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UN ESTUDIO RESUMIDO DEL SRIMAD BHAGAVATAM

PREFACIO

krsne sva dhamopagate


dharma jñanadibhih saha
kalau nasta drsam es
puranarko dhunoditah

"Este Bhagavata Purana es tan brillante como el Sol, y ha aparecido justamente después de la
partida del Señor Krsna hacia Su propia morada, acompañado por la religión, el
conocimiento, etc. Las personas que han perdido su visión debido a la densa oscuridad de la
ignorancia en la era de Kali, obtendrán la luz de este Purana." (S.B> 1.3.43)

El Srimad Bhagavatam fue hablado originalmente por el Señor Krsna a la primera entidad
creada en el universo, el Señor Brahma. La sucesión discipular del Madhva-gaudiya comienza
con el Señor Krsna y, en la última parte del Segundo Canto, encontramos los cuatro versos
originales hablados al Señor Brahma en el comienzo de la creación.

A su turno, Brahma lo habla a su hijo Narada y éste lo imparte a su discípulo Vyasadeva, la


encarnación literaria del Señor, quien escribió todos los Vedas para el beneficio de la
humanidad en esta era de Kali. Vyasadeva a su vez imparte este conocimiento a su hijo
Sukadeva Gosvami. Vyasadeva fue quien escribió el Srimad Bhagavatam hace 5000 años y comenzó
esta gran obra con el siguiente verso: om namo bhagavate vasudevaya janmady asya yatah "¡Oh
mi Señor Sri Krsna! Hijo de Vasudeva. ¡Oh Personalidad de Dios omnipenetrante! Ofrezco mis
más respetuosas reverencias a Ti de quien todo proviene."

El contenido principal del Srimad Bhagavatam es una conversación entre el gran sabio
Sukadeva Gosvami y el devoto puro, el rey Maharaja Pariksit. Esta parte comienza con el
Segundo Canto y continúa hasta el final del Canto Doce. El rey ha sido maldecido para que
muera en siete días y el sabio Sukadeva le aconseja que debe escuchar únicamente el Srimad
Bhagavatam. Por lo tanto, el rey Pariksit se sienta a la orilla del Yamuna y escucha el
Srimad Bhagavatam hasta el momento de su muerte. También se encuentran reunidos para
escuchar a Sukadeva otros sabios, ascetas, semidioses y grandes reyes. Entre todos los que
escuchaban a Sukadeva, estaba el gran sabio Suta Gosvami. Después de asimilar esta crema del
conocimiento védico, Suta Gosvami viajó al bosque de Naimisaranya, donde iluminó a los
sabios que se encontraban allí encabezados por Saunaka Rsi.

El conocimiento del Srimad Bhagavatam que imparte Suta Gosvami a los sabios de Naimisaraya
comienza con el Canto Primero. Mientras Suta Gosvami está narrando la historia del Señor
Krsna y Sus devotos, menciona coincidencialmente el nombre y las austeridades del gran
devoto Vidura. Los sabios saborearon este néctar y desearon escuchar aún más. Sin embargo,
el tema de Krsna-katha cambia y Suta Gosvami explica acerca de la aparición de Sukadeva
Gosvami y de cómo el hijo de Vyasadeva ilumina a Maharaja Pariksit acerca del servicio
devocional y de la creación de este mundo material. Todo el Segundo Canto es una explicación
de esta conversación. Al final del Segundo Canto los sabios, encabezados por Saunaka,
quisieron escuchar más acerca de Vidura, en especial acerca de su conversación con el sabio
Maitreya. Previamente, antes de abandonar este mundo material, el Señor Krsna habló acerca
del conocimiento trascendental a Maitreya Muni. Luego, Maitreya Muni se encontró con Vidura
y le habló el mismo conocimiento que le había impartido al Señor. Esta conversación
constituye el Tercer y Cuarto Cantos de esta gran literatura. De esta manera, todo el Srimad
Bhagavatam está contenido en doce cantos y su narrador principal es Sukadeva Gosvami.

El Srimad Bhagavatam ha sido transmitido en sucesión discipular hasta el


presente. Ha sido llamado la crema de la literatura védica o el Purana
inmaculado porque no contiene la mínima actividad fruitiva de especulación
mental. Por consiguiente, es aceptado como la más elevada de todas las
escrituras. Justamente hace 500 años apareció en este mundo material Sri Caitanya
Mahaprabhu, el gran apóstol del Srimad Bhagavatam. El era el Señor Krsna Mismo que vino a
desempeñar el papel de un gran devoto. Constantemente escuchaba y cantaba este Srimad
Bhagavatam, en especial el Canto Décimo, que tiene que ver con los pasatiempos del Señor
Krsna en Vrndavana, junto con Sus asociados más cercanos. De esta forma El reveló a la gente
de todos los tiempos el gran valor de estas escrituras. La sucesión discipular continuó
desde Sri Caitanya hasta nuestros días con Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Svami
Prabhupada, quien tradujo al inglés estas escrituras trascendentales. En el principio, el
Señor habló sólo cuatro versos a Brahma, pero cada miembro de la sucesión discipular va
añadiendo sus propias explicaciones, El Srimad Bhagavatam se ha convertido ahora en quince
volúmenes que abarcan 18.000 versos, y Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Svami Prabhupada
ha comentado estos versos utilizando el significado expresado por los acaryas anteriores. En
consecuencia, el Bhagavatam se ha expandido en un océano de néctar y ha inundado al mundo
entero con el amor de Dios.

Algunas veces cuando un niño llega al mar se siente asustado con su inmensidad. Parado en la
orilla, vacila en entrar al agua. Me he dado cuenta que nuestros niños miran las fotos de
Srila Prabhupada pero muy raramente leen los textos. Por lo tanto, he tomado una gota de
este gran océano que es el Srimad Bhagavatam y he creado este resúmen. No pretendo
reemplazar o exceder la traducción de Su Divina Gracia, por cuanto eso sería imposible. Así
como una gota de agua no puede satisfacer la sed de un hombre que está en el desierto, del
mismo modo este resumen no podrá satisfacer a un candidato que anhela la conciencia de
Krsna. Simplemente está dirigido a guiar a nuestros niños hacia el gran océano del Srimad
Bhagavatam traducido por Srila Prabhupada. Hasta donde fue posible este resumen ha sido
hecho utilizando las palabras exactas que están en los libros de Su Divina Gracia, así que
la potencia de la sucesión discipular ha permanecido. Sólo estoy tratando de actuar como un
loro repitiendo las palabras de mi Maestro Espiritual. Aunque este resumen ha sido escrito
por una persona de carácter dudoso, como contiene conocimiento que ha sido repetido de un
devoto puro, limpiará con toda seguridad el corazón de oro de los niños de este movimiento.
No merezco reconocimiento alguno por este estudio, por cuanto he orado pidiendo la ayuda de
los acaryas anteriores. Si hay algo de agradable en esta lectura, es debido únicamente a su
misericordia porque no tengo cualidades personales.

Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Svami Prabhupada partió de este mundo material después
de completar el Capítulo Trece del Canto Décimo. Este Canto ha sido resumido por Su Divina
Gracia en el libro "Krsna, la Suprema Personalidad de Dios." Por lo tanto, sólo se incluyen
en este estudio los primeros nueve Cantos. Esperamos que los niños de nuestro movimiento de
la Conciencia de Krsna disfruten de estos pasatiempos y los repitan para beneficio de todos.

Deseo ofrecer mis respetuosas obediencias a los pies de loto de mi Maestro Espiritual
instructor, Su Divina Gracia Kirtanananda Svami Bhaktipada, quien está tratando de arrastrar
a esta alma de poca voluntad de regreso al mundo espiritual con una caña de su misericordia,
o debo decir la misericordia de su caña. Ofrezco también mis respetuosas obediencias a los
pies de loto de mi Maestro Espiritual iniciador, Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Svami
Prabhupada, quien es indudablemente el más grande Maestro Espiritual que haya vivido. El fue
facultado para esparcir la Conciencia de Krsna por todo el mundo. Esta tarea no fue
realizada ni siquiera por el Mismo Sri Caitanya. Gracias a Dulal Candra das y a su buena
esposa, la madre Ragamathani devi dasi,por ayudarme a imprimir este resumen, así como a
Sundarakar das Adhikari, quien ayudó con la reproducción de las láminas del Srimad
Bhagavatam.

Hare Krsna
Día de la Desaparición de Srila Bhaktivinoda
21 de Junio de 1982
Colegio Nandagram
Comunidad de Nueva Vrndavana

LA HISTORIA DE AJAMILA
Después de contar el pasatiempo de Jada Bharata, Sukadeva Gosvami explicó el orden del
universo. Le habló a Maharaja Pariksit acerca de los planetas superiores, intermedios e
inferiores. Cuando Maharaja Pariksit escuchó los detalles de los planetas infernales, quiso
saber como pueden salvarse del infierno las entidades vivientes.

Sukadeva Gosvami le contestó diciendo: Solamente alguien que realiza servicio devocional
puro puede arrancar las semillas de las acciones pecaminosas. Aunque una persona no llegue a
comprender por completo a Krsna, aquél que se ha rendido a Sus pies de loto nunca verá a
Yamaraja o a sus mensajeros. A este respecto te contaré la historia de un brahmana llamado
Ajamila.

En la ciudad de Kanyakubja vivía un brahmana llamado Ajamila, quien se había dedicado a


estudiar todas las literaturas védicas. Tenía buen carácter, buen comportamiento y buenas
cualidades. Era muy puro y veraz. Estaba libre del falso prestigio, nunca hablaba tonterías
ni envidiaba a nadie.

Cierta vez, cumpliendo una orden de su padre, Ajamila fue al bosque a recoger frutas, flores
y hierba Kusa. En el camino a casa, vio a un sudra besando a una prostituta. El sudra
sonreía, cantaba y parecía estarse divirtiendo, como si su comportamiento fuera el correcto.
Tanto el sudra como la prostituta estaban borrachos. Cuando Ajamila vio así a la prostituta,
deseos lujuriosos brotaron en su corazón y debido a la ilusión no pudo controlarlos. Trató
de recordar la instrucciones de los sastras acerca de ni siquiera mirar a una mujer. Trató
de controlar sus sentidos con la ayuda de su conocimiento, pero fue incapaz de hacerlo y
sucumbió a la fuerza de Cupido, perdiendo toda su compostura. Comenzó a pensar únicamente en
la prostituta y al poco tiempo la hizo su criada.

Gastó toda la herencia que había recibido de su padre tratando de complacerla comprándole
regalos materiales. Ajamila abandonó entonces todas sus actividades brahmínicas y se dedicó
a satisfacerla. Cuando Ajamila cayó bajo su control, se dedicó a toda clase de actividades
pecaminosas en su compañía. Inclusive abandonó a su hermosa esposa, quien hacía parte de una
buena familia de brahmanas. Al caer de su vida espiritual, Ajamila comenzó a causarle
problemas a otros, arrestándolos, engañándolos y robándolos.
Así ganaba dinero para su esposa e hijos. El tiempo pasó y pronto Ajamila
cumplió 88 años.

El envejecido Ajamila tuvo diez hijos, el más joven de los cuales era un bebé llamado
Narayana. Como era el más pequeño era muy amado y consentido por sus padres. Debido a los
movimientos torpes y al hablar entrecortado del niño, Ajamila estaba muy apegado a él.
Cuando Ajamila comía o bebía, llamaba a su hijo para que lo acompañara. Puesto que estaba
tan ocupado con su pequeño, Ajamila no podía entender que la muerte estaba próxima.

Cuando llegó el momento de su muerte, el tonto de Ajamila vio a tres personas horribles con
caras amenazadoras que tenían cuerdas en sus manos y venían para llevárselo a la morada de
Yamaraja. Debido al apego por su hijo, Ajamila comenzó a llamarlo a gritos pronunciando su
nombre. De una forma u otra al momento de su muerte Ajamila cantó el santo nombre del Señor
Narayana.

En ese momento, los mensajeros del Señor Visnu, los Visnudutas acudieron al sitio cuando
escucharon el santo nombre del Señor. El agonizante Ajamila había cantado sin ofensas el
nombre del Señor porque estaba en completa ansiedad.

Los mensajeros de Yamaraja estaban arrebatando el alma del centro del corazón de Ajamila.
Cumpliendo las órdenes del Señor Visnu, los Visnudutas impidieron que lo hicieran. Los
Yamadutas estaban muy sorprendidos de ver a estas personas tan bellas y quisieron saber
quiénes eran y por qué no permitían que ellos se llevaran al pecaminoso Ayamila. Los
Visnudutas dijeron: "Ajamila ya ha expiado todas sus reacciones pecaminosas. El ha
compensado todos sus pecados, los de esta vida y los de millones de vidas, porque estando en
una situación desesperada cantó el santo nombre del Señor Narayana. En el momento de su
muerte este Ajamila ha cantado sin ofensas el santo nombre del Señor, por lo tanto, ¡Oh
sirvientes de Yamaraja! Ustedes no se lo pueden llevar a su maestro para que lo castigué en
el infierno."

Después de hablar acerca de las glorias de los santos nombres, los mensajeros del Señor
Visnu liberaron al brahmana Ajamila de las ataduras de los Yamadutas. Cuando Ajamila se
sintió liberado de los lazos de los sirvientes de Yamaraja ya no tuvo temor. Recobró sus
sentidos y ofreció obediencias a los Visnudutas. Cuando ellos vieron que Ajamila quería
decir algo desaparecieron de su presencia.

Sukadeva Gosvami dijo: Ajamila alcanzó la perfección por escuchar la conversación sostenida
entre los Visnudutas y los Yamadutas.Entonces pudo recordar sus actividades pecaminosas
pasadas y lamentó haberlas realizado. Ajamila dijo: "He aquí que por haberme dedicado a
servir a mis sentidos me encuentro tan degradado. Caí de mi servicio devocional anterior,
pero tuve la oportunidad de cantar el santo nombre del Señor Visnu en el momento de mi
muerte. He sido una persona tan pecaminosa, sin embargo, al tener otra oportunidad me
dedicaré por completo a controlar mis sentidos.

Deberé ocuparme siempre en el servicio devocional para no volver a caer de nuevo en la vida
material. Por ser un alma tan caída me convertí en un perro bailarín guiado por la mano de
una mujer.
Ahora abandonaré todos mis deseos materiales y me liberaré de la ilusión. Me convertiré en
un amigo bondadoso y bienqueriente de todas las entidades
vivientes y me absorberé en la Conciencia de Krsna."

Liberado así de toda atracción material, Ajamila partió para Hardwar. Allí se alojó en un
templo del Señor Visnu. Se dedicó a controlar sus sentidos y a ocupar su mente en el
servicio del Señor. Cuando la mente de Ajamila estaba fija en la forma del Señor, los
Visnudutas volvieron a aparecer delante de él. Cayendo ante ellos les ofreció sus
obediencias. Luego de ver a los Visnudutas, Ajamila abandonó su cuerpo material en Hardwar,
recuperando su cuerpo espiritual original y después subió a un aeroplano de oro. Ahora
estaba en compañía de los Visnudutas. Atravesando el cielo fue directamente a la morada del
Señor Visnu, el esposo de la diosa de la fortuna.

Sukadeva Gosvami dijo: Mientras sufría en el momento de su muerte, Ajamila cantó el santo
nombre del Señor, y aunque él estaba llamando a su hijo, él regresó a casa, de vuelta al
Señor. Por lo tanto, si uno canta con fe y sin ofensas el santo nombre del Señor, no existe
la menor duda de que uno regresará a Dios. Esta historia tiene el poder de matar todas las
reacciones pecaminosas y aquél que la escucha o describe con fe y devoción ya no estará
condenado a ver la vida infernal. Ciertamente, los Yamadutas no se acercarán ni siquiera a
mirarlo. Después de abandonar su cuerpo, él también regresará a casa, de vuelta a Dios,
donde será recibido con afecto.

Termina así el Resumen de los Capítulos 1 a 3, del sexto Canto del Srimad
Bhagavatam, titulados "La Historia de Ajamila."

LA HISTORIA DE PRAJAPATI DAKSA

Hubo una vez un rey llamado Pracinabarhi. Su deseo era adorar a los semidioses para obtener
ganancias materiales. El envió a sus diez hijos al bosque para que se dedicaran a la
autorrealización. Lleno de compasión por el Rey Pracinabarhi, Narada Muni le aconsejó que
dejara de adorar a los semidioses. Le contó al rey la historia del Rey Puranjana, que en
realidad era la misma del Rey Pracinabarhi pero contada de otra forma. Pracinabarhi
comprendió lo que Narada esta diciendo e inmediatamente partió hacia el bosque para adorar
al Señor Visnu. Pracinabarhi se marchó tan rápido que ni siquiera esperó que sus hijos, los
Pracetas, volvieran del bosque.

Los Pracetas habían estado meditando debajo del agua durante diez años. Cuando salieron del
agua vieron que la tierra estaba llena de árboles. Al ver esto se enfurecieron con los
árboles y para quemarlos hasta convertirlos en cenizas, los Pracetas crearon el fuego y el
viento y los hicieron salir de su boca. Viendo como se quemaban los árboles, el Rey de los
árboles y la luna, Soma, les pidió que se detuvieran, diciéndoles: "La Suprema Personalidad
de Dios, el Señor Hari, ha creado los árboles. Por lo tanto, no hay necesidad de continuar
quemándolos. Dejen que los árboles que quedan vivan felices. Realmente ustedes debieran
sentirse muy felices porque hay una hermosa muchacha llamada Marisa, que fue criada por los
árboles como si fuera su hija. Ustedes deben aceptarla como esposa."

Más tarde los Pracetas se casaron con Marisa de acuerdo con las leyes religiosas. Procrearon
un hijo llamado Daksa y quien pobló los tres mundos con entidades vivientes. Daksa creó con
su mente toda clase de semidioses, demonios, seres humanos, pájaros, bestias, etc. Cuando
Daksa ya no pudo crear apropiadamente más entidades vivientes, entonces se retiró a las
montañas a realizar austeridades, para complacer a la Suprema Personalidad de Dios.

Aunque él estaba adorando al Supremo para satisfacer sus propios deseos, especialmente los
de tener una vida sexual ilimitada. El adoró al Señor con las oraciones Hamsa-guhya. El
señor se sintió complacido con estas oraciones y apareció ante Daksa en el lomo de Garuda,
en Su forma de ocho brazos, sosteniendo el disco,la caracola, la espada, el escudo, la
flecha, el arco, la cuerda y el mazo. Sus ropas eran amarillas y Su cuerpo azuloso. En su
pecho estaba la gema Kaustubha y las marcas Srivatsa. Sus orejas estaban decoradas con
aretes como tiburones.

Narada, Indra, los Gandharvas, los Siddhas y los Caranas acompañaban al Señor, rodeándolo y
ofreciéndole sus mejores oraciones.

Cuando Daksa vio la forma del Señor cayó al suelo, sintiéndose asustado al principio, pero
luego estaba muy complacido de ver al Señor. Daksa no pudo decir nada sino que permaneció
tendido en el suelo. Cuando el Señor vio a su devoto postrado a sus pies, le dijo: "¡Oh el
más afortunado Daksa! Porque has tenido mucha fe en Mí has alcanzado el supremo éxtasis
devocional, tu vida es ahora próspera y has alcanzado la perfección. ¡Oh mi querido Daksa!
Prajapati Pancajana tiene una hija llamada Asikni, a quien te ofrezco para que la aceptes
como tu esposa. Darás vida a cientos de miles de hijos."

No debemos pensar que Daksa estaba siendo favorecido por el señor para que tuviera una vida
sexual ilimitada. Más tarde veremos que Daksa cometió una ofensa a los pies de loto de
Narada debido a este apego. También debemos entender que esta destreza no se le ofrece a los
devotos avanzados quienes están libres del deseo material.

Sukadeva Gosvami continuó diciéndole a Maharaja Pariksit: Después de que el creador del
universo, la Suprema Personalidad de Dios, Hari, habló de esta forma, desapareció, como si
todo se hubiera tratado de un sueño.

Luego Prajapati Daksa procreó diez mil hijos en el útero de Asikni. Ellos son conocidos como
los Haryasvas. Todos los hijos de Daksa eran gentiles y obedientes con sus padres cuando
éste les ordenó que engendraran hijos, todos se marcharon hacia el occidente. En esa
dirección donde el Río Sindhu se encuentra con el mar, existe un gran lugar de peregrinaje
conocido como Narayana-saras. Allí viven muchos sabios y devotos avanzados. En ese lugar
sagrado los Haryasvas comenzaron a tocar regularmente las aguas del lago y a bañarse en
ellas. Poco a poco se fueron purificando, sintiéndose inclinados hacia las actividades de
los paramahamsas. Sin embargo, como su padre les había ordenado que aumentaran la población,
comenzaron a realizar austeridades para satisfacer sus deseos.

Cierto día el gran sabio Narada vio a todos aquellos muchachos realizando austeridades y
misericordiosamente se acercó a ellos y les explicó que la causa de las ataduras en este
mundo material era la atracción entre el hombre y la mujer. Esto conduce a las actividades
fruitivas que hacen que la entidad viviente olvide que el tiempo eterno lo matará; luego les
explicó que su padre verdadero es aquél que instruye acerca de la vida espiritual, los
sastras y el Maestro Espiritual. Por lo tanto, el padre que instruye a sus hijos para que se
ocupen en las actividades materiales, no es el verdadero padre.

Después de escuchar las instrucciones de Narada, los Haryasvas se quedaron convencidos con
sus palabras y rechazaron las órdenes de su padre material y siguieron el sendero por el
cual nunca se regresa al mundo material.

Sukadeva Gosvami dijo: Después de liberar a los Haryasvas, Narada Muni continuó viajando por
todo el sistema planetario, con su mente fija en los pies de loto del señor. El fijó su
mente en el Señor Krsna, cantando Hare Krsna, Hare Krsna, Krsna Krsna, Hare Hare, Hare Rama,
Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare.

Al seguir las instrucciones de Narada, los Haryasvas desobedecieron las órdenes de su padre.
Cuando Daksa escuchó la noticia que Narada Muni le trajo, comenzó a lamentarse. Cuando
prajapati Daksa se estaba lamentando por sus hijos perdidos, el Señor Brahma lo tranquilizó
dándole instrucciones. Luego, Daksa procreó 1000 hijos más en el útero de su esposa
Pancajani. Esta vez sus hijos fueron conocidos como los Savalasvas. De nuevo su padre les
ordenó engendrar hijos y ellos se marcharon al mismo sitio en donde sus hermanos habían
alcanzado la perfección. En Narayana- sanas se bañaron en las aguas sagradas.

Al tocar las aguas se limpiaron de todas las cosas materiales que habían en su corazón.
Ellos cantaron mantras, comenzando con el OMKARA y se sometieron a severas austeridades.
Durante algunos meses sólo tomaron agua y comieron aire.

Cuando Narada Muni vio las austeridades que realizaban los Savalasvas para procrear niños,
se acercó a ellos y les dijo las mismas palabras que había pronunciado a sus hermanos
mayores. Así: "¡Oh hijos de Daksa! Por favor escuchen atentamente mis palabras. Ustedes
quieren mucho a sus hermanos mayores, por lo tanto deben seguir su mismo camino."

Después de escuchar las palabras de Narada Muni, los hijos de Daksa siguieron a sus hermanos
mayores y decidieron ocuparse en la Conciencia de Krsna. Los Savalasvas tomaron el camino
correcto, tal como las noches que se van hacia el occidente no regresan jamás.

Cuando Daksa escuchó que los Savalasvas también habían abandonado este mundo material para
ocuparse en el servicio devocional, se enfureció con Narada. Cuando Daksa se encontró con
Narada sus labios comenzaron a temblar por la ira y habló de la siguiente manera: "¡Ay!
Narada Muni, tu vistes ropas de persona santa, pero no lo eres. Ciertamente aunque soy
grhastha soy una persona santa. Al mostrarle a mis hijos el camino del sannyasa, has
cometido una gran injusticia. Mis hijos no están libres de todas sus obligaciones. Todavía
tienen deberes que cumplir con las personas santas, los semidioses y su padre. Has cometido
violencia contra entidades vivientes. Proclamas que eres un asociado del Señor, pero eres un
descarado y no mereces compasión. ¿No sientes vergüenza de hacerte pasar por un devoto?"

Daksa continuó diciendo: "El disfrute material es verdaderamente la causa de toda nuestra
infelicidad, pero uno no puede abandonarlo hasta que no ha experimentado cuanto sufrimiento
hay en él. Luego, sin ninguna ayuda, uno puede sentir disgusto por ese disfrute material.
Aquellos cuyas mentes cambian por escuchar a un devoto, no son tan renunciantes como
aquellos que tienen experiencia personal. Me has hecho perder todos mis hijos y, por
consiguiente, eres un sinverguenza. Tú debes viajar por todo el universo, pero yo te maldigo
y no podrás residir en ninguna parte."

Cuando Narada Muni escuchó la maldición, contestó: "Sí, todo lo que has dicho es cierto y yo
acepto esta maldición." El, a su vez, pudo haber maldecido a Daksa, pero como es un sadhu
tolerante y misericordioso no lo hizo.

Uno se puede preguntar por qué Narada Muni permaneció en presencia de Daksa escuchando esta
blasfemia. La respuesta es que Narada Muni deseaba liberar a Daksa porque él era un hombre
piadoso. Por lo tanto, Narada esperaba que después de haber lanzado su maldición, Daksa se
arrepintiera de su comportamiento. Al volverse humilde, Daksa tendría la oportunidad de
convertirse en un Vaisnava.

Y así sucedió. Daksa se tornó humilde y cayó a los pies de loto de Narada y le pidió que lo
perdonara. Después de este incidente el Señor Brahma le pidió a Daksa que engendrara más
hijos. Entonces procreó 60.000 mujeres en el vientre de Asikni. Tuvo mucho cuidado de no
tener hijos varones para que Narada no los convirtiera en sannyasis.
Termina así el Resumen de los Capítulos 4 a 6 del Sexto Canto, del Srimad Bhagavatam,
titulados "La historia de Prajapati Daksa."

LA HISTORIA DE VRTRASURA

Primera Parte - Indra ofende a Brhaspati

Después de contar la historia de Narada y Daksa, Sukadeva Gosvami comenzó a hablar a


Maharaja Pariksit acerca de los descendientes de las hijas de Daksa: Una de las
descendientes de Daksa llamada Racana estaba casada con Tvasta y tuvieron un hijo llamado
Visvarupa. Los semidioses lo aceptaron como su Maestro Espiritual. Cuando Maharaja Pariksit
escuchó esto, quiso saber cómo los semidioses habían perdido a su Maestro Espiritual
Brhaspati y aceptado a Visvarupa.

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Rey! Cierta vez el rey del cielo, Indra, estaba sentado en su
trono junto con su esposa Sacidevi, y lo rodeaban diferentes semidioses, tales como los
Maruts, Vasus, Siddhas, Caranas, Gandharvas y personas santas. Todos lo estaban glorificando
y ofreciéndole sus servicios. En ese momento, Brhaspati, el Maestro Espiritual de Indra,
llegó a la reunión. Cuando Indra vio a su Maestro Espiritual ante él, no se levantó para
saludarlo ni le ofreció ninguna clase de bienvenida. Brhaspati pudo darse cuenta que Indra
estaba muy inflado con su opulencia material. Aunque pudo maldecirlo no lo hizo, y, en
cambio, abandonó la reunión y en silencio regresó a su casa.

Entonces Indra entendió inmediatamente su error, y se condenó al mismo en presencia de todos


los que estaban reunidos. El Rey Indra dijo: "¡Ay! He insultado a mi Maestro Espiritual.
Ahora debo tocar sus pies de loto y ofrecerle mis obediencias para satisfacerlo."

Cuando Brhaspati comprendió que Indra lo estaba buscando, se volvió invisible y abandonó la
casa. Aunque Indra lo buscó por todas partes no pudo encontrarlo. Indra pensó: "¡Ay! Mi
Maestro Espiritual está descontento conmigo y ahora no hay forma de que yo pueda alcanzar la
buena fortuna." Aunque Indra estaba rodeado de una corte de semidioses, no podía encontrar
la paz en su mente.

Al escuchar el estado del Rey Indra, los demonios siguieron las instrucciones de su guru
Sukracharya; consiguieron armas para todos y declararon la guerra a los semidioses. Cuando
los demonios los atacaron, hirieron las cabezas, muslos y brazos de los semidioses con sus
flechas penetrantes. Los semidioses al ver lo que estaba pasando se refugiaron de inmediato
en el Señor Brahma, pidiéndole humildemente sus instrucciones. El Señor Brahma dijo:
"Ustedes fueron vencidos por los demonios porque no recibieron con propiedad a su Maestro
Espiritual Brhaspati. Por su devoción a Sukracharya, ellos se han fortalecido tanto que
pueden apoderarse hasta de mi morada. ¡Oh semidioses! Les aconsejo que se aproximen a
Visvarupa, el hijo de Tvasta y lo acepten como su guru. Satisfecho por su adoración, él les
concederá todos sus deseos, aunque él los ayude, ustedes deben tolerar su inclinación por
los demonios."

Después de escuchar al Señor Brahma los semidioses se acercaron a Visvarupa y lo abrazaron.


Los semidioses dijeron: "Como tienes conocimiento absoluto del Brahman Supremo, eres el
Maestro Espiritual de todas las órdenes de vida. Y aunque seas más joven que nosotros te
aceptamos como a nuestro maestro Espiritual. Por tu poder y gracia podremos vencer a los
enemigos que nos han conquistado." Visvarupa contestó: "Todos ustedes son mis superiores y
yo no puedo negarme a sus peticiones por pequeñas que sean. Yo obedeceré sus órdenes
dedicándoles mi vida y mis posesiones."

La opulencia de los demonios estaba protegida por el poder de Sukracharya. Por lo tanto,
Visvarupa compuso una oración protectora llamada narayana- Kavaca. Con este mantra, él
desapareció toda la opulencia de los demonios y luego se la entregó al rey del cielo.
Después Visvarupa recitó la oración Narayana-kavaca y le dijo a Indra: "¡Oh Indra! Esta arma
mística relacionada con el Señor Narayana ha sido recitada por mí para ti. Al colocarte esta
cubierta protectora, podrás conquistar a los líderes de los demonios."
De esta manera, el Rey Indra recibió de Visvarupa la oración para protegerse. Después de
conquistar a los demonios, él pudo disfrutar de todas las opulencias de los tres mundos.

Segunda Parte - La aparición de Vrtrasura.

Sukadeva Gosvami dijo: Así, por la misericordia del Señor Brahma, Visvarupa se convirtió en
el sacerdote de los semidioses. Visvarupa tenía tres cabezas. Una la utilizaba para tomar la
bebida soma-rasa, la otra para beber vino y la tercera para comer. Los semidioses estaban
emparentados con Visvarupa por el lado de su padre. Por lo tanto, Visvarupa ofreció
mantequilla clarificada en el fuego mientras cantaba los mantras. Cantó muy alto estos
mantras y ofreció a cada semidiós la participación que le correspondía. Algunas veces, sin
que los semidioses lo supieran, él hacía ofrendas a los demonios con quienes también estaba
emparentado por parte de madre.

Cierta vez, el Rey del cielo Indra comprendió que Visvarupa estaba engañando secretamente a
los semidioses al ofrecer sacrificios a los demonios. Indra se enfureció y cortó las tres
cabezas de Visvarupa. Aunque él era tan poderoso que podía anular las acciones pecaminosas
por matar a un brahmana, esta vez no lo hizo. El aceptó el peso de estas reacciones con sus
manos juntas. Sufrió durante un año y para purificarse distribuyó las reacciones por este
asesinato pecaminoso entre la tierra, el agua, los árboles y las mujeres. Porque la tierra
aceptó una cuarta parte de las reacciones, existen tantos desiertos en su superficie. los
árboles aceptaron una cuarta parte de las reacciones, por lo tanto, la savia fluyó de ellos.
Las mujeres y el agua aceptaron respectivamente una cuarta parte de las reacciones. En
consecuencia, hay burbujas y espumas en el agua. Cuando uno recoge agua, se debe evitar esta
clase de agua contaminada.

Después que Visvarupa fue asesinado, su padre Tvasta comenzó a realizar sacrificios para
matar a Indra. Mientras hacía las ofrendas en el fuego del sacrificio, él cantaba mantras.
El deseaba un enemigo que pudiera matar a Indra, pero cantó incorrectamente los mantras. Por
lo tanto, consiguió un enemigo que sería asesinado por Indra.

Más tarde, del lado sur del fuego del sacrificio salió una personalidad aterradora, quien
parecía ser el destructor de toda la creación. El cuerpo del demonio era alto y negruzco, y
crecía cada día más. El vello del cuerpo del demonio era como el cobre fundido. Sus ojos
eran penetrantes como el Sol del mediodía. Cantando y bailando muy fuerte hizo temblar la
tierra entera. Parecía lamer con su lengua las estrellas del cielo y comerse todo el
universo con sus dientes afilados. Al ver a este demonio todo el mundo corría aterrorizado
de un lado para otro. Este demonio tan feroz cubrió todos los sistemas planetarios con su
austeridad; por consiguiente, se llamó Vrtra o aquel que lo cubre todo.

Los semidioses se sintieron amenazados por la presencia de Vrtrasura y lo atacaron con sus
soldados. Los semidioses disparaban flechas y otras armas, pero Vrtrasura se las comía
todas. Cuando vieron la fortaleza del demonio, los semidioses se sintieron muy frustrados y
perdieron su entereza. Llenos de asombro, los semidioses se reunieron para orar a la Suprema
Personalidad de Dios, Narayana. Cuando le ofrecieron sus oraciones, el Señor Supremo Hari se
apareció primero en sus corazones y luego delante de ellos. Al ver al Señor Supremo
sonriendo, con ojos como los pétalos de una flor de loto, se sintieron sobrecogidos por la
felicidad. Cayeron a Sus pies como varas ofreciendo dandavats. Luego los semidioses
ofrecieron sus mejores oraciones para complacer a la Suprema Personalidad de Dios.

El Señor Narayana se sintió complacido con estas plegarias y dirigiéndose a Indra le dijo:
"¡Oh Indra! Toda la buena fortuna sea contigo. Te aconsejo que te acerques al gran santo
Dadhici. El es muy avanzado en conocimiento y austeridades, y su cuerpo es muy fuerte. Ve
pronto con él y pídele su cuerpo. Cuando Dadhici te entregue su cuerpo, Visvakarma preparará
un trueno con sus huesos. Este trueno matará ciertamente a Vrtrasura, y con mi fuerza
espiritual, tu recuperarás tu poder, las armas y la riqueza. Aunque Vrtrasura puede destruir
los tres mundos, no tengas miedo de que pueda herirte. El también es un devoto y nunca
sentirá envidia de ti."
Tercera Parte -La batalla entre los semidioses y Vrtrasura

Sukadeva Gosvami dijo: Después de instruir a Indra de esta manera, el Señor Supremo Hari
desapareció de la vista de los semidioses. Siguiendo las instrucciones del Señor, los
semidioses se acercaron a Dadhici. Dadhici era muy generoso y cuando Indra le rogó que
entregara su cuerpo a los semidioses, el aceptó inmediatamente. Sin embargo, sólo para
escuchar sus instrucciones religiosas, él sonrió y comenzó a hablar graciosamente diciendo:
¡Oh elevados semidioses! En el momento de la muerte un dolor terrible e insoportable se
lleva la conciencia de aquellos que hemos aceptado un cuerpo material. ¿No saben ustedes
algo acerca de este dolor?" Los semidioses contestaron: "¡Oh brahmana! Las personas
piadosas como tú son muy amables y afectuosas con la gente en general. ¿Qué pueden hacer
tales almas para beneficiar a los demás? Ellos pueden darlo todo, inclusive sus cuerpos." El
gran sabio replicó: "Acepto su petición. Ahora, aunque este cuerpo es muy querido para mí,
debo abandonarlo para que cumpla con sus propósitos. Yo sé que este cuerpo me dejará hoy o
mañana. ¡Oh semidioses! Aquél que no sacrifica su cuerpo por las causas elevadas de la
religión es ciertamente digno de compasión. Este cuerpo que será comido por los chacales y
los perros después de la muerte, no le está haciendo ningún bien a mi alma espiritual. Se
puede usar solo por un corto tiempo. El cuerpo y sus posesiones deben ocuparse en beneficio
de otros."

Luego, Dadhici Muni se colocó a los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios y
abandonó su cuerpo material burdo.

Después, el Rey Indra tomó el rayo que Visvakarma había hecho con los huesos de Dadhici y
llevando esta poderosa arma subió en el lomo de su portador Airavata. Estaba rodeado de
todos los semidioses y se veía muy hermoso. Los tres mundos se sintieron muy complacidos
cuando él partió a matar a Vrtrasura.

Tiempo después, al final de Satya-yuga y comienzo de Treta-yuga se desarrolló una guerra


feroz entre los semidioses y los demonios en la ribera del Narmada. Miles de demonios
resistieron a los ejércitos de Indra. Estos demonios invencibles vestían ornamentos de oro y
acosaban a los semidioses con armas tales como mazos, flechas, dardos y lanzas, cubriéndolos
casi por completo y, sin embargo, muchas de sus armas no alcanzaban a los semidioses. Cuando
éstos comenzaron a destruir sus armas, los demonios empezaron a arrojarles picos de
montañas, árboles y piedras, pero los semidioses eran tan poderosos que también destrozaron
todas estas armas. Cuando los demonios vieron que no podían herir a los semidioses,
sintieron mucho miedo y abandonando a su líder, huyeron aterrorizados de su enemigo.

Cuando Vrtrasura vio a sus ejércitos derrotados y a todos los grandes héroes demoníacos que
huían presa del terror, sonrió y habló así: "¡Por favor escúchenme y no huyan! Todas las
entidades vivientes que han tomado nacimiento en este mundo deben morir. Nadie se ha salvado
de la muerte. Si uno puede alcanzar la elevación a los planetas superiores, qué hombre no
aceptará esa muerte tan gloriosa. Existen dos formas de lograr una muerte gloriosa. La una
es morir absorto en pensamientos hacía la Suprema Personalidad de Dios; la otra es en el
campo de batalla, comandando a su ejército y no huyendo."

Vrtrasura aconsejó de esta manera a los comandantes de los demonios, pero éstos estaban tan
perturbados por el miedo que no pudieron aceptar sus palabras. Los semidioses aprovecharon
esta oportunidad y atacaron el ejército de los demonios por la retaguardia. Los soldados
demoníacos salieron corriendo en todas las direcciones . Al ver el estado de su ejército,
Vrtrasura se sintió muy ofendido. Incapaz de tolerar tal derrota, se detuvo y habló
enfurecido: "¡Oh semidioses! Estos soldados demoníacos no saben para que han nacido.
Ciertamente han salido de sus madres como el excremento. ¿Cuál es el beneficio de matar a
tales enemigos por la espalda mientras corren llenos de miedo? Alguien que se considera un
héroe no debe matar a un enemigo que está temeroso de perder la vida, tal matanza nunca es
gloriosa. ¡Oh insignificantes semidioses! Si ustedes realmente tienen fe en su heroísmo, por
favor párense frente a mí solo un momento."

Vrtrasura aterrorizó a los semidioses con su cuerpo bien formado y cuando rugió, casi todas
las entidades vivientes se desmayaron. Cuando los semidioses escucharon el rugido de
Vrtrasura cayeron al suelo sin aliento. Mientras tenían los ojos cerrados por el miedo,
Vrtrasura tomó su tridente y pisoteó a los semidioses que estaban en el suelo. Al ver esto
Indra ya no pudo tolerar más y lanzó contra el gran demonio uno de sus mazos, los cuales
eran muy difíciles de vencer. Sin embargo, Vrtrasura lo tomó fácilmente con su mano
izquierda y luego golpeó la cabeza del elefante de Indra. Los soldados de los dos bandos lo
glorificaron por esta proeza. Al ser golpeado por el mazo de Vrtrasura, el elefante Airavata
fue lanzado catorce yardas hacia atrás. Con gran angustia y escupiendo sangre, el elefante
cayó manteniendo a Indra sobre su lomo. Indra tocó al elefante con un néctar producido por
su mano y que alivió el dolor del animal y le curó todas sus impurezas. El elefante e Indra
se pararon silenciosos.

Vrtrasura habló así al rey del cielo pensando en sus actividades pecaminosas: "Es debido a
mi buena fortuna que ahora tengo parado frente a mí a quien mató a mi hermano. ¡Oh el más
abominable! Cuando yo atraviese tu corazón de piedra con mi tridente me liberaré de la deuda
que tengo con mi hermano. Tú eres cruel por naturaleza. Si los otros semidioses te siguen y
me atacan con sus armas, les cortaré la cabeza con mi tridente. Pero si en esta batalla me
cortas la cabeza con tu rayo, me será placentero ofrecer mi cuerpo a los buitres. ¡Oh Indra!
Puesto que yo, tu enemigo, estoy parado frente a ti, ¿por qué no me lanzas tu rayo? Este
rayo que llevas para matarme ha sido hecho con el poder del Señor Visnu. Por lo tanto, sin
duda que me matará cuando lo lances. El Señor Visnu está de tu parte, así que tu victoria,
opulencia y buenas cualidades están aseguradas. Al fijar mi mente en los pies de loto del
Señor alcanzaré el mismo destino de los grandes sabios como Narada Muni." Luego Vrtrasura
pensó en el Señor Visnu y oró así: ¡"Oh mi Señor! ¡Oh Suprema Personalidad de Dios! ¿Cuándo
seré un sirviente de tus sirvientes! ¡Oh Señor de mi vida! Debo ponerme de nuevo al servicio
de ellos para que mi mente siempre esté pensando en sus cualidades, mis palabras los
glorifiquen y mi cuerpo se ocupe en el servicio amoroso de Su Señoría? ¡Oh el Señor de los
ojos de loto! Así como los pichones siempre esperan el regreso de la madre para que los
alimente, y los terneros amarrados con lazo aguardan con ansiedad el momento del ordeño, y
una esposa solitaria espera el regreso de su esposo, yo también anhelo la oportunidad de
ofrecerte mi servicio directo. Mi apego a mi cuerpo, mi esposa y mi hogar se debe al hechizo
de Tu energía ilusoria, pero deseo abandonar este apego muy pronto. Permite que mi mente, mi
conciencia y todo lo que tengo se apeguen a Ti.

Cuarta Parte -La gloriosa muerte de Vrtrasura

Sukadeva Gosvami dijo: Deseando abandonar su cuerpo, Vrtrasura consideró que la muerte era
mejor que la victoria. Tomó su tridente y con una fuerza enorme atacó a Indra y rugió muy
alto diciendo: "¡Oh pecador! Entonces yo te mataré." Cuando el tridente de Vrtrasura voló
por el aire semejaba un brillante meteoro. Aunque era muy difícil mirarlo, Indra lo volvió
pedazos con su rayo. Al mismo tiempo arrancó uno de los brazos de Vrtrasura, que era tan
grueso como el cuerpo de Vasuki. Vrtrasura enfurecido golpeó a Indra en la mandíbula con un
mazo de hierro. Con el golpe Indra perdió su rayo. Los semidioses gritaron: "¡Ay! ¡Ay!"
Indra cayó derrotado y avergonzado, pero Vrtrasura lo alentó diciéndole: "Toma tu rayo y
mata a tu enemigo. Nadie está seguro de ser siempre victorioso excepto la Suprema
personalidad de Dios. Por ser Sus sirvientes algunas veces somos ganadores y otras
perdedores. No controlamos estas cosas. ¡Oh mi enemigo! Sólo mírame, ya he sido derrotado.
Mi arma y mi brazo han sido destrozados. Sin embargo, con mi deseo de matarte estoy haciendo
lo mejor que puedo para luchar. No estoy malhumorado a pesar de las circunstancias. Por
consiguiente, debes abandonar tu aspereza y pelear."

Cuando Indra escuchó estas instrucciones alabó a Vrtrasura. Tomó su rayo y habló así: "Puedo
ver que eres un devoto perfecto de la Suprema Personalidad de Dios. Has atravesado la
energía ilusoria del señor Visnu y, por lo tanto, eres glorioso. Los demonios están
generalmente en el modo de la pasión, pero qué gran sorpresa que siendo un demonio tengas
mentalidad de devoto."

Entonces Indra y Vrtrasura hablaron en el campo de batalla acerca del servicio devocional y
luego cumpliendo con su deber comenzaron a pelear de nuevo. Vrtrasura dirigió su mazo de
hierro hacia Indra y lo lanzó con su mano izquierda. Indra cortó con su rayo el mazo de
Vrtrasura y le volvió pedazos su otro brazo. Vrtrasura cayó al suelo como una montaña que ha
sido derrumbada. Luego Vrtrasura colocó su quijada inferior en la tierra y la superior en el
cielo y tomó un enorme cuerpo, llegó hasta donde estaba Indra y su elefante y se los tragó.
Los semidioses se enfurecieron y gritaron: "¡Ay! ¡Ay!" Aunque estaba en el estómago del
demonio, Indra no murió porque estaba protegido por la armadura de Narayana, que le había
sido entregada por Visvarupa. Con su rayo atravesó el estómago de Vrtrasura y salió. Luego
Indra le cortó la cabeza; aunque el rayo se enrolló en el cuello de Vrtrasura, el cortarle
la cabeza le tomó un año. Después de ese tiempo, la cabeza de Vrtrasura cayó al suelo.

Cuando estuvo muerto, los gandharvas y los Siddhas bailaron llenos de felicidad y derramaron
flores sobre Indra. Luego la chispa viviente salió del cuerpo de Vrtrasura y regresó a casa,
de vuelta a Dios. Mientras los semidioses lo miraban, Vrtrasura entró al mundo trascendental
y se convirtió en un asociado del Señor Sankarsana.

Cuando Vrtrasura se tragó a Indra, pensó: "Ahora he matado a mi enemigo. Ahora puedo
regresar a casa, de vuelta al Señor." Entró en trance y su cuello se quedó rígido. Fue por
esto que tomó tanto tiempo que su cabeza se desprendiera de su cuerpo. Aunque el cuerpo de
Vrtrasura fue cortado en pedazos, su alma espiritual regresó al Señor.

Quinta Parte -El Rey Indra debe soportar una reacción pecaminosa

Cuando Vrtrasura fue asesinado, todo el mundo en los tres sistemas planetarios se sintió
inmediatamente complacido y libre de problemas. Todos excepto Indra.

Cuando Maharaja Pariksit escuchó esto le preguntó a Sukadeva Gosvami: "¿Por qué Indra se
sentía infeliz?" Sukadeva Gosvami le contestó: Cuando todos los grandes sabios y semidioses
le pidieron a Indra que matara a Vrtrasura, él se rehusó porque tenía miedo de matar a un
brahmana. El Rey Indra replicó: "Cuando maté a Visvarupa, distribuí las reacciones
pecaminosas entre los árboles, la tierra, las mujeres y el agua. pero si mato a Vrtrasura,
otro brahmana, ¿cómo voy a liberarme de las reacciones pecaminosas?"

Cuando los sabios escucharon a Indra le contestaron: "¡Oh Rey del cielo! Toda la buena
fortuna sea contigo. No tengas miedo. Realizaremos el sacrificio Asvamedha para liberarte de
cualquier pecado." Siguiendo el consejo de los semidioses, Indra mató a Vrtrasura y ahora
sufría por ese asesinato pecaminoso. Indra vio la reacción en la forma de una mujer que lo
cazaba. Era vieja y todos los miembros de su cuerpo temblaban. Su cuerpo y vestidos estaban
cubiertos de sangre. Con aliento de pescado que contaminaba el aire, llamaba a Indra
diciéndole: "Espera, Espera." Indra voló por el cielo, pero ella lo perseguía. Esta bruja lo
seguía por todas partes. Finalmente, él entró en el lago Manasa-sarovara, volviéndose
invisible para todos. Allí vivió en el tronco de una flor de loto durante mil años. El dios
del fuego acostumbraba traerle lo que le correspondía de los Yajñas, pero sentía miedo de
entrar en el agua y el rey Indra estaba casi muriendo de hambre.

Porque Indra estaba protegido por la diosa de la fortuna, quien también vivía en el lago,
los pecados de Indra no podían tocarlo. Indra fue absuelto de sus actuaciones pecaminosas
por adorar en forma estricta al Señor Visnu. Luego le pidieron que regresara a los planetas
celestiales. Los brahmanas le solicitaron que realizara un sacrificio de un caballo para
complacer a la Suprema personalidad de Dios. Las reacciones pecaminosas por matar un
brahmana fueron corregidas de inmediato. Por lo tanto, Indra recuperó su posición exaltada y
fue honrado nuevamente por todos.

Sukadeva Gosvami dijo: En este pasatiempo de Vrtrasura se hace una glorificación a la


Suprema Personalidad de Dios, Narayana. También se glorifica la grandeza del servicio
devocional. Así mismo, se puede escuchar acerca de los grandes devotos como Indra y
Vrtrasura. Por la lectura de este pasatiempo uno es liberado de las reacciones pecaminosas.
En consecuencia, se aconseja a los estudiosos leer este pasatiempo. Si alguien lo hace, se
volverá experto en las actividades de los sentidos y aumentará su opulencia. Como esta
narración es auspiciosa en todos los aspectos, los estudiantes la escuchan regularmente y la
repiten en los días de festival.

Termina así el Resumen de los Capítulos 7 a 13 del Sexto Canto del Srimad Bhagavatam,
titulados "La historia de Vrtrasura."

LA HISTORIA DEL REY CITRAKETU

PRIMERA PARTE

El Rey pariksit sentía mucha curiosidad acerca de como Vrtrasura se había convertido en un
devoto tan elevado, y le preguntó a Sukadeva Gosvami: ¡Oh brahmana erudito! los demonios son
por lo general pecaminosos. Entonces, ¿cómo pudo Vrtrasura haber alcanzado tan exaltado amor
por la Suprema Personalidad de Dios? ¡Oh gran sabio! Entre los miles de millones de quienes
están liberados y poseen conocimiento perfecto de la liberación, si acaso habrá uno que sea
devoto del Señor Narayana, tales devotos son muy escasos. ¿Cómo pudo tal demonio ser un gran
devoto del Señor Krsna? Esto me causa una gran duda, por lo tanto, estoy ansioso de
escucharte. Sukadeva Gosvami le contestó: ¡Oh Rey! Debo contarte la misma historia que
escuche de boca de Vasudeva, Narada y Devala. Por favor escucha con atención.

¡Oh Rey Pariksit! En la provincia de Surasena había un Rey llamado Citraketu que gobernaba
toda la tierra. Durante su reinado en la tierra satisfizo todas las necesidades de sus
súbditos. Su naturaleza amable y gentil hizo que todos los ciudadanos del mundo lo amaran.

Cuando Citraketu se convirtió en rey, desposó cien millones de esposas. Aunque tuvo tantas
esposas nunca pudo engendrar un solo hijo. Por casualidad todas sus esposas eran estériles.
Citraketu había nacido en una familia de clase alta y era rico y opulento, pero aunque
materialmente tenía todo, estaba en completa ansiedad porque no tenía un hijo.

Cierta vez, el gran sabio Angira generosamente vino a visitar al Rey Citraketu. El rey tan
pronto lo vio se levantó de su trono y le ofreció su adoración. Cuando el rsi tomó asiento,
el rey se sentó en el suelo a sus pies. El sabio le agradeció su humildad y mansedumbre. El
gran sabio Angira dijo: "Mi querido Rey, espero que te encuentres bien tanto de cuerpo como
de mente. ¡Oh Rey Citraketu! Me puedo dar cuenta que tu mente no está tranquila, parece que
no has alcanzado tu meta deseada. Tu cara pálida refleja tu profunda ansiedad."

El Rey Citraketu, deseando un hijo, se postró ante el santo con gran ansiedad y le habló
así: "¡Oh gran alma! Tú todo lo sabes. Así como una persona que está hambrienta y sedienta
no puede sentirse satisfecha con una guirnalda de flores y pulpa de sándalo, de la misma
forma, a pesar de todo mi imperio opulento, no puedo sentirme satisfecho porque no tengo un
hijo, por lo tanto, ¡oh gran sabio! Haz algo para que pueda tener un hijo que nos libere a
todos de las condiciones infernales."

Angira Rsi fue muy mis ericordioso con Citraketu, y realizó un sacrificio ofreciendo arroz
dulce a Tvasta. Los remanentes de los alimentos fueron ofrecidos por el gran sabio a la
mejor de las esposas de Citraketu, cuyo nombre era Krtadyuti. Más tarde Angira Rsi le dijo
al Rey: "¡Oh gran rey! Ahora podrás tener un hijo que será causa tanto de felicidad como de
lamento." Y el gran sabio abandonó el lugar sin siquiera esperar la respuesta de Citraketu.
A su debido tiempo nació el hijo del rey y todos los ciudadanos se sintieron complacidos.
Como Maharaja Citraketu deseaba que su hijo recibiera lo mejor de todo, pidió a los
brahmanas más eruditos que realizaran la ceremonia de nacimiento y entre ellos repartió oro,
plata,
ropajes, caballos, elefantes y 600.000.000 de vacas. Así como una nube derrama agua sobre la
tierra, el Rey Citraketu distribuía todas las cosas deseables a todo el mundo.

El Rey Citraketu se sentía muy feliz y el afecto por su hijo aumentaba cada día más, y lo
mismo sucedía con la madre, quien cada vez prodigaba más cariño y atención a su hijo. Al ver
esto las otras esposas del rey empezaron a sentirse muy perturbadas. A medida que el Rey
Citraketu cuidaba a su hijo, su afecto por la reina Krtadyuti también aumentaba y, poco a
poco, el fue perdiendo interés por sus demás esposas porque no tenían hijos. Las otras
reinas se sentían muy infelices por el abandono de su esposo y debido a su descuido, la
envidia empezó a arder en sus corazones. Al crecer la envidia, ellas perdieron toda su
inteligencia y, sintiéndose incapaces de tolerar el desprecio del rey, decidieron envenenar
a su hijo.
Cierta vez, la reina Krtadyuti pensaba que su hijo estaba durmiendo demasiado y ordenó a la
enfermera que fuera por él: "Mi querida amiga, por favor trae a mi hijo." cuando la
enfermera se acercó al niño, vio que no tenía signos vitales y gritó: "¡Esta es mi condena!"
y cayó al suelo. En medio de grandes lamentos la reina también se desmayó.

Cuando el Rey Citraketu escuchó que su hijo había muerto, prácticamente encegueció y cuando
se acercó al niño, cayó desmayado. Cuando despertó tenía lágrimas en sus ojos y respiraba
agitadamente. tanto el padre como la madre sentían una enorme tristeza. Viendo a su hijo
muerto, la reina habló así: "Mi querido hijo, ya has dormido mucho tiempo. Ahora por favor
levántate porque tus compañeros de juego te están llamando. Por favor levántate y extrae
leche de mis senos y disipa así mi tristeza."

Cuando el gran sabio Angira comprendió que el rey estaba a punto de morir en un océano de
lamentación y tristeza, se presentó ante él junto con Narada Rsi. Los dos grandes sabios
hablaron así a Citraketu: "¡Oh Rey! ¿Qué relación tiene este cuerpo muerto contigo? Tu
puedes decir que era una relación de padre e hijo, pero ¿piensas que ha existido antes o que
continuará existiendo en el futuro? De la misma forma que las pequeñas partículas de arena
algunas veces se juntan y se separan por la fuerza del tiempo. La idea de que yo soy miembro
de esta familia o de esta nación no es más que un supuesto de personas que no tienen un
conocimiento muy avanzado. Cuando vine por primera vez a tu casa, podía haberte dado
conocimiento trascendental, pero me di cuenta que estabas absorto en cosas materiales, y por
eso te di un hijo que te causaría felicidad y desdicha. Mi querido Rey, estás sufriendo las
miserias de las personas que tienen hijos e hijas. Porque son temporales, no son mejor que
las ilusiones y los sueños."

Sukadeva Gosvami dijo: Mi querido Rey Pariksit, con su poder místico el gran sabio Narada
trajo al hijo muerto a la vista de sus parientes y luego les habló así: "¡Oh entidad
viviente! Toda buena fortuna sea contigo. Solamente mira a tu madre y a tu padre. Todos tus
amigos y parientes están llorando con gran tristeza porque tú has muerto."

El hijo respondió: "Yo, la entidad viviente, estoy pasando de un cuerpo a otro. Algunas
veces estoy en el cuerpo de un semidiós y otras en el de las especies bajas. Por lo tanto,
¿en cuál nacimiento fueron ellos mi padre y mi madre? Nadie es realmente mi padre y mi
madre. ¿Cómo puedo aceptar a estas personas como mis parientes?"

Cuando su hijo habló de esta manera, el Rey Citraketu y sus reinas se quedaron muy
sorprendidos. Ellos cortaron las cadenas del afecto y dejaron de lamentarse. Iluminado por
las instrucciones de Narada y Angira, el rey Citraketu salió del oscuro pozo de la vida
familiar.

Luego, Narada le dió instrucción espiritual, inclusive un mantra para adorar al Señor
Sankarsana. Narada le dijo a Citraketu que si él cantaba este mantra, en siete noches podría
ver al Señor cara a cara. Narada se convirtió en el Maestro Espiritual del Rey porque éste
se rindió por completo. Después de instruir a Citraketu, Narada y Angira Rsi partieron para
Brahmaloka.

Durante una semana Citraketu ayunó, tomó sólo agua y cantó constantemente el mantra que
Narada Muni le había dado. Luego, logró refugiarse en los pies de loto de Anantadeva. Al
alcanzar el refugio del Señor Sesa, Citraketu vio que El era tan blanco como los filamentos
blancos de una flor de loto. Estaba vestido con ropas azules y lucía un yelmo brillante,
brazaletes, cinturón y ajorcas. Su cara estaba sonriente y Sus ojos rojizos. Estaba rodeado
de personas liberadas como Sanat-Kumara. Tan pronto como Maharaja Citraketu vio la Suprema
Personalidad de Dios, quedó completamente purificado y debido a su amor por Dios brotaron
lágrimas de sus ojos y sus vellos se pusieron de punta. Con gran devoción él ofreció
respetuosas reverencias a la Suprema Personalidad de Dios.

Citraketu limpió las lágrimas de sus ojos y comenzó a ofrecer sus oraciones al Señor.
Citraketu dijo: "¡Oh Señor inconquistable! Aunque no puedes ser conquistado por alguien,
ciertamente lo eres por los devotos que han controlado la mente y los sentidos. Ellos pueden
controlarte porque Tú eres misericordioso con aquellos que no desean obtener de Ti ganancias
materiales. Así es que Tú te entregas a ellos, debido a esto Tú también ejerces control
sobre Tus devotos."

El Señor Sankarsana se sintió muy complacido con las oraciones de Citraketu y le contestó
así: "¡Oh Rey! Puesto que has aceptado las instrucciones de Narada Muni, has obtenido
conocimiento trascendental completo. Como resultado por haber seguido sus instrucciones, tú
has podido verme cara a cara. Por consiguiente, ahora eres perfecto. ¡Oh Rey¡ Si aceptas Mi
conclusión desapegándote del goce material y adorándome con gran fe, alcanzarás la meta más
elevada de la vida, regresar a Dios."

Después de dar estas instrucciones al Rey Citraketu, el Señor Sankarsana desapareció de la


vista del rey, mientras él lo miraba.

Segunda Parte - Madre Parvati maldice a Citraketu

Sukadeva Gosvami dijo: Después de la desaparición del Señor Sankarsana, Citraketu comenzó a
viajar por el espacio exterior encabezando a los Vidyadharas. Citraketu, el más poderoso
místico, vago por todas partes disfrutando de la vida durante millones de años. Viajó por
los valles de la montaña Sumeru. En esos valles gozó con las mujeres de Vidyadhara-loka
cantando las glorias del Señor Supremo Hari.

Cierta vez cuando Citraketu estaba viajando por el espacio en el avión resplandeciente que
el Señor Visnu le había dado, vio al Señor Siva. Lo vio sentado en una reunión de grandes
santos y tenía a Parvati abrazada, sentada en su regazo. Citraketu se rió a carcajadas para
que Parvati lo escuchara, y dijo: "El Señor Siva es la mejor de las entidades vivientes. Sin
embargo, qué hermoso es verlo abrazando a su esposa Parvati en medio de una reunión de
tantas personas santas. El está sentado con su esposa en el regazo, como si fuera una
persona ordinaria, sin vergüenza."

Citraketu apreciaba cuán grande era el Señor Siva que podía permanecer tranquilo aun con su
esposa sentada en el regazo. El sólo estaba expresando su sorpresa y, por lo tanto, no
estaba cometiendo ofensa alguna. Si él hubiera sido un ofensor, los grandes sabios hubieran
tapado sus oídos y se habrían marchado. En lugar de eso, ellos no protestaron y
permanecieron en silencio. El Señor Siva simplemente sonrió y también guardó silencio.
Aunque los sabios se quedaron callados, Madre Parvati se sintió furiosa y le habló así a
Citraketu: "Miren, ¿ha recibido este rascalero una posición desde la cual pueda castigar a
personas sin vergüenza como nosotros? ¿Ha sido nombrado el maestro de todo? Esta persona
esta inflada pensando `soy el mejor.` Debido a todo esto, tomarás nacimiento en una familia
baja y pecaminosa de demonios para que nunca vuelvas a cometer una ofensa como ésta."

La madre Parvati pensó que su maldición estaba más que justificada. Por lo tanto, un
Vaisnava puro debe ser muy cuidadoso y ocuparse únicamente en sus deberes y no en estar
encontrando faltas en los demás. Esta es la posición más segura. De otra manera, si uno
tiende a criticar a los demás, puede cometer una gran ofensa al criticar a un Vaisnava.

Cuando Citraketu escuchó la maldición de Parvati, bajó inmediatamente de su avión. Se


inclinó con humildad frente a ella y dijo: "Mi querida madre, con mis manos juntas yo acepto
tu maldición. No me importan las maldiciones porque la felicidad y la desdicha las dan los
semidioses como resultado de acciones pasadas. No te pido que deshagas tu maldición porque
lo que he dicho no es mentira. Por favor, dejemos que lo que tu pensaste mal quede
perdonado."

Luego Citraketu subió a su aeroplano y partió mientras todos lo contemplaban. Cuando el


Señor Siva y Parvati vieron que Citraketu no sentía miedo, sintieron gran sorpresa por su
comportamiento. Luego, el Señor Siva habló así a Parvati delante de todos los sabios: "Los
devotos que están ocupados en el servicio devocional del Señor nunca temen a las condiciones
de la vida. Para ellos es lo mismo los planetas celestiales, que la liberación o los
planetas infernales. Tales devotos están interesados únicamente en el servicio al Señor."
Cuando la semidiosa escuchó estas palabras de su esposo, abandonó su asombro y recobró su
inteligencia. Cuando Parvati recordó como había maldecido a Citraketu se sintió muy
avergonzada, se cubrió la cara con la falda de su sari y admitió que había hecho mal en
maldecirlo.

El gran devoto Citraketu también había podido maldecir a Madre parvati, pero no lo hizo. En
lugar de esto aceptó la maldición con su cabeza inclinada. Esto es lo que debe hacer un
Vaisnava verdadero. Al ser maldecido por Madre Durga, Citraketu apareció como un demonio en
la arena de sacrificio de Tvasta, convertido en el famoso Vrtrasura.

Sukadeva Gosvami dijo: Mi querido Rey Pariksit, me has preguntado como Vrtrasura tomó
nacimiento en una familia de demonios y he tratado de explicarte cómo sucedieron los hechos.
Citraketu era un gran devoto. Si alguien escucha esta historia de un devoto puro, será
liberado de la existencia material. Aquél que se levanta temprano en la mañana y recita este
pasatiempo, regresará sin dificultad a casa, de vuelta a Dios.

Termina así el Resumen de los Capítulos 14 a 17 el Sexto Canto, del Srimad Bhagavatam,
titulados "La historia de Citraketu."

DITI PROMETE MATAR A INDRA

Después de contar la historia de Citraketu, Sukadeva Gosvami comenzó a hablar acerca de los
hijos de Diti y Aditi, así: Los cuarenta y nueve semidioses Manut también nacieron del
vientre de Diti, la madre de los demonios. Aunque habían nacido de su vientre, Indra les dió
la posición de semidioses.(Por lo general los hijos de Diti son demonios y los de Aditi son
semidioses).

Entonces el Rey Pariksit preguntó: ¿Por qué Indra los convirtió en semidioses? Mi querido
brahmana, todos los sabios y yo mismo quisiéramos saber todo acerca de este hecho, por lo
tanto, ¡oh gran alma! Explícanos por favor sus motivos."

Sukadeva Gosvami alabó la pregunta de maharaja Pariksit y contestó así: El Señor Visnu mató
a Hiranyaksa e Hiranyakasipu solamente para ayudar a Indra. Debido a la muerte de sus hijos,
Diti, su madre, estaba ciega por la lamentación y la ira. Ella pensó: "El Señor Indra ha
matado a mis dos hijos por medio del Señor Visnu. Por lo tanto, Indra es cruel y pecador. Si
yo puedo matarlo entonces tendré paz en mi mente. Indra considera que su cuerpo es eterno y
por eso ha enloquecido. Así que deseo tener un hijo que pueda terminar con la locura de
Indra. Tengo que encontrar la forma de ayudarme."

Con este propósito Diti comenzó a servir a su esposo Kasyapa Muni con ánimo complaciente,
obedeciendo todas sus órdenes tal como él deseaba. Con servicio, amor y dulces palabras,
Diti atrajo la mente de su esposo y logró controlarlo. Aunque Kasyapa Muni era muy erudito,
él quedó convencido con el falso comportamiento de Diti y le aseguró que la complacería en
todos sus deseos. Kasyapa Muni le dijo: "¡Oh hermosa mujer! Estoy muy satisfecho con tu
comportamiento. Puedes pedir lo que quieras. Mi querida y gentil esposa, porque me has
adorado con gran devoción, te recompensaré haciendo realidad tus deseos."

Diti le contestó: "¡Oh mi esposo! ¡Oh gran alma! He perdido a mis hijos. Si quieres darme
algo, te pido un hijo que sea inmortal y que pueda matar a Indra. Te pido esto porque Indra
ayudado por el Señor Visnu ha matado a mis dos hijos."

Cuando Kasyapa Muni escuchó la petición de su esposa se sintió muy triste, y le dijo: "¡Ay!
Ahora enfrento la posibilidad de cometer un acto pecaminoso al matar a Indra. Mi esposa se
ha comportado siguiendo su naturaleza y, por consiguiente, no puedo culparla, pero yo soy un
hombre y por ello estoy condenado. El rostro de una mujer es tan bello como una flor de loto
y sus palabras dulces, pero si estudiamos su corazón, veremos que es tan afilado como una
cuchilla. Para satisfacer sus deseos, una mujer trata a un hombre como si fuera lo más
querido para ella, pero en realidad ellas no quieren a nadie. Se supone que las mujeres son
santas, pero para conseguir lo que quieren son capaces de matar a sus esposos, hijos o
hermanos. Yo prometí concederle lo que quisiera y no puedo romper mi promesa. Sin embargo,
Indra no merece que lo maten. Bajo estas circunstancias he encontrado una solución."

Entonces Kasyapa Muni dijo a su mujer: Mi querida y gentil esposa, si sigues mis
instrucciones durante un año, podrás tener un hijo que mate a Indra. Sin embargo, si
incumples tu promesa, entonces tendrás un hijo que será favorable al Señor Indra." Diti
contestó: "Mi querido brahmana, aceptaré tu consejo, por favor dime qué hacer."

Luego Kasyapa Muni dió instrucciones a Diti para que adorara a la Suprema Personalidad de
Dios, junto con muchas reglas y regulaciones. El esperaba que ella se convirtiera en una
Vaisnava por medio de esta adoración. Le explicó la ceremonia Pumsavana, diciéndole: "Si
practicas estrictamente esta ceremonia durante un año, tendrás un hijo que matará a Indra.
Sin embargo, si rompes tu promesa, tu hijo será amigo de Indra." Diti le contestó: "Haré
todo lo que me digas."

Cuando Indra comprendió el propósito de Diti quiso hacer que ella rompiera su promesa y se
dedicó él mismo a servir a Diti. Indra sirvió a su tía trayéndole las frutas, flores y
madera que ella necesitaba para los yajñas. Todo lo traía a tiempo, pero el propósito de
Indra era hacerle trampa a Diti tan pronto como encontrara alguna falta. Sin embargo, Indra
no pudo encontrar error alguno y pensó: "¿Cómo podré tener buena fortuna llenándome de
ansiedad?"

Cierta vez, Diti encontrándose muy débil debido a las austeridades que había hecho en
cumplimiento de su promesa, no se lavó las manos, ni la cara ni los pies después de comer.
Al ver su falta Indra entró en el vientre de Diti mientras ella dormía. Con la ayuda de su
rayo cortó al niño en siete pedazos. Estos siete pedazos se convirtieron en siete niños y
comenzaron a llorar. Indra les pidió que no lloraran y luego cortó a cada uno de ellos en
otros siete pedazos. Ellos se sintieron muy ofendidos y le preguntaron a Indra con sus manos
juntas: "Querido Indra, nosotros somos los Manuts, tus hermanos, por qué estás tratando de
matarnos?"

Cuando Indra vio que eran sus seguidores, les dijo: "Si ustedes son mis hermanos no tienen
que sentir miedo de mí"

Aunque Indra cortó un niño en cuarenta y nueve pedazos con su rayo, ellos se salvaron por la
misericordia de la Suprema Personalidad de Dios. Como Diti había adorado a la Suprema
Personalidad de Dios quedó completamente purificada. Cuando se levantó de la cama vio a sus
cuarenta y nueve hijos junto con Indra, comportándose en forma amistosa con él y se sintió
muy complacida. Ella dijo: "He orado para tener un hijo y ahora veo que tengo cuarenta y
nueve, mi querido Indra, si sabes algo acerca de esto, por favor explícamelo."

Indra le contó toda la verdad acerca de lo que había pasado y le dijo: "¡Oh madre! Yo soy un
tonto, por favor perdona todas las ofensas que he cometido."

Diti se sintió muy complacida con el comportamiento de Indra y él le ofreció sus respetos y,
con el consentimiento de Diti, se marchó hacia los planetas celestiales, junto con sus
hermanos los Manuts.

Termina así el Resumen del Capítulo 18 del Sexto Canto, del Srimad Bhagavatam, titulado
"Diti promete matar a Indra."

LA HISTORIA DEL SEÑOR NRSIMHADEVA

Primera parte

Después de escuchar la historia de cómo Diti quería matar a Indra, Maharaja pariksit quiso
saber más , y preguntó: Mi querido brahmana, la Suprema Personalidad de Dios es imparcial y
nos ama a todos por igual. Entonces, ¿por qué se puso de parte de Indra y mató a los
demonios? ¿Cómo es posible que una persona que es igual con todos sea generosa con unos y
mate a otros? Este tema me produce muchas dudas. Por favor, cuéntame cómo es que Narayana es
igual con todos.
El gran sabio Sukadeva Gosvami dijo: Mi querido Rey, acabas de hacerme una pregunta
excelente. Todas las preguntas que se refieren a las actividades del Señor complacen mucho a
Sus devotos. Tales asuntos maravillosos contrarrestan la forma de vida materialista.
Sukadeva Gosvami continuó: ¡Oh Rey! Aunque el Señor Supremo es el controlador, El favorece a
los semidioses que están situados en la modalidad de la bondad, pero favorece también a los
demonios cuando los mata. Cuando éstos son asesinados por el Señor Supremo, ellos alcanzan
un destino exaltado tal como sucede con los devotos. Entonces, no es que el Señor sea
parcial, sino que Sus actividades son todo gloriosas. ¡Oh Rey! Anteriormente, cuando
Maharaja Yudhisthira estaba realizando el sacrificio Rajasuya, el gran sabio Narada le
expuso hechos históricos, por medio de los cuales le demostró que el Señor Supremo siempre
es imparcial, aun cuando mate a los demonios.

Maharaja Yudhisthira preguntó: Es maravilloso que el demonio Sisupala se haya fundido en el


cuerpo del Señor. Este tipo de liberación es imposible de alcanzar aún para los más grandes
trascendentalistas. ¿Cómo un enemigo del Señor pudo lograrlo?

El gran sabio Naradaji dijo: ¡Oh Rey! El honor y el deshonor se experimentan solamente
porque uno considera que el cuerpo es el yo. Para el alma espiritual no existe la honra ni
la deshonra. El Señor Supremo tampoco tiene un cuerpo material. Por lo tanto,el Señor no es
afectado por las oraciones o por las blasfemias. Cuando El castiga a los demonios lo hace
por el bien de ellos, así como cuando acepta las oraciones de los devotos. Por consiguiente,
ya sea que uno piense en el Señor como su enemigo o como su Señor, el resultado es el mismo:
Ellos recuperan sus cuerpos espirituales. De esta manera el Señor es igual con todos.

Segunda Parte -Hiranyakasipu, Rey de los demonios.

Narada Muni explicó como Sisupala y Dantavakra fueron anteriormente Jaya y Vijaya. También
explicó cómo fueron maldecidos por los cuatro Kumaras y nacieron como Hiranyakasipu y
Hiranyaksa y como Hiranyakasipu torturaba a su hijo, el gran devoto Prahlada Maharaja.
Cuando Maharaja Yudhisthira escuchó esto, preguntó: ¿Por qué había tanto odio entre
Hiranyakasipu y su hijo Prahlada? Por favor, explícame esto.

Narada Muni dijo: Mi querido Rey Yudhisthira, cuando el Señor Varaha mató a Hiranyaksa,
Hiranyakasipu se sintió muy furioso. Lleno de ira y mordiéndose los labios, Hiranyakasipu
fijó la vista en el cielo con ojos que eran como llamas, haciendo que éste se llenara de
humo y mostrando sus terribles dientes tomó su tridente y comenzó a hablar con los demonios.

Hiranyakasipu dijo: "La Suprema Personalidad de Dios ha abandonado su Imparcialidad hacia


los semidioses y los demonios. Ahora está influenciado por Maya, y ha asumido la forma de un
jabalí para complacer a Sus devotos. por lo tanto, debo arrancar la cabeza del cuerpo del
Señor Visnu con mi tridente, y con Su sangre complaceré a mi hermano Hiranyaksa a quien le
encanta chupar sangre. Cuando se cortan las raíces de un árbol sus ramas se secan, de la
misma manera cuando haya matado a Visnu, todos los semidioses se marchitarán. Mientras estoy
ocupado matando al Señor Visnu, todos los demonios deben ir al planeta tierra y destruir la
cultura brahmínica. Cuando todos los brahmanas estén muertos, nadie realizará yajñas y
entonces los semidioses morirán. Quemen todos los sitios donde se proteja a las vacas y a
los brahmanas."

Entonces los demonios, a quienes les encantan las actividades terribles, obedecieron las
instrucciones de Hiranyakasipu y le ofrecieron respetuosas reverencias. Los demonios
incendiaron ciudades, aldeas, establos y bosques. Quemaron las ermitas de las personas
santas y las capitales gubernamentales. Algunos tomaron hachas y cortaron los árboles de
mango y de otras frutas. Algunos incendiaron las casas de los ciudadanos.

La gente se sintió tan perturbada con las actividades de los demonios que suspendieron toda
adoración. Cuando los semidioses no recibieron los resultados del yajña también se sintieron
perturbados; abandonaron sus lugares en los planetas celestiales y comenzaron a vagar por el
planeta tierra contemplando todos los desastres.
Narada Muni continuó: La familia de Hiranyakasipu se sentía muy triste por la muerte de
Hiranyaksa. Después de realizar el funeral, Hiranyakasipu impartió conocimiento
trascendental a su madre, su cuñada y sus sobrinos. Luego les contó la historia de la muerte
del Rey Suyajña y de los pájaros Kalinga.

Hiranyakasipu dijo: "Cierta vez, mientras un cazador vagaba por el bosque vio una pareja de
pájaros Kalinga. Uno de ellos, la hembra, cayó en la trampa y el macho comenzó a lamentarse
por su esposa. Lleno de afecto por ella, trató de rescatarla. Mientras el pájaro Kalinga se
lamentaba por la muerte de su esposa, el cazador disparó su flecha y atravesó el cuerpo del
pájaro, matándolo."

Al escuchar esta historia de Hiranyakasipu, sus familiares comprendieron que no debían


lamentarse por sus parientes muertos y de esta manera todos olvidaron su desdicha.

Tercera Parte -Hiranyakasipu hace planes para volverse inmortal

El rey demoníaco Hiranyakasipu deseaba ser inconquistable, alcanzar todas las perfecciones
yoguísticas y ser inmortal. Su último deseo era ser el rey de todo el universo, incluido
Brahmaloka.

Hiranyakasipu se dirigió a la Colina de Mandara para realizar austeridades y satisfacer así


todos sus deseos. se paró en los dedos de sus pies y alzó los brazos hacia el cielo. Esta
posición es bastante incómoda, pero él la aceptó como un medio para conseguir la perfección.
Debido a sus austeridades tan severas el fuego brotó de la cabeza de Hiranyakasipu. Este
fuego y su humo se esparcieron por todos los planetas, tanto los más elevados como los más
bajos. Las austeridades de Hiranyakasipu quemaron y perturbaron a todos los semidioses y
éstos tuvieron que abandonar sus moradas. Se dirigieron al planeta del Señor Brahma y le
hablaron así:

"¡Oh Señor! Hemos escuchado de fuentes confiables que Hiranyakasipu está realizando severas
austeridades con el fin de conseguir tu posición. Tú eres el maestro del universo, así que
por favor toma las medidas del caso. ¡Oh Señor! Tú eres el protector de la cultura
brahmínica y sí Hiranyakasipu ocupa tu lugar todo estará perdido."

Tan pronto como los semidioses le dijeron todo esto al Señor Brahma, él partió hacia el
lugar donde estaba Hiranyakasipu. Su cuerpo estaba cubierto por una montaña de hormigas,
pasto y varas de bambú. Como Hiranyakasipu había estado allí tanto tiempo, las hormigas se
le habían comido su piel, tejidos, carne y sangre. El Señor Brahma se quedó observándolo
mientras Hiranyakasipu continuaba incendiando todo el mundo debido a sus austeridades.

El Señor Brahma muy sorprendido sonrió y le comenzó a hablar así: "¡Oh hijo de Kasyapa Muni!
Por favor levántate. Toda la buena fortuna sea contigo. Puesto que eres perfecto en tus
austeridades puedes pedirme cualquier cosa que desees. Mi querido hijo de Diti, con tu gran
determinación y austeridad has logrado lo que es imposible aún para las personas más santas
y me has conquistado por todo esto."

Después de hablar así, el Señor Brahma roció agua espiritual de su Kamandalu en el cuerpo de
Hiranyakasipu y lo revivió. Tan pronto como el agua tocó su cuerpo, Hiranyakasipu surgió con
un cuerpo nuevo. Sus miembros eran tan fuertes que podía soportar el golpe de un rayo y el
brillo de su cuerpo era como el oro derretido. Salió de la Colina completamente
rejuvenecido.

Cuando Hiranyakasipu vio que el Señor Brahma estaba parado frente a él, se sintió muy
complacido. Se levantó y ofreció humildemente oraciones para satisfacer al Señor Brahma.
Luego de ofrecer sus mejores plegarias, Hiranyakasipu le pidió su bendición, diciéndole: "Mi
querido Señor, por favor concédeme la inmortalidad aún en este mundo." El Señor Brahma le
contestó: "Ni siquiera yo soy inmortal porque todo el mundo esta destinado a morir."
Entonces Hiranyakasipu solicitó: "Entonces concédeme la bendición de que ninguna de las
entidades vivientes que has creado pueda matarme; ni ninguna arma; ni un ser humano, ni una
bestia. Por favor, concédeme que ningún semidiós o demonio pueda matarme y, finalmente, por
favor otórgame todos los poderes místicos que se alcanzan por la práctica continuada del
yoga."

Cuarta Parte - Hiranyakasipu aterroriza el universo

Narada Muni continuó hablando a Maharaja Yudhisthira acerca de cómo el Señor Narayana es
igual con todos. Narada Muni dijo: El Señor Brahma estaba muy satisfecho con las
austeridades de Hiranyakasipu y, por lo tanto, le concedió todas las bendiciones que pidió,
aunque es muy difícil que alguien las alcance.

El Señor Brahma dijo: "¡Oh Hiranyakasipu! Todas las bendiciones que has pedido son muy
difíciles de obtener, sin embargo, te las concedo." Luego el señor Brahma se dirigió a su
morada.

El demonio Hiranyakasipu continuó recordando la muerte de su hermano y su envidia por el


Señor Visnu aumentaba cada vez más. Hiranyakasipu conquistó todos los planetas en los tres
mundos y controló a todos sus gobernantes. Comenzó a vivir en los planetas celestiales, de
hecho, vivía en el palacio más opulento de Indra. Los semidioses estaban completamente
oprimidos y tenían que inclinarse para ofrecerle reverencias. Hiranyakasipu los castigaba
con severidad aunque no hubieran cometido ninguna ofensa y como siempre se emborrachaba con
vinos fuertes, sus ojos permanecían en blanco.

Los brahmanas que realizaban yajñas los ofrecían a Hiranyakasipu en lugar de hacerlo a los
semidioses. Llena de temor la tierra producía granos sin que la hubieran arado. Los océanos
proporcionaban diferentes clases de gemas para que Hiranyakasipu las utilizara. Los árboles
y las plantas producían frutas y flores durante todas las estaciones. El controlaba el aire,
el agua y el fuego sin la ayuda de Vayu, Indra o Agni.

Pero, a pesar de que su poder para controlar todas las direcciones aumentaba, así como
también el disfrute de todo tipo de gratificación de los sentidos, Hiranyakasipu se sentía
muy insatisfecho. En lugar de controlar sus sentidos había permanecido como su esclavo. El
pasó mucho tiempo sintiéndose orgulloso de sus opulencias y desobedeciendo las leyes de las
sastras.

Todo el mundo, inclusive los gobernantes de los planetas, se sentían muy desdichados por los
castigos tan severos que les imponía Hiranyakasipu. Incapaces de encontrar otro refugio,
acudieron a la Suprema Personalidad de Dios, Visnu. Después de ofrecer sus oraciones, se
produjo sorpresivamente un sonido trascendental. La voz era muy grave y reconfortante e hizo
que el miedo desapareciera. La voz dijo: "¡Oh los más eruditos, no teman! Les deseo toda
buena fortuna. Conviértanse en mis devotos escuchando y cantando acerca de Mí. Yo lo sé todo
sobre las actividades de Hiranyakasipu y pueden estar seguros que muy pronto las acabaré.
Por favor, esperen pacientemente hasta ese momento. Cuando alguien siente envidia de los
semidioses, los brahmanas, las vacas, los Vaisnavas y también de Mí, él será destruido sin
demora junto con sus seguidores. Cuando Hiranyakasipu atormente al gran devoto Prahlada, Yo
mataré inmediatamente a Hiranyakasipu. Y lo haré a pesar de las bendiciones que Brahma le
concedió."

Cuando la Suprema Personalidad de Dios habló a los semidioses, ellos le ofrecieron sus más
respetuosas reverencias, y regresaron a sus hogares seguros de que el demonio Hiranyakasipu
ya estaba prácticamente muerto.

Hiranyakasipu tenía cuatro hijos de los cuales Prahlada era el mejor. Ciertamente Prahlada
era el receptáculo de todas las cualidades trascendentales puesto que era un devoto puro de
la Suprema Personalidad de Dios. Aunque Prahlada había nacido en una familia de demonios, él
no lo era, él era un gran devoto del Señor Visnu. Las buenas cualidades de Prahlada Maharaja
todavía son glorificadas por los santos eruditos y los Vaisnavas. Dondequiera que haya
conversaciones acerca de santos y devotos, Prahlada Maharaja es puesto como ejemplo de lo
que es un gran devoto.

Desde su niñez, Prahlada Maharaja nunca estuvo interesado en cosas infantiles. Todas las
abandonó porque siempre estaba absorto en pensamientos acerca de Krsna. Debido a esta
conciencia de Krsna, algunas veces él gritaba, otras reía y otras cantaba en voz alta.
Algunas veces sentía el toque de las manos de loto del Señor, sus vellos se ponían de punta
y las lágrimas salían de sus ojos. Este era el resultado de su amor por el Señor.

Cierta vez, Hiranyakasipu envió a su hijo Prahlada a donde los dos hijos de Sukracharya para
que recibiera educación. Sus nombres eran Sanda y Amarka. Ellos aceptaron a Prahlada en su
escuela junto con los otros hijos de los asuras, pero a Prahlada no le gustaron las
enseñanzas de sus profesores, porque se trataba de aprender cómo algunas personas eran sus
amigas y otras sus enemigas.

Un día el Rey de los demonios, Hiranyakasipu, colocó a su hijo Prahlada en su regazo y le


dijo: "Mi querido hijo, cuéntame cuál piensas que es la mejor materia que has aprendido de
tus profesores." Prahlada Maharaja contestó: "¡Oh el mejor de los asuras! Hasta donde he
aprendido de mi Maestro Espiritual, cualquier persona que haya aceptado un cuerpo y una vida
espiritual, ciertamente estará lleno de ansiedad. Es como caer en un pozo oscuro donde no
hay agua sino sufrimiento. Uno debe abandonar esta posición y marcharse al bosque, y allí
tomar refugio en la Suprema Personalidad de Dios."

Cuando Hiranyakasipu escuchó las palabras de Prahlada se rió y dijo: "Su inteligencia ha
sido dañada por las palabras del enemigo. Mis queridos demonios, deben darle completa
protección a este muchacho en el gurukula para que no sea influenciado por los Vaisnavas que
deben acudir allí disfrazados."

Luego llevaron de nuevo a Prahlada al gurukula para que siguiera las enseñanzas de Sanda y
Amarka. Ellos dijeron: "¡Oh el mejor de tu familia! ¿Cómo es que tu inteligencia fue
estropeada? Nosotros somos tus profesores, por favor, dinos la verdad." Prahlada les
contestó: "¡Oh brahmanas! Así como el hierro es atraído por el imán, mi conciencia es
atraída por el Señor Visnu, quien lleva un disco en su mano."

Sanda y Amarka no eran realmente brahmanas, pero vestían como tales. Cuando escucharon las
palabras de Prahlada se enfurecieron y dijeron: "Por favor tráiganos una vara. Este Prahlada
está arruinando nuestro nombre y fama. Debido a su poca inteligencia se ha vuelto como la
escoria en la dinastía de los demonios."

Sanda y Amarka castigaron a Prahlada de diferentes maneras. Después de algún tiempo, los
profesores pensaron que ahora sí Prahlada sabía como se debía comportar un demonio. Entonces
un día, después que la madre de Prahlada lo había bañado y arreglado cuidadosamente, sus
profesores lo llevaron ante su padre. Prahlada ofreció de inmediato obediencias a su padre.
Hiranyakasipu abrazó a su hijo sintiéndose muy feliz y lo sentó en su regazo oliéndole sus
cabellos. De sus ojos brotaron lágrimas que se derramaron por la cara sonriente del niño.
Hiranyakasipu dijo: "Mi querido Prahlada, mi hijo querido; durante mucho tiempo has
escuchado muchas enseñanzas de tus profesores. Ahora, cuéntame por favor lo mejor de ese
conocimiento."

Prahlada Maharaja dijo: "Escuchar y cantar acerca del Santo Nombre y los pasatiempos del
Señor Visnu, recordarlos, servir a Sus pies de loto, adorar la Deidad, ofrecer plegarias al
Señor, convertirse en Su sirviente, hacer del Señor su mejor amigo y ofrecerle todo. Estos
nueve procesos son aceptados como el servicio devocional puro. Una persona que ha dedicado
su vida al servicio de Krsna a través de estos nueve procesos debe ser considerada como la
más erudita."

Cuando Hiranyakasipu escuchó estas palabras de labios de su hijo se enfureció terriblemente.


Sus labios temblaban cuando habló así a Sanda: "¡Oh incompetente hijo de un brahmana! Has
desobedecido mis órdenes y te has refugiado en mis enemigos; le has enseñado a este muchacho
acerca del servicio devocional. ¿Qué son todas estas cosas sin sentido?" Sanda replicó: "¡Oh
enemigo del Rey Indra! Cualquier cosa que Prahlada haya dicho no se la he enseñado yo. Su
servicio devocional se ha desarrollado naturalmente en él."

Al escuchar esta explicación del profesor, Hiranyakasipu le dijo a su hijo: "Tú, rascalero,
si no has recibido estas enseñanzas de tus maestros, entonces donde las has adquirido?"
Prahlada Maharaja contestó: "Debido a sus sentidos descontrolados, las personas apegadas a
la vida materialista caminan derecho al infierno. Ellas mastican lo que ya está masticado y
nunca surge su atracción por Krsna. Las personas que desean disfrutar la vida material no
pueden entender que la meta de la vida es el Señor Visnu. Estas personas son como ciegos que
guían a otros fuera del camino y caen en un foso. Por lo tanto, todas las personas
materialistas sufren las miserias de la vida. A menos que ellas se unten sus cuerpos con el
polvo de los pies de loto de un Vaisnava, no podrán apegarse a los pies de loto del Señor."
Después de escuchar a Prahlada hablar de esta manera, Hiranyakasipu enceguecido por la ira,
lo arrojó de su regazo, diciendo a sus sirvientes: "¡Oh demonios! ¡Llévense a este muchacho
de mi presencia! ¡El merece que lo maten! ¡Mátenlo inmediatamente!"

Entonces los demonios comenzaron a golpear con sus tridentes el delicado cuerpo de Prahlada.
Todos ellos tenían caras horrendas, dientes afilados y barbas y ojos rojizos. Hacían mucho
ruido diciendo: "¡Vuélvanlo picadillo! ¡Chúcenlo!" Sin embargo, aunque era golpeado por sus
armas, Prahlada Maharaja nunca fue herido, porque estaba meditando en la Suprema
Personalidad de Dios. Entonces Hiranyakasipu trató por otros medios de matar a su hijo: Lo
lanzó de la cima de una colina; los demonios le dieron veneno y le quitaron todos los
alimentos, lo colocaron a la intemperie, al frío, al viento, al fuego y al agua, y le
lanzaron enormes piedras. Cuando Hiranyakasipu vio que no podía herir a Prahlada sintió una
gran ansiedad, y pensó: "Puedo ver que la fortaleza de este muchacho es ilimitada. Pareciera
inmortal. Por lo tanto, debido a mi enemistad hacia él, yo debo morir."

Debido a estos pensamientos Hiranyakasipu se sintió malhumorado, y permaneció silencioso y


cabizbajo. Entonces Sanda y Amarka le hablaron en secreto, diciéndole: "Por favor no te
pongas de mal humor, tú has conquistado los tres mundos sin ninguna ayuda. Arresta al
muchacho con las cuerdas de Varuna para que no pueda escapar. Nosotros lo seguiremos
instruyendo y poco a poco él cambiará." Hiranyakasipu estuvo de acuerdo y les pidió que
continuaran enseñando a Prahlada.

Quinta Parte - Prahlada Maharaja instruye a sus condiscípulos

Cuando los profesores regresaban a sus hogares para atender los asuntos familiares, los
compañeros de Prahlada lo llamaban para que jugara con ellos. Entonces Prahlada Maharaja le
hablaba cariñosamente y los instruía acerca de la inutilidad de la vida material. Los niños
se sentaban alrededor de Prahlada para escucharlo y se olvidaban de sus juegos. Fijaban sus
ojos en él y lo miraban con ansiedad. Prahlada Maharaja decía: "Aquel que es inteligente
debe utilizar su forma humana de vida desde el comienzo de la niñez en practicar actividades
del servicio devocional. Aunque estemos en esta vida material debemos esforzarnos por
alcanzar la más elevada meta de la vida, y debemos llevarlo a cabo mientras el cuerpo es
vigoroso y fuerte y no está aquejado por la vejez. Cada ser humano tiene una vida de cien
años. Para aquel que no controla sus sentidos, la mitad de esos años la malgasta durmiendo.
El hombre ordinario duerme doce horas al día y, por lo tanto, desperdicia cincuenta años. En
la infancia uno pasa diez años jugando y en la pubertad otros diez años jugando y haciendo
deporte.

De esta manera se han perdido otros veinte años; así que se han arruinado setenta años.
Debido a los deseos lujuriosos de la vida familiar, el resto de los años que quedan se
pierden en el fuerte apego familiar. ¿Qué persona que esté muy apegada a la vida familiar
puede liberarse? Alguien que está apegado a su vida familiar está atado fuertemente por los
lazos del afecto por su esposa, su madre, sus hijos, etc. ¿Cómo puede una persona que ama a
su familia abandonar su compañía? Su corazón siempre está lleno de recuerdos. La persona
apegada a la vida familiar es como un gusano de seda que teje su capullo sin poder salir de
él. Mis queridos amigos, es verdad que quien esté apegado a la vida familiar nunca podrá
liberarse. Por lo tanto, mis queridos amigos, si alguien desea aprovechar sus cien años
correctamente y alcanzar la liberación debe buscar refugio en la Suprema Personalidad de
Dios, el Señor Krsna. El está sentado en el centro del corazón como la Superalma y es
nuestro mejor amigo."

Prahlada Maharaja continuó: "He recibido este conocimiento de un gran santo, Narada Muni.
Este conocimiento es perfecto y lo puede liberar a uno del nacimiento y de la muerte."

Los hijos de los demonios replicaron: "Querido Prahlada, ni tú ni nosotros conocemos


maestros diferentes de Sanda y Amarka. Tú también estás siempre en el palacio. Entonces,
querido amigo, ten la amabilidad de explicarnos cómo es posible que hayas escuchado a
Narada."

Sexta Parte - Lo que Prahlada aprendió en el útero de su madre

Prahlada Maharaja dijo: "Cuando nuestro padre, Hiranyakasipu fue a la montaña de Mandaracala
para realizar austeridades, los semidioses trataron por separado de subyugar a los demonios.
Cuando los grandes líderes de los demonios fueron asesinados uno tras otro, los demás
huyeron llenos de espanto. Simplemente para proteger sus vidas, abandonaron sus hogares,
esposas e hijos. Los semidioses saquearon el palacio de Hiranyakasipu y lo destruyeron todo.
Entonces Indra, el Rey del Cielo, arrestó a mi madre, la reina. Cuando era arrastrada a la
prisión gritando por el miedo, el gran sabio Narada apareció en la escena.

"Narada Muni dijo: ¡Oh Indra! Esta mujer ciertamente es inocente y no debes arrastrarla de
esta manera. Debes liberarla de inmediato`.

"El Rey Indra replicó: `El niño que hay en ese útero es inocente e inmaculado. En realidad
es un gran devoto y un sirviente poderoso de la Suprema Personalidad de Dios. En
consecuencia, no estás en capacidad de matar.`"

"El Rey Indra liberó de inmediato a mi madre después que el gran Santo Narada había hablado
de esta manera. Puesto que yo era un gran devoto todos los semidioses la rodearon. Luego el
gran Santo Narada Muni llevó a mi madre a su asrama, diciendo: `Mi querido niño, por favor
permanece en este asrama hasta que llegue tu padre.`".

Prahlada Maharaja continuó hablando así a sus condiscípulos: "Así que mi madre permaneció en
el asrama de Narada Muni rindiéndole servicio con gran devoción. Narada Muni nos dió
instrucciones tanto a mi madre como a mí, que todavía estaba en su vientre. Debido a que
había pasado mucho tiempo y como era una mujer y menos inteligente, mi madre había olvidado
todas estas instrucciones. Afortunadamente, el sabio Narada me bendijo y, por lo tanto, yo
no las he olvidado. ¡Oh mis amigos! Todo el mundo inclusive las mujeres poco inteligentes,
los sudras y las entidades vivientes pecaminosas, pueden revivir su vida espiritual original
por aceptar estas enseñanzas. Realizar servicio devocional a los pies de loto de Govinda es
la única meta de la vida en este mundo material."

Séptima Parte - El Señor mata al Rey de los demonios

A todos los hijos de los demonios les gustaron las instrucciones de Prahlada Maharaja y
rechazaron las enseñanzas de Sanda y Amarka. Cuando ellos se dieron cuenta que todos los
hijos de los demonios estaban avanzando en la conciencia de Krsna, se sintieron muy
atemorizados. Se acercaron al rey de los demonios y le explicaron lo que estaba sucediendo.

Cuando Hiranyakasipu comprendió la situación se enfureció y su cuerpo comenzó a temblar.


Entonces, decidió finalmente matar a su hijo Prahlada. Hiranyakasipu era muy cruel por
naturaleza y sintiéndose ofendido empezó a silbar como una serpiente cuando alguien la pisa.
Llamó inmediatamente a su hijo y cuando lo vio parado frente a él con sus manos recogidas,
se quedo mirándolo fijamente con ojos torvos.

Hiranyakasipu dijo: "¡Oh el más imprudente de la familia, el más bajo de toda la humanidad,
has violado mi poder de gobernante, así que eres un tonto! Hoy te enviaré al lugar de
Yamaraja. Mi hijo Prahlada, tú rascalero, tú sabes que cuando me enfurezco todos los tres
mundos tiemblan. Por el poder de quién un rascalero como tú se ha inflado tanto que parece
no sentir miedo."

Prahlada Maharaja dijo: "La fuente de mi fuerza es la misma tuya. La fuente original de
todas las clases de fuerza es la Suprema Personalidad de Dios. Mi querido padre, por favor
abandona tu mentalidad demoníaca. No existe ningún enemigo en este mundo, excepto una mente
incontrolada. Antes, había muchos tontos como tú que no pudieron conquistar los seis
enemigos (Los seis sentidos). Una persona que ha conquistado los seis enemigos ya carece de
ellos. Los enemigos sólo son el producto de la ignorancia."

Hiranyakasipu contestó: "Tú rascalero, estás tratando de minimizar mi valor como si fueras
mejor que yo al momento de controlar los sentidos. Esto es poco inteligente. Por lo tanto,
comprendo que quieres morir en mis manos. No tiene sentido hablar con aquellos que están a
punto de morir. ¡Oh el más desafortunado! Prahlada, siempre has descrito a un Ser Supremo
diferente de mí, quien es el controlador de todo y quien es omnipenetrante. ¿Quien es El? Si
está en todas partes, ¿por qué no se presenta ante mí en esta columna?"

Prahlada contestó: "Si padre, mi Señor está aquí en esta columna." Hiranyakasipu dijo:
¡Porque estás hablando cosas sin sentido debo separar tu cabeza de tu cuerpo! Déjame ver
ahora cómo tu dios viene a protegerte! ¡Quiero verlo!"

De esta forma Hiranyakasipu castigó a su hijo con palabras ásperas y lo maldijo una y otra
vez. Luego Hiranyakasipu tomó su espada y lleno de ira golpeó la columna con el puño.
Entonces se produjo un sonido aterrador que pareció romper la cubierta del universo.

Cuando los semidioses escucharon el sonido pensaron: "Ahora sí están destruyendo nuestros
planetas." Cuando Hiranyakasipu escuchó este sonido que nunca antes había oído, sintió
temor. Nadie pudo saber de donde había salido. Para probar la afirmación de Prahlada de que
el Señor Supremo está en todas partes, la Personalidad de Dios apareció en una forma
maravillosa que nadie había visto antes. La forma no era la de un hombre ni tampoco la de un
león. Muy sorprendido, Hiranyakasipu pensó: "¿Quien es esta criatura mitad hombre y mitad
león?"

Hiranyakasipu trató de decidir quién era el Señor Nrsmhadeva. La forma del Señor inspiraba
terror debido a Sus ojos furiosos. Sus dientes parecían mortíferos y Su lengua afilada como
una cuchilla parecía un espada. Su nariz y boca parecían la cueva de una montaña. Sus
mandíbulas parecían terribles y todo Su cuerpo tocaba el cielo. Su pecho era ancho y los
vellos de su cuerpo eran tan blancos como los rayos de la luna. Sostenía la caracola, el
disco, el mazo, la flor de loto y otras armas.

Hiranyakasipu pensó: "El Señor Visnu ha preparado este plan para matarme, pero ¿cuál será el
sentido de este intento? ¿Quién pude pelear conmigo?"

Hiranyakasipu tomó su mazo y atacó al Señor como un elefante. Sin embargo, el Señor
Nrsmhadeva capturó al gran demonio, así como Garuda atrapa una serpiente. El Señor
Nrsmhadeva le dió a Hiranyakasipu la oportunidad de que se escurriera de Sus manos. Los
semidioses que estaban escondidos en las nubes consideraron que este hecho era muy poco
auspicioso. Ellos tenían mucho miedo de Hiranyakasipu y pensaron que les iba a hacer daño.

Después que Hiranyakasipu descansó un poco, tomó su espada y su escudo y atacó al Señor con
gran fuerza. Lanzando una carcajada el Señor Nrsmhadeva capturó a Hiranyakasipu, aunque este
no podía ser herido ni siquiera con el rayo de Indra. El Señor Nrsmhadeva colocó al demonio
en Su regazo. Luego a la entrada de la sala de reuniones, el Señor, rompió fácilmente al
demonio y lo volvió pedazos con las uñas de Sus manos.

El Señor Nrsmhadeva mantuvo intacta la promesa de Brahma. Hiranyakasipu no fue muerto ni en


la tierra ni en el cielo, sino en el regazo del Señor. No fue muerto ni en el día ni en la
noche, sino al atardecer. No fue muerto por un hombre ni por un animal, sino por alguien
mitad hombre y mitad león. No fue muerto ni adentro ni afuera, sino en el umbral de la
puerta. No fue muerto con ninguna arma, sino con las uñas del Señor.

La boca del Señor Nrsmhadeva estaba con sangre y nadie hubiera podido mirarlo a los ojos. El
Señor se colocó los intestinos de Hiranyakasipu alrededor de Su cuello como si fueran
guirnaldas, y enfurecido arrancó el corazón del demonio y lo lanzó al piso. Luego se dirigió
hacia los soldados demoníacos que habían venido por cientos a luchar contra el Señor. Todos
ellos eran fieles seguidores de Hiranyakasipu, pero el Señor Nrsmhadeva los mató con la
punta de Sus uñas.

El cabello del Señor Nrsmhadeva golpeó las nubes y las esparció por todas partes. Su
respiración agitó los mares. Todos los elefantes del mundo comenzaron a llorar llenos de
terror. El Señor Nrsmhadeva no encontró a alguien que se le enfrentará mientras estaba
sentado en el trono del Rey. Debido al miedo nadie venía a servir al Señor.

Cuando los semidioses vieron que el Señor había matado al demonio, se sintieron muy felices.
Las esposas de los semidioses derramaron una lluvia de flores sobre el Señor. Los semidioses
deseosos de ver las actividades del Señor llenaron el cielo y comenzaron a tocar timbales y
los Apsaras celestiales a bailar. En ese momento todos los semidioses ofrecieron sus
oraciones al Señor.

Octava Parte - Prahlada aplaca al Señor

Los semidioses encabezados por el Señor Brahma no se pudieron acercar al Señor Nrsmhadeva
porque El continuaba furioso. Los semidioses le pidieron a la diosa de la fortuna, Laksmiji,
que se aproximara al Señor Nrsmhadeva, pero ella también sintió miedo. Laksmi nunca había
visto esta asombrosa forma del Señor y, por lo consiguiente, no podía acercársele.

Después, el Señor Brahma le dijo a Prahlada: "Mi querido hijo, el Señor Nrsmhadeva está
furioso con tu padre. Por favor acércate a El y aplácalo." Aunque Prahlada era solo un niño,
se dirigió hacia el Señor Nrsmhadeva y se tendió a Sus pies con las manos juntas. Cuando el
Señor vio al pequeño frente a El, Se sintió lleno de afecto por Su devoto. EL Señor levantó
a Prahlada y colocó Su mano de loto en la cabeza del niño, liberándolo así de todos los
deseos materiales. Había síntomas de éxtasis en todo su cuerpo, su corazón estaba lleno de
amor y de sus ojos salían lágrimas. Prahlada capturó los pies de loto del Señor en el
centro de su corazón. Luego dijo las siguientes oraciones:

"Mi Señor, aquél que no ha sido conquistado por persona alguna, realmente no temo a Tu boca
feroz, ni a Tus ojos candentes, ni a Tu entrecejo. No temo a Tus dientes afilados, ni a Tu
guirnalda de intestinos, ni a Tu melena empapada en sangre, ni a Tus orejas. Tampoco temo a
Tus rugidos tumultuosos, ni a Tus uñas puntiagudas. Mi Señor, todos estos semidioses son Tus
devotos, así que por favor cálmate ahora que mi padre el gran demonio Hiranyakasipu ha
muerto. No siento temor de Tu apariencia, sino de la condición de vida en la que he tomado
nacimiento. He nacido en una familia de demonios debido a mis actividades pasadas. ¡Oh el
más poderoso Señor! ¿Cuándo me llamarás para que tomé refugio en Tus pies de loto? ¡Oh la
más grande de las personalidades! No le temo a la existencia material, no importa donde me
encuentre, porque estoy completamente absorto en pensamientos acerca de Tus glorias y
actividades. Me preocupan los tontos y los rascaleros que hacen planes para alcanzar la
felicidad material. Hay mucho apego por la vida sexual que es como frotarse las manos para
aliviar una rasquiña."

El Señor Nrsmhadeva se tranquilizó después de escuchar estas oraciones y abandonando Su ira,


habló así: "Mi querido Prahlada, toda la buena fortuna sea contigo. Estoy muy complacido
contigo. Este pasatiempo es para satisfacer el deseo de todas las entidades vivientes."

Aunque Prahlada era solamente un niño, no deseaba ninguna bendición material. Sonrió y dijo:
"Estoy muy temeroso de esta vida material. Es por esta razón que he tomado refugio en Tus
pies de loto. No deseo beneficio material alguno. Aquél que se acerca a Ti para obtener algo
material no es mejor que un mercader. Un sirviente que desea ganancias materiales de su
maestro no es un devoto puro. ¡Oh mi Señor! Si deseas concederme una bendición, entonces te
ruego, que apartes del fondo de mi corazón todos los deseos materiales."

El Señor Nrsmhadeva contestó: "Mi querido Prahlada, un devoto como tú nunca desea opulencia,
pero de todas formas te ordeno que disfrutes de las opulencias de los demonios en este mundo
material. Deseo que actúes como su rey hasta la muerte de Manu. No importa que te encuentres
en este mundo material, siempre debes escuchar, cantar, y recordar acerca de Mí. Aquél que
recuerde permanentemente tus actividades y las Mías y aquél que recite las oraciones que Me
has ofrecido, será liberado de las ataduras materiales."

Prahlada Maharaja dijo: "¡Oh Señor Supremo! Eres tan misericordioso con las almas caídas. Te
pido una gracia: Mi padre blasfemó directamente a Su Señoría y ha cometido actividades
pecaminosas muy fuertes en mi contra, por lo tanto, te pido que le perdones todas esas
actividades."

La Suprema Personalidad de Dios dijo: Mi querido Prahlada, tu padre ha sido purificado


junto con los 21 antepasados de tu familia. Puesto que has nacido en esta familia, toda la
dinastía ha sido purificada. Aquellos que siguen tu ejemplo se convierten en Mis devotos
puros. Tu eres el mejor ejemplo de un devoto puro."

Narada Muni continuó contando el pasatiempo de Prahlada Maharaja a Maharaja Yudhisthira. El


dijo: El Señor Nrsmhadeva ordenó a Prahlada Maharaja que realizara las ceremonias funerarias
para su padre. Después de esto fue coronado como el Rey de los demonios. El Señor Brahma
estaba presente en ese momento y aprovechó la oportunidad para ofrecer oraciones al Señor
Supremo. Después de escucharlas, el Señor Nrsmhadeva dijo: "Mi querido señor Brahma, así
como es de peligroso alimentar con leche a una serpiente, también lo es conceder bendiciones
a los demonios. Te prevengo para que nunca vuelvas a hacer tal cosa de nuevo." Después de
dar esta instrucción a Brahma, el señor desapareció del lugar.

Narada Muni continuó: "¡Oh rey Yudhisthira! Después que Prahlada Maharaja adoró
apropiadamente a los semidioses, éstos partieron a sus lugares de residencia. Así fueron
muertos los dos guardianes del señor Visnu que se habían convertido en Hiranyaksa e
Hiranyakasipu. En sus próximas vidas nacieron como Ravana y Kumbhakarna y fueron muertos por
el extraordinario poder del señor Ramacandra. Luego, nacieron como Sisupala y Dantavakna.
Fue Sisupala quién se fundió en el Señor en tu presencia. Debido a sus constantes
pensamientos en el Señor. Ahora sí todo lo que has preguntado acerca de cómo Sisupala logró
la salvación ha quedado explicado.

Aquél que escuche o cuente esta narración acerca de la Suprema Personalidad de Dios es
liberado sin duda de todos sus lazos. Prahlada Maharaja es el mejor entre los devotos
exaltados. Cualquiera que escuche este pasatiempo con gran atención, seguramente alcanzará
el mundo espiritual donde no existe ansiedad.

Termina así el Resumen de los Capítulos 1 a 10 del Séptimo Canto del Srimad Bhagavatam,
titulados "La Historia del Señor Nrsmhadeva."

LA HISTORIA DEL SEÑOR SIVA Y MAYA DANAVA

Después de contar la historia de Prahlada Maharaja, Narada Muni contó la historia de un


demonio llamado Maya Danava. En esa oportunidad él hizo que la fama del Señor Siva
disminuyera.

Cuando escuchó esto, Maharaja Yudhisthira dijo: ¿Por qué razón el demonio Maya disminuyó la
fama del Señor Siva? Por favor, cuéntanos esa historia.

Narada Muni dijo: Cuando los semidioses pelearon con los asuras, éstos fueron derrotados, y
se refugiaron en Maya Danava, el más grande de los demonios. Maya Danava construyó tres
palacios indestructibles y los entregó a los demonios. Los palacios semejaban aviones hechos
de oro, plata y hierro. Debido a estos tres palacios volantes los semidioses no pudieron
derrotar a los demonios y éstos comenzaron a destruir los tres mundos, aprovechando así la
situación. Cuando los demonios empezaron a destruir los sistemas planetarios más elevados,
los gobernadores de esos planetas fueron a ver al Señor Siva y se rindieron por completo a
él.
Ellos dijeron: "Nosotros los semidioses estamos a punto de morir. Somos tus seguidores, así
que por favor sálvanos." El Señor Siva les pidió que no tuvieran temor. Luego colocó sus
flechas en su arco y las disparó hacia los tres palacios. Las flechas que lanzó el Señor
Siva parecían rayos furiosos y cubrieron los tres palacios y casi los destruyen.

Al ser atacados por las flechas doradas del Señor Siva todos los demonios perdieron la vida
y cayeron. Entonces el místico Maya Danava tomó los cuerpos de los demonios y los dejó caer
en un néctar que el había preparado. Cuando los cadáveres de los demonios tocaron el néctar,
sus cuerpos se volvieron tan fuertes que podían soportar hasta el golpe de los truenos.
Provistos de esa gran fuerza se levantaron como relámpagos centelleantes en las nubes.

Cuando el Señor Siva vio esto se sintió muy desdichado. Cuando la Suprema Personalidad de
Dios vio como se estaba sintiendo el Señor Siva, decidió detener a Maya Danava. Decidió
convertir al Señor Brahma en un ternero y a El mismo en una vaca. Entraron al palacio al
medio día y se tomaron todo el néctar que había en el pozo. Los demonios pudieron ver al
ternero y a la vaca pero, debido a la ilusión que el Señor Visnu había creado, no pudieron
detenerlos. El gran místico Maya Danava supo que el ternero y la vaca se estaban bebiendo el
néctar y lo tomó como una prueba del poder invisible de la providencia, y habló así a los
demonios: "Lo que ha sido destinado por el Señor Supremo no puede ser deshecho por nadie en
ninguna parte."

Después, por Su propio poder el Señor Krsna le entregó al Señor Siva todas las armas
necesarias para que luchara. Cuando el Señor Siva estuvo equipado de esa forma, se sentó en
su carroza con sus flechas y arco y se dirigió a luchar contra los demonios. El más poderoso
Señor Siva acopló su arco y flechas, al medio día le prendió fuego a los tres palacios y los
destruyó. Los semidioses sentados en sus aviones comenzaron a tocar timbales. Los semidioses
y los sabios derramaron flores sobre la cabeza del Señor Siva y los Asparas empezaron a
cantar y bailar con gran placer. Por lo tanto, el Señor Siva es conocido como Tripurari, el
destructor de los tres palacios demoníacos. El Señor Siva regresó a su morada cuando los
semidioses terminaron de adorarlos.

Narada Muni continuó hablando así a Maharaja Yudhisthira: El Señor Krsna realiza por Su
propia potencia muchos pasatiempos maravillosos. ¿Qué más puedo decir acerca de Sus
actividades? Ellas han sido descritas por las personas más elevadas. Todos pueden
purificarse con Sus actividades, solamente hay que escucharlas de la fuente correcta.

Termina así el Resumen del Capítulo 11 del Séptimo Canto del Srimad Bhagavatam, titulado "La
Historia del Señor Siva y Maya Danava"

EL PASATIEMPO DE GAJENDRA, EL REY DE LOS ELEFANTES

Primera Parte

Sukadeva Gosvami continuó hablando acerca de Krsna y Sus devotos. Mientras describía los
diferentes Manus, mencionó por casualidad la forma en que el Señor Hari salvó a Su devoto
Gajendra del ataque de un cocodrilo. Maharaja Pariksit dijo: Mi señor, nos gustaría que nos
contaras detalladamente cómo Gajendra, el rey de los elefantes, fue liberado por Hari.

Cuando el Rey le pidió a Sukadeva Gosvami que hablara, éste se sintió muy animado por sus
palabras y con gran placer comenzó la narración de Gajendra el elefante, diciendo: Mi
querido Rey, existe una enorme montaña llamada Trikuta, que tiene 80.000 millas de altura,
está rodeada por un océano de leche y esto la hace muy hermosa; tiene tres picos hechos de
hierro, plata y oro que embellecen el cielo y todos los puntos cardinales; y sus otros picos
están llenos de joyas y minerales. Los sonidos de las caídas de agua producen vibraciones
placenteras y el suelo al pie de la montaña produce esmeraldas cuando es mojado por la olas
del océano de leche. Atraídos por esta atmósfera agradable, los habitantes de los planetas
más elevados van allí a hacer deportes. Las cuevas de las montañas están llenas de
semidioses. La montaña Trikuta tiene muchos lagos y ríos con playas cubiertas de gemas. Sus
aguas son cristalinas y en ellas se bañan todos sus habitantes. En el valle de la montaña
Trikuta existe un jardín llamado Rtumat que pertenece al gran devoto Varuna, y allí crecen
flores y frutas en todas las estaciones. En este jardín hay un lago enorme lleno de
brillantes flores de loto y de cigüeñas, cisnes y bandadas de diferentes clases de aves.

Cierta vez, Gajendra, el líder de los elefantes, estaba vagando por el lago junto con su
manada de elefantes hembras, rompiendo muchas plantas y enredaderas sin preocuparse por sus
espinas. Los tigres, elefantes y otros animales huyeron despavoridos tan sólo por sentir el
olor de Gajendra; la montaña Trikuta temblaba a su paso, y rodeado de otros elefantes, se
dirigió al hermoso lago en el jardín Rtumat. Pudo oler a la distancia el polvo de las flores
de loto que era llevado por la brisa y, sintiéndose muy sediento, llegó muy pronto a orillas
del lago. El rey de los elefantes entró en el lago junto con sus acompañantes y se sintió
muy refrescado por el agua. Con su trompa bebió el agua fría y clara del lago que estaba
mezclada por el polvo de las flores de loto. Bebió hasta sentirse satisfecho.

Gajendra estaba muy apegado a los miembros de su familia, y estaba ilusionado por la energía
externa de Krsna. Con gran afecto le ordenó a sus esposas e hijos que bebieran agua,
mientras él levantaba con su trompa agua y la derramaba sobre ellos sin importarle todo el
trabajo que tenía que hacer. Por arreglos de la providencia, un fuerte cocodrilo estaba
furioso con Gajendra y atacó una de sus piernas. El elefante era muy fuerte e hizo lo mejor
que pudo para librarse del peligro. Cuando sus esposas vieron lo que estaba pasando se
sintieron muy tristes y comenzaron a llorar. Los otros elefantes quisieron ayudar a Gajendra
pero el cocodrilo era muy fuerte y no pudieron rescatarlo por más que trataban de sacarlo
del agua. La pelea continuó por mil años y los semidioses estaban muy sorprendidos con la
resistencia del elefante. Debido a esta larga lucha, el elefante había ido perdiendo su
fuerza física y mental.

Cuando el rey de los elefantes vio que no podía salvarse, sintió temor porque iba a morir, y
pensó: "Los otros elefantes no han podido salvarme. Ha sido voluntad de la Providencia que
un cocodrilo me haya atacado, por lo tanto, debo buscar refugio en la Suprema Personalidad
de Dios, que es el refugio de todos."

Después, el rey de los elefantes, Gajendra,fijó su mente en el Señor Supremo. Cantó


oraciones que había aprendido en su nacimiento anterior como Indradyumna, pudiendo hacerlo
por la gracia de Krsna. Algunas dicen así: "La Suprema Personalidad de Dios es conocida por
los devotos puros que practican el bhakti-yoga. El nos da la felicidad y es el maestro del
mundo trascendental. Puesto que un animal como yo me he rendido a Ti, ciertamente Tú me
liberarás de este peligro. Ahora que deseo liberarme por completo de esta vida material
ofrezco mis respetuosas reverencias a la Persona Suprema, Quien es el creador del universo y
la Superalma de todos."

Cuando Gajendra estaba ofreciendo sus oraciones, no mencionó a una persona en particular y
por eso, aunque todos los semidioses escucharon sus plegarias, ninguno se acercó a él. Sin
embargo, puesto que el Señor Hari es la Superalma se aproximó al rey de los elefantes. El
Señor Supremo Hari,después de comprender el estado de Gajendra, apareció rápidamente sobre
el lomo de Garuda portando Su disco y otras armas. Gajendra había sido capturado por un
cocodrilo que estaba en el agua y estaba sintiendo mucho dolor. Cuando vio al Señor Narayana
que venía en el lomo de Garuda, con su disco, tomó una flor de loto con su trompa y con gran
esfuerzo dijo las siguientes palabras: "¡Oh mi Señor Narayana! Maestro del universo, ¡oh
Suprema Personalidad de Dios! Te ofrezco mis respetuosas obediencias."

Cuando el Señor Supremo vio el doloroso estado de Gajendra se bajó del lomo de Garuda y sacó
al elefante del agua junto con el cocodrilo. Luego, en presencia de los semidioses, el Señor
separó la cabeza del cuerpo del cocodrilo con Su disco, salvando de esta manera a Gajendra,
el rey de los elefantes.

Segunda Parte - Gajendra regresa al Mundo Espiritual

Cuando el Señor liberó a Gajendra todos los semidioses, encabezados por Brahma y Siva
glorificaron al Señor Supremo y derramaron sobre El una lluvia de flores. Había sonido de
timbales por todas partes, los Gandharvas comenzaron a cantar y a bailar, y los habitantes
de Siddhaloka ofrecieron sus oraciones.

El mejor de los Gandharvas, el Rey Huhu, había sido maldecido por Devala Muni y se había
convertido en un cocodrilo, pero ahora que había sido golpeado con el disco del Señor, tomó
la forma de un hermoso Gandharva. Al comprender que todo se debía a la misericordia del
Señor, ofreció sus mejores oraciones sólo para complacerlo. Cuando el Rey Huhu se vio
favorecido con la misericordia sin causa del Señor Supremo comenzó a dar vueltas alrededor
de la Personalidad de Dios, le ofreció sus obediencias y regresó a Gandharvaloka. Había sido
liberado de todas sus reacciones pecaminosas. Como Gajendra había sido tocado por las manos
del Señor Supremo, también fue liberado de todas sus ataduras. El recibió la liberación
Sarupya-mukti, en la cual se alcanza una forma como la del Señor.

Este Gajendra había sido anteriormente un Vaisnava y Rey de un país llamado Pandya. En su
vida previa fue conocido como Indradyumna Maharaja. Indradyumna abandonó su vida familiar y
se retiró a las montañas Malaya. Allí tenía una pequeña cabaña que era su asrama. Usaba sus
cabellos enmarañados y siempre estaba realizando austeridades. Mientras observaba un voto de
silencio, se ocupaba en adorar al Señor. En cierta ocasión, cuando Indradyumna Muni estaba
absorto en éxtasis, llegó el gran sabio Agastya Muni, acompañado de sus discípulos. Como
Indradyumna no le ofreció al Muni una recepción adecuada éste se sintió muy ofendido, y lo
maldijo diciendo: "Este Rey Indradyumna no es nada amable. Es de clase baja y no ha sido
educado, por lo tanto, ha insultado a un brahmana. Así que debe entrar en la región de las
tinieblas y recibirá el cuerpo pesado y torpe de un elefante."

Después que Agastya Muni maldijo al Rey Indradyumna se alejó junto con sus discípulos. El
Rey aceptó esta maldición como un regalo, pensando que era la voluntad de la Suprema
Personalidad de Dios. Aunque había recibido un cuerpo de elefante, recordó cómo adorar y
ofrecer plegarias al Señor debido a su servicio devocional anterior.

Después que el Señor liberó a Gajendra de las fauces del cocodrilo, lo premió con "Sarupya-
mukti." Luego, en presencia de todos los semidioses la Suprema Personalidad de Dios regresó
a Su maravillosa morada llevándose a Gajendra con El.

Sukadeva Gosvami continuó: Mi querido Rey Pariksit, te he descrito el inmenso poder de


Krsna, ¡oh el mejor de la dinastía Kuru! Aquellos que escuchan esta narración se vuelven
aptos para entrar a los planetas celestiales. Cualquiera que escuche este pasatiempo nunca
será afectado por Kali-yuga, ni tendrá pesadillas. ¡Oh Maharaj Pariksit! Antes de partir
para Su morada, la Suprema Personalidad de Dios concedió las siguientes bendiciones: "Aquel
que se levante de la cama al amanecer y concentre su mente en Mi forma, tu forma, este lago,
la Montaña Trikuta, este jardín y el océano de leche, será liberado de todas sus reacciones
pecaminosas. Mi querido devoto, a aquellos que se levantan de la cama al final de la noche y
Me ofrecen las oraciones que tú me has dicho, Yo les daré al final de sus vidas un lugar
eterno en el mundo espiritual."

Sukadeva Gosvami continuó: Luego el Señor sopló Su caracola Pancajanya y subió al lomo de
Garuda, dirigiéndose a Vaikuntha.

Termina así el Resumen de los Capítulos 1 a 3 del Octavo Canto del Srimad Bhagavatam,
titulados "El pasatiempo de Gajendra, el Rey de los Elefantes."

BATIENDO EL OCEANO DE NECTAR

Primera Parte - Los semidioses piden protección al Señor

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Rey! Te he contado acerca de la liberación de Gajendra, que es lo
más piadoso que puedas escuchar. Por escuchar tales actividades del Señor, uno puede
liberarse de todas las reacciones pecaminosas. Ahora escucha por favor la descripción que
haré de las actividades en la época de Caksusa Manu.

En la era del sexto Manu o Caksusa Manu, el Señor apareció en una expansión parcial con el
nombre de Ajita. El produjo néctar para los semidioses cuando agitó el Océano de Leche. En
la forma de una tortuga, El llevó sobre su lomo la gran Montaña Mandara.

El Rey Pariksit preguntó: ¡Oh gran brahmana! ¿Por qué y cómo el Señor Visnu agitó el Océano
de leche? ¿Por qué permaneció en el agua como una tortuga y sostuvo la montaña Mandara?
¿Cómo consiguieron los semidioses el néctar? Por favor describe todas estas actividades
maravillosas del Señor.

Sukadeva Gosvami dijo: Cierta vez cuando Durvasa Muni pasaba por un camino vio a Indra en el
lomo de su elefante. Se sintió complacido por poderle ofrecer a Indra una de las guirnaldas
que tenía en su cuello. Sin embargo, Indra, quien estaba muy inflado, tomó la guirnalda y se
la colocó al elefante. Este no podía comprender el valor de la guirnalda y la lanzó al suelo
y la aplastó con sus patas. Cuando vio este insulto, Durvasa Muni maldijo a Indra para que
fuera golpeado por la pobreza.

Después que Durvasa Muni maldijo a los asuras, estos atacaron con severidad a los
semidioses. En esta lucha muchos semidioses murieron. Los efectos de esta situación fueron
muy serios. El Señor Indra y los semidioses hablaron pero no pudieron encontrar solución
alguna. Entonces todos se dirigieron a la montaña Sumeru. Allí ofrecieron sus obediencias al
Señor Brahma y le contaron todas las cosas que estaban pasando. El Señor Brahma dijo:
"Puesto que yo, el Señor Siva y todos ustedes semidioses hemos nacido del Señor Supremo,
debemos tomar refugio en Sus pies de loto."

Después de hablar así, se marchó junto con los semidioses a la morada del Señor. Dicha
morada está situada en una isla llamada Svetadvipa, en algún lugar del Océano de Leche. El
Señor Brahma ofreció allí sus oraciones a la Suprema Personalidad de Dios.

Segunda Parte - Los semidioses y los demonios declaran una tregua

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Rey Pariksit! Por la adoración de los semidioses, el Señor
Supremo apareció ante ellos. Su efulgencia era como la salida de millones de soles. Tenía
ropajes amarillos y Su cuerpo era muy atractivo. Sus orejas estaban adornadas con aretes que
tocaban Sus mejillas. Lucía una corona engastada con muchas joyas valiosas.

El Señor comprendió la razón por la cual estaban orando los semidioses. Aunque era capaz de
matar El mismo a todos los demonios, quiso disfrutar de un pasatiempo al batir el Océano de
Leche. Por lo tanto, habló con voz profunda a los semidioses, diciendo: "Puesto que no le
están ganando a los demonios, deben pactar una tregua con ellos y ocúpense inmediatamente en
producir el néctar que los hará inmortales. ¡Oh semidioses! Arrojen al Océano de Leche toda
clase de vegetales, hierbas, enredaderas y drogas.

Luego con Mi ayuda harán de la montaña Mandavara una vara para que agiten el Océano de
Leche; luego harán de Vasuki una cuerda para batirlo y después de esto podrán revolver el
Océano de Leche. Así batirán a los demonios, pero ustedes, los semidioses, podrán obtener el
néctar. Mis queridos semidioses, todo puede hacerse con paciencia y paz. Sin embargo, si uno
se enfurece pierde de vista su objetivo. Por lo tanto, accedan a todo lo que los demonios
pidan. Un veneno llamado `kaluta` saldrá del Océano de Leche pero ustedes no deben temer.
También saldrán muchas cosas valiosas cuando batan el Océano, pero ustedes no deben
codiciarlas ni enfurecerse porque no pueden tenerlas. La Suprema Personalidad de Dios
desapareció después de aconsejar a los semidioses de esta forma.

Después de ofrecer sus respetuosas reverencias al Señor, el Señor Brahma y el Señor Siva se
dirigieron a sus lugares de residencia. Todos los semidioses se acercaron a Maharaja Bali.
Indra repitió con palabras dulces todo lo que el Señor Visnu había dicho. Todas las
propuestas de Indra fueron aceptadas de inmediato por los demonios, y por lo tanto, hubo paz
entre ellos. Luego hicieron los arreglos necesarios para producir el néctar. Los demonios y
los semidioses descuajaron con gran fuerza la Montaña Mandara y gritando muy alto la
llevaron hacia el Océano de Leche. Puesto que la montaña estaba muy lejos del Océano, todos
se sintieron cansados y sintiéndose incapaces de cargarla más, se les cayó de las manos. La
montaña Mandara estaba hecha de oro y era muy pesada, así que cuando cayó aplasto a muchos
semidioses y demonios.

Cuando el Señor Supremo vio todo esto, apareció en el lomo de Su transportador, Garuda. El
Señor observó que los demonios y los semidioses habían sido triturados por la montaña, pero
el Señor, por Su misericordia, los miró a todos y los trajo de nuevo a la vida. Luego el
Señor levantó la montaña fácilmente con una sola mano, y la colocó sobre el lomo de Garuda,
de la misma manera que un niño recoge un juguete. Luego el Señor se subió en el lomo de
Garuda y se dirigió al Océano de leche. Más tarde, Garuda descargó la Montaña Mandara y la
dejó cerca del agua. Como ellos deseaban batir la montaña con Vasuki, el Señor le pidió a
Garuda que abandonará el lugar.

Parte Tres - El Señor Siva salva el universo

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Maharaja Pariksit! Los semidioses y los demonios le pidieron a
Vasuki que actuara como una cuerda. Para que lo hiciera le prometieron que le darían néctar.
Entonces, todos amarraron a Vasuki alrededor de la Montaña Mandara y batieron con gran
placer el Océano de Leche. La Personalidad de Dios, Ajita, tomó la cabeza de la serpiente,
seguido por los semidioses; pero los demonios protestaron porque ellos no querían agarrar la
cola de la serpiente, ellos también querían sostener la cabeza. La Personalidad de Dios
estuvo de acuerdo con esta propuesta y tomó la cola del animal. Los semidioses Lo siguieron.
Después, los semidioses y los demonios comenzaron a agitar el Océano de Leche. Como la
Montaña no tenía apoyo, se sumergió en el Océano de Leche. Cuando los semidioses y los
demonios vieron esto se sintieron muy disgustados.

Entonces, para complacer a Sus devotos y satisfacer Su propio deseo, el Señor tomó la forma
de una tortuga y levantó la gran Montaña Mandara. Cuando los semidioses y los demonios
vieron que la montaña había sido levantada, comenzaron a batir de nuevo el Océano. La
tortuga aceptó el movimiento de la montaña como una manera de rascarse la espalda y sentir
así una sensación agradable. Con la realización de Sus pasatiempos el Señor estaba
atrayendo el mundo entero de regreso a Dios.

Para evitar que la montaña se cayera de la espalda del Señor Tortuga, el Señor apareció de
nuevo en la cima de la montaña en Su forma con miles de brazos. Al ver la belleza del Señor,
los grandes sabios ofrecieron oraciones y derramaron flores sobre El.

Después de esto, todos continuaron batiendo con gran fuerza. Vasuki tenía miles de ojos y
bocas, y de éstas salía humo y fuego. El calor y el humo afectaron tanto a los semidioses
como a los demonios, hasta que se quedaron sin fuerza y sus caras se volvieron negras. Pero
por la gracia del Señor, aparecieron nubes sobre el mar y comenzó a llover. Esto junto con
la brisa les produjo a todos un gran alivio.

Cuando no salió néctar del Océano a pesar de tantos esfuerzos, la Suprema Personalidad de
Dios comenzó a agitarlo personalmente. Todo el Océano junto con sus animales se sintieron
muy perturbados por esta acción. Mientras el Océano era agitado de esta manera, se produjo
un veneno muy peligroso llamado `hala hala` que empezó a esparcirse en todas las
direcciones. Al ver lo que sucedía, los semidioses junto con el Señor Mismo se acercaron al
Señor Siva. Sintiéndose muy temerosos lo buscaron como refugio. Los semidioses vieron al
Señor Siva con su esposa Bhavani, sentados en la cima de la Colina Kailasa. Grandes santos
lo estaban adorando.

Los semidioses dijeron: "¡Oh el más grande de los semidioses! Hemos venido ha tomar refugio
en tus pies de loto. Por favor, sálvanos ahora de este terrible veneno, el cual se ha
esparcido por todos los tres mundos."

El Señor Siva contestó: "Mi querida Bhavani, sólo mira cómo todas estas entidades vivientes
están en peligro debido a ese veneno. Es mi deber dar protección a todas las entidades
vivientes, por lo tanto, déjame beber ese veneno para que todas ellas puedan volver a ser
felices." Después de hablarle así a Bhavani, el Señor Siva comenzó a beber el veneno. Como
ella conocía el poder de su esposo, le dio permiso para que lo hiciera.
Luego el Señor Siva tomó todo el veneno en la palma de su mano y lo bebió. Este veneno era
tan poderoso que le produjo al Señor Siva una línea azul en su cuello. Esta línea se acepta
ahora como un adorno de su cuello. Los escorpiones, cobras y otros animales cuyas picaduras
son mortales, bebieron las gotas que caían de la mano del Señor Siva. Después de escuchar
que el Señor Siva había bebido el veneno, todos comenzaron a elogiar sus actividades.

Parte Cuarta- Batiendo el Océano de Leche

Sukadeva Gosvami dijo: Los semidioses y los demonios se sintieron muy complacidos cuando el
Señor Siva se estaba tomando todo el veneno y comenzaron a batir el Océano con gran fuerza.
Como resultado de esta acción, apareció una vaca llamada `Surabhi.` Los grandes sabios se
hicieron cargo de la vaca puesto que ella producía todo el yogurt, la leche y el ghee que
eran necesarios para el fuego del sacrificio. Más tarde, el caballo Uccaishrava, que era tan
blanco como la luna, fue creado por el Océano. Bali Maharaja se adueñó de él. Indra no
protestó porque había sido advertido por el Señor para que no lo hiciera. El siguiente
resultado de batir el Océano, fue la creación del Rey de los elefantes, Airavata. El
elefante era blanco y tenía cuatro colmillos.

Después, surgieron del Océano ocho elefantes hembra y ocho machos. A medida que los
semidioses seguían batiendo el Océano, se crearon la `Kaustuba- mani` y la `Padmarga- mani`
y el Señor Visnu quiso poseerlas. Luego apareció la diosa de la fortuna, Rama. Debido a su
exquisita belleza, tanto los demonios como los semidioses la desearon; y pensando en hacerla
su esposa, todos los semidioses trajeron diferentes regalos para complacerla. Ella caminó
por entre los semidioses y los demonios y no pudo encontrar a alguien que tuviera todas las
buenas cualidades; por lo tanto, no se refugió en ninguno de ellos. Finalmente, aceptó a
Mukunda, la Suprema Personalidad de Dios, como su esposo. Se acercó a El y le colocó sobre
Sus hombros una guirnalda de flores frescas.

Mientras los semidioses y los demonios estaban batiendo, apareció un hombre muy hermoso. Su
nombre era Dhanvantari, y era una encarnación parcial del Señor Visnu. Al ver a Dhanvantari
que llevaba la jarra del néctar, los demonios se la arrebataron inmediatamente. Los
semidioses se sintieron muy tristes cuando los demonios se llevaron la jarra del néctar y
fueron a buscar refugio a los pies de loto del Señor. La Suprema Personalidad de Dios, Quien
siempre satisface los deseos de Sus devotos, vio que los semidioses estaban malhumorados y
les dijo: "No se sientan desdichados, Yo cumpliré con sus deseos de tener el néctar. Los
confundiré formando una pelea entre los líderes de los demonios."

Después de esto, se desató una discusión ante los demonios, acerca de quién iba a beber
primero el néctar. Cada uno de ellos decía: "¡No puedes ser el primero, yo beberé antes que
tú! No, ¡yo primero, tú después!" Algunos de los demonios más débiles decían: "Todos los
semidioses tomaron parte batiendo el Océano, así que ellos también merecen una porción." De
esta manera, los demonios más débiles impidieron a los más fuertes llevarse el néctar.

Parte Quinta - La Aparición de Mohini Murti

Sukadeva Gosvami continuó: La Suprema Personalidad de Dios se convirtió entonces en una


hermosa mujer, conocida como Mohini Murti. Era muy placentero mirarla. El color de su cuerpo
era como el de un loto negro; sus mejillas muy bellas y cada parte de su cuerpo era
perfecto. Moviendo sus cejas y sonriendo con timidez, ella miró a los demonios, quienes se
llenaron de lujuria y quisieron poseerla.

Le dijeron: "En este momento estamos luchando entre nosotros por esta jarra de néctar. ¡Oh
hermosa mujer! Te pedimos que nos ayudes a resolver esta discusión."

Al escuchar esta petición, la Suprema Personalidad de Dios, quien había asumido la forma de
esta bella mujer, comenzó a sonreír y mirándolos les dijo: "¡Oh hijos de Kasyapa! Yo sólo
soy una prostituta, ¿cómo es que ustedes tienen tanta fe en mí? Una mujer sin su esposo
busca todos los días nuevas amistades. Una persona sabia nunca confía en una mujer."
Sukadeva Gosvami continuó: Después que los demonios escucharon las palabras de Mohini Murti,
que las había dicho como en broma, se sintieron muy confiados. Ellos se rieron y le
entregaron la jarra del néctar. Ella dijo: "Mis queridos demonios, si ustedes aceptan
cualquier cosa que yo haga, honesta o deshonesta, entonces dividiré el néctar entre todos
ustedes." Al escuchar las suaves palabras de Mohini Murti estuvieron de acuerdo y dijeron:
"Si, lo que has dicho es lo correcto."

Luego los semidioses y los demonios observaron ayuno. Se bañaron, y se vistieron con nuevos
ropajes. Mirando hacia el oriente se sentaron en pasto Kusa, en la mitad de la arena.
Después, entró Mohini Murti vestida con un precioso sari. Cuando los semidioses y los
demonios vieron la belleza de Mohini Murti quedaron completamente encantados.

Los demonios son por naturaleza envidiosos como las serpientes. Por lo tanto, la Suprema
Personalidad de Dios no les dio néctar a los demonios. Mohini Murti arregló lugares
separados para que los semidioses y los demonios se sentaran. Tomó el néctar en sus manos y
se acercó primero a los demonios. Los complació con dulces palabras y no les dio la porción
que les correspondía del néctar. Puesto que los demonios habían aceptado cualquier cosa que
la mujer hiciera, justo o injusto, todos guardaron silencio. Los demonios sentían gran
afecto por Mohini Murti y estaban temerosos de perturbar su relación con Ella.

Rahu, el demonio que causa los eclipses del Sol y la Luna, se disfrazó con el vestido de un
semidiós, y entró a donde estaban reunidos los semidioses y bebió el néctar sin que nadie
se diera cuenta. Sin embargo, el Sol y la Luna se dieron cuenta de quien era él y le
avisaron inmediatamente a Mohini Murti. La Suprema Personalidad de Dios cortó allí mismo la
cabeza de Rahu con Su Disco. Rahu había bebido el néctar pero éste no había entrado a su
cuerpo, así que cuando su cabeza fue separada de su cuerpo, éste no pudo sobrevivir y su
cabeza permaneció viva mientras que su cuerpo murió. La cabeza de Rahu se volvió inmortal y
el Señor Brahma la aceptó como uno de sus planetas. Como Rahu es un enemigo del Sol y la
Luna, él trata de atacarlos en las noches de luna llena y luna nueva.

La Suprema Personalidad de Dios es el mejor amigo de los tres mundos. Cuando los semidioses
casi habían terminado de beber el néctar, el Señor mostró Su forma original, la cual fue
vista aun por los demonios.

Parte Sexta - La batalla entre los semidioses y los demonios

Después de dar el néctar a los semidioses, el Señor partió hacia Su morada llevado por
Garuda. Los demonios se enfurecieron cuando vieron la victoria de los semidioses y marcharon
contra ellos esgrimiendo sus armas. Pero los semidioses habían revivido al beber el néctar y
contra-atacaron a los demonios con espíritu luchador. Los dos bandos estaban realmente
enojados y comenzaron a golpearse unos a otros con espadas, flechas y diversas armas. La
lucha era tan terrible que a aquellos que los veían luchar se les erizaban los vellos. Los
soldados luchaban en caballos, elefantes, monos y camellos. Otros luchaban en leones,
buitres, halcones, y chacales, mientras que otros lo hacían en ratas, lagartos, conejos,
cabros y jabalíes. Para esa batalla Maharaja Bali estaba sentado en el avión más opulento,
creado por el demonio Maya y estaba equipado con todo tipo de armas de combate. Sentado en
ese aeroplano Maharaja Bali parecía como la Luna cuando sale al atardecer. Los demonios
habían sido privados del néctar y sopló sus caracolas para reanimarlos.

El Señor Indra se enfureció cuando vio que los demonios se dirigían a él amenazándolo con
sus armas. Entre sus seguidores estaban Vayu, Agni y Varuna. Así que los semidioses y los
demonios comenzaron a luchar por parejas. Se reunieron en el campo de batalla y se atacaron
unos a otros con flechas, espadas y lanzas. La lucha era encarnizada y rodaban por el suelo
brazos, muslos, cabezas y piernas que eran separados del cuerpo de los soldados.

Debido al impacto provocado por los pies y las ruedas de los carros, se levantó una gran
nube de polvo que llegó hasta el cielo; pero cuando las partículas de polvo fueron
alcanzadas por gotas de sangre, la nube de polvo no pudo flotar más y cayó al suelo. El
campo de batalla se cubrió con las cabezas de los héroes. Sus ojos todavía estaban fijos y
sus dientes mordían los labios en un gesto de ira. Quedaron por todo el campo cuerpos sin
cabeza. Con armas en sus brazos, estos cuerpos fantasmales atacaban a los soldados enemigos.

Luego, Maharaja Bali atacó a Indra con diez flechas y a su elefante con tres. Indra volvió
pedazos esa arma mientras estaba todavía en las manos de Bali. Cualquier arma que trataba
de utilizar, Indra la despedazaba inmediatamente. Entonces, Bali Maharaja desapareció y creó
ilusiones demoníacas: Apareció sobre los semidioses una enorme montaña de la cual caían
árboles en llamas; también caían piedras que destrozaban a los semidioses; leones, jabalíes,
tigres y elefantes comenzaron a caer sobre los soldados de los semidioses, despedazándolo
todo. Aparecieron hombres y mujeres que eran demonios antropófagos gritando: "¡Destrócenlos!
¡Atraviésenlos!" Aparecieron nubes feroces que arrojaban carbones encendidos. Los semidioses
estaban malhumorados al ver toda esta creación demoníaca. Cuando no encontraron la forma de
detener estas actividades, los semidioses se refugiaron en la Suprema Personalidad de Dios.
El Señor apareció inmediatamente en el lomo de Garuda, llevando diferentes armas en Sus ocho
manos y permitió que los semidioses Lo vieran. Con la aparición del Señor se desvaneció la
ilusión creada por los demonios. Cuando el demonio Kalanemi, que se transportaba en un león,
vio al Señor Supremo en el lomo de Garuda, le lanzó su tridente. El Señor agarró de
inmediato el tridente y mató al demonio y al león. Luego, tres poderosísimos demonios,
llamados Mai, Suamli y Mayavan, atacaron al Señor, pero a pesar de todo su poder, el Señor
les cortó la cabeza con Su disco.

Parte Séptima - El Rey Indra mata a todos los demonios

Sukadeva Gosvami dijo: Después de matar a esos poderosos demonios el Señor Visnu resucitó a
los semidioses, quienes sintiéndose con nuevas fuerzas golpearon severamente a los mismos
demonios que hacia poco los habían derrotado. Indra se sintió enfurecido y tomó su rayo para
matar a Bali Maharaja que se movía frente a él en el inmenso campo de batalla. Luego el Rey
Indra pronunció palabras muy duras en su contra y reprochándolo le dijo: "¡Oh rascalero!
Estás tratando de derrotarnos con tus poderes místicos, aunque nosotros somos los maestros
de tales poderes. Yo me encargo de mandar a las regiones más bajas a aquellos que desean ir
a los planetas celestiales por sus propios medios. Hoy mismo con mi rayo separaré tu cabeza
de tu cuerpo." Bali Maharaja le contestó: "Todos aquellos que se encuentran en este campo de
batalla estamos bajo la influencia del tiempo eterno. De acuerdo con su karma, ellos están
destinados a recibir fama, victoria, muerte y derrota. Aquellos que son eruditos ni se
regocijan ni se lamentan bajo diferentes circunstancias. Por lo tanto, tú que luces tan
feliz no debes ser considerado muy erudito. Ustedes los semidioses creen que ustedes mismos
son la causa de su fama y de su victoria. Las personas santas sienten mucha compasión por
ustedes debido a su ignorancia. Aunque tus palabras son duras no afectan nuestros
corazones."

Puesto que los reproches de Bali Maharaja eran verdaderos, Indra no sintió pena y tomó su
trueno y lo arrojó a Bali Maharaja con la intención de matarlo. Bali Maharaja cayó al suelo
junto con su aeroplano, como una montaña a la que le cortan sus laderas.

Cuando el demonio Jambhasura vio caer a su amigo Bali Maharaja, se presentó ante Indra
montado en su león. Golpeó con su mazo a Indra en el hombro con mucha fuerza y luego golpeó
al elefante de Indra y éste cayó inconsciente al piso.

Después, Matali, el auriga de Indra, trajo su carroza halada por mil caballos, y entonces
Jambhasura golpeó a Matali con un tridente ardiente. No pudiendo tolerar esta acción, Indra
lanzó su rayo a Jambhasura y le separó la cabeza del cuerpo.

Cuando Narada Rsi informó a los amigos de Jambhasura que éste había muerto, tres demonios
llamados Namuci, Bala y Paka llegaron enfurecidos al campo de batalla. Diciendo cosas
terribles a Indra le dispararon una lluvia de flechas. El demonio Bala destrozó cada caballo
de la carroza de Indra con igual número de flechas; el demonio Paka disparó al mismo tiempo
200 flechas contra Matali, el auriga. Esto fue ciertamente un acto maravilloso en el campo
de batalla. Namuci atacó a Indra y lo hirió con 50 flechas de oro. Otros demonios cubrieron
a Indra con una lluvia de flechas. Cuando los semidioses no pudieron ver a Indra se
sintieron muy ansiosos y comenzaron a lamentarse por la pérdida de su líder. Sin embargo,
Indra salió ileso de estos ataques, se liberó de todas las flechas y apareció en su carroza
brillando tanto como el Sol, estaba furioso con los demonios y con su rayo golpeó a Bala y
Paka, arrancándoles la cabeza. Cuando Namuci vio que sus amigos estaban muertos hizo un gran
esfuerzo para matar a Indra; tomó una lanza de acero y gritando muy alto "¡Ahora estás
muerto!" Se abalanzó sobre Indra, pero Indra destrozó con su flecha la poderosa lanza. Y
luego golpeó a Namuci con su rayo para cortarle la cabeza; pero a pesar de haberlo lanzado
con gran fuerza, no pudo ni siquiera atravesarle la piel. Era increíble que el mismo rayo
que había matado a Vrtrasura no hubiera siquiera rasguñado el cuello de Namuci. Cuando Indra
vio esto sintió mucho temor y mientras se lamentaba, escuchó una voz que venia del cielo:
"Este demonio no puede ser matado por ninguna cosa seca o húmeda."
Después de escuchar la voz que venia del cielo, Indra empezó a pensar cómo matar el demonio.
El entendió que la espuma podria ser el significado, porque ésta no es ni húmeda ni seca.
Así Indra corto la cabeza de Namuci con un arma de espuma. Mostrando su satisfacción todos
los sabios cubrieron a Indra con flores. Los Gandharvas cantaron con gran alegría y los
timbales sonaron, Vaya, Agni, Varuna y otros semidioses comenzaron a matar a los demonios
que se oponian a ellos, tal como un león mata a un venado en un bosque.
Cuando el Señor Brahma supo que los demonios estaban siendo aniquilados, envio a Narada para
que se suspendiera la matanza. Narada los pacificó y los demonios regresaron a los planetas
celestiales. Cumpliendo la orden de Narada Muni, cuando los demonios permanecian en el campo
de batalla Bali Maharaja se tornó en el Cerro Asta Giri. Allá en aquel cerro, Sukracarya
llevó a todos los soldados agotados. El cantó el mantra conocido como Sanjivani.
Cuando Bali Maharaja recobró sus sentidos, él pudo entender que nada podria sucederle.
Porque él fue un gran devoto, a él nada puede pasarle, por la gracia del Señor. Por lo
tanto, él no se lamentó.

Octava Parte -Mohini Murti deja perplejo al Señor Siva

Sukadeva Gosvami dijo: "La Suprema Personalidad de Dios en la forma de una mujer dejó
perplejo a los demonios y así los semidioses bebieron el néctar. Después de escuchar estos
pasatiempos, el Señor Siva fue al lugar de su residencia. El estuvo siguiendo a su esposa
Uma y sus fantasmales seguidores. La Suprema Personalidad de Dios le dió con gran respeto la
bienvenida al Señor Siva. El Señor Siva tomó asiento y habló así: "Mi señor, he visto toda
clase de encarnaciones, pero que has aparecido como una hermosa mujer quisiera ver esa
forma."

El Señor Visnu le contestó: "Cuando los demonios se robaron la jarra del néctar, Yo tomé la
forma de una hermosa mujer. ¡Oh el mejor de los semidioses! Te mostraré Mi forma que encanta
a los lujuriosos." Después de hablar así, la Suprema Personalidad de Dios desapareció. El
Señor Siva permaneció allí junto a su esposa Uma, mirando en todas direcciones, tratando de
encontrar al Señor.

Más tarde, en un hermoso bosque cercano el Señor Siva vio una mujer muy bella jugando con
una pelota. Estaba vestida preciosamente y de vez en cuando lo miraba y le sonreía. Cuando
el señor Siva miró a la mujer se olvidó de Uma y de él mismo. Al perseguirla con rapidez fue
afectado por deseos lujuriosos y quiso tomarla por la trenza de su cabello, pero ella se
escapó. Mientras corría tras ella, como un toro que persigue a una vaca, no pudo controlarse
más y descargó semen. Cuando este semen cayó a la tierra se crearon las minas de oro y
plata. Cuando el señor Siva terminó de descargar su semen comprendió que había sido engañado
por una ilusión creada por la Suprema Personalidad de Dios, y entonces dejó de perseguir a
la mujer, recuperando su buen juicio.

Cuando el señor Visnu vio que el Señor Siva había recuperado sus sentidos asumió Su forma
original y habló así al Señor Siva: "¡Oh el mejor de los semidioses! Has sido ilusionado por
Mi energía pero ahora tienes control de tus sentidos. Por lo tanto, toda buena fortuna sea
contigo. Mi querido Señor Siva, quién, si no tú en este mundo, puede superar Mi energía
ilusoria. La energía material que está bajo Mi control nunca más te confundirá."

Después de haber sido alabado por el Señor Visnu, el señor Siva dio vueltas a su alrededor,
y luego regresó acompañado por sus seguidores a su morada, la montaña Kailasa.

Sukadeva Gosvami dijo: Mi querido Rey Pariksit, la persona que sostuvo la gran montaña sobre
Su espalda es la Suprema Personalidad de Dios. Te he descrito ahora parte de Sus hazañas.
Para aquel que trata constantemente de escuchar o describir esta historia del Batido de el
Océano de Néctar, todo será éxito. Más aun, cantar las glorias del Señor es la única manera
de detener todos los sufrimientos de este mundo material.

Termina así el Resumen de los capítulos 5 a 12 del Octavo Canto del Srimad Bhagavatam,
titulados "Batiendo el Océano de Néctar" y "El pasatiempo de Mohini Murti."

EL PASATIEMPO DE VAMANADEVA

Primera Parte - Maharaja Bali conquista los planetas celestiales

Maharaja Pariksit dijo: "La Suprema Personalidad de Dios es el dueño de todo. Por qué,
entonces, suplicó tres pasos de tierra a Bali Maharaja como si fuera un hombre pobre y
cuando obtuvo la tierra, ¿por qué arrestó a Bali Maharaja? Estoy muy impaciente por saber
acerca de estas cosas."

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Rey! Cuando Bali Maharaja perdió toda su opulencia y murió en la
lucha, Sukracharya lo resucitó y por eso Bali Maharaja se convirtió en su discípulo y se
dedicó a servirlo con gran fe y dedicación. Los brahmanas descendientes de Bhrgu Muni,
encabezados por Sukracarya estaban muy complacidos con Bali Maharaja. Para ayudarlo a
conquistar el reino de Indra lo ocuparon en realizar el yajña conocido como Visvajit. Cuando
estaba ofreciendo el ghee en el fuego del sacrificio, surgió del fuego una carroza celestial
cubierta de oro y seda. También aparecieron caballos amarillos parecidos a los de Indra y
una bandera marcada por un león, junto con un arco, dos carcajes con flechas y una armadura.
El abuelo de Bali Maharaja, Prahlada Maharaja, ofreció a Bali una guirnalda de flores que
nunca se marchitaban y Sukracarya le dió una caracola

Después de efectuar el sacrificio, Bali caminó alrededor de los brahmanas y les ofreció sus
reverencias. Luego se decoró con los mejores regalos que había recibido para luchar y subió
a la carroza. Vestido con ornamentos de oro y joyas parecía un fuego de adoración. Cuando se
reunió con sus propios soldados y los jefes de los demonios se veía como si se fuera a
tragar el cielo. Después de reunir a todos los soldados demoníacos, Maharaja Bali se dirigió
a la opulenta capital del reino de Indra y toda la superficie del mundo pareció temblar a su
paso.

La ciudad del Rey Indra estaba llena de huertos y jardines placenteros. El peso de las
flores y las frutas hacía que las ramas de los árboles se doblaran. En los jardines había
pájaros cantores y abejas que zumbaban. Los lagos estaban llenos de cisnes, grullas y patos.
Había toda clase de flores de loto; las puertas de la ciudad estaban hechas de oro macizo y
las entradas eran de mármol de primera clase. Toda la ciudad había sido construida por
Visvakarma. El cruce de los caminos estaba hecho de perlas y los sitios para sentarse eran
de diamantes y coral. En la ciudad había por lo menos mil millones de aviones y estaba llena
de los sonidos de las mrdangas, las caracolas, los timbales y las flautas. Había bailarines
por todas partes y los Gandharvas cantaban muy hermoso; la belleza de Indra puri derrotaba a
la misma belleza personificada.

Bali maharaja reunió a todos sus soldados en las afueras de la morada de Indra y atacó por
todas partes. Hizo sonar su caracola de tal forma que todas las mujeres bajo la protección
de Indra sintieron miedo. Al ver el gran poderío de Bali Maharaja, el Rey Indra se acercó a
su Maestro Espiritual Brhaspati y le dijo: "Mi señor, nuestro viejo enemigo Bali Maharaja ha
obtenido gran poder y pienso que no podremos resistirlo. Pareciera que ahora Bali Maharaja
estuviera tratando de beberse el universo entero, ha llegado como el fuego llamado
Samvartaka. Por favor, dime cual es la causa de la fuerza de Bali Maharaja y de su
victoria."

Brhaspati dijo: "Los brahmanas descendientes de Bhrgu Muni se sintieron muy complacidos con
Bali Maharaja y le dieron todo este poder. Ni tú ni nadie puede conquistar al poderoso Bali.
En efecto, solamente la Suprema Personalidad de Dios puede conquistarlo. El está equipado
con el poder espiritual de los brahmanas, por lo tanto, mientras esperas que la situación de
tu enemigo cambie debes abandonar este planeta celestial. Debes ir a un sitio donde nadie
pueda verte. Bali Maharaja se ha vuelto tan poderoso debido a los brahmanas, pero en el
momento en que los insulte, podrá ser derrotado."

Siguiendo los consejos de Brhaspati, los semidioses abandonaron su reino celestial sin ser
vistos por los demonios. Luego, Bali Maharaja entró al reino de los semidioses y desde allí
controló todos los tres mundos. Para permitir que Bali Maharaja permaneciera en el trono de
Indra, Sukracharya le pidió que realizara cien sacrificios Asvamedha. Mientras Bali Maharaja
llevaba a cabo estos sacrificios aparecía la luna en el cielo. Bali Maharaja sintiéndose muy
satisfecho comenzó a disfrutar de su reino.

Segunda Parte - Ejecución del Proceso de Adoración Payo-vrata.

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Rey! Cuando los hijos de Aditi, que eran los semidioses,
desaparecieron del cielo, Aditi comenzó a lamentarse. Después de muchos días el gran sabio
Kasyapa Muni regresó a casa para visitar el asrama de Aditi y sentándose, habló así a su
esposa: "¡Oh la más gentil! Me pregunto si habrán sucedido cosas inauspiciosas. ¡Oh señora
de gran inteligencia! ¿Están bien tus hijos? Al ver tu cara puedo comprender que no eres
feliz. ¿Qué te pasa?"

Aditi dijo: "¡Oh esposo! Los demonios se han llevado nuestra opulencia, belleza, fama y
hogar, realmente nos estamos ahogando en un mar de problemas. ¡Oh el mejor de los sabios!
Por favor concede todas tus bendiciones a mis hijos para que ellos puedan recuperar el reino
celestial."

Kasyapa Muni contestó: "¡Ay, cómo es de poderosa la energía ilusoria del Señor Visnu! ¡Ha
atado al mundo entero con el afecto por los niños! Este cuerpo es diferente del alma
espiritual, pero debido al apego corporal uno es considerado como un esposo o un hijo. Esta
relación causa muchos problemas. Mi querida Aditi, debes ocuparte en el servicio devocional
a la Suprema Personalidad de Dios, que es el Maestro Espiritual de todos. El puede
conquistar a todos nuestros enemigos. El está sentado en el corazón de cada uno y nos da Sus
bendiciones. Cualquier otra cosa que no sea servicio devocional es inservible."

Aditi dijo: "¡Oh brahmana! Dime la forma apropiada de adorar a la Suprema Personalidad de
Dios. Instrúyeme en el método perfecto por medio del cual el Señor se sienta rápidamente
complacido y me salve a mi y a mis hijos."

Kasyapa Muni contestó: "Cuando deseo resultados, le hago preguntas al Señor Brahma. Ahora te
explicaré el mismo proceso que el Señor Brahma me ha dado, por medio del cual uno puede
satisfacer al Señor Visnu." Luego, Kasyapa explicó los diferentes deberes y regulaciones que
debía seguir para cumplir con su promesa. Le explicó todo lo referente al proceso de
adoración Payo-vrata, y le dijo: "¡Oh gentil dama! Este proceso de adoración Payo-vrata es
la esencia de todas las austeridades. Es la mejor manera de complacer a la Suprema
Personalidad de Dios."

Tercera Parte - El Señor Supremo accede a convertirse en un hijo de Aditi

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Rey! Después que Kasyapa Muni habló así a su esposa Aditi, ella
siguió estrictamente sus instrucciones.

Aditi se concentró con toda atención en la Suprema Personalidad de Dios, y de esta manera
pudo controlar su mente y sus sentidos. Mi querido Rey Pariksit, entonces la forma original
de la Suprema Personalidad de Dios apareció frente a Aditi. Estaba vestido con ropas
amarillas y sostenía en Sus cuatro manos la caracola, el disco, el mazo y la flor de loto.
Aditi se sintió subyugada por esta bienaventuranza trascendental. Se levantó de inmediato y
luego cayó al suelo como una vara. Después se volvió a levantar y con las manos juntas
comenzó a ofrecer sus oraciones llena de amor. La semidiosa Aditi dijo: "¡Oh maestro de
todos los sacrificios! ¡Oh infalible y el más famoso! Tú eres el refugio de las entidades
vivientes que sufren. Por favor, sé generoso con nosotros y esparce nuestra buena fortuna."
El Señor Narayana dijo: "¡Oh madre de los semidioses! He comprendido tu deseo por el
bienestar de tus hijos. Puedo entender que quieres recuperar a tus hijos para que todos
juntos puedan adorarme. Me siento satisfecho por las actividades realizadas para cumplir con
tu promesa y debo encontrar la forma de favorecerte. Debido a las austeridades de Kasyapa
estoy de acuerdo en convertirme en tu hijo. Siempre piensa que Yo estoy en el cuerpo de tu
esposo, y ahora ve y adóralo. ¡Oh señora! No debes contarle esto a nadie aunque te hagan
preguntas. Si guardas el secreto tendremos éxito." Después de hablar así, la Suprema
Personalidad de Dios desapareció del lugar.

Sukadeva Gosvami continuó: Mientras Kasyapa Muni estaba en trance pudo ver que una plenaria
de la Suprema Personalidad de Dios entraba en su cuerpo. El estaba completamente absorto en
el Señor Supremo y luego transfirió su potencia al útero de Aditi.

Parte Cuarta - El Señor Vamanadeva, la Encarnación del Brahmana Enano

Sukadeva Gosvami dijo: Entonces la Suprema Personalidad de Dios que no está sujeta a la
muerte, apareció en el útero de Aditi. Sus cuatro manos estaban decoradas con una caracola,
un mazo, un loto y un disco. Estaba vestido de amarillo y sus ojos eran como una flor de
loto recién nacida. Su cara de loto estaba adornada con aretes que parecían tiburones. Tenía
ajorcas en Sus muñecas y brazaletes en Sus brazos. Tenía el cordón sagrado atravesándole el
pecho y alrededor de Su cuello una hermosa guirnalda de flores. Cuando el Señor apareció
lucía en Su cuello la gema Kaustubha y Su efulgencia iluminó la casa de Prajapati Kasyapa.

En ese momento hubo felicidad por todas partes y en el corazón de todos. Los semidioses, los
brahmanas y las vacas estaban llenos de felicidad, las caracolas , los timbales y las
mrdangas vibraban como en un concierto. Los Asparas bailaban extasiados; los Gandharvas
cantaban hermosas canciones y los grandes semidioses y los sabios ofrecían sus oraciones.
Los Siddhas, Vidyadharas, Kinnaras, Caranas y Raksasas derramaron flores sobre el hogar de
Aditi. Toda la casa estaba llena de flores.

Aditi estaba sobrecogida y muy feliz. Cuando vio el niño, Kasyapa Muni dijo: "¡Jaya, Jaya!"
lleno de felicidad y emoción. El Señor apareció en Su forma original con adornos y armas en
Sus manos. Luego, en presencia de Su madre y Su padre tomó la forma de Vamana, un brahmana
enano. Lo hizo de la misma manera que un actor cambia de vestido.

Cuando los grandes sabios vieron al Señor se sintieron muy complacidos. Colocaron a Kasyapa
Muni al frente de ellos y realizaron diferentes ceremonias, tales como la del nacimiento. En
la ceremonia para entregarle el cordón sagrado a Vamanadeva, el dios del Sol cantó el
Gayatri Mantra. Brhaspati ofreció el cordón sagrado y Kasyapa Muni ofreció un cinturón de
paja. La madre Tierra le dio una piel de venado; la Luna le dio la vara de un brahmacari;
Aditi le dio ropa interior e Indra le entregó su sombrilla. El Señor Brahma le dio un
aguamanil y los siete sabios le regalaron hierba kusa. La madre Sarasvati le dio una sarta
de canutillos; Kuvera le ofreció un recipiente para recoger los donativos; y la esposa del
Señor Siva le dio la primera limosna.

Al recibir esta bienvenida de parte de todos, el Señor Vamanadeva exhibió Su efulgencia del
Brahman, sobrepasando así en belleza a todos los que estaban allí reunidos.

Cuando el Señor escuchó que Bali Maharaja estaba realizando sacrificios, se dirigió allí
para mostrar Su misericordia al hijo de Virocana. Debido a Su peso el Señor aplastaba la
tierra cada vez que daba un paso.

Mientras estaban ocupados en la realización de los sacrificios en el campo conocido como


Bhrgukaccha, en la ribera norte del río Narmada, los sacerdotes brahmanas vieron al Señor
Vamanadeva como si fuera el Sol en el levante. Debido a la efulgencia del Señor, todos los
miembros de la reunión parecían polillas brillantes cerca de la luna, y comenzaron a
preguntarse unos a otros si el dios del Sol había llegado para el sacrificio. Mientras los
sacerdotes continuaban hablando, el Señor Vamanadeva entró a la arena de sacrificio. Llevaba
con El la vara, la sombrilla y la jarra. Cuando el Señor proyectó momentáneamente Su
efulgencia, todos los presentes se levantaron y le ofrecieron respetos apropiados. Bali
Maharaja se sintió muy feliz al ver al Señor Vamanadeva y con gran satisfacción le ofreció y
adoró
lavándole Sus pies de loto. Luego derramó sobre su cabeza el agua que había lavado los pies
del Señor y le habló así: "¡Oh brahmana! Te ofrezco mi bienvenida y mis respetuosas
obediencias. Por favor, déjame saber qué puedo hacer por ti. ¡Oh hijo de un brahmana! Parece
que has venido hasta aquí porque quieres pedirme algo; por lo tanto, pide lo que quieras.
¡Oh el mejor de los brahmanas! Puedes tomar una vaca, oro, hogar, alimentos y cualquier cosa
que quieras."

Parte Quinta -El Señor Vamanadeva implora caridad de Bali Maharaja

Sukadeva Gosvami dijo: La Suprema Personalidad de Dios, Vamanadeva, Se sintió muy complacido
cuando escuchó las palabras de Bali Maharaja. Entonces el Señor comenzó a glorificarlo, así:
"¡Oh Rey! Tú eres tan elevado porque has recibido consejo de los brahmanas y de tu abuelo
Prahlada Maharaja. Yo sé que hasta este momento nadie en tu familia se ha negado a dar
caridad a los brahmanas. En tu dinastía nació Hiranyaksa quien, aunque sólo tenía un brazo
para defenderse, nunca encontró un héroe que peleará con él. Para el Señor Visnu fue muy
difícil matarlo. Cuando Hiranyakasipu escuchó que el señor Visnu había matado a su hermano,
se dirigió a Su morada con un tridente en la mano y cuando el Señor Visnu lo vio venir como
la misma muerte personificada, pensó: `A donde Yo vaya él me seguirá; por lo tanto, es mejor
entrar al centro de Su corazón.`"

El Señor Vamanadeva continuó: "Después el Señor Visnu, sintiendo gran inquietud, penetró en
la nariz de Hiranyakasipu junto con su respiración. Tu padre Virocana era muy querido por
los brahmanas. Los semidioses disfrazados de brahmanas le pidieron la vida y él, aún
sabiendo que eran los semidioses, renunció al resto de vida que le quedaba. ¡Oh Rey de los
Daityas! De su majestad que viene de familia tan exaltada, sólo quiero tres pasos de tierra
del tamaño que Yo pueda darlos. ¡Oh Rey! Aunque eres capaz de darme tanta tierra como Yo
quiera, no deseo cosas innecesarias."

Bali Maharaja dijo: "¡Oh hijo de un brahmana! Tus instrucciones son tan buenas como las de
los eruditos. Sin embargo, Tú eres un niño y no conoces Tus intereses. Yo puedo darte una
isla entera pero Tú sólo me pides tres pasos de tierra, por lo tanto, no me pareces muy
inteligente. ¡Oh pequeño! Aquel que se acerca a mí no tiene nada más que pedir en ninguna
otra parte. Entonces si lo deseas puedes pedir tanta tierra como necesites."

El Señor Vamana replicó: "¡Oh mi querido Rey! Uno puede poseer todo lo que existe en los
tres mundos pero no podrá satisfacer sus deeos incontrolados. Si Yo no me sintiera
satisfecho con tres pasos de tierra, seguramente tampoco lo estaría si poseyera una de las
siete islas, Una persona que no este autocontrolada, no será feliz aunque posea los tres
mundos. Por lo tanto, ¡oh Rey! Sólo te pido tres pasos de tierra."

Cuando la Suprema Personalidad de dios acabó de hablar así, Bali Maharaja sonrió y dijo:
"Esta bien. Toma lo que quieras."

Al comprender el propósito del Señor Visnu, Sukracharya habló así a su discípulo Bali
Maharaja, quien estaba a punto de ofrecerle todo al Señor Vamanadeva: "¡Oh hijo de Virocana!
Este brahmacari es directamente la Suprema Personalidad de Dios, Visnu. El ha aparecido
ahora para satisfacer los deseos de los semidioses. Vamanadeva tomará primero los tres
mundos con un paso; con el segundo ocupará el espacio exterior, ¿dónde dará el tercer paso?
¡Eres un rascalero! ¡No sabes el gran error que estás cometiendo! Serás incapaz de cumplir
tu promesa y por ello tendrás que vivir en el infierno, alguien puede discutir que una vez
que has hecho una promesa, cómo puedes negarte a cumplirla, pero para ti no es muy bueno
estar sin dinero porque sin dinero no podrás satisfacer tus deseos personales.
Especialmente, cuando uno le da caridad a un pordiosero, uno no puede lograr la
autorrealización ni la gratificación de los sentidos. Por lo tanto, lo más seguro para ti es
decir no. Aunque esto es falso esto te protegerá, decir mentiras no es censurable cuando se
trata de ganarse el propio sustento, o cuando la vida de uno está en peligro, o cuando se
están protegiendo las vacas y la cultura brahmínica."
Parte Sexta -Bali Maharaja renuncia al Universo

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Rey Pariksit! Después de ser aconsejado por Sukracharya, bali
Maharaja se quedó silencioso durante un tiempo; y luego habló así: "Yo soy el nieto de
Prahlada Maharaja, ¿cómo puedo incumplir mi promesa sólo por la codicia del dinero? ¿Cómo
voy a comportarme como un tramposo? No hay algo más pecaminoso que la mentira. La Madre
Tierra dijo una vez: `Puedo soportar cualquier peso sobre mí, excepto una persona
mentirosa.` No temo al infierno, ni a la pobreza, ni a la desdicha, ni siquiera a la muerte,
tanto como temo engañar a un brahmana. Mi Señor, las opulencias materiales se pierden al
momento de la muerte. Por consiguiente, ¿por qué no dar en caridad lo que de todas formas
uno está destinado a perder con la muerte? Aún si El es el MIsmo Señor Visnu, puesto que ha
asumido la forma de un brahmana, no quebrantaré mi promesa. Debo cumplir lo prometido aunque
El sea mi enemigo."

Después, Sukracharya inspirado por el Señor Supremo, maldijo a Bali Maharaja. Bali Maharaja
desobedeció a su Maestro Espiritual porque estaba fijo en la veracidad. Sukracharya dijo:
"Puesto que no has cumplido mis órdenes, perderás muy pronto toda tu opulencia."

Aún después que su Maestro Espiritual lo había maldecido, Bali Maharaja permaneció
determinado. Bali Maharaja lavó los pies del Señor y derramó esa agua sobre su cabeza. Luego
ofreció a Vamanadeva la tierra que le había prometido. En ese momento todos los residentes
de los planetas celestiales glorificaron a Bali Maharaja y derramaron sobre él millones de
flores. Luego, la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Vamanadeva comenzó a aumentar de
tamaño hasta que todo lo que había en el universo estuvo dentro de Su cuerpo, incluyendo los
planetas, el cielo, los océanos, los pájaros, las bestias, los seres humanos y los
semidioses. La forma universal del Señor se paró frente a Bali Maharaja, sosteniendo una
caracola, una espada, un escudo, un disco, un arco, una flecha, una flor de loto y un mazo.
Bali Maharaja vio en los pies del Señor la superficie del globo; en Su piel, todas las
montañas; en Su pecho, todas las estrellas y la diosa de la fortuna, y en Sus cabellos,
todas las nubes. El Señor vestía ropajes amarillos y un cinturón. Estaba decorado con una
guirnalda de flores, rodeada de abejas. Mostrándose de esta manera, el Señor supremo, cuyas
actividades son maravillosas, cubrió la tierra con un paso, el cielo con Su cuerpo y todas
las direcciones con Sus brazos.

Cuando el Señor dio Su segundo paso cubrió los planetas celestiales; Sus pies fueron más
allá de Maharloka, Janaloka, Tapoloka y aún de Brahmaloka. Finalmente, las uñas del señor
rasgaron la cubierta material y llegaron al mundo espiritual, esto permitió que el agua del
Ganges entrará en el mundo material para salvar las almas caídas. Al cubrir los tres mundos
con dos pasos el Señor no pudo encontrar un sitio para dar Su tercer paso.

Parte Séptima - El Señor arresta a Bali Maharaja

Sukadeva Gosvami dijo: El Señor Brahma vio que el resplandor de su morada, Brahmaloka, se
había reducido por la efulgencia de las uñas del Señor. Entonces se acercó al Señor
Vamanadeva junto con grandes sabios y santos. Le ofreció sus oraciones y lavó los pies de
loto del Señor con agua de su Kamandalu. Por consiguiente, esa agua se volvió tan pura que
se transformó en agua del Ganges y fluyó del cielo sobre los tres mundos purificándolos.

Luego el Señor Vamanadeva se redujo a Su forma original. El Señor Brahma y los semidioses
vinieron y comenzaron a adorar al Señor, ofreciéndole flores, agua, pulpa de sándalo, aguru,
incienso, arroz, granos y frutas; mientras hacían esto Le ofrecían oraciones y gritaban
"¡Jaya!" Cantando, bailando, tocando las caracolas y los timbales. Así todos ellos
participaron en este festival para celebrar la victoria del Señor Vamanadeva.

Cuando los seguidores demoníacos de Bali Maharaja vieron que su maestro lo había perdido
todo, se enfurecieron y dijeron: "Ese Vamana no es un Brahmana, sino el más grande tramposo,
el Señor Visnu. El ha cubierto su propia forma y está tratando de favorecer a los
semidioses; por lo tanto es nuestro deber matar a este Vamanadeva"
Después de tomar esta decisión, los seguidores de Bali Maharaja tomaron sus armas para matar
al Señor. Cuando los asociados del Señor Visnu vieron que los soldados demoníacos venían con
sus armas en vilo, salieron a enfrentarlos. Estos asociados como Nanda, Sunanda, Jaya y
Vijaya eran tan poderosos como 10.000 elefantes y comenzaron a matar a los demonios. Bali
Maharaja recordó la maldición de Sukracharya y prohibió a sus soldados que continuaran
luchando, y los soldados del Señor Visnu condujeron a los demonios a las partes más bajas
del universo.

Luego, Garuda el Rey de los Pájaros, amarró a Bali Maharaja con las cuerdas de Varuna. Y
entonces surgió un gran rugido de tristeza por todo el universo. Luego, el Señor Vamanadeva
habló así a Bali Maharaja: "¡Oh Rey de los Demonios! Prometiste darme tres pasos de tierra,
pero he tomado todo el universo con sólo dos pasos. Ahora, piensa donde puedo dar Mi tercer
paso. Puesto que has sido incapaz de dar caridad de acuerdo con tu promesa, debes seguir la
orden de Sukracharya y marcharte a vivir a los planetas celestiales.

Parte Octava - Bali Maharaja renuncia a su vida

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Rey Pariksit! Parecía que la Suprema Personalidad de Dios hubiera
actuado muy ásperamente con Bali Maharaja. Pero Bali estaba determinado a satisfacer al
Señor Visnu, y le dijo: "¡Oh la mejor personalidad de Dios! Si piensas que mi promesa ha
sido falsa, te pido que des Tu tercer paso sobre mi cabeza. No temo perder todas mis
posesiones, vivir en el infierno, o ser castigado por Ti, tanto como temo ser deshonrado por
engañar a un brahmana. Sólo por Tu misericordia he sido puesto a la fuerza bajo Tus pies de
loto, perdiendo así toda mi riqueza. Sólo por Tu misericordia he sido salvado de la ilusión
de la opulencia material."

Mientras Bali Maharaja estaba describiendo así su posición tan afortunada, apareció Prahlada
Maharaja, que parecía la Luna que sale en la noche. Como estaba atado con las cuerdas de
Varuna, Bali Maharaja no pudo ofrecer sus respetos a Prahlada Maharaja como lo había hecho
antes; simplemente le ofreció sus obediencias con la cabeza. Sus ojos estaban llenos de
lágrimas y estaba cabizbajo muy avergonzado.

Cuando Prahlada Maharaja vio al Señor Supremo sentado allí, su corazón se llenó de gozo. Se
arrojó al suelo y le ofreció obediencias con su cabeza. Prahlada Maharaja dijo: "Mi Señor,
ha sido su Señoría quien ha dado a este Bali la opulencia del celestial Rey Indra. Ahora, es
Su Señoría quien le está quitando todo. Porque esta opulencia lo puso en la oscuridad de la
ignorancia, has sido muy misericordioso quitándosela. La opulencia material es tan
aturdidora que aún un hombre erudito y autocontrolado se olvida de
buscar la meta de la autorrealización."

Después que Prahlada Maharaja habló, la Suprema Personalidad de Dios en Su forma de


Vamanadeva comenzó a glorificar a Bali Maharaja. El Señor Vamanadeva dijo: "Bali Maharaja se
ha convertido en el más famoso de los demonios. El ha permanecido fijo en su servicio
devocional aunque ha perdido toda su opulencia material. Debido a su gran tolerancia Yo le
he dado un sitio que no alcanzan ni siquiera los semidioses. El se convertirá en el Rey del
Cielo, vivirá en el planeta Sutala que fue construido por Visvakarma de acuerdo con mis
órdenes. Como está bajo Mi protección, ese planeta está libre de todas las miserias mentales
y corporales. ¡Oh Bali Maharaja! Ahora debes ir al planeta Sutala y vivir allí en paz. Toda
la buena fortuna sea contigo. Allí Yo seré tu guardián para que nadie pueda conquistarte. Si
los demonios tratan de romper tus regulaciones, Yo los mataré con Mi disco. Oh gran héroe,
Yo siempre estaré contigo y te protegeré."

Acompañado por Bali Maharaja, Prahlada recibió la orden del Señor con sus manos juntas.
Después de decirle que si al Señor, Bali Maharaja entró al planeta inferior conocido como
Sutala. La Suprema Personalidad de Dios, el señor Vamanadeva, le devolvió a Su hermano Indra
toda la tierra que el enemigo había tomado. Luego, Indra colocó frente a él al Señor Vamana
y Lo llevó a los planetas celestiales en un hermosos aeroplano celestial. Así recobró Indra
el gobierno de los tres mundos.

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Maharaja Pariksit! Ahora he descrito para ti todo lo relativo a
las actividades maravillosas del Señor Vamanadeva. Aquellos que escuchen acerca de ellas
estarán libres de todos los resultados de sus acciones pecaminosas. Si uno escucha relatos
de las actividades poco comunes de la Suprema Personalidad de Dios en sus diferentes
encarnaciones, ciertamente será llevado a los planetas más elevados, o aun de regreso a
casa, de vuelta a Dios.

Termina así el Resumen de los Capítulos 15 al 23 del Octavo Canto del Srimad Bhagavatam,
titulados "El Pasatiempo del Señor Vamanadeva."

MATSYA, LA ENCARNACION DEL PEZ

Maharaja Pariksit dijo: La Suprema Personalidad de Dios está eternamente en Su posición


trascendental y, al mismo tiempo, desciende al mundo material en diferentes encarnaciones.
¡Oh poderoso Sukadeva Gosvami! Me gustaría que nos contaras el pasatiempo de la encarnación
del pez. ¡Oh mi Señor! ¿Cuál fue el propósito de esa encarnación? Por favor, descríbenos ese
pasatiempo puesto que escuchar las actividades del Señor es auspiciosos para todos.

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Rey Pariksit! Al final del pasado milenio, cuando finalizó un día
de Brahma, hubo una gran aniquilación. Porque el Señor Brahma duerme durante la noche, los
tres mundos quedaron cubiertos por el agua del océano. Al final del día de Brahma, mientras
él dormía, los vedas salieron de su boca y en ese momento el gran demonio Hayagriva se robó
el conocimiento védico.

Al comprender la acción del demonio Hayagriva, el Señor Supremo tomó la forma de un pez para
poder matar al demonio y salvar a los Vedas.

El Señor apareció de nuevo como un pez durante el gobierno de Caksusa Manu, para favorecer a
Su devoto Satyavrata. En ese milenio (Vaisvasvata Manu) el Rey Satyavrata se convirtió
después en el hijo de Vivasvan, y entonces fue conocido como Sraddhadeva. Por la
misericordia de la Suprema Personalidad de Dios fue elevado a la posición de Manu.

Cierta vez, mientras el Rey Satyavrata estaba realizando austeridades ofreciendo agua en la
orilla del Río Krtamala, un pequeño pez apareció en el agua en la palma de su mano. El
pequeño pececillo habló así: "Mi querido Rey, ¿por qué me lanzas al agua del río? En este
río hay muchos peces enormes que me pueden matar, y yo tengo mucho miedo."

Cuando el Rey Satyavrata escuchó las palabras del pececillo se sintió muy complacido de
poder protegerlo. El Rey misericordioso Lo colocó en un pote con agua y Lo llevó a su
asrama. Sin embargo, en una sola noche el pez creció tanto que no se podía mover en el
recipiente y, entonces, habló así el Señor: "¡Oh mi querido Rey! No me gusta vivir en esta
jarra. Por favor, encuéntrame un sitio donde pueda vivir confortablemente." El Rey sacó al
pez, de esa jarra y lo lanzó a un enorme pozo, pero en un momento el pez estaba tan grande
como el pozo. El pez dijo: "Mi querido Rey, este pozo no es apropiado para que Yo viva
feliz. Por favor, colócame en una piscina con bastante agua; puesto que me he refugiado en
ti, debes protegerme."

El Rey tomó al pez y lo colocó en un lago, pero entonces el pez se hizo más grande aún que
el mismo lago.

El pez dijo: "¡Oh Rey! Yo soy un enorme pez y este lago no es lo suficientemente grande, así
que por favor encuentra la manera de salvarme. Sería mejor si me colocaras en un lago que
nunca se empequeñeciera."

Tal como lo había pedido, el Rey Satyavrata llevó al pez al lago más grande que pudo
encontrar, pero al final también resulto pequeño. Por último el Rey lanzó al pez al océano.
Pero mientras hacia esto, el pez le hablo así al Rey Satyavrata: "¡Oh héroe! En esta agua
hay poderosos y peligrosos tiburones que me comerán; por consiguiente, no puedes lanzarme a
este lugar."

Después de escuchar estas dulces palabras de la Suprema Personalidad de Dios, el Rey le


preguntó: "¿Quién eres Señor? Simplemente me estas confundiendo. Mi Señor, en un solo día
has crecido cientos de millas. Antes de esto nunca había oído hablar de que existiera un pez
así. Mi Señor, ciertamente tienes que ser la imperecedera Personalidad de Dios, Narayana. Es
para mostrar Tu misericordia hacia las entidades vivientes que has tomado la forma de un
pez. Por lo tanto, mi Señor, me gustaría saber el propósito por el cual has tomado esta
forma de pez."

La Suprema Personalidad de Dios dijo: "¡Oh Rey! En siete días a partir de hoy, los tres
mundos serán inundados con agua. Cuando ellos estén sumergidos en el agua, Yo te enviaré un
enorme barco que aparecerá frente a ti. Por consiguiente, ¡Oh Rey! Debes recoger toda clase
de hierbas y semillas y ponerlas en el barco. Luego, junto con los siete rsis y toda clase
de entidades vivientes debes subir al bote. Viajarás fácilmente por este océano. La única
luz será la efulgencia de los grandes rsis. Luego cuando el barco sea sacudido por los
poderosos vientos debes atar el barco a Mi cuerno con la gran serpiente Vasuki. De esta
forma Yo arrastraré el barco por las aguas de la devastación hasta que se termine la noche
de Brahma."

La Suprema personalidad de Dios desapareció inmediatamente después de instruir al Rey de


esta manera. Luego, el Rey Satyavrata comenzó a esperar el momento que el Señor le había
indicado. Después el Rey colocó hierba kusa, se sentó y comenzó a meditar en la Suprema
Personalidad de Dios.

Luego, enormes nubes derramaron agua, embraveciendo más y más el océano, hasta que éste se
rebosó y llegó a la tierra e inundó el mundo entero. Cuando satyavrata recordó la orden de
la Suprema Personalidad de Dios, vio un barco que se dirigía hacia él. Así que recogió
hierbas y enredaderas y junto con los brahmanas santos subieron al bote. Los brahmanas
santos le dijeron: "¡Oh Rey! Por favor medita en la Suprema Personalidad de Dios, Kesava. El
nos salvará de este peligro y hará arreglos para nuestro bienestar."

Entonces, mientras el Rey estaba meditando, un enorme pez dorado apareció en el océano. El
pez tenía un cuerno y media ocho millones de millas. Siguiendo las instrucciones del Señor,
el Rey sujetó el bote al cuerno del pez, utilizando a Vasuki como cuerda. Satyavrata se
sintió muy satisfecho y comenzó a ofrecer sus oraciones al Señor: "¡Oh mi Señor! Acepto a la
Suprema Personalidad de Dios como mi maestro universal supremo. Con la esperanza de ser
felices en este mundo, las personas tontas realizan actividades fruitivas que sólo nos
conducen al sufrimiento, pero al rendirte servicio uno se libera de tales deseos falsos. Mi
querido señor, no quiero aceptar a un ciego como mi guía. Tales personas materialistas no
conocen la meta de la vida. ¡Oh mi Señor! Te acepto como líder, así que por favor como mi
Maestro Espiritual corta el nudo de los falsos deseos de mi corazón."

Después de ofrecer sus mejores oraciones, la Suprema Personalidad de Dios le explicó la


verdad absoluta; le explicó a Satyavrata la ciencia del Bhakti-yoga y las instrucciones de
los Puranas y los Samhitas. El Señor se explicó a El mismo en estas literaturas. Mientras
estaban sentados en el bote, tanto el Rey Satyavrata como los sabios escucharon al Señor y
ninguno de ellos tuvo dudas acerca de la Verdad Absoluta.

Sukadeva Gosvami dijo: El Rey Satyavrata fue iluminado con el conocimiento védico por la
misericordia del Señor Matsya. En este período ha tomado nacimiento como Vaivasvata Manu, el
hijo del dios del Sol.

Esta historia acerca del Rey Satyavrata y el Señor Matsya es una gran narración
trascendental. Cualquiera que la escuche será liberado de las reacciones de su vida
pecaminosa y aquel que cuente la descripción de la encarnación de Matsya, ciertamente tendrá
todos sus deseos satisfechos. Sin duda alguna regresará a casa, de vuelta a Dios.

Termina así el Resumen del Capítulo 24 del Octavo Canto del Srimad Bhagavatam, titulado
"Matsya, la encarnación del Pez."

LA HISTORIA DE COMO EL REY SUDYUMNA SE CONVIRTIO EN MUJER


El Rey Pariksit dijo: Mi Señor, Sukadeva Gosvami, nos ha descrito las actividades del Rey
Satyavrata y de cómo se convirtió por último en Vaivasvata Manu. He recibido este
conocimiento de ti. También comprendo que tales reyes como Iksvaku fueron sus hijos. ¡Oh
gran brahmana! Descríbenos las dinastías que han descendido del rey Satyavrata. Espero con
gran ansiedad escuchar acerca de estos temas.

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Rey! Ahora escucha en detalle acerca de la dinastía Manu, Te
explicaré lo mejor que pueda, ya que no es posible decirlo todo ni siquiera en cien años.
¡Oh Rey! De Vaivasvata nacieron diez hijos, cuyos nombres son : Iksvaku, Nrga, Saryati,
Pista, Bharata, Kanusaka, Nrisyanta, Prsadhra, Nabhaca y Kavi. En un principio, Manu no
tenía hijos y para poder procrear uno, el gran santo Vasistha realizó un sacrificio. Durante
el sacrificio, Sraddha, la esposa de manu, se acercó al sacerdote que lo estaba llevando a
cabo, le ofreció sus obediencias y le suplicó por una hija. Manu había comenzado ese
sacrificio para tener un hijo, pero debido a que el sacerdote cambió los mantras por
solicitud de la esposa de Manu, nació una niña que llamaron Ila.

Manu no se sintió muy contento al ver a su hija, y habló así a su guru Vasistha: "Mi Señor,
todos ustedes son expertos en cantar mantras védicos, entonces ¿cómo es que has obtenido
este resultado?"

El muy poderoso Vasistha después de escuchar las palabras de Manu comprendió lo que el
sacerdote había hecho. Luego habló así al hijo del dios del Sol: "Este error se debe a que
el sacerdote cambió los mantras. Sin embargo, por mi propia fuerza, yo te daré un buen
hijo." Entonces Vasistha Muni ofreció sus plegarias a la Persona Suprema, Visnu, y cambió a
Ila por un hermoso varón llamado Sudyumna.

Cierta vez, ese héroe Sudyumna fue al bosque a cazar. Llevaba puesta una armadura y estaba
decorado con arcos y flechas. Mientras perseguía a los animales y los mataba, llegó a la
parte norte del bosque. Allí en la base del Monte Meru hay un bosque conocido como Sukumara
donde el Señor Siva retoza con Uma. Tan pronto como Sudyumna entró en el bosque, se vio
convertido en una mujer y su caballo en una yegua. Cuando los acompañantes de Sudyumna
vieron que ellos también habían cambiado, se quedaron parados allí, mirándose los unos a los
otros.

Sukadeva Gosvami dijo: Mi querido Rey pariksit, en cierta ocasión algunos grandes sabios
habían venido a ver al Señor Siva en ese bosque. Debido a que la semidiosa Ambika estaba
desnuda se sintió muy avergonzada y trató inmediatamente de cubrir su cuerpo. Cuando los
sabios vieron que el Señor Siva y Parvati estaban desvestidos, se detuvieron y abandonaron
el lugar. Para complacer a su esposa, el Señor Siva dijo: "Cualquier hombre que entre en
este lugar se convertirá de inmediato en una mujer." Desde entonces ningún hombre había
entrado en ese bosque, pero ahora Sudyumna había sido convertido en la mejor de las mujeres
hermosas.

Cuando Budha, el hijo de la Luna, la vio quiso casarse con ella y la bella mujer quiso ser
su esposa. Luego, a su debido tiempo, tuvieron un hijo llamado Pururava.

Vasistha se sintió muy triste cuando vio el estado de Sudyumna y queriendo convertirlo de
nuevo en hombre, comenzó a adorar al Señor Siva para complacerlo. El Señor Siva dijo: "Tu
discípulo Sudyumna permanecerá como un hombre un mes, y como una mujer al siguiente. De esta
manera, él regirá al mundo como quiera.

De esta forma Sudyumna gobernó el mundo, pero los ciudadanos no se sentían muy satisfechos.
Poco después, cuando Sudyumna envejeció, le dejó todo su reino a su hijo Pururava y partió
para el bosque.

Termina así el Resumen del Capítulo Primero del Canto Noveno del Srimad Bhagavatam,
titulado: "La Historia de cómo el Rey Sudyumna se convirtió en mujer"

LA HISTORIA DE PRSADHRA
Sukadeva Gosvami dijo: Años más tarde cuando Sudyumna había partido para el bosque,
Vaivasvata Manu deseó tener más hijos. Se dirigió a la orilla del Yamuna y realizó
austeridades durante cien años. El Señor Visnu se sintió muy complacido y, entonces,
Vaivasvata pudo procrear diez hijos en el útero de su esposa. De sus hijos el mayor era
Iksvaku.

También tuvo un hijo llamado Prsadhra. Para seguir las instrucciones de su Maestro
Espiritual, él se dedicó a proteger las vacas y para cuidarlas se paraba en el establo con
una espada durante toda la noche.

Cierta vez, en una noche lluviosa un tigre entró al establo. Cuando las vacas lo vieron se
levantaron y corrieron llenas de miedo. El tigre agarró una de las vacas y ésta mugió con
gran fuerza. Al escuchar el mugido, Prsadhra corrió siguiendo el sonido, con su espada en la
mano, pero como estaba oscuro él se equivocó y cortó la cabeza de la vaca y no la del tigre.
Sin embargo, alcanzó a cortarle una oreja al tigre con la punta de su espada y el tigre muy
asustado se alejó del establo. A la mañana siguiente cuando Prsadhra vio que había matado
una vaca se sintió muy desdichado.

Aunque Prsadhra había cometido un pecado sin saberlo, el sacerdote de la familia, Vasistha,
lo maldijo diciéndole: "Puesto que has matado una vaca, en tu próximo nacimiento tomarás el
cuerpo de un sudra."

Prsadhra recibió la maldición con actitud humilde y sus manos juntas. Luego tomó la vida de
brahmacari y se dedicó por completo a la Suprema Personalidad de Dios. Con esta actitud,
Prsadhra se convirtió en un gran santo. Cierta vez, cuando entró al bosque vio un fuego
resplandeciente y aprovechó esa oportunidad para quemar allí su cuerpo y convertirse en
cenizas. Puesto que siempre estaba meditando en el Señor Visnu, él obtuvo la suprema
opulencia de la vida: Entrar al trascendental mundo espiritual, la morada del Señor Visnu.

Termina así el Resumen del Capítulo Segundo del Canto Noveno del Srimad Bhagavatam,
titulado: "La historia de Prsadhra."

EL MATRIMONIO DE SUKANYA Y CYAVANA MUNI

Sukadeva Gosvami dijo: Mi querido Rey Pariksit, otro de los hijos de Vaivasvata Manu fue
Saryati. Como rey que era, él tenía un conocimiento védico completo. Saryati tenía una
hermosa hija con ojos como los lotos, llamada Sukanya. Un día los dos fueron al bosque a
visitar el asrama de Cyavana Muni.

Mientras Sukanya, junto con sus amigas, estaba recogiendo diferentes clases de frutas de los
árboles, vio dentro de un hueco hecho por una oruga, dos cosas que brillaban como un astro.
Debido a su ignorancia ella cortó las orugas brillantes con una espina, e inmediatamente
ellas comenzaron a sangrar. Tan pronto como esto sucedió, los soldados de Saryati no
pudieron orinar ni pasar excremento. Entonces saryati habló así a sus amigos: "Es muy
extraño que alguno de nosotros haya querido hacer daño a Cyavana Muni, el hijo de Bhrgu.
Ciertamente parece que uno de nosotros ha cometido alguna ofensa."

Sukanya se sintió atemorizada y le dijo a su padre: "He hecho algo incorrecto. He cortado
estas dos orugas brillantes con una espina."

Después de escuchar a su hija, el Rey Saryati sintió temor y trató de apaciguar a Cyavana
Muni de diferentes maneras, porque era él quien estaba sentado en el hoyo hecho por la
oruga. El Rey Saryati pudo comprender el propósito de Cyavana Muni y le dejó a su hija como
ofrenda de caridad. Librado así del peligro, abandonó a Cyavana Muni y regresó a su casa.

Como Sukanya sabía que su esposo se enojaba fácilmente, lo atendía con gran cuidado. Había
pasado algún tiempo cuando los hermanos Asvini-Kumaras pasaron por el asrama de Cyavana
Muni. Como ellos eran médicos celestiales Cyavana Muni les pidió que le dieran juventud,
diciéndoles: "Aunque a ustedes no les está permitido beber soma-rasa, yo les prometo una
jarra llena de soma. Por favor, dénme belleza y juventud porque estas cualidades son muy
atractivas para las mujeres."
Los Asvini-Kumaras aceptaron gustosamente la propuesta de Cyavana Muni y dijeron: "Todo lo
que tienes que hacer es zambullirte en este lado de la vida próspera." Después de decir
estas palabras, los Asvini-Kumaras sostuvieron a Cyavana Muni. El era un anciano inválido,
con la piel floja, los cabellos blancos y venas pronunciadas por todo su cuerpo. Luego,
surgieron del lago tres hombres hermosamente vestidos y adornados con artes y guirnaldas de
lotos. Los tres eran igualmente bellos. La casta y hermosa Sukanya no podía decir cuál era
su esposo. Cuando ella no pudo decidir cuál era su verdadero esposo, se refugió en los
Asvini- Kumaras, quienes se sintieron muy satisfechos con la castidad y fidelidad de
Sukanya. Por lo tanto, ellos le señalaron a Cyavana Muni. Después le pidieron permiso a
Cyavana Muni y regresaron a los planetas celestiales en su avión.

Mucho tiempo después, el Rey Saryati deseo realizar un sacrificio y se dirigió al asrama de
Cyavana Muni. Cuando llegó allí vio que al lado de su hija se encontraba un hermoso joven
tan brillante como el Sol. Luego de recibir las obediencias de su hija, el Rey que parecía
muy disgustado habló así: "¡Oh niña carente de castidad! ¿Qué es lo que has hecho? Has
abandonado a tu esposo que es honrado por todos para aceptar a este joven que parece ser un
pordiosero de la calle."

Sin embargo, Sukanya sonrió ante las duras palabras de su padre y le respondió: "Mi querido
padre, este joven que está a mi lado es el gran sabio Cyavana Muni." Luego ella le explicó a
su padre toda la historia de cómo él había recibido el cuerpo de un joven. Cuando el Rey
escuchó esta historia abrazó a su hija con mucho placer.

Cyavana Muni permitió que el Rey realizara el soma Yajña. El Muni ofreció a los asvini-
Kumaras una jarra de soma-rasa aunque ellos no estaban autorizados para tomarlo. El Rey
Indra se enfureció y trató de matar a Cyavana Muni lanzándole su rayo, pero Cyavana con su
poder congeló el brazo en el que Indra tenía el rayo. A pesar que los Asvini-Kumaras sólo
eran médicos celestiales, los semidioses aceptaron darles una porción de soma-rasa para que
la bebieran.

Termina así el Resumen del Capítulo Cuarto del Noveno Canto del Srimad Bhagavatam, titulado
"El matrimonio de Sukanya y Cyavana Muni."

EL PASATIEMPO DE MAHARAJA AMBARISA

Primera Parte - Durvasa Muni ofende a Ambarisa Maharaja

Sukadeva Gosvami dijo: Otro de los diez hijos de Vaivasvata Manu fue Nabhaga, el hijo de
Nabhaga fue Maharaja Ambarisa quien fue un gran devoto. Aunque él fue maldecido por un
brahmana, esta maldición no se cumplió.

Maharaja Pariksit dijo: Maharaja Ambarisa fue ciertamente alguien muy exaltado y me gustaría
escuchar acerca de él. Es muy sorprendente que la maldición de un brahmana no haya caído
sobre él.

Sukadeva Gosvami dijo: Maharaja Ambarisa llegó a gobernar el mundo entero. También alcanzó
sobre la tierra opulencia y prosperidad ilimitadas. Aunque tal posición es muy difícil de
alcanzar, a Maharaja Ambarisa no le importaba haberla logrado porque sabia que toda esa
opulencia es material. Maharaja Ambarisa era un gran devoto de la Suprema Personalidad de
Dios y por eso el pensaba que todo el universo tenía el valor de una piedra.

Maharaja Ambarisa siempre tenía su mente ocupada meditando en los pies de loto de Krsna; sus
palabras describiendo las glorias del Señor; sus manos en limpiar el templo del Señor y sus
oídos en escuchar acerca de Krsna. El ocupaba sus ojos en ver la Deidad de Krsna y el
sentido del tacto en tocar los devotos del Señor; su nariz en oler las flores de Tulasi que
habían sido ofrecidas al Señor; y su lengua en probar el prasada del Señor.

El ocupaba sus piernas en caminar hacia el templo del Señor; su cabeza en inclinarse ante el
Señor y todos sus deseos en servir al Señor. De esta manera, él servia las 24 horas del día
y, ciertamente, Maharaja Ambarisa nunca deseo algo para su propia gratificación. El ocupaba
todos sus sentidos en el servicio devocional. Esta es la manera de aumentar el apego por el
Señor y estar libre de todos los deseos materiales.

Los ciudadanos del estado de maharaja Ambarisa estaban siempre ocupados en cantar y escuchar
acerca de las glorias de la Personalidad de Dios. Por consiguiente, ellos nunca deseaban ser
elevados a los planetas celestiales. Aquellos que son felices con el servicio al Señor, no
están interesados ni siquiera en el poder de los grandes místicos.

Al sentirse muy complacida con la devoción pura de Maharaja Ambarisa, la Suprema


Personalidad de Dios le dió al Rey Su Disco. Este Disco aterroriza a los enemigos y siempre
protege a los devotos.

Por adorar al Señor Krsna, Maharaja Ambarisa y su esposa observaron voto de Ekadasi y
Dvakasi durante un año. En el mes de Kartika, después de observar ese voto durante un año,
Maharaja Ambarisa adoró al Señor Supremo en la forma de Madhuvana. Realizó la ceremonia de
bañar la Deidad del Señor Krsna. Vistió la Deidad con finos ropajes, ornamentos y
guirnaldas. Luego, satisfizo a todos sus invitados y especialmente a los brahmanas. Dio en
caridad muchas vacas con cuernos de oro y cascos de plata. Después de entregar las vacas, el
Rey alimentó a todos los brahmanas y les ofreció tantos alimentos como pudieran comer.
Luego, con su permiso, el Rey se dispuso a romper su ayuno. Sin embargo, en ese preciso
momento apareció Durvasa Muni como un huésped que no había sido invitado.

Después de levantarse para recibir a Durvasa Muni, el rey Ambarisa le ofreció artículos para
la adoración y le pidió que tomará asiento. Luego, se sentó a los pies del sabio y le pidió
que comiera. Durvasa Muni aceptó gustoso el pedido de Maharaja Ambarisa, pero deseaba
bañarse primero en el Yamuna. Se dirigió a la ribera del auspicioso Yamuna y meditó sobre el
brahman impersonal.

Mientras tanto, sólo quedaba un momento para romper el ayuno. Era muy importante que el
ayuno fuera roto inmediatamente. En esta situación tan peligrosa, el Rey habló así a los
brahmanas eruditos: "Quebrantar las leyes de un comportamiento respetuoso hacia los
brahmanas es en verdad una gran ofensa. Sin embargo, si uno no rompe su ayuno en el momento
preciso de Dvadasi, habrá una falla en el sacrificio. Por consiguiente, ¡oh brahmanas! Si
ustedes piensan que es auspicioso, romperé el ayuno tomando agua." Después de consultar con
los brahmanas, el rey tomó una decisión. De acuerdo con los brahmanas beber agua podía ser
aceptado como comer y también como no comer. Así, él bebió un poco de agua y meditó en la
Suprema Personalidad dentro de su corazón. Luego, esperó el regreso del gran místico Durvasa
Muni.

Durvasa Muni regresó del Yamuna después de tomar su baño. El Rey lo recibió apropiadamente,
ofreciéndole todos sus respetos. Pero durvasa Muni, gracias a su poder místico, pudo
comprender que el Rey Ambarisa había bebido agua sin su consentimiento. Durvasa Muni
temblaba de la ira, su cara estaba torcida y su entrecejo fruncido. Maharaja Ambarisa
permaneció parado frente a él con sus manos juntas mientras el Muni hablaba así, enfurecido:
"¡Ay, sólo miren el comportamiento de este hombre tan cruel! El no es un devoto del Señor
Visnu. Maharaja Ambarisa, me has invitado para que tome alimentos como tu huésped, pero en
lugar de alimentarme tú has comido primero que yo. Debido a esta ofensa te mostraré algo
para castigarte."

A medida que Durvasa Muni hablaba, su cara se ponía roja de la ira. Se arrancó un manojo de
cabello y creó un demonio que parecía el fuego incandescente de la muerte. Llevaba un
tridente en su mano y la tierra temblaba con cada uno de sus pasos. Se dirigió directamente
hacia Maharaja Ambarisa para herirlo, pero el Rey no sentía el más mínimo temor ante su
presencia; de hecho no se movió ni una pulgada. Puesto que el Señor siempre está listo para
defender a Sus devotos, El liberó Su Sudarsana Cakra, y éste convirtió en cenizas el demonio
creado por el Muni.

Cuando vio que su intento había fracasado y que el Disco del Señor se dirigía hacia él,
Durvasa Muni sintió miedo y comenzó a correr en todas direcciones para tratar de salvar su
vida. El Disco del señor comenzó a perseguir al Muni. Durvasa Muni vio que el Disco estaba a
punto de tocarle la espalda y corriendo velozmente, deseaba poder esconderse en una cueva de
la montaña Sumeru.

Para protegerse, Durvasa Muni corría espantado por todas partes, pero dondequiera que iba,
el fuego insoportable del Sudarsana Cakra lo seguía. Con el corazón lleno de pavor corría de
aquí para allá buscando algún refugio, pero no podía encontrarlo.

Finalmente, se aproximó al señor Brahma y le dijo: "¡Oh mi Señor! Por favor, protégeme del
fuego del Sudarsana Cakra." Sin embargo, el Señor Brahma no podía dar protección a Durvasa
Muni. Cuando el Señor Brahma rechazó a Durvasa Muni, éste buscó refugio en el Señor Siva.

El Señor Siva dijo: "Mi querido hijo, ni el Señor Brahma ni yo, ni los demás semidioses
tenemos poder para competir con la Suprema Personalidad de Dios. Si quieres ayuda debes
acercarte al Señor Supremo porque este Cakra es intolerable, inclusive para nosotros. Ve a
donde el Señor Visnu. El ciertamente te colmará de buena fortuna."

Entonces Durvasa Muni se dirigió hacia Vaikunta-dhama donde reside la Suprema Personalidad
de Dios, Narayana, junto con Su consorte, la Diosa de la Fortuna. El gran místico, ya
chamuscado por el calor del Sudarsana Cakra cayó a los pies de loto del Señor Narayana y le
habló así: "¡Oh Señor infalible! Soy un gran ofensor, pero por favor protégeme. ¡Oh
controlador Supremo! Sin conocer Tu poder he ofendido a Tú más querido devoto. Por favor,
sálvame de la reacción de esta ofensa!"

La Suprema Personalidad de Dios le dijo al brahmana: "Yo estoy completamente bajo el control
de Mis devotos. Yo no soy independiente. Como Mis devotos no tienen deseos materiales, YO
estoy sentado en el centro de su corazón. Sin las personas santas para quienes Yo soy su
único destino, Yo no deseo disfrutar la felicidad trascendental o Mis opulencias Suprema.
Así como las mujeres castas controlan a sus esposos con su servicio, el devoto puro me
controla a Mí totalmente. El devoto puro siempre está en la mitad de mi corazón. Mis devotos
no conocen nada que no sea Yo y Yo no conozco nada que no sean ellos. ¡Oh brahmana! Déjame
darte un consejo para tu propia protección. Por favor, escúchame. Al ofender a Maharaja
Ambarisa has actuado movido por la envidia. Por lo tanto, debes ir inmediatamente donde él y
pedirle que te perdone. Te deseo buena suerte. Si puedes
satisfacer a Maharaja Ambarisa, entonces tendrás paz."

Segunda Parte -La Vida de Durvasa Muni es perdonada

Sukadeva Gosvami dijo: Después de escuchar el consejo del Señor Visnu, Durvasa Muni se
acercó de inmediato a Maharaja Ambarisa. El Muni ya estaba muy quemado por el Sudarsana
Cakra y se arrojó a los pies de loto del Rey, agarrándolos con fuerza. Maharaja Ambarisa se
sintió muy avergonzado cuando Durvasa tocó sus pies de loto y cuando escuchó que Durvasa le
estaba ofreciendo oraciones se sintió todavía más avergonzado. Entonces, comenzó a ofrecer
plegarias a la gran arma de la Suprema Personalidad de Dios.

Maharaja ambarisa dijo: "¡Oh protector del universo! Tú eres utilizado por la Suprema
Personalidad de Dios como su arma todopoderosa para matar a los enemigos envidiosos. Por
favor, favorece a este pobre brahmana para beneficio de toda nuestra dinastía. Esto
ciertamente nos favorecerá a todos nosotros."

Cuando el Rey ofreció sus plegarias al Sudarsana Cakra del Señor Visnu, el disco se
tranquilizó y dejo de quemar al brahmana.

Durvasa Muni, el poderoso místico, se sintió muy satisfecho cuando se liberó del fuego del
Sudarsana Cakra. Luego, alabó las cualidades de Maharaja Ambarisa y le ofreció su más
elevada bendición, diciéndole: "Mi querido Señor, hoy he experimentado la grandeza de los
devotos de la Suprema Personalidad de Dios. A pesar de haber cometido una ofensa, tú has
orado por mi buena fortuna. ¿Qué es imposible para los sirvientes del Señor? Sólo por
escuchar Su santo nombre uno se purifica. ¡Oh Rey! Has salvado mi vida al perdonar mis
ofensas y me siento muy agradecido."
El Rey no había probado bocado durante todo un año esperando que Durvasa Muni regresara.
Cuando el sabio regresó, el Rey cayó a sus pies de loto y le ofreció tantos alimentos como
él pudo comer. El Muni estaba tan satisfecho que le pidió al Rey con gran afecto que él
también comiera, diciéndole: "Por favor, toma tu alimento. Estoy muy complacido contigo mi
querido Rey. al principio pensé que eras un hombre ordinario, pero después pude comprender
que eres el devoto más exaltado del Señor. Por lo tanto, sólo con verte, tocar tus pies y
hablar contigo me siento agradecido. Todas las mujeres en los planetas celestiales cantarán
siempre tu carácter sin mancha. La gente de este mundo también cantará continuamente tus
glorias."

Sukadeva Gosvami continuó: El gran yogui místico Durvasa Muni pidió permiso y se marchó.
Mientras glorificaba al Rey se dirigió por los cielos a Brahmaloka.

Después, debido a su avanzado servicio devocional, Maharaja Ambarisa ya no deseo más vivir
en medio de las cosas materiales. Se retiró de la vida familiar, dividió sus propiedades
entre sus hijos y tomó la orden de Vanaprastha. Se marchó al bosque y concentró su mente por
completo en el Señor Vasudeva.

Cualquiera que cante esta narración o aunque sea piense en ella, o en las actividades de
Maharaja Ambarisa, de seguro se convertirá en un devoto puro del Señor.

Termina así el Resumen de los Capítulos 4 y 5 del Noveno Canto del Srimad Bhagavatam,
titulados "La Historia de Maharaja Ambarisa."

LA CAIDA DE SAUBHARI MUNI

Después de describir el pasatiempo de Maharaja Ambarisa, Sukadeva Gosvami comenzó a hablar


acerca de los descendientes de la familia de Maharaja Ambarisa. Sukadeva Gosvami dijo: Hubo
una vez un rey llamado Mandhata. El procreó tres hijos y cincuenta hijas en el útero de su
mujer. Todas las hijas aceptaron al gran sabio Saubhari como su esposo.

Sukadeva Gosvami continuó hablando así a Maharaja Pariksit: Cierta vez, Saubhari Rsi estaba
realizando austeridades en la profundidad de las aguas del Río Yamuna. En ese momento, el
vio una pareja de peces apareándose. Agitado por el deseo de tener vida familiar, el Rsi fue
a ver al Rey Mandhata y le pidió a una de sus hijas. El Rey contestó: "¡Oh brahmana!
Cualquiera de mis hijas sólo aceptará un esposo que sea de su propio agrado."

Saubhari Muni pensó: "Soy enfermizo por mi edad, mi cabello está gris, mi piel está floja y
mi cabeza temblorosa, además de todo esto soy un yogui. Por lo tanto, no le gusto a las
mujeres. Puesto que el Rey me ha rechazado, haré que mi cuerpo rejuvenezca de tal forma que
hasta las mujeres celestiales se sientan atraídas por mí."

Luego, el Muni con sus poderes místicos se volvió una persona joven y hermosa. Entonces se
presentó ante las cincuenta princesas y todas lo aceptaron como su esposo. Al ver los
hermosos rasgos del Muni las hermanas comenzaron a pelear entre ellas, diciendo: "Este
hombre está hecho para mí, no para ustedes." Cuando terminó la discusión, Saubhari Muni
aceptó a todas las cincuenta hijas del Rey Mandhata como sus esposas.

Saubhari Muni era experto en cantar mantras perfectamente y en realizar austeridades. Como
resultado de estas actividades, él era capaz de mantener un hogar opulento, con vestidos,
ornamentos, sirvientes y parques con lagos de agua clara y jardines con toda clase de
flores. Los pájaros gorjeaban y las abejas zumbaban. Había también el sonido de cantantes
hermosos. En la casa de Saubhari Muni había camas, sillas, adornos y baños muy valiosos.
Había variedad de cremas de sándalo, guirnaldas de flores y comidas abundantes. Rodeado de
esta opulencia Saubhari Muni se dedicó a la vida familiar con sus muchas esposas.

Un día, Mandhata, el rey del mundo, vino a ver al Muni y se sintió sorprendido cuando vio la
opulencia familiar del sabio. Entonces, abandonó su falso prestigio como emperador del
mundo. Debido a su poder místico, el sabio había producido más opulencia de la que pudiera
pensarse propia de los grandes reyes. Pero a pesar de estar rodeado de toda esta opulencia,
él no se sentía satisfecho.

Cierta vez, Saubhari Muni estaba sentado en uno de sus jardines, absorto en profundos
pensamientos. Estaba pensando en la causa de su caída en el mundo material y decidió que
ésta se había originado cuando vio a los peces apareándose. Aunque él estaba pensando así,
esa no era realmente la razón de su caída. Una vez, Saubhari Muni había cometido una ofensa
al no permitir que Garuda se comiera un pez que había en el Yamuna. Debido a esta ofensa a
los pies de loto de un vaisnava, él cayó de su posición de austeridades místicas.

Esta era la razón verdadera, pero él pensó: "¡Ay! mientras practicaba austeridades, yo caí
de mi posición por ver a los peces teniendo sexo. Todo el mundo debe observar esta caída y
aprender de ella. Una persona que desee la liberación debe abandonar la asociación con
personas interesadas en la vida sexual. Uno debe fijar su mente en los pies de loto de la
Suprema Personalidad de Dios y asociarse solamente con devotos puros." De esta manera,
Saubhari Muni se lamentó por su apego familiar.

El tenía cien hijos con cada una de sus cincuenta esposas, lo cual sumaba 5000 hijos.
Durante algún tiempo el Muni continuó llevando vida familiar, pero poco a poco se fue
desapegando, aceptó la vida de Vanaprastha y se marchó al bosque. Sus devotas esposas lo
siguieron porque ellas no tenían más refugio que su esposo. Mientras estaba en el bosque
Saubhari Muni realizó penitencias muy severas. Cuando llegó el momento de la muerte,
Saubhari Muni ocupó su mente en los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios. El
alcanzó el estado perfecto de la vida al regresar a casa, de vuelta a Dios.

Por observar las austeridades de su esposo en la vida espiritual, las esposas de Saubhari
Muni también entraron en el mundo espiritual. No se considera que las mujeres sean muy
avanzadas, pero si consiguen un esposo perfecto, entonces ellas obtienen el mismo beneficio
que sus esposo. En realidad las mujeres eran incompetentes, pero como ellas eran fieles a su
esposo, pudieron entrar junto con él al mundo espiritual. Por lo tanto, una mujer debe
servir con fidelidad a su esposo y si él es avanzado, entonces ella también tendrá la
oportunidad de entrar al mundo espiritual.

Termina así el Resumen del Capítulo 6 del noveno Canto, del Srimad Bhagavatam, titulado "La
Caída de Saubhari Muni."

EN ENCUENTRO DE LOS HIJOS DE SAGARA MAHARAJA CON EL SEÑOR KAPILADEVA

Sukadeva Gosvami dijo: Uno de los descendientes de Manu fue el Rey Sagara, a quien le dieron
ese nombre porque una vez sus tías enveneraron a su madre. Sin embargo, el veneno no surtió
efecto y, por consiguiente, se volvió famoso como Sagara (Aquel que nació con veneno).

Cierta vez, Sagara Maharaja realizó algunos sacrificios Asvamedha para cumplir con las
instrucciones del gran sabio Aurva. Con la realización de estos sacrificios, Sagara Maharaja
complació a la Suprema Personalidad de Dios. Como los sacrificios fueron exitosos, Indra, el
Rey del cielo, sintió envidia y se robó el caballo que estaba destinado al sacrificio. El
Rey Sagara tenía 60.000 hijos a quienes ordenó buscar el caballo perdido. Siguiendo las
instrucciones de su padre, ellos buscaron en todas las direcciones.

Más tarde, hacia el nororiente, ellos vieron al caballo cerca del asrama de Kapila Muni. El
Señor Kapila estaba meditando para liberar a las almas condicionadas. El caballo destinado
al sacrificio estaba pastando allí cerca. Los hijos de Sagara Maharaja pensaron que Kapila
Muni era quien se había robado el caballo y dijeron: "Aquí está el hombre que se ha robado
el caballo. El se ha quedado aquí con sus ojos cerrados. De verdad que es bien pecador.
¡Mátenlo! ¡Mátenlo!" Mientras gritaban de esta manera, los 60.000 hijos de Sagara Maharaja
se acercaron a Kapila Muni con sus armas en alto.

Cuando se acercaron al sabio, éste abrió los ojos. Debido a su ignorancia ellos irrespetaron
a una gran personalidad como el Señor Kapila y, como resultado, un fuego salió de sus
propios cuerpos y los convirtió inmediatamente en cenizas. Por lo tanto, el caballo seguía
sin ser devuelto para realizar el sacrificio.

Uno de los hijos de Sagara Maharaja era Asamanjasa y su hijo se llamaba Amsuman. Este
muchacho siempre estaba ocupado en el bienestar de su abuelo Sagara Maharaja, así que el le
ordenó a su nieto que buscara el caballo. Amsuman siguió el camino que sus tíos habían
recorrido y poco a poco llegó al asrama de Kapila Muni. Allí pudo ver el montón de cenizas
que habían sido anteriormente los cuerpos de sus tíos. También vio al caballo y al gran
sabio Kapila. Amsuman sabía que el era una encarnación del Señor Visnu y le ofreció sus
respetuosas obediencias. Con sus manos juntas, el muchacho le ofreció al Señor Kapila las
siguientes oraciones:

"Mi Señor, inclusive el señor Brahma ha sido incapaz hasta ahora de comprender tus glorias
ilimitadas, entonces qué diremos de los demás como nosotros que somos tan insignificantes.
Mi Señor, Tú estás situado en el corazón de todos, pero aquellos que están afectados por
Maya no pueden verte. Debido a sus deseos lujuriosos, ellos están atraídos por el hogar, la
esposa y los hijos y, por lo tanto, vagan de este mundo de un cuerpo a otro. ¡Oh Suprema
Personalidad de Dios! Sólo por verte he quedado liberado de todos mis deseos lujurioso, los
cuales son la raíz de las ataduras a este mundo material. ¡Oh mi Señor! Por favor dame
refugio en Tus pies de loto."

El Señor Kapila se sintió muy complacido con las oraciones de Amsuman y, entonces, le
explicó la filosofía Sankhya, la cual es como una barca muy fuerte para cruzar el océano de
la ignorancia.

La Personalidad de Dios dijo: "Mi querido Amsuman, aquí está el animal que tu abuelo busca
para realizar el sacrificio. Por favor, tómalo. En lo que respecta a tus tíos que han sido
convertidos en cenizas sólo podrán ser liberados con el agua del Ganges y no de otra forma."

Luego, Amsuman dió vueltas alrededor de Kapila Muni y le ofreció respetuosas obediencias.
Después de satisfacer completamente al Señor Kapila, Amsuman trajo de regreso al caballo
destinado al sacrificio, y así Maharaja Sagara pudo llevar a cabo el resto del sacrificio.

Sagara Maharaja estaba muy complacido con Amsuman y le dejó todo su reino. De esta forma,
Sagra Maharaja se liberó de la ansiedad y de los lazos materiales y siguió las instrucciones
de Aurva Muni, las cuales estaban hechas para su liberación y para alcanzar el destino
supremo que es regresar a casa, de vuelta a Dios.

Termina así el resumen del Capítulo Octavo del Canto Noveno del Srimad Bhagavatam, titulado
"El Encuentro de los hijos de Sagara Maharaja con el Señor Kapiladeva."

DE COMO LA MADRE GANGES VINO A ESTE MUNDO MATERIAL

Sukadeva Gosvami dijo: Después de escuchar las instrucciones del Señor Kapiladeva acerca de
cómo liberar a sus parientes, Amsuman deseó traer el Ganges a este mundo material y se
dedicó a realizar austeridades durante mucho tiempo; sin embargo, no pudo hacerlo y llegando
su momento, murió.

El hijo de Amsuman, Dilipa, tampoco tuvo éxito en traer al Ganges a este mundo material y en
determinado momento también fue víctima de la muerte. Entonces su hijo, Bhagiratha realizó
austeridades muy severas con el mismo propósito. La Madre Ganges se sintió muy complacida
con las austeridades y devoción de Bhagiratha y apareciendo ante él, le dijo: "Estoy muy
satisfecha con tus austeridades y ahora estoy preparada para darte las bendiciones que tú
deseas."

Después de escuchar a la Madre Ganges, el Rey inclinó su cabeza ante ella y le explicó su
deseo de liberar a sus antepasados. La Madre Ganges dijo: "Cuando yo caiga del cielo a la
superficie de la tierra, el agua caerá con gran fuerza. ¡Quién suavizará esa fuerza? Si no
hay alguien que me sostenga, romperé la superficie de la tierra y caeré a los planetas
bajos. ¡Oh Rey! No quisiera ir más allá del planeta tierra porque la gente allí va a querer
bañarse en mis aguas para limpiarse todas las reacciones de sus actividades pecaminosas.
Cuando todas estas reacciones se acumulen en mis aguas, ¿cómo me liberaré de ellas? Debes
pensar en esto cuidadosamente."

Bhagiratha dijo: "Aquellos que son santos debido a su servicio devocional puro, tienen la
capacidad de liberar a todas las almas condicionadas. Cuando tales devotos se bañen en tus
aguas, las reacciones pecaminosas de la otra gente serán contrarrestadas. Esto es cierto
puesto que los devotos puros siempre llevan a la Suprema Personalidad de Dios en el centro
de su corazón. En lo que se refiere a sostener tus aguas, el Señor Siva es la encarnación
del Señor y, por consiguiente, representa a la Superalma. El puede sostener tus potentes
olas en su cabeza."

Después de decir esto, Bhagiratha comenzó a realizar austeridades para satisfacer al Señor
Siva. El Señor Siva se sintió complacido rápidamente y cuando el Rey se aproximó a él para
pedirle que sostuviera las fuertes olas del Ganges, el Señor Siva aceptó diciendo: "Que así
sea." Luego con mucho cuidado tomó el Ganges sobre su cabeza. Las aguas del Ganges son
purificadoras porque provienen del dedo del pie del Señor Visnu. El gran Rey santo
Bhagiratha trajo el Ganges al lugar donde los cuerpos de sus parientes habían sido
convertidos en cenizas. Bhagiratha subió a su veloz carroza y la condujo adelante de la
Madre Ganges. Ella lo siguió hasta que llegaron al sitio donde se hallaban las cenizas de
los antepasados de Bhagiratha y así los hijos de Sagara fueron salpicados con el agua del
Ganges. Como los hijos de Sagara Maharaja habían ofendido a una gran personalidad, ellos
fueron convertidos en cenizas, pero solamente por el rocío del Ganges todos ellos pudieron
entrar a los planetas celestiales.

Puesto que la Madre Ganges viene del pie de loto de la Suprema Personalidad de Dios, ella
puede liberar a las personas de sus ataduras materiales. Por lo tanto, cualquier cosa que se
diga de ella no es lo suficientemente maravillosa.

Termina así el resumen del capítulo Nueve del Noveno canto del Srimad-Bhagavatam, titulado
"De cómo la Madre Ganges vino a este Mundo Material.

LOS PASATIEMPOS DEL SEÑOR RAMACANDRA

Sukadeva Gosvami continuó con el relato de los pasatiempos de la Suprema Personalidad de


Dios y Sus devotos. El dijo: Otro de los descendientes de Manu fue Maharaja Khatvanga, quien
no podía ser derrotado en ninguna lucha. Los semidioses le habían pedido que se uniera a
ellos en su batalla contra los demonios. El salió victorioso y los semidioses se sintieron
muy complacidos, por lo cual quisieron concederle una gracia. El rey les preguntó por la
duración de su vida y ellos le informaron que sólo tenía un momento más. Entonces, él dejó
de inmediato su palacio y se rindió totalmente a la Suprema Personalidad de Dios. Maharaja
Khatvanga obtuvo refugio en el Señor Supremo y, por lo tanto, regresó a casa de vuelta a
Dios.

El hijo de Maharaja Khatvanga fue Dirghabahu y su nieto fue Maharaja Raghu, de Maharaja
Raghu nació Aja, quien tuvo un hijo que fue una gran personalidad, maharaja Dasaratha. Los
semidioses rogaron para que apareciera el Señor y El se presentó como el Señor Ramacandra,
el hijo de Maharaja Dasaratha. Sus tres hermanos Laksmana, Bharata y Satrughna también eran
Sus encarnaciones e igualmente poderosas a El.

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Rey Pariksit! Las actividades trascendentales del Señor
Ramacandra han sido descritas por los grandes santos. Como tú has escuchado acerca de las
actividades del Señor Ramacandra una y otra vez, sólo te las describiré brevemente. Por
favor escucha.

El Señor Ramacandra abandonó Su posición de Rey para cumplir con la promesa hecha a Su
padre. Junto con su esposa Sita, vagó de un bosque a otro sobre Sus pies, que son tan
delicados que no soportan ni siquiera el toque de las manos de Sita. El Señor estaba
acompañado de su hermano menor, el Señor Laksmana.

Mientras vagaban por el bosque, el Señor Ramacandra portaba Su arco y Sus flechas. El Señor
desfiguró a la hermana de Ravana, quien estaba llena de deseos lujuriosos, cortándole la
nariz y las orejas y también mató a 14.000 de sus amigos Raksasas. Cuando Ravana, que tenía
diez cabezas, escuchó acerca de la belleza de Sita, su mente se agitó con deseos lujuriosos
y conduciendo su carroza halada por asnos, se dispuso a raptarla.

Para que Ramacandra se alejara de Sita, Ravana envió a Marica en la forma de un venado de
oro. Cuando el Señor Ramacandra vio el venado, abandonó Su casa siguiéndolo, hasta que
finalmente lo atravesó con una flecha muy puntiaguda. Cuando el Señor Ramacandra entró en el
bosque y Laksmana también se había alejado, Ravana, el peor de los raksasas, capturó a
Sitadevi,tal como un tigre se lleva una oveja cuando el pastor está ausente.

Luego, el Señor Ramacandra vagó muy acongojado por el bosque debido a la separación de su
esposa y mientras así caminaba se encontró con Jatayu. Este era un enorme pájaro que había
tratado de detener a Ravana cuando raptaba a la Madre Sita. Habían luchado y Ravana le cortó
una de sus alas, pero antes de morir Jatayu le contó al Señor Ramacandra que Sita había sido
secuestrada por Ravana.

Posteriormente, el Señor Ramacandra se hizo amigo del comandante de los monos, Hanuman,
Sugriva y otros más. El mató a Vali e hizo los arreglos para rescatar a Madre Sita. Se
dirigió hacia el océano y aceptó las oraciones de la deidad del océano. El océano
personificado dijo: "Mi Señor, puedes utilizar mis aguas como quieras. De hecho puedes
cruzarlas y llegar a la residencia de Ravana. El es el hijo de Visrava, pero está condenado
como la orina. Por favor, mátalo y rescata a Tu esposa Sitadevi. ¡Oh gran héroe! Mis aguas
no pueden impedir que vayas a Lanka. Por favor, construye un puente sobre ellas para
esparcir Tu fama trascendental. Cuando vean esta hazaña maravillosa, todos los grandes
héroes y reyes cantarán Tus glorias en el futuro."

Sukadeva Gosvami dijo: Los monos soldados del Señor Ramacandra construyeron un puente sobre
el océano colocando en el agua los picos de las montañas. Hanuman y los demás comandantes de
los soldados de Ramacandra se enfrentaron a los elefantes, la infantería, los caballos y las
carrozas del enemigo, arrojándoles árboles enormes, picos de montañas, mazos y flechas. En
consecuencia, los soldados del Señor Ramacandra mataron a los de Ravana, ya que Ravana
estaba condenado por la furia de Madre Sita.

Más tarde, cuando Ravana, el rey de los raksasas, observó que había perdido a sus soldados
se enfureció y montado en su aeroplano se dirigió a donde estaba el Señor Ramacandra. El
Señor estaba sentado en Su carroza brillante guiada por Matali y cuando Ravana Lo vio
comenzó a atacarlos con flechas puntiagudas.

El Señor Ramacandra le dijo a Ravana: "¡Tú eres el más abominable de los antropófagos!
¡Realmente eres como su excremento! Eres como un perro que se roba la comida de la cocina en
ausencia de su dueño. Así te has robado a mi esposa Sitadevi aprovechando Mi ausencia. Por
lo tanto, así como Yamaraja castiga a los pecadores, Yo te castigaré. ¡Eres el más
abominable, pecador y desvergonzado! ¡Por eso, hoy Yo, cuyos intentos nunca fallan, te
castigaré!"

Después de hablar con estas duras palabras a Ravana, el Señor Ramacandra lanzó un flecha que
atravesó el corazón de Ravana como un rayo. Luego, Ravana, vomitando sangre por sus diez
bocas, cayó al suelo desde su aeroplano. Cuando vieron lo sucedido, los seguidores de Ravana
gritaron: "¡Ay! ¡Ay! ¿Que ha pasado? ¿Que ha pasado?"

Después de matar a Ravana, el Señor Ramacandra encontró a Sitadevi en un bosque de árboles


Asoka. Ella estaba demacrada y delgada por la tristeza que le había causado la separación de
su esposo. Cuando el Señor Ramacandra vio a su esposa en ese estado sintió mucha compasión,
pero cuando ella vio a su esposo parado frente a ella, Sita se sintió muy feliz y su boca,
que es como un loto, expresó toda su alegría.

El Señor Ramacandra después de liberar a Sitadevi, le dió a Vibhisana el poder para gobernar
Lanka, luego colocó a Sitadevi en un aeroplano decorado con flores y también subió en él
regresando a Ayodhya junto con Hanuman, Sugriva y Laksmana, puesto que el período de exilio
había terminado.

Cuando el Señor Ramacandra regresó a Su capital, fue recibido con lluvias de flores. Las
grandes personalidades como el Señor Brahma y otros glorificaron Sus actividades.

A su regreso a Ayodhya, el Señor Ramacandra escuchó que en Su ausencia, Su hermano Bharata


había estado comiendo avena cocinada en los orines de una vaca, había cubierto su cuerpo con
la corteza de los árboles y llevaba el cabello enmarañado. Cuando escuchó esto, el Señor
misericordioso lamentó la condición de Su hermano. Cuando el Señor Bharata regresó a Ayodhya
de su refugio en las afueras de la ciudad, puso sobre su cabeza los zapatos de madera del
Señor Ramacandra y mientras se acercaba a El, su corazón se derritió en éxtasis y sus ojos
se llenaron de lágrimas. Se arrojó a los pies del Señor Ramacandra con gran alegría y
después de ofrecerle sus zapatos de madera, se levantó y permaneció frente a El con las
manos juntas. Entonces el Señor Ramacandra bañó a Bharata con Sus lágrimas mientras lo
abrazaba con juntos brazos. En ese momento los ciudadanos de Ayodhya ofrecieron sus
respetuosas reverencias al Señor y batiendo sus mantos bailaron con gran alegría.

El Señor Ramacandra entró a la ciudad de Ayodhya en medio de un festival. Al entrar al


palacio, El ofreció Sus obediencias a todas las madres, inclusive a Kaikeyi y especialmente
a Su propia madre, Kausalya. Cuando vieron a sus hijos, las madres de Rama, Laksmana,
Bharata y Satrughna se levantaron de sus asientos, tomaron a sus hijos, los sentaron en su
regazo y los bañaron con sus lágrimas, aliviando así su tristeza por la larga separación.

El sacerdote de la familia, Vasista, afeitó perfectamente al Señor Ramacandra y luego


realizó un abhiseka para El con el agua de cuatro mares y otras sustancias. Bellamente
vestido y decorado con guirnaldas de flores, el Señor se parecía a la Luna brillante en el
cielo. El Señor Ramacandra aceptó el trono y cuidó de todos los ciudadanos como si fuera un
padre. El Señor Ramacandra fue Rey durante Treta-yuga, pero debido a su presencia la era fue
como Satya-yuga. Todos seguían los principios religiosos y fueron completamente felices.

El Señor Ramacandra, la Suprema Personalidad de Dios, vivió en Su palacio con Madre Sita
disfrutando de paz total y, sin romper los principios religiosos, gozó de Su reino durante
todo el tiempo que fue necesario.

A su debido tiempo, el Señor Ramacandra regresó al mundo espiritual, al mismo sitio a donde
fueron todos los habitantes de Ayodhya después de servir al Señor en Sus pasatiempos en
este mundo material. Ellos estaban completamente absortos en El, ofreciéndole obediencias,
tocando Sus pies de loto, viéndolo como un Rey, tendiéndose junto a El o hablando con El. De
esta forma todos ellos entraron al reino espiritual, más allá de este mundo material.

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Rey Pariksit! Cualquiera que escuche las historias acerca de las
buenas cualidades del Señor Ramacandra será liberado de la enfermedad de la envidia. Por
consiguiente, será liberado de las ataduras de las actividades fruitivas y será elegible
para regresar a casa, de vuelta a Dios.

Termina así el Resumen de los Capítulos 10 y 11 del Noveno Canto, del Srimad Bhagavatam,
titulados "Los pasatiempos del Señor Ramacandra."

EL PASATIEMPO DEL SEÑOR PARASURAMA

Primera Parte - La muerte de Kartyaviryarjuna

Sukadeva Gosvami dijo: El Rey Dadhi tenía una hija llamada Satyavati. Cierta vez, el sabio
Rcika la pidió en matrimonio, pero el Rey Gadhi no creía que este sabio fuera la persona
apropiada para esposo de su hija. El Rey dijo: "Yo pertenezco a la dinastía de Kusa, así que
tienes que darme una dote por mi hija. Así que tráeme por lo menos mil caballos que sean tan
brillantes como la Luna, cada uno debe tener una oreja negra." Cuando el Rey hizo la
petición, el gran sabio Rcika comprendió sus intenciones y se dirigió a donde el semidiós
Varuna y tomó los mil caballos que el Rey le había pedido. Después de entregarle los
caballos, el sabio se casó con la hermosa hija del Rey.

Después de un tiempo, Satyavati y su madre querían tener hijos. Ellas se acercaron a Rcika
Muni y le pidieron que se prepara para un sacrificio. Para satisfacer sus deseos Rcika Muni
preparó una ofrenda para su esposa con un mantra de Brahmana y otra para su suegra con un
mantra de ksatriya. Luego se fue a tomar un baño.

Mientras tanto, la madre de Satyavati pensó que la ofrenda hecha para su hija debía ser
mejor y le pidió que la trajera. Entonces Satyavati, de acuerdo con esta propuesta, se comió
la ofrenda que estaba destinada a su madre.

Cuando el gran sabio regresó a casa, comprendió lo que había sucedido y le dijo a su esposa
Satyavati: "Has cometido un gran error. Tu hijo será un ksatriya feroz y el hijo de tu madre
será un brahmana erudito."

Cuando Satyavati escuchó las palabras del Muni, comenzó a hablarle con palabras dulces para
que no le diera por hijo aun ksatriya feroz. Rcika le respondió: "Entonces tu nieto será un
ksatriya feroz."

Después de este hecho, Jamadagni nació como hijo de Satyavati. Jamadagni se casó con Renuka,
la hija de Renu. Del vientre de Renuka nacieron muchos hijos, encabezados por Vasuman y el
más joven de todos fue Rama o Parasurama. Los brahmanas eruditos consideran que Parasurama
es una encarnación de Vasudeva. El mató 21 veces a todos los ksatriyas en la dinastía de
Kartavirya.

El Rey Pariksit preguntó: ¿Que ofensa habían cometido los ksatriyas para que los mataran una
y otra vez? Sukadeva Gosvami dijo: El mejor de los ksatriyas, Kartyaviryarjuna, recibió mil
brazos por su adoración a Dattatreya. Por la gracia de Dattatreya, él no podía ser derrotado
por enemigo alguno y después de recibir toda clase de opulencias vagaba por el universo,
exactamente como el viento.

Una vez mientras disfrutaba de las aguas del Río Narmada, el inflado Kartyaviryarjuna detuvo
la corriente del río con sus brazos, e hizo que fluyera en dirección contraria. Entonces se
inundaron los campos de Ravana que estaban cerca de allí. La situación resultó intolerable
para Ravana quien pensaba que él mismo era todo un héroe y se dirigió a donde estaba
Kartyaviryarjuna para insultarlo con terribles palabras. Sin embargo, Kartyaviryarjuna
arrestó fácilmente a Ravana y lo metió a la cárcel de la ciudad de Mahismati.

Otra vez, cuando Kartyaviryarjuna vagaba por el bosque buscando piezas de caza, llegó a la
cabaña de Jamadagni. El sabio recibió al Rey y a sus soldados con todo respeto, adorándolos
apropiadamente. Jamadagni pudo darles todo lo necesario porque tenía una vaca Kamadhenu que
era capaz de satisfacer todas las necesidades.

Kartyaviryarjuna pensó que Jamadagni era más fuerte y rico que él por ser dueño de una vaca
como aquella. Abrumado por la avaricia, él quiso poseer esa vaca que era muy útil para la
realización de un sacrificio. Como Kartyaviryarjuna estaba tan inflado debido a su poder
material, incitó a sus hombres a que se robaran la Kamadhenu y ellos se la llevaron por la
fuerza a Mahismati, la capital de Katyaviryarjuna.

Luego, cuando Parasurama regresó al asrama de su padre, y escuchó todo lo que había sucedido
se enfureció como una serpiente pisoteada y, tomando su cuchillo, arco y flechas, persiguió
a Kartyaviryarjuna, tal como un león caza un elefante. Cuando el Rey Kartyaviryarjuna entró
a Mahismati-Puri vio al Señor Parasurama que venía persiguiéndolo mientras blandía su
cuchillo. El Señor Parasurama estaba cubierto con una piel negra de venado y sus cabellos
ensortijados parecían el brillo del Sol; tan pronto como Kartyaviryarjuna vio al Señor
Parasurama se sintió atemorizado y envió tres millones de hombres equipados con diferentes
armas para que lucharan contra él. Sin embargo, Parasurama los mató a todos. El Señor
Parasurama trabajaba con la velocidad de la mente y cuando se cansaba disminuía su trabajo a
la velocidad del viento. Dondequiera que iba, sus enemigos caían, con sus piernas, brazos y
cabeza separados de su cuerpo, así como los aurigas, los elefantes y los caballos. Cuando el
señor Parasurama blandía su hacha, enlodaba el suelo con la sangre de los ksatriyas. En el
momento en que Kartyaviryarjuna vio esto se volvió como loco y corrió hacia el campo de
batalla. Con sus mil manos colocó flechas en quinientos arcos y las lanzó contra el Señor
Parasurama, tratando de matarlo, pero Parasurama liberó suficientes flechas con un solo arco
que despedazaron todas las flechas y los arcos de su enemigo.

Cuando sus flechas fueron despedazadas, Kartyaviryarjuna arrancó numerosos árboles y colinas
para arrojárselos al Señor Parasurama, pero El tomó su hacha y cortó los brazos de su
enemigo y, luego, como quien corta una montaña, cortó la cabeza de Kartyaviryarjuna.

Cuando los 10.000 hijos de Kartyaviryarjuna vieron que habían matado a su padre, huyeron
llenos de espanto. Luego, Parasurama liberó la vaca Kamadhenu y la devolvió al asrama de su
padre Jamadagni y le contó todo lo que había sucedido. Cuando escuchó a su hijo, Jamadagni
le habló así:"¡Oh gran héroe! No has debido matar al Rey porque él es la suma total de todos
los semidioses, por lo tanto, has cometido un gran pecado. El deber de un brahmana es ser
magnánimo y siéndolo complace a la Suprema Personalidad de Dios. Mi querido hijo, matar a un
rey es más pecaminoso que matar a un brahmana, pero si ahora te vuelves consciente de Krsna
y adoras los lugares sagrados, puedes reparar el pecado cometido."

Segunda Parte - El Señor Parasurama destruye la Clase Gobernante


Sukadeva Gosvami dijo: Mi querido Maharaja Pariksit, cuando el señor Parasurama recibió esta
orden de su padre, estuvo de acuerdo con él y les dijo: "Que así sea ," y estuvo viajando
por los lugares sagrados.

Una vez, mientras Parasurama estaba ausente, Jamadagni envió a Renuka, su esposa, a la
ribera del Ganges para que trajera agua para el sacrificio; allí ella vio el Rey de los
Gandharvas jugando con algunos Asparas en el agua. Ella había ido a traer agua del Ganges
pero cuando vio al Rey de los Gandharvas se sintió atraída por él y se le olvido que el
tiempo para encender el fuego del sacrificio estaba pasando. Después, ella comprendió que
se había hecho tarde para el sacrificio y temió que su esposo la maldijera. Entonces, cuando
regresó, se limitó a colocar la vasija con agua frente a su esposo y permanecer parada allí
con sus manos juntas.

El gran Jamadagni entendió lo que había sucedido y enfurecido dijo a sus hijos: "Mis
queridos hijos, ¡maten a esta mujer pecadora!" Pero sus hijos no le obedecieron. Entonces
Jamadagni le ordenó a su hijo más joven, Parasurama, que matara a sus hermanos y a su madre.
Como el Señor Parasurama conocía el poder de su padre, mató inmediatamente a su madre y a
sus hermanos. Jamadagni se sintió muy complacido con Parasurama y le dijo que podía pedir
cualquier gracia que quisiera.

El Señor Parasurama replicó: "Deja que mi madre y mis hermanos vuelvan a la vida y no
recuerden que yo los maté. Eso es todo lo que te pido." Más tarde, la madre y los hermanos
de Parasurama recobraron la vida y fueron felices.

Sukadeva Gosvami dijo: Mi querido Rey Pariksit, los hijos de Kartyaviryarjuna nunca
alcanzaron la felicidad porque siempre recordaban la muerte de su padre. Cierta vez que
Parasurama había ido al bosque junto con sus hermanos, ellos se acercaron al asrama de
Jamadagni buscando vengarse de él. Cuando lo vieron sentado cerca del fuego del sacrificio,
le cortaron ferozmente la cabeza a pesar de los gritos y ruegos de Renuka. Llorando de dolor
por la muerte de su esposo, la más casta de las mujeres, Renuka, grito: "¡Oh Rama, mi
querido hijo Rama!" Y aunque sus hijos estaban lejos de su casa, cuando escucharon los
gemidos de Renuka regresaron rápidamente, sólo para contemplar que su padre había sido
asesinado. El Señor Parasurama entregó el cadáver de su padre a sus hermanos y tomó su
hacha. El decidió acabar con todos los ksatriyas que hubiera sobre la superficie de la
tierra.

Entonces el Señor Parasurama se dirigió hacia Mahismati. En la mitad de la ciudad hizo una
montaña con las cabezas de los hijos de Kartyaviryarjuna y con su sangre creó un enorme río.
Este río produjo mucho temor a los reyes que no respetaban la cultura brahmínica. Luego, el
Señor Parasurama borró por 21 veces a todos los ksatriyas de la faz de la tierra. Realmente,
en un sitio conocido como Samanta-Pancaka él creó nueve lagos y los llenó con la sangre de
los ksatriyas.

Más tarde, Parasurama unió la cabeza y el cuerpo de su padre y comenzó a adorar al Señor
Vasudeva, la Superalma de todas las entidades vivientes. Realizó un sacrificio y luego se
bañó en el Río Sarasvati. Cuando estuvo limpio de todos sus pecados, el Señor Parasurama
parecía como el Sol en un día claro.

De esta forma, Jamadagni volvió a la vida recordándolo todo. El se convirtió en uno de los
siete sabios en el grupo de las siete estrellas. Durante el siguiente manu, él fue uno de
los siete grandes sabios.

El Señor Parasurama vive todavía en un país conocido como Mahendra. El abandonó las armas
del ksatriya y los semidioses celestiales siempre le están ofreciendo sus plegarias.

Así, la Suprema Personalidad de Dios descendió como una encarnación para aliviar al universo
de la carga de los ksatriyas, matándolos varias veces.

Termina así el Resumen de los Capítulos 15 y 16 del Noveno Canto del Srimad Bhagavatam,
titulados "El pasatiempo del Señor Parasurama."
LA HISTORIA DEL REY YAYATI

Sukadeva Gosvami estaba explicando las dinastías que venían de Vaivasvatha Manu. Se discutió
acerca de la dinastía de Nahusa y Maharaja Pariksit quiso saber más, especialmente acerca
del gran Rey Yayati, el hijo de Nahusa. Sukadeva Gosvami se sintió muy complacido con las
humildes preguntas de Maharaja Pariksit y se preparó para contestarle.

Sukadeva Gosvami dijo: Un día, Sarmistha, la hija de Vrsaparva, estaba caminando junto con
Devayani, la hija de Sukracarya. Caminaban por un jardín con miles de sus amigas. El jardín
estaba lleno de lotos, trenzas de flores, pájaros que cantaban dulcemente y abejorros.
Cuando las jóvenes llegaron a la orilla del lago, sintieron deseos de bañarse. Se quitaron
la ropa, la dejaron a la orilla y comenzaron a jugar lanzándose agua las unas a las otras.
Mientras jugaban, las jóvenes vieron pasar de repente al Señor Siva. Iba sentado en el lomo
de su toro junto con su esposa Parvati. Como ellas estaban desnudas, salieron rápidamente
del agua y se cubrieron con sus ropas.

Sarmistha, sin darse cuenta se puso el traje de Devayani y ésta se enfureció. Devayani dijo:
"¡Oh, sólo miren las actividades de esta criada Sarmistha! Ignorando el hecho de que soy la
hija de un brahmana se ha puesto mis vestidos. Ella es igual que un perro que se roba el
ghee destinado para el sacrificio. Nosotros estamos entre los mejores brahmanas que
descienden de la dinastía Bhrgu, hasta la Suprema Personalidad de Dios nos respeta y aunque
el padre de esta mujer es nuestro discípulo, ella se ha puesto mis vestidos. Esto es
exactamente como si un sudra se encargara del conocimiento védico."

Sukadeva Gosvami dijo: Cuando escuchó estas crueles palabras de Devayani, Sarmistha se
enfureció. Respirando agitadamente como una serpiente y mordiéndose el labio inferior, ella
habló así a la hija de Sukracacarya: "¡Tú pordiosera! Puesto que no comprendes tu posición,
¿por qué hablas tanto? ¿No esperan los brahmanas en las casas de ksatriyas que les den
alimentos como si fueran cuervos?"

Sarmistha utilizó estas palabras hirientes para hablar a Devayani, la hija de Sukracarya.
Llena de ira se llevó las ropas de Devayani y a ella la lanzó a un pozo. Luego se marchó a
su casa.

Mientras tanto, el Rey Yayati estaba cazando en el bosque y se acercó al pozo a beber agua y
vio por casualidad a Devayani; al verla en el pozo, el Rey Yayati le entregó su camisa y
comportándose muy amablemente con ella la tomó de la mano y la sacó del pozo. Hablándole
con gran efecto al Rey, Devayani le dijo: "¿Oh gran héroe! Al tomar mi mano me has aceptado
como tu esposa. No permitas que alguien más me toque. Nuestra relación se ha hecho posible
por la providencia. Kaca, el hijo de Brhaspati, me había maldecido diciéndome que jamás me
casaría con un brahmana. Por lo tanto, ¡oh Rey! No hay oportunidad alguna de convertirme en
la esposa de un brahmana."

Sukadeva Gosvami dijo: Al Rey Yayati no le gustó mucho la posibilidad de su matrimonio


porque no estaba aprobado por los Vedas pero, puesto que había sido arreglado así por la
Providencia y él se sentía atraído por la belleza de Devayani a su hogar.

Cuando vio a su padre, Sukracarya, Devayani comenzó a llorar y le contó todo lo que había
sucedido por culpa de Sarmistha y a medida que escuchaba el relato de su hija, su mente se
sentía muy infeliz. Tomó a su hija con él y partieron hacia la casa del Rey Vrsaparva. El
Rey comprendió que Sukracarya había venido a maldecirlo y salió corriendo de su palacio y
cayó a los pies de su guru, apaciguando así la furia de Sukracarya. El poderoso Sukracarya
siguió enfurecido por unos momentos más, pero cuando vio la humildad del Rey le dijo: "Mi
querido Rey, por favor satisface los deseos de Devayani porque ella es mi hija. En este
mundo yo no puedo abandonarla o rechazarla."

Después de escuchar la petición de Sukracarya, Vrsaparva estuvo de acuerdo y esperó las


palabras de Devayani. Ella dijo: "Cuando me case por orden de mi padre, mi amiga Sarmistha
debe ir conmigo como mi criada." Al escuchar el deseo de Devayani, Vrsaparva entregó a su
hija Sarmistha como una esclava a Devayani.

Cuando Sukracarya dió a Devayani en matrimonio al Rey Yayati, hizo que Sarmistha los
acompañara, pero previno al Rey: "Mi querido Rey, nunca debes tener un hijo de Sarmistha."

Después de un tiempo cuando Devayani había tenido un hermoso hijo, Sarmistha se acercó al
Rey Yayati y le pidió tener un hijo con ella. El Rey decidió satisfacer el deseo de
Sarmistha y, aunque recordó la advertencia de Sukracarya, pensó que esta unión era un deseo
del Supremo.

Cuando Devayani comprendió que Sarmistha estaba esperando un hijo de su esposo, se enfureció
y se marchó a la casa de su padre. El Rey Yayati persiguió a su esposa, la alcanzó y trato
de calmarla con dulces palabras, pero ella no se tranquilizó y se marchó a la casa de su
padre. Cuando Sukracarya supo lo que había pasado se llenó de ira y le dijo al Rey: "¡Tú,
tonto infiel, codiciando las mujeres! ¡Has cometido un gran error! Por lo tanto, te maldigo
para que seas atacado por la vejez. El Rey Yayati dijo: "¡Oh brahmana! Todavía no he
satisfecho mis deseos lujuriosos." Sukracarya replicó: Puedes cambiar tu vejez con alguien
que quiera darte su juventud."
Cuando Yayati recibió este don de Sukracarya, le pidió a su hijo mayor: "Mi querido hijo,
Yadu, por favor dame tu juventud a cambio de mi vejez." Yadu le contestó: "Mi querido padre,
ya has llegado a la vejez aunque eras un hombre joven, pero yo no le doy la bienvenida a tu
vejez, porque a menos que uno disfrute de la felicidad, ¿cómo puede llegar a ser
renunciante?" El Rey Yayati también le pidió a sus otros hijos que le cambiaran su vejez por
la juventud de ellos, pero todos se negaron a cumplir los deseos de su padre.

Entonces, el Rey Yayati le habló a Puru, el más joven de sus hijos y éste le contestó: "¡Oh
su majestad, quién en este mundo puede pagar la deuda que tiene con su padre! Por la
misericordia de nuestro padre obtenemos la forma humana de vida, que nos permite tener la
oportunidad de convertirnos en un asociado del Señor Supremo. Un hijo que actúa cuando
recibe una orden de su padre es una persona de segunda clase; uno que ejecuta la orden de su
padre sin cuidado es de tercera clase; uno que rechaza la orden de su padre es como el
excremento, pero aquél que actúa sabiendo lo que su padre desea de él, ese es un hijo de
primera clase." De esta forma el hijo llamado Puru estuvo complacido en aceptar la vejez de
su padre.

Después, el Rey Yayati gobernó el mundo entero. Como había tomado la juventud de su hijo,
disfrutó tanta felicidad material como lo deseó. Aunque Maharaja Yayati era el Rey de todo
el mundo y aunque sus sentidos estaban ocupados en las posesiones materiales no lograba
estar satisfecho.

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Maharaja Pariksit! Yayati estaba muy apegado a las mujeres, sin
embargo, con el paso del tiempo se sintió hastiado y pensó: "Derramar mantequilla en el
fuego no lo apaga, sino que por el contrario lo aumenta. Por lo tanto, tratar de detener los
deseos lujuriosos complaciéndolos, nunca produce resultado satisfactorio. Así que ahora
abandonaré todos estos deseos y pensaré solamente en la Suprema Personalidad de Dios.

Después de pensar así, Yayati llamó a su hijo menor Puru para devolverle su juventud y le
entregó su trono como emperador del mundo y a sus demás hijos bajo su responsabilidad.
Luego, el Rey Yayati se rindió totalmente a la Suprema Personalidad de Dios. Puesto que su
mente siempre estaba fija en los pies de loto del Señor, alcanzó la posición de eterno
asociado del Supremo.

Termina así el Resumen de los Capítulos 18 y 19 del Noveno Canto del Srimad Bhagavatam,
titulados "La Historia del Rey Yayati"

LA HISTORIA DEL REY RANTIDEVA

Sukadeva Gosvami dijo: ¡Oh Maharaja Pariksit! En la dinastía de Bharata, Rantideva es famoso
en este mundo y en el siguiente y es glorificado no solamente en la sociedad humana sino
también en la sociedad de los semidioses.
El Rey Rantideva nunca quiso ganar algo sólo para complacer los sentidos. Todo lo que
disfrutaba lo había conseguido por algún arreglo del Señor. Cuando llegaban huéspedes a su
palacio, era tan generoso y caritativo que les ofrecía todo lo que poseía y, algunas veces
entregaba tanto que él y su familia tenían que soportar grandes sufrimientos. Ciertamente,
en diferentes oportunidades él y los miembros de su familia se estremecían porque deseaban
algo de alimento o de agua, sin embargo, Rantideva siempre permanecía sereno.

Una vez, después de ayunar durante 48 días, le dieron a Rantideva un poco de agua y algo de
prasada preparado con leche y ghee. En el preciso momento que él y su familia se preparaban
para comer, llegó un brahmana. Como el Rey Rantideva veía la presencia del Señor Supremo en
todas partes y en todas las entidades vivientes, recibió al huésped con fe y respeto. El le
dio una parte de sus alimentos, el brahmana invitado comió su porción y luego se marchó.

Luego el Rey Rantideva repartió los alimentos que quedaban entre sus familiares. El había
guardado su porción y ya estaba a punto de comerla cuando apareció un sudra. Viéndolo como
parte de la Suprema Personalidad de Dios, el Rey Rantideva también le dio un poco de su
comida.

Cuando el sudra se fue, llegó otro invitado rodeado de perros y dijo: "¡Oh Rey! Yo y mis
perros tenemos hambre. Por favor, danos algo de comer." El Rey Rantideva ofreció con gran
respeto lo que quedaba de comida a los perros y al maestro de los perros. El Rey les ofreció
a todos sus respetos y obediencias.

Después de todo esto sólo quedaba un poco de agua apenas suficiente para una persona. Cuando
el Rey estaba a punto de tomársela, apareció un candala y le dijo: "¡Oh Rey! Aunque he
tenido un nacimiento bajo, te pido por favor me des un poco de agua para beber." Cuando
escuchó las palabras del candala, Maharaja Rantideva le dijo: "Mis oraciones no son para
obtener la liberación del nacimiento y la muerte. Yo sólo deseo permanecer con todas las
entidades vivientes y sufrir con sus desdichas. Al ofrecer mi agua para conservarle la vida
a este candala, yo he sido liberado del hambre, la sed y la tristeza." Después de hablar
así, el Rey Rantideva, que se encontraba al borde de la muerte por la sed, le dió la taza
con agua al candala. El Rey actuó así porque él era una persona generosa y serena.

En ese momento los semidioses como el Señor Brahma y el Señor Siva aparecieron ante el Rey
Rantideva. En realidad, habían sido ellos quienes se habían presentado ante el Rey como el
brahmana, el sudra, el candala y otros. Como el Rey Rantideva no sentía deseos de disfrutar
los regalos de los semidioses, les ofreció sus reverencias y les pidió que su mente siempre
pudiera estar fija en los pies de loto del Señor Visnu.

Sukadeva Gosvami dijo: "¡Oh Maharaja Pariksit! Puesto que el Rey Rantideva era un devoto
puro, Maya no podía tocarlo. Para él, Maya no era más que un sueño.

Todos aquellos que sigan las enseñanzas del Rey Rantideva se verán favorecidos por su
misericordia y se convertirán en devotos puros y así serán los mejores de los yoguis.

Termina así el Resumen del Capítulo 21 del Noveno Canto del Srimad Bhagavatam, titulado "La
Historia del Rey Rantideva."

EL NACIMIENTO DE SUKADEVA GOSVAMI

Hace mucho tiempo, Vyasadeva y su esposa realizaron austeridades durante muchos años.
Deseando tener un bebé, él colocó la semilla en su vientre. El niño permaneció en el útero
de la madre por doce años y no podía salir. Vyasadeva le pidió a su hijo que saliera, pero
él le replicó que sólo lo haría cuando estuviera completamente liberado de Maya.

Vyasadeva le dijo al niño que no sería tocado por Maya, pero él no le creyó a su padre.
Entonces Vyasadeva fue a Dvaraka y le contó su problema a la Personalidad de Dios y, a
petición de Vyasadeva, el Señor Krsna fue a la cabaña de Vyasadeva. El Señor le aseguró al
niño que estaría libre de la influencia de Maya y el niño salió inmediatamente del vientre
de la madre y se escapó para convertirse en un predicador viajero. El padre se sintió muy
triste y salió corriendo detrás de su hijo. Cuando vio que su padre lo perseguía, Sukadeva
Gosvami creó un niño igual a él. Este muchacho regresó con Vyasadeva y entró a formar parte
de la familia.

Sin embargo, el Sukadeva original se convirtió en un brahmacari que vivió muchos años.

Termina así el Resumen de l Capítulo 21 del Noveno Canto del Srimad Bhagavatam, titulado "El
Nacimiento de Sukadeva Gosvami."

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