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LA COMPETEMCIA
Jurisdicción y competencia
Competencia y jurisdicción.-
Como se ha visto anteriormente la jurisdicción se considera
como el poder genérico de administrar justicia, dentro de los
poderes y atribuciones de la soberanía del Estado;
competencia es precisamente el modo o manera como se
ejerce esa jurisdicción por circunstancia concretas de materia,
cuantía, grado, turno, territorio imponiéndose por tanto una
competencia, por necesidades de orden practico. Se
considera, entonces, tanto como facultad del juez para
conocer en un asunto dado, como también el conflicto que
puede existir por razón de competencia, como es el caso de
conflicto o cuestiones que pueden darse al respecto.
La jurisdicción es el genero, mientras que la competencia
viene a ser la especie todos los jueces tienen jurisdicción,
pues tienen el poder de administrar justicia, pero cada juez
tiene competencia para determinados asuntos.
Doctrina y Ley
Doctrina.-
Jurisdicción.
Etimológicamente la palabra jurisdicción, significa decir o
declarar el derecho. Desde el punto de vista, más general, la
jurisdicción hace referencia al poder del estado de impartir
justicia por medio de los tribunales o de otros órganos, como
las Juntas de Conciliación y Arbitraje, en los asuntos que
llegan a su conocimiento, pero este concepto es empírico y no
penetra al fondo del problema científico. La noción de
jurisdicción ha provocado muchas controversias y dado lugar
a diversas doctrinas.
En el derecho Romano, la palabra jurisdicción significaba al
mismo tiempo, algunas de las facultades que ahora se
atribuyen al Poder Legislativo y las que tienen los tribunales.
Bonjean dice: "La etimología de la palabra Jurisdicción
permite dar a esta expresión un sentido muy amplio, que
comprende el Poder Legislativo lo mismo que el Poder judicial:
en efecto, decir el derecho, es reglamentar las relaciones
sociales de los ciudadanos, sea creando la regla, sea
aplicándola. De hecho, es cierto que los Romanos no les
repugnaba que sus magistrados, no tan sólo supieran el
silencio de la ley, si no que también con demasiada
frecuencia modificaran la ley por medio de edictos generales,
a los que colocaban entre las leyes propiamente dichas". Cita
diversos textos de Gayo para demostrar esto último.
"La Jurisdicción es, pues, agrega, en el sentido más amplio, el
poder de los magistrados relativos a las contiendas
(jurisdicción contenciosa) o relaciones jurídicas (jurisdicción
voluntaria), entre particulares, sea que este poder se
manifieste por medio de edictos generales, sea que se limite
a aplicar a los litigios que le son sometidos, las reglas
anteriormente establecidas. (Tratado de Acciones I, 51)."
Estriche: define la jurisdicción como "el poder o autoridad que
tiene alguno para gobernar y poner en ejecución las leyes; y
especialmente, la potestad de que se hayan revestido los
jueces para administrar justicia, o sea para conocer de los
asuntos civiles o criminales o así de unos como de otros, y
decidirlos o sentenciarlos con arreglo a las leyes".
Caravantes abunda en las ideas de Estriche: "la palabra
jurisdicción se forma de Jus y dicere, aplicar o declarar un
derecho, por lo que se dice, jurisdictio a jure dicendo". "Es,
pues, la jurisdicción, la potestad publica de conocer de los
asuntos civiles y de los criminales o de sentenciarlos con
arreglo a las leyes". " La jurisdicción se dice publica, ya por
razón de su causa eficiente, por que emana de la autoridad
publica, ya por razón del sujeto, por que quien la ejerce es
persona jurídica, ya por razón del fin por que se dirige a la
conservación del orden y de la utilidad publica. Se dice que
consiste en conocer y sentenciar los pleitos, por que estos son
los elementos que constituyen la jurisdicción, Notio et
judicium. Notio, es decir, el derecho de disponer que se
practiquen todas las pruebas y demás diligencias que sean
necesarias para ilustrar el entendimiento y la inteligencia del
magistrado, sobre los puntos de hechos y de derechos que los
litigantes presentan a su decisión, lo que comprende también
el llamamiento a juicio de las personas que pueden ser útiles
para la recta administración de justicia, vocatio. Judicium,
esto es, la facultad de leyes, declarando el derecho que
corresponde a cada uno o aplicándole la pena en que ha
incurrido". Además de estos elementos que constituyen la
jurisdicción va agregando a ella el mando o el imperio para
que tenga cumplido efecto sus prescripciones, pues sin el
serian únicamente formulas o disposiciones vanas.
Manresa y Navarro: "La jurisdicción es la potestad a que se le
hayan revestidos los jueces para administrar la justicia."
Eduardo Eichmann dice, que la "jurisdicción en su sentido
subjetivo es una parte integrante del poder jurisdiccional y
contiene la facultad de juzgar, correlativa de la legislación,
por que ha de determinar en cada caso cual es el derecho y
en que relación se encuentra en el orden legal."
Guasp: "La jurisprudencia es una función publica de examen y
actuación de pretensiones." También se dice de ella "que es
el especial derecho y deber que en el Estado reside de
administrar justicia".
Ugo Rocco: "La función jurisdiccional es la actividad con que
el Estado, interviniendo a instancia de particulares, procura la
realización de los intereses protegidos por el derecho, que
han quedado insatisfechos por la falta de actuación de la
norma jurídica que los ampara."
Carnelutti es original en sus doctrinas sobre la jurisdicción.
Basándose en la etimología de la palabra, sostiene:
Que en los procesos ejecutivos, no actúa la jurisdicción;
Que hay jurisdicción sin proceso y procesos sin jurisdicción;
Que el Poder Legislativo ejerce jurisdicción;
Que también la ejerce los contratantes cuando celebran un
contrato;
Que la jurisdicción corresponde no solo al juez si no a toda
persona cuya declaración posea el carácter de la fuente de
Derecho;
Ue en los procesos cautelares a los que dan nacimiento las
acciones, también cautelares, no se ejerce la jurisdicción.
Abelardo Torre: Es la facultad de hacer justicia en los casos
litigiosos. Esta es la acepción estrictamente procesal del
término y coincide poco más o menos con la etimología del
vocablo (ius, derecho; dicere, decir: decir el derecho), por que
es de hacer notar, para mayor claridad, que esta función
comprende no solo la facultad de declarar el derecho por
medio de la sentencia, si no también la de ejecutarlo por la
fuerza, si fuere necesario.
Otras acepciones en que se emplea el termino jurisdicción.
El vocablo jurisdicción es empleado corrientemente en otros
sentidos, siendo los principales los siguientes:
1.- Como sinónimo de distrito o circunscripción territorial
dentro del cual se ejerce una autoridad. Así se dice que tal
asunto pertenece a la jurisdicción provincial, de la Capital,
etc. En realidad, en el orden procesal esto se denomina
Competencia Territorial.
2.- Con referencia a la capacidad concreta del órgano judicial,
para entender un caso dado por razón de la materia
(naturaleza del asunto). Hablando en este sentido, se dice
que un asunto es de jurisdicción civil, comercial, penal, del
trabajo, etc. Pero en términos precisos esto se denomina
competencia ratione materiae.
3.- Designando al mismo órgano de Justicia. Así se habla
también de jurisdicción del trabajo, civil, comercial, etc.
Diversas Clases De Jurisdicción
Competencia.
Derecho Procesal
Es la cualidad que legitima a un órgano judicial, para conocer
de un determinado asunto, con exclusión de los demás
órganos judiciales de la misma rama de la jurisdicción.
Funcional. Es la que indica el órgano judicial que ha de
conocer de incidencias, recursos, segunda instancia y
recursos extraordinarios, así como de las medidas cautelares
y de la ejecución de las sentencias. Es decir, conduce a la
determinación del concreto órgano jurisdiccional al que
corresponde conocer de aquellas materias, como
consecuencia de un proceso ya iniciado.
Objetiva. Es la que determina el órgano que ha de actuar,
ateniendo al objeto o la cuantía.
Territorial. Sirve para establecer qué órgano judicial debe
actuar entre los de la misma clase y grado, en razón del
territorio.
Relación que existe entre jurisdicción y competencia.
Jurisdicción: Decir o declarar algo. El todo de administrar
justicia, Poder Genérico.
Competencia: Porción de la Jurisdicción, modo o manera como
se ejerce la jurisdicción. Facultad que tiene un juez para
conocer un caso.
No puede haber competencia sin jurisdicción.
La jurisdicción y la Competencia no son lo mismo, pero
tampoco son contrarios por que la competencia es una parte
fundamental dentro de la jurisdicción, ya que la competencia
es el modo o manera como vamos a ejercer esa jurisdicción
de acuerdo a las circunstancias concretas. (Materia, Cuantía o
Grado.)
La Jurisdicción es el genero, mientras que la competencia es
la especie.
Base constitucional de la jurisdicción y competencia.
Dentro de la base constitucional para la determinación de la
jurisdicción señalamos el articulo 84 de la Constitución de la
Republica de El Salvador.
La base constitucional para la determinación de la
competencia lo establece el articulo 86 de la constitución de
la Republica de El salvador.
Órgano Legislativo, a partir del articulo 121 y siguientes.
Órgano Ejecutivo, a partir del articulo 150 y siguientes.
Órgano Judicial, a partir del articulo 172 y siguientes.
5. Conclusiones
Que tanto la jurisdicción como la competencia esta
plenamente señalada en nuestra constitución y que por lo
consiguiente debe prevalecer sobre todo el territorio del
Pueblo salvadoreño y como tal, su voz y voluntad será la que
la misma ley señale y deberá ser aplicada por el sistema
judicial en especial por los Jueces.
Que dentro de las facultades que tienen los jueces esta la de
aplicar su jurisdicción y competencia en un proceso dentro de
lo que la ley señala
Que cada uno de los órganos principales que conforman el
Estado salvadoreño tiene su propia competencia y como tal
cada uno tendrá su propia jurisdicción.
Que la mala administración del aparato estatal a unada a la
corrupción que existe en el personal gubernamental no
influye en que los jueces puedan actuar bajo su jurisdicción y
competencia.
TEMA 13:
PAPEL QUE INCUMBRE A LOS JUZGADOS EN EL
PROCESO
NORMAS GENERALES:
1) El reparto entre los Juzgados de Primera Instancia de
Zaragoza se efectuará de modo que se asegure un resultado
igualitario para todos los Juzgados, bien mediante sistema
manual, bien mediante sistema informático, y con respeto a
lo establecido en los artículos 167 y 168 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, 24 y siguientes del Reglamento del Consejo
General del Poder Judicial 7/1995 de 7 de junio y 68 y 69 de la
Ley de Enjuiciamiento Civil, 1/2000 de 7 de enero.
2) Todos los asuntos civiles serán repartidos entre los
Juzgados de Primera Instancia dentro de los dos días
siguientes a su presentación, o en el mismo día, caso de ser
asunto urgente.
3) Los asuntos serán repartidos conforme a los datos
que sobre clase de procedimiento se contengan en el suplico
de la demanda. En caso de inconcreción, por el Decanato se
requerirá a la parte, con carácter previo al reparto, para que
especifique qué clase de procedimiento insta.
4) En el supuesto de que, repartido un asunto por
aplicación de la clase indicada en la demanda, posteriormente
sea acordado por el tribunal, que se siga la tramitación de
otro procedimiento distinto, se comunicará tal circunstancia a
Decanato, con remisión de testimonio de la resolución
correspondiente, para tomar nota del cambio.
5) Quedan excluidos del reparto entre los Juzgados de
Primera Instancia ordinarios todos aquéllos procedimientos
que legalmente corresponden a los Juzgados especializados
en materia de familia. A éstos serán turnados también los
relativos al régimen de las parejas estables, o de hecho con
hijos.
6) El reparto se efectuará de lunes a viernes hasta las
trece horas, teniendo en cuenta las normas que sobre clases,
turnos y reparto por atracción de antecedentes se
enumerarán a continuación.
7) El reparto realizado se anotará en el Libro Registro
correspondiente del Decanato, se hará constar en el escrito
repartido, y se hará saber al interesado mediante la entrega
del oportuno recibo o comprobante.
NORMAS ESPECIALES:
1) Los exhortos cuyo contenido se refiera
exclusivamente a la práctica de actos de comunicación y
embargos, y que no impliquen actividad personal del
Magistrado, no serán objeto de reparto, asumiendo el Juzgado
Decano la competencia para su tramitación en la Oficina de
Decanato o por el Servicio Común de Actos de Comunicación
y Embargos.
2) Si una demanda o solicitud no es admitida a trámite
por un Juzgado por motivo de falta de requisitos o
presupuestos procesales o formales, y vuelve a presentarse a
reparto dentro del año siguiente a la fecha de firmeza de la
resolución que acuerde la inadmisión, le corresponderá, sin
cubrir turno, al mismo Juzgado que la hubiera inadmitido en
su momento. Caso de presentarse una vez transcurrido el
año, será objeto de nuevo reparto.
3) Las actuaciones previas al juicio, tales como petición
de diligencias preliminares, anticipación o aseguramiento de
pruebas o medidas cautelares, serán repartidas según la
clase del procedimiento a que se refieren.
4) Por atracción por antecedentes serán repartidos, sin
consumir turno, en la forma que se indica, los siguientes
procedimientos:
A) Procedimientos concursales que se refieren a la
misma persona o dimanen o traigan causa de otro
procedimiento civil de igual clase, al Juzgado que hubiese
conocido del primero presentado.
B) Las solicitudes o ratificaciones de internamientos
forzosos en centros psiquiátricos así como demandas de
incapacidad, al Juzgado que conoció del primer
internamiento.
C) Las peticiones de internamiento, esterilización, venta
de bienes, cambio de la situación de incapacidad, cambio de
tutor o curador, nombramiento de defensor judicial y
cualquier otra relativa a persona declarada incapaz, al
Juzgado que conozca o haya conocido de la declaración de
incapacidad.
D) Las demandas de divorcio cuando sigan a la de
separación y las demandas que sigan a la petición de
preparación de pruebas, diligencias preliminares, medidas
cautelares, o cualquier otra petición previa a la demanda, al
Juzgado que conoció de la petición previa.
E) La declaración de herederos, si ha habido
procedimiento de intervención de caudal hereditario, al
Juzgado que conoció de éste.
F) Las consignaciones de cantidad que sean sucesivas a
otra u otras, y que tengan causa en el mismo negocio jurídico
que las hechas anteriormente, al Juzgado que conoció de la
primera de todas las efectuadas.
G) Las impugnaciones de reconocimiento de Justicia
gratuita, respecto de asunto ya repartido, al Juzgado que
conozca de él.
H) Las demandas previstas en el artículo 73.2 de la Ley
de Enjuiciamiento Civil a aquél Juzgado al que se hubiera
repartido la primera de las demandas.
5) En caso de que se observe en un procedimiento, después
de iniciado, que ha existido un reparto incorrecto, el Juzgado
lo remitirá, en cuanto tenga conocimiento a Decanato, para
su adecuado reparto.
TEMA 14:
Composición y competencia.
El ejercicio del Poder Judicial de la Federación se deposita, por
disposición expresa del artículo 94 de la Constitución, en una
Suprema Corte de Justicia, en un Tribunal Electoral, en
Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito y en Juzgados de
Distrito.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación se compone de
once Ministros y funciona en Pleno o en Salas.
La competencia de la Suprema Corte, su funcionamiento en
Pleno y Salas, la competencia de los Tribunales de Circuito, de
los Juzgados de Distrito y del Tribunal Electoral, así como las
responsabilidades en que incurran los servidores públicos del
Poder Judicial de la Federación, se rigen por lo que disponen
las leyes, de conformidad con las bases que la Constitución
establece.
La ley fija los términos en que se vuelve obligatoria la
jurisprudencia que establecen los tribunales del Poder Judicial
de la Federación sobre interpretación de la Constitución, leyes
y reglamentos federales o locales y tratados internacionales
celebrados por el Estado Mexicano, así como los requisitos
para su interrupción y modificación.
El Poder Judicial de la Federación, por tanto, representa el
guardián indiscutible de la Constitución, el protector de los
derechos fundamentales y el arbitro que dirime las
controversias tanto entre particulares como entre poderes,
generando entre ellos un equilibrio que es necesario para el
sano desarrollo de la vida nacional.
Su papel primordial lo constituye el ser interprete final de los
principios y valores contenidos en la carta federal y, en este
sentido, controlar la regularidad constitucional de los actos y
disposiciones de las autoridades11 .
Esto lo convierte en un poder distinto al que imparte la
justicia ordinaria (es decir, la que resuelve controversias entre
particulares o con base en leyes ordinarias)12, pues es la
Constitución misma la que le otorga la función de impartir, de
manera exclusiva, lo que podríamos llamar "justicia político
constitucional." 14
Esta justicia constitucional, mediante el control de los actos
de las autoridades y de la regularidad constitucional de las
disposiciones por ellos emitidas, contribuye a definir el papel
que cada una de las instituciones políticas tiene y, por tanto,
a definir las relaciones generales del derecho con la política.15
Si interpretáramos lo anterior en forma amplia, podríamos
afirmar que toda la justicia es política, pues en ella
intervienen siempre el Estado y sus intereses, ya sea a través
de un juzgador o bien a través de las leyes que este aplica;16
pero ello no sería tan exacto, pues se ignoraría la importancia
que tienen, para cualquier aparato judicial, su imparcialidad,
su grado de independencia y la racionalización que haga de
los conflictos por medio de la individualización de los casos y
de su tratamiento dentro de un procedimiento regido por
leyes previamente establecidas, a fin de despolitizar cualquier
conflicto. Esta labor la cumple el Poder Judicial de la
Federación en México respecto, como hemos dicho, de la
justicia constitucional.
Como señalábamos, en los estados modernos que aspiran al
nuevo ideal de Estado Social y Democrático de Derecho, la
naturaleza política de los tribunales se ve acentuada, pues las
funciones de los otros dos poderes requieren un contrapeso y
un control que solo el Poder Judicial puede proporcionar.17
Expuesta así la composición, competencia y función del Poder
Judicial de la Federación, y en particular de la Suprema Corte
de Justicia, procede ahora detallar los parámetros de
independencia establecidos en la Constitución para el más
alto Tribunal de México, comenzando por los que se refieren a
la independencia personal del juzgador.
Selección y nombramiento.
Inamovilidad y remuneración.
Sistema de responsabilidades.
A. Integración
B. Atribuciones
C. Funcionamiento
D. Órganos auxiliares
TEMA 15:
LA ABOGACÍA
LA ABOGACÍA
La Abogacía es una profesión libre e independiente que presta
un servicio a la sociedad en interés público y que se ejerce en
régimen de libre y leal competencia, por medio del consejo y
la defensa de derechos e intereses públicos o privados,
mediante la aplicación de la ciencia y la técnica jurídicas, en
orden a la concordia, a la efectividad de los derechos y
libertades fundamentales y a la Justicia.
En el ejercicio profesional, el Abogado queda sometido a la
normativa legal y estatutaria, al fiel cumplimiento de las
normas y usos de la deontología profesional de la Abogacía y
al consiguiente régimen disciplinario colegial.
Los organismos rectores de la Abogacía española, en sus
ámbitos respectivos, son: el Consejo General de la Abogacía
Española, los Consejos de Colegios de Abogados y los
Colegios de Abogados. Todos los organismos colegiales se
someterán en su actuación y funcionamiento a los
principios democráticos y al régimen de control
presupuestario anual, con las competencias atribuidas en las
disposiciones legales y estatutarias.
Los Colegios de Abogados son Corporaciones de Derecho
público amparadas por la Ley y reconocidas por el Estado, con
personalidad jurídica propia y plena capacidad para el
cumplimiento de sus fines. En las provincias donde existe un
solo Colegio de Abogados, éste tendrá competencia en el
ámbito territorial de toda la provincia y sede en su capital.
En las provincias con varios Colegios de Abogados, cada uno
de ellos tendrá competencia exclusiva y excluyente en el
ámbito territorial que tenía al promulgarse la Constitución
española de 1978, cualquiera que sea el número de partidos
judiciales que ahora comprenda.
La modificación de las demarcaciones judiciales no afectará
al ámbito territorial de los Colegios de Abogados, que tendrán
competencia en los nuevos partidos judiciales que puedan
crearse en su territorio.
En caso de creación de partidos judiciales que comprendan
territorios de distintos Colegios, éstos podrán acordar la
modificación de su ámbito territorial a fin de que la
competencia colegial afecte a partidos judiciales completos,
salvo que los Colegios interesados convengan otra cosa. Si no
se alcanzare acuerdo entre los Colegios, el Consejo de
Colegios de la respectiva Comunidad Autónoma o, en su
defecto, el Consejo General de la Abogacía, atribuirá la
competencia colegial ponderando adecuadamente las
circunstancias concurrentes.