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Carlos F. Heredero
Los paisajes sólo se constituyen como tales cuando una mirada los contempla. Una mirada implica
un encuadre, una panorámica o incluso un travelling; es decir una selección que recoge un espacio y
deja otro fuera de campo. El paisaje es, por consiguiente, una parte de un todo mucho más amplio, un
fragmento que pertenece a una totalidad. Esa totalidad se puede cartografiar para hacerla transitable
y conocible, para establecer sus perfiles y sus accidentes. Acotar un paisaje y trazar una cartografía del
cine francés contemporáneo exige, por lo tanto, radiografiar el territorio, trazar itinerarios, fijar un
espacio y dibujar un mapa, pero si se quiere que ese paisaje resulte representativo y que ese mapa tenga
utilidad, el primero debe contener al segundo, y el segundo debe resonar sobre el primero.
El ciclo programado por Cahiers du cinéma. España para el festival La Mar de Músicas, de Cartagena,
ofrece un "paisaje del cine francés contemporáneo", pero sobre ese paisaje resuena, como dice en su
artículo Jean-Michel Frodon (director de Cahiers du cinéma), "el mapa inestable de las regiones menos
domesticadas de un biotopo". Se trata, en consecuencia, de una apuesta y de una lectura, del espacio
acotado por el encuadre trazado desde una mirada: la nuestra, la que aspira a proponer un dibujo repre-
sentativo de las líneas genealógicas, creativas y hereditarias que recogen, hoy en día, lo más vivo y lo
más libre entre cuanto ofrece, en el momento presente, la producción fílmica del país vecino.
La selección de títulos (el paisaje que se dibuja) no tiene pues la voluntad de constituirse en sumario
y resumen de la totalidad del cine francés. La propuesta recoge, bien al contrario, los diferentes deste-
llos que surgen desde múltiples y diversos focos de resistencia, las luces más indómitas y personales
que alumbran hoy, con sus tentativas y con sus conquistas, con su lucidez y con sus búsquedas irre-
dentas, los diferentes caminos por los que transita ese "biotopo", ese organismo vivo y complejo que es
una cinematografía europea (ciertamente, la más poderosa y la más activa del continente) enfrentada
a múltiples contradicciones y a nuevos desafíos que nacen de la puesta en cuestión de los viejos dog-
mas (el estado nación unitario y jacobino) y de las nuevas dinámicas impulsadas por la globalización
(transnacionalidad, deslocalización, disgregación) en medio de una encrucijada en la que confluyen,
por un lado, la sorprendente energía que muestra la mejor herencia del pretérito (la que expresan
las obras juveniles y experimentadoras de Jacques Rivette, Eric Rohmer, Philippe Garrel o Jean-
Marie Straub y Danièle Huillet) y, por otro, el vitalista impulso de renovación implícito en el abanico
multigeneracional conformado por los títulos seleccionados de Olivier Assayas, Jacques Doillon,
Arnaud Desplechin, Claire Denis, Mia Hansen-Love, Nicolas Klotz, Valeri Bruni-Tedeschi, Bruno
Dumont y Serge Bozon.
El paisaje que ofrecen estos nombres (y sus películas) lleva implícita una cartografía en cuyo inte-
rior resuenan múltiples debates: las distintas formas de gestionar la herencia de la Nouvelle Vague, las
generaciones truncadas, la difícil supervivencia del relato tradicional, la dicotomía entre tradición y
modernidad, las nuevas formas que adquiere el cine de autor, los referentes que inciden hoy sobre los
nuevos cineastas... En definitiva, los diferentes modelos que buscan respuestas a los apasionantes inte-
rrogantes planteados por el momento presente: un conjunto de búsquedas que comparten la voluntad
común de "escapar a los estándares dominantes de la representación" (Frodon dixit) y de plantearnos
preguntas que -no debería olvidarse- importan (nos importan) más allá del cine y de las películas. Pre-
guntas y perplejidades que afectan a la propia naturaleza del mundo en el que vivimos y a los desafíos
más novedosos o conflictivos a los que se enfrenta el cine cuando el viejo arte de los hermanos Lumiére
(nacido en Francia) se adentra en el umbral de la era digital. •
Las partículas y las ondas
JEAN-MICHEL FRODON
diversidad de las respuestas, de las que podemos decir que sólo cinematográfico. Podemos distraernos con la presencia de algu-
tienen en común la voluntad de romper con los estándares domi- nos actores (Mathieu Amalric en Arnaud Desplechin, Valeria
nantes de representación, refuerza la sensación de urgencia que Bruni-Tedeschi y Nicolas Klotz; Louis Garrel en Valeria Bruni-
acompaña este cuestionamiento. ¿Es necesario insistir en el Tedeschi y Philippe Garrel), seguir algunos itinerarios perso-
hecho de que esas preguntas importan más allá del cine? nales (Asia Argento en Olivier Assayas, Guillaume Depardieu
Encontramos un esquema comparable con los otros modos y Jeanne Balibar en Jacques Rivette, Catherine Deneuve en
de articulaciones problematizadoras dentro de esta selección. Arnaud Desplechin, Pascal Gregory en François Ozon, Michel
Así, con el cuestionamiento acerca de la Historia, en compara- Subor en Claire Denis, Paul Blain en Mia Hansen-Love); podría-
ción con el presente, con La France (la Primera Guerra Mundial), mos vincular cada uno de estos actores a una genealogía, per-
La Question humaine (la Segunda Guerra Mundial y la Shoah), sonal y artística, que contribuyera a describir la infinita red de
Les Amants réguliers (Mayo del 68). raíces que nutren estos trece filmes.
Así con la relación entre cine y texto Sin ser falsa, no está claro que esta
literario, con las sorprendentes obras pista lleve muy lejos, a diferencia de
maestras tardías de dos directores
Estos paisajes del cine lo que ocurriría con el mejor cine de
de la Nouvelle Vague que adaptan a francés son el mapa inestable otros países. Estos actores son exce-
Honoré d'Urfé y a Honoré de Balzac, lentes, pero en cada film existen
decantándose por el cine de época y
de las regiones menos menos por ellos mismos o en nom-
demostrando así la total independen- domesticadas de un biotopo bre de su propia historia que como
cia y creatividad del cine presente, material de un movimiento. Al pensar
en total complicidad con el arte dife- en ellos pensamos en la composición
rente de la escritura y el gran respeto por los legados del pasado. física del fenómeno luminoso, a la vez formado por ondas y par-
Contemplando la lengua y los países extranjeros como de un tículas. Los actores, como por otra parte los elementos del relato,
gran texto literario, Danièlle Huillet y Jean-Marie Straub, en las referencias sociológicas, históricas o literarias, las decisiones
cierto sentido, elevan al cuadrado estos cuestionamientos para narrativas o de composición de imágenes, participan de un flujo
atribuirles, en las colinas de Toscana, una dimensión a un tiempo general, que es la fuerza germinativa de cada obra en su singu-
mitológica y muy material. Más conscientemente en ellos que laridad. La intensidad luminosa puede ser muy variable: de la
en muchos otros, estas confrontaciones, más allá de distancias sensualidad vibrante de los jóvenes cuerpos en Rohmer a los con-
inmensas, se conciben como políticas. trastes violentos en Klotz, de las flexibles modulaciones de Tout
est pardonné a las variaciones de gran amplitud de Le Premier
La dialéctica, conflictiva o no, de lo diferente (nacional y
venu, en las tonalidades del thriller de acción de Boarding Gate o
extranjero, pasado y presente, literatura y cine) es el principio
los destellos y las sombras de un relato de los orígenes (L'Intrus)
dinámico de este cine; es el caso de la orquestación del gran par-
o de una parábola del presente (Flandres)...
tido hombre/mujer, y también el de géneros cinematográficos
(comedia/drama) por el cineasta Arnaud Desplechin en Rois et ¿Qué son, entonces, estos "paisajes del cine francés"? Tal como
reine (2004). los esboza esta programación, diría que se trata del mapa ines-
Aún hay otras extrañezas que alimentan la energía de estos table de las regiones menos domesticadas de un biotopo (que
filmes, extrañeza moral que separa y acerca violentamente a los también dispone de zonas construidas con hormigón y anima-
personajes de Le Premier venu, extrañeza de los diversos esta- les enjaulados), ahí donde la diversidad de especies vivientes,
tus (mujer, madre, actriz, estrella) que ha de asumir el personaje tan numerosas y diversas como directores hay, participan de un
principal (y autora) de Actrices (2007). Las respuestas artísticas movimiento de conjunto que es el de la vida misma. •
de cada cineasta son infinitamente diferentes, tienen en común
apostar por esa falla, ese hiato, para convertirlo en carburante Traducción: Antonio Francisco Rodríguez Esteban
La 'Nouvelle Vague' en presente
ÀNGEL QUINTANA
En 1997, Jean-Luc Godard apareció recitando un fragmento Alain Resnais, 2006) son la viva demostración de que las ideas
de Los orígenes del totalitarismo, de Hannah Arendt, en una que sentaron las bases de la modernidad en los años setenta
película de su compañera Anne-Marie Mieville cuyo título continúan perfectamente asentadas y han generado lo mejor
es de una elocuencia abrumadora: Nous sommes tous encore del cine contemporáneo.
ici (Aún estamos todos aquí). Godard y Mieville mostraban La visión del mundo que destilan los cineastas de la Nouvelle
su fe ante la supervivencia ética y estética de un modelo Vague se encuentra atravesada por el peso de una clarividente
de cine al que se han sentido fieles. Para ambos, la signi- sabiduría existencial y su trabajo formal es el resultado de una
ficación del término resistencia no sólo era una cuestión serie de opciones estéticas muy determinadas que surgieron de
relativa al papel que el cine ejerce en el contexto de una un momento histórico muy concreto (los años cincuenta), pero
cultura en mutación, sino también a la condición política de que aún pueden zarandear los prejuicios de la industria y de
los individuos que han atravesado parte del siglo XX y que las instituciones que apoyan el cine europeo. Así, por ejemplo,
se han encontrado, en medio del cambio del milenio, perdi- el trabajo sobre disolución de fronteras entre ficción y docu-
dos frente a otros signos visuales generados por el fluir de mental que plantea Godard en cualquiera de sus últimos títulos
su tiempo. Esta misma reflexión resulta más transgresor que buena
podría hacerse efectiva en la obra parte de las propuestas que, desde el
de dos cineastas modernos (sur- territorio del arte, hacen alarde de
gidos en paralelo a la Nouvelle
La forma peculiar de la existencia de un post-cinema que
Vague) como Jean-Marie Straub entender el cine que surgió queda apuntado en las instalaciones,
y Danièle Huillet, que fieles a sus pero nunca acaba de concretarse. Por
principios inquebrantables han
con la Nouvelle Vague no se ha otra parte, los juegos sobre la idea
conseguido llevar a cabo uno de extinguido en el cine francés de complot que Jacques Rivette ha
los trabajos de depuración más articulado desde que realizó su pri-
notables del cine moderno, como mer largometraje (París nous appar-
tient, 1959) no hacen más que adquirir una extraña actualidad
demuestra la propuesta que surge en Ces rencontres avec
en medio de un mundo en el que la idea de la sospecha sobre
eux/ Quei loro incontri (2006) a partir de Cesare Pavese. A
la verdad de los medios de comunicación y la paranoia de un
pesar de la muerte de Danièle Huillet, Jean-Marie Straub
complot internacional que nos manipula sin cesar, no cesa de
continúa resistiendo y ha sido capaz de rodar su primera
inscribirse en las imágenes cinematográficas de nuestro propio
película en solitario, Le Genou d'Artemide (2008).
presente. En su última película, La duquesa de Langeais, parte
A diferencia de tantos movimientos creativos efímeros, el
de la adaptación de uno de los tres relatos que componen las
caso de la Nouvelle Vague es único y ejemplar. Una serie de
cineastas de más de setenta años continúan instalados en el
corazón de un cine en proceso de transformación con la cla-
Ces rencontres avec eux / Quei loro incontri (2006), de Straub y Huillet
rividencia de que sus películas aún tienen muchas cosas que
decir y todavía conservan un claro espacio en el corazón de
la sociedad. Todos ellos, exceptuando François Truffaut, que
falleció en octubre de 1984, han conseguido durante más de
cincuenta años de profesión que su discurso no fuera única-
mente el resultado de una resistencia testimonial, sino que
estuviera perfectamente integrado dentro de una reflexión
amplia sobre el camino del cine de autor europeo frente a los
destinos del nuevo milenio.
Desde su marco creativo específico, estos cineastas han
continuado hablando del poder del cine moderno como labo-
ratorio estético y creativo. Nuestra música (Nôtre musique;
Jean-Luc Godard, 2004), El romance de Astrea y Celadón (Les
amours dAstrée et Celadon; Eric Rohmer, 2007), La duquesa
de Langeais (Ne touchez pas la hache; Jacques Rivette, 2007),
Una chica cortada en dos (La filie coupée en deux; Claude
Chabrol, 2007) y Asuntos privados en lugares públicos (Coeurs;
Premier venu (2008). Garrel y Doillon son otros dos supervi-
vientes de la no reconciliación que siguen afirmando su deseo
de continuar estando ahí con su cámara colocada en el lugar
del corazón.
¿Cuál es la lección que aún ofrece ese cine moderno, surgido
en el seno de la Nouvelle Vague, al cine de nuestro presente?
La pregunta resulta compleja, pero si tenemos que resumir
brevemente la respuesta podemos indicar que el primer ele-
El romance de Astrea y Celadon (2007), de Eric Rohmer
mento clave a tener en cuenta es la confianza que estos viejos
maestros continúan depositando en el hecho cinematográfico
Histoires des treize, de Balzac, para confrontar la reconstruc- entendido como un territorio de expresión estética personal,
ción histórica de las tensiones entre un hombre de acción y al servicio de un pensamiento sobre el mundo. Hace unos
una dama de sociedad en la Francia de la Restauración con la años, en un artículo en la revista francesa Trafic, Jean Claude
idea de las sociedades secretas y del complot. Rivette retoma Biette se proponía contestar a la cuestión de qué es un cineasta
algunas de las líneas que había elaborado en su obra magna y llegaba a la conclusión de que, en medio de una industria
(Out One, Noli me tangere, 1972) para fundir la actualidad y el del cine poblada de filmmakers (realizadores), un cineasta es
pasado, mientras reafirma su discurso sobre la visión que la "quien expresa un punto de vista sobre el mundo y sobre el cine,
modernidad elaboró en torno a la puesta en escena y a su ascen- quien en el acto de realizar una película lleva a cabo esa doble
dencia teatral. La duquesa de Langeais acaba convirtiéndose en función que consiste en vigilar y proponer una percepción parti-
un ensayo sobre el presente y en una síntesis de las tensiones cular de una realidad"1. La Nouvelle Vague como residuo de ese
exploradas a lo largo de su filmografía. gran cine de la modernidad ha sido, sobre todo, el paradigma
del gran cine de autor, en el que sus creadores han elaborado
Curiosa vigencia un discurso personal y sólido. La forma peculiar de entender
Este mismo sentimiento de síntesis es el que se desprende de las el cine que surgió con la Nouvelle Vague no se ha extinguido
imágenes de El romance de Astrea y Celadon, de Eric Rohmer. en el cine francés que ha sido capaz de crear otras tres gene-
A partir de un clásico inadaptable de la literatura francesa del raciones de cineastas (el post-68, los años ochenta y los jóve-
siglo XVII construye una obra que hace envejecer una parte nes del presente) cuya mirada no puede entenderse sin tener
sustancial de todo el cine europeo. El reto de Rohmer pasa presente las afinidades electivas que han mantenido con aquel
por un trabajo de depuración cuyo resultado final no es otro movimiento de los años sesenta. •
que el de convertir el drama pastoril en una auténtica comedia
con proverbio en la que acaba explorando una cierta idea del
mundo que se desplaza desde el Barroco francés hasta el pre-
La duquesa de Langeais (2007), de Jacques Rivette
sente. Rohmer nos recuerda que, como en la ficción, el mundo
real es siempre representación y engaño.
Esta curiosa vigencia de los cineastas de la Nouvelle Vague
ha servido para que surjan en el interior del cine francés otras
generaciones de cineastas cuyo legado es colindante. Así, por
ejemplo, la forma en cómo la crítica internacional acogió en el
Festival de Venecia de 2005 Les Amants réguliers, de Philippe
Garrel, ha servido para reivindicar un cineasta mayor, cuya
obra atravesada por el espectro del 68 no ha hecho más que
buscar los lazos de unión entre la vida y la ficción, entre la
autobiografía íntima y la lucha por la supervivencia. Este
mismo intento de superación ha sido el que ha guiado a
Jacques Doillon a regresar, después de unos años de crisis,
a los primeros puestos del panorama cinematográfico con Le
(1) Jean-Claude Biette, "Qu'est-ce qu'un cinéaste?". Trafic, primavera, 1996. p.8
¿Hay que olvidarse de Renoir?
CARLOS LOSILLA
(1) Entrevista con Bruno Dumont en el libro de Nando Salva Paisaje abstracto con
hombre al fondo. Visita guiada a través del cine de Bruno Dumont, Festival Interna-
cional de Cine de Gijón, 2006, pág. 69.
La France (2007), de Serge Bozon La Questíon humaine (2007), de Nicolas Klotz
ciamiento. La opción de Assayas por un nomadismo claramente tinuada y coherente, por mucho que algunas de sus películas
asumido en películas como Clean (2005) o Boarding Gate (2006) continúen siendo memorables. En cualquier caso, la noción
y el debut de Jousse con Les Invisibles (2005) tienen como punto de "grupo" no tiene razón de ser para estos cineastas, pues lo
en común la sustitución de los referentes: frente a la literatura suyo es la soledad creativa, la diáspora como respuesta ante una
clásica o el cine de Alfred Hitchcock y Fritz Lang (o quizá ade- generación anterior que sentó unas bases demasiado sólidas
más de eso), ahora se trata de invocar la cultura pop y las contra- para ellos. Y ese desarraigo, llevado al límite, es el que heredan
dicciones de la globalización. Es cierto que, en su época, Jacques Dumont y Noé, Grandrieux y Breillat, convencidos de la nece-
Demy o incluso Alain Resnais optaron ya por determinados ico- sidad de una demolición, la del nuevo "buen gusto", instaurado
nos populares a la hora de plantear por sus mayores, que ellos perciben
sus ficciones, del musical al cómic, como un nuevo "clasicismo".
pero ahora se trata de algo distinto: el
mundo ha cambiado y ni Balzac ni el
El cine francés actual se basa Algunas películas muy recientes
dibujan un mapa elocuente, sim-
vodevil son suficientes. Y eso puede en la negación a simplificar plificado pero significativo, de lo
verse incluso en elementos en apa-
riencia mucho más asimilados a la
los dilemas morales de un que pretenden los cineastas france-
ses contemporáneos. Mientras de
tradición. Arnaud Desplechin regresa mundo en cambio permanente todas partes llegan marchas fúne-
a la narratividad bulliciosa en Rois et bres, síntomas de un monumenta-
reine (2004), algo que emerge tam- lismo capaz de instalarse tanto en
bién en ese relato atribulado de una extraña redención que es la obra de Godard (Histoire(s) du cinéma, 1989-1998) como en
Tout est pardonné (2007), de Mia Hansen-Love, también hija de la de Garrel (Les Amants réguliers, 2006), Abdelatif Kechiche
Cahiers y actriz de Assayas. Por su parte, Claire Denis lleva años intenta la entronización de un costumbrismo híbrido, que
intentando hacer lo contrario: diluir los restos del relato en un funde la tradición genérica con el compromiso realista, una
clima absorbente y alucinado. baza que culmina en La Graine et le mulet (2007). Y al tiempo
que los "extremistas" proclaman un nuevo orden, y dicen vol-
La soledad y la diáspora ver al momento de la sensación verdadera sin pasar por el
La tendencia más discutida de este alboroto es aquella que en imaginario nacional, Valeria Bruni-Tedeschi y Serge Bozon
su momento llegó a denominarse Nuevo Extremismo Francés. recurren a la estilización metalingüística en la mejor tradi-
De un lado, una mezcla de primitivismo y sofisticación que ción de Rohmer y Resnais, una opción que resulta palmaria,
crea imágenes distintas, del salvajismo estroboscópico de respectivamente, en Actrices (2007) y La France (2007). En
Gaspar Noé a las sombras delirantes de Philippe Grandrieux, medio, La Question humaine (2007), de Nicolas Klotz, segu-
pasando por la carne devastada en las películas de Catherine ramente la película francesa más prometedora de los últimos
Breillat o Bruno Dumont. De otro, una apelación a determina- años, parte de Joseph Conrad para describir la historia de la
dos géneros bastardos que suponen un golpe de mano respecto Europa contemporánea como si intentara encontrarla entre
al rumbo que quizá estaba destinado a seguir el cine francés. la niebla. Los referentes están ahí, pero redimensionados, a la
Es indudable la existencia de una generación truncada, que vez que se parte en busca de una nueva identidad. Sin duda,
es precisamente la de los herederos naturales de la Nouvelle Jean Renoir permanece en esos tres cineastas, al igual que está
Vague. De Jean Eustache a Léos Carax, la confusión entre vida en El romance de Astrea y Celadón y La duquesa de Langeais,
y mito ha llevado algunas veces a la catástrofe, un terreno que pero el cine francés contemporáneo ya no se basa en el "arte de
ha rozado en innumerables ocasiones Philippe Garrel. Otros, amar", como hubiera querido Jean Douchet, sino en la nega-
como Jacques Doillon o Bertrand Tavernier, aun proviniendo ción a simplificar los dilemas morales de un mundo inscrito en
de parámetros muy distintos, no han conseguido una obra con- un proceso de cambio permanente. •
ACTRICES VALERIA BRUNI-TEDESCHI
Intercambios y viajes
JEAN-MICHEL FRODON
Inspirada en el libro de Jean-Luc Nancy, L'lntrus nació, sobre todo, queda aún otro lugar. Es el último viaje posible, la última hipótesis
dice Claire Denis, de circulaciones, intercambios y viajes. El largo de un paraíso. Pero cuando uno se plantea ir, ya no se trata de un
trayecto de localizaciones en el Pacífico Sur jugó un papel deci- viaje, sino de una deriva
sivo en dicha elaboración. Más que una entrevista al uso, he aquí Jean-Pol y yo escribimos juntos este film en dos partes. Yo
algunos fragmentos de esas peregrinaciones, de esos cruces, for- conocía muy bien la primera, la región del Jura, el Haut-Doubs,
tuitos o no, donde reside desde entonces la memoria de Humbert es uno de los lugares de mi infancia, cuando era pequeña iba
Balsan, de esos deslizamientos y ritmos. al lago Des Mortes. No me gustaban mucho esos paisajes, me
daban miedo. En cuanto a la parte del Sur, había que ver antes de
En el origen estaba el libro de Nancy. Había que alimentarse de escribir, y nos fuimos para allá, Jean-Paul Allègre (asistente de
él sin acapararlo. Nancy dirá posteriormente que hice una adop- dirección), Jean-Pol y yo. La oficina de turismo nos organizó un
ción, más que una adaptación. Naturalmente, tenía que tratarse súper viaje, el archipiélago de Tuamotu, las Islas de la Sociedad,
de una ficción: el trasplante de corazón, a diferencia del de otros las Marquesas... Vimos el deslumbramiento de las islas. Al cabo
órganos, es portador de imaginario. de una semana, empezamos a percibir
Pierre Chevalier me dio carta blanca. el engaño. Empecé a comprender que,
L'lntrus nació en un punto de convergen- allí, uno puede sufrir mucho por haber
cia entre esas dos fuentes. Mejor, tres: invertido en el Sur el sueño del Norte.
Michel Subor. Todas las ficciones que Había que ver, y saber también si el
imaginaba con Jean-Pol Fargeau (co- proyecto era viable económicamente.
guionista del film) partían de él, o condu- Pierre Chevalier me había remitido a
cían a él. Leyendo el libro, me decía a mí Humbert Balsan. Se reunió con nosotros
misma: si no es el cuerpo de Nancy, es en las islas. Hallamos juntos la posibili-
el mío. Pero era el de Michel. Había que dad de un encuentro entre la estética
concederle de nuevo su lugar en el ima- y la economía de la película. Dicho en-
ginario del cine, había que acompañar cuentro no era algo establecido sino un
ese regreso que colmaba el vacío de su movimiento, una deriva también, pero que
vida en relación al cine, lo que él empezó se da de antemano, y que se mueve por
a hacer no tanto interpretando un papel necesidad. Detesto que el cine sea una
en Beau travail como encadenándolo agencia de viajes. El otro lugar debe estar
con Sauvage innocence, de Garrel. inscrito en el principio mismo de la pelí-
Por aquel entonces yo no sabía nada cula, es un impulso, más que un lugar. De
de Reflux, la película que rodó en la Po- hecho, estoy más cerca de Murnau que
linesia, a principios de los años sesenta, de Flaherty.
que escribió, realizó y dejó inacabada Después comprendí que no bastaba
Paul Gigauff, terminaron Vadim y Ja- con la construcción binaria. Necesitaba
cques Poitrenaud en voz en off, y quedó inédita. Le hablé de un tercer tema, que está en Corea, y yo llamo los Limbos. El
Tuamotu, me dijo "sí, sí, lo conozco", pensé que se hacía el indife- pasaje entre dos estados del cuerpo. Desde muy pronto, le pedí
rente, pero lo conocía de verdad. Y esa película ignorada era una a Stuart Stapples que compusiera la música sólo con guitarra.
pieza imprevista y evidente del nuevo film. Tardamos dos años en Era mi cuarto film con música de Tindersticks y sospechaba de
encontrar la copia, pero los derechos los posee Canal +, donde la costumbre. Él estuvo de acuerdo, pero desconfiaba de todo
no saben lo que tienen, pero piden una fortuna a cambio de cada parecido con una balada melódica. Me dijo: I'll be your drill''(seré
segundo de extractos de la misma. Por eso incluimos tan pocos. tu taladradora). Al final, sólo escribió bucles de guitarra. Poste-
Vemos a Michel a la edad de su hijo, es mágico... riormente, añadimos una trompeta
Pensé en hacer L'lntrus en dos partes, como un corazón de El primer espectador de la película fue Jean-Luc Nancy. Acor-
dos válvulas, y el mundo de dos hemisferios. Igual que en un damos que, si no le gustaba, yo cambiaría el título. La habría lla-
trasplante tiene que haber un donante y un receptor. Quería tras- mado Le Chien endormi(E\ perro dormido). •
plantarme a este otro mundo, ese Sur que sólo conocía a través
de los libros de Stevenson (Cuentos de los Mares del Sur) y de
Herman Melville. Un texto de Deleuze en L'lle déserte me ayudó: © Cahiers du cinéma, n° 601. Mayo, 2005
escribe que nosotros, la gente del Norte, creemos que en el Sur Traducción: Nuria Pujol
EL ROMANCE DE ASTREA Y CELADON ERIC ROHMER
El barroco y lo contemporáneo
CARLOS F. HEREDERO
Eric Rohmer
De verdadero nombre Jean-Marie Maurice conjuntos de películas seriadas (los "Seis cuen- FILMOGRAFÍA SELECCIONADA
Schérer (Tulle, Corrèze, 1920), Eric Rohmer tos morales", las "Comedias y proverbios" y los 1967 La coleccionista; 1969 Mi noche con
comienza a trabajar como profesor de litera- "Cuentos de las cuatro estaciones"), entre los Maud; 1970 La rodilla de Clara; 1976 La mar-
tura antes de empezar a escribir crítica en el que intercala heterodoxos ensayos de adap- quesa de O; 1981 La mujer del aviador,
Cahiers du cinéma fundacional de André Bazin tación literaria y otros títulos "fuera de serie" 1983 Pauline en la playa; 1984 Las noches de
junto a Truffaut, Godard y Rivette. Entre 1957 en los que tiende a despojarse de toda servi- luna llena; 1986 El rayo verde; 1990 Cuento
y 1963 ejerce como Jefe de Redacción de la dumbre de producción. Su libertad ilimitada y de primavera; 1992 Cuento de invierno;
revista, al tiempo que debuta como director con su indestructible fidelidad a su propio concepto 1993 El árbol, el alcalde y la mediateca; 1998
Le Signe du lion (1959). Su filmografía poste- del cine lo convierten en un caso único, del Cuento de otoño; 2001 La inglesa y el duque;
rior se organiza en tres amplios y coherentes todo excepcional, dentro del cine moderno. 2007 El romance de Astrea y Celadon
BOARDING GATE OLIVIER ASSAYAS
El mundo inaprensible
CARLOS REVIRIEGO
Serge Bozon traza en La France un amoroso para privilegiar otra mirada ha descendido a un espacio que parece
vínculo con la tradición menos evidente sobre la guerra. La búsqueda del marido situarse fuera de los confines de la vida
del cine bélico clásico. En esta película deviene un simple macguffin argumental terrenal (los personajes aparecen casi
ambientada en plena Primera Guerra que no vuelve a cobrar entidad dramática siempre aislados de cualquier otra forma
Mundial no hay ni una sola escena en hasta la conclusión de la película. de vida, entre neblinas o en las tinieblas,
las trincheras; la acción, el combate se Este grupo de soldados que erran sin a través de la bella fotografía firmada por
encuentra fuera de campo. Por el contra- un objetivo claro desposeídos de su esen- la hermana del cineasta, Céline Bozon),
rio, el pelotón protagonista vaga por los cia (hacer la guerra), permite a Bozon poblado por unas almas errantes que dis-
campos franceses sin mucho que hacer. construir la cara B de cualquier conflicto traen su condición cantando. Hermosa y
Estos largos tiempos muertos, lejos de bélico. El director nos va ofreciendo pis- triste como una balada, La France pre-
cualquier atisbo de civilización, son pro- tas de su condición precisamente a tra- senta una curiosa revisitación del cine
picios para el relato de transmisión oral. vés de otros relatos. Uno, la historia del bélico por parte de uno de los cineastas
Se trenzan así en La France diferentes soldado Philippe que narra el teniente menos tipificados del cine francés con-
niveles de narración. encarnado por Pascal Greggory, intro- temporáneo. •
El punto de partida del film retoma el duce un personaje en off que marca el
personaje de la heroína romántica capaz complejo sentir moral de todo el grupo.
de cualquier esfuerzo para reencontrar a Otros, las letras de las canciones inter-
su amado. Camille (Sylvie Testud) decide pretadas en los cuatro interludios musi-
cales, tan insólitos como encantadores
Serge Bozon
abandonar su tranquila vida hogareña
cuando recibe, desde el frente, una carta (los soldados tocan música robada de Aunque estudió Filosofía, Serge Bozon
de su marido en la que le comunica que una fiesta mod que cuaja en medio de la (1972) desarrolló una pasión por el cine
no lo verá más. La muchacha decide Gran Guerra), subrayan esta tradición que canalizó a través de la crítica en la desa-
entonces marchar a buscarlo conve- preaudiovisual en la que el relato oral, parecida revista La lettre du cinéma, donde
nientemente travestida para no hacerse cantado o no, configuraba el tiempo del coincidió con otros críticos con los que
notar entre la soldadesca. Con este inicio, ocio en grupo. compartió, también, el paso a convertirse
parece que vayamos a ver otra versión Cuando, en la conclusión del film, en cineastas. Por eso ha trabajado como
de esa Amélie en la guerra que era Largo Camille recupera su vida cotidiana, el actor a las órdenes de algunos de sus cole-
domingo de noviazgo, de Jean-Pierre tono casi naíf subraya lo órfico de su gas como Pierre Léon (L' Adolescent, 2 0 0 1 ,
Jeunet. El encuentro de Camille con el periplo como acompañante de ese pelo- Guillaume et les sortilèges, 2007), Sandrine
pelotón protagonista arrincona el asunto tón azul. Para recuperar su amor, Camille Rinaldi (Mystification ou L' Histoire des por-
traits, 2003) y Benjamín Esdraffo (Le Cou de
Clarisse, 2003), a su vez actor y compositor
en La France. Su relación laboral más estre-
cha y estable la forma con Axelle Ropert,
quien lo ha dirigido en Étoile violette (2006)
y, a su vez, ha trabajado como actriz en L'
amitié y Mods, además de ser la guionista de
sus tres largometrajes. Bozon cultiva igual-
mente una poderosa afición por la cultura
musical de los años sesenta que trasciende
a sus filmes que justifica, además, su irre-
ductible elegancia en el vestir. También ha
colaborado como crítico en las publicaciones
Vértigo y Trafic. Igualmente, ejerce de DJ.
FILMOGRAFÍA:
1998 L'amitié; 2002 Mods;
2007 La France
ENTREVISTA SERGE BOZON
¿Por qué decidió filmar una película de guerra con canciones? ¿A qué se debe un título como
El que los soldados canten en el cine bélico es una convención el de La France?
clásica, tanto en el cine norteamericano como en el ruso. Me in- Las guerras se llevan a cabo entre
teresaba por un lado esta ruptura de tono, la sorpresa que pro- países, por lo que Francia devie-
vocan las canciones dentro del film, pero también su capacidad ne una protagonista inevitable.
para expresar sentimientos y mostrar la idea de colectividad, de Después, porque todo el film se
grupo unido. desarrolla en exteriores, durante
la mayor parte del metraje la pan-
La música es una mezcla inesperada de corrientes. talla está ocupada por el paisaje
Mi idea, quizá un poco pretenciosa, era crear una síntesis entre dos francés. Por último, como sabe,
subgéneros de la música pop, el popsike (pop sicodélico) británico Francia ganó esta contienda, pero
surgido en 1967, y el sunshine pop de California, al estilo Beach a mí me interesaba retratar preci-
Boys. No quería que la música se añadiera en la posproducción: samente esa Francia que se perdió en la guerra porque muñó o
todas las canciones se grabaron en directo en el rodaje con instru- bien en el frente o bien huyendo. El crítico Michel Delahaye habla-
mentos acústicos fabricados artesanal mente. Así, la interpretación ba de "aquellos que se perdieron en las sombras de la victoria."
en vivo de música de los sesenta en un contexto ajeno resultaba
mucho más creíble que si se hubiera grabado en estudio. Sus soldados desprenden una ternura insólita, y el único
momento violento en el film lo desencadenan unos civiles.
Las letras de las canciones no trazan ninguna continuidad Quería escapar de la típica imagen del soldado bruto. El estallido
con la historia del film. de violencia proviene de unos campesinos amables que, en princi-
Al contrario que el guión, las letras de las canciones las escribí pio, quieren ayudarles. Es otra de las contradicciones que aparecen
yo. Explican la historia de una chica ciega que conoce a distintos en el cine bélico, también presente en la literatura de aventuras, en
hombres en Polonia, Alemania, Italia y Gran Bretaña Incluso en una Stevenson por ejemplo, y es que a veces te puedes ver obligado a
película bélica clásica, como La patrulla perdida, de John Ford, los matar a quien te ha salvado.
hombres cantan canciones cuya letra expresa un punto de vista
femenino. No es una forma de sorprender, es una tradición proce- ¿Se siente parte de una nueva generación de directores?
dente de la música folk de los años veinte. Como no me interesaba Conozco un poco a otros cineastas de mi generación como Alain
hacer un musical, aquí la acción no continúa dentro de la canción. Guiraudie y Philippe Ramos. Aunque mi principal núcleo de co-
Precisamente quería retratar los momentos de pausa: podían estar nexión es el grupo con el que coincidí en una revista que ya no
jugando a las cartas o cualquier otra cosa, como en los westerns. existe, La lettre du cinéma, donde nos unía una pasión por escribir
pero también por hacer cine: estaban mi guionista, Axelle Ropert,
¿Qué razones le llevaron a no mostrar la guerra? Pierre Léon... Colaboramos unos en las películas de los otros, pero
En el fondo enlazo con cierta tradición del cine bélico de los años la mayoría no son demasiado conocidos. También me marcó la
cuarenta y cincuenta, con filmes como Objetivo: Birmania (1945), gente que más me ayudó cuando era joven, vinculados a la pro-
de Raoul Walsh, Casco de acero (1951) y Fixed Bayonets! (1951) ductora Diagonale, fundada por Paul Vecchiali: Jean-Claude Biette,
de Sam Fuller, donde no se ve el frente de combate, sino que Jean-Claude Guiguet, Marie Claude Treilhou... Reivindicaban un
tienen lugar en la retaguardia en medio de la naturaleza, con pe- cine ligado a la narración por oposición a cierto ascetismo estético
queños grupos que se mueven de un sitio a otro. de influencia antonioniana..
¿Por qué escogió la Primera Guerra Mundial? ¿Su trabajo como crítico le ayuda a la hora de dirigir?
Por las deserciones. En Francia fueron masivas. Y me interesaba Para mí la crítica es la mejor escuela. No para aprender la técnica
este aspecto ya que la deserción, por una parte, es una forma de por supuesto, pero sin duda para conocer a los cineastas, forjar un
cobardía y, al mismo tiempo, requiere coraje. Desertar no deja de gusto propio, desarrollar un discurso. Además, me resulta incon-
ser un acto de resistencia política. cebible que alguien practique un arte sin conocerlo bien. Cualquier
compositor tiene amplios conocimientos de música. Así que no
Estos soldados errando por una tierra de nadie parecen un entiendo cómo puedes hacer cine si no tienes pasión por el cine.
pelotón de almas en pena. Y sólo puedes amar y conocer el cine viendo películas. •
Totalmente, también alguien me ha comentado que parecían fan-
tasmas. Pero, sí, podría bien tratarse de almas en pena Declaraciones recogidas el 25 de noviembre de 2007 en el Festival de Gijón
CEUX RENCONTRES AVEC EUX DANIÈLE HUILLET / JEAN-MARIE STRAUB
La guerra
CARLOS LOSILLA
Un grupo de soldados, en una guerra aquello que no querríamos ver. El ritmo una pequeña iluminación en medio de
indeterminada, masacra a una pareja de la vida cotidiana, en un pueblo cual- una luz cegadora. Como en El cazador, de
de niños armados. Muy lejos de allí, quiera, es lento y pesado, adormece la Michael Cimino (cuya estructura en tres
en el norte de Francia, una muchacha inteligencia y despierta los instintos más actos toma prestada: antes, durante y des-
se sienta frente a su casa con la mirada salvajes. Y lo mismo sucede en pleno pués de la guerra), tantean algo parecido
perdida. He ahí Flandres, el cuarto largo- desierto, en medio de caminatas inter- a la redención en medio de una experien-
metraje de Bruno Dumont: un montaje minables y súbitos estallidos de horror. cia extrema. Sin embargo, para Dumont,
paralelo para mostrar la vida vista como En Flandres, la guerra es una prolonga- se acabó el tiempo de las salvaciones y la
una batalla que nunca puede ganarse. No ción lógica del trabajo y del sexo. Por melancolía. Flandres es como un círculo
sabemos si Barbe y Demester se quieren eso las monstruosidades que contempla infernal donde no hay escapatoria posi-
o no. No sabemos qué hace ese comando Demester pueden llevar a Barbe al borde ble, una topografía del terror en la que
perdido en el desierto. No vemos muchas de la locura. Todo forma parte del juego, siempre se repiten los mismos errores,
cosas de las que ocurren y, en cambio, se todo está relacionado entre sí por veri- un poema abstracto sobre el desapego y la
nos obliga a observar con todo detalle cuetos inextricables. insensibilidad. Y por eso las últimas pala-
En este sentido, Flandres no es una pelí- bras de Demester pueden resultar recon-
cula realista, aunque lo parezca. Dumont fortantes, pero también el inicio de una
nueva pesadilla.
Bruno Dumont utiliza a actores no profesionales, recurre
a la crudeza más extrema en las escenas Flandres, en fin, es igualmente una pelí-
Bruno Dumont (Bailleul, 1 9 5 8 ) no es bélicas y rechaza cualquier tipo de ilus- cula áspera e incómoda, un paisaje árido
un cineasta al uso. Enseñó Filosofía, fue tración musical, pero la sensación que poblado por personajes ariscos, desa-
rechazado en varias escuelas de cine y ter- producen sus imágenes no tiene nada gradables. Los nativos del país en gue-
minó filmando películas publicitarias sobre que ver con la veracidad. De repente, rra son tan brutales como los soldados,
los temas más variados y anodinos. Sin en una escena de indecible violencia, se que a su vez no son mucho más salvajes
embargo, puede que de ese aprendizaje detiene largamente en primeros planos que los campesinos. Y el espectador, en
heterodoxo provenga la fuerza de sus pelí- de sus actores. O bien recurre a la arena, medio de esa desolación, no sabe expli-
culas, esa mezcla de precisión y brutalidad a las casas abandonadas, a la vegetación carse por qué la belleza primitiva de esas
que, a menudo, se encarna en imágenes o al bar del pueblo como espacios por imágenes oculta tanta desesperación.
insoportables, no tanto por su crudeza explí- los que transitan cuerpos opacos, aban- Tampoco sabe, no obstante, que ése es el
cita como por su frialdad. Se le ha compa- donados a su suerte. Como en una pelí- gran secreto que Dumont quiere mante-
rado con Buñuel, Pasolini y Bresson, pero cula de Bresson, las imágenes buscan ner oculto a cualquier precio. •
su cine tiene que ver con muchas cosas
más: la literatura y el cine norteamericanos,
la pintura realista francesa y el Quattrocento
italiano... De ahí la inocencia de su mirada
glacial, esa manera de mostrar los cuerpos
y los paisajes capaz de desvelar a la vez la
belleza y el horror, siempre inextricablemente
unidos en eso que se conoce como "lo visi-
ble". Ninguno de sus cuatro largometrajes,
en los que aborda siempre temas delicados
son sensibilidad abrupta, ha escapado a la
polémica crítica
FILMOGRAFÍA
1997 La Vie de Jésus (Cámara de Oro en
Cannes); 1999 L'Humanité (Premio Especial
del Jurado en Cannes); 2003 Twentynine
Palms; 2006 Flandres.
ENTREVISTA BRUNO DUMONT
Enfrentarse a la suciedad
STÉPHANE DELORME / JEAN-MICHEL FRODON
¿Existe una lección al final de Flandres, una moraleja? Llama la atención su opción de rodar en I6mm las secuen-
No lo sé, ni me importa No me interesan las moralejas, ni la "signi- cias de guerra y en 35mm las de Flandres.
ficación". Cuando Cézanne pinta la Santa Victoria, ésta ¿qué "quiere En un principio, el 16mm obedece a una limitación económica,
decir"? La historia es un pretexto para hacer aflorar los deseos, el pero que me ha servido. Utilizo esas limitaciones como las de los
conflicto de los deseos, a través de la puesta en escena actores. En el fondo, les pido algo cercano al método del Actor's
Studio pero sin ir hacia un personaje. Si el actor está ahí, me siento
Su recelo hacia el lenguaje, hacia la expresión oral de las contento. Él es el orden. Hay un orden interno. La lentitud del Hom-
ideas, sorprende al proceder de alguien con formación de bre es la de Samuel Boidin, que interpreta a Demester. El único
filósofo y, además, profesor. enemigo, en ese momento, es la intención. iEs lo peor! Braque
No soy profesor. He visto cómo los alumnos se desternillan de risa decía: pinto tanto que la idea no ha desaparecido. Eso es. Sin el
en Noche y niebla y he comprendido que el problema no reside en actor, no puedo hacer nada
la comprensión, sino en despertar las conciencias. Eso es un pro-
ceso complicado, el cine puede conseguirlo pero es difícil; y exige Sus películas, su manera de rodar, han suscitado múltiples
mucho del espectador. Hay que luchar contra los espectadores. ataques, algunos críticos han creído ver una ideología du-
dosa y le han retratado como alguien hostil.
En sus películas hay siempre momentos muy perturbadores. No tiene importancia. Un artista puede ser un cabrón. Y hay que
¿Ello proviene de esta actitud? enfrentarse a esa suciedad. Está ahí. Está en el mundo, está en mi
Sí, hay que unir fuerzas contrarias, poner en juego contradicciones casa y está en la de cada espectador. Está en mis películas, me en-
muy poderosas. Mis películas obedecen a una dialéctica de opo- frento a ella desde mis sentimientos. No hay que pedir a los artistas
sición de planos. Es preciso poner en crisis los ritmos internos del que sean sacerdotes como hacen muchos periodistas. •
espectador. Y no repetirse.
Declaraciones recogidas el 22 de junio en París
¿Es así como concibió las escenas de guerra?
Sí. La televisión refleja la realidad, el cine puede abstenerse de © Fragmentos de una entrevista publicada por
repetirla puede hacer la crítica de ese proceso. Debe tomar nota Cahiers du cinéma, n° 615. Septiembre, 2006
¿Un Rivette de época que adapta a retorna al mundo de los vivos, aunque adecuada. La pasión amorosa es un desa-
Balzac? Sin ser lo más habitual, tampoco convertida, eso sí, en un títere en manos fío, debe ser un desafío, pues no admite
es algo inédito en su filmografía. Ya La de Montriveau. Punto de inflexión. Ahora facilidades de ningún tipo. Un desierto
religiosa (1965) era una adaptación fiel es la víctima la que busca, suplica, a su ver- al que hay que enfrentarse como prueba
a Diderot y a su época, puede que tam- dugo. Montriveau no recibe a Antoinette, de que uno es merecedor del triunfo. Por
bién su producto más "académico". Sin que abandona el mundo terrenal y se esa misma razón, el destino de los per-
embargo, Balzac es un compañero de refugia en un convento. Jugando al gato sonajes de esta película llevará el sello
viaje de toda su carrera. Estaba presente y el ratón, La duquesa de Langeais es la de la tragedia, una derrota implícita en
en Out One (1971), y en La bella mentirosa historia de una rendición incondicional toda propuesta romántica. El amour fou
(1991) adapta uno de sus relatos. Como el tras otra que, bien por prematura, bien tiene esas cosas, y nadie lo sabe mejor
pintor de El retrato oval, el protagonista por tardía, nunca encuentra la respuesta que Jacques Rivette. •
de La obra maestra desconocida intenta
atrapar el alma de su modelo y trasla-
darla al lienzo. El objetivo de Montriveau
(Guillaume Depardieu) en La duquesa de
Langeais no es muy distinto. Su cortejo de
Antoinette, la duquesa (Jeanne Balibar),
es una suerte de abordaje o asalto, menos
romántico en las formas, por mucho que
también estemos ante una nueva histo-
ria de amour fou. Montriveau relata a su
amada la anécdota del verdugo que pre-
viene a su víctima, la dama a la que va a
cortar la cabeza, "No (me) toque el hacha"
(título original de la película), toda una
amenaza de lo que le puede ocurrir si no
se aviene a sus deseos.
Respetuosamente irreverente con
Balzac, La duquesa de Langeais reafirma su
origen con las citas literarias que puntúan
toda la narración (redundantes e innece-
sarias, de ahí su llamativa presencia). El
cine verdaderamente literario no comulga
Jacques Rivette
con el naturalismo. A lo largo de toda su El quinto y menos conocido miembro de los los problemas con la censura que sufre La
carrera Rivette ha ido construyendo su críticos-cineastas de Cahiers du cinéma que religiosa (1965), su carrera se asienta con
propio "realismo", un universo en el que devienen fundadores de la Nouvelle Vague, títulos como Out One y otros caracterizados
sabemos que la realidad (?) se puede con- Jacques Rivette (Rouen, 1928) no es menos por sus largas duraciones y por su renuncia
fundir con el teatro, en el que bajar unas importante que Truffaut, Godard, Chabrol al guión. Tras un período más oscuro en los
escaleras o abrir una trampilla nos puede o Rohmer. Como crítico deja su firma en años setenta y ochenta, vuelve a situarse en
trasladar a otro mundo. Un mundo (¿éste? alguno de los artículos más influyentes de primer plano con La bella mentirosa (1991).
¿aquél?) regido por un extraño complot una revista en la que colabora entre 1953 y
que maneja todos los hilos. 1969, siendo su Redactor Jefe en una época FILMOGRAFÍA SELECCIONADA
En la escena central de La duquesa de en la que imprime un giro editorial hacia 1968 L'Amour fou; 1974 Los locos viajes de
Langeais Antoinette es secuestrada por posiciones izquierdistas y estructuralistas. Celie y Julie; 1984 L'Amour par terre;
Montriveau y sus enmascarados secua- Como cineasta ha mantenido siempre una 1988 La Bande des quatre; 1994 Jeanne la
ces. En el último momento, él desiste extraordinaria coherencia desde su primer Pucelle; 2001 Vete a saber; 2003 Histoire de
de marcarla con un hierro candente y la largometraje, Paris nous appartient (1960), Marie et Julien; 2007 La duquesa de Langeais
devuelve al lugar donde la raptó. Casi por que comienza a rodar dos años antes. Tras (Ne touchez pas la hache)
arte de magia, Antoinette, sin saber cómo,
LA QUESTION HUMAINE NICOLAS KLOTZ
El magma de la infamia
GONZALO DE PEDRO
¿Cómo ha sido el proceso de adaptación de la novela La actores... nos transmiten una desazón. Como Tourneur, nos intere-
cuestión humana, de François Emmanuel? saba sugerir cosas sin mostrarlas.
Elisabeth Perceval: El libro se basa en la reflexión mental de un EP: Hay imágenes en la película como las chimeneas humeantes,
personaje que no está inscrito en su época así que debíamos do- que podrían parecer muy evidentes como evocación de Auschwitz.
tarlo de carne, otorgarle unos sentimientos. Nos ha hecho falta Pero los complejos industriales ya existían antes. De hecho Aus-
imaginar su vida física, porque el cine es una experiencia física, chwitz utilizó el sistema industrial como modelo de organización.
no un discurso. Mi tarea ha consistido en prolongar la obra de un NK: Marx anunció el fantasma del comunismo. Pero el fantasma
autor que ha propuesto una reflexión sobre el mundo contempo- que recorre la película es el del fascismo, un fantasma que no tiene
ráneo. Prolongarla hacia espacios que Emmanuel había renuncia- sepultura por lo que resurge a través del poder. Deleuze decía que,
do a mostrar porque quería mantenerse en una reflexión sobre el en la sociedad del control, la empresa ha sustituido a la fábrica La
lenguaje, sobre cómo la propaganda transforma el lenguaje para empresa es un alma en guardia Por eso la filmamos como un sitio
llegar a una finalidad aterradora: eliminar al otro. Pero el cine es fantasmal donde no hay noción del tiempo. Queríamos que en el
una experiencia a vivir con el público. Hay que retirar el velo y film todo flotara El nazismo quiso destruir cualquier representación
reflotar lo que el autor ha querido dejar en la oscuridad. Para ello del mundo que no fuera la suya. Actualmente también notas for-
también dimos mucha importancia a la música En la empresa se mas de representación homologadas. Un banquero, un presenta-
utiliza una lengua abstracta y deshumanizada En cambio, en otros dor de televisión, Sarkozy, los artistas... todos visten igual, con unos
espacios de relación como los bares, trajes que desprenden la arrogancia de
donde tanto el cuerpo como la palabra los ricos sobre los pobres. Ese deseo de
funcionan de forma diferente, la músi- aniquilar al otro, eso que significó el co-
ca cantada representa la posibilidad de lonialismo, que el Holocausto continuó,
sentimientos. se sigue dando hoy en día
Destellos
FRAN BENAVENTE
Una película tan joven, tan reciente, vibra en los encuadres; en los contrastes atrás. Mañana a esta hora ¿dónde estare-
y ya con tanta letra encima. Es que nació lumínicos, en los cortes abruptos, en los mos? Navegando por un mar vacío". En
capital, como escribió Gonzalo de Lucas. accidentes, en el tiempo que la cámara se el desenlace, una frase preludia el des-
Se percibe enseguida, desde las primeras detiene en los rostros. Se fija en los cuer- cubrimiento del cuerpo de François, el
imágenes, y por ello seguimos insistiendo pos cuando éstos se ponen a circular o, protagonista: "Un cometa surca el cielo
aunque nunca la alcanzaremos. El formato como en la mayoría de los casos, se aban- a toda velocidad". Un brillo intenso pero
cuadrado, las tipografías del genérico, el donan a la lasitud de la fatiga o del sueño fugaz; una estela de destellos y, al final, la
blanco y negro, atestiguan la condición de opiáceo. La revolución es vista como el muerte. ¿Será eso el cine? •
un film como de otro tiempo, de un cine tiempo de una espera, un anhelo entre el
que ya no existe, se podría decir, y que, sin fuego (una lírica de la barricada asentada
embargo, es un precipitado temporal. Será en los fulgores en medio de la noche), un
anacronismo pregnante que convoca los
porque está hecho de destellos, de fulgu-
raciones que atraviesan la imagen y desa- ecos de revueltas pasadas; es también la Philippe Garrel
parecen para dejar apenas sus huellas. crónica de un cansancio, de un desvane- Cineasta superviviente. Hijo y padre de actor,
Su primer plano es una bella panorá- cimiento progresivo de las esperanzas, el Garrel (París, 1948) se crió entre imágenes.
mica nocturna del Sena que esboza algo preludio de una ausencia. Se sabe que en Aprendió la geografía y los cuerpos en las
así como una constelación. No es una Garrel lo frío sucede a lo caliente, el fuego vistas Lumière; los afectos, los contornos
novedad en la filmografía de Garrel, en quema e ilumina con intensidad antes de luz sobre las figuras y el resto del cine
la que París es un universo en el que se de apagarse y dejar apenas los rescoldos. en Murnau. De la mano de Langlois, en la
arremolina la historia de un origen, el Ocurre igualmente en el amor. Para Garrel Cinématheque. Fue maldito como Rimbaud,
nacimiento de todo lo que pudo ser posi- toda historia o relato pasa por el catali- aprendió a filmar las mujeres y nunca más
ble (una revolución, una relación amo- zador del diario íntimo, la materia reve- dejó de hacerlo. Quiso ser alquimista, explorar
rosa, una obra de arte), y las ruinas de las ladora de los cuerpos encontrándose, el el misterio de la creación y los orígenes. Quiso
esperanzas traicionadas. Con restos no se misterio de lo que nace. La escritura de saber también cómo nacen las cosas. Primero
narra una historia, dice Gonzalo de Lucas, la Historia es la de la vida. Se juega en la lo hizo con películas sensoriales, oníricas, con
pero en ellos se percibe con intensidad la autobiografía y en la posibilidad de una materias primordiales y rostros enigmáticos.
pérdida y revive el fantasma. Es la histo- experiencia, de una transmisión, de un Caminó al borde de lo experimental, sin apoyo
ria de un cierto tipo de cine, sobre todo legado: del abuelo (Maurice Garrel) al hijo del relato; como el pintor o el poeta, confron-
después de la Nouvelle Vague: el de Jean (Louis Garrel) a través del padre. tado con lo real y la belleza Luego comenzó
Eustache, el de Godard, el de Garrel. Recordemos una escena del film. El 68 a hilvanar una crónica sentimental, biográfica
Hecha de fragmentos y fulgores, de huellas y
Se trata de volver a ver las imágenes, o ha dejado paso al 69. Un grupo de jóve-
ausencias. Un vasto autorretrato con los ecos
quizás de verlas por primera vez. También nes baila, sonámbulos, una canción de
de una época. Un paseo por las ruinas del
de oír una música que se filtra al oído y los Kinks que dice algo así: "El sol queda
tiempo y de la historia
FILMOGRAFÍA SELECCIONADA
1967 Marie pour mémoire; 1968 Le
Révélateur; 1969 Le Lit de la vierge;
1970-71 La Cicatrice intérieure;
1974 Les Hautes solitudes; 1975 Le
Berceau de cristal: 1979 L'Enfant secret;
1984 Elle a passé tant d'heures sous les
sunlights; 1988 Les Baisers de secours;
1990 J'entends plus la guitare; 1993 La
Naissance de l'amour; 1995 Le Coeur
fantôme; 1999 Le Vent de la nuit; 2001
Sauvage innocence; 2004 Les Amants
réguliers; 2008 La Frontière de l'aube
LE PREMIER VENU JACQUES DOILLON
Resonancias sentimentales
GONZALO DE LUCAS
La redención y la catarsis
ÀNGEL QUINTANA
Antes de rodar Tout est pardonné había trabajado como desplegando y amplificando a
actriz y había escrito crítica de cine en Cahiers du cinéma. medida que la iba construyendo.
¿Qué es lo que la llevó a la dirección? Es cierto que hablo de la reden-
Cuando hice de actriz era muy joven, fue en Finales de agosto, ción, pero también hablo de la
principios de septiembre, de Olivier Assayas. En aquel momento no culpabilidad y de la responsabili-
sabía cuál era mi destino profesional, y posteriormente mi interés dad. A partir de estos conceptos
por el cine y la escritura me condujo hasta la crítica El período en me era más fácil entender las
el que estuve en Cahiers du cinéma fue muy corto, pero me ayudó razones de la generación que se
a conocer mejor el cine. Empecé a descubrirlo con mi primer cor- educó en las contradicciones de
tometraje, Aprés mûre reflexion, en 2004. Entendí que el cine podía los años setenta Por otra parte,
ayudarme a expresar lo que verdaderamente sentía Ahora quiero para mí también fue determinan-
consolidar mi carrera como cineasta te la puesta en escena Era muy
consciente de que se trataba de mi opera prima y quería rodar
La visión de su película provoca la sensación de que nos con simplicidad y concisión. La primera y la tercera parte son muy
hallamos frente a una historia muy personal. ¿Es el relato luminosas, mientras que la segunda es más oscura
de una historia vivida previamente?
La historia que cuento no es autobiográfica pero me resulta muy En las dos primeras partes de la historia, marcadas por la
cercana El personaje de Paul está inspirado en alguien de mi fa- escritura y la droga, resulta inevitable pensar en el cine de
milia. En cierto modo la película funciona como un duelo, como un Philippe Garrel. ¿Cuáles han sido sus influencias del cine
ejercicio de catarsis en el que he acabado liberándome de muchos francés de los años setenta?
sentimientos personales. Además de los sucesos que cuento, son Efectivamente, puede haber alguna relación con el cine de Philippe
muy importantes los espacios en los que transcrurre la acción. Vie- Garrel, pero sobre todo pensé en el cine de Gérard Blain. El actor
na es un lugar muy ligado a mi infancia Después filmé París porque que interpreta el personaje de Victor es Paul Blain, a quien conocí
es el espacio donde crecí. No quería que la película empezara di- en una retrospectiva del cine de su padre. Me sentí cautivada por
rectamente en París, quería partir de Viena porque para mí ha sido el sentimiento de verdad que desprendía.
una especie de camino liberador. Para el personaje de Victor, que
es de origen francés, empezar en Viena era una forma de expresar ¿Cuál cree que debe ser el camino de su generación res-
su dificultad de estar en el mundo. pecto al cine francés actual? ¿Podemos hablar de una nueva
generación de cineastas franceses más jóvenes?
¿Puede llegar a plantearse una reconciliación entre su gene- Tengo un gran respeto por la generación de cineastas de la
ración y la generación del personaje del padre? ¿Se puede Nouvelle Vague y del post-68. Gente como Eric Rohmer, François
llegar a perdonar a esa generación que acabó destruyendo Truffaut, Philippe Garrel o Jacques Doillon son muy importantes
muchas cosas por el camino debido a su caída en el mundo para mí. Entre los cineastas que me han marcado, sobre todo está
de la droga? Robert Bresson. Empezó mi carrera cinematográfica gracias a la
Para mí, el debate generacional era fundamental, por esto en la ayuda del productor Humbert Balsan, que había debutado como
segunda parte la chica redescubre a su padre a partir de una actor en Lancelot du Lac, de Robert Bresson. Sobre la idea de una
perspectiva nueva: es como si quisiera comprender lo que está nueva generación es cierto que en los últimos años hemos salido
ocurriendo. Era imposible tratar el personaje que tenía en mi mente un grupo de gente joven como Serge Bozon o Isid Le Besco, que
sin remitir a la cuestión de la droga Para Victor, como para tanta intentamos hacer un cine libre. Si bien creo que lo más importante
gente de su generación, la droga es la expresión de su malestar no es partir de las referencias, sino explorar un mundo particular
vital. Aunque mi película habla del perdón y aunque acabe dando de escritura
una gran contundencia a este hecho en el título, lo que me intere-
saba era convertir el film en un acto de libertad. Ser fiel a mí misma ¿Quiere continuar trabajando en la ruta abierta por Tout
y a mi mundo. est pardonné?
Mi intención es rodar el próximo verano un nuevo largometraje
¿A partir de qué elementos ha trabajado para comprender a centrado en la historia real de una mujer que tuvo que afrontar
la generación de sus padres y conocer sus razones? muchas cosas difíciles tras la muerte de su marido. •
Lo más importante ha sido trabajar con sinceridad, partiendo de
cosas vividas y de una reflexión muy libre. La película se ha ido Declaraciones recogidas en el Festival de Gijón, 29 de noviembre del 2007
LAS PARTÍCULAS ELEMENTALES OSKAR ROEHLER
Adaptando a Houellebecq
JARA YÁÑEZ