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EL PROCEDIMIENTO DE

ESTIMACION E INTIMACION DE
HONORARIOS PROFESIONALES.
MENCION ESPECIAL
EN SEDE PENAL

Leoncio Landáez Otazo


Docente e Investigador
del Instituto de Derecho Comparado
de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Universidad de Carabobo
Pluralismo Jurídico en La Protección Ambiental
de Venezuela y en el Derecho Comparado

EN PROCEDIMIENTO DE ESTIMACION E INTIMACION


DE HONORARIOS PROFESIONALES.
MENCION ESPECIAL EN SEDE PENAL

RESUMEN

En el presente trabajo tratamos el Procedimiento de Estimación e Intimación


de Honorarios Profesionales del Abogado, el Tribunal Competente para el
ejercicio de tales Procedimientos, así como la Intimación de Honorarios
Extrajudiciales y la Retasa. De igual forma se hace mención al Procedimiento
en Sede Penal y las diversas Sentencias del Máximo Tribunal de la República
en dicha materia.

Palabras Clave: Honorarios Profesionales. Intimación. Estimación. Tribunal


Competente.

ABSTRATC

In this essay we study the Procedure for Appraisal and Demand Payment
of Legal Fees for lawyers, the competent court for such procedure and the
Demand Payment of extrajudicial fees. Also, we treat this procedure for
the Criminal Trial and several Decisions from the Supreme Tribunal of the
Republic regarding these topics.

Key Words: Legal Fees, Demand Payment, Appraisal, Competent Court.

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El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

EN PROCEDIMIENTO DE ESTIMACION E INTIMACION


DE HONORARIOS PROFESIONALES.
MENCION ESPECIAL EN SEDE PENAL

GENERALIDADES

Debemos comenzar diciendo que los Honorarios, son la remuneración,


estipendio o sueldo que se concede por ciertos trabajos. Generalmente se
aplica a las profesiones liberales, en que no hay relación de dependencia
económica entre las partes, y donde fija libremente su retribución el que
desempeña la actividad o presta sus servicios. (GUILLERMO
CABANELLAS DE TORRES. Diccionario Jurídico Elemental. Editorial
Heliasta. Buenos Aires. 1998)

De conformidad con el artículo 22 de la Ley de Abogados:

“El ejercicio de la profesión da derecho al abogado a


percibir honorarios por los trabajos judiciales y extrajudiciales
que realice, salvo en los casos previstos en las Leyes. Cuando
exista inconformidad entre el abogado y su cliente en cuanto
al monto de honorarios por servicios profesionales
extrajudiciales, la controversia se resolverá por la vía del juicio
breve y ante el Tribunal Civil competente por la cuantía. La
parte demandada podrá acogerse al derecho de retasa en el
acto de la contestación de la demanda. La reclamación que
surja en juicio contencioso acerca del derecho a cobrar
honorarios por parte del abogado, será sustanciada y decidida
de conformidad con lo establecido en el artículo 386 del Código
de Procedimiento Civil y, la relación de la incidencia, si
surgiere, no excederá de diez audiencias”.

Ante esta clara expresión del legislador, es innegable que los abogados
tienen derecho a percibir honorarios profesionales por los trabajos que
realicen, sean éstos de naturaleza judicial o extrajudicial, ya que se trata de
un contrato de prestación de servicios profesionales. Razón por la cual
debe tenerse como premisa que el cliente siempre está obligado a pagar

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Leoncio Landaéz Otazo

honorarios profesionales, pues la actuación que el abogado cumple obedece


al hecho que alguien lo contrató a tales fines. En efecto, independientemente
de la naturaleza jurídica de la relación del abogado con su cliente, lo cierto
es que el abogado despliega su actividad y conocimientos porque un cliente
(persona natural o jurídica) requirió sus servicios, a cambio de una justa
remuneración. (Sentencia del 04 Noviembre de 2005. Tribunal
Supremo de Justicia. Sala Constitucional. Magistrado Ponente:
Jesús Eduardo Cabrera R.)

El artículo 23 de la Ley de Abogados preceptúa:

“Las costas pertenecen a la parte, quien pagará los


honorarios a sus apoderados, asistentes o defensores. Sin
embargo, el Abogado podrá estimar sus honorarios y pedir la
intimación al respectivo obligado, sin oras formalidades que las
establecidas en esta Ley.”

Y los artículos 25 y siguientes de la misma Ley de Abogados, disponen


en cuanto a la Retasa de los Honorarios.

TRIBUNAL COMPETENTE

Ahora bien, lo importante es determinar, cual es el Tribunal


competente a los efectos que el Abogado pueda intentar su acción de
Intimación de Honorarios.

El artículo 167 del Código de Procedimiento Civil, contempla: “...En


cualquier estado del juicio, el apoderado o el abogado asistente, podrán
estimar sus honorarios y exigir su pago de conformidad con las
disposiciones de la Ley de Abogados...”.

  Es necesario estudiar entonces que es lo que se entiende por estado


del juicio.

El estado del juicio es la etapa procesal que se desarrolla en una


de las instancias y dice relación con el momento procesal en el cual se
encuentra el procedimiento judicial, desde que se inicia con el libelo de

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El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

demanda admitido hasta que termina con la ejecución de sentencia, cuando


deba ejecutarse la misma.

El grado, por el contrario, es la posibilidad de revisión que tiene el


Tribunal de alzada con respecto a las decisiones adoptadas por el Juez de la
Primera Instancia.

En el estado del juicio, el abogado estimar sus honorarios


profesionales y exigir su pago. En el caso que el juicio ha llegado a un
Tribunal Superior por apelación, los Honorarios Profesionales no pueden
ser estimados ante ese Tribunal Superior, por honorarios causados por
actuaciones realizadas ante la primera instancia directamente.

Si el legislador en el artículo 167 del Código de Procedimiento Civil,


hubiese señalado: “en cualquier estado y grado del juicio”, los Abogados
podrían estimar y exigir el pago de sus honorarios profesionales, tanto en la
Primera Instancia como en Alzada, por sus actuaciones efectuadas en la
Primera Instancia.

En atención a la Sentencia del 04 Noviembre de 2005. Tribunal


Supremo de Justicia. Sala Constitucional,

“en una pretensión por cobro de honorarios profesionales


pueden presentarse diferentes situaciones, razón por la cual debe
establecerse de forma clara y definida el procedimiento a seguir
en estos casos y por vía de consecuencia, el tribunal competente
para interponer dicha acción autónoma, ello con el propósito
de salvaguardar el principio del doble grado de jurisdicción y
los derechos constitucionales de defensa y al debido proceso”.

La Sala Constitucional indica que, según la norma contenida en el


señalado artículo 22 de la Ley de Abogados la reclamación por concepto de
honorarios profesionales extrajudiciales, será resuelta por vía del juicio breve.
Sin embargo, en lo atinente a la reclamación surgida en juicio contencioso
no existe una remisión expresa, a un procedimiento propio, sino que lo vincula
y concentra al juicio contencioso donde se genera la actuación del profesional
del derecho. Es allí, dentro del juicio, donde el abogado va pretender cobrar
sus honorarios a su poderdante o asistido.

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Leoncio Landaéz Otazo

Por ello, es necesario estudiar las cuatro posibles situaciones que


pueden presentarse y que, probablemente, dan origen a trámites de
sustanciación diferentes, ante el cobro de honorarios por parte del abogado
al cliente a quien representa o asiste en la causa, a saber:

1) Cuando el juicio en el cual se pretende demandar los honorarios


profesionales causados, se encuentre, sin sentencia de fondo,
en primera instancia;

2) Cuando cualquiera de las partes ha ejercido apelación y esta


haya sido oída en el solo efecto devolutivo;

3) Cuando dicho recurso se haya oído en ambos efectos y,

4) Cuando la sentencia dictada en el juicio haya quedado


definitivamente firme, surgiendo la posibilidad en este supuesto,
que el juicio entre a fase ejecutiva, si es que se condenó al
demandado.

En el primer supuesto, es decir, cuando el juicio en el cual el abogado


pretende demandar los honorarios profesionales causados a su cliente, se
encuentre en un Tribunal de primera instancia, la reclamación de los mismos,
se realizará en ese proceso y por vía incidental.

En el segundo supuesto (cuando se haya ejercido el recurso ordinario


de apelación y éste fue oído en el efecto devolutivo. Un solo efecto) la
reclamación de los honorarios profesionales judiciales, se realizará, igual
que en el caso anterior, en ese mismo juicio y en primera instancia.

En el tercer supuesto -ejercido el recurso de apelación y oído en


ambos efectos, a pesar que el juzgado de primera instancia ha perdido la
competencia con respecto a ese procedimiento, la reclamación de los
honorarios profesionales judiciales causados en ese juicio que ahora está en
un Juzgado Superior, deberá ser intentada de manera autónoma y principal
ante un Tribunal civil competente por la cuantía, “ello a fin de salvaguardar
tanto el principio procesal del doble grado de jurisdicción, a la parte
que resulte perdidosa en la fase declarativa del juicio de cobro de
honorarios profesionales judiciales, como los derechos constitucionales

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El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

de defensa y al debido proceso establecidos en el artículo 49 de la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.”

En el cuarto y último de los supuestos -el juicio ha quedado


definitivamente firme- al igual que en el anterior, “sólo quedará instar la
demanda por cobro de honorarios profesionales por vía autónoma y
principal ante un Tribunal civil competente por la cuantía, si es el
caso, ya que la expresión del tantas veces señalado artículo 22 de la
Ley de Abogado ‘la reclamación que surja en juicio contencioso’, en
cuanto al sentido de la preposición “en” que sirve para indicar el
lugar, el tiempo, el modo, significa evidentemente que el juicio no haya
concluido y se encuentre en los casos contenidos en el primer y segundo
supuesto antes referidos, es decir, dentro del juicio sin que éste haya
terminado, para que, entonces, pueda tramitarse la acción de cobro
de honorarios profesionales por vía incidental en el juicio principal”.

Se ha dicho que en beneficio del abogado, es posible intimar y estimar


Honorarios Profesionales por parte del Abogado en la fase de ejecución de
la sentencia, ante el Juez que conoció la causa por ser ésta una consecuencia
del “juicio contencioso”. Pero ello no es así, ya que cuando el juicio concluye,
como sucede en los casos donde no hay fase de ejecución, el cobro de
Honorarios Profesionales, es imposible que tenga lugar en la causa donde
se pretende se causaron los honorarios y ante el juez que la conoció, ya que
esa causa finalizó y no hay en ese momento juicio contencioso alguno, ni
secuelas del mismo.

EL PROCEDIMIENTO DE LA INTIMACION

El Artículo 22 de la Ley de Abogados establece:

“El ejercicio de la profesión da derecho al abogado a


percibir honorarios por los trabajos judiciales y extrajudiciales
que realice, salvo en los casos previstos en las leyes. Cuando
exista inconformidad entre el abogado y su cliente en cuanto al
monto de honorarios por servicios profesionales extrajudiciales,
la controversia se resolverá por la vía del juicio breve y ante el
Tribunal Civil competente por la cuantía. La parte demandada

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podrá acogerse al derecho de retasa en el acto de la contestación


de la demanda.

La reclamación que surja en juicios contenciosos acerca del derecho


a cobrar honorarios por parte del abogado, será sustanciada y decidida de
conformidad con lo establecido en el artículo 386 del Código de Procedimiento
Civil y, la relación de la incidencia, si surgiere, no excederá de diez audiencias”.

De acuerdo a este artículo observamos que existen dos situaciones


procesales en la sustanciación del procedimiento de cobro de Honorarios
Profesionales.

La primera es demostrar el derecho al cobro de honorarios


profesionales por aquél quien los exige. Esta fase se desarrolla en forma
incidental en el propio expediente donde se realizaron las actuaciones
judiciales generadoras del precitado derecho, o en el Tribunal competente
según lo indicado anteriormente.

La sustanciación en el caso de realizarse en el propio expediente,


debe hacerse en cuaderno separado, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo
607 del Código de Procedimiento Civil, y la decisión que se dicte acordando
o negando el derecho reclamado es apelable, e incluso se puede ejercer
recurso de casación.

La segunda situación sólo tendrá lugar si previamente se ha reconocido


el derecho a cobrar honorarios profesionales por aquél que los ha reclamado
y está concebida para que el demandado por tales honorarios, si considera
exagerada la estimación que de ello se ha hecho, pueda someter a la revisión
de un Tribunal Retasador el monto de los mismos. En esta fase, a diferencia
de la primera, las decisiones que se dicten sobre retasa son inapelables, de
acuerdo con lo dispuesto en el artículo 28 de la Ley de Abogados, y por
tanto no pueden ser recurribles en casación.

En el caso que no pueda intentarse en el mismo Expediente, por las


razones expuestas anteriormente, debemos acudir necesariamente al
Procedimiento de la Intimación previsto en el Código de Procedimiento Civil.

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El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

La demanda por intimación de honorarios profesionales, debe


tramitarse conforme las disposiciones del Código de Procedimiento Civil,
ha sido la Jurisprudencia pacífica y reiterada de la extinta Corte Suprema
de Justicia y en tal sentido señaló lo siguiente:

“El juicio por intimación de honorarios, como lo ha


señalado este máximo Tribunal, es un procedimiento autónomo,
el cual debe tramitarse mediante la aplicación del Código de
Procedimiento Civil, aunque su conocimiento y resolución pueda
corresponder, en virtud de la competencia funcional, “Omissis”.
(SCP-TSJ. 22-10-2002).

El objetivo del procedimiento por intimación está regulado en el artículo


640 del Código de Procedimiento Civil, que textualmente señala:

“Artículo 640: Cuando la pretensión del demandante


persiga el pago de una suma líquida y exigible de dinero o la
entrega de cantidad cierta de cosas fungibles o de una cosa
mueble determinada, el Juez, a solicitud del demandante,
decretará la intimación del deudor, para que pague o entregue
la cosa dentro de diez días apercibiéndole de ejecución. El
demandante podrá optar entre el procedimiento ordinario y el
presente procedimiento, pero éste no será aplicable cuando el
deudor no esté presente en la República y no haya dejado
apoderado a quien pueda intimarse, o si el apoderado que
hubiere dejado se negare a representarlo”.

En la Exposición de Motivos del Código de Procedimiento Civil, al


tratar el punto concerniente al procedimiento por intimación, se reseña lo
siguiente:

“Con este procedimiento se trata de lograr


fundamentalmente, en forma rápida, la creación del título
ejecutivo, por el sistema de inversión de la carga del
contradictorio, el cual queda ahora a iniciativa del
demandado....” y “el nuevo procedimiento permite que intimado
el pago al demandado, a falta de oposición formal de éste,
adquiere el decreto de intimación fuerza ejecutiva con autoridad

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de cosa juzgada, procediéndose sin más a la ejecución. En


cambio, si el intimado tiene alguna objeción o razón seria y
fundada que hacer valer, propone su oposición al decreto de
intimación y el asunto continúa por los trámites del juicio
ordinario, abriéndose en ese momento la verdadera contención,
con la contestación de la demanda...”.

En estos términos fue concebido por el legislador el procedimiento


por intimación previsto en los artículos 640 y 651 del Código de Procedimiento
Civil. Conviene destacar que este último artículo dispone:

“...El intimado debe formular su oposición dentro de los


diez días siguientes a su notificación personal practicada en la
forma prevista en el artículo 649 a cualquier hora de las fijadas
en la tablilla a que se refiere el artículo 192.

En el caso del artículo anterior, el defensor deberá


formular su oposición dentro de los diez días siguientes a su
intimación, en cualquiera de las horas anteriormente indicadas.

Si el intimado o el defensor en su caso, no formulare


oposición dentro de los plazos mencionados, no podrá ya
formularse y se procederá como en sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada”.

PROCEDIMIENTO POR INTIMACION DE HONORARIOS


EXTRAJUDICIALES

De conformidad con lo señalado en el artículo 22, Primera Parte:

“Cuando exista inconformidad entre el abogado y su


cliente en cuanto al monto de los honorarios por servicios
profesionales extrajudiciales, la controversia se resolverá por
la vía del juicio breve y ante el Tribunal Civil competente por la
cuantía. …Omissis

En base a esta disposición, debemos entonces seguir el


Procedimientos pautado en los artículos 881 y siguientes (Título XII) del

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El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

Código de Procedimiento Civil Venezolano, y el Decreto Nº 1.029 de fecha


22-01-96, Vigente desde el 22-04-96

Dicho decreto le atribuyó a los Tribunales de Primera Instancia


competencia para conocer de demandas superiores a cinco millones de
bolívares; a los Tribunales de Municipio para conocer, de demandas
superiores a dos millones quinientos mil bolívares; y a los de Parroquia para
conocer de demandas menores a los dos millones quinientos mil bolívares.
Sin embargo, en la actualidad no existen Tribunales de Parroquia,
desplazándose la competencia de éstos a los de Municipio, de conformidad
con el artículo 70 numeral 1º de la Ley Orgánica del Poder Judicial, de
fecha 11 de septiembre de 1998, el cual atribuyó a los Tribunales de Municipio
la competencia en primera instancia de las demandas estimadas hasta los
cinco millones de bolívares.

A pesar que el artículo 881 del Código de Procedimiento Civil,


indica que se sustanciarán por el procedimiento del Juicio Breve, las
demandas que no excedan de quince mil bolívares (Bs. 15.000,00), por
mandato del artículo 22 de la Ley de Abogados, el cobro de Honorarios
Profesionales se llevará a efecto por ante el Tribunal competente en
base a la cuantía, pero por el Procedimiento Breve ordenado en el Código
de Procedimiento Civil.

Es perfectamente posible que el demandado por Honorarios, pueda


oponer la Reconvención que señala el artículo 888 del Código de
Procedimiento Civil, en base a alguna Acreencia que tenga con el
Abogado, Reconvención que se sustanciará de conformidad con el
artículo indicado.

DE LA RETASA

Como ha quedado señalado anteriormente, el Procedimiento por


Retasa está contenido en los artículos 25 y siguientes de la Ley de Abogados.

Para llegar a las conclusiones de la RETASA de honorarios


profesionales, es necesario ajustar lo que ha de pagarse a los presupuestos
establecidos en el Artículo 40 del Código de Ética Profesional del Abogado

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Venezolano, en donde nuestro legislador impone que para la determinación


del monto de los Honorarios, el abogado deberá basar sus consideraciones
en las siguientes circunstancias:

1. La importancia de los servicios.

2. La cuantía del asunto. (Tal como lo establece el Artículo 286


del Vigente Código de Procedimiento Civil Venezolano, el
tope para la determinación de los Honorarios Profesionales
no debe pasar del treinta (30) por ciento del monto de la
demanda)

3. El éxito obtenido y la importancia del caso.

4. La novedad o dificultad de los problemas Jurídicos


discutidos.

5. Su Especialidad, experiencia y reputación profesional.

6. La situación económica del patrocinado tomando en


consideración que la pobreza obliga a cobrar Honorarios
menores o ningunos.

7. La posibilidad de que el abogado pueda ser impedido de


patrocinar otros asuntos, o que pueda verse obligado a estar
en desacuerdo con otros representados, defendidos o
terceros.

8. Si los servicios profesionales son eventuales o fijos y


permanentes.

9. La responsabilidad que se deriva para el abogado en relación


con el asunto.

10. El tiempo requerido en el patrocinio.

11. El grado de participación del abogado en el estudio,


planteamiento y desarrollo del asunto.

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El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

12. Si el abogado ha procedido como consejero del patrocinado o


como apoderado.

13. El lugar de la prestación de los servicios, o sea, si ha ocurrido


o no fuera del domicilio del abogado.

En cuanto al criterio judicial para dirimir la disconformidad entre


el abogado y su cliente, la Jurisprudencia de la Sala de Casación
Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia, ha establecido en
sentencia de fecha 15 de Febrero de 1977, con ponencia del
Magistrado Carlos Trejo Padilla, contenida en el repertorio mensual
de la Jurisprudencia de Oscar Pierre Tapia, Tomo II año 1997, pp.
32 a 34, lo siguiente:

“ahora bien, considera la Sala que la tesis sustentada por


la recurrida esta ajustada a derecho ya que, como lo expresa
con acierto el sentenciador, la facultad para estimar el valor
económico de las actuaciones que haya realizado en un proceso
judicial es un derecho personal que únicamente el abogado
puede ejercer y en el cual el mandante no puede subrogarse
aduciendo simplemente su condición de acreedor al pago de las
costas procesales”.

En la fase estimativa del Procedimiento por intimación, el demandado


es intimado para que dentro de los 10 días siguientes se oponga al procedimiento
monitorio o se acoja al derecho de retasa en este especial procedimiento, con
el apercibimiento que, de no hacerlo, quedará firme el decreto intimatorio o
las sumas estimadas por el Abogado según sea el caso.

Según el artículo 23 Ejusden:

“…Las costas pertenecen a la parte, quien pagará los


honorarios a sus apoderados, asistentes o defensores. Sin
embargo el abogado podrá estimar sus honorarios y pedir la
intimación al respectivo obligado, sin otras formalidades que
establezca la Ley”.

El artículo 509 del Código de Procedimiento Civil, establece lo siguiente:

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“…Los jueces deben analizar y juzgar toda cuanta prueba


se hayan producido, aún aquellas que ha su juicio no fueren
idóneas para ofrecer algún elemento de convicción, expresándose
siempre cual sea el criterio del Juez respecto de ellas”.

Establece el artículo 286 ejusdem:

“Las costas que deba pagar la parte vencida por


honorarios del apoderado de la parte contraria estarán sujetas
a retasa. En ningún caso estos honorarios excederán del treinta
por ciento (30%) del valor de los litigado”

PROCEDIMIENTO EN SEDE PENAL

En Sede Penal ocurre igual procedimiento. Si ya el juicio ha concluido,


ya ha quedado definitivamente firme, que es lo que sucede en la mayoría de
las veces que se intenta el cobro de Honorarios Profesionales por parte del
Abogado intimante, el procedimiento debe intentarse por ante un Tribunal
Civil competente en base a la cuantía demandada, de conformidad con el
cuarto supuesto anteriormente indicado.

Si por ejemplo, se intenta el cobro de Honorarios en un Juicio Oral y


Público no concluido, ese Tribunal de Juicio será el competente para el
conocimiento de la pretensión del Abogado.

Cuando se trata de actuaciones relacionadas en un procedimiento en


un Tribunal en funciones de Control, para que pueda intentarse el cobro por
ante ese Tribunal, el procedimiento debe encontrarse entre la fase de la
Audiencia de Presentación de Imputado y la Audiencia Preliminar. Pero
como esa fase es demasiado corta, cuando se intente el procedimiento
intimatorio, ya el procedimiento, o ha concluido por alguna causa, o ha pasado
a conocimiento del Tribunal en funciones de Juicio, por lo que el cobro de
Honorarios Profesionales deberá ejercerse por ante un Tribunal Civil.

En materia Penal se ha acostumbrado a intentar acciones de


cobro de Honorarios Profesionales del Abogado por ante el Tribunal

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El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

de Juicio, alegando el Abogado los artículos 422 a 431 del Código


Orgánico Procesal Penal, relativo a la Reparación del Daño y la
Indemnización de Perjuicios.

Nada más alejado de la realidad, una cosa es el cobro de Honorarios


Profesionales, y otra muy diferente, instar un procedimiento por Reparación
del Daño Causado por infracciones penales, e indemnización por los
Perjuicios causados.

En este aspecto es importante destacar, aún cuando de forma bastante


somera, que nuestro Tribunal Supremo de Justicia, en fecha 21 de septiembre
de dos mil cuatro, con Ponencia del Magistrado Jesús Eduardo Cabrera
Romero, procedió a Declarar PARCIALMENTE CON LUGAR un
Recurso de Nulidad por inconstitucionalidad de los artículos 422, 423, 424,
425, 426, 427, 428, 429, 430 y 431 del Código Orgánico Procesal Penal,
relativos al “Procedimiento para la Reparación del Daño y la
Indemnización de Perjuicios”, Anulando el segundo párrafo del artículo
427 del Código Orgánico Procesal Penal, en lo referente al tercero civilmente
responsable.

(Véase al final,  los Fundamentos del Recurso de Nulidad)

JURISPRUDENCIA

SALA SOCIAL. TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA. 15 DE


JULIO DEL AÑO 2004 EN SENTENCIA NRO. 818

Antes de cualquier otro pronunciamiento, se precisa atender a la


competencia de esta alzada para conocer del presente asunto, resultando
imperioso observar lo dispuesto en el último aparte del artículo 22 de la Ley
de Abogados el cual señala que:”…La reclamación que surja en juicio
contencioso acerca del derecho a cobrar honorarios por parte del abogado,
será sustanciada y decidida de conformidad con lo establecido en el artículo
386 del código de procedimiento civil y, la relación de la incidencia, si surgiere,
no excederá de diez audiencias”

Al respecto, resulta imperioso considerar lo establecido por la


Sala Social con ocasión a los juicios de intimación de honorarios

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profesionales, en cuyo sentido, en fecha 15 de julio del año 2004 en


Sentencia Nro. 818 señaló que:”…Es evidente que el procedimiento
de estimación e intimación de honorarios profesionales, aun y cuando se
origine en un procedimiento laboral, el mismo tiene independencia de
aquel, por lo que debe seguirse el procedimiento establecido en la Ley
de Abogados, conjuntamente con lo dispuesto en el Código de
Procedimiento Civil, por ser éste juicio –el de estimación e intimación
de honorarios-, como ya se dijo, un procedimiento distinto al principal,
por lo que no deben aplicarse las normas contenidas en la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo.

En fin, con los criterios de la autonomía del procedimiento de cobro


de honorarios profesionales del abogado, se excluye virtualmente la aplicación
del procedimiento de lo principal y obviamente se establece que la intimación
debe tramitarse por su específico procedimiento, el cual no es otro, como
ya se dijo, el regulado en la Ley de Abogados, conjuntamente con lo dispuesto
en el Código de Procedimiento Civil.

No obstante lo anterior, en los juicios de estimación e intimación de


honorarios profesionales causados como consecuencia de un juicio principal
laboral, la competencia civil la tendrá efectivamente de manera excepcional
el juez del trabajo competente…”

SENTENCIA DE FECHA 15 DE JULIO DE 2004. SALA DE


CASACIÓN CIVIL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE
JUSTICIA, CON PONENCIA DEL MAGISTRADO ANTONIO
RAMÍREZ.

“…ha sido jurisprudencia reiterada que cuando se


pretende el cobro de honorarios profesionales, generados por
actos realizados en sede judicial devienen una competencia
funcional, según la cual será competente para conocer, en
principio, de este tipo de pretensiones, aquel tribunal donde
cursen las actuaciones que hayan generado el derecho al cobro
de los honorarios reclamados, salvo los supuestos que esta sala
ha determinado al respecto en su doctrina.”

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El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

SALA POLÍTICO-ADMINISTRATIVA DEL TRIBUNAL


SUPREMO DE JUSTICIA, SENTENCIA DE FECHA 5 DE ABRIL
DE 2005, CON PONENCIA DEL MAGISTRADO HADEL
MOSTAFÁ PAOLINI, EXP. N° 2004-2566- SENT. N° 00999.

Ha sido criterio reiterado, y pacífico del Tribunal Supremo de Justicia,


que en el procedimiento de intimación de honorarios profesionales cabe
lugar a dos etapas. La primera de ellas constituida por una fase declarativa,
en donde se dictamina la procedencia o no del derecho de cobrar honorarios
y en la cual pueden surgir incidencias revisables a través del Recurso
Ordinario de Apelación y el extraordinario de Casación según el caso, y la
segunda etapa constituida por la fase ejecutiva, que comienza con la sentencia
definitivamente firme que declara procedente el derecho a cobrar honorarios,
fase en la cual tiene lugar el trámite referente al derecho de retasa y las
decisiones dictadas en ellas son inapelables de acuerdo con lo dispuesto en
el artículo 28 de la Ley de Abogados.

En este sentido, la Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo


de Justicia, en sentencia de fecha 5 de abril de 2005, con ponencia del
Magistrado Hadel Mostafá Paolini, Exp. N° 2004-2566- Sent. N° 00999,
señala lo siguiente:

“(…) resulta evidente que el procedimiento aplicable a la acción


planteada es el establecido en el artículo 22 de la Ley de
Abogados, por lo que, al tratarse de un cobro de honorarios
profesionales ocasionados en un juicio ventilado en esta Sala,
su tramitación debe realizarse en dos etapas, a saber

1. La primera etapa destinada al establecimiento del derecho


al cobro de honorarios profesionales por quien los reclama, la
cual se inicia en forma incidental, en el propio expediente donde
se realizaron las actuaciones judiciales causantes del derecho
afirmado; su sustanciación debe hacerse en cuaderno separado
y su tramitación debe realizarse de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 607 del vigente Código de procedimiento Civil.

Contra la decisión que se dicte en tal incidencia, acordando o


negando el derecho reclamado, se concederá recurso ordinario

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de apelación en ambos efectos, a fin de garantizar el principio


de la doble instancia y el mejor derecho a la defensa.

2. La segunda etapa, la cual tiene lugar una vez que ha sido


declarado el derecho al cobro de honorarios y dicha declaratoria
haya adquirido firmeza, bien sea porque no se ejerció el respectivo
recurso o bien porque una vez ejercido la Sala declaró su
confirmatoria, contempla la posibilidad de que el intimado, en los
supuestos previstos en la Ley de Abogados, cuestione por
exagerado el monto o la estimación de que dichos honorarios se
ha hecho, mediante la correspondiente solicitud de retasa (…)”.

SALA CASACION PENAL. 03 DE MAYO 2001


PONENTE: ALEJANDRO ANGULO FONTIVEROS

La Sala, para decidir, observa:

En el presente caso se ventila un juicio por cobro de honorarios


profesionales judiciales derivados de un proceso penal que se siguió contra
los ciudadanos WUI KIN LAU y WU JINWEN por la comisión del delito
de aprovechamiento de cosas provenientes de delito, previsto en el artículo
472 del Código Penal.

Los abogados CARLOS VIVAS TOVAR y RANDY RAFAEL


LÓPEZ (quienes ejercieron la defensa) demandaron a los citados ciudadanos
ante el Juzgado Sexto de Primera Instancia en lo Penal de la Circunscripción
Judicial del Estado Lara por el cobro de sus honorarios profesionales y
siguieron el procedimiento que prevé el artículo 22 y siguientes de la Ley de
Abogados.

El Juzgado Sexto de Primera Instancia en lo Penal de la Circunscripción


Judicial del Estado Lara, el 22 de enero de 1999, acordó decretar la intimación
de los ciudadanos WUI KIN LAU y WU JINWEN por la cantidad de
OCHENTA y OCHO MILLONES DE BOLÍVARES y para ello libró las
correspondientes boletas de intimación de honorarios profesionales.

El auto de admisión de la demanda es del tenor siguiente:

520
El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

“...Vista la estimación e intimación de honorarios


profesionales formulada por los abogados CARLOS VIVAS
TÓVAR (SIC) y RANDY RAFAEL LÓPEZ ARANGUREN se
acuerda la intimación a los ciudadanos WUI KIN LAU y WU
JINWEN a fin de que paguen la cantidad de OCHENTA Y OCHO
MILLONES DE BOLÍVARES (Bs. 88.000.000,oo) por concepto
de costas del proceso de intimación de honorarios profesionales
dentro de los diez (10) días de audiencia siguientes a su intimación
o ejerzan el derecho de retasa...”. “Omissis”

Así mismo las boletas de intimación que se libraron señalan:

”...SE INTIMA a los ciudadanos WI KIN LAU y WU


JINWEN de este domicilio, para que paguen la suma total de
OCHENTA Y OCHO MILLONES DE BOLÍVARES (Bs.
88.000.000,oo) por concepto de costas del proceso de intimación
correspondientes a la estimación e intimación de honorarios
profesionales formulados por los ciudadanos abogados: CARLOS
VIVAS TÓVAR y RANDY RAFAEL LÓPEZ ARANGUREN....”.

El objetivo del procedimiento por intimación está regulado en el


artículo 640 del Código de Procedimiento Civil, que textualmente señala:

“Artículo 640: Cuando la pretensión del demandante


persiga el pago de una suma líquida y exigible de dinero o la
entrega de cantidad cierta de cosas fungibles o de una cosa
mueble determinada, el Juez, a solicitud del demandante,
decretará la intimación del deudor, para que pague o entregue
la cosa dentro de diez días apercibiéndole de ejecución. El
demandante podrá optar entre el procedimiento ordinario y el
presente procedimiento, pero éste no será aplicable cuando el
deudor no esté presente en la República y no haya dejado
apoderado a quien pueda intimarse, o si el apoderado que
hubiere dejado se negare a representarlo”.

En la exposición de motivos del Código de Procedimiento Civil, al


tratar el punto concerniente al procedimiento por intimación, se reseña
lo siguiente:

521
Leoncio Landaéz Otazo

“Con este procedimiento se trata de lograr


fundamentalmente, en forma rápida, la creación del título
ejecutivo, por el sistema de inversión de la carga del
contradictorio, el cual queda ahora a iniciativa del
demandado....” y “el nuevo procedimiento permite que intimado
el pago al demandado, a falta de oposición formal de éste,
adquiere el decreto de intimación fuerza ejecutiva con autoridad
de cosa juzgada, procediéndose sin más a la ejecución. En
cambio, si el intimado tiene alguna objeción o razón seria y
fundada que hacer valer, propone su oposición al decreto de
intimación y el asunto continúa por los trámites del juicio
ordinario, abriéndose en ese momento la verdadera contención,
con la contestación de la demanda...”.

SALA DE CASACION CIVIL

En este sentido, la Sala de Casación Civil, tiene sentado en pacífica y


reiterada jurisprudencia, lo siguiente:

De modo pues que, en la presente causa, independientemente de la


cuantía de la reclamación de honorarios profesionales intentada, continuaba
siendo competente FUNCIONALMENTE para conocer y decidir, el tribunal
ante el cual se cumplieron las actuaciones profesionales cuyos honorarios
se reclama, es decir, por ante el tribunal de la causa y donde cursaba el
respectivo expediente, esto es, el Juzgado Cuarto de los Municipios Valencia,
Libertador, Los Guayos, Naguanagua y San Diego de la Circunscripción
Judicial del Estado Carabobo, el cual, en consecuencia, no procedió ajustado
a derecho al declinar la competencia con el argumento de no resultar
competente en razón de la cuantía para conocer la reclamación de honorarios
profesionales incoada.

SALA DE CASACION PENAL

La demanda por intimación de honorarios profesionales, debe


tramitarse conforme las disposiciones del Código de Procedimiento Civil.
La Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia adoptó la

522
El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

Jurisprudencia pacífica y reiterada de la extinta Corte Suprema de Justicia


y en tal sentido señaló lo siguiente:

“El juicio por intimación de honorarios, como lo ha señalado


este máximo Tribunal, es un procedimiento autónomo, el cual
debe tramitarse mediante la aplicación del Código de
Procedimiento Civil, aunque su conocimiento y resolución pueda
corresponder, en virtud de la competencia funcional, a la
jurisdicción penal” (SCP-TSJ. 22-10-2002).

No existiendo duda sobre las normas aplicables al procedimiento


autónomo por intimación de honorarios, de las actuaciones realizadas en la
tramitación de la demanda interpuesta, esta Juzgadora observa del contenido
del artículo 22 de la Ley de Abogados se distinguen dos situaciones distintas:
“Omissis”

En este sentido la Sala de Casación Penal de Tribunal Supremo de


Justicia al conocer de un recurso de Casación en un proceso iniciado por
una demanda de intimación de cobro de honorarios judiciales, producidos
en un juicio penal, explanó lo siguiente:

“El objetivo del procedimiento por intimación está regulado en


el artículo 640 del Código de Procedimiento Civil, que
textualmente señala:

“Artículo 640: Cuando la pretensión del demandante


persiga el pago de una suma líquida y exigible de dinero o
la entrega de cantidad cierta de cosas fungibles o de una
cosa mueble determinada, el Juez, a solicitud del
demandante, decretará la intimación del deudor, para que
pague o entregue la cosa dentro de diez días apercibiéndole
de ejecución.

El demandante podrá optar entre el procedimiento


ordinario y el presente procedimiento, pero éste no será aplicable
cuando el deudor no esté presente en la República y no haya
dejado apoderado a quien pueda intimarse, o si el apoderado
que hubiere dejado se negare a representarlo”.

523
Leoncio Landaéz Otazo

En la exposición de motivos del Código de Procedimiento Civil, al tratar


el punto concerniente al procedimiento por intimación, se reseña lo siguiente:

“Con este procedimiento se trata de lograr


fundamentalmente, en forma rápida, la creación del título
ejecutivo, por el sistema de inversión de la carga del contradictorio,
el cual queda ahora a iniciativa del demandado....” y “el nuevo
procedimiento permite que intimado el pago al demandado, a falta
de oposición formal de éste, adquiere el decreto de intimación
fuerza ejecutiva con autoridad de cosa juzgada, procediéndose
sin más a la ejecución. En cambio, si el intimado tiene alguna
objeción o razón seria y fundada que hacer valer, propone su
oposición al decreto de intimación y el asunto continúa por los
trámites del juicio ordinario, abriéndose en ese momento la
verdadera contención, con la contestación de la demanda...”.

En estos términos fue concebido por el legislador el procedimiento


por intimación previsto en los artículos 640 y 651 del Código de Procedimiento
Civil. Conviene destacar que este último artículo dispone:

“...El intimado debe formular su oposición dentro de los


diez días siguientes a su notificación personal practicada en la
forma prevista en el artículo 649 a cualquier hora de las fijadas
en la tablilla a que se refiere el artículo 192.

En el caso del artículo anterior, el defensor deberá formular su


oposición dentro de los diez días siguientes a su intimación, en cualquiera de
las horas anteriormente indicadas.

Si el intimado o el defensor en su caso, no formulare oposición dentro


de los plazos mencionados, no podrá ya formularse y se procederá como en
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada”. (SCP-TSJ-03-05-2001)

Por lo tanto la citación personal del intimado debe ser realizada


conforme las disposiciones previstas en los artículos 649 y 218 del Código
de Procedimiento Civil, ordenándose la ubicación del demandado mediante
los mecanismos previstos para ello, en las normas adjetivas civiles para
ubicar y hacer comparecer al demandado.

524
El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

PONENCIA DE LA MAGISTRADA BLANCA ROSA MÁRMOL


DE LEÓN. SALA DE CASACIÓN PENAL
 
Mediante escrito de fecha 2 de febrero de 2007, los ciudadanos
Coromoto Del Valle Coa Ravelo, Fernando Ramón Reyes y Sergio Manuel
Rodríguez, venezolanos, mayores de edad y titulares de las Cédulas de
Identidad Nros. V-8.902.845, V-1.566.113 y V- 10.921.233 respectivamente,
debidamente asistidos por la abogada Silvana Carolina Carollo Pérez, inscrita
en el Inpreabogado bajo el N° 120.645, interpusieron formal recurso de
apelación contra el auto de fecha 22 de enero de 2007, mediante el cual se
decretó la retasa de honorarios profesionales, en atención a la demanda
incoada por los abogados Antonio Reyes Sánchez y Edgar Rodríguez Mora,
en su condición de defensores privados de la ciudadana Trinidad Del Valle
García Pinto.

En escrito de fecha 12 de febrero de 2007, los abogados Edgar


Rodríguez Mora y Antonio Reyes Sánchez, inscritos en el Inpreabogado
bajo los Nros. 7.053 y 6.217 en su carácter de defensores de la ciudadana
Trinidad Del Valle García Pinto, dieron contestación a dicho recurso de
apelación.

En decisión de fecha 21 de mayo de 2007, la Corte de Apelaciones


del Circuito Judicial Penal del Estado Amazonas, declaró sin lugar el referido
recurso de apelación.

En escrito de fecha 31 de mayo de 2007, la abogada Kaly Barrios


inscrita en el Inpreabogado bajo N° 65.723, de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 312 del Código de Procedimiento Civil, anunció recurso de
casación contra la anterior decisión, reservándose el derecho a formalizar
el recurso por ante este máximo tribunal.

En fecha 7 de agosto de 2007, la Corte de Apelaciones del Circuito


Judicial Penal del Estado Amazonas, en Puerto Ayacucho, remitió la totalidad
del expediente a esta Sala Penal.

En fecha 12 de septiembre de 2007, se dio cuenta en Sala y se le


asignó la ponencia a la Magistrada quien con tal carácter suscribe la presente
decisión.

525
Leoncio Landaéz Otazo

En decisión de fecha 1° de noviembre de 2007, la Sala al observar


que hubo un error por parte de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Estado Amazonas, en relación con la sustanciación del recurso
anunciado por la abogada Kaly Barrios, ordenó la elaboración de un nuevo
cómputo para la formalización del recurso de casación anunciado.

 
DE LA COMPETENCIA DE LA SALA DE CASACIÓN PENAL
 
De las actas del expediente se evidencia que el presente proceso se
inició, en virtud de la demanda interpuesta por los abogados Antonio Reyes
Sánchez y Edgar Rodríguez Mora, identificados ut supra, por cobro de
honorarios profesionales judiciales en contra de los ciudadanos Coromoto
del Valle Coa Ravelo, Fernando Ramón Reyes y Sergio Manuel Rodríguez,
por su desempeño como defensores privados de la ciudadana Trinidad del
Valle García Pinto, querellada por la supuesta comisión del delito de
Difamación, previsto y sancionado en el artículo 444 del Código Penal.

De lo anterior se desprende, que los honorarios profesionales se


derivaron de un proceso penal, por lo que esta Sala de Casación Penal se
declara competente, para resolver el recurso de casación anunciado en
fecha 31 de mayo de 2007, por la abogada Kaly Barrios, todo ello de
acuerdo con el artículo 5 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia, que señala la competencia de cada una de las Salas que integran
este Tribunal Supremo de Justicia, y específicamente a esta Sala de
Casación Penal, para lo cual establece que “…En Sala de Casación
Penal, los asuntos previstos en los numerales 38 al 40…”; pues en el
caso de autos, la competencia de esta Sala está determinada en virtud de
que la demanda por intimación de honorarios profesionales surgió con
ocasión de un proceso penal.      

PUNTO PREVIO A LA RESOLUCION DE LA CAUSA


 
Al haberse cumplido todos los trámites procedimentales, esta Sala
una vez revisadas las actas procesales que conforman el presente
expediente, estima conveniente pronunciarse acerca de la admisibilidad del
recurso de casación interpuesto, en consecuencia observa:

526
El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

En decisión de fecha 21 de mayo de 2007, la Corte de Apelaciones


de la Circunscripción Penal del Circuito Judicial Penal del Estado Amazonas,
declaró sin lugar el recurso de apelación interpuesto, en fecha 2 de febrero
de 2007, por los ciudadanos Coromoto Del Valle Coa Ravelo, Fernando
Ramón Reyes y Sergio Manuel Rodríguez, ya identificados, debidamente
asistidos por la abogada Silvana Carolina Carollo Pérez, inscrita en el
Inpreabogado bajo el N° 120.645, contra el auto de fecha 22 de enero de
2007, mediante el cual se decreto la retasa de honorarios profesionales, en
la demanda incoada por los abogados Antonio Reyes Sánchez y Edgar
Rodríguez Mora, en su condición de defensores privados de la ciudadana
Trinidad del Valle García Pinto.

Se notificó a las partes de la decisión emitida por la Corte de


Apelaciones, y en fecha 31 de mayo de 2007 la abogada Kaly Barrios,
inscrita en el Inpreabogado bajo el N° 65.723, de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 312 del Código de Procedimiento Civil, anunció recurso de
casación en contra de la decisión de la Corte de Apelaciones que le fue
notificada el 28 de mayo de 2007.
 
De manera que, en el caso bajo análisis, fue anunciado el recurso de
casación contra una decisión de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Estado Amazonas, que declaró sin lugar el recurso de apelación
interpuesto contra un auto que decretó la retasa de honorarios profesionales,
en la demanda incoada por los abogados Antonio Reyes Sánchez y Edgar
Rodríguez Mora, en su condición de defensores privados de la ciudadana
Trinidad del Valle García Pinto, por tanto, la decisión recurrida se dictó en la
fase correspondiente a la retasa.
 
En cuanto a las decisiones emanadas de un tribunal de retasa, ha
sostenido la Sala de Casación Civil, que de conformidad con el artículo 28
de la Ley de Abogados, las mismas son inapelables, no teniendo por
consiguiente concedido el recurso de casación. Así, en sentencia de fecha
19 de julio del año 2000 emanada de la Sala de Casación Civil y que esta
Sala comparte, se expresó lo siguiente:
 
“…Debe recordarse que la interpretación concatenada de
los artículos 22 de la Ley de Abogados y de su Reglamento,
definen claramente la existencia de dos etapas procesales en la

527
Leoncio Landaéz Otazo

sustanciación del procedimiento de honorarios profesionales por


actuaciones judiciales, sean estos demandados al propio cliente
o al condenado en costas.
 
La primera etapa se encuentra destinada tan sólo al
establecimiento del derecho al cobro de honorarios profesionales
por aquél que los reclama. Esta fase se desarrolla en forma
incidental en el propio expediente donde se realizaron las
actuaciones judiciales generadoras del precitado derecho, su
sustanciación debe hacerse en cuaderno separado de acuerdo
a lo dispuesto en el artículo 607 del Código de Procedimiento
Civil, que equivale al artículo 386 del Código derogado y, la
decisión que se dicte en tal incidencia, acordando o negando el
derecho reclamado, es apelable libremente, e inclusive, se le
concede recurso de casación si la cuantía del asunto lo permite.
 
La segunda etapa, que solo tendrá lugar si previamente
se ha reconocido el derecho a cobrar honorarios profesionales
por aquél que los ha reclamado, está concebida para que el
demandado por tales honorarios, si considera exagerada la
estimación que de ellos se ha hecho, pueda someter a la revisión
de un Tribunal de Retasa el monto de los mismos.
 
Esta segunda etapa requiere del titular del derecho de
percibir honorarios profesionales, la estimación de aquellas
actuaciones que le han sido reconocidas, para que, una vez
intimadas al obligado, éste manifieste si se acoge al derecho de
retasa. A diferencia de la primera etapa, las decisiones que se
dicten en esta fase, de conformidad con lo dispuesto en el artículo
28 de la Ley de Abogados, son inapelables y, por tanto, tampoco
tienen concedido el recurso de casación…”.
 
De manera que, de conformidad con el criterio sostenido por la Sala
de Casación Civil de este Máximo Tribunal, el cual es acogido por esta
Sala, la retasa constituye la fase ejecutiva del procedimiento de estimación
e intimación de honorarios profesionales de abogados, en la cual las decisiones
que en dicha fase se dicten, son inapelables, de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 28 in fine de la Ley de Abogados.

528
El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

Visto lo anterior, esta Sala de Casación Penal considera que lo


procedente en este caso es declarar inadmisible el recurso de casación
anunciado por la abogada Kely Barrios. Así se decide. 

DECISIÓN

Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia,


en Sala de Casación Penal, Administrando Justicia en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley, DECLARA
INADMISIBLE el recurso de casación anunciado en fecha 31 de mayo
de 2007 por la abogada Kaly Barrios, inscrita en el Inpreabogado bajo el N°
65.723, contra la decisión de fecha 21 de mayo de 2007, dictada por la
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Amazonas, que
declaró sin lugar el recurso de apelación interpuesto contra el auto de fecha
22 de enero de 2007, mediante el cual se decretó la retasa de honorarios
profesionales, en la demanda incoada por los abogados Antonio Reyes
Sánchez y Edgar Rodríguez Mora.

Publíquese, regístrese y remítase el expediente.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal


Supremo de Justicia, en Sala de Casación Penal, en Caracas a los  31
  días del mes de  ENERO de dos mil ocho.  Años: 197° de la
Independencia y 148° de la Federación
           
El Magistrado doctor Eladio Aponte Aponte no firmó por
motivo justificado.

Exp. N° 07-0392

FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE NULIDAD DEL


ARTÍCULO 427 DEL CÓDIGO ORGÁNICO PROCESAL PENAL.

(Sentencia Sala Constitucional, Tribunal Supremo de Justicia.


21. 09.2004).

529
Leoncio Landaéz Otazo

“Fundamentaron los apoderados judiciales de la recurrente su


solicitud de nulidad por inconstitucionalidad de las normas
contenidas en los artículos 422, 423, 424, 425, 426, 427, 428,
429, 430 y 431 del Código Orgánico Procesal Penal, relativos
al Procedimiento para la Reparación del Daño y la
Indemnización de Perjuicios, en las siguientes razones:.

 1. Que dichas normas “...deberían ser aplicables única y


exclusivamente al condenado en la sentencia como
responsable de la comisión del delito, ...(y que)... al
aplicarse a terceros civil y solidariamente responsables
por el hecho de otro en virtud de la Ley, coliden, en primer
término, con el principio de Igualdad de las personas ente
la ley, establecido en el artículo 21 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela y en segundo lugar,
con los derechos fundamentales garantizados en el artículo
49 eiusdem. Asimismo, violentan y desconocen el principio
de la doble instancia y el derecho a recurrir (art. 49 ord.1º),
consagrado en igualmente en la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (sic)”.
 
2. Que “...en la Jurisdicción Penal, por la simple circunstancia
de la existencia de una incriminación y subsiguiente
condena penal por el hecho dañoso, se ejecuta la sentencia
no sólo en la persona del condenado que cumplirá la pena,
sino también en cabeza del Tercero civilmente responsable,
desconociéndose así la autonomía de la acción civil en
relación a la responsabilidad penal (sic)”.
 
3. Que “...no hay juicio ejecutivo o de ejecución por
obligaciones implícitas o sobreentendidas; por lo que
atribuirle a la sentencia condenatoria firme dictada dentro
de un proceso penal el carácter y condición de Título
Ejecutivo oponible en contra del Tercero demandado -como
resulta de las normas del Código Orgánico Procesal Penal
impugnadas-, es violar flagrantemente el principio
constitucional de igualdad de las partes ante la ley,
otorgándole a la víctima demandante derechos procesales,

530
El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

privilegios y ventajas con lesión y perjuicio de los derechos


del tercero demandado, que constitucionalmente debe
gozar de los mismos o no menos derechos que aquel (sic)”.
 
4. Que “(la gravedad de esta calificación nos conduce al
inaceptable resultado de que el Tercero demandado resulta
condenado por daños y perjuicios como si fuese
responsable del hecho juzgado en un proceso penal del
cual no fue ni es ni ha sido parte, desconociendo la
presunción de inocencia, que como garantía constitucional
lo protege contra la norma procesal y contra toda
disposición que exprese desigualdad, menoscabo u
opresión de sus derechos”.
 
5. Que las normas cuya nulidad solicitan “...traen al Tercero a
juicio penal por obligaciones de naturaleza civil para que
el mismo juez penal que apreció y valoró los HECHOS y
en consecuencia dictó la sentencia contra el autor del
daño, la ejecute en cabeza de dicho tercero (sic) “.
 
6. Que “...el artículo 422 del Código Orgánico Procesal
Penal, al otorgar competencia al juez unipersonal o al
juez presidente de tribunal que dictó la sentencia en un
juicio penal, para conocer de la acción civil de
resarcimiento de daños y perjuicios en contra de Terceros
civilmente responsables por el hecho de otro, violenta el
principio del juez natural establecido como derecho
fundamental en el ordinal 4 del artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y
en el artículo 8 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (sic)”.

7. Que “...al omitir el legislador en el artículo 423 del


Código Orgánico Procesal Penal la exigencia de la
relación de los hechos como requisito de la demanda, y
privar o limitar los derechos del tercero demandado a
contradecir dialécticamente el reconocimiento legal de
sus derechos e intereses, violenta los derechos

531
Leoncio Landaéz Otazo

consagrados en el ordinal 1º del artículo 49 de la


Constitución, ocasionado indefensión, que se caracteriza
por la privación o limitación del tantas veces citado
derecho de defensa (sic)”.

8. Que de lo preceptuado en el artículo 426 del Código Orgánico


Procesal Penal, resulta que “...al hacer valer el demandante
implícitamente contra el Tercero demandado, como prueba
clara y cierta de la obligación de éste de pagar alguna
cantidad líquida con plazo cumplido, la sentencia firme
dictada en el juicio penal, ya el Juez sentenciador
convertido en Juez Ejecutor da por sentada la existencia
del Título Ejecutivo, sin considerar que ese Tercero
demandado no es ni fue parte, ni intervino en el juicio de
que se trata, y que respecto al tercero demandado el
documento fundamental de la acción ejecutiva, es decir,
la sentencia condenatoria ha sido obtenida con violación
del debido proceso”.

9. Que el artículo 427 del Código Orgánico Procesal Penal


niega al demandado, entre otros, los siguientes derechos:
“...1°) Se desconoce el derecho de información del
Tercero demandado, por cuanto el ordenamiento de
intimación referido, no impone al juzgado de la
ejecución compulsar copia de la demanda y del decreto
de intimación para adjuntarla a la boleta de intimación
del demandado; 2°) Al Tercero demandado se le impide
ejercicio del derecho de promover incidentes y cuestiones
previas. El artículo 427 del Código Orgánico Procesal
Penal, al limitar las objeciones que podrá oponer el
Tercero demandado, está desconociendo su derecho a
una defensa plena y técnica, 3°) El derecho del tercero
demandado de solicitar la regulación de la jurisdicción
o de la competencia es desconocido totalmente, pues el
artículo 427 del Código Orgánico Procesal Penal limita
las objeciones a las previstas en esta disposición; 4°)
Se desconoce el derecho del Tercero demandado a
solicitar asociados para dictar la sentencia definitiva y

532
El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

para designar juez asociado, por cuanto los artículos


422 al 431 del Código Orgánico Procesal Penal, que
regulan el juicio de ejecución impropio, ignoran esta
institución;5°) Se desconoce al Tercero demandado el
derecho de impugnación, de los autos y sentencias
dictadas por el juzgado de la ejecución;6°) Se
desconoce el derecho del Tercero demandado a
reconvenir. Asimismo se guarda absoluto silencio sobre
la cita en saneamiento o garantía, instituciones éstas
que son ignoradas por el legislador;7°) En el
procedimiento de ejecución impropio para la reparación
del daño y de la indemnización de perjuicios previsto
en el Código Orgánico Procesal Penal, no existe la
figura de las nulidades procesales y, en consecuencia,
al Tercero demandado se le niega el derecho de invalidar
autos y providencias írritos;8°) El derecho de
contradicción –que es inherente al derecho fundamental
de defensa- se le desconoce al Tercero demandado, a
quien no sólo se le niega su derecho a una defensa plena
y técnica sino que le niega el derecho de impugnar y
contradecir el título ejecutivo en el cual el demandante
pretende basar su exigencia de pago de la
indemnización (sic)”.

10. Que el artículo 430 del Código Orgánico Procesal Penal prevé
una audiencia en la cual las partes que comparezcan,
procederán a incorporar oralmente los medios de prueba,
siendo que “...el Tercero demandado es privado de todo
derecho de impugnación, por cuanto la norma indicada
protege al juicio de ejecución impropio y las actuaciones
del juez de la ejecución con el manto del axioma de
legalidad...”.
 
11. Que “...(e)l legislador omitió reglamentar la oportunidad
en que el juez de la ejecución debe pronunciarse sobre
las defensas del Tercero demandado, que son de perentorio
y previo pronunciamiento, como son las defensas sobre
los presupuestos procesales...”.

533
Leoncio Landaéz Otazo

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Corresponde a la Sala pronunciarse sobre la procedencia del recurso


de nulidad interpuesto, y a tal fin observa:

Los accionantes solicitan la nulidad de todas las disposiciones relativas


al procedimiento para la reparación del daño y la indemnización de perjuicios,
contenido en los artículos 422 a 431 del Código Orgánico Procesal Penal.

Los citados artículos prescriben un procedimiento monitorio para que


el demandado repare el daño o la indemnización de perjuicios, y a ese fin -
como en todo proceso monitorio- sin oír al demandado, en el auto de admisión
de la demanda se le condena y se ordena que se le intime la orden de
reparar los daños y el monto de la indemnización.

Los numerales 2, 3 y 4 del artículo 426 Código Orgánico Procesal


Penal delinean con claridad al proceso monitorio.

Así, el numeral 2, entre los requisitos del auto de admisión de la


demanda, señala: “La orden de reparar los daños, con su descripción
concreta y detallada, la clase y extensión de la reparación o el monto
de la indemnización”.

El numeral 3: “La intimación a cumplir la reparación o


indemnización o, en caso contrario, a objetarla en el término de diez
días”.

El numeral 4, trae una consecuencia lógica de la condena provisoria


“La orden de embargar bienes suficientes para responder a la
reparación y a las costas, o cualquier otra medida cautelar, y la
notificación al funcionario encargado de hacerla efectiva”.

Los procesos monitorios obedecen a la existencia de títulos ejecutivos,


los cuales se caracterizan porque el deudor u obligado actuó en la formación
auténtica del documento (título), por lo que de manera cierta el demandado
conoce su condición de obligado. Incluso, en materia de créditos fiscales, el
título se forma como resultado de un procedimiento previo donde interviene
el deudor. En otras intimaciones, como las de honorarios profesionales, el

534
El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

presunto obligado ha sido parte de una relación jurídica con el acreedor, por
lo cual él no es extraño a la orden de pago que contra él se dicte.

Cuando no existe relación extraprocesal documentada donde alguien


es reconocido como deudor u obligado, o una relación procesal donde pueda
atribuirse a una de las partes la situación de deudor, es imposible que opere
en contra del demandado que no se encuentra en esos supuestos, un proceso
monitorio, ni un título ejecutivo, a menos que el demandado en el proceso
monitorio sea sucesor del obligado por el título ejecutivo o de la parte contra
quien este se formará.

Conforme a estos conceptos, que atienden a la esencia de los títulos


ejecutivos y de los procedimientos ejecutivos y monitorios, un civilmente
responsable no puede ser objeto de un proceso monitorio, con la intimación
a que pague o cumple con algo, si el no ha aceptado documentalmente ser
deudor, o si el no ha sido parte del juicio donde nace el título.

Y, al no poder ser objeto del proceso monitorio, mal podría obrar


contra él, automáticamente, una medida.
 
Permitir lo contrario sería infringirle el derecho a la defensa al
civilmente responsable, tercero con relación al proceso penal, ya que se
vería limitado en su defensa, con solo dos excepciones: 1) objetar la
legitimación del demandante para pedir la reparación o indemnización; y 2)
afirmar la ilegalidad del título invocado para “alegar su responsabilidad”.
 
Ambas excepciones se refieren a la cualidad del demandante y del
demandado, mas no a otras excepciones para rechazar la pretensión.
 Además, podrá oponerse a la clase y extensión de la reparación demandada,
como sería oponerse a la procedencia del daño moral o material, o al daño
emergente o al lucro cesante, por ejemplo, así como objetar el monto de la
indemnización requerida (demandada).
 
De la lectura del artículo 427 del Código Orgánico Procesal Penal,
se evidencia que el civilmente responsable solo puede oponer las mismas
excepciones y defensas que el condenado, pero según el Código Civil, el
padre, madre y a falta de estos, el tutor, solo responderá por el hecho ilícito
de los menores que habiten con ellos (artículo 1190), y los preceptores y

535
Leoncio Landaéz Otazo

artesanos son responsables del daño ocasionado por el hecho ilícito de sus
alumnos y aprendices, mientras permanezcan bajo su vigilancia (artículo
1190 del Código Civil), por lo que estas excepciones del tercero civilmente
responsable no podría oponerlas si se sigue el procedimiento del Código
Orgánico Procesal Penal para la reparación de los daños e indemnización
de los perjuicios, ya que el artículo 427 textualmente reza:

”Si el demandado es el condenado, sólo podrá objetar la


legitimación del demandante para pedir la reparación o
indemnización, u oponerse a la clase y extensión de la reparación
o al monto de la indemnización requerida.

Si se trata de un tercero, podrá agregar a esas objeciones


aquellas basadas en la legalidad del título invocado para alegar
su responsabilidad.

Las objeciones serán formuladas por escrito indicando la


prueba que se pretende incorporar a la audiencia”.

El artículo 1190 del Código Civil, agrega que la responsabilidad de las


personas contempladas en la norma, no tiene efecto cuando ellas prueben
que no han podido impedir el hecho (en este caso el delito), que ha dado
origen a esa responsabilidad. Tal defensa, a juicio de la Sala, totalmente
justa, no puede ser invocada conforme a la letra del citado artículo 427.

Por otra parte, la responsabilidad de los dueños y los principales o


directores, cesa si su sirviente o dependiente ha obrado fuera del ejercicio
de las funciones que se les ha encomendado (artículo 1191 del Código Civil),
obrar que no podría ser opuesto como excepción dentro del proceso diseñado
en el Código Orgánico Procesal Penal.
 
Es más, si se demandare al tercero, con base en el fallo penal, como
responsable por las cosas que tiene bajo su guarda, no podría alegar y probar
la falta de la víctima, o el caso fortuito o la fuerza mayor.
 
En consecuencia, al civilmente responsable (tercero) se le está cercenando
su derecho de defensa, al eliminarle las excepciones que en su condición de
tercero podría oponer a la acción civil derivada de la sentencia penal.

536
El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

Por su parte, el Código Penal, también señala la responsabilidad civil


de terceros (artículos 114 y 116), y en ambas normas se permite al civilmente
responsable excepcionarse alegando hechos no contemplados en el artículo
427 del Código Orgánico Procesal Penal.

Así, el padre o guardador de los locos o dementes, pueden


excepcionarse que no hubo por su parte culpa ni negligencia que permitiera
a los dementes ejecutar los hechos; y los padres o guardadores de los
menores responderán por los daños causados por los menores de quince
años que no tuvieren bienes, si hubieren actuado (los padres o guardadores)
culposamente.

Mientras que los posaderos, dueños de casas de venta de víveres o


licores y cualquiera otras personas o empresas; responden civilmente por
los delitos que se cometieren en sus establecimientos siempre que hubieren
infringido los reglamentos de policía, hecho que debe ser alegado y probado,
y que podría ser controvertido.

Todas estas defensas y excepciones de los civilmente responsables


quedan eliminadas por el artículo 427 del Código Orgánico Procesal Penal,
por lo que dicha norma en el párrafo segundo referente a los terceros colide
con el artículo 49 constitucional que consagra el derecho a la defensa, y así
se declara.

Además, la violación al derecho de defensa del tercero


(civilmente responsable), es aún mas grave, si se toma en cuenta que
conforme al artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal, el
imputado puede admitir los hechos que se le imputan y en base a ellos
se emitirá un fallo en su contra. Pero esta admisión podría ser
fraudulenta, con el único fin (si la pena es corta) que la víctima obtenga
una reparación del civilmente responsable, y este no podría defenderse
del fraude dentro del proceso de resarcimiento incoado ante el juez
penal, ya que sus excepciones se encuentran limitadas, a circunstancias
diferentes a ésta (al fraude).

Por todo lo expuesto, considera la Sala, que del articulado cuya nulidad
se pide, sólo son nulas las normas que se refieren al civilmente responsable,
por lo que el articulado del 422 al 431 del Código Orgánico Procesal Penal

537
Leoncio Landaéz Otazo

no se anula, ya que éste es apto para que la víctima pueda obtener reparación
de parte del condenado.

Sin embargo, debe anularse el segundo párrafo del artículo 427 del
Código Orgánico Procesal Penal, ya que mediante el procedimiento
impugnado previsto en el Código Orgánico Procesal Penal, no pueden
demandarse terceros civilmente responsables.

En consecuencia, la acción civil para la restitución, reparación e


indemnización de los daños y perjuicios causados por el delito, que conforme
al artículo 49 del Código Orgánico Procesal Penal, puede ejercerse contra el
autor, los partícipes del delito y el tercero civilmente responsable, en cuanto a
este último sólo se podrá incoar ante la jurisdicción civil, la cual puede igualmente
conocer de la acción civil contra los autores del delito, ciñéndose a la legislación
civil, si conforme al artículo 51 del Código Orgánico Procesal Penal, la víctima
o sus herederos, escogieran esta vía, y así se declara.

Por último, como quiera que la acción de amparo constitucional -


conjunta con el presente recurso de nulidad- se interpuso contra las
actuaciones del Juzgado Tercero de Juicio del Circuito Judicial Penal de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, por la presunta
violación a la accionante de los derechos consagrados en los artículos 21,
26 y 49 de la Constitución, con ocasión a la aplicación de las normas
contenidas en el articulado del Código Orgánico Procesal Penal relativo al
Procedimiento para la Reparación del Daño y la Indemnización de Perjuicios
-cuya nulidad se solicitó-, a juicio de la Sala, la referida pretensión
constitucional, vista la nulidad parcial decretada, decayó y en consecuencia
debe cesar la medida cautelar innominada acordada, con la obligación para
el Juzgado Tercero de Juicio del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, de declinar en la jurisdicción
civil. y así se declara.

DECISIÓN

Por los razonamientos anteriormente expuestos, esta Sala Constitucional


del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la Ley, dicta los siguientes pronunciamientos:

538
El Procedimiento de Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales. Mención Especial en Sede Penal

1. Declara PARCIALMENTE CON LUGAR el recurso de


nulidad por inconstitucionalidad de los artículos 422, 423, 424,
425, 426, 427, 428, 429, 430 y 431 del Código Orgánico Procesal
Penal, relativos al “Procedimiento para la Reparación del
Daño y la Indemnización de Perjuicios”, interpuesto por
los abogados GUSTAVO GUERRERO ESLAVA, JOSÉ
GABRIEL SARMIENTO SOSA y JOSÉ BERNABÉ
NOBAS, en su carácter de apoderados judiciales de
CONSORCIO INVERSIONISTA LA VENEZOLANA, C.A.

2. ANULA el segundo párrafo del artículo 427 del Código


Orgánico Procesal Penal, en lo referente al tercero civilmente
responsable.

3. En virtud de la nulidad decretada operó el DECAIMIENTO


de la acción de amparo interpuesta y en consecuencia cesa la
medida cautelar acordada, con la obligación para el Juzgado
Tercero de Juicio del Circuito Judicial Penal de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,de
declinar en la jurisdicción civil.

4. ORDENA de conformidad con lo preceptuado en el artículo


21 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, la
publicación del presente fallo en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela, en cuyo sumario se
indicará lo siguiente:

  ”Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo


de Justicia que ANULA el segundo párrafo del artículo
427 del Código Orgánico Procesal Penal”.

5. FIJA el inicio de los efectos del presente fallo con carácter


ex nunc, a partir de su publicación en la mencionada Gaceta
Oficial.

 6. ORDENA, de conformidad con el artículo 10 de la Ley de


Publicaciones Oficiales, la publicación íntegra de este fallo en
Gaceta Oficial.

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Leoncio Landaéz Otazo

 Publíquese y regístrese. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada, en el Salón de Audiencias del Tribunal


Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, en Caracas, a los 21 días
del mes de septiembre de dos mil cuatro. Años: 194º de la Independencia y
145º de la Federación.

 
BIBLIOGRAFIA

l CABANELLAS DE TORRES, Guillermo. Diccionario Jurídico


Elemental. Editorial Heliasta. Buenos Aires. 1998

l Ley de Abogados

l Código de Ética Profesional del Abogado Venezolano

l Código de Procedimiento Civil

l Código Orgánico Procesal Penal

l Jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia

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