Teología del Evangelismo y las Misiones Tito Escalante ¿QUÉ SIGNIFICA SALVACION CRISTIANA?
1. Terrorismo de pulpito
Mucha de la predica principalmente evangélica, ha creado un
mercado basado en el temor. Es decir que el planteamiento de la razón por la que necesitamos salvarnos ha girado alrededor del infierno ágilmente ilustrado por Dante.
Los eventos evangelísticos, las campañas y las prédicas han
tenido como base la posibilidad de morir e ir a la condenación eterna, que hasta hoy costaría mucho trabajo definir si es el infierno, el lago de fuego, el hades o el tártaro. Esto ha generado una clase de creyente que más que vivir para Dios, está preocupado por no morir en pecado para evitar la condenación eterna.
Es decir que la experiencia que debería ser un nuevo nacimiento
se ha convertido en realidad, en una especie de tormento permanente, que ha llegado en algunos casos al grado de crear una especie de psicosis.
No puede ser salvación esta experiencia que en lugar de liberar
oprime y atormenta, quitándole el color a la vida cotidiana. No puede haber salvación sino hay convicción de pecado, sino hay un verdadero arrepentimiento, sino hay un nuevo nacimiento.
La salvación es producto del amor de Dios. Juan escribe “En el
amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”. 1 Juan 4:18
Si ganamos un converso por medio de las armas del temor, en
realidad no hemos ganado nada. Pues el temor es una emoción que cuando cambian las circunstancias; también puede cambiar. Las personas que son expuestas a prédicas que atemorizan, pueden tomar una decisión pero difícilmente podrán sostenerla con el tiempo.
2. Escapismo alienante
Otra propuesta popular en el mundo evangélico es el de vender
el cielo como una vía de escape. Es decir que la salvación consiste en huir de nuestra realidad e irnos a vivir más allá del sol. Este mensaje tiene su mercado entre las capas sociales más desposeídas, debido a las carencias sufrimientos y males propios de la falta de poder adquisitivo.
La idea fundamental es que la solución a esta vida de
sufrimiento es prepararse para la eternidad. Este mensaje muy evangélico puede ser peligroso pues genera un alto grado de irresponsabilidad en todas las áreas de la vida, so pretexto que Cristo ya viene.
Me parece interesante el abordaje que Ayel hace con respecto a
este aspecto en el sentido de que salvación no significa que todos los problemas ya se resolvieron y que ya llegamos a nuestra máxima al ser salvos. Más bien salvación debe entenderse como volver a comenzar; un volver a comenzar de la manera correcta. Salvación es estar dispuesto no a realizar los cambios necesarios y pertinentes, es disfrutar el proceso de transformación, de no dar por sentado que todo esta hecho sino de comprender que si bien es cierto Jesús ya hizo su obra; la continua haciendo y la seguirá haciendo en el futuro. Entender que el Dios que comenzó la buena obra la perfeccionará, y que nadie está exento de tener que enfrentar adversidades en su vida.
La salvación no es escapismo, es enfrentar la realidad con la
convicción que las cosas pueden cambiar, que siempre habrá un nuevo desafío, una nueva aventura. Es esperar que Dios agregue esa dosis de emoción a nuestro diario vivir
3. Comunismo cristiano
No escapa el tema político en las cosas donde se ven
involucrados seres humanos que por alguna razón terminan viviendo una ciudad determinada. Esto hace que por conveniencia o inocencia las personas tiendan a confundir el mensaje de salvación de Jesús. Desde los tiempos de los Macabeos hasta Judas Iscariote son muchos los que han propuesto una salvación producto de una revolución política y armada.
Esta es la salvación que propone matar para dar vida, en lugar
de morir para vivir, es una salvación que propone expropiar para resolver los problemas de desigualdad, en lugar de estar dispuestos a partir el pan propio con el hambriento. Evidentemente donde hay problemas humanos siempre se gestarán por la razón que sea, movimientos subversivos. Esto es lo que en su momento propuso una de las corrientes teológicas latinoamericanas. El establecimiento de la justicia, la igualdad y el derecho a fuerza de ideologías que al final lo único que buscan es liberar para oprimir.
La salvación ofrecida por Cristo es liberadora, y aunque busca la
justicia, la igualdad y el derecho, no lo hace por medio de armas, sino invitando a los hombres a morir a su egocentrismo, conduciéndoles hacia el interés por los demás en un espíritu altruista y totalmente desinteresado. La salvación de Dios es un germen que opera de manera individual desde el corazón humano, pero que poco a poco alcanza la colectividad hasta llegar a transformar la historia humana. Invitando al hombre a ser receptor y actor en el proceso de transformación de la historia.
4. Capitalismo religioso
La teología de la prosperidad también vende salvación, pero a
diferencia del la teología de la liberación que tiene su mercado entre los parias, los teólogos y pastores de la prosperidad han apuntado sus cañones hacías las clases medias y altas de la sociedad.
Para los teólogos de la prosperidad la salvación consiste en dejar
de ser pobres, es decir que la vida de piedad, la ética cristiana y la justicia pasan a un segundo plano para estas personas. Lo más importante es negociar con Dios ofertándole una parte de las utilidades. Ser salvo es prosperar financieramente, es acrecentar el ego, el orgullo, la vanagloria, la arrogancia y la altivez. Los pobres, los marginados y los desposeídos son vistos como malditos. Es decir que todas estas personas con quienes Jesús más se identificó, son desagradables a los ojos de los súper apóstoles. Estos tele evangelistas venden un cielo cuyas oficinas centrales se encuentran en Nueva York o Holywood. Y cuyo Dios es el dinero teniendo como templos los lujosos centros comerciales.
Es fácil ganar adeptos a esta forma de cristianismo, esto que
llegaría a ser una especie de cristianismo materialistas. Estas personas no están esperando ver al Señor cara a cara, a ellos no les interesa la eternidad más allá del sol. Lo que más anhelan es vivir muchos años para satisfacer su hedonismo y narcisismo.
En países como el nuestro a cualquier pastor se le vuelve
atractivo este evangelio, que mide la salvación por la marca del vehículo o la zona donde se vive. Han convertido las iglesias en mercados de la fe, han abaratado la gracia con tal de aumentar la clientela.
5. Conclusiones sobre la salvación
La salvación es liberación, es rompimiento de ataduras y de
cadenas. Comenzando por la liberación del ser de su egocentrismo, continuando con la liberación de la mentalidad del mundo. Un tercer elemento del que nos libera Cristo es del poder del pecado. Y por ultimo salvación es liberación de la condenación.
La salvación es liberación de la tiranía de egoísmo
El primer efecto del pecado en la vida humana es el
egocentrismo narcisista, esto nos conduce a la egolatría y se refleja en una conducta abstraída de toda participación social que no traiga un beneficio directo o produzca adeptos al culto de nosotros mismos. Parte de la manifestación de una naturaleza caída es el interés por uno mismo en detrimento del bienestar de los demás. Esto hace que las personas se vuelvan apáticas y antisociales. Jesús al salvarnos nos proporciona una receta infalible para curar nuestro egocentrismo. Nos invita a negarnos a nosotros mismos, a perdonar a los que nos ofenden, a compartir nuestros bienes con los pobres. La única manera que hay para dejar de sufrir es desenfocándonos de nosotros y enfocándonos en las necesidades de los demás. No hay nada más liberador que dejar de pensar en nosotros por buscar el bienestar de los demás.
La salvación es el retorno a Dios.
Lucas 19:10 nos ilustra la misión salvadora de Jesús, el viene a
buscar y a salvar lo que esta perdido. El pecado ha hecho que el ser humano pierda su norte, se extravíe, por lo que necesita salvación. La redención es entonces un retorno a la comunión con Dios, es una regreso a casa, que se ha de manifestar en la declaratoria de justificación y en el disfrute de paz y bienestar total
La salvación es el retorno a la armonía
Salvación no es algo que ocurre a años luz de la tierra, sino por
el contrario; los efectos de la salvación son como una luz, se vuelven evidentes por si mismos. Al volver a la comunión con Dios el efecto directo de esto es el retorno a la armonía con toda la creación. Principalmente con los seres humanos pero sino quedarse ahí; sino avanzando hasta las más pequeñas formas vivas. La salvación es liberación de todo aquello que impide la convivencia pacifica y armoniosa.
La salvación es liberación de la condenación eterna
No podemos hablar de salvación sin reflexionar en los efectos
eternos de la obra de Cristo. Si bien es cierto que la salvación posee una dimensión principalmente terrenal, también lo es el hecho de la temporalidad humana. La mayoría de cristianos creemos en la vida eterna, que aunque con algunas diferencias de donde se cobrará esta vida eterna, si creemos que después de esta vida experimentaremos la continuidad de la vida. La salvación entonces es liberación de la muerte eterna. Por cuanto el salvo es declarado justo, no hay pena que se le impute y por lo tanto quedan sin efecto judicial el acta de decretos que le era contraria.
La salvación en conclusión tiene que ver con el retorno a la
comunión con Dios y la mejora sustancial de la calidad de vida del individuo, mejora que se podrá medir en su bienestar físico, emocional y espiritual. No hay salvación si estos tres componentes del ser no son afectados directamente de manera positiva.