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l. DERECHO: GG. 16 Y18 GUIÓN TEMA 1 Prof. M. Salanova V.

DERECHO EN GENERAL. DERECHO PÚBLICO, DERECHO PRIVADO. DERECHO CIVIL [§§ 1


a 5]
·SOCIEDAD Y DERECHO [§ 1]:
- Concepto. de Derecho: conjunto de reglas de conducta externa del sujeto en sus
relaciones con los demás, enunciadas o reconocidas por los órganos competentes e
impuestas coactivamente a los ciudadanos.
* Idea de D. vinculada a la vida en sociedad (necesidad de reglas que regulen la
convivencia).
- Norma jurídica: regla de conducta dictada o reconocida como tal por el poder
público cuya eficacia vinculante es mantenida por éste; mandato jerárquico con
eficacia social organizadora.
* Deslinde de otras "leyes" o "reglas":
* Leyes físicas (describen, "ser") v. leyes sociales (prescriben, "deber
ser").
* La regla jurídica como regla social: alteridad., generalidad y
coercibilidad como caracteres principales.
* regla jurídica v. reglas morales y usos sociales: áreas de solapamiento.
* Concepción tridimensional del D: hechos, valores y normas ~ D. como
conjunto de normas sobre unos hechos a los q. la sociedad concede un valor ~
Carácter dinámico del Derecho.

-Ordenamiento jco.: conjunto de nn. + organización + valores, principios y vivencias


de una sociedad dada~ carácter dinámico.
-Derecho y valores: seguridad jca. (función ordenadora del Derecho) y ''justicia''.
(iusnaturalismo v. positivismo).

§ 1.EL DERECHO (del manual)


Derecho y sociedad. La regla jurídica.
Al tratar de explicar qué cosa sea el Derecho es frecuente contraponer el hombre en
sociedad a Robinson en su isla. Este -se dice- no pudo tener ninguna relación jurídica
mientras estaba solo. El Derecho es asunto de la sociedad, es decir, de una pluralidad
de seres humanos en contacto, que deben resolver sus conflictos de intereses
sabiendo cada uno qué es «lo suyo» y precisan, todos, una autoridad que cuide de las
incumbencias comunes. Si sólo hubiese una persona en el mundo, o únicamente varias
aisladas entre sí, separadas por miles de kilómetros y sin posible contacto entre ellas,
el Derecho no podría existir. En cambio, la convivencia de los seres humanos hace
indispensable al Derecho, que nace ineludiblemente en cuanto los hombres
viven juntos y en relación.
En efecto: la vida de relación sólo es posible cuando hay trazados unos límites entre la
esfera de cada ser humano y la de los demás. Para no chocar entre sí, para vivir en
comunidad, es preciso que las posibilidades de acción de todos estén delimitadas en
forma que se detengan y cesen las de cada uno ante las correlativas facultades del
prójimo; que cada uno sepa lo que debe omitir, evitar y respetar, así como su
contribución a las incumbencias colectivas. Hace falta, en suma, un sistema de reglas
de conducta que haga posible la convivencia.
Cuando estas reglas se establecen y su cumplimiento se impone por quien
tiene potestad para ello en la unidad política, son reglas jurídicas, que
componen, juntas, el Derecho de tal unidad.

Las reglas jurídicas se distinguen,

a) De las leyes físicas, por cuanto la conducta que la regla jurídica señala puede no
observarse sin que la regla deje de valer, mientras que la ley física se cumple
inexorablemente o deja de ser ley. Si algunos cuerpos no experimentaran la atracción
de la Tierra, la ley de la gravedad no existiría; en cambio, si un contrato o muchos
contratos dejan de cumplirse, la ley que vincula al cumplimiento de lo pactado sigue
vigente.
b) De las leyes morales. Estas pueden ser asimismo normas jurídicas, como las
prohibiciones de matar o robar, y a veces la moral viene invocada por el Derecho como
medida de la permisibilidad de un acto o contrato, como cuando el arto. 1255 Cc.
prohíbe los pactos opuestos a la moral. Pero, en cuanto tales normas morales, se
dirigen a la conciencia de la persona y sólo valen en el terreno de la ética.
c) De las leyes meramente sociales: costumbres, hábitos y principios cuya
infracción acarrea una sanción igualmente social, pero no jurídica. Si Conrado se
presenta en el entierro del notario Eustaquio vestido de clown, no infringe ninguna
norma jurídica, pero probablemente será echado de la ceremonia, como infractor de
una norma social.

Concepto de Derecho.

En una primera aproximación el Derecho de la unidad política se nos muestra, pues,


como el conjunto de reglas de conducta externa del sujeto, en sus relaciones con los
demás, enunciadas por los órganos competentes e impuestas coactivamente a los
ciudadanos. Para España, tales reglas emanan, según la Constitución y el artículo 1.°
de nuestro Código civil, de la potestad del Estado -las más importantes, del poder
legislativo--; de la conducta uniforme de la gente (costumbre), y de las ideas directrices
de las otras fuentes y la ética común (principios generales del Derecho).
Ahora bien: la organización de la coexistencia (que, por cierto, no tratará simplemente
de hacer posible la vida individual de cada uno sin ser atacado por los demás, sino de
optimizar la convivencia), no se para en el establecimiento de unas normas que
delimiten las facultades y los deberes de cada uno, tanto en relación a la vida en
común y a la cooperación como a las esferas de poder individual: requiere,
correlativamente, el de una autoridad que haga efectivas esas normas, vele por los
intereses generales (poder ejecutivo), y dirima las contiendas entre los miembros del
grupo (poder judicial), impidiendo que éstos se tomen la justicia por su mano y tutelen
sus derechos de forma violenta.
Es importante darse cuenta de que el Derecho no es sólo un conjunto de reglas, sino,
adicionalmente, una organización que las hace valer: ambos componen el
ordenamiento jurídico de cada grupo social. Ocurre así desde una asociación
cualquiera, que tiene sus estatutos y su junta directiva, hasta el Estado. El Derecho
civil no puede ser sólo el Código civil, desprendido de los órganos legislativos que lo
promulgan, de los tribunales que lo aplican y de la autoridad que obliga a cumplir las
leyes y sentencias. El Derecho administrativo se construye en torno a la figura de la
Administración. Y así sucesivamente.
Finalmente, el ordenamiento lo es de una determinada comunidad humana, peculiar y
distinta de las otras, compuesta, no sólo por sus miembros actuales, sino por el
recuerdo y el legado de quienes lo fueron antes y por su vocación hacia los futuros. El
Derecho de un pueblo es algo más que la letra muerta de un articulado: más que una
reglamentación adventicia y externa: constituye uno de sus bienes espirituales, como
la lengua, el arte, la literatura o la ciencia; forma parte de su historia y de su cultura, y
se presenta como un organismo viviente y en plena evolución, relacionado con el modo
de vida del pueblo y su manera de ser.

Derecho y seguridad jurídica.

Generalmente los autores, al definir el Derecho, lo consideran como realización del


valor «justicia». Por ejemplo, el civilista francés SAVATIER dice de él que es «la
adaptación humana de la Justicia». Mas al hablar así se invierten a veces los
respectivos valores de la Justicia y la regla jurídica. No se trata de que esta regla sea
siempre expresión de un principio de Justicia. Puede serlo a veces, y desde luego nunca
debe ordenar nada injusto; pero lo más corriente es que las reglas jurídicas disciplinen
materias contingentes, en las que no se trata de traducir a la praxis anteriores
principios de conducta, sino de organizar la convivencia imponiendo un orden
cualquiera
(eso sí: equitativo, igual para los iguales), lo cual puede ser la necesidad más
inmediata y cotidiana de la comunidad humana. Las reglas jurídicas constituyen,
entonces, determinaciones arbitrarias, fundadas en consideraciones prácticas y
dirigidas a dar seguridad a los derechos y proyectos de cada uno y evitar la colisión de
las conductas individuales.

Por ejemplo: hoy hemos llegado a casa en automóvil, y lo hemos hecho, como siempre
que circulamos en un vehículo por una vía pública de doble sentido, por la parte
derecha de la calzada, dejando la izquierda para los vehículos que vienen en dirección
contraria. Tal es la ley, que todos debemos respetar. Pero el legislador, al promulgar
esta ley, no ha intentado hacer justicia, sino poner orden. Hubiera sido igualmente
justo que regulase obligatoriamente la circulación por la izquierda, según ocurre en
otros países. Pues lo verdaderamente importante no es el lado por el que se circula,
sino que todos los que van en la misma dirección circulen por el mismo lado. Si no
fuera así, el desorden colapsaría inmediatamente la circulación: a falta de reglas la
convivencia de los vehículos se haría tan imposible como la convivencia de las
personas.

Derecho y Justicia. El Derecho natural y el positivo.

Ahora bien: que la regla jurídica no siempre sea traducción de un principio de justicia,
no quita que el Derecho se presente como realización del valor justicia. Esto puede
entenderse en varios sentidos.
Por de pronto, por cuanto una vez dictada la norma, la conducta del hombre es justa en
cuanto se somete a ella (circular por la mano) e injusta cuando se opone (circular a
contramano). La justicia es, entonces, una cualidad de la conducta humana que
expresa su acatamiento a la norma jurídica.
En cuanto a la propia norma, también de cualquiera de ellas se puede predicar la
justicia o la injusticia según respete o no la proporción, el equilibrio, la equidad en la
atribución de premios o de sanciones. Una ordenanza que castigase con un año de
prisión al peatón que cruce fuera del paso señalado sería injusta, y lo mismo el Código
penal que castigase con igual pena al asesino.
Finalmente, la injusticia de la norma puede consistir en su oposición a unos grandes
principios jurídicos cuyo conocimiento, siquiera impreciso, es patrimonio común de la
humanidad. Es un hecho de experiencia que en ocasiones una norma no nos parece
justa: se opone a una intuición que creemos tener de lo que es verdaderamente
Derecho, por encima de la ley: a unas reglas no escritas, pero en algún modo eficaces,
impresas en nuestras conciencias y desde las cuales
valoramos el Derecho establecido por el legislador.
¿Qué reglas son éstas? ¿Constituyen, acaso, un ordenamiento superior al vigente en
los textos positivos?
a) El Derecho natural. Diversas escuelas filosóficas entienden que hay unas reglas no
escritas, pero de algún modo eficaces, que se deducen sin más de la naturaleza
humana, porque se hallan impresas en el fondo de nuestras conciencias.
En particular, la fe en una ley universal superior y anterior a la ley positiva es una
constante del cristianismo, y encuentra su formulación más permanente en SANTO
TOMÁS, quien afirma la existencia de una ley natural, llamada así por cuanto lo que
manda o prohíbe es en razón de la naturaleza del hombre y el hombre la conoce por
las solas fuerzas de su razón. Hay, pues, para SANTO TOMÁS, como para los autores
modernos que continúan su escuela, unos primeros principios de conducta (no un
sistema completo) que cuando hacen relación a la Justicia constituyen el Derecho
natural. Y en favor de la existencia de unas reglas jurídicas primarias independientes
de la legislación positiva y anteriores y superiores a ella siguen manifestándose
muchos juristas actuales, sin relacionadas con ninguna explicación trascendente: para
COING, por ejemplo, tales principios se deducen de las «estructuras básicas de la
naturaleza humana», y para
LARENZ de la naturaleza de las cosas, por cuanto «las cosas, especialmente las
relaciones humanas de la vida, llevan en sí, previamente al establecimiento de
cualquier norma, un cierto credo, un sentido determinado y un orden exigido por éste».
En verdad, pocos niegan la existencia de unos principios éticos en los que debe
inspirarse la norma jurídica, y de su reconocimiento dan ejemplo formal casi todos los
regímenes políticos, es decir, todos los que afirman optar por la democracia,
considerando como un plus la superioridad de ésta. Mas, para el hallazgo de los
principios éticos orientadores del Derecho positivo, en una organización política
pluralista, habremos de remitimos, como criterio material, no al de una determinada
confesión religiosa, sino a los principios morales que - supuesta la libertad de todos
para expresar y difundir las propias ideas y discrepar de las ajenas- acepta la gente,
inspirada en su conocimiento de la naturaleza de las cosas. A partir de la promulgación
de la Constitución española habrá que atender a ella, que desde su Preámbulo
contiene una serie de opciones que no constituyen actos de fe o decisiones arbitrarias,
sino precisamente juicios de valor que no podrían formularse sin un «Derecho natural
antecedente».
b) El Derecho positivo. Es el aceptado como tal por la unidad política, el conjunto de
reglas jurídicas mantenidas por la autoridad.
Contemplado el Derecho positivo desde la perspectiva del Derecho natural, puede ser
injusto. Pero no por eso desaparece su vigencia ni la posibilidad del poder público de
imponerla por medios coactivos. Es necesario su acatamiento para evitar que cada
uno niegue el carácter de Derecho a toda disposición que no concuerda con su propia y
subjetiva concepción de la Justicia (SANTO TOMÁS).
En la doctrina moderna, se piensa que la ley injusta es ley por cuanto, aunque
discutida, se halla reconocida por los que viven bajo su imperio: porque, en términos
generales, los sometidos a ella la consideran como obligatoria (WELZEL).

·D. PÚBLICO Y D. PRIVADO [§ 2]:


Normas relativas a la organización de la sociedad y a la actuación del poder público gestionando los intereses
colectivos (D. público) v. normas relativas a la actividad privada de los ciudadanos entre sí (D. privado).
- La bipartición no afecta a la unidad esencial del Derecho.
- Desarrollo histórico y cuestionamiento actual: no predicable de todas las normas; criterios no
absolutos~ ppal: rels. De subordinación (D. público) v. rels. de igualdad (D. privado).
-Confluencia de normas públicas y privadas en un mismo supuesto de hecho.
- Carácter dinámico de las materias; valor práctico como tal dudoso, aunque tiene valor didáctico.
- Importancia práctica de la adscripción de un supuesto concreto a una rama específica.
§ 2. DERECHO PÚBLICO Y PRIVADO(del manual)

En cualquier país, el poder público se ocupa de la gestión de los intereses colectivos:


recauda los impuestos, previene y reprime el delito, organiza y dirige los servicios
comunes, etc. También casi en cualquier país, los ciudadanos llevan una vida particular
de ellos, y no del Estado: tienen cosas que son suyas; contratan entre sí; tienen familia,
acaso un cónyuge y unos hijos... A partir de
esta distinción podemos imaginar que, en un país donde el individuo tenga derechos
en cuanto tal, y no sólo en cuanto mera célula del Estado, estos dos órdenes de
situaciones y actividades, las de «el poder público» y «el particular», tengan una
normativa adecuada a la naturaleza de cada una, y por tanto distinta. Se distingue, así,
entre el Derecho público y el Derecho privado, como dos conjuntos de normas u
ordenamiento s diferentes.
¿Cuál es el criterio de esta distinción?
a)La teoría más antigua, fundada en textos de Derecho romano, contempla en cada
ordenamiento una utilidad diferente; la del Estado en el Derecho público, y la del
individuo
en el privado. Pero la norma jurídica sirve a veces, juntamente con el público, a
intereses privados, y todo el Derecho se formula en interés público, de modo que este
criterio de la utilidad es muy impreciso.
b) Otros piensan que las normas de Derecho público son imperativas, obligatorias,
mientras las de Derecho privado pueden ser derogadas por voluntad de los individuos
afectados por ellas (Derecho dispositivo), en el sentido de que pueden, si quieren, dejar
de aplicarlas. Pero este criterio no conduce a ninguna distinción útil, pues en Derecho
civil y mercantil (considerados unánimemente como Derecho privado) hay muchas
reglas de las llamadas «de Derecho necesario», irrenunciables, que serían
reconducidas
al Derecho público, y no deja de haber algunas normas dispositivas en el Derecho
político
y el administrativo (considerados unánimemente como Derecho público).
c) THON distingue según la acción que concede la norma sea pública o privada, mas
también hay normas de Derecho público cuya violación es solo perseguible a instancia
de parte, y al contrario en el Derecho privado.

Según la teoría más aceptada, el Derecho privado regula relaciones entre


sujetos que se encuentran en una posición jurídica equivalente, en un plano de
igualdad (relaciones de particulares entre sí, o bien relaciones de un particular
con un ente público si éste actúa en un plano de igualdad: por ejemplo, para
alquilar un local). El Derecho público, en cambio, se ocupa de las relaciones en
las que interviene el Estado en cuanto portador de la potestad suprema o soberanía,
revestido de imperio.
Quedan, así, a un lado el Derecho civil, el mercantil y, en general, los que
regulan relaciones entre particulares sobre la base de su equiparación, aunque
sea por impulso del poder público o bajo su vigilancia; y al otro, el político, el
administrativo y fiscal, y el penal, con sus procedimientos, en cuanto afectan a la
gestión de la cosa pública o previenen sanciones a quienes perturban la paz y el
orden en cualquier aspecto trascendente a la comunidad.
En la práctica, más que distinguir entre el Derecho público y el privado a nivel de
disciplinas completas (el Derecho civil, el Derecho administrativo, etc.), lo importante
es ver qué tribunal (en particular, si la jurisdicción civil, o la criminal, o bien la
jurisdicción
contencioso-administrativa o algún tribunal especial) ha de juzgar del litigio surgido
acerca de una determinada relación y qué normas se aplican a ésta.
Por ejemplo, los juzgados y tribunales del orden contencioso-administrativo conocen
de las pretensiones que se deduzcan en relación con los actos de la Administración
Pública sujetos al Derecho administrativo y con las disposiciones reglamentarias (art.
9.4 LOPJ.). Los del orden jurisdiccional social conocen de las pretensiones que se
promuevan
dentro de la rama social del Derecho, tanto en conflictos individuales como
colectivos, así como las reclamaciones en materia de Seguridad Social o contra el
Estado cuando le atribuya responsabilidad la legislación laboral (art. 9°.5 LOPJ.). Los
del orden penal tienen atribuido el conocimiento de las causas y juicios criminales, con
excepción de los que correspondan a la jurisdicción militar (art. 9°.3 LOPJ.), y los del
orden civil conocen, además de las materias que les son propias, de todas aquellas que
no estén atribuidas a otro orden jurisdiccional (art. 9°.2 LOPJ).
En la práctica, los problemas más importantes de delimitación se producen entre el
Derecho civil y el Derecho administrativo. Con todo, el legislador da una solución
expresa en determinados ámbitos. Así, por ejemplo, el RDLeg. 2/2000, de 16 de junio,
por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de contratos de las Administraciones
Públicas, distingue, entre los contratos que celebre la Administración, los
administrativos
(art. 5°: aquellos cuyo objeto directo sea la ejecución de obras, gestión de servicios
públicos y, en general, los que se dirijan a satisfacer de manera directa o inmediata
una
finalidad pública cuya competencia pertenezca a la Administración) y los contratos
privados
(art. 5°.3: los restantes contratos celebrados por la Administración y, en particular,
los de compraventa, donación, permuta, arrendamiento y demás negocios jurídicos
análogos
sobre bienes inmuebles, propiedades incorporales y valores negociables, contratos
de seguros, bancarios y de inversiones y los que tengan por objeto la creación e
interpretación
artística y los de espectáculos), atribuyendo la competencia al orden jurisdiccional
contencioso para los primeros y al orden jurisdiccional civil para los segundos (arts.
7°.2y 9°.2 RDLeg.).
Con todo, incluir la relación jurídica en un sistema (de Derecho civil, administrativo,
etc.), aparte de ser indispensable para su enseñanza y exposición, orienta sobre la
interpretación e integración de las normas aplicables.

·EL ESTADO Y LA DIVISIÓN DE PODERES [§ 3]: vid. Manual.


• España como Estado social y democrático de Derecho; división de poderes (legislativo, ejecutivo y
judicial); Monarquía parlamentaria como forma de gobierno; el Estado de las autonomías (pluralidad
de ejecutivos y legislativos).

§ 3.EL ESTADO Y LA DIVISIÓN DE PODERES (del manual)


El Estado de Derecho.

La Constitución es el texto legal supremo que contiene el programa de la vida en


común de los españoles, la relación de los derechos individuales primarios de cada uno
y el esquema del aparato político y su funcionamiento. Según su artículo 1.°-1:
«España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna
como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad
y el pluralismo político».
Un Estado. La doctrina clásica construye el concepto de Estado a partir de tres
elementos:
el territorio, la población que vive en él, y la soberanía, es decir, el poder constituido en
dato permanente, independiente de quienes lo encarnan: del régimen político, que
puede cambiar, sin que él cambie. El Estado español, por ejemplo, es siempre el
mismo, pese a los cambios de régimen que ha experimentado.
El Estado de Derecho es un modelo de Estado en el cual el poder está sometido a la ley
que dicta la representación nacional, y la ley misma respeta los derechos y libertades
del hombre y del ciudadano como algo anterior y superior a la voluntad del que hace
las leyes.

Forma de gobierno y división de poderes.


Según el arto1.°-2de la Constitución, «la soberanía nacional reside en el pueblo
español, del que emanan los poderes del Estado». Estos poderes, según la
Constitución, se hallan divididos con arreglo a la teoría clásica que distingue el
legislativo, el ejecutivo y el judicial.
Un aristócrata francés, el barón DEMONTESQUIEU habiendo pasado más de diez años
en Inglaterra, publicó en 1748 una obra cumbre en la historia de la teoría política: la
titulada “De l'esprit des lois”, en la que, a la realidad francesa, en donde el rey era a la
vez
legislador, gobernante y juez supremo, contraponía el modelo británico de equilibrio de
poderes (monarca, Parlamento, judicatura).
«Nos ha enseñado una experiencia eterna -dice- que todo hombre investido de
autoridad abusa de ella». Para prevenir ese abuso preconiza un sistema de equilibrio
en
el cual el poder frene al poder, es decir, que merced al reparto de poderes entre los
varios grupos sociales, todos tengan el suyo propio limitado por el de los otros, y nadie
el poder absoluto. En su tesis, el poder de hacer las leyes corresponde a las Cámaras;
el
«poder ejecutivo de las cosas relativas al Derecho de gentes (por el cual se hace la paz
o
la guerra, se envían o reciben embajadas, se establece la seguridad pública y precaven
invasiones) »,pertenece al rey; y «el poder ejecutivo de las cosas que dependen del
Derecho civil, por el cual se castigan los delitos y se juzgan las diferencias entre
particulares
» es competencia de los jueces. Tanto el rey (el poder ejecutivo, la Administración),
como los jueces (el poder judicial), se hallan sometidos a la ley.
De este principio de la división de poderes parten todas las Constituciones
democráticas,
y entre ellas la nuestra, que aun cuando no lo proclama explícitamente, se
ajusta a él al disciplinar con independencia, de una parte las Cortes generales (título
III);
de otra «El Gobierno y la Administración» (título IV); y finalmente «el poder judicial»
(título VI); confiriendo a las Cortes «la potestad legislativa del Estado» (art. 66); al
Gobierno «la función ejecutiva y la potestad reglamentaria» (art. 97), y al poder judicial
la exclusiva de «la potestad jurisdiccional» (art. 117).
Según el arto 1.°_3Const., «la forma política del Estado español es la Monarquía
parlamentaria». En la que juegan, por consiguiente, cuatro piezas: los tres
poderes clásicos, y la Corona.

a) El poder legislativo. Corresponde al Parlamento, que en el sistema español


se denomina Cortes Generales, y está formado por dos Cámaras: el Congreso de
los Diputados y el Senado. Según el arto66 de la Constitución, «las Cortes Generales
representan al pueblo español y están formadas por el Congreso de los Diputados
y el Senado.- Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa del Estado,
aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás
competencias que les atribuya la Constitución»: por ejemplo, una intervención
decisiva en la formación y permanencia de cada Gobierno. Ambas Cámaras funcionan
en pleno y por Comisiones, en las que cabe delegar la aprobación de las
leyes ordinarias, salvo el Presupuesto del Estado.
El Congreso de los diputados tiene, en la elaboración de las leyes, el papel
preponderante.
Pero además interviene decisivamente en el nombramiento de Presidente del
Gobierno; puede provocar la dimisión del Gobierno mediante el voto de censura o
negándole la confianza, y ante él responde el Gobierno, solidariamente, de su gestión
política. Está compuesto por un número mínimo de diputados por provincia, y a partir
de él por uno proporcional a la población. Tales diputados son elegidos por cuatro años,
siendo electores y elegibles todos los españoles que estén en pleno uso de sus
derechos
políticos, con escasas excepciones.

El Senado es una especie de organismo de censura de las leyes, al que se supone con
Mayor capacidad de reflexión. Elegido por sufragio popular, representa a las entidades
territoriales; a las provincias, sin consideración al número mayor o menor de sus
habitantes (siendo igual -cuatro- el número de senadores por cada una de las de la
península),
y a las Comunidades Autónomas (art. 69).
b) El poder ejecutivo. Está atribuido al Gobierno que, según el arto97 de la
Constitución, dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar y
la defensa del Estado. Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria
de acuerdo con la Constitución y las leyes. La acción del Gobierno está
dirigida por su Presidente (art. 98.2 Constitución).
Para nombrar Presidente del Gobierno, el Rey, previa consulta con los delegados
Designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, propondrá un
candidato, el cual expondrá ante el Congreso el programa político del Gobierno que
pretende formar, y obtenida la confianza de la Cámara, será nombrado por el Rey,
eligiendo
él sus ministros sin interferencia alguna. No obteniendo el voto de la mayoría de los
diputados (en segunda votación, cuarenta y ocho horas después de la primera, basta la
mayoría simple), hará el Rey una nueva propuesta, a la que se dará la misma
tramitación
(arts. 99 y 100). El Gobierno cesa tras la celebración de elecciones generales; o en
caso
de pérdida de la confianza parlamentaria, o por dimisión, fallecimiento o incapacidad
de
su Presidente (art. 101).
A las órdenes del Gobierno se encuentra todo el aparato organizativo de la
Administración Pública, dispuesto para la satisfacción de los intereses públicos.
Según el arto103 de la Constitución, la Administración Pública sirve con objetividad los
intereses generales y actúa con sometimiento pleno a la ley y al Derecho.
c) El poder judicial. Este poder es, según una vieja expresión, «voz viva de
las leyes»: se le supone sin voluntad propia y sólo dedicado a aplicar y hacer
efectiva la norma jurídica. Según el arto 117.1 de la Constitución, «la justicia
emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados
integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y
sometidos únicamente al imperio de la ley».
d)La Corona. A tenor del arto56-1 de la Constitución, «el Rey es el Jefe del Estado,
símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las
instituciones; asume la más alta representación del Estado español en las relaciones
internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica y ejerce las
funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes». Así, por ejemplo,
sancionar y promulgar las leyes, aconsejar y mediar si fuere requerido por el Gobierno,
intervenir en las crisis del poder, y las funciones de gracia (honores e indultos),
ostentando
además el mando supremo de las fuerzas armadas.
La Corona es hereditaria: la sucesión en el trono seguirá el orden regular de
primogenitura
y representación, con preferencia del grado más próximo al más remoto, el
varón a la hembra, y la persona de más edad a la de menos, sucesivamente (art. 57-1).

La estructura del Estado. Las Comunidades Autónomas.


El Estado se organiza territorialmente en varios niveles. El arto 137 de la
Constitución se refiere a los municipios y las provincias (que forman la Administración
local) y a las Comunidades Autónomas.
El arto2° de la Constitución consagra la unidad de la Nación española pero,
al mismo tiempo, garantiza «el derecho a la autonomía de las nacionalidades y
regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas». La Constitución no
establece cuáles son las Comunidades Autónomas, y éstas se han ido creando al
amparo de los cauces previstos en la propia Constitución.
Cada Comunidad Autónoma está dotada de un Estatuto de Autonomía que es,
después de la Constitución, la principal norma de la Comunidad y en donde se recogen
sus competencias. El contenido de los distintos Estatutos no es idéntico. Algunas
Comunidades pudieron asumir desde el primer momento todas las competencias
que en la Constitución no se atribuyen al Estado (el arto 149 Const. atribuye al
Estado la competencia, entre otras materias, sobre derechos fundamentales,
inmigración,
fuerzas armadas, economía y hacienda generales, bases de la sanidad, títulos
académicos...). Se trata de las Comunidades que accedieron a la Autonomía por la
vía del arto151 de la Constitución (país Vasco, Cataluña, Galicia y Andalucía). Las
demás Comunidades, que siguieron la vía del arto143 Const., sólo pudieron incluir
inicialmente como competencias autonómicas las del arto 148 de la Constitución,
pero mediante reforma posterior de sus Estatutos han ido ampliando sucesivamente
sus competencias, al amparo del arto148.2de la Constitución.

·LA INTEGRACIÓN EUROPEA [§ 4]: vid. Manual/.


* Idea principal: España forma parte de una organización supranacional a la que ha
transferido el ejercicio de competencias (96CE)~ la Unión tiene un Derecho propio que se
aplicará en territorio español junto al Derecho estatal (y autonómico), sobre el que
prima~ pluralidad de niveles ordinamentales.

§ 4. LA INTEGRACIÓN EUROPEA
El proceso de integración europea
Desde que, en 1946, el Primer Ministro británico Winston CHURCHILL lanzara
Públicamente la idea de la constituciónd e los «Estados Unidos de Europa», se
ha ido profundizando en el planteamiento de la integración europea como sistema para
favorecer el desarrollo económico de los países del viejo continente y para limar sus
propias diferencias.
Tras superar vicisitudes de todo tipo, la integración europea comenzó realmente con
los tratados internacionales celebrados entre Alemania, Francia, Italia,Bélgica, Holanda
y Luxemburgo, constitutivos de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA)
en 1952, de la Comunidad Económica Europea (CEE) y de la Comunidad Europea de la
Energía Atómica (EURATOM) en 1958. Posteriormente, con la primera ampliación
producida en 1973, se sumaron
Reino Unido, Irlanda y Dinamarca. En 1981 se adhirió Grecia y, en 1986, fueron
España y Portugal los países que hicieron que la Comunidad Europea –CE tuviera doce
socios. Desde enero de 1995, Suecia, Austria y Finlandia permitieron hablar
de «la Europa de los Quince». El 1 de mayo de 2004 ingresan en la Unión: la República
Checa, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta y
Polonia. En la actualidad, por tanto, se eleva a veinticinco el número de Estados
miembros.
Revisar esto
Aunque los tres primeros Tratados constitutivos transfirieron poderes muy
Limitados a las tres Comunidades, ello sirvió para sentar las bases de lo que iba a
Convertirse en una autoridad supranacional jurídicamente independiente. Por
consiguiente,
el ordenamiento jurídico de la CE se cimentó desde un primer momento
en el Derecho internacional. Además, en los fundamentos jurídicos de los mencionados
Tratados
existía de forma inherente un enorme potencial para la integración.
De esta manera, en 1967 se firmó entre los socios fundadores el Tratado de
fusión, que creó órganos conjuntos para las tres Comunidades, existiendo desde
entonces un Consejo único y una Comisión única de las Comunidades Europeas.
Continuando en este sendero de integración, veinte años más tarde, en 1987,
Entró en vigor el Acta Única Europea, que completa y modifica los Tratados de
Roma, ampliando las competencias de la CE en varios ámbitos y afinando los
Procedimientos de decisión.
Desde noviembre de 1993 se encuentra en vigor el Tratado de la Unión
Europea- TUE-, también conocido como Tratado de Maastricht, que ha constituido una
nueva etapa en la integración europea. El TUE se levanta sobre tres partes principales,
cotidianamente conocidas en la jerga comunitaria como «los tres pilares»en la
construcción de la Unión.
Estos pilares son: primero, la Comunidad Europea -CE-, que agrupa la unión aduanera,
el mercado interior, la política agraria común, la política estructural y la unión
económica y monetaria; segundo, la Política exterior y de seguridad común -PESC- y
tercero, la cooperación en los ámbitos de la justicia y de los asuntos de interior. El
Tratado de la Unión Europea ha sido revisado posteriormente por el Tratado de
Amsterdam, firmado el 2 de octubre de 1997, en vigor desde el 1 de mayo de 1999 y
que ha trasladado al «primer pilar» (donde la toma de decisiones es más eficaz)
asuntos que se venían tratando en el tercero (fronteras exteriores, inmigración y
cooperación judicial civil). El Tratado de Niza, de 26 de febrero de 2001 (en vigor desde
febrero de 2003), modificó el Tratado de la Unión y los Tratados constitutivos de las
Comunidades
Europeas para preparar las ampliaciones, adaptando las instituciones existentes para
mantener su operatividad.
En el transcurso del Consejo Europeo de los días 18 y 19 de junio de 2004, los Jefes de
Estado y de Gobierno europeo llegaron a un acuerdo sobre un Tratado por el que se
instituye una Constitución Europea. Esta Constitución no entrará en vigor hasta que no
sea ratificada por todos los Estados miembros. El proyecto de Constitución Europea
prevé la sustitución de todos los Tratados por un texto único, lo que simplificaría el
acceso a los textos. Además incorpora la
Carta de los Derechos Fundamentales, proclamada por el Consejo Europeo de Niza en
diciembre de 2000.

El ordenamiento jurídico comunitario.

Un elemento característico de la Comunidad es la creación de un ordenamiento jurídico


nuevo, resultante de la limitación de los derechos soberanos de los Estados miembros.
Las características principales de este ordenamiento jurídico nuevo son:
a) la existencia de instituciones comunitarias específicas e independientes,
las cuales, aunque no tengan competencia legislativa general, poseen, no obstante,
amplios poderes acordados por los Tratados y amplían continuamente la
competencia comunitaria;
b) el reconocimiento de los particulares como sujetos de Derecho junto a
los Estados miembros;
c) la aplicabilidad directa de ciertas normas de Derecho comunitario;
d) la primacía del Derecho comunitario respecto a los derechos nacionales,
incluido el Derecho constitucional e incluso la protección constitucional de los
derechos individuales;
e) la creación no solamente de derechos y obligaciones, sino también de
procedimientos obligatorios para la constatación de violaciones y la aplicación
de sanciones, principalmente el reconocimiento de la jurisdicción obligatoria del
Tribunal de Justicia, y el carácter obligatorio de sus decisiones;
f) la competencia de la Comunidad respecto a las infracciones del derecho
comunitario que causan un perjuicio.

Sin perjuicio de que al estudiar las fuentes del Derecho español analicemos
el Derecho comunitario, merece la pena hacer aquí una breve referencia expresa
a las, relaciones del Derecho comunitario con los de los Estados miembros. Tales
relaciones son extremadamente densas como consecuencia de su propia diversidad.
El Tribunal de Justicia, al afirmar en la sentencia de 15 de julio de 1964
(asunto Costa/Enel) que «el Tratado CEE ha instituido un ordenamiento jurídico
propio integrado con el sistema jurídico de los Estados miembros oo. y que se
impone a sus jurisdicciones», pone en evidencia simultáneamente las características
de estas relaciones, que son:
- la autonomía del Derecho comunitario con respecto a los Derechos nacionales,
- su inserción en el ordenamiento jurídico de los Estados miembros,
- su primacía sobre las normas de éstos últimos, y
- la complementariedad de ambos ordenamientos.
El Tratado de Amsterdam ha consolidado el "principio de subsidiariedad", mediante la
inclusión de un protocolo que contiene líneas jurídicamente vinculantes.

Las instituciones de la Comunidad Europea.

Las instituciones de la Comunidad Europea son, en principio, aquellas que fueron


creadas en su momento por los Tratados constitutivos de las Comunidades Europeas.
Estas son: el Consejo, la Comisión, el Parlamento Europeo y el Tribunal de Justicia.
Junto a éstas, se encuentra el Consejo Europeo, que ocupa una posición destacada, al
estar formado por los Jefes de Estado o de Gobierno de los Estados miembros. Además,
también aparecen otros organismos de importancia en la estructura organizativa
comunitaria, aunque de segundo rango institucional, como son: el Comité Económico y
Social, el Banco Europeo de Inversiones, el Tribunal de Cuentas y el Comité de las
Regiones.
a) El Consejo de la Unión Europea es la principal institución de adopción de decisiones
de la UE. Originariamente se llamaba «Consejo de Ministros».
Cada país de la Unión ejerce la Presidencia del Consejo, por votación, durante un
periodo de seis meses. Está compuesto por los Ministros de los países miembros
responsables de la materia que figure en el orden del día: asuntos exteriores,
agricultura, industria, transporte, medio ambiente, etc.
El Consejo dispone del poder legislativo, que comparte con el Parlamento Europeo.
Ejerce igualmente con el Parlamento Europeo el poder presupuestario. El Consejo
también concluye los acuerdos internacionales negociados por la Comisión. De
conformidad con los Tratados, las decisiones adoptadas por el Consejo se acuerdan por
mayoría simple, por mayoría cualificada o por unanimidad.
b) El Consejo Europeo nació de la práctica, iniciada en 1974, de reunir regularmente a
los Jefes de Estado o de Gobierno de la Comunidad Europea. Dicha práctica quedó
institucionalizada por el Acta Única Europea de 1987. Desde entonces, el Consejo
Europeo se reúne al menos dos veces al año, bajo la presidencia del Jefe de Estado o
de Gobierno que ejerce la Presidencia del Consejo
de la Unión, y cuenta, como miembro de pleno derecho, con el Presidente de la
Comisión. En todos los Consejos Europeos se escucha al Presidente del Parlamento
Europeo. El Tratado de Ámsterdam creó el puesto del Alto Representante de la política
exterior y de seguridad común, que acumula sus funciones con las del Secretario
General del Consejo.
c) La Comisión Europea es uno de los órganos clave del sistema institucional
comunitario y dispone del monopolio de la iniciativa legislativa. La Comisión Europea
goza de una gran independencia en el ejercicio de sus atribuciones.
La Comisión representa el interés comunitario y no se somete a ningún Estado
miembro. La Comisión, guardiana de los Tratados, vela por la aplicación de los
reglamentos y de las directivas aprobadas por el Consejo y puede recurrir
judicialmente
ante el Tribunal de Justicia para hacer aplicar el Derecho comunitario.
Es también un órgano de gestión, encargado de ejecutar las decisiones adoptadas
por el Consejo. Desde el 1 de mayo de 2004, cuando los nuevos Estados miembros
entraron a formar parte de la UE, hay un Comisario por país. La Comisión
está obligada a presentar su dimisión colectiva cuando el Parlamento Europeo,
ante el cual es responsable, aprueba una moción de censura.
La Comisión está asistida por una administración, compuesta de 36 Direcciones
Generales y diversos servicios, cuya sede se reparte principalmente entre
Bruselas y Luxemburgo.
d) El Parlamento Europeo es el órgano de expresión democrática y de control
político de las Comunidades Europeas, que participa también en el proceso
legislativo. Desde junio de 1979, sus miembros son elegidos por sufragio universal
cada cinco años. El Parlamento celebra normalmente sus sesiones plenarias
en Estrasburgo y las sesiones suplementarias en Bruselas. La sede de su
Secretaría General se encuentra en Luxemburgo. El Parlamento ejerce conjuntamente
con el Consejo el poder legislativo, mediante tres procedimientos (<<de
cooperación», «de dictamen conforme», «de codecisión»).
El Parlamento es el órgano de control democrático de la Unión: dispone del
poder de derribar a la Comisión aprobando una moción de censura por mayoría
de dos tercios. Controla la buena marcha de las políticas comunitarias, basándose
sobre todo en los informes del Tribunal de Cuentas. Asimismo, controla la
gestión cotidiana de las políticas, en particular planteando preguntas orales y
escritas a la Comisión y al Consejo. El Presidente en ejercicio del Consejo Europeo
informa al Parlamento de los resultados conseguidos por dicho órgano.

e) El Tribunal de Justicia.
El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas - TJ- es la institución que garantiza
la observancia de la ley en la interpretación y aplicación de los Tratados.
Con la sede en Luxemburgo, el TJ está formado por quince jueces y ocho abogados
generales, designados de común acuerdo por los gobiernos de los Estados miembros
por un período de seis años. Los jueces eligen de entre ellos al Presidente del TJ por un
periodo de tres años. Además, cada tres años tiene lugar una renovación parcial de los
jueces y de los abogados generales. El Tribunal de Justicia falla por mayoría y, al
hacerlo, sólo obedece a su propia concepción del derecho y la justicia.
Se trata realmente de una institución supraestatal, libre de los intereses de los Estados
miembros.
El TJ es la única institución de control jurídico de la UE y por esta razón puede asumir
los papeles de tribunal constitucional, de control de normas, de tribunal administrativo,
de tribunal civil y de tribunal de arbitraje. Junto a los distintos tipos de recurso
existentes en la actualidad (de nulidad, por incumplimiento, por omisión, por
cuestiones de servicio), el Tribunal de Justicia cada vez
Se pronuncia con mayor frecuencia sobre cuestiones prejudiciales, es decir, el TJ emite
un fallo a petición de tribunales nacionales sobre la interpretación y aplicabilidad del
derecho comunitario en un procedimiento pendiente de fallo en uno de los Estados
miembros.
Mediante una decisión del Consejo de 24 de octubre de 1988, al TJ se le agregó el
Tribunal de Primera Instancia de las CE, que es competente para fallar sobre el fondo
de determinados asuntos (entre otros, recursos por cuestiones de servicio y asuntos de
política de competencia), pudiendo ser apeladas sus sentencias ante el propio TJ.
Las sentencias del TJ son vinculantes para las partes implicadas en el procedimiento.
Cuando el Tribunal declara nulo y sin efectos un acto jurídico, el fallo es vinculante
para todos y contra todos. Pero, de hecho, sólo se puede forzar la ejecución de aquellas
sentencias en las que se imponga la obligación de realizar un pago y que puedan ser
ejecutadas por los Estados miembros. Desde 1993, con la entrada en vigor del TUE, el
TJ puede imponer multas coercitivas a un Estado miembro si éste no cumple las
obligaciones que le incumben en virtud de
una sentencia del Tribunal.
Tras el Tratado de Amsterdam el Tribunal de Justicia ha ampliado su jurisdicción a los
ámbitos de inmigración, asilo, visados, paso de fronteras y, eventualmente, policía y
cooperación judicial y penal.
f) Otras instituciones.
Otras instituciones de menor rango, pero no por eso de menor importancia,
en el entramado orgánico de la UE son:
El Comité Económico y Social -CES-.Representa los intereses de los
agentes económicos y sociales de los Estados miembros de la UE. Tiene carácter
consultivo.
El Comité de las Regiones -CDR-. Formado por 222 representantes de los
entes regionales y locales de la UE, asesora a la Comisión o al Consejo a petición
propia o a instancia de las mencionadas instituciones.
El Tribunal de Cuentas - TdC-. Examina la contabilidad de la UE y de sus
instituciones, así como la legalidad y regularidad de todas sus transacciones.
Igualmente, examina si la ejecución del presupuesto de la UE se realiza
mediante una buena gestión económica. Está compuesto por un miembro de
cada país de la Unión, nombrados por el Consejo para un período de seis años.
El Banco Europeo de Inversiones -BEI-. Es, al mismo tiempo, un banco y
un órgano autónomo de la UE. El banco concede préstamos y garantías para
financiar proyectos de inversión que contribuyan al desarrollo equilibrado de la
Comunidad. También, en el exterior de la CE, el BEI contribuye en gran medida
a la política de desarrollo.
El Banco Central Europeo. Es responsable de la política monetaria de la
zona euro.
El Defensor del Pueblo Europeo. Transmite las reclamaciones en los casos
de mala administración en el plano europeo.

D. CIVIL[§ 5]:
Conjunto de normas relativas a las relaciones ordinarias y más generales de la vida en las que la persona se
manifiesta como tal, como sujeto de derechos, como sujeto de un patrimonio y como miembro de una familia
para el cumplimiento de los fines individuales de su existencia dentro del concierto social (De Diego).

Contenido: 3 bloques temáticos: persona+familia+patrimonio.


- 3 puntos de referencia: ser humano en cuanto tal + relaciones habituales vida priv.+ reconto. esfera libertad
(autonomía).
- Contenido doctrinal: persona+ derecho subjetivo.+ patrimonio [Tª del patrimonio.; obligaciones y contratos;
derechos reales] + familia+ sucesiones);
-Contenido legal: NB: No identificación total del contenido del D. civil con el del CC y legislación a
élreconducible).
-Carácter histórico del D. Civil como categoría: su fisionomía ha variado con el tiempo, si bien retiene
siempre un núcleo esencial: regulación de la persona, la familia y el patrimonio, con el individuo y su
dignidad humana como brújula. Esfera de la autonomía privada.
-D. Civil como D. privado general: D. Civil como parte del D. privado no asumida por un ordto.
especializado. Sucesiva disgregaciónde materiasdel tronco comúndel D. civil. .
- criterios de autonomía~ ppal: criterio científico: inspiración en ppios. propios, diferente criterio de
ordenación.
-D. mercantil (relaciones entre empresarios*) y D. laboral (rels. trabajador-empleador); otras ramas
discutidas.
- D. Civil como D. común: supletoriedad de sus normas como consecuencia (4.3. CC).
- ratione materiae: en relación con las ramas desgajadas del D. civil. ¿tb. en relación con el Dº
público? Vis atractiva.
-por razón del ámbito deaplicación territorial(D.civilestatal): Derechosforales(13.2.CC*;149.3CE).

EL CÓDIGOCIVILESPAÑOL(principal corpus normativo de D. civil):


- Cpto. de código: sistema de reglas orgánicamente subordinadas y coordinadas, con pretensiones de
generalidad y plenitud,
agrupadas por institutos y redactadas en forma escueta y concisa, escritas toda~ en una misma época, para una
misma obra y bajo
unos mismos principios, que trae como consecuencia la derogación del D. antiguo.
- La época de la codificación: valor "constitucional" de los códigos del XIX ante el valor meramente
programático de las

Constituciones: C.Civ. como centro del ordenamiento jurídico. ·El Código Civil Español de 1889: causas y
consecuencias de su tardía promulgación (1889).

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