y las noches, como un maestro al alumno
Todos los días, durante años, el horario.
No quieras más, príncipe mío, me decía
Para clavarme un poco más la daga en el pecho
Y no evitar así el mareo del agotamiento
El sueño sutil del que nunca más despiertas.
Vino el viernes, el día de mi diosa protectora
Y a las primeras horas, ácida madrugada
Me regaló su boca, ávida y sedienta de victoria
Y tomó de mí el deseo y me lo devolvió más intenso.
Y me clavó su imagen en la retina, y su sabor en la piel
Y me prometió el olvido fácil, y perder la sonrisa
Y al día siguiente no estuvo sino en mirada esquiva
Y al saberla soberana no pude más que someterla.
Mía es la fuerza, y mío fue el placer sapiente
De torcerla pura , haciendo suya mi voluntad
Poniendo en ella todas las ansias de mis jadeos
La desesperación única de toda entrega brutal.
“He mordido manzanas”, me decía mi poetiza
Mientras yo mordía su boca y bebía su saliva
Y recorriendo su piel, blanca como la nieve
Me quemaba por dentro braceando en un mar de ansias.
Una madrugada, aquella, la hice mía, y así permanecerá
Y jamás nadie habrá de llenar la copa que yo escancié
Y de ahí en adelante será ella en relación a mí
Y no será justo, pero fue hermoso, y puede retornar.
Y si alguien pudiera, en toda su inocencia, mostrarme
Leerme, dibujarme y describirme como sea un reclamo
Habré de mostrarle ciertas tardes, y ciertas noches
Con la lluvia escurriéndose por el cuello, y frío.
Esto que soy, no me lo ofrecieron, lo busqué
Y no me he fijado demasiado en los precios
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 33
Lo acepté, y lo quise, y no lo he de dejar
En tanto un suspiro mío encuentre otro, de mujer.
Sí, tendré yo la culpa, todo será responsabilidad mía
No seré yo quien quite el pecado del mundo, pecaré
Y todos los dedos me acusarán, y será lo mismo
Siempre, porque hay algo que yo tengo y nadie más.
Y a ti, que espero, alguna vez, hermosa
Me veas entre tintas y producto de los árboles
Te digo, con este corazón repleto de sangre
Que de ti partió, y en ti habita un punto, diferente.
Es poco, habrás de decir, para tus adentros,
Lo sé muy bien, como tantas cosas que sé
Y sabré, claro, que explicarte no bastará
Y lo aplaudiré, para colmo, para no explicar.
Sin embargo, desde mí el conocimiento de los siglos
Y de millones de momentos creados y aceptados
Y entre ellos, la madrugada del viernes, aquel
Así, para que veas, profano, cierto, real, irreverente.
Te coloco en mi memoria, y te hago pedestal y figura
Y sal que puedo mirar y tocar, sin ver el pasado
Para decirte que todavía no me basta, todavía
Y que tu, vos, mi dulce, me diste lo que yo quise.
Es por aquí, pasa, soy yo, es mi reino
Todo es tuyo, porque no me importa nada
Todo es tuyo, porque adoro un beso
Todo es tuyo, porque eres fruta y yo el hambriento.
Toma todo lo que quieras, sonreiré siempre
Pues ya he tomado todo aquello que he querido
Una miel, y en un instante, y no te has dado cuenta
Aunque sé que sabes, lo que yo, y como yo, no lo admites.
No soy mejor, no soy superior, y tampoco lo contrario
Soy, como tu, como todos
Búsquedas y hallazgos, tiempo de espera y marcha
Y un algo más, mi dulce, ese coincidir, en una madrugada.
Smarc
08.10.00
22:53
Algo que se va
Vamos a ser francos, por una vez en la muerte
Que es lo que nos queda, después de nada
Prisma 34
Para intentar al menos llegar al odio sincero
Al menos de tu parte, corazón débil, sin estilo.
Prometo no volver a mirarte, aunque lo desee
Para tejerme una superioridad infinita
Y estúpida, como la negación de toda regla
Vías y rieles de un mismo vagón eterno.
Vomito un poco en mi solitaria existencia
Y confieso sin atisbo de reverencia que en verdad
No me gusta, no quiero, y duele y caída y todo,
Y no importa, porque no tengo nada, salvo sentir.
Sé, lo sé demasiado bien, que mi error es simple
Es cuestión de egoísmo, de triunfos realizados
De camas compartidas con decenas de cuerpos
Ofrecidos en la mentira y ocultos en la entrega.
Aún así, en este presente de noche posible
No hay nada, ni piedra ni tela, imagen alguna
Que haya sido tocada por nadie, nadie, nadie
Que no sea yo, el viejo orfebre de exclusividades.
Lo tuyo, en cambio, es bonito por muchos ángulos
Y no es vulgar, y no es ordinario, y no es poco
Y, sin embargo, no es exclusivo, y ahí tu verdad
Amanecer entre rocas, acompañada, mirando otra cosa.
Y no darás el salto, no querrás
Tuya es la tierra, tuyos los hombres
Tuya es la historia, tuyos los momentos
Tuyas las fotos, las vueltas y las idas.
Todo es tuyo, si lo quieres y anhelas
Es solo que a mí no me basta
Aunque me importe, de soslayo
Y me mienta al sonreírte, sin mirarte.
No importa, tienes, es lo que importa
Es lo cierto, y es lo escaso, y es ocaso
Algo que se va, y que volverá más tarde
Con el tiempo sobre el hombro, sobre tus ojos.
Lástima que el tiempo exista, no?
Ves? Ya se fue.
Smarc
07.10.00
03:09
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 35
Ellos
Prisma 36
Una limosna, por amor a...
En el bochorno de diciembre
Caminaba por las calles repletas
Ofreciendo las frutas que llevaba
En un canasto de dudosa calidad.
El precio era bueno, era pobre
Y aún así la venta era difícil.
Su aspecto no era el mejor,
En los ojos se le leía el hambre.
Siempre lo veía al mediodía,
Cuando yo volvía de almorzar.
Y entonces se me revolvía un poco
adentro, aquello que había ingerido.
Luchaba contra la pena,
Contra la rabia ciega de ese dolor ajeno.
No lo mires, me decía,
No te dejes engañar.
Mi mano, a veces traicionera,
Un día logró robarme un billete,
Se lo ofrecí con una sonrisa de mueca,
La misma que utilizan los asalariados.
En respuesta, muy mecánica
Intentó colocar alguna fruta
En alguna bolsa prevista
Desde las cinco de la mañana.
Mi gesto fue contundente,
Me negué a recibir nada a cambio.
Así fue que concreté la limosna,
Aquello a que me había estado negando.
Y sentí lástima, cuando al aceptar
Se marchó despacio, cabizbajo
Porque entonces comprendí
Que este mundo es una limosna.
Smarc
27.07.00
23:34hs
El riel de medianoche
Sobre mi cabeza el techo
Sobre el techo los rieles
Sobre los rieles el tren
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 37
Todas las noches, todas.
Agujereando las pequeñas ranuras
De un espacio invisible, intangible
Se filtra el sonido, no de Shubert
Sino de toneladas de acero y aceite.
Debo cortarme una oreja,
Perforarme la frente
O lamer en el suelo
La huella de tu recuerdo.
Debo odiar tanto para amar como lo hago
De esta manera que no tiene nombre
Que no sea el tuyo, sin querer, otra vez
Como si no supiese que la belleza es.
Me canso de negar – melo
Insisto, pero es inútil.
A pesar de todo – corazón y pulmón –
Todavía sé engañarme.
Ahora se filtran los olores
Entrepiernas y axilas
Femeninas y masculinas
Escurriéndose entre los sonidos.
Intento reconocerte entre la multitud
De ahí arriba, fugaz y estrepitosa,
Pero es en vano, no vas en ningún vagón
Esta noche decidiste dolerme en la ausencia.
Juro no perder la mirada, ser.
Juro escabullirme, por siempre.
Juro soportar el tren, los rieles.
Y así atarte, a tu libertad.
Alma vieja, compadre, alma vieja
Como un violín sin puente
Con telarañas y el carbono 14
La red, de un gato que se hizo tripa sonora.
No se puede luchar contra el destino
Hasta que nos llamamos así:
Destino, finalidad, blanco, meta.
De forma vacía, pero plena.
Unos tras otros
Tubular realidad tabaquera
Qué contarte hermano,
Si tengo fierros en los ojos.
Prisma 38
Ya se ha ido, terminó el desfile
De vagones rancios y cables ajustados.
Duró un instante (ahora que ha terminado)
Que en su medida fue eterno.
Dolió, y lo que queda es la herida
Sin sonidos y sin olores
La presencia más firme
La que no se siente.
Smarc
26.07.00
23:49
Lapsus
Toda obra de varón debiera iniciarse con un suspiro, en el cual pudieran estar incluidos todos los
nombres de mujer. Es la verdad, para empezar. Y no es la mía, en forma única. Perdón, no suelo
pedir perdón, de hecho no suelen perdonarme, pero eso es otro tema... Las palabras son “cosas
entre las cosas”, pero combinadas, juntas, hacen un algo diferente, por ejemplo “a veces”. Entonces,
es mejor, porque a veces suceden cosas. Mientras más pienso en lo que más duele, más convencido
estoy de que a otro alguien le estará doliendo lo mismo que a mí, pero otra cosa. Entonces, como yo
soy intelectual, me pongo en su lugar y comprendo, entiendo: empatía. Lo lindo es que ese otro
alguien no hace lo mismo. De manera que de grande paso a ser imbécil. Ahora bien, lo mejor de
todo es que si no lo hago, paso a ser la heladera cruel y egoísta. Entonces, qué decidir? Antes de
tomar una decisión es preciso tener en cuenta que el “juicio” es ajeno, y que ese juicio ajeno me
afecta. De manera que partiendo del final de que decida yo seguir comprendiendo – imbécil –, o
decida no comprender más a nadie quien quiera sea – grande ‐, nada va a cambiar, la pregunta es
qué me pregunto? Claro, porque ya no hay preguntas.
De manera que te digo lo siguiente: NO VALE LA PENA
Smarc
31.05.00
00:34
Saeta
Un esqueleto, parecía, sólo después pude darme cuenta de que era un cuerpo humano, una
persona, destruida por los días. Trapos eran su ropa, encías abiertas y podridas su boca. Y la
podredumbre de sus labios besaron mi espalda.
Quién no siente miedo, Aníbal? El dolor no te hace más fuerte, sino el vencerlo. El‐Arish, la
riqueza y la pobreza de sus calles, el mar. La canción de Mignon de Tchaikovsky, ojalá supieras lo
que es escucharla desde aquí, con el mar. Por qué, en verdad, por qué no la escuchas? Cuál es tu
respuesta? Yo te contaré cómo fue que Claudio llegó a Bretaña.
El mundo se pudre, bajo mis pies, y ya no me importa.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 39
Para llegar a la certeza del poder de posesión, se debe primero, lograr la seguridad de que no
se podrá ser poseído. Haciéndome yo incontenible, a quién no podré contener? Incluyéndolo todo,
quién podría excluirme?
El límite entre la vanidad y el orgullo. Y un puente de labios uniendo el límite. La condición de
tener es ser perfecto. Mientras tanto el mundo se pudre, bajo mis pies.
De noche no es posible trabajar, puesto que durante el día se mira lo que una noche se pudo
ver.
Una perra flaca amamantando a sus cachorros. Tengo yo que verlo? Todo es así?
El gusano habla y dice que es gusano. Pero, qué animal es el que escribe que el gusano dijo
que es un gusano?
El mundo se pudre, y a mí no me importa.
Y aún así, espero.
Smarc
19.04.00
00:15hs.
Entre plazas y palomas
No quiero afirmarlo, por eso digo que no sé si sabés lo que es estar así, acurrucado en la cama,
conteniendo lágrimas, con la tormenta afuera, y sin rutas de escape.
Yo sé, que estás fuera, cálida y presente. Y sé, que el precio no se elige, sino que se paga o no.
Yo no escribo por placer, no lo hago por necesidad, lo hago porque me duele, y porque nada más
puedo hacer.
A diferencia de aquél, a mí no me dieron a elegir. A diferencia de aquél, yo soy un punto, no
una carretera, a pesar de que por ella se pudiera dar el tránsito que nos una, pero, entonces, será
hablar de la carretera.
Como ves, no tengo precio, y respecto de vos, sos inadquirible. No soy mejor, por ser
diferente, soy diferente por ser el peor. Así te ofrezco mi posibilidad de redención. El juicio de tu
boca, perdonando la distancia de la mía.
No soy de los que perdonan, rencor es mi segundo nombre. Si de mí dependiera, me vengaría.
Sólo algo me distrae de tan noble empresa, tu boca, antes que sea tarde. Y como siempre es tarde,
me quedo solo, repitiendo: no fue porque quise.
A pesar del gallo – de cuello pelado hasta la depresión – no habrá piedad en las plazas.
Siempre estarán los jubilados, siempre estarán las palomas de gris vestimenta. Y entre la senilidad
de aquellos y la voracidad de estas, no tendré más que vanidad.
No importa, lo prometo. No importa.
Prisma 40
Smarc
27.07.00
00:11
Un espejo
Queremos perdurar, desde el preciso momento
En el que comprendemos, sin saberlo aún
Que todo lo que tiene principio, tiene final.
Somos rebeldes, por naturaleza y por ley,
Por eso inventamos las reglas civiles
Para que no todos puedan ser lo que son.
Tan vil es nuestra especie que no se soporta,
Se odia a sí misma, volcando su imaginación
Más para destruirse que para vencer al tiempo.
Es como un vómito en un salón de mármol,
Basta medio litro para que el ambiente hieda,
Lo mismo el hombre, la mujer, y sus hijos.
Para qué salvar a nadie, si la eternidad es cierta?
Sólo queda la magia, terrena, vulgar, y mentida
Y comer una fruta hermosa, y convertirla en mierda.
Equivocados todos, desde Plotino hasta Dión,
Ni hay belleza en uno mismo, y en absoluto
Nada es complicado hasta la voluntad.
Lo nuevo no es novedad, es sabido
Y lo antiguo, pese a todo, también se sabe,
Qué entonces de lo desconocido?
El demonio meridiano es un vacío perspicaz,
Que disfrazado de pecado te ofrece hastío,
Y algo más, el aburrimiento desde las manos.
Preguntas y no hay respuestas,
Callas y no hay respuestas,
Respondes y de algún modo te asesinan.
El arte de moverse en la quietud,
Despertar al idiota y adormecer al genio,
Juego brutal, del que nadie toma nota.
Mejor es no tener ejemplos, ni citas,
Así es maravilloso contradecirse,
Y de ese modo abarcarlo todo.
La gacela mueve el rabo, olfateando el aire
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 41
Mientras el leopardo la observa, quieto,
Y ninguno de los dos sabe lo que hace.
Esto no es bueno, y no es malo,
Es simplemente un espejo
Que no refleja nada.
Y no soy yo quien lo mira.
Smarc
23.08.00
23:21
Abdemío
Este momento sacro, de silencio victorioso
Es el motivo de mi guerra, la de mi entrega
Luego de semanas en los bosques germanos
Lejos ya de los atardeceres frente al Danubio.
Una idea persistente se impregna en el aire
Cuando yazco frente a mí, ante el campamento
Aquella que me susurra una trinidad débil
Pero que me conduce liviana a este vacío.
No hay fuerzas en la derrota por el cansancio
Solo cierta sumisión ante la nada del imposible
Y acaso, un estallido sofocado del alma
Un estertor no confesado y jamás sentido
Que nace de la muerte de quién no ha de llorarse
Por haber tenido y haber llevado algo diferente
Una vida propia, una historia ajena, un baúl
En donde los años se guardaron como reliquias.
Me sé el dueño de un ideal indolente, sin piedad
Para sin reconocerme pecado alguno, nunca,
Sepa sin fin hallar la total carencia de consuelo
Ante la gigantesca tragedia de no encontrar, aún.
No es más que un instante sagrado
No hay más que verlo llegar y partir
Para empezar de nuevo la historia
Que será volver a un nuevo sitio.
Tocar, si yo pudiese, ahora
Si no supiese, que puedo
Si no pudiera, saber
Si no quisiera, lo que sé.
Smarc
Prisma 42
06.09.00
00:09
No es más que dinero
No es hacer el amor, es tener sexo
Dijo la mujer, por vez número mil
Con tus labios no podrás tocar mi piel
Agregó mientras de la ropa de despojaba.
Y el pobre hombre, tristísimo tuerto
Hacía más preguntas, casi logrando
Convencer, y convencerse de que él
A su edad, no sabía ya las respuestas.
Por cosas así he puesto un cartel
Escrito con mi puño y letra
Que colgado en la puerta de mi casa
Dice: no es más que dinero, sal.
El sol me saluda impetuoso y exacto
Igual la sólida vereda, sucia y gastada
Buenos días, digo en mis adentros
Y una sonrisa me asoma en los labios.
Me miento concienzudamente de alma
Hasta sentir por todas esas ratas mañosas
Un afecto fraternal, lleno de calidez pía
Olvidando de propósito la bilis dentro mío.
Agradezco el rostro que me ha sido dado
Y con él, rozando la gallardía, respondo
A cada mirada que como mariposa ebria
Se posa libre y con fijeza sobre mis ojos.
Pasos breves y rápidos, vista al frente
Entre el aliento emanado por el ganado
Y algún que otro cuerpo femenino
Lleno de humedad contenida, y falsa.
Así, un poco despacio, el tiempo diario
Evitando las ofensas, no se trata de mí
Soy un alguien más entre millones más
Y en mi nulidad hallo el reposo de no ser.
Pero, por esa ley que se aplica a todos
Aquellos que nacieron bajo mi estrella
Nada que sea sencillo puede durar en exceso
Y entonces, acabado el día, retorno, siempre.
Cruzo de nuevo la puerta, con el cartel detrás.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 43
Smarc
20.09.00
23:29
Rápido
Rápido!, no queda mucho tiempo, sólo minutos
y aquí, debes ser capaz, en instantes efímeros
de comprenderlo todo, desde lejos e intensamente
ya vienen, lo oyes? van a llevarte, ahora.
Está el cuerpo, la mente, las dispersiones
no hay tiempo para sentir de verdad, no?
Es la presión, esa historia desordenada
te mantendrás en la cima de las emociones?
Si fueses capaz, quizás logres escalar la montaña
y desde ahí poder divisar lo que fue, y lo que es
con esa sensación del mundo a los pies, y,
sin embargo, no crearte demasiadas expectativas.
Quizá no lo tengas, sería lo más natural, dada tu edad
pero quizá, puedas entender que tienes exactamente
lo que no tienes, y no es eso lo que importa, pues
lo verdadero, lo real, es este momento, ningún otro.
Y ya se fue.
Llegaron.
Sin ti.
Smarc
22.09.00
20:20
El lugar
Obligarme a desistir, y perder mi atención, y perderme
O soñar durante doce años acerca de mi juventud
Y no llegar jamás a tiempo, aunque el alma la empeñe
En detener al sol, al universo, a un par de espigas.
La mejor opción, casi llego a concebirla
Es más que renunciar, y más que actuar
Yendo más allá de los tiempos, lo que no tuve
Y lo que dejé ir, para ahora, comenzar a saberte.
Un poco más, lo tengo memorizado, sólo un poco más
Y así posarme en el umbral, en el punto de descanso
En donde nace el orgullo de haber logrado
Prisma 44
Transitar la humillación sin desviar la mirada.
Y así desembarcar en el puerto desierto
En donde no hay más que un par de letras
Y una te abre la posibilidad, y otra, silente,
Sugiere quedarse ahí... ahí... ahí... aquí.
Smarc
28.09
00:06
El juicio
Cantaban con las gargantas horadadas de sed de gloria
Y en el aliento se fijaba la crudeza de las cebollas
Mas en los ojos, duros y tiernos, en verdad te digo
No había más que vida, roja de pura naturaleza.
Ni siquiera lo siento, buena moza de finos labios
El mestizaje es bueno, para quien lo considera bueno
Yo tan solo soy un descendiente fiel, y esto no es pecar
Ni despreciar, es reconocer el celoso beso de mis padres.
Desde el tiempo en el que los cadáveres eran de orgullo
Había comenzado ya a escribirse, griegamente, esta hoja
De filo de suspenso, de solidez masculina, pura tentación
Para que cada palmera recuerde la cercanía de los tigres.
Y en esta realidad tórrida de escandalosos afectos
Sobresale la total indiferencia de mi barco
A través del cual viajo, sin ninguna estima ni atención
Uniendo en arduo silencio la Historia y su fin.
Así es la pureza, reacia a toda razón, pues es de casta
Un origen que no está en la sangre, sino en las costumbres
Como el ropaje más verdadero, aquel que no es de hilo
Sino de horas vividas en el ritmo de los santos ritos.
Disculpa entonces, si tu urbana vida se turba por mi juicio
Vengo de lejos, y aunque no llegué para quedarme
No es de mí, ni de mis ancestros, pasar por alto nada
Que siquiera roce el intento de cambiar nuestro rumbo.
Condenados quedan, los de tu mesa pública
A decir las cosas con toda ligereza, y así caer de bruces
Insospechadamente, al vacío terreno y espinoso
De la sangre derramada, para continuamente ser olvidada.
Smarc
29.09.00
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 45
19:05
Mi final?
Lo vi, esta tarde, el presentimiento
hacía calor, y todo iba bien
y llevaba un dolor encima, grande
y me negaba a sentirlo de pleno.
Y en la calle había el transito
y yo miraba sólo a un lado
con las cosas que uno lleva
en el alma, cuando sale a la calle.
Y sabía que no podía pedir ayuda
y sabía que no había certezas
y sabía, que alguien me llamaba
y que a alguien había lastimado.
Y no tenía a quién decírselo
Y una cuerda de acero sonaba
cortando el aire, llamando a mi mente
haciendo que mi corazón acepte
Lo que el resto de mí no quería
y que ahora podía verlo, cerca
y claramente, como nunca antes
a pesar de haberlo pensando tanto.
Hoy lo vi, esta tarde, en las calles
miraba a un lado, solo
y de contramano, ebriedad
no pude hacer nada, sólo mirar
el instante previo, mis labios entreabiertos
tras el cristal, un rostro enloquecido
y el calor del metal rugiendo más cerca
más, más...
Smarc
29.09.00
22:02
Negar, y olvidar las reglas
Guerra, santidad, inmolación de mi nombre
Las tiendas cerradas, el polvo del desierto
Y todos los pescados pudriéndose al sol
Con los ojos abiertos, mirando el abismo.
Atravesado por una lanza romana, mías
Prisma 46
Dolor y desmayo, y luego la sed, seguir
Y aquietar el espacio, tomarlo de la mano
Y hacerlo sentar, mirarlo, dialogarlo.
Había visto el fruto maduro, carnoso
Promesa de sabor sin igual, y entonces
Cerré mis ojos, puñal en mano, y di
El salto preciso, el golpe, al centro mismo
Clavé violento mi hoja de dos filos
Un dolor me comió las entrañas
Abrí los ojos, desperté, sin sombras
El acero en mi corazón, de mi propia mano.
Recordar apresuradamente, con tiempo
La leyenda primera de mi pubertad
Cuando los ancianos me permitieron al fin
Acercarme al fuego, al calor de las historias.
Y comenzar así el trágico destino de conocer
Los caminos y los hombres, los vacíos
Como el de Gad, el más terrible, muerto
Por él mismo, obligado por los dioses
A luchar contra sí mismo, sin saberlo
Como cierta parte de mí, obligada a buscar
Sin descanso, mi propia altura y destrucción
Para que no haya nada más terrible, mas que yo.
Para hacerme hombre, en aquel entonces
Tuve que alejarme de las mujeres, siempre solas
Y en ese destierro se forjaba la única condición
Saber guardar un secreto, sin respeto a la muerte.
Qué otra cosa hay en el mundo que sea cierta
Como el beso esperado y alcanzado por años
Por encima de la más grande batalla y victoria
Debajo del cielo, un grano de arena, en el mundo.
Heridas, toda una ciudad de cien heridas
Cantos y lamentaciones, todas falsas
Me lastimo y me abandono a la cura
Soy mi verdugo, y soy mi galeno.
Prefiero desde todo este entonces
Las frutas secas, la aridez en la boca
Sumergirme profundo en todas las rocas
Y llegar a ti necesitado de beberte toda.
No es más que unir los tiempos
Sin condiciones, de principio a fin
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 47
Con sólo una idea grabada en la frente
Apoyado en la fuerza plena, único motor.
Smarc
01.10.00
14:24
Metal nocturno
Depresión de infancia
Juventud de certeza
Vejez, eterna madurez.
Buen día, soy yo.
Smarc
07.10.00
Los ejemplos
El ejemplo está en las calles iluminadas de Gales
Pedazos de cristal y acero que hacen un edificio
Y en los ríos contaminados de Sudamérica
Al borde de los cuales se tejieron poemas de verdad.
El ejemplo pudiera estar en las nubes descritas por un niño
En el vino consagrado que un sacerdote bebe muy dolido
Y, por qué no, en la mudez del que no sabe expresarse
Como en el torrente de vocablos de quién no tiene qué decir.
Hay ejemplos, conviene decirlo, que habitan en el nudo de lo inerte
En una piedra que descansa sobre papeles en un escritorio
En pequeñas piezas de metal que sujetan otros tantos papeles
Y en cajas portátiles que transportan esos papeles y esa piedra.
Ejemplos más precisos, pero más contradictorios e inciertos
Toman posesión de un arco iris, un suspiro, un cerrar de ojos
Y por supuesto, un dormirse desde lejos, y un callar abrupto
Sin dejar de lado el saludo mañanero y la fuga sabatina.
Ejemplos los tenemos todos los días, en todas las épocas
Los tenemos en el tiempo, los tenemos en el espacio
Los hay en un sentido, y los hay en el sentido opuesto
Del derecho y del revés, lo cierto es que nos sobran ejemplos.
Y aunque sea increíble, también tenemos a quienes los siguen
A veces laten a nuestro lado, a veces todavía viven en un libro
Y tenemos a quienes los niegan, y a quienes los ignoran
Tenemos, siempre tenemos a los ejemplos y a su estigma.
Lo que nos falta, ahora que no lo pienso
Prisma 48
Es ese número racional de personas
Que sigan el ejemplo más sencillo
El de seguir a quien sigue el ejemplo.
Smarc
25.04.01
23:45
Protesto sin pagaré
Soñaba, con toda mi piel soñaba
Con mis órganos saturados
Con mi mente y mi espíritu y mi alma
Con todo lo que soy soñaba
Con una verdad única, terrible y pura
Que me partiese y me hiciese partir
De aquí a mí mismo, al centro de otro
Fin del tiempo, de la forma, de la fuerza.
Quería, con toda mi juventud quería
Con las manos ansiosas y los ojos fijos
Con el andar apurado y la frente levantada
Con la sonrisa de loco cometa quería
Una alegría imprudente, voraz
Capaz de destruir las lozas ajenas y propias
Resistente a todo mar y a todo desierto
Campo ideal, de ideales, sobre el cual sembrar amapolas.
Pretendía, orgulloso de mí pretendía
Cambiar lo más estable, mover lo que no está fijo
Anular diferencias, diferenciar lo idéntico
Convertir las cosas, y verter el universo en ellas.
Tocar, con un solo dedo mi mano tocar el imposible
Con una sola mirada abarcar el infinito
Con solo este cuerpo sentir toda la eternidad
Y asirme a un alguien durante un viaje transmigracional.
Imaginé, cuando entonces, ya presintiendo otros entes
Una ciencia semejante a mí, de carne, libros y pasiones
Prudente, eficiente, toda ella construida de certezas
Y por la cual, la comunión dependiese de teclear botones.
Y lo que veo es tu risa al recibir un ramo de flores
Y al fijarme en la esponja tirada en el suelo me duele todo
Y se desencajan mis piezas cuando te cuidás de la lluvia
Con un paraguas prestado, agachando el cuello en las esquinas.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 49
No hay ternura en la soledad, no se está solo en la ternura
Contigo los conocidos boletos a un lugar conocido de nadie
Parte del mundo, un mundo en partes, y el todo se escapa
Y la unión queda fija en los versos, los que no compartiremos.
Mientras tanto los proyectos más altos, ir al cine, tomar un café
Comprar el último best seller, alquilar la última película
Salir a la noche de los amigos más fingidos de la historia
Y ponerle el rotulo de una felicidad que no creerá nadie.
Y de lo gris hacer las visitas al hospital una tarde de sábado
Derramar un par de monedas en la esquina más transcurrida
Lamentarse de los desempleados y quejarse de los horarios
En una palabra, lamerle el culo al mundo y sentirse bien por ello.
Y después de estas, y otras faenas un poco más complicadas
Como levantarse a hora y cepillarse los dientes veinte veces
Putear en público por la suba del gas y de la nafta 97 octanos
Y el barquito de hierro que derramó petróleo vaya saber en qué mar.
Convengamos, en la noche no hay comunicación, y esa es tu atalaya
Abrigo de la incomprensión, y también de la ingratitud
Para que nadie venga a vos a ofrecerte el perfil del que sufre
Y ni siquiera así basta, ni aunque rías, ni aunque llores, ni aunque calles.
No sé, supongo que me niego a negarme, lo niego
Qué se yo, cómo podría saberlo nunca?
Soñar, querer, pretender, imaginar
Alguien tendrá que aceptar, que admitir, que valorar
Que en el fondo, y en un principio, nos parecemos mucho.
Finalmente, puede que yo nade en mi necedad
Que el error sea parte constitucional de mi historia
Sin embargo, por si te sirva de espina, vos que sos tan rosa amorosa
A tu certeza de mi locura, le ofrezco mi incertidumbre de si valés la pena.
Smarc
17.04.01
00:08
El consejo
Imagina que caminas y nadie lo nota
Que ese que te observa habrá de morir
Que aquel que de ti habla habrá de flaquear
Que aquel que te habla jamás te conocerá.
Imagina que ese cuerpo que quieres lo tendrás
Que el beso a cuya caza te lanzas será tuyo
Que luego de tragar la pulpa estará un carozo
Presto a romperte la garganta de acuerdo al manual.
Prisma 50
Imagina que tienes razón, pero no se te la concede
Porque el que la expone eres tú, estatua a la vanidad
Porque el dártela supone aceptar lo que no se quiere ser
Porque hay a quienes le importa lo que a ti jamás.
Imagina que a quien tanto crees querer
Huye o se acerca de acuerdo a tu fama comentada
Que en el mejor de los casos siempre serás caricatura
Una imagen dicha, sin posibilidad de confirmación.
Imagina entender que nadie entienda lo que entiendes
Que todo lo que llevas no lo puedas compartir
Que todo lo que compartes no se quiera entender
Y que todo lo que se entienda no lo puedas aceptar.
Imagina también, que de 100, 2 decidan por 98
Y que en ese 2 no esté el nombre del que te decida
Que entonces sepas que ya no estás en el 100
Que no eres número ni letra, que no eres del lugar.
Imagina el infierno, el cielo, y una vida en la tierra
Una biblioteca y el mar, una adicción y su cura
Ponerle nombre a todo lo que ves, y que luego lo repitan
O repetir el nombre de las cosas nombradas por otro.
Imagina ser lo que quieren, lo que quieres, y no ser
Transitar y mutar, o permanecer en una tenue eternidad
Imagina, muchacho, lo que harán contigo mañana
Lo que habrás de hacerles, todo lo que se harán.
Imagina tener que llevarte cosas a la boca para vivir
Que para seguir haciéndolo las tengas que devolver
Que tu risa dependa de lo que otros hagan a ciertas horas
Y que tu llanto nazca de quien ignora más cosas que tú.
Imagina depender, depender toda tu vida siempre de algo
Que no serás libre nunca, en ese nunca que te enseñaron
Que vivirás en la prisión siempre, ese siempre aprendido
Que hagas lo que hagas puede que mueras en el 100.
Imagina ser especial para un grupo de idiotas
O un idiota para un grupo de especiales
O el idiota entre idiotas, o el especial entre especiales
Imagina el supremo aburrimiento de ser.
Imagina que hay libros que te ayudan a ser
Que hay maestros que te guían a no ser
Que todo el tiempo hay millones de palabras flotando
Que algunas te definen, que no hay más allá de ellas.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 51
Imagina la enfermedad, cualquiera sea
La muerte, de quien sea
La vida, de cualquiera
Imagina.
Imagina no explicar, no tener que hacerlo
Imagina sentir y ser sentido sin imaginarlo
Imagina vivir plenamente sin que nadie imagine
Imagina respirar un año entero sin imaginar nada.
Imagina que no se promueva la imaginación
Que la destierren de por vida y hasta la muerte
Que desde mañana ya nadie imagine nunca nada
Y que al final sea cierto que todo esto sólo lo imaginaste.
Imagino que te imaginas todas estas cosas
Que incluso puede que las sientas reales
Te imagino imaginando mi imaginación
Te imagino imaginándome desde tiempo atrás
Y me pregunto si quién nos habrá imaginado.
No imagines nada, para eso estamos nosotros
Los que habitamos en las otras bocas que nos nombran
Los que podemos imaginarnos cómo sería tu vida sin nosotros
Justo los que no podemos imaginarnos una vida sin ti.
Smarc
02.04.01
23:25
Ser, o dejar de serlo todo
Persistencia de las noches, brutalidad oculta
Sierpes que navegan rasgando la bruma
Las fauces abiertas, los ojos transparencia
Y un breve temor de sonidos sofocados.
Fría la piel, la sangre todavía tibia
Un hedor oculto, aún inexistente
Veinte asaltos al vacío temporal
La borrosa historia de un crimen lejano.
Giras en tu habitación, el cuello endurecido
Espinoso respirar, pensamientos de lanza
Con las horas como piedras sepultándote
En el desierto que dijiste fue tu hogar.
No hay trovadores que adormezcan a nadie
Ahogados en su vómito flotan los héroes
Y los poetas, todos, crucificados cabeza abajo
Y decapitados, y mutilados, por fin silenciados.
Prisma 52
Vienen, son ellos los que vienen, los innombrables
En plena sospecha de que siempre han estado
Incertidumbre del movimiento, el verdadero sentido
Ir o venir, llegar o partir, ser o dejar de serlo todo.
Invitación al abismo, mi piel negra, lo hondo de la carne
Éxtasis puro, crueldad de las manos asustadas del ángel
Si te entregas lo pierdes, sin ceder no lo tendrás
Llegar al límite y soportarlo, la sonrisa y la cruz.
Descansa, acepta que todo es vanidad, que todo pasó
O pelea, que la palabra justa es la que señala lo injusto
Eres, lastimosamente, aunque seas ya lo que no quieres
Y estas, aunque no lo quieras y no puedas dejar de ser.
Yo sé que hay sólo dos verdades y un secreto innoble
La primera, que la verdad no existe ni existirá
La segunda, que si lo dicho es cierto esta certeza es el dos
Y como no hay dos sin tres, el secreto está en saberlo.
Nada es, todo continua ¿a dónde has ido Novedad?
Nada somos, salvo este seguir de algún modo
Nada más que realidades que buscan su palabra
Y palabras que anhelan realizar su existencia imaginada
Nada más que un todo todavía por hacer.
Púdrete, te hará bien.
Smarc
20.03.01
00:05
Pagaré sin protesto
Entre millones de dólares, lo mismo que millones de palabras
Meda igual cualquier manera en la que el sistema es un sistema
Prestarme a ver lo que tienen, o lo que dicen, y lo que lloran
Me agobia, pues en todo lo que veo no hay más que absurdo
Por esto, imagino que no es real, lo cotidiano casi me insulta
Y, en cambio, cuando nadie está y no estoy presionado a ver
Todo es tan cierto, palpables las ausencias, lamibles los sonidos
La regla es una, no hay nadie ni nada, y así sí habita la verdad.
Puede que el mundo no sea una metáfora, sino al revés
Que en realidad no seamos los hijos no deseados de Dios
Que la vida honorable es un fin en sí misma sin premios celestiales
Y que todo el sufrimiento sólo es fruto de un deseo reprimible.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 53
Esclavo de lo que dices: viva la libertad de los mudos!
Libre es el que pudiendo cambiar se fija más en ser feliz
Punto sumergible, testarudo debate respecto de lo inútil
Esclavo no es el que lleva cadenas, sino el que vive como si las tuviera.
Puede que este sea el modo en el que fue un principio
Donde las expectativas volaron en su espiral primitiva
Alejándome en una mutación nacida en mis quietos ojos
Desde donde miraba como quedabas fija, aferrada a lo que fui.
Todavía estabas sobre mí, todavía sentías mis latidos
Cuando ya había partido, sin nada a cuestas, sin nadie
Entendiendo por fin tu completo desapego a lo desconocido
Incluso el miedo que te crispaba los dedos tras una imagen.
Y, sin embargo, no seré yo quien sufra mi caída
Tampoco fui yo quien sonrió en mi cúspide
Fue alguien, un alguien que quiso y quería ser yo
Parecido a mí, semejante a mí, el rey oscuro de extraña precisión.
Has visto, alguna vez, la epifanía más cierta
Y la gota oval en su desplazamiento a la nada
Las cruces nocturnas de panteones vacíos, vendidos
Y la certeza, por una vez la certeza, de un amor que aguarda?
Sospecho, que pudiera ser, que al final esté bien
No es mentira mi cansancio, no es cierto mi furor
Solo es simple el hecho hilvanado de un momento previo
En el cual el tiempo parece poder detenerse a voluntad.
Tengo tiempo, todavía.
Smarc.
08.03.01
21:42
El más fuerte
Bestia de aristas incoloras
Animal que yace, dios que reposa
Cómo es la vida en la memoria?
No sentías el palpitar bajo la campera
Las manos duras buscando un cigarrillo
Y sobre la fe perdida, la esperanza de la noche?
Estructura social, alucinaciones sonoras
Un tormento inventado, pero real
El nombre de los caídos, la música que no se compra.
Cuando lo querías todo, y todo era imposible
Prisma 54
Hasta que lo conseguías sonriendo desde el pecho
Y al mirar a un costado suspirabas, pues no bastaba.
No hay comprensión, y los ancianos duelen
Cuando el día no es más que gente hablando de gente
Y la noche sólo es postergación, tregua sobornada.
No importa, soy yo quien lo dice
El gran edificio lleno de hormigas blanqueadas
Antesala del otro, el que se extiende bajo tierra.
Aléjate mientras seas joven, y no vuelvas.
Smarc
28.02.01
22:08
La diferencia
Súcubos, vengan en fila, ordenadamente
Aquí
Mi pensamiento
Cruel.
No creo en los ateos, ni creo en dios
Soy gentil, valoro tu pasmo púber
Por eso salivo minúsculas a tiempo
Y callo el grito enorme de tu dolor vulgar.
Me burlo en medio de toda mi fortaleza
De toda risa y todo posible río lloroso
Porque ya sé que también tú sabes
Que el origen del placer está en el dolor.
Súcubos, vengan en tropel, desordenadamente
Aquí
Mi cuerpo
Fiel.
La deuda es larga, para la mejor empresa
Y se paga todo por adelantado, sin protestas
Y no se piensa en el tiempo si se lo vive
Hasta que se vuelve escaso y aparece la risa.
Falta poco, fatalmente poco, niña mía
Para que pagues con todo tu cuerpo
Este podrido infierno de cada minuto
Que te atreviste a permitir que viva sin ti.
Súcubos, figuras bellas de segura perdición
Aquí el hijo de Argos, testaruda duplicidad
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 55
A ver si muestran la atractiva grieta húmeda
En donde pretenden oculte mi dulce vanidad.
Yo invoco
Yo evoco
Yo provoco
No somos iguales, eso es todo.
Smarc
21.02.01
23:18
El que da
El libro decía “mejor ser traicionado que traicionar”
Y alguien me dijo que antes de vengarme cave dos tumbas
Así, siendo yo el que sin entusiasmo descubre lo que más ocultan
Me convierto en lo que duele, tan sólo por saber que los sé.
Lo piden todo, y se les da, al menos hay alguien que lo da
Pero ahí nace el temor, la profunda y abisal incertidumbre
Porque todo aquel que recibe más de lo que entrega
Sabe que no habrá de durar, por esto, culpable es el que da.
En la tenencia del que recibe habita la espera del que da.
Smarc
21.02.01
22:58 Hs.
La roca
Recuerdo lo que seré, por fin inalcanzable
Cuando el humo sin llegar a los pulmones vuela de mi nariz
Para instalarse en un mundo perfectible hasta la incapacidad del vómito
Y rodeado de aire se convierte en una estatua imposible y real.
Pero antes de cederle paso a la memoria
Debo despojarme de ciertas riquezas que no podré llevar
Las horas de incomprensión, que fueron años
Y los días de depresión, que fueron siglos.
Después, con las heridas perfectamente descriptas
Con los diagnósticos doblados y guardados en los bolsillos
Emprenderé el mutismo de roca que a los peces tanto atrae
Y por un instante viviré ser el vinilo para el llanto de las ballenas.
Smarc
14.02.01
20:53hs
Prisma 56
10 de Febrero
Seis tigres blancos duermen heridos en veredas sin nombre
Expresándose a través de tenaces golpeteos de martillo en la mente
Cuando el corazón sigue loco, enrevesado, y aunque le pesa sonríe
Por el calor inmundo, los obsequios vacíos, y la traición más precisa.
Debajo del agua la imagen se distorsiona, pero las cosas no cambian
Hay un desierto que se instala en la garganta y Azazel habita en él
Un gran globo de gas se infla en los pulmones, filtrándose por los labios
Y en la tórrida siesta se callan los gritos que un año murieron en los cafés.
Se han ido de nuevo el respirar tranquilo, el orden de las cosas, la ilusión
Y de pie, rasguñando el aire ciegamente, mis palmeras de siempre, las de sangre
También contemplan sus voces, sus vidas grabadas en las paredes, las de cal
Mientras la nubes pasan, como hace cinco mil años sobre el cuerpo de quien quiere.
Aquí el monitor que me dice nunca
Nunca es mi pretérito
Vacío es mi presente
Nada es mi futuro
“Nada es más importante que Dios”
Hay que duplicar las vidas y la propia hacerla doble, dos veces por noche
Arrimar leña al fuego, instalarse lejos, callar un silencio y morir.
Smarc
10.02.00
15:56
Yo, el entendedor
Soy las hojas caídas sobre las baldosas llenas de agua de lluvia
Soy las luces del semáforo que renunciaron a brillar y ya no están
Soy las alcantarillas que cobijan a monstruos y asesinos nobles
Soy las nubes de mentiras, las muñecas rotas y las canchas vacías.
Entiendo el dolor de parto de las mujeres que no tienen marido
Entiendo el dolor de los maridos que no entienden de morfina
Entiendo la invención de un cenicero de cristal, de manos de quien no fuma
Entiendo al encuadernador que no sabe leer, y al escritor que no sabe encuadernar.
Entiendo la comisura de los labios de la primera novia cuando duerme
Entiendo los zapatos, el perfume y el agua estancada detrás de los ojos
Entiendo los cumpleaños, los regalos que se compran y los que se ocultan
Entiendo los colores de la ropa interior, de las velas, de los ojos y del cielo.
Soy la tos de Chopin que sale de su boca en un estallido, solo para contemplarlo
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 57
Soy el río de otro siglo que transporta la peste que diezma a la Francia católica
Soy el combustible de la primera nave que levanta al hombre del suelo y lo rompe en dos
Soy la sábana blanca sobre la cual con un engaño se sella la victoria de dos contra uno.
Entiendo aquellas cosas que empiezan y no terminan sino con la muerte del que las sabe
Entiendo la goma fijada a la suela de los zapatos de las manos de quien golpea a sus hijos
Entiendo la ilusión y su propio reloj de vida cuando se poza en un corazón anciano
Entiendo los ojos que rasgan las tinieblas brillando de temor por encontrar lo oculto.
Soy la copa en la que por un instante fijan sus labios dos contendientes amorosos
Soy la hoja llena de filo que cuando corta un vello a veces, también corta la piel
Soy la carne hecha palabra que callará el último grito cuando se apague la antorcha
Soy el gas que habita en el centro de todas las cosas que habrán de mutar y morir
Entiendo el sonido de los ventiladores que soplan aire caliente antes del aplazo
Entiendo los cordones rotos del empleado público y los del privado, de mente
Entiendo el aroma que se abre paso desde la tierra antes y después de la tormenta
Entiendo la sustancia, los atributos, el deseo, la forma y la fuerza de aquel que sueña
Soy el tinte para el clavel todavía incoloro que se oculta bajo las bragas de una virgen
Soy el ladrillo inserto en la muralla infame donde en llanto posará su frente el arrepentido
Soy el polvo que viene del desierto para anunciarle a la ciudad que todavía falta mucho
Soy el grano de sal que un mar casto deja en la orilla para no dejar de ser lo que ya no es
Entiendo, ahora entiendo, que soy lo que entiendo y entiendo lo que soy
Ahora estoy libre, ahora soy libertad, y ahora quedas definitivamente prisionera
Porque nada de lo que seas o vayas a ser será diferente de lo ya he sido yo
Porque incluso cuando lo entiendas todo, yo, el entendedor, también habré de entenderlo.
Smarc
04.02.01
19:20
La tarde
Afuera estaba nublado y, por momentos lloviznaba
Adentro, nada más que los pinceles solos y resecos
Y parecía lo contrario, que lo seco estaba del otro lado
que las nubes lloraban a migajas dentro del recinto.
Agua sucia delineando el contorno de las teclas
Recuerdo de una colilla traidora y perdida
Caída libre entre los actos y el olvido de las noches
La plata de los utensilios, la sibilia anunciando mi nacimiento.
Errar y errar, estar a mitad de camino y terminarlo, y empezar de nuevo
Con el pantalón echado a perder por las salpicaduras de la calle
Con la frustrante sensación de haber perdido incluso el odio
Y una nueva sed, completamente débil como una estrella muerta.
Prisma 58
Tengo una bandera clavada en el centro del pezón que conduce al infierno
Un mapa exacto en donde el cielo está debajo, aquí, en el vacío
Las uñas partidas por aquellas promesas que no se cumplieron
Y los nocturnos de Chopin atravesados entre mis cejas pobladas de muertos.
Ya no tiene sabia el árbol a cuyo pie descansan los leones
Todo es humedad en la madriguera plena de oscuridad
Que alberga en su silencio móvil a ratas y a cucarachas blancas
Que esperan desde hace cinco mil años por ver la luz de la noche.
En la tarde se vive la intuición no del fracaso, ni de la piel hostil
Sino la de aquella que dibuja una trama de fuego y piedad
Como antesala del chubasco que habrá de embarrarlo todo
Un instante después de no haber olvidado nada.
El tiempo se acaba, quedará lo que no existe
No más creación, quizá el vago intento de generar
Pero no más lo nuevo, ni lo único, ni lo irrepetible
Nada más, por favor, nada más, y que tampoco sea suficiente.
Smarc
03.02.01
18:00
Credo
Creo en los domingos
En los jubilados de renta fija
En las veredas rotas del verano
Y en los recolectores de basura.
Creo ‐ por supuesto que creo ‐
En las leyes de todos los hombres
En la bondad de todas las mujeres
Y en que los buenos siempre ganan a los malos.
Creo en la ciencia y creo en la fe
En los preceptos de la capa de ozono
En las heces de las palomas sobre los bancos del templo
En el tubo de ensayo y en el capelo cardenalicio.
Creo en el vómito de los borrachos
En la menstruación de las vírgenes
En las lágrimas del que creyó amar
Que madre hay una sola, y padre también.
Creo en el aceite recalentado
Y en las monedas que ocultan los miserables
Creo en la ropa sucia llena de humedad
Y en los libros comprados que jamás se leerán.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 59
Creo en el lúgubre bracero del pobre
En el control de la natalidad
En la introspección y la filantropía
En los caños de escape y en el petróleo.
Creo en la familia – sobre en todo la tuya –
En la sociedad que paga sus impuestos
En el matrimonio aprobado por la iglesia
Y en la administración pública de los divorcios.
Creo en el concubinato y en la prostitución
En la sodomía y en el libertinaje
En el onanismo y en el celibato
Y en el hermafrodismo de las flores.
Creo en el sonido del catarro en la garganta
En el temblor de las manos de los que fuman
En la fiebre nocturna de aquel que imagina
Y en las palmeras que buscan agua en el cielo.
Creo en el final del camino
En el corazón durísimo de los frutos
En la fiera tristeza de los animales condenados
Y en el hombre imperfecto, hecho de barro.
Creo en el ingenio de los teléfonos celulares
En los hombres que se convierten en héroes
En las mujeres que son convertidas en diosas
Y en los niños que entrarán al reino de los cielos.
Creo en el itinerario de los trenes eléctricos
En la duración de las pilas alcalinas
En la secreta sinapsis de los búhos neuróticos
Y en los ordenadores destruidos por un mismo rayo.
Creo en las ondas que una piedra dibuja en el agua
En los hoyos trazados por el plomo en una carne
En la caída de la lluvia y en la subida del vapor
Y en la conversación adulta de dos violines sin estuche.
Creo en un todo como oposición a una nada
Creo en un principio, y también en el principio
Creo en los sonidos combinados y modulados
En lo áspero de las emociones y en el valor del esfuerzo.
Creo en los talonarios de cheques
En las pinturas hechas para el rostro
En el metal que el orfebre ciñe en las muñecas
Y en la nieve del algodonero convertido en bragas.
Creo en lo blando y en lo duro
Prisma 60
En lo elástico y en lo rígido
En los tres tiempos y las tres dimensiones
Y en el punto exacto en el que la noche envenena al día.
Creo en la desesperación de los que descubren lo que son
En la egoísta torpeza de todos los que ríen
En la resentida habilidad de los que poseen algún secreto
Y en la recompensa incierta de los que escaparon a la red.
Creo en los medios de transporte
En las civilizaciones y en las religiones
En el respeto a los superiores
Y en los consejos de las verduleras ancianas.
Creo en todo lo que se puede y no se puede creer
Creo que lo entienden, lo acepten o no
Y por todo esto creo, de corazón creo,
Que no me importa qué crean los demás.
Smarc
28.01.01
14:29
La venganza
Ahí va el barquero, tan serio y sereno para muchos
Tan siniestramente risueño para otros pocos
Y, sin embargo, de lo que he escuchado decir de él
Jamás escuché palabras que pregunten “¿te gusta la barca?”
A ti te tocaron los días en donde se besan las botas militares
Fueron tus horas, y no las mías, las que transcurrieron siempre
Entre el furor de tareas que bien terminadas complacían al dueño
Y la pesadumbre de la sospecha de que jamás lograrías nada.
Para ti fueron predestinadas las noches de risa burda y vacía
Para mí, en cambio, aquellas en donde habita sólo el viento
Y mientras a ti te dolía la imposibilidad del goce de la conquista
A mí me tocaba beber el hartazgo de lo que jamás me faltaría.
Abajo es el fuego, arriba el aire, y aquí sólo tierra y agua, barro
Qué importan la forma o la intensidad de los sufrimientos estos
Mientras nada se compara a la forma e intensidad de la barca
Que los hace posible, bajo el mando de quien no opina de ella?
Oye, barquero! qué opinas de la barca que te dieron para gobernar?
De nuevo las coincidencias, es alguien que tiene tareas por hacer!
Obligados todos, todos, a cumplir los ritos, a seguir el ceremonial
Y yo libre, hermoso y soberano, brillando puro en medio de la nada.
Feliz de ti, o infeliz, sé que da igual, que podrás morir con la certeza
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 61
De que en tu epitafio, sin temor a indelicadezas, justo sería escribir
Sobre una piedra rota “Aquí yace uno que quiso, pero que no pudo”
Pues, qué mayor consuelo para alguien normal, que ser tratado como tal?
Y qué habría de importarte, desgastado alimento de los que no piensan
Si algunos que creen hacerlo, estiman que mi lápida de decoro no carecería
Sin en ella se graba “Aquí yace uno que el querer y poder no le bastó”?
Al menos, debes admitirlo, tienes el triunfo pasajero de tu escuela provincial
Por eso te guardas las sonrisas que jamás viste pero de las que has dependido
Esas en las que algunos partían con la convicción de que se cumplía el juego
En el cual, las botas terminaban, el goce llegaba, y todo era un punto, la promesa.
No diré a nadie que también te has quejado, y que al hacerlo has perdido el boleto
Que debajo de esas rugosas llagas infames que hacen tan propio tu corazón
Has ocultado todo el tiempo el malsano orgullo de haber padecido a voluntad
Para que puedas seguir rumbeando, saboreando tu venganza más extrema y cruel
Esa que te grabaron en la mente y en las manos, esa que llaman: el paraíso.
Pero, qué te importa, hermano en el infortunio, cada cual con su fe
Mas, en honor a que jamás ni en soledad ni en público de ti me he burlado
Concédeme un solo consuelo mientras todavía tengamos modo de ser
Pregúntale al barquero, tú que crees en él, tú que le temes o le desprecias
Por mí pregúntale, antes del final, si la barca acaso es de su agrado...
Pregúntale.
Smarc
24.01.01
23:22
El músico
Dejé atrás la calle latina y pecaminosa
Soportando en el trayecto de mis pasos negros
El egoísta aroma de los jazmines florecidos
Y la húmeda queja de la hierba clamando lluvia.
Ciego y ahogado en un furor contenido
Atropellé las estancias hasta llegar al sótano
Para arrojarme al suelo y así mudo contemplar
Una guitarra española y un piano alemán.
Quién combinará los sonidos del acero y la madera?
De qué vale un instrumento sin su interprete?
Puede que cada mujer sea un instrumento lejano
Esperando en silenciosa quietud, impaciente y tersa
La llegada de aquel que del cuerpo pura música le arranque.
Y así, qué serían los hombres sino tristes interpretes?
Músicos de paga variable, de reconocimiento incierto
Prisma 62
Que dentro suyo también anhelan el pan y la risa
Un gesto cariñoso, un guiño fugaz, imposible para el acero.
No será cruel entonces, también, el destino de este músico
Que yendo más lejos de los que habrán de rodearle
Desprecie aplausos y monedas y solo sienta satisfacción
Al pulsar con destreza las teclas precisas que cosechan la pasión?
Mas la madera, aunque sea capaz de arder, no puede perdurar
Y el acero, aunque resistente, sólo con sacrificios se entibia
Pobre niño hombre, intentando lo que nadie ha logrado
La música, el instrumento y tu historia que no es más que anhelo.
...
De todos los que viví hubo un año, muy lejano ya
En el que existió la primera vez de la primera lección
Sonidos no faltaron, aunque sí las melodías, por entonces prohibidas
Y a la número diez sucedió lo fatal, el decirme que imposible era
Sonreí en mi frustración, pues al fin contemplé lo inmenso
Y así conocí los días, las horas en las que el mundo fallecía
En donde sólo quedaba ilesa y sin mancha la que habría de llegar
La destreza, esa hija cuyo parto pareciera no tener final jamás.
...
Hoy vago por la noche, después de haber resistido todo el día
Y al fin, cuando el hastío me golpea lo hombros y los ojos
Cuando ya mis sentidos han recorrido la esfera de lo intolerable
Corro al sótano, en donde en quietud esperan por mi fugaz ser
Una guitarra española, y un piano alemán.
Smarc
22.01.01
23:25
Parte de la verdad
En qué parte de la Biblia está escrito “gracias”?
Smarc
07.01.01
17:18
Al alba
Cuando creer deja de ser natural
Y la fe es una definición autoimpuesta
Se abre el telón al espectáculo bruno
De quien todo lo soporta en inhóspita calma.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 63
Smarc
Villarrica
Cosas...
Qué pasa? A qué le temes? Ya me has visto
Lo sabías, lo sabían, a qué cargar la trama
Con lágrimas falsamente contenidas
O silencios distantes, áridos de llamadas?
Ya me he quejado bastante, es sabido
Aunque, más sabido aún es que si algo me importa
De ello no doy señales, y así habrá de seguir
Hasta que alguien descubra que no es uno, ni dos.
No te ha pasado, en lo profundo del hastío
Pasada la efervescencia de lo absolutamente normal
Que al mirar: a un grupo de guerrilleros en acción
A sacerdotes de cualquier culto cumpliendo los ritos
A perenigrantes en procesión hacia una virgen
A políticos hablando sus discursos sobre la tarima
Al público elector congregado hombro a hombro
A los silentes lectores encorvados en una biblioteca
A los que danzan frente a frente bajo luces de neón
A los que alineadamente posan el sumidero en un estadio
A los que defienden o atacan esta o aquella causa – perdida
A los urbanos, a los aborígenes, a los alienígenas, a la gente
Te aparece un sentimiento que dice: acaso esto es real?
Si me dices, oye, tienes razón, he pasado por ello
No hallarás satisfacción en mis ojos, ni en mis manos
La duda es una mujer noble, aunque siempre inoportuna
A la que de conocer nadie puede jactarse si sano es.
Aún así, en este romántico panorama de la no certeza
Te ofrezco una noche en la cima del húmedo peñasco
En compañía de nadie ‐ ni grillos, ni luna, ni lobos ‐
O bien, en la calidez de tu hogar, sin nada que mirar.
Si aceptas el pequeño desafío ‐ que depresión implica
Pisarás el suelo no tan sacro de los solitarios
Estarás, al menos uno o dos momentos en mi tierra
En la soledad, en la más nívea y bruna estancia posible.
De mi mano aprenderás que cuando nadie está
Ni de este lado ni del otro, ni al alcance ni inalcanzable
Se logra la ventaja olvidada, principio del juego mental
Prisma 64
La de tener una certeza, una sola, la que te da la soledad.
La multitud, entonces, se vuelve fantástica
Y lo unitario, así, adquiere el color de lo cierto
Sin embargo, ahora que lo hemos dicho
Sabemos que estamos... y volvemos a dudar.
Smarc
16.12.00
22:32
La falta
Las horas se han vuelto de piedra
Las llevo sobre la espalda, sin sol
La tristeza es una niebla que con desdén
Me cubre todo el rostro, toda la piel.
Respirar es sencillo, inhalar, exhalar
Pero el lamento, la cuchilla oculta
Que en silencio te rasga por dentro
Es ya otra pesadilla, difícil, cuesta arriba.
Consumada la falta, derrota siempre triste
No hay expresión que tienda el puente
Sólo queda la espera de un gesto de perdón
La mano y el trapo que limpian el piso vomitado.
Así es la aniquilación de la fuerza
Un cigarrillo tras otro, como pinceles danzantes
Que van pintando la historia de una vida
La de aquella que tiene cosas de qué arrepentirse.
Sin pudor la esperanza se cuela por las rendijas
Se acerca veloz, antes que puedas cerrar los ojos
Y te araña las mejillas, te hace latir, y te obliga
A una atroz permanencia, mientras se te pudre el alma.
Yo sé estas cosas, y soy lo que sé, y sé lo que soy
Qué otra cosa que un suspiro y una lágrima contenida
Cuando no se tiene un nombre que gritar sonriente
Cuando por las veredas – sucias – no hay más que nadie?
Este es el precio de un minuto de gloria
Aquí es donde se paga la victoria de la carne
El jarabe espeso, la inyección aceitosa
Es aquí, ahora, cuando las horas de vuelven de piedra.
Smarc
08.12.00
21:04
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 65
Arcilla y azafrán
De mí dirán que soy cruel, de mí
Que ni siquiera soy el mejor,
Por diversos hechos, que no he hecho
Y por ciertas ausencias, exactas, planeadas.
Muñequitos de arcilla, muñequitos de azafrán
Alegres mueven la cola cuando les brilla el sol
Y fruncen sus seños de juguete cuando, a veces
Les llueve impredecible el domingo familiar.
Dicen, la vida es bella, cuando les va bien
Dicen la vida es mala, cuando les va mal
Y yo, que sin ser el mejor, estoy por encima
Sé muy bien, que de mí dirán que soy cruel.
Es cierto, no llamé a ver cómo estaba el enfermo
Tampoco le dije que la quería, que la extrañaba
Pero, acaso llamé a recordarles que morirán mañana?
De mi boca salió el verbo prístino del desprecio?
Muñequitos de arcilla
Muñequitos hembra
Muñequitos macho
Muñequitos de azafrán
Lloran, pero no les duele, pues no cambian
Odian, pero caminan sin puñales en la cintura
Aman, pero se desvisten con temor y vergüenza
Y a la mitad de la tarde, fingen olvidar lo que son.
No hay luna para los muñequitos
Sólo un blanquecino balón – mancillado,
Que muta a voluntad y mueve las mareas ‐
Al que le hacen versos, podridos como el azafrán...
No hay sol para los muñequitos
Hay, sí, una bola de fuego que pintan de amarillo
Al cual ofrecen sombrillas, sea playa o ciudad
Y al que le reclaman el sudor de la catinga al mediodía.
Muñequitos de arcilla, muñequitos de azafrán
Muñequitos hembra, muñequitos macho
Digan de mí que soy cruel, es lo justo
Pues acaso, no soy yo el que dice lo que son?
Muñequitos del mundo, uníos, y divertíos
Que es lo justo, pues yo, al ver lo que son
Prisma 66
Y lo que intentan ser, sonrío divertido, en mis ojos
Donde nunca llueve, donde nunca sale el sol.
Smarc
05.12.00
23:45
Con el dolor en los pies
No hay extremos posibles, donde habitan los mensajes
El remolino se pierde en sí mismo, confuso y ciego
Negándose eternamente a ser explicado, estructurado
Y no hay posibilidades en los extremos del mensaje.
Un punto aquí, y otro más allá, el encierro
La tranquilidad de saber que lo que comienza
Habrá de terminar, la distracción de no quererlo
Y el espejo real de los días desgastándote la piel.
Decir lo que uno va a hacer, y hacerlo todo el tiempo
Frente al escuchar lo que se sabe bien no se hará
Esta es la moneda del día común, la merienda festiva
De la que no participo, en la que ya te he visto.
No hay pecado en pecar, ni virtud en no hacerlo
A unos metros una pareja gay, besos estudiados
Y abajo es como arriba, y la línea sigue al infinito
Y el infinito no sabe que es infinito, y nosotros lo escribimos.
Ya conozco la distancia entre el óleo y el asfalto
Ya estuve en el abismo que separa la calle de la página
Ya sé lo normal y lo especial, las representaciones
Ese diferenciar y unificar, y la disconformidad en los párpados.
Había gallinas en el pasillo del colectivo
Y un policía en un zaguán hablaba con una empleada
En la esquina, el de tierra adentro vendía cervezas
Y en la sancristía las hostias dormían sin bendición.
Dos labios se ceñían en torno de sí mismos
Bajo el tejido de Nain‐Sinem, seda egipcia
Y el gimnástico vientre rehuía los carbohidratos
Bajo el pelo de algodón absorbiendo el humo.
Paraíso para el risueño de ideales tibios y ordinarios
Infierno para el asceta, glotón de sufrimiento
Afirmación del vacío para el más imaginativo
Y una cadena aceitada para el más contemplativo.
Cristal roto, fragmentos dinámicos, soñados
A través de los cuales acceder a la no visión
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 67
Anulando toda negación, todo opuesto exacto
Drenando las definiciones, caer de pleno al no sentido.
Y estar ahí, con el dolor en los pies.
Smarc.
21.11.00
23:29
Volver, o sus consecuencias
Todavía la escarcha del amanecer cubría la hierba
Cuando los lobeznos se presentaron a la ceremonia
En donde los druidas leyeron el poema primero
Aquel escrito que los escogidos saben hacer vibrar.
Fijar la soledad en una sola frutilla, y comerla
Y así ir aprendiendo que las expectativas son ajenas
Que en las mañanas del mal humor también están
Las mismas cosas que parecerán tan justas en la noche.
Mientras una cierta sabiduría se va escribiendo
Con la comprobación de que aquellos a quienes confesamos
El dolor más terrible, o el placer más inusual
Se convierten en breve tiempo en quienes nos molestarán.
Recorrer de nuevo oriente y occidente, y caer otra vez
En la cuenta, de que no hay derecha y no hay izquierda
Que el punto es uno, justamente por que a él no se llega
Y aunque valga mentir, es sabido que no basta.
Mirar de vez en cuando ‐ siempre de vez en cuando ‐
Hacia un sitio cosmogónico del cual se espera la aparición
Y cederle paso al temor, y rechazar la oferta, con la esperanza
De saber tan bien que el tiempo no ha madurado lo necesario.
Y ahora, puedo decir que estoy cansado, de no cambiar
Y un poco harto de vivir cambiándolo todo
Lo comprendo ahora, escuchando solo, aquellas músicas
Que hacían de nuestro dos, un tres sin multitud.
Creí que sería igual, ya sabes, extrañar, un dolor conocido
Y, sin embargo, duele menos, por que sé más
Y a falta de dudas me encierro en la certeza
De que esto que no digo será lo que más permanecerá.
Son tiempos, lo comprendo bien, momentos variables
Sobre los cuales navegarán mis palabras, parecidas a mí
Un poco inquietas, un poco torbellino, y algo de piedra
Buscándome en retazos, con meridiano afán de encontrarte.
Prisma 68
Tengo que decirlo, para que se cumpla: seré inmortal
Pero no me turba demasiado, hay otra cosa más letal
Que se llama “ahora”, y que parece una cuña de mármol
Inserta en el pecho de Píndaro y Whitman.
Carpe diem, sí, pero ya no el día
Ni la noche, ni las estaciones
Ni los momentos e instantes
Es ahora, un ahora, crearlo y tener conciencia de ello.
Ya es algo.
09.11.00
23:23
Smarc
Atisbo
No te agrada ese instante en el que ya no se puede cerrar los ojos
Y la caída comienza a gran velocidad, línea directa a los infiernos
Con la sonrisa firme entre los labios, las manos abiertas, seguras
Con el vientre firme, y todas las convicciones ordenadamente perdidas?
Fidelidad
Tenue
Fingido
Remordimiento
Acaso no te parece atractivo el hecho que te peguen, en una y en otra
Y después todavía más, hasta llegar al cultivo del odio, deseos vengativos
Y después todavía más, hasta llegar al amor, y disculpar, sin lágrimas
Para comprobar que no te quedan sentimientos, a fuerza de vidas que son insultos?
Roca
Incolora
Dureza
Pasional
Sé que cedes, esperando cosas, con esa habilidad que a los doctos impresiona,
No es entonces llamativo que mi mente tropiece con tu existencia
Dada la siempre añeja multitud del mundo, el hastío de los desencuentros
Y esa querencia por las cosas que habrán de perderse, eso que no nos une?
Pero
Que
Despacio
Amalgama
Entonces, porqué no confesar, que también esperas el momento
En el que los tigres sean liberados, y la roja naturaleza actúe
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 69
Por encima de libros, teologías, y cualquier cadena montañosa de explicaciones
Con mi vida como instrumento, el cese, la dulce destrucción, en un final?
Cuerpo
Ajeno
Movimiento
Sutil
Es sólo un cigarrillo, y tiene brasas
No como los demás cuerpos, inseguros
Es notable esta certeza, por ejemplo
De que jamás serás una brasa.
Reír
Importa
Llorar
Exporta
A veces parece bueno, haber estado ahí.
Smarc
05.11.00
No me enfría
No habría capacidad de disponer,
El adiós a las decisiones tempranas, o tardías
La posesión de un reino de naipes
Con el trébol, pudriéndose en un cajón de cartón.
J. Villa, 1897, cinco colones, Costa Rica
El banano, el mar, y las féminas sonrisas al sol
Como el inicio de una carretera que lleva tranquila
A ninguna parte, donde el paisaje dura un momento.
Pedazos de Historia, arquitectura cerebral, espiritual
Sea gigantesca nave para un ente incomprensible
Sea gigantesco bloque para mil almas monetarias
Y recordar, como de paso, que no me enfría.
Tan así, vino blanco después de meses, sonido de seda
Como iniciar una respuesta, con la idea del receptor
Abriéndose camino entre los propios dedos
Para indicarnos la renuncia, señalarnos el silencio, la noche.
Hay alguna presión de tiempo, para los menos hábiles
Esos que siempre terminan cediendo ante la imagen
Para consternación de los que viviendo en el aire fijo
No dejan de pisar decididamente la tierra, donde yacen los muertos.
Cómo no será extraño, para alguien tan diferente
Prisma 70
Pensar en todo el esfuerzo que pone la gente
En probar lo obvio, en demostrar lo evidente
Que cada quien es uno, y no otro, y así siempre.
24 horas intentando probar que no hay nadie como uno
Faena monumental, sin descanso ni sosiego
El más fiel entre los fieles, o de entre los pecadores el peor
Lo más o lo menos, tan sólo para lograrlo, y así encontrar que:
24 horas al día se abren, para buscar un igual
ese mismo del cual se huyó, apenas unos versos más atrás
cerrando puertas y ventanas, minando todos los caminos
sonriéndole a la estupidez, llorándole a la inevitable cotidianeidad.
Tan idiota es ese juego que me perdonarán si creo en lo fantástico
De poder saberlo y no sentir el frío, delicado y cruel
De toda certeza, tan de cristal, geometría de moléculas sólidas
Y permanezco mirando de soslayo cada cosa que se pierde.
Es que a mí no me enfría, ni saber ni reconocer lo que ignoro
Ni seguir de lejos los acontecimientos, ni estar en ellos
Ni siquiera el hecho probado de llegar donde nadie
Pues de todos modos, es sabido, cada quien es uno.
Suerte de algunos el reconocimiento, satisfacción de vanidad
Suerte de otros lo contrario, satisfacción idéntica
Da lo mismo el psicólogo admirado por el paciente
Que el paciente admirado por su sanador.
Retroalimentación completamente mongólica
Del que da porque quiere dar, y del que recibe porque quiere
Y a esto llamarle “pacto de los soles”, comunión de los idiotas
O cualquier título, siempre original, puesto que cada quien es uno.
Y es que a mí no me enfría, sea lunes de siesta o noche de viernes
Saber o ignorar, que las vidas son esquemas, o que no lo son
Que las reglas implican excepciones, y viceversa
Ni que voy en otra, o que estoy en lo mismo, no me enfría.
Estoy, por así decirlo, en el preciso instante, nocturno, claramente
En el que no me atrae ni el bien ni el mal, recordando a Friedrich
Sino más bien la certeza, que es una forma de conocer
Que da lo mismo, enteramente lo mismo, saber, o no saber, no es bueno?
La única diferencia, quizá, es que aquí, vino blanco y jazz
Cierta sonrisa en la comisura de los labios, callada, cómplice
Y la calidez, un poco extrema, de saber que la diferencia no dice nada
Arropando la sospecha de que en la identidad, igualdad, está el secreto.
Y vivir, así de pleno, que todo esto, y todo aquello
‐ A pesar de que dicen está probado que moriré, de algún modo
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 71
Y que escribieron no lo haré, también de algún modo –
No me enfría, definitivamente, inicialmente, no me enfría.
Y esto es lo lindo... pensar que no te calienta.
Smarc
03.11.00
00:51
Sin expectativas, de nuevo
Ahora es lo mismo, exactamente lo mismo, y todo es igual
Borré los colores de mi mente, todo es negro, no hay luz
No me sumerjo, no camino, no me elevo, todo me encandila
Demasiado blanco, la suma de colores, la resta emocional.
Todos los pájaros del mundo están quietos, las alas cerradas
Todas las madres del mundo están drogadas, o muertas
No hay un solo padre en toda la tierra que no esté bebiendo
Y no hay niños, ni uno solo, sólo huesos adultos, enfermos.
Los peces ya no nadan, flotan, en un mar hecho de sus lágrimas
Una ballena azul eructa en la superficie, antes de morir en la playa
Una playa en la que han puesto todas las banderas de todos los países
Todos los países en donde cantaron y celebraron el día de la fundación.
No hay música, timbres de teléfonos suenan en mis oídos, a ratos
Como alfileres aleatorios que intentan llegar a mi cerebro, sin ganas
Un hilo de baba me cae por la comisura de los labios, no lo puedo ver
Y ya no sé si es sólo sangre, dentro mío, o fuera mío, no tengo espacio.
Quieto en la desesperación, puro pánico en mis retinas, ojos rojos
Lleno de recuerdos, sonrisas, risas, carcajadas, y el presente
Como un sobre cerrado, potencia, y ya la lástima al romper el sobre
El temblor en las manos, la carta, sin remitente, sin nada escrito.
Me arrodillo sobre sal, recorro los misterios, pido perdón
Me obligo obstinadamente, digo: esto es un árbol, aquello un carro
Lo repito todo el tiempo, lo vivo, lo comunico, lo acepto
Y dentro mío se rompen algunas cosas, y otras se pudren.
Castilla! Castilla! Ah, mujer de madre loca, Luna, fortuna
Qué hacías, Fernando, cuando tu mujer se hacía reina?
Marqués de Santillana, sé de tu bilis, lo mío es sin tiempo
Y, sin embargo, todo es negro, y todo encandila, y le llaman vida.
Cuatro versos, una estrofa, tu padre fue infiel
Un contrato, dos partes, y el Ujier sonriente, la factura en la carpeta
Y la historia de una beldad que fue intachable, salvo por un detalle
Sus días tenían colores.
Prisma 72
Escribo ahora “el ego”, y le agrego “ajeno”, y pienso en lo idiota
De una cebra cruzada con una hiena, y lo idiota es la regla
Para que la regla sea idiota, y así mezclar las lenguas, sin compromiso
O los cuerpos, o lo que sea, todo está bien, para quienes ven colores.
Vuelvo a revisar, me clavan un tenedor en la lengua, cierro la boca
Tengo un billete y una moneda en el bolsillo derecho, de mi nada
Mientras suena la pregunta: por qué? Porque quiero, dice una voz
Y para qué? Suena entonces, para darme el gusto, es la respuesta.
Tengo cien preguntas, cien, que empiezan así:
Este futuro tuyo, tan predecible, tan de resentimiento o planeamiento?
Este pasado tuyo, tan olvidable, tan anhelante de estilo?
Este presente tuyo, tan mirando otra cosa, entre la nada y el vacío?
Mi respuesta es no sé, porque sé.
No es juego, no es venganza
No es
Es.
Smarc
27.10.00
0:01
A ver si miento
Desvencijado colectivo, espalda cubierta de algodón
Contra un respaldo de podrida cuerina, siempre húmeda
Olor a pueblo falso, ese que nunca será ni burgués
Ni esclavo, a mitad de camino entre el asco y la furia.
La familia es la base de la sociedad, está en el manual
Solo tienes que leerlo... ah, entiendo, la lectura
Charcos, por todos lados, como bacterias gigantes
Siempre a un lado, de un río minúsculo, de asfalto
Por el que navegan oxidados excedentes de oscura industria
Llevando en sus vientres lamentable alimento, de dos ojos, ciegos.
Sólo las acciones son materia de juicio, está en el manual
Sólo tienes que actuar... ya, lo sé, las acciones
De momento creo en el infierno, por necesidad mental
De imaginar un sitio peor que cien metros cuadrados
Lleno de bípedos ofensivos, si se es sensible claro
‐ En este sentido, el cielo es fácil, bastaría con que no estén.
Aquí te robaron el espacio, cachorra, también la falla te persigue
Y te señala y te eleva, como el oleaje que creíste clandestino
Drama aburrido del oxígeno el hidrógeno y una piedra cualquiera
Cualquier playa del mundo, cualquiera, las calles, lo zapatos lustrados.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 73
Por estas breves secuencias, preciso y necesario se hace alimentar
Todo aquello que en verdad marca, define y habilita toda senda
Cosas sencillas, como el odio, la cólera, y una desesperante insatisfacción
Exigencia de nervios destrozados, rencor de iris comprimidos, casi el ansia.
Amargarse el alma, mancharse la niñez, detestar todo presente, todo el tiempo
Y como descanso memorizar las faltas, el robo, la estulticia de cada día
Meterse en la piel toda la conciencia, las sandalias de cuero, el anillo de oro
Y clavarse en la frente, sin ayuda de nadie, una estaca que diga: no basta.
Llegar de golpe a Calvino, con premura, y torcerle el cuello, a escondidas
Beber en lugares públicos, de mujeres por dinero, hasta llegar al baño
Para recordar – a sabiendas que se recordará – el sitio después, la cita antes
Apoyando una mano en la pared, Bruno, Cristo, y vomitar la ciudad entera.
Rechazar todo consuelo, infinitamente, sin siquiera suspirar o murmurar
Con la autoridad del autodidacta que colocó su querencia en los libros
Y mira al canoso de patria con bandera que canta el himno y paga impuestos
Asistir a la demencia, espectáculo del que adora la piedra, Nietzche, en ti confío.
Smarc
17.10.00
23:42
La espada
La ignorancia mantiene las cabezas gachas
Aquí y allá, hay fuerza en todo conocimiento,
Y aunque audacia es el nombre de los tontos
A veces, también se presenta el nocturno temor.
Así las cosas, por humana condición del suelo
Esas cabezas se ocultan, mimetizadas, calladas
Y como se las sabe culpables, nace el conflicto
De cómo hacer que se yergan para dar el golpe.
Los funcionarios hacen investigaciones, siempre
Y algún avispado intenta el favor con una denuncia
Pero para el ojo del rey, del que viene de sí mismo
Estrategias así no bastan, prefiere urdir en sus actos.
Entonces, con otras ropas, se deja ver acompañado
Por una dulce oriental, o una escultura occidental
Y deambula por la vida, impreciso en sus afectos
Distribuyendo una sonrisa aquí, un guiño allá.
La trama es sencilla, como el corazón de los impuros
Y el rey lo sabe, como tantas cosas, como que es rey
Y así permanece, un poco enojado, pero contento
Pues ha dado el falso alimento, para las falsas gentes.
Prisma 74
Pequeñas personas, aquellas cabezas, acuden a prisa
Al evento de una compañía, a la promesa de noticia
Y voraces ponen en su boca cuanto ven, lo que imaginan
Dueñas al fin de un conocimiento, lo dicen, lo creen.
Después, se yerguen majestuosas, risita baqueana
Y dejan el comentario, como quien deja caer una miga
Unas veces, y otras, con preámbulo de silencio pecador
Y un epílogo serio, o bien una mueca, algo cómplice.
Llegado el éxtasis, perdidos los frenos, aquellas cabezas
Que un tiempo permanecieron silentes y expectantes
Ahora confiadas, valerosas en la posesión de lo incierto
Se levantan perfumadas, justo cuando pasa la espada.
Los esclavos mudos, siempre diligentes en estas tareas
Sin cruzar mirada alguna limpian el piso, llevan los cuerpos
Guardando en el corazón una satisfacción secreta y cierta
La alegría intensa de la muerte de algunos de sus superiores.
Sin embargo, el rey asoma a la madrugada algo culpable
En su lecho yacen, satisfechas, dulzura y escultura
Y se reprocha un tanto que lo dicho se convirtió en cierto
Pero se consuela diciendo: antes no es ahora.
Cierra los ojos, mira, ve, todo
Recuerda a su madre, siente al niño
Recuerda a sus hijos, aprieta los puños
Recuerda a su Dios, grave, pide piedad.
Smarc
12.10.00
23.48
Cierto equilibrio
El hombre ha laborado las horas necesarias
Se presentó a tiempo y salió con retraso.
Entre aciertos y yerros logró la mano diaria
Y así se ganó el derecho al sueño crepuscular.
Después la noche le cae sobre los hombros
Entonces toma un libro y lee una hora exacta.
Seguidamente ataca a la cena, en media hora
Mientras no suena el teléfono, que no atendería.
Estricta disciplina lo lleva así a otra habitación
En donde toma asiento y enciende un cigarro
Se hace acompañar por el piano de Rachmaninov
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 75
Y cierra los ojos cultamente... y no entiende nada.
Yo sí sé lo que pasa.
Con la mirada desde dentro sólo queda proyección
Al mirarse a sí lo que ve no le gusta, porque no ve
Y al no alcanzar el fondo del abismo individual
Explora otros pozos, también insondables, inciertos.
De esta manera, al no llegar a él, y no llegar a nadie
Y como todavía le quedan fuerzas para una imagen
Intenta captar los sonidos, y unirlos a una biografía
Y las cosas entonces, vuelven a complicarse, siempre.
Pero de todo esto ha quitado en limpio un triunfo
Sobre el tiempo, sobre el ocio, sobre el vacío
Pues sin pedir ayuda ha cruzado otra vez el desierto
De una realidad que le dijeron que era, pero que no era.
Mañana, tal vez, lo veré en su caminar callejero
O detrás de un escritorio, con cuadros y alfombras
Y el aire acondicionado y caramelos en algún cajón
Todo transparente, todo en su lugar, excepto por algo...
No es la verdad.
Smarc
10.10.00
23:27
Prisma 76
Èl
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 77
Ojalá
Una exhalación, y humo fugaz
El sonido profundo de un bajo
Que penetra y se hunde en la nuca
Llevando sabor al olfato, duro.
Un poco de asfixia ya en el vientre
Y un desafío de tempestad oculta
Con los labios cerrados, y el rostro
Todavía bello, y camisa blanca.
Eléctrico, de sonrisa tácita sin inocencia
Agitado en el pecho, tras la mesa vacía
De todo lo que no sea una copa llena
De la roja imitación de la sangre.
Cadencia, y candombe, y piel de bronce
Por la bola de fuego y oro, sin azufre
Que le besa el torso, pero no el alma
Día tras día, en lucha contra las noches
Suyas.
Candela bajo las intensas cejas densas
Ciudad prohibida, inalcanzable y cierta
Como las cartas no escritas, y los mapas
Primeros, cuando las aguas buscaban freno.
Nacer así, en la tarde se Zante, la occidental
Buscando el oriente, en los gestos silentes
Rozando a cada paso, sin querer, filosamente
Otros cuerpos, dejando una estela de señales.
Ojalá pudieras seguirlo, darle alcance a su sed
Y levantarte así Reina salvaje, soberana cruel
Sobre aquel corazón que dicen es de ónix
Y sobre ese cuello que dicen nadie ha tocado.
Antes, en las calles señaladas, y más lejos
En plena selva, sin ruidos profanos
Las danzas rituales, la gente del principio
Invocando la plenitud, el toque de los dioses.
Yo, sin dejar de ser, y más, afirmándome
Confieso, sin el pudor de los hipócritas
Que llevo dentro del pecho un trozo de hielo
Y quema.
Lejos, también, de cierta trama
Ama de toda puerilidad, la que dice
Que el rechazo busca la aceptación
Prisma 78
Y que esta, busca el rechazo.
Así la mesa sola, compañía de cristal
Una vela encendida en lo lejos
Sin decirlo, ni pensarlo, ni sentirlo
Simplemente siendo, todo el tiempo.
Adorar lo intangible, con gestos de tacto
Musitando los nombres sacros, de rodillas
Cuando en los oídos retumba la sentencia
“acuérdate de los que estuvieron antes”.
Y ver llegar desde la arena caliente
La caída y el erguimiento, en pedazos
De los que dieron el aliento, sin súplicas
Para hacerse enteros, piezas únicas.
Inocencia no es pureza, aquella se tiene
Esta se construye en el centro preciso
De una llama azul, la única que sabe
El robo de las almas, el beso de la gloria.
Ojalá pudieras darle alcance, y ser Reina
Postrarlo con fuerza para que lo bese la tierra
Clavar tus uñas en su memoria, y sangrarlo
Y beber de él, tu esclavo, tu pertenencia.
Las preguntas inquietan, y a veces molestan
Y solo porque las respuestas duelen
Así callar y entonces buscar, por entre las mesas
Lo verás siempre, entre la gente, sin nadie.
Casi nadie, hasta que lo miras de soslayo
Pero, si cometes el atrevimiento de fijarte en él
Podrás ver más allá de la niebla y el desierto
Te verás, choque del reflejo, dulce perdición.
Ojalá pudieras, ojalá.
Smarc
30.09.00
23:01
Mi música
Adagio
En un mundo curvo, cedes a las aristas de choque
Te adivino, salteador de caminos demasiado oscuros
Eres el que arroja la primera piedra, y guarda más
El que ríe en público de las reglas de todo espectáculo.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 79
No hay fuerza que te contenga, es lo que llevas
Naciste del lado de los que golpean, y te resistes
Le cedes unas lamidas ilusorias al mar, lo tientas
Te places en los poetas que narran tu acantilado.
Pero ríes a escondidas, ocultas el desierto tras tus rocas
Y después del desierto todavía queda más, y más
Y aún después, ya con los océanos heridos de extinción
Guardas la nada, la palabra que abarca lo que sabes sin decir.
Saber esperar, síntesis disciplina, química muy adulta
Y no le encuentras mérito, porque la esencia no lo tiene
Ya que no hay virtud, ni vicio, ni culpa ni absolución
en ser lo que se es, en cumplir los plazos, antes o después.
Adagio
Mañana será el día, y ahora que lo sabes, qué queda
Sino aguardar a que llegue, haciendo todo o nada?
Mañana otro sabrá, y sólo resta la vanidad de pólvora
De que al mirarte en tu mirada encuentre otra vía, otro lado.
Qué si sabes los tiempos, y no cómo modificarlos?
Destino testificatorio, testimonio, darlo, y reír de nervios
Peces, sangre fría, sedientos de una explicación única
Y la sintaxis, la semántica, y mañana será mañana, mañana.
Tu secreto es no creer, tu impúdica victoria sobre la fe
La primera decisión natural, la confesión de insuficiencia
La concepción exacta de lo que es, y aún así la sospecha
De que el orden entrevisto, de que la perfección de manual
No son más que estructuras que otro que aguardaba escribió.
Allegro vivace
El fin no existe, porque nada tuvo principio
Ciencia no puede poner el dedo en su concepto
Y el concepto no puede habitar en naturaleza
Eres el que sabe que no es porque puede ser.
Y lo que no puede ser es lo que te rodea
Percepción, la vida después de las palabras
Tus sentidos, el sentido, sus sentidos
Sin sentido, mientras lo sientes, y de nuevo ríes.
De los que se postran para luego arremeter
De los que destruyen para luego sufrir
De los que lloran por nada, porque hace bien
De los que ríen por todo, porque a otros ofende.
Prisma 80
Sin moverte vuelas, sin jeringas y sin música
Sin hombres, mujeres, animales, cosas, vacíos
Yaces en torrentes que brillan olvidos intuidos
Para levantarte en las bocas que callan tu nombre.
Allegro ma non troppo
El negro desde las artes plásticas
El blanco desde los ciegos
Ausencia y totalidad
Atraer luz, refractarla, y de todos modos no ser luz.
Sudor en copas, como libros encuadernados
Y en la boca sin lengua el vino trabajoso
Y en los panales la miel soñando a los lisiados
Infieles, hipócritas, bufones todos para tu risa.
Llora, qué más importa y qué más cuenta?
Nadie bracea, trepa caravana y hunde la nada
Hormigueo de quietud, movimiento que no avanza
Giro serpenteo, inquietud que no dispara, que no vive espiral.
Un anciano y un niño, longitud de onda
La mujer en medio, y al tiempo en los extremos
Todo es lo mismo, lo mismo es todo
Sólo un poco difiere el borde infinito donde duermes.
La última vez será la primera
Lo continuo será el inicio
Y en el inicio estará el final
A menos que lo cambies
Y que yo esté ahí para verlo.
Smarc
23:34
03.05.01
Su decepción, nuestro arrepentimiento
Ea! Calderón, que la vida es decepción!
Con la habilidad con la que se escribe una metáfora
Así va inventando el transcurrir de horas ambiguas
Y a esto le llaman vida, y a aquello literatura
Y lo cierto es que nada es cierto, que todo es mentira.
No son ciertas las generaciones, de energía, de sueños
No hay conquista tangible, no, enorme piedra dual
Una ene y una o, una nena nona, una negación
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 81
Y encontrarse con el recuerdo de un cuerpo perdido
Porque lo que quiere ni siquiera es posible soñar.
A qué detener el tiempo? A qué toda continuidad?
Sólo lo efímero es preciso, es esa su condición
Por ello sus besos valen más que todos sus gestos
Por eso su boca es tan hermosa cuando calla
Y cuando nombra... lo que oculta.
Ítaca ha perecido, en el corazón de todos los pobres
No hay maderos tan unidos que crucen el mar, los mares
Queda la televisión, la telemetría, la telecomunicación
Los desfiles de moda, el correo electrónico, los colores.
Quedan también los abrazos, las minucias urbanas
Atravesar la ciudad entera para ofrecer un reclamo
Y perderse por entero en la más burda apariencia
Cuando dentro del pecho le crecen callos, y en el estómago
Anida la finalidad de áspid.
Hay que hacerlo hablar, aunque sepamos que no valdrá
Que no sumará, ni restará, aunque sea tan solo por gusto
‐ Gusto cruel ‐ de ver al fin lo que enteramente somos
Para comprender lo que en puridad jamás podremos ser
Y así masticar lo que es.
Será tarde, o será temprano, pero será a destiempo
Ese momento en el cual se acepte no que tenía razón
No que estaba en el error, ni siquiera que no tenía tiempo
Simplemente el puro dolor de que en verdad no importó.
Porque hubo una ilusión de que cierto dolor le afligió
Que si bien no por el placer, al menos por el dolor
Se llegó a su centro, a la fijeza de su mirada y deseo
Y esa ilusión no es más que cal bañando una pared húmeda.
Porque al final, entonces será real que sí lo quiso
Que sí tendió el puente, que sí lo cruzó, que sí invitó
Pero como nada fue lo que nadie imaginó ‐ aún sabiendo ‐
La percha quedó sin ropaje, y la tela al suelo, la madera erguida.
Smarc
10.04.01
21:25
El hijo del hombre
Puede que su amor no sea más que deseo de ser amado
Que tras la dureza de sus manos sujetando tu cintura
Al tiempo que entre tus piernas busca el camino a tu alma
Prisma 82
No haya más que desesperación por una posesión infinita.
Puede que en su interior como una llama inquieta e inextinguible
Habite el temor alguna vez nacido bajo el cobijo de decepciones,
Que con burlas toscas aromatizadas de pueblo vulgar y cierto
Busque ocultar con precisión de cazador la fuerza de su desprecio.
Pero, cuando vuelve a casa solo y lo reciben apagadas luces
Y cruzando el umbral del hogar en donde no hay hoguera
Tropieza con la sombra de su esqueleto en compañía de nadie
Puede que piense, o recuerde, un cuerpo que podría ser el tuyo.
Y cuando amanece sobre un lecho entibiado sólo por sus sueños
Con la boca todavía enrojecida por aquel beso que no dio
Y que creyó dar a fuerza de haberlo querido tanto en otro mundo
Puede que abrir los ojos le sea menos penoso si tu efigie lo saluda.
Es verdad que irrumpe todos los senderos que imaginas ocultos
Que sabe lo que callas, que en silencio comprende tus desvíos
Que al imaginarlo le da vida a otro que sí se atiene a las reglas
Aquel con el cual pasas las horas comparándolo con él, que no está.
Las piedras preciosas siempre son más duras que quien las porta
Y algunos sentimientos son más intensos si se los calla
Puede que por eso no hable mucho de aquello que tanto quieres oír
Y prefiera una distancia plena a la unión de dos mundos vacíos.
Viste de blanco, o viste de negro, los colores son luces para él
Así los niega o los asume a todos, prefiere lo unido a lo único
Latiendo agitado, respira profundamente y corta el aire con sus ojos
Para crear la estela de espacio de donde espera surja su imagen pretendida.
Fríos puñales navegan por el torrente de su sangre, buscando víctimas
Y aunque el cansancio a veces lo venza, hay un pedestal en su mente
Sobre el cual se yergue el aire fijo de su volátil entendimiento
Que le impulsa a seguir aún cuando ya nadie pueda seguirlo más.
Sería mágico que lo dejes pasar, porque todos desfilan ante su quietud
Como una macabra marcha de cadáveres, vacíos de toda magnitud
Y atornillado en su brava soledad lucha como la nada contra el todo
Sin tiempo ni espacio, sin manos que curen sus inexistentes heridas.
Sería fantástico que lo ignores, antes del punto en el que se fije en ti
Antes que tu cuerpo convertido en madera de rosas arda al sentir su fuego
Y se convierta entonces en cenizas, mártir alimento para un viento suave
Que habrá de tragarlo y llevarlo al seno mismo del póstumo olvido.
Pero mira, realizar un gran sueño es más sencillo que soñarlo
Por esto, cava dos tumbas y olvídate de toda palabra y dibujo
Entiende que entre dos se está mejor, cuando todo lo demás está perdido
Y que con él la lucha no es por vencer, sino por vencer todo el tiempo.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 83
Y si no puedes, será mejor para todos, incluso para mí, que lo digo
Permanecerá la bulliciosa regla de todos los días y todas las horas
Y más al fondo de las percepciones, casi oculta vivirá la excepción
Aquella en donde vive él y su sonrisa, de espaldas al hueco del mundo.
Smarc
14.03.01
1:38
El hijo de la sospecha
Sospecho que cuatro paredes te rodean hace años
Que hay noches en las que sólo con un suspiro
Puedes asesinar al mejor de tus versos ocultos
El que guardas para quien temes no lo entenderá.
Hay ciertas músicas, y detallados gestos de tus manos
Que se trazaron desde un alguien que te quiso sin que lo supieras
Ahora lo sabes, desde mi percepción ultraterrena
Y aunque en mis sentidos no confíes, una certeza calla tus sospechas.
La ruta que has seguido por algún tiempo proviene de un impulso
Y esto, no es más que el reflejo y la explicación del tiempo
La quietud del movimiento, lo inefable clavado en tus labios
Nuestra duda común, la cita de la que huyo para poder observarte.
Sospecho, además, que alguna vez no respondiste, rata silente
Que en la convicción de una superioridad inventada sin pudor
Escondiste con prisa de musaraña la verdad de tus días falsos
Para poder seguir con el antifaz del que se duele por su inacción.
Recorro tu historia, desde el final
Presiento lo que sientes sin gritarlo
Intuyo que me intuyes nerviosamente
Te la deben, tus ojos lo dicen, los que no miro.
Mañana pensarás y mentalmente escribirás en la oscuridad
Pero saldrás a las calles, harás las llamadas, hablarás
El mundo en la medida de las posibilidades de tus emociones
Y en el medio del pecho el arrepentimiento de querer querer lo que no quieres.
Sospecho, de nuevo, que te mientes para no mentir demasiado
Que asumes una cruz antes que imponérsela a nadie
Que prefieres la ofensa antes de ofender
Que temes construir cuando el precio es destruir.
Aprende de mí, de quien se anima a decirlo todo
El bien no necesita recompensas
Ni el mal necesita de castigos
Pues, ser es bastarse y, no ser, es lo que no quieres.
Prisma 84
No sé si estoy en lo cierto, vivo la certeza de que no me importa
Pero sé lo que siento, y sé que lo digo, lo comprendas o no
Sentado, con las piernas cruzadas, pienso en mi madre
Y entonces sospecho que hace años, cuatro paredes te rodean.
Smarc
28.02.01
22:52
El hijo del viento
El camino del norte, rasgado en sus antiguas vestiduras
Se baña de sol y nieve cuando las estrellas murmuran
El nombre de los santos ya olvidados de todo estigma.
El camino del sur, preso en un ropaje que absorbe los colores
Se nutre con melancólica avidez de frases y guerras no hechas
Cuando las costumbres sin raíz hacen de celda a lo inmóvil.
Entre lo que te conduce por el norte, con los labios cerrados
Y lo que te hace transitar por el sur, con los ojos abiertos
Se abre de propósito un justo medio, el camino del viento.
Hay veces en las que sin sonidos alrededor sientes una imagen
Veces, en las que sospechas que habías estado aguardando
Por una grieta por la cual sientes sería bueno te lanzaras.
La grieta ya estaba abierta.
Donde lo cierto no posee certeza sino descripción hablada
Donde la Verdad se hace simple y te besa entre sueños
Habita aquel que no sabías estabas llamando desde el atrás del tiempo.
Cuando el riesgo no es lo que temes, sino lo que vives
Cuando el pesar te cubre el corazón y sabiéndolo lo dices
Es cuando se pierde el norte, se olvida el sur, y queda el medio, el miedo.
Con un silencio que llega a doler en los dedos de las manos
Y la difícil sencillez de la vida misma metida en la frente
Para verlo póstrate ante la cruz de cristal y clama por no clamar.
Vuela, sin alas, alienta, sin respirar,
Y entre los susurros de su padre espera
‐ Con la cuchilla que guarda en su cintura ‐
de un tajo cortarte los suspiros, el cariño y la fe.
Ve por ahí, ya él te sabe, ya tú lo intuyes
Los caminos son suyos, también los destinos
De ti depende el momento, de él la hora justa
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 85
De ambos, quizá, el instante.
Smarc
18.02.01
21:14 Hs.
El hijo del hierro
Cómo, sabiendo yo tan bien, de tanto haberlo leído
Que de la víctima siempre surge un cariño al verdugo
No pueda aplicar las compresas del conocimiento
A esta herida que mientras más duele más te busca?
Es acaso porque deseo que la mano que me hiere
Sea también la que me sane, como sea y cuando sea?
Es por esto que mi desesperación crece continua
Pero al tiempo, en igual medida, lo hace mi paciencia?
No será fruto de un orgullo casi inconfesable en su sed
Este aferrarme a la virtud de desconocer toda realidad
Mientras aunque sea en memoria no seas parte de ella
Para levantar así un altar en el cual ansío me inmoles?
Y hay algo más, y son los golpes que se hacen torrentes
Que aunque los sienta, los resisto en silente postura
Sin aspiraciones de mártir, ni oculta ansia de rebelión
Por la simple sospecha de que los mismos cansan a quien los da.
Y hay algo menos, que es más bien casi nada
Cierta calma que casi llega a la serenidad
Cuando en minutos precisos despertabas mi alegría
Al ofrecerme con macizo pudor la certeza de tu aliento.
Ah, terrible el día que aprendí, al saber de ti
Que admirabas al fuerte y amabas al vencedor
Que a cualquier hora la fuerza desviaba tu vista
Y peor aún, que la forma despertaba tu tórrido sentir.
Dura es la realidad del que es lo que no quiere ser
Pero aún más doliente es la de aquel que deslumbrado
Comprende que lo que es no alcanza ni por asomo
A ser aquello que a quien desea, estima como deseable.
Por todo esto, comprenderás mi felicidad anticipada
Y así también, no te sorprenderás cuando el ansia te visite
Pues no hay fuerza que pueda finalmente hacer mella en mí
Ni forma que yo pueda adquirir más allá de lo que ya soy
Sin el extremo calor de las brasas, esas de que están hechas tu alma.
Smarc
18.01.01
Prisma 86
00:05
El hijo del tiempo
Cuando fui niño detesté todos los juegos infantiles
Me aburrían tanto el salón como el balón sin barro
Prefería en soledad cazar animales, y matarlos
Y si se me permitía, escudriñar conversaciones adultas.
Cuando fui púber, blanda arcilla en manos ignorantes
Asumí el calor enceguecedor de una fe de asfixia
Y revestí las piedras de mi pretencioso edificio espiritual
Con el rojo, blanco y negro de los mármoles de los libros.
Cuando llegué a la juventud detesté decididamente
La estupidez de la duda que mis contemporáneos vivían
Y me entregué al vago solaz de mis pasiones liberadas
Y bebí mi arrepentimiento, y este me bebió, y fui más.
Cuando llegué a la madurez conocí por fin la soledad
Y en ella hallé la calma, y el odio distante y tenaz
Que impidiéndome llegar a la no tan soñada serenidad
Avivó mi imaginación y me arrojó a la luz de mi destino.
Cuando por fin llegué a la vejez, odié los achaques ajenos
Pues nunca los padecí, y así fue que llegué a comprender
Que yo no era de este mundo, y que exigía compensación
Por haber sido siempre lo que fui desde niño, por ser yo.
Cuando me fui al otro mundo, una vez más quedé sorprendido
De no perder la risa que siempre encarcelé tan dentro mío
Y de verlo todo tan claro, como siempre lo había visto
Y no fue decepcionante comprobar que en el que dejé, nada cambió.
Y ahora que estoy de vuelta, todavía más me siento feliz
Pues en mi inferioridad perdonada por uno que es superior
Concebí un desafío que bajo ciertos riesgos habilita un premio
En otro tiempo anhelado, pero bajo otra forma muy imprecisa.
Vuelvo a ser yo mismo, merced a que nunca dejé de ser
Y así habré de mantenerme, tal el juego, si en esta vida
Encuentro el modo, el estilo, y la hora justa y exacta
En la que conmigo te haga parte mía, siendo yo de ti.
No pesa el que pocas o muchas noches hayas vivido extraviada
No hay fichas de oro por todas tus horas de exuberante virginidad
No hay ventaja en la postrada bajo el yugo de una patria indolente
Ni siquiera, óyelo bien, un origen arañado por alguna geografía.
Tan solo, mujer, que me des un momento, y que sea el momento.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 87
Smarc
16.01.01
23:51
El hijo del fuego
Con los sentidos abiertos, en mitad de la noche
Podrás percibir el murmullo tenue y constante
Que duro y seco, sobrio y ronco llega a tus horas
Como el crepitar de los leños en la hoguera lejana.
Sabes que arde, por eso sientes la embriaguez del frío
Intuyes, ocultando una sonrisa, que la llama busca llama
Ya casi lo crees, cuando por temor intentas con el gesto1
Borrar lo que aún no ves y por eso no puedes apartar.
De pronto te has encontrado, reconociéndote por vez primera
Quieta y extendida entre la bruma helada de tus sábanas
Alimentada y sujeta a una almohada que conoce tus sueños
Y siendo lo que ahora eres, buscas y no quieres dejar de ser.
Eres la dueña de tus deseos, eres el motor de tus sentimientos
La que encuentra con algo de dolor el centro de un entusiasmo
Que sin nombrarlo está, y que pudiera ser siempre ha estado
Desde el fondo del pozo del tiempo al que nunca te asomaste.
Nuevas palabras te visitan sin aviso alguno, todas presuntuosas
Y en vano todo el esfuerzo de asegurar puertas y ventanas
Levar los puentes, minar los caminos y esconderse en el altillo
Todo cae y es vidrios rotos, cenizas y manos ensangrentadas.
Cómo, nueva reina adolescente, hubieses podido saber y entrever
Esto que, irreverente y audaz, comienza a palpitar en todo tu cuerpo
Con violencia tal que sacude todo el arsenal que puebla tu memoria
Y te deja sin nada más que un sordo estertor en medio del pecho?
Cómo encontrarías al culpable de la persecución de que eres víctima
Ahora que sientes que ya no son siquiera posibles maldad o bondad
Ahora que hallas no uno, sino mil caminos distintos a mil destinos
Que impía y certeramente te llevan a la duda de quien persigue a quién?
Flotas, al menos lo crees, y vuelas en zigzag, burlándote de lo escrito
Y desafías, y destruyes, y ya ni el viento puede detenerte, alterarte
Ya no desprecias, simplemente sin querer has olvidado toda geometría
Y en espiral te acercas, sonriendo sin moverte, acudiendo al llamado...
Entiendes que no hay renuncia en el sacrificio, ni decisión en la opción
Que el destino no existe y que la metáfora del arquitecto2 es triste y gris
1
De la novela de Julio Cortázar. Cuando el personaje exclama “déjame en paz”
2
“El hombre es el arquitecto de su propio destino”
Prisma 88
Que lo cierto es que la comprensión llega cuando el final está cerca
En la hora en que desaparece la capacidad del temor y la prisa.
Es noche para todo lo que has sido, ya lo sabes y así lo quieres
El crepitar se acrecienta, ya no son murmullos, lo plural es vencido
Es una voz, una sola, es él, el que sabe arder y hará arder tu nombre
Mariposa dolida y alegre, arrójate a su llama, sé con él este ahora!
Smarc
07.01.01
16:05
El hijo de la nieve
Mudo y enmudecedor, de gélida ausencia
Sin moverse se instala en un tiempo infinito
Desde donde contempla inexpresivamente
Tus senos llenos, y las goteras de tu corazón.
El saberlo te ilumina, a precio de llagas en el alma
Y el ignorarlo te resplandece como llama bajo el agua
A precio del vacío móvil que te arrastra las piernas
Mutilándote la mente, despedazándote las palabras.
El ajuar y la dote, la esperanza más alta y venenosa
Que se abre paso en tu pensamiento ya hostil
Esa sospecha cubierta de púas corroídas y mortales
Que hace que quieras, en donde éste, te sonría.
Quizás así – anhelas‐ se de un solo respiro en la calma
Y puedas tocar sin posibilidad ya de ningún desvelo
Esa paz que se gesta en la pérdida de cosas queridas
Cuando la guerra parece tan próxima a terminar
y en el cansancio se busca un poco de consuelo.
Debe ser terrible querer besar a quien no tiene labios
Sombríos los días de quien confiesa desea poseer
A quien sin huir permanece inasible en honda atalaya
Desde donde pareciera sentir, o al menos, querer sentir.
La horrible incertidumbre que sin contraseñas atraviesa
Los intrincados laberintos protegidos de todo intruso
Y sin grosería ni prepotencia, finamente toma asiento
Para sugerir que quizás, entre lo que crees y lo que es
Pudiera desangrarse un río por el que navega la verdad.
No hay salida para quien no quiere en lo puro libertad
Pero, ay de ti, las cadenas ofrecidas no las puedes tocar
Son de nubes invisibles que no sujetan, sino acompañan
Cada hálito que empujas, cada parpadeo entre tus sueños.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 89
Condenada criatura, ya la imposibilidad del llanto te saluda
Ya habitan tu casa el odio diluido y la desganada protesta
No te quedan reclamos, ni ofrendas, ni verdades, ni misterios
Ni siquiera el aliento de la duda, o el frenesí del abandono.
Reposa, y ten el valor más exacto, sé el diamante solitario
Anula la marea, apaga el viento, conviértete en un mundo entero
Y entonces, más allá de la belleza, de lo simple del sentido,
Míralo de frente, pronuncia su nombre, y tómalo por siempre.
Smarc
06.01.01
17:53
No te olvides
No te olvides que también es de tango
Cuando juntos desfallezcan con Wagner
Ni que fue en Egipto donde nació la bebida
Que en su boca es mejor que las uvas del Rin.
No te olvides, como fuese que sea tu piel
Que la locura lleva piel blanca y rizos
Y aunque hermosa y fiel jamás avanza
Más allá del tiempo que le lleva asesinar.
No te olvides que en su mente pagana
Las estatuas son las elegidas siempre
Por ser las piedras de un color mentido
Por querer tanto lo cobrizo entre las sábanas.
No te olvides al verlo inmutable en su atalaya
Que en la cintura también lleva encadenado
El candombe de las selvas besadas por el mar
Como un volcán dormido al arrullo de Era.
No te olvides nunca que viene de un lugar
Que ahora es lo que no era por acciones bélicas
Donde el honor y la gloria jamás se dieron cita
Cuando del tronco entero sólo dejaron el corazón.
No te olvides al encender las velas cada noche
Que la violeta es la mayor de todas
Que no hay pequeña ni grande que no lo sepa
Y que siempre es la luz la que hace sombra.
Si estas pequeñas cosas logras no olvidar
Poseerás al fin lo que nadie ha poseído
El beso frugal y el contacto con lo imborrable
Es decir, estar en la mira, y sonreír.
Prisma 90
Smarc
17.12.00
14:35
El mujeriego
Era una plaza frente al cine
Lo inhabitual, la cita cumplida
Por encima de la traición
Dos bocas que se buscan sin engaño.
Un mismo colectivo los transportaba
Y en otro, después, volvía él
Con la presa en la memoria
El sabor de lo que tuvo, y que ahora duerme.
Inmoral, sin congoja ni pena
Que no sea quererlo todo, y tan poco
Que cada día sea suficiente
Que cada quien lo sea todo.
Entretanto, buscar otra boca
Otro libro, otro disco, otra noche
Sin decirlo, sin escribirlo
Con el triunfo en los ojos, el triunfo...
Pasión contenida, disciplina pura
Comprobación de lo fácil, de lo humano
Endurecer un músculo, silenciar el corazón
Por el tiempo que sea, sin dolor, sin ánimo.
Robándole horas al tiempo, se consumía
Sin devorarse, tomaba lo que quería
Y después huía, volviendo a la atalaya
Donde no llegaban los reclamos, los reproches.
Después de él, las quejas, en diversas grafías
Y durante, la confusión, el secreto, lo oculto
Hasta la sangre y las lágrimas, toda confesión
Revelación de lo que significa un instante.
Smarc
25.11.00
21:30
El clandestino
Lo buscaban, lo tachaban y lo postergaban
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 91
Lo rechazaban, lo llamaban y lo acusaban
Lo absolvían, lo criticaban y lo admiraban
Y él, impenetrable, masticaba sus miedos.
Lo exponían, lo ocultaban y lo examinaban
Lo guardaban, lo ofrecían y lo despreciaban
Lo valoraban, lo exigían y lo soltaban
Y él, solapado, sonreía con las manos.
Lo expulsaban, lo sacrificaban y lo marcaban
Lo forjaban, lo ablandaban y lo partían
Lo unían, lo masticaban y lo tiraban
Y él, enigmático, escudriñaba ajenos labios.
Lo sometían, lo ahogaban y lo anulaban
Lo soñaban, lo querían y lo tocaban
Lo dormían, lo despertaban y lo bañaban
Y él, arcano, ponía un dedo sobre las horas.
Lo publicaban, lo exaltaban y lo archivaban
Lo torturaban, lo hambreaban y lo acariciaban
Lo rozaban, lo atropellaban y lo fulminaban
Y él, hermético, dibujaba signos en la arena.
Lo golpeaban, lo aburrían y lo marchitaban
Lo calmaban, lo envejecían y lo dormían
Lo denunciaban, lo traicionaban y lo evadían
Y él, inescrutable, fijaba los ojos en sus almas.
Lo extendían, lo comprimían y lo deprimían
Lo agotaban, lo abrevaban y lo confundían
Lo exiliaban, lo vendían y lo rescataban
Y él, anónimo, fabricaba nuevos besos.
Lo biografiaban, lo describían y lo estudiaban
Lo esculpían, lo pintaban y lo declamaban
Lo comprendían, lo entendían y lo aceptaban
Y él, jeroglífico, dormía entre los tigres.
Lo ajustaban, lo encajonaban y lo sellaban
Lo ascendían, lo vestían y lo ayudaban
Lo ensillaban, lo guiaban y lo perdían
Y él, velado, sumergía los colores en el mar.
Lo humillaban, lo hundían y lo pisoteaban
Lo levantaban, lo curaban y lo alimentaban
Lo usaban, lo desteñían y lo vulgarizaban
Y él, enrevesado, en un puño sujetaba el destino.
Lo aprisionaban, lo escupían y lo flagelaban
Lo coronaban, lo izaban y lo sepultaban
Prisma 92
Lo lloraban, lo extrañaban y lo redescubrían
Y él, cifrado, se dejaba ver entre los limosneros.
Lo ordenaban, lo respetaban y lo leían
Lo excomulgaban, lo perseguían y lo juzgaban
Lo enjuiciaban, lo condenaban y lo quemaban
Y él, oscuro, sostenía el futuro sobre los hombros.
Lo contrataban, lo placían y lo asalariaban
Lo asistían, lo copiaban y lo dejaban
Lo ajusticiaban, lo hablaban y lo envenenaban
Y él, nocturno, bebía el pasado bajo la luna.
Lo tenían, lo sujetaban y lo apretaban
Lo encamaban, lo tomaban y lo devoraban
Lo miraban, lo veían y lo adoraban
Y él, inextricable, conducía la caravana bajo el sol.
Lo reprendían, lo reprochaban y lo cuestionaban
Lo sentían, lo saboreaban y lo fijaban
Lo elegían, lo separaban y lo finalizaban
Y él, el clandestino, buscaba a quien amar.
Smarc
26.11.00
17:07
Un papel roto
Es como ser ese Son recuadros, casi como postales
alguien que vive Sin saber ni de dónde ni adónde,
Con total Pero sintiendo el tránsito, el modo
prescindencia de la Esa manera en la que crece dentro
aprobación, mío
O como querer serlo A oscuras de un sol bendito de
sin saberlo risas
Interacción entre seres El llanto fingido que demuestra el
que no viven Tonto afecto animal, lo puro e
Como desean, porque intenso
no lo quieren Más allá de lo vano y pueril,
Hacen lo que no De las expresiones de mala
quieren hacer calidad.
No confiesan lo que
quieren
Y luego me hablan y
yo les hablo
Y no es posible la
comunicación
Absorbo el humo, la Soy algo, parecido a un
humedad calidoscopio,
Y el devenir sucede en Gira y gira, y a cada vuelta la
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 93
mi conciencia figura
En los extremos de lo Es otra, y otra, y otra, y así
que logro percibir siempre
Y para alguien nuca es Hasta que alguien lo deje caer, y
tarde entonces
Aunque casi todos Ya nadie pueda ver, antes difícil
duermen Ahora imposible, y no gusta... o sí.
A pesar de que no Nada es para todos, alguien
saben que están menos,
dormidos Siempre se encuentra lo que se
Lo grave es construye.
demasiado simple
Y los detalles muy
profundos
Por que no es fácil
pasarla bien
Con tanta gente que
no sabe.
Fácil hallar los Siempre habrá papel, y el olvido
pedazos, sencillo Nunca borrará el vacío
unirlos Mientras la tortuga se acomoda,
Y aunque no haya A veces siempre es tarde,
tejados de plata, Otras se coincide, casi nunca,
Es sólo el tiempo Pero cuando llega el viento
impreso Y ya no queda nadie,
El transcurrir de los Viene alguien a buscarte,
segundos sin pensar Y puede que de eso se trate todo.
En el dentífrico, los
zapatos, o la gasolina,
Amén de los que
piensan en eso
Que no se piensa, y
que sin embargo está,
Y se adivina y se calla,
y llueve
Y no se nombra,
porque no se puede
Porque no hay
palabras, y sí las hay,
no
Es el momento, hasta
que ya no queda
tiempo.
Los pedazos se Es un papel roto.
acaban,
Irradiaciones,
resplandores,
Lo que cada quien es
para
Lo que cada quien
recibe
Prisma 94
Ese punto en el que la
imaginación
Hace el puente,
contigo
En el medio hacia
ningún lugar.
Smarc.
También él
Las horas medidas, perdidas, gastadas
En el cumplimiento exacto de una ley
Establecida por él, basado en las escrituras
Sin consultas humanas y sin prédicas.
Aquietando siempre el corazón, oculto
Cuando los visitantes golpeaban a su puerta
Y un cosquilleo juvenil le besaba el estómago
Y cerraba los ojos mirando un espejo, y negaba.
Claustro, precio de los ojos sabios y lejanos
Y después el colegiado, las posibles caídas
Esas veces en las que conversaciones tenues
Se convertían en invitaciones duras, insalvables.
Crítica de voces, de murmullos y gestos tontos
Y un tribunal invisible siguiéndolo a todos lados
Obligándolo a una persistencia imaginaria
Presión de castigos intangibles, sus besos guardados.
Horas arduas del día, bajo el sol de octubre
Con el alma puesta en todas las acciones
Y la mente, y el corazón, y todo lo nombrable
Sólo para alcanzar un espacio limpio, suyo.
Cuál habrá de ser el final de tu destino
Lleno de piedras y manantiales solitarios
Si al menos ya en tu imaginación no habita
El ser que habrá de beber de tus hallazgos?
Te atreverías acaso, en el ocaso de tu tiempo
A tomar el riesgo de expresar tu verdad
Ante un auditorio de sólo un par de oídos
Con las manos abiertas y los labios seguros?
Es tu vida, después de todo, y sólo tuya
Comprendo, de pronto, tu falta de espacio
Como sé habrás de saber entender el momento
Cuando apoyo la cabeza contra la pared, y callo.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 95
También a mí me nace el desprecio, y lo cultivo
También desde esta piel se abre el gran rechazo
Y también sigo mis reglas, en mi obnubilación
Me apodero de una formula, y la diluyo en nada.
Confundo, con mis ropas y la unión de mis letras
Y si un perfume guía hacia lo que no es en verdad
Es simplemente un vestigio de adolescencia
Pues sé, que también él ha pensado lo que yo.
Smarc
09.10.00
23:36
Prisma 96
Aquél
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 97
Y
Acércate despacio, enséñame lo que tienes.
Te diré, no pareces tan terrible a mis ojos,
Entrenados al olvido, al asco y a la infamia,
No más que un algo más entre todo lo demás.
Quizás seas un poco el vacío mismo,
Una leyenda de belleza que se ha extraviado,
Y que en silencio llama, cuando el virtuoso cae,
Cuando el simple no puede soportar otro día.
Aquí todo es tangible, lo demás es prisa emocional
Esto es cedro del Líbano, aquello es un libro negro
Y lo que no puedes ver, es lo que no eres
Mientras que lo que yo imagino es lo que puede ser.
Conocer los límites es peligroso, porque no se olvidan.
Negarlos es mi tarea, tal es mi laya, mi sino.
Así puedo dormir, intranquilo, pero cansado,
Sin andar todo el tiempo habitando en otras mentes.
De mí no dirán las palabras claves
“déjame en paz”, porque lo ignoran los que me sufren,
y porque los que la saben sólo pueden o amarme,
o lastimarse en pena y angustia frente a mi espectáculo.
Tan cerca ya de la lejanía absoluta, al mismo pie
De aquella entrevista montaña de lo irreparable,
En forma de río que en su propio mar no se confunde,
Como un hilo distinto en la misma trama del mundo.
Occidental es mi cuerpo, Oriental es mi percepción.
Repite conmigo: cuando meridional es mi pasión
Septentrional será mi fuga, así al norte, que será sur
Sin poniente y sin levante, más allá de los mapas.
Así será Yahvé, como ha sido siempre, en el es.
Este es el precio de ser ateo: creer en todo,
Incluso en uno mismo, cuando las rodillas sangran
Y detrás de las ventanas sólo es posible ver temor.
Visto el mundo, qué otra cosa puede importarme?
De qué manera natural me perdería mi atención,
Qué destrucción de mi ser acarrearía el descanso?
Qué desierto habita detrás de esta soledad?
Es un Pastor duro, que habla entre susurros de pétalos
El que en sus sentencias despuebla toda apelación
El que enseña que la comprensión no es aceptación,
Donde te defines, desde la primera gota del aliento.
Prisma 98
Ahora, aparta tu vista de mí, muñeco maleable,
Que tu dolor es mi día cotidiano, mi sed insepulta.
No razones conmigo, no intentes sentir lo que yo,
Que he empleado mi vida para unos cuantos momentos.
Smarc
28.07.00 – 00:17hs.
A
Sé que no es la primera vez,
Es lo primero que sé.
Sabrás – y no será lo primero –
Lo que habré de decir.
Este es el mundo que creaste
Este es el mundo que heredé
Y no me gusta.
No depende de mis ojos, no lo creo.
La belleza es, sin explicaciones.
“Para ver la belleza hay que hacerse bellos”
Escribió Plotino, que de Ti no sabía
Y nos señaló el esfuerzo, que siempre defendí.
Estoy cansado, de tanto luchar para no tener miedo
Estoy un poco harto de que todo dependa de mí
Quiero algo un poco más liviano, que las cosas salgan
Sin que el precio sea la vida por unos instantes.
Sé que piensas que siento lo contrario
Que ves en mí el placer de lograr algo con esfuerzo
Pero pienso, ahora, que pudiera ser diferente
Sí, lo sé, no fuiste Tu quien me engañó.
Diré “Tu lo permitiste”, me dirás, entonces,
Que también me permitiste la sonrisa.
No sé cómo ganarte, no sé que sentido tendría,
No sé. Frente a Ti, me llamo No Sé.
Ser, saber, sabor, no ser, no saber...
Me dueles. No sé si me places. Soy a tu imagen?
Pretendo invocarte, y entonces el miedo
Conocer es aceptar el riesgo del equívoco
Turbación, nací para no ser ateo, verdad?
Semejantes, no iguales, definición.
Contemplación, qué más látigo que los días?
Un beso de antaño que me roe el corazón,
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 99
Ansiedad, y no ceder, contenerme.
Mi vida como una coerción
La de los demás...
Me niegas palabras?
Sí, es preciso señalar mi ignorancia.
Tengo que reconocer que soy un gusano
No es agradable y, sin embargo, creo.
A pesar de todo, por una recompensa,
Y otra vez mi imbecilidad, mi terco deseo.
Al menos, no permitas que caiga demasiado,
Ya perdí una rodilla, por tonto, quizá
Pero era mía, al menos por un tiempo,
Y ahora, renguear para aprender.
Fui yo, y nadie más?
No, estuvieron los otros.
Yo no inventé a los otros.
Fuiste Tu.
Smarc
01.08.00
H
Hazme aún una herida más,
Y sabré creer que me has escogido.
Libérame y dame el triunfo sobre Ti
Y sabré que al ganarme, me he derrotado.
Hoy ya conozco los espejos de Pablo.
Si me permites, tengo escritores y caleidoscopios
Pero no te importarían jamás mis juegos
Vives hace tiempo y, sin embargo, no esperas.
Nosotros somos la espera
No sé si te importarán los sustantivos,
Decían: los músicos, decían: los sacerdotes
¿Ofenderé tu inmaterialidad con el barro
Llamado Bach, Mozart, Cortázar?
Hienas entre las hienas, no hay corderos.
Lobo es aquel animal flaco, olvidado,
En una realidad de sombras de hombres,
Torpes, donde ya ni la vanidad tiene realidad.
Diferentes nos hiciste, para que sumemos
Y sepamos, que ni sumando llegaríamos a saber
Prisma 100
Ni la primera parte de tu Nombre.
Que la Historia, aún no comprende la tuya.
Nuestros lenguajes son diferentes, más nada
Porque en el mirar de abstracción mira la piel
Mientras la sangre se agolpa entre las venas
Y no hay respirar que no conlleve más vida
Esta vida.
Compañía, las eternas preguntas,
Las que nunca fueron escritas, dichas
Vos, que sois, estáis Solo?
Cómo es la soledad, la visión?
Satisface mis deseos, los puros
No los que alcanzo a expresar
Sino aquellos que puedes ver
En tu lenguaje, que me ha creado.
No digas una palabra,
Que las palabras son nuestras,
Haz, simplemente, con tu belleza
Para que mis ojos puedan soportarlo.
Y después, permíteme seguir la marcha
A Ti, o llévame.
Porque todo esto ya es vacío
Y hasta de la desesperación me he privado.
Concédeme un momento – mío – mi voluntad
Y haz que no me equivoque, que ahora pienso
Que sabiduría no basta,
Que tengo miedo de pedirte Amor.
Smarc
02.08.00
00:02 Hs.
V
Vivir es perdonarse, lo entiendo
Aceptar cosas, destruir otras
Ilusionarse con ciertos cambios
Atrapar el viento con las fauces.
Vamos definiendo, claro,
Rozar un estilo, intentar lo nuevo
Me dueles, más que nada en este mundo
Por el ropaje mío, por lo que no me obligas.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 101
Si sufro, acaso lo haces Tú?
Si gozo, acaso lo haces Tú?
A lo que yo le llamo sentir...
No tiene caso, no?
Por qué alguien, un gusano,
Tiene el derecho al lenguaje?
Qué es esa necedad de comunicar?
Qué historia es esa de una misión?
No sé de dónde vengo,
No sé a dónde he de ir,
No sé quien soy,
Qué ganaría con saberlo?
Quizá el sentido no sea suficiente,
Quizá el para qué no baste,
No existe el premio consuelo,
Entre el todo y la nada, lo que no es.
Hablar es lo no extremo, donde vives, lo sé.
Dudar es especular, que no me va.
Si eres el más fuerte, qué hacerle?
Si no lo eres, será lo mismo, otro nombre.
Juana barre, Bonifacio se emborracha,
Natalia es analfabeta, Alberto es millonario,
Apostar a los caballos, sufrir un cariño,
Y leer montañas de teología.
Rituales no racionales, intentar pensarlos
La ciencia de la no explicación
La ciencia de la explicación
Lo que se sabe, lo que no, Dios.
Es extraño, y sin embargo, no dudo
Puede que te ame, después de todo,
Sin saber lo que es el Amor
Necesitar es Amor?
No tendré respuestas, es lo cierto
No sabría que hacer con ellas.
No pido, para no pagar
No es cobardía, es conveniencia.
Me entrenaron así, mis hermanos
Me entrené de otro modo, para que paguen.
Si todo el mundo no existiera...
Acaso, sólo acaso, existe?
Esto que veo, es?
Prisma 102
Tú eres, y no puedo verte
Lo que veo, no es
Lo que no veo es lo que es.
Entonces no hay novedad
Y todo se reduce al barrio
O a las cavernas y al desierto
El fondo del mar, la tormenta.
Aburrirse debe ser pecado,
Así, no soy pecador,
Pero el cansancio no es virtud
Me extenúa tu realidad.
Si no eres Tú, será igual
Dios mío! El callejón verdadero!
Cómo es no poder optar?
Cómo es lo único?
Aunque no existieras, sería igual
Sin palabras, o sin Tradición,
Se puede llegar a Ti sin dolor?
Es necesario ser?
Smarc
08.08.00
01:03
E
Si los ignorantes serán salvados
Todavía me quedan posibilidades
De asistir a tu final triunfo sobre el mundo
Desde lo alto de una piedra, bajo tus ojos.
Sabré arrojarme sobre el lodo y el polvo
A recoger cualquier migaja que ofrezcas
Ya impotente desde mi cuerpo y mi sed
Ya declarado animal moral sin corazón.
En tanto esto no ocurra, me queda el tiempo
Masticar cada día el transito al final
Con la acongojada certeza de que será tarde
O será temprano, y que tendrá que estar bien.
No sé por qué quiere caminar el que gatea
No sé por qué una semilla quiere ser árbol
Y si Tu eres el responsable, no sé, en verdad
Por qué no nos descifras la finalidad.
Estamos de paso, saber que esto es mentira,
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 103
El verdadero terror: imaginar que no habrá juicio
Que todos los días no fueron más que espera
Recitando salmos en lo oscuro de la nave central.
La justicia no existe, todos tenemos razón
Y hasta el que calla peca, por doblez
Pues quien habla lo intenta, a su propia merced
Y los que asisten, todos, también rozan la verdad.
Dueño de la realidad, implicaste al dolor
Y luego nos enviaste al Hijo supremo – lo asesinamos ‐
Y cuando nos lo quitaste nos enviaste el consuelo,
El Espíritu, una vez más, para confundirnos.
De qué me valdría conocerte, si no sabré
Contar lo que vi, relatar lo que conocí?
Y qué es mi triunfo personal, si acaso
Yo amase tanto a alguien que quisiera decirlo?
Qué sentido llegar a Ti para nada más?
Qué objetivo extraño olvidarme de todos,
Puesto que una búsqueda así no es posible
Al amparo de una muchedumbre por compañía.
No son personas, no son hermanos míos, entonces
Sólo son piezas, obstáculos que habrá que vencer
Ignorándolos, dejándolos a su propia suerte
Reconocer en ellos mi propia soledad.
Será entonces que así los veré fuertes?
Y no como ahora, que sólo veo huesos podridos,
Estulticia e insensible capacidad de destrucción
De sí mismos, por odio a sus iguales.
Si para amar hay que amarse,
Para odiar habrá que odiarse,
Y Tu no hablas, te apareces en sueños
Y tu voz es como el viento entre las flores.
Libre albedrío, mi propia voluntad, mi historia,
En qué creer que no pueda yo mismo rebatir?
Si digo que lo he decidido yo, ya no dormir
No es acaso siguiendo tus mandatos, tu fin?
Lo que hago, lo permites o lo quieres
Lo mismo con los demás
Ayer y hoy
Siempre.
Dejémonos en paz un breve tiempo
Sabes que un año para mí es mucho
Prisma 104
Eres eterno, lo sabes todo, es mi ventaja
Sé que estoy condenado, pero creo que quiero.
Finalmente, tendrás razón, ya la tienes,
En mi ignorancia está mi burda alegría,
Creer que estimo a alguien, decirle cosas
Convencerme de lo que estoy a punto de perder.
Pues ya no veo ternura en las madres y sus hijos,
No siento nada ante los enfermos o los pobres,
No me irritan los doctos, ni los tontos,
La gente muere, sabes? Y puede que no me importe.
Pero he de volver, todos lo saben
Dado que vivo es porque quieres o lo permites,
Habré de descubrirlo, y será tarde, o temprano
Sabré lo que quieres, lo haré, soy buen instrumento.
También callaré, no haré preguntas, no contaré,
Más allá de la pérdida de mi fe, estaré firme
Como si creyese, como si me importase,
Hasta que arranque de mi cerebro lo que quieres.
No me atrevo a llamarte, por eso te escribo
Déjame así, en mi infierno personal
Mas cuando creas necesario, dame de beber
Que no sea por mí que otros decaigan.
Y ahora, con los hombros partidos
A seguir la marcha, que ya sea juego o ritual
Lo cierto es lo que está en mí, aquí dentro
Donde nace un puente al mundo que creaste.
Smarc
15/08/00
22:47
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 105
Incertezas
Prisma 106
Crítica de la razón impura
No, lo confieso, no sé escribir poemas de este tiempo. Es simple, mis nervios no me lo permiten. Es
tu responsabilidad. Pero no hablemos de esas cosas.
Mi nombre no es amor, sino amarte.
No digo lo impreciso con gestos,
No declamo.
Mi apellido no es caricia, sino tocarte.
Si no existieses sería más cómodo, pero no mejor. Todo sería más promiscuo, con jeringas,
hilillos de polvo y hierva. Más de todo, menos de nada.
Sos, vos, precisamente vos.
Mi nada, lo que no puedo explicar.
Mi todo es sencillo, el mundo y sus formas.
Mi nada sos vos, ese punto cruel intocable.
Eso que sólo puedo imaginar apenas,
Sin llegar nunca a la posesión, mi obsesión.
No sufro ante el imposible, mastico tu nombre
En esta tarde, en esa noche, en aquella madrugada
Sin arrepentirme nunca de toda la sangre y los dardos
Que guardas celosa en tu bolsón de sentimientos.
Me río, porque no es todo para mí. No sos mi todo.
Yo no voy a inventar el amor, ni voy a ser objeto de nada parecido. Simplemente no soy así.
Un poquito más tarde, cuando no haya definiciones, dejaré que algo de vos se derrame sobre mi
piel.
Como verás, no soy artista en su medida, pero soy un buen aprendedor. Me han gustado
ciertos momentos, tanto, que me he vuelto hacedor de momentos. Como sea, con lo que tenga,
sabré, lo juro, crear un momento preciso para vos primero, para nosotros después. Poetas y pintores
podrán establecerlo de mil maneras, pero ese instante real saldrá de mi piel, de mis ojos, de mis
entrañas, para estrellarse contra tu nombre.
Mi lugar es un punto diminuto en tu memoria
- imborrable, innegable, impredecible –
Mi sitio es un hueco en tu cuerpo
Y vos, no sos mi todo.
Smarc
26.02.00
14:55hs.
Treinta años
Durante treinta años permanecieron callados
Protestando en secreto, tramando el escape
Resistiendo estoicamente por aquel día que era vecino
En el que todo cambiaría por que ya nadie sería de silencio.
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 107
Y el aquel día llegó más bien temprano
Y a pesar de la sorpresa lo festivo cobró forma
Calles inundadas de risas antes no conocidas
Y toneladas de papel con la expresión de los callados.
Sin embargo, cuando cayó la noche, más temprano todavía
Una oscura sospecha acuchilló el cerebro de los ancianos
Antes que los demás vieron, supieron y sintieron
Que al igual que ayer, aunque ahora se podía, nada había que decir.
Mas es cierto
‐‐‐
Entre millones de dólares, lo mismo que millones de palabras
Me da igual cualquier manera en la que el sistema es un sistema
prestarme a ver lo que tienen, o lo que dicen, y lo que lloran
me agobia, pues en todo lo que veo no hay más que absurdo.
Por esto, imagino que no es real, lo cotidiano casi me insulta
Y, en cambio, cuando nadie está y no estoy presionado a ver
Todo es tan cierto, palpables las ausencias, lamibles los sonidos
La regla es una, no hay nadie ni nada, y así sí habita la verdad.
Puede que el mundo no sea una metáfora, sino al revés
Que en realidad no seamos los hijos no deseados de Dios
Que la vida honorable es un fin en sí misma sin premios celestiales
Y que todo el sufrimiento solo es fruto de un deseo reprimible.
El ano. Poema épico escrito por mí.
Esclavo de lo que dices, viva la libertad de los mudos!
Libre es el que pudiendo cambiar se fija más en ser feliz
Punto sumergible, testarudo debate respecto de lo inútil
‐‐‐
Habita en la mudez, tal como su enemiga
Su arma es la protección, antes que nada
Con ella de tu lado no tienes que temer a nadie
Ni a nada, sólo déjala entrar, ella se encargará.
Es dura y estricta, no conoce la piedad
Y es tenue y transparente, sin que te enteres
De ti hará un instrumento, más que letal
Uno que no mata, sino que quita toda vida.
Dulce como ninguna, exclusiva por definición
Jamás dejará que nadie entre en el circulo privado
De tu alma, pues cuando ella llega, siempre posesiva
No permite otra compañía que la de ella, en su certeza.
Prisma 108
No pide mucho, solo el tiempo que te queda, todos los días
Y aunque en las mañanas parece un poco más tenue
Y en la noche parece brillar con furia escandalosa
Es siempre la misma, toda seguridad, perforando tu carne.
Si cedes y te entregas, búscate una bandeja de oro
Arráncate el corazón y ofrece lo mejor que tienes
Pero antes, con toda humildad, llora
Es solo llanto, es solo tu vida, solo son tus cosas.
Póstrate, que ella es princesa, y busca ser reina
No la subestimes, que tu madera no da para tanto
Si te animas ignórala, pero no dejes de temerla
Que es amiga mía, y muchas veces fue mi guía.
Concédele la victoria, y te arrebatará toda paz
Con palabras escogidas te elevará en un altar
Completamente falso, objeto de pública burla serás
Y creyendo en lo heroico, la esclavitud será tu carné.
No lo sabrás, no te darás cuenta, pues la decisión
Ocurre, entre copas y agua fría, sin pensarlo mucho
Por impulsos eléctricos de los que no saben conspirar
Esos que creen que las cosas son sencillas.
Los días de antes
Hablar para acusar, no es hablar.
Hablar para juzgar, no es hablar.
Hablar para amar, para admirar, es también hablar...
sólo hablar.
No hablemos, si en hablar se basará nuestro entendimiento.
Si tuviera que explicarte, con palabras, qué de ti?
Si tuvieras que contarme, con palabras, qué sería yo?
Yo mejor te digo que las noches se reflejan en tu rostro,
y dicen de mí de todo, pero yo se leer en los gestos.
Smarc
25/04/00
Los días del asco
Hay una peste en la boca del estómago
Sin señales previas chorrean las ojeras
Y el dulce y pegajoso bálsamo del cariño
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 109
Se extingue y se vuelve ácido que calcina.
Clases diferentes, cuerpos diferentes
Igual necesidad, igual ansiedad
Dos almas que buscan compañía
Mientras una voz extranjera habla en la radio.
El más puro y bello de los narcisismos
El egoísmo confesado y defendido
A pesar de las banderas de la ininteligencia
La asnal tozudez del que creyó tener estilo.
La falla se disculpa, pero no se perdona
Cumplido los plazos los errores pesan
Y lo que en un principio fue sencillo fingir
Amanece ahora vestido con la premura del frágil.
En el escenario, hace tan poco lleno de oro y luz
Cubierto ahora de cenicientas escamas corroídas
Ya no existe otro vestuario que la desnudez primera
Mientras una voz extranjera habla en la t.v.
Los parientes inician el programado reclamo
El más anciano muere, el del medio enferma
Y el más joven se inicia en los ritos de alcoba
Y todo es novedad vacía en los días del asco.
En la izquierda las leyes primeras, las Antiguas
En la derecha la justicia, marciana espada
Y en el centro la paciencia del sacrificio
Mientras una voz extranjera habla en los periódicos.
Ella pensará – sentirá – en un tiempo más juntos
Y sucumbirá a la tentación de la melancolía
Desesperada ideará una rebelión inconsecuente
Y en su empresa derrotada creerá un par de días.
Él querrá pasar de cachorro a león joven
Y al dejar la breve sociedad de sus iguales
Comprenderá que lo que le rodea no es blanco
Y aturdido por el rojo permanecerá sin respuestas.
Yo no pido, entonces, que sepas lo que yo
Tan sólo, de momento, la virtud del ignorante
El respeto al más grande cuando la lluvia es de fuego
Y una voz extranjera señala los días del asco.
II
Lo que yo siento es muy sencillo
Como todo lo que no sé explicar
Prisma 110
Mis manos queriendo tocarte
Mi mente fija en tu memoria.
Quiero tocar el sol, y beberlo todo
Y aunque sé es solitaria empresa
Te quiero llevar conmigo a escondidas
Sujetar tu muñeca y obligarte al abrazo.
Ante el sueño perdido y recurrente
Del guerrero que venciendo a otro
Se vence a sí mismo y se da muerte
Quiero matarme y descubrir que a ti nací.
III
Estas cosas yo no diría, ni pensaría
Si tuviese tu sonrisa y tus gestos
La promesa cumplida y no dicha
De que hay tiempo, espacio y voluntad.
Fulminarme es mi cotidaneidad
Ofrecer los ojos diamantinos
Y cegarlos al filo de la hoja
Señal precisa de que no me importa
Lo que también me importa.
No es para mí lo que llaman procrear
Menos aún lo que definen recrear
Lo mío es una tenaza y un puñal
Tus piernas y tu boca, prisión y muerte.
IV
Te advierto a destiempo, por darte el gusto
Que por ti no pagaría una sola moneda
Que antes mi vida sería destruir el mundo
O construirlo de vuelta en un bostezo aislado.
Te diré, claramente para que lo repitas
A todo aquel que te roce o te desee
Oriente
Yo te quiero
Y quiero decírtelo
Y no te lo digo
Y sabés por qué.
Hace falta que diga lo que sos
Porque así se anuda el hilo
Pero no quiero esas cosas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 111
Me gusta así, aunque duela.
Todavía soy libre, lo logré
Muero por besarte ahora
Por tocarte, porque me toques
Depende de mí, de mí depende.
Todo lo que sé, lo sabés también
La única diferencia es que sé perder
No hablo de entrega, sino de tiempo
El que no quiero perder, el que pierdo.
No quiero que me acuses
Por eso no te tomo como quiero
Yo sé, como vos, que aunque te llames loba
No lo sos, nadie lo es, solo yo, solo yo.
A mí no me importa mi corazón
No me importa estrellarme
No me importa que me refrieguen
El orgullo es mierda entre los sabios.
Vendí mi vanidad, lo vendí todo
Para poder tomarlo todo
Y ahora que soy monje
Espero por alguien así.
Soy tan bueno y tan dulce
Solo porque, tan solo porque
He aceptado la posibilidad
De no ser más que un trapo para alguien.
Yo sé que puedo querer
A quién jamás se fijará en mí
Sé, que mi amor puede transformar
Sé, que al que transforme también mutará.
Busco lo que no es sencillo
Ese alguien que sepa
Que nada dura, ni nadie
Y así, permanecer.
Smarc
16.12.00
22:32
Tercera canción
Jugar a no nombrar, sin decirlo
y creer finalmente en tu nombre,
Prisma 112
como una fruta agusanada en los años
y aún así, quererte mía.
Saberte perdida por propia voluntad
entregada, humillada, derrotada,
y que me perfore la historia de tu noche
gritándome guijarros de impotencia.
No sabré llamarte, maldita sea,
no podré salvarte de los hombres
ya sin puentes ni escondites
no tengo nada más que ofrecerte.
Porque en tu entrega ajena me ofreces
al mundo, al pasado, al odio mismo mío
y así es abandono y decadencia
penumbra de lo que alcancé sin nadie.
Qué hacer contigo ahora?
Lamerte las horas de otras caricias?
Besarte el sexo como lo hicieron otros?
Olvidarte ya, imposiblemente, mi bien?
A qué estirar la agonía, si todo va.
No envidio tu alegría, no me duele tu pena.
Y no me importan mis palabras que
aunque te buscan, no son tuyas.
Ya no más.
Un intento
Traté de escribir una lágrima
Pero terminé despreciándome
Por intentarlo, por quererlo,
Por ser de este modo, río y lluvia.
Quiero hablar de mí, mucho tiempo
Y que en cada palabra se defina
Además de lo que soy,
Todo lo que serás.
A veces me engaño, con sorpresa
Y vivo como si mis deseos reales
Fueran una empresa de fácil realidad
Entonces sueño, y duele el despertar.
Y esta tarde probé. Me senté en una plaza. Lloré. Mucha gente se fijó en mí. Una vez hice lo
mismo en Roma, nadie se enteró. La cantidad, concluyo, es una variable tenaz.
Tu persona, tu país, tu historia
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 113
Esas cosas que se hablan, se piensan
Como si fueran importantes,
Cuando lo único importante es ...
La capacidad de fingir por mucho tiempo
La capacidad de comprender el tiempo
La capacidad de hallar inútil las cosas
La capacidad de no ser incapaz.
Esto es un diálogo sin fin
La obra eterna, la gran obra
Estulta, torpe, innegable
Manía griega por los garabatos.
Respiré profundo, suspiré hondo
Y al abrir los ojos con mi rabia
- propia, montaña, abismo, luz –
mi figura desapareció de todas las fotografías.
Y así, ya sin fotos, fui amable
Y en el día de elecciones voté
Y asistí a la fiesta de cumpleaños
Y devolví las llamadas.
A la madrugada vomité, riéndome
Por todo lo fácil y sencillo
Que había sido es trascender
En un corral de cuatro lados.
Smarc
01.07
00:45
Prisma 114
Índice de Prisma
Ella .................................................................................................................................... 3
Mi despedida, tu bienvenida .............................................................................................. 4
Todavía............................................................................................................................... 5
Blanca, fría y nívea ............................................................................................................ 6
Mi india .............................................................................................................................. 8
Polvo y velas .................................................................................................................... 10
La noche tras el asfalto..................................................................................................... 10
Para ti que eres mía .......................................................................................................... 11
Cuchillos bajo tierra ......................................................................................................... 12
No es más que nada.......................................................................................................... 14
Mientras contigo .............................................................................................................. 16
30 minutos........................................................................................................................ 17
Opus 35 ............................................................................................................................ 18
Loco en su visión ............................................................................................................. 20
Formas imprecisas............................................................................................................ 21
Haber sido, y seguir siendo .............................................................................................. 22
Onix.................................................................................................................................. 23
Aquel sentimiento ............................................................................................................ 25
La certeza fugaz ............................................................................................................... 26
Cosas de Acuario ............................................................................................................. 28
El juego ............................................................................................................................ 29
Mi y griega ....................................................................................................................... 30
Para recordarme ............................................................................................................... 31
La otra vez, contigo.......................................................................................................... 32
Algo que se va.................................................................................................................. 33
Ellos ............................................................................................................................... 35
Una limosna, por amor a... ............................................................................................... 36
El riel de medianoche....................................................................................................... 36
Lapsus .............................................................................................................................. 38
Saeta ................................................................................................................................. 38
Entre plazas y palomas..................................................................................................... 39
Un espejo.......................................................................................................................... 40
Abdemío........................................................................................................................... 41
No es más que dinero ....................................................................................................... 42
Rápido .............................................................................................................................. 43
El lugar............................................................................................................................. 43
El juicio ............................................................................................................................ 44
Mi final? ........................................................................................................................... 45
Negar, y olvidar las reglas................................................................................................ 45
Metal nocturno ................................................................................................................. 47
Los ejemplos .................................................................................................................... 47
Protesto sin pagaré ........................................................................................................... 48
El consejo ......................................................................................................................... 49
Ser, o dejar de serlo todo.................................................................................................. 51
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 115