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SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN

ACADÉMICA I

ESTADO DE LA CUESTIÓN

ADQUISICIÓN DEL OÍDO ABSOLUTO DESDE EL ASPECTO DEL


APRENDIZAJE EN LA ETAPA DE LA NIÑEZ

Código: HU 159

Ciclo: 2010 - II

Sección: H205

Profesor: Gonzalo Ramírez

Responsables:

- Cano, Dana
- Casapía, Mauricio
- Loayza, Anthony
- Zapata, Alexandra
Fecha: Jueves, 25 Noviembre 2010
ESTADO DE LA CUESTIÓN SOBRE LA ADQUISICIÓN DEL OÍDO ABSOLUTO
DESDE EL ASPECTO DEL APRENDIZAJE EN LA ETAPA DE LA NIÑEZ

El presente trabajo de investigación académica está orientado a tratar un aspecto de


singular importancia: el oído absoluto, y cuál es el verdadero origen de esta
misteriosa capacidad, acaso se nace con ella, o puede ser adquirido con dedicación y
esfuerzo.

Para darnos un mejor panorama, tenemos a uno de los mayores intérpretes de la


música del siglo XVIII: Wolfgang Amadeus Mozart (1756 - 1791), un compositor y
pianista austriaco, quien en su niñez, mostró una capacidad prodigiosa en el dominio
de instrumentos de teclado y del violín. Teniendo solamente cinco años ya componía
1
obras musicales y sus interpretaciones eran del aprecio de las altas élites europeas.

Un caso más reciente es el de Eun Sum Kim, nació en Seúl hace 29 años, y es
directora de la orquesta del Real Madrid. Teniendo tan sólo 3 años de edad tuvo una
experiencia que para muchos podría ser considerada como un talento imprevisto e
innato. Este consistió en tocar el piano sin equivocarse en ninguna nota con la ayuda
2
de su don.

Ahora bien, el oído absoluto es la capacidad que tiene una persona para poder
analizar e identificar los sonidos de cualquier tono o nota musical por su propia
cuenta, sin ninguna referencia y con total precisión. Es decir, la persona puede
nombrar y reconocer estímulos auditivos aislados sobre la base de la nota misma, sin
fuentes de ayuda externa.3

Se distinguen tres tipos claros de oído absoluto: pasivo, activo y oído muy fino. El
oído absoluto pasivo sólo permite a las personas distinguir las notas, mientras que el
activo les permite además poder interpretarlas sin referencia alguna. Esta increíble
habilidad solo las poseen muy pocas personas. El oído absoluto muy fino es una

1
Cfr. Wikilingue 2010
2
Cfr. Barrigós 2010
3
Cfr. Ward y Burns 1982:121
2
habilidad rara, pero existente. El oído no sólo es capaz de reconocer una nota por su
nombre, sino que puede reconocer cuando la nota está ligeramente más aguda o
ligeramente más baja con respecto al sistema de afinación común.4
Por otro lado, no se debe confundir con el oído relativo ya que éste representa la
capacidad de todo ser humano para poder distinguir y comparar los sonidos con
respecto a la gravedad o agudeza del mismo. Todos podemos distinguir que nota es
más grave o aguda que otra.5

Asimismo, hemos encontrado diversas teorías sobre la imposible adquisición del oído
absoluto en los seres humanos, es decir la necesidad del traspaso de genes de forma
hereditaria en una familia con dicha habilidad.

En la práctica, esto se prueba al encontrar miembros de una misma familia que sin
haber tenido contacto con la música, ni tampoco haberse conocido entre ellos,
presentan oído absoluto. Esto significaría que fue transmitido como gen dominante de
una generación a otra, con lo cual además requiere una capacidad de memoria y
ciertas características que no todo el mundo tiene y se desarrolla conforme se
practica pero su origen no es el entrenamiento. Sin embargo, el oído relativo sí se
puede conseguir con entrenamiento.

De otro lado, vemos que diversos estudios de acústica, puramente estadísticos,


muestran que el 95% de los músicos con oído absoluto comenzaron con la música
antes de los 7 años6, lo que podría interpretarse como la posibilidad de desarrollarlo o
adquirirlo de manera externa si se práctica a edad temprana. Por esto, nuestro
estado de la cuestión se basará en torno a los factores que permiten la adquisición
del oído absoluto. La pregunta de investigación que guiará nuestro trabajo será si la
habilidad del oído absoluto puede ser considerada una capacidad innata desde el
aspecto del aprendizaje en la etapa de la niñez.

Por lo tanto, resulta importante entender el origen y trascendencia del oído absoluto
pues es un elemento fundamental en la comprensión de la creación musical. Esto
representa un reto, pues en la actualidad encontramos diversas teorías tanto

4
Cfr. Moreno 2000
5
Cfr. Portal Educa Madrid 2009
6
Cfr. Pianomundo 2008
3
científicas como prácticas que prueban y luego contradicen la capacidad innata o
empírica del oído absoluto.7

A continuación, se presentan algunos de los autores que nos ilustraron con sus
concienzudos análisis respecto a nuestra cuestión. Entre esos se encuentra Joshua
Jobst, un pianista clásico, compositor, pedagogo de la música, autor y profesor en la
Facultad de música en Washtenaw Community College en Ann Arbor, Michigan. Ha
obtenido numerosos premios y reconocimientos en festivales de música y
competencias, incluyendo: el concurso de artistas jóvenes, concurso de música de
posgrado de la UEM, etc. Jobst es el autor de dos libros de música: “Rutas de acceso
de tono: un método para desarrollar absoluto Pitch en cualquier edad”, publicado en
el año 2005 y “Piano Voice: lenguaje de música de inicio para la infancia”, publicado
en el año 2007. En el 2007 fue invitado a servir como una panelista MMTA para
discutir el futuro de la interpretación al piano en los Estados Unidos.8

Igualmente, Daniel J. Levitin, nacido el 27 de diciembre del año 1957 en la ciudad de


San Francisco, es profesor actualmente en la Universidad de McGill en Montreal,
Quebec. También es psicólogo cognoscitivo, neurólogo, productor, músico y escritor.
Entre sus principales publicaciones se puede destacar a ¨Absolute memory for
musical pitch: Evidence from the production of learned melodies¨, publicada en 1994
y ¨Absolute pitch: perception, coding, and controversies¨, publicado en el año 2004.9

Del mismo modo, Mariano Betés de Toro, médico-psiquiatra y catedrático de


Farmacología y Director de los Cursos de Posgrado de Musicoterapia de la
Universidad de Alcalá, escribió en el año 2000 un libro relacionado a la percepción de
los tonos musicales denominado: “Fundamentos de Musicoterapia”. Entre otros libros
que ha realizado, se encuentran “Terapia de Pareja” publicado en el 2008, así como
“Farmacología para fisioterapeutas”, publicado en el 2009.10

En seguida, presentaremos el desarrollo de nuestra trascendental investigación,


empezando por la manifestación de las dos posturas existentes respecto a este

7
Cfr. Moreno 2000
8
Cfr. Jobst 2007
9
Cfr. Wordlingo 2009
10
Cfr. Editorial Morata 2010
4
tema: la innata y la ambientalista. En primer lugar se desarrollará las posturas
empíricas sobre la adquisición del oído absoluto. En segundo lugar, se expondrá la
postura contraria, es decir analizaremos a los autores que sostienen que el oído
absoluto es un don innato. Finalmente, daremos la respuesta a nuestra pregunta de
investigación inclinándonos hacia la postura empírica o ambientalista, pues creemos
que el oído absoluto se mejora con la práctica y es más frecuente en sujetos que
recibieron entrenamiento musical durante su infancia.

Para comenzar, Mariano Betés de Toro manifiesta que el oído absoluto se mejora con
la práctica y es más frecuente en sujetos que recibieron entrenamiento musical
durante su infancia.

“Los defensores de la teoría del aprendizaje, en su posición


extrema, afirmarían lo contrario de lo anterior: el desarrollo
del oído absoluto depende de circunstancias fortuitas en las
que se ha reforzado al sujeto al intentar poner etiquetas a
los sonidos”. (Betés de Toro 2000:123)

Esta cita nos muestra que el autor no se encuentra a favor del oído absoluto
como una capacidad que puede ser aprendida de manera natural o genética;
sino que, por el contrario, esta es adquirida con la experiencia, continuo
esfuerzo y mucha práctica.

Además, puesto que son en los niños donde se debe incentivar este talento
reciben mayor dedicación y oportunidades que el resto, desarrollan mayor
confianza en sí mismos, y las expectativas que se proyectan sobre ellos son
mayores, lo que proporciona un medio idóneo para convertirse en un prodigio
11
sin necesidad de poseer el talento innato que se les presupone.

De la misma forma, Arlette Zenatti se caracteriza por el pensamiento de que la


discriminación entre dos secuencias rítmicas sin melodía ya es discreta a los 4
años y mejora notablemente a los 5 años y medio.

“La génesis de la inteligencia musical se da como una


construcción progresiva, en la que cada nivel aporta una
nueva coordinación de elementos musicales. Esta
11
Cfr. Tineo Guerrero 2007:1
5
coordinación se basa en la interacción entre actividad
perceptiva y la actividad sensorio-motriz. (…) la emoción
estética no se puede disociar de la génesis de la inteligencia
musical: se desarrolla y se va afinando poco a poco, a
medida que nuevos conocimientos la van enriqueciendo. La
sensibilidad estética aparece como un signo de la
comprensión musical”. (Zenatti 1980: 220 – 222)

Este autor es uno de los estudiosos de la comprensión melódica de los niños.


Este analizó cómo son las reacciones de los niños en el contexto de su propia
cultura musical, utilizando acordes y pasajes musicales significativos. Una de las
pruebas elaboradas para conocer este misterio, consistió en la presentación a
los niños de melodías de tres notas. Cada melodía estaba seguida de una
segunda melodía, donde una de las notas era modificada y entonces se les
pedía a los niños que indicasen dicha nota.12

Además, se sabe que el oído musical está en uso desde muy temprana edad.
Desde el principio Tomatis13 postuló que el feto oye y escucha la voz de la
madre. Por este motivo, se ha validado esa idea al punto de ser un
conocimiento común para todos. Después de todo, el oído es el primer órgano
en ser totalmente funcional cuando el feto tiene tan solo cuatro meses y medio.
Igualmente, Henry Truby observa que un feto de seis meses mueve su cuerpo al
ritmo del habla de la madre. La voz de la madre no sólo es un nutriente
emocional para el niño, sino también prepara al niño para adquirir el lenguaje
después de nacer. Es decir, que la escucha se inicia en el útero, y es a través de
los sonidos como el feto recibe una información más rica y variada, tanto del
universo acuático que le rodea como del universo exterior, aéreo, al que llegará
al nacer.14

12
Cfr. Trallero Flix 2006:19
13
Método creado en los años 50 del pasado siglo, debe su nombre a su
creador, el francés otorrinolaringólogo de fama mundial, psicólogo e
investigador, Alfred Tomatis (1920-2001).

14
Cfr. Trallero Flix 2006:21
6
Del mismo modo, el autor Conxa Trallero Flix menciona que en su destino
primero el oído era un simple aparato concebido para detectar las variaciones
de presión, en el curso de su evolución, ha demostrado que podía también
analizarlas, por lo que su desarrollo se basa en la práctica que este
desenvuelve.

“(…) existen pruebas según las cuales esta habilidad no sólo


la puede adquirir cualquiera sino que también está presente
de forma no desarrollada en dos de cada tres personas que
no han recibido nunca educación musical.” (Trallero 2006:
19)

En otras palabras, el autor manifiesta que la habilidad musical que un individuo


posee, se desarrolla a partir de un conjunto de características básicas
heredadas, solo que estas no se exteriorizan puesto que no han sido
estimuladas por factores externos como es la práctica musical.
Asimismo, se ha encontrado que en niños de 6 a 7 años se aprecia un
incremento en el reconocimiento de las melodías tonales. Esto se produce
porque en este punto crítico, las melodías tonales proporcionan una información
gracias a su estructura, y da lugar a una especie de almacenamiento en la
memoria musical del niño que permite facilitar la comparación entre dos
melodías.15

Igualmente, María Teresa Moreno tiene una postura empírica; ella utiliza como
base un estudio realizado en Montreal, en el cual ella comprueba que el oído
absoluto es adquirido.

“(…) Veinticinco niños de la escuela de música Vincent d’


Indy de Montreal, entre 4 y 6 años, fueron seleccionados
para este estudio. Durante 6 meses, los niños recibieron
semanalmente una hora de instrucción musical a través de
la práctica del carrillón. Como parte del método, los padres
colaboraron supervisando en casa diariamente la práctica
del instrumento y la audición de la música que debían
practicar (grabada en una cinta). (…) Se encontraron
diversos factores relacionados significativamente con el OA:
15
Cfr. Trallero Flix 2006:19
7
la lateralidad, los días que practicaban por semana y el
tiempo que escuchaban a una persona practicar un
instrumento. La edad a la que empezaron a estudiar música
se aproximaba significativamente al desarrollo del OA,
mientras que no se encontró ninguna relación significativa
entre el desarrollo del OA y su presencia en otros miembros
de la familia.” (Moreno 2000: 1)

Dicho estudio demuestra que las personas adquieren la habilidad del oído
absoluto a través de una constante práctica, por lo que Moreno afirma que este
es adquirido y no innato. Además de esto, es muy importante la edad en la cual
las personas comienzan a poner en marcha dicho tipo de actividades, la
frecuencia y el tiempo en la que las practican para estimular el desarrollo del
oído absoluto. La comprobación de estos estudios es muy importante para
poder optar por una postura.

Visto lo anterior, un caso reconocido es el del famoso músico Charly García. En


dicho caso, se puede inferir que ninguno de sus padres poseía la habilidad del
oído absoluto ya que cuando Charly tenía 8 años, sus padres quedaron
sorprendidos y alagados cuando descubrieron que este poseía dicho talento.
Ante todo esto, se puede decir que su habilidad no fue heredada.16

Asimismo, Educamadrid una reconocida página web, presenta una postura


empírica, en donde el desarrollo del oído absoluto depende en gran parte de su
actividad durante la infancia y la práctica.

“(…) todas las personas poseen oído absoluto (como un


modo de procesamiento perceptivo) en su niñez (…).
Adicionalmente, toda persona nacida con oído absoluto
puede perderlo simplemente por carencia de refuerzo o
carencia de las claras ventajas en la mayoría de las
actividades en las que el niño está involucrado. (…)
sugiriendo que sucede un cambio en el desarrollo de la
percepción que favorece el aprendizaje del oído relativo
sobre el absoluto y así apoya la teoría del «periodo crítico»
para el aprendizaje del oído absoluto.” (Educamadrid.org
2009: 3)

16
Cfr. Wikipedia.org 2010
8
La edad es muy importante para poder desarrollar el oído absoluto, así como el
entrenamiento de este. Curiosamente, la motivación hacia esta habilidad
empezó a cultivarse desde los principios del siglo XX y se ha ido expandiendo y
mejorando esta enseñanza para el integro desarrollo del oído17. Es increíble
pensar en el simple hecho de que todas las personas poseemos dicha destreza
y que lo único que hay que hacer es ponerla en práctica lo más antes posible
(en la infancia) y entrenar frecuentemente.

Continuando con la postura empírica sobre la adquisición del oído absoluto, el


profesor y músico Joshua Jobst sostiene lo siguiente:

“Estudios de científicos demuestran que cuando las personas


(ambos niños y adultos) escuchan melodías rápidamente, se
codifica en el cerebro no solo información de tonalidades
relativas, sino también tonalidades absolutas. Tan solo
remontémonos a cuando aprendimos las letras y sus sonidos
en el pre-escolar: “M” es para “Mamá”. Este método utiliza,
básicamente, la misma idea y funciona perfectamente.
Funciona debido a que las melodías establecen una concreta
y emocional experiencia conectada con cada nota, que
previamente flotaban en una “tierra abstracta”. ” (Jobst:
2007)

Según el autor, los niños son capaces de desarrollar el oído absoluto con mayor
facilidad. Esta dificultad de los adultos para adquirir esta habilidad es la razón
por la que su teoría empírica es vista con gran escepticismo. Sin embargo, esto
es debido a que no se están llevando correctamente los métodos para
perfeccionar esta habilidad18. El método del autor consiste básicamente en
asociar la primera nota de una melodía con la tonalidad que se quiere
identificar. Para corroborar esto, el autor realizo pruebas con sus alumnos de
piano (cuyas edades varían desde los 5 hasta los 18 años). Se experimentaron
dichas asociaciones en todos los estudiantes y se registraron notables mejoras

17
Cfr. Educamadrid.org 2009
18
Cfr. Jobst 2007
9
en su técnica de cognición y reconocimiento auditivo; fueron capaces de
reconocer e interpretar diferentes tonalidades.

Del mismo modo, Susan Rogers y Daniel Levitin sostienen que la adquisición del
oído absoluto es muy similar a la de cualquier faceta del desarrollo lingüístico
en los niños y que por lo tanto, todo humano tiene el potencial de desarrollarlo
(así como se puede desarrollar el lenguaje). Veamos:

“La adquisición del reconocimiento de cierta nota musical


podría ser paralela al reconocimiento de algún color; para
ambos, el niño debe aprender a distinguir una calidad
percibida (matiz del color o tonalidad de la nota) dentro
otros varios atributos perceptuales como requisito previo
para la creación de las asignaciones correctas entre tono (o
color) y su correcta etiqueta lingüística Cómo y por qué
estas asociaciones se forman en un relativamente
automático forma en poseedores del oído absoluto es aún
desconocida, la explicación más parsimoniosa es
simplemente que la mayoría de los niños no enseñan las
etiquetas de tonalidad (pero si se les enseña las etiquetas de
color).
La práctica activa es necesaria para producir alteraciones en
la corteza cerebral, brindando apoyo al argumento del
entrenamiento musical (…)” (Rogers y Levitin: 2004)

Según estos dos autores, un muy reducido porcentaje de la población tiene


acceso directo a la información de tonalidades en forma de códigos lingüísticos
que pueden aplicarse a la hora de interpretar o reconocer alguna nota
musical19. Las investigaciones previas en esta área sugieren que el acceso a
algunos de estos datos podría existir en una proporción aun mayor de la
población. Los bebés, al parecer, nacen con la capacidad de atender y hacer
uso de información del oído absoluto en las tareas de reconocimiento melódico
(tareas similares a las de reconocer el idioma materno).20 Por consiguiente, los
que adquirieron oído absoluto, probablemente lo hicieron durante un periodo
crítico de su desarrollo. Sin embargo, estos podrían tener una predisposición

19
Cfr. Rogers y Levitin 2004
20
Cfr. Rogers y Levitin 2004
10
genética o neuronal para tener esta habilidad, pero de alguna forma el
entrenamiento musical es absolutamente necesario.

De igual manera, apoyando la teoría empírica, Daniel Levitin presenta una


teoría en la cual el oído absoluto es concebido a partir de una habilidad más
común: la memoria de tono. Realizando diferentes pruebas científicas, el autor
menciona lo siguiente:

“El hallazgo de que 1 de cada 4 sujetos reproduce tonos sin


errores en cualquier ensayo dado y que el 40% reproduce en
tonos sin errores en al menos un ensayo, puede evidenciar
que cierto grado de representación de memoria absoluta de
tono está presente en la población en general (…)” (Levitin:
2007)

Es claro que para nuestro autor, un gran porcentaje de la población presenta


una memoria óptima en función al reconocimiento e interpretación de tonos o
melodías musicales. El estudio realizado por Levitin constó en la elección
aleatoria de 46 personas de diferentes edades y sin conocimientos musicales
algunos, las cuales debían cantar dos canciones populares. Lo que interpretaron
dichas personas se comparó con las notas y tonalidades musicales reales de las
canciones. Los hallazgos presentados en lo citado previamente demuestran que
con una constante exposición a diferentes melodías musicales, uno puede
desarrollar una memoria absoluta en función al reconocimiento de notas. Es
decir, si uno escucha varias veces una nota, el individuo podrá interpretarla y
21
reconocerla con mayor facilidad.

Estas tres teorías tienen en común un rasgo importante: el de la práctica y


exposición constante de las diferentes tonalidades musicales para desarrollar el
oído absoluto. Al igual que el lenguaje, si algún individuo no tiene influencia del
exterior, este no podrá aprender a hablar a pesar de que la sintaxis ya esté
presente en el cerebro humano. Por consiguiente, el asociar y recordar dichas
tonalidades propician la identificación e interpretación correcta de estas.

Por otro lado, encontramos la postura opuesta en David J. Hargreaves quien


asume una postura innata, en la cual el oído absoluto es una habilidad
heredada o don, y que la experiencia musical impide que esta se desarrolle.

21
Cfr. Levitin 2007
11
“(…) la perspectiva hereditaria, según la cual el oído
absoluto era considerado un don innato que se manifestaba
independientemente del temprano entrenamiento. (…) La
teoría del no aprendizaje se basa en la noción de que la
mayoría de las personas poseen una propensión innata para
el oído absoluto, pero que la experiencia musical, impide que
esta se desarrolle.” (Hargreaves 1998: 102)

A partir de lo anterior, la obtención de un posible oíd absoluto sería solo por


cuestión hereditaria, más no la práctica. Además, esta impediría en cierto modo
su fluido desarrollo, dado a que se a dichas personas “dotadas” se les
entrenaría para reconocer melodías en diferentes tonalidades y para nombrar
notas de acuerdo a varios sistemas diferentes, es por eso que el reconocimiento
de estas alturas absolutas puede resultar “desentrenador” tal y como el autor lo
define en su libro. Para muchas de las personas esta teoría puede sonar
increíble y errónea.

Del mismo modo, el escritor Javier Jurado Luque dice lo siguiente:

“Las primeras experiencias musicales que vive el ser


humano de bebé se basan en la percepción auditiva. El habla
de los adultos -especialmente de las voces que mejor
conoce, de sus progenitores- se modifica sustancialmente al
dirigirse al bebé, adoptando una frecuencia y entonación
característica” (Jurado 2006:58)

La postura de este escritor es claramente innata, puesto que defiende la idea


que los niños, desde un inicio, nacen con esta capacidad, la auditiva; y
posteriormente la van ampliando y modificando para una mejor concordancia
con el audio de los diversos sonidos que existen alrededor.

Cabe decir, que cada vez más son los estudios respecto a la verdadera
percepción de los bebés y de los niños en el aprendizaje musical. Una
investigación llevada a cabo por el proyecto EmCAP de la Unión Europea ha
revelado que la capacidad musical humano no se deriva de la experiencia,
como se creía hasta ahora, sino que tiene un componente innato. En otras
12
palabras, se ha demostrado que los seres humanos tienen sensibilidad para
distinguir tonos musicales desde que nacen. Utilizando un encefalograma, los
investigadores comprobaron que los cerebros de los recién nacidos
reaccionaban ante cualquier manifestación en la expectativas rítmicas
presentadas, siendo presentadas así a los cambios en la música22.

Por ello, se puede decir que el hecho de escuchar un género musical en


particular, de manera frecuente, nos convierte en una especie de expertos de
dicho estilo de música. En otras palabras, los seres humanos nos
autodenominados expertos debido a la habilidad innata que poseemos para
detectar patrones musicales; y este conocimiento puede desarrollarse a lo largo
de la vida.23 Entonces, la actividad mencionada, puede ser considerada
únicamente humana, ya que permite desde un inicio no solo conocer y
desarrollar el sentido auditivo, sino también el entorno y los actores
importantes que en él aparecen24.

También, está la postura del consejero David Tutt, quien también defiende la
postura que clasifica al aprendizaje musical como innato.

“Aproximadamente una de cada 10.000 personas posee la


capacidad innata de reconocer una nota concreta sin ayuda
de instrumentos. Es como si pudieran identificar esa nota
con la misma facilidad con que podemos reconocer el color
rojo (…) se dice que estas personas poseen de un oído
perfecto. Aunque esta capacidad les suele resultar útil en
sus actividades musicales” (Tutt 2001:16)

La postura de Tutt reafirma lo explicado anteriormente, puesto que señala que


la facilidad de reconocer sonidos se presenta desde temprana edad como algo
natural y espontáneo. Asimismo, es de suma importancia incentivar una
necesaria educación musical temprana, es decir, infantil, ya que hasta el
momento ningún método de entrenamiento para adultos aún ha podido
demostrar su familiaridad con el oído absoluto, el cual ocurre de manera
natural.25
22
Cfr. Martínez 2009
23
Cfr. Dr.Henkjan Honing 2009
24
Cfr. Dr.István Winkler 2009
25
Cfr. Laurence Beauvillard 2006
13
Ahora bien, existe una problemática con respecto al oído absoluto debido al
asociamiento que se le hace con el oído relativo como sujetos que se
complementan. Para los innatistas, estas relaciones son inequívocas por el
hecho de vincular al oído absoluto como una capacidad empírica. Por ello,
aclaran que el oído relativo es el oído común que tienen casi todas las personas
que no cuentan con la habilidad de reconocimiento innato musical, es decir, es
un oído normal pero este puede ser nunca descubierto. Un ejemplo de esto, se
demuestra en el hecho de que un niño con esta capacidad no necesariamente
descubra su talento y, por lo tanto, nunca lo desarrolle, siendo en comparación
con un niño que ha adquirido esta capacidad un individuo menos idóneo para la
interpretación de una melodía o instrumento.

En este caso, Pinker nos dice que el lenguaje es una habilidad tan compleja que
no necesita de una herramienta esencial para que se genere, más bien esta
aparece por sí sola y de manera espontánea, como en el caso de los niños.

“El lenguaje no es un artefacto cultural que se aprende de la


misma forma que se aprende a leer la hora o a rellenar una
instancia (…) es una habilidad compleja y especializada que
se desarrolla de forma espontánea en el niño, inclusive se
despliega sin que tengamos conciencia de la lógica que
subyace a él (…) El niño tiene que ser como el naturalista
que observa pasivamente el habla de los demás, y no como
el experimentalista que manipula los estímulos y registra los
resultados” (Pinker 1994 :19)

Pinker considera que el lenguaje se adquiere de manera natural; sin embargo,


no niega la participación de diversas herramientas indispensables para la
modificación en su estructura y su difusión logrando así la intercomunicación.
Por lo tanto, si se hablan de capacidad innatas, ¿lo adquirido será solo aplicable
en el lenguaje y no en otros ámbitos? ¿Puede ser aplicable para el oído
absoluto? ¿Hay semejanzas?

Al igual que en el lenguaje, según estudios se cree que las personas que poseen
de un odio absoluto habrían empezado a hacer música a temprana edad,

14
aproximadamente antes de los 7 años y que superada la edad de los 11 años
sería casi imposible desarrollar efectivamente esta capacidad.26

El desarrollo de ambos-lenguaje y música- desde temprana edad, hace


referencia a la observación y el entendimiento por parte de los niños a sus
mayores, así experimentan con los sonidos e intentan imitar las palabras.

Cabe decir, que es menester seguir un proceso similar al de la adquisición del


lenguaje en el ámbito de la educación musical, ya que la lógica y eficacia del
mismo apuestan por la explicación de que no debería haber diferencias al
aprender uno y otro lenguaje.27

En síntesis, existen dos posturas que explican la adquisición del oído absoluto.
Por un lado, la postura empírica, manifiesta que el oído absoluto se mejora con
la práctica y es más frecuente en sujetos que recibieron entrenamiento musical
durante su infancia. Asimismo, el desarrollo del oído absoluto depende en gran
parte de su actividad durante la infancia y la práctica. Un estudio realizado en el
año 1957 en la ciudad de Montreal, comprueba que las personas lo adquieren si
se someten a una constante práctica. De igual manera, si un adulto es incapaz
de desarrollarlo, es debido a que no está llevando correctamente los métodos
para perfeccionar esta habilidad. Del mismo modo, esta postura sostiene que la
adquisición del oído absoluto es muy similar a la de cualquier faceta del
desarrollo lingüístico en los niños, y que por lo tanto, todo humano tiene el
potencial de desarrollarlo (así como se puede desarrollar el lenguaje).
Posteriormente, se presenta una teoría en la cual el oído absoluto es concebido
a partir de una habilidad más común: la memoria de tono. Por otro lado, la
postura innata defiende el hecho de que el oído absoluto es una habilidad
heredada o don, y que la experiencia musical impide que esta se desarrolle. La
idea que los niños, desde un inicio, nacen con esta capacidad, la auditiva; y
posteriormente, la van ampliando y modificando para una mejor concordancia
con el audio de los diversos sonidos que existen alrededor, da validez a esta
teoría. Asimismo, la facilidad de reconocer sonidos se presenta desde temprana
edad como algo natural y espontáneo. Sin embargo, es de suma importancia
incentivar una necesaria educación musical temprana, es decir, infantil, ya que
hasta el momento ningún método de entrenamiento para adultos aún ha podido

26
Cfr. Laurence Beauvillard 2006
27
Cfr. Betés de Toro, 2000
15
demostrar su familiaridad con el oído absoluto, el cual ocurre de manera
natural. Es decir, existe la presencia del oído absoluto en todo ser humano, pero
para desarrollarse correctamente se necesitan factores externos.

Por consiguiente, nosotros consideramos que la adquisición del oído absoluto no


es una habilidad exclusiva de algunos y que con las condiciones necesarias todo
ser humano puede desarrollarlo, al menos, parcialmente. Es por eso que la
página Educamadrid sostiene que, absolutamente, todas las personas son
capaces de desarrollar esta capacidad, y que depende exclusivamente de la
práctica, continuo esfuerzo y desarrollo durante la niñez, al igual que el
lenguaje. Esto no quiere decir que no se pueda desarrollar durante la madurez.
A este último argumento también se le suman Mariano Betés de Toro, Arlette
Zenatti, María Teresa Moreno y Joshua Jobst. Dichos autores sostienen que la
estimulación de factores externos a temprana edad tiene una gran influencia en
el niño para poder lograr desarrollar adecuadamente esta habilidad. Además,
tal como lo mencionan gran parte de los autores citados previamente, la
especie humana posee las condiciones necesarias para poder reconocer e
interpretar las distintas notas y tonalidades musicales. Por tal motivo, al igual
que como podemos reconocer colores, podemos también reconocer
tonalidades, lo que significa aprender a interpretar de manera lingüística cada
tono al igual como lo hacemos con los colores, tal y como lo afirman Susan
Rogers, Daniel Levitin y Daniel Levitin con la teoría de la memoria de tono. Lo
único, pero muy poco común, que se debe hacer es enseñarle al niño el nombre
de cada tono. Sorprendentemente, también hay autores como Tomatis que
afirman que dicho aprendizaje se da desde el momento en el que el feto esta
dentro del cuerpo de la madre y que la voz de la madre es un instrumento de
ayuda para desarrollar dicha habilidad. Finalmente, es por todos estos
argumentos altamente veraces para nosotros, que creemos que la habilidad del
oído absoluto es una capacidad aprendida y no es heredada como otros autores
lo afirman.

La investigación académica realizada, nos ha permitido inclinar hacia la posición


empírica respecto a nuestra cuestión inicial, sobre si la adquisición del oído
absoluto posee un origen nato, o es acaso, una capacidad que se adquiere con
dedicación y esfuerzo. Sin embargo, se han generado nuevas interrogantes, que
no dudaremos en indagar y analizar, tales como que, si existe un periodo

16
crítico, cuáles serían las condiciones necesarias y suficientes; y además, en
caso haya un valor evolutivo, cual sería este para el oído absoluto.

Fuentes Bibliográficas Consultadas:

 BETÉS DE TORO, Mariano (2000) Fundamentos de Musicoterapia. Madrid:


Ediciones Morata S.L.

 BEAUVILLARD, Laurence (2006). Un instrumento para cada niño.


Barcelona. Editorial Robinbook

 EDITORIAL MORATA (2010) Datos del Libro (Consulta: 27 de Septiembre


2010) (http://www.edmorata.es/editorial/MO_Detalle.asp?idProduct=309)

17
 EDUCA MADRID (2009) Oído Absoluto. (Consulta: 26 de Septiembre 2010)
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