Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
id_nota=725394
La historia nos puede enseñar mucho, si sabemos buscar e interpretar las señales; y una de
las lecciones fue el elevado costo económico y social de la medicina que le recetaron a la
economía los encargados económicos de las dos administraciones que ejercieron el poder
entre 1970 y 1982. No entendieron los límites económicos de la manipulación que hicieron
a la economía.
La consecuencia fue una etapa inflacionaria larga, por inflar la demanda agregada mucho
más allá de la capacidad que podría responder la planta productiva nacional con mayor
oferta de bienes y servicios.
Con esto traemos a colación la experiencia que probablemente vivirán las economías
desarrolladas, por la coyuntura que se les presentará en un plazo relativamente corto.
Estados Unidos actuó con responsabilidad y valentía, cuando indujo a sus aliados
industriales, como el Reino Unido y Francia, entre los principales, a que lo acompañaran en
la aplicación de políticas expansionarías en los campos monetarios, crediticios y
hacendarios de gasto público, que quizás ahora tengan que revertir, habiendo éstas
cumplido su misión.
Aún es temprano adelantarse a los acontecimientos, para concluir que es posible que
tengan ahora que echar marcha atrás y generar reducciones en su demanda agregada, con
superávit fiscales, que drenen liquidez de sus economías, para reducir potenciales presiones
inflacionarias y de demanda excedentaria, que podrían amenazar con inflación a sus
economías y a la economía global.
La lección es que la demanda agregada, creada para salvar la economía de una recesión, es
buena pero tiene que absorberse y desaparecer, una vez echada a andar la economía. De lo
contrario, esa nueva liquidez, consecuencia de la recuperación económica que propiciaron,
se puede convertir en presión inflacionaria, al sumarse a la liquidez anteriormente creada.
De ahí la correcta percepción de los economistas que entienden de estas cosas: Las
políticas públicas tienen importante papel a jugar y pueden hacer una buena labor para sus
sociedades, porque el mercado puede ser orientado en la dirección correcta, cuando los
países no pueden, ni deben, quedarse esperando mientras las fuerzas del mercado se tardan
en responder o cuando la tarea les puede ser muy superior a su capacidad, dejado sólo el
mercado.
Esas han sido las percepciones que hemos venido escuchando en los foros regionales que
el Colegio Nacional de Economistas ha venido organizando, junto con los Colegios
Estatales, desde finales de noviembre.
El objeto de los Foros Regionales, de los que terminará habiendo diez, es que los
economistas de todo el país, asociados a los Colegios de Economistas estatales y el
Nacional, participen en los diagnósticos de qué hacer con nuestra economía, que está
trastabillando.
Ha habido críticas y debates. Entre las primeras, fue la crítica a la falta de crecimiento y
creación de empleos en los últimos años. Por lo tanto, el debate se ha centrado en cómo
recuperar los éxitos que en el pasado tuvimos; cuando México logró crecimientos anuales
de 6% en términos reales, durante el medio siglo entre 1932 y 1982, logrando
relativamente buen comportamiento en los precios en el que se tuvo experiencias diversas,
pero ninguna de inflación alta. Lo importante fue que durante el último cuarto de siglo de
ese largo periodo, la inflación escasamente pasó de 2% anual, y el crecimiento continuó
entre 6 y 6.5%, con avances anuales significativos, que impactaron más allá del mero
crecimiento, porque hubo desarrollo, con la creación de una clase media vital, avances en
la educación en todo el país y la creación de un sector productivo fuerte.
Entre 1982 y 2000, el crecimiento promedio anual de la economía registró poco más de 2%
en términos reales; y entre 2000 y 2010, todavía menores ritmos, 1.7% promedio anual.
Dos de esos años fueron influenciados por la recesión mundial, especialmente 2009.
El debate que se suscitó fue entre las tesis del joven economista, Rafael Gamboa
González, titular de la unidad de banca de desarrollo de la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público y el veterano Alfredo Phillips Olmedo, ex funcionario por muchos años
del Banco de México, del Banco de Comercio Exterior, subsecretario de la Secretaría de
Desarrollo Social, ex embajador en Canadá y Japón, y director ejecutivo en el Fondo
Monetario Internacional.
productivos del país, como ahora están teniendo otros latinoamericanos, entre los que
sobresale Brasil.
Ante eso, Gamboa comentó que la historia de la banca de desarrollo no fue tan gloriosa;
que en la década de los 70 la ineficiencia, la corrupción y los abusos en algunos de los
bancos de desarrollo terminó secando los capitales de algunos, impidiendo que pudieran
continuar operando.
* Presidente de El Colegio
Nacional de Economistas
2011-03-28 05:00:00
©Derechos Reservados Periódico Excélsior, S.A. de C.V., 2007. Bucareli No. 1, Col. Centro. C.P. 06600
México, D.F. Tel. + 52 (55) 5128 3000. Diseñado por Excélsior