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Miraré la bondad de Dios

Por Artemio Valdez | artemio_valdez_24@hotmail.com


Hubiera yo desmayado si no creyese que veré la bondad del
Señor en la tierra de los vivientes.

Hubiera yo desmayado si no creyese que veré la bondad de Jehová


en la tierra de los vivientes Salmo 27:13

Quien escribe estas palabras es David, un campeón del Antiguo


Testamento, sus cánticos inspirados en medio de la adversidad no
hacen otra cosa que expresarnos su fe, y en ellos nos enseña las
pruebas por las que se encontraba pasando, dando rienda suelta a
su dolor, sus quejas, sus sentimientos, pero sobre todo a su fe y
mediante esta fe obtenía la victoria. Desde su juventud enfrentó
grandes pruebas, una de estas fue aquel gigante llamado Goliat a
quien venció con tan solo honda y piedra, más lo hizo confiando en
el nombre de su Dios. También pasó por grandes aflicciones, en
una tribulación lloró hasta que le faltaron las fuerzas para llorar,
pues unos merodeadores se habían llevado a su familia y las
familias de sus tropas, pero se levantó y se fortaleció en Jehová su
Dios quien le dio la victoria. 1 de Samuel 30:4,6

Miraré la bondad de Dios para no desmayar

¿Siente que la prueba se ha estado prolongando en su vida?


¿Siente que desmaya ante su peso agobiante? Otras personas
antes que usted han pasado por estas circunstancias, note lo que
dice David: "Hubiera yo desmayado". Los personajes Bíblicos eran
personas igual a nosotros, enfrentaban las mismas necesidades o
perores. David se encontraba huyendo a causa de la persecución
del rey Saúl, ¿Qué le había hecho David al rey? Solamente el bien y
por este bien el rey le pagaba con un mal, ¿no se identifica usted
también con David? Lo cierto es que será mejor identificarnos con
David y no con el rey Saúl ¿No le parece? La palabra de Dios nos
enseña que es mejor padecer haciendo el bien, si la voluntad de
Dios así lo quiere, que haciendo el mal (1 de pedro 3:17) Esta
persecución del rey Saúl sobre David duró casi diez años. El rey
Saúl, salía cada día con su ejercito buscado a David para quitarle la
vida, David huía de un lugar a otro, de un desierto a otro, hasta
llegar a pedir asilo en Moab. Solo la mano del Señor le sostuvo
durante esos años de prueba.

Con pruebas mucho más pequeñas y menos prolongadas que las que enfrentó
David, nosotros nos desesperamos y algunas veces desmayamos.Las
dificultades de las cosas cotidianas desean hacernos desmayar, como son la
escasez, la pobreza, el desempleo, la enfermedad, y las dificultades en la
familia. Todos pasamos por luchas y tribulaciones las cuales desean llevarnos al
desaliento pero la fe que Dios nos ha dado nos hace levantarnos y seguir
adelante. No dejes que los momentos difíciles te hagan desmayar, no te
refugies en el dolor, o en el sufrimiento, eso no es lo que el Señor desea, él
tiene grandes victorias para ti, pero necesitas dejar de mirar lo fuerte de la
tempestad y comenzar a mirar la bondad de Dios, mira como el señor te está
hablando en estos momentos para darte el ánino y las fuerzas que tu necesitas.

Mirare la bondad de Dios por encima de toda circunstancia adversa

David continúa diciendo: "hubiera yo desmayado sino creyese que veré la


bondad de Jehová". La bondad que David esperaba mirar en un futuro, era el
propósito que Dios tenía para su vida, el cual era llegar a ser rey sobre el
pueblo de Israel, David aunque huyendo contaba con una palabra profética de
Dios, la cual le había sido dada por el profeta Samuel, esa palabra le hacía
esperar y fue su consuelo en los tiempos de aflicción. De Saúl miraba tan solo
la persecución, el mal trato, la injusticia, sus deseos de quererle quitar la vida,
pero a través de la fe, él miraba la bondad de Dios que se cumpliría en él.
Como se dará cuenta, lo primero que hay que hacer mientras pasamos por los
momentos de dificultad, es creer en las promesas que Dios tiene para nosotros,
solo que lo fuerte de la prueba y de la lucha, desean que nos enfoquemos solo
en lo que nos rodea y al igual que el apóstol Pedro cuando iba caminando sobre
las aguas para ir hasta donde estaba Jesús, dejó de mirar al Señor y se enfocó
en la tempestad y el resultado fue que comenzó a hundiese. Nosotros también
nos enfocamos muchas veces en la tormenta, pero ¿puede usted mirar más allá
de la prueba? ¿Puede usted arrodillarse en estos momentos y adorar a Dios?
Miemos el ejemplo de aquel hombre llamado Job quien había perdido todas sus
riquezas, y a todos sus hijos en un solo día y después de esto tubo la fe para
adorar a Dios.

También el apóstol Pablo quien pasó por persecuciones, sin embargo a través
de la fe, logra mirar aun mas allá de este tiempo presente, y nos dice en la
carta a los Romanos 8:18. "Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo
presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de
manifestarse". El peso de la prueba nos quiere hacer desmayar pero la fe nos
fortalece y nos hace mirar la bondad de Dios, bondad que disfrutaremos si no
desmayamos.

Miraré la bondad de Dios a través de la fe

Esta es la clase de fe que agrada a Dios, porque sin fe es imposible agradarle.


Hebreos 11:6

Es pues la fe la certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve.


Hebreos 11:1

Esta fe es la que te hace mirar la mano de Dios que obrará a tu favor, fe como
la de la mujer que estaba enferma de flujo de sangre que decía entre si: si tan
solo tocare su manto seré sana

Fe que te hace mirar su misericordia, fe que hará levantarte del polvo de la


tierra para hacerte un vencedor con su ayuda, fe que te hace mirar su cuidado
que tiene para contigo, fe que te hace mirar sus bendiciones no importando en
las circunstancias en las cuales te encuentres, f e que te hace mirar las glorias
venideras que en ti se han de manifestar.

Fe como la de aquel libertador llamado Moisés quién en los momentos mas


difíciles de su vida se sostuvo como viendo al Dios invisible. Hebreos 11:27 Fe
pequeña, tan pequeña como la de un grano de mostaza, pero puesta en el Dios
vivo que hizo los cielos y la tierra. Fe como la del ciego Bartimeo quien no
mirando a Jesús pero sabiendo que él pasaba por aquel lugar clamó hasta
detenerlo y recibir el milagro que esperaba. La fe que vence al mundo, la fe que
te hace fuerte en medio de la batalla espiritual, la fe que te hace sacar fuerzas
donde no hay ningunas. Fe que te hará mirar la bondad de Dios, fe que te hará
decir: "Jehová cumplirá su propósito en mí". Deposita tu fe en el señor Jesús
quien te ayudará, si, él te ayudará pues el señor Jesús te ama y lo ha
demostrado muriendo por ti en la cruz del calvario.

Miraré la bondad de Dios hasta verla cumplida en mi vida

Hubiera yo desmayado si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra


de los vivientes.

Vemos a David expresando palabras proféticas en el salmo 23 donde dice:


"Jehová es mi pastor y nada me faltará" y ya casi al final del salmo sigue
diciendo: "ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de
mi vida. Nosotros podemos ver ahora a través de las escrituras como se
cumplieron estas palabras en el rey David".

Estas palabras proféticas no solamente tienen el


propósito de bendecir nuestra vida y la vida de nuestra
familia, sino que Dios desea bendecir también a su
pueblo note como la vida de David impactó a la nación de
Israel, y aun hoy en día su vida sigue siendo de bendicen
para todo creyente. De igual manera el Señor desea usar
tu vida para bendecir a su iglesia y alcanzar a aquellos
que todavía no le conocen.

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